pluralidad voces y acentos - aguas vivas · “mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como...

120
La obra de Dios a través de la historia une personajes, culturas, contextos sociales y sustratos culturales diversos. Es posible trazar un hilo de grana a través de las épocas, que va uniendo todos esos elementos para tejer un tra- mado coherente y bello como sólo Dios puede hacerlo. El centro de esa obra es el Señor Jesucristo, y el ejecutor es el Espíritu Santo. El propósito es "reunir todas las cosas en Cristo en la dispensación del cumplimiento de los tiempos"; el 'modus operandi' es el quebrantamiento del "yo" del hombre para poder expresar a través de él su pensamiento y su deseo. En este número de Aguas Vivas tenemos una pequeña muestra de ello. Diversos autores, diversas épocas, diversos trasfondos, pero un mismo fin. Si unimos las voces que nos llegan del pasado, como las de Moody y Bonhoeffer, a las del presente, como las de los autores incorporados en esta revista, de países representativos de nuestra América, como Brasil, Colombia, Estados Unidos y Chile, podemos percibir una sinfonía elevada al Cordero, para que él tenga la preeminencia en la vida y el corazón de su pueblo. El llamado de Dios para su Iglesia sigue siendo el poner a Cristo en el primer lugar de sus prioridades; el reconocer las señales de nuestro tiempo para colaborar con la edificación de su Casa; y el de "guardar la unidad" de la iglesia, tan amenazada desde dentro mismo de ella. Sin duda, Dios habla hoy. Y su voz suena nítida en una pluralidad de voces y acentos diseminados por el mundo entero. Rogamos al Señor que nos con- ceda escucharle a través de los vasos que aquí le contienen y le expresan. PLURALIDAD DE VOCES Y ACENTOS

Upload: trinhtu

Post on 03-Oct-2018

232 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

La obra de Dios a través de la historia une personajes, culturas, contextossociales y sustratos culturales diversos. Es posible trazar un hilo de grana através de las épocas, que va uniendo todos esos elementos para tejer un tra-mado coherente y bello como sólo Dios puede hacerlo.

El centro de esa obra es el Señor Jesucristo, y el ejecutor es el EspírituSanto. El propósito es "reunir todas las cosas en Cristo en la dispensación delcumplimiento de los tiempos"; el 'modus operandi' es el quebrantamiento del"yo" del hombre para poder expresar a través de él su pensamiento y su deseo.

En este número de Aguas Vivas tenemos una pequeña muestra de ello.Diversos autores, diversas épocas, diversos trasfondos, pero un mismo fin. Siunimos las voces que nos llegan del pasado, como las de Moody y Bonhoeffer,a las del presente, como las de los autores incorporados en esta revista, depaíses representativos de nuestra América, como Brasil, Colombia, EstadosUnidos y Chile, podemos percibir una sinfonía elevada al Cordero, para que éltenga la preeminencia en la vida y el corazón de su pueblo.

El llamado de Dios para su Iglesia sigue siendo el poner a Cristo en elprimer lugar de sus prioridades; el reconocer las señales de nuestro tiempopara colaborar con la edificación de su Casa; y el de "guardar la unidad" de laiglesia, tan amenazada desde dentro mismo de ella.

Sin duda, Dios habla hoy. Y su voz suena nítida en una pluralidad de vocesy acentos diseminados por el mundo entero. Rogamos al Señor que nos con-ceda escucharle a través de los vasos que aquí le contienen y le expresan.

PLURALIDAD

DE VOCES Y ACENTOS

2 AGUAS VIVAS

UNA REVISTA PARA TODO CRISTIANO / AÑO 8 · Nº 47 · SEPTIEMBRE - OCTUBRE 2007aguas vivas

TEMA DE PORTADARedimiendo el tiempoUna revisión de las prioridades de nuestra vida paraaprovechar bien el tiempo. Billy Pinheiro. .................................................................. 4Restauración de las puertasLa restauración del muro y las puertas de Jerusalén como«un retrato de la iglesia en vías de restauración». Hernando Chamorro.................... 11La batalla es del SeñorLos recursos que hay en Cristo para las batallas espirituales.Oliver Peng.............................................................................................................. 21Reedificación del tabernáculo de DavidUn tipo de la restauración de la iglesia, con sus variadosministerios. Marcelo Díaz......................................................................................... 27¿Cómo he de traer a mi casa el arca de Dios?Traer el arca a la casa es traer a Cristo mismo. Rubén Chacón................................ 33Conocimiento de DiosLos reclamos de Dios en tiempos de Jeremías. Eliseo Apablaza.............................. 36

LEGADOLa unidadCon su peculiar estilo ameno, el célebre evangelista norteamericanonos desafía a vivir en unidad. D. L. Moody............................................................... 44ComuniónUn análisis de la comunión espiritual, en contraposición conla unidad meramente anímica. Dietrich Bonhoeffer................................................... 49

ESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIAEl joven rico que se hizo pobre (2ª Parte)Semblanza de Charles T. Studd............................................................................... 59Blas PascalProdigio científico y espiritual................................................................................... 71

ESTUDIO BÍBLICOBosquejo de Proverbios. A. T. Pierson................................................................... 75Símbolos y tipos del Antiguo Testamento.A. B. Simpson. ........................................................................................................ 76Viendo a Cristo en la disciplina de la IglesiaUn estudio de la Epístola a Tito. Stephen Kaung...................................................... 80Los nombres de CristoJesús. Harry Foster. ................................................................................................ 88

BIBLIA¿Cuánto sabe de la Biblia?Ponga a prueba sus conocimientos bíblicos............................................................. 92

INDICE

3AGUAS VIVAS

Foto de portada: «Alturas» (Autor: Mario Contreras).Las imágenes de esta edición no tienen necesariamente relación con personas o lugares

mencionados en los textos, salvo que se indique lo contrario.

INDICE

FAMILIALa vida hogareña de Arthur T. Pierson¿Cómo fueron los hogares de los grandes hombres y mujeresde Dios del pasado? D. Kenaston. .......................................................................... 95

JÓVENES¿Son lícitas las relaciones sexuales antes del matrimonio?Un enfoque bíblico directo a un problema de nuestro tiempo.................................. 100

APOLOGÉTICALa creación alaba a su Hacedor¿Tiene la creación un diseño y un propósito? Ricardo Bravo.................................. 108

REPORTAJESSorprendido por el EspírituNed Graham, hijo menor de Billy Graham, en su búsqueda de liberacióny llenura del Espíritu Santo. Sandra Chambers....................................................... 115

SECCIONES FIJASBocadillos de la Mesa del Rey.................................................................................. 43Perfiles.................................................................................................................... 57Citas Escogidas....................................................................................................... 74Cosas viejas y cosas nuevas................................................................................... 90Joyas de Inspiración................................................................................................ 94Maravillas de Dios.................................................................................................. 106Página del lector.................................................................................................... 120

4 AGUAS VIVASTEMA DE PORTADA

Una revisión de las prioridades de nuestra vida para aprove-char bien el tiempo.

Quisiera enfatizar el versículo16 de esta cita: «...aprovechan-do bien el tiempo, porque los

días son malos». He pasado algunasexperiencias en los últimos años conel Señor, y recientemente él ha puestoeste versículo en mi corazón, como ex-hortación a mi corazón, advirtiéndo-me y al mismo tiempo animándome.

«Aprovechando bien el tiempo». Laversión portuguesa traduce «redi-miendo el tiempo», comprando eltiempo, aprovechando aún más eltiempo, porque los días son malos.Estamos viviendo días muy difíciles.Y si aún no los estamos viviendo, vana llegar esos días difíciles; y necesita-

mos mirar al Señor, para animarnos ypara fortalecernos.

En estos días, el Señor ha habladoparticularmente a mi corazón, paraque yo mismo pueda volverme a él yredimir el tiempo que él me ha dado.Hemos vivido días muy trabajosos, ytoda clase de cosas han sucedidopara robar nuestro tiempo. Todos no-sotros tenemos veinticuatro horas pordía, pero parece que hay tantas cosasque hacer, que no tenemos tiempopara el Señor. Algo está mal con no-sotros. Tal vez no con ustedes, pero síconmigo.

En estos días, el Señor ha tocadomi corazón, para poner algunas cosas

Billy PinheiroBrasil

“Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechandobien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidosde cuál sea la voluntad del Señor” (Efesios 5:15-17).

5AGUAS VIVAS TEMA DE PORTADA

en orden en mi vida, porque por al-gún tiempo, en los años recientes, heestado tan ocupado con otras cosas,que hay algunas cosas muy impor-tantes del Señor que han sido puestasde lado. Pero gracias al Señor, él hahablado con nosotros, y espero y de-seo que el Señor hable con cada unode ustedes.

Cuando pensamos en este asuntode redimir el tiempo, hay algunospuntos importantes. Hoy me gustaríacompartir dos puntos relevantes.

Las prioridades de nuestra vidaCuando pensamos en cómo usar

nuestro tiempo o cómo usarlo mejorpara el Señor, lo primero que necesi-tamos ver es cuáles son las priorida-des de nuestro corazón, cuáles sonlas cosas más importantes. Y nos po-dríamos preguntar: ¿Tendrá el Señoralgún criterio para decirnos cuál es lacosa más importante?

Aunque seamos familia celestial,pueblo celestial, nosotros estamos vi-viendo en la tierra. No somos de estemundo, pero vivimos aquí. Y necesi-tamos mirar al Señor y preguntarle aél cuál es la prioridad de nuestravida que él tiene para nosotros.

Yo creo que cuando el EspírituSanto llevó a Pablo a escribir Efesios,el Señor lo condujo a poner las cosasen un orden de prioridad para noso-tros. Y la primera cosa en esa priori-dad es nuestra vida con Dios. Si con-tinuamos leyendo los versículos si-guientes a los que ya leímos, veremosque hay una secuencia, un orden. Laprimera de ellas está en el versículo18:

«No os embriaguéis con vino, en lo

cual hay disolución; antes bien sed llenosdel Espíritu, hablando entre vosotros consalmos, con himnos y cánticos espiritua-les, cantando y alabando al Señor envuestros corazones; dando siempre gra-cias por todo al Dios y Padre, en el nom-bre de nuestro Señor Jesucristo. Someteosunos a otros en el temor de Dios» (v. 18-21).

Cuando nosotros pensamos en lasprioridades, en qué invertir nuestrotiempo, entonces necesitamos vercuál es el primer lugar que Dios nospone. Yo entiendo que aquí lo prime-ro que el Señor pone es nuestra rela-ción directa con él. La prioridad nú-mero uno para nosotros es nuestravida con el Señor.

Pero Pablo continúa escribiendo.La segunda cosa de la cual habla es larelación entre marido y mujer. (Ef. 5:22-33). Esta es una segunda prioridadpara nosotros, los que estamos casa-dos. Y lo tercero que Pablo habla essobre los hijos, la familia. (Ef. 6:1-4).La cuarta prioridad en la secuencia,es con respecto a nuestro trabajo,acerca de los siervos y los patrones.(Ef. 6:5-9). Y por último, él habla denuestro ministerio, de nuestra guerraespiritual, de nuestro servicio a lossantos, de nuestra vida de oración.(Ef. 6:10-20).

Entonces, si hoy deseamos orde-nar nuestro tiempo según la voluntadde Dios, es importante que veamosestas prioridades. Por eso el Señorestá diciendo que debemos vivir pru-dentemente, como sabios, y no comonecios. Necesitamos procurar conocerla voluntad del Señor.

¿Cuál es la voluntad del Señorpara nosotros? Hace mucho tiempo

6 AGUAS VIVASTEMA DE PORTADA

atrás, cuando comencé a seguir al Se-ñor, yo no tenía claridad respecto deestas prioridades. Entonces, por al-gún tiempo, las prioridades de mivida estaban invertidas, y siemprehay pérdida cuando eso sucede. Eneste asunto de redimir nuestro tiem-po, necesitamos en primer lugar verlas prioridades del Señor. Muchas ve-ces hemos percibido en medio delpueblo de Dios mucha pérdida, mu-chos desastres, muchas personas he-ridas, porque esas prioridades estáninvertidas.

Es muy natural que en el primerlugar nosotros tengamos al Señor.Está claro en la Palabra. Necesitamosbuscar en primer lugar el reino deDios y su justicia, y todas las demáscosas nos serán añadidas. Pero muy amenudo, invertimos ese orden, bus-camos las otras cosas y no buscamosel reino de Dios; o buscamos el reinode Dios y también las otras cosas. Sibuscamos las otras cosas y no el reinode Dios, no recibimos ni las otras co-sas ni el reino de Dios.

Es un gran daño cuando no perci-bimos las prioridades de acuerdo a lavoluntad del Señor. A veces, tenemosmuchas disculpas para no hacer Suvoluntad. Cuando el Señor Jesús leshabló a los escribas y fariseos, él esta-ba llamando su atención porque ellosdecían que si ofrecían alguna cosa alSeñor y descuidaban a sus padres,eso estaba bien. Y el Señor les dijo:«No, ustedes están invalidando la Pa-labra de Dios».

Muchas veces decimos que quere-mos servir al Señor, y dejamos delado a nuestros padres o a nuestra fa-milia, y estamos invirtiendo las prio-

ridades de Dios. A veces, los que so-mos casados, queremos servir al Se-ñor, y ponemos la obra en primer lu-gar. Pero Dios nos dice que debemosser fieles en lo poco, y él nos pondrásobre lo mucho. Muchas veces ser fie-les en lo poco representa prestaratención a nuestras familias, a nues-tras esposas. Esto es muy importante.

He conocido algunos siervos delSeñor, quienes después de muchosaños de laborar en la obra de Diosnos han dicho que si comenzasennuevamente, no harían como hicie-ron, porque ellos habían invertido elorden, dejaron a su familia en ungran daño por causa de la obra deDios.

No me entiendan mal; no estoyqueriendo decir que no tenemos queestar en la obra del Señor. Pero es ne-cesario tener un equilibrio. Para queseamos edificados, para que haya ar-monía en nuestras vidas, para quenuestro tiempo sea bien invertido,necesitamos tener ese orden de Diosmuy claro en nuestros corazones.

A veces, hemos puesto nuestrotrabajo en primer lugar. Y decimos:‘Yo necesito trabajar para sustentar ami familia’, y nos afanamos mucho.Muchas veces eso es un engaño deSatanás. Recuerden al pueblo de Diosen Egipto. Una de las estrategias deSatanás, la estrategia de faraón, fueponer más trabajo sobre el pueblo.Faraón dijo: ‘Ustedes están muchotiempo ociosos, por eso quieren ofre-cer sacrificios a su Dios. Entonces, yoles voy a quitar la paja, y tendrán queproducir más ladrillos’.

Ese es un sistema que impera hoytambién. Se nos quita la paja y tene-

7AGUAS VIVAS TEMA DE PORTADA

mos que producir más. Necesitamosponer las cosas en orden. Las priori-dades de Dios deben estar en su lu-gar; tenemos que hacer todas las co-sas de acuerdo a Su voluntad. Poreso, esta palabra de Pablo es muy im-portante.

Debemos vivir, no como necios,sino como sabios; debemos buscar lavoluntad de Dios. Entonces el Señornos puede mostrar cuál es su volun-tad, cómo vamos a tener una vidaequilibrada, para redimir nuestrotiempo. Ese es el primer punto. Esmuy importante. Que el Señor nosbendiga y nos dé claridad acerca desus prioridades; que no invirtamosesas prioridades, y que tampocoenfaticemos más una de ellas con res-pecto a las otras.

Cuando tenemos las prioridadesen su orden correcto en nuestra vidacon Dios, en nuestra búsqueda delSeñor, él nos va a dar sabiduría paratener las otras prioridades en orden.Que el Señor nos bendiga en esto.

Contando nuestros días delante delSeñor

El segundo punto importantecuando nosotros pensamos en redi-mir nuestro tiempo, en ganar nuestrotiempo, es el hecho de saber contarbien nuestros días delante de Dios.Cuando Moisés estaba en el final desu vida, él hizo una oración muy im-portante: «Enséñanos de tal modo a con-tar nuestros días, que traigamos al cora-zón sabiduría» (Sal. 90:12).

Esa es una oración importantepara nosotros. Moisés era alguienque tenía mucha intimidad con el Se-ñor. La Escritura dice que el Señor

hablaba con Moisés como con unamigo, cara a cara. Aun así, Moisésestaba pidiendo sabiduría. ¿Cuántomás nosotros necesitamos pedir sabi-duría para contar nuestros días?

La Palabra de Dios, principalmen-te en el Antiguo Testamento, tienemuchos ejemplos de Dios contandolos días del pueblo de Israel, y tam-bién hay ejemplos de días y años per-didos, cuando Dios no contó el tiem-po de Israel.

Puede ser que muchas vecesnuestros días, nuestros años, no esténsiendo contados por el Señor. Si al-guien aquí aún no ha tenido un en-cuentro con el Señor Jesús, queremosdecirle que, espiritualmente, usted notiene ningún día en la presencia delSeñor. Es necesario arrepentirse,creer en el Señor Jesús y confesarlecomo Señor, y entonces él le va a sal-var, y algo espiritual, algo maravillo-so, sucederá con usted – Usted va anacer de nuevo, y va a tener su pri-mer día de vida delante de Dios.

A veces nosotros hemos pasadomuchos años caminando con el Se-ñor. Algunos de nosotros nacimos denuevo hace veinte, treinta o cincuentaaños. Pero eso no significa que todos

Algunos de nosotros na-cimos de nuevo haceveinte, treinta o cincuen-ta años. Pero eso no sig-nifica que todos esosaños fueron contadosdelante del Señor.

8 AGUAS VIVASTEMA DE PORTADA

esos años fueron contados delantedel Señor. A veces, nuestros días,nuestros años, han sido consumidospor cosas que no agradan al Señor yno han sido vividos en la presenciadel Señor, no han sido vividos en elorden que Dios ha puesto. Y necesita-mos volvernos al Señor, y hacer estaoración que hizo Moisés: «Señor, en-séñanos a contar nuestros días, y da-nos un corazón sabio para contar es-tos días».

La alegoría de la langostaQuiero leer un versículo en el li-

bro de Joel. Hay una promesa deDios aquí. Tal vez Dios pueda hablara tu corazón de la misma manera enque habló conmigo a través de esteversículo. Como dije al comienzo, amenudo el Señor ha hablado conmi-go exhortándome o animándome, ytambién advirtiéndome. Y este es uncaso; es una promesa del Señor alpueblo de Dios: «Y os restituiré losaños que comió la oruga, el saltón, elrevoltón y la langosta, mi gran ejércitoque envié contra vosotros» (Joel 2:25).

Esta es una promesa del Señor. Elpueblo de Dios había vivido lejos dela voluntad del Señor, y por esa ra-zón esos años habían sido consumi-dos, habían sido perdidos. Mas ahorael Señor les está prometiendo que lesrestituiría los años que habían sidoconsumidos.

A veces nosotros miramos haciaatrás, después de algún tiempo si-guiendo al Señor, y nos sentimosfrustrados, porque parece que mu-chas cosas no valieron la pena; pareceque perdimos mucho tiempo con tan-tas cosas, y no tuvimos las priorida-

des de Dios bien fuertes en nuestrocorazón; parece que aquel tiempo fueconsumido, que no tiene ningún va-lor.

El Señor nos promete que él va arestituir esos años. Tal vez hemosperdido mucho tiempo hasta aquí,pero el Señor nos está prometiendoque él va a restituir esos años. Él pue-de hacer todo nuevo para nosotrosotra vez. Esta palabra es maravillosa,y quisiera dejarles esta palabra deánimo.

El Señor va a restituir los añosperdidos. No importa cuántos añosfueron perdidos, ¡hay esperanza paratodos nosotros! El Señor es maravillo-so. Él es un Padre bondadoso, y pue-de darnos nuevamente ese tiempo,puede restaurar ese tiempo perdido.Nuestro Dios es un Dios de oportuni-dades. Tal vez ahora podamos miraral Señor, y él nos dará una nuevaoportunidad y restituirá los años quefueron consumidos.

Aquí en Joel está diciendo que losaños del pueblo de Dios fueron con-sumidos por la langosta. Esa fue unadisciplina de Dios. En el Antiguo Tes-tamento, en el libro deDeuteronomio, el Señor dice quecuando el pueblo no estuviere vivien-do de acuerdo con su voluntad, cuan-do el pueblo dejare al Señor de lado,y no hiciere de acuerdo con aquelloque Dios había ordenado, Dios iba apermitir que la langosta consumiesetodo su trabajo.

En este caso, el Señor está dicien-do ahora que si nos volvemos a él, élva a restituir los años que fueron con-sumidos por la langosta. Tal vez enesta mañana, cada uno de nosotros

9AGUAS VIVAS TEMA DE PORTADA

delante del Señor necesita preguntarcuál ha sido la langosta en nuestravida. El Señor, por su Espíritu, puededar luz a nuestros corazones y mos-trarnos cuál ha sido esa langosta. Talvez sea una vida muy ocupada, queno tiene tiempo para buscar al Señor,o el enfriamiento de nuestro corazón,o la desobediencia de nuestro cora-zón. El Espíritu de Dios puede hablarcon cada uno de nosotros, puede ilu-minar nuestros corazones y mostrar-nos cuál es la langosta.

La langosta puede consumirnuestros años delante de Dios, y pue-de devorar todo el fruto de nuestrotrabajo. Entonces, es importante quevengamos delante de Dios y que elSeñor nos muestre, que abra nuestroentendimiento y nos haga ver qué esaquello que ha sido la langosta ennuestras vidas, para que nuestrosdías sean contados en la presenciadel Señor, para que podamos decircomo Pablo al final de su vida: «Hepeleado la buena batalla, he acabado lacarrera, he guardado la fe» (2ª Tim. 4:7).

Pablo completó su carrera, porqueciertamente sus años fueron contadosdelante de Dios. Si no fuese así, sucarrera no habría sido acabada. Mas,gracias a Dios, él puede dar ese testi-monio de que completó su carrera.Nosotros tenemos el testimonio dePablo de que Dios es fiel, y Dios pue-de hacernos completar también lanuestra.

Pero si nuestros años fueron con-sumidos por la langosta, no será fácilacabar nuestra carrera. Por el contra-rio, puede ser que no la acabemos, yesa sería una cosa terrible delante delSeñor. Mas, gracias a Dios por la bon-

dad de Dios; una y otra vez él hablacon nosotros por su amor para connosotros. Él nos llama la atencióncomo un Padre bondadoso y nosmuestra cuál es el camino que debe-mos seguir. El Señor me ha mostradomuchas langostas en mi vida. Graciasa Dios, él es poderoso y bondadosopara restituir los años que fueronconsumidos.

Alimentándonos de langostasHay una persona muy importante

en el Nuevo Testamento que vivió enla victoria de Dios. Es Juan el Bautis-ta. ¿Ustedes recuerdan cuál era la co-mida de Juan el Bautista? ¡Langostas!Hermanos, este es un testimonio ma-ravilloso del Espíritu Santo en su Pa-labra. Aquellas cosas que pueden ha-cer consumirse nuestros años, son lasmismas cosas que pueden tambiénllevarnos a contar nuestros días de-lante de Dios y nos pueden fortaleceren el Señor. Juan el Bautista se ali-mentaba de langostas. Las langostasno lo consumieron a él, sino que él sealimentaba de ellas.

Muchas veces las tribulaciones,las aflicciones de nuestra vida, losproblemas entre hermanos, los pro-blemas en la familia, los problemasde salud, los problemas financieros ytoda clase de cosas, pueden estar con-sumiendo nuestros años. Pero, si va-mos delante del Señor, todas esas co-sas nos van a hacer más sabios y nosvan a llevar a contar nuestro días de-lante de Dios. Nos vamos a fortalecerdelante del Señor, y él va a usar esocomo una comida para nosotros.

Cuando recordamos al pueblo deDios que salió de Egipto para entrar

10 AGUAS VIVASTEMA DE PORTADA

en Canaán, el testimonio de ellos an-tes de entrar era que aquellas perso-nas en Canaán eran gigantes, y queellos se sentían como langostas. En-tonces el pueblo murmuró delante deDios. Pero dos personas, Josué yCaleb, proclamaron que el Señor es-taba con ellos, y porque el Señor esta-ba con ellos aquellos gigantes seríancomo pan para ellos.

Yo creo que no fue en vano que elSeñor, por el Espíritu Santo, haya re-gistrado que Juan el Bautista se ali-mentara de langostas. Juan el Bautis-ta tiene un testimonio delante deDios, y una de las cosas maravillosasen la vida del profeta es que él era unnazareo, una persona consagrada alSeñor. Y como ustedes recuerdan, unnazareo no podía cortar su cabello,no podía tocar cosas muertas y tam-poco podía tomar vino.

Esta es una situación importantepara nosotros. Cuando nosotros que-remos comer las langostas, cuandoqueremos contar nuestros días, nece-sitamos consagrarnos al Señor, comoun nazareo. Tener nuestros cabelloscrecidos, no físicamente, sino espiri-tualmente, significa negarnos a noso-tros mismos, tomar la cruz y seguir alSeñor, día a día.

No es que el vino, que alegra elcorazón del hombre, sea pecaminoso.

Nosotros podemos tomar vino. Peroaquí, espiritualmente, es una figurade que muchas veces, por amor al Se-ñor, dejamos de lado algunas cosasque son buenas, para dedicarnos a él.

Otra cosa que un nazareo hacíaera no tocar cosas muertas. Espiri-tualmente, esto nos habla que tampo-co debemos tocar las cosas que a losojos del Señor son muertas. Necesita-mos estar delante de Dios en consa-gración, y él es quien puede ayudar-nos, porque en nosotros mismos notenemos fuerzas. Pero con la ayudadel Señor, por su Espíritu, podemosir adelante y rogarle que nos ayude acontar nuestros días, y así nuestrosdías serán contabilizados por el Se-ñor.

El Señor nos ha dicho, entonces,que debemos redimir nuestro tiempo.Que él nos ayude, nos hable al cora-zón, para que podamos redimir nues-tro tiempo en estos días tan malos ycorrer nuestra carrera de forma queagrade a nuestro Padre, de forma quetraiga gloria al Señor, y cuando lle-guemos delante de él podamos oíraquella frase maravillosa: «Bien, buensiervo y fiel; sobre poco has sido fiel, so-bre mucho te pondré; entra en el gozo detu Señor».

Que el Señor nos bendiga. Amén.(Mensaje impartido en Temuco, en mayo de 2006).

* * *El secreto

Caminaba cierto día el pastor Roberto Hosford por una calle de laciudad de Rosario (Argentina), cuando se cruzó con un conocidoque, al reparar en su buen aspecto físico, le preguntó: “Dígame,señor Hosford, ¿cuál es el secreto de su buena salud?”. A lo que elaludido respondió: “Una conciencia limpia y una sola mujer”.

Roberto H. Romanenghi, Anécdotas de actualidad

11AGUAS VIVAS TEMA DE PORTADA

La restauración del muro y las puertas de Jerusalén como “unretrato de la iglesia en vías de restauración”.

Hernando ChamorroColombia

Lectura: Nehemías 1:1-3:32.

Tal como el pueblo de Israelfue llevado cautivo a Babilo-nia en tres etapas –primero

en los tiempos de Joacim, luego entiempos de Joaquín y por último en elaño once de Sedequías– así tambiénfue retornado a su tierra por etapas.

Primeramente el rey Ciro dio or-den de restaurar el templo, de llevarlos utensilios que estaban enBabilonia a la casa de Dios, la cual es-taba destruida. Entonces Ciro envió aZorobabel y a Jesúa, quienes restau-raron primero el altar y después eltemplo. Luego, cincuenta y ocho añosdespués, vino Esdras y adornó eltemplo, y también abrió las Escritu-

ras. Trece años después llegóNehemías, para restaurar los muros,las puertas y la ciudad en sí.

Queremos concentrarnos enNehemías, en la restauración delmuro y de las puertas. Es un retratode lo que es la vida de la iglesia envías de restauración, para llegar a sercomo Filadelfia, que es lo que el Se-ñor quiere hoy.

¿Para qué sirve un muro? Paraprotegerse, por un lado. Pero tam-bién sirve para separar. Un muro sir-ve para excluir y también para in-cluir. La cristiandad tiene mundo; lavida de la iglesia no tiene mundo.Entonces, estos muros de separación

12 AGUAS VIVASTEMA DE PORTADA

tienen sus puertas, y estas puertas,de una manera gradual, representanla restauración del cristiano indivi-dual y también de la vida de la igle-sia.

Jerusalén representa el centro deadoración. Antes había otros centrosde adoración. Por ejemplo, en tiem-pos de Salomón, se hacía oración ysacrificios en Gabaón, en Silo y enotras partes. Pero la gloria de Diosabandonó Silo. Dios no admite otrocentro de adoración que no sea Jeru-salén. Igualmente, Dios no admiteahora otro centro de adoración sinola vida de la iglesia.

La Puerta de las OvejasEn Nehemías 3:1 se habla de la

puerta de las Ovejas. Lo primero quefue restaurado fue la puerta de lasOvejas. Esto representa el nuevo na-cimiento. Representa también, cuan-do se refiere a Cristo, que nuestro Se-ñor Jesús, cuando vino por primeravez, vino como oveja, y entró por esapuerta, montado en un pollino hijode asna, y fue ovacionado aun por losniños.

Cuando él retorne por segundavez entrará por la puerta Oriental, yano como oveja, sino como león. Novendrá a ser juzgado en la cruz, sinocomo rey.

La puerta de las Ovejas nos hablade la entrada a la vida de la iglesia.Nadie puede entrar sino por Cristo.El Señor ha dicho: «Yo soy la puerta; elque por mí entrare, será salvo».

Vemos que las demás puertas te-nían sus cerrojos y sus cerraduras;pero la puerta de las Ovejas fue deja-da sin cerrojos, o por lo menos no se

los menciona. Pero es necesario quela puerta tenga cerrojos. No podemosadmitir a cualquiera en la vida de laiglesia, no podemos ser totalmenteinclusivos de una manera ingenua,incluyendo toda clase de personas,sino solamente ovejas. Por eso sonnecesarios los cerrojos.

Los cerrojos hablan de nuestrospastores. En Hechos capítulo 20 dice:«...mirad por todo el rebaño en que el Es-píritu Santo os ha puesto por obispos,para apacentar la iglesia del Señor, lacual él ganó por su propia sangre. Porqueyo sé que después de mi partida entraránen medio de vosotros lobos rapaces, queno perdonarán al rebaño».

Esta puerta de las Ovejas, en cier-to sentido, estuvo sin cerrojos des-pués del siglo I. En los tiempos dePérgamo, empezaron a entrar no so-lamente ovejas, sino lobos. Más tardevemos cómo se casó la iglesia con elEstado, y después de Pérgamo degra-dó en Tiatira, lo que es el romanismo.Después pasó a Sardis, que significala iglesia protestante, y después pasade Sardis a Filadelfia y de allí aLaodicea.

La Puerta del PescadoLuego vemos la puerta del Pesca-

do. Después que una persona ha sidosalva, el primer deseo que tiene es

Hoy en día, muy pocaspersonas tienen polvo enlos pies para sacudir, por-que realmente pocos sonlos que salen a predicar.

13AGUAS VIVAS TEMA DE PORTADA

pescar hombres. Cuando nuestroamado hermano Pablo se convirtió alSeñor, dice la palabra: «Y en seguidapredicaba».

Esto es necesario en la vida de laiglesia. Lo digo porque muchas vecesnos apacentamos a nosotros mismosy no somos pescadores de hombres.El Señor anhela que seamos pescado-res de hombres. La vida de la iglesiano solamente es escuchar altas doctri-nas y poca vida práctica. El Señormás bien quiere vida práctica. ¿Y quémás vida práctica que enmaderar lapuerta del Pescado, o sea, ser pesca-dores de hombres?

El Señor dijo a sus discípulos:«Venid en pos de mí, y os haré pesca-dores de hombres». También diceIsaías 52:7: «¡Cuán hermosos son sobrelos montes los pies del que trae alegresnuevas, del que anuncia la paz ... del quepublica salvación, del que dice a Sion: TuDios reina!». Primero publica salva-ción, entendiéndose el evangelio dela gracia, y después publica ‘Tu Diosreina’, refiriéndose al evangelio delreino.

Realmente, los pies hermosos noson aquellos pies que van al salón debelleza o al pedicuro, sino aquellosque tienen polvo, aquellos que cami-nan. El Señor Jesús envió a sus discí-pulos de dos en dos a predicar, a serpescadores de hombres. «Y si hubieseun hijo de paz, posad en esa casa, yvuestra paz será sobre esa casa, y sihay enfermos, sanadlos. Pero si en talciudad no os reciben, sacudid el pol-vo de vuestros pies sobre la ciudad. Yde cierto os digo que será más tolera-ble el castigo para Sodoma yGomorra que para esa ciudad».

Pero hoy en día, alguien dijo quemuy pocas personas tienen polvo enlos pies para sacudir, porque real-mente pocos son los que salen a pre-dicar. Por eso digo que realmente lospies hermosos de que habla Isaíasson los pies que tienen polvo para sa-cudir. Entonces, el Señor nos insta apredicar a tiempo y fuera de tiempo.

La Puerta ViejaDespués que una persona es ove-

ja, después que ha pasado por lapuerta del Pescado, y se convierte enpescador de hombres, es necesarioque no sólo como persona sino comoiglesia, sea restaurada la puerta Vie-ja. La puerta Vieja se refiere a volver-nos a las sendas antiguas.

Jeremías 6:16 dice: «Así dijoJehová: Paraos en los caminos, y mirad, ypreguntad por las sendas antiguas, cuálsea el buen camino, y andad por él, y ha-llaréis descanso para vuestra alma». Lapuerta Vieja se refiere a volver alprincipio. Eso es lo que el Señor quie-re. Volver al modelo original de Dios,a la iglesia tal como está en el librode los Hechos.

La Biblia dice claramente en He-chos 2:42: «Y perseveraban en la doctri-na de los apóstoles, en la comunión unoscon otros, en el partimiento del pan y enlas oraciones». Estos son los caminosantiguos, estas son las sendas anti-guas.

Hoy en día lo que parece ser tra-dición en la cristiandad no es lo anti-guo, sino lo nuevo. Por decirlo así, esel carro nuevo donde se lleva el arcatirada por bueyes, al estilo filisteo.Entonces, el Señor nos demanda quevolvamos a las sendas antiguas, a te-

14 AGUAS VIVASTEMA DE PORTADA

ner comunión unos con otros, a partirel pan, a perseverar principalmenteen la doctrina de los apóstoles, de losapóstoles que aparecen en las cartasdel Nuevo Testamento. (Digo estoporque ahora hay personas que dicenser apóstoles, y no lo son).

Nosotros tenemos que perseveraren estas cuatro disciplinas: la doctri-na o la enseñanza de los apóstoles, elpartimiento del pan, la comuniónunos con otros y las oraciones. Tene-mos que volver a las sendas antiguas.No podemos innovar. El Señor noestá interesado en que nosotros inno-vemos, sino que permanezcamos con-forme al modelo que nos ha sidomostrado.

A través de los siglos, el Señor haido recuperando la enseñanza de losapóstoles y las demás cosas. Esto estásiendo restaurado, y fue restauradorelativamente a través de la historia.Por ejemplo, Martín Lutero, con lajustificación por la fe sin obras,Calvino con la salvación eterna queno se pierde y la predestinación, yotras recuperaciones que ha traído elSeñor a través de los santos, comoJohn Wesley y la santificación por elEspíritu, la vida interior, y muchasenseñanzas que fueron escondidaspor el enemigo por mucho tiempo yya han sido restauradas.

Por último, los hermanos libres enInglaterra fueron trayendo lo que esla parte de la eclesiología, lo que es laiglesia en su aspecto universal y ensu aspecto local. Más adelante vemosa nuestro hermano Nee To-sheng, yha llegado hasta nuestros días la doc-trina, la enseñanza de los apóstoles.Pero no nos conformamos con la en-

señanza, sino también con la práctica.La vida de la iglesia no consiste enllenarnos de información, sino devida práctica.

El libro de los Hechos dice: «En elprimer tratado, oh Teófilo, hablé acerca detodas las cosas que Jesús comenzó a hacery a enseñar...». Primero hacer, luegoenseñar. El Señor demanda de noso-tros, en esta época, vida práctica. Nonos llenemos tanto de teología, detantos misterios. Vivir la vida de laiglesia es lo que realmente vale. Lle-var una vida práctica, que nos ame-mos los unos a los otros.

La Puerta del ValleLuego, en el verso 13, viene la

puerta del Valle. Esta puerta del Vallenos habla acerca de la humildad.Cuando nosotros llegamos a la vidade la iglesia, venimos con muchas ín-fulas, con ganas de buscar posición.Traemos muchas cosas, mucha alti-vez, buscando influencias, aplicamospolíticas, y esta puerta del Valle ha-bla de eso.

Cuando nosotros somos llamadosa vivir como los santos en la iglesiaprimitiva, entonces sucede lo quedice en Isaías 40:4: «Todo valle sea alza-do, y bájese todo monte y collado; y lotorcido se enderece, y lo áspero se alla-ne», y Lucas 14:11: «Porque cualquieraque se enaltece, será humillado; y el quese humilla, será enaltecido». Esto es lavida de la iglesia; la vida de la iglesiaes una vida de cruz.

La vida de la iglesia no se edificasino con sufrimiento, se edifica pormedio de la negación del yo y por eltomar la cruz cada día. Aquí la puer-ta del Valle significa eso, que cuando

15AGUAS VIVAS TEMA DE PORTADA

entramos a la vida de la iglesia so-mos ovejas, somos pescadores dehombres, pasamos por la puerta Viejay entramos por las sendas antiguas;hemos recuperado la Palabra, la doc-trina y la enseñanza de los apóstoles,y luego que tenemos todas estas co-sas, hay muchos valles.

Doy gracias a Dios por los valles.Pero también hay montes entre noso-tros, y el Señor pasa su aplanadora, ynos allana. Empieza a tratarnos en lavida de la iglesia. Nos empieza a darduro el Señor allí, a través de los her-manos, a través de las hermanas, em-pieza el Señor a usar sus limas. Cadasanto, cada santa en la vida de laiglesia, tiene que tener su lima, suhermanito, su hermanita, que por ahíel Señor lo trata, ¿verdad? La lima espara limar las asperezas, para rebajaralgo que sobresale. Y es que el Señorno quiere que sobresalga nadie en lavida de la iglesia.

En la cristiandad hay mucha gen-te que sobresale. Allí hay gigantes es-pirituales, pero en esta última partede esta dispensación de la restaura-ción de la vida de la iglesia, Dios nova a trabajar con gigantes. Dios va atrabajar con un cuerpo. Dios está in-teresado en que todos los santos ejer-zan su sacerdocio.

¿Se acuerdan de Saúl? Dice la Pa-labra que Saúl sobresalía entre todoslos israelitas, tenía la estatura mayor.Sí, pero a veces el Señor pasa su hozasí a ras, y la cabeza que sobresale elSeñor la cercena. Y la cabeza de Saúlfue cortada. Bueno, él mismo se atra-vesó la lanza, pero después le corta-ron la cabeza, porque su cabeza so-bresalía. Entonces en la vida de la

iglesia, a veces el Señor pasa su hoz ycorta la cabeza que sobresale. Aquí laúnica cabeza que sobresale es Cristo.¡Aleluya! Gracias, Señor, por la puer-ta del Valle.

La Puerta del MuladarMás adelante, en el verso 14, ve-

mos la puerta del Muladar. Era unapuerta cuya salida era hacia el vallede Hinom, a la Gehenna. Era el valledonde se tiraba la basura de Jerusa-lén. Las puertas son tanto para abriry para cerrar. Las puertas se abren,en el caso de las ovejas, y entran. «Yentrarán por la puerta y hallarán pas-tos». Pero la puerta también tieneotra función que es para expulsar osacar. La puerta del Muladar era esapuerta por donde sacaban la basura.Se refiere en el aspecto individualtanto como en el colectivo, a nuestravida interior. En nuestra vida interiorhay muchas cosas. Cada uno de no-sotros tiene una vida secreta, bien es-condida. No es pública, sólo Dios laconoce, y allí el Señor está tratandocon nosotros.

El Señor, a través de la cruz, estátratando con todos los elementos ne-gativos, con todos los elementos ma-lignos que hay allí. Porque la Bibliadice que no es lo que entra a la bocalo que contamina, sino lo que sale dela boca. Sí, porque lo que sale del co-razón se refiere a la vida ‘almática’.Eso es lo que contamina al hombre.¿Qué es lo que sale del corazón? Loshomicidios, los adulterios, las estupi-deces, las arrogancias, todas estas co-sas.

