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PLAGAS, ENFERMEDADESY ACCIDENTES DE LA ALCACHOFA RAMIRO GIL ORTEGA Servicio de Investigación Agroalimentaria. D.G.A. 50080 ZARAGOZA MINISTERIO DE AGRICULTURA, PESCAY ALIMENTACIÓN SECRETARÍA GENERAL TÉCNiCA

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PLAGAS, ENFERMEDADESYACCIDENTES DE LA ALCACHOFA

RAMIRO GIL ORTEGAServicio de Investigación Agroalimentaria. D.G.A.50080 ZARAGOZA

MINISTERIO DE AGRICULTURA, PESCAY ALIMENTACIÓN

SECRETARÍA GENERAL TÉCNiCA

ÍNDICE

1. Parásitos animales ............................................................... 3

1.1. Lepidópteros ................................................................ 41.2. Afidos .......................................................................... 121.3. Coleópteros .................................................................. 151.4. Dípteros ....................................................................... 181.5. Otros parásitos animales .............................................. 18

2. Enfermedades ...................................................................... 23

2.1. Enfermedades producidas por hongos ......................... 232.2. Enfermedades producidas por bacterias ...................... 342.3. Enfermedades producidas por virus ............................ 37

3. Accidentes ........................................................................... 42

Bibliografía ............................................................................... 51

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PLAGAS, ENFERMEDADES Y ACCIDENTESDE LA ALCACHOFA

La presente hoja divulgadora es contin^ ► ación y complemento de

otra anterior titulada «El cultivo de la alcachofa. Variedades de semi-

Ila», núm. 2097, en la que se trataba no sólo del c^ ► ltivo, sino q^ ►e se

establecía la importanci^ ► del mismo, se poní^n al día los conoci-

mientos sobre el desarrollo y propagación de la especie, repasando

los tipos va ►-ietales, incluyendo las nuevas variedades de multiplica-

ción por semilla. Dicha publicación finalizaba comentando diversos

aspectos relativos a poscosecha y comercialización. Por tanto. que-

daba pendienCe de tratar las plagas, errFermedades y acciclentes del

cultivo, que son el objeto de esta hoj^. En ella se van repasando todas

las patologías de la especie, dando mayor relevancia a aquéllas que

se consideran más importantes en España. Se pretende que sea unapublicación de tipo eminentemente práctico> por lo que se ha dado

mayor importancia a la descripción de daños junto con los medios de

luch^i, pero sin dejar de trata ►- aquellos aspectos de^ la biología q^ie

ay^ ► den a entender el control de la patología co ►-responcliente. P^l ►^a elcompleto entendimiento de algunos aspectos de la presente hoja reco-

mendamos ac^ ►dir a la hoja divL ► lgadora previa que nos facilit^ ►rá lainformación compleinentaria neces^ ►ria.

1. PARÁSITOS ANIMALES

Las plagas que atacan a la alcahofa son en conjunto cerca de u ►^centena ►^, pero sólo algunas de ellas pueden considerarse importantes

en el cultivo. Para la búsqueda del parásito animal causante de daños

sobre alcachofa hemos preparado el cuadro 1.

^

Cuadro 1. Parte de la planta de alcachofa con daños y posiblesparásitos animales causantes de los mismos

Zona afectada' Parásitos animales

Base del tallo y raíz Rosquillas negras ( Prodenia) y grises (enbrotes jóvenes), Hydroecia, ratones de campo,pulgones de raíz.

Tallos Barrenador o taladro (Hydroecia), pulgones.

Hojas Pulgones, rosquillas, polilla (Depressaria),Hydroecia, Vanesa, Altica (Sphaeroderma),Apion, Cásida, Submarino (Agromyza),caracoles, babosas.

Capítulos Polilla (Depressaria), Rosquillas grises(Agrotis), Hydroecia, pulgones.

Semillas Mosca (Terellia), gorgojo (Larymus),Lasioderma.

' Cuando un parásito puede afectar a diversas zonas de la planta, se señala en negrita la más

frecuente.

1.1. LEPIDÓPTEi^OS

1.1.1. Barrenador o taladro de la alcachofa (Hydroeciaxanthenes Germ. = Gortyna xanthenes Germ.)

El barrenador o taladro, la plaga fnás importante de la alcacho-fa, es un noctuido con una sola generación por año. Las mariposas,de color amarillento con manchas oscuras, que pueden alcanzar unaenvergadura de hasta 6 cm, vuelan en octubre-noviembre, haciendola puesta 10 a 15 días después sobre los tallos o el envés de lashojas. Cada hembra puede llegar a poner 500 huevos, que puedenaparecer en grupos de hasta un centenar en forma de rosario, ^ene-ralmente en la base de la planta, en las axilas de las hojas m^s vie-jas ya secas. La incubación suele durar algo más de un mes. lnvernaen estado de huevo o en los primeros estados larvales. Las oru^as,de color amarillento, con la cabeza marrón, y que pueden llegar a

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^c

alcanzar hasta 5 cm de longitud, aparecen escalonadamente entrediciembre y febrero, comienzan mordisqueando las hojas, parapenetrar después en las nerviaciones y luego en el tallo, dondepasan la mayor parte de su vida, alimentándose de él al mismo tiem-po que abren agujeros de aireación. A través del tallo pueden pene-trar en el capítulo. A medida que envejecen van descendiendo porel tallo hasta alcanzar la base, donde escavan una celda de empu-pamiento con orificio de salida para el adulto. Crisalida a lo largode todo el verano, apareciendo rápidamente los nuevos adultos, quese aparean en el otoño.

Daños

Los daños más importantes son causados por las larvas qLie per-foran galerías en los tallos (figura ]), nerviaciones foliares y capítu-los. A1 dañar también las zuecas y sus yemas, afectan indirectamentea la producción del año siguiente. La gravedad de los daños directoses mayor cuando coincide la mayor ^ctividad larval con la produc-ción comercial de los capítulos, lo que es bastante frecuente.

Fig. 1.-Galería producida por el barrenador o taladro.

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Medios de lucha

L^^s medios cle I^ ► cha podríamos dividirlos en culturales, quími-cos, mecániros y biológicos. Una labor cultural recomendada espasar el ►-otwator a las plantaciones ^ ► fectadas inmediatamente des-pués de la última ►-ecolección, con lo que se eliminarían las orugasy pupas presentes en tall^^s y basc ctc la planta. La labor debe sersuperficial, p^u^a evitar dañar las yemas basales yue han de dar lugara la próxima cosecha. Etite tipo de p ►áctica tnmbién tiene sus incon-venientes, com^^ rotura de raíces superficiales y contribución a ladifusi^>n de las virosis. Otra práctic^ ► cultural interesante es realizarun cultivo anual cie la alcachofa, que rompe el ciclo del parásito sise eliminan las iuecas afectadas.

L^ ► s intervenciones yuímicas podrían plantearse, bien en la fasede adult^^s, bien en la fase la ►-val. La presencia masiva de adultos enun periodo relativame ►^te restringido permite ent ►-ever una posibili-dad de control en ese momcnto, para i ►npedi ►- yue las hembras seanfecu ►^dadas. Ello se conseguiría no s61o por medios químicos, sinotambién po ►- otro^ método^ como, por ejemplo, la lucha por confu-sión, mediante la utilizaciGn de fe ►-omonas sexuales.

El c^>ntrol yuímico de las la ►-vas es el método más efiectivo.Debe circuncribirse a las más jóvenes, y^ ► que, al no habe ►- penetra-do en ne ►-vios y tallos, son más accesibles a la acción del insectici-da. En la may^^r parte de las regiones alcachoferas, las estacionesfitopatológicas de avisos suelen vigilar la eclosión de los huevos,recomendando a los a^^ricultores el momento más oport^ ► no pa ►-atratar.

EI insecticida que se utilice debe ^ene ►- una buena acción de con-tacto. Si se sospechase que las larvas ya no están en la superficiede la planta, el insecticicla debe tener, además, buena acción depenetración. Lc^s insecticiclas recomendados son fosforados (acefa-to, cl^>pi ►-ifos, di^ ►^inon (también tiene etiecto acaricida y anti trips),fenih-otion, profenofos (también tiene efecto acaricida), quinal-fos, etc.) y piretroides (alf^a cipermeU^ina, cipermetrina, deltan^etri-na, flucitrinato, lambda-cihalotrin (también tiene efecto acaricida),permetrina, ta^ ► fluvalinat^^, etc.). Como los tratamientos puedencoincidi ►- con épocas de cosecha, es muy importante tener en cuen-ta los plazos de seguridad de los petticidas utilizados. Las caracte-rísticas de aquellos que puedcn ser utilizados con plazos máximosde se^uridad de siete días se resumen en el c^ ► adro 2.

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Cuadro 2. Características de los insecticidas para eltratamiento del barrenador o taladro con plazos máximos de

seguridad de siete días (Esparza, 1996)

i tiM t %Plazo de Toxico-

ílPeligrosidad sobre fauna útil

er va ( )a a ac segur.(días)

og aPseudovipio,Allothrobium

Orius Chrysopa,Sírfidos

Alfacipermetrín (10) 2 Xn AC a a a

Bifentrín (10) 3 Xn AC m-a a m

Cipermetrín (10) 4 Xn AC m-a a a

Deltametrín (2,5) 3 Xn AB m-a a m-a

Esfenvalerato (2,5) 3 Xn BC a a a

Flucitrinato (10) 3 Xn AC a a b-a

Fosalone (30) 7 Xn BC m m b-m

Lambda cihalotrín (2,5) 3 Xn AB m-a a m-a

Metilclorpirifós (50) 5 Xn BC a-m a m

Permetrín (25) 7 Xn AC m-a a a

Taufluvalinato (24) 7 Xn AC b-a a b-m

a=alta, m=media, b=baja.

Como medio de control mecánico cabe señ^ilar la posibilidad deseleccionar las zuecas, evitando utilizar aquellas que estén infcctadaspor el noctuido. En cualquier caso, es recomendable la desinfecriónde las zuecas antes de la plantación. Para ell<^, se stul^er^^^cn en uncaldo insecticida al 2-3 por 1.000 durante 10-15 minute^s.

1.1.2. Polilla de la alcachofa(Depressaria erinaceella Stgr.)

D. c ri^u^cec^l/c^ tiene una sol^t generación por año. Desde fin^tles ^iea^osto hasta primeros de noviembre las mariposas, de color pardoamarillento, con las alas anteriores de color térreo oscuro y las pos-teriores blanquecinas y que pueden medir hasta 1,5 cm de largo,hacen las puestas de huevos, unos 100 a 150 por hembra, tt lo largodel nervio central o en el envé^s de las hojns. Son de r^^l^^r anaranjad^^

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y aparecen en grupos de 15 a 30 unidades Su incubación dura alre-dedor de un mes. Las or^igas, de un tamaño máximo de 2 cm de ]on-gitud, son de color verdoso, con la cabeza y el protórax más o menosnegruzco, son visibles desde últimos de septiembre hasta noviembre,o más tarde si el otoño es benigno. Es el momento en el que penetraen capítulos o, en su ausencia, en nerviaciones de hojas. El insectoentra en letargo invernal y no se le vuelve a ver hasta el final delinvierno o principios de la primavera. La oruga abandona el capítuloy se dirige al suelo, donde se envuelve en una especie de capulloconstruido con seda y partículas térreas. Crisalida en 20-30 días. Lasmariposas aparecen en junio y suelen vivir ocultas en el suelo, en dia-pasusia reproductiva, hasta su apareamiento, que se produce entreseptiembre y octubre.

