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P R E S E N T A C I O N Los hombres de todos los tiempos, se han preguntado así mismos acerca de su ser y de su vida, de su origen y de su fin, acerca del valor del éxito y del fracaso, de las alegrías y de las penas, y en general, del valor y del sentido que tiene o que puede dar a toda su existencia presente y futura. El hombre de hoy, especialmente los jóvenes, ensambladas en sus gozos y en sus esperanzas sufre también penas y angustias; en un mundo que se desmorona, al alejarse irreversiblemente de sus raíces cristianas. De allí que muchos viven al margen de Dios y de los valores religiosos y morales. Nuestra sociedad da la impresión de haber perdido “el sentido de la vida, y al parecer no espera a nadie que venga a dárselo” [1] . Muchos viven obsesionados por la comodidad y el placer. Y esto produce inquietudes, insatisfacciones, dudas, incertidumbres sobre todo en los jóvenes cuyo proyecto de vida aún comienza.

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P R E S E N T A C I O N

                            Los hombres de todos los t iempos, se han preguntado

así mismos acerca de su ser y de su vida, de su origen y de su fin,

acerca del valor del éxito y del fracaso, de las alegrías y de las

penas, y en general, del valor y del sentido que t iene o que puede

dar a toda su existencia presente y futura.   El hombre de hoy,

especialmente los jóvenes, ensambladas en sus gozos y en sus

esperanzas sufre también penas y angustias; en un mundo que se

desmorona, al alejarse irreversiblemente de sus raíces cristianas.  

                           De all í que muchos viven al margen de Dios y de los

valores religiosos y morales.   Nuestra sociedad da la impresión de

haber perdido “el sentido de la vida, y al parecer no espera a nadie

que venga a dárselo” [1 ] .  Muchos viven obsesionados por la

comodidad y el placer.   Y esto produce inquietudes,

insatisfacciones, dudas, incert idumbres sobre todo en los jóvenes

cuyo proyecto de vida aún comienza.

                           Los jóvenes se preguntan: ¿vale la pena poner tanto

esfuerzo en la consecución del bien?, ¿Cuál es el significado de la

vida humana?, ¿Adónde nos conduce los cambios que

constantemente se da en el mundo?  Son interrogantes de jóvenes

de diversas partes del mundo, tanto aquellos que viven en medio

de injusticias, violencias y persecución, como los de países donde

carecen hasta lo más mínimo para vivir una vida digna, como hijos

de Dios.

                           A el los la Iglesia los mira con predilección, con

especial esperanza, “Dios no los abandona nunca, sigue obrando

en ellos” [2 ] .

                           El Papa Juan Pablo II, conocedor de esta realidad

quiso ocuparse personal y directamente de los jóvenes, supo

guiarlo por un camino seguro, poniéndoles metas altas, nobles y

exigentes como un verdadero padre que vela por sus hijos, por eso

entre los títulos con que pasará a la historia será el de “Amigo de

los jóvenes”.

                           En este trabajo trato de profundizar    sobre esa

preocupación que el santo Padre tuvo por los jóvenes, sus

mensajes, sus escritos, dirigidos especialmente a las Jornadas

Mundiales de la Juventud.

                           Por que el comprender mejor la catequesis que

desarrolló el Papa Juan Pablo II en las XX Jornadas Mundiales de

la Juventud, nos servirá de guía para una mayor y mejor trato,

educación, evangelización, con los jóvenes;   desarrollando de ese

modo un apostolado eficaz y fructífero.

 

 

 

 

 

 

 

 

I N T R O D U C C I Ó N

 

 

 

 

 Presento a su consideración  este Trabajo de Investigación

ti tulado “JUAN PABLO II Y LAS JORNADAS MUNDIALES DE LA

JUVENTUD”.

En la actualidad he podido observar un gran cariño y afecto

por nuestro querido Papa Juan Pablo II, que hace un año ha

part ido a la casa del Señor, su mensaje sigue siendo viva, y guía

en muchas almas, especialmente en los jóvenes, de diferentes

partes del mundo. La opción preferencial del Vicario de Cristo por

la juventud ha tenido durante su pontif icado manifestaciones muy

expresivas a las que los jóvenes y las jóvenes han respondido con

gran generosidad, y entusiasmo.

La más significativa ha sido la institucionalización de “LA

JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD”.

El Santo Padre fue el Papa de la juventud, el Papa de la

esperanza, el amigo de los jóvenes, ofrecía en todos estos

encuentros, la certeza de la fe en Cristo, Evangelizador y Redentor

del hombre.

Por su parte los jóvenes, en su búsqueda de la fe, han

realizado un encuentro con Cristo y han asumido el compromiso de

transformar el mundo con la fuerza del Evangelio.

Seguidamente ofrezco un breve resumen de los capítu los que

he considerado en el Trabajo de Investigación.

 

En el capítulo I , se trata sobre como nació esta idea

maravil losa, que es la Jornada Mundial de la Juventud, y como

posteriormente ante la invitación del Papa, los jóvenes

respondieron asiduamente.   El Papa quiso que esta celebración

sea eclesial, es decir de toda la Iglesia, de manera que la Iglesia

caminara, rezara, cantara en los jóvenes.   “Por que la Iglesia es

perenne juventud, en ella vive el Cristo de la Pascua, el Cristo de

la vida, el Cristo de la esperanza: en ella actúa el Espíritu Santo,

que la renueva cada día” [3 ] .

Fue y sigue siendo un magno evento, en el que se aprende

mucho y se siente la catolicidad de la Iglesia, movido por la

invitación que el Papa dirige a todos los jóvenes del mundo,  

incluso a los no cristianos, por que todos tienen una gran

capacidad de buscar la verdad, de obrar el bien, de amar

sinceramente, de acoger la palabra y de construir la paz.

 

El capítulo II , se ref iere a lo que es realmente el joven, que

es lo que piensa el Papa del joven, que entiende por ser joven, el

planteamiento del Papa no es de carácter cronológico, sino

ontológico, porque mantener la juventud es buscar continuamente

la identif icación con el que es eternamente joven: Jesucristo.

Para el Papa, ser joven es vivir en sí una incesante novedad de espíritu[4] , fomentando la búsqueda continua del bien.No fue novedad su preocupación constante por la juventud, por que vio con claridad, de que de ella dependía la sociedad del mañana, y el soporte de la Iglesia. En el capítulo III, se enfoca acerca de lo que realmente quiere decir el Papa a los jóvenes, ante cualquier problema es necesario estudiar las soluciones: Juan Pablo II, lo centra en una idea la llamada de Dios. Que es un don, un acto de amor por parte de Dios. Habiendo elegido a un hombre, lo convoca a vivir la idea que pensó desde toda la eternidad.         La fuerza de la vocación produce en el hombre la conciencia de que debe decidir, y esa decisión desemboca en un cambio radical de la manera de vida.  El Papa anima, alienta, a encontrar el verdadero sentido de la vida en Cristo, y ha ser promotores de unidad, de amor, siendo testigos fieles de Jesucristo.” Ahogando el mal con abundancia de bien” (Pe 3,9).Sobre todo esforzándose por alcanzar cada día una formación plena, coherente con nuestra fe cristiana.  Para alcanzar la verdad. Cristo nos dice “la verdad os hará libres” (Jn. 8, 32),  y el Santo Padre nos propone como programa esencial la conquista de la verdad y de la libertad.El Capítulo IV, trata sobre la esperanza que el Papa tiene depositado en todos los jóvenes. Nada mas iniciar su pontificado hizo su primer llamamiento a los jóvenes “Vosotros sois el porvenir del mundo, la esperanza de la Iglesia, ¡vosotros sois mi esperanza!”[5 ] .Los jóvenes son el fermento de la Nueva Evangelización, los llamados a redescubrir las raíces cristianas, y a edificar un mundo donde reine Cristo.Espero que este Trabajo de Investigación constituya un aporte a la labor apostólica y al mismo tiempo sirva de cimiento para investigaciones futuras.  EL GRADUANDO

 

 

C A P Í T U L O     I

 

JUAN PABLO II,   FORJADOR DE LAS JORNADAS MUNDIALES

DE LA JUVENTUD

 

1.1          LA FIGURA DEL PAPA JUAN PABLO II

 

1.1.1   BIOGRAFÍA

 

Karol Józef, Wojtyla, conocido como Juan Pablo II

desde su elección al papado en octubre de 1978, nació en

Wadowice, una pequeña ciudad a 50 kms. de Cracovia, el 18

de mayo de 1920.   Era el más pequeño de los tres hi jos de

Karol Wojtyla y Emilia Kaczorowska.   Su madre fal leció en

1929.  Su hermano mayor Edmund (médico) murió en 1932 y

su padre (suboficial del ejército) en 1941.   Su hermana Olga

murió antes de que naciera él.

Fue bautizado por el sacerdote Franciszek Zak el 20 de

junio de 1920 en la Iglesia parroquial de Wadowice; a los 9

años hizo la Primera Comunión, y a los 18 recibió la

Confirmación.  Terminados los estudios de enseñanza media

en la escuela Marcin Wadowita de Wadowice, se matriculó en

1938 en la Universidad Jagellónica de Cracovia y en una

escuela de teatro.

Cuando las fuerzas de ocupación nazi cerraron la

Universidad, en 1939, el joven Karol tuvo que trabajar en una

cantera y luego en una fábrica química (Solvay), para

ganarse la vida y evitar la deportación a Alemania.

A partir de 1942, al sentir la vocación al sacerdocio,

siguió las clases de formación del seminario clandestino de

Cracovia, dirigido por el Arzobispo de Cracovia, Cardenal

Adam Stefan Sapieha.   Al mismo tiempo, fue uno de los

promotores del “Teatro Rapsódico”, también clandestino.

Tras la segunda guerra mundial, continuó sus estudios

en el seminario mayor de Cracovia, nuevamente abierto, y en

la facultad de Teología de la Universidad Jagellónica, hasta

su ordenación sacerdotal en Cracovia el 1 de noviembre de

1946 de manos del Arzobispo Sapieha.

Seguidamente fue enviado a Roma, donde, bajo la

dirección del dominico francés Garrigou-Lagrange, se doctoró

en 1948 en teología, con una tesis sobre el tema de la fe en

las obras de San Juan de la   Cruz (Doctrina de fide apud

Sactum Ioannem a Cruce).   En aquel periodo aprovecho sus

vacaciones para ejercer el ministerio pastoral entre los

emigrantes polacos de Francia, Bélgica y Holanda.

En 1948 volvió a Polonia, y fue vicario en diversas

parroquias de Cracovia y capellán de los universitarios hasta

1951, cuando reanudó sus estudios fi losóficos y teológicos.  

En 1953 presentó en la Universidad Católica de Lublin una

tesis ti tulada “Valoración de la posibi l idad de fundar una

ética católica sobre la base del sistema ético de Max

Scheler”.

Después paso a ser profesor de Teología Moral y Ética

Social en el seminario mayor de Cracovia y en la   facultad de

Teología de Lublin.

El 4 de jul io de 1958 fue nombrado por Pío XII Obispo

ti tular de Olmi y Auxil iar de Cracovia.   Recibió la ordenación

episcopal el 28 de septiembre de 1958 en la catedral de

Wawel (Cracovia), de manos del Arzobispo Eugeniusz Baziak.

El 13 de enero de 1964 fue nombrado Arzobispo de

Cracovia por Pablo VI, quien le hizo cardenal el 26 de junio

de 1967.

Participó en el Concil io Vaticano II (1962 – 1965), con

una contribución importante en la elaboración de la

constitución Gaudium et spes.

Los cardenales reunidos en Cónclave le el igieron Papa el 16

de octubre de 1978.  Tomó el nombre de Juan Pablo II y el 22

de octubre comenzó solemnemente su ministerio petrino

como el 263 sucesor del Apóstol Pedro.   Su pontif icado ha

sido uno de los más largos de la historia de la Iglesia y ha

durado casi 27 años.

Juan Pablo II ejerció su ministerio con incansable

espíritu misionero, dedicando todas sus energías, movido por

la “soll icitudo omnium Ecclesiarum” y por la caridad abierta a

toda la humanidad.   Realizó 104 viajes apostólicos fuera de

Ital ia, y 146 por el interior de este país.   Además, como

Obispo de Roma, visitó 317 de las 333 parroquias romanas.

Más que todos sus predecesores se encontró con el

pueblo de Dios y con los responsables de las naciones: más

de 17’ 600, 000 peregrinos participaron en las 1166

Audiencias Generales que se celebran todos los miércoles.

Ese número no incluye las otras audiencias especiales

y las ceremonias rel igiosas y los millones de f ieles que el

Papa encontró durante las visitas pastorales efectuadas en

Ital ia y en el resto del mundo.

Su amor a los jóvenes le impulsó a iniciar en 1985 las

Jornadas Mundiales de la Juventud. En las 19 ediciones de la

Jornadas Mundiales de la Juventud celebrada a lo largo de

su pontif icado se reunieron mil lones de jóvenes de todo el

mundo. 

Promovió el diálogo con los judíos y con los

representantes de las demás religiones, convocándolos en

varias ocasiones a encuentros de oración por la paz.

Realizó numerosas canonizaciones y beatif icaciones

para mostrar innumerables ejemplos de santidad de hoy, que

sirvieran de estímulo a los hombres de nuestro tiempo:

celebró 147 ceremonias de beatif icación – en las que

proclamó 1338 beatos – y 51 canonizaciones, con un total de

482 santos.  Proclamó a santa Teresa del Niño Jesús Doctora

de la Iglesia.

Amplió el Colegio Cardenalicio, creando 231

cardenales.

Presidió 15 Asambleas del Sínodo de los obispos: 6

generales ordinarias, 1 general extraordinaria y 8 especiales.

Entre sus documentos principales se incluyen: 14

Encícl icas, 15 Exhortaciones apostólicas, 11 Constituciones

apostólicas y 45 Cartas apostólicas.

Promulgó el Catecismo de la Iglesia Católica, a la luz

de la Revelación, autorizadamente interpretada por el

Concilio Vaticano II. Reformó el Código de Derecho Canónico

y el Código de Cánones de las Iglesias Orientales; y

reorganizó la Curia Romana.

Publicó también cinco libros como autor privado:

“Cruzando el umbral de la esperanza” (octubre de 1994);

“Don y misterio: en el quincuagésimo aniversario de mi

ordenación sacerdotal” (noviembre 1996); “Tríptico romano –

Meditaciones”, l ibro de poesías (marzo de 2003);

“¡Levantaos! ¡Vamos!” (mayo de 2004) y “Memoria e

identidad” (febrero de 2005).

