Pasajes traducidos de la revista mensualThe Forum de los Grupos de Familia Al‑Anon

Enero y febrero de 2020

2020Vol. 53 N.o 1acciónE

N

Al‑Anon y Alateen

Cuando llegué a Al‑Anon por primera vez, tenía dudas de hablar. Mi negatividad y vergüenza me habían convencido de que no tenía nada que ofrecerle al grupo. Escuchaba a otros miembros compartir y comparaba mi vida interior con lo que percibía era su vida exterior. Me tomó mucho tiempo reconocer el hecho de que todos los miembros eran iguales, y que no importaba el tiempo que un miembro había asistido a las reuniones. Todos tenían una voz para expresar su experiencia, fortaleza y esperanza. Fue tal vez el primer lugar al que llegué en el que tuve la oportunidad de compartir y ser aceptada incondicionalmente.

A medida que continué asistiendo a las reuniones, me sentí inspirada por el compartir de otros miembros y compartí por primera vez acerca de mis propios pensamientos y sentimientos. Al principio, me

sentía muy incómoda. Mi corazón latía fuerte. Me sentía expuesta, desnuda, y temía ser juzgada. No obstante, mi recuperación progresaba a medida que revelaba más cosas de mí misma, de mis creencias y comportamientos. Mirar atrás para ver los años durante los cuales me crie con la enfermedad del alcoholismo ha sido doloroso, pero también valioso en términos de ayudarme a descubrir mi identidad. Estaré eternamente agradecida a esos miembros que tuvieron la valentía de compartir su propio viaje de dolor, descubrimiento y recuperación. Me ha permitido tener la valentía para retirar suavemente las capas de vergüenza, humillación y falta de dignidad que una vez sentí, para verdaderamente redescubrir mi identidad como una persona agradecida que es capaz de aportar.

Por Laura C., ConnecticutThe Forum, febrero de 2020

Retirar Peeling

las capassuavemente

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NUESTROS TRES LEGADOS NUESTROS TRES LEGADOS

La vida no es perfecta y hoy eso está bienPrimer Paso: Admitimos que éramos incapaces de afrontar solos el alcohol, y que nuestra vida se había vuelto ingobernable

Hace muchos años, mi matrimonio estaba en crisis, mis hijos estaban creciendo en un hogar alcohólico y me sentía incapaz de lidiar con un hijo adolescente que estaba causando estragos para sí mismo y la familia. Cuando me di cuenta de que estaba revisando el nivel de la botella de vodka, supe que era yo quien necesitaba ayuda. La combinación de todos estos factores fue lo que me llevó a mi primera reunión de Al‑Anon. Esperaba encontrar una manera para lidiar tanto con el alcoholismo funcional de mi esposo, como con los problemas de conducta de mi hijo de una manera que me diera a mí un poco de paz y a ellos un poco de alivio. Afortunadamente, mi tía favorita me habló sobre Al‑Anon justo a tiempo.

El programa me permitió encontrar maneras de lograr un cambio positivo en mi familia una vez que comencé a cambiar mis actitudes y comportamientos, al practicar la gratitud y al fortalecer mi vínculo con mi Poder Superior.

Hoy en día, mis instrumentos incluyen practicar el desprendimiento, establecer límites y asistir a reuniones con regularidad. Escudriño los índices de las lecturas diarias para encontrar pasajes útiles. No me había dado cuenta antes de cómo unas meras palabras

poderosas podían devolverme el sano juicio. En tiempos de necesidad, me aquieto y le pido a mi Poder Superior que me dé guía y perspectiva, y también hablo con otros miembros.

Sigo experimentando milagros en mi vida. En vez de acabar en la cárcel o algo peor, mi hijo es hoy en día un piloto de la Marina. Además, mi esposo y yo acabamos de celebrar 32 años de matrimonio y estamos esperando a nuestro primer nieto.

Sin embargo, la vida no es perfecta. Poco después de llegar a Al‑Anon, fui diagnosticada con un linfoma. Es tratable, pero no curable. Mi esposo no ha escogido el camino de la recuperación y recientemente fue diagnosticado con demencia. Estoy muy agradecida por los instrumentos del programa y por el regalo de la serenidad. Hoy en día sé que, aunque la vida no sea perfecta, se está desenvolviendo como debería.

Por Randi S., CaliforniaThe Forum, enero de 2020

Cuando me di cuenta de que estaba revisando el nivel de la botella de vodka, supe que era

yo quien necesitaba ayuda.

Por el bien de todos nosotros, no solo el míoPrimera Tradición: Nuestro bienestar común debiera tener la preferencia; el progreso individual del mayor número depende de la unión.

Pensé que era la esposa y madre perfecta porque siempre quise lo mejor para mi familia. El problema era que yo creía que la única persona que podía definir lo que era mejor era yo. Estaba convencida de que yo estaba cualificada para ello porque me había criado con el alcoholismo, por lo tanto, yo sabía lo que debía evitar. Yo dirigía, manipulaba y dominaba a mi familia para que aceptara mis decisiones acerca de todos los asuntos. Nos veíamos bien en el exterior, pero nadie estaba verdaderamente feliz, pese a todos mis esfuerzos.