Daños

Las larvas suelen atacar directamente a los capítulos o, si éstos noestán presentes, abren una galeria de longitud variable en el inte-rior del nervio principal de la hoja. En los capitulos se nutre de lasbrácteas más tiernas y del receptáculo.

Medios de lucha

Para el control de esta plaga es muy importante actuar antes deque las oi-ugas penetren en las nerviaciones de las hojas o en los capí-tulos, lo que permite utilizar insecticidas de baja toxicidad y con cor-tos plazos de seguridad. La utilización de insecticidas de fuerte pene-tración, generalmente los mismos fosforados y piretroides ya citadospara el barrenador, sólo debe considerarse cuando no se han podidorealizar los tratamientos en el momento oportuno, cuando no existeproducción otoñal y, en todo caso, respetando los plazos de seguridadde los plaguicidas. De todas formas, los tratamientos químicos con-tra el taladro suelen tener también acción sobre las larvas invernantesde la polilla, que de esta forma puede ver frenado su desarrollo sinque lleguemos a percibirlo.

Una forma mecánica de luchar contra esta plaga consiste en aler-tar a las personas que cosechan los capítulos para que separen aque-llos atacados, fácilmente reconocibles, que deberán ser destruidosinmediatamente.

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1.1.3. Orugas del suelo

Rosquillas grises

Dent►-o de las rosquillas grises, también conocidas como gusanosgrises, t^-ozadores o dormidores, pueden incluirse dive ►-sas especiesde noctuidos como son: Agrotis segetuN^ D. & S., Agrotis ipsilor^Hfn., Trigono^^hora nieticulosa L., Peridromcr saucia, Mvthinrnn urri-pirr^cta Hw., Mythimr^a vite/linn Hb, Agrochola lychnidis D. & S., etc.En Esp^^ña, la especie más importante es, probablemente, A. sc^gerurn(= Scotia segetum). Este insecto está p ►-esente en el campo la mayorparte del año.

En el estado de larva reciben el nombre de rosqL ► illas grises acausa de s^ ► aspecto enroscado y coloración gris. Su forma es cilín-drica, pudiendo alcanzar una longitud de hasta 5 cm. Las crisálidasCienen ^► n color rojo osc^ ►ro o amarillento y ^in tamaño aproximado de2 cm. Suelen estar en el suelo, envueltas en una especie de celda detie ►-ra. Los adultos tienen 3 a 6 cm de envergadura alar y tienen unaspecto g ►^is blanquecino. Éstos colocan los huevos recubiertos deuna sustancia viscosa en el envés de las hojas o en el suelo, al pie delas plantas. En climas templados esta especie suele tener una solageneración anual.

Como todos los noctuidos, las larvas son lucífugas, por lo quedurante el día sólo son activas en el interior del suelo, donde atacanal cuello cie las plantitas de numerosas especies de huerta.

En el caso de la alcachofa, cuando atacan al nivel del suelo, lohacen a los brotes jóvenes, por lo que puede resultar extraordina ►-ia-mente dañina en la brotación de verano. Sin embargo, los dañosprincipales son sobre los capítulos y, cuando éstos no están presen-tes, sobre las hojas. Entre los capítulos, prefieren los más jóvenes,que pueden devorarlos completamente. Sobre los grandes, pe ►^etranI^ter^►1 o apicalmente para buscac los tejidos más tiernos.

Rosquillas negras y verdes

Se denomina rosquilla negra a la larva del noctuido Spodo^^teralittora[is (Bsd.) (= Spodoptera litura, Prodenicr litura L.,). Esteinsecto ataca a u ►^a gran diversidad de cultivos si encuentra condi-ciones favorables para su propagación. Una especie próxima,Spodoptera exigua, conocida vulgarmente como gardama o rosqui-

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lla verde, también puede producir daños importantes sob ►-e los ct► lti-vos de alcachota.

S. littora[is está presente en el campo la mayor parte del año, aun-q^►e más abund^ntemente a lo largo del vera ►^o. Como su nombreindica, sus larvas tienen la costumbre de em-oscarse, pero a diferen-cia de las rosq^ ► illas g ►-ises o verdes, tienen una coloración negruzca.Pueden Ilegar a alcanzar longit^►des de hasta 45 mm. Sus daños seproducen a nivel del cuello en los brotes jóveues, o bien en e] folla-je de brotes adultos.

Medios de lucha

Para controlar las orugas del sLielo se recomienda que la pulveri-aación del insecticida alcance el envés de las hojas de forma homo-génea. Se pueden utilizar piretroides (cipermetrina, deltaineh^ina, f7u-citrinato, lambda-cihalotrin, taufluvalinaCO, etc.), fosforados (acefato,clopirifos, diazinon, fenitroiion, profenofos, quinalfos, etc.) e insec-ticidas biológicos. También es recomendable el uso de cebos envene-nados, particularmente cuando las orugas son ya grandes. Estos ceboss^►elen esta ►- constiCuidos po ►^ el insecticida, salvado y azuca ►-. Se reco-mienda inclL►ir por cada 0,5 kg de insecticida, otro tanto de aaúcar yunos 10-12 kg de salvado, mezclándolo todo bien con 5-8 litros deagua. Esta meacla debe repartirse a voleo a razón de 25-50 kg/ha,preferentemente al atardecEr, para evitar que el sol la reseque.

1.1.4. Vanesa o parda de la alcachofa(Pyrameis cardui L.=Vanessa cardui L.)

P. cnr^lui tiene dos generaciones anuales en las condiciones espa-ñolas de cultivo, aunque en condiciones óptitnas puede llegar a desa-rrollar hasta nueve generaciones por año. En España, las primei-asmariposas, m^► y vistosas, que p^^ede tener hasta 6 cm de envergadu-ra, aparecen en primavera, realizando las puestas en el envés de lashojas, a lo largo del nervio central, mediante huevos cilíndricos y decolor verde claro que suelen aparecer aislados. En breve aparecen laslarvas, erizadas de espinas (fig^►ra 2), de una longitud de hasta

4,5 cm, y q^ ►e cuando son jóvenes tienen la cabeza de color naranja yel resto del c^►eipo amarillo con manchas negras. En fases posterioresson de color gris amarillento con bandas longitudinales pardas y ama-rillas. Se alimentan de las partes más tiernas de las plantas. Cuando

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Fie. 2.-Oruea de vanesa.

se desarrollan completamente, lo q^ ► e suele ser a las tres semanas, cri-s^► lidan dando una nueva gene ►^ación de rnariposas, que suele hacer lapuesta en julio. La crisálida es muy c^ ►racterística, ya que pende cabe-ra abajo del env^s de las hojas, a las yue se adhiere por cl último seg-mento abdominal.

Daños

Se observan los daños fiundamentalmente en las hojas, donde laslarvas roen hasta dejar solamente los nervios (figura 2). Sucedetoclo tan rápido clue a veees da la imp ►-esión de que se hubie ►-a produ-cido una imprevista e intensa defoliación.

Medios de lucha

Como insecticidas se pueden utilizar los mismos fosforados ypiretroides que los ya citados para el barrenador. Sin embargo, en elcaso de la vanesa no es exigible el poder de penetraci^ín del insecti-cida.

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1.1.5. Otros lepidópteros

Ocasionalmente se han citado sobre alcachofa ataques de otros

lepidópteros, como Peridroma saucia (Hiibner) (gusano trozador jas-

peado), Chrvsodeixis chalcites Esp. (medidor o bicho camello),

Autograp/^a gamm^a L. (Plusia), Cossus cossus L., Heliothis (gusano

verde) y Phlogophora. Las larvas del pirálida Ostrinia nubilalis Hb,

insecto que en España ataca frecuentemente al maíz, también pueden

producir ataques foliares (nervios centrales) sobre alcachofa.

1.2. ÁFIDOS

Los pulgones que atacan a la alcachofa presentan un desarrolloóptimo a temperaturas relativamente bajas. Son Brachycaudus car-

clcci (L.) y Aphis fabae ( Scop.), que parasitan la parte aérea, yProtrarnn spp. y Tram^a spp., que atacan a las raíces. Otras especiesyue también pueden afectar a la alcachofa son el pulgón verde delmelocotonero (Mti^zus persicae ^Sulz.]), el pulbón verde de la alca-chofa ( Capitophorus elaeagni ^del Guercio]) y Dysa^^his cvnarae

(Theo.).En lo que concierne a los pulgones de los géneros Protramci y

Trama, según Sala y Carpintero (1967) pueden atacar a las raíces dela alcachofa, dificultando su desarrollo. La repetición del cultivopuede agravar el problema. El control de los pulgones de raíz requie-re la aplicación de insecticidas sistémicos de acción descendente si seapliean al follaje, o bien, si su acción es ascendente, cabría la posibi-lidad de aplicarlos en el agua de riego.

1.2.1. Pulgón verde del cardo (Brachycaudus cardui [L.])

El pulgón verde; del cardo es una especie cosmopolita que se dis-

tribuye tanto por las zonas cálid^s como por las templadas. Las hem-bras ápteras son de color verde oliváceo, apareciendo muy tempranoen primavera, causando daños durante toda la estación y posterior-mente en el otoño. Se desarrolla sobre la cara inferior de las hojas dealcachofa y preferentemente en la base del capítulo, formando colo-nias muy densas que causan retrasos de desarrollo, así como enrolla-

miento longitudinal y marchitez de las hojas.

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1.2.2. Pulgón negro de las habas(Aphis fabae [Scop.])

Al igual que el anterior, el pulgón negro de las habas o de la remo-lacha es una especie que se distribuye tanto por las zonas cálidascomo por las templadas. Es polífago, con gran capacidad de adapta-ción y de multiplicación, aunque menos dañiño que el anterior sobrealcachofa. Puede afectar primeramente a las hojas y en segundo lugara los capítulos (figura 3).

En primavei^a eclosionan los huevos y posteriormente emigranlas hembras aladas, que son dispersadas ftindamentalmente por elviento. Los ciclos de desarrollo suelen durar una semana a 25° C.Fuera del intervalo témico de 20-30° C su multiplicación es muylenta o difícil. Los adultos son de color negro mate. Las larvas sonde color verdoso, mientras que posteriorinente se muestran másoscuras. Los huevos, de forma oval alargada, son de color negrobrillante.

