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Este mensaje predicado por nuestro amado hermano William Soto Santiago

es distribuido completamente Gratis

“Y el Espíritu y la esposa dicen ven, y el que oye, diga: ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del

agua de la vida gratuitamente.” Apoc. 22:17

26 WILLIAM SOTO SANTIAGO lugares que están a través de Galaxy VII. Bueno, con nosotros tenemos por aquí al señor Miguel Bermúdez Marín de Venezuela para finalizar nuestra parte en esta ocasión. Que Dios les continúe bendiciendo a todos. “DOMINGO DE RESURRECCION.”

DOMINGO DE

RESURRECCION

Por William Soto Santiago 3 de abril de 1994

Villavicencio, Colombia Muy buenos días, jóvenes, adultos y niños presentes en este V Congreso y I Taller Latinoamericano y Caribeño: “Los Siete Rayos de Luz en los Jóvenes del Futuro.” Es para mí un privilegio muy grande estar entre ustedes y ver cómo la juventud latinoamericana tiene hambre y sed de las cosas de Dios para vivir vidas agradables a Dios y ser útiles a la comunidad, a la nación y a todo este planeta Tierra que tanto necesita jóvenes que anden en buenos caminos, que anden en el camino de Dios y que deseen luchar y trabajar por el bienestar de los demás seres humanos. Yo le doy gracias a Dios por cada uno de ustedes y me siento muy orgulloso de cada uno de ustedes. En esta mañana, domingo de resurrección, deseo leer en San Mateo, capítulo 28, verso 1 en adelante, donde dice: “Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro. Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. Y de miedo de él los guardas temblaron y se quedaron como muertos. Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor. E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí, os lo he dicho.”

4 WILLIAM SOTO SANTIAGO “DOMINGO DE RESURRECCION.” Jesús de Nazaret, el Cristo, el Mesías, el Ungido de Dios, que vivió en la tierra de Israel y fue conocido como Jesús de Nazaret, el carpintero de Nazaret, es nada menos que Emanuel, que traducido es ‘Dios con nosotros.’ El mismo Dios que sacó el pueblo hebreo de Egipto, ese Angel del Pacto que acompañó al pueblo hebreo, es nada menos que el Señor Jesucristo. El estaba en teofanía en aquel tiempo, pero El se haría hombre entre los seres humanos. Por eso fue que cuando pasó delante de Moisés, cuando Moisés deseó ver a Dios, y Dios le dijo: “Ningún hombre podrá ver mi rostro y vivir.” Le dijo: “Yo te colocaré en la peña, en una hendidura de la peña, y pasaré delante de ti, y cuando haya pasado, tú verás mis espaldas.” Y cuando Dios pasó, Moisés vio las espaldas de Dios como las espaldas de un hombre; ya Dios mostrándole a Moisés en qué forma el Angel del Pacto se manifestaría más adelante. Porque el Angel del Pacto, del cual nos habla el Antiguo Testamento, que guió al pueblo hebreo, es nada menos que un hombre de otra dimensión, un hombre de la sexta dimensión. Y ese hombre de la sexta dimensión es nada menos que Dios en un cuerpo de la sexta dimensión. Por eso encontramos en el Antiguo Testamento que el Angel de Jehová le apareció a los diferentes profetas de Dios; y en algunas ocasiones encontramos que el Angel de Jehová está hablando con esa persona: y luego dice: “Y Jehová le dijo: Tal y tal y tal cosa (a la persona).” Por eso es que a través de la Escritura, cuando el Angel de Jehová le hablaba a alguno de Sus profetas, era nada menos que el mismo Jehová, el mismo Dios, en un cuerpo de la sexta dimensión. Ese es el misterio del Angel de Jehová: que es el mismo Dios vestido de un cuerpo de la sexta dimensión. Por eso podemos ver en el Exodo, en el capítulo 23, verso 20 en adelante, que dice así: “He aquí yo envío mi Angel delante de ti para que te guarde en

DOMINGO DE RESURRECCIÓN 25 “DOMINGO DE RESURRECCION.” Ese domingo de resurrección es el domingo más hermoso de todos los domingos; porque ese domingo de resurrección resucitó nuestro Señor Jesucristo. “DOMINGO DE RESURRECCION.” Que Dios nos continúe bendiciendo a todos, que el Angel del Pacto, Jesucristo, derrame Sus bendiciones sobre cada uno de ustedes y sobre mí también, y nos guíe en esta vida terrenal, en el camino de la vida eterna, y pronto seamos todos transformados, y recibamos el cuerpo eterno que El ha prometido. Muchas gracias por vuestra amable atención y será hasta la noche que estaré nuevamente con ustedes en otra conferencia. A las 2:00 de la tarde estaremos con ustedes también, para las conferencias que estarán dictando los doctores que amablemente han venido para estar con ustedes y con todos nosotros, dándonos el conocimiento que ellos han obtenido, para que así sea de beneficio para cada uno de ustedes los jóvenes y también de los adultos y de los niños. Que Dios bendiga a estos médicos, a estos doctores, que con tanta amabilidad, y con tan buen deseo del corazón han venido para estar en estas actividades, y que Dios los use grandemente en la exposición de todo el conocimiento que quieren transmitir a todos ustedes, jóvenes. Será hasta las 2:00 de la tarde para escuchar a los doctores que estarán dictando estas conferencias, y luego también en la noche estaremos nuevamente con ustedes. Así que Dios les continúe bendiciendo a todos, que Dios les guarde, y dejo con nosotros nuevamente a Miguel Bermúdez Marín, pero antes quiero despedirme de Cayey, Puerto Rico, que está a través de la línea telefónica, y también todos los países de la América Latina, y del Caribe, y de Norteamérica, y del Canadá, que están a través del satélite Galaxy VII, canal 11, escuchando en esta mañana esta conferencia. Que Dios les bendiga a todos ustedes allá en los diferentes países de la América Latina, de Norteamérica, del Canadá, y demás