Sin embargo, concentrarme en los principios espirituales que contiene esta Tradición me ayudó a ver mi parte en las dificultades de mi familia. Para mí, «el bienestar común» se refiere a las necesidades de todos los miembros, en vez del ideal perfeccionista de una sola persona. «El progreso individual del mayor número» sugiere que no todos los miembros estarán contentos todo el tiempo con cada decisión que se

tome. Comencé a ver que manipular y controlar a los miembros de mi familia creaba una unanimidad forzada, pero no una unidad verdadera.

Hoy en día hago el intento de dejar «Que empiece por mí» cuando se trata de discusiones familiares. En vez de dominar, participo. Escucho.

Pongo el bienestar común antes de mi necesidad de tener la razón y estar en control. Trato de aceptar que «el progreso individual del mayor número» tal vez signifique que yo no consiga lo que quiero. También puede significar que la unidad requiera que me quede callada, incluso cuando no estoy perfectamente contenta con la decisión del grupo.

Por Eileen F., Kansas The Forum, enero de 2020

Yo creía que la única persona que podía definir lo que era

mejor era yo.

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NUESTROS TRES LEGADOS NUESTROS TRES LEGADOS

Desglosando el Segundo PasoSegundo Paso: Llegamos a creer que un Poder superior a nosotros podría devolvernos el sano juicio

Si pudiera resumir el Segundo Paso en una sola palabra, esta palabra sería esperanza: esperanza de que puedo ser feliz una vez

más, tener tranquilidad otra vez, ser libre de una vida de obsesión y preocupación, libre de las cadenas del alcoholismo de otra persona.

Llegamos a creerLlegué a creer porque mi primera

Madrina creía. Ella tenía mucha calma y serenidad. Ella derivaba mucha felicidad con las cosas pequeñas de la vida. Estaba

satisfecha, pese al hecho de que estaba viviendo con un alcoholismo activo en su última etapa. Yo creía que, si ella podía hacerlo, yo podía hacerlo.

No tengo que hacerlo todo solaPrimer Concepto: La responsabilidad y autoridad fundamentales de los servicios mundiales de Al‑Anon corresponde a los grupos de Al‑Anon.

Los Conceptos son instrumentos que restablecen mi sentido de comunidad y ciudadanía: en mi hogar, en mi hermandad y en mi mundo en general. El alcoholismo me separó de todas las personas, hasta de mí misma.

El Primer Concepto me enseña que tengo la responsabilidad de buscar y solicitar ayuda con el fin de restablecer mi salud física y mental. No estoy a cargo de mi cónyuge ni de ninguna otra cosa más que funcione (o no) en nuestro hogar. No tengo las fuerzas suficientes para llevar en hombros a todo el mundo yo sola. Soy una participante del equipo en el hogar y una participante de la grandiosa y capaz hermandad de Al‑Anon.

Cuando me entrego y pido ayuda, también tengo la responsabilidad de aceptarla. Eso significa que debo utilizar los instrumentos que con tanta libertad me ofrecen. El aprender una nueva responsabilidad en Al‑Anon empezó al asistir a reuniones, al leer LAC y al mantener la atención alejada de la persona alcohólica.

Lo que me dijeron fue: «Centre la atención en usted misma». Para mí, el aprender a ser responsable fue aprender a vencer el temor y la duda. Cuando dejo que otras personas sean ellas mismas responsables, creyendo que podrían triunfar, practico la prueba de confiar en los resultados.

En última instancia, el aprender a renunciar a la responsabilidad malentendida es cambiar el centro de atención hacia la voluntad del Poder Superior, no la mía. El desarrollar este concepto de responsabilidad, que es totalmente nuevo, logra que me libere de una carga más pesada.

Hoy hago muchas cosas, pero no las hago todas. Esta mañana podría apalear la nieve, pero no lo voy a hacer. Esa tarea se le delegó a alguien más. Mi función es brindar apoyo: mantener el vaso lleno de agua para el que está apaleando la nieve. Ah, qué responsabilidad tan dulce y razonable…

Por Judy, NevadaThe Forum, enero de 2009

Nota: El relato compartido de arriba apareció por primera vez en la edición de enero de 2009 de The Forum y fue traducido al

español en la edición 42 N.°2 de Al-Anon y Alateen en acción.

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NUESTROS TRES LEGADOS NUESTROS TRES LEGADOS

A veces lentamenteSegunda Tradición: Existe solo una autoridad fundamental para regir los propósitos del grupo: un Dios bondadoso que se manifiesta en la conciencia de cada grupo. Nuestros dirigentes son tan solo fieles servidores, y no gobiernan.

Nunca he tomado el camino fácil cuando se trata de aprender cosas nuevas. Liberar a mis seres amados era algo fácil, pues estaba exhausta de tratar de cuidar y controlar cada una de sus acciones. Pero aprender

a soltar al resto del mundo era mucho más difícil para mí. Tuve que practicar con mi grupo base y la conciencia de grupo. La Segunda Tradición me recuerda que existe solo una autoridad fundamental. Y esa autoridad no soy yo.

