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PASTORAL PENITENCIARIA PASTORAL PENITENCIARIA ARQUIDIÓCESIS DE PANAMÁ MARZO 2012 POR Fr. Edy Arriola O. de M. Licda. Elsie Saavedra

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Page 1: Pastoral Penitenciaria

PASTORAL PENITENCIARIA

PASTORAL PENITENCIARIAARQUIDIÓCESIS DE PANAMÁ

MARZO 2012POR

Fr. Edy Arriola O. de M.Licda. Elsie Saavedra

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“Vengan benditos de mi Padre, tomen posesióndel Reino…porque tuve hambre y me dieron decomer, tuve sed y me dieron de beber, fuiemigrante y me acogieron, estuve desnudo yme vistieron, enfermo y me visitaron, preso yfueron a verme…Cuando los hiciste con unode estos mis pequeños hermanos, conmigo loshiciste” (Mt 25,35-39).

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I. HISTORIA DE LA PASTORAL PENITENCIARIA

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I. QUE ES LA PASTORAL PENITENCIARIA

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Reinserción Social

RESTAURACION ESPIRITUAL

AsistenciaJurídica

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II. PASTORAL PENITENCIARIA HOY

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III. DESTINATARIOS DE LA PASTORAL PENITENCIARIA

Los potencialmente presos Los presos Los liberados Las familias Los funcionarios y trabajadores de la

Administración de la Justicia La Iglesia La sociedad La victima del delito

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IV. APORTACION DEL VOLUNTARIO CRISTIANO A LA PRISION

Amor Alegría Esperanza Futuro Ilusión Humanidad Cercanía Solidaridad Silencio Palabra

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V. REALIDAD DE LAS CARCELES EN PANAMÁ

A. Internos B. Delitos

13500 internos hasta 31 de diciembre de 2011

92% masculinos

62 % menos de 30 años

68 % en la Provincia de Panamá

Contra la vida 2675 36%

Contra el Patrimonio (robos y hurtos) 2588 35%

Drogas y armas 1917 26 %

Contra el Estado 224 3%

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C. Algunos datos de interés

D. Limitaciones

Sobrepoblación 71%

Condenados 31%

Reincidentes 45%

Costo anual $ 2186.00

75 % cumplirá su condena en el transcurso de los 10 años

Hay mucha gente procesada que no está condenada y que no goza de rehabilitación.

La situación de los extranjeros es muy preocupante: no tienen acceso a rehabilitación, las repatriaciones son lentas, son poco informados de sus casos, altos costos de productos alimenticios y útiles de aseo.

Los pandilleros no van a audiencia ni a juicio.

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D. Audiencias E. Los mayores problemas en las cárceles

No llevan a audiencia al 62 %, por falta de transporte para el movimiento, por falta de personal de seguridad, o porque la hora ya no da o los policías están desvelados.

Está la posibilidad de las videoconferencias dentro de las cárceles, aunque muchos dudan de ellas. En el 2010 se llevaron a cabo 510 videoconferencias, hasta la fecha del 30 de diciembre de 2011 llevan 504.

Las audiencias se caen de 6 a 8 veces.

Diariamente se piden 62 personas y llevan 20.

Mora judicial

Audiencias

Seguridad

La rehabilitación, los ancianos, los enfermos psiquiátricos, los darienitas, y la rehabilitación de los pandilleros.

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II. REALIDAD DE LA PASTORAL PENITENCIARIA

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VER

No ha habido conciencia religiosa en Panamá hacia los privados de libertad.

Aún en el ámbito religioso, se tiene prejuicios, una cierta indiferencia, o un claro resentimiento hacia el privado de libertad.

La Iglesia como tal, siendo la gran mayoría católica, ha sido incapaz de ingresar con toda su fuerza en las estructuras y en los centros penales de la República de Panamá.

La promoción misionera que se realiza en los centros penitenciarios es de 1%, (sacerdotes, religiosos y agentes pastorales) lo cual es insuficiente para todo el sistema carcelario, y el cual también carece de coordinación.