24 WILLIAM SOTO SANTIAGO “Buen siervo y fiel, en lo poco has sido fiel, en lo mucho te pondré, entra en el gozo de tu Señor.” Vean ustedes que a los que luchan y trabajan, Dios los ama y los bendice, y les tiene cosas más grandes para el futuro. Pero a los vagos, a los negligentes, a los que son un estorbo para la sociedad y se dedican a cosas que le hacen daño a la humanidad, si no se arreglan, escucharán estas palabras: “Mal siervo y negligente, en lo poco has sido infiel. Así que para el fuego donde será el lloro y el crujir de dientes.” Cristo nos enseñó a ser personas útiles, personas de trabajo, personas de bien, personas que luchan en favor de su prójimo, amando a Dios sobre todas las cosas y a su prójimo como a sí mismo. El bien, las bendiciones, que tú quieres de Dios para ti, lucha para que Dios se las dé a tu prójimo también, lucha en favor de ellos, en favor del bienestar de las demás personas. Cristo ha resucitado, resucitó el domingo de resurrección, y El vive. Y nosotros vivimos con El y viviremos con El por toda la eternidad. Eso es lo que significa para nosotros el domingo de resurrección, significa que Cristo vive, que El ha resucitado, y que nosotros hemos resucitado con Cristo a una nueva vida, a una vida celestial, a una vida agradable a Dios, a una vida de servicio a Dios y a nuestro prójimo, a una vida que El ha dicho que Sus hijos vivirán en esta Tierra; y luego viviremos con Cristo y reinaremos con Cristo por mil años y luego por toda la eternidad. Así que vale la pena servir a Cristo, vale la pena tener el sacrificio de Cristo por nuestros pecados. Esto nos da a nosotros el derecho a vivir eternamente con Cristo. El ha hecho todo el trabajo para que nosotros podamos vivir eternamente. Y ahora nosotros con creer en Su sacrificio como Cordero de Dios que quitó el pecado del mundo, recibimos todas esas bendiciones. “DOMINGO DE RESURRECCION.” Hemos visto lo que es el domingo de resurrección. Aunque trataron de negar que El había resucitado, ha llegado al mundo entero el Mensaje de la resurrección del Señor Jesucristo, y todos sabemos que El vive, porque El resucitó. Y nosotros viviremos eternamente con El.

DOMINGO DE RESURRECCIÓN 5 el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado. Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él.” ¿El Nombre de Dios, dónde está? En el Angel del Pacto, el Angel de Jehová. “Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren. Porque mi Angel irá delante de ti, y te llevará a la tierra del amorreo, del heteo, del ferezeo, del cananeo, del heveo y del jebuseo, a los cuales yo haré destruir.” Ahora, aquí encontramos que el Nombre Eterno de Dios está en el Angel del Pacto. Por eso encontramos que Moisés cuando se encontró con el Angel del Pacto en aquella zarza que ardía y no se consumía, encontramos que Moisés quiso saber el Nombre de Dios. Ahora veamos aquí en el Exodo capítulo 3, nos dice: “Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. Y se le apareció el Angel de Jehová en una llama de fuego (¿quién se le apareció? El Angel de Jehová en una llama de fuego) en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema. Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob.” ¿Quién es el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob? El Angel de Jehová, que es el mismo Jehová, el mismo Dios, pero vestido de un cuerpo de la sexta dimensión, vestido de un cuerpo teofánico. Por eso es que en San Juan capítulo 1 y verso 1 en adelante,

6 WILLIAM SOTO SANTIAGO nos dice así: “En el principio era el Verbo (el Verbo es la Palabra, la teofanía), y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas.” ¿Por quién? Por el Verbo, porque el Verbo era con Dios y el Verbo era Dios; o sea, el Verbo, la teofanía, ese cuerpo teofánico, era con Dios y era Dios; era Dios dentro de ese cuerpo teofánico. Por eso es que dice: “Este era en el principio con Dios.” Fue el primer cuerpo que Dios creó, fue lo primero que Dios creó de toda la Creación, se creó Su cuerpo teofánico. “Todas las cosas por él fueron hechas (por el Verbo que era con Dios y era Dios).” “En el principio (dice el Génesis) creó Dios los cielos y la tierra.” Y acá dice que fue el Verbo; porque el Verbo es Dios, Dios en un cuerpo teofánico. Sigue diciendo: “Y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.” O sea, que nadie más ha creado nada, solamente el Verbo, que era con Dios y era Dios. O sea, era con Dios ese cuerpo teofánico, y era Dios dentro de ese cuerpo teofánico. “En él estaba la vida (ahí tienen ustedes el origen de la vida, el origen de la vida para toda la Creación) ...En él estaba la vida (de él salió la vida para toda la Creación. Por eso: ‘por él fueron hechas todas las cosas’), y la vida era la luz de los hombres.” Ahora, vean ustedes que no hay luz para los hombres sino a través de la vida, que es el Verbo. Ahora, si continuamos leyendo, nos dice en el verso 14 de este mismo capítulo 1 de San Juan: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de virtud (lleno de gracia y de verdad).” El Verbo que era con Dios y que era Dios en ese cuerpo teofánico, se hizo carne y habitó entre nosotros. Y cuando se hizo carne y habitó entre los seres humanos, fue conocido con el Nombre de Jesús de Nazaret. Era nada menos que el Verbo hecho carne, era nada menos que el Angel del Pacto hecho hombre, visitando la raza