Una noche asistí a una reunión y había hielo por todo el estacionamiento. Estaba preocupada de que alguien se

resbalara, se cayera y se lastimara. Cuando nuestra Representante de Grupo llegó, le dije que estaba preocupada de que caminara por el hielo y le dije con indignación que yo no saldría de mi automóvil. Ella caminó sobre el hielo muy bien, y también lo hicieron todos los demás mientras yo miraba desde mi asiento. Seguí con mi terquedad y me fui a casa, justificándome a mí misma que, si ellos querían arriesgarse, yo no participaría en ello. La próxima noche, sabía que necesitaba asistir a una reunión para compensar por la reunión a la que no fui. También estaba consciente de que había tratado de controlar a mis compañeros de grupo de la misma manera en la que trato de controlar a los alcohólicos en mi vida. No estaba respetando su capacidad para tomar sus propias decisiones.

Por Grace R., Kansas The Forum, febrero de 2020

Había tratado de controlar a mis compañeros de grupo de la misma manera en la

que trato de controlar a los alcohólicos en mi vida.

Un Poder superior a nosotrosCuando llegué al programa,

yo creía en Dios, y comencé a buscarlo a Él cada vez más en los dos años más difíciles justo antes de entrar al programa. Sin embargo, no creía que Dios podía ayudarme personalmente. ¿Por qué habría de hacerlo? Yo creía que yo no valía nada. Mi autoestima estaba destruida tras haber perdido tantas batallas contra el alcoholismo. Además, había hecho cosas que iban en contra de mi código moral en un intento inútil por mantener la paz con mi ser amado alcohólico. Sentía vergüenza por lo que había hecho. Si me hubiesen preguntado en ese momento acerca de mis creencias, hubiese dicho: «O sí, Dios es un Dios de amor». Pero no lo creía en mis entrañas. Creía que Dios me amaba de manera condicional y que, en la medida en que yo hiciera cada vez más trabajo voluntario en mi iglesia,

fuera una buena chica y no arruinara las cosas, Dios no me haría daño. Pero creía que, si arruinaba las cosas de alguna manera, ese gran dedo pulgar bajaría del cielo y me eliminaría. ¡Mi Madrina me dijo que esa definición de Dios parecía más un Poder Amargo que un Poder Superior!

Mi Madrina y las otras personas del programa continuaron queriéndome pese a todas las cosas malas que dije sobre mí misma. Me dijeron que su Poder Superior era amoroso, bondadoso y no los juzgaba. También decían que su Poder Superior los ayuda en toda situación. Gracias al apoyo de Al‑Anon, por primera vez en mi vida, encontré el valor para preguntarme con honestidad si Dios me amaba o si yo le importaba. Luego de un tiempo, tuve mi respuesta. No había estado prestando atención.

Podía devolvernos el sano juicioHabía estado teniendo

pensamientos suicidas, lo cual me llevó a buscar ayuda en Al‑Anon. Sabía que estaba perdiendo el sano juicio. Pero más adelante, creció en mí una nueva definición de sano juicio. Ahora para mí, el sano juicio es la serenidad. Es la presencia de paz ante la ausencia de obsesión. Se trata de vivir en el momento y confiar en mi Poder Superior para todo. Se trata de vivir una vida que es basada en el amor, en vez de una

vida que es basada en el miedo. Se trata de escoger el equilibrio en mi vida. Se trata de que, cada vez que enfrento un desafío, poder decir «confío en ti, Poder Superior», en vez de decir «esto va a ser terrible y estoy totalmente sola». Sé que mi Poder Superior puede y va a restaurar mi sano juicio. Todo lo que tengo que hacer es pedirlo.

Por Luann C., Illinois The Forum, febrero de 2020

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NUESTROS TRES LEGADOS

Nota: El relato compartido de arriba apareció por primera vez en la edición de febrero de 2013 de The Forum y fue traducido al

español en la edición 46 N.°1 de Al-Anon y Alateen en acción.

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Una nueva perspectiva mediante el servicioSegundo Concepto: Los Grupos de Familia Al‑Anon han delegado por entero la autoridad administrativa y de funcionamiento a su Conferencia y sus ramas de servicio.

Algunas de las revelaciones más extraordinarias que he recibido en Al‑Anon se manifestaron cuando estudiaba los Conceptos de Servicio. Mientras observaba el proceso de toma de decisiones en mi grupo y en las Asambleas de nuestra Zona, pude ver que Al‑Anon de veras hablaba en serio cuando dijo que cada uno de los miembros y los grupos eran su base.

Empecé a entender lo que era la delegación mientras trabajaba en los comités con mi Madrina y observaba a Representantes de Grupo cuando expresaban sus inquietudes después de escuchar la discusión. Sin embargo, poco después de que me eligieran Delegada de Zona, escuché el Segundo Concepto en una forma nueva y sorprendente. Los grupos

me habían delegado la autoridad de votar por ellos en la Conferencia de Servicio Mundial de Al‑Anon. ¡Vaya responsabilidad! Es un verdadero don que le confíen a uno las decisiones que afectarían a la maravillosa hermandad que me había convertido en una miembro contenta y dispuesta.

No sabía que había otro regalo reservado para mí. Después de escuchar a los demás Delegados y Miembros de la Conferencia, sentía que mi Poder Superior me brindaba paz con la forma que escogí para votar. La historia que tenía de ser indecisa y seguir la dirección de otras personas no persistió en este nivel de servicio. He sido liberada para servir.

