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Autor: Rodrigo Llano IsazaSi bien la poesía no tiene partido político, los poetas si y, aquí, incluimos a 40 poetas que fueron militantes activos de nuestro Partido Liberal. Que, en múltiples ocasiones, escribieron contra los opresores de la libertad y que combatieron, a veces con las armas en la mano, al contradictor político que oprimía el pensamiento y perseguía la protesta social. Grandes cumbres de nuestra poesía, desfilan por esta selección de nuestros mejores vates, hombres y mujeres, gentes de todas las regiones, a los cuales les hacemos una pequeña biografía y consignamos una muestra de su producción literaria.

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  • Rodrigo Llano Isaza

    POETAS LIBERALES

    Partido Liberal ColombianoAcademia Liberal de Historia.

    Bogot, agosto de 2004.

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  • 2

  • Yo quiero la igualdad, ya que la suerteEs comn en el punto de partida;Si todos son iguales en la muerte

    Todos sean iguales en la vida.

    Quin es ms que otro, cuando al negro abismoLa oculta mano con furor nos lanza?Todos, ricos y pobres, son lo mismoSi los pesa la muerte en su balanza.

    Entre el noble seor y el indigenteNo debe haber obstculo ninguno;

    Todos tienen debajo de la frenteUna chispa de Dios; Y Dios es uno!

    Fragmento de Para Todos del Poeta peruano Jos Santos Chocano.

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  • 4

  • CONTENIDO

    POETA PGINAPresentacin, Rodrigo Llano Isaza 7Prlogo, Piedad Crdoba Ruiz 19Introduccin, Jorge Valencia Jaramillo 27Alberto Angel Montoya 33Antonio Jos Restrepo ito 38Arturo Camacho Ramrez 44Baudilio Montoya 50Candelario Obeso 56Carlos Arturo Torres 63Carlos Castro Saavedra 70Carlos Martn Fajardo 76Carmelina Soto 80Csar Conto 86Clmaco Soto Borda 91Daro Samper 96Digenes Arrieta 101Eduardo Castillo 107Eduardo Mendoza Varela 113Emilia Ayarza de Herrera 117Federico Rivas Frade 123Fernando Charry Lara 127Hernando Vega Escobar 134Isabel Lleras Restrepo 140Isaas Gamboa 144Jorge Artel (Agapito de Arco) 150Jorge Gaitn Durn 156Jorge Isaacs 161Jorge Pombo 168Jorge Rojas 172Jorge Zalamea Borda 178Jos Asuncin Silva 185Jos Umaa Bernal 191Juan Jos Botero 196Juan Lozano y Lozano 203Julio Flrez 208Laura Victoria (Gertrudis Peuela de Segura) 215Len de Greiff 220

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  • Lorenzo Mara Lleras 228Lus Carlos Gonzlez 233Manuel Salvador Salvo Ruiz 237Manuel Uribe Velsquez 242Maximiliano Max Grillo 246Octavio Amrtegui 250Porfirio Barba Jacob (Miguel Angel Osorio) 255Toms Vargas Osorio 262

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  • PRESENTACIN

    Rodrigo Llano Isaza.1Poesa Es atrapar en el papel

    lo que escondemos en el corazn.Annimo.

    Te digo adis, y acaso, con esta despedida,Mi ms hermoso sueo muere dentro de mi

    Pero te digo adis, para toda la vida,Aunque toda la vida siga pensando en ti.

    Poema de la despedida Jos Angel Buesa.

    Al finalizar el ciclo que denominamos El Liberalismo en la Historia (Febrero de 2003 y que dio origen al libro del mismo nombre, del cual fui organizador y compilador)2, nos propusimos adelantar una serie de foros sobre otros aspectos de la rica historia del partido liberal colombiano. Debo deplorar que estos espacios de reflexin, por diversas circunstancias, no se hubieran podido llevar a cabo.3

    1 Nacido en Medelln, es Administrador de Empresas de la Universidad EAFIT; Secretario Ejecutivo de la Sociedad Econmica de Amigos del Pas (1997-2005); Miembro de nmero de la Academia de Historia de Bogot; Presidente de la Academia Liberal de Historia; Miembro del Consejo Asesor de la Casa de Antioquia en Bogot y del Instituto del Pensamiento Liberal; Veedor del Partido Liberal en Bogot (2003-2005); Asesor de empresas; Columnista de la agencia de Noticias Colprensa, del semanario Encuentro Liberal y del diario Vanguardia Liberal. Ha publicado: Biografa de Jos Mara Carbonell; Centralismo y Federalismo 1810-1816; Hechos y Gentes de la Primera Repblica; Bolivia, Misiones jesuticas de Chiquitos, Los Draconianos, origen popular del partido liberal colombiano, Poetas Liberales, Editor, compilador y escritor del libro La Divisin Creadora: Influjo de las disidencias en el liberalismo Colombiano, y tiene en preparacin una historia de las Sociedades Econmicas de Amigos del Pas y varios libros sobre los hechos y personajes que han hecho la historia del Liberalismo; public, como coautor, el Cdigo de tica del Administrador de Empresas, Editor del libro Tertulia Potica del Club de Ejecutivos.2 En la grata compaa de Mara Teresa Forero de Saade, Lzaro Meja Arango, Abdn Eduardo Espinosa Fenwart, Paola Guerrero, Cecilia Fernndez de Pallini y Grenfiet Sierra y contando con la entusiasta colaboracin de McAllister Tafur y Alberto Pardo en la divulgacin con los dirigentes populares de Bogot.

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  • Por tal razn esta publicacin se propone presentarles a las nuevas generaciones de colombianos (as) una de las vetas del caudal cultural producido por los numerosos actores intelectuales de nuestro Partido, as como de quienes por este escenario de la vida democrtica han discurrido con singular brillo en el campo de las letras y las diversas expresiones del arte.

    No fueron pocos los que se escandalizaron al ver el ttulo de poetas liberales, porque la poesa no tiene poltica, pero olvidaron que los poetas si la han tenido y ese es el origen de este ensayo.

    Sin duda, en la feraz geografa nacional y bajo la sombra de nuestra bandera escarlata- han surgido innumerables cultores de las artes literarias y de sus diversos gneros. No obstante, el aspecto ms reconocido por los crticos es el que tiene relacin con los procesos electorales y las actividades de intermediacin que cumple el Partido entre la sociedad y el Estado.

    Sin embargo, muchos son los valores constructores de esttica con los que el liberalismo ha contado en muchas pocas de su historia de 156 aos y diversas y grandes las epopeyas que han constituido su ethos democrtico a partir de la creacin de poetas, oradores, escritores y pensadores cuya palabra refulge en textos de maravillosa textura. Ricos y variados, tanto como tristes y dolorosos han sido los perodos y los protagonistas de la colectividad roja: mrtires, poetas, periodistas, educadores, pensadores y, an, guerreros que le han dado lustre a la patria, cuyas efigies estn ausentes del honor del leo o de proyeccin escultrica en la sede Liberal, como reconocimiento esttico que brinde ejemplo e inspire a las nuevas generaciones.

    Hoy hablaremos de hombres y mujeres que habiendo logrado renombre en la literatura colombiana, fueron activos militantes de nuestra divisa roja: mencionaremos a 54 de ellos, muy

    3 Pretendo, si la vida me da tiempo, publicar Educadores, periodistas y mrtires del liberalismo, Pensadores y dirigentes Liberales, Guerreros Liberales e Hitos del liberalismo colombiano.

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  • brevemente, por motivos de espacio. Pero dejaremos a la ilustrada consideracin de la Academia Liberal de Historia el reto de hacer un gran seminario, en distintas partes de Colombia y en todas las localidades de la capital, para enriquecer este inventario provisional con los nombres de otros exponentes de la cultura liberal en las regiones.

    Aqu hay mujeres y hombres, negros y blancos, costeos y cachacos, ricos y pobres, de la frontera y del interior, sedentarios y nmadas, poetas consagrados y juglares humildes, gentes educadas y autodidactas, mujeriegos y homosexuales, oficialistas y disidentes, gentes que padecieron el destierro o que se acercaron a los gobiernos de turno, los que debieron exiliarse, los que tenan un sentimiento nmada y los que nunca salieron de Colombia, pero todos unidos por unas expresiones comunes: el amor a su patria, el estilo galante, la chispa oportuna, el impecable manejo del idioma y la defensa del partido liberal colombiano. De muchos de ellos falta una obra completa que los rescate del olvido.

    Tambin y por un capricho de la escogencia al azar de nuestros vates, tenemos aqu gentes de Antioquia, Boyac, Cundinamarca, Valle, Tolima, Huila, Santander, Norte de Santander, Caldas, Quindo, Bolvar, Sucre, Risaralda y el Choc, quienes, con la excepcin de Carlos Martn Fajardo, han fallecido.

    Algunos, ciertamente, no fueron un modelo en su vida personal, todo lo contrario, naufragaron en los vapores del licor o pusieron fin, abruptamente, a sus vidas, pero su labor cultural o las poesas que escribieron, le han dado lustre a Colombia y son orgullo de nuestra patria, por eso hago mas las ltimas palabras que le escribi Julio Flrez a Jos Asuncin Silva a la hora de su muerte:

    Bien hiciste en matarte: sirve de abonoa la tierra fecunda. Si no hay clemenciaPara ti, nada importa: Yo te perdono!

    Julio Flrez4

    4 La muerte de Jos Asuncin Silva, en el libro Todo nos llega tarde biografa de Julio Flrez por Gloria Serpa-Flrez de Kolbe. Editorial Planeta. 1994. Pgina 151.

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  • Y es que parte del encanto de los liberales es su espritu contestatario, su compromiso popular, su rebelda frente a las normas establecidas de la sociedad, su anticlericalismo, su amor a la libertad y el rechazo a las tiranas, su defensa de la libertad de expresin y de imprenta, la caballerosidad en el trato, el espritu trashumante, ese apartarse de los comportamientos acartonados y rgidos, su acatamiento por la cultura, la bsqueda de lo nuevo, el respeto por lo diferente, su acogida a las minoras, el rechazo a la discriminacin, por eso somos liberales.

    Esta no es una publicacin de anlisis potico, es un escrito para rescatar unos valores del liberalismo, que deben servir para hacer fijar en la mente de nuestros militantes el orgullo por unas gentes que en el campo de la cultura fueron como ellos, ardientemente liberales, y para mostrarle a la juventud la cantidad de personas importantes que ha dado nuestro partido para lustre de toda Colombia.

    No toda la poesa es igual y no todo lo que se publica en verso es poesa, por ello es tan importante el concepto del poeta Rogelio Echavarra, quien escribi en su libro Poesa Irreverente y Burlesca5:

    Son poesa todos los versos de este libro? No necesariamente es poesa todo lo que escriben los poetas, como no es poesa, tampoco, todo lo que se escribe en versola poesa de hoy, en muchos sentidos, es desmedida. El juego de palabras, la irona, el sarcasmo crtico, tambin son recursos ldicos entre muchos otros de la poesa moderna.

    As las cosas, tenemos que tener una gran amplitud mental para aceptar la poesa culta de un Jorge Rojas frente a las trovas de Salvo Ruiz, o los soberbios poemas de Len de Greiff con los jocosos de Manuel Uribe, la poesa sensual de Laura Victoria con las irreverencias en verso de ito Restrepo, e igual con todos los integrantes de esta antologa.

