piel de náufrago...vete y no vuelvas hasta después de la caza. 9 bicicletas las ruedas me...

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La colección un libro por centavos, iniciativa de la Decanatura Cultural de la Universidad Externado de Colombia, persigue la amplia divulgación de los poetas más reconocidos en el ámbito nacional e internacional y la promoción de los nuevos valo- res colombianos del género, en ediciones bellas y económicas, que distribuye para sus suscriptores la revista El Malpensante y se obsequia en bibliotecas públicas, casas de cultura, colegios, universidades, cárceles y organizaciones gubernamentales. Este número 85 es una antología de Xavier Oquendo Troncoso, preparada por él, para esta colección, bajo el título: Piel de náufrago.

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La colección un libro por centavos, iniciativa de la Decanatura Cultural de la Universidad Externado de Colombia, persigue la amplia divulgación de los poetas más reconocidos en el ámbito nacional e internacional y la promoción de los nuevos valo-res colombianos del género, en ediciones bellas y económicas, que distribuye para sus suscriptores la revista El Malpensante y se obsequia en bibliotecas públicas, casas de cultura, colegios, universidades, cárceles y organizaciones gubernamentales.

Este número 85 es una antología de Xavier Oquendo Troncoso, preparada por él, para esta colección, bajo el título: Piel de náufrago.

N.º 85

Piel de náufrago

universidad externado de colombiadecanatura cultural

2012

Xavier Oquendo Troncoso

Piel de náufrago

isbn 978-958-710-

© Xavier Oquendo Troncoso, 2012© Universidad Externado de Colombia, 2012

Calle 12 n.º 1-17 este, Bogotá - ColombiaTel. (57 1) 342 0288

[email protected]

Primera ediciónOctubre de 2012

Ilustración de cubiertaNoche estrellada sobre el Ródano, por Vincent Van Gogh,

óleo sobre lienzo, 1888

Diseño de carátula y composiciónDepto. de Publicaciones

Impresión y encuadernaciónNomos Impresores

Impreso en ColombiaPrinted in Colombia

UniversidadExternado de Colombia

Juan Carlos Henao PérezRector

Miguel Méndez CamachoDecano Cultural

Clara Mercedes ArangoCoordinadora General

7

extraño sucesolevantarse temprano,lavarse con el viento las manos,salir a probar suerte con el clima(descubrir que tienes mala suerte).Volver con crisantemos en los ojos,parir un escalofrío que fríe,visitar la ostra de tus perlas(descubrirle a la perla la utopía).Dormirse tarde,despertar.

8

antes de la caza

A mi padre

Quiero encontrar el lugardonde ubicarme.Entro en la vecindadde voces que me dicen: ve a buscarte lejos, en los andenes de las penas, ve a ponerte en fila con los astros; deja el poema un rato, y reconoce los olmos. Piensa que ya estorbas y no sirves, que de grande uno se trastroca y se consume.

Mamá ya no prepara bien las cenas,no hay comida hasta después del día.

Ve a buscar el círculo viciosoque pueda hacerte hombre en el insomnio de los días.

Vete y no vuelvas hasta después de la caza.

9

bicicletas

Las ruedas me recuerdan al molino.Me recuerdan dos molinos y Sanchomontando el Don Quijote de su fe.

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autobuses

A Pedro Saad Herrería

En las páginas de esa revistay en las ventanas de esos autobuses,he visto piernas verdaderamente piernas.He visto figurines que se desintegranal mirarlos con obsesión repetida.

Esas piernas, más piernas que nunca,me han devuelto el fragor de la utopía.

Pero se quedan lejos, se escapan y se van...

11

la invisible

Hay alguien,en otro lugar,que me mira como espejo.Que se pone a hacerme muecasen el borde.Que se pasea por mícomo epidemia.Me sigue a los labios,a las narices,a las penas.Hay alguien que quiere enamorarse de mícomo si fuera actor de cine,como si no hubieran más domingospara el parque,como si el juicio finaltuviera sentencia.Hay alguien que camina por las calles,pero en la vereda de enfrentehay mucho tráfico,y la pierdo.

12

el pulso

Corazón,si puedes convocar latidos de agua,convoca el que me faltapara oxigenar la soledad.

Habrán crecido ríos y no arterias,habrás visto ponientes y no soplos.

Si sabes de los mares clandestinos,late con la fuerza de la lava.

Te esperarán mis venasy el vaso de palabras que he logradocomo una aorta que no cesa de latiren un hombre oxigenado.

13

granada

Allíera la Alhambra un arco,un pilar hecho en agujeta.

Allíel agua tomaba su cauce,se anunciaba en el tiempo.

Allí un amarillo de manteca.

El árabe montando su potrancapara no volver más a la Alhambra(se despideviendo a tiempo el horizonte):

Lloras como mujer lo que como hombre no supiste defender.

El árabe quería conquistar el agua.

