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“Pensiones” Por: Vicenç Navarro Catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University Artículo publicado en la revista: “SISTEMAS”

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Decisiones bajo la consideración de una parte del todo

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“Pensiones”

Por:Vicenç Navarro

Catedrático de Políticas Públicasde la Universidad Pompeu Fabray Profesor de Public Policy.The Johns Hopkins University

Artículo publicado en la revista: “SISTEMAS”

“PENSIONES”

Los errores de Almunia,Fenández Ordoñez y el PartidoPopular Europeo

No conocen cómo secalcula la esperanza devida.

Los promedios no sonsensible a las diferenciapor clases

El error del argumentoalarmista: El crecimientodel porcentaje de PINgastado en pensiones esexcesivo

Corbacho y OctavioGranados llevan razón

Por: Vicenç Navarro (*)

Publicado en la revista: SISTEMA

Como era previsible, las vocesconservadoras y liberales (desde elPartido Popular Europeo, del cual el PPespañol forma parte, al Sr. Almunia,Comisario de Asuntos Económicos dela Comisión Europea, y el Sr. MiguelÁngel Fernández Ordóñez, Gobernadordel Banco de España) han propuesto,una vez más, la reducción de laspensiones en España para garantizar susolvencia. Y los medios de informacióny persuasión del país han promovido talmensaje, haciendo suyas talespropuestas.

Así, El País, en su editorial del23 de Abril de 2009 titulado Pensionesen Conflicto”, apoyaba las propuestasdel Gobernador del Banco de Españaescribiendo “Sobre la viabilidad de laspensiones, el gobernador tiene razón…Nada más lógico (para salvar laviabilidad de las pensiones) que subir laedad de la jubilación y aumentar elnúmero de años de cotización paracalcular la pensión…”.

Y editoriales semejantes se hanescrito en LA VANGUARDIA, ELPERIÓDICO, EL MUNDO, ABC, y enla gran mayoría de rotativos del país. Laúnica diferencia es el énfasis que se da acada una de estas recomendaciones, enla intensidad del apoyo al gobernadordel Banco de España (y crítica, nocarente de insultos, al MinistroCorbacho del gobierno español que hacuestionado tanto el diagnóstico deinviabilidad de las pensiones como lasrecomendaciones hechas por elGobernador) y a las propuestasparecidas del Sr. Almunia, y en larapidez con que se pronostica el colapsodel sistema de Seguridad Social en casode que no se lleven a cabo las reformasque unánimemente se estánproponiendo.

Hay una avalancha ideológicamuy acentuada para, aprovechando lascrisis financiera y económica, hacer loscambios que las fuerzas conservadorasy liberales han deseado desde haceaños. En realidad, en cada crisis

económica, aparece una situaciónsemejante, utilizando los mismosargumentos y en ocasiones incluso losmismos datos y cifras.

El informe que la ComisiónEuropea ha hecho sobre la viabilidad delas pensiones en España, y que el Sr.Almunia utiliza en alguna de suspropuestas, es casi una copia delinforme escrito por el Sr. David Taguas,entonces subdirector de estudios delBanco BBVA (y más tarde director dela oficina económica de La Moncloadurante el primer Gobierno Zapatero),publicado en la revista PANORAMASOCIAL de laFundación de Cajas de Ahorro.

Tal informe, que utiliza losmismos argumentos y casi los mismosdatos que los que aparecen en elinforme de la Comisión Europea,motivó también una editorial favorablede EL PAÍS, titulado entonces(12.02.07) “Augurio de crisis”.

Un análisis detallado y rigurosode la evidencia empírica que talesinformes y artículos presentan en apoyode sus tesis y propuestas muestra quetienen problemas metodológicos seriosque cuestionan su credibilidad. Enrealidad, es sorprendente la pobrezaintelectual de su contenido y laxitud yflexibilidad en la interpretación de losdatos.

El hecho de que algunos de loserrores que reproducen estos informes,artículos y editoriales esténampliamente generalizados en el debateactual sobre las pensiones no excusa suaparición en tales documentos.

Veamos algunos errores que centrantales informes y argumentos.

No conocen cómo se calcula laesperanza de vida.

En todos estos informes seasume erróneamente que el hecho deque la esperanza de vida promedio deEspaña haya pasado de ser 76 años a 80años en veinticinco años (1980-2005)quiere decir que el promedio españolvive ahora cuatro años más. Ello no escierto. Hay que saber qué quiere deciresperanza de vida y cómo se calcula.

