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Participación de la Sociedad Civil Mexicana en los Procesos de Cooperación Sur-Sur

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Participación de la Sociedad Civil Mexicana en los Procesos de Cooperación Sur-Sur

Autoras

Bárbara del Castillo

Karina Sánchez

Alma Tello

Los textos y opiniones contenidas en esta publicación son de los autores y no reflejan

necesariamente la opinión de Oxfam.

PrólogoEn el año 2015, la comunidad global vivió uno de los más importantes triunfos del multilateralismo en épocas recientes: el acuerdo de los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) en la Agenda 2030. Con 17 ambiciosos objetivos acordados en un amplio proceso participativo global, parecía que la Agenda 2030 daba un nuevo impulso a la colaboración internacional para resolver problemas comunes.

Sin embargo, el 2016 trajo consigo nuevas amenazas al orden democrático global con el auge de los partidos de derecha en varios países, que promueven una agenda de nacionalismo, proteccionismo y exclusión basada en el miedo. La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha tenido y seguirá teniendo consecuencias económicas, sociales y de política exterior, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo, en un contexto de debilidad de las instituciones globales. Así mismo, con el caso Brexit, vimos tambalear a la Unión Europea, uno de los más sólidos ejemplos de cooperación regional.

Aunado a esto, nos enfrentamos también a conflictos globales cada vez más complejos: la enorme desigualdad económica y sus efectos en el ejercicio de los derechos de los ciudadanos, el cambio climático, diversas crisis humanitarias y conflictos armados alrededor del mundo, el cierre de los espacios de participación para la sociedad civil y la constante amenaza a las que se enfrentan los derechos de las mujeres en casi todos los países, entre otros.

En este complicado escenario, México ha confirmado su intención de convertirse en un actor relevante en la agenda internacional, objetivo señalado en Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018, a través de su participación y liderazgo activo en espacios internacionales como el G20 y la Alianza Global para la Cooperación Eficaz al Desarrollo (AGCED), entre otros. Una parte importante del trabajo de México como actor global es a través de la cooperación internacional para el desarrollo y particularmente a través de la cooperación Sur-Sur y triangular.

Si bien México ya cuenta con un importante liderazgo global en varias áreas, aún queda mucho trabajo por hacer para alcanzar una cooperación para el desarrollo que consiga un mundo más justo y que ofrezca oportunidades a los más pobres, a través de la efectividad y el compromiso para terminar con la pobreza. La transparencia, la rendición de cuentas y el enfoque en la reducción de las desigualdades son fundamentales para una cooperación internacional para el desarrollo que esté a la altura de los retos globales actuales.

La sociedad civil mexicana y global cobra una nueva importancia en este ámbito, no solo como receptora de fondos de la cooperación o como garante de temas como la democracia, la transparencia y rendición de cuentas, los derechos humanos, la equidad de género y la sustentabilidad ambiental; sino como actores plenos, sujetos a los principios de cooperación internacional.

Es por eso que a través de esta serie de investigaciones, Oxfam México, apoyando a sus aliados de la sociedad civil mexicana, busca contribuir al fortalecimiento del papel de México como economía emergente y como actor global responsable. Buscamos generar conocimientos de y desde el Sur global a fin de abrir espacios de reflexión, análisis y propuestas en la materia.

Para Oxfam México, organización de la sociedad civil mexicana y parte de la red global Oxfam, la necesidad de defender la justicia y proteger a los más vulnerables nunca ha sido más importante que ahora. La experiencia de Oxfam de más de 70 años trabajando en casi 100 países prueba que estos conflictos necesitan soluciones de cooperación internacional y no de aislacionismo. Entendemos que la cooperación internacional para el desarrollo es una piedra angular de la paz, la prosperidad y los derechos humanos para todxs. El nacionalismo, el cierre de las fronteras y el odio presentes en los discursos actuales son respuestas falsas que nos llevan a las divisiones y nos aleja del corazón del trabajo de Oxfam: trabajar por aquello que tenemos en común.

Carolina Maldonado Pacheco, Oxfam México

Resumen ejecutivo

En el marco de la profundización de sus acciones de incidencia, Oxfam México encomendó la elaboración de cuatro estudios independientes relativos a los procesos de Cooperación Sur-Sur (CSS) en México, con particular enfoque en el papel que en ella desempeñan las organizaciones de la sociedad civil (OSC) mexicanas. Uno de esos cuatro estudios, este que se presenta a continuación, buscó recabar, sistematizar y analizar información suficiente relativa a los procesos de participación de las OSC en acciones de CSS para proveer una base ordenada de conocimiento que pueda contribuir a la toma de decisiones para el fortalecimiento de la sociedad civil mexicana en tareas de cooperación.

La metodología desarrollada para lograr dicho objetivo consistió en la identificación de OSC mexicanas que trabajasen tres temas que resultan prioritarios para los proyectos de Oxfam México: desigualdad, empoderamiento y género, y acceso al agua. A las OSC invitadas a participar en el estudio se les realizó una entrevista semiestructurada para conocer sus experiencias en proyectos de cooperación internacional, en particular de CSS. En total fue posible entrevistar a 23 organizaciones; la información recabada fue sistematizada en una matriz desarrollada específicamente para destacar los aspectos más relevantes de sus experiencias con proyectos y acciones de CSS. Con base en la sistematización de esta información, se generó un análisis a profundidad respecto a los mecanismos de participación en proyectos de CSS de las OSC mexicanas. Asimismo, el estudio generó una serie de recomendaciones encaminadas a fortalecer el funcionamiento eficaz de esos mecanismos.

El análisis que este estudio ofrece gira en torno a cuatro ejes de experiencia de las OSC mexicanas en la CSS: el funcionamiento de las organizaciones para la ejecución de acciones de CSS; su percepción sobre los procesos de CSS como tales; las necesidades que expresaron para participar en acciones de CSS; y su percepción sobre los mecanismos públicos existentes en México para facilitar o posibilitar su participación en proyectos de CSS.

Los hallazgos centrales de esta investigación encontraron que, en México, no existen canales institucionales o prácticas establecidas para que las OSC puedan involucrarse en acciones de CSS; por el contrario, cada organización ha ido desarrollando sus propias estrategias y agendas en el tema de manera que la riqueza en torno a las buenas prácticas y los aprendizajes es enorme.

Entre esas estrategias se encontraron algunas que la mayoría de las OSC entrevistadas comparten, por ejemplo, su participación en redes. Éstas les permiten posicionar sus proyectos y su trabajo más allá de sus áreas naturales de desempeño, tener acceso a proyectos con colaboración internacional, en algunos casos a financiamiento, ampliar su red de contactos así como fortalecerse gracias al intercambio de experiencias y buenas prácticas.

3

Por otro lado, las organizaciones reflejaron la falta de consenso respecto a la definición de CSS que es posible identificar en la literatura. En muchos casos, las organizaciones no identificaron como acciones de CSS algunos de sus proyectos, pero al ofrecérseles la definición de CSS con la que trabaja Oxfam México1, señalaron que entonces sí, esos mismos proyectos efectivamente cumplen con las características de la CSS.

En otro tema, las organizaciones enfrentan retos similares, los cuales se relacionan con los obstáculos para la obtención de recursos en un entorno altamente competido y en el que muchos de los proyectos ofertados son diseñados por los donantes y no consideran las realidades sobre el terreno a las que las organizaciones se enfrentan día con día. Otro obstáculo identificado es la escasa interacción que tienen las organizaciones entre sí y con el sector público mexicano encargado de coordinar la cooperación internacional para el desarrollo.

De lo anterior se desprende una de las recomendaciones centrales de este estudio: generar y proveer una plataforma de comunicación que permita a las OSC compartir entre sí información, experiencias y prácticas, que facilite la vinculación de su trabajo con los mecanismos gubernamentales existentes y facilite la interacción con otras OSC internacionales. Lo anterior podría contribuir a unir los esfuerzos de cada organización realiza en contextos similares y a potenciar el efecto de su trabajo. Asimismo, hacer frente a la atomización y agilizar los intercambios de información que faciliten que las OSC participen en proyectos de CSS, contribuiría a paliar muchas de las necesidades mencionadas por las organizaciones.

Por otra parte, es importante destacar que, si bien las organizaciones consideran en muchos casos que su participación en la CSS es un reto, también reconocen que les motiva la perspectiva de poder participar en proyectos de esa naturaleza -o seguirlo haciendo a mayor escala o con mejores herramientas-, incluso apuntan que es uno de los objetivos que buscan consolidar en el corto y mediano plazo.

A partir de la elaboración de este estudio, y tomando en consideración el entusiasmo que fue posible observar entre las organizaciones que en él participaron, una de las contribuciones más importantes que se espera haber logrado es la consolidación de una red creciente de intercambio de conocimiento.

Las posibilidades en el fortalecimiento de la incidencia de la sociedad civil, en particular de Oxfam México, en torno a las agendas de desigualdad, género y acceso al agua se pueden ver potenciadas por esta contribución, cumpliendo así con el objetivo central planteado para la elaboración del estudio, y con la

meta más amplia de contribuir a la construcción de un mundo más justo.

1 Un intercambio de recursos, tecnología, habilidades y conocimientos entre instancias de distintos países del Sur Global. A diferencia de la cooperación tradicional, que se da de países desarrollados a países en desarrollo, la Cooperación Sur-Sur está guiada por los principios de respeto a la soberanía nacional, independencia, igualdad, no condicionalidad y no interferencia en los asuntos domésticos

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Tabla de contenido

Resumen ejecutivo ���������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������3

1. Introducción �������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������9

1.1. Objetivo y alcances del estudio ������������������������������������������������������������������������������������������������������������11

1.2. Contexto: la Cooperación Sur-Sur como herramienta de colaboración internacional para el desarrollo ������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������11

1.3. Justificación: el papel de organizaciones de la sociedad civil en las prácticas de CSS ��������������14

1.4. Teoría de cambio y metodología del estudio ���������������������������������������������������������������������������������������181.4.1. Teoría de cambio ������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������181.4.2. Metodología ��������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������19

2. Mecanismos regulados por instituciones gubernamentales y marcos normativos públicos en México ����������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������22

2.1. Antecedentes: La institucionalidad de la Cooperación Sur-Sur en México ������������������������������������22

2.2. Estado actual de los mecanismos regulados por instituciones gubernamentales y marcos normativos públicos para la participación de la sociedad civil mexicana en la Cooperación Sur-Sur .. 27

2.2.1. Hallazgos sobre el papel de AMEXCID en la participación de OSC en la Cooperación Sur-Sur 29

3. Mecanismos no regulados por instituciones gubernamentales ��������������������������������������������������������������30

3.1. Hallazgos en torno al funcionamiento de las OSC mexicanas en materia de proyectos y acciones de CSS �������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������30

3.2. Hallazgos sobre percepción de las OSC mexicanas acerca de la CSS ���������������������������������������������323.2.1. Confusión en torno a lo que es CSS y lo que no es�����������������������������������������������������������������������323.2.2. Desacuerdo con la definición de CSS que propone Oxfam ����������������������������������������������������������323.2.3. La participación en redes y alianzas internacionales es relevante �������������������������������������������333.2.4. Es difícil acceder a proyectos de Cooperación Sur-Sur ��������������������������������������������������������������34

3.3. Hallazgos sobre las necesidades de las OSC mexicanas para la CSS ����������������������������������������������353.3.1. Acceso a recursos financieros �������������������������������������������������������������������������������������������������������353.3.2. Profesionalización y desarrollo de capacidades ��������������������������������������������������������������������������35

3.3.3. Contar con plataformas nacionales para la interacción �������������������������������������������������������������36

5

3.3.4. Formación de cuadros jóvenes ������������������������������������������������������������������������������������������������������363.3.5. Mejorar el entorno legislativo, financiero e institucional relativo a las OSC �����������������������������363.3.6. Competitividad salarial ��������������������������������������������������������������������������������������������������������������������36

3.4. Hallazgos sobre la percepción de los mecanismos públicos para la participación de las OSC mexicanas en la CSS ������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������37

4. Compendio de prácticas de participación de la sociedad civil mexicana en la Cooperación Sur-Sur ��������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������42

4.1. Atomización ���������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������43

4.2. Entusiasmo con prudencia frente a acciones de cooperación ��������������������������������������������������������43

4.3. Trabajo en redes ��������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������43

4.4. Participación con instancias públicas �������������������������������������������������������������������������������������������������44

5. Recomendaciones para la participación de las OSC mexicanas en la Cooperación Sur-Sur����������������45

5.1. Fortalecimiento institucional ����������������������������������������������������������������������������������������������������������������455.1.1. Visión compartida ����������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������455.1.2. Recursos humanos ��������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������455.1.3. Fortalecimiento de capacidades ���������������������������������������������������������������������������������������������������46

5.2. Estrategia de comunicación ������������������������������������������������������������������������������������������������������������������46

5.3. Plataformas para la interacción y redes ����������������������������������������������������������������������������������������������46

5.4. Modelos de financiamiento y apoyo �����������������������������������������������������������������������������������������������������49

6. Conclusiones ���������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������52

Referencias �������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������54

ANEXOS ��������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������56

Anexo 1: Mapeo de actores clave ��������������������������������������������������������������������������������������������������������������������56

Anexo II. Herramienta de entrevista 1 �������������������������������������������������������������������������������������������������������������58

Anexo III. Herramienta de entrevista 2 ������������������������������������������������������������������������������������������������������������64

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Tabla de gráficos

Gráfico 1: Elementos que justifican el estudio ................................................................................................. 17

Gráfico 2: Diagrama de la Teoría de Cambio aplicada al presente estudio ..................................................... 19

Gráfico 3: Metodología ........................................................................................................................................ 21

Gráfico 4: Formas de la Cooperación Internacional para el Desarrollo ........................................................... 25

Gráfico 5: Clasificación de los tipos de Cooperación Internacional para el Desarrollo ................................. 26

Gráfico 6: Hallazgos en torno al funcionamiento de las OSC en materia de proyectos y acciones de CSS.. 32

Gráfico 7: Hallazgos en torno a la percepción de las OSC en materia de proyectos y acciones de CSS ...... 35

Gráfico 8: Hallazgos en torno a las necesidades de las OSC en materia de proyectos y acciones de CSS .. 37

Gráfico 9: Hallazgos en torno a la percepción de las OSC de los mecanismos públicos en materia de proyectos y acciones de CSS ............................................................................................................................. 39

Gráfico 10a: Hallazgos de la participación de la sociedad civil mexicana en la Cooperación Sur-Sur ........ 40

Gráfico 10b: Hallazgos de la participación de la sociedad civil mexicana en la Cooperación Sur-Sur ........ 41

Gráfico 11: Dimensiones de la Cooperación Sur-Sur entre OSC ....................................................................... 42

Gráfico 12: Experiencias regionales de plataformas de interacción entre OSC ............................................. 48

Gráfico 13: Áreas de oportunidad para la participación de las OSC en la CSS ................................................ 50

Gráfico 14: Prácticas de Cooperación Sur-Sur entre OSC ................................................................................ 51

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Acrónimos

AMEXCID - Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo

CID - Cooperación Internacional para el Desarrollo

CNS - Cooperación Norte-Sur

CSS - Cooperación Sur-Sur

CTPD - Cooperación Técnica entre Países en Desarrollo

DGCTCI - Dirección General de Cooperación Técnica Internacional de la Secretaría de

Relaciones Internacionales

DGPIDM - Dirección General de Proyecto Integración y Desarrollo de Mesoamérica

DGVOSC - Dirección General de Vinculación con Organizaciones de la Sociedad Civil

de la Secretaría de Relaciones Exteriores

FONCID - Fondo Nacional de Cooperación Internacional para el Desarrollo

IMEXCI - Instituto Mexicano de Cooperación Internacional

LCID - Ley de Cooperación Internacional para el Desarrollo de México

OSC - Organizaciones de la Sociedad Civil

PABA - Plan de Acción de Buenos Aires

PM - Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamérica

PMC - Programa Mesoamericano de Cooperación

PROCID - Programa Mexicano de Cooperación Internacional para el Desarrollo

SIMEXCID - Sistema de Información de México sobre la Cooperación Internacional

para el Desarrollo

SRE - Secretaría de Relaciones Exteriores

SURECI - Subsecretaría de Relaciones Económicas y Cooperación Internacional

RENCID - Registro Nacional de Cooperación Internacional para el Desarrollo

URECI - Unidad de Relaciones Económicas y Cooperación Internacional

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1. Introducción

En un mundo cada vez más complejo e interconectado, la acción de los gobiernos ya no es suficiente para impulsar el desarrollo. La participación de otros actores –agencias internacionales, instituciones financieras, organizaciones de la sociedad civil– resulta fundamental para potenciar su actuar y beneficiar a la mayor cantidad de personas. Sin embargo, aunque la colaboración de estos actores a nivel internacional se ha hecho cada vez más importante en los últimos años, la participación, el papel que desempeñan, y los mecanismos que ocupan estos actores para colaborar en la Cooperación Internacional para el Desarrollo (CID), especialmente las organizaciones de la sociedad civil (OSC)2, se han estudiado y sistematizado poco. Por lo anterior, Oxfam México ha decidido emprender un esfuerzo de investigación profundo para conocer los mecanismos y procesos por medio de los cuales la sociedad civil orga-nizada en nuestro país participa en la Cooperación Internacional para el Desarrollo, en particular, en procesos de Cooperación Sur-Sur (CSS)3.

Desde que inició el siglo XXI, los papeles tradicionales desempeñados por los sectores público y privado y aquél que había podido tener el sector social, se vieron alterados por factores tanto económicos como sociales y políticos. Estos cambios reflejan a su vez las profundas modificaciones que las estructuras sociales han sufrido y, por conse-cuencia, las relaciones de todos estos actores entre sí.

Por otro lado, la profundización de las brechas que separan a los miembros de una misma sociedad, el alcance de los cambios tecnológicos, de los modos de producción o fuentes de riqueza, las capacidades de las instituciones públicas para atender las necesidades sociales cada vez más variadas, los resultados de las crisis económicas y financieras (que aquejaron en primer lugar a las economías más desarrolladas y no necesariamente a aquellas que lo son menos), entre otros, son factores que han influido en la actual composición de un panorama que presenta retos y complejidades que deben ser abordadas con herramientas y conceptos nuevos.

La larga tradición del desarrollo ha conocido del avance de enfoques innovadores, durante al menos los cien últimos años, en la búsqueda de una solución a la disparidad en las condiciones de vida de las personas. Paradójicamente, estas disparidades se acrecientan en lugar de reducirse, mientras que, aun cuando las herramientas técnicas, po-líticas y conceptuales con que se cuenta para hacerles frente han sufrido cambios igualmente marcados, no han avanzado a la misma velocidad que los retos.