En las visitas pastorales, también en algunos momentos –sacerdotes, religiosos (as) y agentes-son registrados minuciosamente, sin tener el respeto debido ya que anteriormente se han identificado como tal. En otros casos, la dirección o los guardias ponen trabas para una adecuada atención pastoral hacia el interno.

Falta una Pastoral Penitenciaria a nivel nacional, organizada y estructurada, con programas integrales de evangelización y promoción social, y que sus destinatarios (directores, personal de guardia y administrativos, privados de libertad, familias de los reclusos, jueces, abogados, etc.), aun no han sido tomados en cuentas dentro de un plan global de la iglesia diocesana.

Hace falta el conocimiento real de la magnitud y profundidad cristiana, y a partir de nuestra fe, sobre materia legal y justicia carcelaria en Panamá.

Hace falta conciencia de responsabilidad y solidaridad cristiana con los más despreciados, marginados, desposeídos y pobres entre los pobres de los complejos penitenciarios. (entre ellos pandilleros, enfermos de VIH-SIDA, drogadictos y enfermos psiquiátricos).

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VER

Existe un gran número de familias que el esposo, la esposa o un hijo (a) se encuentran en prisión, pero que la parroquia no les asiste, no saben al respecto de ello, o hacen caso omiso del asunto.

Falta una evangelización integral, capaz de renovar el interior de los corazones de quienes están inmersos en el sistema carcelario o a los privados de libertad.

Hace falta una catequesis con una mentalidad evangelizadora, que no sólo llene la mente de conocimientos respecto a Jesús, sino que transforme la vida del privado de libertad.

Hace falta la presencia de más sacerdotes, religiosos (as) y laicos en el ámbito carcelario a nivel nacional.

No hay en los centros carcelarios una asistencia constante y sistematizada de: misas, administración de sacramentos y catequesis. Y si lo hay, es sólo para un grupo reducido de internos.

Existe una gran cantidad de movimientos que se proyectan hacia sí mismos y que no se integran a la pastoral parroquial y muchas veces tienen una pastoral paralela. Por consiguiente, son muy pocos los que hacen presencia en una pastoral penitenciaria.

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JUZGAR

Jesús, por medio del “Misterio de la Encarnación”, vino al mundo como Enviado, como Misionero del Padre, para anunciar a los hombres y mujeres la Salvación, para invitar a los pecadores a la conversión, para buscar y salvar a los que estaban perdidos, y por todo el mundo, llegó al extremo en dar su vida. (Jn. 3, 16s.)

“La Iglesia, enviada por Dios a los pueblos para ser “el sacramento universal de la salvación”, obedeciendo el mandato de su Jesús (cf. Mc. 16,16), por exigencias íntimas de su catolicidad, se esfuerza en anunciar el Evangelio a todos los hombres. Porque los apóstoles mismos, en quienes está fundada la Iglesia, siguiendo las huellas de Cristo, “predicaron la palabra de la verdad y engendraron las iglesias”. Obligación de sus sucesores es el dar perennidad a esta obra para que “la palabra de Dios sea difundida y glorificada (2 Tes. 3, 1), y se anuncie y establezca el reino de Dios en toda la tierra.” (Concilio Vaticano ll Decreto “Ad Gentes” sobre la Actividad misionera de la Iglesia” No. 1)

“En los últimos años se advierte un deterioro creciente del cuadro político-social en nuestros países. En ellos se experimenta el peso de crisis institucionales y económicas y claros síntomas de corrupción y violencia. Dicha violencia es generada y fomentada, tanto por la injusticia, que se puede llamar institucionalizada en diversos sistemas sociales, políticos y económicos, como por ideologías que la convierten en medio para la conquista del poder.” (Puebla No. 507, 508 y 509).

