pentagrama 5 2013

52

Click here to load reader

Upload: salome-paraseth

Post on 30-Mar-2016

293 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

«Y abandoné esta región y me elevé hacia la primera esfera, brillando con un resplandor fulgurante, cuarenta y nueve veces más intenso, como antaño cuando yo estaba en el firmamento. Desde mi llegada ante la entrada de la primera esfera, todas las puertas se pusieron en movimiento y se abrieron de común acuerdo. Penetré en las moradas de esta esfera, brillando con el resplandor fulgurante de una luz inconmensurable, y todos los arcontes y todos los que se encontraban allí sintieron pavor». Aquí se alude al campo solar, llamado en La Pistis Sophia la primera esfera. Es el campo del sistema solar del que la Tierra forma parte. Para escapar de este campo, la luz del tercer manto debe volverse cuarenta y nueve veces más poderosa, lo que es posible. Lo natural, lo débil y lo insignificante se vuelve lo fuerte, lo majestuoso, porque a través de todo el universo vibra una fuerza gnóstica que escapa a todo control y a toda interpretación científicos. Cuando el ser humano está unido a esta fuer

TRANSCRIPT

Page 1: Pentagrama 5 2013

cover 3-13 buiten def.indd 3 17-05-13 10:37

El canto de alabanza secreto de Hermes

Como una sonrisa que viene del cielo

El Ánimo y el ser humano

Perlas del hermetismo

Pitágoras y su escuela

Una exploración en siete partes

2013 NÚMERO 5

El «saber» busca establecer nuestra existencia sobre sólidos y seguros fundamentos. Mientras tanto, existe el no-saber que jamás se sitúa lejos. Desde siempre nos roe en silencio, desde el exterior, desde el interior. «Mirando en otra dirección, metiendo la cabeza bajo la arena o encogiéndonos de hombros», nos protegemos, fuera del alcance del no-saber. El no-saber, por el contrario, es paciente y gusta de las vías subrepticias. Después llega un día que nos encontramos hundidos hasta las rodillas, y el «saber» nos abandona ante las grandes cuestiones existenciales. Mas es una gran dicha no-saber. En el no-saber buscar y encontrar se detienen; nosotros somos los buscados y encontrados. Esperar equivale a continuar. Y allí, completamente de improviso, la conciencia, la experiencia de un Saber –con mayúscula– nos toca. Un saber de otro orden.

Page 2: Pentagrama 5 2013

tijd voor leven 2

Redactor JefeA.H. v. d. Brul

Responsable editorialP. Huis

RedacciónPentagrama

Maartensdijkseweg 1

NL-3723 MC Bilthoven, Holanda

e-mail:[email protected]

Edición y administraciónFundación Rosacruz

Camino del Pesebre, s/n.

50162 Villamayor (Zaragoza)

web:www.fundacionrosacruz.org

e-mail:[email protected]

© Stichting Rozekruis Pers.

Ninguna parte de esta revista

puede ser reproducida sin la

autorización escrita del editor.

La revista pentagrama aparece seis veces

por año en holandés, alemán, español,

francés e inglés.

En brasileño, búlgaro, finés, griego, húngaro,

italiano, polaco, ruso, eslovaco, sueco y

checo, sólo aparece cuatro veces por año.

Depósito legal:

GI 1005-95

Revista de la Escuela Internacionalde la Rosacruz ÁureaLectorium Rosicrucianum

La revista pentagrama se propone atraer laatención de los lectores sobre la nueva era queha comenzado para el desarrollo de la humanidad.El pentagrama siempre ha sido el símbolodel hombre renacido, del hombre nuevo.Es igualmente el símbolo del universo y de sueterno devenir, por el que tiene lugar lamanifestación del Plan de Dios.No obstante, un símbolo sólo tiene valorcuando se convierte en realidad. El hombreque realiza el pentagrama en su microcosmo,en su propio pequeño mundo, se mantieneen el camino de la Transfiguración.La revista pentagrama llama al lector a realizaresta revolución espiritual en sí mismo.

Page 3: Pentagrama 5 2013

de geheime lofzang 1 1

El Canto de alabanza secreto de Hermes 2 A propósito del renacimiento y de la iniciación

El Sol 5, 35, 43, 46

El Ánimo y el ser humano 6 i Perlas herméticas ii Dios, el cosmos y el ser humano 9 iii El ser humano es un dios mortal 11 iv La inspiración por el Ánimo 13 v El despertar del Ánimo 14

Como una sonrisa que viene del cielo 16

Pitágoras y su escuela –Una exploración en siete partes 18 i Un pensamiento de hace 2600 años ii El mito de Dionisos 19 iii La Tetraktys 21 iv La restauración de la triada 23 v Los Versos Áureos 24 vi A propósito de las cuatro ciencias objetivas 28 vii Desde detrás de la cortina 30

Hacia una revolución mundial del alma 37 Impresiones del camino de experiencias de un alumno

Errar en tierra desértica 44 Del no-saber y del mismo más allá

«Y abandoné esta región y me elevé hacia la primera esfera, brillando con un resplandor fulgurante, cuarenta y nueve veces más intenso, como antaño cuando yo estaba en el firmamento. Desde mi llegada ante la entrada de la primera esfera, todas las puertas se pusieron en movimiento y se abrieron de común acuerdo. Penetré en las moradas de esta esfera, brillando con el resplandor fulgurante de una luz inconmensurable, y todos los arcontes y todos los que se encontraban allí sintieron pavor».

Aquí se alude al campo solar, llamado en La Pistis Sophia la primera esfera. Es el campo del sistema solar del que la Tierra forma parte. Para escapar de este campo, la luz del tercer manto debe volverse cuarenta y nueve veces más poderosa, lo que es posible. Lo natural, lo débil y lo insignificante se vuelve lo fuerte, lo majestuoso, porque a través de todo el universo vibra una fuerza gnóstica que escapa a todo control y a toda interpretación científicos. Cuando el ser humano está unido a esta fuerza gnóstica, cada hijo de Dios escapa de toda comprensión y dirección naturales.

J. van Rijckenborgh, Los Misterios Gnósticos de la Pistis Sophia

El camino hacia el Sol

Año 35 2013 número 5

Page 4: Pentagrama 5 2013

2 pentagrama 5/2013

T at: Padre, me gustaría oír el canto de alabanza que, según me has contado, oíste cantar a las fuerzas, cuando hubiste

alcanzado la Ogdóada.Hermes: en concordancia con lo que Poiman-dres reveló en la Ogdóada, apruebo tu prisa por desmontar esta tienda, ya que ahora estás puro. Poimandres, el espíritu, no me ha mani-festado más de lo que ha sido escrito por mí, sabiendo bien que por mí mismo sería capaz de comprender y oír todo y de ver todo lo que quisiera; y él me ordenó hacer todo lo que fuese bueno. Por eso, en todas las cosas, cantan las fuerzas que están en mí.Tat: Padre, también yo quiero oír y conocer todo esto.Hermes: entonces permanece en silencio, hijo mío y escucha el canto de alabanza que a esto se refiere, el himno al renacimiento.No era mi intención darlo a conocer sin más, excepto a ti que has llegado al final de esta iniciación. Razón por la que este canto de ala-banza no se enseña, sino que permanece oculto en el silencio. Así pues, sitúate en un lugar al

aire libre, el rostro vuelto hacia el viento del mediodía, después de que el Sol se haya puesto, arrodíllate así y ora; y haz lo mismo a la salida del Sol, pero vuélvete entonces hacia el levan-te. Y así, ahora calla, hijo mío:

EL CANTO DE ALABANZA SECRETO«Que toda la naturaleza del cosmos pueda escuchar este canto de alabanza.¡Ábrete, oh tierra! Que las aguas de los cielos abran sus esclusas al oír mi voz.¡Quedaos inmóviles árboles! Porque quiero cantar un himno al Señor de la Creación, el Todo y el Uno.¡Abríos, cielos! Vosotros vientos, aquietaos, para que el ciclo inmortal de Dios pueda recibir mi palabra.Porque voy a cantar la alabanza del que creó todo el universo, que le indicó su lugar a la Tierra y que fijó el firmamento; que ordenó al agua dulce aban-donar el océano y esparcirse por la tierra habitada y la inhabitada, al servicio de la existencia y de la pervivencia de todos los hombres; que ordenó al fuego brillar, para todo uso que los dioses y los hombres quisieran hacer de él.Alabemos, todos juntos, a Quien se halla por encima

el Canto de Alabanza secreto de Hermes

A PROPÓSITO DEL RENACIMIENTO Y DE LA INICIACIÓN

En la Gnosis hermética de Hermes Trismegisto se ofrece una imagen en la que la creación, el mundo y el ser humano surgieron como formas perfectas de manifestación, y el ser humano puede integrarse conscientemente en esta perfección. Para esto, es necesario que el ser humano aprenda a conocer el alma para poder cumplir conjuntamente las decisiones correctas, a tomarla como guía. El alma a continuación se interioriza con el fin de reflexionar en lo que es verdadero y justo. En el Libro XIV del Corpus Hermeticum, Hermes y Tat –es decir, el Ánimo (el alma) y el ser humano que sabe oír– elevan un canto de alabanza al Único, el Creador infinito.

Page 5: Pentagrama 5 2013

el Canto de Alabanza secreto de Hermes 3

Hermes ES. Hermes es el verdadero ser humano celeste que ha pasado las puertas de la Cabeza de Oro. Razón por la que Hermes también es llamado ‘Trismegisto’, ‘el tres veces Grande’ o ‘el tres veces Sublime’. En efecto, el ser humano celeste es, en un triple sentido, absoluta y claramente sublime desde los puntos de vista religioso, científico y artístico. La religión, la ciencia y el arte forman en él un triángulo equilátero perfecto.

J. van Rijckenborgh

Giovanni Fattori (1825–1908), Puesta de sol marina, fecha aprox. 1890

Page 6: Pentagrama 5 2013

4 pentagrama 5/2013

de todos los cielos, el Creador de toda la naturale-za. Él es el ojo del espíritu: a Él alaben todas las fuerzas.Oh, vosotras, fuerzas que estáis en mí: cantad la alabanza del Uno y del Todo; cantad en armonía con mi voluntad, oh, vosotras, fuerzas que estáis en mí.Gnosis, oh santo conocimiento de Dios, iluminado por ti me es dado alabar la luz del saber y regocijar-me en la alegría del alma-espíritu.Oh, vosotras fuerzas, cantad todas conmigo este can-to de alabanza. Y oh tú, modestia, y tú, justicia en mí, cantad a través de mí lo recto.Oh, amor por el universo en mí, canta en mí al todo; canta, oh verdad, la verdad; canta, oh bondad, el bien.De ti, oh vida y luz, proviene el canto de alabanza, a ti regresa de nuevo.Te doy gracias a ti, Padre, que manifiestas las fuerzas.Te doy gracias a ti, Padre, que empujas lo potencial a la actividad.Tu palabra canta, a través de mí, tu alabanza. Recibe, a través de mí, el todo, como palabra, como ofrenda de la palabra.Oye lo que claman en mí las fuerzas: alaban el Todo, cumplen tu voluntad. Tu voluntad parte de Ti y todo regresa de nuevo a Ti. Recibe de todos la ofrenda de la palabra.Salva al todo que está en nosotros. Ilumínanos, oh vida, luz, aliento, Dios. Pues el alma-espíritu es el guardián de tu palabra.Oh, portador del espíritu, oh Demiurgo, tú eres Dios.Esto clama el hombre que te pertenece, a través del fuego, a través de la luz, a través de la tierra, a través del agua, a través del espíritu, a través de tus criaturas.

He recibido de Ti este canto de alabanza de la eter-nidad y también he encontrado, por tu voluntad, el reposo que buscaba».Tat: He visto como, según tu voluntad, debe ser expresado este canto de alabanza, Padre. Yo también lo he pronunciado en mi mundo.Hermes: Hijo mío, di: en lo esencial, es decir, el mundo divino.Tat: Sí, en el mundo esencial, Padre, tengo ese poder.Por tu canto de alabanza y tu acción de gra-cias se ha vuelto perfecta la iluminación de mi alma-espíritu.Ahora también yo quiero dar gracias a Dios desde mi ser más profundo.Hermes: En eso no seas ligero, hijo mío.Tat: Oye, Padre, lo que digo en el alma-espíritu: A Ti, mi Dios, primer artífice del renacimiento, yo Tat, Te brindo la ofrenda de la palabra. Oh Dios, tú, Padre; tú, Señor; tú, Espíritu: acepta de mí la ofrenda que deseas de mí. Pues todo esto se realiza en concordancia con tu voluntad.Hermes: Hijo mío, ofreces así a Dios, el Padre de todas las cosas, una ofrenda agradable a Él. Pero añade aún: por la palabra. µ

Page 7: Pentagrama 5 2013

sol 5

El sol visible es una expresión del sol espiritual invisible llamado Ra o Atón por los egipcios, Helios o Apolo por los griegos y Vulcano por los romanos. El Sol es mucho más que el simple equivalente del Sol invisible. El Sol visible transmite las fuerzas que el sol invisible y espiritual –que es el Logos del sistema solar– libera y envía a nuestro cosmos. De esta manera, el Sol es

como una llamada que nos viene de Oriente y que, incesantemente, va de este a oeste en la vida cotidiana y espiritual de cada uno. Por ello se dice: «Trabaja mientras es de día y haz buen uso de tu tiempo». De esta manera el ser humano puede dar testimonio de la intangibilidad de la

gloria del Único, el Creador infinito.