Por Laurie K., MisuriThe Forum, febrero de 2020

Como madre de dos hijos adolescentes, he aprendido a escoger mis batallas. Comencé a trabajar con el Primer Paso luego de que el alcoholismo y el uso de drogas de mi hijo de 16 años lo llevó al encarcelamiento. Pensé que admitir que era incapaz de afrontar sola el alcohol y que mi vida se había vuelto ingobernable significaba aceptar que yo había sido derrotada y que estaba abandonando a mi hijo. Me sentía con el corazón destrozado, asustada, avergonzada, furiosa y decepcionada. Sentía que estaba fracasando, no como madre, sino en mi batalla con el alcohol.

Sin embargo, una vez que admití que era incapaz de afrontar sola el alcohol, pude ver que sí tengo poder sobre mí misma, mis elecciones y mis acciones. Tengo el poder de establecer las reglas de qué comportamiento permitiré

y no permitiré en mi hogar y en mi relación con mi hijo. También tengo el poder de escoger cómo permitiré que se me trate y de hacer mi vida gobernable. El Primer Paso me permite soltar las riendas de una batalla contra el alcohol que no puedo ganar. Ahora tengo el tiempo y la energía para crear una vida gobernable y un hogar para mí misma y para mis hijos. Regreso con frecuencia al Primer Paso para decidir en qué batallas me puedo involucrar como una madre responsable y amorosa y cuáles no me tocan enfrentar. Hoy en día trato de poner mi tiempo, energía y esfuerzo en los lugares apropiados. Mi hijo todavía lucha contra el alcohol y las drogas, pero ahora soy capaz de invitarlo amorosamente a ser parte de mi vida.

Por Evette A.The Forum, enero de 2020

Fuera de una batalla perdida

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DENTRO DE LOS GRUPOS DE FAMILIA AL‑ANON

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Soltarel ideal

Me he dado cuenta de que, cuando comparto durante las reuniones, a veces hablo de que quiero ser una buena persona, y que he sido duro conmigo mismo cuando no he llegado a este ideal. Pero, últimamente ha habido un cambio en mi forma de pensar. Me he preguntado si acaso ser una buena persona es lo mismo que ser una persona auténtica. Ahora estoy considerando si ser una persona auténtica tal vez signifique darme permiso para no alcanzar mis ideales a la vez que sigo trabajando para mejorarme a mí mismo. Eso significa que, en vez de intentar esconder o negar mis errores, puedo revisar mi pasado y ser honesto conmigo mismo y los demás.

Al mismo tiempo, estoy desarrollando la capacidad para reaccionar con menos impulsividad hacia las demás personas. Al observar mis pensamientos antes de expresarlos, puedo detener o cambiar exitosamente mis respuestas antes de decir o hacer algo de lo cual me pueda arrepentir luego. Gracias al programa de Al‑Anon, estoy aprendiendo un nuevo nivel de honestidad que me está liberando para ser la persona que me gustaría ser. Estoy aprendiendo a amar a esa persona exactamente donde él está en su recuperación, con todo y sus defectos.

Por C.J., OntarioThe Forum, enero de 2020

Rotación de servicioMuchas posiciones de servicio de

Al‑Anon tienen un periodo de tres años. En mi caso, fue una fórmula casi perfecta porque, al final de los tres años, sentí que finalmente sabía lo que estaba haciendo. Pero entonces era el momento de dejar que alguien más tuviera un turno. Pensé: ¿Cómo puedo soltar algo que he llegado a entender y en lo cual he tenido éxito?

En 1968, Lois W., una de las cofundadoras de Al‑Anon, escribió una carta dirigida a los miembros que habían servido durante mucho tiempo. Ella escribió:

«Si una vez ejercimos el liderazgo activo de nuestro Grupo, puede que sea especialmente difícil “soltarlo”. Es tan fácil creer que, porque hemos estado durante muchos años en Al‑Anon, estamos capacitados para decir a los demás lo que deben hacer, pero nuestros “hechos hablan más que las palabras”».Al hacer un inventario, nosotros, los miembros más antiguos debemos recordarnos a nosotros mismos constantemente y preguntarnos si, por algún motivo personal (irreflexión, egoísmo o deseo de dominar) todavía estamos diciendo a los demás qué deben hacer y cómo lo deben hacer».

Aprender sobre los principios espirituales de mantener la rotación de servicio aumentó mi disposición para retirarme de una posición, incluso cuando nadie se había postulado todavía. Comprender que ninguno de nosotros gobierna (Segunda Tradición) y que la acción de dominar un grupo es un obstáculo para el éxito, yo realmente quería salirme del medio. El reconocer que dejar una posición vacante podía significar que algunas cosas se quedaran sin hacer, o tal vez no se harían a mi manera, me dio otra oportunidad para practicar el soltar las riendas de los resultados y confiar en que todo estará bien.

Puedo hacer un rápido examen de conciencia en la puerta para asegurarme de que estoy trayendo al grupo la recuperación en vez de la enfermedad familiar del alcoholismo. Para mí, a veces el servicio se trata tanto de decir que no como de decir que sí. Con cada oportunidad de servicio, puedo hacerme a un lado y alentar a los miembros nuevos a añadirle el elemento del servicio a su recuperación, lo cual a su vez amplía y fortalece mi recuperación.