    5 Editorial Planeta. Bogot. 1999.10

  • Nos quedan, afortunadamente, muchos otros poetas de clara militancia poltica liberal como: Maruja Vieira, Jorge Valencia Jaramillo, Roberto Uribe Pinto y Jaime Gonzlez Parra, para no mencionar sino a unos pocos y no arriesgarnos a cometer una injusticia hacindola ms extensa y no mencionando a muchos bardos destacados en nuestras letras que, por el hecho de estar vivos, no fueron incluidos en esta antologa de los grandes poetas colombianos que pertenecieron al partido liberal colombiano.

    Al partido Conservador colombiano le dejamos la tarea de rescatar a sus propios vates: Guillermo Valencia, Rafael Maya, Epifanio Meja, Gregorio Gutirrez Gonzlez, Jorge Robledo Ortiz, Ricardo Nieto, Helcas Martn Gngora, Antonio Llanos, Jos Mara Rivas Groot, Jos Eustacio Rivera, Miguel Rasch Isla, Rafael Pombo, Jos Joaqun Ortiz, Jos Manuel Marroqun, Aurelio Martnez Mutis, Diego Fallon, Eduardo Carranza, Jos Eusebio Caro, Vctor M. Londoo, entre otros, todos cumbres de nuestra poesa.

    Que falta Rafael Nez6?, no, no falta el solitario del Cabrero7, porque ste es un personaje a los que los liberales, todava, no nos hemos resuelto a desterrar y los conservadores, todava, no se han resuelto a apropiar, por ello no lo incluimos en esta antologa de verdaderos liberales y por que, adems, no podra agraviar a un ito Restrepo, a un Max Grillo, a un Julio Flrez, a un Csar Conto, a un Manuel Uribe o un Carlos Arturo Torres, que no admitiran ser nombrados en una misma pgina con el regenerador, que los persigui con saa slo por ser liberales. Es pues, un principio de respeto con mi partido el excluir a tan nefasto personaje.

    Quizs sera bueno propiciar una discusin de cual fue el papel de los liberales en el grupo de los nuevos8, en el Mosaico,

    6 Alberto Abello (Editor del peridico El Nuevo Siglo) en su libro El Laberinto de la Guerra, pgina 9, afirma: Rafael Nez, de origen liberal y en un momento dado ms a la derecha que los conservadores colombianos.7 Otros lo llamaban El Brujo del Cabrero porque sola recetar a sus amigos enfermos.8 Sus integrantes fueron: Luis Vidales, Luis Tejada, Ricardo Rendn, Len de Greiff, Jos Mar, Moiss Prieto, Felipe y Alberto Lleras, y

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  • en la revista Panida9 de Medelln, entre los de Piedra y Cielo o como parte de la Gruta Simblica, entre los penltimos y los ltimos; el rol de los poetas negros o indgenas y el de las mujeres.

    Tambin fomentar el hbito de las tertulias literarias como la Tertulia Potica del Club de Ejecutivos que dirijo en compaa del Capitn Alberto Ospina Taborda y que ya va entrando a su quinto ao de vida. Y no solamente alrededor de la poesa es interesante fomentar el hbito de las tertulias que ahora con buen juicio est propiciando el Ministerio de la Cultura, para todo son tiles y como formamos parte de un partido poltico, todos los temas del desarrollo del pas pueden ser objeto de ese imprescindible intercambio de opiniones, estudios y aportes de toda clase; el haber creado la Academia Liberal de Historia, es una forma de abrir un espacio para tertuliar en torno a los temas histricos y el IPL ser el sitio para escuchar a los grandes pensadores del Liberalismo y de los partidos afines para procurar darles un puesto bajo el sol a todos los colombianos; para promover el florecimiento de los investigadores de provincia y sacar a la luz la riqusima historia regional tan olvidada porque para muchos pareciera como si Bogot fuera el centro del mundo; este puede ser el comienzo de un partido ms participativo, ms incluyente, ms abierto, ms democrtico y ms cercano al pueblo, que, al fin y al cabo, es el que le da sentido al Liberalismo.

    Poeta o Poetisa?: Estamos en pleno apogeo de la controversia entre estos dos trminos para calificar a las mujeres que se dedican a la poesa. En la tertulia potica del Club de Ejecutivos, las mujeres participantes se pronunciaron y consideraron que el trmino poetisa era peyorativo y que deba decrseles simplemente La Poeta.El diccionario de la Real Academia Espaola de la Lengua hace la distincin de gnero y por lo

    Carlos Lozano y Lozano, entre otros.9 De ella formaron parte: Len de Greiff, Tartarn Moreira (Libardo Parra Toro), Teodomiro Isaza (Tisaza), Ricardo Rendn, Jos Meja, Jess Restrepo Olarte, Jorge Villa Carrasquilla (Jovica) y Gonzalo Restrepo Jaramillo, entre otros; publicaron una revista con el nombre de Panida (Expresin inventada por Rubn Daro), que apareci el 15 de febrero de 1915, la cual fue vetada por la curia por sus efectos perniciosos.

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  • tanto las dos expresiones son castizas. Pero la discusin ya no se da en esos trminos y las mujeres estn exigiendo el fin de la expresin Poetisa.Y yo, como las respeto tanto, me acojo a su criterio y en todo este estudio se las trata de las poetas.

    Esta seleccin de poetas tambin nos deja una enseanza frente a la historia: el liberalismo ha tenido pocas de profunda crisis10, de las cuales ha sabido resurgir como el ave Fnix, pocas en que en el parlamento colombiano slo ha habido un Representante, Luis A. Robles, el extraordinario Negro Robles, o un solo Senador, el General Rafael Uribe Uribe, y no hemos desaparecido como colectividad poltica; pocas en que la represin se ha ejercido con todo su furor, bien por parte de la iglesia, como cuando obligaron al General Uribe a escribir aquello De cmo el Liberalismo poltico colombiano no es pecado, o cuando las autoridades se han ensaado contra nuestra colectividad, que llev a algunos escritores a publicar El precio de ser Liberal; vemos como muchos de estos vates, orgullo de nuestra nacionalidad, que padecieron lo indecible por culpa de regmenes opresores, pero permanecieron fieles a su doctrina sin venderse por un pedazo de pan, como en el ejemplo de Julio Flrez, que no tena con que desayunar al da siguiente y sin embargo le rechaz a Miguel Antonio Caro un puesto en la Biblioteca Nacional, porque l no venda su dignidad a los conservadores que lo escarnecieron y, ms adelante, lo llevaron a escribir Al chacal de mi patria en cruda mencin al General Aristides Fernndez puesto por Marroqun en la Secretara de Guerra para que acabara con todo lo que pareciera liberal y que lo enclaustr en el panptico; momentos en que los vientos de la historia no nos han sido favorables, pero hemos permanecido estoicos al pie de la bandera y, sobre todo, al pie de los principios; la persecucin, la crcel, el exilio, la prdida de los bienes, han sido sufridos por nuestros copartidarios y ah seguimos; no habr de ser, pues, en el siglo XXI cuando vayamos a desaparecer por las persecuciones de quienes alguna vez militaron en nuestra colectividad, quizs por aquello de que No hay cua que ms apriete que la del mismo palo.

    10 La indisciplina ha sido consubstancial al liberalismo; las nicas pocas en que la bancada liberal ha sido unnime y disciplinada, ha sido cuando en el parlamento colombiano slo tenamos a uno de los nuestros: Robles o Uribe.

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  • Estas divisiones no son nuevas, pero tienen que estar llegando a su fin, no porque dejemos de ser liberales, sino porque en el mundo moderno la disciplina partidista se impone, el relajo se tiene que acabar y el partido debe asumir una postura ideolgica coherente, alejada de los personalismos, de los fulanismos, de las conveniencias personales; No olvidemos que uno es el sentimiento liberal, libre y medio anrquico y otro, muy distinto, el de la militancia poltica, que es ordenado y disciplinado. Veamos como ese extraordinario orador bolivarense Digenes Arrieta se refiri a la divisin liberal en su discurso para dar posesin al general Daniel Delgado en la gobernacin de Cundinamarca, el 25 de octubre de 1877, para poder comprobar como se repite la historia11:

    De antiguo hay divisiones profundas en el seno de este partido liberal tan altivo, inquieto y susceptible. No se fundan, es verdad, en la profesin de principios opuestos en materia de doctrina: son el resultado de otras circunstancias que han obrado como causas con bastante intensidad. El olvido de los merecimientos; la exaltacin de las medianas; las exigencias desatendidas del que solicita ms de lo que merece, la severidad en el cumplimiento del deber poltico, que va, en ocasiones, ms all del justo lmite; la exageracin inocente o maliciosa, de los que quieren gobernar y de los que gobiernan, que hace que el reclamo de los unos irrite, y la resistencia de los otros enoje; la indignacin de las aspiraciones ilegtimas no realizadas; la exhibicin del abuso que se fomenta o autoriza, o del crimen que no se castiga; las impaciencias generosas del patriotismo: ah tenis muchas de las causas de esas divisiones lamentables.

    Esta publicacin naci de la complicidad con una persona que en su juventud se gan un concurso recitando los soberbios poemas de Jorge Artel, la Codirectora Liberal y Senadora de la Repblica Piedad Crdoba Ruiz; muchos se sorprendern de ver esta faceta, un poco desconocida, de nuestra dirigente

    11 Tomado del libro que generosamente me obsequi Otto Morales Bentez, Discursos de Digenes Antonio Arrieta. Imprenta de Zalamea Hermanos. Bogot. 1885. Pgina 115.

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  • poltica, a quien los medios de informacin, para poderla combatir, la han enmarcado en un estrecho rol, pero, para desengao de unos cuantos enemigos, para satisfaccin de sus amigos y seguidores que somos legin, y para conocimiento de los colombianos, Piedad es una persona bien culta, que vibra con la poesa y con ello demuestra su corazn sensible, quizs cubierto por un rostro duro, producto de las luchas frente a quienes la han querido atajar por ser mujer, combativa, negra y exitosa, pecados que la envidia nacional no perdona.

    Tambin debo darle las gracias a Jorge Valencia Jaramillo, hombre de Estado (Ministro, Alcalde de Medelln, fundador del pacto andino), promotor de cultura, poeta eximio, cuya amistad me enorgullece y que acept desarrollar la introduccin de este trabajo desde un punto de vista netamente potico, con ese modo de escribir tan suyo y tan polmico, que lo convierte en uno de los ms importantes poetas de la historia del partido liberal colombiano.

    Finalmente, debo expresar mi agradecimiento a Alpher Rojas Carvajal quien se ley los primeros borradores de este trabajo, mejorando notoriamente la redaccin y la presentacin; tambin a Otto Morales Bentez por su colaboracin con Digenes Arrieta; a Carlos Lleras de la Fuente y Carolina Ospina Lleras con Isabel Lleras de Ospina; a Pablo Crdenas Prez por su ayuda con Manuel Uribe, la de Eduardo Santa con Barba Jacob, la de Hctor Ocampo Marn con Luis Carlos Gonzlez, la de Edith Camerano y Hernando Vega con Hernando Vega Escobar, la de Roberto Uribe Pinto con Eduardo Castillo, la de Natalia Campo de la fundacin Verso a Verso con Isaas Gamboa, la de Alfredo Ayarza con su ta Emilia Ayarza, la de Ana Mara Robledo con Laura Victoria, la de Jaime Lopera y Adriana Patricia Matiz del peridico La Noticia con Baudilio Montoya, la de Adriana Camacho con Arturo Camacho Ramrez, la de Carlos Alberto Castrilln e Isabel Cristina Salazar Botero del Museo Quimbaya con Carmelina Soto, la de Mximo Alemn Padilla con Candelario Obeso, la de Antonio Angel Junguito con su padre Alberto Angel Montoya, la de Maruja Vieira12 quien 12 Poeta nacida en Manizales en 1922, madre de la tambin poeta Ana Mercedes Vivas, y autora, entre otros de los libros de poesa: Palabras de la ausencia, Campanario de lluvia y Poemas de enero.