S O L

Page 8: Pentagrama 5 2013

6 pentagrama 5/2013

I PERLAS HERMÉTICAS

«Convéncete de que nada te es imposible;considérate inmortal y capaz de comprenderlo todo, las artes, las ciencias, la naturaleza de todo lo que vive»Tratado II, v. 80

¿Qué es el hermetismo? En mi opinión, lo des-cribiría como una corriente espiritual que nos acompaña, lo cual está comprobado, desde el principio de nuestra era, aunque su origen lo une al mundo de los dioses egipcios de los tiempos más remotos de la Antigüedad, a Hermes Tris-megisto, ‘el tres veces grande’. Pero esta inter-pretación se pierde en las brumas de la historia. Exacto o no, la pregunta permanece.Cuando pasamos revista a la historia de la humanidad, tan lejos como podamos remontar-nos, vemos cómo surgen, desaparecen, después vuelven a surgir para desaparecer de nuevo, una multiplicidad de corrientes filosóficas o espiritua-les. Unas veces más orientadas sobre la filosofía, otras sobre la religión, siempre forman parte integral de un contexto cultural. Esta alternancia es comparable a la manera en la que los hilos de color de una cuerda están enrollados que algunas veces aparecen en la superficie de la cuerda y otras veces se sumergen en el interior. El herme-tismo es como uno de esos hilos. Los misterios del antiguo Egipto, la filosofía helenista, el judaís-mo, el cristianismo, el gnosticismo, el budismo, el islamismo, el sufismo, el racionalismo y la ciencia –la lista no es exhaustiva− son los demás hilos. Esas corrientes no carecen de lazos entre ellas; a menudo, existen similitudes.Así, por ejemplo, el hermetismo tiene numerosos

el Ánimo y el ser humano

En nuestra vida atormentada y turbada, las perlas del hermetismo –de la sabiduría de Hermes Trismegisto– aparecen como un privilegio y un precioso presente.© Giovanni Fattori, La torre cerca de Magnale, fecha aprox. 1895.Museo de la Ciudad, Giovanni Fattori, Livorno

Page 9: Pentagrama 5 2013

puntos comunes con ciertos aspectos de la filoso-fía helenista y del pensamiento gnóstico.Los escritos del Corpus Hermeticum están en el origen del hermetismo. Observemos, no obstan-te, que los primeros hermetistas no utilizan el

término hermetismo, esta denominación apareció más tarde.A pesar de que el hermetismo aparece más tarde, no obstante, la relación con Hermes se produjo muy pronto.

el Ánimo y el ser humano 7

Page 10: Pentagrama 5 2013

El hermetismo es una filosofía de orientación religiosa que explica las relaciones entre Dios, el cosmos y el ser humano y sus desarrollos

8 pentagrama 5/2013

El Corpus Hermeticum jamás ha sido un bestseller y tampoco lo es hoy aunque se edite. La razón no es su dificultad para ser comprendido sino el que se trate de temas muy esotéricos, incluso, profundamente íntimos y espirituales. Además, algunos de ellos sólo pueden interpretarse en el contexto social de la época, que no satisfacen los gustos actuales. Algunos son todavía percibi-dos como algo piadosos, doctrinales o inocentes. ¿Pero acaso no son éstos pequeños asuntos de estilo? Pues el núcleo de estos textos es maravilloso. Lo esencial de dichos textos permanece no obstante magnífico y su influencia sobre la historia del espíritu humano ha permanecido. Me sobrecoge, incluso me conmueve, la lectura del Corpus Her-meticum, al percibir que el autor me ha tomado como tema de sus escritos, que me comprende. Hace 2000 años, alguien vivió y experimentó lo que yo he vivido y experimentado hoy. Es como si estos 2000 años transcurridos no contasen. Y, bien mirado, no cuentan.El hermetismo es una filosofía de orientación religiosa que explica la relación entre Dios, el cosmos y el ser humano y sus desarrollos. Sus principales temas son la creación; la relación entre Dios, el mundo y el ser humano; la esencia de la verdad, del bien y del mal; la vocación y la tarea del ser humano así como su estructura. De esta serie de temas del Corpus Hermeticum hemos elegido una selección de las ideas básicas hermé-ticas de la relación entre Dios, el cosmos y el ser humano, el ser humano en tanto que dios mortal, de la inspiración y del despertar por el Ánimo. µ

El hermetismo no es un sistema cerrado, una doctrina, sino que, por el contrario, muestra una variedad deslumbrante. Algunos científicos se-ñalan las grandes diferencias entre los diferentes textos que componen el Corpus Hermeticum.Si bien existen diferencias, en mi opinión, la visión científica no permite captar su aspecto esencial.Descubierto entre 100 y 300 años d. C., el Corpus Hermeticum está compuesto por dieciocho trata-dos de enseñanza, de diálogos entre maestro y alumno, y oraciones. Sus fuentes son diversas.Algunos textos están escritos en otras lenguas diferentes al griego, como el copto y el armenio, por lo que es imposible conocer al autor.En ellos son perceptibles influencias helénicas, egipcias, judías y gnósticas.El Corpus Hermeticum es originario de Alejandría, gran hogar cultural de la Antigüedad centrado en la famosa e inmensa biblioteca que fundó su notoriedad.En esta época, esta gran metrópolis era tan im-portante como Nueva York hoy.Durante numerosos siglos, el Corpus Hermeticum caído en el olvido sólo era citado por sus detrac-tores. Pero esto cambió cuando en el siglo XV, en la Florencia de los Medici, Marsilio Ficino tradu-jo al latín los manuscritos redactados en griego.La intención de mi exposición es facilitarles el acceso a la filosofía y a la dimensión religiosa del hermetismo. El análisis que hago de los escritos que van a seguir, no es un análisis crítico del punto de vista noético, del que sería incapaz de-bido a mi formación científica, sino que responde a mi inspiración.

Page 11: Pentagrama 5 2013

«Realmente, la razón de la existencia del universo es Dios, el Padre, el Bien y ningún otro nombre Le conviene».Tratado XVII, v. 5

A la tan antigua pregunta filosófica «¿cuál es la causa primera?», el Corpus Hermeticum responde: «Dios». El texto insiste en el hecho de que Dios es incognoscible para el ser humano a no ser que el ser humano siga un proceso de desarro-llo interior con el fin de unirse a Él. Trataremos este punto más adelante.El Corpus Hermeticum definió a Dios también como ‘el Bien’ o ‘el único Bien’: el Bien que es –con el del Padre– el único nombre que Le conviene. ¿Por qué? Este término implica una preferencia evidente por la perennidad, la inmutabilidad, la eterni-dad. El Corpus Hermeticum da al concepto de ‘cambio’ una connotación negativa. Hoy, por el contrario, se percibe de manera positiva: la pala-bra ‘cambio’ expresa una dinámica.Según el Corpus Hermeticum no es el movimien-to lo que debe ser buscado, sino el reposo.«En esto reside el sufrimiento del mundo: las rotacio-nes y las desapariciones en lo que se llama muerte. Pero la rotación es repetición, es rotación de la rueda, y la desaparición es renovación». Tratado I, v. 62

¡Esto está escrito en el Corpus Hermeticum y no en un escrito búdico!El mundo que conocemos, con sus contrastes, su finitud, sus variaciones y la muerte se diferencia claramente del único Bien. Y sin embargo, Dios es inmanente en todo.

«O mejor dicho: ¡Dios no contiene en Él todas las criaturas, sino que Él mismo es todas las criaturas!… Pues Dios contiene todo en Él: nada existe fuera de Él, y Él está en todo». Tratado II, v. 23-24

Que Dios esté ‘en todo’ es, ciertamente, un maravilloso mensaje. Muchos se satisfacen sólo con la conclusión de que abandonar la ilusión de nuestra separación de lo divino basta para superar esta separación. Bastaría con percibir que Dios está en todo. Así, por consiguiente, ¡úni-camente una laguna al nivel de la percepción nos separaría de Dios! Sin embargo, el princi-pio sobre el que se funda el Corpus Hermeti-cum es otro: tenemos no sólo un problema de percepción, sino que se trata sobre todo de un problema vibratorio. El hecho de que ‘Dios está en todo’, no significa que todo se encuentra en un estado divino que, en principio y sobre todo, existe la posibilidad de regresar a Dios.Desde entonces, un cambio interior se reve-la necesario: el renacimiento de lo divino en nosotros.El Corpus Hermeticum establece una clara di-ferencia entre el mundo terrestre y el mundo divino. En la Tabla Esmeralda, otro testimonio hermético, leemos:«Lo que está abajo es como lo que está arriba, y lo que está arriba como lo que está abajo, con el fin de que los milagros del Único se cumplan».El regreso de lo que está abajo a lo que está arriba participa de los milagros del Único. Esos milagros del Único caracterizan la obra de lo divino. Nos es dado poder colaborar ya sea de forma cons-ciente y activa, o como observador, pero en este

II DIOS, EL COSMOS Y EL SER HUMANO

el Ánimo y el ser humano

el Ánimo y el ser humano 9

Page 12: Pentagrama 5 2013

10 pentagrama 5/2013

Por otra parte, con las expresiones arriba y abajo, el Corpus Hermeticum no entiende el más allá y el aquí abajo: lo que está arriba no es el dominio de los muertos.«El ser humano… se eleva hasta el cielo y abraza su extensión; él conoce tanto la sublimidad de los cielos como las cosas que están debajo. Él asimila todo con exactitud, y, por encima de todo, no tiene necesidad de dejar la Tierra para elevarse en los cielos». Tratado VII,

v. 75

Dicho de otra manera, no es necesario estar muerto para experimentar ese cielo. µ

último caso no se produce ningún milagro en nuestra conciencia; sin la comprensión somos arrastrados hacia otros estados.«Lo que está abajo es como lo que está arriba», no significa que dos mundos equivalentes y para-lelos coexisten sin más, sino más bien que se influyen mutuamente: lo más sutil que está arriba penetra lo más grosero que está abajo.Lo inferior se conforma con la actividad de lo superior, según las palabras del Corpus Hermeti-cum:«Incluso los fenómenos no verdaderos de aquí abajo dependen de arriba, de la verdad misma. Y puesto que es así, yo declaro que la apariencia es la obra de la verdad». Tratado XVII, v. 21

El plan de lo que está arriba es representado abajo: todo lo que pasa abajo no es idéntico a lo que está arriba, pero da testimonio de la actividad de lo que está arriba, por una comparación o una palabra, por ejemplo.

Page 13: Pentagrama 5 2013

Transforming the Fragmented Community Through Deep Dialogue (Transformar la comunidad fragmentada mediante un diálogo profundo). Ashok Gangadean. www.http://thelearningcontinuum.biz

de geheime lofzang 11

Tras esta aclaración sobre la relación entre el arriba y el abajo, llegamos a la criatura humana.

«He aquí por qué, de todas las criaturas de la naturaleza, sólo el ser humano es doble, a saber

mortal según el cuerpo, e inmortal según el ser humano verdadero». Tratado I, v. 38

«Porque el ser humano es un ser divino que no podría ser comparado con ninguna otra criatura viva sobre la Tierra, sino sólo con las criaturas superiores,

III EL HOMBRE ES UN DIOS MORTAL

el Ánimo y el ser humano

Page 14: Pentagrama 5 2013

12 pentagrama 5/2013

las criaturas celestes a las que llamamos dioses». Tratado XII, v. 73

«Por ello osamos decirle: el ser humano terrestre es un dios mortal, el dios celeste es un ser humano inmortal». Tratado II, v. 76

«El ser humano es un ser divino», «un dios mortal», es un axioma hermético. La expresión ‘dios mor-tal’ es con toda evidencia una paradoja.Sin embargo, la mortalidad no concierne del todo al ser humano. El ser humano terrestre es mortal, el ser humano verdadero es inmortal. De hecho, el ser humano es un ser compuesto, un ser doble.Si digo: «el ser humano es un ser doble», tam-bién digo que: «todos nosotros somos seres dobles. La parte terrestre nosotros la conocemos; pero, ¿quién es el ser humano real?»Ha llegado el momento de introducir las nociones de Poimandres (o Pymandre) y de Ánimo (o Noûs).Estos términos designan al Alma-Espíritu, el as-pecto divino en nosotros. El Ánimo no designa, por consiguiente, el carácter o la personalidad, sino un aspecto de lo inmortal en nosotros.

