paralaje (andres mombru)

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Page 1: Paralaje (Andres Mombru)

ParalajeLos giros y las controversias en el campo de la epistemología' y sus consecuencias metodológicas en la investigación científica

srSsi- f! •

Andrés Alombrú

EDICIONES

Page 2: Paralaje (Andres Mombru)

Sobre Paralaje

E¡ rerrrano paniaje tiene raíz griega (aapa.''Jv.acic) y refiere al efecto óptico que hace que lü-s obser/adores colocados en diferentes lugares vean un mismo objeto en distinta posición como producto de la diferencia dei ánguio desee ei que se observa. El téx-mino aplica en dife­rentes campos, pero principalmente en ei de la astronomía. Remite también a una técnica para medir la distancia entre las estrellas. Recordemos que la observación astronómica ao se realiza desde un punto fijo, sino desde un cuerpo que se mueve sobre sí mismo, alrededor dei sol y alrededor de la galaxia, sm tener en cuenta que la galaxia también se mueve. Cada obser/ación es siempre aiferente. por lo que es necesario tener en cuenta todos los puntos relativos para al­canzar una composición mas rica de los fenómenos observados.

Si bien en este libro se han de plantear algunos temas vinculados con la astronomía, ellos no harán referencia a ios aspectos técnicos de esa disciplina, sino a algunos ejemmlos histó­ricos que muestran ei devenir de la ciencia. El sentido es por lo tanto metafórico. No "observare­mos” las estrellas, sino que reflexionaremos sobre la ciencia, sus momentos históncos, ei modo en que se constituye en una estrategia de instalación del hombre en el mundo y en ei conjunto de controversias que supone las distintas miradas e interpretaciones de ios epistemóiogos sobre los modos de conocer y los métodos utilizados para hacerlo.

Al Igual que ei Cielo, que ao es ei lugar estable, incorruptible, eternamente igual a si mismo, que suponían los antiguos, sino turbulento, cambiante, peligroso, como lo muestra la astronomía actual; la ciencia, tampoco es un lugar de certezas donde ei conocimiento madura serena y armoniosamente, sino un torbellino incierto en donde todo cambia, todo el tiempo. La disciplina en la que se discute la naturaleza de esos cambios, los motivos que los proaucen, la conflabilidad que de las nuevas concepciones se pueda obtener se denomina epistemología y se trata de una investigación y reflexión sobre que es, como se produce, como cambia y como in­vestiga la ciencia a través de los distintos procedimientos o métodos que se ha dado para llevar a cabo su fin.

Si pensáramos que hay una única manera de-entender que cosa es ia ciencia, el método científico, el tipo de conocimiento que produce, cometeríamos un grave error, que pane de su­poner que somos observadores fijos y neutrales que captan con precisión su objeto de investi­gación. En cambio, la realidad, vertiginosamente cambiante en medio de la cual se da la ciencia y la enorme variedad de formas de entenderla, nos obliga a estar advertidos de que st queremos tener una aproximación medianamente seria al problema y no caer en un error de paralaje, es necesario reconocer el lugar relativo desde el que nos encontramos y también en el que se en­cuentran los dem.ás. No conseguiremos con ello corregir todos los errores, pero si reconocer que eso que llamamos conocimiento y pensamiento es una tarea colectiva que vamos construyendo históricamente mediante acuerdos y aipturas. Que en ella se encuentra en juego algo mucho más importante que la verdad y es la posibilidad de preservación, continuidad y realización de la especie humana y de cada uno de sus miembros.

cEs por todo lo dicho que este libro; Paralaje Los giros y las controversias en el campo

de la epistemología y sus consecuencias metodológicas en la investigación cientljica, lejos de ser un manual que explique qué cosa es la ciencia y cuál es su método, es la invitación a reflexionar sobre el amplio, rico y en muchas ocasiones contradictorio espectro de ideas, prácticas, enfoques, métodos, problemas, que plantea el quehacer científico y la reflexión de la ciencia sobre si misma.

Andrés Mombrii

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Primera Parte

Contextos históricos de la investigacióncientífica

En un lugar remoto del universo un día unos seres inventaron el conocim iento ...

Federico Nietzsche

Caos

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Capítulo IPerspectiva histórica de la producción

científica

En todas tas cutruras de todas las épocas y de todos los lugares, la búsqueda.del conocuniento se ha revaiaüo como un común denominador del iatersa nuinano. En realidad todavía ignoramos si ei hombre ha llegado a conocenporque había desarroilado la capacidad dei pensamiento, o si el pensamiento surge porque se genera a panir de una tendencia hacia ei conocimiento. De cualquier manera, podemos aíiiinar que.,ei. hombreen tamo ser social y cuiuirai encuentra en eljjeiiSüry el. conocer el motor de su subsistencia, de *u- des.acoiio material y espintuai, de su creatividad est¿tic.a,.y.de toda la riqueza de su complejo desarrollo.*

.\1 dejar de ser seres puramente instintivos, casi todos los aspectos de nuestras vidas se vinculan a íonaas raés-e menosootnptejas del oonocer y este conocer es posible por la capacidad de pensar y razonar pero.también de sentir y vivenciar. .A.! llegar a este mundo tenemos que aprender no sólo las cuestiones más elementales de ubicación espacio temporril sino también aquellas mas complejas que hacen a lircultura a la que pertenecemos. Esto plantea'una cuestión central: el conocimiento no es algo abstracto y desencargado, sino que por e! contrario está estrechamente vinculado a las formas históricas, sociales y culturales de las que emerge y en las que encuentra su sentido. Asi como no podemos llamamos ignorantes por no conocer las técnicas de recolección de agua de ios bosquimanos, tampoco podríamos llamar ignorantes a los bosquimanos por que desconocen el sistema decimal; pero si podríamos decir que es ignorante cualquiera de los integrantes de estas culturas que ignore aspectos fundamentales que hacen a sus propias costumbres, tradiciones, saberes y estrategias de supemivencia y preser'/acion de los individuos y de la sociedad.

Tuda in actividad humana ha girado pues en tomo al conocimiento, pero el conocimiento no implica an desarrollo acumulativo y lineal de las ¡deas. En la hisioria del conocimiento encontramos quiebres y fraetuftis-, aspectos que se desarrollan en forma conjunta unos a partir de otros, algunos de los cuales lo hacen en forma paralela y sin ningún tipo de contacto. Es falsa ia idea de que el desarrollo de las culturas esté obligado a transitar etapas o estadios en forma cronológica y necesana. £a cierto sentido el devenir de las formas sociales es impredecible. Los bosquimanos libracos a su suerte no tienen com.o forzoso punto de llegada la sociedad tecnocrática. Y los procesos sociales pueden responder a una lógica que es la de las formas políticas, económicas y sociales expuestas tanto a las contradicciones intemas, como a los emees culturales y a las influencias de otras formas sociales.

Aun cuando en puestras socieriade.s mnrÍRm. .1 pndnrnn.s distinguir diferentes tipos de conocimiento. ei.£ieilüfico es quizás uno de los más prestigiosos y quizás en algunos casos de los más confiables, pero de ninguna manera el único ni el que es capaz de resolver todos los problemas. En este sentido se nos plantea una seria dificultad: ¿,Cómo establecer ia genealogía, la historia que dé cuenta de los orígenes del conocimiento científico? Es menester definir entonces qué tioo de conocTmiento es ei conocimiento científico, cuáles han itidn sus orígenes, v a qué formas históricas, sociales.v ennnnmicas ha estado vinculado. No intentaremos hacer una historia de ia ciencia, sino apenas reconocer algunas instancias que han representado momentos significativos en las formas de producir el conocimiento.

En-g«Fi«Kil suele decirse-que la ciencia nace en Grecia, y esta es una verdad a medias, pues los griegos supier-en-dar-una nueva perspectiva a las foimas tradicionales de conocer. Sabemos que los egipcios; caldeos, sumerios, babilonios, y otros pueblos habían desarrollado una sene de conocimientos que les petmitieron convertirse en civilizaciones muy importantes en la antigüedad, constniir calendarios bastante e.xactos que les permitían tener control sobre ia agricultura, instrumentos de cálculo y herramientas que los facultaban para constmir imponentes edificios y monumentos, naves marinas que les permitían comerciar con sus vecinos y obras de arte de rica y exuberante belleza. iDesarratfarofl -ootioc¡mientes de matemática, astronomía y ottas-disciptinas corno la medicina, pero no pudieron siste'trratizarlas con autonomía de sus creencias raíticov

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ias_arú;s adivinaionas. en ias-c-oaies ^f-dcstino'de! hombre~^3 pensario gn rfinHnn r-on 4iaSvj- conocnTuento-s nrpvgnian v -^onriagos a-ja-easta 5] conocimiento que dacaiugar a oficios y habilidades en ei manejo de técnicas t»RÍa on.g¿a-¿moinca. U y la .cssíiimbre y circulaba sin que se pretendiera establecer las causas o revisarlos en búsqueda de.oiros taejoces-—

Sueie afirmarse que !a ciencia nació en Grecia, con Tales. Pitágoras y los tísicos, fihoscibs ce! Siglo V a.C. Sin embargo, las invasugad&nes mode-mas dieen-que ro- jjieroH-toS' gnegos qurenes nivefitaron las primeras nociones de geometría, astronomía, etc., las aorendieron de los eigipcios-y de-ios asirio-babiiionios, que en estos campos ae investigaciones ya habían realizado descubnmientos indudablemente muy importantes con varios siglos de antenoridad.,;,6TiáHt!e entonces la aponación decisiva de los gnegos? ¿Qué significa la atnbución de ia gloria -a ellos asignada- de haber-dado nacimiento al pensamiento e+entiñco eabaí-y-verdadero? Procio. un neopiatónico del siglo v d. C.. en ei célebre ''Resumen histórico” contenido en el prólogo a su comentano del Libro [ de Euciídes, escnee que -despues-de Tales y de otros estudiosos de matemática contemporáneos- "Pitágoras transformó ese estudio conviniéndolo en una enseñanza liberal que se remontaba a los onncipios generales y anadiaba ios problemas abstractamente y con ia inteligencia pura—, Precisam.ente en esta transformación que luego será desarrollada con tanto éxito por Platón, Aristóteles, Euciides, etc., debe buscarse, según los histonadores modemcs, la verdadera novedad que introdujeron los griegos". Tal^rétéíeFtBacjóo señaló el conuenzo'dfe-k investigación científica autónoma, pues afirmó la exigencia de un saber racional, irreductible a" ia mera, colección de experiencias de ia vida cotidiana. (Geymonat, 1984, p. 7)

. En este sentido, sólo 4os-gnegos pudieron sustraer el conocimiento de ia mída'de la religión y d e i sentido común y condueirto hacia un terreno laico, reflexivo -y onentado por una razón que busca -los fiindamentos. Distinguieron ia.episteine, que nosotros traducimos como ciesjcia, (que entendían como saber con fundamentos), de Ia.-doxa u-opimon, (que entendían como un saber no necesariamente falso, pero como un simple parecer subjetivo) y le dieron crédito a los argumentos"-que podían demostrar fia validez de-ios razonamientos, de acuerdo con principios lógicos que conformaron la base de los sistem.as de ideas que construyeron. Sin embargo, esta era una actividad de un grupo relevante pero pequeño de aquella sociedad, loS’ filósofos, ei resto de la sociedad vivía bájo. las creencias de mitos.

Suele decirse que la filosofía es la madre de todas las ciencias. Pero, la filosofía misma no .es una ciencia ni lo puede ser. En términos generales hoy concebimos a las ciencias como rjisciplinas que se caractenzan por tener como objeto de investigación una parte del conjunto de nrobiemas Gue plantea la realidad Mientras que la.s ciencia.s ponen-oomo centro-de-atención a su objeto y se dan un método para defintrlo.-abordario y explicarlo, ei objeto de interrogación de ia filosofía es la totalidad, y en ella se encuentranTnueiws problemas que pueden ser tratados de un modo exciusivam.ente especulativo, esto es, de los que resultaimposible o muy difícil proveer evidencias. Sin embargo, no fue así en su ongen enlaafitigua Grecia en-donde la ciencia y la filosofía eran prácticamente lo mismo y loa filósofos*científicos tenían como propósito conocer todas las cosas sin excepción, tanto las del orden físico o natural como del metafísico o sobrenatural. Como se verá esa situación dura hasta la modernidad y a partir de allí se modifica.

Por otra parte, se espera que laaxiejicias, tanto las antiguas-como.las-modemas, tengan ia capacidad de-ejtpHcar tenóraenos y predecir acontecimientos en forma universal y necesaria, esto es, si bien observan casos paiticulares, sus conclusiones tienen que referirse no a hechos puntuales, sino a todos los hechos que se produzcan bajo las mismas circunstancias. Los-eofHJcimfoatos que producen no se deben-refenr a un caso sino a todos, los-casos-posibles y los jiacios, los conceptos con que se expresan, deben tener validez para todos en tedosáos iuoaxes. Además, estos juicios deben tener necesidad, es decir, deben tener una y una sola respuesta, v no puede haber otra. Por ejemplo 2-e2=4, y es cuatro con necesidad; no puede ser ni 3 ni 5. Por lo menos esta es una visión que ha surgido en el mundo antiguo y perdurado a lo largo de los siglos y cuya cnsis trataremos también en algún momento.

Hoy vemos a la filosofía como más cerca de la especulación que de la certeza apodíctica. pero en el pasado los filósofos estaban convencidos que .sus deducciones rgr.ionalp.s Jes pennitian alcanzar esas

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verdades universales. Creían que sus ideas sobre el Cosmos. !a naturaleza, !a esencia última de las cosas eran can precisas y ~'verdadera.s'’ como las de la matemática, Ta~ geometna o Ta lógica. Hoy esas ciencias 5on reconocidas como/< aTidas ,en si mismas y comiO heiTimientas para otras ciencias, pero no se piensa que puedan ser útiles para abordar cualquier tipo de problemas, como por ejemplo, la existencia de Dios o de

-ia inmoruuÍGaá*oei alm.a. este tipo de problema que no puede ser puesto a prueba se denomina raetafísice.

Se había mucho de la la&iencia del pensamiento griego sobre la ciencia moderna, pero en realidad lahgunas doctnna-s.cQmo las de Platón v-.Anstoteies. entre otras, innuyerog en iQrma. deierminante ea la co.smov’.s'pr n-iariiBvai y y fue ésta la Que inéuyo de Lin modo compiejo y vanado sobre el nuevosujeto ge conocimiento que surge en el periodo renacentista.

Por toco lo dicho es quecuando hablam.os de cjfiacia tenem.os que distinguir entre, los diferentes tipos de producción de conocimiento en los distintos periodos históricos.^ .ea, relación a ias diierencias entre modos de producción, marco cuitural y condiciones sociales. En lo que hace a la obtención de conocimiento a-pafiif-éei sigírr.XV, nos estamos refiriendo a una forma panicuiar de ciencia, a la que se denomina con más precisión ciencia experimental moderaa; muy diferente en sus objetivos, procedimientos, métodos y expectativas a las desairolladas por los antiguos griegos o por los .medioevales. Esto se-defee-a atte-ia-eteneta- ng-es-una actividad exterior a la sociedad de la que surge, sino que por el contrano está -suje ia a sas formas ecanómicas poiiticas y sociales. Cuando afirmam.os, que el conocimiento científico es una construcción histórica y social, nos refenraos precisamente al hecho de que está sujeta a ias estructuras de la que forma .parte. Los griegos no aivieron desarrollos experimeníaies, no por falta de elementos técnicos, sino pea ser una aoniedad-afístocrática y guetrera que consideraba el trabajo manual (actividad imprescindible para la investigación expenm.ental) como una tarea propia de esclavos esto es, en el decir de-Ajtstóteles, seres mfefiores por nararaleza. Muy diferentes son ios conceptos de la burguesía, clase social que vaioriza el poder transformador üel trabajo como fuente de riqueza. .•\1 respecto nos dice Geymmnac:

No es difícil comprender el supuesto social que posibilito este cambio filosófico: se trata de la consolidación victoriosa, decidida, de nuevas nquezas vinculadas con el trabajo y -por tanto- dei surgimiento de grupos cada vez más num.erosos de científicos profunda.mence sensibles a ios intereses de la producción y capaces de darse buena cuenta ae m unicad indisoluble entre la práctica y la teona. (Geyrnonat; 1990, p. 14)

Por tanto, lo que denomunamos comm ciencia experimental moderna es un tipo particular de conocimiento-que. surge conjuntamente con la emergencia de La burguesía como nueva cieise social que, comienza a detentar el poder económico, con un nuevo orden económico: el capitalismo en su forma mercantil, con la consolidación de ios estados nacionales y la crisis de las instituciones feudales. Pero, antes de entrar en el m.odo en que la ciencia m.odema se consolida en su contexto tratemos de ver cuál es la rupnura - epistémica que se produce con las anteriores formas de conocer.

£1 surgimiento de la filosofía y de la ciencia en la Grecia antigua se--da prácticamente ai mismo tiempo y resulta, en la mayoría de los casos, muy difícil poder establecer diferencias entre ellas, ya que posiciones de mucho predicamento han tratado de identificarlas.

(Ün hecho significativo es que la interrogante filosófica primordial, la que trata de apoyarse en la

razón yfiescdia tas explicaciones mineas, mágicas, o religiosas, ai mismo tiempo surge como interrogante. por el mundo en su dimensión física material. Las preguntas por el ser aparecen en un primer momento indiferenciadas de las preguntas por el Cosmos, esto es, por el orden que constituye la estructura misma dei mundo y por los fundamentos, tanto materiales como lógicos de ese orden. Los primeros en tratar de descubrir ias causas dei orden cósmico sin el auxilio de la religión fueron ios llamados filósofos pre­socráticos, o también denominados físicos, (entre e! siglo V y Ü1 a.C.)

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Para los ,a .dea de una creación dei mundo a pamr de la nada era impensable, por io íaníoCQiacdjian un estaco-mrgrror-ai-rrae- Hamarcn en donde loüas las cosas oue oodian ser distinguidasunas de otras estacan mezcladas e-maiferenciadas, A este Caos sobrevino un-Cosrnoi. La oaíseFa-Cosimos signiñca justam.enie cfeen; y la m.áxiiTia preocuDacion ae estos pensadores pre-socrancos radicaba .en oescuonr como « t e orcen senabia producido. Eilos buscaron la causa en un onncip:o activo da ia naruraieza, en un elemento pnmcrdiai que se constituía en el ordenador de todas las cosas. Para unos, ese elemento nae ei agua, para otros el aire, para otros ei ruego, etc. Lo iraponaníe es que los recursos para establecer ese principio se basaban, no sólo en observaciones sino y principalmente, enf^üu&ctoaes-raelonal^ Las teorías sobre ia tbnma y comportamiento dei universo son por deima.s vanadas, algunas con un grado tal de Similitud con las actuales que nos asombrarían, otras demasiado diferentes, como por ejemplo una tierra plana sostenida por el viento. Fabulosas si, pero no irracionales.

Cbmel-termino ”presDcráttcos”, se hace alusión a una serie de pensadores anteriores y contemporáneos de Sócrates, pertenecientes a otras escuelas y que no conocemos directamente sino a través de la reconstrucción de pensadores postenores, cue hacen referencia a ellos. Entre ios antiguos se encuentran Teofrasto, SimpiieiOj el mismo Anstóteles. y mas tarde en el penodo romano, Plutarco, Cicerón, Diógenes Laercio, Sexto Empinco. etc. De cualquier manera, lo que resulta signmcativo es que sea la filosofía de- Sócrates la que oficia como una bisagra que marca un antes y un después en la historia del pensamiento antigijo. Efectivamente, la temática principal que ocupaba a aquellos pensadores estaba onentada por ia inteiToganie sobre la -fy s is - (naturaleza), dándose recién con Sócrates un-giro hacia temáticas referidas al hombre con temas tales como el bien, la Justicia, la virtud, la verdad, etc. Para poder comprender el preciso lugar que ocupaba aquella reflexión, hay qué dar cuenta de que ella se encontraba instalada en la búsqueda de un ámbito laico, poniendo distancia tanto-de-ks concepciones mitológicas,-momo de ¡as religiosas y.de las creencias populares.

Lapirsgunta principal de estos filósofos científicos era: ¿Qué es el mundo?. ¿Por-qué existe-?, .¿Que lía-determinado su origen? Las preguntas ya habían sido.formuladas y las respuestas también ya habían sido dadas, tanto en el marco del pensamiento mágico que coiTesponde ai mito, como en las '‘explicaciones” que se encuentran en ei “misterio”, en la religión de los pueblos antiguos que fueron capaces de tener conocimientos que les permitieron construir muy im.portantes civilizaciones, pero no ciencia en el sentido en que lo estamos planteando. La actitud de los presocráticos parece pues, una ruptura con las tradiciones y la fundación de un lugar novedoso para la interrogación, esto es, la reflexión racional. Sin embargo, aunque sus explicaciones van a privilegiar la mirada racional,- todavía no se han desprendido totalmente de influencias que apuntan al misteno al modo dei mito. Quiza en ios aspectos exotéricos pueda manifestarse claramente la racionalidad, pero en las consideraciones esotéricas el mito todavía se -enettentra presente. Ei pasaje dei mito al logos, implica al mismo tiempo pasos progresivos y rupturas. A! respecto señala jaeger:

Podríamos decir, parafraseando la afirmación de Kant, que la inruición mítica sin el elemento" fomiador del logos es todavia “ciega”, y la concepción lógica, sin el núcleo viviente de la originaria “intuición mítica” resulta “vacia”. Desde este punto de vista debemos considerar la historia de la filosQiía griega como el proceso de progresiva racionalización de ia concepción religiosa del . mundo implícita en ios mitos. (Jaeger, 1978, p. 151)

La búsqueda del primer elemento, como pnneipio que origina el mundo tísico, no los convierte en meros naturalista; sus interrogantes tienen un sentido que conser>/a el enfoque cosmogónico de las visiones míticas. Por otra parte, si la filosofía ha de constituirse en una forma de estar en el mundo, esto es: de comprender la realidad, de producir cosmovisiones, de dar sentido a la existencia, de significar los propios actos y de generar prácticas comunitanas que determinan tanto lo social como lo político y lo económico, cuanto lo cultural, es ella sólo una foima entre otras.|E-lTnito y laTcligión ya habían cumplido antes que ella esa función, pero no desaparecieron por el hecho de que hubiera aparecido este nueva enfoque. De hecho, la ciencia moderna también ha cumplido ese papel significador y ha conformado el modo de estar del hombre moderno en el mundo, eclipsando otros modos en lo que se refiere a su influencia en las prácticas sociales ,y en los modos de entender de una época y de dar significado a las cosas. Por ejemplo, la enfennedad, tratada por la ciencia no es concebida como el resultado de un castigo divino, ni por el incumplimiento de un

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ncual. Lab rTiáx;mas expresiones, ¿e ia fiicsofia y de ia ciencia anega come ei piatonismc. ei arisioíeiismo y ei epicureismo proliferan en ios momentos de mayor cnsis y disoiucicn social y en aiguna .medida per ia necesidad ae dar respuesta a esa cnsis. frente a la desconfianza en los vaiores ae la tradición que ya no dan respuesta, por io menos para cienes sectores pocerosos de la sociedad.

el mundo griego es un mundo de ccnfuencias que se nutre del apone tanto dei lejano oriente como aei onente medie y cercano. uenciailgfrarcuTíurtis egipcia, sumena, caldea, baoilomea, etc., sumada a los saberes y üesarrollos téemeos se conjunto, tanto con las prácticas tradicionales, cuanto con ia emergencia de un nuevo orden social conformado a partir de la polis o ciudad estado ,en donde no pnmaba una casta sacerdotal que rean.mnara ei dogmatismo religioso, smo el conjunto de ciudadanos considerados iguales entre sí, dando lugar a ia isonomía como práctica política. Por tanto, ei surgimiento de un pensamiento que adquiere autonomía con respecto al saber establecido por prácticas consuetudinarias y por instituciones religiosas consolidadas, es solamente posible por ias condiciones de libertad generadas en el marco institucional de ia polis. Recordemos que esas pequeñas ciudades estado estaban presididas no por un palacio real sino por el agora, que era el centro de reunión y discusión de los ciudadanos, cuyas prácticas estimuiaban la polémica democrática.

La cultura griega se constimye abnendo a un círculo cada vez mayor, y finalmente _ _ai demos en su totalidad, ei acceso a un mundo espintuai reservado en los comienzos a una

aristocracia de carácter guerrero y sacerdotal (la epopeya homénca es un primer ejemplo de este proceso: una poesía cenesana, que sircanta antes que nada en 1a sala dé tos palacios, después sale de ellos, se amplía y se transforma en poesía de-festival). Pero esta ampliación yrapiiea una transformación profunda. ,A.l conveidirse en eiemienco de una cultura común, loa conocímieatos, los-vü-íores,-las técnicas mentales son llevados a la plaza pública y scraetidos a critica y controversia. No se les conserva ya como garantía de poder en el secreto de ias tradiciones familiares; su publicación dará lugar a exegesis, a interpretaciones diversas, a contraposiciones, a debates apasionados. En adelante ia discusión, la argumentación y la poiémica, pasan a ser ias reglas de! juego inteiectual, así com.o de; juego político. La supervisión constante de la comunidad se ejerce sobre las creaciones dei espintu, lo mismo que sobre las magistraturas dei Estado. La ley de la polis, en contraposición ai poder del .monarca, exige que ios.unos y los otros sean sometidos a una «rendición de cuentas». No se impone ya por la fuerza de un prestigio personal o religioso; tienen que demostrar su rectitud .mediante procedimientos de orden dialéctico. La palabra constituye dentro del cuadro de ¡a ciudad, ei instrumento de vida político; la escriaira suministrará, en el piano propiam.ente inteiecaial, el medio de una cultura común, y permitirá una divulgación completa de los conocimientos antenorm.ente reservados o prohibidos. (Vemant, 1965, p. 2S)

En esta cita, Vemant-muestra muy claramente cuál es ei marco constitutono de la Polis en relación a las prácticas ciudadanas. Nos señala ia nca y compleja realidad y los muchos elementos que participan solidaria y dialécticamente en la conformación de la Polis. En ia medida en que el poder se laiciza, las instiDuciones se democratizan y la libenad es investida como un valor. El desaixollo de la subjetividad es el que peimite el amor a la belleza, a la libertad, al bien. En este contexto, la belleza se hace arte, la libertad justicia y el bien derecho. La conciencia busca sus medios y ei lenguaje se hace discurso y diálogo para que el pensamiento pueda dar sus frutos más maduros, la ciencia y la filosofía.

Los cambios sociales que se produjeron luego del siglo V en el que habían prosperado los presocráticos, trajeron situaciones de crisis frente a la cual la filosofía de Sócrates fue una respuesta. Si bien no tenemos escritos de Sócrates ias referencias nos dicen que este filósofo no solamente “amaba la verdad”, sino que proponía un método para alcanzarla. Seria largo e inadecuado explicar aquí todos los fundamentos de su doctrina, bástenos con decir que para éi ei conocimiento era recuerdo de un saber que ya se poseía y que ia ciencia estabiecia el método para producir tales reminiscencias mediante una serie de preguntas que se iban ajustando frente a las respuestas y que se conoce con el nombre de otayéutiea. Heredera de ésta tradición y de sus temas, enfoques y métodos aparece Platón.

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Platón

Platón ('Í29-3‘t' a.C.: fne ano ie ios ñiosofos mas ■¡mpoi'tantes y compartía buena parte d e io s pri socráticos en tomo ai conocimiento. Para ei ramoién se trataba de una rememoración a e ,u n s a b e r complejas circunstancias, se liabia olvidado. Produce algunas m odincaciones de! n tétod o d e su

____ er. ei modo de conceb ir ios p roced im :

E: sbii iegbs,TCGGs las cosas, tos no cuecen, aicgnzario, ceto si ios verdcdes que errevelc a su condición numanc.

que conducían al c o n o c im ie n to , a¡ qi. denomina diaiéciica. El m é to d o d ial.»/- cuenta con dos tra d cio n e .s ciam rr diferenciadas, una de e lla s t ie n e que'- con ia idea de que la realidad as ei resnlt de la contradicción er.rre ongen en uno de ios p r eso cra tico s llar Keráclito y luego en la im odem idad ■''fconcepto es tom ado y d esa rro lla d o ' :'

Ascenso por e!;escarpado ccEFiino queb 'onauce adc verdad' det sbnocirrieníov

Hegel y por Marx. Esto lo v e r e m o s en ot capitulo. La otra tradición es la piatónit para la cual, ¡a d ialéctica im p lica la dfdc ios dos que se contactan a través legos. D.icho de otro m odo, el d ia -lo j el logos entre dos, m ás sen c illa m en tá l diálogo. La palabra io so s que se' encueni en la raíz de m uchos términGS. utilizamos habimalmente co m o p s ic o lo g í^ l

antropología, etc., tiene un rico signincae que puede entenderse como palabra, ^razón, idea. El diálogo no sena otra cosa que poner a la paiabirij y a la razón entre dos para buscar el conocimiento. Es por ello que la obra de Plátcn se c o n o c e co n y lg nombre genénco de diálogos platónicos y que expresan ei método que este autor propone para alcanzar eijg conocimiento.

Hemofes sncadenacos que perciben sSfP: ias sembrasí qufe

tOGcSS*

Uno de los pasajes en donde de modo metafórico presenta estos conceptos es en la llam ada “alegbna j de ía caverna” que se encuentra dentro de su obra La República. Muy brevemente diremos que la caverna 5;i representa un mundo de sombras y oscuridad, sinónimos de ignorancia, en tanto que ei exterior, iluminado y' por la luz del sol, representa el saber v el cnnncimiento. La tarea de! hombre consiste en salir de las tmiebias.de la ignorancia a través de! duro, escarpado camino dei conocimiento. Reconocer que la verdad se encuentra. ¿ en un plano supenor de las ideas, eternas e incorruptibles y que las cosas dei mundo cotidiano son apenas' malas copias de las primeras que se degradan y coiTompen. Pero la naturaleza humaná no puede alcanzar la verdad absoluta, representada por el sol, sino contemplarla como filósofo, es decir, com o amante de ía verdad. .A. esa verdad se accede exclusivamente por ia razón pura, por la deducción racional, sin ningún tipo de contaminación que provenga de los sentidos-que son fuentes de equívoco. Esta posmra platónica ya establece una primera separación entre lo que mucho más tarde se presentará como la contradicción entre racionalistas y empiristas, que veremos más adelante.

Platón desechaba que los sentidos fueran fuente de conocimiento, por lo tanto, la astronom.ía no podía ser para e! una ciencia. ^De dónde surge entonces el llamado heliocentrismo platónico? Sus juicios no estaban fundados en observaciones astronómicas ni en cálculos matemáticos. Simplemente produjo un modelo que él estimaba como verdadero porque coincidía con sus especulaciones metafísicas sobre ia naturaleza, la materia, el espiriru, e! alma humana, el mundo de las ideas etc. Pone al so! en el centro de su sistema porque identifica las ideas supremas, la de bien, belleza y sabiduría con la del universo; ese centro está ocupado por la perfección misma, el lugar de las ideas perfectas y de las almas elevadas. .Allí nada cambia sino que permanece eternamente siempre igual. Todo lo que tiende hacia el bien tiende por lo tanto a la luz, ¡a belleza y lo intelectual, todo lo que tiende hacia ei mal tiende hacia la oscuridad, la fealdad, y la sensualidad de la came.

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AristótelesAnsíeteles ■384-322 a.C.), discípulo de Platón, no compari:ia con su.maestro muchas cosas. Por un

lado su concepción sebre que cosa era el .mundo. Para él no tenia sentido pensar -que las cosas dei mundo cendiano y a las que se accede por medio de los sentidos fueran copias de las ideas, sino que había un solo mundo que se poaia conocer por medio de la razón y también de los sencidos. Esto tenia corr.o consecuencia una propuesta metodológica completamente distinta. Se le atribuye la frase: "Nada hay an al íniaiaao que r .Q haya pasado ames por los senridos". queriendo e.'tpre.sar de este modo la imporrancia que .Ansróreies le .ccnrgiioa a la información que provenu de los sentidos como una forma confiable de conocimiento.

.Auscultaba todos los fenómenos y también los celestes con el au.xiiio de la razón y sus ideas metafisicas sobre la naairaleza, pero también apoyado en sus sencidos. Para él la contemplación era la base del método cientifico. El método aristotélico puede ser concebido como una manera gradual y provisional de abordar un oojeto de investigación consistente en avanzar por medio del ensayo y el eiTor. Aquí destaca su característica defensa dei consensum omnmm, (consenso de todos), es decir, la creencia de que ja opinión de todos no puede estar equivocada, ya se trate de problemas de ética, de física o de otras materias. De allí que en general sus traoajos empiecen con una exposición histónca de los puntos de vista sobre el problema a investigar, procedentes tamo de los expenos como asi también de la opinión del sentido común.En esa actitud se separa abiertamente dei platonismo, tan desconfiado de la áoxa, (opinión). No hay dogmatismo en esa actiaid, al contrario, y por eso Aristóteles es consciente de su propio

■ ■ ■ lugaí'eR una trayectoria histórica forjada por sus antecesores. Otro aspecto de la .menfe'de Aristóteles que lo separaría de Platón fue, según Guthne, que aquél: «tenía en su naturaleza una vena fuertemiente empinca». Aclaremos que el “empirismo" de Anstóteies coco tiene oue ver con el significado que dicha palabra posee actualmente, en especia! a partir de! desarrollo de la ciencia moderna. Por ejemplo, la noción de expenmento era ajena tamo a Anstóteies como a los gnegos en general. No caben dudas de que ífente a Platón, el Estaginta reivindica el conocimiento procedente de los sentidos y la expenencia en general Tam.bién es cierto que en las disciplinas namrales emplea la obser/ación y la clasificación, como por ejemplo en física y en astronomía la obser/ación tiene cabida, siempre y cuando no choque contra los presupuestos especulativos de su metafísica. No debemos pensar esta observación en el senado que hoy le otorgamos de control de las teorías, sino que ella se realizaoa de un modo más ingenuo y concordantes con los supuestos metafisicos antes que con el comiportamiento de les fenómenos. (Mombrú, 2011, p. 58)

Para Aristóteles la Tierra estaba conformada por los cuatro elementos básicos (aire, agua, tierra, y faego). En la tierra los elementos cambian unos en otros estando sometidos a la corruptibilidad en cambio, ios del cielo están fijos en un plano de pert'ección e incomiptibilidad. Su concepción teieológica formulaba un universo constiaiido según ia idea de elementos o formas continuas, con lo que todo estaría hecho.

Esta finalidad, que signa el movimiento de los objetos, quiere que todas las cosas tengan un lugar en la naturaleza, lugar que marca el fin y el orden hacia ei que todas las cosas tienden, tanto en el orden físico como en el moral e intelectual,

.Aristóteles se apoya en algunas experiencias que lo condujeron a obtener determinadas leyes del movimiento; ellas se refieren a la fuerza y la velocidad y se aplican exclusivamente a todo aquello que está sobre la Tierra. Divicte al cosmos en dQS-Pl.anos, uno el supra-lunar, y otro el yub-iunarf al último lo [lama el lugar de la degradación y la corrupción, donde todo esta sujeto al cambio. El otro, el supra-lunar es armónico, pertécto y estable, con astros que describen circuios en tomo a la Tierra, la cual permanece fija en e! centro al igual que las estrellas muy alejadas y quietas, prendidas en la bóveda celeste. '

Los planetas no caen sobre la Tierra por que están sostenidos y prisioneros cada uno a su esfera decristal.

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Modelo Aristotélico de las Esteras Celestes

Este mcdeio ie eniverso responde mas a una aecesicad de Imcer coincidir aspectos metafisicos de ia teoría aristotélica, aue con pruebas de calculo y observación. Se funda en :a concepción de la permanencia y ao de! cambio como caracterstica primordial de! cosmos, pues el desorden im.olica caos, y este es un estado previo a la existencia rrusma dei universo. Un orden de jerarquías rige al cosmos entre lo superior y lo inferior de acuerdo a su naairaleza. .Vliemras lo superior es eterno e imperecedero, lo infenor es ei reino de la corrupción y ¡a degradación. El realismo aristotélico, que se apoya en ei método contemplativo, trata de hacer coincidir los supuestos teóricos con la obser/ación. Sin embargo esta, no sólo está supeditada a la primera, sino que además adolece de ias caracteristicas de sistemacicidad y ngor metódico que vincule los supuestos con la experiencia.

E¡ cosmos anstotéiico esta conformado por una serie de esferas concéntricas que se mueven 'unas dentro de las otras en eterna armonia. A cada esfera se encuentra sujeto un planeta, ia luna y ei sol. Las estrellas están en la última de las esferas. .Aristóteles supone ei movimiento circular de los astros pues se corresponde con ei concepto griego de perfección. Las '"esferas de cristai” ñjan a los planetas a su órbita y ia Tierra seencuentra en el centro, fija e inamovible, como ia experiencia ordinaria parece _________________________indicarlo. El modelo ptolomeico es una variación del modelo anstotéiico que, asignando un movimiento panicular de epiciclos y deferentes, pretende explicar algunos puntos no resueltos del modelo de .Anstóteies.

Claudio PtolomeoEste astrónomo vivió aproximadamente entre ei año 85 y el 165

de nuestra era, inventó un modelo geocéntrico de compiejo y aito rigor matemático, complementando su idea con sofisticados desarroilos geométricos, que tenían la virtud de armonizar realmente con ios registros astronómicos. .Aunque para él ia astronomía no era tarea de físicos sino de matemáticos. Rechaza pues la antigua creencia de los griegos de que la razón humana pueda explicar el comportamiento de los objetos celestes.

Paradójicamente vuelve a establecer una conexión entre la astronomía y la astrologia, es decir, con principios místicos y divinos y no con la física que lo podría haber conducido a un camino mas cercano a! de la ciencia moderna.

I !

Todas las concepciones astronómicas de la Grecia clásica y del mundo medieval, si bien se habían sustraído de la impronta religiosa, todavía permanecían enredadas en debates filosóficos entre pitagóricos, platónicos, aristotélicos, y estoicos.

Como el modelo aristotélico no predecía e! lugar de los astros en el cielo en su supuesta órbita circular, Ptolomeo recurrió a una compleja solución geométrica que establecía que además del movimiento de traslación (circular), los astros poseían un movimiento de giro o rulo sobre su propia órbita denominado epiciclo, el cual es ilustrado en la figura que acompaña este texto. A pesar de tener una aceptable capacidad predictiva, al

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no cQtxesDonder con el aucántico movimiento de [os Listros requería correcciüiv°s y moQiñcaciünes eonsantes. A pesar de ¿11c qcbemó ia ascrononua durante más ce anos.

Mientras que Anstoceies, por ejemplo, trataba de explicar les movimientos de los astros por las causas reales, haciendo depender asi la astronomía de ia física, otros, siguiendo la concepción platónica, hacían de elia, una vez recogidas las observaciones, una ciencia puramente matemática, cuya tarea consistía únicamente en imaginar combinaciones geométricas que permitieran calcular correctamente los datos de la obser/acion, o, como decían, "salvar los fenómenos" . ocdcsiv ra iDa'.vcuc.’ci, pero sin conferir un contenido rea! a estas co.nstraccior.es matemáticas. (Bla.nc.hé, ?„ El método experimental y ia filoscfia de la física. F.C.E. México 1972, p.p. 23)

V\')'-Oixco ^ P'\c>Lí ’ iv' i

La época helenística: la ciencia en AlejandríaPtolomeo, no Claudio, el astrónomo al oue hemos hecho alusión, sino Ptniomeo í íSotert quiere nacer

de .Alejandría no sólo la capital oolitica sino también cultural de Eaicto, 'T'** '''"'nfiníia ptolomeo IT. su hijo. Por eso manda construir junto a su palacio un Museum o Templo de las Musas, algo equivalente a nuestras modernas universidades. Finalizadas las obras hacia el año 3Ü0 a.C., los sabios más eminentes de .Atenas se trasladaron a .Aieiandría gara hacerse cargo de la dirección de los esmdios. Su sucesor, Ptolomeo II fundó la más famosa biblioteca de que tengamos noticia. Estaba dividida en cuatro departamentos con su propio bibliotecario; literanira, matemáticas, astronomía y medicina. En los primeros cuarenta años de existencia logró .murar alrededor de -00.000 manusentos.

El auge de las ciencias y de las artes en Alejandría se extiende más allá del periodo helenístico, aún bajo la administración romana. En el 529, por instigación de los cristianos, el emperador Justimano cierra la escuela de .Atenas y, finalmente, en el 642 los musulmanes que habían conquistado .Aiejandria destruyen lo que quedaba de su biblioteca. Tras esta breve ubicación histórica veamos cuál fue ia suerte que le cupo a la ciencia en Aiejandria.

Por de pronto hay que señalar, ampliando lo dicho anter.ormente, que los discípulos de .Ar.stóteles abandonaron los ideales científicos de su maestro y continuaron sus esmdios relativos a la retórica, metafísica y lógica. Por asta razón ei espiricu que imbuía todo el ambiente calbarai alejandr.no fiie netame.nte .neopiaconico, ya que se produce un resurgimiento de las ¡deas de Platón. Precisamente Proclo, a quien citamos para caracter.zar el ideal de ciencia griega, no es griego sino alejandrino, pero es un buen ejemplo de las comentes neoplatonicas.

L i-s. cicios (X sses punto podemos hacemos muchas preguntas. Una de ellas podría ser i Por qué no se_ desarrolló ni en Grecia ni en .Aleiandrm una ciencia fí.sica tal como ia entendemos hov? Recordemos que para Procío la ciencia es enseñanza liberal. Liberal allí significaba que ia ciencia no se preocupa más que por conocer sm otra finalidad práctica, que era esencialmente ociosa y que se refería a una actividad propia del hombre libre. El hombre libre, ei ciudadano griego no trabajaba manualmente. Este desprecio por el trabaio manual, que caracteriza al hombre griego de las clases altas con acceso ai conocimiento, lo hace naturalmente incapaz para relacionar la teoría con la experiencia, relación que va a ser fundamental para el desarrollo de la ciencia física tal como se entiende a partir de la Edad Moderna.

Esta misma incapacidad explica que g/ único modelo de len^ia ie ciencíñeo si9-ue ?iampir-oei modelo macemático. v no .rg comprende la pn.<¡ihiltdad de un tipo de demostración que nn yg reduzca a la deducción lógica de prinoinin.^ q;enerales. “ (Geymonat, 1984, p. 24), que fiae, por otra parte lo único que se rescató de la obra de Aristóteles y se conservó a pesar de haber olvidado sus trabajos científicos.

Es necesario aclarar que al hablar de modelo matemático como modelo de lenguaje clentifico no se pretende decir que ellos utilizaran funciones matemáticas para explicar los fenómenos naturales. Solamente se intenta significar qué, en cualquier ámbito de su investigación, los gnegos buscaron en su lenguaje la misma precisión que habían logrado en las matemáticas.

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La concepción aristotélico tomistaPara ei año i 000. Eurupa sutr.a un retroceso cuirural muy importante que ponía su cuipura nray por

ceoajc de a onentai y mucho mas todavía de :a Isiamica. Las mentes mas lúcidas de la Enroca cuita eran mcapaces de entender los teoretmas mas eiememales de Eudides. En este sentido, la iglesia Católica ejercerá una tmíuencia :nuy importante en ei surgimiento de la cultura en genera! y de la ciencia en oarticuiar.

Si bien Santo Tomas de .Aquino pertenece al ámbito de la filosofía Medieval y es uno de los mayores e.xponentes de !a filosofía como teología tanto como de la teología como filosofía, hay en su pensamiento algunos elementos que inspirarán a filósofos modernos más allá del momento en aue ambas se separan.

Santo Tomas nació cerca de Aquino apro.ximadamente en 1224. Es lugar común señalar que, si .Agustín tomó a Platón y lo cnstianizó, dando de esta manera un sustento más amplio ai dogma católico, Santo Tomas de .Aquino realizó una obra similar con .Aristóteles.

La obra de Tomas es monumental, la Suma Teológica: tiene más de treinta volúmenes que pretenden sistematizar el dogma católico, y lo ubicamos en un momento enriquecido por vanos siglos de pensadores

ensílanos, fundamentalmente por San Aibeno Magno, quién compilara ordenada y sistemáticamente una enoime cantidad de maienaies de ios que Tomás se sirvió y fueron la base de su filosofía.

Hay en la obra de los Doctores de la Iglesia muchos motivos que los condujeron a mmaña'erapresa que tiene que ver, nuevamente, con

p j p consolidar e! dogma y protegerlo, no solamente del paganismo, ni para distinguir ya al cristianismo del judaismo y de otras religiones, sino fundamentalmente para poner coto a las miles de interpretaciones y reinterpretaciones que pululaban dentro de la misma Iglesia Católica, las cuales, en muchos casos, contradecían los principios básicos del dogma y amenazaban la hegemonia política de la iglesia, su dominio no sólo sobre las almas, sino también sobre la organización social y política, poniéndola constantemente al borde dei cisma. Pero además para encontrar otra fuente para dar respuestas a los problemas mundanos que la Iglesia como institución renía que resolver temas y cuestiones frente a los cuales la Biblia resultaba insuficiente.

Santo Tomás de Aquino, intentó esta comente denominada tomismo, !a fuente quela síntesis entre razón y té, y abrió complementara a sagradas escrituras será la obra de .Aristóieies. las puertas a la razón aunque, como se verá, subyace en su pensamiento un piatonismo

que había tenido preeminencia hasta el siglo XII. De su obra surgirán dos cuestiones importantes con éste cambio. Por un lado, un giro en visiones y formas de entender muchos problemas bajo la óptica del anstoteiísmo, lo que derivará en la división dentro de! seno de la Iglesia entre platónicos y aristotélicos, por otro lado, las disputas hermenéuticas con las versiones islámicas dei aristoteiisme en un relevante debate filosófico con ei averroísmo y el avicenismo, ambos cuerpos doctrinarios del Islam que hablan tomado a .Aristóteles con antenondad al cristianismo. De hecho, una larga Edad Media en la cual la cultura había decaído como producto de la barbanzación había hecho que se perdieran en Europa obras fundamentales de la filosofía. .Aiástóteles es reintroducido en Europa por los árabes, que habían recurrido a él en momentos de una gran expansión y desarrollo de la cultura islámica, tanto en el none de Africa, como en las zonas europeas que habían conquistado.

La filosofía que de hecho parecía haberse extinguido en Europa se había desplazado hacia Onente. La herencia del platonismo, dei anstoteiísmo e incluso del epicureismo, asi como también del helenismo había permanecido dentro de las reflexiones de árabes y judíos. Gilson señala que cuando el emperador Justmiáno en el siglo VI cenaba las escuelas de Atenas, tanto islámicos como judíos y cristianos de la zona de Siria y Mesopotamia conocían, estudiaban y drvTjlgaban las doctrinas de .Aristóteles, Hipócrates y Galeno.

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Uaa doble condición domina el desaiToiío de la fiiosoria iomista: ia diaiincion entre !a razón y la fe. y la necesidad de su concordancia. El ámbito entero de la ñlosoña proviene e.xclusivamente de la razón; es decir, que el ñlósofo no debe admitir nada más que lo que sea accesible a la luz .namrai y demostrable por sus solos recursos. La teología, por el contrario, se basa en ia revelación, o sea. en ñn de cuentas, en la autondad de Dios. Los anicuios de .a te son conocimientos de ongen sobrenatural, contenidos en tórmuias cuyo sentido no nos es enterarniente penetrable, pero que debemos aceptar como :a!es. aunque no podamos com.prencerlos. .\sí, pues, un dioso ío siempre buscando en ia razón los pr.ncipios de su argumentación; un teólogo ?a'gum.enia siempre buscando sus principios primeros en la revelación. Desatados asi los dos dominios, es necesano constatar, em.pero, que ocupan en común, un determinado número de posiciones. En prnmer lugar, ia armonía de derecho enme sus conclusiones uitim.as es cosa cieña, incluso cuando esa annonia no aparezca de hecho. Ni la razón -cuando la usamos correctamente- ni ia revelación -puesto que tiene su ongen en Dios- pueden engañamos. .-Lliora bien, la concordancia de la verdad con la verdad es necesana. Es. por tanto, cieno que la verdad de la nlosofia se ajustaría a ia verdad de la revelación por una cadena ininterrumpida de lazos de unión verdaderos inteligibles, si nuestro espíritu pudiese comprender plenamente los datos de la te. De aquí resulta que, siempre que uaa conclusión filosófica contradice a! dogma, nos hallamos ante un signo cieno de que tal conclusión es falsa- La razón, debidamente advenida, tiene que cnticarse en seguida a si misma y encontrar el punto en que se ha producido el error. (Gilson. 1995, p. 516)

Tomas le dará al problema de ia relación entre razón y fe un nuevo y panicuiar enfoque. Hastajse momento la razón habla sido cóncefaica de un modo fuenemenre .snmeririo a la fe. De algún modo la niosofia, moGeraa romperá las cadenas Oe esa tiranía. Pero, seguramente sin aroocnérspjn rniifíp iíSfisserá Sanco Tomaa. No es que el filósoto de .A.quino rechace ia idea de qué cuando iñfa proposición filosófica contradice a la verdad revelada, la que comete el error es la filosofía, pero va a realizar una distinción entre dos ámbitos de dominio de cada una de ellas. Mientras que a la filosofía le corresponde el ámbito de la verdad natural, a la Fe le corresponde ei rie la snhren,imr^¡ r! hecho de que se establezca una distinción entre ellas no quiere decir que se deba excluir el acuerdo.

En su propio ámbito, ei de las verdades de orden natural, la razón no requiere el au.xilic de la revelación.' Por decirlo de otro modo, ia razón humana es autónoma y suficiente como para conocer todo aquello que hace a la naturaleza. La razón humana es del hombre, hace a su integridad como persona. De hecho esto no hace de la razón algo dudoso o malo, sino todo lo contrano. La razón es buena y conduce a la verdad porque es Dios quien la ha puesto en el hombre, quién se la ha otorgado. Y ai otorgársela lo deja libre, para que el hombre se maneje con independencia. Será la obra de .Aristóteles la que vendrá a com.pietar esas verdades de razón que según Tomás el hombre requiere tanto como las de fe,

Claro que también hubo retrocesos. La Física y la Metafísica de .^nstóceles llegaron a Europa a través de .AveiToes cuyos comentarios destacaban la dificultad de reconciliar la ciencia de .Aristóteles con la teología ortodoxa, sea musulmana o cristiana. Como resultado de esto, durante algunas décadas desde el 1210 en adelante, esas obras quedaron eliminadas de los programas de esaidio de las escuelas. Pero Santo Tomás de.Aqumo (1225-1274) se dedicó a la tarea de mostrar que en el sistema de .Anstóceles no hay nada esencialmente incompatible con la teología cristiana ortodo.xa. (...) Desde esa época en adelante, el gran sistema teónco creado por .Aristóteles se convirtió en el cimiento de la ciencia nanirai de Occidente.” (/Toulmin, 1971, pp. 182,183) I

La obra de Santo Tomás vino a llenar un hueco doctrinario, allí donde el dogma cristiano, basado esencialmente en la Biblia era insuficiente. Es por ello que las concepciones aristotélicas. ignorada.s durante cenmrias por la cultura occidental, se vuelven a poner en vigencia. ■

Pero con el surgimiento cultural y científico del siglo XIII, cuando aparecen las universidades, todo el pensamiento antiguo, reintroducido por los árabes trae también otras ideas.

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Contexto histórico del nacimiento de la ciencia de la naturalezaLo que denominamcs como coencia experimentai moderna es un ;ipo particular ae conccimismo

que swge ■conjuntameTrte -eon ia-em crgen^ de la burgijesia csmo-aueiurCtee-sociai. la cual comienza acantii-, con

y la criSis de las ;nstitu¿iones íeudaies.

' XPoco después del 1300 comenzaron a"decáer las instituciones ae ¡a'Edati" Media y. en su lugar surgían poco a poco instituciones y modos de pensar nucy^s que deterrainarian e! surgimiento de una nueva sociedad: ¿ a^ cled ad bnrgoesal>

i.ar e* poner ecci40iin^o, c n ' n ih-StC oracn económico —c¡ capitaiisniO en u íonna ntercauti la formación de ios Estados Nacionales

general (sigips XIVsentó s o ^ ca -XVí^lTO el ccomercio ( revolución comercial de los siglos XIV

y subsiguientes), en la reforma religiosa (siglos XVI—XVH'¡, en:^"crrganizaciónpolítica, ..j ^^jarins nacinn y ima n.,«.4,i fr>rmi Hp pwncar la.

r r l ii iJm in S n - --inn orrns .-nsns Hg-h» va

i-.n ei 5?ialf> XVI-XV'TL— ■

La cultura m.ercantii. a la que hemos hecho referencia, se instala en el mundo occidental con

N icolás C opérnico ¿1 derrumbe dei sistema feudal comenzando aproximadamente

entre los siglos XIV' y XV. Suele denominarse revolución comercial a la aparición de los siguientes cambios:

1) El monopolio del comercio en el Víediterránec que ejercían las ciudades italianas.

El intercambio que estas ciudades realizaron con CaUjeQ G alilei y a su lado el telescopioEuropa septentnonai. que utilizara para sus observaciones

La introducción de monedas de circulación genera;.La acumulación dei capital sobrante en el comercio, la .navegación y la minería.

2) La demanda de matenales bélicos y el impulso dado por ios nuevos monarcas ai comercio con el ñn de crear otras fuentes de impuestos.

3) El deseo de obtener productos dei Lejano Oriente estimulado per el relato de los viajeros.También, como se ha señalado, hay una profunda transformación religiosa a partir de la reforma

protestante y de la nueva moralidad que propone.

revolución del coHOcimiento en los estudios de la naturalez;^

T J3 mnripmirinrl gepé.r.n una profunda t«fflSÍ&ffH€ición, no sólo es de indóie eeonómiea o socml, sino también espiritual .que gestaarH-auevo-sujete-históricn, un nuevo sujeto de conocimiento que se expresa fandamentalmente en las figuras de René Descartes en la filosofía y de Galileo Gatilei en la ciencia.

No debemos pensar por otra parte que es a partir de una transformación que se producen todas las demás, sino que todas coadyuvan a la transfoiTnación global.

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El desaiTollo de ana forma de conocimiento que busca su validación en la experiencia, utiliza instrumental íécmco, unifica conocimiento de la naniraleza y aplica la matemática com.o lenguaje apropiado para entenderla. Esto sólo die posible denti'O de una cuiaira mercantil que llevó ambas disciDÜnaS ai punto de fusión.^Sn vanos aspectos los cambios, que prodmo la aueva.<ieacia. tuvieron su inspiración, en ta técnica medieval. Nos referimos a:

a - los procedimientos técnicos como impulsores del miétodo expenmentai, b - como en e! uso de los ar.efactos para hacer observaciones y .c - en la elaboración de modelos matemáticos base de la forma de representación dei mundo.

/

Todos estos procesos comienzan hacia e! siglo XIII. el detenoro, lento pero progresivamente de las instituciones feudales se ve incentivado por la aparición de una creciente desconfianza en los dogmas dei pasado, y básicamente en las dos ftieates de sabiduría dei mundo medieval: la filosofía de .Aristóteles que habia sido reincroducida en Europa por los arabes y adoptada por el cristianismo a maves ae Santo Tomás y la Biblia.

Entre la ciencia feudal y lamiencia moderna hubo un camibto de contenido epistemológico, no de función epistemológica; a una sociedad que se concebía a si misma como tutelada por la Voluntad de un Ser Supremo, a través de sus ministros, correspondió la idea de úna naturaleza habitada por fuerzas espirituales. Correiativamiente, a una sociedad que se presenta como un sistema mecánico, cuya equiübración depende de la sola operación de ios mecajjismos objetivos del mercado (ne.xus rerium), corresponde una visión de una aaoiraieza regida por las funciones matemáticas. ¡Saraaja, 1993, p. 349 )

El cambio al que se refiere Satnaja implica dimensiones epistemológicas, pero tamoién morales, sociales y económicas. La idea medieval del precio iusio, que_iiHDgdia obtener beneficio alguno oor encima del costo,'significó el atraso de la Europa católica y latina.

Para Koyré (2007) esta transformacTÓn-se debe en par e a ios filósofos dei siglo XIII, cuyo enroque inductivo se inspira en la geometría griega transformándola en la base de la ciencia experimental moderna. Si bien desde el punto dé vista teórico .Aristóteies no dejaba de ser un referente metodológico, estos científicos superaron el sentido ingenuo de observación aristotélica y la sistematizan con el propósito de verificar sus supuestos. La ciencia expenmental moderna no estaría madura sino hasta ei siglo XT'v'II con aportes tan importantes como los de Gal íleo Gaiiiei. pero sin duda el proceso de una ciencia nueva comienza con ios filósofos del siglo XIII, que desde la üniversiaad de Oxford pnncipalmente y en las figuras de Roberto Grosseiete v Roser Bacnn, sientan las bases de la ciencia moderna.

Gfosseteste parece haber sido el pnmer escritor de la Edad Media en reconocer y tratar los dos problemas fundamentales de in Inrlnrr;ÍQn y ¡a "Verificación” v '‘fni.sadón’’ que se plantearon cuando la concepción griega de la demostración geométrica fue aplicada al mundo de la experiencia.- Parece haber sido el pnmero en establecer una teoría sistemática y coherente de la investigación expenmental y de la explicación racional, teoría que hizo del método geométrico gnego la ciencia experimental moderna. Con sus sucesores fue por lo que se sabe, el primero en utilizar y en ilustrar con ejemplos una teoría tal en los detalles de la investigación de problemas concretos. Ellos mismos creían crear una nueva ciencia y en pamcular una nueva metodología. L’na gran parte del trabajo experimental del siglo XIII y XIV' fue efectuado en realidad con el único fin de ilustrar esta teoría de la ciencia experimental, y todas sus óbras reflejan este aspecto metodológico. (tCoyré, 2007, p. 55)

¿Cuáles son, pues, los rasgos por ios cuales _.ei nuevo método se opone al que se habia i ntonces en el esuidio de la naturaleza? Se los puede reducir a tres, ninguno

de los cuales es absolutamente nuevo en sí mismo. Pero cuya unión íntima hará la originalidad del método experimental en física: el uso del razonamiento hipotético deductivo, el tratamiento matemático, de la experiencia, el recurso a la experimentación. La deducción hipotético

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[

dediicti’. a se Cisnr.giie de ia aeduccion eategónca en que en luaar de animar como verdadero su principio para comunicar su certidumbre a sus consecuencias, se umiia a ponerio en el punto de panda -es e: sentido propio de: 'enriino hipótesis- como un simpie oostulado cuyo valer de ercad queca en suspenso, y a sacar sus consecuencias, oue particican nararaimsnte de la neutralidad de; principio en cuanto verdacero raiso. Bianché. i9"_. p. 22)

.°ero también hay una profunda transformación religiosa que va a ser decisiva en el surgimiento de la nueva mentalidad, 'vos refermos a la reforma protestante y a la nueva moralidad que ella implica. Un hecho central del protestantismo es la convicción de que Dios, a través de la Biblia, se dirige .a cada iiouibie oaiticular, el cual debe naceré: esruerzo de comprender cue es uo que quiere Dios de él. Esto, que se ' conviene en practica regular de los ñeies. mocinca sustancial mente las prácticas católicas, las cuales penian enere el pueblo común y Dios a la casta sacerdotal y a la intennediación interpretativa de ios teóicaos. Explica tamoién el hecho de que en la Europa protestante, a diferencia de la católica fuera más propicia una preocupación por e! valerse dei propio entendimiento. Si la interpretación de la palabra de Dios ya no estaba sujeta a la autoridad de los teólogos, ,;,qué otras interrogantes estarían limitadas? Por otra pane la iTiotal protestante que, a diferencia de la católica, no condena el enrícuecimiento v e! lucro como un pecado, también es la base para un desaiTollo económico en el cual el ganar fortuna por medio del trabajo es una bendición divina. La ¡dea medieval de! precio justo, que impedía obtener beneficio alguno por encima del costo, significó el atraso de la Europa católica, y latina. Por el contrano. ia ganancia, considerada como una bendición, se convirtió en la base de una creciente acumulación capitalista. E! uso de la propia razón para entender el mensaje de Dios pronto se hizo extensivo a ia aplicación de la razón para resolver otros ptablemas más mundanos. Allí quedó en evidencia cómo se podía sacar ventaja de este instramento. Al respecto señala Geymonat; - , ' ■

E! nacimiento de la ciencia expenmental guarda relación con el descubrimiento -nada simple, aunque hoy pueda parecemos obvio- de que existen técnicas muy precisas para dornisar racionalmente el curso de la experiencia, es decir, para provocar ciertos fenómenos que pueden repetirse a voluntad y medirse con exactitud matemática, en condiciones controladas por nuestro intelecto. (Geymonat, 1984, p. 33)

\^sta □rofunri.a tran.sformación no sólo es de Índole económica o sociai, es una profunda transformación e.sniritual que gesta un nuevo sujeto histórico, un nuevo sujeto de conocimiento que se ex_presa fundamentalmente en las figuras de René Descartes en la filosofía y de G-aiilen Galiieí en la ciencia.. No debemos pensar por otra parte que es a partir de una transformación que se producen todas las demás, sino que todas coadyuvan a la transfoimación global.

No es difícil com.prender el supuesto social que posibilitó este cambio fiiosófico: se trata de la consolidación victoriosa, decidida de nuevas riquezas vinculadas con el trabajo y -por tanto- de! surgimiento de gnipos cada vez más numerosos de científicos profundamente sensibles a los intereses de la producción y capaces de darse buena cuenta de la unidad indisoluble entre la práctica y la teoria. (Geymonat. 1984, p. 34)

Esa umdadjndisoluh|if entre y tpnna a la que hace alusión Geymonat la realiza Galileo en e lcampo de la ciencia v luego la anunciará Kant en.el campo de la filosofía, pero previamente se presentará como una oposición, como una controversia entre las dos grandes corrientes filosóficas que dan origen a la modernidad. re'fiífünOs a lájiolém ica entre racionalismo v empirismo. Lo que se encuentra en cuestión en este enfrentamiento es fundamentalmente de corte gnoseológico. La pregunta que surge es ¿cuál es el fundamento del conocimiento, la razón o la experiencia sensible? Mientras que en la tradición empirisía, preocupada por el conocimiento de los fenómenos naturales prima ia observación, que es la que permite describir, seleccionar, catalogar, clasificar los objetos de la naturaleza, gobernada por un principio inductivo; para la tradición racionalista, que reniega de la expenencia sensible cómo fuente de conocimiento, y se apoya en una lógica deductiva, las ciencias que mejor dan cuenta de la posibilidad de obtener un conocimiento seguro y fimie son las fomiales; lógica, matemática y la geometría, que siendo pane de la matemática tiene problemas de investigación y desarrollos propios. Es por ello que hasta ese momento las ciencias naturales prosperan de la mano del empirismo, fundamentalmente del inglés v las ciencias formales avanzan de la mano del racionali.smo frane^ y nií n-ián Pero mientras que para el tiempo en que empiristas y racionalistas

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CncÁ

poierniz2n. ' .iiieo va establees ina síntesis que supera la dicotomía y que producirá progresos "sombrosos.... e! campo ae ia astronemia y ce la física. En este sentido tencriamos que deci justiñear lo que etectivamente ia ciencia realiza.

que la alosot:a vendrá a

Modelo copérnico-galileanoE; modeio astronómico de base mate natica que Copéifaco concibiera en su obra Acarca cíe

la Revoiiición de lc:s esferas celestes^ estaba lleno de impertecciones, pero, por ser heliocéntrico se acercaba mucho ai que más tarde ia astronomaa moderna y ia investigación espacial pudieron descubrir. Copémico pensaba que las órbitas de los planetas eran circulares, participando del concepto de la tradición griega del circulo como forma perfecta y de la influencia teórica del platonismo sobre la matem.ática como ciencia que puede revelar ia verdad. Si bien, más tarde Kepler propondrá la tecria de las órbitas elípticas, ajustando más el modelo, fl.ie Galiieo quien articulando teoría y práctica, razonamiento y observación, sentó las bases para una astronomía cientiflca. Más allá de las controversias con el clero, el miodelo heliocéntnco copéraico-gaiileano logró imponerse por su sencillez, capacidad explicativa y predictiva y concordancia con ios fenómenos.

Sin embargo esta tarea «justificadora» no es una tarea menor, sobre todo en condiciones poco propicias, ya que si bien los científicos operan con las nuevas ideas en la producción de nuevos conocimientos, que todos aplauden, son ¡os filósofos los que tienen que salir al ruedo de las disputas que muchas veces cuestionan las bases del saber tradicional. Quizás la discrecionalidad de la Iglesia Católica con respecto a la figura de Galiieo tuviera más que ver con los planisfenos celestes o las cartas de navegación que los comerciantes burgueses reclamaban cada vez con mayor insistencia que con la misma retractación frente al tribunal del Santo Oficio. Tengamos en cuenta que todavia la máxima autoridad espiriaial, pero también política, con su largo brazo ejecutor en contra de la herejía es]a iglesia Católica, y ahora se presenta en escena una disciplina gil»; viene nispiiiarie su autoridad, la ciencia.

De los procedimientos experimentalesSemal señala que:

Los pnm.eros hombres de ciencia que examinaroala naturaleza o la obra de los’hombres, tuvieron que utilizar el equipo y las ¡deas predominantes entonces en la tecnología, es decir que usaron el compendio de recetas prácticas e instrumentos del hogar, la granja y el taller artesanal. . "... un proceso técnico en pequeña escala. Los aparatos del experimentador, como lo pmeba el caso de .Agrícola (1490-1555), se reducen a los del tundidor. (Bemal, 1963, p. 29)

Bemal ve en el experimento la base de la ciencia moderna. Pero no todos los histonadores de la ciencia entienden esta situación del mismo modo. .‘Vlexandre Koyré si bien acepta estos peesupuestos generales, establece diferencias en cuanto al papel del artesanado y su relación con la ciencia, marcando más una mutua influencia reciproca entre el accionar científico académico con el de las practicas de los artesanos e ingenieros:

La ciencia de Descartes, a fortiori, la de Galiieo no es (como se ha dicho) sino ia ciencia del artesano o del ingeniero. Esta explicación no me parece, he de confesarlo, completamente sat’ísfactona. Es verdad, claro está, que la filosofía moderna, tanto como la ética y la religión

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modernas pone e! acemc en ia accion. ¿!LÍa.j;i:iUls .niiicho ;-!ias de in h:ic:a -ensa!-n;¿p[Q anúguo v-íaediOéval. Esio es cieno mnibien en lo que se refiere a ia ciencia rnoaena. i' ienso en la risica canesiana, en sus comparaciones con poleas, cuerdas y palancas. Sin embarao. ,a acnrud que acabamos de describir es má.s ia de Bacon -cuyo pape! en ia distoria de las ciencias no es dei mismo orden- que !a de Galüeo o Descerres. La ciencia de esres no es cora de'inaenieros o artesanos, sino de hombres cuya obra rara vez rebaso el orden de ia teoría. La nueva balística no fue elaborada por artificieros o artilleros, sino en contra de éstos. Y Gaiileo no aprenaio su oficio de personas que trabajaban duramente en ios arsenales y astilleros ae Venecia. Muy al contrario les enseño el suyo, . .demias esta teoría e.xpiica demasiado y demasiado poco. Explica e! prodigioso desarrollo de la ciencia del siglo .XVTI por el de ia íecnolosia. Sin embargo,..^ .. este último era infinitamente menos soiprendente que el primero. .Xdemás, olvida los iomtos técnicos de la Edad Media. No nene en cuenta el apetito de poder y riqueza que inspiró a la alquimia a lo largo de su historia. iKoyré, 2007, p.p. 150-152')

Adejándonos de esta discusión, l&Que nofxidemos-fl&gai.es que las prácticas artesanale.s medievales fii eron determinantes p_ara impulsar el método experimental porque brindaron la base material a la que los científicos pudieron darle un uso completamente novedoso. Nq es sólo la manera de trahain. sinn Kis talleres, ios arsenales, en los que le gustaba tanto a GaliIeo trabajar los que resultaron ser esencial^ para la ciencia de la aaruraleza.

Muchos de los descubrimientos de Galüeo fiieron maravillosos, otros errores y coníusicnes imponderables, pero su .gran ménto consistió nastamente en pcovesr a la ciencia modema de un nuevo métofin. en. el cual la teon'a y !,i experimentación .se inteiTeiacionan sirviendo la una a ia otra como guia y control.

Comprendemos también ei orgullo del GaliIeo platónico, que en sus Discorsi e dimostra:iom anuncia que va a promover una ciencia completamente nueva a propósito de un problema muy antiguo, y que probará algo que nadie ha probado nunca hasta entonces, es decir, que ei movimiento de la caída de los cuerpos está sujeto a ia ley de los números. El movimiento gobernado por los números; la objeción aristotélica se encontraba por fin refutada. (Koyré, 2007, p. n 5 )

No vayamos a imagmamos, según una perspectiva por demás simplista, que lo que hace la esencia del método experimental y la novedad de la ciencia moderna con relación a !a antigija es el reemplazo del razonamiento por la experiencia. En cambio, consiste en una nueva manera de asociar razonamiento y experiencia; una nueva manera de razonar a propósito de los hechos de la experiencia, una nueva manera de interrogar a ia expenencia para, a la vez. someterlo al razonamiento y permitirle controlarlo. (Blanché. 1972)

Hasta el dia de hnv permanecs ia nnl,^mioa que sn.stipnp .i nn G.Tlilpn expenm^ntarinr frente a Qtrc teórico, entre un Gialilen sm pmsta V otro racionali.sta. La.s dudas radican en tomo a si GaliIeo realmente llevó adelante experimentos del tipo de laboratorio, o si por ei contrano se mantuvo dentro de una especulación teónca conducida por la matemática. La frase “mente concipio”, concibo con la mente, hace pensar que sus '■‘experimentos” se realizan en su mente antes que en algún 'laboratorio”. La precisión de los resultados lleva a creer que se trata en realidad de cálculos matemáticos, pues por medios de los precarios instrumentos de la época no se hubiera llegado a .'•esultados tan precisos. Otros se apoyan en las referencias realizadas en sus escritos a comentarios de trabajos con objetos e instrumentos de medición. -Aparentemente, la respuesta es sencilla, pues ei propio GaliIeo, en las Consideraciones y demostraciones matemáticas sobre dos nuevas ciencias (1638), declara que llevó a cabo una y mil veces los experimentos ' con el plano inclinado. D«fa«te el-siglo X fX r ^ 'adTnitTa~'genertilmente que-eLpedre de la “física moderna”' había aplicado el método expenmentál. Pero en los años 1920-1930 vanos historiadores de la ciencia pusieron en duda esta versión. Según ellos, es difícil creer que Galüeo pudiera por los medios de que disponía realizar experiencias lo bastante precisas como para considerarlas pruebas significativas. Entre los años 1960-1980 otros historiadores reaccionaron; estudiaron los manuscritos inéditos de Galüeo y repitieron sus experimeutos con el fin de probar en que sentido había sido un buen investigador.

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Pero, finaimeate, ¡;,expenmencó realmente Galileo para establecer las leyes del movimiento? Si bien el. debate sigue abierto, entendemos que la pregunta está .mal tbiinulada, pues concibe a las dos opciones como excluyentes y suponemos, a partir de todo lo expuesto, que de un modo primario, precario en ciertos aspectos tanto como que era la pnmera vez, .nizo las dos cosas al mismo tiempo y allí se encuentra su gran revolución.

El uso de instrumentos técnicos para la investigación científica

Se trata del correlato de los cambios apuntados. Gaiiieo le otorga al teJescopio un papel ftindamentai para el desarrollo de la ciencia y lo reconoce como invención de '\in simple fabricante de lentes ordinarias." (Galileo, 1623), La utilización del naismo en la tarea científica genera la oposición de los teólogos de la época quienes poseedores de una concepción distinta de ciencia desconfiaron de su valor.

En [a pnncipaí obra de Gaiiieo Galilei, U Saggiaiore -E l Ensayador- , Galüeo va respondiendo puniualraente a la obra del jesuíta P. Grassi (escrtta bajo el seudónimo de Sarsi) en donde el autor, con argumentos silogísticos, se opone a las hipótesis astronómicas de Gaiiieo. El punto medular de la critica de Sarsi es el uso del telescopio, ai cual, por razones puramente lógicas, le niega la posibilidad de producir un aumento tal en las cosas que permita hacer visible lo que antes no lo era. Con este argumento pretende negar la existencia de manchas solares, u otros descubrimientos hechos con el telescopio, que ponían en duda la perfección de la órbita celeste.

embargo fue precisamente aquel acto de confianza de Gaiiieo en los productos dela iti^Sm a de la artesanía el que inició una de las revoluciones científicas más profundas.

" '(Geymonat, 1990, p. 35)

Los modelos matemáticos como forma de representar el mundo

Si bien se reconoce, en la cuantificación propia de la ciencia, ei aporte de ios teóncos, se le da también gran importancia a la presencia de la cuantificación en ei trabajo artesanal; antes de Gaiiieo y durante su vida, las matemáticas eran usadas cada vez más por los técnicos y artesanos prácücos.”(Needham, 1956)

La-maremática, una ciencia considerada aiejada totaimente de lo empírico, empieza a ser ei instrumento oor ia nar.i.enre i-tenria natural. La ciencia, hasta ei momento vinculada con iaespeculación filosófica y con la teología, comienza a encontrar en el mundo del trabajo temas, problemas, soluciones y motivos de crecimiento de una nueva forma de saber. No es casual que en Ei Ensayador. Gaiiieo haga alusión a una práctica común y extendida entre la incipiente burguesía de artesanos y comerciantes:

La filosoña está escrita en ese grandísimo libro que tenemos abierto ame los ojos, quiero decir, el universo, pero no se puede encender si antes no se aprende a encender la lengua, a conocer los caracteres en que está escrito. Está escrito en lengua matemática y sus caracteres son tnánguios. circuios y otras figuras geométricas, sin las cuales es imposible encender ni una palabra; sin ellos es como girar en un oscuro iabennco. (Galilei, 1984, p. 14)

Veamos que GalHee-éiee; -'lafilosofía esta escrita ..." no la namraleza. Todavía la filosofía reúne en su seno al conjunto de! sabe.q pero tiene que ser rede finida, no se pueden aceptar los viejos libros porque ellos están sujetos e meras especulaciones. La única forma de darle a la tísica un lenguaje matemático es redefiniendo su objeto de estudio v esto afectará a todo el saber v a toda foima de saber. Este nuevo objeto son las relaciones entre fenómenos y no las cualidades. Son las relaciones las que pueden ser medidas y de este modo se obtiene un carácter consensual del conocimiento de la experiencia (eminentemente ligado a cada uno de los sujetos que lo adquieren). Este nuevo objeto de conocimiento no es empírico sino fonnal y-abstracto. Así, comienza un camino en ei cual por ejemplo ei rojo, no es una sensación que depende de quien ve esta cualidad de los objetos, sino una determinada longitud de onda. Mientras el rojo es una

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oercepcicn iLibjenva. a pesar de 5li uaiversahdad. no es exacramente iguai de un sujeto a otro. En cambio 'a mensura racional permite ei conoctmiento de una condición propia dei objete, rormuiada en termines aesTracros. pue pemaiten sustraerse de las sensaciones (subjetivas) y construir enunciados que nos peiTnite'i iiaoiar ael objeto superando las notas subjetivas. Este conocimiento de las relaciones entre,fenómenos puede cuantificarse y conveitirse en test de ;as nipotesis te-oncas. Es uecir. ei Lenauaie matemático no puede captar sino relaciones entre tenomenes. Pstas relaciones son algo que puede medirse v. por lo tanto, also oue puede considerarse verdadero o falso. E! fenómeno sufre de esta manera un proceso de abstracción a! cual corresponde la sisternaiizacion uniñcación y oraenamiento de! sistema comolejo de leves e hipótesis que se venf.can.

El piano pnvilegiado de estas abstracciones, o sea ei plano en que es más fácil ia reducción dei fenómeno a las relaciones que lo determinan, es ei plano de ia mecánica, donde entran en juego los conceptos sugendos más inmediatamente por la técnica de las llam.adas máquinas simples. Este plano tiene i3 ventaja de poder expresar relaciones en forma matemática elemental, de manera que permite penetrar en las propiedades más caracteristicas dei plano inclinado, ¡a palanca, el movimiento pendular, etc. A esta concepción de la naturaleza entendida como una máquina que puede desalmarse, estudiar sus panes por separado hacerla más inteligible se la denomina mecanicista. Es decii", a la idea de una naturaleza como lugar privilegiado de la manifestación divina, poblada de .marcas y analogías que hay que descifrar le sucede la idea de una namraieza entendida como maquina esenta con caracteres imatemácicos (Galileo) constituida por relaciones que hay que medir.

El enfrentamiento con la IglesiaHacia el año 15' 3 ve la luz ia obra Sobre las revoluciones de las esferas celestes de Nicolás Copémico

sobre quién ya hemos hecho referencia. En ella se plantea un modelo heiioestático, o heliocéntrico. El sistema copemicano no sólo establecía otra jerarquía para la Tierra en ei contexto de los planetas, sino que impiicabadarrUJi-én la.expiícación dei movimiento planetario de acuerdo con cálculos geométricos que tenían que dar cuenta de ciertas irregularidades, como por ejemplo el m.ovimiento retrógrado.

Copémico era clérigo, su modelo no pretendía cuestionar los preceptos de la religión, sino que se inscribía dentro de una polémica entre platónicos y anstotélicos que se remontaba ya a más de dos siglos en e! seno de la Iglesia. Tenemos que pensar que para este tipo de investigaciones las premisas determinan el sistema y la prueba está en que podían hallarse descripciones geométricas y matemáticas

S irreprochables tanto para un sistema geocéntrico como oara uno heliocéntrico.Gatiieo frente a la inquisición

Si bien la obra de Galileo está dedicada al Papa Urbano VIII, en ella cuestiona cada uno de los principios aristotélicos que constituian ei fundamento de la cosmovisión católica. En este sentido, la fractura que genera Galileo con la tradición tiene alcances que trascienden a la ciencia en general y a la astronomía en particular.

Galileo se declara "‘un fiel hijo de la Iglesia”, no tiene intenciones de atacar a las autoridades eclesiásticas, pero si se opone, férreamente a ia astronomía :| p.sTnre.1iru3 El caso es que esa astronomía era. doctrina oficial de la Iglesia Católica y no solo la astronomía, buena parte del credo católico se encontraba fundado en la cnstianización de la doctrina aristotélica por parte de Santo Tomás de Aquino, así que, al atacar a una atacaba a la otra necesariamente. La lucha que deviene entre los modelos geocéntrico (aristotélico tomista, doctnna de la Iglesia) y el modelo heliocéntrico (platónico copémico galileano, teoría de la ciencia) no implicaba simplemente una disputa astronómica, lo que se ponía en juegó'era la lucha por la hegemonía entre la ciencia y la religión. ~

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Galileo nü pretendió elaborar un siatcma cerrado al estilo aristotélico en el que una conclusión estaba implicada en otra y asi sucesivamente. Su ciencia era una cuestión de métodos y aportes fragmentarios que debían 'er continuados por otros cientiñeos. Con esto aparece una nueva característica de la ciencia moderna: la ciencia como una actividad continuada por otros, como una tarea compartida entre científicos.

Si agregamos que Galileo considera que cualquier individuo es poseedor fie razón y como tal puede llegar, convenientemente educado, a comprenderla, la ciencia se convierte además en ronocimiento público.

Pero a menos que la verdad sea reconocida como pública — como aquella de la que cualquier persona podría convencerse si llevara su indagación suficientemente lejos— no habrá nada capaz de impedir que cada uno de nosotros adopte creencias completamente fútiles de su propia cosecha que no serán creídas por los demás. Cada uno de nosotros podrá instaurarse en carácter de pequeño, profeta, esto es, como un pequeño chiflado, una victima semilúcida de su propia estrechez mental. (Peirce, 1987. p, 134)

Pero, la oposición al saber medieval no fríe solamente la teoría copemicana sino también, la búsqueda del conocimiento público y la tarea companida entre científicos, o sea, el conocimiento como construcción. Aellas deberemos agregarles, como ya hemos visto, la preocupación por el método, su lenguaje matemático y esa relación definida entre ia teoría y el conocimiento.-empírico que pretende probarla y que dará lugar a numerosas reflexiones epistemológicas. En el caso de Galileo las reflexiones están marcadas por la polémica que signó'toda su vida y la intención de separar las cuestiones teológicas de las científicas.

Dos grandes temas estaban en juego. Uno de ellos era el surgimiento de un nuevo modo de plantear la investigación científica, lo que es el aporte .más s.ignificativo de su obra; otro, el hecho de que el cuestionamiento del fundamento aristotélico tomista ponía en peligro la hegemonía ideológica del catolicismo. Si la Iglesia se había equivocado con respecto a los astros y las estrellas, ¿en cuántas otras cosas no estaría también equivocada? La Iglesia se enfrentaba a un conflicto que siempre había quendo evitar: la confrontación entre ciencia v fe. entre razón y religión y que tenia ahora a Galileo Galilei como principal protagonista. La génesis y el asiento de la verdad comienzan a ubicarse en otro lugar. Galileo llama, no sólo a los científicos, sino a todos los hombres a buscar el conocimiento, no ya en la obra de Aristóteles ni en la Biblia, como enseñaba la religión, sino en la propia razón, en las matemáticas y en la deducción consustanciada con controles empíricos metódicos y sistemáticos.

En resumen, es un hecho que todo este movimiento no surge por generación espontánea, que las condiciones del surgimiento de la ciencia experimental moderna no se dan de la noche a la mañana y que de algún modo, las tradiciones académicas y la del mundo del trabajo ya habían comenzado a acercarse entre sí previamente al surgimiento de la nueva filosofía cartesiana o de la revolución copémico-galileana. Estas fueron posibles en la medida en que germinaron en el suelo fecundo de una transfonnación que ya había atravesado al conjunto de la sociedad.

Galileo en el contexto del pensamiento de su época

Algo que da razón a Koyré es el hecho de que lo que se llama “expenencia” y que provendría del mundo del trabajo estaba sujeto a una serie de prejuicios y muchas veces a prácticas retrógradas marcadas por al abuso de formas tradicionales de realizar operaciones técnicas. '

La expenmentación que alienta tanto al desabollo técnico, cuanto al científico, es una empresa que madura en la interacción de estos mundos, pero fundamentalmente en la ruptura de cada uno de ellos con sus propias tradiciones. Porque no se trató, como bien lo señala Koyré, de la observación o experimentación espontánea del sentido común, que era la habitual en el mundo del trabajo, sino de otra forma de expenmentación, que es la que dará el carácter definitivo a la ciencia moderna, método, sistema, controles mutuos, la matemática como oarametro de traducción entre la realidad v los enunciados.

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Francis Bacon Rene Descartes

En-este sentido, ranto las coiTÍentes empinstas como racionalistas contnbuyeron a la coníonnacicn de una ciencia que tendría que madurar, pero que mostraba un grado de eficacia a la hora de producir conocirniento que trascendía las polémicas filosóficas entre estas dos tradiciones.

Creemos no equivocamos si afirmamos que Descanes es a ia filosofía lo que Galileo a la ciencia experimental moderna. .Ambos ftandan estas viejas disciplinas de un modo absolutamente moderno. Sin embargo Galileo tiene un ménto diferente, realiza efectivamente para 1a ciencia la unión entre la deducción racional y la experimentación, la síntesis entre observación y teoría, en la consumación de un sistema'

científico. Descartes, da a la matemática un pape! fundamental a la hora de utilizarla como un instrumento de saber, pero deja de lado, con su racionalismo radical, cualquier papel para la observación. Su modelo de ciencia teórica no plantea los fundamentos que requenrá la ciencia moderna, eso es obra de Galileo.

G alileo,^esrarte^' Bacon vivieron en e! mismo tiempo y .aunque mvieron concepciones muy diferentes, particulares y contundentes con respecto a la ciencia, a la naturaleza y a su conocimiento, compartieron ia preocupación por instaurar un nuevo modo de conocer. Si bien Bacon. con su N ovim

Organon, pretendía desplazai^ios cíatenos de cientificidad, del hasta ese momento vigente pensamiento aristotélico, redivivo,por una escolástica que a pesar de las criticas nojnin«istas, seguía teniendo peso, y también Descartes, quien intentó desde otros fundamentos llevar adelante una tarea fundacional-de la ciencia con su Discurso del Método, realizando ambos aportes que hoy podríamos denominar epistemológicos y metodológicos. Pero es en realidad Galileo quién realizó ana obra científica de alcance sorprendente más allá de toda especulación filosófica y con derivaciones filosóficas y metodológicas trascendentes. Más tarde y como se desaiTollará en un capítulo, más adelante, fue Kant quién puso en evidencia y dio fundamento filosófico a esta nueva forma de conocer queriendo superar la polémica entre racionalistas y empiristas. Por ello no es casual que al propio cambio revolucionario que las ideas de K.ant producen en el campo de la filosofía lo denomine el mismo "revolución copermcana".

La revolución Copéniico - galileana, tiene el mérito de desprenderse, como señala Blanché, de la tutela de la teología y del sentido comiin, anteponiendo el uso de la razón y de la experimentación como forma de control sobre las teorías. Deja atrás dos mil años de filosofía aristotélica y el modo en que ella había llegado a dominar, cristianizada por el pensamiento medieval. Da a la ciencia y a la práctica de la producción del conocimiento científico una forma de investigar que marca el comienzo de la ciencia tal como la conocemos-.

De este modo hemos tratado de ver brevemente alguno de los antecedentes en el terreno del conocimiento científico, y. particulan-nente en el campo de la física y la astronomía, ciencias que, al ser refundadas por Galileo producen una enorme revolución que trasciende el ámbito académico y trasforma integralmente la vida de los hombres y de las sociedades y abre la puerta para una nueva foima de producir conocimiento. Algunos de esfos temas serán ampliados en el capitulo V.

El hombre, con la ayuda de la razón, teniendo como instrumento a la matemática y estableciendo consecuencias observacionales de la hipótesis, estará en condiciones de producir nuevos modelos de . universo que lo llevarán a entender que los problemas acerca del cosmos se ensanchan a medida que más / estudiamos y más aprendemos de él.

En la física y la astronomía galileana se encuentran las bases del modelo mecánico de Newton y en su espíritu de investigador, que no se encuentra atado al saber establecido, la posibilidad de representar en su totalidad los fundamentos de la física, como lo hicieron luego la mecánica cuántica y la teoría de la

relatividad.

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Las disciplinas sociales surgen mucho más tardíamente que las namrales y son el producto de otras necesidades que derivan de la Revolución industrial. Al mismo tiempo que ésta es el resultado de la e.xpansion de la economía capitalista y de otra circunstancia que veremo.s en otro capínilo -com o por ejemplo la convergencia entre la ciencia y la técnica—, ella genera nuevas condiciones sociales, políticas y económicas que en muchos sentidos no concuerdan con las e.xpectativas de progreso material y aspinmal que había anunciado la revolución burguesa y el pensamiento ilustrado.

Efectivamente, ni el ideal galileano de una ciencia puesta al sep/icio de la humanidad que tuviera como objetivo disminuir los sufrimientos de Inexistencia humana, ni la concreción de un mundo de igualdad, libenad y fraternidad que habría de levantar como bandera la Revolución Francesa, ni el íin de la misena económica, haoían sido logros que se hubieran alcanzado.

La expansión económica trajo como consecuencia, por un lado, la concentración de nqueza para la minoritana clase de los patronos, y por el otro, miseria, hacinamiento, prostitución, delincuencia, nuevas enferme'dáctes para la nueva clase social que había surgido del industriahsmo, el proletariado. Esta clase nace como contraparte de la clase de los propietarios de los medios de producción, la burguesía industrial, la cual rompe con las viejas estrucairas de propiedad, administración y prácticas productivas y sociales del mundo medieval. Sustituyen el taller artesanal compuesto por maestros y aprendices, que estaban organizados en gremios dentro de lo que podríamos denominar una economía de

supervivencia, familiar, doméstica y niistica, por la fábrica en la cual los trabajadores no son los dueños de sus herramientas, sino que venden su fuerza de trabajo. La fábrica no solamente plantea una nueva forma de producción y de apropiación de la nqueza, sino que modifica sustancialmente las prácticas sociales, los vínculos humanos y las relaciones de poder.

La libertad guiando al pueblo, obra de Deiaeroi.x

La Revolución Industrial modifica -com o ya señalamos- dramáticamente el paisaje urbano, recrea las ciudades y genera una tensión constante entre las nuevas clases sociales, burguesía y proletariado. Todo el cuadro se ve agravado por algunas de las condiciones inherentes a la expansiva economía capitalista.

La sociedad feudal también había establecido en su seno grandes diferencias entre señores y siervos. Pero si bien pennanentemente había habido revueltas y levantamientos populares, el orden social nunca se había visto seriamente comprometido, pues los vínculos de señorío y. servidumbre se encontraban fiiertemente fortalecidos, por un lado por la religión, que dotaba de sentido a la existencia de los hombres y justificaba frente a las mayorias sus miserias. Por que ésta no era simplemente el sufrimiento, sino una prueba del creador que permitiría ganar el cielo y la eterna felicidad. Por otra paite, si bien los señores tenían derecho a vida o muerte sobre sus feudatarios, también estaban obligados con ellos: debían protegerlos de las apetencias de otros señores o de bandoleros. .Ademas la economía sustentada en el agro podía ser miserable, pero permitía el sostenimiento de los que tenían menos.

La lógica de la economía, de la forma de propiedad, de la explotación y distribución de la nqueza del capitalismo, había ganado eficacia y aumiento de la producción, pero había cobrado el alto costo de la expropiación de los recursos feudales sin haber podido garantizar las condiciones mínimas de e.xistencia para todos, y .además, convirtiéndose en aliada de la ciencia había secular,zado la vida cotidiana, eliminando con los

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V ¡ejos lazos feudales la significación del sentido del sacnncio. Para los obreros ya no se trataba de una prueba a la que los soraetia el creador, ahora se trataba de la simple v llana explotación económica. Pero la conciencia de ésta, no emergía como producto de adquirir el conocimiento de las relaciones de opresión, sino que se manifestaba como resultado de los propios desequilibrios de los ciclos del desarrollo capitalista.

,VIuy tempranamente el capitalismo reveló ser un sistema poco estable. Más todavía, la inestabilidad se presentó como condición esencial de! desaiTollo capitalista. Si ios viejos ordenes esclavista y feudal se sostenían en la continuidad de lo estanco, por el contrario, la supervivencia del capitalismo sólo podía garantizarla el cambio y la revolución constanie de las formas de producción e intercambio. Esta condición tenia como consecuencia momentos de desarrollo económico, de expansión mercantil, de crecimiento industrial, con repercusiones en el crecimiento demográfico, en el cambio de las políticas administrativas y de las prácticas sociales de la vida cotidiana.

Las ciudades crecían desproporcionadamente, ios obreros se hacinaban en los baiTios periféricos o cerca de las fábricas, estas siaiaciones poco felices eran sostenibles en tanto la abundancia de trabajo pennitiera acceder por lo menos al alimento y más adelante a otros "beneficios”, como la salud, la educación y la vivienda. Sin embargo, pronto se puso de manifiesto que este crecimiento no se podia mantener en el tiempo, que periodos de expansión eran seguidos por otros de retracción, saturación de los mercados, quiebre de empresas, desocupación, miseria, hambre y violencia social. Los desocupados no podían hacer como los siei'vos en tiempos malos, salir a cazar o pescar, u obtener algún alimento de las tierras comunales,, surgieron los flagelos de los riémpos'modeiTios.

Lo que se ha denominado Revolución Industrial y que corresponde a un proceso complejo y que se desaiTolla en varias etapas, modifica las relaciones de producción, tanto cualitativa como cuantitativamente, como las condiciones sociales y culturales. Este es el motivo por el cual se puede caracterizar a ésta revolución como una Revolución con mayúscula. La división del trabajo, el nacimiento del proletariado, la acelerada urbanización etc., cambiaron el paisaje de las ciudades, la forma de producción y la organización de las naciones.

En sus com ienzos,... la Revolución Industrial fue una revolución técnica.y organizativa más que científica. Su arma principal para el progreso consistió en el uso de la maquinaria múltiple para la industria textil y, salvo excepciones, las máquinas fueron más fruto de la intuición de hombres prácticos que de procedimientos científicos modernos. El "cálculo a bulto” característico de la actividad artesanal y el conocimiento intuitivo de los materiales -derivado del manipuleo- así como la relación directa con las dificultades prácticas del quehacer industrial fueron, en el siglo XVIII, la fuente creadora de la invención. (Beimal, 1979)

En efecto, estamos situados principalmente en el siglo XIX. Hay un paralelismo entre este siglo y la centuria de la ciencia moderna: acontece para las ciencias del hombre un despertar análogo al conocido por las ciencias naturales en aquella época. El estudio sistemático del hombre, de su historia, lengua, usos e instituciones sociales adquiere en este tiempo y merced a hombres como Malthus, Smith y Ricardo, ftindadores de la economía, o Ranke y Momsen en historiografía, W. Von Humboidt, R. Rask, J. Grimm en lingüistica y filosofía, Tylor en antropología social, Saint Simón, Comte, Spencer y Marx en sociología, una almra comparable a la alcanzada por la ciencia gaiileo-newtoniana.

Tampoco sucede este auge de estudios culturales, sociales, humanos porcjue si. El hombre fue desafiado al final del siglo XVIII. Tuvo lugar uno de esos acontecimientos que conmueven hasta los cimientos del mundo social y que, según Kant, no se olvidarán jamás; la Revolución Francesa. Hasta entonces, digámoslo de una forma simplificada y general, la sociedad no constituía un problema para la conciencia, dada su relativa coincidencia con ella. Todavía era posible una visión monolítica, sin problemas, de la conciencia.

Hasta cierto punto, las relaciones sociales, la cultura, el pasado y porvenir de la sociedad, funcionaban inconscientemente a semejanza de las fuerzas elementales del cosmos. Pero desde el momento en que la sociedad europea entró en crisis, se conviitió en un problema para si misma en el nivel de la práctica (modo

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de organización) y «e hizo evidente la ignorancia teórica ímodo de comprensión). De esta manera, quedaba e.vpedito el camino para la aparición de las ciencias dei hombre y, en panicular, de las que conciernen a la sociedad.

La crisis, el estado critico en que se encontraron ios hombres y las sociedades occidentales, enfrentados con la necesidad de una nueva reordenación social y de obtener equilibrio, sacudió ios espiriais a favor de una intervención consciente y refleja de la sociedad sobre si misma.

^Cuái era la causa de los desequilibrios económicos? ^,Cómo e.xplicar y evitar los ciclos de la economía capitalista'!’ _;,Cómo explicar y dar solución a un sinnúmero de nuevos problemas que se presentaban en el orden social, político, administrativo, financiero, de la salud y en paiticuiar de la salud mental? ¿Cómo prevenir o remediar el conflicto social? Justamente, por la necesidad de explicación de todos estos fenómenos es que comienzan a surgir nuevas disciplinas que van a intentar dar respuestas.

Las llamadas ciencias sociales se presentan con la intención de resolver los nuevos y complejos problemas que acarrea la sociedad capitalista, sin embargo, aunque los problemas se encuentran a la vista y son parte cotidiana de la existencia de todos los hombres, una vez más debemos decir que, una cosa son los problemas, los hechos, los eventos, la realidad y otra es lo que nosotros podemos decir o entender de ella. En la ciencia la realidad no es dada, está mediada por la interpretación. Había que definir los problemas sociales en téiTninos de enunciados, proposiciones, hipótesis, teorías, y además era menester utilizar un método, es decir, una serie de procedimientos que permitiera el abordaje de un todavía poco claro objeto de estudio,

Un antecedente histórico de éxito y eficacia se encontraba en las ciencias naturales. Ellas habían dominado todo el panorama científico y cultural de los dos siglos precedentes y se habían convertido en el arquetipo, en el modelo de cientificidad mismo. Las ciencias naairales fueron, por lo tanto tomadas como modelo de ciencia V las disciplinas sociales nacieron bajo su influencia. Se consideró que el saber científico ep un saber positivo basado en las siguientes consideraciones riel conocimiento:

1 - La realidad se manifiesta en los tenómenos lo que obliga a rechazar cualquier concepción de una esencia oculta más allá de los fenómenos.

2 - El saber abstracto no es saber de cosas en sí o universales, sino de meras cosas individuales generalizadas.

3 - Los Juicios de valor y enunciados normativos, carecen de sentido cognoscitivo.4 - La unidad del método de la ciencia, según la cual cabe pensar en un solo ámbito del saber,

reducible a la observación y a la experiencia, en definitiva a una única ciencia, preferentemente la fisica.

Esta concepción, á la que se denominó positivismo, fue la que siuió en sus comienzos el nacimiento de las ciencias sociales, es decir el intento He cimvertirlas en saber positivo desvinculado de las especulaciones filosóficas o metafísicas^—— ’

Siendo asi, lo que pnncipalmente tomaron de aquellas tiie el método, el cual en muchas oportunidades trasladaron mecánicamente resultando en un reduccionismo, esto es, en la consideración de su objeto de esaidiü al modo en que las ciencias nanirales trataban ai suyo, y que por tener características fiindamentalmente disimiles generaban, por ejemplo, tratamientos fisicalistas, o biologicistas de la sociedad o de la economía.

t

La intjiíiíincia a la que hacemos referencia puede verse en distintos aspectos. Uno de los más notorios es en el^tenguaji^^Coime denomina tísica social a su sociolozia y plantea la división de la sociedad a través

tL da.4 u teotha-rle--'Tos tres estados. Incluso en la literatura psicoanalítica nos encontramos con términos como Oierzas, presiones, pulsiones, que evocan otros términos de la termodinámica newtoniana. La idea es que el orden social debe guardar correspondencia con el orden natural y la tarea de la ciencia de descubnr la legalidad de los fenómenos coincide en sus ongenes para ambos tipos de ciencia. Debió transcurrir todo el siglo XIX y parte del XX para que esta concepción de ciencia sea superada y se abran otras formas de entender el conocimiento de lo social (tema que desaiTollaremos más adelante).

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La ciencia moderna, iiien:emente instalada en la conciencia moderna, desplazo lentamente su centro de investigación desde la tarea casi exclusiva de conocimiento de la naturaleza y la sociedad hacia la dominación de la naairaleza y la reorganización de la sociedad, refoi'zándose su relación con el mundo del trabajo.

La presión industrial, para aumentar la productividad del trabajo mediante la introducción de una nueva tecnología, ha existido siempre en el capitalismo; pero las innovaciones dependían de invenciones esporádicas que, aunque motivadas económicamente» tenían todavía carácter foituito. Esta situación cambió a medida que el desaiTollo técnico entró en una relación de feedback con el progreso de la ciencia moderna.” íHabennas, 1968)

El desaiTollo de las ciencias sociales posibilitó una nueva fonna de pensar la sociedad, la economía, la política etc.

Con el advenimiento de la investigación industnal en gran escala, la ciencia, la tecnología y la utilización industrial se hundieron en un solo sistema. (Habennas, 1968)

Sistema que es cada vez más fuente productiva predominante y ha producido en nuestro siglo por lo menos tres revoluciones cuyos resultados son aún discutibles:

1. El descubrimiento de la energía nuclear que trajo aparejado, entre otras cosas, el gran desarrollo de la industria armamentista.

2. Los avances en biología molecular, que pennitieron la creación de nuevas especies.

3 La revolución de los mass media y la cibernética, que aceleró las comunicaciones y sustituyó el trabajo mtinario del hombre.

En última instancia, estas transfonnaciones fueron posibles en la medida en que la tecnología incoi'poró el método científico y los ínstmmentos que utilizaban las ciencias para fines de conocimiento (al abrigo de! desabollo de la sociedad capitalista) inviniéndose así, en un nivel más alto, la relación con la que se inició el proceso dialéctico entre ambas. La razón esperanzada del renacimiento cedió ante la razón técnico instmmental.

Con el impulso de la ciencia moderna se produce la generalización constante de los procedimJentos tecnológicos, guiados por el principio de la eficiencia, lo que peimitió la aplicación de los mismos a diferentes ámbitos sociales. Así han surgido la tecnoética, la tecnocracia e incluso procedimientos tecnológicos aplicados a la educación, a la salud o a la economía. La tecnología (íntimamente relacionada con el modelo capitalista de producción) fue imponiendo su fuerza legitimante a todo quehacer humano.

Los nuevos siglos trajeron también revoluciones teóricas de importancia tanto en el seno de las ciencias más antiguas (como la matemática) como en las ciencias de la naturaleza (como la tísica, la química, la i astronomía, etc.) y en las ciencias de la sociedad. Estos cambios hacen impenosa la necesidad de repensar| todo el mundo de la ciencia.

Las promesas de la ciencia

La pujante burguesía de artesanos, comerciantes, mercaderes y banqueros, tan aficionada al cálculo y a la medición encontró en la obra de Galileo un lenguaje que podía comprender y unas temáticas vinculadas a la resolución de problemas técnicos que implicaban la posibilidad de obtener más beneficio. Esta clase se

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convirtió en guardiana y protectora de !a nueva ciencia y enfrentó al clero a contradicciones insuperables, ’ta no se podía condenar las nuevas teorias y por otro lado pennitir la libre circulación -de los cuales iá Iglesia también sacaba sus réditos comerciales - de los muchos instmmentos -compases militares, cartas de navegación, planisferios celestes- que derivaban de esas teorías consideradas por muchas autoridades eclesiásticas como heréticas.

"La nueva A tlanñda" (1626) es la obra de Bacon en la que, de un modo más definido, se pueden apreciar las e.xpectativas y los deseos de las incipientes ciencias modernas, su modelo de ciudad ideal_y. mundo perfecto tienen por premisa la transformación de la sociedad por medio de la ciencia. En ninguna otra obra, ciencia y poder se sintetizan tan patentemente en una nueva clase todopoderosa. La utopia baconiana instala en el poder a los sabios científicos, pero en absoluto se modifican las jerarquías sociales, la familia patriarcal y la propiedad privada. La casa de Salomón es un centro de poder independiente y autárquico. "La Sueva Aclántida” pone de manifiesto las raíces de un pensamiento científico que ambicionó elevarse al rango más alto de la sociedad para imponer sus concepciones como verdades universales, no ya reveladas por la divinidad, sino descubiertas por la genialidad de hombres superiores, cuyas ambiciones coincidían con las de la clase dominante.

Antes de la gran Revolución Industrial -que tenia sus orígenes en estos desaiTollos- se producen otras revoluciones de tipo técnico: una revolución agrícola que permite el aumento de la cantidad de alimentos y por tanto, de éstos como mercancía; un mejoramiento sustantivo de las técnicas de navegación, que permitieron, no sólo hacer mas eficaz la navegación comercial, sino conquistar’y colonizar un nuevo mundo; una explosión demográfica que aumentó significativamente'la población europea; en fin, las condiciones de desarrollo que, con la burguesía a la cabeza generaron un nuevo orden económico, el capitalismo. No mentiríamos si dijéramos que la ciencia experimental moderna es la ciencia del capitalismo o que es la forma de producir conocimientos que se desarrollan en el marco de una economía, una sociedad y una cultura capitalista. En este primer momento, de la mano del libre mercado surgen también los Estados nacionales y comienza a añorar un nuevo orden político, que reclamará, junto con los derechos de los ciudadanos, también un nuevo orden jurídico. Con estas transformaciones se generan las condiciones que un par de siglos mas tarde tendrá como resultado la Revolución Francesa, el tiro de gracia al viejo orden feudal.

Las expectativas de esa burguesía revolucionaria se sintetizaron en ¡os principios de la Revolución Francesa; Libertad, Igualdad y Fraternidad. De algún modo, ese ideal estaba presente en el proyecto político de la burguesía y en el de su cultura, incluida la ciencia. El ideal galileano de que el conocimiento y sus aplicaciones podían significar el fin del sufrimiento humano, fue el paradigma de una razón esperanzada. Pero pronto la realidad cambió. .‘Kl respecto señala ¡Vlarx:

Dondequiera ha conquistado el poder la burguesía ha destaiido las relaciones feudales, patriarcales, idílicas. Las abigarradas ligaduras feudales que ataban al hombre a sus superiores namrales”, los ha desgarrado sin piedad para no dejar subsistir otro vinculo entre los hombres que el frío interés, el cálculo pago al contado. Ha ahogado al sagrado éxtasis del fervor religioso, el entusiasmo caballeresco en las aguas heladas del cálculo egoísta (...) En una palabra, en lugar de la explotación velada por ilusiones religiosas y políticas ha establecido una explotación abierta, descarada, directa y bitital, (Marx,1975, p. 35)

Los científicos modernos produjeron una forma de saber seudo-democrático que podía ser monopolizado por ellos al tiempo que, con una enorme astucia, no cayeron en la ingenua casa de Salomón de Bacón, que tenía la desventaja de hacerlos responsables del poder frente a la sociedad y de convertirlos en posibles víctimas de los descontentos populares. Se ocultaron detrás del poder, dejaron a políticos y militares que se hicieran cargo de la cara pública, se constituyeron en una clase no visible enquistada en la sociedad, absorbiendo medios, espacio y dinero.

El sujeto moderno se presenta en la escena de la histona con un ideal esperanzado, el sueño de progreso material y espintual que cree poder realizar. Pero muy pronto se va, atravesado por la tragedia de ver'reducido su objeto amoroso al juego perverso del dominio y del escarnio. Así como el Fausto de Goethe no se admite tal cual es frente a Margarita y frente a si misirio. buscando en ¡a satánica alianza un poder que le permita fascinar

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> seducir, asi la ciencia moderna no se contenta con aquella vieja búsqueda que le proporcione identidad y le muestre lo que es. no aduute este ser suyo de amante del saber y guardián de una búsqueda eterna; eúa quiere ■'el saber efectivamente realizado”, la tangencia mundana, ei brillo y '.a ziona del poder.

Y es la contradicción intrínseca entre la razón esperanzada y la ."azon científico tecnológica que produce el definitivo cjuiebre entre ei viem v el nuevo mundo. La vieia conciencia estaba atada al mito, a la religión, que busca ante todo el cumnlimiento de la lev divina. ím razón cientificn tecnniógir.a no nene cargos de conciencia ni problemas éticos. La razón esperanzada, expresada fundamentalmente por el ideal galileano, es también la razón de ¡os hombres de ciencia que sueñan un mundo mejor para una humanidad mejor, pero es apenas una débil y pasajera conciencia de lo que no se puede detener. La principal astucia de la razón científico tecnológica ha sido la de renovar promesas capaces de reorientar las tensiones sociales bajo la ilusión de un posible paraíso teneno. de abundancia y bienestar universal, que sólo han podido alcanzar las pequeñas elites entre las que ella se cuenta.

Utopía y realidad del dominio científicoLos ingleses, que parecen muy inclinados a presentar sus ideas bajo la fonma de una utopia novelada

que habla de lugares donde se confrontan ideas, modelos, y proyectos, nos dieron con Bacon el sueño de una sociedad gobernada por científicos. Hoy, que vivimos en un mundo donde el poder de la ciencia y la tecnología es notorio, nos encontramos con otro inglés que nos adviene de los tremendos.peligros de una sociedad gobernada y estructurada-por la ciencia. Nos referimos a Berirand Russell, y su obra; La perspectiva científica. En cierta medida, esta utopia de sociedad totalitaria de Russell es la realización de viejas utopias totalitarias, La República de Platón, La ciudad del Sol de Campanella, y La Nueva .Atlántida de Bacon, donde sin embargo, lo que aparece en aquellas obras corno maravillas, se presenta aquí seriamente cuestionado éticamente como un atropello a la libertad del individuo y a los derechos humanos. Para 1931, Russell, limita su análisis a sociedades reales y no utópicas, entre ellas la URSS y Japón y poco faltaba para la realización efectiva del totalitarismo utopiano en el nazismo y el fascismo y de formas menos burdas pero no por ello menos representativas de manipulación en las sociedades llamadas libres y democráticas de occidente. Al respecto dice;

No creo que quepa dudar de que la creación artificial de sociedades continuará y aumentara mientras persista la técnica cientifica....Es probable que tales motivos jueguen, en efecto, un papel para detemunar, que clase de sociedad tiendan a crear. Pero el deseo de crear no es en si mismo ideal, ya que es una forma de amor al poder...La sociedad científica será tan oligárquica bajo el socialismo como bajo el capitalismo, pues aún donde existen las formas democráticas, no pueden proporcionar ai elector ordinario ei conocimiento indispensable. (Russell, 1985, p. 166/181)

La ecuación no es difícil; a mayor desan'ollo cientifico técnico mayor manejo .dg. sectores ynás restringi^dos de la sociedad, y por lo tanto más poder en menos manos. La mayor democratización en el manejo de la producción y de la infoimación científica, ayudana a un mejor control de la misma. No es objetivo cientifico ni técnico democratizar la ciencia ni darle una utilidad que ayude a resolver problemas acuciantes de la humanidad.

Bien sabia Russell que jos medios técnicos y los desarrollos teóricos permitirían aboiiiyla pobreza, apelando a una organización que no se pone en práctica porque el sistema anárquico de la empresa privada lo impme. Pero por otra parte ¿qué papel juegan en la resolución de estos problemas la ciencia y la técnica?

Ellos han demostrado una infinita capacidad para resolver problemas que nunca tuvimos, o se han abocado a solucionar los problemas o requenmientos del poder y muy poco han hecho por resolver algunos de los que tenemos hace milenios.

La civilización no puede admitir que el mando administrativo quede en manos de aquellos que no poseen un conocimiento directo de la ciencia.... Por eso, ante las condiciones modernas, se exige más de los trabajadores científicos que el mero ensanchamiento de los limites del conocimiento...Los trabajadores científicos deben aceptar las responsabilidad del mando de las fuerzas que han

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liberado con su trabajo, sin su ayuda seria vimialmente imposible una administración eficiente y una política de altura. El problema práctico de establecer una relación adecuada entre la ciencia y la política, entre el conocimiento y el poder, o con más precisión entre el trabajador cientiñco y el mando administrativo de la vida de la comunidad es uno de los más difictles que tienen relación con la democracia. (Russell 1985, p. 186)

Siempre que algún gaipo o sector de la sociedad se ha hecho con el poder, ha sido para perpetuarse en él, aunque hubiera manifestado otras intenciones.

Para RusseU los males que nos trae la ciencia moderna consisten en un impulso- pod^ que ha_ prevalecido y desplazado d impuls,Q-amor con el que las ciencias nacieron. Es muy probable que hombres como Galileo, Newton, Einstein, etc., estuvieran bien intencionados, pero lo que de ningún modo era éticamente saludable era el proyecto social al cual sus investigaciones sirvieron, pues en terminología de Russell, nacieron para el impulso-poder, independientemente de las buenas Intenciones de aquellos hombres. Luego sólo obtenemos de la ciencia un "mea culpa" que nada soluciona, arrepentimientos que llegan demasiado tarde, o difusas y voluntanstas declaraciones.

Como otros muchos, Einstein declaró que hubiera preterido ser plomero frente a los desastres ocasionados por la era nuclear. Sabemos que, de no haber sido él, otros hubieran producido esos conocimientos pero lo que no podemos admitir es la ingenuidad real o fingida con la que estos hombres se presentan. Dice Russell que no hay tazón ñindamental que justifique este estado de cosas y que prevenirlo es un problema de educación y no muy difícil. Sin embargo una educación tanto general como específicamente científica para la defensa de la vida, de la libertad y de la autonomía individual y social, no estará financiada, ni tendrá el marco instimcional que necesita, porque en última instancia buena parte de la preservación del poder pasa por garantizar una educación cuya finalidad sea reproducir el orden establecido.

Para Russell la técnica científica no debe constituir por más tiempo la cultura de los mantenedores de poder, y deberá formar parte esencial del panorama ético de los hombres para comprobar que la buena voluntad por si sola no puede hacer una buena vida.

Consecuencias del fracaso del proyecto moderno

Si bien el sujeto moderno se presenta en la escena de la historia con un ideal esperanzado, el sueño de progreso material y espiritual que cree poder realizar se ve frustrado por una realidad muy diferente. Buena pane de los cientificos modernos produjeron una forma de saber seudo-democrático que podía ser monopolizado por ellos al tiempo que, con una enorme astucia, no cayeron en la ingenua casa de Salomón de Bacon, que tenía la desventaja de hacerlos responsables del poder frente a la sociedad y de convertirlos en posibles victimas de los descontentos populares. Se ocultaron detrás del poder,, dejaron a políticos y militares que se hicieran cargo de la cara pública, se constituyeron en una clase no visible enquistada en la sociedad, absorbiendo medios, espacio y dinero.

Y es la contradicción intrínseca entre la razón esperanzada y la razón científico- tecnológica que produce el definitivo quiebre entre el viejo y el nuevo mundo. La vieja conciencia estaba atada al mito, a la religión, que buscaba ante todo el cumplimiento de la ley divina. La razón científico-tecnológica no tiene cargos de conciencia ni problemas éticos. La razón esperanzada, expresada fundamentalm.ente por el ideal galileano, es también la razón de los hombres de ciencia que sueñan un mundo mejor para una humanidad mejor, pero es apenas una débil y pasajera conciencia de lo que no se puede detener. La principal astucia de la razón científico

JD

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tecnológica ha sido la de renovar promesas capaces de reorientar las tensiones sociales bajo la ilusión de un posible paraíso teiTeno. de abundancia y bienestar universal, que sólo han podido alcanzar las pequeñas eiites entre ¡as que ella se cuenta.

¿Para qué sirve la ciencia hoy?Esta pregunta, que parece tener una respuesta obvia en los logros alcanzados, en el dominio sobre

la naturaleza en particular, y la realidad en general, se presenta como una interrogante difícil y tortuosa para responder cuando este conocimiento no puede proporcionar al hombre sentido para su e.xistencia, tranquilidad de espínm y dignidad para su efímera vida. E.sto sucede porque buena parte de la ciencia moderna se construye sobre la soberbia y el afán de dominio.

