poesia del siglo de oro

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  • 7/24/2019 Poesia Del Siglo de Oro

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    POESA DEL SIGLO DE ORO

    JUAN BOSCN

    [VILLANCICO]

    Si no os hubiera mirado,

    no penara,

    pero tampoco os mirara.

    Veros harto mal ha sido,

    mas no veros peor fuera; 5no quedara tan perdido,

    pero mucho ms perdiera.

    Qu viera aqul que no os viera?

    Cul quedara,

    seora, si no os mirara? 10

    SONETO XCV

    Dulce soar y dulce congojarme,

    cuando estaba soando que soaba;

    dulce gozar con lo que me engaaba,

    si un poco ms durara el engaarme.

    dulce no estar en m, que figurarme 5

    poda cuanto bien yo deseaba;

    dulce placer, aunque me importunaba,

    que alguna vez llegaba a despertarme.

    Oh, sueo!, cunto ms leve y sabroso

    me fueras si vinieras tan pesado, 10

    que asentaras en m con ms reposo!

    Durmiendo, en fin, fui bienaventurado;

    y es justo en la mentira ser dichoso

    quien siempre en la verdad fue desdichado.

    GARCILASO DE LA VEGA

    SONETO I

    Cuando me paro a contemplar mi estado

    y a ver los pasos por do me han trado,

    hallo, segn por do anduve perdido,

    que a mayor mal pudiera haber llegado;

    mas cuando del camino est olvidado, 5

    a tanto mal no s por d he venido;

    s que me acabo1, y ms he yo sentido

    ver acabar comigo mi cuidado2.

    Yo acabar, que me entregu sin arte

    a quien sabr perderme y acabarme 10

    si quisiere, y an sabr querello;

    que pues mi voluntad puede matarme,

    la suya, que no es tanto de mi parte,

    pudiendo, qu har sino hacello?

    SONETO V

    Escrito est en mi alma vuestro gesto3

    y cuanto yo escribir de vos deseo:

    vos sola lo escribistes; yo lo leo

    tan solo, que aun de vos me guardo en esto4.

    En esto estoy y estar siempre puesto, 5

    que aunque no cabe en m cuanto en vos veo,

    de tanto bien lo que no entiendo creo,

    tomando ya la fe por presupuesto5.

    1acabarse: morirse.2cuidado: solicitud, cario, amor.3gesto: semblante, cara, rostro.4tan solo: tan solitario; guardo: escondo, oculto.5El bien que encierra el rostro de la amada es un misterio que escapa a la razn, por eso es objeto de fe.

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    Yo no nac sino para quereros;

    mi alma os ha cortado a su medida; 10

    por hbito6del alma misma os quiero;

    cuanto tengo confieso yo deberos;por vos nac, por vos tengo la vida,

    por vos he de morir y por vos muero.

    SONETO X

    Oh dulces prendas7por mi mal halladas,

    dulces y alegres cuando Dios quera,

    juntas estis en la memoria ma

    y con ella en mi muerte conjuradas!

    Quin me dijera, cuando las pasadas 5

    horas que en tanto bien por vos me va,

    que me habiades de ser en algn da

    con tan grave dolor representadas?

    Pues en una hora junto me llevastestodo el bien que por trminos8me distes, 10

    llevadme junto el mal que me dejastes;

    si no, sospechar que me pusistes

    en tantos bienes, porque deseastes

    verme morir entre memorias tristes.

    SONETO XIII

    A Dafne9ya los brazos le crecan

    y en luengos ramos vueltos se mostraban;

    en verdes hojas vi que se tornaban

    los cabellos que el oro escurecan;

    6hbito: Garcilaso juega con los dos significados de la palabra, costumbre y vestido (diloga).7prendas: los objetos que se entregan como seal de amor.8por trminos: poco a poco; se opone ajunto, a la vez, de un golpe, en el verso anterior y en el posterior.9Dafne: perseguida por Apolo, pudo escapar del dios convirtindose en laurel, planta a la que alude sunombre y que se atribuye simblicamente al dios. Vase nota 46.

    de spera corteza se cubran 5

    los tiernos miembros que an bullendo estaban;

    los blancos pies en tierra se hincaban

    y en torcidas races se volvan.

    Aqul que fue la causa de tal dao,

    a fuerza de llorar, crecer haca 10

    este rbol, que con lgrimas regaba.

    Oh miserable estado, oh mal tamao10,

    que con llorarla crezca cada da

    la causa y la razn por que lloraba!

    SONETO XXIII

    En tanto que de rosa y azucena

    se muestra la color en vuestro gesto11

    y que vuestro mirar ardiente, honesto,

    con clara luz la tempestad serena;

    y en tanto que el cabello, que en la vena

    del oro se escogi, con vuelo presto 5

    por el hermoso cuello blanco, enhiesto,

    el viento mueve, esparce y desordena:

    coged de vuestra alegre primavera

    el dulce fruto, antes que el tiempo airado 10

    cubra de nieve la hermosa cumbre.

