pistas para un método regresivo, silvio gallo

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GALLO, S. “Pistas de un ‘método regresivo’ para la enseñanza de la filosofía”, en CERLETTI, A. y COULÓ, A. Aprendizajes filosóficos. Sujeto, experiencia e infancia, Buenos Aires, Noveduc, 2015. [en prensa] Pistas de un “método regresivo” para la enseñanza de la filosofía 1 Sílvio Gallo Con el objetivo de pensar filosóficamente la enseñanza de la filosofía, especialmente en la educación media, y buscando la posibilidad de una metodología activa, que invite al pensamiento, este texto pone en cuestión las nociones de problema y concepto. Dialogando con la filosofía de Gilles Deleuze, especialmente en Diferencia y repetición, cuando examina filosóficamente la noción de problema como experiencia sensible, como afección, como motor del pensamiento, y en su obra escrita con Félix Guattari, ¿Qué es la filosofía?, en la que ambos filósofos establecen los elementos para la comprensión de la filosofía como creación de conceptos, se procura aquí construir los puentes que permitan pensar una didáctica de la filosofía para la educación media. El concepto, creación racional, puede ser aprehendido, aprendido, comprendido. Pero el problema que moviliza el pensamiento, por ser sensible, pre-racional, no puede ser comprendido. De esta manera, se ensayan aquí algunos pasos para pensar una especie de “método regresivo”, esto es, un método que parta del concepto para llegar al problema invitando así al ejercicio, a la experimentación del pensamiento. El problema como “motor del pensamiento” Si quisiéramos ocuparnos de una enseñanza activa de la filosofía, que fuera una invitación al pensamiento, una emancipación intelectual de los estudiantes, entonces tendríamos que 1 Este texto es una versión reducida de una publicación brasileña, cuyo título es: “O problema e o conceito: em torno de um ‘método regressivo’ para o ensino de filosofia”, publicada en Goto, R. y Gallo, S. (orgs.). (2011). Da Filosofia como disciplina: desafios e perspectivas. San Pablo: Loyola. 1

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Este texto propone un método regresivo para la enseñanza d ela filosofía. Parte de la caracterización de las nociones de "concepto" y "problema" para plantear que la filosofía se ha enseñado siempre a partir de un énfasis en la transmisión de conceptos, olvidando que el "comienzo" del filosofar está en los problemas.

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  • GALLO, S. Pistas de un mtodo regresivo para la enseanza de la filosofa, en CERLETTI, A.

    y COUL, A. Aprendizajes filosficos. Sujeto, experiencia e infancia, Buenos Aires, Noveduc,

    2015. [en prensa]

    Pistas de un mtodo regresivo para la enseanza de la filosofa1

    Slvio Gallo

    Con el objetivo de pensar filosficamente la enseanza de la filosofa, especialmente en la

    educacin media, y buscando la posibilidad de una metodologa activa, que invite al

    pensamiento, este texto pone en cuestin las nociones de problema y concepto.

    Dialogando con la filosofa de Gilles Deleuze, especialmente en Diferencia y repeticin,

    cuando examina filosficamente la nocin de problema como experiencia sensible, como

    afeccin, como motor del pensamiento, y en su obra escrita con Flix Guattari, Qu es la

    filosofa?, en la que ambos filsofos establecen los elementos para la comprensin de la

    filosofa como creacin de conceptos, se procura aqu construir los puentes que permitan

    pensar una didctica de la filosofa para la educacin media. El concepto, creacin racional,

    puede ser aprehendido, aprendido, comprendido. Pero el problema que moviliza el

    pensamiento, por ser sensible, pre-racional, no puede ser comprendido. De esta manera, se

    ensayan aqu algunos pasos para pensar una especie de mtodo regresivo, esto es, un

    mtodo que parta del concepto para llegar al problema invitando as al ejercicio, a la

    experimentacin del pensamiento.