14

las brujas de galicia

Caminamos largopor la península del castellano.

Ampollas crecieron como montesy sedes como mares.

En Compostela descansamos.

Fabricamos un templocon el apóstol Santiago.

...

La ciudad estaba abierta,pero, no sé por qué,sentía frío.

15

sed

A Rubén Astudillo y Astudillo, a quien le gustaba este poema

No me pases la sal, samaritana.En el pozo aún hay aguasin fermentar.

He llegado sudando desde el montey quisiera ver en ti la luz del mar.

La sal, samaritana,es el lamento del marsin naufragar.

El pozo tiene espumay es de dulce.

Samaritana,quiero en tus ojosver el mar.

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dos soles

Eran largos filos los ríosque salían desde una perlaa culminar en el mar sus avenidas.

El océano se alistaba para recibir a los ríos:largos cabellos de luzen la transparencia de las piedras.

Crecían las naturalezas vivasen todas las esquinas del mundo.

Las cumbres generosas obsequian ríosa la potencia de los mares,donde caen los soles que las cumbres no perdonan.

17

el amazonas, 1542

Fueron años y luces las montañasantes de llegar al río.

Los trece de la famapartieron de la isla.Treparon secas lomas,tomando como escudolos pasos de la suerte.

Vieron las nubes negras,los diarios algodones.

El cauce estaba lejos.Los deltas no se abrían.

Al río de la especialo tapaba las selvas.

18

Llegaron ofuscados,sacándose la sed de entre las mangas.

Bebieron el azúcar de sus aguas.

Encendieron el brillo de una brasa,para festejar con fuegoel pecado de su hazaña.

19

tarde de tango en radiola

Para Lucrecia Maldonado

En el bandoneónhay aguacuando el tangose ahoga.

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deuda

Le debo un poema a los chopos,al caballo del Cid que inventó el castellano,al dios de los árabesy al de los judíos.

Un poema a la arcillaque inventó las vasijas,a las estaciones del tren de Barcelona,a los arupos que se cansan de escribir color,a las cordilleras, los deshielos, los caminos;

y a las aguas, siempre.Irreductiblemente a las aguas.

21

el gentío

Aquí habitan todos los rostros.

Ustedes ya existen por estos lares. Están grabados en las rocas pálidas de los soles hirvientes.

La magia de otroses la repetición de nuestra magia.

La historia del futuro ya está escritacomo ideograma chino.

Aquí no falta nadie;solamente hay un sol irrepetibley una serpiente con plumas para distinguirse.

22

la católica

Cristóbal:repite conmigo la oración castellanay que en las grandes olas la oración se repita.Que puedas llegar hasta el fondo de este mundo sin fondo,que no tiene vértice y que parece un huevo sin retorno.Espero tus especias: las esencias prometidasy esa transparente complicidadque conspira entre nosotros.Las joyas se van contigo hasta donde el mar las haga flotar.Son finas piedras. Cuida de su recuerdo,como he cuidado yo de tu locura.Ve hasta las Indias y conquista esas matas de aromas.Tráelas hasta donde su majestadpueda olfatearlas.Y después, vuelve a repetir la oración castellana.Yo te estaré esperando toda esta vida de especias, toda esta muerte de esencias.

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el conquistador que peca

Estabas túpensando que yo era un bizarro.Alumbrando con un candilel incendio incesante de la culpa.

Como una claraboya,como el fugaz signo de una encrucijada.

Como una partida de ajedrez ya sin jugada clara o meditada,estabas acudiendo a la lágrima.

Como un claro de hostiasen una misa hostil,en el derrumbamiento de las cosas.

Como un fino leopardo,como una bestia estabas, y en tus ojos había la cenizade las respuestas que un día se quemaron.

24

lunfardo

A Iván Oñate

Bailemos, viejo hombre,este tango lunfardo,perdiéndonos en los ecos.Agarra la cicuta de este matey bailemos, viejo hostil, la canción de las tristezas del puerto,y que la plata de este mar salga en pedazos, a ser la nueva posibilidadde los caminos.

25

reflexiones de pizarro

¿Dónde recojo el oro y la canela?¿En dónde están las joyas de esta corona amarilla?¿Por qué el sol no tiene castillo en estos reinos?

Hay que encontrar al becerro de oroque impide traspasar amor del cieloa estas llanuras montañosas.

Cerca de aquí se halla el paraíso,en él Adán amó desenfadadamente a Eva.

Hoy solo quedan unos extraños hijoscomiéndose sus frutos y sus mitos.

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la playa

Por las arenas pasan las muchachasque han decidido poblar el planetacon sus formas y sus dioses.

Por las arenas pasan los muchachos que complacen los deseos femeninoscon una inocente sonrisa que juega.

El mar, por esta vez, es solo anécdota.