Entonces, esto de la puerta delMuladar significa dejarnos tratar por

16 AGUAS VIVASTEMA DE PORTADA

el Señor. Es nuestra responsabilidadcomo creyentes el desocuparnos, y esla responsabilidad de Dios el llenarvasijas vacías. El Señor no va a llenarvasijas mientras no estén vacías. Elíasle dijo a la viuda: «Búscate vasijas, yno pocas, que estén vacías», y fueronllenas de aceite. La condición paraser lleno del Señor es estar vacío.

La Biblia, en Apocalipsis, presen-ta dos vasijas, refiriéndose al aspectoeclesiástico. Tenemos una vasija va-cía, Filadelfia, pobre, débil, con pocafuerza. Y el Señor la llena. El Señor ledice: «Pero tú eres rico». También ve-mos una vasija llena de su propio yo,la iglesia en Laodicea. Dice: «Tú dicesque eres rico, que no necesitas denada; ni siquiera de mí, porque estoyafuera de la puerta, tocando. Pero túeres pobre, miserable y desnudo».

El Señor necesita que, alenmaderar nosotros la puerta delMuladar, nos desocupemos. La luzde Dios nos lleva a mostrarnos cuánindignos somos. Entonces, la puertadel Muladar es el desocuparnos denosotros mismos para que en lapróxima puerta, la de la Fuente, quesignifica la llenura del Espíritu, sea-mos llenos del Señor. Si estamos lle-nos de nosotros mismos, el Señor nova a bendecirnos. Tenemos que usarla puerta del Muladar.

Se presentaron dos personas, unausó la puerta del Muladar y la otrano. Un fariseo y un publicano. El fari-seo se presentó lleno, diciendo: «Se-ñor, yo soy el bueno, yo ayuno tantasveces a la semana, doy diezmos, yohago, yo, yo y yo». La Biblia dice queeste hombre hablaba solo; él suponíaque estaba hablando con Dios, pero

«hablaba consigo mismo». El otro sepresentó vacío, débil. «Señor, sé pro-picio a mí, pecador». Se presentó sinfuerzas, y dice la Palabra del Señorque salió justificado el publicano y noel fariseo.

Esta es la condición que Dios re-quiere: el ser vaciados. Cada vez queel Señor nos toca un asunto a travésde un hermano, o el Espíritu mismonos redarguye, tenemos que ir ante ély decir: ‘Señor, ayúdame a despren-derme de esto, a desocuparme deesto. ¡Miserable de mí!’. Entonces, sa-bemos que con nuestras propias fuer-zas no podemos vencer, sabemos quees en la fuerza del Señor, y entoncesnos desocupamos. Tenemos que de-jarnos tratar por el Señor.

Muchas personas le huyen al tra-to de Dios, y esto es cerrar la puertadel Muladar. La puerta del Muladares echar toda la basura fuera de lavida de la iglesia. Nosotros no pode-mos traer muerte a la vida de la igle-sia, no podemos traer lepra dentro deJerusalén, porque seremos realmentesacados por la puerta del Muladarpara ser tratados allí en el valle deHinom.

Ahora tenemos la oportunidad,ahora que el Señor no ha llegado, dedesocuparnos de nosotros mismos yllevar nuestra propia cruz y crucificaral viejo hombre. De lo contrario, laPalabra dice que si la sal perdiere susabor, o su fuerza, no sirve paranada, ni para sazonar, ni para la tie-rra, ni para el muladar. Entonces, esnecesario ser tratados aquí, y no sertratados en el valle de Hinom, en laGehenna de fuego.

17AGUAS VIVAS

La Puerta de la FuenteEntonces, vamos más adelante.

En el verso 15, dice: «Salum hijo deColhoze, gobernador de la región deMizpa, restauró la puerta de la Fuente».La puerta de la Fuente se refiere a serllenos del Espíritu Santo después quehemos sido desocupados de toda labasura. Entonces somos vasijas lim-pias, y necesitamos ser llenos del Es-píritu Santo, necesitamos que la fuen-te, el fluir del Espíritu, sea en cadauno de nosotros.

En una casa grande hay vasos deoro, hay vasos de barro y de madera.Pero dice también: «Si alguno se limpiade estas cosas – refiriéndose a la doc-trina, a la enseñanza, a la basura deHimeneo y Fileto acerca de que la re-surrección ya se había efectuado y demuchas otras cosas – será vaso santifi-cado y útil al Señor».

Esto de ser llenos del EspírituSanto es necesario. No es un discursopentecostal lo que estoy hablando.Esto es necesario en la vida de la igle-sia. El ser llenos del Espíritu Santo noes de una vez y para siempre. Si uste-des miran el libro de los Hechos, diceque ellos fueron llenos del EspírituSanto el día de Pentecostés. Pero másadelante muchas de estas personas,en el capítulo 4, estaban orando, y ellugar donde estaban orando tembló,y fueron llenos del Espíritu Santo porsegunda vez. Eso indica de que hayun llenar del Espíritu Santo constan-temente.

El Señor no nos llena una vezpara siempre del Espíritu. La llenuradel Espíritu no es la regeneración o larecepción de la vida eterna. Aquí es-tamos hablando de otra cosa: de ser

llenos del Espíritu Santo para el ser-vicio. Necesitamos ser llenos del Es-píritu Santo una y otra vez.

Los hermanos en Éfeso, cuandoPablo estuvo con ellos por más detres años, vieron las maravillas delSeñor, fueron llenos del Espíritu San-to, y muchos años después, Pablo es-cribe: «No os embriaguéis con vino ...antes sed llenos del Espíritu Santo».¿De qué manera? «Hablando». Somosllenos del Espíritu hablando. «Abretu boca, que yo la llenaré».

Hay que hablar, hay que fluir,hay que predicar, hay que enseñar,hay que salmodiar. Todas experien-cias, todo esto es vida práctica; estonos llena del Espíritu Santo.

La Puerta de las AguasEntonces, vemos más adelante, en

el verso 26, la puerta de las Aguas.Esta puerta se refiere al beber la Pala-bra. La Palabra es santificadora. Alsólo leer la Palabra por el Espíritu,produce limpieza de los pies. Porqueya nosotros hemos sido lavados porla sangre del Señor. Los que ya estánbañados no necesitan sino lavarse lospies. Eso le dijo el Señor a Pedro. Estose refiere a que la Palabra nosredarguye, la Palabra nos limpia delpolvo del camino, de toda impurezaque en la vida cotidiana tenemos.

En el tabernáculo de Dios en eldesierto, había una fuente de bronce.El fondo de esa fuente fue hecho conlos espejos de las mujeres de Israel.Entonces, ahí el sacerdote echabaagua limpia, y con esta agua él se la-vaba. Y lo primero que se reflejabaera la cara del sacerdote.

Esto indica que cuando nosotros

TEMA DE PORTADA

18 AGUAS VIVASTEMA DE PORTADA

vamos a la Palabra, la Palabra nosmuestra nuestra condición espiritual.Nosotros podemos engañar a los her-manos, pero no podemos engañar anuestra conciencia. La Palabra noshabla, nos muestra nuestra condi-ción, ya sea pecaminosa o no. Allí so-mos liberados, somos expuestos porla Palabra del Señor. Por eso el Salmo119 dice: «La exposición de tu pala-bra alumbra, y la suma de tu palabraes verdad».

Nosotros no podemos edificar laiglesia en base a experiencias indivi-duales de santos, no podemos edifi-car a la iglesia porque un santo tuvouna visión o tuvo un sueño o tuvouna experiencia. Si no está de acuer-do a la Palabra, no puede edificar laiglesia. La iglesia tiene que ser edifi-cada en base a la Palabra. Esta Pala-bra nos lava, esta Palabra nosredarguye, esta Palabra nos edifica.

El apóstol Pablo le decía aTimoteo: «Mientras yo voy, ocúpatede la lectura». Es menester que no so-lamente como individuos vayamos ala Palabra, sino también como iglesia.Que haya reuniones de lectura de laPalabra, no de lectura de libros –aunque los libros son buenos y sepueden leer, y puede haber lecturade libros –, pero sí de la palabra delSeñor tanto del Antiguo como delNuevo Testamento. Porque las cosasdel Antiguo fueron escritas paranuestra enseñanza, para nuestroejemplo.

La Puerta de los CaballosMás delante, en el verso 28, ve-

mos la puerta de los Caballos. Estapuerta se refiere a la batalla espiri-

tual. Vamos entonces a Proverbios21:31: «El caballo se alista para el díade batalla; mas Jehová es el que da lavictoria». Nosotros somos el caballo;no pensemos que somos el jinete. ElSeñor es el jinete. Recuerden que elSeñor entró a Jerusalén en un pollino.Él era el que iba montado; la gloriaera para el Señor, no para el pollino.El caballo somos nosotros, que nece-sitamos ser refrenados, ser dirigidoscon freno.

2ª a Timoteo 4:7. Dice el apóstolPablo: «He peleado la buena batalla, heacabado la carrera, he guardado la fe».Nosotros estamos peleando la buenabatalla, porque la victoria es nuestra;ya el Señor en la cruz la logró. «Por lodemás, me está guardada la corona dejusticia». No de misericordia, sino dejusticia. «...la cual me dará el Señor, juezjusto, en aquel día». Ahí está hablandode galardón, no de un regalo, no degracia inicial, sino de recompensa.«...y no sólo a mí, sino también a todoslos que aman su venida».

Entonces, una persona, un caballode batalla del Señor, tiene que amarla venida del Señor. Un caballo tieneque estar preparado para la batalla.Nosotros tenemos que estar prepara-dos con toda la armadura de Diosque aparece en Efesios. No dice queúnicamente la espada o el casco.Efesios 6:14-17 nos habla que hay quetomar toda la armadura de Dios.

Y el verso 11, anteriormente, diceasí: «Por lo demás, hermanos míos, forta-leceos en el Señor y en el poder de sufuerza». Este fortalecerse en el Señores una consideración de fe. Simple-mente hay que creer al Señor, confe-sar que estamos fortalecidos. Es una

19AGUAS VIVAS TEMA DE PORTADA

confesión, un creer al Señor que esta-mos fortalecidos en el poder de sufuerza.

«Vestíos de toda la armadura de Dios,para que podáis estar firmes contra lasasechanzas del diablo». Aquí nos hablala palabra de que si nosotros partici-pamos de la buena batalla y la pelea-mos, nuestro galardón es guardado,o sea, entramos al reino.

La Puerta OrientalMás adelante se menciona la

puerta Oriental, que habla de la veni-da del Señor. Cuando el Señor vengapor segunda vez, entrará por la puer-ta Oriental. Veamos Ezequiel 43:4. «Yla gloria de Jehová entró en la casa por lavía de la puerta que daba al oriente».Aquí está hablando de algo que toda-vía no ha acontecido, de algo futuro;es una profecía.

«Me hizo volver hacia la puerta exte-rior del santuario, la cual mira hacia eloriente; y estaba cerrada. Y me dijoJehová: Esta puerta estará cerrada; no seabrirá ni entrará por ella hombre, porqueJehová Dios de Israel entró por ella; esta-rá, por tanto, cerrada» (Ezequiel 44:1-2). Esto es profético. El Señor vienepor segunda vez. La puerta Orientalse llama también «la puerta del Rey»en otras partes de la Biblia.

Construir la puerta Oriental sig-nifica amar la segunda venida del Se-ñor. Todo el que ama la Segunda Ve-nida del Señor, tiene la corona. El queama la Segunda Venida del Señor,por ende, ama la cruz, y participa dela batalla como decía nuestro amadohermano Pablo: «He peleado la bue-na batalla, por lo tanto me es guarda-da la corona de justicia, no solamente

a mí, sino a los que aman la puertaOriental, los que aman la venida delSeñor».

Digo esto porque muchas vecesnosotros no amamos la venida del Se-ñor. Estamos enraizados aquí, esta-mos sembrados aquí, y decimos:‘Ojalá venga el Señor, pero ya des-pués que yo haya terminado mi ca-rrera, que me haya casado, que hayaprosperado, que me haya realizadocomo profesional; entonces sí, quevenga el Señor’.

Si verdaderamente hacemos unaintrospección, si somos sinceros, en elfondo, no amamos suficientemente lavenida del Señor; porque amamos to-davía al mundo, a este sistema de co-sas. Y realmente, si nosotros no ama-mos la puerta Oriental, no podemosentrar al reino de los cielos.

La Puerta del JuicioMás adelante, para terminar,

Nehemías 3:31 habla de la puerta delJuicio. Inmediatamente después de lavenida del Señor Jesús, el Señor juz-gará a su casa. Miren cómo estaspuertas fueron restauradas. No fue-ron restauradas en cualquier orden.Esto fue designio de Dios, tal comonosotros vamos por etapas en la vidade la iglesia.

Después que el Señor venga, juz-gará a su casa, porque el juicio em-pieza por la casa. Y es menester quetodos, incluyendo a Pablo – él se in-cluye allí –, comparezcamos ante eltribunal de Cristo. En aquel día mu-chas personas que no restauraronninguna puerta, dirán: ‘Señor, Señor,en tu nombre hicimos esto o lo otro’.Y el Señor dirá: «Nunca os conocí,

20 AGUAS VIVASTEMA DE PORTADA

hacedores de maldad, apartaos demí».

A otros, que han restaurado laspuertas, el Señor les dirá: «Buen sier-vo y fiel ... entra en el gozo de tu Se-ñor». Entonces, esta palabra enNehemías 6:15, dice que el muro fueterminado el veinticinco del mes deElul, en cincuenta y dos días. ¿Quésignifica el número 52? El número 50significa Pentecostés. El 52 son dosdías después de Pentecostés.

Pentecostés significa para noso-tros el comienzo de la iglesia primiti-va, el día en que la iglesia fue mani-festada. Para el Señor, un día es comomil años. Dos días después son dosmil años. O sea que 52 significa dosmil años después de la iglesia primi-tiva, o sea que el muro fue restaurado

totalmente, según esta numerología,para esta época, dos mil años des-pués de la iglesia primitiva.

En esta época, el Señor nos invita,nos llama, a terminar los muros y suspuertas, y cuando los terminemos, to-dos conocerán. «Y cuando lo oyeron to-dos nuestros enemigos, temieron todaslas naciones que estaban alrededor de no-sotros, y se sintieron humillados, y cono-cieron que por nuestro Dios había sidohecha esta obra» (Neh. 6:16). Así pasócon la iglesia en Filadelfia. Dice el Se-ñor: «Yo haré que los que dicen serjudíos se humillen ante ti y reconoz-can que yo te he amado».

Hermanos, el Señor añada a suPalabra. Amén.

(Mensaje impartido en Barbosa,Colombia, en julio de 2007).

* * *Contento con lo que tengo

Se cuenta de un rey que salió a dar una vuelta por su jardín unamañana y observó que todo se estaba marchitando y muriendo.

Al roble que se alzaba cerca de la entrada le preguntó qué pasa-ba, y descubrió que estaba hastiado de la vida y había decididomorir, porque no era tan alto y hermoso como el pino. El pino esta-ba descorazonado, porque no producía uvas como la vid.

La vid iba a echar su vida a perder porque no podía permanecererguida y dar un fruto tan delicado como el durazno. El geranioestaba atormentado porque no era tan alto y fragante como la lila.Y así por todo el jardín.

Con el tiempo llegó a una humilde margarita, que como siempreencontró muy derechita y radiante:

– Margarita, me alegra encontrar una florecilla valerosa en mediode tanto abatimiento –le dijo el monarca–. No pareces estar en losmás mínimo descorazonada.

– No. No valgo gran cosa, pero pensé que si hubieras queridotener aquí un roble, un pino, un duraznero o una lila, habrías plan-tado eso. Pero como querías una margarita, estoy resuelta a ser lamejor margarita que pueda.

«He aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación»(Filipenses 4:11).

21AGUAS VIVAS TEMA DE PORTADA

Deuteronomio capítulo 20 serefiere a nuestra batalla con-tra nuestro enemigo. El ver-

sículo 1 nos dice que nuestro enemi-go será siempre más poderoso, concaballos, carros y pueblo claramentemás numeroso que nosotros. Peroaún así no debemos temerle, porque«el Señor va con nosotros, para pe-lear por nosotros contra nuestros ene-migos, para salvarnos» (v. 4).

Palabras consoladoras Luego nos da cuatro escenarios

donde las bajas (muertes) podríanocurrir: 1) quien acaba de construir

una casa nueva, 2) quien acaba deplantar un viñedo, 3) quien acaba decomprometerse en matrimonio, y 4)quienes están asustados.

El resultado posible de los cuatropanoramas es igual: «...no sea que élmuera en la batalla». La solución paralos cuatro casos también es la misma:«Vaya, y vuélvase a su casa» (vv. 5-7).Esto nos presenta una paradoja muyinteresante: por un lado, está la pro-mesa del Señor de ir con nosotros,para pelear por nosotros y salvarnos;y por otro, la perspectiva de las bajasen el fragor de la batalla es muy real.

Cuando la Biblia nos presenta

Los recursos que hay en Cristo para las batallas espirituales.

Oliver PengUSA

22 AGUAS VIVASTEMA DE PORTADA

una paradoja, hay generalmente algomuy interesante que espera para serrevelado.

La promesa del Señor de ir delan-te, pelear y salvarnos, representa Sugracia. La batalla no es nuestra; esdel Señor. Hacemos frente a un ene-migo experimentado, astuto y formi-dable, que tiene caballos, carros ypueblo más numeroso que nosotros.Este antiguo enemigo, astuto y des-piadado se ha burlado y causado es-tragos a la humanidad por siglos.Pero en el último campo de batalla,en el Calvario, nuestro Señor Jesúsfue delante de nosotros para dar labatalla y salvarnos. El enemigo fuederrotado de una vez para siempre ynosotros fuimos salvos por Su gracia.

El Señor ahora está haciendo untrabajo más profundo y más fino porSu misma gracia para producir el ca-rácter de Su Hijo interiormente ennosotros, de modo que, mediante Sugracia, también nosotros podamosahora hacer frente a un enemigo de-rrotado y obtener diariamente nues-tras victorias. No es por nuestro pro-pio esfuerzo, fuerza o capacidad, sinopor la presencia poderosa del Espíri-tu Santo en nosotros y a través de Sutrabajo subjetivo de llevar a la muertelas obras de la carne (Rom. 8:13 b).

Así conseguimos obtener estasvictorias diarias.

En otras palabras, si no cedemosal Señor ningún terreno para quehaga su trabajo más profundo y másfino en nosotros, y si somos insensi-bles a sus tratos, es decir si «damoscoces contra el aguijón», allí no habráningún elemento de Cristo que seaagregado en nosotros, y nos enfrenta-remos a la perspectiva de ciertas ba-jas en nuestras batallas espirituales.

He contado a menudo un encuen-tro que tuve poco después de habernacido de nuevo, en Perú en 1968.Mis padres nos llevaron a visitar a al-gunos amigos en Casa Grande, y allíconocimos a Bert Elliot (hermano deJim Elliot) y su esposa, Colleen, mi-sioneros a las salvajes y primitivasselvas peruanas. Allí en la sala de es-tar de la familia de nuestros amigos,yo vi sus rostros. Nunca había vistoalgo similar ni podría explicarlo,pero me sentí como viendo una luzradiante emitirse del rostro de esapareja. En este mismo día, 39 añosmás tarde, aquella imagen sigue vívi-da en mí. ¿Qué fue aquello que vi? –me pregunto a menudo.

Con el paso de los años, despuésde haber sufrido muchas bajas en misbatallas espirituales con el enemigo,comencé lentamente a entender. Eraseguramente el Cristo que había sidoprofundamente labrado y constituidoen su ser con muchos tratos, sufri-mientos y rompimiento del vaso dealabastro, el que llegó a impactar ytocar las vidas de mucha gente. Total-mente desconocido para mí, cristianorenacido entonces… lo que vi en susrostros ¡era Cristo!

Necesitamos que el Señorremueva las piedras yquebrante, y remueva lossuelos de modo que lasvides puedan tomar raízen nuestros corazones.

23AGUAS VIVAS TEMA DE PORTADA

Esto nos lleva a los cuatro casosde la gente que fue enviada a casadesde el campo de batalla: 1) El queconstruyó una casa nueva, 2) el queplantó un viñedo, 3) el que se enamo-ró, y 4) el que era pusilánime de cora-zón.

Una característica común pareceoperar en los cuatro aspirantes a sol-dados que fueron enviados a casa –carecieron de madurez y estabilidaden el Señor.

Para estos cuatro tipos de hom-bres, el Espíritu Santo destacó cuatroáreas importantes que les hicieron in-útiles en las manos del Señor: casa,viñedo, esposa y miedos.

CasaAntes de que podamos entrar en

batalla contra el formidable enemigo,necesitamos experimentar a Cristocomo nuestra «casa». Tenemos queconocer la disposición, el plan, lashabitaciones, el equipamiento y lahermosura de Cristo, si es que vamosa ir a la batalla. Antes que nada, ne-cesitamos una visión de él y de Supropósito eterno (plan y disposición).Necesitamos morar confortablementeen Cristo «que es estar arraigados ycimentados en El» y permitirle a El«hacer morada (casa) en nuestros co-razones» (las habitaciones).

Necesitamos poseer una buenamedida de las riquezas y del carácterde Cristo, de modo que poder exhibiradecuadamente las riquezas de Cris-to (el equipamiento). Finalmente, ne-cesitamos ser ensanchados, mediantesus tratos, en Cristo, y producirabundancia de hierbas y de especiasde la fragancia de su resurrección en

nuestro carácter (hermosura de Cris-to). Cuando todos estos elementos seconjugan en nuestra experiencia, es-tamos experimentándolo a Él comonuestra «casa» o habitación».

ViñedoLuego necesitamos experimentar

a Cristo como nuestro «viñedo oviña». Tiene que haber una evidenciade que la gracia llena de tal maneranuestras vidas que nos permite ocu-parnos y trabajar con Cristo, a fin deque el fruto pueda producirse. Paulodijo a los corintios, «yo soy el más pe-queño de los apóstoles… antes he tra-bajado más que todos ellos, pero noyo, sino la gracia de Dios conmigo»(1 Corintios 15:9-10).

Una apropiada experiencia de lagracia nos capacitará siempre con lacarga y la capacidad de co-trabajarcon el Señor; y el ministerio que re-sulta es nuestro «viñedo». Muchossantos preciosos desean celosamenteservir al Señor y ser útiles en sus ma-nos, pero su error común es centrarseen lo que él puede o desea hacer parael Señor en vez de permitir que lagracia haga un cultivo más profundoen los suelos de su corazón.

La mayoría de nosotros tenemoscorazones llenos de piedras que nece-sitan ser quitadas o removidas. Adiario nuestro corazón es distraídopor el tráfico del mundo que tiende aendurecer los suelos de nuestro cora-zón haciéndolo duro y denso. Necesi-tamos que el Señor remueva las pie-dras y quebrante y remueva los sue-los, de modo que las vides puedantomar raíz en nuestros corazones.

A menudo nuestro corazón es re-

24 AGUAS VIVASTEMA DE PORTADA

secado por la dureza que nos rodea;diariamente el polvo del mundo, larutina de nuestras labores y trabajosson tales que no tenemos ningunahumedad que deje producir vida. Es-tamos en la gran necesidad de que lagracia humedezca y riegue la tierraseca de nuestro corazón.

Una vez que el Espíritu Santohaya cultivado y la gracia haya irri-gado el suelo para una tierna recep-ción de Cristo y de su palabra, las vi-des en nosotros tomarán raíz, flore-cerán y llevarán fruto. Cuando he-mos experimentado a Cristo comonuestro «viñedo» no hay necesidadde buscar los ministerios o de pre-guntar cómo podemos servirlo.Nuestra viña será nuestro ministe-rio.

En el capítulo final del Cantar delos Cantares, la sulamita declara:«Salomón tuvo una viña en Baal-hamon,la cual entregó a guardas, cada uno delos cuales debía traer mil monedas de pla-ta por su fruto. Mi viña, que es mía, estádelante de mí; las mil serán tuyas, ohSalomón, y doscientas para los que guar-dan su fruto» (Cantares 8:11-12).

Aquí vemos a la sulamita que hasido profundamente tratada y que haproducido una viña llena de Cristo,la cual ha venido a ser su ministerio.No sólo satisface a Dios, a quien se leofrecen las «mil piezas de plata,»sino que además, tiene un excedentede las riquezas de Cristo para com-partir con otros – las «doscientas pie-zas».

Muchos preciosos hermanos estánmuy preocupados preguntándosecuál será su ‘ministerio’, pero elloshan olvidado el asunto más impor-

tante – no han dejando a Cristo culti-varlos e irrigarlos como a una viña.Es peligroso involucrarse en un mi-nisterio sin ser tratado como una«viña».

María, quien rompió el vaso dealabastro, no buscó un ministerio. Lafragancia que emanó de su vaso que-brado era su ministerio. ¡Y qué pode-roso ministerio fue! Después de dosmil años, esa fragancia persiste en lacasa hasta hoy. ¿Puedes percibir suaroma?

Dorcas no buscó un ministerio.Ella hizo las túnicas y los vestidospara las viudas. Oh, pero qué granministerio tenía ella. ¡Cuando ellamurió, los ancianos tuvieron que en-viar para que Pedro la levantase devuelta! ¡Eso demuestra cuánto extra-ñaban su ‘ministerio’! Mira alrede-dor. ¿Ves gente oculta, poco conociday sin fama, sin ‘glamour’ como ella,en las iglesias de hoy?

Note que la sulamita en el Cantarde los Cantares dice: «Mi viña, que esmía, está delante de mí». Lo que la se-paró de todas las demás es que ellatenía ‘su propia viña’; el resto deellos eran simplemente «encargados»(guardas) del viñedo. También, suviña estaba «delante» de ella. Es de-cir, en cualquier ambiente donde elSeñor nos coloque, tiene el potencialde convertirse en nuestra viña.

La viña de Dorcas era cualquiercosa que estaba ante ella –cosiendoropas para las viudas necesitadas–,no predicando en algún púlpito – conel debido respeto a los predicadores.En vez de preguntar cuál sea nuestroministerio, haríamos bien en pregun-tarnos a nosotros mismos si posee-

25AGUAS VIVAS TEMA DE PORTADA

mos una viña. Entonces, miremos al-rededor para ver qué es lo que tene-mos ante nosotros.

No pienso en hacer alguna cosaen mi vejez, aunque el tiempo es enverdad un elemento crítico; hoy estoymuy contento donde el Señor me hacolocado. Por su gracia, él está culti-vando e irrigando su viña en mí. Re-moviendo las piedras y humedecien-do la tierra –y mis ojos atentos al La-brador– el ministerio que resulte noserá nada de lo que deba jactarme.Es todo de él. Todo de él.

Amor Entonces ¿qué ocurre con el ena-

morado? La intimidad viene a lamente. ¿Nota la necesidad de desa-rrollar intimidad con el Señor? Laúnica y más perjudicial enfermedadque marchita la vida y que es comouna plaga en la mayoría de los cris-tianos es la falta de intimidad con elSeñor. Muchos cristianos exhiben susdones, sus obras, su celo, pero tienenmuy poca experiencia en el cuarto se-creto.

Si puedo decirlo, algunos cristia-nos no tienen la menor idea sobre ex-periencias en el cuarto secreto.Tome el ejemplo de cualquier carác-ter santo en la Biblia; no encontraráni uno solo que no haya tenido expe-riencias íntimas con el Señor. Tomecualquier carácter santo en la historiacristiana; no hay ninguno que nohaya tenido dulces experiencias ínti-mas con el Señor. No es nuestro cono-cimiento, dones, o celo lo que noshace soldados: es nuestro conoci-miento de primera mano y experien-cia íntima que nos permiten (o nos

capacitan para) hacer frente al enemi-go en el campo de batalla.

El corazón cobardeAhora venimos a aquel que está

asustado. El miedo proviene de unaconstitución interna débil. En fin, esteúltimo supuesto soldado es el resul-tado de los tres anteriores, es decir,carencia de experimentar a Cristocomo la casa, carencia de experimen-tar a Cristo como viña, y carencia deexperimentar a Cristo en la intimi-dad.

Finalmente, la solución a los cua-tro tipos de soldados descalificadoses la misma: «Vuélvase a su casa».Cuando no hemos experimentado aCristo como nuestra «casa,» nuestra«viña,» o nuestro «amor,» seremos li-mitados por el miedo e incapaces deluchar contra el enemigo. La únicasolución es volver a nuestra «casa».Casi no es necesario decirlo, necesita-mos entrar individualmente en larealidad espiritual de Cristo en todasestas tres áreas dejándolo tratar pro-fundamente en nosotros y echarmano a la gracia que él provee encada caso. El trato del Señor es unacuestión muy personal e individual.Pero tiene que haber un ambientecorporativo para balancear y para re-gular nuestras experiencias indivi-duales.

Noten que el Señor no dijo:«Vuélvase a su nueva casa», «a suviña», o «a su novia». Él dijo: «Vuél-vase a su casa».

La riqueza de la Casa de DiosLa casa es un tipo de la iglesia; es

el ambiente corporativo que balancea

26 AGUAS VIVASTEMA DE PORTADA

nuestras experiencias individuales.Nadie, ni los ‘gigantes espirituales’,pueden conocer al Señor, ver al Se-ñor, oír al Señor solos, por sí mismos.Sin el cuerpo –la casa– que nos reguley equilibre, nuestra experiencia espi-ritual estará condenada a la decep-ción, al engaño y a la inutilidad, noimporta cuán dotados seamos.

Es en la «casa» donde aprende-mos a sujetarnos los unos a los otros.Es en la «casa» donde se adquiere Suhumildad. Es en la «casa» donde seprueba nuestra capacidad para la ba-talla. Es en la «casa» donde seremosequipados para la guerra contra elenemigo.

Muchos santos se han lanzado al

campo de batalla sin estar correcta-mente preparados. Algunos han par-tido al campo de batalla pero nuncahan vuelto completamente a la Casa.

Con toda honestidad, ninguno denosotros está calificado para ir alcampo de batalla. Y el Señor, en sugracia, nos ha enviado a «casa», no acualquier casa, para consolidarnos.Que el Señor nos conceda un grananhelo por Su Casa.

Es en esta Casa donde finalmenteaprendemos a poseer, en una medidamás completa, con todos los santos,la realidad de la «casa», el «viñedo»y la «novia». ¡Ayúdanos Señor!

Traducido de www.thecloseddoor.com.Usado con permiso del autor.

* * *Preguntas

¿Quién no sabe lo que es levantarse de una falta –entendida,confesada y perdonada– casi en júbilo con la percepción de unanueva energía, fuerza y deseo de perseverar?

H. L. Sydney Lear

¿Qué daño puede acontecer a alguien que sabe que Dios hacetodo y que el Señor ama con antelación todo lo que hace?

Madame Swetchine

¿Hay rebelión entre los rebaños y las manadas porque el dueñode ellos, o el pastor, escogió los pastos de la pradera, y ellos sufrenpor no perderse en desiertos y caminos desconocidos?

Jeremy Taylor

Si Dios golpea constantemente la puerta del corazón del hombre,queriendo entrar en él, y cenar allí, y darle sus dones, ¿quién pue-de creer que cuando el corazón se abre y lo invita a entrar, él setorna sordo para la invitación y rehúsa entrar?

Lorenzo Scupoli

¿Por qué será que en la hora de aflicción, los que siempre hanhablado en contra de Dios llaman a los ministros de Dios para queles impartan consuelo?

D. L. Moody

¿Usted piensa que el Dios infinito no puede llenar y satisfacer sucorazón?

Fénelon

27AGUAS VIVAS TEMA DE PORTADA

La reedificación del tabernáculo de David como tipo de la res-tauración de la iglesia, con sus variados ministerios.

Marcelo Díaz

En el capítulo 15 de Hechos te-nemos el llamado Concilio deJerusalén. Se había suscitado

un problema tan grande, que losapóstoles tuvieron que reunir a todala iglesia para resolverlo.

La iglesia tuvo el primer conflictoteológico, de fe y de procedimientos,pues: «...algunos que venían de Judeaenseñaban a los hermanos: Si no os cir-cuncidáis conforme al rito de Moisés, nopodéis ser salvos» (Hechos 15:1).

Pablo y Bernabé se pusieron fir-mes, y comenzaron a discutir y a con-tender, para defender que los gentilesno debían guardar los ritos de la ley.

Hubo gran discusión, y los apóstolesreunieron a todos los hermanos parazanjar esto de una vez.

Pablo y Bernabé, «...llegados a Jeru-salén, fueron recibidos por la iglesia y losapóstoles y los ancianos, y refirieron to-das las cosas que Dios había hecho conellos. Pero algunos de la secta de los fari-seos, que habían creído, se levantaron di-ciendo: Es necesario circuncidarlos, ymandarles que guarden la ley de Moisés.Y se reunieron los apóstoles y los ancia-nos para conocer de este asunto. Y des-pués de mucha discusión, Pedro se levan-tó y les dijo: Varones hermanos, vosotrossabéis cómo ya hace algún tiempo que

28 AGUAS VIVASTEMA DE PORTADA

Dios escogió que los gentiles oyesen pormi boca la palabra del evangelio y creye-sen. Y Dios, que conoce los corazones, lesdio testimonio, dándoles el Espíritu Santolo mismo que a nosotros; y ninguna dife-rencia hizo entre nosotros y ellos, purifi-cando por la fe sus corazones» (v. 3-9).

Luego, Pedro da el testimonio dela visita a la casa de Cornelio. «Ycuando ellos callaron, Jacobo respondiódiciendo: Varones hermanos, oídme.Simón ha contado cómo Dios visitó porprimera vez a los gentiles, para tomar deellos pueblo para su nombre. Y con estoconcuerdan las palabras de los profetas,como está escrito: Después de esto volve-ré y reedificaré el tabernáculo de David,que está caído; y repararé sus ruinas, y lovolveré a levantar, para que el resto delos hombres busque al Señor, y todos losgentiles, sobre los cuales es invocado minombre, dice el Señor...».

Jacobo resume la conclusión delprimer concilio de la iglesia: ‘Herma-nos, estas son las palabras que dije-ron los profetas: «Reedificaré el taber-náculo de David, que está caído».

El tabernáculo de DavidAmados hermanos, ¿cuál es el ta-

bernáculo de David? Existe el taber-náculo de Moisés, el templo de Salo-món, la reconstrucción del templo, yel templo de Herodes en el tiempodel Señor Jesús. Entonces, ¿cuál es eltabernáculo de David?

Hay un episodio que quisiera queviéramos para entender una revela-ción anterior a la reedificación deltemplo por medio de Nehemías yEsdras. Antes de eso, hay una revela-ción de lo que sería la iglesia del Se-ñor. Porque Jacobo dice: ‘Este hecho

de que se estén convirtiendo los gen-tiles, esto es el tabernáculo de David’.Él no dice: ‘Esto es el tabernáculo deMoisés, o la reedificación del templode Salomón’. Dice: ‘Esto es el taber-náculo de David que estaba caído’.

Veamos 1 Crónicas 15. Es preciosover la iglesia en Crónicas. Nehemíasescribe Crónicas, y revela un episodioanterior a la reedificación del templo.

Cuando Josué se establece sobrela tierra prometida, lentamente se vaperdiendo el significado del arca delpacto y del tabernáculo de Moisés. Seva perdiendo el interés de los israeli-tas. En tiempos de Samuel, la lámpa-ra del Señor se apagaba; ya no habíaprofecía, no había fe. Habían sólo ri-tuales. El pueblo se alejó de la gloriadel tabernáculo de Moisés. El arcallegó a ser como un fetiche. La deca-dencia era grande. No había profecía,no había palabra de Dios. El arca fuecapturada por los filisteos. Herma-nos, esto es tremendo. ¡Estamos ha-blando del arca del pacto donde esta-ba la presencia de Dios! Llegó a serun mueble más... Israel perdió elarca, perdió la gloria de Dios.

Entonces, aparece David, que estipo de Jesucristo. Él toma de nuevoel arca y la lleva a Jerusalén. Reúne alpueblo, toma el arca y la pone en unatienda. Luego, reparte instrumentos.Con címbalos y trompetas, comien-zan a cantar. Hay una ministraciónque es tipo de la iglesia.

En 1 Crónicas 15, ya no está elatrio ni el lugar santo; está sólo el lu-gar santísimo, y hay sólo un mueble.Está la presencia de Dios. Está Cristo(David), que toma la presencia deDios y la abre al pueblo, donde todo

29AGUAS VIVAS TEMA DE PORTADA

el pueblo participa como sacerdotesde Dios, y se hace un sacrificio delcual participan todos. Todo el pueblocome el pan, todo el pueblo toma elvino – La iglesia, el tabernáculo deDavid que estaba caído.

«David ... arregló un lugar para elarca de Dios, y le levantó una tienda ...Así trajeron el arca de Dios, y la pusieronen medio de la tienda que David había le-vantado para ella» (1 Cr. 15:1; 16:1).

Sin lugar a dudas, el arca repre-sentaba la presencia de Dios, el lugarde revelación, la morada de Dios. Da-vid representa a Cristo, que toma, es-tablece y pone el arca cubierta concortinas. Las cortinas, en este taber-náculo de David, es la iglesia. El arcaes la morada de Dios, es la presenciade Dios. Y la iglesia es contenedorade esta morada de Dios en el Espíri-tu. Una tienda, sin ningún otro cubí-culo, sin ningún otro mueble. Sola-mente las cortinas, y en medio, lagloria de Dios. ¡Bendito es el Señor!

Dice Juan: «Y vimos su gloria ... yhabitó entre nosotros». El Señor Jesu-cristo era el tabernáculo de Dios quecaminó en este mundo, el tabernácu-lo de Dios que se movía por las regio-nes de Palestina. Ahora, la iglesia esel tabernáculo de Dios, y en medio dela iglesia, lo que le da sentido a loque ella es, es la presencia de Dios.

El holocausto y los sacrificios de paz«Y cuando David acabó de ofrecer el

holocausto y los sacrificios de paz, bendi-jo al pueblo en el nombre de Jehová» (1Cr. 16:2). David ofrece holocausto ysacrificios de paz. El holocausto erael sacrificio en el cual se entregaba yse agradaba a Dios. No era necesaria-

mente un sacrificio expiatorio por elpueblo, sino más bien representa aCristo ofreciéndose a sí mismo agra-dando a Dios. Es el sacrificio que vahacia arriba, que no tiene directa-mente repercusiones hacia el lado.

Aquí se habla de el holocausto.Como dice Efesios: «Andad en amor,como también Cristo nos amó y seentregó a sí mismo a Dios en sacrifi-cio y olor fragante». Este holocaustoes el sacrificio de Cristo; es Cristo enla cruz, agradando el corazón del Pa-dre, que por repercusión viene enobra expiatoria a nosotros. Pero elprimer sentido del holocausto eraagradar a Dios, ofrecerse a él.

Pero no sólo se quedó allí este ta-bernáculo de David, sino que dice:«David acabó de ofrecer el holocausto ylos sacrificios de paz». ¿Saben cuál es elsacrificio de paz? El sacrificio de pazes aquel que entrega el adorador, eloferente, y que el sacerdote debe des-menuzar y sacar alguna parte paraponerla en ofrenda a Dios, otra partepara el sacerdote y otra parte para elque lo ofrece (Lv. 7:29-34).

Mire qué interesante. Levítico 1:8-9. «Luego los sacerdotes hijos de Aarónacomodarán las piezas, la cabeza y la gro-sura de los intestinos, sobre la leña queestá sobre el fuego que habrá encima delaltar; y lavará con agua los intestinos ylas piernas, y el sacerdote hará arder todosobre el altar; holocausto es, ofrenda en-cendida de olor grato para Jehová».

Todo el animal era ofrecido. Nodebía quedar nada. Representa laobra perfecta del Señor Jesús. El Se-ñor Jesús se entregó todo completo.Todo su corazón, toda su alma, todossus sentimientos, su voluntad, sus

30 AGUAS VIVAS

pensamientos. Todo él, entero, se en-tregó en holocausto a Dios. ¡Benditoes nuestro Señor Jesús!

Ese es el holocausto que presentaDavid allí en este tabernáculo que,según Santiago, estaba caído, y ahoraDios lo ha levantado, el cual es laiglesia de Jesucristo.

Sacrificios de paz. Una parte erapara el Señor, otra parte para elsacerdocio y otra parte para la fami-lia que ofrecía el sacrificio de paz.Esto nos habla de la participación.No sólo la ofrenda a Dios, sino quetambién nosotros somos participantesde esa ofrenda. Comemos de su carney de su sangre; somos crucificadosjuntamente con él, plantados junta-mente con él.