    Marchitar la rosa el viento helado,

    todo lo mudar la edad ligera

    por no hacer mudanza en su costumbre.

    10mal tamao: mal tan grande.11Vase nota 3.

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    que ya23del peligroso

    naufragio fui su puerto y su reposo; 55

    y agora en tal manera

    vence el dolor a la razn perdida,que ponzoosa fiera

    nunca fue aborrecida

    tanto como yo dl, ni tan temida. 60

    No fuiste t engendrada

    ni producida de la dura tierra;

    no debe ser notada24

    que ingratamente yerra

    quien todo el otro error de s destierra. 65

    Hgate temerosa

    el caso de Anajrete25y cobarde,

    que de ser desdeosa

    se arrepinti muy tarde,

    y as su alma con su mrmol arde. 70

    Estbase alegrando

    del mal ajeno el pecho empedernido,

    cuando, abajo mirando,

    el cuerpo muerto vido

    del miserable amante all tendido; 75

    y al cuello el lazo atado,

    con que desenlaz de la cadena

    el corazn cuitado,

    y con su breve penacompr la eterna punicin26ajena. 80

    Sinti all convertirse

    en piedad amorosa el aspereza.

    23ya: antes, en otro tiempo.24notada: criticada, censurada por ser ingrata.25Anajrete: el mito cuenta que Anajrete rechaz al joven Ifis y se burl de l, lo que provoc que elamante se ahorcara colgndose de la puerta misma de la amada. Sin inmutarse, sta quiso presenciar el

    cortejo fnebre del malogrado, asomndose a la ventana, Venus, disgustada por su indiferencia, laconvirti en estatua de mrmol.26punicin: castigo.

    Oh tarde arrepentirse!

    Oh ltima certeza!

    Cmo te sucedi mayor dureza? 85

    Los ojos se enclavaronen el tendido cuerpo que all vieron;

    los huesos se tornaron

    ms duros y crecieron,

    y en s toda la carne convertieron; 90

    las entraas heladas

    tornaron poco a poco en piedra dura;

    por las venas cuitadas

    la sangre su figura

    iba desconociendo y su natura; 95

    hasta que, finalmente,

    en duro mrmol vuelta y transformada,

    hizo de s la gente

    no tan maravillada,

    cuanto de aquella ingratitud vengada. 100

    No quieras t, seora,

    de Nmesis27airada las saetas

    probar, por Dios, agora;

    baste que tus perfetas

    obras y hermosura a los poetas 105

    den inmortal materia,

    sin que tambin el verso lamentable

    celebren la miseriade algn caso notable

    que por ti pase triste, miserable. 110

    27Nmesis: personifica la venganza divina, castiga sobre todo los crmenes que tienen que ver con lahybris, la soberbia y la desmesura que hace olvidar a los hombres los lmites de su condicin mortal.

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    yndolos mirando,

    con sola su figura

    vestidos los dej de hermosura. 25

    AMADA

    Ay!, quin podr sanarme?

    Acaba de entregarte ya de vero45.

    No quieras enviarme

    de hoy ms46ya mensajero,

    que no saben decirme lo que quiero. 30

    Y todos cuantos vagan

    de ti me van mil gracias refiriendo,

    y todos ms me llagan47,y djame muriendo

    un no s qu que quedan balbuciendo. 35

    Mas cmo perseveras,

    oh vida!, no viviendo donde vives

    y haciendo porque mueras

    las flechas que recibes

    de lo que del Amado en ti concibes? 40

    Por qu, pues has llagado

    aqueste corazn, no le sanaste?

    Y, pues me le has robado,

    por qu as le dejaste

    y no tomas el robo que robaste? 45

    Apaga mis enojos,

    pues que ninguno basta a deshacellos,y vante mis ojos

    pues eres lumbre dellos,

    y slo para ti quiero tenellos. 50

    Descubre tu presencia,

    y mteme tu vista y hermosura;

    mira que la dolencia

    45de vero: de verdad.46de hoy ms: a partir de ahora.

    de amor, que no se cura

    sino con la presencia y la figura. 55

    Oh cristalina fuente,

    si en esos tus semblantes plateados48

    formases de repente

    los ojos deseados

    que tengo en mis entraas dibujados! 60

    Aprtalos, Amado,

    que voy de vuelo.