La lucha que librará en el renacimiento con la religión no fue simplemente la de la luz de la razón que busca el conocimiento contra el oscurantismo supersticioso e ignorante de la religión, no es solamente la ciencia contra la fe, sino el enfrentamiento de dos proyectos con intereses ideológicos y económicos opuestos que luchan por el poder político y la hegemonía social.

La ciencia, que ha pretendido obtener toda emancipación de la filosofía y paniculannente de la metafísica, ha construido sus objetos de investigación como entidades ideales de existencia independiente, como verdaderas entelequias surgidas de aquel sustrato del que ella misma emergió, la filosofía idealista que abreva en su pasado platónico-aristotélico y se corona en la modernidad en los sistemas cartesiano, kantiano, y hegeliano, pero además en las ambiciones mágico instrumentales de hechiceros y alqumnstas.

Hay dos fantasmas que persiguen al hombre desde la oscura noche de los tiempos; ellos son la muerte V la necesidad. Toda la empresa humana, desde ia construcción del mundo mítico hasta la conquista de las estrellas, ha sido tratar de vencer a estos enemigos que tanto ia atemorizan. JLa religión fue una estrategia exitosa, un instrumento idóneo para contener el miedo y In explicando no sólo la muerte, sinotambién la injusticia, la miseria y la desigualdad. Pero llegó un momento en que tales tensiones contenidas tenían que ser superadas con algo más que las promesas de un incieilo paraiso-para los buenos y sumisos.

La ciencia es la que renueva la promesa de vencer a la muerte v a la necesidad, con un programa que ya estaba de algún modo contenido en los afanes de las corrientes milenaristas de traer el reino de los cielos a la Tierra, y en la búsqueda de trasmutación perseguida por hechiceros y alquimistas. Qué otro afán hay detrás del “elixir de juvencia” que postergar definitivamente a la muerte venciéndola, no con un regalo del creador, sino con la inteligencia y el genio de ¡os hombres, que pueden sintetizar en una retorta los frutos del árbol de vida eterna. Qué otro afán más intimo de la medicina hay que mantenemos no sólo más sanos, sino también más jóvenes, léase más productivos por mucho mas tiempo.

Por otra parte, para no ser un toimento, una vida eterna debe estar acompañada de una existencia alejada de la necesidad y los hombres tuvieron siempre la fantasía de que lo contrano de la necesidad es la riqueza y no la falta de necesidad^ Para ser ricos, entonces la “piedra filosofal”, el principio universal de transmutación de la materia, hasta entonces reservado a los dioses, que permite convertir lo sin valor en riqueza y poder. Y aunque tal riqueza no se alcanzó convirtiendo plomo o mercuno en oro, los procesos alquimicos fueron parte del desarrollo tecnológico que produjo la revolución industrial.

El nuevo proyecto podía tener crédito-en tanto fuera excluyeme de toda otra forma de saber, tenía que ser universal y necesario, y evitar el subjetivismo ideológico. La ideología tenía que quedar fuera como un anatema, pues cualquier cosa que no fuera ella misma atentaba contra sus pretensiones hegemónicas. Ya' veremos cómo desprenderse de la ideología le fue imposible, ya que ésta es parte constitutiva de la ciencia misma, pero en la ilusión de desprenderse de ella se deshizo en realidad de la ética, que quedó como una muy difusa y ambigua expresión de deseos, con pnncipios nunca cabalmente definidos y que parecen pasar más por la emoción que por una consciente y racional discriminación critica de cuales deben ser sus tareas.

En esta parte de la historia es absurdo pretender separar a la ciencia de la tecnologia, porque ellas se han fusionado en una misma cosa y así como no se puede pensar ei Estado moderno sin sus ejércitos, tampoco se podría pensar el Estado sin su legión de científicos, cuya organización está fundada en una

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jercirquización similar y cuyo lema parece ser el másmo: "orden y subordinación”, con la pretensión Je que tal subordinación no es a la fuerza, sino a la razón; razón en definitiva autoritana y dogmática, cionde no hay espacio para el pensamiento critico, ni para las disidencias metodológicas.

En la cultura moderaa hay dos términos que son usados como sinónimos; ellos son dominar y conocer. Todo comienza con la má.xima baconiana, “el saber es poder” y pone de manifiesto una nueva foima de relación entre las facultades intelectivas y el modo de obrar sobre el mundo. Ella es la má.xima que expresa más acabadamente el espiriai de la subjetividad moderna; ella da cuenta de la génesis de dicha subjetividad.

La ciencia, al homologar conocimiento y dominio, establece una dramática falacia que consiste en creer que el manejo instrumental y la manipulación tanto empirica como teórica están poniendo de manifiesto el reconocimiento de una legalidad ínsita en el objeto mismo.

Mas. no sólo el objeto es constaiidc, sino que las leyes que suponemos en ¿1 son proyecciones videológicas” en la que lo que se pone de manifiesto es la manera en que un .momento histónco se tejen las relaciones de poder y se conforman los modos de significar.

Debemos ser cuidadosos al reivindicar al poder de la razón como un imperativo social, pues no sólo el concepto de razón, sino el modo en que se han construido los discursos que pretenden operar con ella esconden contradicciones entre el ideal de una razón esperanzada - del que hablaremos hacia el final - y la denominada razón técnico instaimental - como una forma de razón que aspira al dominio y a la que también haremos referencia. Bástenos por el momento -tan sólo como indicación- una reflexión de Horkdieimer -miembro de la Escuela de Frankfurt- ;

En realidad, tanto el contenido de la filosofía como el de la religión se vieron profundamente perjudicados por este arreglo aparentemente pacífico de su conflicto original. Los filósofos de la Ilustración atacaron la religión en nombre de la razón; en última instancia a quien vencierpn no fue a la Iglesia, sino a la metafisica y al concepto objetivo de la razón misma; La fuente de poder de sus propios esfuerzos. Por último la razón, en cuanto órgano para la compresión de la verdadera naturaleza de las cosas y para el establecimiento de los principios directivos de nuestra vida, terminó por ser considerada anacrónica.(Horkheimer, 1973, p. 29)

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GRECIAPensaniiemo raciüiiai. Filósofos presocráucos;Tules de .Vlilelo (624 - 546) Piiágoras de Sanios : 5'o -4911 Democnio (4ó6 • '0) Panriénides de £!ca (540 - 4701 Herádilo de Efeso (535 - 470) Zenór. Je £¡44 (490 - 430)Filósofos y científicos SofistasSócrates (469 - 399) ProiágorasPlatón (427 - 347) GorgiasAnstóteles (384 - 322) TrasimacoEpicuro (341 - 270) CridasEuclides (330 - 275) Hipias-Aristarco (310 - 230)Eratóstenes (276 - 194)Arquimedes (2S7 - 212) ■ '¿i;Hiparco (190 - 120)

:485 - 410) (485 - 380) (459 • 400) (460 - 403). 450 - 390)

SIGLOV! a IV

VIV

111

H e r ó i i ( l ü - 7 0 ) - Z

_ C l a u d i o P t o l o m e o ( 8 5 - 1 6 5 ) ’•/. -'j,.

S a n . A g u s r i n ( 3 5 4 - 4 3 0 ) '

Caída del Imperio Romano de OccidenteP r o c i o ( 4 1 2 - 4 8 5 )

I s i d o r o d e S e v i l l a ( 5 6 0 - 6 3 6 )

S a n . A n s e l m o ( 1 0 3 3 - I 1 0 9 )

S a n B e r n a r d o ( 1 0 9 0 - 1 1 5 3 )

.Averroes (1221 - 1198)^ S a n t o T o m á s d e A q u i n o ( 1 2 2 5 - 1 2 7 4 )

Caída del Imperio Romano de Oriente Descubrimiento y conquista europea de América

Filósofos, científicos e inventores_ Leonaro Da Vino (1452 - 1519) Gianbapdsta Vico (1668 -

„ Nicolás Copémico (1453 - 1543)M a r t í n L u l e r o ( 1 4 8 3 - 1 5 4 6 )

G i o r d a n o B r u n o ( 1 5 4 8 - 1 6 0 0 )

F r a n c i s B a c o n ( 1 5 6 1 - 1 6 2 6 )

Johanes Kepler(1571 - 1630). Galileo Galilei (1564 - 1642)

René Descartes (1546 - 1630)„ Isaac Newton (1642 - 1727)

UIV

476

14531492

Revolución Francesa Revolución Industrial

David Hume (1711 - 1776)Charles Louis de Montesquieu (1689 - Jean - Jacques Rousseau (1712 -1778)Denis Diderot (1713 - 1783).lean Le Rond d'Alembert (1717 - 1783)Imanuel Kant ( i 724 - i 804)Georg Wilhelm Fnedrich Hegel (1770 - I Adam Sm.th (1723 - 1790)

Johannes Gutemberg (1398 -1468) ^Bren.tai:.7-^j¿* ■ .y ‘Blas Pascal (1623 -1662) Máquina Gottfried Wilhelm Leibniz (1646 - 1716) Máquina ele calcular

1789

(prim era entre 1750 y 1850 segunda entre 1880 y 1914)

.Thoraas Malthus (1766 - 1834).lobn Stuart Mili (1806 - 1873)

. Charles Darwin (1809 - 1882)

. ICarl Marx (1813 - 1883)Wilheim Dilthey (1833 - 1911)Charles Sanders Peirce (1839 -1914) fules Henri Poincairé (1854 - 1912) Emtle Durkheim (1855 -1917)Sigmund Freud (1856 - 1939)Ferdinand de Sausurre (1857 - 1913) Max Planck (1858 - 1947)

> Bertrand Russell (1872 - 1970)Ludwig Wiitgenstein (1889 - 1951)Jean Piaget (1896 - 1980)Lev Semenovich Vigotski (1896 - 1934) Karl Popper(1902 - 1994)

TlieodorAdomo (1903 - 1969)Cari Hempel (1905 -1997)

. Thomas Kuhn (1922 - 1996), Imre Lakatos {1922 - 1974)

Paul Feverabend (1924 - 1994)

Nicolás Joseph Cugnot (1725 - 1804) AutomóvilJamps Watt (1736 - 1819) Maquina a vaporAlessandro Volta (1745 - 1827) Batería eléctricaJoseph Mane Jaequar (1752 - 1834) Atuomatización del telarGeorg Stephenson (1781 - 1848) Locomotora a vaporSamuel Morse (1791 - 1872) TelégrafoLuis Pasteur (1822 - 1895) PasieurizzaciónNikolaus August Olio (1832 - 1891) Motor de combustión intem;Walter Fleming (1843 - 1905) PenicilinaAlexander Graham Bell (1847 -1922) TeléfonoThomas Alba Edison (1847 - 1931) Lampara, fonógrafoNicolás Tesla (1856 -1943) Corriente alternaPaul Juiius Gottiib Nibcoub (1860 -1940) TelevisiónWiiburg (! 867 - 1912) y Orvile (1871 -1948) Wriglit AeroplanoGuiilenno Marcoih (1374 - 1937) Telegrafía sin hilos, RadioAlbert Einstem (1879 - 1955)Enrico Fetmi (1901 - 1954) Reactor nuclear

EdadAntigua

Esclavitmo

.Año 0

Edad¡Media

Feudalismo

Tp

msicion eudalismo

.^ipitalism o

tlíw. .ii

EdadContemporanea

Capitalismo

l l J

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Invención de la escritura 3.Ü00 a.C

Desarrollo de civilizaciones en Egipto ( siglo XXXI a VIH a.C.) y en la Mesopotamia .Asiática (siglos XXXI a VI a.C. dominación de sucesivos pueblos; súmeros, acadios, asirios, caldeos, babilónicos)

GreciaDesarrollo y e.xpansión de la polis griega Colonización griega y expansión comercial Pisistrato , Reformas de Clístenes; demos Decadencia de la polis Dominación de .Alejandro Magno

Ane.xion de ciudades griegas al donunio romano

. . .R o m a Fundación de Roma

República ÁRebeliones de la plebe '

■ -• A : .c.xpansion de la República Romana Crisis de la Repúbirca. . i -X Rebeliones de esclavos U^radas,por Espartaco

SIGLOVül

VIII a VI VI V

IV III li I

Imcio del impeno Romano l•Alto Impeno 1 a 11Bajo ImperioCatolicismo religión oficial del Imperio Divisioo-deLImperio Romano en dos; Occidente, con capimi en Rávena, y Oriente

III a V IV

(Imperio-Bizantiño):capital en Constantinopia V

Caída del Imperio Romano de.©ccidente 476

Temprana Edad Media. Via ÍXcOccidenteí Reinos germánicos / Oriente; Impeno Bizantino.Surgi- miento dei Islam (eitugracióo-de^MaJiomt^Hégtra, 622) y e.xpanstón (N..AIfic;v'España) .Alta Edad Media IX a XI; Feudalismo. Feudalüáciap dé la Iglesia Cristina y surgiiniento de nuevas órdenes religiosas. Cruzadas. Baja Edad Media XTa .XV: Recuperación del comercio. Desarrollo urbano. Ascenso de la burguesía. Fgrtaléciriiieato-de las'monarquías. Surgimiento de las universidades.

" ’ ' - '1 '* . i 'i. 'Toma de Constantinopla por loí turcos otomanos Descubrimiento V conquista europea dej^érfeir ;

Descubrimientos geográficos: e.xpansión territorial y comercial de los europeos. Necesidad de nue­vos inventos. Crecimiento de la burguesía. .Acumulación de capital mercantil y apropiación del me­tálico y de otros recursos de las colonias. La Refonna religiosa. Fortaiecimiemo de las monarquías nacionales. .Avances en las técnicas de guerra. Consolidación del absolutismo. Preponderancia es­pañola en el siglo.XVI, francesa en el siglo XVU e inglesa en el siglo XVllI. E.xpansión maritima holandesa en el siglo XVII.

14531492

"'írslf..-:

Revolución Francesa

Revolución Industrial ^íife; ■

f e : ■■ »

1789

últimas décadas del siglo XVTll

America: Revolucionesidelndepéndencíac.'Europa: Restauración monár(|uic:^T¿t5rS^^^^^^ ’Revoluciones de 1830 y ■ jlwiJ vComuna de París 1871 , ,:7 :Ultimo tercio del siglo-XIXrsegúnílivfiise de la Revolución Industrial. E.xpansión colonial.. Imperialismo. Primera Gueiva iVlundial'Revolución RusaCrisis de 1930. , ■■ --CSegunda Gueita Mundial 1939 - 1945.Guerra pria. ÓO' a 80'Proceso de descolonización en .África y .Asia.Revolución China 1949 Revolución Cubana 1959.Guerra de Vieuiam 1968-1973.Crisis del petróleo a partir de 1973.Caída del Muro de Berlín Í990

39

Sei~vidumbra colectiva de las socieda­des de castas

Edad.Antigua

Escíavismo

.Año 0

E dadiVledia

Feudalismo

E dadtVlüderna

Transición del feudalis­

mo al capita­lismo

E dadC ontetnporanea

Capitalismo

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Capítulo IIDiferentes criterios para la clasificación de las

ciencias

Establecer algún tipo de clasificación Je las ciencias implica la deñnición de los conceptos de clasificación y de ciencia. Difícilmente se pueda dar cuenta de una clasificación si no sabemos qué estamos clasificando y cuáles son los criterios de clasificación.

Si bien una definición exhaustiva de ciencia excede por mucho el contenido de un concepto, intentaremos realizar una aproximación que nos trace una hoja de ruta para ser recomda a lo largo del texto.

Por otra paite, no nos interesa simplemente conocer cómo ciertas comentes de la epistemología han clasificado a las ciencias, sino además, cuáles han sido ias razones mediante las que se fundamenta ese tipo de ordenamiento y se plantean los problemas permanentes que surgen del solapamiento, ingerencias, nacimiento de nuevas ciencias o critenos de clasificación.

Hay clasificaciones de las ciencias que datan de siglos, pero se ha abandonado -la pretensión de,construir un modelo inmutable en el que cada disciplina tenga una ubicación rigida. No solamente porque las ciencias están cambiando todo el tiempo, sino porque se ha comprendido que hay posibilidad de producir diferentes clasificaciones de acuerdo a distintos criterios no se puede decir que sean mejores o peores sino diferentes.

De la Clasificación y de la CienciaEL LDtOlVlA.UN.ALÍTICO DE .lOHiN WILKINS

He comprobado que la décimocuaita edición de la Encyclopaedia Britanmca suprime el articulo sobre John Wilkins. Esa omisión es justa, si recordamos la trivialidad del artículo (veinte renglones de meras circunstancias biográficas: Wilkins nació en 1614, VVilkins murió en 1672, Wilkins fue capellán de Carlos Luis, principe palatino; Wilkins fue nombrado rector de uno de los colegios de Oxford, Wilkins fue el primer secretario de la Real Sociedad de Londres, etc.) ( ...) En el idioma universal que ideó Wilkins al promediar el siglo XVII, cada palabra se define a sí misma. ( ...) Las palabras del idioma analítico de John Wilkins no son torpes símbolos arbitrarios; cada una de las letras que las integran es significativa, como lo fueron las de la Sagrada Escritura para los cabalistas. ( ...)

Esas ambigüedades, redundancias y deficiencias recuerdan las que el doctor Franz Kuhn atribuye a cierta enciclopedia china que se titula Emporio celestial de conocimientos benévolos. En sus remotas páginas está escrito que los animales se dividen en (a) pertenecientes al Emperador, (b) embalsamados, jc) amaestrados, (d) iechones, (e) sirenas, (f) fabulosos, (g) perros sueltos, (h) incluidos en esta clasificación, (i) que se agitan como locos, (j) innumerables,(k) dibujados con un pincel finísimo de pelo de camello, (1) etcétera, (m) que acaban de romper el jarrón, (n) que de lejos parecen moscas. ( .. .) i He registrado las arbitradiedades de Wilkins, del desconocido (o apócrifo) enciclopedista chino y del Instituto Bibliográfico de Biriselas; notonamente no hay clasificación del tmiverso que no sea arbitraria y conjeairal. La razón es muy simple: no sabemos qué cosa es el universo. ''Ei-mundo - sscnbe David Hume - es tal vez el bosquejo rudimentario de algún dios infantil, que lo abandonó a medio hacer, avergonzado de su ejecución deficiente; es obra de un dios subalterno, de quien los dioses superiores se burlan; es la confusa producción de una divinidad decrépita y jubilada, que ya se ha muerto” [Dialogues Concerning Natural Religión, V. 1779).Cabe ir más lejos; cabe sospechar que no hay universo en el sentido orgánico, uniftcador,

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que tiene esa ambiciosa palabra. Si lo hay. falla conjeturar su propósito; taita conjeturar las palabras, la.s definiciones, las etimologias. las sinonimias, del secreto diccionario de Dios La imposibilidad de penetrar el esquema divino del universo no puede, sin embargo, disuadirnos de planear esquemas humanos, aunque nos conste que éstos son provisorios, i .. r Esperanzas y utopias aparte, acaso lo mas lucido que sobre el lenguaje se ha escrito son estas palabras de Chesterlon: "El hombre sabe que hay en el alma tintes más desconcertantes, mas innumerables y más anónimos que los colores de una selva otoñal... cree, sm embargo, que esos tintes, en todas sus fusiones y conversiones, son representables con precisión por un mecanismo arbitrario de gruñidos y de chillidos. Cree que delintericr de un bolsista salen realmente ruidos que significan todos los misterios de la memoria y todas las agonías de! anhelo" íG. F. Watts, pág. 88, 1904'). (Borges. 1984, pp. 81, 84)

No se nos pasa por alto la definición del sentido común de clasificar como ordenar de acuerdo a algún ameno. Etimológicamente clasificar esta,compuesto por dos palabras, “c|asi” del latín classis que es orden y “ficar”. del latín faccere hacer. En sentido estricto hacer clases agrupar por clases hacer orden. .^Cuáles son los criterios por medio de tos cuales se realiza ese orden? Aqui tenemos que los cntenos pueden variar y ello da como resultado distintas fonnas de clasificación. .Antes de entrar en la exposición de distintos modelos analicemos más detenidamente algunas de las dificultades que nos presentan. Un par de textos de J. L. Borges nos ayudarán a identificar algunos de estos problemas. Eicomún usar este texto de Borges para relativizar las clasificaciones con pretensiones científicas, sin embargo entendemos que hay en el texto algunos aspectos no muy tenidos en cuenta que pemaiten otro tipo de lectura. _. ..

Eñ £ l universo de nuestra experiencia personal y subjetiva la clasificación de la supuesta enciclopedia china es totalmente'Verosimil y aplicable, tanto como lo es el uruyersa geocéntrico .de .Axistóteles. Una clasificación de tal índole puede corresponderse con nuestro modo de ordenar el mundo, de hecho realizamos ordenamientos con fines personales muy parecidos. A la experiencia subjetiva le resulta más verosímil que la TieiTa esté quieta y el sol, los planetas y las estrellas giren a nuestro alrededor y mucho más difícil de creer lo que afinna Copémico, que es la Tierra la que gira alrededor del sol. Lo que individualmente captamos es una realidad que puede perfectamente ser clasificada como lo hace la enciclopedia china. Pero esta última tiene un grave problema, que la diferencia incluso de las falsedades astronómicas aristotélicas: no es válida más que en una dimensión estrictamente personal, como ese orden de nuestras cosas en el que los demás no pueden encontrar nada.

Orden y caos, del maestro holandés M. Escher (1950). Tanto en su bús­queda por la preservación, como en su necesidad de significación, el hom­bre viene sosteniendo una larga lucha por compatibilizar el orden y el caos.

.A ese ordenamiento subjetivo--contraponemos lo que denominamos ordenamiento objetivado. .Aunque lo que llamamos objetividad tiene que ver con ia posibilidad de encontrar puntos en común sobre el modo de conocer el mundo antes que con una total correspondencia entre lo que decimos de ese mundo y lo que ese mundo puede llegar a ser.

Los modos, tanto de la subjetividad cuanto de la objetividad, se encuentran determinados histórica y socialmente. El lenguaje que usamos para pensar sobre determinados objetos supone ya una selección. Todos sabemos que los esquimales poseen una cantidad considerable de palabras para nombrai; a los diferentes tipos de color blanco que perciben; que la lengua árabe dispone de más de setecientas palabras relativas al camello: ¿es que acaso es indiferente el uso de cualquier témiino? Pensamos que no. Entendemos que el lenguaje posee indefectiblemente un carácter peitornaativo sobre el objeto nominado. Por ello, si acordamos con lo aníenor, una investigación debe partir de la construcción de su objeto de estudio. Porque los términos, los conceptos o las categorías que

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lo rwmman y componen no son indiferentes, sino performativos, es decir dan forma al objeto.- Etnabjeto ncr está allí para ser obsei-vado, analizado, investigado o descubiefTo. Et-objetd; para que pueda ser observado, analizado, en-tw-+nvesugado, 'debe s«r constñaidb. Debe poder estar allí. Por tanto, el ubjeto do estudio no es la simple cosa frente a nosotros; se diferencia de ella. Puesto que entre un objeto y la mirada sobre ese objeto se encuentran, mediando inevitablemente, los conceptos que le dan forma y contenido. Esto vale también para la clasificación.

Clasificar a la ciencia no es simplemente distnbuirlaencasillero de acuerdo aun criterio predeterminado, sino construir las categorías y los conceptos que justifican el por qué de esa determinación. Este es uno de ~ los motivos por el que existen tantas y tan variadas formas de calificarlas.

Por otra parte, como señala White: ''sea lo que sea una ciencia, es también una práctica que debe ser tan critica sobre la forma de describir sus objetos de estudio corno sobre la fonna en que explica sus estrucairas y procesos." (Wfiite, 1992, p. 41)

kI

Clasificar la ciencia es un problema^pistern£lógic«

Es verdad que podemos clasificar todo tipo de cosas y la ciencia también lo hace, desde rocas, pasando por insectos y mariposas hasta estrellas, pero, toda clasificación es válida en la medida en que tenga algún grado de significación, racionalidad y ordenamiento que pueda compartir un grupo humano. Y esto es asi porque la tarea de la ciencia no es individual sitia ooleetiva-y, en consecuencia, es necesario consensuar criterios, aunque el criterio sea que es posible realizar muchas y diversas clasificaciones. Pero la significatividad no está en las cosas mismas, sino en las palabras que las significan. •

La monstmosidad que Borges hace circular por su enumeración consiste, por el contrario, en que el espacio común del encuentro se halla él mismo en ruinas. Lo imposible no es la vecindad de las cosas, es el sitio mismo en el que podrian ser vecinas. Los animales “i] que se agitan como locos, j] innumerables, k] dibujados con un pincel finísimo de pelo de camello” ¿en qué lugar podrían encontrarse, a no ser en la voz inmaterial que pronuncia su enumeración, a no ser en la página que la transcnbe? ¿Dónde podrían yuxtaponerse a no ser en el no-lugar del lenguaje? (Foucault, 2007, p. 3)

El texto de Foucault nos hahla.jleLiugar ea-doade se-pueden encontrarlos elementos de una clasificación que parece disparatada, fuera-de-tDda.realk(ad, ese tugar es el lenguaje. Del mismo modo las teorías científicas también son-habitantes deí fengttaje y casi nunca están en esa realidad de la que pretenden hablar del mismo modo en que lo están las cosas.

¿Hay alguna diferencia entre la clasificación de la enciclopedia china a la que alude Borges y las clasificaciones científicas?

Entendemos que sí. La ciencia es parte del mundo y de las fuerzas que lo transforman, pretende producir conocimiento mediante ciertas formas de investigación y éste seexpresa esencialmente por medio lie un tcngiinie Las ciencia misma se tienen que ordenar en esa tarea de producción de conocimiento y esto implica que a! clasificar al mundo se tenga que clasificar a si mismas.

La imposibilidad de penetrar el esquema divino del universo no puede, sin embargo, disuadimos de planear esquemas humanos, aunque nos conste que éstos son provisorios. (Borges, 1984, pp. 81-82)

Es la.riqueza, complejidad y variedad del .mundo laque hace dificil la clasificación, (la imposibilidad de penetrar el esquema divino, en la metáfora de Borges) y es también dificil clasificar a la ciencia, pero el abismo no es insalvable. El mism.o Borges lo plantea al comiienzo del texto. Dice que la Enciclopedia Británica (otra enciclopedia y otro esquema clasificador), ha hecho bien en suprimir el artículo de John Wilkins. Borges también hace una clasificación. ¿Cuál es el criterio que ha utilizado? ¿Por qué ese

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articulo no merece formar parte de la enciclopedia? El témtino es contundente: por trivial. ,' Y que es lo tovaal» Es lo que no dice ni agrega nada significativo. La pregunta es: ;,a quién no dice nada significativo? La respuesta es que obviamente dice para el que realiza la clasificación ya que para él hay una lógica 'inplicita absolutamente evidente, pero no dice nada significativo para todos los demás". Casi todos los científicos y epistemólogos podrían estar de acuerdo con esa afirmación de Borges:

La imposibilidad de penetrar el esquema divino del universo no puede, sin embargo, J disuadimos de planear esquemas humanos aunque nos conste que estos son provisorios. J I Bordes. ióS4. nn. 8 I-82’)

Toda clasificación tiene siempre un alto grado de arbitrariedad, sin embargo, esta dificultad no nos desalienta en que sigamos realizándolas aunque seamos plenamente conscientes de su provisoriedad. Ese lugar de la clasificación que agrupa y ordena se encuentra construido por el que clasifica. En el caso que nos interesa por la ciencia.

Desde una perspectiva filosófica podríamos dudar incluso de que la realidad misma exista, como lo han hecho algunos que consideraron que la realidad es pensamiento en la mente de Dios. No tenemos certeza de que no seamos seres conectados a algún tipo de máquina como en la película Matrix. En algunos casos esta duda conduce al escepticisrno con respecto a la posibilidad de conocer, para estas posturas la tarea de la ciencia es un imposible. La ciencia pone entre paréntesis estas dudas razonables y algunos hablan de "a priori de mte.iigibiiidad”. Esto es, no sabemos a '"ciencia cierta” si el mundo está allí, pero vamos a suponer que si lo está y que además es cognoscible por medio de estas capacidades de la razón v Ue la sensiDiiiQaa que poseemos.

Es de tener en cuenta que el conocimiento no son las cosas, sino aquello que decimos, que expresamos sobre las cosas y a partir del cual se abre una enorme gama de otras posibilidades, de modos de estar en el mundo y de encontrar relaciones tanto en las cosas cuanto en lo que decimos de ellas.

Una clasificación de la ciencia no es una Clasificación del mundo o de relaciones que se dan en el mundo, aunque muchas ciencias clasifican cosas del mundo, como por ^ m p lo la geología que. clasifica rocas, o la meteorología que clasifica nubes, o la entomología que clasifica insectos, se trata de una clasificación de disciplinas que nos hablan del mundo y sus relaciones. Una clasificación es un esquema, y un esquema es una construcción de la imaginación que tiene por objetivo representar algo, por ejemplo: el mapa, un territorio; la definición, un concepto.

E_l_epistemÓlogo argentino Juan Samaja en su obra Epistemologia y Metodología no dice que la investigación científica implica los siguientes elementos de un proceso; entificar, categorizar, operacionalizar.

V

I .Entificar (proponer sub-objetos o entes de observación);II. categorizar I (elegir criterios de clasificación);III. categorizar II (determinar las clases o categorías);IV. operacionalizar (construir y asignar indicadores).

DEL RIGOR DE LA CIENCIA

En aquel Imperio, el Arte de la Cartografía logró tal Perfección que el Mapa de una sola Provincia ocupaba toda una Ciudad, y el Vlapa del Imperio, toda una Provincia. Con el tiempo, estos Mapas Desmesurados no satisficieron y los Colegios de Cartógrafos levantaron un Mapa del Imperio, que tenia el Tamaño del Imperio y coincidía puntua'imente con él. Menos .Adictas al Estudio de la Cartografía, las Generaciones Siguientes entendieron que ese dilatado Mapa era Inútil y no sin Impiedad lo entregaron a las fiiciemencias del Sol y de los Inviernos. En los Desiertos del Oeste perduran despedazadas Ruinas del Mapa, habitadas por Animales y por .Vlendigos; en todo el País no hay otra reliquia de las Disciplinas Geográficas. Suarez Miranda: VIAJES DE V.AJIONES PRUDENTES LIBRO CUARTO, CAP. XLV, Lénda, 1658. (Borges, 1984, p. 223)

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f.a tarea de la ciencia es la invesrig^iciñn Investigar no es conformarse con lo que se sabe, sino aventurarse en los terrúoaos.de lo riesconocido. Como en la exploración gecgráñca. para no perderse y poder dar cuenta de ios hallazgos e mfoimar ai resto del mundo, es necesario en primer lugar trazar un mapa, "cartograñar” el terreno, clasiñcando lo encontrado y representándolo mediante un esquema.

El mapa, el esquema no es el territorio, sino que lo indica, lo señala, lo describe, lo conceptualiza. nos da una idea general de algunas características notables.

Este texto de Bordes puede ayudarnos .a.interrogarnos de otro modo sobre el problema de’ la representación esquemática. N'o es inocente el título "Del rigor de la Ciencia”, Bjarges ironiza sobre las pretensiones de que el conocuiuento cientifico_tiene que dar cuenta pormenorizada y verdadera de todas las cosas. Yuxtaponer el mapa y el territorio es tan absurdo como inútil, es tan absurdo como el personaje de aquel otro cuento, Funes el memorioso, que recordaba todos y cada uno de los acontecimientos vividos. Borges se mofa.de los rigorismos en el saber que no dan cuenta de que toda representación y . todo concepto son valiosos en tanto se revelan como sintesis significadoras de sentido antes que como pretendida copia de la realidad.

:s son beneñciosas para ej _gonocinaienco cuando son concebidas como esquemas conceptuaies que nos permiten tener una idea, una aproximación de ese temtono que queremos conocer sin pretender dáf'cuenta completa de aquello a lo que refiere.

^ /.Para qué sirve una clasificación de las ciencias?

Las clasificaciones no son simples bateas donde se van depositando cosas, seres o información de acuerdo a algún criterio y que luego nos permite tener un conocimiento exhaustivo de ese universo.

No son formas antojadizas e irracionales de ordenamiento que no dan cuenta de nada o lo hacen de un modo superficial. La.clasificacÍPlulR las-ciencias-se halla sujeu adiferentesmriteBOJi.(La rntencjóli^ es-ubicarias en -el^n texto-deheenjunto de todas4as ciencras y Oe la relación que guardan entre si con el propósit«-de encontrar modos ádecuádos o convenientes para poder pensar problemas, organizar el entomo- y trasmitir el legado del conocimiento mediante la educación.

Como señalamos, la clasificación de las ciencias es llevada adelante por una ciencia que tiene por ühietarlee^rirrlinuUas «encías, esto es, una meta-cteneta-qtie se conoceuomo epistemología y también, para alguno.s, cfimnfiLüsofía-deiaciencia. Si bien este es otro ajrd^i tema de discusión, antes de distinguir mediante clasificación a las distintas ciencias o grupos de ciencias es menester que el epistemólogo establezca una clasificación previa que trata de distinguir a la ciencia de la no ciencia. .Algunos autores, como por ejemplo Cohén y Nagel, en su obra Introducción a la lógica y al método científico distinguen los siguientes métodos de fijar creencias.

a Método de la cmtoridad: algo tiene que ser cierto porque proviene de una fuente a la que se considera prestigiosa. Método de la intuición-, algo tiene que ser de un determinado modo porque resulta evidente por si mismo. Métodos de la tenacidad: pensar que algo tiene que ser de un modo porque siempre se ha creído que tenia que ser de ese modo. Si bien estos métodos han sido funcionales al desarrollo civilizatorio de la humanidad ellos planteaniLlgun.as.diñc.ulfades que en su momento analizaremos, baste decir por el momento que no tienen lá capacidad demevisarse críticamente a si mismos y. reconocier.sus errores. El conocimiento se cristaliza y no se puede dar respuesta a nuevos problemas que se presentan.

El método cientifico según estos autores sería aquel: "

. cuya eficacia en la resolución de problemas sea independiente de nuestros deseos y de nuestra voluntad. Un método tal que aprovecha las relaciones objetivas del mundo que nos rodea

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debe áer considerado razonable, no porqui^ageie a las idiosincrasias de_unos_gpcos individuos ielecios. sino porque puede ser sometido a prueba repetidamente por todos los hombres.

Todos IOS otros métodos aludidos son^TñTTexiblesb esto es, ninguno de ellos es capaz deadmitir que nos inducirá a eiTor. Por consiguiente, ninguno ae ellos puede establecer normas para coiTegir sus propios resultados. El llamado método cientinco difiere radicalmente de ellos en que estimula y desaiTolla las dudas todo lo posible, de modo que lo que resiste tales dudas siempre tiene el apoyo de los mejores elementos de juicios disponibles. (Cohén y Nágel, 1982, p. 8)

E.stas categorías va hahian sido nlameada.s por Peirce. Si bien, no. todos, ios epistemologos están de acuerdo coa, esta definición (cuestión que ya analizaremos), nadie duda que la ciencia constituye un cam¿o con características propias, que iaaiistingue .de otros-saheres. En principio daremos una definición muy general de ciencia que luego veremos se irá modificando de diferente modo de acuerdo a las distintas inteipretaciones de científicos y epistemóiogos, de comentes y escuelas, que se irán analizando a lo largo de las ciases.

Dado que existen tantas definiciones de ciencia como comentes que reflexionan acerca de ella, no podemos aiTiesgar una deñnicion univoca sin enrolamos en alguna de las concepciones, pero intentaremos dar una visión lo más amplia posible.

Diremos que una ciencia se constituye,como tal.en Is.medida en que del conjunto cielaqealiíiad;-vasta^ y compleja, recona y circunscribe un área especifica que convertirá en su objeto de. estudia,, la "uosaT iJ . ‘las relacioneasatre cosas o entidades abstractas” ,.£eroda "casal’ no está alli,-dada, sino que tiene qu^ser construida como objeto de esmdio. __

Criterios de clasificación de la ciencias-

Cuando hablarnos de ciencia tenemos que distinguif entre Jo,s. diferentes Iipos de .producción de conociiniento_ea.lüsdisúnteír-peFÍodo3 histér-roosy en relación con las diferencias entre modos de producción,, marco .cultural .y condiciones sociales. En lo que hace a la obtención de conocimiento a partir del-siglo nos estamos refiriendo a una fonna particular de ciencia, a la que se denomina con mas precisión ciencia moderna, muy diferente en sus objetivos, procedimientos, métodos y expectativas de las desarrolladas por los antiguos griegos o por los medievales. Sin embargo entre los modernos también pululan una serie de. diverspsjipos de clasificaciones.

Proponemos algunos cuadros con clasificaciones de las ciencias que quieren dar cuenta de las posturas de filósofos y epistemóiogos, algunos de conocimiento universal y otros cotemáneos. Recordemos que en muchos casos la figura de filósofo y episiemólogo coincide en la misma persona. Hacemos referencia a este conjunto de posturas debido a la decisiva influencia que han tenido sobre muchas de las clasificaciones e incluso modos de concebir el conocimiento científico sea porque toman algunas de sus propuestas sea porque rompen con ellas.

Remarcamos el nombre de Aristóteles (el cerebrQj;amo lo apodaban sus contemporáneos por su iiotabie capacidad de reflexión) porque_se ha ocupado en Ja antigüedad griega de casi todos los temas y no hay ciencia que en algún lugar no lo evoque.

Loe-flebates modernos sobre la clásíficáción’ dé la ciencia se instalan dentro 3e uña~pfoblemática epistemológica. Uno de los ejes de la filosofía moderna es él problema del conocimiento, de sus condiciones de posibilidad y deriu-alcance.

La.disputa entre las comentes filosóficas del racionalismo y del empirismo son dos posturas que luego- abonarán otras consideraciones más recientes en torno al papel de la razón y el de la sensibilidad en el acto de, conocer.

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En relación a las cíeneias pre modernas sólo algunos ejemplosA r i s t ú t e l e s E p i c u r i ) S a u A g u s t í n A l f u r u b i S u n t o T o m á s

C i e n c i a s p o é t i c a s , c u y a E í s i c j . d t ie Q u a d r i v i i i n i . C i e n c i a d e i l e n g u a j e . C i e n c i a s e s p e c u i a r i v a s .

( i i i a i id a d e r a la c r e a c ió n i n c i u y e la m o ar'ímetic-J. graindiit a. m nr/hlogw •itiinana. de .'av C()su.si i c e r a n a . c o in o \- poética y la a la :eorta Je zeoinctriu, naturales v divinas, e l h n e s lai'CtÓr'ca. los :if(}ino^. la üsn'onomia y C i e n c i a d e la l ó g i c a . c u r u e m p la c i ó n a c la v e r d a d :

C i e n c i a s p r á c r i c a s .meteoro/ogía. la ■misicu urgiunentacum. silogismo ü.sica. inologia. ttlo.U)J}u.■jstronoiwü. eiocufii't». :ioodicticas.

n o n n u l i v a s d e la c o n d u c ta

! '.o ; r .b r i , w o m o la pv/at'. -.:.T r i v i u m , polémicas, sojh ticas. C i e n c i a s p r á c t i c a s , s u fin es

retóricas v poéticas. l a O p e r a c ió n , ■‘a p l i c a c i ó nla ética y ía economía. C o m o C a n ó n i c a , dialéctica. té c n ic u .s .e n e l m u n d o a n t i g u o n o q u e i n d u v e a E l i d e a l d e S a n C l e a c i a d e l a s m a t e m á t i c a s ^e s t a b a n iC p tu a d a s la m u r a l la s f o r m a s d e l A g u s t ín f u e e i q u e uninietica. gef/nictria. óptica. C i e n c i a s e .s p e c u ia t iv a . s yc e la c i e n c i a y e l a r t e , e l c o n o c im ie n t o . i n t e n t a r o n l l e v a r a astronomía mú.'iica. práctica.'^ p n i c c i c a s , c i q u e r e q u i e r ep r o p ó s i t o d e e s ta d i s c i p l i n a lógica. l a p r á c t i c a B o e c io , y V teóricas. oí p c n s u m i e n iu a p l i c a d o a

e r a o n c n l a r l a s a c c i o n e s osicüiugla. V se o t r o s m e d i o e v a l e s . la s c o s a s p r á c t i c a s , c o m o n ti

h u m a n a s r e c r a m e n te . a r t i c u l a c o n !a E l O uadrivutm e r a C i e n c i a f í s i c a , c u e r p o s a r q u i t e c t o c u a n d o d i s e ñ a u n a

C i e n c i a s e s p e c u i a t i v u s .risica. s i g r u p o d e la s 4 S im p le s , c r e a c ió n d e c u c ip o s . c a s a .

O lm a s c i c n t i l i c a s d e c ic c iU e ii te s . m in e r a l e s . T o m a s c o m a la m a y o r í a d e su s

c o m o la />7c/re'r/7c//fc.r/. la É t i c a , aolinca v la s .A l te s L i b e r a l e s : p l a n t a s , a n im a le s . c a t e g o r í a s y c la s i f i c a c i o n e s

■neta/lsicü, la Jlsicu, q u e comporramicnío. aritmética. d e A r i s t ó t e l e s , p e r o s u i n te r é s

p r e t e n d e n c . \ p i i c a r t o d a s la s m ora! v s e geometría. C i e n c i a m e t a f í s i c a , e s e n c i a s a p u n t a a d e m o s t r a r q u e e i

c o s a s . S u p r o p ó s i l u e s e l a r t i c u l a c o n la s a.srrononiiu y s u s a c c i d e n te s , p r in c i p io s m á x i m o s a b e r e s d e D io s , p e ro

c o n o c im ie n t o d e la s v e r d a d e s

ñ l ü s ó ñ c a s .

A n s c o t e l e s e s t a b l e c i ó

o t r a s d o s . y música. £1

T r i v i u m ” e r a e l

g r u p o d e itis f re s

d e d e m o s t r a c i ó n , e s e n c i a s

q u e n o e s t á n e n c u e r p o s .

q u e n o e s e s p e c u l a t i v o .

m ía d i s t i n c i ó n e n t r e la '

e p i s t e m e ( c i e n c ia , f i l o s o f í a

y m e t a f í s i c a ) la t e c n é

( c o n o c i m i e n to s u b r e e l

Al te u c ii . la a r q u i t e c t u r a , la

n a v e g a c i ó n , p o r e j e m p lo .

£ . \ d u i a d e l o s s a b e r e s

c i e n t í f i c o s a q u e l l o s q u e

n o p o d í a n r e d u c i r s e a

p r o p ü .s i c io n e s g e n e r a l e s o

q u e s e lu n íL a b a u a u n a m e r a

,-pronil? iL -ión d e d a to s ____________

r a m a s l i t e r a r ia s

0 s t í iT n o c in a k s :

gram ática, retórica ' i- dialéctica ( q u e e r a

la L ó g ic a ) .

C i e n c i a p o l í t i c a ,

c o n o c i m i e n t o d e la f e l ic id a d ,

d e la s a c c i o n e s d e g o b ie r n o .

C i e n c i a d e i d e r u c i iu ,

c o n o c i m i e n t o d e lo s d o g m a s ,

d e i o p e r a r j u r í d i c o .

T e o i u g í u . e s ig u a l q u e ei

d e r e c h o p e r o e a r e l a c i i in c o n

ia r e l i g ió n .

_____________________________________________________

Clasificaciones de ciencia de algunos filósofos modernosBacoü K a n t W 'o U T C ó r a t e H . S p e a c e r

£ 1 t i p o d e c i e n c i a s e C í e a c i u s L a s c i e n c i a s C i e n c i a s a b s t r a c t a s , lógica

d e t e r m i n a p o r e i m u d o d e r a c i o n a l e s a b s t r a c t a s o y matemática, q u e s e o c u p a n

p r o d u c c i ó n d e s u s J u i c i o s . t e ó r i c a s o f u n d a m e n t a l e s . d e la s f o r m a s g e n e r a l e s d e

m e t a f í s i c a . p o d r í a d e c i r s e lo s f e n ó m e n o s , d e m e r a s

L o s a n a l í t i c o s , c o m o la ontologia. t a m b i é n te ó r ic a s . r e l a c io n e s ;

matemática y la lógica, q u e cosm ología. matemáticas.

s o n u n i v e r s a l e s p e r o q u e n o psicología astronomía, fisica. C i e n c i a s a b s i r a c t o >

a u m e n t a n e l c o n o c im ie n t o . racional, teología química, biología y c o n c r e t a s , mecánica. Jisica.

natural. sociología, p a la b r a quím ica q u e c o n s i d e r a n io s

L o s s i n t é t i c o s a u m e n t a n e s t a ú l t i m a a c u ñ a d a f e n ó m e n o s , p e r o a l m a r g e n d e

e l c o n o c i m i e n t o p e r o a l s e r C i e n c i a s , p o r é l , y e n te n d id a lo s s e r e s q u e lo s r e a l i z a n ; y

□ a r t i c u la r e s , n o t i e n e n la r a c i o n a l e s c o m o f í s i c a d e l

u n i v e r s a l i d a d q u e l o s j u c i o s p r á c t i c a s . c u e t p o s o c ia l . C i e n c i a s c o n c r e t a s .

c ie n t í f i c o s r e q u i e r e n p e r o f ilo s o fa práctica. astronomía, geología.

f o r m a n p a n e d e l p r o c e s o d e gram ática, etc., y L a s c i e n c i a s hiolügia. psicología.

c o n o c im ie n t o . derecho natural: c o n c r e t a s o

ética, política. d e r i v a d a s d e la s

L o s s i n t é c i c u s a p r í u r i q u e econom ía a n t e r i o r e s , p u d r ía n

s e r i a n l o s j u i c i o s p r o p io s d e la

c i e n c i a y a q u e c o n t i e n e n lo s

d o s e l e m e n to s i n d i s p e n s a b l e s ,

a u m e n t a n e l c o n o c im ie n t o

y s o n u n i v e r s a l e s c o m o la física, la química, la biología.

O t r a s d i s c i p l i n a s c o m o la metafísica, la m ural o el

arre d i s p o n e n d e o t r o t ip o

d e j u i c i o s q u e n o p u e d e n s e r

c o n s i d e r a d o s c ie n t í f i c o s

C i e n c i a s e m p í r i c a s

t e ó r i c a s , psicología experimental, teleología o teología

em pírica, jis ic a dogm ática y c i e n c i a

e m p i n c a s p r a c t i c a s ,

t e c n o l o g í a y f í s i c a

e x p e n i n e n t a i .

l l a m a r s e p r á c t ic o s .

U n a s é p t i m a y

ú l t i m a d e la s e n e d e

c i e n c i a s , ia ética.

t

C i e n c i a s d e

la m e m o r i a o

h i s t o r i a q u e se

l im i t a n a r e g i s t r a r

h e c h o s o d a to s :

historia natural,

historia humana, historia sagrada.

C i e n c i a s d e la

i m a g i n a c i ó n o

p o e s í a q u e n o

s e o c u p a n d e lo

r e a l s i n o d e lo

id e a l narrativa, ílrarnanca. parabólica.

C i e n c i a s d e la

r a z ó n o ñ l o s u t i a

q u e e s tu d i a n la s

c o s a s d e m o d o

r a c i o n a l , teología

/¡sica ü Jilosojia natura! - é s ta

c o m p r e n d e jis ica

genera!, meialisica, y la s matemáticas c o m o a p é n d ic e - , y

n l o s ü r t a d e l h o m b r e ■ individual v

47

Page 42: Paralaje (Andres Mombru)

Clasificaciones de ciencia de algunos enistemólogos modernosDiirtiey i Heiiipcl Carnap i Reiciiembach .Popper i Kiilin - Lakauis

C i e n c i a s d e la

N a t u r a l e z a .

q u e b u s c a n

e i c o n o c í -

m ie n t o d e io s

ent)menos n a tu r a l e s , fi- .ucü aniin icj.

hit/lo<j;ta. e tc .

T i e n e n la

j c a p a c i d a d d e

I e x p l i c a r lo s

j f e n u m e n ü s

I -que e s tu d i a n .

C i c i i c t a s

H u m a n a s o

d e l e s p í r i t u ,

q u e b u .sc a n

c o n o c e r , al

h o m b r e e n

SU.S t is p e c to s

v i ta l e s ,

cho. hísloriu. socuí/o^iu.S u f o n r u i J e

c o n o c e r n u es

p o r e x p l i c a ­

c ió n . s in o p o r

c o m p r e n s ió n .

; C i e n c i a s

e m p í r i c a s :

' s e d i f e r e n c i a sI • ,d e la s q u e n o

: lo s o n p o r

I lo s m é t o d o s

! u u e u s a n D a n

! j u s t i f i c a r s u s

‘ a f i r m a c io n e s .

‘ E l la s d e m a n d a n

u n d e s a r r o l l o

h i p o té t ic o d e

‘ip o d e d u c t i v o

' y u n c o n t r o l

e m p í r ic o d e

; b a s e i n d u c t i v a .

, C i e n c i a s

I f á c t i c a s : s u s

! a f i r m a c io n e s

• s e c o n f i r m a n

I c o n e l c o n t r o l

I e m p í r ic o .

i C i e n c i a s p u r a s

: o f o r m a l e s , s o n

j d e d u c t i v a s y n o

I t i e n e n a p l i c a c i ó n

i e m p í r i c a .

I m aem ánca y lógica

I C i e n c i a s a p l i c a d a s

: T á c t ic a s o n a t u r a i e s .

1 Mixtea, química,

bioiogia. psicoiogia. antropología, e tc .

C i e n c i a s s o c i a l e s ,

economía, íocioiogia. püiinca. historia.

\

! L o s c r í i e n o s d e

: c la s i f i c a c i ó n :

I P o r s u s o b j e t o s

! r e a l e s y n o

’ a b s t r a c t o s .

: P o r e l t ip o d e

e n u n c ia d o q u e

c o n t ie n e n ." ^

L a s c i e n c i a s

c o n t i e n e n

e n u n c ia d o s :

• a n a l i i i c o s la s

f o r m a le s

• a n a l í t i c o s y

s in t é t i c o s la s f á c t ic a s

P o r lo s m é t o d o s d e

j u s t i f i c a c i ó n q u e

a p l i c a n .

' C o n t e x t o d e

d e s c u b r i m i e n t o ,

. c a re a s p r o p ia s d e

I l a psicoiogia y d e

' ia sociología

I C o n t e x t o d e

! J u s t i f i c a c i ó n ,

I c a re a s d e la critica

: h s tó n c a q u e

n e n e p o r f in la

; r e c o n s t r u c c ió n

; l a c i o n a i d e la s

; r e o r ia s .

C o n t e x t o d e

a p l i c a c i ó n , t a r e a s

e p is i e r n o i o g ic a s

[ d e i c o n te x t o d e

i j u s t i f i c a c i ó n q u e

I tienen a s u c a r g o

I la c n t i c a d e s l i g a d a

* d e lo s f a c to r e s

i e m p í n e o s c o n

p r e t e n s ió n d e

a l c a n z a r la v e r d a a

i n t e m p o r a l e

iiTlpcrsonai.E s ta n u e s u n a

c la s i f i c a c i ó n d e

la s c i e n c i a s s in o d e

la e p i s t e m o l o g ía .

Ciiieno de d e m a r c a c i ó n :

s e o a r a ia

c i e n c i a d e ¡u

n o c ie n c i a

d e a c u r d o a i

c»‘’ter>o de f a i s a b i l i d a d o

r e f u t a b i l i d a d

d e la s h i p ó te s i s

c ie n t í f i c a s .

; .Se c o n s id e r a r a

I c o m o c ic n i i f i -

1 c a t ix la a q u e l l a

I a i s c i p i m a q u e

j p e r m i ta d e n t r o

¡ u c l h i p o t é t i c o

; o e d u c t i v i s m o

j p o n e r a p r u e i ia

{ s u s h i p ó te s i s

; m e d i a n te

\ c o n i r a s t a c ió n

e m p i n c a .

E s to h a g e n e ­

r a d o d i s c u s i ó n

a c e r c a d e l

e s ta t u s e p i s t e -

t n o lü g i c o d e

la s d i s c i p l i n a s

s o c ia l e s .

P r e c i e n c i a .

C o n o c i m i e n to s n o

s i s t e m a t i z a d o s n i

c o n s e n s u a d o s .

C i e n c i a n o r n i a i ,

In v e .« ;iig a c ió n p r e c e d id a

p o r u n p a r a d i g m a

q u e o r d e n a la t a r e a

d e i n v e s t i g a c i ó n d e

.m o d o a c u m u l a t i v o

p o r u n a c o m u n i d a d

c i e n t í f i c a q u e a d h ie r e

a e s e p a r a d i g m a p o r

c o n s e n s o .

C i e n c i a

r e v o l u c i o n a r i a , .A la

c ie n c i a q u e s e r e a l iz a

d u r a n t e e i p e r i o d o e n

q u e o c u r r e e l c a m b io

d e u n p a r a d i g m a p o r

o t r o . E l m o m e n t o d e

I v e r d a d e r o a d e la n to

I e n e i c o n o c im ie n t o es

: e l d e c ie n c i a n o r m a l

I q u e e s r e g id o p o r u n

, ú n i c o p a r a d i g m a

i P a r a K u h n e s to s e d a

I e x c lu s i v a m e n te e n

I ¡a s l l a m a d a s c ie n c i a s

j n a tu r a le s , /7 j J C o .

I quím ica, bioiogia, e tc .

I y n o e n la s l l a m a d a s

i s o c i a l e s , p j /c o /o g i< 3 .

I snciologin

‘ P r o g r a m a s

. p r o g r e s i v o s

P r o g r a m a s

e s t a n c a d o s

; o r e g r e s i v o s

P a r a

to d a s la s

c i e n c i a s s in

! d i s t in c i ó n

j e n t r e

: f o r m a le s

¡ y f á c t ic a s .

• n a tu r a l e s y

; s o c ia l e s .

. elC.)

Clasificaciones de ciencia de algunos epistemólogos argentinosSchuster VarsavsUv Biinge

Ciencias lorniales, lógica, matemática, de índole onmordialmeme sincácnca;

Ciencias naturales, /ís/i-'a, química, biología, de índole primordialme semántica;

Ciencias sociales, economía, sociología, antropología, de Índole primordialmente pragmática, en el sentido del papel m;us relevante del individuo-Lisuano. o sea. una mayor participación de los sujetos investigadores.

Eli El método en las ciencias sociales, Félix Schuster, recurriendo a la seraiótica, presenta una de las posibles clasificaciones de las ciencias.

La ideología impregna el quehacer de los

científicos.

Cientificista, es el investigador que se ha adaptado a este mercado científico, que renuncia a preocuparse por el significado social de su actividad, desvinculándola de los problemas politicos, y se entrega de lleno a su carrera’, aceptando para ella las normas y valores de los grandes centros internacionales, concentrados en su esacalafón

Ciencia de la liberación, nu es una forma de ciencia que exista en la actualidad, pero si como proyecto de emancipación humana. Una ciencia preocupada por resolver los problemas de nijusticia, irracionalidad, pobreza, e.xplotación social. Se opone al concepto de ciencia valorativaraente neutra, por ejemplo de Popper, y propugna la importancia de la ideología, de la política y del orden social.

Ciencia Básica,busca el conocimiento por el conocimiento mismo .sin lungún otro fin ulterior.

Ciencia .\piiciula, busca el conocimiento con la finalidad de utilizarlo para producir desarrollos que mejoren las condiciones de investigación de la ciencia.

Distingue Bunge entre ciencias formales y tácticas. Las ciencias, básicas o aplicadas, teóricas o experimentales deben cumplir .ina serie de requisitos de contrastabüidad, comunicabilidad, vcrificabilidad, etc. de acuerdo a su condición.

48

Page 43: Paralaje (Andres Mombru)

Cliisiñcación de las ciencias según su objeto

Por su objeto, las ciencias suelen clasificarse en: formales, naturales y sóciáles. Así, las posiciones que asumen este cnteno se preguntan acerca de los epíesjaue involucran su contenido. De este modo, consideran que lqs_objecos-de laa,dsn£Ías-focnale&-SQa..entes fe a /e V niientras que los de las ciencias naturales y sociales.

El tipo de ente ideal no se oci^a^e los hechos.¡ entes ideales carecen de realidad o.bjetjya, es decir que

no aluden a nada fuera de si mismos,_stno que son construidos porjajne.nte humana. En tal sentido, dice ¡VI. Bunge; “En_el tmindo real encontramos 3 libros, en el mundo de la ficción construimo^3 platos voladores. ¿Pero quién vio jamás un 3, un simple 3? (Bunge, 1962, p. 3)

El contenido ideal, formal, de estas ciencias, permite que sobre éste se pueda verter cualquier contenido táctico (fáctico es el adjetivo del sustantivo Como veremosenTasección relativa a lógica, las fiinciones lógicas, de por si.vacias, pueden recibir interpretaciones correspondientes al mundo de los hechos, pero estas interpretaciones presuponen la escisión entre la forma ideal y el objeto concreto, de modo

j^ue el contenido que interpreta sólo sejustifica porsu utilidad,' no por su correspondencia con la realidad. El modo de operar en las ciencias formales es mediante el recurso a los sistemas

El canon de las proporciones humanas, también llamada el Hombre de yUnibio, es un dibujo en lápiz y tinta de Leonardo Da V'mci que quiere ,e,V:,^^iortiático: piesar la perfección de la naturaleza por sobre lasintentos del arte y de la ciencia.

podemos |

El tmo de ente real es el que se refiere a los hechos: en tal sentido, üene realidad objetiva. Realidad objetiva que

s naturales y sociales, en tanto las cosas o procesos que lo constituyenestán en el mundo. .A.si mismo las llamadas ciencias tácticas son subdivididas por algunos autores en naturales y en sociales. Mientras que el objeto de e.studto de.las ciencias formales es vacio y abstracto, el de las fácticas se encuentra conformado pOf “hechos". Algunosuudores .sostienen que además ambos tipos de ciencias tienen nile tener un.único método.kcSmsmo m etod oló in ^ , otros en cambio señalan que debido a las diferencias en las caracteristicas de cada una de ella.s. íla.s ciencias naturales pueden producir leyes porque el comportamiento de sus objetos se encuentra sometido a re.gularidades, ejemplo, la ley de .gravitación universal), los objetos de estudio de las orgñóias soctalés>n cambio tienen un comportamiento<?íícterr^

pación de las ciencias por su objeto no establece que por tratarse de una misma entidad tenga el objeto que ser siempreentendido del mismo modo y abordado por los mismos métodos. La biología, la psicnlogia y la sociología tienen por objeto-de «íñvestigaciún al Immbte. pero no entienden ese objeto de un modo unívoco. Incluso ciencias como la medicina conforman un objeto de esmdio que repara en aspectos tanto sociales como naturales.

Ciencias Formales Ciencias FácticasCiencias Naturales Ciencias Sociales '

Matemática Fi.sica SociologíaLógica Ouúnica Psicología

Biología .Antropología

Si bien esta clasificación nos brinda un criterio que agrupa a las ciencias con bastante afinidad nos ^plantea algunas dificiiltades.como en el caso de la geografía y de la medicina, que tienen aspectos que pueden referirse tanto a las naturales como a tas sociales.^Tíñiastronomia que presenta importantes dificultades con respecto a uno de los requisitos básicos de las ciencias namrales, la e.xpenmentación.

.— O49

Page 44: Paralaje (Andres Mombru)

C ''t íñ£a:. ■ ñas/*' .^ Clasificación de las ciencias según sus enunciados

La posición qt tf: clasificaaias Siencjas se^un los enunciados, sostiririe que- utilizanenunciados sintácticos y. por lo tanto, son.elias mismas-sintácticás. parque se ncnnan de las puras relaciones eatfg.lOsstgOQS. cflti fndepeqdencia de aquello que designan; las-ciencias naturales son semánticas porque su contenido no se reduce a las relaciones entre los signos, tienen una vinculación con lo real, en el sentido de aoueHo que el signo designa.

.nrr i -.iirTinpv además de sintácticas y semánticas agi'egan el nivel pragmático, lo que lasconvierte-emeiencias pragmáticas. FéldcSdiuster alude a este nivel pragmático de las ciencias sociales, ellas

1 mayui tumpiomiso del cientifteocon su ob^to4eestudio.IN'UNS Ol

'■'lOtta clasificación según los enunciados, es la quo tionc cn cuenta-la-éiisttfteién entre los enunciados

an.aliticos y sint«4e-es, propuesta por ínimanuel K.ant. Asi, IfiBUüaaOeüdns'aRalitieos.s&tVaqacdoieBles-qMe- ^-predicado 5i;á contenido en el concepto, dei Sujeilo. de m o d o que bastaría hacer expUcilG.su contenido implícito para encontrar en el el. predicado. De este modo, “todo triángulo es una figura” es un enunciado analítico, puesto que el concepto triángulo incluye al concepto “fiáma”. estableciéndose entre ambos una identidad. ^Como-teeonoeeraos esa identidad?, explicitando el contenido implícito en el concepto tnángulo. ,\si, el desarrollo del concepto “triángulo” nos lleva a “figura triángulo”; si a esto le agregamos el predicado, la proposición completa que resulta es: “la fiitura triángulo es una figura”. El principio en que se fundan los enunciados analíticos es el principio de identidad. De este modo,' la negación de un enunciado analítico supone una contradicción, como la supone la negació n del principio de identidad. En nuestro ejemplo, esto equivale a afirmar que “la figura que es un triángulo no es una figura”.

Estos linuneiados. carecen do CQtuemdo-tacticQ y,.A sentido, se mantienen al margen del ámbito de la experiencia. 3tf<íaB6iBingttyriofia l i

ea-indqaendisBteTlc la expenencia» es decir que su vál©r-no depeBdede:ésta.5dreñ^7¡c

En tal

S'iMTAa'í'»

son a priori. Ea'efecto,“no TOCesitamos recurrir a la expenencia para averiguar la verdad de la proposición “la figura triángulo es una figura”, porque su verdad depende del significado de sus términos. Si, como dijimos más amiba. Los enunciados de las ciencias formales son-sintácticos, puesto que expresan sólo la relación-de los

f\^b¡hX‘K ^ signos entre si, podemos afirmaf que los enunciados dé I analiticos a phorir

El otro tipo de enunciado, e r sTotético. es aquel en el cUal, s1 analizámoí el Concepto sujeto,-jamás ambaremos al prejiieado. Tal es el caso de la expresión fTa mesa tiene cuatro pata^. El solo análisis del sujeto es insuficiente, porque el predicado tiene mi contenido que excede el contenido del sujeto. Este contenido debemos buscarlo fuera de la proposición, es decir, en el| mundoi En tal sentido, los enunciados sintéticos amplían el conocimiento, dicen algo acerca del mundo, que está más allá del significado de los- ténninos. Su valor de verdad, por lo tanto, depende de la experiencia. Los-entmeiados-euyo valor depende de la experiencia se denominan a postértori. Así, los énunciádOs sintéticos són a postenon. Como vimos, los enunciados de las ciencias naturales y sociales establecen relaciones entre los signos y aquello a lo que los signos refieren, es decir, los hechos. De este modo, estamos en condiciones de afirmar que ios enunciados de las ciencias naturales y sociales son sintéticos a posteriorr.'

Y Clasificación de las ciencias según sus métodos

Las eienciao formaloc, esxlfiriiv-las matemáticas“y la lógica, son-efencias deductivasr-tnientras que fas- c ienc-tas naturales y fas sociales requieren métodos en los que la materia externa a la cienefa- misma está involucrada. Las primeras requieren la coherencia de sus enunciados con el sistema admitido previamente, de~tnodo que la verdad depende dei-mismo sistema, no de una instancia extenra

■al-nTrsnio. Lín ejemplo que propone Bunge puede resultar ilustrativo: “... en la aplicación del sistema aritmético dentro del sistema de uso horario, que empleamos para contar las horas del día, vale la proposición de 24 + l = l )” .(Bunge, 1962, p, 7)

50

Page 45: Paralaje (Andres Mombru)

Las segundas, en cambio, suponen la correspondencia entre sus-¿pnnrindQs v aquello que ésiQS representan. En este caso, exigimos de las ciencias naturales y sociales que remiten-xi un obqeío que exisls.fin la realidad, de modo que este objeto sirva de árbitro en la decisión acerca de la verdad de las representaciones. Alguno? epistemólogos llaman experimental a este método.

En tal sentido, sé dice que el método de las ciencias tácticas es empírico (empírico es el adjetivo del sustantivo e.xpenencia). Al respecto, dice Vi. Bunge: “... las ciencias tácticas tienen que mirar las cosas y,, siempre que les sea posible, deben procurar cambiarlas deliberadamente para intentar descubrir en qué medida sus hipótesis se adecúan a los hechos”.

Clasificación de las ciencias según sus fines¿Cuál es la finalidad de la ciencia? Esta preguntajiuede ser respondida de muchos modos. En cierto

imaginario político la investigación científica tiene que servir para mejorar las condiciones sociales y económicas de un país. Científicos como los premios nobel argentinos Houssay y Leloir pensaban de éste modo. También aquellos que desde los gobiernos hablan de la promoción de la ciencia para el desarrollo y, de acuerdo al modelo de ciencia que tengan, pensarán en fomentar las disciplinas que tienen que ver con el agro, o con la industna, o con la informática, o con otras áreas. En este sentido se piensa que la tecnología es ciencia aplicada. Si bien no es ésta una clasificación epistemológica es una forma de clasificar por parte de algunos organismos -gubernamentales que son los que fijan las políticas científicas y la asignación de recursos para investigación.

En el comienzo de la modernidad la ciencia y la tecnología se encontraban completamente separadas como corresponde a la herencia antigua y medioeval, pero progresivamente se' va produciendo un acercamiento efítre ambas. La obra de Galileo es un ejemplo de la interacción entre la ciencia y los productos de la tecnología y las industrias que se fueron desarrollando requirieron cada vez más del conocimiento científico, al punto en que hoy hay quienes piensan que esa brecha ha desaparecido y asistimos a la fusión entre ambas a las que se denomina tecnociencia, una producción de conocimientos y desarrollos tecnológicos estimulados por el mercado.

Frente a esta postura el epistemólogo argentino Mario Bunge sostiene que no hay que confundir la ciencia con la tecnología, y distingue a ésta última de la ciencia. iVluy brevemente, para Bunge la tecnología tiene un propósito, la producción de artefactos por parte de la industria-con el fin de convertirlos en mercancíasO btener un lucro. La finalidad de la tecnología es proveer a la sociedad de productos y circulación de servicios, y también a la ciencia. En cambio la finalidad de la ciencia es el conocimiento oor el conocimiento mismo sin ningún fin ulterior. A su vez Bunge distingue a la ciencia en básica v aolicada. La ciencia básica “se propone descubnr leyes a fin de comprender la realidad integra, la segunda se propone controlar ciertos sectores escogidos de la realidad con ayuda de conocimientos de todo tipo, en particular científicos” (Bunge, 1975, p. 3).

En síntesis, hemos efectuado las siguientes clasificaciones de la ciencia:

eU N G £Por su objeto 7 Pocsus. enunciados Por sus. fines : Por su ídeolo$2Ía

Ciencias forma les Sintácticas... Cientificismo

Ciencias nanirales .Semánticas 1S' intéticas a posterior i ^Eñ?píneos;y-¿,T .^pilcadas ■ . Cieñe lili; emane mati vas

Ciencias sociales Pragmáticas T

51

Page 46: Paralaje (Andres Mombru)

Segunda Parte

Nociones de Semiótica y LógicaSi he perdido la vida, e l tiempo,

todo lo que tiré com o un-unillo al agua. Si he perdido la voz en la m aleza, me queda la palabra.

Blas de Otero

La caída del hombre

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Capítulo IIILenguaje y ciencia del lenguaje

Entre otras cosas la ciencia produce conocimiento y ese conocimiento se expresa mediante el lenguaje. Es importante conocer algunas de las principales”caracteristicas del lenguaje como forma de comunicación que hace posible la sociedad humana y dentro de ella a la ciencia.

Los pnmeros análisis del lenguaje se realizaron tomando el modelo de la comunicación. En todo proceso de comunicación participan varios elementos, pnmero algo que debe ser transmitido o comunicado, un mensaje y además alguien que emite un mensaje y alguien que lo recibe. Tenemos entonces un mensaje que va de un emisor a un receptor. La forma más familiar en la que se entablan estos vínculos es entre los hablantes humanos. En cualquier diálogo o conversación se nos presenta la acción de estos elementos puestos en juego. Alguien habla a otro, emite un sonido que se transmite por un medio, las vibraciones de las ondas

sonoras en el aire y que llegan a oídos del receptor. En este caso, el lugar del emisor y del receptor es relativo y reciproco, es decir, el receptor decodifica el mensaje recibido y emite una respuesta que será recibida ñor quien es ahora receptor y fue antes emisor. Pero para que la comunicación sea posible no alcanza sólo con esto: e[ mensaje debe estar e.tpresado en un código comprensible tanto para el emisor como para el receptorj ^ r ejemplo un idioma común.

La comunicación no es algo pnvativo de los hombres, pues existen formas de comunicación entre los animales: ellos expresan a través de distintas señales que sus congéneres puedan interpretar, delimitación de territono, llamadas para el acoplamiento u obediencia al Jefe de la manada. Pero de alguna manera ellos están ceñidos a un comportamiento instintivo, donde la forma de comunicación reproduce códigos establecidos genéticamente y que los animales no pueden modificar a voluntad.

Ün proceso de comunicación en el que no existe código, y por consiguiente no existe significación, queda reducido a un proceso de estímulos- respuestas. Es por ello que en el hombre la comunicación tiene el carácter distintivo de darse como lenguaje. En este sentido, si

bien el lenguaje es posible solamente en el hombre, debido a su capacidad fisiológica, su realización implica una instancia social que escapa a la detemainación namral y recrea permanentemente nuevas i*espuestas a las necesidades que se le presentan. Esta libertad, que se alcanza por medio de ese salto cualitativo que va de lo animal a lo humano, y que es permitido por un pensamiento que se manifiesta como lenguaje, produce esa riquísima posibilidad humana de establecer foimas múltiples en los medios y en los códigos de la comunicación. Sin embargo nos queda una interrogante:¿Porqué motivo con todos los medios de comunicación que el hombre posee no es capaz de establecer una comunicación que redunde en entendimiento entre los individuos y las sociedades?

Siguiendo el esquema anterior podemos decir que también entre las máquinas se puede establecer comunicación. Una computadora es alimentada con información que se graba en un disco y se acumula en

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Representación de la Torre de Babel, que evoca el mito fundador de la diversidad lingüistica.

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una memoria; el emisor es el operador que introduce los datos a través del teclado, usando un código que la computadora puede registrar y transformar en una impresión en disco u otro medio; la computadora es aqui el receptor, pero cuando el operador soiicita infonmación, la computadora rastrea en su banco de datos, y emite ia respuesta que el operador recibe. Es posible también conectar dos computadoras estableciendo-una comunicación entre ellas, de manera que se alimenten sus bancos de datos a través de un código común prescindiendo de la intervención directa del operador.

Como vemos, es posible que la comunicación, en un sentido amplio, se establezca en muy vanados niveles de complejidad, desde procesos subatómicos, electroquímicos, electromagnéticos. ínfimos pero no por ello menos complejos como los neuronales. hasta las formas de la comunicación humana. Esta última no surge de alguna condición especial de la especia humana, sino que deriva de aquellas formas de comunicación mas elementales que son su sustrato material en el seno de la naturaleza. Hay pues comunicación en todos los ordenes del ser. en tanto que ia realidad misma no puede ser pensada sino en términos de relacionaiidad, es decir, nada se da o surge sino en relación con un .entorno con el cual establece las más vanadas formas de comunicación.

Las disciplinas que se ocupan del fenómeno comunicacional a nivel humano son bastante recientes, y las más importantes teorías de la comunicación tienen poco más de un siglo, de hecho las categorías emisor y receptor que son el sustento de algunas de esas teorías provienen de ciencias como la biología y la bioquímica, muy anteriores.

Funcioaes del lenguaje

El lenguaje sirve a una multiplicidad de propósitos, entre ellos; comunicarideas. transmitirinfonnación. provocar algún tipo de reacción en el interlocutor, vender r.nmprr r persu.adir. manifestar sentimientos, etc, etc. Según el lingüista y teórico literario Román Jakobson, quien fuera uno de los intelectuales más destacados del movimiento formalista aiso, encontramos que estos propósitos se alcanzan por medio de las llamadas funciones del lenguaje, aunque este autor nos advierte que en general hay una combinación muy enmarañada y compleja donde podemos advertir el uso de varias de estas funciones al mismo tiempo,

aunque entre todas ellas siempre en el acto comunicacional prima una sobre la otra.

Por ejemplo, cuando se dice por televisión “Se necesita sangre de tal tipo para un paciente gravemente enfermo", ¿aquí se informa o se pide? Sucede que para cumplir con el fin de la comunicación, es menester un alto grado de complejidad en las expresiones. El estudio del lenguaje es complejo y, para entender mejor su funcionamiento, lo separamos analíticamente en tres funciones básicas (para algunos son más), a las que en mayor o menor medida podemos reducir el resto. La más común de estas distinciones es la que realizó Karl Brühler, teórico alemán contemporáneo cuyas investigaciones tuvieron gran influencia en los campos de la psicología y de la lingüística, y que se caracteriza por llevar adelante un análisis sin tener en cuenta el contexto en que se dan las preferencias.

Román Jakobson 'Brühler, que concibe al lenguaje como un instrumento que le

permite a un emisor expresarle a un receptor algo sobre un referente dado, identifica jres funcinTips hásir.fLs- la ¡junción referencial (relacionada con el contexto); la fonción expresiva, (vinculada con el emisor), y la^función apelativa o conativa (vinculada con el receptor). Esto nos pemiite clasificar las expresiones en declarativas (las que cumplen, principalmente, una función informativa o referencial). imperativas (las que cumplen, principalmente, con una función directiva o apelativa) v desiderativas (las que cumplen, principalmente, con una función expresiva). De todas ellas solamente las declarativas pueden ser verdaderas o falsas, es decir son oronosiciones.

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jLikobson retomará la propuesta teórica planteada por Brühler y la complejizara al agregarle tres junciones ntág, vinculadas respectivamente con otros tres elementos sustanciales en toda relación de comunicación: la tiinción poética (relacionada con el mensaje), la fiinción fática (lelacionada con el canal y, por ende, con el contacto comunicativo) y la tiinción metalingüistica (relacionada con el código). De acuerdo a la retbrmulación jakobsoniana, el modelo de las ílinciones del lenguaje quedará compuesto del siguiente modo;

1 - Función referencial o informativa (orientada al contexto)2 - Función expresiva (orientada al emisor)3 - tiinción conativa, apelativa o directiva (orientada al receptor)4 - Función fática (orientada al canal y al mantenimiento del contacto)5 - Función metalmgüistica (orientada al código)6 - Función poética (orientada al mensaje)

Esto nos pennite clasificar las expresiones ^vídec la ra tiy^ j las que cumplen, principalmente, una ftinción informativa o referencial)|7OT£mir¿va,sj(las que cumplen, principalmente, con una tiinción directiva o apelativa) '/[désiderati'va^ (las que cumplen, principalmente, con una ílinción expresiva). De todas ellas solamente las declarativas pueden ser verdaderas o falsas, es decir sonfpropósicíonesi)

El propósito de la función informaciva o referencial es obviamente transmitn información. Tanto las noticias de la prensa oral o escota que nos dicen qué ocurrió en otro lugar del mundo, cómo operó la bolsa de valores o cuál será el estado del tiempo, pertenecen a esta tiinción, como también los textos de carácter científico que explicitan una teoría o dan cuenta de un descubrimiento.

El discurso informativo es usado para descrioir el mundo y para razonar acerca de él. (Copi, 1984)

Y esto sucede porque las proposiciones que en él se hacen pueden ser catalogadas como verdaderas o falsas, es decir, al afirmar o negar algo podemos predicar la verdad o la falsedad de las proposiciones. Ho ocurre lo mismo con la función expresiva pues, si bien hay algo que se intenta transmitá, esto no es información ni conocimiento, sino sentimientos y emociones. El lenguaje poético es expresivo, puede sin duda informar, como por ejemplo la poesía épica de una gesta, pero su principal intención no radica en que quien lo lea o escuche tome conocimiento de un acontecimiento (por lo menos directamente) sino que se emocione con la forma bella en que se exaltan cienos atributos o virtudes o se pinta un paisaje.

Fl li niJiiaje poético es siempre expresivo, pero no todo lenguaje expresivo es poético. Las exclamaciones de admirrción, ya sean de aceptación o de rechazo -también cumplen esta tiinción el aplauso o el abucheo- expresan el placer o disconformidad del público y, aunque indirectamente informan a los actores de los resultados de su actuación, la intención es aprobar o desaprobar. Véase que aprobación o desaprobación encierran un contenido

estético (bello o feo) o ético (bueno o malo) pero no se puede decir verdadero o falso. Cuando una Ifinchada alienta a sú equipo con vítores y huixas, la hinchada rival puede incluso llegar a insultarla pero jamás puede llegar a decir: es falso.

igual sucede con la Jiinción directiva o apelativa: sepuede decir de una orden que es correcta o incorrecta, justa oinjusta, pero no que es verdadera o falsa. La orden es el casomás claro de esta tiinción, pues ella se expresa en formadirecta. La orden de tliego del capitán es un imperativo que noadmite discusión, pero tamibién la orden puede darse bajo laapariencia de un pedido, la que da la madre a su hijo: “Quendo,por favor ¿por qué no haces los deberes?” y su carácter quedademostrado cuando el niño se niega y la madre lo lleva de una

r . oreja a realizar su tarea.La cum unicacion hum ana en cu en tra una de ■'sus m ayores expresiones en el habla

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X.J función fática está vinculada con el canal, y hace iiincapié, por consiguiente, en la dimensión del contacto entre los hablantes. Ciertos forntulismos de apeitura ('"buenos días", “L.cónto andan?”, ''(•.todo bien'i’”, "bienvenidos", etc.), de inteixupción de la comunicación (“¿me aguardas un minuto que ya vengo?”, "volvemos después de estos comerciales”, "la ciase que viene ia seguimos”) para después retomarla (“deciamos ayer", "como les manifesté en el bloque antenor”). o de constatación de que e! contacto está siendo establecido (“¿se escucha bien allá al fondo?”, '‘¿ hasta acá se entiende lo que digo?”, '"¿les parece bien'l”') ponen en juego la ftinción fática. Un guiño, una sonrisa comespondida o la muada a los ojos son también marcas que lo que resaltan pnmordialmente es la dimensión del contacto (no casualmente si alguien nos está hablando y nosotros empezamos a mirar para otro lado nuestro interlocutor en algún momento nos dirá, con mayor o menor encono: '‘(.me estás prestando atención?”, pues entenderá ese dejar de mirar a los ojos como una posible pérdida del contacto.

Como decíamos antes, en gran cantidad de casos, en general es difícil distinguir una función de otra. Por esto, en ios análisis de funciones del lenguaje se aclara que una deteiminada función otorgada a una expresión es solamente la predominante y sin considerar el contexto.

Nos faltaría tratar la inción meraUngüisrica de que nos ha hablado Jakobson y que hace posible que la referencia del lenguaje sea el lenguaje mismo (o sea pone en obra el carácter reflexivo del lenguaje). Esto nos conduce a los niveles del lenguaje.

Niveles del lenguaje

El lenguaje se refiere a las cosas, a los hechos y acontecimientos del mundo y dentro de esas cosas se encuentra el lenguaje mismo. Cuando el lenguaje se refiere a las cosas decimos que es un pnmer nivel 0. Pero no es éste el nivel en el que se ha expresado el presente trabajo, ya que el lenguaje empleado no se refiere a las cosas, sino al lenguaje. Estamos entonces en presencia de otro nivel, de un nivel l o metalinguístico en donde el lenguaje de! nivel 0 es e! objeto de nuestra expresión.

Sin embargo, el carácter reflexivo del lenguaje pennite también otros niveles metalingüísticos. En el presente trabajo no nos hemos quedado en el nivel 1 sino que hemos incursionado en un nivel 2, o meta- metalenguaje pues hemos expresando no ya ia reflexión del lenguaje sobre si mismo, (metalenguaje) sino la reflexión de la reflexión. Incluso seria posible extender estos niveles hacia un tercero o cuarto nivel si asi fuera necesario, pero lo imponante aquí es tener claro en qué nivel se expresa un discurso, y en qué momentos se producen los pasajes de un nivel a otro.

Si decimos por ejemplo:

La mesa es cómoda,

esta expresión señala un mueble por todos conocido. La palabra “mesa” está usada para reíérimos a ese mueble o sea estamos en un nivel 0.

Si decimos:

La palabra ‘m esa ' tiene dos vocales,el término mesa no señala el objeto mesa sino a ia palabra.En estos casos decimos que mesa no está usada, sino mencionada y la mención es propia de los

metalenguajes.

Cuando decimos: "'mesa' tiene dos vocales, estamos haciendo un análisis lingüístico ".istm ios en un nivel superior de metalenguaje, es decir meta-metalingüístico. Asi podriamos seguir configurando distintos niveles.

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Para distinguir una utilización de otra, su uso de su mención, colocamos el metalenguaje nivel 1 entre comillas ’’ ) y la expresión a la cual aludimos (nivel 0) que es objeto del metalenguaje la señalamos con una sola comilla f ').

La necesidad de distinguir niveles radica en establecer en que universo de significación nos estamos manejando. Por eso en la tarea científica se hace necesario distinguir los niveles del lenguaje para nn iaciimr ¿n paradojas, es decir una proposición que se presenta como verdadera y, sin embargo, esconde un absurdo y una contradicción.

Si decimos por ejemplo: y si. vo miento incurrimos en una paradoja pues, si esto fuese cierto, estaríamos mintiendo, pero si fuera mentira estaríamos diciendo la verdad. ^Cómo se puede solucionar este problema? Entre otras formas, ya que hay varias propuestas, se encuentra la de distinguir los distintos niveles, considerando que la referencia de un término a si mismo se encuentra en otro nivel que en el que ella se ha expresado primeramente. El hecho de que yo miento sea verdadero o falso es una consideración que realizamos, no en el lenguaje, sino en el metalenguaje. Lo que estoy diciendo es que mi lenguaje de nivel 0 es mentiroso o sea mi expresión pertenece a un nivel metalmgiiistico y ueoe ser juzgada en él. Se elimina entonces la paradoja cuando impedimos el uso de más de un sentido en el mismo nivel.

Pensamiento y lenguaje

De lo -expuesto anteriormente se. adv.ierte que, toda vez que de una u otra manera caemos en la tentación de arrancar al lenguaje del mundo,.éste se revela y sólo acepta damos su sentido en el suelo que le. es propio; por ejemplo, nunca entenderemos las funciones del lenguaje si no las integramos en un contexto dentro del cual la comunicación sea efectiva, con códigos compartidos, es decir, un universo de discurso que no esté ni más allá ni más acá del universo del cual todos formamos parte.

Ni el pensamiento ni el lenguaje constituyen mundos propios y sólo tienen valor si los consideramos como extenonzaciones o manifestaciones palpables de la vida real. En síntesis, el lenguaje tiene lugar comiO proceso social, como instrumento por medio del cual los hombres interrogan a la realidad en busca de conocimiento y se comunican muaiamente la'infotmación.

Estamos efectuando aquí una vinculación fundamental del pensamiento con el lenguaje, derivada de la asociación que resulta de arabos en función del conocimiento de la realidad; pensamos en términos de realidad efectiva y esta realidad se expresa en un lenguaje. Esta relación, que nos muestra el carácter común del pensamiento y del lenguaje en tanto ambos se refieren a la realidad, nos lleva a un segundo momento, que es el de su interrelación.

La cuestión se nos abre con el siguiente inteiTogante: /.Existe, por un lado pensamiento pum v, pnr otro, su expresión en palabras o, por el contrano, hay un único proceso en el cual el pensamiento sólo puede concebirse en un lenguaje, estando este lenguaje ya formado en virtud de la comunicación interhumana?

Asi el lenguaje no se limita a ser la traducción del pensamiento., sino que su relación es de una indivisibilidad tal que no hay proceso de habla ¿in pensamiento, ni pensamiento sin proceso de habla. Esto se debe a la imposibilidad, en una comunidad humana, de hacer uso del pensamiento sin la aprehensión por medio del lenguaje.

En auxilio de la hipótesis de la indisoluble unidad lenguaje- pensamiento, cuenta la ciencia con diversos testimonios, entre ellos, el de la psicología del desarrollo, que estudia los procesos psíquicos durante el aprendizaje del lenguaje y su relación con conductas que suponen la existencia de un pensamiento.

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Al respecto, la citada disciplina sostiene que el pensamiento, en su desarrollo, atraviesa diversas etapas, 'a primera de las cuales es la de auto-onemacion dentro del mundo. Si nos r<=montamos a las primeras nociones del espacio en relación con el movimiento que manifiestan los niños hasta rl segundo año de vida, comprenderemos el alcance de esta auto-orientación. .Advertimos entonces, en esta primera etapa, la independencia del desaiTollo del pensamiento con respecto al lenguaje, sm que se concrete la unidad anunciada en nuestra hipótesis. Esta unidad tiene lugar exclusivamente en el hombre, a partir de los dos años de vida, cuando aparece la verbalización en el pensamiento. Este es el momento en que “las cosas tienen nombre’’ y por consiguiente, el de la formación de conceptos.

-- Ferdinand de Sacssure confirma esta Idciuificación entre ei surgimiento de la palabra y la conceptualización definiendo a la lengua como la unión de un concepto con la representación sonora o gráfica del signo. .Así la representación del sonido, aislada, es ininteligible sin la unión con el concepto.

Es decir que. como señala Schatf. el pasaje del pensamiento pnmario -común a muchas especies animales- al pensamiento conceptual -especificamente humano- se produce en vntud de la función significativa del lenguaje. El hombre comprende su mundo cuando aprende a llamar a los objetos por su nombre.

[Cuspar Hauser, uno de los llamados “niños salvajes”, quién no aprendió a hablar en la edad correspondiente, nos brinda un valioso testimonio que ejemplifica lo anterior. .A, través de los mfonnes de su profesor se desprende que percibía el mundo como un conglomerado de colores y sólo comenzó a concebirlo como mundo de las cosas en el momento que comenzó a hablar.

En síntesis, el pensamiento humano es conceptual y, por lo tanto, su única foiTna efectiva de realización esta en la unión con el lenguaje.

El lenguaje en la semiótica o ciencia de los signosEs necesario considerar en primer lugar que los términos pueden tener una significación general,

pero que adquieren un sentido más preciso cuando se encuentran dentro del marco de alguna teoría. .Así es que aquellos téiminos que aquí analizaremos pertenecen al campo de la semiótica o semioiogia y tienen diferentes interpretaciones según los distintos especialistas. Por ^emiologia podemos entender canto la disciplina médica que estudia los sintomas o indicios naturales a través de los cuales se manifiesta una enfermedad y también como la ^ciencia que estudia los sistemas de signos. Aunque están emparentadas, obviamente en este contexto nos ocuparemos de la última acepción.

Entendemos en general ai lenguaje como un conjunto de signos que actiian entrelazados dinámicamente y por medio del cual se establece toda una serie de relaciones que permiten la comunicación.

El nombre de la ciencia que tiene por objeto de investigación a los signos reconoce por lo menos dos tradiciones que se expresan en las concénciones yisulares y continentales bajo el nombre de semiótica para la primera y semiología para la segunda.

La semiología tiene a Ferdinand de Sausurre como uno de sus fundadores y piáncipales exponentes. Toda la comente francesa hasta la actualidad ha desarrollado esta ciencia vinculada concibiendo a la lingüistica como parte de una ciencia más amplia.

La tradición anglosajona se retrotrae a Locke quien la consideraba una de las tres ramas de la ciencia y a partiir de él fue identificada con la lógica. En este contexto haremos referencia a ambas pero pondremos el énfasis en la tradición semiótica, no porque la consideremos mejor sino porque nos permitirá relacionarla con la lógica la que, a su vez, se revelará como estructura fundamental de ciertas miradas del método científico imposibles de comprender si no tenemos en cuenta su génesis y su reconido.

Considerar que el sistema lingüístico es uno de los tantos sistemas de signos en que vive el hombre implica una modificación de los planteos de los cuales hemos partido. Entonces, ¿cómo debemos enfrentar el problema del lenguaje? Más aun ¿cómo debemos entender la culmra, la ciencia, la acción humana y, en definitiva, ei conocimiento mismo si ¡os vem.os corno complejos sistemas de significación? Todas

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estas cuestiones están relacionadas con el análisis de los sistemas de signos que comenzó a realizarse intensivamente a partir de los trabajos de Saussure y de Peirce y que dieron nacimiento a la aenominada ciencia fie ios signos. Tal ciencia fue denominada por Saussure semiología y por Peirce semiótica.

La semiótica (o semiología) es. entonces, una disciniina nueva, que recoge planteos antiguos, a la que puede asignársele un nacimiento doble. Tai nacimiento, como ya lo indicamos, se relaciona con dos nombres, Ferdinand de Saussure y Charles Sanders Peirce quienes independientemente realizaron reflexiones en relación a la importancia de los sistemas de signos. Ambos flieron contemporáneos: Saussure, nacido^ en 1857, era más joven que Peirce nacido en 1839, pero murió un año antes, en 1913. Sus perspectivas' fueron diferentes. Saussure era un lingüista y, a pesar de pensar esta ciencia nueva como una ciencia más general que la lingüistica, sus planteos están intimamente relacionadas con esta última. A esta ciencia, que él considera nueva, le da el nombre de semiología.

Peirce, por el contrario, se inscribe en una tradición antigua. El sabia que el tema de los signos había sido planteado desde antiguo y que el nombre con que se conocían estas reflexiones era semiótica. Asi elige ese nombre para designar sus reflexiones generales sobre los signos. Pero la semiótica de Peirce se diferencia de la semiología de Saussure especialmente porque aquélla está vinculada a la lógica y se ofrece como una teoría general del conocimiento. Por supuesto la vinculación con la lógica lo llevó a reinterpretar esta última ciencia porque solamente en la medida en que se la entienda de una manera más extensa, podría lograrse una vinculacióríístmcairal.

A pesar de sus diferentes perspectivas podemos sostener que los unifica la preocupación por desarrollar una ciencia que se haga cargo de los complejos sistemas de significación social.

La interpretación de los signos es una actividad que podemos encontrar desde la más remota antigüedad. Constituía un saber práctico ligado a las habilidades del navegante, el cazador, el pescador, el estratega, pero especialmente el médico y el adivino. Este saber partía de indicios para elaborar conjeturas y se encontraba bajo la protección de la diosa Metis, pnmera esposa de Zeus y madre de Palas .Atenea, la diosa de la sabiduría, de quien Hesíodo dice que '‘sabia más que todos los dioses y los hombres juntos y que detentaba una forma de inteligencia y de saber que implicaba un conjunto complejo de actiaides mentales; la sagacidad, ,1a previsión, el sentido de la oportunidad y la expenencia. Platón lo llamó metis (en alusión a la diosa protectora) y lo diferenció de episteme, este último considerado como el único saber que conduce a la verdad.

Para algunos el signo es un objeto físico.

■Aristóteles se ocupa de todo esto y elabora una sistematización que va a ser el punto de arranque de la obra de Peirce. En De imerpretatione, Aristóteles, enumera ya los elementos esenciales de la semiosis lingüistica.

¿Qué es signo?Podemos definir signo como algo que nos remite a otra cosa.

(Morris) para otros es una entidad psíquica. (De Saussure). En principio entendámoslo como un medio, un vinculo, una referencia entre algo manifiesto y algo oculto, o mejor, como la referencia por medio de la cual alguien puede detectar la presencia de lo oculto a través de lo manifiesto, así sea un signo tanto la señal de tránsito que indica prohibido estacionar, ciertas empciones en la piel que caracterizan una enfermedad, o detenninados comportamientos que evidencian ciertas patologías psíquicas.

Los signos pueden dividirse en distintos tipos. Una diferenciación más o menos general puede ser la siguiente:

Signos naturales (el hum.o)Icónküs (un mapa, ía cruz).Combinados (el semáforo, las palabras).

¿ I-i;

Wm

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En los signos que coiTesponden ai lenguaje humano podemos advertir algunos elementos representativos de ¡a relación entre el signo y la cosa por ejemplo en expresiones onomatopéyicas. En expresiones como "atendo”, que es estar con mucho trio, e! castañeteo de los dientes en la pronunciación evoca la manifestación del frió de lo que ocume efectivamente cuando nuestras mandíbulas tiemblan de frío. O la referencia al tañir de una campana en el tennino tintineo. Seguramente muchas de estas expresiones son rémora de una fomta muy primaria del lenguaje y la mayoría de los ténninos son arbitrarios, esto es, no hay una relación directa entre el témaino y la cosa. Asi, la palabra árbol', que en inglés es rree', ng guarda relación alguna con este objeto de la naturaleza. Sin embargo, tal arbitrariedad no es en sí misma algo negatiyo, ya que de ella surge la posibilidad de la abstracción.

El signo puede no presentar ninguna semejanza con el objeto designado. Casi todos los signos lingüísticos son de este tipo. Esta falta de semejanza determina la gran importancia del signo, ya que, gracias a ella, el signo es el mejor medio para mostrar los distintos aspectos esenciales de los objetos y obtener de estos últimos, nociones generales. La semejanza del signo con el objeto designado fijaría el pensamiento en aspectos externos, sensoriales, del objeto y obstaculizaría la detenninación de aspectos generales y esenciales, que muchas veces no son perceptibles por ios sentidos. Por ello resulta evidente que son precisamente los signos carentes de semejanza con los objetos designados los que facilitan la asunción de nociones generales y permiten las operaciones 'que se realizan por medio de tales nociones. Por lo tanto, la carencia de vínculos naturales y de semejanza entre signo y objeto designado y la constatación de una cierta arbitrariedad en sus relaciones no sólo no suponen un obstáculo para laimportante función que el signo desempeña en el proceso cognoscitivo, sino que constituyen la condición necesaria para adecuadamente los objetos y fenómenos de la realidad en sus aspectos generales y esenciales. (Reznikov, 1970,p. 18)

Connotado y denotado

Todas las palabras hacen referencia a algo, dan algo a entender. Si así no tuera no las consideraríamos tales, pero esto no implica necesariamente que aquello a lo que hacen referencia tenga existencia reai. La palabra “libro”por ejemplo, tiene como connotación el conjunto de características que hacen a un libro ser tal; "‘Reunión de muchas hojas de papiro, pergamino, pape! etc., que se han cosido o encuadernado juntas, con cubierta de papel, cartón, piel, etc. y fonnan un volumen”. El término “libro” tiene pues la anterior connotación, pero al mismo tiempo denota al conjunto de todas las entidades que poseen las características enunciadas por el connotado, es decir, la clase de todos los objetos que caen bajo la denommación “libro”.

Los términos pueden entonces tener connotación y denotación, como el que acabamos de ver, pero también podemos encontrar términos o expresiones que, teniendo connotado, es decir que, haciendo referencia a las propiedades de un ente, carezcan sin embargo de denotación, esto es que no se conozcan por lo menos una de estas entidades. Por ejemplo, la palabra “uniconuo” connota un “animal fabuloso de figura de caballo y con un cuerno recto en la mitad de la frente”. ^

Todos comprendemos el significado de la palabra ‘‘unicornio” e incluso podemos imaginar este ser, pero a nadie se le ocuniría poder verlo en un zoológico, pues tal término carece de denotación, es decir no existe o no conocemos un ser real con tales características.

Signo y discurso

No sólo las palabras pueden poseer connotación, sino también los conjuntos de palabras que se estructumn como discurso, y en tales estrucniras más complejas es más difícil detenninar con precisión los

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núcleos signiftcantes y la existerxia real de las entidades a las que se hace reterencia, ya sean éstas concretas o abstractas. La palabra tiene la fuerza como para sigmñcar con nitidez una determinada realidad donde los términos sean claros y precisos, pero también la palabra tiene la astucia, y aún la violencia como para mostrar realidades que no existen, y trastocar el signiñcado de los términos que comienzan designando un sentido de las cosas y terminan e.xpresando su contrario. N'o nos resultó dificil encontrar la connotación y la denotación de la palabra ''libro”, pero ¿cuál es la de las palabras "democracia”, '‘justicia” o '‘independencia”?

Asi pues, la denotación es el objeto, tanto abstracto como concreto, del cual el connotado es el nombre y la denotación lo que entendemos al comprender aquello que el lenguaje connota sin necesidadde traerlo representativamente a la mente, sino captándolo en su abstracción. Por ejemplo, comprendemos qué es una flor sin necesidad de imaginar una rosa, un clavel o cualquier otra. Es fundamental para el pensamiento poseer estas instancias que lo elevan de lo concreto a lo abstracto, de lo particular a lo universal y esta posibilidad la brinda el lenguaje. Pero aunque usemos las mismas palabras ¿todos entendemos lo mismo? Se presentan entonces en esta '"i> nni ritos: el signo, que es el quehace referencia a un objeto, lo designado, que es :iqn< lln Inque el signo alude v el interprete, ¡jiip es .qilien ..tinnnfTal segundo en ptesenaa del pnmeio. F.sk intérprete seria el sujeto para quien el signo nene un significado y expresa una relación.

Peirce definió signo corno '“algo que representa pará alguien algo, en algiin respecto o capacidad.” Si analizamos esta definición vemos que el signo tiene un carácter relacionar y la semiosis que lo constimye implica:

I .Algo que representa Para alguien..Algo distinto de sí

Charles Moitís, vinculado al Círculo de Viena, el neopositivismo y el pragmatismo noiteamericanó, divide a la ciencia de los signos, o semiótica, en tres niveles:

Es decir se trataría de una configuración tnádica. A partir de aquí los análisis difieren pero en forma general podemos sostener que, en la tradición semiótica, el signo es una relación por lo menos tnádica, es decir plantea una relación mediatizada con la realidad._^Vlorris. retoma la doctrina de Peirce en Fundamentos de la teoría de los signos. Morris, es uno de los que agrega más elementos a la semiosis. incluye en ell.a el contexto v el intérprete. Veamos cómo lo hace. Define a la semiosis como el "proceso por el cual algo funciona como signo”, proceso que implica lo que obra como signo, aquello a lo cual el signo se refiere y el efecto producido sobre cierto intéi-prete.

1 - Lo que actúa como signo (lo que representa). Sonidos, formas, colores, o cualquier cosa que desate el proceso semiótico, es decir, aquello que señala algo diferente de si (desde distintas perspectivas, ese algo Saussure lo llama el significante, Peirce representamen y Moitís vehículo).

K2 - .Aquello a que el signo alude, designado (algo representado). Lo que se toma en consideración del

objeto, lo qtie el objeto significa para alguien.

3 - El Interpretante. Otro signo, elaborado por el intérprete (para alguien), con el cual inteipretamos el primer signo o actuamos en consideración.

Según Moitís, el interpretante es la respuesta o conducta, que el signo produce (consideraciones) en el intérprete (agente) en virtud del cual una cosa actiia como signo en un conte.xto determinado.

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En otras palabras, la semiosis es un proceso en donde una cosa actúa corno signo si un interprete ha elaborado otro signo denominado interpretante que es ?! efecto de la estructura física sobre el intérprete y que implica lo representado.

Pero Morris agrega, además, que un signo puede tener denotado, o sea, si el signo esta referido a un ente real podemos decir que tiene, además de designado, denotado. La designación se refiere a lo designado y la denotación ai objeto denotado.

Así, considera la semiosis (o proceso de signos) como una relación de cinco miembros en la cual; los signos (S), motivan en los intérpretes o agentes (A) la disposición de i'eaccionar en una determinada foima: interpretantes (I), con respecto a un determinado tipo de objeto, designaciones (D), bajo ciertas condiciones; contextos (C) Tomemos un ejemplo: Un alumno (.\) responde con el tipo de compoitamiento adecuado (I) al sonido de un timbre(S) que implica fin de la hora de clase (D) en el aula de la escuela iC).

Lo designado por un signo es una clase.

Lo denotado, es la cosa real, hecho o entidad presente, pasada o futura, del cual se puede decir que pertenece a la clase designada por el signo.

Siendo asi, todos los signos tienen designación pero no todos tienen denotación, dentro de un detenninado sistema. Por ejemplo, los términos referidos a ciertas creaciones de la fantasía, como las hadas, los gnomos, etc., son signos que tienen designación, es decir una ciase o conjunto determinado de propiedades, pero no tiene denotación dado que no existe ni existió ningún objeto real (ubicado en un tiempo y en un espacio) al cual pueda aplicársele dichas propiedades.

Como vemos, cualquier cosa puede ser entendida como signo. Tondl sostiene que "‘Se podna aplicar a cualquier respuesta de un organismo (o de un equipo cibernético que imitase la conducta de un organismo) Por consiguiente es preciso establecer una distinción entre procesos de signos en sentido amplio y procesos de signos relacionados con la interacción social.” (Tondl. 197S)

En la interacción social pueden usarse signos verbales y no verbales. Los signos no verbales son interpretados con los verbales (como las señales de tránsito o el sonido de una sirena o un gesto), pero también interpretamos los signos verbales con signos que son acciones y las acciones con signos verbales.

Pensemos en diferentes sistema^ de signos como una película, el sistema culinario, el sistema jurídico, el sistema musical, el sistema de tránsito., etc. y veremos que podemos diferenciar iin signo (por ejemplo un dibujo en un cartel) de aquello que designa (disminuya la velocidad) ios objetos reales que denota ( velocidad de los automóviles) y los interpretantes o acciones que realizamos (aflojar el pie del acelerador).

Pensemos también cómo una acción determinada puede provocar una respuesta verbal. Supongamos que el sujeto haya frenado de golpe (acción, que es un signo para otro intérprete) otro conductor puede interpretar esta acción con otro signo, esta vez verbal: ¡Qué haces, bruto!

Como se ve, el proceso semiótico es un proceso continuo porque, para inteipretar un signo, siempre se remite a otro. Puntualicemos que solamente es posible que algo se convierta en signo si hay un intérprete que realice todo el proceso semiótico y si apelamos al contexto en el cual se manifiesta el signo. De esta manera la mtemretación de los signos es vanable, depende del contexto y del intérprete oue realiza el proceso semiótico. Sin embargo tales vanaciones no son infinitas porque caria s.ncie.rind posee marcos culturales dentro rie los cuales se dan las posibles variaciones de interpretación y se elaboran ios códigos compaiiidos.

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Niveles semióticosLa semiótica tue pensada por Morris como una ciencia con tres ramas. Estas tres ramas son la sintáctica,

la semántica y la pragmática, quizás inspirado en la idea del signo como una unidad tnádica tal como la pensó E lrce. Estas dimensiones o ramas de la semiótica se establecen en virtud de la definición misma del signo como una configuración por lo menos triádica.

La dimensión sintáctica (relación de los signos entre sí), la semántica (relación de los signos con los objetos que representan) y la pragmática (relación de los signos con quienes elaboran los interpretantes) no son fenómenos aislados sino distintos niveles de análisis de un mismo fenómeno. Al definir el significado en términos relaciónales y no ya esenciales, lo discursivo y lo social dejan de pertenecer a dominios diferenciados, y sólo se trata de un cambio en el ángulo de mira. (Berardi, 1985)

A partir de aquí centraremos, principalmente, nuestro análisis en el sistema lingüístico que, desde la perspectiva de la semiótica, puede ser analizado con los mismos instnimentos que utilizamos para el análisis de cualquier otro sistema de signos.

Si el lenguaje es un sistema de signos y los signos son procesos complejos de significación entonces no podemos limitamos a analizarlo socamente desde el punto de vista de la comunicación y privilegiar su tiinción referencial (como lo han hecho especialmente los lógicos), según vimos en el capitulo anterior. El sistema lingüístico aparece como una estructura formal en el nivel sintáctico, como una estructura significativa abstractamente considerada en su nivel semántico y como acto en el nivel pragmático.,Cada nivel se rige por sus propias reglas y plantea distintos interrogantes.

La dimensión sintáctica (relación de los signos entre sí), la semántica (relación de los si.gnos con los objetos -que representan) y la pragmática (relación de los signos con quienes los interpretan) no son fenómenos aislados sino distintos niveles de análisis de un mismo fenómeno. Al definir la semiosis en términos relaciónales lo discursivo y lo social dejan de pertenecer a dominios diferenciados, dado que, asumir una u otra perspectiva, no significa más que haber cambiado el nivel de estudio.

El nivel sintáctico de análisis

ivel sintáctico, que establece la relación signo - signo.

.Nivel semántico, que establece la relación signo - designado.

Nivel pragmático, que establece la relación signo - intéiprete

La sintáctica puede ser designada como el estudio de las relaciones de los signos entre si, prescindiendo del sujeto hablante y prescindiendo de la referencia de las expresiones a algo ajeno a ellos. La sintáctica se limita a considerar aisladamente la estrucaira de las cadenas de signos y establecer las reglas de formación y transformación del sistema.

Es decir, el análisis sintáctico toma en cuenta solamente las relaciones que todo signo guarda con otro del sistema. Estas relaciones están establecidas por realas de formación. Pero todo sistema tiene la posibilidad de nuevas combinaciones las cuales están regidas por realas de transformación. Las reglas ae formación (estructurales) y las reglas de transformación realizan constmcciones a partir de primitivos (símbolos del sistema no definidos) y permiten obtener nuevas estructuras.

Son varios los estudios del lenguaje que toman en cuenta solamente su estructura lógico gramatical, es decir se ubican en un nivel sintáctico. Entre ellos podemos mencionar los análisis lógico fonnales. En

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general estos estudios lógicos consnaiyen sistemas de cálculo. Son sistemas altamente ronnalizados y relacionados con el cálculo matemático. También pueden mencionarse .orno esnidios sintácticos del sisten,a lingüístico a los trabajos de Chomsky sobre la estructura de la lengua. Este propuso establecer las reglas que permiten a los individuos fomaular o generar todas las oraciones sintácticamente correctas.

.\simismo a Chomskry le preocupo establecer las regias con las cuales se pueden diferenciar las oraciones que trasgreden las regias sintácticas de aquellas que no lo hacen. ¡;,Cómo puede un hablante diferenciarlas'!’ Chomsky contesta que el hablante debe poseer una competencia que le permita reconocer en qué lugares determinados, dentro de una enunciación c einisión, pueden aparecci las Jisíintas partes dei habla.' Por ejemplo el hablante nativo está en condiciones de diferenciar la oración, ''Habla perro Pedro a su de Pedro habla a su perro" porque posee una competencia para diferenciar las oraciones bien estructuradas de las que no lo son. Esta estructura sintáctica depende de reglas de formación y transformación del sistema.

Desde este punto de vista ios sistemas lógicos pueden considerarse un tipo de análisis sintáctico del lenguaje pero como no es posible mantenernos en un análisis fonrial sena más correcto decir que su perspectiva es sintáctico semántica. Con esto ingresamos en el segundo nivel de análisis.

Nivel semántico de análisisSiguiendo la tradición iniciada por Morris, se ha definido a la semántica como ei estudio de los

significados. Sin embargo esto no es del todo cierto porque también la pragmática estudia los significados. La diferencia entre ambas ramas de la semiótica estriba en que mientras la semántica es el estudio de los sígiJiScadüs pero teniendo en cuenca las propiedades y las relaciones- de las expresiones tipo i abstracciones construidas como ejemplos de expresiones), la pragmática trata de explicar las propiedades y relaciones caracteristicas de la forma en que se expresan los hablantes concretos. En otras palabras, los estudios semánticos están restringidos a las entidades lingüisticas de contexto igual a cero o contexto nulo. En tanto la pragmática estudia los significados en contextos definidos.

Los estudios semánticos del lenguaje han aceptado, en general,, la distinción que realizara Gottlob Frege, entre sentido y referencia. ¿Qué significa esto? ios objetos les corresponde lingüísticamente un nombre. .\1 objeto a que se refiere, lo llama su referencia, mientras que al modo de referirse lo denomina sentido (recordemos el planteo de designación y denotación que serian más o menos lo mismo que sentido y referencia).

Los nombres poseen sentido y referencia, y dos expresiones nominales distintas, el lucero del alba y el lucero de la tarde (dos maneras de referirse a lo mismo), tienen la misma referencia (el planeta Venus), aunque distinto sentido (ambas recogen distintas notas del planeta Venus).

Toda expresión nominal ha de tener, por lo menos, sentido. Lo mism.o sucede con los enunciados: su referencia es su valor de verdad; su sentido, la idea que encierra. Es decir, para Frege el sentido (designado o significado) del enunciado sería lo que por él se capta aun sin saber si es verdadero o falso; y la referencia (denotación para Monis) estaría constituida por su valor de verdad. (Garrido, 1974)

Asi, el sentido es el modo de detenninar la referencia v la referencia es la noción necesaria para, la definición de verdad. Pero ademas de retenrse a las cosas, la función denotativa o semántica en .su excelencia, el lenguaje, puede referirse a los signos lingüísticos mismos. Esta nrnnierlari ijne p1 lenguaje posee de hablar de sí mismo, o de referirse a .si mismo es la autorreferencia v determina los distintos niveles del lenguaje que hemos visto en el capítulo anterior (tema de la semántica lógica).

Los estudios semánticos pretenden predecir y explicar las relaciones y las propiedades de los predicados, palabras y oraciones y ocuparse de cómo se construyen los significados desde los niveles inferiores (la composición de las palabras) hasta los niveles superiores (composición de oraciones). De ahí que encaren distintos problemas como por ejemplo el problema de la sinonimia, de la hipemomia y de la

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antinomia y !a relación entre significado y referencia. Todo esto según los planteos de las diferentes ramas de la semántica (lexemática u oracional).

Pero teniendo en cuenta la dimensión del significado y la referencia las teorías semánticas poseen, además, distintas orientaciones. De este modo existen semánticas extensionaies v semánticas intensión,ale.s basadas en una u otra característica de los términos, enunciados o predicados; la extensión o la intensión.

Los términos enunciados o predicados ooseen una extensión (denotado para M oms, referencia para Frege) que se determina por el número de objetos individuos o cosas a que ese término enunciado o predicado se aplica. Pero también poseen im am ión (designado para Morris, sentido para Frege) que es el conjunto de características o rasgos definitonos que poseen las cosas o individuos a ios cuales se les aplica el término, enunciado o predicado, La teoría de la extensión esaidiará la relación de tas palabras y frases con las cosas y la segunda se ocupará del significado o sentido de las palabras y de las frases.

De acuerdo con lo anterior, se da la circunstancia que todos los enunciados verdaderos tienen una misma referencia, a saber: la verdad, aunque el sentido fie cada uno de ellos sea diverso. De manera análoga sucede lo mismo con los enunciados falsos, pues por mucho que difiera el sentido de cada uno, su referencia en todo caso es la falsedad. (Garrido, 1974)

La diferencia citada repercute en e! criterio que se utilice para distinguir unos predicados de otros. Desde la perspectiva . extensional, dos predicados pueden ser idénticos. Por ejemplq, los predicados ■‘animal racional” y “animal politico” son extensionalm.ente idénticos, puesto que arabos se, refieren a la misma clase, que es la de los seres humanos.

Pero para que dos predicados se consideren idénticos desde un punto de vista intensional ’L.. se requiere además que contengan las mismas notas. La determinación de criterios de sinonimia (identidad de significado) y definibilidad por especificación de notas (como se define agua diciendo que es un compuesto formado por dos partes de hidrógeno y una de oxigeno) son cuestiones en que interviene la lógica intencional. (Garrido. 1974). La relación entre la extensión y la intensión de un término predicado o enunciado es, en general, una relación inversa: a mayor extensión menor intensión y viceversa.

Las semánticas extensionalistas son foimales, construyen modelos semánticos (con el fin de dar cuenta de la compositividad de los significados) y elaboran teorías de la verdad. Buscan fundamentar los lenguajes artificiales. Para diferenciarlas de la orientación sintáctica podemos decir que esta última tiene como función fundamental la especificación de una forma lógica de los enunciados (u oraciones) de un lenguaje, en tanto la semántica formal o extensional se ocupa de la interpretación de esas formas pero en un modelo formal.

En cambio las semánticas que se basan en el estudio del lenguaje natural son generalmente intensionaies.Dentro de las prim*eras podemos mencionar los trabajos de Montague. Dentro de las segundas los trabajos de Katz.

Nivel pragmático de análisis

La nranmática, se ocupa de la reineión que se da entre los tres si.gnos y sus interpretes en los marcos contextúales de la.s culturas e incluso de las situaciones. Morris señala que se trata: , . . '

...de los aspectos vitales de la semiosis, esto es, de todos los fenómenos psicológicos,biológicos y sociológicos que se dan en el funcionamiento de los signos. (¡VIoitís, 1962, p. 192)

El siano se presenta entonces, no como algo que tiene valor en si mismo, sino como algo que cobra significación para una comunidad de hablantes ubicada en tiemno v espacio. Analizar su alcance implicá detenninar formas, convenciones, prácticas sociales y lingüísticas, modos y niveles de comunicación. Algunas de las di.sciplinn.s que realizan un análisis del discurso desde la perspectiva pragmático semántica son: La Retórica Clásica, La Nueva Retórica, el .Análisis del d isc iir s^ e! Análisis conversacional

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Para Charles Morris el interés de la pragmática es el lenguaje en cuanto fonna de conducta, en cuanto actividad de un sujeto o grupo de sujetos. Dentro de las consideraciones acraales podemos decir que la pragmática tiene que ver con el uso del lenguaje por parte de la gente en su conte.xto. es decir, es pane de lo que se suele llamar: actuación lingüistica (Chomsky. 1965). Asi pues, todo lo que signifique una indagación semiótica que tome en cuenta las relaciones entre el lenguaje y ios individuos o comunidades podria considerarse un planteo pragmático de análisis. Este autor ve que la semántica y la pragmática constituyen dos niveles bien diferenciados. En tanto, en los estudios actuales se tiende a concebir a la semántica como una parte de la pragmática, dado que e! significado de un signo depende de su uso, es decir de la situación

s usado. Esta perscectiva nos dar cíe (mas .^delante en el pro¿iamaj ¡cara ver .a herm iticacomo importante propuesta metodológicas de prometedora fecundidad para la investigación en e! ámbito de las ciencias sociales.