Este sacrificio de paz no es sola-mente una observación del sacrificio,sino que es también disfrutar, gustar,comer del sacrificio, al igual que lossacerdotes. Y los sacerdotes comían elcorazón, la parte del pecho y la espal-dilla, como diciendo que para el sa-cerdote están los afectos de Cristo,del corazón, pues fuimos escogidospor el puro afecto de su voluntad.

Todos los afectos de Cristo estánpara los sacerdotes de Dios. Y todo elpoder de su espaldilla, el lomo, lagrosura que está en sus fuerzas, estátambién. De modo que tenemos par-ticipación de sus afectos, y tambiénde su poder. Esos son los sacrificiosde paz.

«Y congregó David a todo Israel enJerusalén, para que pasasen el arca deJehová a su lugar, el cual le había él pre-parado ... David, pues, y los ancianos deIsrael y los capitanes de millares, fuerona traer el arca del pacto de Jehová, de casa

de Obed-edom, con alegría ... De esta ma-nera llevaba todo Israel el arca del pactode Jehová, con júbilo y sonido de bocinasy trompetas y címbalos, y al son desalterios y arpas» (1 Crónicas 15: 3, 25,28).

Participación de todos los santosTodo Israel participó en llevar el

arca del pacto, lo que nos dice queaquí hay una participación de todoslos santos. No hay exclusión; no hayclericalismo. No hay un sector espe-cial; no hay una separación entre losque son, los que ministran y los queoyen. Todos participan de la bendi-ción de tener el arca del pacto en me-dio de ella. ¿Dónde encontramosesto? En la iglesia de Jesucristo. Allíestá. Todos participamos. Hermanos,hermanas, todos participamos.

«Y repartió a todo Israel, así a hom-bres como a mujeres, a cada uno una tor-ta de pan, una pieza de carne, y una tortade pasas» (1 Cr. 16:3). Hombres y mu-jeres. Yo he visitado algunas iglesias,y parece que fueran iglesias de hom-bres. Parece que la mujer no existiese.¡Y estamos hablando de la iglesia delSeñor! Parece que la mujer estuvieserelegada a una posición de no partici-par, casi a lo mínimo; solamente rele-gada a la cocina, a cosas domésticas.

TEMA DE PORTADA

En el tabernáculo deDios está el arca, y todoel pueblo alrededor can-tando, alabando, glorifi-cando a Dios, glorifican-do a Cristo.

31AGUAS VIVAS

Hermana, ¡levántate en el nombre delSeñor!

A cada uno le fue dada la medidadel don de Cristo. No dice sólo loshombres. Hombres y mujeres partici-paron del sacrificio; comieron el pan,comieron la torta. Y en algunas ver-siones, donde dice: «comieron unatorta de pasas», dice: «tomaron unvaso de vino». Es decir, hubo unacena. Participaron de la carne del sa-crificio, participaron del pan, y tam-bién tomaron vino – La cena del Se-ñor estuvo ya en el tabernáculo deDavid. ¡Bendito es el Señor!

Todos tenemos dones, todos parti-cipamos de esto. Nadie, ni por sucondición de género, ni social, ni eco-nómica, se puede relegar o excluir dela iglesia del Señor. En el tabernáculode Dios está el arca, y todo el puebloalrededor cantando, alabando, glori-ficando a Dios, glorificando a Cristo.David, delante del arca, ministrandoen el santuario, como dice: «Anuncia-ré tu nombre a mis hermanos; en mediode la congregación te alabaré» (Salmos22:22).

Vestidos de lino finoLeamos otros versículos. «Y ayu-

dando Dios a los levitas que llevaban elarca del pacto de Jehová, sacrificaron sie-te novillos y siete carneros. Y David ibavestido de lino fino, y también todos loslevitas que llevaban el arca, y asimismolos cantores ... Llevaba también Davidsobre sí un efod de lino» (1 Crónicas15:27-28).

¿Recuerdan Apocalipsis cuandohabla de la novia? Vestida de linofino, que son las acciones justas delos santos. ¿Qué son las acciones jus-

tas de los santos? La conducta, elobrar, el comportamiento de los san-tos. «Así alumbre vuestra luz delantede los hombres, para que vean vues-tras buenas obras y glorifiquen avuestro Padre». O sea, son conductasjustas. Hay conductas que deben servistas, que los demás deben observar– el lino fino.

El Señor nos ayude en esto. Queestemos todos vestidos de lino fino.¿Usted sabe lo que es el efod? Erauna pieza de la vestidura sacerdotalque se ponía en los hombros y sujeta-ba el pectoral donde había doce pie-dras con los nombres de los hijos deIsrael; y representa que ahora en laiglesia del Señor nadie anda solo. To-dos llevamos sobre los hombros lascargas de los otros. Nadie puede pre-sentarse ante Dios como individuosolo, separado de sus hermanos,como si la voluntad de Dios fuesepara él excluida del que está a sulado.

En el tabernáculo de David, en laiglesia del Señor, la voluntad de Diospasa por mí y repercute en mis her-manos, y la de ellos repercute haciamí. Nadie puede verse ni sentirse se-parado de los demás. Yo ya no puedovivir solo. Soy parte de una colectivi-dad, de una plenitud divina, llamadaiglesia de Jesucristo.

Entonces, cuando uno ora, no orasolamente por lo suyo. Cuando oras,llevas también a tus hermanos en tushombros, los presentas delante deDios y los recuerdas en el efod quellevas delante del Señor. En este sen-tido, debemos construir una concien-cia colectiva, donde todos hagamosun mismo modelo de hombre, un

TEMA DE PORTADA

32 AGUAS VIVAS

mismo modelo de mujer, un mismomodelo de hijo.

¡Con qué irresponsabilidad algu-nos deciden por sus hijos tan libre-mente, sin pensar en los hijos de losotros hermanos! Entonces, los otroshijos dicen: ‘¿Y cómo el hijo del her-mano? ¿Y cómo la hija del hermanohace esto?’. Hermanos, somos escla-vos los unos de los otros. No pode-mos actuar por separado. Todos nosllevamos sobre los hombros.

Hay que tener temor en esto, y ac-tuar en concordancia con el cuerpode Cristo, con la iglesia del Señor,con lo que allí el Señor ha revelado alos hermanos. Actuar en concienciade cuerpo, llevando el efod sobre sushombros, temerosos delante del Se-ñor.

El orden en el servicio. Hay mu-chos otros aspectos más, que ustedesal leer se darán cuenta que es la igle-sia del Señor. «Y puso delante delarca de Jehová ministros de los levi-tas, para que recordasen y confesaseny loasen a Jehová Dios de Israel»(16:4).

Ustedes se darán cuenta allí queDavid ordenó, luego puso cantoresque ministraban, otros que llevabanel arca del pacto. El arca del pacto erallevada por cuatro sacerdotes. Allí,ministros, cada uno soportándose, es-perándose, los unos a los otros. Mi-nistros, levitas, que llevaban al Señor– Eso es la iglesia. ¿Te cuesta tantosoportar a tu hermano, esperarlo?«Soportándoos unos a otros».

Y aquí hay un ministerio de todoslos santos que es colectivo, donde to-dos participan, donde está el arca,

hay unas cortinas alrededor, y todostocan trompetas. Pero también hayun orden, porque Dios es Dios de or-den. Dios ordena al cuerpo como élquiere. Él da dones, pero él no despa-rrama sus dones. Hay una ubicaciónpara cada uno, pero esa ubicación noes contradictoria ni provoca aspere-zas con el otro. Cada uno con lo suyo,ejerciéndolo armónicamente, en res-peto mutuo.

Hermanos, no todos tenemos lagracia de ministrar en la música, detocar guitarra; no todos tenemos lagracia de hablar. Tenemos distintasgracias, y Dios nos ubica ordenada-mente dentro de su iglesia, en la co-lectividad, en el ministerio de todoslos santos. Así que no todos vamos atocar guitarra, no todos vamos a pre-dicar. No, cada uno con lo suyo. Perotodos participan. Ese es el punto.¡Gloria a Dios!

Todos participan. La pregunta es:¿En qué estás participando tú, mihermana, mi hermano? Hermano jo-ven, ¿en qué estás participando enesto? En el ministerio de todos lossantos, en el servicio de todos lossantos.

La iglesia es el tabernáculo de Da-vid que estaba caído, el cual Dios estálevantando. Cristo, representado enDavid; la tienda, que es la iglesia, yel arca del pacto, que es la presenciade Dios. Todo el pueblo ministrando,alegrándose con danzas, con gozo.Cada uno ordenadamente; todos le-vantándose para glorificar al Señor.¡Bendito es Jesús!

(Síntesis de un mensaje impartidoen Rucacura, 2007).

TEMA DE PORTADA

* * *

33AGUAS VIVAS TEMA DE PORTADA

Es muy probable que a esta al-tura de nuestra vida cristiana,gracias a la bendita formación

de la Palabra de Dios, la mayoría delas familias creyentes nos encontre-mos medianamente ordenadas.Como matrimonio, estamos amboscónyuges en Cristo y es muy proba-ble que nuestros hijos también. Gra-cias al Señor, económicamente hemosalcanzado alguna estabilidad, nues-tros hijos se están educando bien y,en definitiva, somos y nos vemoscomo una familia ordenada. Si esto esverdad, es algo que hemos alcanzadoen la gracia del Señor y alabamos aDios por ello.

No obstante, y a pesar de ello, esprobable que la mayoría de nosotros–si no todos–, aún sintamos una graninsatisfacción en nuestras vidas. Sen-timos que en alguna medida lo tene-mos todo y, por tanto, debiéramossentirnos plenos, sin embargo la rea-lidad es otra. Inexplicablemente su-frimos grados de depresión, experi-mentamos que nuestros cónyuges nonos pueden dar todo lo que necesita-mos, que las cosas que alcanzamosno nos satisfacen como esperábamos.En fin, no nos sentimos plenos nicompletos.

Alguien dijo por ahí, que los mo-mentos de depresión no sólo vienen

Rubén Chacón

Traer el arca a la casaes traer a Cristo mismo.

34 AGUAS VIVASTEMA DE PORTADA

por las derrotas que a veces sufrimos,sino también después de grandes lo-gros. ¿Por qué? Porque muchas veceslos logros nos defraudan. El que notiene dinero piensa: ‘Si tuviera dine-ro...’, y se hace tal expectativa que, dellegar a cumplirse su deseo, se senti-ría de todos modos insatisfecho. Des-cubre que el dinero no puede darletodo lo que esperaba.

El asunto es el siguiente: No de-bemos esperar ni de las personas nide las cosas aquello que sólo Jesucris-to nos puede dar. Ni las cosas ni laspersonas son nuestra plenitud, sóloJesucristo. Por lo tanto, no esperes detu marido o esposa o hijos aquelloque sólo Jesucristo te puede dar. SóloÉl puede llenarte plenamente. De allíque es urgente que, al igual que Da-vid, nos preguntemos: «¿Cómo he detraer a mi casa el arca de Dios?».

El ejemplo del rey DavidLo interesante del rey David fue

el momento en que decidió traer elarca de Dios a su casa. En 2 Samuel 5se nos cuenta la llegada de David altrono y la consolidación de su reino:en los versículos 1-5 David es procla-mado rey sobre todo Israel; y en losversículos 6-10 David toma la fortale-za de Sion y conquista Jerusalén.

En los versículos 11-12 Dios con-firma a David en su reino al hallar

gracia ante los reyes vecinos. En losversículos 13-16 la prosperidad y labendición de Dios se reflejan en lagran cantidad de hijos que Dios ledio. Y como sello de todo, en losversículos 17-25, Dios le da victoriasobre sus enemigos dos veces.

En resumen, David ha alcanzadola fama, la prosperidad, la bendición,la victoria, etc. En definitiva, lo ha al-canzado todo. No obstante, David noestá satisfecho. Algo le falta. Pero¿qué puede faltarle? ¿Es que acasopuede haber algo mayor y mejor quela fama, que la prosperidad, que losnúmeros, que una vida victoriosa?¿Qué le faltaba a David?

Según 2ª Samuel capítulo 6 a Da-vid le faltaba el arca de Dios. ¿Y quérepresenta este mueble?

Para contestar esta pregunta re-cordemos brevemente en qué consis-tía el tabernáculo del Antiguo Testa-mento. El tabernáculo era la moradade Dios y estaba dividido en tres par-tes principales. La primera y más ex-terna era el atrio o patio, donde seencontraban dos muebles: El altar delos sacrificios y la fuente de bronce.Luego, en la segunda parte se encon-traba el Lugar Santo que contenía, asu vez, tres muebles: El candelero, lamesa de los panes de la proposición yel altar del incienso. En la parte másíntima se encontraba el lugar llama-do Santísimo y que contenía comoúnico mueble el arca de Dios.

El lugar Santísimo era, en rigor, lamorada de Dios y el arca del pacto lorepresentaba a él. En términos gene-rales podemos decir que todos los de-más muebles representaban la obrade Dios en Cristo. El arca del pacto,

No debemos esperar nide las personas ni de lascosas aquello que sóloJesucristo nos puede dar.

35AGUAS VIVAS TEMA DE PORTADA

en cambio, representaba a Cristo mis-mo. Los demás muebles simboliza-ban lo de él; el arca lo simbolizaba aél mismo. Por lo tanto, cuando Davidmuestra interés y preocupación porel arca de Dios, en el cielo, esto fueinterpretado como interés por la per-sona de Dios mismo.

David, entonces, aunque lo teníatodo, no estaba satisfecho, le faltabala presencia de Dios. Aunque gozabade las bendiciones y de las manifesta-ciones de Dios, David anhelaba sumisma presencia. Si Dios no estaba,aunque David lo tuviese todo, seríacomo no tener nada. Por eso, apenaslo hubo Dios consolidado en su reino,le nació en su corazón traer el arca deDios a su casa.

El primer intento por traer el arcade Dios a Sion fue todo un fracaso.En lugar de traer vida, el arca produ-jo muerte. ¡Qué bueno es que el Espí-ritu Santo haya querido registrar esteepisodio! Es bueno, porque este pri-mer intento fallido permitió que Da-vid se preguntara: «¿Cómo ha de ve-nir a mí el arca de Jehová?» o comodice en el primer libro de las Cróni-cas: «¿Cómo he de traer a mi casa elarca de Dios?».

Esta pregunta es muy importante,porque sugiere que las buenas inten-ciones por gozar de la presencia mis-ma de Dios no son suficientes. El solodeseo por ganarlo a él no basta. Elpunto es éste: Aquel que verdadera-

mente quiera ganarlo a Él, deberá ha-cerlo en los términos de él. La pre-sencia de Dios solo puede ‘venir’ anosotros si buscamos ‘traerla’ a Sumanera.

El propósito de DiosAl hablar, pues, de cómo traer la

presencia de Dios a nuestras casas, esfundamental entender el propósitode Dios. Según la carta a los Efesios,Dios nuestro Padre creó todas las co-sas (3:9). La carta a los Colosenses re-vela que Dios creó en, por y para suHijo todas las cosas (1: 16). Efesios1:9-10 nos muestra que el propósitoeterno de Dios es reunir todas las co-sas en Cristo. «Reunir» quiere decirque el deseo de Dios es que Jesucristosea, no sólo la cabeza de todas las co-sas, sino que sea la suma de todas lascosas. Que todas las cosas se resu-man en él.

En otras palabras, que él llegue aser todas las cosas en tu vida: Que élllegue a ser tu santidad, tu felicidad,tu sanidad, tu prosperidad, tu fama,tu bendición, tu sexualidad, tu futu-ro, tu comida, tu marido, tu esposa,tus hijos, etc.

Por esta causa, el Señor Jesucristodescendió y subió por encima de to-dos los cielos para llenarlo todo (Ef.4:10). Por ello Pablo proclama que Je-sucristo es «el todo y en todos» (Col.3:11). Amén. ¡Bendito sea nuestro Se-ñor Jesucristo!

* * *

36 AGUAS VIVASTEMA DE PORTADA

Eliseo Apablaza

Los reclamos de Dios a Israel en tiempos de Jeremías puedenser también los reclamos de Dios hoy.

El capítulo 2 de Jeremías resu-me bastante bien el contenidogeneral de todo el ministerio

de este profeta. Y en él nosotros po-demos ver el reclamo que Dios teníahacia su pueblo.

Hay tres versículos que resumen,dentro de este capítulo, ese reclamo.El primero es el 5: «Así dijo Jehová:¿Qué maldad hallaron en mí vuestrospadres, que se alejaron de mí, y se fue-ron tras la vanidad y se hicieron va-nos?». El segundo es el 13: «Porquedos males ha hecho mi pueblo: me de-jaron a mí, fuente de agua viva, y ca-

varon para sí cisternas, cisternas ro-tas que no retienen agua». El terceroes el 32: «¿Se olvida la virgen de suatavío, o la desposada de sus galas?Pero mi pueblo se ha olvidado de mípor innumerables días».

Las frases claves en estos tresversículos son: «Se alejaron de mí»,«Me dejaron a mí», «Se olvidaron demí». Hay una cierta gradualidad enellas, primero el alejamiento, luego eldejarlo (definitivamente) a él y porúltimo el olvidarse de él.

Esto no tiene nada ver con que elpueblo haya fallado en algunos asun-

37AGUAS VIVAS TEMA DE PORTADA

tos externos, como cumplir con los ri-tuales, traer las ofrendas, guardarciertos mandamientos. Ellos todavíaacudían al templo de Jerusalén tresveces en el año, todavía seguían sa-crificando los animales por la maña-na y por la tarde, seguían escudri-ñando las Escrituras, y enseñándolasa los niños desde pequeños. Sin em-bargo, aún así Dios tiene una quejacontra su pueblo, y ese reclamo tieneque ver con su propia persona.

Probablemente, ellos habían sidomuy acuciosos y diligentes en elcumplimiento de cosas, pero con res-pecto a Dios había un problema. Ungran problema.

A nosotros también puede suce-dernos algo así. Puede ser que vaya-mos a reunión cada vez que la iglesiaes convocada, que apartemos para elSeñor los recursos que creemos sonde él, que participemos de la vida deiglesia, que tengamos muchas cosasexternas de las cuales jactarnos y porlas cuales sentirnos confiados y segu-ros; sin embargo, puede suceder queen lo íntimo de nuestro corazón, alládonde sólo Dios puede ver, dondeningún ojo humano puede penetrar,haya una carencia grande, una faltaenorme.

Aquí no se trata simplemente de

fallar en ciertas cosas, sino en fallarrespecto a la gran cosa, a la mayor detodas. No se trata, por decirlo así, decometer pecadillos, sino de cometer elgran pecado: alejarse de él, dejarlo a él,olvidarse de él.

Tal vez haya muchas cosas en lascuales podríamos sentirnos confiadosy satisfechos, sin embargo, en esaconfianza y en esa satisfacción puedeser que Dios no esté completamentesatisfecho.

Buscando la causaEstas expresiones del capítulo 2

son muy recurrentes a través de todoel libro de Jeremías.1 Ahora, ¿cómo esposible que el pueblo de Dios, tenién-dolo todo por causa de él, pueda olvi-darlo y abandonarlo? Es algo quenos parece insólito. Incomprensible.Pero era así.

El corazón del hombre es tan en-gañoso. A través de la historia, y aúnen nuestros días nosotros vemoscómo gente muy iluminada, muy co-nocedora de la Palabra, con mucharevelación, por causa de haberloabandonado a él, ellos siguieron ca-minos extraños, se extraviaron. Hanprofanado las cosas santas, han divi-dido el cuerpo de Cristo y han causa-do mucho dolor. ¿Cómo es posibleque los que tienen más conocimientopuedan estar más expuestos a esto?Es un peligro real.

Ahora, ¿dónde está la explicaciónde esto? ¿Sólo diremos que el corazónes engañoso y que nos puede pasar atodos y que tengamos cuidado coneso?

Para nosotros «conocer»puede ser un algo mera-mente intelectivo, unproducto del estudio,pero en la Biblia conoceres una cosa más íntima. 1 Por ejemplo, en 5:7; 5:19; 15:6; 16:10-11; 17:5;

17:13; 19:4; 13:25; 18:15; 23:27.

38 AGUAS VIVASTEMA DE PORTADA

Si leemos atentamente el libro deJeremías vamos a encontrar una clavemuy importante. Y eso está en el ca-pítulo 2:8: «Los sacerdotes no dijeron:¿Dónde está Jehová? Y los que teníanla ley no me conocieron». Luego, en elcapítulo 4:22: «Porque mi pueblo esnecio, no me conocieron; son hijos ig-norantes y no son entendidos, sabiospara hacer el mal, pero hacer el bienno supieron». El problema era que nole conocían.

«Los que tenían la ley» eran losescribas, y no le conocían. Sí, noso-tros también podemos tener la Pala-bra y aun así no conocerle. Ese es elasunto que desencadena todos losotros problemas. Leamos otrosversículos. Capítulo 9:3: «... porquede mal en mal procedieron, y me handesconocido, dice Jehová». Y en el ver-sículo 6 de este mismo capítulo: «Sumorada está en medio del engaño;por muy engañadores no quisieron co-nocerme, dice Jehová».

Por eso, cuando llegamos al capí-tulo 9, versículos 23 y 24 encontra-mos una cosa muy importante, quenos da luz respecto de este problema:«Así dijo Jehová: No se alabe el sabioen su sabiduría, ni en su valentía sealabe el valiente, ni el rico en sus ri-quezas. Mas alábese en esto el que sehubiere de alabar: en entenderme y cono-cerme, que yo soy Jehová, que hagomisericordia, juicio y justicia en latierra; porque estas cosas quiero, diceJehová».

En medio de toda la desesperanzay confusión de Israel, Dios dice: «Enesto quiero que ustedes se gloríen».No en la sabiduría, ni en la valentía,ni en las riquezas. Tampoco –pudié-

ramos agregar– en tener un templofastuoso, una ciudad santa, en tenerla ley, ni en Moisés, el gran legisla-dor. Nada de eso es ocasión o motivosuficiente para gloriarse. El únicomotivo real, legítimo, para gloriarsees conocer a Dios, y entenderlo.

En la iglesia suele suceder unacosa. Una primera generación ha dis-frutado una comunión íntima con elSeñor, y ha visto algo de parte deDios. Dios les muestra sus obras ysus caminos. Pero luego viene otrageneración, que no ha visto lo mis-mo; que sólo ha escuchado decir loque Dios hizo en el pasado. Esta ge-neración no conoce verdaderamenteal Señor.

Los jóvenes que están creciendoentre nosotros, estos niños que maña-na van a sostener el testimonio, ¿quéestán conociendo? Sin duda, ellos es-tán conociendo, en un sentido hori-zontal, la vida del cuerpo, la preciosacomunión de los hermanos. Pero ¿es-tán conociendo, en la verticalidad, aDios, que es quien genera todas lasdemás cosas, y cuya relación es laque determina y posibilita esa otra?Si no atendemos debidamente esteasunto, pudiera suceder que en lasdos o tres generaciones siguientes, laiglesia esté gobernada por personasque no conocen a Dios.

Lo que significa «conocer»La palabra «conocer» en el Anti-

guo Testamento es «yada». Y «yada»tiene una significación más profundaque lo que para nosotros tiene «cono-cer». Para nosotros «conocer» puedeser un algo meramente intelectivo, unproducto del estudio, pero en la Bi-

39AGUAS VIVAS TEMA DE PORTADA

blia conocer es una cosa más íntima.Por eso, no nos deben extrañarversículos como Génesis 4: 1, en quedice que «conoció Adán a su mujerEva, la cual concibió y dio a luz aCaín», o como 4:25, donde dice que«conoció de nuevo Adán a su mujer, lacual dio a luz un hijo, y llamó sunombre Set».

¿Qué significa entonces «cono-cer»? En términos bíblicos, conocer esun acto íntimo, como el del esposocon la esposa. Nosotros solemos tenerde Dios una idea tan abstracta, tanideal: el Señor está en su trono comoel Rey, y también como Sumo Sacer-dote y como Abogado; él tiene todosesos títulos maravillosos, pero aúnasí nos parece tan lejano, tan distan-te. En cambio, decimos, nosotros es-tamos acá, rodeados de tantas situa-ciones, de tantos conflictos.

Para entender lo que significa lapalabra «conocer», debemos atendera este símil del matrimonio. El mismoSeñor, aquí en Jeremías, habla de queIsrael ha sido para él «una esposa in-fiel» (3:20), y que él es el Esposo queha esperado por su amada. Probable-mente la relación del hombre y lamujer en el matrimonio no sólo fuediseñada por Dios para mostrar labelleza de la relación de Cristo y laiglesia, sino también esta otra, de queel deseo de Dios es unirse al alma hu-mana, al corazón del creyente, en unaunión semejante a la del esposo conla esposa. ¿Hay algo más íntimo queeso? ¿Hay algo más íntimo en una re-lación matrimonial?

Ese es también el acto por el cualexiste la procreación. De modo queespiritualmente también podemos

decir: ¿Cómo nosotros podríamosmultiplicarnos? ¿Cómo vendrán nue-vos hijos de Dios a la realidad de laiglesia, sino como producto de quehay hombres y mujeres cuyas almasse han unido a Dios en esa uniónprofunda, en ese conocimiento ínti-mo?

No podemos decir que este «co-nocer» sea un asunto sólo del Anti-guo Testamento. En el Nuevo Testa-mento, por ejemplo, se dice que José«no conoció» a María «hasta que dioa luz a su hijo primogénito; y le pusopor nombre JESÚS» (Mateo 1:25).

En una de las principales epísto-las de Pablo, Efesios, él nos dice:«Para que el Dios de nuestro SeñorJesucristo, el Padre de gloria, os déespíritu de sabiduría y de revelaciónen el conocimiento de él» (1:17). Elespíritu de sabiduría y de revelaciónnos es dado para que le conozcamosa él. Es el gran medio para alcanzarel gran objetivo, que es el conoci-miento de Dios.

En Colosenses, Pablo usa la pala-bra griega «epignosis», que es esteconocimiento superior del que esta-mos hablando (1:10), que va más alládel mero acto intelectivo, o doctrinal.En Filipenses, Pablo dice: «Y cierta-mente, aun estimo todas las cosascomo pérdida por la excelencia delconocimiento de Cristo Jesús, mi Se-ñor, por amor del cual lo he perdidotodo, y lo tengo por basura, para ga-nar a Cristo» (3:8). Pablo estimó todaslas cosas como basura, y así entoncespudo recibir el conocimiento de Cris-to. Pero aún no estaba completo, por-que dice más abajo, en el versículo10: «A fin de conocerle». ¡Ah, esa fra-

40 AGUAS VIVASTEMA DE PORTADA

se! ¿Qué significa? Simplemente, que«conociéndole, aún no le conozcocomo debo conocerlo».

El ejemplo del Cantar de los cantares¿Le conocemos? Por la gracia de

Dios, algo le conocemos – pero no losuficiente. Tal vez estemos como lasulamita del «Cantar de los canta-res», en el capítulo 1, diciendo: «¡Oh,si él me besara con besos de su boca!Porque mejores son tus amores que elvino» (v. 2). Pero el amado no le dice«esposa mía» sino mucho más ade-lante, en el capítulo 4. Y sólo cuandoél le habla a ella como esposa es quepodemos suponer que hubo un cono-cimiento íntimo. Entonces se produjoese acto sublime en que dos seres vie-nen a ser uno. ¿Cómo es que dos pue-den ser uno? Por el amor, por este«conocimiento» íntimo.

Ya no hay dos maneras de pensar.Por eso al final del Cantar de los Can-tares, la sulamita habla en plural refi-riéndose al Amado y a ella. Como silos dos pensaran lo mismo, sintieranlo mismo. Ella se atreve a decir: «Sal-gamos ... moremos ... levantémonos,veamos ...» (7:11-12). Ella lo involucraa él.

Ojalá llegue el día en que noso-tros podamos decir: ‘Vayamos, Señor,y hagamos esto’. Esto sería una osa-día muy grande, a menos que haya-mos llegado a un conocimiento tanprofundo, no sólo de lo que él es,sino de lo que él quiere, de sus de-seos, de sus anhelos. Decirle eso sig-nificará que lo conocemos tan bien,tan profundamente, que él nos dirá:«Sí, vayamos».

El «Cantar de los cantares» es una

rareza en medio del Antiguo Testa-mento. Por eso fue por tantos siglosincomprendido. Porque en el fondolo que Dios está queriendo decir através de este pequeño libro es: «Yono sólo quiero ser vuestro Rey, yoquiero ser vuestro Amado, vuestroEsposo».

Y no sólo estamos hablando denosotros como Iglesia, sino –y princi-palmente– de nosotros como indivi-duos, como creyentes individuales.Hablamos de nuestra responsabili-dad personal como creyentes.

Porque es un riesgo ver solamenteque somos iglesia y no ver nuestraresponsabilidad personal. Cada unotiene una tarea, un desafío, una ca-rrera que correr, una batalla que pe-lear, una fe que guardar. Cada unode nosotros será llamado a juicio. Yno podemos escapar a eso.

En la iglesia ocurren cosas queson preciosas, pero otras que son bas-tante riesgosas. Por ejemplo, comosomos un cuerpo, entonces yo no soyel único responsable por las cosasque suceden en la iglesia, o por lascosas que no se hacen. Es cierto queyo no las hago, pero aquel tampocolas hace. Así compartimos lasirresponsabilidades y nos evadimos.Así, en el ámbito de la iglesia, puedesuceder que las responsabilidadespersonales sean descuidadas. Y nosólo en nuestra relación con los de-más, sino principalmente en nuestrarelación personal con el Señor.

Quisiéramos ser más osados y de-cir: Si nosotros no conocemos al Se-ñor íntimamente, hagamos cuentaque no le conocemos. Conocemos co-sas acerca de él, historias acerca de

41AGUAS VIVAS TEMA DE PORTADA

él, libros que se han escrito acerca deél, pero a él no lo conocemos. Porqueeste conocimiento del Señor Jesucris-to es lo único que nos va a mantenerapegados a él.

El Señor decía en Jeremías: «Sehan olvidado de mí, «me han aban-donado». ¿Pero cómo no, si no le co-nocían? ¿Qué otra cosa podía espe-rarse de ellos? Si no lo conocemos, nolo amaremos. Y si no lo amamos, nosdará lo mismo estar con él o sin él. Loúnico que nos retiene junto a él, esque le conozcamos, y consecuente-mente, que le amemos.

El Señor nos anhelaEl Señor nos quiere más cerca. Él

nos echa de menos. A través de Jere-mías él dice: «Anda y clama a los oí-dos de Jerusalén, diciendo: Así diceJehová: me he acordado de ti, de la fi-delidad de tu juventud, del amor detu desposorio, cuando andabas enpos de mí en el desierto, en tierra nosembrada». Eso es echar de menos.«He sentido nostalgia de ti, de lo fielque tú eras en tu juventud, de tuamor cuando recién nos casamos».

En Oseas capítulo 13:5 dice: «Yote conocí en el desierto, en tierraseca». El Señor «conoció» a Israel enel desierto. Y aquí en Jeremías dice:«(me acuerdo) cuando andabas enpos de mí en el desierto». Podemosver claramente que el matrimonio en-tre el Señor e Israel se produjo en eldesierto. Y aquí en Jeremías, cuandodice «me acuerdo de los días de tu ju-ventud, del amor de tu desposorio»,es como decir: «Me acuerdo cuandoestábamos en nuestra luna de miel,echo de menos esos días cuando tú

me amabas en el desierto; aunque enel desierto no hay nada atractivo,pero yo era todo tu atractivo. Meacuerdo de tu primero amor, de losprimeros días. No sentías el tiempo,orando, cantando para mí, no sentíasel frío o el calor, si tenías que viajarbajo el sol o bajo la lluvia, para tenercomunión y buscar mi rostro. Peroahora eres grande, ahora tienes mu-cho conocimiento, te has buscadosustitutos, ya no me buscas, no meanhelas, ya no dices ni siquiera: «¡Ohsi él me besara con besos de su boca».

Ustedes saben acerca de los pro-blemas matrimoniales que tuvo elprofeta Oseas, y cómo Oseas inter-pretaba a Dios. Nosotros no podemosleer a Oseas sin entender a Dioscomo el marido que sufre por unamujer infiel. Y justamente Oseas esuno de los que más usan la palabra«conocimiento». «Mi pueblo fue des-truido porque le faltó conocimiento.Por cuanto desechaste el conocimien-to, yo te echaré del sacerdocio» (4:6);(quiero) conocimiento de Dios másque holocaustos» (6:6), etc. Y «conoci-miento» tiene que ver con una rela-ción matrimonial íntima.

¿En qué punto de Cantares estáusted? ¿Está en ese: «Oh, si él me be-sara con besos de su boca»? ¿Está sóloen el deseo de ser apacentada y satis-fecha por él? ¿O está en el capítulo 2cuando ella rehúsa salir con el ama-do? Para ella aún no ha despuntado eldía, ni han huido las sombras. Aúnhay zorras pequeñas que echan a per-der sus vides. ¿O está en el capítulo 4,donde ya la relación es más profunda?¿O en el capítulo 5 cuando él la invitaa ella a participar de sus sufrimientos,

42 AGUAS VIVASTEMA DE PORTADA

de su vergüenza y deshonra, pero ellareacciona demasiado tarde? ¿O estáen el capítulo 7, cuando ella invita alAmado a salir al campo, a las viñas,para darle allí sus amores, y cuando leofrece el fruto de sus labores, para queél encuentre en ella su contentamien-to? ¿Podemos decir nosotros: «Yo soyde mi amado, y conmigo tiene su con-tentamiento?» (7:10).

¿Estamos en una etapa de noviaz-go con el Señor, o ya nos hemos casa-do con él, y por lo tanto, nuestra vo-luntad es la de él, nuestro camino esel suyo, nuestra suerte es la suya,todo? Que el Señor nos conceda sugracia para avanzar en amarle y com-placerle.

(Síntesis de un mensaje impartido en Barbosa,Colombia, en julio de 2007).

* * *El sueño de un pastor

Se cuenta de cierto pastor que después de un domingo fatigoso ytriunfal en el que había pronunciado un elocuente sermón que des-pertó entusiasmo, felicitaciones y decisiones, se sentó, cansado,en el gran sillón del púlpito y quedándose dormido tuvo el siguientesueño:

Vio entrar por la puerta del templo la majestuosa figura del Sal-vador que avanzaba por el pasillo central hacia él. El pastor cayó derodillas y mediante aquel fenómeno psíquico que nos permite razo-nar durante el sueño sin apercibirnos de la imposibilidad de aquelloque estamos soñando, exclamó: ¿Hasta aquí me honras, Señor?¡Cuánto me consideras, que te dignas visitarme! Pero la majestuo-sa figura del Salvador se limita a decir: "¿Cómo está tu celo?".

El predicador siente su celo como algo tangible dentro de su pe-cho, lo saca y lo entrega a su augusto visitante. Este lo pone en unabalanza y el pastor oye con satisfacción decir: "100 libras". A con-tinuación ve que a golpes de martillo la piedra se parte, y el Señorva separando las diferentes partículas de metal precioso de otrosconglomerados. Observa el pastor con ansiosa zozobra cómo vaescribiendo el resultado. Por fin extiende la mano para recoger elesperado análisis y lee lo siguiente:

Orgullo de denominación 20 % MaderaOrgullo de iglesia 35 % HenoOrgullo personal 40 % HojarascaAmor a las almas 2 % OroAmor a Dios 3 % PlataTotal 100 %

Ante el choque que le produce tan pésimo resultado, despierta elpastor y cae de rodillas físicamente esta vez, pidiendo ahora quecuando venga la realidad de lo que ha anticipado su subconscientepueda su balance ser mucho mejor.

Samuel Vila, Púlpito cristiano

43AGUAS VIVAS BOCADILLOS DE LA MESA DEL REY

«Entonces Jesús les dijo: Mi tiempo aún no ha llegado, mas vuestro tiemposiempre está presto» (Juan 7:6).

A menudo encontramos enlas Escrituras que Dios es unDios de plazos y de tiemposmuy definidos. Conforme a suplan eterno y a su conocimien-to absoluto de todas las circuns-tancias, Él va desarrollando losacontecimientos con toda pre-cisión, en el tiempo y en el es-

pacio adecuados.Al leer Génesis 1 ya nos im-

presiona el orden de Dios en la crea-ción y los plazos para cada cosa. Lue-

go, al contemplar el devenir de los acontecimientos, cómo ocu-rrieron en el tiempo hasta concluir con el advenimiento del Se-ñor Jesús y su gloriosa obra en la cruz, percibimos una Mente yuna Voluntad superior, que es la que a nosotros también nosregula, y cuyos designios hacemos bien en atender.

El Señor mismo, en sus aproximadamente 33 años de vidaterrenal, dio muestras de sujeción a los tiempos y a las sazonesde Dios. Él no anticipó ni demoró el tiempo de la cruz, sino ca-minó hacia ella. Rehusó todo aquello que podía anticiparla, comotambién aquello que podía demorarla. El decía: «Mi tiempo aúnno ha llegado». Cuando afirmó su rostro para subir a Jerusalénlo hizo porque había llegado ya la hora. Los hombres podíanplanificar su vida y moverse de acuerdo a su propia voluntad,pero Él no.

Desde el día que decidimos consagrarnos al Señor, todo elcontrol de nuestros tiempos y sazones ha de tenerlo Él. Nadasabemos nosotros qué es lo que más conviene a Su gloria. SóloÉl puede movernos o detenernos. Los plazos nuestros pudieranno convenir al Señor, aunque nos parezcan a nosotros los másapropiados. Sus pensamientos y Sus caminos son más elevadosque los nuestros.

Sólo Él es el Señor. Nosotros somos sólo sus siervos.

EL TIEMPO DEL SEÑOR

* * *

44 AGUAS VIVASLEGADO

Una de las cosas más tristes enlos días presentes es la divi-sión de la Iglesia de Dios.

Notamos que cuando el poder deDios vino sobre la iglesia primitivafue cuando estaban de común acuer-do. Creo que la bendición de Pente-costés no habría sido concedida de nohaber sido por el espíritu de unidad.

Si hubieran estado divididos,altercando entre sí, ¿es posible creerque el Espíritu Santo hubiera venidoy que se hubieran convertido las per-sonas por miles? He notado en nues-tra obra que si vamos a una ciudaden que hay tres iglesias que se hanunido tenemos mucha más bendición

que si hay tres iglesias pero sólo unasimpatiza con las reuniones de aviva-miento. Y si hay doce iglesias unidas,la bendición se multiplica por cuatro;siempre ha sido en proporción al es-píritu de unidad que se ha manifesta-do. Donde hay rencillas y divisiones,y donde hay ausencia de espíritu deunidad, allí hay poca bendición y ala-banza.

El doctor Guthrie da esta ilustra-ción del hecho: «Separa los átomosque constituyen el martillo, y cadauno puede caer sobre la piedra comoun copo de nieve; pero cuando estánunidos, y manejados por la manofuerte del obrero en la cantera, sus

D. L. Moody

Con su peculiar estilo ame-no, el célebre evangelistanorteamericano nos desa-fía a vivir en unidad.

45AGUAS VIVAS

golpes separan las piedras. Divididlas aguas del Niágara en gotas sepa-radas e individuales y parecerá llu-via, pero unidas en masa tienen unafuerza imponente, que podrían apa-gar un volcán».

La historia nos cuenta que cuandolos romanos y los albanos en guerradecidieron que harían depender lavictoria final de esta guerra de uncombate que tendría lugar entre sol-dados de ambos bandos: dos gruposde tres hermanos cada uno, los hijosde Curacio y los de Horacio.

En el combate, los curacios fue-ron heridos los tres, pero consiguie-ron matar a dos de los horacios.Viendo el tercer horacio, ileso, queno podía luchar contra los tres, aun-que estuvieran heridos, echó a co-rrer, escapándose. Perseguido porlos curacios, cuando vio que uno deellos, aunque herido, se había desta-cado de los demás en la persecución,se volvió y sin dificultad lo mató.Echó a correr otra vez, y con la mis-ma estratagema eliminó al segundocuracio. Luego le fue fácil terminarcon el tercero. Esta es la astucia deldiablo que nos separa para podernosdestruir fácilmente.

Tendríamos que aguantar muchoy sacrificarnos mucho antes de per-

mitir que la discordia y la divisiónprevalecieran en nuestros corazones.