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  • fue siempre la primera en pensar como me ayudaba en esta aventura intelectual y cuyo discurso para posesionarse en la Academia Colombiana de la Lengua vers sobre Carmelina Soto, el personal de la biblioteca Nacional, Liliana Garca de la Biblioteca Luis Angel Arango y Mnica Molina de la biblioteca de la Casa de Poesa Silva, quienes siempre estuvieron atentos(as) a colaborarme.

    Terminemos con la poesa del mexicano Amado Nervo que lleva por ttulo En Paz:

    Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo vida,porque nunca me diste ni esperanza fallida,

    ni trabajos injustos, ni pena inmerecida,porque veo al final de mi rudo camino,

    que yo fui el arquitecto de mi propio destino,que si extraje la miel, o la hiel de las cosas

    fue porque en ella puse hiel o mieles sabrosas,cuando sembr rosales, coseche siempre rosas.

    Cierto, a mis lozanas va a seguir el invierno,mas tu no me dijiste que mayo fuese eterno,

    halle sin duda largas las noches de mis penas,mas no me prometiste tu solo noches buenas,y en cambio tuve algunas santamente serenas.

    Ame, fui amado, el sol acaricio mi faz,Vida, nada me debes,Vida, estamos en paz.

    Bogot, diciembre de 2004.

    PRLOGO

    Piedad Crdoba Ruiz13

    13 Abogada de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medelln. Especializada en Derecho Organizacional y de Familia de la misma

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  • LA POESA, OTRA EXPRESIN DEL SER LIBERAL

    CANCION DER BOGA AUSENTE

    Qu trijte que et la noche;la noche qu trijte et:

    No hay en er cielo una 17strellaRem!... Rem!...

    La negra re mi arma mamientra yo brego en la m,

    baaro en sur por ella,qu har? qu har?

    los versos de este poema de Candelario Obeso, escuchado en los claustros antioqueos cuando cursaba mis estudios de bachillerato, acompaaban mis noches estrelladas en la Ciudad de la Eterna Primavera. Los repeta con ntima nostalgia para reafirmar, orgullosamente, mi condicin negra. La poltica se cerna sobre mi vida como un misterioso llamado que an no interpretaba con claridad, pero los poemas y los poetas eran para m, ante todo, un sentimiento de apertura a la vida, una necesaria revelacin de tristezas y alegras ledas con pasin adolescente.

    En el himno de Antioquia, cantado a coro en el patio del colegio, encontraba resonancias de libertad y de batalla que

    Universidad y en Marketing Poltico de la Universidad Javeriana. Desde 1991 hace parte del Congreso. De 1991 a 1994 como Representante a la Cmara por el departamento de Antioquia, y desde 1994 en calidad de Senadora. Actualmente la Senadora Crdoba Ruiz hace parte de la Comisin Sptima (Asuntos laborales) del Senado. Ha pertenecido, adems, a las Comisiones Tercera (Asuntos econmicos), Quinta (Minas y Energa) y Segunda (Relaciones exteriores). Miembro de la Comisin de Derechos Humanos del Senado, de la cual ha sido presidenta en tres perodos; Codirectora del Partido Liberal Colombiano desde junio de 2003; es sobrina del clebre poltico y dirigente liberal chocoano Diego Luis Crdoba.

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  • inspiraban una conciencia de rebelda, llevo el hierro entre las manos por que en el cuello me pesa, sin importarme los colores que defendiera Epifanio Meja. A veces es ms significativa y trascendental la intencin del poeta, la capacidad de sembrar en el corazn imgenes libertarias, que su filiacin poltica.

    Para la juventud de entonces la poesa tambin era humor. Repetamos igualmente, como lo hicieron y an lo hacen en los planteles antioqueos, los cantos populares de ito Restrepo, esos guios festivos que nos acompaaban en los Centros Literarios de los que an recuerdo los jocosos versos: Te desprecio, fesima hotelera,/por avara, por sucia y por ladina,/ porque quieres sacar de una gallina/ los tesoros que un rey ni en sueos viera,/ lo que en un ao produce una gallera.

    En aquellos tiempos la declamacin era una expresin humanstica y pedaggica que gozaba de aprecio en los centros educativos y haca parte de los procesos formativos junto a los concursos de oratoria, danzas y teatro-, de las legendarias semanas culturales, que pretendan abrir espacios de expresin esttica a la juventud, como una manera de propiciar el surgimiento de lderes estudiantiles con vocacin humanstica.

    Como lo cuenta Rodrigo Llano Isaza en la presentacin de este libro, en aquella poca me gan uno de esos concursos declamando la poesa de Jorge Artel, seudnimo del poeta cartagenero Agapito Arco, uno de los poetas colombianos que cultivaban la temtica negra junto a Helcas Martn Gngora y Candelario Obeso.

    Llegan a mi memoria como rfagas fragantes las tardes de poesa con el maestro Jorge Artel; trasegaba entonces mis primeros aos en la Universidad y lo visitaba en su casa del corregimiento de Santa-Helena, cuando l era inspector de polica de Medelln. Era un hombre mulato, como yo. Rodeado de libros y documentos que en compaa de Francisco de Paula Uribe acaricibamos con asombro. Su estatura descomunal sobresala entre todos los habitantes de aquella aldea, donde alejado del ruido urbano se dedicaba a tejer cada da, cada hora, sus versos. Recuerdo mucho el asombro que me causaban sus grandes manos morenas, muy grandes, demasiado grandes para un poeta tan fino como l. Esa era mi pregunta cmo pueden

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  • esas manos gigantescas producir versos y poesas tan delicadas? Naturalmente sus manos eran apenas el instrumento adecuado para recibir ese poderoso manantial de su musa grvida de ideas y belleza. Unas manos dbiles no aguantaran la energa de esa msica.

    Tardes enteras dedicadas a disfrutar la msica recndita de su bello poemario, a regocijarnos con el son de ancestros africanos que flotaban redivivos en el mapa polcromo de su produccin intelectual, a llenarnos de jbilo con los poderosos timbales de su esttica social.

    Se alegraba al vernos llegar y casi no nos dejaba salir. Y para nosotros el sortilegio de esa dulce y maravillosa aventura de observarlo mientras construa sonetos que luego transformaba en poesas, segn Jorge Turner, era tan atractivo como escuchar sus disertaciones sabias con palabras que lentamente iba desgranando, soltndolas al desgaire para formar verdaderos discursos sociales. Una entonacin profunda, dirase cavernosa, que sonorizaba elocuentes pensamientos, a travs de los cuales iba engarzando temas de la ms variada ndole.

    Por entre las sinalefas de su poesa brotaban los tonos ancestrales de los tambores y las pasiones de las gaitas que brindaban acentos de combate y celebracin palenquera a sus versos sonoros: Y aquellos que no comprenden/ la voz que suena en sus almas/ y apagan sus propios ecos/ con las msicas extraas,/ que se sienten en la tierra/ para que escuchen lo dulce/ que han de sonar sus gaitas. La poesa de Artel tocaba mis fibras ms profundas y despertaba una conciencia marina de viajes forzados, una conciencia de clase, una conciencia de raza, donde resonaban los tambores de Bioj Benkos o de Barule. O esa otra veta de Artel que tiene sabor social expresada en su libro Poemas con botas y banderas del que destaco ahora de memoria unos versos de Credo:

    Creo en los nios hambrientosCuyos padres son pasto de can

    Y nervio de las fbricas,Esclavos de la avidez capitalista

    En una sociedad parasitaria.

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  • Creo en la juventud sin cadenas,Reivindicada de prejuicios,

    Limpia de cuerpo y de alma;En su pensamiento estremecido

    Y en el poder de su palabra.

    Creo en el intelectual insobornableQue se enfrenta a la lucha y no se rinde

    Ni con halagos ni amenazas;Aquel que no enajena las ideas,Con su angustia famlica de pieY no con su gordura arrodillada.

    Creo en el poder de los humildes,Los desterrados y los perseguidos

    A quienes se niega el sol, la sal, el agua;Creo en el triunfo postrero de los de abajo

    Porque de ellos es el da de maana. Tambin acompaaron esos amaneceres humansticos, en los tiempos universitarios, los elevados pero musicalmente hermosos versos del Rey de los Panidas, el particular, el intraducible, el inconfundible Len De Greif o Leo Le Gris o Sergio Estepanski ese heternimo mgico con el que prefiero recordarlo. Versos que cito aqu de memoria: Cambio mi vida, juego mi vida, de todos modos la llevo perdida sin remedio. O ese otro hermoso poema que es a la vez estrambtica elega o jocosa biografa: Poeta y amador tan slo vivo/ para amar y soar de enero a enero /sin medro alguno, por el gusto mero/ de gozar de las odas, casto y lascivo,/ y de donarme a ellas por entero.

    Y esta otra bella irona en la Balada de los buhos estticos: Y los buhos tejan la trova paralela/ y la luna estaba lela/, y en la avenida paralela/ las brujas del aquelarre/ torvas decan arre! Arre!/ escoba, escoba del aquelarre!

    An conservo la pasin por la poesa. Y cuando los avatares de la poltica, mi compromiso vital con los excluidos y las excluidas, me lo permiten, propicio el encuentro con la palabra entre mis ms cercanos amigos y amigas. A travs de ellos y ellas, de sus deliciosas elucubraciones, en tertulias que quisiera

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  • interminables, regresan a m los autores de mis afectos, o se abren a travs de sus palabras versos de insospechada dulzura o de terribles admoniciones que claman justicia en la hora de las verdades Por eso celebro complacida la iniciativa de Rodrigo Llano Isaza de darle forma definitiva a uno de sus altruistas proyectos: revisar la historia de la poesa para identificar los poetas y literatos colombianos, que adems de cultivar el amor por la literatura, han comprometido su historia personal en defensa del ideario construido a lo largo del tiempo por Ezequiel Rojas, Jos Hilario Lpez, Rafael Uribe Uribe, Soledad Acosta, Manuel Murillo Toro, Alfonso Lpez Pumarejo, entre otros hombres y mujeres que abogaron por la igualdad, la justicia social y la libertad de los oprimidos. Atizado por el azogue del deseo, con la claridad de que no es un erudito en preceptiva literaria, Rodrigo Llano nos entrega, ahora, una nueva veta de su condicin de historiador, para demostrarnos que la poesa es otra expresin del ser liberal. Quien aborde este trabajo, no slo encontrar una personal y refrescante seleccin de los poetas liberales, sino tambin los hechos que acompaaron la historia paralela de su ser como creadores y cultores de la palabra, su compromiso con la historia ideolgica del pas. Rodrigo ha emprendido esta singular aventura. Su concepcin de la investigacin histrica, que no se agota en los mtodos acartonados de la repeticin interminable de citas, le brinda la tenacidad necesaria para bucear en los terrenos del olvido, en busca de sorprendentes hallazgos para sus juicios. Su condicin vital lo invita a proferir herejas y a buscar los argumentos para confirmarlas. Tiene un carcter apasionado y una voluntad cerril que le obliga a concluir pronto sus proyectos. Y sobre todo, tiene la generosidad necesaria para reconocer con humildad los aportes de los otros al enriquecimiento de su trabajo. Eso lo diferencia de los historiadores con olor a naftalina que como intelectuales fatuos se pavonean con investigaciones histricas que no hacen otra cosa que girar en la noria de los piensos trillados y de los reconocimientos intiles.