Dado lo anterior, uno de los ejes sobre los cuales se ha extendido una proliferación de técnicas y acciones para contribuir al desarrollo humano pasa también por la reconfiguración de las relaciones que pueden desempeñar los gobiernos nacionales entre sí y, junto con ellos, otros actores. Entre éstos destaca el papel que ha llegado a tener la llamada sociedad civil organizada, cuya participación ha sido incrementalmente reconocida como un elemento fundamental para contar con diagnósticos adecuados, para contribuir -o en ocasiones, ser el agente principal- en la ejecución de proyectos, iniciativas o políticas, y para generar experiencias y aprendizajes. Como se establecerá en la metodología que se presenta más adelante, el impacto final esperado de este proyecto es estudiar a profundidad, sistematizar y documentar conocimiento sólido sobre los procesos de participación de la sociedad civil mexicana en la CSS.

2 EnadelanteseusaráelacrónimoOSCparareferirseaestetérmino.Lasdefinicionessobresociedad civil son vastas, y usualmente mal em-pleadasenellenguajecomún.Paralosfinesdeestainvestigación,sehadecididoutilizarladefiniciónqueplanteaMaríaFernandaSomuanoensulibroSociedad civil organizada y democracia en México.Enestelibrolasorganizacionesdelasociedadcivilsondefinidascomoorganizaciones“privadas,relativamente autónomas”, no lucrativas, proveedoras de servicios y subsidiadas por donaciones voluntarias.3 EnadelanteeneltextoseutilizaráelacrónimoCSSparahacerreferenciaaestetérmino.

9

En México, la larga tradición de cooperación se ha ido vinculando con el importante fortalecimiento de la sociedad civil; sin embargo, no se cuenta con ningún tipo de instrumento o repositorio que integre los esfuerzos que ésta rea-liza en materia de cooperación; tampoco hay, hasta el momento, estudios que sinteticen o describan los mecanis-mos no gubernamentales mediante los cuales se ejecutan acciones de cooperación. En este marco, la iniciativa pro-puesta por Oxfam México para contar con un conjunto de estudios que permitan llenar este vacío, permitirá generar un cuerpo de conocimiento que sirva como base para sistematizar los esfuerzos, replicar las buenas experiencias, y profundizar los impactos y la incidencia.

El estudio que se presenta a continuación consta de cinco apartados. Lo que sigue a esta introducción es la presen-tación formal del contexto, metodología y alcances del estudio. El segundo capítulo presenta un breve recorrido por el desarrollo y el estado actual de la cooperación en México desde la perspectiva de los instrumentos para normarla que formalmente han sido puestos en práctica desde el siglo XX. Este apartado esboza tanto la evolución de los ins-trumentos con los que el Estado mexicano ejecutó acciones de cooperación, hasta el establecimiento y situación actual del trabajo de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID) y la promulga-ción de la Ley que le dio origen.

El tercer apartado consta del análisis de la información que fue recolectada por el equipo de investigación a lo largo de dos meses de trabajo de campo, a través del levantamiento de entrevistas a 23 organizaciones mexicanas de sociedad civil. Este análisis se presenta alrededor de cuatro categorías:

a) Hallazgos en torno al funcionamiento de las OSC mexicanas en materia de proyectos y acciones de CSS

B) Hallazgos sobre la percepción de las OSC mexicanas acerca de la CSS

c) Hallazgos sobre las necesidades de las OSC mexicanas para la CSS

d) Hallazgos sobre la percepción de los mecanismos públicos para la participación de las OSC mexicanas en la CSS.

En el cuarto apartado, y con base en el análisis de las cuatro categorías mencionadas, se presenta de manera condensada un compendio de las prácticas y la participación de la sociedad civil mexicana en la CSS. Este capítu-lo constituye un esfuerzo por presentar, de manera más esquemática, los hallazgos obtenidos del análisis con el propósito de facilitar la comprensión de los resultados del estudio. Por último, en el quinto apartado se presentan las recomendaciones que el equipo de investigación presenta a Oxfam México, a la comunidad de sociedad civil en nuestro país, y al conjunto de interesados en el tema. Finalmente, las conclusiones de este estudio se presentan en el sexto apartado del texto.

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1.1 Objetivo y alcances del estudio

El objetivo de este estudio es generar una plataforma de conocimiento de la sociedad civil mexicana en materia de CID que Oxfam México pueda utilizar e integrar para potenciar sus efectos en el desarrollo en México. Esto por medio de la producción, sistematización y diseminación de conocimiento sólido sobre los procesos de colaboración de la sociedad civil en la cooperación internacional, especialmente en la CSS. Las metas planteadas para el estudio fueron las siguientes:

● Identificar y sistematizar tipos y modalidades de participación de la sociedad civil mexicana en la CID;

● Conocer y documentar el funcionamiento, las necesidades y percepción de las OSC en torno a la CSS

● Conocer y sistematizar experiencias de parti-cipación de la sociedad civil mexicana en pro-cesos de CSS;

● Identificar y documentar prácticas exitosas de la participación de la sociedad civil mexi-cana en la CSS

● Generar un compendio de prácticas de participa-ción de la sociedad civil mexicana en la CID y la CSS

● Conocer y documentar la percepción de los mecanismos públicos para la participación de las OSC en la CSS

● Identificar (o sugerir) mecanismos institucio-nales del gobierno de México para la partici-pación de la sociedad civil en los procesos de cooperación internacional

● Formular recomendaciones para que los pro-cesos de participación de la sociedad civil mexicana en la CSS sean efectivos y exitosos

Este estudio se enfoca en conocer los procesos de cooperación internacional de la sociedad civil mexi-cana en tres áreas temáticas prioritarias para Oxfam México: desigualdad, empoderamiento y género, y acceso a agua.

Los alcances esperados de esta investigación son que Oxfam México pueda contar con:

● Una guía de los criterios y mecanismos de participación de la sociedad civil mexica-na en la CSS, sus principales necesidades y retos, que puedan tener un seguimiento puntual y evaluarse de manera efectiva.

● Lista de recomendaciones para que los pro-cesos de participación de la sociedad civil en la Cooperación Internacional para el Desarro-llo y la CSS sean efectivos y exitosos.

1.2 Contexto: la Cooperación Sur-Sur

como herramienta de colaboración

internacional para el desarrollo

Los esquemas de colaboración en el sistema internacional se desarrollaron sobre todo durante el siglo XX. Los enormes cambios que dicho sistema tuvo en ese periodo han abierto espacios para que las acciones de colaboración que se establecen entre actores del sistema se diversi-fiquen. Desde luego, la CID, como uno de los mecanismos centrales para contribuir a mejorar las condiciones de vida y la garantía de los derechos humanos a lo largo del planeta, ha tenido también modificaciones importantes que han ampliado su alcance tanto geográfico como temático.

Por su parte, la CSS es un concepto relativamente recien-te que comienza a estudiarse a profundidad y que, por lo tanto, no cuenta con una definición única o universal, sino que se trata más bien de un concepto mediante el cual se pretende describir el conjunto de acciones y acto-res del mundo en desarrollo que interactúan en los es-fuerzos por conducirse hacia un desarrollo más acabado que sea justo para toda la población. Sin embargo, para la elaboración de este estudio, fue posible identi-ficar una serie de elementos que forman parte de toda concepción de la CSS y que incluyen el intercambio de recursos, tecnología, habilidades y conocimientos entre diversas instancias de los países en desarrollo desde una posición de igualdad y con una perspectiva de múl-tiples sectores y actores, con el objetivo de promover su desarrollo social, económico, cultural, político y científico.

11

En la búsqueda de trabajar con una sola definición de CSS, para los objetivos de este trabajo, el equipo de investigación identificó al menos tres grandes definicio-nes, relativamente compartidas por estudiosos y ejecu-tores del tema:

a) Definición de la Organización de las Naciones Unidas, conforme al Documento Final de Nairobi:

“…una manifestación de la solidaridad entre pueblos y países del Sur, que contri-buye a su bienestar nacional, a su confianza nacional y colectiva, y a la consecución de metas de desarrollo acordadas a nivel inter-nacional […]4

b) Definición de la academia:

[…] alude a las acciones entre los países periféricos para profundizar sus relaciones a los efectos de obtener mayores márgenes de autonomía decisional, para afrontar pro-blemas comunes y defender intereses com-partidos.5

Por su parte, Oxfam International ha desarrollado una definición propia, que recoge buena parte de los elementos que ya se han mencionado, y que fue con la que se trabajó en esta investigación:

…un intercambio de recursos, tecnología, habilidades y conocimientos entre instan-cias de distintos países del Sur Global. A diferencia de la cooperación tradicional, que se da de países desarrollados a países en desarrollo, la Cooperación Sur-Sur está guiada por los principios de respeto a la so-beranía nacional, independencia, igualdad, no condicionalidad y no interferencia en los asuntos domésticos.6

4 OrganizacióndelasNacionesUnidas.DocumentoFinaldelaConferenciadeAltoNivelsobrelaCooperaciónSur-Sur,Nairobi,2010,párrafo 18.

5 GladysLechini yCarlaMorasso. “Losvariadosámbitosde lacooperación sur-sur en el siglo XXI, las iniciativas de Brasil, Argentina y Ve-nezuelahacialospaísesdeÁfrica”,enCitlaliAyala,JesúsRivera(coords.)Deladiversidadalaconsonancia:lacooperaciónsur-surlatinoamericana,México,InstitutoJoséMaríaLuisMora,BeneméritaUniversidadAutónomadePuebla,2014,p.328.6 OXFAMMéxico.¿QuéEslaCooperaciónSur-Sur?SociedadCivilyCiudadanía.Consultadoenelsitiowebel20dejuniode2016.http://www.oxfammexico.org/que-es-la-cooperacion-sur-sur/#.V3AGl-bh97IV

La CSS debe diferenciarse, por una parte, del concepto de asistencia oficial al desarrollo, ya que la CSS se con-cibe más bien como la mencionada ‘alianza entre pares’ y por no circunscribirse a desembolsos financieros. Por otro lado, también debe diferenciarse de la Cooperación Norte-Sur (CNS)7 que fue uno de los primeros enfoques en delinearse dentro de las acciones de CID y, de la cual, la CSS es considerada un complemento y no un sustituto.

La historia de la CSS se remonta a los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, y al proceso de descoloni-zación que le siguió. En este contexto de cambios en el control y distribución de los recursos, aunado al creciente dinamismo de las economías de los países en desarrollo, la identificación de sus nuevas necesidades y de inte-racciones incrementales entre este grupo de países, los esquemas de cooperación con fines de apoyo a su desarrollo fueron haciéndose visibles a través de inte-racciones establecidas entre los países que se denomi-naron como no-alineados, primero en la Conferencia de Bandung de 1955, posteriormente en la primera cumbre del Movimiento de Países No Alineados de Belgrado de 19618 y, más adelante, dentro del llamado Grupo de los 77 establecido en 1964.

No obstante, el evento que se considera como uno de los elementos fundacionales en la CSS, es la Conferencia sobre Cooperación Técnica entre Países en Desarrollo (CTPD), y el Plan de Acción que de ella emanó, celebrada en la ciudad de Buenos Aires entre agosto y septiembre de 1978.9 Este documento es considerado una pieza fundamental para entender las características y alcan-ces de la CSS y de lo que, en buena medida, serían los compromisos internacionales tejidos alrededor de este mecanismo durante las décadas posteriores.

7 EnadelanteseutilizaráelacrónimoCNSparareferirsealaCooperaciónNorte-Sur.

8 GuillermoSantander Campos, “LaCooperación Sur-Sur: unaaproximación introductoria”, en Santander Campos, Guillermo (coord.).NuevosdonantesyCooperaciónSur-Sur:estudiosdecaso,UniversidadComplutense,Madrid,2011,p.7.9 UnidadEspecialparalaCTPD.TheBuenosAiresPlanofAction,ProgramadelasNacionesUnidasparaelDesarrollo,1994.

12

Mediante un acercamiento temático, el Plan de Acción de Buenos Aires (PABA) estableció una serie de reco-mendaciones sobre las tareas nacionales, regionales, subregionales, intrarregionales e internacionales, orien-tadas a facilitar intercambios no sólo económicos, sino también técnicos y políticos; de alguna manera, el PABA dotó de un carácter institucional y sistemático a una serie de prácticas de cooperación que ya tenían lugar entre países en desarrollo, además de asignar un mandato a las Naciones Unidas y sus instituciones para que estas prácticas y países pudieran recibir el apoyo necesario para lograr sus objetivos.

De hecho, como resultado de la Conferencia y de la adopción de este Plan de Acción, la Oficina de CSS del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (que se había creado como una unidad especializada cuatro años atrás) recibió un impulso adicional para cumpli-mentar el mandato que le asignó el propio PABA: “promo-ver, coordinar y apoyar la Cooperación Sur-Sur y trian-gular globalmente, y dentro del sistema de las Naciones Unidas”.10 Sin embargo, las crisis económicas que afec-taron a una parte importante de los países en desarrollo durante la década de 1980, tuvieron entre sus efectos la ralentización del proceso que el Plan de Acción de Bue-nos Aires había puesto en marcha.

El siguiente paso importante que se dio a nivel inter-nacional, ya en la década de los noventa, fue la elabo-ración, por mandato de la Asamblea General de la ONU, del informe titulado “Nuevas Orientaciones de la Coo-peración Técnica entre los Países en Desarrollo”11. Este documento buscaba ser una renovación del impulso que Buenos Aires había dado una década antes y pro-curó incorporar elementos que reflejaran algunas de las nuevas agendas que podían incluirse en las acciones de cooperación como el medio ambiente, inversión y deuda, empleo, entre otros.

En particular, el documento reconocía los efectos de las crisis de la década anterior, pero indicaba que, al mismo tiempo, se incrementaban las oportunidades de llevar a

10 Referenciaencontradaen lapáginawebde laOficinapara laCooperación Sur-Sur de las Naciones Unidas, disponible en http://ssc.undp.org/content/ssc/about/Background.html.11 ONU,CooperaciónTécnicade losPaísesenDesarrollo,7deabril de 1995, TDCD/9/3, disponible en http://southsouthconference.org/wp-content/uploads/2009/10/New-Directions-Spanish.pdf

cabo cooperación técnica. En la misma tónica del enfo-que que varias instituciones económicas y financieras internacionales adoptaron en la década de los noventa ante un escenario de recursos escasos, este documento promovió “intervenciones estratégicas”12 en algunos de los temas centrales al desarrollo -entre los que se con-taban comercio, inversión, deuda, medio ambiente y ali-vio a la pobreza.

Durante los años noventa y la primera década del siglo XXI, el concepto de la CSS, junto con el de cooperación triangular13 desempeñaron un papel importante en los intercambios para el desarrollo de capacidades, de co-municación, conocimiento y prácticas exitosas entre los países participantes. La noción de cooperación técni-ca que se había utilizado durante la segunda mitad del siglo XX para describir un proceso mediante el cual los países no industrializados podían integrarse al desarro-llo por sus propios medios, para inicios del XXI se había ampliado para entender a la CSS como una herramienta privilegiada de ayuda mutua en los procesos de compar-tir los instrumentos para profundizar el acceso a mejo-res condiciones políticas, económicas y sociales para la población de los países en desarrollo, contando con la colaboración de un amplio número de actores públicos, privados y sociales.

Un siguiente hito en la comprensión de la CSS como herramienta de cooperación internacional se encuentra en la Conferencia de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre CSS, celebrada en Nairobi en 2009, cuyo docu-mento final es la referencia obligada más reciente para identificar las características de la CSS, así como su po-tencial impacto y los mecanismos mediante los cuales la CSS puede ofrecer resultados más eficientes. En este documento, la participación de la sociedad civil, así como de otros actores no gubernamentales es ya explícita, reconociéndose su importancia para la eje-cución exitosa de cualquier proyecto público que caiga dentro del marco de la CSS, como se analizará en el se-gundo capítulo de este informe.

12 Ibid.

13 Lacooperacióntriangularserefierea lasalianzasimpulsadasdesde el Sur, entre dos o más países en desarrollo, con apoyo de uno omás países desarrollados u organizacionesmultilaterales, para imple-mentar programas y proyectos de cooperación al desarrollo. Grace Wang Xiaojun,ShamsBanihami,“ScalingupSouth-SouthCooperationforSus-tainableDevelopment”,SilkRoadForum/DevelopmentResearchCenteroftheStateCouncilPRC,2015,p.4.

13

1.3 Justificación: el papel de

organizaciones de la sociedad civil

en las prácticas de CSS

La CSS sucede en un espacio en donde son los países del sur quienes establecen el marco de colaboración. La idea es formular una alianza de beneficios compartidos en donde se genere un intercambio en varios niveles, con distintos actores y que esté dirigido por principios como el respeto de los límites y necesidades de cada socio, así como de la igualdad y la no condicionalidad de los apoyos.

Como se mencionó previamente, pasaron varias déca-das para llegar a la maduración de este concepto. La CSS surge a partir del movimiento de CID, del que prevalecen algunas premisas. En sus orígenes, no existía un plan concreto que guiara las acciones de este ‘sistema de apoyo’, lo que originó una mezcla y traslape de objetivos y métodos de trabajo, que aún hoy se pueden percibir en algunos de los programas internacionales que nacieron de este esquema.

En su artículo “Agentes transformadores de la coope-ración para el desarrollo: poderes emergentes y CSS”14, Bruno Ayllón argumenta que, si partimos de la idea de la existencia de un sistema internacional de CSS, este sistema no cuenta en la actualidad con actores y me-canismos completamente definidos. De hecho, como se mencionó antes, este sistema inició con la participación de entidades gubernamentales, que marcaron la pauta en torno a la temática, al tipo de acciones, y a su forma de implementarlas. No obstante, especialmente en los últimos lustros se han sumado a este ‘sistema’ nuevos actores y nuevos mecanismos para la cooperación.

La CSS promueve, en este sentido, un enfoque multiac-tor, en el que participan la sociedad civil, el sector pri-vado, representantes de la academia, las agencias de desarrollo estatales, entre otros, y como plantea OXFAM México, si bien la CSS no será un sustituto para la coo-peración tradicional, sí presenta una alternativa comple-mentaria que ofrece beneficios mutuos en una relación horizontal15.

14 AyllónPino,Bruno,“Agentestransformadoresdelacooperaciónparaeldesarrollo:PoderesemergentesyCooperaciónSur–Sur”,enRe-laciones Internacionales nº 40/2011.