«Le es imposible al Ánimo, por su esencia, ha-bitar un cuerpo terrestre: la razón de ello es que el cuerpo terrestre no puede llevar una divinidad tan grande, y que una fuerza de este esplendor y de esta pureza no puede soportar estar vinculado por un contacto directo a un cuerpo sometido a las pasiones». Tratado XII, v. 51

El Ánimo es una parte del ser humano funda-mental. No está presente en el ser humano, sin más, pero puede establecerse en él o, como está escrito en otro pasaje del Corpus, «él puede renacer

en nosotros».En realidad, el ser divino y el ser humano te-rrestre no se soportan mutuamente. Dicho de otra manera: no hay lugar para los dos al mismo tiempo. Ellos tampoco son intercambiables si se considera justo en un momento dado: la inver-sión del ser humano terrestre en ser humano divino –e inversamente– es así imposible.En el Corpus se dice que nosotros, seres huma-nos terrestres, estamos sometidos a las pasiones. Somos seres emocionales y no ignoramos los aspectos agradables y desagradables de ello.Pero son numerosos los seres humanos que también conocen el desgarramiento debido a las diferentes voces en ellos; y numerosos también los que están capacitados para conocer la voz interior divina, saben distanciarse de su ego y conocen una voz interior que le indica lo divi-no. Cuando escuchamos esta voz, no es sólo una imaginación: nosotros somos ciertamente seres terrestres pero también somos dioses dormidos; o, según los términos del Corpus Hermeticum, «dioses mortales»; lo que quiere decir: en realidad dioses pero, por ahora, mortales.Hablando de la inmortalidad del ser humano verdadero, no se trata de una alma que, tras la muerte, regresa a Dios. De hecho, el viaje de regreso debe comenzar antes de la muerte. Se-gún el Corpus Hermeticum, esta muerte conduce a una nueva encarnación que lleva inevitable-mente de nuevo a la muerte. Éste es un elemen-to complementario de la filosofía hermética. Entonces, ¿cómo llegar al renacimiento del ser humano inmortal? µ

Page 15: Pentagrama 5 2013

Desde el momento en el que el Ánimo vive en nosotros, vemos más lejos: entonces el ser humano interior toma forma y realidad en nosotros

«Todo esto me ha llegado porque he recibido a Poimandres, mi Ánimo, el ser que es por y en sí mismo, la Palabra del comienzo». Tratado I, v. 72

La forma en la que el ser humano verdadero se desarrolla en nosotros es también una cues-tión de conocimiento, de comprensión de lo que debe suceder. Este conocimiento no nos es transmitido por alguien, sino que viene del inte-rior, de un diálogo con Poimandres.Ahora puede decir: «Muéstreme a Poimandres», yo no podría hacerlo. Poimandres no es directa-mente perceptible. Su aparición no depende de un simple chasquido de dedos.Poimandres sólo se manifiesta a la persona dispuesta a recibirle. Éste recibe entonces «la Palabra del comienzo». ¿Qué es esta palabra?Su similitud con la del prólogo del Evangelio de Juan es evidente. Por supuesto, no se trata del azar, pues, por una parte, tras la palabra se

esconde una realidad espiritual, el único Bien y por la otra, el Evangelio de Juan y el Corpus Hermeticum están próximos en el tiempo así como desde el punto de vista cultural.

«Tú has visto en el Ánimo la bella forma original del ser humano, el arquetipo, el principio original anterior al comienzo sin fin». Tratado I, v. 23

El Corpus no explica de forma explícita qué es el Ánimo. ¿Es el alma-espíritu? ¿O la concien-cia tocada por el Espíritu? Finalmente, esto no parece importante. En el fondo, no se trata de explicar el Ánimo, Poimandres, sino de desper-tarlo, y de dejarle guiar nuestras vidas. Desde el momento en el que el Ánimo vive en nosotros, el ser humano interior se concreta, lo que nos permite ver más lejos. Entonces toma forma y la talla humana original se revela en nosotros. µ

el Ánimo y el ser humano 13

IV LA INSPIRACIÓN POR EL ÁNIMO

el Ánimo y el ser humano

Page 16: Pentagrama 5 2013

14 pentagrama 5/2013

Si nos posicionamos como seres humanos mor-tales, el pensamiento de nuestra inmortalidad sólo será un sueño. En nuestro rechazo a afron-tar la realidad, ignoramos nuestra parte inmortal, el Ánimo.

«Crece hasta ser de una grandeza inmensa, sobrepasa a todos los cuerpos, elévate por encima de todos los tiempos, transfórmate en la eternidad.

Quizá pensemos: «Yo no llegaré a activar el Áni-mo». Quizá nos sintamos indignos. El Corpus Hermeticum tiene en cuenta tales sentimientos.

«Imprégnate con el pensamiento de que para ti nada es imposible; considérate como inmortal y capaz de comprenderlo todo, las artes, las ciencias y la naturaleza de todo lo que vive». Tratado II, v. 80

V EL DESPERTAR DEL ÁNIMO

el Ánimo y el ser humano

Page 17: Pentagrama 5 2013

Entonces comprenderás a Dios». Tratado II, v. 79

El Corpus Hermeticum no se limita a presentar una visión extraordinaria, sino que ataca nuestra pusilanimidad y nuestra tan noble modestia, pre-textos para ocultar nuestra indolencia. También hace referencia a la ayuda concreta aportada a quien emprende el camino.

«Por todas partes, durante tu viaje, lo encontrarás (lo divino) en el camino, por todas partes se te dará a conocer, incluso en el lugar y en el momento en el que no lo esperes». Tratado II, v. 84/85

«Buscad a Aquel que os llevará de la mano y os guiará hacia las puertas de la Gnosis, donde brilla la clara luz en la que no hay tinieblas; donde nadie está ebrio, sino que todos están lúcidos y ele-van la mirada del corazón hacia Aquel que quiere ser conocido ». Tratado III, v. 4

Así, ¡somos guiados y llevados de la mano! En el Corpus Hermeticum no se da ninguna explicación de orden mística a este respecto sino una formu-lación directa, sobria, sorprendentemente moderna.“Todos elevan los ojos del corazón”, ¡notable expresión! Todavía una referencia más al ser humano real. Las percepciones sensoriales son relativizadas. Aunque nos pese, los sentidos no tienen buena prensa en el Corpus Hermeticum. Ellos son considerados como engañosos, pues dan una imagen deformada de la realidad y dis-traen la atención. En su rechazo del ser humano terrestre y de sus facultades, el Corpus Hermeti-cum es radical.

«Primero el alma debe combatir contra sí misma, provocar una profunda escisión y conceder a una de las partes la victoria sobre sí misma. Literal-mente, surge un conflicto entre una parte y las otras dos: la primera trata de escaparse mientras que desde abajo las otras dos intentan atraerla». Tratado V, v. 10

El conflicto interior entre el tiempo y la eterni-dad es representado de forma drástica.

«Si no comienzas por odiar tu cuerpo, hijo mío, no podrás amar tu verdadero yo. Sin embargo, si amas tu verdadero yo, poseerás el alma-espíritu; y una vez poseas el alma-espíritu, participarás también en el conocimiento vivo». Tratado II, v. 16

Esas palabras son claras y no dejan subsistir nin-guna duda. Ellas demandan una decisión.Es una cuestión de prioridad en la vida. En nuestra época, ‘odiar’ el cuerpo está fuera de lugar y puede inducir a error. Pero se trata de dar la prioridad al verdadero ser que habita en nosotros.

«Así, oh Tat, en la medida en que me ha sido posible, he colocado ante ti, como ejemplo, la ima-gen de Dios. Si profundizas en ella con atención interior, y si perseveras en su contemplación con los ojos del corazón, créeme, hijo mío, que encontrarás el camino del cielo. Más aún: la propia imagen de Dios te conducirá en el camino». Tratado II, v. 30. µ

el Ánimo y el ser humano 15

el Ánimo y el ser humano

Page 18: Pentagrama 5 2013

16 pentagrama 5/2013

Un adolescente, del que por cierto no había nada de lo que quejarse, frecuenta nuevos amigos. Su padre, consciente de sus responsabilidades, le pregunta al respecto, lo que enseguida provoca un conflicto: «¡Tú no tienes que controlarme!» ¡Su relación está hasta tal punto bloqueada que el padre, tras recibir el consejo «¡confía simplemente en él!», eligió confiar en él!

La confianza concedida, a pesar de su aspec-to ingenuo y de sus previsibles consecuen-cias, reveló su carácter mágico y luminoso,

más aún cuando el temor me dejó con una pre-gunta incómoda que me evocaba esta frase sufí:«¡Ven, incluso si has roto cien veces tu juramento, ven!». Esto está bien, pero por ejemplo en cier-tos casos cuando se trata de la confianza en un mentiroso notorio, ¡cien veces está incluso por debajo de la realidad! Una actividad cerebral intensa y súbita hace que yo busque inmediata-mente todos los medios para restringir esta con-fianza. Después se hace el silencio en mi ser, la luz realiza su trabajo: me doy cuenta de que una confianza limitada no es confianza. ¿Qué puedes ofrecer entonces?Para experimentar la confianza y concederla, en primer lugar se debe poseer. La propia Luz, el Cristo, descubrió en sus propios discípulos que eran «hombres de poca fe». La confianza hay que extraerla de lo más profundo del ser. ¡Con-fianza en la magia de la Luz…! ¡La confianza es luz! Ella es independiente de los riesgos de una relación o de algún encuentro.Es mucho más, más amplia, ilimitada, libre. «¡Ven, incluso si has roto cien veces tu juramento, ven…!» Tengo confianza en la luz que también está en ti, y te doy esta confianza, libre de susceptibilidad y de angustia. Es la aceptación plena y total de todas las reacciones y consecuencias posibles.Quien se ha confiado a la Luz puede expandir la luz, aportar el consuelo.No con clichés del tipo: «¡Ánimo, mañana irá mejor!» Sino como una fuente de luz, incluso

por modesta que sea, que permite a un alma perdida reconocer, a través de la niebla, su ori-gen y reconciliarse con ella gracias a la fe. Un campo de respiración y una apertura se crean en el acto impersonal; ya no hay yo, sino tú. Un ca-nal obstruido vuelve a fluir, una puerta cerrada se entreabre y una luz despejada de toda tiniebla se expande, un reflejo de la Tierra Santa, la nue-va Jerusalén. Justo un resplandor, pero suficiente para descubrir la primera etapa del camino de regreso, la Tierra firme, llamada también «fe».Las palabras confianza, consuelo o fe forman parte del vocabulario y de lo imaginario de este mundo terrestre pero, de hecho, pertenecen totalmente al mundo de la luz, lo que expli-ca y justifica una cierta reserva en cuanto a su utilización en la práctica de la vida diaria. Quizá pueda parecer demasiado directo en nuestro mundo donde, al contrario de la ‘confianza’, la ‘estafa’ constituye una realidad innegable… Esta naturaleza, nuestro mundo creado por noso-tros mismos, ya es en sí misma una ficción. El engaño, el fraude, es inmanente en este mundo, incluso está elevado al rango del arte. Hasta los animales, las plantas y los minerales no se privan de utilizarlo con refinamiento para su super-vivencia. La minúscula araña se transforma en monstruo, la flor paradisiaca coge en la trampa al visitante ingenuo. En cuanto a las actividades humanas, como por ejemplo la economía, se abre su camino con dificultad entre el comercio equitativo y el fraude legal, aderezadas con un guiño y una pizca de humor.En el ser humano, el enlace entre cielo y tierra,

como una sonrisaque viene del cielo…

Page 19: Pentagrama 5 2013

como una sonrisa que viene del cielo 17

se interpenetran los dos mundos. La confianza encuentra su fuente en el contacto con el Prin-cipio Original, la Unidad, donde nos hace re-conocer en todas las cosas la Luz, Dios y, quizá todavía inconscientemente, las relaciones justas, verdaderas. Entonces comprensión y conoci-miento de sí mismo pueden determinar nuestra conducta, que en gran parte depende del nivel o

del campo donde nos encontramos.Es la puerta abierta a una forma sutil de percibir lo que es posible, sin caer en un juicio, y so-bre todo en el saber, a pesar de los incontables fracasos, que la experiencia de confianza puede realizar milagros, tanto para quien la otorga como para quien la recibe. Como una sonrisa que viene del cielo. µ

En tu búsqueda de sabiduría, tú descubres sentido © Fotógrafo desconocido

Page 20: Pentagrama 5 2013

18 pentagrama 5/2013

I UN PENSAMIENTO DE HACE 2600 AÑOS

Un ser humano de hoy puede sentirse per-dido, como un punto aislado, efímero en la inmensidad del tiempo, del espacio. Habita

en una ciudad aparentemente por azar y supues-tamente mantiene relaciones familiares y sociales fortuitas. Siente respecto a sus prójimos sentimien-tos de simpatía o de antipatía. Experimenta temo-res por el futuro y busca amor y seguridad. ¿No es semejante a una pequeña llama en un universo sombrío, que fugazmente se enciende y después desaparece? ¿Qué sentido tiene esta vida?Si se encontrase alguna vez con el sabio Pitágoras en una lectura, leería por ejemplo: «Por cierto, tu cuerpo y tu conciencia personal existen en un lugar definido del espacio infinito del tiempo. Pero como cuerpo dotado de un yo, eres la encarnación pasajera de un ser eterno; un ‘pensamiento’ de Dios que, como Él, recorre conscientemente los tiempos y los espacios y puede evolucionar hacia una gloria cada vez mayor». No obstante, ahora tú no puedes oír la armonía de las esferas, divina, eterna que, en la libertad y la paz, impregnan y rodean con amor el conjunto del mundo espacio-temporal. Tú no puedes oírlo pues tu cuerpo y tu yo no poseen los órganos de percepción necesarios. Tu ser inmortal, desde el comienzo de los tiempos, siempre ha creado como modo de expresión, un cuerpo y una personalidad mortales. Ellos forman a través de las profundidades del espacio y del tiempo una cadena de reencarnaciones. Hasta el presente, ningún eslabón de esta cadena ha podido desarrollar un órgano propio para oír la «armonía de las esferas». Sin embargo, tú podrías.Tú tienes la misión y la oportunidad de desarrollar

tal órgano. Si lo haces, tu ser inmortal, en su vía de desarrollo espiritual, podría adquirir la concien-cia de sí mismo, de su origen divino, de la eterni-dad y del mundo divino.Esto podría transformar completamente tu cuerpo y tu conciencia personal. Y tú verías con una mi-rada espiritual nueva que tu vida actual, ese punto aparentemente ínfimo y aleatorio en el espacio-tiempo, es la consecuencia necesaria de innume-rables encarnaciones. Entonces comprenderías el sentido de tu encarnación presente.Entonces el azar y lo arbitrario desaparecerían, ya no te parecería que presidieran tu existencia. Te darías cuenta de cuán irrisorias y limitadas son tus preocupaciones momentáneas, tus deseos y tus miedos, te darías cuenta de lo grandioso e ilimita-dos que son los contextos en los que se encuen-tran tu cuerpo y tu yo». µ

Pitágoras y su escuela

Pitágoras.Bajorrelieve dela catedralde Chartres(s. XII)

Page 21: Pentagrama 5 2013

Pitágoras y su escuela 19

II EL MITO DE DIONISOS

Pitágoras (569-474 a.C.) contaba que él conocía sus encarnaciones precedentes y que, en la última, había sido Euforbo, hijo

de Pantoo. Él oía la armonía de las esferas pues había adquirido órganos de percepción espiri-tual en las escuelas de los misterios del antiguo Egipto, Persia, Fenicia y Grecia. Al hilo del tiempo, de varios decenios, se había convertido en lo que podría llamarse un «liberado», o un «iniciado» en los misterios de la existencia. Por ello estaba ha-bilitado para ayudar a otros buscadores de verdad que querían adquirir tales facultades. Él fundó una escuela espiritual, o escuela de misterios, para todos los que aspiraban ardientemente conocer el sentido profundo de su existencia.En una ciudad del Sur de Italia actual, Croto-na, en los alrededores de 530 antes de nuestra era, se constituyó un grupo de personas que le

reconocieron como Maestro.Todas las reglas de la escuela de los misterios de Pitágoras estaban fundadas en la comprensión de que un orden y una fuerza divina impregnan el universo y quieren darse a conocer, volverse cons-cientes en los seres humanos. Un autor antiguo escribió: «Todo lo que ellos (los pitagóricos) de-ciden al respecto de sus hechos y milagros, tiene como objetivo lo divino [...]. Pues los seres hu-manos son insensatos cuando esperan su salvación eterna en otros que no sean los dioses». Unirse conscientemente a lo divino en el universo era el objetivo que determinaba la vida de sus discípulos y les daba la fuerza para seguir el camino.La jornada estaba marcada por reiteradas ofrendas de alimentos, bebida e incienso que mantenían la relación del maestro y los discípulos con los dioses.