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la habitable

La casa se sale de los poros,bulle en su propia voz.Es un totem que respira.Se mueve como una geisha.Me vislumbra desde el fondo.Es un cúmulo de ojos:cíclopes gigantes que acompañan.Desprende las heridas de mis miedos.Me contempla como león semidormido.

La ciudad está afueray no sospechaeste idilio de piedrasque llevamos hace años.

La casa es una ráfaga que grita.

Trato de agarrarle en su recuerdoy llora.

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los niños

A Fabricio, Talía, Juan Esteban,Mayté, Doménica, Juanja, Juaquín,

José Julián, María Emilia, Josué y Benjamín

Los vi rodeados de palmeras y pirámides,sacudidos por un viento invisibleque extraía el polvo de su piel.

Jugaban con los spondylusy las hojas de plátano.

Llamaban a la madre de las olas,al padre de los soles,y a sus hermanas lunas,para introducir la luz en sus juegos.

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Les crecían unas plumas en el cuello,unos ojos enormes los vigilabandesde las bahías de sus miedos.

Decían frases incoherentes,–palabras del misterio de las lenguas–.Hablaban el primer quichéque ellos podían.

Eran cortas sus habilidades de hombres,sin embargo el mundo era suyo.Y de las estrellas.

30

tiempo de hijos

A mis jotas

I

En el fondo de los vientoshabitan los ángeles que parecen otros vientosque se juntan con los aires normales y entonces forman los colores de las brisasque los hijos ven, y nosotros creemos que es el viento.Pero son los ángeles caídosque quieren jugar a ser viento.

II

Mira hijo, allá hay un fino ángelque quiere jugar con el fuego de tus ojos.

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Y por allá han aparecido otros seres nuevosque no son los juguetes de la casani los que encontramos en las ramas de los árboles.

No te tardes mucho con ellosque tú no tienes alaspara tapar el frío de tu asombro.

III

Es el silencio ahora.El silencio está de noche ahora.

El hijo duerme conmigo y el silencio se prende en las luces de la ciudad.entonces se ven las luces dentro del silencioy el niño se despierta y ve el silencio que le rodeay duerme como la ciudad y la noche.

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IV

Es la madre y el padrey los hijos que se van haciendo en el zaguán de los años.Y esos sofás y esos adornos y cristalesy esas maderas y los libros, son la casa. Y la casa son los hijos que se leen nuestros librosy los libros que se van haciendo hijos de los hijos. Y las cobijas y los almohadones donde duermen todos los animalitos fabricados en cuentos que han leído los hijosy que se hacen realidad de esta casa, que es el hijo de la casa y la casa del hijo.

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el primer país

I

Nos hemos reunido en la glorieta del parque antiguodonde un par de pilares se han mantenidoy aún se huele el café de las ideas.

II

Fue un barrio de machos.Las hembras dulces, como el algodón de las ferias,se desplegaban.

III En esta barbería los mayores peinaron la catarata de su corazón. El olor de su perfume y de su sombra salía en busca de la noria andinacon ojos de petróleo.

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IV

En esa plaza donde hasta ahora se juega el fútbol, siempre anduve buscando la leña que haga un fuego azul en los inviernos.

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cédula

Mi nombre es Abraham:

me bauticé a mí mismo con sangre de gitano compulsivo.

Di de comer y beber a Los bíblicos.Juntos subimos al montey en él dejamos grabadala huella de nuestra parábola de viento.

Al bajar, comenzamos a buscarla tierra prometida y saltamos enormes lagunas de desavenencias. Entonces, nos hicimos mayoresy salimos de fiesta por cada casay de estrella por cada noche.

El silencio ha sido mi arma,pero he hablado mucho.

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Tuve los guantes del poder y los perdí con creces.

Los amigos no hicieron caso omisode la ley de mis palabras.

He decidido sacrificarlos.

Subiré al monte y llevaré un corderoque los sustituya.

Los lloraré en silencio.

En ese silencio que no es el olvido.

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cacería

Decidimos tener novias. Ir a cazar, de entre las fieras, la que más cercana se halle a nuestro barrio. La que logre aposentarse en nuestras ansias. Pero la libertad del viento y unos tragos nos atrapan. Atrás quedan las muchachas vestidas de amarillo. El deseo se opaca. Somos los feos que buscamos la flor en la orilla del charco.

Ya no hay a quien cazar en esta noche.

Y Quevedo es un montón de mentiras: solo es el polvo y ya no el enamorado.

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el segundo de abordo

Mi nombre es Moisés.

Nací bajo el cielo del equinoccio,cinco mil años después de las noches amargasde mi abuelo, el que abrió el mar y me dejó la sal de sus olvidos.

Aquí yo, su principal heredero, fruto de sus equivocaciones y sus tablas.

He venido a conquistar la tierra prometida de tu vientre, las insinuantes llanuras de tu cordillera en donde haré valer la ley de mis mandamientos.

Abriré, como el abuelo, el mar de los misteriosy quedarás en mí, siempre, como un tatuaje áspero.