    El problema como motor del pensamiento

    Si quisiramos ocuparnos de una enseanza activa de la filosofa, que fuera una invitacin

    al pensamiento, una emancipacin intelectual de los estudiantes, entonces tendramos que

    1 Este texto es una versin reducida de una publicacin brasilea, cuyo ttulo es: O problema e o conceito:em torno de um mtodo regressivo para o ensino de filosofia, publicada en Goto, R. y Gallo, S. (orgs.).(2011). Da Filosofia como disciplina: desafios e perspectivas. San Pablo: Loyola.

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  • reparar en la forma en que procede el pensamiento. Si no hay mtodos para aprender,

    cmo pensar lo aprendido del pensamiento?

    Como afirm Gilles Deleuze (2006, p. 37), nunca se sabe de antemano () en qu

    diccionarios se aprende a pensar. Pero hay una pista fundamental: el pensamiento es

    siempre el resultado de una violencia; se nos fuerza a pensar. Deleuze se aparta de la

    tradicin que toma el pensamiento como algo natural en el ser humano, para tomarlo

    como el resultado de una violencia, de un encuentro con algo que nos fuerza a producir un

    resultado, y ese resultado es el acto de pensar. Refirindose a Artaud, Deleuze afirma que

    l, intuitivamente, saba que el pensamiento no es innato y que la cuestin, de hecho, no es

    saber cmo dirigirlo, organizarlo, sino cmo engendrarlo, hacerlo nacer cuando todava no

    existe. El pensamiento es una creacin en el acto mismo de pensar; es, de por s, un acto

    creativo, de engendramiento.

    El filsofo francs parece recuperar un texto de juventud de Nietzsche, que slo sera

    publicado pstumamente: Acerca de la verdad y la mentira en el sentido extramoral. En

    este texto, pequeo, provocador e incendiario, Nietzsche (1997, p. 215) comienza

    afirmando la historicidad del conocimiento y de la verdad, invenciones humanas: en algn

    rincn remoto del universo centelleante vertido en innumerables sistemas solares haba un

    planeta en el que animales inteligentes inventaron el conocimiento, para criticar la

    presuncin del filsofo, el ms orgulloso de los hombres. Un da, contina luego, cuando

    el sol de este planeta deje de brillar, estos seres inteligentes tendrn que morir. Y todo lo

    que inventaron y crearon perecer con ellos en su arrogancia. Lo que quiero resaltar de

    este texto es la idea de que el conocimiento es una invencin. Inventamos el pensamiento

    como un acontecimiento en la historia de la humanidad que bien podra no haber ocurrido.

    El pensamiento no es necesario, en el sentido de natural, sino que es producido, fabricado,

    inventado.

    Ms adelante, Nietzsche (1997, p. 223) enfatiza que, por detrs de todo concepto, hay una

    experiencia sensible () una estimulacin nerviosa en imgenes si no es la madre, es por

    lo menos la abuela de todo concepto. En este texto, Nietzsche est tomando el concepto en

    su acepcin clsica, platnica, de representacin, para criticarla, mostrando que su origen es

    sensible; el concepto del cual hablarn Deleuze y Guattari como producto de la filosofa

    2

  • est pensado en otro registro, justamente en la estela de esa provocacin del filsofo

    alemn. Este origen sensible de todo concepto sealado por Nietzsche es lo que Deleuze

    (2006, pp. 203-204) denomin problema.

    El problema, aquello que nos fuerza a pensar, es un encuentro, un acontecimiento que se

    produce en el mbito de la sensibilidad, no de la racionalidad. El problema tal como se lo

    piensa en la matemtica slo es racional en segunda instancia. Cuando un problema se

    resuelve adquiere una forma lgica, ya trae en s su solucin; pero el problema de primer

    orden del cual habla Deleuze es pura sensibilidad, nada tiene de racional y no apunta a

    ninguna solucin.