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  • Como historiador Rodrigo Llano Isaza, sabe a ciencia cierta que su trabajo no agotar el universo potico que se esconde detrs de la historia oficial de la poesa colombiana. Concibo su libro como un texto provocador que le abrir espacios a otros historiadores, a los estudiosos de las ciencias sociales, para que enriquezcan con nuevos trabajos, la plyade de poetas liberales de las diversas regiones de Colombia cuya historia an debe ser contada desde estas orillas de la vida.

    Ah y para terminar, un verso de Santos Chocano que huele a libertad, himno que impulsa nuestro trabajo socialista y democrtico, una especie de Leit Motiv de mi existir:

    El ave cantaAunque cruja la rama

    Porque sabe lo que son sus alas

    Piedad Crdoba Ruiz

    Julio de 2004, tiempo de la lucha contra el autoritarismo

    INTRODUCCIN14

    14 Jorge Valencia Jaramillo, nacido en San Roque, departamento de Antioquia, , Economista y experto en desarrollo econmico; ha sido Ministro de Desarrollo, Alcalde de Medelln, Senador y Representante a la Cmara, fundador y primer Director del Incomex, Concejal de Medelln, cofundador de la Corporacin Andina de Fomento, Presidente de Asomedios, Consejero Presidencial para la Administracin, Presidente de la Sociedad Colombiana de

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  • Jorge Valencia Jaramillo15

    Por iniciativa de mi apreciado amigo, el destacado historiador, Rodrigo Llano Isaza, escribo, a manera de introduccin, estas breves palabras acerca de la seleccin que l ha hecho para este libro y que ha bautizado con el ttulo de: Poetas Liberales.

    Confieso que de entrada le manifest que no estaba muy de acuerdo con aquello de clasificar a los poetas por sus ideas polticas. Que poetas ha habido de todas las ideologas: de la derecha a la izquierda, incluidos aquellos que no aceptaron, ni aceptan, clasificacin alguna, que son refractarios a todo encasillamiento ideolgico. Que ha habido, tambin, algunos en los cuales su quehacer literario ha quedado opacado en muchos pasajes de su vida por su intensa militancia poltica. Que no vea bien, en consecuencia, ese criterio para hacer la seleccin.

    Pero Rodrigo, con su sonrisa de nio inocente, insisti y yo termin aceptando pergear estas lneas. He sido desde joven eso es verdad- militante del Partido Liberal. Seguidor siempre de sus ideas sociales a favor de los pobres y desvalidos; con un acento, para ponerlo en los trminos de hoy, de social-demcrata.

    He sido, igualmente, desde joven, amante de los libros: de la filosofa, de la teologa, del ensayo, de la novela, del cuento y, de manera especial, de la poesa. En mi tierna infancia mi madre

    Economistas, miembro de la Comisin Nacional de Televisin, Presidente de Diriventas, Presidente de la Fundacin cultural Pluma, Presidente de la Cmara Colombiana del Libro y organizador de las primeras ferias internacionales del libro, cofundador de Incolda y del Club de Ejecutivos de Bogot; ha escrito cuatro libros de poesa: El Corazn Derrotado " (1992), " Memorias de la Muerte y el Amor " (1996), " El Silencio de la Tormenta " ( 2001), " La felicidad en la Sombra" ( 2004).15 Dicen desconfiar de la poesa de los economistas. Creen que existe alguna profesin que se ajuste a los poetas. Rimbaud era contrabandista de armas. Les parece que esa actividad vendra bien a un poeta? Poetas ha habido de todo, absolutamente de todo, hasta asesinos y asaltantes de caminos como Villon. Y ambos pasaron a la historia. William Blake era mstico y loco, y sus versos y pinturas son un cono en la cultura anglosajona. Y Barba Jacob era ladrn y marihuanero y as, indefinidamente. Mejor ni seguir, para no escandalizarnos ms. (Jorge Valencia Jaramillo).

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  • me lea y me lea sus poetas preferidos. No es rara, entonces, mi inclinacin hacia esta bella rama de la literatura ni sorprendente, por lo mismo, que yo hubiera resultado poeta. Y ya que les he dicho que lo soy aprovecho para contarles a ustedes, amables lectores, que he publicado varios libros de versos, todos sobre el amor, el olvido, la felicidad en el amor y la muerte. Tal vez por esta razn imagino ahora- Rodrigo pens que yo poda ser una de las personas que dijera algo sobre tan original e interesante proyecto.

    Y sobre l, precisamente, quisiera decir, en consecuencia, que me sorprendi en grado extremo encontrar que algunos poetas de los seleccionados hubiesen militado dentro del liberalismo pues para m eran conservadores o, en toda caso, muy lejanos de mis pensamiento poltico, por ejemplo, Jos Asuncin Silva o Porfirio Barba Jacob. Y, tambin, ver que faltaban algunos que yo tena por liberales, sin la menor duda posible, tal como Jos Eustasio Rivera. Fueron estas varias de las muchas sorpresas que encontr al leer el texto del autor de este ensayo. Debo destacar, asimismo, su increble poder de sntesis, al lograr en unas pocas lneas darnos una visin de conjunto de la vida de cada uno de los poetas all incluidos.

    Algunos de ellos han sido lo confieso ahora- de mis afectos toda la vida. El propio Porfirio, con su Cancin de la vida profunda y Futuro; Candelario Obeso con su melanclico e inolvidable poema Cancin del boga ausente; Alberto ngel Montoya, -de quien de paso comento que siempre consider conservador al mirar la trayectoria de su vida-, con su poemas ramos tres los caballeros y Soneto al amor; Juan Lozano y Lozano con uno de los ms bellos sonetos de la poesa colombiana: La catedral de Colonia; Jorge Gaitn Durn con el inolvidable soneto: S que estoy vivo; Laura Victoria, bella y fina cultora de la poesa ertica, a pesar de ser este un genero lejano a mis preferencias y, finalmente, Len de Greiff con tantos de sus versos, por ejemplo: Ritornello (Esta rosa fue testigo/ de ese, que si amor no fue/ ninguno otro amor sera/), el Relato de Sergio Stepansky (Juego mi vida, cambio mi vida/ de todos modos/ la llevo perdida/)

    Me entusiasma imaginar que por este camino de la ideologa liberal sea posible llegar con un mensaje a la juventud de hoy.

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  • Nunca lo pens o acept antes. Pero as como la vida, digamos que la poesa tambin tiene sus caminos. Aceptar que la lucha por un pueblo, la indeclinable defensa de unos principios, el considerar sagrada una bandera, pueden sentirse ms honda y ms emocionadamente a travs de unos versos, es algo que te conmueve. Imaginar, igualmente, que alguno de esos versos y de esos nombres puedan quedar grabados para siempre en el corazn de ese joven lector es algo que te reconcilia con la vida, as la vida para miles y miles de ellos parezca algo imposible.

    La semilla que aqu se siembra germinar un da, de eso estoy seguro. Germinar para bien de nuestro partido y para bien de la poesa. Y pienso, de idntica manera, que este esfuerzo servir para rescatar a muchos poetas que hoy yacen en el olvido. La labor de Rodrigo Llano abrir el camino. Y como l mismo lo dice, servir de ejemplo a los conservadores y a los de la izquierda no considerados liberales. Tambin, naturalmente a los del partido comunista. En hora buena pues por la poesa, por toda la poesa.

    Esta seleccin de hombres y mujeres, negros, blancos y mulatos, ricos y pobres, seres humanos de todos los gustos sexuales, mostrar lo que fueron esos colombianos cuya inclinacin o pasin principal fueron los versos. Algunos no fueron un dechado de virtudes, es cierto, pero otros s lo fueron y por eso son dignos de verdadero reconocimiento, como el que aqu se les rinde.

    Pronto esta publicacin recorrer los caminos de Colombia. En una pequea casa de una gran ciudad o en una choza campesina, un adolescente, hombre o mujer, leer uno de estos poemas y dir: vali la pena existir para llegar a este da en el cual un poeta me abri el corazn.

    ALBERTO ANGEL MONTOYAEl maestro del soneto galante

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  • (Bogot, 30 de marzo de 1902; Bogot, 20 de noviembre de 1970)16

    Es sin duda un poeta. Y un excelente poeta. Para algunos es el primer poeta

    de Colombia.Alejandro Vallejo.

    Hijo de Antonio Angel Durn y Enriqueta Montoya de la Torre; su abuelo paterno fue Manuel Antonio Angel, uno de los fundadores del banco de Colombia y entre sus ancestros tambin figuran don Antonio Baraya y don Pantalen Sanz de Santamara; una de sus bisabuelas fue la clebre dama de la independencia doa Josefa Sanz de Santamara y Baraya; nunca hizo nada diferente a hacer versos (Los verdaderos caballeros jams trabajan sola decir) y siempre lo hizo en forma excelente, era un clubman, contertulio de los mejores tertuliaderos poticos, equitador, cazador, golfista, polista y conquistador de mujeres; un accidente jugando polo termin por hacerle perder la vista; en su vejez se llen de enfermedades y el tedio fue su ltimo compaero, alejndose de sus amigos porque no quera que lo vieran en su decadencia fsica y por ello no sali de su casa en sus ltimos veinte aos de existencia; su esposa se llamaba Mara Junguito Hernndez, con quien se cas cuando comenzaba a perder la vista (demasiado joven para tan grande mal y diez aos despus slo perciba volmenes, lo que lo priv de su aficin a la pintura), su nico hijo se llama Antonio Mara de la Cruz y vive en Miami (EEUU)17; la base de su patrimonio estaba en la finca El Corzo, en la sabana de Bogot; su condicin de liberal siempre la hizo evidente y la proclam entre sus amigos y relacionados; fue estudiante del Gimnasio Moderno del cual fue alumno fundador y en el que gano el premio violeta de oro en 1917, por un poema suyo enviado al concurso; no habiendo desempeado cargo pblico o privado alguno; dominaba el ingls y el francs; era reconocida su generosidad, especialmente con sus antiguos amigos de parranda (se cuenta que uno de esos gestos fue el que dio comienzo a la fortuna del exalcalde de Bogot Fernando

    16 Fechas oficiales que precisan su nacimiento y muerte, suministradas por su hijo Antonio Angel.17 A quien agradezco su colaboracin y amabilidad.

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  • Mazuera Villegas); sus aventuras donjuanescas fueron tema de las tertulias bogotanas y no son pocos los hijos secretos que se le atribuyen, llegando Jorge Padilla a decir que uno de ellos: de ojos claros, lleg a ser clebre y muri violentamente; entre sus amigos, que eran muy pocos, se destacaban Alberto y Carlos Lleras, Lucas Caballero Klim y Nicols Gmez Dvila; no se le conocieron ofrecimientos pblicos u homenajes, porque siempre los declin, como tampoco quiso escribir en la prensa a donde sus amigos quisieron que expusiera los dones de su amplsima cultura.

    Escribi: El alba intil (1932), La vigilia del vino (estos dos reunidos en un volumen que llev por ttulo: Leccin de poesa, fue publicado en 1938), Oracin, El ngel de la guarda, En blanco mayor (1935), Regreso de la niebla y otros poemas (1973), Hay un ciprs al fondo (1956), Bsqueda y hallazgo de la muerte, Romance de la casa que asustaba por fuera y lmite (1949); es muy conocido su poema a la candidata por el Valle al concurso de seorita Colombia, Elvira Rengifo; lo mismo que Bajo las flores de la higuera dedicado a Jesucristo.