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las monedas

El dinero brillaba como petróleo.

Con él nos pusimos a vivir. Construimos una casa enorme que nos cayó encima.

Hacia él volvimos, pero nos dio duro. Nos rompió la cara con sus monedas prietas.

Nos quedamos los de siempre, solos, pero firmes. Robles tiernos que no quieren hacer de la leña carbón de parrilla.

Quisimos visitar a la madre del dinero y pedir la mano de su vástago. Luego acostarnos con él y hacerle un hijo que grite en oro. Pero siempre pudo más que nosotros. Un día se fue y nos dejó unos cigarrillos para que los fumemos en las penas.

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chicos cocodrilo

Nunca hemos sido los guapos del barrio,siempre hemos sido una cosa normal

David Summers

Y llegamos a tener un automóvil. No era un descapotable como el soñado en una noche mojada. Era un modelo en blanco y negro. Lo pintamos con su propio brillo.

Desde el retrovisor de nuestras ansias vimos el mundo. Éramos James Dean en nuestro mito: nos peinábamos con brillante brillantina a ver si las mujeres nos amaban.

Pero el automóvil no fue suficiente. Había que encontrar ese aire que nos mueva los cabellos engominados. Ese halo de niebla que nos pase por la frente y que nos haga saber que no éramos tan guapos, que no éramos dechados de virtudes. Que solo éramos nómades del pueblo hebreo y que, antes de encontrar la tierra nuestra, debíamos hallar a la mujer a la que invitáramos a nuestro automóvil, mientras el cielo nos encapota con sus lluvias.

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colegio de monjas

Te esperamosarrimados al auto de nuestras ansiedades.Con nuestras hormonas desatadas nos fumamos nerviosy vemos pasar el día y al cometa Halley.

Llegas a nosotros y el auto se enciende con el olorque expele tu colegiala profunda.

El viento te vuelve una copiade la Marilyn más sediciosa del planeta

La cómplice radio nos canta: Despiértame cuando pase el temblory cuando pase el olvido, claro.

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buscadores

Luego de cenarel último alimento de la pescacorríamos a buscar a la mujeren todos los costados de la vida.

Buscábamos mirarlaspor entre sus túnicas cerradasy hallar en sus corpiños la luz del nuevo día.

Ellas nos miraban como ver llover, como un anuncio de tormenta.

Éramos solo adolescentesque nos faltaba sol en las costillas.

Las mujeres se reían desde las azoteas de sus miedos.

Alguna lloró, pero las más se carcajeaban,mientras masticaban un polvo de estrellas, regalo del sol del otro día.

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del que se fue…

El viento deshoja el jardín Hoy mustio y viejo

y él ve amarillear el jardín en el espejo

Humberto Fierro

El de la foto es Jonás. Se fue un día a buscar ese otro lado del océano. Encontró algunas novedades:

– Un mundo en donde había explotado el olvido– Un cielo donde no habían nubes equinocciales– Una ciudad autista con metro y otra, paranoica, con tranvía

Jonás miró el sol y vio que era bueno como las naranjas. Y allí se quedó, adherido a la atmósfera, cual una canción de Sinatra.

De él sabemos poco. Un día nos llegó esta foto. Parece ser que está como iluminado por aguas turbias y profundas.

44

Jonás aloja en sus costillas una cigarra que sostiene el recuerdo. Me ha escrito esta postal desde la vieja Roma, el día en que Nerón decidió romper los diques del mundo.

Está lejos. Allá, donde se ingresa solo con ideas y responde Platón: “el mundo está ocupado… No insista”.

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diagnóstico reservado

Pedro enfermó. Se perdió en las medicinas. Hizo terapia de dolor con sus recuerdos. Resistió y convaleció junto a nuestras fotografías veladas.

Volvió tarde a nuestro abrazo bíblico. No nos negó. Nosotros lo negamos más de tres veces. Y los gallos siguen cantando. Quiso recuperar el tiempo perdido, pero ya aquel tiempo pasado fue peor.

Ha vuelto como el pródigo y nosotros hemos enfermado.

Nuestra enfermedad no la cura el olvido ni los antibióticos. Pedro nos coloca heridas en la sal y paños remojados de recuerdos en la frente que marchita.

No sé si mañana amanezcamos.

46

diva

Tiene azules ojos, es maligna y bella; cuando mira, vierte viva luz extraña:

se asoma a sus húmedas pupilas de estrella el alma del rubio cristal de Champaña.

Rubén Darío

La reina de Saba era una fiesta. Con la luz de su candela fabricamos el baile.

Nos enamoró el oído. Mordió nuestros besos y aprisionó en su piel nuestras debilidades. Entonces, recalentados, como una merienda, la buscábamos en su balcón de Julieta, escalando sus enredadas palabras.

Es hija de Darío, el gran poeta, hermana de la princesa triste, qué tendrá la princesa. Una reina venida a más. Por sus ojos caminaba un Dios, en su boca actuó Greta Garbo.