El rumbo de la cooperación para el desarrollo comienza a modificarse cuando los países en vías de desarrollo de-ciden establecer acuerdos entre ellos; como sostienen Mariana Calvento y María Lis Rolandi, ahora el principal objetivo de la CSS:

… consiste en alcanzar mayores niveles de cohesión social, desarrollo y autosuficien-cia, motivada por la búsqueda de solucio-nes para disminuir los problemas que, en muchos casos, son comunes. Esto se pue-de lograr gracias al éxito de algunos países que han alcanzado mayores niveles de de-sarrollo socioeconómico en sus regiones y a la cooperación que ellos brindan al sur.16

En este sentido, las autoras afirman que el mecanismo de CSS está enfocado en fortalecer las relaciones bila-terales y conformar coaliciones entre los países del sur para tener mayor margen de negociación en los foros multilaterales. El fortalecimiento de los países del sur, como bloque, permite generar otras posibilidades de apoyo, donde a veces ya no es necesaria la participación de un país donatario desarrollado o incluso alguna ins-tancia multilateral. En un escenario de CSS, por ejemplo, teóricamente se evita el riesgo de que los recursos pro-vistos estén condicionados a cumplir una agenda que no es prioridad para el o los países destinatarios. Con la CSS surgen nuevos esquemas de colaboración, más equitativos, que permiten definir de manera conjunta tanto los obje-tivos como las estrategias para alcanzarlos.

Por otro lado, la agenda de la CID ha tenido también modificaciones relevantes que han dado forma al ‘sistema’ en función de las necesidades y objetivos de los parti-cipantes. En este sentido, los países donantes, hacia la primera etapa del ‘sistema’, promovieron en los países destinatarios apoyos orientados, por ejemplo, al com-bate al terrorismoo para procurar la seguridad regional;

15 OXFAMMéxico.¿QuéEs laCooperaciónSur-Sur? Sociedad CivilyCiudadanía.Consultadoenelsitiowebel20dejuniode2016.http://www.oxfammexico.org/que-es-la-cooperacion-sur-sur/#.V3AGlbh97IV16 Calvento, Mariana, María Lis Rolandi, Reconfiguración de laCooperación Sur-Sur en la región latinoamericana y la participación inter-nacional de los actores subnacionales, en Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales,60(224),pp.315-348.

14

aunque también se han destinado un número importante de recursos para combatir los efectos de una serie de crisis que han afectado cíclicamente a muchos de los países del sur: alimentaria, energética, ambiental, finan-ciera, entre otras. Cabe decir que esta agenda también ha ido modificando su enfoque, de manera que los proyec-tos fueron incorporando una perspectiva más humanista que se centra en el desarrollo humano y la construcción de capacidades como eje de un desarrollo sustentable.

Concretamente en América Latina, hubo dos hechos que probablemente contribuyeron a promover la participa-ción de organizaciones de la sociedad civil en la escena de la CSS. Como se documenta en el artículo cuya argu-mentación se ha seguido en los párrafos anteriores:

… la llegada al poder de gobiernos progre-sistas y la consolidación de liderazgos en América del Sur cuyos proyectos se afian-zaron en políticas de recuperación de la presencia del Estado en la economía, la inclusión de aquellos sectores sociales más vulnerables, la promoción de un mayor grado de autonomía frente a los centros de poder y el retorno de la política y la coope-ración estratégica focalizada en la región latinoamericana.17

Es decir, el renovado liderazgo que prevalecía en varios países del Cono Sur, abrió la posibilidad de participación en la esfera pública a algunas de las organizaciones so-ciales que tenían años trabajando de manera local en temas específicos relacionados con población vulnera-ble y en condiciones de marginación. En esta época, la sociedad civil organizada empezó a ser tomada en cuen-ta como un actor válido, con voz y, cada vez con mayor posibilidad de voto en distintas instancias que antes no estaban abiertas para estos grupos.

En este sentido, Juan Carlos Páez Vieyra sostiene que las OSC evolucionaron en su forma de incidir en la vida pública a partir de que la Cooperación Oficial al Desa-rrollo destinara recursos para el fortalecimiento de las

17 Ibid.

capacidades ciudadanas y la incidencia de las OSC en las políticas públicas. De manera que:

[…] las OSC incrementaron su incidencia en políticas públicas [...] como parte de su agenda. Esto llevó a una dimensión cualita-tivamente diferenciada de la participación de la ciudadanía organizada; es decir, pa-saron de únicamente la demanda particular por un tema, a una demanda más propositi-va, prospectiva, del lugar del Estado y de la sociedad civil en la democracia, y para ello utilizaron la diplomacia ciudadana18 como una forma importante (entre muchas otras) de negociar o cabildear en el ámbito de la política local.19

Esta es, por ejemplo, una de las vías que han construido las organizaciones de la sociedad civil para posicionarse como actores legítimos en el mundo de la CID.

Así como en un principio no estaban del todo claras las re-glas del juego ni los actores a participar, hoy las formas de participación tampoco están completamente definidas, debido en parte a que no existe una entidad que centrali-ce o coordine las acciones que están llevando a cabo las OSC en la escena de la cooperación internacional.

De esta reflexión surge uno de los argumentos principa-les para justificar este estudio: al no tener las reglas es-critas, por un lado, se abre la valiosa posibilidad de crear nuevas dinámicas de cooperación entre actores distin-tos para promover el desarrollo en los países del sur. Por el otro, se vuelve necesario documentar y analizar los casos de éxito y las experiencias no tan afortunadas, identificar a los actores que actualmente participan y los

18 Conjuntodeesfuerzosdecabildeo,negociación,denunciaymo-vilización,dirigidosaincidirenciertasinstanciasdegobiernoyenlosorga-nismosmultilateralesporpartedelasorganizacionesdelasociedadcivil,enfuncióndeunesfuerzopordemocratizarlasrelacionesinternacionalesylosforosmultilaterales.JuanCarlosPáezVieyra,“LaparticipacióndelasOSC mexicanas en el ámbito internacional, aportaciones para una demo-cracia participativa”, en Teorías y debates sobre la democracia participativa enlacienciapolíticacontemporánea.UniversidaddeGuadalajara,México,2015.p.253.19 PáezVieyra.Op cit.

15

mecanismos que se utilizan en el ámbito de la coopera-ción para el desarrollo, para incorporar este conocimien-to en el proceso de construcción de modelos operativos más efectivos para la CSS.

Por ello, diversos actores del panorama actual de la CSS han promovido la formulación de indicadores para eva-luar de forma sistemática las acciones conjuntas resul-tado de esa cooperación. Al mismo tiempo, coincidieron, como lo plantea Cristina Xalma:

…en que los indicadores de los que se que-rría disponer para evaluar la Cooperación Sur-Sur, especialmente en los aspectos relacionados con su proceso, son los más difíciles de obtener. En este sentido se re-flexionó acerca de cómo medir conceptos como la horizontalidad, la equidad, la reci-procidad o la pertinencia y se acordó que, de momento, es mejor avanzar en éstos sólo a través de los estudios de casos.20

La premisa que origina esta investigación es la intención de Oxfam México de contribuir al fortalecimiento del pa-pel de México como economía emergente y como actor global responsable en el universo de la CSS para el de-sarrollo. Para ello, es necesario contar con un punto de partida que permita conocer y evaluar los principales ac-tores y mecanismos existentes en el contexto mexicano de las OSC y su participación en proyectos de CSS. En re-sumen, la justificación de la presente investigación, se basa en las siguientes ideas:

• Primero, se parte de la existencia de un ‘siste-ma’ de CSS que está en proceso de construc-ción y que, por lo tanto, requiere la definición constante no sólo de los lineamientos para la cooperación, sino también del tipo de actores que participan.

• Segundo, que esto representa una oportunidad para actores no gubernamentales que bus-quen sumarse a movimientos sociales de ma-yor escala en torno a las causas que defienden o de acuerdo con los principios que practican.

20 Calvento,Mariana,MaríaLisRolandi,MaríaLis,art. cit. p. XX.

• Tercero, en este panorama, una de las acciones pertinentes es hacer un estudio de la situación actual de la CSS y en específico, la manera en la que las OSC ya participan de es-tos esquemas para pensar, sobre esta base, en otras posibles estrategias concretamente para México y Latinoamérica.

• Cuarto, que una de las sugerencias para revisar los logros y retos de las OSC en la escena in-ternacional es justo a partir de su experien-cia, es decir, del estudio de casos, para con ello hacer recomendaciones para fortalecer la participación de las OSC mexicanas en la CSS.

16

Gráfico 1: Elementos que justifican el estudio

Fuente: Elaboración propia.

Como se observa, el papel de las OSC en la escena de la CSS está en construcción y su incidencia en la vida pública definitivamente ha ido en aumento. En ese sentido, la presente investigación pretende aportar información útil para el estudio de las formas de participación de las OSC en la CSS en México.

17

1.4 Teoría de cambio y metodología

del estudio

Este estudio busca aportar información para llenar un vacío, sustentada en una metodología bien definida, y con el objetivo de proponer vías realistas y eficientes para fortalecer las acciones de incidencia de las OSC en México que se tomen alrededor de la CSS.

1.4.1 Teoría de cambioEl emprendedor que no traza una ruta para lograr el im-pacto que desea tiene garantizado el fracaso. Por esto, al ser esta una investigación en la que no se cuenta con información previa pero que busca generarla, se decidió crear una teoría de cambio. Se definió un problema focal a resolver, una ruta a seguir y la metodología a utilizar para generar conocimiento.

Actualmente, la Teoría de Cambio es una de las herra-mientas más importantes para la planificación y evalua-ción de programas y políticas de desarrollo. Es una he-rramienta metodológica que comenzó a utilizarse en los años setenta como parte de los procesos de planeación estratégica de programas de desarrollo internacional21. Su objetivo es plantear la lógica de por qué funciona una iniciativa. Articular esta teoría generalmente involucra la creación de diagramas explicando cómo y por qué una organización considera que sus intervenciones van a provocar un cambio e impacto específico.

En la teoría de cambio del estudio, el problema focal iden-tificado fue que actualmente los procesos de participa-ción de la sociedad civil mexicana en la CSS no han sido estudiados a profundidad, sistematizados y documen-tados. Como se muestra en la Gráfico 2, se identificaron también siete retos relacionados con el problema focal. Para enfrentar estos retos, se propuso llevar a cabo once acciones. Por medio de la ejecución de estas acciones, se buscaría lograr los objetivos de la investigación.

El impacto final esperado sería estudiar a profundidad, sistematizar y documentar los procesos de participación de las OSC mexicanas en la CSS.

21 CraigValters.“TheoriesofChangeinInternationalDevelopment:Communication, Learning orAccountability?”, Londres, LSE Justice and Security Research Programme,agostode2014.

18

Gráfico 2: Diagrama de la Teoría de Cambio aplicada al presente estudio

Fuente: Elaboración propia.

1.4.2 Metodología

El diseño de este estudio es exploratorio y descriptivo, pues el tema ha sido poco estudiado. Las metas de la investigación son ambiciosas, por lo que se establecie-ron las siguientes delimitaciones: 1) el estudio se enfoca sólo en las organizaciones de la sociedad civil que tie-nen trabajo en las áreas temáticas definidas como prio-ritarias para Oxfam México; 2) se elaboró un mapeo de organizaciones clave de la sociedad civil mexicana que tienen trabajo en las áreas temáticas definidas y se in-vitó a éstas organizaciones a participar en el estudio; y 3) en el reporte del estudio sólo se incluye la información relativa a las organizaciones que aceptaron participar voluntariamente.

Esta investigación se llevó a cabo en cuatro etapas:

I. Estudio de gabinete

Esta fase consistió en el análisis documental del tema. El objetivo fue recopilar, sistematizar y analizar los estu-dios y documentos –en cualquier formato– sobre la par-ticipación de la sociedad civil mexicana en la CID y la CSS. Este análisis incluyó documentos nacionales, así como otros generados por mecanismos y organizaciones glo-bales.

II. Mapeo de organizaciones clave

Esta fase fue paralela al estudio de gabinete. Se mapea-ron a las organizaciones clave relevantes para el estu-dio. Esta selección se hizo con base en una adaptación de la metodología de mapeo de actores relevantes que propone el Overseas Development Institute (ODI)22.

Se buscaron OSC con base en dos criterios: 1) interés y 2) poder. El interés tiene que ver con el grado de alinea-ción que tienen los objetivos y temas de la organización con las áreas temáticas prioritarias para Oxfam México; el poder se refiere al grado de influencia nacional que tienen en el área temática seleccionada y en qué me-dida han ayudado a impulsar objetivos relativos a esta área temática. El mapeo se hizo por medio de buscado-res electrónicos, consultas con expertos en los temas prioritarios y recomendaciones del Área de Programas de Oxfam México. Cabe resaltar que la selección de las organizaciones que trabajan o tienen proyectos en las áreas temáticas prioritarias para Oxfam México se rea-lizó sin haber conocido de antemano si estas organiza-ciones tenían proyectos internacionales, y si llevaban a cabo proyectos de CSS. En el anexo 1 se puede consultar el total de organizaciones clave mapeadas y se pueden identificar las organizaciones de ese universo que se pu-

22 ODI,“PlanningTools:StakeholderAnalysis”,disponibleenhttps://www.odi.org/publications/5257-stakeholder-analysis.

19

dieron entrevistar. Cabe resaltar que los datos duros y porcentajes reportados en el estudio, consideran sólo a las organizaciones que aceptaron participar en el estu-dio y que se pudieron entrevistar.

Además de mapear OSC clave, también se hizo una bús-queda de instituciones y organizaciones que pudieran dar orientación técnica y teórica para el estudio. En este caso, se entrevistó a una académica del Instituto Mora, y a una funcionaria de la AMEXCID.

III. Trabajo de campo

El siguiente paso fue recopilar, organizar y sistematizar, a su vez, la experiencia de organizaciones de la sociedad civil, funcionarios públicos y académicos expertos en el tema. Para ello, se elaboró un mapa de los actores más relevantes en cada área temática prioritaria para Oxfam México. Este mapa de actores también puede consultar-se en anexo 1 al final del documento. Una vez identifica-dos los actores, se les hizo llegar una carta de invitación a participar en el estudio, y se solicitó una entrevista.

Las especificaciones de las entrevistas solicitadas fue-ron las siguientes: duración estimada de 50 minutos, se dio la opción de llevarse a cabo de manera presencial o por llamada telefónica o llamada electrónica (vía Skype o Google Hangout). Las entrevistas se llevaron a cabo en-tre julio y agosto de 2016. Para asegurar la confidenciali-dad de los datos proporcionados y para obtener consen-timiento para la grabación en audio de la conversación, se pidió a cada actor firmar un formato de consentimien-to informado previo al comienzo de su entrevista.

Las entrevistas que se llevaron a cabo fueron semies-tructuradas. Para el caso de las OSC, la parte estructu-rada correspondió a los temas que se identificaron en la primera etapa, así como para los principales logros y obstáculos conseguidos por cada una; la parte semies-tructurada se reservó para las experiencias particulares de cada organización. Todas las entrevistas a represen-tantes de la sociedad civil se hicieron tomando como guía la “Herramienta de entrevista a actores clave”, que se incluye el anexos 2.

El instrumento de entrevista con académicos tuvo un esquema estructurado. Para aprovechar el conocimiento se plantearon preguntas preestablecidas, con un orden lógico y temático; la guía de entrevista puede consultar-se en anexo 3.

IV. Análisis de datos.

Para llevar a cabo el análisis de datos obtenidos de esta investigación, se utilizaron diversas metodologías com-plementarias. La primera consistió en la elaboración de un libro de códigos para registrar la información dura y estructurada obtenida por medio de la “Herramienta de entrevista a actores clave”.

Además del vaciado de información en el libro de códi-gos, se realizó una sistematización estructurada para las preguntas de las entrevistas que fueron abiertas. Esto para poder registrar citas específicas de cada orga-nización participante. Finalmente, se utilizó un programa de procesamiento de audio para capturar y corroborar las ideas y respuestas que se obtuvieron durante la en-trevista.

20

Gráfico 3: Metodología

Fuente: Elaboración propia

Preparación:Estudio de gabinete y

mapeo deorganizaciones clave

Trabajo de campo:Entrevistas a actores clave

Análisis ysistematización

de datos

Estudio preliminar

21

2. Mecanismos regulados por instituciones gubernamentales y marcos normativos públicos en MéxicoSi bien este estudio se ocupa de manera central en identificar las prácticas de CSS de actores no gubernamentales en México, no puede pasarse por alto la presencia de una agencia de cooperación del Estado que, en nuestro país, opera como tal desde hace cinco años. Como se detallará en este capítulo, el camino que México ha recorrido en cooperación internacional, técnica y científica, refleja en buena medida la evolución de estos conceptos a nivel internacional. México ha sido, desde aproximadamente la mitad del siglo XX, un actor destacado en este tema.

Asimismo, las características de la institucionalización de esas acciones de cooperación nos hablan del enfoque desde el cual el gobierno ha enmarcado su ejecución. Este capítulo ofrecerá un panorama de la evolución de la CID y CSS de México hasta llegar a la creación de la AMEXCID en 2011, así como una presentación del estado actual de la cooperación mexicana a través del trabajo de la propia Agencia.

2.1 Antecedentes: La institucionalidad de la Cooperación Sur-Sur en México

Los antecedentes de la institucionalización de la CID en México se remontan a 1951, con la creación de la Dirección General de Organismos Internacionales. Esta Dirección operaba como parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y gestionaba la recepción de asistencia técnica proveniente de instancias multilaterales. Paralelamente, la entonces Dirección General de Asuntos Bilaterales tramitaba el ofrecimiento de colaboración por parte de países donantes.

Más tarde, en 1971, la SRE creó la Dirección General de Cooperación Técnica y Científica Internacional (DGCTCI) con la responsabilidad de promover la colaboración mexicana. En el papel de México como donante, esta Dirección tra-bajó sobre todo con Centroamérica, el Caribe y Sudamérica. Adicionalmente, en 1985 se creó la Dirección en Jefe de Cooperación Internacional y fue en 1988 cuando la CID se elevó a rango constitucional. En este periodo se reformuló el proceso de institucionalización de la cooperación de México y en 1990 se conformó por decreto presidencial la Comisión Mexicana de Cooperación con Centroamérica, que en 1994 extendió su margen de acción al Caribe. También en ese año se conformó la Subsecretaría de Cooperación Internacional.

