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LOS VERSOS DE CORDELIA

Poemas góticos_Maquetación 1 08/10/18 13:30 Página 3

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Poemas Góticos


Primera edición en LOS VERSOS DE CORDELIA, noviembre de 2018

Edita: Reino de Cordeliawww.reinodecordelia.esN P @reinodecordelia M facebook.com/reinodecordelia

Derechos exclusivos de esta edición en lengua española© Reino de Cordelia, S.L.Avd. Alberto Alcocer, 46 - 3º B28016 Madrid

© Luis Alberto de Cuenca y Prado, 2010, 2018

Ilustración de cubierta e interiores © Miguel Ángel Martín, 2010, 2018

IBIC: DCFISBN: 978-84-16968-62-6Depósito legal: M-33224-2018

Diseño y maquetación: Jesús EgidoCorrección de pruebas: Pepa Rebollo

Imprime: Gráficas ZamartImpreso en la Unión EuropeaPrinted in E. U.Encuadernación: Felipe Méndez

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO(Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra(www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47).


Poemas Góticos

Luis Alberto de CuencaIlustraciones de Miguel Ángel Martín


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Nota del Autor

Dedicatoria

Pas ce total délugeRumbo a Londres, el conde Drácula

resucita un pasado sentimentalTus ojos

El fantasma de Rita El asesinoAmour fou

BeatrizLa noche blanca

Los Gigantes de HieloLa resucitada

Zombis en la calle

13

15

17

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Índice


10

El fantasma Voces

Rojo y negroLas tres hermanas

Homo homini lupusTerror que salvaStar Wars (1977)El cuarto oscuro

La mujer sin cabezaLa novia del vampiro

No está muertaLa muerta enamorada

Zombis mironesHappy Family

Las cuatro heridasMe acuerdo de Bram Stoker

El cuervo La bruja

Berlín, otoño de 1938Tengo miedo

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11

VampirismoMis viajes por el tiempoLas paradojas de Satán

RunasDulce Carmilla

Príncipes de la nocheWhere the Wild Things Are

Edgar Allan PoeCuesta creerlo

Luna llenaSe va haciendo de noche

El increíble hombre menguanteMoribunda

El zombi náufragoLa casa en el acantilado

Viariación sobre un tema de CatuloPesadilla shakespeareana

Sueño de Jorge JuanHorripilante

La Bella Durmiente

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EN ESTA SEGUNDA edición de Poemas góticos, publi-cada en la colección «Los Versos de Cordelia» (laprimera apareció en la misma serie en 2010 y se titu-ló entonces El cuervo y otros poemas góticos), heagrupado cincuenta y un poemas de temática góti-ca o similar que fueron escritos entre 1970 y 2016 yvieron la luz en cada uno de mis libros «canóni-cos». El único mérito de esta antología reside en losdibujos que la acompañan. Son obra de uno de losmejores ilustradores y dibujantes de cómics que hayahora en el mundo. La puerta de este libro sigueabierta para los amantes de la poesía, la fantasía yel terror: no duden en franquearla.

L. A. de C.Madrid, verano de 2018

Nota del Autor


A Jesús Egido y Miguel Ángel Martín,en prueba de amistad, de admiración y de cariño.


17

SOLO, al volante de un automóvil—camisa almidonada, recién lavado espacio—,percibir el acre aroma de la muertebajo el chaleco de seda.

(Descubrir una herida carmesíde la que todavía brota sangre).

Pas ce total déluge

a Francisco Salas


19

HASTA AQUÍ, AMOR. Aquí. Fauce abisalde mi propio deseo, encadenadoy libre como el ancla entre sus limos.Aquí, ferviente explorador de goces.No temas, cuerpo mío, arquitecturasumergida, ciudad imaginada.Gusta breve solaz, toca su lumbre,admira su contorno, prevalece.Tiniebla en la tiniebla, pez de sombra,no hay heraldo que horade tu silenciocon dulce, memorable, dulce canto.No hay heraldo. Detente, alado brillodel sueño, resplandor de los cobardes.Oscura vida, ven, y tus panoplias

Rumbo a Londres, el conde Drácula resucita

un pasado sentimental


20

de soledad nocturna, tus escudosheráldicos, tu faz de terciopelo,cristal anochecido de abandono.Ven, oh tú, palpitante enredaderade destrucción y plenitud, oh vida.Y no la selva familiar, ni el húmedocontacto de tu quilla con la proadel mar, no el espolón entre sus senosme ofrezcas, artificio o salvaciónfinal, sí deslizante carabela,submarino solar y travesíanostálgica y feliz, hermosa y triste,lejos de Transilvania, de los ojostan suaves, del cabello, de las manosque tanto amé y se han ido para siempre.


21

Y TUS OJOS, tus pétalos de luz,aquellos ojos que resumían el estío,vasijas de pureza,agonizan de sombra en su prisión de nievey de silencio.El mundo es una catedral helada.

Tus ojos


23

CÓMEME y, con mi cuerpo en tu boca,hazte mucho más grandeo infinitamente más pequeña.Envuélveme en tu pecho.Bésame.Pero nunca me digas la verdad.Nunca me digas: «Estoy muerta.No abrazas más que un sueño».

El fantasma de Rita


25

NO HAY VENTANAS por donde pueda escaparse el frío.Tus venas lo retienen. Estás hinchada y rota.La noche pone cerco a tu piel, y en tus ojosel vacío dispone su estúpida carencia.Mírame bien. Sacude las agujas de sombraque te ciegan. Dispara tus brazos a la vida.He venido a buscarte. Quiero fundir el hielode tu cuerpo. Vender al viento tus despojos.Traigo un puñal de fuego para abrir tu garganta.Quiero ser yo esta vez quien te mate, amor mío.

El asesino


27

LOS REYES se enamoran de sus hijas más jóvenes. Lo deciden un día, mientras los cortesanos discuten sobre el rito de alguna ceremonia que se olvidó y que debe regresar del olvido. Los reyes se enamoran de sus hijas, las aman con látigos de hielo, posesivos, feroces, obscenos y terribles, agonizantes, locos. Para que nadie pueda desposarlas, plantean enigmas insolubles a cuantos pretendientes aspiran a la mano de las princesas. Nunca se vieron tantos príncipes degollados en vano.

Los reyes se aniquilan con sus hijas más jóvenes, se rompen, se destrozan cada noche en la cama.

Amour fou


De día, ellas se alejan en las naves del sueño y ellos dictan las leyes, solemnes y sombríos.

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29

BEATRIZ SE HA MATADO. Dejó cartas absurdas con recomendaciones y sarcasmos estúpidos. Lo consiguió por fin, y me alegro por ella: sufría demasiado. En la autopsia el forense desmenuzó su cuerpo y encontró dentelladas cerca del corazón y a la altura del pubis. No hay luz en la buhardilla de Zurbano. El silencio pasea su victoria sobre las papelinas ocultas en el libro de Arcimboldo, y la muerte ha llenado la casa de paz y de goteras; sigue abierto un tebeo de Conan por la página en que matan a Bélit, y otro de Gwendoline con manchas de carmín en las dulces heridas. Beatriz ha dejado de molestar. Sus ojos ya no arrojan al mar residuos radiactivos.

Beatriz


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