47

Tuvo amigas en Roma. Fue famosa como las mel-cochas. Se perfumaba en uva y enjuagaba su cutis en las mañanas de luna.

El tiempo caminó con firmeza implacable.

En ella ahora muere un sol y vive entera la soledad que es el adiós a su reinado.

Ella es su recuerdo.

48

la bohemia

La esquina donde hoy crece un eucaliptoera antes el café de nuestras horas. Allí vivimos noches y mil y una, allí asomó Aladino y su mal genio, allí éramos más grandes que el destino.

En el café de enfrente de esta lomavivimos los más pájaros momentos: igual que una vitrola sin su trompa, tanto como una explosión de mandarinas.

Allí me enamoré de tu vestido, allí pedí el amor en servilletasa la sabiduría del mesero. Allí estuve hasta que el alba se haga día, hasta que los muertos resuciten, hasta que Lázaro levante.

49

Allí llegó Goliat con sus poderesy allí nació el David de nuestras ansias,allí pelearon y allí se hicieron almas.

En este lado de la ciudad, donde el sol es poco menos que un minuto, estuvo el café de nuestra edad, que dio de comer al hambrientoy beber al bebiento.

Allí, donde ahora crece un eucaliptoque quiere hacer feliz a la vereda.

50

mochileros

Queríamos ser los apóstoles del mundo.

Vimos el mar, abrazamos las olas.

Los amigos abrían sus mochilas, sacaban la cervezamientras la espuma del aguallenaba las botellas de algún pirata cojo.

Nos hicimos amigosy el mar era testigo. Y los cangrejos,que tenían una marcha tan parecidaa nuestra dolorosa vida de amanecer.

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años

Hemos estado siempre juntos. Comimos mazmelos alrededor del fuego y fuimos testigos del descu-brimiento del frío y de los carbones de la noche.

Los bíblicos salimos a vernos, día a día, en la terraza de nuestras vanidades. En medio de nosotros habita la música y un cierto olor a café negro. En nuestra tierra se fabrica la niebla en estampas. Todo lo demás es el verano con sus caparazones de olvido.

Pero ya no estamos. Y no regresaremos. Unos daguerrotipos amarillos que ya habrán sido vela-dos por el hielo y por la sequedad del sol en estas laderas darán cuenta de nosotros.

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confesión

Una vez la felicidad vivió bajo mis hombrosasustó pájaros y vampiros

rompió los dientes y los sortilegios de los brujospuso el mundo a mi lado como un saco cerrado

juzgado y comprendido sin abrir una puerta me hizo saber que había traspuesto la región del secreto

la gran verdad olía como un jardínCarlos Eduardo Jaramillo

Te he amado desde el Averno. Desde antes de inaugurar mi cortejo de mantis religiosa. Amigos fuimos antes del fuego. Juntos atravesamos el olvido como un montón de átomos azules que no le temen a la oscuridad. Luego nos llegaría la felicidad como llegan los vientos viejos a los reinos de los cuentos de hadas. Por fin, los hijos, que creíamos lejanos como personajes de alguna fábula noruega. Nos hemos amado despacio como carrusel sin motor. Los amigos nos visitan cada fin de semana. Por ello, y por nosotros, pintamos las paredes de mostaza y azul hasta cambiar de sentido el nuevo universo y ser otros, otra vez.

El olvido está jugando naipes con Alicia, porque ella no está en el país de las maravillas.

53

recuento de los hechos

Todos nos fuimos.

Atrás se escucha el torpedo de la fiesta, la corona roja de los bares, el aguardiente azul que nos amabay la marcha desigual de la jarana.

Después, la madrugada con olor a miel.Los amigos dormidos, amontonadoscomo un pozo de trinos, como un manzano cargado.

Éramos todos, solo el viento era solo. Los demás, los otros nosotros,éramos uno en la soledad del nuevo día.

Nos dolíamos juntos y eso era la felicidad.

54

el ignorante

Es la primera nieve de tu vidaPues ayer no eran más que manchas

De color, diminutos placeres, temores, penasInconsistentes, faltos de palabra

Yves Bonnefoy

Por primera vez,la nieve.

Una especie de reproducción del mundo.

Me quedé absorto frente a los coloresque danzan en su luz.

Sentí un miedo tormentosoy unos ojos en mitad del frío.

¡Desconocida la nieve!

En la mitad de ella algo emergeantes que las aguas lo reclamen.

55

la residencia de estudiantes

Mis hijos son esos solesque el viento necesita.

Aquellos soles que se asientanen las semillas de los chopos, sobre esa suave colina,donde se dibujan pasos de poetas.

Son mis hijosesas lunas que se aclaran en los campos del rey.Esas estrellas son mis hijos,esas luces con aroma, esos vientos pelados,esos ladrillos de historia.