    AMADO

    Vulvete, paloma,

    que el ciervo vulnerado

    por el otero asoma

    al aire de tu vuelo, y fresco toma. 65

    AMADA

    Mi Amado, las montaas,

    los valles solitarios nemorosos49,

    las nsulas estraas,

    los ros sonorosos,

    el silbo de los aires amorosos, 70

    la noche sosegada

    en par de los levantes de la aurora50,

    la msica callada,

    la soledad sonora,la cena que recrea y enamora. 75

    Nuestro lecho florido,

    de cuevas de leones enlazado,

    en prpura tendido,

    de paz edificado,

    47llagar: herir, lastimar.48

    semblantes plateados: la superficie del agua, en la que mira como en un espejo.49nemorosos: boscosos.50los levantes de la aurora: cuando va a amanecer.

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    de mil escudos de oro coronado. 80

    A zaga de tu huella

    las jvenes discurren el camino

    al toque de centella,

    al adobado vino;

    emisiones de blsamo divino. 85

    En la interior bodega

    de mi Amado beb, y cuando sala

    por toda aquesta vega

    ya cosa no saba;

    y el ganado perd que antes segua. 90

    All me dio su pecho,

    all me ense sciencia muy sabrosa,

    y yo le di de hecho

    a m, sin dejar cosa;

    all le promet de ser su esposa. 95

    Mi alma se ha empleado

    y todo mi caudal en su servicio.

    Ya no guardo ganado,

    ni ya tengo otro oficio,

    que ya slo en amar es mi ejercicio. 100

    Pues ya si en el egido51

    de hoy ms no fuere vista ni hallada,

    diris que me he perdido;

    que andando enamorada,

    me hice perdidiza, y fui ganada. 105

    De flores y esmeraldas,

    en las frescas maanas escogidas,

    haremos las guirnaldas,

    en tu amor florecidas

    y en un cabello mo entretejidas. 110

    En solo aquel cabello

    51egido: campo de pasto.

    que en mi cuello volar consideraste,

    mirstele en mi cuello,

    y en l preso quedaste,

    y en uno de mis ojos te llagaste. 115

    Cuando t me mirabas,

    tu gracia en m tus ojos impriman;

    por eso me adamabas52,

    y en eso merecan

    los mos adorar lo que en ti van. 120

    No quieras despreciarme,

    que, si color moreno53en m hallaste,

    ya bien puedes mirarmedespus de que me miraste,

    que gracia y hermosura en m dejaste. 125

    Cogednos las raposas,

    que est ya florecida nuestra via,

    en tanto que de rosas

    hacemos una pia,

    y no paresca nadie en la montia. 130

    Detente, cierzo54muerto.

    Ven, austro55que recuerdas los amores,

    aspira por mi huerto

    y corran sus olores,

    y pacer el Amado entre las flores. 135

    AMADO

    Entrado se ha la esposaen el ameno huerto deseado,

    y a su sabor reposa

    el cuello reclinado

    sobre los dulces brazos del Amado. 140

    Debajo del manzano

    52adamabas: enamorabas, amabas con intensidad.53

    color moreno: smbolo del pecado que hace a la amada indigna del Amado.54cierzo: viento fro del Norte.55austro: el viento clido, opuesto al cierzo.

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    all conmigo fuiste desposada;

    all te di la mano

    y fuiste reparada

    donde tu madre fuera violada56. 145

    A las aves ligeras,

    leones, ciervos, gamos saltadores,

    montes, valles, riberas,

    aguas, aires, ardores,

    y miedo de las noches veladores57; 150

    por las amenas liras

    y canto de serenas58, os conjuro

    que cesen vuestras irasy no toquis al muro,

    porque la esposa duerma ms seguro. 155

    AMADA

    Oh ninfas de Judea!59

    en tanto que en las flores y rosales

    el mbar perfumea

    mor60en los arrabales

    y no queris tocar nuestros umbrales. 160

    Escndete, carillo61,

    y mira con tu haz62a las montaas,

    y no quieras decillo;

    mas mira las compaas

    de la que va por nsulas estraas. 165

    AMADOLa blanca palomica

    al arca con el ramo se ha tornado;

    y ya la tortolica

    al socio deseado

    56Se alude a la madre Naturaleza, violada por Adn y Eva.57miedos... veladores: miedo que mantiene en vela o despiertos.58serenas: sirenas, las que seducan a Ulises con su canto llamndole a las aguas para perderlo.59Cantar de los Cantares, 3, 5: Yo os conjuro, hijas de Jerusaln!60

    mor: morad.61carillo: cario.62haz: faz.

    en las riberas verdes ha hallado. 170

    En soledad viva

    y en soledad ha puesto ya su nido,

    y en soledad la gua

    a solas su querido,

    tambin en soledad de amor herido. 175

    AMADA

    Gocmonos, Amado,

    y vmonos a ver en tu hermosura

    al monte u al collado,

    do mana el agua pura;

    entremos ms adentro en la espesura. 180

    Y luego a las subidas

    cavernas de la piedra nos iremos,

    que estn bien escondidas;

    y all nos entraremos

    y el mosto de granadas gustaremos. 185

    All me mostraras

    aquello que mi alma pretenda;

    y luego me daras

    all, t vida ma,

    aquello que me diste el otro da. 190

    El aspirar del aire,

    el canto de la dulce Filomena63,

    el soto y su donaire

    en la noche serena,con llama que consume y no da pena. 195

    Que nadie lo miraba,

    Aminadab64tampoco pareca;

    y el cerco sosegaba,

    y la caballera

    a vista de las aguas descenda. 200

    63Filomena: denominacin potica del ruiseor.64Aminadab: uno de los nombres bblicos del mal, del diablo.