Fig. 3.-Colonia de pulgones en base de capítulo.

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1.2.3. Daños de los pulgones

Los daños directos causan debilitamiento de la planta y retrasosde desarrollo. Como transmisores de virus (ver apartado 2.3), lospulgones juegan también un papel indirecto en la sanidad de lasplantaciorres. Ahora bien, desde el mo ►^^ento que la principal vía dcmultiplicación de la alcahofa es la vegetativa, la transmisión de lasvirosis está más asegurad^l por esta vía que por la de los áfidos. Enel caso de variedades de multiplicación po ►- semilla, al partir dematerial de plantación natw^almente libre de virl ► s, el papel de losáfidos en la sanidad de los cultivos de alcachofa pod ►-ía ser mtísimportante.

Otro daño indirecto de los p^il^ones es la denominada «ne^rilla»o«fumagina». Ésta se produce por el desarrollo de hongos sobre lamelaza que segreg^►n las larvas.

1.2.4. Medios de lucha contra pulgones

Los trata ► t^ientos químicos de los pul^ones suelen hacerse másnecesacios en primavera y otoño. Se aconseja tratar a partir de la pre-sencia de ]0 pul^ones verdes por hoja o de 1 pul^ón negro/ho_ja. Losinsecticidas recomendados son los especificados en el cuadro 3.

Cuadro 3. Insecticidas utilizables en el control de los pulgones(Pedén, 1996)

Materia activa Plazo de seguridad (días) Familia química

Etiofencarb 7 C (S)

Deltametrina 2 P

Ometoato 14 OF (S)

Heptenofos 3 OF (S)

Acefato 14 OF (S)

Pirimicarb 7 C

Endosulfán 15 OF

Metilparatión 15 OF

C=carbonato; OF=organofosforado; P=piretroide; S=sistémico.

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1.3. COLEÓPTEROS

Enh-e loti coleópteros que atacan a la alcachofa debemos citarcomo más importantes las especies Sphue ► ^odc i-mrr r ►^hichnn Gr^ells,A^^iun c•urduoi^ ►.^m Kirb. y Cnssidn clc^ff'l^^rutu Suffr., que estudiaremosen detalle m^is aclelante. También han sido citados con^o plagas de laalcachof^a cl cris^>mélido Timarchu ^^ii^ ► c^luiclc^s H. Sch^iff., los curcu-IiGnid<^s O/io^-r-f^ti^r ► cus cribi^icol/is Gyll. y C/c^nnr^.c piger Scop., elcscurabcido Pe^ ► todon ^^ ► rnct^rtus L., el elatérido A,^^r^iotcs y los melón-tidos Ann.rru, Melo/nr7thu yArnphir►►allon.

1.3.1. Altica o pulguilla de la alcachofa(Sphaeroderma rubidum Gr^ells, o bien,Sphaeroderma testaceum Fabr.)

Este insect^^ es un pequeño escarabajo semiesférico. de 3 a 4 mmde lar^^o, cle color amarillo rojizo brillante, yuc suele dar grandes sal-ros, y a>n una sola ^eneración anual. Sus adultos sucaen aparecer enmasa sobre los cultivos alrededor del mes de octubre, royendo supe ►--ficialmente cl parénquima foliar. Tras el apareamiento, ponen losh^ ►evos tiob ►-e los ne ►-vios de las hojas más tiernas, en una especie deagujero prcparado al efecto. Las larvas, de color blanc^^ amarillento,con I^ ► cabera y patas mar ►°ones, pueden alcanrar hasta 7 mm, pene-C ►and^^ en las nerviaciones para pasar después cntre las dos epidermisde 1^► hoja. En diciembre se dejan caer sobrc el suelo, enterrándosepara invernar. Llegada la primavera se transforman en ninfa, pudien-d^^ en esa época aparecer ya los primeros adultos. Después de unadiapausia estival, los adultos reinici^ ►n el vuelo, realizand^^ los aco-plamientos.

Daños

Suelen se ►- mí►s importantes los daños causados po ►- las la ►-vas quepor I<^s adultos. Éstos suelen roer la superficie^ de la hoja sin lleg^u- apert^orarla. Las larvas escavan galerías sinuosas y de dimensionescada vez mayores entre las dos epidermis de la ho,ja. En caso def^►erte infestación, el ataque puede interesar toda la superficie foliar,yue tc ►•mina secándose. En casos g ►•avcs puede provocar el marchita-miento de la planta.

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1.3.2. Apión de la alcachofa (Apion carduorum Kirb.)

EI escarabajo, de un tamaño que varía entre 2 y 4 mm, es de colorazul oscuro, más negruzco en el dorso, pero siempre brillante. Sucabeza se prolonga formando un pico largo arqueado hacia abajo.Inverna en estado adulto. Durante 1a primavera la hembra efectúa lapuesta en pequeños orificios excavados al efecto, generalmente en elpeciolo y el nervio principal de la hoja. Las larvas, cilíndricas, cur-vadas, de color blanco amarillento y desprovistas de patas, de hasta5 mm, labran galerías en los peciolos y nerviaciones de las hojas,donde se transforman en ninfa. Los primeros adultos suelen salir dela celda ninfal al final de la primavera. Posee una sola generaciónanual.

Daños

Las larvas labran galerías en los peciolos y nerviaciones principa-les de las hojas y en las de los pedúnculos florales. Éstos tambiénpueden llegar a ser roídos superficialmente. Así, se puede observai°tanto el amarilleamiento y marchitamiento de las hojas afectadas,síntoma más característico, como la alteración del desarrollo de loscapítulos, que no pueden ser comercializados. Los adultos causandaños menos evidentes, consistentes en el erosionamiento o agujerea-miento de las hojas al alimentarse de las mismas.

1.3.3. Cásida de la alcachofa (Cassida defflorafa Suffr.)

Este insecto tiene la forma de una pequeña tortuga. Alcanza 6 a7 mm de largo y su color es negruzco en la primera generación yverde claro en la segunda y definitiva. Pasa el invierno en estadoadulto. En primavera ataca las hojas, realizando la puesta en elenvés de las mismas en grupos de, aproximadamente, una docenade huevos. Las larvas son de color verde pardo, de forma ovalada yaplanada. Poseen apéndices rodeados de espinas y dos salientes lar-gos del último segmento que constituyen una horquilla. El ano estásituado encima de ella, con la que retiene los excrementos forman-do una masa gelatinosa con la cual se protegen. Se alimentan tam-bién de las hojas, pasando a ninfas un mes después de su nacimien-to. A principios del verano se observan las larvas de la segundageneración.

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Fig. 4.-Adultos y larvas de cásida alimentándose sobre hoja.

Daños

La cásida es un crisomélido cuyos ataques suelen ser más corrien-tes en las zonas de cultivo del interior peninsular que en las de lacosta mediterránea. Los daños son producidos sobre las hojas, tantopor los adultos como por las larvas (figura 4), yue se alimentan deellas. Los adultos producen peyueñas pero numerosas mordedurasde contornos angulosos yue Ilegan a atravesar el limbo, mientras yuelas larvas se alimentan fundamentalmente de la epidermis, es decir,sin atravesar el limbo.

1.3.4. Medios de lucha contra los coleópteros

Un buen método preventivo consiste en eliminar las malas hierbaspresentes en el cultivo, así como las yue se encuentran en las inme-diaciones. En cualquier caso, el control químico es el método másutilizado. Se pueden utilizar piretroides además de otras materiasactivas, como acefato, alfacipermetrín, bifentrín, cipermetrín, diazi-nón, fenitrotión, etc.

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1.4. DÍPTEROS

1.4.1. Submarino o minador de la alcachofa (Agromyza)

El submarino de la alcachofa tiene unas tres ge^neraciones anuales.Los primeros adultos, unas mosquitas de 3-4 mm, de color ne^ro, conel cuello fino y de color gris, aparecen en primavera y hacen las pues-tas en peq^►eñas hendiduras que practican en la epidermis, junto a lasnerviaciones, en el envés de las hojas. Las larvas, de hasta 7 inm delongitud, de color blanco, cilíndricas, finas y ►nuy curvadas, practicangalerías entre las dos epider ► nis, donde viven. Para pasar a ninfas sedejan caer al suelo y se entierran, volviendo a salir unos meses mástarde.

Los daños son causados por las larvas, denominadas submarinospor la propiedad que tienen de abrir galerías cortas y rectilíneas enlas nerviaciones o el parénquima foliar.

Se deben r ► tiliz^r insecticidas sistémicos o de acción penetrantepara Ilegar hasta las larvas en el interior de las hojas. Uno de los másrecomendables podría ser el fosforado acefato.

1.5. OTROS PARÁSITOS ANIMALES

1.5.1. Trips de las flores(Frankliniella occidentalis Pergande)

Los trips, aunque puede afectar a la alcachofa, no constituyen unaplaga importante. Su consideración ac^uí se debe a que es el vectormás eficaz a la hora de transmitir el virus del bronceado deltomate (TSW V ).

Los adultos, de forma alargada cilíndrica terminada en punta, ^►ntamaño reducido, de I a I,5 mm, y un color marrón que les hace pasarinadvertidos, vuelan en busca de las flores, alimentándose preferen-temente del polen. Por esta razón. al no Ilegar el cultivo comercial dela alcachofa a esta fase y no ser visitado por los trips, la incidencia dela plaga y la consecuente enfermedad del TSWV resulta pequeñasobre la alcachofa.

Las temperat^►ras más favorables para su desarrollo son las próxi-mas a 20° C, pero a 15° C también puede desarrollarse, por lo que, alaire libre, suele estar presente en todas las épocas del año excepto elinvierno.

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Las est ►ategias de control de trips están íntimamente ligadas alhecho de yue son vectores de virus. Por ello recomendamos t^tmbiéntener en cuenta el apart^►do 2.3. I. EI principal método de control sonlos tratamientos químicos. Al ser los trips insectos picadores chupa-dores, utilizaremos productos que tengan buena acción por contactoo sistzmica. Como se sitúan en lu;^ares muy protegidos de la planta,es convenientc mojar bien ésta. También es recomendable utiliraralternativ^► mente insecticidas con diferente modo de acción p^ ►ra evi-tar la aparición de resistencias. Entre las materias activas máscorrientemente utilizadas destacan algunos piretroides, como ciper-meh^ín, cit'ulh-ín, bifentrín, deltamentrín, etc.: organosfosforados,comu malati<ín, fenitrotión, naled, clorpirifós, etc.; carbama^os, comoformetan^► to, metioc^irb, etc., o de otras familias, como avermectina oacrinatrín. Otras mate ►°ias activas polivalentes, aunc^ue con menor efi-cacia específica, cc^mo el fosforado diazinon y el carbamato propo-xur, pueden ser también introducidas ^n las rotaciones de tratamien-tos. En cualq^ ► ier caso, la elección se restringirá a aquellos productosau[^^riz^►dos sohrc alcachofia.