    En el prefacio a la edicin norteamericana de Dialogues (1987), Deleuze comienza

    escribiendo siempre me sent empirista, esto es, pluralista (2003, p. 284). Explica que el

    empirismo est ntimamente relacionado con las multiplicidades, en la medida en que

    rechaza la abstraccin generalizadora. Para un empirista, se trata de examinar el estado de

    cosas que hace que se produzca un concepto, sin tomarlo como preexistente. Y la

    movilizacin de este estado de cosas se da siempre en torno a un problema, que permite

    aglutinar puntos de la multiplicidad que lo envuelve, generando efectos mltiples. De un

    modo bastante interesante, Robert Sasso y Arnaud Villani explicitan esa heterogeneidad del

    problema, contraponindolo al teorema. Mientras ste es generalizador y globalizante,

    resultado de un trabajo del pensamiento, el problema es singularizador, es una forma

    sensible de agenciar vecindades que es anterior al propio pensamiento.

    Si el teorema es una regla pasible de ser aplicada a todos los casos que incluye bajo sujurisdiccin, el problema se impone frente a un hecho para el cual no disponemos deninguna frmula capaz de guiarnos en su descripcin, desmembrada necesariamentepor un conjunto de singularidades que no se ponen de acuerdo bajo la autoridad de unhilo conductor, sabiendo que sus vecindades no pueden agenciarse sino de un modoheterogneo (Sasso y Villani, 2004, p. 28).

    Justamente es el hecho de tomar al problema como un encuentro sensible lo que hace que

    Deleuze afirme que es objetivo, no teniendo nada de racional. Pero, por ms que para

    Deleuze todo problema sea singular, esto no hace de l algo subjetivo. En Lgica del

    sentido, ya haba planteado que las singularidades son impersonales y pre-individuales,

    sacndolas del campo de lo subjetivo como lugar de identidad y de enunciacin de un yo

    3

  • (Deleuze, 1998, p. 110). El problema es un encuentro sensible, que se produce en el nivel

    de las sensaciones; por eso es una experiencia singular y objetiva.

    As, debemos romper con un hbito de pensamiento muy difundido que nos haceconsiderar lo problemtico como una categora subjetiva de nuestro conocimiento, unmomento emprico que sealara solamente la imperfeccin de nuestra conducta, latriste necesidad en la que nos encontramos de no saber de antemano y quedesaparecera con el saber adquirido. El problema puede muy bien quedar recubiertopor las soluciones, sin que por esto deje de subsistir en la Idea que lo refiere a suscondiciones y organiza la gnesis de sus propias soluciones. Sin esta Idea las solucionesno tendran sentido. Lo problemtico es, al mismo tiempo, una categora objetiva delconocimiento y un gnero de ser perfectamente objetivo (Deleuze, 1998, p. 57).

    A partir de esta concepcin emprica y objetiva del problema, se sigue que, por tentador

    que pueda parecer, no podemos derivar un uso pedaggico, una pedagoga del problema,

    por la simple razn de que si se toma un problema como instrumento metodolgico, ste

    deja de ser un problema2. El problema, en el sentido deleuziano, no se propone, no se

    presta, no se regala, ni siquiera se inventa. As como ocurre con los acontecimientos, no

    escogemos nuestros problemas, ni los inventamos. Nos topamos con ellos, nos confrontan,

    imponindonos la violencia de la necesidad de pensar. Y as, es imposible saber de

    antemano lo que ser problemtico para nosotros o para cualquier otra persona.

    Una pedagoga del problema que se tornara mtodo supondra un uso del problema ya

    racionalizado, subjetivado, que traera en s mismo la solucin, similar al uso pedaggico

    del problema, de la resolucin de las ecuaciones, por ejemplo, en una clase de matemtica.

    Eso significa la prdida del potencial problemtico del problema como motor del

    pensamiento, como ese encuentro inusitado que nos fuerza a pensar3. En una pedagoga

    del problema lidiaramos con falsos problemas y no con problemas originales, objetivos

    y sensibles.

    Cmo podramos pensar, entonces, la cuestin de lo problemtico en la enseanza de la

    filosofa? Cmo, ms all de una pedagoga del problema, experimentar una pedagoga

    del concepto?2 Se puede encontrar un trabajo bastante integral y exhaustivo sobre las filosofas y las pedagogas delproblema en la obra de Michel Fabre (2009), Philosophie el Pdagogie du Problme. Este autor es uninvestigador del campo problemtico en la educacin que, en esta obra, se dedica a identificar diferentesnociones de una filosofa del problema y su posible uso pedaggico, pasando por Dewey, Bachelard, Deleuzey Meyer.3 Ver la crtica de Deleuze a las pedagogas del problema en Diferencia y repeticin (2006, pp. 228 y ss.).