DOMINGO DE RESURRECCIÓN 23 día octavo, o día primero, o día domingo; por lo tanto no pudo efectuarse, en esas edades pasadas de la Iglesia gentil, la resurrección de los santos del Nuevo Testamento; porque la resurrección para todos ellos está señalada para la Edad de la Piedra Angular, que es la edad representada en el domingo de resurrección; y por esa causa las promesas de la resurrección de los muertos en Cristo se llevará a cabo en la Edad de la Piedra Angular, en el fin del tiempo o tiempo final, conforme a las promesas divinas. Nosotros estamos viviendo en ese día en el sentido espiritual. Como edad estamos viviendo en la edad de domingo espiritual o de domingo de resurrección, en donde pronto los muertos en Cristo, aquellos que han creído en el Cordero de Dios que murió en la Cruz del Calvario y quitó el pecado del mundo, resucitarán en cuerpos eternos; y nosotros que creemos en el Cordero de Dios, Jesucristo, que ha quitado el pecado del mundo, seremos transformados y tendremos un cuerpo eterno, conforme a la promesa divina. Jóvenes, cuando Dios por Su Palabra nos da a conocer todas estas bendiciones para cada uno de ustedes, jóvenes, y para los adultos y los niños, entonces no hay nada más importante para ustedes jóvenes. Los vicios no tienen ningún valor para ustedes, jóvenes, pues son cosas destructivas, cosas que destruyen el cuerpo, el espíritu y el alma de la juventud; destruyen el cerebro de los jóvenes, y los hacen inútiles para la sociedad. Jóvenes, con tantas bendiciones de parte de Dios, vivamos vidas agradables a Dios, sirviéndole a Dios y amando a nuestro prójimo como a nosotros mismos, y trabajando en favor de la humanidad. Sean jóvenes útiles. Aprendan a trabajar, si no saben, porque Dios no quiere vagos en este planeta Tierra. El Señor Jesucristo dijo: “El árbol que no lleva buen fruto, será cortado y echado al fuego.” Y al que le fue dado un talento y no lo usó, le fue quitado y fue echado a las tinieblas de afuera; y dijo el Señor: “Mal siervo y negligente.” Queremos escuchar más bien las palabras que le fueron dichas a aquellos siervos buenos que trabajaron, a los cuales les fue dicho:

22 WILLIAM SOTO SANTIAGO cuanto a que al tercer día El iba a resucitar. Así que vamos a estar aquí todos los sacerdotes y el Sumo Pontífice frente a la puerta de la tumba de Jesús.” Pero al incrédulo no le interesa estar en el lugar donde está la verdad siendo manifestada. Y si por casualidad aparece, aparece para buscarle faltas, para tratar de combatirla, y hacer que las personas no crean a lo que Dios está cumpliendo. Cristo resucitó el domingo de resurrección. ¿Y por qué domingo resucitó y no resucitó antes? Porque domingo representa la eternidad. Domingo es el día exacto para resurrección. Por eso también encontramos que el domingo fue el día que los cristianos primitivos usaban para reunirse; aunque también aprovechaban el sábado para ir a las sinagogas y darles a conocer a los que no habían creído lo que había Dios realizado en aquel tiempo en Cristo Jesús. Encontramos que el día domingo representa la eternidad, porque el ocho representa eternidad; y el domingo es el primer día de la semana, y es también el día octavo, porque después del siete viene el ocho; y el ocho siempre nos habla de eternidad. Por eso es que en aquel tiempo de la resurrección del Señor Jesucristo, resucitaron con El también los santos, los escogidos, del Antiguo Testamento, y aparecieron a muchos en la ciudad, después de la resurrección del Señor Jesucristo. Encontramos que ellos estaban en la Edad Octava, representada en el día octavo, en el día domingo. Habían vivido diferentes edades y ahora había llegado el tiempo en que el sacrificio de un cordero había sido hecho perfecto, para ellos poder resucitar y estar nuevamente en cuerpos y vivir eternamente e ir a la Presencia de Dios. Ellos están en la Presencia de Dios. Ahora, han pasado siete etapas o edades de la Iglesia gentil. Nosotros nos encontramos en la Edad de la Piedra Angular, la Edad Octava que habla de eternidad y también la primera edad para que Cristo cumpla Sus promesas. A través de las edades pasadas han estado esperando la resurrección de los muertos en Cristo y también la transformación de nuestros cuerpos, pero fueron edades que no fueron representadas en el

DOMINGO DE RESURRECCIÓN 7 humana para la solución de un problema mayor que la raza humana tenía: el problema del pecado, el problema de la caída del ser humano en el Huerto del Edén, que había contaminado la raza humana. Ahora, aquí en el capítulo 3 del profeta Malaquías, nos habla también de quién es el Señor Jesucristo. Y nos dice así: “He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí (y este fue Juan el Bautista, el que apareció preparándole el camino al Señor Jesucristo).” También el profeta Isaías dijo, acerca de Juan el Bautista, dijo que era la voz de uno que clamaba en el desierto: “Aparejad el camino del Señor.” Y antes de venir el Señor Jesucristo, el Angel del Pacto en forma humana, tenía que venir un profeta mensajero preparándole el camino; y ese fue Juan el Bautista, el precursor de la Primera Venida de Cristo. Y dice: “He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.” ¿Quién vendría? El Señor (a quien buscaba el pueblo hebreo en su templo y también en las sinagogas y en sus oraciones y en sus sacrificios que llevaban a cabo), el Angel del Pacto. ¿Quién vendría? El Angel del Pacto. A Ese sería al cual Juan el Bautista le prepararía el camino. A Ese le estaba preparando el camino Juan el Bautista. Y cuando apareció Jesús de Nazaret, un joven carpintero de Nazaret, y vino a Juan el Bautista para ser bautizado, Juan en esos días estaba predicando y diciendo: “Después de mí viene uno del cual yo no soy digno de desatar la correa de su calzado. El os bautizará con Espíritu Santo y fuego.” Y él decía: “En medio de vosotros está uno al cual vosotros no conocéis.” Y a Ese era al cual él le estaba preparando el camino. Y dice Juan el Bautista: “Y yo no le conocía, pero para que fuese manifestado a Israel, yo vine bautizando en agua (bautismo de arrepentimiento).” Pero él dijo: “Pero el que me mandó a bautizar, me dijo: Sobre aquel que tú veas el Espíritu Santo descender sobre él en