Por Christa A. ‑ Especialista de Servicios a los

Grupos ‑ MiembrosThe Forum, enero de 2020

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DENTRO DE LOS GRUPOS DE FAMILIA AL‑ANON DENTRO DE LOS GRUPOS DE FAMILIA AL‑ANON

¿Promoción o Atracción?A medida que comienza un nuevo

año en el calendario, reflexiono acerca de dónde estaba mi vida antes de Al‑Anon y dónde está ahora. Reflexiono acerca de mi buena suerte al haber encontrado un lugar que me ha demostrado calidez, comprensión y amor. A medida que continúo trabajando el programa para mejorar mi vida, me siento obligado a compartir lo que sé con otros. Con más de una década de experiencia en el comercio digital, sé todos los trucos del comercio para captar clics, potenciales clientes y ventas. Por lo tanto, me sentí cualificado para el trabajo. No obstante, aquí fue donde colisionaron mis dos mundos: cómo crear consciencia del programa de Al‑Anon a la misma vez que se acogen las Tradiciones de Al‑Anon.

El primer desafío es comprender la diferencia entre la atracción y la promoción y cómo se aplican a la difusión pública. Aunque hay varias diferencias fundamentales entre la atracción y la promoción, aquellas que más llamaron mi atención son que la atracción se trata de proveer información, mientras que la promoción se trata de hacer promesas. La comparación en el mundo del comercio digital es que la atracción se trataría de colocar

un letrero en el que se pregunte: «Se preocupa de cuánto bebe otra persona? Al‑Anon puede ayudar». La promoción podría ser el mismo letrero que diga: «Asistir a las reuniones de Al‑Anon podría mejorar su vida». Aunque el segundo letrero es verdad en mi caso, es una promesa implícita; se basa más bien en la promoción que en la atracción.

Por lo tanto, esto significa que podemos construir páginas de internet, diseñar carteles o vallas publicitarias y colocar volantes o avisos en nuestras comunidades locales. La mayoría de estas actividades tienen algún tipo de costo, ya sea si se trata de pagar por una dirección electrónica —tal como al‑anon.org—, pagar por un cartel o valla publicitaria, o imprimir material. Pagar por estos bienes y servicios es otra manera de practicar la Séptima Tradición. Sin embargo, hay otros proyectos que los grupos o Distritos emprenden a muy bajo costo. El proyecto del Anuncio de Servicio Público (ASP) es un ejemplo. Con este proyecto, los miembros pueden contactar sus estaciones de televisión locales para darles información acerca de Al‑Anon y preguntarles si están dispuestos a ayudar a los amigos

Declaración de propósito«Dentro de los Grupos de Familia Al‑Anon» contiene noticias, guías y comentarios de los voluntarios, del personal y de los lectores que comparten sus experiencias mediante el servicio. Sírvase reimprimir estos artículos en su sitio web o en su boletín junto con la nota de reconocimiento siguiente: Reimpreso con el permiso de Al‑Anon Family Group Headquarters, Inc., Virginia Beach, Virginia.

y familiares de los alcohólicos difundiendo nuestros ASP para crear consciencia acerca de nuestro programa.

Otro ejemplo de un proyecto de difusión pública a bajo costo es coordinar una reunión abierta e invitar a los profesionales de la adicción y la salud mental locales

para que asistan y aprendan más acerca de lo que es Al‑Anon. Hacer esto representa una gran oportunidad para darles la literatura de Al‑Anon y los folletos tales como Al‑Anon se enfrenta al alcoholismo (AEA) para que los repartan entre sus clientes o pacientes. Cuando pienso en los miembros, los grupos y los Distritos en todo el mundo ayudando en varios proyectos de difusión pública, no puedo evitar sonreír y pensar acerca de la Declaración de Al‑Anon y sentirme satisfecho sabiendo que estoy haciendo mi parte.

Por Scot P.‑ Estrategia DigitalThe Forum, enero de 2020

A medida que continúo trabajando el programa

para mejorar mi vida, me siento obligado a compartir

lo que sé con otros.

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DENTRO DE LOS GRUPOS DE FAMILIA AL‑ANON

Declaración de propósito«Dentro de los Grupos de Familia Al‑Anon» contiene noticias, guías y comentarios de los voluntarios, del personal y de los lectores que comparten sus experiencias mediante el servicio. Sírvase reimprimir estos artículos en su sitio web o en su boletín junto con la nota de reconocimiento siguiente: Reimpreso con el permiso de Al‑Anon Family Group Headquarters, Inc., Virginia Beach, Virginia.

Creciendo nuevamente como una hija adulta de un alcohólico

Había estado asistiendo a reuniones de Al‑Anon por más de una década cuando mi relación con mi padre colapsó. Comencé a pensar acerca de mi padre como un alcohólico, aunque nunca lo vi borracho ni lo vi perder el conocimiento. Reconocer sus patrones de beber por las noches y los fines de semana me recordó que no importa cuándo, qué o cuánto beba el alcohólico. Como una persona recién llegada o como miembro, solo necesito reconocer que el alcoholismo de una persona me afecta.

Así que añadí reuniones de los hijos adultos de Al‑Anon a mis reuniones regulares de Al‑Anon. Fui a un terapista y a un programa de recuperación de familia en una centro de tratamiento. Leí nuestra Literatura Aprobada por la Conferencia sobre los hijos adultos de alcohólicos. Mi antiguo enfoque no estaba funcionando. Por lo tanto, reaprendí la lección de que no hay atajos ni vías rápidas en el camino de la recuperación. Caminar de nuevo a través de los conceptos básicos del programa es un proceso, y requiere valentía para enfrentar el pasado y los defectos adicionales en mí misma.

