Perro callejero

Ahora soy el perro de paso lentoQue ayer corrió feliz por el jardínLa edad se ha ido como el vientoY con resignación veo llegar mi fin.

Mi padre fue un perro tan callejeroY mi madre de casona muy formalPara llegar al mundo fui el primeroHabía en mi hogar una alegría total.

De mi padre heredé éstas orejasY de mi madre la colita color caféDurmiendo así entre ropas viejasMuchos momentos bellos yo gocé.

Pues de mi padre tengo lo curiosoY de mi madrecita el buen corazónAprendiendo de mi papá lo furiosoDe mi madre lo incansable y retozón.

Si, fuimos cinco hermanos de cunaY a mis cuatro hermanos vi crecerY en la paz de un atardecer de lunaNo supe como pudieron desaparecer.

Tal vez algunos de ellos se marcharonPorque jamás en mi vida los volví a verMe enteré que a algunos los regalaronLos esperé creyendo que iban a volver.

No niego que fui un perro parranderoCon todas las damas galán y muy cortésY que tiré en mi carrera a un panaderoPorque se enredó entre mis cuatro pies.

Yo sé que fui en mi vida un andariegoUn condenado perro loco y correlónQue fui también un perro mujeriegoPero en carreras fui todo un campeón.

Que troté por aquellas grandes callesRetozando en cada parque y por ahíMarqué con aroma el arco de VersallesY saltaba como un bólido hasta aquí.

Ahora soy ése feo perrito de paso lentoY que alguna vez corriera por el jardínMe voy dejando llevar por el frio vientoPorque espero resignado llegar mi fin.

Autor: Adonisedec González Jarquín Oaxaca de Juárez, Oax. México Marzo, 2010.

P.D. Dedicado a todos aquellos perros que deambulan por las calles y que sin tener un hogar tienen mucho que contar, resultando curioso que por sus actitudes y en las etapas de su vida algunos seres nos identificamos con él, quizá por ser nuestro mejor amigo, esperando que a alguien le guste y la convierta en canción.

Ahora soy ése feo perrito de paso lentoY que alguna vez corriera por el jardínMe voy dejando llevar por el frio vientoPorque espero resignado llegar mi fin

Algunas veces fui demasiado orgullosoA veces hice todo con absoluta humildadPor instantes creí ser un todo poderoso Y hoy me hundo en esta inmensa soledad.

Que sabroso es un buen pedazo de queso Del bistec lo suave y exquisito yo disfrutéPero me tuve que conformar con un huesoCuando ni una telera en la basura encontré.

Recuerdo esas épocas de muchas hambresDe sufrimientos, lágrimas y demasiado dolorAhora de aquello me quedan los calambresMi pelo luce sucio y ha perdido aquel color.

Como no añorar cuando era un pequeñitoTodos los niños me querían siempre abrazarAhora de mi todo se encuentra ya marchitoY solo éstas mil pulgas me quieren acariciar.