8 WILLIAM SOTO SANTIAGO forma de paloma, ese es El.” Y Juan dice: “Y yo le vi descender sobre él.” Por eso él pudo decir: “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.” Allí estaba Jesús de Nazaret, el Cristo, el Ungido con el Espíritu Santo, el Ungido con ese Angel de Jehová. En palabras más claras, dentro de aquel cuerpo llamado Jesús de Nazaret estaba el Angel del Pacto, estaba Dios con Su cuerpo teofánico metido dentro de un cuerpo de carne. Por eso San Pablo dice en I de Timoteo capítulo 3, verso 16: “Grande es el misterio de la piedad, Dios ha sido manifestado en carne.” Y cuando Isaías dijo que la virgen concebiría y daría a luz un hijo, dijo: “Y se llamará su nom-bre Emanuel (que traducido es ‘Dios con nos-otros’).” Dios se hizo hombre y habitó entre los seres humanos. Miren ustedes aquellos doctores de la Ley y sacerdotes y todos estos líderes religiosos del tiempo de Jesús, ellos lo rechazaban. Y cuando El les preguntaba: “¿Y ahora por qué causa ustedes quieren matarme, apedrearme? (Porque siempre trataban de matarlo).” Ellos decían: “Por buenas obras no queremos apedrearte, sino por la blasfemia de que tú siendo hombre te haces Dios.” Pero ellos estaban malentendiendo; pues era que siendo Dios se hizo hombre. Y cuando uno coloca mal las Escrituras, entonces uno no entiende el programa divino correspondiente para el tiempo en que vive. Ahora, podemos ver que era el Angel del Pacto; por eso El podía decir: “Antes que Abra-ham fuera, yo soy. Y Abraham deseó ver mi día, lo vio y se gozó.” Le decían: “No tienes cincuenta años todavía, y dices que has visto a Abraham.” Pues era el que le había aparecido a Abra-ham, como Elohim, con dos ángeles más, aquellos dos arcángeles, Gabriel y Miguel, que aparecieron con Dios a Abraham en el tiempo en que Dios iba a destruir a Sodoma y a Gomorra. Era Elohim, era el mismo Dios en forma visible, en teofanía. Era el mismo Jesucristo, pero en su cuerpo teofánico, y no en su cuerpo físico que tuvo cuando nació en Belén de Judea. También le había aparecido a Abraham cuando Abraham

DOMINGO DE RESURRECCIÓN 21 resucitara).” Ahora, miren ustedes hasta donde llega una persona o un grupo de personas que son enemigas de lo que Dios está llevando a cabo en una edad o en una dispensación. Si viene el mismo Dios, a El lo combaten; pues era Emanuel, que traducido es ‘Dios con nosotros’, y lo estaban combatiendo, y usando todas las tretas y mañas sucias que se podían usar por personas pecadoras para combatir a Jesús; y eran el Sumo Sacerdote, los doctores de la Ley, los líderes religiosos de aquel tiempo. Ahora miren aquí en el verso 11 del capítulo 28 de San Mateo, dice: “Mientras ellas iban (las mujeres que vieron a Jesús resucitado), he aquí unos de la guardia fueron a la ciudad, y dieron aviso a los principales sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido. Y reunidos con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados, diciendo: Decid vosotros: Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos. Y si esto lo oyere el gobernador (o sea, Pilato), nosotros le persuadiremos, y os pondremos a salvo.” Porque si se dormían los soldados, la pena para ellos era también muerte. Ahora, los sacerdotes le dan mucho dinero a estos soldados y luego le dicen: “Si acaso el gobernador, Pilato, se da cuenta de todo esto, escucha de esto, y trata de hacer algo contra ustedes, nosotros vamos a defenderlos a ustedes para que él no los mate, los vamos a poner a ustedes a salvo, o los vamos a ayudar en muchísimas formas,” y todo el dinero también que le dieron, para que mintieran y callaran la verdad de lo que había sucedido en aquella mañana de resurrección. Vean ustedes cómo pueden encontrarse en este planeta Tierra personas que tratan de ocultar el cumplimiento de lo que Dios ha prometido. Estaban tratando de ocultar el cumplimiento de lo que Jesús había dicho, que al tercer día resucitaría. Eran unos incrédulos. Si hubieran sido creyentes, hubieran dicho: “Bueno, vamos a lo menos en esta ocasión a probar, para ver si es verdad lo que El dijo en

20 WILLIAM SOTO SANTIAGO como Reyes y Sacerdotes en el glorioso Reino del Señor Jesucristo. Vean ustedes las grandes bendiciones que ha conquistado el Señor Jesucristo con Su muerte en la Cruz del Calvario y Su resurrección. El ha resucitado, resucitó. Y miren ustedes una cosa muy importante aquí en la Escritura, lo cual es mencionado; para que ustedes vean que el que es creyente: es creyente, y el que es incrédulo y no quiere ver la realidad de lo que Dios está llevando a cabo, siempre tratará de negar lo que Dios está haciendo. Cuando el Señor Jesucristo fue crucificado y fue sepultado en la tumba de José de Arimatea, miren ustedes lo que hicieron aquellos líderes religiosos. Dice en San Mateo capítulo 27 y verso 62 en adelante: “Al día siguiente, que es después de la preparación (o sea, el día sábado), se reunieron los principales sacerdotes y los fariseos ante Pilato, diciendo (Pilato era el gobernador): Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo (miren ustedes cómo trataron a Jesús, y aún después de muerto cómo lo trataban), viviendo aún: Después de tres días resucitaré.” Ahora, estaban llenos de temor, tenían miedo, porque Jesús había cumplido todo lo que El había dicho, y ahora estaban llenos de miedo, diciendo: “Ahora no vaya a ser que resucite y entonces se nos caiga la casa encima, o sea, se nos venga el pueblo encima y nos saque de ministros, de Sumo Sacerdote, y de todas estas cosas, y nos echen fuera, y entonces las cosas cambien para nosotros.” Ahora, dice: “Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos de noche, y lo hurten, y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Y será el postrer error peor que el primero (miren ustedes el miedo que ellos tenían). Y Pilato les dijo: Ahí tenéis una guardia; id, aseguradlo como sabéis. Entonces ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia (guardia permanente en ese lugar para evitar o que los discípulos se llevaran el cuerpo o que Jesús