En el año 2000, siendo Rosario Green Secretaria de Relaciones Exteriores, se promovió la creación del Instituto Mexi-cano de Cooperación Internacional (IMEXCI), como órgano desconcentrado de la SRE, con la intención de avanzar hacia la constitución de una “nueva política mexicana de cooperación internacional”23. Sin embargo, unos meses después, con el cambio de sexenio, el IMEXCI fue sustituido por la Subsecretaría de Relaciones Económicas y Coo-peración Internacional (SURECI).

Poco después la SURECI cambió su estatus de Subsecretaría por Unidad de Relaciones Económicas y Cooperación Internacional (URECI), que estaba conformada por cinco direcciones generales, tres de las cuales estaban encarga-das de promover las acciones de corte económico-comercial. Sin embargo, aunque prevaleció en esta estructura la Dirección General de Cooperación Técnica y Científica (DGCTC), que antes había liderado los proyectos de CID, la

23 JuanPabloPradoLallande,Lacooperación internacionalparaeldesarrollodeMéxico.Unanálisisdesusacciones, institucionalizaciónypercepciones, en Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales,vol.LIX,núm.222,septiembre-diciembre,2014,pp.51-86.

22

actividad de la URECI fue perdiendo fuerza y apoyo en este periodo. Incluso para cumplir con la obligatoriedad dicta-da en la Ley de conformar una Agencia dedicada a la cooperación internacional de México la URECI sólo cambió sus siglas por las de AMEXCID.

De esta manera, en septiembre de 2011, con la puesta en marcha de la Ley de Cooperación Internacional para el Desarrollo de México (LCID), se fundó la AMEXCID. Algunos de los principales beneficios de la existencia de esta ley son, por ejemplo, la posibilidad de que, mediante un recurso jurídico, los proyectos de cooperación internacional no se vieran afectados por los constantes cambios institucionales.

Por otro lado, la Ley también hizo más predecible el futuro de las acciones en materia de cooperación internacional, satisfaciendo las expectativas de los actores involucrados y reduciendo la discrecionalidad en su operación. De manera que, como comenta Prado Lallande24, por primera vez en la historia de la política exterior mexicana, se con-taba con un mandato legal mediante el cual se obligara al gobierno de México a conformar las siguientes instancias y mecanismos operativos-financieros de la CID en este país:

● Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID);

● Consejo Consultivo de la Cooperación Internacional para el Desarrollo;

● Programa Mexicano de Cooperación Internacional para el Desarrollo (PROCID);

● Registro Nacional (RENCID) y Sistema Mexicano de Información para la Cooperación Internacional para el Desarrollo (SIMEXICD);

● Fondo Nacional de Cooperación Internacional para el Desarrollo (FONCID).

Asimismo, es importante destacar que en febrero de 2012 la Subsecretaría para América Latina y el Caribe cedió a la AMEXCID la Dirección General del Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamérica (DGPIDM), para concederle a la Agencia la autoridad para coordinar la colaboración internacional de México en el ámbito regional.

De acuerdo con el sitio web oficial de la AMEXCID, su misión es:

…compartir lo mejor de México para enfrentar retos globales y crecer juntos. En México y el mundo trabajamos de la mano con especialistas y construimos alianzas estratégicas con el sector privado y académico, sociedad civil25 y gobiernos locales para coordinar, planear y evaluar nuestros esfuerzos de cooperación y promoción (educativa, cultural y turística, técnica y científica, financiera y económica). Con esto desarrollamos capacidades para contribuir al desarrollo humano sustentable, reducir la des-igualdad y mejorar la calidad de vida de las personas. 26

De lo anterior se desprende que a través de la AMEXCID México ofrece y recibe cooperación para el desarrollo. Ello se consigue, por un lado, compartiendo experiencias de éxito, fortaleciendo capacidades e intercambiando recursos con países en desarrollo particularmente en Centroamérica y el Caribe; por el otro, el trabajo con socios estratégicos es muy importante para fortalecer la posición de México.

De esta manera, como se describe en su sitio oficial, las áreas de acción de la Agencia son siete y se describen brevemente a continuación:

24 JuanPabloPradoLallande,op. cit.

25 Si bien en el sitio web se menciona la participación de la sociedad civil, en la Ley de Cooperación Internacional no considera este sector. Esta discusión se retoma más adelante en el capítulo 3.26 http://www.gob.mx/AMEXCID/

23

a) Política de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Esta área se coordina con instituciones y actores no gubernamentales y genera herramientas para la planeación, seguimiento y evaluación de los procesos de cooperación. Destaca en esta área la participación de la Agencia en la Alianza Global para la Cooperación Eficaz al Desarrollo, la definición de Agenda Post 2015 y de la Financiación al Desarrollo, el Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE y el Grupo de Trabajo para el Desarrollo del G20.

b) Cooperación Técnica y Científica. Como país oferente de cooperación, la Agencia enfoca la coopera-ción técnica y científica en sectores prioritarios (salud, medio ambiente, educación, infraestructura, ciencia y tecnología). Como país receptor, la Agencia coordina procesos de negociación con socios cooperantes.

c) Cooperación con Mesoamérica y el Caribe. La región de Mesoamérica y el Caribe es prioritaria para la Agencia y coordina los siguientes instrumentos:

● El Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamérica (PM), mecanismo de diálogo político de alto nivel para construir consensos enfocados en la cooperación, desarrollo e integra-ción en la región.

● El Fideicomiso Fondo de Infraestructura para Países de Mesoamérica y el Caribe (Fondo de Yucatán), instrumento financiero para apoyar proyectos de infraestructura que contribuyan a la conectividad y desarrollo económico de la región.

● El Programa Mesoamericano de Cooperación (PMC), promueve intercambio de conocimientos y experiencias en seis sectores: educación, salud, medio ambiente, agricultura y pesca, prevención de desastres y turismo.

d) Cooperación Académica. Ofrece becas y programas de intercambio académico para estudiantes, do-centes, investigadores y expertos extranjeros. Asimismo, canaliza becas y programas de intercambio académico de gobiernos extranjeros, para estudiantes mexicanos. También coordina programas de cooperación educativa y cultural entre dependencias federales, instituciones de educación superior mexicanas y sus contrapartes.

e) Ayuda humanitaria. La AMEXCID coordina acciones de ayuda humanitaria cuando se hace necesario.

f) Promoción Cultural y Turística. La Agencia apoya propuestas de creadores mexicanos.

g) Promoción Económica. En coordinación con ProMéxico y a través de las Representaciones de México en el Exterior, colabora con el sector privado para identificar oportunidades de comercio e inversión con otros países.

24

Si se compara la estructura de la AMEXCID con el siguiente cuadro, se observa que las áreas de trabajo de la Agencia prácticamente cubren las principales formas de cooperación internacional. El reto tal vez estaría enfocado en ana-lizar los resultados que dicha estructura reporta, así como detectar las oportunidades que permitan complementar y hacer más eficiente el trabajo de la Agencia.

Gráfico 4: Formas de la Cooperación Internacional para el Desarrollo

Forma Descripción

Cooperación económicaFortalecimiento del sector productivo, infraestructura institucional, desarro-llo de servicios.

Preferencias comerciales Eliminación total o parcial de las barreras comerciales a las exportaciones de los países del Sur.

Ayuda FinancieraFacilitar el acceso a capitales, inversiones productivas, líneas de crédito preferencial para la importación, canje, recompra o condonación de deuda, micro-créditos.

Asistencia TécnicaFortalecimiento de las habilidades y capacidades técnicas presentes en los países del Sur, intercambio de experiencias y conocimientos entre países.

Acción HumanitariaAyuda alimentaria, socorro, protección de derechos humanos, acompaña-miento a las víctimas, presión política; denuncia, preparación, prevención y mitigación de desastres naturales, epidemias, conflictos armados y guerras.

Cooperación Científica y

Tecnológica

Transferencia e intercambio de tecnologías aplicadas a servicios básicos de educación, salud y saneamiento. Investigaciones compartidas, becas.

Fuente: Ayllón, 2007.

Para el caso de México, la cooperación internacional y, por ende, la CSS, son instrumentos de política exterior que, mediante el establecimiento de ciertas normas, promueven procesos institucionalizados. Es a partir de ese conjunto de normas y reglas que las instancias gubernamentales dirigen y ejecutan acciones de cooperación internacional con sus pares. No obstante, dada la heterogeneidad de temas, actores, intereses y leyes nacionales de cada país socio, se utilizan distintos marcos normativos como se muestra en el gráfico 5. En diversas ocasiones, las necesida-des de la realidad marcan la pauta para la creación de nuevas herramientas de intercambio y distintas modalidades de cooperación a nivel internacional. Por ello, es importante conocer la forma en la que los gobiernos organizan las instituciones responsables de ejecutar la CSS.

25

Gráfico 5: Clasificación de los tipos de Cooperación Internacional para el Desarrollo

Origen

PúblicaAdministradores nacionales, regionales y locales de países donan-tes

Privada Recursos propios de particulares, empresas y/o asociaciones, etc.

Tipos de cooperación y actores implicados

MultilateralAgencias, instituciones u organizaciones gubernamentales autóno-mas.

BilateralAdministraciones públicas o/y organizaciones de desarrollo sin ca-rácter oficial

Descentralizada Administraciones regionales y locales públicas

No gubernamental Organizaciones No Gubernamentales de Desarrollo (ONGD)

EmpresarialEmpresas que brindan asistencia técnica y transferencia de tecno-logía.

Características de los fondos

Reembolsable La cooperación debe ser devuelta en forma de dinero o especie

No reembolsable La cooperación se hace a fondo perdido

Grado de condi-cionalidad

Ayuda ligadaCondiciona al país receptor a la compra exclusiva de bienes y servi-cios del país donante

Ayuda no ligadaNo condiciona al país receptor a la compra exclusiva de bienes y ser-vicios del país donante

Naturaleza de la Cooperación

Financiera Transferencia real de los fondos al receptor

No financieraTransferencia de conocimientos, tecnología, materiales, intercam-bios culturales, etc.

Fuente: Ayllón, 2007.

Adicionalmente, es importante tomar en consideración el papel de las instituciones públicas especializadas en pro-mover la cooperación internacional, como una estrategia para abatir la desigualdad, sobre todo en la región sur. Aquí se retoman las premisas planteadas por Juan Pablo Prado Lallande27 respecto de las características que deben cubrir las instancias encargadas de operar los procesos de CSS:

a) Existencia de una legislación coherente con el contexto nacional, cuyos preceptos sean aplicables

b) Definición de objetivos explícitos, sectores, regiones y países prioritarios

c) Institución permanente y estable que gestione la cooperación

d) Sistema de control y registro de los convenios, programas y proyectos

e) Recursos contabilizados, destinados a la colaboración externa

27 PradoLallande,JuanPablo,op.cit.

26

f) Procesos de evaluación sistemática de los resultados de las actividades realizadas

g) Mecanismos de rendición de cuentas

En suma, la gobernabilidad de la CSS se constituye del proceso de creación y aplicación de normas para definirla y orientarla hacia el cumplimiento de los propósitos de la política exterior del país en cuestión. En este sentido, la gobernabilidad contribuye a lidiar con la discrecionalidad y promueve la obtención de resultados apegados a las expectativas que se generaron de forma colectiva.

2.2 Estado actual de los mecanismos regulados por instituciones guberna-

mentales y marcos normativos públicos para la participación de la sociedad

civil mexicana en la Cooperación Sur-Sur

El recuento de la sección anterior permite apreciar el largo trayecto que la CID, y la CSS tuvieron durante buena parte del siglo XX; de la revisión de este recorrido destaca el papel de México, su importancia y la experiencia acumulada. De acuerdo con Ayala y Molina,28 México, en su calidad de país “periférico” en términos económicos, pero también de relativa independencia ideológica, fue un actor destacado en los procesos de intercambio técnico y de conocimien-tos que caracterizó las acciones de cooperación que podían intercambiarse entre aquellos países que con los años serían considerados el Sur Global; sobre todo, durante los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial y hasta el final del siglo XX.

Estas características de la cooperación mexicana son los antecedentes directos de la clasificación como ‘países pivote’ que Naciones Unidas otorgó a México y otros 21 países en los años noventa. Lo anterior, refiriéndose a su capacidad de actuar como promotor y líder de acciones de cooperación técnica entre países en desarrollo, siendo esto el antecedente inmediato a la CSS29.

Con este contexto, no fue sino hasta ya entrado el siglo XXI que el gobierno mexicano se decidió a impulsar la crea-ción de una agencia de cooperación del Estado. Fueron importantes los esfuerzos por institucionalizar prácticas que en México tenían lugar desde décadas atrás pero no fueron suficientes para consolidar la existencia de una agencia como tal, pues, durante muchos años, las acciones de cooperación del país estuvieron encomendadas a unidades relativamente menores dentro de la Cancillería.

Cuando finalmente se decidió a constituir la AMEXCID, como hemos señalado, se le mantuvo dentro del paraguas de la gestión de la SRE. Si bien se entiende que la Cooperación Internacional se trata sobre todo de un concepto ligado a la ejecución de la política exterior, para que dichas acciones cumplan sus objetivos se requiere de una coordinación estrecha con el resto de las dependencias nacionales que se encargan directamente de planear e implementar las políticas de desarrollo. De otra manera, la vinculación entre la actuación internacional y su sustento interno se ve debilitada, y la eficiencia en los resultados se ve también disminuida. Por otra parte, no debe dejar de tomarse en cuenta que un aliado estratégico para las acciones de cooperación se encuentra en las agrupaciones u organizacio-nes civiles que trabajan en y con comunidades o grupos poblacionales específicos, y que cuentan con diagnósticos y conocimiento valioso en los procesos de implementación.

Como se mencionó antes, los informes más recientes publicados por AMEXCID, así como la información disponible en su sitio web, hacen referencia directa a la colaboración con el sector social. Sin embargo, la exclusión de las OSC

28 CitlaliAyalayMiguelMolina,“ElsurgimientodenuevasalianzasymodalidadesdeCooperaciónSur-SurenAméricaLatinaenelmarcodeunaapremiante evolución”, en De la diversidad a la consonancia: la Cooperación Sur-Sur latinoamericana.29 Ibid, p. 38.

27

en la LCID deja un vacío importante que está estrechamente relacionado con el bajo nivel de colaboración entre la sociedad civil y la Agencia. Es importante llamar la atención sobre la enorme ventana de oportunidad que existe en este sentido en la gestión de AMEXCID, y en la eficacia de sus resultados.

Ahora bien, los grupos de proyectos que AMEXCID impulsa están sobre todo centrados en América Latina y el Caribe; es-tas acciones de intercambio técnico y científico están establecidas para llevarse a cabo a nivel intergubernamental. Muestra de ello es el caso del Fondo México – Uruguay en que la invitación a participar en los proyectos se da a co-nocer a través de convocatorias públicas; en este caso, a pesar de que algunas OSC mexicanas que se postularon ya contaban con proyectos en marcha con otras organizaciones en Uruguay (las cuales a su vez contaban con el apoyo del gobierno uruguayo para presentarse como socios implementadores), sus proyectos no fueron aceptados para llevarse a cabo.30

En el sitio público de AMEXCID se informa que:

Los proyectos que financia el Fondo son seleccionados a través de convocatorias bianuales publica-das de manera paralela en ambos países durante de tres meses, dirigidas a instituciones del sector público y gobiernos estatales y municipales. Las organizaciones de la sociedad civil, empresas y ONG pueden postular asociándose con una institución del sector público.31

En tal virtud, destaca el papel secundario que en la práctica se asigna a las OSC. El reconocimiento que hace AMEXCID de que estos proyectos podrían ser del interés de las organizaciones, está lejos de constituir un mecanismo efi-ciente de colaboración para su implementación. Aunque teóricamente AMEXCID abre los espacios de interlocución suficientes con otros actores no gubernamentales, en concreto a través de los Consejos Técnicos, la experiencia que este estudio ha encontrado no corrobora esta postura.

Conforme a sus más recientes informes de logros y de desempeño, así como a la información que la Agencia pone a disposición para consulta pública mediante comunicados de prensa y otros documentos, los avances más im-portantes que reporta tienen que ver con los mecanismos de registro de las acciones de cooperación, así como de evaluación sobre “los procesos [...] y la pertinencia” de dichas acciones. Los avances más importantes que reporta tienen que ver con una evaluación tanto de desempeño como de impacto.

Si bien en el informe de 201532 se destaca el trabajo de colaboración con algunas organizaciones de la sociedad civil, no deja de llamar la atención que en el tiempo de vida de la Agencia, no sean todavía consideradas un aliado evi-dente y cotidiano. Lo que es más, no hay en realidad mecanismos de vinculación, y la única vía por la que la Agencia puede conectar con la sociedad civil, es a través de la Dirección General de Vinculación con Organizaciones de la Sociedad Civil (DGVOSC), dependiente de la Subsecretaría para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos.33

De una revisión documental de los avances y logros, así como de los retos y aprendizajes de la Agencia, conforme a su propia información, es difícil establecer cuáles son en concreto los efectos de los múltiples proyectos y acciones de cooperación —sea internacional, sea sur-sur— de los que se ofrecen descripciones.

30 EntrevistaconunadelasOSCparticipantesenelestudio,celebradael2deagostode2016.31 InformaciónpúblicaobtenidadelsitiowebdeAMEXCID:páginahttp://www.gob.mx/AMEXCID/acciones-y-programas/fondo-conjunto-de-coo-peracion-mexico-uruguay,consultadael15deagostode2016.Lascursivassonnuestras.32 Informe2015delaAMEXCID,disponibleenlaseccióndeTransparenciadelapáginaoficialdelaAgencia.33 EntrevistaconAMEXCID,celebradael6deseptiembrede2016.

28

Asimismo, aunque se mencionan algunas colaboraciones con organizaciones específicas para proyectos específi-cos, no es posible identificar un esquema más amplio mediante el cual AMEXCID indique que establece redes o cola-boraciones puntuales de manera sistemática con agentes no gubernamentales para la implementación de proyec-tos. De hecho, conforme a la información que fue posible recopilar directamente en entrevista con la Agencia, no se cuenta con mecanismos establecidos para generar relaciones de trabajo institucionales, para establecer contacto con las organizaciones, ni tampoco para nutrir a sus programas de trabajo.

2.2.1 Hallazgos sobre el papel de AMEXCID en la participación de OSC en la

Cooperación Sur-Sur

Si bien la promulgación de la LCID refleja una voluntad del Estado por institucionalizar un conjunto de prácticas que tenía años llevando a cabo, en su implementación se han presentado más obstáculos de los que se podían haber es-perado. Pareciera ser que la CID, antes de la creación de la Agencia, tenía canales de comunicación y trabajo abiertos y con menos obstáculos de los que enfrenta hoy.