La relación entre semiótica y lógica

Como hemos visto la tradición aristotélica marca un rumbo de relación entre los esmdios semioticos y ios lógicos. Este iiimbo va a continuarse, en la Antigüedad, con los estoicos y epicúreos quienes identifican signo con proposición. Justamente es el descubrimiento de un tratado de Filodemo de Ganara, un epicúreo del siglo 1 a. C, que inspira a Peirce el nombre de Semiótica para sus reflexiones. Este tratado, que fuera descubierto en las imnas de Herculano, se llamó Acerca del si^no y ¡a semiosis.

En la^poca medioeval la relación entre la semiosis y la lógica se incrementa pero fertilizada con investigaciones lingüisticas. .Asi se integran la perspectiva gramatical y la.perspectiva lógica.

Esta relación entre lógica y semiótica se continúa en la época moderna. Locke, filósofo inglés, sostiene, en la parte final del Ensayo sobre el entendimiento humano, que si la lógica se ocupa de las leyes del pensamiento y éste sólo es posible gracias a los signos, la lógica ha de ser una semiótica. Pterce saca de esto conclusiones radicales. Si la lógica es una semiótica, es necesano pensar la lógica desde la perspectiva semiótica.

En esta linea Peirce identifica semiosis con inferencia. Considera que la génesis de los signos y su desarrollo sólo puede estar regida por las leyes de la inferencia. Pero éstas no se limitan a las leyes de la inferencia deductiva sino que, si entendemos que la lógica debe incluir ios temas relativos a la lógica de la investigación científica, deben estudiarse las reglas de otras foimas de inferencia. La extensión de la lógica lo lleva a rescatar, del fondo de olvido histórico, a la abducción que coloca al lado de la inducción y la deducción.

Pero la lógica de la investigación de que nos habla Peirce ,;,es, como para los positivistas, la lógica ael contexto de justificación de hipótesis o es algo' más? Para Peirce la búsqueda y formulación de una conjetura posee también estructura lógica. ¿En qué tipo de inferencia se basa? Aqui Peirce apela a la abducción que durante mucho tiempo habia sido considerada una fomia intuitiva de inducción o un mero procedimiento creativo que no tenia la estructura de una inferencia. Peirce sostiene que es una inferencia y busca su estructura lógica (ver la abducción en el apartado de lógica). Aqui Peirce muestra que ya .Aristóteles habia considerado la abducción como otra forma de inferencia, descuidada y oscurecida en el transcurso de la histona de las ideas.

A través de los siglos se ha sostenido la siguiente interpretación de las reflexiones de .Aristóteles sobre la lógica y la retórica; .Anstóteies habia diferenciado los argumentos demostrativos (lógicos) de los retóricos. Dentro de los primeros menciona la deducción y la inducción. Los argumentos retóricos pueden^ extrapolar estos argumentos lógicos pero con puntos de partida no firmes y fines persuasivos lo que los hace solamente probables o verosímiles. Asi se constmyen los argumentos retóricos; el entimema (silogismo para la lógica) y el ejemplo o analogía (inducción para la lógica). La semiótica aristotélica está incluida dentro de la retórica porque los signos (indicios) constituyen uno de los procedimientos con los cuales es posible la construcción de argumentos mediante procedimientos abductivos.

La relectura que hace Peirce de Anstóteies lo lleva a darle a la abducción el mismo estatus de la deducción y de la inducción. Pero además entiende que la analogía o e! ejemplo aristotélico no es una mera inducción sino una inferencia compleja en la cual se combinan deducción, inducción y abducción.

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£a deñnitiva, Psirce va a considerar que la retonca y la lógica son partes de la semiótica y no a la inversa para lo cual ha debido modificar la lógica. Ahora la lógica, si bien se ocupa de los razonamientos deductivos como los únicos que pueden garantizarnos la verdad debe ocuparse también de las otras formas de razonamiento (inductivos y abductivos) porque "Un argumento no deja de ser lógico por ser débil, con tal de que no aspire a una fuerza que no posee” (Peirce, en Castañares, 1994). Si bien es cierto que la inferencia deductiva es la única que nos otorga seguridades no podemos olvidamos que para realizar una deducción se necesita recurrir al conocimiento adquirido y además aventurarse a la formulación de audaces hipótesis. Es por esto que los estudios lógicos deben incluir los temas relativos a la lógica de la investigación cientifica en la cual juegan un papel igualmente importante todas las formas de inferencia.

La relación entre semiótica y conocimiento

Para el análisis de los procesos sociales el desarrollo de la semiótica ha resultado ser esencial porque, ”... SI se tiene en cuenta tanto la naturaleza de la comunicación humana, como las reglas de la inferencia, la interpretación aparece, en gran medida, como un hecho conjemral o abductivo.” (Castañares, 1994)

La semiótica se constituye, entonces, en una disciplina mediante la cual puede ser esmdiada la sociedaddado que 'f.. en la comunicación de masas, los actos discursivo y microsocial de interpretación sirven para representar lo que, a un nivel macrosocial, son las prácticas culturales.” (Jensen, en Castañares, 1994)

El proceso semiótico es el que hace posible la novedad y el "crecimiento” del conocimiento. La semiosis permite saber aquello que se ignoraba. Esto significa que en cada proceso semiótico confluyen, por lo menos, dos elementos: un elemento preexistente de carácter colectivo (una regla de interpretación) y, en muchas ocasiones, un elemento innovador que pertenece a la experiencia de los individuos pero que, gracias al carácter social de las reglas de interpretación de los signos, resulta comunicable y en cuanto tal, universalizable.

Siendo asi nos podríamos preguntar ¿cuál es la forma en que debemos entender el conocimiento de la realidad? Ese conocimiento no puede ser entendido como reflejo de algo dado, por el contrario el conocimiento es siempre una relación mediatizada, es decir, la realidad es un complejo sistema de significación. Siendo asi, nuestra expenencia de la realidad se nos da ya semiotizada, es decir, inserta en los procesos semióticos. Habría que decir, por tanto, que los limites de la semiosis son los limites de lo cognoscible y, en último término, del mundo.

.Aliora bien, esto pareciera que nos impide concebir la realidad como algo independiente de lo que cada uno de nosotros podamos pensar. O sea, nuestro lenguaje no refleja la realidad sino que le otorga significado, la significa, de modo que nosotros no captamos nada más que lo que hemos puesto. Ea realidad misma, antes de que sea puesta en discurso es una ”x” inexplicable e inexpresable. Eagleton sostiene que Hirst y Hendess rechazan la epistemología clásica que supone cierta concordancia o correspondencia entre nuestros conceptos y la forma de ser del mundo. Pues si la forma de ser del mundo es el resultado de los procesos de significación, pareciera que sostener la coirespondencia entre nuestros pensamientos y el mundo es un circulo vicioso. (Eagleton, 1997)

Sin embargo estas posiciones son extremas, en general se ha sostenido que el problema de la verdad de nuestros conocimientos depende de las representaciones pero tam.bién de la realidad que existe inde­pendientemente de nosotros y da lugar a las representaciones. Qué representación de esa fealidad puede considerarse verdadera, depende de la investigación y del consenso al que, basándose en,ella, puede llegar la comunidad de investigadores.

Las distintas posiciones semióticas resaltan más la transformación de la realidad (llevada a cabo por los sistemas de mediación simbólica) que la capacidad de la realidad para detenninar nuestras representa­ciones. Las dificultades para elaborar una teoría del conocimiento desde dichos presupuestos han sido, y en gran medida siguen siendo, considerables.

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Pero io que podemos rescatar como ei apone mas significativo de la semiótica aUipnocimiento de la sociedad es ia iiindamentación que le da a la idea de oue. nara enmm-ender la sociedad, no debemos atenemos solamente a jas cosas que la gente hace o dice, sino también a las relaciones une, imnlicitamente. establecemos entre las cosas.

Problemas del lenguaje

En la medida en que el lenguaje quiere ser más riguroso en cuanto a la coiTespondencia entre la connotación y denotación es que se presentan mayores problemas. Por ejemplo, el tennino “pueblo” corno conjunto de personas de im lugar o o.ais n como gente común y humilde de la población. Pero (jquién constituye el pueblo'!’ ¿Los pobres, los campesinos, los soldados, los obreros, los comerciantes, los militares, son pueblo? Parece que la definición del diccionario es bastante insatisfactoria. La izquierda habla del pueblo, pero también la derecha, la iglesia y las instituciones por los derechos humanos. La guerrilla apeló al pueblo y también lo hicieron los militares. ,jTodos entendían lo mismo'’ Lo más probable es que no. Esto nos conduce a pensar, entonces que la vaguedad de un término dependerá del contexto político y social en que el mismo se aplique.

Ambigüedad

Decimos que una palabra es ambigua cuando posee distintas significaciones. Claro que en general es el contexto el que ayuda a desambiguarla. Cuando esto no es posible apelamos a una definición que nos permita saber de qué estamos hablando. Copi dice:

Muchas veces las palabras tienen dos significados o sentidos distintos. Pero habitualmente esto no origina ningún inconveniente. En algunos contextos, sin embargo, no está claro el sentido que se pretende dar a una palabra determinada y en estos casos decimos que la palabra es ambigua. [...] Algunos desacuerdos aparentes no coiTespcnden a genuinas diferencias de opinión, sino simplemente a usos diferentes de un término. .A.11Í donde la ambigüedad de un término clave ha ongmado una disputa verbal, a menudo podemos poner fin al desacuerdo señalando la ambigüedad. Logramos esto dando las dos definiciones diferentes del término, de modo que puedan distinguirse claramente los dos significados y quede disipada la confusión. (Copi, 1984)

Pongamos un ejemplo: Si alguien nos dice: "No encontré el banco". El contexto del habla y la situación pueden sei^ir para aclarar si se trata de un o'Djeto para sentarse o de una institución financiera. Pero si eso no es suficiente deberemos recuiTir a una definición: Digo banco que significa una institución financiera.

Vaguedad

Distinta es la vaguedad porque aquí el problema es a qué entes voy a designar con un ténnino determinado, porque en general los límites de la aplicabilidad de los términos no están bien establecidos. Copi dice:

Otro motivo que puede impulsamos a definir un téraúno se presenta cuando deseamos hacer uso de él, pero no estamos totalmente seguros de los limites de su aplicabilidad, aunque en cierto sentido conozcamos su significado. (...) Lo que se desea es aclarar el significado. (Copi, 1984)

Si alguien nos dice que es amante de los países democráticos, no estaría mal preguntarle a qué paise§ considera de tal modo porque la gi'an vaguedad del ténnino reclamaria, por lo menos, una definición por enumeración. Aquí no se trata de que tenga di.stinto significado sino que no sabemos bien a qué países puede llamarse democráticos.

El cuarto propósito está muy relacionado con la labor científica porque en la construcción de una teoría una práctica esencial es definir los ténninos de esa teoría (ténninos teóricos) que penniten delinear con claridad el marco dentro del cual se realizará la tarea científica. Definir teóricamente algo -dice Copi- “...es fonnular una caracterización teóricamente adecuada o científicamente útil del concepto a utilizar.”

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El último de los propósitos excede el tratamiento semántico de la definición y nos coloca en un nivel pragmárico. La publicidad está repleta de definiciones que tienen como único propósito influir en el consumidor para que éste compre el producto. Son definiciones que no se atienen al significado literal de las palabras, ni pretenden dar información sino que tienen por objeto conseguir la aprobación de alguien. Por esto buscar este propósito en una definición cualquiera significa tratarla en el nivel pragmático.

.Analizados los propósitos, desde un nivel semántico y pragmático, estamos en condiciones de abordar el tema de los distintos tipos de definiciones de acuerdo a sus propósitos.

El tema de la vaguedad y ambigüedad plantea serios problemas, tanto a las ciencias, como a la comunicación llana de la vida cotidiana.

Como la vaguedad de un término se caracteriza por la existencia de objetos, refendos a los cuales es muy diilcil decidir si éste es o no aplicable:

Por eso el único modo de evitar la vaguedad de las palabras es una convención que señala estrictamente los límites del campo al cual se refiere una palabra dada... La ciencia recurre frecuentemente a precisar términos por medio de convenciones arbitrarias. Por ejemplo, podemos adoptar, para ciertos propósitos la convención de que el agua que corre por su lecho naairal de anchura no mayor de n metros se llamará ■‘riachuelo”y si el lecho tiene más de n metros se llamará "rio. (Schatf, 1966, p.358)

Otro tanto ocurre con los términos primitivos en ciencia que, sirviendo de punto de partida a- las posteriores definiciones, predeterminarán los significados que poseerá la totalidad de la teoria. Por ejemplo, el término sem iología revela un carácter vago y un carácter ambiguo. La ambigüedad es el caso donde un nombre se exflende a vanas significaciones.

De alguna forma, el hecho de que todos los términos tenaan un cierto zrado de vaguedad y ambigüedad facilita la comunicación, pues ese marzen de indefinición de los términos brinda al lenguaje una plasticidad imprescindible. En el diálogo común no pedimos a cada momento la precisión de lo que se dice, ya que eso trabaría la comunicación. Pero esa imprecisión también puede producir equívocos, es decir, tomar una palabra que designa dos cosas diferentes aplicándolas incorrectamente.

De muchacho decia mi padre / que sentara cabeza de una vez / ¿cómo quiere que siente cabeza / si no llevo hacia arriba los pies?

En este pasaje de Alicia en el país de las maravillas vemos cómo se juega con el sentido de la expresión “sentar cabeza”. También la mala expresión o redacción puede producir lo que se llama falacias de anfibología, esto es “cuando un enunciado es confuso debido a la manera descuidada o torpe en que sus palabras están combinadas”. Como por ejemplo éste, aparecido en la vieja revista Humor:

Entonces fue cuando aparecieron sorpresivamente un revólver y una cuchilla respectivamente, quienes golpearon duramente al hombre y violaron a la joven, despojándolos de todas sus pertenencias de valor.

La nota de los periodistas que descubrieron esta anfibología fue: “que un revólver y unp cuchilla te peguen vaya y pase, pero que encima te violen debe seralgo tem ble”.

La expresión “El piloto está que arde, se puede interpretar como: El navegante de un barco o avión esta enojado, que la llama del calefón esta muy fuerte, o que se está quemando un impermeable. En general el sentido de un término se detecta por el contexto. Más sutil es este pasaje de Voltaire sobre la belleza, en su Diccionario Filosófico'.

Cierto día. asistía a la representación de una. tragedia al lado de un filósofo ¡Qué bello es esto!, decía. ¿Qué encontráis aquí de belleza? le pregunté. Encuentro - me replicó

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- que ei autor ha conseguido su objetivo. Al día siguiente torno una medicina que le sentó muy bien. Ha conseguido su objetivo -le d ije- ;he aquí una bella medicinal El comprendió que no puede decirse de una medicma que sea bella y que, para dar a algo el nombre de belleza, es preciso que os cause admiración y placer. Convino en que aquella tragedia le había inspirado estos sentimientos, y que en esto estriba ei tó kaión. Ho bello). Hicimos un viaje a Inglaterra: allí representaron la misma obra, admirablemente traducida; hizo bostezar a todos los espectadores ;Oh, oh! -d ijo - el tó kaión no es lo mismo para los ingleses que para los franceses. Después de muchas reflexiones saco la conclusión de que lo bello es a menudo muy relativo, como que lo que es^decente en ei japón es indecente en Roma, y lo que esta de moda en París no lo esta en Pekin, y se ahorró el trabajo de componer un largo tratado sobre lo bello. (Voltaire, 1968, pp. 406-407)

Incursionar en estos vericuetos del lenguaje tiene que servimos para algo mas que saber que la palabra ■‘vela” puede referirse a la de un barco, a la que sirve para iluminar, o a la vigilia. Tiene que servirnos para desentrañar ei signiñcado más profundo de los mensajes y. como ya señalamos, para advertimos de la fuerza, la astucia y la violencia que desde el lenguaje se puede ejercer para bien o para mal.

Lenguaje y metalenguaje

En lo que hemos visto hasta aqui nos hemos estado retiñendo al lenguaje, sus funciones, la vaguedad y ambigüedad, la connotación y denotación de los témmnos. El lenguaje se refiere a las cosas, a los hechos .y acontecimientos del mundo y dentro de esas cosas se encuentra el lenguaje mismo. Cuando ei lenguaje se refiere a las cosas decimn.s que es un lenguaje objeto, o que es un primer nivel, o nivel 1. Pero no es este e l nivel en el que se ha expresado el presente trabajo, ya que ei lenguaje emipleado no se refiere a la.s cosas, sino al lenguaje. Estamos entonces en presencia de otro nivel, de un nivel 2 o metalenguaje.

Sin embargo, en la presente sección ya no estamos en el nivel 2 o metalenguaje, pues aqui estamos expresando no ya la reflexión del lenguaje sobre si mismo, (metalenguaje) sino la reflexión de la reflexión o. en fit.rns términos, estamos en un nivel 3 o meta-metalenguaje.

Incluso seria posible extender estos niveles hacia un cuarto o quinto nivel si asi fuera necesario, pero lo importante aqui es tener claro en qué nivel se expresa un discurso, y en qué momentos se producen los pasajes de un nivel a otro. La confusión de niveles puede acarreamos malos entendidos e incluso hacemos incurrir en paradojas.

Uso y menciónSi decimos, por ejemplo; "La m£sa es cómoda”, esta expresión connota un mueble por todos conocido;

decimos entonces que “mesa” está usado para referimos a ese mueble; en cambio, si decimos “mesa” tiene dos vocales, aqui el témiino “mesa” no connota el objeto mesa, sino a la palabra “mesa”, no está usada, sino mencionada. Esto nos pemrite eliminar la ambigüedad y evitar las paradojas que se producen cuando el lenguaje habla de si mismo.

Para distinguir una utilización ríe otra iko Hp su mnnrión, rnlrnmmns n lp'= palabras entre comillas. Si ahora dijera: “La palabra mesa” de la proposición “mesa tiene dos vocales” está escrita en negro, estamos en un nivel superior al anterior, es decir, en un ineta-metalenguaje.

La necesidad de distinguir niveles radica en establecer en qué universo de significación nos estamos manejando. Graves problem,as se presentan cuando queremos reflexionar acerca de cuál es la relación entre las cosas y las palabras.

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Lenguaje y realidad

Líi cuestión se complica pues subyace el problema de qué son en realidad las cosas, cual es su verdad y cómo esa verdad se puede enunciar. Los presupuestos ideológicos que están en la base de la semántica determinarán cómo se entenderá esta relación.

¿El lenguaje es algo artificial, construido, arbitrario o, por el contrario, hay algún tipo de cone.xión entre la '‘esencia” de las cosas y la forma de nombrarlas?

La verdad se ha presentado desde distintas posiciones como la adecuación o comespondencia entre una proposición y la realidad. Se dice que una proposición es verdadera si designa un estado de cosas existente. El problema es que el único medio para entablar esta correspondencia entre nuestro pensamiento y las cosas es el lenguaje. Pero el lenguaje sólo podría representar, señalar o indicar a las cosas; seria de esta manera una mediación insalvable. ¿Cuál seria la posibilidad de objetivar el mundo si el lenguaje, que es el nexo, se presenta como un obstáculo'.’ <;,Es posible alcanzar la verdad? Quizás se pueda superar este obstáculo buscando la verdad no en un más allá al que el lenguaje no puede exceder, sino es un más acá, esto es, en comprender la verdad en otra dimensión, la de la construcción, y de la captación de la racionalidad humana en el esmdio del lenguaje, entre otras cosas.

En esta tarea se hace necesario distinguir los niveles del lenguaje para no incurrir en paradojas, es decir un enunciado que se presenta como verdadero y, sin embargo, esconde un absurdo y una contradicción.

Si decimos oor ejemplo: "Miento” Incurrimos en una paradoja pues, si esto tliese cierto, estaríamosmintiendo, pero si fuera mentira estaríamos diciendo la verdad ¿Cómo se puede solucionar este problema? Entre otras formas, ya que hay varias propuestas, se encuentra la de distinguir los distintos niveles, considerando que la referencia de un término a sí mismo se encuentre en otro nivel que en el que ella se ha expresado primeramente. El hecho de que "miento” sea verdadero o falso es una consideración que realizamos, no en el lenguaje, sino en el metalenguaje; se elimina entonces la paradoja cuando impedimos el uso de más de un sentido en el mi^ñomivel.

Definir

Si lo que busca la ciencia es un lenguaje preciso, no basta con que clasifiquemos, ordenemos y calculemos debemos también evitar que podamos ser interpretados de diversas maneras. El objeto del cual estamos hablando requiere ser construido de modo que pueda tener un tratamiento científico. Por esto una de las operaciones fiindamentales de la tarea científica es la de definir.

Definir un término implica fiiar su significado o por in rnenos saber Hp-qnp hablando. Esto quehemos dicho ya muestra la importancia que las definiciones tienen no solamente para la ciencia (ámbito en que es imprescindible saber-a qué estamos haciendo referencia) siiux también ;ea£l lenguaje común con el objeto de evitar los m.alos entendidos.

La definición ha sido durante mucho tiempo un capímlo secundario de la lógica. La reactualización de tal problemática se debe, entre otras cosas, a la importancia que las definiciones tienen en toda teona científica.

KTratar el tema de la definición es tratar un sistema de signos y como tal puede analizarse desde

cualquiera de los niveles semióticos esaidiados.

Desde un punto de vista sintáctico lo que nos interesa es su estpucaira lógico-lingüistica. Así podemos decir que desde este punto de vista las definiciones poseen una estructura que consta de:

dejiniendum tel signo que se desea definir) ydefimens (los signos que se usan para explicitar el significado del definiendum).

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La estructura es: X es Y (deñnieundum: X. definiens: Y) Por ejemplo en ia siguiente definición:

Se entiende por vertebrado ei animal que posee vénebras.

El defimendun es: vertebrado, y el deniniens es: ciivmai que posee vértebras.

La relación entre el defniens y el defimendun se supone que es de equivalenciai Es decir se podría sustituir el conjunto de signos definiendum por el otro conjunto definiens. Es el mecanismo de cualquier fraducdón (temando el término en un sentido amplio). Por supuesto esto no es sencillo y esto es lo que hace que toda traducción requiera una tarea interpretativa. Con esto hemos entrado al análisis de la definición desde una érspectiva semántica.

Desde un punto de vista semántico nos ocuparemos en ver cómo colaboran las definiciones con la coherencia del sistema al fijar los significados de los términos, o cómo establecen las relaciones de estos con lo designado. Desde este punto de vista podemos clasificar a las definiciones por los propósitos que persiguen.

Prop(3sitos de la definición

Una de las maneras de dar cuenta del designado de un signo es mediante la definición. Una definición establece, de esta manera, los designados de los signos (palabras) que vamos a usar.No podemos decir que definimos objetos reales porque la definición .se refiere a las íónnas en que significamos el mundo, es decir al lenguaje. ‘ • .. ■

¿Por qué definimos? Copi considera que ios propósitos que guían a las definiciones son 5.

1 - Aumentar o enriquecer el vocabulario2 - Eliminar la ambigüedad3 - Reducir la vaguedad4 - Explicar teóricamente algo5 - Influir en actitudes

El primero de los propósitos no necesita demasiada explicación porque constantemente estamos preguntando qué quiere decir una palabra y ante tal pregunta se nos ofrece una definición del término con lo cual nuestro vocabulario ha aumentado. Pero el segundo y tercero de los propósitos requiere una explicación sobre a qué se denomina ambigüedad de un término y a qué vaguedad.

Distintos tipos de definiciones

Copi describe cinco tipos básicos de definición: estípulaúva, lexico^ráficp, aclaratoria, teórica v 'persuasiva. Cada una de ellas puede o no séf considerada verdadera o falsa (en el sentido de equivocada o correcta) y además la guian propósitos detenninados o establecer una nueva significación o reducir la ambigüedad o reducir la vaguedad o persuadir de las ventajas de algo. A estos cinco tipos nosotros agregaremos la definición operacional por haber sido una definición propuesta para la labor científica por algunos planteos metodológicos.

I

Definición estipulativa

Es aquella que le otorga significado a un término nuevo. Este puede ser nuevo solamente en el contexto en que se lo usa. Esta es una práctica seguida por la ciencia que tiene como meta reducir ia atención o energía mental necesaria, pues cuando unafi-ase o ecuación se hace demasiado lai-ga, su sentido no puede ser captado fácilmente. (Copi, 1984).

También es el caso en que la ciencia busca palabras nuevas diferentes de las que se usan en el lenguaje común por lo general ambiguas o cargadas de connotaciones negativas o positivas. Así por ejemplo prefiere

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definir un nuevo término'que reemplace a inteligencia dado que con este término se entienden varias cosas diferentes y está cargado de connotaciones positivas. En los test de psicología se habla de Factor g y se lo define convenientemente.

Por último la necesidad de poseer códigos secretos, especialmente en los servicios de inteligencia, ileva también a introducir nuevos términos (que deberán ser definidos) o a definir viejos con distinto significado.

__ Definición lexicográfica .

Esta tiene como propósito eliminar la ambigüedad o enriquecer el vocabulario de la persona para la cual se la construye (Copi, 1984). Se trata de un término que no es nuevo sino que está asentado en el uso pero que puede desconocerse o quererse desambiguar. Al informar sobre un significado que el término ya posee estas definiciones pueden ser o verdaderas o falsas, en el sentido de equivocadas o correctas. Sin embargo se puede ser fle.xible con su significación y apelar a definiciones y usos heterodoxos, no muy estrictos o por el contrario hacer gala de una ortodoxia en su uso. En los círculos académicos muchas veces se busca esto último de modo que la definición que se da del término no es la más frecuentemente usada sino la que más se ajusta a las convenciones tradicionales. Por esta razón es que muchas veces se habla de lenguaje vulgar o de lenguaje culto.

Ni las definiciones estipulativas ni las le.xicográficas pueden servir para eliminar lavaguedad de un téimino (dado que) no puede apelarse al uso ordinario err busca de una decisión,pues este no es suficientemente claro sobre la cuestión, si lo fuera el término no seria vago. Parallegar a una decisión, pues, es necesario ir más allá del uso ordinario. (Copi, 1984)

Definiciones aclaratorias o explicativas

Ellas pretenden eliminar la vaguedad de un término. Son definiciones que solamente en forma parcial puede predicarse de ellas que son verdaderas o falsas (correctas o incorrectas), porque cuando definimos los límites de un término no estamos diciendo que ese sea su uso sino solamente que es conveniente o inconveniente aplicarlo a un conjunto determinado de objetos.

Asi por ejemplo, si decido definir americano como habitante de todo el continente americano no quiero decir que no se use para designar a los individuos nacidos en EE.LÍU. únicamente sino solamente que es conveniente delimitar el uso del término para los casos en que se hable de individuos nacidos en el continente americano, con el fin de eliminar su vaguedad.

Definición -teórica

Este tipo de definicióri'es característica dé la ciencia. Llamarnos definición teóricas de un término a aquella que trata de formular una característica teóricamente adecuada de los objetos a los cuales se aplica. Proponer ima definición teórica equivale a proponer la aceptación de una teoría. (Copi, 1984)

Asi por ejemplo dentro de la teoría del flogisto el término calor era definido como un fluido sutil e imponderable. Esta definición se modificó al modificarse la teoría. El calor es ahora definido en términos de energía. Pero con propósitos investigativos, muchas posiciones epistemológicas sugieren que toda definición teórica requiere de una definición operacional.

La definición operacional

Ella permite llevar las definiciones teóncas al terreno empínco, es decir elaborar indicadores y mostrar las operaciones necesaria que deberemos realizar para recoger los datos. En realidad son un conjunto de instaicciones que perm.iten al investigador e! reconocimiento empínco de los objetos definidos teóricamente.

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En una definición teórica, un concepto se define en témrinos de otros conceptos que se dan por comprendidos (en tanto que) las definiciones operativas enuncian efectivamente los procedimientos empleados. ( La definición ooerativa de longitud por ejemplo, indicara exactamente cómo debe medirse el largo de un cuei-po. El ejemplo de la definición operativa del prejuicio implicará una pnueba (...) juntamente con instrucciones detalladas para recoger los datos. (Blalock, 1960)■Agreguemos que el largo de un cuerpo se ha establecido, en la investigación de que se trate, como

indicador del concepto empinco.

Por ejemplo, si estarnos haciendo un estudio de las estancias de la provincia de Buenos Aires y queremos detenninar si éstas constituyen una excesiva concentración de la tierra (hipótesis: Las estancias de la provincia de Buenos .Aires muestran una excesiva concentración de la tieiTa), podemos considerar que ¡a dimensión es una variable empinca relevante en cuyo caso el indicador seria las hectáreas. La definición operacional indicaría cómo vamos a obtener el dato de la cantidad de hectáreas que posee cada estancia.

La estructura lógica posible de una definición operacional podría ser la siguiente:

X es Y, si y sólo si sometiendo X a R se obtiene Z.

Las estancias de la provincia de Buenos .Aires tienen grandes dimensiones si y sólo si en los registros _ de propiedad aparecen con más de X hectáreas.

En muchos casos estas definiciones dependen del consenso cientifico. Por ejemplo: podemos dar una definición teórica de la '"pobreza" pero cuando tenemos que reconocer en la realidad a un pobre, debemos consensuar cuáles serán los indicadores de pobreza: ¿El ingreso familiar por el número de integrantes?,¿La opinión del encuestado'.’ ¿El aspecto físico? etc. y mediante cuáles procedimientos podemos detectarla. ¿,Una encuesta? ¿Una observación directa? <;,Una entrevista infonnaf’ etc. De esta manera una forma de construcción de los indicadores es a través de las definiciones operacionaies.

En las ciencias sociales las definiciones operacionales generan, muchas veces, desacuerdos muy marcados que están relacionados con los supuestos de los que parte cada investigador al definir.

Definición persuasiva

Copi sostiene que las cuatro definiciones que él ha mencionado (estipulativa, lexicográfica, aclaratona, teónca) pueden convertirse en persuasivas si su finalidad es mtluiren la.s actitudes del otro. Sin embargo - nos dice Copi - las definiciones persuasivas no parecen constituir un tipo coordinado con los otros tipos ya discutidos. Copi tiene razón porque en realidad lo que ha pasado es que hemos cambiado el nivel de análisis. Pasamos, de establecer los propósitos que teóricamente, y de acuerdo a su contenido semiántico, pueden tener las definiciones a tratarlas desde un punto de vista pragmático. t

Por otro lado, y difiriendo en algo con Copi, vamos a sostener que el propósito de influir en las actitudes del otro, en mayor o menor grado, está inscripto siempre en las definiciones y no solamente a veces. Aun cuando lo único que nos proponemos sea informar algo, siempre existe el deseo de que esa persona acepte lo que decimos y actúe al respecto.

Sin embargo debemos reconocer que hay definiciones cuyo único propósito es la persuasión y van más allá de la significación usual de las palabras. A tales definiciones las llamaremos, en esto siguiendo a Copi, persuasivas.

Por ejemplo, cuando decimos: “Se debe considerar como alcoholizado para situaciones de manejo a aquel cuya graduación en sangre supera los 0,5 mg. por litro de sangre ", estamos dando una definición, cuyo propósito es persuasivo porque no estamos realizando un equivalente entre definiens y definiendun

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que esté relacionado con d use del término, simplemente se quiere evitar que la gente conduzca cuando ha bebido. Los controles en la calle pueden ser punitivos para quienes no los pasan, pero tienen una intención persuasiva para el resto de los conductores. Podemos ahora ver que los propósitos que enumeramos al comienzo han deteiminado distintos tipos de definiciones.

La persuasión puede tener múltiples formas

Las definiciones estipulativas y lexicográficas sirven al propósito de aumentar el vocabulario de la persona para quien se elabora la definición. Las definiciones lexicográficas pueden también servir al propósito de eliminar la ambigüedad (...) Una definición aclaratoria sirve al propósito de reducir la vaguedad de su defimendum. Cualquiera de esta definiciones puede servir al propósito retónco de influir en las actitudes, y cuando lo hacen, también deben seonsideradas como definiciones persuasivas (Copi, 1984)

Para construir un lenguaje científico que establezca conceptos y relaciones, especie, individuos y géneros, en el que se realicen afirmaciones y se elaboren argumentaciones, se hace necesario definir, ordenar, clasificar conceptos y datos y cualificar y cuantificar las relaciones de acuerdo al tipo de ciencia y a las posibilidades y necesidades de abordaje del objeto o asunto de investigación. De esta manera el discurso de la ciencia se presenta como un discurso infoimativo en ocasiones más o menos matematizado, cuyas metas cognitivas son coherencia, simplicidad y capacidad predictiva. Éste es uno de los motivos de la centralidad otorgada a las cuestiones sobre el método (que se suponen permiten arribar a tales metas) y también el hecho de btiscar que las teorías esten enunciadas en un lenguaje que les otorgue generalidad y sencillez.

En efecto, si una teoría puede captarse en unas cuantas relaciones fundamentales y, si estas relaciones pueden ser expuestas con claridad, esto permitirá el debate con otras teorías. Pero la apelación a una u otra estrategia contiene ya una apelación implícita o explícita a los datos para realizar pruebas empíricas y, sobre todo, predicciones. .4SÍ tenemos distintas foimas de enunciados, distintas fiinciones de su campo concepUial y distintas formas de relaciones.

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Tenemos pues que e! discurso científico acepta ser analizado por sus términos y enunciados como por las operaciones intelectuales que se llevan a cabo para configurar su sistema conceptual y también por sus figuras retóricas mas frecuentes y sus argum>’ntaciones. En este capitulo veremos primeramente el análisis más elemental de la fomia de los enunciados para pasar a las operaciones mediante las cuales se construyen sus conceptos y sus relaciones.

La forma de los enunciados científicosEmpecemos sosteniendo que los enunciados de la ciencia.son deLtipo declarativo o sea predomina

ía función infoimativa v como tal son proposiciones. .Mgunas posturas epistemológicas sostienen que lo que se informa es verdadero si se condice con la “realidad” y falso en caso contrario. Pero lo que la teoría “infonna" es lo que se desprende de su foiTna de entender un fenómeno y en no pocas ocasiones no se puede sostener que la proposición sea verdadera o falsa, lo que no le quita valor ni como hipótesis ni como cons­trucción teórica.

Pero además debemos recordar que la ciencia pretende alcanzar la universalidad de modo que posee enunciados del tipo todos o ninguno. Si a esto le agregamos que busca apoyarse en el conocimiento empírico (y que sólo tenemos este conocimiento de lo singular), también posee enunciados de este tipo que llama­remos enunciados de base. Siguiendo un análisis ya clásico de estos enunciados y sin entrar en mayores detalles, que nos llevarían a discutir diversas epistemologías, podemos poner los siguientes ejemplos:

La Ivz de las galaxias, lejanas tiene corrimiento hacia el rojo

Este enunciado es universal pero posee contenido empírico porque predica de términos observables directamente (las gala.xias).

El inconsciente se manifiesta en los actos fallidos

Este enunciado es universal pero predica sobre un término no observable directamente ( el inconsciente).

La luz de ¡a galaxia X tiene corrimiento hacia e! rojo

Este enunciado es elaborado a partir de la observación (conocimiento de expenencia) y está relacio­nado con el enunciado universal Todas las galaxias lejanas tienen corrimiento hacia el rojo.

Juan Pérez tuvo un acto fallido

Este enunciado tiene las misnqas características que el anterior.

Siendo asi, dentro de los enunciados universales deberemos distinguir niveles porque hay algunos que plantean universales cuya relación con lo em­pírico está lejana como cuando nos referimos a términos como átomo o incons­ciente. Estos últimos requieren de otros universales con contenido empíreo antes de poder acercamos a enunciados singulares. A.sí. tenemn.s di.stintos niveles de eniinr.iafjriQ A este lenguaje se lo entendió comouna jerarquía de niveles, cuya base la ocupan los enunciados que registran lasindicaciones de los instmmentos y en el vértice superior se encuentran los enunciados teóricos también lla­mados teorías. Por otra parte tanto en las ciencias naturales como sociales no pemiite encontrar esa base empiríca y ios enunciados toman legítimamente el camino de la analogía, la abducción o la metáfora. (jQué quiere decir Einsten cuando para dar cuenta de del orden legal de su teoría afirma: “Dios no juega a los dados”?

Cada nivel es una interpretación de un nivel inferior y la capacidad predictiva aumenta de la base al vértice superior. De tal modo las constaicciones científicas podrían graficarse de! siguiente modo:

AJbert Einstein durante una de sus clases

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Teorías(s« s:> :m u s d e d u c t i v o s o u y : is l e y e s s o n t e o r e m a s )

( E j . T e o r í a c i n é t i c a m o le c u la r )

Principio puenteL a p r e s i ó n e j e r c i d a p o r u n g a s

e n u n r e c i p i e n l e r e s u l t a d e l o s im p a c to s

d e la s m o lé c u la s s o b r e la s p a r e d e s d e a q u e l .

Leyes o enunciados de nivel 111 ■ ' .............“( r e l a c i o n e s i n v a r i a n t e s e n t r e c o n c e p t o s c i e n t í f i c o s )

( £ j . L e y d e S o y l e ; L a p r e s i ó n d e u n a d e t e r m i n a d a m a s a d e g a s a t e m p e r a t u r a c o n s t a n t e e s i n v e r s a m e n t e p r o p o r c i o n a i a s u v o lu m e n

Principio puenteL a p r e s i ó n e s c u a n t i t a t i v a m e n t e

Ig u a l a l v a lo r m e d i o d e l i m p u i s o to ta l

q u e la s m o lé c u la s e j e r c e n p o r s e g u n d o

s o b r e !a u n i d a d d e la s u p e r f i c i e d e la p a r e d ________ —

Enunciados de nivel O( q u e a g r e g a v a lo r e s a l o s c o n c e p t o s c i e n t í f i c o s )

( E j . p - 2 .0 a tm V =• t . i h t )

Reglas de correspondencia

Enunciados de aiveH( r e g i s t r o s d e i n s t r m n e m o s )

En una situación experimental nos encontramos con una serie de construcciones teóricas actuando junto a la hipótesis que se pone a prueba. Esto podría graficarse del siguiente modo:

Principios puente

Pnncipios puente

Principios puente

Reglas de coiTespondencia

Construcciones teóncas supuestas

Leyes o enunciados de nivel 111, implicadas

Enunciados de nivel II

Hipótesis a probar

Hipótesis auxiliaresprovisonos que ayudan a la investigación)

Hipótesis auxiliares (conocimiento de los inatenaies de trabajo)

Enunciado de nivel I, contrastador -Cláusula ceteris paribus (Lo demas igual) . . . . . . . . .

Experimento o contrastaciónResultado.

Desde un punto de vista epistemológico los enunciados universales pueden ser considerados enun­ciados legales, hipotéticos o predictivos. La forma que adquieren difiere según sean leyes cuantificadas de tipo estadístico, causal, descriptivo etc. o conjeturas que deben ser probadas, predicciones, etc. Los enun- ciados singulares son considerados enunciados de la base empírica o simplemente enunciados de base y son los que se utilizan para poder contrastar las hipótesis científicas.

Cuando entremos en la cuestión del método veremos dónde colocan, las distintas epistemologías, el ^m ienzo de una investigación cara que pueda considerarse científica en los enunciados singulares o en las hipótesis. En otras palabras, cuál es el método que nos garantiza que la ciencia nos otorga conocimiento.

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Las operaciones que colaboran con la precisión y la organización del lenguaje científico

Los enunciados están foimados por ténninos y estos deben señalar en fonna precisa aquello a lo que se refieren, para saber, sin malos entendidos, que afinnamos o negamos. Esto hace necesario formular defi­niciones, Claro que las definiciones de la ciencia son de un tipo especial para ¡o cual debemos pensar a qué se llama definir.

. ..Pero la ciencia no solamente define sino que además.construye clases de objetos, los ordena y,reali-_- za cálculos con lo cual elabora conceptos ordenadores o clasificadores y posee un lenguaje que en oraciones, no siempre es matematizado. De este modo definir, clasificar, ordenar y medir son operaciones que penniten la construcción del lenguaje científico sistemáticamente organizado. Cada ciencia tiene sus ténninos propios sus clases de objetos y sus indicadores y esto es posible por las operaciones intelectuales mencionadas.

Clasificar

Hay quienes incluyen en el tennino '^medida' operaciones tales como clasificar. Por supuesto es una manera amplia de entender medida muy usada en el lenguaje cotidiano en expresiones tales como. Voy a tomar medidas, dicho cuando alguien se propone intervenir en algún asunto que se está yendo de las manos.

En ciencia se plantea la necesidad de relación entre individuos, especies v géneros para la constinicíón de sistemas. Esto hace que deban buscarse las regularidades en la utilización de criterios de clasificación y las diversas formas posibles de clasificar. En estadística la clasificación ' permite la construcción de lo que se denomina _escalas nominales.

Viejos ficheros que permitiían llevar el registro de todo tipo de Ítems. En su mayoría han sido suplan­tados por archivos de computadora, los cuales son mucho más rápidos, pero básicamente cumplen la misma función

Pero, ¿qué significa c!asificar?^lasificar implica la constiucción de clases homogéneas en las que se colocan los individuos, de un universo dado, según alguna de sus propiedades comunes. De acuerdo con esto, todos los individuos de una clase deben poseer la misma propiedad o atributo común, para lo cual debe buscarse un criterio clasificador que permita la construcción de clases homogéneas.

Este criterio debe satisfacer las siguientes condiciones;

1 - un individuo solo puede pertenecer a una de las clases (para que rio se presenten superposiciones),

2 - ¡a clase debe ser exhaustiva (abarcar a todos los individuos de la parte del universo de estudio)

1 - La clasificación debe ser fecunda, lo que significa que a partir de ella se amplié el conocimiento.

Asi por ejemplo si mi universo de estudio está constituido por estudiantes de universidades públicas, puedo decidir clasificarlos tomando como criterio el tipo de escuela secundaria a la que asistieron: escuela pública o privada, siempre que esta clasificación permita avanzar en la investigación, o lo que es lo mismo, sea relevante para la investigación (condición 3). Pero como se deberá evitar, además, que ningún individuo pertenezca a la vez a dos clases (por ejemplo que hayan ido parte del tiempo a la escuela pública y parte a la privada) resulta conveniente aclarar que se trata de la escuela de la cual egresó (condición 1). Por último, debemos constatar que todos ios sujetos hayan quedados incluidos en una deteiminada clase (condición 2).

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Un ejemplo de clasificación: La clasificación de las cienciasComo hemos visto en eapíailo antenor la ciencia implica una vanada íbrma de llevar adelante

investigaciones y producción de conocimiento que se puede clasificar de muy diversos modos y sujeto a muy diferentes criterios. Supongamos ahora que un epistemólogo quiere clasificar las ciencias. Lo primero que tiene que hacer es buscar un cnterio clasificador que permite colocar a todas las ciencias en clases homogéneas y que no haya superposiciones. Por supuesto esta clasificación deberá estar sujeta a los fines del estudio que pretende dasiñcarlas por eso Luda clasificación de ¡as ciencias está relacionada con una determinada epistemología.,

,'.Cuáles podría ser un criterio clasificador'.’ En realidad pueden ser bastanre.s !^iipnnofimns que tomamos la semiótica como teoría de fondo. Las ciencias podrían clasificarse según los distintos nivelessemióticos en: sintácticas, semánticas o pragmáticas. Esto oermitiria verlas como sistem.as de signos considerar que estos sistemas de signos nneden ser analizado en distintos nivele.s.

Otro onterin nodria ser la ñnníidnú que persiguen. En este caso podrían clasificarse en ciencias teóricas o básicas (que se guian por el interés de conocimiento del investigador) o aplicadas (que intentan responder a determinados problemas sociales). Este criteno permitiría ver que dentro de cada ciencia (que la tradición ha establecido: la física, la quimica, la sociologia etc) hay orientaciones diferentes, según la investigación de que se trate. Este criterio es muy utilizado en los centros de Investigación para organizar los proyectos que se presentan y otorgar subsidios.

gero el cnterio más difundido fue ciasificnrla.s según su ohieto de estudio, va sea esté referido a los hechos (ciencias de hechos o tácticas) qji los que podrían considerarse entes ideales (como aquellos que esaidia la lógica y la matemática). De alguna manera este es uno de los criterios que utiliza Bunge .

Clasificación propuesta por Bunge. Criterio; diferentes objetos de estudio

Objetos: Entes ideales Objetos: Entes empíricos

Ciencias formales Ciencias tácticas

Demuestran o prueban de forma completa o final.

Observación y/O experimentación. Corroboran o refiitan hipótesis de manera incompleta y por ello temporaria.

Relacionan signos no interpretados. Enunciados analíticos

Relacionan sucesos y procesos. Enunciados sintéticos.

La verdad es entendida como Coherencia formal

La verdad es entendida como Coherencia y correspondencia

Pero las ciencias tácticas son de dos tipos: las que se refieren a hechos de la naturaleza v aquella que se refieren a hechos sociales. Suponer que las ciencias sociales o humanas tienen como objeto de estudio solamente los hechos sociales y no las acciones y sus motivaciones es ya partir de una determinada concepción de ciencia. ^

Desde el ámbito de lo social, y especialmente del campo de la historia, se propuso una nueva t'oima de clasificación (siempre centrada en el objeto de estudio). No hubo polémica en tomo a la clase de ciencias formales (aunque la caracterización de éstas también ha sido un motivo de polémica) pero se consideró que debería hacerse una clasificación tripartita: formales, de la naturaleza y del espíritu. Posteriormente (al considerar que de algo como el espíritu no se puede hacer ciencia), en el campo anglo-sajón, se prefirió la designación de ciencias sociales (privilegiando el papel de la sociología, la antropología, etc.), en tanto en el continente europeo se prefirió ciencias humanas o ciencias del hombre.

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Pero los problemas de clasificación se irxreinentaron. Hay ciencias como la psicología que ha sido ubicada en diferentes grupos y esto depende de !a concepción de psicología que se posea. E.xisten epistemologías que la colocan dentro de las ciencias naturales, otras que la reconocen como ciencia social y otras que prefieren la designación ae c encías humanas, lo que significa que toda clasificación pone en obra una concepción de ciencia determinada.

No ha sido nuestra intención debatir sobre cuál de las clasificaciones es mas adecuada sino simplemente presentar un caso en que clasificar implica algo más que la búsqueda de un buen criterio clasificador, que existe en está elección el reconocimiento dé’diferentes concepciones de la ciencia.

Ordenar

Orden, distancia y origen son las propiedades del sistema numérico. Medir en sentido estricto significa entonces asignar estas propiedades a una detenninada variable í = atributo o propledadi. De manera de poder realizar todas las operaciones matemáticas.

El lenguaje numérico presenta tres características.1. Los números tienen orden.2. Las diferencias entre ellos están pautadas3. La serie tiene un único origen.

Pero en el caso en que no- podamos asignar todas las propiedades porque nuestra variable no está totalmente- matematizada, podemos realizar la operación de orden siempre que contemos con un concepto (relaciona!) o criterio que nos permite establecer comparaciones entre los individuos de nuestro universo de estudio. .-Lsí podemos decir que alguien es más inteligente que otro si contamos con un concepto relacional aceptado mediante el cual realicemos una comparación que nos permita establecer un orden tal como: A es mayor que B, (A es menor que B) o A es más que B (A es menos que B).

Hasta los juegos más elementales de niños implican formas de ordenamiento

Muchas veces la propiedad que estamos analizando y que pretendemos investigar no acepta más que ser clasificada, pero en otros casos pueden colocarse las clases en un orden

siempre que podamos establecer algún criteno para relacionar las clases o individuos. Estos ordenamientos son In.s niie en estadística se conocen eomo escalas de orden, es decir, un ordenamiento de las clases de mayor a menor o viceversa, según la conveniencia de la investigación. Para ordenar no se necesita medir la distancia entre una clase y otra o un individuo y otro colocado en la escala. Cuando esto es posible es porque hemos adjudicado a nuestra variable la otra propiedad del sistema numérico: la distancia o posibilidad de medir los intervalos. Pongamos un ejemplo de un ordenamiento en el cual no se puede medir la distancia entre clases o individuos.

Supongamos que de una población determinada nos interesa investigar la inteligencia. ¿Con qué criterio relacional vamos a trabajar? Los test pueden considerarse criterios relaciónales sólo cuando nos permite ordenar a los individuos en inteligencia superior, media o inferior (encontrando, por ejemplo, un valor numérico que exprese la relación entre edad mental -medida por el test- y edad cronológica) pero no podemos medir cuál es la real distancia entre uno y otro individuo.

Augusto Comte en el siglo XIX realizó un ordenamiento ¡erárquico de las ciencias. Tomó como criterio relacional u ordenador el de simplicidad / complejidad de las ciencias. Así, las ordenó de las más simples a las más complejas de la siguiente manera:

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La matemática (centrada en e! esoidio de !a cantidad).La astronomía (que agrega a la cantidad el movimiento).La tísica (que agrega las propiedades de los cuerpos).La química (que esaidia las alteraciones de la sustancia).La biología (que agrega la organización de la materia bruta).La sociología (que agrega las relaciones sociales y que comprende la economía, la moral, el derecho

y las leyes que regulan el curso de la historia).

Comte sostuvo que los resultados científicos de una ciencia más simple se transformaban en los recursos lógicos de la otra constituyéndose un árbol único con varias ramas.

Lo que no puede deteianinarse es cuánto más compleja es una que otra porque no hemos adjudicado a la variable la otra propiedad del sistema numérico: la distancia. Este ordenamiento de Comte ha sido muy entiendo desde distintas posiciones que sostienen un concepto de ciencia diferente al de este sociólogo.

Medir o calcular

Pero puede ocurrir que en un ordenamiento sea posible medir también la distancia entre los elementos ordenados. Este es el caso de la tabla de elementos químicos.

‘ ' A principios del siglo XIX se conocían cerca de cuarenta elementos. Los numerosos estudios realizados a pnneipios de ese siglo establecieron que los elementos podían clasificarse en familias, con propiedades químicas. Las dos propiedades mas investigadas para caracterizar un nuevo elemento eran; el peso atómico y la valencia.

En 1864, Jolm R. Nevvlands ordenó los elementos conocidos en orden creciente segtin los pesos atómicos. Este ordenamiento permite deterrmnar la diferencia entre un elemento y otro.

Con esto le hemos otorgado a nuestra variable la otra propiedad del sistema numérico: la distancia pautada. En efecto, para medir la cantidad de propiedad que diferencia a un individuo de otro (y no solamente el lugar que ocuparía en una escala de orden) necesitamos de una unidad de medida, es decir una magnitud que por repetición permite la medición de la distancia que e,tiste entre los individuos que se estudian; con lo cual puede elaborarse una función.Instrumentos de medición cada vez más

complejos permiten del desarrollo de casi todas las actividades humanas, para la ciencia estos aportes son fundamentales.

Pero si no se estableciera un consenso sobre umdades de medida, la medición en sentido estricto no sería posible. Solamente estaríamos habilitados para clasificar u ordenar. Más atin, recién cuando contemos con una unidad de medida

consensuada estaríamos habilitados para elaborar escalas de intervalo, podríamos sólo entonces hablar realmente de medida.

Por ejemplo la variable altura nos permite ordenar los individuos simplemente de mayor a menor pero también podemos medir los intervalos entre una altura y otra porque contamos con una unidad de medida consensuada: el metro. Esto nos permite elaborar una escala de intervalo y realizar todos los cálculos matemáticos. Según esto hemos asignado a nuestra vanable altura dos de las propiedades del sistema numénco; orden y distancia, faltaría ver si podemos asignarle origen para lo cual deberíamos contar con un cero absoluto.

Puede resultar difícil contar con un cero absoluto (ongen) que nos permita elaborar una escala de razón y sacar proporciones. Pero esto no es detemiinante porque puede colocarse un ongen convencional. Pensemos en lo difícil que ha resultado deteiminar cuál es el cero absoluto en la temperatura entonces se han establecido distintas escalas téimicos con diferentes ceros como origen, convencionalmente adoptados según las necesidades.

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La capacidad de medir de una ciencia, para las epistemologías positivistas, estaría dada por ia posibilidad de ascender üesde el nivel mas ba|o ge medida hacia los más altos, que permiten la reaiizacToñde ecuaciones y cálculos más preci-es. Si entendernos por medir incluso clasificar i,como en la pnmera acepción de! termino), será el ascenso desde la cl-i.sificación a la posibilidad de sacar proporciones y una ciencia que solamente puede clasificar se considerara que posee una capacidad de medida limitada.

En cambio aquellas que consideran medir como ordenar y más especificamente contar, suponen que una ciencia que solamente clasifica posee un staais de simple registro de los nechos y aún le falta desarrollo para constituirse en ciencia madura.

Asi la posibilidad de acceder a niveles más aims Hp mpHída indica, en .amhns pí rarácter maduro de una ciencia. Tales niveles son: la escala nominal (si se incluye la clasificación como forma de medida) las escalas de orden, de inten>alo y de razón.

Sin embargo, nos parece que se corre el nesgo de incurrir en lo que podría llamarse el fetichismo de las ecuaciones. Es indudable que algunas ciencias sociales han llevarin ai extremo su prurito matemático (como la economía) pero no puede pretenderse que todos los conceptos de cualquier campo del saber (tal vez también muchos problemas que trata la economía) sean reducibles a magnitudes extensivas capaces de tomar valores numéricos diversos. En muchos casos hay que buscar otros caminos.

La estadística ofrece un campo de amplias posibilidades, pero suponer que las estadísticas son capaces de mostrar las regulandades del objeto de estudio sin otras formas de estudio complementanas, ya implica una cierta concepción de lo social (como.'suma de_ partes).

Aceptamos, siguiendo a Piaget, que: “... ia posibilidad de bnndar conocimiento objetivo no está ligada solamente a las estructuras métricas o numéricas sino que, la naturaleza del objeto social, reclama otras formas de acercamiento.” (construcción de modelos o hermenéutica).

Tampoco se puede sostener que es sólo a través de la estadística que se consigue conocimiento de lo social o - humano. En todo caso la estadística, como otros recursos matemáticos son herramientas con las que se puede hacer muy poco si se las utiliza solas y se convierten en aliados valiosos cuando se comprende que la ecuación puede complementar el concepto, pero de ninguna manera suplantarlo.

De alguna modo las ciencias sociales y humanas han generado una apertura que obliga a abandonar los primitivos planteos epistemológicos, pero todavía hay amplios sectores que se debaten en la ambigüedad entre el rechazo absoluto a lo cuantificacional o la pobre idea de que los números son capaces de explicar la realidad .

Obra de Mario Torrecilla

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Capítulo IVLógica y argumentación

ta lógica tiene por objeto la estmcnira de los razonamieatos que se coustruyen a partir de las oraciones- informativas que tienen la posibilidad de ser verdaderas o falsas. Pero ,;,e.\.lste una sola lógica?

La lógica es una ciencia muy antigua. En el prólogo de la Critica de la razón Pitra de Imanuel Kant de 1787, este la había definido como una ciencia completa desde que la había pensado .\nstóteles en el siglo IV a C. Si bien la lógica aristotélica dominó la antigüedad, la Edad Media y buena parte de la Modernidad, en determinado momento se tomó insuficiente y se vio obligada a transformarse para dar cuenta de ¡as nuevas necesidades que traían los problemas al conocimiento. Hacia fines del siglo XVIII y principios del XIX, el filósofo alemán Hegel propone" una lógica enteramente diferente, a la que ya haremos alusión y que es la base de la concepción dialéctica. A partir de fines del siglo XIX y a lo largo de todo el siglo

XX comenzaron a aparecer otras propuestas novedosas que han ido revolucionando esta ciencia tan antigua y sobre la base de la cual, en una muy buena medida, se ha construido el mundo moderno. Resulta ñor In tanto inapropiado hablar de la lógica en general y se hace necesario siempre hacer alusión a que momento histoncij estamos haciendo referencia, a qué pensador, a que comente a que escuela, etc.

Ensayo de una definición general

üna definición muy general de lógica que podria abarcar a todas sus variantes es la siguiente:

La lógica es la doctrína de la buena consecuencia

Esto quiere deciríjue la lógica trata de los modos de razonamiento o argumentación que nos permiten alcanzar buenas conclusiones, entendiéndose por buenas cosas diferentes según la lógica de que se trate. Es decir se trata de poder determinar ciertos elementos de juicio que avalan una determinada afirmación. A este proceso de aportar elementos de juicio en favor de deteiminada conclusión .se In llama en términn.s generales, armimentación.

La argumentación se puede considerar como un proceso, es decir una foima de comunicar mediante juicios o como procedimientos especiales que tiene por fin tratar temas de validez argumental que se han hechos problemáticos o como producto, es decir, sobre argumentos cuya validez depende de su sola forma. Existen, asi, distintas perspectivas de análisis de este objeto teórico según las cuales la retórica se ocupa de la argumentación como proceso y la lógica de sus productos. Nosotros nos interesaremos, en este capítulo, por el producto de la argumentación, es decir, de los argumentos o razonamientos, encarando e! problema desde su perspectiva lógica, es decir, desde su foima.

Para los que la conciben como una ciencia abstracta y vacia, esto es. estructuras puras del pensamiento, de lo que se trata es de que esas conclusiones no incun'an en contradicción con los presupuestos de los cuales se los deriva.

(S5

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Las más vanadas construccionés de !a ciencia de !a lógica se inscriben en ia consideración de ésta como perteneciente a las disciplinas cuyo objeto es formal y vacio de contenido, a excepción de !a lógica hegeiiana. que analizaremos en otro contexto, y que plantea que el concepto en el cual se expresa la idea da cuenta de los procesos contradictorios que son ei motor de ia realidad.

La lógica tradicional o antigua: Silogística de Aristóteles

Los medievales, más precisamente los escolásticos, sistematizaron y crearon reglas nomotéticas para la exposición de la lógica aristotélica. Entre ellas figuranjanto el llamado cuadrado de oposición como los nombres que los últimos asignaron a las diferentesfiguras de los razonamientos a fin de hacerlas más fácilmente reconocibles mediante nombres.

"A ’’’ corresponde a los enunciados Universales Afinmativos, "E” a losUniversales Negativos, “I”, a los Particulares Afirmativos y '‘0 ”a los Particulares Negativos.

Todos los hombres son Nmgim hombre ésimortáEmortales. . ■' C- •■'G'

Universal Afirmativo Universal: Megatívo 1A — contrarios —

!sub-altemos

i

^ 1sub-altemos

i1 — sub-oontrarios

Particular .Afirmativo í- ParticularNésativoi- .Algunos hombres son. Mgónós fioinbrésnq son

. mortales. ' í^;f;mórtaresL;’

Gaatífado de oposición aristotélicoLos enunciados contrarios

no pueden ser ambos verdaderos a la vez, pero pueden ser ambos falsos. Ejemplo; Si es verdad que "todos los alumnos aprueban” es falso que "ningún alumno aprueba” pero puede ocurrir que solo algunos aprueben para hacer falsos a ambos enunciados.

Los enunciados contradictorios no pueden ser ambos verdaderos ni ambos falsos; si uno es verdadero, el otro es falso, y viceversa. Ejemplo: Si es verdad que "todos los alumnos aprueban” entonces es falso que "algún alumno no apruebe” y si este enunciado ultimo es verdadero entonces el anterior es falso.

Los enunciados sitbconti-arios no pueden ser ambos falsos a la vez, pero pueden ser ambos verdaderos. Ejemplo: Si es falso que "algún alumno desaprueba” entonces es verdadero que "algún alumno no desaprueba.”

En una subordinación, el subordinado se puede deducir válidamente del subordinante pero no a la inversa, de modo que si A es verdadero, I también lo es, y si E es verdadero, O también lo es. Ejemplo: Si es verdadero que "todos los alumnos apmeban” es verdadero que “algún alurnno aprueba”.

Lógica clásica

Esta plantea el llamado cálculo bivalente de enunciados y cálculo de predicados.^En ella nos detendremos particularmente para analizar algunas formas de razonamiento que constituirán la base de propuestas metodológicas tales como el inductivismo y el hipotético deductivismo^

A lo largo del siglo XX se fueron desarrollando otras lógicas con valores distintos a verdadero o falso de la lógica proposicional y se introdujeron valores tales como; “necesario” y “posible”, lógica modal; “debe” y “puede”, lógica deóntica; “sabe” y “cree”, lógica epistémica, y otras que aceptan más de dos valores. Estas últimas ha ido evolucionando promovidas por el mterés en la inteligencia artificial. La inteligencia humana no tiene la rigidez de afinnación y negación si y no, que ha sido la base del desarrollo de nuestras computadoras. Como todos sabemos, las computadoras pueden realizar operaciones a altísima velocidad, pero no pueden pensar ni aprender de sus errores. Para que esto sea posible es menester una muy sutil modulación entre una enoime cantidad y variedad de posibilidades. La lógica difusa, emparentada con la matemática borrosa, está tratando de constmir una lógica con esas características.

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Términos, proposiciones y razonamientos

Para encarar el tema central de la iónica- es decir, la forma de los razonamier.tos o argumentos correctos (o sea que nos permiten extraer buenas consecuencias) debemos previamente atender (aunque sea someramente) a las estructuras más elementalt^_q^J^ns_nnmpnnen- fénninia:í-y-firop<-i<nrinji' s

Términos

Los términos son las estructuras lógicas elementales representadas por los signos lingüísticos. Según la convención los términos pueden estar expre.sadn.s por una o más palabras. Ejemplo: 's illa ' es una palabra que expresa un término, pero también las once palabras 'la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires' expresan un único término, es decir, una síntesis signiftcativa.

r In tsrmino es el nombre de algo im una palabra suelta. Por ejemplo "cielo”. Obsérveseque no nos estamos refinendo al cielo, sino a la palabra “cielo” como signo del objeto cielo. Pero no decimos nada del cielo, o por lo menos nada es predicado de él. Por consiguiente no podemos decir de los términos que sean verdaderos o falsos.

Por proposición entendernos una estructura lógica de variado grado de complejidad, integrada por términos y cuya propiedad fundamental es ser portadora de verdad,. Es decir en la proposición se dice algo de las entidades signadas por los términos. Conviene aclarar que una proposición no es un enunciado. £1_ enunciado puede ser diferente y la proposición nn varía Por ejemplo, si digo: ‘El gato es pequeño’ y ‘Le chat est petit', son dos enunciados diferentes pero la proposición es la misma.

Retomando el ejemplo anterior del téimino 'cielo’ ahora agregamos qué si añrmamos, 'E l cielo está nublado 0 también. El cielo está nublado y yo no tengo ganas de hacer nada', no tenemos términos sino proposiciones de diferente grado de complejidad, ya que estamos diciendo algo del cielo, estamos predicando algo de él, y entonces tiene sentido decir de la proposición que es un enunciado que puede ser verdadero o falso de acuerdo a la correspondencia con el estado de cosas al que hace referencia.

Como señalara una famosa frase que pretende poner en evidencia esta situación, "Sólo podemos decir que es verdadero que la nieve es blanca si sólo sí la nieve es blanca”. Pero en si mismas tampocoson razonamientos, sino apenas intentos rlesrriptivos de te-realidad. Para que tengamos un razonamiento esas proposiciones deben estqr unidas de cierta manera de modo de poder extraer (inferir) de ellas una conclusión.

Ra^namientos

Entendemos por m-nnnmientri im f'nnj.mtr. H.» rplnpirmnHfl<¡ Hf. fr»rmg ral ■-Raimas HeIn.sffipmenfn.s rls ji linin que permiten iqferir una conclusión. Así la inferencia es un proceso psicológico

según el cual nos creemos justificados a admitir una conclusión por haber aceptado otras premisas. En este sentido sólo nos importa el razonamiento como estructura lógica. Sin lugar a dudas cuando razonamos trabaja nuestro cerebro porque estamos realizando inferencias, pero este hecho no es esUidiado por la lógica, sino por la biología del conocimiento o la psicología, es decir, no entra entre los temas que trataremos.

Una definición muy general de razonamiento, que luego iremos ajustando, señala que éste es un ítuyunts-de iios o-más proposiciones, una de las cuales se pretgnsie.que pueda-quedar justificada por los ias-otras, llamadas premisas que obran como elementos de juicio de la cónCtusión. Esta pretensión de que la conclusión esté justificada por las premisas se suele expl-kutar mediante las expresiones derivatwtas, que son términos tales como en consecuencia, por ende, por consiguiente, etc. y para señalar los elementos de juicio (premisas) que se supone apoyan la conclusión, en el lenguaje cotidiano, se usan expresiones tales

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como porque, dado que, pues, puesio que. etc. .Asi, los componentes del razonamiento son: las premisas, la conclusión y las expresiones derivativas.

Los-contenides-de los razonamientos pueden ser infinitos. pereT«-fbH«a--qit€ adcfuieKJi^iJiHWtedsi-esto lo aclaremos más adelante, ahora nos interesa mostrar cuáles son las dtfefeñíes' fomias de razonamiento.

Durante ¡micho tiempo se distinguió principalmente d(ís~tipes'Tle~Ta20ftaflaie«tos: *85ttacttves-a mdttctrvos y se relegó la analogía como una fonna de razonamiento menor. Con los trabajos de-Pierce, entre otros, que veremos en el capitulo siguiente, se revalorizó la analogía. Pero lo másJmportante de este lógico, _ tal como lo sostenemos más adelante, es que consideró que las leyes de la inferencia deductiva no son las únicas de las que debe tratar la lógica sino que, si entendemos que la lógica debe incluir los temas relativos a la lógica de la investigación científica, deben estudiarse las regias de otras fonnas de inferencia.

üna clasificación que suelen hacer muchos lógicos aa_jazcmam ientos-iTO-doduotivos —coHSiderados, por éstos como inváikles, éntf^-los qtieseeuentirtaTnéwGGión— y fós deductivos o válidos. La razón de esta clasificación fue dtsrtnwirnmiTrfipd den^2Tmmreñfó‘qlteHfiíCTaMBeu©stiorvab4e, del cual no quedase ninguna duda acerca de su coinección. No veremos aquí los motivos profundos de esta elección, pero diremos que este ideal de razonamientos perfectos tuvo como principales motivadores los problemas, contradicciones y anomalías surgidas en la argumentación ordinaria por una parte y el razonamiento en geometría por otra.

^También suele agrupárselos en razonamientos deductivos y razonamientos probables, dentro de estos j últunoisuele colocai'se la inducción y la abducción-. -----

En general, con una mirada muy esquemática, atada a un positivismo irreflexivo en un 'sentido profundo, asistimos a explicaciones sobre los diferentes tipos de razonamientos como si estos hubieran nacido vírgenes, incontaminados de la planta pura de la lógica formal.

Por otro lado asistimos a una crítica descalificatoria del papel fundamental de la lógica en la construcción del pensamiento y del mundo humano. En este sentido, podemos hallar una mirada superadora de estas falsas dicotomías en los ricos enfoques de algunas concepciones criticas. La temática referida a los razonamientos versa sobre la posibilidad de obtener conocimiento, preocupación principal de la ciencia.

En ciertos ámbitos de la epistemología, todas las polémicas parecen agotarse en tomo a la legitimidad de una u otra forma de razonamiento, fundamentalmente entre los inductivos y los deductivos. En esta parte desarrollaremos algunas nociones sobre cuatro formas de inferencia. ____-

La analogíaLa analogía es una inferencia que va de un todo-orgánico (conocido) a otro todo-orgánico (desconocido) |

por mediación de ciertas proporcionalidades o semejanzas con su forma o estructura orgánica. _ '

Las inferencias por analogía son tipos de razonamientos que en sus premisas comparan cosas, hechos o individuos observando sus semejanzas, similitudes o analogías.

tSi dos o más cosas son parecidas en diversos aspectos, se puede concluir que lo son.también probablemente

en algún nuevo aspecto no conocido.

La estructura de un argumento por analogía podría ser:

a, b, y c poseen las características F. G, Ha y h poseen, además, la característica Ic Dosee también la característica I

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El bisabuelo, el abuelo y el padre de Juan todos han tenido ácido unco alto El bisabuelu y el padre de Juan han sufrido de a¡ota. ,

Es muy probable Juan tenga gota.

Veamos la importancia de las propiedades en que se fundamenta la analogía. Cuanto más relevantes son las propiedades en se se cifran las posibilidades de comparación, más fuerte es la analogía y por lo mismo, la inferencia. Diremos que una propiedad (de las premisas) es relevante cuando aumenta la probabilidad de

ique e.xista otra propiedad nueva (la que se induce porjmalogía en la conclusión).

La abducciónLa abducción, por otro lado, no parte del caso (particular) para luego ir al rasgo (lo común) y

finalmente establecer la regla (el supuesto universal) como en el caso de la inducción ni parte de la regla, como la deducción, sino que va al caso y.obtiene finalmente el rasgo. La abducción busca en la regla (armada en tomo a vivencias y expeipencias pasadas, o inventada ad hoc) los atnbutos del rasgo, para entonces dictaminar o diagnosticar el caso.

La abducción, como se ve es el proceso de conectar modelos preexistentes con configuraciones de hechos y, de ese modo, acotar enormemente 'los espacios de búsqueda'. Es la única operacjóa lógica que introduce alguna idea, ya que la deducción desarrolla meramente las consecuencias de una idea ya establecida como verdadera y válida para una-cierta esfera de fenómenos (es decir, de los que ya se sabe que 'son casos de la teoría' ) y la inducción sólo se limita a comprobar, si una aplicación puede o no ser evidencia a favor o.en contra de una teoría. (Samaja, 1999, p. 87)

.\nstóteles es el primero en hablar de este tipo de argumentación llamándola 'apagogué (ver An. [, 25, pi 145) o también ‘silogismo por hipótesis’ (Top. I, 18, 9)

Para Peirce la abducción es el proceso de inferencia de un hecho sorprendente a una explicación del mismo. Explicación que satisface el siguiente requisito: si fiiera verdadero, el hecho ya no sería sorprendente. Es decir, supone que el hecho es el caso de una determinada regla. 'Veamos un ejemplo.

Resultado: esto (el alambre de cobre) conduce electncidad Regla; los metales conducen la electricidad Caso; esto (el cobre) es un metal

Desde el punto desvista lógico la abducción carece de valor formal dado que de premisas verdaderas no es seguro obtener una conclusión verdadera (cosa que es requerida para la validez formal de un razonamiento). Pero es cierto que no existe ni disciplina científica ni hombre alguno que no se mueva con razonamientos abductivos, dado que lo que tenemos frente a nosotros no son los procesos sino los resultados de esos procesos, que obran como indicios para considerarlos como caso de una determinada regla aprehendida por nosotros.

Por lo general. Erente a un hecho ‘sorprendente’ recurrimos a nuestros conocimientos previos (enciclopedia) y buscamos ellos una reglas que lo explique. Hay casos, aunque son los menos y por lo general se trata de problemas científicos, en que la regla no existe y hay que inventarla como dice Peirce. Este proceso de invención también es abductivo.

Sin la abducción el sistema de inferencias se vuelve irremisiblemente paradójico. La misma deducción se toma imposible porque ella presupone que la mente está en condiciones de proveer las premisas, y una de sus premisas exige la afirmación del caso [..] ¿Cómo se obtiene el caso '? ¿Cóm.o sabe el hom.bre común o el empleado de migraciones que está frente a un inglés ? [...] del saber de la especie (la regla) y de los indicios paniculares (el resultado) se infiere el todo substancial o la esencia fomal que da sentido a este singular (el caso). (Samaja)

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Samaja plantea que las cuatro formas de argumento participan de un modo rico y complejo en la producción de conocimiento. Cuando se trabaja dentro da una teoría es difícil establecer '‘ordenes de aparición”, pero señala que en el proceso de la creatividad intelectual se podría aplicar el siguiente esquema:

Señala Samaja que para que baya teoría "en sentido actual” :

... debe haber conceptos, juicios y razonamientos íes decir, defíniciones, regias y articulaciones lógicas) y no meras percepciones, metáforas, imágenes o representaciones abigaijadas._con múltiples desplazamientos y condensaciones. ¡ Pairee, en Samaja) —

La consideración de circunstancias, acciones, hechos, de acuerdo a proposiciones que los sistematicen bajo modelos arguméntales, se convierte en ciencia. Samaja. en su libro Espistemologiay Metodología, cita la distinción de Peirce en cuatro métodos de fijar creencias: el de la tenacidad, el de la aulondad. el de la metafísica o a pnori, y finalmente el cuaito, de la ciencia. No haré referencia pormenonzada a las características de cada uno, pero debe quedar claro que los tres primeros son calificados por Peirce como saberes no científicos, considerando al cuarto como:

La hipótesis fundamental del método científico es esta: Hay cosas reales, cuyos caracteres son enteramente independientes de nuestras opiniones sobre ellas; estas realidades afectan nuestros sentidos de acuerdo con leyes regulares, y, aunque nuestras acciones son tan diferentes como nuestras relaciones a los objetos, aun asi, aprovechando las leyes de la percepción, podemos acertar por razonamiento, cómo son realmente las cosas; y cualquier hombre, si tiene la suficiente experiencia y razonamiento sobre ello, llegará a la única conclusión verdadera.(Samaja, 1999, p.26)

' La inducción

qué llamamos inducción? La inducción es una forma de inferencia que va de-le-particular arítr añíversal mediante una generalización, o dicho en 4brma más,moderna la conclusión agrega infarmación que no estaba contemplada en las premisas. Inducción es la traducción latina del término griego ‘epagogé’ derivado del verbo ‘epágo’, del que hace uso Platnp en vanas de sus obras con el significado de ‘inducir’ o ‘conducir’ (por ejemplo, a un niño a adquirir algún conocimiento) o también,‘aducir’ un testimonio a favor de cierta afirmación. Como se puede ver, el término así usado tienefundamentalmente sentido pedagógico y psicológico pero no técnico. El primero en utilizar "epagogé como término técnico propio de la lógica fue Aristóteles. Esto lo hace en varios lugares de su obra

lógica, pero la caracterización más clara a nuestros fines es la que da en Tópicos 105 a. Allí dice: ‘‘L i^ iiiducci^es la trafisidfiSn de lo particular a Jq--universal. Por ejemplo, si es el mejor de los pilotos y de los cocheros el que mejor desempeña su oficio, podrá decirse en general también que el mejor es el que hace lo mejor. Lainducción es másqjfirsuasiva y más ciara, más-accesible- 3- la sensación y más conocida del vulgo; el silogism o-es-m ás poderoso y más vigoroso para refutar a los contradictores.’!.

En el silogism o (forma clásica del razonamiento deductivo) se identifican dos términos o conceptos (el sujeto y el predicado de la conclusión) cón un tercer término o concepto (el término medio, que se encuentra en las premisas solamente). En la inducción, en cambio se establece una relación entre individuos

y un concepto universal. Es decir que ‘saltamos’ del plano sensible al plano inteligible, del plano de los hechos particulares al plano de las leyes.

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ELe^uema de la inducción

Este esquema podría indicarse de la siguiente manera;

Si tengo una gran cantidad de A y todos los A tienen sin excepción la propiedad B, luegopodemos afirmar que todos los A tienen la propiedad B.

Pierde elabora el siguiente esquema para~represencarai razunaimenlo inductivo:

Caso: se analizan estas barras de metal (hierro , cobre, bronce, etc.).Resultado: se constata que son sólidas.Regla: todos los metales son sólidos.

Este esquema vacio puede ser llenado con cualquier contenido, como por ejemplo; Si he observado una gran cantidad de cuervos y todos los cuervos sin excepción poseen la propiedad de ser negros, entonces podemos concluir que todos los cuervos son negros.

En la mayoría de los libros de lógica aparece el ejemplo de los cuervos negros o de los cisnes blancos. En ese sentido no nos hemos mostrado muy onginales, pero podemos poner el contenido que se nos ocurra, porque lo que está enjuego es la forma inferencial y no los contenidos. Estos razonamientos no pertenecen a zoólogos, sino a lógicos. Por eso podemos usar cuervos, cisnes, letras o cualquier otra cosa. Si verdaderamente estuviéramos preocupados por los cuervos y su color, si estuviéramos en la función de zoólogos, entonces estaríamos razonando inductivamente pero dentro de un propósito metodológico, esto es, averiguar cómo es cierta .parte de la realidad.

El problema del “caso en contrario” de la inducciónEl razonamiento inductivo (sostenido por muchos como poco confiable o carente de valor) ofrece ciertas

dificultades. En principio, que al pasar de lo particular a lo universal no hay nada que nos garantice que, en ese universal, no se encuentre justamente el caso particular que carezca de la propiedad que mediante generalización se ha asignado a todo el universo. Con lo dicho estamos señalando que no es posible hablar de razonamientos inductivos cuya estructura sea válida, es decir de cuales podamos obtener una conclusión verdadera.

Por tanto, el proceso inductivo, que consiste en el paso de lo particular a lo universal mediante una generalización, sólo será confiable en tanto la consideración de los particulares corresponda a la totalidad del universo. Si así no fuera, siempre tendríamos la incertídumbre de que la-generalización pueda ser contradicha. Esta situacióh es la que ha obligado a los inductivistas a reconsiderar y modificar sus supuestos. Y entonces, nuestro esquema básico sufriría la siguiente modificación:

Si tengo una gran cantidad de A y todos los A poseen sin excepción la propiedad Bluego puedo afirmar que prohabiemente todos los A tengan la propiedad B.

Esta modificación en la consideración del universal tlie denominada por algunos, retirada hacia el probabilismo, de la cual suelen servirse tanto la estadística (que analizaremos más adelante), t

Mas, en tunción de esta retirada al probabilismo podemos alegar que los razonamientos inductivos pueden ser distinguidos m tre fuertesv débiles, de acuerdo al grado de probabilidad que tengan.

El problema de la corrección del razonamiento inductivo

De este modo puede aducirse que la verdad de las premisas no es garantía de la verdad de la conclusión al contrario de cómo ocurre en el razonamiento deductivo válido que veremos más adelante. Volvamos a nuestro ejemplo de los metales;

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Esta barra de bronce es meta! y sólida Esta baiTa de cobre es metal v sólida

Por lo tanto, todo lo que es metal es sólido

Como se verá si bien las premisas son verdaderas, la conclusión no lo es, puesto que existe por lo menos un metal, el mercurio que es liquido.

La^^dji££ión

Üna clasificación que suelen hacer muchos lógicos en tomo a los razonamientos los divide en dos grandes grupos: los razonamientos no deductivos -considerados por éstos como inválidos, entre los que se cuentan los inductivos— y los deductivos o válidos. La razón de esta clasificación fue distinguir un Cipo de razonamiento que fuera incuestionable, del cual no quedase ninguna duda acerca de su corrección.No veremos aquí los motivos profundos de esta elección, pero diremos que este ideal de razonamientos perfectos tuvo como principales motivadores los problemas, contradicciones y anomalías surgidas en la argumentación ordinaria por una parte y el razonamiento en geometría por otra.

La caracterización más adecuada de los razonamientos es la que se realiza desde el punto de vista de la herencia o transmisión de la verdad de las premisas a la conclusión. En este sentido, los razonaraientos deductivos tienen ana forma tal que garantiza la herencia o transmisión de la verdad de sus premisas á la conclusión. ‘ *'

Ningún otro tipo de razonamiento ofrece esta garantía. Tanto el razonamiento inductivo como el abductivo son de tal naturaleza que, partiendo de premisas verdaderas, la verdad de la conclusión se afirma con una razonable probabilidad, lo cual no quita que pueda llegar a ser falsa.—

Es-por esta razón que Aristóteles caracterizó al razonamiento deductivo como el modo válido de la demostración científica. Es por esa razón que, siguiendo una tradición secular, K.limovslcy sostiene ' que sólo los razonamientos deductivos son válidos y que, sólo por abuso del lenguaje se dice que hay razonamiento deductivos inválidos. Para este autor, si un razonamiento es válido, es deductivo, y si es inválido será de cualquier otro tipo menos deductivo.

Frente a esta diferenciación tan tajante vamos a seguir a Copi, entre otros, que más moderadamente sostiene que de los razonamientos no deductivos no se puede decir que sean válidos o inválidos sino más o menos fuertes.

Aceptamos, pues, que ni la inducción ni la abducción son deductivamente válidos, pero eso no'^^^ significa que sean inservibles, inútiles o, menos aún, perjudiciales. Todo, lo contrario, en ciertas condiciones tienen tal fortaleza argumentativa que los convierte en herramientas muy útiles en el trabajo científico.

Veamos, pues, qué entendemos cuando hablamos de validez de un razonamiento deductivo, o cuando hablamos de validez deductiva.

Verdafiefo-TK5~g5~tirmismo que válido. Las. proposiciones son las portadoras de verdad^ los razonamientos-són los que guejienser deductivaméñtsrválidós ci deductivamente inválidos.

La validez de un razonamiento deductivo puede definirse como : “R es válido si las premisas son verdaderas, entonces necesariamente la conclusión es verdadera. O lo que es lo mismo; R es válido cuando no es posible que las premisas de R sean verdaderas y su conclusión falsa.” (R. Orayen). Su conclusión está implicada en las premisas.

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En resumen y uniendo las distintas formas de valide? enunciadas; Un razonamiento es deductivo, esjiecir,-es^ válido niándo: ''

Todo lo que se dice en la conclusión está dicho de algún modo en las premisas (relación ueductiva).

La verdad de las premisas es garantía suficiente para la verdad de la conclusión (relación suficiente). Si las premisas son verdaderas la conclusión no puede ser falsa (relación necesaria).

Su validez puede decidirse por métodos lógicos. La validez depende de su forma lógica y es relativa al sistema, (carácter formal).

Desde otra perspectiva, se hace referencia al hecho de que los argumentos deductivos no aumentan la información acerca del mundo mientras que si lo hacen los inductivos. Aquí, el acento cae sobre las dimensiones semánticas. Desde este punto de vista el concepto de infoimación semántica ayuda a establecer una distinción fundamental. En general se espera que de un razonamiento se pueda obtener en la conclusión más información que la que aparece en las premisas. Pero no es esto lo que pasa en la deducción.

Peirce da el siguiente esquema para el razonamiento deductivo:

Regla Todos los mamíferos son vertebrados (verdadero)Caso Lá ball-ena es el caso de un mamífero (verdadera)Resultado: La ballena posee la propiedad de ser vertebrado (verdadero)

En el caso de la deducción sabemos que, aunque no sea lo definitorio de ella, inferimos lo particular de lo general. Es decir, partimos de una proposición que, por su generalidad, puede considerarse como una regla. Luego, tras la constatación de un hecho que consideramos un caso de esa regla, inferimos cierto resultado, o sea la conclusión del razonamiento.

Comparemos el esquema de la abducción con el de la inducción y la deducción:

a) Deducción ; Regla + caso = resultado.b) Inducción : Caso + resultado = reglac) Abducción; Resultado + regla = caso.

El razonamiento deductivo desde la perspectiva de la lógica preposicional

Teniendo presente este ideal de razonamiento válido como razonamiento incuestionable, analicemos los razonamientos deductivos, tomando la lógica proposicional. Esta lógica estudia las conexiones entre las proposiciones, desentendiéndose de los elementos internos a ellas. Así, por proposición entiende aquel enunciado del que se puede afirmar su verdad o falsedad (a diferencia de las órdenes o exclam aciones). Ahora bien no podemos confundir proposiciones con oraciones, puesto que, por un lado, oraciones distintas pueden expresar una misma proposición, como por ejémplo, “el filósofo resuelve un crucigrama" y “el crucigrama es resuelto por el filósofo”. En estos casos, se trata de oraciones distintas, la primera tiene cinco palabras y la segunda siete. Sin embargo, las dos tienen el mismo sentido, puesto qué ambas afirman la misma verdad o falsedad. Por otro lado, una misma oración puede significar dos proposiciones diferentes, como “el Ministro de Educación es sociólogo” . Esta oración puede hacer referencia al actual ministro, al anterior o a otros en la historia pasada, que también hayan sido sociólogos.

Los medios de los que se vale la lógica proposicional son l) las variables y 2) las constantes, formadas por las a) los signos auxiliares y b) las conectivas.

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1) Las vanabl.es de proposiciones permiten transformar i; i proposiciones en formas, haciendo abstracción de su contenido. De este modo, si a las proposiciones "la nieve es blanca” y "Paris es la capital de Francia” le sacamos el contenido, quedan convertidas en “p'^y "q”,

2) Entre las constantes tenemos:

a. los signos auxiliares,~que son el paréntesis, el corchete y la llave: “ ( [( )J}’Ty b. las conectivas," que son los dispositivos que unen dos proposiciones simples o atómicas, como, por ejemplo; “la nieve es blanca” y “París es la capital de Francia”, en una proposición compleja o molecular. Estas conectivas son:

La con.junción, que usa el signo para representar las siguientes e.xpresiones lingüisticas: "y”, “pero”, "aunque”, "sin embargo”, “no obstante”. De modo que la e.x.presión “la nieve es blanca y Parts es la capital de Francia” queda simbolizada: "p . q”. Debemos ;aclarar que la palabra "y” tiene otros usos además del de conectar enunciados. Por ejemplo, [ el enunciado “Sarmiento y Alberdi eran contemporáneos” no es una conjunción sino un ¿ enunciado simple que e.xpresa una relación.

• La disyunción, que utiliza el signo “v” para simbolizar las siguientes e.xpresionesi "o", “y/o”, “a menos que”, otros. .Asi. la e.xpresión: “La nieve es blanca o Paris es lá capital

•p V qde Francia” se simboliza: Tomaremos acá la disyunción en sentido débil de "tuio.,uotro, posiblemente ambos", y haremos abstracción de la di.syuncióii en sentido fuene cuyo significado es “al menos uno > a lo sumo uno” ■ í

La negación, que utiliza el signo para simbolizar las siguientes e.xpresiones;, "no”, "no es cierto que”, "no se da el caso de que”, “nunca”. De modo que ia proposición, simple: “la nieve es blanca" se conviene en compleja mediante la negación. .Así, “no es cierta que la nieve es blanca”, se simboliza; “'-p”.

• El condicional, que se representa: "rj”, organiza sus proposiciones en antecedente; y consecuente.De este modo, la proposición " la nieve es blanca", es el antecedente delt consecuente "París es la capital de Francia" , de la e.xpresión “Si la nieve es blanca, entonces!Pans es ia capital de Francia”. Dada ia complejidad de este tipo de proposición, es convenientes que le demos una atención especial. j

Si combinamos dos enunciados [que expresan una proposición] colocando la palabra "si” antes del primero e 'insertando entre ellos la palabra “entonces”, la proposición compuesta resultante es un condicional. [...] el componente que se halla entre el si y el entonces (reemplazable por una coma) es el llamado antecedente, y el componente que sigue a la palabra entonces, el consecuente. (Copi, 1984)

Una característica de nuestro lenguaje cotidiano, y de muchos textos científicos (especialmente los propios de las ciencias sociales) es que esta estructura del condicional se encuentra oculta en fomaas más complejas. No obstante ello, aún así pueden distinguirse en ellas el antecedente y el consecuente. ^

a) "Que existan marcianos significa que hay vida en otro planeta. "

b) “Es necesario que tenga paciencia si quiere obtener algiin re.ndtado. "

c) Es suficiente que suene el timbre para que mi perro comience a ladrar. "

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En todos estos casos podemos señalar un antecedente (el texto en negrita), y.un consecuente (el texto en cursiva), que incluso pueden aparecer invertidos en su orden, como en el ejemplo (b). Es decir que, si llamamos ’p' al anteceaente y 'q' al consecuente podemos fonnalizar todos estos enunciados, y cualquier otro, del siguiente modo: p ^ q

Además de las complejidades lingüísticas ya señaladas, tenemos el problema adicional de que se pueden distinguir distintos tipos de condición, a saber:

La condición suficiente"

Podemos explicar esta condición tomando el ejemplo del enunciado (c). Si bien es cieno que el perro ladrará cada vez que suene el timbre, no obstante podrá hacerlo, y en efecto lo hace en muchas otras opoitunidades. Es decir que es suficiente que suene el timbre para que el perro ladre, pero no es necesario, ya que puede hacerlo por otra razón cualquiera.

Por eso se dice que, en un enunciado condicional, el antecedente es condición suficiente pero no necesaria para el consecuente.

La condición necesaria

Podemos explicar esta condición tomando el enunciado (b) y suponiendo el caso de alguien que va de pesca. Efectivamente, es necesario que se arme de paciencia si desea pescar algo, pero con la sola paciencia no basta; es necesario también echar el anzuelo al agua con la camada apropiada, etc., etc., para obtener algún pez. Es decir que hay condiciones cuya presencia es necesaria pero no suficiente para que se produzca algo.

Así como el antecedente es condición suficiente, pero no necesaria, para el consecuente, este último es condición necesaria, pero no suficiente, para que se dé el antecedente.

.“M decir que algo es condición suficiente o necesaria de otra cosa, estamos indicando que entre ambas existe una conexión que se conoce como relación de implicación. Pero esta relación es semántica, de sentido; es decir que la significación del antecedente implica la significación del consecuente; que el significado de aquél dota de significación a este último.

Ya hemos señalado anteriormente que el análisis lógico no es semántico sino sintáctico, no interesa el contenido significativo de antecedente y consecuente sino la forma de la implicación.

Pero, ¿cómo defujir la implicación atendiendo sólo a su forma? ¿Qué sentido tiene "p implica q” ( p to q ) ? Sólo queremos decir que "es imposible que se dé "p" y no se dé "q”, lo que queda simbolizado en; ( p 3 q) = - (p . - q).

Esta relación se ve con mayor claridad si prestamos atención ai siguiente enunciado condicional en el que antecedente y consecuente no guardan ninguna relación semántica entre si;

“ si Injusticia argentina es la mejor del mundo, entonces yo soy el Rey Salomón "K

La única relación que podemos descubrir aquí, e interesa a la lógica, es que, dada la obvia falsedad del consecuente, el antecedente no puede menos que ser también falso. Esto equivale a lo dicho anteriormente, que es imposible que se dé ‘p’ y no se dé también ‘q’ o, lo que es lo mismo, es imposible que sea verdadero "p” y falso "q”.

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La condición necesaria y suficiente

Este tercer tipo de condición ocurre cuando antecedente y consecuente se implican mutuamente ipor eso se habla de doble implicación o equivalencia), ya que la presencia o ausencia de uno de ellos (“p"’ o ' ‘q") implica la presencia o ausencia del otro f q ” o "p").

No obstante la importancia que para la lógica tiene este ultimo tipo de condición, nosotros seguiremos ahondando en la implicación material (el condicional) pues es un asunto que es preciso tener bien claro para una mejor comprensión de problemas que trataremos más adelante al hablar del método.

Formalización de proposicionesEl pasaje de proposiciones a fonmas proposicionaies se denomina simbolización o formalización.

.■\1 respecto, existe una técnica para simbolizar que consiste en:

1) discriminar las conectivas,2) asignar el variables, y3) ubicar los signos auxiliares.

Por ejemplo, si queremos formalizar la siguiente proposición: “Si una comunidad aspira a organizarse y vivir civilizadamente entonces deberá planificar según reglas”, operamos de la siguiente manera;

a) Subrayamos los términos que expresan conectivas;

Si una comunidad aspira a organizarse y vivir civilizadamente entonces deberá planificar según reglas.

b) ,A.signaraos a cada una de las proposiciones una variable proposicional;

p: una comunidad aspira a organizarse q: vivir civilizadamenter: deberá planificar según reglas.

En el ejemplo dado, la conectiva principal es el condicional: “si... entonces... ” que corresponde al antecedente y al consecuente de la proposición. .Asimismo, observamos que en el antecedente hay dos proposiciones relacionadas por una conjunción.

c) Para expresar que el condicional es la conectiva principal, hay que poner suantecedente entre paréntesis. Así se obtiene la forma; (p ■ fi) ^ t

Establecimiento de los valores de verdad de las proposiciones

Puesto que todo enunciado es verdadero o falso, todo enunciado tiene un valor de verdad. Al respecto, existe una conexión entre el valor de verdad de las proposiciones simples y el valor de verdad i de las complejas, como veremos a continuación.

La conjunción. Con respecto al valor de verdad de una proposición conjuntiva, decimos que una conjunción es verdadera si ambos componentes también lo son. Por ejemplo, es claro para nosotros que, si prometemos ir a clase y realizar un trabajo, sólo habremos cumplido nuestra palabra si, efectivamente, obramos en consecuencia con las dos responsabilidades asumidas

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La negación. Con respecto al valor de verdad de ana proposición negativa, señalamos que la negación de un enunciado verdadero será y la de un enunciado falso será verdadera. El sentido de esta atribución de verdades, no excede el sentido común. .A.dvertimos que la negación es la única conectiva que convierte a una sola proposición atómica, en molecular.

La disyunción. Una disyunción es verdadera si uno de los disyuntivos o ambos son verdaderos. D ejnodo que será Jalsa cuando ambos sejin falsos. En este caso, la pnmera columna puede sorprendemos. En efecto, nos preguntamos, ¿cómo puede una disyunción ser verdadera, cuando ambas proposiciones lo son? Para explicamos esto, debemos recordar lo expresado, decíamos que tomábamos ia disyunción en sentido débil, esto es, "una u otra opción, pero también las dos”.

El condicional. Como ya vimos un enunciado condicional afirma que el antecedente implica el consecuente. N'o afirma que su antecedente sea verdadero, sino solamente que si el antecedente es verdadero, entonces su consecuente también será verdadero. Tampoco afirma que el consecuente es verdadero, sino que su consecuente es verdadero si el antecedente lo es. De modo que un condicional sólo es falso, cuando su antecedente es verdadero y su consecuente es falso. ■ .ti.-. • •

La dinámica de los razonamientos deductivos .

Como vimos en la definición de razonamiento en general, éstos resultan de la determinada organización délas proposiciones, tal que de una de ellas (conclusión) se afirme que deriva de las otras (premisas), las cuales son consideradas como elementos de juicio a favor de la verdad de la primera. ,A.dvenimos que “premisas” y “conclusión” son téiminos relativos, dado que una misma proposición puede ser premisa de un razonamiento y conclusión de otro. Así, llamaremos a una proposición “premisa” cuando aparece como supuesto de un razonamiento y “conclusión” cuando se desprende de las premisas.

Reconocimiento de premisas y conclusión

Dado un razonamiento, podemos discriminar entre las premisas y la conclusión, analizando las proposiciones según el contexto general del razonamiento, o por medio de indicadores. Con respecto a los indicadores, existen de dos tipos. Estos son; Indicadores de premisas: “yaque”, “dado que”, “puesto que”, “porque”, “pues”, “en tanto que”, “en razón de que”. Indicadores de conclusión; “por lo tanto”, “por ende”, “asi”, “luego”, “por consiguiente”.

Razonamiento y forma de razonamiento

Debemos distinguir entre el razonamiento, que posee contenido informativo, y su forma lógica, que es el resultado de la sustracción de ese contenido. Al razonamiento con respecto del cual sustrajimos su contenido informativo, lo llamamos “forma de razonamiento”; al contrario, cuando damos un contenido a la forma, decim os que esta ilustración es un “caso de sustitución” o “ejemplo” de la forma o “interpretación” de la misma. .Asi, para abstraer la forma lógica de un razonamiento se traduce cada proposición atómica por una letra proposicional, y cada término de conectiva por el correspondiente signo lógico que lo abstrae:

Razonamiento Forma lógica

Si estudias, entonces aprendes Si aprendes, entonces sabes Luego; Si estudias, entonces sabes

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p Z) qJ 3 fp m r

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La corrección o incorrección de. un razonamiento no depende de la verdad o falsedacf de las premísás ~ ~

Corrección o incorrección de los razonamientos deductivos

La corrección o incoiTeccion de los razonamientos deductivos son independientes.de ios valores de verdad de las proposiciones que lo componen. Dijimos antes que un razonamiento consiste en la detemainada organización de sus elementos; esto significa que un razonamiento es una ■'constniccion'' elaborada con

proposiciones que serán las premisas y la conclusión. En tal sentido, la "verdad” no es predicable de una construcción, como nos resulta obvio que no puede ser predicable de un edificio. Respecto de éste, podemos decir*que está bierTo" mal construido, pero no que es verdadero o falso; del mismo

modo, predicamos la coiTección o incorrección de un razonamiento. Pero, si ¡a coiTCCcion o incorrección de un razonamiento no depende de la verdad o falsedad de las premisas, nos preguntamos, entonces, <;,cuándo un razonamiento es correcto o de qué depende su coiTección ’ En tal sentido, respondemos que un razonamiento correcto depende de la validez de su forma. Esta foima es el resultado de una deiemiinada disposición, a la que antes aludimos, entre las proposiciones que confonnan las premisas y la conclusión. De este modo, añnnaraos

que un razonamiento es correcto cuando constituye un ejemplo de sustitución de una forma válida de razonamiento. Esta respuesta abre un nuevo interrogante, éste es ^cuándo una forma es válida? Es necesario forjar un criteno que pentiita distinguir las fonnas válidas de los razonamientos, de las

formas invalidas. Qüe la existencia de dicho criterio resulta imprescindible, lo muestran las dificultades que trae el dejar librado a la intuición el determinar si un razonamiento es o no correcto. Ejemplos de estas dificultades son los sofismas,'razonamientos que, siendo incorrectos, tienen la apariencia de ser correctos, haciendo que de premisas aceptadas se extraigan conclusiones inaceptables, hl ejemplo que veremos a' continuación tiene más de 2000 años de antisüedad.

Un razonamiento es.Gorrepta si sn fbnná es.'yáiidi.ijr'*/' L

La primera premisa afimna que toda persona tiene lo que no ha perdido, que es verdadera en el sentido que, si una persona tiene algo, es porque no lo ha perdido. La segunda, es la respuesta a la pregunta “¿Has perdido tú los cuernos ?” y dice: "tú no has perdido los cuernos”. Finalmente, la conclusión dice: "por lo tanto tu tienes cuernos".

Toda persona tiene lo que no ha perdido.

Tú no has perdido los cuernos.

Tú tienes cuernos.

Este razonamiento tiene apariencia de estar bien hecho, las premisas parecen verdaderas y la conclusión es falsa. Lo que espontáneamente nos parece válido puede muy bien no serlo, por lo cual más vale forjar un criterio claro para distinguir los razonamientos correctos de los que no lo son. .Al resneetn. una forma de razonamiento es válida cuando ninguno de sus ejemplos de sustitución tiene premisas verdaderas y conclusión falsa. Puesto que la validez de un razonamiento no depende del contenido informativo de las proposiciones, sino de su forma lógica, sucederá que: a) si una fonfia de razonamiento es válida, todos sus ejemplos de sustitución serán razonamientos correctos, aunque todas sus proposiciones (premisas y conclusión) sean falsas; y b) si una forma de razonamiento es inválida, todos sus ejemplos de sustitución serán razonamientos incorrectos, aunque todas sus proposiciones (premisas y conclusión) sean verdaderas. De manera que la validez de una forma de razonamiento deductivo no garantiza la verdad de las proposiciones que la estructuran; del mismo modo que la verdad de las proposiciones que integran un razonamiento no es garantía de la validez. N©-Jiay_qu«A confundir validez con verdad. oq>ucTiH iíA'Li'jo

4^0 XLa independencia de la verdad o falsedad de las

proposiciones, con respecto a la corrección o incorrección de los razonamientos, suele llamar la atención de quienes no poseen entrenamiento lógico. En tal sentido, muchos se preguntan: ¿cómo es posible que alguien que, porejemplo, razona con proposiciones verdaderas, esté razonando m.al? El hecho de que razonar bien, en

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’fyL'á forma de : u a j^ ^: Hnaadmite'casos de sustiliic'ton"co¿ry

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ei senado de usar razonamientos correctos, no es lo mismo que razonar con proposiciones verdaderas parece contrario a la intuición, o sea, a lo que espontáneamente pensaríamos. Sin embargo, podemos advertir que cuestiones tales como que la t ierra es esférica o que ei aire pesa, también son contrarios a la intuición ingenua. Tai vez, esta coalición entre la lógica y el sentido común constituya un desafio que le otorgue mayor interés a la empresa de! pensamiento.

Con el fin de aclarar estas cuestiones, vamos a buscar casos de sustitución de dos formas de razonaiuiciUo. Para determinar los casos de sustitución de una forma dada, debemos dar un coruenido a cada una de las proposiciones de las premisas y de las proposiciones de la conclusión. Cabe advertir que nuestros ejemplos están dirigidos a probar cuestiones internas a,L,a lógica, sus falenn]PU! n lnp¡rnt; sintácticos. Por lo tanto, la intromisión de la semántica Se regirá por criterios operativos. Le corresponderá a cada ciencia particular estipular los contenidos de sus disciplinas; a nosotros sólo nos interesa hallar las coherencias o incoherencias dentro del sistema, con prescindencia de la correspondencia entre los enunciados y la realidad. Asi, un posible caso de sustitución de la forma: "p o q” es “si Cristóbal Colón descubrió América entonces todos los gatos son felinos”

Como una proposición es un enunciado del cual se debe poder predicar la verdad o falsedad, una proposición, será verdadera o falsa, según el caso de sustitución que ensayemos. Al respecto, es oportuno recordar que un condicional sólo es falso, si el antecedente es verdadero y el consecuente es__mlso, siendo verdaderos todos los demás casos. .“Vs!, la proposición “Si Cristóbal Colón descubrió Europa entonces todos los gatos son pardos”, es verdadera, puesto que el antecedentes y el consecuente son falsos. En cambio, el condicional “si Cristóbal Colón descubrió América entonces todos los gatos son pardos” es una proposición falsa. Otra cuestión que debemos tener en cuenta es que las premisas, dentro de un razonamiento, se unen por la conjunción; de modo que, si una conjunción sólo "esC/erdadera si las dos proposiciones que la componen son verdaderas, una premisa falsa, extiende la falsedad a todas las premisas.

lera, forma;

FormaCasos de sustitución:

a. Con premisas verdaderas y conclusión verdadera:Si las ballenas son mamíferos entonces Moby Dick es una ballena

Mobv Dick es una ballena Las ballenas son mamíferos

'b. Con premisas falsas y conclusión verdadera;Si las ballenas son mamíferos entonces Moby Dick es un mono

Mobv Dick es un monop qy •q

p

Las ballenas son mamíferos

c. Con premisas falsas y conclusión falsa:Si las ballenas son invertebrados entonces Moby Dick es un mono Mobv Dick e:? un monoLas ballenas son invertebrados

d. Con premisas verdaderas y conclusión falsa:Si las ballenas son invertebrados entonces Moby Dick es una ballena

Moby Dick es una ballena

Las ballenas son invertebrados

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Obsérvese en c. que la primera premisa es verdadera, va que el antecedente y el consecuente son falsos y. como vimos, el condicional sólo es falso si el antecedente es verdadero y el consecuente es' falso. Pero la segunda premisa es falsa. Y la falsedad de una de las premisas se proyecta sobre todas. Por lo tanto, afirmamos que las premisas son falsas.

Obsérvese en d. que la primera premisa es verdadera, puesto que el antecedente del condicional es falso y el consecuente es verdadero. Como la segunda premisa también es verdadera, entonces afirmamos la verdad de las premisas.

Con la forma arriba citada, hemos encontrado todos los casos de sustitución, o sea que es posible que con premisas verdaderas, la conclusión sea falsa. ¿Qué quiere decir aquí "‘posible”'!’ Una explicación del significado de la palabra “posible", en este contexto, es que podemos concebir, sin contradicción, un mundo donde se den las situaciones arriba consignadas. No se trata del concepto de posibilidad física, como cuando decimos; “es posib le que H ueva '’, sino del concepto de posibilidad lógica: “p o s ib le ’’ significa que puede ser concebido sin contradicción.

2da. Forma:

Form a Casos de sustituciónVAL 'Do

a. Con premisas verdaderas y conclusión verdaderasSi las ballenas son raamiferos e n t o n c e s Moby Dick ¿s urlaballena '•

; .■ Las ballenas son mamíferos Moby Dick es una ballena

p 3 q « b. Con premisas falsas y conclusión verdaderaP Si las ballenas son invertebrados.entonces Moby Dick.es:una ballena, -y

Las ballenas son invertebrados Moby Dick es una ballena ■

q- 5 c. Con premisas falsas y conclusión falsa

Si.las ballenas son invertebrados entonces Moby Dick es un mono Las ballenas'son invertebradosMoby Dick es un mono •

'N o existen ca so s d e su stituc ión con p re m isa s verd a d era s y conclusión f a ls a «

Obsérvese que, en b., este razonamiento, la primera premisa es verdadera, ya que el antecedente del condicional es falso y el consecuente es verdadero y, como ya dijimos, un condicional sólo es falso si el antecedente es verdadero y el consecuente es falso. Pero la falsedad está en la segunda premisa. Y una premisa falsa extiende la falsedad a todas.

t

Con la fonna airiba citada, hemos encontrado todos lo casos de sustitución, menos premisas verdaderas y conclusión falsa.

FOICMA INVÁLIDA DE ILAZONAIvíiENTO ■ v : f f ; ' V i

V V P ' F - ' Y-t -TFORMA VÁLIDA DE RAZONAMIENTO Y F F

vV V F ^

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De ios ejemplos expuestos se desprende que la lera, forma de razonamiento, llamada fa lacia de íjlrmación del consecLiente. es inválida, puesto que admite todos los cas''s de sustitución, incluida aquella que hace verdaderas a las premisas y falsa a la conclusión; la segunda tom a, llamada Modits Ponens, en cambio, es válida, pues no admite casos de sustitución con premisas verdaderas y conclusión falsa. En lo que sigue, veremos con más detalle estas tom as de razonamiento.

En sintesis, el criterio fundamental para deteminar si un razonamiento es o no coixecto es puramente fomal: consiste en extraer su forma transfomándolo en un esquema de razonamiento y luego evaluar si dicho esquema es una deducción tdm ai, es decir una forma de razonamiento-válida, con lo cual todos los razonamientos que posean dicha fom a deben ser coirectos.

Una lev lógica es un enunciado lógicaniente verdaderovo<ri‘tautológiceteeír deciír umHp^1 “enunciado nue siempre sera verdadero cualquiera sea ereáao de sustitución der sus,vana

Dos Reglas lógicasModus Tollendo Tollens y Modus Ponendo PonensHemos visto antenomente que el s.ilogismo categórico clásico, cuya validez establecíamos mediante

el uso de las reglas definidas por .AjisfÜEeles, puede ser considerado como un condicional..Corresponde entonces aplicar ahora las reglas del cálculo pr;?posicloaal para determinarsu validez o invalidez.

Las reglas del cálculo proposicional son tom as elementales o simples de razonamiento correcto, que pemiten establecer la validez o invalidez de otras fom as más complejas. Esto es posible porque muchas de estas reglas están asociadas a leyes lógicas, que es justamente lo que garantiza su validez.

Usamos aquí "elemental o simple" con mucha libertad al sólo efecto de la comprensión del concepto.

Dentro de la gran cantidad de reglas lógicas enumerables aquí, nos detendremos en.dos que son particulamente importantes pues están intimamente relacionadas con la definición que antenom ente dimos del condicional o implicación material.

Recordamos que ‘p’ implica q' [en símbolos: (p m q )[ significa ‘es imposible que se dé ‘p’ y no se dé 'q' ¡en símbolos ; - (p . ¡.

De acuerdo con esü definición, es evidente lo que sigue;

a) Si afirmamos como verdadero el condicional p Z3 q y afirmamos como verdadero el antecedente pserá necesariamente, verdadero el conseedente \ q

Ejemplo:

Si hay incendio entonces hay fuego p z> q y hay incendio pen consecuencia hay fiiego” \ q

A esta regla (fom a de razonamiento válido) por razones mnemotécnicas los lógicos medievales la llamaron Modus Ponendo Ponens (MPP) lo que no significa otra cosa que: modo de afimar afimando o afimando afim o.

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b) si anrmamos como verdadero el condicional P ^ M pero negamos el consecuente ~qnecesariamente negaremos también el antecedente . .. -p

Ejemplo ; trecordemos aquí el ejemplo ya dado con otro motivo)Si la justicia argentina es la mejor del mundo entonces yo soy el Rey Salomón p yo no soy el Rey Salomónpor io tanto la justicia argentina no es la mejor del mundo

q -q

Esta regla lógica es la que conocemos con el nombre de Modus Tollendo Tollens (MTT) y no significa otra cosa que: modo de negar negando o negando mego.

Estas dos reglas, el MPP y el MTT parecen ser las que habitualrnente usamos todos al razonar, aunque éste es un asunto muy controvertido cuya discusión no agrega ni quita al asunto central del programa.

Falacia de Afirmación dei Consecuente y Falacia de Negación del Antecedente

Hay otras dos formas de razonar a las que también recuinmos con suma faciiiüad en nuestro argumentar cotidiano, pero que son formalrqente inválidas. Son falacias, es decir un error en el razonamiento o argumerttáción, es decir, un tipo de argumentación incorrecta que tiene la apariencia de ser correcta, pero que en realidad no lo es. Cuando un razonamiento parece correcto, pero comete errores con respecto a la forma, se denomina falacia formal. Es decir, se trata de formas lógicas que pueden presentar algún ejemplo de sustitución tal que de premisas verdaderas se llegue a conclusión falsa. Este es el caso de la fa la c ia de afirm ación de l con secu en te (FAC) y la fa la c ia de n egación de l a n teced en te (FNA).

Veamos algunos ejemplos:

Falacia de afirmación del consecuente (FAC):

Si Gabriel García Márquez es argentino entonces es latinoamencanoY Gabriel García Márquez es latinoamericano Entonces Gabriel García Márquez es argentino

Falacia de negación del antecedente, (FNA:

Si Juan tiene gripe entonces está enfermoY Juan no tiene gripePor lo tanto Juan no está enfermo

p 3 qqP

p 3 q-p

m ) Faláciás no formales

Vamos cerrar este capitulo haciendo una muy breve referencia a las llamadas falacias no formales, las cuales incluyen las llamadas de atinencia y las de ambigüedad. Si bien son incorrectas, pues su conclusión no se desprende de sus premisas, lo que en ellas se pone de manifiesto es que revelan una falsedad que puede permitir un engaño por su fuerza persuasiva. Tales falacias se encuentran muy presentes en la comunicación de la vida cotidiana, en los mensajes publicitarios, en formas de argumentación del sentido común, el periodismo, la política, los negocios, etc. Ténganse presentes por ejemplo a la hora de estudiar las fomias de argumentación de la retórica. Seria muy extenso incluirlas a todas. Copi en su obra Introducción a ia L ógica hace un buen análisis de ellas

(¡j 8/vT5/v\ Or,

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citando sólo las más comunes y considera el número de dieciocho. Tomaremos unas pocas a modo de ejemplo.Argumentum ad baculum -o apelación ai gaiTOte o a la fuerza- Si bien las hay m "/ directas y

brutales como cuando ciertos padres amenazan a sus hijos con: 'romperles la crisma” si no cumplen con determinada tarea, las hay también más sutiles aunque no menos bmtales como cuando ciertos gobernantes declaran: "defender la libertad, cueste lo que cueste” y están dando a entender que usarán todo su poder bélico contra sus oponentes.

___ Argumentum ad ign^randam ^ o apelación a la ignorancia- como por ejemplo cuando se afirma_que debe haber vida extraterrestre porque nadie pudo demostrar que no ,1a hubiera. ~

■Argumentum ad misericordiam -llamado a la piedad- esta falacia tiene que ver con el pedido de consideración intentando provocar la lástima o conmiseración. Como por ejemplo cuando los alumnos suplican al profesor que no los desapruebe porque trabajan muchas horas o porque tienen problemas familiares. Uno de los ejemplos que pone Copi aunque un tanto macabro es claramente ilustrativo. "El argumento ad misericordiam es usado a veces de manera ridicula, como el caso del joven que fue juzgado por un crimen particularmente badal, el asesinato de sus padres y de su madre con un hacha. Puesto frente a paiebas abrumadoras solicitó piedad sobre la base de que era huérfano.” (Copi, 1984)

Argumentum ad populura -o apelación al pueblo- Lo encontramos muchas veces en discursos populistas que intentan ganarse la voluntad popular invocándolo mediante la apelación emocional. Podríamos reflexionar acerca de qué cosa entienden por “pueblo” políticos de diferente ideología cuando se encuentran

„ en campaña eleccionaria.

Amgumentum ad verecum diam -o apelación a la autoridad- Esta es una de las falacias más comunes. Se la comete por ejemplo cuando se sostiene que algo es cierto porque lo ha dicho una autoridad, o la televisión, o el profesor, etc. Si bien es cierto que hay un principio de autoridad que en general se respeta debido al prestigio, la honestidad, influencia, etc., en realidad los argumentos serán verdaderos o falsos por otros motivos que el simple hecho de ser pronunciado por una persona respetable en algún sentido.

Argumentum ad hominem (ofensivo o circunstancial)

La variante ad hominem ofensivo es la que se . comete cuando lo que se ataca, cuestiona o pone en

tela de juicio no es un argumento o acción sino que se cuestiona a la persona. Se trata de una fonma argumental descalificatoria sobre la base de otros dichos o actos que pudieran ser custionados o que no tienen buen predicamento social. Un ejemplo seria descalificar un juicio de Maradona sobre lo inapropiado del consumo de drogas afirmando que lo que Maradona diga ha de ser falso debido a su conocida relación con las drogas. O que la condición de pobre, prostituta, reo, ignorante, etc. hace que los dichos de esa persona deban ser considerados falsos. La variante circunstancial se produce cuando se descalifica el argumento de alguien por la circunstancia paiticular de la concjiclón de quien lo dice. Un ejemplo seria afirmar que lo que un médico dice sobre los efectos negativos del cigarrillo sobre la salud es falso porque ese médico es fumador.

Propaganda de cigarrillos de 1930 Fumar recomendado por un médico

Dejaremos las falacias de ambigüedad tales como el equivoco, la anfibología o el énfasis, para la parte de retónica. Bástenos decir que una foima de evitar producirlas y convertimos así en víctimas de ellas es estando atentos y con espínru crítico frente al poder y la seducción que se puede ejercer mediante el lenguaje.