UNA EXPLORACIÓN EN SIETE PARTES

Page 22: Pentagrama 5 2013

20 pentagrama 5/2013

Allí debió rendirse, sobre todo, un culto particular a Dionisos, cuyos rituales desafortunadamente no nos han llegado. Esto no debe sorprender-nos pues en las antiguas escuelas de misterios se observaba el secreto absoluto. Sin embargo es cierto que el mito de Dionisos ocupaba un lugar primordial. Dionisos era el símbolo del encan-tamiento espiritual, unido a la presencia de lo divino, de lo inmortal, en el ser humano.Recordemos que Dionisos había sido desmembra-do por los Titanes, símbolo de las fuerzas de atrac-ción y de acción del mundo no divino. Pero una divinidad femenina, símbolo del poder regenerador del alma, había reunido los pedazos y lo había reconstituido. Es entonces cuando Dionisos Za-greus, el hijo concebido por Dionisos y esta misma divinidad femenina, dominó a los Titanes. Dionisos, aparentemente muerto, pudo restablecerse.

El dios que había sido desgarrado por las fuer-zas de atracción del mundo perecedero, vuelto a la vida, retomó su plaza en el panteón divino. Como medio de expresión poseía ahora un hijo que podía actuar en el mundo y que era inmortal. Este mito fue probablemente representado como misterio por los pitagóricos en el curso de festivi-dades particulares así como en los anfiteatros.Quizá había en los espacios de la escuela estatuas con la efigie de los personajes que figuran en el mito. En todos los casos, los alumnos eran siem-pre llamados a su tarea por medio de rituales que les transmitían la energía necesaria. Ellos debían despertar a la vida al dios Dionisos aparentemen-te en su propio ser por medio de nuevas fuerzas de alma, deshacer los lazos con el mundo terres-tre «los Titanes», y resucitar en tanto que Seres inmortales, a imagen de Dionisos Zagreus. µ

Page 23: Pentagrama 5 2013

¿Qué hacían en la vida cotidiana para alcanzar este gran objetivo? Imagi-nemos que un joven hubiese sido

aceptado como oyente (‘acustimático’) por Pi-tágoras. Para él comenzaba entonces un perío-do de cinco años de escucha y de aprendizaje. En lugar de sostener inmediatamente un juicio o criticar lo que entendía, aprendía a escuchar en el silencio interior.Él aprendía a ver que en realidad no sabía nada esencial. Dejaba que las enseñanzas de Pitágo-ras operasen en él y les abría su corazón para que se volviesen activas en su ser interior. Esta actitud de escucha y silencio era, en la escuela de Pitágoras, expresada de forma simbólica: los recién llegados eran sentados frente a una cor-tina detrás de la cual Pitágoras, invisible para ellos, dispensaba su enseñanza. De esta manera, se significaba claramente que entre el discípulo y el mundo divino, no podía tratarse todavía de una experiencia directa y que previamente debía ser retirado un velo.O incluso que instrumentos tales como los sentidos y el intelecto no permiten percibir la distribución y la energía del mundo divino y, que con este fin, son necesarios otros órganos espirituales que deben desarrollarse.Después de la introducción de ese símbolo de la cortina, se habla de exoterismo y de esote-rismo. Los adeptos del exoterismo están ante los Misterios, y oyen únicamente hablar de ellos. Los del esoterismo poseen ya órganos de percepción espiritual algo desarrollados y están en los Misterios: ellos los experimentan.

En el estadio del silencio de sus oyentes, las enseñanzas de Pitágoras comportaban aspectos teóricos y prácticos. La teoría consistía en una descripción de la estructura de la naturaleza original, del mundo divino y del ser humano.Pitágoras declaraba que:«El origen de la existencia es Dios, una entidad que recubre tres aspectos: 1. una voluntad creadora omnipresente, se le podría llamar «el Padre», el Espíritu;2. Dios también es una sustancia primordial realizadora, una clase de materia-energía como diríamos hoy, que acoge la voluntad del Padre: «la Madre», el alma del mundo.3. Después nace el fruto de la cooperación en-tre esos dos aspectos que se reflejan el uno en el otro: la Luz, «el Hijo», la conciencia.4. De estos tres aspectos de lo divino surgen emanaciones, criaturas, pensamientos del pen-sar de Dios, microcosmos a imagen del ma-crocosmos –nosotros mismos como entidades eternas».En esta visión, hay pues una tétrada en el ori-gen de la vida y un macrocosmos en desarrollo. No sólo es un mecanismo del universo ani-mado por la casualidad o dirigido por el azar, resultante del big bang.Era característico del pensamiento de Pitágo-ras que reconocía en todas partes del universo eterno divino, y también en el universo espa-cio-temporal, relaciones armónicas en relación con los números.Una de sus expresiones transmitidas era: «Todo es número». Para él, el número no abarca

Pitágoras y su escuela 21

Pitágoras y su escuela

III LA TRETAKTYS

Page 24: Pentagrama 5 2013

22 pentagrama 5/2013

solamente una noción cuantitativa como para nosotros, sino que sobretodo cada número representa también una cualidad inicial. La primera Fuente original está simbolizada por la cifra uno, el propio Dios, la Unidad que abarca todo. Es, en sí mismo desde el origen, polar; se divide por lo tanto en dos polos: el Padre, la Madre –el dos.Es interesante notar aquí que el dos no es la adición cuantitativa de dos unidades, sino la

división del Uno por la que aparece una nueva cualidad: la polaridad. La dinámica entre los dos polos crea el Hijo, el tres que está estruc-turado en sí mismo armoniosamente del Uno. Y de ese tres procede una nueva creación: el microcosmos, el cuatro.1 + 2 + 3 + 4 = 10. Es la famosa Tetraktys de Pitágoras, la tétrada, que a su vez se convierte en un uno con un cero, la octava superior del Uno, el diez. µ

Page 25: Pentagrama 5 2013

Una larga y profunda meditación sobre este esquema llevaba gradualmente al discípulo a descubrir que éste compor-

taba no sólo una descripción del macrocosmos, sino también de sí mismo, en tanto que micro-cosmos, según el término utilizado en nuestros días. El Padre estaba activo en él por el mo-mento aún inconsciente, como Dionisos, como voluntad divina creadora o, podría decirse, como chispa de Espíritu.Y también la Madre, una divinidad femenina, como sustancia divina primordial todavía muy indiferenciada, como materia-energía, como Alma, recibe el Espíritu.Por la interacción del Padre y de la Madre también puede surgir en él el Hijo, Dionisos Zagreus, una nueva luz de la conciencia, como iluminación. Sobre la base de estos tres primeros aspectos, también existe la posibilidad de pro-ducir una obra inmortal: el cuarto aspecto de la tétrada.Pero al mismo tiempo, el discípulo descubría que su forma actual ya no era esta tétrada per-fecta. En efecto, la chispa de Espíritu, el Padre en nosotros apenas está activa; la Madre, nuestra alma original está sumergida en las pasiones y cogida en el enredo de las apariencias tran-sitorias. En consecuencia, ya no hay sitio para acoger al Espíritu. ¿Y qué ha pasado con nuestra conciencia, el Hijo?Nuestra personalidad consciente debería ser la expresión inmortal de la voluntad divina y del alma divina pura, un Ser verdadero, la «imagen de Dios» mencionada en la Biblia. Ahora bien,

en su lugar se ha desarrollado una personalidad mortal con el horizonte muy limitado; ella se siente a menudo sola, desconectada, perdida en un espacio-tiempo mudo que le es extraño. Lo que ella crea, el cuarto elemento, se revela muy imperfecto: guerras, enfermedades, relaciones sociales caóticas, desviaciones psicológicas… Y también lo que procede de lo bueno y lo bello es con frecuencia tan efímero y, en cualquier caso, pasará, como ya sabemos. Estamos enca-denados, por la razón que sea, en el mundo de los Titanes, símbolo de los innumerables móviles, pasiones, intereses, ilusiones, y el Uno, lo divino en nosotros, está desmembrado.Y precisamente, cuando un alumno de Pitágoras se compromete con el sendero, es porque quiere poner fin a esta situación desdichada. ¿Qué puede hacer? Proporcionar espacio al alma, con el fin de que en él la Madre vuelva a encontrar su pureza original para recibir conscientemente el Espíritu, ‘el Padre en él’, nuevamente sano. A partir de esta unidad de dos surgiría una perso-nalidad inmortal, el Yo verdadero que, unido al Padre-Madre, sería el artesano de sus obras. µ

Pitágoras y su escuela 23

IV LA RESTAURACIÓN DE LA TRIADA

Pitágoras y su escuela

Page 26: Pentagrama 5 2013

24 pentagrama 5/2013

Los primeros rudimentos de este sendero, el aspecto práctico de las enseñanzas de Pitágoras, eran aclarados al discípulo en el

transcurso de los cinco primeros años, ‘desde detrás de la cortina’. Los Versos Áureos de Pitágo-ras que nos han llegado en su integridad, des-criben el camino espiritual en su totalidad como un tipo de matriz desde el estado inconsciente de lo divino y la personalidad del yo mortal hasta la resurrección del microcosmos plena-mente consciente, dotado de una personalidad inmortal.La primera parte de los Versos Áureos trata de la edificación de un alma pura que surge del comportamiento personal que el discípulo debe adoptar y según el cual debe vivir.Nuestra personalidad original, inmortal, poseía tres grandes centros de conciencia: uno, en el cuerpo donde las energías del amor divino esta-ban activas; otro, en el corazón donde se vivía la unión con Dios y, un tercero, en la cabeza don-de la sabiduría divina reinaba con total libertad.Nuestra personalidad mortal posee igualmente esos tres grandes centros, pero en estado dege-nerado. En el cuerpo, en particular, en la pelvis, se concentran los motivos egoístas, pasiones y deseos. En el corazón están presentes, además de los impulsos de bondad y un anhelo íntegro, también las impresiones sentimentales, la envi-dia, los celos, la codicia y el miedo. En la cabeza presiden ideas y creencias de naturaleza moral que sólo llegan a dominar imperfectamente los efectos negativos de los otros dos centros. Un camino espiritual requiere abolir la degenera-

ción de esos centros, sus relaciones y sus inter-venciones. La primera mitad de los Versos Áureos trata de este tema.En ellos leemos: «Entiende bien estos preceptos, pero aprende a dominar en ti, en primer lugar, tu apetito y tu sueño, tu lujuria y tu maldad».El discípulo debía adquirir la «moderación», no sólo con relación a su alimentación, sino en todo lo que ‘consumía’, como por ejemplo hoy en día, lo que proviene de los medios de comu-nicación. Tenía que vencer su letargo y su pereza, superar el ‘sueño’; acabar bruscamente cualquier forma de ‘lujuria’. También tenía que encauzar la ‘maldad’, es decir, su agresividad y la crítica destructiva. De esta manera aportaba cierto orden al centro de conciencia de su cuerpo y lo armo-nizaba con las necesidades de la nueva alma. Hacía exactamente lo mismo con la conciencia del corazón. Tenía que reemplazar el temor por el valor, la supeditación a la opinión de otro por la independencia, la indiferencia en materia de exigencias éticas por el sentido correcto de honor y sobriedad. Los Versos Áureos añaden: «Nunca hagas solo o junto con otros nada ver-gonzoso y, sobre todo, ¡ten siempre respeto de ti mismo!» El concepto de «bravura» engloba la casi totalidad de esas propiedades. En la cabeza, una nueva razón debía emerger: un pensamiento autónomo, una «sabiduría» que sabe lo que es propicio tanto para la salud como para la situa-ción familiar y social. «¡Qué nadie te induzca, por palabras o actos, a decir o hacer algo que no sea lo mejor!»Los tres centros debían trabajar juntos armonio-

