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Polirradiculopatía desmielinizante aguda variante Miller-Fisher asociada a infección entérica por Salmonella Sr. Editor: La polirradiculopatía desmielinizan- te aguda (ADCP, del inglés acute demyelina- ting polyradiculpathy), o síndrome de Guillain- Barré, se asocia en un 22% de los casos a antecedentes infecciosos de origen gastroin- testinal 1 . La variante Miller-Fisher, que se pre- senta clásicamente con la tríada ataxia, oftal- moplejía y arreflexia, constituye el 5% del total de las ADCP 2,3 . Se presenta un caso con el an- tecedente de infección entérica por Salmone- lla. La asociación con la infección por Salmo- nella está descrita en la bibliografía, pero en el contexto de la fiebre tifoidea 4,5 ; no hemos en- contrado en la bibliografía consultada la aso- ciación que a continuación presentamos (se realizó búsqueda avanzada en Medline, 1966- 2002). Varón de 60 años, con antecedentes personales de dispepsia gástrica y depresión desde hacía años sin tratamiento. Dos días antes del ingreso presentó fie- bre de 38 °C, escalofríos, vómitos, diarrea de color verdoso y dolor abdominal (el día antes había tenido un almuerzo con otros colegas, de los que al menos 12 presentaron síntomas similares). Al día siguiente presentó de forma progresiva dificultad para la deglu- ción y la articulación de la palabra, debilidad de los miembros superiores e inferiores y diplopía. En la ex- ploración destacaban la fiebre (39,5 °C), taquicardia (120 lat/min) y diaforesis. La exploración neurológica mostraba ptosis bilateral, oftalmoplejía completa con pupilas midriáticas escasamente reactivas a la luz. Asimismo, se apreciaban diplejía facial, paresia bila- teral del velo del paladar, tetraparesia 4+/5 simétrica de predominio proximal, la musculatura distal estaba casi normal, además de arreflexia completa sin alte- raciones sensitivas. El cuadro progesó con afección respiratoria que precisó ingreso en la unidad de cui- dados intensivos, donde permaneció dos semanas sin complicaciones. Una vez estabilizado de su situa- ción respiratoria y 15 días después del inicio del cua- dro, ingresó en nuestra planta, donde presentó tetra- paresia 4+/5 de predominio proximal, con arreflexia e importante ataxia. Se detectó elevación de la amilasa (1.545 UI/l), con trombocitosis (647 × 10 9 /l), sin otros síntomas. El estudio ecográfico abdominal fue normal y se interpretó como un proceso reactivo de tipo infeccioso. Los parámetros se normalizaron en 5 días. El electromiograma a los 2 días del ingreso pre- sentaba signos de polineuropatía sensitivomotora de tipo desmielinizante. En heces se aisló Salmonella se- rotipo D-12-9. El diagnóstico de ADCP tipo Miller-Fisher se fundamenta en la presencia de oftalmoplejía, arreflexia y ataxia. También pueden aparecer midriasis pupilar y afección de otros pares cra- neales. El diagnóstico diferencial hay que reali- zarlo con el botulismo, donde no suele haber fiebre. La midriasis es un dato que orienta ha- cia esta entidad por disautonomía. El electro- miograma y el análisis del líquido cefalorraquí- deo son las pruebas complementarias que sustentan el diagnóstico. No se determinó el anticuerpo anti-GQ1b, que es muy específico y sensible en la forma Miller-Fisher 6 . La infección entérica por Salmonella es una in- fección frecuente en el contexto epidemiológi- co de toxiinfección por alimentos. La aparición ocurre en las primeras 48-72 h, con fiebre, diarrea verdosa, astenia y dolor abdominal de tipo cólico 7 . La posible relación etiopatogénica se sustenta en 3 puntos: a) la relación temporal entre am- bos procesos; b) la presencia de descripciones clínicas en las que se desarrollan infecciones por S. typhosa y ADCP, con importantes simi- ludes estructurales con la especie aislada en nuestro caso, y c) existencia de estudios de tipo experimental y serie de casos clínicos 4,5,8,9 en las que aparecen reacciones cruzadas en- tre infecciones por Campylobacter y productos de la mielina. Otra posibilidad es que se deba al azar, ya que la gastroenteritis es frecuente en el ADCP, y no siempre se detectan gérmenes. Aconsejamos realizar un minucioso y exhaustivo estudio mi- crobiológico en estos pacientes. Francisco Delgado López, Juan Jesús Rodríguez Uranga, Emilio Franco y J.R. González Marcos Servicio de Neurología. Hospital Virgen del Rocío. Sevilla. España. 1. Bosh EP, Benn ES. Disorders of peripheral ner- ves. In: Bradley’s neurology in clinical practice (vol. II). 3rd ed. Butterworth Heineman, 2000; p. 2079-86. 2. Desforgers JF. The Guillain-Barré syndrome. N Engl J Med 1992;326:1130-6. 3. Codina Puigros A, Cervera Radigales C. Síndrome de Guillain-Barré. Med Clin (Barc) 2002;118: 142-5. 4. Aldrey JM, Fernández-Rial A, López-González FJ, Doval JC, De la Fuente-Fernández R. Guillain-Ba- rre syndrome as first manifestation of typhoid fe- ver. Clin Infect Dis 1999;28:1171-2. 5. Donoso R. Guillain-Barre syndrome following typ- hoid fever [letter]. Ann Neurol 1988;23:627. 6. Rojas-García, Gallardo E, Serrano-Munuera C, De Luna N, Ortíz E, Roig C, et al. Anticuerpos anti- GQ1b: utilidad de su determinación en el diagnósti- co del síndrome de Miller-Fisher. Med Clin (Barc) 2001;116:761-4. 7. Keush GT. Salmonellosis. In: Harrison’s principles of internal medicine. 