Juan Pablo II falleció el 2 de abril de 2005, a las

21.37h, mientras concluía el sábado, y ya habíamos entrado

en la octava de Pascua y domingo de la Misericordia Divina.

Desde aquella noche hasta el 8 de abri l, día en que se

celebraron las exequias del difunto pontíf ice, más de tres

mil lones de peregrinos rindieron homenaje a Juan Pablo II,

haciendo incluso 24 horas de cola para poder acceder a la

basílica de San Pedro.

El 28 de abri l , el Santo Padre Benedicto XVI dispensó

del t iempo de cinco años de espera tras la muerte, para iniciar

la causa de beatif icación y canonización de Juan Pablo II.   La

causa la abrió oficialmente el cardenal Camillo Ruini, vicario

general para la diócesis de Roma, el 28 de junio de 2005.

 

1.1.2       EL PENSAMIENTO DE JUAN PABLO II

 

Karol Wojtyla fue un hombre de estudio, con un itinerario intelectual bien conocido, jalonado por sus publicaciones. Con una formación teológica tomista, que recibió en el seminario clandestino de Cracovia, cuando se preparaba para su sacerdocio. Siempre ha agradecido ese patrimonio, que le dio, principalmente, un instrumental intelectual muy depurado, con los grandes conceptos de la ontología y la psicología racional. Su tesis doctoral sobre la fe en san Juan de la Cruz, que redactó

en Roma (1946-1948), desarrollaría su interés por el papel de la verdad en la transformación moral de la persona. Y una posterior tesis de habilitación sobre el sistema moral de Max Scheler (1953) le acercarían al método fenomenológico y le harían descubrir a la persona como fuente de los valores morales.

De ese interés surgirá más tarde su ensayo filosófico:“Persona y acción” (1969).  Desde entonces, como profesor de Ética en la Universidad de Lublin (1954), prosiguió una amplia reflexión sobre los grandes temas en que la antropología conecta con la moral: la acción humana, el papel de la verdad en la conciencia, y el sentido del amor conyugal, que desembocaron en su ensayo “Amor y responsabilidad”. El tema del amor matrimonial es muy importante en el pensamiento de Juan Pablo II, en primer lugar por sus propias experiencias pastorales, que le hacían sentir la necesidad de una doctrina más profunda, y, más adelante, por las reacciones que surgieron tras la publicación de la Humanae Vitae, de Pablo VI (1968). No cabe duda de que en la cuestión de la sexualidad, del amor conyugal y de la familia, hay un notable punto de contraste entre la doctrina cristiana y las modernas tendencias hacia la libertad sexual que están dispuestas a prescindir de una parte de la naturaleza humana (la familia y la procreación), para quedarse sólo con otra (el sexo).           Por eso, continuó su reflexión, en la cátedra de Lublin, sobre la teología del cuerpo acumulando ideas y materiales, y publicando artículos. Y cuando fue elegido Papa, le pareció conveniente desarrollar el tema en unos cursos que ocuparon casi 140 audiencias pontificias (1979- 1984). Merece la pena subrayar lo insólito del asunto, ya que, hasta ese momento, las audiencias habían sido alocuciones más bien ocasionales, adecuándose al público asistente. Pero Juan Pablo II aprovechó sistemáticamente (casi implacablemente) para desarrollar, primero, la doctrina sobre el lenguaje del cuerpo, el amor humano, el celibato y la castidad. Y, después, para hacer un extenso “comentario al Credo”.

El “comentario al Credo” es un repaso de toda la doctrina cristiana que se arraiga en la tradición pero que discierne y sabe recoger lo mejor del pensamiento teológico del último siglo. En cierto modo, ha servido de contexto y preparación para el nuevo Catecismo.

Pero es más sorprendente su doctrina sobre el cuerpo humano, la sexualidad, el amor, la castidad, que, al arraigarse más directamente en su reflexión personal, sin duda forma parte de los contenidos de los  que él se sentía portador.

El rasgo intelectual más marcado de Juan Pablo II ha sido su participación en el Concilio Vaticano II (1962-1964).

Acudió siendo un obispo auxiliar muy joven. Pero destacó por su interés, sus propuestas y sus iniciativas, y llegó a formar parte de la comisión que redactó uno de los documentos mas importantes, la Constitución Gaudium et spes. Participó activa y directamente y dejó una huella en Gaudium et spes y Gaudium et spes en Karol Wojtyla.

Hay que recordar que en ese documento se recoge lo que la Iglesia tiene que decir al mundo moderno. La constitución consta de una larga primera parte, aproximadamente un compendio de la antropología

cristiana. Por eso, el entonces joven obispo de Cracovia sintonizó de inmediato con ella. Y por eso se empapó de esos temas.

A los pocos años del Concilio, compuso un curioso y amplio documento —La renovación en sus fuentes (1972)— para que sirviera de base para la aplicación del Concilio en su diócesis.

Cuando fue elegido Papa, Juan Pablo II se sabía un “obispo del Concilio”. Estaba seguro de que su misión debía consistir en desarrollar su impacto. Y, al dirigirse al mundo, no podía dejar de asumir el enfoque de Gaudium et spes. La Iglesia ofrece al mundo moderno (y este puede apreciar) una doctrina de lo que es el hombre, y unas energías morales inagotables para defender teórica y prácticamente su dignidad, y para contribuir a una vida social más integrada y justa.

Desde su primera encíclica, Redemptor hominis, ha repetido incansablemente, inspirándose en el número 22 de la Constitución Gaudium et Spes, “Cristo revela el hombre al hombre”. Esta convicción vertebra desde luego no sólo el pensamiento teológico de Juan Pablo II, sino también su idea de la situación y el papel de la Iglesia en el mundo; el enfoque que ha dado a la evangelización; e incluso, en un nivel práctico, la actuación diplomática de la Santa Sede.

 

1.1.3       BALANCE DE UN PONTIFICADO

              Desde el punto de vista doctrinal, el Pontificado de Juan Pablo II, ha desarrollado muchos temas doctrinales de envergadura. Entre los documentos, destacan las tres encíclicas trinitarias, su magisterio social; su amplia doctrina sobre la familia y la mujer; sus encíclicas dedicadas a temas básicos de enfoque como Fides et Ratio; su impulso al ecumenismo. Entre sus iniciativas apostólicas, destacan sus viajes, la convocatoria de los Sínodos ordinarios y extraordinarios, las jornadas mundiales de la juventud y la preparación y celebración del nuevo milenio.            Se han hecho realidad dos de sus grandes proyectos: el Catecismo y el Código de Derecho Canónico.

Se trata, no cabe duda, de un legado gigantesco y renovador. Y se necesitarán bastantes años para que tantas y variadas sugerencias, que ya han ampliado los horizontes doctrinales, se expresen en la vida de la Iglesia. Es muy difícil establecer comparaciones, porque han cambiado mucho las formas y las proporciones. Con sólo mirar las estanterías se puede afirmar, que el Pontificado de Juan Pablo II ha sido el que ha generado más documentos en toda la historia de la Iglesia católica. Es muy posible que también el de mayor impacto intelectual en muchos siglos.

En el momento de su elección, Juan Pablo II estaba seguro de que su misión consistía en introducir a la Iglesia en el tercer milenio de la era cristiana; con la inspiración renovadora del Concilio Vaticano II y relanzar una nueva evangelización. No cabe duda de que ha cumplido su parte.

 

1.1.4   JUAN PABLO II, GUIA Y MAESTRO

 

El pontif icado del Papa Juan Pablo II ha sido uno de los

más importantes de los últ imos siglos, para la Iglesia y para

el mundo. Ha sido también, el Papa más visible de la historia;

siendo el defensor y la encarnación de una fuerza moral que

ha guiado sin riesgos a la humanidad a través del más

sangriento de los siglos.   Permanecerá en la memoria como

la autoridad moral más inf luyente de nuestro tiempo.

Con frecuencia se le ha percibido en términos

conflictivos, su vida, sus convicciones y su doctrina

representó un inequívoco desafío para la época en que se

vive.

A una modernidad, dominada por el principio del placer

y por la obstinación personal, ha insist ido en que el

sufrimiento puede resultar redentor.

En un entorno intelectual en el que se niega la

capacidad humana de saber cualquier cosa con certeza, ha

enseñado que las verdades existen, que podemos conocerlas

y que al hacerlo se nos imponen ciertas obligaciones

morales.

En una cultura en que la fel icidad se identif ica con el

talento y su afirmación, ha enseñado que la fel icidad se

encuentra en la obediente sumisión del talento y la voluntad

a la verdad trascendente y el amor.

En contra de la tentación de establecer la ut il idad como

único criterio para la valoración de cualquiera ha insist ido en

que todo ser humano posee dignidad y valía inherentes e

inalienables.

Se podría decir que las “contradicciones“ encarnadas por

Juan Pablo II están al servicio de la fel icidad humana que es

el objet ivo de la l ibertad.

 

1.2   LAS JORNADAS MUNDIALES DE LA JUVENTUD

 

1.2.1       ¿POR QUÉ JUAN PABLO II CREO LAS JORNADAS

MUNDIALES DE LA JUVENTUD?

Por que el Papa, supo bien que, para la Iglesia y para

el  mundo, el futuro está en los ojos y en el corazón de los

jóvenes. Por el lo amó, esperó, confió en los jóvenes y los

supo entenderlos sin adulaciones ni manipulaciones.

Constantemente les repetía “Vosotros sois mi

esperanza”, y los jóvenes respondían con entusiasmo sin

límites, l lenando las plazas, los estadios, los aeropuertos y

praderas como nuevos lugares de evangelización.

El Santo Padre, los impulsó a dar a la Iglesia un nuevo

empuje evangelizador y misionero hacia más allá de un

nuevo milenio, que  deseaba abrir en nombre de Dios.

 

1.2.2       HISTORIA DE LAS JORNADAS MUNDIALES DE LA

JUVENTUD

 

               La idea de las Jornadas Mundiales de la Juventud,

t iene su origen a principios de los años de 1980 en Roma,

concretamente en una calle lateral insignificante, muy cerca de

la plaza de San Pedro.   A este lugar acudían frecuentemente

algunos jóvenes para rezar y debatir juntos y algunas veces

les acompañaba el Obispo alemán Paul-Josef Cordes, Vice –

presidente del Pontif icio Consejo para los laicos.

Entre 1983 y 1984 el Papa Juan Pablo II , convocó el

Jubileo extraordinario de la Redención en conmemoración del

aniversario de la muerte de Jesucristo hace 1950 años.

  Durante este t iempo se organizaron diversos eventos

para la juventud. 

               En la Iglesia de San Lorenzo, se ref lexionó

intensamente sobre la manera de convert ir este encuentro

único en un evento duradero.

        En 1984 mas de 300, 000 jóvenes del mundo entero,

 respondieron a la invitación del Papa al “Jubileo

Internacional de la Juventud” que se celebró el Domingo de

Ramos en la Plaza de San Pedro de Roma.   En aquel

entonces el alojamiento ya representaba un gran desafío

logíst ico; mientras que la ciudad de Roma prohibió a corto

plazo la construcción de una t ienda enorme para acoger a

los invitados, 6.000 famil ias se declararon

espontáneamente dispuestas a alojarles en sus casas.   Los

jóvenes tuvieron la ocasión de entrevistarse con muchos

obispos y personalidades como la Madre Teresa de

Calcuta y el Frere Roger, fundador de la comunidad de

Taizé.  Se rezó el vía crucis en el coliseo romano y se

celebró la Eucaristía en la Plaza de San Pedro.

                                                       

El evento resultó una acogida impresionante, ya en

vísperas del Domingo de Ramos el Papa llamó a los jóvenes:

“Que espectáculo magnifico el que ofrece su asamblea en

este escenario. ¿Quién afirmó que la juventud actual ya no

tiene interés por los valores?   ¿Es verdad que uno ya no

puede contar con ella?”.   Con estas palabras el Papa entregó

al mundo un símbolo: una cruz de leña sobredimensionada

que se l lamaría mas tarde “La Cruz de la Jornada Mundial de

la Juventud”.

Esto impulsó al Papa a ocuparse personalmente del

asunto para que este encuentro con la juventud no fuera

único.  En sus reflexiones estaba acompañado por los

jóvenes de San Lorenzo y el Consejo de los laicos.

Cuando las Naciones Unidas declararon el año 1985

como “Año Internacional de la Juventud”, quedó claro en

Roma que debería haber otro encuentro de la juventud del

mundo con el Papa.   El t iempo fue corto y se trabajó con gran

intensidad. 

Esta vez mas de 250. 000 jóvenes respondieron a la

invitación del Papa para desplazarse nuevamente el Domingo

de Ramos a Roma.

Inmediatamente antes, Juan Pablo II publicó el 31 de

marzo de 1985 una carta a la juventud en la que destacó la

responsabil idad de todas las generaciones para el futuro:

“De esa actualidad, de su forma múltiple y de su perfi l

son responsables ante todo los adultos.   A vosotros os

corresponde la responsabil idad de lo que un día se

convertirá en actualidad junto con vosotros y que ahora

es todavía futuro”. [6]

Una semana después del encuentro con la juventud, el

Papa anunció inesperadamente la instauración duradera de

las Jornadas Mundiales de la Juventud. Así lo dijo en su

mensaje pascual del 7 de abril :

“El domingo pasado encontré a centenares de miles de

jóvenes y la imagen positiva de su entusiasmo ha

quedado profundamente grabada en mi alma.   Mi deseo

es repetir esta experiencia maravil losa en los años

venideros y de crear de esta forma un encuentro

internacional de la juventud el Domingo de Ramos.” [7]

En su alocución navideña ante el colegio de los

cardenales del 20 de diciembre, el Papa reiteró su deseo de

organizar en el futuro una vez al año una jornada mundial de

la juventud:

“Este encuentro (del Domingo de Ramos) tiene la

bendición especial del Señor, de manera que en los

años venideros habrá que celebrar la jornada mundial

de la juventud el Domingo de Ramos y esto en

cooperación con el Consejo para los Laicos.   Todos los

jóvenes han de sentirse seguidos por la Iglesia; por

esto que toda la Iglesia, en unión con el sucesor de

Pedro, se sienta cada día mas comprometido, a nivel

mundial, a favor de toda la juventud, de sus ansias y

preocupaciones, de sus aperturas y esperanzas, para

corresponder a sus expectativas, comunicando la

certeza que es Cristo, la verdad que es Cristo, el amor

que es Cristo, y en esta atención privi legiada que la

Iglesia nutre en relación a ellos, los jóvenes deben

encontrar la prueba, que ellos cuentan mucho por que

valen mucho; por que su vida es incalculablemente

preciosa para la Iglesia ” [8 ] .