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    NOCHE OSCURA

    En una noche escura,

    con ansias, en amores inflamada,

    oh dichosa ventura!,

    sal sin ser notada,

    estando ya mi casa sosegada. 5

    A escuras y segura

    por la secreta escala, d isfrazada,

    oh dichosa ventura!,

    a escuras y encelada65,estando ya mi casa sosegada. 10

    En la noche dichosa,

    en secreto, que nadie me vea

    ni yo miraba cosa,

    sin otra luz y gua

    sino la que en el corazn arda. 15

    Aqusta me guiaba

    ms cierto que la luz del medioda

    adonde me esperaba

    quien yo bien me saba,

    en parte donde nadie pareca. 20

    Oh noche que guiaste!

    oh noche, amable ms que el alborada!

    oh noche que juntasteAmado con amada,

    amada en el Amado transformada! 25

    En mi pecho florido,

    que entero para l solo se guardaba,

    all qued dormido,

    y yo le regalaba,

    y el ventalle66de cedros aire daba. 30

    65encelada: escondida.

    El aire de la almena,

    cuando yo sus cabellos esparca,

    con su mano serena

    en mi cuello hera,

    y todos mis sentido suspenda. 35

    Qudeme y olvdeme,

    el rostro reclin sobre el Amado;

    ces todo y djeme,

    dejando mi cuidado

    entre las azucenas olvidado. 40

    LLAMA DE AMOR VIVA

    Oh llama de amor viva,

    que tiernamente hieres

    de mi alma en el ms profundo centro!;

    pues ya no eres esquiva,

    acaba ya, si quieres, 5

    rompe la tela67deste dulce encuentro.

    Oh cauterio68suave!,

    oh regalada llaga!,

    oh mano blanda!, oh toque delicado!,

    que a vida eterna sabe 10

    y toda deuda paga;

    matando, muerte en vida la has trocado.

    Oh lmparas de fuego,en cuyos resplandores

    las profundas cavernas del sentido, 15

    que estaba oscuro y ciego,

    con estraos primores

    calor y luz dan junto69a su querido!

    66ventalle: abanico; los cedros prximos son como un abanico que les enva su aire.67la tela: smbolo de la vida mortal. Al romperse, con la muerte, podr gozar sin velos de la presencia de

    Cristo.68cauterio: instrumento de hierro candente, usado por los cirujanos antiguamente, para abrir llagas y curar cauterizar las heridas.

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    Cun manso y amoroso

    recuerdas70en mi seno, 20

    donde secretamente solo moras!;

    y en tu aspirar sabroso

    de bien y gloria lleno,

    cun delicadamente me enamoras!

    SANTA TERESA DE JESS

    [VILLANCICO]

    Vivo sin vivir en m,

    y tan alta vida espero,

    que muero porque no muero.

    Vivo y fuera de m,

    despus que muero de amor, 5

    porque vivo en el Seor,

    que me quiso para s;

    cuando el corazn le di

    puso en m este letrero:

    Que muero porque no muero. 10

    Esta divina unin,

    y el amor con que yo vivo,

    hace a mi Dios mi cautivo

    y libro mi corazn;

    y causa en m tal pasin 15

    ver a mi Dios prisionero,que muero porque no muero.

    Ay, qu larga es esta vida!

    Qu duros estos destierros,

    esta crcel y estos hierros 20

    en que est el alma metida!

    Slo esperar a salida

    69Vase nota 8.70Vase nota 34.

    me causa un dolor tan fiero,

    que muero porque no muero.

    Acaba ya de dejarme, 25

    vida, no me seas molesta;

    porque muriendo, qu resta,

    sino vivir y gozarme?

    No dejes de consolarme,

    muerte, que ans te requiero: 30

    que muero porque no muero.

    FRAY LUIS DE LEN

    ODA I

    CANCIN DE LA VIDA SOLITARIA

    Qu descansada vida

    la del que huye el mundanal ruido

    y sigue la escondida

    senda, por donde han ido

    los pocos sabios que en el mundo han sido; 5

    que no le enturbia el pecho

    de los soberbios grandes el estado,

    ni del dorado techo

    se admira, fabricado

    del sabio Moro, en jaspes sustentado! 10

    No cura71si la fama

    canta con voz su nombre pregonera,ni cura ni encarama

    la lengua lisonjera

    lo que condena la verdad sincera. 15

    Qu presta a mi contento,

    si soy del vano dedo sealado;

    si, en busca deste viento72,

    71cura: preocupa.72viento: simboliza la fama, el xito.