14 th ed. McGraw-Hill. 8. Fisch A, Prazuck T, Schlemmer B, Leleu-Nahmias G, Lafaix C. Acute polyradiculoneuritis associated with typhoid fever. J Infect Dis 1988;157:1280. 9. Berger JR, Ayyar DR, Kaszovitz B. Guillain-Barre syndrome complicating typhoid fever. Ann Neurol 1986;20:649-50. Seudotumor inflamatorio craneal y arteritis de células gigantes Sr. Editor: La arteritis de células gigantes (ACG) puede tener una expresión clínica muy variada, hecho que en ocasiones dificulta el diagnóstico 1,2 . Presentamos un caso de ACG cuya orientación diagnóstica inicial fue de tu- mor craneal localizado en espacio parafaríngeo anterior. Se realiza una revisión de la bibliogra- fía (Medline, 1965-2002: vasculitis, giant cell arteritis, pseudotumor, mass, tumorlike) y se comentan las peculiaridades de las formas seudotumorales en las vasculitis sistémicas y de manera especial en la ACG. Varón de 60 años, ex fumador, con antecedentes pa- tológicos de dislipemia y cardiopatía isquémica. Dos meses antes había sido diagnosticado de una otitis media izquierda y se había practicado un drenaje transtimpánico. Desde entonces presentaba aumento de la otalgia, cefalea hemicraneal izquierda, hipoacu- sia y un cuadro tóxico con pérdida de 5 kg de peso. En la exploración física destacaban una temperatura de 38,5 °C y una intensa afección del estado general. El pulso de las arterias temporales estaba presente y era simétrico. La analítica demostró una VSG de 106 mm/h, hemoglobina de 104 g/l y recuento de leuco- citos, 11 × 10 9 /l. Los anticuerpos anticitoplasma de neutrófilos eran negativos, y el sedimento de orina, normal. La radiografía de tórax, cráneo, senos para- nasales, ecografía abdominal y tomografía computari- zada craneal fueron normales. Una resonancia mag- nética craneal identificó una lesión de partes blandas en la pared izquierda de la rinofaringe con captación difusa de contraste que presentaba extensión intra- craneal. Había ocupación parcial del oído medio y celdas mastoideas homolaterales en relación con cambios inflamatorios. Se practicó una rinoscopia que no identificó ninguna lesión. En ese momento se decidió efectuar una biopsia de la arteria temporal iz- quierda, que fue diagnóstica de ACG. Asimismo se practicó biopsia de la pared lateral de rinofaringe iz- quierda por vía lateral transnasal pretubárica, que evidenció fragmentos de tejido adiposo maduro con presencia de arteriolas de mediano calibre que mos- traban, en los diversos cortes realizados, un infiltrado inflamatorio crónico de discreta intensidad con pre- dominio en la íntima y en la media con distorsión de las fibras elásticas internas. Se observó una única cé- lula gigante multinucleada. No se identificaron necro- sis fibrinoide ni presencia de granulomas. Dichos ha- llazgos fueron compatibles con arteritis linfocitaria. Ante estos hallazgos se inició tratamiento esteroideo. La evolución clínica fue rápidamente favorable, con desaparición de la fiebre, cefalea y otalgia. Una reso- nancia magnética craneal practicada a los 6 meses demostró la desaparición de la lesión craneal. Revital et al 3 , en una reciente revisión de la bi- bliografía en lengua inglesa (Medline, 1966- 1999) describieron 79 casos de seudotumores y vasculitis sistémicas. En dicha revisión, las vasculitis sistémicas con mayor frecuencia aso- ciadas a formas seudotumorales fueron la gra- nulomatosis de Wegener (GW) en 28 casos (35%), la ACG en 17 casos (21%) y la poliarte- ritis nudosa (PAN) y la enfermedad de Behçet en 12 casos (15%) cada una de ellas. La pre- sentación seudotumoral como única manifesta- ción se dio en el 58% de las PAN, el 23% de las ACG, sin que se observara ningún caso de GW. Previo diagnóstico de vasculitis sistémica se indicó procedimiento quirúrgico en el 100% de las PAN, el 48% de las GW, el 44% de las ACG y el 33% de la enfermedades de Behçet. En cuanto a las localizaciones, la mama fue la más común en la ACG y GW, el sistema genital masculino en la PAN y el sistema nervioso cen- tral en la enfermedad de Behçet. Ampliada la revisión bibliográfica de seudotu- mores y ACG, hemos identificado otras locali- zaciones (testículo, órbita, colon, mediastino, hipófisis, tumor submandibular) 2,4-6 aparte de la mama y el ovario, las únicas descritas por Revital et al 3 . Creemos que es de interés des- tacar la dificultad diagnóstica, puesto que la primera impresión fue la de tumor craneal con infiltración a la base del cráneo. Las formas de presentación clínica adoptan dos patrones di- ferenciados: pacientes con manifestaciones relacionadas con la tumoración (mama, testí- culo, tumor submandibular, colon, órbita), y pacientes con predominio de manifestaciones sistémicas frente a las craneales y/o la poli- mialgia reumática (ovario, craneal). En este úl- timo grupo, la mayoría de los casos fueron de- tectados de manera fortuita en el cribado sistemático en busca de alguna enfermedad tumoral o infecciosa oculta. La excepcionalidad de las formas seudotumo- rales hace que sea infrecuente considerar el diagnóstico de vasculitis sistémicas en estos casos, con el consiguiente retraso diagnóstico. Creemos importante el conocimiento de estas formas, puesto que, según la localización, pue- den indicarse procedimientos quirúrgicos inne- 518 Med Clin (Barc) 2003;121(13):518-9 56 CARTAS AL EDITOR 88.606 88.844