La Jornada Mundial de la Juventud, se celebró por

primera vez de manera oficial el Domingo de Ramos de 1986

en Roma; desde entonces se tiene cada año en las Iglesias

locales el Domingo de Ramos o en otra fecha oportuna y

cada dos años de forma extraordinaria en algún lugar del

planeta, elegido por el Papa de acuerdo y por invitación de

las conferencias episcopales nacionales.

Para 1987, se convocó a los jóvenes a Buenos Aires,

donde un mil lón de participantes escucharon las siguientes

palabras del Papa:

“Repito ante vosotros lo que estoy diciendo desde el

primer día de mi pontif icado, que vosotros sois la

esperanza del Papa, la esperanza de la Iglesia” [9] .

 

El Papa instó a los jóvenes a contribuir a la

construcción del mundo:

“Así podréis construir la civi l ización de la vida y de la

verdad, de la l ibertad y de la just icia, del amor, de la

reconciliación y de la paz” [10] .

Bajo la impresión de estas experiencias, el Papa dedicó

en su carta apostólica “Christi f ideles laici” del 30 – XII – 1988

sobre los laicos, un capitulo a la juventud:

“La Iglesia tiene tantas cosas que decir a los jóvenes, y

los jóvenes tienen tantas cosas que decir a la Iglesia.

Este recíproco diálogo, que se ha de l levar a cabo con

gran cordial idad, claridad y valentía, favorecerá el

encuentro y el intercambio entre las generaciones, y

será fuente de riqueza y de juventud para la Iglesia y

para la sociedad civil” [11] .

El año siguiente, 600 000 jóvenes peregrinaron a la

ciudad española de Santiago de Compostela donde Juan

Pablo II les preguntó:

“¿Por qué han venido aquí los jóvenes de los años 90

del siglo XX? ¿No sentís en vosotros el espíritu del

mundo?” [12]

En 1991, 1,5 mil lón de participantes acudieron a la

jornada mundial de la juventud, que tenia lugar en la ciudad

polaca de Czestochowa.   Fue después de la caída del “telón

de acero”, la primera ocasión para los jóvenes de Europa del

Este para part icipar sin trabas en este evento.   “El viejo

continente apuesta por vosotros, jóvenes de la Europa

oriental y occidental, para  construir esta “casa común” que

debe aportarnos un futuro de la solidaridad y de la paz. Para

la prosperidad de las generaciones venideras hace falta que

la nueva Europa se basa en el fundamento de los valores

espirituales que constituyen el núcleo más íntimo de su

tradición cultural” [13], di jo el Papa.

Medio millón de jóvenes encontraron al Papa Juan

Pablo II en 1993 en la ciudad americana de Denver.

  Delante del escenario impresionante de los Rocky

Mountains el Papa l lamó a los jóvenes.

“¡No apaguéis su conciencia! La conciencia es el

verdadero corazón y la parte sacrosanta de la persona

humana donde está sola con Dios.   No tengas miedo de

salir a las calles y de dirigiros al publico.   No es el

momento de tener vergüenza del evangelio. No temáis

abandonar la vida confortable y acostumbrada,

responded al desafío de hacer conocer a Cristo en la

“metrópoli moderna”” [14] .

La asamblea más grande de personas de todos los

tiempos tuvo lugar en 1995 con motivo de la jornada mundial

de la juventud, en Manila (Fil ipinas), 4 millones de jóvenes

aplaudieron al Papa que evocaba la relación con el prójimo:

“¿Soís capaces de ofrecer vosotros mismos, vuestras

fuerzas y vuestros talentos para el bien de los demás?

¿Sois capaces de amar?;   Si lo sois, la Iglesia y la

sociedad pueden poner grandes esperanzas en cada

uno de vosotros” [15] .

En 1997, fue en París (Francia), reunió a casi un mil lón

de personas.  El Papa reclamó un testimonio vivo de los

jóvenes:

“Vuestro camino no se termina aquí.   El t iempo no se

detiene hoy.  Salid a las calles del mundo, a las calles

de la humanidad y quedad unidos a la Iglesia de

Jesucristo” [16]

El jubileo del año 2000, se convirtió también en el jubileo de la jornada mundial de la juventud, casi dos millones de jóvenes se congregaron en Roma.

El 2002, la jornada mundial de la juventud, fue en

Toronto (Canadá), a donde acudieron 800 000 personas para

finalizar la jornada mundial de la juventud.   En aquella

ocasión el Papa pidió a  los jóvenes; contribuir en la

construcción del futuro de toda la humanidad.

El Domingo de Ramos de 2003, los jóvenes canadienses

entregaron a sus amigos alemanes la Cruz de la jornada

mundial de la juventud en la plaza de San Pedro en Roma.  

Después de haber recurrido 26 países europeos, la Cruz llegó

desde Sarajevo a Berlín el Domingo de Ramos de 2004.   Allí

se inicio su “camino de peregrinación de la reconcil iación” a

través de Alemania hasta el 16 de agosto de 2005, fecha en

que se inauguró la XX Jornada  Mundial de la Juventud, en

Colonia (Alemania).

 

1.2.3       COMO SE LLEVA A CABO UNA JORNADA

MUNDIAL DE LA JUVENTUD

 

  Previa a la celebración de la Jornada Mundial del

Juventud, el Santo Padre dirige a los jóvenes un mensaje que

determina el camino de preparación y la misma celebración, de

tal forma que llega a constituir en su conjunto una suerte de

catecismo para la edad juvenil.   Son jornadas intensas,

comprometedoras y conmovedoras, por el número, la

universalidad, las celebraciones, la f igura del Papa y los

Obispos, son experiencias inevitablemente complejas, claras

en  los signos, signos de gracia que hacen pensar.

 

1.2.4       TEMAS QUE EL PAPA PROPUSO DURANTE LOS

AÑOS EN QUE SE REALIZO LAS JORNADAS

MUNDIALES DE LA JUVENTUD

Son diversos temas, que el Papa, propuso durante los

años en que se realizó las Jornadas Mundiales de la

Juventud, y también fue el eslogan de los jóvenes, así

tenemos:

1986  I Jornada Mundial de la Juventud

TEMA: “Siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os

pida razón de vuestra esperanza” (1Pt 3,15)

Celebración (diocesana): Domingo de Ramos (23 de marzo).

 

1987  II Jornada Mundial de la Juventud

TEMA: “Hemos conocido y hemos creído en el amor que Dios

nos tiene” (Jn 4,16)

Celebración (internacional): Buenos Aires (Argentina) 11 y 12

de abri l.

 

1988  II I Jornada Mundial de la Juventud

TEMA: “Haced lo que Él os diga” (Jn 2,5)

Celebración (diocesana): Domingo de Ramos, 27 de marzo.

 

1989  IV Jornada Mundial de la Juventud

TEMA: “Yo soy el Camino, la Verdad, y la Vida” (Jn 14,6)

Celebración (internacional): Santiago de Compostela

(España), del 15 al 20 de agosto.

 

1990  V Jornada Mundial de la Juventud

TEMA:  “Yo soy la vid, vosotros los sarmientos” (Jn 15,5)

Celebración (diocesana): Domingo de Ramos, 8 de abri l .

 

1991  VI Jornada Mundial de la Juventud

TEMA: “Habéis recibido un espíritu de hijos” (Rm 8,15)

Celebración (internacional): Czestochowa (Polonia) del 10 al

15 de agosto.

 

1992  VII Jornada Mundial de la Juventud

TEMA: “Id por todo el mundo y proclamad el Evangelio” (Mc

16, 15)

Celebración (diocesana): Domingo de Ramos, 12 de abri l.

 

1993  VIII Jornada Mundial de la Juventud

TEMA: “Yo he venido para que tengan vida y la tenga en

abundancia” (Jn 10,10)

Celebración (internacional): Denver (USA) del 10 al 15 de

agosto.

1994  – 1995 IX – X Jornada Mundial de la     

          Juventud.

TEMA: “Como el Padre me envió, también yo os envío” (Jn

20,21)

IX Jornada Mundial de la Juventud

Celebración (diocesana): Domingo de Ramos, 27 de marzo

1994

X Jornada Mundial de la Juventud

Celebración (internacional): Manila (Fil ipinas), del 10 al 15 de

enero 1995.

 

1996    XI Jornada Mundial de la Juventud

TEMA: “Señor, ¿a quien vamos a ir? Tú t ienes palabras de

vida eterna” (Jn 6,68).

Celebración (diocesana): Domingo de Ramos, 31 de marzo.

 

1997    XII Jornada Mundial de la Juventud

TEMA: “Maestro, ¿dónde vives? Venid y veréis”  

(Jn 1,38-39)

Celebración (internacional): París (Francia) del 19 al 24 de

agosto.

 

1998      XIII Jornada Mundial de la Juventud

TEMA: “El Espíritu Santo os lo enseñará todo” (Jn 14,26)

Celebración (diocesana): Domingo de Ramos, 5 de abri l .

 

1999    XIV Jornada Mundial de la Juventud

TEMA: “El Padre os ama” (Jn 16,27)

Celebración (diocesana): Domingo de Ramos, 28 de marzo.

 

2000    XV Jornada Mundial de la Juventud

TEMA: “La Palabra se hizo carne, y habitó entre nosotros”

(Jn1,14)

Celebración (internacional): Roma del 15 al 20 de agosto.

 

2001    XVI  Jornada Mundial de la Juventud

TEMA: “Si alguno quiere venir en pos de mi, niégase a si

mismo, tome su cruz cada día y sígame” (Lc 9, 23)

Celebración (diocesana), Domingo de Ramos, 8 de abri l .

 

2002    XVII Jornada Mundial de la Juventud

TEMA: “Vosotros sois la sal de la tierra… Vosotros sois la  

luz del mundo” (Mt 5,13-14).

Celebración (internacional): Toronto (Canadá) del 23 al 28 de

jul io.

 

2003    XVIII Jornada Mundial de la Juventud

TEMA: “He ahí tu madre” (Jn 19,27)

Celebración (diocesana), Domingo de Ramos, 13 de abri l

 

2004    XIX  Jornada Mundial de la Juventud

TEMA: “Quisiéramos ver a Jesús” (Jn 12, 21)

Celebración (diocesana), Domingo de Ramos, 4 de abri l .

 

2005    XX  Jornada Mundial de la Juventud

TEMA: “Hemos venido a adorarle”   (Mt 2,2)

Celebración (internacional), Colonia (Alemania), 16 al 21 de

agosto.

 

1.2.5       ELEMENTOS DE LA QUE SE COMPONE LAS

JORNADAS MUNDIALES DE LA JUVENTUD

La Jornada Mundial de la Juventud, se funda en

algunos elementos determinantes:

La convocación.El mensaje del Papa

La convergencia en el lugar de celebración

La participación en los momentos de catequesis

que se desarrollan en un triduo

La noche de vigi l ia de oración con el Santo Padre

La celebración eucaríst ica

Todos estos componentes constituyen una gran

catequesis, un anuncio a los jóvenes y al mundo.

El primer catequista es el Santo Padre, con sus

conmovedoras homilías, comentarios, gestos ante el mundo

entero; catequistas son también los cardenales y obispos que

durante tres días, hablan y explican en grupos l ingüísticos

diversos los temas fundamentales de la fe.     La palabra de

Dios es el centro de los mismos, la reflexión teológica, la

oración, la comunicación y el diálogo marcan el esti lo.

En la catequesis, se concentran todas las experiencias

eclesiales que los jóvenes viven, las ideas maestras de los

Movimientos, los ideales de cada uno, que va creando una

mas viva unidad en torno al Santo Padre y a los Obispos.

 

A).  EL MENSAJE:

 

El mensaje que se trata de transmit ir es más o menos

este: cada joven tiene un gran tesoro entre las manos, el más

precioso de todos, que no t iene precio, la vida.   No la hemos

comprado ni construido.   Se nos ha sido comunicado a través

de nuestros padres como un don.

 Hoy somos los primeros responsables del mismo.

Quizá no se dispone de otros bienes, dinero, casas,

prestigio social, pero somos ti tulares de nuestra vida.   Dirigir

nuestra vida constituye la primera tarea fundamental de todo

ser humano.

Esta constatación, tan simple e inmediata, pone en

evidencia un hecho de importancia extraordinaria: la vida nos

precede y nos pide ser sus verdaderos protagonistas.

Es el Papa quien nos invita a profundizar en el camino

existencial.   Es un camino que se realiza en el t iempo, a

través de circunstancias particulares, pero que trasciende los

eventos para abrir grandes horizontes y    revelar las metas

últ imas de la existencia.

 

B). EL PAPA CATEQUISTA 

Nunca como en estas ocasiones se hizo evidente el

papel significativo de Juan Pablo II y de su    carisma. De

aquí el diálogo apasionado, fel iz, r ico de afecto y amor hacia

los jóvenes, las palabras (predicaciones) que nunca

terminan, la invitación a declarar si han entendido, el

aplauso, el saludo.   El Papa es un verdadero líder, al que se

le quiere oír, porque hace bien a quien lo dice y a quien lo

escucha.  Ha dado a los jóvenes un perfi l de comunicación

alto, con acentos evangélicos vigorosos y a la vez humanos,

centrados en Cristo, que da valor y l ibertad, permeados de

una impresionante apertura de crédito hacia las nuevas

generaciones de jóvenes misioneros del mundo, se dice que

cuando el Papa sueña, sueña joven, sueña jóvenes.

 

1.2.6       EL MUNDO DE LOS JÓVENES.

 

Es impresionante todo lo que el Papa Juan Pablo II,

hizo como clave del futuro.   Invirt ió e invitó a intervenir en

los jóvenes; justamente por que son, jóvenes con el vigor y

frescura de los que empiezan, los quiso en peregrinación en

torno a la cruz de Cristo Resucitado, como camino de

liberación, los l levó en viaje a través del mundo para

hacerles superar barreras y provincial ismo, los hizo respirar

el sensus eclesiae en los testimonios mas bellos y vibrantes.

En cada jornada les dio el encargo de ser misioneros,

cumpliendo así el mandato de Cristo, de l levar el evangelio a

todos los rincones del mundo.

