Pintura románica.

La pintura románica en España ocupa toda el siglo XII; la introducción más temprana es en Cataluña, en el segundo cuarto del XII, en la segunda mitad del XII en Castilla y León. En Cataluña la influencia es italiana, mientras que en Castilla y León es francesa. En la segunda mitad del XII se

trasladaron a Castilla algunos maestros catalanes, apareciendo en algunos casos características más propias de Cataluña. En ambos casos se trata de una pintura muy planista, sin gradación de colores, muy dibujistica, marcándose mucho los perfiles sobre todo en Cataluña. Las cabezas, los pies, las manos aparecen más grandes que el resto del cuerpo, también existe el problema de los pies colgantes al igual que en la escultura.

Frontalidad, simetría, rigidez, falta de relación entre las figuras... son algunas de las principales características, como el dibujo grueso que da a las figuras un aspecto de siluetas; los colores empleados son puros sin mezclas ni gradación; hay una completa carencia de profundidad y de tratamiento de la luz, lo que aumenta más aun la poderosa geometría de las figuras. Los colores empleados son poco variados aunque hay una predilección por los tonos vivos y brillantes. No hay ningún tratamiento de la luz, las figuras se recortan sobre un fondo, sin proyectar sombras ni generarse volúmenes por la existencia de un foco luminoso dominante.

En cuanto a la composición se prefiere la yuxtaposición sin relación entre los personajes. La técnica más frecuente es el fresco, y posiblemente los toques finales se daban al temple. Se trata de un arte antinaturalista, el artista plasma vivencias religiosas.

Los temas siguen los modelos que ya hemos visto en la escultura ya que su función sigue siendo la misma, el Pantocrátor con el Tetramorfos es muy frecuente sobre todo empleado en las bóvedas de los ábsides. Al tratarse generalmente de pintura sobre muro la técnica empleada es el fresco aunque de una calidad muy inferior a la de Roma, dado el fresco impone una ejecución muy rápida ya que la pared no puede llegar a secarse, los detalles suelen completarse con temple

El género más abundante es la pintura mural, aunque también nos encontramos pintura sobre tabla, sobre todo en Cataluña (frontales de altar)

En Cataluña las características propias son:∗ Tendencia a fondos neutros de colores fuertes (rojo y azul generalmente) dispuestos

en bandas horizontales.∗ No aparecen elementos de arquitectura, ni de naturaleza, ni animales∗ Los colores más empleados son el rojo y el azul.∗ Pintada generalmente al temple, sólo en algunas zonas al fresco.∗ Se concentran en el ábside, dividido en dos, en el cuerpo bajo arquerías de medio

punto son figuras de Santos y Apóstoles, en el cuerpo alto el Pantocrátor rodeado del Tetramorfos o la virgen con el niño

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∗ Tendencia a enmarcar la figura en grecas geométricas

El maestro más destacado es el Clemente de Tahull, junto con el de Santa María de Tahull, donde se alcanza la cumbre de la pintura catalana. En la primera iglesia se

representa un Pantocrátor, con un enorme frontalismo estático de raigambre bizantina, con una gran estilización y abstración de la figura humana. En la pintura sobre tabla tenemos varios ejemplos, como el frontal del Maestro de Aviá

A diferencia de Cataluña en Castilla y León los fondos son lisos y de tonos blancuzcos y amarillentos. Aparecen elementos de la naturaleza, hay una clara tendencia a representar detalles anecdóticos (plantas, animales, escenas cotidianas...) aunque sea de una forma esquemática e infantil, La frontalidad es menor y la resolución de las figuras es mejor. Continua siendo planista y el modelado no acaba de ser rotundo; el tratamiento de las telas es más simple. Nos encontramos con una mayor perfección de la anatomía desnuda.

El principal conjunto lo tenemos en el Panteón Real de San Isidoro de León, con pinturas de la segunda mitad del XII (escena de la adoración de los pastores o el calendario en el intradós de unos de los arcos). Las pinturas de San Isidoro son sin duda alguna las más vitales de todo el Románico español, que desborda el simbolismo

monótono de la tradición bizantina También son importantes las pinturas de Maderuelo (hoy en el Museo del Prado) en las que vuelve a aparecer el horror vacui, en este caso hay algunas semejanzas con las pinturas de San María de Tahull, destacan las figuras de la Creación y el pecado de Adán y Eva;

también son destacables las de San Baudelio de Berlanga (con una temática completamente sorprendente), con escenas de caza e incluso apareciendo un elefante.

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Un caso aparte en la pintura románica española lo constituye la sala capitular del monasterio de Sigena, donde en una cronología románica tenemos unas pinturas que son prácticamente góticas, son numerosas influencias bizantinas y relacionadas con miniaturas inglesas.

TEXTOS.

