periodico 8 feb
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Con su poder divino Jesús vence el mal que trata de dominarnos de
muchas maneras: físicas y espirituales, como veremos en el caso de Job
y en los numerosos enfermos que cura Cristo.
También Pablo siente la urgencia de anunciar la salvación de Dios para
el ser humano, necesitado de
liberación, y exclama: ¡Ay de
mí si no anuncio la Buena No-
ticia de Dios! Pues sabe Pablo
que la fe que salva, finalidad
de toda evangelización, nace
del Mensaje, y éste consiste
en hablar de Cristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
1a. LECTURA:- Del libro de Job 7, 1-4, 6-7; “Se me han asignado noches de dolor”
SALMO RESPONSORIAL:- del Salmo 146; “Alabemos al Señor, nuestro Dios”
2a. LECTURA:- De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios 7, 32-359, 16-19,
22-23; “¡Ay de mí, si no anuncio el Evangelio!”
EVANGELIO:- Del santo evangelio según san Marcos 1, 29-39; “Curó a muchos enfermos
de diversos males”
Parroquia San Francisco
de Así s 8 de Febrero 2015
C: Presentemos al Padre nuestras plegarias.
Él nos ama y nos da su amor. Después de
cada petición diremos; Escúchanos,
Padre.
ESCÚCHANOS, PADRE.
L: Por la Iglesia. Que sepamos comunicar a
nuestro mundo la Buena Noticia de
Jesucristo, tanto con nuestra palabra como
con nuestra vida. Oremos.
L: Por los legisladores de México. Que electos
para servir al pueblo, busquen el bien de la
mayoría. Oremos.
L: Por los hombres y mujeres de buena
voluntad. Que en medio de la crisis que
vive el mundo, mantengamos el coraje y la
esperanza de trabajar por la solidaridad y
la justicia. Oremos.
L: Por los pescadores y por todas las personas
que viven del mar. Que puedan hacer su
trabajo en condiciones dignas y que todos
sepamos cuidar el entorno natural de
mares y océanos. Oremos.
L: Por los jóvenes. Que puedan encontrar
caminos de participación y compromiso
dentro de nuestra sociedad. Oremos.
L: Por nosotros. Que seamos evangelizadores
de nuestro entorno: la familia, el trabajo, el
lugar donde vivimos, nuestros vecinos, y
conocidos. Oremos.
C: Escucha, Padre, nuestra oración, y haz
que demos siempre testimonio de la
Buena Noticia del Evangelio. Por
Jesucristo nuestro Señor.
Te damos gracias, Padre,
porque Jesús pasó haciendo el bien
y curando a los oprimidos por la enfermedad.
Él cargó con nuestras dolencias, sanándonos
con su dolor. Y con sus milagros a favor
de los pobres y enfermos inauguró la espera-
da salvación del reino de Dios para el hombre
que tú amas con ternura de Padre.
El ejemplo de Jesús nos estimula
al compromiso cristiano a favor de
la liberación de los más necesitados.
Concédenos, Padre, imitar la madurez de su
diálogo contigo, la profundidad de su oración
y la generosidad de su entrega.
Así avanzaremos en el soporte humano
para una fe adulta.
Amén.
ORACIÓN DE LOS FIELES
ORACIÓN PERSONAL
CAPA PLUVIAL (Etim. Latin pluvia, lluvia. Eran uti-
lizadas para evitar mojarse en los días húmedos).
Tiene su origen en la romana lacerna, con la
cual se confundía hasta el punto de servir en
un primer momento las propias capas de prín-
cipes o magnates que después se ofrecían al
culto. Como esta prenda empezó a llevarse en
las procesiones, fuera de los templos y se em-
pleó para protegerse de la lluvia y del frío, se
llamó pluvial en Italia, nombre que se ha con-
servado hasta hoy en el lenguaje eclesiástico.
La capa pluvial empezó a utilizarse en la litur-
gia por sacerdotes y cantores en el siglo X y
servía no sólo en las procesiones sino tam-
bién para ciertos actos del coro y otras cere-
monias.
Se utiliza en algunas ceremonias litúrgicas
como bautismos, rezo de las Horas, etc.
Secretariado de Liturgia
Arquidiócesis de Monterrey
* Hacemos una invitación para que juntos como
hermanos en Cristo celebremos con fe y esperanza
cristiana el DIA DEL SEMINARIO, Institución donde se
preparan los fututos pastores del pueblo de Dios que
será el próximo domingo 15 de febrero, unámonos en
oración por las vocaciones .