    Despus de su muerte el Banco Popular public dos libros con parte de su obra: Regreso entre la niebla y otros poemas y El hombre que se adelant a su fantasma y otras prosas; y, el Instituto Caro y Cuervo sac una seleccin bajo el ttulo Poesa rescatada.

    Soneto al amor

    Cuntas veces, amor, por retenertepuse a tus pies mi juventud rendida.Y cuntas a pesar de estar herida

    te la volv a entregar por no perderte.Cuntas veces tambin, altivo y fuerte,

    por alcanzar la gracia prometida,me bat frente a frente con la vida,

    o me hall cara a cara con la muerte.Y hoy, cuando mi ilusin vuelve a tu lado

    trayndole al misterio de tu hechizola pluma azul del pjaro encantado,

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  • torna otra vez a mi pupila el lloroal mirar desde el puente levadizoy ver cerrado tu castillo de oro18.

    Pasin tarda

    Toma la copa y bebe, que maanano habr vino en tu copa ni en la ma.

    Intilmente prolongu mi fraindiferencia mentirosa y vana.

    Rompe la copa y re Que si un date hizo llorar mi juventud liviana,en el fervor de mi pasin tarda

    te llamo ma, y te apellido hermana.Que importa si en ruidosas bacanales

    o en los brazos de todas las rivalesburl tu lloro y angusti tus das,

    si hoy al final de haber redo tantopreso en la red que me tendi tu llanto

    vengo a llorar para que t sonras.

    ramos tres los caballeros

    ramos tres los caballeros. Unoamaba el juego y la mujer. El otroamaba la mujer y amaba el vino.

    Yo amaba el vino, la mujer y el juego.bamos por garitos y tabernas

    jugando las sortijasdespus de haber jugado las monedas.

    Y en los amaneceres alburososdejbamos al pie de la ruleta

    la ltima sonrisay la ltima gema.

    -Sobre el jardn en flor de las barajasinventaba el zafiro una alba nueva-.

    18 Su hijo Antonio cuenta que este verso fue corregido, en el ltimo rengln, por su padre, quedando como aqu se inserta.

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  • Bebamos en copas repulidasviejos vinos de rica procedencia,o en los clices rojos de las bocas

    de las mujeres bellas,vino de rojas uvas maduradas

    al beso ardiente y la sensual promesa.-Mujeres que una noche nos amaron

    e hicieron ms amarga nuestra pena-.ramos tres los caballeros. Uno,jugador sin sortija y sin monedas,

    se jugar la vida alguna nocheal dado con la trgica tahuresa.Como fue su querer vivir de gala

    en el vaivn de las mundanas fiestas,a cambio de la flor luce en su trajeun estigma letal de adormideras.Y bebe en el festn imaginario,

    en la copa del da,vino de albas siniestras.

    El otro en un vagar hacia los viciosy en busca de un licor que no ha existido

    ni existir jams sobre la tierra,lleg hasta el Monte de Piedad.

    Un daverti en la copa su dolor, y plenala copa de amargura, moribundo,

    brind por la bohemia.ramos tres los caballeros. Nadie

    comprender en el mundo esa tristezaque 29equeci el fondo de las copas rotas

    en que bebieron labios de doncellas,ni el resignado hasto

    que el grave azul de la sortija lleva.-ramos tres los caballeros nadie

    comprender jams nuestra tristeza-.

    Velada de invierno

    Y todos eran tristes, si alguno sonreavagaba una tristeza fatal por su sonrisa.

    Dijrase que todos29

  • Llevaban un naufragio de amor en las pupilas.Sentada entre dos amplios retratos de otras pocas

    La madre se deca,Mientras que en el incendio del rojo hogar, los ojos

    Memoraban la lumbre de las tardes perdidas.

    -Fueron en otros tiempos las noches ms azules.Y nadie responda.

    Fumaban, y en la estancia los seis puntos de fuegoCircuan de foros la lmpara imprecisa,

    Y entre la lenta bruma del humo silencioso,La madre les deca:

    -Amad cuando yo muera,que an es bella la vida.

    Hay una fosa ocultaQue espera en la capilla.

    Dios velar mi sueoMe tornar en ceniza.

    Fumaban los hermanos,Y nadie responda.

    Hasta los pebeteros de cobre centenarioRodaba la ceniza.

    Haba en los jardines y en las almasUn lgubre caer de hojas marchitas.

    Y aquel hermano enfermoQue lleg hasta el dolor por la alegra,

    Pensaba en el infiernoPerdido por la vida.

    Aquel hermano enfermoEn cuya alma un cisne se haba trocado en cuervo,

    Pensaba en la ceniza.Era la noche del primer invierno.

    Renunciamiento

    No sabes tu, doncella que a mi dolor te ofrecesque mi alma est cercada de horscopos fatales?No sabes que en mi copa solo quedan las heces

    sacrlegas e impuras del vino de los males?Si ante la sola angustia de un beso te estremeces,

    cmo acoger podra tus dones virginales30

  • aquel que a las virtudes prefiri tantas vecesel goce de los siete pecados capitales?Huye de mi deseo. La divina serpiente,

    No cabe entre la curva de tu seno incipiente.Yo que soy un fantasma de lo que fui, no puedo

    Contagiarte de sombra. No quiero que en tus ojosBrille una sola lgrima. Huye de los despojos

    De un corazn en ruinas por donde vaga el miedo.

    Octubre19

    Ya llegas, Octubre, mensajeroDe una ilusin de exticos pases.

    Junto a las brasas del hogar te espero,Cabe el embrujo de mis pieles grises.

    A tu lado mi espritu viajeroSabr encontrar venecias y parises.Otoo en la cancin del gondolero,Y otoo en la peluca de los luises.

    Nada importan el tiempo y la distanciaSi hoy a tu hechizo seorial, mi estancia

    Puede bien ser Venecia o ser Pars.

    Ha muchos aos ya que mi eleganciaEncontr gran seor su consonancia

    En tu elegancia silenciosa y gris.

    Dptico20 de la muerte(Recitado en su entierro)

    En este atardecer, violeta y grana,Contemplo el cementerio campesino;

    Trmino breve a mi fugaz destino;Final eterno de la vida humana.

    19 Gentil colaboracin de Hctor Ocampo Marn.20

    Dptico: Plegado en dos.31

  • Yo que so una muerte ultrapagana,Entre besos y msicas y vino,

    No tendr ms que un fretro de pino,Una oracin y un doble de campana.

    Triste ser mi sepultura. AcasoTan slo un ave ante el doliente ocaso

    Abata el vuelo silencioso all;

    Pero mi nombre sobre el mrmol pulcroGrabar en la humanidad de mi sepulcro

    El orgullo de todo lo que fui.

    32

  • ANTONIO JOS RESTREPO, ito.21(Naci en Concordia, Antioquia, el 19 de marzo de 1855 y

    falleci en Barcelona, Espaa, el 1 de marzo de 1933).Trove, trove, compaero, dicen que usted es poeta

    y lo creo, pues se ve que no tiene una peseta. Antonio Jos Restrepo.

    Hijo de Indalecio Restrepo y Teresa Trujillo; comenz sus estudios en Concordia (pueblo agricultor, en ese entonces corregimiento de Titirib, segn informacin que me suministr el Maestro Jaime Llano Gonzlez, nacido en esta poblacin), los sigui en Titirib (pueblo minero) y culmin el bachillerato en la universidad de Antioquia, donde no lo queran dejar matricular por ser hijo de come-curas, anticlericalismo que lo acompa toda la vida y, en un discurso en honor del indio Uribe y de Jorge Isaacs, lleg a decir: Mi entierro ser masnico o no me muero y por ello lleg a trovar:

    Los clrigos disfrutan a mi juicio:La vida ms sabrosa y ms de risa:

    No hacen ms sacrificio,Que el santo sacrificio de la misa.

    Hizo parte de la sociedad filopolita donde se formaban los cuadros revolucionarios que iran a combatir en la guerra que se avecinaba (1876) y de la que fueron disueltos por la polica, entonces Restrepo les dedic esta copla:

    Ya seas hombre, mujer o hermafrodita,Pasajero infeliz, mira esta losa,Donde yace tendida y lacrimosa

    La triste Sociedad Filopolita!

    Estudi en la universidad Nacional Literatura y Derecho; su ms sonado debate parlamentario fue el que lo enfrent por el tema de la pena de muerte a Guillermo Valencia en 1925 y que lo consagr como uno de los ms elocuentes polticos colombianos y de los ms eximios defensores de la vida; fue diputado a la Asamblea legislativa de los Estados soberanos de Antioquia y

    21 Ver el libro de Antonio Jos Restrepo Poesas Originales. Imprenta Georges Bridell. Lausana, Suiza. 1899.

    33

  • Cundinamarca, secretario de la Cmara de Representantes, Procurador General de la Nacin, Procurador y miembro del Congreso Nacional (Representante y Senador); fue Cnsul en Le Havre, Francia, y plenipotenciario de Colombia ante la Liga de las Naciones en Suiza; fund La Lechuza, El Estado y La Regin, en Medelln, y La Repblica, El Heraldo, La Tribuna y El Sagitario, en Bogot, con Juan de Dios El Indio Uribe escribi El Sagitario y La Siesta; defensor a ultranza de las teoras de Jeremas Bentham y Destut du Tracy; perseguido por la Regeneracin, tuvo que refugiarse en el Estado del Tolima; se enfrent con ardenta a las tesis que pregonaba el conocido liberal Alejandro Lpez I.C. de modernizacin de Colombia, de su poltica y del aparato econmico; particip activamente en la guerra de los mil das, abandon su refugio en Lausana, se vino para Venezuela y entr por el Zulia acompaando a Focin Soto y trayendo un importante cargamento de armas para la revolucin; sus relaciones con Uribe Uribe fueron cambiantes; en 1881, acompaado del coronel Martn Gmez y del doctor Manuel Uribe Angel, fundaron el museo de Zea, como parte de la biblioteca del Estado soberano de Antioquia; present dos veces un proyecto de reforma electoral que contemplaba la adopcin de un sistema de umbral, con el cual se excluan de puestos en las listas a quienes no alcanzaran una votacin mnima definida en la ley, que vino a ser ley de la repblica en 1929 (ley 31), hasta cuando la Corte Suprema, en 1955, la declar inexequible; ito fue miembro de las Academias de historia y de jurisprudencia; ito fue el defensor de Colombia, nombrado por el Presidente Concha, en el laudo suizo sobre lmites con nuestro pas

    Era una noche de aquellasNoches de la patria ma,

    Que bien pudieran ser daDonde no hay noches como ellas,

    Obras: El cancionero antioqueo (que recoge ms de dos mil coplas cantadas por l en las fondas camineras paisas, fue publicado por primera vez en Barcelona en 1929 y en Medelln slo hasta 1955); Aj pique: Epstolas y estampas del ingenioso hidalgo don A. J. Restrepo; Sombras chinescas: tragicomedia de

    34

  • la regeneracin; Los capuchinos de 35equec22; Elega en la muerte del doctor Jos Vicente Uribe Restrepo; La cuestin de la moneda en Colombia; El moderno imperialismo, proteccionismo y libre cambio; Contra el cncer de la usura; Manuel Anczar.

    ito fue el padre de otro grande del folklor antioqueo: Pablo Emilio Restrepo Lpez (su madre se llamaba Carmelita Lpez) y firmaba con el seudnimo de Len Zafir, que significaba, excepcin hecha de la Z, rifas Noel, aviso que vio por el espejo de una barbera y le gust para su vida artstica, en la cual se destac como compositor de melodas como Tierra labranta y Hacia el calvario.