1.5.2. Arácnidos

Los ataques de arácnidos no son corrientes en alcachofa, siendomuchas veces controlados i ►^directamente con ot^os tratamientos pesti-cidas. Así, los insecticidas fosforados diazinon y profenofos y los pire-troides tlucitrinato y tau Fluvalinato, todos ellos co^rientemente utiliza-dos en alcachofa, tienen acción acaricida. Las especies más corrientesen alcahofa s^n Tc^t^^cmrrln^.c tc^luriu.l y Br_^^ohia pruc:tiosu Koch. Estasespecies prefieren colonizar las zonas próximas a las venas.

1.5.3. Nemátodos

Los problenu►s i^emate^lógicos en alcachofa se pueden clasificaren tres: nemátode^^ trans ►l^isores de virus, ne ►nátodos formadores clenGdul ►^s y nemátodos endoparásitos. Los dos primeros gr^ ► poti n<^parecen importantes en España.

Entre los nemát<^dos endoparásitos se encuentran clive ►sas es^e-cies del género Pruwlenc•h ►^s. Se dcscriben como síntom^ ►s la presen-cia en la parccla de rodales de plantas con la vegetación reduciday retrasada. A nivel de r^ ► íz puede obse ►-varse necrosis. Como métc^-dos de control se señalan los siguientes:

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• Procurar para las plantas buenas condicones de vegetación, esdecir, suelos sanos, fértiles y de pH neutro.

• Desinfectar el suelo antes del transplante.• Cultivar durante al menos tres meses Tagetes patula (clavel de

la India), planta de acción nematicida menos eostosa y más eco-lógica que la geodesinfección química.

Se debe controlar la importación de material vegetal afectado porvirosis transmisibles par nemátodos o infestado con nemátodos pató-genos c^omo Meloidogyne chitwoodi o M. hapla. Estas especies noestán presentes en España y, por sus bajas exigencias térmicas, po-drían desarrollarse durante la época de cultivo invernal de la alca-chofa.

1.5.4. Moluscos: caracoles y babosas

Entre los moluscos gasterópodos, atacan a la alcachofa diversasespecies pertenecientes tanto a la familia helícidae (con concha, cara-coles) como a la de los limacidue (con un pequeño rudimento de con-cha, babosas).

Estos gasterópodos salen fuera de sus escondites al final delinvierno, llegando a]as plantas de alcachofa, donde roen hojas (figu-ra 5) y capítulos, hasta la llegada de los calores estivales, cuando sealetargan. Este letargo lo interrumpen temporalmente con la presen-cia de humedad, ya sea por lluvia u otros motivos. En cualquier caso,se activan de nuevo en otoño, permaneciendo así hasta los primerosfríos invernales. Entonces se hunden en el suelo, colocándose con laabertura hacia an^iba.

Debido a su preferencia por la humedad, estos moluscos son prin-cipalmente activos durante la mañana, por la tarde y por la noche.Realizan varias puestas a lo largo del año, generalmente en grupos de60-90 huevos, que depositan en un nido cilíndrico de pared lisa prac-ticado en el suelo a muy poca profundidad. Estos nidos suelen estarlocalirados en lugares frescos y umbríos. La incubación dura alrede-dor de un mes y los nuevos individuos no se reproducen hasta pasa-do un año.

En los alcachofares dañan las hojas, tallos y capítulos. Las hojasson perforadas, dejando las típicas manchas de secreción mucosa pla-teada y brillante. Las lesiones pueden favorecer la proliferación dealgunas enfermedades. Sobre los capítulos producen erosiones de las

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Fig. 5.-Perforaciones

producidas por caracoles.

brácteas exteriores. Estas lesiones se oscurecen posteriormente, dán-dole a la alcachofa una apariencia indeseable.

Las medidas de control más frecuentes consisten en la aplicaciónde cebos o tratamientos. Como producto más efectivo hay que reco-mendar el metaldehído, pero se conocen otros muchos, como metio-carb, caldo bordelés, sevin, isolano, sulfato de hierro, etc. El metal-dehído puede pulverizarse, o bien emplearse en forma de cebos conharina de trigo o salvado y agua (para las proporciones y dosis ver lapreparación de cebos para las rosquillas). También se comercializa enforma de gránulos para esparcir a voleo.

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1.5.5. Roedores

Los daños procl^ ► cidos por los roedo ►-es consisten en perforacionesen las raíces más carnosas, de donde pasan internamente al c^iello,causancio el desprendimiento de la yema apicaL Las plantas inicial-►nente afectadas se suelen encontrar en los lí ►nites de la parcela decultivo (figura 6), junto a ribazos donde viven los roedores. Las plan-tas afectadas pierden vigor frente a las sanas y muestran falta deagua mediante un cambio de coloración en el follaje. Posterior-mente se observa el desprendimiento de la yema apical y el mar-chitamiento definitivo.

Pi^. 6.-Límite de parcela^itacado por ratones.

^^

Se reco ►niendan tratamientos con endosulfan a dosis altas. Asímismo, se puede recurrir a la introducción de fosfito de aluminio enlas madriguecas, o a la colocación de tt-ampas con anticoagula ►^tes,como brodifacoum, bromadiolona, clorofacinona, difenacoum oflocoumafen. Pero no hay que descartar ot ►-os tnedios de lucha,como la realización de cultivos anuales o la colocación en las par-celas de soportes, p^► ra que durante la noche sirvan de apoyo a lasaves rapaces nocturnas para que mantenban controlada la població ►^de roedores. También se recomienda el uso de perros ratoneros alefectuar los riegos.

2. ENFERMEDADES

2.1. ENFERMEDADES PRODUCIDAS POR HONGOS

2.1.1. Alternariosis (Alternaria spp.)

La alternariosis no es un^^ enfermedad grave de la ^lcachofia.Como síntomas de la enfermedad se puede señalar la presencia demanchas oscuras y redondeadas sobre las hojas de mediana edad.EI honbo inverna, bien mediante conidios, bien tnediante restos mice-liares, sobre residuos vegetales. Las esporas de Alternarrca están pre-sentes, a través del aire, en todas partes. La temperatura óptima decrecimiento del hongo se encuentra entre 12 y 20° C. Sobre las aonasinfectadas se vuelven a producir numerosos co ►^idios que propagan lainfección al ser trasmitidos por el viento, agua e insectos. Las altash^unedades favorecen el desa ►-rollo de la enfermedad. Si fuera nece-sario su control se recomienda 1^ ► utilización de ditiocarbamatos(mancoceb, maneb, zineb, metiram, ziram, etc.).

2.1.2. Ascochitosis o roya de cabeza(Ascochyta cynarae Maffei)

Ascoc/^wn es responsabilizada de podredumbres ocasionales par-donegruzcas, brill^ntes y húmedas, sob ►^e los capítulos. Requierehumedades altas y temperaturas bajas. Ascoch_vt^^ también p^ ► edenatacar, a^mc^ue con menos frecuencia, a tallos y hojas. Las manchassobre los tallos son primero translúcidas y después negras, que sedesecan poste ►-iormente. Sin embarQo, lo m ►̂s típico son las mnnchas

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sobre las brácteas, que se inician a partir de la parte más aguda, dese-cándola (figura 7). C^iando esas manchas son viejas, sobre ellas, encírculos concéntricos, es fácil observar con una l^ipa unos puntospequeños, esféricos oscuros y brillantes, que son los picnidios, que asu vez contienen las esporas incoloras del hongo. Normalmente, laslesiones son más frecuentes en los ápices de las brácteas basales.A partir de ese punto, con tiempo húmedo y en plantas en crecimien-to rápido, se puede extender a la vez hacia el interior y la base, de talforma que la enfermedad puede afectar a todo el capítulo. Otras veceslos ataques de Ascochytu son la vía de entrada para otros agentes cau-santes de podredumbres blandas.

Fig. 7.-Ascochitosissobre capítulos.

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&Métodos de control

Es difícil inCervenir contra A.1^c^^ch^^tc^ ^ma vez presente, debido alargo período de cosecha de los capítulos. Nuestra recomendacicín esrealirar pulverizaciones con mar^eb, ^ineb, etc., hasta el momento deinicio de la cosecha en que se podría utilizar cimoxanilo, productosistémico con un período de seguridad corto.

2.1.3. Mildiu (Bremia lactucae Regel)

Sintomatológicamente puede ser ccmfundida con oidiopsis, pero adiferencia de éste, el mildiu requiere temperaturas i ►wernales benignasacompañadas de Iluvias o rocíos. Su temperatura ^ptima de crecimien-to es dc 15° C. Los conidios germinan pret^eriblemente entre 4 y 17° C,pero pueden hacerlo entre -3° y 31° C. En el caso del mildiu, se obser-van en la parte superior de las hojas inferiores grandes manchas decolor pálido que pasan a amarillo, lue^o a pardorrojizo y terminandesecándose. Dichas manchas están ^eneralmente delimitadas por laspeyueñas nerviaduras, y, en las faties iniciales, en condiciones de fuer-te h^une^iad, se corresponden con manchas blancas en el envés debidasa las I'ructificaciones del hongo. En caso de ataques graves, el conjun-to dcl follaje se puede desecar. En ]as brácteas de los capítulos los ata-ques son más raros y generalmente se inician en su cara interna.Cuando aparecen, se observa que las brácteas ^ifectadas to ►^^an un colorpardo. Los ataques en los capítulos pueden resultar benignos, pero Icspredi^ponen para ataques de Ascoc%_^^tu o Botr^^tis d^►rante fases poste-riores, incluidas las de poscosecha.

Métodos de contro/

Como técnica cultural preventiva se recomiendan los marcos deplantacibn amplios para facili^ar la aireación. Se aconsejan trat^u»icn-toti prcventivos con productos derivados del cobre, ditiocarbamatos(mancoceb, maneb, zineb, metiram, ziram, etc.) o ftalimidas. Cuandola enfennedad se haga presente es conveniente utilizar fungicidas sis-témicos de los grupos de fenilamidas (metalaxil, benalaxil, oxadixil,ofurace, etc.), fosfonados (fosetil-AI) y etilureas (cimoxamil). Se reco-mienda no abusar de estos productos sistémicos y, en todo caso, alter-nar en I^^s tratamientos los productos de grupos diferentes, para evit^u^la aparición de cepas del hongo resistcntes a los mismos.

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2.1.4. Oidiopsis (Leveillula taurica [Lev] Arn.)