Supongamos que España tuvierasólo dos habitantes. Uno, Pepito, quemuere al día siguiente de nacer, y elotro, la Sra. María que tiene 80 años. Laesperanza de vida promedio de Españasería 0 años más 80 años, dividido entredos, es decir, cuarenta años. Perosupongamos que en un país imaginariovecino, hay también dos ciudadanos,uno, Juan, que en lugar de morir al díasiguiente de nacer, como Pepito enEspaña, vive veinte años, y la otrapersona es la Sra. Victoria que tienetambién 80 años como la Sra. María. Eneste país imaginario, la esperanzapromedio de vida es de 20 más 80,dividido entre dos, es decir 50 años,diez años más que en España.

Esperanza de vida en España 81,1 años,según el Banco Mundial, en 2008.

Ello no quiere decir (comoconstantemente se malinterpreta estedato) que el ciudadano promedio deaquel país viva diez años más que enEspaña: lo que el dato dice es que haydiez años de vida más en el promedio deaquel colectivo de dos personas sin

clarificar que ello se deba a que la Sra.Victoria viva diez años más que la Sra.María (lo cual no es cierto), o que seaJuan el que vive veinte años más quePepito. Todos los documentos quefavorecen la reducción de las pensionesconcluyen que la Sra. María vive diezaños más, lo cual, repito, no es así.Quiero aclarar que cuando digo no escierto, no quiero decir que esténmintiendo. Para mentir hay que saber laverdad. Y es obvio que no la conocen.Son ignorantes, no mentirosos. Nosaben cómo se calcula la esperanza devida e interpretan mal su significado.

Lo que ha estado ocurriendo enEspaña (y en Europa) es que lamortalidad infantil ha ido disminuyendode una manera muy marcada, con locual la esperanza de vida ha idoaumentando, pasando de 76 años a 80años. Ello no quiere decir, comohabitualmente se asume, que elciudadano español medio viva cuatroaños más ahora que hace veinticincoaños. La mortalidad por cada grupoetario ha ido descendiendo (incluyendoentre los ancianos), pero los años devida que el ciudadano medio vive ahorano es de cuatro años más que en 1980.

Calcular las pensiones en base aesta lectura errónea de los datospenaliza a la población pues asume quela gente vive más años de lo que enrealidad vive.

Los promedios no son sensible alas diferencia por clases

Otro gran error es malinterpretarel significado de promedio Tenga encuenta el lector que una persona sepuede ahogar en un río que tiene comopromedio sólo diez centímetros deprofundidad. Tal río puede ir seco a lolargo de muchos kilómetros pero enalgunas zonas éste puede tener tresmetros de profundidad, y es ahí dondeel lector se puede ahogar. Un promedioen sí no nos dice mucho si no sabemostambién las variaciones del promedio.Lo dicho tiene especial importancia enel cálculo de la esperanza de vida y enla estimación de la longevidad (los añosque una persona vive).

Las diferencias en longevidadpor clase social son enormes. Así, ladiferencia en los años de vida existenteentre una persona perteneciente a ladecila de renta más baja del país (losmás pobres) y la decila superior (losmás ricos) en España es nada menosque de diez años (ha leído bien, diezaños).

En EE.UU. son quince y en elpromedio de los países de la UE-15 sonsiete. Estas diferencias en longevidad sedeben a que el nivel de salud de lapoblación depende, sobre todo, de laclase social a la cual se pertenece. Untrabajador no cualificado (en parofrecuente durante más de cinco años)tiene, a los sesenta años, el nivel desalud que un banquero tiene a lossetenta años. Este último sobrevivirá alprimero diez años. Es profundamenteinjusto pedirle al primero que continúetrabajando dos (y algunos piden cinco)

años más para pagar las pensiones delsegundo que le sobrevivirá diez años.

La insensibilidad hacia estarealidad mostrada por estos informes esabrumadora. Retrasar la edad dejubilación a toda la poblacióntrabajadora sin más, es una medida queperjudica a las clases populares parabeneficiar a las clases de mayores rentasque viven más años.

El error del argumentoalarmista: El crecimiento delporcentaje de PIN gastado enpensiones es excesivo

Este es uno de los erroresmetodológicos más importantes yfrecuentes que aparece en el informeTaguas y en el informe de la ComisiónEuropea, y que ha sido reproducido engran número de artículos y editoriales.

Tal argumento indica que elporcentaje del PIB en pensiones subiráde un 8,4% en el año 2007 a un 15,1%del PIB en el año 2060, un porcentajeque estos informes señalan comoexcesivo, pues la sociedad en el año2060 no podrá absorber tales gastospues restarán recursos necesarios paraotras actividades, programas o serviciosa la población no pensionista. El hechode que el porcentaje de gasto enpensiones públicas alcanzará el 15,1%en el 2060 se considera una noticiaalarmante que requiere una intervenciónya, ahora, disminuyendo los beneficiosde los pensionistas.