    Restrepo fue de los primeros en creer en Rafael Nez y tambin de los primeros en desilusionarse de l y por ello escribi:

    A Nez Dictador

    Sube, traidor Contempla el infinitoDe la grandeza relativa humana;

    Pero apresura el paso, es la maanaY dora el sol tu pabelln maldito.

    No aguardes que los ayes del proscrito,Ni el fnebre clamor de la campanaQue plae la hecatombe colombianaTurben tu negro corazn, precito23

    Sube ms, sube ms, que no te veaCon sus vidos ojos la balumba

    De frailes y lacayos que te arrea.

    Sube ms A tus plantas se derrumba

    22 Donde ito cuenta la ancdota de los franciscanos de Caron-Venezuela fusilados por Jacinto Lara quien recibi la orden de Bolvar de mandarlos donde la divina pastora y ste crey que era una orden de fusilamiento y no como pens Bolvar que era enviarlos a una hacienda de ese nombre, lo cual desconoca Lara.23 Segn el DRALE, precito quiere decir: rprobo, condenado a las penas del infierno.

    35

  • El 36equecil sublime de la idea,cava, vil judas, tu nefaria tumba!

    En la muerte de Candelario Obeso(Fragmento)

    Obeso! Alguna vez la musa ma,pensando en tus dolores,

    supo dictarme aquella poesaque acall la profana vocera

    con que el vulgo humillaba tus amores.

    Yo te llam al camino de la gloriaA tu ambicin abierto;

    Te mostr el cielo y te mostr la escoria,Y el lazo de esta vida aleatoria

    Donde tu pobre corazn ha muerto.

    Y extendiendo tu brazo al infinitoAzul del firmamento

    Borraste un nombre en tu memoria escrito,- nombre ominoso ya, pero bendito - para hacer el solemne juramento.

    De luchar hasta el fin de la peleaComo leal soldado;

    De ser como el herrero de la aldea.Que del hierro que bate y que caldeaHace surgir el pensamiento alado.

    De dominar impulsos y pasionesCon la razn por gua;

    De arrostrar tempestades y aquilones;De limar, trabajando, las prisiones

    De sta crcel de horror muda y sombra.

    Y de cantar al fin en las alturasEl secular hosanna

    Del que depone, con las manos puras,En la tumba las limpias vestiduras

    Que llev erguido en la tragedia humana36

  • A orillas del Tequendama(Fragmento)

    Djame ver tus ondas Tequendama,Que el viento en el espacio desparrama

    Cual ntido velln;Djame colocar en tu corriente,

    No la guirnalda que so mi mente,Mi propio corazn.

    Yo de ese polvo que revuelves fieroSoy amasado. Tu morir prefiero

    Al vivir del dolor;Nacido del desierto entre las brumas,

    Al tocar en mi frente tus espumasMe da placer tu horror.

    Cansado llego a tu silvestre orilla,En la que apenas el primero brilla

    Rayo del almo sol;Leve gasa de plata, como un velo,

    Del fondo de tu abismo sube al cieloCon tintes de arrebol.

    La sola inmensidad que te rodea,Ese eterno girar que me marea,

    Redoblan mi emocinLa ciudad, su bullicio, su locura,

    Lo sensual del amor y la hermosura,Junto a ti, Qu son?

    Que de un pecho cobarde la tristezasi el recuerdo fatal de una belleza

    le punza el corazn?...Qu de un alma sin fe, sin esperanza,

    que alcanza a todo y a elevar no alcanzaal cielo una oracin?...

    Cuntas veces el hombre primitivo,buscando a su dolor un lenitivo,

    treguas a una pasin,37

  • en tu frvido espejo se arrobaray una plegaria a tu creador alzara

    llena de fe y uncin!

    Humo no ms de un labio conmovido,con el humo de tu onda confundido,

    una voz y otra voz!El labio humano, que el temor desata,

    Cuyo piadoso acento le arrebataSu imperio a la razn.

    Le cant a su madre en bellos versos:Tu imagen bendita, que llevo encerrada en el pecho,

    Al lado de aquella que amor a mi ruego rindi,Me guarde en bonanza, me guarde en el tiempo deshecho,

    Y ampare mis aos cual tierna mi cuna meci.

    En Londres, en enero de 1897,expres su sentimiento de errabundo y de viajero:

    Esta caleidoscpica balumbaMi pie detiene en infernal descanso

    Como si me parara entre una tumba;Y mientras ms su estrpito retumbe,

    Ms me estrecha el tumulto en su remanso!. .Y ando como escoltado por mi sombra,Cual cazador furtivo entre las breasPisando apenas la callada alfombra;Parceme que el mbito me nombraY todo cuanto miro me hace seas.

    Mis fieros atavismos de salvajeNo sufren semejante desvaro

    De poder, que si abruma, da coraje.Esta mansin del genio es un ultraje

    Al yermo erial del pensamiento mo!...

    38

  • ARTURO CAMACHO RAMREZ24(Ibagu, octubre 28 de 1910 Bogot, octubre 24 de 1982, de

    un infarto)Aqu est frente a mis ojos

    La GuajiraQue tiene labios de sal

    Y espumas en las pupilas,Corazn de yotojoro,

    Sangre, leche y agua indgenas.Arturo Camacho Ramrez,

    fragmento de Luna de Arena.

    Casado con Olga Castao Castillo; comenz sus estudios en el colegio La Presentacin, cuando viva con su abuela paterna en el barrio La Candelaria de Bogot; termin bachillerato en el Liceo La Salle y estudi derecho en la universidad Nacional, carrera que no termin; Auditor fiscal de navegacin y puertos en Barranquilla; Comisario especial en la Guajira y en 39equeci fue Secretario de juzgado y Comisario encargado; Secretario de informacin y prensa en el Ministerio de Gobierno (hoy del Interior) en el gobierno de Alfonso Lpez Pumarejo, funcionario del Ministerio de Agricultura en 1934 y asistente de Plinio Mendoza Neira en el Ministerio de Guerra en 1935; Secretario de la embajada de Colombia en Bolivia; Secretario privado y subjefe de inmigracin del Ministerio de Relaciones Exteriores; Jefe de publicidad de la Empresa Colombiana de Turismo; delegado de Colombia en la UNESCO-Pars, entre 1970 y 1972; trabaj en publicidad con Alvaro Castellanos; con Alfonso Lpez Pumarejo se recorri el Tolima a caballo en campaa poltica, luego hizo parte del MIL que fundaran Carlos Lleras, Alfonso Lpez y Fernando Mazuera Villegas y acompa a Lpez Michelsen en la extraordinaria aventura poltico-intelectual del MRL; columnista de El Espectador, de El Tiempo, El Espacio y Accin Liberal, y colaborador de la Revista de las Indias (donde public en 1941 Vieta de Bcquer y con la que gan el concurso de sonetos); Secretario de redaccin de la revista Sbado; miembro fundador de Piedra y Cielo con el tambin poeta Jorge Rojas, representaba la tendencia americanista inspirada en Neruda frente a la hispanista

    24 Ver el libro Obra Potica de Arturo Camacho Ramrez. Instituto Colombiano de Cultura. Bogot.

    39

  • que encarnaba Carranza; fue muy amigo de Pablo Neruda, hasta el punto de ser uno de los pocos invitados para acompaar al poeta chileno a recibir el premio Nbel de literatura en Estocolmo; antes de morir, padeca de enfisema pulmonar, producto de su adiccin al cigarrillo.

    Publicaciones: Transposiciones, Espejo de naufragios (su primera obra, 1935, considerada el inicio del movimiento de Piedra y Cielo), Cndida inerte (1939), Presagio del amor, Luna de arena (obra de teatro presentada por primera vez en el teatro Coln en 1943), Oda a Carlos Baudelaire (1945), Lmites del hombre (1964), particip en la publicacin colectiva sobre Pablo Neruda, Asuntos del Extasiado, La vida pblica (1962), Carrera de la vida (1976).

    Nada es Mayor

    Nada es mayor que t: slo la rosatiene tu edad suspensa, ilimitada:

    eres la primavera deseada,sin ser la primavera ni la rosa.

    Vago espejo de amor donde la rosainaugura su forma deseada,

    absorta, inmensa, pura, ilimitada,imagen, s, pero sin ser la rosa.Bajo tu piel de nube marinera,luz girante tu sangre silenciosa

    despliega su escarlata arborecida.Nada es mayor que t, rosa y no rosa,

    primavera sin ser la primavera:arpegio en la garganta de la vida.

    Mujeres de otro Da

    Estas mujeres fueron bellas;en las orillas de su alma

    anchos paisajes balancearonsu ardor de inditas distancias.Eran como tierra sin nombreen espera de ser llamadas,

    llenas de palmeras fragantes40

  • que vibraban al sol como arpas.La brisa errtil de los trpicos

    les despeinaba las miradasdispersas hacia el horizontecomo un rebao de cabras.

    Su cuerpo tenso como un arcose ergua sobre la esperanza

    lleno del intenso temblorde la flecha no disparada,y todas se iban apagando

    esperando al que no llegaba.Estas mujeres fueron bellas,y haba una que yo amaba.Yo tena siete aos dulces

    como el corazn de la caa.Senos morenos como nsperos,ojos de estrella y voz de agua,ella arda como una esenciaesperando al que no llegaba;

    yo tena siete aos dulcesy an no tena sino alma,

    y la vea consumirsemientras mi instinto se alargaba.

    Un da yo tuve veinte aos,llenas de fuerzas las entraas

    y corr loco tras la estrellade aquel mito de mi infancia;

    ya tena instinto y deseo;poda ser el que no llegaba.Llegu cuando ya se caancomo sauces sus miradas,

    cuando sus cabellos barranlas cenizas de la esperanzaque volaban sobre sus ojos

    en un lento otoo de lgrimas.Estas mujeres fueron bellasy envejecieron como ramas

    que se cortan para la hogueraque ha de hacer la vida ms clara.Hoy yo tengo veinte aos fuertes

    como banderas desplegadas,hoy ya mi instinto y mi deseo

    41

  • se erigen al sol como lanzasy, cuando paso, estas mujeres

    que fueron bellas en mi infancia,murmuran resignadamente:

    as era el que no llegaba.

    Testamento

    Como la espuma fraQue al llegar de la ola se adelanta,

    Como la muerte maQue ya se me levanta

    En medio de la voz y la garganta.Estoy, oh poesa,

    Desnudo de mi propio pensamiento,Casi sin ardenta,

    Sin gozo ni tormento,Esclavo de mi antiguo valimiento.

    Yo fui quien lo dira-Un pedazo de amor sobre la tierra,

    Una ceniza fraCuyo rescoldo aterra

    Por la soberbia intil de su guerra.

    Alguien que me queraDir que estuve cerca de la gloria,

    Divina tonteraQue abulta en su memoria

    Quien crey en su destino y en mi historia.Y sin embargo, un da,

    Mis hijos contarn ingenuamenteQue yo les sonrea

    Tan verdaderamenteCual si fuera a vivir eternamente,

    Camacho Ramrez escribi Luna de Arena, obra de teatro que se desarrolla en la Guajira, y a esta obra pertenece este fragmento: (Habla Adelina, ante la muerte de Claudio):

    Tendr toda la noche los cabellos en tierra,Hincados como un ro delante una montaa.

    42

  • Ser como la lluvia sobre su pecho helado,Mi boca entre la suya como el pez en el agua.

    Me am como los hombres aman a las mujeres:Con ternura y violencia, sediento y desbordado.