56

Son mis hijosesas hojas de vinoque se instalan bajo los soles.

Esos poetas, esas semillas y esos ventarrones que se ven desde la Residencia de Estudiantes,donde un día los hijos de los poetaspensamos en nuestros hijos.

57

frío de lejos

Este frío con números,este llanto ocultista,estos huérfanos miedos,esta nata que se crea en calenturas.

Los amigos que no se quedan siempre,estas sombras de saberme solo.

Estos vicios que no son compañeros,esta cama suave que no sueña.

Esta espera de primavera que no llega.

Esta nieve del viento, estos movimientos de árbol.

Esta visión ciega, ésto que no orienta.

Estas calles visitadas, pero desconocidas.

58

Todo es Invierno.

También un fruto en esos árboles sin posición de árbol,que se ven escuálidos y que se agitancomo la ventisca que estoy viendo en una cañada.

59

postal del frío

La ventana es un montón de sonidos.

Hoy los pájaros quieren entrar desde el invierno.

60

nostalgia del día bueno

… y al fin dirá temblando: “Qué frío hay… Jesús!”.Y llorará en las tejas un pájaro salvaje

César Vallejo(Idilio muerto)

El sueño, la nieve, esa nube de hastío que se repiteen los mismos rostros;la misma calle de la ciudad que alguna vezfue cuna del encantamiento.

Sin embargo,en algún árbol, por algún techo, en cualquier tejadeberá anidar el día bueno:

aquel día pródigoque no se asoma,que no entra.

En este frío,el día al que le canto aún no emigra.

61

solostodas las voces

)1(Así, como la costra de la almendraque encierra el fruto en su corteza firme,viven los solos,separados de su historia,de su tiempo, de sus aguas.

)2(Cerca de la avenida repleta de silenciosviven todas las familias de los solos.Unas son ciegas. Otras han perdido el olfato y amaestran un perroque les sirve de lazarillo. Las más perdieron la memoriay están sentadas a la derecha de su soledad.Muchas machacaron sus oídospara no escuchar el motorde sus recuerdos.Pocas no disponen del sentido del gusto,pero tienen hambre,y apenas todas tienen miedode enfrentarse a su miedo.

62

)3(Los solos comen la tristezay ahuyentan a la gentecon el olor de su potaje.Están siempre esperando que los acompañe esa mísera personaque los habita,mientras el tren pasa.

)4(Los solos: esas velas que se apagany dejan el vacío del humoen la atmósfera repleta.

)5(Los solos se miran las pupilasdesde adentro, donde hay un laberintoque termina en sí mismos.

)6(Aquí estamos los más solos que nunca. Los que ni Dios pudo sacarnos la costilla. No pudimos oxigenarnos en el paraíso. Fuimos arrancados por algún misántropo divino.

63

Ahora hemos alquilado unas compañías que llegan a la hora del té. Ellas crecen como una madreselva en las paredes de nuestra piel cicatrizada.

Estamos lactando de la mama única, la que se fue hace siglos, dejándonos sólo el pozo del corazón. Alejándose, como un cucurucho arrepentido, de la cruz del Medioevo. Las compañías no cruzan por nuestras silentes penas. Solo se ocultan tras el armario vacío que tenemos en mitad de nuestro desierto.

)7(Es solo el que se anuda la corbatay vierte en el espejo su reflejo.Se va mirando azul en un perplejogolpe que da la luz y lo desata.

Solo es el que se esconde en su gargantay busca otro sonido que lo acoja.En su coraza vibra como hojaque vuela hasta otro otoño que lo arranca.

Aquí estoy yo de solo, solamente,incrementando el surco a la corrienteque escapa de su ostra mala traza.

64

Y aquí me quedo solo como el Cristoque quiso ser humano y quedó listopara llenar la alforja de su caza.

)8(Allí viven dos solosque han decidido desunirse del sistema.Quieren poblar sus soledades divididas,cortadas por el hacha astuta de Dios –principal solitarioque nació de nuestra semejanza–.

)9(Recomendamos tomar su equipaje de mano.No regresar a ver al que está al ladoporque no existe. Aquello que usted ve es el reflejo de un holograma azulque convive con su realidad virtual.Usted está en el sombrero del magoque luego desaparece. Cualquier conejo aparecidoes un simple gesto de cortesía.Si está pensando aparecer en grandeno espere. Que los solostienen siempre una medida estándar.

65

)10(Se prohíbe el sonido del viento en compañía.Se prohíben dos solos sin pensar en un tercero. Se prohíben los besos abultados. Los pájaros de un tiro. Los ángeles volando. Se prohíbe vivir sin tener sombra que lo siga. Sin estar callado. Con mordaza.Se prohíbe domesticar a los silencios, darle de comer a la patria de un idioma querido. Se prohíben las reuniones de más de uno, abrazos gratis, sonrisas en oferta y besos sin impuestos. Se recuerda al pueblo: a los hombres y mujeresque solos lo habitan,que no hagan de su vida una visita.