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    tendido yo a la sombra est cantando; 80

    a la sombra tendido,

    de hiedra y lauro80eterno coronado,

    puesto el atento odo

    al son dulce, acordado81,

    del plectro82sabiamente meneado. 85

    ODA III

    A FRANCISCO DE SALINAS

    El aire se serena

    y viste de hermosura y luz no usada.Salinas, cuando suena

    la msica estremada,

    por vuestra sabia mano gobernada. 5

    A cuyo son divino

    el alma, que en olvido est sumida,

    torna a cobrar el tino

    y memoria perdida

    de su origen primera esclarecida. 10

    Y, como se conoce,

    en suerte y pensamiento se mejora;

    el oro desconoce

    que el vulgo vil adora,

    la belleza caduca engaadora. 15

    Traspasa el aire todohasta llegar a la ms alta esfera

    y oye all otro modo

    de no perecedera

    msica, que es la fuente y la primera, 20

    Se trata de un procedimiento muy frecuente tanto en griego como en latn y que Fray Luis recogeimitando en ello a Horacio.80hiedra y lauro: yedra y laurel, smbolos de la paz y la tranquilidad.81acordado: afinado.

    ve cmo el gran Maestro,

    aquesta inmensa ctara aplicado,

    con movimiento diestro

    produce el son sagrado,

    con que este eterno templo es sustentado. 25

    Y, como est compuesta

    de nmeros concordes, luego enva

    consonante respuesta;

    y entre ambos a porfa

    se mezcla una dulcsima armona. 30

    Aqu la alma navega

    por un mar de dulzura y finamenteen l ans se anega,

    que ningn accidente

    estrao y peregrino oye y siente. 35

    Oh desmayo dichoso!

    oh muerte que das vida! Oh dulce olvido!

    durase en tu reposo

    sin ser restituido

    jams aqueste bajo y vil sentido! 40

    A este bien os llamo,

    gloria del apolneo sacro coro83,

    amigos (a quien amo

    sobre todo tesoro),

    que todo lo visible es triste lloro. 45

    Oh, suene de continuo,Salinas, vuestro son en mis odos,

    por quien al bien divino

    despiertan los sentidos,

    quedando a lo dems adormecidos! 50

    82plectro: pa para pulsar los instrumentos musicales de cuerda; es preferible escuchar en paz la armonadel Universo pulsada suavemente por el Creador.

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    a la guerra van,

    a su madre dice,

    que escucha su mal:

    dejadme llorar

    orillas del mar. 10

    Pues me distes, madre,

    en tan tierna edad

    tan corto el placer,

    tan largo el pesar,

    y me cautivastes 15

    de quien hoy se va

    y lleva las llaves

    de mi libertad:dejadme llorar

    orillas del mar. 20

    En llorar conviertan

    mis ojos, de hoy ms,

    el sabroso oficio

    del dulce mirar,

    pues que no se pueden 25

    mejor ocupar,

    yndose a la guerra

    quien era mi paz:

    dejadme llorar

    orillas del mar. 30

    No me pongis freno

    ni queris culpar;

    que lo uno es justo,lo otro por dems.

    Si me queris bien 35

    no me hagis mal;

    harto peor fuera

    morir y callar:

    dejadme llorar

    orillas del mar. 40

    Dulce madre ma,

    quin no llorar

    aunque tenga el pecho

    como un pedernal,

    y no dar voces 45

    viendo marchitar

    los ms verdes aos

    de mi mocedad?

    Dejadme llorar

    orillas del mar. 50

    Vyanse las noches,

    pues ido se han

    los ojos que hacan

    los mos velar:vyanse y no vean 55

    tanta soledad,

    despus que en mi lecho

    sobra la mitad:

    dejadme llorar

    orillas del mar. 60

    AL NACIMIENTO DE CRISTO NUESTRO SEOR

    Esta noche un Amor106nace,

    nio y Dios, pero no ciego,

    y tan otro al fin, que hace

    paz su fuego

    con las pajas en que yace. 5

    De una Virgen (aun despusde ser Madre) pura cuanto

    lo dice el Sol, que es su manto,

    nace el Nio Amor que ves;

    no es su arco, no, el que es 10

    pompa del otro rapaz:

    el smbolo s de paz,

    que ambos polos satisface.

    106Vase nota 39.

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    hace tlamo una espada

    do se junten ella y l, 40

    sea mi Tisbe un pastel,

    y la espada sea mi diente,

    y rase la gente.

    [LETRILLA SATRICA]

    Que se nos va la Pascua, mozas,

    que se nos va la Pascua!