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Polirradiculopatía desmielinizanteaguda variante Miller-Fisher asociada a infección entérica por SalmonellaSr. Editor: La polirradiculopatía desmielinizan-te aguda (ADCP, del inglés acute demyelina-ting polyradiculpathy), o síndrome de Guillain-Barré, se asocia en un 22% de los casos aantecedentes infecciosos de origen gastroin-testinal1. La variante Miller-Fisher, que se pre-senta clásicamente con la tríada ataxia, oftal-moplejía y arreflexia, constituye el 5% del totalde las ADCP2,3. Se presenta un caso con el an-tecedente de infección entérica por Salmone-lla. La asociación con la infección por Salmo-nella está descrita en la bibliografía, pero en elcontexto de la fiebre tifoidea4,5; no hemos en-contrado en la bibliografía consultada la aso-ciación que a continuación presentamos (serealizó búsqueda avanzada en Medline, 1966-2002).

Varón de 60 años, con antecedentes personales dedispepsia gástrica y depresión desde hacía años sintratamiento. Dos días antes del ingreso presentó fie-bre de 38 °C, escalofríos, vómitos, diarrea de colorverdoso y dolor abdominal (el día antes había tenidoun almuerzo con otros colegas, de los que al menos12 presentaron síntomas similares). Al día siguientepresentó de forma progresiva dificultad para la deglu-ción y la articulación de la palabra, debilidad de losmiembros superiores e inferiores y diplopía. En la ex-ploración destacaban la fiebre (39,5 °C), taquicardia(120 lat/min) y diaforesis. La exploración neurológicamostraba ptosis bilateral, oftalmoplejía completa conpupilas midriáticas escasamente reactivas a la luz.Asimismo, se apreciaban diplejía facial, paresia bila-teral del velo del paladar, tetraparesia 4+/5 simétricade predominio proximal, la musculatura distal estabacasi normal, además de arreflexia completa sin alte-raciones sensitivas. El cuadro progesó con afecciónrespiratoria que precisó ingreso en la unidad de cui-dados intensivos, donde permaneció dos semanassin complicaciones. Una vez estabilizado de su situa-ción respiratoria y 15 días después del inicio del cua-dro, ingresó en nuestra planta, donde presentó tetra-paresia 4+/5 de predominio proximal, con arreflexia eimportante ataxia. Se detectó elevación de la amilasa(1.545 UI/l), con trombocitosis (647 × 109/l), sinotros síntomas. El estudio ecográfico abdominal fuenormal y se interpretó como un proceso reactivo detipo infeccioso. Los parámetros se normalizaron en 5días. El electromiograma a los 2 días del ingreso pre-sentaba signos de polineuropatía sensitivomotora detipo desmielinizante. En heces se aisló Salmonella se-rotipo D-12-9.