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  • Acerca de un mtodo regresivo en la enseanza de la filosofa

    Si deseamos que los jvenes estudiantes puedan aprender filosofa de un modo

    significativo para su formacin y para su vida, es necesario que la enseanza movilice ese

    modo de aprendizaje. No quiero reproducir la enseanza en su sesgo explicativo,

    fundamento de una sociedad pedagogizada, criticada, por ejemplo, por Rancire (2002);

    tampoco quiero reproducir una enseanza general y masificadora, sustentada en un mtodo

    capaz de ensear todo a todos, ese mito de la pedagoga moderna. Movilizado por el

    sentimiento de la ignorancia propuesto por Rancire, que puede suscitar un nuevo

    comienzo en la filosofa, un nuevo comienzo en el pensamiento, y por la idea de hacer con

    sealada por Deleuze4, quiero referirme a una enseanza de la filosofa que est abierta al

    aprender.

    En este registro, hablar de un mtodo no significa una imposicin de protocolos. Tal vez

    sea ms apropiado hablar de pistas, coordenadas que posibilitan el inicio de un caminar,

    pero que es necesario revisar permanentemente, a medida que caminamos. Coordenadas y

    pistas que abren la posibilidad de un proceso, pero que no indican el punto de llegada, ni el

    recorrido correcto para llegar a destino. Coordenadas que significan una invitacin para un

    encuentro con los signos que no pueden planificarse ni definirse de antemano.

    Si consideramos que el pensamiento, y en consecuencia la filosofa, no son actitudes

    naturales en el ser humano, sino actitudes a las que nos lleva la violencia de los problemas

    con los que nos topamos a lo largo de nuestras vidas, es preciso entonces que

    comprendamos el proceso del filosofar para que seamos capaces de hacerlo.

    En Qu es la filosofa?, al caracterizar el filosofar como un acto de crear conceptos,

    Deleuze y Guattari afirman que todo concepto proviene de un problema o de un conjunto

    de problemas. Puede ser un problema original, o aun un problema que se considera mal

    visto o mal planteado en la historia de la filosofa (Deleuze y Guattari, 1992, p. 28). Para

    crear conceptos, es necesario que se trace un plano de inmanencia y es en este plano que se

    4 Ver Deleuze (2003a), donde afirma que el aprender tiene relacin con el hacer con alguien y no con el hacercomo alguien (ver, en especial, las afirmaciones de p. 21).

    5

  • despliega el campo problemtico de un filsofo. En un texto anterior5, Deleuze trabaj la

    idea de que un creador ya se trate de un filsofo o un artista, un cineasta, por ejemplo no

    crea por placer sino por necesidad. La necesidad aparece aqu como el otro nombre del

    problema, como aquello que hace pensar, que mueve a la creacin.

    Lo que pienso que podramos considerar como pista para un mtodo regresivo para la

    enseanza de la filosofa sera la bsqueda del problema o conjunto de problemas que

    gener el concepto de un filsofo determinado. El filsofo crea conceptos y, cuando

    escribe sus textos, lo hace para presentar sus conceptos. En general, un texto filosfico no

    presenta sus problemas sino los conceptos creados para afrontarlos. Y cuando los jvenes

    estudiantes leen un texto de filosofa, no entienden lo que el filsofo quiere decir. Qu

    mambo es ese de la duda en Descartes; no tena otra cosa que hacer?; En qu viaje

    estaba Platn al hablar de un mundo de las Ideas?. La filosofa parece algo muy

    abstracto cuando no sabemos de dnde salieron los conceptos, qu movimientos hizo el

    filsofo para crearlos.

    Para mostrar el proceso del filosofar realizado por los filsofos, lo que podra transformar

    la filosofa en algo vivo y latente a los ojos de los estudiantes, sera interesante justamente

    sacar de las sombras a los problemas, arrojar luz sobre aquello que los textos esconden.