    Mozuelas las de mi barrio,

    loquillas y confiadas,mirad no os engae el tiempo, 5

    la edad y la confianza.

    No os dejis lisonjear

    de la juventud lozana,

    porque de caducas flores

    teje el tiempo sus guirnaldas. 10

    Que se nos va la Pascua, mozas,

    que se nos va la Pascua!

    Vuelan los ligeros aos,

    y con presurosas alas

    nos roban, como harpas115, 15

    nuestras sabrosas viandas.

    La flor de la maravilla

    esta verdad nos declara,

    porque le hurta la tardelo que le dio la maana. 20

    Que se nos va la Pascua, mozas,

    que se nos va la Pascua!

    Mirad, que cuando pensis

    de una leona. Cuando Pramo llega encuentra el velo destrozado por la fiera y creyendo a Tisbe muerta se

    suicida con su espada. Tisbe regresa y al encontrar a su amante muerto hace lo propio.115harpas: ave fabulosa, con rostro de mujer y cuerpo de ave de rapia; por extensin, tambin se dice dela persona codiciosa que con arte y maa saca cuanto puede.

    que hacen la seal del alba

    las campanas de la vida, 25

    es la queda, y os desarman

    de vuestro color y lustre,

    de vuestro donaire y gracia,

    y quedis todas perdidas

    por mayores de la marca. 30

    Que se nos va la Pascua, mozas,

    que se nos va la Pascua!

    Yo s de una buena vieja

    que fue un tiempo rubia y zarca116,

    y que al presente le cuesta 35harto caro el ver su cara,

    porque su bruida frente

    y sus mejillas se hallan

    ms que roquete de obispo

    encogidas y arrugadas. 40

    Que se nos va la Pascua, mozas,

    que se nos va la Pascua!

    Y s de otra buena vieja,

    que un diente que le quedaba

    se lo dej este otro da 45

    sepultado en unas natas,

    y con lgrimas le dice:

    Diente mo de mi alma,

    yo s cundo fuiste perla,

    aunque ahora no sois caa. 50

    Que se nos va la Pascua, mozas,

    que se nos va la Pascua!

    Por eso, mozuelas locas,

    antes que la edad avara

    el rubio cabello de oro 51

    convierta en luciente plata,

    116zarca: de ojos azules.

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    y solamente no entiendo

    cmo se sufre a s mismo 15

    un ignorante soberbio.

    De cuantas cosas me cansan,

    fcilmente me defiendo;

    pero no puedo guardarme

    de los peligros de un necio. 20

    l dir que yo lo soy,

    pero con falso argumento;

    que humildad y necedad

    no caben en un sujeto.

    La diferencia conozco, 25

    porque en l y en m contemplo

    su locura en su arrogancia,

    mi humildad en mi desprecio.

    O sabe naturaleza

    ms que supo en este tiempo, 30

    o tantos que nacen sabios

    es porque lo dicen ellos.

    Slo s que no s nada,

    dijo un filsofo185, haciendo

    la cuenta con su humildad, 35

    adonde lo ms es menos.

    No me precio de entendido,

    de desdichado me precio;

    que los que no son dichosos,

    cmo pueden ser discretos? 40

    No puede durar el mundo,

    porque dicen, y lo creo,

    que suena a vidro quebrado

    y que ha de romperse presto.

    185Se refiere a Scrates.

    Seales son del juicio 45

    ver que todos le perdemos,

    unos por carta de ms,

    otros por carta de menos.

    Dijeron que antiguamente

    se fue la verdad al cielo: 50

    tal la pusieron los hombres,

    que desde entonces no ha vuelto.

    En dos edades vivimos

    los propios y los ajenos:

    la de plata los extraos, 55

    y la de cobre los nuestros.

    A quin no dar cuidado,

    si es espaol verdadero,

    ver los hombres a lo antiguo,

    y el valor a lo moderno? 60

    Todos andan bien vestidos,

    y qujanse de los precios,

    de medio arriba romanos,

    de medio abajo romeros.

    Dijo Dios que comera 65

    su pan el hombre primero

    con el sudor de su cara

    por quebrar su mandamiento,

    y algunos, inobedientes

    a la vergenza y al miedo, 70

    con las prendas de su honor186

    han trocado los efetos.

    Virtud y filosofa

    peregrinan como ciegos;

    el uno se lleva al otro, 75

    llorando van y pidiendo.

    186prendas de su honor: comen vendiendo su honor, su mujer.

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    Dos polos tiene la tierra,

    universal movimiento:

    la mejor vida, el favor;

    la mejor sangre, el dinero187. 80

    Oigo taer las campanas,

    y no me espanto, aunque puedo,

    que en lugar de tantas cruces

    haya tantos hombres muertos.