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ACTUAR

a) Tomar conciencia respecto a este problema de la delincuencia y las cárceles, ya que nos afecta a todos como ciudadanos y como cristianos;

b) Como cristianos, debemos quitarnos los estereotipos o prejuicios respecto al delincuente, que si bien es cierto, es culpable de un delito y “merece la cárcel”, también es culpable la sociedad quien le margina, le señala o lo/ la orilla a cometer dichos actos por la injusticia social en la que él/ella vive;

c) Como familia y como grupos eclesiales, debemos hacer programas de fortalecimiento familiar, de prevención contra la delincuencia juvenil, contra las pandillas y la drogadicción. Y a nivel de diócesis implementar estos programas a pueblos, aldeas, barriadas, para que la Iglesia como tal cumpla también su rol social;

d) Todo esto se consigue de la siguiente manera: Evangelizar a todos los miembros de la Iglesia; impulsando un plan de evangelización; despertar y promover la Pastoral Misionera para llegar a las personas más alejadas y no evangelizadas; capacitar nuevos Agentes de Pastoral en la pastoral penitenciaria y en tener conocimientos básicos legales y jurídicos; fomentar una conciencia social hacia los más necesitados, con un espíritu de solidaridad cristiana, con el fin de promover los valores espirituales y trasformar la sociedad.

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III. LABOR QUE REALIZAMOS COMO PASTORAL PENITENCIARIA

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Celebración de la Eucaristía y de los sacramentos.

Catequesis de la Iniciación Cristiana

Acompañamiento Espiritual a los internos.

Ayuda humanitaria: útiles de aseo, medicamentos, ropa y alimentos.

Acompañamiento a las familias de los internos

Rehabilitación mediante talleres de manualidades

Orientación y tramitación a nivel legal.

Tramitación de abogados de oficio

Enlace entre los privados de libertad y los diferentes Organismos del Estado y las respectivas Embajadas.

Ayuda a los enfermos crónicos.

Especial atención a las personas que no reciben visitas.

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IV. LOGROS Y DIFICULTADES DE NUESTRA LABOR PASTORAL

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Logros

Mayor participación de los internos en las Eucaristías.

Devoción y búsqueda de Dios por parte de los internos alejados de la Iglesia.

Mayor receptividad de la Palabra de Dios.

Mejora de las condiciones físicas, psíquicas y morales de los internos.

Mejora de las relaciones entre los internos.

Mejora de las relaciones entre los internos y sus familias.

Muy buenas relaciones institucionales con los miembros del Sistema Penitenciario.

Compromiso y apertura por parte de los Directores (as) de los Centros Penitenciarios.

Se han agilizado numerosos trámites legales.

Hemos atendido las necesidades básicas de personas enfermas y ancianas y de escasos de recursos económicos.

Dificultades

Para entrar a los Complejos Penitenciarios a veces no tenemos un custodio que nos lleve a los pabellones, cosa que nosotros no necesitamos (pero como así está escrito en el reglamento, nosotros nos adherimos a dicha regla). Siendo a veces la espera excesiva, llegando incluso a esperar hora y media para poder entrar.

En pabellones donde se encuentran algunos católicos, nuestra labor ha sido obstruida por parte de algunos hermanos evangélicos.

Dificultades para llevar ayuda humanitaria a los privados de libertad.

A veces no tenemos espacio en los pabellones para celebrar dignamente nuestra fe, sería bueno poder disponer de algún lugar como se indica en la ley 55.

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V. PERSPECTIVAS DE LA PASTORAL PENITENCIARIA

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PERSPECTIVAS DE LA PASTORAL PENITENCIARIA Que por parte de los Obispos se promueva la

Pastoral Penitenciaria.

Consolidar y mejorar los logros ya conseguidos.

Incidir en la Sociedad en los temas penitenciarios.

Que las Parroquias tomen conciencia de la problemática carcelaria.

Que los cristianos se sientan invitados a participar de esta pastoral.

Crear conciencia en los Obispos, Sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos.

Hacer vida el evangelio dentro del penal y que el interno se sienta acompañado y descubra el amor de Dios dentro de la prisión.