La oidiopsis, ceniza, sendra o blanqueta, es ^ina de las enfermeda-des más extendidas en alcachofia, pudiendo destruii- gran parte de lamasa foliar, reduciendo la producción. La infección comienza enalgunas hojas aisladas, extendiéndose con rapidez, si las condicionesson favorables, al resto de la planta, con la excepción de las hojasmás jóvenes. Como quiera que es en el envés donde se observan losprimeros síntomas (figura 8) y esa zona de la planta pasa mas inad-vertida, hay que estar atento si se quiere conU^olar la enfermedad en^ii^a fase temprana. En el envés de las hojas se forma un micelioexterno, gris blanquecino, muy abundante, que queda mezcladocon la pilosidad propia de la planta. Es en el haz donde se obser-va^^ los síntomas más evidentes, es decir, manchas amarillas difu-sas que se necrosan por el centro. Todo ello produce senescenciaprematura y caída de hojas. Con menos frecuencia también ataca alos capítulos.

Fig. 8.-Manchas de oidiopsis en env^ti de h<ija.

? ^i

Epidemiología

Este hongo, que se conserva en los residuos vegetales de los cul-tivos precedentes y sobre otras plantas huéspedes cultivadas o no, sedifunde mediante conidios. Éstos ge ►-minan dando 1'ilamentos mice-liares que penetcan por los estomas en el parénquima de las hojas.Loti mismos estomas facilitan la salid^ ► de los conidiói'oros, produ-ciendo la eFloresecencia típica. Es, por tanto, a dif^rencia de otrosoidios, un end^^parásito, lo que tiene importancia para cl t ►atamiento

químico del mismo.Es una enfenneciad típica de cli ►^^as cálidos, ya sean hí► medos o

tiecos, pero muy ra ►-a en cli ►nati t^►íos. Sus condiciones óptimas de

desar ►-ollo son 20° C y 70% de humedad ►^elativa. Sin embar^o, para

la germinación de los conidios podrían ser necesaria^ humedades

rel^►tivas todavía mayores. Las épocas más corriente^ dc su presenciason primavera y ot<mo.

Métodos de control

El azufre resulta tóxico para la alcachofa, por ello, deben utilizar-^e oh^os productos preventivos de la enfiermedad, entre ellos el qui-nometionato y dinocap, añadiéndoles un mojante y procurandoimpregnar el envé^ dc las hoj^►s. Una vez instalada I^ ► enfermedad y

dado el carácter e ►^doparásito del agente causal, no yucda más reme-dio que rec^urir a productos sistémicos de los grupos de triazoles(pe ►lconazol, triadimenol, tetr^ ►conazol, miclobutanil, hexaclonaze^l,ciproconazol), hidroxipirimidinas (fenarimol, nuarimol), piperacinas(triforina), piridinas (pirifenox), pirimidinas (bupirimato), etc. En elcaso de los p ►^oductos sisté ►nicos, es reco ►nendable alternar aquellosc^uc pertenezcan a distinto grup^^ químico en los lrala ►nientos sucesi-vos, para evitar cl desarrollo de ccpas del hon^o resistent^s a los mis-m^^s. De los pre^ductos a ►-riba citados el que tiene el plazo de seQuri-

dt►d más corto es el pirifenox.

2.1.5. Podredumbre gris o botritis (Botrytis cinerea Fr.)

Las lesiones pueden aparecer en cualquier parte del capítulo. Enposcosecha es cor ►-iente que se inicien a partir de la zona de corte delreceptáculo. Otras veces lo hacen a parti ►- de las ^^rietati en el ápice delas brárteas externas. De persistir las condicione^ favo ►-ables, los

^^

capítulos se recubren de un polvillo blanco grisáceo. Entonces laenfermedad se propaga a la^ brácteas interiores y es fácil hallar entrelas mismas los esclerocios negros y, a veces, frucCificacioncs conídi-cas características de ]a especie.

En campo, en condiciones propicias, la en1'ermedad puede propa-garse desde la herida producida al cortar los capítulos, hacia abajohasta alcanrar las ramas late^ales.

En poscosecha la enfei-medad se evidencia eomo zonas deprimi-das sobre las brácteas externas y sobre el pedúnculo. En condi-ciones de humedad alta las dept^esiones son de color pardo o pardorojizo, húmedas e inodoras. Los bordes aparecen bien definidos yaparentan esta^^ hinchados dc agua. En condiciones secas las lesionestienen un color pardo oscuro, se muestran secas y consistentes y losbordes no aparecen embebidos en agua. Las lesiones por Bot^ytis sediferencian de las causadas por roces porque en las primeras la lesiónpenetra más profundamente. También se ha señalado que la comer-cialización de los capítulo^ con hojas adheridas al tallo hacen a lasinflorescencias más susceptibles a los ataques deBotrytis^.

Epidemiología

E] hongo permanece en cl suelo y en los restos vegetales. En pre-sencia de altas humedades las esporas son transportadas por lascorrientes de aire. Las heridas en la epidermis facilitan la inl^ección,pero también puede producirse sobre tejido sin heridas si está sufi-cientemente húmedo. Los tejidos debilitados por condiciones desfa-vorables también facilitan la infección. Las esporas se reproducencon temperaturas relativamente frías cn presencia de humedadessuperiores al 80°l0. Su óptimo se encuenh^a enh^e l8 y 2S° C, pero elhongo es acCivo por encima de 0° C.

Métodos de control

Dada la imposibilidad de intewenir en el campo sobre los facto-►-es climáticos yue favorecen los ataques de Bon.^^tis, los métodos decontrol eficaces contra esta enfermedad son los químicos. Los h-ata-mientos con fungicidas específicos serán a base de dicarboximidas oantiesclerociales (vinclozolina, iprodiona, procimidona, clozolinato),sulfamidas (diclot7uanida) y benzimidazoles (benomilo, carbenda-ziin, metil-tiofanato). La aparición de cepas de B. cirzer^ec^ resistentes

^^

a los fungicidas sistémicos obliga a la rotación de los fungicidas enel programa de tratamientos.

En la fase de poscosecha es importante minimizar los daños sobrelos capítulos, reducir los tiempos de transporte y mantener la hume-dad y temperatura bajas, preferiblemente entre 0° y 4° C.

2.1.6. Podredumbres de cuello y raíz

En muchas ocasiones los agricultores comprueban que, una vezrealizada la plantación estival de las estacas, éstas no brotan, o bienque, iniciada ésta, empiezan a aparcer brotes ►narchitos por podre-clumbres de cuello. Sobre las plantas afectadas es posible encontrar^liversos hongos de suelo. En muchos casos los ataques se producenpor el oportunismo de estos parásitos, que aprovechan el estado dedebilidad de las plantas, debido a que inician la brotación de susyemas sin tener un sistema radicular potente. Además, esto sucede ensituación de maxima dificultad para la planta, es decir, con calor esti-val y con problemas de humedad, ya sea por defecto como por exce-so de riego. Los daños pueden verse^ agravados si los terrenos deplantación están seriamente infectados o euando la infección vienecon el propio material de plantación.

Los principales agentes causantes de estas podredumbres juvenilesestivales son Rhizoctonin y Sclerotium, mientras que Sclerotinia,menos exigente en temperatura que los anteriores, atacaría en otoño ymuchas veces sobre plantas ya afectadas por los ot ►-os dos agentes. Por

lo demás, Scleroti^^m es más propio de terrenos de textura arenosa,

mientras que Rhi;.octoniu prefiere los de textura arcillosa. En suelosricos en materia orgánica puede aparecer Rose/lirria. Tan^bién se hanseñalado marchitamientos de plantas de alcachofa asociados a fenó-menos de asfixia radic^ ► lar debida a exceso de humedad producida porIluvias abundantes, malos drenajes, campos mal nivelados, etc.

Rhizoctonia solani

R. salnni inicia su infección en ]as raicillas más jóvenes sobre lasc^ue el micelio presenta, en su fase más adulta, los llamados rizomo ►•-fos, gruesas hifas de color marrón q^^e con la ayuda de una lupa sehacen visibles sobre los tejidos infectados. Las consecuencias de susataques son mayores en b ►-otes jóvenes que en plantas bien esCableci-das, sobre las que la enfermedad produce una reducción del vigor que

^y

muchas veces puede pasar inadvertida. Las infecciones con estehon^^o son favocecidas por temperaturas entre 20 y 30° C.

Sclerotinia sclerofiorum

Los síntomas de S. scle^otior^^m suelen consistir en enmoheci-mientos blancos que aparecen sobre el tallo y el cuello, fo^°^^ándoseesclerocioti en el interior de los tallos, pudiendo Ilegar a producir lamuerte de las pl^inCas. Tanibién han sido señalados at^iques aéreos deeste hongo. Es decir, que el hongo, que se de^arrolla a nivel del suelo,puede afectar a c^ialquier parte de la planta en contacto con el mismo(figura 9). EI daño más coi^-iente es la podredumbre del tallo y de la

Fig. 9.-Atayue de escle-

rutinia en base ^e tall^^.

^^)

raír. Tambi^n puede afectar a una sola rama de la planta y orasi^^nal-mente a los capítulos en poscosecha. Los esclerocios, compactos y^^randes (2-15 mm), son inicialmente blancos, pero se tornan negrosy duros (figura 9). Suelen ser más alargados y aplastados quc esféri-cos. Éstos, capaces de pervivir en el suelo durante tres años, consti-tuyen el o ►^igcn de la enfermedad. Ésta se ve favorecid^ ► por humed<► -des altas y temperaturns entre 21 y 25° C. Pero una vez se ha inicia-do, puede desarrollarse a temperaturas de hasta 0° C.

Sclerotium rolfsii

La enfermeclad producida por S. rolfsii se inicia e^n la base deltallo. Éste se recubre de un micelio albodonoso que, a veces, tambiénse extiende al s^ ►elo alrede^ior de la base de la planta. Sob ►-e el mice-lio se diferencian los esclerocios, redondos, blanquecinos, más tar^iede color marrón oscuro, y del tamaño de un grano de mostara. Etit^;proceso se ve aco ►^^pañado de una m^lrchiCez de] brote afectado, loyue generalmente es el primer síntoma observado por el agricultor.

La enfermeclad producida por Scleroti^mi es típica de climas cáli-doti (su temperatur ► óptima de desarrollo es de 30 a 35° C) y h^► me-cios, aunyue la expresión de los síntomas puede se ►^ mas severa duran-te los períodos ^ecos subsi^ruientes. Los suelos ácidos o fertilizado^en exceso crn^ nitrógeno han sido señalados como favorecedores dcsu clesarrollo. S^^Ic^^^otium posee una lar^a capacidad de supervivenciaen los suelo^. Ello es ciebido, por un lado, a que es una esperic conun alto n ►̂ mero dc hospedantes; por otro, a su alta c^ ►pacidad saprofí-tica y, además, por la capacidad de supervivencia de los cscler^^ci^^sen condiciones poco favorables.

Métodos de control

La lucha c^^nU-a las podredurnbres cle cuello y raíz es bastanteproblemátict ► , debido al carácter polífago de los patógenoti resp ►^n-sables y a s^ ► elevada capacidad de superviviencia en el suel^^. Porcllo es más fácil c^^ntrolarl^^5 actua ►^do antes de q^ ►e los ^► taques se^rodurctin.