Dejad todos a un lado las ausenciasy entrad al reino sin maletas.

)11(El solo está libre de impuestos, no paga el iva de la ausencia.No debe registrarse en las aduanas.

66

El solo está exonerado de los otros.Tiene un banco donde no hay más plazo fijo que la muerte. El solo está exento de figurar en catálogosdonde otros solos lo escojan. No irá a la misa de los otros.Deberá buscar a un Dios independiente.Crear una iglesia con sus mitos,vivir un rito solo con sus santos.Persignarse mirándose en su espejo.Igualar el reloj a sus horasdesfijándose la exactitud de Greenwich.

El solo no está libre de ser libre.

)12(El que no esté soloque lance la primera piedracontra él mismo,contra el espejo de su bruma,contra su deuda auto impuesta.Que se levante y camine,que busque un espacio en la muchedumbre,que baje las escaleras, que llegue en el montón hasta los trenes,que busque su boleto,

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que haga el amor con una máquina.Que no mire más que cartelesde otros solos que cantan, que actúan, que pintan.

)13(No hay que buscar a aquel que nos cobije.Es solo la manta lo que importa.

68

el deseo

)1(En ese rincón donde la luz no se refleja,en ese desván de la casa de todo hombre,ahí te habito, como una hortensia de alameda.

Ahí, donde se consuma el milagro que reclama el instinto.

)2(Entre las cercas de tus ágiles piernasel sol oscuro de la vida revienta en infinitas semillas de amor.

)3(Porque la única meta de la especiees la alcanzada por Salomón en Los Cantares de la Bella Sulamita.

)4(Solo el viento sexual que producen tus rodillas,y ese punto azul que convierte en mar la fantasía

es el amor.

69

)5(En ese puerto donde guarecen mis memoriasen esa ventolera trashumanteque permanece abierta a mis caminos,

allí apareces.

)6(Allí, donde Dios pidió perdón a las costillas,solo allí, la vida es un instante más largo.

Lo demás es sufrimiento.

)7(Allí, donde se logra silenciar toda la filosofíaexisto, reluciente, como el brillo transparente del manzano,que quiere enseñar a Dios,enredado en su mito.

70

xavier oquendo troncoso(Ambato-Ecuador, 1972). Periodista y Doctor en Letras y Literatura. Ha publicado: El (An)verso de las

esquinas (1996); Después de la caza (1998); Deste-

rrado de palabra (Cuentos, 2000); La Conquista del

Agua (2001); El mar se llama Julia (novela infantil, Quito, 2002, 2004, 2006, 2009, 2010, 2011); Salvados

del naufragio (poesía, 1990-2005); Esto fuimos en la

felicidad (Mención de Honor, Premio Jorge Carrera Andrade, al mejor libro de poesía publicada en el año, Municipio de Quito, 2009); Solos (2011); Alforja de

caza (México, 2012). Es el Director del Encuentro In-ternacional “Poesía en paralelo cero”. El Municipio de su ciudad, en 1999, le concede la condecoración Juan León Mera por toda su obra literaria y de difusión. Parte de su poesía ha sido traducida al italiano, francés

y portugués.

contenido

Extraño suceso [7], Antes de la caza [8],Bicicletas [9], La invisible [11], El pulso [12],

Granada [13], Las brujas de Galicia [14],Sed [15], Dos soles [16], El Amazonas, 1542 [17],

Tarde de tango en radiola [19], Deuda [20],El gentío [21], La católica [22],

El conquistador que peca [23], Lunfardo [24],Reflexiones de Pizarro [25], La playa [26],

La habitable [27], Los niños [28], Tiempo de hijos [30], El primer país [33], Cédula [35], Cacería [37],El segundo de abordo [38], Las monedas [39],Chicos cocodrilo [40], Colegio de monjas [41],

Buscadores [42], Del que se fue… [43],Diagnóstico reservado [45], Diva [46], La bohemia [48],

Mochileros [50], Años [51], Confesión [52],Recuento de los hechos [53], El ignorante [54],

La residencia de estudiantes [55], Frío de lejos [57], Postal del frío [59], Nostalgia del día bueno [60],