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Tercera parte

Epistemología y metodología ideas y prácticas en la investigación científica

Los conceptos físicos son creaciones libres del espíritu humano y no están por más que parezca, únicamente determinadas por el mundo exterior. En nuestro empeño de concebir la realidad, nos parecem os a alguien que tratara de descubrir el m ecanism o invisible de un reloj, del cual ve el m ovim iento de las agujas, oye el tic - tac, pero no le es posib le abrir la caja que lo contiene. Si se trata de una persona ingeniosa eúnteligente, podrá imaginar un m ecanism o que sea capaz de producir todos los efectos observados, pero nunca estará segura de si su imagen es la única que los pueda explicar.

.AJbert Einstein

Torre de Babel

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Capítulo VLas corrientes epistemoiógico-metoclológicas

Hemos visto en capítulos antenotes que no tiene sentido hablar de ciencia a secas cuando nos referimos a ese tipo de producción que mvo su origen en el siglo VI a. de C. y que se fue transformando y encontrando diferentes modos de realización a lo largo de la historia. Hemos desplegado una sene de conceptos que refieren a disciplinas que en sí mismas pueden ser consideradas como ciencias, pero que además son una propedéutica para otras ciencias, como la lógica, la semiótica, la teoría del conocimiento y otras que nos han de ser útiles a la hora de abordar las diferentes propuestas epistem.ológicas y metodológicas.

Hemos señalado como las ciencias se pueden clasificar y ordenar de diferente modo de acuerdo a sus objetos de investigación, sus fines, su metodología, sus enunciados o su ideología. También señala-

__ _ _ _ mos. que en téi-minos^**"**‘ generales una de las

*” principales activi­dades de la ciencia es. la de producir conocimiehto. Pero no se detiene allí su tarea, sino que la forma que adquiere ese conocimiento se encuentra supedita­da a los niveles en los que actúa: cultu­ral, educativo, polí­tico, económico y a los supuestos que la orientan: positivis­mo, neopositivismo, marxismo, pensa­miento critico, y otros. Cada ciencia proyecta su tarea de investigación sobre los objetos o asuntos que son de su incum­bencia, en esa tarea, tanto teórica como

__ empírica, los cientí­ficos se encuentran

orientados por los supuestos básicos de su disciplina, los que responden a una sene de ideas, de procedi­mientos, de fonxias de investigación que están presentes en el ámbito instiaicional científico en el que se desempeñan.

En esa tarea de producir conocimiento los científicos necesitan apropiarse de conocimientos y destre­zas establecidas en su conte.xto fonnativo que les pennita investigar y producir nuevos conocimiento y nue­vas destrezas. Este es uno de los aspectos más conocidos de la actividad científica, pero además las ciencias

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necesitan revisarse a sí misma en sus aspectos teóricos, metodológicos, experimentales, ideológicos, en sus implicancias éticas. Por supuesto que no lo hacen todo el tiempo, pero acontece en mayor o menor medida cuando encuentra situaciones que no pueden resolver, o aparecen mudos novedosos ce resoiver viejos pro­blemas. o se les plantea algún tipo de dilema. En estas situaciones no se está simpiementejiivestigando. sino que se está poniendo en entreuicho los supuestos de la propia praxis científica. Lo sepa o no el científico, esa actividad es ciencia, pero no en el mismo nivel que desaiTolla su actividad cotidiana de investigación. Por lo tanto, la ciencia no puede ser sino epistemológica en tanto no es un hacer mecánico de aplicación de fórmulas o recetas, sino una actividad autoreflexiva. Suponerlas como dos actividades diferentes es como

querer separar e[cuei-po de la mente, no hay una sin la otra. Sin embargo, esto no significa que sean la misma cosa, sino que componen un todo que las involucra e interdetemiina. ""............. .. ’

La ciencia produce conocimiento, pero también analizan los modos de producción, validación y justi­ficación de la actividad, indaga sobre las condiciones sociales, culturales o políticas que favorecen o pertur­ban e! desarrollo de la ciencia y esto se realiza en un doble nivel. Por un lado, cuando los mismos científicos reflexionan criticamente sobre el modo de producir conocimiento; por otro, cuando lo que se convierte en objeto o asunto de investigación as la misma actividad científica. Esta última forma de abordar el problema del conocimiento científico es el que es llamado epistemología y es allí donde se ha confonnado una tradi-

! ción que entiende que esta disciplina es una meta-ciencia, o una ciencia que tiene por objeto de investigación a la ciencia. Pero, aún se puede detectar otro nivel, al que también se considera como epistemología sin más, la reflexión crítica de la producción de los epistemólogos, el análisis de los modos en el que éstos conciben lámctividad científica, en que la relacionan con otras áreas de la producción social y culmral, los modos en que validan y legitimaiijBO ya la actividad científica en general sino esa actividad que es la epistemología. Se trataría entonces de úna meta-meta-ciericia o de una meta-epistemología. Un ejemplo de este tercer nivel sería el de los epistemólogos que someten a investigación las producciones de otros epistemólogos, o qúe polemizan con ellos. De estos temas nos ocuparemos en este capítulo.

Por otra parte, las consideraciones de los epistemólogos sobre otras consideraciones epistemológicas no tienen la mayoría de las veces una intención pedagógica sino asignar un modo de entender la ciencia que sea reconocido y adoptado en los ámbitos científicos. Esta actitud genera no pocas polémicas que podrán ser más rispidas o más amigables, pero forman parte del quehacer y de la producción disciplinar, no solamente en polémicas públicas que representan los conatos entre diferentes corrientes, sino como práctica'cotidiana dentro de cada disciplina que busca expandirse en su campo. Incluso nos atreveríamos a afirmar que el enor­me desarrollo que ha adquindo la ciencia en general y epistemología en particular se debe precisamente a ese espíritu polémico.

Es de tener en cuenta que, como se ha visto, la ciencia y la filosofía nacen indiferenciadas en el contexto del mundo griego antiguo y que las reflexiones de los filósofos sobre las características del cono­cimiento de la episteme o ciencia ya se encontraban en Platón, Aristóteles y Epicuro entre otros. .Aunque el epicentro de la filosofía antigua era la metafísica, al que de algún modo se supeditaban las demás disciplinas filosóficas como la ética, la estética'y la lógica entre otras, el pensamiento apuntaba a un conocimiento que

i demostrara sus supuestos.

La filosofía medieval había constituido su eje sobre la teología, pero uno de los temas principales que I le ocupaban era la tensión entre razón y fe, lo cual implicaba toda una reflexión acerca del conocimiento y I por lo tanto de las ciencias.

La filosofía moderna ya establece un giro mucho más marcado hacia la gnoseología o teoría del conot cimiento, pero lo que más preocupaba a los filósofos de ese periodo era establecer cuáles eran las condicio­nes de posibilidad de del conocimiento científico. Coincidimos con el epistemólogo argentino Enrique Mari (1990) en relación a que la filosofía expresa “el juego cambiante de las fuerzas sociales de una época dada”, coincidimos también en que la epistemología como disciplina es la forma predominante del juego cambiante de las fuerzas sociales en el tiempo actual, pero agregaríamos que la episteme que tuvo otros centros a lo largo de la historia, hoy tiene como epicentro a la epistemología. Señala Mari;

...lo que aparentan ser fonnas, divisiones o ramas de la filosofía, según distintos criterios

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clasificatonos, ao expresan sino el juego cambiante de las fuei-zas sociales en una época históri­ca dada. Que en la época contemporánea la fomia predominante en que se 'nanifiesta ese juego es la epistemología. (Mari. 1990, p. 15)

La disciplina filosófica que se interroga por el conocimiento es la gnoseología, ¿Por qué hablar en­tonces de epistemología? En el contexto de la filosofía la gnoseología está relacionada con otras disciplinas filosóficas, como por ejemplo la metafísica. Pero la metafísica se interroga por problemas sobre los que sólo se puede especular tales como; si Dios existe, o si el origen de todas las cosas se encuentra en la naturaleza misma. La ciencia éxpénmental moderna trata~de^vúar ese tipo de inlciTugaciuii sobre-la que no puede ha­ber un juicio cierto y se interroga solamente por cuestiones que formen parte del horizonte humano. Ahora bien, de un modo incierto y polémico hemos podido más o menos ordenar las ciencias de acuerdo a distintos criterios, pero; (,qué clase de ciencia es la epistemología? Nuevamente, la respuesta a esta pregunta depende de la corriente, escuela o autor. Ya veremos esto en breve, pero nos permitiremos algunas consideraciones previas al respecto.

! Indudablemente la epistemología no es una ciencia formal, ya que i la más elemental clasificación de ciencia nos indicaría que su objeto de esaidio no es vacio y abstracto, como el de la lógica o la matemática.•Aunque estas ciencias puedan prestar legítimamente su asistencia, como verdaderas propedéuticas, en tanto no se pretenda reducir a la epistemo­logía al exclusivo arbitrio formal.

Obviamente la epistemología tampoco es una ciencia naairal y aunque para muchos las únicas disciplinas que alcanzan el estatus de científicas son éstas, los epistemólogos que adhieren a esta postura se encuentran en un problema muy grave, ya que realizan una actividad^que no es considerada por ellos mismos como científica.

Por todo esto es que en el contexto del debate entre diferentes co­rrientes epistemológicas nos vemos obligados a definir el estatus filosófico-epistemológico que le asigna­mos a la epistemología y en consecuencia a reconocer los fundamentos de toda propuesta metodológica.

En medio de las posturas y polémucas que habremos de analizar en breve, nuestra posición es que la epistemología puede ser concebida como una ciencia social, ya que, en térmi­nos clásicos, su objeto de investigación es un tipo de actividad humana, pero, que a diferencia de las demás ciencias sociales, cruza transversalmente al resto de las ciencias, sean estas natu­rales, sociales o formales.

£1 concebir a la epistemología como una ciencia social ofrece sus dificultades, las cuales se enmarcan en las proble máticas generales que atañen a estas disciplinas y que también analizaremos en este capitulo. Pero, además esas corrientes epistemológicas y metodológicas se encuentran en disputas unas con otras, luchando por imponer sus visiones y conquistar

los ámbitos institucionales en donde producen y se reproducen; las universidades, los centros de investiga­ción, los organismos del Estado que definen políticas educativas y de investigación. Imcj-ian por los recursos que constiaiyen el capital simbólico, los recursos económicos, administrativos y de decisión política.

Como con otros esquemas clasificatorios señalamos que se hace muy difícil presentar un cuadro de correspondencia entre las orientaciones, comientes, escuelas, autores, conceptos, propuestas metodológicas, que conforman el campo de la epistemología, porque los emees no son unívocos sino múltiples y complejos, lo cual podría prestarse a confusión y es por ello que simplemente plantaremos bloques con algunas corres­pondencias calzadas, las más obvias, sabiendo que el cuadro es apenas orientativo.

Le7ceto-

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Concepciones:Ciencia de la Ciencia Teoría dei conocimiento ■ Filosofía de la CienciaLógica de la investigación Metoüoiogia de la investigación ioeologia Actimd iorientada por un clima cuirural)

0riení2ciones:Empirocriticismo ' Neokantiana i Positivismo , Empirismo lógico L Positivismo Lógico . Mamismo ortodoxo ' Marxismo critico . Neopositivismo Historicismo Epistémólógia’ énética ' Racionalismo critico Estructuralismo Teoría Critica Hennenéutica / Pragmatismo

Métodos:inductivista , Analítico Axiomático Trascendental Hipotético

deductivismo Falsacionista Fenomenológico Dialéctico Hennenéutico

Contextos: Descubrimiento Justificación Aplicación. Político

Círculos y escuelas

Círculo de Viena(Positivisrao,’Empirismo lógico Positivismo Lógico)

Montz Schlick (1882-1936) RudolfCamap (1891-1970),_Otto Neurath (1882-1945), Philipp Frank (1884-1946), Friednch Waismann (1896- 1959), Hans Reichenbach (1891-1953), Kurt Gódel (1906,1978), Cari Hempel (1905-1997), Alfred Tarski (1902-1983), A. J. Ayer (1910- 1989), Charles Morris (1901 - 1979)

Círculo de Berlín(Positivismo, Empinsmo lógico Positivismo Lógico)

Hans Reichenbach (1891-1953), Cari Gustav Hempel (1905-1997), David Hilben (1863-1945)

Escuela de Badén(Neokantismo)

Guillermo Wlndelband (1848-1915), Enrique Rlckert (1863-1936).

Escuela de Marburgo(Neokantismo)

‘ Hermann Cohén (1842-1918), Pablo Natorp (1854-1924), Ernesto ’ Cassirer (1874-1945)

Academia de Ciencias de la LUSS(Marxismo ortodoxo)

Nikltolai Bujarin (1888-1938) F. V.Konstantinov, ( )Víctor Amazaspóvich ,Ambartsumián (1908-1971), Alexander Ivánovich Oparin (1894-1980).

Escuela de Frankfurt(Marxismo critico)

Theodor W. Adorno (1903-1969), Max Horkheimer (1895-1973), Herbert Marcusel 898-1979), Erich Fromm (1900-1980) , jürgen Habermas (1929- ), Karl-Otto Apel (1922-1960), Walter Benjamín (1892-1940).

Epistemología genética Jean Piaget (1896-1980)

lio

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Estructurnüsmo Claude Levi-Strauss ( i 908-2009). Gastón Bachelard (1884-1962). Paul Same (1905-1980), Louis .-Vlthusser ¡ 1918-1990)

Postestructuralismo

Foucault (1926-1984). Gilíes D eleuze'(1925-1985), Félix Guatarí, Jacques Demda (1930-2004), Roland Barthes (1915-1980), JeanEiaac.0 is.Xy.Qtaol C19-X- J- 9Sl8)„.J.ean,B.Qudrillard C.i-922X.Q£ll),________•Gianrd Vaítimo ( l93.6-).-Gilles Lipovetsky (1944-) Giorgio .Agamben

(1942X______________________ _____________ ___________________

Rupturismo historicista Gastón Bachelard (1884-1962), Thomas Kuhn (1922-1996).

Racionalismo Crítico tCarl Popper (1902-1994)

Hermenéutica Wilhelm Dilthey (1833-1911) Martin Heidegger (1889-1976), Paul Ricoeur (1913-2005), Hans Georg Gadamer( 1900-2002) Kiarl-Otto .kpel (1922-1960)

Pragmatismo Charles Sanders Peirce (1839-1914), John Dewey (1859-1952), William James (1842-19l0),'Hilary Putnam ( 1926-).

Escuela de Edimburgo (sociología del conocimiento)_______

David Bloor ( ) Barry Bames

La epistemología en la Argentina

Positivismo José María Ramos Mejia (1842-1914), Agustín Alvarez (1857- 1914), Carlos Octavio Bunge (1875-1918), Lucas .kyarragara (1863-1944), José Ingenieros (1877-1925)

iVeopositivismo Mario Bunge (1919-), Gregorio KJimovski (1922-2009), Eduardo Rabossi (1930-2005), Víctor Rodríguez ( 1949-) Guillermo Boido (1941 -) Félix Schuster, (1939-) José ^Antonio Castorina ( 1940-)

Otras corrientes Ricardo Gómez (1935-) Rolando García, (1919-) Carlos Astrada, (1894- 1970) Oscar Varsavski (1920-1976). Enrique Mari (1928-2001), Juan Samaja, (1941-2007), Esther Díaz (1939-)

(Se hace diticii dasiticar una vanupuita giuna de autores en su coirespondencia con uriemaciünes epistemológicas. La dasitícación ‘‘otras comentes", tampoco es muy precisa, pero estos autores tienen en común que, desde distintos lugares y con diversos grados, comparten e! propósito de emancipaise de las iiiertes inhuencias de las tradiciones positivistas. Desde Rolando García de intluencia piagetiana, pasando por Juan Samaja con iiüiuencias liegelianoniamstas. hasta Esther Díaz que innova con su epistemología ampliada.

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El esquema presentado es muy somero, pero nos pemiite identificar cienos núcleos y tendencias en los que se conforman las principales comentes eoistemológicas y metodológicas.

.\-'.jui los infinitos matices y de ¡as reciprocas influencias y nipturas entre todas las comentes, escuelas y autores, hacen muy compleja cualquier tipo de clasificación, pero ellas nos resultan imprescindibles por lo menos como un cartografiado. como un referente que nos pennita navegar estos embravecidos mares. Con todas las salvedades del caso echaremos mano de las clasificaciones bastante generales que distingue entre comentes cientificistas y comentes criticas, sin embargo nos parece necesano hacer las siguientes salvedades. No nos vemos a nosotros mismos como analistas que pueden detectar los yeiTOs del quehacer científico, sino como científicos que cuestionan su propio quehacer en un contexto cunfiiclivu. Por ejemplo, ■ entendemos que hay importantes diferencias, pero también algunas similitudes e incluso complementarie- dades entre distintas comentes.

Todas las posmras disputan en tomo a la universalización de su concepción, lo hacen de modos diver­sos y su acción tiene profundas influencias en el mundo de las ideas y de las instituciones en general y edu­cativas en particular, desde alli influyen al resto de la sociedad. Algunos de estos autores consideran que la tarea de la epistemoiogia debe ser analizar y controlar los procesos de investigación científicos para saber si se adecúan o no a determinados criterios de cientificidad. En este sentido, no creemos que la epistemología deba cumplir el rol. que tiene para muchos de ellos, de convertirse en un inspector cuya tarea es fiscalizar y establecer qué tipo de producción puede o no ser considerada científica, o cual revela el método científi­co correcto o verdadero. No se ha de reducir a la tarea de validación lógico metodológica como sostienen las cüiTientes cientificistas, o como una fonna de control interno o exienio. provengan de la orientación epistémico-ideológica de la que provengan. . '

Oscar Varsavsky, seguramente el más critico anticientificista argentino proviene de la ortodoxia de las ciencias consideradas como senas y paradigmáticas por el cientificismo. Se graduó como doctor en Química en !a Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos .Aires y fue profesor de análisis matemático, algebra y topología. En buena medida la agudeza de sus criticas no son e! resultado de pertenecer al ‘Tiñon" critico, sino de la reflexión crítica de las propias tradiciones en las que se había fonnado.

Desde esta perspectiva el problema de la epistemología no radicaría exclusivamente en establecer la legitimidad de criterios de verdad que se sustentarían en ia obtención de leyes o regias y que den cuenta de regulandades naturales o sociales, no seria solamente una teoría del conocimiento que permitiría identificar los métodos más idóneos para ese propósito, ni un auditor de las formas de validación y justificación de la investigación científica.

En el presente capitulo, analizaremos algunas de las ideas y propuestas epistemológico-metodológi- cas de algunos autores que a nivel mundial consideramos corno más representativos o que más influencia han tenido. Trataremos identificar sus principales concepciones epistemológicas y las consecuencias meto­dológicas que derivan de ellas. Y también consideraremos algunas de las propuestas más influyentes que se han desarrollado en nuestro país, teniendo en cuenta las producciones argentinas tanto en el contexto teórico como de aplicación metodológica.

Si bien la controversia y la discusión de ideas pueden ser consideradas una constante en el camino de la epistemoiogia, sin embargo, la polémica desatada a mediados de! siglo XX y que llega hasta nosotros introduce un hiato en su historia. Cuestiones tales como las fonnas de producción y de validación de las teorias científicas, los criterios de evaluación, la noción misma de verdad o el problema de la existencia de^ un coiTelato objetivo del conocimiento, fueron puestos en tela de juicio, luego de un periodo de relativa permanencia de lo que se dio en llamar “el modelo estándar” De este modo, la histona de !a epistemoiogia quedó atravesada por dos posiciones encontradas. Estas son la nueva filosofía de la ciencia, que representa a la corriente que irrumpe en la escena; y la filosofía tradicional de la ciencia, protagonizada por la perspectiva que recibe las criticas y las responde. Pero antes expondremos suscintamente algunas de las ideas centrales que desarrolló la filosofía moderna y de la que derivan las propuestas epistemológicas y metodológicas contem.poráneas.

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Como se ha señalado no es posible separar a la metodülogia de la eoistemoiogia. porgue ésta repre­senta el fundamento de aquella. No hay por lo tanto "él método ciencinco’’ o una ''metodología'’ autónoma, aplicable a toda las ciencias, como los han planteado los diversos monismos metodológicos, sino diversas propuestas metodológicas según las diferentes tradiciones, comentes, escuelas, autores, de que se trate.

Como se ha visto en la primera parte, el gran aporte de Galileo Galilei úie revolucionar el modo de producir conocimiento. La ciencia experimental moderna surge de necesidades históricas y sociales concre­tas, de las demandando esa clase social que ^ la burguesía y qu^ al decir de_Geymonat tiene intereses que_ están vinculados cóh el trabajo. Pero es en el campó dé la ñldsófia eri"donde sé considera eñ primer lugar la discusión en tomo a que es la ciencia y cuales son sus métodos. El problema del método se relaciona por un lado con las necesidades de alcanzar mayor eficacia, rigor y precisión tanto en los procesos productivos como en los conocimientos que los hacen posibles. Los instmmentos que sirven a la ciencia se companen cada vez más con los que sirven a la tecnología y a la producción.

Los más importantes filósofos moderaos se plantean el problema del método. La polémica entre racionalistas y empinstas da origen a dos grandes comentes antagónicas en tomo a que es la ciencia y a que puede conocer. Es que el problema de la ciencia, esto es, su consolidación como un saber seguro y confiable estaba en juego. La física y la astronomía se encontraban asaltadas por múltiples y nuevos problemas que denvaban de la creciente actividad científica. Las consignas de libertad religiosa, libertad de pensamiento, libertad para investigar, se e,xpandian por toda Europa. El quehacer de la ciencia si bien no quiere entrar en conflicto con la religión, si pretende autonomía para sus actividades. Pero la ciencia se encuentra llevando adelante su tarea.sin haber establecido para sí un-criteao-iiieto'ííolügico universal. Es precisamente la fi­losofía que se hace cargo de este problemaiy lo convierte en el centro de su preocupación. La unificación de criterios’en los procedimientos de investigación y producción de conocimiento llegarán a conformar esa disciplina filosófica que se conoce con el nombre de gnoseologia. Tributaria todavía de la tradición aristotélica las ciencias modernas pujan por consolidar un método propio” Y en el panorama de la filosofía encontraremos esas contratendencias que generan esas comentes del racionalismo y del empirismo a las que hemos hecho referencia y a partir de las cuales surgirá la dicotomía entre inductivistas y deductivistas que ocupa una de las polémicas centrales en el campo de la metodología. Los primeros encuentran en Bacop-V el inductiyisrag la base lógica para el em.pirismo, los segundos con Descartes consolidarán el racionalismo.

El problema del método en la Modernidad

Racionalismo cartesianoNo es casual que El Discurso del Método ( 1637) fuera anterior a Las Meditaciones Metafisicas (1641).

Urgía responder a la gran demanda de establecer las condiciones de posibilidad del conocimiento. La obra de Descartes El Discurso del Método, intentará, como otras del mismo género, realizar vanas empresas. Por un lado desplazar criticamente a la tradición escolástica, que ya se encontraba en franca decadencia, pues, el método de la autoridad (religiosa) ya no era admitido entredi creciente número de hombres de ciencia; por otro, establecer los procedimientos que conducen al buen desempeño de la razón para no caer en el error. Pero el interés cartesiano en el método no pasa, como para Galileo, por encontrar los procedimientos que le permitan interrogar mejor a la naturaleza conciliando e.xpenmentación y observación con matematización de las relaciones observadas. A Descartes le interesa el problema de la certeza, busca el modo que le per­mita elevar a la metafísica al grado de ciencia. ¿Cuál es el modo en que se garantizan los procedimientos de un conocimiento confiable? En este sentido hay una reafirmación del papel central dejas ciencias «de la mente», de la matemática. Ella revela la estnictura del proceder, sus momentos y es prueba de la certeza que puede alcanzar la razón. Como en la matemática se parte de axiomas. Estos, no se cuestionan porque se consideran evidentes por sí mismos, y se captan intuitivamente. Claro, allí esta el recurso de las ideas innatas para apuntalar esas Intuiciones, luego se procede a la derivación y demostración racional. No sin pocas di­ficultades el racionalismo intentará aplicar estos dos momentos, evidencia y demostración al conocimiento de la naturaleza. En su pequeño preámbulo E! Discurso del Método aclara:

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Si este discurso parece demasiado exteaso puede dividirse en seis partes: en la primera encontrará el lector di\ersas consideraciones relativas a las ciencias; en la segunda, las princi­pales reglas del método; en la tercera, las reglas morales que el autor ha deducido de su método; en la cuana. las razones que prueban la existencia Je Dios y del aima humana, fundamentos de la metafísica; en la |Umta. algunas cuestiones referentes ai orden de los fenómenos físicos y especialmente la explicación de los movimientos del corazón y de algunas otras dificultades intimamente relacionadas con la medicina; en ésta parte también se trata de la diferencia que existe entre el alma racional y la de las bestias; la séptima y última parte está dedicada a las condiciones requeridas para la investigación de la naturaleza y a las razones que han movido al autor a e'scribir'esté trabajo7fDescartes, 1910. p. l )’ ' -—

En esta obra la duda metódisa. que es la base de la nueva fornia de concer es presentada con sus reglas y códigos claramente establecidos. El intento de Descartes consistirá en vincular a la matemática con su posible aplicación al conocimiento de la naturaleza. ''El análisis de ios antiguos y e! álgebra de los modernos se refieren a materias muy abstractas y de ninguna aplicación’' (Descartes, 1910, p. 12) ^Cuál era la aplicación de la matemática que le estaba interesando a Descartes!’ La que estaba preocupando a toda Europa en ese momento, una matemática que se convirtiera en el lenguaje de interpretación de la naturaleza, que peimitiera producir un conocimiento verdadero y seguro, tanto para el desaiTollo de ciencias como la astronomía, cuanto para el dominio sobre las nuevas tecnologías que son demandadas por la cada vez más poderosa clase social emergente de artesanos y comerciantes. ¿Cómo combinará esos elementos? Bueno, en realidad ya lo había hecho Galileo de un modo eficaz en el campo de la astronomía y la física. La novedad de Descartes consiste etr establecer que todo el proceso metodológico tiene como propósito alcanzar la certeza. Los cuatro principios lógicos son:

El primero de estos preceptos consistía en no recibir como verdadero lo que con roda evi­dencia no se reconociese como tal, evitando cuidadosamente la precipitación y los prejuicios, y no aceptando como cierto sino lo presente a mi espíritu de manera tan clara y distinta que acerca de su certeza no pudiera caber la menor duda. (Descartes. 1910, pp. 12-13) ■

Pareciera que hay una contradicción entre los principios y la duda. En las Meditaciones Metafísicas la duda es el punto de partida, la heiramienta que arrasa con todo saber establecido y es el punto de partida para no aceptar nada de lo cual se pudieran tener dudas. Pero no hay tal contradicción, en todo momento la duda es lo que se quiere boiTar, eliminar, pero junto con esa duda se quiere establecer un saber que se presente como absolutamente evidente, esto es, del qlie no se pueda tener ningún tipo de duda, lo cual deja como resultado una certeza absoluta. El yo sienta las bases de ese punto de partida y es la primera y más finne evidencia que permita el conocer. La máxima cartesiana, el cogito "Pienso, por lo tanto existo”, no es una mera afirmación existencial, es la afirmación de la racionalidad como base de todo conocimiento.

El segundo, era la división de cada una de las dificultades con que tropieza la inteligencia al in­vestigar la verdad, en tantas partes como fuera necesano para resolverlas. (Descartes, 1910, pp. 12-13)

¿Cómo se puede dividir en sus partes aquello que no se conoce, o se presenta oscuro y confuso al espíritu? ¿Cuáles son los principios para descomponer lo caótico en sus partes más simples? Es más, ¿cómo se puede prescindir de los sentidos a la hora de tener que distinguir entre las distintas partes de un todo ima- terial? Tal empresa sería imposible si partimos de lo caótico mismo, de esa compleja, oscura y enmarañada ''cosa” que es el mundo. Hay ya para Descartes una parte que, si se la estudia con cuidado cumple con todos los requisitos de claridad, distinción, evidencia y verdad. La interioridad del yo racional. No se trata enton­ces de ir descubriendo las claras verdades en un océano de oscuras confusiones, sino de proyectar esa verdad interior de la razón al mundo de las cosas, imponérsela al mundo mediante el recurso de la matemática. Las partes en las que se divide lo complejo no son halladas en el mundo sino establecidas como partes por la razón. La matematización, la geometnzación de todas las cosas es la herramienta que peimite la descompo­sición. En las cosas no hay circulo, ni triángulo, ni punto, ni linea, ni recta, no hay precisión, pero la mate­mática y la geometría permiten yuxtaponer un reticulado que descompone esa realidad caótica en entidades cuantificables, mensurables y por lo tanto, propicias para la manipulación que se espera ejercer sobre ellas.

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El tercero, ordenar ios conocimientos, empezando siempre por loiüijás sencillos, eleván­dome por grados hasta llegar a los más compuestos, v suponiendo un orden en aquellos que nolo tenían por naturaleza. (Descartes, 1910, pp. 12-13)

Si el segundo principio nos habla del proceder analítico que separa y divide, el tercero nos plantea la reunificación de lo dividido en una síntesis que reconstituye una complejidad que ahora ha de ser clara y distinta, esto es, evidente y por lo tanto productora de juicios verdaderos. La descomposición de las cosas del mundo empírico en partes es a imagen y semejanza de una razón que se pretende universal, pero pronto mostrará tina particulándad at'in a las necesidades comerciales del mundo meicaiitil. El dominio sóbrela - naairaleza material de las cosas será el dominio sobre la mercancía. Ya comienza a perfilarse en los orígenes mismos del racionalismo moderno una intención dé dominio. Una vez que la realidad se ha «pulverizado» en sus partes más elementales, tanto que se presenta como conceptos claros y distintos, es menester un reordenamiento para retornar a los compuestos, es decir, salir de las realidades atómicas y avanzar hasta dar cuenta de lo complejo. La última parte de este tercer principio lógico revela el espintu moderno que Descartes encama. La verdad no es revelación, esto ha sido claramente dejado de lado, pero tampoco es ya "adecuatio”. es decir, correspondencia entre el concepto y la cosa, correspondencia que se habría de lograr para la escolástica con el estúerzo de revelar la namraleza que las cosas tienen de suyo. Descartes va más lejos. La razón puede suponer un orden que la naturaleza no tenia, pero que de todos modos la explica. La ¡dea que subyace sin embargo es bastante antigua, el orden de la razón se encuentra por encima determinan­do el mundo de las cosas. No obviamente a través de la razón humana, ni de las ideas puras como en Platón, sino a través de Dios como principio racional supremo.

Y el'último, consistía en hacer enumeraciones tan com oleta's v generales, que me dieran lasegundad-de no haber incurrido en ninguna omisión. (Descanes, 191-0-, pp. 12-13)

En definitiva. Descartes busca sistematizar los procedimientos de acuerdo a un nuevo orden lógico de la proyección del método matemático como forma universal de conocimiento, esto es, matematizar rnria.s la.s disciplinas. Esta intención matematizadora no tiene como propósito exclusivo la precisión como un modo de alcanzar la veracidad en los juicios. Nada puede ser omitido, ni en las cuentas ni en los conteos, nada puede faltar ni sobrar, la intención de justeza y precisión demandara la obsesiva tarea del cálculo, pero con el propósito del control. Los juicios deben ser claros y precisos, las cajas deben cemar sin diferencias.

El hecho es que sólo una naturaleza ordenada y determinada puede ser comprendida en términos matemáticos y mecánicos.

El universo cartesiano está sujeto a un determimsmo universal, en el no hay libertad, tan sólo cumpli­mento de una legalidad racional. El mundo material se encuentra estrictamente determinado y sujeto a leyes universales, la res extensa es mecánica y pasiva y por eso el intelecto puede llegar a conocerla.

Empirismo: de Bacon a Hume -Seria cómodo sostener que el empirismo, comente de pensamiento que se desarrolla en Gran Bretaña

entre los siglos XVT y .XVllI constituye la respuesta al racionalismo continental. Pero tal tesis no es tan certera en cuanto olvida que la obra de Sir Francis Bacon es anterior a la obra cartesiana, quién no debe ser confundido con Roger Bacon, filósofo empirísta que realiza importantes aportes al desaiTollo de la ciencia, pero que pertenece al siglo XIII y del que ya hemos hecho referencia.

Hablamos de coirientes porque no se trata propiamente de escuelas sino más bien de una sucesión de pensadores que compartieron un contexto filosófico similar que no impidió que se manifestaran profundas diferencias entre ellos. Los empinstas por cierto reivindicarán la validez de los sentidos para proporcionar conocimiento y los racionalistas no dudaban que la razón se bastara a sí misma para alcanzar la verdad, aunque sin rechazar el conocimiento sensible de manera total. Tampoco los empinstas negarán el papel del conocim.iento racional, aunque interesados por las ciencias naturales sostendrán que no hay ciencia sin datos sensibles.

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Bacon, al igual que Descanes planteará, que el principal obietivo del proyecto moderno es conocer las leyes que gobiernan la naturaleza para poder dominarla mejor. Por primera vez una tendencia que tal vez subyace a la cuinira occidental desde la consolidación de la tradición judeo-cnstiana se fonmila implicita- mente y a parar de allí venebra la visión del mundo que se imponara en los siglos siguientes en Occidente. No casualmente Francis Bacon penenece a la burgttesia británica, que primero consolida su poder .conó- mico hasta volcarse a fines del siglo XVIII a la Hevolucion Industrial de manera decidida y que también conduce una revolución política exitosa que acaba con el absolutismo y que consolida una monarquía par­lamentaria favorable a sus propios intereses de clase.

El objetivo de. Bacon no es, hablando con propiedad, d cunocimienlo, sino el dominio sobre-la naniraleza, la ciencia operativa. Pero el conocimiento es un medio cuyas reglas están sujetas al objetivo propuesto. Bacon enuncia asi ese objetivo:

Hacer nacer en un cuerpo dado una o vanas propiedades nuevas y revestirlo de ellas’. Por ■propiedades' entiende aqui propiedades especificas, como lo denso y lo escaso, lo caliente y lo frío, lo pesado y lo ligero, lo volátil y lo fijo’, ..." "La técnica operativa, y en particular la de los alquimistas, consiste en engendrar una o vanas de esas propiedades en un cuerpo que no las posee, en convenirlo de frío en caliente, de fijo en volátil, etc. Bacon pensaba, también como,Aristóteles, que cada una de esas propiedades es la manifestación de una cierta forma o esencia que ¡a produce. Suponiendo que somos dueños de la fonna, seremos pues dueños de la propiedad. Pero no podre­mos ser dueños de la fonna htista que no la conozcamos. (Bréhier, 1988, p. 664)

En su obra Novum Organum se propone el conocimiento de esas fonnas que producen las propie­dades. Y precisamente,'él medio para alcanzar el conocimiento de dichas forínas a: partir de los hechos'es la indiicción. Ahora bien, Bacon pretende tnunfar en la tarea de separar la forma de los fenómenos de aquello que la.oculta, tarea en la que, según él, habían fracasado los aristotélicos. La inducción se configura asi como un procedimiento de eliminación de lo accesorio y de selección de lo esencial. Para eso propone una sene de operaciones que sólo enumeraremos aquí: las observaciones aprovechando la sagacidad del observador, la variación de las experiencias, su repetición, la extensión de experiencias exitosas en un caso a otros, trans­ferencia, inversión, la supresión, la aplicación, la unión de varias expenencias y los azares.

.A. esos procedimientos se añade la distribución de las experiencias en tres tablas, de presencia, de ausencia y de grado. En la de presencia o esencia se registran con sus circunstancias las experiencias en las que se produce la naturaleza o el fenómeno cuya fonna se busca, en la tabla de ausencia se consignan las circunstancias en las que el fenómeno o naturaleza estudiada se halla ausente y en la tabla de grado o com­paración se registran las variaciones. La inducción consiste en el estudio de ésas tablas, pues al compararlas' se eliminarán numerosos fenómenos no relacionados directamente con la forma buscada. Al pasar por el tamiz de las tres tablas surgirá la forma del resto que haya perdurado una vez eliminados los fenómenos inescenciales.

Esta concepción de la forma'sitúa a Bacon dentro de la tradición mecanicista, aunque de un tipo diferente al de un Descartes, en general, al mecanicismo sostenido en la ciencia moderna, postura que lo dejará en saga respecto al desatnollo del pensamiento científico y filosófico posterior.

Si se aplicara el método inductivo de Bacon para estudiar el movimiento gravitatono habría que ob­servar y clasificar- todos los cuei-pos que caen, los que son atraídos y clasificarlos en diversos grupos a partir de los cuadros de presencia, de ausencia y de grado, para después recién obtener la forma común a ellos. Exactamente lo contrarío a lo que hizo Newton, pues la física moderna parte de la ley para explicar los casos apoyada en un anmazón lógico-matemático que aúna razón y observación. Es notable que los adversarios de Galileo hayan propuesto un proceder como el de Bacon en su polémica con el físico condenado por la Inquisición. Como vimos antes. Galileo no procedía inductivamente en sus expenmentos. El rechazo de las matemáticas como herramienta fundamental para sustentar la ciencia naairal condena a Bacon a concebir los principios naturales como cualidades sustanciales contrapuestas, en vez de hacer como Galileo, Descar­tes, Kepler o Newton al reducirlos a cualidades que varían en g.mdo, en más y en menos, y haciéndolos así aptos para el cálculo matemático.

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Ur.o dtí !os rasgos timdamentaies de la teoría de la matemática y de la ciencia de ia na­turaleza consiste en haber descubierto por vez primera ia mñniaid y el carácter en principio interminable de todo saber basado en la experiencia. Pero Bacon. en este punto, sigue tam.bien aferrado a la concepción medieval. No es sólo que baste, según él, con un número limitado y pequeño de formas comm punto de partida para desarrollar, mediante mezclas y combinaciones, toda la muchedumbre de los fenómenos, sino que, además, la misma totalidad de los fenómenos pasa por ser en todas panes un conjunto limitado, que es posible llegar a agotar por medio de la

“ observación continua.-En csímconccpción reside.lo que:caracteriza y. distingue.eLcor-ceptabaca-ie: niano de la inducción. Para Bacon no implica contradicción alguna e! que la 'inducción’ pueda conducir gradualmente hasta las cualidades generales de las cosas, hasta el descubrimiento de sus entidades últimas ya que de antemano considera la naturaleza y los objetos de la naturaleza como un campo aparte, que podemos llegar a dominar plenamente, contando todos y cada uno de los elementos que lo integran. (Cassirer, 1979, p. 150-151)

En este punto se hacen ya patentes las dificultades que entraña aceptar acriticamente la validez del método inductivo en el que se apoya el posterior empirismo y que, como veremos, será estudiado profunda­mente por algunos de sus principales representantes, como es el caso fie David Hume. La polémica acerca de la validez de la inducción en las ciencias naturales fue un tema profusamente discutido en la filosofía de las ciencias durante el siglo .'G<, encontrando a su más implacable critico en la figura del filósofo austríaco íCarl Popper. Claro que al tener.en cuenta la complejidad de ese problema se puede mirar con benevolencia la ingenuidad de la posición baconiana si se considera que se trata de un precursor que abría caminos inex­plorados hasta entonces, actividad que de manera inevitable acarreaba errores. Uno de ellos consiste en la separación que establece Bacon entre la teoría y la observación, sentando con ello un precedente que será continuado por vanos sucesores empiristas hasta pleno siglo veinte. El error de pensar que la teoría es pos­terior a la observación se basa en la idea de que el campo de los fenómenos es finito, como observa Cassirer en la cita anterior, que la infinitud de los fenómenos puede llegar a agotarse alguna vez por medio de la ob­servación. Precisamente porque tal cosa es imposible resulta necesario un criteno, un concepto teórico que permita recortar un aspecto entre los múltiples posibles de lo real para ordenar la infinita y caótica variedad de los datos sensibles. Y sucede que a falta de criterios teóricos que orienten la observación en las investiga­ciones propuestas por Bacon conviven fenómenos disimiles entre si, antojadizos y hasta fantásticos.

Pero hay un punto critico que resulta decisivo, Bacon no realiza una critica del origen, posibilida­des y límites del entendimiento humano. Por ello termina confundiendo ciertos conceptos procedentes del lenguaje con la realidad externa, pues no puede reconocer la actividad propia del entendimiento por partir del presupuesto de que la mente es una tabula rasa que debe limitarse a registrar los datos sensibles. Bacon hacía bien en rechazar la excesiva actividad del intelecto demostrada en la tardía escolástica convertida en especulación fantasiosa, pero no llegó a advertir el papel activo del intelecto en la moderna ciencia de la na­turaleza que se estaba desarrollando en su época. Por ello no acierta a explicar como se obtiene la noción de forma, de esquematismo latente, de lo común a los fenómenos, esto es, la ley que es en realidad un concepto universal constmido por el intelecto y no una copia fiel del fenómeno.

Bacon no se percata de que la fijación, de que la postulación de este carácter común no es, de suyo, sino el resultado de un proceso lógico. El concepto genenco abstracto de un fenómeno se convierte, para él, en el fundamento primero y la fuente de la cosa misma, i .... ) Por donde ■ el mismo concepto de foima no es sino el producto de una proyección falsa, que nos lleva a convertir lo interior’ en lo 'exterior’. Es, más que cualquier otro concepto, un ídolo det espíritu, que viene a desplazar y suplantar a los objetos. (Cassirer, 1979, p. 153-154)

El primer tomo del Tratado de la naturaleza humana Hume introduce un concepto que se encuentra ausente en sus antecesores, el de impresión.

Todas las percepciones de la mente humana se reducen a dos tipos diferentes, que llamaré impresiones e ideas. La diferencia entre ella consiste en los grados de fueiza y vivacidad con que inciden sobre la mente y se abren paso en nuestro pensamiento o conciencia. .A. aquellas percepciones que penetran con más fuerza y violencia podemos denominarlas impresiones; e

i n

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incluyo bajo este nombre todas nuestras sensaciones, pasiones y emociones según hacen su pri­mera aparición en el alma. Por ideas entiendo las imágenes débiles de las impresiones, cuando pensamos y razonamos. iHume. 19S4. p. ■S” )

Existe una relación de copia entre las .deas y las impresiones, estas son las originales y las ideas son las copias, pues la diferencia entre ambas es que las impresiones están presentes en la m.ente en el momento en que se está en contacto con los objetos externos por medio de ios sentidos o de las percepciones de las operaciones internas de la mente, emociones, sentimientos, pasiones. Dicho contacto es singular, presente,

. vivado V. sm embar20..fu2az,.su duración ocuoa un lanso estrecho.de tiemoo. Una.vezdisioadaJa imDresión_en la mente queda la idea, su copia que con ei paso del tiempo se toma más débil y alejada de la impresión.

En la sección cuarta de la Investigación sobre e! entendimiento humano se dividen todos los objetos de la razón e investigación en dos tipos, las relaciones de ideas y las cvesriones de hecho. la primera clase pertenecen ciencias como la Geometria. el Algebra y la .Aritmética y también toda afimiacion intuitiva o de­mostrativamente cierta. Asi expresiones como: tres veces tres es igual a la mitad de dieciocho o el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma del cuadrado de los catetos, expresan relaciones entre números o entre las partes del tnángulo. Los juicios o proposiciones de esa ciase pueden descubrirse por las mismas opera­ciones del pensamiento más allá que existan o no números o nguras geométricas en la naturaleza: ".4iinque jam ás hubiera habido un circulo o un triángulo en la naturaleza, las verdades demostradas por Euciides conservarían siempre su certeza y evidencia" (Hume, 1992, p. 48)

No son averiguadas de la misma manera las cuestiones de hecho, los segundos objetos de la razón humana; ni nuestra evidencia de su verdad, por muy grande que sea, es de ía misma naturaleza que la precedente. Lo contrario de cualquier cuestión de hecho es, en cualquier caso, posible, porque jamás puede implicar una contradicción, y es concebido por la mente con !a misma facilidad y distinción que si fuera totalmente ajustado a la realidad. (Hume, 1992, p. 48)

El ejemplo conocido que brinda Hume es la proposición mañana no saldrá el sol\ dicha proposición no es contradictona como lo seria afirmar que un triángulo es una figura de cuatro ángulos, afirmación que viola el principio de no contradicción. Con respecto a qué tipo de evidencia nos brindan las cuestiones de he­cho y las existencias reales responderá Hume que los razonamientos acerca de ellas se fundan en la relación de causa y efecto. Y agrega una obsep/ación fundamental: "Tan sólo por medio de esta relación podemos ir más allá de la evidencia de nuestra memoria y sentidos" (Hume, 1992, p. 49).

.Aunque Hume agregue la noción de impresión eso no cambia el hecho de que si bien el autor les confiere una certeza indubitable -cosa que por otra parte es discutible- no dejan de ser por ello miríadas de sensaciones que se suceden sin orden alguno. Lo que pennite trascender el momento fugaz de la percepción de impresiones, por definición pasajeras, es la ley de causa y efecto. Supongamos la situación en la que Ro- binson Crusoe descubre pisadas humanas en la arena de la playa, toma a éstas por el efecto cuya causa es que un ser humano ha caminado por esa playa recientemente o, para retomar el ejemplo que brinda el filósofo escocés, si le preguntamos a alguien.por qué cree que su amigo está en ese momento de vacaciones en Fran­cia el interrogado aduciría algún hecho, como una llamada telefónica o una carta de su amigo como prueba de que su amigo se encuentra allí. Todo razonamiento atinente a hechos es del mismo tipo, supone conexión entre el hecho presente y el que se infiere de él. Pero, a diferencia de lo que pensaban los racionalistas. Hume sostiene que tal relación no se puede establecer a prion:

Me permitiré afirmar, como proposición general que no admite excepción, que ei cono­cimiento de esta relación en ningún caso se alcanza por razonamientos a prion, sino que surge enteramente de la experiencia, cuando encontramos que objetos particulares cualesquiera están constantemente unidos entre si. (' Hume, 1992, p. 50)

Sólo la experiencia penmte establecer las relaciones entre los hechos. Los objetos no revelan por sus cua­lidades ni los efectos que surgen de ellos ni las causas que los producen. Para poder inferir aquéllos se requiere del auxilio de la experiencia: " ... las causas y efectos no pueden descubrirse por la razón, sino por la experiencia ' (Hume, 1992, p. 50). .Aparece asi un concepto fundamental en el pensamiento de Hume, el hábito, la costumbre.

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Tendemos a imaginar que podríamos descubrir estos efectos por la mera operación de nuestra razón, sin acudir a.la experiencia. ... Tal es el influjo del hábito que. donde es más fuerte, además de compensar nuestra ignorancia, incluso se oculta y parece no darse mera­mente porque se da en grado sumo. i Hume, 1992, p. 5 1)

Sin la experiencia, sin la observación no se puede encontrar la relación entre la causa y el efecto debi­do a que ambos son distintos. Así es que decimos que mañana saldrá el sol, sólo porque hasta ahora siempre

Hia.siicedidQ asi..Eso..no_,si‘mJfÍc.a.Qiie deba suceder asi, no hav.unamecesidad lógica de_que siaa.sucediendo— es empíricamente posible que mañana el sol no salga o que si aiTojo al aire mi lapicera se mantenga flotando en el aire, puedo imaginar tal hecho sin caer en contradicción lógica. Claro que se puede argumentar que sabemos que la lapicera caerá al piso porque actúa sobre ella la gravedad tenestre. Muy bien, pero Hume considera que sabemos por experiencia que asi es, pero que en realidad nada sabemos de principios tan ge­nerales como la ley de gravedad, no podemos conocer las causas de los principios de los fenómenos que la mente reduce a leyes generales. La ciencia a lo sumo “... sólo despeja un poco nuestra ignorancia”, pero no puede dar cuenta de las razones últimas de los fenómenos naturales.

Tampoco las matemáticas pueden aportar mucho al conocimiento de la naturaleza debido a su condi­ción de abstracciones sin relación con el mundo de los objetos. Es la experiencia entonces la que nos permite establecer la conexión entre ciertos hechos o propiedades con otras, sabemos que la bola en movimiento hará mover a la que estaba en reposo al chocarla. Pero en realidad nada sabemos de la flierza que la pone en movimiento, pues conocemos ciertas propiedades-superficiales de los objetos pero no las fuerzas 0-poderes que los animan. Asi percibimos el color, el sabor, la consistencia del pan, pero nada acerca de su propiedad nutritiva.. La vista y el tacto nos peimiten percibir cuerpos en movimiento pero no la fuera de gravedad. Sin embargo, a partir de la experiencia suponemos que el pan nos alimentará y que un cuerpo transraiturá a otro el movimiento, pero aunque infiramos que tales fenómenos se repetirán, en realidad la mente no tiene fundamentos para concluir de esa manera. Los datos de la experiencia son válidos con respecto a los hechos pasados, no con relación a los fuñiros.

Las dos proposiciones siguientes distan mucho de ser las mismas; He encontrado que a tal objeto ha correspondido siempre tal efecto y preveo que otros objetos, que en apanencia son similares, serán acompañado por efectos similares. (Hume, 1992, p, 57)

Con esto plantea Hume el problema lógico y epistemológico que en la experiencia cotidiana pero también en las ciencias naturales el razonamiento que prevalece es la inducción, tipo de razonamiento no deductivo y que como se ha señalado carece de fundamentación lógica. ,A continuación distingue precisa­mente entre dos tipos de razonamientos: los demostrativos o que conscieme a la relación entre ideas y los razonamientos morales o probables, que se refieren a cuestiones de hecho y existenciales. Este segundo tipo es el que se emplea en Ijs inferencias relativas a la experiencia cotidiana y científica, que al versar sobre lo probable no implica que las cosas no puedan ser distintas a lo que son, por ejemplo, que el pan que como hoy no me alimente. En un pasaje notable Hume anticipa la impugnación que el filósofo de las ciencias Karl Popper realizará en el siglo XX de la comente epistemológica positivista-lógica o inductivismo en su obra La lógica de la investigación cientifica. Sostiene Hume:

Hemos dicho que todos los argumentos acerca de la existencia se fundan en la relación causa-efecto, que nuestro conocimiento de esa relación se denva totalmente de la experiencia, y que todas nuestras conclusiones expenmentales se dan a partir del supuesto de que el futuro será como ha sido el pasado. Intentar la demostración de este último supuesto por argumentos probables o argumentos que se refieren a lo existente (existence), evidentemente supondrá mo­verse dentro de un circulo y dar por supuesto aquello que se pone en duda. (Hume, 1992, p. 58)

Dicho en términos lógico-epistemológicos, no se puede justificar la inducción por medio de un ra­zonamiento inductivo. Pero en téiminos corrientes, y Hume lo reconoce, no es normal en la vida cotidiana poner en cuestión la autoridad de la experiencia. De todos modos, piensa que eso no impide que el filósofo pueda preguntarse cuál es el principio de la naturaleza humana que confiere tal autoridad a aquélla y per­mite a los seres humanos esperar que de causas semejantes deriven efectos semejantes. Ahora bien, si los

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razonamientos probables no pueden fundar ia certeza áe que los efectos asociados a ciertos hechos o sus propiedades se darán en el futuro porque hasta altor? se han producido en infinidad de casos. ,;,qué es lo que da apoyo a esa suposición que todos los hombres comparten I* La respuesta es: la costumhi e o hábito.

Lina vez contextualizado el pensamiento filosófico de Hume subsisten los problemas que su empirismo escéptico deja abiertos en el terreno de teoría del conocimiento. Debemos entonces indagar qué soluciones se intentaron en el campo filosófico al problema del conocimiento, tironeado entre el dogmatismo raciona­lista y el probabilismo empirista. La figura que se yergue con talla de gigante con intenciones de superar esecaiiéjoTi biit'Saiicia es'la~ciCi ilióseiO'uLCiiian immanuel ivani-.-

Kant: la revolución copernicana

La filosofía kantiana que tanta influencia aiviera sobre la ciencia modenia se conoce como kantismo o criticismo. Este último término deriva de la trilogía de las tres '‘criticas". Crítica de la Razón Pura, Crítica de ¡a Razón Práctica y Critica del Juicio que constituyen el núcleo de su obra. En la primera de ellas lo que critica son las posturas dogmáticas del racionalismo y el empirismo, mostrando la intención de superar las limitaciones de esas corrientes y resolver el conflicto entre ciencia y metafísica que venía entorpeciendo a ambas. Lo pnmero que va a establecer es que no es posible la metafísica como ciencia, cargando de este modo contra el racionalismo.

■ "Las corrientes racionalista y empirista que le precedieron disputaban sobre la posibilidad de conoci­mientos científicos de orden metafísico*- Recordemos que Descartes pretendía deníostrar racionalmente la existencia de Dios y que los empiristas consideraban a esos problemas como absurdos e ifrelevantes. La realidad es que no solamente se trataba de una disputa filosófica. La metafísica empantanaba a la ciencia en problemas de los que ella no podía dar cuenta. En esto concuerda con los empiristas. pero no acepta de ellos que esos problemas sean irrelevantes. Dice: Hay tres problemas que la razón humana no puede resolver, pero que tampoco puede apartar de si. Ellos son Dios, la inmortalidad del alma y la libertad. ¿.Que hacer con ellos? La idea de Kant es que esos tan importantes problemas deben ocupar a la filosofía, pero no a la cien­cia. Pueden son motivo de especulación filosófica pero no de investigación científica. De eso modo intenta que la ciencia por un lado y la moral, la filosofía y la religión por otro no se entoipezcan mutuamente. Esto generó lo que más tarde Weber denominaría la división de las esferas de la ciencia la moralidad y el arte, que son, no casualmente, los temas de las tres criticas mencionadas.

Como se ha visto, la corriente racionalista percibida a la razón como poseedora en si misma de las reglas para descubrir los principios universales del conocimiento, de modo que el modelo deductivo, tal como sucede en las matemáticas y la lógica, es el que hay que seguir para alcanzar un conocimiento cierto e indudable, incluso sobre la naturaleza, pues ésta se somete a los principios y leyes que la razón descubre por sí misma. Para ella el conocimiertto sensible sólo aporta elementos que sirven para corroborar lo que la razón ya alcanza por sí misma. La certeza se obtiene a partir de un criteno de verdad como la evidencia, o la claridad en la concepción del concepto, o la ausencia de contradicción. Para los racionalistas los principios universales del conocimiento alcanzados por la razón penniten la deducción de todo lo demás; el conoci­miento de lo singular, de lo existente que se capta por los sentidos es prescindible, constituye un dato menor, su conocimiento es intrascendente.

En su reacción los empiristas niegan la existencia de conocimientos innatos, procedentes de la razón, por lo que se ven obligados a fundamentar todo conocimiento en los sentidos, en la percepción. El criterio que pennite establecer si los juicios son verdaderos o falsos es la experiencia, es decir, la coincidencia entre aquéllos y los datos proporcionados por los sentidos. Se suele afirmar que las diferencias entre el enfoque de los racionalistas y los empiristas proceden del hecho que los pnmeros eran filósofos vinculados a las ma­temáticas, por lo que sus métodos eran a priori, independientes de la experiencia, en cambio los empiristas tenían a la vista las ciencias nauirales, por lo que su modelo metodológico se volcaba a la observación y la experimentación, a posteriori. En este punto el aporte kantiano será más acertado que las perspectivas empirista y racionalista, pues su enfoque del proceder científico tendrá en cuenta la combinación de ambos

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tipos de conocimiento. Pero, esta opcioti también peca en pane por exceso y en parte por detecto. En ei pnm.er caso porque se exceden al atribuir completamente a los sentidos ci ongen del conocimiento, y por detecto, pues el empirismo talla al intentar explicar cierto tipo 'te conocimiento que no procede de los sentidos como lo es el matemático. Claro que, en pnncipio, el empirismo se presenta como una reacción mas "realista” frente a tanto exceso dogmático del racionalismo, que pretende denvar todo tipo de conocimiento desde el gabinete de esaidio del filósofo, ya se trate de teoremas, leyes de la namraleza, pensamientos divinos, hasta principios morales y jurídicos, sin salir jamas de su cómodo encierro mental. De algún modo lo que subyace

'en cS(.a-potcmiv^a, anriLiUc ^e-uii-mooo icno’va\.iO-y-ocn iíUc»Oí> problcmas^'-ooiuc.oncs-cs-wi-vicjo-idealismo — platónico y el realismo aristotélico.

Kant, contnbuyó al éxito de las matemáticas en el desarrollo de las ciencias naturales, como la física y la astronomía modernas, específicamente, en el surgimiento del método experimental que, si bien tiene en cuenta a la teoría -hipótesis, leyes- no pierde de vista la importancia de los datos de los sentidos, no en el sentido de la observ ación ingenua que piensa que las cosas son como se ven, sino organizando los a partir de la teoría y utilizándolos para poner a prueba a ésta. En eso consiste el expenmento, la observación guiada por la teoría. Para eso se deben tener en cuenta los datos particulares que proporcionan los sentidos, descubnr regularidades, correlaciones, formular hipótesis que e.xpliquen dichas relaciones. De manera que los datos sensibles se ponen en relación con los procedentes del intelecto, con la teoría. Galileo ya había puesto en práctica este procedi­miento y luego le seguirá Newton. Pero esa práctica de la ciencia adquiere su justificación teórica desde la filosofía de Kant.

Pero en el aporte kantiano hay otro cambio profundo y es el de modificar la relación sujeto objeto, que hasta el momento privilegiaba al objeto como fuente de conocimiento. Esto es, el.objetaera activo y el sujeto pasivo. En otras palabras. El objeto era conocido por el objeto porque este se mostraba. Todo lo que el sujeto tenia que hacer era estar atento, "contemplativo” a la espera de que el objeto se revelara y le mostrara lo que era. Detrás de esta concepción se encuentra la idea muy pertinaz de que el conocimiento es la representación mental de los objetos.

Es cierto que Descartes hará centro en el sujeto, pero sin poder salir de él, pues la certeza la poseen las ideas innatas, no las adventicias procedentes de los objetos externos. De todas maneras, en los racionalistas conocer sigue siendo captar objetos, aunque sea por medio de la intuición, pues la mente capta con evidencia que el todo es mayor que las partes o que el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma del cuadrado de los catetos, cuyas verdades son objetivas. El sujeto se limita a extraer las consecuencias de un conocimiento que capta contemplativamente. Kant advierte que detrás de las diferentes teorías del conocimiento subyace una posmra metafísica del objeto. Como señala Cassirer;

En efecto, todas las teorías metafísicas presuponen precisamente aquello por lo que aqui se pregunta; parten de un mundo existente por si, del que debe cobrar conciencia un yo concebido tam­bién como una entidad sustancial y autárquica. ¿Cómo explicarse -se preguntan estas teorías- que las cualidades de las cosas, que la extensión y el movimiento se conviertan en sensaciones y represen­taciones, que el ser se transmute en el pensar y se refleje en él, con arreglo a todas y cada una de sus relaciones? Y contestan a esta pregunta remitiéndose de nuevo a una suprema y originaria estnicmra del mundo, en la que el espíritu y los objetos aparecen armónicamente entrelazados y puestos en consonancia. (Cassirer, 1979, p. 595)

Y no interesa si esa estructura del mundo, de la realidad se concibe como siendo la estructura del mundo de los objetos materiales o de sus principios no materiales, ideales si se quiere, j/a sea desde la postura empirista. El empirismo aparece como una impugnación de la metafísica racionalista que no cues­tionaba el presupuesto de que la razón pueda conocer esa estructura objetiva del mundo. Mirados desde la perspectiva kantiana los empiristas tampoco se animan a desprenderse del prejuicio de la relación sujeto- objeto que atribuye a este último término la predominancia, no podemos conocerlo tal como es pero lo que conocemos de él es lo que constituye todo el saber. Y no importa que el objeto sea externo o interno, pues hasta el yo se constiuiye en un objeto tanto para racionalistas como para empiristas. No importa que los primeros lo tonacn como evidente y los segundos consideren que se trata de un mero nombre, pues en el fondo suoonen su existencia en tanto sustancia.

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El cambio de perspectiva que introduce Kant es revolucionario frente a esas diferentes ersiones de un mismo presupuesto. Hasta aquí ni racionalismo ni empirismo pueden e.\plicar cómo es posible la experiencia, de la que se pueden extraer principios y leyes que. a su vez. permitirán explicar por ejemplo a que velocidad caerá un cuerpo en el vacio o qué estructura necesita un puente para resistir la atracción gra- vitatona y no ceder ante el peso, o cuándo y en qué posición estelar se producirá el próximo eclipse lunar, ■‘£ / contenido de la doctrina kantiana no ¡o forman el yo ni sus relaciones con los objetos exteriores, pues versa primordialmeme sobre las leyes y la estructura lógica de la experiencia." (Cassirer, 1979, p. 613)

_ —Y„para expljcaiicon éxito cómo es posible la experiencia se debe operar, según Kant, una revolu­ción, tal como la que realizara en el£añfpo~dé"lá~astronomm Nieüiás"Copcrnico—Kantinyertílá-los.tér:^__minos y dará al sujeto el mando de la situación, previa discriminación de lo-nouménico y lo fenoménico.La ciencia es el campo de lo fenoménico en donde los objetos no pueden ser concebidos como algo en si mismo, sino como algo para un sujeto de conocimiento. En este sentido, el conocimiento es una construc­ción del sujeto que depende de una compleja relación entre lo que los sentidos captan y del modo en que la razón ordena esos datos de la sensibilidad. Lo que podemos conocer es aquello que nuestros sentidos y nuestra capacidad racional nos penniten entender.

Es verdad que Kant establece que las condiciones de posibilidad del conocimiento coinciden con las condiciones de posibilidad de los objetos. Dicho de otro modo. Conocer, en el sentido de conocimiento científico, es eso que hace el sujeto. No hay otro modo de “conocer". En este sentido a Dios, a la belleza, a la moralidad no se la conoce como se conoce el movimiento de los cuei-pos.

Para el conocimiento los objetos no son objetos a secas, sino que son objetos de experiencia. No son una copia de los objetos en la mente, sino el producto de la actividad del sujeto, que aporta los elementos cognitivos necesarios para hacer posible al objeto de experiencia, no al objeto en si mismo, sino al objeto que se presenta como representación en un sujeto.

Para Kant e\ fenóm eno. es lo que aparece, lo que se presenta al sujeto y nówneno, o cosa en sí, es lo que las cosas son independientemente de nuestra capacidad para conocerlas.

Ese noúmeno es lo que la metafísica ha pretendido conocer desde siempre. Semejante pretensión resultó abusiva a los empiristas y es lo que critica Kant del racionalismo dogmático y lo aproxima al empirismo de Hume, .\unque se alejara también de éste para no caer en el escepticismo. Kant al caracte­rizar su propia revolución copemicana no se refiere, como sostienen muchos comentaristas, al cambio de postura exclusivamente en el terreno gnoseológico o teoría del conocimiento, sino a la metafísica, que se encuentra enfrascada en un callejón sin salida. Para Kant tal conocimiento legitimo es, en pnmer lugar, el de la física newtoniana.

Kant admite que no se puede ser indiferente a los planteos de la metafísica pues su objeto no puede resultar indiferente a la naturaleza humana. Pero también que en la época de la Ilustración, en la era de la critica en que todo saber y toda pretensión deben someterse al juicio de la razón, resulta necesario que la misma razón sea sentada frente al tribunal de la crítica. La razón debe juzgarse a si misma, debe.evaluar su propia capacidad de conocer, en primer lugar la facultad de conocer ¿r priori, es decir, la razón pura. En eso consiste la crítica de la razón pura:

Por tal no entiendo una critica de los libros y de los sistemas, sino de la facultad de larazón en general, respecto de todos los conocimientos a que ésta puede aspirar independiente­mente de toda experiencia. (Kant, 1979, p. 6) ^

Kant sostiene que el científico natural se dirige a la naturaleza aiTnado con el experimento y con sus principios racionales para ser instando por ella, pero no como discípulo que se limita a escuchar sino como juez que interroga y que obliga a los testigos a contestar sus preguntas.

Al revisar el estado de la metafísica no llega a la misma conclusión, ella es producto del uso espe­culativo de la razón que utiliza conceptos puros sin relación con la experiencia, por lo que a pesar de ser una de las disciplinas más viejas no ha llegado a convertirse en ciencia. En este punto es donde propone

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su revolución copernicana. Gracias a ella se puede explicar cómo son posibles los conocimientos a prior:, independientes de la experiencia. Pero este cambio de perspectiva de la relación entre el sujeto y el objeto resulta también un punto negativo para la razón, puesto que se demuestra que con la facultad de conocer a priori no se puede salir nunca de los límites de una experiencia posible, que justamente era lo que buscaba la metafisica. La fisica aplica esa capacidad de conocimiento a priori a objetos de experiencia exitosa­mente, por lo que se ha constituido en una ciencia; la metafísica, en cambio, pretende aplicar esa facultad no a fenóm enos sino a cosas en si. Y eso sucede porque la razón no se conforma con lo condicionado y

lo incondicionado. La razón, el entendimiento pueden conocer el fenóm eno, aquello de lo que se presenta en la experiencia, de lo que hay datos sensibles, pero aquello que no se somete a los datos de la expenen- cia sólo se lo puede pensar especulativamente, sin certidumbre. Conocer exige que se pueda demostrar la posibilidad de algo, según los datos de la experiencia o a priori por la razón, como en las matemáticas, pero pensar se puede cualquier cosa con tal que no se caiga en contradicción, y pensar en la posibilidad de un objeto sin contradicción y que tenga validez objetiva se puede hacer también en un terreno distinto al de la razón pura teórica como lo es el de la práctica.

En la Introducción de la Critica de la Razón Pura, Kant comienza distinguiendo entre conoci­miento puro y conocimiento empírico. Para fijar su propia perspectiva formula una frase antológica que reconoce los aportes y los límites de ambas posiciones.

No hay duda alguna de que todo nuestro conocimiento comienza con la expenenoia.Pues, ¿por dónde iba a despertarse la facultad de conocer, para su ejercicio, como no fuera por medio de objetos que hieren nuestros sentidos y ora provocan por sí mismos representaciones, ora ponen en movimiento nuestra capacidad intelectual para compararlos, enlazarlos,.o sepa-_ rarlos y elaborar asi, con la materia bruta de las impresiones sensibles, un conocimiento de los objetos llamado experiencia? Según el tiempo, pues, ningún conocimiento precede en nosotros a la experiencia y todo conocimiento comienza con ella. Mas si bien todo nuestro conocimiento comienza con la experiencia, no por eso originase todo en la experiencia.!Kant, I979, p. 27)

En ese párrafo se reconoce lo acertado del planteo empirista en un aspecto y en relación con cierto tipo de conocimiento, pero también se pone un limite a la pretensión de que todo el conocimiento hu­mano se origine en la experiencia, abriendo asi la posibilidad de que algún tipo de conocimiento sea a priori, independiente de aquélla, teniendo su fuente en la razón misma. En principio advierte que para admitir la existencia de un conocimiento a priori no se puede partir de su presuposición, como hacían los racionalistas, sino que se debe llevar a cabo una investigación. Por empezar se debe distinguir el conoci­miento a priori del que procede de la experiencia, pero del que hemos formado una regla que nos permite anticipar sucesos, como seria el caso que sabemos por experiencia que si se socavan los cimientos de una casa, ésta se desplomará. "Será entonces a priori un conocimiento que es absolutamente independiente de cualquier expenencia, a diferencia del conocimiento empírico que es a posterior:, es decir, que requiere de la experiencia para comprobar su verdad. Los conocimientos son a priori puros cuando no se mezcla con ellos nada empírico.

Para reconocer un conocimiento puro de otro empírico se debe seguir cnterios, en primer lugar, que los juicios de experiencia nos dicen que algo es asi pero podría ser de otra manera, de modo que si se encuentra una proposición pensada con necesidad estaremos ante un ju icio a priori, y si a la vez^no denva de otra que no sea valedera como proposición a priori será absolutamente necesaria. Luego, la experien­cia no otorga a sus juicios universalidad verdadera o estricta sino sólo admitida y comparativa por induc­ción, su universalidad es admitida mientras no se presente un caso que la desmienta -"todos los cuerpos son pesados" valdrá mientras no se encuentre un cueipo que no lo sea-; si, por el contrario, el juicio no admite ninguna excepción, entonces no deriva de la experiencia y es absolutamente a priori. "Necesidad y universalidad estrictas son pues señales seguras de un conocimiento a priori y están inseparablemente ¡ínL/(:;.s.”(Kant, 1979, p. 28).

Los juicios analíticos son los que levantan los racionalistas. .AJiora bien, los juicios analíticos son apnon,

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independientes de cualquier expenencia, son deductivos, y si están bien fonnulados conducen a la verdad. Son universales y necesarios. Pero como hemos visto en la pane de lógica, son tautológicos, esto es, lo que afimaa el predicado ya se encuentra en el sujeto. Si el sujeto es verdadero ci predicado también lo será. Pero lo que digo en el sujeto es algo que ya sabia, por lo tanto, tienen el problema de que no aumentan el conocimiento.

Los JUICIOS sintéticos son los que levantan los empiristas y son a postenon. Esto es, dependen de la expe- nencia. Pero la experiencia es algo muy precano, ya que en muchos casos no puede agotar todos los elementos que componen una clase. Por expenencia no puedo afimiar que todos los cisnes son blancos. Decimos que au-

-iiieiUaii el cuñücinucütO porque en el predicauu hay un piusnhajóalgü más queno iunna parle del sujelo. Pero7"al ~ no poder agotar experimentalmente la realidad no tenemos la garantía de que sean verdaderos. Por lo tanto no son universales y necesarios o por lo menos no lo puedo probar.

Con este panorama, con estas limitaciones a la hora de producir conocimiento Kant entiende que la ciencia se encuentra estancada.

,^Cuál es la propuesta de Kant para resolver el problema? Los juicios sintéticos apnori. ..Por qué se­rían la solución? Porque como los sintéticos amplían el conocimiento que es la tarea de la ciencia y como los analíticos son universales y necesanos. Este seria el ‘‘santo gnal” que pondría ñn a la polémica entre racionalistas y empiristas y permitiría a la ciencia conocer los fundamentos de sus modos de conocer. ¿Pero donde encontramos este tipo de jiucios o razonamientos'^ Kant dice que ya existen desde siempre pero que no se había reparado en ellos.

Para Kant los juicios de las matemáticas son sintéticos a pñori, pues son necesanos pero a la vez no requieren de la experiencia para su verificación. El ejemplo que pone en su obra es el siguiente: La propo­sición matemática: 7 + 5 = 12.

El concepto de doce no es, en modo alguno, pensado ya en el pensamiento de aquellareunión de siete y cinco... ;Kanl, 1979, p. 34)

Esta proposición contiene una sene de ténninos 12, =, 5,+, 7, en los cuales 12 no aparece como ■‘conclusión” o resultado. Para que ese resultado aparezca es necesano respetar ciertas reglas de formación y realizar la operación. Si sustituimos esta sencilla operación por una ecuación de segundo grado como: x2 + (7 - x)2 = 25 veremos que sin realizar la operatoria no es posible obtener el resultado.

Kant no se esta preguntando por las condiciones psicológicas del pensamiento sino por las condicio­nes lógicas. También en la geometría se encuentra que sus proposiciones son sintéticas apriori. Por ejemplo la proposición "la línea recta es la distancia más corta entre dos puntos", es sintética, pues el concepto de recta no encierra información respecto a cantidad sino a cualidad: recto se distingue de curva, pero no infor­ma sobre más corto o más largo, este concepto está añadido al sujeto y no puede extraerse mediante análisis del de línea recta.

Los únicos juicios analíticos que admite la geometría son unos pocos principios como los de iden­tidad, de no contradicción, que el todo es mayor que las partes, que sirven como cadenas del método de de­mostración. El resto, es decir la mayoría son sintéticos a priori. Muchos juicios de la física son sintéticos a posteriori, pero los principios fundamentales, como por ejemplo el principio de inercia, el de acción y reac­ción o la ley de gravedad son sintéticos a priori. Podemos comprobar aquí que Kant admite que en las cien­cias tácticas el conocimiento es en parte empirico y en parte a priori, ni uno ni otro exclusivamente como querían empiristas y racionalistas, y en esto Kant se muestra como fiel seguidor de Galileo y de Newton.

Como se puede ver a parar de loe.xpuesto, los problemas del conocimiento y de los procesos metodológicos para producirlo ya se encuentran inscriptos en la filosofía moderna. La filosofía de Kant fue capaz de superar el estancamiento de la dicotomía racionalista-enipirista y dar a la ciencia y a la teoría del conocimiento un impulso superador. Sin embargo, corrientes que toman gran preponderancia como el positivismo y el neopositivismo ponen en evidencia que e! conflicto, en cuanto al modo en que se concibe ¡a producción del conocimiento científico, no sólo no ha cesado, sino que pennanece y se multiplica en nuevas polémicas.

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Como se ha señalado el término positivismo coiTesponde a uno de los hindadores de la sociología, Augusto Gorme, pero no sólo él, sino la mayoría de los científicos sociales del siglo XIX adherían a la idea de.que.las_ciencias naturales para unos,la física, para otro la biología eran el ejemplo a Imitar y seguir. Inclusomucho más tarde, pensadores como fe m je i por ejemplo siguen pensando que las ciencias sociales no pueden proceder metodológicamente sino como lo hacen las naturales.

I La epistemología como disciplina sistematizada que pretende dar cuenta de los proceso de producción de conocimiento científico nace con esa corriente de pensadores denominado Círculo de Viena que representó

;el enfoque epistemológico del neoposüivismo. Es verdad que como escuela el positivismo concluye con el Circulo de Viena, pero hasta el día de hoy sus concepciones epistemológicas y metodológicas continúan gozando de muy buena salud, tanto en lo que el sentido común entiende por investigación científica, cuanto en las prácticas disciplinares muy afiatadas, como por ejemplo los principios de investigación en medicina, que continúa bajo la égida de la toma de decisiones basada sobre evidencia empírica. Esto muestra que ese

modo de entender la ctencTa que se impone en la pnmera mitad del siglo XX aún continúa vigente en los I enfoques metodológicos, en las prácticas y en los tiindamentos teóricós de muchas ciencias.. Tardíamente esa

foima de entender a la ciencia, esas'consideraciones epistemológicas, han recibido el nombre de "'concepción heredada" porque es la herencia que'•todavía rige y se impone en muchos campos. Detrás de estás ideas que reaparecen como neopositivismo sigue vigente la idea de una ciencia unificada, con un método único, a,\iomatizado. Contra ella es que se irán conformando nuevas perspectivas metodológicas, algunas de ellas con muchas diferencias y otras “sutilmente diferentes”. Alguno de los críticos del Circulo de Viena como 'A ^en^ein y Popper fueron muy próximos en su comienzo a esa escuela. Es importante señalar que para la filosofía tradicional de la ciencia la única diferencia entre ciencias sociales y naturales es en relación al objeto bajo estudio, en los aspectos metodológicos suelen ser monistas, esto es, un único método para todas las ciencias. Por ello entienden que los problemas que plantean las ciencias sociales no surgen de las características diferenciales de su objeto de estudio, sino o bien de inmadurez de las disciplinas o de imposibilidad de alcanzar estatus científico, dependiendo en estas posiciones según autores y escuelas. ,Antes de exponer las posturas más relevantes de los eplstemólogos más reconocidos realizaremos un breve aproximación a las características principales de las corrientes más representativas a los efectos de poder introducir a los lectores

I a las características generales de dichas corrientes.

El inductivismo en sentido estricto. El VerificacionismoI Basada en la sistematización sobre los contextos de la ciencia que hiciera Hans Reichenbach.! en su libro E.xperiencia y predicción, publicado en 1938, la filosofía tradicional de la ciencia sostiene ¡ la’ independencia entre los contextos de descubrimiento y de justificación. Se denomina contexto de I descubrimiento al modo en que surge el conocimiento, se inventa una teoría, se produce el hallazgo de

una conjetura o idea. Como cada época y lugar selecciona sus temas de-acuerdo al área de sus intereses, este ámbito está en relación con factores sociales, políticos, económicos, psicológicos o ideológicos. Con respecto al contexto de justificación, éste se afirma (sobre el descubrimiento de la hipótesis) y se dirige

. a establecer su validez, apelando a cuestiones lógicas y lingüisticas. La posición inducti,vista se sirve i de ambos contextos. Por el jprimero, se inteiTOga

acerca de cómo llegamos a tener hipótesis generales. Por ellge^ndq, cómo las justificamos. La respuesta al primer interrogante es que llegamos a las hipótesis observando casos en la realidad y estableciendo qué similitudes presentan. Sin embargo, este primer paso es insuficiente; para que la hipótesis tenga algún tipo de legitimidad, se debe responder el segun^do interrogante. La

H

!=>

CONTEXTO CONTEXTODE DE

DESCUBRIMIENTO JTSTIEIC ACION

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respuesta justificacionista es que. siguiendo ei procedimiento de la inducción, basado en un tipo de razonamiento que es la inlerencia inductiva, y cumpliendo determinadas condiciones, es posible una

justificación empinca de hipótesis generales.

Para el inductivismo en sentido estrici y, lo empírico es la piedra de toque para construir hipótesis y, a la vez, para probarlas.

Cabe destacar que, siendo la epistemología una parte de ¡a teoría del conocimiento o gnoseoiogia, advertimos que conceptos tales como ‘‘observación” o "justificación empírica”, le otorgan una inmediata vinculación con el

- - ----------- -------. eniDirisiTio como Comente gnoseológica. .\s í, para elempirismo, todo conocimiento deriva de la experiencia sensible, como su'üñicá“fliente. Esto "significa qüe= el espíritu carece de cualquier contenido que sea independiente de la experíencia. De este modo, como no hay más conocimiento que aquel que se logra a través de la sensibilidad, la función de la razón se limita a ordenar lógicamente los matenales que le ofrecen los sentidos.

En el capítulo anterior hemos visto cómo funciona una inferencia inductiva, pasando de un enunciado particular a uno universal mediante una generalización pero, en aquel caso, hablábamos de formas vacias que podíamos resumir mediante !a siguiente fórmula:

SI tengo una gran cantidad de .4 y todos los A poseen sin excepción i a propiedad 3. luego podemos afirmar que todos los .4 poseen la propiedad B.

En lo que corresponde al método inductivo nos valemos de la forma inferencial inductiva, pero ahora ya no estamos en el terreno de las estructuras vacias de razonamiento, ahora pretendemos decir algo de la realidad y por lo tanto la coherencia lógica-es un condición necesaria, pero no suficiente para establecer que efectivamente la conclusión se extrae de las premisas. Además será necesario que nuestro enunciado se corresponda con un estado, fenómeno o hecho de la realidad. Cuando decimos por ejemplo:

María tiene neumonía, toma un antibiótico y se cura.

Juan tiene neumonía, toma un antibiótico y se cura.

Andrea tiene neumonía, toma un antibiótico y se cura.

Y extraemos la conclusión:

Todos los que tienen neumonía y toman un antibiótico se curan.

Estamos usando una forma de razonamiento inductivo, pero ahora, además, pretendemos que lo que afimiamos, que todos los que tienen neumonía y toman antibiótico se curan, corresponda a algo que efectivamente pasa en la realidad y que a esta conclusión podemos llegar a partir de la generalización de enunciados que se apoyan en la obserx ación.

En este ejemplo, hemos pasado de enunciados singulares (María tiene neumonía, ..., Juan tiene neumonía,..., Andrea tiene neumonía,...) a un enunciado general (Todos los que tienen neumonía, ...). Esto puede expresarse diciendo que hemos pasado de un enunciado de nivel 1 a un enunciado de nivel II. Los enunciados de nivel I o enunciados de primer nivel son aquellos que emplean términos empíricos, motivo por el cual también se los denomina enunciados empíricos básicos y son singulares, es decir, que se refieren a una sola entidad o a un conjunto finito de entidades. Un enunciado de Nivel II o de segundo nivel está constituido por las generalizaciones empíricas que, si han pasado con éxito las pruebas realizadas por la comunidad científica, podemos decir que son leyes empíricas. (Klimovsky, 1997, pp. 68-70) ^

Los requisitos que deben cumplir las inferencias inductivas afectan a las premisas y a la conclusión.

Con respecto a las premisas, se requiere que:a) las proposiciones que la forman sean de nivel 1 y estén verificadas,

b) el número de premisas sea suficientemente grande, y

' c) no haya ningún caso conocido en contra.

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Con respecto a la conclusión, debe cumplir, como condición, que:

d) sea una generalización empírica o enunciado de nivel II.

En este tipo de inferencia, se salta del caso a la ley. Es decir que el caso o base empírica fundamenta al resto de las afirmaciones científicas (Klimovsky, 1992, pp.37-40). Los inductivistas le atribuyen a este método el carácter de indiscutible, puesto que se basa en proposiciones singulares, directamente observables.

Eri lo' que 3igue‘,"veremos''có'ñaó'álgünds 'criticas'niegan'ese^valor. En primer"'tügáf,''éxponüfémos"!á^ objeciones que realiza Cari Hempel al conte,xto de descubnmiento del inductivismo y, en segundo lugar, las de Karl Popper, a ambos conte.xtos.

Crítica al inductivismo en sentido estricto como producción de hipótesisYa es una consideración de sentido común acusar de insostenible a la pretensión del inductivismo en

sentido estncto de llegar a las hipótesis por medio de la obser/ación libre de prejuicios. En efecto, a menudo hemos presenciado simaciones en las que dos observadores, ante un mismo fenómeno, '‘ven” cosas distintas. Esto sucede porqué toda e,\penenc¡a visual está condicionada por las e.xpectativas o por los conocimientos previos que tiene el sujeto que observa. De este modo, concluifnos que la observación pura, sm hipótesis subyacentes que la guian, es imposible. Estas hipótesis, que están por debajo de la observación, son las que ncB permiten advertir determinados hechos, y omitir otros.

En tal sentido, Hempel señala que, a pesar de las propuestas de este tipo de inductivismo, al inicio de una investigación, nadie “observa hechos”, en abstracto, sino sólo aquellos que resultan relevantes. ,\sí, dice el autor:

¿Hemos de registrar los pensamientos flucaiances que recorren nuestra mente en unanoche de cansancio? ¿Las formas de las nubes que pasan sobre nosotros, el color cambiante del cielo? ¿La forma y la marca de nuestros utensilios de escrimra'? Pero cabe la posibilidad de que lo que se nos e,xija en esa primera fase de

■la investigación científica sea reunir todos los hechos relevantes. (Hempel, 1966, p. 28)

La crítica al inductivisino estricto señala que, de forma implícita o e.xptícitaT siempre hay alguna hipótesis que acompaña a las observaciones. í-riY'-"’-f,--

Y la relevancia de los hechos o casos a observar está dada por el intentode respuesta que el investigador quiere dar al problema que se le plantea, es decir, por la hipótesis o conjetura que toma como punto de partida para su investigación. De este modo, dice Hempel, la investigación no comienza con la observación, sino con la hipótesis o intento de solución del problema, que guía las observaciones.

Para Hempel no observárnoste hechos, en abstracto, sino sólo aquellos que resultan relevantes con respecto- a la hipótesis que surge como intento de solución del problema que se quiere investigar.

Crítica al inductivismo en sentido estricto como justificación de hipótesisKlarl Popper es uno de los episternólogos que señalan la dificultad de justificar el pasaje de enunciados

.singulares (de nivel I) a enunciados generaies (de nivel II) o hipótesis. La dificultad, llamada problema de [ la inducción, estriba en cómo establecer la verdad de los enunciados generales, a partir de la e.xperiencia, 'que sólo está presente en los enunciados singulares. Esto significa, ¿qué me autoriza, basándome en circunstancias en las que, por ejemplo, observé una gran cantidad de cisnes blancos, a creer que los pró.xiraos

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cisnes que vea, tengan que ser blancos'^ Sabemos que ia Jiistifcación no puede ser lógica, puesto que el razonamiento inductivo descansa en una inconsecuencia lógica. En efecto, como . irnos en la unidad anterior, el razonamiento inductivo es incoiTecto. puesto que desde la distinción que se hace dentro de la lógica deductiva, su foima de razonar no es válida. Esta tbnna inválida pemrite encontrar casos'de sustitución con premisas verdaderas y conclusión falsa.

De modo que la verdad de las premisas no garantiza ¡a verdad de la conclusión. Sin embargo, como ésta contiene más información que las premisas, el razonamiento inductivo tiene el mérito de agregar nuevo conocimiento, posibilidad que le está vedada al deductivo. Y este mentó se consigue, justamente, al precio de poner en riesgo la verdad de sus enunciados generales.

Esto es fácilmente observable en nuestro pnmer ejemplo: sabemos, por prueba directa, que los casos que fonnan las premisas son verdaderos; sin embargo, es posible que la existencia de gérmenes resistentes a un antibiótico detennine que una persona aquejada de neumonía no se cure tomándolos. Por lo tanto, no se justifica lógicamente la afinnación que sostiene que todas las personas que padecen neuraonia se curan tomando antibióticos, ya que siempre puede resultar falsa.

Tampoco puede Justificarse por expenencta, ya que todo aquel que dice conocer por expenencia la verdad de un enunciado general, se remite a la verdad de enunciados singulares, los únicos accesibles, efectivamente, a la experiencia. Lo cual equivale a decir que los enunciados generales están basados en inferencias inductivas.

. Por lo tanto, esta justificación descansa en una fomia de argumentar a la que se le da el nombre de vicio de circulandad. en el cual lo circular, consiste en poner como argumento ,1o que tiene.que ser demostrado. ¡Jn ejemplo en que debería quedar claro para los estudiantes tal circunstancia podría ser el siguiente:

Frente a la pregunta ¿por qué aplazaste tu examen? Una forma inductiva de argumentar seria:

a) En una oportunidad aplacé matemática.b) En una oportunidad aplacé literatura.c) En una oportunidad aplacé risica.

En conclusión, si aplacé es porque siempre aplazo.

Decir que "aplacé porque siempre aplazo" es poner como argumento lo que debería ser demostrado. Así como afiimar: “porque me saqué un dos” o “porque el profesor me puso una nota baja”. Lo que también pone en evidencia que la inducción no se puede justificar a sí misma lógicamente, precisamente por este problema.

Sin embargo, el inductivismo está ligado a nociones muy arraigadas en nuestra expenencia ordinaria, tales como la creencia de que “el futuro será como el pasado”, noción que domina gran parte de nuestra vida, y nos peimite acciones mínimamente eficaces para actuar en el mundo, como esperar que, cuando volvamos a nuestra casa, ésta se encuentre en^el mismo lugar en que estuvo esta mañana. Popper, al respecto, dice: "la mayoría espera cosas basada en reiteradas observaciones hechas en el pasado o cree que existan ciertas regularidades” (Popper, 1974, p. 29)

Estas nociones están inscriptas en el principio del inductivismo, que Kllimovsky define así: “en toda ocasión en que dispongamos de una generalización de la cual tenemos un número suficientemente grande de casos verificados y ningún caso refutado, puede darse a la conclusión general el carácter de proposición verificada”fKJimovsky, 1992, p. 122) ^

La pregunta que se formula Popper es ^cuál es el origen de este principio llamado a determinar la verdad de las teorías científicas ? No puede ser un enunciado puram ente lógico, puesto que, como vimos, el inductivismo se basa en el empirismo, y no podría intentar justificarse apelando a una noción contraria a si mismo. Sin embargo, se podría transformar el razonamiento inductivo, en uno deductivo, toda vez que el principio de inducción constituyera la primera premisa. .Así: De este modo, si bien el problema de la invalidez de las inferencias inductivas quedaría solucionado, puesto que, al incluir el principio, de modo tácito, como premisa en todos los razonamientos inductivos, las inferencias quedarían presentadas de una forma lógicamente aceptable, sin embargo, no está resuelta la Justificación de este principio.

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PrimeraPremisa

Segunda—Premiiia"

En toda ocasión en que disponemos de una generalización de !a cual tenemos un número suñcientemente grande de casos venñcados y ningún caso refutado, puede darse a la conclusión general el carácter de proposición verificada.

En distintos lugares-v momentos, vin un número_sufic!ente de cisnes-blancosr

Conclusión Todos los cisnes son blancos

El decir que: "‘todos los cisnes son blancos” es un lugar común en los ejemplos de lógica inductiva. Pero como también se ha dicho, el enunciado: “todos los cisnes son blancos” es verdadero sí sólo sí, “todos los cisnes son blancos”. Pero cisnes negros como el de la foto se han descubierto en .Australia, lo que invalida ese enunciado universal. El problema de la inducción es que por el procedimiento que usa nunca nos da la certeza de que no e.xista el caso particular que contradiga el enunciado universal. Por lo menos en las clases que tienen por objeto de estudio elementos inconmensurables.

Porque, ¿no es él mismo, acaso, un enunciado universal, al que el inductivismo apeló parajusúficar los enunciados universales? Si queremos probar su verdad, este principio no puede ser una verdad lógica, como una tautología o un enunciado analítico. En tal caso, ¿dónde quedaría la cuestión, cara a los inductivistas, de la posibilidad de agregar nuevo conocimiento? Asi, el problema de la inducción no se soluciona, simplemente desaparece, porque tampoco habría inferencias inductivas que justificar, puesto que todos los razonamientos serían deductivos.(Popper, 1962, p. 28) Entonces, rechazado el origen lógico del pnncipio de la inducción, éste debiera- ser empírico. Pero, por este camino también se llega a una inconsecuencia. En efecto, como el pnncipio de inducción es un enunciado universal, si intentamos afirmar que sabemos por experiencia que es verdadero, para justificarlo tenemos que utilizar inferencias inductivas y, para justificar estasuíumasTScBemos recumr a un principio de inducción de orden supenor, y así sucesivamente. De este modo, ¡a justificación empírica del principio de inducción nos lleva a una regresión al infinito. ("Popper, 1962, p. 28)

El método inductivo se corresponde con la idea de que la tarea de la ciencia comienza con la observación y que se puede verificar, esto es, mostrar que son verdaderos enunciados en tanto e.xista una CüiTespondencia entre el enunciado y la cosa o los hechos. Pero esta tesis requiere del supuesto positivista que entiende que el lenguaje se maneja en un mundo enteramente fisicalista. La verificación empinca plantea pocas dificultades cuando se encuentra frente a universos acotados y controlados como los que se producen en los laboratorios [aunque no sin dificultades), pero cuando la naturaleza de los problemas se aparta de las condiciones puramente físicas y se plantean problemas en tomo a situaciones más complejas corno por ejemplo si es mejor un orden político de libertad que de control, entonces

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ios supuestos venncacionistas del inducnvismo tambalean. Lo que ha hecho esta postura trente a esta diñcLiltad ha sido negar el carácter cientihco de las disciplinas que tratan esos problemas, como es el caso de las ciencias sociales. obsei“vando que les falta madurez para controlar sus objetos de investigación adecuadamente. Esto llevó a que incluso en las ciencias sociales muchas comentes antes de reconoceré! carácter irreductible de sus temas de investigación a los arbitrios fisicalistas se duplicaran los esfuerzos para generar adaptar el verificacionismo a las ciencias sociales.

En tal sentido, se intentó su justificación desde tres frentes;

1) Desde la lógica.

2) Desde la experiencia.

3) Utilizando el principio de inducción.

A su vez, hemos intentado justificar el principio.de inducción:

3.a) Desde la lógica

3.b) Desde la experiencia

1) Desde-; la lógica, e l inductivismo no puede justificarse porque.está basado en el razonamiento índuGtivój'cuya forma es inválida, ya que no garantiza la transmisión de la verdad de las premisas a

' . . . • i ' . ' . -v'. I ' ' *" -

la conclusión V

2 ) - Desde-la experiencia, el inductivismo no puede justificarse porque lleva a un círculo vicioso;conocemos; la verdad'de tos’ enunciados generales, a partir de su; reducción a la verSad de; los enunciados singulares. De esta manera, estamos aceptando el uso dé la inferencia inductiva, que es lo que queríamos justificar.

3) El inductivismo no puede justificarse utilizando el principio de inducción porque; si decimos qué e f origen del principio de inducción es a) lógico, argumentamos en contra, del mismo inductivismo,, que es lo que queríamos justificar. Tampoco podemos decir que su origen es b) empírico, porque caemos en una regresión al infinito; al principio de inducción, que es un enunciado um'versal, llegamos, por enunciado singulares, utilizando ia inferencia inductiva, que debemos justificar apelando a un nuevo principio de inducción, y así sucesivamente.

El venficacionismo ya no es una comente dominante tai como fue concebido por los representantes de la concepción heredada, sólo aquellos que ingenuamente entienden el método en las ciencias empíricas sostienen estas posiciones. Sin embargo, ha adquirido formas más complejas y sutiles, sobre todo por parte de algunos epistemólogos de la filosofía tradicional de la ciencia como Cari Hempei y su concepción confinnacionista, la que veremos más adelante.

La pregunta que surge es; ¿por qué a pesar de tantas críticas todavía predomina la influencia de esta comente? No hay una sola respuesta, se podría decir que algunas de las razones son: que la educación en el campo de la ciencia reproduce sus tradiciones, que es una forma de producir conocimiento que es funcional a ciertas fonuas económicas y políticas, que es un enfoque simple e intuitivo. Pero tengamos en' cuenta que el problema de establecer un conocimiento certero, preciso, riguroso, como ha estado siempre en los afanes de la ciencia depende también de las clases de objetos de investigación. Recordemos que el camino de la inducción es insostenible cuando la clase de los objetos bajo estudio es inconmensurable o como se suele decir, tiende a infinito. Pero que no todas las clases que estudian las ciencias son inconmensurables y por lo tanto se puede esperar con cierta racionalidad que en la medida en que se define, acota y recorta un objeto se lo está “conformando" para ser abordable y por lo tanto en alguna medidda cuantificabie. Luego, el tema de la precisión de los datos obtenidos, depende de la aplicación de

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ese dato. La ¡rreguiandad en [os t'eaómenos sociales, en oposición a la regularidad de los naturales, no es motivo gara desechar un conocinniento por imnrrtuiso oor si mismo, sino en función de que uso se le dará ai mismo. Recordemos que en ocasiones el medir puede exigir un altísimo grado de precisión, pero en otros casos establecer que algo el más grande o más pequeño es suficiente. La aproximación estadística mediante recopilación de datos observacionales puede ser insuficiente en algunos casos y suficiente en otros. La actividad de muchas ciencias sociales, bajo el modelo de las concepciones tradicionales se ha convertido en una técnica para la obtención de datos. Lo que nos debe interesar no es si tienen o no la precisión absoluta, que por otra parte ni siquiera la ciencias naturales tienen, sino cuales son los aspectos que esos datos revelan en función de lo que se está interesado en averiguar. La técnicas metodológicas propiciarán diferentes modos de obtener datos, pero la necesaria reflexión epistemológica sobre las mismas nos dirán como esos datos nos permiten conocer y desde donde.

Estructura del método hipotético deductivo

El Vlétodo hipotético deductivo se encuentra presente desde el comienzo de la ciencia moderna. No olvidemos que junto con la matematización de la naturaleza y el experimento como contrastación de las hipótesis este método era uno de los tres principales aportes de Galileo a una nueva forma de producir conocimiento. El caso es que surgen nuevas formas de entender este método y dentro de la filosofía tradicional de la ciencia es de considerar el aporte de dos autores, el confirmacionismo de Hempel y el refutacionismo o falsacionismo de Popper. Como se verá ambos pueden ser considerados hipotético deductivistas, aunque difieren en cuáles son las condiciones que para ellos permiten confirmar, corroborar o refutar según uno y otro las hipótesis.

Pero antes de atender a este tema trataremos de presentar un esquema de la estructura del método hipotético deductivo en sus lincamientos generales para que luego se pueda apreciar las diferencias que propone cada autor. Para el método hipotético deductivo la ciencia no com ienza con la observamón, como ocurre para los'inductivistas, sino jcon problemas. Llamamos problema a cualquier tipo de interrogante, evidencia que vaya en contra de lo conocido, o dificultad para dar cuenta de fenómenos que hasta el momento no se habían considerado. Cuando hablamos de problemas nos referimos a las dificultades que se le producen a la ciencia en su interés por conocer. A los efectos de buscar una solución a estos problemas del conocim iento, se han de proponer hipótesis, esto es, supuestos acerca de cuáles serian esas posibles soluciones. Si bien las hipótesis pueden originarse en las más diversas fuentes: problemas previos, imaginación, incluso en la fantasía, todas ellas, para ser consideradas científicas deben poder ofrecer alguna foima de constrastación, esto es, puesta a paieba, directa o

indirecta. Las hipótesis no son supuestos sueltos sino que se encuentran inmersas en la estructura de una teoría. Podemos decir que una teoría es un cuerpo de hipótesis de diferentes niveles, las cuales se complementan con un esquema lógico y un aparato experimental de contrastación cuando se trata de ciencias fácticas. Pensemos que las hipótesis podrán convertirse en leyes en la medida en que satisfagan una sene de requisitos teóricos y metodológicos.

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Hipótesis principalesHay un conjunto de hipótesis que conforman

el corazón de una teoría, que se identifican con sus fundamentos y que, como tienen que referirse y dar cuenta de un sin número de fenómenos, poseen un alto grado de generalidad o de universalidad en sus juicios. Estas hipótesis suelen ser denominadas hipótesis principales, madres o fundamentales. Su grado de generalidad es tan alto y abstracto que en la mayoría de los casos no puedeji ser puestas a prueba mediante recursos experimentales. ¿Por qué se aceptaría este tipo de hipótesis y no se lo rechazaría de acuerdo al criterio de demarcación como un tipo de hipótesis metafísicas? La razón es que las hipótesis metafisicas no pueden ser puestas a prueba de ningún modo, en tanto que las

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hipótesis madre no pueden ser puestas a prueba directamente sino indirectamente. ,;,Cómo se produce esta situación'^’ .lustamente. por encontrarse estas hipótesis formando parte de un cuerpo que las abarca tienen diferentes tipos de apoyatura, tanto lógica como empírica. Las hipótesis madres de las teorías cientificas deben poder permitir que de ellas se deriven lógicamente otras hipótesis Je menor nivel de abstracción y generalidad. .A estas hipótesis las denominaremos hipótesis derivadas.

Hipótesis:Madres, generales o principales.

Corpus teórico

Hipótesis derivadas:Deducidas de las hipótesis madres o de ofras derivadas de

alto nivel de abstracción.

La cadena de derivacioues puede ser larga o corta, pero debe e.x.tenderse hasta alcanzar una hipótesis que tenga implicación contrastadora.

Hipótesis auxiliares:Se encuentran, legitimadas en

otros Corpus científicos tanto teórica como, empíricamente y proveen un sustento cornpíemeiiT 't?’ tario como supuestos subyacentes.

' Hipótesis con consecuencias Contrastación:observacionales: Experimento de cuyo

Son aqueUas que establecen su- resultado resulta la evidenciapuestos que pueden ser puestos a prueba a favor o en contra de la hipó-de modo experimental. tesis.

Hipótesis derivadas

¿Cómo se derivan y cuál es la garantía de pertinencia de estas hipótesis dentro de la teoría? La derivación es deductiva, de allí entonces parte del nombre de este método. Mediante el recurso de la deducción es que se irán infiriendo deductivamente unas hipótesis de otras, hasta alcanzar una de un myel erapLrico tal que permita la contrastación, esto es, la puesta a prueba mediante un recurso experimental. Decimos entonces que se ha alcanzado una hipótesis con derivaciones observacionales, es decir, que se encuentra en un nivel que puede ser sometida a prueba mediante el recurso a un experimento. Para los hipotético deductivistas el recurso que hace confiable ia derivación es que ella se realiza mediante una serie de operaciones sin control empírico, pero con control lógico. Aquellas hipótesis que se sostienen en una forma de razonamiento inválida han de ser poco confiables, justamente porque su conclusión no se desprende de sus premisas y por lo tamo no podemos establecer si la hipótesis es verdadera o falsa. Lo paradójico es que, aunque el razonamiento sea inválido e incluso la hipótesis sea falsa, ella puede encontrar en el terreno empírico una confirmación positiva.

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Hipótesis con Implicación contrastadoraPrecisamente la hipótesis que nos conduce al experimento es la que contiene lo que hemos

denominado implicación contrastadora, es decir, un supuesto (teórico) que sin embargo tiene consecuencias observacionales (empíricas). La implicación contrastadora nos dice lo que esperamos que en la realidad suceda para que nuestra hipótesis satisfaga las expectativas de resolver el problema planteado y si no ocurre, entonces esta evidencia empinen echa por tierra con nuestra hipótesis y la reluta. — - .

Por ejemplo, Hempel presenta un caso histórico que expondremos cuando hablemos del confirmacionismo, pero una de sus hipótesis platea lo siguiente: La causa de la muerte muchas mujeres que han dado a luz es por la posición que adoptan en la cama. Este supuesto implica la posibilidad de contrastación empírica que permite poner a prueba la hipótesis. Funcionaría más o menos así: Parte hipotética que tiene, como se ha visto, la forma del condicional, "si ... entonces”, "p ni q”, aquí "H 3 I”: Si la posaira en la cama es la causa de la muerte de las mujeres, entonces se impide que las mujeres adopten esa

posición entonces deberían dejar de morir.Parte experimental: Buscar el modo de realizar I, en este caso evitar que adopten tal posición. Resultado: Si el número de muertes decrece la hipótesis se habrá confirmado, si continúa igual se habrá refutado'. Recordemos que la contrastación es la puesta a prueba de la hipótesis mediante el recurso de la experimentación y que el resultado de la misma puede ser la evidencia a favor o en contra. (Veremos que verificar, confirmar, corroborar, refutar son términos que dependen de diferentes posturas epistemológicas).

El doctor Semmelweis contribuyó al mejoramiento de las condiciones higiénicas y de salud de las puérperas. Ahora bien, según lo señalado

podemos dar cuenta del siguiente esquema:

Sin embargo, éste es un esquema muy rudimentario, ya que de las hipótesis madres de las teorías no se deriva una única cadena derivativa, sino un sin número que da cuenta de la complejidad de las teorías. Además, no todas las hipótesis se generan dentro del esquema derivativo deductivo.

Hipótesis Auxiliares

vinchas veces cieñas áreas de la investigación requieren de hipótesis que no se constituyen dentro del Corpus teórico, sino que se conforman en otros y vienen en auxilio para dar un sustento teórico y/o experimental que no se encuentra legitimado dentro de la teoría, pero si dentro de otras teorías debidamente legitimadas por cumplir con todas las condiciones metodológicas. Por ejemplo, dentro de la biología una sene de supuestos se establecen como conectos a partir de procedimientos expenmentales que no son propios del desanollo de esta ciencia como pueden ser las contrastaciones que se realizan por medio del microscopio. ¿En qué se sustentan hipótesis que pretenden hacer alusión a instancias sólo captadles mediante el microscopio? En otras palabras, ¿por qué el biólogo debería confiar en el uso del microscopio si su ciencia no tiene investigaciones ni evidencias de que éste sea un instnimento confiable? En realidad esas afirmaciones se sustentan en hipótesis auxiliares que se encuentran debidamente legitimadas en el campo de otra ciencia que sí ofrece todas las garantías metodológicas del caso, como es la física, y dentro de ella la óptica. Decimos entonces, que en muchos casos las hipótesis tienen supuestos subyacentes que provienen de nioótesis auxiliares.

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Los huecos en las teoríasAhora bian. en !a estructura de las leonas científicas no todas las cadenas derivativas se

encuentran completas, esto es. con hipótesis que vayan dando e.\plicaciones de tod-os ios fenómenos de estudio que se le presentan a ¡as distintas disciplinas. Por el contrario, las teorías están ¡lenas

de huecos, de interrogantes no resueltas para las cuales no hay una respuesta. En realidad, sjemgre las teorias se encuentran con estas interrogantes, si así no fuera, no serian teorías sino ^ ctrinas; su actividad investigativa habría finalizado y no poseerían la vida de la búsqueda constante de

'conocimiento. Una teoría no es incompleta por tener estos huecos, tiene crédito, en el sentido de que se espera que en el futuro, en la medida en que avancen las investigaciones el desarrollo experimental o el mismo desarrollo teórico, esos interrogantes se irán disipando.

Pero ios huecos pueden llegar a convertirse en un verdadero problema si afectan a la misma teoria, que no puede entonces dar solución al problema que se plantea. En ocasiones, cuando la interrogante abierta pone en peligro la solidez, credibilidad, coherencia, de la teoria se suele echar mano de un tipo de hipótesis denominadas ad hoc. en latín, para esto. Efectivamente, una hipótesis ad hoc es aquella hipótesis que es formulada exclusivamente para resolver el problema planteado, pero que carece de vinculación lógica, metodológica y empírica con el resto de la teoría. Como se suele decir, una hipótesis hecha para salvar los fenómenos, pero que lo que pretende es salvar la teoría. Este tipo de iiipótesis ira sido muy criticado por los epistem ólogos, pues no se ajusta a formas de legitimación dentro de una teoría.

Un ejemplo clásico de hipótesis ad hoc es la que se refiere a la teoria astronómica geocéntrica de origen aristototélico, la cual se había visto seriamente comprometida con las evidencias a-fagor del heliocentrismo presentadas por Galileo. Efectivamente, una de las hipótesis fundamentales del heliocentrismo es que la Luna, que pertenece al orden de las esferas perfectas según la doctrina aristotélica, se presenta con una superficie irregular que hacen suponer la presencia de valles y montañas, lo que la haría una superficie irregular, contradiciendo una hipótesis principal del geocentrismo. Si esta hipótesis copernico-galileana llegara a ser cierta no afectaría de modo superficial a la teoría aristotélica, sino que la invalidaria en sus fundamentos, la refutaría desde sus bases. Para salir de tan peligrosa situación los astrónomos aristotélicos idearon una hipótesis ad-hoc, hecha especialmente para salvar la perfecta esfericidad de la Luna. Ellos afirmaron que .si bien la Luna se veía bajo la mirada del telescopio como irregular, en realidad se encontraba cubierta por una sustancia invisible que la determinaba como perfectamente esférica. Galileo no perdió tiempo en intentos de refutación de tan antojadiza hipótesis y concedió que tal sustancia existia, pero que también se encontraba distribuida de forma irregular sobre la superficie lunar. Aquí la cuestión no es que la hipótesis sea disparatada. Muchas hipótesis que parecían locas al principio terminaron siendo la repuesta correcta a problemas importantes. La dificultad radica en que tal hipótesis no se encuentra conectada con la teoria de tal forma que pueda .ser>te.sreada_lógica y em piricam ent^ .No tiene lazos deductivos con la teoria ni ofrece posibilidades de puesta a prueba de ninguna manera.

Conflictos en los criterios de legitimación

Producción, validación y métodoEn lo que se refiere a la producción del conocimiento cientifico entendemos que ésta se encuentra

asociada a las condiciones de emergencia del mismo en el seno del marco social, político, económico, psicológico, de la cultura , las comentes y tendencias ideológicas de un detenuinado momento histórico. Es por ello que afirmamos en medio de las controversias que el conocimiento cientifico es una producción histórica y social. No existe la ciencia, así, a secas, sino por ejemplo: la ciencia de la Grecia antigua, y más específicamente, dentro de ella, podemos distinguir como casos, el realismo aristotélico, o el materialismo epicúreo. La ciencia experimental moderna, y dentro de ella, la revolución copernico-galileana, la mecánica newtoniana, la teoria de la relatividad, la cuántica, la teoría de la evolución, ¿el psicoanálisis?, etc.

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La validación, por otra parte, tiene que ver con la justificación lógico-metodológica de las teorías científicas, con el análisis de sus estrucairas formales que constiaicen su namraleza lógico-lingüística. Algunos epistemólogos han planteado la diferencia entre conte.xto de descubrimiento y contexto de justificación. Reichenbach es quién en primer término los ha planteado como categoría. Este autor señala que la producción científica debe ser analizada a la luz de una sociología y de una psicología del conocimiento. Por otra pane, epistemólogos como fCuhn le han dado una imponancia fundamental dentro de sus teorías de la ciencia. Efectivamente, para Kuhn la mirada del epistemólogo debe ser también una mirada histónca y psicológica. En relación con aquellos que coiisideian relcvaiiLc el contexto de descubrimiento y el marco de producción del conocimiento científico, algunos ponen el contexto de justificación en segundo orden, como Kuhn, otros, lo ponen en primer orden como Lakatos, que considera de importancia al contexto de descubrimiento, pero en segundo orden. Para otros el contexto de Justificación no tiene importancia alguna, reflexionar sobre la ciencia es hacerlo frente a un campo de creencias como si se tratara de una forma de fe, como por ejemplo Feyerabend. Popper por otra parte entiende que el único contexto legitimo es el de justificación. De hecho entiende a la epistemología como lógica de la investigación científica, rechazando toda perspectiva “histoncista" o '‘psicologista’’. Para él, tales enfoques se cargan de contenidos extra científicos y desvían a la epistemología hacia la metafísica.

Puestos en las antípodas, ambos conceptos parecen irreconciliables. Incluso los epítetos con los que se han referido algunos de los defensores de un contexto a los del otro exceden lingüísticamente el decoro académico. Pero ¿hay otras posiciones? ¿Es posible una lógica del descubrimiento? Como señala Schuster

Claro que'sí ya se establece por definición, que toda lógica pertenece a lajtistificación, una lógica del descubrimiento será imposible. Pero ese criterio parece muy estrecho y si, además, se amplia e'l concepto de lógica por el de metodología, pueden pensarse variantes diversas para metodologías del descubrimiento. {Schuster, 1997, p. 15)

Demás está decir que quienes se estrechan en estas situaciones adquieren posiciones irreconciliables. Pero tampoco se trata de buscar una integración forzada o absurda, sino de encontrar los fundamentos de emees adecuados a finalidades específicas. Schuster señala este interés por pane de comentes como la Escuela de Edimburgo, que plantearían por ejemplo un programa fuerte de sociología del conocimiento , {diferente de un programa débil, o sociología del error), que defiende una idea de ciencia contextualizada, donde la sociología del conocimiento puede establecer ia verdad o falsedad de los enunciados. También señala a 'ios amigos del descubrimiento” quienes defenderían una relación de estrecha conexión entre el descubrimiento y la Justificación.

En relación a lo visto entendemos que una cosa es la actividad de la ciencia en su tarea de producir conocimiento y otra es la reflexión epistemológica sobre su quehacer. El científico en actividad no se está preguntando si debe ser fiel a un método u otro, si debe o no considerar aspectos sociales o debe restringirse a los lógico-lingüísticos. Usa lo que mejor le viene de acuerdo a las tradiciones en las que se ha formado, cumpliéndolas o rompiendo con ellas y eso es así independientemente de los purismos epistemológicos. Por tanto, cuando queremos analizar la forma en que se produce el conocimiento científico es necesano ante todo desprenderse de esos prejuicios puristas y tratar de averiguar qué ocurre en la realidad, y no cómo entendemos que la realidad debiera tlincionar.

Como hemos visto en los primeros capítulos de esta obra, el proceso de consolidación y maduración de las ciencias naturales comienza con la revolución copemico-galileana hacia pnneipios del,siglo XVII. El sólido sistema newtoniano y otros desarrollos en la química y la biología hacen que las ciencias naturales adquieran un prestigio fundado en sus éxitos progresivos y en la confianza que su capacidad logra para explicar y predecir. En este sentido las ciencias nanirales y sus métodos se convierten en el arquetipo a imitar, en el modelo excluyente del conocimiento científico.

Los enunciados científicos deben ser universales, objetivos y necesarios, con el propósito de explicar los fenómenos que se le presentan como objeto de estudio y de predecir eventos. El cumplimiento de la predicción se convteiie asi en la medida de éxito de la explicación.

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Las ciencias sociales, que surgen hacia mediados del siglo XÍX. tienen en primer lugar como propósito dar explicación de las consecuencias que ¡a Revolución Industrial había tenido en el ¿Tibito social. econóiTiico. político y psicológico. Ellas tienen como modelo de ciencia a las ciencias naturales y a-'.'optan en un principio de modo mecánico los métodos producidos por las namrales. Es asi que se produce un reduccionismo tal como puede apreciarse en el fisicaiismo de Comte o en el biologicismo de Durklieim. Pero en la medida en que las disciplinas sociales comienzan a madurar reconstituyen sus objetos de investigación y reformulan sus métodos. Asi el marxismo, el psicoanálisis, el método histórico comparativo de Weber, van a significar un avance de las ciencias sociales hacia su liberación de la tutela metodológica de las ciencias naturales.

Hacia el siglo XX van a ir apareciendo otros métodos que tendrán el objetivo de establecer una correspondencia más adecuada entre objeto de investigación y método. Gadamer. Giddens. dentro de sus planteos del método hermenéutico como método para las ciencias sociales, establecen la diferencia entre vertehen y erklaren. entre explicar, que seria propia de las ciencias naturales y comprender que sería la tarea de las ciencias sociales. La diferencia radica en la naturaleza del objeto a investigar.

En las ciencias naturales los fenómenos se presentan con regularidades y de un modo necesario. Una vez que el fenómeno está lo suficientemente estudiado se puede entonces foiTnular una ley que lo explica. En cambio en el ámbito de las ciencias sociales los hechos o acontecimientos no están sujetos a necesidad, en el sentido de inexorabilidad de los fenómenos, en el mundo social las cosas pueden ocurrir de un modo o de otro, por ello es que para algunos epistemólogos no se pueden formular leyes, sino apenas reglas. La ley pretende ser una explicación inexorable porque el fenómeno es necesanamente inexorable, (los cuerpos nunca caerán para arriba). En cambio en el campo de lo social los fenómenos no son forzosos y lo que se cumplió en el pasado no necesariamente ha de ocurrir en el futuro.

Visto en perspectiva la explicación que producen las ciencias naturales no han de ser por siempre válidas, no solamente porque nuestro modo de conocer la realidad cambia, sino también porque el universo cambia y a lo sumo algunas de nuestras leyes podrán tener valor por apenas un periodo luego del cual se modificarán, pero aunque para el universo no represente demasiado, para nosotros es muy parecido a la eternidad.

El utilizar en una disciplina un único método que dé muy buenos resultados no es algo que merezca ser cnticado, pero el imperativo de trasladar un único método a todas las demás disciplinas no solamente impide el desaiTollo científico sino que además lleva a la ciencia a una posición inadmisible, el dogmatismo.