Dacla su exigcncia en elevadas hu ►uedades en el suelo, es impor-tante la realiiaci<ín de riegc^^ racionales, particularmente en los mcscsestivaleti. En este sentido, el riego localizado puede disminuir def^^rnu► clara los rie^gos. También es importante la realización de una

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buena alternativa que impida que en la misma parcela se cultivendemasiado frecuentemente alcachofas o especies próximas. Asímismo, es importante emplear material de plantación sano. Por elloes absolutamente necesario proceder a la desinfección del mismomediante la inmersión durante 10 minutos en un caldo fungicida. Eneste sentido también puede ser efectivo un tratamiento posplantación,dirigiendo el pulverizador al cuello de la estaca o vía agua de riego.En suelos con abundante materia orgánica se previenen mejor los ata-ques de Rhizoctonia.

Para Rhi^octonia los fungicidas recomendados son: PCNB (quin-toceno), iprodiona, clortalonil, carboxin, flutalonil, pencicuron, tria-dimefon y metiltiofanato. Para Sclerotium podemos utilizar carben-dazim, procimidona, dicloran, etc. El reparto de PCNB en forma de^ránulos por toda la parcela también es una práctica recomendable.Para Sclerotinia disponemos de los fungicidas: captan, tiram, carben-dazim, vinclozolin, benomilo, procimidona, iprodiona, diclofluanida,clortalonil, etc.

2.1.7. Verticiliosis (Verticillium spp.)

La importancia de la verticiliosis ha sido señalada especialmentetras la época de plantación. Entonces los ataques de Verticillium seoriginarían a partir del suelo infectado, actuando el hongo comosaprofito o parásito de debilidad, como ya se explicó para los agen-tes causantes de las poderedumbres de cuello. Otra posibilidad seríaque los esquejes de plantación vinieran infectados por el hongo.

Sintomatología y daños

La verticiliosis pasa muchas veces inadvertida por causar frecuen-ternente una leve reducción del vigor de la planta acompañada deuna pérdida de turgencia. La enfermedad se extiende en manchasmás o menos amplias, de acuerdo con la porción de suelo infectado porel hongo, que suele estar irregularmente dispuesto en la parcela. Lasprimeras manifestaciones se presentan en las hojas basales, sobre lasque se observa marchitamiento, seguido de amarilleamiento y final-mente desecación. La desecación suele iniciarse en el borde del limbo(figura l0), pudiendo afectar a la lámina completa o a una mitad delmismo, a partir del nervio central. En hojas jóvenes puede observarsepérdida de turgencia y abarquillamiento que le hace mostrar el envés.

^2

Fig. 10.-Desecación del borde del limbo por Verticillium.

Las plantas afectadas muestran un tono grisáceo, alcanza ►^ menos porCey producen pocos capítulos y de ta ►maño reducido. Más raramentepuede aparece ►^ disi ►netría en los capítulos de las plantas enfermas.Generalmente el anillo vascular de las hojas y tallos afectados se pre-senta marrón en todo o en parte de su perímeh-o. Sobre brotes jóvenesse puede Ilegar a producir el desecamiento completo del mismo. Másraramente se ha señalado la muerte de plantas adultas.

Epidemiología

Los microesclerocios de V. dahliae pueden sobrevivir en el suelohasta 15 años. Pero la infección también puede iniciarse a partir delmicelio presente en los residuos del cultivo precedente o en el mate-►-ial de plantación. La infección se inicia en la raíz, directamente o através de heridas, y puede permanecer inerte hasta que se dan las con-diciones adecuadas de temperatura para i ►^fectar, más o menos inte ►^-samente, a los vasos de las hojas y del tallo. Por ello, una parcelainfectada puede mostrarse como sana dura ►7te períodos calurosos yempezar a most ►-ar síntomas con una bajada de temperaturas.

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Métodos de control

El control de la enfe ►-medad se reduce a evitar material de planta-ción y parcelas contaminadas, ya que el contro] químico no es efec-tivo. Se ha señalado como una solución la rotación con cultivos nosusceptibles, pero nuest ►^a experiencia nos indica lo contrario. La uti-lización de densidades de plantación altas puede reducir ligeramentela incidencia de la enfermedad. Niveles altos de mate ►-ia orgánica enel suelo (2GIo) también reducen los efectos del hongo.

En regiones con altas temperaturas de verano y alta insolación,una técnica interesante para el co ►^trol de Verticilliurn es la inactiva-ción térmica del hongo vía solarizacibn del suelo. También es posiblela desinfección qufir ► ica del suelo, aunc^ue su alto coste lo hace prohi-bitivo en el c^iltivo de la alcachofa.

2.1.8. Viruela (Ramularia cynarae Sacc.)

El hongo Rurriialut-ra cvnurcic ataca a las hojas, produciendolesiones pequeñas, irregulares y angulosas, al quedar delimitadaspor las nerviaciones. Las manchas suelen ser de color gris y, en elcentro de las mismas, es posible observar a simple vista un mohoblanco en cl quc se encuentran las f'ructificaciones del hongo, incolo-ras y dispuestas en ramilletes. Aunque, raramente, las manchas pue-den invadir el conjunto del limbo y desecarlo. En ocasiones la enfier-medad afecta a las brácteas de los capítulos con manchas blanqueci-nas que los dep ►-ecian.

Las concliciones de humedad alta y temperatu ►-a suave favorecenel desar ►-ollo de la vi ►-uela. Es decir, esencialmente se produce en lasmismas circunstancias q^ ►e la acochitosis, pero la viruela afecta prin-cipalmente al folla_je. En climas secos rai-a ►nente ataca a las hojas vie-jas, pero en clima hú ►nedo puede afectv- al conjunto de la planta. Encaso de ser necesario recomendamos los mis ►nos tratamientos quepara el mildiu.

2.2. ENFERMEDADES PRODUCIDAS POR BACTERIAS

2.2.1. Grasa (Xanthomonas sp.)

Sobre las brácteas ai'ectadas por grasa apa ►-ecen unas manchasaceitosas de aspecto translúcido que, bien pasan a marrones, obien, en tiempo húmedo, producen una exudación amarillenta.

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Cuando afectan a la base del capítulo, el tallo puede necrosarse par-cialmente, con lo q^ ►e al creeer el capítulo se curva dandc^ el aspectode un cayado. Más raramente afecta a las hojas, generalmente en elenvés a la altura de las nerviaciones, con síntomas parecidos a los delas brácteas.

Epidemiología

Se suelen producir después de heladas, particularmente cuando a lasmismas sib^►en días cálidos con humedades altas. El desprendimientode la epidermis de la bráctea (figura IS), consecuencia de la helada,facilita la entrada de la bacteria. que también puede penetrar por losestomas. Los ataques también pueden seguir a borrascas primaverales.

Métodos de control

Las mejores medidas de control son las culturales. Entre ellaspodemos citar la elección de esquejes sanos, evitar las humedadesaltas en la parcela, procw-ando su aireaci^^n mediante marcos de plan-tación amplios y desarrollos moderac^os de la vegetación. En elmismo sentido, habría que evitar el riego por aspersión y las fiertili-zaciones excesivas con nitrógeno.

La lucha química resulta muy difícil, ya que dado lo imprevisto delos ataques de ^rasa, cogen al a^ricultor por so ►-presa y durante lacosecha hay que mantener los plazos de seguridad. Durante las pri-meras fases del cultivo es recomendable el tratamiento semanal conproductos a base de cobre. Si tie sospechase que los esquejes pudie-ran venir infectados, se pu^de recurrir ^ ► la desinfecci6n con antibib-ticos como la kasu^amicina.

2.2.2. Podredumbre bacteriana (Erwinia carotovora[Jones] Bergey et al, var. carotovora Dye)

Los primeros síntomas visibles de la podredumb ►^e bacteriana sue-len ser los típicos de las podredumbres de cuello, es decir, un mar-chitamiento general de la planta (figura 1 I). Debajo del cuellopuede observarse una podred^unbre blancla de la raíz, s^^bre todo ensu parte med^► lar. Los vasos aparecen pardos varios ce ►^tímetros porencima de la lesión. La planta suele reaccionar emitiendo nuevos bro-tes hasta su muerte. Otras veces, si las rondiciones yue favorecen la

^S

Fig. I I.-Marchitamiento general por ataque de ErH^irric^.

enfennedad desaparecen, algunos de estos brotes pueden establecerun crecimiento que nunca Ilega a ser normal. La infección se produ-ce normalmente en el aparato radical, pero eventualmente puedeafectar a otras partes de la planta.

Epidemiología

La bacteria se mantiene en restos vegetales en el campo. Es trans-rnitida por ii^sectos, útiles de trabajo, manos y agua de riego. Pero suprincipal vía de entrada son las heridas. Por ello, en ocasiones ha sidoseñal^ida su estrecha correlación con heridas producidas por atayuesde insectos. Una vez dentro de los tejidos, se multiplica con profusiónen los espacios intercelulares, terminando por disolver las paredes delas células, invadiéndolas.

Esta bacteria puede crecer en un rango muy amplio de temperatu-ras, entre 5 y 37° C, estando su óptimo en 22-27° C. No soporta tem-peraturas s^iperiores a 50° C.

Como quiera que es el agua el principal vehículo de la bacteria,la enfermedad se manifiesta más intensamente durante períodos Ilu-

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viosos o tras riegos estivales abundantes. Se observa con frecuenciaen terenos arcillosos, mal aireados, en el período de agosto a sep-tiembre, atenuándose gradualmente a medida que la temperaturadesciende, parándose totalmente con los fríos invernal^s. Se obser-va más frecuentemente en plantaciones plurianuales, debido a quela poda de la pa ►•te vieja de las plantas provoca heridas en las mis-mas que favorecen el desarrollo de la enfermedad con los primerosriegos estivales.

Métodos de control

El control de la pod ►-edumbre bacteriana se basa casi exclusiva-mente en prácticas culturales y sanitarias de tipo preventivo, siendomuy parecidas a las utilizadas para las podredumbres fúngicas decuello. En concreto se recomienda:

• Utilizar rotaciones de cultivo con especies no sensibles a laenfermedad, en particular los cereales.

• Utilizar esquejes provenientes de alcachofa ►^es no infectados.En Codo caso, desinfectarlos con productos a base de cobre.

• Evitar humedades altas en las plantaciones, favoreciendo el dre-naje de los suelos y utilizando marcos de plantación que favorezcanla ventilación del cultivo.

• Combatir los insectos responsables de lesiones mecánicas en lasraíces.

• También es recomendable cualquier tratamiento que favarezcael endurecimiento de los tejidos, ya sea mediante la reducción de losaportes de nitrógeno y materia orgánica, ya mediant^ el aporte decobre. A este metal se le at ►-ib^►ye, además de una acción específicasobre la enfermedad, de endurecimiento de los tejidos.