Martín Lutero cuenta lo siguiente:«Supongamos dos cabras que se en-contraran frente a frente en medio deun puente estrecho que uniera un to-rrente impetuoso, ¿cómo se compor-tarían? Ninguna de las dos querríaretroceder ni dejar pasar a la otra, su-poniendo que el puente fuera estre-cho. Lo más probable es que se em-bistieran y las dos fueran a parar alagua y se ahogaran. La naturaleza,sin embargo, nos enseña que si launa se tendiera en el suelo y dejarapasar a la otra, las dos saldrían sindaño, sanas. La gente ganaría tam-bién, muchas veces, si dejara que losotros pasaran por encima de ellos envez de enzarzarse en debates y dis-cordias».

Cawdray dice: «Así como en lamúsica, si la armonía de los tonos noes completa, es ofensiva para el oídocultivado; cuando los cristianos estánen desacuerdo, no son aceptables aDios».

Hay diversidad de dones, segúnse nos enseña claramente, pero el Es-píritu es solamente uno. Si todos he-mos sido redimidos por la mismasangre, tendríamos que ver las cosasespirituales al unísono. Pablo escribe:«Hay diversidad de dones, pero elEspíritu es el mismo. Y hay diversi-dad de ministerios, pero el Señor esel mismo» (1 Corintios 12:4-5).

Donde hay unidad no creo queningún poder de la tierra o del infier-no pueda sostenerse ante la obra.Cuando la iglesia, el púlpito y losbancos están los tres unidos, o sea,que el pueblo de Dios es de un mis-

LEGADO

Nuestra debilidad hansido nuestras divisiones;y lo que necesitamos esque no haya cismas o di-visiones entre los queaman al Señor Jesucristo.

46 AGUAS VIVASLEGADO

mo parecer, el Cristianismo es comouna bola de fuego rodando sobre latierra, y todas las huestes de la muer-te y del infierno no pueden prevale-cer contra ella.

Creo que si fuera así, los hombresacudirían en manadas al Reino, cien-tos y miles. «En esto», dice Cristo,«conocerán los hombres que sois misdiscípulos, si os amáis unos a otros».Si tenemos amor y oramos unos porotros, triunfaremos. Dios no nos va adejar decepcionados.

No puede haber una separación odivisión real en la verdadera Iglesiade Cristo; todos son redimidos porun precio, y revestidos por un Espíri-tu. Si pertenezco a la familia de Dios,he sido comprado por la misma san-gre aunque no pertenezca a la mismadenominación. Lo que queremos esterminar con estas desgraciadas mu-rallas de sectarismo. Nuestra debili-dad han sido nuestras divisiones; ylo que necesitamos es que no hayacismas o divisiones entre los queaman al Señor Jesucristo.

En la Primera Epístola a losCorintios leemos los primeros sínto-mas del sectarismo que penetran enla iglesia primitiva: «Os ruego, pues,hermanos, por el nombre de nuestroSeñor Jesucristo, que habléis todosuna misma cosa, y que no haya entrevosotros divisiones, sino que estéisperfectamente unidos en una mismamente y en un mismo parecer. Por-que he sido informado acerca de vo-sotros, hermanos míos, por los deCloé, que hay entre vosotros contien-das. Quiero decir, que cada uno devosotros dice: Yo soy de Pablo; y yode Apolos; y yo de Cefas; y yo de

Cristo. ¿Acaso está dividido Cristo?¿Fue crucificado Pablo por vosotros?¿O fuisteis bautizados en el nombrede Pablo?» (1ª Corintios 1:10-13).

Nótese cómo el uno dice: «Yo soyde Pablo», y otro: «Yo soy deApolos», y otro: «Yo soy de Cefas».Apolos era un joven orador, y el pue-blo había sido atraído por su elocuen-cia. Algunos decían que Cefas, o seaPedro, era miembro de la línea apos-tólica regular, porque había estadocon Cristo, pero Pablo no. De modoque se dividieron y Pablo escribióesta carta a fin de resolver la cues-tión.

Jenkyn, en su comentario a laEpístola de Judas, dice: «Los partici-pantes de una «salvación común»,que aquí están de acuerdo en un ca-mino hacia el cielo y que esperan es-tar más tarde en un cielo, deberíantener un solo corazón. Ésta es la infe-rencia del apóstol en Efesios. ¡Quépenosa calamidad es que estén deacuerdo en una fe común, pero se en-durezcan como enemigos comunes!¡Que los cristianos vivan como si la fehubiera extirpado al amor! Esta fe co-mún debería ceder y templar nues-tros espíritus en todas nuestras dife-rencias. Debería moderar nuestramente, aunque haya diferencias ennuestras relaciones terrenas. ¡Quémotivo tan poderoso fue para José, enla concesión de su perdón, el que losofensores fueran sus hermanos y elque fueran todos ellos siervos delDios de sus padres! ¡Si nuestro pro-pio aliento carece de fuerza para apa-gar la vela de las rencillas, que las ex-tinga por lo menos la sangre de Cris-to!».

47AGUAS VIVAS LEGADO

Deplorando la división de la Iglesia¡Qué estado de cosas más extraño

encontrarían Pablo, Cefas y Apolo siregresaran al mundo hoy. El pequeñoarbolito que echó raíces en Corinto seha vuelto como el árbol de Nabuco-donosor, con ramas abundantes enlas que anidan las aves de los cielos.Supongamos que Pablo y Cefas re-gresaran hoy: oirían al punto hablarde disidentes.

– Un disidente – exclamaría Pablo–, ¿qué es esto?

– Tenemos una iglesia anglicana,y hay otros que disienten de estaiglesia.

– ¡Ah, ya entiendo! Hay, pues, dosclases de cristianos hoy, ¿no?

– ¡No, no! Hay muchas más divi-siones – me sabe mal tener que confe-sarlo. Los disidentes están tambiéndivididos entre sí. Hay metodistas,bautistas, presbiterianos, y otros más;todos están, a su vez, divididos.

– ¿Es posible, dice Pablo, quehaya tantas divisiones?

– Sí. La Iglesia de Inglaterra estátambién dividida entre sí. Hay variasramas, la Amplia, la Alta, la Baja yaún más. Luego tenemos la Iglesia lu-terana. Y en Rusia tenemos la iglesiagriega y otras más.

No sé de cierto qué pensarían Pa-blo y Cefas, pero creo que si regresa-ran al mundo encontrarían este esta-do de cosas asombroso. Es una delas cosas más humillantes de nues-tros días el ver a la familia de Diostan dividida. Si amamos al Señor Je-sucristo, debería pesar en nuestroscorazones el deseo de que Dios nosvolviera unir, de modo que pudiéra-mos amarnos unos a otros y elevar-

nos por encima de los sentimientospartidistas.

Al hacer reparaciones en una ca-pilla, de uno de los barrios de Boston,se cubrió un versículo que había ins-crito en la pared detrás del púlpito.El primer domingo después de termi-nada la reparación, un niño de cincoaños murmuró a su madre: «Ya sépor qué Dios les dijo a los pintoresque taparan este versículo que habíaaquí. Fue porque la gente no se ama-ba». La inscripción decía: «Un nuevomandamiento os doy, que os améislos unos a los otros».

Un pastor de Boston dijo que unavez había predicado sobre: «Recono-cimiento de los amigos en el futuro»,y al terminar el servicio, un oyente ledijo que sería mucho mejor que hu-biera predicado sobre el reconoci-miento de los amigos aquí, puestoque él hacía veinte años que iba aaquella iglesia y todavía no conocía aninguno de los miembros.

Estuve predicando en un pueblohace tiempo, cuando una noche, alsalir de una reunión, vi que de otroedificio salía gente. Pregunté a unamigo:

– ¿Hay dos iglesias aquí?– ¡Oh sí!– ¿Cómo os lleváis con ellos?– ¡Muy bien! – me contestó.– Estoy contento de saberlo – le

dije. Entonces le pregunté:– ¿Ha venido el otro pastor a al-

guna de nuestras reuniones?– ¡Oh no, esto no! No tenemos

nada que ver con ellos. Hemos deci-dido que esto es lo mejor.

Yo pensé: ‘¡Menos mal que se lle-van muy bien!’. ¡Oh, si Dios nos unie-

48 AGUAS VIVAS

ra a todos de corazón y de parecer!Que nuestros corazones fueran comogotas de agua unidas. La unidad en-tre el pueblo de Dios es una especiede anticipo del cielo. Allí no habrábautistas, metodistas,congregacionalistas o episcopales; to-dos seremos uno en Cristo. Los nom-bres de las denominaciones los deja-remos todos en la tierra.

¡Oh, si el Espíritu de Dios derri-bara estas miserables paredes que no-sotros hemos edificado!

¿Habéis notado que la últimaoración que Jesucristo hizo sobre latierra, antes de ir al Calvario, fuepara pedir que sus discípulos fueranuno? Podía ver a lo largo del corre-dor del tiempo, en el futuro, las divi-siones que Satanás introduciría en elrebaño de Dios. Nada pondría en si-lencio a los infieles tan rápidamentecomo el que los cristianos se unie-ran. Entonces nuestro testimoniotendría peso entre los infieles y losque viven descuidados. Pero cuandoven que los cristianos estamos divi-didos no creen nuestro testimonio.El Espíritu Santo es agraviado; y hay

poco poder en nosotros porque nohay unidad.

Si yo supiera que había una gotade sectarismo en mis venas, me san-graría hoy antes de ir a la cama; sihubiera un pelo sectario en mi cabe-za, me lo arrancaría al instante. Pon-gamos nuestro corazón afinado al deJesucristo; y entonces nuestras ora-ciones serán aceptables a Dios y ha-brá lluvias de bendiciones que des-cenderán del cielo.

La unidadQue desaparezcan los nombres de los

partidos entre los redimidos;De aquellos que dicen pertenecer a

Cristo; si es que son de él.Como hay un solo Señor y una sola

Cabeza, hay un solo corazón;Hemos de cantar juntos sólo una sal-

vación, y formar parte de ella.Tan sólo un pan, una sola familia y

una Roca;Un edificio único, de amor;Un solo aprisco, un Pastor, una sola

grey, tal como en el cielo.¡Esto quiere el Señor!

(J. Irons).

(Tomado de La oración que prevalece).

* * *

LEGADO

Todo lo hace por amor

En todas las pruebas y sufrimientos en las que podamos encon-trarnos, es imposible dudar de la bondad de Aquel que ha queridotomar nuestro lugar en el juicio; si lo pensamos, eso pone unabarrera infranqueable ante todo sentimiento indigno de nuestra partehacia Él, quien nos demostró un amor tan grande. Los designios deDios para con nosotros no pueden tener otra fuente más que suamor revelado en Jesucristo nuestro Señor.

J. Foulquier, en Revista «Creced»

49AGUAS VIVAS LEGADO

Desear algo más que lo queCristo ha fundado entre no-sotros no es desear la frater-

nidad cristiana, sino ir en busca dequién sabe qué experiencias extraor-dinarias que piensa va a encontrar enla comunidad cristiana y que no haencontrado en otra parte, introdu-ciendo así en la comunidad el turba-dor fermento de los propios deseos.Es precisamente en este aspecto don-de la fraternidad cristiana se ve ame-nazada –casi siempre y ya desde suscomienzos– por el más grave de lospeligros: la intoxicación interna pro-vocada por la confusión entre frater-nidad cristiana y un sueño de comu-

nidad piadosa; por la mezcla de unanostalgia comunitaria, propia de todohombre religioso, y la realidad espiri-tual de la hermandad cristiana. Poreso es importante adquirir concienciadesde el principio de que, en primerlugar, la fraternidad cristiana no esun ideal humano, sino una realidaddada por Dios, y, en segundo lugar,que esta realidad es de orden espiri-tual y no de orden anímico (o psíqui-co).

Muchas han sido las comunida-des cristianas que han fracasado porhaber vivido con una imagen quimé-rica de comunidad. Es lógico que elcristiano, cuando entra en la comuni-

Dietrich Bonhoeffer

Un análisis de la comunión espiritual, en contraposición con launidad meramente anímica.

50 AGUAS VIVASLEGADO

dad, lleve consigo un ideal de lo queésta debe ser, y que trate de realizar-lo. Sin embargo, la gracia de Diosdestruye constantemente esta clasede sueños. Decepcionados por los de-más y por nosotros mismos, Dios nosva llevando al conocimiento de la au-téntica comunidad cristiana. En sugracia, no permite que vivamos, ni si-quiera unas semanas, en la comuni-dad de nuestros sueños, en esa at-mósfera de experiencias embriaga-doras y de exaltación piadosa quenos enerva. Porque Dios no es undios de emociones sentimentales,sino el Dios de la realidad. Por eso,sólo la comunidad que, consciente desus tareas, no sucumbe a la gran de-cepción, comienza a ser lo que Diosquiere, y alcanza por la fe la promesaque le fue hecha. Cuanto antes llegueesta hora de desilusión para la comu-nidad que, consciente de sus tareas,no sucumbe a la gran decepción, co-mienza a ser lo que Dios quiere, y al-canza por la fe la promesa que le fuehecha. Cuanto antes llegue esta horade desilusión para la comunidad ypara el mismo creyente, tanto mejorpara ambos. Querer evitarlo a cual-quier precio y pretender aferrarse auna imagen quimérica de comuni-dad, destinada de todos modos a des-inflarse, es construir sobre arena ycondenarse más tarde o más tempra-no a la ruina.

Debemos persuadirnos de quenuestros sueños de comunión huma-na, introducidos en la comunidad,son un auténtico peligro y deben serdestruidos so pena de muerte para lacomunidad. Quien prefiere el propiosueño a la realidad se convierte en un

destructor de la comunidad. Por máshonestas, serias y sinceras que seansus intenciones personales.

Dios aborrece los sueños piadososporque nos hacen duros ypretenciosos. Nos hacen exigir lo im-posible a Dios, a los demás y a noso-tros mismos. Nos erigen en jueces delos hermanos y de Dios mismo.Nuestra presencia es para los demásun reproche vivo y constante. Nosconducimos como si nos correspon-diera, a nosotros, crear una sociedadcristiana que antes no existía, adapta-da a la imagen ideal que cada unotiene. Y cuando las cosas no salencomo a nosotros nos gustaría, habla-mos de falta de colaboración, conven-cidos de que la comunidad se hundecuando vemos que nuestro sueño sederrumba. De este modo, comenza-mos por acusar a los hermanos, des-pués a Dios y, finalmente, desespera-dos, dirigimos nuestra amargura con-tra nosotros mismos.

Todo lo contrario sucede cuandoestamos convencidos de que Diosmismo ha puesto el fundamento úni-co sobre el que edificar nuestra co-munidad y que, antes de cualquieriniciativa por nuestra parte, nos haunido en un solo cuerpo por Jesucris-to; pues entonces no entramos en lavida en común con exigencias, sinoagradecidos de corazón y aceptandorecibir. Damos gracias a Dios por loque él ha obrado en nosotros. Leagradecemos que nos haya dado her-manos que viven, ellos también, bajosu llamado, bajo su perdón, bajo supromesa. No nos quejamos por loque no nos da, sino que le damosgracias por lo que nos concede cada

51AGUAS VIVAS LEGADO

día. Nos da hermanos llamados acompartir nuestra vida pecadora bajola bendición de su gracia. ¿No es su-ficiente? ¿No nos concede cada día,incluso en los más difíciles y amena-zadores, esta presencia incompara-ble?

Cuando la vida en comunidadestá gravemente amenazada por elpecado y la incomprensión, el herma-no, aunque pecador, sigue siendo mihermano. Estoy con él bajo la palabrade Cristo, y su pecado puede ser paramí una nueva ocasión de dar graciasa Dios por permitimos vivir bajo sugracia. La hora de la gran decepciónpor causa de los hermanos puede serpara todos nosotros una hora verda-deramente saludable, pues nos hacecomprender que no podemos vivir denuestras propias palabras y de nues-tras obras, sino únicamente de la pa-labra y de la obra que realmente nosune a unos con otros, esto es, el per-dón de nuestros pecados por Jesu-cristo. Por tanto, la verdadera comu-nidad cristiana nace cuando, deján-donos de ensueños, nos abrimos a larealidad que nos ha sido dada.

La espiritualidad de la comunidadcristiana

La fraternidad cristiana no es unideal a realizar sino una realidadcreada por Dios en Cristo, de la queél nos permite participar. En la medi-da en que aprendamos a reconocerque Jesucristo es verdaderamente elfundamento, el motor y la promesade nuestra comunidad en esa mismamedida aprenderemos a pensar enella, a orar y esperar por ella, con se-renidad.

Fundada únicamente en Jesucris-to, la comunidad cristiana no es unarealidad de orden anímico, sino deorden espiritual. En esto precisamen-te se distingue de todas las demás co-munidades. La Sagrada Escritura en-tiende por «espiritual» el don del Es-píritu Santo que nos hace reconocer aJesucristo como Señor y Salvador. Poranímico (psíquico) en cambio, lo quees expresión de nuestros deseos, denuestras fuerzas y de nuestras posibi-lidades naturales en nuestra alma.

Toda realidad de orden espiritualdescansa sobre la palabra clara y evi-dente que Dios nos ha revelado en Je-sucristo. Por el contrario, el funda-mento de la realidad anímica es elconjunto confuso de pasiones y de-seos que sacuden el alma humana.Fundamento de la comunidad espiri-tual es la verdad revelada; el de la co-munidad anímica, el hombre y susdeseos. Esencia de la primera es laluz, porque «Dios es luz, y no hayningunas tinieblas en él» (1 Jn. 1:5), y«si andamos en luz, como él está enluz, tenemos comunión unos conotros» (1 Jn. 1:7). Esencia de la segun-da, las tinieblas –«porque de dentro,del corazón de los hombres salen losmalos pensamientos» (Mr. 7:21)– queenvuelven toda iniciativa humana,incluyendo los impulsos religiosos.

Comunidad espiritual es la comu-nión de todos los llamados por Cris-to, comunidad anímica es la comu-nión de las almas piadosas; en la co-munidad espiritual vive el radianteamor del servicio fraternal, el ágape;en la otra, el eros, el amor oscuro delimpulso impío-piadoso. La una im-plica el servicio fraterno ordenado; la

52 AGUAS VIVASLEGADO

otra, el deseo desordenado por pla-cer. La primera se caracteriza por unaactitud de humildad y de sumisiónhacia los hermanos; la segunda, poruna servidumbre más o menos hipó-crita a los propios deseos. En la co-munidad espiritual únicamente es laPalabra de Dios la que domina; en lacomunidad anímica es el hombrequien, junto a la palabra de Dios, pre-tende dominar con su experiencia, sufuerza, su capacidad de sugestión ysu magia religiosa. En aquella sóloobliga la palabra de Dios; en ésta, loshombres pretenden además sujetar-nos a sí mismos. Y así, mientras unase deja conducir por el Espíritu San-to, en la otra se buscan y cultivan es-feras de poder e influencia de ordenpersonal – entre protestas de purezade intenciones – que destronan al Es-píritu Santo, alejándolo prudente-mente, porque aquí la única realidades lo psíquico, es decir, lapsicotécnica, el método psicológico opsicoanalítico, aplicado científica-mente, y donde el prójimo se convier-te en objeto de experimentación. Enla comunidad cristiana auténtica, porel contrario, es el Espíritu Santo, úni-co maestro quien hace posible unamor y un servicio en estado puro,despojado de todo artificio psicológi-co.

Tal vez pudiera ilustrarse con ma-yor claridad el contraste entre comu-nidad espiritual y comunidadanímica. En la comunidad espiritualno existe, en ningún caso, una rela-ción «directa» entre los que integranla comunidad, mientras que en la co-munidad anímica se suele dar unanostalgia profunda y totalmente ins-tintiva de una comunión directa vauténticamente carnal.Instintivamente, el alma humanabusca otra alma con quien confundir-se, ya sea en el plano amoroso o bien,lo que es lo mismo, en el sometimien-to del prójimo a la propia voluntadde poder. Tal es el esfuerzo extenuan-te del fuerte en busca de la admira-ción, amor, o temor del débil.

Mi prójimo quiere ser amado talcomo es, independientemente de mí,es decir, como aquel por quien Cristose hizo hombre, murió y resucitó; aquien Cristo perdonó y destinó a lavida eterna. En vista de que, antes detoda intervención por mi parte, Cris-to ha actuado decisivamente en él,debo dejar libre a mi prójimo para elSeñor, a quien pertenece, y cuya vo-luntad es que yo lo reconozca así.Esto es lo que queremos decir cuandoafirmamos que no podemos encon-trar al prójimo sino a través de Cris-to. El amor anímico crea su propiaimagen del prójimo, de lo que es y delo que debe ser; quiere manipular suvida. El amor espiritual, en cambio,parte de Cristo para conocer la verda-dera imagen del hombre; la imagenque Cristo ha acuñado y quiere acu-ñar con su sello.

Por eso el amor espiritual se ca-racteriza, en todo lo que dice y hace,

Fundada únicamente enJesucristo, la comunidadcristiana no es una reali-dad de orden anímico,sino de orden espiritual.

53AGUAS VIVAS LEGADO

a tiempo entre ideal humano y reali-dad de Dios, entre comunidad de or-den anímico y comunidad de ordenespiritual. Por eso es cuestión de vidao muerte alcanzar cuanto antes unavisión lúcida a este respecto. En otraspalabras, la vida de una comunidadbajo la autoridad de la palabra sólose mantendrá vigorosa en la medidaen que renuncie a querer ser un mo-vimiento, una sociedad, una agrupa-ción religiosa, un collegium pietatis, yacepte ser parte de la iglesia cristia-na, una, santa y universal, partici-pando activa o pacientemente en lasangustias, las luchas y la promesa detoda la iglesia. Por eso toda tendenciaseparatista que no esté objetivamentejustificada por circunstancias locales,una tarea común o alguna otra razónparecida, constituye un gravísimo pe-ligro para la vida de la comunidad aquien priva de eficacia espiritualempujándola hacia el sectarismo. Ex-cluir de la comunidad al hermanofrágil e insignificante, con el pretextode que no se puede hacer nada conél, puede suponer, nada menos, la ex-clusión del mismo Cristo, que llama anuestra puerta bajo el aspecto de esehermano miserable. Esto nos debe in-ducir a proceder con sumo cuidado.

Podría parecer a primera vistaque la confusión entre ideal y reali-dad, entre anímico y espiritual, ten-dría que darse más bien en comuni-dades como el matrimonio, la familiao la amistad, donde lo anímico juegadesde el principio un papel esencial ydonde lo espiritual no se añade sinodespués. Resultaría así que el peligrode confusión de esas dos realidadesno existiría sino para ese tipo de aso-

por su preocupación de situar al pró-jimo delante de Cristo. No busca ac-tuar sobre la emotividad del otrodando a su acción un carácter dema-siado personal y directo; renunciará aintroducirse indiscretamente en lavida del otro y complacerse en mani-festaciones puramente sentimentalesy exaltadas de la piedad. Se contenta-rá con dirigirse al prójimo con la pa-labra transparente de Dios, dispuestoa dejarlo a solas con ella para queCristo pueda actuar sobre él con ente-ra libertad. Respetará la frontera queCristo ha querido interponer entrenosotros y se contentará con la comu-nidad fundada en Cristo. Porquesabe que el camino más corto paraacceder a los otros pasa siempre porla oración, y que el amor al prójimoestá indisolublemente unido a la ver-dad en Cristo. Este es el amor quehace decir al apóstol Juan: «No tengoyo mayor gozo que este, el oír quemis hijos andan en la verdad» (3 Jn.4).

El amor anímico vive del deseoturbador incontrolado e incontrola-ble; el amor espiritual vive en la clari-dad del servicio que le asigna la ver-dad. El uno esclaviza, encadena y pa-raliza al hombre; el otro le hace librebajo la autoridad de la Palabra. Eluno cultiva flores de invernadero; elotro produce frutos saludables quecrecen, por voluntad de Dios, en li-bertad bajo el cielo, expuestos a lalluvia, al sol y al viento.

La comunidad forma parte de la igle-sia cristiana

Es de vital importancia para todacomunidad cristiana lograr distinguir

54 AGUAS VIVAS

ciaciones, y que sería prácticamenteinexistente en una comunidad de ca-rácter puramente espiritual. Pensarasí es un grave error. La experienciay un examen objetivo de la realidadprueban exactamente lo contrario.

Generalmente, en el matrimonio,en la familia o en la amistad cadauno es consciente de sus verdaderasposibilidades con respecto a la vidaen común; estas formas de socieda-des humanas, cuando permanecensanas, permiten distinguir muy biendónde se encuentra el límite entre loanímico y lo espiritual. Hacen queseamos conscientes de la diferenciaque hay entre estos dos órdenes de larealidad. Y a la inversa, es precisa-mente en la comunidad de orden pu-ramente espiritual donde es de temermás la irrupción desordenada y sutil;obligaciones, influencias y servidum-bre lo son todo aquí; y nos dan la ca-ricatura de lo que constituye la au-téntica comunidad en la que Cristo esel mediador.

Existe una conversión de ordenanímico. Se presenta con toda la apa-riencia de una verdadera conversión.Es lo que sucede cuando un hombre,abusando conscientemente de su po-der personal, consigue inquietar pro-fundamente y someter a un indivi-duo o a una comunidad entera. ¿Quéha sucedido? El alma ha actuado di-rectamente sobre otras almas y se haproducido un verdadero acto de vio-lencia del fuerte sobre el débil, quien,bajo la presión experimentada, termi-na por sucumbir. Pero sucumbe a unhombre, no a la causa en sí. Esto sedemuestra claramente en el momentoen que se requiere un sacrificio por la

causa, independiente de la persona ala que está sometido o en contradic-ción con la voluntad de éste. Aquí elconvertido anímicamente falla estre-pitosamente, manifestando así que suconversión no era obra del EspírituSanto, sino obra humana; por tanto,una ilusión.

También existe un amor al próji-mo de orden puramente anímico. Ca-paz de los sacrificios más inauditos,se entrega con tal ardor a las realida-des tangibles, que a menudo superael auténtico amor cristiano. Además,se consume y subyuga. Sin embargo,es de este amor del que el apóstoldice: «Y si repartiese todos mis bie-nes para dar de comer a los pobres, ysi entregase mi cuerpo para ser que-mado –es decir, si alcanzase la cum-bre del amor y del sacrificio–, y notengo amor, de nada me sirve» (1a

Cor. 13: 3).El amor de orden anímico ama al

otro por sí mismo, mientras que elamor de orden espiritual le ama porCristo. De ahí que el amor anímicocorre el peligro de buscar un contactodirecto con el amado sin respetar sulibertad; considerándolo como subien, intenta conseguirlo por todoslos medios. Se siente irresistible yquiere dominar. Un amor de esta cla-se hace caso omiso de la verdad; larelativiza porque nada, ni la mismaverdad, debe interponerse entre él yla persona amada. El amor anímicoes ansia, no servicio; se desea al próji-mo, su compañía, su amor. Es deseoaún allí donde todas las aparienciashablan de servicio.

En dos aspectos –en realidad noson más que uno– se manifiesta la di-

LEGADO

55AGUAS VIVAS

ferencia entre amor espiritual y amoranímico: el amor anímico no soportaque, en nombre de la verdadera co-munidad, se destruya la falsa comu-nidad que él ha imaginado; y es inca-paz de amar a su enemigo, es decir, aquien se le oponga seria y obstinada-mente. Ambas reacciones surgen dela misma fuente: el amor anímico esesencialmente deseo, y lo que deseaes una comunidad a su medida.Mientras encuentre medios para sa-tisfacer este deseo, no lo abandonaráni por la misma verdad o el verdade-ro amor. Cuando no pueda satisfacer-lo, habrá llegado al final de sus posi-bilidades y se encontrará en un am-biente hostil. Entonces se trocará fá-cilmente en odio, desprecio y calum-nia.

Aquí es precisamente donde entraen escena el amor de orden espiri-tual, en el que lo propio es servir y nodesear. Ante su presencia, el amorpuramente anímico se convierte enodio. Porque lo propio del amor aní-mico es buscarse a sí mismo y con-vertirse en ídolo que exige adoracióny sumisión total. Es incapaz de con-sagrar su atención y su interés a algoque no sea él mismo. El amor espiri-tual, en cambio, cuya raíz es Jesucris-to, le sirve sólo a él y sabe que no hayotro acceso directo al prójimo. Cristoestá entre el prójimo y yo. Yo no sé deantemano, basándome en un concep-to general de amor y en una nostalgiainterior, lo que es el amor al prójimo– para Cristo tal sentimiento podríano ser sino odio o la forma más refi-nada de egoísmo –, sino que es única-mente Cristo quien me lo dice en suPalabra. En contra de mis ideas y

convicciones personales, él me dicecómo puedo amar verdaderamente ami hermano. Por eso el amor espiri-tual no acepta otra atadura que la pa-labra de su Señor. Cristo puede exi-girme, en nombre de su amor y suverdad, que mantenga o rompa ellazo que me une a otros. En amboscasos debo obedecer a pesar de todaslas protestas de mi corazón. El amorespiritual se extiende también a losenemigos, porque quiere servir y noser servido. No nace este amor delhombre, ya sea amigo o enemigo,sino de Cristo y su palabra. Procededel cielo, por eso el amor meramenteterrestre es incapaz de comprenderle,para él es algo extraño, una novedadincomprensible.

Entre mi prójimo y yo está Cristo.Por eso no me está permitido desearuna comunidad directa con mi próji-mo. Únicamente Cristo puede ayu-darle, como únicamente Cristo ha po-dido ayudarme a mí. Esto significaque debo renunciar a mis intentosapasionados de manipular, forzar elelemento anímico. Creemos que estaclase de comunidad es no solamentepeligrosa sino que constituye un fe-nómeno absolutamente anormal.Donde la vida familiar, el trabajo encomún, en suma, la existencia diariacon todas sus exigencias, no ocupansu lugar, son especialmente necesa-rias la vigilancia y la sangra fría. Laexperiencia demuestra que los pe-queños momentos de ocio son losmás propicios a la irrupción de loanímico. Es muy fácil despertar unaembriaguez comunitaria entre gentellamada a vivir algunos días la vidaen común; pero es una empresa ex-

LEGADO

56 AGUAS VIVAS

tremadamente peligrosa para la vidadiaria que estamos llamados a viviren una fraternidad sana y lúcida.

La unión con JesucristoProbablemente no exista ningún

cristiano a quien Dios no conceda, almenos una vez en la vida, la graciade experimentar la felicidad que dauna verdadera comunidad cristiana.Sin embargo, tal experiencia constitu-ye un acontecimiento excepcionalañadido gratuitamente al pan diariode la vida cristiana en común.

No tenemos derecho a exigir talesexperiencias, ni convivimos con otroscristianos gracias a ellas. Más que laexperiencia de la fraternidad cristia-na, lo que nos mantiene unidos es lafe firme y segura que tenemos en esafraternidad. El hecho de que Dioshaya actuado y siga queriendo obrar

en todos nosotros es lo que acepta-mos por la fe como su mayor regalo;lo que nos llena de alegría y gozo; loque nos permite poder renunciar atodas las experiencias a las que élquiere que renunciemos.

«¡Mirad cuán bueno y cuán deliciosoes habitar los hermanos juntos en armo-nía!». Así celebra la Sagrada Escriturala gracia de poder vivir unidos bajola autoridad de la palabra.

Interpretando más exactamente laexpresión «en armonía», podemosdecir ahora: es dulce para los herma-nos vivir juntos por Cristo, porqueúnicamente Jesucristo es el vínculoque nos une. «Él es nuestra paz».Sólo por él tenemos acceso los unos alos otros y nos regocijamos unidos enel gozo de la comunidadreencontrada.

(Extractado de Vida en Comunidad).

LEGADO

* * *Definición de oración

El gran predicador D. L. Moody escribe que la mejor definiciónque jamás escuchara sobre la oración, le llegó de labios de un niño,cuando en cierta ocasión, en un colegio de Escocia, después dehacer la pregunta: ¿Qué es la oración? se disponía a dar su explica-ción, convencido de que ninguno de los niños presentes sería capazde aportar una respuesta coherente. Pero antes de que lograra abrirla boca, se quedó asombrado al ver que docenas de manecitas selevantaban por toda la sala, dispuestas a aceptar el “reto”. No tuvomás remedio que conceder a uno la palabra para que diera su res-puesta, que le llegó con una voz dulce y temblorosa pero tersa ytransparente:

«La oración –dijo su joven interlocutor– es ofrecer nuestros de-seos a Dios respecto a las cosas que son conforme a su santa vo-luntad, en el nombre de Jesús, confesando nuestros pecados y enreconocimiento agradecido por su misericordia».

Moody se quedó maravillado de que un niño hubiera dado en elblanco: “No debemos concebir la oración como algo que vence laresistencia divina para ajustarla a nuestros planes, sino más biencomo el medio por el cual nuestros propósitos y los de Dios enca-jan, activando así su complacencia”.

57AGUAS VIVAS PERFILES

EL DOLOR DEL ANCIANO DARWIN

Los estudiantes de lateoría de la evolución pue-den sorprenderse al saberque, al final de su vida, Char-les Darwin, retornó a su fe enla Biblia. El relato siguiente fuehecho por Lady Hope, deNorthfield, Inglaterra, una maravillo-sa mujer cristiana que estuvo muchas veces al lado de su cama ensus últimos días.

«Fue una de esas gloriosas tardes de otoño que a veces tenemosen Inglaterra que fui llamada para entrar y sentarme con CharlesDarwin. Siempre que lo oía, con su presencia elegante, yo imagina-ba que de él se podría pintar un cuadro formidable para nuestraAcademia Real, pero nunca pensé tanto en eso como en esta oca-sión en particular.

«Él estaba sentado en la cama, recostado sobre almohadas, mi-rando fijamente hacia una escena distante en el bosque y en loscampos sembrados de maíz que relucían a la luz de una maravillosapuesta de sol.

«Su semblante se iluminó de placer cuanto entré en el cuarto. Élseñaló en dirección a la ventana, apuntando hacia la bella escenadel crepúsculo. En su otra mano él sujetaba la Biblia abierta, la cualsiempre estaba estudiando.

«¿Qué está usted leyendo ahora?», le pregunté. «Hebreos», res-pondió él, y agregó: «El libro Real, como lo llamo». Luego, colocan-do sus dedos en ciertos pasajes, comentó acerca de ellos.

«Hice algunas alusiones a las fuertes opiniones expresadas pormuchas personas acerca de la historia de la creación, y sobre losjuicios que hacían respecto de los dos primeros capítulos de Géne-sis. Él pareció turbado, sus dedos se retorcieron nerviosamente y unaire de agonía apareció en su rostro mientras decía: «Yo era un jovencon ideas amorfas. Arrojaba preguntas, sugerencias, preguntandotodo el tiempo sobre todo. Para mi asombro, las ideas se esparcie-ron como fuego. La gente hizo de ellas una religión».

«Hizo una pausa, y después de decir algunas otras palabras so-

58 AGUAS VIVASPERFILES

bre la «santidad de Dios», y la «grandeza de este Libro», mirandocon cariño la Biblia que sostenía todo el tiempo, dijo: «Tengo un kioscoen el huerto en el que caben unas 30 personas. Está por allá» – dijoseñalando a través de la ventana abierta. «Me gustaría mucho queusted hablase allí. Sé que usted lee la Biblia en las aldeas. Me gusta-ría que mañana en la tarde los sirvientes del lugar y algunos vecinosse reunieran allí. ¿Les hablará?»

«¿Sobre qué debo hablar?», pregunté. «Cristo Jesús», respondióél en un tono claro y enfático, y agregó más suavemente: «... y susalvación. ¿No es ese el mejor tema? Y luego quiero que cante algu-nos himnos con ellos. Usted puede acompañarlos con su pequeñoinstrumento ...»

«Nunca olvidaré el brillo de su rostro cuando dijo esto, pues agre-gó: «Si usted lleva a cabo la reunión a las tres en punto, esta ventanaestará abierta, y usted sabrá que estaré cantando con ustedes».

¿Habrá una escena más dramática? ¡El meollo de la tragedia nosqueda expuesto aquí! Darwin, un entusiasta de la Biblia, hablandosobre «la grandeza de este Libro», siendo que el movimientoevolucionista moderno en la teología, unido al criticismo escéptico,ha destruido la fe bíblica de multitudes. Darwin, con aire afligido,lamentándose por todo aquello y declarando: «Yo era un joven conideas amorfas». ¡Qué condenación avasalladora». ¡Las «ideasamorfas» del joven Darwin son la base de la teología moderna!

Oswald Smith, en Prayer Crusade

59AGUAS VIVAS ESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA

Nacido en el seno de una familia ingle-sa acomodada, en 1860, Charles T. Studd,llegó a ser en su juventud un famoso juga-dor de críquet. Pero su carrera deportivase vio interrumpida cuando conoció al Se-ñor y se consagró, a los 25 años de edad,como misionero a China, en la Misión fun-dada por Hudson Taylor algunos años an-tes. En China contrajo matrimonio conPriscilla Livingstone, una misionera irlan-desa, con quien tuvo cinco hijas.

Tras 10 años de ministerio muy fecun-do, regresó a Inglaterra, desde donde par-tió para India seis años más tarde. En laIndia sirvió al Señor otros seis años, y re-gresó a Inglaterra en 1906.

El desafío mayor

Cierto día del año 1908, mientras se hallaba en Liverpool,Studd vio un aviso muy cu-

rioso que llamó en seguida su aten-ción: «Caníbales quieren misione-ros». Studd entró al lugar para ver dequé se trataba.

Era un extranjero, Kart Kumm,quien disertaba sobre África. Decíaque al centro del continente habíanido exploradores, cazadores, árabes ymercaderes, pero que ningún cristia-no jamás había entrado a hablar deJesús. «La vergüenza penetró profun-damente en mi alma», diría Studd

La asombrosa historia de un hombre que lo dejó todo por Cristo.

60 AGUAS VIVASESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA

más tarde. Oyó una voz que le dijo:«¿Por qué no vas tú?». «Los médicosno lo permitirán», contestó. Vino larespuesta: «¿No soy yo el Buen Médi-co? ¿No puedo llevarte allí? ¿No pue-do mantenerte allí?».

Como no había excusas, Studdsintió que tenía que ir.

Preparativos para la gran misiónDe alguna manera, Studd sintió

que hasta ese momento la vida habíasido una preparación para los próxi-mos años. Studd realizó un viajeexploratorio de varios meses, a lomode mula y a pie, por regiones infesta-das de paludismo y otras enfermeda-des, donde pudo comprobar la extre-ma necesidad de los pueblos paganosde África. Supo que más allá de lasfronteras de Sudán, en el Congo Bel-ga, existían gentes tan depravadas ydesamparadas que nunca habíanoído de Cristo.

Regresó inflamado de amor porÁfrica, y lanzó un desafío a todo elpueblo de Dios de Inglaterra. Escri-bió una serie de folletos, con los cua-les incendió de fuego santo muchoscorazones. Él sentía que era una nue-va Cruzada. «Debemos ir en Cruzadapor Cristo. Tenemos los hombres, losmedios y las comunicaciones, el va-por, la electricidad y el hierro han ni-velado las tierras y atravesado losmares. Las puertas del mundo noshan sido abiertas por nuestro Dios ...En junio pasado mil cateadores, ne-gociantes, comerciantes y buscadoresde oro esperaban en la desembocadu-ra del Congo para arrojarse en esasregiones, pues según rumores existíaallí abundancia de oro. Si tales hom-

bres oyen tan fuertemente el llamadodel oro y lo obedecen, ¿puede ser quelos oídos de los soldados de Cristoestén sordos al llamado de Dios y alclamor de las almas moribundas?¿Son tantos los jugadores por el oro ytan pocos los jugadores por Dios?».

Sin embargo, su partida no fue fá-cil, pues hasta última hora no habíarecursos, y Priscilla, su esposa, no lo-graba obtener fuerzas para apoyar laempresa – además que estaba delica-da de salud. Al dejar Liverpool, sintióque Dios le habló de una maneramuy extraña: «Este viaje no es sola-mente para el Sudán, es para todo elmundo no evangelizado». En ese mo-mento parecía verdaderamente muyextraño, pero el tiempo demostraríaque era verdadero.

La víspera de la separación, un jo-ven le preguntó a Charles: «¿Es ciertoque usted a la edad de cincuenta ydos años, se propone dejar su país, suhogar, su esposa, y sus hijas?».«¿Qué?», dijo Studd. «¿No ha estadohablando usted esta noche del sacrifi-cio del Señor Jesucristo? Si Jesucristoes Dios y murió por mí, entonces nin-gún sacrificio podrá ser demasiadogrande para que yo lo haga por él».Cuando estaba sobre el andén, paratomar el tren, escribió en un papeldos líneas de poesía improvisada,que dio a un amigo: «Que mi vidaentera sea / una cruz oculta que a Tirevela».