La pretensión de imponer requisitos, por ejemplo metodológicos, desde las ciencias naturales, debe ser discutida, y eventualemente rechazada -cuando corresponda- por las ciencias sociales o humanas, lo cual no significa dejar de rescatar aspectos básicos, como los que tienen que ver con la confrontación... (Schuster, 1997, p.23)

Sostenemos que un pluralismo metodológico, más allá de los límites, ventajas o desventajas de su aplicación en los casos respectivos, siempre susceptibles de evaluación, permite confrontar los métodos, y se podrán utilizar métodos diferentes en momentos y situaciones diferentes, así como también aplicarlos conjuntamente (por ejemplo, el inductivismo y el hipotético deductivo, o el abstracto-deductivo y el dialéctico). El disponer de un conjunto de métodos permite tener una visión más amplia de los problemas, significa no quedarse pegado a las limitaciones que una concepción exclusivista puede producir. Puede darse el caso de que un problema no pueda ser abordado desde un método y si lo sea desde otro. Además, como en otros aspectos de la ciencia, el criterio de elegancia y sencillez debe primar. ¿Por qué usar un método extremadamente complejo si el problema puede ser resuelto con uno mucho más sencillo? Debe prevalecer el sentido de la conveniencia y de la opoitunidad.

Nos parece muy interesante la posición por ejemplo de Bateson que plantea la integración metodológica

no solamente en el ámbito de las ciencias sociales, sino también entre v con las ciencias naturales.

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Es lugar comúii establecer que algunas de las tareas más importantes de la ciencia consisten en encontrar explicación para los diferentes problemas de conocimiento que se le plantean y a partir de ellas predecir eventos que se derivan del modo en que fuera explicado el sistema, área, realidad, objeto al que se hace referencia. La astronomia predice el movimiento de los astros a partir de los modelos con los que explica el cosmos, la meteorología predice el compoitamiento del clima de acuerdo a como explica el modo en que ciertas variables de temperatura, humedad, presión, viento, etc. se pueden combinar. La psicología puede predecir que un determinado cuadro psicótico puede evolucionar de tal o cual modo. No se trata de adivinar, al modo de los astrólogos, sino de evaluar que ciertos procesos explicados de determinado modo tienen derivaciones esperadles, en algunos casos con alto grado de probabilidad, en otros inexorablemente. Por ejemplo, si comemos demasiado se puede predecir que tendremos una indigestión, aunque no es absolutamente seguro, en cambio si dejamos definitivamente de comer, cualquiera puede predecir que en un lapso no muy largo monremos. Al conocer los procesos de ciertos fenómenos la explicación científica puede anticipar ciertos resultados.

La explicación científica se despliega de diferentes modos y a diferentes niveles en las distintas disciplinas, pero en todas ellas hay un común denominador, que se lleva adelante mediante teorías científicas, que son racionalizaciones sujetas a contrastación. La explicación es dar cuenta de una determinada realidad mediante una sene de juicios o argumentaciones, pero tal cosa es posible, es decir, las explicaciones pueden dar cuenta de una determinada realidad o fenómeno, porque aquello sobre lo que se realizará la explicación se encuentra sujeto a regulandades. Las hipótesis y las leyes que sostienen una teoría son enunciados universales que tiene que cumplirse para todos los casos; si el comportamiento de la realidad fuera antojadizo y cambiante, no seria posible establecer leyes universales, como por ejemplo la ley de gravitación universal, la cual afirma que todos los cuerpos se atraen con una tuerza que es dbectamente proporcional al producto de sus masas e Inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa. Lo que se explica es el comportamiento de todos los cuerpos, no el de la manzana del jardín de mi casa que cayó sobre mi cabeza. Esto determina que la explicación es posible solamente allí donde el comportamiento de los fenómenos se encuentra sujeto a regularidades. Esta cuestión traerá aparejados algunos problemas en el campo de las ciencias sociales, las cuales tienen que enfrentarse a la naturaleza cambiante de los fenómenos propios de éstas disciplinas. Como veremos más adelante, algunos renuncian a hablar de explicación en ese campo y prefieren hablar de comprensión.

Los elementos que conforman la explicación son;

Explanans: el enunciado o conjunto de enunciados que se utiliza para explica.Explanandiím: el enunciado o conjunto de enunciados que se quiere explicar.

Pero la predicción no se infiere de la explicación de un modo directo. Es necesario que partamos de un o mas enunciados debidamente comprobados que conforman las leyes científicas. Sólo en posesión de esas leyes y del caso que nos ocupa podremos establecer mediante el explanans el explanandiím. .A.hora bien, ese caso establece una serie de circunstancias especiales a las que se denominan condiciones iniciales.

En la vida cotidiana usamos permanentemente estos recursos sin advertirlo. Por ejemplo, cuando vamos a realizar un largo viaje y cargamos combustible, reponemos el agua, controlamos los líquidos de freno y de embrague, nos cercioramos de que los neumáticos se encuentren debidamente inflados, partimos de una serie de explanans que poseemos a partir de la experiencia, el conocimiento o el sentido común.

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Echarle combustible a un vehículo antes de iniciar un largo viaje parece obvio, pero se apoya en el supuesto de que el vehículo utiliza combustible para moverse y que consume una x cantidad cada tantos kilómetros. Si no queremos quedamos en medio de la aita, tenemos que calcular la autonomía del vehículo y las distancias entre centros de reabastecimiento. Podemos predecir, sin necesidad de consultar al tarotista, cuántas veces tendremos que reponer combustible y en qué estaciones debido a la información que surge del manual del fabricante o estado del motor en relación al consumo (leyes universales) y de las condiciones iniciales, el viaje que nos proponemos realizar y los lugares donde nos podremos abastecer.

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Hace algunos años, el piloto argentino de Fómiula Uno, Carlos Reuteman. se quedó con su auto apenas a menos de trescientos metros de la linea de llegada, luego de ir liderando la competencia. Esta situación fue muy criticada por el público en general y por la prensa especializada. ¿.Qué falló? Indudablemente el calculo del combustible que había que cargar en el auto. Lo que establece la ley de la física es que a menor peso mayor velocidad y viceversa. Si cargarnos un auto con cuatrocientos litros de combustible, el auto tendrá mayor autonomía, pero, indudablemente, al tener que ainastrar más peso irá mas lento. Luego un auto con menos combustible, es decir, menos peso que arrastrar podrá ir más veloz. Reuteman pudo liderar porque tenía más velocidad que sus compañeros a causa de que tenia menos combustible, pero, lamentablemente también le faltó autonomía para llegar a la meta a tiempo. Por muchos otros motivos pudo no llegar pnmero, pero la explicación de porqué nó llegó se denva de las leyes de la física inscriptas en las teorías de esa ciencia, que penmiten comprender e! funcionamiento de la máquina y de ciertas condiciones iniciales, el mal cálculo de tiempo, distancia y consumo y de ello resulta la explicación del fenómeno.

P a ra C o h é n y N a g e l , h a y c u a t r o m o d e lo s f u n d a m e n ta le s d e e x p l ic a c ió n c ie n t í f ic a .

Modelo deductivoL a c ie n c ia e x p l ic a e v e n to s , le y e s y te o r ía s e m ie n ta e x p l ic a r p o r ig u a l la s t r e s a r e a s d e la s ig u ie n te m a n e ra :

• d e lo s e v e n to s p o r m e d io d e le y e s .

• d e la s le y e s p o r m e d io d e t e o r ía s y

• d e te o r ía s p o r m e d io d e t e o r ía s m á s a m p l ia s .

L a s t r e s f o m ia s in d ic a d a s s o n d e d u c t iv a s y s u p u s ie r o n e l e s tu d io d e la ló g ic a d e . la e x p l ic a c ió n re a -U z a d a '

p r in c ip a lm e n te p o r lo s a u to r e s a n te s c i t a d o s , q u e h a n c o n t r ib u id o , d e e s te m o d o , a l d e s a r r o l t e d e la e x p j jc a c io n

d e n o m in a d a n o r a o ló g ic o - d e d u c t iv a . *"

V e a m o s el m o d e lo d e d u c t iv o d e u n a explicación de eventos particulares p o r q u e la e s t ru c tu r a e s la m is m a q u e

c u a n d o e x p l ic a m o s le y e s o te o r ía s .

L1 L 2 ... L n : le y e s g e n e r a le s E x p la n a n s

C l , C 2 , ... C n : c o n d ic io n e sE D e s c r ip c ió n d e l f e n ó m e n o e m p i r ic o a e x p l ic a r Explanandum

A las explicaciones de este tipo -dice Hempel- se las llama explicaciones por subsunción deductiva bajo leyes generales o explicaciones nomológico-deductivas. El origen del ténmino nomológico está en la palabra griega nomos, ley. A las leyes invocadas en una explicación científica se las llamará leyes abarcadoras del fenómeno explanandum, y se dirá que la argumentación explicativa subsume al explanandum bajo estas leyes. (Hempel, 1982)

Condiciones lógicas de la adecuación

Rl. El explanandum ha de ser consecuencia lógica del explanans'. el explanandum debe deducirse lógicamente de la información que contiene el explanans, pues de otro modo el explanans no constituiría la base adecuada para el explanandum.

R2. El explanans ha de contener leyes generales, y éstas deben ser realmente necesarias para derivar de ellas el explanandum. No haremos sin embargo condición necesaria de una explicación sólida que el explanans contenga al menos una afinmación que no sea una ley; [...]

R3. El explanam tiene contenido empírico; es decir, debe ser capaz, al menos en principio, de comprobación mediante e.xperímentación u observación. Esta condición está implícita en (Rl), puesto que si se da por supuesto que el explanandum describe un fenómeno empinco, de (Rl) se sigue que el explanans entraña al menos una consecuencia de carácter empírico, y este hecho le confiere comprobabilidad y contenido empírico. Pero este punto merece mención especial

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dado que [...] determinados argumentos que se han ofrecido como explicaciones en las ciencias naairales y en las sociales violan tal requisito. (Hempei, 1982)

Condición empírica de la adecuación

R4. Las oraciones que constituyen el explanans deben ser verdad. Es evidente que, en una explicación sólida, las afirmaciones que constiUiyen el explanans han de satisfacer una serie d e_ . condiciones de corrección fáctica. Pero podría resultar más adecuado estipular que el explanans debe verse confirmado en sumo grado mediante todas las pmebas pertinentes de que se disponga, más que ser verdadero. (Herapel, 1982)

Para ser considerada ley científica una proposición debe poseer las siguientes características;

1. Debe ser una proposición universal.

2. Debe haber razones para considerarla verdadera. Esto no es una condición necesaria sino suficiente que depende de las teorías científicas aceptadas en una época determinada.

3. Debe poder subsumir el fenómeno en una explicación nomológico-deductiva.

4. Debe poder justificar un enunciado contrafáctico del tipo; Si A hubiera sido el caso entonces B habría sido el caso. Ejemplo: Si el mecánico de Reuteman hubiera puesto X litros más de nafta a su auto, entonces Reuteman sin mediar ningún otro incidente hubierá podido ganar la carrera. Esfe co'tWTCionáfse apoya en la ley; Tanto litros de combustible entregan en ciertos motores tanta cantidad de trabajo mecánico que se convierte en velocidad. En cambio una generalización empírica como; Si el auto de Reuteman hubiera tenido más nafta, hubiera ganado la carrera. Dentro de las leyes universales y de las condiciones iniciales el tema de la nafta es sólo uno entre tantos contrafácticos.

Usaremos, por tanto, -nos d ice- la palabra ley con ciertas libertades, aplicando el término a ciertos enunciados del tipo a que aquí nos referimos, enunciados de los que se sabe, sobre una base teórica, que sólo se cumplen de una manera aproximada y con ciertas cualificaciones. (Hempei 1982)

Muchas veces las leyes se dan por supuestas. .Asi, en el caso Semmelweis al que hemos hecho referencia, la explicación de la muerte por fiebre puerperal seria la siguiente;

ExpUinandum

En la División Primera hay más muertes por fiebre puerperal que en la División Segunda

ExplanansCondiciones iniciales

Los médicos revisaban a las pacientes después de hacer autopsias con las manos no higienizadascorrectamente, contaminándolas; o sea produciendo envenenamiento de la sangre.

L ey im p líc itaToda contaminación de la sangre es un envenenamiento que produce fiebre y muerte.

Fenóm eno explicado (subsumido en la ley)

La muerte por fiebre puerperal es un caso de la ley de envenenamiento de la sangre. La mayor cantidad de muertes en la División Primera se debió a la introducción de partículas de materia cadavénca en la sangre de las pacientes cuando los m.édicos las revisaban.

¿.Cómo sería una explicación de leyes o teorías"! No olvidemos que se trata de explicaciones nomológico-de-ductivas y, como tales, poseen la fomna que hemos analizado.

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Asi, tanto la explicación de leyes como de teorías, requieren leyes más generales o teorías más abarcativas constituyendo el explanaos de modo que la ley o teoría explanandum quede subsumida en la del explanaos. Pero Hempel analiza otro modelo de cobertura legal en donde las leyes del explanans son prcbabilísticas. Es el modelo que analizaremos a continuación.

Modelo probabilístico

En el caso de algunos problemas científicos de las ciencias naturales y en la mayoría de los de las ciencias sociales, las predicciones no derivan de leyes universales, pues los objetos que caen bajo su estudio no tienen un comportamiento sujeto a regularidades (como es el caso de los fenómenos naturales). Nos encontramos entonces que aun conociendo que para determinadas circunstancias es de esperar que ocurran determinadas otras, esto no quiere decir que inexorablemente vayan a ocurrir, como sucede con la caída de los cuerpos sujetos a las leyes de gravitación. ¿,Se hace entonces imposible predecir en estos casos’’ En realidad la predicción se encuentra sujeta a cierto grado de probabilidad. Por ejemplo, ciertas consultoras políticas en período eleccionario pueden predecir que determinado candidato puede llegar a ganar las elecciones. ¿,Cómo llegan a saberlo'? Entre otras formas mediante recursos tales como encuestas. No podemos decir que hay “leyes universales”, pero conociendo el funcionamiento de las reglas que rigen el proceso electoral y las encuestas, se puede llegar a afiimar que hay un x por ciento de “intención de voto”. Pero los procesos sociales pueden verse alterados por situaciones inesperadas. En las elecciones de 1982 el partido Justicialista tenía las más altas probabilidades de ganar los comicios, y sin embargo se suscitaron una sene de hechos, entre ellos, una manifestación poco democrática en el acto de cierre de' campaña con la quema de un ataúd con el nombre del partido opositor. Algunos analistas afirman qué este acto fue determinante puraque parte importante de la opinión pública le quitara su confianza al panido Justicialista.

Como se puede advertir la precisión absoluta es imposible porque hay una gran cantidad de variables que no son constantes sino fluctuantes. La meteorología es un buen ejemplo, a pesar de los enormes avances de la tecnología, la cantidad de variables y condiciones iniciales del clima es tan poco regular que se hace bastante difícil realizar un pronóstico meteorológico preciso. En este sentido, la meteorología es una ciencia que como muchas otras y principalmente las sociales opera con objetos de investigación en donde la regularidad de los fenómenos es escasa. No es casual que se nos informe que haya un 60 u 80 % de probabilidades de lluvia o de que la temperatura supere los 40 grados. Decimos entonces que nos manejamos con hipótesis probabilisticas.

El modo de razonar en este modelo es inductivo, pues va de una lista finita de casos a un enunciado universal mediante una generalización. ¿Esto hace al modelo probabilístico poco confiable o inútil? De ningún modo. Es verdad que cuando el servicio meteorológico pronostica ochenta por ciento de probabilidades de lluvia y salimos con el impenneable y el paraguas y no llueve, pensamos que los del servicio meteorológico no saben nada y no "aciertan una”. Pero, si las mediciones son tomadas teniendo claros los parámetros y ló que se quiere saber, un caso similar se plantea con la tasa de desempleo, los porcentajes son una aproximación, nunca exacta, que nos brinda una infonnación muy útil. Es necesanamente inexacta porque esa cifra está fluctuando todo el tiempo. Hay personas entrando y saliendo del sistema productivo incluso cuando se está tomando la encuesta. Los porcentajes representan a miles o cientos de miles de personas. No interesa tampoco saber el número exacto de desempleados, sino establecer una cifra aproximada que sea indicadora de un elemento inrportante de la economía o de la situación social. Para el que está sin empleo esa situación siempre será dramática, pero para el estado general de la sociedad no es lo mismo un 4%, un 14 % o un 25“ o .

Modelo genético

Como hemos visto hay ciertos fenómenos que no se encuentran sujetos a procesos inexorables, sin embargo, en sus procesos o desarrollos es de esperar que se den ciertas circunstancias que en general ocurren de un determinado modo, aunque bien podrían cambiar. Es de esperar, por ejemplo, que el corazón se encuentre levemente a la izquierda y el hígado a la derecha. Asi lo explica la medicina.

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Estas conjeturas son el proiucto no sólo de la constatación empírica y de una generalización a partir de que en la mayoría de los casos esos órganos ocupan esas posiciones, sino que el explanandum surge de una sene de teorías sobre la evolución de la vida. No es común que aparezcan personas con los órganos en la posición inversa, pero estos casos existen y no representan la anormalidad o disfuncionalidad de la persona, ello indica que las cosas pueden ser de otro modo y que no se encuentran sujetas a leyes universales. La explicación surge entonces de una teoría que pretende dar cuenta de la génesis o despliegue de los fenómenos, estableciendo entonces ciertas tendencias, procesos o comportamientos.'No decimos que existan leyes universales, sino que los procesos suelen desarrollarse de determinado modo. Bajo ciertas condiciones se desarrollan determinados procesos. El ejemplo que hemos puesto muestra que este modelo puede darse en una ciencia natural como la biología, pero también hay teorías genéticas en el campo de las ciencias sociales. Por ejemplo, en el caso de la economía se supone que determinados procesos inñacionarios son el resultado del manejo de determinadas variables tales como aumentos en los precios, los impuestos o los sueldos.

Modelo funcional o teleológico

Mientras que el modelo genético trata de explicar los fenómenos buscando su origen, el modelo funcional o teleológico lo hace a la inversa buscando la finalidad hacia la que están orientados los procesos. Lo que debe explicarse (explanandum), en una explicación de tipo funcional, es una acción, según aquella expresión: la función de x es hacer y (la función del corazón es bombear la sangre en el organismo). Se suele distinguir entre explicación funcional y explicación teleológica como dos

formas diferentes de explicación. La explicación funcional considera hechos generales del mundo animal que se

: refieren a Inacción de una parte con miras al funcionamientodel todo, mientras que la explicación teleológica trata de hechos particulares de individuos dotados de la conciencia de fin (finalidad propia) o de conductas que parecen tender a un fin.

Sin embargo es evidente que aquí no es tan claro el procedimiento explicativo como relación entre fenómenos externos al sujeto porque el fin es algo que está definido por el sujeto como algo que se dará en el futuro: ¿qué pasaría si el fin no se, cumple? ¿Cómo se explica la conducta? Deberíamos más bien recurrir a los motivos e intenciones para explicar la conducta del sujeto. Claro que, ahora, hemos apelado a algo interno al sujeto y parece ser que, a pesar de que hablemos igualmente de explicación, esto •implica por lo menos que debemos comprender (ponemos en el lugar del otro) la acción del sujeto en cuestión para poder explicarla.

La modelÍ2ación implica el presupuesto de que hay una racionalidad, una regularidad, un orden, en aquello que es objeto de estudio de una ciencia y que la razón humana puede conocer. Algunos lo denominan a priori de inteliaibilidad

Los comprensivistas han analizado la comprensión haciéndola extensiva a los fenómenos sociales y culturales de cualquier tipo. Recordemos que Popper, quien defiende la explicación como objetivo de toda ciencia (más allá de la comprensión de motivos), recurre a un artificio que es suponer que los fines no dependen de los motivos subjetivos sino que están definidos por la situación; por eso propone un tipo de explicación diferente para las ciencias sociales, con lo cual pretende superar las posiciones psicologistas.

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Clasificaci(3n de las ciencias humanas v sociales*/

En el primer capítulo hemos establecido la diferencia entre las ciencias según su objeto y según sus fines. Hemos presentado de acuerdo al esquerna clásico que las ciencias fácticas se dividen a su vez en ciencias naturales por un lado y sociales o humanas por el otro. Hemos visto que las llamadas ciencias namrales o ciencias experimentales modernas o también ciencias duras, surgen en el Renacimiento como consecuencia de una enorme cantidad de circunstancias que convergen en ese momento,y que provienen de transformaciones en el orden social, político, económico, cultural y religioso, pero que también ellas contribuyen a la transfoimación de los otros planos.

La juventud intelectual se ha mostrado en la moder­nidad como dinamizadora del pensamiento y los mo­vimientos sociales

El punto de ruptura de esa tradición, que pennitirá progresivamente la constitución autónoma del conjunto de las hoy llamadas ciencias sociales, se halla en el Renacimiento. El precursor reconocido para este nuevo continente del conociuiiento sera Nicolás Maquiavelo (1469-1527), cuya obra marca la liberación, para la reflexión sobre la' política, • de 3u s‘condicionantes teológicas o filosóficas. Lo que podríamos llamar ciencia política, esto es, teoría del gobierno y de las relaciones entre el gobierno y la sociedad, es el primer campo secularizado del saber que habrá de irse constituyendo dentro del orden más vasto de las ciencias sociales. Campo en el que coexisten ai lado de las prescripciones de lo científico -aún balbuceante- las sutilezas del '‘arte’’, es decir, los cánones para la acción que pennitan diferenciar al “buen” del “mal” gobierno. (Portantiero, 1987. p, 7)

Dilthey denominó ciencias humanas en oposición a las naturales -las que trataban de obtener conocimiento del mundo fuera del hombre con el propósito de fonnuiar leyes causales-e aquellas que tenían como proposito alcanzar conocimiento sobre el mundo humano, su cultura, su historia, sus relaciones a través del modo de producción que revelaban los documentos históricos, las obras de arte, etc.

Es también frecuente, sobre todo entre algunos europeos, llamar a las disciplinas que se ocupan de estos temas ciencias del espíritu. Sin que esto tenga necesariamente una connotación idealista, su nombre deriva de lo que Hegel llama en su obra “espíntu objetivo”, el que es la manifestación de un momento en el despliegue de la totalidad y que concuerda con la superación del “espíritu subjetivo” el que correspondería al simple yo y se expresaría en un nosotros, este nosotros se realiza a su vez a través de las instituciones sociales, del Estado. Están dadas asi las condiciones para alcanzar la unidad entre sujeto y objeto en el tercer momento del “espíntu absoluto” en donde se manifiestan el arte, la religión y la filosofía.

De la escuela de Badén, una de las comentes filosófica que propician el neokantismo, surge el método ideogi'áfico que correspondería a las ciencias sociales, en oposición al nomotético, que coiTespondería a las naturales. Sin embargo Rickert, uno de los integrantes de esta escuela incluye a la sociología entre las nomotéticas, ya que ella íendna como propósito producir conocimiento de hechos según relaciones causales.

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Apel diferencia entre ciencias del espinm y ciencias sociales. A las primeras las considera centradas en ia práctica comunicativa que tiene por tin la formación de la opinión publica y entre ellas menciona a la pedagogía. Las ciencias sociales en cambio tienen como objeto la interpretación del dominio público, configurado a partir de las ciencias del espíritu, y la explicación de la ampliación y potenciación de las fuerzas de producción. Menciona entre ellas a la sociologia, economía y ciencias políticas.

Otras posturas están representadas por la polémica entre la escuela de Frankfurt con Adorno a la cabeza y el aeopositlvismo puppcrianu. Si bien dedicaremos un apartado especial a esta polémica, bástenos decir por el momento que mientras los frankñirtianos sostienen la diferencia entre las ciencias naturales y sociales y la multiplicidad de métodos, Popper reivindica el monismo metodológico, al proponer un único método para todas las ciencias, descalifica asi a casi todas las disciplinas sociales no reconociéndoles su condición de ciencia en tanto no sean capaces de dar cuenta de los fenómenos sociales por medio de leyes invariables.

Si bien la filosofía no es, no ha sido y difícilmente pueda llegar a ser una ciencia, ya que, como lo señaláramos en otro lugar, mientras las ciencias se constiaiyen en tanto circunscriben un objeto de investigación y tratan de preguntarse sólo sobre aquello que pueda tener respuestas contrastables, la filosofía no renuncia a la pregunta por la totalidad y a la metafísica. Pero es interesante lo que señala Goldmann;

Sí la filosofía es algo más que una simple expresión conceptual de-las diferentes visiones del mundo, si aparte de su carácter ideológico, nos trae ciertas verdades fundamentales referentes a las relaciones del hombre con los otros hombres, y de los hombres con el universo, entonces estas verdades deben hallarse en la base misma de las ciencias humanas, y notablemente en sus métodos. (Goldman, 1972, pp. 7-8)

Las filosofías de la naturaleza, desde el Renacimiento hasta Schelling y Hegel, trataron de introducir el espíntu y la conciencia en el universo físico. El desarrollo de las ciencias fisicoquímicas parece haber probado que tal pretensión era errónea. Este desarrollo se ha hecho en detnmento de ia filosofía de la naturaleza, que ha tenido que ceder terreno. De esta experiencia histórica se desprendió una idea, valedera hasta nueva orden para el mundo físico: la ciencia positiva adquiere dominio del conocimiento en la medida en que se libera de toda ingerencia filosófica. Las formas dominantes de la ciencia han tratado de extender esta afirmación a las ciencias biológicas y humanas, preconizando una biología mecanicista, una psicología objetivista, una historia empírica y una sociología cosista y desenptiva.

Si tiene razón, la filosofía es una supervivencia ideológica que ya no tiene razón de ser, y de la cual hay que liberarse. -En la secretaria de un instituto de Psicología, hemos oído una vez a una empleada decir a una joven estudiante que venia a inscribirse, que la estadística figuraba en el pro'grama de estudios "para evitar que la psicología degenerase en filosofía”- Pero si, por el contrario, la filosofía aporta realmente verdades acerca de la naturaleza del hombre, entonces toda tentativa de eliminarla altera necesanamente la comprensión de los hechos humanos. En este caso, las ciencias humanas deben ser filosóficas para ser científicas. (Goldman, 1972, p. 8)

De lo dicho anteriormente se desprende que el problema de clasificación de las ciencias no es meramente taxonómico, sino que detrás de las fonuas de agrupamiento se encuentra una enfei-vorizada polémica en tomo a la ciencia misma, su sentido su alcance y su razón de ser.

Es evidente que las diferentes clasificaciones se enfrentan al problema de la concepción de ciencia de lo social y a la forma de concebir las relaciones sociales o humanas. Por lo tanto suponen o una interpretación de! espectro social y la posibilidad de configurarlo en dominios que permitan la clasificación (como en el caso de Apel) o también una determinada concepción de la tarea que realizan el conjunto y los subconjuntos de estas ciencias (como en Piaget). Pero en ambos casos hay un reconocimiento de que existen problemas epistemológicos y metodológicos comunes a todo el conjunto y específicos de cada subconjunto. Sin embargo.

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aceptar problemas específicos de un subconiuiuo supone la posibilidad de realizar un recorte de io social que implique, por lo menos, problemas metodológicos comunes y esto no es del todo claro. De este modo, asi como no hay un acuerdo generalizado para clasificar y aun designar a este conjunto de ciencias que hemos reconocido como sociales, también se las tiende a estudiar por separado sosteniendo que. a pesar de que poseen problemáticas epistemológicas y metodológicas diferentes de las ciencias naairales (y desde esta óptica se las puede agrupar como un conjunto especifico) cada una de ellas aborda sus problemas con supuestos y procedimientos que les son propios.

Los esfuerzos clasificatorios en al ámbito de lo humano o social suponen ya una determinada concepción de ello, en consecuencia, es más aceptable abordar los problemas epistemologico-metodológicos generales a que se encuentran enfrentadas las ciencias humanas (por tomar como objeto de estudio las producciones humanas) y luego hacer referencia a cada ciencia en particular.

Las ciencias sociales entre la historia y la políticaComo se ha señalado en el capitulo II y aquí ampliaremos, las disciplinas sociales surgen mucho más

tardíamente que las naturales y son el producto de otras necesidades que derivan de la Revolución Industrial. Esto es el resultado de la expansión de la economía capitalista y de otra circunstancia que veremos más adelante, -com o por ejemplo la convergencia entre la ciencia y la técnica-

Con el desarrollo del capitalismo no solo las nuevas fonmas de producción arrasan con el orden económico feudal, los mecanismos de incllisiófi-sócial, como los que garantiza'ban los gremios medievales desaparecen. El capitalismo revela entonces situaciones paradojales. Por un lado, la necesidad de una economia estable, de un comercio fluido y de paz social que permita sin tropiezos es desarrollo de esas actividades. Por otro, !a necesidad de obtención de nuevos mercados, y de matenas primas para sus manufacturas que implica políticas coloniales y enfrentamientos bélicos, no solo contra aquellos que se va a conquistar, sino también como resultado de la disputa con aquellos con quienes se va a competir en la lucha

de conquistas.

Al mismo tiempo, la lógica productiva de este sistema parte de que a mayor producción mayor ganancia, pero no tiene en cuenta que esa espiral ascendente de la producción se encuentra con los limites de la capacidad de absorción dei mercado. En lugar de un desarrollo sostenido y ascendente, la economía capitalista se encuentra con periodos de expansión, crecimiento, pleno empleo, seguido de profundas retracciónes que generan fenómenos conflictivos y de violencia social. Como se ha dicho, encontrar una

explicación a estos fenómenos y ofrecer mecanismos de control es lo que motiva a las incipientes ciencias sociales. De cualquier manera y aunque se presente como un Leviatan (como un monstruo), la instimción en la que se piensa como garantía de cualquier modelo de orden social a excepción de los anarquistas es el Estado.

Las ciencias naturales fueron tomadas como modelo de toda ciencia y las disciplinas sociales nacieron bajo su influencia. Lo que pnncipalmente tomaron de aquellas fue el método,

La confianza general en que las ciencias sociales pueden llegar a un conocimiento tan exliaustivo como las naturales, resultaalgo común a todas las posturas. En este sentido, la disputa será por establecer el reconocimiento del propio método de cada coinente como: “ei método científico”, aunque detrás de cada postura haya una postura ideológica

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que sé señala como propia de los advérsanos, pero no de si misma. El caso más claro es el del marxismo, que identificado politicamente con el socialismo denomina a su dcctnna como socialismo científico. En el caso de otras comentes, sobre todo los clásicos resultan evidentes sus afinidades con el liberalismo.

En momentos de mayor madurez las ciencias sociales comienzan a redefinir su objeto de investigación, considerando las características particulares que lo diferencian de las ciencias naturales, como por ejemplo la diferencia en la regularidad de los fenómenos. No solamente la jerga científica se va modificando, produciendo términos y conceptos nuevos que intentarán llegar a una mejor definición de ios objetos en estudio y una más adecuada explicación de los fenómenos, sino que también van creando nuevos métodos como instmmentos más apropiados para abordar a los objetos en cuestión. El marxismo, por ejemplo, en su consideración sobre la sociología y la economía no define su objeto de esmdio al modo de la sociología y la economía clásica de Smith o Ricardo, antes bien rompe con el modelo clásico y redefine el objeto, incorporando elementos del materialismo históríco y de la lucha de clases, produciendo al mismo tiempo un método novedoso que tiene como punto de partida, aunque con cambios importantes, a la dialéctica hegeliana como estmcnira lógica. El mismo Freud, con su “invento” del inconsciente y su esquema del aparato psíquico, recompone un nuevo objeto de investigación para la psicología, requiriendo al mismo tiempo un nuevo método, el psicoanálisis. A pesar de todo, todavía está presente en ellos el esquema de búsqueda de las leyes que gobiernan los procesos de los fenómenos en estudio, al modo de leyes de la naairaleza.

Se plantea como imperativo de la ciencia el conocimiento; su fin sería propender a una mayor comprensión de las sociedades humanas. En la constmcción. misma de las ciencias sociales es menester diferenciar aquellos conceptos que surgen con un propósito hegemónico y colonizador, como mero justificador del orden establecido, para validar y unlversalizar “valores” éticos y epistemológicos que hacen al beneficio de una clase en detrímento de otras y son presentados como bien común. Michel Foucaul en “Contestaciones al circulo de Epistemología”, señala la necesidad de distinguir dos sentidos de ciencia en relación a sus “condiciones de posibilidad”. Bajo el término general de “condiciones de posibilidad”, Foucault intenta realizar una distinción entre aquellos aspectos que hacen a la producción intrínseca de la ciencia, de aquellos otros en medio de los cuales se realiza pero que, de ningún modo, pueden ser soslayados y que son esencialmente constitutivos derla ciencia.

Bajo el término general de condiciones de posibilidad' de una ciencia, es necesario distinguir, pues, dos sistemas heteromorfos. Uno define la condición de la ciencia como ciencia: es relativo a su dominio de objetos, al tipo de lenguaje que utiliza, a los conceptos de que dispone o que busca establecer; define las reglas formales y semánticas que se requieren para que un enunciado pueda pertenecer a esta ciencia; está instituido, ya sea por la ciencia en cuestión en la medida en que ésta se formula sus propias normas, o bien por otra ciencia en la medida en que se imponga a la primera como modelo de formalización: de todos modos, su condición de cientificidad son internas al discurso científico en general y no pueden definirse sino por él.” (Foucault, 1983, p. 117)

Para Foucault no se trata, ni de los "consejos” o e.xplicaciones que algunos epistemólogos suelen dar a los científicos acerca de qué cosa es la ciencia y de cómo deben trabajar - fundamentalmente desde la tarea metodológica-, ni tampoco de la historización como recorrido de un devenir continuista, o aipturista, o historíográfico, o de reconstrucción de las metodologías; se trata de la histona efectiva de la'ciencia. ■Ahora bien, ¿qué debemos entender por historia efectiva de la ciencia?, ¿cómo acceder al reconocimiento de esa histona? Para Foucault accedemos a través del análisis de las formaciones discursivas. Aceptamos esta propuesta en la medida en que en las formaciones discursivas puedan evidenciarse además de las luchas por la hegemonía y de las luchas por el dominio, las contradicciones que atraviesan y constituyen todo saber, tanto del de las disciplinas sociales como del de las disciplinas namrales. .A Foucault le interesan las “ciencias sociales” mas allá de la discusión sobre su cientificidad, le interesan en tanto configuradoras de positividades, es decir, de constaicciones sociales. Afirma que están las ciencias y las que no obedecen a esos criterios de "objetividady sisLematizaciún que permiten definirlas como ciencias", pero que han de ser concebidas como "otras configuraciones del saber".

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Habermas, por otra pane, ve otra grieta en la ciencia en general que también es aplicable a las ciencias sociales y que, para éste autor, pone en evidencia las implicancias políticas de la producción del conocimiento científico en cuanto a los fines a los que puede seio/ir.

... los neoconservadores saludan el desarrollo de ia ciencia modenia, en la medida en que posibilite el progreso técnico, el crecimiento capitalista y la administración racional.Sin embargo, recomiendan, al mismo tiempo, una política que diluya el contenido explosivo de la modeimidad cultural. Según una de sus tesis, la ciencia carece de significación en la orientación de la vida. Otra tesis es que la política debe estar tan escindida como sea posible de las justificaciones morales. Una tercera tesis afinma la inmanencia pura del ame, no le reconoce un contenido de utopía y subraya su carácter ilusorio para limitar la experiencia estética a la esfera privada. (...) Pero con el confinamiento definitivo de la ciencia, la morai y el arte en esferas autónomas, separadas de la vida y administradas por especialistas, lo que queda del proyecto de la modernidad cultural es imsono. (Habennas, 1998, p. 31)

Finalmente, quisiéramos tener en cuenta que las ciencias sociales no pueden dejar de tomarse mercancías, esto es, que adquieren un valor que permite todo tipo de transacciones al operar, como señala Büurdiex, como capitales culturales de valor económico y de valor simbólico. La demanda de los mercados de este tipo, al que pueden contribuir las ciencias sociales, tiene muy diferentes fines. Puede proveer ideas y conocimientos capaces de solucionar problemas concretos, como cuestiones de planificación o utilización de recursos, pero también alimentar el mercado mismo (becas, subsidios, sueldos, premios, etc.). Se trataria de msumos para la retroalimentación de las propias ciencias. También construcciones discursivas justificadoras de un detenninado orden social, económico o cultural que ofrecen a un tiempo técnicas de control social.

Problemas de las ciencias sociales

Frente a las circunstancias establecidas en el punto anterior, surge que las ciencias sociales se topan con un objeto de estudio con características muy diferentes al de las ciencias namrales, como ya señaláramos, por la iiTegularidad de los fenómenos que estudian las primeras. queremos significar con esto? Por ejemplo, la física es la ciencia que tiene por objeto de estudio el movimiento de los cuerpos. La risica aristotélica, la risica newtoniana, ¡a teoría de la relatividad o la mecánica cuántica son teorías diferentes que consideran de diferente modo algo que ocurre en la realidad desde casi siempre -por lo menos desde algún momento posterior a la explosión inicial y seguramente hasta dentro de mucho tiempo cuando cambien las condiciones, aunque por otra parte ignoramos si en algún lugar del universo nuestras leyes carecen de valor-. Desde que nuestro universo ha alcanzado cierto estado y de esto hace mucho los cuei-pos tienen un comportamiento que pueden comprenderse desde distintas teorías, pero que en sí mismos no han vanado. El movimiento puede ser explicado desde la teoría del Ímpetus (hay en los cuerpos una tendencia al movimientos y sólo si algo se interpone el movimiento se detiene), desde la ley de gravitación universal de Newton, o desde las complejas ecuaciones de la teoría de la relatividad de Einstein, pero más allá de la forma de comprenderlo el fenómeno presenta regularidad. Dicho en otros términos los cuerpos caen -más allá de cómo se defina caer- cayeron y caerán en una temporalidad inconmensurable. Las variaciones en el objeto son constantes o predecibles.

No ocurre lo mismo en el ámbito de los objetos de las ciencias sociales. No solamente nos encontramos, con diferentes teorías que pretenden explicar los fenómenos, sino que nos encontramos que los fenómenos son de una naturaleza tan vertiginosamente cambiante que cuando creemos haber encontrado una explicación, ésta ya ha caducado, porque esa realidad se ha tomado diferente.

.Mgunos han establecido que la tarea de las ciencias sociales no consiste en definir los objetos en tanto que cosas o relaciones entre cosas, sino como procesos. La legalidad no se aplica a los comportamientos de las cosas sino a los procesos a través de los cuales las cosas se transfomian. Las metáforas de la biología comenzaron a ser más útiles que las de la física, pues se advirtió que las transformaciones sociales no son de tipo mecánico, sino más sutiles y complejas como las que se refieren al desarrollo de la vida. En este sentido

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Duricheiru es un claro ejemplo de dotar a la sociología de un método, el método sociológico, en la cual la analogía entre la sociedad y la vida se expresa en sus conceptos de cuerpo social, salud social, enfermedad social, etc. caractenzando p~ ejemplo como patológicos ciertos componamientos sociales como el suicidio.

El proceso de maduración de las ciencias sociales implicó vanas aipniras con la tradición. Como las ciencias naturales, tuvo que romper con la ingerencia de la teología en la explicación de los problemas del hombre, rompe también como aquellas con el sentido común como criterio para la producción de juicios y, a medida que madura, se ve oblig.ada a romper con las ciencias namrales como modelo tanto en la definición de objetos como de métodos de estudio, los que indudablemente le habían sido de gran valor en un principio y le habían permitido iniciar su desarrollo, pero que ahora se presentaban como un obstáculo para su crecimiento.

La perspectiva epistemológica

Desde la perspectiva epistemológica, las ciencias namraies habían establecido como condición fundamental para toda ciencia que sus enunciados flieran objetivos, universales y necesarios, y que las teorías científicas construidas a partir de tales enunciados tuvieran el propósito de explicar los fenómenos y de predecir eventos. Como hemos visto, las ciencias sociales recibieron en su nacimiento una tuerte influencia de las ciencias namraies y esto determinó que también adoptaran los mismos cntenos.

Toda relación de conocimiento implica un objeto y un sujeto. Para la ciencia antigua -fuera-ésta idealista o materialista- lo determinante en la relación es el objeto. La actimd del sujeto debía ser receptiva, el sujeto debía estar abierto a la espera de que el objeto se revelase, .^si lo proponían por ejemplo tanto el método de la contemplación aristotélico, como el canon epicúreo, .\mbos filósofos pensaban que de los objetos emanaban sutilísimas películas que al desprenderse de ellos y alcanzar nuestros sentidos nos revelaban las características del mundo. La filosotía moderna produce un cambio drástico ya a partir del racionalismo cartesiano, para quién el yo es el sujeto pensante, el cual se vale de su razón para, no sólo explicarse a sí mismo, sino también para explicar las cosas del mundo. Pero quien establece el modo en que la ciencia moderna va a comprender esta relación es íCant, de quien se dice que provocó una verdadera revolución copemicana en el ámbito de la gnoseologia. Efectivamente, para Kant es el sujeto no solamente el que determina al objeto, sino que este último es una construcción del primero. Kant tratará de superar la dicotomía entre racionalismo y empinsmo, dejando de privilegiar o los factores racionales o los empíneos. Se trata para él de una compleja relación entre ambos. Si bien nuestro conocimiento comienza con la experiencia -nos dice Kant- no todo el se origina en la experiencia. iVIediante ésta los objetos nos son dados a la sensibilidad, pero nuestras facultades sensibles no alcanzan para producir el conocimiento. Estos datos que vienen de la sensibilidad tienen que ser ordenados por el entendimiento y la sintesis de esta relación se expresa en su maxima; "ínniiciones sin conceptos son ciegas, conceptos sin intuiciones son vacíos.”

¿Cómo podemos tener certeza de que nuestro conocimiento coincida con la realidad? ¿Cómo evitar caer en el llamado problema de Hume, para quién no podríamos conocer sino el contenido de nuestras representaciones psicológicas y de éste modo caia en un escepticismo gnoseológico absoluto? Kant establece que no es posible un conocimiento científico de todo, como lo pretendía la razón pura cartesiana, pero, ¿por qué es posible el conocimiento científico para él? Porque las condiciones de posibilidad del objeto en sus coordenadas espacio-temporales coinciden con las posibilidades del conocer de lo que Kant denomina sujeto trascendental. Este reviste las condiciones de la racionalidad, de las facultades perceptiva que hacen a las posibilidades del conocer mismo.

iVlás, ^cómo puede estar en el espinm una intuición externa que precede a los objetos mismos y en lacual el concepto de estos últimos puede ser determinado a priori? Manifiestamente no puede estar de otro modo que teniendo su asiento en el sujeto, como propiedad formal de este de ser afectado por objetos, y así recibir representación inmediata de estos últimos, es decir, inmición. Esto es, sólo como forma del sentido externo en general.” (Kant, 1979, p. 44)

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Esta distinción dio a las ciencias un suelo ñrnie para avanzar, pero no soluciono el problema de que ocuiTia cuando ei objeto de conocimiento coincidia con el suieto. Esta distinción comenzó a ponerse de manifiesto, no solamer.ie porque no se podía encontrar la regularidad de los fenómenos, srno además, porque mientras en las ciencias naturales ei objeto de esaidic es externo, esto es, la naturaieza se presenta como una realidad extrínseca al sujeto que la piensa, en el caso debas disciplinas sociales el objeto en cuestión es el hombre mismo, lo cual significa que el objeto no es extemo, sino interno. Objeto de conocimiento y sujeto de conocimiento coinciden y si bien el primero resulta autónomo e independiente, siempre es dado a un sujeto para,quién precisamente_es objeto. ¿COmo_se.podía.,evrtar caer..en;eLsubjetivisma?-No-3c-uata'dc la mera dificultad en la capacidad manipulativa de los objetos, sino del diseño de estrategias que den cuenta de que en la investigación científica de los fenómenos sociales hay una "naturaleza” distintiva para la cual el pensamiento científico nos plantea mucho más que criterios de objetividad, un medio de realización de la sociedad misma y de la humanidad.

Es indudable que la ciencia produce juicios y que éstos revisten en tanto enunciados la característica de ser verdaderos o falsos. Pero el alcance de los enunciados universales excede su mera validación lógica, porque no hacen referencia como en la matemática a relaciones abstractas formales, sino a relaciones materiales concretas, dentro de las cuales destacan precisamente las humanas. Las ciencias sociales, seguramente más que las naturales, están ligadas a los procesos de autoconciencia y transfonmación de las prácticas humanas y de la vida de los hombres, esto hace que los problemas epistemológicos deban ser analizados más allá de la logicidad intrínseca de las teorías, la gnosis es parte del más complejo fenómeno de despliegue material y espiritual de las sociedades al cual no se suman como un accesorio externó, sino que en realidad es-también un resultado del modo no sólo de comprender sino de producirse lo social. Al respecto señala Goldman:

El proceso del conocimiento científico que es en si un hecho humano, histórico y social, implica, cuando se trata de estudiar la vida humana, la identidad parcial entre el sujeto y el objeto de conocimiento. Por esta razón, el problema de la objetividad se presenta de un modo diferente en las ciencias humanas que en la física o en !a química.

Siendo el comportamiento humano un hecho total -se trata, lógicamente de una totalidad relativa, que es sólo un elemento de la totalidad hombres-naturaleza- las tentativas de separar sus aspectos "matenai” y "espiritual” sólo pueden ser, en ei mejor de los casos, abstracciones provisionales que implican siempre grandes peligros para el conocimiento. Por lo tanto, ei investigador debe esforzarse siempre en hallar la realidad total y concreta, aunque sepa que sólo puede llegar a ella de una manera limitada, y debe, para ello, integrar en el estudio de los hechos sociales, la historia de las teorías acerca de estos hechos y, por otra parte, relacionar el estudio de los hechos de conciencia a su localización histórica y a su infraestructura económica y social. (Goldman, 1972, pp. 21-22)

Las ciencias humanas o sociales no resuelven el conflicto interno de coifiprender a su objeto de estudio de modos muy diversos cuando no contradictonos. La historia de la socrblogia, de la economía y de la psicología revela todo un abanico de formas de comprender este problema; desde lo apegado a un objetivismo naturalista en la sociología de Comte, pasando por e! historicismo de Weber. ei materialismo de Mane y la epistemología genética de Piaget -entre oíros-.

Los problemas metodológicos

Los problemas m.etodológicos no pueden ser separados de los epistemológicos, ya que el método no es utia técnica accesoria que se acopia de modo más o menos afortunado a una teoría, sino que por el contrario es el resultado de un modo de teorización y de filosofía que deriva de los componentes ideológicos de las teorías. Indudablemente la visión del positivismo no aceptarla en absoluto esta afirmación. Las corrientes positivistas han sostenido que las ciencias miden, experimentan y contrastan sus teorías con la realidad de modo objetivo y esto es, tal como hemos visto, la garantía de ios juicios de realidad. Si bien es cierto que el experimento como forma de contrasíación de las teorías es moneda

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corriente en las ciencias naturales -aunque podríamos citar casos en ios que la experimentación también es compleja o imposible como por ejemplo la astronomia-, en las ciencias sociales resulta mucho

mas complejo lo que podríamos denominar experimento de laboratorio. La posibilidad de introducir variables a voluntad, bajo modificación controlada, indudablemente es un problema para todas las ciencias y tiene sus características particulares para las ciencias sociales, pero el problema metodológico í'uüdaniciital es que au hay investigación cientiñca sin'método,” pero la aplicación de cualquier tipo de método modifica de algún modo aquello que queremos conocer, no revelándolo como es en sí mismo, sino mediado por el instrumental metodológico. Añadamos a esto la evidente y profunda irregularidad de las realidades humanas, las cuales no pueden ser reducidas a

fenómenos fácilmente cuantificables y medióles sin renunciar a conocerlas realmente. Los diferentes modos de entender la ciencia y las distintas perspectivas epistemológicas también determinan concepciones muy disimiles sobre el método para las ciencias sociales.

Nagei establece la diferencia de metodología entre las ciencias naturales y las ciencias sociales de acuerdo a cuatro modelos de explicación.

a) El modelo deductivo, según el cual, la explicación de los fenómenos se expresa mediante argumentos deductivos con las características analizadas en el capimlo donde estemétodo fuera expuesto. Indudablemente se trata de un método cuyo respaldo fundamental provendría de la coherencia lógica de los enunciados y de la forma válida de razonamiento.

b) El modelo probabilistico apoyado en la estadística, aplicable por aquellas ciencias cuyo objeto de investigación no permite otra aproximación que inductivo-estadisticas, frente a lo cual los enunciados no pueden ofrecer verdad sino verosimilitud.

c) El modelo genético aplicable por las ciencias humanas y que revela una explicación que provendría del análisis del desenvolvimiento de hechos o eventos a lo largo de un proceso, como por ejemplo la historia. Juega en él la deducción, pero con la pretensión de establecer relaciones causales.

d) El modelo funcional o teleológico, que haría referencia al conocimiento de los procesos en donde lo que hay que explicar está en ftinción de una acción definida en la que se manifiesta lo que el objeto es a través del fúncionamiento de sus partes.

En el caso de la sociología, Piaget afirma que hay cuatro técnicas metodológicas comunes a esta área.

a) El análisis estadístico multivariado que permite ir desde las correlaciones a las catisas de los fenómenos.

b) En segundo lugar el análisis de las estructuras para lo .cual se ha implementado el método estructuralista {tomado del álgebra cualitativa) que tienden a ir más allá de las causas, hacia las implicaciones que den cuenta de estos datos por medio de conjuntos subyacentes.

c) La tercera opción consiste en coordinar el análisis estructural con el análisis histónco o sea, coordinar la estrucaira y la génesis (orientación marxista). d) Por último, los métodos de la microsociolcgía que estudian en una escala inferior los procesos macro.

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En tanto la experimentación pura, sin ningún referente teórico no es posible. Sólo podríamos sostener que hay experimentación si la entendemos mas bien como una observación guiada por un sistema de abstracciones inspirado en modelos teóricos y en todas las instancias deductivas y operacionales. Pero aquí está la dificultad mayor de la economía; poner a punto ios modelos teóricos con la realidad empírica, es decir e! problema de la contrastación. Los modelos teóricos utilizados por la economía son cada vez más sutiles (la lógica matemática, los modelos mecánicos, estocásticos, la teoría de los juegos, métodos operacionales, los modelos cibernéticos, etc.) y se combinan alternativamente con análisis históricos y análisis institucionales. Pero 'la aplicación de todos estos métodos a los datos de la experiencia tropieza con la dificultad de la

-dci'imila'cióirde los campes de obser.iaciór.-ParaPiagefse jns.tala .emla dificultad deljnétodojiQmo.probjgmaepistemológica, para ,\domo se convierte en el problema de la autovalidación de la ciencia y del método a partir de factores sociales ideológicos que se han internalizado en la producción científica. Concordaría con la afirmación de Varsavsky de que la ciencia no produce todo tipo de conocimientos, sino aquel que el sistema le impulsa a producir. Para .\domo además bajo la fachada de la objetividad científica se procede lisa y llanamente a la destmcción del pensamiento.

Hoy en día se lleva tan lejos la pnmacia del método que. con mucho sólo pueden plantearse aquellos problemas de investigación que puedan resolverse con los medios del aparato disponible. La pnmacia del método desde la pnmacia de la organización. La disponibilidad de los conocimientos mediante el orden lógico-clasificatorio se conviene en su propio entena; lo que no encuadra en él sólo aparece al margen, como dato' que espera su lugar y que, en la medida en que no lo encuentra es desechado. Ai igual que los hombres en un ente comunitano rígidamente organizado, todos-los principios deben encajar dentro de la continuidad de todos los demás: lo no-vinculado' y no integi'able se convierte en pecado mortal. ( .Adorno, 1986. p.60)

El problema del método no es ajeno ai problema del establecimiento de un cnteno de verdad. La crítica que suelen hacer los neopositivistas a ios bolistas es que en esas visiones se entrometen agentes ideológicos que contaminan la objetividad tiñendo de subjetivismo y relativismo a la ciencia y por lo tanto haciéndola impracticable.

Problemas ideológicos

Teniendo en cuenta las distintas posiciones aquí planteadas surgirían las siguientes preguntas: ^,pueden las ciencias sustraerse a las ideologías?, ¿necesariamente toda mirada, incluida la científica se ve atravesada por concepciones ideológicas?, de ser asi, ¿en que medida la presencia de la ideología impide que se pueda alcanzar un conocimiento objetivo?

En primer lugar sería bueno establecer algunas consideraciones sobre el concepto mismo de ideología. En un sentido amplio ideología es'el conjunto de ideas, creencias y juicios de valor que confonnan algún tipo de sistema sobre el mundo. Desde esta perspectiva no hay pensamiento que no se encuentre influido por algún clase de ideología. En un sentido más estrecho la ideología es equiparable a un sistema de creencias que no

pueden ser demostradas pero que orientan el pensamiento y revelan una concepción particular, subjetiva. En relación a lo que nos ocupa, Francis Bacon hace referencia a la ideología como el conjunto de los prejuicios que es necesano evitar cuando se quiere hacer ciencia. De algún modo este criterio es el que ha prevalecido en la tradición positivista y que pone a la ideología como algo que debe ser evitado a toda costa porejue compromete la objetividad, universalidad y necesidad de los juicios científicos. Sobre esta concepción se construyen todas las posiciones que otorgan al conocimiento científico y reclaman de él la neutralidad valorativa.

Es con el marxismo que la polémica se acentúa sobre otras definiciones. Para ivlarx, la historia de los hombres es la historia de

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las contradicciones reales materiales de las cuales las ideas son parte, no como en la filosofía hegeliana en la que la idea corresponde a la esencia de la realidad, hl agente determinante de la historia estti determinado por las contradicciones dialécticas dentro de las relaciones de producción, expresada en términos de lucha de clases. De este modo, las relaciones económicas de producción determinan a su vez la superestmcoira en la que se sostiene el dominio económico de una clase sobre otra. Tal superestaictura está constituida por las ideas, filosofas, arte, religiones, etc. que representan los valores de la clase dominante, pero que ésta presenta a la sociedad como si fueran de valor universal. Surge asi una ideología dominante que corresponde a los principios que.justifican el accionar'de la clase dominante. De este modo surge en la obra de^ívlarx la idea- de que las ideologías son formas encubridoras de los intereses de las clases dominantes, que en la sociedad capitalista corresponde por ejemplo a la naturalización de la propiedad privada. Un ejemplo del carácter encubridor se encuentra en la explicación de Marx acerca de cómo se produce el trabajo alienado. En su carácter negativo la ideología cumple un papel deformante de la realidad, encubriendo las contradicciones reales, e impidiendo que las clases dominadas alcancen la conciencia de su propia situación, cayendo en una falsa conciencia. Y, aunque la verdadera conciencia corresponde a otra constaicción ideológica, la ideología revolucionaria tendría como contrapartida no un mero sistema de ideas, sino que serian factor de conciencia en tanto se convierten en factor de cambio matenal.

En la tradición del marxismo frankfurtiano, que se ha revelado como critico de las propias concepciones, se señalan los factores de reproductibilidad de las relaciones económicas y de poder a través por ejemplo de las instiaiciones y del Estado, pero también han aparecido reconsideraciones criticas como las de Mannheim, quien fiera influido por Marx y por Lukács. Para este autor, que investiga sobre la sociología del conocimiento, tanto la ideología como la critica de la ideología están social, política y económicamente condicionadas, de modo que no se trata de establecer una distinción entre verdadera y falsa ideología, sino de plantear el problema de la ideología, el cual se expresa en términos de una multiplicidad ideológica irreductible de la que tampoco puede escapar el marxismo.

¿Es posible liberarse de la ideología y alcanzar el conocimiento científico?, ¿no es posible y por lo tanto no hay objetividad'’, ¿hay una verdadera ideología que como .creía Marx supera por su grado de universalidad a las falsas ideologías y entonces determina el carácter de la ciencia verdadera? .A.1 respecto Güldmann señala:

Desde el punto de vista de su acción sobre el pensamiento científico, las diferentes perspectivas e ideologías no se sitúan en el mismo plano. Cienos Juicios de valor permiten una comprensión de la realidad mayor que otros. Entre dos sociologías antagónicas, el pnmer paso para saber cuál de las dos tiene un valor científico mayor, es preguntarse cuál de las dos permite comprender a la otra como fenóm-eno social y humano, desprender su infraestmcflira, y sacar a la luz, por una critica inmanente, sus consecuencias y sus límites. (Goldman, 1972, p. 8))

La propuesta de Goldmann parece ofrecer un criterio de-discernimiento entre teorías que aparentan tener igual fundamento epistemológico. Así, la teoría que explica más no solamente tendría mayor alcance y esto le permitiría obtener mayor prestigio, sino que legitimaria su contexto ideológico. Sin embargo, no tiene en cuenta, como tampoco tienen en cuenta los que defienden la neutralidad valocativa de la ciencia que hay elementos extracientiñcos que participan de la legitimación de una teoría científica dentro de la ciencia. Que lo ideológico no puede ni ser suprimido ni tampoco purificado a través del discernimiento de las ideologías verdaderas. Que los criterios de verdad, objetividad, universalidad, necesidad, son también construcciones mediadas desde ámbitos que trascienden las justificaciones lógicas y las “ideologías coiTectas” y que en definitiva no se impone la verdad sino lo verosímil, no se impone la teoría coirecta sino aquella que en la lucha por el reconocimiento y el poder ha sido capaz de generar una explicación más convincente. ¿Esto significa que hay que renunciar a un conocimiento que sea verdadero? De ningún modo, se trata de aceptar que la verdad es una construcción histórica y social.

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('ííem p e^ l Inductivismo en sentido amplio o Confirmacionismo

Cari Hempel ha sido uno de los mas importantes miembros del Circulo de Viena y por lo tanto del _eimpmsnioJógico. Hemos señalada más.arrás.gjgtmos d.e pnncipica.que-hacori— a su concepción nomológico deductiva. Para el inductivismo en sentido amplio, representado por este autor, al conocimiento científico no se llega derivando hipótesis de hechos observados con anterioridad, sino que las hipótesis'se inventan, para dar cuenta de esos hechos. Las hipótesis, fntto de la imaginación científica, son más significativas si constituyen un punto Je inflexión con respecto a los modos comientes del pensamiento científico. ¡Hempel, 1966, p. 33) Es decir que, en oposición ai inductivismo estricto, las hipótesis aparecen como punto de partida de la investigación científica, v no como resultado de ella.. Este método consiste en conjeturar hipótesis como intentos de solución frente a los problemas propuestos y someterlas a contrastación. Esta posición se instala en la perspectiva^ustificacionista. En tal sentido, el método no se ocupa del proceso que lleva a la constitución de hipótesis, sino que se ocupa del momento en que, efectivamente, contamos con una. De este modo, si la posición inductivista estrecha estudiaba los procesos de descubrimiento y

Cari Hempel justificación; el método de las hipótesis se ocupará sólo.de los métodos deJustificación. Esto nos lleva a la apertura de nuevas preguntas, . .si, se realiza un pasaje desde la pregunta fomtuiada por el inductivismo estricto, al inicio de

la investigación: (¿cómo llegamos a las hipótesis'.’), la planteada por el inductivi.smo en sentido amplio: (¿cómo las justificamos?)

Esquema del confirmacionismo. Los pasos del métodoEste procedimiento no toma en cuenta el contexto de descubrimiento sino que parte del hecho

mismo de la hipótesis. Las hipótesis son enunciados de nivel II, como los que ya vmaos. o de nivel III, que son ios que contienen, al menos, un término teórico. Estos enunciados, como cualquier proposición, pueden ser verdaderos o falsos; el plus de significado de la hipótesis con respecto a otras proposiciones, es que debemos suponer que ésta es verdadera, aunque todavía no se haya demostrado _su_c¿erdad. Sólo suponiendo que es verdadera puedo pasar a contrastarla; no lo haría si la supongo falsa. Por lo tanto, suponiendo que la hipótesis es verdadera, el segundo paso consiste en deducir sus eíecnjr"observable^, üom o los anunciados de nivel II y nivel III tienen el estatus de hipótesis, los efectos observables de una hipótesis serán enunciados de nivel l.

El efecto observable es el medio de la contrastación. Puesto que estamos analizando una teoría, y las, teorías son conmatos.cie enunciados que explican determinados hechos, pero no los hechos en si mismos, la constrastación, que es el proceso de someter a prueba un fenómeno, requiere de un enunciado que lo describa. Hempel denomina im plicación conrrastadora a este enunciado, (tap íicacion^. significa que lo que vamos a observar se deriva de la hipótesis. Esto es, que el efecto observable no enajeno a la hipnte.sis, sino que, pnr el en ella. Con esto sesaTva una de'Tasdebilidades del inductivisnio estricto. Recordemos que el inductivismo estricto pretendía observar sin hipótesis. Pero, como vimos, esto se pone en cuestión, puesto que no hay observaciones que no estén guiadas por alguna teoría. El término con[rasra3o ^ d \ü á £ .^ A a función dej__ enunciado, esto .es, tque... cojiduce a_la realización Je la expenencia. Su forma es un condicional, cuyo, antecedente describe al proceso de la puesta a prueba y el consecuente se refiere a [os hechos ohservafalas qne-se esperase produzcan. Una contrastación puede ser observacional o empírica. Es'ObsérvaciohíH. si_ el fenómeno que debemos poner a prueba no puede ser manipulado y, entonces sólo podemos esperar que ocurra y, en tal caso, la.,exti¿i'ienciacs£^re.a]i^a sm nuestra .intervención activa, como sucede, por. razones

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mnraf.iii.ies ¿n !a geolpujia o astronomia, o por motivos éticos, í^i^eje: la psicologia. Ef^mpIrTcfl, si requiere provocar en los experimentos de laboratorio.

experiencias de t'enbmeno que queremos contrastar, como sucede

La cuestión lógica sobre la que descansa la puesta a pruebaEstudiamos en el capitulo anterior algunos elementos de la lógica deductiva y distinguimos las formas

válidas o ^eyes lógicas diferenciándolas de las inválidas o tajacias^ De este modo, j i considerarnos.todo ej_proc¿sd~qLre’iñvolucrá"la hipófesis y la puesta a prueba, lácontrastación está basada en un razonamiento que consiste en decir que si la hipótesis considerada, que llamamos H, es verdadera, entonces se producirán, en circunstancias específicas, ciertos sucesos observables, que llamamos 1. Si I es falsa, rechazamos H; en cambio, si I es verdadera, H es aceptada. El razonamiento que lleva al rechazo se formula de la siguiente manera: Fóimula 1. Esta forma de razonamiento se llama Modus_lQUens, y tiene una forma válida. Esto

significa que no podemos dudar de la falsedad de H; o sea, iqu^H es ahsohitamence falsa. Este sentido fuerte de la falsedad se denomina rejwáción. Lo que ahora nos interesa de estas fórmulas lógicas es qué servicios nos brindan desde la perspectiva metodológica. Por ello es que hemos sustituido la nomenclamra:

FORMULA I

Si H (hipótesis) es verdadera^ entonc£s_tambiéri lo es I (55plicacioh

-xTontrastad^a)

Pero (como sedemaestra empíricamente) I no es verdadera

Por lo tanto H (la hipótesis) no es verdadera, ha resultado falsa y queda re fritada..

Lógica Metodología

pz>q. -q/ . .-p H 3 .

En cambio, la forma del razonamiento que lleva a la .ytepíacián de la .hipótesis, es el siguienteiFórmula II. Esta fórmula se denomina jS/ucia de afirmación det'cüñsecíIePírs. y seJrata de una forma inválida de razonamiento. Esto significa que, si¿u s premisas son

. verdaderas, la conclusión puede-ser verdadera o falsa. De este modo, el resultado favorable de una contrastación, no prueba que la hipótesis también lo sea. Es decir, que la verdad de la hipótesis no puede probarse de modo

FORiMULA ÍI

Si H (hipótesis) es verdadera, entonces también lo es I (implicación contrastadora)

Pero (como se demuestra empíricamente) I es verdadera

Por lo tanto H (hipótesis) es verdadera, ha resultado corroborada y su aceptación es provisoria

concluyente.

Lógica Metodología

p 3 q. q/.-.p H 3 L I / . . H

Como la pmeba lógica es poco satisfactoria, Hempel \ postula la necesidad de darle mayor apoyo, recurriendo / a la contrastación de diversas implicaciones. El esquema

de la aceptación de una hipótesis .con el apoyo empírico logrado con el acopio de casos, es el siguiente: Fórmula III.

FORMULA UI

Si H (hipótesis) es verdadera, entonces también lo es II,. 12,13 ...In

(Como se. demuestra empíricamente) li , 12,13 ... In son todas verdaderas

Por lo tanto H (hipótesis) es verdadera, ha quedado confirmada.

El cambio realizado no implica una modificación lógica, ya que la fórmula III ilustra una forma similar a la II {\di fa lacia de afirmación del coyiseciiefite). Pero el apoyo empírico, si bien no proporciona una prueba concluyente, en el sentido lógico del lérmino, sin embargo, nos coloca "en una situación más satisfactoria que si no la hubiésemos contrastado". (Hempel, 1966, p. 23)

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Ilustración de las fórmulas. Los razonamientos

Vamos a ilustrar las tormuias 1. U ¡II, recumendo a un caso, al que hemos heoho referencia, de una investigación científica realizado entre los años 1844 y 1348. en el Hospital General de Vlena, que nos presenta Hempel. Frente al problema que consistía en un notable y desproporcionado incremento de la monalidad, a causa de la fiebre puerperal, ocumda en la División Pnmera de Matemidad, con respecto a la División Segunda, del hospital citado, a Seinmelweiss, un miembro del equipo médico, luego de rechazar

y^aidas_expHc^ciones _c_orr _ntes, por_ mconipatibles con. los conocimientos, alcanzados .en.la.época,.se.le."ocurrió quería presencia de"un sacerdote que atravesaba la Primera División (no la segunda) para prestar au.xilio religioso a una moribunda producía un efecto terrorífico en las pacientes, haciéndolas más proclives a contraer la enfemtedad. Mas, luego de someter a pnieba su conjetura, desechó esa idea. Al respecto, Hempel, en un esfuerzo tendiente a dar contenido al esquema que reproducimos en el ejemplo I, afirma que Seinmelweiss debió razonar de la siguiente manera, para solucionar e! problema que formulamos como: ¿cuál es la causa de las muertes”

Razonamiento I (se corresponde con la fórmula I)

Primerapremisa

Segundapremisa

Si es verdad que el paso del sacerdote es la causa de las muertes entonces, si el sacerdote da un rodeo, disminuirá el número de* ' muertes.

No es verdad que si el sacerdote da un rodeo disminuya el número de muertes

Conclusión No es verdad que el paso del sacerdote es la causa de las muertes.

Obsérvese que la pnmera premisa es un condicional cuyo antecedente es la hipótesis y cuyo consecuente es otro condicional. En efecto, la implicación contrastadora se plantea como un condicional cuyo antecedente consiste en la descripción de la experiencia que vamos a realizar y el consecuente lo que esperamos que suceda. Como vimos anteriormente, la forma de este razonamiento es válida, porque corresponde al modus tollens. Esto significa que la conjetura de Semmeiweiss se rechaza de modo absoluto, es decir, se refuta Luego del fracaso derivado de poner a prueba otras conjeturas, dice Hempel ”la casualidad dio a Semmeiweiss la clave para la solución del problema” (Hempel, 1966, p.l9). Notemos cómo Hempel insiste en la idea de que las hipótesis no denvan de la observación, sino que es la hipótesis la que ordena qué debemos observar, porque ¿hubiese Hempel reparado en un accidente casual, si no hubiera tenido in mente alguna guia que lo onentara en su búsqueda? Este episodio casual fue la muerte de un colega, provocada por una henda coitante en su dedo, en el momento en que, practicando una autopsia, utilizó el escalpelo de un estudiante. Como los síntomas que mostró durante su agonía eran similares a los de las mujeres víctimas de la fiebre puerperal, a Hempel se le ocurrió que la materia cada\>érica, que el escalpelo había introducido en el toiTente sanguíneo de su colega, era también la causa de las muertes de las mujeres de la División Primera. Recordemos que, para la época en que se realizó esta investigación, todavía no se conocía el efecto de los microorganismos en las infecciones. Para poner a prueba la hipótesis, Semunelweiss hizo destruir los restos del material infeccioso que los médicos llevaban en sus manos, y que transmitían a las parturientas, haciendo que se higienizaran con cal clorurada. Veamos cómo razonó Semmeiweiss para poner a pmeba esta nueva conjeuira:

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Ra2onamiento II (se corresponde con la fórmula íl)-

Primerapremisa Si es verdad que la “materia cadavérica” es la causa de las muertes,

si los médicos se lavan las manos con cal clorurada, descenderá elnúmero de muertes. .

Segundapremisa

- .' ••• . ..‘r.lY--. •.

Es verdad que si los médicos se lavan las manos con cal clorurada, desciende el número de muertes. • = .

ConclusióníEs verdad que la “•materia cadavérica” es la causa de las muertes.

La forma de este razonamiento es inválida y corresponde a la falacia de afirmación del consecuente.

Semmelvveiss conñnna esta hipótesis cuando advierte que ella explica que la mortalidad fuera menor en los partos callejeros, dado que los niños nacían sin reconocimiento médico. Y da cuenta, también, del hecho de que los niños recién nacidos que habían contraído la enfermedad fuesen hijos de madres también enfermas, que se la habían transmitido. El razonamiento que realizó Semmelweiss fue el siguiente;

Razonamiento III (se corresponde con la fórmula III)

Si es verdad que la materia cadavérica es la causa de las muertes, entonces, si losPrimera médicos se lavan las manos con cal clorurada, las mujeres tienen a sus hijos antes •E -'

premisa de la inspección médica y los niños nacen de madres sanas, descenderá el númerode muertes. ‘v a l. . .

Segunda Es verdad que si 1) los médicos se lavan las manos con cal clorurada, 2) laspremisa mujeres rienen a sus hijos en la calle y 3) los niños nacen de madres sanas.

desciende el número de muertes.fsii

'.i b * . - - . - . - v 6 Y i - m

Conclusión Está confirmado que la materia cadavérica es la causa de las muertes.

Esta forma de razonamiento, como la del razonamiento ü, es inválida y corresponde a la fa lacia de afirmación del consecuente. Como vimos, el aumento de implicaciones contrastadoras no da yna paieba concluyente, sino que brinda el apoyo empírico üue permite la conlirmación (no la verificación). Asi, aunque una hipótesis no puede ser absolutamente verdadera, si puede estar confirmada, merced a una gran cantidad de datos que le proporcionan "apoyo inductivo”, en lugar de “ceneza lógica”. La apelación a la base empírica emparenta esta posición con el inductivismo en sentido estricto, en el contexto de Justificación; aunque se separa en el contexto de descubrimiento. Al respecto, dice Hempel:

Por tanto, aunque la investigación científica no es inductiva en el sentido estricto (...), se puede decir que es inductiva en un sentido más amplio. (Hempel, 1966, p. 36)

De este modo, el contimiaciomsmü considera que el conocimiento científico no es un conocimiento155

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probado, sino un conocimiento probable. En este sentido, no se propone probar la verdad de las hipótesis, sino asignarles algún grado de probabilidad, basándose en ios enunciados obser\actonai:s.

Filospría de ]a‘-Gi&qx;Ía Natural'V'Kü-'.'

De lo anterior, podemos concluir que el método de las hipótesis se vincula con el hipotético-deductivismo, en el contexto de descubrimiento, en tanto que descansa en la invención de

. 'N:-

- hipó tesis -y-lar dcducct env de-- consccuencias^a- paili t - de - e llas’pal mismo tiempo que se relaciona con el inductivismo, al que utiliza corno canon de validación, en el contexto de justificación.

1 de X ' -Xa ' a> V "Ü 1— "IH 1T g í ~ ^ - —

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El confirmacíonismo participa del inductivismo, por el contexto de justificación, y del hipotético- deductivismo, por el contexto de descubrimiento. Por eso podemos decir que éste método es inductivísta en sentido amplio e hipotético deductivista simultáneamente.

Crítica al confirmacionismo

El confinnaciomsmo no puede justificar su afirmación acerca de que el conocimiento científico no es un conocimiento probado, sino probable, puesto que un enunciado universal es potencialmente infinito, por lo que ninguna cantidad de implicaciones contrastadoras debidamente comprobadas permitirá asignarle una probabilidad distinta de cero. De este modo, frente al número indefinido y potencialmente infinito de la hipótesis universal: 'Todos los cisnes son blancos”mq_dispnnemo.s de oarámetros para que determinada cantidad delJísries comprobadamente blancos le pueda atribuir probabilidad algunji.

Para solucionar este problema, se debería recurrir a un principio de inducción que declare: En toda ocasión en que dispongamos de una generalización de la cual tengamos un número suficientemente grande de casos verificados y ningún caso refutado, puede darse a la conclusión general el carácter de proposición probablemente verificada. Pero, en este sentido, el confirmacionismo adolece de las mismas limitaciones que el inductivismo estricto. Recordemos que el inductivismo estricto pretendia justificar la verdad de sus enunciados universales, recurriendo al principio de inducción; así como ahora estamos viendo que el confinnacionismo deberá atender al mismo principio, para justificar que sus hipótesis son probablemente verdaderas. Pero, la solución por el lado de la probabilidad conduce a una "lógica de la probabilidad” que, como todas la demás Fonmas de la lógica inductiva, lleva a una regresión infinita, como estudiamos. ,\sí, dice Popper: "no se gana nada si el mismo principio de inducción no se toma como ‘verdadero sino como 'p r o b a b le '(Popper, 1962, p. 29)

La postura confirmacionista de Hempe! en las Ciencias Sociales

El monismo metodológico de Hempe I lo conduce a la extensión de su confimracionismo nomoiógico deductivo n las cienFia.s sociales No rechaza la posibilidad de que éstas últimas puedan alcanzar el estatus de ciencia, pero deben regirse por ios principios de explicación a partir de leyes. Para Hempel la posibilidad de explicación v predicción en ciencias sociales debe-apoyarse ,en las condiciones iniciales y ciertas leyes generales las cuales han de peimitir la contrastación y por tanto como ciertos efectos derivan de ciertas causas. Por tanto, fiel a su tradición empirisía sólo se puede conocer aquello que puede ser puesto a prue^.

Una de las características notables y una de las grandes ventajas de la ciencia)natural es que muchas de sus hipótesis admiten una cont.rastación experimental. Pero no s©'

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puede decir que la contrastacióu experimental de hipótesis sea un rnsgo distintivo de todas, y sólo, las ciencias naturales. Ella no establece una línea divisoria entre la •.iencia natural y la ciencia social, porque los procedimientos de contrastación experimental se utilizan también en psicología y, aunque en menor medida, en sociología. Por otra pane, el alcance de la contrastación expenmental aumenta constantemente a medida que se van poniendo a punto los recursos tecnológicos necesarios. ,A.demás, no todas las hipótesis de las ciencias naairales son susceptibles de contrastación expenmental. (Hempel, 1982, p. 42) ___ _________

¿Cómo repercute esto en las ciencias sociales? Nos volvemos a encontrar con el problema de las irregulandades del mundo social en oposición al natural. ¡;,Si las leyes derivan del encuentro de las regulandades, cómo podrán establecerse las primeras sin las segundas?

Aquí vuelve a jugar un papel muy importante la base inductivista del confírmacionismo hempeliano y ios principios que se aplicaban para las clases inconmensurables en ciencias naturales encuentran su aplicación para los fenómenos sociales. Las condiciones iniciales no pueden asociarse a leyes universales, pero sí a hipótesis de probabilidad asociadas con éstas y a condiciones generales que surgen del análisis de las condiciones sociales. Para este autor, esta conjunción podría permitir entonces la predicción de determinados hechos sociales de modo científico.

El encuadre estadístico de aplicación en las ciencias naturales puede ser usado en las sociales. No perdamos de vista de que el modelo para toda ciencia es la física a la cual es posible reducir incluso otras disciplinas científicas como la biología. Hempel aclara que esta reducción teórica se da incorporando factores nuevos que dan a la disciplina su identidad, pero siempre siendo deudoras de la física como modelo.

... todos los fenómenos biológicos, -y, por tanto, en particular, todas las uniformidades expresadas por leyes biológicas- han de ser explicables por medio de pnncipios físico-químicos, entonces todas las leyes de la biología tendrán que ser derivadas de las leyes y principios teóncos de la física y de la quím.ica. (Hempel, 1982, p. 130)

Esto es posible por la reducción teórica, que implica diferentes niveles de reducción de términos y reducción de leyes. Esta reducción que opera dentro de las mismas ciencias naturales también lo hace con las sociales, pues no hay para este autor dos campos de las ciencias naturales y sociales sino sólo uno. El caso que presenta en Filosofía de la Ciencia Natural es el de la reducción de la psicología al conductismo. Y vuelve a aparecer el mismo esquema, pero, en este caso mediando la biología entre la física y la psicología.

Asi, la “definición” reductiva de un término psicológico requeriría de la especificación de condiciones biológicas físico-químicas que sean a la vez necesarias y suficientes para que se dé la característica, estado o proceso mental (tal como inteligencia, hambre, alucinación, sueño) al que el término se refiere. Y la reducción de leyes psicológicas requeriría principios conectivos apropiados, que contengan tanto términos psicológicos como términos biológicos o físico-químicos. (Hempel, 1982, p. 156)

En el caso de la psicología, reducirla al conductismo significa descartar toda otra concepción en esa disciplina como puede ser el psicoanálisis. Digamos que la psicología reducida al conductismo, en cuanto al estudio de la relación cuerpo mente, puede encontrar argumentos para defender la supeditación epistémico-rnetodológica a la biología y a la físico-química. El desarrollo de la neuropsicologia por ejemplo se encuentra en este camino. Pero se hace más difícil cuando se plantea el problema de la reducción de la sociología o de la historia. Esto suscitó una serie de polémicas dentro de las mismas contentes analíticas que no aceptaron la posibilidad de establecer leyes universales para disciplinas sociales como las mencionadas.

La concepción heredada, ha permanecido no sin dificultades. Veremos en otros autores comm el cuestionamiento de estas posturas deriva en la llamada crisis de! consenso ortodoxo.

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V

El refutacionismo o falsacionisrao popperianoEl método

Otra vanante del ¡nétodo de ias hipótesis, que pnvilegia también ei contexto de justificación, es e¡ reftitacíbftiSfnO; que. a diferencia del confiimacionismo, no busca confinnar hipótesis sino demaowai' que soiHateas. Esto significa que esta posición presta atención inicial al caso contrano pero, mientras éste no aparezca, acepta provisoriamente el caso a favor, corroborando la hipótesis. Karl Popper, filosofo austríaco,

—nacionalizado .inglés, de quien ya estudiamos la crítica al inductuvismo.. es el representante de esta posición^. Así, este epistemólogo afinma que el conocimiento no comienza con percepciones u observaciones, ni con la

i-ecopilación de datos, sino con pneélenlas. Resulta de especial interá su definición de problema. .\1 respecto, señala que el probteTnasúrgé cuando hqy una contradicción entre nuestro supuesto saber y los hechos. Veamos un ejemplo. Cuando Francesco Redi creyó saber que algunos seres vivos surgen por generación espontánea, este conocimiento estuvo en contradicción con el hecho de que, en los sitios en que la materia orgánica no estaba en contacto con el aire, no aparecieron moscas. Del mismo modo, algunos economistas creyeron saber que la disminución de los aportes patronales traería mayor ocupación y, al contrario, a fines de la década del 90 y principios del 2000, ésta

cayó notablemente. Reconocido el problema, los científicos ensayarán posibles soluciones. Esto marca el nacimiento de la hipótesis, de cuya audacia dependerá que la nueva teoría por ella iniciada pueda constituir un adelanto científico, en caso de que sobreviva a las contrastaciones. Demodo que, conjeturada la o las hipótesis ftindamentales o de partida, se irán deduciendo hipótesis denvadas, hasta llegar a obtener afinnaciones de nivel 1, llamadas coRsccuencras'Obser'/acionates:" De este modo, la estructUFa-del refutacionismo es, en tanto método hfPótetico-dedllCTjvo, la siguiente;

KarI Popper

a) Hipótesis fundamentales o de partida, que son las de mayor nivel dentro de la teoría.

b) Hipótesis derivadas, deducidas de las anteriores, y

c) Con.secuenrias observaHonnles, que son los enunciados de más bajo nivel puesto que se deducen de las dos anteriores.

La denvación de hipótesis, desde las de nivel más alto al más bajo, obedece a la necesidad de ser» cotejadas con la expenencia. En este cotejo, algunas consecuencias observacionales serán corroboradas y otras refutadas, por lo tanto, serán coiToboradas o refutadas las hipótesis de las cuales se denvaron.

^^1 igual que en el confinmacionismo, la operación lógica de la puesta a pnieba no garantiza la verdad de una hipótesis [falacia de afirmación del consecuente'^ aunque sí su falsedad [modus lollens). De modo que la aceptación de una hipótesis debe interpretarse solamente como que ha resistido la refutación aunque, desde luego, toda hipótesis que ha resistido la refutación, será mejor que aquella que ha sido refutada, puesto que, como dice Popper:

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... (esa hipótesis) será mejor" que la teoría refutada. En efecto, .no sólo e.xpiicará todo lo que e.xplicaba la íeoria refutada, más otras cosas, sino que ademas será considerada como posiblemente verdadera, ya que (todavía) no se ha mostrado su falsedad. (Popper. 19" 4, p. 26)

Este aspecto puede aclararse si retomamos la critica de Popper al inductivismo, que hemos estudiado. .\1 respecto, este epistemótege-declaraba la-mpostbtfíáad de justificar la verdad de hipótesis universales, a partir de la verdad de los enunciados observacionales. Su solución a este problema consiste en reemplazar la pr^ensión de asegurar la verdad de una teoría, porja posibilidad^,.

PopperRefutacionismo

Refutación Corroboración

Deñnitiva Provisoria

.ASIMETRIA

cierta de probar su falsedad. De este modo, el autor afirma que, contando con enunciados obscrraetontrtes~verdaéefOár-el ío/^6Ksm05'habtoa'pm«rt^etificíiHTTTneTneftfc^hi'pretensión dé que-tma teoría umvérsares fifisa. .Asi, si nuestros enunciados observacionales refutan las teorías que son falsas, vamos a preferir aquellas que no han sido refiitadas, es decir aquellas cuya falsedad no ha sido demostrada. Esta cuestión es conocida como asimetria entre ia vérjñcacióriy la {^filiación. La cuestión lógica que apoya la reflitación de una hipótesis, pero no admite su venficación, significa que, aunque puede probarse la falsedad de una hipótesis, no es posible, en cambio, probar su verdad. De este modo, en las siencias táctica^ no hay verdades establecidas definitivamente, aunque podría haber falsedades absolutas. (Palau, 1996, pp.26-27)

.r Dii^rencias con el confirmacionismoPara Popper nuestro conocimiento sólo consiste en tentativas o propuestas provisionales de solución,

en las que debe estar incluida la posibilidad de ser erróneas, de manera que todo intento de justificar nuestro conocimiento sea igualmente provisional. Y no hay Justificación positiva que vaya más lejos que esto, afirma Popper, negando toda pretensión al confirmacionismo. En tal sentido, impugna la tendencia a atribuir importancia científica a las hipótesis en la medida que puedan quedar justificadas por la cantidad de consecuencias observacionales a favor. Para este autor, lo que determina la mayor firmeza de la corroboración no es el número de casos corroboradores, sino la dureza de las diversas contrastaciones a las que puede someterse la hipótesis lo cual depende de su grado de refutabilidad o capacidad para proponer casos en contrario con ella. Para dilucidar estas cuestiones, propone un canon que divide las teorías científicas, de las no científicas. Esto es, un cnteno de demarcación.

La refutabilidad como criterio de demarcaciónLPopper denomina "problema de la demarcación” a la búsqueda de un cnteno que permita distinguir

entre las ciencias empíricas, por un lado, y los sistemas metafisicos, por otro^En tal sentido adopta la ‘jrefiitabilidad” como gnteno para decidir si un sistema teónco pertenece o no a la ciencia empiríca. Según este criterio, el estatus científico de una teoría, y su grado de cientificidad, no estriba en la cantidad de datos confirmatorios que contenga, sino, por el contrario, en su capacidad de ser rechazada. Así, Chalmers define cuándo una hipótesis es refutable, de la siguiente manera:

/ Una hipótesis es refiitable si existe un enunciado observacional o un conjunto de enunciados) observacionales lógicamente posibles, que sean incompatibles con ella, esto es, que en caso de ser

I establecidos como verdaderos, refutarían la hipótesis. (Chalmers, 1988, pp. 61-62)

Ahora bien, debemos prestar atención, en esta definición, al concepto "lógicamente incompatible ”, que debemos distingiiir del dej'efectivamente incompatible”. La posibilidad lógica se apoya en la “pensabilidad”, y fio^n la “realidad efectiva” del hallazgo del enunciado refutador. En tal sentido, no debemos confundir la capacidad de una hipótesis para ser refutada, con el hecho de su efectiva refiitación. Por ejemplo, para refutar el enunciado "Todos ios cuervos son negros”, bastaría el enunciado que consigne la existencia de una familia de cuervos blancos en el parque zoológico de Nueva York; aunque, de hecho, no hayamos encontrado, aun, esa familia. Respecto de este enunciado, decimos que es refutable y no reftitado; o sea, fefiitable y_verdadero. También podemos predicar lo mismo del enunciado ”La tierra gira alrededor del sol”, ya que podemos pensar sin contradicción lógica que el sol gire alrededor de la tierra, aunque sabemos que el enunciado es falso. De este último enunciado, podemos decir que es refutable y efectivamente refutado. De

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este modo, una hipótesis puede ^er refutable y refutada, y refutable y no refutada. La hipótesis que PnppeuL. cpnaidep no científica es ia no refutable. Por ejemplo. Iiis enunciados: "O llueve o no llueve" y "T'agos los

trtárigujüS-JaenerLires^ ángulos" mo son refutables. El pnmero. porque siempre va-a ser verdadero, independientemente de las circunstancias que io rodeen; en el segundo, porque el predicado está inscripto en el sujeto y su negación equivaldría a una contradicción lóaica.

Una hipótesis, par?, ser científica, debe ser refutable. La refutabilidad implica la "posibilidad lógica” de hallar un enunciado observacional incompatible con ella. .\sí, una hipótesis refutable puede ser refutada (falsa) o no refutada (vérdadera)FUá refutabüiaiía depende del contenido informativo de la hipótesis.

Tampoco es refutable el siguiente enunciadoj"^ "Toda conducta de un individuo es la mejor para si mismo". En este caso, el enunciado abre tantas

interpretaciones, que "explica demasiado". El suicidio, como conducta considerada, en general, poco beneficiosa, estaría incluido en él. .A.sí, la refutabilidad de una hipótesis dependerá del contenido informativo de la misma, es decir, de su capacidad para expresar algo sobre el mundo; siempre que esa capacidad muestre que el mundo no se comporta de cualquier manera, sino de alguna detenminada. En tal sentido, la precisión de una teoría es una condición de su contenido infomiativo.

Debilidades de la refutación, hipótesis auxiliares, hipótesis a d - h o c

Pese a la apárente solidez del esquema recién propuesto, la refutación de una hipótesis no es un asunto tan claro y lineal. Porque, como señala Hempel, el diagrama configurado por la hipótesis y los enunciados contrastadores proporcionan un modelo incompleto de la labor científica. Esto sucede porque las hipótesis no concurten solas a la contrastación, sino acompañadas de otras hipótesis adicionales, cuya marcha es paralela al camino deductivo. El ejemplo de la fiebre puei-peral estudiado puede ilustrar esta cuestión. Entonces concluimos que el lavado de las manos con cal clomrada, de las personas que atendían a las pacientes, y el consecuente descenso de la mortalidad, constituían una prueba de que la materia infecciosa era la causa de la enfennedad. Sin embargo, este enunciado no se sigue de la hipótesis.sola, sino que su denvación presupone la hipótesis adicional que indica que la cal clorurada es más efectiva que el agua y el jabón para destruir la matena infecciosa. De este modo, cuando se intentan derivar coírseettencms observacionaies a partir de hipótesis fundamentales, se hace necesario usar supuestos adicionales, que tienen un carácter instrumental.

Estos supuestos implícitos en ia argumentación se llaman óipotesis auxiliar^Pero, si la deducción lógica de consecuencias observacionales no tiene como premisa sothmerrtc á'la hipótesis fundamental, sino también a la auxiliar, el esquema deductivo simple que enunciamos más arriba, se transforma. Al respecto, Hempel señala que, si tenemos en cuenta el supuesto auxiliar, ya no estamos en condiciones de afirmar que si la hipótesis H es verdadera, tambjen lo será el enunciado contrastador I, sino que, si H y la hipótesis auxiliar son ambas verdaderas, también lo será I, y si mostramos que l es falsa ¿sobre cuál de las dos hipótesis recae el resultado desfavorable? Observemos el nuevo esquema presentado:

Si H y A son ambas verdaderas, entonces también lo es-1

Pero (com o se muestra empíricamente) [ no es verdadera --t

H y A no son verdaderas

Lo que se obtiene es la refutación de la afirmación conjunta de H y .A., o sea, (H y A), que es lógicamente equivalente a H v - A”, lo que significa que la falsedad puede caer sobre una de las dos, o sobre ambas; pero ya no tenemos garantizada la falsedad de H. El resultado adverso de la consecuencia observacional podría obedecer a la falsedad de la hipótesis auxiliar. Siguiendo nuestro ejemplo, como señala Hempel, el resultado negativo de la contrastación podría deberse a la ineficacia antiséptica del cloruro de la solución de cal.

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Las"hr|5oTésí5'attí;iüares, para ser admitidas dentro del campo de la ciencia, de'.'cn ser contrastadas con independencia de ladupóta-MS'prtnctpaj. Cuando una hipótesis adicional no cumple esa condición, es decir, cuando sus consecuencias observacionales son consecuencias observacionales de la hipótesis principal, y su función estriba sólo en salvarla, se convierte tníad-'noc,

La discusión entre los antropólogos Lovvie y Harris, con respecto a la propiedad comunal de la tierra, puede ilustrar esta cuestión. Así, mientras Harris defiende la hipótesis de la e.xistencia de un

-esíadiu^uni versal de-prüpiedaUUóuTmiai^uS'ri'Jra'ür ichtmcürirTdwfáúái de'ia tierra, estadio'que “se ' encontraría en los gmpos de cazadores y recolectores primitivos, Lowie intenta refutar esta hipótesis presentando casos en contra, como el de los algorquinos, quienes reconocerían el coto de caza individual. Harris se propone salvar la hipótesis, argumentando que los algorquinos constituyeron una excepción porque abandonaron la caza primitiva, por la caza con trampas. Examinemos esta cuestión. Frente a la hipótesis principal:

1) Todos los cazadores y recolectores participaron de la propiedad comunal de la tierra.

Es posible introducir la siguiente modificación:

2) Todos los cazadores-y recolectores, menos los algorquinos, participaron de la propiedad comunal de la tierra.

Esta modificación es ad-hoc porque no puede ser comprobada de manera que no lo sea también la teoría original. Las consecuencias observacionales de la hipótesis principal como, por ejemplo, la observación del modo de vida de las tribus aborígenes, no difiere de la consecuéncia' observacional de la hipótesis que se adiciona ,jPodría formularse de manera de salvar esta dificultad? En efecto, se propone la siguiente modificación:

3) Todos los cazadores y recolectores, menos los algorquinos, quienes pasaron a la caza con trampas dentro de la producción para el mercado de pieles de castor, participaron de la propiedad comunal de la tierra

Esta modificación no es ad-hoc porque permite abrir una investigación independiente, como alguna explicación concerniente al cambio social. .Asimismo, la hipótesis de la ineficacia antiséptica del cloruro de la solución de cal, que Hempel conjetura, puede ser considerada un ejemplo de hipótesis auxiliar, puesto que lleva a nuevas contrastaciones con independencia de la principal, tales como análisis químicos específicos, etc.

SINTESIS DE L A S PERSPECTIVAS M E T O D O L O G IC A S DE L.AS C IE N C L \

F Á C T IC A S , SEGÚN L A F IL O SO F ÍA TR A D IC IO N ,A L D E LA C IEN C LA

METODOINDÜCTWO

EN SENTroO ESTRICTO (Tradición positivista)

EN SENTIDO AMPLIOCONFrRiVL\CIONTSMO(Hempel)

REFUTACIONISMO(Popper)

l ó l

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La postura falsacionista de Popper en las Ciencias Sociales Individualismo metodológico de Ponoerí? t i

Las concepciones individualistas también son contro\ ersiales. Nos encontramos con un individualismo como el de Max Stimer que tiene el propósito de reivindicar la imponancia del individuo y de sus derechos frente a la sociedad, concibiendo a ésta y a cualquier postura colectivista como coercitivas. Esta posición ha

-sidaacusadade.nadarzaimedia agua.entre-el liberalismo v el.anarquismo..,Por_otro lado, el liberalismo político, que se apoya en las propuestas económicas del librecambio de las comentes anglosajonas, ha leváfitado las banderas en defensa de los derechos y de la libertad del individuo. N'o podemos dejar de considerar estos antecedentes en las posturas del individualismo metodológico.

Referido precisamente a las coirieiites metodológicas Gómez sostiene:

(E\ individualismo metodológico es una forma de reducciónismo que afiiTna que todos los fenómenos sociales pueden ser explicados, en principio, a liavés de las características de los agentes individuales intervinient^

Se presupone pues una ontología según la cual toda realidad, en particular todo conjunto o colectivo, es un mero agregado de elementos relacionados externamente. Lo importante es cómo se concibe la naturaleza de los elementos individuales y sus relaciones. Tales elementos individuales son lo que son independientemente de sus relaciones con la totalidad de los otros elementos. Las relaciones son todas relaciones entre tales individuos. Se excluye todo tipo de relación que cada uno de ellos pueda tener con el conjunto de los restantes elementos individuales. (Gómez, 1999, p. 137)

En este sentido, de lo señalado por Gómez se desprende que las tesis bolistas y las tesis individualistas se oponen en relación al modo en que entienden las relaciones entre individuo y sociedad. Popper cuestiona las tesis bolistas e historicistas acusándolas de esencialistas, pues, según este autor, plantearían los proble­mas del conocimiento en tomo de la búsqueda de las esencias, cayendo en un enfoque que no comesponde a la tarea de la ciencia, es decir, metafisico. Es interesante que Mare. uno de los máximos representantes del holismo y del historicismo -ai que Popper rechazara con vehemencia- también pensara en el elemento metafisico como no científico y en la necesidad de destemarlo, aunque levantando los argumentos opuestos en el modo de concebir a la sociedad.

Hemos visto el modo en que Popper plantea su concepción epistemológica para las ciencias namrales. la hora de tratar las ciencias sociales, Popper desconfía de la posibilidad de estas disciplinas para alcanzar

el nivel de sus hennanas mayores. Según él, la mayoría de los enunciados producidos en estas disciplinas no pueden contrastarse empíricamente7 no comesponden a los esquemas lógicos que los validarían. En conse­cuencia hay pocas expectativas para ellas, y ninguna para la economía marxista y para el psicoanálisis. Sin embargo, ha pretendido exportar su teoría de las conjeturas y las refutaciones al ámbito de algunas ciencias sociales, especialmente la economía, dentro de la cual algunos economistas aplaudieron sus ideas, lo que lo hizo mirarla con mejores ojos.

En el año 1961, en el Congreso de Sociología de Heideiberg, se produce el enfrentamiento entre Popper y su concepción, la que denominó racionalismo crítico, con la Escuela deFrankfurt y particularmente con uno de los mayores representantes del marxismo critico -a quién haremos alusión en el próximo punto- Theodor .Adorno. En ese congreso Popper presentará un documento con 27 tesis, las que Adorno criticará y a partir del cual se generará la polémica Popper-Adomo.

La'posición de Popper se sostiene en la intención de extender el método refetacionista -com.o único' método científico, monismo metodológico- ató3áFlas ciencias, mcfqj^as jaa,iiOcittles. Sus argumentos giran en tomo al pilar principal de su teoría, la validación lógico metodológica, recordemos el modo en que Popper delimita el método científico con conceptos como el de criterio de demarcación, contrastabilidad, falsabilidad,

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y ataca desde la defensa de los pnncipios fundaaaeiuaies de lo que Gómez denomina la lógica estándar -en este caso la lógica deductiva, pero aplicable a toda lógica no dialéctica que sustenta de un modo aristotélico los pnncipios de identidad, no contradicción y tercero excluido- los pnnciptos de la lógica dialéctica, la cual nt siquiera estaría retlitada, porque no puede aspirar a ser considerada científica.

Su pensamiento ha sido acusado de idealista en tanto el racionalismo critico implica una crítica de enunciados, formas lógicas de argumentación, contrastan iones que no pueden salirse de la formalidad de los

'■ rázuiiaiiiieutos deductivoa y- ue-uü correlato empírico en una relación casninecáuicav todu”estomonstituiría— para él el verdadero saber objetivo, que permitiría a su entender un acercamiento a la verdad. En el esquema popperiano, esta estrategia lógico-fonmal no solamente permite el análisis de los enunciados, sino también la comparación entre teorías.

Como todo conocimiento es hipotético y conjetural, su teoría del conocimiento radica en el examen critico de las teorías,-pero siempre se mantiene en el ámbito de las contradicciones formales -las que pueden ser resueltas en términos de rechazo formal por ser falacias- y nunca baja al ámbito de las contradicciones reales, que implican una tensión efectiva cuya resolución se expresa en el mundo de los conflictos, las contradicciones y las luchas, lo que, por otra parte, no puede ser evitado porque es la génesis misma de la realidad y su condición de existencia.

Por otra parte, los pnncipios metodológicos del refutacionismo aplicado a las ciencias naturales no pueden ser aplicados a las ciencias humanas sin que se consideren algunas diferencias, lo que obligará a Popper a incluir algunas estrategias -a las que luego haremos alusión-com o la tecnología social fragmentaria. Le resulta claro que en el ámbito social no podemos establecer leyes tan rigurosamente definidas ni sus hipótesis son tan claramente refutables.

La falsación de las hipótesis a partir de la contrastación con los hechos, en su aplicación a las ciencias sociales nos conduce a la aceptación de estos hechos como si se presentaran cual fenómenos naturales, sin considerar que hay otros elementos determinando los problemas que no son de naturaleza inexorable. La caida de los cuerpos es un hecho inexorable, en tanto que la desnutrición infantil no lo es. Sin embargo, en el método poppenano las situaciones históricas^ü .SQuiaies concretas son tratadas como problemas

puntuales-que deben ser restteltes-sin eenoideraf m cuestionar la causa que los oñ gman. Por ejemplo: Si los pobres tienen hambre pensemos en el modo de que no la tengan -lo cual no estarla nada mal- pero no nos preguntemos por qué existen pobres. Arrojarles unas migajas para que no mueran y estén al limite de la supervivencia puede formar parte de las necesidades de maximización de los fines de otros grupos sociales. Resulta difictl de aceptar, pero la problemática política, ética, humana (en el sentido de la concepción de un ser que tiene razón, pero que también tiene deseo, sentimientos, emociones) no está ni debe ser considérada en la perspectiva popperiana para las ciencias sociales.

(jjPopper reconoce que en el campo de estas ciencias, a diferencia del de las naturales, no se trata simplemente de refutar hipótesis, sino de resolver problemas. Pero no se pregunta en qué medida esos problemas son el resultado de un modo de constituirse lo social y qué cuestiones estructurales de la sociedad debería ésta modificar. Para él, lo social es lo dado, frente a lo cual sólo nos queda introducir reformas.

Popper rechaza las tesis holísticas e lustoncistas y con ellas un componente positivista de la tradición de estas doctrinas, la idea de que las ciencias sociales deben descubrir las leyes que gobiernan la historia. Para Popper no habría tales leyes lo que hace al mundo social abierto e indeterminado. Y no se equivoca al señalar cieno reduccionismio en las tesis bolistas, pero a la postre el modo en que plantea el tratamiento de los problemas y sus posibles soluciones se convierte en el principal enemigo de '‘la sociedad abierta".

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La historia no nene ningún sentido, ésa es mi tesis. Pero de esa añnnacion no se sigue que nosotros no podamos hacer nada, que tengamos que acentar !a historia dei poder pcüticu o que estemos obligados a consideraría como una broma cn ei. Pues podemos intecpretaria con la vista puesta en aquellos prcbiemas de la política de poder que queremos intentar solucionar en nuestra propia época.R aem os interpretar la histona de la política de poder desde el punto de vista de nuestra lucha por la sociedad abierta, por el dominio de la razón y del derecho, por la justicia, la libertad, la igualdad y por !a abolición de la guerr^ .A. pesar de que la historia no tiene ninguna finalidad última, podemos imponerle, no obstante, nuestros propios fines; y aunque la” nisiüria^iioñrelíFñrñgún sentido, podemos" otorgarle nosotros un sentido. (Popper,1995. pp. 1"1-172)

En su obra La sociedad abierra y sus enemigos critica la concepción de Hegei y .Man< centrando en ellos su critica al y/áf hisloncisfiro. Hace una defensa de las democracias en oposición a lasdictaduras e identifica a lás pnmeras con las organizaciones políticas de Occidente, del llamado mundo libre y critica a los regímenes socialistas a los que identifica con las dictaduras. Sin entrar en detalles acerca del modo que efectivamente se han comportado las democracias reconoce su imperfección y la necesidad de introducir en ellas refonmas. rechazando todo tipo de cambio revolucionario.

H. Kincaid 'afinria que, en relación a la explicación en ciencias sociales, las tesis siguientes "no equivalentes entre si” han sido propuestas y defendidas por individualistas metodológicos;

1) Las.teorías sociales son teorías reducidles a teorías que se refieren exclusivamente a individuos.

2) Toda explicación de fenómenos sociales debe referir solamente a individuos, susrelaciones, disposiciones, etc. - ■

3) Toda explicación totalmente adecuada de fenómenos sociales debe referir solamente a individuos, sus relaciones, disposiciones, etc.

4) La teoría individualista es suficiente para explicar totalmente a los fenómenos sociales.

5) La teoría individualista es suficiente para explicar parciaimente a los fenómenos sociales.

6) Alguna referencia a individuos es una condición necesaria para cualquier explicación de fenómenos sociales.

7) Alguna referencia a individuos es una condición necesaria para cualquier explicación completa de los fenómenos sociales. (Popper, 1995, pp. 137-138)

Según Gómez de estas tesis las que más se adecuarían al individualismo metodológico de Popper serían la 1,3, 4 y 6.

Tanto las ciencias naturales cotno las sociales -siguiendo el esquema falsaciomsta- comienzan con problemas. La diferencia entre ellas radica en el modo de tratamiento de tales problemas de acuerdo a sus características. En todos ios casos se trata de ensayar posibles soluciones a modo de hipótesis, para luego proceder al intento de refutación.

Mientras que en las ciencias naturales la operatoria se da como la hemos visto en el capítulo anterior, en cuanto a las ciencias sociales se requieren modelos, y estos deben estnicturarse en el principio de racionalidad. Efectivamente, el racionalismo crítico establece un principio de racionalidad. Como el eje principal está puesto sobre el individuo es éste el agente que pone enjuego dicho principio. Obrar de acuerdo al principio de racionalidad es obrar de modo tal que se puedan maximizar los fines que se persiguen, pero tal maximización se da dentro de los limites de la lógica de la situación.

^ E ste pnncipio de racionalidad no tiene que ver con las condiciones psicológicas de los sujetos -algo que Popper no acepta como parámetro epistemológico- sino que se tiene que adecuar a lo que Popperdenomina lógica de la situación

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Popper establece una analogía entre las situaciones sociales concretas y lo que serian la" condiciones iniciales en las ciencias naturales. Los modelos describirían para las ciencias sociales esas situaciones iniciales a las que Popper, sin saber cómo, ni de dónde vienen, considera típicas. La situación social típica es para Popper la categoria Hindamental de las ciencias sociales. Tales siaiaciones pueden ser analizadas a través de un esquema lógico, la '‘lógica situacional”.

En ténminos generales y Popper nunca va más allá de ello, la lógica siaiadonal cons i s t e _____en analizar y explicar ia’cóndüctallé los ágeñtes'indiTidüalés'ihtép/iñiehtes enella a partirdé la situación misma sin apelar a aspectos subjetivos. Esto forma paite del rechazo, por parte de Popper, de toda forma de psicologismo en el area metodológica. El ser humano que tiene tales o cuales motivos, es reemplazado por un ser humano que persigue tales o cuales fines objetivos a causa de la situación. En la descripción de la situación no se deben incluir todos los elementos o factores intervinientes. Se construye la situación en base a una suposición de completa racionalidad -método cero- y luego se evalúa la desviación de la conducta real, de tal modelo.

Construir la situación suponiendo completa racionalidad significa suponer que los agentes actúan de total acuerdo al Principio de Racionalidad. Este postula que todos los agentes actiian racionalmente, es decir tratando de maximizar la obtención de los fines objetivos definidos por la siaiación. (Gómez, 1995, p. 113)

Si las"cosas no funcionan, as i, no es que el principio tenga alguna falla, simplemente el agente no ha obrado racionalmente. No sabemos tampoco en que consiste precisamente la maximización ni cuál es su alcance, ni cuáles son los elementos que inclinan al sujeto, que es puesto en un estado de pureza en el que otros factores humanos o naturales parecen no existir.

Por otra parte como el modelo se constaiye a partir de la situación, es ésta la que marca el sentido de racionalidad. Luego, como veremos, esta lógica siaiacional y este principio de racionalidad han de implementarse a través de la tecnología social fragmentaria asistida por la ingeniería social. El principio o método cero consistiría en construir un modelo en base a una suposición de que todos los agentes se han de componar de acuerdo a una completa racionalidad, para luego estimar la desviación de la conducta real de los individuos con respecto a la conducta modelo, usando esta última como una especie de coordenada cero. ¿En quién piensa Popper cuando habla de

la posibilidad de obrar racionalmente de los individuos? ¿De individuos en que situación?

La perspectiva popperiana pone entre el juicio del científico y la realidad al modelo, el cual es modificable ocriticable, en tanto que la sociedad, sus formas, sus estruchiras permanecen ajenas a todo cuestionamiento. Quizá alguien podría decir que este "realismo” de Popper puede ser considerado objetivo porque no se pone a considerar cómo debería ser la realidad social, sino que toma la realidad social como es. Pero aquí hay una grave dificultad, la cual está relacionada no con la mera postura metodológica sino con la homologación entre lo natural y lo social. No se reconoce que mientras que la naturaleza es el ámbito de l necesidad, porque todo en ella ocurre necesariamente y esta categoria le puede ser aplicada, el ámbito humano es el de la libertad, porque en ella nada está determinado, nada puede ser de un solo modo, nada es inexorable. Resulta paradójico que justamente en su reivindicación por la libertad se niegue a aceptar determinismo histórico o la estipulación de una legalidad transhistórica como lo sostiene el marxismo, y luego plantee una - forma instrumental, acritica de encarar ios problemas sociales.

Por otra parte parece haber una contradicción entre el requisito fiindamental del refutacionismo y el principio de racionalidad en el sentido de la diferente condición de falsabilidad en ambas esferas.

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Si el pnncipio de racionalidad es necesario, surge inmediatamente la pregunta acerca de su falsabilidad. Podría esperarse por ser usado en las explicaciones científico-sociales, que ha de ser falsable. Si lo fuera, nada demarcaría las explicaciones que usan el pnncipio de racionalidad de las explicaciones meiañsicas. siguiendo las pautas propias de Popper. í Gómez. 1995. p. I ló)

.Al respecto. Popper admite que este principio es a pnori en tanto que no es empinco, es decir, en tanto que es independiente de la experiencia -recordemos que lo caracteriza como "cuasivacio"- . pero se apresura a aclarar que no lo es si se quiere entender por ello “válido o verdadero a pnori" puesto que es claramente falso dado que la realidádlé-encarga de refutarlo a diario. ^ .

Toda esta posición metodológica se complementa con la tecnología social fragmentaria y con la ingeniería social.

El segundo ingrediente del método poppenano especifico para las ciencias sociales es el de la tecnología social fragmentaria. Este consiste en composmras graduales combinado con el análisis critico de las propuestas sociales o intentos de descubrir si detenninada acción social ha de tender o no a reproducir un resultado esperado.! ...)

Ello es compatible con e! objetivo que Popper adscribe a la tecnología social fragmentaria; descubrir y explicar las relaciones menos evidentes que operan dentro de la esteva social, es decir, poner de manifiesto las dificultades que obstmyen la acción social, o sea. estudiar la resistencia de la materia social a nuestras tentativas de modelarla. Hay que tratar de analizar y prever las desviaciones y reacciones imprevistas producidas por las repercusiones involuntarias de las acciones deliberadas. Obsérvese que ello es consistente con la supuesta infalsabilidad del principio de racionalidad; si una acción no cumple con lo esperado, siempre puede atribuirse el error a desviaciones involuntarias de las acciones deliberadas llevadas a cabo de acuerdo a tal principio y no al incumplimiento del principio mismo. (...)

En segundo lugar, debe -reconocerse que una consecuencia de la tecnología social fragmentaria buscada ex profeso por Popper es el gradualismo sociológico. Esto es llevado al extremo por Popper a través de su apotegma “razón o revolución", consagrado como título de uno de sus trabajos en respuesta a las críticas a que fue sometido por la Escuela de Frankfurt, especialmente por Adomo y Habeimas. (Gómez, I995, p. II8)

Popper rechaza de plano las tesis marxista no sólo en cuanto a su enfoque holistico, historicista y en algún sentido determinista, contrapone a la idea de revolución la idea de cambio gradual mediante la introducción de reformas. Esto es una consecuencia de su concepción acritica de las estructuras sociales dadas.

El Popper de las hipótesis audaces, que no tienen como propósito producir modificaciones conservadoras en las teorías sino cambios revolucionarios, toma una posición inversa en relación a lo social en lo que se vuelve ultraconservador. Tiene como propósito construir una ciencia social aséptica, neutra desde el punto de vista valorativo, en el cual no haya ninguna fisura en la que se pueda colar ningún atisbo de ideología, con enunciados que revistan el carácter de la objetividad y de la necesidad. Sin embargo permanentemente resuenan ecos de la mano invisible de Adam Smith, y de los valores del liberalismo inglés, lo cual podría ser un interesante punto de partida para una concepción de lo social.

La neutralidad valorativa de Popper lo lleva a querer desprenderse de los principios ideológicos del liberalismo a resultas de lo cual parece peor el remedio que la enfermedad, pues no aparece la posibilidad de una rica polémica con el marxismo, sino una negación de lo ideológico en ei propio discurso que lo lleva paradójicamente a concepciones próximas al fascismo. La sociedad abierta parece no estar tan abiena y las aspiraciones liberales de libertad y respeto por el individuo parecen s'acumbir frente a la detemiinación de la eliminación de la política -entendida ésta en el sentido amplio como la ingerencia de todos en la cosa pública- y la sustitución por una tecnocracia que resolvería los problemas sin pedir “la opinión de los legos”.

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La tecnología social fragmentaria permitirla instrumentar las reformas haciendo funcionar lo que no funciona, sin entrar en dcLalles acerca de la naturaleza de las instituciones. La ingeniería social al sustituir a la política estaria resolviendo desde esta concepción lo; problemas de ineficacia de los gobiernos políticos.

La ingeniería social es el tercer componente importante de la metodología que Popper propone específicamente para las ciencias sociales. La ingeniería social es el conjuato de la. aplicaciones de ia'feíJiiorogra-lñjciai fragmentaria; su proposito es proyectar instituciones sociales - que son a las ciencias sociales lo que los objetos físicos a las ciencias naturales- a la vez que manejar y reconstruir aquellas que ya existen.

De acLierdü a Popper solo una minoría de instituciones se proyectan conscientemente; la mayoría ha nacido como el resultado impremeditado de las acciones humanas.

El ingeniero social utiliza un método no bolista, pues no cree en el método de rehacer a la sociedad totalm en^..los fines son llevados a cabo por ajustes y reajustes, sugeridos por la tecnología social fragmentaria, e implementada por el ingeniero social. La estrategia fundamental es combatir males concretos, más que establecer un bien ideal.

Además del gradualismo tibiamente reformista ya comentado, la concepción poppenana de la ingeniería social implica dos cuestiones de fondo con fuertes y .no muy positivas resonancias en el todo de su metodología y en su teoría de la racionalidad, la tecnocratización de la política, así como de la'opiftión pública, y la adopción de un individualismo metodológico extremo.

La primera de dichas cuestiones es el reemplazo de la política por la ingeniería social. Más claramente, es la propuesta de la tecnocratización de la política, junto a la pauperización del orbe de lo práctico, o sea de la ética, con la consiguiente eliminación de la discusión critica de fines y valores. Todo problema de las ciencias sociales deviene problema técnico; las discusiones democráticas de problemas prácticos son reemplazadas por decisiones de personal técnico adiestrado, pues no otra cosa es el ingeniero social. El resultado es la despolitizaciónde la política. (Gómez, 1995, p. 129)

M u c h o s d e lo s e l e m e n t o s t e c n o l ó g i c o s q u e u s a m o s m a x i m i z a n n u e s t r o t i e m p o y d i n e r o . ¿ C u á i e s s u c o s t o ?

Bajo el ambiguo nombre de ingeniería social es posible detectar una variada cantidad de acepciones. Por supuesto que se relaciona inmediatamente con la técnica, y además con la idea de que ésta es neutra, que puede ser usada para un fin ti otro dependiendo de la buena fe de quien la utiliza, cuando en realidad existen técnicas que son intrínsecamente perversas independientemente de quien las use. Hoy existen ntimerosas universidades que promueven carreras de ingeniería social, describiéndolas como estudios que permiten la contribución a la elaboración y planificación de programas de acción política y administrativa. Se trataría de un recurso técnico para la eficaz administración de instituciones sociales.

Sin dejar de reconocer el papel de la aplicación de técnicas en la resolución de problemas, seria importante realizar un análisis crítico de esas técnicas y del modo en que permiten producir ciertos resultados y las consectiencias que traen, asi también como las implicaciones éticas. Aunque en general el pragmatismo que domina esta.s disciplinas no se plantea estas cuestiones. Pero el concepto mismo de ingeniería social tiene una historia y una tradición que no se puede dejar de considerar.