Por un lado, destaca la rigidez del marco legal de la Agencia. Esto está estrechamente relacionado con la ausencia de las OSC en la LCID como agentes de cooperación internacional. La exclusión del marco legal constituye un obs-táculo a la diversificación de las acciones de cooperación. No deja de ser paradójico que, a pesar de contar con una estructura específica dentro de la administración pública, la AMEXCID aún no ha logrado consolidar su papel como agente central de las acciones de cooperación internacional en México. Lo anterior obstaculiza también que las OSC en México puedan potenciar sus acciones de cooperación por esta vía.

Retomando las premisas presentadas en el capítulo anterior de este estudio respecto a las consideraciones a ser tomadas en cuenta por instancias públicas como la AMEXCID, el equipo de investigación considera que, aunque algunos de esos parámetros se cumplen en la práctica, la Agencia tiene todavía espacios a fortalecer; estos son:

a) Aunque existe una legislación nacional, la ausencia de las OSC es un obstáculo a su efectividad.

b) Si bien están definidos sectores, regiones y países prioritarios, hace falta una revisión específica de los objetivos, pues éstos no parecen estar alineados con las prioridades nacionales.

c) Aunque existe una institución que gestiona la cooperación, ésta todavía no tiene un papel conso-lidado en el país, incluso dentro del propio gobierno.

d) Aunque hay un proyecto de CSS que incluye a una OSC, ejecutado por AMEXCID, éste no tiene mecanismos de evaluación sistemática de los resultados de las actividades realizadas.34

e) En términos de rendición de cuentas, si bien está considerado que en México las instituciones del gobierno federal están obligadas a hacer pública información relativa a su gestión y desempeño, cuando el equipo de investigación hizo búsquedas al respecto, detectó que la disponibilidad de la información completa es todavía un área de oportunidad para la Agencia.

34 Informe2015delaAMEXCID,disponibleenlaseccióndetransparenciadelapáginaoficialdelaAgencia,p.1,yentrevistaconAMEXCIDcelebradael6deseptiembrede2016.

29

3. Mecanismos no regulados por institu-

ciones gubernamentalesEste capítulo está dedicado a analizar los hallazgos obtenidos de manera directa en las experiencias de las orga-nizaciones, información que se recabó en el plazo de aproximadamente un mes, entre julio y agosto de 2016 con 19 organizaciones civiles mexicanas. Cabe destacar que estas prácticas no estaban documentadas. Las entrevistas que se aplicaron a estas organizaciones35 fueron pensadas para obtener la mayor y más detallada información posi-ble respecto a los mecanismos mediante los cuales las organizaciones de la sociedad civil que participaron en este estudio ejecutan acciones y proyectos de CSS. En acuerdo con Oxfam México, las áreas temáticas para las que se-leccionó a este grupo de organizaciones, y que constituyen sus temas de interés prioritario, fueron: a) desigualdad, b) acceso al agua, y c) empoderamiento y género.

En el planteamiento original que el equipo de investigación formuló para este estudio, se esperaba que esta sección contemplara un análisis de aquellas “buenas prácticas” o de un conjunto de prácticas exitosas a identificar a partir de entrevistas con las organizaciones. Este supuesto también contemplaba la existencia de prácticas organizacio-nales que se desprenden de mecanismos ya establecidos, posiblemente por AMEXCID, o a través de otras instancias de referencia, que ordenaran los pasos a seguir, los canales de colaboración, u otras características propias de las acciones de cooperación. Sin embargo, el proyecto encontró que no existen mecanismos generalizados a todas las organizaciones, si no que cada una se comporta y coopera de manera distinta.

35 El instrumento puede consultarse en anexo 2.

3.1 Hallazgos en torno al funciona-

miento de las OSC mexicanas en mate-

ria de proyectos y acciones de CSS

Existe una gran diversidad dentro del cuerpo de organi-zaciones a las que se entrevistó para este estudio, en términos de su tamaño y su posición relativa en el pano-rama de la cooperación internacional de México. Sin em-bargo, todas las organizaciones comparten la percep-ción respecto al papel que tienen las acciones de CSS en el logro de sus objetivos. También, perciben de manera similar las complejidades que enfrentan en sus tratos con donantes y financiadores; es decir, sin importar si se trata de organizaciones locales, nacionales, o las que son oficinas nacionales de organizaciones internaciona-les más grandes, hay retos apremiantes que comparten: la evolución en las fuentes de financiamiento, la compe-tencia por los recursos y la necesidad de fortalecimiento institucional.

Una de estas percepciones compartidas es la que tie-ne que ver con la pertinencia de las agendas impulsa-das por donantes del Norte. En opinión de Citlali Ayala36, investigadora en el Instituto Mora, las acciones de CSS siguen respondiendo en mayor medida a una lógica de “oferta” más que de “demanda”. Esto es, las agendas de los donantes marcan la pauta para el tipo de proyectos que son impulsados y financiados, mientras que aque-llas necesidades detectadas desde el nivel local por OSC cuentan con una proyección menor para convertirse en iniciativas en sí mismas. Si bien esta es una tendencia que empieza a revertirse, en opinión de Ayala la preva-lencia de la “oferta” por encima de la “demanda” es aún una realidad.

Esta observación pudo ser corroborada en el estudio. Lo expresado por una de las organizaciones respecto a contar con márgenes de maniobra estrechos en la eje-cución de los proyectos, hace eco de la importancia de

36 Entrevistapresencialcelebradael26dejuliode2016.

30

promover las agendas basadas en detección de necesi-dades locales. Además, las organizaciones comparten la opinión de que “es muy importante sensibilizar a los do-nantes potenciales acerca de los problemas sociales”.

Algunas de las organizaciones entrevistadas se recono-cen, en algunos de los casos, como organizaciones ho-rizontales en mayor o menor medida. Esto normalmente apunta a un esquema de trabajo en donde los coordi-nadores de proyectos muchas veces también son res-ponsables de conseguir los financiamientos necesarios. Incluso en el caso de una organización que trabaja una agenda de género, que reconoce tener una estructura vertical, cada coordinadora está encargada de conse-guir los recursos para operar sus proyectos.

En este mismo sentido, esta investigación también de-tectó que en las organizaciones las áreas o personas que se encargan directamente de la ejecución de los proyectos con frecuencia suelen tener el apoyo de otras áreas encargadas de cumplir las obligaciones adminis-trativas. Lo que se identificó como una constante en este tema, es que las organizaciones comparten la opi-nión de la complejidad que les representa enfrentarse a los variados esquemas existentes en cuanto al reporte de las actividades o presentación de los informes, pues su elaboración consume buena parte de los recursos y dado el limitado número de colaboradores involucrados en la ejecución de proyectos de CSS, se convierte en un factor importante a considerar al momento de elegir par-ticipar en ellos.

Como ejemplo de lo anterior, en el caso de una de las organizaciones que podría considerarse de las mejor estructuradas y sólidas dentro del grupo de las entre-vistadas, hubo una expresión muy clara respecto a la im-portancia de identificar estratégicamente los proyectos en los que decida “invertir”, para que los recursos tanto humanos como materiales que se les deben destinar es-tén balanceados con los beneficios obtenidos.

En otro orden de ideas, un hallazgo muy relevante para los objetivos del estudio consiste en haber detectado que entre el 95% y el 100% de las organizaciones entre-vistadas forman o han formado parte de alguna red, in-cluso si ésta es sólo nacional. Esto es un asunto que re-sulta central para las OSC en torno a cómo trabajan; pues aunque enfrentan retos como el fortalecimiento institu-

cional, acceso a recursos, entre otros, la participación en redes ha generado una serie de experiencias de las que se pueden extraer elementos importantes:

- Su acceso a las redes muchas veces su-cede a partir de relaciones que pueden ser institucionales o personales entre sus miembros.

- A pesar de que hay una competencia per-manente por el financiamiento externo, la participación de las OSC en las redes puede no implicar que reciban apoyo con recursos económicos. Las organizaciones toman la decisión de vincularse con otras e incluso de participar en proyectos de CSS por el valor que éstos representan para su trabajo y no por un interés financiero.

- Las organizaciones entre sí parecen es-tar atomizadas. En ocasiones, es evidente que entre sí no se conocen aunque eje-cutan proyectos con objetivos e incluso metodologías similares, cada una lo hace por su cuenta. A pesar de su participación en redes nacionales o internacionales, no hacen referencia mutua a experiencias o aprendizajes previos o similares de otras organizaciones que realizan un trabajo de características parecidas; empero, esto no va en detrimento del compromiso que to-das muestran con el logro de sus objetivos.

31

Gráfico 6: Hallazgos en torno al funcionamiento de las OSC en materia de proyectos y acciones de CSS

Fuente: Elaboración propia.

3.2 Hallazgos sobre percepción de

las OSC mexicanas acerca de la CSS

En esta sección se detalla el resultado de la investiga-ción en torno a cómo las organizaciones perciben a la CSS desde una perspectiva conceptual, cómo reaccio-nan ante la definición de CSS que se les ofreció, y cómo conciben el funcionamiento de esta herramienta de coo-peración y su papel dentro de ella.

El equipo de investigación encontró que la percepción de las OSC mexicanas respecto a la CSS es diversa; sin embargo, a pesar de estas diferencias, se identificaron cuatro aspectos en los que las OSC tienen una percep-ción generalizada, las cuales se describen a continua-ción:

3.2.1. Confusión en torno a lo que es CSS

y lo que no es

De las organizaciones que están llevando a cabo pro-yectos de CSS, sólo muy pocas reconocen que su trabajo es parte de este esquema de cooperación. Por ejemplo, algunas organizaciones mencionaron al principio de la entrevista que no tenían ningún proyecto de CSS, pues

tenían la idea de que ésta únicamente conlleva la re-lación entre gobiernos. Algunos entrevistados pidieron que se les dieran más detalles de lo que implica la CSS. Una vez que el equipo de investigación explicó lo que es la CSS, algunos entrevistados reconocieron que enton-ces su organización sí estaba participando en proyectos de este tipo.

3.2.2. Desacuerdo con la definición de

CSS que propone Oxfam

Un aspecto que llamó la atención del equipo de investi-gación es que al menos la mitad de las organizaciones entrevistadas, no estuvieron de acuerdo con la defini-ción de CSS que propone Oxfam México. En uno de los apartados de la herramienta de Guía de Entrevista (ver anexo 2), el equipo de investigación leyó la definición de CSS para preguntar si de acuerdo a ésta, el entrevista-do percibía que su organización estaba siendo parte de iniciativas o trabajos de CSS. La definición que se ocupó para esta pregunta es la siguiente:

La CSS es un intercambio de recursos, tec-nología, habilidades y conocimientos entre instancias de distintos países del Sur Glo-bal. A diferencia de la cooperación tradi-

Funcionamiento

• Entre OSC existe una actividad internacional importante en el trabajo de redes

• No existe un área específica para operar la agenda internacio-nal en la estructura de las OSC

• Falta articulación con otras OSC nacionales que trabajan te-mas similares

• Generalmente los donantes marcan pauta para el tipo y los te-mas de los proyectos disponibles para las OSC (oferta es mayor a la demanada)

• Competencia por recursos y capacidad técnica limitada

32

cional, que se da de países desarrollados a países en desarrollo, la CSS está guiada por los principios de respeto a la soberanía na-cional, independencia, igualdad, no condi-cionalidad y no interferencia en los asuntos domésticos.

Al respecto, algunas organizaciones expresaron su pre-ocupación por la alusión que se hace sobre que la coo-peración tradicional no respeta la soberanía nacional. Además, mencionan que la visión de la CSS que se da en esta definición resulta inocente, pues dentro de las re-laciones entre el Sur Global también hay relaciones de poder. Para algunas organizaciones la definición de CSS que propone OXFAM es aspiracional. En este sentido, una organización mencionó:

Me llama un poco la atención la parte de so-beranía nacional. Considero que no necesa-riamente la colaboración norte-sur violenta la soberanía nacional. Entiendo que se po-sicione en otro lugar y eso es muy importan-te, pero me preocupa un poco estigmatizar así la colaboración norte-sur. Asumir que en la colaboración sur-sur no hay relaciones de poder es asumir mal, porque también las hay.

Otra de las organizaciones, manifestó no estar de acuer-do con la definición de Oxfam México pues Estados Unidos es el país con el que más trabajan y por tanto, lo hacen en un esquema Norte-Sur, sin embargo, como organización nunca han sentido una presión u opresión.

3.2.3. La participación en redes y

alianzas internacionales es relevante

Como se ha comentado con anterioridad, una percep-ción que se encontró generalizada en todas las organi-zaciones, es la relevancia de la participación en redes y alianzas internacionales. Todas las organizaciones entrevistadas perciben que la participación en redes es

fundamental para la consecución de los objetivos de su organización; además, consideran que las acciones de colaboración no sirven sólo para los fines de los proyec-tos, sino también para construcción y fortalecimiento de capacidades internas de las propias organizaciones.

En general, las organizaciones perciben que el trabajo en red posibilita postular o concursar en proyectos de ma-nera conjunta. En este sentido, una organización men-cionó que además “se crean vínculos de colaboración entre los países miembros, se aprende de las experien-cias del otro”. Otra organización especificó que las redes les han permitido aprender nuevos modelos de recauda-ción y financiamiento para sus proyectos. Otra organi-zación dijo que las redes son relevantes especialmente entre países de América Latina, pues permiten generar un ambiente de solidaridad, de mucho reconocimiento y cariño, propiciando la creación de una verdadera comu-nidad trascendente para luchar y apostar por los temas que tienen en común.

Además de lo anterior, todas las organizaciones consi-deran que las redes son valiosas para poder acceder a foros internacionales, intercambiar mejores prácticas y tener incidencia internacional en sus temas prioritarios. Sin embargo, mencionan que el mantenimiento de redes y alianzas requiere de recursos también, y que esto a ve-ces no es comprensible para los donantes.

Hay distintos modelos de redes de organizaciones de la sociedad civil que se diferencian entre sí no sólo por su tamaño o poder de convocatoria, sino por la forma de operar. A partir de las respuestas de nuestros entrevis-tados, se observa la existencia de al menos tres modelos de redes: de “buena voluntad”, formales independientes y las que están coordinadas por alguna entidad interna-cional.

En el caso de las redes de buena voluntad, de las que hay muchas, han logrado establecer mecanismos mediana-mente eficientes para su gestión y sustentabilidad, pero se reconoce la dificultad de hacerlo al no contar con una estructura estable.

Las redes formales independientes son aquellas que cuentan con una estructura institucional, que se reco-nocen como figura legal autónoma. Una red formal inde-pendiente es una organización con estatutos y que en

33

algunos casos funciona como un “club”, en donde sus miembros pagan una membresía anual y a cambio reci-ben, por ejemplo, apoyo técnico, oportunidad de asistir a foros internacionales, la posibilidad de aprender de los pares y de fortalecer su capacidad de incidencia.

Finalmente, existen las redes promovidas y financiadas por alguna instancia internacional; estas al estar enmar-cadas en metas precisas establecidas por la institución que las creó y tener financiamiento y una estructura administrativa estable, pueden ser redes eficientes, no obstante, a veces resultan poco accesibles para otras organizaciones de la sociedad civil que trabajan en lo lo-cal y a pequeña escala.

3.2.4. Es difícil acceder a proyectos de

Cooperación Sur-Sur

El 90% de las organizaciones entrevistadas perciben que es difícil acceder a proyectos de CSS. Esto debido a varias razones: una de ellas es que la gestión de proyectos de CSS requiere inversión de tiempo, de recursos humanos y también mencionaron las dificultades financieras para llevarlos a cabo. Por ejemplo, una organización mencio-nó que en ese momento se encontraban en pláticas con países de Centro y Sudamérica para compartir conoci-miento y la tecnología que han desarrollado en México. Sin embargo, los costos de envío por paquetería de los instrumentos desarrollados en México son muy altos y no los podría cubrir ningún tipo de fondo, pues la CSS que estaban intentando hacer era de buena voluntad y no estaba asociada a algún financiamiento específico.

En otro rubro, las organizaciones también mencionaron las dificultades técnicas que tienen que ver con la le-gislación mexicana. Por ejemplo, una organización co-mentó que ha sido muy difícil el intercambio de recursos financieros en los proyectos de CSS en los que han par-ticipado. La legislación mexicana, y a veces también las restricciones de los donantes, no permiten que una OSC mexicana transfiera recursos a una OSC en otros países, especialmente en América Latina y África. En este senti-do, otra organización mencionó que a veces las donacio-nes o grants pequeños, tienen una sobrecarga de reque-rimientos administrativos, que sobrepasan la inversión

de tiempo y recursos humanos otorgada.

El equipo de investigación también notó que hay detalles en la percepción de las OSC que cambian dependiendo de si éstas han tenido una relación de trabajo con el go-bierno o no. Algunas de las organizaciones que han te-nido una relación de trabajo con el gobierno —aunque no haya sido de CSS— comentaron que aunque cooperar internacionalmente puede ser difícil, de todas formas ellas cuentan con mayor experiencia para participar en proyectos de CSS. Para algunas otras organizaciones que no han tenido ningún tipo de relación de trabajo con el gobierno, la percepción es distinta. éstas tienen mucho interés en compartir su trabajo con otras organizaciones tanto a nivel nacional como internacional, pero no nece-sariamente buscan opciones donde participe el gobier-no.

Algunas organizaciones también perciben que, en térmi-nos de CSS, hay poco seguimiento a la implementación nacional de acuerdos a los que se llega en los intercam-bios internacionales de experiencias y conocimiento. Una organización mencionó que, según su experiencia, la relación de cooperación entre países del sur es muy desigual y a veces desorganizada.

34

Gráfico 7: Hallazgos en torno a la percepción de las OSC en materia de proyectos y acciones de CSS

Fuente: Elaboración propia.

3.3 Hallazgos sobre las necesidades de las OSC mexicanas para la CSS

En esta sección se presentan los hallazgos detectados por el equipo de investigación en torno a las necesida-des principales que las organizaciones identificaron para poder profundizar, o incluso empezar a llevar a cabo, ac-ciones de CSS. Las necesidades más relevantes que el equipo de investigación detectó son:

3.3.1. Acceso a recursos financieros

El 100% de las organizaciones entrevistadas mencionó que para poder llevar a cabo proyectos de CSS necesitan recursos adicionales y éstos son difíciles de obtener. Una organización hizo hincapié en la reducción sumamente significativa que ha tenido en los apoyos económicos de los últimos años. Por esto, perciben la necesidad de en-contrar nuevas formas de financiamiento.