Poco antes de la partida de Studd,Priscilla tuvo una experiencia quetrajo alivio a su corazón. El Señor lehabló una noche a través del Salmo34, y de Daniel 3:29. «Sentí que todotemor se había desvanecido, todas

61AGUAS VIVAS ESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA

mis preocupaciones, todo lo que «de-jada sola» iba a significar, todo el te-mor de paludismo y flechas envene-nadas de los salvajes, y fui a la camaregocijándome. Esa noche me reí conla «risa de fe». Esa misma noche leescribió su experiencia a su esposo.

El viaje y los movimientos estratégi-cos

El único acompañante que tuvoStudd en esta empresa fue el jovenAlfred B. Buxton, hijo de un viejoamigo de los días de Cambridge. Seacababa de graduar en la Universi-dad, pero renunció a completar sucurso de medicina para ir con él.«Muchas fueron las dificultades y losobstáculos en nuestro camino: no ha-bíamos pasado por allí antes, no co-nocíamos el idioma de los indígenas,mientras que el francés –el idioma delos funcionarios belgas– yo no sabíasino un poco de francés «de perro», yBuxton un poco de francés «de gato»– lo poco que recordábamos del cole-gio. Pero siempre entrevistamos a losfuncionarios juntos, y era notablecuán a menudo si el perro no atinabaa ladrar, el gato pudo emitir unmaullido».

En el viaje, Buxton se enfermó degravedad, sufrieron el incendio deuna tienda de campaña, y los familia-res del joven intentaron disuadirlepor carta de seguir avanzando. Unavez se perdieron en la selva, estuvie-ron detenidos de avanzar por meses.Cayeron en manos de caníbales, pero«como los dos éramos delgados y du-ros, no fueron tentados más de lo quepudieron soportar».

Un día Studd se enfermó grave-

mente. De pronto vino a su mente lapalabra: «¿Está alguno enfermo entrevosotros? Llame a los ancianos de laiglesia, y oren por él, ungiéndole conaceite en el nombre del Señor» (Stgo.5:14). El problema es que no habíaningún anciano –el que había no pa-saba los veinte– ni tampoco habíaaceite, lo único que había era kerose-ne. Pues, no se podía ser estrecho demente en tal severa ocasión. Así queBuxton mojó el dedo en kerosene, un-gió la frente y luego se arrodilló yoró. «Cómo lo hizo Dios, no sé, ni meimporta, pero esto sé, que a la maña-na siguiente, habiendo estado enfer-mo a la muerte, me desperté sano.Podemos confiar en él de menos,pero no podemos confiar en Dios de-masiado».

Tras nueve meses, llegaron aNiangara, el corazón de África, enoctubre de 1913. Después de un parde intentos fallidos, el Señor los guióhasta Nala, donde establecieron sucentro de operaciones. Las tribus delas inmediaciones, hace poco hostiles,ahora eran amables y colaborabancon los misioneros. Desde Nala se ex-tendieron hasta Poko y Bambioi, conlo cual tuvieron cuatro centros estra-tégicos cubriendo cientos de kilóme-tros y alcanzando unas ocho tribus.Ahora había llegado el momento deocupar los centros y evangelizar.

Los primeros frutos. Regreso a Ingla-terra

Unos dos años después, tuvieronlos primeros bautismos en Niangaray en Nala. Alfred Buxton escribía:«Cada uno de los bautismos de Nalaharía un título atrayente para el «Gri-

62 AGUAS VIVASESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA

to de Guerra»1: «Ex caníbales, borra-chos, ladrones, asesinos, adúlteros yblasfemos entran al Reino de Dios».En las reuniones para confesión depecado, hubo algunos testimoniosnotables: «No hay lugar en mi pechopara todos los pecados que he come-tido», «Mi padre mató a un hombre,y yo ayudé a comerlo», «Cuando yotenía tres años, recuerdo que mi pa-dre mató a un hombre porque él ha-bía muerto a mi hermano, yo tambiéncomí del guiso». Cierta vez, un reciénconvertido amedrentó a unos aborí-genes hostiles con estas palabras:«¡Recuerden que en mi tiempo he co-mido hombres mejores que ustedes!».

A fines de 1914, Studd viajó a In-glaterra a reclutar nuevos obreros.Para ese tiempo, su esposa, que habíaestado muy mal de salud, estaba de-dicada de lleno a apoyar la obra desu marido en el África. Aún muy de-licada de salud, formó círculos deoración, editó folletos mensuales pormillares, escribió veinte o treinta car-tas por día, y editó los primeros nú-

meros de la «Revista de la H.A.M.»(«Misión del corazón de África», porsu nombre en inglés). Así la encontróStudd cuando llegó a Inglaterra. Así,en dos años el corazón de África ha-bía sido explorado por un viejo física-mente arruinado, mientras que lasede de Inglaterra había sido estable-cida por una inválida desde su diván.

Por última vez en su vida, Studdrecorrió Inglaterra, instando y rogan-do al pueblo de Dios para que se le-vantara y se sacrificara por África. Po-cas veces ha abogado alguno en lacausa de los paganos como él abogó.En la revista publicó mensajes electri-zantes: «Hay más del doble de oficia-les cristianos uniformados acá, entrelos cuarenta millones de habitantespacíficos y evangelizados de GranBretaña, que el total de las fuerzas deCristo luchando al frente entre mildoscientos millones de paganos. ¡Y sinembargo, los tales se llaman soldadosde Cristo! ... El llamado de Cristo esdar de comer al hambriento, no al queestá satisfecho; a salvar a los perdidos,no a los de dura cerviz; no a edificarcómodas capillas, templos y catedra-les en Inglaterra, en los cuales ador-mecer a los cristianos profesantes conhábiles ensayos, oraciones formales yprogramas artísticos, sino a levantariglesias vivientes entre los desampara-dos ... Pero esto tan sólo puede reali-zarse por una religión del EspírituSanto candente, no convencional y sintrabas, donde no se rinde culto ni a laIglesia, ni al estado, ni al hombre, ni alas tradiciones, sino solamente a Cris-to y a él crucificado».

En julio de 1916 todo estaba listopara su regreso al África. Un grupo

Vino la voz de un viejo enmedio de la muchedum-bre: «¡No se calle, señor,no se calle! Algunos denosotros somos muy vie-jos y nunca hemos oídoestas palabras antes, ytenemos poco tiempopara oír en el futuro».

1 Revista oficial del «Ejército de Salvación».

63AGUAS VIVAS ESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA

de ocho fue equipado. Incluían a suhija Edith, que iba a casarse con Al-fred Buxton. Ni él ni Priscilla tuvie-ron la más remota idea de que éstasería su despedida de Inglaterra parasiempre, y casi su despedida de ellasobre la tierra, pues en los trece añossiguientes se verían solamente poruna escasa quincena.

Los primeros misioneros nativosEn Nala, la recepción fue maravi-

llosa. Lo que Studd dejó a su partidapara Inglaterra era una concesión noocupada, pero ahora había allí dece-nas de nativos cristianos, atentos enlas reuniones, y agradecidos de Dios.Studd distribuyó su equipo de obre-ros en cada uno de los puntos estraté-gicos, ocupando de esa manera un te-rritorio de más o menos la mitad deInglaterra. En abril de 1917 había al-rededor de cien convertidos bautiza-dos. Muchos caciques levantaron es-cuelas y casas para centros de ins-trucción y evangelización. Uno deellos dio testimonio de que una vezhabía perdido por completo el cono-cimiento y había muerto. Sus amigoscavaron una tumba y lo estaban colo-cando allí, cuando se levantó y dijoque había visto a Dios mismo, quienle dijo que no pasaría mucho tiempoantes que vinieran los ingleses y lesenseñarían acerca del Dios verdade-ro. El cacique contó esa historia amuchos, y por esa razón solían refe-rirse a Dios con el nombre de ‘inglés’.

En el mes de enero, unos quince oveinte convertidos salieron volunta-riamente a predicar por tres meses enlas regiones «de alrededor y másallá». A su regreso, más de cincuenta

querían ir. Studd explicaba así la ven-taja de usar misioneros autóctonospara evangelizar a los aborígenes, envez que misioneros foráneos: «Noso-tros, los evangelistas blancos, tene-mos cinco porteadores cada uno parallevar nuestros efectos. Ellos se lleva-ron cada cual los suyos. Cada hom-bre o mujer llevaba una cama, peroésta consiste solamente en una esterade paja; por toda ropa de cama llevauna frazada delgada, si es que llevauna. El único canasto con alimentosque posee está siempre fuera de vistay detrás del cinturón, del cual cuelgaun cuchillo de monte y una tazaenlozada; un sombrero de paja, fabri-cado por él mismo y un taparrabo, yahí tenéis al misionero del corazónde África completo».

Cuando despidió a su nuevo con-tingente de misioneros, los arengócon estas palabras, muy a la «maneraStudd»:

«Si no quieren encontrarse con eldiablo durante el día, encuéntrensecon Jesús antes del amanecer.

«Si no quieren que el diablo les déun golpe, golpéenlo primero, y gol-péenlo con todas sus fuerzas, de ma-nera que esté demasiado estropeadopara responder. «Predicad la Pala-bra» es la vara que el diablo teme yodia.

«Si no quieren caer, caminen: ¡ycaminen derecho y ligero!

«Tres de los perros con los cualesel diablo nos da caza, son: orgullo,pereza y codicia». Después de la ora-ción de despedida, se fueron cantan-do. A su vuelta, uno de ellos dijo:«No hubo nada afuera que haya po-dido quitar el gozo adentro».

64 AGUAS VIVASESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA

Como consecuencia de la evangeli-zación, muchos convertidos se agrega-ban y tenían bautismos casi semanal-mente. Con gozo alababan a Dios, conhimnos muy sencillos, pero directos.Un día, después de una reunión, uncacique se paró y dijo: «Yo y mi gentey mi cacique hermano y su gente que-remos decirle que creemos estas cosasacerca de Dios y Jesús, y todos quere-mos seguir el mismo camino que us-ted, el camino al cielo».

Otros de los convertidos fue elgran cacique de Abiengama, que fueun caníbal que recientemente habíacapturado y comido a catorce indíge-nas. Pero cuando su esposa principaloyó por primera vez del Dios grandey amante, exclamó: «Siempre penséque debía haber un Dios así».

Studd llegó a ser un hombre muyhumilde. Cuando debió separarse desu yerno Baxter, por causa de la obra,éste le pidió públicamente que le im-pusiera las manos. Sin embargo,Studd le pidió que se subiera a unasilla ¡y ungió sus pies!. Al bajarse,Baxter le dijo: «Bwana («CaciqueBlanco», como le decían los indíge-nas), me ha hecho una treta hoy, perofue una treta de amor». Studd tuvopalabras muy elogiosas para él: «Na-die sino Dios podrá jamás saber laprofunda fraternidad, gozo y afectode nuestra cotidiana comunión socialy espiritual, pues no hay palabrasque la puedan describir».

Reveses y satisfaccionesEn los años siguientes, la obra ha-

bría de experimentar duros reveses, acausa de que muchos de los cristia-nos más destacados cayeron en peca-

do. Ello sumió a Studd en una granenfermedad. Pero eso no era todo:«Me parece que las desilusionesconstituyen el mayor sufrimiento»,decía. Ante esto, sólo cabía redoblarlas oraciones. Todas las mañanas, an-tes de que saliera el sol, se agrupabauna multitud de convertidos paracantar y orar. «¡Oh, las plegarias queoran! Nada baladí, sino tiros ardien-tes de sus mismos corazones». Mu-chas veces intercedían por él de ma-nera muy graciosa: «Y ahí estáBwana, Señor. Es un hombre muy an-ciano (tenía sesenta años), su fuerzano vale nada. Dale la tuya, Señor, y elEspíritu Santo también». Otro oróuna vez: «Oh, Señor, en verdad hassido bueno al hacer que Bwana vivadiez años sobre la tierra, ahora hazque viva dos años más».

La ayuda llegó en la primavera de1920. Primero fue un grupo, luegodos y tres, de hombres desmoviliza-dos de la guerra, y desde entonceshubo una corriente continua de reclu-tas, de modo que en tres años losobreros aumentaron de seis hastacasi cuarenta.

Mientras tanto, las regiones demás allá estaban llamando urgente-mente. En 1921, cuando AlfredBuxton volvió para hacerse cargo dela obra en Nala, Studd pudo llegarhasta Ituri, cuatro días al sur. Al añosiguiente movió su cuartel general aIbambi.

Para entonces, era famoso en mu-chos kilómetros alrededor: la figuradelgada con la barba espesa, narizaguileña, palabras ardientes, perorisa alegre. Lo llamaban sencillamen-te «Bwana Mukubwa» (Gran Cacique

65AGUAS VIVAS ESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA

Blanco). Muchos eran llamadosBwana (Cacique Blanco), pero nadiesino él era Bwana Mukubwa.

A Ibambi llegaron por centenarespara ser enseñados y bautizados. Ve-nían de distancias lejanas, de ocho ydiez horas, para oír la Palabra deDios. «Hallé unos mil quinientos ne-gros, todo apiñados como sardinas,de cuclillas en el suelo a los rayosabrasadores del sol africano del me-diodía. No tenían ningún templo, nisiquiera un estrado. Están cantandohimnos a Dios con corazón y lenguay voz; es un gran coro sin adiestra-miento y sin paga, produciendo me-jores melodías para Dios y para noso-tros que un coro de mil Carusos. Unoobserva sus rostros anhelantes mien-tras están allí absorbiendo cada pala-bra del predicador. Están ávidos delEvangelio».

Cierta vez uno de los colaborado-res de Studd mostró una monedapara explicar el don de la salvación, ydijo: «El primero que venga, la recibi-rá». La respuesta que recibió, le diola mayor sorpresa de su vida: «Peroseñor, no hemos venido por dinero,sino para oír las palabras de Dios».Otro predicador había hablado yabastante, así que dijo que iba a termi-nar. Vino la voz de un viejo en mediode la muchedumbre negra: «¡No secalle, señor, no se calle! Algunos denosotros somos muy viejos y nuncahemos oído estas palabras antes, y te-nemos poco tiempo para oír en el fu-turo».

En muchos otros lugares era lomismo. Muchas veces se le dijo aStudd que volviese a Inglaterra, perohabía empezado a segar una mies

madura y no quiso ser persuadido, nientonces ni después. Siempre dio lamisma respuesta: Dios le había dichoque viniera cuando todos se le opu-sieron, y tan sólo Dios podía decirlecuando debía regresar. «Si hubiesehecho caso a los comentarios de lagente, nunca hubiera sido misioneroy nunca habría habido una H.A.M.».

La obra se extiendeEntre tanto, en Inglaterra, Prisci-

lla, la esposa de Studd se convertíaen un ciclón, sirviendo a la causa desu esposo en África. Dios la llevó aEstados Unidos, Canadá, Australia,Nueva Zelandia, Tasmania y Sud-áfrica, alentando a los cristianos acomprometerse con la causa. No ha-bía mejor conferenciante misioneroen el país. Hablaba como si ella mis-ma hubiera vivido todas las expe-riencias de su esposo en África. Na-die conoció la cruz cotidiana que lle-vaba, la distancia que los separaba, laimposibilidad de estar con él y cui-darle. Studd y su esposa habían colo-cado desde temprano su carrera y sufortuna en el altar; ahora, la salud, elhogar y la vida familiar siguierontambién. Studd dijo cierta vez: «Hebuscado en mi vida y no sé de algomás que me queda que pueda sacrifi-car para el Señor Jesús».

La llegada de Gilbert Barclay, elesposo de una de las hijas, en 1919,para ocuparse de la obra en Inglate-rra, dio inicio a una nueva era en laCruzada, pues se le dio a ésta un al-cance mundial, con el propósito deque se avanzara a otras tierras a me-dida que Dios guiara y capacitara. Seadoptó el título de «Cruzada de

66 AGUAS VIVAS

Evangelización Mundial» (W.E.C. porsu nombre en inglés), teniendo cadadiferente campo su propio subtítulo.

Por medio de publicaciones en re-vistas y reuniones de propaganda sellamó la atención a las necesidadesde otras tierras, con el resultado deque en 1922 tres jóvenes emprendie-ron el segundo avance de la Cruzada,la Misión al Interior del Amazonas.Un tercer avance fue al Asia Central,un cuarto a Arabia, un quinto, a Áfri-ca occidental, y posteriormente, seentró en Uruguay y Venezuela.

En cuanto a los recursos, Dios ha-bía sido fiel. La Cruzada no habíacontraído deudas. Hasta la fecha delfallecimiento de Studd, Dios habíaenviado nada menos que la suma de146.746 libras esterlinas. Tan sólo enveinte años Dios devolvió a Studdcasi cinco veces la cantidad que él ledio desde China. Con todo, ni Studdni su esposa tocaron un céntimo deldinero de la misión para uso perso-nal. Dios tocó el corazón de amigosanónimos para enviarle una y otravez donaciones para su uso personalen el campo misionero.

La rutina de un misionero en ÁfricaStudd vivía en una choza circular,

con paredes hechas de cañas parti-das, techo de paja y piso de barroagrietado y remendado. En un rincónhabía una cama indígena, regaladapor un cacique. A un lado había unasencilla mesa de noche y al otro, unestante con Biblias muy usadas. Legustaba tener una Biblia nueva cadaaño para no emplear nunca notas ycomentarios viejos, sino ir directa-mente a las Escrituras. Tal era el ho-

gar de Studd, dormitorio, comedor ysala de estar, todo en uno.

Cerca del pie de la cama había unfogón abierto sobre el piso de barro.Allí se acostaba sobre una cama nati-va, su ‘muchacho’, que le servía comocriado. Su día comenzaba hacia lascuatro de la mañana, cuando el mu-chacho le servía una taza de té, y co-menzaba su hora devocional. Allí élrecibía la palabra que luego compar-tiría en las reuniones públicas. Nonecesitaba más preparación. Ciertavez dijo: «No vayas al estudio parapreparar un sermón. Eso es pura ton-tería. Entra a tu estudio para ir a Diosy volverte tan ardiente que tu lenguasea como un carbón encendido que teobliga a hablar».

Durante el día realizaba muchastareas, desde atender las construccio-nes hasta escribir su mucha corres-pondencia cada sábado por medio.Empezaba por la mañana y termina-ba al anochecer. Luego, empacaba suscosas y salía, acompañado de sus fie-les colaboradores indígenas, rumbo aalguna de las estaciones de avanzadapara compartir el día domingo. Viaja-ba casi toda la noche, y al amanecerya estaba en su destino. La gente,convocados por los tambores a travésde la selva, acudía desde todos los al-rededores, preparados con algo decomida y esteras, para estar variosdías, si era necesario.

Por la mañana, se reunía con losmisioneros, y por la tarde con todoslos fieles. Casi siempre se reunían en-tre mil y dos mil personas. La re-unión comenzaba con una hora ente-ra de canto, que ellos aman, siendoacompañados por Bwana al banjo.

ESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA

67AGUAS VIVAS ESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA

Casi todos los himnos habían sido es-critos por él mismo. Cuando el cantollegaba a su clímax, Studd se poníaen pie para dirigir un coro vigorosocon voces de aleluya final.

Seguía un tiempo de oración, qui-zá por cuarenta minutos. Uno trasotro se paraba para orar, levantandola mano hacia el cielo al hacerlo.Mientras uno ora, otro se pone depie, listo para empezar cuando elotro acabe (si no existiera esta regla,cuatro o cinco estarían orando a lavez). Al final de cada oración dicen:«Ku jina ya Yesu» (en el nombre deJesús), que es repetido por toda lacongregación. Luego de otros cantos,Bwana comparte la palabra. Primerohace una lectura de las Escrituras, yluego habla. Apaciblemente al princi-pio, adaptando el lenguaje de las Es-crituras al hablar de ellos. Luegopone todo su corazón al exponerlessus propias y las consecuencias delpecado; habla del amor de Jesús, yles insta a arrepentirse y creer, se-guirle y pelear por él. Hablaría quizáuna hora o más. Un himno para ter-minar, un tiempo de oración cuandose hace el llamado a nuevos converti-dos para que se adelanten a tomar sudecisión. Finalmente se saludan paradespedirse, diciendo: «Dios es. Jesúsviene pronto. ¡Aleluya!».

Por la noche, se pasará unas doshoras meditando la palabra y en ora-ción con los blancos, o una segundareunión con los indígenas alrededorde un fogón. A veces el ‘fin de sema-na’ se extiende hasta el lunes y elmartes con algunas reuniones concristianos consagrados.

Una mayor necesidad del EspírituUna necesidad muy profunda se

hizo notoria a medida que avanzabala obra en África: la consolidación deuna vida recta y santa por parte delos nuevos convertidos. Años atrás,estando en China, Booth Tucker ha-bía escrito a Studd: «Recuerde que lamera salvación de almas es trabajorelativamente fácil y ni cerca de loimportante que es hacer de los salva-dos Santos, Soldados y Salvadores».Con este desafío se enfrentaba Studdahora en el corazón de África. A sujuicio, esta carencia era debida a queno había habido un derramamientodel Espíritu Santo. Así que se propu-so no dar tregua a Dios ni al pueblohasta que el Espíritu Santo fuera de-rramado sobre ellos. «Cristo vino asalvarnos por su Sangre y por su Es-píritu: Sangre para lavar nuestros pe-cados pasados, Espíritu para cambiarnuestros corazones y capacitarnospara vivir rectamente».

Con este criterio Studd midió a losmiles de cristianos en las misiones enÁfrica: «Todos estamos gloriosamentedescontentos con la condición de laiglesia nativa. Está bien cantar himnosy concurrir a los cultos, pero lo que te-nemos que ver son los frutos del Espí-ritu y una vida y un corazón realmen-te cambiados, un odio al pecado y unapasión por la justicia». Diversos peca-dos se habían manifestado con toda sufuerza entre los creyentes: la murmu-ración, la pereza, el desamor.

A esto se sumó el descontento enlas propias filas misioneras. Muchosrechazaban el supremo sacrificio queimponía el régimen de Studd: viviren casas sencillas, con comidas fruga-

68 AGUAS VIVASESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA

les, nada de vacaciones y completadedicación a la obra. Tal fue la oposi-ción, que Studd tuvo que despedir ados obreros, por lo cual otros variosrenunciaron. Studd juzgaba que elproblema de fondo era el desconoci-miento de la obra de la cruz y el de-seo de agradarse a sí mismos.

Aún de Inglaterra surgieron vocescontrarias. Atribuían esta postura deStudd como consecuencia de la fiebrey el cansancio. En verdad, estos fue-ron los años de crisis de la misión. «Aveces siento que mi cruz es pesada,más de lo que puedo soportar, y temoque a menudo siento como si fuera adesmayar bajo ella, pero espero se-guir. Mi corazón parece gastado ymolido sin remedio, y en mi profun-da soledad a menudo deseo irme,pero Dios sabe qué es lo mejor, yquiero hacer hasta el último poquitode trabajo que él desea que haga».

El cambio vino en 1925. Una no-che Bwana vino al culto familiar enIbambi. Su corazón estaba muy car-gado y tenso. Se habían reunido unosocho misioneros con él. Leyeron jun-tos su capítulo favorito de Hebreoscapítulo 11, sobre los héroes de la fe.«¿Será posible que personas comonosotros marchemos por la Calle deOro con los tales? ¡Será para los queson hallados dignos! ¿Cuál fue el Es-píritu que causó que estos mortalestriunfaran y murieran de esta mane-ra? El Espíritu Santo de Dios, una decuyas características principales esuna osadía, un valor, un ansia de sa-crificio para Dios y un gozo en elloque crucifica toda debilidad humanay los deseos naturales de la carne.¡Esta es nuestra necesidad esta no-

che! ¿Nos dará Dios a nosotros comoles dio a ellos? ¡Sí! ¿Cuáles son lascondiciones? ¡Son siempre las mis-mas: ‘Vende todo’! El precio de Dioses uno. No tiene descuento. El da todoa los que dan todo. ¡Todo! ¡Todo!Muerte a todo el mundo, toda la carne,al diablo y al que quizá es el peorenemigo de todos: tú mismo.

Algunos misioneros, ex comba-tientes de la Guerra, compararon elservicio al Señor con la entrega de lossoldados a su causa. «Al ‘Tommy’británico no le importa un bledo loque le pueda suceder, con tal quecumpla su deber para con su rey, supatria, su regimiento y para consigomismo». Estas palabras fueron justa-mente la chispa que se necesitabapara encender la mecha. Studd sepudo en pie, levantó el brazo y dijo:«¡Esto es lo que necesitamos y esto eslo que quiero! Oh Señor, desde ahorano me importa lo que me pueda suce-der, vida o muerte, sí, o el infierno,con tal que mi Señor Jesucristo seaglorificado». Uno tras otro los pre-sentes se pudieron de pie e hicieronel mismo voto.

Esa noche fue una nueva compa-ñía de obreros la que salió de la cho-za. Había risa en sus caras y brillo ensus ojos, gozo y amor inefables. Unaresolución nueva. La bendición se ex-tendió hasta la estación más remota.Desde entonces, el amor, el gozo enel sacrificio, el celo por las almas dela gente, ha sido la tónica de la obra.Increíbles páginas de heroísmo y vic-toria se han escrito desde entonces enla misión.

El temor de Dios se posesionó dela gente. Se evidenció un nuevo res-

69AGUAS VIVAS

plandor en sus rostros, nueva vida enlas oraciones, un odio al pecado, alengaño y la impureza. «La obra estáalcanzando un fundamento sólidopor fin», escribía Studd. Se comenzóa ver, como él deseaba, una iglesiasanta y llena del Espíritu.

Priscilla en ÁfricaUna sola vez Priscilla, su esposa,

fue a África a estar con su esposo, yesto, sólo por quince días. Fue en elaño 1929, dos años antes de la muertede Studd. Unos mil cristianos indíge-nas se reunieron para verla. Siemprese les había dicho que la esposa de suBwana no podía venir, porque estabaen Inglaterra, ocupada en conseguirhombres y mujeres blancos que vinie-sen a decirles de Jesús. Cuando lavieron, se dieron cuenta que real-mente existía tal persona como«Mama Bwana», y cuán grande era elprecio que ellos habían pagado paratraerles la salvación. Ella parecíamuy joven al lado de él, que algunospensaban que era una hija. Les hablóvarias veces a través de un intérprete,y así cumplió la visión profética quehabía tenido después de su conver-sión: «China, India y África».

La separación fue terriblementedura. Priscilla no quería irse, pero laestación del calor estaba por empezary la obra la necesitaba urgentementeen Inglaterra. Se despidieron en sucasa de bambú, sabiendo que era laúltima vez que se verían en la tierra.Salieron juntos de la casa y bajaron lasenda hasta el auto que les esperaba.No se dijeron una palabra más. Ellaparecía ignorar completamente elgrupo de misioneros parados alrede-

dor del auto para despedirse. Entrócon el rostro rígido y la vista fija di-rectamente ante ella, y se fue.

Declinación y partidaLos últimos dos años de Studd

fueron muy difíciles a causa de su es-tado de salud, su extrema debilidad,las náuseas, los ataques del corazón,pero sobre todo, por los terribles ata-ques de ahogo y violentos escalofríos,cuando se ponía de un color oscuro ysu corazón casi dejaba de latir. Lacausa de esto no fue descubierta has-ta que estuvo en el lecho de muerte,cuando un médico le diagnosticó cál-culos a la vesícula. Con todo, el gozosobrepujó en mucho los sufrimientos,pues Dios le permitió ver cumplidoslos dos grandes deseos de su cora-zón: unidad entre los misioneros yevidencias manifiestas del EspírituSanto obrando entre los indígenas.

Una compañía de unos cuarentamisioneros le rodeaban y le erancomo hijos e hijas. Ellos le atendíancon tanta devoción como si fuera supropia sangre y carne. Es imposibledescribir el lazo de afecto entreBwana y los misioneros, la bienveni-da que le daban cuando visitaba unaestación, la afluencia constante decartas, la lealtad en tiempos de crisis,el espíritu fraternal cuando se re-unían todos en los días de Conferen-cia en Ibambi.

Uno de los misioneros presentesen estas conferencias para obreros,Norman P. Grubb, yerno de Studd,escribe: «La más grande de todas laslecciones que aprendimos allí fue quesi obreros cristianos quieren continuopoder y bendición, tienen que tomar

ESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA

70 AGUAS VIVAS

tiempo para reunirse juntos diaria-mente, no para una reunión corta yformal, sino lo bastante para queDios pueda hablar a través de su Pa-labra, para afrontar juntos los desa-fíos de la obra, para tratar cualquiercosa que estorbe la unidad, y luego ira Dios en oración y fe. Tan solo estees el secreto de lucha victoriosa y es-piritual. Ninguna cantidad de trabajotenaz o predicación ferviente puedetomar su lugar».

De todos los indígenas cristianos,no había ninguno a quien Studdamara más que al caníbal convertido,Adzangwe, y su amor era retribuidoplenamente. Una de las últimas visi-tas de Studd fue a la iglesia deAdzangwe. Éste se estaba muriendo,pero cuando supo que su amadoBwana había venido, nada pudo rete-nerle. Pidió ayuda y fue trasladado ala casa de los misioneros, dondeBwana estaba sentado. Bwana saliópara recibirlo, y lo invitó a sentarsefrente con él. Pero antes de sentarseél mismo, tomó los almohadones desu silla y los arregló alrededor del

cuerpo del caníbal convertido. Era uncuadro en miniatura de Aquél que,aunque fue rico, por nosotros se hizopobre, y que no vino para ser servi-do, sino para servir. Esta fue la últi-ma vez que se vieron.

En 1930 Charles T. Studd fue he-cho «Caballero de la Real Orden delLeón» por el rey de los belgas, porsus servicios en el Congo.

El jueves 16 de julio de 1931, C. T.Studd fue llamado por el Señor. Suúltima palabra, tanto escrita como di-cha en su lecho de muerte, fue: «¡Ale-luya!». En su sepultación estuvieronpresentes indígenas y blancos. Aqué-llos lo llevaron a la sepultura, y éstoslo bajaron a la fosa.

Ese día viernes los indígenas noquisieron marcharse. Hubo una es-pléndida reunión, con oraciones quenunca antes se habían oído. Todosparecían tener el mismo pensamientoen sus mentes, el de consagrarse denuevo a Dios, y de decir que, aunqueBwana había sido llevado de ellos,seguirían más ardientes que nuncapara Jesús.

ESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA

* * *Cogido en una mentira

Cierta vez que visité una familia fui testigo de la paliza que unpequeño recibió de la madre por haber mentido. Sin embargo, tan-to el padre como la madre mentían en aquella familia. Pude verifi-car muchas veces que ellos eran mentirosos. Pero el hijo recibiójustamente por eso. El punto entonces no fue que el pequeño hayadicho una mentira, sino que fue cogido en ella. Su técnica en men-tir se mostró defectuosa. El problema real en aquella casa era elhecho de si la mentira era o no descubierta. Si fuese descubierta elpequeño sería castigado. ¿Cómo usted puede ayudar a su hijo atener dos medidas? ¿Es posible pedir a sus hijos que no mientan siusted mismo miente? ¿Cuál es la utilidad de pedir eso a ellos?

Watchman Nee, en La crianza de los hijos

71AGUAS VIVAS ESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA

«¿Quién necesita a Dios? Elhombre puede hacerse Dios a símismo». Así clamaba la Razón,

la filosofía que capturó la imagina-ción de Francia en el siglo XVII. Suscampeones, Voltaire y Descartes, en-tre otros, trataron de idear unacosmovisión gobernada completa-mente por la razón.

El matemático y físico francésBlas Pascal, aunque surgido en elapogeo del Siglo de las Luces, encon-traba inadecuada a la razón: «El últi-mo paso de la Razón es el reconoci-miento de que hay un número infini-to de cosas que están más allá deella». Él concluía: «El corazón tienesus razones que la razón desconoce»

– una declaración que pronto llegó aser la crítica principal del raciona-lismo y el punto de partida para unadefensa de la fe cristiana que influyehasta hoy en las personas.

Prodigio científicoLa madre de Pascal murió cuando

él tenía 3 años, y su padre llevó a lafamilia desde Clermont-Ferrand(Francia) a París, donde él educó en supropia casa a Blas y su hermana. A los10 años de edad, Pascal hacía origina-les experimentos en matemática y físi-ca. Para ayudar a su padre que era re-caudador de impuestos, inventó elprimer dispositivo de cálculo (algunoslo llaman el primer «computador»).

"El corazón tiene susrazones que la razóndesconoce".

72 AGUAS VIVAS

«Nosotros nunca creere-mos con una fe vigorosae incondicional a menosque Dios toque nuestroscorazones; y creeremosen cuanto él lo haga así».

ESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA

Con esta última invención, él sehabía hecho de un nombre (¡a la edadde 19 años!) y empezó su rica y varia-da carrera científica. Verificó las teo-rías de Galileo y Torricelli (que des-cubrió los principios del barómetro),culminando en su famosa ley de hi-dráulica. Agregó notas importantessobre el vacío, el peso y la densidaddel aire, y el triángulo aritmético. De-sarrolló la teoría de la probabilidadque todavía se usa hoy. Inventó la je-ringa, el ascensor hidráulico, y se leatribuye el invento del reloj de pulse-ra y la elaboración de la primera rutade autobús en París. Se dice quePascal estaba avergonzado de susmúltiples talentos.

Noche de fuegoConstantemente, Pascal estaba ex-

plorando el mundo espiritual, que es-taba sufriendo una revolución a tra-vés de Europa. Mientras el pietismoflorecía en Alemania y la santidadwesleyana se extendía a través de In-glaterra, la Francia católica estabasintiendo los efectos del jansenismo,una forma de agustinismo que enseña-ba la predestinación y la gracia divi-na, en lugar de las buenas obras,como vital para la salvación.

En 1646 Pascal entró en contactocon el jansenismo y se lo presentó a suhermana, Jacqueline, que más tardeentró en el convento de Port-Royal, uncentro jansenista. Pascal, sin embargo,continuó batallando espiritualmente:él luchaba con la dicotomía entre elmundo y Dios. Entonces, el 23 de no-viembre de 1654, experimentó una«conversión definitiva» durante unavisión de la crucifixión:

«Desde las diez y media hasta lasdoce y media de la noche … FUEGO… El Dios de Abraham, el Dios deIsaac, el Dios de Jacob, y no de los fi-lósofos y sabios. Certeza. Certeza.Sentimiento. Alegría. Paz».

Él registró la experiencia (llamada«Memorial») en un pedazo de perga-mino que llevó consigo el resto de suvida, cosido dentro de su chaqueta.Empezó una asociación de por vidacon Port-Royal – aunque él, a diferen-cia de su hermana, nunca se volvióun «solitario.»

Pasión por CristoSus más grandes trabajos no sólo

son obras maestras de la prosa fran-cesa, sino excelentes defensas de la fecristiana. Les Provinciales, una colec-ción de 18 ensayos consideradoscomo brillante ironía y sátira, atacabaa los jesuitas y defendía la demandade los jansenistas en pro de un retor-no a la moralidad y a la creenciaagustina en la gracia divina. La igle-sia católica puso a Les Provinciales enel Índice, condenándolo pero fallan-do en calmar la controversia que pro-dujo.

Pensées (Pensamientos), una colec-ción de pensamientos de Pascal que

73AGUAS VIVAS ESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA

él quiso presentar como una apologíacristiana, se publicó después de sumuerte. En ella retrató a la humani-dad como suspendida entre la mise-ria y la felicidad, e impotente sinDios. Las personas intentan evitar elabismo buscando distracciones.Pascal denunció la idea de que la ra-zón y la ciencia solas puedan llevar auna persona a Dios. Sólo experimen-tando a Cristo se puede conocer aDios.

El creer viene a través del «cora-zón», que para Pascal no eran mera-mente los sentidos y los sentimientos,sino la intuición que entiende sinacudir a la razón. Y la gracia de Dioslo hace real: «No te sorprendas al verpersonas simples que creen sin argu-mentos. Dios les hace amarlo a él yodiarse a sí mismos. Él inclina sus co-razones para creer. Nosotros nunca

creeremos con una fe vigorosa e in-condicional a menos que Dios toquenuestros corazones; y creeremos encuanto él lo haga así».

En los Pensées, Pascal presentatambién su famoso argumento parala fe: la apuesta. Puesto que la razónno puede dar una certeza absoluta –argüía él – cada persona debe arries-garse a creer en algo. Cuando viene ala fe cristiana, decía él, una personasabia apostará a ella porque: «Si túganas, lo ganas todo; si pierdes, nopierdes nada».

Voltaire y otros estudiosos denun-ciaron a Pascal como un triste fanáti-co. Triste o no, él vivió la mayoría desu vida con un cuerpo frágil, y susmuchas enfermedades finalmente lepasaron la cuenta a la edad de treintay nueve años.

Tomado de «Christian History». Trad. del inglés.

* * *Justo a tiempo

En 1940, el conocido predicador E. Stanley Jones estaba en laIndia y necesitaba ir a los Estados Unidos. Mientras oraba, la Vozinterior (es decir, el Espíritu Santo) le aseguró: “Voy a llevarte paraallá con seguridad y a tiempo”. Todos sus esfuerzos para conseguirpasaje fueron inútiles. Finalmente viajó a Bombay y tomó un barcopara Nueva York, vía Ciudad del Cabo, África del Sur. El viaje toma-ría cuarenta días, y eso lo haría llegar atrasado al encuentro. Perono había alternativa.

En Ciudad del Cabo, el barco quedó detenido tres días. Durante eltrayecto, la embarcación recibió la orden de parar en Trinidad.Stanley Jones tomó allí un avión para Miami, voló hasta Chicago ysiguió hasta Michigan en auto. Faltando 38 kilómetros para llegar adestino, el auto se echó a perder. Después de tres horas de arduotrabajo, el auto fue arreglado lo suficiente para continuar el viaje.

Jones llegó a su destino al momento en que la campana de laiglesia tocaba para el primer culto. Llegaba “con seguridad y a tiem-po”. Jones dijo: “La Voz no me falló. Con el correr de los años, ellanunca me falló”.

Wesley L. Duewel, en Deixe Deus Guiá-lo Diariamente

74 AGUAS VIVASREFLEXION

CITAS ESCOGIDAS

Las detenciones de un hombre justo, así como sus pasos, sonordenados por el Señor.

George Müller

Puedo decir, por experiencia, que el 95% del conocimiento dela voluntad de Dios consiste en desear practicarla antes de sabercuál es ella.

Aprenda esta lección: si usted tiene que hacer el trabajo de unprofeta, usted necesita no un cetro, sino una azada.

Bernardo de Clairvaux

La confesión de obras malas es el punto de partida de las bue-nas obras.

Agustín de Hipona

Las aflicciones constituyen a menudo el oscuro joyero en elque Dios coloca las alhajas espirituales de sus hijos, con el fin deque brillen mejor.

C. H. Spurgeon

Lo opuesto del amor no es el odio, lo opuesto del amor es el“yo”.

Christian Chen

Tú y yo no tenemos el derecho de escuchar el evangelio dosveces, cuando hay personas que no lo han oído por primera vez.

Oswald J. Smith

La gloria de Dios es la persona humana viviendo la plenitud deJesús.

Ireneo

La ley de Cristo se cumple en el amor, nos obliga a procurar lasalvación de las amas más que la del cuerpo.

Francisco de Asís

Jesús es mi Dios, mi Esposo, mi Vida, mi único Amor, Jesús estodo mi ser, es mi todo.

Teresa de Calcuta

75AGUAS VIVAS ESTUDIO BIBLICO

Aquí es exhibida la sabiduría de la vida práctica, modelando el carácter y laconducta, regulando igualmente la relación hombre-hombre y hombre-Dios.La verdadera sabiduría desarrolla la dignidad, lleva a la moralidad y, en sumayor alcance, a la piedad. Requiere obediencia a las dos tablas de la ley.Torna el entendimiento claro, la conciencia pura y la voluntad firme. La Sabi-duría es aquí personificada, correspondiendo a la Palabra o Logos, en Juan.

Claves para el estudio de la Palabra

Proverbios

Palabra clave: Sabiduría Versículo clave: 9:10.

A. T. Pierson

La palabra traducida como «pro-verbio» significa «parábola» o «dichoautoritativo» y sugiere que las verda-des morales son enseñadas por com-paración o contraste. La palabra«proverbio» significa un dicho breveen vez de muchas palabras, e implicariqueza en paralelismos.