Que la catequesis sea específica y adaptada en su lenguaje a personas que se encuentran privadas de su libertad; tomando en cuenta las necesidades que se viven dentro de un penal.

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ORACIÓN DEL PRESO

Señor, me dicen que debo orar. Pero ¿cómo puedo orar yo que soy tan desdichado? ¿Cómo puedo hablarte en mi condición actual?

Yo estoy triste, me encuentro indigno, a veces me siento desesperado. Me creo maldito y me resisto a orar. Yo sufro profundamente, porque todos están contra mí y me juzgan un malvado porque me encuentro aquí, lejos de mis seres queridos, apartado de mis ocupaciones, sin libertad y sin honor. Y sin paz, ¿cómo es posible que yo me dirija a Ti, oh

Señor?

Ahora ya te contemplo en la cruz. Tú también, Señor, has sufrido, y ¡qué sufrimiento! Yo sé que Tú eras bueno, eras sabio, eras inocente. Y ellos te injuriaron, te deshonraron, te juzgaron, te azotaron, te crucificaron, te dieron muerte.

Pero ¿por qué? ¿Dónde estaba la justicia?

Y Tú fuiste capaz de perdonar a quienes te trataron con tanta injusticia y crueldad. Tú oraste por ellos. Y aún más: Tú quisiste morir así para salvar a quienes te dieron muerte, para salvarnos a nosotros, hombres pecadores. ¿También

puedes salvarme a mí?

Siendo así, Señor, se puede pensar que un hombre es bueno en su corazón aun cuando una sentencia de los tribunales de los hombres caiga sobre sus espaldas. Yo también, oh Señor, en el fondo de mi alma me considero mejor de lo

que otros hombres piensan; yo sé lo que es justicia, lo que es bueno, lo que es honor, lo que es virtud.

Ante Ti estos pensamientos surgen en mi mente: ¿Tú lo conoces? ¿Tú sabes que siento disgusto por mis miserias? ¿Tú sabes que estoy a punto de gritar y de llorar? ¿Tú me oyes, oh Señor? ¿Es esta mi oración?

Sí, ésta es mi oración; desde mi profunda amargura yo elevo mi voz a Ti: no la desoigas. Al menos Tú, que sufriste tanto como yo, más que yo, por mí, al menos Tú, Señor, óyeme. Yo tengo que pedirte muchas cosas.

Dame, Señor, la paz del alma, dame tranquilidad de conciencia, una nueva conciencia capaz de buenos pensamientos. Sí, Señor, a Ti te lo diré: si yo me extravié, perdóname. Todos necesitamos perdón y misericordia; yo te pido protección para mí. Y también, Señor, yo te pido por mis seres queridos, que todavía me aman. Señor, ayúdalos, consuélalos.

Señor, diles que me recuerden, que me amen aún. Yo angustiosamente necesito saber que todavía alguien se acuerda de mí y me ama. Y también de estos compañeros de desgracia y aflicción que conmigo se encuentran en esta prisión, Señor, ten misericordia. Misericordia para todos, sí y también para quienes nos hicieron sufrir; para

todos los seres humanos en este desdichado mundo. Pues nosotros somos, oh Señor, tus criaturas, tus semejantes, tus hermanos. Oh Cristo, ten misericordia de nosotros.

A nuestra pobre voz unimos la dulce e inocente voz de la Virgen, de la santísima María, que es tu madre y es también para nosotros una madre de mediación y de consuelo. ¡Oh Señor. Danos tu paz! ¡Danos esperanza!

Oración rezada por el papa Pablo VI

En la prisión de R egina Coeli de Roma el 9 de abril de 1964

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P. Edy Alexander Arriola Palacios O. de M.Secretario Ejecutivo de la Pastoral Penitenciaria en Panamá

Parroquia Nuestra Señora de FátimaCalle 26 Oeste, El ChorrilloTel. 2284457Cel. [email protected]