    Mirando estoy los sepulcros, 85

    cuyos mrmoles eternos

    estn diciendo sin lenguaque no lo fueron sus dueos.

    Oh! Bien haya quien los hizo,

    porque solamente en ellos 90

    de los poderosos grandes

    se vengaron los pequeos!

    Fea pintan a la envidia;

    yo confieso que la tengode unos hombres que no saben 95

    quin vive pared en medio.

    Sin libros y sin papeles,

    sin tratos, cuentas ni cuentos,

    cuando quieren escribir,

    piden prestado el tintero. 100

    Sin ser pobres ni ser ricos,

    tienen chimenea y huerto;

    no los despiertan cuidados,

    ni pretensiones ni pleitos,

    ni murmuraron del grande, 105

    ni ofendieron al pequeo;

    nunca, como yo, firmaron

    187Se consigue la mejor sangre, la nobleza, la alcurnia, comprando los ttulos con dinero.

    parabin, ni Pascuas dieron.

    Con esta envidia que digo,

    y lo que paso en silencio, 110

    a mis soledades voy,

    de mis soledades vengo.

    [MAYA]

    En las maanicas

    del mes de mayo

    cantan los ruiseores,

    retumba el campo.En las maanicas, 5

    como son frescas,

    cubren ruiseores

    las alamedas.

    Rense las fuentes

    tirando perlas 10

    a las florecillas

    que estn ms cerca.

    Vstense las plantasde varias sedas,

    que sacar colores 15

    poco les cuesta.

    Los campos alegran

    tapetes varios,

    cantan los ruiseores

    retumba el campo. 20

    Sale el mayo hermoso

    con los frescos vientos,

    que le ha dado marzo,

    de cfiros bellos.

    Las lluvias de abril 25

    Flores le trujeron:

    psose guirnaldas

    en rojos cabellos.

    Los que eran amantes

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    amaron de nuevo 30

    y los que no amaban

    a buscarlo fueron.

    Y luego que vieron

    maanas de mayo,

    cantan los ruiseores, 35

    retumba el campo.

    SONETO DE REPENTE

    Un soneto me manda hacer Violante

    que en mi vida me he visto en tanto aprieto;

    catorce versos dicen que es soneto;

    burla burlando van los tres delante.

    Yo pens que no hallara consonante, 5

    y estoy a la mitad de otro cuarteto;

    mas si me veo en el primer terceto,

    no hay cosa en los cuartetos que me espante.

    Por el primer terceto voy entrando,

    y parece que entr con pie derecho, 10pues fin con este verso del voy dando.

    Ya estoy en el segundo, y aun sospecho

    que voy los trece versos acabando;

    contad si son catorce, y est hecho.

    [SONETO]

    No sabe qu es amor quien no te ama,

    celestial hermosura, esposo bello;

    tu cabeza es de oro, y tu cabello

    como el cogollo que la palma enrama.

    Tu boca como lirio que derrama 5

    licor al alba; de marfil tu cuello;

    tu mano el torno y en su palma el sello

    que el alma por disfraz jacintos llama.

    Ay Dios!, en qu pens cuando, dejando

    tanta belleza y las mortales viendo, 10

    perd lo que pudiera estar gozando?

    Mas si del tiempo que perd me ofendo,

    tal prisa me dar, que una hora amando

    venza los aos que pas fingiendo.

    [SONETO]

    Qu tengo yo, que mi amistad procuras?

    Qu inters se te sigue, Jess mo,

    que a mi puerta cubierto de roco

    pasas las noches del invierno escuras?

    Oh cunto fueron mis entraas duras, 5

    pues no te abr! Qu extrao desvaro,

    si de mi ingratitud el hielo fro

    sec las llagas de tus plantas puras!

    Cuntas veces el ngel me deca:

    Alma, asmate agora a la ventana, 10

    vers con cunto amor llamar porfa!

    Y cuntas, hermosura soberana,

    Maana le abriremos, responda,

    para lo mismo responder maana!

    [SONETO]

    Desmayarse, atreverse, estar furioso,

    spero, tierno, liberal, esquivo,

    alentado, mortal, difunto, vivo,

    leal, traidor, cobarde, animoso;

    no hallar fuera del bien centro y reposo, 5

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    mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,

    enojado, valiente, fugitivo,

    satisfecho, ofendido, receloso;

    huir el rostro al claro desengao,

    beber veneno por licor save, 10

    olvidar el provecho, amar el dao;

    creer que un cielo en un infierno cabe,

    dar la vida y el alma a un desengao;

    esto es amor: quien lo prob lo sabe.