    Colm todo mi cuerpo de planetas ocultosComo se llena el cielo de estrellas en verano.

    No conozco la nieve como l la conoca,Los pases que el agua le ci a la cintura,

    La redondez del mundo que cupo en su miradaCual mi rostro en el cuenco de sus manos enjutas.

    Ya no llorar nunca; mis ojos tendrn sloEl agua suficiente para que el odio brille.

    Ser un espacio seco cuyos fulgores hieranLo mismo que la espina del cardo en la planicie.

    Porque cuando yo pase dirn los que me vieronCon l en el regazo de esta playa desnuda;

    Mirad: luna de arena, la imagen de esta tierra,Como la tierra misma qued de su amor viuda.Tal vez un hijo suyo lleve en mi oscura entraa,Que un da tenga el brillo total de su presencia.

    Y as vern los mares que cruce solitarioUn hombre con la sola virtud de su existencia.

    Los sueos

    Defendidos por los muros de la noche,Errando en los jardines,Visitan las almohadas,

    Se esparcen como polen de aveO plmula floral

    Dejando el rastro,Su aroma a veces nauseabundo,

    Su lico impotente de abeja destruida,Sus construcciones de neblina

    Y su cifra de sombraComo una cicatriz deshabitada.

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  • 44

  • BAUDILIO MONTOYA25El poeta del Quindo

    (Ronegro, vereda Llanogrande, Antioquia, 26 de mayo de 1903; Calarc, Quindo, 27 de septiembre de 1965)

    Ah, caminos de mi tierracaminos hoy sin amparocaminos ayer tan buenospero ahora tan amargos

    caminos por los que viv y por los que ahora estoy llorando

    Y donde tantos caern al comenzar el ocaso

    como cay sin saberloJos Dolores Naranjo26.

    Baudilio Montoya.

    Sobre Baudilio escribi Jaime Lopera Gutirrez27: Era adems un liberal convencido que dio sus batallas por su partido cuando era necesario refrescar las ideas con el verbo.

    No obstante haber nacido en Ronegro, departamento de Antioquia, Baudilio Montoya es el gran poeta del Quindo, pues all lleg a los tres aos de edad, despus de un viaje de 16 das a caballo, y suelen decir que uno es de donde se hace hombre y, ciertamente, Baudilio, creci, madur y muri en Calarc, sitio La Bella, donde reposan sus restos, como agradecimiento de un pueblo que siempre lo consider suyo y se enorgullece de tan encumbrado valor literario; hijo de Nacianceno Montoya y Zoraida Botero y pariente de Juan Jos Botero (autor de la novela lejos del nido) y de Epifanio Meja; increblemente, fue nombrado tesorero de Gnova (Quindo), a la edad de catorce aos; pero su actividad principal, toda la vida, fue la de maestro, educando a varias generaciones de quindianos en la escuela del paraje La Bella donde regentaba su centro de educacin; su esposa se llamaba Julia Soto; fue coronado como poeta del Quindo el 6 de diciembre de 1952.

    25 Ver el libro Baudilio Montoya, Antologa. Ediciones Aleda. 1996.26 Este es el mismo Jos Dolores, personaje de las caricaturas de Hernando Turriago Chapete, en el diario El Tiempo de Bogot..27 Baudilio, cien aos. Jaime Lopera Gutirrez. Armenia. Mayo de 2003.

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  • Publicaciones: Lotos, Canciones al viento, Antes de la noche, Murales del recuerdo, Niebla, Cenizas.

    Poema Negro

    Apura sus tonadas fantsticas la orquestaQue enciende la locura de la mansin en fiesta.

    Galantes caballeros y frvidas mujeresDanzan la danza alegre de bquicos placeresBajo la aristocracia de las bombillas claras

    Que agravian con sus iris las esmeraldas raras.

    En vasos cincelados de hermoso corte griegoSirven el vino antiguo para el sensual sosiegoY ornadas con orqudeas y anmonas ligeras

    Resaltan orgullosas las frentes altaneras.

    En amplias morbideces de fina curvaturaHay brazos tentadores de prfida blandura

    Que desde el nido tibio de los encajes regiosInvitan al abismo de ardientes sacrilegios.

    Danzan la danza loca. Y abajo, en la baldosaQue cerca la insolencia de la mansin fastuosa,

    Bajo el sopor que inyectan los dientes de la fiebre-motivo que apresara benvenutino orfebre-,

    una mendiga esconde su cara adoloridaa todas las venganzas sangrientas de la vidaque entrega a los magnates su ciego poderoy slo les da sombras a quienes tienen fro.

    Guiapo de esa oscura caterva de infelicesQue ordena en escuadrones famlicos la tisis,Apenas es un punto del miserable enjambre

    Que surte a todas horas la gran legin del hambre.

    Estigma de su suerte como un esquivo armio,Recata la amargura clortica de un nioNacido como tantos en la asquerosa feriaPara sentir el foete tenaz de la miseria.

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  • Revuelve con sus manos los andrajosos flecosBuscando de la madre los tristes senos secos,

    Cansados por la pena de todas las fatigas,Que penden a manera de intiles espigas.

    Mustiada por la angustia, la suave faz maternaInterroga en silencio la incomprensin eterna,

    Mientras que, de sus ojos, piadosos holocaustos,Ruedan glidas lgrimas por los senos exhaustos,Hasta el infame hambriento que bebe tembloroso

    En vez de leche tibia, el llanto doloroso.

    Hijo de algn lejano y oculto sacrificioQue no tuvo siquiera los mviles del vicio,

    Maana en los vaivenes extraos de la suerteSers un sacerdote siniestro de la muerte,

    Y en el tumulto alegre, castigars al hombreQue si te dio su sangre no te dej su nombre.

    En la tiniebla sorda tus manos implacablesCon todas las coronas sern inexorables,Y cuando ya galopen furiosos aquilones,

    Sabrs gritar el himno de las desolaciones.

    Caers sobre la vida que te llen de duelo,Soberbio y agresivo como un tigre en celo,

    Y as, cuando comience su gesto tu reproche,Le cobrars el hambre y el fro de la noche

    Que no entiende la fiesta donde tu mal no alcanzaY en donde, ebrio de vinos, tal vez tu padre danza.

    Yo

    Pas por los caminosMs duros y brumosos

    Por donde avanzan siempre los peregrinos tristes,Los errabundos locos

    Que equivoc el destino con sus filtros amargosY el rencor de sus ciegos brebajes venenosos.

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  • La luna que seala la 48equeci de los muertos,Me vio sobre la estepa seguido de los lobos,

    De todos los pecados que aullaban fieramenteMordindome los hombros.

    Nadie midi mi pena, no se acerc a la angustiaDe mi dolor tan hondo.Si tuve algn hermanoS me perdi de pronto

    Porque le di el regalo de mis oros mejoresY le entregu, rendido, la ofrenda de mis lotos.

    Nadie estuvo en el mundo como yo, tan sombro,Y tan triste, y tan solo,

    Nadie baj hasta el llanto como yo, tantas veces,Nadie estuvo tan hondo.

    Oh vida! Y sin embargono me despiertas odioa pesar del agravio,de todos tus abrojos,

    y a pesar del espanto que ponen en tu esteparecargada de sombras y de miedotus lobos.

    Hoy

    Ya no s definirte, tengo unaDoliente ausencia de tus gracias plenas

    Y puedo ahora recordar apenasTu encantadora palidez de luna,

    Y esa dulzura que encontr en algunaHora feliz de cntigas serenas

    Cuando dej mi corazn sus penasEntre tu densa cabellera bruma.

    Todo pas. Ya ves, no queda nada.La estepa de mi vida desolada

    Hoy de turbias imgenes se puebla;

    Mas tu recuerdo que a morir resiste,48

  • Cruza por mi alma solitario y tristeComo un retazo glido de niebla.

    Una de sus ms famosas canciones, que hemos cantado todos, fue Vida Rota:

    Vida Rota

    Tenamos una canoay una atarraya de cuerdasy un rancho firme clavadomuy cerca de las arenasque besa siempre mi ro,

    mi ro del Magdalenaque besa siempre mi ro,mi ro del Magdalena.Que feliz que yo viva

    entonces, con mi morena.Pero se me fue una noche,

    una noche de subienda,con un boga traicioneroque le dijo cosas bellas,

    mientras que en cielo azulbrillaba la luna llena.

    Cuando pasan las canoasque viajan hacia Ambalemaentre los copos de espumaque deja el agua serena,el corazn se me asoma

    pensando que all va Ellaoyendo al boga traidorque le dice cosas bellas.

    Por eso, desde esa vez,tengo siempre mi alma en pena,y no me importa ya el rancho

    ni la atarraya de cuerdas,ni me interesa ya el ro,mi ro del Magdalena

    ni me interesa ya el ro,mi ro del Magdalena

    49

  • 50

  • CANDELARIO OBESO28 Padre De la poesa negra en Colombia.

    (Mompox, Bolvar, enero 12 de 1849-Bogot, 3 de julio de 1884)

    Digenes Arrieta y Candelario Obeso desean ir conmigo a Antioquia. Jvenes como ellos deben ser apoyados para que hagan tribuna liberal.Sergio Camargo en carta al Presidente Aquileo Parra en la guerra de 1876.29

    Que orgullo saber que Candelario Obeso fue copartidario mo en el Partido Liberal Colombiano!,

    Si vuelvo a ausentarme indigno,Slo ser por la defensa

    De los fueros del partido30

    Tena todo para no ser nadie: pobre, negro, hijo extramatrimonial y de provincia pobre y en decadencia31, slo le quedaba el ser liberal, y con tan precario patrimonio se levant sobre la mediana, lucho contra todo y contra todos y dej escrito su nombre en letras de molde para honor y gloria de su pas, de su regin, de su raza y de la colectividad poltica que lo acogi en su seno y por la que combati, con las armas en la mano, en los campos de batalla, alcanzando el grado de Teniente Coronel; lleva, adems, con honor, el apellido Obeso, el mismo de ese esplndido combatiente y dirigente poltico asesinado en las mazmorras panameas de la regeneracin

    28 Ver el libro Cantos populares de mi tierra, con prlogo de Roberto Burgos. El Ancora Editores. 1988. 80 pginas.29 Gabriel Camargo Prez. Sergio Camargo, el Bayardo colombiano. Pgina 173.30 Expresin de mi amistad.31 Mompox fundada segn unos en 1537 y segn otros en 1540 por don Juan de Santacruz con el nombre de Santa Cruz de Mompox, por estar en tierras del cacique Mompox, fue muy prspera hasta el siglo XVIII cuando el caprichoso cauce del ro Magdalena cambi su curso y se fue por el brazo de Loba, dejando sin agua y sin navegacin a la heroica villa, ah comenz su decadencia, pero sigue siendo una de las ms bellas ciudades coloniales de Colombia, tierra frtil para la cultura y un oasis para el liberalismo.

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  • nuista32, el gran general, y eximio liberal, Ricardo Gaitn Obeso33, a quien el liberalismo le debe un monumento.