Proverbios han sido los lemas quemoldean la vida y la historia. El po-der del proverbio reposa parcialmen-te en su forma, que es aguda, incisi-va, impresita. Declara la verdad, lla-ma la atención y es fácilmente graba-do en la memoria. Los proverbios he-breos, «como fórceps», aseguran laverdad firmemente entre puntosopuestos de antítesis.

Este libro es una compilación.Muchos de estos proverbios son defechas anteriores, otros son conocidospor «palabras de Agur», «Lemuel»,etc., pero los dichos de Salomón com-ponen el cuerpo del libro (1 R. 4:32).Su don de sabiduría se expresa en

aforismos sabios que muestran su ca-pacidad intelectual y sagacidad mo-ral, sus hábitos de observación y pen-samiento científico, su buen sentido yconocimiento inusual sobre la natura-leza humana. Las materias tratadasson piedad filial, más compañías,sensualidad y embriaguez, pereza,conflicto y ambición. El capítulo 31contiene un bello poema acróstico so-bre la «mujer virtuosa». Lo que losSalmos son para la vida devocional,los Proverbios son para la vida prác-tica.

DIVISIONES:1) Prov. 1-9 Amonestaciones,

principalmente a los jóvenes.2) Prov.10-24. Miscelánea, para

todas las clases.3) Prov. 25-39. Recopilación

posterior, por los escribas, bajoEzequías.

4) Prov. 30-31. Suplemento.Palabras de Agur y Lemuel.

76 AGUAS VIVAS

Aunque las Sagradas Escrituras son un relato literal e histórico,con todo, por debajo de la narración, hay un significado espiri-tual más profundo.

ESTUDIO BIBLICO

El jardín

En hebreo, la palabra «edén»significa «deleite». Y la pala-bra jardín ha pasado a formar

el término «paraíso», que representaun recinto de belleza y cultivo natu-ral en que se combinan lo exquisitodel paisaje y todos los deleites del cli-ma y productos que las condicionesnaturales pueden ofrecer.

No tiene por objetivo la indolen-cia o el deleite sensual, sino que hade ser un hogar apropiado, de activi-dad y servicio para una raza santa yfeliz. Dios siempre quiso que suscriaturas inteligentes estuvieran ocu-

padas, y el cielo será un lugar de ser-vicio activo y continuo.

El paraíso primitivo es un símbo-lo de nuestro hogar futuro y es repro-ducido en condiciones intensificadasde felicidad y gloria en el último ca-pítulo del Apocalipsis, en la visióndel estado futuro de los glorificados.No puede haber la menor duda deque será un estado de deleite en lahermosura y perfección físicas de latierra milenial y de la nueva tierra ycielos. El suelo ya no dará como pro-ducto espinos y plantas ponzoñosas,rocas hirientes y yermos desolados.La sangre del Calvario ha rescatado y

A. B. Simpson

77AGUAS VIVAS ESTUDIO BIBLICO

nos ha devuelto una herencia infini-tamente superior a la que perdióAdán. «En lugar de la zarza crecerá elciprés y en lugar de la ortiga creceráarrayán» (Is. 55:13). «Porque con ale-gría saldréis, y con paz seréis vuel-tos; los montes y los collados levanta-rán canción delante de vosotros, y to-dos los árboles del campo darán pal-madas de aplauso» (Is.55:12). El sue-ño de hermosura más elevado delhombre y el ideal divino de bendi-ción se realizará plenamente y la tie-rra va a sonreír con la suavidad ydulzura del paraíso restaurado. De-mos una mirada al cuadro y apresu-rémonos a procurar su realizaciónmediante nuestro trabajo y oraciónpara que se acelere su venida. Sin Élla tierra no puede volver a ser un pa-raíso.

La figura del jardín está unidacon todas las escenas de la redención.No sólo los recuerdos felices delEdén, la triste historia de la Caída,sino que fue en un jardín que la ma-rea del pecado y del juicio arrolló alsufriente Redentor cuando con suagonía indescriptible y sudando go-tas de sangre, canceló nuestros peca-dos en Getsemaní, y plantó en el jar-dín de nuestra vida aquellas mismasgotas en forma de semillas de espe-ranza y promesa. Fue en un jardín,también, que fue enterrado, y dondela semilla de su preciosa sangre fueplantada como trigo que cae en elsuelo y muere conforme a la sublimefigura que él mismo nos dio. Y fue enun jardín que se levantó otra vez; fuesaliendo de una aurora primaveral,en la mañana de la Pascua, que la si-miente de la promesa brotó en luz y

vida inmortal, y las esperanzas denuestra salvación y gloria surgieronde la vida resurrecta de Jesús.

El jardín de Getsemaní y el huertode José de Arimatea han deshecho elmal del jardín de la Caída, y hanabierto otra vez las puertas del Edény su inocencia y felicidad. Y la figuradel jardín es llevada en el ricosimbolismo de los profetas y poetasde la Biblia a la región de nuestravida espiritual. «Un huerto con valla-do», «un huerto de granados», y pre-ciosos frutos y flores celestiales es lametáfora con la que el Maestro des-cribe la obra de la gracia en el cora-zón consagrado. Las gracias de lavida cristiana son exhibidas bajo la fi-gura de todos los frutos de la natura-leza; el cuidado del labrador es ilus-trado por los métodos y formas decultivo humano; y aun los ríos delEdén pasan a ser una sugerencia, sino un símbolo, de las corrientes de lagracia que alegran la Ciudad de Dios.

El último jardín en el panoramadivino es la corona de la tierra res-taurada y el cielo glorificado. Así serámás que restaurada toda bienaventu-ranza: el río de agua de vida fluirá enmedio del mismo trono de Dios y delCordero; todos los árboles hermososy sus frutos cubrirán sus orillas y da-rán su fruto, no ya según las sazonesde la tierra, sino cada mes, en una

El último jardín en el pa-norama divino es la coro-na de la tierra restauraday el cielo glorificado.

78 AGUAS VIVASESTUDIO BIBLICO

plenitud perpetua de vida y de delei-te; y allí no habrá más maldición, ninoche, ni muerte, ni aun visitas oca-sionales de Dios, porque este lugarserá su morada personal y el centrode toda la creación. El tabernáculo deDios estará con los hombres, y la tie-rra y el cielo serán el hogar eterno deCristo y de sus redimidos, y la escenade una bienaventuranza tal que nopuede ni siquiera ser concebido porla mente humana.

El árbol de la vidaSe le describe en términos litera-

les como uno de los árboles del jar-dín. Se hallaba en medio del huerto,y quizá era su corona y su gloria. Esevidente que era el medio de susten-to y continuidad de la vida física delhombre, porque después de la caídadel hombre el árbol fue quitado de sualcance, por el motivo expreso de queel hombre no era apto, con su natura-leza caída, de tomar del árbol de lavida, comer de él y vivir para siem-pre. Una vida física perpetua en sunueva condición no sólo habría sidocontraria a la maldición que ya habíasido pronunciada, sino que habríasido en sí una maldición para él.

Queda claro, pues, que incluso enel Edén su vida física no se sosteníapor sí misma, sino que dependía deprovisiones que procedían de fuentesexternas a él. ¿No tenía esto el propó-sito de enseñarnos que nuestra vidafísica no está constituida en sí misma,sino que necesita ser sostenida divi-namente? Si el árbol de la vida es untipo de Jesucristo, si él es la fuente ycentro de toda vida para el hombrecaído, entonces la lección que hay en

ello es, de modo enfático y bendito,que él es para nosotros la Fuente denuestra fuerza y bienestar físico, asícomo espiritual. ¿No nos enseñó estode modo expreso en sus propias pa-labras en la tentación: «No sólo depan vivirá el hombre, sino de todapalabra que sale de la boca de Dios»;y todavía más clara y vívidamente ensus palabras referentes al pan devida: «El que me come, vivirá pormí»; «El que come mi carne y bebe misangre, permanece en mí, y yo enél»? Puede objetarse que el árbol dela vida fue apartado después de laCaída, y que esto nos enseña que notenemos derecho a esperar fuerza fí-sica sobrenaturalmente, a causa denuestro estado caído y nuestra maldi-ción moral. Pero en la revelación demisericordia hecha después de laCaída, se nos dice en un lenguaje queveremos de modo más explícito másadelante, que Dios colocó serafines ala puerta del jardín, etc., «para guar-dar el camino del árbol de la vida»;no para cerrar ese camino, sino paravigilarlo.

Ahora bien, si estos querubineseran, como veremos, tipos de Cristo yde su obra redentora, el significadoes muy claro y hermoso, y en tantoque la Caída ha cerrado el Edén paranosotros, con sus antiguas fuentes devida, y no podemos acercarnos al ár-bol de la vida a través del Edén, contodo, hay provisto un nuevo caminoa través de Cristo, y podemos acer-carnos a él por el camino de losquerubines, esto es, por el camino delSeñor Jesús, y por medio de él recibirla fuerza que da vida a la medida denuestras necesidades en este estado

79AGUAS VIVAS

* * *

ESTUDIO BIBLICO

mortal; y luego, más adelante, parti-cipar de su plenitud en la gloria deresurrección del futuro eterno.

¿Hemos entendido estas cosas?«Por eso, todo escriba docto en el reino delos cielos es semejante al padre de familia,que saca de su tesoro cosas nuevas y co-sas viejas» (Mt. 13:52). ¿Hemos recibi-do no sólo la verdad, sino «el Espíri-tu que es de Dios, para que podamosconocer las cosas que nos son dadasgratuitamente por Dios? Estamos enun hermoso palacio; el intérprete oguía nos conduce, y nos muestra to-dos sus tesoros. Se para y dice: «To-

das estas cosas son vuestras». ¿Lashemos recibido? Son la nueva crea-ción, el amor del esposo, el reposo deDios, las flores y frutos de la labranzaespiritual, y la vida de Cristo para sermanifestada incluso en nuestra carnemortal. Si es así, realmente, para no-sotros es válida ya la palabra: «Y elque estaba sentado en el trono dijo: Heaquí, yo hago nuevas todas las cosas ... Yme dijo: Hecho está ... Al que tuviere sed,yo le daré gratuitamente de la fuente delagua de la vida. El que venciere heredarátodas las cosas, y yo seré su Dios, y élserá mi hijo» (Ap. 21:5-7).

Ríos de agua viva

«Cristo es mi Salvador y mi vida, y todo para mí en el cielo y en latierra. En cierta ocasión viajé por una región arenosa, quedandocansado y sediento. Subí a una colina y busqué agua. La visión deun lago distante me trajo alegría y me renovó la esperanza. Largotiempo camine en su dirección, pero nunca llegué a él. Más adelan-te me di cuenta de que había sido un espejismo. Era solamente lailusión de agua, resultante de la refracción de los rayos solares.Pero no había allí agua alguna. Así también caminé en mi vida, enbusca del agua viva. Las cosas del mundo –riquezas, posición, ho-nor y lujo– parecían un lago, y pensé que bebiendo esa agua cesa-ría la sed espiritual. Pero no encontré una gota que me calmara lased. Moría de sed. Cuando se abrieron mis ojos, vi los ríos de aguaviva que fluyen de su costado herido. Bebí de esa agua y me sentísatisfecho. Desapareció la sed. Desde entonces, siempre he bebidodel agua de la vida y nunca más sentí sed en el desierto de estemundo. Y siento gran gratitud en el corazón».

«No ambiciono riqueza, posición ni honor. Ni deseo el cielo mis-mo. Pero necesito ‘de Él’ porque convirtió mi corazón en cielo. Suamor infinito expulsó el amor de otras cosas. Hay cristianos que nologran comprender bien su presencia real y vitalizadora, porquepara ellos Cristo vive en el cerebro o en la Biblia, y no en el cora-zón. Sólo cuando le entrega el corazón es que el hombre lo encuen-tra. El corazón es el trono del Rey de reyes. La capital del cielo es elalma donde reina ese Rey».

Sundar SinghTomado de El apóstol de los pies sangrientos, por Boanerges Ribeiro

80 AGUAS VIVASESTUDIO BIBLICO

Stephen Kaung

Epístola a Tito.

Lectura: Tito 2:1-15.

Antes de iniciar el estudio deesta carta, será útil entenderun poco del contexto históri-

co. Lo iniciaremos, entonces, con lasiguiente pregunta: ¿Quién es Tito?

Es muy interesante observar queel nombre de Tito no es mencionadoninguna vez en el libro de Hechos. Elnombre de Timoteo se menciona mu-chas veces allí, mas el nombre de Titono aparece nunca. A pesar de eso, sa-bemos que Tito estaba presente enmuchos de aquellos eventos, porquesu nombre es citado en otros escritos

de Pablo, como 2ª Corintios, Gálatasy aun la propia carta a Tito.

Probablemente, Tito nació enAntioquía de Siria. A diferencia deTimoteo, él era gentil. Así comoTimoteo, Tito vino a conocer al SeñorJesús a través de Pablo, y por tal ra-zón, el apóstol se refiere a veces aellos como sus hijos en la fe. Ambosservían al Señor juntamente con él ybajo su orientación.

En aquel conflicto que hubo en Je-rusalén descrito en Hechos 15, Pablollevó consigo a Tito a Jerusalén, no

81AGUAS VIVAS ESTUDIO BIBLICO

para que éste participase de las dis-cusiones, sino para que Tito fueseusado como un primer caso a travésdel cual quedaría definitivamente es-tablecido si un gentil debería o no sercircuncidado. Tito nunca fue circun-cidado, porque la verdad prevaleció.

Durante su tercer viaje misionero,Pablo envió a Tito de Éfeso a Corintoa fin de que le relatase lo que habíasucedido allá después de la carta quePablo les enviara. Tito regresó deCorinto, se reunió con Pablo en Ma-cedonia y le trajo buenas noticias, loque consoló mucho a Pablo. Despuésde eso, Tito fue enviado de vuelta aCorinto a fin de completar la obraque él había iniciado allá.

Es bastante probable que Tito fue-se un poco más viejo que Timoteo. Alparecer la relación entre Pablo yTimoteo era más íntima que la rela-ción con Tito. Estos dos hombres eranmuy diferentes, no sólo en su pasado,sino también en sus temperamentos ydones.

Timoteo fue criado por su abuelaLoida y su madre Eunice, ambas mu-jeres piadosas. Ellas entrenaron aTimoteo cuando éste aún era un niño,en las tradiciones del judaísmo. Sinembargo, Tito no tenía esos mismosantecedentes, porque venía de unafamilia totalmente atea. Timoteo erapor naturaleza tímido y reservado,mas Tito, al parecer, poseía una dis-posición más fuerte y resuelta.

Timoteo era un seguidor nato, legustaba vivir a la sombra de alguien.Él tenía que ser incentivado y estimu-lado a ir adelante, porque esa no erasu tendencia natural. Tito, al parecer,era diferente; era un líder nato, y era

capaz de tomar la iniciativa. Él teníaalgo del carácter agresivo de Pablo.

Pablo envió a Timoteo a Éfeso,pero envió a Tito a Corinto y poste-riormente a Creta. Es interesante ob-servar esos detalles, porque ellosmuestran cómo Pablo conocía las li-mitaciones, los dones y el ministeriode sus jóvenes colaboradores. TantoCorinto como Creta eran lugares muydifíciles, y todo indica que Tito eraun especialista en resolver problemascomplicados.

Después que Pablo fue libertadode su primer encarcelamiento enRoma, él comenzó a viajar y a visitaralgunos lugares donde ya había esta-do antes, tales como Asia y Filipos, yentonces es probable que haya ido aEspaña con Tito. Tras su liberación, ymientras iba camino a Éfeso en AsiaMenor, Pablo pasó por la isla de Cre-ta, en el mar Mediterráneo. No hayregistros de que Pablo haya visitadoaquella isla o trabajado allí con ante-rioridad. No sabemos cómo estos cre-yentes llegaron allí, ni cómo se inicia-ron estas iglesias. Es bastante proba-ble que fueran parte de aquel grupode personas que estaban en Jerusalénel día de Pentecostés.

Es probable que por medio de lapredicación de ellos fueran estableci-das iglesias en la isla. No sólo una,pues en la Biblia está escrito en plu-ral: iglesias. O sea, en diferentes loca-lidades había asambleas del pueblode Dios. Por eso, cuando Pablo visitóCreta, ya había cristianos e iglesiasen la isla.

Sabemos por la historia que loscretenses no tenían buena reputación.El mismo Epiménides, uno de sus

82 AGUAS VIVASESTUDIO BIBLICO

profetas, dijo de ellos: «Los cretenses,siempre mentirosos, malas bestias, gloto-nes ociosos» (Tit. 1:12). Y no eran sólomentirosos, eran también malos, fie-ras terribles. Muchos cretenses eranbandidos y glotones ociosos. Ellos sedeleitaban en disfrutar de los place-res de este mundo.

Es interesante observar que cadaraza o nación parece tener algunosrasgos raciales o nacionales caracte-rísticos. Así también, los cretensesposeían estas características, las cua-les no eran muy loables. Sin embar-go, es maravilloso ver que Dios pue-de salvar aun a los mismos cretenses.

Cuando Pablo visitó las iglesiasen Creta, comprobó que todo estabaen desorden. Ellos pertenecían al Se-ñor, pero no tenían suficiente com-prensión acerca de la obra consuma-da de Cristo en la cruz del Calvario.Desconocían la operación diaria delEspíritu Santo en sus vidas, aquellaobra de santificación y transforma-ción. Es probable que ni aun supiesenque nuestro viejo hombre está crucifi-cado en la cruz de Cristo. Al parecer,ellos aún estaban viviendo la mayorparte de sus vidas basados en la viejavida de Adán, de modo que todos losviejos hábitos e inclinaciones natura-les eran visibles en las iglesias, entrelos cristianos, trayendo gran deshon-ra a Dios.

Pablo no tenía mucho tiempopara permanecer entre ellos, pues so-bre él pesaba la carga por muchosotros lugares, a los cuales él aún ne-cesitaba viajar. Entonces dejó a Titoen la isla de Creta, y prosiguió suviaje. Desde Macedonia, Pablo envióuna carta a Tito diciendo: «Por esta

causa te dejé en Creta, para que corrigie-ses lo deficiente...» (Tit. 1:5).

Siendo así, aunque esta carta hayasido escrita a una determinada perso-na, Tito, es una carta centrada en elproblema de la disciplina, porque loscretenses eran un pueblo indiscipli-nado, no sólo antes de su conversión,sino aun después de haberse hechocreyentes. Ellos eran indisciplinadosen su vida personal, lo eran tambiénen su vida como iglesia, y por eso lacarta de Pablo a Tito trata de la disci-plina en la iglesia.

La salvación de la menteLa disciplina es una necesidad de

la vida, aun en términos naturales. Sino hay disciplina, un niño nunca lle-gará a ser una persona adulta. El ca-rácter es desarrollado por medio dela disciplina y, si eso es verdadero enla vida natural, también lo es en lavida espiritual.

Espiritualmente, nosotros recibi-mos una vida nueva; pero esta nuevavida en nosotros sólo puede crecer ydesarrollarse a través de la discipli-na. El significado de la palabra ‘disci-plina’ en griego es ‘salvación de la men-te’.

Aunque hayamos recibido la vidade Cristo en nosotros, la vidaadámica que recibimos de Adán ne-cesita ser tratada por la cruz. Si lavida del yo, la vida adámica, la carneen nosotros no es puesta fuera de ac-ción a través de la cruz del Señor Je-sús, ella va a suprimir la nueva vida,la vida de Cristo en nosotros. Es colo-cando de lado a la carne que la vidade Cristo en nosotros tiene su oportu-nidad para crecer, para desarrollarse

83AGUAS VIVAS ESTUDIO BIBLICO

y expresarse. Sin embargo, eso sólopuede ser realizado a través de ladisciplina.

El carácter cristiano es formadopor medio de la disciplina, y eso es loque Dios está procurando en noso-tros: que seamos conformados a laimagen de su amado Hijo, nuestroSeñor Jesucristo. Notemos que la pa-labra imagen aquí no se refiere a laapariencia externa, sino al carácterinterior. Por tanto, el Espíritu Santoestá formando el carácter de Cristoen los creyentes, y la disciplina es elmedio que Dios usa en ese proceso.

Lamentablemente, nosotros echa-mos pie atrás al oír mencionar la pa-labra disciplina. Preferimos oír la pa-labra libertad. Pero, ¿saben ustedesque la palabra disciplina, en verdad,es una palabra muy dulce? No es demodo alguno negativa. Es verdad, aveces es necesario adoptar medidasnegativas, mas la disciplina en sí mis-ma es algo muy positivo – es la salva-ción de la mente. En otras palabras,la finalidad de la disciplina es salvar,desarrollar, completar, madurar auna persona. Sin disciplina, nada deeso es posible.

Modos de disciplinarEn la carta a Tito son menciona-

das muchas formas de disciplina.

«Esto habla, y exhorta y reprende contoda autoridad» (Tit. 2:15). Hablar esun modo de disciplinar, porque ladisciplina es no sólo correctiva, sinotambién instructiva y educativa. Ladisciplina tiene como objetivo no sólocorregir lo que está errado, sino tam-bién instruir en lo que es correcto.

Exhortar. Exhortar es, en un senti-do, animar, y en otro, alertar. Animara la práctica de aquello que es ciertoy alertar con relación a las cosas quese están encaminando en una direc-ción equivocada.

Reprender. Reprender es otra for-ma de disciplinar. A veces, la repren-sión necesita ser hecha con toda auto-ridad.

Enseñar. En el versículo 12 del se-gundo capítulo de Tito está escrito:‘enseñándonos’, y la palabra enseñarutilizada aquí transmite, de acuerdocon el original griego, la idea de dis-ciplina. Enseñar es disciplinar.

Amonestar. «Al hombre que cause di-visiones, después de una y otra amones-tación deséchalo». Eso es disciplina.Así vemos que la disciplina puedeaparecer de muchas maneras diferen-tes, mas recordemos que la disciplinano es de ninguna forma algo negati-vo.

La disciplina, en las Escrituras,está basada en el amor. Sin amor, nopuede haber disciplina. Si tú no tie-nes amor, no intentes disciplinar.

Dios nos ama, y por tanto él noscastiga y nos disciplina. Él nos amaporque nosotros somos sus hijos, ypor causa de su amor nos disciplinacomo hijos. Es por amor que a vecessomos usados por Dios como instru-mentos para disciplinar, para ejercer

Es necesario que hayaorden en la iglesia, peroeste orden no es unacuestión de organización,es una cuestión de vida.

84 AGUAS VIVASESTUDIO BIBLICO

disciplina; pero todo ello se basa enel amor. No hay nada de legalismo enella. La disciplina debe ser aplicadaen el poder del Espíritu Santo, y amenos que sea en el poder del Espíri-tu Santo, no tendrá efecto alguno.

En esta carta a Tito podemos veral menos tres áreas de aplicación dela disciplina: 1) la disciplina en laiglesia; 2) la disciplina en la vida per-sonal y en la familia; 3) la disciplinaen la vida social.

La disciplina en la iglesiaAmados hermanos, la iglesia no

es una democracia, no es unaLaodicea donde gobierna la opiniónde las personas. La iglesia es una teo-cracia – Dios gobierna sobre los su-yos. Cristo es la cabeza de la iglesia.El gobierno está sobre sus hombros yél es la autoridad de la iglesia.

Al parecer, los cristianos de Cretaeran demasiado democráticos. Cual-quiera allí podía hacer y decir lo quequisiera. Todos hacían lo que que-rían, todos hablaban lo que querían.No había ningún orden. Pero la igle-sia es una teocracia.

Dios gobierna en la iglesia, el Hijogobierna sobre su casa. Él es la cabe-za, y a causa de ello, es necesario quehaya orden en la iglesia, pero este or-den no es una cuestión de organiza-ción, es una cuestión de vida.

Hay orden; debe haber orden,pero no es un orden obtenido a tra-vés de la organización. Es un ordenque emana de la vida. La propia vidase expresa a sí misma en orden. Poresa razón, Cristo, como la cabeza dela iglesia, y con el fin de mantener elorden en la iglesia, designa a algunos

para ocupar posiciones de responsa-bilidad, los ancianos.

Los ancianosAunque las iglesias en Creta exis-

tían por un largo tiempo, suponiendoque los hermanos de Creta se habíanconvertido en Jerusalén en el día dePentecostés, parece que ellos nuncahabían ordenado ancianos. Ellosmantuvieron una especie de sociedaddemocrática; por tanto, no había or-den, no había autoridad – era uncaos.

Pablo dijo a Tito que, a fin de queen la iglesia hubiese orden, debíanser escogidos y confirmados ancia-nos. Pero, ¿qué personas deben serescogidas como ancianos, a fin deasumir responsabilidades en la igle-sia? Pablo menciona algunos de losrequisitos necesarios, cerca de quinceo dieciséis, pero esta no es una listaexhaustiva. Es decir, aunque tú po-seas todas las cualidades menciona-das en esta lista, eso no te calificaautomáticamente para ser un ancia-no, porque esta lista es una sugeren-cia, y no es exhaustiva. Si la compa-ramos con aquella descrita en 1ªTimoteo, descubriremos que hay va-riaciones entre ambas listas. Pabloestá apenas ejemplificando el tipo deancianos que deben ser escogidos.

Requisitos de los ancianosA medida que leemos estos requi-

sitos, vemos cómo ellos son diferen-tes a los requisitos exigidos para unejecutivo de una gran compañía.Cuando se necesita escoger un ejecu-tivo se buscan personas hábiles. Mascuando queremos encontrar ancianos

85AGUAS VIVAS ESTUDIO BIBLICO

para la iglesia, la habilidad es algo demuy poca importancia, casi no tienevalor.

Entre todas las cualidades men-cionadas en esta lista, tal vez apenasdos tienen algo que ver con la habili-dad. Una de ellas es gobernar bien supropia casa. El anciano tiene una fa-milia, y sus hijos no sonindisciplinados, sino de buen com-portamiento. Tal vez eso, en algunamanera, requiera habilidad. Un se-gundo punto es la capacidad de re-chazar a aquellos que traen falsas en-señanzas. Todos los demás requisitosse encuadran en aquella categoríaque el mundo llama moral o ética,pero que nosotros conocemos comoespiritualidad.

Los requisitos aquí descritos nocorresponden a condiciones moraleso éticas, porque eso es algo que pue-de ser mostrado por el viejo hombre.Es el viejo hombre mejorado, cultiva-do, refinado, reformado – el viejohombre disfrazado. Mas, la espiritua-lidad es algo mostrado por medio dela vida espiritual de una persona. Esel conocimiento íntimo, experimen-tal, de nuestro Señor Jesucristo, elcual se desarrolla y se manifiesta enla espiritualidad. La espiritualidad,por lo tanto, significa el carácter cris-tiano.

Siendo así, ¿quién debe ser esco-gido anciano, a fin de representar elgobierno de la cabeza en el cuerpo?No son aquellos que poseen mera ca-pacidad, sino aquellos que poseen es-piritualidad, la cual es el caráctercristiano desarrollado a través de ladisciplina.

¿Cómo podrá alguien gobernar,

supervisar, vigilar, pastorear, condu-cir, gobernar la iglesia, la asambleadel Dios vivo, a menos que él mismosea disciplinado? La cualidad de unanciano es la disciplina – una perso-na que ha sido disciplinada por el Se-ñor, una persona que conoce lo quees la disciplina. Cuando el caráctercristiano se desarrolla en una perso-na a través de la disciplina, eso lo ca-lifica para vigilar, pastorear y condu-cir el rebaño de Dios.

Responsabilidad de los ancianosLos ancianos de la iglesia pasto-

rean el rebaño de Dios. En el Salmo23 descubrimos que el pastor tienedos herramientas en sus manos: unavara y un cayado. El cayado es utili-zado para conducir, en tanto la varaes aplicada para disciplinar.

Aquellos que están en posición deautoridad, los ancianos, tienen unaresponsabilidad en las cuestiones es-pirituales que envuelven al rebaño.Ellos deben conducir al pueblo deDios y, a veces, necesitan disciplinaral pueblo de Dios. Si nosotros mis-mos no hubiésemos sido disciplina-dos, ¿cómo podremos disciplinar aotros? Dios está buscando personasdisciplinadas, para que éstas puedanser utilizadas por él para disciplinar.

En las iglesias en Creta había ungrave problema: «Porque hay aún mu-chos contumaces, habladores de vanida-des y engañadores, mayormente los de lacircuncisión, a los cuales es preciso taparla boca; que trastornan casas enteras, en-señando por ganancia deshonesta lo queno conviene» (Tit. 1:10-11).

En 1ª a Timoteo, Pablo mencionaa Timoteo que había en Éfeso algunas

86 AGUAS VIVASESTUDIO BIBLICO

personas, no muchas, enseñando co-sas que no deberían ser enseñadas,pero en Creta había muchos insubor-dinados, habladores frívolos yengañadores. ¡Consideremos eso!

El ministerio de la palabra es muyimportante para la iglesia. Cuando elpueblo de Dios se reúne, ellos oyen lapalabra de Dios. Por eso, debe haberpersonas que ministren la palabra, afin de que la fe del pueblo de Diossea edificada. Pero a través de la his-toria de la iglesia vemos que nuestratendencia es enfatizar uno de estosdos extremos: por un lado tenemosaquellas iglesias en las cuales todosministran, y otras en las cualesministra un solo hombre.

Hay algunos lugares en los cualestodos pueden ministrar la palabra deDios. Por ejemplo, en Creta, todos po-dían ministrar. Muchos, y de mododesordenado. Ellos simplemente ha-blaban cosas vanas y enseñaban doc-trinas que conducían a las personasal engaño, con el fin de obtener bene-ficio propio. Y eso acontecía porquetodos y cada uno podía hablar. Así esuna democracia, pero Dios no necesi-ta dar el don de hablar, el don de en-señanza, a cada uno de los miembrosdel cuerpo de Cristo. Él da ese don aalgunos, a otros no.

Debemos permitir que aquellosque fueron llamados para el ministe-rio de la Palabra, aquellos que reci-bieron el don, fueron entrenados ycrecieron en ese ministerio, ministrenla palabra; pero no todas las perso-nas.

Sin embargo, hay otros hermanosque van al otro extremo y dan origena lo que conocemos como el ministe-

rio de un solo hombre. En toda lacongregación hay sólo uno que siem-pre predica y enseña, y nadie más.¡Eso no debería suceder! No es el mi-nisterio de todos los hermanos, ni elministerio de un solo hombre; lo cier-to es que es el ministerio de aquellosmaestros o profetas a quienes Diosllamó y concedió el don. Mas, a finde que esta cuestión sea correcta enla vida de la iglesia, aquellos que es-tán en responsabilidad, en autoridad,son quienes deben encargarse de ello.

El pastor¿Qué hace el pastor? El pastor

siempre va adelante del rebaño paraencontrar el pasto adecuado para susovejas y mantenerlas lejos de las pra-deras donde hay hierbas y pastos ve-nenosos.

Hay una determinada estacióndel año, un momento adecuado, uncierto crecimiento, un tipo de pradoque sirve de alimento, y eso es la res-ponsabilidad del pastor. Es parte dela responsabilidad del presbiterio, elliderazgo. Ellos deben procurar queel pueblo de Dios esté bien alimenta-do con enseñanza sabia, enseñanzade Cristo, porque sólo la enseñanzade Cristo puede edificar la casa deDios. Él es nuestro alimento.

A veces, los ancianos deben usarla autoridad para hacer callar las bo-cas de aquellos que hablan palabrasvanas y asimismo intentan engañaral pueblo con enseñanzas erradas. Sepodría pensar que eso es un pocoduro, pero recuerden, es todo poramor, amor por el pueblo de Dios.Dios ama tanto a su pueblo que noquiere que éste se alimente con comi-

87AGUAS VIVAS ESTUDIO BIBLICO

da envenenada. Él desea que su pue-blo sea saciado con lo mejor del trigo,el cual es Cristo mismo. Por esa ra-zón, es necesario que aquellos que es-tán en el presbiterio sean ellos mis-mos altamente disciplinados. Ellosdeben ser ejemplo, un modelo paratodos los demás.

La comuniónNaturalmente, en la disciplina de

la iglesia está incluida la cuestión dela comunión, porque la iglesia es lareunión del pueblo de Dios. La igle-sia en acción es la comunión; es elpueblo de Dios reuniéndose para te-ner comunión. Comunión significa«participar de algo junto con otros»,tener cosas en común, compartir conotros el Cristo que conocemos, demanera que seamos enriquecidosmutuamente.

Nosotros recibimos a todo aquel aquien Cristo también recibió. Esemandamiento está en Romanos. Laiglesia, en comunión, debe recibir atodo aquel a quien Cristo recibió,pues aquellos que fueron recibidospor Cristo también recibieron Su

vida. Todo aquel que cree en el SeñorJesús tiene Su vida. Por eso somos ex-hortados, o mejor, nos es dado elmandamiento de congregarnos, a finde alentarnos unos a otros, exhortar-nos unos a otros, amonestarnos y edi-ficarnos unos a otros en amor pormedio de esa vida que tenemos encomún.

Debemos recordar, sin embargo,que la comunión es la comunión deaquellos que están en la luz. No haycomunión entre la luz y las tinieblas.La comunión de la iglesia es una co-munión de vida, es una comunión deluz. «...pero si andamos en luz, como élestá en luz, tenemos comunión unos conotros, y la sangre de Jesucristo su Hijonos limpia de todo pecado» (1ª Jn. 1:7).

Por lo tanto, cuando entra el peca-do, la desobediencia, la rebelión o lacarne, cuando se interponen las cosasque no son de Dios y todas esas cosasque representan las tinieblas, afecta-rán a nuestra comunión. Eso es evi-dente, y es por esa razón que si que-remos tener comunión es necesarioque tengamos disciplina.

(Continuará).

* * *Una oveja empecinada

Esto ocurrió hace muchos años, en tiempos del lejano oeste, enEstados Unidos. Una noche se extravió una oveja de las ovejas. Lospastores salieron a buscarla, hasta que la encontraron echada enun oscuro rincón del rancho. La oveja de ninguna manera queríamoverse. Además, era demasiado pesada para cargarla.

Finalmente, uno de los pastores regresó al corral, y trajo consigotodo el rebaño a donde estaba la oveja. Entonces la ovejaempecinada se paró y siguió a sus compañeras al corral.

A veces, cuando los cristianos se empecinan fuera de la comu-nión, necesitan ser buscados y traídos por sus hermanos.

Adaptado de Ventanas abiertas, por Miguel Limardo

88 AGUAS VIVASESTUDIO BIBLICO

El sencillo nombre Jesús, sinotra adición o título, aparececasi seiscientas veces en los

Evangelios. Cuando los escritorespensaron en su Señor, fue siempre elnombre Jesús el que vinoinstintivamente a sus mentes. El temade su historia era esta vívida perso-nalidad, Jesús. No es que los apósto-les alguna vez se dirigieran a él deesta manera. No, porque a pesar desu gran humildad él tenía una digni-dad que impedía tal impropia fami-liaridad. Ni entonces ni después desu resurrección algún discípulo hablacon él de esa forma.

Sin embargo, cuando pensaron ohablaron sobre él, ellos revelaron larica sencillez del nombre Jesús. Estenombre había sido usado en su formahebrea en días del Antiguo Testa-

mento (Hebreos 4:8), y era bastantecomún en Palestina en tiempos delNuevo Testamento (Hechos 13:6),pero para ellos había un solo Jesús.Esto es aún más real para nosotroshoy. Sólo en ciertas áreas del catoli-cismo romano hay quienes aún asig-nan a sus hijos el nombre Jesús.

El nombre fue elegido en el cielo.Puesto que fue decidido antes que elhijo de María fuese concebido (Lucas2:21), presumimos que el propio Hijoeterno seleccionó éste de entre todoslos demás como el nombre personalpor el cual él deseaba ser identifica-do. A su debido tiempo, le fueron da-das las instrucciones sobre ello a José,quien fue responsable por el nombreverdadero del Niño (Mateo 1:25).

Hubo otros bebés a quienes Diosdio nombre antes de su nacimiento,

Los nombres de Cristo(15)

Harry Foster

89AGUAS VIVAS ESTUDIO BIBLICO

especialmente Isaac (Gn. 17:19), Salo-món (1 Cr. 22:9) y Juan el Bautista(Lc. 1:13). Todos ellos fueron figurasnotables y sus nombres tuvieron unsignificado espiritual, como de hecholo tuvieron los nombres de muchosotros caracteres de la Biblia. Sin em-bargo, el nombre de Jesús tuvo un ca-rácter único. Marcó a su dueño comoel Salvador de los pecados designadodivinamente (Mt. 1:21). Otros po-drían haber llevado el nombre: sóloÉl podría cumplir su significado.

Pero aun ‘Salvador’ puede ser untítulo formal, en tanto que la fuerzadel nombre personal Jesús nos enlazadirectamente con el Hombre. La cáli-da personalidad, la comprensiva sim-patía y la distintiva individualidadde Jesús significaron todo para susprimeros discípulos. Tal como los án-geles les aseguraron en el momentode la ascensión, sería «este mismo Je-sús» quien regresaría de nuevo a latierra en el tiempo señalado (Hch.1:11). Mientras tanto, por medio de lafe, ellos podrían ‘ver a Jesús’ en superfección celestial (Heb. 2:9). Y to-dos concordamos con la justicia de ladecisión divina que es Jesús a quienel universo entero adorará (Flp. 2:10).

Hubo una manera especial por lacual, mientras él vivió aquí en la tie-rra, se distinguió de otros que lleva-ban el mismo nombre: él fue llamado«Jesús de Nazaret». Era en parte ver-dad, porque él se había dado a cono-cer en ese pueblo; en parte equivoca-do, porque él no había nacido allí ypodría haber sido mejor conocidocomo ‘Jesús de Belén’; y era en partemalicioso, porque Galilea concitabael desprecio de la mayoría de los ju-

díos y los líderes de Jerusalén se ale-graban de usar a Nazaret como unaafrenta.

Es típico del Señor que él no hi-ciese esfuerzo alguno por negar estadescripción denigrante. De hecho, élhizo lo opuesto: él ennobleció el títu-lo, de manera que sus seguidores segloriaron con entusiasmo en él (Hch.4:10). El Hijo de Dios había elevadoeste nombre común, con su alusiónburlona, y había hecho de Jesús deNazaret el nombre sobre todos losdemás.

El Cristo ascendido estaba biendispuesto para usar esta descripciónpersonalmente. «Yo soy Jesús deNazaret», fue su respuesta a la pre-gunta asombrada de Saulo de Tarso(Hch. 22:8). En un mundo donde loshombres anhelan ostentar grandesnombres y títulos jactanciosos, elgran Hijo de Dios estaba contento deser conocido simplemente como Jesúsde Nazaret.

Y el apóstol Juan, en la conclusióndel abrumador descubrimiento de lagloria y la victoria de su maravillosoSeñor, debe haber sido extrañamentesostenido y confortado por este recor-datorio: «Yo Jesús he enviado mi án-gel para daros testimonio de estas co-sas...» (Ap. 22:16). Para Juan, y paranosotros, hay muchas cosas que noentendemos. Pero nos sentimos con-tentos y relajados cuando compren-demos que no sólo nuestro destino,sino también el destino del universoentero, está en las manos de tan ama-da persona, Jesús.

***Toward the Mark

Vol. 3, No. 5, Sep. - Oct. 1974.

90 AGUAS VIVASREFLEXION

EL TEMOR DE DIOS

“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová” (Prov.1:7).

En nuestros días el temor a las desgracias, a los accidentes,incendios y aun a la muerte ha reemplazado el temor de Dios.

El temor de Dios ha ido desapareciendo del hombre a medi-da que ha ido dando una explicación científica a lo extraño ysobrenatural. Nuestros antepasados temblaban ante Dios por lostemblores y los truenos, porque eran una señal de su desagrado.La indefensión ante la naturaleza bravía le sumía en una sensa-ción de pequeñez y precariedad.

Algo de eso vivimos todavía cuando estamos en el campo,lejos de la civilización, cuando los elementos de la naturaleza sedesencadenan. ¡Pero esas experiencias momentáneas no bastanpara marcar de temor de Dios el corazón del hombre!

Cuando leemos de Abraham, Isaac y Jacob viviendo en tien-das, como extranjeros y peregrinos, durmiendo a la intemperiebajo las estrellas, oyendo el rugido del león y el alarido de loschacales en la noche, entonces hallamos que el temor de Dios yla obediencia, eran el sustrato de sus almas piadosas, que espe-raban en Dios para todo.

Pero hoy reinan la presunción y la soberbia. La abundanciadel pan que sobra en la mesa, la luz cegadora en la noche, lamúsica desenfrenada, el show permanente de la TV, nos eximendel lenguaje solemne de la naturaleza, y del santo temor de Dios.Hoy campea la desfachatez, el cinismo del hombre triunfalista yexitoso, que se ríe con desprecio de la fe sencilla de quienestemen a Dios.

