plan de 24 horas

2
EL PLAN DE LAS 24 HORAS Pag.- 1 de 2 En nuestros dermas de bebedores se nos presentaban frecuentemente épocas tan malas que jurábamos, "nunca mas". Hacíamos promesas por términos tan largos como un año, o le prometíamos a alguien que no volveríamos a tocar el licor durante tres semanas, o tres meses. Y por supuesto, ensayamos la abstención y contención completas durante diversos  periodos de tiempo. Éramos absolutamente sinceros cuando expresábamos estas declaraciones con firmeza y convicción. Con todo nuestro corazón deseábamos no sentirnos borrachos otra vez. Tendamos la determinación absoluta y jurábamos no volver a beber, pretendiendo alejarnos del alcohol durante un tiempo sumamente largo, hasta un futuro indefinido. Con todo, a pesar de nuestras buenas intenciones, el resultado era casi inevitablemente el mismo. Eventualmente se desvanecía el recuerdo de los votos y los juramentos y todo el sufrimiento que los había ocasionado. Volvíamos a beber y nos encontrábamos de repente envueltos en situaciones muy dificultosas. Nuestra época de abstención, ese "nunca jamás", había sido un tiempo demasiado corto. Algunos de quienes hicimos ese tipo de promesas, mantengamos una reserva  privada: Nos decíamos a nosotros mismos que la promesa de no beber e aplicaba únicamente al "trago fuerte", y no a la cerveza o el vino. En esa  forma llegamos a aprender, si es que no lo sabíamos ya, que la cerveza y el vino también podían emborracharnos, y lo único que teníamos que hacer era beber en mayor cantidad para obtener los mismos efectos que nos producían los licores destilados. Tanto daño nos hacía la cerveza o el vino como el que nos causaba el trago fuerte. Es verdad que otros de nosotros lograron abandonar completamente el alcohol y mantener sus promesas exactamente hasta la fecha que habían  fijado como limite. Luego, la sequía cedía el paso a una gran inundación de bebida y se encontraban nuevamente en dificultades, pero, en esta ocasión, con la carga adicional de una nueva sensación de culpa y remordimiento. Con tales batallas en nuestro pasado, nosotros los A.A. tratamos de evitar las expresiones "completamente abstemios" y "hacer juramentos". Nos recuerdan todos nuestros fracasos. Aunque comprendemos muy bien que el alcoholismo es una condición  permanente e irreversible, nuestra experiencia nos ha enseñado a no hacer  promesas a largo plazo respecto a permanecer abstemios. Sabemos que es mas realista y mas exitoso el decir simplemente, "Solo por hoy, no voy a beber". Aun si bebimos ayer, podemos decidir no beber el día de hoy. Puede ser que mañana volvamos a beber. ? Quien sabe si estaremos vivos? Pero durante estas 24 horas, decidimos no beber. No importa cual sea la tentación o  provocación, tenemos la determinación de llegar a cualquier extremo que sea necesario para evitar el beber hoy.

Upload: arqmarcelmartinez

Post on 10-Apr-2018

217 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

8/8/2019 Plan de 24 Horas

http://slidepdf.com/reader/full/plan-de-24-horas 1/2

EL PLAN DE LAS 24 HORAS 

Pag.- 1 de 2

En nuestros dermas de bebedores se nos presentaban frecuentemente épocas tan malas que jurábamos, "nunca mas". Hacíamos promesas por términos tan largos como un año, o le prometíamos a alguien que no volveríamos a tocar el licor durante tres semanas, o tres meses. Y por supuesto, ensayamos la abstención y contención completas durante diversos 

 periodos de tiempo.Éramos absolutamente sinceros cuando expresábamos estas declaraciones con firmeza y convicción. Con todo nuestro corazón deseábamos no sentirnos borrachos otra vez. Tendamos la determinación absoluta y jurábamos no volver a beber, pretendiendo alejarnos del alcohol durante un tiempo sumamente largo, hasta un futuro indefinido.

Con todo, a pesar de nuestras buenas intenciones, el resultado era casi inevitablemente el mismo. Eventualmente se desvanecía el recuerdo de los votos y los juramentos y todo el sufrimiento que los había ocasionado.Volvíamos a beber y nos encontrábamos de repente envueltos en situaciones 

muy dificultosas. Nuestra época de abstención, ese "nunca jamás", había sido un tiempo demasiado corto.