El Papa en sus mensajes también hacía alusión continua

de Jesucristo, era edificante por lo directo de su predicación.  

Ante los desafíos de los humanismos inciertos y enfermos, la

visión de Jesús anunciado por el Papa fue un audaz proyecto

alternativo de vida y de historia.     Decía: “el Papa, piensa en

vosotros y os quiere mucho, os tiene en su mente cada día con

gran afecto y os acompaña con su oración, se fía y cuenta con

vosotros, con vuestro compromiso crist iano y con vuestra

colaboración en la causa del Evangelio” [17] .

1.2.7      DESPUÉS DE LA JORNADA MUNDIAL 

Después de una Jornada Mundial, el joven se l leva a su

casa la reflexión sobre la verdad cristiana y la experiencia de

fe que lo ayudará a afrontar las preguntas profundas de la

existencia; y en las iglesias particulares impulsan la atención

al proyecto de la educación en la fe de las generaciones

jóvenes.

1.2.8      TESTIMONIOS: 

Existen abundantes testimonios, aquí seleccionamos

algunos:

De un muchacho mexicano:

“Nosotros los jóvenes necesitamos saber que no

estamos solos y sentir que tenemos una misión, que la

Iglesia confía en nosotros” [18] .

Una chica francesa:

“El Papa está tan lleno de fe, que con sólo verlo nos

transforma” [19]

un joven italiano:

“Encontrarse con el Papa y aceptar su mensaje,

significa poner un desafío a la propia vida para

reconducirla a senderos nuevos” [20]

De una muchacha alemana:

“Gracias a estos encuentros, aprendemos a sentir al

Papa como un hermano, pero también como a un padre

que l leva en el corazón a los jóvenes de todo el

mundo”. [21]

De un muchacho hindú:

“Estas reuniones, son una expresión del nuevo rostro

de la Iglesia, ¡se puede esperar en los jóvenes de hoy,

son ellos los que pueden mantenerla viva!; ¡dadles una

oportunidad y lo veréis!” [22] .

De un joven polaco:

“Destruir las barreras y las divisiones entre los pueblos

y las razas: solo pueden hacerlo los jóvenes unidos por

la misma fe” [23] .

 

1.2.9       LA RESPUESTA DE LOS JÓVENES:

 

En todos los lugares es edif icante la reacción de

acogida de los jóvenes, no solo emotiva, sino inteligente y

pensativa; y están atentos al proyecto misionero que el Papa

les confía, al ser tan diversos, impresiona su fácil

social ización el compromiso de la fe.

Es una etapa no de fruto inmediato, si no de

maduración, cada Jornada Mundial de la Juventud es un

camino  trazado, ya iniciado, por recorrer con seriedad,

coraje, realismo y esperanza.

Al ser eventos gigantescos, ricos en dinamismos

humanos, de los que se vale la gracia, se corre el r iesgo del

éxito fácil , de fundamentalismo y superf icial idades.

 

1.2.10    LO QUE ES LA JORNADA MUNDIAL DE LA

JUVENTUD

 

La Jornada mundial de la Juventud, es signo y semil la,

reveladora, a la vez, de una fe y de una f idelidad que

impresiona, y de una necesidad urgente: purif icar esa misma

fe y esa misma fidelidad, orientándola al misterio de Dios y

del evangelio, abriéndolas al mundo de los demás,

confrontándolos con sus necesidades, frecuentemente

graves, de orden humano y social, dotándolas de una

densidad cultural mas honda y continua.

Es un gran acontecimiento de jóvenes católicos, que

pone en luz la validez de eventos agregativos en torno a

valores trascendentales y a la vez provoca la responsabil idad

de una maduración, educando en lo cotidiano para sucesos

como estos; nace así el estimulo para el educador y el

educando, a mantener abierto el mundo de los jóvenes   - a

veces cerrado – a la dimensión católica (histórica y

geográfica) del ser creyente y fundamentalmente a valorizar

de modo inteligente la relación con la f igura del Papa y su

“proyecto joven”, se estimula el compromiso a hacer

experiencias de hechos, celebrativos, a impulsar la

misionaridad, a reencontrar la vocación a la mundialidad y a

la solidaridad, a expresar la vida como don de si.

También nace el compromiso para los adultos de

relacionarse con los jóvenes, no solo para lo que podrán

hacer en el futuro, sino para lo que pueden hacer hoy. Por

que ser joven enseña el Papa es una gracia fundamental del

espíritu, garantía del futuro, manantial de esperanza.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

   C A P Í T U L O     II 

LOS JÓVENES Y JUAN PABLO II EN EL MUNDO ACTUAL

 

2.1               QUE ES SER JOVEN

 

2.1.1       ES VIVIR UNA INCESANTE NOVEDAD DE ESPÍRITU

 

Ser joven es vivir en sí, una incesante novedad de

espíritu, fomentando la búsqueda continua del bien, dando

rienda suelta al impulso de transformarse siempre haciéndose

mejores, poniendo en práctica una voluntad perseverante de

entrega [24] .

La juventud, por sí misma, es una riqueza singular para

cada muchacho o muchacha.   Esta riqueza consiste, entre

otras cosas, en que se hacen descubrimientos importantes.  

Cada cual se descubre a sí mismo, su propia personalidad,

el sentido de la propia existencia, la realidad del bien y del

mal.   Descubre el mundo que le rodea, el de los hombres y el

de la naturaleza, donde no debe faltar el descubrimiento de

Jesucristo de modo personal, que es la   aventura más

maravil losa de toda una vida.

 

2.1.2       ES PLANTEARSE PREGUNTAS FUNDAMENTALES

 

Es la edad de la pregunta suprema: ¿Qué sentido t iene

la vida? o ¿Qué sentido t iene la historia humana?        

Ciertamente es la pregunta más dramática y también la más

noble, que calif ica verdaderamente al hombre en su

naturaleza de persona intel igente y volutiva.   En efecto, el

hombre no puede encerrarse en los límites del t iempo, en el

círculo de la materia, en el nudo de una existencia inmanente

y autosuficiente; puede intentar hacerlo; puede incluso

afirmarlo con gestos; pero la pregunta suprema lo agita, lo

punza y lo atormenta.   Es una pregunta que no se puede

eliminar [25] .

 

2.1.3       IMPORTANCIA DE LA JUVENTUD

 

La juventud es un periodo, especialmente importante,

r ico y decisivo.   Un don que dura cierto periodo de tiempo, en

el que cada uno afronta desafíos que implica: el desafío de

tener un objet ivo, un destino, y luchar por él.

  Lo contrario sería pasar la vida de modo superficial,

“perder” nuestra vida en la tr ivialidad; no descubrir nunca en

nosotros mismos la capacidad del bien y de la solidaridad

real y, por tanto, no descubrir nunca el camino que l leva a la

fel icidad verdadera.

2.1.4       DEBERES DE LA JUVENTUD

La juventud es la edad de la esperanza, de la promesa,

del entusiasmo, de los proyectos y de los ideales [26] .

La juventud no debe ceder ante las dif icultades. Ni

resignarse ante los defectos. Debe creer en un mundo mejor y

debe lanzarse ha realizarlo.

La generosidad, la apertura a los demás, es su

dist intivo.  Esto debe l levar a ser agradecidos con los padres,

amándoles, respetándoles, ayudándoles y obedeciéndoles,

siguiendo sus instrucciones.

La generosidad en la f idelidad a Cristo, el amor es la

f idelidad en el t iempo.   “es necesario que la f idelidad sea un

deber, ya que equivale al cumplimiento de las exigencias de la

vocación” [27] .

2.1.5       EL CRISTIANISMO ES LA RELIGION DE LOS

JÓVENES

El joven debe vivir su vida, según un esti lo

genuinamente cristiano. Es decir demostrando con la

profundidad de sus convicciones y con la coherencia de su

obrar, que Jesucristo es nuestro contemporáneo, que no es

una insigne pieza de museo, sino que es el Viviente absoluto,

el compañero de camino.

Así viviremos la tradición, con los tesoros del pasado,

para construir el futuro, el porvenir.

 

2.1.6       SER JOVEN SIGNIFICA ESTAR VIVO EN CRISTO

Significa, apreciar la sinceridad; buscar el camino de una

vida digna y noble.   Es sentirse atraído por la verdad, la

just icia, la l ibertad, la paz, la belleza y la bondad.   También

consiste en tener ganas de vivir, pero con alegría, con sentido:

vivir una vida digna de ser vivida.

Cuando se sueña ser fel iz, es a Cristo a quien se busca,

es Él quien nos espera cuando no nos satisface nada de lo

que encontramos; Él es la belleza que tanto nos atrae, es Él

quien nos provoca con esa sed de radicalidad que no permite

dejarnos llevar del conformismo; es Él quien nos empuja a

dejar las máscaras que falsean la vida, es Él quien nos lee en

el corazón las decisiones más auténticas que otros quisieran

sofocar.   Es Jesús quien nos suscita en nosotros el deseo de

hacer de nuestra vida algo grande, la voluntad de seguir un

ideal.

2.1.7       LO QUE NO ES LA JUVENTUD

Ser joven es:

No es cerrar los ojos a la realidad, sino

rechazar las hipocresías convencionales, y buscar y

practicar apasionadamente la verdad;

No es evasión o indiferentismo, sino

compromiso solidario con todos, especialmente con

los más necesitados;

No es búsqueda del placer egoísta, sino

impulso incesante de apertura y voluntad de servicio;

No es violento torbell ino revolucionario, sino

dedicación y esfuerzo por construir con medios

pacíficos una sociedad más humana, fraterna y

part icipativa [28] .

2.2               OBSTACULOS EN EL MUNDO ACTUAL

2.2.1       REDUCCIONISMO

La preocupación de cambio, la necesidad de construir un

mundo mejor, más digno del hombre, no puede l levar

restricciones, instrumentalizaciones, falsif icaciones,

discriminaciones de cualquier clase.   Debe l levar consigo la

plena verdad sobre el hombre y debe conducir a la plena

realización de los derechos humanos.   Para que esta noble

aspiración que late en el corazón joven  y en la voluntad

pueda l legar a una realización correcta es necesario ver al

hombre en toda su dimensión humana.   No debe reducirse el

hombre a la esfera de sus necesidades meramente materiales.

No puede ni debe medirse el progreso sólo con categorías  

económicas.  La dimensión espiri tual del ser humano debe

encontrar su lugar exacto.

No exist irá un mundo mejor y un orden mejor de la vida

social, si antes no se da preferencia a los valores del espíritu

humano [29] .  

 

2.2.2       ODIO, REVANCHA Y VENGANZA

 

El Santo Padre, hace un l lamado a todos los jóvenes,

que podrían ser atrapados en organizaciones comprometidas

en la violencia, pide no escuchar el lenguaje del odio, de la

revancha, de la venganza, que no sigan a ningún líder que

lleve por caminos que infl igen muerte.    Por que hay que

amar la vida, respetarla en uno y en los demás.   Hay que

entregarse al servicio de la vida, y no a la obra de la muerte.  

La valentía, la fuerza, no se prueban matando y

destruyendo.  La verdadera valentía está en trabajar por la

paz, la verdadera fuerza consiste en unirse con los demás

jóvenes, para construir una sociedad justa, humana y

crist iana por los caminos de la paz.   La violencia es enemiga

de la justicia.   Solamente la paz puede conducir a la

verdadera justicia.

            Y a los que han sido atrapados en caminos de

violencia, el Papa  les pide; volver a Cristo, por que solo en

El encontrarán la paz para sus conciencias perturbadas y

reposo para sus almas angustiadas [30] .

 

 

2.2.3       DESHONESTIDAD Y TENTACION DE PLACER

 

La búsqueda de un creciente progreso económico y la

posibil idad de lograr un mayor reparto de los bienes que

ofrece la sociedad moderna aparece como la oportunidad

para lograr una mayor l ibertad.   Cuando mas se tiene, mas se

está tentado a sentir l iberados de todo tipo de ataduras.

  Para lograr mas dinero y para poseer mas, para

eliminar esfuerzo y la preocupación, se puede sentir tentado

tomar atajos morales en lo que concierne a la honestidad, la

verdad y el trabajo.

La tentación del placer, el tomarlo donde y cuando se

encuentre, es fuerte y es presentada como parte del progreso

hacia una autonomía y una libertad mayores respecto a las

leyes.  El deseo de verse libre de las restricciones externas

puede manifestarse con fuerza en el terreno sexual, puesto

que se trata de un aspecto estrechamente ligado a la

personalidad humana [31] .

Nuestro tiempo está desorientado y confundido; a veces,

incluso, parece que no conoce la frontera entre el bien y el

mal; aparentemente, rechaza a Dios, porque lo desconoce o

porque no lo quiere conocer.

 

2.2.4       REALIDADES QUE AMENAZAN LA JUVENTUD

La juventud – en sus distintas etapas, que van desde la

adolescencia hasta los umbrales del matrimonio – es recta,

es generosa, está sedienta de verdad, de justicia; pide a los

adultos que la acojan en comprensión y buena voluntad en

los sectores de trabajo y en los centros de dirección; también

se dirigen a la Iglesia con renovado interés y con el deseo

profundo de una respuesta clara a los fundamentales

“porqués” de la vida. También hoy Cristo mira con ojos de

simpatía a los jóvenes como al joven del Evangelio.

Pero existen oscuras realidades que amenazan este

potencial r iquísimo de vida, que pueden transformase en

material amorfo, más aun en potencial destructivo.

Ante este panorama el Papa se pregunta:

¿cómo no recordar que tantas solicitudes de

trabajo, de formación cultural, de ocupación

profesional, permanecen desatendidas, dejando

forzosamente inactivos a tantos jóvenes que también

se han fatigado y estudiado, que han alcanzado una

preparación digna de ser uti l izada para el bien

común de la sociedad?

¿cómo no alzar vibrantemente la voz contra

quien en la sombra, sin nobleza, con f ines perversos,

trata de corromper esta riqueza estupenda con

tremendos sucedáneos de valores traicionados, con

halagos  mortales, que en una existencia presa de

desilusiones y tal vez vacía de ideales encuentran

fácil cebo?.

¿Cómo olvidar las ya innumerables víctimas de

la droga, ofrecida desde los primeros años de la

adolescencia y convert ida después en cadena férrea

de una esclavitud oprobiosa?