¡Oh, que seamos llenos del temor de Dios para no pecar con-tra Él, y para no flirtear con el pecado! ¡Cómo necesitamos aveces vernos expuestos, inseguros, vulnerables, para andar de-lante de Dios en santo temor, y agradarle!

Necesitamos el temor de Dios cada día. ¡Oh bendita inseguri-dad, que nos lleva a esperar en Dios cada día, a buscar en Éltodos nuestros recursos! No busquemos librar nuestra alma dela inseguridad y del sano temor. Ellos la mantendrán limpia detoda soberbia y siempre muy cerca de Dios.

COSAS VIEJAS

* * *

91AGUAS VIVAS REFLEXION

VIENE, AUNQUE DEMORE UN POCO

Naamán se sumergió siete veces en el Jordán antes de sersanado. Israel tuvo que dar siete vueltas a Jericó antes de quecayeran sus muros. Elías oró siete veces antes de que lloviera.David reinó siete años y seis meses sobre Judá antes de ser re-conocido como rey por el resto de Israel. Abraham hubo de es-perar más de veinte años antes de que naciera el hijo de la pro-mesa. Moisés hubo de esperar cuarenta años antes de que sudeseo de salvar a Israel le fuera concedido.

La parábola de la viuda y el juez injusto, en Lucas 18, nosayuda para entender la necesidad de la espera en nuestras ora-ciones. Esta parábola concluye diciendo: “¿Y acaso Dios no de-fenderá la causa de los escogidos, que claman a él día y noche,aunque dilate largo tiempo acerca de ellos?” (Lc. 18:7; VersiónModerna). La Biblia de Jerusalén traduce esta última frase así: “... y les hace esperar?”. Luego, en el versículo siguiente, dice: “Yoos digo que defenderá su causa presto”. Este último versículopareciera contradecir al anterior, pero no es así. Lacueva expli-ca: “La vindicación será rápida y completa, aunque se demorepor algún tiempo”.

En efecto, aunque la respuesta viene pronto y completa, novendrá sin antes tardarse un poco. Sin embargo, muchas oracio-nes se interrumpen antes de que se complete el tiempo estable-cido por Dios para enriquecernos con la paciencia de la espera.Las peticiones que le hacemos al Señor conforme a su voluntad,las tenemos, y en ello hemos de mantenernos, pero muchas ve-ces la respuesta viene cuando ya habíamos perdido la esperanzade recibirla, o cuando ya habíamos olvidado el asunto.

Hebreos 6:12 dice que por la fe y la paciencia se heredan laspromesas. Cada respuesta de Dios a nuestras oraciones trae unvalor añadido, que es la cuota de paciencia que se ha agregadoa nuestra estatura espiritual.

Así que, agradezcamos las respuestas concedidas, pero tam-bién agradezcamos por la paciencia que se nos permitió ganaren su espera.

COSAS NUEVAS-

* * *

92 AGUAS VIVASBIBLIA

¿CUÁNTO SABE DE LA BIBLIA?

El tema de esta ocasión es “elementos del reino vegetal” en la Biblia. Haymuchas alusiones a plantas, árboles asociados a hechos y personajes de la Biblia.

Hemos escogido 21 de ellos para probar su conocimiento bíblico. Si usted esun lector atento de la Biblia, no tendrá dificultades en responder correctamentelas preguntas que se plantean a continuación.

Responda sin buscar ayuda. Hallará las respuestas correctas en la página 119.

1. ¿Qué planta creció milagrosamentey le dio sombra al profeta Jonás?

a. higuera b. calabacerac. vid d. rosal

2. ¿Qué mujer empleó mandrágoraspara pasar una noche con Jacob?

a. Raquel b. Bilhac. Zilpa d. Lea

3. ¿Quién utilizó ramas de álamo, ave-llano y castaño para mejorar genética-mente su ganado?

a. Jacob b. Amósc. David d. Isaac

4. ¿Bajo qué árbol se sentó Elías cuan-do estuvo cansado?

a. retamo b. plátanoc. enebro d. almendro

5. ¿Qué planta tenía un sabor tan amar-go que era el símbolo del dolor y delquebranto?

a. cizaña b. ajenjoc. zarza d. algarrobo

6. Según el Nuevo Testamento, ¿cuáles la planta que produce la semilla máspequeña?

a. pimienta b. cilantroc. linaza d. mostaza

7. ¿Qué libro menciona la rosa de Saróny el lirio de los valles?

a. Cantares b. Rutc. Daniel d. Ester

8. Según el libro de Job, ¿qué curiosoanimal se alimenta de hierba?

a. behemot b. apoliónc. dinosaurio d. dragón

9. ¿Cuál es el único libro de la Bibliaque menciona al manzano?

a. Génesisb. Isaíasc. Cantaresd. Apocalipsis

10. ¿A qué árbol se trepó Zaqueo parapoder ver a Jesús?

a. encino b. sicómoroc. nogal d. canelo

11. ¿Qué árbol era símbolo de gracia,elegancia y justicia?

a. roble b. acaciac. palmera d. manzano

12. ¿De qué madera fue construida elarca de Noé?

a. cedro b. goferc. ciprés d. eucalipto

93AGUAS VIVAS BIBLIA

13. ¿Qué acontecimiento se celebrabacomiendo hierbas amargas?

a. La luna nueva b. El sábadoc. La pascua d. Pentecostés

14. ¿De qué madera estaba hecha elarca del testimonio?

a. acacia b. goferc. cedro d. nogal

15. ¿Qué planta proporcionaba la sus-tancia usada para hacer la mezcla delaceite para las unciones?

a. pino b. narcisoc. olivo d. anís

16. ¿Qué vegetal no sufrió por el gra-nizo que cayó como una plaga sobreEgipto, porque estaba muy pequeño?

a. avena b. linazac. menta d. trigo

17. ¿Qué fruto le envió Jacob a José queestaba en Egipto como regalo?

a. avellanas b. damascosc. uvas d. almendras

18. ¿Qué árboles muy fuertes fueronllevados para construir las vigas y laspilastras del templo de Jerusalén?

a. cedros b. nogalesc. castaños d. robles

19. ¿Qué fruta se usó para curar al reyEzequías de su enfermedad?

a. peras b. higosc. ciruelas d. pasas

20. ¿Qué libro habla de las manzanasde oro?

a. Proverbiosb. Cantaresc. Apocalipsisd. Zacarías

21. ¿Con qué árbol compara el libro delos Salmos al hombre impío?

a. espinob. saucec. sándalod. laurel verde

* * *Beber del pozo

En 1896, Sherwood Eddy comenzó su ministerio como misioneroen la India con mucho entusiasmo. Pero al cabo de tan sólo un año,estaba listo para renunciar: su energía se agotó, su espíritu sequebrantó.

Una mañana después de una noche de insomnio suplicó a Diosque le ayudase. Entonces recordó la promesa de Jesús a la mujersamaritana: “El agua que yo le daré será en él una fuente que saltepara vida eterna” (Juan 4:14). Eddy escribió: “Decidí dejar de re-currir a mi propio yo tan constantemente, y empezar a recurrir aDios”. Desde entonces, todos los días apartó un tiempo para beberen oración del pozo que nunca se seca: “Desde aquel día –escribeEddy– no he conocido ni una hora de oscuridad y desesperación. ElDios eterno ha sido mi refugio, y debajo de mí he sentido los brazoseternos”.

Tomado de Nuestro Pan Diario

94 AGUAS VIVASJOYAS DE INSPIRACION

Que la meta única de toda tuvida sea Cristo. A él debes dirigirtodas tus aspiraciones, todas tusactividades, todo tu ocio y tu ne-gocio.

Fíjate en Cristo como tu únicoy absoluto bien. No ames nada,ni te entusiasmes por nada, niquieras nada que no sea Cristo, o

por Cristo. Y no aborrezcas nada,ni desprecies nada, ni huyas denada, sino del pecado o por causa

del pecado.

Lo que hagas –ya veles o duermas, co-mas o bebas, descanses o te diviertas– todo te sucederá para acre-centar más tu premio. Y así sucederá que incluso algunos viciosmenores , en los que caemos en nuestro camino hacia la virtud, seconvertirán para ti en motivo de premio. Pero si tu ojo es malo y miraotra cosa que no sea Cristo, entonces, el mismo bien que haces noreportará fruto y hasta puede ser pernicioso. Toda cosa buena nobien hecha es defectuosa. Todo, pues, lo que hallares en tu caminohacia la meta del sumo bien, lo habrás de rechazar o aceptar entanto en cuanto estorba o favorece tu andadura.

Los mismos filósofos ven ciertos fines imperfectos e interme-dios, en los que no hay que detenerse, ni conviene servirse o gozarde ellos. Como medios que son, no todos ayudan o estorban de igualmodo a los que caminan hacia Cristo. Por lo mismo, habrá que re-chazarlos o asumirlos en la medida que impiden o favorezcan sucaminar hacia él. El conocimiento, por ejemplo, es más útil para lapiedad que la belleza, las fuerzas del cuerpo o las riquezas. Y aunquetodo saber se puede referir a Cristo, sin embargo, uno conduce me-jor que otro por su camino.

Este fin es el que ha de medir la utilidad o inutilidad de los me-dios. ¿Amas el saber? Estupendo; ámalo por Cristo. Pero si lo amaspara saber por saber, te quedas allí donde era preciso seguir adelan-te. Pero si amas las letras para mejor poder hallar y conocer a Cristo,oculto en los misterios de las Escrituras – y una vez conocido, loamas; y conocido y amado, lo das a conocer y te gozas de ello –,entonces aplícate al estudio de las letras. Pero no más allá de lo quepueda contribuir a un sólido conocimiento. Vale más saber menos yamar más, que saber más y no amar.

Erasmo de Rottherdam

LA CENTRALIDAD DE CRISTO

95AGUAS VIVAS FAMILIA

Arthur T. Pierson nació en elaño 1837, y vivió en la épocadel gran avivamiento en

Norteamérica. Sus contemporáneosfueron hombres como CharlesFinney, D. L. Moody, Ira Sankey yCharles Spurgeon. Aunque no es tanconocido como estos, sus contribu-ciones a la iglesia de Jesucristo fue-ron grandes.

Era uno de los pastores másexitosos de su época, edificando suscongregaciones sobre predicacionesbíblicas y un personal cuidado pas-toral. Fue también un pastor misio-nero.

Pierson fue un reconocido maes-

tro de las Escrituras y escritor. Entresus libros, destaca The New Acts ofThe Apostles (Los Nuevos Hechos delos Apóstoles), y Keys to the Word(Claves para el estudio de la Pala-bra).1

Su herenciaMirando la herencia de este hom-

bre piadoso, otra vez me maravillé decuán largo es su linaje pío. Nosotroscasi no podemos comprender una he-rencia que durara por doscientosaños, unas ocho generaciones antesde nuestro biografiado.

Dennis Kenaston

¿Cómo fueron los hogares de los grandes hombres y mujeresde Dios del pasado?

1 Ver nuestra sección Estudio Bíblico.

96 AGUAS VIVAS

Sus padresEl linaje de Arturo, de ambos pa-

dres, se puede trazar en el pasado delos poblados fundados por el patriar-ca de la familia, Abraham. Este eraun pequeño pueblo que hoy se llamaNewark, Nueva Jersey. Esteban ySally, padres de Arthur, vivían en laciudad de Nueva York y asistían auna de las iglesias pastoreadas porCarlos Finney. Por esto, los dos esta-ban bien arraigados en los aviva-mientos que ocurrían en aquellosdías. También, en esa época las deno-minaciones de la Reforma Protestanteestaban abriendo los ojos ante losdesatendidos de los campos lejanos,que anteriormente ni se les hacíacaso. Las cuestiones sobre el aviva-miento se discutían en ese entonces,y las misiones igualmente. Los asun-tos de la anti-esclavitud hacían unfrente, que amenazaba dividir a lanación a través de una guerra civil.En medio de todo esto nació Arthur,el noveno de diez hijos de la familiaPierson.

Su padre, Esteban, era un comer-ciante, firme y muy respetado en suépoca. Un hombre de principios sóli-dos, trabajó honestamente la conta-bilidad durante cuarenta años en

Nueva York. Era un hombre quieto,de pocas palabras, pero las que usóeran conocidas como palabras sa-bias. Arthur se recordaba de muchasde las amonestaciones de su padre,aun en su propia vejez. Ese hombrefue anciano de la Iglesia Presbi-teriana, la que fundó Carlos Finney,su fe fue absorbida por todos sus hi-jos.

Sally, la madre, nació en un hogarde catorce hijos. Esto le afectó a ellaen buena manera. No hay lugar parala mezquindad en un hogar de tal ta-maño. No se sabe mucho acerca de suvida antes de casarse, pero conocere-mos su vida como esposa y madre.«Consideraba los caminos de sucasa» (Proverbios 31:27) y estabamuy ocupada con sus diez hijos. Lle-na de celo en medio del avivamiento,siempre hospedaba a muchos. Fueuna madre enérgica y siempre hizotiempo para las obras de caridad.Arthur tenía la misma personalidad,alegre y fulgente, como su madre;además, tenía otros dones de ella,aunque se desarrollaron más en élque en ella.

Su entrenamiento en el hogarEsteban y Sally creyeron y

visualizaron tener un hogar cristia-no con un ‘propósito’. No era un ac-cidente, ni una palabra añadida paraparecer impresionante. Criaron a sus10 hijos para que amaran al Señor yle sirvieran. El fuego del altar ardíamañana y tarde en el hogar de losPierson. ¿Está Dios tratando de en-señarnos algo? Parece ser que laspersonas que hemos estudiado enesta sección se criaban en hogares

Yo sé que muchos de no-sotros, los padres, hemostomado la responsabilidadde enseñar a nuestros hi-jos y esto es correcto; sinembargo, no olvidemos elpoder de la iglesia local.

FAMILIA

97AGUAS VIVAS FAMILIA

donde tenían cultos familiares dosveces al día. Quizás pueden compa-rarse a los sacrificios hechos en lasmañanas y tardes, de los días de laantigua ley levítica. En el hogarPierson, este privilegio siempre serealizaba. Otras cosas, sí, se perdíanen este hogar atareado, pero no loscultos familiares. El padre les ense-ñó a los niños el catecismo y siemprese memorizaban versos de las Escri-turas. Tales actividades trajeron in-decibles bendiciones en la vida deljoven Arthur.

Su hogar era muy activo por lacantidad de hermanos y hermanasque había para jugar y aprender deellos. Esta gran familia proveyó lasoportunidades normales de abnega-ción, las cuales pueden moldear a unniño a ser una persona que consideraa los otros. Arturo vivió sus primerosaños en una época en que la naciónestaba en escasez financiera. Esto letrajo pobreza y las disciplinas necesa-rias para pasar tales tiempos.

Las actividades de la iglesia le in-fluyeron profundamente, teniendorecuerdos de ellas desde la edad deseis años. La familia Pierson se tras-ladó a los suburbios y Arturo fue ins-crito en la escuela dominical. Habíados clases cada domingo a las que te-nía que asistir, más el culto normalde la mañana; por esto las impresio-nes espirituales eran numerosas.Cuando fue un hombre viejo, recor-daba tales tiempos. Y, por eso Arthurescribió acerca de los permanentesefectos de esos primeros años en laiglesia así:

«Atribuyo al Dr. Patton y a los po-cos años en que asistí a la Iglesia de

calle Spring, las convicciones que hanquedado conmigo hasta esta mismahora».

También compartió de los aviva-mientos, en los que siempre habíaconversiones sólidas y se gozó de ladieta regular de sanas prédicas bíbli-cas, que se servían semana tras sema-na. Su primer interés en las misionesfue sembrado en su corazón por unode los maestros que esperaba irse alcampo de labor. Yo sé que muchos denosotros, los padres, hemos tomadola responsabilidad de enseñar a nues-tros hijos y esto es correcto; sin em-bargo, no olvidemos del poder de laiglesia local. Dios, en Su sabiduría hapuesto la familia y la iglesia para ga-nar a la siguiente generación para sugloria y honra.

Su entrenamiento en la escuelaSé que la mayoría de los que van

a leer este libro creen en el enseñar asus hijos en el hogar [Así es en laNorteamérica actual; los cristianosconservadores ya enseñan a sus hijosen el hogar, no en las escuelas públi-cas]. Por esto, algunos pueden pre-guntar por qué recalco este punto. Lasabiduría que veo en analizar las es-cuelas y a los maestros que influye-ron en la vida de Arthur, se resumeen: Padres que se preocupaban acercade una educación cristiana y seleccio-naban escuelas que hacían hincapiéen Cristo y en el carácter cristiano.Los profesores de esas escuelas eranbuenos. Esos maestros buscaban elpotencial y los talentos de cada alum-no y, en el proceso de enseñanza fo-mentaban esos puntos sobresalientesde los estudiantes. Todos nosotros so-

98 AGUAS VIVASFAMILIA

mos profesores y queremos ser bue-nos en esto. Podemos aprender algode los dedicados maestros que mol-dearon la vida y ministerio de A. T.Pierson. Fíjate en los métodos queusaban:

Estos maestros hicieron que susalumnos leyeran el griego a la edadde doce años. Sabemos que esto nosucede sin mucha diligencia por par-te del estudiante y del maestro.Arturo estudiaba este idioma y leía eltexto bíblico en griego todos los díasde su vida estudiantil, y después.

En aquellos días, la autoridad eraen la vida de las personas un honra-do principio. Los maestros guiaban alos muchachos hacia una vida feliz ypróspera, bajo la autoridad. Paraesto se hizo necesario el uso de lavara, a veces; pero, en aquella épocatal disciplina se aconsejaba para for-jar un buen orden. Arthur pronto en-contró la bendición en esto y agrade-cía a otros, a fin de bendecir y some-terse a sus profesores y al directorde la escuela. Posteriormente, du-rante muchos años, esto les trajograndes bendiciones a Arthur y asus congregaciones. Él era una auto-ridad mansa y benigna, guiando através del ejemplo en vez del domi-nar.

Los maestros ocupaban la técnicade memorizar y recitar para entrenara los estudiantes en la pronunciaciónde un discurso. A cada estudiante sele dio una porción de las Escrituras oun poema para memorizar. Luego, te-nían que recitarlo con claridad. Se co-rregía al estudiante mientras recita-ba, hasta que lo pronunciaba bien,con palabras claras y firmes. El joven

estudiante también se ejercitó a tra-vés de oportunidades de hablar pú-blicamente. Sabemos cuales fueronlos resultados de todo esto, ¿no? Sedesarrollaban así a los alumnos enestas áreas. Arthur era un maestromuy eficaz a la temprana edad detrece años. Pongamos a nuestros jóve-nes oportunidades para hablar públi-camente y en el futuro no tendrán te-mor de hacerlo.

A los alumnos se les enseñaba aexpresarse, escribiendo. Leyendo lahistoria de las diferentes escuelas alas que asistía Arthur, se nota quecada una hizo hincapié en esto.Arthur escribía poemas, escritos parael diario de la escuela y breves ser-mones a sus 9 ó 10 años. Claro, lesfaltaba profundidad, pero lo impor-tante es que se desarrollaban sus do-nes. Muchas escuelas en el hogar fal-tan en desarrollar tales dones. A cau-sa de nuestra propia inseguridad, ha-cemos poco por desarrollar los donesde nuestros hijos.

Su carácterUna sencilla definición de carác-

ter es ‘fuerza moral o ética’. Tal defi-nición describe bien a Arthur, porquetenía un firme cimiento de principiosmorales en su vida. Sé que mucho deesto provino del cuidado que recibióen el hogar. No hay mucho escritoacerca de este buen cuidado hogare-ño, pero es claro que se dio, eviden-ciado por los frutos de su juventud.Arthur mostraba muchas señales mo-rales fijadas a sus 8 ó 9 años. Prover-bios correctamente dice: «Aun el mu-chacho es conocido por sus hechos, si suconducta fuere limpia y recta.» (Prover-

99AGUAS VIVAS FAMILIA

bios 20:11) ¿Qué podemos aprenderde su carácter?

Como un niño pequeño, uno desus pasatiempos favoritos era predi-car en un cuarto con sillas vacías o asus hermanas.

A la edad de siete años, se hizomiembro de la Asamblea Misionerade Menores. Él era muy activo enbuscar fondos y en hablar en las re-uniones.

Desarrolló buenos hábitos de es-tudio, los cuales se quedaron con éltodos los días de su ministerio. Esclaro este punto, al saber del hechoque podía leer griego a sus doceaños.

A la edad de trece años, se fue desu hogar para continuar su educa-ción. ¿Puedo confiar en mi propiohijo, tanto que pueda salir del hogarpara estar con otros jóvenes, a laedad de trece años? En esa escuela seconvirtió a Cristo y así tuvo muchasoportunidades para mantenerse fir-me para el Señor. Sabemos cómo sonlos jóvenes en tales situaciones. Fuetentado a veces, pero nunca se volvióal mal.

Después de convertirse, pronto sehizo miembro de una SociedadMetodista para crecer y tener respon-sabilidad. Esto proveyó ocasionespara compartir y ministrar.

Regularmente tenía tiempos dequietud cada mañana en la escuela.Él reforzaba su fe, leyendo la Biblia yorando. Y pronto aprendió cómomantener una conciencia limpia.

Escogió buenos y sólidos librospara leer, de los que tenían buen ali-mento basados en la Palabra. Imagí-nate a tu hijo leyendo Persuasiones a laTemprana Piedad por Pike, o El Descan-so de los Santos por Baxter, a la edadde catorce años.

Estos son unos pocos ejemplos delcarácter de su juventud, el cual crecióy maduró, y luego bendijo a la iglesiadurante su ministerio. Llegó a ser co-nocido por su alta moralidad, su ha-bilidad para escribir y su sinceridaden sus propósitos. ¿De dónde provi-nieron estas cualidades?

Como autor, él fue un ejemplopara muchos de nosotros, en la bús-queda y en el tener material originalhonesto. ¿Dónde empezó esto? Comopredicador, fue elocuente y descripti-vo en sus palabras. ¿De dónde provi-no esto? ¿Llegó todo a él sólo del Es-píritu Santo? Se ve que fue preparadoy desarrollado en su juventud. Dios,a través del Espíritu Santo, obró pormuchos instrumentos humanos paraformar esta vasija. Luego, Dios tomóla vasija, la llenó con su prevalecientepoder y la usó como una vasija dehonra.

Necesitamos renovar nuestra vi-sión continuamente. Es fácil hundirseen los quehaceres diarios, olvidandoentrenar a nuestros hijos, perdiendode vista el gran propósito. Animémo-nos con el ejemplo dado por A. T.Pierson en el rumbo hacia la meta.

(Adaptado y publicado con autorización)http://www.elcristianismoprimitivo.com

* * *

100 AGUAS VIVASJOVENES

En 1ª Corintios 6:13 b leemos:«Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el

Señor para el cuerpo».¿Sabías tú que en la Biblia a las

relaciones sexuales antes del matri-monio se les llama ‘fornicación’? Esees el nombre correcto. El mundo no lellama fornicación, porque quierenpresentar esa relación como inocua,atractiva y placentera, y como que nodeja ninguna secuela, ni produce nin-gún problema; es solamente una ‘in-teresante relación’, ‘un buen momen-to’, etc. Pero es una fornicación.

Si hacemos un seguimiento en elNuevo Testamento de los fornicarios,

encontramos hasta en Apocalipsisque éstos son excluidos de todas lasbendiciones que vienen. No se puedeconcebir que un hijo de Dios sea unfornicario. Si alguno cae en fornica-ción, por supuesto, que tiene oportu-nidad para el arrepentimiento, perosin duda que van a quedar secuelas:en su alma, en su corazón, en la otrapersona. Las secuelas pueden ser va-riadas, y tal vez la más terrible de to-das, en lo que afecta a una tercerapersona, sea un hijo.

Dice: «El cuerpo no es para la forni-cación». Pablo le habla aquí a loscorintios, a los hijos de Dios. Este noes un mensaje para el mundo, sino

Un enfoque bíblico di-recto a un problemade nuestro tiempo.

Aguas Vivas 2007

101AGUAS VIVAS JOVENES

para los hijos de Dios: «El cuerpo no espara la fornicación (y se refiere a estecuerpo), sino para el Señor y el Señorpara el cuerpo». Luego dice, en losversículos 18 y 19: «Huid de la fornica-ción, cualquier otro pecado que el hombrecometa, está fuera del cuerpo, mas el quefornica contra su propio cuerpo peca. ¿Oignoráis que nuestro cuerpo es templo delEspíritu Santo el cual está en vosotros, elcual tenéis de Dios y que no sois vues-tros?».

El mayor pecado: el pecado contra elcuerpo

Leamos también el 16 y el 20: «¿O no sabéis que el que se une con una ra-mera es un cuerpo con ella? Porque dice:Los dos serán una sola carne ... Porquehabéis sido comprados por precio; glorifi-cad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y envuestro espíritu, los cuales son de Dios» .

Aquí se habla de que hay quehuir de la fornicación, (después va-mos a ver que ante estas cosas túpuedes huir o no huir). Lo que aquíse dice es que hay que huir, ¿y unohuye delante de qué? ¡Uno huye de-lante de un peligro! Yo creo que no esnecesario decirte que huyas cuandoves a un león, ¡lo haces espontánea-mente! Pero de este otro asunto pro-bablemente tú no huyas espontánea-mente, al contrario, te vas a sentiratraído, y por eso la Escritura dice:«Huid de la fornicación». Así como enotro lugar de las Escrituras dice:«Huye de las pasiones juveniles» (2ªTim. 2:22).

Aquí se dice algo que es privativode la fornicación, que lo diferencia decualquier otro pecado. ¿Qué es eso?¿Y cuál es la gravedad de este pecado

por sobre otros? Es que el quefornica, peca contra su propio cuer-po, en cambio los otros pecados estánfuera del cuerpo.

Vamos a explicar. Ustedes sabenque en la cópula sexual entre unhombre y una mujer se produce launión de ambos. Fíjate que la Escritu-ra dice que en el matrimonio ambosserán una sola carne. Perfecto. Tú po-drás decir: «Claro, en el momento enque se unen sexualmente un maridoy su esposa, ellos son una sola car-ne.» ¡Perfecto! ¡Eso es perfecto, es ma-ravilloso, está dentro de lo normal,de lo legítimo! Pero mira cuán espan-toso es que aquí se diga que «el quese une con una ramera es un cuerpocon ella», y se cumple la palabra quedice «los dos serán una sola carne», osea, significa eso que no sólo puedeser una sola carne un matrimonio le-gítimamente constituido, sino tam-bién un hombre y una mujer solterosque fornican. ¡Mira qué terrible eseso! Lo que en el matrimonio es unabendición, en la fornicación es unamaldición.

De manera que si eres un hijo deDios, tú vienes a ser uno con una mu-jer o con un hombre que no es tu ma-rido o tu esposa, y todos los pecados,toda la condenación y todas las frus-traciones y toda una posible legiónde demonios que eventualmente ten-ga esa otra persona se traspasarán ati, porque eres uno con ella (o con él).¿Entiendes? Del momento que se pro-duce la fusión todo lo de uno pasa aser del otro. Por eso que es un pecadograve el que se produzca la unión delcuerpo de un varón creyente con unaramera, o viceversa.

102 AGUAS VIVASJOVENES

Luego dice: « ¿O ignoráis que vues-tro cuerpo es templo del Espíritu Santo?».El cuerpo del Señor Jesús fue, en susdías, el templo perfecto para el Espíri-tu Santo. Hoy día tu cuerpo tambiénes templo del Espíritu Santo. Qué tre-mendo es eso: el Espíritu Santo habitadentro de ti y dentro de mí.

Cuidando el vasoVamos a ver ahora 1ª

Tesalonicenses 4:3-4: « Pues la volun-tad de Dios es vuestra santificación, queos apartéis de fornicación; que cada unode vosotros sepa tener su propia esposaen santidad y honor». La Versión Mo-derna dice: «Que cada uno de vosotrossepa señorearse de su propio cuerpo ensantificación y honra» . Noten ustedesque acá se dice «cada uno de vosotrossepa tener su propia esposa en santi-dad y honor», y en la otra versióndice «cada uno se enseñoree de supropio cuerpo en santidad y honor».¿Por qué aquí dice «su esposa» y allí«su cuerpo»? En el original griego lapalabra que se usa allí es «vaso».Dice : «Cada uno tenga su propiovaso en santidad y honor», entonces,los traductores han pensado de la si-guiente manera: como en 1ª de Pedrose dice que la mujer es un vaso másfrágil, ellos han dado por supuestoque aquí debe traducirse «esposa».Pero ahí en realidad dice «vaso», y el«vaso» a la luz de 2ª de Corintios yde muchos otros pasajes, incluidoTimoteo también, es el «cuerpo», esnuestro cuerpo, nuestro cuerpo es unvaso que contiene un tesoro, un teso-ro en vasos de barro, este es el vasode barro: el cuerpo, tomado de la tie-rra.

¿Qué es lo que significa «cadauno sepa señorearse de su cuerpo»?Significa que tú puedes tener domi-nio sobre tu cuerpo. Ése es el punto.De ti depende, amado, si tú lo entre-gas a la fornicación o no. Tú tienespoder para señorearte sobre tu cuer-po. Esto es «en Cristo». Se está ha-blando a creyentes. ¡Cristo en noso-tros!

El triste saldo de la fornicaciónVamos ahora a Proverbios 5:1-6:

«Hijo mío, está atento a mi sabiduría, ya mi inteligencia inclina tu oído, paraque guardes consejo, y tus labios conser-ven la ciencia. Porque los labios de lamujer extraña destilan miel, y su pala-dar es más blando que el aceite; mas sufin es amargo como el ajenjo, agudocomo espada de dos filos. Sus pies des-cienden a la muerte; sus pasos conducenal Seol. Sus caminos son inestables, nolos conocerás, si no considerares el ca-mino de la vida.»

Por favor, hagamos el contrasteaquí entre «antes» y «después» delacto sexual, de esta fornicación. «An-tes», los labios de la mujer destilanmiel y su paladar es más blando queel aceite. Pero, «después de...», lamiel se transforma en ajenjo, y el pa-ladar blando como el aceite, en unaespada con dos filos; ¿su fin?, lamuerte, el Seol. Todo eso, por unosminutos de placer de la carne. Y esoes todo. La miel en ajenjo. El paladarsuave y blando, en una espada dedos filos. Es así, exactamente.

Consérvate puroPara terminar esta parte, veamos

1ª a Timoteo 5:22. Sabemos que

103AGUAS VIVAS JOVENES

Timoteo era un joven. Y Pablo le es-cribe esta carta aconsejando al siervojoven. Vamos a leer la última fraseque aparece al final del versículo 22 :«Consérvate puro». Luego en 2ª deTimoteo 2:22, dice: «Huye también delas pasiones juveniles». Aquí está denuevo el «Huye». Hay un peligro allí:las pasiones juveniles. También sepuede traducir «pasiones juveniles»como «deseos desordenados». Este esel amor pasional del que hablábamosantes.

Timoteo también estaba expuesto,también tenía oportunidad de sentiraquello, también surgía en su cora-zón ese deseo, pero Pablo le dice«Huye de aquello».

¿Cómo conservarse puro? Vamosa leer el Salmo 119:9-11: «¿Con quélimpiará el joven su camino? Con guar-dar tu palabra. Con todo mi corazón te hebuscado; no me dejes desviarme de tusmandamientos. En mi corazón he guar-dado tus dichos, para no pecar contra ti».Lo primero, amado hermano joven,es tener la palabra del Señor en el co-razón, tenerla cerca, leerla, llenarsede la palabra.

Vamos a poner un ejemplo: estacuestión es absolutamente propor-cional. Cuando tu espíritu, el espíri-tu que de Dios tienes, está fuerte,bien alimentado y vigoroso, enton-

ces el alma (y el cuerpo) es dócil, escomo un siervo obediente y tú lapuedes manejar, la puedes controlar.Pero, al revés, cuando el espírituestá debilitado, el alma (y el cuerpo)se convierte en un amo terrible queno acepta ser desobedecido. Esto esinversamente proporcional. El espí-ritu está fuerte; el alma es sumisa; elespíritu está débil, el alma es unamo terrible.

La palabra de Dios es lo que for-talece y alimenta tu espíritu, es elmaná que tú necesitas comer cadadía. El alimento físico lo necesitas porlo menos tres veces al día para estarbien, ¿y no le darás a tu espíritu porlo menos una comida al día? Si no selo das, por favor, no digas después:«Oh, hermano, es que no pude resis-tir, es que no tuve fuerzas, es queando mal, ando decaído». Pero, her-mano joven, ¡no le has dado alimentoa tu espíritu hace meses! ¿Cómo quie-res que esté vigoroso, cómo quieresque se enseñoree del alma y del cuer-po? La palabra es el maná, es Cristomismo que nos es impartido a noso-tros.

Evitar malas compañíasVeamos ahora algo más sobre

esto. El versículo 63 de este mismocapítulo 119: «Compañero soy yo de to-dos los que te temen, y guardan tus man-damientos». Te pregunto directamen-te: ¿De quién eres compañero? ¿Delos que temen al Señor, de los queguardan sus mandamientos? Mira, sitú eres compañero de los que no te-men al Señor y no guardan su pala-bra, entonces, estás en peligro.

Hay una pregunta que se hace un

Tú tienes poder para se-ñorearte sobre tu cuerpo.Esto es «en Cristo». Seestá hablando a creyen-tes. ¡Cristo en nosotros!

104 AGUAS VIVASJOVENES

profeta en el Antiguo Testamento:«¿Caminarán dos juntos si no estu-vieren de acuerdo?» No. Claro queno. De tal manera que si tú caminasjunto a uno que no conoce a Dios yque está lleno de pasiones, significaque tú estás de acuerdo con él. Es ne-cesario estar de acuerdo, y estar jun-tos, y caminar, y ser compañero delos que temen al Señor y de los queguardan su palabra.

No jugar con fuegoProverbios 6:27-28. Estos dos

versículos son sumamente aclarado-res: «¿Tomará el hombre fuego en suseno sin que sus vestidos ardan, andaráel hombre sobre brasas sin que sus pies sequemen?».

Las respuestas son obvias, estánincluidas en la pregunta. La respues-ta es ¡no!. Si tú tomas fuego aquí, so-bre tu pecho, te vas a quemar. Si ca-minas sobre brasas, también te vas aquemar. Entonces, el punto es este: sitú coqueteas con el sexo, no te quejesdespués que te dio un zarpazo; si túcaminas sobre brasas, no te quejesdespués de que te quemaste los pies.Es imposible escapar si tú consientesen ir allí en vez de huir.

Un ejemplo de cómo escaparVeamos ahora a Génesis 39. Este

pasaje es de una enseñanza preciosa.Es la historia de José y de una mujercasada. José es un siervo de Dios, jo-ven y atractivo. El es esclavo de unapersona importante en Egipto, suamo lo admira, le tiene mucho apre-cio, y le tiene tanta confianza que lepone como administrador de su casa,a cargo de criados, de esclavos y de

todos sus bienes. Y sucede que la es-posa de este hombre se enamora deJosé, con ese amor pasional, con eseamor que surge con el ímpetu de unallama.

Dice en los versos 7 al 9: «Aconte-ció después de esto que la mujer de suamo puso sus ojos en José, y dijo: Duer-me conmigo (seguramente buscó elmomento apropiado, estaban los dossolos en al casa, el amo afuera aten-diendo sus asuntos, los criados aleja-dos astutamente por la mujer: todoestaba ordenado). Y él no quiso, y dijoa la mujer de su amo: He aquí que mi se-ñor no se preocupa conmigo de lo quehay en casa, y ha puesto en mi mano todolo que tiene. No hay otro mayor que yoen esta casa, y ninguna cosa me ha reser-vado sino a ti, por cuanto tú eres su mu-jer; ¿cómo, pues, haría yo este grandemal, y pecaría contra Dios?.

Hablando ella a José cada día y no es-cuchándola él para acostarse al lado deella, para estar con ella (para tener unarelación sexual con ella), aconteció queentró él un día en casa para hacer su ofi-cio y no había nadie de los de casa allí. Yella lo asió por su ropa, diciendo: Duermeconmigo. (No solamente las palabras;ahora había acción allí). Entonces éldejó su ropa en las manos de ella, y huyóy salió. Cuando vio ella que le había deja-do su ropa en sus manos, y había huidofuera, llamó a los de casa, y les habló di-ciendo: Mirad, nos ha traído un hebreopara que hiciese burla de nosotros. Vinoél a mí para dormir conmigo, y yo digrandes voces; y viendo que yo alzaba lavoz y gritaba, dejó junto a mí su ropa, yhuyó y salió».

Y después, cuando llegó su mari-do, le contó la misma historia: «Aquí

105AGUAS VIVAS

está la ropa, él huyó. Me quiso vio-lar». José fue encarcelado por eso, in-justamente, y nosotros sabemos quedespués, estando él en la cárcel, Diosvio la justicia, la santidad y la purezade José, y lo honró en la cárcel, losacó de allí, y lo hizo gobernador deEgipto.

La clave de la victoria¿Cuál fue la clave de cómo y de

por qué José escapó de esta tentacióntan grande? La clave está al final delversículo 9, donde José concluye suspalabras a la mujer: «¿Cómo, pues, ha-ría yo este grande mal, y pecaría contraDios?».

Mira esto: José no temía pecarcontra su amo, tanto como pecar con-tra Dios. En ese momento no estabael amo allí, por lo tanto, podía haberrealizado el acto sexual sin que nadiese diera cuenta; pero ¿acaso Dios nosabía y lo veía todo? La salvación deJosé, la clave de su victoria fue que éltenía temor de Dios. Mira, amado jo-ven, si tú no tienes temor de Dios, envez de huir, vas a quedarte allí. En elfondo, en lo que a nosotros respecta,es el temor de Dios el que nos libra,porque nosotros queremos agradar aDios. Pero hay algo más.

El Señor libra a los piadososVamos a ver 2ª de Pedro 2:9. Este

versículo tiene una frase tan preciosaque para ti va a ser de un tremendoaliento y de una tremenda fortaleza.

Nos vamos a apropiar de él y lo va-mos a creer para escapar de toda ten-tación, de toda fornicación.

Dice el versículo 9: «Sabe el Señorlibrar de tentación a los piadosos». Mira,aquí hay un hecho de Dios: El Señorlibra de tentación a los piadosos. Peroesto es también una promesa para tiy para mí. Sin embargo, estas pala-bras también implican –aunque no lodice– que el Señor no libra de tenta-ción a los que no son piadosos. ¿Porqué cayó el cristiano tal o la cristianatal en fornicación o en adulterio? Por-que su corazón no era piadoso; por-que si lo hubiese sido, podemos tenerla absoluta seguridad de que Dios lehubiera librado.

¿Cómo lo hace el Señor? Veamosun ejemplo. Tú estás en una situaciónen la que adviertes que comienza apresentarse el ambiente adecuadopara llegar a una relación ilícita. Túcomienzas a ceder; pero en tu cora-zón tú amas al Señor y has tenidouna oración permanente delante deÉl. Entonces, de pronto, cuando elpeligro se hace mayor, algo ocurre:una interrupción inesperada, un he-cho aparentemente fortuito que disi-pa el clima de la seducción. ¡El Señorte ha librado! Entonces, tú puedes es-capar, ¡no has perdido nada! ¡Dios seinterpuso! Hermano, si tú amas al Se-ñor, si lo amas de verdad, el Señor teva a librar.

(Síntesis de un mensaje impartidoen un Retiro de Jóvenes).

* * *

JOVENES

106 AGUAS VIVASMARAVILLAS DE DIOS

Una mañana de domingo, cuando estaba terminando el culto,dos hombres entraron en la iglesia, en Amalapuram, India. Estoshombres no tenían ningún dedo en sus manos ni en sus pies. Lasorejas eran sólo pedazos, y no tenían nariz, excepto agujeros. Teníanun pedazo de tela alrededor de sus cinturas, y sus cuerpos enterosestaban llenos de heridas abiertas. Eran leprosos. Cuando los vi, dijeen mi corazón: '¡Mi Dios, yo no los quiero aquí!'. Y en el momentoque dije eso, sentí que la unción me había abandonado.

No obstante, hice el llamado. Para mi sorpresa, ambos leprosospasaron adelante. Ellos dijeron que necesitaban a Jesús. Los guié enuna oración.