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Las concepciones neoiiberales se plamean ¡a valoración de estrategias en términos de éxito social -maximización de fines-. Los proyectos de ingeniería social dan estado vinculados a !a eugenesia, la limpieza racial, la medición de! valor de las personas en términos económicos, en la consideración de los entéralos mentales, de las minorias •■aciales, de ¡os homosexuales, etc., una amenaza para el desarrollo social. Recursos técnicos como ¡a esterilización, la eutanasia, -sin entrar a considerarlos como opciones personales- y otros como ¡as'cámaras de gas, los campos de concentración, las torturas, pueden ser reconocidos como instrum.entos idóneos para lograr la eficacia en las metas de la recomposición de alguna parte de la sociedad.

Los seguidores de la propuesta popperiana de la mgenieria social, aunque no haya sido ella la intención consciente de Popper, legitiman el reemplazo de la política por la ingeniería social. Lo hacen mediante la excusa de que ello es científico- racional, pues está propuesto desde una racionalidad que se supone científica e instrumental a los fines impuestos, que no se discuten críticamente, sino que se los enmascara como irrelevantes de ser discutidos. La no necesidad de discutirlos se sigue de hacerlos parte de la tradición, que, consistentemente, es evaluada por ambos, Popper y Hayek, como cuasi-sacrosanta, en total consonancia con el carácter irracional, adscripto por ambos a las revoluciones político-sociales que hayan constituido reales rupturas no acumulativas con la tradición.

Esta actitud acerca de la tradición es tan extrema que Popper afinna que el "sapere aude'’(atrévete a saber) propuesto por Kant como representativo de la Ilustración, es inaceptable porque supondría que las tradiciones son inadecuadas. Mientras Hayek considera que la sociedad ideal es una sociedad de ligaduras tradicionales, Popper llega a concebir a las principales tradiciones de la sociedad anglosajona como capaces de jugar el rol de leyes naturales en el desaiTollo de la sociedad sin ser ellas susceptibles de cambio.

Todo resulta aun más claro; si tradiciones operan como leyes, fines involucrados y aceptados ellas son inviolables, so pena proceder acientificamente y, por

Es decir -

En la década del 70 la película La naranja mecánica de Stanley fCubrik denunciaba el uso de la tecnología para manipular a los sujetos y crear un orden social “deseable”.

ende irracionalmente, nuevamente- están más allá ¿le toda discusión racional posible.

También resulta ahora más claro que la política se oriente exclusivamente a la eliminación de distuncionalidades y a evitar riesgos que amenacen al sistema, no hacia la realización de metas prácticas, sino hacia la resolución de problemas exclusivamente por expertos, y por ende, más allá de la posibilidad de toda discusión pública de no-expertos.

No sólo se despolitiza la política, sino lo que es peor aun, se despolitiza a la opinión pública. Cabría preguntarse, ¿por qué hemos de oponemos a la tecnocratización de la política y de la opinión pública? (Gómez, 1995, pp. 121-122)

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El consensualismo de Kuhn, historia de la ciencia, una nueva dimensiónEl tema del méc'odo de la ciencia y del proceder de la ciencia, tal como fue analizado en los puntos

ancenores, parece ocumr por fuera de toda realidad hum ana^ipotéuc^eductivistas e inductivistas plantean la producción del conocimiento en el marco de la coherencia lógica y/o de la contrastación erap ir i^ N o parece existir para ellos un problema de la ciencia determinado por lo que consideran condiciones externas: culairales, políticas, económicas, psicológicas, históricas y sociales, a partir de las cuales y en el seno de las cuales se desarrolla la ciencia.En su preocupación por la objetividad y en su afán de rechazar todo subjetivismo, desdeñan los condicionamientos contextúales y desconocen a la ciencia como el resultado de una serie de emees que trascienden sus especificidades lógico metodológicas.

Thomas Khun

Con relación a lo anterior, debemos traer a consideración el pro­blema de los contextos: que hemos visto. La producción del conocimiento científico se encuentra asociada a las condiciones de emergencia del mismo en el seno del marco social, político, económico, psicológico, de la cultura, ias comentes y tendencias ideológicas de un determinado momento luslórico. En este sentido, podemos decir que el conocimiento científico es una producción histórica y social. No existe la ciencia asi a secas, sino por ejemplo la ciencia de la Grecia antigua, y más específicamente, dentro de ella, podemos distinguircomo casos el realismo aristotélico o el materialismo epicúreo. La ciencia expenmentai moderna, y dentro de ella, la revolución copémico-galileana, la mecánica nevvtoruana, la teoría de la relatividad, la mecánica cuántica, la teoría de la evolución. Kuhn abre la puena a la consideración de la ciencia como determinada por el contexto histórico, sin embargo, no todas las disciplinas alcanzan en su concepción la categoría de científicas. No lo serán aquellas que no se encuentren unificadas bajo un modelo hegemóruco al que denomanará paradigma, las ciencias sociales en general.

Por otra parte, kt validación tiene que ver con la justificación lógico-metodológica de las teorías científicas, con el análisis de sus estmeturas tbimales, que constituyen su naturaleza lógico- lingüistica.

Como hemos visto, algunos epistemólogos han planteado la diferencia en términos de contexto de descubri­miento y contexto de justificación. Con relación a aquellos que consideran relevante el contexto de descubrimiento y el marco de producción del conocimiento científico, algunos ponen el contexto de justificación en segundo orden, cornq^Ku^ otros en primer orden como Lakatos. que considera de importancia al contexto de descubrimiento, pero en segundo orden. Para otros, como por ejemplo Feyerabend, el contexto de justificación no tiene importancia alguna; reflexionar sobre la ciencia es hacerlo frente a un campo de creencias como si se tratara de una forma de fe. Popper por otra parte entiende que el único contexto legitimo es el de justificación. De hecho entiende a la episte­mología como lógica de la investigación científica, rechazando toda perspectiva 'liistoriasta” o "psicologista”. Parq él, tales enfoques se cargan de contenidos extracientificos y desvian a la epistemología hacia la metafíidca.

La obra de Kuhn surge de la constatación de que, a pesar del principio de transferencia de Popper, la historia de la ciencia contradice la lógica de la ciencia vigente, y tengo pocas dudas acerca.de que Popper identifica su lógica de la ciencia con la lógica de su principio de transferencia. Kuhn nos cuenta que siendo un tísico, aficionado a la filosotía de la ciencia, sus primeros trabajos históricos le pusieron de manifiesto que la ciencia tenia poco que ver con lo que los filósofos y la pedagogía de las disciplinas científicas decían de ella. Pero lo importante no fue sólo tal percepción que, en el primer aspecto al menos, era común entre los historiadores de la ciencia, sino sobre todo que el propio trabajo histórico le convenció de que la historia

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de la ciencia podía ser útil y necesaria para el filósofo de la ciencia y, por otra parte, que eso provocó su dedicación a la historia de la ciencia. (Schuster, 1997, p. 15)

Efectivamente, para tCuhn la mirada del epistemólogo debe ser también uua mirada histórica y que considere ios aspectos sociales y psicológicos. Puestos en las antípodas, ambos conceptos parecen imecon- ciiiables. Incluso los epítetos con los que se han refendo algunos de los defensores de un contexto a los del otro exceden lingüísticamente el decoro académico. Pero <;,hay otras posiciones? ,Es posible una lógica del descubrimiento‘i’ Como señala Félix Schuster:

Claro que, si ya se establece por definición, que toda lógica pertenece a la justificación, una lógica del descubrimiento será imposible. Pero ese criterio parece muy estricto y si, además, se amplía el concepto de lógica por el de metodología, pueden pensarse variantes diversas para metodologias del descubrimiento. (Schuster. 1997, p. 15)

Demás está decir que quienes se estrechan en estas situaciones adquieren posiciones irreconciliables. Pero tampoco se trata de buscar una integración forzada o absurda, sino de encontrar los fundam.entos de cruces adecuados a finalidades especificas. Schuster señala este ínteres por parte de coiTÍentes como la Escuela de Edimburgo, que plantearían por ejemplo un programa fuerte de sociología de! conocimiento (diferente de un programa débil, o sociología del eiTor) que defiende una idea de ciencia contextualizada, donde la sociología del conocimiento puede establecer la verdad o falsedad de los enunciados. También señala a 'fios amigos de! descubrimiento” quienes defenderían una relación de estricto víncuro entre el des- cubnmiento y la justificación.

Tilomas fCuhn se presenta a la escena de la epistemología en la década del 60. Proviene de la física y con sus obras La revolución copernicana (1957) y La estnictura de las revoluciones cieniificas (1962), trae propuestas que parecen revolucionar todo lo dado hasta el momento. Podemos considerarlo entre los nuevos científicos de la ciencia. Su propuesta es que la ciencia ha sabido producir conocimiento a lo largo de la historia y, antes de indicar cómo ella debería obrar, seria pertinente estudiar cómo ha obrado efectivamente.

Si se considera a la historia como algo más que un depósito de anécdotas o cronología, puede producir una transfomración decisiva de la imagen que tenemos actualmente de la ciencia. Esa imagen fue trazada previamente, incluso por los mismos científicos, sobre todo a partir del estudio de los logros cientificos llevados a cabo, que se encuentran en las lecmras clásicas y, más recientemente, en los libros de texto con los que cada una de las nuevas generaciones de científicos aprende a ejercitar su profesión. Sin embargo, es inevitable que la finalidad de esos libros sea persuasiva y pedagógica; un concepto de la ciencia que se obtenga de ellos no tendrá más probabilidades de ajustarse al ideal que los produjo, que la imagen que pueda obtenerse de una cultura nacional mediante un folleto turístico o un texto para el aprendizaje deJ idioma. En este ensayo tratamos de mostrar que hemos sido mal conducidos por ellos en aspectos fundamentales. Su finalidad es trazar un bosquejo del concepto absolutamente diferente de la ciencia que puede surgir de los registros históricos de la actividad de investigación misma. (Kuhn, 1995, p. 20)

La epistemología para Kuhn debe poseer un componente histórico y psicológico fundamental, pues I para él la ciencia no se reduce a meras teorías, ni a su pura justificación lógica, sino que es algo que ocurre 1 a los hombres dentro de sus mentes que han recibido una educación y han sido provistos de una batería de ¡ instrumentos conceptuales en el marco de una sociedad. Por otra parte, el historicismo Icuhniano no debe I considerarse como una mera descripción de ciertos eventos del pasado en el campo de la ciencia, sino como ‘ un modo de entender el proceder y accionar, tanto epistemológico como metodológico, de las diferentes

comunidades científicas y el modo de transformación y sustitución de tradiciones, tales transformaciones i que son las revoluciones científicas son más bien males necesarios, y un momento -al igual que la crisis- ! improductivo frente el avance y la profundización del conocimiento y para éste, la educación se convierte I en cadena de trasmisión de ios supuestos fundamentales y de las prácticas de investigación. Hay en su

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ceona algunos puncos centrales. Frente a la pregunta "¿Cómo progresa el conocjrniento cientifico?” Kuhn responderá -y esto estará sujeto a revisión y explicación de paite nuestra- que por revoluciones. En este sentido, su epistemologia se inscribe en una linea itiptunsta. Esto es, el conocimiento cientifico no es acumulativo y lineal y no se va constaiyendo sobre la base de los conocimientos anteriores, sino, por el contrano, rompiendo con ellos y realizando con cada ruptura una revolución.

¿Cuáles, son las máximas de la nueva histonografia interna? Hasta donde es posible el histonador debe deshacerse de la ciencia que sabe.' SU'ciencia'debe aprenderla'

de los textos y demás publicaciones del periodo que estudia, y debe dominar éstos, así como las tradiciones intrínsecas que contienen, antes de abordar a los innovadores cuyos descubrimientos o invenciones cambiaron la dirección del progreso científico. Al tratar a los innovadores, el historiador debe esforzarse por pensar como ellos lo hicieron. Al reconocer que los científicos son famosos a veces por resultados que no pretendieron obtener, debe preguntarse por los problemas en los que trabaja su sujeto y de qué manera aquellos se volvieron problemas para él. Reconociendo que un descubrimiento histónco, rara vez es atribuido a su autor en los textos posteriores (...), el histonador debe preguntarse qué es lo que su sujeto pensaba haber descubierto s en qué se basó para hacer el descubrimiento. Y en este groceso de reconstrucción el histonador debe poner especial atención a los aparentes errores de su sujeto, no por el gusto de encontrarlos, sino porque ellos revelarán mucho más de la mentalidad activa de su personaje, que los pasajes en los cuales un cientifico parece registrar un resultado o un argumento que la ciencia moderna rdtiene Todavía. (Kuiin, 1983, p. 134)

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I Pero, por otra paite, la ciencia no surge por generación espontánea, sino que proviene de la ; transformación de un estado anterior en el cual se han presentado problemas de diferente tipo y se los ha ' abordado, tratando de explicarlos o resolverlos desde otras estrategias tales como la magia, la filosofía y su veniente metafísica, eLsefit+do-«effHffl,-etc. Es decir, que previo al tratamiento cientifico de los problemas, la mayoría de ellos se inscribe en una tradición no científica, o en términos de íCuhn, precientífica.

Algo que caractenza ese indeteiminado periodo es, además de los enfoques ya citados, la falta de delimitación de los problemas y de las estrategias metodológicas de ungmpoque acepta los mismos puntos de panida y el mismo enfoque en la resolución de los mismos. No hay, como ya lo definiremos, un consenso que congregue lo que Kuhn habrá de denominar una comunidad científica. Es decir, existen diferentes escuelas.

' Pero estas revoluciones no son el e.stadn cop^tnnfp Hp In No hay un revolucionarse permanentemente,sino.¿reves momentos de qtuebre que se. intercedían en pcplongados períodos de estabilidad. A esos largospt^pjfiftnglirNhn !<-.<; rl^nnrftina nnrm.nl n CÍePcja m.ldl.irál>

Han transcuiTido casi vente años -escribe en 1987- desde que distinguí por primera vez lo que me pareció ser dos tipos de desarrollo normal y revolucionario. La mayor parte de la investigación científica que tiene éxito produce como resultado un cambio del primer tipo y su naturaleza queda bien descrita por una imagen muy común; nocm/íl es la queprnHid| “ Ip.s ladrüloj que la investigación cientiñea está continuamente añadiendo al creciente gdificio del conocimientO-cientificQ. Esta concepción acumulativa del desarrollo científico es familiar y ya ha guiado la elaboración de una considerable literatura metodológica. Tanto esta concepción como sus subproductos metodológicos se aplican a una gran cantidad de trabajo científico importante. Pero el desarrollo cientifico manifiesta también una modalidad no acumulativa y los episodios que exhibe proporcionan claves imicas de un aspecto central del conocimiento científico. (Kulm, 1983, pp. 56-57)

Tenemos, por lo tanto, la aparente contradicción entre.u.na_pqstura acumulativa v una postura r.ipturista. Ambas se encuentran en Kuhn de un modo diferenciado y por demás polémico.

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¿En qué tiene Kulm una postura acumulativa'’ En lo que hace ai modo de producción y proñmdización dei con'ícimiento dentro dei periodo que denomina ciencia normal o madura. ^Como sabemos cuándo la ciencia re encuentra en este momento'’ En orimer lugar tenemos que decir que cuando se ha conformado una

“comunidad científica que ha consensuado sobre el modo de planteo, tratamiento y resolución de problemas. He aqui por qué hablamos de consensualismo kunhiano: porque la ciencia está madura en el momento en que se constituye la comunidad científica, y ésta no estáconfonnada simplemente por. aquellos científicos que trabajan juntos, sino por todos aquellos que, aun no conociéndose, trabajan en la resolución de problemas bajo los mismos presupuestos. Estos presupuestos, que involucran las premisas teóricas, los métodos de contrastación empírica, los.mstnimentos, tantoqenncos, m or ejeninlo.yuna determinada matemática- corno empíricos, - como por ejemplo, el telescopio o el microscopio- son denominados por ¡Culm con el término de paradigma.

La ciencia normal y el paradigma ^

El denominado período de ciencia nonnal es uno de los momentos relevantes en el proceso de transfonnación de la ciencia a través de revoluciones. De hecho Kuhn sostiene que este es el momento más neo y productiv^, en el cual laTíencia a\ñinz37 las teorías se fortalecen y el conocimiento se profundiza. Durante la vigencia del paradigma newtoniano no solamente se produce un gran desaiToilo de la cinemática, sino también la temtodinámica, la óptica, el cálculo infinitesimal, etc. Los temas a tratar han sido unificados bajo un paradigma, el cual ha generado el consenso que_pei~mite resolver las anomalías. .A.1 respecto señala Kulm en La esímetura de las revoluciones científicas:

j En este ensayo, ciencia nomial' significa investigación basada firmemente en una o más realidades científicas pasadas, realizaciones que alguna comunidad científica pairicular reconoce, durante cieito tiempo, como fundamento para su práctica posterior. En la actualidad esas realizaciones son relatadas, aunque raramente en su foima original, por los libros de texto científicos, tanto elementales como avanzados. Estos libros exponen el cuerpo de la teoría aceptada, ¡lustran muchas de sus aplicaciones apropiadas o todas ellas y las comparan con expenmentos y observaciones de condición ejemplar. (...) Voy a llamar de ahora en adelante paradigmas' a las realizaciones que comparten esas dos características, téimino que se

relaciona estrechamente con el de ciencia normal. (Kuhn, 1995, pp. 33- 34)

Del párrafo antenor no solamente se desprende la relación entre ciencia normal v paradigma, sino íambiéir_el_rnpdo a través_de], cual e] e_pistemólogo pngrlp Har nipnf^ de los procesm 'deoiran.'jfnijnaciór.^e ía ciencia en el tiempo. ,i lo ,largo de su desarrollo hisrfirícn ’i-k textos científicos, los cuales no solamente nos inform an^ las distintas teorías sino del modo en que se construyen tradiciones y son la fiiente para la educación de los científicos, base de la constitución de! paradigma y del consenso.

El concepto de paradigma de Kuhn ha resultado muy polémico. El mismo Kuhn se ha hecho cargo de la multiplicidad de significados, de la ambigüedad, que éste ha adquirido en su obra, üna definición que condice con el sentido más profundo que este autor ha querido darle a este téimino es que: Un paradigma -

I entendido en sentido amplio como matriz disciplinar, como lo llamará más tarde-es el conjunto de teorías, I hipótesis y.estrategiasjnetodológicas que orientan la investigación,de la comunidad científica en su tarea de I resolver los ¡problemas que se le presentan:

La completa constelación de creencias, valores, técnicas, y así sucesivamente, compartidos por los miembros de una comunidad dada. {Kuhn, 1995, p. 269)

/ El paradigma es un modelo a seguir (ejemplar), un esquema que organiza y orienta en una dirección /especifica la tarea de investigación.

Una investigación histórica profunda de una especialidad dada, en un momento dado, revela un conjunto de ilustraciones recurrentes'y casi noimalizadas de divei-sas teorías en sus aplicaciones conceptuales, instrumentales y de observación. Esos son ios paradigmas de la

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comunidari revelados en sus libros de texto, sus conterencias y sus ejercicios de laboratorio. Estudiándolos y haciendo prácticas con ellos es como aprenden su profesión los miembros de la comunidad correspondiente. (Kuhn, 1995, p. 80)

Durante el período denominado ciencia normal no puede haber más que un único paradigma aceptado por la comunidad científica. Los científicos no se deben apartar de los pnncipios del paradigma en la resolución de los problemas. El paradigma se enfrenta con problemas teóricos y empíricos con el fin de realizar una amcuiación adecuada. ‘ - ^ ................. - . .

Un paradigma es lo que los miembros de una comunidad científica comparten y, reciprocamente, una comunidad científica consiste en hombres que comparten un paradigma, f ..) Bajo esta perspectiva, una comunidad científica está formada por practicantes de una especialidad científica. Han pasado por una iniciación profesional y una educación similar en un grado que no nene comparación con la de la mayor parte de otros campos. En este proceso, han absorbido la misma literaUira técnica y desentrañado muchas de sus mismas lecciones. ( ...) Dentro de tales grupos, la comunicación es relativamente completa y ios juicios profesionales, relativamente unánimes. (...) Por supuesto, existen en este sentido comunidades a muchos niveles. La más global es la comunidad de todos los científicos naturales. (...) Las comunidades de-esta clase son las unidades que este libro ha presentado como las autorizadas y productoras del conocimiento científico. (Kuhn, 1995, pp. 27-274)

Las anomalías

El paradigma es el instrumento que permite resolver problemas, enigmas y enfrentar a las anomalías que consisten en la desarticulación entre los recursos dei paradigma y la base empinen, tanto las que se encuentran presente en un determinado momento como aquellas que se van sumando a medida que se profiindiza en la investigación y que surgen de la misma acción indagatoria. Este desajuste que se produce entre los supuestos ftindamentales del paradigma y la evidencia empínen - el cual es, según Kulin, la causa de las anomalías- debe ser controlado sin modificar aquellos supuestos fundamentales. Durante el periodo normal la ciencia trabaja para resolver enigmas o problemas y cuando lo hace, pueden ir surgiendo y de hecho ocurre en muchas ocasiones siniaciones anómalas o anomalías. En ia medida en que las anomalías aumenten en número creciente, esto puede ser un factor desestabilizador del paradigma en tanto haga que se comience a perder la confianza en él. .Aunque esto también puede ocumr en términos cualitativos, esto es que, aunque las anomalías no sean muchas, pongan en cuestión los aspectos centrales, los fiindamentos del paradigma. ,a,mbas situaciones pueden provocar lo que más adelante explicaremos como crisis de la ciencia normal.

La ciencia trabaja^ parar de aquello que ya ha producido como conocimiento y que constituye el núcleo central del paradigma, pero su pnncipal preocupación es justamente por aquello que ignora, por lo que se presenta corno un enigma o un problema a resolver. En consecuencia, los problemas no solamente son h^iíahies,..sino que son jmpj;escindibles en el desarroüojie la ciencia. Sin ellos no habría ciencia, no habría biisqueda de conocim.iento, sino saber establecido. Sin embargo la comunidad científica debe procurar mantener el cúmulo de anomalías bajo control y no deben cobrar importancia ni cuantitativa ni cualitativamente. Y si bien las anomalías son indeseables en el periodo de ciencia normal, es a partir de su presencia que se produce el proceso de transformación que obliga a los cambios de paradigma y al ‘‘progreso” de la ciencia. Recordemos que el paradigma sólo prevalece en función del consenso, no porque sea verdadero ni mejor, sino simplemente porque ha concitado la adhesión de los científicos, pero en alguna medida aunque es confiable en tanto los cientificos sientan que éste les permite trabajar y generar conocimiento.

Redefinimos entonces la ciencia normal como el período en el cual se aglutinan varios elementos; una \ comunidad científica, una educación compartida, un consenso que se manifiesta mediante el acatamiento a un I único paradigma y la tarea de resolver las anomalías. Como ya señaiamos para Kuhn éste es ei período mas 1 rico de todo el proceso. En él aumienta y se profundiza el conocimiento. La ciencia avanza y se consiguen ios ' miuyores logros. Kuhn pone como ejemplos de ciencia noimal a la m.ecánica y ia óptica newtoniaaa, la teoría de

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la evolución y !a teoría de la relatividad entre otras, cada una de ellas ha obtenido resultados rmctíferos. incluso llega 3 ponderar ia física aristotélica, la cual podna ser considerada como un producto encomiable si se la divisa desde' la perspectiva de un paradigma completo. Nos cuidaremos de utilizar el adjetivo "progreso'’ para refenmos ai desarrollo de este momento. No solamente porque es controversia!, sino porque K'uhn lo resen/a

j para hacer referencia a las revoluciones científicas, pero iuego veremos que sentido especial le da. Mas, este ; avance, profundización o aumento del conocimiento en el periodo de ciencia normal no es infinito. Factores j internos y externos pueden afectar a la comunidad científica y poner en cuestjón_ el paradigma, Lín factor i interno puede ser el creciente número de anomalías que, rompiendo con el consenso, provocan la desconfianza y el abandono del paradigma por paite de ia comunidad científica, j,Cómo ccurre esto? ,A.l buscar que el paradigma tenga la capacidad de asimilar las anomalias, esto es, hacer que ellas dejen de ser un problema sin explicación para convertirse en una explicación, que es posible por los fundamentos del paradigma, surge la

'imposibilidad de encontrar soluciones sin modificar sus supuestos básicos. -

/ Al científico que trabaja en el período de ciencia nonnal bajo 1a autondad de un paradigma no le está : peimitido salirse de él ni echar mano de leyes o hipótesis o instmmentos que no se encuentren explícitamente ¡ establecidos por el paradigma. Usando una analogía militar, que establece el lema “orden y subordinación” como expresión de verticalidad podríamos decir que el científico durante el período de ciencia nomial debe orden y subordinación al paradigma. Asi, nuevos problemas que se presentan como desafío al paradigma y que éste, desde sus presupuestos fundamentales no puede resolver, o porque no cuenta con los elementos teóncos o empíneos, o bien porque esos nuevos problemas conllevan siUiaciones que implicarían echar mano de otros presupuestos que entran en contradicción con el paradigma no pueden ser planteados fuera del marco que establece ngurosamente el paradigma. Por ejemplo, para la física anstotélica era inadmisible aceptar los satélites de Júpiter o las fases de Venus porque ello implicaría renunciar al carácter excluyente de los supuestos fundamentales de la física por ellos sostenida que sostenía que no existía en el universo ningún cuerpo que no girara exclusivamente en tomo a la Tierna. Cuando situaciones de este tipo se producen, la llamada ciencia nomtal se desintegra y entonces se pasa a una situación de crisis.

La crisis

Como vimos, puede ser producida por distintos factores, pero su efecto principal es la disolución del 'consenso. Su tiempo de duración es indefinido, pues dura mientras un nuevo paradigma no logre imponerse y concitar nuevamente la confianza que configure una nueva comunidad científica. Un hecho característico de la crisis es la aparición de uno o varios paradigmas alternativos que se debaten por obtener los favores de los cientificos que han quedado disgregados. Kuhn los denomina paradigmas rivales, pero en el momento de crisis ellos no responden a los cometidos que cumplen durante la ciencia normal. Su tarea principal no consiste en resolver problemas, sino en tratar de obtener la adhesión de los cientificos para imponerse a los demás.

¿os parad igm as riva les, qpe conviven en el periodo de crisis tienen una relación compleja; según Kulm son incompatibles, incontrastables e inconmensurables.

( \ Incom patib les. No hay posibilidad de comparar un paradigma rival con otro ni establecer cual de ellos es mejor, puesto que panen de fundamentos antagónicos y no existe instancia común que pennita siquiera un diálogo entre ellos. De hecho, a tal punto se da esa incompatibilidad en la diferencia de la teoría y los instrumentos, tanto teóncos como empíricos, que es como si su objeto de investigación fuera de una naturaleza totalmente distinta. Un ejemplo es nuevamente la astronomía aristotélica -geocéntrica- y lá copéraico-galileana -heliocéntnca-: si una es verdadera, la otra es falsa.

( i j Incontrasta b les . Sumado a lo anterior se agrega la incontrastabilidad. Si contrastar es poner a prueba mediante algún tipo de experimento, ello sólo tiene sentido en tanto se encuentran avalados en el marco de alguna teoría. Y, como las teorías son de una naturaleza tan antagónica, entonces no existe instancia alguna que permita ningún tipo de comparación. Dicho de otro modo, los axpenmentos que revelan algún tipo de evidencia para una detenninada teoría, no significan nada en otra con diferentes presupuestos.

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'3 In con ,,iensurah les. ¿Qué podríamos medir? Quizá !a eficacia para resolver problemas. Pero, lo que son problemas para uno dentro de su propio marco teónco no son problemas para el otro, o por lo menos están planteados de un modo muy diferente. íCuhn señala que no hay criteno para establecer que un paradigma es inejoj" qiie otro. Ni mayor capacidad de e.xplicactón ni mayor alcance emiDÍríco. Es como si, estando en mundos diferentes, tuvieran diferentes lenguas. No hay posibilidad de establecer similitudes y diferencias y ni siquiera posibilidades de comunicación entre unos y otros.

La mayoría o todas las discusiones sobre inconmensurabilidad dependen de un supuesto literalmente coiTecto, pero sobre el que a menudo se han cargado demasiado las tintas; si dos teorías son inconmensurables deben ser formuladas en lenguas muaiamente intraducibies. Si esto es asi, señala una pnmera línea de crítica, si no hay ningún modo en que las dos puedan foimularse en un único lenguaje, entonces no pueden compararse, y ningún argumento basado en la evidencia puede ser relevante para la elección entre ellas. (Kuhn, 1995, p. 97)

Frente a esta afirmación podría decirse que entonces tampoco tiene sentido intentar entender o reconstmir los sistemas filosóficos del pasado y esto es precisamente a lo que dedica Kuhn la mayorpane de su obra. Kuhn pretende superar esta objeción señalando una diferencia entre lo que llama inconmensurabilidad local esto es; a su decir, una 'Versión modesta de inconmensurabilidad” la que,u5¿uce

.~a-uii problema de lenguaje. Mientras tanto, el problema de la reconstrucción de sistemas pasados es salvado por una instancia de ¿‘traducción” entre esos lenguajes inconmensurables enfrentados directamente. En este sentido, el epistemólogo es, no solamente un historiador de la ciencia, sino un traductor entre dos idiomas y por tanto un reconstmctor de culturas vinculado a un trabajo antropológico. Señala Kuhn;

Kepler y Galileo acumularon pmebas impresionantes sobre el nuevo estanito de la tierra como planeta en movimiento. El concepto de órbita elíptica y los nuevos datos reunidos gracias al telescopio sólo eran pmebas astronómicas a favor de una tierra planetaria. En modo alguno respondían a las objeciones extra-astronómicas que se les planteaban. Mientras quedaban sin respuesta, cada uno de estos argumentos, físicos, cosmólogicos o religiosos, daban testimonio de la inmensa diferencia existente entre los conceptos de la astronomía técnica y los empleados en otras ciencias y en filosofía. A medida que se iba haciendo más difícil dudar de la innovación introducida en astronomía, más urgente se hizo la necesidad de efecmar ciertos ajustes en otros dominios del pensamiento. La revolución astronómica se mantuvo incom.pleta hasta que no se llevaron a cabo los ajustes indicados.

La mayor parte de las grandes conmociones en el pensamiento científico producen disparidades conceptuales del tipo indicado. Por ejemplo, en la actualidad estamos viendo en las Liltimas etapas de una revolución científica iniciadaporPlank, Einstein y Bohr. Los nuevos conceptos que ellos y otros han introducido, y sobre los que reposa la revolución científica contemporánea, muestran estrechos-.paraleüsmos históricos con el concepto copemieano de una tierna planetaria.El átomo de Bohr o el espacio finito pero ilimitado, de Einstein fiieron introducidos para resolver acuciantes problemas planteados en el seno de una especiaüdad científica concreta. Quienes los aceptaron, lo hicieron en un primer memento, en razón de la inmensa necesidad sentida en sus dominios de investigación y aun a costa de su evidente oposición al sentido común, a la intuición tísica y a los conceptos fundamentales de otros campos científicos. Durante cieno tiempo, los especialistas utilizaron nuevas ideas como las indicadas a pesar de que parecieran increíbles dentro de un contexto científico más amplio.

No obstante, el empleo continuo de incluso el más extraño de los conceptos lo hace aceptable y, una vez convertido en aceptable, adquiere una fiinción científica mas amplia. Para utilizar el vocabulano del capimlo I , deja de ser un simple instmmento paradójico y ad hoc para describir de forma más económica lo ya conocido, y se convierte en un instrumento básico para explicar y explorar la naturaleza. Lina vez alcanzado este estadio, es imposible restringir el nuevo concepto al dominio de una úmea especialidad científica. La naturaleza no puede revelar propiedades incompatibles en campos diferentes. Si el electrón del físico puede saltar de una órbita a otra sin atravesar el espacio que las separa, el electrón del químico debe hacer otro tanto, muentras que los

/O

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conceptos de matena y espacio dei ñlosofo existen una revisión, Toda innovación tlindamentai dentro de una e,;pec;a!idad científica transfoima inevitablemente las ciencias colindantes y . de manera algo más lenta, los mundos dei filosofo v dei hombre cultivado. (Kuim. 1985. p. 297)

El concepto de revoluciónKuhn nos plantea no pocas dificultades. Si en pnncipio preguntamos a Kuhn cómo progresa la ciencia,

!a respuesta será; la ciencia progresa por revoluciones. Esto haría pensaran una epistemología que propugna el cambio revolucionario o de la ciencia revolucionaria, ya que permitiría “el progreso”. Pero esto no es asi. Para Kulm la revolución es una especie de mal necesario, un cambio que se opera sin un valor en si mismo.

La revolución es un cambio no gradual sino abrupto, que redefine a una nueva comunidad científica, sometida a un nuevo paradigma en la tarea de resolver nuevas anomalias. Si ia crisis es el periodo indeterminado previo a la revolución, ésta no es otra cosa que la abmpta entronización de un nuevo paradigma, un cambio drástico en el momento adecuado, el acto que termina con la cnsis e instaura una nueva ciencia nuimal. Surge entonces la pregunta: ¿Y el progreso, en qué consiste’ Lo que habituaimente entendemos bajo el ténmino progreso como mejoramiento, superación, excelencia o ventaja no es a lo que se está refiriendo Kuim. Precisamente, ia inconmensurabilidad de los paradigmas dicta ia imposibilidad de establecer que uno sea mejor que otro, por lo tanto también queda negada la posibilidad de progreso en los ténmnos refendos. Pero hay otro sentido menos habitual del término progreso, que se adecuá más al concepto'

LAE ST R U C T U R A DE UAS REVOLE ClOiNES CIENTII'IC-VST. S. Kl. H N

__ aRgvtAfflosf r Foñi>o 'J « CtiHura t i ^ r t o a v c *

kulmiaim. como es el de cambio, al modo en que las parejas evolucionan en la pista de baile, que cambian de lugar, progresan hacia nuevas figuras, lo que

\ no quiere decir que mejoren, instauración de un nuevo paradigma, que ha triunfado en su lucha ¡xir la conquista del consenso, implica un “prrug^ n ” en cnanto a ia simación de crisis en la cual, según Kulm, no hav profúndización del conocimiento. ¿Qué significado tiene entonces hablar de una ciencia revolucionaria?

I El cambio revolucionario se define en pane por su diferencia con e l cambio normal yeste es, como ya se ha indicado, el tipo^de cambio que tiene como resultado el crecimiento,

“aumento o adición acumuialiva de lo que se conocía antes. (...) Los cambios revolucionarios son diferentes y bastante más problemáticos. Ponen en juego descubrimientos que no pueden acomodarse dentro de los conceptos que eran habiaiaies antes de que se hicieran dichos descubnmientos. Para hacer o asimilar un descubrimiento tal, debe alterarse el modo en que se piensa y describe un rango de fenómenos naturales. (...) Los cambios revolucionarios son, en un sentido, bolistas. Esto es, no pueden hacerse poco a poco, paso a paso, y contrastan asi con los cambios normales o acumulativos, como por ejemplo el descubrimiento de la ley de Boyle. En el cambio normal, simplemente se revisa o añade una única generalización, permaneciendo idénticas todas las demás. En el cambio revolucionano, o bien se vive t^ la incoherencia o bien se revisan a un tiempo varias generalizacioneTTñteiTelacionatiás. Si estos mismos cambios se introdüj’éran paso a paso, no habría ningún lugar intermedio en el cual pararse. Sólo los conjuntos de generalizaciones inicial y final proporcionan una explicación coherente de la naturaleza... (Kulm, 1995, pp. 57-59 y 86)

En su obra Kuhn establece una analogía entre las revoluciones científicas y las revoluciones políticas, poniendo en evidencia el sentido negativo, o por lo menos no productivo lantade-unas como de otras. En los procesos revolucionarios políticos la tarea en tiempos de crisis es la obtención del poder; el obrar revolucionario durante la crisis es negativo, busca derrocar un régimen. .Aunque la revolución sea un proceso, ella tiene un dia simbólico en el cual se consolida el nuevo régimen, el 25 de mayo para Argentina, el 14 de julio para Francia, el 4 de julio para EE.UU. Ese día es un hito porque marca un antes y un después en el pasaje de la crisis revolucionaria al nuevo estadio del nuevo régimen en lo político y dei nuevo paradigma en la ciencia. Toda la batería de propuestas que proclamó el bando revolucionano y que de algún modo le permitió obtener

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el consenso de la población, tiene ahora que ponerse en práctica. Ha llegado la hora de gobernar y obrar positivamente, no en un sentido moral o lógico, sino en cuanto que el régimen revolucionario debe resolverlos problemas de la población llevando adelante la aplicación de sus políticas revolucionarias, lo cual lo convierte ahora en oficialista. Las revoluciones científicas se consideran aquí como aquellos episodios de desarrollo no acumulativo en que un antiguo paradigmá~és reemplazado, completamente o en parte, por otro nuevq_e incompatible. ¿Por qué debe llamarse revolución a un cambio de paradigma? Frente a las diferencias tan grandes y esenciales entre el desaiTollo político y el científico, <;,qué puede justificar la metáfora que encuentra_ revoluciones en ambos'.’ Ambos tipos dé revolución son el resultado b desenláce déla una crisis a partir deF cual se instaura un nuevo orden. Como hemos visto, en la ciencia, la instalación y adopción por parte de la comunidad científica de un nuevo paradigma; en las revoluciones políticas, la instalación de un nuevo gobierno en el poder que se propone implementar nuevas formas de administrar la sociedad.

Uno de los aspectos del paralelismo debe ser ya evidente. Las revoluciones políticas se inician por medio de un sentimiento, cada vez mayor, restringido frecuentemente a una fracción de la comunidad política, de que las mstiruciones existentes han cesado de satisfacer adecuadamente los problemas planteados por el medio ambiente que han contribuido en paite a crear. De manera muy similar, las revoluciones científicas se inician con un sentimiento creciente, también a menudo restringido a una estrecha subdivisión de la comunidad científica, de que un paradigma existente ha dejado de funcionar adecuadamente en la exploración de un aspecto de la naturaleza.” (Kuhn, 1995, pp. 149-150)

Nueva ciencia normal. Con ella se reconstituye ! recomenzando el proceso.

condenso y se impone un nuevo paradigma

PreaenciaSupuestos metafísicas y ülasóficos^ opinión vulgar. Saberes no

. sistematizados, na hay comunidad científica

Progreso acumulativo

Coraunídad científica- Ciencia normal Resofucíóndeprobf^as

Crfaisi a t ^

i iN llevo Paradigma

Nueva dieiicia normal' í ' ■ I -■

R dnída del cicla exclnyoida la precíencia

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Las ciencias sociales en la concepción de Kuhn

Si consideramos la obra de Kuhn y sus argumentos centrales en cuanto al criterio áe cientiñcidad es claro que las disciplinas sociales no alcanzarían para este autor el estatus de ciencia. Es casi imposible encontrar ciencia social alguna con una comunidad cientifica y un consenso que adhiera a un único para­digma. Miradas en perspectiva las ciencias sociales están en las antipodas de esta situación y para Kuhn

no han alcanzado la madurez suficiente per­maneciendo por el momento en una etapa precientifica.

Si bien los - aspectos metodológicos y de validación lógica parecen pasar a un segundo plano, ya que no hay cnteno ni epistemológico ni metodológico, para afirmar que un paradigma es mejor que otro y todo lo que define a la ciencia nonnal es el consenso, sin embargo, no sólo los ejemplos que usa provienen de las ciencias naturales, principalmente la física, sino que son los únicos en cumplir los requisitos las condiciones de legitimación sobre qué cosa es una ciencia.

Thomas Kuhn (en primer plano) con su amigo Paul Feyerabend (centro) y Paul Hoyningen-Huene. Zurich

1986

El problema que se plantea trente a esta postura es; ¿desde dónde Kulm hace un análisis cientifico ' de la actividad cientifica. .A.1 incorporar una mirada histórica y psicológica a su propia concepción abre la puerta a las ciencias sociales, a las que paradójicamente luego les quita estatus cientifico. Esto es lín problema en si mismóTomo^'estvón epistemológica, pero genera al mismo tiempo una compleja siruación cuando muchos científicos sociales pretenden adoptar las tesis kuhnianas y apelan abusivamente al concepto de paradigma. Para Kuhn la inmadurez de las ciencias sociales puede ser superada, pero a condición de que surja un paradigma y su coinespondiente consenso y nunca da ejemplos al respecto.

¿Cuáles son las condiciones que peinntinan tal consenso? ¿Qué establece el tránsito de una ciencia inmadura o “joven” a una madura?

A pesar de estar anclado en las ciencias naturales, Kuhn no extiende como Hempel su modelo a toda disciplina, pero si el criterio de consenso. El problema se complica trente a la interrogante de si las ciencias sociales son en realidad una sola con una actividad interdisciplinaria o si son muchas. Lo que define esto no es el objeto de investigación, sino la posibilidad de conformar un “paraguas” bajo el que puedan tener cabida las diferentes disciplinas bajo un paradigma. Un ejemplo; el fuircionalismo, el marxismo, el estructuralismo, plantean al mismo tiempo un enfoque sociológico, económico, psicológico, antropológico. Aunque para estos dias, sin la prédica de los 60, ya se encuentren deslucidos, podrían conformar ejemplos de tránsito hacia la madurez.

Pero más allá de estos controversiales ejemplos, para Kuhn define madurez lo que conforma consenso, y por lo tanto, habria toda una serie de recursos y prácticas que por ejemplo los sociólogos o los economistas tienen en común, como los métodos estadísticos. La utilización de los recursos técnicos compartidos estaría confonnando si no un paradigma en el sentido fuene originario, por lo menos “una matriz disciplinar”, expresión que Kulm usará en obras postenores. Reconoce enfoques paradigmáticos en las ciencias sociales

La econpjnia es. de entre las ciencias sociales, la que mejor se adapta al análisis kuhniajTo. Es considerada generalmente como una ciencia paradigmática con etapas de ciencia nonnal y con un desanollo que se adapta bastante bien a! esquema Kuhmano. Esto no impide

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ciertas divergenciao entre los autores a la hora de establecer cuáles han sido los paradigmas dominantes, si realmente ua habido revoluciones ecouomtcas. v cuáles han sido estas.

El trabajo de Ward es un clásico del análisis kuhmano de la economía. Este autor muestra que la economía neoclásica cumple todos los requisitos de una ciencia normal en desarrollo: los investigadores forman una academia invisible que se preocupan por solucionar problemas dedetalle, están de acuerdo sobre cuáles son los principales problemas aptos paraser_investigados _ ....y sobre la forma general que debe adoptar su solución (sólo cuentan los juicios de los colegas).Ea economía neoclásica presenta además puzzles interesantes cuyas soluciones son modelos para la formulación de nuevos enigmas en la disciplina. .Adquirir la capacidad de plantear problemas en términos de estos modelos es uno de los objetivos centrales de la educación económica.” Un modelo de este tipo lo constituye el esquema marginalista de demanda y oferta que se elabora como solución neoclásica (Jevons o iVlarshall) al puzzle que supone el problema de explicar la naturaleza del precio elevado de ciertas mercancías y sus fluctuaciones, interpretado por los economistas clásicos como meras anomalías.

La historia de la economía muestra la existencia de revoluciones cientíñcas. Un ejemplo claro de revolución científica, según Ward, es la keynesiana. Ella resuelve una serie de anomalías de la economía neoclásica que aparecieron en la decada de 1920 y comienzos de.1930, procedentes de la teoría monetana y de la teoría del capital. Ward afirma “se necesitaba

una teoría .que explicara lo que funcionaba mal, que explicara lo que se podía hacer y cuyas prescnpciones fueran aceptables para los partidos políticos existentes”. Esto es lo que hizo la ' teoría de ICeynes. La revolución keynesiana llevó al centro de laj Teoría Económica convencional el esaidio de las variaciones del

- nivel de la producción agregada, , permitió el desarrollo de la . macroeconomía y el de una teoría monetaria. Consiguió, por tanto, ■ cambiar dramáticamente algunas de las ideas fundamentales de losJ

economistas sobre su objeto de estudio.”Por otro ladd, la economía acmal, nos dice Ward, se encuentra con problemas persistentes,

reconocidos por los profesionales, que permiten pensar en la economía como una ciencia en crisis. El problema fundamental es que no se resuelven las anomalías a pesar del gran número de ellas en todas las especialidades centrales: iVlicroeconomía, iVlacroeconomía, Econometría.El análisis de Ward es ampliamente compartido. El mismo ÍCuhn aceptó que la economía era la única ciencia social con paradigma dominante. Sin embargo, hay dos tipos de desacuerdo respecto a esta visión, el primero se da en relación a la existencia de revoluciones científicas en la historia de la economía, el segundo respecto de cuáles son esas revoluciones. (Gómez Rodríguez, 2003, 159-160)

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Los programas de investigación de LakatosLuego de haber analizado las propuestas epistemológicas y metodológicas de ICuhn y Popper,

teniendo en cuenta el modo antagónico de entender a la ciencia que tienen estos autores, resulta difícil pensar que alguien pudiera concebir una especie de síntesis superadora. Sin embargo, Lakatos tomara

elementos de ambos pensadores. De K.uhn toma el concepto de estructura y de historia. Como se verá, el modo de realizar la reconstrucción de la

■ í historiade la ciencia tiíne que tener en cuenta las condiciones que dentrodel contexto de descubrimiento permiten identificar las causas externas que inciden en la elaboración (logros y tropiezos) de las teorías científicas. Por otra parte, en lo que se refiere al contexto de justificación, las cuestiones especificas de validación son de orden lógico-metodológico. Esto se relacionará, como veremos, con la consideración de una historia externa y una historia interna de la ciencia. Pero si bien el elemento histórico es central, no meno^rimporíante es para este autor establecer que el modo que permite aumentar el conocimiento es la refutación de las hipótesis. Ün modo de denominar la epistemología de Lakatos es I -com o él lo ha establecido- falsacionismo sofisticado, el cual seria una versión mejorada del falsacionismo ingenuo de Popper Recordemos que ¡ para Popper urTca^ que"Téfuta es suficiente para aesecfiar una hipótesis. Lakatos adopta el criterio de Duhem-Quine que establece- que unaImre Lakatos

hipótesis o una teoría no pueden ser sometidas a contrastación eñ forma aislada, sino que este procedimiento sólo tiene sentido en relación con cuerpos de teóricos completos, tales cuerpos son para Lakatos ‘‘programas de investigación”.

Reconstrucción e historia

Para Lakatos, es imprescindible la historia de la ciencia que pen'mta la reconstrucción racional de sus procesos, y esto sólo es posible a partir de la filosofía de la ciencia. Las consideraciones psicológicas y sociológicas son vistas como secundarias. Como vimos, las teorías científicas nunca se presentan aisladamente sino que constituyen totalidades, esas totalidades que son los programas son el objeto de la historia de la ciencia y el centro de la reconstrucción racional.

Los problemas a los que se enfrenta el historiador de la ciencia están determinados por su metodología. .A.qui veremos su consideración sobre otras metodologías tales como el inductivismo, el falsacionismo y los paradigmas de Kulin, pero también su aporte-personal mediante la metodología de los programas de investigación y la polémica en tomo a la historia externa y la historia interna de la ciencia.

Para Lakatos la evaluación objetiva del crecimiento de la ciencia se da en téraunos de movimientos progresivos y regresivos. El comienzo de toda investigación tiene su origen en un programa de investigación.

^ La estructura de los programas de investigación

Un programa de investigación es un sistema estmcturado compuesto por un núdeajirm e y un cintu- \ rárt protector. - I

^ El núcleo firmeEl núcleo fiime es el conjunto de hipótesis fundamentales que deben ser protegidas de toda refiitación |

y que constimyen el corazón de la teoría. El núcleo contiene, además, creencias metafísicas y una heurística positiva (indicaciones de cómo elaborar el cinturón protector, es decir cómo cambiar y desarrollar las

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versiones refutables de la teoría) y una heurística negativa (reglas que indican los caminos que deben ser evitados en la investigación). Siendo así, este núcleo maestra la idea de Kuhn de un hoiismo sin ventanas (parad'gmas) que es defendido de las falsaciones.

^ El cinturón protector

_ _ , Está compuesto por un conjunto de hipótesis auxiliares que deben proteger al núcleo dejas falsaciones, de modo de asimilar los golpes que provienen de las contrastaciones falsadoras, impidiendo que lleguen al núcleo fiime. ,A.quí asume la posición del falsacionismo popperiano:

La metodología de los programas de investigación — sostiene Laicatos— puede e.xplicar de este nrodo el elevado grado de autonomía de la ciencia teórica. (Lakatos, 1993, p. 10)

/ CíiCinturón protector

Heurística __ Heurísrica

-------^ ^ ^ ^^ ^Cinturón protector'^

\Hipótesis auxiliares

\ V

Programa

^Hip otes isí auxilia r es^

Programa

/ Cinturón protector\

\ / \ ff jNacIeQ V 1 r W- Núcleo t. Fírme J 1 f 1 Fírme 1 1

L /f -

/ V

\

/Hipótesis auxiliares

Programa

, Heurística

Son procedimientos de dos tipos. La heurística pojidvapermite la solución de problemas y da indicaciones de cómo eia.bonir e l cinturón protector, es decir cómo cambiar y desarrollar las versiones reíuiables de la teoría. Se apoya en técnicas matemáticas sofisticadas mediante ias cuales se asimilan las anomalías y se las convierte en evidencia positiva. Es decir, la heurística positiva es el conjunto de reglas que indican los caminos que deben seguirse. También podemos,decir que es el conjunto de sugerencias y pistas sobre cómo cambiar y desarrollar las versiones refiitables del programa de investigación (cómo complicar el cinturón protector). Pero existen también reglas que indican los caminos que deben, ser evitados en la investigación [heurística negativa). Por ejemplo, no deben modificarsedos-supuesíos básicos de un programa, es decir, su núcleo firme.

Con respecto a otras posturas

Para Lakatos la crítica de las distintas propuestas epistemológicas no conforma íin recurso complementario, sino que es la base metodológica para realizar una reconstnicción racional de la historia de la ciencia, principalmente en lo que hace a lo que veremos como historia interna. Discute las posiciones inductivistas por considerar que su demanda de hipótesis surgidas de los hechos para ser consideradas científicas, las coloca en una posición escéptica con respecto al conocimiento. Las proposiciones que no pueden mostrar su conexión con los hechos son consideradas pseudocientíficas, es decú metafísicas o extracientíficas, en lugar de tratar de probar su falsedad.

El inductivismo no puede por este camino ofrecer una explicación interna racional de por qué fueron seleccionados unos hechos en lugar de oíros.

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' Se distancia, también, tanto del faisacionisrno poppenano como de la mteipretación ktihniana. En el pnmer caso. Lakatos considera que la ciencia puede ser entendida corno un juego en donde la mejor jugada no es disponer de una hipótesis que puede ser falsada sino de un program.a de investigación en el cual las

I meras Falsaciones son registradas y no tienen una influencia primordial. En el segundo caso, sostiene:

...en lugar de dejar ai confuso sentido común que juzgue cuándo un sistema debe ser abandonado, yo introduzco algunos elementos firmes del popperianismo en la estimación de si un programa avanza o degenera o de si uno supera a otro. (Lakatos, 1993, p. 17)

Por otro lado, es^posiW^ trabajar simultáneamente en programas rivales, lo que socava la tesis de Kulm..Asi, con respecto al convencionalismo, sostiene que:

Permite la construcción de cualquier sistema de casillas que organice los hechos en algún todo coherente. iLakatos, 1993, p. 20)

Algunos de sus representantes son Whewell y Duhem. Debemos entender estos sistemas de casillas como unidades discretas teóricas. Lakatos utiliza esta metáfora de las casillas para demostrar la condición móvil y la aceptación convencional de las teorías. N'ingun sistema de casillas es considerado verdadero por probado, sino sólo verdadero por convención. Cómo se inventa el sistema de casillas constituye el objeto de investigación de su historia interna de la ciencia. Los sistemas pueden ser abandonados y se pueden sustituir por otros más sutiles y sencillos. -

El convencionalismo — dice Lakatos— descansa en el reconocimiento de que los 1 supuestos falsos pueden tener consecuencias verdaderas, por lo que algunas teorías falsas J pueden tener un gran poder predictivo (Lakatos, 1993, pp. 21-22)

Con respecto al falsacionismo metodológico, sostiene que Popper crea este método como critica al inductivismo y al convencionalismo. Al inductivismo le critica que sus afirmaciones carecen de pruebas para sostener la validez de las inferencias inductivas. .Al convencionalismo de Duiiem le cntica que las comparaciones en términos de simplicidad intuitiva dependen de gustos subjetivos y son tan ambiguos que sobre ellos no puede fiindamentarse nmguna crítica sólida.

El falsacionismo considera que una teoría es científica sólo si puede entrar en conflicto con unp enunciado básico y una teoría debe ser eliminada si entra en conflicto con un enunciado básico aceptado. Las teorías deben predecir hechos nuevos. El falsacionismo es contrario a aceptar hipótesis ad-hoc. Lakatos se opone a esto porque considera que dentro de un programa de investigación las teorías no se abandonan por falsación sino cuando se ha verificado que otra teoría tiene mayor contenido empírico.

La gran atracción de la metodología de Popper -dice Lakatos- se debe a su claridad y fuerza. El modelo deductivo popperíano de crítica científica contiene proposiciones empíricamente falsables que son espacio-temporalmente universales, condiciones iniciales y sus consecuencias. El arma de la crítica es el modus tollens. (Lakatos, 1993, p. 25)

A esta idea de falsación es a la que se opone Lakatos. Il

De modo que podemos entender que, mientras para Popper la base del desarrollo de la ciencia es la teoría y el conocimiento progresa por la prueba empírica que permite la falsación, para Kuhn el cambio científico es explicado por una especie de conversión dé los científicos mientras que la base de explicación de la ciencia debe buscarse en los paradigmas. Para Lakatos, esa base son los programas de investigación en cuya explicación recoge la interpretación del convencionalismo (el núcleo firme tiene una estrucmra paradigmática) y del falsacionismo (el cinmrón protector está constituido por hipótesis que se ofrecen a las falsaciones) y el cambio es explicado por una decisión metodológica de los científicos.

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Programas progresivos y regresivos

Según mi metodología-dice Lakatos- los más grandes descubrimientos cientificos son programas de investigación que pueden evaluarse en términos de problemáticas progresivas y estancadas, las revoluciones cientiñcas consisten en que un programa de investigación reemplaza a otro Tsuperandolo de modo progresivo). Esta metodología proporciona una nueva reconstinicción racional de la ciencia. El mejor modo de presentarla es contrastándola ^ con el falsacionismo, del que toma prestado elementos esenciales. (Lakatos, 1993, p. 15)

Las tálsaciones ocupan un lugar en los programas de investigación pero no tienen en Lakatos el significado fuerte y deteiminista que tienen en Popper. Sus resultados no son absolutos, sino relativos al programa que los contiene.

La unidad básica de estimación no debe ser una teoría aislada ni una conjunción de teorías, sino más bien un programa de investigación con un centro firme convencionaimente aceptado. (Lakatos, 1993, p. 27)

Dentro de un programa de investigación las teorías no se abandonan por falsación sino cuando se ha verificado que otra teoría tiene mayor contenido y alcance empírico:

.. ningún enunciado básico aceptado autoriza por si solo al científico a rechazar una teoría. (Lakatos, 1993, p. 29)

En el hipódromo de las teorías científicas no hay disco final; las teorías pueden competir eternamente y una teoría que se salió de carrera puede volver y superar a las que continúan compitiendo. Claro que, para que se las acepte nuevamente, será necesario que se conviertan en teorías progresivas.

La propuesta lakatosiana pretende establecer además critenos de progreso y estancamiento entre programas rivales, y reglas para su eliminación:

Un programa de investigación se dice que es progresivo nuentras su desarrollo teórico anticipa su desarrollo empinco esto es mientras continúe prediciendo nuevos hechos con cierto éxito ( problemática progresiva), está estancado si su desarrollo teórico queda rezagado respecto a su desarrollo empinco, esto es, cuando sólo aduce explicaciones post-hoc (después de los hechos), o bien sólo proporciona descubnmientos por casualidad, o predice hechos anticipados por y descubnmientos por programas rivales (problemática estancada). (Lakatos, 1993, p. 38)

Cuando un programa rival predice mejor que otro, el programa pnmera puede ser eliminado q_axchútiide: Pero decidir cuándo un programa de investigación se ha estancado definitivamente es una cuestión difícil, porque resulta posible que el nval, aunque vaya rezagado, pueda, debido a innumerables circunstancias tanto internas como externas, recuperarse y tratar de ser progresivo nuevamente. Por eso, sostiene Lakatos, que la modestia del científico es un ingrediente fiindamental de su código de honor.

Si la ciencia es algo más que un mero juego de oposiciones y negociaciones es porque la decisión del científico, en la elección de un determinado programa, se guia por un principio de inducción pragmático, mediante el cual aquella adquiere características racionales.

El programa gaiileano fue progresivo en la medida en que éste descubrió que los planetas no eran esferas pertéctas'Tljñe^.xistian cuerpos que giraban en tomo a otros que no eran la Tierra, tales como los satélites de ,Júpiter. Los de^cubnó y los explicó en fiinción de sus supuestos teóncos y sus instrumentos. Pero además pudo j predecir nuevos fenómenos. En cambio, el programa aristotélico se convirtió en regi'esivo en la medida en que sus supuestos teóncos no podían dar cuenta de los nuevos hechos, m podían predecir hecho alguno que confirmara sus hipótesis. .M perder su capacidad para explicar y predecir se convinió en un programa regresivo.

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Ifsr

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No hay criterio instantáneo para abandonar un programa.

No hay nunca nada que garantice el triunfo de un programa, como tampoco hay nada que garantice su derrota. El científico se guía, para tomar decisiones,por un p r in c ip io e x tr a c ie n tif ic o .

No hay prueba lógica, ni imposibilidad de sortear ^uÁmal^, Al^Fefiitacióo^ de hipótesis que invalide definitivamente un programa de investigación. Podrá arrumbarse indefinidamente, pero no definitivamente.

Historia interna e historia externa

La historia de la ciencia es siempre más rica que su ^ reconstrucción racional. Pero la reconstrucción racional o historia ‘"Jinterna es primaria y la historia externa sólo secundaria, ya que los px problemas más importantes de la historia externa son definidos por *, ■la historia interna. La historia interna, o proporciona explicaciones ................. ... 'no racionales dé la rapidez, localización, selectividad, etc., de los acontecimientos históricos inteip'rétádos en términos de historia ^ interna, o bien, cuando la historia difiere de su reconstrucción racional, proporciona una explicación empirica de por qué difieren. Sin embargo, el aspecto racional del-desarrollo científico se explica completamente por la lógica propia del descubrimiento científico. (Lakatos, 1993, p. 38)

Historia internaLa historia ioterna se construye sobre la base de los documen­tos. En la ilustración, una pági­na de las notas de Galileo sobre el movimiento de ios cuerpos.La primera tarea del historiador de la ciencia es atender a la

parcela relevante de la historia interna, es decir, a aquellas cuestionesque tienen que ver con el modo en que se consmuyeji los naadéLos científicos, su e§irucmra-tógica y sus procedimiéntqsjiietedológicos. El historiador ha de ser selectivo en alto grado. La historia de la ciencia es una historia de eventos seleccionados e interpretados en forma normativa. La historiografía permite distinguir cómo cada metodología tiene sus propios criterios normativos, que son ios que establecen las condiciones del crecimiento científico. Un método para señalar las discrepancias entre la historia y su reconstrucción racional consiste en exponer la historia interna en el texto, e indicar en notas a p ie de página cómo la historia real discrepa respecto de su reconstrucción racional.

Historia externa

E ^ l marco o contexto de las condiciones sociales, políticas, económicas y eufturales dentro del cual se produce la investigación científica. Estas son todas condiciones necesarias (pero no_suficie_ntes) para hacer posible el progreso científico. Es dsscriptiva porquiTsimpTémeñte~nurKTfaTó queaconteoe, pero no explica tas'ca'iisas objetivas defprogreso, que son aquellas relevantes y que están consideradas por la historia interna.

Pero, hay acontecimientos de retroceso de un programa de los que una visión intemalista no puede dar cuenta. Tienen que ver con ei marco histórico, político y social en medio del cual se desarrolla un programa. Es por ello que sólo pueden ser evaluados desde la perspectiva externalista. Ejemplo; La

. desaparición de la genética mendeliana en la Rusia Soviética en la década de 1950.

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La propuesta de Lakatos difiere de las otras en la consideración sobre cuáles acontecimientos o enfoques deben ser tratados desde la perspectiva internalista o extemalista. Nos dice;

... según el falsacionismo la irrefutable metafísica es una influencia intelectual externa, en mi explicación es una parte vital en la reconstnicción racional de la ciencia. (Lakatos, 1993, p. 33) Uno de los tantos edificios que pertenecieron a la Aca­

demia de Ciencias de la URSS. Este se encuentra en San Petersburgo y corresponde al Museo de .Antropología y Etnografía Pedro el Grande de la .Academia de Ciencias. La .A. de C. de la URSS comprendía, en 1965,193 institu­ciones científicas y empleaba a 23.471 personas.

La solución de problemas de este tipo se ha considerado como monopolio de los extemalistas.El histonador inductivista busca dar cuenta de descubnmientos de hechos firmes y de la producción de generalizaciones inductivas. El historiadorconvencionalista busca dar cuenta de la constmcción de un sistema de casillas y de su sustimción por otros sistemas rnás simples o mejor estructurados. El histonador popperiano busca audaces teorias falsables y grandes experrmentos cruciales negativos. Sus teorías falsables favoritas son las teorías de Newton y Marwel, la revolución einsteniana etc. Sus ejemplos de experimentos cruciales son el de Michelson-Morley, el de Eddington, etc. Para Lakatos la tarea del investigador consiste en advertir que detrás de toda diferencia hay una lucha oculta entre dos programas de investigación (historia interna). Para analizar esta situación es necesano utilizar como complemento la historia empinca externa.

Criterios del historiador para la elección de los problemas

Criterio aormativo interno

Es primario. El histonador en su tarea de reconstaiccion racional ha de dar prioridad a una mirada que revele fundamentalmente los aspectos internos tales como presupuestos epistemológicos y metodológicos, modos de contrastar teorías, vínculo entre técnicas instrumentales, testeo empírico etc.

Criterio externo

Es secundario en cuanto no es la causa del desarrollo científico, influye indirectamente en la eanstrucción de las teorías o en su progreso o desarrollo. Sin embargo las influencias del medio social y cultural, el marco de la historia general (historia exteina) debe ser tenido en cuenta en tal explicación.

La reconstrucción racional (historia interna)como guía de la historia de la ciencia

tLakatos señala que en los siglos .XVII y .XVIII la metodología era considerada un manual de reglas

mecánicas para resolver problemas, pero para las metodologías acmales es más bien un conjunto de reglas para la evaluación de teorías elaboradas. Su función y apones son los siguientes;

Su función; .Actúan como código de honestidad científica cuya violación es intolerable y como centros fiimes de programas de investigación historiográficos.

Proporcionan; Teorías de la racionalidad científica. Criterios de demarcación. Definiciones de ciencia.

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Las ciencias sociales en la concepción de Lakatos

Aunque paradójicamente hay muchos elementos arinar'Sntre Lakatos y tCunity Cácalos y Popper^ presentando estos autores posturas tan diferentes, laconcepción de Lakatos produce novedades importantes con respecto a las teorías de sus colegas. Una de ellas corresponde a su postura. e.n relación a las ciencias sociales. El hecho de que nos plantee su propuesta epistemológica a través una historia que pretende reconstruir los diferentes enfoques metodológicos, ya es indicativo de que la tarea del epistemólogo se

. corresponde con un_qudrac^ propijD de las ciencias sociales. Si bien la distinción entre historia interna e historia externa otorga más importancia a los temas que pertenecen al coñtéxto'"de jdstificaeión, porsobre.- los de la historia externa que pertenecerían al de descubrimiento, su propia actividad como investigador tiene que valerse'de los procedimientos de la historia y la sociología para alcanzar el núcleo de interés. Dicho de otro modo. Si bien Lakatos pone a la historia extema como supeditada a la intema y lo explícita poniendo a la primera a pie de página como un complemento que aclara el contexto en el cual se producen las teorías científicas, sin embrago, su práctica en la investigación es la del historiador y del sociólogo, del mismo modo que el historiador desamolla una serie de estrategias metodológicas propias de su disciplina que no están a la vista para luego extenderse en consideraciones culturales, sociales, políticas, económicas que son las que explicarían esos hechos históricos V que no queden simplemente como una sucesión de efemérides. La tarea del epistemólogo esta comprometida con la del historiador, la del psicólogo y la del sociólogo, para producir la historia externa, a la que, sin embargo, le resta importancia para entender a la ciencia.

En realidad, y en virtud de la autonomia de la histona interna (autonomía que no ' posee la extéma), la historia externa es irrelevante para la comprensión de la ciencia.' i,...)En la filosofía contemporánea de la ciencia circulan vanas metodologías; pero todas ellas se diferencian mucho de lo que usualmente se entiende por ‘metodología’ en el siglo XVTI e incluso en el XVIII. Entonces se esperaba de la metodología que proveyese a los científicos de un manual de reglas mecánicas para resolver problemas. En la actualidad tal esperanza-

} ha sido abandonada, las metodologías modernas o ‘lógicas del descubrimiento’ consisten ! simplemente en un conjunto de reglas (quizá no ngurosamente interrelacionadas, mucho I menos mecánicas) para la evaluación de teorías ya elaboradas. .Además dichas reglas, o Isistemas de estimación, con frecuencia proporcionan ‘teorías de la racionalidad científica', ‘criterios de demarcación’ o 'definiciones de ciencia'. .Al margen del dominio legislativo de estas reglas noiTnativas, existe, por supuesto, una psicología y sociología empinca del descubrimiento, (Lakatos, 1993,pp 11-12)

i 'L a H is to ^ n a i n t e r n a ' e s c o m u n m e n te d e f in id a c o m o h i s to r i a í n te i e c r u a i ; ~L j K is^ n a E x t e r n a ' j i o m o h is io n a_ _ 5 ti£ iaL

( c f . e .g . K u H N ( 1 9 6 8 ) ) . .Vl« n L ! e v Í~ ^ d e m a rc a c i^ . n (T o íT o d o x a . e n t r e h i s t o n a ' i n i e m a ’ y 'e x t e m a ' c o n s t i tu y e u n c o n s id c r a b i e

d e s p l a z a m i e n to d e i p r o b le m a y p u e d e p a r e c e r d o g m á t i c a . S in e m b a r g o , m is d e f i n i c i o n e s f o r m a n e! n ú c le o f ir m e d e u n p r o g r a m a

d e i n v e s t i g a c i ó n h i s t o n o g r a ñ c a ; s u e v a lu a c ió n e s u n a p a n e d e la e v a lu a c ió n d e ia f e c u n d i d a d d e to d o e l p r o g r a m a . E s te e s un

c a m o i o m u y im p o r t a n t e e n e i p r o b le m a d e la ñ i o s o f i a n o r m a t iv a d e la c i e n c i a . El te n T iin o 'n o r m a t i v o ' n o t ie n e e l s ig n i f ic a d o

a m p l i o d e r e g l a s p a r a l l e g a r a s o lu c i o n e s , s in o s im p le m e n te e i d e d i r e c t r i c e s p a r a la e s t i m a c i ó n d e s o lu c io n e s y a e x is t e n te s . D e

e s t e m o d o la m e t o d o l o g ía d i s t a t a n t o d e la h e u r í s t i c a c o m o lo s j u i c i o s d e v a lo r d i s t a n d e lo s e n u n c ia d o s n o n n a t i v o s . ( D e b o e s ta

a n a lo g í a a J O K N W A T K I N S .y

Es importante entonces distinguir la idea que tiene Lakatos en tomo al proceder en la “reconstrucción racional de la historia de la ciencia” dei alcance que tiene el concepto de programa de investigación. En el primer caso la investigación historiográfica es una propedéutica, una herramienta para encontrar todos los “datos” históricos para librarse de “juicios subjetivos”, luego separar los intemos de los extemos y prionzar entonces el análisis de como se justifican y validan los programas, no para decir como lo tienen que hacer, sino corno lo hacen.

¿Qué ocurre entonces frente a las ciencias sociales en sí mismas y su estatus de cientificidad? ¿Se las puede o no reconocer como ciencias y bajo que criterios?

Para que una disciplina, en este caso social, pueda ser considerada científica según Lakatos dependerá de su capacidad para foirnar un programa y en lo posible progresivo y si no por lo menos que tengan la capacidad para competir. No hay método científico universa!, sino e! que surge junto con el programa y su

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^eñcacia no se mide en principios, sino en la c^ipacidad para explicar y predecir y anticipar hechos nuevos y teorías auxiliares nuevas.

Pero como íCuhn considera que el estatus cientitico de las disciplinas sociales se encuentra distante del de las naturales, no las llama inmaduras como Kuhn sino subdesarrolladas. Laicatos cntica a programas como el marxismo y el psicoanálisis al igual que ÍCuhn y sobre todo Popper, pero no deja de reconocerles su derecho a formar parte de la '‘contienda” y a sus científicos a hacer el esfuerzo por convertirlos en programas progresivos. Por otra parte, en lo que se refiere a cienos criterios de cientificidad, concedidos por Kuhn y Popper a ciencias sociales como la economía, sobre todo en aquellos aspectos que parecen ofrecer más ■‘ngor” por el empleo de la matemática y de la estadística señala que su postura;

... ataca a las seríes, carentes de imaginación, de ajustes empíneos pedestres que tan frecuentemente son, por ejemplo en la moderna psicología social... (Laicatos, 1989, p.96)

... me pregunto si la función de las técnicas estadísticas en las ciencias sociales no es, en lo esencial, el siunim'strar corroboraciones ficticias y, por ello, una apariencia de «progreso científico», cuando, de hecho, todo lo que hay es un aumento de palabrería pseudo-intelectual. (Laicatos, 1983, p. II8)

El concepto que hemos señalado de que el científico se vale para tomar decisiones por un principio extracientifico lo pone más del lado de Kuhn que de Popper. Laicatos reconoce en las ciencias'- sociales que un “paradigma” o programa se consolida principalmente por consenso, pero ese consenso no es para él sinónimo de conocimiento, sino una especie de acto de te. ]

Para Popper. el cambio científico es racional o,al menos reconstaiible racionalmente y pertenece al-dominio-dela lógieardeaa-investigación. Para Kuhn, el cambio científico de un paradigma a otro_es una conversión mística que no está ni puede estar gobernada por reglas racionales y que cae enteramente en el terreno de la psicología (social) de la investigación.El cambio científico es una clase de cambio religioso. El conflicto entre Popper y Kuhn no se refiere a un tema epistemológico de orden técnico. Afecta a nuestros valores intelecmales fundamentales y tiene implicaciones no sólo para la física teórica, sino también para las ciencias sociales subdesarrolladas e incluso para la filosofía moral y política. Si ni siquiera en una ciencia existe forma alguna de juzgar a una teoría como no sea mediante el número, fe y energía vocal de sus adeptos, entonces ello será aún más cierto de las ciencias sociales; la verdad está en el poder. (Lakatos, 1983, p. 19)

¿Porqué habría de ser más cierto en las ciencias sociales que en las naturales que la verdad está en el poder o por lo menos en el poder del consenso? Los modelos a los que apunta Laicatos para ejemplificar son nuevamente los de la'fisica. Nevvton y Einstein son los que han aponado programas con capacidad de explicación y predicción. Ni.siquiera cienos programas como los de la sociología del conocimiento son reconocidos como valiosos, aún aquellos que se valen de técnicas matemáticas sofisticadas.

La idea de subdesaiToUo de las ciencias sociales pareciera indicar la posibilidad de que en algún momento se alcance el desarrollo que conduce a la madurez, pero en los textos de Lakatos casi no aparecen ejemplos de circunstancias en las que esas siniaciones se den, en cambio sobreabundan los ejemplos en que producciones relevantes de las ciencias sociales son consideradas como pseudociencias. t

Nos queda la idea de que Lakatos abre las puertas a las ''subdesarTolladas” ciencuts sociales solo para I construir un contexto necesario para generar tos suministros que permitan poner a consideración las ciencias verdaderas, que son las ciencias maduras y desarrolladas, esto es, la ciencias naturales y que finalmente los recursos históricos, sociales y psicológicos se desvanecen frente la histona interna que no sería otra cosa que una vuelta para la validación lógico metodológica de las teorías.

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ussBCsaa

El anrimétodo de Feverabend%/

El anarquismo epistemológico

La propuesta de Paul Feyerabend surge de algún modo influida por las concepciones tanto de Kulin como de Lakatos, pero toma una actitud más radical en contra tanto del positivismo lógico como de la

concepción poppenana y del racionalismo cientificista de la ortodoxia —epistcmclogica— Líno-uc loa^conccptos uaSiC0S'C|Ue dcsarrolla^cste'autoi”

es el de inconmensurabilidad, sobre el cual, de algún modo, se construye su visión crítica. También en él se plantea la necesidad de una mirada que tenga en- cuenta la historia de la ciencia, pero ésta parece revelarle, por un lado, el error de los epistemólogos tradicionales al disputar y querer establecer un método único y correcto para la investigación científica, levantando principios de acatamiento de cómo la ciencia debería operar, en lugar de analizar cómo se desarrolla realmente a lo largo de la historia. Por otro lado, sostiene que la clave para profundizar y desarrollar el conocimiento radica en permitir que la imaginación y la creatividad no se encuentren atadas a imperativos epistemológicos y metodológicos, dado que la má.xima proliferación de métodos y propuestas contribuye a la expansión de la ciencia. Las visiones monistas de*‘ los métodos tradicionales, mductivismo e hipotético dedüctivismo, en sus restricciones no logran resolver los problemas de cuál es. mejor, porque en realidad ninguno es mejor; es necio plantearse estrategias excluyentes. La clave para inteipretar que es lo mejor está en la histona misma de la ciencia que muestra lo fructífera que ha sido cuando ella ha procedido libremente. Esta idea se resume en un concepto controversia! desde múltiples visiones: ■‘todo vale". Mas, el todo vale al que se refiere Feyerabend nada tiene que

ver con una permisividad moral para llevar adelante cualquier tipo de práctica. Indudablemente Feyerabend no aceptaría los expenmentos médicos de los nazis ni la consecución de un conocimiento a cualquier costo. El "todo vale”, hace referencia a una posmra epistemológica que no acepta: encorsetamientos metodológicos, directivas monistas, reglamentaciones impositivas del racionalismo cientificista.

Paul Feyerabend

Para Feyerabend la empresa del conocer es esencialmente anarquista

La ciencia es una empresa esencialmente anarquista; el anarquismo teórico es mas humanista y más adecuado para estimular el progreso que sus alternativas basadas en la ley y el orden. (...) El presente ensayo ha sido escrito con la convicción de que el anarquismo, que tal vez no constituye la fifosotla política más atractiva, es sin embargo una medicina excelente para la epistemología y para la filosofía de la ciencia. (Feyerabend, 1981, p. l)

Esto no quiere decir que utilice la doctrina anarquista para realizar un análisis de la ciencia. Por otro lado, en general, la mayoría de sus pensadores históricos de las tradiciones anarquistas, desde Bakunin hasta Ki'opotkin, tienen una fuerte impronta positivista. Es otra cosa la que rescata Feyerabend de! anarquismo: .fundamentalmente su humanismo, su irrevocable convicción en defensa de la libertad y su resistencia al t autoritarismo. Estos serian para él ios valores que penniten la construcción de una ciencia abierta y al mismo tiempo responsable. Feyerabend es consciente de esto y lo afirma en su obra:

Es sorprendente comprobar cuán rara vez ha sido analizado por anarquistas profesionales el efecto embnitecedor de "Las leyes de la Razón” o de la práctica científica. Los anarquistas profesionales se oponen a cualquier tipo de restricción y piden que se pennita al individuo desarrollarse libremente, desembarazado de leyes, obligaciones o deberes. Y sin embargo aceptan sin protesta alguna todos los rígidos criterios que científicos y lógicos imponen a la

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invcsugación y a toda la actividad que produzca conocimiento o io cambie. A veces, las leyes del método ciencifico, o aquello que un escritor oarticular concibe como leyes del método científico, han sido insertadas en el mismo anarquismo. ‘‘El anarquismo es una concepción del mundo que se basa en una explicación mecánica de todos los fenómenos”, escribe Kxopotkin.Su método de investigación es el de las ciencias naturales exactas... el método de inducción y deducción. "'¡No está nada claro!”, escribe un profesor moderno '‘radical” de Columbia, que la investigación científica exija una libertad absoluta de palabra y debate. Por el contrario, la

—- evidencia sugiere-que cierfos tipos de esclavitud'no suponen ningúli óbstácúlo”en ei camino de la ciencia... (Feyerabend, 1981, o. 5)

En alguna medida Feyerabend pretende recuperar para la ciencia un uso de la razón de corte humanista, no técnico instrumental, que se expresa en muchas posturas anarquistas. Y si bien su propuesta tiene lugar en el ámbito estrictamente epistemológico, sin embargo en algún momento se permitió coquetear -cosa que no le puede ser achacada en exclusividad- con aquellos que aplaudieron sus ideas, entre ellos algunos anarquistas.

La ciencia es un fenómeno muy reciente en la historia de la humanidad como para establecerla como la única estrategia posible y Feyerabend no duda.en afirmar que ella constituye -sin que esto la desmerezca- un sistema de creencias no muy diferente de la religión. Para él la comunidad cientifica produce un tipo de conocimiento que no se debe Jerarquizarse por encima de otros que producen otros sectores de la sociedad. Relativiza entonces el alcance y la importancia que tales conocimientos pudieran arrogarse, tales como el de objetividad, necesidad, universalidad, que la tradición cientifica y educativa de Occidente habría levantado a lo largo de varios siglos. Este tipo de afirmaciones pone los pelos de punta a la ortodoxia epistemológica.

Resulta asi posible crear una tradición que se sostenga por medio de reglas estrictas, y que alcance además cierto éxito. ¿Pero es deseable apoyar una tal tradición en la exclusión de cualquier otra cosa? ¿Deberían transferirse a ella todos los derechos para que se ocupe del conocimiento, de forma que cualquier resultado obtenido por otros métodos sea inmediatamente excluido de concurso? Tal es la cuestión que intento plantear en el presente ensayo. Mi respuesta será un profundo y rotundo NO. (.■•) La idea de un método que contenga principios firmes inalterables y absolutamente obligatorios que rijan el quehacer científico tropieza con dificultades considerables ai ser confrontada con los resultados de la investigación histórica. Descubrimos entonces que no hay una sola regla, por plausible que sea y por firmemente basada que esté en la epistemología, que no sea infringida en una ocasión u otra. Resulta evidente que esas infracciones no son sucesos accidentales que no son consecuencia de una falta de conocimiento de atención que pudiera haberse evitado. Por el contrario, vemos que son necesarias para el progreso.En realidad, uno de los rasgos más llamativos de las recientes discusiones en historía y filosofía de la ciencia coincide en la toma de consciencia de que sucesos y desarrollo, tales como el descubrimiento del atomismo en la antigüedad y la Revolución Copemicana, el surgimiento del atomismo moderno (teoría cinética, teoría de la dispersión, estereoquímica, teoría cuántica), o la emergencia gradual de la teoría ondulatoria de la luz, sólo ocurrieron o bien por que algunos pensadores decidieron oponerse a ciertas reglas “obvias”o porque las violaron involuntariamente.” (Feyerabend, 1981, pp. 4-7)

Si, como Feyerabend pretende demostrarlo, la historia es prolífica en contra ejemplos que reba­ten el monismo y el universalismo metodológico, aun así la ortodoxia epistemológica sostendría -en su opinión- una actitud de totalitarismo conceptual, atándose a sus dogmas, empobreciendo el lenguaje y queriendo universalizar como verdades absolutas ideas sobre la realidad que este autor -en una actitud que ofusca sobremanera a la ortodoxia- denomina ‘‘chauvinismo de la ciencia”.

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La inconmensurabilidad

El de mconmensiirabilidau es un concepto central en Feyerabend que tiene claros ecos en Kuhn y su posición referida a que entre los paradigmas nvales no existe criterio que nos permita establecer que uno sea mejor que otro. No son comparables porque al tener fundamentos y presupuestos ideológicos distintos, no hay parámetros para ningún tipo de comparación.

__Ee.y erabend-echa mano-de-u !ia_en o rme_cant i dad; dcp cjem j S-'dc ■ la-li¡si.ürid-'ue-la-ci¿ucia~para dar" cuenta de la constante de inconmensurabilidad, en lo cual no se diferenciaría demasiado de K.uhn. Pero va más lejos que éste cuando entra en un ten'eno que K.uhn se niega a calificar. Feyerabend afinma -en oposición a lo que sostienen positivistas y neopositivistas que ios elementos irracionales enriquecen el conocimiento científico y que, de no haber estado presentes, la ciencia se habría estancado.

Nos encontramos ante una situación que debe analizarse y entenderse si queremos adoptar una actitud más razonable hacia el debate entre razón' e irracionalidad' planteado en las escuelas filosóficas de hoy en dia. La razón concede que las ideas que se introducen para desarrollar y mejorar el conocimiento pueden surgir de una fonma muy desordenada y que el ongen de un punto de vista particular puede depender de prejuicios de clase, pasiones, idiosincrasias personales, de cuestiones de estilo e incluso pura y simplemente del error. Pero la razón también exige que al juzgar tales ideas se sigan ciertas reglas bien definidas: la evaluación.de las ideas no debe ser invadida por elementos irracionales.■\hora bien, lo que nuestros ejemplos históricos parecen ilustrar es esto; existen situaciones en las que incluso los juicios y las regias más liberales habrían eliminado una ¡dea o un punto de vista que hoy consideramos esencial para la ciencia y no le habrían permitido sobrevivir; además, semejantes situaciones ocurren con mucha frecuencia. (...) Las ideas sobrevivieron y ahora puede decirse que están de acuerdo con la razón. Y sobrevivieron debido a prejuicios, pasiones, caprichos, errores y estupideces, en suma, sobrevivieron a todos los elementos que caractenzan el contexto de descubrimiento, porque se opusieron a los pretextos de la razón y porque se permitió que estos elementos irracionales se salieran con la suya. Para decirlo de manera diferente: el copernicanismo y otros puntos de vista irracionales existen hoy día sólo porque, a lo largo de su historia, la razón fiie dejada de lado alguna vez. (Feyerabend, 1981, p .l42)

Como se ve, al igual que el "todo vale”, la defensa que hace este autor de la irracionalidad no tiene que ver con la justificación de los crímenes o las atrocidades cometidas por la ignorancia. Simplemente pone de manifiesto que ha habido estrategias que no se sustentan sobre modelos coherentes, consistentes y sin fisuras y que, sin embargo, han sido beneficiosas y exitosas para los desaiTollos personales y sociales de muchos hombres a lo largo de la historia.

Las teorías científicas se manejan dentro de su propio mundo y aun dentro de distintos mundos. La tísica se maneja dentro de parámetros intraducibies para la magia y viceversa, pero también son intra­ducibies los conceptos, los argumentos y los lenguajes de la astronomía aristotélica y de ¡a copemicana.

Quienes pretenden realizar estas traducciones -ver diferencia con ÍCuhn, quien asigna esta tarea de traductor al epistem ólogo- se encuentran con que es imposible, pues al cambiar las cosmovisíones se ha destruido el nexo de significación que es la clave para la interpretación. Por otro lado, algunos sostienen -com o Laicatos- que es posible establecer comparaciones entre las teorías refutadas y las que ocupan su lugar, a través de un criterio para dinmir cual es la mejor; este criterio sería el tener mayor alcan­ce epistemológico. Esto significa que aquella teoría que haya resuelto satisfactoriamente los problemas heredados de la antenor y pueda además hacer predicciones adicionales cumpliendo con los requisitos de explicación y predicción, se convertirá en progresiva. Por tanto, en cuanto a la inconmensurabilidad, Feyerabend concuerda con Kuhn -en contra de Popper- en que no hay argumento lógico que penmta esta­blecer la superioridad de un paradigma sobre otro, ni tampoco criterios de elección, pero no cree que exista

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ia posibilidad de demostrar o de encontrar ejemplos históricos que le permitan compartir los cntenos de K.uhn y Lakatos sobre ia diferencia entre las percepciones de los cientihcos y la evaluación de diferencias metodológicas y de evaluación.

Además, dichos criterios, que implican una comparación de clases de contenido, no son siempre aplicables. Las clases de contenidos de cienas teorías son incomparables en el sentido de que no puede decirse que ninguna de las relaciones lógicas usuales (inclusión^

iusiórT, sb lápamiénto j se cumplan entre elias.- Esto 'es' tonque ocurre cuando comparamos* los mitos con la ciencia. También ocuire en las partes más avanzadas, más generales y por tanto mas mitológicas de la ciencia misma. (Feyerabend, 1981, p. 214)

Como hemos señalado en el capitulo sobre Laicatos, el enterro de racio­nalidad que él propone sostiene que, si bien e.xisten criterios para establecer la diferencia entre un programa progresivo y uno regresivo, esto no determina la e.xclusión, clausura o abandono de ese programa por parte de quienes adhieren a el, sino que, por el contrario, no hay impedimento epistemológico ni lógico para impugnar el programa e impedir que los científicos afines a él traten de rescatar­lo y, siguiéndo la heurística de ese programa, traten de convertirlo en progresivo.Feyerabend entiende que la postura de Lakatos no es autontaria.

... los criterios particulares elegidos por Lakatos ni dictan órdenes abstractas (tales como '‘elimínense las teorías que son inconsistentes con enunciados básicos- aceptados”) — en clara alusión al falsacionismo popperiano— ni contienen juicios generales referentes a la racionalidad o irracionalidad de un curso de acción (tales como es irracional adhenrse a una teoría que contradiga enunciados básicos aceptados). Semejantes ordenes y juicios han cedido ante decisiones concretas en situaciones históricas complejas. Si la empresa que incluye los criterios a de ser diferente del “caos” anarquista, entonces es/os decisiones deben ocurrir con cierta regularidad. Como hemos visto, los criterios por si mismos no pueden conseguir esto. Pero las presiones psicológicas o sociales pueden hacer trampa.

Supóngase por ejemplo, que las instituciones que publican la obra y los resultados del científico individual que le proporcionan asilo intelectual donde puede sentirse seguro y solicitado, y que debido a su eminencia y a su influencia (intelectual, financiera, política) pueden hacerle parecer importante, adopten una actitud conservadora hacia los criterios, que se nieguen a apoyar programas de investigación degenerativos, que les retiren el dinero, que ridiculicen a sus defensores, que se nieguen a publicar sus resultados y que hagan sentirse infeliz al científico' de todas las formas imaginables. El cesuLtado. es fácilmente previsible; los científicos que están necesitados de apoyo emocional y financiero, como cualquier otra persona, especialmente hoy día en que la ciencia ha dejado de ser una aventura filosófica para convertirse en una profesión, revisarán sus 'decisiones' y se harán propenso a rechazar los programas que vayan hacia abajo. (Feyerabend, 1981, pp. 134-185)

Lina diferencia esencial entre Feyerabend y Lakatos es que, mientras el pnmero pone todo el peso en el contexto de descubrimiento, o sea en las condiciones del "entorno” de la producción del ccfnocimiento científico, el segundo -com o ya se ha visto- ai privilegiar la historia interna sobre la externa, subestima la importancia de los factores deteiminantes que provienen de ese “entorno”. No es porque Lakatos no lo haya advertido. Ya se lian señalado ejemplos presentados por éste de cómo acciones políticas han limitado y hasta impedido ciertos desarrollos, sino porque de algún modo permanece fiel a los principios tradicionales y a la búsqueda de criterios de racionalidad que le impedirían advenir el fiierte componente irracional que opera dentro de la ciencia.

Resulta claro, pues, que la idea de un método fijo, o la idea de una teoria fija de la racionalidad, descansa sobre una conceoción excesivamente ingenua de! hombre v de su

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contorno social. .A quienes consideren el rico matenai que proporciona !a historia, y no intenten empobrecerlo para dar satisfacción a sus más bajos instintos y a su deseo de seguridad inteiecruai con el prete.xto de claridad, precisión, 'objetividad", "verdad", a esas personas Ies parecerá que sólo hay un principio que puede defenderse bajo cualquier circunstancia y en todas las etapas del desarrollo humano. Me refiero ai principio 'odo sin^e. íFeyerabend. 1981. p. 12)

Este "todo sirve” o "todo vale” -que le ha sido cuestionado al vinculárselo con ciertas tendencias posmodemas- es planteado desde su postura epistemológica, no como un deber ser, a lo que él mismo

i3eeGpcner*3rnmcGrr.o-lavdctcGción~dc'anvaiüücrdcrpróceQÍfrqüizá'rrras'cefcáho'a~un"pragmatismo“qüé"ros" hombres de ciencia no han tenido problema en aplicar. El hombre de investigación no se pregunta a cada paso si es fiel o no a la oitodoxia -salvo cuando está fomrado en ciertas tradiciones muy restrictivas- si está aplicando el método a pie juntillas. y aquellos que logran echar mano de recursos heterodoxos, dejándose llevar por su creatividad antes que por la fidelidad al método, son los que han realizado los aportes verda­deramente significativos. Por tanto, no es el acatamiento al paradigma el que profundiza el conocimiento, sino la apertura intelectual, no prejuiciosa y desenfadada de utilizar aquello que parece dar resultado sin cuestionarse legitimidades académicas o epistemológicas. Los que sí parecen estar detrás de los purismos son los epistemólogos que, en la mayoría de los casos, quieren encorsetar la investigación científica aleccio­nando en el uso correcto del método correcto, muchas veces sin que tales consideraciones tengan anclaje en investigación concreta alguna. En este sentido Feyerabend quiere cortar esta tradición de la epistemología y antes de convertirse en un defensor de otra forma de religión, defiende el eclecticismo y la pluralidad de los sistemas de creencias, siempre que éstas no aparezcan comprometidas con el"dogmatismo y el determinismo metodológico. Con tales ideas en la cabeza el cientifico.no solamente liberaría sus cnteríos creativos para plantear soluciones novedosas y poco convencionales, sino que además obtendría la posibilidad de poner también en entredicho a las “vacas sagradas” de la ciencia y a sus teorías aparentemente incuestionables.

Quizá descubra entonces que la teoría de la evolución no es tan buena como generalmente se supone y que debe completarse, o sustituirse enteramente, por una versión corregida y mejorada del Génesis. Concebido de esta forma, el conocimiento no consiste en una serie de teorías autoconsistentes que tiende a converger en una perspectiva ideal; no consiste en un acercamiento gradual hacia la verdad. Por el contrarío, el conocimiento es un océano, siempre en aumento, de alternativas incompatibles entre sí y tal vez inconmensurables; toda teoría particular, todo cuento de hadas, todo mito, forman pane del conjunto que obliga ai resto a una aniculación mayor, y todos ellos contribuyen, por medio de este proceso competitivo, al desarrollo de nuestro conocimiento. No hay nada establecido para siempre, ningún punto de vista puede quedar omitido en una explicación comprehensiva. Plutarco, Diógenes Laercio y no Dirac, o von Newman son los modelos que representan un conocimiento de este tipo en el que la historia de una ciencia se convierte en parte inseparable de la ciencia misma; la historia es esencial para el desarrollo posteríor de una ciencia, así como para dar contenido a las teorías involucradas por dichas ciencia en cualquier momento particular. Expertos y profanos profesionales y diletantes, forjadores de utopías y mentirosos, todos ellos están invitados a participar en el debate y a contribuir al eiuiquecimiento de la cultura. La tarea del científico no ha de ser por mas tiempo “la búsqueda de la verdad” o “ la glorificación de dios” o ‘‘ la sistematización de las observaciones o el perfeccionamiento de predicciones”. Todas estas cosas no son más que efectos marginales de una actividad a la que se dirige ahora su atención y que consiste en “hacer de la causa más débil la causa mas fuerte” como dijo el sofista, y por ello en apoyar el movimiento de conjunto.

La segunda contra regla a> favor de hipótesis que sean inconsistentes con las observaciones, los hechos y los resultados experimentales no necesita ninguna defensa especial, pues no existe una sola teoría interesante que concuerde con todo ios hechos conocidos de su dominio. La cuestión, por tanto, no consiste en saber si habría que admitir teorías contrainductivas en ciencia; la cuestión consiste, más bien, en saber si las discrepancias existentes entre teoría y hecho deberían aumentarse o disminuirse, o en saber qué otra cosa cabría hacer con ellas. (Feyerabend, 1981, pp. 14-15)

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¿Anarquismo o ultraliberaiismo?

Como ya se ha señalado, el anarquismo epistemológico de Feyerabend dista mucho de las concep­ciones epistemológicas positivistas que han acompañado a los ideólogos tradicionales dei anarquismo. El liberalismo, por otra parte, también se ha conformado en una tradición fueitemente positivista. Por tanto, referido a la influencia de arabas doctnnas en la teoría de Feyerabend, sería necesario establecer las raíces

-de algi.inos-concepfns----------------------------------------------------------- — ------------- . ------ . .. —

Feyerabend critica a lo largo de toda su obra la forma institucional de la ciencia y cómo ésta se con­vierte en reproductora de prácticas dogmáticas y autoritarias. Las formas actuales de la ciencia representan todo lo contrano de los ideales anarquistas.

De apariencia desagradable e infiable en sus resultados, la ciencia ha dejado de ser un aliado del anarquismo y se ha convenido en un problema: ¿se debería abandonar?, ¿se debería utilizar?, ¿qué se debería hacer con ella? El anarquismo epistemológico da una respuesta a esta cuestión; dicha respuesta es coherente con los principios permanentes del anarquismo y elimina aquellos prmcipios que se han endurecido últimamente.

El anarquismo epistemológico difiere tanto del escepticismo como del anarquismo político (religioso). Mientras que el escéptico o bien considera todos los puntos de vista como igualmente buenos, o igualmente malos, o bien desiste por completo de hacer tales juicios, el anarquista epistemológico no tiene ningún reparo en defender el enunciado más tnilado o ultrajante. Mientras que el anarquista político o religioso pretende eliminar cierta forma de vida, el anarquista epistemológico puede desear defenderla porque no nene ninguna lealtad eterna a ninguna aversión eterna contra, cualquier institución o ideología. (Feyerabend, 1981, p. 179)

¿Qué tiene pues de anarquista la teoría de Feyerabend? Tiene -como ya lo señaláramos al princi­pio- una simpatía con el humanismo, el antiautoritaiásrao y la desacralización de las Lnstiniciones, que quiere e.xtrapolar al campo de la epistemología, pero marcando claramente su diferencia con el anarquismo político -inniyo que se refiere a la pra.xis política de los movimientos y las organizaciones anarquistas- y el anarquismo religioso -intuyo que se refiere a los pnncipios ideológicos de los teóricos del anarquismo y de la "'fidelidad” de sus acólitos-. ,\s i y todo, otro de los ejes de su anarquismo epistemológico, el modo en que plantea la defensa del individuo, se aleja bastante de las concepciones federalistas, colectivistas, y comunistas del anarquismo europeo continental, estando más cerca de las posiciones utilitaristas de la tra­dición inglesa, Bentham, Mili y Stuart Mili y quizá del individualismo del alemán Stimer. En este sentido, el liberalismo ha estado filosóficamente mucho más cerca del racionalismo cientificista y del positivismo. En el Estado liberal se ha garantizado a los individuos su libertad para elegir entre una religión y otra, sm embargo no ha ocurrido lo mismo con respecto a la ciencia y las alternativas dentro de ésta, o entre ésta y otras formas" de saber, por ejemplo; ciencia y magia.

Podría sacarse la impresión de que estoy recomendando una nueva metodología que sustiniye la inducción por la contrainducción y que hace uso de una multiplicidad de teorías, concepciones metafísicas y cuentos de hadas, en lugar del par al uso formado por teorías ! obser/ación. Esta impresión seria equivocada. Mi intención no es sustiaiir un conjunto de reglas generales por otro conjunto; por el contrario, mi intención es convencer al lector de que todas las metodologías incluidas las más obvias, tienen sus límites. La mejor manera de hacer ver esto consiste en demostrar los limites, e incluso la iiracionalidad, de alguna de las reglas que la metodología, o el lector, gustan considerar como básicas. En el caso de la inducción (incluida la inducción por faisación) lo antenor equivale a demostrar que la contrainducción puede ser defendida satisfactoriamenie con argumentos. Recuérdese siempre que las demostraciones y la retonca que se emplean en este libro no e.xpresan ningún tipo de “convicciones profundas” que yo sustente. Simplemente muestra cuan fácil resulta dominar a la gente de una forma racional, u n anarquista se parece a un espía que entra en el juego de la Razón para socavar la autoridad de la Pa izón (Verdad, Honestidad, Justicia, etcétera). (Feyerabend. 1981, p. 1?)

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Los anarquistas lejos de constituir una monolítica unidad ideológica están atravesados por una enonne cantidad de tendencias y contratendencias muchas de ellas enfrentadas entre sí. Pero tienen un denominador común, que es el antiautoritarismo. la resistencia al sometimiento a cualquier orden jerár­quico al que consideran arbitrario. En forma opuesta a lo que la tradición occidental ha levantado como bandera, para Feyerabend, la razón no ha representado un instrumento de comprensión o conocimiento de la verdad, sino que ha disfrazado detrás de una falsa honestidad la imposición autoritaria de una visión exciuyente del mundo. Levantarse contra esa razón no es levantarse contra el sentido común o contra la verdad, sino contra un autoritarismo de la razón que, al querer imponerse "‘por la fuerza" -aunque

-esta sc“invoquc - en-TTombre^d C-! a-razón— viola la-co ni laiiza'que pudiera sci -pues ta~civ el lat Ni icn trasmití— racionalismo cientificista impone su concepción hegemónica, no solamente impide el desaiTollo de otras propuestas quizá muy eficaces, sino que se empobrece a si misma e impide algo que es central dentro de la epistemología de Feyerabend: el desarrollo de! individuo. En este sentido, no el simple respeto por el individuo -alternativa impensada por muchas doctrinas políticas y epistem ológicas- es el que está en cuestión, sino una concepción de individuo o mejor, de defensa de la individualidad que corresponde ideológicamente más a una visión liberal que anarquista. Indudablemente no se trata del individualismo metodológico popperiano, que representa el esquema de un sujeto que no reconoce vínculos constituti­vos, que parece estar dado per sé, previamente a la sociedad, pero tampoco corresponde ai concepto de individuo que, con excepción del individualismo de Stirner, tiene dentro del anarquismo, una visión más integradora entre lo personal y lo colectivo.

La proliferación de teorías es beneficiosa para la ciencia, mientras que la uniformidad debilita su poder crítico. .Ndemás, la unifonnidad, pone en peligro el libre desarrollo de! individuo. (Feyerabend, 1981, p. 18)

En resumen: La unanimidad de opinión tal vez sea adecuada para una iglesia, para las asustadas y ansiosas víctimas de algún mito (antiguo o moderno), o para los débiles y fanáticos seguidores de algún tirano. La pluralidad de opinión es necesaria para el conocimiento objetivo, y un método que fomente la pluralidad es, además, el único método compatible con una perspectiva humanista. (En la medida que la condición de consistencia limita la diversidad, contiene un elemento teológico que radica, por supuesto, en la veneración de ios “hechos” tan característica de casi todo el empirismo.

No existe ninguna idea, por antigua y absurda que sea, que no pueda mejorar el conocimiento. Toda la historia del pensamiento está subsumida en la ciencia y se usa para mejorar cada teoría particular. Tampoco se eliminan las interferencias políticas. Puede hacer falta superar el chauvinismo científico que rechaza las alternativas al statu quo. El científico que esté interesado en el máximo contenido empírico, y que desee comprender todos los aspectos posibles de su teoría, tendrá que adoptar, en consecuencia, una meiodologia pluralista, tendrá que comparar teorías con teorías, en lugar de hacerlo con la experiencia, “datos, o “hechos”, y tendrá que esforzarse por mejorar en lugar de eliminar los puntos de vista que parez­can perder en la competición. Heredero’de una perspectiva epistemológica que tenga en cuenta la historia de la ciencia, su historia de la misma no apunta a ser una “reconstrucción racional”, como para Lakatos, ni en la que se aprecie e! “progreso” de la ciencia como para Kuhn, sino que entiende que las diferentes

propuestas metodológicas han fracasado y que la historia de la física muestra lo poco adecuado que han sido esos métodos para conducir la investigación científica.

El método -d e cualquiera que se trate- como conjunto de re­glas fijas, de procedimientos establecidos, como normas para la in­vestigación ha operado com.o un corsé que ha limitado la creatividad de los cientificos y la expansión de las capacidades individuales, en tanto que los progresos significativos se han obtenido la más de las veces violando las reglas y oponiéndose a la autoridad antes que sometiéndose a ella.

Paul Feyerabend los saluda

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En esta unidad hemos visto cómo las distintas posiciones epistemológicas polemizan entre sí, sien­do la controversia el eje que las recorre. En esta sección nos ocuparemos de algunos temas centrales de la

■polemica'entre dos rtlósotds“tradicioIfálesTle'la‘cieñcliry’losTiüeWs“ tilósotds7^üy¥s“pdsicróne‘s'ya'Remos expuesto. De este modo, retomaremos sus perspectivas encontradas con respecto a la cuestión de los con­textos, a los criterios de evaluación, a la noción de verdad y al problema de la existencia de un coirelato objetivo del conocimiento.

Los contextos de la cienciaEsta separación entre dos momentos distintos dentro del ámbito del conocimiento, con sus

especificidades y funciones propias, es asumida por los filósofos tradicionales de la ciencia, quienes dan primacía al contexto de Justificación, como garantía del carácter científico del conocimiento descubierto. Para los nuevos filósofos, en camino, la frontera entre los contextos no es legítima. Como protagonistas de la reacción historicista, consideran que los arbitrajes lógico y metodológico interpuestos en la justificación de una teoría no son independientes de los motivos psicológicos, económ icos, sociales, ideológicos que, en un momento determinado, la originaron. Las posiciones de Popper, como defensor de una ciencia "descontextualizada” y de Thomas Kuhn, inscripto en la reacción, son ilustrativas de estas corrientes. Para Popper existe una estricta diferencia entre el contexto de descubrimiento y el de justificación, y más aun, la cuestión del descubrimiento carece de importancia para e l análisis lógico y metodológico de una teoría científica. De este modo, la determinación de la verdad es una cuestión interna a los procedimientos de justificación de las teorías, en los cuales los condicionamientos sociales, políticos o económicos son iinelevantes. Para Kuhn, en cambio, en el proceso de producción de una hipótesis ya está inscripta la validación. O, sólo es susceptible de justificación aquello que el sistema estimula a descubrir. Por ejemplo, en la fase de industrialización avanzada, el énfasis puesto en las "ciencias duras”, cuya preeminencia sobre las "ciencias blandas” está connotada en sus nombres, no obedecería a su mayor status epistem ológico, sino a razones externas, es decir, económicas, sociales y políticas. De esta manera, no hay reconstrucciones racionales de teorías, como productos cristalizados, sino intentos de recuperación de los procesos que les dieron origen.

De este núcleo central problemático, se desprenden consecuencias que seguirán profundizando las diferencias entre ambas posiciones. En lo que sigue, trataremos la cuestión de la objetividad de la ciencia y los criterios para evaluar las teorías (¿por qué y cómo consideramos que una teoría es mejor que otra?), el problema filosófico de la verdad (¿cuándo decimos que una teoría es verdadera?), la inda­gación acerca de la existencia de un correlato objetivo de las teorías (¿existe algo más allá de nuestras representaciones?) y las distintas concepciones sobre el progreso (¿hay un progreso lineal, acumulativo del conocimiento? ¿hay rupturas? ¿hay una compleja situación de rupturas y continuidades?).

La objetividad de la ciencia y los criterios para evaluar las teorías

Los científicos que siguen a los filosofes tradicionales de la ciencia consideran que existe un criterio único, universal y ahistónco tanto para distinguir los valores de dos teorías rivales como para discernir entre el ámbito científico y el no científico. Popper afirma que, si bien los científicos, tanto los que se ocupan de disci­plinas referidas al mundo natural, como al social, son partidistas, sin embargo, es posible afirmar la objetividad del conocimiento, sobre la base de la tradición del método. Popper expresa su idea de la siguiente manera;

En realidad, pequeñeces como, por ejem.plo, -la de la posición social e ideológica delinvestigador acaban por eliminarse a si mismas con el paso del tiempo-. (Popper, 1962, p. 110)

Denominamos racionalista a esta posición en la cual el papel del investigador queda absorbido por la fatalidad del método, que escapa a la determinación témporo-espacial. Asi, Popper llega a postular una

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■‘epistemología sin sujeto", que, libre del hic et mmc dcl investigador, garantiza la existencia de un campo autónomo de conocimiento. Esta caractenzación puede ilustrarse con el concepto de “mundo3”. Este ámbito está compuesto por argumentos críticos, contenidos de las revistas, libros, bibliotecas-, etc. y es indepen­diente de las pretensiones de conocimiento del sujeto porque, si bien los crea, trascienden, por su riqueza, al creador. En palabras de Popper:

Lo que hace de algo un libro es la potencialidad de ser comprendido, su carácter-------—di.sposicional-de..ser.comprendido e-intemretado o incomprendido-v. mal interr)retado-Altora.bien_________

esta potencialidad puede existu' incluso sin ser actualizada o realizada nunca. (Popper, 1974, p. 114)

Nos parece interesante la crítica que, al respecto, realiza Ricardo Gómez, quien advierte la paradoja de la postulación de una racionalidad que, por su carácter normativo, pretende ser aplicada sin límites para toda situación histórica, cuando ella misma es concebida ex profeso sin tener en cuenta ninguna considera­ción histónca.

Cabe destacar que, en el plano axiológico, la autonomía de la razón con respecto a lo histórico-social conduce a la concepción de la neutralidad valorativa de la ciencia, con respecto a la cual, la división entre el ámbito de la invención y el de la validación constioiye una justificación. En efecto, la validación de las teorías por medios lógico-matemáticos y experimentales permite poner entre paréntesis a los agentes de la invención de las mismas;, los individuos y su entorno socio-politico, y eximir de responsabilidades al cien­tífico. Porque, para Popper, si bien no es posible mantener separado el trabajo del científico de aplicaciones y valoraciones extracientíficas, sm embargo “excluir las valoraciones extracientíficas de los problemas con­cernientes a la verdad” constituye la tarea de la ciencia. Ranea advierte una parcializada dicotomía mundo humano-mundo racional en la separación de contextos. ,\1 respecto, según este autor, el discurso científico justifica su neutralidad valorativa para ponerse a resguardo de los debates ideológicos, los intereses econó­micos, ios conflictos de ciase o la heterogeneidad cultural.

Para los nuevos filósofos de la ciencia, por el contrario, el cnterio de cientificidad surge del marco histórico y conceptual de una comunidad científica dada, en un tiempo y espacio determinados. En este sentido, la afirmación de la subordinación del contexto de justificación con i'especto al de descubrimiento, les permite sostener que los factores políticos, culturales y sociales repercuten en los miembros de la co­munidad científica portadores de los métodos de evaluación de las teorías. .4.1 respecto, estos epistemologos reconocen la dificultad en la determinación de la validez o invalidez objetiva de las teorías, con independen­cia de determinados sectores, en determinadas épocas, han aceptado como válidos o inválidos, toda vez que teorías consideradas legitimas, en un momento histórico, fueron dejadas de lado, posteriormente. Es que, cuando cambian las tradiciones científicas, también sufren transformaciones los critenos que determinan la legitimidad de los probleimas y de l>is soluciones propuestas. En tal sentido, afirman que no existe un criterio de evaluación de la ciencia único, universal y ahistórico. Al respecto, Eduardo .Antin critica esta posición, concluyendo que la no existencia de procedimientos objetivos para-juzgar a la ciencia nos deja, también, inermes para juzgar a los científicos. De este modo, si nadie está calificado para juzgar a los científicos, los científicos se juzgarán a si mismos, constimyendo una sociedad coi-porativa, con carácter de élite. Los críticos de la nueva filosofía de la ciencia califican esta perspectiva como irracionalista.

El problema filosófico de la verdad

Solemos utilizar el ténmmo “verdad”, desde una perspectiva intuitiva. .Aunque esa perspectiva re­sulte suficiente para nuestra vida práctica (sabemos qué significa, por ejemplo, que un político no diga la ■‘verdad”), es tarea de la epistemología, en especial y de la filosofía, en general, ir más allá de las nociones intuitivas. En tal sentido, nos preguntamos qué entienden ios filósofos tradicionales de la ciencia y los nuevos filósofos cuando se refieren a la “verdad científica”. .Al respecto, desde la filosofía tradicional, K.arl Popper se propone rehabilitar el concepto absoluto, contra la versión desprestigiada de la verdad, del rela­tivismo. De este modo, afirma que un enunciado es verdadero si coincide con los hechos, si las cosas son como el enunciado las representa. Este sentido de "verdad”, que expresa la adecuación entre nuestro pen­samiento y la porción del mundo al que éste está referido, se origina en .Aristóteles, y pertenece a la teoría

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T-li cuiTespondentista de la verdad. Cabe destacar que. si bien para la teoría .|í¿ivd poppenana, la verdad no es algo dado por completo, sino que sóio ob­

tenemos sucesivas -.'proximaciones a la verdad, esto no altera el sentido ti último de verdad aqui expuesto. .Asi, cuando Popper dice que "la teoría

de Nevvton constiuiye una aproxim.ación mejor a la verdad que la teoría de Kepler”, esto significa que los enunciados de la teoría de Nevvton se corresponden de modo más fiel con las cosas que los de tCepler. En este

Como Sísifo que fue obligado a empujar una enorme piedra cuesta arriba por una montaña empinada

■sentido,' ia'vera’au‘'es‘“uná"KÍea'r¿gúiIurváfes''decir,'~erícnterto^ o'patron" que encauza los medios para llegar a la meta propuesta. De cualquier manera, si se afirma que la ciencia no puede conocer la verdad pero que se acerca progresivamente hacia ella, la pregunta que surge es, ¿si no se conoce la verdad, como se puede saber que toda refutación es una aproximación a ella y no un nuevo error, cuando toda hipótesis está lla­mada a ser refutada? Por lo demás, si los errores que se pueden cometer son potencialmente infinitos ninguna refutación nos pone más cerca de la verdad, pues aunque una sola refutación puede desechar una hipóte-y antes de llegar a la cima la piedra

caia y rodaba hacia abajo y Sísifo como el camino de las refutaciones es infinito nunca estaremos mástenia .que empezar de nuevo su cerca o más lejos de la verdad.tarea, así la ciencia tiene una tarea constante de construcción y reconstrucción de teorías sin encontrar una definitiva que clausure todos los problemas.

Desde el punto de vista de la nueva filoso fia de la ciencia, la verdad no tiene valor absoluto (por sí misma) sino en relación con otras verdades dentro de un sistema; De este modo, para Kuhn, un cambio revolucionario en la tradición científica provoca un cambio en las per­

cepciones del científico respecto de las cosas. Si los cambios son inducidos por las distintas tradiciones, esto significa que no es posible asignar un valor de verdad a los enunciados originados a partir de las percepcio­nes de las cosas, con independencia de la tradición científica dentro de la cual se da la percepción. Asi, Kuhn observa que, frente a un objeto pesado balanceándose al extremo de una cuerda, mientras los aristotélicos veian que el cuerpo que se balanceaba, estaba cayendo con dificultad. Galileo vio un péndulo. De este modo, lo que separa a Galileo de Aristóteles es una transformación de la visión, basada en datos diferentes, aun cuando, desde una visión Ingenua, podríamos reconocer como la misma constelación de objetos. En tal sen­tido, no podemos calificar como "más verdadera”, ni como mas próxima a la verdad, la visión de Galileo con respecto a la de Aristóteles. Esto se debe a que las tradiciones sucesivas nos indican diferentes entidades y diferentes comportamientos de esas entidades. De este modo la verdad se establece según criterios dictados por cada tradición científica. De este modo, si las teorías satisfacen los criterios, demuestran su coherencia con esa tradición. Esta posición corresponde a la teoría coherentista de la verdad.

Problema del correlato objetivo de las teorías¿Existe una realidad fuera de nuestras representaeiones,- de modo tal que éstas se condensen en

descnpciones de aquella? Los partidarios de la teoría correspondentista de la verdad afirman esta posición, que se califica como realismo. Popper define de la siguiente manera, su profesión de fe realista; existen mundos físicos y estados de consciencia y ambos interactiian entre si. De este modo, las teorías son verdaderas en tanto describen el mundo tal cual es; a su vez, el mundo puede ser modificado por diversos impactos que sobre el produzca la aplicación de las teorías. Los partidarios de la nueva filosotla de la ciencia, en cambio, sostienen que el universo que conocemos es constituido por la tradición científica, según sus propias leyes. Por lo tanto, no podemos afinnar la realidad de un mundo cuya existencia se manifieste con independencia de nuestro conocimiento. Se denomina relativisia. a esta posición antirrealista

Otra forma de iiTealismo, coinesponde al instrumentalisrno. Esta perspectiva no pretende que las teorías describan los hechos, sino que atiende a razones de eficacia. En ese sentido, distingue entre el valor instrumiental de una teona y el carácter real de la misma. La controversia entre Galileo Galilei y el cardenal Bellarmino, asesor papal en asuntos teológicos, ¡lustra esta cuestión. En efecto, mientras Galileo Galilei defendía la teoría copemicana desde el punto de vista realista, y afirmaba la existencia real de los fenómenos que ella describe Bellaim-ino reclamaba que los enunciados üe la teoría fueran considerados como “meras hipótesis” o recursos, y no "en sentido absoluto". Asi, dice Seilanmiio:

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S¡ hubiera una prueba reai de que e¡ So! esta en ei centro del universo, de que la Tierra está en el tercer cielo y de que e! Sol no gira alrededor de la Tieixa. sino la Tieira alrededor del Sol, entonces deberíamos proceder con la mayor circunspección al explicar pasajes de la Escritura que parecen ens'mar lo contrario. Por lo que a mi concierne, no creere que existen tales pimebas (...) No es una p.rueba ei que. si se supone que ei Sol está en ei centro del universo y la Tiema en el tercer cielo, se salven asi las apariencias. í Boido en Flichman, 1996)

_Esta posición puede .asimilarse .con la.de Kuhn.-P.Qrqije.-naraesre_a| ñor, la-adopción de-una-teoría-nn------está basada en la consecuencia lógica, ni en la adecuación de la teoría con los hechos, sino que resulta de consensos entre los miembros de una comunidad. ''Recursos”, más allá del “sentido absoluto”.