El diagnóstico de ADCP tipo Miller-Fisher sefundamenta en la presencia de oftalmoplejía,arreflexia y ataxia. También pueden aparecermidriasis pupilar y afección de otros pares cra-neales. El diagnóstico diferencial hay que reali-zarlo con el botulismo, donde no suele haberfiebre. La midriasis es un dato que orienta ha-cia esta entidad por disautonomía. El electro-miograma y el análisis del líquido cefalorraquí-deo son las pruebas complementarias quesustentan el diagnóstico. No se determinó elanticuerpo anti-GQ1b, que es muy específico ysensible en la forma Miller-Fisher6.La infección entérica por Salmonella es una in-fección frecuente en el contexto epidemiológi-co de toxiinfección por alimentos. La apariciónocurre en las primeras 48-72 h, con fiebre,diarrea verdosa, astenia y dolor abdominal detipo cólico7.La posible relación etiopatogénica se sustentaen 3 puntos: a) la relación temporal entre am-

bos procesos; b) la presencia de descripcionesclínicas en las que se desarrollan infeccionespor S. typhosa y ADCP, con importantes simi-ludes estructurales con la especie aislada ennuestro caso, y c) existencia de estudios detipo experimental y serie de casos clínicos4,5,8,9

en las que aparecen reacciones cruzadas en-tre infecciones por Campylobacter y productosde la mielina.Otra posibilidad es que se deba al azar, ya quela gastroenteritis es frecuente en el ADCP, y nosiempre se detectan gérmenes. Aconsejamosrealizar un minucioso y exhaustivo estudio mi-crobiológico en estos pacientes.

Francisco Delgado López, Juan Jesús Rodríguez Uranga, Emilio Franco

y J.R. González Marcos

Servicio de Neurología. Hospital Virgen del Rocío.

Sevilla. España.

1. Bosh EP, Benn ES. Disorders of peripheral ner-ves. In: Bradley’s neurology in clinical practice(vol. II). 3rd ed. Butterworth Heineman, 2000; p. 2079-86.

2. Desforgers JF. The Guillain-Barré syndrome. NEngl J Med 1992;326:1130-6.

3. Codina Puigros A, Cervera Radigales C. Síndromede Guillain-Barré. Med Clin (Barc) 2002;118:142-5.

4. Aldrey JM, Fernández-Rial A, López-González FJ,Doval JC, De la Fuente-Fernández R. Guillain-Ba-rre syndrome as first manifestation of typhoid fe-ver. Clin Infect Dis 1999;28:1171-2.

5. Donoso R. Guillain-Barre syndrome following typ-hoid fever [letter]. Ann Neurol 1988;23:627.

6. Rojas-García, Gallardo E, Serrano-Munuera C, De Luna N, Ortíz E, Roig C, et al. Anticuerpos anti-GQ1b: utilidad de su determinación en el diagnósti-co del síndrome de Miller-Fisher. Med Clin (Barc)2001;116:761-4.

7. Keush GT. Salmonellosis. In: Harrison’s principlesof internal medicine. 14th ed. McGraw-Hill.

8. Fisch A, Prazuck T, Schlemmer B, Leleu-NahmiasG, Lafaix C. Acute polyradiculoneuritis associatedwith typhoid fever. J Infect Dis 1988;157:1280.

9. Berger JR, Ayyar DR, Kaszovitz B. Guillain-Barresyndrome complicating typhoid fever. Ann Neurol1986;20:649-50.

Seudotumor inflamatorio craneal y arteritis de células gigantesSr. Editor: La arteritis de células gigantes(ACG) puede tener una expresión clínica muyvariada, hecho que en ocasiones dificulta eldiagnóstico1,2. Presentamos un caso de ACGcuya orientación diagnóstica inicial fue de tu-mor craneal localizado en espacio parafaríngeoanterior. Se realiza una revisión de la bibliogra-fía (Medline, 1965-2002: vasculitis, giant cellarteritis, pseudotumor, mass, tumorlike) y secomentan las peculiaridades de las formasseudotumorales en las vasculitis sistémicas yde manera especial en la ACG.

