partícula se

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Partícula “se”- Distintos usos y funciones Formas reflexivas: Se llaman “oraciones reflexivas” aquellas oraciones en las que el sujeto no solamente ejerce la acción o noción que denota el verbo, sino que además la recibe. Yo me miro. Él se peina. Tú te echas perfume. El sujeto es agente (ejecuta la acción) y recipiente (la recibe). En este tipo de oraciones, siempre hay voluntad de parte del sujeto: hay una acción que se ejerce voluntariamente. Por eso es posible agregar el refuerzo reflexivo “a mí mismo”, “a ti mismo”, “a sí mismo”. En estos casos el pronombre “se” cumple la función de objeto directo o de objeto indirecto (cuando el sujeto es el destinatario de la acción): Él se peina: “Se” cumple función de objeto directo, ya que si utilizo el pronombre oblicuo (a otra persona que no sea el sujeto), queda conmutado por “lo” o “la”: Él LA/LO/ peina. Edipo se sacó los ojos: Puedo decir “a sí mismo”. El pronombre “se” cumple función de objeto indirecto, en este caso, ya que si lo hago que la acción sea oblicua y no reflexiva, aparece el pronombre “le”: Edipo LE sacó los ojos. Oraciones seudorreflejas o cuasirreflejas: En estos casos no es posible agregar un refuerzo reflexivo del tipo “a sí mismo”, “a mí mismo”, “a ti mismo”, puesto que no puede hablarse de una “voluntad” del sujeto. Son el tipo de oraciones con “se” que más abunda en castellano. La acción o noción denotada por el verbo es ejercida por el sujeto pero el sujeto no es recipiente de esa acción. Hay verbos pronominales “puros”: son aquellos verbos que siempre se construyen con “se”: arrepentirse, jactarse, suicidarse, etc.

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Page 1: Partícula Se

Partícula “se”- Distintos usos y funciones

Formas reflexivas: Se llaman “oraciones reflexivas” aquellas oraciones en las que el sujeto no solamente ejerce la acción o noción que denota el verbo, sino que además la recibe.

Yo me miro. Él se peina. Tú te echas perfume.

El sujeto es agente (ejecuta la acción) y recipiente (la recibe). En este tipo de oraciones, siempre hay voluntad de parte del sujeto: hay una acción que se ejerce voluntariamente. Por eso es posible agregar el refuerzo reflexivo “a mí mismo”, “a ti mismo”, “a sí mismo”.

En estos casos el pronombre “se” cumple la función de objeto directo o de objeto indirecto (cuando el sujeto es el destinatario de la acción):

Él se peina: “Se” cumple función de objeto directo, ya que si utilizo el pronombre oblicuo (a otra persona que no sea el sujeto), queda conmutado por “lo” o “la”: Él LA/LO/ peina. Edipo se sacó los ojos: Puedo decir “a sí mismo”. El pronombre “se” cumple función de objeto indirecto, en este caso, ya que si lo hago que la acción sea oblicua y no reflexiva, aparece el pronombre “le”: Edipo LE sacó los ojos.

Oraciones seudorreflejas o cuasirreflejas: En estos casos no es posible agregar un refuerzo reflexivo del tipo “a sí mismo”, “a mí mismo”, “a ti mismo”, puesto que no puede hablarse de una “voluntad” del sujeto. Son el tipo de oraciones con “se” que más abunda en castellano. La acción o noción denotada por el verbo es ejercida por el sujeto pero el sujeto no es recipiente de esa acción. Hay verbos pronominales “puros”: son aquellos verbos que siempre se construyen con “se”: arrepentirse, jactarse, suicidarse, etc. Pero hay otros que, sin ser pronominales, se vuelven pronominales y se construyen con la partícula “se”: en estos casos no puede agregarse el refuerzo reflexivo “a sí mismo” y se intransitivizan: es decir, no admiten la presencia de un objeto directo. En estos casos (tanto los verbos pronominales puros como los que se vuelven pronominales) el pronombre “se” no cumple ninguna función. Forma parte del verbo núcleo.(“Seudorrefleja” o “cuasirrefleja” significa “similares a las reflejas”).

Él se levanta a las ocho.María se asoma por el balcón.Martín se limitó a escuchar.Eugenia se sintió mal.

Es evidente que estos verbos, sin la partícula “se” se vuelven transitivos: “levantar”, “asomar”, “limitar” y “sentir” exigen la presencia de un objeto directo:

Page 2: Partícula Se

Él levantó la bolsa de basura.María asomó la mano por la ventanilla.Martín limitó sus expectativas.Eugenia sintió un fuerte olor a alcohol.