Pensé que había encontrado una zona de confort y sanación en mi historia familiar. Entonces supe del gran secreto de mi difunto padre: tengo una media hermana. Trato de pensar acerca de ella y su familia como un regalo, tanto de mi padre como de mi Poder Superior. Esto me ha llevado a

tomar un curso de repaso acerca de los conceptos básicos de Al‑Anon. No es fácil hacer más trabajo de recuperación para poder descubrir los sentimientos positivos y el amor que siento por mi padre. Soy muy abierta sobre este tema en las reuniones, comparto mis sentimientos acerca de mi nueva familia con mi Madrina y con amigos cercanos de Al‑Anon. Hallo un renovado consuelo en dos de nuestros libros: De la supervivencia a la recuperación: Crecer en un hogar alcohólico (SB‑21) y Esperanza para hoy (SB‑27). También encuentro consuelo cuando hablo con la persona que amadrino en el programa. Ella también es hija adulta de un alcohólico. Puedo compartir cómo funciona el programa para mí, lo cual me ayuda a ayudarme a mí misma y a otros a recuperarnos del impacto del alcoholismo en nuestras vidas.

En este mes hay un día feriado que se concentra en el amor. Hay muchos adolescentes e hijos adultos de alcohólicos que no se sienten amados y se sienten solos. Leo muchas historias de dolor publicadas en las páginas de las redes sociales. Lo mínimo que puedo hacer es referirlos al localizador de reuniones de la página de internet de Al‑Anon en al‑anon.org y llevarles el mensaje de Al‑Anon de esperanza y sanación.

Por Claire R.‑ Directora Adjunta de Difusión Pública‑Profesionales

The Forum, febrero de 2020

Saber que no estaba sola, que otros miembros de Al‑Anon estaban en la misma situación que yo, luchando contra la misma enfermedad, me permitió lidiar con la vergüenza y la culpa asociadas con la enfermedad. También me permitió compartir con más facilidad y comprender que, al pedirles ayuda a otros y al escuchar su experiencia, fortaleza y esperanza, me permitía a mí misma quitarme un poco de dolor y comenzar a sanar el agujero en el corazón.

Comprender que yo era incapaz de afrontar sola el alcohol y sus efectos en mi familia me permitió tener algún sentido de gobernabilidad en el hogar. Ya no sentía que me tocaba a mí arreglarlo

todo ni que debía recibir la culpa por lo que estaba sucediendo en nuestras vidas. Me di cuenta de que, al aceptar la situación tal como era, podía encontrar un poco de sano juicio. Ya no permitía que los pensamientos obsesivos llenaran cada minuto de mi día y cada noche en vela. Al comprender que yo era incapaz, de repente me di cuenta de que podía dormir, y tenía más tiempo para hacer otras cosas. Ya no buscaba refugio en mi automóvil, escuchando la misma canción una y otra vez, llorando todo el tiempo. Finalmente pude funcionar con sano juicio, esperanza y gobernabilidad.

Por Manette M., California The Forum, febrero de 2020

AL FIN TENGO AL FIN TENGO ESPERANZAESPERANZA

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ALATEENALATEEN

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ALATEENALATEEN

Puedes llevar el caballo al agua, pero no puedes forzarlo a beber. He lidiado con adultos toda mi vida. Mi papá era el más difícil por su alcoholismo. Yo era pequeña cuando pareció que esto realmente se convirtió en un problema. Él asistó a Alcohólicos Anónimos, pero eso no ayudó. Siguió bebiendo. Nada de lo que él intentaba era de ayuda. Todo lo que yo quería era que las cosas volvieran a ser igual que antes. Mientras yo iba creciendo, me sentía cada vez más enfadada y quería que él dejara de beber. Discutíamos y peleábamos.

Me enojaba y lloraba, pero nada de eso ayudaba. Aunque anhelaba mucho ayudar a los alcohólicos en mi vida, el presionarlos constantemente hacía que ellos se alejaran. Ya no me permito presionarlos. Ya no le veo el sentido, porque no puedo lograr que hagan nada que no quieran hacer. Puede ser doloroso ver a una persona tan dispuesta a echar todo por la borda, pero esa no es mi batalla personal. Por lo tanto, tengo que vivir mi vida y dejar que ellos vivan la suya. Me toca el «Vive y deja vivir».

Por Bri H., IndianaThe Forum, febrero de 2020

Ahora intento el

«Vive y deja vivir»Solía pensar que, si guiaba a otras personas a lo que yo

creía que era mejor para ellos, el mundo sería un lugar mejor.

Pronto comprendí que eso no es cierto en lo absoluto. Todo

lo que estaba logrando era que la gente se irritara y enojara

conmigo, lo que no me convertía en una persona agradable.

Todavía trato de controlar a las personas, y creo que lo hago

por amor. Sin embargo, me doy cuenta de que a veces, si

dejas a las personas vivir sus propias vidas, esto demuestra

más amor que obligarlos a hacer algo. Tal vez siempre tenga

el deseo de controlar a las personas o guiarlas a lo que yo

creo que es correcto, pero si recuerdo el lema «Vive y deja

vivir», esto hace que la vida sea mucho mejor para todo el

mundo. Por Kaleb L., Indiana

The Forum, enero de 2020

Puedes llevar el caballo al agua...

