PETRE

EL NIÑO QUE QUISO SER GITANO

Hace mucho tiempo vivía un niño pequeño, no era gitano con su madre y padre, éstos eran borrachos y obligaban al chiquito a mendigar...

El niño cansado de pedir limosnas, y de las palizas que le daban se marchó. Siguió pidiendo y mendigando como siempre.

Desde una montañita vio un campamento gitano, donde los gitanos, fabricaban ollas, y los niños jugaban y las gitanas cocinaban. Pero tenía miedo de acercarse y que le pegasen u algo peor.

Se le acercó un gitano viejo, el jefe de los gitanos, Alyosha, que le dijo:

Hola, soy Alyosha, el patriarca de los gitanos, no nos tengas miedo. Ven que te daré de

comer.

Cuando lo vio Milka, la esposa del anciano, se compadeció de él y le dio de comer, a pesar de que el

niño estaba asustado.

Alyosha, le dijo: - Puedes venir a nuestro campamento

y va a ser suficiente que digas “Jabé”, que significa comida y si no, vienes a hacerme compañía.

Una vez, en invierno, el niño que temblaba de frío, se decidió ir al campamento de Alyosha.

Era ya noche, el fuego estaba prendido, el niño se acostó al lado de la hoguera, y los demás le dejaron en paz.

A la mañana siguiente, le enseñó el campamento y cómo se llamaban las herramientas de trabajo.

Este se llama chokáno

Este bigornia es un dopo

Los palos de la carpa Koverchi

El anciano, a pesar de que tenía ya hijos casados, adoptó al joven y lo llamo Petre,

como su propio abuelo.

Cuando Petre cumplió 15 años se casó con una joven gitana, hermosa.

Pasaron los años y formó su familia. Fue feliz, era calderero, un gitano orgulloso entre todos los gitanos. Esta historia es verdadera. Dicen que sus descendientes vinieron a España.