En este sentido, otra organización mencionó que los do-nantes están acotando sus áreas de interés cada vez más y están ofreciendo proyectos cortos que se pare-cen más a una consultoría específica. Esto implica que la oferta de proyectos es cada vez menor y, además, la oferta existente implica tener acceso a recursos por pe-riodos más cortos. La disminución de la oferta y el cam-bio en las condiciones del acceso a los recursos impacta

de manera significativa a las OSC. Al respecto, una or-ganización mencionó que está en proceso de conformar un área internacional, pero para esto necesitan recursos y acceder a ellos es sumamente complicado, pues casi ningún donante financia desarrollo institucional o desa-rrollo de capacidades.

Por otra parte, además de conseguir donaciones o grants, tener acceso a los recursos del sector público también ha sido complicado, pues éstos han disminuido. Unas organizaciones comentaron que los recursos públi-cos a los que han accedido no son flexibles para que las OSC puedan utilizarlos para participar en eventos inter-nacionales. Esto dificulta su vinculación internacional y la asistencia a reuniones internacionales de incidencia en sus temas prioritarios.

3.3.2. Profesionalización y desarrollo de

capacidades

En general, las organizaciones expresaron la necesidad de fortalecer capacidades en torno a la CSS, pues es un cam-po desconocido para muchas de ellas. Un número conside-rable de organizaciones, expresaron que es necesario un perfil muy especializado para el trabajo en lo internacional. Adicionalmente, varias organizaciones comentaron que el conocimiento del idioma inglés también les ha sido un obs-táculo para la participación en proyectos internacionales.

Percepción

• Confusión en torno a lo que es CSS, y lo que no lo es

• Desacuerdo con la definición de CSS que propone Oxfam México

• La participación en redes y alianzas internacionales es relevante

• Es difícil acceder a proyectos de CSS

35

Algunas organizaciones comentaron que es necesario contar con suficiente tiempo para participar en foros, para asistir a muchas de las reuniones u organizarlas, elaborar documentos y presentarlos. Por esto, mencio-nan que la restricción de recursos les impide diversificar su participación en foros internacionales.

3.3.3. Contar con plataformas nacionales

para la interacción

Al menos el 80% de las organizaciones entrevistadas co-mentaron que una de las cosas que más necesitan es una plataforma de interacción a nivel nacional. Esto porque, aunque algunas llevan muchos años trabajando en sus temas de enfoque, no necesariamente conocen a otras organizaciones nacionales que tengan agendas simila-res de trabajo. Si bien, algunas ya participan en redes, éstas son, en su mayoría, de vinculación internacional con países Latinoamericanos. En este sentido, algunas organizaciones mencionaron que, por su experiencia, el mantenimiento de una red también necesita recursos. Por esto, verían como una aportación muy relevante que una OSC internacional con presencia en México pueda li-derar estas interacciones entre OSC nacionales.

3.3.4. Formación de cuadros jóvenes

Las organizaciones, en especial las que trabajan temas de género, mencionaron que al no tener acceso a recur-sos es difícil hacer la labor de formar y capacitar a nuevos equipos, es decir, de formar cuadros jóvenes que serán los relevos tanto en la organización como en la inciden-cia en los temas prioritarios para su organización. Tam-bién, comentaron que el sector de OSC en México tiene en general salarios bajos y puestos de trabajo inestables debido a que dependen en su mayoría de los proyectos y donaciones que puedan “ganar”. Por lo anterior, es difícil atraer talento joven que decida hacer carrera en el sec-tor social.

3.3.5. Mejorar el entorno legislativo, fi-

nanciero e institucional relativo a las OSCEn relación con este tema, las organizaciones entrevis-tadas mencionaron la dificultad de la navegación en el entorno financiero, debido a que la legislación mexica-na para las OSC no prevé el intercambio internacional. Al indagar sobre este entorno para las OSC mexicanas, el equipo de investigación encontró un diagnóstico en el que se menciona que “las OSC se enfrentan ante un en-torno financiero con altos costos económicos y falta de conocimiento sobre el sector social que, lejos de crear un clima propicio para el fortalecimiento de las iniciati-vas civiles, representan obstáculos que desincentivan su creación y desarrollo”37.

Además de estas dificultades generalizadas, algunas organizaciones mencionaron también la necesidad de apoyo por parte de la Cancillería mexicana. Al momento de solicitar visas para viajar a foros internacionales, por ejemplo, sus solicitudes son rechazadas frecuentemen-te, incluso cuando demuestran que el propósito de su viaje es legítimo.

Una organización también mencionó que actualmen-te identifica algunos retos puntuales para la CSS, entre ellos: tomar en cuenta las necesidades locales y priori-zarlas cuando se trata de CSS, y la rendición de cuentas en el sector de OSC.

En general las OSC mexicanas están dispuestas a parti-cipar en proyectos de CSS, pero les hacen falta recursos, capacidades, y plataformas sólidas para la interacción, que les permitan hacerlo.

3.3.6. Competitividad salarialEn este tema, varias organizaciones mencionaron que, comparado con otros sectores que emplean a profe-sionales en áreas similares de enfoque, en general los salarios que ofrecen las OSC en el país no son compe-titivos. Esto tiene un impacto relevante en el fortaleci-miento institucional, en la estabilidad de la organización y de sus proyectos y, desde luego, en su capacidad de acceder a otro tipo de proyectos como los de CSS.

37 TapiaÁlvarez,Mónicaet.al,“FortalecimientodelaCiudadaníaOrganizada:DiagnósticoyreformasparaunambientepropicioenMéxico,AlternativasyCapacidades”,juliode2013,p.95.

36

Gráfico 8: Hallazgos en torno a las necesidades de las OSC en materia de proyectos y acciones de CSS

Fuente: Elaboración propia.

3.4. Hallazgos sobre la percepción de los mecanismos públicos para la participación de las OSC mexicanas en la CSS

En otro orden de ideas, en relación con los mecanismos públicos necesarios para ejecutar la cooperación inter-nacional, la percepción que tienen las OSC entrevistadas para este estudio es que, en general, son casi inexisten-tes. La mayoría no han tenido la experiencia de colaborar con instancias gubernamentales en algún proyecto con-junto a nivel internacional, salvo pocas excepciones que se comentarán en esta sección. De este modo, se percibe la inexistencia de programas públicos de apoyo al traba-jo de las OSC en lo internacional, e incluso se le atribuye una falta de visión a la estrategia gubernamental en este campo.

En el caso de una de las organizaciones entrevistada que trabaja por la equidad de género, su experiencia interna-cional ha estado ligada al acompañamiento de la dele-gación mexicana a diversos foros internacionales donde se discute la agenda de género. Una de las fortalezas en su papel de asesora del gobierno en turno, es que existe una alta movilidad de los funcionarios públicos, es decir, mientras las OSC permanecen y hacen un trabajo de con-tinuidad concretamente con agencias de las Naciones Unidas, la mayoría de los funcionarios no permanece en su cargo. En ese sentido, las OSC y el gobierno han cons-

truido una sinergia positiva. Al respecto la organización entrevistada comentó:

Hemos ido en la delegación oficial mucho tiempo, porque los funcionarios cambian, y nosotras no. Tenemos el pulso de cómo hacerle, de orientarlos y de fortalecer su presencia… Vamos porque les representa-mos (al gobierno) un apoyo, un aval, está mal visto que a las delegaciones nacionales asistan sin representantes de la sociedad civil.

Si bien este fue el único caso en el que una OSC y alguna instancia del gobierno mexicano trabajaban en algún pro-yecto internacional en común, en estricto sentido no po-dría ser catalogado como un caso de CSS. Además, aunque participar en estos foros contribuye a lograr los objetivos de la OSC, su papel es de acompañamiento y asiste como uno de los integrantes de la delegación gubernamental en un foro donde los actores principales son gobiernos y agencias gubernamentales internacionales.

En palabras de los entrevistados, se tiene la percepción que las instancias gubernamentales mexicanas “no co-nocen, ni valoran el trabajo que hacen las OSC” y que, por ello, muchas veces los recursos disponibles para apoyar

Necesidades

• Difícil acceso a recursos financieros

• Profesionalización y desarrollo de capacidades

• Contar con plataformas nacionales para la interacción

• Formación de cuadros jóvenes

• Mejorar el entorno legislativo, financiero e institucional para las OSC en México

• Mejorar la competitividad salarial

37

algunos de estos proyectos “se desperdician, se atomi-zan, y se pierden”. La apreciación en general que se tiene de los recursos públicos está permeada por una sensa-ción de desconfianza relacionada directamente con la fal-ta de claridad y de información al respecto.

Sólo una de las organizaciones entrevistadas ha recibi-do financiamiento o participado directamente en algún proyecto con AMEXCID, y esto no fue de CSS. En algunos casos, ni siquiera las OSC conocían la existencia de la Agencia, y en otros se mencionaba sólo haber coincidido en alguna reunión con personal de la Agencia o, de mane-ra tangencial encontrarlos en algún evento. En un par de ocasiones se dijo que no se entendía la función de esta Agencia gubernamental.

Otro grupo de organizaciones, por su lado, prefieren no te-ner relación con el sector público o por estatutos no pue-den recibir recursos de ningún gobierno. En la experiencia de algunas, los programas del gobierno mexicano disponi-bles para proyectos de desarrollo en general, como los de INDESOL, son generalmente apoyos pequeños e implican una carga administrativa muy alta. Varios entrevistados comentaron que prefieren no solicitar más este tipo de financiamiento porque resulta poco conveniente para la organización en términos de los resultados frente al tiem-po y trabajo invertidos para su ejecución.

Aunado a ello, otra causa para no solicitar estos recursos es que los objetivos de la OSC muchas veces no coinciden con los temas de las convocatorias abiertas. Citando un testimonio al respecto: “No colaboramos con gobiernos… Es una de nuestras políticas no recibir fondos del gobierno mexicano y tiene que ver con el principio de autonomía del trabajo de la organización”.

Los entrevistados comentaron que les gustaría encontrar una mirada abierta del gobierno frente al trabajo de las OSC y que hubiera una intencionalidad propositiva en donde se abrieran las oportunidades para todos los interesados que cumplan los requisitos para participar. Se mencionaron también experiencias desafortunadas en donde después de un primer contacto e incluso acuerdos tomados, los funcionarios no han respondido o respetado los acuerdos. Estos testimonios, aunados a la desinformación, muchas veces desincentivan la posibilidad de un acercamiento de las OSC a las entidades gubernamentales.

Las propias organizaciones consideran que sería valioso que existiera algún programa público que impulse y apoye, económica e institucionalmente, el trabajo de las OSC con proyectos de cooperación internacional. Varios entrevis-tados coincidieron en que hace falta mayor interacción entre las OSC, que una mayor cooperación entre ellas sería benéfica para todas, que es preciso abatir la atomización desde diversos frentes y que la participación del gobierno en este sentido podría ser útil y potencialmente prove-chosa para todos.

Finalmente, el estudio detectó la necesidad de entender la CSS como un fenómeno que sucede más allá de los Es-tados. Es decir, el Sur no es necesariamente un espacio geográfico y con condicionantes estatales y guberna-mentales, sino que puede pensarse como un espacio de enunciación y práctica, que ya no se limita a un bloque territorial, sino que también abarca a poblaciones vulne-rables que habitan en países del norte. Uno de los testi-monios al respecto dice lo siguiente:

La Cooperación Sur-Sur se da más allá de los Estados y el Sur no es siempre un espacio geográfico. Si le damos al concepto de CSS una connotación exclusivamente geográfica y estatista, se quedan fuera muchas diná-micas que se están construyendo desde la sociedad civil.

El panorama descrito por las OSC mexicanas en el marco de este estudio es de claroscuros; resulta alentador co-nocer la gran diversidad de experiencias y mecanismos encontrados, desarrollados e ideados por las organizacio-nes, pero es desconcertante enfrentarse a una muy mar-cada atomización de agendas, de esfuerzos y, en buena medida, de recursos.

Es notable encontrar cómo muchas de las acciones em-prendidas por las organizaciones, a pesar de requerir esfuerzos adicionales, están encaminadas a lograr un propósito doble: 1) de incidencia, y 2) de fortalecimien-to interno de sus capacidades. Precisamente por la gran importancia que revisten ambos objetivos, es apremiante encontrar los mecanismos para tender puentes, o bien, tejer redes, de manera que los esfuerzos puedan sumarse y el beneficio de la colaboración, se multiplique.

38

Gráfico 9: Hallazgos en torno a la percepción de las OSC de los mecanismos públicos

en materia de proyectos y acciones de CSS

Fuente: Elaboración propia.

Percepción de mecanismos

públicos para la CSS disponibles

para OCS

• Los mecanismos son casi inexistentes

• Desconfianza por la poca claridad en la administración de re-cursos

• El financiamiento gubernamental para las OSC es poco y con muchos requisitos

• Les gustaría una mirada amplia del gobierno hacia el trabajo de las OSC y que se abran oportunidades de colaboración con las OSC para la CSS

• Necesidad de replantear el concepto de CSS, no sólo en tér-minos geográficos y de Estados, sino desde las acciones de las OSC

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Gráfico 10a: Hallazgos de la participación de la sociedad civil mexicana en la Cooperación Sur-Sur

Fuente: Elaboración propia.

Percepción de mecanismos

públicos para la CSS disponibles

para OCS

• Los mecanismos son casi inexistentes.• Desconfianza por la poca claridad en la administración de recursos• Financiamiento gubernamental para OSC es poco y con muchos requisitos• Les gustaría una mirada amplia del gobierno hacia el trabajo de las OSC y que se

abran oportunidades de colaboración con las OSC para la CSS• Necesidad de replantear el concepto de CSS, no sólo en términos geográficos y

de Estados, sino desde las acciones de las OSC

Funcionamiento

• Entre OSC existe una actividad internacional importante en el trabajo de redes• No existe un área específica para operar agenda internacional en la estructura

de las OSC• Falta articulación con otras OSC nacionales que trabajan temas similares• Generalmente donantes marcan pauta para el tipo y los temas de los proyectos

disponibles para las OSC (oferta es mayor a la demanada)• Competencia por recursos y capacidad técnica limitada

Necesidades

• Acceso a recursos financieros• Profesionalización y desarrollo de capacidades• Contar con plataformas nacionales para la interacción• Formación de cuadros jóvenes• Mejorar el entorno legislativo, financiero e institucionalpara las OSC en México• Competitividad salarial

Percepción• Confusión en torno a lo que es CSS, y lo que no lo es• Desacuerdo con la definición de CSS que propone Oxfam México• La participación en redes y alianzas internacionales es relevante• Es difícil acceder a proyectos de CSS

40

Gráfico 10b: Hallazgos sobre la participación de la sociedad civil mexicana en la Cooperación Sur-Sur

Fuente: Elaboración propia.

41

4. Compendio de prácticas de participación de la sociedad civil mexicana en la Cooperación Sur-SurEl análisis que se presenta en las siguientes páginas recupera los hallazgos sobre el funcionamiento, percepciones, perspectivas y necesidades de las OSC en esta materia. Con base en los análisis anteriores, este estudio propone asumir cuatro dimensiones que no tienen entre sí una dependencia jerárquica pero que sí están interrelacionadas, y que resumen los hallazgos del estudio en distintos niveles: el desempeño operativo de las organizaciones, sus marcos de referencia y sus limitaciones y retos conforme fueron identificados por ellas mismas.

Gráfico 11: Dimensiones de la Cooperación Sur-Sur entre OSC

Fuente: Elaboración propia.

Trabajo em redes

Atomización

Cooperación

sur-sur entre

OSC

Percepción

entusiasta

Relación con

instanciaspúblicas

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4.1. Atomización

Las organizaciones que aportaron información al estudio, generalmente operan desde esferas que no se tocan entre sí a pesar de buscar objetivos similares o de compartir agendas de trabajo. En ocasiones, no se trata sólo de ato-mización sino, incluso, de desconfianza en un entorno de recursos limitados y alta competencia. De hecho, varias organizaciones preguntaron al equipo de investigación cuáles eran las otras organizaciones a entrevistar para su área de enfoque. Al enlistar las demás organizaciones incluidas en el estudio, la mayoría mencionaron que no se co-nocían. Esto lo corroboró el equipo de investigación al hacer las entrevistas y notar que las organizaciones, cuando hablaban de sus redes, no mencionaban a las otras organizaciones mapeadas para el mismo tema.

4.2. Entusiasmo con prudencia frente a acciones de cooperación

Del trabajo de campo realizado con las organizaciones, el estudio detectó en sus testimonios una evaluación balan-ceada respecto a los beneficios que puede ofrecer participar en acciones de cooperación internacional (escalar el trabajo realizado, compartir aprendizajes) y los riesgos que conlleva para la organización; estos pueden ser:

• Riesgos relacionados con la colaboración misma (socios o aliados poco confiables)

• Desinterés de los gobiernos con quienes proponen colaborar (cuando es el caso)

• Desventajas ante el donante cuando hay un tercer intermediario (vinculado con aliados poco confiables)

• Cargas de trabajo excesivas frente a los beneficios recibidos. En ambos casos puede tratarse de conceptos monetarios o no monetarios

4.3. Trabajo en redes

Las organizaciones que ejecutan proyectos de cooperación internacional, y en concreto, Cooperación Sur-Sur, son todas miembros no sólo de una, sino de varias redes. Las redes les permiten dar visibilidad a su propio trabajo y ésta trae aparejada el reconocimiento, convirtiéndose en una fortaleza importante al momento de competir por recursos. Las redes, en sí mismas, sirven para muchas organizaciones como puentes directos para conocer las oportunidades de financiamiento, de las que de otra manera no se enterarían. Cabe resaltar, que la mayoría de las organizaciones entrevistadas han accedido a redes donde practican la CSS trabajando con un donante internacional que también trabaja en otros países del Sur Global, es este donante el que propicia la CSS.

Las organizaciones hicieron una lectura positiva del trabajo en redes, aunque reconocen los desafíos de la cola-boración intercultural -cuando ésta se da fuera de la región- y, de manera paralela, aprecian las ventajas de poder intercambiar experiencias, conocimientos y buenas prácticas o aprendizajes útiles para organizaciones que operan en contextos similares, pero remotos.