DOMINGO DE RESURRECCIÓN 9 regresó victorioso en la batalla que tuvo con unos reyes que se habían llevado a su sobrino Lot. Le apareció Melquisedec. Y San Pablo dice que este Melquisedec sin padre, sin madre, sin genealogía, dice San Pablo que es el Rey de Salem, Rey de Paz, y Rey de Justicia; y conforme al orden de Melquisedec, dice que Jesús de Nazaret es hecho Sumo Pontífice. Así como el pueblo hebreo tenía un orden de sacerdotes aquí en la Tierra, Dios tiene un orden sacerdotal en el cielo, y ese es el orden de Melquisedec, el orden del Angel del Pacto. Por lo tanto este Melquisedec que le apareció a Abraham, y bendijo a Abraham. Abraham le dio, le pagó, los diezmos a Melquisedec, y Melquisedec lo bendijo y le dio pan y vino: tipo y figura de lo que Dios hará en el fin del tiempo, pues nos dará de sí mismo para nosotros volver a la vida eterna. Ahora, no todas las personas que han leído la Biblia saben quién es Jesús, aunque han leído la historia de Jesús. No han comprendido que dentro de aquel cuerpo que nació en Belén de Judea y que luego se crió en Nazaret estaba el Angel del Pacto; y ese Angel del Pacto es Dios en teofanía metido dentro de aquel cuerpo. Por eso es que en la Escritura encontramos que Jesús se presenta como el primero y el último. Dice Apocalipsis capítulo 1, verso 8: “Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso (y está hablando del Señor Jesucristo).” Ahora podemos ver claramente quién es el Señor Jesucristo. Lo que no han podido comprender algunas personas es porqué el Señor Jesucristo tuvo que morir. El decía: “Nadie me quita la vida, sino que yo la pongo por mí mismo para volverla a tomar.” El también dijo: “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, él sólo queda; pero si cae en tierra y muere, mucho fruto lleva.” Si el Señor Jesucristo no moría en aquel día que murió, la raza humana recibía la destrucción en aquel día; porque había llegado el tiempo en que Dios llamaba a la humanidad a juicio, y venía en ese día la condenación sobre la raza humana, y el juicio divino se tenía que

10 WILLIAM SOTO SANTIAGO desatar en aquel día. Pero dice la Escritura que Dios cargó en El, en Cristo, nuestros pecados; dice que Cristo tomó, llevó, nuestros pecados, se hizo pecado por nosotros, y así se hizo mortal. Porque El no podía morir, pero como la paga del pecado es muerte; por cuanto tomó el pecado del ser humano, se hizo mortal. Pero El dijo: “Yo pongo mi vida para volverla a tomar.” Así que está diciendo: “Yo voy a morir, pero luego voy a resucitar.” Es que El tenía un programa divino que llevar a cabo con Su muerte y luego resurrección. Y El, consciente de lo que significaba ese programa divino por el cual El vino a la Tierra, caminó hacia adelante para dar Su vida por todos nosotros. Sus discípulos no comprendían el porqué el Señor Jesucristo tenía que morir. Y en una ocasión en que Jesús dijo que subía a Jerusalén, y sería tomado preso, y sería juzgado y condenado, y el Hijo del Hombre sería entregado a pecadores, y sería muerto, Pedro dijo: “Tal cosa no te vaya a acontecer a ti.” Y Jesús le dijo: “Apártate de mí Satanás, que no entiendes las cosas que son de Dios, sino las de los hombres.” También Jesús dijo en una ocasión: “¿Y cómo se cumplirán las Escrituras, lo que está escrito de mí?” El tenía que ir a Jerusalén en aquella fecha, entrar en la forma que entró; y luego ser tomado preso, ser condenado, y morir en la Cruz del Calvario. Todas las personas estaban pensando que era el final del Señor Jesucristo, que era la derrota del Señor Jesucristo; pero allí se estaba llevando a cabo no la derrota del Señor Jesucristo, sino la derrota del diablo; porque el mismo diablo no sabía lo que estaba aconteciendo. El diablo pensó: “Ya lo tengo en mis manos, ya lo voy a destruir.” Y cometió un error cuando Cristo murió, porque el diablo allí enterró el aguijón de la muerte en Jesucristo, allí el diablo se quedó sin aguijón, el diablo se quedó sin el aguijón de la muerte. Por eso aquí en Apocalipsis capítulo 1, verso 17 en adelante, dice... Juan el discípulo amado, cuando vio a Jesucristo, aquí en este capítulo 1, dice: “Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último;

DOMINGO DE RESURRECCIÓN 19 hijos a través de las edades. Y en el fin del tiempo, conforme a Su promesa, van a resucitar los muertos en Cristo, personas que creyeron en Jesucristo en el tiempo en que vivieron, y le sirvieron a El con amor divino, y tuvieron su fe firme en el sacrificio perfecto, el Cordero de Dios, por sus pecados. Y para los que estamos vivos, la promesa es que seremos transformados. Todos los hijos de Dios que han recibido a Cristo como su Salvador, tienen el sacrificio perfecto por sus pecados, y la Sangre de Jesucristo nos ha limpiado de todo pecado. Por lo tanto El transformará nuestros cuerpos mortales, como dijo el apóstol San Pablo en su carta de I de Corintios capítulo 15, verso 51 en adelante, donde dice: “He aquí os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles (o sea, con cuerpos eternos), y nosotros seremos transformados.” Viene una transformación para cada uno de nosotros, en donde estos cuerpos mortales, corruptibles, temporales, serán transformados en cuerpos eternos, y seremos a imagen y semejanza del Señor Jesucristo; y ahí se cumplirá plenamente lo que dijo el Señor: “Si el grano de trigo cae en tierra y muere, mucho fruto lleva.” Muchos seres humanos a imagen y semejanza del Señor Jesucristo, con vida eterna y cuerpos eternos, para vivir por toda la eternidad. Sigue diciendo San Pablo: “Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. (Es necesario para poder vivir eternamente en un cuerpo). Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.” De ahí en adelante ya no habrá más muerte para los hijos de Dios. Estaremos en cuerpos eternos para vivir por toda la eternidad