* Con la imposición de las ceniza, se inicia una
estación espiritual particularmente relevante para
todo cristiano que quiera prepararse dignamente
para vivir el Misterio Pascual, es decir, la Pasión,
Muerte y Resurrección del Señor Jesús. Este año será
el miércoles 18 de febrero, preparémonos.
PARROQUIA SAN FRANCISCO DE ASÍS EN MONTERREY
H. Colegio Militar y Laureles, Col. Del Prado Monterrey, N. L. Tel. (81) 83 75 07 31
Misas
Lunes a Sábado; 7:00 p.m.
Domingo; 10:00 a.m. 12:00 md. 1:30 p.m. 7:00 p.m.
Horario de Oficina
Lunes a Viernes; de 9:00 a.m. a 1:00 p.m. y de 4:00 p.m. a 7:00 p.m.
Sábado; de 9:00 a.m. a 1:00 p.m.
PASATIEMPO (Mc. 1, 29-39)
“Jesús curo a muchos enfermos de diversos males y expulso a muchos demonios”
M A D R U G A D A S
D E Q O W Y Ñ Z N O
E X E T B N M S D M
M P R N G H O I R R
O U B A H M D M E E
N L E V R Ñ P O S F
I S I E L K J N H N
O A F L A S D F G E
S D S I N A G O G A
E O V U A R G E U S
Simón
Andrés
Fiebre
Enfermos
Demonios
Madrugada
Levanto
Suegra
Sinagoga
Expulsado
V Domingo Ordinario Ciclo B
Job 7, 1-4. 6-7 / Sal 146 / 1Cor 9, 16-19. 22-23 / Mc 1,29-39.
La vida del hombre, hermanos, por experiencia propia y ajena es, como escu-chamos en Job, una milicia, no en el sentido be lico, sino un continuo esfuerzo.
Vamos en la historia de la humanidad –la componemos cada uno- entre ambi-ciones y temores; ambicionamos riquezas, bienestar, amor, lo que produce ale-grí as; y tememos el dolor, las humillaciones y la muerte. Caminamos entre dos po-los y nuestra lucha se entabla en cuanto que buscamos con prisa desmedida al uno y huimos, como de un enemigo, del otro. Buscamos a toda costa el placer, y evadi-mos el dolor.
La vida es un trabajo exigente y a veces agotador por el mucho tiempo que nos demanda. Ese trabajo, de cara a Dios, trae muchas satisfacciones a la corta y a la larga; así como la huida del esfuerzo trae consigo el riesgo de una vida vací a, no es lo mismo soportar el dolor que ofrecerlo al Sen or sabiendo que E l hace que todo contribuya para nuestro bien. (Rom 8,28) Todo, contribuye a ese fin, las cualidades naturales, las contradicciones, la enfermedad, hasta el pecado, que E l permite en la vida de sus hijos como permitio las negaciones de Pedro, para que se afiancen en la humildad y el amor.
Un joven recie n graduado con honores, con perspectivas de e xito, querido por familiares y amigos, y de pronto con un ca ncer incurable. Aquel muchacho, si no hubiera tenido fe, se hunde; pero como reflexiono so lo, en una noche de insomnio y de lucha interior rebela ndose contra Dios y contra su suerte, termino por decir: “Bendito ca ncer que me bajo los humos; me creí a mucho, pero sin Dios; ahora me quedan seis meses de vida y espero en paz; Dios sabe lo que hace, bendito sea”.
El entusiasmo que pone San Pablo al escribir y evangelizar gratuitamente es un estí mulo para quienes toman al Sen or en serio, como E l lo hace con nosotros. Para el Apo stol su gloria es anunciar a Cristo. Trabaja pensando en un ideal nunca plenamente alcanzado; sin interrumpir su esfuerzo quiere llegar a todos con la no-vedad del Evangelio parecie ndole que siendo su misio n, que por obediencia acep-to , quiere cumplirla gratis porque “agradece el gozo de haber sido elegido desde el seno materno para una labor ciertamente enorme e inmerecida”.
Los padres de familia de hace varios decenios querí an que sus hijos al estu-diar tambie n aprendieran el ingle s; ahora el chino mandarí n, porque son lenguas que se usan en las profesiones y negocios, y hacen bien; es muy bueno lo que desean para sus hijos; pero, se pregunten frecuentemente ¿hacia do nde apuntan sus intereses en definitiva? Podrí an reflexionar dicie ndose como buenos esposos y
padres; ¡Hay de nosotros si no les damos lo mejor! Estudios y carrera para que sepan trabajar, que fin ma s laudable, sí ; pero tambie n se preguntan no so lo co mo vivira n aho-ra sino tambie n despue s. Podrí an sinceramente decir: “¿Hay de nosotros si no los evan-gelizamos a profundidad?”