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4.4. Participación con instancias públicas

En relación con esta temática, se encontró que las organizaciones pueden agruparse como sigue:

a) Aquellas que buscan colaboración con el gobierno porque consideran que esa es la vía para la inci-dencia

b) Aquellas que colaboran con el gobierno bajo esquemas bastante definidos, que también sirven para avanzar sus agendas

c) Aquellas que por convicción deciden no participar en convocatorias ni en otro tipo de llamados del gobierno, y prefieren trabajar de manera totalmente independiente a él

En todos los casos, cualquiera que fuera el “subgrupo” en el que se identificara a la organización, ninguna de las organizaciones hizo referencia a mecanismos institucionales que les permitieran una vinculación sencilla, la deci-dieran tomar o no. Al ciere de esta investigación, ninguna de las 23 organizaciones consultadas tenía en curso algún proyecto o iniciativa con AMEXCID.

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5. Recomendaciones para la participación de

las OSC mexicanas en la Cooperación Sur-SurA partir de los testimonios compilados y analizados previamente, en esta sección se presentan las principales re-comendaciones acerca de los mecanismos y procesos que existen, y los que hacen falta, para una mayor y eficaz participación de las OSC mexicanas en la CSS.

Si bien es cierto que muchas de las organizaciones entrevistadas participan en proyectos que pueden ser conside-rados como de CSS, también lo es que, en general, no existe conciencia de ello. Por otro lado, uno de los hallazgos de este estudio es que existe una amplia gama de posibilidades para cooperar internacionalmente entre OSC; lo que se percibe es confusión y falta de información respecto al papel que desempeñan las OSC en la CSS.

De ahí que la primera recomendación que el equipo de investigación encontró relevante, tiene que ver con la poca claridad para las OSC en torno al concepto CSS en general, así como de la CSS en lo particular. Frente a ello, se hace necesario generar espacios multidisciplinarios de estudio, diálogo y debate acerca de lo que está sucediendo a nivel internacional con muchas OSC mexicanas. En este sentido, la academia tiene un papel muy importante que desem-peñar, no sólo en el registro y análisis de casos de estudio, sino porque puede contribuir nombrando y clasificando los procesos y mecanismos de CSS entre OSC y posteriormente darlos a conocer.

Las sugerencias derivadas de este trabajo de investigación se han agrupado en cuatro categorías, mismas que se describen a continuación: fortalecimiento institucional, estrategia de comunicación, plataforma para la interacción y redes y modelos de financiamiento y apoyo.

5.1. Fortalecimiento institucional

5.1.1. Visión compartida

Se resalta la importancia de contar con una visión com-partida al interior de la organización. Antes de decidir participar en un proyecto de colaboración internacional es preciso conocer muy bien las necesidades de la pro-pia organización para tomar las decisiones adecuadas en torno a posibles alianzas o proyectos y considerar que sean estratégicamente redituables a sus objetivos. Se sugiere que la elaboración de agendas esté basada en detección de necesidades emanadas de las propias OSC, y evitar proyectos diseñados en escritorios lejanos a la realidad en el terreno.

5.1.2. Recursos humanos

La mayoría de los entrevistados tuvieron algo que decir en torno al poco tiempo del que disponen, en contras-

te con el que se requiere Gráfico 10b: Hallazgos sobre la participación de la sociedad civil mexicana en la Coope-ración Sur-Sur dedicar para participar en cualquier pro-yecto de colaboración internacional. La administración del tiempo es un desafío en las OSC que repercute di-rectamente en el seguimiento de los acuerdos a los que se comprometieron en el ámbito internacional, cuando además muchas veces no existen incentivos para cum-plirlos.

La falta de tiempo para resolver el trabajo pendiente se resuelve con más personal. En este sentido, la reco-mendación consiste en sensibilizar, primero a las OSC y luego a los donantes y entidades financiadoras acerca de la necesidad de aceptar en las propuestas de finan-ciamiento la inclusión de personal dedicado a atender la agenda internacional de la OSC. Esto como uno de los as-pectos prioritarios para asegurar una efectiva ejecución del proyecto.

45

5.1.3. Fortalecimiento de capacidades

Para todas las organizaciones es importante el tema de la profesionalización de su personal y están conscientes de cómo esto contribuye a consolidar el trabajo interno para poder dar mejores resultados como equipo38. Por ejemplo, se encontró en este estudio que el descono-cimiento del idioma inglés entre los miembros de la or-ganización es un obstáculo que muchas veces impide participar en proyectos internacionales.

La participación en proyectos de CSS para una OSC gene-ralmente representa la aparición de retos y aprendizajes importantes. De ahí que, se recomienda que tanto las OSC locales como nacionales, se informen y conozcan la experiencia de otras OSC que ya han participado en lo in-ternacional y que, de ser posible, antes de incursionar en una actividad o proyecto de CSS, fortalezcan y capaciten al equipo que se hará cargo.

La CSS no es para todas las OSC, existen algunas que, ya sea por sus líneas de trabajo o por sus propios intereses, no desean participar en el contexto internacional. Habrá otras que no tengan la capacidad operativa para hacerlo. No obstante, si la OSC busca crecer en cuanto a la inci-dencia de su trabajo y aprender de experiencias valiosas de sus pares en otros países, es recomendable que se prepare primero.

Otro aspecto relevante es mejorar las condiciones de competitividad salarial. Esto impactaría favorablemente en la profesionalización, estabilidad, capacidad de am-pliar proyectos y de tener un trabajo continuo.

5.2. Estrategia de comunicación

Las estrategias de comunicación de la mayoría de las or-ganizaciones entrevistadas presentan varias ventanas de oportunidad. Muchas organizaciones no cuentan con un área o persona que se dedique a planear y dar segui-miento a una estrategia de comunicación. La recomen-

38 De lasorganizacionesquedijeronnocontaractualmenteconproyectos de CSS, se identificó que algunas han emprendido algunasacciones encaminadas a ello y se encuentran en diversas etapas de de-sarrollo; todas coincidieron en que es necesario participar en la CSS y en haber tomado una decisión consciente de echar a andar proyectos de esa naturaleza.

dación de fortalecer la estrategia de comunicación de las OSC es general y muy necesaria porque no sólo contribu-ye a dar a conocer de manera clara y transparente las acciones y beneficios que logra la organización en sus distintos ámbitos de trabajo; sino que también posibilita el interés de nuevos donantes y abre la oportunidad para nuevas alianzas y participación en redes locales, nacio-nales e internacionales.

Que las OSC cuenten con la posibilidad de recibir aseso-ría especializada para la elaboración y seguimiento de una estrategia de comunicación, es otra de las reco-mendaciones de este estudio. Al respecto se destaca la pertinencia de generar información sistematizada que sustente las acciones, logros y también fracasos de las organizaciones, para poder generar conocimiento y una base sólida en la planeación de sus programas de recau-dación y comunicación.

5.3. Plataformas para la interacción

y redes

Todas las organizaciones entrevistadas participan, han participado o conocen el trabajo de una red de OSC. Para muchas de ellas el intercambio de experiencias es uno de los aspectos más valiosos de la participación en las redes y recomiendan a otras OSC que participen en este tipo de encuentros e intercambios; no obstante, también reconocen que la CSS no es para todas las OSC y que es un proceso un tanto difícil de recorrer.

Asimismo, se tiene la percepción de que no son muchas las OSC que logran trabajar desde entornos internacio-nales y que las posibilidades de incidencia son muy li-mitadas.39 De ahí que la postura de muchos de los en-trevistados sea la necesidad de unir fuerzas, es decir, en la medida en la que se sumen a más redes locales o colaboren con otros socios nacionales, pueden reducir la desventaja de ser pocos y tener poca capacidad de in-cidencia y así ir construyendo bases para participar en la

39 Porejemplo,algunasorganizacioneslocalesenfrentanunado-ble frontera, porque primero necesitan ser incluidos en redes nacionales, quieren generar los contactos, tienen mucho interés en poderse vincular y enservisibilizados,paraluegoincursionarenlaCSS.

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CSS. Hay muchos testimonios de buenas experiencias de trabajo en estas redes a nivel latinoamericano, se hacen lazos fuertes y se genera comunidad.

La recomendación en esta área es promover, entre las OSC mexicanas, la participación en redes internaciona-les de OSC. Aunque la construcción de alianzas no es sencilla y toma tiempo, pueden generarse muy buenos resultados que impacten directamente en el logro de ciertos objetivos de la organización, pues representa una valiosa posibilidad de aprender de las experiencias de otros y de construir relaciones de confianza que ge-neren nuevos mecanismos de interacción.

A pesar de que hay una competencia permanente por acceder a financiamientos externos, la participación de las OSC en las redes puede no contar con apoyo en ma-teria de recursos. Las organizaciones toman la decisión de vincularse con otras, e incluso de participar en pro-yectos de CSS por el valor que éstos representan para su trabajo, y no por un interés financiero.

Otra recomendación en esta sección es el uso de la tec-nología como herramienta fundamental de apoyo en el seguimiento del trabajo de las redes y asociaciones in-ternacionales. Entender el uso de herramientas tecnoló-gicas como vehículo eficiente de diseminación de infor-mación es importante, pero se recomienda no asignar a estas herramientas la expectativa de resolver problemas de interculturalidad, barreras de lenguaje, falta de incen-tivos para dar continuidad a proyectos o iniciativas, poca preparación del equipo o falta de estrategia cuando por ejemplo, lo que no existe es conocimiento del contexto en el que se participa.

Al respecto, algunas organizaciones hacen un llamado a instancias como Oxfam México para interceder, organizar o apoyar a OSC mexicanas en su incursión en el ámbito internacional, con la finalidad de potenciar el desarro-llo de una plataforma que pudiera servir como medio de coordinación entre organizaciones, con donantes, y de intercambio de información. En tal virtud, existen algu-nas experiencias regionales que podrían retomarse para ello, de las cuales dos de ellas se presentan en el gráfico 12.

Lo anterior apunta a un enorme potencial para generar

un mecanismo permanente de vinculación, que permita a las organizaciones buscar referentes cercanos y que promuevan la colaboración. De desarrollarse un meca-nismo de esta naturaleza a través del sector público, el potencial de las sinergias podría ser muy grande.

En este sentido, la mayoría de las organizaciones men-cionaron que sería importante contar con una organiza-ción sólida y tal vez internacional, que les ayude en la generación de estas plataformas de contacto tanto na-cional como internacional.

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Gráfico 12: Experiencias regionales de plataformas de interacción entre OSC

Hay experiencias en otras latitudes que pueden estudiarse para desarrollar en México una plataforma que facilite una interacción horizontal y útil para las OSC que busquen involucrarse en acciones de coo-peración internacional. En América Latina, tanto en Colombia con en Argentina, se han realizado en los diez últimos años ejercicios que podrían servir de guía para que en México las OSC que hacen coopera-ción, y aquellas que busquen hacerla, cuenten con información, recursos, contactos e incluso, asesoría. El enorme potencial de las redes podría verse multiplicado al vincularlas entre sí, y con organizaciones individuales que se estén abriendo camino con objetivos comunes.

En Colombia, a partir de una convocatoria del gobierno dirigida a países donantes en el marco de la CID, se creó un grupo de organizaciones civiles que se alinearon detrás de la iniciativa gubernamental para que la cooperación recibida fuera congruente con las necesidades del país. Este grupo, que se denominó Alianza de Organizaciones Sociales y Afines por una Cooperación Internacional para la Paz y la Democra-cia en Colombia, ha llegado a agrupar 125 organizaciones de la sociedad civil.*

Por otra parte, la Red Argentina para la Cooperación Internacional (RACI) se define como una organización que agrupa a más de 100 organizaciones y cuya misión es crear el espacio de interlocución necesario para ayudar a las organizaciones en las áreas de fortalecimiento que les son necesarias para emprender acciones de cooperación internacional. Es un muy acabado trabajo de vinculación entre “las OSC que tra-bajan o quieren hacerlo con apoyo de la Cooperación Internacional”, según se establece en su propia pá-gina web.** La RACI produce y ofrece en plataforma pública y de consulta abierta, materiales específicos para facilitar el acceso a recursos, información y orientación en la materia y, por otra parte, su carácter de puente con los oferentes de cooperación propicia también un espacio para las OSC para canalizar las necesidades nacionales hacia los donantes internacionales y buscar mayores impactos en su trabajo.

Fuentes:

* ALOP, “Organizaciones de la sociedad civil colombiana interpelan las políticas de cooperación al desarrollo”, disponible en http://www.alop.org.mx/boletin/2007/febrero/08grupos_print.html; y http://www.oidhaco.org/?cat= 1006&lang=es

** Red Argentina para la Cooperación Internacional, cuya página web se puede consultar en http://www.raci.org.ar/?sitio

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5.4. Modelos de financiamiento y apoyo

Varias organizaciones coincidieron en que las motiva-ciones o incentivos para participar en proyectos inter-nacionales a veces no son muy alentadores, pues esto conlleva mucho trabajo administrativo para su imple-mentación, y algunos de ellos pueden calificarse como incentivos equivocados, pues, en ocasiones, aceptar proyectos internacionales puede desviar el objetivo cen-tral de la organización.

De acuerdo a los testimonios recogidos, se encontró que en los últimos años, las oportunidades de financia-miento han decrecido de una forma muy importante en México. Por su condición de país de renta media, México ha quedado fuera del radar de apoyo de muchas funda-ciones y agencias con programas y financiamiento des-tinados a la CID.

Si bien existe todavía un sector que recibe el apoyo de agencias y fondos internacionales, algunas OSC hicie-ron notar que en muchas ocasiones los financiamientos disponibles van dirigidos a temas muy específicos deter-minados por el donante, y que dejan muy poco margen de acción a las organizaciones para intervenciones que podrían ser integrales. En este sentido, otras organiza-ciones están tomando cartas en el asunto, generando y apelando a la utilización de nuevas estrategias de finan-ciamiento, que sean flexibles y que estén disponibles para los grupos más marginados.

En otro orden de ideas, algunos de los entrevistados ex-presaron dudas respecto a la transparencia con que se conducen los procesos de selección de las OSC en las convocatorias disponibles para CSS. Plantearon la posi-bilidad de que personas allegadas a quienes promueven las convocatorias cuentan con información privilegiada que deja fuera de la jugada a quienes no tienen acceso a ella. La falta de transparencia en el manejo y la rendi-ción de cuentas sigue siendo, en palabras de un entre-vistado, “el talón de Aquiles” de la CSS; de ahí que una recomendación muy importante es generar mecanismos transparentes en el uso y distribución de los recursos disponibles para la CSS, que obligue a los participantes a rendir cuentas.

Finalmente, algunas organizaciones también expresa-

ron los beneficios de realizar un trabajo más horizontal al interior de sus organizaciones, apuntando el hecho de que el modelo vertical que algunas OSC en México em-plean en su gestión interna, poco contribuye a promover la responsabilidad compartida en el uso efectivo y trans-parente de los recursos. En pocas palabras, para algu-nas organizaciones, la solución a esto es la habilidad de administrar recursos de manera más transparente y con riesgos mucho más horizontales.

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Gráfico 13: Áreas de oportunidad para la participación de las OSC en la CSS

Fuente: Elaboración propia.

Trabajo en redes

Fortalecimiento

institucional

Modelos de

financiamiento

para OSC

Estrategia de

comunicación

50

Gráfico 14: Prácticas de Cooperación Sur-Sur entre OSC

Fuente: Elaboración propia.

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6. Conclusiones

Este estudio puso de manifiesto la necesidad de documentar, analizar, e incluso nombrar los fenómenos sociales, económicos y culturales asociados con la CSS. Existe muy poca información respecto al papel de las OSC en la CSS a pesar de que son actores clave en su desarrollo y ejecución. Las OSC han desarrollado sus formas y caminos para colaborar desde espacios propios, en ocasiones creados en alianza con sus pares en otras latitudes.

Los mecanismos globales de cooperación han modificado sus prioridades y líneas de acción en los últimos años en el escenario internacional. El denominado modelo tradicional de la CID, ha dejado de ser el único y en algunos casos, no es el más importante. También los actores participantes se han modificado: las OSC, el sector privado y la acade-mia tienen ahora papeles importantes.

En relación con la percepción que se tiene del concepto de CSS, muchas de las OSC entrevistadas consideran que sólo se le puede denominar como tal si participa alguna entidad gubernamental. Por esto, no habían considerado como CSS mucho del trabajo que llevan haciendo por años con OSC de otros países en desarrollo. En general, no existe claridad sobre el concepto de CSS entre las OSC mexicanas. Sin embargo, la evidencia revela la necesidad de construir desde las propias OSC, conceptos, mecanismos e instituciones flexibles, que se adapten a las diversas condiciones y niveles en los que se mueven las OSC en los espacios construidos para la CSS.

Lo anterior nos lleva a otra conclusión: no existen mecanismos claros para que las OSC mexicanas participen en pro-yectos de CSS. Se infiere que cada una de las organizaciones entrevistadas tiene sus propios mecanismos y medios para cooperar. Todas coincidieron en que es una tarea difícil, que implica mucho tiempo y capacidades, y que no necesariamente responde a los objetivos centrales de las organizaciones. También comparten la visión de que es una misión de largo plazo y que no todas las OSC cuentan con los recursos, contactos o la paciencia para participar y permanecer en algún proyecto de CSS.

Por otro lado, entre la mayoría de las OSC entrevistadas hay interés y necesidad de crear y desarrollar espacios de encuentro con otras organizaciones. Se perciben muy atomizadas, cada una trabajando arduamente, sin muchas posibilidades de crear espacios de encuentro con sus pares desde lo local y lo nacional y, en ocasiones, realizan-do esfuerzos por sobrevivir dados los importantes recortes presupuestales,. Especialmente OSC más pequeñas en términos de capacidad operativa, están interesadas en ser incluidas en este tipo de redes de OSC. Incluso hubo organizaciones que se mostraron muy agradecidas por haber sido invitadas a participar en el estudio, pues buscan espacios de diálogo para encontrar sinergias. En este sentido, es sumamente relevante que organizaciones conso-lidadas con presencia internacional, como Oxfam México, sirvan como puentes para la interacción entre las organi-zaciones mexicanas.

Las OSC mexicanas tienen mucho interés y planes, pero no están seguras de cómo continuar; buscan ayuda para abrirse paso, pero no siempre logran ligar su trabajo cotidiano con el plano internacional. Un aspecto primordial para iniciar es encontrar esa visión compartida que las mueva hacia lo internacional y les ayude a incidir también desde ese plano en sus temas prioritarios. Esto parece ser una diferencia importante con organizaciones no sólo más grandes operativamente, sino con un nivel de influencia mayor por ser oficinas nacionales o representaciones de organizaciones internacionales en México. Hay una brecha importante entre el trabajo local y la capacidad de vincularse fuera de las fronteras.