2.3. ENFERMEDADES PRODUCIDAS POR VIRUS

Los virus no tienen estructura celular. La información genéticaestá directamente empayuetada en una envuelta p ►-oteica. Po ►- ello losvirus sólo pueden multiplicarse en el interior c1e las células vivas queparasitan. De ahí se entenderá que no es posible emplear métodosdirectos de lucha química, pues los productos que evitan la multipli-cación del virus interfieren con la celula hospedante. Tampoco secon^^cen productos que impidan la penetración dcl virus en la célula.Esta situación marca las diferencias con los métodos de control de

37

oU-os patógenos o de las plagas, casos en los q^ ► e se pueden emplearproductos q^► ímicos con mayor o menor éxito.

A continuaci6n reseñamos los virus que conside ►-amos más impor-tantes en España.

2.3.1. Virus del bronceado del tomate(TSWV, «tomato spotted wilt virus»)

Con la aparicibn de este virus en la horticultura española, tambiénsobre alcachofa, ha pasado a ser uno de los problemas virales másimportantes en el ^írea mediterránea. No obsta ►^te, sus daños sobreesta especie son mucho ►nenores que sobre otras, como to ► nate, pi-mienCo, lechuga, etc.

Sintomatología

Los síntomas cle este virus consisten en la aparición de tonalida-des gris plata en las hojas que, a veces, muestran asimetría dellimbo. Los brotes }^ueden aparecer retorcidos y los capítulos asimé-

Fi^,. 12.-Síntoma^ del virus del bronccado (TSWV).

3H

tricos. También es frecuente la apariciGn de necrosis, marchitamien-tos e incluso muerte de plantas.

Transmisión

En condiciones naturales su princip^►I vía de tr^►nsmisión sondiversas especies de tisanópteros, entre las que^ destaca Frunklinic^ll^^occiclen^cilrs Per^ande (ver apartado 1.5.1 ). La transmi^i ►ín e^ de tipe^persistente circulativo, con multiplicaci^ín del virus cn cl insecto.Debe^n ser la^ la ►vas las que se alimenten sobre plantati infectadaspara que la generación de adultos sea infectiva, ya que éslos no p^ ► e-dcn infectarse directamente. Tampoco U^antimiten la enfermedad a lat^eneración si^^uiente.

Con trol

Como para todas las enfennedades producidas por virus, losmétodos dc conh-ol son esencialmente preventivos. Se reducen a evi-tar la introduccibn de plantas contaminadas o de material de propa-gacicín procedente de ést^ ►s y a la realizaci6n de determinadas prácti-cas culturales yue se detallan más adelante. EI control del vector noh^► dacio resultados satisftic^orios.

Las prácticas cult^ ► rales recomendadas para evitar las infeccionespor TSWV se pueden resumir así:

• Evitar otros cultivos sensibles e ►^ las proximidadeti y eliminarlas malas hicrbas de los ribazos. Esto debe de hacerse cuando éstasson jóvenes, ya que cuando son adultas se obli^a a la emigración delos trips a los cultivos y^ ►demás se eliminnn sus depredadores, locual, en definitiva, es pe ►judicial.

• Eliminar las primera^ plantas con síntomas.• Como yuiera que los adultos vuelan en busca de las f7ores, ali-

mentándosc prefe:rentemente del polen, cuando se acabe la cosechano se debe dejar florecer a las plantas de ^ ► Icachofa para evitar que lostrips se sitúen sobre ella^.

2.3.2. Virus de la degeneración de la alcachofa(ADV, «artichoke degeneration virus»)

El virus de la degeneración de la alcachofa (ADV) y el virus laten-te de l^► ^► Icachofia (ALV) p^^drían ser el mis ►^^o virus. Sin embargo,

3^)

hay yue tener en cuenta que bajo el nombre de degeneración se des-criben diversos problemas en la alcaehofa distintos del causado porlos virus (ver apartado 3.8).

2.3.3. Virus latente de la alcachofa(ALV, «artichoke latent virus»)

EI virus ]atente de la alcahofa está ampliamente distribuido sobrelos cultivos de alcachofa en todo el mundo. Su importancia es de pri-mer orden en ]a costa mediterr^nea española, mientras que su inci-dencia es menor en los cultivos del interior. Antes de la aparición delTSWV éste era el virus más importante en los alcachofares españo-les. Produce reducciones de vigor en la planta que repercuten enreducciones de precocidad y de cosecha que pueden llegar al 50%,especialmente cuando las plantas sufren infecciones mixtas de virus.Desde este punto de vista, el virus debería dejar de ser consideradocomo latente, habiéndose propuesto una nueva denominación para él:virus Y de la alcachofa («artichoke virus Y» , AVY).

Sintomatología

Como su propio nombre indica, lo más frecuente es que las plan-tas no muestren síntomas de virus. Cuando éstos aparecen, se hacenmás evidentes sobre las hojas, que se presentan más hendidas de lonormal sin llegar a ser del tipo cardero, mostrando ocasionalmente unmosaico amarillo (figura l3). Las brácteas se decoloran y los capítu-los pierden tamaño, particularmente anchura, y se abren precozmen-te. Las reducciones de precocidad y producción pueden ser notables.

Hay que señalar un error, según el cual las plantas carderas ocuaresmeras deberían sus peculiaridades, esencialmente falta deprecocidad y presencia de hojas altamente hendidas, a infeccionespor ALV y ADV. Sin embargo, las plantas carderas, denominadasasí porque son de hoja hendida tipo cardo, o también llamadas mar-ceras y cuaresmeras, porque son de producción tardía, son real-mente una mutaei6n espontánea que se produce en todas las varie-dades precoces de alcachofa, entre ellas la variedad Blanca deTudela. Es cierto que a mayor cantidad de virus presente en unaplanta, más se reduce la precocidad y producción respecto a plantasdel mismo clon, ya sea éste del tipo normal de alcachofa como deltipo cardero. Quizá este efecto de reducción de la precocidad y del

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Fig. 13.-Mosaico amarillo producido por ALU.

rendimiento es el que ha podido llevar a confundir plantas nor ►^^a-les altamente virosadas con plantas carderas, porque las plantasmutadas a carderas resultan menos precoces y productivas que elmaterial normal de origen. Sin embargo, los clones carderos tam-bién pueden resultar infectados por virus, produciéndose una reduc-ción adicional en la precocidad y el rendimiento. En ningún caso,ya consideremos clones normales o carderos, he ►r► os observado quela infección por virus produjera cambios importantes en el aspectode la planta, ya sea en hojas o en capítulos. En el apartado 3.8 seanaliza en detalle este asunto.

Control

Aparte de su transmisión mediante el material vegetal infectado,el ALV se transmite de for ► na no persisCente mediante varias especiesde áfidos, por ello el tratamicnto químico de los ^ífidos no puede reco-mendarse como método de control. En el caso de un virus como éste,yue prácticamente infecta el 100% del material vegeta] de alcachofade multiplic^►ciGn vegetativa, la selección sanitaria ►nediante el culti-

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vo in vitro de ápices meristemáticos puede ser una solución. Sinembargo, aunq^ ►e mediante esta técnica se pueden obtener plantaslibres de virus, los resultados no han sido los deseados en variedadesprecoces de alcahofa. En cualquier caso, se ha comprobado que lasplantas libres de virus se reinfectan en el plazo de uno o dos años trassu plantación al aire libre.

2.3.4. Identificación y diagnóstico de virus

La identificación de los virus requiere la asistencia de laboratoriosespecializados. Aun en el caso del TSWV, cuyos síntomas se puedenconsiderar de los más característicos, la identificación debe ser siem-pre confirmada por especialistas.

3. ACCIDENTES

3.1. ATROFIA NO PARASITARIA DEL CAPÍTULO

La denomianció q de atrofia no parasitaria, en oposición a la atro-fia parasitaria, se debe a]a necesidad de distinguir entre la primera ylos casos, general ►r►ente raros, de atrofia de] capítulo producida porlarvas de lepidópteros, que dañan la intloresecencia deformándola.

La atrofia no parasitaria del capítulo se produce sobre las varie-dades precoces de alcachofa cuando se enltivan con temperaturasaltas. Suele suceder cuando se inician los rie^os muy precozmente enel verano, con vistas a producir alcachofas a finales de septiembre oprincipios de octubre. En concreto, se ha señalado este fienómenocuando la temperatura máxima diaria supera los 25° C en el momen-to en que el ápice caulinar pasa de la fase vegetativa a la generativa,lo que suele suceder unos dos ►neses después de iniciados los riegos

de verano.Este fenómeno es más frecuente sobre los capítuloti principales

que pueden verse afectados en un 70-80°l0, mientras que el resto de

la planta no muestra alteraciones inorfológicas perceptibles. Loscapítulos afectados muestran ^ ► na ausencia total o parcial de t7oreci-

Ilas. Ello repercute sobre la parte co ►Tespondiente del receptáculofloral, que aparece necrótico. Las brácteas internas no se desarrollanbien y son de color parduzco. Las br^ícteas externas son a veces esca-

42

Fig. 14.-AU'ofia cleca^ílul^^.

sas y muy alargadas (figura 14). Exteri^>rmente se observa una re-ducción en el tamaño y una alteración en la forma del capítulo(figw-a 14).

Los tratamientos con boro, calcio o clormequat no han pcrmitidoreducir este accidente. Sin embargo, la aplicación de damino^ide, unretardante ciel crecimiento de la planta y, por tanto, del al^irgamiento deltallo, ha dado resultados interesantes. Los mejores efectos se han con-seguido con daminozide aplicado a 4.000 ppm durante los períodos contemperatwas superiores a 25° C. Cuando se han utilizado dosi^ ^upe-riores, o bien en períodos con temperatw as inferiores a 25° C, sc pro-duce una reducción en la longitud de los tallos y en los rendimientos.

EI conU^ol de la aU^ofia utilizando riegos climatizantes, tratando debajar lu temper^itur^► y los reyuerimientos hídricos de la planta dw-a ►^-

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te la fase de alargamiento del t^illo, no han dado resultados satisfac-torios. Se ha señalado que los tratamientos con ácido ^iberélico favo-rece ►1 la ^itrofia.

3.2. DAÑOS POR CALOR

Dejando a un lado l^s alteraciones típicas del calor, como la pér-dida de calidad de los capítulos o el fe ►^ómeno de la atrofi^i, hay queseñalar que la introducción de las variedades de alcachofia de mul-tiplicación por semilla puede obliga ►-nos a desarrollar plantacionesde alcachofa durante la época estival, al menos en su fase vegetati-va. En nuestra corta expericncia con las variedades de alcachofa desemilla, es frecuente observar alteraciones en las plántulas c^ ► an-do éstas se ven sometidas a tempe ►aturas altas. Dichas alteracionesse inician mediante el deseca ►7^iento de las hojas más viejas envarios puntos (síntoma tipo «cribado»), que evolucionan al deseca-miento completo de las mism^is. Si las condiciones persisten, sigueel desecamiento de las hojas más j6venes y la muerte de la planta.Por el contrario, si las condiciones desfavorables cesan, se obtiervarecuperación. Este síndrome pa ►-ece afectar más intensamcnte a laspla ►^tas más jóvenes.