1-. Sobre el simbolismo de la iglesia románica. Honorius Augustodunensis, De gemma animae, Lib. I (antes de 1130) La iglesia se convierte en todo un símbolo que justifica la sociedad feudal.

Las columnas que sostienen la casa son los obispos, sobre los que se apoya la estructura de la Iglesia, merced a la rectitud de su vida. Las vigas que mantienen unida la construcción son los príncipes de este mundo que proporcionan a la Iglesia su protección. Las tejas de la cubierta, al impedir el paso de la humedad a la casa, son los soldados que protegen la Iglesia de paganos y enemigos. (...) El pavimento, que los pies hollan, es el pueblo, gracias a cuyo trabajo la Iglesia se mantiene. Las criptas, construidas bajo el suelo, son los que cultivan la vida interior. El altar sobre el que se ofrece el sacrifico es Cristo, gracias al cual el sacrificio de la Iglesia es aceptado...

2-. Descripción de la catedral de Santiago de Compostela. Liber Sancti Iacobi, Codex Calixtinus (1145-1160)

En fin, en esta iglesia no se encuentra fisura, ni falta; se ha hecho admirablemente, grande, espaciosa, clara, de medidas convenientes, proporcionada en anchura, longitud y altura, de admirable e inexpresable construcción, está edificada en dos pisos, como un palacio real. En efecto, quien va arriba por las naves de la tribuna, si sube triste, vista la belleza perfecta del templo, se alegra y exulta. Los maestros canteros que primero edificaron la basílica de Santiago se llamaban Don Bernardo el Viejo, maestro admirable, y Roberto, con los restantes canteros en número de cincuenta, que trabajaron diligentemente bajo la administración de los fidelísimos don Wicarto, y el abad don Gundesindo, reinando Alfonso rey de España y bajo el obispo Don Diego Primero, violentísimo guerrero y hombre generoso.

3-. El sentido didáctico de las pinturas e imágenes en el templo. Guillermo Durando Rationale Divinorum Officiorum (hacia 1286)

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... Nosotros no adoramos estas imágenes y no las tomamos por dioses y no colocamos en ellas la esperanza de nuestra salvación porque ellos sería idolatría, pero las veneramos y nos evocan el recuerdo de los hechos pasados que ellas representan... Pues es piedra esculpida por la mano del obrero y la imagen que tú ves no es Dios ni hombre. Mírala y adórala en tu alma por aquello que sabes que representa. Los simple y los débiles podrían ser fácilmente arrastrados a la idolatría por el tan gran e indiscreto uso de las pinturas o de las esculturas. Pero no es censurable usar moderadamente de las pinturas para representar el mal que se debe evitar y el bien que se debe imitar. Gracias a la pintura el asunto tratado es colocado delante de los ojos, mientras que en la escritura la cosa reclama y llama a la memoria.. además en la iglesia no testimoniamos tanto respeto a los libros como a la imágenes y a las pinturas En ocasiones se pinta el paraíso en la iglesia para que su vista invite al amor y a la búsqueda de las recompensas celestiales; en otras se representa el infierno a fin de detener a los hombres de los vicios por el terror de los suplicios.

4-. El despertar de Europa en el año mil, y el inicio del Románico. Abad Glaber, 1040.

Transcurrido el año milésimo y cerca de tres más desde la Encarnación de Nuestro Señor, aconteció en casi todo el Universo, pero especialmente en Italia y las Galias, renovarse las basílicas eclesiásticas; pues aunque muchas, decorosamente acomodadas no lo necesitasen, sin embargo, cada comunidad cristiana rivalizaba en mejorar la suya con respecto a las otras. Era como si el mundo, sacudiéndose a si mismo y despojado de vejeces, se impusiera la vestidura cándida de sus iglesias: catedrales, monasterios y ermitas trocaron por otras mejores los fieles.

5-. La visión del fin del mundo y el Juicio Final, según San Juan, Apocalipsis, IV, 2-7.

Al instante fui arrebatado en espíritu, y vi un trono colocado en medio del cielo, y sobre el trono Uno sentado. El que estaba sentado parecía semejante a la piedra jaspe y de sardonice, y el arco iris que rodeaba el trono parecía semejante a la esmeralda. Alrededor del trono vi otros veinticuatro tronos y sobre los tronos estaban sentados veinticuatro ancianos vestidos de vestiduras blancas y con coronas de oro sobre sus cabezas. Salían del trono relámpagos y voces, y truenos, y siete lámparas de fuego ardían delante del trono, que eran los siete espíritus de Dios. Delante del trono había como un madre vidrio semejante la cristal, y en medio del trono y en rededor de él, cuatro vivientes, llenos de ojos, por delante y dos detrás- El primer viviente era semejante a un león, el segundo viviente semejante a un toro; el tercero tenía semblante como de hombre, y el cuarto era semajante a un aguila voladora.

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