¿Cómo olvidar las devastaciones morales que

una industria igualmente innoble o una mentalidad

permisiva y hedonista que invade parte de la

actividad editorial y de los instrumentos de

comunicación a través de la imagen, han producido

en el espíritu de tanta juventud, con el hedonismo

desenfrenado propuesto como norma de vida?.

¿Cómo olvidar la manipulación de la

personalidad del hombre en formación mediante los

mass – media, la presión ideológica, la presentación

parcial y torcida de la verdad, la pornografía? [32 ] .

 

 

2.2.5       “AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS”

 

Un hombre cristiano, deja de ser joven y buen crist iano

cuando se deja seducir por doctrinas e ideologías que

predican el odio y la violencia.   Pues no se construye una

sociedad justa sobre la injusticia [33] .  No se construye una

sociedad que merezca el t ítulo de humana, dejando de

respetar y destruyendo la l ibertad humana, negando a los

individuos las libertades fundamentales.

Un joven comienza a envejecer peligrosamente cuando

se deja engañar por el principio, fáci l y cómodo, de que “el

f in just if ica los medios”, cuando llega a creer que la única

esperanza para mejorar la sociedad está en promover la

lucha y el odio entre los grupos sociales, en la utopía de una

sociedad sin clases, que se revela muy pronto como creadora

de nuevas clases.

Solo el amor aproxima lo que es diferente y realiza la

unión en la diversidad.   Sólo el amor verdadero construye.

 

 

 

2.2.6       NO HUIR DE UNO MISMO

 

              Quien se niega a aceptar la fundamental verdad de la

realidad, quien se erige en medida de todo, situándose así en

el lugar que ocupa Dios, quien más o menos conscientemente

afirma poder prescindir de Dios, creador del mundo, de Cristo,

l iberador de los hombre, quien en lugar de buscar a Dios,

corre tras los ídolos, siempre está huyendo de la única verdad

capaz de fundamentar nuestra existencia y de ponerla a salvo.

               Existe una huida hacia el interior.   Puede conducir a la

resignación. “nada tiene sentido” [34] .  Si los discípulos de

Jesús hubiesen actuado de este modo, nunca habría podido

experimentar el mundo el mensaje l iberador de Cristo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

C A P Í T U L O    II I

 

EL MENSAJE DE JUAN PABLO II A LAS JORNADAS MUNDIALES

DE LA JUVENTUD

 

 

3.1   LA VOCACION

 

3.1.1         NO TENGAIS MIEDO

 

¡No tengáis miedo!, era una frase común en el Papa

Juan Pablo II, a ello agregaba: “Escuchad el l lamamiento de

Cristo, cuándo oís que os dice, sígueme, seguid mi camino,

estad a mi lado, permaneced en mi amor ” [35] .

               No hay que tener miedo, es maravilloso comunicar la

paz de Cristo, promover su justicia, difundir su verdad,

proclamar y vivir su amor.

            La vocación es un si a Cristo, un entregarse

únicamente y para siempre a Cristo.

            Así, muchos jóvenes, están llamados a hacer presente

el sacerdocio de Jesús, otros a darse totalmente a El, viviendo

una vida casta, pobre y obediente; muchos a lanzarse como

misioneros por el mundo.    También muchas jóvenes, están

llamadas a ofrecer su amor exclusivo a Cristo, único Esposo

de su vida [36] .

               Cada llamada de Cristo es una historia de amor única

e irrepetible.

¿Cómo distinguir la voz, que da el verdadero sentido a

la vida?, Jesús se hace sentir en el si lencio y en la oración,

en un cl ima de intimidad con El, sólo all í, se podrá oír la

invitación, dulce y al mismo t iempo f irme del Buen Pastor que

dice ¡sígame!.

Descubrir en la cruz de Cristo el sentido de nuestra

existencia y la fuente ce nuestro entusiasmo misionero.

 

3.1.2         LA LLAMADA DE DIOS

 

Es Cristo mismo quien nos mira con predilección, quien

nos elige y nos llama para ser sus colaboradores.

Sólo El, es la escala y la medida para evaluar nuestra

vida.

La l lamada, es exigente nos une más a Cristo que nos

da su vida y sólo en El nuestra vida vale la pena y tiene

pleno sentido [37] .

En los Evangelios, encontramos el interesante relato de

la conversación que mantuvo Jesús con un joven; vemos que

el joven, propuso a Cristo uno de los problemas

fundamentales, que la juventud se propone en todas partes

“¿Qué he de hacer…?” (Mc 10, 17) y recibió una respuesta

precisa y penetrante: “Jesús poniendo en él los ojos, le amó

y di jo …” “ven y sígueme” (Mc 10,21).   El joven que había

mostrado tanto interés, por el problema fundamental “se fue

triste, por que tenía mucha hacienda” (Mc 10,22); rehusó

aceptar la l lamada de Cristo [38] .

La tristeza de este joven, nos debe l levar a reflexionar

por que podríamos pensar que poseer muchas cosas, muchos

bienes de este mundo, puede hacernos felices y no es así,  

las cosas materiales puede convertirse en obstáculo para

aceptar la l lamada de Jesús.

No debemos tener miedo; con la ayuda de Cristo, a

través de la oración, se puede responder a su l lamada

resist iendo a las tentaciones, a los entusiasmos pasajeros, y

a toda forma de manipulación.

Hay que abrir nuestro corazón a Cristo, a su Evangelio,

a su amor, a su verdad, a su alegría.

El amor exige esfuerzo y compromiso personal para

cumplir la voluntad de Dios.   Significa discipl ina y sacrif icio,

pero también alegría y realización humana.

La vocación, es un misterio que el hombre acoge y vive

en lo más int imo de su ser. Es una llamada interior de Dios

dirigida al hombre:  al hombre único e irrepetible.

Dios que nos ama, que es amor, es también “Aquel que

llama” (Rom 9,11).

Jesús necesita:

Jóvenes que sigan su l lamada y quieran vivir

como El, pobres y célibes; para ser así un testimonio

vivo de la realidad de Dios entre sus hermanos y

hermanas.

Religiosos, hombres y mujeres que dejen todo

para seguirle y servir así a los hombres.

Seglares cristianos que se ayuden

mutuamente, y ayuden también a sus hijos, en la

consecución de la plena madurez del ser humano en

Dios.

Hombres que estén dispuestos a socorrer y a

servir a los pobres, los enfermos, los abandonados,

los oprimidos, los olvidados espiri tualmente.

 

 

 

3.1.3         LA RESPUESTA PERSONAL

 

Desde los tiempos de la primera proclamación del

Evangelio hasta nuestros días, un gran número de hombres y

mujeres han dado su respuesta personal, su libre y

consciente respuesta a Cristo que l lama.   Han elegido el

sacerdocio, la vida rel igiosa, la vida misionera, como objetivo

ideal de su existencia.   Han servido al Pueblo de Dios y a la

humanidad con fe, con intel igencia, con valentía, con amor.

Y hoy Cristo quiere tener necesidad de nuestra persona,

de nuestra fe, amor, inteligencia, energías, santidad, si Él

nos llama es por que quiere actuar a través de nosotros.

Nuestro sí a Cristo, debe ser la impronta indeleble de

nuestro esti lo de vida.   Un sí total y límpido, decidido y

pleno, lejos de sofismas y oscilaciones.

Si alguno siente en sí la l lamada del Señor a darse

totalmente a El, para amarlo “con corazón indiviso”, que no

se deje paralizar por la duda o el miedo.   Que pronuncie con

valentía su propio “sí”, sin reservas, f iándose de El que es

fiel en todas sus promesas. ¿No ha prometido, al que lo ha

dejado todo por Él, aquí el ciento por uno y después la vida

eterna? [39] .

 

 

3.2               EL VERDADERO SENTIDO DE LA VIDA DE LOS

JÓVENES

 

3.2.1       LA CONCIENCIA DE LA VERDAD DE LA FE

CRISTIANA

 

Hoy más que nunca, no podemos quedar en una fe

crist iana superficial o de tipo sociológico, los tiempos han

cambiado, se nota en el aumento de la cultura, la influencia

de los mass – media, el aumento de la sensibil idad y de la

exigencia de certeza y claridad sobre las verdades

fundamentales, la presencia masiva de concepciones ateas,

agnósticas e incluso anticristianas, todo esto reclama una fe

personal, buscada en el ansía de la verdad, para vivir la luego

integralmente [40] .

Es necesario l legar a la convicción clara y cierta de la

verdad de la propia fe cristiana, es decir, en primer lugar de

la historicidad y de la divinidad de Cristo, y de la misión de la

Iglesia que El quiso y fundó.

Lo que hoy se pide es f idelidad y coherencia, es decir  

f idelidad al mensaje de la verdad de Dios, y actuar de

manera coherente según se cree.

No basta ser crist iano por el bautismo recibido o por las

condiciones histórico – sociales en que se ha nacido o se

vive.  La juventud es una etapa de estudio, de meditación, de

reflexión, son talentos que hay que emplearlos bien,

profundizando en los motivos y fundamentos de nuestra fe.

Por que el cristianismo no es sólo una doctrina; es,

ante todo, una Persona. Jesucristo, que debe ser amado y,

en consecuencia, imitado y realizado en la vida de cada día

mediante la fe total en su palabra, la vida de gracia, la

oración, la caridad hacia los hermanos.

 

3.2.2       TESTIGOS DE CRISTO

 

Para ser testigos de Cristo, para dar testimonio de El,

ante todo hay que seguirle. Hay que aprender a conocerle,

hay que ponerse en su escuela y penetrar todo su misterio.

Así tenemos la oración, que es un coloquio, una

conversación, un entretenerse con Dios; pero también una

escucha de la voz interior de la gracia.

Los jóvenes deben unir la oración a sus obligaciones y

unir su trabajo a la oración.

Arrastrar con nuestra vida, a muchos que dudan, a

aquellos que se hallan en un periodo de búsqueda.

  También a aquellos que rechazan a Dios, cuyo rostro

les ha sido mal presentado.

El mundo tiene necesidad de testigos, convencidos e

intrépidos, disponibles, generosos en su actuar.

Si son lo que tienen que ser, ¡prenderán fuego al

mundo entero! [41] .

 

3.2.3       CARACTERES DE LA FE

 

Hay que ser siempre joven en la fe, fundado en la

palabra de Cristo, en el profundo conocimiento del mensaje

evangélico y, especialmente de la vida, la persona y la obra

de Cristo y del mismo modo sobre el testimonio interior del

Espíritu Santo, por eso nuestra fe tiene que ser [42] :

Fuerte, que no se tambalee, que no vacile ante dudas,

ante las incertidumbres que sistemas fi losóficos o

corrientes de moda han sembrado, y que ven el

crist ianismo como mera ideología.

Gozosa, basada en la seguridad de poseer un don

divino. Que se debe notar cuando se relaciona con los

demás.

Operosa, que se manifieste y se concrete en la caridad

activa y generosa hacia los hermanos que viven abatidos

en la pena y la necesidad, que se manif ieste en vuestra

serena adhesión a la enseñanza de la Iglesia, Madre y

Maestra de la verdad, que se exprese en la disponibil idad

hacia todas las iniciativas de apostolado, en la que se

debe participar para extender y construir el Reino de

Cristo.

 

3.2.4       TODO LO QUE UN JOVEN BUSCA LO ENCUENTRA

EN CRISTO

 

La fe valoriza el sentido de la juventud, no la

insensibi l iza.  Todo lo que de grande y de bueno se busca, lo

encontramos en Cristo, por que El es la luz en sentido

absoluto: disipa las sombras, destruye las incertezas, derrota

las dudas, asegura las conquistas más hermosas.

Cristo da un significado preciso al sentido de

religiosidad que no falta en los jóvenes, sobre todo cuando

las ideologías pasan [43] .

También enriquece de contenido y de impulso los

mensajes humanitarios en los que se piensa.   Solo El, ofrece

fundamentos seguros y estables a todo el que se decida a

construir el edif icio de la propia existencia, no sobre arenas

movedizas, sino sobre la roca sólida.

No hay desilusión, disipación, pecado, que no puedan

ser superados en Cristo.

Pero también Cristo es exigente, pide todo, l lama a una

generosidad incondicional, por eso el crist ianismo sigue

siendo una rel igión siempre actual que encuentra plena

sintonía con la conciencia juvenil.

Solo Cristo, abre un horizonte inmenso al joven.   Le

desvela las relaciones que hay entre la eternidad y el t iempo,

entre la vida futura y la presente.   Le muestra que existe un

nexo profundo entre la verdad y el bien, y que, por tanto, el

nivel moral de una existencia depende esencialmente de la

propia capacidad de coherencia que tiene raíces en la esfera

íntima del pensamiento y del corazón.

 

3.2.5       CRISTO: CAMINO ALTERNATIVO DE VIDA

 

Todos deseamos que nuestra vida no se convierta en

algo sin sentido y sin importancia, sino que alcance la

plenitud y la felicidad.   Para ello es necesario creer, que

significa; entregar en manos del Dios vivo, hasta las fibras

más íntimas de la propia existencia y vivir la vida diaria

desde El, con El y orientados hacia El.   Dios es algo

extraordinario, supera toda nuestra capacidad de

imaginación [44] .   El se hizo uno de nosotros, compart ió con

nosotros y entre nosotros el r iesgo de la vida.   Junto a ese

Dios, que supera todas las barreras humanas, también

nuestra vida puede convert irse en una aventura

extraordinariamente rica y fascinante.

Buscar a Cristo, ir hacia El, dejar que nos hable, por

que el enseña actitudes fundamentales, mediante las cuales

es posible orientar la vida de una forma digna de la persona

humana.  El l ibera de la manipulación y de la

despersonalización que crean modas y las corrientes de

opinión pública.

Ser cristiano, signif ica ya de suyo decir sí a una vida

alternativa que no se agota en los límites de este mundo sino

que t iene su sentido y su meta en el misterio de Dios.

 

3.2.6       CRISTO ES EL SENTIDO DE NUESTRA VIDA

 

Los temores y las esperanzas frente al futuro se

concentran en esta pregunta que con frecuencia se repite.

¿Qué sentido tiene mi vida?

Es una realidad que afecta a toda la existencia, por que

son diversas y a veces contradictorias, las respuestas que se

encuentran.

No faltan profetas del odio y de la violencia, del

material ismo, del placer, egoísmo y totali tarismo.   Estos no

ofrecen soluciones; porque en definit iva, traicionan las

aspiraciones más nobles dejando el alma vacía [45] .