V LOS VERSOS ÁUREOS

Pitágoras y su escuela

Page 27: Pentagrama 5 2013

samente: pensamiento, sentimiento, energía vital. Se trataba de la «justicia», la cuarta gran virtud que, como todo candidato, debían adquirir los discípulos de Pitágoras y cada alumno espiritual. Pues quien dirige su mirada hacia el interior y desarrolla estas cualidades, como hijo de Dioni-sos, Dionisos Zagreus, se libera de innumerables intrincaciones, expectativas, temores e ilusiones del mundo perecedero. Se libera de los Titanes que se oponen a su reflexión sobre sí mismo y rompen su unidad interior. En resumen, edifica una nueva alma cuádruple pura que correspon-de con la Tetraktys: el Padre (pensar con la ca-beza), la Madre (sentir con el corazón), el Hijo (la energía vital consciente) y, cuarto lugar, los actos que se desprenden de ello.En la escuela de Pitágoras, se acostumbraba a sostener estas enseñanzas con máximas simbó-licas, proposiciones que se reunían en los koans, imágenes de la vida cotidiana; así se le recorda-ba siempre sus tareas al alumno. «Ponte en pri-mer lugar tu sandalia derecha». Piensa inmedia-tamente en tu despertar, tras haberte «puesto tu sandalia derecha», que te encuentras en camino hacia un objetivo importante y subordina a este objetivo las acciones diarias, la ‘sandalia izquier-da’. Y aún quedan numerosos ejemplos más.Así se elaboraba una personalidad regulada por el orden del macrocosmos divino por medio de cuatro grandes virtudes: la templanza, el valor, la sabiduría y la justicia. Para los pitagóricos, no se trataba de ser héroes virtuosos o santos. Todo esto sólo eran ayudas para alcanzar un objetivo. Usted habrá podido comprobar a este respec-

to que sólo podía cumplirse con la ayuda del Espíritu; las enseñanzas de la escuela de Pitágo-ras eran portadoras de energías espirituales. La iluminación, la elevación de la conciencia, deter-minaba el tipo particular de preparación y los medios a poner en práctica.Además, habrá notado sin duda que estos medios y el nuevo comportamiento no tenían por objetivo hacer del alumno maestro de las circunstancias interiores y exteriores, dominarlas y alcanzar así placer, poder o realización de los ideales personales. Los medios servían para libe-rar al alma natural de los lazos terrestres. En su búsqueda, decrecía en el ser humano la búsque-da de prestigio, poder o felicidad, mientras que crecía el alma pura, verdadera.Entonces, el discípulo abordaba la segunda gran fase de su camino: la despedida definitiva de la vida terrenal gracias a su aspiración y a su com-prensión, aprendía a abandonar su ansia por la vida terrestre, el poder y una dicha permanente, y a reconciliarse con los misterios. El «Juramento de Pitágoras», que se sitúa exactamente entre la primera y la segunda parte de los Versos Áureos expresa perfectamente ese gran cambio: «¡No, gracias a Aquél que en nuestra alma transfun-de su sagrada tetraktys, fuente de la naturaleza infinita!» Por un ‘no’ irrevocable, el discípulo se disocia de su dependencia con respecto a las pasiones, la ignorancia y la maldad, las influencias exteriores, las ilusiones y los temores y, por un ‘sí’ irrevocable, se adhiere al mundo divino con el que, tras esta larga preparación y quizá todavía indeciso, se compromete en lo sucesivo. µ

Pitágoras y su escuela 25

Page 28: Pentagrama 5 2013

26 pentagrama 5/2013

Parte 1 1 Honra, en primer lugar, a los dioses inmortales en el orden que les fue asignado por la Ley.2 Respeta el Juramento. Honra, a continuación, a los Héroes glorificados.3 Venera también a los Genios subterráneos, cum-pliendo todo lo que está de acuerdo con las leyes.4 Honra a tu padre y a tu madre y a tus parientes próximos.5 Entre los demás, hazte amigo de quien descuella en virtud.6 Cede a las palabras gentiles y a las actividades saludables.7 ¡Jamás guardes rencor a tu amigo por una falta leve,8 y esto, en la medida de tus fuerzas, pues una vo-luntad (más alta) se encuentra junto a la necesidad (el Fatum que rige el destino de los mortales)!9 Sábelo bien, medítalo y acostúmbrate a dominar éstas:10 la glotonería primero, el sueño, la lujuria y el arrebato.11 ¡Jamás hagas nada que sea contrario a la dignidad,12 ni con otros, ni solo! ¡Y déjate guiar, ante todo, por tu sentido del honor!13 Seguidamente, practica la justicia en palabras y en obras.14 Habitúate a no obrar jamás sin reflexión15 y no olvides que todos los seres humanos están destinados a morir;16 y llega a saber que tan pronto se adquieren como se pierden los bienes de fortuna.17 Con respecto a todos los males que tienen que sufrir los seres humanos por designio divino:

18 acéptalos como la suerte que has merecido; sopórta-los sin indignación y no te enfades.19 Sánate de ello en la medida de tus fuerzas. Pero piensa bien en esto:20 que el Destino ahorra a las gentes de bien la ma-yoría de los grandes males.21 Muchos discursos, bellos, buenos y malos, llegan a los oídos de los seres humanos;22 no los admires demasiado, no los desprecies tampoco.23 Pero si ves que se dice alguna cosa falsa, sopórtalo con paciencia y calma.24 En cuanto a lo que voy a decirte, obsérvalo en toda circunstancia.25 Que nadie, en palabra o en actos, te induzca26 a decir o a hacer lo que tu alma y conciencia no estime que sea lo mejor.27 Reflexiona antes de obrar, con el fin de no cometer tonterías,28 pues es propio de un indigno proferir o hacer tales cosas.29 Jamás hagas, pues, nada que puedas reprocharte a continuación.30 No emprendas jamás lo que no comprendas, pero déjate instruir31 en todo lo que es necesario que sepas, y pasarás una vida dichosa.32 No descuides la salud de tu cuerpo,33 mas aliméntalo con moderación y proporciónale el ejercicio que necesita.34 Por moderación entiendo lo que no te haga daño.35 Acostúmbrate a una existencia pura y sobria;36 guárdate de hacer todo lo que suscita envidia.37 No seas disipado en tus gastos como quién no sabe lo que es correcto,

los versos áureos

Page 29: Pentagrama 5 2013

Pitágoras y su escuela 27

38 pero no por ello seas avaro: la justa medida es excelente en todo.39 No hagas nada que te dañe y reflexiona antes de actuar.40 No permitas que el dulce sueño se deslice bajo tus ojos,41 antes de haber examinado cada una de las acciones de tu jornada:42 ‘¿Qué he hecho? ¿Qué he dejado de hacer?’43 Recuerda comenzando por el último, todos los actos de tu jornada.44 Y, a continuación, si encuentras que has omitido faltas, repróchatelo severamente pero, si has actuado bien, regocíjate.45 Trabaja para poner estos preceptos en práctica, me-dítalos; aprende a amarlos46 y te pondrán sobre las huellas de la virtud divina. El Juramento de Pitágoras (47 - 48a)* No, yo juro por Aquél que dio a nuestra alma la Tétra-da que, en el Ser eterno, tiene su fuente y que es Fuente, a su vez, de la Naturaleza eterna».

Parte 248b No emprendas una obra,49 sin demandar a los Dioses que la conduzcan a la perfección.Cuando todos estos preceptos te sean familiares,50 conocerás la constitución de los Dioses inmortales y de los seres humanos mortales,51 sabrás hasta qué punto las cosas se separan, y hasta qué punto se reúnen.52 Reconocerás también, para que seas digno de ello, que la Naturaleza es en todo semejante a sí misma53 de suerte que no esperes nada que no se pueda

esperar, y que ya nada te quede oculto.54 Sabrás también que los seres humanos eligen ellos mismos y libremente sus males.55 Miserables como son: ¡no saben ni ver ni entender los bienes tan próximos a ellos, sin embargo!56 Son pocos los que saben liberarse de estos males.57 Tal es el destino que turba los espíritus de los mortales.58 Helos aquí proyectados como piedras que ruedan por aquí y por allí agobiados con males infinitos.59 Innata en ellos, en efecto, la penosa Discordia e inadvertidos les provoca daño y su noche les acompaña sin que ellos se perciban de ello;60 No es preciso provocarla, sino evitarla y huir de ella.61 ¡Oh Zeus, padre nuestro, de cuantos males que les agobian librarías a todos los seres humanos,62 si mostrases a todos qué demonio les habita!63 Pero tú, ten valor, puesto que tú sabes que la raza de los seres humanos es divina,64 y la Naturaleza que es sagrada les desvela el Todo.65 Si te toca algo en el reparto, realizarás todo lo que te he prescrito.66 Habiendo curado tu alma, la liberarás de esos males.67 Pero abstente de los alimentos de los que hemos hablado aplicando tu juicio68 en todo lo que puede servir para purificar y liberar tu alma. Reflexiona sobre cada cosa,69 tomando por conductora la excelente Inteligencia de arriba.70 Y si, tras haber abandonado tu cuerpo, elevas tu alma en el libre éter,71 tú serás un dios inmortal, incorruptible, y jamás sujeto a la muerte.

Page 30: Pentagrama 5 2013

28 pentagrama 5/2013

E n la escuela interior de Pitágoras, el estudio de la ciencia llamada ciencia sin valor, abstracción hecha sin ningún interés

personal, ocupaba un lugar muy importante con vistas a un desarrollo del alma. Lo que los pitagóricos buscaban era elaborar y adquirir una comprensión totalmente abnegada de las corre-laciones de la existencia, sin que se inmiscuyera ningún interés personal.Ellos estudian cuatro ciencias de naturaleza objetiva: la aritmética o cálculo, la música, la geometría y la astrología.Todo está determinado por los números. De la unidad, Dios, procede, por la división bipolar, la diada ‘Padre-Madre’. De su interacción emana la triada ‘Padre-Madre-Hijo’ que genera un nuevo proceso creador: la tétrada.La segunda ciencia ejercida por los pitagóricos era la música. Era verdaderamente una ciencia. Pitágoras había descubierto –había traído este conocimiento de Egipto– que los intervalos de una gama –tercera, cuarta, quinta, octava, etc.– se apoyan en números enteros. La quinta, por ejemplo, se relaciona con la nota de base como 3: 2 –prodigiosos números. Así pues, en nosotros mismos debe existir un principio similar basado en números enteros, como por ejemplo, en la audición o entre partes del cuerpo que estén en cierta relación e interactúen entre sí; razón por la que nosotros experimentamos como agrada-ble este género de intervalos.Una armonía interna se instaura entre esas so-noridades, la vibración exterior del aire y nues-tro estado de alma. Por este medio, podemos

imaginarnos que es posible percibir las vibracio-nes del movimiento orbital planetario como una «música de las esferas».Pitágoras empleó el efecto mágico de la músi-ca, pues sabía exactamente qué melodías y qué instrumentos tenían un efecto apaciguador sobre el estado del alma y cuáles exacerbaban las pasiones. Él aplicó este conocimiento con fines terapéuticos. La música excitante era desterrada de su escuela. No tenía instrumentos de vien-to pues producen este efecto, ni tambores que estimulan el centro de la pelvis y perturban la armonía entre los diversos aspectos del alma, la sabiduría, la bravura y la mesura. Por lo tanto, se conservaba la armonía compensadora, la justicia, entre los aspectos del alma de sabiduría (cabeza), la valentía (corazón) y la mesura (la pelvis).La geometría era la tercera ciencia destinada a favorecer el desarrollo del alma en los pitagó-ricos. Un ejemplo: un discípulo o alumno de Pitágoras colocaba ante su consciencia la corre-lación entre los dos catetos (lados del ángulo recto) de un triángulo rectángulo y su hipote-nusa (lado oblicuo). Realizaba la experiencia prodigiosa de que para cada triángulo rectángu-lo, poco importa cuál, la suma de los cuadrados de sus lados del ángulo recto es igual al cuadra-do de la hipotenusa, o sea a2 + b2 = c2.Quien, en este contexto, profundiza de forma desinteresada en este pensamiento puede re-producir la experiencia en otros campos de la vida, o volver a encontrarla. Basta con pensar en el conflicto de generaciones. Comparando las concepciones de un joven con las de un

VI A PROPÓSITO DE LAS CUATRO CIENCIAS OBJETIVAS

Pitágoras y su escuela

Page 31: Pentagrama 5 2013

recién nacido; este juego de fuerzas opera sobre su carácter y su destino.