18 WILLIAM SOTO SANTIAGO sacrificio de Cristo en la Cruz del Calvario, se encontrarán en graves problemas delante de Dios. Algunas personas piensan: “Pero yo no tengo que creer en el Señor Jesucristo.” Dios le ha dado libertad a toda persona, toda persona tiene libre albedrío; y por eso es que Dios juzgará a cada persona, porque le dio libre albedrío. Por lo tanto toda persona en su alma tiene el privilegio de tener el libre albedrío para creer o para ser un incrédulo a Dios y Su programa. Y por creer, la persona recibe las bendiciones de Dios; y por ser un incrédulo, la persona recibe los juicios de Dios, o sea, pierde las bendiciones de Dios. Ahora, siendo que hay que luchar, en el sentido que hay que agarrarse del Angel del Pacto y de Su programa, y hay que luchar en esta Tierra para tener la bendición de Dios; pues algunas veces hay personas ignorantes que se burlan de las personas que creen en Dios; ¿pero usted a quién le va a prestar atención? al ignorante que se burla y que lo que ha de recibir es el juicio divino, o a Dios, que le está ofreciendo el camino de la vida eterna, porque lo ama y quiere que usted viva eternamente, y se lo da a conocer en Su Palabra: “Y de tal manera amó Dios al mundo, que le ha dado a Su hijo unigénito, para que todo aquel que en El cree no se pierda, mas tenga vida eterna.” Dios nos ha dado todo lo que nosotros necesitamos para vivir eternamente. Por lo tanto nosotros creemos a Dios, y seguimos Su Palabra, y lucharemos todos los días de nuestra vida por las bendiciones de Dios. Jóvenes, la vida es creer en Jesucristo y seguirlo en esta Tierra, y luego estaremos con El por toda la eternidad. Cristo dijo: “El que se avergonzare de mí y de mi Palabra, también yo me avergonzaré de él delante de mi Padre; pero el que me confesare delante de los hombres, también yo le confesaré delante de mi Padre.” Por eso Cristo murió, para quitar el pecado del mundo, y para que cada uno de nosotros podamos vivir eternamente. Lo que ha estorbado para que el ser humano viva eternamente fue el pecado del Huerto del Edén, que contaminó la raza humana. Pero El pagó el precio del pecado en la Cruz del Calvario, y resucitó, y se sentó a la diestra de Dios, haciendo intercesión por cada uno de Sus

DOMINGO DE RESURRECCIÓN 11 y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades (las llaves de la muerte y del infierno).” Ahora, podemos ver que se quedó el diablo sin el poder de la muerte. Por eso el Señor Jesucristo podía decir: “El que en mí cree, aunque esté muerto, vivirá.” ¿Por qué? Porque Cristo es la vida eterna, y cuando el diablo le enterró el aguijón de la muerte a Cristo, allí lo perdió; y por eso encontramos que Cristo prometía todas esas bendiciones de vida eterna, de resurrección, y así por el estilo, para todos los creyentes en El. ¿Por qué? Porque era nada menos que el Angel del Pacto en carne humana llevando a cabo el programa de salvación para el ser humano. El pueblo hebreo en el Antiguo Testamento llevaba a cabo sacrificios de corderos, de machos cabríos, de animalitos, por el pecado del pueblo, por el pecado de cada uno de los he-breos. Estos sacrificios encontramos que eran aceptados ante la Presencia de Dios: y ningún animalito ni la sangre de ningún animalito tiene poder de quitar el pecado de un ser humano, y sin embargo ellos ofrecían estos sacrificios delante de Dios, y el pecado de estas personas era cubierto. ¿Y por qué? Porque estos sacrificios estaban representando al Señor Jesucristo, que es el Cordero de Dios que quitó el pecado del mundo. Y en lo que llegaba ese Cordero de Dios, ese hombre que iba a quitar el pecado del mundo, tenían que tener esos sacrificios, que eran tipo y figura del verdadero sacrificio perfecto que vendría a este mundo en la forma de un hombre; por eso eran aceptados delante de Dios y era cubierto el pecado mientras que llegaba el sacrificio perfecto. Cuando llegó el sacrificio perfecto y murió en la Cruz del Calvario, el pecado de todas esas personas que habían hecho esos sacrificio, creyéndolos, fue quitado totalmente. No ya cubierto, sino borrado completamente el pecado. Y así luego, el resto de los seres humanos, desde la muerte del Señor Jesucristo en adelante, no necesitaban sacrificar corderitos y machos cabríos, porque ya había sido hecho un sacrificio perfecto.

12 WILLIAM SOTO SANTIAGO Por lo tanto Dios solamente ha requerido creer en el sacrificio del Señor Jesucristo, que es el Cordero de Dios. No hay otro sacrificio que la persona pueda presentar delante de Dios por sus pecados, excepto el sacrificio del Señor Jesucristo. Y el que no pueda presentar ese sacrificio delante de Dios como el sacrificio por su pecado, creyéndolo con toda su alma, no tiene entonces delante de Dios un sacrificio por su pecado, por lo tanto tendrá que pagar por su pecado, porque no ha creído en el sacrificio perfecto del Señor Jesucristo como el Cordero de Dios. Y la paga del pecado es muerte. Pero para el que ha creído con toda su alma, con todo su corazón y con todas sus fuerzas en el sacrificio del Señor Jesucristo en la Cruz del Calvario, no tiene que pagar por sus pecados, porque ya el Señor Jesucristo pagó el precio por nuestros pecados, pagó el precio de la redención. Por lo tanto el que cree en el Señor Jesucristo, tiene vida eterna, y no vendrá a condenación, mas pasó de muerte a vida, a vida eterna. Por eso es que por dos mil años, aproximadamente, se ha estado predicando el sacrificio del Señor Jesucristo en la Cruz del Calvario. Fue aquel cuerpo que nació de la virgen María el sacrificio presentado ante Dios por el pecado de todo ser humano. Y para que sea efectivo para cada persona, la persona tiene que reconocer, creer, con toda su alma, que ese es el sacrificio perfecto por su pecado, para que así sea borrado su pecado y no tenga que pagar por sus pecados; porque ya el Cordero de Dios ocupó nuestro lugar, y ascendió al cielo y se sentó a la diestra de Dios, haciendo intercesión por cada uno de nosotros. Ante la Presencia de Dios El es el sacrificio por nosotros, y también es el Sumo Sacerdote, que entró al cielo, al lugar santísimo, y presentó Su propia Sangre por el pecado de cada uno de nosotros. En el templo hebreo, tanto en el que hizo Moisés como en el que hizo Salomón, en el lugar santísimo estaba el arca del pacto; sobre el arca del pacto estaba el propiciatorio, y sobre el propiciatorio estaban los dos querubines; y en medio de los dos querubines estaba la Shekinah, o sea, estaba Dios en forma de luz, en esa teofanía de luz allí manifestado. Y una vez a l año se llevaba a cabo el sacrificio de un macho