La respuesta a tal interrogante está, en nuestro mismo

ser, creado a imagen y semejanza de Dios (Gen 1, 26-27);

está en la fe cristiana, que nos enseña con certeza: “estáis

l lamados a un destino eterno, a ser hijos de Dios y hermanos

en Cristo” (1Jn 3,1), a ser creadores de fraternidad por amor

a Cristo.

Cristo es nuestra respuesta, Él nos enseña a ayudar

siempre al hombre, a entregarnos por él.

Buscad a Cristo y acogedlo.   Él es exigente, no se

contenta con mediocridad, no admite la indecisión.   Él es el

único camino hacia el Padre (Jn 14,6) y el que lo sigue no

camina en  t inieblas (Jn 8,12).

Muchos de nuestro contemporáneos, al perder el

sentido verdadero de la vida; buscan sucedáneos en un

consumismo desenfrenado, en la droga, el alcohol y el

erotismo.  Buscan la fel icidad pero el resultado es una

profunda tristeza, un vacío en el corazón y, muy a menudo, la

desesperación.

Los jóvenes también preguntan. ¿Cómo vivir una vida

de modo que no la arruine?, ¿Sobre qué cimientos construir

mi vida para que sea verdaderamente bien lograda?, ¿Qué

debo hacer para dar sentido a mi vida?, ¿Cómo debo

comportarme en las situaciones complejas y difíciles que a

veces se viven, en famil ia, en la escuela, en la universidad,

en el trabajo, con los amigos?, son interrogantes a veces

dramáticos.

El sentido de la vida también está en el amor, sólo

quien sabe amar hasta olvidarse de sí para darse al

hermano, realiza plenamente la propia vida y expresa el

grado máximo el valor de la propia existencia terrena.

 

3.2.7       EL JOVEN ES PORTADOR DE ALEGRÍA Y

ESPERANZA

 

Los encuentros de los jóvenes con el Papa, manifiesta

un signo de gozo y esperanza, por que donde hay jóvenes,

adolescentes y niños, está asegurada la alegría, al

manifestarse la vida en su f lorecimiento más espontáneo y

vigoroso. 

Los jóvenes, poseemos esta riqueza, y hay que darlo al

mundo, que está cansado, desanimado, desconfiado y

desilusionado.

Un joven sin alegría, sin esperanza no es un joven

auténtico, sino un hombre marchito y envejecido antes de

tiempo.  No se puede creer en Cristo, si la fe no florece en la

esperanza, por ello si nuestra fe es tan sólida, que nos hace

encontrar a Cristo resucitado en lo concreto de la vida

cotidiana, sabremos l levar a nuestros amigos un anuncio de

esperanza, capaz de hacer que reviva incluso un corazón

amenazado y sofocado por la desilusión, por el escepticismo,

por la desesperación.

Si de verdad, tenemos fe, sabremos convencer a quien

esté a nuestro lado, de que esperar no equivale a ceder a la

i lusión de un sueño; si no que, por el contrario, es el medio

para transformar un sueño en realidad.   El sueño es un

mundo hermanado en gozosa y operante concordia.

 

3.2.8       LA DONACION DE SÍ MISMO, ES LA AUTENTICA

PLENITUD

 

Valemos lo que vale nuestro corazón [46] . Y toda la

historia de la humanidad es la historia de la necesidad de

amar y de ser amado.  El corazón, símbolo de la amistad y

del amor, t iene también sus normas, su ética.   Por que es all í

donde se da la apertura de todo el ser a la existencia de los

demás, la capacidad de comprenderlos.   Amar es por lo tanto

entregarse a los demás.  Lejos de ser una incl inación

instintiva, el amor es una decisión consciente de la voluntad

de ir hacia los otros. Para poder amar, conviene

desprenderse de todas las cosas y sobre todo de uno mismo,

dar gratuitamente, amar hasta el f in.

Tenemos que amar a Jesús:

Presente en la Eucaristía.

Presente en la Iglesia.

Presente en los que sufren.

Y no debemos de desesperar, el amor tr iunfa sobre

todos los obstáculos, sobre todo los fracasos incluso sobre la

muerte misma.  Jesús, nos invita a amar y servir.

El pensar en los demás, nos l levara a no instalarnos en

nuestro egoísmo, sino abrirse a los demás, por que Dios es

nuestro Padre común y en consecuencia todos somos

hermanos.  “Dios es amor” (1Jn 4,16) y tanto nos ha amado

que nos entregó a su propio hijo, Jesús (Jn 3, 16), el cuál no

vino a ser servido, sino a servir (Mt 20,28).

 

3.3               EL PECADO Y LA RECONCILIACION CON DIOS

 

3.3.1       EL PECADO ES IGNORAR LAS NORMAS DADAS

POR DIOS

 

Es maravilloso, nuestro destino, vivir de Dios y con

Dios, siempre, para ser eternamente fel ices con Él.   Pero

Dios no quiere que nos salvemos y seamos felices de  

manera inconsciente o a la fuerza, sino que pide nuestra

consciente y l ibre colaboración, poniéndonos frente al “árbol

de la ciencia del bien y del mal”, es decir, nos propone una

elección, nos exige una prueba de f idelidad.

El pecado es la transgresión del mandamiento de Dios,

con él se ofende al Señor, se rompe la amistad con Él, se

pierde su gracia, se camina fuera de la vía justa,

encaminándose hacia la ruina [47] .

Dios por medio de sus mandamientos, nos enseña como

debemos comportarnos para vivir de manera digna, humana,

serena, con ello nos inculca:

@     Respeto a los padres y superiores (cuarto

mandamiento)

@     Respeto a la vida, en todas sus manifestaciones (quinto

mandamiento)

@     Respeto al cuerpo y al amor (sexto mandamiento)

@     El respeto a las cosas de los demás (séptimo

mandamiento)

@     El respeto a la verdad (octavo mandamiento)

El pecado es ignorar, pisotear, transgredir estas normas

sabias y úti les que nos ha dado el Señor.

El pecado es no querer vivir la vida de Dios recibida en el

bautismo y no dejarse amar por el verdadero Amor, pues el hombre

tiene el terrible poder de impedir la voluntad de Dios de dar todos

los bienes.

 

3.3.2       PENITENCIA: ESFUERZO Y ALEGRÍA

 

La penitencia en sentido evangélico significa sobre todo

convertirse.  No es sólo esfuerzo, sino también alegría del

espíritu humano, una alegría que no puede surgir de otros

manantiales. Esforzarse por vivir en gracia, como expresión

fundamental de coherencia en la lucha contra el pecado [48] .

“La construcción de una civil ización del amor, requiere

temples recios y perseverantes, dispuestos al sacrif icio e

ilusionado en abrir nuevos caminos de convivencia humana,

superando divisiones y material ismos opuestos ” [49]

El hombre contemporáneo, cuanto más pierde el sentido

del pecado, tanto menos recurre al perdón de Dios.

 

3.3.3       CAMBIAR EL CORAZON

 

La Palabra de Dios, nos urge al arrepentimiento y al

cambio de corazón, a buscar el perdón y reconcil iación con el

Padre.

La conversión de nuestros corazones se produce por la

acción de Cristo, y Cristo l lega hasta nosotros en sus

sacramentos, que es una expresión y una celebración de

nuestra fe y de nuestra vida en Cristo [50] .

El pecado es una realidad humana y todos nosotros

necesitamos experimentar el perdón, la reconciliación y la

paz en un encuentro personal con Cristo.   La providencia de

Dios nos proporciona esta oportunidad en la confesión, y

ofrece en la Eucaristía un acceso a su amor que responde a

nuestro más profundo anhelo de una relación interpersonal.

Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los

santos pueden renovar la humanidad.

 

3.4               LOGRAR LA FORMACIÓN INTEGRAL

 

3.4.1       BUSQUEDA DE LA VERDAD

 

Para alcanzar la verdad, se requiere estudio y

perseverancia; exige generosidad y sacrif icio propio [51] .

Hay que prepararse para la vida, con seriedad y

dil igencia, sabiendo dar el puesto adecuado al elemento

religioso, que l leva al hombre a alcanzar su dignidad plena,

que es la de ser hi jo de Dios. Solo así se podrá construir al

verdaderamente grande y duradero.

Es un deber inaplazable, el formar la conciencia, que

significa descubrir con claridad cada vez mayor la luz que

encamina al hombre a lograr en la propia conducta la

verdadera plenitud de su humanidad.

 

 

 

3.4.2       COHERENCIA EN LA PREPARACION

 

El amor apasionado por la verdad debe animar la   total

formación mas allá de meras concepciones “cientistas” o

“laicistas”. Debe llevar o enseñar cómo discernir lo verdadero

de lo falso, lo justo de los injusto, lo moral de lo inmoral, lo

que eleva a la persona y lo que la manipula.   Son criterios

objetivos, los que han de guiar la educación y no categorías

extraeducativas basadas en términos instrumentales de

acción, de poder, de los subjet ivismos úti l o inúti l , de lo

enseñado por el amigo o adversario, por el tachado de

avanzado o retrógrado.

Que la educación ayude al educando a descubrir y ha

hacer propio, progresivamente, un sentido unitario de las

cosas, una aproximación global a la realidad, una propuesta

de valores para la propia vida, vista en su integridad, desde

la l ibertad y la verdad.   Es importante la visión crist iana del

hombre, cuya suprema dignidad se revela en Jesucristo, Hijo

de Dios, modelo y meta del crecimiento humano en plenitud.

Sólo Cristo, es la “piedra angular” sobre la que es

posible construir sólidamente el edif icio de la propia

existencia.   Sólo Cristo, conocido, contemplado y amado, es

el amigo fiel que no defrauda, nos hace compañero de

camino y cuyas palabras hacen arder el corazón (Lc 24, 13-

35).

 

3.4.3       EL ESTUDIO COMO TRABAJO

 

El estudio, es camino de santidad, la juventud es el

periodo de al vida más propicio para sembrar cosechas.

 Es un tiempo de preparación, de modo que cuanto más

serio sea el empeño que se ponga en cumplir los deberes,

tanto más seguro y fecundo será mañana el ejercicio de las

misiones que están reservadas [52] .

Se l lega a nuevas metas, quien sabe que todavía no ha

llegado a conquistar lo que anhela y por esto emplea todas

sus fuerzas en alcanzar sus objetivos.

El estudio es trabajo, por que es discipl ina, método,

fatiga, pero no es solo trabajo del entendimiento, es también

trabajo de la voluntad.   No se encuentra la verdad si no se

ama: y el amor es acto de la voluntad.

Trabajar es servir.   El trabajo mas importante no es el

de la transformación del mundo, sino la transformación de

nosotros mismos, para ser cada vez más parecidos a la

imagen de Dios que el Creador ha inscrito en nuestro ser.

 

3.4.4       LA FORMACION EN LA FE

“Todos los cristianos, puesto que en virtud de la

regeneración por el agua y el Espíritu Santo han l legado a

ser nuevas criaturas y se l laman y son hijos de Dios, t ienen

derecho a la educación cristiana” [53]

Tenemos entre las manos un gran  tesoro, esto exige

cuidarlo con el mayor esmero y dil igencia para que pueda

producir los frutos esperados.   Es importante la formación

sólida en la fe, según los criterios del Evangelio, en la

conciencia del valor de las almas, en un espíritu de oración

capaz de afrontar los embates del futuro [54] .

Una buena catequesis, prepara así para los grandes

compromisos crist ianos de la vida adulta.

Hasta lograr el encuentro personal con Cristo, que

ilumina la vida con una nueva luz, nos conduce por el buen

camino y nos compromete a ser sus testigos.

 

 

 

 

 

 

 

C A P Í T U L O    IV

 

LOS JÓVENES Y LA ESPERANZA

 

4.1          LO QUE EL PAPA ESPERA DE LA JUVENTUD

 

4.1.1   QUE CONSTRUYAN UN MUNDO NUEVO

 

Al ver a nuestro alrededor, muchas cosas que no están bien, debemos encontrar otros tantos motivos para comprometernos en construir con nuestras manos, un mundo nuevo, en el que verdaderamente sea posible vivir en serenidad, seguridad y total confianza recíproca.

“La Iglesia está preocupada, por que esa sociedad que vais a construir respete la dignidad, la libertad, el derecho de las personas, y esas personas son las vuestras”[55]

Por que son los jóvenes, el germen precioso que mañana dará su fruto en la Iglesia y en la sociedad, es el porvenir y el destino de la humanidad está en sus manos y en sus corazones.

Hay que ser trigo bueno en medio de la cizaña que continuará creciendo, en el campo de la historia[56] .

Construir la sociedad es también:Formar la propia conciencia, según las exigencias de la ley de  Dios,

del mensaje de Cristo, sobre el hombre, de la dimensión ética de toda empresa humana.

Es comprometerse, tomando el partido de la conciencia, de los principios de la justicia, de la fraternidad, del amor, contra los intentos del egoísmo, que mata la solidaridad, y del odio, que destruye.

Es sobrepasar las fronteras, las divisiones, los contrastes, para trabajar juntos.

Es convertirse continuamente, revisar las propias actitudes, para detectar los prejuicios estériles y descubrir los propios errores, a fin de abrirse a los imperativos de una conciencia formada a la luz de la dignidad de cada persona humana[57] .

“Estar unido, con todos aquellos que buscan a Dios, con un corazón sincero y desean dedicar sus energías juveniles a la construcción de una nueva sociedad mas justa y fraterna”[58] 

 

4.1.2   QUE SEAN CRISTIANOS PRESENTES EN EL MUNDO

 

Nuestra llamada de cristianos, nos impele a prestar nuestra aportación – grande o pequeña, pero siempre única e insustituible – en la construcción de una sociedad justa y pacifica. Y nos invita, individualmente o en grupo a ayudar con la oración, el sacrificio y la disciplina cristiana personal, y una serie de medios abiertos a nuestra iniciativa y creatividad, a insertar el Evangelio de salvación en la vida de muchas personas.  Estar convencido que nuestro trabajo diario tiene gran valor a los ojos de Dios. Esforzarse para que la calidad de aquel sea digna de Cristo y de sus miembros, Cristo quiere recibir el don de nuestro trabajo y nuestra vida y ofrecerlo al Padre[59] . 

4.1.3   QUE SEAN DIGNOS DE LA ENTREGA DE CRISTO

 

Cristo tiene confianza en nosotros, como tuvo en los Apóstoles a pesar de su debilidad, como tuvo con Pedro, a pesar de sus negaciones, El nos ofrece su Espíritu, y es deber nuestro no solo recibirlo, sino también acogerlo con el corazón abierto y con gran generosidad, que no defraudemos nunca esta confianza[60] .