En relación con e] te ►na de daños por calor hay que señalar que lasaltas temperaturas también pucden dificultar la ge ►-minación de lassemillas de alcachofa, c^ryo ópti ►^^o está en torno a 20° C.

3.3. DAÑOS POR GRANIZO

EI golpe del granizo causa daños principalmente en los tejidos mástiernos, es decir, en las hojas, que son perforadas, mientras que los capí-t^► los suelen sufrir magulladuras en sus b ►ácteas, depreciando la pro-ducción. Para evitar infecciones se recomienda el tratamiento con unfungicida a base de cobre en las 24 horas inmediatas a la granizada.

3.4. DAÑOS POR HELADAS

Los daños por heladas en alcachofa dependen directamente de latemperatura que se alcance durante el proceso. Desde 0° C hasta-4° C son soportadas mejor po ►- el follaje que por los capít^► los(figura 1_5). Si la planta está en 1^ase productiva, soporta mejo ►- lahelada si no se han cosechado capítulos, ya que la planta se mues-

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tra muy sensible en las zonas de corte de los tallos. Asímismo, si latemperatura sube mucho al día siguiente, los daños son mayoresyue si la oscilaciGn térmica ent ►-e el día y la noche no es fuerte.Igualmente un suelo h^► medo y sin exceso de nitrógeno reduce losdaños por helada. También se señalan I^s déficits de potasio y fós-i^oro como facto ►-es sensibilizantes f ►-ente a heladas. Otros aspectospromotores son los marcos claros de plantación frente a los estre-chos y el uso de giberelinas.

A menos de -4° C puede helv^se la parte subterr^ínea de la plan-ta, con lo cual se pierde la posibilidad de su recuperación. En casocontrario, es capaz de rebrota ►°, pero, evidentemente, se produce ungran retraso en el desarrollo del cultivo. Los daños sobre las hojas,aunque suele^n ser menos graves que cn los capítulos, resultan evi-

Fig. I5.-Síntomus suaves

de helada sobre brácte^is

externa^.

45

dcntes. Adcm^ís de en el limbo, en cuyo marben se observan áreascloróticas que sucesivamente se necrosan, en el nervio central sepuede obsevar necrosis de la epidermis, que se despega del resto deltejido. Con helt►das más fuertes se pueden producir agrietamientoslongitudinales en la zona basal del ne ►^vio principal (figw^a 16) quepueden ]legxr a producir su roCura. Sobre los capítulos pueden pro-ducirse daños ^uaves consistentes e ►^ el ahuecamiento y desprendi-miento de la epidermis externa de las brácteas exterioces. Esto loshace inservibles para una comercialización de calidad, ya quemuestran un tono ligeramente pardo. Si los daños son mayores seproducen Enncgrecimientos en las brácteas que hace a los capítul ►^scompletame ►̂ te desechables. Se suele obse ►-va ►- mayor sensibilidaden los capítulos de menos de 50 g, con an^plias necrosis en las brác-teas y el receptác^ ► lo.

En relaci6n con la sensibildad varietal, hay una relación directaentre precocidad y sensibilidad 1^rente a la helada. La protecciGn delas plantaciones de alcachofa con las mantas textiles no está claro quesea una solucibn para la luch^ co ►^tra las helada^.

Fig. 1(i.-^grietamientos lon^*itu^linulcs de los peciolos produci^os por heladas.

46

3.5. DANOS POR PESTICIDAS

Los clañc^s cie pesticidas pueden ser ocasi<^naclos por derivas pro-d^ ► cid^►s por el viento al utilizar herbicidas en parcelas vecinas, porla utilización de pesticidas no autorizados o por la utilización depesticida^ autorizados a dosis superiores a la recomendada. La rea-liraci^ín de h-atamientos correctos, pe ►-o en m^>mentos en los que se

produrcan fue ►-tes insolaciones y/o temper^►twas, también puedenocatiionar yuem^ ►^luras. La contaminació ►^ del suelo con un herbici-da residual procedenCe del cultivo ^ ► nCerior y In contaminacibn delos eyuipos de tratamiento o de las aguas de rie^^^^ tambi^n puedenocnsi^^nar alteraciones sobre el cultivo. Se ha señalado a la alca-ch^^fa como especial ►nente sensible a los daños por herbicidas noid^^ne^^s yue provocan deformaciones en las hojas, que pierden sutur^^encia.

3.6. DAÑOS POR SALINIDAD

Lu ^alinidad no es un factor limit^ ►nte para el cultivo de la alca-chofa, que es considerado como resistente o moderadamente toleran-te. Cuando las plantas de alcachofia se cultivan en condiciones desalinidacl pe ►-mancnte, se ha comprobado la capacidad de esta especiepara acumult►r hasta 140 g de Na por kilog ►amo cle materia seca enlos tejidos de sus hojas más viejas. Esto permitiría a las hojas másj^ívenes mantc:nerse por debajo de niveles letales de sales, pudiendoasí la pl<u^ta mantene ►- un crecimiento y desarrollo activos.

En ^^r^ ►si<^nes se han señalado dañc^s p^^r vientos salinos cuandoés^os baten sobre plantaciones en paccelas prbximas al ma ►^. Puedenevitarse mediante la instalación de los op^>rtunos cortavientos.

Como sínromas de salinidad, tanto en el suclo como en c l a^ua deriego, se ha sr:ñalado la presencia de necrosis marginales que seextienden a las zonas intervenales de las hoj^►s más viejas de la alca-chofa. En general no se observan efectos visibles sobre los capítulos,aunque sí sobre la masa de follaje, c^ue result^► reducida, y sobre elrenclimiento de Ic ► ti capítulos (Cuadros 4 y 5). Tambié ►1 se produceuna mayor depretiión en la masa de follaje que en la radicular. Así►^^ismo, se ha señalado a la salinidad como la causante de cleficienciasde C^ ► , yue se m^►nifestaría mediante ^u^a decoloración ►^^urrón sobrelas brácteas internas de los capítulos.

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Cuadro 4. Porcentaje de reducción de cosecha de capítulosde alcachofa en función de la conductividad eléctrica

del suelo

Conductividad eléctrica delextracto saturado del suelo (dS/m)

Porcentaje de reducciónde cosecha

4,8 0

5,7 10

7,1 25

9,5 50

14,2 100

Cuadro 5. Porcentaje de reducción de cosecha en función de laconductividad eléctrica del agua de riego

Conductividad eléctrica delagua de riego (dS/m)

Porcentaje de reducciónde cosecha

2,7 0

3,4 10

4,4 25

6,2 50

9,7 100

3.7. DAÑOS POR VIENTO

Se han señalado efectos nocivos de los vienios c^ílidos cuandoéstos coinciden con la brotación estival de los esquejes de las nuevasplant^iciones. Debido a que tras la plant^ición el desarrollo del siste-ma radicular es escaso, los vientos cálidos pueden provocar unaden^anda de transpiración que, al no ser satisfecha, produce decai-mienlos en los brotes. En estas circunstancias sólo cabe estar atentosa yue el riego de la parcela sea suficiente.

3.8. DEGENERACIÓN

EI término « de^eneración» en el cultivo de la aleachofa dcberíaconsiderarse un término maldito, es decir, a evitar en la medida de lo

4^i

posible. En efiecto, con la expresibn « degener^ción de la alcachofi^t»se describen una serie de fenómenos, en nuestra opinió ►^ hasta h-es, dediferente casuística. El hecho de que e^tos fenómenos tengan al^^unosaspe^cCOS en com ►̂ n, el más importante la pérdida de precocidad, y dey^ ►e puedan aparecer conjuntamente en las plantaciones, puede lle-va ►-nos a confusiones yue nos impid^in realizar el diagnóstico co ►-rec-tci. Para evitarlo vamot a describirlos a continuación con det'alle.

Falta de vernalización

El primero de los fenómenos de degEneración, falta de ve ►-naliza-ci^ín, es exclusivo, en Espa ►̂ a, de las ronas costeras del Levante y delSur. En ellas la alcachofa Blanc^ ► de Tudela presenta un problema depérclida progresiva de precocidad a lo la ►-^o de multiplicaciones vege-tativas sucesivas. Se atribuye este fenómeno a que cuando e^n veranose reinician loti riegos en la plantación, un cierto núme ►-o de las yemasaxilares que entran en vegetación, por no haber sufrido el efectoind^►ctor del frío, no puecíen dar capítulos en otoño y retrasan la pro-ducción hasta la p ►-imavera siQuiente. Para paliar este fenb ►neno, losalcachoferos de Levante y sur de España acuden a zonas del interiorpeninsular a proveerse de nuevo material de plantación. Lo hacen enla scguriciad de yue las zuecas, por haber sufrido el efecto vernali-zante del frío, van a desarrolla ►- brotes precozinente productivos.

Virosis

El seQundo de los fenómenos está provocado por la^ infeccionespor los virus ADV y ALV, uno de cuyos principales síntomas es lap^rdida de precocidad. La presencia de estos virus no altera sustan-ci^ ► Imente la morfología de las hojas típicas de cada variedad, aunquesí podrían most ►-arse li^*eramente más hendidas de lo normal y, asímismo, causar def^^rmaciones en loti capítulos, qi ► e se mostra ►ían fal-tos de consistenria y con las brácte^ ►s curvadas hacia ^ifuera.Ocasionalmente poelrían aparecer mosaicos (figura 13).

Mutaciones

El tercero de los fen6menos es la aparición de plantas mutadas,particularmente I^►s denominadas «c^u-deras» o«cuaresmeras». Unade las principales caracte ►^ísticas de estas plantas mutaclas es que su

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hoja de brotación es hendida en lugar de la típica h^ja entera de«Blanca de Tudela». Otra es que se produce una not^tble pérdida deprecocidad. Este hecho es el que podría Ilevar a conl'undir las plantas«carderas» con plantas altamente virosadas o faltas de vernalización.Los clones carderos también pueden resultar infectados por virus,produciéndose una reducción adicional en la precocidad y el rendi-miento. En ningún caso, ya consideremos clones normales, o ya seancarderos, hemos observado que la infección por virus produjera cam-bios morfolóQicos importantes en el aspecto de la planta.

3.9. ORIFICIO APICAL

El orificio ^lpical de los capítulos es un fienómeno que se observaen diversas variedades de alcachofa (figura 17), provocando enve ►--decimiento de las brácteas internas y la consecuente pérdida de cali-dad. En la zona del Valle del Ebro este accidente aparece claramenteligado a la climatolo^^ía, ya que se muestra únicamente en los prime-ros capítulos que aparecen al final del invierno, es decir, cuando serecupera la producción tras las heladas.

Fi^^. 17.-OriPicio apical.

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