Cuando un ser humano espiritualmente desa-rrollado observa todo esto, puede ayudar a otros que están avanzados en su forma de pensar, a alcanzar precisamente esa facultad de ver. No hay necesidad de horóscopo a este respecto. ¿Cómo surgió entonces la astrología? ¿Quizá las personas que observan el movimiento de los pequeños puntos en el cielo, los habrían relacio-nado, por medio de cálculos, con el destino de un recién nacido? ¡Esto es más que improbable!No, ellos observaban los campos de radiación de los planetas y su influencia sobre el carác-ter y el destino del recién nacido; así veían la correlación entre lo que está arriba y lo que está abajo. µ

adulto –las cuales están en oposición como los catetos del triángulo rectángulo, perpen-diculares entre sí, los pitagóricos intentaban conducir las unas y las otras en un nuevo contexto que corresponde con la hipotenusa del triángulo.Así el pensamiento, por una intervención, des-provista de cualquier interés personal, podía discernir, con la ayuda de la geometría, lo seme-jante de lo dispar en cada situación de la vida y examinar sus posibilidades de acercamiento. Cuántos sufrimientos se podrían evitar si, antes de casarse, los futuros conyugues pudiesen tener una clara visión de sus respectivos caracteres y sus circunstancias de vida, sin que la atracción sexual o la ilusión romántica les extraviasen.Por último, la cuarta ciencia fue la astronomía, a decir verdad la astrología, la lógica, la compren-sión de los cuerpos celestes, de nuevo se trataba de relaciones cualitativas. La posición macrocós-mica de los planetas en el nacimiento de una persona muestra por analogía las relaciones mi-crocósmicas que determinan las particularidades, las propiedades de su carácter.El horóscopo ofrece una descripción esquemáti-ca de ello.Cada planeta no sólo es un cuerpo sino también una esfera, un campo de radiación que llena todo el sistema solar. Todos los campos de radia-ción de los planetas y del Sol se interpenetran e influyen, por consiguiente, también a la Tierra y a cada entidad sobre la Tierra. En el momento del nacimiento, esta constelación macrocósmica marca con su sello el sistema microcósmico del

Pitágoras y su escuela 29

Page 32: Pentagrama 5 2013

30 pentagrama 5/2013

Desde entonces, el candidato se encuentra frente a Pitágoras, detrás de la cortina, en el interior de los misterios que debería

aprender a reconocer lentamente. Su conciencia y su mental se despegaban de todos los intereses personales. Le habían nacido una percepción objetiva y una nueva alma que servía de base de desarrollo para los nuevos órganos espirituales.¿Cómo sostener ese proceso de forma positiva? Ante todo afirmando, fortaleciendo, el nuevo es-tado de alma. La escuela de Pitágoras aplicaba a este respecto un precioso método. En los Versos Áureos leemos:«No permitas al sueño cerrar tus ojos antes de haber examinado cada una de las acciones de tu jornada. ¿Qué he hecho bien? ¿Qué he hecho mal? ¿Qué he dejado de hacer?Recuerda, comienza por el primero y recorre, uno tras otro, todos los hechos de tu jornada. Y, a continuación, si has obrado mal, estremécete; pero si has obrado bien, regocíjate».Por esta autorreflexión realizada cada noche, por esta meditación sobre sí mismo, se fortifica de forma extraordinaria el estado de alma.Los pitagóricos sabían que cada personalidad mortal no es abandonada sin gracia a su des-tino o a su karma, sino que puede aprender a tratarlo de modo que no dificulte el camino de liberación. Puede acumular nuevamente karma o reducir el antiguo. Todos los actos de una personalidad mortal son registrados en el ser inmortal, el microcosmos. La suma de todos los registros de la vida de las encarnaciones prece-dentes determina el karma de la vida presente.

Lo que siembras en una vida crea causas nuevas y lo que no ha sido integrado o resuelto forma el punto de partida de la encarnación siguiente.Ésta recogerá lo que todas las encarnaciones precedentes han sembrado. Esta realidad puede constituir un pesado fardo, una carga muy seria. El karma individual o colectivo es a veces tan pesado que el ser humano no puede afrontar la situación. Llega a sucumbir. Los Versos Áureos lo expresan así: «Tal es el destino de los mortales que turba su espíritu. Como piedras que ruedan son em-pujados por aquí y por allí, sometidos a un sufrimien-to sin fin».Pero el ser humano puede comprender, reco-nocer, no obstante, la forma en la que acumula nuevamente karma. La conciencia de conflicto, la lucha por la existencia, el impulso de vida, determinan toda su vida y trae todos los males de la existencia en el mundo. Pitágoras utiliza incluso el término ‘demonio’. Los Versos Áureos dicen:«Un guía pérfido, el conflicto, daña imperceptiblemente al ser humano y se hace uno con él. Uno no puede expulsarlo, es necesario evitarlo, huir de él».Cuando un candidato reconoce ese demonio gracias a la energía divina y a un maestro como Pitágoras, puede liberarse del conflicto, de la sed de vivir y de la ignorancia. Las fuerzas ayudado-ras que recibe le hacen aceptar su sino. Cite-

Fuente de las reproducciones del texto griego de los Versos

Áureos: Pitágoras, Los Versos Áureos, caligrafías de Marcel Boin,

Bourges, 1948

VII DESDE DETRÁS DE LA CORTINA

Pitágoras y su escuela

Page 33: Pentagrama 5 2013

excelente Inteligencia de arriba. Y si llegas, tras haber abandonado tu cuerpo, al libre éter, serás dios inmortal, incorruptible, y para siempre libre de la muerte».¿Qué ocurre entonces con la soledad, con el sentimiento de absurdidad de sentirse una par-tícula de polvo en el universo? Semejante ser humano está lleno de un orden nuevo y gran-dioso; es omniconsciente, uno con Dios y toda cosa, toda criatura, libre en el seno de las leyes divinas. Él participa en el amor creador de Dios hacia todas las criaturas de la Tierra. Gracias al alma nueva purificada, el Dionisos inmortal en él, el Espíritu que fue aparentemente muerto y desmembrado, ha resucitado con la ayuda de un alma nueva, purificada y se expresa en una nueva personalidad inmortal.En este proceso, está claro que no es el yo ego-céntrico quien alcanza la libertad en el éter.

mos los Versos Áureos: «Cuando el destino te golpea, ¡sopórtalo, no te subleves! ¡Acéptalo lo mejor posible! Pero cúrate lo mejor que puedas».Un alumno que recorre el camino liberador no es fatalista. Sobre la base de la energía del Espíritu en su microcosmos, llega poco a poco a liberarse.«¡Oh Zeus, Padre nuestro, tú liberarías a todos los seres humanos de los numerosos males que les an-gustian, si les mostrases a todos de qué ‘demonio’ se sirven!»Dejando actuar así las leyes y las energías di-vinas, en él y fuera de él, el discípulo de Pitá-goras se desapegaba de sus lazos: él recibía el Espíritu y la iluminación. Perseverando en las leyes y las fuerzas divinas, este estado se volvía parte integral de su ser. Es por lo que al final de los Versos Áureos, se dice: «Déjate conducir por la

Pitágoras y su escuela 31

Page 34: Pentagrama 5 2013

32 pentagrama 5/2013

Entre las numerosas correspondencias entre Pitágoras y Jesús, ya se trate de sus enseñanzas o de su vida, la pesca ocupa un lugar particular.Pitágoras encontró un día pescadores sobre la playa de la que zarpaban; él les dijo poder predecir la abundancia de su captura, incluso el número exacto de peces. La condición que puso fue que ellos volviesen a arrojar el pescado si su predicción era correcta. Todos los peces sacados del agua estaban con vida y su número se reveló de acuerdo con las predicciones. Pitágoras los rescató y los volvió a arrojar al mar. Los pescadores expandieron la noticia; desde entonces, Pitágoras fue venerado como un semi-dios. Salvator Rosa, 1662. Museo Nacional, Berlín.

Page 35: Pentagrama 5 2013

Éste por el contrario resulta de la separación con Dios. Por su autoprotección, su autoafirma-ción por el «conflicto», él mantiene continua-mente esta separación. La conciencia corporal, grosera o refinada, perseverante o previsora, constituye un obstáculo para el verdadero Ser, pero en el largo camino de la escuela de Pitá-goras ha aprendido a permanecer silenciosa y a servir al verdadero Ser. Éste es el punto de partida de todas las escuelas espirituales tanto del pasado como del presente.Estudiantes y alumnos de estas escuelas de-ben aprender en su vida cotidiana a desarrollar nuevos instrumentos, nuevos órganos de com-prensión. Sobre la base de la chispa de Espíritu en ellos y con la ayuda de energías divinas, ellos se desapegan de los deseos, las angustias y las ilusiones y, así, realizan un lazo cada vez más consciente con el mundo divino. Encantamien-tos, oraciones o negociaciones no sirven de nada. Esos medios establecen, en el mejor de los casos, un contacto con el más allá, el mundo de los muertos, llamado por Pitágoras el mundo inferior. El discípulo de Pitágoras tenía en cuenta este mundo y lo respetaba: «Venera también a los Genios del mundo inferior, realizando las ofren-das prescritas». Él se acogía a ello.Auxiliadores del mundo divino se encarnan voluntariamente para permitir a los seres huma-nos en el camino adquirir autonomía y libertad espiritual.Ellos toman sobre ellos todas las dificultades del mundo material con el fin de ayudar a sus alumnos a vencerlas. Así hizo Pitágoras. Tras

Pitágoras y su escuela 33

Page 36: Pentagrama 5 2013

34 pentagrama 5/2013

cas gracias a la energía radiante de su escuela.Pero preceptos democráticos reemplazaron gradualmente en toda Grecia las constituciones ‘aristocráticas’ (en esa época, en Magna Graecia –Sicilia–, los preceptos democráticos significaban libertad ilimitada y egoísmo exacerbado). Ese cambio debía suscitar oposiciones con la escuela de Pitágoras donde reinaba disciplina y amistad para todos. La situación de una escuela espiritual se vuelve siempre crítica cuando depende de condiciones políticas o económicas.Para terminar, podemos decir que no hay mejor brújula para prepararse en el camino espiritual que el veredicto que Pitágoras dirigía a sus alumnos: «No disperséis el Dios interior». El ser humano es la imagen de Dios, un Dios potencial, no un yo sino un ser espiritual, un microcos-mos. No disperséis ese principio espiritual en vosotros perdiéndoos en los múltiples aspectos del mundo terrestre, incapaz de uniros a vuestro ser interior. Una vez en camino, no disperséis vuestro Dios interior sino unificadlo. Impedid que vuestra alma se identifique con las innume-rables cosas buenas o malas del mundo y llegad así a la Unidad, a disponer la energía divina en vosotros. «¡No disperséis el Dios interior!» µ

veinte años de intenso trabajo, su escuela fue perseguida.Debió abandonar el país y sus discípulos se dispersaron. ¿Cuál fue la razón para ello? ¡Polí-tica! Pitágoras había establecido un buen en-tendimiento con la aristocracia en el poder de Crotona. En su escuela se forjaban seres huma-nos excelentes (aristos, el mejor) en el sentido interior; esto se tenía que demostrar también en la estructura política exterior con una constitu-ción ‘aristocrática’. También tenía la esperanza de influir positivamente en las relaciones políti-

PltágorasSu vida - Su escuela de Msiterios - Los Versos Áureos Konrad Dietzfelbinger El artículo está basado en una conferencia del autor.

www.rozekruispers.com

Page 37: Pentagrama 5 2013

«Es indispensable saber que existen dos soles, uno espiritual y otro natural. Un Sol espiritual para los que están en el mundo espiritual y un sol natural para quienes viven en el mundo natural.

A menos que se haya comprendido esto, nada puede ser comprendido convenientemente en lo concerniente a la creación y el ser humano...»Emmanuel Swedenborg (1688-1772), Amor divino y Sabiduría

Y Julián el Apóstata (331-361) enseñaba: «Hay tres soles en uno; el primero es la causa universal del todo, bien supremo y perfección; el segundo es la fuerza, la razón soberana que domina en todos

los seres razonables; el tercero es el sol visible».El ángel en el Sol. William Turner, 1846

S O L

sol 35

Page 38: Pentagrama 5 2013

36 pentagrama 5/201336 pentagrama 5/2013

Page 39: Pentagrama 5 2013

hacia una revolución mundial del alma 37

hacia una revolución mundial del alma

Page 40: Pentagrama 5 2013

38 pentagrama 5/2013

IPor los medios percibimos lo que somos: victoria en el terreno futbolístico, grave accidente en la carretera, asesinato de género, crecimiento de la exportación, viaje a China de nuestro presidente, concierto de nuestro cantante preferido. ¿Somos verdaderamente esto?¿Se resume nuestro ser en la información que obtenemos, en las relaciones que mantenemos? ¿Qué queda de nosotros cuando pasamos de las

informaciones y también de las relaciones?Siendo niño y adolescente ya tenía el sentimiento de la existencia de alguna discordancia en noso-tros. No somos aquel al que presentamos. No-sotros jamás llegamos a encontrarnos en nuestra integralidad.Sólo como partes, como fragmentos, entramos en contacto con nosotros, lo esencial permane-ce oculto, pero actúa a través de nosotros en lo que hacemos. De ello resulta un buen número

Cada año se reúnen los árabes y los africanos para consultarse mutuamente sobre su arte y para averiguar si quizás se ha descubierto algo mejor, o si sus experiencias han debilitado sus conceptos. De esta forma, cada año surge algo con lo que se pueden mejorar las matemáticas, la física y la magia, pues en ellas los habitantes de Fez están muy avanzados. También en Fez es donde Cristián Rosacruz conoció a los que se tenía la costumbre de llamar habitantes autóctonos, los cuales le revelaron muchos de sus secretos. A Europa no le faltarían ilustrados, magos, cabalistas, médicos ni filósofos si hubiese una mutua buena voluntad y la mayoría no quisiera monopolizar el conocimiento.