Normalmente, voy y abrazo a las personas que reciben su salva-ción. Les digo: '¡Dios los bendiga! ¡Estamos muy contentos de queustedes hayan venido!'. Pero ese día, sólo levanté mis manos, oré, yles dije: 'Dios los bendice. Ustedes pueden irse'. Cuando salieron,pensé de nuevo: 'Espero que nunca regresen'. Yo nunca había tocadoa un leproso, y no tenía interés en tener esa experiencia ahora.

El domingo siguiente, diez leprosos vinieron al servicio. Fui y hablécon ellos (Cuando usted tiene diez leprosos que se sientan allí en suiglesia, tiene que ir y hablar con ellos; no puede ignorarlos). Pregun-té: “Dónde viven ustedes?”. "En la orilla del camino, señor", contesta-ron. "No tenemos casa.'. "¿Y qué hacen para vivir?". "Mendigamos"."¿Por qué no están mendigando hoy?", pregunté. ("Era muy tontopara un pastor preguntar eso a las personas que venían para rendirculto al Señor"). Uno de ellos dijo: "Pastor, estos hombres que vinie-ron la semana pasada nos hablaron sobre el Jesús que ellos hanaceptado. Nosotros hemos venido a averiguar más sobre él. Des-pués que el servicio concluya volveremos a mendigar, o no tendre-mos comida. Nosotros vinimos a encontrar a Jesús'.'

Yo me sentía afligido. Repetidamente, confesé ante Dios: “Dios,perdóname. Mis prejuicios, mis ideas preconcebidas ahuyentan atantas personas de ti". Y sin siquiera pensar, les dije: “No mendiguenel domingo. La Iglesia los alimentará".

El tercer domingo, vinieron veinticinco leprosos, y diez de ellosquisieron ser bautizados. Otros creyentes que habían planeado serbautizados dijeron: “Pastor, hoy no, la próxima vez".

"Bien", dije yo. Pero todavía estaba complicado con diez leprosospor bautizar. Yo nunca había bautizado a uno de ellos. Cuando ustedbautiza a alguien en el canal, usted tiene que sostenerlo muy firme,porque se pierde el equilibrio. Yo iba a tener que abrazar muy firmeen el agua a estos hombres y mujeres con heridas abiertas. Fue unaocasión en que pensé que era mejor bautizar por aspersión.

UN BAUTISMO DE AMOR

107AGUAS VIVAS

No obstante, supe que debía continuar, así que ese día la con-gregación marchó al canal, cantando y aplaudiendo. Cuando los le-prosos entraron al canal, el color del agua cambió. Yo sentí náuseas.Bauticé rápidamente a los diez, luego corrí a casa, tomé una ducha,me cambié ropa y volví a la iglesia.

Era la práctica dar la comunión a los recién bautizados. Les di elpan, y entonces, vacilante, les pasé la copa. Sin sus dedos, los lepro-sos eran incapaces de sostenerla sin usar ambas manos. Intentabanbeber, pero se les hacía un gran lío. Las manchas estaban por todaspartes. La copa fue pasada al último convertido, y yo esperaba que élbebería lo restante cuando todos se hubieran ido, o dejaría caer lacopa. Cerré mis ojos y dije: "Dios, yo no puedo tomarla". Toda laiglesia tenía sus ojos fijos en mí. Todos sabían que al final la copa dela comunión llegaría a mí y se esperaba que yo bebiera con los nue-vos convertidos. ¿Qué haría?

Mientras estaba de pie allí con mis ojos cerrados, vi una copaque era más grande que el local de reunión. Y oí una voz que decía:“Ésta es la copa de la que yo bebí. Cada pecado estaba en esa copa.Cada enfermedad estaba en esa copa, incluso la lepra”. Cuando oí:“Incluso la lepra”, dije: “Gracias, Señor”. Abrí mis ojos, y un leprosoestaba pasándomela. Y ya no era un vidrio sucio. Era la copa de ac-ción de gracias, la copa de salvación, la copa de esperanza, la copade amor. Tomé esa copa y bebí todo. Entonces fui a los hermanos ylas hermanas, y los abracé.

Yo uso una túnica blanca cuando ministro en la India. Quedótoda manchada. Pero ya no me importaba. Ellos eran mis hermanos.Los ancianos vieron lo que yo estaba haciendo, y ellos vinieron y losabrazaron. Después, los miembros de la congregación hicieron lomismo. Ese día, Dios nos bautizó en amor.

Ernst Komanapalli, obrero hindú, en Compassionate LoveTraducido y adaptado del inglés

MARAVILLAS DE DIOS

108 AGUAS VIVASAPOLOGETICA

¿Tiene la creación un diseño y un propósito?

Ricardo Bravo

Cuando escritores de cienciaficción o productores de cineimaginativos desean caracte-

rizar a eventuales seres que existiríanen alguna otra parte del universo, ge-neralmente los presentan con formasgrotescas, feos, antiestéticos, con undiseño corporal desordenado y des-proporcionado. Es curiosa esta ten-dencia, en donde pareciera que sub-yacen al menos tres aspectos que serelacionan entre sí. El primero consi-dera aspectos evolutivos darvinianos,en donde aquellos seres con enormescabezas, habrían experimentado al-gún tipo de selección natural y ten-

drían por tanto un gran cerebro inte-ligente que les caracterizaría. (Aun-que la ciencia terrícola ha desechadola idea que a mayor volumen del ce-rebro mayor inteligencia). El segundoaspecto con base filosófica, apuntaríaa que si la «naturaleza» (si es posibleextrapolar este concepto a otro lugardel universo) concibe seres vivos alazar, entonces estos seres exhibiránformas de cualquier tipo, amorfas,asimétricas, etc., dado que no existeun propósito detrás de su gestaciónni menos un diseño. ¿Por qué habríande ser hermosas y estéticamente si-métricas las especies que surgen del

109AGUAS VIVAS APOLOGETICA

azar, de procesos aleatorios sin senti-do? El tercer aspecto que motivaría adibujantes y productores de películascon alienígenas amorfos, parece res-ponder a una visión judeo-cristiana(puede que a veces de manera in-consciente) de que nuestro planeta ylos diversos seres que lo habitan pre-sentan estructuras corporales ordena-das y simétricas, en muchos casos be-llamente simétricas, porque hubo alprincipio un propósito y un diseñode quien los creó, de formar a vegeta-les, animales y hastamicroorganismos (las diatomeas sonuna maravilla de diseño),hermosamente estéticos y simétricos.(Génesis 1:31, Eclesiastés 3:11). Loanterior podría explicar en gran par-te, el porqué los eventuales seresextraterrestres han de ser concebidostan estéticamente opuestos a los seresterrestres.

La simetría es más que una formaLa simetría es inherente a prácti-

camente todos los organismos vivos.La ciencia de la Zoología por ejem-plo, clasifica a los animales en un or-denamiento jerárquico de menor amayor complejidad, en donde uno delos primeros caracteres de separaciónque se utilizan, es el tipo de simetríaque presentan. Los animales conside-rados más primitivos son las espon-jas (Phylum Porifera). Aunque algu-nos zoólogos los han ubicado en unalínea filogenética paralela a la de losdemás animales (Subreino Parazoa),dada su gran diferencia con éstos,principalmente por la ausencia de te-jidos y órganos. Las esponjas son losúnicos organismos del Reino animal

que no presentan una simetría defini-da, aunque una de sus clases(Hexactinellida), conocidas como es-ponjas antárticas, exhiben una bellasimetría radial, en forma de jarrón ode cesta. Todos los demás animales,en una escala zoológica mayor decomplejidad, tienen simetría radial obilateral. Es así como luego de las es-ponjas, se ubican las medusas, cora-les y anémonas, las que exhiben unahermosa simetría radial, en la que sedispone un eje central, desde dondese cortan varios planos radiales, de-jando un número de segmentos cor-porales geométricamente similares.

Posteriormente, en animales conun grado de desarrollo más alto, des-de los gusanos planos hasta los ma-míferos, el tipo de simetría es bilate-ral, es decir, el cuerpo se divide en eleje comprendido entre la cabeza y lospies en dos mitades, resultando unaimagen de espejo entre una y otramitad. La excepción la constituyenlos equinodermos (erizos, pepinos yestrellas marinas) los cuales puedenpresentar simetría radial o bilateralen alguna etapa de su desarrollo.

Sin embargo, la simetría no siem-pre es visible, señala Stewart (2007)en un interesante libro titulado «Porqué la belleza es cierta». «Cuando obser-vamos una bella mariposa, no es sólo sugran colorido lo que nos atrae, sino másbien su ordenada forma, en particular sugran simetría geométrica….la apariciónde conos o de estructuras compactas, ubi-cadas en forma bellamente regular en susalas». Pero este autor da un paso máscon la simetría y su libro lo desarrollamás bien desde el punto de vista ma-temático, en donde la simetría llega a

110 AGUAS VIVASAPOLOGETICA

ser un proceso más bien que sólo unaforma, «una manera de reordenar co-sas, algo mucho más profundo queun precioso patrón que da forma aun organismo». Concluye que la si-metría se halla profundamenteenraizada en casi toda la matemática,incluida las complejas ecuaciones dela relatividad y de la física cuántica.Por tanto, nuestro mundo y su natu-raleza se encuentran bella ysimétricamente ordenados.

La bella naturaleza producto del azarPero a diferencia de algunos pro-

ductores de series extraterrestres quereconocen implícita o explícitamentealgún tipo de diseño o propósito enla simetría y belleza que presentanlos organismos en la tierra, existe unalínea de pensamiento científico quedefiende lo contrario. Dos de losprincipales defensores de la doctrinamaterialista como única base explica-tiva de las ciencias naturales en nues-tro planeta, en particular de la biolo-gía, son Daniel Dennett y RichardDawkins. Estos científicos, de acuer-

do a Carroll (2003), «confunden el or-den de la explicación biológica con el or-den de la explicación científica y su errores considerar que las distintas interro-gantes acerca de la Creación se encuen-tran exclusivamente en el ámbito de lasciencias naturales». Dennett ha dichoque «las cosas bellas y ordenadas conque nos encontramos en el mundonatural y que nos producen admira-ción, son el resultado de un algorit-mo sin inteligencia y mecánico».

Por su parte, el zoólogo RichardDawkins, escribió un libro denomi-nado «El relojero ciego» (The blindwatchmaker, Dawkins 1986). El títulocorresponde a una infecunda analo-gía, la cual pretende explicar que sibien los organismos vivos tienen es-tructuras altamente complejas, quelos hacen funcionar mejor que un re-loj suizo, el hacedor de estas estruc-turas (el azar), no ve ni tampoco dise-ña, sino que actúa por casualidad. In-finitas casualidades en el tiempo, sinningún objetivo preestablecido, da-rían origen a organismos altamentemás complejos de lo que el hombrenunca ha podido diseñar ni construir.Los organismos, bellamente simétri-cos además de complejos, constitui-dos por múltiples órganos y estructu-ras que irían surgiendo yensamblándose en forma aleatoria,llegarían finalmente a cumplir intrin-cadas funciones, a pesar de no habertenido diseño alguno. Pero lo más es-pectacular de todo, es que este proce-so azaroso, le permitiría a estos orga-nismos alcanzar la función más subli-me lograda por ente material alguno:vivir.

Este relojero ciego según Dawkins

Un productor de cineha manifestado su inten-ción de adquirir los dere-chos de los sonidos emiti-dos por una célula cuandoes sumergida en alcohol,los cuales son equivalen-tes a un grito terroríficoemitido por humanos.

111AGUAS VIVAS APOLOGETICA

sería la selección natural, operando alazar primero para formar una primo-génita célula viva, con su respectivoprograma genético para que a partirde allí, y operando sobre mutacionesgenéticas de esta célula y otras célu-las en el tiempo, diese lugar a todoslos organismos que han poblado latierra.

Esta inverosímil autocreación pro-puesta por Dennett, Dawkins y otros,no tiene base biológica alguna y hasido brillantemente anulada con po-derosos argumentos a nivelmolecular por autores que desde susespecialidades en bioquímica y biolo-gía molecular, han plasmado su ex-periencia y conocimiento en valiososlibros (Vollmert 1988; Behe 1996). Esinteresante también destacar queconnotados científicos evolucionistascomo Richard Lewonting, que desdelas propias filas del evolucionismo,reconocen lo absurdo del principio fi-losófico (el materialismo ateo) quehay tras la doctrina de la autocrea-ción: «….tomamos partido por la cienciaa pesar del absurdo patente de algunas desus elaboraciones,…...a pesar de la tole-rancia de la comunidad científica frente ahistorias perfectas sin confirmar, porquetenemos un compromiso primordial, uncompromiso con el materialismo. No esque los métodos y las instituciones deciencia de algún modo nos obligan aaceptar una explicación material delmundo fenoménico, sino que, por el con-trario, somos forzados por nuestra adhe-sión a priori a las causas materiales paracrear un mecanismo de investigación yuna serie de conceptos que producen ex-plicaciones materiales, no importa cuáncontra-intuitivo, cuánta perplejidad pro-

duzca al no iniciado. Además, este mate-rialismo es absoluto, ya que no podemospermitir un Pie Divino en la puerta»(Sagan 1997).

La bella naturaleza alaba a su Crea-dor

Ya desde los albores de la culturalos seres humanos reconocieron en lacreación y en sus criaturas tan perfec-tas y bellas, la obra de un Dios todo-poderoso, que no sólo mostraba sugran poder en crear el universo, latierra y sus perfectos ecosistemas conlos seres vivos que la habitan, todotan extraordinariamente complejo,sino que además se deleitaba encrearlos con belleza, con sin igual es-tética y orden en sus formas, que pro-vocaban admiración en almas sensi-bles como la del rey David; «Los cieloscuentan la gloria de Dios y el firmamentoanuncia la obra de sus manos» (Salmo19:1).

Pero la soberbia provocada por al-gunos gramos de conocimiento cien-tífico, cubre como un manto la con-ciencia y el entendimiento de algunoshombres que ven la perfección de loque les rodea como surgida por unaconcatenación infinita de casualida-des. Sin embargo, el Señor de laCreación había decretado que ésta nosólo le reconociese sino que ademásle adorase: «alábenle los cielos y la tie-rra, los mares, y todo lo que se mueve enellos» (Salmo 69: 34). Muchas formasde alabanza a su Creador tiene quiendispone su corazón para amar al Se-ñor, pero ¿cómo le alaba aquella par-te de la creación que no es humana?.La alabanza de los cielos, los mares,el sol, las plantas, los animales, se

112 AGUAS VIVASAPOLOGETICA

eleva hacia su Creador cuando res-ponden obedientemente al trabajo yfunción que éste les dio en el iniciode la Creación. Cuando el sol y laluna alumbran la tierra, cuando éstaproduce plantas y árboles como lavid y el olivo que entregan su fruto,entonces están respondiendo a suCreador y su mandato de que la tie-rra produzca hierba y las plantas sereproduzcan por medio de semillas.Las aves honran al Creador cuandobuscan ramas pequeñas para luegoentretejer un nido donde albergar ycobijar a sus polluelos que seguiránpoblando la tierra; cuando los pecespara reproducirse buscan zonascosteras seguras y con alimento, ase-gurando un hábitat adecuado para suprogenie, están alabando a su Crea-dor por medio de la obediencia a lacomisión de «fructificad y multipli-caos» (Génesis 1:22).

Pero además de la gran compleji-dad morfológica y fisiológica de lascriaturas vivientes, el Señor se deleitóen crear organismos de gran belleza.Es el caso de las flores, las que ofre-cen a la vista una maravillosa armo-nía de formas, de simetría y de colo-res. Es un concierto de alabanza pre-cioso a su Creador en primaveracuando obedecen reproduciéndose.Ni reyes tan portentosos comoSalomón lograron vestir como una deellas, recalcó el Señor a sus discípu-los, enseñándoles además la estrechaarmonía que éstas tenían con el Pa-dre. ¿Tiene sentido concebir la belle-za y perfecta simetría de las florescomo surgidas al azar? ¿Para qué? ¿Aquién le sirve la belleza y la armoníade colores? Evolutivamente la belleza

y simetría perfecta de estos vegetalesno tiene sentido alguno; sí lo tienepara su Creador quien se deleita enellas. Quien disfruta también del co-lorido y diseño de las flores es el serhumano, quien tiene visión en color opolicrómica (visión de muchos colo-res).

Visión en coloresLas flores le han servido de ador-

no al hombre desde tiempos remotos.Se han encontrado semillas de her-mosas plantas en tumbas faraónicas,las que supuestamente acompañabanal rey egipcio en su viaje a la eterni-dad.

Pero son muy pocas las especiesde animales que tienen visión en co-lor policrómica, que les permita reco-nocer la variada gama de colores ymatices. La retina de la mayoría delos mamíferos no primates contienensólo dos clases de células conos, lasque posibilitan una visión en sólo doscolores (dicromática) (Gerald et al.2007). Muchos primates pueden vercon sólo tres tonalidades (tricromía),pero sólo el ser humano tiene la capa-cidad visual de ver toda la variaciónespectral que resulta de la descompo-sición de la luz monocromática y losdistintos matices resultantes. La vi-sión en color policrómica (toda lagama, no sólo dos o tres) es altamen-te compleja respecto a las otras. Nosólo requiere de ciertas células llama-das conos, ubicadas en la retina, sinotambién de múltiples fotopigmentos,además de una compleja red neural.

Para disgusto de la teoríagradualista evolutiva, no existe unatendencia gradual en los niveles de

113AGUAS VIVAS APOLOGETICA

organización biológica respecto a estagran capacidad biológica. Los su-puestos parientes del hombre (los si-mios) no ven en color, tampoco otrosmamíferos, ni siquiera la gran mayo-ría de los otros vertebrados como pe-ces, anfibios y reptiles (la excepciónson las aves que tienen visión poli-crómica). Pero curiosamente existenalgunas pocas especies de invertebra-dos que si tienen visión en color opolicrómica. Por ejemplo, las abejas(Insecta, Himenóptera), que el Crea-dor (no la selección natural ni la mu-tación) las dotó de visión en colorporque han de reconocer la gama detonalidades que presentan las floresen primavera. La ubicación de floresque ofrecen néctar o polen ha de serrápida y la visión en color resulta sermás importante para insectos polini-zadores (Abejas) respecto a otros fac-tores que también ayudan, pero enmenor grado, como la forma y olorde las flores. Una vez encontradas es-tas flores ricas en néctar, las abejasinforman a otras del lugar en queellas se encuentran por medio de unacompleja danza, en donde la frecuen-cia de los círculos y la posición de laabeja danzante indican la dirección ydistancia existente a la fuente de ali-mento. Toda esta maravilla de diseño(visión en color policrómico y len-guaje complejo de danza) posibilitanque las abejas extraigan las materiasprimas que les permitirán fabricar lamaravillosa miel, la que se puedeguardar por mucho tiempo, dado queni bacterias ni hongos la descompo-nen. Esta sustancia excepcional fueprometida por Dios a su pueblo alllevarlo a la tierra de promisión, y fue

uno de los alimentos que comió elpropio Señor Jesucristo resucitado.La visión en color dada para estospequeños animalitos obedece clara-mente a un diseño y a un propósito.

La creación de diferentes formasalaba a su Hacedor; pero, ¿qué hayde los ateos, agnósticos y similares?¿Cómo responden a su Creador aque-llos que le niegan con su alma y sumente? La poetisa Gabriela Mistraldiría que en tanto estas personas ori-ginan, diseñan y crean cosas a seme-janza del Señor, ya lo están afirman-do.

El cántico de las células«Todo lo que respire alabe a Jehová»,

es la invitación final del Salmo 150, yluego de dos milenios y medio, laciencia demuestra que hasta las célu-las de un organismo vivo (las cualestambién respiran) responden de ma-nera preciosamente armónica a estellamado.

Varios autores han descubiertoque las células emiten sonido (Blakeet al. 2003, Newman et al. 2006), elcual revela en parte el estado en queesta se encuentra. Pelling & Gim-zewski (2004) señalan que escucharla membrana celular es como ponerla oreja en el muro de una fábrica, endonde se oye su funcionamiento in-terno. Esto significa que las célulasque están enfermas emiten un sonidodistinto de aquellas que se encuen-tran sanas. Este descubrimiento hallamado la atención no sólo en el ám-bito biológico (detectar enfermedadespor medio del sonido de las células)sino también en el cinematográfico.

Un productor de cine ha manifes-

114 AGUAS VIVASAPOLOGETICA

tado su intención de adquirir los de-rechos de los sonidos emitidospor una célula cuando es sumergidaen alcohol, los cuales son equivalen-tes a un grito terrorífico emitido porhumanos.

Una célula sana emite un sonidoarmónico y ordenado. Por el contra-rio, cuando la célula enferma, su so-nido armónico desaparece y se vuel-ve desafinado, ya no responde ade-cuadamente al diseño y programa-ción original. Las células cancerosasequivaldrían a sonidos y chirridosestruendosos, algo así como un«heavy metal» biológico.

Lo tremendo de este hallazgopara algunas personas, es que mien-tras niegan con su mente al Creadorde su vida y de su cuerpo, sus millo-nes de células, aquellas que se en-cuentren sanas, van funcionandocomo si estuviesen leyendo una ar-mónica partitura, emitiendo un orde-nado sonido, como en una especie decántico a Aquél que creó ese cuerpo yesas células. De este modo, ellas testi-fican en contra de su dueño con elalma enferma. Contrariamente, elRey David, quien se deleitaba en la

alabanza a su Creador cantaba: «Ben-dice, alma mía, al Señor, y bendiga todomi ser Su santo nombre» (Salmo 103:1).

Bibliografía:Behe M. 1996. La caja negra de Darwin. Edi-

torial Andrés Bello, Santiago de ChileBlake, W., Kaern M., Cantor, C. & Collins, J.

2003. Noise in eukaryotic gene expression.Nature 422, 633–-637.

Carroll W. 2003. La Creación y las CienciasNaturales. Ediciones Univ. Católica de Chile.

Dawkins R. 1986. The Blind Watchmaker.New York, W. Norton.

Gerald H., et al. 2007. Emergence of NovelColor Vision in Mice Engineered to Express aHuman Photopigment Cone. Science 315, 1723;DOI: 10.1126/science.1138838

Newman J., S. Ghaemmaghami, J. Ihmels, D.Breslow, M. Noble, J. DeRisi , J. Weissman.2006. Single-cell proteomic analysis of S.cerevisiae reveals the architecture of biologicalnoise. Nature. Vol. 441/15 June.

Pelling, A. and J. Gimzewski. 2004. Localnanomechanical motion of the cell wall ofSaccharomyces cerevisiae. Science 305 (Aug.20):1147–1150.

Paulsson, J. 2004. Summing up the noise ingene networks. Nature 427, 415–-418.

Reina Valera. 1960. Santa Biblia, revisión1960. Editorial Caribe.

Sagan C. 1997. The demon-Haunted world:Science as a candle in the dark.

Stewart I. 2007. Why Beauty Is Truth: TheHistory of Symmetry. Basic Books.

Vollmert B. 1988. La molécula y la vida. Edi-torial Gedisa S.A.

* * *Un niño perspicaz

Cierta vez un rabino le pidió al hijo de otro rabino que citara unversículo de la Escritura. El niño citó Deuteronomio 14:22, y almismo tiempo le hizo la pregunta de por qué la segunda cláusularepetía virtualmente la primera. El rabino contestó: “Para enseñar-nos que el dar el diezmo nos hace ricos”. “¿Cómo lo sabes?”, lepreguntó el niño. “Por la experiencia”, contestó el rabino. “Pero”,dijo el niño, “un experimento así no es legítimo, puesto que nohemos de tentar al Señor nuestro Dios”.

Citado por Alfred Edersheim, La vida y los tiempos de Jesús el Mesías

115AGUAS VIVAS

Ned Graham, el hijo menor del evangelista Billy Graham, en subúsqueda de liberación y llenura del Espíritu Santo.

Matices de amarillo, naranjay rojo formaban un suavemanto de color en la cima

de las montañas detrás de la cabañadonde Nelson Edman «Ned» Grahamcreció como el hijo más joven del pre-dicador Billy Graham y su esposaRuth. Habiendo retornado a la casafamiliar en Montreat, Carolina delNorte, donde él hace visitas periódi-cas para supervisar el cuidado de susancianos padres,1 Ned tiene muchosrecuerdos felices de su niñez en estamontaña.

«Mi hogar está definitivamente enlas montañas», admite él. «Hay una

perspectiva de profundidad y con-traste que las montañas ofrecen, asícomo un sentido de permanencia ybelleza».

Y así como las montañas que élama, Ned ha sido marcado por algu-nas profundas grietas y oscuras hon-donadas. Las fuerzas emocionales yespirituales las formaron, pero a tra-vés de la misericordia y la liberaciónde Dios él ha escapado de sus persis-tentes sombras de desesperación, de-presión, adicción y opresión demo-níaca. Él ha surgido con una nuevacomprensión del Espíritu Santo y elamor de Dios.

Siendo mucho menor que sus cua-tro hermanos, Ned dice que de algu-

REPORTAJES

Sandra Chambers

1 Ruth Graham falleció el 14 de junio de 2007.

116 AGUAS VIVAS

nas manera él era como un hijo úni-co. «Debido a que mis hermanos yhermanas eran todos mucho mayores(Virginia, 61; Anne, 58; Ruth, 56;Franklin, 54; y Ned, 49), y mis her-manas se casaron a una edad tempra-na, yo conseguí pasar más tiemposolo con mis padres».

«Mientras crecía, mi papá y yosiempre teníamos un lazo muy espe-cial. Él siempre me abrazaba y medecía que me amaba por sobre todo.Incluso cuando yo me sentía un fra-casado, él me decía cuán orgullosoestaba de mí».

Uno de sus recuerdos más queri-dos de su temprana niñez era volveral dormitorio de su padre, llamar a lapuerta y asomarse para encontrarloen el teléfono con alguna persona im-portante, como el presidente, porejemplo. «Él diría, ‘Espera un mo-mento, Lyndon’, ponía el teléfono ensu pecho, y entonces me hacía ungesto para que yo entrara. ¡Eso medecía que yo era más importante queel Presidente de los Estados Unidos!Yo me subía a su cama, feliz de per-manecer allí con mi cabeza en su pe-cho».

«Ned nunca lo admitiría, pero éles el hijo favorito de mi madre», in-siste Anne, una de sus hermanas.

«Nuestra madre estaba chocha con él.Él era el centro de vida – después depapá, naturalmente – y yo pienso quees una bendición de Dios que Nedsea el único que ha regresado paracuidarlos».

Tal como su hermano Franklin,Ned sufrió en los tumultuosos añosde la adolescencia, desplegando surebelión a través de un amor por losautomóviles rápidos, la bebida y lasmuchachas. Pero a diferencia deFranklin, que abandonó su rebelióntempranamente, Ned luchó durante30 años con la suya.

La oscuridad invade«Cuando yo era un niño pequeño,

tuve una muy pura y auténtica rela-ción con Dios», dice Ned. «Pero entrelos 11 y los 12 años, experimenté dostraumas infantiles de abuso sexualque abrieron la puerta a la afliccióndemoníaca».

En la mitad de sus 20 años, él sos-pechó que estaba siendo afligidodemoníacamente, pero decidió noconsiderarlo porque no sabía bastan-te sobre eso. También estaba dema-siado avergonzado como para traersobre aquello la atención de alguienen la comunidad evangélica.

Ned no cree que haya estado po-seído por el demonio, porque Jesústodavía vivía en su alma. «Había unadisonancia en mi vida entre lo que yome refiero como ‘el Gran Ned’, quienestaba demoníacamente oprimido, y‘el Pequeño Ned’, quien todavía eraespiritualmente agudo», explica.

«Cuando alguien estádemoníacamente afligido, no signifi-ca que esté espiritualmente incapaci-

Cuando tú lo piensas, Sa-tanás no querría nada me-jor que atacar a Billy Gra-ham y su familia, como loprueba su ataque a mí enmi vida temprana.

REPORTAJES

117AGUAS VIVAS

tado», enfatiza. «Yo creo que hay mu-chos buenos cristianos sirviendo hoyen las iglesias, e incluso en posicio-nes de liderazgo, que sondemoníacamente afligidos. Todo loque usted tiene que hacer es mirar lasestadísticas de afición pornográfica ysexual entre pastores y líderes cristia-nos para verificarlo».

Aunque la familia de Ned no co-nocía la fuente de su dolor, era obviopara ellos que él estaba batallandoespiritualmente. «Lo recuerdo comoun niño pequeño», dice Ana. «Él eramuy precioso y angelical, pero en susaños adolescentes se volvió muyegoísta y manipulador. ... No habíaese amor o consagración al Señor».

Después de la escuela secundaria,Ned entró en la Universidad deJudson en Elgin, Illinois. Permanecióun año allí, y entonces se retiró porun año para enseñar escalada en rocay habilidades de supervivencia alaire libre en Carolina del Norte. Du-rante una ascensión, él se cayó y su-frió lesiones serias. Fue llevado a laClínica Mayo en Rochester,Minnesota, donde conoció a su pri-mera esposa.

«Yo tenía 20 años y ella 26», diceNed. «En ese tiempo yo era muy re-belde y adicto a la marihuana y el al-cohol, y pensé ingenuamente que yosabía lo que era el amor y que esocuidaría de todo».

Tras recuperarse de sus lesiones,Ned asistió a la Universidad de Min-nesota al preparatorio para ingresar ala Facultad de Medicina, pero despuésse transfirió a la Pacific Lutheran Uni-versity en Seattle, donde egresó en1986 con un grado en comunicaciones.

REPORTAJES

Después de su graduación, entróen el Seminario Teológico Fuller yganó el grado de Master en Teología.Mientras estudiaba allí, él tomó unaposición como interno de los ministe-rios de adultos en la Bible BaptistChurch. Esto lo llevó a un pastorado,donde sirvió durante seis años antesque Dios lo llamara en 1992 a estable-cer East Gates International.

Cuando su primera esposa le soli-citó el divorcio en 1998, después de20 años de matrimonio, Ned dice queél fue empujado más allá del dolor.«Yo soy un escalador y unmontañista, y siempre me sobrepuseal dolor pasado en mi vida a travésde la pura fuerza de mi voluntad».

Entre aquéllos que fueron un apo-yo a Ned durante su divorcio, estabaChristina «Tina» Kuo, quien se habíaunido al equipo de East GatesInternational un año antes como di-rectora de entrenamiento. «Christinatenía un gran corazón para China, yella llegó a ser un gran apoyo a nues-tro equipo chino nativo. Nosotros noshicimos muy buenos amigos cuandoviajábamos con nuestro equipo a lolargo de China».

De vuelta a casa, Ned dice que élllevaba a menudo con él a sus dos hi-jos, Alex y Sam (entonces de 13 y 10años), y su perro, Pugsley, a la oficinade East Gates. «Sam y Pugsley termi-naban de algún modo siempre en laoficina de Christina», dice él. «Un díaSam me preguntó: ‘Papá, si algunavez decides volver a casarte, ¿consi-derarías a Tina?’.

«En aquel momento, ésa era la úl-tima cosa en mi mente, pero terminéenamorándome de ella e incluso viajé

118 AGUAS VIVAS

de regreso a Carolina del Norte parabuscar el consejo de mi madre. Ruthle dijo: ‘Ned, si tú la amas, sigue tucorazón. Pero asegúrate de que tu co-razón está siguiendo a Dios’».

En febrero de 2001, el pedido deSam se cumplió y Ned y Tina fueroncasados por su padre en Montreat.Un año después, Ned y Tina volvie-ron a las montañas de Carolina delNorte para cuidar de Ruth, que fuehospitalizada de gravedad.

Habiendo trabajado como ayu-dante de enfermería a lo largo de susbúsquedas educativas, Ned estababien calificado para ayudar en el cui-dado físico de su madre. Aquellopara lo cual él no estaba preparadoera la guerra espiritual que tuvo lu-gar en la montaña. «Cuando tú lopiensas, Satanás no querría nada me-jor que atacar a Billy Graham y su fa-milia, como lo prueba su ataque a míen mi vida temprana».

Aunque Ned se dedicó a cuidar asu madre durante los dos años que élestuvo en Montreat, él dice que toda-vía estaba luchando con sus propiosproblemas físicos y espirituales. «Yohabía sufrido un desgarro muscularen mi muslo jugando tenis, y recuer-do que Anne me decía que yo estabacomo Jacob luchando con Dios».

Cuando Ned y Tina volvieron aSeattle en 2004, la depresión de Nedse agudizó. «Llegué a un punto don-de lo abandoné todo», dice él. «Dejéde cuidarme. Ya no me importaba lamuerte o la vida, el fracaso o el éxito.Fue en ese punto que Dios pudo ac-tuar recíprocamente conmigo».

Aunque Ned no conocía nadaacerca de liberación, a sugerencia de

un amigo, él consintió en acudir a unconocido ministro de liberación. Elintento por librarlo de su afliccióndemoníaca falló, y causó aun másdaño a su mente.

Tina dice que al principio ella nose sentía cómoda con la idea. «Y lascosas se pusieron peores después»,dice ella. «Cuando tú estimulas ellado oscuro en una persona y no loresuelves, empeora».

Anne recuerda: «Yo estaba enSeattle en ese tiempo participando enuna conferencia. Cuando vi a Ned, élestaba manteniéndose apenas. Penséque él estaba teniendo un quiebre in-terior completo, emocionalmente, es-piritualmente y mentalmente. Eraalgo espantoso».

Liberación y libertadA sugerencia de Tina, Ned empe-

zó a reunirse con un ministro de sa-nidad interior. Ned dice que él soltóla amargura, la ira y el resentimiento,y le permitió a Jesús traerle sanidad.

Entonces una mañana él supo quehabía llegado la hora de ser comple-tamente libre. Llamó a dos amigosque habían estado presentes durantesus sesiones curativas, y se pusieronde acuerdo para reunirse en una igle-sia. Mientras viajaba por la autopistapara encontrarse con ellos, Ned tuvoque detenerse para vomitar varias ve-ces, casi arruinando su automóvil.

«La liberación fue difícil porquelo que me afligió desde la niñez erasumamente poderoso y había todauna jerarquía de demonios» dice él.Pero varias horas después, él estabariendo y riendo como un niño y ala-bando a Dios. «Yo era un hombre to-

REPORTAJES

119AGUAS VIVAS

Respuestas correctas a «¿Cuánto sabe de la Biblia?»1B (Jon. 4:6), 2D (Gn. 30:14-16), 3A (Gn. 30:37-39), 4C (1 R. 19:4), 5B (Pr. 5:4), 6D (Mt. 13:31), 7A (Cnt.2:1), 8A (Job 40:15-22), 9C (Cnt. 2:3), 10B (Lc. 19:1-4), 11C (Sal. 92:12), 12B (Gn. 6:14), 13C (Ex. 12:8),14A (Ex. 25:10), 15C (Ex. 30:24), 16D (Ex. 9:32), 17D (Gn. 43:11), 18A (1 R. 5:6), 19B (2 R. 20:7), 20A (Pr.25:11), 21D (Sal. 37:35).

CALIFICACIÓN: 13 a 15 = Suficiente; 16 a 18 = Bueno; 19 a 21 = Sobresaliente.

talmente diferente», confiesa.Ned dice que él también fue in-

mediatamente librado de los viciosque lo habían perturbado duranteaños, así como algunos problemas desalud física. Ana dice que ella se diocuenta inmediatamente del cambiocuando él la llamó para contarle desu liberación.

«Su voz era tranquila, firme y cla-ra», recuerda ella. «Y luego cuando lovi, yo supe que había visto un mila-gro. Toda esa dulzura del niño pe-queño estaba brillando con madurez,carácter, gracia y fuerza».

En ese momento, Tina estaba enun viaje a China, así que Ned pasólas próximas semanas solo, leyendola Palabra de Dios y estudiando sobreel Espíritu Santo y la guerra espiri-tual. Aproximadamente en la tercerasemana, en su estudio, él dice que élestaba orando cuando Dios le dio depronto una oración en lenguas que loha fortalecido en su vida de oración.

«Ahora Ned tiene una conexióndirecta al Señor», dice Tina, «y oyemucho más. Cuando él fue atormen-tado, estaba demasiado afligido paraescuchar al Señor. Ahora cuando en-frenta desafíos, no intenta eludirlos.Se arrodilla, entra en la Palabra, y oraen lenguas», un regalo que Tina diceque ella también ha recibido.

«Mis padres no podían ayudar,

pero notaron los cambios positivos enmí», agrega Ned. «Mi madre entien-de totalmente lo que yo he pasado».Cuando se le preguntó por los cam-bios que ella ha visto en su hijo, Ruthdijo: «Ned ha estado mucho más re-flexivo y atento, y él muestra más delEspíritu de Dios».

Aunque Ned describe este perío-do de su jornada espiritual como «sa-liendo del evangelicalismo y recono-ciendo y aceptando el poder del Espí-ritu Santo», él dice no ser un «cristia-no carismático»; más bien, él se vecomo «un simple seguidor de Jesús.»

«Efesios 3:14-4:16 nos dice que losdones serán usados para glorificar aDios, edificar el cuerpo de Cristo, ypara unirnos, no para separar o esta-blecer distinciones entre nosotros»,dice Ned. «Dios no creó las denomi-naciones. El hombre lo hizo».

Reflexionando en cómo Dios hatrabajado en su vida, Ned enfatiza:«La relación de cada persona conDios es única. Yo lo sé, porque Jesúsy el Espíritu Santo han trabajado sin-gularmente en mi corazón y en mialma para curar y para soldar juntosal niño pequeño que yo era en elhombre que soy ahora y en el hombreque todavía estoy siendo transforma-do».

(Adaptado de Charisma, Mayo 2007.Traducido del inglés).

REPORTAJES

* * *

120 AGUAS VIVASPAGINA DEL LECTOR

CARTAS

Por razones de espacio, las cartas son resumidas.Toda bendición procede de Dios; por tanto, toda la gloria es para Dios.

Equipo Redactor: Eliseo Apablaza, Roberto Sáez,Gonzalo Sepúlveda.Además en esta edición: Stephen Kaung, BillyPinheiro, Hernando Chamorro, Oliver Peng,Rubén Chacón, Marcelo Díaz.Diseño y diagramación: Mario Contreras.Traducciones: Andrew Webb, Mario Contreras.Distribución: Jorge Geisse Dumont.Fono/Fax 45-642904. Cas. 3045, Temuco, Chile.E-mail: [email protected]

Contactos EE. UU, Canadá y Puerto Rico:James Huskey · Spanish Publishing MissionP. O. Box 1339, Guthrie, OK, (73044) USA.E-mail: [email protected] en México:Samuel González E. · Apartado Postal Nº 639C. P. 80000, Culiacán, Sinaloa, México.E-mail: [email protected]

UNA REVISTA PARA TODO CRISTIANO / AÑO 8 · Nº 47 · SEPTIEMBRE - OCTUBRE 2007aguas vivas

Gratitud al SeñorGracias doy a nuestro Señor por la

revista. Es una carta de deliciosos pla-tos que suelo degustar todos los díasdespués del almuerzo. Es mi recreodurante los días de trabajo y la diver-sión espiritual en los fines de semana.

Miguel Ángel Guataquí Roa y familia.Bogotá, Colombia.

ManantialInfinitas gracias por tan hermoso

website de Aguas Vivas. Es verdadera-mente un manantial de aguas vivas,refrescantes, delicadas y ciertamentevivificantes. Admiro su dedicación y suesfuerzo tenaz. No es nada fácil todolo que ustedes hacen por mantenerese espacio en la Internet. Todos losmensajes, reflexiones, meditaciones,son fuente inagotable de bendición yedificación para todo aquel que los lee.Quiero decirles que han sido una po-derosa influencia en nuestro caminarcon Dios pues podemos percibir que elEspíritu Santo es quien está guiando austedes en este servicio tan hermoso.Dios continúe bendiciendo sus vidas,

sus familias, y que sigan siendo pode-roso instrumento en sus manos.

Marta CanalesNueva York, USA.

Meditaciones diariasNo tienen la menor idea de lo agra-

decido que estoy con el Señor por le-vantar su ministerio en Internet. Casitodos los días leo su mensaje diariodesde hace un poco mas de dos años.Son un manantial en el desierto. Suministerio ha sido de tanta bendiciónque frecuentemente recomendamosvisitar su sitio.

Daniel Iván ReyesChihuahua, México.

Cánticos en la web¡Es impresionante! Ustedes no ha-

blan como la mayoría. Ustedes sabenque Dios se esconde en la simplicidad,y por lo que escriben y cantan, disfru-tan al Amado. Es realmente un gozoescucharles. Me encantaría tener con-tacto con ustedes.

Christian IbarraIztacalco, México DF.