En las oraciones seudorreflejas , el núcleo es “se levanta”, “se asoma”, “se limitó”, “se sintió”.

Hay casos especiales que debemos tomar en cuenta. Si decimos:

Carlos se mató

se hace necesario saber si se trató de un suicidio (muerte voluntaria) o de un accidente.En el caso de un suicidio, el pronombre “se” cumple función (puedo decir “a sí mismo”) de O.D. Si se trató de un accidente y no hubo voluntad, se trata de una oración seudorrefleja en la que “se” no cumple ninguna función..

Dativo superfluo o de interés: En este caso el “se” es meramente estilístico o expresivo. Si lo quito, la construcción mantiene su significado fundamental:

Él se tomó toda la botella.Él se leyó el libro.Ella se fumó un cigarrillo.El perro se murió.

En estos casos nos da la sensación de que la botella hubiera sido bebida con exageración, o el libro leído con más entusiasmo o con mayor sacrificio. El cigarrillo parece haber sido fumado con mayor placer. Y la muerte parece haber acontecido con mayor implicación afectiva del hablante cuando aparece “se”.

Reitero: la prueba es quitarlo. Si puedo hacerlo y no sucede nada, es un dativo superfluo o de interés.

Cambio de significado del verbo: Hay verbos que agregan algún matiz significativo mediante el agregado de la partícula “se”:

No es lo mismo “ir” que “irse”: “Ir” implica un “dirigirse hacia” e “irse” implica un “salir de”.

“Dormir” y “dormirse”: La partícula “se” le aporta un sentido incoativo: comienzo de acción.

El niño durmió toda la noche.El niño se durmió. (Recién logró dormirse)

Pasivas reflejas:

Page 3: Partícula Se

Podemos hablar aquí de dos clases de oraciones pasivas: las pasivas perifrásticas formadas por SER + PARTICIPIO, y las pasivas con “se”. En ambos casos hay un sujeto que solamente recibe la acción de verbo, pero no la realiza:

El comercio fue cerrado de madrugada.Las sillas fueron vendidas ayer.Las páginas son leídas rápidamente.

El comercio se cerró de madrugada.Las sillas se vendieron ayer.Las páginas se leen rápidamente.

En estos casos el “se” no cumple función sintáctica alguna ni acompaña al verbo como núcleo de la oración. Es simplemente “marca” de pasiva refleja. En todos los casos de pasividad refleja es posible pasarla a la pasiva perifrástica de SER + PARTICIPIO. Esa sería una prueba.

Alarcos, aunque entiende que ciertamente el sujeto es paciente en ambos casos, considera que las oraciones con “ser” + “participio” son oraciones con verbo copulativo en las que el participio funciona como atributo del verbo. Entiende que la pasividad es un tema semántico.Dice Alarcos que son oraciones iguales:

Juan fue honrado toda su vida.Juan fue honrado por sus compañeros de oficina.

Gómez Torrego considera los casos de pasividad con verbo “ser” casos de perífrasis verbales. Para Alarcos no hay perífrasis verbales de participio, excepto en los casos de los tiempos compuestos de los verbos /”Haber” + “participio”.

Impersonalidad con “se”:

En estos casos la partícula “se” impersonaliza la oración. No puede hallarse un sujeto, bien porque no se quiere mencionar o porque se desconoce.

Se vive bien aquí.Se dice que no hablará en la asamblea.Se ve que no es importante

Características: las oraciones impersonales SIEMPRE se construyen en 3º persona del singular. Si quito “se”, aparece necesariamente un sujeto (aunque sea implícito):

Vive bien aquíDice que no hablará en la asambleaVe que no es importante.

“Se” con sentido espontáneo:

Page 4: Partícula Se

“Se cayó el puente”.“Se derramó la leche”

Son casos en los que no puede atribuirse una voluntad, ni al sujeto ni a otro agente.

“Se” con sentido recíproco.

En este caso debe aparecer un sujeto en plural en donde la acción se realiza entre uno y otro:

Juan y Pedro se saludanMarta y José se dieron la mano.Ellos se besaron.

Cumple función de objeto directo o indirecto. (Hacer que la acción se despliegue hacia otra tercera persona para que aparezca desambiguado el pronombre: lo/la – le)

En estos casos se puede agregar el refuerzo recíproco “el uno al otro”.