La tentación presente se puede resumir en el “ya” y el “aún no”, tener en cuenta que este es el momento de la opción de la preparación del futuro, y es cuando más se necesita de Cristo. 

4.1.4   QUE SEPAN DISCERNIR ENTRE EL BIEN Y EL MAL

 

Por que sólo en la comprensión de la profundidad del hombre a la luz de Dios, se podrá caminar con eficacia en la sociedad que se pretende construir por ello:

@     No al egoísmo;

@     No a la injusticia;

@     No al placer sin reglas morales;

@     No a la desesperanza;

@     No al odio y a la violencia;

@     No a los caminos sin Dios;

@     No a la irresponsabil idad y a la mediocridad;

@     Sí a Dios, a Jesucristo, a la Iglesia;

@     Si a la fe y al compromiso que ella encierra;

@     Sí al respeto de la dignidad, de la l ibertad y de los

derechos de las personas;

@     Sí al esfuerzo por elevar al hombre y l levarlo hasta Dios;

@     Sí a la justicia, al amor, a la paz,

@     Sí a la solidaridad con todos, especialmente con los más

necesitados;

@     Sí a la esperanza;

@     Sí a nuestro deber de construir una sociedad mejor.

Recordando que para vivir el presente hay que mirar al

pasado, superándolo hacia el futuro [61] .

 

4.2           LOS JÓVENES LLAMADOS A UNA NUEVA

EVANGELIZACIÓN

4.2.1   URGENCIA DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN

En términos generales, se ha de observar que la crisis espiritual y cultural, que está afectando al mundo, tiene en las generaciones jóvenes sus primeras víctimas. Como también es verdad que el esfuerzo por construir una sociedad mejor encuentra en los jóvenes sus mejores esperanzas.  “Esto estimula cada vez más a la Iglesia a realizar con decisión y creatividad el anuncio del Evangelio al mundo juvenil.”[62]

Es un gran reto para todos, que compromete desde nuestra realidad juvenil como de nuestra fuerza y vida.

La nueva evangelización supone:«  Una comprensión clara de la realidad, es decir leer, desde la fe,

desde el Evangelio, los nuevos signos de los tiempos y descubrir el paso del Señor por la historia.

«  Exige, identificarse con Jesús, dedicándole nuestra existencia, anunciando y testificando, no un Cristo aprendido, teórico, sino un Cristo amado, rezado, contemplado, asumido, de tal manera que se pueda decir “no soy yo el que vive, es Cristo que vive en mi” (Gal 2,20).

«  También hace falta, dejarse quemar, purificar y llevar por el Espíritu Santo.

La Nueva Evangelización, se realiza desde el corazón de la Iglesia, en la que los jóvenes tenemos un protagonismo especial, insustituible e irrenunciable; pero viviendo dentro de la Iglesia unido a nuestros verdaderos pastores.

El mundo actual, es una gran tierra de misión, incluso en los países de antigua tradición cristiana.  En todas partes, el neopaganismo y el proceso de secularización constituyen un gran desafío al mensaje evangélico.  Pero también se presentan en nuestros días nuevas ocasiones para anunciar el Evangelio, se nota por ejemplo, una creciente nostalgia de lo sagrado, de los valores auténticos, de la oración.  El mundo de hoy tiene necesidad de muchos apóstoles, sobre todo de apóstoles jóvenes y valientes. 

 

4.2.2   ¿POR QUÉ A LA EVANGELIZACIÓN SE LE LLAMA

NUEVA?

 

Se l lama nueva, por que los tiempos, los desafíos, los

riesgos son nuevos, también se l lama nueva por el Espíritu nuevo

que nos es infundido y que no termina sólo en una conversión

personal – aunque esta sea necesaria y esencial – sino que tiende

a la transformación de la sociedad.

Y a través del cambio de los hombres, se produce el cambio

de las estructuras.

No se trata de negar el valor de la primera evangelización, ni

de cambiar su contenido, por que se anuncia al mismo Cristo, pero

de un modo nuevo, en su método, en su ardor y en su expresión.

 

4.2.3   ASPECTOS DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN

 

Algunos de estos aspectos son:1.   La situación actual, no solo del mundo sino también de muchas

partes de la Iglesia, exige absolutamente que la palabra de

Cristo, reciba una obediencia más pronta y generosa, por que

todo discípulo esta l lamado en primera persona (ChL 33).

 

2.   Mas concretamente:

«  El indiferentismo, el secularismo y el ateísmo se han

difundido por muchos países del mundo, que antes

eran florecientes en la fe y en la generosidad

misionera.

«  Hay una progresiva y alarmante invasión de las sectas.

«  Existen condiciones extremas de injusticias social, de

pobreza y de miseria.

3.   Pero no todo es negativo, en esta hora magnifica y dramática en que vivimos; hay mas hambre y sed de Dios y de oración, particularmente en los jóvenes.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

C O N C L U S I O N E S

 

 

1)     Las peregrinaciones de Juan Pablo II por Ital ia y el mundo,

han sido una estrategia pastoral para evangelizar a los

jóvenes.

 

2)           La etapa de la juventud es un momento especial de la vida

en el que se forma la identidad y la vocación; época en las

que se toman las primeras decisiones personales serias.

 

3)     La juventud es un momento especial de encuentro con el

misterio de Dios.

 

4)     Creer en Dios y amar a Dios, significa vivir toda la vida con

coherencia a la luz del Evangelio.

 

5)     La verdadera plenitud de la vida, se encuentra sólo en Cristo,

muerto y resucitado por nosotros.   Sólo Cristo puede l lenar,

hasta el fondo, el espacio del corazón humano.   Sólo Él da el

valor y la alegría de vivir, y esto a pesar de los límites u

obstáculos externos.

 

6)     Cada vez que se descubre a Cristo, se recibe un l lamamiento

a buscarle, a conocerle mejor a través de la oración, la

meditación de su palabra y la participación de los

sacramentos.

 

7)     Las Jornadas Mundiales de la Juventud, no sólo es un

movimiento de personas, una fiesta, es también un

compromiso espiri tual serio.

 

 

     Las Jornadas Mundiales de la Juventud ayudan a los jóvenes a

interrogarse sobre sus aspiraciones más íntimas, a profundizar

su sentido eclesial, a proclamar con creciente gozo y audacia

la común fe en Cristo, muerto y resucitado.

 

9)     La santidad da pleno sentido a la vida, haciéndola un reflejo

de la gloria de Dios.

 

10)  Los auténticos frutos de las Jornadas Mundiales de los

Jóvenes, no se pueden calcular con estadísticas, sino

únicamente con obras de amor y just icia, en la fidelidad diaria,

valiosa,  aunque a menudo poco visible.

 

11)  La juventud, es el t iempo adecuado para discernir y tomar

conciencia con más radicalidad, de que la vida no puede

dasarrollarse al margen de Dios y de los demás.

 

 

 

 

S U G E R E N C I A S

 

1)     Ofrecer, a los jóvenes, alternativas distintas a las que les

proporciona la sociedad de consumo, la cultura “l ight” y los

ilusorios mundos del alcohol, la droga y el sexo – pasatiempo”.

 

2)     Fomentar una nueva mentalidad que genere ocupaciones

nuevas y comportamientos dist intos, capaces de engendrar y

forjar los “nuevos jóvenes”, que caminan por la “civi l ización

del amor”.

 

3)           Animar a que los jóvenes sean responsables de grupos

juveniles, y ayuden a sacar a delante la pastoral juvenil y

vocacional.

 

4)     Colaborar para que los jóvenes no se enganchen, en las

esclavitudes de la sociedad, como el aburrimiento, la

delincuencia, la “f i losofía de la nada”.

 

5)     Organizar diversos eventos en beneficio de los jóvenes como:

jornadas juveniles, retiros, tal leres, encuentros deportivos etc.

 

 

 

V O C A B U L A R I O

 

Amistad                              :    Afecto entre personas, puro y

desinteresado, que nace y se fortalece con

el trato.

                                                        La amistad t iene un valor humano y

social muy destacado.   Representa en sí uno

de los aspectos más nobles de la vida

humana y de sus goces más puros y

elevados.  La amistad rodea al hombre de

una atmósfera de cariño e influye en todas

las facetas de su personalidad.

 

Amor                                     :    Afecto por el cual busca el ánimo del

bien verdadero o imaginado y apetece

gozarlo.     Es también la actitud de la

persona que constituye medularmente la

razón de su existencia.   Por eso constituye

también el destino que libremente uno elige

y que al morir f i jará su suerte definit iva.

                                                        Al amor sobrenatural, se le l lama caridad

y es infundido en nosotros por el Espíritu

santo.

 

Apostolado                      :   Cumplimiento de la misión de toda la

Iglesia, Pueblo de Dios, l levando a cabo por

todos los f ieles creyentes como respuestas

de fe a la l lamada del Señor y en razón del

bautismo y de la   confirmación, en el sentido

de evangelizar e instruir en la fe católica a

aquellos que no lo profesan.   Los medios

legít imos para dicha tarea son el ejemplo, la

oración, las obras y la palabra.

 

Conciencia                      :    Conocimiento interior del bien que

debemos hacer y del mal que debemos

evitar.

 

Conversión                      :    Cambio de vida que conduce a Dios, a

través de la humildad y la penitencia.

                                                        Es el acto por el que una persona, cree

en Dios y se reconcil ia con Él.

 

Corazón                              :    Animo, valor, espíritu, bondad, afecto,

amor.

 

Egoísmo                            :   Inmoderado y excesivo amor que uno

tiene a sí mismo y que le hace atender

desmedidamente a su propio interés, sin

cuidarse de los demás.

 

Juventud                            :   Etapa de la vida humana que va de la

adolescencia a la edad adulta.

 

Pecado                               :    Transgresión voluntaria de la ley de Dios.

 

Testigo                               :    Persona que da testimonio de una cosa o

la atestigua.

 

Testimonio                       :   Atestación o aseveración de una cosa.  

Actitud de la persona que compromete su

vida en atestiguar la f idelidad y amor a Dios.

 

Valor                                      :    Grado de  ut il idad o aptitud de las cosas,

para satisfacer las necesidades o dar

bienestar.  Cualidad de ánimo que mueve a

acometer resueltamente grandes empresas y

arrostrar sin miedo a los peligros.

 

Vocación                           :    Inspiración con que Dios l lama a algún

estado, especialmente el de rel igión.

 

 

 

 

 

B I B L I O G R A F Í A

 

 

1)     DURAN, Paloma – GALAN, Mercedes – HOYOS, Ilva Myriam.

          “JUAN PABLO II A LOS JOVENES”. Recopilación de

mensajes de Juan Pablo II a los jóvenes.

           Ediciones Universidad de Navarra, S.A (EUNSA)

           Pamplona, España 1986.

           411 pp.

 

2)     PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA DE CHILE

          “HUMANITAS”. Revista de Antropología y Cultura Crist iana.

Año VIII Nº 31.

        Publicación trimestral           DIRECTOR: Jaime Antúnez Aldunate.

           Santiago, Chile, Invierno 2003

 

3)     CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA . Tercer edición

revisada. Versión oficial en español preparado por un grupo de

teólogos y catequetas presidido por el Arzobispo José Manuel

Estepa Llaurens.

           Asociación de Editores de catecismo convocado por la

Conferencia Episcopal Española.

Impreso por IMPRESOS Y REVISTAS, S.A. (Impresa).

Madrid, España, 1993

702 pp.

 

4)     WEIGEL, George.

           “BIOGRAFIA DE JUAN PABLO II, TESTIGO DE

ESPERANZA”.

           Editorial PLAZA & JANES S.A

          Primera Edición 1999

          Impreso en España

          1311 pp.

 

5)     WOJTYLA, Karol

           “EJERCICIOS ESPIRITUALES PARA JOVENES”.     

Editorial   Biblioteca de Autores Cristianos (BAC).

            Madrid 1986

           Segunda Edición

          154 pp.

6)     LAROUSSE, Editores.

           “Diccionario Ilustrado”.

           Por Ramón García - Pelayo y Gross.

           Ediciones Larousse.

           Buenos Aires, Argentina2005.

           1663 pp.

  7)     CUADRADO TAPIA, Ricardo.

           “JOVEN SÉ FELIZ”. Mensajes de Juan Pablo II

           Editorial EDICEP C.B.

           Valencia, España, 1996

          124 pp.

      ALIMENTI, Dante – MICHELINI, Alberto

          “EL PAPA, LOS JÓVENES, LA ESPERANZA”.

           Ediciones RIALP S.A.

           Madrid - 1982

          263 pp.

 9)     JUAN PABLO II

           “CRUZANDO EL UMBRAL DE LA ESPERAN

Editado por Vittorio Messori

Traducción de Pedro Antonio Urbina

          Editoria PLAZA & JANES, S.A.

           Barcelona, España 1994

          222 pp.

 

10)  PIRONIO, Eduardo (Cardenal).

           “JÓVENES AMIGOS”.

           Editorial Bibl ioteca de Autores Crist ianos (BAC).

           Madrid, España, 1999

          199 pp.

 

11) CONGREGACIÓN  PARA EL CLERO.

          “DIRECTORI0 GENERAL PARA LA CATEQUESIS”.

           LIBRERÍA EDITRICE VATICANA

          CIUDAD DEL VATICANO, 1997

          352 pp.

 

12)  DOCUMENTOS DEL CONCILIO VATICANO II

           CONSTITUCIONES, DECRETOS, DECLARACIONES

           Editorial Bibl ioteca de Autores Crist ianos (BAC).

           Madrid, España, 1972, Décima novena edición.

           723 pp.

13)  NACAR Y A. COLUNGA

          “SAGRADA BIBLIA”

           Editorial Bibl ioteca de Autores Crist ianos (BAC).

           Madrid, España, 1972.

14)  DOCUMENTOS PALABRA

           Revista Palabra

          Dirigido por Jesús Urteaga

          Desde 1985 al 2005

15)  DIRECCIONES EN INTERNET:

           www.encuentra.com

www.vatican.va

www.arvo.net

www.catolica.net

www.fluvium.org

www.opusdei.org

 

Í N D I C E

 

 

Pág.