    [SONETO]

    Ir y quedarse, y con quedar partirse,

    partir sin alma, y ir con alma ajena,

    or la dulce voz de una s irena

    y no poder del rbol desasirse;

    arder como la vela y consumirse 5

    haciendo torres sobre tierna arena;

    caer de un cielo, y ser demonio en pena,y de serlo jams arrepentirse;

    hablar entre las mudas soledades,

    pedir prestada, sobre fe, paciencia, 10

    y lo que es temporal llamar eterno;

    creer sospechas y negar verdades,

    es lo que llaman en el mundo ausencia,

    fuego en el alma y en la vida infierno.

    FRANCISCO DE QUEVEDO Y VILLEGAS

    SONETO AMOROSO DEFINIENDO EL AMOR

    Es hielo abrasador, es fuego helado,

    es herida que duele y no se siente,

    es un soado bien, un mal presente,

    es un breve descanso muy cansado;

    es un descuido que nos da cuidado, 5

    un cobarde, con nombre de valiente,

    un andar solitario entre la gente,

    un amar solamente ser amado;

    es una libertad encarcelada,

    que dura hasta el postrero parasismo188, 10

    enfermedad que crece si es curada.

    ste es el nio Amor189, ste es su abismo.

    Mirad cul amistad tendr con nada

    el que en todo es contrario de s mismo!

    [SONETO AMOROSO]

    A fugitivas sombras doy abrazos;

    en los sueos se cansa el alma ma;

    paso luchando a solas noche y da

    con un trasgo190que traigo entre mis brazos.

    Cuando le quiero ms ceir con lazos, 5

    y viendo mi sudor, se me desva,

    vuelvo con nueva fuerza a mi porfa,

    y temas191con amor me hacen pedazos.

    Voyme a vengar en una imagen vana

    que no se aparta de los ojos mos; 10

    brlame, y de burlarme corre ufana.

    Empizola a seguir, fltanme bros;

    y como de alcanzarla tengo gana,

    hago correr tras ella el llanto en ros.

    188parasismo: paroxismo, exacerbacin o acceso violento de una enfermedad; tambin se dice en sentidofigurado de la exaltacin extrema de afectos y pasiones.189Vase nota 39.190trasgo: espritu, duende.191temas: obsesin, fijacin, obstinacin.

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    Nada que, siendo, es poco, y ser nada 5

    en poco tiempo, que ambiciosa olvida;

    pues, de la vanidad mal persuadida,

    anhela duracin, tierra animada.

    Llevada de engaoso pensamiento

    y de esperanza burladora y ciega, 10

    tropezar en el mismo monumento.

    Como el que, divertido, el mar navega,

    y, sin moverse, vuela con el viento,

    y antes que piense en acercarse, llega.

    SALMO XVIII

    Todo tras s lo lleva el ao breve

    de la vida mortal, burlando el bro

    al acero valiente, al mrmol fro,

    que contra el Tiempo su dureza atreve.

    Antes que sepa andar el pie, se mueve 5camino de la muerte, donde envo

    mi vida oscura: pobre y turbio ro

    que negro mar con altas ondas bebe.

    Todo corto momento es paso largo

    que doy, a mi pesar, en tal jornada, 10

    pues, parado y durmiendo, siempre aguijo.

    Breve suspiro, y ltimo y amargo,

    es la muerte, forzosa y heredada:

    mas si es ley y no pena, qu me aflijo?

    198Ambiciona vivir, pero intuye que la vida es apenas un punto, un instante que encierra al hombre en unmar de nada.

    SALMO XIX

    Cmo de entre mis manos te resbalas!

    Oh, cmo te deslizas, edad ma!

    Qu mudos pasos traes, oh muerte fra,

    pues con callado pie todo lo igualas!

    Feroz, de tierra el dbil muro escalas, 5

    en quien lozana juventud se fa,

    mas ya mi corazn del postrer da

    atiende el vuelo, sin mirar las alas.

    Oh condicin mortal! Oh dura suerte!

    Que no puedo querer vivir maana 10

    sin la pensin de procurar mi muerte!

    Cualquier instante de la vida humana

    es nueva ejecucin, con que me advierte

    cun frgil es, cun msera, cun vana.

    SALMO XVII

    Mir los muros de la patria ma,

    si un tiempo fuertes, ya desmoronados,

    de la carrera de la edad cansados,

    por quien caduca ya su valenta.

    Salme al campo: vi que el sol beba 5

    los arroyos del hielo desatados,

    y del monte quejosos los ganados,

    que con sombras hurt su luz al da.

    Entr en mi casa; vi que, amancillada,

    de anciana habitacin era despojos; 10

    mi bculo, ms corvo y menos fuerte;

    vencida de la edad sent mi espada.

    Y no hall cosa en que poner los ojos

    que no fuese recuerdo de la muerte.

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    Quin la montaa derriba

    al valle; la hermosa al feo?

    Quin podr cuanto el deseo,

    aunque imposible, conciba?

    Y quin lo de abajo arriba 40vuelve en el mundo ligero?

    El dinero.