DOMINGO DE RESURRECCIÓN 17 Pero el pueblo hebreo puede estar orgulloso de Jacob, y aunque salió cojo después de ese encuentro con el Angel del Señor, con el Angel de Jehová, salió con una bendición grande: le fue cambiado su nombre. Y por eso el pueblo hebreo se llama Israel, y el territorio también se llama Israel, y los descendientes del pueblo hebreo, todos los habitantes del pueblo hebreo allá en Israel, se llaman ‘israelitas.’ ¿Ven? Y tienen la promesa de tener allí el Trono del Señor Jesucristo para el glorioso Reino milenial. Se sentará sobre el Trono de David como Hijo de David. Si Esaú no pierde esa bendición, Cristo se sentaría no en el Trono de David, sino en el trono de alguno de los descendientes de Esaú, de algún rey de los descendientes de Esaú, entonces de ese nombre sería nombrado el Trono de Cristo. Pero miren ustedes cómo todas las cosas han ido sucediendo, y los que no han apreciado las bendiciones de Dios -y sobre todo la Bendición de la Primogenitura- son los que han perdido; porque las bendiciones de Dios no se pierden, mas bien es la persona la que pierde las bendiciones de Dios. Miren, Esaú la perdió, pero la bendición no se perdió; la perdió Esaú, pero la bendición pasó a Jacob. Siempre habrá alguien que reciba la bendición de Dios, habrá alguien que luche por la bendición de Dios. Aunque siempre hay ignorantes en la Tierra, siempre hay personas que no saben el valor de la bendición de Dios, los cuales cuando despiertan se les hace demasiado tarde si es que pierden la oportunidad que tienen en esta vida aquí en la Tierra. Esaú cuando quiso la Bendición de la Primogenitura, ya era demasiado tarde. La Escritura dice: “A Jacob amé y a Esaú aborrecí.” El que quiere ser amado de Dios, tiene que ser un luchador por la bendición de Dios: luchar con los hombres y con Dios también para recibir la bendición de Dios. El que no lucha y no le da valor a la bendición de Dios, recuerde, dice: “A Jacob amé, pero a Esaú aborrecí.” Toda persona que menosprecia la bendición de Dios es aborrecido por Dios; porque Dios aborrece a aquellas personas que menosprecian Sus bendiciones. Las personas que menosprecian el

16 WILLIAM SOTO SANTIAGO comida y yo comí, y yo lo bendije; y será bendito.” Porque una bendición, cuando es dada por un profeta, se queda para esa persona. Dice Isaac: “Yo le he dado esa bendición. Está provisto de trigo y de todo. No le falta nada en esa bendición. Y será bendito, se le va a materializar todo lo que yo hablé en bendición para él.” Porque todo lo que Dios hace aquí en la Tierra, primero ha sido hablado por un profeta, y luego es materializado aquí en la Tierra en personas y en cosas que hay aquí en la Tierra. Siempre la bendición de Dios tiene que ser primeramente hablada. Hay muchas personas que buscan la bendición de Dios, y no saben cómo conseguir la bendición de Dios; pero Jacob sí sabia cómo conseguir la bendición de Dios: él sabía que su padre era el profeta de Dios para aquel tiempo, el cual tenía la Bendición de la Primogenitura para ser hablada sobre uno de sus hijos. Y Jacob estuvo presente en el momento preciso para escuchar la Bendición de la Primogenitura siendo hablada sobre él. ¿Y qué perdió Esaú? ¿Y qué ganó Jacob? Miren, el territorio de Israel, si Esaú no pierde esa bendición y Jacob no obtiene esa bendición, el territorio de Israel no sería de Israel, sería de Esaú y su descendencia. Y el Mesías cuando vino, Cristo, el Angel del Pacto, no hubiera venido en medio del pueblo hebreo, sino en medio del pueblo de Esaú. Y el glorioso Reino milenial prometido, en donde Cristo gobernará en ese territorio de Israel y sobre todo el planeta Tierra, ese Reino de Cristo no sería en medio del pueblo hebreo, sino en medio del pueblo de Esaú. Y Esaú con su descendencia serían los habitantes de esa tierra. Porque esa bendición que había sido dada a Abraham, iba pasando por sus hijos. Y la Nueva Jerusalén que estará sobre la Tierra después del Reino milenial, la cual estará en la tierra de Israel, donde está en la actualidad Jerusalén, allí será establecida esa gran ciudad eterna; vean ustedes, no sería una ciudad en medio del pueblo hebreo, sino en medio del pueblo de Esaú. Si llegan a saber todos los descendientes de Esaú el negocio tan malo que hizo su padre Esaú, no estarían muy orgullosos de Esaú, porque hizo el negocio más flojo que persona alguna pueda hacer.