Fama fraternitatis, 1614

IMPRESIONES DEL CAMINO DE EXPERIENCIAS DE UN ALUMNO

Page 41: Pentagrama 5 2013

hacia una revolución mundial del alma 39

de cosas exageradas, deformadas, caricaturizadas y facticias. Comunicamos fácilmente, pero no es comunión, ni unidad. Los pensamientos y las pa-labras crean su propia realidad. Todos estamos es-trechamente unidos y, sin embargo, muy alejados unos de otros, como lo expresa el antiguo cantar de gesta Los Cuatro Hijos Aymon: «juntos no pue-den acercarse, el agua es demasiado profunda».¿Cómo podemos vivir así? Podemos hacerlo por-que, de hecho, no vemos alternativa. Constata-mos lo que somos y tratamos de actuar lo mejor posible.Numerosos son los que se rebelan contra esta manera de existir. La rechazan, la combaten en ciertos puntos, incluso totalmente. IICorrientes de pensamiento o convicciones pue-den dominarnos y determinar nuestro compor-tamiento a largo plazo. Mostramos a veces tal faceta, a veces tal otra.Sin embargo, ¿se trata verdaderamente de noso-tros? Lo ignoramos. Todavía no hemos llegado a nosotros mismos. ¿Dónde se sitúa el lugar de mi existencia, ese lugar que nadie más que yo

puede ocupar, ese donde mi presencia es indis-pensable en el cosmos, esa estancia inefable de mi ser?La vida de innumerables buscadores o buscado-ras es como un grito, un grito sin palabras.La respuesta se hace oír. Durante nuestra vida, giramos alrededor de algo, y esto, hagamos lo que hagamos. Giramos alrededor de nuestro ser más profundo sin conocerlo.Sin embargo, a menudo, se escapa un suspiro. Una extraña emoción nos embarga. Nos volve-mos silenciosos y echamos una ojeada a nuestra manera de vivir. Nos dan ganas de dejarlo todo, de salirnos de nuestro círculo de existencia.¿Nos ayudaría hacer esto? Se diría que mi vida se juega en la periferia.En el centro está el ser interior. ¿Tiene algún sentido desplazarse a la periferia? La distancia a mi ser profundo permanece invariable. Me es necesario encontrar esta distancia. Yo quisiera recibir las informaciones que emanan del centro. Mi vida parece desarrollarse en una escena de teatro invisible. Interpreto numerosos papeles pero yo noto que la escena permanece idén-tica, inmóvil, inmutable. ¿Qué sentido tienen estos papeles que interpreto? Personajes, fuerzas, torbellinos, intrigas, todo esto se activa en mí. Semejante a lo que los medios me sirven. Mi participación en el mundo es semejante a lo que pasa en mi ser. Al igual que el mundo vive en mí y me anima, mi psique pone en movimiento lo que ocurre en el mundo. Yo soy una parte de todo acontecimiento.

La Madraza Nou Inania es una escuela coránica de Fez (Marruecos) construida en 1350. Según la Fama Fraternitatis, es aquí donde se encontraron los sabios árabes y africanos que «viviendo tan lejos los unos de los otros, no están solamente unidos y opuestos a todas las diatribas sino tan inclinados y dispuestos a confiar y revelar sus secretos». También aquí es donde Cristián Rosacruz conoció a los que había costumbre de llamar habitantes autóctonos.Fotos © Ivar Hamelink

Page 42: Pentagrama 5 2013

Desde la formación cristiana, yo llamo al ser interior, el redentor, Emmanuel, Dios conmigo, Cristo en mí, el elemento del Otro en mí

40 pentagrama 5/2013

IIIDesde hace mucho tiempo experimento el sen-timiento de ser un desconocido para mí mismo. Extraño a lo que ocurre, estando concernido en ello. A menudo, cuando entreveo espacios ocultos de mi conciencia, identidades todavía no descubiertas, pienso que podría levantarse el velo. Entonces alegría y deseo me invaden y yo sé que algo grande nos espera, algo grande que es necesario adivinar. El papel que nuestro ser interior quiere darnos nos espera.Yo estoy en relación con los árboles. Ellos me transmiten la experiencia de su espera. Una pa-ciencia cósmica se abre a través de ellos. Nume-rosos animales también parecen esperar. Incluso el espacio que envuelve la Tierra da la impre-sión de esperar. Y las estrellas nos miran.Todo está a la espera, ¿pero de qué? De nues-tra decisión de tomar el camino que conduce a nuestro ser interior. Si tomamos esta dirección, un cambio fundamental intervendrá en el mun-do: la revolución mundial del alma cambiará todo.Cuando en el curso de una vida humana, llega el momento crítico, en la encrucijada de cami-nos, en que se desvela la vía hacia el ser inte-rior, la evolución y el flujo del tiempo parecen detenerse por un instante.Al ser humano se le abre la posibilidad de tomar una decisión importante, al haberse desprendido del peso del pasado. El ser humano se libera, por un momento, del enredo.

IVSubrepticiamente, el ser interior se desvela como una puerta que conduce a un campo transcendental, fuera del tiempo. Pero el instante es efímero.

El mundo se sume en el vacío. Siete mil millo-nes de seres humanos atraviesan el ser interior.Ellos forman una enorme rueda que gira y arrastra todo. Cada uno es como un planeta que se mueve alrededor del sol interior. ¿Qué puede extraerse de ello? Imaginemos que un gran nú-mero de planetas deciden seguir una órbita dife-rente, una más próxima al centro y que está más ampliamente impregnada por la transcendencia. La ley de interdependencia debería engendrar una reacción del conjunto del «sistema humano». Las antiguas certezas desaparecerían, la incer-tidumbre aparecería. El aspecto espiritual de las almas se intensificaría en el mundo y haría posibles nuevos desarrollos.¿No es precisamente esto lo que ocurre en el mundo de nuestros días? Lo transcendente quie-re darnos otra identidad. Despertar en nosotros lo transpersonal y lo universal. Despertar la uni-dad pues Él es Unidad. Para nosotros, humanos, la unidad que nos envuelve es la humanidad, no sólo en sentido exterior, sino también en un sentido más profundo, la humanidad eterna en tanto que ordenamiento y comunión de las almas desatadas del cuerpo físico, de la mor-talidad, de los embrollos, de las intrigas, de los anclajes y de las estrategias.¿Es esto una visión? Yo experimentaba estas cosas cuando era joven. Hoy, digo: el ser inte-rior ha suscitado esto. Querría comparar esta situación con la de un alpinista atraído por la cumbre. Sus amigos le recomiendan permane-cer abajo. «¿Por qué querer ir allá arriba? ¿Por qué exponerse al peligro?» Ésta es la respuesta: «No debo rendirme. No puedo hacer otra cosa». Elige su equipamiento y deja una multitud de cosas tras de sí. Mi esposa y yo mismo hemos recorrido ese

Page 43: Pentagrama 5 2013

camino. Hemos buscado y explorado numerosas corrientes antes de descubrir el de un grupo que nos correspondía. Nosotros siempre so-mos miembros de él. La característica de la vía emprendida es la rendición: la entrega del yo al ser más interior, entrega en el reflejo del cam-po más interior del grupo. ¿Es un poco vago? Utilizando únicamente la razón, en efecto, no lo puedo comprender. Pero en nuestro corazón hubo un reconocimiento, una especie de prerre-cuerdo. Un campo de vida sumergido vuelve a emerger al aire libre como un futuro a recon-quistar. En nosotros, se ha forjado una certeza. El grupo utiliza palabras para denominar la vía. No sólo palabras del Evangelio, sino también de Lao Tse, Buda, así como de otros más actuales. ¿Cuál es el efecto de estas palabras? Ellas nos permiten distinguir las divergencias, estimular las posibilidades ocultas de la conciencia.Ellas actualizan en el espacio la energía del camino. Desde entonces esas fuerzas obran en quienes las pronuncian.Enseguida surgen también efectos de sombra, reacciones opuestas. Éstas proceden de las face-tas de nuestro carácter. «Tú no puedes extraerte del pantano como el barón de Münchhausen. Tú no puedes realmente desviarte de lo que eres tú mismo». Pues el ser interior me revela y me enseña que es totalmente diferente a mi simple persona.

VMi pasado cristiano me hace llamar al ser interior el Salvador, Emmanuel, Dios conmigo, y Cristo en mí, el elemento del Otro en mí. Es lo opuesto de lo que soy. Puedo tutearle muy familiarmente.Yo lo sé, es mi yo verdadero. Pero también es una experiencia irritante: si decido orientarme hacia él, experimento la oscuridad, el vacío, la nada. Surgen pensamientos a menudo acompa-ñados de una conmoción emocional y corporal, deseos y quizá incluso viejas herencias del sub-consciente desaparecidas de forma enigmática, hace mucho tiempo. Pero todo esto no pertenece al ser interior.

¿Qué ocurre para que no pueda encontrarle? Un día, las escamas se desprenden de mis ojos.Cuando miro conscientemente en las profundi-dades con la ayuda de mi propia luz, alcanzo lo que me pertenece, lo que me corresponde.Pero de esta manera no puedo descubrir el yo verdadero inmortal y eterno. Éste no se refleja en las fuerzas de mi conciencia, pues forma par-te de otra dimensión. Y esto representa una toma de conciencia liberadora. De repente río y me libero de mis vanos intentos.Comprendes por qué un ateo ha podido decir con convicción que no había podido encontrar a Dios.Sin embargo, de hecho, yo he experimentado el ser interior.¿Cómo se da a conocer? A menudo en el cur-so de las asambleas de la comunidad de la que formo parte. En ella, cada vez experimento la Luz del alma espiritual. ¿Cómo es esto posible? Pertenezco al grupo, me abro a las palabras que conciernen al camino, y esto sin esperar nada más. Y, he aquí, que la Luz se refleja en mí, que se comunica conmigo durante o después de la reunión.Resulta evidente que el ser interior tiene necesi-dad de ocasiones para construir en mí su tela de resonancia, lo eterno tiene necesidad de encon-trar lo que le corresponde, su propio nivel de conciencia para reflejarse en él.

VIHe comprendido que por el miedo, las emo-ciones fuertes y un mental dominante, he os-curecido incesantemente ese espejo. Este espejo no puede significar otra cosa que un nivel de conciencia. En la antigua corporeidad se elabora el nivel de una nueva conciencia-alma. Desde entonces la nueva y la antigua conciencia dicen ‘yo’ con una misma boca.El grupo del que formo parte me ha sido de una ayuda decisiva para la asimilación, el pro-cesamiento de las energías que se desprenden y de las informaciones que puedan surgir. Lo determinante es el nivel de conciencia. ¿Cómo

hacia una revolución mundial del alma 41

Page 44: Pentagrama 5 2013

42 pentagrama 5/2013

se hace la permutación de una a otra, en primera instancia, de la conciencia inferior a la supe-rior? He tenido que reflexionar durante mucho tiempo sobre ello, a pesar de que es tan sencillo. Lo más interior es la causa de todo; despierta el nivel de conciencia superior pero también tiene un efecto en el nivel inferior. Hace nacer una nostalgia en el viejo yo. Despierta lo que es ideal y estimula ante todo la disposición a la rendi-ción.La rendición es la clave más importante para el conjunto del desarrollo. Sólo a través de ella es posible realizar nuevas experiencias, crear por ejemplo la facultad de distinguir las nuevas

energías, propias del ser interior, de las antiguas, propias de la personalidad, del carácter. Esto se acompaña con la posibilidad de dirigir la vida de una nueva manera. En efecto, las relaciones con todo lo que vive cambia. Así, y esto es total-mente nuevo, hay reencuentros de alma a alma. Es inexpresable la dicha que se experimenta al descubrir en otro un alma de orden superior.Si permanecemos fieles al camino, a cambio el camino nos será fiel también. Se establece una nueva órbita. El nuevo nivel de conciencia se convierte en una nueva estructura del alma. De una forma nueva, el ser interior ocupa en ella un lugar. De forma totalmente diferente que cuando se mantiene en la periferia. El Salvador, lo trans-cendente, construye una nueva corporeidad de alma en el propio seno de la antigua. Se puede experimentar como una gran fuerza de sostén. En el presente, los dos niveles de conciencia pueden desarrollarse concertadamente. Lo que es nuevo ha adquirido su estructura y lo que es antiguo puede ahora integrarse en ella. VIIPienso que se trata de la próxima etapa de la evolución. Pienso que es lo que el mundo espera. Estamos implicados en todo. Son indispensables diferentes vías espirituales. Lo transcendente sólo puede reflejarse en la diversidad. Su riqueza in-terior sólo puede exteriorizarse en una plenitud de formas. Cada individuo puede emprender el camino que conduce a lo único. La dicha supre-ma, la gracia soberana, es cuando uno se recono-ce en la otra forma. Todo espera el despertar del corazón donde esto va a producirse. Todo espera el despertar de corazones donde esto sucede. Todo espera el despertar desde el ser más inte-rior. Un grupo unido por una misma orientación puede volverse el espejo cóncavo con las posibi-lidades de reflexión mucho más intensas para la energía del ser interior que las de un individuo aislado. Necesitamos focos de energía espiritual del alma que expandan la luz sobre el mundo. ¡Y esos focos se constituyen, indiferentemente de las culturas y las religiones! A veces provocan la revolución mundial del alma. µ

Page 45: Pentagrama 5 2013

El Sol divino, del que acabamos de hablar, proyecta en este mundo perdido y caído siete tipos de rayos. Estos rayos forman un espectro completo: rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul, índigo y violeta. Nosotros unimos, de vez en cuando, a los alumnos de la Escuela con estos siete tipos de

rayos del Sol divino, mediante el canto mantrámico:«Así avanzamos en el rojo de la unión por la sangre, y vivimos del esplendor anaranjado del Prana Divino. Nuestro es el corazón de oro de la gloria solar de Cristo. Estamos juntos en el verdeante país de la esperanza. Ante nosotros se abren ampliamente los azules horizontes… La nube del Señor nos precede en el índigo, y pronto, levantados los velos

ante la faz, nos espera el manto violeta del sacerdote rey».Jan van Rijckenborgh. El Hombre Nuevo

Helios conduciendo el carro solar – Figuras rojas Vaso ateniense, siglo V a.C.

.

S O L

sol 43

Page 46: Pentagrama 5 2013

44 pentagrama 5/2013

Uno es curioso y quiere simplemente saber. Otro desea saber tanto, si no más y mejor que el primero. Algunos quieren adquirir un saber absoluto que va más allá de la verdad suprema, hasta la sabiduría más profunda. ¿Quién no conoce este deseo ardiente, esta ávida voluntad de saber, hambrienta que recoge de aquí y de allí?