Varón de 60 años, ex fumador, con antecedentes pa-tológicos de dislipemia y cardiopatía isquémica. Dosmeses antes había sido diagnosticado de una otitismedia izquierda y se había practicado un drenajetranstimpánico. Desde entonces presentaba aumentode la otalgia, cefalea hemicraneal izquierda, hipoacu-sia y un cuadro tóxico con pérdida de 5 kg de peso.En la exploración física destacaban una temperaturade 38,5 °C y una intensa afección del estado general.El pulso de las arterias temporales estaba presente y

era simétrico. La analítica demostró una VSG de 106mm/h, hemoglobina de 104 g/l y recuento de leuco-citos, 11 × 109/l. Los anticuerpos anticitoplasma deneutrófilos eran negativos, y el sedimento de orina,normal. La radiografía de tórax, cráneo, senos para-nasales, ecografía abdominal y tomografía computari-zada craneal fueron normales. Una resonancia mag-nética craneal identificó una lesión de partes blandasen la pared izquierda de la rinofaringe con captacióndifusa de contraste que presentaba extensión intra-craneal. Había ocupación parcial del oído medio yceldas mastoideas homolaterales en relación concambios inflamatorios. Se practicó una rinoscopiaque no identificó ninguna lesión. En ese momento sedecidió efectuar una biopsia de la arteria temporal iz-quierda, que fue diagnóstica de ACG. Asimismo sepracticó biopsia de la pared lateral de rinofaringe iz-quierda por vía lateral transnasal pretubárica, queevidenció fragmentos de tejido adiposo maduro conpresencia de arteriolas de mediano calibre que mos-traban, en los diversos cortes realizados, un infiltradoinflamatorio crónico de discreta intensidad con pre-dominio en la íntima y en la media con distorsión delas fibras elásticas internas. Se observó una única cé-lula gigante multinucleada. No se identificaron necro-sis fibrinoide ni presencia de granulomas. Dichos ha-llazgos fueron compatibles con arteritis linfocitaria.Ante estos hallazgos se inició tratamiento esteroideo.La evolución clínica fue rápidamente favorable, condesaparición de la fiebre, cefalea y otalgia. Una reso-nancia magnética craneal practicada a los 6 mesesdemostró la desaparición de la lesión craneal.

Revital et al3, en una reciente revisión de la bi-bliografía en lengua inglesa (Medline, 1966-1999) describieron 79 casos de seudotumoresy vasculitis sistémicas. En dicha revisión, lasvasculitis sistémicas con mayor frecuencia aso-ciadas a formas seudotumorales fueron la gra-nulomatosis de Wegener (GW) en 28 casos(35%), la ACG en 17 casos (21%) y la poliarte-ritis nudosa (PAN) y la enfermedad de Behçeten 12 casos (15%) cada una de ellas. La pre-sentación seudotumoral como única manifesta-ción se dio en el 58% de las PAN, el 23% delas ACG, sin que se observara ningún caso deGW. Previo diagnóstico de vasculitis sistémicase indicó procedimiento quirúrgico en el 100%de las PAN, el 48% de las GW, el 44% de lasACG y el 33% de la enfermedades de Behçet.En cuanto a las localizaciones, la mama fue lamás común en la ACG y GW, el sistema genitalmasculino en la PAN y el sistema nervioso cen-tral en la enfermedad de Behçet.Ampliada la revisión bibliográfica de seudotu-mores y ACG, hemos identificado otras locali-zaciones (testículo, órbita, colon, mediastino,hipófisis, tumor submandibular)2,4-6 aparte dela mama y el ovario, las únicas descritas porRevital et al3. Creemos que es de interés des-tacar la dificultad diagnóstica, puesto que laprimera impresión fue la de tumor craneal coninfiltración a la base del cráneo. Las formas depresentación clínica adoptan dos patrones di-ferenciados: pacientes con manifestacionesrelacionadas con la tumoración (mama, testí-culo, tumor submandibular, colon, órbita), ypacientes con predominio de manifestacionessistémicas frente a las craneales y/o la poli-mialgia reumática (ovario, craneal). En este úl-timo grupo, la mayoría de los casos fueron de-tectados de manera fortuita en el cribadosistemático en busca de alguna enfermedadtumoral o infecciosa oculta.La excepcionalidad de las formas seudotumo-rales hace que sea infrecuente considerar eldiagnóstico de vasculitis sistémicas en estoscasos, con el consiguiente retraso diagnóstico.Creemos importante el conocimiento de estasformas, puesto que, según la localización, pue-den indicarse procedimientos quirúrgicos inne-

518 Med Clin (Barc) 2003;121(13):518-9 56

CARTAS AL EDITOR

88.606

88.844