    Abrir la cocina de la filosofa, ver cmo los filsofos trabajan para construir sus ideas,

    sus conceptos, sus sistemas. Podemos, por ejemplo, leer el Discurso del Mtodo de

    Descartes e intentar comprender el concepto de duda metdica. El proceso puede facilitarse

    si nos preguntamos qu llev al filsofo a crear este concepto, si comprendemos su

    movimiento de pensamiento, el campo problemtico que lo genera, pasando por los

    componentes que l encuentra en la historia de la filosofa, para llegar a su producto final,

    el concepto creado.

    Un ejemplo bastante interesante lo brinda el propio Deleuze en la larga serie de entrevistas

    que concedi a Claire Parnet en 1988, movilizado por las letras del alfabeto, filmadas y

    editadas por Pierre-Andr Boutang y que seran pasadas en la televisin francesa, por

    primera vez en 1994, con el ttulo de El Abecedario de Gilles Deleuze. En la entrada H,

    5 Se trata de Qu es el acto de creacin?, texto de una conferencia dada para cineastas el 17 de marzo de1987 en FEMIS (Escuela Nacional Superior de Actividades de Imagen y Sonido) en Pars. El texto estdisponible en Deleuze (2003b).

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  • que refiere a la historia de la filosofa, Deleuze afirma que es el conocimiento de esta

    historia lo que nos hace ver a la filosofa como algo vivo y menos abstracto. Toma como

    ejemplo el concepto de Idea, creado por Platn. Tal vez no haya nada ms abstracto en la

    filosofa que este concepto. Pero, dice Deleuze, el concepto de Idea responde a un

    problema muy concreto, el problema de los pretendientes. Y el ejercicio de Deleuze,

    esclarecedor, es el de mostrar cmo este problema es el punto de partida de aquel concepto

    (Boutang, 2004, H comme histoire de la philosophie).

    Toda la abstraccin de la filosofa platnica, toda esa nocin etrea de Idea, de Mundo de

    la Ideas, gana un carcter totalmente concreto cuando confrontamos el concepto de Idea

    con el problema de los pretendientes. Frente a un problema objetivo, la necesidad de

    escoger el mejor, el ms apropiado dentro de un conjunto de rivales que disputan, Platn

    inventa un concepto que permite hacer la distincin y fundamentar la eleccin. La filosofa

    no es una abstraccin diletante, la creacin de un mundo ideal, sino el trabajo del

    pensamiento que nos permite enfrentar problemas objetivos, concretos y, si no

    solucionarlos, al menos comprenderlos, de modo de poder construir soluciones

    posteriormente.

    El mismo procedimiento que Deleuze aplica a Platn de modo tan claro, podemos aplicarlo

    a Descartes, a Kant o a cualquier otro filsofo. Y aqu estn las pistas para un mtodo en

    la enseanza de la filosofa:

    1. Elegir un texto o una parte de un texto de un filsofo.2. Leer este texto con los estudiantes.3. Tornar evidente el concepto propuesto por el filsofo en el texto escogido.4. Investigar el problema o el conjunto de problemas que movieron al filsofo a

    crear tal concepto.

    Deliberadamente no estoy diciendo aqu cmo hacer, ya que eso sera imponer el chaleco

    de fuerza de un mtodo cerrado. Las pistas indicadas tienen la pretensin de abrir caminos

    posibles para una exploracin del pensamiento y no la pretensin de definir protocolos

    estrechos del pensar correcto. Sin embargo hay algunas cosas a las que no podemos

    renunciar: el contacto con textos de los filsofos mismos, la lectura de estos textos, la

    bsqueda de los conceptos creados por el filsofo y presentes en el texto, la investigacin

    en torno del campo problemtico que hizo brotar este concepto o conceptos. Cmo se har

    7

  • eso, en qu orden, qu estrategias se usarn, si se har trabajo en grupo o no, si se usar o

    no investigacin bibliogrfica o por internet, etc., queda a criterio de cada profesor, segn

    el ambiente en el que trabaja y las condiciones de las que dispone.