 

DEDICATORIA

PRESENTACIÓN

INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………….. 6

 

 

C A P Í T U L O     I

 

JUAN PABLO II FORJADOR DE LAS JORNADAS MUNDIALES DE

LA JUVENTUD

 

1.1.. LA FIGURA DEL PAPA JUAN PABLO II…………………………….. 101.1.1.. BIOGRAFIA…………………………………………………………. 101.1.2.. EL PENSAMIENTO DE JUAN PABLO II…………………… 151.1.3.. BALANCE DE UN PONTIFICADO…………………………… 181.1.4.. JUAN PABLO II, GUIA Y MAESTRO………………………… 19

 1.2 . LAS JORNADAS MUNDIALES DE LA JUVENTUD……………… 211.2.1      POR QUE JUAN PABLO II CREO LAS JORNADAS          MUNDIALES DE LA JUVENTUD………………………………. 21

 1.2.2      HISTORIA DE LAS JORNADAS MUNDIALES            DE LA JUVENTUD……………………………………………….. 211.2.3      COMO SE LLEVA A CABO, UNA           JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD………………….. 291.2.4   TEMAS QUE EL PAPA PROPUSO          DURANTE LOS AÑOS EN QUE SE REALIZO          LAS JORNADAS MUNDIALES DE LA JUVENTUD…….. 29

            1.2.5.. ELEMENTOS DE LA QUE SE COMPONE                         LAS JORNADAS MUDIALES DE LA JUVENTUD………. 33……. A). EL MENSAJE…………………………………………………………… 34……. B). EL PAPA CATEQUISTA…………………………………………….. 351.2.6.. EL MUNDO DE LOS JOVENES……………………………… 361.2.7.. DESPUES DE LA JORNADA MUNDIAL………………….. 371.2.8.. TESTIMONIOS…………………………………………………….. 371.2.9.. LA RESPUESTA DE LOS JOVENES……………………… 381.2.10 LO QUE ES LA JORNADA MUNDIAL DE LA           JUVENTUD………………………………………………………….. 39 

 

C A P Í T U L O      II

 

LOS JÓVENES Y JUAN PABLO II EN EL MUNDO ACTUAL

 

2.1.. QUE ES SER JOVEN……………………………………………………… 412.1.1.. ES VIVIR UNA INCESANTE NOVEDAD DE

          ESPIRITU…………………………………………………………….. 412.1.2.. ES PLANTEARSE PREGUNTAS FUNDAMENTALES.. 422.1.3.. IMPORTANCIA DE LA JUVENTUD…………………………. 422.1.4.. DEBERES DE LA JUVENTUD……………………………….. 432.1.5.. EL CRISTIANISMO ES RELIGION DE LOS JOVENES…………………………………………………………………….. 432.1.6.. SER JOVEN SIGNIFICA ESTAR VIVO EN CRISTO…… 442.1.7.. LO QUE NO ES LA JUVENTUD……………………………… 442.2.. OBSTACULOS EN EL MUNDO ACTUAL…………………………… 452.2.1.. REDUCCIONISMOS……………………………………………… 452.2.2.. ODIO, REVANCHA Y VENGANZA………………………….. 462.2.3.. DESHONESTIDAD Y TENTACION DE PLACER……….. 472.2.4.. REALIDADES QUE AMENAZAN LA JUVENTUD………. 472.2.5.. AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS………………………… 492.2.6.. NO HUIR DE UNO MISMO……………………………………… 50

 

C A P Í T U L O    II I

 

MENSAJE DE JUAN PABLO II A LA JUVENTUD

 

3.1.. LA VOCACION………………………………………………………………. 513.1.1.. ¡NO TENGAIS MIEDO!………………………………………….. 513.1.2.. LA LLAMADA DE DIOS………………………………………… 523.1.3.. LA RESPUESTA PERSONAL………………………………… 543.2 EL VERDADERO SENTIDO DE LA VIDA DE      LOS JOVENES………………………………………………………………… 553.2.1.. LA CONCIENCIA DE LA VERDAD………. DE LA FE CRISTIANA………………………………………….. 553.2.2.. TESTIGOS DE CRISTO………………………………………… 563.2.3.. CARACTERES DE LA FE…………………………………….. 573.2.4   TODO LO QUE UN JOVEN BUSCA LO           ENCUENTRA EN CRISTO……………………………….583.2.5 CRISTO CAMINO ALTERNATIVO DE VIDA……………….. 59……. 3.2.6  CRISTO ES EL SENTIDO DE NUESTRA VIDA………….. 603.2.7  EL JOVEN ES PORTADOR DE ALEGRÍA Y                 ESPERANZA…………………………………………………………. 62……. 3.2.8  LA DONACIÓN DE SI MISMO ES LA AUTENTICA                PLENITUD…………………………………………………………….. 633.3.. EL PECADO Y LA RECONCILIACIÓN CON DIOS……………….. 64……. 3.3.1 EL PECADO ES IGNORAR LAS NORMAS DADAS…….         POR DIOS……………………………………………………………… 64

……. 3.3.2 PENITENCIA: ESFUERZO Y ALEGRÍA……………………… 65……. 3.3.3 CAMBIAR EL CORAZÓN…………………………………………. 663.4  LOGRAR LA FORMACIÓN INTEGRAL……………………………….. 67……. 3.4.1 BUSQUEDA DE LA VERDAD………………………………….. 67……. 3.4.2 COHERENCIA EN LA PREPARACION……………………… 67……. 3.4.3 EL ESTUDIO COMO TRABAJO………………………………… 68……. 3.4.4 LA FORMACION EN LA FE……………………………………… 69…….

 C A P Í T U L O    IV

LOS JOVENES Y LA ESPERANZA

4.1.. LO QUE EL PAPA ESPERA DE LA JUVENTUD…………………. 714.1.1.. QUE CONSTRUYAN UN MUNDO NUEVO………………… 714.1.2      QUE SEAN CRISTIANOS PRESENTES EN          EL MUNDO…………………………………………………………… 724.1.3      QUE SEAN DIGNOS DE LA ENTREGA DE                 CRISTO………………………………………………………………… 734.1.4      QUE SEPAN DISCERNIR ENTRE EL          BIEN Y EL MAL…………………………………………………….. 744.2  LOS JOVENES LLAMADOS A UNA NUEVA        EVANGELIZACION…………………………………………………………. 75

   4.2.1 URGENCIA DE LA NUEVA EVANGELIZACION………………. 75    4.2.2 POR QUE A LA EVANGELIZACIÓN SE LE ………    LLAMA NUEVA…………………………………………………………. 76

   4.2.3 ASPECTOS DE LA NUEVA EVANGELIZACION……………… 77 

CONCLUSIONES………………………………………………………………….. 78

 SUGERENCIAS……………………………………………………………………. 80

 VOCABULARIO……………………………………………………………………. 81

 BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………… 84

 ÍNDICE………………………………………………………………………………… 89 

 

 

[1] Mensaje y Homilías de las Jornadas Mundiales de la Juventud, “Amigo de los Jóvenes”, Lima 1993  n. 95  p. 77[2] PABLO VI, Mensajes del Concilio Vaticano II,  n. 6[3] Mensaje y Homilías de las Jornadas Mundiales de la Juventud, “Amigo de los Jóvenes”, Lima 1993  n. 3  p. 11[4] Cf. JUAN PABLO II, Discurso a los estudiantes en el Campus de la Pontificia Universidad de Santo Tomas de Manila, 18 de febrero de 1981[5] Cf. JUAN PABLO II, Discurso durante el encuentro con los jóvenes en el estadio olímpico de la Ciudad Universitaria, en Caracas el 28 de enero de 1985[6] Cf. JUAN PABLO II, Carta Apostólica del Papa Juan Pablo II a los jóvenes, Roma 1985. n° 2[7] Cf. JUAN PABLO II, Mensaje con motivo del Domingo de Resurrección, Roma 1985[8] Cf. JUAN PABLO II, Alocución Navideña ante el colegio de cardenales, Roma 20 de diciembre de 1985[9] Cf. JUAN PABLO II, Homilía durante la Misa celebrada en la Av. 9 de julio en Buenos Aires el 12 de abril de 1987[10] Ibidem[11] Cf. JUAN PABLO II, Exhortación Apostólica Post-Sinodal Chritifideles Laici nº 46[12] Cf. JUAN PABLO II,  Discurso a los jóvenes durante el encuentro con ocasión de la IV Jornada Mundial de la Juventud en el Monte Gozo, Santiago de Compostela 19 de agosto de 1989[13] Cf. JUAN PABLO II, Homilía durante la Misa celebrada en Czestochowa durante la VI Jornada Mundial de la Juventud, 15 de agosto de 1991[14] Cf. JUAN PABLO II, Discurso durante la ceremonia de bienvenida en Denver el 12 de agosto de 1993[15] Cf. JUAN PABLO II, Homilía en la celebración de la IX Jornada Mundial de la Juventud, Manila 24 de marzo de 1995[16] Cf. JUAN PABLO II, Discurso durante el encuentro celebrado en la sala Pablo VI el 20 de marzo de 1997[17] Cf. JUAN PABLO II, Mensaje con ocasión de la XV Jornada Mundial de la Juventud, Roma 1999[18] Cfr. www.catolica.net, Jornada Mundial de la Juventud, 10 de octubre de 2007.[19] Ibidem[20] Ibidem[21] Ibidem[22] Ibidem[23] Ibidem[24] Cf. JUAN PABLO II, Discurso a los jóvenes en la audiencia de los miércoles 15 de noviembre de 1978[25] Cf. JUAN PABLO II, Discurso a 13,000 soldados italianos con sus jefes y familiares el 1 de marzo de 1979[26] Cf. JUAN PABLO II, Discurso a los jóvenes en el estadio de Onitsha, Nigeria 13 de febrero de 1982[27] Dante ALIMENTI, Alberto MICHELINI “El Papa, los Jóvenes, la esperanza” p. 227[28] Cf. JUAN PABLO II, Discurso durante el encuentro con los jóvenes en el estadio olímpico de la Ciudad Universitaria de Caracas el 28 de enero de 1985[29] Cf. JUAN PABLO II, Mensaje a los estudiantes de México y a toda América el 15 de febrero de 1979[30] Cf. JUAN PABLO II, Homilía durante la Liturgia de la Palabra en Drogheda, Irlanda el 29 de septiembre de 1979[31] Cf. JUAN PABLO II, Homilía durante la Misa para la Juventud en Galway, Irlanda el 30 de septiembre de 1979[32] Cf. JUAN PABLO II, Discurso a los Cardenales y Prelados de la curia romana el 22 de Diciembre de 1979[33] Cf. JUAN PABLO II, Homilía durante la Misa celebrada para los jóvenes en Belo Horizonte, Brasil 1 de julio de 1980[34] Cf. JUAN PABLO II, Homilía durante la Misa para los jóvenes en Theresienwiese de Munich, Alemania 19 de noviembre de 1980[35] Cf. JUAN PABLO II, Mensaje a los católicos de Austria, con ocasión de la semana vocacional, 9 de abril de 1980

 [36] Cf. JUAN PABLO II,  Mensaje para la Jornada Mundial de Oración por las vocaciones 13 de junio de 1984[37] Cf. JUAN PABLO II, Homilía durante la Misa para la Juventud en Galway, Irlanda 30 de septiembre de 1979[38] Cf. JUAN PABLO II, Homilía durante la Misa celebrada en Boston Common, Estados Unidos el 1 de octubre de 1979[39] Cf. JUAN PABLO II, Discurso a los aspirantes al sacerdocio o a la vida religiosa y a sus formadores en el estadio de Cinyantinho de Porto Alegre, Brasil el 5 de julio de 1980[40] Cf. JUAN PABLO II, Discurso a los jóvenes en la audiencia de los miércoles el 8 de noviembre de 1979[41] Cf. JUAN PABLO II,  Discurso a los jóvenes de Francia, en el parque de los Príncipes de París el 1 de junio de 1980[42] Cf. JUAN PABLO II, Discurso a los jóvenes en Otranto, Italia el 5 de octubre de 1980[43] Cf. JUAN PABLO  II, Discurso a los jóvenes en el aeropuerto de Palese, Bari el 26 de febrero de 1984[44] Cf. JUAN PABLO II, Discurso a los jóvenes de Einsideln, el 15 de junio de 1984[45] Cf. JUAN PABLO II, Discurso durante el encuentro con los jóvenes en el estadio olímpico de la Ciudad Universitaria, en Caracas el 28 de enero de 1985[46] Cf. JUAN PABLO II, Discurso a los jóvenes franceses el 1 de junio de 1980[47] Cf. JUAN PABLO II, Discurso a los jóvenes en la audiencia de los miércoles, 8 de noviembre de 1978[48] Cf. JUAN PABLO II, Discurso a los jóvenes en la audiencia de los miércoles el 28 de febrero de 1979[49] PONTIFICIO CONSEJO “JUSTICIA Y PAZ”; Compendio de Doctrina Social de la Iglesia, p. 79[50] Cf. JUAN PABLO II, Mensaje para la celebración de la Jornada Mundial de la Paz, 1 de enero de 1984[51] Cf. JUAN PABLO II, Discurso a los estudiantes en el campus de la Pontificia Universidad de Santo Tomas en Manila el 18 de febrero de 1981[52] Cf. JUAN PABLO II, Discurso a los alumnos de las escuelas de Roma y del Lacio el 1 de marzo de 1980[53] Cf. PABLO VI, Declaración Gravissimum educationis n 2[54] Cf. JUAN PABLO II, Discurso a los seminaristas mayores diocesanos y religiosos en Guadalajara, México el 30 de enero de 1979[55] Cf. PABLO VI,  Mensajes del Concilio a los Jóvenes n 3[56] Cf. JUAN PABLO  II, Discurso a mil monaguillos de la Diócesis italiana de Vicenza el 5 de septiembre de 1979[57] Cf. JUAN PABLO II, Discurso a los constructores de la sociedad pluralista de hoy en el Campus Grande de Salvador de Bahía, Brasil el 6 de junio de 1980[58] Dante ALIMENTI, Alberto MICHELINI; “El Papa, los jóvenes, la esperanza” p.132[59] Cf. JUAN PABLO II, Homilía en la salada de audiencia de Castelgandolfo, durante la Misa celebrada para un grupo de jóvenes de Dublín el 28 de Agosto de 1980[60] Cf. JUAN PABLO II, Discurso a los jóvenes en la plaza mayor de Bolonia, Italia el 18 de abril de 1982[61] Cf. JUAN PABLO II, Discurso a los jóvenes en el estadio nacional de San José, Costa Rica el 3 de marzo de 1983[62] CONGREGACION PARA EL CLERO, “Directorio General para la Catequesis” n°181