Algunos de quienes hicimos ese tipo de promesas, mantengamos una reserva   privada: Nos decíamos a nosotros mismos que la promesa de no beber e aplicaba únicamente al "trago fuerte", y no a la cerveza o el vino. En esa  forma llegamos a aprender, si es que no lo sabíamos ya, que la cerveza y el vino también podían emborracharnos, y lo único que teníamos que hacer era beber en mayor cantidad para obtener los mismos efectos que nos producían los licores destilados. Tanto daño nos hacía la cerveza o el vino como el que nos causaba el trago fuerte.

Es verdad que otros de nosotros lograron abandonar completamente el alcohol y mantener sus promesas exactamente hasta la fecha que habían  fijado como limite. Luego, la sequía cedía el paso a una gran inundación de bebida y se encontraban nuevamente en dificultades, pero, en esta ocasión,con la carga adicional de una nueva sensación de culpa y remordimiento.

Con tales batallas en nuestro pasado, nosotros los A.A. tratamos de evitar las expresiones "completamente abstemios" y "hacer juramentos". Nos recuerdan todos nuestros fracasos.

Aunque comprendemos muy bien que el alcoholismo es una condición  permanente e irreversible, nuestra experiencia nos ha enseñado a no hacer 

 promesas a largo plazo respecto a permanecer abstemios. Sabemos que es mas realista y mas exitoso el decir simplemente, "Solo por hoy, no voy a beber".

Aun si bebimos ayer, podemos decidir no beber el día de hoy. Puede ser que mañana volvamos a beber. ? Quien sabe si estaremos vivos? Pero durante estas 24 horas, decidimos no beber. No importa cual sea la tentación o  provocación, tenemos la determinación de llegar a cualquier extremo que sea necesario para evitar el beber hoy.

8/8/2019 Plan de 24 Horas

http://slidepdf.com/reader/full/plan-de-24-horas 2/2

EL PLAN DE LAS 24 HORAS 

Pag.- 2 de 2

Nuestros amigos y familiares se sienten muy recelosos al escucharnos las  promesas de que, "En esta ocasión realmente voy a cumplir", porque saben que tarde o temprano vamos a llegar nuevamente borrachos a casa. Por esa razón no les prometemos dejar la bebida. Cada uno de nosotros se hace la  promesa a sí mismo. Son nuestra salud y nuestra vida las que se encuentran en peligro. Somos nosotros, no nuestros familiares o amigos, quienes tenemos la obligación de dar los pasos necesarios para recuperarnos.

Si el deseo de beber es realmente fuerte, muchos de nosotros dividimos las 24 horas en partes más pequeñas. Podemos soportar la tensión temporal de no beber durante solo una hora; entonces, cuando esa hora pasa nos  prometemos resistir otra hora mas, y así sucesivamente. Muchos de nosotros empezamos nuestra recuperación en esta forma. De hecho, cada recuperación del alcoholismo ha comenzado con una hora de abstención.

Una versión de este sistema es posponer simplemente la (próxima) bebida.

(!Cómo vamos? ?Todavía esta tomándose su jugo de frutas? ?Realmente ha 

 pospuesto esa bebida que mencionamos en la pagina trece? Si así es, este  puede ser el comienzo de su recuperación).

La próxima copa podría obtenerse posteriormente, pero en este instante, la  posponemos por lo menos durante el presente día o momento, digamos por el resto de este capitulo.

El plan de 24 horas es muy flexible. Podemos iniciarlo de nuevo en cualquier momento, y dondequiera que estemos. En el hogar, en el trabajo, en un bar o en una pieza de hospital, a las cuatro de la tarde o a las tres de la mañana, podemos decidir no tomar una copa durante las próximas 24 horas, o cinco minutos.

Si se renueva constantemente, este plan evita la debilidad intrínseca en métodos tales como hacer promesas o juramentos de abstención. Un periodo de continencia y una promesa pueden eventualmente tener algún éxito, tal como se planes, y por consiguiente nos sentiremos libres para beber de nuevo. Pero el día de hoy siempre esta a nuestro alcance. La vida es cotidiana; el día de hoy es todo lo que tenemos; y cualquier persona puede  permanecer un día sin beber.

Primero que todo, tratemos de vivir en el presente para permanecer sobrios.Esto funciona maravillosamente. Una vez que la idea se ha convertido en  parte vital de nuestra manera de pensar, vemos que la vida en segmentos de 

24 horas es también una forma efectiva y satisfactoria de manejar muchos otros asuntos.

=========================================================