    Candelario Obeso Hernndez fue el hijo natural del abogado momposino Eugenio Mara Obeso (quien fue orador en el cementerio cuando la muerte del general Hermgenes Maza, acaecida en Mompox) y de una humilde lavandera de nombre Mara de la Cruz Hernndez; su compaera por catorce aos se llamaba Zenaida y sus hijos murieron todos a muy corta edad; sus estudios los comenz en el colegio Pinillos de Mompox, los continu en la Academia Militar fundada por Toms Cipriano de Mosquera en Bogot, pas a la facultad de ingeniera y luego a la derecho y ciencias polticas, carrera que tampoco termin por sus dificultades econmicas; regres a su tierra natal y de all parti como maestro a la regin de la Mojana, de donde debi huir por lances de amor y luego fue Tesorero de Magangue; dej el cargo y se dedic a recorrer la costa atlntica; volvi a Bogot e intent suicidarse en 1881; tom las armas para defender a su partido en la guerra de 1876 y en el combate de Garrapata fue ascendido a Teniente Coronel; en la segunda administracin de Manuel Murillo Toro fue nombrado en un cargo oficial en Panam (intrprete), poca en que comenz a escribir para revistas y peridicos colombianos, traduciendo distintos autores europeos, especialmente a Shakespeare, Byron y Vctor Hugo; Rafael Nez, en 1881, lo nombr Cnsul en Tours Francia, donde permaneci dos aos; regres a la capital y puso fin a sus das con un tiro de pistola en el abdomen, accidental, dicen algunos, (le tir al blanco y le pegu al negro fue su expresin justificativa), que lo mantuvo en agona por tres das; en su entierro llev la palabra el gran poeta Julio Flrez, en un discurso de clara intencin poltica y profundamente liberal en su contenido34; el atad de Obeso fue cargado, entre otros, por Jos Lizardo Porras, Juan de Dios Uribe, Antonio Jos Restrepo

    32 Para mi gusto yo prefiero las gentes a lo Parra (Aquileo) y no a lo NezQue la providenciatal vez nos preserve de los caminos tortuosos de otras regeneraciones. Discurso de Alberto Lleras Camargo en homenaje a Aquileo Parra, Barichara, mayo 2 de 1976.33 Nacido en Ambalema, Tolima en 1850 y asesinado (envenenado por sus carceleros) en Panam el 13 de abril de 1886, perteneciente a la sociedad liberal secreta La Culebra de Ambalema, triunfador en Garrapata, victorioso ocupante del ro Magdalena, se opuso a la dictadura de Rafael Nez.

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  • y Jos Asuncin Silva; fue profesor, novelista, comedigrafo y traductor; la que nunca lo abandon fue la pobreza y tampoco nunca dej de ser un casanova, querendn y enamoradizo.

    Siempre se le reconoci su calidad humana, su apostura fsica y su memoria privilegiada, adems de su compenetracin con las gentes de su regin y de su raza; dej innumerables ancdotas ligadas todas a su espritu fiestero, su conversacin fcil y amena y sus conquistas amorosas. Alguna vez se encaprich con un amor imposible35 y su amigo ito Restrepo trat de disuadirlo de aquella loca aventura, y le dijo:

    Si las flores que arrancas a tu mentePara guirnalda de su sien de diosa

    Son holladas con planta indiferente;Si no ha de refrescar tu mustia frente

    El roco de su alma candorosa;Echa sobre tu cuerpo una mortaja,Tma las vestiduras de un querube;Que del revuelto mundo en la barajaElla es la carne que al sepulcro baja,T eres el genio que a los cielos sube!

    Pero Obeso no entenda razones, tal era su enamoramiento, y le contest al bardo antioqueo:

    Dices que no me quiere, que la olvide.Y bien, sabes lo que me pides?

    Sabes tu lo que es amor?Si el mismo Dios me dice que la olvide,

    Le digo a Dios que no;Y si en castigo a mi blasfemia impa

    Me la quita veloz,Entonces me suicido, voy al cielo

    Y se la quito a Dios.36

    34 Flrez quiso expresar en ese acto, toda su comprensin humana ante la desesperacin del hombre desvalido y desamparado frente a una sociedad opresiva y segregante.Libro Todo nos llega tarde de Gloria Serpa-Flrez, pgina 78.35 Barbarita Campuzano se llamaba, segn cont el cronista Fray Lejn en un artculo publicado en El Tiempo en 194036 Esta ancdota se la escuch, por primera vez, a mi amigo Rafael Castro Socarrs y est incluida en el libro El negro Obeso de Vicente Caraballo, pgina 26.

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  • Escritos: Gramtica castellana, la familia Pigmalin (su primera novela, escrita para vengarse de quienes lo haban hecho poner preso por sus aventuras amorosas, firmada con el seudnimo de Publio Chapelet), Secundino el zapatero (dedicada a Rafael Nez), tradujo del ingls, el italiano y el francs, tratados de tctica militar (tradujo Nociones de tctica, de caballera y de infantera de Len Sager y Otelo de William Shakespeare y escritores como Hugo, Byron, Musset ), escribi cursillos de aritmtica y manuales de gramtica y en 1877 public su obra cumbre: Cantos populares de mi tierra (llevaba un prlogo de Venancio Gonzlez Manrique titulado Dos palabras y contena catorce obras en la misma jerga en que hablan los negros costeos, para diferenciarlos del hablar comn de los blancos y mestizos); en 1874 public El Arroyuelo en el peridico El Roco y en 1878 Lecturas para ti (aparecido en varias entregas y fue dedicado a una dama cuyos amores pretenda Obeso); en 1877 public su principal obra llamada Cantos populares de mi tierra y en 1882 La lucha de la vida; luego escribi varios artculos de prensa criticando al Presidente Santiago Prez. Fue el primer poeta negro que logr publicar un ttulo en Colombia.

    Cancin der boga ausente

    Qu trite que et la noche,La noche qu trite et;

    No hay en er cielo una etrellaRem, rem.

    La negra re mi arma ma,Mientra yo brego en la m,

    Baao en sur por ella,Qu har? Qu har?

    Tar v por su zambo amaoDoriente sujpirar,

    O tar v ni me recuerdaLlor! Llor!

    La 54equeci son como toroLo reta tierra ejgraci;

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  • Con acte se saca er pejeDer m, der m

    Con acte se abranda er jierro,Se roma la mapan

    55equecil y ficme? Laj pena!No hay m, no hay m!...

    Qu 55equec que et la noche,La noche qu 55equec et;

    Asina 55equec la ausenciaBog, bog!

    Los palomos

    Siendo pobres animales, los palomosA la gente a ser gente nos ensean;En su conducta la mejor cartilla,

    Hay en sus modos efectiva ciencia.

    Nacen los dos sobre las mismas pajasY all se estn hasta despus que vuelan;

    Ms as de chiquitos, entre el nidoSe dan calor, entre juntos, y se besan.

    Luego que tienen plumas suficientesPara andareguear volando por doquiera,

    Gusto da verlos arrullarse amantesSobre los palos o la verde hierba

    Gusto da el ver los afanes del palomoSi otro palomo por all se acercal esponja el pescuezo y la colita,

    y da, arrullando, multitud de vueltas!

    Esto a los ojos de ella y los extraosEs de cario la efectiva muestraEn esta clase de animales, nunca

    Nos da un visaje de maldad la hembra.

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  • Ya est con huevos la paloma entoncesMaravilla de juntos la decencia;la pajita y las hojas para la casalas carga l y las compone ella!

    All los ve amorosos la maana,Tambin all la noche los encuentra.Ambos a dos calientan sus huevitos,

    ambos, en siendo seres, los alimentan!

    Siendo pobres animales los palomosSe aprende en ellos ms que en las escuelas.

    Yo, por lo menos, en su corto libroestudio de la vida las maneras!

    Cancin del pescadorAh viene la luna, ah viene,Con su lumbre y claridad;

    Ella viene y yo me voyA pescar.

    Triste vida es la del pobreCuando el rico goza en paz;El pobre en el monte suda,

    O en la mar.El rico poco se esfuerzaY nunca le falta nada;

    Todo lo tiene donde moraPor dems.

    El pobre no descansa nuncaPara poderse alimentar;Hoy carece de pescado,

    Luego de sal.No s yo la causa de esto,

    Yo no s sino aguantarEsta condicin tan dura

    y desgraciada!Ah viene la luna, ah viene,

    A darme su claridadSu luz consuela las penas

    de mi amada!

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  • Candelario Obeso avizor el drama del ro Magdalena, que, en su poca, comenzaba ya a deteriorarse y lo expres as:

    Tambin en ti la muerte despiadadahondos estragos hizo!

    Tal como en ti, sobre mi noble patria,Sobre mi propio hogar ya oscurecido,Se ceb el infortunio. Ests desierto,

    Nosotros abatidos.El caudal de tus aguas, ya copioso,

    Tan ancho, tan profundo, empobrecidoEntre abrojos se arrastra. Slo penas

    Marcan nuestro camino.

    Protest contra la discriminacin y en Lucha y conquista, escribi:

    Porque me ves el cutisDel color de la tinta

    acaso crees que es negraTambin el alma ma?...

    En eso te equivocas;Las piedras ms bonitasEn el carbn, a veces,Se hallan escondidas.

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  • CARLOS ARTURO TORRES(Santa Rosa de Viterbo, Boyac, abril 18 de 1867; Caracas,

    Venezuela, julio 11 de 1911).58

  • Hay que atropellar la guerra con la paz, Carlos Arturo Torres en El Nuevo Tiempo.

    Las mayoras parlamentarias, por su especial psicologa, por las circunstancias que presiden a su eleccin y por la casi

    completa irresponsabilidad individual de quienes las componen, estn particularmente expuestas a los extravos de la ceguedad

    y de la pasin.Carlos Arturo Torres, Las supersticiones democrticas.

    La formidable y ciega reaccin antiliberal que se llama la regeneracin, nos ha hecho retrogradar en poltica y en todo,

    mucho y muy aprisa. Aqu, hoy por hoy, y en tanto que la repblica no se restablezca, es indispensable la existencia de

    los grandes partidos, nicas fuerzas capaces de fundar la libertad.

    Carlos Arturo Torres, mencin de Gerardo Molina en Las Ideas Liberales en Colombia, pgina 264.

    Bachiller de San Bartolom; abogado de la universidad Externado de Colombia que fundara ese extraordinario educador liberal Nicols Pinzn Warlosten; fue Pensador, orador, educador, socilogo; no obstante ser liberal, fue ministro del tesoro de Marroqun y de hacienda de Reyes; comenz su vida poltica en el independientismo liberal de tendencia nudista, de lo cual se arrepinti luego; diplomtico en Inglaterra (Cnsul en Liverpool de 1905 a 1909), en Espaa y en Venezuela, donde muri; En compaa de Jos Camacho Ramrez fund El Nuevo Tiempo en 1902, adems de El Impulso (editado en Bucaramanga con la ayuda de Ismael Enrique Arciniegas y de su hermano), La Crnica (1897-1899), El Republicano (1896), La Opinin Pblica (1898) y La Civilizacin (2 de enero de 1910); catedrtico de derecho internacional pblico y privado de la universidad Republicana; en 1903 viaj a Europa para hacer diligencias relacionadas con el canal de Panam, misin en la que lo acompa Nicols Esguerra; se opuso con el alma a la guerra de los mil das y no apoy a su partido en la contienda blica; los liberales antiuribistas de Bogot, agrupados en El Nuevo Tiempo, que dirigan Carlos Arturo Torres y Jos Camacho Carrizosa, le reiteraron al gobierno su disposicin de colaborar en la terminacin de la guerra y le enviaron un

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  • mensaje a los liberales en armas para pedirles que cesara el ruido de los fusiles, miles de bogotanos salieron a la calle para manifestar su respaldo a la actitud de los liberales pacifistas, y lo mismo ocurri en las dems ciudades de la nacin, lo que se interpret como una censura a la actitud de los guerreristas encabezados por el general Uribe Uribe; muri en Caracas cuando se desempeaba como Ministro plenipotenciario en Venezuela; perteneci a la Academia Colombiana de la Leng