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Pero con el tiempo, me di cuenta de que era inútil esperar que esta persona me diera algo que simplemente no tenía. Sin embargo, yo también me esforzaba inútilmente a tratar de aprender a ser feliz sin amor y afecto. Aprendí que mis necesidades eran legítimas y no eran irrazonables en una relación romántica monógama, pero tuve que aceptar su elección de no satisfacer esas necesidades. Y, mientras permaneciéramos juntos, yo no era libre para buscar una nueva relación que pudiera satisfacer mejor esas necesidades. A final de cuentas, encontré la serenidad que necesitaba para desprenderme con

amor y separarme de él. Aunque él continúa con su enfermedad activa, seguimos siendo amigos hoy en día. Ahora veo que tal vez eso fue lo que debimos haber sido desde el principio.

Con el tiempo, conocí a un hombre gentil y bondadoso que es todo lo que podría haber deseado. Hemos decidido esperar a que la intimidad física ocurra hasta después del matrimonio, y esa decisión ha permitido que nuestra conexión emocional y espiritual crezca. Cuando llegué a creer que merecía más, lo encontré.

Autumn M., MarylandThe Forum, enero de 2020

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Vol. 53 Nº 1 202018

Recuerdo el dolor de lidiar con mi compañero alcohólico en el área de la intimidad. Aunque él estaba justo al lado mío, yo estaba sola y añoraba el contacto humano, la calidez y el afecto. Pasaban meses y yo no recibía nada de él, salvo una fría indiferencia. No quería dejarlo ni ser infiel, pero tampoco podía soportar el vacío que sentía en mi interior. Siempre que mencionaba el tema, él se alejaba y decía que yo no era atractiva, que estaba sobrepeso o que yo no era su tipo. Por lo regular me hacía sentir culpable por buscar atención, diciéndome que yo necesitaba demasiado. Durante algunos meses, me daba por

vencida del intento de iniciar una conexión más profunda hasta que mi añoranza se volvía insoportable nuevamente. Literalmente, clamaba a gritos por la frustración.

No fue hasta mucho después que descubrí la realidad de la situación. El alcoholismo le había quitado su capacidad de responder físicamente, y él descargaba su vergüenza sobre mí. Pero, para ese momento, ya yo había comenzado a cuestionar mi propia cordura. ¿Realmente yo estaba pidiendo mucho? Me preguntaba. Después de todo, yo había aprendido en Al‑Anon que la expectativa es un resentimiento premeditado.

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SOÑAR EN GRANDE CON VISIÓN 20/20SOÑAR EN GRANDE CON VISIÓN 20/20

Vol. 53 Nº 1 202020

No son obstáculos, sino escalonesAntes de llegar a Al‑Anon,

mientras lidiaba con los efectos de esta enfermedad insidiosa del alcoholismo, no había espacio en mi vida para soñar en grande. Me robó de mi dignidad propia, mi identidad, alegría y mi conexión con un Poder Superior. Me sentí desamparada y desesperanzada durante muchísimo tiempo. Experimenté muchos retos, obstáculos y miedos, pero trataba de perseverar. Reflexionaba sobre la noción de vivir una mejor forma de vida, así que confié y actué por la fe que me guio a Al‑Anon. Desde entonces, he descubierto muchos instrumentos que me han guiado en mi viaje espiritual.

Estos instrumentos me han brindado la oportunidad de encontrar un estilo de vida más saludable, basado en la paz, la alegría y la serenidad. Descubrí que la única diferencia entre los obstáculos y los escalones es cómo yo escoja usarlos. No puedo negar los problemas causados por el alcoholismo, pero hoy en día puedo rehusarme a permitir que obstaculicen mi camino. Estoy trabajando para aceptar el fracaso

y hacer los ajustes necesarios para lograr mis resultados deseados. Sé intuitivamente que estoy siendo guiada por mi Poder Superior.

Irónicamente, los mismos defectos de carácter que me llevaron a mi punto más bajo han sido los escalones para mis mejores logros. Continúo practicando los principios espirituales de Al‑Anon, usándolos como escalones en mi recuperación. Encuentro que me ayudan a vivir la vida en sus términos. No debo temer soñar en grande y luego encontrar una manera de perseguir esos sueños.

Por Rosie M.‑ Presidenta de la Conferencia, Texas

The Forum, enero de 2020

Antes de llegar a Al‑Anon, mientras lidiaba con los

efectos de esta enfermedad insidiosa del alcoholismo,

no había espacio en mi vida para soñar en grande.

al‑anon.orgVol. 53 Nº 1 202022 23

SOÑAR EN GRANDE CON VISIÓN 20/20

Cuando comencé este maravilloso viaje llamado Al‑Anon, estaba saliendo con un alcohólico en recuperación. Él me llevó a reuniones abiertas en las que había oradores. Siempre veía en estas reuniones

a las mujeres que estaban casadas con los hombres que asistían al grupo de mi esposo. No me daba cuenta de que ellas formaban parte de Al‑Anon y tampoco sabía lo que era Al‑Anon. Cuando yo misma comencé a asistir a Al‑Anon, una de esas mujeres se convirtió en mi Madrina y una de mis mejores amigas. A ella podía confiarle todo. Ella compartía cómo el programa la había ayudado. Trabajamos juntas en nuestros Cuarto y Quinto Pasos. Si yo tenía preguntas, ella estaba justo ahí para ayudarme.