DOMINGO DE RESURRECCIÓN 13 cabrío por el pecado del pueblo; y el Sumo Sacerdote tomaba esa Sangre, entraba al lugar santísimo y la colocaba sobre el propiciatorio. Si el Sumo Sacerdote entraba sin la sangre del sacrificio del macho cabrío al lugar santísimo, allí moría. Y tenía que entrar una vez al año, en el tiempo señalado por Dios para presentar ante la Presencia de Dios la sangre de la expiación. No podía ser el día que el Sumo Sacerdote estableciera, sino el día que Dios ya había establecido. El día señalado por Dios era el día 10 del mes séptimo, ese era el día de la expiación. No podía entrar otro día y llevar sangre allí por el pecado del pueblo, tenía que ser exactamente ese día. Si el pueblo hebreo quedaba sin ese sacrificio y esa sangre colocada sobre el propiciatorio en el lugar santísimo, el pueblo tenía que pagar por todos sus pecados y sus faltas, y luego tenía que esperar hasta el otro año, el mismo día señalado por Dios, para que entrara el Sumo Sacerdote con la sangre de la expiación y la colocara sobre el propiciatorio, que estaba sobre el arca del pacto. En palabras más claras, el pueblo hebreo entonces tendría un año completo de plagas, de problemas, de sufrimientos, de juicios divinos, cayendo sobre el pueblo hebreo. Por eso siempre el Sumo Sacerdote estaba listo cuando llegaba ese mes, tenían todo arreglado para el gran sacrificio de la expiación; porque si fallaban en ese día y a la hora exacta establecida por Dios, entonces las bendiciones de Dios no podían venir sobre el pueblo hebreo, porque todo el pecado del pueblo era visto por Dios. Pero cuando se presentaba la sangre de esa expiación en el lugar correcto, en el propiciatorio que estaba sobre el arca del pacto en el lugar santísimo, ya cuando Dios miraba al pueblo, lo miraba a través de esa sangre, y no podía ver el pecado, porque estaba cubierto. Y aunque era solamente cubierto, no quitado, Dios no podía enviar juicios, sino bendiciones al pueblo he-breo. Como pueblo, antes del Señor Jesucristo, el único pueblo que conocía cómo acercarse a Dios y recibir las bendiciones de Dios, era el pueblo hebreo. Dios se lo mostró al pueblo hebreo, y Dios escogió al pueblo hebreo como la única nación en donde Dios establecerá Su Trono, y donde establecerá el glorioso Reino milenial, y donde estará

14 WILLIAM SOTO SANTIAGO el Trono del Señor Jesucristo como el Hijo de David, y también donde estará la Nueva Jerusalén. Todas esas grandes bendiciones que tiene el pueblo hebreo las obtuvo Jacob cuando le compró la Primogenitura a Esaú; y luego cuando fue a su padre Isaac para recibir la Bendición de la Primogenitura. Y luego más adelante cuando ya regresaba a la tierra de la herencia, se encontró con el Angel del Pacto, lo agarró bien, no lo dejaba ir, y ya estaba amaneciendo, y el Angel del Pacto le decía a Jacob: “Suéltame, que ya tengo que irme.” Y Jacob le decía: “No te dejaré, no te soltaré, hasta que no me bendigas.” ¿Ven ustedes? Una persona que ama a Dios y ama Sus bendiciones, lucha hasta con Dios para recibir las bendiciones de Dios. Jacob luchó y el Angel le dijo a Jacob en esta ocasión en que luchó con él, aquí en el capítulo 32 del Génesis, comenzando en el verso 24, dice: “Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba. Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba. Y dijo (el Angel): Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices. Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob. Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.” Había luchado con Dios y con los hombres. Allí estaba luchando con Dios, porque estaba luchando con el Angel del Pacto, que es Dios en un cuerpo teofánico; y había vencido. Porque ya cuando el Angel le dice: “¿Cuál es tu nombre?” Ya tenía la victoria Jacob; porque Jacob estaba luchando por la bendición de Dios, la bendición del Angel del Pacto. Había también luchado con los hombres, como le dice el Angel: había luchado con su hermano Esaú, le compró la Primogenitura; había luchado anteriormente: Estaba luchando todo el

DOMINGO DE RESURRECCIÓN 15 tiempo por esa Bendición de la Primogenitura, hasta que la logró. Había luchado en el vientre de su madre por nacer primero, porque el primero que nacía tenía los derechos de la Primogenitura; y no pudo nacer primero; pero siguió luchando por la Bendición de la Primogenitura, hasta que se la compró a Esaú. Jacob le compró los derechos a su hermano Esaú, los derechos de la Primogenitura. Y luego luchó con su padre también (Isaac) y obtuvo la Bendición de la Primogenitura. O sea, había luchando con los hombres y con Dios, y había vencido. Isaac, cuando bendijo a Jacob creyendo que era Esaú, le echó todas las bendiciones de la Primogenitura. Son las bendiciones divinas, que alguna persona al escucharlas, puede pensar que solamente son palabras habladas; pero esas palabras habladas por la persona correcta, que era Isaac, era un profeta... Cuando un profeta habla la Palabra de bendición, esa Palabra luego se tiene que materializar; porque esa es una Palabra creadora, es la misma Palabra creadora con la cual Dios dijo: “Sean los Cielos y la Tierra, y fueron hechos. Sea la luz, y fue la luz.” Es la misma Palabra creadora colocada en la boca de un profeta. Por eso luego que Isaac bendijo a Jacob, y Jacob se fue, llegó Esaú a buscar la Bendición de la Primogenitura siendo hablada por su padre Isaac. Y cuando le dice: “Padre mío, he regresado. Aquí está la comida que tú me dijiste que te trajera.” Su Padre le dice: “¿Quién eres tú?” Esaú le dice: “Padre, yo soy Esaú, tu primogénito.” Porque venía a buscar la Bendición de la Primogenitura; y sin embargo ya se la había vendido a Jacob por un plato de comida; y ahora viene con un plato de comida para su padre; pero ya Jacob con otro plato de comida se había ganado la Bendición de la Primogenitura siendo hablada. Buen comerciante Jacob. Por eso dicen que los hebreos son buenos comerciantes, porque su padre Jacob fue buen comerciante; y por cuanto él recibió la Bendición de la Primogenitura, la heredan ellos también. Ahora, encontramos que su padre Isaac, cuando Esaú le dice: “Yo soy Esaú, tu hijo primogénito.” Isaac dice: “Ha venido tu hermano Jacob con engaño, con maña, con astucia, y me ha traído