    Pienso que ese mtodo regresivo, que parte del concepto creado para tornar evidente el

    problema que lo motiv, tiene el potencial de tornar evidente para los estudiantes el

    proceso de filosofar, de mostrar el carcter concreto de la filosofa y la forma de trabajo del

    filsofo. No se trata aqu de invitar de inmediato al estudiante a hacer como el filsofo,

    sino de despertar en l la posibilidad de este hacer filosfico e invitarlo a hacer con.

    En suma, una enseanza de la filosofa que retroceda del concepto al problema es una

    forma de ejercitar aquello que podemos llamar, como lo hace Rancire, trasmisin del

    sentimiento de ignorancia (Rancire, 1986). El filsofo piensa no porque sepa, sino

    porque ignora. La experiencia del problema moviliza en el filsofo el sentimiento de la

    ignorancia, que lo lleva a investigar, a buscar y a crear los conceptos. Ensear filosofa

    como una enseanza activa, que invite al alumno a aprender, sera, por lo tanto, ms que

    trasmitir la sabidura filosfica los conceptos creados, transmitir el sentimiento de

    ignorancia y la vivencia de los problemas como movilizadores e impulsores del

    pensamiento.

    Pensamiento y emancipacin: tener derecho a los propios problemas

    Todo el mundo tiene problemas y quien no tiene algn problema no es nadie, dice una

    cancin del grupo brasileo Tits. S; para el ejercicio del pensamiento, quien no tiene un

    problema no es nadie, puesto que no se piensa sin un problema movilizador, pero nada ms

    falso que decir que todo el mundo tiene problemas. No es raro que se nos aleje de nuestros

    problemas para confrontarnos con problemas impuestos por lo tanto, falsos problemas

    mediante una determinada prctica escolar. O que se nos confronte con soluciones que no

    demandamos, que sirven como obstculos para que experimentemos nuestros propios

    problemas. Este sera exactamente el caso de una enseanza enciclopedista de la filosofa,

    que hiciera desfilar un sinnmero de conceptos, con la intencin de imponer una erudicin

    y una supuesta sabidura. O el caso de una enseanza de la filosofa de tipo profesional y

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  • comercial, que nos vendiera exactamente los conceptos que necesitamos, aunque no lo

    supiramos o no tuviramos conciencia de ello.

    Afirma Deleuze que es importante que cada uno tenga derecho a sus propios problemas. Es

    importante que cada uno viva el problema como suyo, haga su propia experiencia y no

    asuma falsamente el problema impuesto por otro. Esta sera la condicin de una pedagoga

    del concepto, de un aprendizaje de la filosofa que significase un nuevo comienzo6. El

    filsofo escribi:

    Nos hacen creer que la actividad de pensar, as como lo verdadero y lo falso en relacina esta actividad, slo comienza con la bsqueda de soluciones, slo concierne a lassoluciones. Es probable que esta creencia tenga el mismo origen que el de los otrospostulados de la imagen dogmtica: ejemplos pueriles separados de su contexto,arbitrariamente erigidos en modelos. Es un prejuicio infantil, segn el cual el maestropresenta un problema y es nuestra tarea resolverlo, siendo el resultado de esta tareacalificado como verdadero o falso por una autoridad poderosa. Y es un prejuicio social,con el visible inters de mantenernos nios, que siempre nos invita a resolverproblemas venidos desde otro lugar y que nos consuela o nos distrae, dicindonos quevenceremos si sabemos responder: el problema como obstculo y el que responde comoHrcules. Es este el origen de una grotesca imagen de la cultura, que se reencuentraigualmente en nuestros exmenes, en las instrucciones gubernamentales, en lasencuestas de los peridicos (en las que se invita a cada uno a escoger segn su gusto,con la condicin de que este coincida con el de todos). Sea usted mismo, dejando enclaro que ese ser uno mismo debe ser el de los otros. Como si no continusemos siendoesclavos mientras no dispusiramos de los propios problemas, de una participacin enlos problemas, de un derecho a los problemas, de una gestin de los problemas(Deleuze, 2006, p. 228, cursiva del autor).

    Somos esclavos mientras no tenemos el derecho de enfrentar nuestros propios problemas.