El de servicioCiclo

Hoy en día, yo soy una Madrina, y es un privilegio amar a esas mujeres que han sido muy heridas. Les demuestro amor a ellas cuando brindo servicio a este programa que me ha dado tanto. Cuando ellas llaman, hago el mejor esfuerzo para darles toda mi atención. Siempre soy respetuosa y amable ante sus necesidades y sentimientos. Les ayudo con sus Cuarto y Quinto Pasos de la misma manera en que mi Madrina me ayudaba a mí. Las he visto crecer a todas. Sé que Dios me guía hoy para hacer lo correcto. Les he dicho a todas estas mujeres que el mejor regalo que puedo darles a cada una de ellas hoy es la honestidad porque cada una es un regalo de Dios.

Por Sonia A., Ontario The Forum, enero de 2020

Hoy en día, yo soy una

Madrina, y es un privilegio amar a esas mujeres que

han sido muy heridas.

Hoy soy capaz de soñar en grandeAntes de llegar a Al‑Anon,

estaba muy desesperada por lograr un cambio. Había intentado todo lo que sabía para lograr que alcohólico dejara de beber y se me habían acabado las ideas y la esperanza para el futuro. Vivía en el pasado, llena de arrepentimientos y resentimientos o en el futuro, llena de preocupación y temor. Con el tiempo encontré a Al‑Anon y mi vida nunca ha vuelto a ser la misma.

Mientras hacía el Segundo y Tercer Pasos, mi Madrina me alentaba a estar alerta acerca de dónde aparecería mi Poder Superior. Yo no entendía, pero ella me decía que confiara en el proceso. Cuando me frustraba y confundía con el Cuarto y el Sexto Pasos, me decía que siguiera intentándolo. Realmente batallé con el Noveno Paso y con tener que reparar el mal causado en persona, pero me dijo que tan solo tomara la acción y observara lo qué ocurriría. Con su aliento y ayuda aprendí a llenarme de esperanza acerca de los cambios en mis relaciones con mi esposo y mis hijos. Comencé a soñar con el futuro, lo cual no había ocurrido desde hacía mucho tiempo.

Hace muchos años, mi esposo me preguntó cuáles eran mis sueños. No pude darle una respuesta, y me rompió el corazón darme cuenta de

que había dejado de soñar acerca de nuestro futuro. El alcoholismo había destruido la confianza y la amistad que siempre había esperado. Tenía miedo de tener esperanza y no quería decepcionarme ni ser herida. Simplemente era más fácil no tener sueños ni planes. Por suerte, Al‑Anon me dio la habilidad de ver las cosas de manera diferente. A medida que miro hacia atrás, me doy cuenta de que cada vez que pensaba que se me había negado algo bueno, en realidad estaba siendo redirigida hacia algo mejor. No tengo que saber todos los detalles, pero con la ayuda de mi Poder Superior, he aprendido a confiar en el proceso.

Este año, el tema de la Conferencia de Servicio Mundial me ha dado muchas ideas y entusiasmo porque el futuro está lleno de posibilidades. Hoy en día, en vez de tener temor, estoy muy entusiasmada acerca de lo que queda por delante. He aprendido a enfocarme en aquello que es importante: la familia, los amigos, las relaciones. Hace veinte años, no hubiese podido soñar con la vida que tengo hoy. Estoy más que agradecida por las amistades y conexiones que he recibido gracias a los Grupos de Familia Al‑Anon.

Por Cheré F.‑ Copresidenta de la Conferencia, Washington

The Forum, febrero de 2020

Vol. 53 Nº 1 202024

Al‑Anon y Alateen en acción es publicado en español seis veces al año por Al‑Anon Family Group Headquarters, Inc., 1600 Corporate Landing Parkway, Virginia Beach, VA 23454‑5617.Número para llamadas gratuitas para solicitar información sobre las reuniones:En los EE.UU. y el Canadá: 1‑888‑4Al‑Anon.Suscripciones anuales: Estados Unidos y el Canadá: Suscripción Individual US$10.00.Para el resto de los países: Individual US$13.00.Este boletín contiene noticias, guías y comentarios provenientes de miembros de Al‑Anon, de voluntarios, del personal y de lectores que comparten sus experiencias de crecimiento espiritual, individual y de grupo por medio del servicio.

Ahora disponible —Marcador de difusión

pública revisado (SM‑76)Unas pocas palabras pueden

marcar la diferencia. Ayude a los posibles recién llegados a su comunidad y a su reunión a reconocer el impacto del alcoholismo en sus vidas.

Les permite saber que:• No están solos• Al‑Anon puede ayudar• Nos importa• Cómo comunicarse con nosotros

Descargue el Formulario de pedido de la LAC (SS‑16) en al‑anon.org o comuníquese con su Centro de Distribución de Publicaciones local.

«Encontramos

ESPERANZA

en medio de

una situación

abrumadora».

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en medio de

una situación

abrumadora».