En todo caso, es evidente que, a pesar de la dificultad, muchas de ellas han participado en algún proyecto de CSS, pero no conocen a otras OSC que en México que estén trabajando temas afines. Al respecto se encontró que las

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formas para acceder a proyectos de CSS son diversas pero, a pesar de ello, son insuficientes y algunas herméticas.

En cuanto hace al tema del financiamiento internacional para las OSC en México, este es un campo de estudio en sí mismo. Algunas de las conclusiones al respecto son que las organizaciones más pequeñas tienen mayores pro-blemas para acceder a financiamientos grandes porque los donantes no las conocen o no les tienen confianza y éstas no cuentan con mecanismos para probar sus capacidades y confiabilidad. Por otro lado, la mayoría de las OSC percibe con recelo y desconfianza a las entidades gubernamentales, pues sólo retoman contacto e intención en el trabajo con ellas cuando existe algún interés en particular con un tema relacionado con la inclusión de alguna OSC.

Tal vez por esta razón es que muchas de las OSC generan y/o acceden a proyectos de CSS por fuera de los meca-nismos gubernamentales. Hay casos en los que se crearon organizaciones y redes que funcionan sin apoyo alguno del gobierno. Por ejemplo, en el caso de las oficinas representantes de OSC internacionales en México, se comentó que han constatado que su trabajo de incidencia funciona mejor al tener instaladas oficinas país, que al trabajar a distancia directamente con gobierno. Esto puede estar relacionado con la falta de canales y lo poco eficiente de la vinculación gubernamental.

Finalmente, se plantearon varios problemas de gestión interna entre las OSC participantes en este estudio. Los más recurrentes tienen que ver con la necesidad de tener recursos adicionales, tanto humanos como financieros, para participar en proyectos de CSS. Otro problema se relaciona con la falta de estrategias de comunicación. Muchas de las OSC no están logrando comunicar de manera efectiva sus objetivos, trayectoria y logros; lo que impacta en la posibilidad de conseguir financiamiento y generar confianza.

Cerramos esta investigación retomando lo que se planteó en el inicio: que el universo de la participación de las OSC en la cooperación internacional es un campo de estudio con enorme potencial, pues promete ser de gran utilidad para los propios participantes por la escasa información disponible; y por la necesidad apremiante de estudiar y documentar el fenómeno. Toda la información que se genere en este tema puede contribuir a conocer y entender los actores y las dinámicas que coinciden en el ámbito de la CSS, y servir también de insumo para resolver parte de los problemas que se identifican. Con este trabajo, se logra el impacto deseado propuesto al principio del estudio que es estudiar a profundidad, sistematizar y documentar conocimiento sólido sobre los procesos de participación de la sociedad civil mexicana en la CSS.

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ANEXOS

Anexo 1: Mapeo de actores clave

Organización

La OSC res-pondió la

invitación a participar en

el estudio

La OSC fue entre-

vis-tada

La entrevista fue incorporada

en el libro de códigos para el análisis de

datos

Observaciones

1 Isla Urbana Sí Sí Sí

2Grupo de estudios ambien-tales A.C.

Sí Sí Sí

3GRUPEDSAC (Grupo para pro-mover la Educación y el De-sarrollo Sustentable A.C.)

Sí Sí Sí

4 Earthgonomic México A.C. Sí Sí Sí

5Sikanda (Solidaridad Interna-cional Kanda)

Sí Sí Sí

6 CIESAS Sí Sí Sí

Aunque CIESAS tiene sobre todo un ca-

rácter académico, la entrevista se practi-có en torno a su par-ticipación directa en

proyectos de CSS

7Instituto para las Mujeres en la Migración A.C.

Sí Sí Sí

8Equidad de Género: ciudada-nía, trabajo y familia A.C.

Sí Sí Sí

9Grupo de educación popular con mujeres

Sí Sí Sí

10Fundar, Centro de Investiga-ción y Análisis

Sí Sí Sí

11RIMISP Centro Latinoameri-cano para el Desarrollo Rural

Sí Sí Sí

12Unidos por la Montaña, Gue-rrero

Sí Sí Sí

13 Heartland Alliance México Sí Sí Sí

14 The Hunger Project México Sí Sí Sí

15 ALOP Sí Sí Sí

16 Mayama Sí Sí Sí

56

17Instituto de Liderazgo Simo-ne de Beauvoir

Sí Sí Sí

18 ProDesc A.C. Sí Sí Sí

19 Fondo Semillas A.C. Sí Sí Sí

20Habitat International Coali-tion América Latina HIC-AL

Sí Sí No

A pesar de que la entrevista se practi-có, no contó con los elementos suficien-tes para realizar el análisis de la infor-

mación

21 FAN México No No NoNo se recibió res-

puesta a la solicitud de contacto

22Consejo Consultivo de Agua A.C.

No No NoNo se recibió res-

puesta a la solicitud de contacto

23Coalición de Organizaciones Mexicanas por el Derecho al Agua (COMDA)

No No NoNo se recibió res-

puesta a la solicitud de contacto

24 Equipo Pueblo A.C. Sí No NoNo aceptó participar

en el estudio

25 INCIDE Social A.C. Sí No NoDeclinó participar en

el estudio

57

Anexo II. Herramienta de entrevista 1

GUIÓN DE ENTREVISTA

Estudio: Participación de la sociedad civil mexicana en los procesos de Cooperación Sur-Sur

Institución/Organización en la que labora el entrevistado:

Sector al que pertenece la institución/organización:

( ) Sociedad civil, ( ) Gobierno, ( ) Academia

Fecha de la entrevista:

1. Datos generales

1.1. Sexo: Hombre ( ) Mujer ( )

1.2. Rango de edad: 21-30 ( ) 31-40 ( ) 41-50 ( ) 51-60 ( ) Más de 60 ( )

1.3. Tiempo de trabajar en la institución

Menos de 1 año ( ) Entre 1 y 3 años ( ) De 3 a 5 años ( ) Más de 5 años ( )

1.4. Cargo actual:

1.5. ¿Ha tenido otros cargos dentro de la institución?

No ( ) Sí ( ) ¿Cuáles?

1.6. ¿Por cuántos años ha trabajado en la sociedad civil/academia/gobierno?

2. Enfoque de trabajo

2.1. General/Contexto

2.1.1. ¿Podría indicar cuál es el objetivo general de la organización?

2.1.2. ¿Cuáles son los programas en los que trabaja la organización?

2.1.3. ¿De dónde recibe recursos su organización?

2.1.4. ¿En alguno de los programas/proyectos que tiene su organización tienen colaboración internacional? Sí ( ) No ( ) ¿Con qué países?

2.1.5. ¿Con qué instituciones/organizaciones de esos países colaboran? o ¿Cuál es su contraparte en esos países?

58

2.2. Individual

2.2.1. ¿Podría describir sus funciones dentro de la organización?

2.2.2. ¿Qué relación tiene su trabajo con proyectos de cooperación internacional?

2.2.3. Además de encabezar o formar parte de los proyectos sobre los cuales estamos conversando, ¿cumple usted funciones adicionales dentro de su organización?

Sí ( ) No ( ) ¿Cuáles?

2.2.4. ¿Contaba usted con experiencia previa en este mismo tema?

Sí ( ) No ( )

2.2.5. ¿Qué tipo de experiencia? ¿Por cuántos años ha trabajado en esto?

3. Participación, colaboración y apoyos

3.1. ¿Su organización encabeza/dirige algún proyecto de cooperación internacional?

Sí ( ) No ( ) ¿Cuál?

3.1.1. ¿Me podría mencionar a los otros participantes de este proyecto?

3.1.2. ¿Cuál es el objetivo de este proyecto?

3.2. ¿Su organización tiene o ha tenido algún tipo de participación en algún proyecto de cooperación interna-cional dirigido por otra institución/organización?

Sí ( ) No ( ) ¿Cuál?

3.2.1. ¿Me podría mencionar a los otros participantes de este proyecto?

3.2.2. ¿Cuál es el objetivo de este proyecto?

3.3. ¿Alguno de estos proyectos se ha ejecutado a través de un programa o iniciativa del gobierno federal y/o en el marco de la AMEXCID?

Sí ( ) No ( ) ¿Cuál?

3.4. Este proyecto de colaboración internacional, ¿recibe algún tipo de apoyo no monetario o financiamiento?

3.4.1. ¿De quién?

3.4.2. ¿Qué tipo de apoyo no monetario o financiamiento?

3.4.3. ¿Con qué regularidad?

Única vez ( ) Anual ( ) Multianual ( )

3.4.4. ¿Cómo obtuvieron dichos apoyos no monetarios o financiamiento?

3.4.5. ¿Es la primera vez que los reciben?

Sí ( ) No ( )

3.4.6. ¿Desde cuándo reciben el apoyo o financiamiento?

59

3.4.7. ¿Qué propósitos se cumplen con el apoyo o financiamiento recibido?

3.4.8. ¿Cómo calificaría los resultados de estos proyectos de cooperación internacional, en términos del cumplimiento de los objetivos propuestos?

Muy buenos ( ) Buenos ( ) Insatisfactorios ( ) Nulos ( )

3.5. Su organización, ¿dona algún tipo de apoyo no monetario o financiamiento?

Sí ( ) No ( ) ¿A quién?

3.5.1. ¿Qué tipo de apoyo no monetario o financiamiento dona?

3.5.2. ¿Con qué regularidad?

Única vez ( ) Anual ( ) Multianual ( )

3.5.3. ¿Bajo qué criterios o requisitos los dona?

3.5.4. ¿Es la primera vez que donan?

Sí ( ) No ( )

3.5.5. ¿Desde cuándo otorgan el apoyo no monetario o financiamiento?

3.5.6. ¿Qué propósitos se cumplen con la donación otorgada?

3.5.7. ¿Cómo calificaría los resultados de estos proyectos de cooperación internacional, en términos del cumplimiento de los objetivos propuestos?

Muy buenos ( ) Buenos ( ) Insatisfactorios ( ) Nulos ( )

3.5.8. Del 1 al 5, ¿qué prioridad tienen estos proyectos de cooperación internacional para su institución? (Donde 5 es la mayor prioridad)

1 ( ) 2 ( ) 3 ( ) 4 ( ) 5 ( )

3.5.9. Aproximadamente, ¿qué porcentaje de los recursos de su institución piensa que se utilizan/consumen para operar proyectos de cooperación internacional?

1-25% ( ) 26-50% ( ) 51-75%( ) 76-100% ( )

3.5.10. ¿Cómo contribuye esta colaboración/alianza para conseguir los objetivos de su institución en torno a equidad de género/agua/desigualdad? ¿En qué porcentaje aproximadamente?

1-25% ( ) 26-50% ( ) 51-75% ( ) 76-100% ( ) No sé ( )

4. Redes o asociaciones

4.1. ¿Es socio o pertenece a alguna red/alianza de organizaciones/instituciones nacionales/internacionales que sirva de plataforma para participar en proyectos de cooperación internacional?

Sí ( ) No ( ) ¿Por qué? (Si la respuesta es NO, pasar al bloque 7)4.1.1. ¿De cuál red/alianza?

4.1.2. ¿Desde cuándo es socio?

4.1.3. ¿Cómo accedió o pudo formar parte de esta red/alianza?

60

4.1.4. ¿Qué tipo de beneficios le brinda ser parte de esta red/alianza?

( ) Asesoría y capacitación

( ) Participación en foros internacionales

( ) Acceso a recursos

( ) Donativos

( ) Logro de objetivos de la institución

( ) Incidencia nacional/internacional en sus temas prioritarios

( ) Otro, ¿cuál?

4.1.5. La participación en esta red/alianza ¿ha cumplido con las expectativas de la organización?

Sí ( ) No ( ) ¿Por qué?

4.1.6. Desde una perspectiva integral, ¿cómo calificaría los resultados de la participación de la organiza-ción en las redes/alianzas de cooperación internacional, en términos de la utilidad que representa para su organización?

Nada útil ( ) Poco útil ( ) Útil ( ) Muy útil ( )

4.2. ¿Cree que es importante participar/ser parte de alguna asociación/red/alianza internacional?

Sí ( ) No ( ) ¿Por qué?

4.3. ¿En qué medida la participación en esta red/alianza ha ayudado a cumplir con los objetivos de los proyectos/programas en materia de género/agua/desigualdad?

No ha ayudado ( ) Ha ayudado poco ( )

Ha ayudado ( ) Ha sido fundamental ( ) No sé ( )

5. Cooperación Sur-Sur

5.1. ¿Actualmente su organización forma parte de algún proyecto de Cooperación Sur-Sur?

Sí ( ) No ( ) ¿Cuál?

5.2. Le voy a dar la definición de CSS que estamos usando en este estudio, que es la que utiliza Oxfam:

“Un intercambio de recursos, tecnología, habilidades y conocimientos entre instancias de distintos países del Sur Global. A diferencia de la cooperación tradicional, que se da de países desarrolla-dos a países en desarrollo, la Cooperación Sur-Sur está guiada por los principios de respeto a la soberanía nacional, independencia, igualdad, no condicionalidad y no interferencia en los asuntos domésticos”

A partir de esta definición, ¿considera que su organización forma parte de algún proyecto de cooperación sur-sur?

61

Sí ( ) No ( ) (Si la respuesta es NO, pasar al bloque 7)

5.2.1. ¿Me podría por favor describir el tipo de compromisos y acciones que realiza su organización en el marco de este proyecto?

5.2.2. ¿Cómo accedió o pudo ser parte de este proyecto de CSS?

( ) Convocatoria pública del gobierno mexicano( ) Convocatoria pública de algún gobierno extranjero ¿Cuál? ¿Cuáles?( ) Por algún conocido en el gobierno. Nacional ( ) Extranjero ( )

( ) Por una convocatoria pública de un organismo internacional

( ) Por una convocatoria pública de ONG internacional

( ) Por ser parte de una red/alianza nacional

( ) Por ser parte de una red/alianza internacional

( ) Por una referencia personal

( ) Por una referencia institucional de otra organización

( ) Otros ¿cuáles?

5.2.3. ¿Qué importancia tiene para la organización este proyecto en términos del logro de sus objetivos? Muy importante ( ) Importante ( ) Casi no tiene importancia ( ) Ninguna ( )

5.2.4. ¿El proyecto contribuye a alcanzar las metas de su institución?

Sí ( ) No ( )

5.3. En otro momento, ¿su organización ha participado en un proyecto con el modelo de CSS?

Sí ( ) No ( )

5.3.1. ¿Usted participó o tiene conocimiento de ese proyecto?

Sí ( ) No ( )

5.3.2. ¿Qué importancia ha tenido para la organización este proyecto en términos del logro de sus objetivos?

Muy importante ( ) Importante ( ) Casi no tiene importancia ( ) Ninguna ( )

6. Procesos de colaboración

6.1. ¿Me podría describir el proceso que normalmente sigue su institución para establecer un acuerdo de CSS?

6.2. ¿Cuánto dura aproximadamente el proceso, desde que se inicia una iniciativa de CSS, hasta que se firma el acuerdo base del proyecto de cooperación?

Menos de 3 meses ( ) 3-6 meses ( ) 6-12 meses ( )

12-24 meses ( ) Más de 24 meses ( )

6.3. ¿Se tienen mecanismos establecidos para acceder a proyectos de CSS?

62

Sí ( ) No ( ) ¿Cuáles?

6.3.1. ¿Considera que dichos mecanismos son eficientes?

Sí ( ) No ( )

6.4. ¿En su organización hay algún encargado de vinculación internacional?

Sí ( ) ¿Qué puesto tiene?

No ( ) ¿Quién se encarga de la vinculación internacional?

6.5. ¿Qué cambiaría del proceso si estuviera en sus manos?

6.6. En su experiencia ¿qué tan fácil o qué tan difícil diría que es acceder o ser parte de un proyecto de CSS? ¿Por qué?

6.7. ¿Cuáles diría que son los principales obstáculos para llevar a buen término un proyecto de CSS?

6.8. ¿Cómo evaluaría la experiencia de participar en un proyecto de Cooperación Sur-Sur en cuanto a la eficiencia de sus procesos operativos/de ejecución?

Muy eficiente ( ) Eficiente ( ) Ineficiente ( ) ¿Por qué?

6.9. ¿Cómo evaluaría la experiencia de participar en un proyecto de Cooperación Sur-Sur en cuanto a la eficiencia de sus procesos administrativos?

Muy eficiente ( ) Eficiente ( ) Ineficiente ( ) ¿Por qué?

7. Razones y obstáculos de la no participación en CSS (viene de 5.2)

7.1. ¿Por qué no ha participado en algún proyecto de CSS?

( ) No está en el interés de su organización

( ) No sabe cómo hacerlo

( ) Es muy complicado

( ) No se ha presentado la oportunidad

( ) Otros

63

Anexo III. Herramienta de entrevista 2

Guión para entrevista con académicos

1. Cooperación Sur-Sur. Definición del concepto

● Hemos encontrado referencias tanto a entender la CSS como una parte o elemento de la CID, como a aquellas que indican exactamente lo contrario, que no debe entenderse como CID. ¿Cuál es su opinión al respecto?

● ¿Es posible hablar de CSS si es únicamente entre organizaciones no gubernamentales, o es forzoso incluir la participación de alguna agencia de gobierno?

○ De ser así, ¿puede ser a través de un gobierno distinto a aquel en el que opera la organización?

○ ¿O de lo que depende es del origen de los recursos?

○ Si los recursos vienen de un país desarrollado, ¿eso ya lo convierte en cooperación triangular? (CT)

● Al hablar del trabajo de las organizaciones ¿Cómo distinguimos aquellos proyectos que se consideran como CSS?

○ ¿Hay algún criterio unívoco o inequívoco?

2. Panorama de la CSS en México

● ¿En qué proporción las experiencias de cooperación internacional en México son solamente sur-sur?

○ ¿Y triangulares?

● ¿Piensa usted que las OSC en México tengan/tienen una concepción más o menos clara de estos conceptos (CSS/CT/CID)?

● Desde su punto de vista ¿existen mecanismos (formales/informales) para que las OSC mexicanas participen en proyectos de CSS?

● Estos mecanismos ¿son accesibles para las OSC? ¿cómo se dan a conocer?

● ¿Cuáles diría que son los temas más recurrentes en proyectos de CSS en México?

● ¿Nos podría mencionar algunas de las iniciativas más sobresalientes de CSS donde participen OSC mexicanas?

● ¿Cuáles serían los principales obstáculos o dificultades a los que se enfrenta una OSC mexicana que pretende participar en un proyecto de CSS?

● ¿Qué recomendaciones haría para promover la CSS entre OSC mexicanas?

64

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Ciudad de México | febrero de 2017

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