VIH) Crisis dd ortodoxo, críticas al contéxto heredado para las ciendas sociales

Las visiones historicistas y antihistoricistasComo se ha señalado, el positivismo ha tenido un profundo predicamento tanto en las ciencias en,

general como adeptos entre las comentes epistemológicas. Su monismo metodológico ha pretendido extender! aj método inductivo como el único válido y legitimo para todas las ciencias. Sin embargo, en la medida en que las ciencias sociales comenzaban a madurar empezó a aparecer cierta resistencia, no solamente se puso en cuestión la traslación mecánica del método de las ciencias naturales a las sociales^ sino que comenzó a , verse la necesidad de redefinir los objetos de investigación de las ciencias sociales y por lo tanto también de los métodos de abordaje. H^ ia fines del siglo .XIX aparecen prepuestas epistemológicas y metodológicas diferentes, que se oponían a la hegemonía monista del positivismo, a la que llamamos consenso ortodoxo, el cual comienza a entrar en crisis en la medida que entre los investigadores sociales aparecen otras comentes representadas entre otros por Marx, Weber y Freud,

Para distinguir la espeemeidad de los fenómenos naturales y sociales algunos autores pusieron el énfasis en las características históricas de los sucesos humanos, rechazando la idea de que el conocimiento de lo social se realiza sobre la base de una naturaleza humana esencial que no varía con el tiempo. En este sentido el historicismo implica una posrura relativista que rechaza tanto el determinismo hegeliano -donde la historia de la humanidad es una consecución de la idea, la naturaleza, el espíritu subjetivo, el espíritu objetivo, hasta que el espinm absoluto se alcanza a si mismo— cuanto ei positivismo de Comte. En esta línea se encuentra el kantiano Droysen, para el cual el horizonte del conocimiento se encuentra limitado por las condiciones de posibilidad del misino, que en el plano de las ciencias namrales son el espacio y el tiempo más los recursos de la razón y del pensamiento representativo, y en las ciencias sociales son el limite que impone la perspectiva histórica de ese tiempo. Es este autor el pnmero en establecer la diferencia entre comprensión ( Verstehen) y explicación {Erkláren), asignando la capacidad de explicar ios fenómenos de las ciencias naturales, en tanto que la comprensión correspondería a un tratamiento de las ciencias sociales desde una perspectiva histórica.

La diferencia entre explicación y comprensión radica en que mientras en la primera se sigue un camino exteriorizante, en la segunda se sigue un camino interiorizante. Esta perspectiva ha llevado a esta comente a una serie de reflexiones para evitar el-peligro del psicologismo.

La idea de pensar la comprensión como un método de las ciencias sociales, significa sostener que diferentes investigadores pueden realizar el mismo camino de acceso a los motivos e intenciones del otro y la misma posibilidad de descripción objetiva (camino de regreso).y, tal como lo vimos, esto implicaría otra relación d.el.jnyestigador con su objeto. Sigamos por un momento aTheodore Abe! quien ofrece ei siguiente ejemplo:

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El 15 de abril último comenzó de improviso una temporada muy tria que ca' "jó un descenso de temperaaira de 60 a 34 grados (F). Vi a mi vecino levantarse de su escntono Junto a la ventana; caminar hacia la leñera, tomar un hacha y conar un poco de leña. Luego observé que llevaba la leña dentro de la casa y la colocaba en la chimenea. Después de encender el fliégo se sentó al escntono y retomó su diana tarea de escnbir.

De estas observaciones llegué a la conclusión de que mientras trabajaba, mi vecino comenzó a sentir trio y para calentarse encendió el fuego. Esta conclusión es obvia porque he

"cólocaÜo'lS accrórfde"mrverilrici en una pauta'dé^icesrótrTsüpoñiendo que el^stirñí¡lo'‘ escenso de la temperaaira” indujo a la respuesta ‘‘encender el tliego”.

Desde el momento que admito una relación pertinente entre la respuesta y el estimulo, añrmo que comprendo la conducta de mi vecino. Hasta puedo decir' que estoy seguro de ello. (“El i caso es obvio”) con tal que note cuidadosamente a qué se refiere esta certidumbre. No puedo estar 1 seguro de que ésta sea la interpretación correcta o verdadera de su conducta. Para asegurarme de j que mi interpretación es coirecta, necesito información adicional. Puedo ir y preguntarle por qué ; encendió el fuego. El puede confiinnar mi interpretación. Sin embargo, no puedo detenerme allí. * Supongamos que tiene otra intención que sea oculta. Puede que esté esperando un visitante y desee e.xhibir su chimenea. O supongamos que él mismo no esté enterado del “verdadero motivo”.

Tal vez lo impulsó un motivo subconsciente de deseo de incendiar su casa para culpar al individuo que lo acosaba para que saldase la hipoteca. Si asi fuera, el hecho de que encendiera el fuego tendria una flinción simbólica. Entonces ,;,de qué estoy seguro? Solamente lo estoy de que mi interoretación podria ser coiTecta. Por consiguiente la Verstehen (comprensión) me da la certidumbre de que una interpretación dada acerca de la conducta, es una interpretación posible. (...)

¿De dónde procede esta certidumbre que obtengo mediante la Verstehen? Como el caso es sencillo la respuesta también lo es; la he establecido yo mismo. (...) El sentido de pertenencia es el resultado de mi e.xpenencia personal (...)

Completemos el ejemplo con una explicación nomológico-deductiva propia de las ciencias naairales con el fin de notar bien la diferencia. Se trataría de explicar otro fenómeno: los movimientos físicos de mi vecino.

Si quisiéra.mos explicar (en el sentido de la explicación nomológico deductiva) los movimientos de mi vecino deberíamos recmrir a diversas leyes tísicas que muestren que los movimientos son un caso de leyes tales como, fuerza, aceleración, palanca, etc.

La diferencia es evidente: la explicación no ha dado cuenta del fenómeno social. Tendríamos que suponer la existencia de leyes sociales para que el fenómeno que expliquemos sea la acción y no los movimientos. En general se ha sostenido que en lo social no podemos hablar de leyes sino de generalizaciones o regularidades empíricas que posibilitarían una explicación probabilística. El tema es que rio todos los problemas implícitos en la acción social aceptan una explicación del tipo probabilista. . . . .

Cuando analizamos la lógica de un proceso social o, por ejemplo, las representaciones ideológicas de un grupo social detenminado no es posible dar explicaciones estadísticas. De este modo la estrategia a utilizar dependería de la definición del objeto.

Del ejemplo de .4bel podemos extraer la siguiente conclusión: comprendemos porque nos comprendemos a nosotros mismos, no comprendemos desde cero es decir, toda compresión lleva implícita una comprensión previa de la totalidad a que se pertenece. La compresiótn de las partes requiere la compresión de la totalidad y la de la totalidad la de las partes. .A. este constante movimiento del todo a la parte y de la parte al todo se le ha llamado círculo herraenéutico.

El gran problema de la comprensión es perder su carácter psicologista, es decir abandonar la idea de que el único acercamiento posible a la acción social es la comprensión de los motivos e intenciones a través de la empatia (= capacidad de colocai-se en lugar del otro). Este carácter interiorizante es el más fuertemente cnticado por las epistemologías clásicas. De hecho en el mom.entü acUial la idea de comprensión, entendida como relación empática, ha sido superada. La relación entre interpretación y comprensión ha sido objeto también de otro conjunto de reflexiones.

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Si tomamos sn cuenta su origen liistonco la interpretación está ligada a lo lingüístico en cambio ia comprensión poseyó un matiz extralingüistico lúe más bien entendida, tal como lo hemos visto, como !a inaiicnjii de los estados psíquicos del otro producida por un, movimiento empático, Pero acmalmente. esta manera de entender a ambas ha sido abandonada. En general se entiende que se trata de un mismo proceso en el cual la interpretación no es más que la forma explícita de la comprensión. Lenguaje y acción son entendidos como fenómenos conexos de modo que no es posible un acercamiento a la acción sin un acercamiento al lenguaje y viceversa.

De esta manera, las corrientes opuestas al neopositivismo, no entienden hoy que pueda!"darse üna'explica'cióñ'dé'lá’áccfóifsocía! sin una comprensión previa (o mterpr^ción). Lo mismo ocumria con la tarea de un científico natural dado que (si comprensión e interpretación no son I más que dos caras de un mismo proceso y si además están ligadas al lenguaje) existen procesos de interpretación en toda labor científica. ( Abel, 1994)

La polémica sobre el modo de tratamiento metodológico diferencial entre las ciencias naturales j y sociales cobra nuevo impulso hacia mediados del siglo X X . Efectivamente Popper se presenta cnmn , critico acérrimo de toda posición histoncista en sus obras La sociedad abierta y sus enemigos y Miseria del j hisíoricismo. En el fragmento siguiente queda establecida su posición al respecto:

1. El curso de la historia humana esta fuertemente influido por el crecimiento de los conocimientos humanos. (La verdad de esta premisa tiene que ser admitida aun por los que

. ven nuestras ideas, incluidas nuestras iíeas científicas, como el sub-producto de un desarrollo material de cualquier clase que sea). ' ,

2. No podemos predecir, por métodos racionales o científicos, el crecimiento ñimrode nuestros conocimientos científicos. (Esta aserción puede ser probada lógicamente por , consideraciones esbozadas más abajo). • X '

3. No podemos, por tanto, predecir el curso futuro de la historia humana.4. Esto significa que hemos de rechazar la posibilidad de una historia teórica; es decir, de

una ciencia histórica y social de la misma naturaleza que la tísica teórica. No puede haber una teoría científica del desarrollo histórico que sirva de base para la predicción histórica.

5. La meta fundamental de los métodos historicistas [...] está, por lo tanto, mal concebida; y el histoncismo cae por su base.

S(

v\'

El argumento no refuta, claro está, la posibilidad de toda clase de predicción social; por el contrario, es perfectamente compatible con la posibilidad de poner a prueba teorías sociológicas -por ejemplo, teorías económicas- por medio de una predicción de que ciertos sucesos tendrán lugar bajo ciertas condiciones. Sólo refuta la posibilidad de predecir sucesos históricos en tanto pueden ser influidos por el crecimiento de nuestros conocimientos.

El paso decisivo en este argumento es la proposición 2. Creo que es coffv'incente en si misma: si hay en realidad un crecimiento de los conocimientos humanos, no podemos anticipar hoy lo que sabremos sólo mañana. (Popper, 1973, p. 12)

El antihistoncismo y el intento de sustitución del monismo inductivista por el monismo falsacionista j popperiano, encuentra otro antecedente en Hempel, el cual quiere extender su concepción hipotético deductivista incluso hasta los fenómenos históricos.

HermenéuticaEl témiuio hemienéutica tiene origen griego y podria traducirse como interpretación que permite la

com.prensión. Se ha referido en un sentido pnmero a la inteipretación del significado de los textos sagrados. En este sentido la cúbala judía, la teología cristiana o islámica que uidagan en la Thora, la Biblia o el Corán respectivamente son hemienéuticas en el sentido de que buscan la significación o los signos con el propósito de obtener comprensión. Todo acto exegético, intemrctativü va sea de mitos, oráculos o textos sagrados era

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concebido como hermenéutica. Su sentido mas profundo no estaba refendo a una simple forma de comprensión, plausible de ser entendida de otro modo, por el contrario ¡¿nplicaba la revelación verdadera del sentido exacto que el signo portaba. En ios siglos XM y XVII,'la práctica sagrada ñie trrsiadándose a los ámbitos profanos y el término se hizo extensivo a una foima de interpretación que permitiera develar cualquier enigma, derivando hacia la interpretación de los textos de la cultura antigua, e incluso hacia una interpretación de ios textos jurídicos. Se asocia'entonces con otras disciplinas como la gramática, la lingüística y la filología. Todas ellas resultarán en herramientas que permitirán revelar el sentido del texto no en su mera comprensión externa, sino que pretenderán

~rcveiar-su gciiesis a^irávés-üc-iarrecunstraccrün“rmeraartrhistoncismü se vertrfáertemente'inñuido por esta' comente. Y, como señaláramos antes, de aquí surge la distinción entre explicación y comprensión.

Mientras que la explicación demandaba la prueba, la comprensión hermenéutica deja abierto el lugar para la reflexión filosófica y no casualmente pensadores como Heidegger se sirvieron de ella en el sentido de una comprensión ontoiógica. De estas corrientes derivan concepciones de identificación entre el ser y el lenguaje -com o las de Paul Ricoeur- a partir de las cuales derivan desarrollos que vinculan a la hermenéutica y con ella a la semiótica y a la lingüística con la metafísica.

Con una clara influencia de la tradición judeoenstiana de la hermenéutica el psicoanálisis freudiano se convierte en una hermenéutica de los procesos inconscientes, de los oníncos y del psiquismo en general.

La lógica y él prmcipio motriz de la libre asociación, de la que depende la teoría y la práctica del psicoanálisis, son los de una serie infinita. (...) De modo análogo, el proceso de desciíramiento y lecmra en proflindidad psicoanalítica no puede tener un final intrínseco o verificable. Siempre puede decirse algo más sobre el poema o el cuadro, o sobre las intencionalidades ocultas y las revelaciones no deliberadas de la composición musical. (...) La arqueología del sentido es tan vertical, está tan dirigida hacia lo de profiindis, como la exégesis talmúdica de la que deriva una parte tan importante del espíritu de la hermenéutica de Freud. (Steimer, 1989, op. 62- 64)

Desde otra perspectiva, algunos de los exponentes de la teoría critica como Habermas, han planteado una hermenéutica relacionada a la critica ideológica. Para Habermas hay una relación entre conocimiento e interés que pone de manifiesto su vinculo con la razón; Establece una clasificación de las ciencias, correspondiéndoie a las ciencias naairales el interés técnico y pof Ta~obietividad. a las ciencias sociales de corte histórico hermenéutico el interéseñtre lo^sujetosfyLagrega una Jerc^ajque corresponde a io que denomina oéñcjailemancipaavasriá^cuales hacen al interés emancipador y se relacionan con laTeflexión critica, esta última seria una ciencia de la liberación vinculada a la praxis social. En esto sigue la linea de j la Escuela de Frankfurt para la cual los problemas de las ciencias sociales no son problemas meramente,' gnoseológicos sino de praxis política y comprometen a la transformación de las sociedades. El conflicto que se genera no se resuelve con la no contradicción lógica, sino con la comprensión que surge de los actos comunicativos de las mtersubjetividades, en una suerte de '‘pragmática universal”.

Apel se encuentra próximo a la Escuela de Frankfurt y principalmente a Habermas, pero antes de poner el énfasis en la cuestión social desde un análisis político ideológico se plantea el problema desde la perspectiva de la comunicación. El conocimiento se estructura para ,\pel desde un a priori de inteligibilidad -al modo kantiano- del pensamiento y la sensibilidad. Su postura se toma en una pragmática de los fenómenos comunicacionales en un juego de intersubjetividad que pone en cuestión los aspectos éticos, apuntando a la aceptación de la diferencia y del otro en tanto que persona.

Para Hans-Georg Gadamer el problema de la hermenéutica plantea las condiciones de posibilidad de la interpretación. En principio establece la diferencia en cuanto a! criterio de objetividad entre las ciencias naturales y las ciencias sociales. Las primeras no pueden establecer un criterio de verdad absoluto que se imponga, no sólo a las ciencias sociales sino a otros modos de conocimiento no científico. Busca entonces la génesis del conocimiento a través de las diferentes fuentes que se plantean a la experiencia humana, de la cual la científica es sólo una junto con la histórica, la estética, la religiosa, la ética etc. Cuando se. analizan, según Gadamer, las estaicairas previas de toda comprensión, se advierte que no son producto

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de un ente abstracto, sino de un sujeto liistórico que se encuentra constituido en las encrucijadas espacio-temporales y que en el seno de éstas recibe pre­conceptos y pre-juicios, que incluyen todo tipo de creencias, tanto de creencias miticü-religiosas como de tradiciones culturales y que son la base a par'.ir de la cual los conceptos y los juicios se construvon. Detrás de cada conocimiento hay una historia acerca de cómo éste se iia conformado y en ella es posible detectar elementos extralógicos en los que diferentes tipos de conocimientos y de formas de conocer se entrecruzan. Dicho de otro modo, los juicios se conforman determinados por la historia y la cultura^^ poryello qu^ teniendo en cuenta I 1 á'^ñóTm¥lT^iieza'^'’divérsrdadTle' 1 as’’exp'éríéfíeiás histón'cás'y~cü 1 türáles,"’e s ' necesario para la comprensión de esos procesos una mtei'pretación que cumpla la función de traductora de culturas. Por lo cual, no se trata por tanto para Gadamer de superar y evitar los prejuicios como suelen sostener los antihistoncistas y losneopositivistas, para producir un conocimiento aséptico, no contaminado de prejuicios, objetivo, universal y necesario lo cual constimye en si mismo un prejuicio, como si friera posible establecer de un modo atemporal la relación entre el sujeto oognoscente y ei objeto conocido -en términos del cientificismo- o del intéiprete y lo interpretado, sino de establecer las condiciones del a priori de comprensión. Negar los prejuicios es condenamos a ser victimas de ellos, siendo prejuiciosos y teniendo la ilusión de no serlo. Pero tampoco se trata de hacer una apología del prejuicio o de caer en un subjetivismo recalcitrante.

Hans-Georg Gadamer

El problema epistemológico debe plantearse aquí de una fonna fundamentalmente diferente. Ya vimos más arriba que Dilthey comprendió esto pero que no fue capaz de superar las ataduras que lo fijaban a la teoría del conocimiento tradicional. Su punto de partida, la interiorización de las «vivencias», no podía tender el puente hacia las realidades históncas, porque las grandes realidades históncas, .sociedad y estado, son siempre en realidad determinantes previos de toda «vivencia». La autorreflexión y la autobiografía -los puntos de partida de Dilthey- no son hechos pnmarios y no bastan como base para el problema hemienéutico porque han sido reprivatizados por la historia. En realidad no es la historia la que nos pertenece, sino que somos nosotros los que pertenecemos a ella. Mucho antes de que nosotros nos comprendamos a nosotros mismos en la reflexión, nos estamos comprendiendo ya de una manera autoevidente en la familia, la sociedad y el estado en que vivimos. La lente de la subjetividad es un espejo deformante. La autorreflexión del individuo no es más que una chispa en la comente cerrada de la vida histonca. Por eso los prejuicios de un individuo son, mucho más que sus juicios, la realidad histórica de su ser.'’ (Gadamer, Í9" 7, p. 344)

Para comprender es necesario poder detectar la diferencia y ello se logra sustituyendo prejuicios -e s decir, JUICIOS previos- cerrados y dogmáticos por otros prejuicios, abienos a la condición ontológica del hombre, a la temporalidad y a la contradicción. Teniendo en cuenta que la producción de sentido, base de la comprensión, no se obtiene con un estatus de verdad inamovible. No es la historia la- que pertenece -al hombre, sino el hom.bre a la historia. El círculo hermenéutico. implica la dialéctica constante entre la tradición y su reinterpretación, los prejuicios no son descartados, sino integrados en la circularidad del proceso de comprensión. Este modo de integración de lo diferente, de la tradición y su historia con otro momento que reinterpreta lo ya reinterpretado es lo que constituye la unidad no formal sino real de la expenencia humana. Se trata de una comprensión capaz de reconocer lo mismo y lo distinto tanto en la realidad como en el proceso interpretativo que produce la comprensión. La experiencia de la verdad puede hacerse difusa, pero es más “objetiva”, en un sentido de objetividad contrario a la ilusión de objetividad del conocimiento científico, en ei sentido valga la redundancia de dar sentido, de hacer comprensible lo que no se presenta de un modo univoco.

Este es el punto del que paite el problema hermenéutico. Por eso habíamos examinado la depreciación del concepto de prejuicio en la Ilustración. Lo que bajo la idea de una autoconstrucción absoluta de la razón se presenta como un prejuicio limitador fomra pane en verdad de la realidad histórica misma. Si se quiere hacer justicia al modo de ser finito

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s histórico del hombre es necesario llevar a cabo una drástica rehabilitación dei concepto dei prejuicio y reconocer que existen prejuicios legítimos. Con ello se vuelve tbrmulable la pregunta central de una hermenéutica que quiera ser verdaderamente histórica, su problema epistemológico claveijjen qué puede basarse la legitimidad de los prejuicios? ¿En qué se distinguen los prejuicios legítimos de todos los innumerables prejuicios cuya superación representa la incuestionable tarea de toda razón critica? (Gadamer, 1977, p. 344)

. _.£s interesante- ver cómo el- cnterio_de_obietiyidad_d?.ia:LC.ier.eia::i->unart:cularmcr,te:d¿ !as-ti-avüeiünes~positivistas y neopositivistas se torna idealista, pues "lo objetivo” se desprende tanto de las contingencias y contradicciones de lo real que finalmente no tiene suelo, se convierte en una entelequia, no corresponde a ninguna realidad tangible y finaliza en lo contrario de lo que se proponía, una metafísica sin fundamentos.

Para la heimenéutica la posibilidad de desciframiento del cmce histórico de las expenencias humanas se da en el lenguaje, el cual no es la mera extenorizaciún del pensamiento sino el lugar constitutivo del hombre v del mundo humano.

Son las siaiaciones en las que se altera o dificulta el ponerse de acuerdo las que con más facilidad permiten hacer conscientes las condiciones bajo las que se realiza cualquier consenso.Por ejemplo, resulta particularmente ¡lustrador el proceso lingüístico en él que por traducción y traslación se hace posible una conversación en dos lenguas distintas. El traductor tiene que trasladar aquí el sentido'que se trata de comprender al contexto en el que Vivé el otro interlocutor.Pero esto no quiere decir en modo alguno que le esté permitido falsear el sentido al que se refería el otro. Precisamente lo que tiene que mantenerse es el sentido, pero como tiene que comprenderse en un mundo lingüístico nuevo, tiene que hacerse valer en él de una forma nueva. Toda traducción es por eso ya una interpretación, e incluso puede decirse que es la consumación de la interpretación, que el traductor hace madurar en la palabra que se le otrece. (Gadamer, 1977, p. 462)

íi' M ." Podríamos decir parafraseando a Heidegger que, Occidente olvido la pregunta fundamental que es la pregunta por el ser, y que la ciencia contribuyó a ese olvido, prohibiéndose conocer lo que verdaderamente había que conocer, y que por lo tanto de lo que se trata es de desandar el camino de conocimiento como dominio del mundo fomentado por la ciencia para recomponer el sentido de compresión del mundo y del hombre, lo cual no surge de un método instnimental sino de una ontología.

El fenómeno de la comprensión y de la correcta interpretación de lo comprendido no es sólo un problema específico de la metodología de.las ciencias del espíritu. Existen desde antiguo también una hermenéutica teológica y una hermenéutica jurídica, aunque su carácter concerniera menos a la teoría de la ciencia que al comportamiento práctico del juez o sacerdote formados en una ciencia que se ponía a su servicio. De este modo ya desde su origen histónco el problema de la hermenéutica va más allá de las fronteras impuestas por el concepto de método de la ciencia moderna. Comprender e inteipretar textos no es sólo una instancia científica, sino que penenece con toda evidencia a la experiencia humana del mundo.En su origen el problema herraenéutico no es en modo alguno un problema metódico. N’o se interesa por un método de la comprensión que permita someter los textos, igual que cualquier otro objeto de la experiencia, ai conocimiento científico. Ni siquiera se ocupa básicamente de constimir un conocimiento seguro y acorde con el ideal metódico de la ciencia. Y sin embargó trata de ciencia, y trata también de verdad. Cuando se comprende la tradición no sólo se comprenden textos, sino que se adquieren perspectivas y se conocen verdades. ¿Qué clase de conocimiento es éste, y cuál es su verdad?

Teniendo en cuenta la primacía que detenta la ciencia moderna dentro de la aclaración y justificación filosófica de los conceptos de conocimiento y verdad, esta pregunta no parece realmente legitima. Y sin embargo ni siquiera dentro de las ciencias es posible eludirla del todo. El fenómeno de la comprensión no sólo atraviesa todas las referencias humanas al

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mundo, sino que también nene validez propia dentro de la ciencia, y se resiste a cualquier intento de transfoirnaiio en un método científico. La presente investigación toma pie en esta resistencia, que se afinna dentro de la ciencia moderna frente a la pretensión de universalidad de la metodología científica. Su objetivo es rastrear la experiencia de'la verdad, que trasciende el ámbito de control de la metodología científica, allí donde se encuentre, e indagar su legitimación. De este modo las ciencias del espíritu vienen a confluir con formas de la experiencia que quedan fuera de la ciencia: con la experiencia de la filosofía, con la del arte y con la de la misma liistoria. Son fonnas de experiencia en las que se expresa una

-ij.'.erdad-quemozpuede.seii'/erificada'.comlQSTinedics.de^queidispone-lauTietadología científica.-r::; (Gadamer, 1977, pp. 23-24)

Para Giddens se ha producido una crisis del consenso ortodoxo, lo que ha modificado la situación de las ciencias sociales las que requieren un nuevo planteo y un nuevo enfoque metodológico proponiendo al la hermenéutica como alternativa metodológica y llamará a su posición Teoría de la estioicairación. No es aquí nuestra intención dar cuenta del pensamiento de Giddens, sino apenas señalar una consideración sobre un concepto, el de doble henTienéutica.

La doble hermenéutica de las ciencias sociales incluye lo que Winch llama el "vinculo lógico”entre el lenguaje ordinano de los actores legos y la terminología técnica inventada por los científicos sociales. Schutz alude reiteradamente a este problema, y pidiendo prestado el término a Weber, afirma que los conceptos del observador social deben de ser "adecuados”a

' • - los que emplean los actores cuya actividad se describe o analiza. Sin embargo, ningún autor ofrece una explicación convincente de la relación que ellos mismos señalan. Considero que la versión de Winch es más exacta que la de Schutz, aunque sus implicaciones continúan sin desaaoüarse. De acuerdo con la opinión de Schutz, los témiinos técnicos de las ciencias sociales son ‘‘adecuados” solo si la foma de la actividad analizada, “construida típicamente”, es “entendida por los mismos actores” por medio de los mismos conceptos del actor. Pero esta posición no es defendible. Consideremos el ejemplo que toma Winch: 'asa el concepto de ‘‘preferencia por la liquidez”de la economía. ;jPor qué debemos suponer que la ‘‘adecuación” de esta noción esta gobernada por una comprensión de comerciante callejero?; o, formulado de otro modo, y la adecuación tendería a facilitar la comprensión de su i‘eal significado? ¿El individuo tendría que entender el concepto por el solo hecho de declarárselo una parte ‘‘adecuada” del vocabulario de los economistas? Efectivamente, Schutz posee todo lo necesario para equivocarse. El “vinculo lógico” implicado en la doble hennenéutica no depende de si los actores, cuya conducta se descnbe, pueden entender las nociones utilizadas por los científicos sociales. Esto depende de que el observador social entienda correctamente los conceptos que usan los actores para onentar su conducta. Winch acierta cuando dice que la utilización que hacen los economistas de la "preferencia por la liquidez” presupone que comprenden qué significa conducir un negocio y, al mismo tiempo, comprenden ciertos conceptos relacionados c'on.los negocios, como el dinero los costos, los nesgos, etc.

De este modo, las implicacioñes de la hermenéutica se extienden más allá de estas afirmaciones y son, además mucho más complejas. El lenguaje técnico y las proposiciones de las ciencias naturales están separadas del mundo que intentan explicar, dado que ese mundo no replica. Pero la teoría social no puede aislarse de su ‘‘mundo objetivo”. Obviamente, las comentes influidas por el consenso ortodoxo, fueron conscientes de esto. Pero, dado el predominio de la idea de predicción como base de las leyes, y al considerar que esto constituía la fuerza más importante de las ciencias sociales, se refoizó el aislamiento. La doble hemienéutica se entendió solamente en relación con la predicción, en su aspecto de autorrealización o de “profecías autonegadas”. El lazo entre el lenguaje ordinario de la vida social diaria y el de la teoría social se entendió como un estorbo, como una molestia para probar las predicciones por -medio de las que se validan las generalizaciones.

La postura de Winch indica las limitaciones de este punto de vista; se equivoca cuando prentende demostrar que las carencias son una modalidad de expresión de las relaciones entre las ciencias sociales y las actividades de los seres humanos cuya conducta se analiza. La doble

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neiTnenéutica sostiene que las relaciones son dialógicas, como lo afirma Gadamer. El hecho de que los '‘hallazgos” de las ciencias sociales pueden ser comprendidos por los actores í a cuya conducta se refieren dichos hallazgos), no implica que la cuestión pueda o de^a marginarse, ya que integra su verdadera naturaleza. Las relaciones dialógicas son una bisagra que conecta con los dos modos posibles de relación de la ciencias sociales en su compromiso con las sociedades mismas; contnbuyendo a formas de dominación - explotación o promoviendo la emancipactón.”(Glddens, 1995, pp. 90-93)

Es interesante el reconocimiento que aparece en el concepto de doble hermenéutica de la muaia modificación que se produce entre el científico social y su objeto de esmdio. Como ya hemos señalado la ciencia produce conocimiento, pero éste se expresa mediante un lenguaje. Las ciencias naturales no transforman el mundo sino de modo indirecto a tiuvés de la tecnologia -rntis adelante encaremos en detalles en relación con la polémica en tomo a la tecnociencia- pero, básicamente lo que ella produce es discurso, este en si mismo no altera la naturaleza ni, en términos de Giddens, ella replica. iVíuy por el contrano, en el caso del científico social su discurso es recibido por la sociedad, la que a su vez hace una reinterpretación de la interpretación que ha hecho el científico. Este acto transforma a la sociedad, la cual si replica llevando adelante determmadas acciones o modificando prácticas sociales. Cuando el científico social vuelve sobre su objeto de estudio se encuentra que este ha cambiado, que no es el mismo y que además, ese cambio esta relacionado en alguna medida con su propia producción discursiva. El científico ha producido un discurso que ha incidido transformadoramente en la sociedad, pero la sociedad transformada le está devolviendo al ciefitifico una producción discursiva social, la que tiene que ser reconsiderada por el científico. Esta siaiación particular de las ciencias sociales revela algunas características de lo que hemos definido como problemas epistemológicos de las ciencias sociales, dado que sujeto y objeto al coincidir se redimensionan de un modo conceptual y real permanentemente. Entre la ciencia y la sociedad hay una re'lación dialéctica de mutua determmación en un proceso de superación que contiene a ambas.

Holismo metodológico y método dialéctico

iVlientras que las visiones neopositivistas y neoliberales implican una concepción de la sociedad como algo ya dado, establecido, como si las estructuras sociales correspondieran a un modo natural de instituirse, sin preguntarse por las causas o los motivos que determinaron tal situación y sin cuestionarse las condiciones de transformación, e intentan trasladar los presupuestos epistemológicos y metodológicos de las ciencias naturales a las sociales, conteniendo una oniologia no reconocida, para la concepción y el método dialéctico la ciencia requiere no sólo una epistemología y una metodología diferentes, que rompe con aquellos presupuestos, sino qile además es una ontologia autorreconocida, porque parte de! concepto básico de la unidad entre lo subjetivo y lo objetivo.

Indudablemente el referente obligado para la comprensión de esta ontologia y del método dialéctico es el filósofo Hege!. Seria imposible hacer aquí siquiera una somera sintesis del pensamiento hegeliano y de su sistema filosófico. Bástenos decir que para Hegel hay una sola cosa, un único tema, una única realidad y esto es la totalidad. Todo lo que ha existido, lo que existe y lo que existirá no es otra cosa que el despliegue, el desenvolvimiento de esa totalidad a través de algunos principios de los que dará cuenta -entre otras obras- en La Lógica y en la Fenomenología del Ecpirini. En definitiva el conocimiento para Hegel es auto-conocimiento de esa totalidad que se identifica con la realidad, con el ser, con el pensar, con la realidad y con la razón y que tiene por objetivo conocerse a si misma. El ser mismo de esa totalidad es el espíritu, pero no cualquier espíritu sino el espíritu absoluto que se realiza a través de diferentes figuras que recorre a lo largo del camino de su

autorrecuperación consciente. La enajenación -la pérdida del saber de si mismo- se expresa en primer ténnino en la naturaleza, pero a! no hallarse en ella va a comenzar con la humanidad y la historia humana, manifestándose primero como espíritu subjetivo, el yo individual, personal, psicológico, que se enfrentará a otros yo -que también dicen y o - en una lucha a muerte de auto-consciencias enfrentadas que procuran

Karl Marx

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ia obtenc'.oii del reconocimiento y que prouresivamenie avanzan hacia un salto a un momento posterior, el espíritu objetivo, en donde tal objetivación se da en un pasaje del yo ai nosotros, en un salto que deja atrás a los hombres sueltos y enfrentados y se instala en la consciencia de la comunidad y ¡as mstiruciones del Estado. Finalmente se producen las condiciones que permiten el tercer momento, el que corresponde al espíritu absoluto donde la consciencia del espíritu es recuperada en plenitud como saber absoluto. Cuando Hegel afirma que todo lo real es racional y todo lo racional es real, pretende establecer la identidad entre el ser y el pensar. Pero todo este proceso se despliega de acuerdo con una lógica intrínseca, la cual paite de un presupuesto básico diferente al resto de las lógicas. Efectivamente, mientras todas las demás sostienen

-•d principio de abstracción., formalidad.-v- son vacias-de contenidos, apuntando.a-la.estructura pura de los razonamientos, la lógica hegeliana pretende tener contenidos, y estos contenidos son nada menos que el ser, el cual es la totalidad. Sin embargo, este ser no tiene las características de lo fijo, de lo inamovible, muy por el contrario esa realidad del ser y la totalidad es el cambio constante, la transformación pemianente, el devenir, en una compleja relación en donde el cambio y la identidad no impiden ser lo mismo y ser otro. V, lo que opera impulsando este cambio no puede ser evidentemente un agente externo -ya que si fuera asi no se trataría de la totalidad- sino una condición del ser mismo: la contradicción. Esta contradicción tiene un aspecto lógico y un aspecto ontológico que además coinciden. En términos lógicos ha sido expresado, no precisamente por Hegel, bajo la fonna tesis, antítesis y sintesis, o por Hegel mismo como momento de la afirmación, de la negación y de la negación de la negación, o también como supresión, conservación y superación. La unidad subjetivo-objetiva nos informa que no se trata de un esqueleto que luego se encama con los contenidos de ia realidad, es la realidad misma. De este modo Hegel rompe con los tres principios de la lógica tradicional; identidad, no contradicción y tercero e.xcluido. Detengámonos en el primero. Este principio nos dice que algo es idéntico a si mismo y para que esto sea sostemble es necesario agregarle otras deteiminaciones, tales como que tiene que ser fijo ya que de otro modo, no se mantendría la identidad, eterno, porque si deja de ser se pierde la identidad, etc., la lógica tradicional establece este principio mediante la simple foimula (a = a), inaplicable a una lógica que tenga por contenido una totalidad en devenir, en ella el principio seria (a ^ a). En el devenir el momento afirmativo, la tesis, es negado y suprimido. Por ejemplo: El niño que se presenta en un momento como positividad es negado por un momento posterior, la adolescencia, el niño es suprimido, pero al mismo tiempo conservado, pues no habría adolescente si no hubiera habido niño. El adolescente niega al niño, pero al mismo tiempo lo retiene y lo conserva para superarlo. £1 nuevo momento de la síntesis, o de 'a superación, o de la negación de la negación, se convierte ahora en un nuevo momento afinnativo el cual es punto de partida para un nuevo cambio que opera del mismo modo.

También para Hegel se trata de la construcción de una ciencia, de la ciencia de la experiencia de la consciencia. Pero ella no se puede construir como mero reflejo de la realidad, comiO ana copia fonnal vacia. Ya hemos dicho que para la concepción tradicional de la ciencia el conocimiento tiene que ser además de objetivo y necesario, universal. Esta universalidad ha sido concebida externamente, como por fuera de la realidad misma. Para esta concepción, mientras que lo concreto es lo particular, lo universal es aquello por medio de lo cual se expresarían las leyes y las hipótesis científicas, la abstracción de elementos comunes a los paniculares. Entre el universal abstracto que corresponde a lo recién mencionado y lo concreto, Hegel establece otra categoría, lo universal concreto, lo cual seria la síntesis dialéctica entre lo particular y lo universal abstracto. Un ejemplo: cada uno de nosotros, como personas somos concretos, nos encontramos en una dimensión material y espacio temporal. Somos esto que somos. Sin embargo, nuestra condición no es el ser, sino el ir siendo en tanto que despliegue de un proceso. Frente a cada hombre particular tenemos la idea de hombre, su universal abstracto. Pero entre ambos aparece esta noción de universal concreto que nos dice que no solamente somos en esta particularidad concreta y que tampoco somos hombres en el sentido genérico sino una mera abstracción, somos como el producto de un devenir. Dicho de un modo más sencillo, no somos el simple momento puntual, sino el conjunto de las múltiples determinaciones que nos constituyen en relación con todo lo demás. Somos el momento puntual en medio de un despliegue que proviene del no ser, de la nada y del bebé, y del niño, y del adolescente, y del joven y del adulto y del anciano. La identidad se mantiene dentro de lo que cambia, es conservado a la vez que suprimido. Pero tampoco somos sino en y por medio de la especie, y de la naturaleza y de la totalidad. Lo pleno, no es lo que se ha terminado consumado definitivamente, sino lo que está penmanentemente temainando y comenzando.

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Bajo el término Auflrebung, el cual contiene el doble y contradictorio significado de conservar y suprimir, da cuenta del proceso en lo que algo es suprimido, pues ya no lo podemos encontrar en las determinaciones que tenia, pero es conservado, en tanto conforma el sustento de lo nuevo. De este modo se conserva a la vez lo superado, lo que pierde su inmediatez, pero sin que por ello quede anulado. Decimos entonces que la instancia de superación niega, suprime y conserva al mismo tiempo.

La palabra .Aufheben tiene en el idioma un doble sentido: significa tanto la idea de cüübervar, raanteneiv'como, al mismo tiempoyladc hacer cesar; ponerfinr'-El misQíoncOúservar ya incluye en sí el aspecto negativo, en cuanto se saca algo de su inmediación y por lo tanto de una existencia abierta, a las acciones exteriores, a fin de mantenerlo. -De.este modo lo que se ha eliminado es a la vez algo conservado, que ha perdido sólo su inmediación, pero que no por esto se halla anulado-. Las mencionadas dos determinaciones de Aufheben pueden ser aducidas lexicológicamente como dos significados de esta palabra. Pero debería resultar sorprendente a este respecto que un idioma haya llegado al punto de utilizar una sola y misma palabra para dos determinaciones opuestas. (Hegel, 1963, pp. 97-98)

Marx adoptó la dialéctica de su maestro Hegel, pero realizándole importantes cambios. Lina de las afirmaciones más interesantes realizadas por Marx y Engels sobre el desarrollo de la teoría del conocimiento es la que afirma que la concepción dialéctica materialista resulta de la "inversión de la dialéctica hegeiiana”.

Es lugar común resumir esta inversión con los términos de Mam, mientras la dialéctica idealista de Hegel pone las cosas "cabeza abajo”, esto es, concibe a la realidad como /ruto del pensamiento, la. dialéctica materialista la pone con los pies en la tierna al concebir al pensamiento comi¿jrato de la realidad. En particular, según esta posición Hegel concibió acertadamente las leyes de la dialéctica, pero su idealismo le impide conocer a la naturaleza y a la historia sólo bajo una forma mistificada. La llamada "inversión” no le trajo pocos problemas al marxismo, buena parte del cual sucumbió frente a una teoría del conocimiento que entiende al pensamiento como espejo de la realidad, como representación del mundo en la mente, como un espejo en donde el mundo material se refleja en la idea, no entendiendo la profunda critica de Marx al idealismo, la cual convierte a la síntesis subjetivo-objetiva en el modo de despliegue de la realidad tanto natural como social en el contexto de las * complejas y contradictorias relaciones materiales. Su análisis de la historia y de las sociedades deriva de este concepto básico.

El holisnio metodológico en ciencias sociales es fundamentalmente una tesis acerca de los conjuntos o colectivos sociales. Ellos son concebidos,

,a diferencia de como lo hace el individualismo metodológico, como conjuntos de individuos cuya naturaleza no es independiente del hecho de ser miembros de la totalidad a la que pertenecen. Dichos individuos son los que son en tanto y en cuanto son miembros del conjunto o grupo al que penenecen. Ellos no tienen una entitatividad distintiva independientemente de tal pertenencia.

En consecueacia, las relaciones no se reducen a las relaciones externas que cada individuo tiene con otros individuos tomados independientemente de ios restantes, sino que además de las mismas debe considerarse la relación que cada individuo tiene con la totalidad.Pero ello no implica, contra lo que supone Popper, tal como ya indicamos en el capitulo IV, que el holismo metodológico sea aquel punto de vista según el cual una totalidad es postulada sobre y en contraposición de los individuos; sino aquel en el cual, tal como indicamos que señaló .Adorno,

la totalidad social produce y reproduce sus elementos racionales e iiTacionales a través de

TheudorAdorno

Caricatura de KarI Popper

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sus momentos individuales. Es decir que cada elemento sólo puede entenderse en términos de la totaiiaad que tiene, a su vez, su base en el desarrollo de ios elementos individuales.(Gómez, 1995. p. 139i

Para Marx también la realidad es un todo en el cual se manifiestan distintos momentos pero intimamente relacionados e interdependientes entre naturaleza, hombre, historia y sociedad. V si bien escribió junto con Engels algunas obras referidas a temas naturales y antropológicos, se dedicó fundamentalmente al estudio de la socied^._ap_licando la dialéctica materialista al devenir de los procesos

Tirstioficds y"de las~'contradiccrolfés^loc!álés~y económicas, totalida'des que ponen al hombre como constituido por el cúmulo de relaciones que establece con la naturaleza y con la sociedad. Para Vlarx el ser del hombre es el ser social. Esto quiere decir que, para él la sociedad no es la mera conjunción de individuos, o el entramado de las relaciones que se establecen entre productos ya dados, el hombre y la sociedad, sino que hombre y sociedad son el producto de una mutua interdeterminación. El hombre hace a la sociedad y la sociedad hace al hombre y estas mutuas determinaciones son el resultado de factores históricos, sociales, económicos, culturales, gobernados por las contradicciones que devienen de una dialéctica intrínseca a la realidad y que pueden ser conocidos mediante el método dialéctico.

La dialéctica marxista involucra una ontologia no atomista. Ella es una ontologia de complejos. Ello significa según Fisk (1981) que satisface a los siguientes principios:

1) Tesis de complejidad, que afirma que toda entidad es compleja; lo que es simple no tiene entitatividad por si mismo, sino sólo en tanto esté relacionado con algo distinto de él mismo.

2) Tesis de contradicción, según la cual las contradicciones internas ‘‘que como veremos más abajo no pueden identificarse con las contradicciones de la lógica standard” son una fuente necesaria de todo cambio, y son resueltas a través del cambio, y

3) Tesis de la Esencia, en la que se propone que al menos una contradicción constituye la esencia de toda entidad propiamente dicha, o sea que no todas las contradicciones son accidentales.

Éstas son las características ontológicas que subyacen a las llamadas leyes de la dialéctica como las de unidad de opuestos y de la negación de la negación. El holismo es pues obvio, incluso en esta dimensión ontológica básica; en la ontologia de complejos, los simples tienen conexiones sólo en tanto elementos del complejo al que pertenecen. En consecuencia, las categorías propias de una presentación dialéctica son especificas al área particular de la realidad bajo estudio. No hay pues, ni puede haber un sistema dialéctico que sea de aplicación universal. De modo que la dialéctica no es úna'lógica en el sentido en que lo es la lógica formal porque no es un esquema general o un conjunto de reglas de validez independientes del contenido material especifico.” (Gómez, 1995, p. 139)

Cuando Marx afinma que, la historia es ia historia de la lucha de clases, está aplicando el principio dialéctico de la realidad como la lucha de los opuestos que se expresa en la vida humana a partir de las formas organizativas, de producción, de distribución del trabajo, en ios diferentes estadios de las sociedades.'

Si la dialéctica es el modo de darse el devenir de la realidad a través de las contradicciones, la dialéctica como método es el instrumento por medio del cual se produce el conocimiento de ese proceso. ,A.si como la realidad está transformándose permanentemente, asi el pensamiento que la piensa obedece a los mismos principios. Si la realidad es dialéctica por ser dinámica y desplegarse a través de contradicciones, del mismo modo un pensamiento que quiera dar cuenta de 1a realidad tendrá que ser también dinámico, transfoimándose él mismo al considerar a la realidad que se transforma, que lo transforma y que es transfoimada por él. Desde esta perspectiva un análisis científico de la realidad es aquel que da cuenta de ella en ténuinos objetivos.

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Cuando Vlarx nropone el método dialéctico para la ciencia tiene la pretensión de dotar a ésta por primera vez de una metodología no idealista, que no caiga en el subjetivismo ie las tradiciones empiristas, ni en las ilusiones metafísicas de! racionalismo.

En una contradicción dialéctica, tal como la entiende Marx, los opuestos se hallan en real oposición, en una unidad en tensión que está preñada de posibilidades. Pero ninguna de esas posibilidades tiene porqué acaecer ineludiblemente. Las contradicciones que la histona presente pueden llevar a realizarlas'o a'trustrarlas. Por otra parte,~dadás laT'coñdicfdnes”qué~ favorecen la realización de una determinada posibilidad, se dará una linea de desarrollo que no es formita o accidental. Como se observa, de una contradicción dialéctica no se sigue, como de una contradicción lógico-formal la totalidad de las posibilidades, no se siguen ni la totalidad de los enunciados ni la totalidad de sus negaciones. Todo lo contrario, dadas determinadas condiciones materiales, se efectivizarán sólo determinados procesos de desarrollos de las potencialidades dentro de una determinada totalidad. (Gómez, 1995, p. 142)

La polémicaLa polémica que se nos plantea, si bien trata del método, trasciende los aspectos meramente metodológicos

y se convierte en una polémica ñlosófica. En este sentido no debemos pensar en la filosofia como un ámbito que permite la constaicción de cualquier visión del mundo sm que lleguemos más que a verdades relativas o a puntos de vista u opiniones. La polémica es filosófica porque supone la revisión de los presupuestos fiandamentales, de los puntos de panida, de los indemostrables, a partir de lo cual se pretenderá demostrar todo. En este sentido, la polémica es nca en tanto nos ayude a abandonar posturas dogmáticas y a revisar con espinm critico no solamente las doctnnas adversas, sino también nuestros propios juicios y prejuicios.

Las ciencias sociales todavía siguen siendo el campo de arduas y rispidas discusiones. Como hemos visto, muchos epistemólogos les niegan el estatus de ciencia por no cumplimentar los requisitos de orden metodológico que tienen las ciencias naturales y las reducen a la categoría de disciplinas que deben madurar. Otros advierten las condiciones específicas de las mismas, abogando por la consideración de las particularidades que rodean la investigación en estas áreas, tanto desde la consideración de! objeto de estudio, con muchas diferencias con los de las ciencias namrales, como desde la necesidad de la implementación de métodos propios adecuados a las características de esos objetos.

-A pesar de ser mucho más recientes, las ciencias sociales han recorrido un camino de tradiciones, de momentos, que implican saltos madurativos. El marxismo para la sociología y la economía, el psicoanálisis para la psicología han significado momentos de maduración en tanto han redefimdo los objetos y los métodos a la luz de nuevas perspectivas y sustrayéndolos de las determinaciones que provenientes de las ciencias naturales encorsetaban la investigación. No digo que sean correctos o incorrectos, sino que replantean la situación de las ciencias sociales en tomo a sus problemas específicos.

En un punto anterior nos hemos planteado el lugar de la ideología y su papel ambiguo, como ocultador y como develador en la producción del conocimiento. Es indudable que aunque Popper plantee la neutralidad valorativa de la ciencia, que rechace la incumbencia de lo ideológico y de lo metafisico en las teorías científicas, su posmra deja entreveer por todos los lados una forma de concebir lo social vinculado a la ideología. Se advierten algunos presupuestos del viejo liberalismo al cual parece rápidamente renunciar o reconsiderar en pos de posturas neoliberales que evolucionan por medio de la ingeniería social y de la tecnología social fragmentaria, a visiones netamente totalitarias, las cuales recuerdan los modos racionales, instrumentales, técnicos, mediante los cuales algunos gobiernos encontraron el modo de resolver problemas concretos ma.ximizando sus fines, como por ejemplo la llamada "solución final" que de un modo racionalizado envió a los campos de exterminio a más de 8 millones de personas. No menos totalitarias y sanguinarias fueron las prácticas que, en nombre de la Revolución, se llevaron adelante en la Rusia estalinista, la cual pretendía tener la ideología correcta. De cualquier modo queda en evidencia que los modos de producir conocitmento y de unplementarlo en el ámbito de las ciencias sociales tienen consecuencias inexcusables en las prácticas sociales y en la vida de las personas.

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Transcribiremos u continuación un párrafo de Ricardo Gómez, de Neoüberalismo r Pseudociencia, en ci cual se exponen algunas de las críticas que Theodor '.V. Adorno, prominente miembro de ia Escuela de Frankfuri. realiza a ia postura de fCaii Popper y i su propuesta metodológica para las ciencias sociales. Recordemos que Adorno pertenece a esa comente denominada "del mai-xismo critico", o "de la filosofía negativa", que propone una visión crítica no solamente sobre la sociedad capitalista que cuestiona y sobre la ideología liberal burguesa, sino sobre el mismo marxismo y sus tesis, lo que revela pensamiento autocrítico. Consideremos ordenadamente ios principales conceptos de la metodología Popperíana cnticados por Adorno:

" ProbiemanAdorao coincide con Popper acerca de la relevancia'de ios problemas en el desarrollo de ia investigación científica. La discrepancia mayor es acerca del locus de los mismos. .Mientras que para Popper. ellos tienen una dimensión exclusivamente cognoscitivo- discursiva. de acuerdo a .Adorno ello no' es asi. Este último piensa que los problemas de la sociología no son creados a través de nuestro descubrimiento de que algún aspecto de nuestro conocimiento no está en orden (como por ejemplo, hay algo que no sabemos y necesitamos conocer), sino que el objeto mismo de la sociología -la sociedad- es el problema fundamental. Por consiguiente, las contradicciones están en los hechos mismos, y no son del mismo tipo, como discutiremos más adelante, que las contradicciones lógicas de las que siempre habla Popper, y que tienen lugar en el plano meramente discursivo. En consecuencia, dichas contradicciones que acaecen en nivel lacuial no pueden ser emadicadas mediante una mera formulación clara de problemas en un lenguaje que asume leyes lógicas incapaces de regir el concepto de contradicción factual que Adorno tiene en m ente.'

Método: Popper basa sus propuestas al respecto en ideales metodológicos sin consideración alguna del objeto, en este caso los hechos sociales. Adorno, en cambio, pretende fundarlas en los hechos mismos bajo estudio. En la metodología popperíana, son claves los conceptos de hipótesis y testeabilidad que son usados por Popper de igual manera que en todas las ciencias. Pero, según Adorno, la lógica presupuesta para formular las hipótesis y someterlas al testeo empinco, analiza a cada entidad en sus elementos de modo tal que las contradicciones objetivas, de naturaleza muy distinta a las abarcadles por la lógica simbólica standard asumida por Popper, son imposibles de ser expresadas y quedan virtuaimente eliminadas.

Evidencia empírica: De acuerdo a Popper, en ella se basa la aceptación o rechazo de todo conocimiento factual. Adorno, en cambio, piensa que tal evidencia no pueda jugar tal rol en ciencias sociales porque los hechos sociales no son el punto de apoyo y comparación porque ellos están mediados por la sociedad, que es el objeto acerca de cuál se hipotetiza.

Refutación: Esta misma involucra el papel crucial de los tests. Adorno se pregunta pues, si puede haber tests decisivos cuando son acerca de hechos individuales, que son concebidos por Adorno como existiendo en una relación dialéctica con las totalidades sociales. Adorno presupone una ontologia de hechos sociales muy distinta a la presupuesta por el individualismo metodológico de Popper, lo que pone de relieve la importancia de discutir luego por separado las diferencias mayores entre individualismo y hoiismo metodológico. Si se asumiera el hoiismo que Adorno sustenta, entonces habna de concluirse con él que no podría diseñarse experimento empírico alguno que permitiese examinar la dependencia de algún fenómeno ligado a una totalidad, porque esta totalidad nunca podría existir en una disposición experimental dada.

Crítica: Luego de leer más arriba a .Adorno acerca dei. método, y teniendo en cuenta que el método popperiano de conjeturas y refutaciones no involucra una critica de los hechos bajo estudio, no ha de extrañamos que Adorno piense que tal método critico sea insuficiente porque, según el tal método debe ser también una critica del objeto de la sociología, es decir de la sociedad misma en tanto tal. Toda critica de la relación entre sentencias científicas y

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aquello que pretenden referir debe conducir a la critica de los hechos mismos. Tal critica debe ser, usando sus propias palabras, no sólo formal, sino material de la sociedad.

Objetividad; La misma, según Popper, descansa en la intersubjetividad. Pero ésta, responde Adorno, es la de los científicos que ya e.xisten dentro de un aparato de investigación científica; es decir, dentro de un sistema instimcionalizado y moldeado por la sociedad; otra vez la sociedad mediaría en los juicios de los científicos acerca de la sociedad, y mediaría también en los mecanismos para llegar a aun acuerdo-iníersubjcíivo. EfinoUelo poppcriáñb de— la objetividad descansa sobre el viejo modelo liberal de los hombres totalmente desinteresados o con intereses totalmente deslindables, sentados alrededor de una mesa para arribar a un consenso. Pero este modelo, para el caso de las ciencias sociales, constimye una mera utopía que enmascara la imposibilidad de erradicar los intereses que ineludiblemente impregnan las discusiones de hombres pertenecientes a un contexto social cuanto elucidan cuestiones acerca de este mismo contexto social.

Neutralidad valorativa: Adorno le espeta brevemente a Popper que ¡tal neutralidad es también un valor! Y la adopción del mismo asume deteirninados presupuestos que usualmente se dejan nuera de toda discusión. Adorno propone para las ciencias sociales un valor alternativo: el ideal de una sociedad más justa, que ha de ser innegociable en Ifi ' consideración de toda propuesta acerca de la sociedad.

Anti-holismo:.Adorno afirma en respuesta critica a Popper que el punto de vistaopuesto ' al individualismo metodológico uno de cuyos mas consecuentes defensores es el mismo Popper, no es aquel en que alguna totalidad abstracta se coloca sobre y en contraposición a los individuos, sino aquél en el cual la totalidad social produce y reproduce sus elementos racionales e irracionales a través de sus momentos individuales.

Para comprender cabalmente el alcance de las diferencias entre ambos respecto del método de las ciencias sociales, es necesario detenemos para caracterizar breve pero sistemáticamente, tanto el individualismo como el holismo metodológico y, al referimos a este último, el holismo propio de la tradición marxista, es decir aquél cuyo componente pnncipal es la dialéctica.” (Gómez, 1995, pp. 134-137)

Teniendo en cuenta todas estas posiciones criticas hacia la postura de Popper se puede advertir que el problema planteado trasciende lo epistemológico y metodológico y se inscribe en un debate más profundo, que es filosófico, como habíamos señalado, pero que además compromete el modo en que la ciencia también opera cómo productora de realidad. El discurso científico genera imaginarios, comentes; es base para estrategias, y para acciones que inciden en la realidad transformándola. La doble hermenéutica a la que hicimos referencia más atrás indica el papel activo, la acción-contundente del discurso científico en el ámbito de las ciencias sociales. No se trata por lo tanto de una mera polémica entre intelectuales, es el debate acerca de cómo la sociedad se concibe a si misma, de cómo los individuos constituyen y son constituidos por la sociedad en una dinámica mutuamente determinante, es el suelo, el humus de las prácticas sociales, es el referente obligado a la hora de tratar de entender y de modificar el mundo humano.

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Nuestro país ha permanecido a la saga de -.Tiuchos desarrollos cientificos, sociales y culmrales. No entraremos en las causas de esta cuestión, aunque mas adelante pueda aparecer como discusión a panir de los temas planteados por los autores. Esa situación trajo como consecuencia que también en el campo de -la nrndticción-teórica-de la-ciencia.-cuanto de las temáticas epistemológicas v de la discusión sobre coraCL.debe investigar la ciencia y cuales son sus métodos más adecuados hubiera una fuerte influencia de lo que se producía en otras partes del mundo, especialmente en Europa y Estados Unidos. Esto no es reciente, en los periodos de consolidación de las instituciones nacionales a nivel politice, educativo y también cientiñeo, se recibió una gran influencia de esos paises y de las comentes filosóflcas predominantes, que confoirnaba más que un conjunto de ideas, una forma de instituirse en el que mediaban cuestiones ideológicas, políticas, económicas, filosóficas y por supuesto científicas. Esto es importante porque da cuenta de! marco en medio del cual surgirían las nuevas visiones.

DISUELVESE EL CONSEIO'Ü f S SUPERIOR UNiVERSITARIOil

El pais contaba con una tradición que por condiciones históricas no podía ser sino positivista. ■\lgunos de sus representantes más importantes han sido .losé María Ramos Mejia, José Ingenieros y Carlos Octavio Bunge y varios más citados en el cuadro del principio del capítulo. Esos autores tienen una preocupdciótr principal en relación con las condiciones de conformar un '‘país moderno", y las temáticas en tomo a como se produce el conocimiento científico se encuentran enmarcadas en la gnoseologia o teoría del- conocimiento y adquieren el nombre genérico de ñlosofia

' de la ciencia. El ténriino epistemología que hace referencia más específicamente a las condiciones de producción y validación del conocimiento científico es más tardía. Sin embargo, tampoco es éste un término en el que haya un acuerdo generalizado con respecto a su significado.

Ya en Europa y Estados Unidos se habían afianzado los modelos tradicionales de la ciencia, pero también habían surgido cn'ticas a esa concepciones, a algunas de las cuales hemos hecho referencia. La critica del consenso ortodoxo, propuestas epistemológicas alternativas desde la hennenéutica, visiones historicistas que privilegiaban el contexto de descubrimiento, las corrientes criticas de la Escuela de Frankfort, el estaicturalismo y más tarde el posestructuralismo. .Mgunas de -esas posiciones eran anteriores o contemporáneas de la polémica que trataremos.

A partir de la década del 50 y 60 de los ámbitos universitarios nacionales surgen importantes figuras que logran plantear con cierto grado de originalidad temáticas epistemológicas sobre la ciencia en general y sobre la ciencia vernácula en particular.

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AUN QUEDAN 119 DETENIDOS ■ POR LA TOMA DE FACULTADES I

ITKIYERSIDA0 PROHIBIDA PARA LOS POBRES

LA SI¡

El siglo .XX fue muy conflictivo para la Argentina, con momentos de esplendor en ios ámbitos intelectuales de la ciencia y del arte, cortados por feroces dictaduras que no solamente intennmpieron los procesos democráticos, sino que además destruyeron la educación y la investigación con efectos devastadores para la culCura y para el funaro del país.

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Con la noche de los bastones largos comenzó un proceso de destrucción de la educación pública y de la investigación científica en Argentina.

áus producciones en esta área.

El 29 de julio de 1966 se produce la noche de los bastones largos, cuando la umvcrsidad tue intervenida por ia dictadura de Ongania y cientos de protesores y alumnos fueron detenidos, a esto siguió que la mayoría de sus protesores fueron e.xpulsados lo que marca un hito que no distinguió entre cientificistas y aaticicntiiicistas, entrF^eñTpirísIas^logicbs^y ■ maiotistas. El pensamiento era considerado algo peligroso. Pareciera que las disputas posteriores adquirieron un tono en el cual se evidenciaba que no se había aprendido quien era el enemigo.

En el cuadro, al principio del capítulo hemos citado algunos de los mas relevantes epistemólogos que van un poco más allá del último medio siglo. Algunos de ellos como Mano Bunge, Rolando García, Ricardo Gómez, entre otros, gozan de prestigio internacional por

Los autores de los que nos vamos a ocupar quizás no tengan incluso tanta trascendencia como estos, pero los hemos elegido porque son representativos de las comentes que atraviesan con más presencia nuestras instituciones educativas, nuestros instimtos y centros de investigación y representan los focos de mayor influencia en nuestras ideas y prácticas científicas y porque produjeron una polémica que expresa las fuerzas contrapuestas que pujan por obtener la hegemonía intelectual en nuestras instituciones todavía en la actualidad.

En mayo de 197! la revista Ciencia N'ueva con el subtitulo; Revista de Ciencia y Tecnología, realizó una entrevista a Gregorio Klimovsky que publicó en su numero 10. El tema pnncipal que se tocó fue la relación entre ciencia e ideología. Las apreciaciones de Klimovsky provocaron gran revuelo entre otros intelectuales y hombres de ciencia del momento, lo que suscitó una sene de entrevistas que finalmente fueron publicadas en 1975 por la misma revista en un iibro que llevó el titulo de Ciencia e ideología, Aportes polémicos.

El considerar una polémica que tuvo lugar hace tantos años puede parecer anacrónico, pero sejustificaen el hecho de que en ella encontramos el origen de posturas que hasta la actualidad siguen afectando las ideas y las prácticas en tomo a la ciencia, la educación, el rol de la universidad, las políticas científicas y la relación entre la producción de conocimiento científico y el modelo de sociedad al que se aspira. Y por supuesto cuales son los métodos que hacen posible un conocimiento científico "estimable'’. Usamos la expresión "estimable”, porque el debate presenta básicamente dos posñiras, aunque analizadas en detalle puedan advertirse bastantes más y con grandes matices. Una es que la ciencia produce un conocimiento neutro, objetivo, que no debe contaminarse

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Ilustración de Hermenegildo Sabat para el libro C ie n c ia e Id e o lo g ía , con caricaturas de los integrantes de la polémica

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ideológicamente y que es garantía de verdad y de orogreso dei conocimiento, representado por Klimovsky. La otra es que la ciencia no puede separarse de !a ideoiogía y que por ello debe tener claro cuales son los proyectos políticos con los que se ve comprometida.

Si bien ei libro recoge las entrevistas realizadas a Jorge Schvarzer (Ingeniero), Manuel Sadosky (Doctor en Matemática) Cornado Eggers Lan (Doctor en Filosofía), Rolando García (Doctor en Física), Tomás Moro Simpson (Carece al igual que Klimovsky de títulos académicos), los que establecen las posturas que luego se analizan, se discuten, con las que se acuerda o-discrena son Klimovskv-v-Varsav.skv. de_allí^elr

'"hómbrefíe la polémica, la cual, salvando las diferencia puede evocamos la polémica Popper .Adorno referida antenonnente. En primer lugar hagamos alguna referencias y establezcamos los pnncipales argumentos de estos dos autores.

Gregorio Klimovsky

Gregorio Klimovsky

Klimovsky (1922-2009) se dedicó ai estudio de la matemática y sin haber obtenido tirulo de. grado alcanzó ei cargo de decano de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA por méritos equivalentes. Realizó algunos aportes en teoría de conjuntos y luego pasó de la lógica matemática a otras disciplinas ñlosóficas como la filosofía de la ciencia. Publicó muy poco, pero consiguió gran predicamento entre sus colegas. En el año 1966, en la llamada Noche de ios Bastones Largos, cuando ei dictador Juan Carlos Ongania intervino la

universidad se vio obligado a renunciar. Fue en 1972 fundador del SADAF (Sociedad Argentina de .Análisis Filosófico).

.Vluy brevem,ente se podría decir que Klimovsky es uno de los máximos representantes de la filosofía analítica y de la tradición dei positivismo lógico, aunque con algunos matices. Próximo a Popper y a Bunge proclama la neutralidad de la ciencia y en más de una declaración o entrevista a manifestado su opcion por una tecnocrácia que sustituya a la clase política. Supequeño libro Corrientes Epistemológicas Comemporáneas es una breve síntesis de las posturas más conocidas. Su obra Las desaventuras del Conocimiento Científico, es más amplia

y dedica extensos capítulos a ponderar las virtudes de los sistemas axiomáticos y las visiones de corrientes neopositivistas. Si bien dedica un poco más de espacio a eso que denomina “epistemologías alternativas” dedica a Kuhn un par de breves capítulos y a Lakatos, Feyerabend, Piaget, Bachelard y Althusser los despacha sintéticamente con observaciones generales y criticas peyorativas y descalificatorias. El libro es de 1995 y no son mencionados pensadores de las corrientes post-estructuralistas como Foucauit o Deleuze de larga trayectoria para ese momento, a los que podría haberle dedicado una atención crítica en la que estableciera sus diferencias dada la difusión que alcanzaron esos autores. Más tarde Klimovsky retoma su viejo amor, la matemática y en 1997 publica Las desventuras del conocimiento mátemático. A modo de ejemplo en las páginas dedicadas a Feyerabend, señala un período de ese autor como “popperiano disidente” y crítico a ei Círculo de Viena y otro donde postula su “anarquismo epistemológico”.

<;,Por qué se ocupa Klimovsky de Feyerabend? ¿Porque un científico, un episiemólogo, tiene la responsabilidad de pensar críticamente todas las propuestas de su área disciplinar, o incluso de otras áreas externas en las que se pudieran encontrar cuestiones que .merezcan ser pensadas en la propia? Podemos hacer la pregunta un poco más general. ¿Tiene valor que la ciencia se interese por otras producciones discursivas, incluso no científicas, como por ejemplo provenientes del arte o de las de las creencias comunes o de otros saberes? El argumento de Klimovsky es que: ”... debemos referimos en Particular a la obra de Paul Feyerabend especialmente en virtud de la amplia difusión que han tenido sus ideas entre ciertos sectores culturales.” (Klimovsky, 1995, p. 380). Similar argumento establece Klimovsky en 1971 en relación a quienes afiiman que la ciencia no puede sustraerse de determinaciones ideológicas. Los sectores culturales que le prestan atención a Feyerabend son aquellos que fonuan parte de los ámbitos científicos, de educación, investigiición, intelectuales e institucionales que podrían modificar los criterios o “paradigmas” que onentan

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esas acnvulades y que para Klimovsky no representan adversarios en las ideas, sino enenagos de la ciencia, es decir, de su concepto de ciencia y responden a conductas '‘patológicas” len palabras ue Klimovsky).

En una sociedad libre a la Feyerabead, se pondrá coto a las investigaciones científicas (lo cual supondria una liberación) y se redistnbuinan los recursos nacionales para que magos, mentalistas, médicos alternativos y otros ciudadanos pudiesen tener su oportunidadgnos^ológica y práctica. Como el lector pued^ady^rtu;, qued^plenamerUe justificado_el tiuüo___de un articulo publicado recientemente por la revista Scientific American, que hace referencia a Feyerabend llamándolo “el peor enemigo de la ciencia”, o bien, ‘‘el Salvador Dalí de la Filosofía” (Klimovsky, 1995, p. 384)

Este párrafo pone al descubierto la preocupación de Klimovsky, el destino de los criterios de cientificidad que podrían incluir a esos epistemólogos que él considera peligrosos, además de afectar la distnbución de la renta oara ciencia y técnica.

Resumamos los argumentos centrales que sostiene Klimovsky en Ciencia e Ideología.

Para abordar el problema de la relación entre ciencia e ideología Klimovsky establece cuatro definiciones de ideología que afectarían de modo diferente la producción de conocimiento científico.

1) Un primer concepto de “ideoiogia" es: el de conjunto de conceptos y presuposiciones al que un científico tiene que recurrir para poder expresar y desarrollar sus teorías. (...) Ideología en el sencido de "marco conceptual teórico " es el tipo de concepción general previa que un científico adopta para discutir una disciplina o una teoría, (pp. 13 a 15)

Aquí se entiende ideología como una cosmovisión, esto es, las ideas que se eligen para abordar y entender el mundo. Pueden identificarse con las teorías científicas mismas y al decir de Klimovsky este sentido de ideología es inevitable. Y desde su punto de vista no tiene "mucho contenido político en general" y no conspira contra la objetividad de la ciencia.

2) El segundo tipo de ideología es el que hoy se conoce con el nombre de "ideología" según la sociología del conocimiento.” (pp. 15 y 16) La idea es que las determinaciones históricas, sociales, culturales, estarían determinando el tipo de ciencia que se produce. Este tipo de ideología, si incidiría para Klimovsky como un factor que puede entorpecer la tarea de investigación quitando la posibilidad de alcanzar la objetividad. Sin embargo, se puede solucionar y superar, según el autor, "adiestrando” al científico para que no caiga en esa situación dándole la suficiente información.

3) El tercer tipo de ideología es el que encierra un cierto sentido despectivo; es el que a veces utiliza Marx y también Mannheim (...) Este tercer tipo se evidencia en que muchas personas en virtud de sus intereses espúreos, por razones personales, egoístas, manifiestan opiniones , creencias o aún actitudes científicas muy distorsionadas.” (pp. 16 y 17) Se trata para Klimovsky de actos de mala fe. Actitudes personales que se encuentrarían reñidos con la ética científica, que es buscar el conocimiento objetivo.

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4) El cuarto tipo de ideología: "Es lo que ocurre cuando, por el peculiar desarrollo histórico de un lugar determinado, no se ha recibido la información que en otro lugar ha llegado. " ( p. 17) Nuevamente aqui para Klimovsky la ciencia se puede ver afectada pero no por su propio desarrollo metodológico, sino por factores que tienen que ver con la falta de acmalización de la infoimación a tiempo. En la medida en que eso se resuelva la ciencia debería tener el mismo desarrollo objetivo en todas partes.

Luego vincula esos factores ideo lógicos, que pueden ser controlados, con el contexto de descubnmiento, que es simplemente fuente de hipótesis, pero no ve que ellos incidan en el conte.xto de Justificación, en el cual , el método hipotético deductivo, que es para él el único miétodo científico, es garantía de testeo de las hipótesis y por lo tanto donde se asegura la objetividad de los enunciados científicos y el progreso del conocimiento científico hacia la verdad. Dirá Klimovsky:

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Resumiendo, no encuentro aspectos ideológicos que afecten la objetividad del conocimiento desde el punto de vista del conte.xto de justificación. Creo que ia ciencia es objetiva, que nos da conocimiento y que ese conocimiento es incluso un imponante amia política porque peiTnite mostrar objetivamente la diferencia que hay entre buenas y malas políticas y entre Justicias e injusticias, de modo que tomando los mismos argumentos que emplean alguno sectores “ideológicos”, diría que hay un cierto carácter reaccionario en las posiciones contraria a la concepción “objetivista de la ciencia. (Kiimovsky, 1975. p. 28)

LTas'ideas ae K¡imóvsk.ípiicacii“cidras connotacionss-que pertenecen.a-la-filosotla iradicional_de la ciencia, tanto en la critica al método inductivo, al que hace responsable del equivoco de pensar que el descubrir una hipótesis ya implica el poder probarla de alguna manera sobre una amplia base observacional y al afinmar que el.único método científico es el hipotético deductivo. Mantiene algunas diferencias con Popper. pero no sustantivas en cuanto al método, sino en relación al análisis de algunas concepciones del marxismo y del psicoanálisis.

Los modos de elaboración de los datos sigue los parámetros hipotetico-deductivos y no cree que haya diferencias entre las ciencias nanirales y las sociales, salvo cuestiones específicas como las técnicas de recopilación de datos y el uso de la estadística. La gai'antia de objetividad se encuentra para Kiimovsky en el método, incluso más que en las teorías, las cuales podrían, si no se es fiel al método, producir errores graves al inteipretar los "hechos” o fenómenos en el lenguaje y los ténninos de la misma teoria creando inadvertidamente la base empírica que confirma la teoria, produciéndose de ese modo un circulo viciosos de retroalimentación.

La polémica no se da exclusivamente en las controversias epistemológicas y metodológicas, sino entre estas concepciones y el papel de la ciencia en la sociedad. La idea de que es necesario un cambio social abarcaba prácticamente a todos los sectores "pensantes” de la sociedad argentina de aquella época. En el lenguaje de Kiimovsky hay expresiones como "colonialismo”, "cambio social”, "imperialismo”, que podrían suponerse como manifestación de un discurso politizado, recordemos que Kiimovsky fornió parte de la CONADEP, comisión que investiga, tras el advenimiento de la democracia en 1983, la desaparición de personas y los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar. Kiimovsky fonna parte del espíritu de una época en la que el cambio social se ve como una necesidad. Sin embargo, aunque no ha expresado partidismo políticos, entiende que el mejor modo que existe de contribuir a una buena política es desaiTollando la ciencia. No como en Marx, para el cual seria denunciar la ideología de la "espúrea” ciencia burguesa contraponiendo el socialismo cientifico. Tampoco queda en una postura en donde el desarrollo científico por añadidura contribuirá a formar una buena sociedad espontáneamente. En realidad, proclama la neutralidad ideológica del conocimiento científico y un cambio social que debe estar "orientado” por los científicos como vigilantes. Por ello una de las tarea (de la ciencia) puede ser

efectivamente, la de contnbuir al cambio social. .Aquí el científico deberá dar las indicaciones "tecnológicas” acerca de como se puede contnbuir a ese cambio.

Creo, para resumir, en tres tipos de actividad para científicos e investigadores que atañen a su responsabilidad social y en los que los factores ideológicos intervienen de manera esencial. La primera es su pape! de vigilantes científicos para descubnr las fallas sociales y tecnológicas acniales y también ' su papel de denunciantes no temerosos. La'segunda consiste en estudiar las características, condiciones y factibilidad de un cambio social asi como ios procedimientos técnicos para lograrlo. La tercera se relaciona con los problemas a resolver luego de! cambio y acabamos de discutirla en detalle. Pero, para que toda esta actividad pueda tener éxito, es preciso que se cum.pla una condición y es la necesidad de poseer buenos

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'jonocimiencos y ssrudiar e investigar con calidad. Por eiio, el deterioro de nuestra educación superior y de nuestros consejos de investigaciones no constiaiyen meros accidentes políticos; son verdaderas puñaladas políticas atestadas co.rtra el porvenir de nuestro país. Por ello es que insisto, y perdonen que lo mencione una vez más, en el carácter reaccionario de cierto "anticientificismo'’. (.IClimovsky, 1975, p. 33)

Al ser interrogado Klimovsky sobre la relación más especifica entre ciencia y política cree que ella es una relacidn" poco conveniente paradáTobjétividadlle lá cie"ñciá y qué históricanTénteTe püedélipi^iaFque~ no ha sido provechosa. Desvincula entonces dos actividades que el científico debe tener, su trabajo científico y su acnaid ciudadana preocupado por los problemas políticos de su país. Analicemos muy brevemente estas posturas. Con respecto a la última señalada, se hace diticii entender como se concilia esta separación entre política y actividad científica, cuando el científico debe intervenir como vigilante de las políticas científicas para orientar el cambio social. En realidad tCliraovsky se encuentra muy preocupado por la politización en los ámbitos universitarios y de investigación en el sentido de müitancia política partidista y no logra entender el confiicto que plantea el hecho de que los científicos que deben cumplir la fimción de ■'vigilancia” no pueden separar dentro de sí, de modo esquizotrénico, al científico y al ciudadano y que la políticaen el nivel de las decisiones de políticas de estado, políticas educativa y científica tiene diferentes modos de ser planteada con múltiples actores confrontando distintos modelos. El hecho mismo de que existan científicos con una preocupación-necesaria por la sociedad, el cambio social desde su dimensión "ciudadana”, implica una ideología que no hace solamente a la militancia partidaria que deberla según Kllmovsky escindir de la ciencia, sino también a una cosmovisión necesariamente ideológica de que papeijebe desempeñar la ciencia en-ei seno de la sociedad que la hace posible. .A.ntes que reconocer que la suya es una posmra más, que rivaliza con otras por establecer un modo paniculai- de hacer ciencia, pone a su propia postura como parámetro universal que mide la cientificidad, honestidad, y pertinencia de las demas posturas a partir de lo que considera la correcta aplicación de los métodos estándar de las tradiciones neopositivistas, sobre la base teórica del empirismo lógico, que permitiría, según s-js ideas, alcanzar la objetividad científica.

En lo que refiere a la separación entre el conte.xto de justificación y el contexto de descubrimiento, puede ser discutible ese tipo de clasificación, pero en la medida en que se lo considere como un modo adecuado de entender las especificidades de la producción de hipótesis y de su validación lógico metodológica se pueden comprender ambas Instancias en una necesana y compleja relación que las involucra a ambas. Klimovsky las separa sin tener en cuenta las múltiples determinaciones que ambos contextos tienen uno sobre el otro. Como otros epistemóiogos, al modo de Reichembach o Popper, Klimovsky considera al contexto de descubnmiento como una especia de cantera en la cual no importa demasiado el modo en que las hipótesis se producen, sólo que no sean metafísicas y puedan ingresar en el contexto de justificación en el cual, el que es para ellos el único y auténtico método científico, el hipotético deductivo, (en sus diferentes vanantes) se encargará de poner á prueba mediante recursos lógico metodológicos la cientificidad de las hipótesis, su verdad, posible acercamiento a la verdad, o refutación. Que luego, esto por añadidura, se convierte en un control de las teorías científicas que prístinas y no contaminadas marchan seguras en el camino del conocimiento objetivo, universal y necesario, bastión del progreso de la ciencia y de la humanidad.

Esta postura no advierte que esta supuesta garantía metodológicaal surgir del campo caótico y conflictivo del llamado contexto de descubrimiento y que las hipótesis al provenir de él se encuentran impregnadas de una "ideología” que s determinante a la hora de poner en marcha los mecanismos metodológicos de contrastación y justificación. No simplemente porque puedan llegar a caer en el subjetivismo, sino porque no hay un solo modo de entender la objetividad. Es inevitable para cualquier posmra epistemológica caer en enfoques sesgados. Esos sesgos pueden ser más débiles o más tuertes en relación al modo en que se relacionan con la teoría de la que surgen o al modo en que consideran la critica de otras teorías. ¿,Ello debería significar el renunciamuento a la ciencia com.o una actividad que ha dado a la humanidad elementos de emancipación de los dogmas porque no es capaz de alcanzar la tan ansiada objetividad, universalidad y necesidad con que quisieron dotarla los positivistas y los empiristas lógicos.’ Entendemos que de ningún modo, que el gran mérito de la ciencia ha consistido en el prepósito, no siempre respetado, de que sus ideas y sus prácticas sean permanente repensad-as con espíritu critico y teniendo en cuenta las consecuencias.

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positivas o negativas que esa actividad pueda tener sobre ei conjunto de la sociedad. Los mejores frutos de las ciencias han surgido del diálogo recundo entre concepciones antagónicas y no de ia reafinnacion obstinada de las propias ideas.

Hemos hecho referencia en pasajes anteriores a ias criticas dei monismo metodológico hipotético deductivista, que al igual que el monismo metodológico inductivista. ique los primeros tanto han cnticado) y qué, como todo monismo, atenta contra la apertura del pensamiento y la superación de los errores. Entendemos, que esta critica es atinente en relación a la confianza que Klimovsky deposita en los recursos

"metokloltágicos que lévanfayiao'táhfo^ória própiiéltáIñefodológica'éfrsiL que tiene iñcluso ifíuchos vülores sino en convertirla dogmáticamente en Juez de la cientificidad. Es t erdad que lo hace en contra de algunas propuestas entre las que se encuentra la desacreditacion lisa y llana de la ciencia, o enfoques dogmáticos de fomtas de iitacionalismo de extravagancia-mística, pero el problema es que mete "a todos los gatos” en la misma bolsa, sin diferenciar y reconocer otros puntos de vista sobre las tareas de la ciencia en relación a la misma actividad científica y a su ser en medio de la sociedad en la que lo más fructífero es discutir los argumentos antes de desacreditar a sus oponentes y aprender de ellos tanto como ellos pueden aprender de él. En su defecto, cae en un grave problema, el dogmatismo ideológico que tanto critica y convierte asi a la posibilidad de diálogo en una polémica estéril donde hay supuestos vencedores y vencidos, pero quien QTemediablemente pierde es la ciencia y la sociedad. Esta postura comprende todo reflexión crítica de la razón sobre si misma fuera de los parámetros lógico metodológicos en ios que se sustenta lisa y llanamente como iiTacionalismo. Este término no es casual, no solamente deja afuera de lo racional a las posiciones adversas, además las asocia con connotaciones que van más allá de posturas filosóficas, con la idea de locura,, dem'encia, desvario, en definitiva algo inconveniente para el bien pensar cuando no peligroso.

En relación a la distinción que KJimovsky realiza de ideología, es cierto que el término mismo "ideología” es controversia!, que puede interpretarse de múltiples modos y que cuenta con una tradición conflictiva. Eso hace necesario establecer ciertas apreciaciones- para aclarar en que sentido se lo usa. Sin embargo, se pueden advertir ciertos aspectos poco claros en su postura. Hay quienes proclaman la neutralidad total de la ciencia con respecto a la ideología. Más allá Je que esto sea discutible, esa posmra es coherente en la medida en que se ven y se propone a lo ideológico vinculado a lo político y a lo cientifico vinculado ai conocimiento, sin ningún tipo de contacto.

Pero ésta no es la posición de IClimovsky, ya que establece algún tipo de vinculo entre e! cambio social, indefectiblemente politico, con ¡a tarea de la ciencia de producir un conocimiento que an su "objetividad” contribuya a vigilar los cambios sociales asesorando a los políticos para "que hagan las cosas bien”, suministrándoles la información que necesitan. Lo refiere en muchas partes. La burocracia política i_que según sus palabras siempre estará) debe recibir la información que la ciencia objetiva le puede suministrar y de este modo el cambio social y el orden social será mucho mejor. Este argumento se apoya en el concepto de que los políticos obran "mal” porque son ignorantes y que teniendo !a información correcta entonces no cabría sino que obren bien y eficazmente.

KJimovsky echa por la puerta todos los aspectos ideológicos que deberían estar sentados a la mesa de discusión para confrontar y permitir una democrática elección de las alternativas y pemtite se le cuelen por la ventana todos los aspectos espurios de la ideología. No advierte que junto con ia razón y la información se encuentran intereses: legítimos o ilegítimos, corporativos o cómunitanos. mezquinos o solídanos que afectan no solo a la posibilidad de objetividad, sino a la razón misma que provee de formas argumentativas “convincentes” a todos los discursos. No tiene en cuenta que lo irracional también forma parte legítima de los elementos que constituyen la realidad social, no por locura o falta de criterio, sino porque obran otras dimensiones, tales comm el amor, el odio, ia voluntad y la libertad de elegir lo -que el sentido común o la objetividad racional muestran como inconveniente.

Algunos de ios argumentos que nos hacen poner en duda esa postura de KJimovsky los traen a raudales a la polémica no solo ios que se le oponen, sino aquellos que lo defienden, como Tomás Moro Simpson en sus artículos Irracionalidad, ideología y objetividad e Ideologismo, Tradición y cultura nacional en Ciencia

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e ¡deolugia. tomando como ejemplo ios nefastas consecuencias de la relación entre idec'oaia, política y ciencia en la antigua Union Soviética. Pero esa convergencia "espuria” no es patnmcruo exclusivo de aquellos países., ni tampoco de la convergencia de estos elementos, sino, a nuestro entender, cómo esos elementos se encuentran relacionados. Es verdad que la ciencia soviética fracasó en muchos aspectos, pero fue exitosa en otros, como los que hicieron posibles que durante muchos años llevaran ventajas en la carrera espacial. En las "sociedades” abiertas de los países de Occidente hay también soorados ejemplos en donde la ciencia, la ideología y la política se combinan de los modos menos "felices” bajo el supuesto amparo de la imparcialidad, objetfvidady héutráliciad vhlórativa dé la^iencia. iÑó és'ñecésaritraclidira la ciencia soviética” o a la nazi para encontrar todo tipo de aberraciones tanto en el campo de las disciplinas naturales: la biología, la medicina; como sociales: la antropología, la psicología o la sociología. Se hacen referencias entre otros al biólogo soviético Lysenko, que despreció la teoría genética rnendeliana produciendo gran daño, no solo en la investigación científica, sino también en la agricultura, teniendo como consecuencia grandes hambrunas que causaron la muerte de miles, pero no se menciona por ejemplo al médico y cnminólogo italiano Cesare Lombroso quién siguió ios procedimientos metodológicos del positivismo, dando lugar al positivismo cnminolúgico, que establecía que la cnminalidad se encontraba determinada por factores genéticos que se podían observar en los rasgos tísicos de las personas, tales como formas del cráneo, las orejas o los ojos, las zonas geográficas en las que se ha nacido y características raciales, creando una práctica que criminalizaba a las personas por su apariencia, sobre todo a las que no comespondian con el tipo blanco europeo.

Si bien el “clima político” de la época pudo dar ese tono sectario y dogmático a la polémica, con el correr del tiempo tClimovsky se reafirmó en estas posiciones. No podemos decir si es porque Klimovsky no fue capaz de repensar sus propias ideas o porque aquella polémica todavía persiste y continúa radicalizando estérilmente los discursos.

Oscar Varsavsky

La otra figura pnncipal de esa polémica fue Oscar Varsavsky (1920-1976) quién obmvo el título de Doctor en Química, de la Facultad de Ciencias Exactas de la ÜBA y se dedicó a la enseñanza de la matemática. Decía su amigo Sadosky: "Hablar de Oscar Varsavsky es hablar de una persona muy compleja; después de ser maestro siguió de bachiller, entró a la facu ltad de Química y se recibió de químico pero después no fue químico, la tesis la hizo sobre un tema de Física, y después en su actividad profesional se dedicó a otros temas.'"

Al Igual que IClimovsky sus publicaciones fueron escasas, pero logró trascender en la epistemología latinoamericana por su actividad en vanos países de la región y por una visión que no dejaba de lado los aspectos sociales en el desarrollo de la ciencia. Publicó algunos textos escolares de matemática en 1964. En la década del 70 publicó: Proyectos Nacionales, Planteos y Estudios de Viabilidad en 1971, Hacia una política científica nacional en 1972, Estilos Tecnológicos en 1974 y Marco histórico constructivo: Para estilos sociales, proyectos nacionales y sus estrategias en 1975. En todos ellos la temática refería al rol de la ciencia en el contexto político social, esto es, aplicaciones de la ciencia frente a un proyecto político en el que se debía desamoilar de acuerdo a una serie de principio ideológicos.

El libro que mayor trascendencia tuvo fue Ciencia, política y cientificismo de 1969. Se trata de un libríto minúsculo, de formato bolsilibro y de apenas 80 páginas, pero con posntras muy definidas que marcaban en nuestro medio una forma particular y original de criticas a las concepciones tradicionales sobre la ciencia. Ya desde el comienzo el texto se reconoce como poco ortodoxo y pone todo su énfasis en los aspectos político-ideológicos, no en un sentido teórico, sino analizando concretamente lo que él entendía como la situación de la ciencia en .\rgentina en ese m.omento. Dicho brevemente, la pregunta central del texto radica en interrogar a los científicos a que intereses sii-ven sus actividades, si al cambio social Oscar Varsavsky

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o seguir sirviendo como "engranajes del sistema''. Lm su texto, Oscar Varsavsky v ¡ múltipies de una tensión. Silvia Rivera sc formula las siguientes irteiToaantes:

cientificismo las voces

,;Pero hasta qué pumo logra resolver 'varsavsky su propia tensión interna, aquella que io debate entre la ciencia y la política'.’ ¿Su apego a la ciencia potencia o socava su aporte a la revolución que sostiene'’ ¿,Los modos de vinculación que propone entre filosofía de la ciencia y política cieniifica. a través de ios conceptos-eje que introduce, tales como "estilos

_ _ de desarrojlo'’_, "científicos rebejdes’’_o "ciencia politizada’’, arrasan definitivamente con los vicioTdel cieñfíficismoque''denüricfá7o'tarvéz algüri'hilo !o retiene todavía cenca de sus redes?” ¡Rivera. Oscar Varsavsky y el cientificismo. Las voces múltiples de una tensión. Ontp:,-www.cátedras, tsoc.uba.ar, man/Archivos/HTML Silvia_Tensiones_argentinas.hUTi)

.No intentaremos aquí dar una respuesta definitiva a las preguntas de Rivera, pero sí señalar algunos de los argumentos centrales que plantea Varsavsky en el texto Ciencia e ideología y que son multiplicadores de grandes polémicas.

Uno de los conceptos centrales que plantea y que todavía circulan como un modo de referencia y orientación de la comente a la que adscriben los miembros del campo de la ciencia y la epistemología es a la oposición cientificismo- anncientificismo.

Los cientificistas serian aquellos que predican un rol tradicional de la ciencia comprometido con las tesis de origen positivista y que proclaman la neutralidad, objetividad y universalidad de la ciencia. Klimovsky sería un ejemplo.

Los anticientificistas en cambio comienzan rechazando esas posairas y piensan a la ciencia desde diferentes ópticas reconociendo en la ciencia un papel central en la cransfonmación social cuyo destino es una sociedad socialista.

Lo interesante es que no se plantea la oposición histórica entre ciencia y misticismo que de algún modo representa la tradición emancipadora de la ciencia moderna contra cienos fundamentalismos religiosos. Recordemos que en los siglos XIX y principios del XX, buena parte de la defensa dela ciencia encontró buenos aliados en el anticlericulismo. Positivistas y marxistas, con sus similitudes y diferencias, se mostraban entonces como aliados frente al enemigo común que era el dogma religioso, no tanto como convicción personal sino por sus enfoques dogmáticos y las repercusiones culturales que tenia, las cuales eran vistas como oscurantistas frente al desarrollo emancipador de la ciencia . Esto tuvo sus secuelas, ya que entre los cientificistas continuaban esas alianzas, que en el siglo XX habían cedido frente al clericalismo, pero redoblaban esfuerzos conjuntos en contra de la metafísica. De modo que caracterizar el contexto político ideológico en tomo ai cual se daría el debate no resulta sencillo, ya que no ocurria que los llamados cientificistas fueran conseiA-adores de derecha y los anticientificistas revolucionarios de izquierda, sino que positivistas y marxistas se encontraban en el cientificismo y marxistas atenuados o “críticos” se encontraban en el anticientificisnio. La cuestión es que la polémica fue desatada y trascendió a ÍCliraovsky y a 'Varsavsky e involucro a otros intelectuales y miembros de la comunidad científica de aquel momento.

Los artículos Ideología y verdad y Bases para una política nacional de Tecnoiogia y Ciencia de Varsavsky que se encuentra en Ciencia e Ideología, son directamente una respuesta al articulo de Rlimovsky ' que saliera en el número 10 de la revista Ciencia Nueva y que en primer lugar Varsavsky respondiera en la misma revista a través de un articulo en el número 12. Sin embargo, buena parte de los argumentos de la crítica ya se encontraban planteados en Ciencia P o linca y Cieniijicismo. Varsavsky comienza afirmando el sesgo ideológico de las apreciaciones de Klimovsky, pero sin querer discutir la relación entre ciencia e ideología en “abstracto”, por lo cual propone lo que según él sería tratarlo en concreto.

Estos problemas pueden plantearse en abstracto o referidos a la ciencia acaial. Centrar la discusión en ¡as características ideales que la ciencia debería o podría tener, es un acto ideológico. Por motivos políticos, a los anticientificistas nos interesa la ciencia como es hoy:

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un capital de intormaciones y experiencias — útiles e inútiles, confirmadas o no— acumulado y organizado a través del tiempo, muy controlado en su desarrollo mediante asignación selectiva de fondos y prestigio, por ñindaciones, universidades, consejos de investigaciones y otras instimciones cada vez más numerosas y poderosas, a cuyas reglas de juego de espíritu empresarial se adaptan los cientiñcos, independientemente de sus ideas políticas. (No tengo mas remedio que ser esquemático ai extremo, para no alargar esto desmesuradamente).

Creo que la ciencia actual está samrada dejdeologia a todo nivel, cqmojcualquier otra actividad social, y que ella es muy visible en algiiñorHivel^ (usos de la ciencia) y en otros está más disimulada. Creo que la objetividad de la ciencia no consiste en eliminar los preconceptos ideológicos —cosa imposible— sino en explicitarlos; en impedir que se metan de contrabando.Creo que el científico debe hacer política no sólo dentro de su partido, sino liberando su ciencia de ideologías opuestas a la que defiende fuera de su trabajo (y eso vale para todo trabajador, intelecrual o no). Creo que si no se aclara bien este problema, la ciencia va a servir más de estorbo que de ayuda para la construcción de una nueva sociedad. (Varsavsky, 1975, pp. 41-42)

El resto del articulo se centra en señalar el modo en que los cientificistas sirven al sistema establecido y no al proyecto de nueva sociedad a través de una convalidación de las prácticas insumidas.

i) Negándose a investigar los problemas del pasaje a nuevas formas de sociedad. Dando prioridad a esmdios microsociales que sólo tienen significado dentro de este sistema. Dando más prestigio a las ciencias tísicas que a las sociales. Rehuyendo por autocensura todo tema de investigación que pueda comprometer la estabilidad del sistema.

2) Dando soluciones temporarias — "'remiendos'' sistema, para ganar tiempo.

a los problemas más urgentes del

3) .\ceptando las categorias de análisis, hipótesis y regias de juego de este sistema (ejemplos; uso del lenguaje monetario en Economía; publicación de resultados que ayudan a combatir la revolución, planteo de las torturas como problem.a psiquiátrico, etc.).

4) Demorando el control de afinnaciones con supuesta base científica en favor de esta sociedad y en contra de sus alternativas.

5) Estimulando el uso de métodos de investigación mal adaptados para i transformaciones sociales.

estudio de las

ó) Contribuyendo a crear un mito de si misma; idealizando al científico y al tecnócrata, y haciendo creer que ella basta para resolver los problemas de la sociedad mediante reformas “técnicas”. ( Varsavsky, 1975, p. 43)

Si bien cuestiona los supuestos epistemológicos de su adversano, el modo en que plantea el contexto de justificación y la batería de métodos y herramientas lógicas que garantizarían la objetividad de la ciencia, no los cuestiona en sí mismos, no revisa las inconsistencias metodológicas, sino que apunta a cnticar la finalidad de la que sirven esos métodos que no sería otra que la ciencia puesta al servicio del sistema establecido en lugar de para el cambio social. Es por ello que las preguntas planteadas anteriormente por Rivera adquieren mayor sentido. Hay una tensión interna entre el afán de Varsavsky por el cambio social y un modo de concebir la ciencia que profundiza en los fines, paro que no desmenuza los argumentos contra

■ los que combate, ni logra explicitar claramente otras alternativas epistemológicas y metodológicas en lo que se refiere a los medios para llevar adelante un proyecto de ciencia como el que propone. Su argumento principal es que los criterios de asignación de importancia de los problemas son los que hacen a la diferencia entre cientificistas y anticientificistas.

Todo este conjunto de características de la investigación científica acmnl es lo que

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podríamos llamar 'cientiñcismo'. Resumiendo, cientiñcista es el investigador que se ha adaptado a este mercado científico, que renuncia a preocuparse por el significado social Je su actividad, desvinculándola de los problemas políticos, y se entrega de lleno a su 'carrera', aceptando para ella las nomias y valores -’e los grandes centros intemacionales. concenti'ados en su esacalafón. (Varsavsky. 1969. p. 39i

La demora, el momento conveniente para demostrar una hipótesis o coiTegir un error, nunca ha sido considerado un concepto epistemológico Interesante. No se calculan los costos

■” ■ socíaFes der-üso u oailtacidn'i’n'debidorde hipótesis. Vérdaa cíennñca, efv lá'p'rácticá7es ioque hoy afirman algunos científicos sin provocar gran escándalo entre sus colegas. La ciencia las controla en cierto orden y esas pnoridades reflejan una ideología. En algunos casos, pues, la ciencia no trata ciertos problemas; en otros, demora el control de los resultados. ¿Qué objetividad es esa? (Varsavsky, 1975, pp. 46.47)

En cuanto a la consideración que realiza de los métodos científicos llevados adelante por los cientificistas los considera inadecuados para la transformación social a partir del argumento de que demoran la obtención de resultados, como si se tratara de un manejo discrecional dei tratamiento de los temas y no de una incompatibilidad metodológica entre los procedimientos de investigación y los fines a los que debe servir. Critica Aunque critica pennanentemente a esos métodos y señala que reproducen el estatus quo, lo hace mostrando las consecuencias que tienen sobre el orden social, los evalúa en süs resultados.,^;^no profúndi¿fl la crítica a la "lógica" que los. sustenta. Entiende que dar esa discusión es entrar eii-un lérrenq abstrac.to despegado de la realidad.

Creemos que al no dar esa discusión pierde la opormmdad de demostrar como, en lo que puede parecer lo más abstracto, .subyacen las causas de detenninadas prácticas de la ciencia que tienen consecuencias sobre otros ordenes sociales y culturales. Dicho de otro modo. Los problemas no radican solo en las consecuencias del método, sino en su misma lógica subyacente. Frente al científico oientificista adaptado al sistema, contrapone al científico rebelde.

La misión del científico rebelde es estudiar con toda seriedad y usando todas las armas de la ciencia, los problemas del cambio de sistema social, en todas las etapas y en todos los aspectos, teóricos y práctico. Esto es hacer "ciencia politizada". ( Varsavsky, 1969, p .Il)

Varasavsky rechaza la idea del tutelaje de las ciencias naairales sobre las sociales bajo la hegemonía del método hipotético deductivo. Afiraia que el científico rebelde debe usar todas las anuas de la ciencia. La pregunta que surge es ¿de que ciencia? La actual no sii've para el cambio, pero la ciencia “politizada”, "socialista”, "la nueva ciencia” que haría posible la nueva sociedad, no existe. El científico definido como rebelde se opone a lo vigente, pero pareciera que esa oposición si bien necesaria no es suficiente para construir la nueva ciencia.

Rechaza la distinción entre ciencia básica, ciencia aplicada y tecnología. La solución de problemas impone una preocupación mayor por la tecnología que por la investigación básica, cosa que Kliniovsky cuestiona aninnando que la investigación básica es una de las principales fuentes de conocimiento para la resolución de problemas concretos, cuestión en la que no está del todo equivocado, ya que son ese tipo de desarrollos los que mayor provecho han otorgado en la resolución de problemas tecnológicos. Un triste ejemplo radica en la tísica. No fueron los desaiTollos tecnológicos de la ciencia nazi los que produjeron la bomba atómica, sino los desarrollos teóricos de los físicos judios que los norteamericanos acogieron en su país frente a la persecución en Alemania,

Uno de ios témunos que conftmden sus oponentes es ei de "socialismo” o “ciencia socialista”. A.unque con claridad Varsavsky es crítico del socialismo real, o por lo menos del soviético y lo que reivindica es una sociedad socialista que no se condice con las que existen y que entiende como una sociedad mejor y más justa de acuerdo a ciertos "ideales", sus adversarios no dudan en Identificar ese idea! socialista con

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las prácticas retrógradas de machos ragimeries autoritarios. Y es así que aparecen en ellos una cantidad de ejemplos de los errores de la ciencia soviética que quieren ser descal i ñcatonos de las posturas de Varsavsky, ei cual no se ocupa muy minuciosamente de distinguir. Faltan todavía más de veinte años para la caída del muro de Berlín y a pesar de todas las criticas los proyectos socialistas en el mundo son una promesa.

Como su pnncipal preocupación es el cambio social, alienta la idea de unas ciencias sociales autónomas, tratando de identificar y pnonzar la resolución de problemas bajo los criterios de asignación de iuiportancia. El cientificismo daría uiiporUincia a-los problemas que pFcséYvar ei sisfiéma social vigente, los anticientificistas lo harían dando prioridad a los que propenden al cambio. Para este autor las ciencias sociales deben ser autónomas y deben darse ellas sus propios métodos y no trasladar mecánicamente los métodos de las ciencias naturales a las sociales. Esa práctica generaliza el uso abusivo e indiscriminado de matemáticas sofisticadas, métodos econométncos, uso acritico de las estadísticas, uso de teorías de moda, la tísica como modelo de cientificidad, y la insistencia en ¡a objetividad, que los cientifteistas opondrían a la subjetividad. Y agregamos nosotros donde vuelve a aparecer la vieja oposición episteme (ciencia) doxa (opinión) que nos viene de la vieja filosofía griega.

■A.1 encontrarse infiltradas las ciencias sociales por los cnterios acríticos que operan en las naturales la posibilidad de inserción del científico rebelde es prácticamente nula. Es por ello que para Varsavsky no se trata de un mero cambio epistemológico o metodológico, sino que tiene que ser político. Una política nacional que combata el ‘‘colonialismo” en todos sus ordenes y entre ellos en el científico. Frente a esto habría que decir que. los desarrollos científicos de los países ‘‘colonialistas'’ no sirven a'sus países. Esto es, no sii'ven a slÍs pueblos, sino a sectores dominantes de la sociedad. Una ciencia nacional no es garantía de pnonzar los problemas del conjunto del país, sino de los sectores dominantes del país. Es por ello que no se habla simplemente de una ciencia nacional, sino de un socialismo que tiene en cuenta la situación de dependencia de la nación. Frente a estos problemas la solución que plantea de un modo impreciso es el consenso de exoertos:

La insistencia en la objetividad —como opuesta a subjetividad— que fue caicial para el avance de la ciencia en otras épocas, desempeña 'noy un papel ambiguo, pues 'nace desconfiar de todo método no sometible a verificación experimental en condiciones controladas. Sin embargo, para los grandes problemas sociales, el consenso de expertos puede ser hoy el único método práctico accesible y es muy beneficioso para el sistema actual que no se haya desarrollado con la misma prioridad que los tests y encuestas.

La pregunta que surge es ¿cuáles expertos? Mientras las instituciones científicas y políticas no se encuentren organizadas bajo el ‘‘paradigma” de la ciencia rebelde los expertos responderán a las formas instituidas de la ciencia. ¿Qué es primero, el huevo o la gallina? ¿La ciencia nacional que favorezca modos de resolución socialistas de los problemas? o ¿El Estado socialista que promueva una ciencia nacional y socialista? Para Varsavsky se trata de una acción al unísono, ambas al mismo tiempo. No hay para el salida sin una ciencia politizada, pero tampoco sin una política que ayude a transformar a la ciencia en factor de cambio social. Sin embargo aquí subyacen algunos problemas. ¿Cuál es el criterio para establecer pnondades? .Asi como en los países capitalistas, bajo la apariencia de libertad de investigación, la ciencia se encuentra supeditada a las demandas del mercado o de los desarrollos militares, asi en los países donde se produzca el socialisnjo de Varsavsky las priondades no .necesanamente ha de concordar con el consenso de expertos científicos.

El Socialismo Nacional, en cambio, exige otra concepción de la Economía, que podem.os llamar ‘‘democéntrica” porque parte de las necesidades populares y ‘'constructiva” porque su problema estratégico es construir un sistema productivo capaz de satisfacer esas necesidades sin despilfarrar recursos ni estropear las condiciones de contomo en que deberán vivir las próximas generaciones. Se empieza definiendo — con participación popular— cuáles son las necesidades popular es/materíales, culturales y políticas, que la sociedad debe atender, con sus prioridades y urgencias para cada grupo social. El grandioso objetivo de Justicia Social se expresará no solo anteponiendo las necesidades básicas de las mayorías al consum.o de cúpula.

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sino también dando normas cualitativas elementales, como quitar prioridad a la diversificaciónde modelos, a la tenninación y envase y en general, al "consumismo”. (Varsavsky. 1975. p. 53)

En el páiTafo precedente se advienen anas cosas. Varsavsky se está anticipando a las ideas de ecología y desaiTollo sustentadle que en aquel momento casi no e.xistían. Pero se adviene además un muy complejo problema de las ciencias sociales, el manejo de conceptos que implican una cantidad tan enonxiemente grande de vanables significativas que se hace muy difícil otorgarle al discurso toda la precisión que se quisiera. Valga el reconocimiento por ese intento, que no cae en el facilísmo de reducir lo complejo a unas pocas variaoles controlables con ia" ilusión ae que se'aicanza'ia objetividad. —

El término "democénmea'' puede ser entendido como poner .al pueblo en el centro, poner sus necesidades materiales, culturales, sus urgencias. En muchos paises estas urgencias son bajar la tasa de mortalidad infantil y de desnutrición, de analfabetismo, combatir enfenmedades endémicas y otras tantas calamidades en las que se ven inmersos los paises pobres y sometidos. Estas “necesidades” no son difíciles de visualizar, aunque sí de tomar las decisiones políticas para resolverlas. Traigamos una pregunta que se realiza Comelius Castoriadis en su articulo. Transformación social y creación cultural: "Cuando no existe el peligro de morirse de hambre. ¿Qué es v/vú'i’ ” Una sociedad mejor, sea cual sea, no puede ser siempre la administración de la miseria. Quienes y cómo establecen entonces las “nonnas cualitativas elementales”? ,jQué mecanismos institucionales, políticos y científicos permiten ¡a coincidencia entre lo que el conjunto de ¡a sociedad necesita o desea y lo que la comunidad científica establece como útil o necesario sin que se establezca un tutelaje patenaalista o autoritano por una de las partes'’

Un problema similar se presenta para la propuesta de tCliinovsky. ,\rnbos piensan en la necesidad-de un cambio social para una sociedad mejor, entendiendo por “mejor” cada uno algo diferente. Para Kilimovsky profundizando los paradigmas tradicionales, para Varsavsky con la participación de una ciencia al sei"vicio del cambio social, pero la “vigilancia científica” que propone Klomovsky y el "consenso de expertos” que sugiere Varsavsky si bien se diferencian en las tareas a realizar de acuerdo a los supuestos de los que parten, en ambos casos no logran plantear el modo de resolución de los conflictos. En el sentido de que no hay sociedad sin conflictos, ni modelo social que los pueda nacer desaparecer, sino un tratamiento de los conflictos bajo formas más democráticas, libertarias, respetuosas de los intereses comunes e individuales.

Estas interrogantes no quieren descalificar la propuesta de Varsavsky, sino simplemente mostrar que aunque una sociedad pueda ser mucho mejor, más justa y equitativa, más preocupada por el bienestar de todos sus miembros, esto no evita que haya conflictos. Entendemos que en ninguno de los dos casos, ni en Klimovsky , ni en Varsavsky aparece una respuesta que apunte a responder este problema. Tienen confianza en que sus propuestas penmtan superar los conflictos y en consecuencia poco o nada ofrecen desde el punta de vista epistemológico, metodológico o político como estrategia que ayude en toda ocasión a enfrentar los conflictos que siempre estarán presentes.

De las luchas en la Ciencia

Cómo se distingue al enemigo del no enemigo, el cual no es necesariamente amigo, pero no se lo puede confundir con el primero. Esto no se enseña en las escuelas ni en las universidades. El enemigo es el que pone en peligro nuestra libertad y nuestra vida. Nadie que no lo haga puede ser considerado enemigo. Si , no somos capaces de distinguir esto cortemos el peligro de convertirnos en enemigos de quienes no lo son y cometer grandes injusticias, o de creer que somos amigos de quien en realidad nos amenaza y de ese modo nos convertimos en sometidos. La vida suele estar llena de situaciones en las que nos resulta bastante difícil Doder distinauir una cosa de la otra.

Seria deseable pensar que en el ámbito de la cultura, de la producción y difusión de ideas, de la educación y del conocimiento, aquellos que piensan distintos que nosotros puedan ser considerados adversarios y valorados como los que nos dan la oportunidad de pensar criticamente nuestras propias posturas, tanto o más que ¡os que piensan como nosotros y asienten con genuflexiones. De algún modo Klimovsky y Varsavsky

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i-, ,:an la opomanidad de tener ana discusión "civilizada'’ y esgrimir sus argumentos, pero, de aigún mudo, consiguen esto a medias, pues sus aiscursos se radicalizan dejando poco lugar a la reíiexión que surge del diálogo y se cierra en la polémica que sólo escucha las propias palabras.

Dicho de otro modo, no son capaces de salir de sus propias representaciones discursivas, en las que empecinadamente se reafirman y se niegan a pensar sobre que hay en lo que dice el otro que ayude a echar luz sobre lo que cada juno mensa. Esto no quiere decir que la.s disnutas-nn puedan ser rispidas, Imquecsi— deben es reservar y proteger el ámbito en donde es posible reflexionar, exponer, intercambiar, modificar, argumentos. Poco tendrá de "civilizado”, poco podrá aprovechar el hombre, poco podremos presei-var lo mejor de la ciencia si no reconocemos en ella el lugar común para exponer nuestras diferencias, nuestras cosmovisiones, de un modo fraterno y racional y lo convertimos en un ámbito donde impera la lógica de la gueiTa y de la destaicción de lo que no se ajusta a nuestros sentimientos e ideas.

S i observamos las condiciones de vida acaiales de la humanidad civilizada, aun según el aspecto de las norm.as religiosas mas elementales, sentimos, sin duda, una desilusión muy dolorosa ante lo que se nos ofrece. Porque en tanto la religión prescribe amor fraterno en las relaciones entre individuos y grupos, el escenario más semeja un campo de batalla que una comunidad hermanada. El principio rector es en todas partes, tanto en la vida económica como en la política, la lucha implacable por el éxito a expensas del prójimo. Este espíritu competitivo predomina hasta en las escuelas y universidades y al destmir todos los sentimientos de coopera­ción y fraternidad, concibe el triunfo no como algo que emerge del amoral trabajo fecundo y concienzudo, sino como algo que nace de la ambición personal y del temor al rechazQ. (Einstein, 2000, p. 34)

Un aspecto que si bien se encuentra implícito pero al que no se hace referencia directamente es a los aspectos axiológicos de esta cuestión. Esto es, de la consideración de los valores morales que se encuentran en juego en la discusión.

Kdimovsky. adhiere a la neutralidad valorativa de la ciencia que se encuentra implícita en el concepto de objetividad. Para el los valores hacen a la actitud del ciudadano, que es un aspecto que considera separado de la actividad científica. La ética del científico, en tanto cientiñco y no ciudadano, en todo caso, consistirá en guardar fidelidad a los procedimientos que a su entender contribuyen a la objetividad de la ciencia.

Varsavsky en cambio desborda en consideraciones éticas y no distingue entre científico y ciudadano, aunque no plantea esas consideraciones como éticas, sino como '‘políticamente correctas”. Aquí la diferencia con Klimovsicy es de contenido, pero no de forma. Se trata de “lo coirecto”, “objetividad científica para uno, "ciencia politizada” para el otro, pero no aparece en ninguno de los dos casos, en relación a la dimensión deontológica, esto es, de los valores y de los deberes del científico y de la ciencia otra cosa. No se considera a los que piensan distinto, como miembros de la comunidad científica con los que es necesano dialogar, sino como alguien o que está equivocado o como un enemigo. Para Varsavsky la actividad del científico es para una actividad politizada, y supedita la dimensión ética a la política, lo que a nuestro entender imipide diferenciar los argumentos simplemente políticos de aquellos que hacen a una consideración de la ética en relación a la ciencia. En otras palabras insiste en una ciencia politizada, pero no logra vislumbrarse cual es el modo en que desde la ciencia se incida en la política de modo que se diferencie con claiádad de KEmovsky. ¿e ve lo que la política tiene para decir sobre la ciencia, pero no la ciencia sobre la política. ¿Alcanza para que el cambio social que propone se produzca, el hecho de que se pongan las herramientas de la investigación científica con otra agenda, con otros temas y con otras prioridades'i’¿.‘X.lcanza con "nacionaiizar” la ciencia. La ciencia de los países centrales es ‘nacional”, pero tampoco logra el ideal de sociedad que propone Varsavsky. Las ideas, las prácticas, los m,étodos. las políticas científicas de la ciencia deben ser cambiadas.

La rtlosona científica no ha logrado aún esclarecer los problemas de fondo del concepto de "verdad” o demostración”, Berkeley, Godel y Churcii nos han hecho dudar más que Descartes, Las interpretaciones estadísticas descansan sobre hipótesis aprioristicas. sobre los “universos”

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de que se habla. Son problemas senos, sm duda, > que dejan un poco en el aire al contexto de justificación; pero de ninguna manera pensamos que tengan la menor impoitancia para la construcción de una nue\a sociedad; podran tratarse mejor cuando este construida. i Varsav.skq.’,200Ó, p. 50)

La critica a la metodología neopositivista es imponante para ñjar su posición, pero además es necesano algo mas que anunciar la necesidad de una ciencia del cambio social desde le politico, • políticas científicas), es necesano presentar propuestas desde lo científico, alternativas al orden institucional, las teorias y los métodos. Varsavsky lo hace con ciaros argumentos en relación a la política científica; falta claridad y profundidad con respecto’ai aporte cientificó desde iá ciénciá'y a”ia puiiiica. EateiidcaiuS que pensar: lamicncia del camibio social, también implica pensar, analizar, criticar, desarmar, rechazar, conservar, ia propuesta epistemológica, y metodológica de los "deatificistas”, además de la política e instiaicionai. Los acieiios y las falacias de los conceptos principales de la ciencia: "verdad”, "objetividad”, "demostración", "método", "contextos de descubrimiento, justificación, aplicación”, etc. requieren ser repensados .si se quiere cambiar algo, de lo contrano seguirán dadas las condiciones para la reproducción de lo mismo, aunque se piense que se esta haciendo "la revolución”.