44 pentagrama 5/2013

Nosotros queremos saber. El saber da seguridad. El saber planifica, protege, tranquiliza. El saber está por encima de

todo, escruta y supervisa el caos. Saber es tener, poseer, vencer, controlar, dominar. El saber deten-ta, mantiene y sirve de punto de apoyo. El saber se acoraza contra el no-saber, construye muros a su alrededor, se posiciona como un bastión en las inmediaciones inconmensurables del no-saber.El saber posee condiciones para la existencia: mantener un empleo, una buena salud, un techo bajo el que cobijarse… –condiciones de orden material pero también posee condiciones inma-teriales: siempre que seamos honestos, justos, auténticos, humildes, sensatos, pacíficos, equilibra-dos, entonces…Todo se arreglará, eso se cree. El saber busca es-

tablecer nuestra existencia sobre sólidos y segu-ros fundamentos. El saber busca llenar y realizar nuestra vida en todos los niveles.Mientras tanto, está el no-saber, nunca muy lejos. Desde siempre nos corroe, en silencio, desde el exterior, desde el interior. Mirando en otra dirección, enterrando la cabeza en la arena o elevando los hombros, nos protegemos, buscando cubrimiento en nuestra huída muy lejos del no-saber. El no-saber, por el contrario, es paciente y gusta de las vías subrepticias. Un día, ocurre que nos encontramos hundidos hasta las rodillas, hasta los labios. Antes o después, el saber nos abando-na cuando estamos en la puerta de las grandes cuestiones esenciales.¿Quién no ha sentido jamás opresión, desorien-tación, angustia, inquietud, malestar, pena por

errar en tierra desértica

Page 47: Pentagrama 5 2013

ceder, admitir con mucha dificultad o dolor por el afiladísimo rasguño ocasionado en nuestra vanidad, sentido de superioridad, cuando nuestra sed de saber permanece insatisfecha? De una u otra forma, todos nosotros conocemos esto: no-saber, el no saber, y el ya no saber.Queremos señalar que no se trata aquí de una falta de conocimiento. No es la ausencia de saber lo que nos lleva a leer, ‘con dificultad’, las ins-trucciones de una caldera de alto rendimiento o de un motor. No es el no-saber el que se des-concierta con las ‘preguntas para un campeón’ el que se impone instigándonos por todas partes. No se trata del no-saber con respecto al mundo sensorial y transitorio de los fenómenos. No es en absoluto la estupidez, la pérdida de memoria, los recuerdos que se difuminan, ni la demencia.

No se trata de un conocimiento ‘baladí’, ni de ínfimos olvidos.Del no-saber que se trata aquí se guarda silen-cio y se rechaza su colaboración puesto que se trata de aportar una respuesta a nuestras pre-guntas impacientes sobre lo que está en lo más hondo de las profundidades y en lo más alto de las alturas. Propulsados por nuestra voluntad de querer saber, los golpes imperiosos de nuestro «yo quiero saber» llaman a la puerta, pero esta vez no se abrirá. Lo que es del campo de lo último no se alinea con nuestras condiciones. En lo sucesivo, nos encontramos confrontados con el no-saber.«El no-saber». Gracias al artículo definido ‘el’, ese no-saber, lo incognoscible singular, el célebre gran no-saber, que es de un orden y un mundo totalmente diferente a nuestro pequeño no-saber,

DEL NO-SABER Y DEL MISMO MÁS ALLÁ

errar en tierra desértica 45

Page 48: Pentagrama 5 2013

46 pentagrama 5/2013

S O L

«Así como en la cabeza humana existen dos órganos para oír, dos para ver, dos para oler y uno para hablar, y sería inútil exigir a los oídos que hablasen o a los ojos que oyesen, así también han existido épocas durante las cuales se veía, otras en las que se oía, y otras en las que se olía. Queda

aún por llegar, y se está acercando a pasos agigantados, el tiempo en que la lengua tendrá el honor de hablar y expresar finalmente todo lo que en algún momento ha sido visto, oído y olido. Tan pronto como el mundo haya superado la embriaguez de la aturdidora y envenenada copa que ha bebido, irá por la mañana temprano, alegre y jubiloso, con el corazón abierto, la cabeza

descubierta y los pies desnudos, al encuentro del sol naciente».Confessio Fraternitatis, v. 8. Ilustración: Alma-pájaro egipcia, ‘ba’ − 330 a.C.

Page 49: Pentagrama 5 2013

se vuelve reconocible, asignable, identificable.Ese el transforma nuestro no-saber en un sustan-tivo neutro, ni masculino ni femenino, sin márge-nes, abierto por todos los lados, ilimitado.El cuenta y, lingüísticamente hablando, eleva los opuestos “definido” e “ilimitado” de ese no-saber a un único campo significativo. Con el como substantivo, el es la base, el ofrece estabilidad a todo lo que existe, el es capital, núcleo y soporte, el es exactamente aquello que ignoramos.Una vez más: ¿de qué se trata? ¿Se trata de una respuesta insuficiente a las primeras y últimas preguntas relativas a lo esencial?Se trata de la inaccesible pregunta sobre la «In-glaterra cerrada» de la canción infantil: «¡Cisnes blancos, cisnos negros! ¿Quién navega con nosotros ha-cia Inglaterra? Inglaterra está cerrada. La llave está rota. ¿No hay un cerrajero que sepa reparar esta llave?»La: ¿puerta de acceso a Inglaterra, al nirvana, al otro, al último reino? ¿Qué llave conviene para esta puerta? ¿La del saber? ¿Qué saber? No importa cuál, pero jamás el pequeño saber. Esto nosotros ya lo sabemos, pero admitámoslo: por el momento, ¡nosotros ya no lo sabemos!Ya hace referencia a una decisión. El no-saber nos ha impulsado en dirección al saber. Tras haber recorrido tantos caminos, tras haber creído tantas veces saberlo, ¿admitimos finalmente, con since-ridad, pero no de buena gana, ya no saber? Tras haber sido enviado al infinito, de Caifás a Pilatos, llega para cada uno de los que quieren saber a cualquier precio el momento del ya no saber in-sondable. El yo, agotado, cede.Esto se anuncia por medio de golpes y tartamu-

deos. Somos vencidos y, de forma casi automáti-ca, esta regresión de nuestro saber nos hace caer en el no-saber cuyo primer efecto es llevarnos a la desesperación.No-saber. Cuanto más amplia es la superficie de nuestro saber, más larga la frontera, la tangente con el no-saber, más penetrante nuestra concien-cia de la inconmensurable extensión del no-saber, entonces cada camino, cada saber consumido hasta el extremo por el yo, hasta el súmmum, hasta el fondo, se termina finalmente en el pro-fundo valle de la no-completitud y de la carencia. Cuando todo está en nuestra contra. Cuando incluso falta una sola onza. Cuando nuestro saber se escapa. Cuando nuestro pequeño saber –esta seguridad tan esperada contra la tempestad existencial– se revela insuficiente y la escapatoria sólo manifiesta ya incertidumbre.Cuando tenemos las maletas llenas de saber y de conocimiento, años de experiencia en nuestra mochila en la espalda, y descubrimos nuestra ig-norancia de lo esencial. Entonces, ¿cómo reaccio-namos? ¿Un grito desgarrador? ¿Una blasfemia? ¿Una súplica? ¿Un silencio glacial? Este no-saber es el giro, el cambio, el momento crítico de nues-tra búsqueda«Desciende más bajo, desciende hastaEl mundo de la soledad perpetua.Un mundo que no es mundo, sino un no-mundoOscuridad interior, privaciónY distanciamiento de toda propiedad,Renuncia del mundo de los sentidos,Descarte del mundo de la imaginación…»T.S. Eliot : Cuatro Cuartetos, Burnt Norton, III, 114-120.

Cuando te reencuentras con tus cofres llenos de saber y conocimiento, rico en largos años de experiencia, y sin embargo, en lo que concierne a lo esencial, ignorante... entonces, ¿qué pasa?

errar en tierra desértica 47

Page 50: Pentagrama 5 2013

48 pentagrama 5/2013

Permanecer calmado y sereno, sin precipitarnos ni huir al buen puerto de nuestro saber –lo que siempre es nuestro primer impulso– es descubrir cuán claro y espacioso puede ser el «no-saber», cuán rico en oxígeno. Pararse, sin bastón –com-pletamente temblando e indeciso– y pemitir el no-saber. Permanecer inmóviles en esta inmensi-dad de ideas, ideologías, principios e imágenes. Y cuando el querer, deber y desear intentan todo para retenernos, cuando nuestro ‘yo’ recarga todavía una vez más sus baterías para un nuevo asalto del no-saber: permanecer sereno, perseverante.

«Yo digo a mi alma: sé silenciosa, deja a la oscuridad invadirte,Esa será la oscuridad de Dios».T.S. Eliot : Cuatro Cuartetos, East Coker, III, 112-113.

Permanecer en el no-saber no equivale a aban-donar. El no-saber exige una audacia fuera de lo común. El no-saber significa abrir la visera, entreabrir la puerta, inyectar sangre nueva, crear una apertura para la renovación, para el Otro. El no-saber implica reconocer con circunspección que, en este mundo, cada lado tiene un opuesto, cada cara un reverso y que todos los lados no son lados, sino que proceden de la Unidad. Cual-quiera que sea el ángulo bajo el que miren, este no-saber no es un juego; sin embargo, tal vez se le podría calificar de ligero, relajante, desvelador, que desarma. ¿Sería éste el suspiro liberador de la rana inflada, hinchada de saber?Y presten atención: en el no-saber consciente reside implícitamente el peligro de instituir un saber imitado y así lo insondable se hace de nuevo tangible. El no-saber no constituye un punto de acción, no puede ser retomado en nuestra agenda, no se deja jamás afectar por los enfoques preconi-zados según el buen orden y la dirección correcta.El no-saber solo aparece en el momento en el que el yo ha tocado los extremos de su volun-tad y de su poder, tras haber intentado y haberse

esforzado para alcanzarlo. Esperando que nos inclinemos –fatigados, agotados y contra nuestra voluntad– hasta el abismo de nuestro no-saber.No-saber es igual a pobreza de espíritu. El poder de la materia se debilita. Es la hora del desempolvado.Para el yo, el no-saber anuncia la finalización, pero no es el punto final. No-saber es una bisagra, una puerta giratoria, un pasaje o una transición que, seamos honestos, es un camino que puede llevar mucho tiempo y que a menudo lleva al punto de inicio. El yo bulímico de saber, esta oruga, se vuelve una crisálida de no-saber y se mantiene a la espera. Lo más importante no puede ser «realizado», no se deja asir. Es necesario esperarlo. En el no-saber uno se desprende.El no-saber toma el timón y lo pone en las manos del Otro. En el no-saber moran milagro y misterio. Es una gran dicha no saber. En el no-saber se acaba el buscar y encontrar; somos no-sotros los que somos buscados y encontrados. En él, alcanzar equivale a continuar. Y de improviso, la conciencia, la experiencia de un Saber –con mayúscula– nos toca en el reparto. Un Saber que proviene de otro orden, un Saber que no emana de un yo, sino del Otro. Un pequeño saber no se manifiesta en el gran Saber, aunque sean insepa-rables. Esperamos la mariposa, aquí en esta tierra de nadie.

«Yo digo a mi alma: sé silenciosa, en la esperasin esperanzaPues en la esperanza sería uno quien esperaría lo erró-neo; espera sin amorPues el amor sería el amor a lo falso; pero todavía está la fePero la fe, la esperanza y el amor se sitúan totalmenteen la espera.Espera sin pensar pues no estás preparado para pensar:Entonces la oscuridad se vuelve luz, la impasibilidad se vuelve danza».T.S. Eliot : Cuatro Cuartetos, East Coker, III, 123-128. µ

Page 51: Pentagrama 5 2013

En los misterios antiguos, Osiris representa, en la totalidad del cosmos, la fuerza creadora e Isis la fuerza formadora. Y el candidato descubre por vez primera a Osiris, la inteligencia suprema, durante la visión de Hermes en el templo funerario secreto, rodeado de hierofantes y magos.Por otro lado, se dice que el candidato percibe los siete rayos del Verbo, el Verbo que es Luz; lo que corresponde con la fase de la vida de las almas. Él percibe los siete genios de la Luna, Mercurio, Venus, el Sol, Marte, Júpiter y Saturno; oye y reconoce la voz de la Luz. Lee en el Am Duat, el Libro de los Muertos

egipcio, que el estado de pureza de las almas (es decir, su capacidad para liberarse de las faltas del ser humano material, de la oruga) determina la duración de su camino hacia la Luz en la barca de Isis.Todas estas representaciones, trazadas con algunos rasgos aproximados pero con mano firme, basados en una comprensión real, penetran su conciencia con el sentido profundo que los antiguos les daban y realiza la grandeza de la herencia de la que participa. Una herencia que le une a los atlantes, a los hindúes, a los persas, a los babilonios y a los egipcios.

Según Antonín Gadal

Page 52: Pentagrama 5 2013

cover 3-13 buiten def.indd 3 17-05-13 10:37

El canto de alabanza secreto de Hermes

Como una sonrisa que viene del cielo

El Ánimo y el ser humano

Perlas del hermetismo

Pitágoras y su escuela

Una exploración en siete partes

2013 NÚMERO 5

El «saber» busca establecer nuestra existencia sobre sólidos y seguros fundamentos. Mientras tanto, existe el no-saber que jamás se sitúa lejos. Desde siempre nos roe en silencio, desde el exterior, desde el interior. «Mirando en otra dirección, metiendo la cabeza bajo la arena o encogiéndonos de hombros», nos protegemos, fuera del alcance del no-saber. El no-saber, por el contrario, es paciente y gusta de las vías subrepticias. Después llega un día que nos encontramos hundidos hasta las rodillas, y el «saber» nos abandona ante las grandes cuestiones existenciales. Mas es una gran dicha no-saber. En el no-saber buscar y encontrar se detienen; nosotros somos los buscados y encontrados. Esperar equivale a continuar. Y allí, completamente de improviso, la conciencia, la experiencia de un Saber –con mayúscula– nos toca. Un saber de otro orden.