en una poca sombra, dos o tres aos despus de mi regreso al Per, cuando, en lugar de escribir extensos mensajes y cartas para ella, me dedicaba a componer un relato acerca de nuestro inesperado encuentro en China. Volv a verme a m mismo rente a la pantalla de la computadora. !anteaba las primeras lneas de "ima, #hio e imaginaba secuencias y di$logos anhelantes con la absurda esperan%a de &ue &uien leyera esas p$ginas '&ue en ese preciso instante (agatome tom) de manos de *raa' se convertira en testigopresencial de la historia &ue yo haba vivido con ella en Pe+n.