Darles facilidades, estudios y carreras sin referencia a Cristo es como sembrar en el pavimento. Ganancias materiales y herencias se ira n a la deriva si falta lo esencial. Viven tus seres queridos en gracia y adema s estudian mucho, que bueno; se superan, trabajan y ganan los mejores puestos en las grandes empresas pero sin Dios, ¡que po-breza! Todo serí a una ilusio n; perdido lo fundamental todo es vanidad.
Si hacemos nuestra las palabras del apo stol a propo sito de Jesucristo, nosotros di-rí amos: ¡Ay de mí si no me doy tiempo para escucharlo y así comunicar a mis hermanos el mensaje del Sen or!
Recordemos que el ambiente en que nacio , crecio y maduro Saulo de Tarso era de constante oracio n. No se daba un paso sin referencia a Dios. Parecerí a excesivo, pero se respiraba en el ambiente palestino de entonces la oracio n como indispensable es el ai-re. Habí a una oracio n para decirla al despertar, para desperezarse, para ponerse de pie; una para el primer paso que se daba, para ponerse cada prenda de vestir; al ponerse las sandalias y cubrirse la cabeza; al momento de lavarse, al sentarse a la mesa se ora-ba para bendecir el pan, los cereales, el vino, la fruta, etc. Y al concluir los alimentos, otra. Bendecir a Dios al recibir una buena noticia, al encontrar un amigo, al pedir la sa-lud de alguien y al recuperar la salud perdida. Así viví a cada familia, quiza así se practi-co en Nazaret en el hogar de La Virgen Marí a y San Jose .
El Evangelio de hoy nos presenta al Sen or que va a la sinagoga de Cafarnau m por primera vez; y como sen ales de la misio n que su Padre le encomendo predico al pue-blo, expulso un demonio y curo fí sicamente a la suegra de Pedro so lo porque se lo dije-ron; despue s curo a muchos enfermos, expulso demonios y volvio a su oracio n en la so-ledad para disponerse a continuar su misio n. Vemos, hermanos, que Jesu s pasa hacien-do el bien; vuelve a su habitual oracio n en la soledad para decir a los suyos que hay que ir a otros pueblos a ensen ar. La leccio n es clara, quiere colaboradores; tu y yo, que es-cuchamos su doctrina, que hemos sido liberados de tantos males, que lo vemos inmer-so en la plegaria, una monos a su intencio n, y a sus deseos de misionar. Demos una res-puesta generosa con el deseo sincero de que no unos cuantos, ni siquiera muchos, sino todos se acerquen ma s a Jesu s que quiere llegar a todos porque dice: “debo ir a otros pueblos –personas, comunidades, ciudades- porque para eso he venido”.
Alabado sea Jesucristo, enviado del Padre.
Mons. Juan Jose Hinojosa Vela
Llenos de aflicción y con lágrimas
fluyendo de los ojos,
acudimos en las horas amargas de la en-
fermedad a tu maternal corazón,
para pedirte que derrames
a manos llenas
el tesoro de tu misericordia
sobre nosotros.
Indignos somos por nuestros pecados de
que nos escuches:
pero acuérdate de que jamás se ha oído
decir que ninguno de los que
han acudido a Ti
haya sido abandonado.
¡Madre tierna! ¡Madre bondadosa!
¡Madre dulcísima!
Ya que Dios obra por tu mano curaciones
innumerables en la
Gruta prodigiosa de Lourdes,
sanando tantas víctimas del dolor,
guarda también una mirada de bendi-
ción para nuestro pobre enfermo…
(dígase el nombre del enfermo/a).
Alcánzale de tu Divino Hijo
Jesucristo la deseada salud,
si ha de ser para mayor gloria de Dios.
Pero mucho más, alcánzanos a todos el
perdón de nuestros pecados,
paciencia y resignación
en los sufrimientos
y sobre todo un amor grande
y eterno a nuestro Dios,
prisionero por nosotros en los Sagrarios.
Amén.
TE INVITAMOS A PARTICIPAR A UNA REFLEXIONES DE CUARESMA PARA
PREPARARNOS PARA LA PASCUA, ES EL PRÓXIMO SÁBADO
14 DE FEBRERO DE 4 A 7 P. M
La Cuaresma 2015 comienza el 18 de febrero con el miércoles de
ceniza. te invitamos a meditar el mensaje del Papa Francisco
“Fortaleced vuestros corazones” da click en la siguiente imagen y
escucharás una síntesis