Evolución del empleo y el PIB en España de1940 a 2000

En este argumento se ignora elimpacto del crecimiento de laproductividad sobre el PIB del año2060. Supongamos que el crecimientoanual de la productividad es un 1,5%,un crecimiento que incluso el Banco deEspaña admite como razonable. En estecaso, el valor del PIB español será 2,25veces mayor que el PIB del año 2007.Ello quiere decir que si consideramos elvalor del PIB del año 2007 como 100, eldel año 2060 será de 223.

Datos oficiales del Ministerio de Trabajo y delInstituto Nacional de Estadística.

Pues bien, el número de recursospara los no pensionistas en el año 2007fue de 100 menos 8,4 (8,4 es la cantidadque nos gastamos aquel año enpensionistas), es decir,91,6. En el año 2060 los recursos a lospensionistas serán el 15,1% de 223, esdecir 33, y para los no pensionistas será223 menos 33, es decir, 192, unacantidad que es más del doble de laexistente en el año 2007, 91,6. Debidoal crecimiento de la productividad, en elaño 2060 habrá más recursos para losno pensionistas que hoy, y ello a pesarde que el porcentaje del PIB dedicado apensiones es superior en el año 2060que en el 2007.

Datos oficiales del Ministerio de Trabajo y delInstituto Nacional de Estadística.

Los que alarmaninnecesariamente a la población olvidanun hecho muy elemental. Hacecincuenta años, España dedicaba a las

pensiones sólo un 3% del PIB. Hoy esun 8%, más del doble que cincuentaaños atrás. Y la sociedad tiene muchosmás fondos para los no pensionistas delos que había entonces, aún cuando elporcentaje del PIB en pensiones seamucho mayor ahora que entonces.

El ex ministro Corbacho y el exsecretario general OctavioGranados llevan razón

Quisiera señalar que estoserrores son mayores. Si los hace unestudiante en el programa de PolíticasPúblicas en la Universidad PompeuFabra que yo dirijo, se le suspende.

Pues bien, grandes institucionescomo el Banco de España o la ComisiónEuropea los cometen y tienen una granresonancia, convirtiéndoseinmediatamente en dogmas de la nuevasabiduría convencional liberal. Elproblema es que, como cualquierdogma, se reproduce más por fe (la feen la doctrina liberal) que no en laevidencia científica.

El Sr. Almunia, el Sr. FernándezOrdóñez, el Banco de España, elBBVA, la Comisión Europea, El País,La Vanguardia, El Periódico, El Mundo,o el ABC están equivocados, y el Sr.Corbacho, Ministro de Trabajo y el Sr.Octavio Granados (que han negado quela Seguridad Social esté en peligro),llevan razón. No hay un problema gravede viabilidad en el sistema de pensionesen España, lo cual no quiere decir queno haga falta hacer cambios (como laflexibilización voluntaria en la edad dejubilación) que mejoren no sólo lascuentas sino la equidad del sistema.

Pero, entre estos cambios, nodebieran incluirse los sugeridos por lasabiduría convencional liberal que ha

mostrado ser lo que es: la mera defensade intereses de clase.

La causa mayor por la que variospaíses hayan retrasado la edad dejubilación a los 67 años no ha sido tantoel intento de retrasar tal edad legal, sinola de retrasar la real de jubilación, edadque en España es ya, 62,5 años, la másalta existente en la UE. Lo que debehacerse es precisamente acercar la real ala legal, imposibilitando la prácticageneralizada del mundo empresarial deutilizar las prejubilaciones comomecanismo de reducir las plantillas,hecho que afecta negativamente eltamaño de las pensiones de las personasprejubiladas. Este debiera ser el centrodel debate sobre las pensiones; lautilización por el mundo empresarial(incluido en un lugar destacado labanca, la mayor promotora de que serecorten las pensiones en España) de latemprana jubilación como manera deaumentar sus beneficios.

El hecho de que los medios deinformación y persuasión esténenfatizando lo primero –la reducción delas pensiones- y no lo segundo–elperjuicio que se hace a los trabajadorespara mejorar los beneficios deempresariales un indicador más de queciertos grupos y clases sociales en

España tienen una influencia dominanteen tales medios de persuasión.

Una última observación. Vocescríticas tienen escasa accesibilidad atales medios. De ahí que le ruego allector que me ayude a distribuirampliamente este artículo para que lapoblación conozca que lo que se le dicepor aquellos medios no se basa enevidencia empírica, sino en meraideología, la ideología liberal queasfixia a nuestro país y domina eldebate, dominio que se explica no por lafortaleza de los argumentos (que es muyfloja y fácilmente demostrable que eserrónea) sino por las enormes cajas deresonancia que tales voces tienen enunos foros que se caracterizan por suescasa diversidad en los puntos de vistaexpuestos.

La democracia en España esmuy, muy limitada. Y el debate sobrelas pensiones lo demuestra.

(*) Vicenç Navarro, Catedrático dePolíticas Públicas de la UniversidadPompeu Fabra y Profesor de PublicPolicy. The Johns Hopkins University