    Una enseanza de la filosofa que no abra espacio para que los estudiantes hagan sus

    propias experiencias, encuentren y experimenten sus propios problemas no ser una

    enseanza activa que invite al alumno de hecho a la filosofa. Una enseanza de la

    filosofa que se coloque en el mbito de una transmisin enciclopdica o en el mbito de

    un tratamiento profesional y comercial del concepto relegar al estudiante al papel de

    ayudante, de receptor de la transmisin, sin motivarlo a hacer l mismo el movimiento del

    pensamiento.

    6 Stphane Douailler (2003, pp. 17-30) se vale tambin de Rancire para defender una enseanza de lafilosofa que sea un pensar por s mismo. Para l, toda enseanza de la filosofa como ejercicio delsentimiento de ignorancia, est dotada de un poder de comienzo: cada uno comienza el movimiento de la /en la filosofa por s mismo, a partir de la experiencia con el maestro.

    9

  • Por otro lado, una enseanza de la filosofa que recurriera a una pedagoga del concepto

    tendra su piedra de toque en el derecho a los problemas propios. Un mtodo regresivo

    que demostrase el trabajo filosfico en acto sera su punto de partida, pero nunca su punto

    de llegada. Las pistas de un mtodo pueden hacernos comenzar y colocarnos en el camino

    de una investigacin del trabajo filosfico, pero no pueden imponernos problemas y

    colocarnos en la forma de un pensar cierto. Ese mtodo precisa estar abierto al encuentro

    de los propios problemas, a la emergencia del acontecimiento-problema, proporcionando

    las herramientas conceptuales de la filosofa que podran ser utilizadas como instrumentos

    y componentes para la construccin del pensamiento propio, para instaurar un nuevo

    comienzo, como lo llam Douailler.

    Una enseanza activa de la filosofa como invitacin al alumno a una pedagoga del

    concepto significa una resistencia a la sociedad pedagogizada. En la conferencia que

    Deleuze dio para cineastas en 1987 y que ya cit aqu, l recurre a la formulacin de

    Malraux, segn la cual el arte es una forma de resistir a la muerte para afirmar que toda

    creacin es resistencia (2003b, p. 31). Resistencia a la muerte, que significa sucumbir a la

    sociedad de control que se erige ante nuestros ojos. Y uno de los aspectos de esta sociedad

    de control es la sociedad pedagogizada, que procura controlar lo que cada uno aprende,

    cmo aprende, cundo aprende, al mantener al alumno bajo el dominio de un maestro

    explicador.

    Ensear no como acto de control, sino como una invitacin al alumno, a un hacer con, a

    la inauguracin de un nuevo comienzo que nosotros, profesores, no tenemos cmo saber

    cul ser, es un acto de desprendimiento y de militancia. Desprendimiento de contenidos,

    de saberes listos, en nombre de un posible encuentro con signos que movilicen en el

    aprendiz la necesidad de pensar y construir sus propios caminos, surgidos de sus

    encuentros y elecciones. Militancia a favor del pensamiento, de lo aprendido de cada uno,

    ms all de cualquier enseanza. Para el caso de una enseanza de la filosofa como

    pedagoga del concepto, se trata de experimentar la enseanza, no como emisin de

    palabras de orden, sino haciendo balbucear el saber, invitando a cada uno a

    experimentar los propios problemas para orientarse en el pensamiento, dentro de su campo

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  • problemtico, como quien recomienza una jornada muy antigua, pero siempre nueva e

    innovadora7.

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    7 En el ensayo 20 de noviembre de 1923 - Postulados de la Lingstica (1980, pp. 95-139), Deleuze yGuattari afirman que la profesora, cuando en-sea, no transmite una informacin, sino que emite una palabrade orden. La enseanza oficial es esa mquina poderosa de producir un horizonte limitado para la produccinde signos. Por otro lado, en uno de los ensayos de Crtica y clnica (1997, pp. 122-129) Deleuze afirma quebalbucear una lengua es inventar un nuevo estilo, producir un uso menor de la lengua, y ah est la creatividaden la literatura.

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