Solos. Todas las voces [61], El deseo [68]

colección un libro por centavos 1. Postal de viaje, Luz Mary Giraldo 2. Puerto calcinado, Andrea Cote 3. Antología personal, Fernando Charry Lara 4. Amantes y Si mañana despierto, Jorge Gaitán Durán 5. Los poemas de la ofensa, Jaime Jaramillo Escobar 6. Antología, María Mercedes Carranza 7. Morada al sur, Aurelio Arturo 8. Ciudadano de la noche, Juan Manuel Roca 9. Antología, Eduardo Cote Lamus 10. Orillas como mares, Martha L. Canfield 11. Antología poética, José Asunción Silva 12. El presente recordado, Álvaro Rodríguez Torres 13. Antología, León de Greiff 14. Baladas – Pequeña Antología, Mario Rivero 15. Antología, Jorge Isaacs 16. Antología, Héctor Rojas Herazo 17. Palabras escuchadas en un café de barrio, Rafael del Castillo 18. Las cenizas del día, David Bonells Rovira 19. Botella papel, Ramón Cote Baraibar 20. Nadie en casa, Piedad Bonnett 21. Álbum de los adioses, Federico Díaz-Granados 22. Antología poética, Luis Vidales 23. Luz en lo alto, Juan Felipe Robledo 24. El ojo de Circe, Lucía Estrada 25. Libreta de apuntes, Gustavo Adolfo Garcés 26. Santa Librada College and other poems, Jotamario Arbeláez 27. País intimo. Selección, Hernán Vargascarreño 28. Una sonrisa en la oscuridad, William Ospina 29. Poesía en sí misma, Lauren Mendinueta 30. Alguien pasa. Antología, Meira Delmar 31. Los ausentes y otros poemas. Antología, Eugenio Montejo 32. Signos y espejismos, Renata Durán 33. Aquí estuve y no fue un sueño, John Jairo Junieles 34. Un jardín para Milena. Antología mínima, Omar Ortiz 35. Al pie de la letra. Antología, John Galán Casanova 36. Todo lo que era mío, Maruja Vieira 37. La visita que no pasó del jardín. Poemas, Elkin Restrepo 38. Jamás tantos muertos y otros poemas, Nicolás Suescún 39. De la dificultad para atrapar una mosca, Rómulo Bustos Aguirre 40. Voces del tiempo y otros poemas, Tallulah Flores 41. Evangelio del viento. Antología, Gustavo Tatis Guerra 42. La tierra es nuestro reino. Antología, Luis Fernando Afanador

43. Quiero escribir, pero me sale espuma. Antología, César Vallejo 44. Música callada, Jorge Cadavid 45. ¿Qué hago con este fusil?, Luis Carlos López 46. El árbol digital y otros poemas, Armando Romero 47. Fe de erratas. Antología, José Manuel Arango 48. La esbelta sombra, Santiago Mutis Durán 49. Tambor de Jadeo, Jorge Boccanera 50. Por arte de palabras, Luz Helena Cordero Villamizar 51. Los poetas mienten, Juan Gustavo Cobo Borda 52. Suma del tiempo. Selección de poemas, Pedro A. Estrada 53. Poemas reunidos, Miguel Iriarte 54. Música para sordos, Rafael Courtoisie 55. Un día maíz, Mery Yolanda Sánchez 56. Breviario de Santana, Fernando Herrera Gómez 57. Poeta de vecindario, John Fitzgerald Torres 58. El sol es la única semilla, Gonzalo Rojas 59. La frontera del reino, Amparo Villamizar Corso 60. Paraíso precario, María Clemencia Sánchez 61. Quiero apenas una canción, Giovanni Quessep 62. Como quien entierra un tesoro. Poemas escogidos, Orlando Gallo Isaza 63. Las contadas palabras. Antología, Óscar Hernández 64. Yo persigo una forma, Rubén Darío 65. En lo alto del instante, Armando Orozco Tovar 66. La fiesta perpetua. Selección, José Luis Díaz-Granados 67. Amazonia y otros poemas, Juan Carlos Galeano 68. Resplandor del abismo, Orietta Lozano 69. Morada de tu canto, Gonzalo Mallarino Flórez 70. Lenguaje de maderas talladas, María Clara Ospina Hernández 71. Tierra de promisión, José Eustasio Rivera 72. Mirándola dormir y otros poemas, Homero Aridjis 73. Herederos del canto circular, Fredy Chikangana, Vito Apüshana, Hugo Jamioy 74. La noche casi aurora, Eduardo Gómez 75. Nada es mayor. Antología, Arturo Camacho Ramírez 76. Canción de la vida profunda. Antología, Porfirio Barba Jacob 77. Los días del paraíso, Augusto Pinilla 78. Una palabra brilla en mitad de la noche, Catalina González Restrepo 79. El tiempo que me escribe. Antología, Affonso Romano de Sant’Anna 80. Poemas infantiles y otros poemas, Rafael Pombo 81. Trazo en sesgo la noche, Luisa Fernanda Trujillo Amaya 82. Reposo del Guerrero, Eduardo Langagne 83. Todo nos llega tarde, Julio Flórez 84. El pastor nocturno, Felipe García Quintero 85. Piel de náufrago, Xavier Oquendo Troncoso

Editado porel Departamento de Publicaciones

de la Universidad Externado de Colombiaen octubre de 2012

Se compuso en caracteresSabon de 10,5 puntos

y se imprimiósobre papel periódico de 48,8 gramos,

con un tiraje de8.000 ejemplares.Bogotá, Colombia

Post tenebras spero lucem