Otras ideas y pensamientos han influido en la epistemología argentina, e¡ estmcturaisirao, ei post- estrucruralsimo, neopragmatismo, diferentes comentes de la posmodemidad. Han surgido nuevas polémicas y controversias, sobre temas como la bioética, la biopoiítica. la ecología y otras. Frente a ellas se han pronunciado otras voces, algunas contemporáneas a los protagonistas de la polémica; Rolando García. .Vtano Bunge, Félix Schuster, Guillermo Boido, otras inteimedias o más recientes; Enrique .Vlari, Esther Díaz, Ricardo Gómez, Tomás .\braham, Risieri Frondizi, Ricardo Maliandi, Cesar Lor'enzano. Pablo Lorenzano, Juan

Samaja, entre otros. Como se ha señalado en el cuadro de ia página 111, es difícil resultaría una catalogación pues se encuentra entre ellos muchas similitudes, matices y profundas diferencias. De cualquier manera sus posturas se encuentran atravesadas por aquella polémica de la década del setenta. Seguramente muchos de ellos se resistirían a ser caiaiogados como cientificistas o anticientificista, atentos a la clasificación de Varsavsky. Pero es bueno decirlo, esas dos categorías traspasaron el propio discurso de Varsavsky y se convirtieron en un modo de diferenciar, a ¿roso modo, a aquellos que adhieren o bien a a una idea conservadora, ortodoxa, de la ciencia, que con

mil vanaciones y diferencias sustenjantivas en su interior, pero herederas de algún modo de las tradiciones positivistas para las cuales el fin de la ciencia es la "objetividad” y que pueden ser catalogados genéricamente como cientificistas. Por otro lado, y con no menos matices y diferencias entre .ellos: postestracturaiistas, marxistas críticos, posmodemos vanos, pueden rotularse como anticientificistas.

La ciencia no puede sustraerse de rencillas, polémicas, enfrentamientos y íuchas por el poder, el prestigio, ia hegemonía, el control institucional. En este sentido se parece y mucho a la política de partidos. Pero a la hora de pensar los problemas debería ser fiel a la tradición que ia hizo nacer, romper con el estigmq del dogma como se da en la religión. Ei gran mérito de la ciencia es tener como principio que los científicos piensen criticamente todo lo que se emee a su paso, el discurso de los que se tiene como oponentes, dentro y fuera de la ciencia y sobre todo el suyo propio. Eso es algo que faltó en aquella polémica, eso es algo que la ciencia ha poseído en algunos momentos luminosos a través de hombres excepcionales que han sabido conjugar sus ideas, sus prácticas y su pensamiento critico, pero que han sido sólo momentos, frente a los cuales, hacer de ellos una práctica constante sigue siendo una asignatura pendiente.

M a r i o B u n g e

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Capítulo VIProceso de investigación y enfoques

cuanticualitativos v cualicuantitativos en lasV

ciencias socialess tipbiif énfiiqae^de

Emendemos que la elección del instaimento rnecodológico en una investigación requiere una justificación que no se encuentra exenta de polémicas. En este contexto no nos interesa la cuestión metodológica en general, de laque hemos tratado algunos aspectos fundamentales a lo largo de toda esta obra, sino particularmente ciertos enfoques que queremos definir como cuanticualitativos y cualicuantitativos de la metodología en las ciencias sociales.

Hemos hecho un recorrido por algunas de las diferentes alternativas metodológicas desarrollada^ a partir de la crisis del consenso onodoxo: la hermenéutica, el individualismo metodológico, el holismo metodológico de raiz hegeliano marxista, y asistimos a una de las controversias epistemológicas más importantes a través de la polémica Popper Adorno y a la polémica íClirnovsky Varsavsky en nuestro medio.

He aquí un aspecto delicado de la cuestión. Los métodos son herramientas, y por lo tanto, su uso depende de la tarea de investigación que el cientifico tiene por delante, pero no son herramientas neutras, esto es, su elección implica un modo de entender la ciencia y de considerar el alcance de todas sus implicancias: éticas, ideológicas, políticas, culturales, etc. Asi como el dentista no elegirá una masa y un cortafierro para sacar una muela, y un plomero no tomará una llave Stillson de un metro de largo para aflojar una canilla y cambiarle el cuento.sino que buscará las herramientas que más se prestan para su tarea, así también el científico ha de estar munido de un sentido de la adecuación con respecto al método a aplicar. Dicho de otro modo, los datos que se le revelan y los que produce a lo largo de la investigación no se obtienen de cualquier modo, a cualquier precio o por cualquier camino, independiente de sus fundamentos teóricos.

Recordemos que la ciencia, para producir conocimiento se vale de juicios que pretenden ser universales. El concepto de universal ha dejado de tener el alcance planteado por las consideraciones filosóficas y se acota a algo mucho más restringido. Cuando se habla de universo se hace alusión al conjunto de los elementos que componen el objeto de esaidio de una investigación. .A.si, quienes investigan el sistema solar tienen un objeto de estudio único, pero quienes estudian los motivos del embarazo adolescente tienen un universo mucho más vasto, el del conjunto de todas las jóvenes adolescentes que se encuentran en situación de embarazo. Estos universos o poblaciones, como también se los denomina, suelen ser mucho más complejos para alcanzar aquella pretensión de universalización en los juicios, ya que la enoime variedad de circunstancias que rodea a cada caso puede impedir que una generalización demasiado amplia se condiga realmente con la realidad que pretende conocer. Es por ello que se realizan recortes mucho más acotados, que sean mensurables de acuerdo a las variables con que se las considera. «

Una variable es el atributo o propiedad de los individuos bajo estudio y que puede variar de acuerdo a distintos valores. En las investigaciones cuantitativas los valores hacen a la cuantificación de las variables y por lo tanto deben poder ser mensurados. Allí donde el objeto o asunto de investigación no es mensurable la aplicación de un método cuantitativo es indebida.

Universo, variables y valores son relativos, esto es, dependen de aquello que definamos como objeto de estudio y que confonna nuestro universo de esmdio. Por ejemplo, si el universo está conformado por los adolescentes de las escuelas medias bonaerenses, una variable es el sexo, ya que esta circunstancia

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puede incidir con valores diferentes a lo que estarnos buscando conocer. Por ejemplo, deserción escolar. Pero SI el universo está confomiado por las lóvenes adolescentes en situación de embarazo, entonces el se.xo ya nc es una variable, pues no puede cambiar, en tanto podrán ser vanabies rangos de edad, como poi' ejemplo entre 12 y 15 años, o entre ló y 19 años. Si queremos averiguar las causas de los embarazos adolescentes debemos establecer aiferentes variables posibles, tales como embarazos elegidos, no elegidos, productos de violaciones, relaciones estables, relaciones ocasionales, otras. Todos los pasos metodológicos y los procedimientos instnimentaies para llevar adelante investigaciones de este tipo se sustentan en una sene de procesos que se aniculan sobre lo que se denominan matnces de datos. En el caso de los encuadres cuanticualitativos les procedimientos-habituales-suelen ser_Tas-encuestas,_!os relevamientosr_de datos hospitalarios. Los enfoques cualicuantitativos tienen en cuenta aspectos no cuantificables pero que pueden proporcionar una idea de los elementos que foiman parte de esas situaciones, tales como historias de vida, entrevistas. Sobre todas estas cuestiones nos e.XDlavaremos. ...............

Suele señalarse la diferencia entre los enfoques cualitativos y cuantitativos. . \ ios primeros se ios suele denominar también "blandos'’ y a los segundos "duros”.

Se entiende por enfoque ciiaiitacivo el proceso de abordaje, planificación, recolección e interpretación de la infonnación obtenida mediante entrevistas en profundidad, obsenación participante y no participante, focus group, historias de vida, que pretenden recopilar opiniones, inclinaciones, percepciones, creencias, dinámica de procesos, relaciones, actitudes en tomo a una problemática especifica, .\veriguar las cualidades de su objeto o asünto de investigación. Los datos asi obtenidos no se consideran representativos de un universo ni tienen valor estadístico ni pueden ser fuente para realizar generalizaciones de ese tipo. .Vluchas investigaciones en el campo de la psicología, antropologia, sociología, estudios de mercado, de opinión adoptan esta modalidad.

Se entiende por enfoque cuantitativo aquel que busca avenguar el cuanto de su objeto o asunto de investigación. Esmdia la relación entre variables a través de objetivaciones y generalizaciones que puedan extenderse de una muestra a todo el universo. Este tipo de enfoque proviene de las tradiciones del positivismo lógico y el neopositivismo tratando de superar las limitaciones del mductivismo. Esto es, trataban de darle a los enunciados universales mayor rigor. Las técnicas matemáticas sofisticadas, el uso de la estadística y el probabilismo al que se ha hecho referencia en capítulos anteriores tienen aplicación en este enfoque. ,A.ilí donde la naturaleza tanto como la sociedad

muestran regularidades el procedimiento resulta de medianamente confiable a muy confiable. Recordemos que ios astrónomos pueden calcular ciertos comportamientos de la naturaleza con un grado de precisión muy alto, en cambio las predicciones de encuestadoras sobre resultados eleccionarios han dejado mucho que desear. Para definir el uso de un enfoque u otro la pregunta es ¿,Que se busca conocer, el cuánto o el por qué?

El detectice Sherlok Holmes, personaje de Conan Doyle, es una muestra de que la investigación se vale de todas las formas de razonamiento, métodos y técnicas que se tengan a manos'sin estúpidos prejuicios.

Nosotros preferimos hablar de enfoques cuaiicuantitativos o cuanticualitativos, pues entendemos que en la investigación puede predominar un enfoque, pero en ningún caso no participa en alguna medida de toda investigación el otro. Se asocia a las investigaciones cuantitativas con técnicas para la recopilación de datos cuantificables mediante recursos matemáticos y estadísticos. Pero el dato puro no existe, una cifra, sin sus referentes teóncos que pueden ser ios que establecen los criterios para la elaboración o constmcción del dato, o de los elementos que penniten su imeipretación y que plantean características cualitativas, nada significan. Por otra parte, la infonnación que surge de las investigaciones cualitativas siempre ofrece algún

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tipo, por mini'".o que sea de cuaniificación, como por ejemplo las referencias a casos similares. Sin la posibilidad de entender la infomación obtenida de modo cualitativo como un tipo de propiedad de un universo, por muy impreciso que pueda parecer se asemeja a la üteraaira y no a la ciencia.

Entendemos que antes de enmarcarse en "bandos” cuantificacionistas o cualiñcacionistas, como suele ocurrir más de la cuenta, se debería pensar en lo conveniente que puede ser un enfoque más que otro para _res.olver_Lin problema específico, pero teniendo en cuenta que el s^ go que_mda_inve^igactónjiene se puede “atemperar cbfisidéfando los resultados'de [ma'íñvestigación integral. ' ~

Como se ha señalado la principal producción de la ciencia es el conocimiento, el cual se expresa mediante un lenguaje y se comunica a través de diferentes formas de publicación. La producción de cualquier investigación impone una serie de cuestiones que deben ser definidas y que no pueden estar ausentes en todo proceso investigativo.

Queremos remarcar que si bien muchos profesionales se forman sin intención de desarrollar investigaciones, no pueden sin embargo ignorar los mdimentos de los procesos de investigación y de los modos en que se produce el conocimiento científico. En la acmalidad la mayoría de las disciplinas científicas se transforman y generan nuevos conocimientos de forma constante. Lo que se aprendió alguna vez en la foimación de gntrio hoy es solo una base para un aprendizaje continuo.Un contador, a diferencia de un economista no ha de realizar investigación' científica, pero un contador que no sea capaz de poder analizar y entender los aportes permanentes que dentro de su disciplina se realizan, muy pronto se desacnializará por completo en el mismo ejercicio de la profesión con las múltiples consecuencias que esto le ha de deparar.

Veamos en principio algunos de los aspectos que implican el proceso de investigación y que se expresan a través de los documentos que dan cuenta de ellos. Todos ellos interesan en diferente grado y modo tanto a los enfoque cualicLiantitativos como cualicuantitativos.

Determinación del tema

La determinación del tema define la especificidad de una cuestión a investigar dentro de un área disciplinar. El tema especifico a investigar se encuentra emplazado en una serie de subtemas y subsubtemas. Es tarea del investigador poder discriminar su punto de anclaje temático y establecer de modo adecuado los diálogos correspondientes con esos subtemas sin perderse en ellos y sin abandonar el hilo conductor que los relaciona en su anclaje específico. No es poco común, sobre todo en investigadores noveles, que se produzcan inadvenidos desplazamientos de tema,, considerando lo que es secundario como primario y viceversa. La elección del tema surge de un adecuado recorte del objeto de estudio y del reconocimiento de las relaciones que determinan el tema desde amba (subordinantes) y desde abajo (subordinados).

Planteamiento del problema de investigación

Cuando hablamos de problema de investigación no nos refenmos a las dificultades que puedan producirse en la investigación, sino a la determinación de un objeto de estudio que represente un desafio para tos intereses y las motivaciones de la comunidad científica. El problema a investigar es aquel que se pretende resolver mediante la aplicación de todas las estrategias epistemológicas y metodológicas. Identificar el problema significa también poder establecer su accesibilidad como problema, las posibilidades y los límites de su resolución. No tiene sentido plantearse problemas que ya han sido resueltos tanto como problemas que son irresolubles. El científico no puede establecer a priori, de forma absoluta, si el problema puede siquiera ser abordado, por ello es tan importante el conocimiento de! astado de ¡a cuestión, es decir, lo que se sabe y se ha investigado hasta el momento mediante la realización de investigaciones preliminares que permitan dilucidar las posibilidades de viabilidad, pertinencia, y resolutividad del tema.

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En ei trabajo de investigación ciemifico-proresional la tarea de indagación se apoya en e! marco reónco que es el conjunto de conceptos que obran como los aindarnentos y las herramientas que permiten abordar el objeto de esmdio en la ciencia dentro de ia que se investiga. Pero ei ámbito de trabajo es la mcertidumbre. El cientifico quiere conocer aquello que ia ciencia ignora. Entender un renómeno, descubrir ia cura de una enfermedad, explicar un proceso o acontecimiento, etc. Debe haber una contribución significativa. Su apone en ei área que trata tendrá que proporcionar algún tipo de conocimiento nuevo o ia solución de algún problema (siempre entendido problema como problema de conocimiento y no como ia solución empinca de una simación que dependerá de otras instancias de aplicación). La solución empírica ha de devenir deLconoc'rniento producido por ia investigación-a través de instancias instrum^tales, pero no es objetivo inmediato de una investigación transformar la realidad en su dimensión empírico "material, sino en principio, teórico conceptual.

Evidentemente, la realidad social propone un sin numero de interrogantes que podrían ser expuestos en una investigación científica. Sin embargo, lo que marca ia experiencia es que las ideas iniciales de una posible investigación son lo suficientemente vagas y ambiguas, que para poder ser transformadas en planteamientos más precisos y estructurados requieren analizarse cuidadosamente. Es esto lo que diferencia en principio un tema general de un problema de investigación: el grado de especificidad y precisión. Un tema puede abarcar una cantidad de problemas, por ejemplo en relación al tema materaidad adolescente pueden surgir problemas como: determinar el nivel de acuerdo con la práctica del aborto de las jóvenes bonaerenses entre 1 5 y 13 años o identificar los principales motivos de consulta médica de madres adolescentes en hospitales públicos de! cono urbano bonaerense en un detemiinado periodo, entre tantos otros posibles. De modo sintético podríamos señalar entonces que la pnmera característica de los problemas de investigación es que deben estar fonnulados claramente y sin ambigüedad y con el mayor grado de precisión que sea posibre establecer. Plantear el problema no es sino acotar y estructurar la idea o tema de investigación. El investigador debe ser capaz no-sólo de conceptualizar el problema sino también de verbalizarlo de forma clara, precisa y accesible.

Justificación de la investigación

La elección del tema y del problema a investigar deben estar debidamente justificados. Ello determina la viabilidad de la investigación y, en muchos casos, la asignación de becas y recursos. No tiene sentido, como se dice vulgarmente pretender descubrir la pólvora, pero tampoco proponerse metas inalcanzables. Una investigación se justifica desde múltiples aspectos. Por un lado por ei interés social, cuiturai, político, económico o incluso filosófico que pudiera tener. Si bien puede haber un interés supenor, como por ejemplo curar el cáncer o el sida, las investigaciones se plantean siempre objetivos mucho más modestos, como por ejemplo el papel de una encima o de una proteína o de cualquier otro agente en los procesos vitales vinculados con esas enfermedades. La justificación está estrictamente detenninada por la viabilidad de! proyecto y por la posibilidad de producir algún conocimiento nuevo.

La justificación también está asociada a la elección del tema, ya que es precisamente ia argumentación de los motivos de tal elección, como también a la expresión de su pertinencia y viabilidad. Entonces, en primer teiTnino, ésta debe desarrollarse frente a la propia investigación, debe explicitarse a si misma los motivos por los cuales se ha elegido el tema, ei conjunto de motivos de conveniencia y oportunidad que amentan esa investigación, además de lo que ella puede significar con relación al tratamiento de los problemas que presenta el objeto de esnadio. El problema puede referirse a un interés que es producto de una inquietud personal, puede surgir del análisis de algún tipo de problema o conflicto que se suscita dentro de una disciplina, una práctica profesional, una necesidad social, etc. En el marco de la justificación comienzá la construcción y recorte del propio objeto de estudio, io que, como señalamos, constituye el primer paso de cualquier investigación científica.

En segundo lugar se debe dar cuenta de la justificación del trabajo frente a la autondad que aprobará o rechazará ei proyecto de investigación, el cual deberá asesorar en cuanto a la conveniencia o viabilidad del mismo y sobre posibles redefiniciones y acotamientos. En suma, justificar implica establecer los motivos de una elección y ésta debe referirse al tema y a su enfoque en el que se pone en juego el dar cuenta de un conocimiento previo que es el que se manifiesta en un buen diagnóstico de las cuestiones iniciales.

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Por últimc, lo que se debe just¡rieiir es por qué el ir.vestigador ha tomado tales decisiones y opciones en lugar de otras tancas posibles presumiblemente igual de relevantes. Esto demuestra que el momento de justificación es posterior a toda una serie de acciones previas que han consistido en circunscribir con claridad el tema y han pennitido reconocer las fortalezas y debilidades frente al mismo.

El cuerpo central de un proyecto de investigación, que es el documento preliminar que formula el alcance y las intenciones asi como define el objeto y ios objetivos de la investigación, estará compuesto por la iinpronta dc-la justificación doi trabajo. Cuando hay posibilidad-dc establecer una buena juatirieáeion ca” porque hay clandad sobre el tema, el problema, los conceptos teóricos que permitirán abordar el objeto, etc. Cuando esas instancias son todavía inciertas el tema no está del todo definido y todavía falta información.

Objeto de estudioEl objeto de estudio se construye mediante el conjunto de recortes y determinaciones de aquello que

se quiere estudiar. Recordemos que el objeto no es la simple cosa puesta delante del investigador, sino la cosa, el hecho, el fenómeno, la relación, que se pretende abordar desde una determinada perspectiva. El investigador novel cae fácilmente en proponer objetos de esaidio inconmensurables, de una generalidad y vastedad tal que sólo permite realizar Juicios vagos y ambiguos. Es por ello que pensar el objeto implica al mismo tiempo pensar en las herramientas metodológicas y en los supuestos epistemológicos que sustentan la investigación.

Por otra parte el objeto también se determina de acuerdo a una sene de circunstancias de viabilidad temporal y material, de recursos, financiación, etc. Mientras más amplio es el recorte del objeto, menos posibilidades de profundización en el mismo, en tanto que cuanto más acotado se encuentre, más posibilidades de ahondar en él. Sin embargo, si bien es muy importante no extraviarse en generalidades también lo es profundizar de un modo en el que no se pierda la idea del todo y en el cual lo especifico de la investigación se encuentra inmerso.

Objetivos

Los objetivos no deben ser confundidos con el objeto. Si como vimos el objeto es la cosa, el hecho, la relación o el fenómeno determinado como aquello sobre lo que se quiere producir un conocimiento, los objetivos son aquellas cuestiones que queremos averiguar, o descubrir sobre el objeto. Los objetivos de una investigación siempre están orientados a producir un conocimiento. Pero, como se ha señalado, este conocimiento ha de tener sin dudas consecuencias sociales, tecnológicas, políticas, etc., debe entonces distinguirse una investigación de un pian de acción, de un programa de gestión, etc. Es verdad que, por ejemplo, Marx, tiene la iatención y la consciencia de que sus obras son parte del proceso de transformación social cuando afirma; Los filósofos se han dedicado a pensar el mundo, es hora de transformarlo, en su tesis once sobre Feuerbach. La escritura d e‘su obra. El Capital, tiene como primer objetivo producir un conocimiento sobre la sociedad capitalista, conocimiento que en segunda instancia servirá para transformar la sociedad. Por ello la obra de Marx se desdobla en los dos frentes de su producción filosófico-científica y politicü-penodística.

Los objetivos señalan las metas que se esperan alcanzar con la investigación. Evidentemente, como una investigación va en busca de la producción de conocimientos, sus objetivos se ciñen a cumplir las expectativas en relación a esta cuestión y no a resolver problemas concretos de la realidad social. Si una investigación refiere a acerca de ios problemas vinculados a la adicción de esrupefacientes, los objetivos jamás expresarán como meta inmediata solucionar las afecciones de los adictos, sino que enunciarán la intención de cubrir con una explicación el fenómeno desconocido. El conocimiiento es transformador en si mismo, pero no como objetivo primario de la investigación.

Podemos hablar de objetivos generales, que expresan el fin de la investigación como conjunto y están directamente reiacionado.s al planteo del problema, pero también podemos hablar de objetivos específicos que suponen un estado de agregación menor que el anterior, y por lo tanto constituyen la expresión más

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concreta del alcance del primero. En general se transcriben con verbos en infinitivo puesto que indican una acción a realizar. Para formular los objetivos específicos se puede plantear la siguiente pregunta: (’Qué debo conocer para lograr ¡o expuesto en el objetivo general? Asi. ante el .siguiente objetivo genera!, podemos establecer los posteriores objetivos específicos:

Ejemplo

Objetivo general;

J^eterminar las principales motivaciones dedcsvingresantcs arla carrera de Cicnciaa-Económicas de la Universidad de Buenos .Aires en función de las posibles salidas laborales, en el año 2009.

Objetivos especificüs:

Determinar características de edad y sexo de los ingresantes.Precisar el perfil socio-económico de los ingresantes.Indagar acerca de la participación política actual o pasada de los ingresantes.

Evidentemente, los objetivos deben guardar coherencia con el marco teónco construido, puesto que los objetivos expresan variables y.'O relaciones entre variables que el investigador considera relevantes. En fin, los objetivos .son congruentes con el problema y, la justificación y el propósito de, la investigación. Está demás señalar que la redacción debe ser clara y precisa, tai como se espera de todos y cada uno de los ítems de la investigación científica.

Marco Teórico

La revisión bibliográfica es una instancia de inevitable tránsito para el desarrollo de una investigación. Como se ha sostenido al comienzo, las teorías existentes son también parte de las condiciones iniciales de las cuales paite el investigador. Justamente un problema de investigación tiene validez -entre otras cosas- cuando constituye un factor desconocido no para el investigador, sino para el estado de la cuestión en el momento de ser planteado. Esta novedad puede basarse en !a originalidad del problema o bien en el enfoque teórico, con lo cual se hace imprescindible la evaluación de lo que se sabe hasta e! momento. Por otra parte creemos que ninguna obser^/ación es neutra o ingenua, .t'ío existe tal cosa como la observación del objeto de estudio sin preconceptos. Lo que puede suceder es que se pretenda una supuesta objetividad del conocimiento sin la previa enunciación del marco teórico desde donde se intenta construir ei objeto de investigación. Para nosotros, esta posición peca de ingenuidad y, en principio, la complejidad de la realidad social no permite al investigador tan cándida postura. Por lo tanto, el investigador tendrá como tarea la enunciación de lay's teoría/s de las que se sii-ve para comprender el fenómeno a estudiar. De esto trata el marco teónco: integrar un conjunto de conceptos organizados de manera lógica, sistemática y jerárquica que nos penuiten entre otras cosas la construcción dei objeto de investigación.

Estos conceptos o categorías organizadas expresan en la dinámica de sus relaciones la representación de la dinámica del fenómeno estudiado. Al integrar la teoría con la experiencia, el marco teórico onenta la Organización de datos o hechos significativos. Por lo tanto, no es indiferente la elección de tal o cual teoría. 'Puesto que distintos conceptos -com o distintas palabras- designan distintos objetos; distintas relaciones de conceptos designan distintas relaciones de objetos y/o variables. i

En ciencias sociales la mayoria de los conceptos tiene diferente interpretación. Por ejem.plo el término “clase social” no es lo mismo en la teoría dei sociólogo alemán Max Weber que entiende este concepto como la totalidad de aquellas situaciones de clase entre las cuales un intercambio personal -o en la sucesión Je las generaciones- es fác il y suele ocurrir de un modo típico, que la que difundida por K.arl Marx que refiere la inclusión a una clase social en función de la propiedad privada de los medios de producción. Aun observando a los mismos sujetos puntuales, la teoría encuentra fenómenos distintos según los fundamientos que sostenga. En suma, ia investigación también consumye la puesta a prueba de las teorías. En función de ello, el investigador

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debe mostrar rigor y cohereñcia en ia selección de los conceptos que aplicará en la investigación. Lo que debe quedar claro es que el marco teónco no es el centro de la tesis, sino un insunmento que se ha elegido para ubicar conceptualmente ei tratamiento del problema qtie es objeto de investigación.

En la constnicción de un marco teórico el proceso pasa por;

Revisar la bibliografia antenor

- —.— ídentiñear los elementos teónco.s necesarios nara^Lncümnentar el problema. - -

Organizar lógica, sistemática y jerárquicamente los conceptos seleccionados

Seleccionar las variables principales

Formalizar la relación entre las variables

La selección de conceptos no es ingenua y refiere a los intereses teóricos o prácticos del investigador. Éste decide finalmente la viabilidad y la adecuación de tai elección. Por otro lado, la protáisión de nuevas disciplinas elevadas a carreras de grado universitarias, como por ejemplo la licenciaaira en enfermería, puede promover otra dificultad distinta a la expresada anteriormente: la ausencia de investigaciones o teorías en la que los investigadores puedan basarse. Esto se debe generalmente a un proceso paulatino de definición y redefinición autónoma del objeto de su intervención. Seguramente éste referirá al investigador a expenencias cercanas a la disciplina en cuestión, que obviame.nte no tendrán las mismas particularidades, pero que ayudarán a encuadrar el fenómeno desde alternativas similares. Por ejemplo, si-el problema refiere a evaluar cómo afectan las condiciones laborales del ejiférmero sobre ia calidad de atención a los pacientes, quizas sea recomendable iniciar una búsqueda de bibliografía sobre el mismo tema que remita a otros profesionales del equipo de salud. Evidentemente, cada disciplina posee sus caracteristicas especificas. Pero, situaciones'similares podrían ayudar a comprender ei fenómeno de manera general, para poder descifrar desde alli sus particularidades.

Estado de la cuestión

El estado de la cuestión no es otra cosa que el conjunto de toda la literatura relevante producida sobre el tema que ocupa a la investigación. No se puede pretender estudiar algún aspecto del psicoanálisis desconociendo a Freud, o del liberalismo económico sm conocer a Adam Smith. Ahora bien, ¿cómo saber qué es relevante y en función de qué lo es? En principio es importante decir que es desde el marco teórico que se determina el complejo conceptual a partir del que se realiza la investigación. Y esta decisión es producto de la elección del investigador. En general éstas elecciones surgen como producto de la inercia que es resultado de la fotmarción y de las elecciones teóricas del investigador, aunque en la mayoría de los casos es el resultado de la elección de quienes dirigen las investigaciones incentivada por las elecciones de quienes tienen en sus manos la decisión de financiarlas o autorizarlas.

Hipótesis

Muchos autores creen que las hipótesis pertenecen al cuerpo del marco teónco, otros autores, en cambio las identifican como una instancia separada. No es un debate en el cual estemos dispuestos a participar. Lo importante es que el investigador pueda definir tanto las hipótesis que deberán ser contrastadas en algún momento de la investigación, como los supuestos de trabajo que guíen la investigación.

Poi' un lado, una hipótesis es la enunciación teónca de una posible resolución a un problema de investigación. De la misma manera que los objetivos de la investigación no se plantean como meta la solución de un problema real, sino de conocimiento, la hipótesis plantea un intento de explicación del fenómeno que se esti.idia. Dicha explicación se establece desde una relación entre al menos dos variables. Como se sosnavo antenonnente, la constnicción del marco teórico implica la identificación de vanables y posterionnente la relación entre ellas. En función de estas relaciones es que se cree que ei investigador esta en condiciones de establecer una explicación de fenómeno mediante su enunciación.

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Las 'iipotesis pueden surgir de múltiples instancias: de una idea ü conjetura propia del investigador, del resultado de otros estudios hechos sobre a! iTiisino tema, o por analogía, etc. Si un itechü del ámbito de otra ciencia iiie explicado con é.xito a partir de cieñas hipótesis que se desprendieron dei marco teórico, será un recurso dei investigador ver como la aplica para explicar ei problema presente.

■■ La nrvestigacicn^supone una tarea dinámica. En función de ello, ei proceso de producción de conocimientos pennite la redefinición constante de cada ana de sus instancias. De esta manera, es probable que en el transcurso de una investigación se redefinan y reconcepaialicen muchas de sus hipótesis en viitud de mayor precisión o de obstáculos que se presenten, o bien de nuevas ideas o conceptos que puedan llegar a intervenir

favorablemente para el desarrollo de la investigación.

asnD to

Suelen consignarse diferentes tipos de modalidad para distintos enfoques en relación con la investigación. Algunas de ellas son: exploratorias, descriptivas, explicativas, teóncas, etc. La elección de la modalidad determina las estrategias a desarrollarse en la'investigación .

Investigaciones exploratorias

La tarea exploratoria se encuentra en el inicio de toda investigación. Es aquella que tiene como objetivo tener una aproximación general al problema planteado, de modo de obtener una visión panorámica del tema en cuestión. No obstante, debemos distinguir la tarea exploratoria de la propuesta de investigación exploratoria, la cual, por estar orientada hacia tópicos poco frecuentados, no permite hacer pie en las condiciones básicas para una investigación que cuente con un estado de la cuestión demasiado exhaustivo. .\i respecto señala Sabino:

Son investigaciones exploratonas aquellas que sólo se proponen alcanzar una visión general, aproximativa, del tema en esmdio. Se realizan generalmente cuando predomina alguna de las siguientes circunstancias; a) el tema escogido es poco estudiado hasta ei momento y no existe sobre el mismo un conocimiento tai que permita formular hipótesis precisas o hacer una descnpción sistemática; b) cuando aparecen, en un campo de estudio determinado nuevos fenómenos que, o no se conocen aun exactamente, o bien no se comprenden a cabalidad sobre la base de las teorías existentes. (Sabino, 1998, p. 93)

Con respecto a esta definición de Sabino debemos señalar que en los argumentos expuestos en a y b, se hace referencia a problemas que ameritan la intervención de investigadores avezados. Los conocimientos adquiridos y la experiencia les han de permitir encausar una aproximación sobre ese campo sin caer en soluciones ingenuas o enfoques inapropiados, como le podria ocurrir a un investigador novato. En función de estas definiciones, las investigaciones exploratonas, utilizan metodologías flexibles -generalmente cualitativas- puesto que el ñn es lograr una mayor familiaridad-dei investigador con ei fenómeno o de manera consecuente, preparar el terreno para investigaciones más profundas. En suma, el motivo de este tipo de enfoque es dar cuenta de la mayor cantidad de variables posibles sobre el objeto de esrudio, teniendo en cuenta las metas antes mencionadas. En virtud de la factibilidad y viabilidad del estudio, es recomendable no extenderse en la cantidad de las cuestiones de análisis indagadas. Por otro lado, sea cual fuere el propósito de un estudio exploratorio, su eficacia es directamente proporciona! a:

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.. un repaso de ios avances de la disciplina de la que se laiie. como también de -la bibliografía pertinente ¡el estado de i arte), un estudio de las personas que han ceñido experiencias prácticas con ei proolem. que va a ser esaidiado. • Seilt’z, 1980. pp. l35-i3c)

Investigaciones descriptivas

aunslanc 1 as - a Lie-u de-invesCigaciones ■tiene_comü,o b ieüvo_dar._cuenta_de eventos o .corresponden a un mismo cipo de fenómenos, mediante procedimientos metódicos que muestren ei objeto de análisis. Se trata de una apro.ximación a ios hechos o conceptos a través de un relevamieato descriptivo de los mismiCS, bajo un marco teórico determinado, sin intentar ei planteo de problemas que ."eauiera la contrastación de hipótesis. Muchas veces menospreciada, este tipo de investigación es de importancia vual en coda disciplina, pties es la proveedora de una enorme cantidad de macerai que permite ei acopio de datos sobre ei cual se han de montar las teorías.

La descripción puede darse a diferentes niveles y con diferentes objetos. Dar cuenta dei funcionamiento de Lina instimción. sea ésta un partido político, una escuela de arte, una corriente cultural, una poiémiica entre personalidades relevantes, o un concepto o polémicas en tomo a un concepto, pueden perfectamente convertirse en tareas para una Investigación. Por supuesto que toda instancia superior debe incluirla.

Para-ios manuales, la descripción toma un carácter analítico, es decir, tiende a establecer, o mejor, a medir de manera independiente las variables relevantes y su estrategia no incluye integrar éstas mediciones en una relación que explique cómo se manifiesta el fenómeno de interés. ,\sí como los estudios exploratorios se interesan en descubrir, los descriptivos se dirigen a una medición lo más precisa posible. Tomemos el siguiente caso como ejemplo: Lin investigador pretende describir a los Hospitales Públicos del Partido de Avellaneda en términos de la calidad de atención de sus profesionales, ei estado de sus instalaciones y la tecnología. Los mide a través de estas variables y, por medio de los resultados, podrá descrfoir la satisfacción de los usuarios que provocan (calidad de atención), el nivel de inversión interna (estado de las instaiaciones), o el grado de innovación tecnológica que poseen (tecnología). Sin embargo, les investigadores que planteen este tipo de enfoque no pretenden analizar por medio de este esmdio si los Hospitales que posean una mayor innovación tecnológica, promueven una mayor satisfacción entre los usuanos aei establecimiento. Para desarrollar una estrategia descriptiva, el investigador debe considerar y especificar de manera determinante ei objeto a describir, como también los procedimientos más aptos para lograr la mayor precisión en lar medición. .Asimism.o, los estudios descriptivos contienen la posibilidad de proyectar una predicción rudimentaria.

Investigaciones explicativas

Este upo de investigaciones es ei de más alto nivel de com,piejidad y presupone la elaboración de algún tipo de hipótesis y de ios instrumientos para ponerla a prueba con ia intención de establecer si la hipótesis se adecúa a los hechos o es refutada. Tai circunstancia trae aparejado el .manejo idóneo de téemeas mieíodologicas correspondientes a la disciplina dentro de la cual se elabora la investigación. Presupone tam.bién ei conocimiento exiiaustivo de la instancia descriptiva y además e! saber detectar los problemas que pueden convertirse en objeto de estudio.

La descripción perTrate dar cuenta de un estado de cosas que será la base para poner a pnieba supuestos, los cuales, de no revelar aspectos negativos con respecto a los flindamentos, resultarán en regularidades empincas, que son la base para e! establecimiento de otras hipótesis o leyes. La descripción, SI bien fundamental, es solamente ei paso previo para establecer cuáles regularidades se observan entre los valores de las variables de descripción y además ver en qué medida tales regularidades responden a implicaciones lógicas. La puesta a prueba mediante experim,entos es ia que peimltirá ia contrastación de los supuestos. En esto consiste la explicación científica. En síntesis, las investigaciones explicativas están

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dirigidas a rasponüer a las causas de ios eventos físicos o sociales y. por tanto, a proyectar predicciones que sostengan que en 'guales condiciones soi're un objeto similar, c-enas causas provocarán tales efectos.

£i problema de la venñcación abre toda una polémica epistemológica. Venñcar, coóñrmar. coiTcborar, serán ios manees que iistinguirán el grado de intensidad, de oertinencia y de pertenencia epistemioiógica a paiair de los cuales se establecerá el resultado de la contrastación empírica de acuerdo a diferentes criterios epistemológicos. En la medida en que ia investigación se compiejiza y nuestra capacidad representativa no puede manejar el cumulo de implicancias, relaciones y cuando la metáfora se toma dudosa, es fundamental

“apeiar a ;a tormálízacióm o mouelización matemática, iámüár esmñuc¡ióñnáa^lueu,aiia-h‘crramuOuta”püra-la’ cuantificación. La lógica y la m.atemática no son sirnpiemente una economía dé recursos en el modo de operacionalizar. son verdaderos vectores conceptuales que nos permitirán la consn-iiccion del concepto, esto es: realizar la síntesis teórica que dé cuenta de ia .realidad como objeto de estudio, en el marco del despliegue de la construcción de conocimiento y en ei seno de la investigación.

Enfoques metodológicos cualitativos y cuantitativos

Kabitualmente se considera peranente distinguir a los nrétodos cualitativos y los cuantitativos por su referencia a la composición de su universo o población de esrudio: poblaciones de pocas -o de una- unidades de análisis o poblaciones más abarcativas. De hecho ios estudios cualitativos tienden a cubrir muy pocas unidades de análisis, en oposición a los cuantitativos que comprenden una cantidad considerable de ellas. Pero no es ese el criterio que ios deñne. Para probarlo fácilmente podemos observar­en cualquier biblioteca, estudios basados en técnicas cualitativas que se dirigen a investigar !o que los antropólogos denominan culturas prim itivas. La elección de tomar universos pequeños para estudios cualitativos está detenminada por una decisión pragmática, ya que ia cuaiitatividad de las variaoies supone un alto nivel de complejidad en los indicadores que permiten su medición. Como señala Johan Gairang, la opción se debate entre la profundidad dei análisis y la extensión del m.ismo. Los métodos cualitativos se deciden por la primera opción mientras que la extensión es una propiedad que asumen ios esradios cuantitativos. De manera muy sencilla esto quiere decir que los análisis extensivos pueden dar cuenta dei por qué pero diñcilmente del cómo. En síntesis para poder sostener esta diferencia, debemos considerar su naturaleza distintiva. Creemos que la diferencia radica en la posibilidad que presenta cada método para la cuantiñcación de sus variables.

Una investigación ideal se deberla fundar en una indagación de gran cantidad de unidades de análisis por medio de muchas variables. Es decir, combinar profandidad -cóm o- y extensión -por qué-. Sin embargo, esto provoca múltiples inconvenientes debido al tiempo empleado, al análisis, al escaso desarrollo de métodos estadísticos para analizar variables comiplejas, etc. Por lo tanto, la opción planteada por Gairung se mantiene viva. Debemos elegir aumentar el número de casos contrariando ei número de variables, logrando una investigación confiable, puesto que al analizar una cantidad de casos se podrá establecer ciertas regularidades estadísticas. Por otro lado, podemos elegir sacrificar el número de casos en vinud de un análisis más complejo por medio de una gran cantidad de variables tratando de cubnr conceptualmente el fenómeno, lo que concluirá con 'un esrudio válido. En suma, la validez y la confiafailidad se encuentran en tensión en todo estudio científico al momento de plantear la estrategia de investigación.

Como hemos sostenido, la actividad de una investigación no comienza -s i es que se puede hablar en algún sentido de com ienzo- con ia obser/ación dei objeto de estudio, sino más bien, con la misma construcción dei objeto. Puesto que de lo que se trata es de producir conocimiento, y no de reproducir en palabras lo que vemos por los ojos, lo que además constimi.ria una actioid individual. No conocemos porque tenemos la capacidad orgánica de ver sino porque a pesar de poder ver la manifestación de hechos, fenómenos o cosas, no nos contentamos con ello. Porque además de ver, tenemos la capacidad de abstraemos de la manifestación del fenómeno y podemos reconstruir ei proceso que produjo que un objeto pueda llegar a verse. Si tomamos al conocimiento como un objeto producto de un proceso de producción, ya no creerem.os que es sólo el resultado de la genialidad de algún sujeto especial que pudo realizar algún descubrimiento. .Advertiremos un trabajo, que sin dudas no es solitario que pudo hacer posible e! producto conocimiento.

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Todo trabajo implica una ec4uematización formal que el investigador, de cualquier disciplina de la que se trate, deberá proyectar si pretende ciena seriedad en su trabajo. Naairalmente, todo esquema supone una simplificación, una reducción de las complejidades que se presentan ante cualquier práctica concreta. Y es asi puesto que un esquema constituye una metáfora descriptiva; algo asi como una fotografía. Un plano no es una casa -de eso estamos seguros- Es sólo su representación. Representación que no puede mostramos la complejidad de su realidad. Sin embargo, el plano -e l esquema- que presentamos del desarrollo de unji^inye^gación posee la ventaja.de su eficacia;.pu^de rnoiUrarsmtétjcamente.un.procesorr

■'ordenado’ j^sistémáUcof

El esquematismoComo hemos señalado en reiteradas oportunidades, el trabajo de investigar no impone una sene de

pasos cronológicamente determinados ai estilo receta culinaria. Por el contrano. la investigación es una tarea dinámica, sin entender por ello que no guarda ningún tipo de lógica. Sin dudas, debemos distinguir entre la lógica de la presentación fonnal y la lógica del trabajo de producción de conocimientos. No obstante, como es obvio, e.Kisten elementos que de manera necesaria deben incluirse en cualquier trabajo de investigación. Como indica Sabino;

Los esquemas metodológicos [del proceso: de investigación] deben operar entonces simplemente como puntos de referencia, como guias que permiten mejorar la calidad y la eficiencia del trabajo y no como prescnpciones o recetas que es obligatorio respetar. (Sabino, 1998, p. 76)

Planteamiento de Desarrollo de la Presentación dela Investigación Investigación la Investigación

Cualquier investigación, que se precie de tener cierto grado de seriedad, da cuenta de que los imcios de su actividad se expresan mediante ideas abstractas generales. En flinción de ello no puede suponerse que la primera labor sea el relevamiento de datos, por ejemplo. El planteamiemo de la investigación encuadra al trabajo intelectual que interviene en la enunciación del tema sobre el cual va a versar la Investigación, el problema específico de ese tema, los objetivos programados y las características globales de las estrategias que se planean efectivizar para resolver tal problema de conocimiento.

Una vez planteada la investigación en ese marco, se procede a poner en marcha el desarrollo de la investigación. Esta tarea se propone el relevamiento bibliográfico que el investigador considere pertinente, la recolección de datos propia de la investigación y su postenor procesamiento y análisis, lo que dará lugar al enunciado de las conclusiones donde se formula el éxito -o el fracaso- del trabajo realizado. Por último, la comunicación pública; es decir, la presentación de la investigación. Este es el momento de la escritura del informe de investigación -o de cualquier otro documento escnto que suponga una investigación-.

Un comentario acerca de lo expuesto. No es recomendable suponer que como el desarrollo de la investigación implica el uso de teorías, metodologías, y técnicas de indagación científica, esa instancia constiaiya en sí misma la investigación y que en consecuencia, el resto de los momentos compongan fases subordinadas o supeifiuas. El trabajo de producción de conocimientos es una práctica compleja que no puede escindirse del conjunto de prácticas sociales, por lo tanto, es menester dar cuenta en cada momento de los condicionantes externos que intervienen sobre ella.

Es de suponer que cada uno de los momentos esquematizados amba pueda desagregarse en unidades menores. ,\sí, podemos ver que en el planteamiento de la investigación se posrulan los siguientes elementos;

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Estos cuadros indican un supuesto proceso de elaboración del trabajo intelectual, que culmina con el documento al que llamamos proyecto de investigación. Sin embargo, la presentación fomial implica que las dos instancias anteriores -además de otras- a ese documento se incluyan en él.

La cuestión del enfoque metodológicoEn cuanto a la opcion metodológica, existen reglas dentro de un método, pero no existen reglas

metodológicas inalterables que impongan la utilización de una única fonna de encarar y abordar los problemas. Limitar la investigación a fonuas preestablecidas tiende más a generar estancamiento que avance en la producción del conocimiento. En cuanto ai eníoque planteado en el presente capitulo, tomamos el esquema general que Samaja plantea en su obra Epistemología y .Metodología, con la intención de reproducir algunas de sus definiciones ligadas al modo de establecer una sene de condiciones metodológicas referidas al trabajo de investigación científica. Lo que aquí nos interesa es tornar su riqueza concepuial y el esquema general, y usarlo para considerar cómo éste se perfila en las consideraciones de la elaboración de una investigación, correcta articulación sistemática entre el proceso, el diseño y el proyecto es quela fuente documental, la información, los datos, irán surgiendo y-se irán ordenando de un modo pertinente y adecuado a cada momento.

m ) Él de%líegue del proceso.

El proceso consiste en los procedimientos a través de ios cuales se organizan ios pasos en la tarea de la investigación, de acuerdo a las pautas metodológicas que han de ser una fomia de interacción entre los conocimientos existentes hasta el momento y las consideraciones desarrolladas en el trabajo, esto es, entre lo que es de dominio publico y el modo o enfoque con el que el investigador trata el tema. El proceso implica una serie de transformaciones que suceden y que van de un estado inicial del planteo dél problema a su modificación conceptual y procedimentai. Es a través de estos cambios que aquellas condiciones iniciales se han transformado para convertirse en otrá cosa y el proceso concluye con la realización de los objetivos propuestos alcanzados, o redefinidos.

La intención de la consecución del proceso puede implicar diferentes propósitos. En la elaboración de una investigación, el proceso comienza con la propuesta inicial de un tema, se desarrolla a través de un ordenamiento de las fases y los momentos y concluye con el documento a través del cual se ha desarrollado todo el despliegue que subyacia en las ideas del tema inicial y que se han plasmado en las conclusiones. .Más allá de los objetivos evidentes y de las exigencias cuiriculares, otros fines pueden orientar esta tarea de investigación, la de profundizar un conocimiento, la de aportar un nuevo enfoque, la de generar consecuencias transformadoras en algún área, la de cuestionar o fortalecer una línea de pensamiento en lo que algunos autores denominan convalidación de un sistema de creencias y valores, entre otras.

C

El proceso de toda investigación se inscribe en otros procesos y en diferentes niveles; en el de formación académica, en el de foimación profesional, en el proceso de participación e integración de una comunidad intelecmal o cientifica, en el proceso de desamollo personal, en el proceso de constitución o consolidación o desarrollo de un proyecto o conjunto de proyectos de diferente tipo de emprendimientos sociales. El resultado obtenido en el proceso al estar integrado a esos otros niveles se puede convertir en punto de partida para otros procesos. No es poco frecuente que se profundicen investigación y se abran temas para el desarrollo de otras investigaciones. Si por ejemplo, la propuesta es descriptiva deben aparecer explícitos los elementos de concordancia entre las descripciones y ios enunciados o hechos a los que alude. Como tai el proceso involucra el diseño y el proyecto, e implica tanto la definición del problema que se convierte

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en ohjeto de investigación, como ¡os medios o acciones que deben ser implemeniados para su prosecución y las condiciones en medio de las cuales se desarrolla. Ninguno de estos elementos debe estar ausente.

El diseño es la implementacion de la estrategia que permite establecer un plan de acción acerca de cómo se debe llevar adelante el proceso a los efectos de concretar el proyecto. Lo que se diseñan son las acciones del proceso. En el plan se establecen las actividades, que se refieren a momentos, tareas, articulación entre esos momentos y esas tareas. Por ejemplo: si cierta inibimación se obtendrá a partir del rastreo de documentos o

“a'trávés'déeritrevistási si la iñíoimacion obtenida se üsáfá'c'ómo punto de pártida'para láriñvéstigacíónb'bí’éñ como un resultado permitirá fortalecer ciertas conclusiones.

El proyecto es el esquema riguroso, pero no rígido, que establece una serie de requisitos:

1) La clara definición del problema a tratar.2) Los objetivos trazados, lo cual implicará una estratificación en objetivos generales y objetivos

específicos.3) El marco teórico.4) El estado de la cuestión.5) Los recursos metodológicos a utilizar, que se dividen por un lado por la justificación de la elección

del tema y por otro por los criterios de elección bibliográfica.6) La estpuctura del proyecto muchas veces debe adaptarse a protocolos institucionales que obligan

al investigador a adecuarse a- la elaboración de un documento previamente pautado por las instituciones u organismos para los cuales se realiza la investigación. Señala Samaja:

... con la palabra proyecto de investigación me referiré al documento destinado a un organismo o instancia de control y que contiene, además de la infoimacion central sobre el diseño, una información concisa sobre los objetivos, las metas en tiempo y espacio, el plan de actividades, la estructura del presupuesto, etc. Es decir, contiene información necesana para el control de gestión de la investigación. (Samaja, 1999, p, 205)

La instancia de validaciónSin entrar en una polémica epistemológica sobre el sentido de lo que significa conocimiento objetivo

y cuáles son las condiciones de la objetividad, diremos que esperamos algi'in tipo de correspondencia entre nuestros enunciados y ese fragmento de la totalidad que hemos puesto en consideración y como objeto de nuestro esmdio. El modo de establecer y justificar esa relación es la que valida los supuestos de los cuales partimos y de aquellos a los que ambamos. Véase que no estamos diciendo demostrar que los supuestos o hipótesis -en sentido amfjlio- son verdaderos, sino que son válidos en tanto son coherentes con las definiciones que se establecen como punto de partida. Esta validación se alcanza, en la elaboración de la investigación, mediante el establecimiento de instancias, fases, momentos, procesos integrados, que no están indicando un desarrollo lineal, sino ordenado. Este orden no implica una sucesión temporal en la cual se van desarrollando unas acciones necesanamente desoués de otras.

Recordemos la idea de un desarrollo en donde el trabajo no crece por partes sino en su totalidad. Si bien, indudablemente, hay instancias que serán unas previas a las otras, como por ejemplo el hecho de que el tema debe ser elegido antes que la selección de la bibliografía inicial, también es recom.endable, en relación a otras instancias, desaixoUar vanas partes paralelamente, como por ejemplo: la lectura de los primeros materiales y la elaboración de fichas ai comienzo del trabajo, la profiindización y análisis, tanto de los documentos que permiten constmir el marco teórico como de los que son objeto de investigación y la redefinición de los problemas o de las hipótesis, en un momiento ultenor; o la corrección del documento y la reescritura de la introducción, al final. La investigación es una investigación que debe cumplir, como cualquier otra, con la condición de sistematizar conceptos, ideas, propuestas; todo sistema implica la articulación de las partes en una totalidad que es mucho más que la suma de ellas. En un sistemm cada parte se apoya y da apoyo, se constituye y es consumida en relación a las otras, esto motiva la necesidad de dar muestras de esta estructura e.xplicitando

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el modo en que se justifican muCdamente; estas senan las instancias de validación. ,\1 respecto Samaja señala cuatro instancias de validación: /¡a conceptual, la cmpi'-ir.a. :a operara-a y ia expositiva, a las que divide en fases y momentos, y agrega.

Pues bien, si mi concepto de ''¡nstancia de validación" indica ese compromiso con la vaiiaez. el concepto de "fases y momentos" en cambio, pretende señalar ese otro compromiso de ia investigación con la eficacia, esto es. con el descubnmienio de un nuevo conocimiento. (Samaja. 1999, p.210)

La validación conceptualLa validación conceptual radica en dar a la e.xposición uel trabajo no solamente una coherencia

en la presentación de los argumentos y un hilo conductor articulado lógicamente, sino además una justificación que puede radicar en diferentes elementos según el tipo de investigación. Por ejemplo, en una investigación de enfoque teórico documental, el planteo de un estado de cosas, la descripción de la posición de un autor o la propuesta de una hipótesis, deben estar debidamente justificados por una apoyatura del aparato critico que respalde y dé fortaleza a los propios argumentos.

En lo que hace a una investigación exploratoria, del tipo básico o descriptivo, puede no haber hipótesis en el sentido de argumentos que funcionen como probables soluciones a un problema, pero de cualquier manera debe haber una validación conceptual, esto es, que .los conceptos a través de los cuales se establece la exploración o la descripción deben estar clara y sistemáticamente relacionados con ¡as teorías y los hechos que se consideren bien establecidos, los cuales emanan de la confiabilidad de las fuentes y de la correcta realización de las constrastaciones. Tales pueden ser teóricas, como por ejemplo constatar que, en un texto que es objeto de análisis, aparezcan o no conceptos contradictorios; o empíricos, verificar la existencia de ciertos atributos en un objeto.

Por otra parte, los argumentos, como sinónimos de razonamientos no deben incumr en falacias formales ni no formales, como las del tipo ad aiitoritatem, que consiste en sostener un argumento simplemente por el hecho de que fuera formulado por una persona prestigiosa, o .su contraria ad hominem. que consiste en descalificar el argumento por provenir de alguna fuente que por una cuestión circunstancial se la ve como poco ventajosa, o simplemente se trata del cuestionamiento de ia persona y no del argumento. Tampoco se debe caer en la fa la c ia ad ígnorantiam . la cual es frecuente en la defensa de argumentos en la afirmación de que no se puede demostrar lo contrario. Hay muchas otras de este tipo y es bueno que sean conocidas por quienes se ven en la tarea de argumentar, ya que son mucho más frecuentes de lo que suponemos y no solamente plagan los discursos com entes de políticos, publicistas y periodistas, sino también de obras que tienen pretensiones académicas. Las otras falacias, denominadas formales, son formas lógicas cuya conclusión no se infiere necesariamente de las premisas; ellas se obtienen tie modo contingente y por lo tanto no proporcionan garantía de la verdad de la conclusión. Es importante que los investigadores estén advertidos de este tipo de errores y eviten caer en ellos. Samaja establece una distinción entre las instancias de validación a las que estamos haciendo referencia y sus fases, las cuales estarían compuestas de diferentes momentos. .A la instancia de validación conceptual corresponderían las fases de planteamiento.

PlanteamientoEn relación al planteamiento, Samaja señala:

El concepto general de esta fase -con sus cuatro momentos- es familiarizarse lo más que se pueda y proftindizar el conocimiento del proceso en el que se presenta el problema además de confirmar el interés o importancia de dicho proceso a fin de justificar el esfuerzo de investigación que se propone emprender, tSamaja, 1999. p. 215)

Esta fase 1, de planteamientos, implica los momentos de:

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1) Examen y discusión de los problemas, -'^"roblema)

2) Los problemas que se plantean a una Investigación pueden ser:

3) ¿Es el tema adecuado'-

4) <;,Hay elementos suficientes disponibles como para poder abordarlo'?

_____5) ¿Hay_Lijia bibliografía mínima que permita construir un marco, teónco? —

6) ¿Puede ser resuelto el tema en un tiempo prudencial?

7) ¿Los conocimientos previos del Investigador ameritan una incursión en ese tema?

8) ¿Requiere la investigación la constricción de elementos para la recopilación o producción de datos que el investigador esté en condiciones de obtener o producir'!’

En el caso de ciertas investigaciones que requieren una inversión imponente el problema del financiamiento suele ser central. ¿Habrá personas u organismos interesados en financiar tal proyecto? .\lgunos trabajos pueden implicar la compra de costosos materiales o de viajes. ¿Qué disponibilidad tiene el investigador o grupo de investigadores?

Examen y discusión de las hipótesisSi bien, como ya se ha señalado varias veces, el planteo de hipótesis no necesanamente corresponde a todo

tipo de investigaciones, es factible sin embargo proponerse algún tipo de supuestos. Puede haber una hipótesis principal, central o sustancial. Esta será el eje del trabajo y todo él estará destinado a encontrar los medios de contrastarla, lo cual significa ponerla a prueba mediante algún tipo de mecanismo teórico o experimental. Lín ejemplo del primero sería establecer una suposición de la postura de un autor mediante un análisis de textos que permita inferir el punto establecido; un ejemplo del segundo -en el marco de una investigación documental- sena exponer un documento poco conocido que confirme -o refute- el supuesto planteado. Por supuesto que hará falta también la elaboración de hipótesis de menor nivel que contengan implicaciones contrastadoras u obser/acionales, de modo tal que indiquen lo que se espera ocurra en la realidad de ser verdaderas o falsas las mismas; para ello contamos con las hipótesis operativas y también con las hipótesis auxiliares.

Por otra pane, como se ha señalado, para las investigaciones de campo, esto es, para aquellas investigaciones que intentan dilucidar alguna cuestión mediante una interacción que implique la aplicación de técnicas de recolección de datos, es menester además el manejo de técnicas de contrastación establecidas para las diferentes disciplinas, distinguiendo las que son propias de las ciencias naturales de aquellas que pertenecen a las ciencias sociales.

Apropiación y revisión de los conocimientos previos

Esta es la etapa en la cual, al considerar los puntos antenotes, se redefine la viabilidad de la investigación y se decide su rectificación o incluso su abandono. Esto implica la revisión y discusión de los contextos matenales e instimcionales, -ya analizados-. Es importante considerar:

¿Qué escuelas, corrientes, tradiciones, se considerarán para construir el marco teórico de la investigación?

¿Qué autores principales deberán ser utilizados?,;,Caá!es se usarán como fuentes principales, esto es como objeto de estudio, como punto de anclaje

de la investigación y cuáles como literaaira critica?Puestas las cartas sobre la mesa, es la última instancia para reconsiderar el proyecto en su totalidad y

adquinr el compromiso con las etapas subsiguientes.Este punto, que corresponde a la fase l, tiene enormes implicancias en el trabajo cientifico profesional,

ya que una investigación se da dentro de una sociedad, dentro de una comunidad científica, dentro de tradiciones muchas veces contradictorias y enfrentadas. Una propuesta puede ser interesante, pero su postuiación inadecuada dentro de ciertos á.mbitos, los cuales oueden llegar a ser muy ooco receptivos o

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incluso abiertamente hostiles. Una justificación del proposito de un trabajo puede ser compaitida en un ámbito y rechazada en otro; es imponante reconocer esos ámbitos y cuales pueden acoger de un modo más cordial la propuesta. En lo que se r<“fiere a los impactos, esto depende de una siruacion coyiinturai de tipo cientifico histórico político. Hay momentos en que los vientos son favorables y otros en que son adversos. El impacto sobre una comunidad intelectual o científica no es el resultado de la potencia de los argumentos sino del estado de esa comunidad.

;IV) RéyisioiigiMiádóiigig^anLÍroirmateriales emstitiidonales :

En lo que hace a la elaboración de un trabajo de Investigación, se debe considerar que si bien esta puede estar dirigida a una comunicación con un posible publico general o a sus pares, en primera instancia, esta destinada en principio a quienes son los evaluadores del proyecto.

Formulación

En cuanto a la fonnuiacion el mismo Samaja acota:

El objeto central de la fase formulativa es el de lograr las definicione,s conceptuaJ.es y los análisis de las estnicturas de las redes conceptuales implícitas en el problema, en las hipótesis, en el marco teónco y en los objetivos. jSamaja, 1999, p. 215)

A su vez, esta fase 2 de formulación, tendría los siguientes momentos:

1) FolTnulación del problema central y los problemas conexos de la investigación. (Formulación del problema).

2) Fomaulación de las hipótesis pnncipaies y las de trabajo. (Formulación de hipótesis).

3) Explicitación de las relaciones lógicas impiicitas en los conocimientos previos específicos o de las analogías. iMarco teónco).

4) Adopción y fomauiación de los objetivos. (Formulación de objetivos).

La validación empíricaEsta coiTesponde al establecimiento de la validez de los datos. Implicará tanto la justificación de los

instmmentos de recolección de los mismos, cuanto de las técnicas de procesamiento, de la elección de las mismas y de su puesta a prueba. La calidad de la información dependerá no sólo de la utilización de fuentes confiables de primera mano y de la calidad de los instrumentos de recolección de datos y de la precisión que puedan tener, sino también de la adecuación con su objeto. -U n teodolito puede ser muy preciso en su función propia para mediciones topográficas, pero no sirve como telescopio. Jamás se debe usar un calibre como llave inglesa- Por tanto, es importante no solamente saber si las consideraciones son coiTectas, sino también si son peiiinemes y viceversa. Referido a esta fase 3, Samaja señala;

El objeto general de esta fase es decidir cuál sera el objeto empírico de la investigación. Esto quiere decir: escoger los tipos de unidades de análisis, las variables y las fiaentes que se emplearan en el estudio. Contiene dos pasos sucesivos; por un lado, decidir una forma de recortar el objeto de entre las muchas formas posibles; es decir de escoger este universo y no este otro, estas variables y no otras etc. Y por otro lado, se trata de trabajar en este sistema de matrices de datos elegido, transformándolo de mero sistema conceptual en un sistema operacional. Tiene, pues como fin especifico, traducir el lenguaje de vanables corno atributo o propiedades "laieaies” al lenguaje de ios observables que permita la comrastación empírica. ( Samaja, 1999, p.2i6)

El oapel que media entre los diferentes niveles de inte'Zi’ación de la información obtenida tiene como

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factor determinante a aquellos que son indicativos, tanto de cantidades como de cualidades del objeto de esaidio. La calidad de la información se pondrá a pmeba a la hora de establecer la coiTespondencia entre ios conceptos del marco teórico, las relaciones establecidas y el estado de cosas.

En una Investigación teónca tiene más importancia la validación concepmal que la empírica. Sin embargo, en muchos casos, enfoques teóricos se apoyan en infonmación que debería estar convalidada convenientemente desde la perspectiva empírica. Si se tratara de una investigación con perspectivas ^ p íricas, este seria^ej^^mornenro^deiidefinir cudles‘.son-los objetos que se analizarán. Asi como en^el píanTF teórico se tiene un recorte del objeto de esaidio, un acotamiento y definición del tema que va a ser el centro de la investigación, en el plano empírico hay también un acotamiento de las cosas a las que corresponde referirse; de este modo se define lo que se denomina un universo, et cual es el conjunto de todas las unidades que los componen. Por ejemplo, si se propone como objeto empírico de esradio ciertas obras pictóncas de un autor, como podrían ser las que coiTesponden al periodo azul de Picasso, ellas constituyen el universo y por lo tanto quedan afuera no solamente todas las demás plnnaras de todos los demás pintores, sino también, todas las otras obras de Picasso que no correspondan a ese periodo. ¿Es que no está permitido hablar de otras obras o establecer relaciones con ellas:* De ningún modo. Pero, al definir el universo se define a la vez el objeto central del trabajo y se lo acota empiricamente, de modo que cada una de las obras que pertenecen a ese periodo forma parte del universo, del cual al mismo tiempo son unidades de análisis.

Pero: ^desde cuántas perspectivas se puede abordar este análisis'’ Puede centrarse en el modo de constaicción técnica de los materiales utilizados o en el de las implicancias e influencias que produjo en su momento y en la tradición, o en un análisis de la policromía o de los temas de que tratan; todas estas son las vanables. Para hablar de estas obras se podría viajar a los museos donde se encuentran y entrar en contacto directo con los originales o utilizar buenas pinacotecas con reproducciones conñables o estudiarlas desde las imágenes digitalizadas en la pantalla de la computadora. Estas últimas son distintas fuentes que se pueden usar. Por tanto, el universo es aquello de lo que el investigador se va a ocupar y constituye su objeto de estudio, las unidades de análisis son, en principio, definidas como ios elementos que constiaiyen ese universo, y las variables, los atributos que se pretende conocer de las unidades de análisis.

La muestra y su representatividad

En el sencillo caso expuesto, lo acotado de los objetos de estudio no ocasiona grandes problemas, pues el universo está restringido a una clase conmensurable de elementos, los cuales pueden ser agotados mediante diferentes estrategias o técnicas de observación con el fin de generalizar enunciados. En el caso planteado, se podría afirmar por ejemplo que todas las obras del período azul de Picasso tienen la característica de representar figuras humanas alargadas, lo que podría suponer una fuerte influencia de El Greco. En cambio cuando-la clase de objetos es por lo menos inconmensurable se hace necesano tomar una muestra, esto es, una cantidad de unidades de análisis que si sea mensurable, esto es agotable mediante la contrastación empírica y al mismo tiempo que sea representativa del universo, esto es, que se espere que las notas asignadas a esos casos particulares evaluados puedan con'esponder a la totalidad de los casos. Es muy difícil y seguramente muy poco probable que en una cantidad inconmensurable de casos no se de precisamente el caso particular que no coincida con la pretensión del enunciado universal, sin embargo, las intenciones de precisión son mucho más modestas. Esto ocurre porque lo que interesa obtener como conocimiento no es la e.xactitud de todos los casos, sino las tendencias generales y los porcentajes. Cuando en economía se hace referencia a porcentuales de crecimiento, o desempleo, no se espera como resultado una cifra exacta, o que cifras inexactas refuten como pretendía Popper.

Cuando se indica que hay un X% de desocupación se hace referencia a una cantidad variable y fiucaiante todo el tiempo. El guarismo es sólo un indicador de ciertas condiciones de la economía que indica que entre tales y cuales porcenuiales de desocupación se dan ciertas condiciones económicas y sociales y ante otros guansmo se dan otras. ¿Cuántos cientos de miles o millones de personas son un 4‘’o y que significa ésto para el conjunto de la economía y de las políticas económicas y cuánto es un IS % y que representa. Las cifras serán siempre imprecisas y flucaiantes, pero lo significativo como dató es la mayor

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aproximación v no la exactitud. De cualquier manera ia toma de muestras requiere de un numero que ios estadigratos establecen como representativas para diferentes universos. Referido a ia fase 4, Samaja señala:

Esta fase tiene como objeto ia toma de decisiones acerca de los procedimientos-mediante los que se determinarán en cada caso las unidades de análisis que se someterán a estudio; las dimensiones y procedimientos que se aplicarán para ubicarlas en las respectivas categorías de las variables y el tratamiento que se les dará a posteriori de la recolección. Es en estos momentos en que se elaboran los "diseños”, tanto de la muestra como del o los instrumentos de medición y del pian de análisis. ”1 Samaja, 1999. p.216)

Si bien hay desarrollos estandarizados y técnicas de recolección de datos para las investigaciones de estudios económicos, sociológicos, politológicos, etc. en muchas oporainidades.es necesario diseñar y poner a prueba instrumentos de recolección que cumplan con cienos requisitos de confiabilidad en ia toma de muestras para su posterior interpretación.

La validación operariva

Esta se plantea en el desanollo de una investigación, considerada como se ha dicho, desde una perspectiva genético estructural, esto es. en el que la cuestión está tratada en su desanollo, teniendo en cuenta los procesos y las transfonnaciones como una totalidad que se despliega; la mfonnacion surge en cada una de las fases aunque de un modo diferente. Pero, la consideración de los datos como forma instrumental,' cumpliendo una función claramente definida y establecida, se da más en la instancia de validación empírica y de validación operativa. Cuando aparece o se presenta o se^obtiene infonnación por ciertos procedimientos llevados adelante hay una pregunta que debería ser planteada y que es: ,jta información, puede convertirse en dato? Referido a esta fase 5, Samaja señala;

Esta fase tiene como objetivo llevar a cabo la recolección de los datos y su procesamiento. Como se ha dicho anterionnente, estos momentos, forman parte de la instancia de la "validación operativa”, puesto que el investigador deberá poder justificar la fonma como ha procedido realmente para seleccionar cada sujeto de estudio y la manera concreta como ha efectuado las mediciones es confoime al criterio de confiabilidad (tanto de los datos de cada medición cuanto ai conjunto de las observaciones de las unidades de ia muestral. (Samaja, 1999, p. 217)

Hay operaciones que se deben realizar a través de técnicas y procedimientos claramente establecidos. Por ejemplo, hay investigaciones que demandan la elaboración de encuestas. Estas no son un conjunto de preguntas antojadizas como las que nos presentan los suplementos dominicales de los diarios, sino que deben tener presente un sinnúmero de cuidados en su formulación para evitar ia vaguedad y la ambigüedad y puedan ser decodificadas a través de sistemas predeterminados. El resultado de esa operacionalización ha de convertirse en un dato y éste debe ser confiable.

Da confiabilidad en un momento inicial, puede lograrse mediante un relevamiento de las fuentes y puede considerarse como un criteno de credibilidad pero, cuando ya se ha pasado esta instancia y nos encontramos en el momento en que es pertinente que la información sea elaborada como dato y pase a la unidad de sus principios en la síntesis de ia construcción teónca, los requerimientos deben ir más allá de la confiabilidad y deben transitar el camino de la legitimidad.

En este momento, una infonnación aceptable es aquella que ha logrado sortear los obstáculos y se encuentra validada, tanto por los procedimientos lógico metodológicos que la justifican, como por un criteno que e.xpresa la correspondencia entre el concepto y aquello a lo que hace referencia. Pero, ¿es esto suficiente?, ¿se puede tener la seguridad de que se va camino hacia ¡a verdadl Esta garantía jamás se podrá obtener, pero se puede tener la tranquilidad de que no se ha ido en contra de ia razón y de la honestidad en el conocimiento.

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La validación expositiva

Ella implica la forma en que la exposición argumental es explicitada a través de las formas discursivas que ha de adquirir el documento. Samaja le asigna el siguiente contenido:

El objetivo central de esta fase expositiva es infonnar a los interlocutores más inmediatos de la conaunidad científica acerca de la marcha de la investigación Wos resultados que_se vienen-consiguiendo ( incluye los informes de avance, presentación en ateneos de la comunidad más próxima de investigadores, e incluso el informe final que se presenta a una entidad subsidiadora). (Samaja, 1999, p.2181

Hay trabajos en los que se advierte una tendencia, a veces abusiva, al uso de gráficos, infogramas, cuadros, etc. En ciertos trabajos, estos recursos son muy útiles, permiten resumir y sintetizar de un modo visual algún tipo de información, pero no pueden presentarse como válidos por si mismos, desconectados de los conceptos que pretenden representar; tales conceptos no deben ser sustituidos por gráficos, sino que deben aparecer necesariamente explicitados, presentándose estos recursos visuales como un complemento y no como un sustituto.

El documento es la forma que adquiere todo el proceso de investigación, el modo en el que se expone o muestra el proyecto y la manera en que se presenta el diseño. Pero debe quedar claro que en la elaboración de un trabajo de investigación las cuestiones de forma y de contenido están imbricadas de un modo muy profundo. La forma hace al contenido y el contenido hace a la forma. . _

No nos cansamos de repetir que el documento, que es la investigación, no es un colage ni una ristra de opiniones; su exposición debe ser sistemática.

El objetivo general de esta última fase consiste en exponer los resultados obtenidos tal como se piensa que ellos se incorporan al cuerpo teonco principal del cual se ha partido. No se trata de informes de carácter técnico, su propósito no es el control de gestión "del proceso de investigación; sus destinatarios no son los interlocutores inmediatos de la comunidad científica, sino ios científicos”, en general. Bajo este rubro (de exposición sistemática ) quisiera referirme no sólo a "los tratados” (como pueden ser “lo.y Principios de Urbanismo" de Le Corbusier, o '^Teoría General de los Sistem as" de von Bertalanffy, o "Psicología de la In teligencia" de Piaget), sino también la variada gama de publicaciones (ensayos o artículos) que un investigador puede emplear para dar a conocer su pensamiento como resultado de sus indagaciones empíricas. (Samaja, 1999, p. 218)

En pnmer lugar hay que establecer que el dato es algo que se construye a partir del marco teórico dentro del cual se desarrolla la investigacióa Y seg'ún la disciplina en la que se trabaje tendrá caracteristicas particulares.

Los datos en las ciencias sociales, como en otras ciencias, se fundan en observaciones de los sentidos y en un criterio para ordenar los datos según su calidad se refiere a la proximidad del dato. (...) Un dato es lo que es observado, manifiesto o fenotipico; no lo que es inferido, latente o genotipico. (Galtung, 1965, p. 21) ^

No existe hasta la fecha ni una teoría ni una metodología aplicable a todos los temas de investigación. Por tanto, los procedimientos para realizar el análisis de los datos deben comenzar por las ideas -parte de la teoría- más abstractas y generales, para luego realizar una continua aproximación y adecuación a la realidad empírica. Entonces, este proceso implica establecer los aspectos observados en las muestras como representantes del universo y que luego a través de diferentes tipos de procedimientos podrán referir ese dato a la totalidad.

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Detemiinado e! inarco teonco de ia investigación en relación con ios probiemas planteados y con el objetivo de alcanzar los resultados de la investigación, se debe impiementar una estrategia que establecerá -según sea el caso- ios pasos que permitan escoger los más adecuados procedimientos para pasar de los objetivos generales a los específicos. Es decir, como hay clases de objetos de estudio que no pueden ser agotadas mediante la obsei'vacion de sus elementos en su totalidad, es menester realizar unamuéstra~para"estáblecér las diferencias~elT los subconjuntos y así descubriT^rpápel'de las variables. Los datos se han obtenido a partir de !a operacionalización de estrategias. Aquello que se quiere averiguar se e.xpresa en la posibilidad de extraer de, por ejemplo, una encuesta, una entrevista, un censo, y otras muchas, la infonnación que se requiere, medidos estadísticamente de modo de dar cuenta de su distnbucion porcentual, frecuencia. Índice, curvas, etc.- Por tanto, un dato es un indicador de algo que se expresa en ios diferentes modos del gráfico, el numero, la función, el concepto, etc. Y si la teoria es su marco general de interpretación, es imprescindible que la metodología utilizada contenga los mstiumentos teóncos o empíneos para una interpretación más específica y minuciosa.

En las investigaciones de campo, yendo asi de lo general a lo particular se podrán establecer las smuiitudes y diferencias entre los subconjuntos. Por medio de la partición del universo en los subconjuntos en tünción de la vanable mdependieme y empleando los cálculos estadísticos, se vinculará ia vanable independiente con las diferencias encontradas en los subgnipos. Por consiguiente, el dato no sólo es algo que se construye, sino que se lo puede interpretar y reinteipretar a la luz de las diferentes vanables que se despliegan a lo largo de la uivestigación.

Sin embargo, esto no es suficiente; el dato, por si mismo no dice demasiado si no se lo puede traducir a una expresión teórica. La evaluación del análisis reside en examinar su lógica y tratar de inferir conclusiones que concuerden con los supuestos teóricos. Por ello es que las conclusiones manifiestan una síntesis de ia interpretación de los datos y permiten compararlos con los resultados de otros investigadores. Por tanto, se puede decir que para analizar los datos se puede disponer de diferentes estrategias en diferentes niveles. Unas, de tipo instrumental, consisten en controlar si la fomra de obtención del dato es idónea y no es demasiado sesgada. Esto implica el control de las heiTamientas de producción del dato y de cómo se establecieron las categorías, las '.'anables, ¡as muestras, etc. Se hace imprescindible la operacionalización bajo las posibles foimas de: la recopilación estadística, la encuesta, el reportaje, la indagación en documentos, etc.; a otro nivel se encuentra el control de la teoria dentro de la cual cobran sentido ios datos. Los resultados pueden ser comparados con otras investigaciones, ya correspondan éstas a las realizadas por un mismo investigador o grupo de investigadores en diferentes períodos, o bajo diferentes circunstancias o poniendo enjuego diferentes estrategias de indagación, o comparando los resultados con los realizados por otros giupos en diferentes lugares y tiempos. Y finalmente, siempre con referencia al marco teórico, el cual podrá echar luz sobre el sentido de los datos producidos o podrá ser modificado en función de los resultados obtenidos por ellos.

El problema de la mediciónEl número, en tanto que síntesis de la inclusión y del orden, presema una nqueza y una movilidad

que hace que sus estrucrtiras sean particulannente útiles en todas las cuestiones de comparación, es decir de coiTespondencia y de ¡somorfismos: de ahí la necesidad de la medición.

El concepto de medida es definido de manera diferente por los distintos estadígrafos. Para algunos la medición debe ser entendida como ciertos procedimientos generales que permiten la construcción del dato. La medición implica cienos procedimientos menos precisos que los cálculos en sentido estricto, los que pueden jerarquizarse en niveles de acuerdo a su grado de precisión matemática. VIedir es entonces atribuir a las propiedades de los objetos -variables- estados o valores que representan conceptos teóricos. Siendo así, la clasificación es una forma de medición.

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Para poder realizar mediciones en el sentido estricto del termino, se hace imprescindible contar con una unidad de medida, o sea con una magnintd que por repetición permite la asignación de las propiedades numéricas a la variable de esmdio, Pero las unidades de medida son convencionales, de modo que pueden no existir para algunas variables, lo que significa que no todas aceptan esta tbnna de medición. .No e.xiste consenso sobre cuál será la unidad de medida para, por ejemplo, la sinceridad. En ciencias sociales, la mayor parte de las veces las variables son de este tipo. De modo que, salvo esmdios muy específicos -com o los de la economía, la demografía etc.-, esta foima de medición es poco utilizada o reemplazada por el cálculo de probabilidad.

Los problemas metodológicos de las ciencias sociales estriban tanto en las dificultades de expenmentación como el problema de la medición, o sea el grado de precisión que puede lograrse en la observación de los hechos. El empleo del nivel más preciso de medida depende de la constinición de unidades, es decir de la consideración de elementos, dejando de lado sus cualidades diferentes con el objeto de poner de relieve lo que tienen en común. La dificultad mayor en las ciencias sociales es el acuerdo en esas unidades de medida debido tanto a la naairaleza de los datos, como a no haber sido posible consensuarlas todavía.

La unión del modelo teórico y del esquema expenmentai y las mediciones que han de tomarse constituyen los procedimientos metodológicos de la mayoría de ias ciencias sociales. Pero la dificultad propia de estas disciplinas, debido tal vez a la falta de ana expenmentación en sencido estricto -necesaria para esta forma de trabajar los datos que privilegia la cuantificactón- estriba en ajustar el modelo teónco a los esquemas experimentales, pues estos últimos comen el nesgo de ser demasiado globales y poco diterenciados como para permitir uñ análisis que haga posible tomar decisiones. Un modelo teónco que no llevé a una interpretación concreta y venficable no constituye más que un esquema lógico y, reciprocamente, un conjunto de observables Tin una estnicnira suficiente, se reduce a una simple descripción.

Pues bien, los modelos teóncos de ias ciencias sociales son cada vez más sutiles; la lógica matemática, los modelos mecánicos y estocásticos, la teoría de los juegos y los métodos operactonales, los modelos cibernéticos etc., son utilizados alternativamente y en combinación, cuando hace falta, con análisis históncos y con el análisis institucional. Pero la aplicación de todos ellos a los datos tropieza con la dificultad de delimitar los campos de observación y, por consiguiente, con el problema del nivel de abstracción oporruno ya que, además de las leyes generales constaiidas y de otras no tan generales, se constniyen leyes especiales aplicables a Lina sola formación y constantemente se están planteando problemas de tipología de acuerdo con la escala de valores adoptada.

La matriz de datos

No entraremos aquí en una explicación pormenorizada de lo que significa una matnz de datos, ya que esto demandaría una cantidad de explicaciones suplementarias que nos exceden, pero no obviaremos presentar un esquema elemental que haga referencia al modo en el cual los aspectos teórico-empíncos y cualicLiantitadvos o cuanticuaütativos se integran. Si bien es clásica la propuesta de Galcung refenda a este tema, también aquí seguiremos a Samaja, para quien investigar implica constaiir sistemas de matrices, llenar esas matrices, procesarlas e interpretar los datos.

En el esquema exploratorio es donde se deberá construir el sistema de matrices que permita producir e integrar los datos referidos al objeto de estudio. Las matrices se llenan precisamente con esos datos qtie encuentran en la matnz su lugar de significación en el proceso investigativo. El procesamiento en cambio pertenece a la etapa de contrastación de supuestos sobre consecuencias que se contrastan en el marco de procedimientos empíricos. Finalmente, la interpretación es el momento de sistematizar el conjunto de regularidades establecidas en las diferentes matnces de datos y en ella se deben articular las relaciones jerárquicas de subordinación y coordinación a los efectos que el cartografiado -metáfora del relevamiento de los datos en su correspondencia con el objeto al que se refiere- dé cuenta del objeto en cuestión.

.A.rites de ponerse a Investigar, todo cientifico presupone que su objeto es investigable, señala Samaja al inicio de la pane III de Epistemología y iVletodoiogia. Esto supone que entre las posibilidades de

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conocimiento dei sujeto y las condiciones de posibilidad dei objeto debe mediar la significación que se da en la relación entre el sujeto y el objeto.

De allí que el paso de la constnacción de! objeto inedianie la construcción de datos, es ei paso crucial que debe proporcionar un curso sobre metodología. Es decir, el tránsito def orden practico al orden teorético: teórico obsei'vacional. Esas operaciones que pueden denominarse ' aprioris de inteligibilidad' son básicamente las siguientes cuatro operaciones:

I -Entificar (proponer sub-objetos o entes de observación);_ÍI. categDnzar_L(e!egir_crite.no'5..de._c!asificación);

III. categonzar II (detenninar las clases o categorías);IV. operacionalizar (construir y asignar indicadores).

La matnz de datos es más que un simple esquema en el cual se van introduciendo los datos de manera ordenada. Samaja la concibe como una constmcción compleja cuya estructura tiene los siguientes componentes:

a) Unidad de análisis (U A).b) Variables (V).c) Valores (R).d) Indicadores. (I)

Un dato es más que una información; es una constmcción compleja y tiene una-estiuetura formal invanable. Samaja critica la estmctura tnpartita del dato propuesta por Galtung y propone una estructura cutripartita o tetrapartita, que penuite la transducción entre la descripción y la tautología. Esto es el pasaje de ida y vuelta entre el momento empirico - descriptivo y el momento teónco - tautológico. Lo define como un cartografiado que le penxiite al sistema fonmal de conocimiento realizar una descripción objetiva. tanto de los hechos y eventos, cuanto de las definiciones operacionales. La matriz se constioiye de este modo en condición del a pnori de inteligibilidad, que seria el supuesto de la condición de posibilidad de una investigación que permita un conocimiento objetivo. Nos gustaría aclarar que, si bien es de esperar que el conocimiento que se produce por medio dei cartografiado sea objetivo, condición y requisito de cientificidad, esto no debe entenderse como sinónimo de verdadero. Hay quienes podrían afirmar que si un conocimiento no es verdadero no es conocimiento, pero tal aserción no tiene en cuenta el conocer como proceso.

Las hipótesis sobre el calónco, el flogisto, la generación espontánea, etc., no son cuentos de brujas, sino que han constituido momentos en el proceso de conocer de la ciencia y han quedado atrás como seguramente quedarán atrás muchas de las hipótesis que hoy sostenemos. De cualquier modo, esto no invalida a) conocimiento científico como confiable; justamente su confiabilidad no radica en las verdades que nos revela, sino en su revisión permanente de sus propios presupuestos que impiden el autoritarismo y el dogmatismo -por lo menos como principio.

Las matrices de datos juegan, entonces, un rol fundamental en la posibilidad de ejecutar la función de “cartografiado” entre el mundo de las descnpciones de hechos y los sistemas formales de nuestras representaciones. (...) Consideradas de esta manera, se puede decir que las matrices de datos constituyen una parte substancial del a priori de inteligibilidad que guia todo e! proceso de investigación científica. (Samaja, .1999, p. 182-183)

t

El pasaje de la exploración a la descripción y a la verificación, las operaciones de entiñcar. categorizar y operacionalizar-, la elaboración del diseño de investigación y el proyecto de investigación, la construcción de las matrices de datos, etc. se deben integrar. La dialéctica viene a conformar un elemento fundamental que permitirá obtener significaciones de mayor nivel de integración. Samiaja usa la metáfora de cajas dentro de cajas, que hace referencia a la estructura jerárquica en tanto que ordenamiento de los niveles en las matrices de datos. Esto es, la descripción, que identifica elementos de diferentes tipos y configuraciones de elementos y configuraciones de configuraciones y asi sucesivamente y que tiene un carácter triádico.

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A continuación se presenta un esquema de matriz de datos de estructura cuatnpartita tal como lo establece Samaja en su obra Epúremologia y Metodología.

EXPLICACION O COMPRENSION CIENTIFICA

De esa forma, el contenido de las categorías aparece como una estrucUira jerárquica cuyos estratos se configuran mediante la transfomnación de las relaciones externas del nivel anterior, en relaciones internas de nuevo nivel. (Samaja, 1999, p. 119)

[ R ] » [ V ] ^ [ ü a ]

________________ ________A ______ J _____

NifelsupraiLniíaiio

V f ?

________ II _ _ á _ _ ____ L__" _ __1-

Nirei de aiic b je

_ _ í I T NwelsuJ)Tiniíai30

Cualquiera sea la investigación de que se trate, ella determina un grupo de matnces, por lo menos tres.

1) La matriz de datos o central, para la que propone el nombre de “Nivel de anclaje”, (N ) .2) La matriz formada por los componentes de las unidades de análisis del de anclaje, matnz

supraunitaria, (N).3) La matriz constituida por los contextos de unidades del N , matriz subunitaiia, (N ).

(Es posible que una matriz de datos tenga relaciones con'alguna otra matriz de datos sin estar subordinada [N -l], ni supraordinada [N"*"!] sdti: en ese caso direm.os que se encuentra coordinada con ella, y consecuentemente hablaremos de 'matrices del mismo nivel de integración' o de matrices coordinadas ). (Samaja, 1999, p. 167)

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Esta distinción de matrices y ios diferentes niveles en que se integran establece relaciones dejerarquia. que son el resultado de la multiplicidad de subobjetos y niveles de subobjetos. Habria entonces por lo menos tres niveles de integración de subobjetos en el interior de todo objeto referidos al mismo objeto, a su contexto y a .sus partes. La detenninación del nivel en el cual se está trabajando dentro de-la investigación es fundamental para establecer cuales son las unidades de análisis pertinentes a ese nivel.

En la concepción cuatripartita propuesta por Samaja, la inclusión de los indicadores como cuarto elemento y la diferenciación de niveles que se alternan circunstancialmente en focales, dinamiza dialécticamente a la matriz de datos y en consecuencia a ]a_investigación__misma. Samaja expone los_ elementos que invanablémente han dFc“oñfoiTnar toda investigación'cTéñtíficaTPresenta el siguiente cuadro, el cual da cuenta de la estincmra jerárquica en el seno de la matriz de datos :

Cualquiera sea la investigación de que se trate, su objeto puede ser descompuesto en varios tipos de unidades de análisis de diferentes niveles de integración, cada cual con sus variables, valores e indicadores; es decir, en un conjunto de matrices de datos que guardan entre sí relaciones definidas. En verdad, en toda investigación hay ¡por lo menos! tres matrices de datos como ya fuera ejemplificado anteriormente. (Samaja, 1999, p. 29)

a) Las variables de nivel inferior pueden funcionar como dimensiones (= items = variables) para construir indicadores que nos permitan conocer el valor de variables de nivel superior.

b) Las unidades de análisis de nivel inferior pueden ser elementos componentes cuyos comportamientos se expresan como variables del nivel superior.

a) Las unidades del nivel superior pueden revestir —y con frecuencia así ocurre— el carácter de contextos relevantes de los niveles inferiores.

Todo objeto está constituido por partes, pero el todo es más que la suma de las partes, aunque además podemos acordar que una parte puede constituir en si misma un todo como parte de otro todo. Un '‘chicle” constituye una parte de un carburador y tiene significación en relación al todo al que pertenece, el carburador. Este último conforma un todo frente al cual él chiclé es sólo una parte, pero el mismo carburador es sólo parte de una entidad a la que adhiere, que representa otro todo que es el motor, del cual el carburador es sólo parte, y lo mismo con este en relación a la máquina a ia que pertenezca, un auto por ejemplo. Pero un auto, que es una totalidad en si misma, es al mismo tiempo parte de un sistema de transportación. .A.si podríamos desde cualquier cosa llegar a la unidad del Universo. Esta idea nos lleva necesariamente a que, si las partes de un todo se encuentran vinculadas de un modo indisoluble, en el sentido de que su ser es en relación a ese todo, tal todo deberia constimir una totalidad como unidad.

Habria, por tanto, la unidad de Iq totalidad frente a la cual se presentan las partes, pero a la vez esas panes pueden constituir en sí mismas unidades dentro de las cuales se pueden distinguir otras partes para las cuales aquella es su totalidad. Si la realidad funciona asi, como un sistema complejo de totalidades y de partes que se constituyen de modo interdependiente en relaciones de mutua determinación, -com o cajas dentro de cajas-, entonces podemos pensar que la tarea del investigador debe ser la de dar cuenta, en objetos acotados, del modo en que se constituyen esas relaciones, suponiendo que, para dar cuenta de esa realidad, es menester un pensamiento que se sustente en una lógica que dé cuenta de los diferentes niveles en los que la realidad se da. Tai lógica deberá ella misma establecer los niveles formales que cartiografíen el objeto y el medio a través del cual esto es posible; esto es la dialectización de las matrices de datos.

Se ha establecido que en toda investigación encontramos por lo menos tres niveles de matrices de datos y hemos visto el modo en que se establece la estructura jerárquica de acuerdo a los distintos niveles. Los vínculos que se establecen entre los diferentes niveles de las matrices determinarán relaciones constituyentes de tipo jerárquico en las cuales de abajo hacia amba, esto es de! nivel subunitario hacia el de anclaje, es constituyente, en tanto que del nivel supraunitario hacia el de anclaje, es regulante. Samaja lo

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expone a tríues de iin simple pero largo ejemplo en el que se da cuenta de los movimientos de: a) Ascenso de lo concrete a lo abstracto, b) Ascenso de lo abstracto a lo concreto, c) Descenso de lo abstracto a lo concreto, d) Descenso de ic concreto a lo abstracto.

De estos cuatro movimientos la dialéctica ha tomado el segundo de estos movimientos -e l ascenso de lo abstracto a lo concreto-com o el movimiento que describe a la operación más peculiar del método dialéctico. (Samaja, 1999, p, 114)

Querríamos señalar que esta relación que apreciamos como formal dentro de las matnces de datos entre lo constituyente y lo rsguiante puede dar cuenta de los procesos en referencia al objeto mismo de investigación porque coiTesponde, no solamente a un modo de formalizar relaciones, sino porque el contenido real de esas relaciones funciona de ese modo. Cartografiar no es crear una metáfora sobre lo inefable, sino participar en la construcción de conocimiento como un modo propio de darse la realidad en el nivel de la vida humana.

Para las concepciones dialécticas, la realidad constituye un todo cuyo despliegue contradictorio, el de sus partes, forma una unidad inaisoluble que se maniñesta a lo largo de momentos que tienen un vinculo, qiie es al mismo tiempo de atracción y de rechazo. Tales contradicciones se expresan como un momento positivo y su opuesto como el momento negativo, resolviéndose tal contradicción en síntesis superadoras,

.en otro momento que es ia negación de la negación, el cual se constituirá a su vez en momento positivo para una nueva contradicción. Los términos de la contradicción tienen la apariencia de constituir momentos separados, unidades independientes en si mismas, como si ellas frieran para'“si mismas el todo, pero su propia existencia está determinada por la existencia de su contrario y su ser por la condición del devenir.

Para Hegel, el movimiento se da de lo abstracto -universal indeterminado- a lo concreto -particular deteiminadü-, el ser sin ninguna otra determinación es igual a la nada y por ello ¡a riqueza del ser se da en el devenir de las determinaciones relaciónales, que son las que le dan contenido al todo. Según este autor, esa totalidad va ascendiendo a través de diferentes ftguras a lo largo de la historia de las formas más elementales de consciencia como es la "certeza sensible” al "saber absoluto”, recorriendo diferentes etapas a través de la "consciencia”, "autoconsciencia”, "razón” y "espíritu”. Lo importante de señalar aquí es que lo que Hegel llama "el saber absoluto” es el momento cuando se consuma el saber en el reconocimiento de la unidad de la totalidad y de que cada figura imterior es un momento que tiende a ese momento, pero no se reconoce a si mismo como momento que tiende a desaparecer, sino como algo dado definitivamente, fijado en su inmediatez. Samaja señala:

Ese movimiento de inversión, por el cual lo que es postenor en la génesis llega a ser primero en el resultado, es un hecho que los autores dialécticos han realzado como núcleo de la critica dialéctica. Hegel se refiere a él llamándolo "recaída en la inmediatez”. Marx lo convierte en una de las claves para comprender la histona de las relaciones de producción y se refiere a él como 'la abolición de los supuestos históricos en la e.xistencia actual,' Lo concreto se presenta como punto de partida, como lo ongmano e incondicional; como generando en sí sus propias partes; pero lo cierto es que esa imagen de inmediatez es el resultado de haber borrado las huellas de su génesis.” Y más adelante agrega.

Este movimiento de recaída en la inmediatez' por lo cual lo que es segundo en el orden de la génesis se transforma en lo primero en el orden de la estmcñira, encierra una consecuencia trascendental.Va a permitir superar el concepto deductivo de La Gran Cadena del Ser, sin naufragar en la tarea siempre inacabada del inductivismo. Va a hacer concebible la'construcción' de una cadena que se constituye de manera ascendente pero que se regula de manera descendente. (Samaja, 1999, p. 116-117)

La importancia del establecimiento de los niveles dentro de las matnces radica justamente en el intento de que el dato no recaiga en la inmediatez, no se convierta en una instancia separada de su contexto, no se presente en forma independiente, reduciendo de ese modo la dinámica del complejo, el movimiento dialéctico de la construcción del conocimiento a lo estático y fijado. La noción de "recaída en ¡a inm ediatez"

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permite revisar criticamente los supuestos de los que pammos y no "naiuralizarios advertir que un objeto de investigación no es algo dado, aícmporal. ni en si mismo ni en su consideración. El único antídoto contra ese esquema, no 'roiaiízame", sino 'totalitario que es la recaída en ¡a inmediatez, es la dialéctica.

.A los tres elementos conside’-ados tradicionalmente como componentes de la matriz de datos, unidad de análisis, variable, y valores. Samaja agrega un citano elemento, el indicador. Este tendría la virtud de penmtir revelar las transiciones, mediaciones y transfoirnaaciones que ocunen en ¡a creación cientinca.

Samaja agrega que los elementos esenciales del indicador son a) la dimensión -considerada como - observable) y b) el-proeeduvaerúw -para ejecutar ¡a obúervació'n). EJa critica que hace SanTajJ"a Gai'turíg es~

que considera que, éste, reduce el indicador a la dimensión y por lo tanto se ve en la necesidad de introducir un artilugio lógico para dar cuenta de lo que llama "dimensión latente".

Es retérido al indicador que podemos establecer los atnbutos esenciales del dato científico. Ellos son la validez y Vd. confiabilidad. Es el indicador el componente a través del cual se llevan a cabo las operaciones que peiTniten realizar el cálculo y asi obtener el vaior de la función. Pero el indicador se constituye en un cuarto elemento en la medida en que la complejidad de la matriz señala la posibilidad de más de un nivel de análisis. Sí las variables se hallan en diferentes niveles es el indicador el que nos pemiitirá establecer al valor que las ubica en su nivel pertinente. Estableciendo una analogía con ios controles de un aparato de radio oodriamos decir que en la visión tripartita, tenemos un control de encendido y apagado -el valor de la variable-; con el indicador tenemos además la posibilidad de establecer diferencias cuantitavas, que han de re.velar diferencias cualitativas. En nuestro ejemplo, con el reóstato tenemos un modulador, que nos permite establecer no sólo el valor -encendido apagado-, sino el grado de intensidad del volumen. El indicador permite afinar mediante escalas una variedad de posibles estados intermedios, lo cual se perdería corno posibilidad de mayor precisión si no lo tenemos. .Al mismo tiempo, Samaja establece tres esquemas de la

■ constaicción de la tipología de los indicadores, a los que llama -en analogía con el esquematismo kantiano- esquema indicador analítico, esquema indicador estructural y esquema indicador global.

El indicador reporta el carácter de tal en la medida en que está definido, tanto desde ■ conceptual, cuanto operacional y ubicado en el nivel pertinente.

punto de vista

Voy a entender por indicador a algún upo de procedimiento que se aplique a alguna dimensión de la variable para establecer que valor de ella le corresponde a una unidad de análisis determinada. (Samaja, 1999, p. 161)

En principio, tenemos el problema de establecer qué debe ser considerado como indicador y cuáles son los criterios que penuiten interpretar la información y los patrones adecuados.

La interpretación del indicador está relacionada además con los procedimientos para obtener el dato -encuestas, preguntas, observaciones, rastreo de documentos, etc.-Tal acción de carácter operacional debe estar perfectamente definida en su procedimiento y en su escala. Pero esa escala revelará la dimensión que explicitará el valor en los términos más precisos que se pueda, dado por el indicador.

¿Cuáles son las condiciones de posibilidad del conocimiento? A la tarea de responder esta pregunta, Kant dedica buena parte de su obra. Las condiciones de posibilidad son las que penuiten que podamos encontrar algún tipo de correspondencia entre los contenidos de nuestras representaciones y la realidad i como fenómeno. ¿Cuál es la correspondencia entre los conceptos puros del entendimiento, las categorías y la experiencia sensible? Estos ténninos, que resultaban irreconciliables tanto para el apriorísmo cuanto para el empirismo, Kant los reconciliará en la síntesis de lo que llama esquema trascendental. Si bien en un sentido amplio el esquematismo es una solución al problema del conocimiento, es debatido su sentido dentro de la Crítica de la Razón Pura, ya que para algunos autores aparece como una solución ad-hoc, para otros es la resolución definitiva de la aparente dicotomía entre lo sensible y lo inteligible.

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El esquema es en cada caso un producto de la imaginación, pero no una imagen o representación singular del objeto respectivo en toda su individualidad. El esquema es más bien un procedimiento general de la imaginación para la generación de imágenes; o como íCant dice, 'para procurarle su imagen a un concepto'. Puedo obviamente hacerme una imagen precisa de un tnangulo o de un pentágono, de un quiliágono -polígono de mil lados- no puedo, en cambio, formarme de buenas a primeras tal imagen, pero conozco y domino el procedimiento para la construcción de un polígono así . (...) Evidentemente, reconocer algo como una magnitud o una realidad, una sustancia, una causa, un erecLo, iiupuca lucoipuraito segúii un proccdinuenío deíinido en la síiUe ics'' de la e.xperiencia. Así como el concepto de un objeto empírico de cierta especie no es un puro pensamiento abstracto sino que, para ser aplicable en concreto, tiene que disponer de un método o sistema de métodos para la unificación de contenidos sensibles en la representación de ese objeto, asi también las categorías o conceptos de un objeto en general sólo pueden emplearse para pensar lo que e.xiste si comprenden tales '‘procedimientos generales de la imaginación” o esquemas, que circLinscnban las representaciones sensibles unificables con aixeglo a cada uno de esos conceptos. Mientras el esquema de.un concepto empírico, como veíamos, es un cierto modo o sistema de modos de configurarse espacio-temporalmente una multiplicidad empíricamente dada, el esquema de una categoría o concepto a príori tiene que ser un modo de configurarse la multiplicidad pura del espacio y el tiempo mismos. (Torretti, 1980, p. 407-408)

Lo que Samaja nos propone con la idea de carcografiacio, es similar al esquematismo kantiano, como un modo de establecer correspondencias entre la teoría y la empiria en la pra.xis de la investigación. El esquema kantiano correspondería al transductor.

Es imponante destacar que el proceso de elaboración de indicadores forma parte esencial de estas mediaciones entre matrices de diferentes niveles de integración. El lugar de los indicadores corresponde a lo que Kant (1781) concibió como la solución al enigma de la síntesis del pensamiento y la realidad: a saber, el esquema definido como la “representación del pensamiento”. ( Samaja, 1999, p. 169)

En la red de vinculaciones de las vanables, habrá diferentes componentes jerárquicos o componentes predominantes, de acuerdo al nivel.

Sí se considera a la Unidad de Análisis como un universo que tiene partes, entonces se puede tratar a cada variable de este individuo -'individuo universo'- como una probabilidad, - una frecuencia o un promedio—, como una red de vínculos entre sus partes, o como una estructura jerárquica, con algún componente predominante. Y, según el tratamiento que se le dé a estas 'paites' del 'todo - individual' la estnictura latente, -del individuo en sentido corriente, que llamo acá individualidad especulativa'- habrá sido inferida a partir de: un esquema analítico, o de un

esquema estructural o; finalmente de un esquema global. (Samaja, 1999, p. 179)

Desde el com ienzo se ha planteado la necesidad de superar la dicotomía teoría ! em pina y la oposición apriorismo / empirismo. Samaja ha propuesto incorporar el concepto de pra.xis con el fin de dialectizar a los componentes que permiten la construcción del conocimiento científico. No es momento de abandonar esta idea para recaer en una mirada inductivista o deductivista referida a cómo los indicadores permiten producir conocim iento. Se supone que, cuando surge el valor o los conjuntos de valores que ofrece el indicador, se puede generalizar inductivamente, pero tal cosa no es posible si no se parte del supuesto de que el particular es una muestra representativa del universo.

La estructura de las muestras debe ser la misma que la estructura del universo. Bajo esa condición, no sería preciso el e.xamen de un gran número de casos: - primera e.xigencia del inductivism o- bastaría con una muestra bien tomada, para llevar a cabo la construcción general. (Samaja, 1999, p. 99i

Lo que tenemos en nuestras manos no son simples conjuntos, sino estructuras y estructuras de

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estructuras. ¿Que lógica podría dar cuenta de una eficaz transduccion entre el piano de las teorías y el plano de ios hechos y específicam ente entre los valores dei indicador y el "Valor al cual esta subordinado'!’ Si el proceso de construcción de conocim iento es dialéctico, entonces las formas de inferencia de cualquiera de sus niveles tendrá que ser dialéctica, incluyendo el movimiento que va de la construcción del indicador a la conformación de !o.s datos.

Juan Samaja

La lógica formalista ha perdido toda capacidad de dilucidar el concepto de especie en el sentido en que lo maneja la ciencia.-v sólo sabe operar con cojnjunf'^s,- cuyos elementos se vinculan exclusivamente por medio de relaciones externas. Pero una especie es mucho más que un conjunto de semejantes: es un conjunto de elementos vinculados por medio de relaciones internas y por ello, una totalidad relacional organizada. (Samaja, 1999, p .l02)

La lógica extensionalista no incluye entre sus objetos de estudio los procesos de transformación de los significados como estructuras internas de las nociones y sus procesos de génesis y de reestructuración.

Para la lógica formal una noción es un "término”, es decir, un límite del análisis. Para la lógica dialéctica en cambio, los procesos inferenciales comienzan yadesde los niveles inferiores de la significación. El concepto más simple que quepa imaginar ya contiene mediaciones u operaciones inferenciales. (Samaja, 1999, p. 108-109)

La génesis del concepto que es descubierto por la dialéctica no nos obliga a abandonar las formas lógicas. Por el contrario, la inducción, la deducción y la abducción no conform arán fo rm as excluyentes sino integradas en un proceso que las incluye a todas. Pero ¿Cuál es precisamente la forma inferencial que dé cuenta del pasaje de lo obtenido como dato del indicador, a la aserción universal? No es la generalización inductiva que lleva la característica de un individuo a todo el universo, sino una forma que nos permita encontrar el singular/universal, que siendo hallado en la muestra significada por el valor del indicador, pueda ser concebido como atributo de la clase o de la estructura en su justa dimensión. Lo que se predica de un individuo es diferente a lo que se predica de una clase. Lo que es atributo de la clase no está en el mismo nivel y por tanto no es predicable del individuo. Podemos concluir que la forma inferencial que estamos indagando es la inferencia analógica. Esta no hace referencia a lo análogo como un atributo accidental, ni tampoco debe concebirse como una formula aislada, se integraron el resto de las formas inferenciales, pero también de otros elementos no cuantificables que permiten mediante el aprion de inteligibilidad, esto es, el supuesto de que quizás el mundo pueda ser una ilusión al modo de la Matrix, pero, dejamos esa duda entre paréntesis y suponemos al mundo como algo cognoscible. Esto es algo que comparte la ciencia con otros intentos por significar, es decir, dar significado, que a veces confundimos con conocer, a eso que llamamos "realidad”.

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Cuarta Parte__ r

Ciencia Tecnología, Sociedad y Etica

Si .aceptamos la imposibilidad de evitar que la cieacla y la tecnología transformen nuestro mundo, debemos tratar de aseguramos que los cambios se operen en la dirección correcta. En una sociedad democrática esto significa que el público ha de tener un entendimiento básico de la ciencia para'poder tomar decisiones

_ informadas y no dejarlas en manos de los expertos.

Stephen Hawking

División cúbica

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Capítulo VIICiencia, tecnología, sociedad

Por Graciela Bosch

Nuestra vida cotidiana está a tal punto impregnada por la técnica que ésta nos parece tan '‘natural” como el aire que respiramos. Sin embargo, esta “naturalidad” con que acogemos su presencia es producto de múltiples mediaciones. En efecto, la técnica contemporánea, para adherirse tan intimamente a nuestra existencia, debió producir modificaciones no sólo en el mundo de cosas que nos rodea, sino también en nuestras costumbres, ideas y percepciones respecto de esas cosas. •

Advertimos que los divulgadores de la ciencia y la tecnología suelen ocultar el proceso.de producción del fenómeno y presentarlo como producto, esto es como algo dado, enfrentado e independiente del hombre y de sus prácticas e inasible en su devenir. Consideramos que el ocultamiento del prcfceso de producción de lo tecnológico contribuye a su transformación én mito. Por ende, el propósito de este trabajo será poner en cuestión la “obviedad” de la imagen de la técnica, promoviendo el pensamiento critico y reflexivo para desarticular el sutil entramado de las transformaciones, analizando el fenómeno tecnológico en su proceso de constitución.

En lo que sigue, trataremos, en primer lugar, de aclarar algunos conceptos fundamentales sobre la técnica, la tecnología y la ciencia. En segundo lugar, dado que las diferentes prácticas científico-tecnológicas trajeron aparejadas distintas concepciones sociales y políticas sobre estas prácticas, desarrollaremos, como conclusión, algunas de esas concepciones y las consecuencias que de ellas se derivan para la sociedad.

Tanto en ésta, como en la mayoría de las cuestiones que trataremos, no hay una definición univoca. En efecto, si bien todos los autores coinciden en que una técnica tiene por objeto la transformación de la realidad, sin embargo difieren en su caracterización de la foima siguiente: enfatizando el carácter pragmático y resguardando su costado teórico.

Carácter pragmático de la técnica

¡Vüguel Ángel Quintanilla, como representante de la primera posición, define a la técnica como una acción de determinado tipo. Esta posición considera que la técnica no consiste sólo en un cuerpo de conocimientos aplicados sobre la realidad, sino en la acción guiada por ese conocimiento-. Pero, ¿cualquier tipo de acción constituye una técnica'.’ El concepto de acción tiene varias acepciones que aquí no podremos tratar exhaustivamente, pero esperamos que un somero análisis resulte suficiente para acercamos a él. En efecto, los conceptos de acción según fines y acción según valores, de Max Weber, resultan ilustrativos al respecto. .Así, la acción racional según valores se caracteriza por basarse sólo en la convicción,del sujeto, sin preocuparse de las consecuencias que tal acción pueda traer; se trata de una acción en la cual el deber se impone en forma incondicional. En cambio, la acción racional según fines se plantea reflexivamente un objetivo y elige los medios más adecuados para cumplirlo de forma eficiente, esto es, previendo y evitando consecuencias que podrían contradecir la intención del agente. Quintanilla toma en cuenta este segundo sentido en su caracterización de la actividad técnica. Asi, según este autor, una acción, para constituirse en técnica deberá ser: - sistemática, - intencional y - onentada hacia un resultado valioso.

La especificidad que estas características otorgan a nuestro objeto de estudio nos obliga a detenemos en cada uno de estos conceptos.

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En pnmer ¡ugar. la noción de sisiema, incluida en ia definición, acota el objeto relacionándolo solo con aquellas acciones que siguen pautas establecidas de acuerdo a un objetivo útil d' scado. Asi. la acción de los mataníes se distingue de cualquier matanza indiscriramada de animales en que sólo los pnmeros acnlian siguiendo reglas determinadas por criterios de utilidad, tales como mejorar la calidad de la carne, garantizar condiciones higiénicas, etc. Del matarife podemos afinmar que actúa técnicamente, pero no podemos decir lo mismo de nuestro asesino de animales; la segunda caracteristica, ia intencionalidad, excluye a las acciones sistemáticas pero instintivas, como las construcciones de nidos, por ejemplo, y por último, la acción orientada hacia fines valiosos permite discernir entre las técnicas productivas y las artes. En efecto, mientras la técnica persigue la eficiencia de la acción, y su valoración se rige según el cálculo de costos y beneficios, en las artes en cambio, se valora la* capacidad expresiva con prescindencia de la utilidad de su resultado. Hecho este análisis, alrora si estamos en condiciones de sintetizar todos los elementos que foiman la definición de .Vligue! A. Quintanilla: "la técnica es un sistema de acciones intencionaimente onentado a la transfoimación de objetos concretos para conseguir de foima eficiente un resultado valioso.” (Quintanilla, 1991. p. 34)

Advertimos que cuando Quintanilla define a la técnica según criterios tales como el seguimiento de regias deteiminadas por cuestiones de utilidad, ia elección entre acciones intencionales y la orientación según fines valiosos elude la reflexión sobre el entramado social a partir del cual las reglas se consideran útiles, las acciones se reputan adecuadas y ios fines se evalúan como exitosos. Esta pretendida ”desideologización”

de la técnica, sin embargo, se asemeja a una vuelta de tuerca de la misma ideología que se propone superar. En efecto, si la técnica involucra siempre un proyecto histónco social, su ocultamiento inhibe la reflexión sobre ese proyecto, y la razón técnico-instrumental, asi presentada, opera como dominio. De este modo, producida la disociación con la critica, los intereses sociales y políticos que acfiian en su aplicación se trasladan, como dominio, al intenor de su misma constitución como aparato tecnológico. Así, la reflexión de la sociedad sobre la forma de producción de las tecnologías se transforma en aceptación impotente, cuando éstas son presentadas como producto. Porque, como producto, las tecnologías requieren la imposición de condiciones sociales y .materiales adecuadas para su

operatividad. Langdon Winner denomina “tecnologías inherentemente políticas” a los sistemas tecnológicos que, para ejercer su función, necesitan que ios medios sociales se estructuran de acuerdo a cuestiones especificas de orden político, .^si, éstas requerirán condiciones democráticas o autoritarias, represivas o liberadoras. Un ejemplo de este tipo de tecnologías inherentemente políticas io encontramos en la construcción de las “superusinas” eléctricas levantadas en Argentina, a principios de siglo .XX, en contraste con las cooperativas socialistas, que intentaron promover ja descentralización. En efecto, la Compañía -Alemana Transatlántica de Electncidad (CATE), que se instaló en Buenos .Aires en 1898, desarrolló una política agresiva de concentración de la producción eléctrica para obtener la exclusividad en la provisión de energía. Para tal fin, construyó la “Gran Usina”, en Dock Sud. Este edificio contradice la noción de producto “ingenieril”, ya que no se trata de un galpón ni una baiTaca, sino de un palacio monumental, de inspiración neobizantina. El efecto causado en el imaginario de la población fue su presentación como la más potente y espectacular fuente de energía, a costa del establecimiento de una fonna de organización de la producción basada en un sistema rígido de jerarquías, en oposición con el sistema existente en las cooperativas eléctricas impulsadas por los socialistas, en la misma época, en los pueblos del interior. La centralización y con ella la existencia de un poder que posee y distribuye la técnica, no sólo genera el monopolio, sino también impide la difusión del saber. Langdon Winner nos brinda varios ejemplos. .Al respecto, extraemos el siguiente:

Si examinamos los patrones sociales incluidos en los ambientes de los sistemas técnicos, podemos darnos cuenta de que algunas invenciones y sistemas se hallan ligados casi de forma invariable a modos específicos de organización de autoridad y poder (...) Tomando el ejemplo

El avance tecnológico favoreció a las comunicacio­nes V éstas incidieron en el desarrollo científico

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más obvio, la bomba atómica es sin lugar a dudas un artefacto inherentemente político. Vlientras c.'cista, sus propiedades letales e.xigen que esté controlada de forma centralizada dentro de una cadena de mandos jerárquica y ceiTada a todo tipo de influei:-ias que puedan convertir su labor en algo imprevisible. El sistema social interno a la bomba tiene que ser obligatoriamente autoritario. Este estado de cosas es una necesidad práctica independiente del sistema politico en el que se encarne la bomba, independiente del tipo de régimen o del carácter de sus gobernantes. De hecho, los estados democráticos deben encontrar formas de asegurar que las estructuras sociales y la mentalidad características de la gestión de armas nucleares no se mezclen ni se extiendan en el estado como un todo. (Winner, 1983, p. ó)

Origen teórico de la técnica

Dijimos más arriba que en la definición de técnica no encontraríamos unanimidad de criterios. En la exposición anterior hicimos mención de la posición pragmatista, que consideraba que el sentido de la

técnica estaba determinado por la acción, la realización concreta de saberes abstractos; otros autores, en cambio, se enrolan en la posición intelectualista, que considera que la técnica es un cuerpo de conocimientos que se onenta a la práctica. Si en el pnmer caso el'énfasis estaba puesto sóbre la acción, en el segundo se hará sobre el conocimiento, aunque tanto el aspecto práctico como el teórico estén presentes'en ambas posiciones. Sin embargo, de la opción elegida con respecto al énfasis puesto en uno u otro caso podemos extraer algunas consecuencias. En efecto, mientras el concepto de acción puede encuadrarse en la llamada filosofía práctica, el concepto de conocimiento coiTesponde a la teoría. Y no se trata aquí solamente de etiquetas, sino de diferentes maneras de

encarar y evaluar el trabajo técnico: en el primer caso, la acción involucra decisiones que ponen enjuego prescripciones y normativas acerca de caminos a seguir y, por lo tanto, consideraciones acerca del valor o disvalor de algunos fines; en el segundo caso, en cambio, se establece una relación más fuerte con la racionalidad descriptiva, que sujeta los fenómenos a causas mecánicas y es valorativamente neutral. Esta posición plantea una intención fundamentalmente teórica, reemplazando el marco de referencia social por operaciones lógicas y enlaces causales.. De este modo„ Mario Bunge prioriza la racionalidad descriptiva cuando define a la técnica como un cuerpo de conocimientos y sus consideraciones posteriores, tales como su empleo para “controlar, transformar o crear cosas o procesos, naturales o sociales”, muestra la separación entre el origen teórico y la función práctica. Esta separación posibilita al conocimiento desentenderse de los intereses sociales, económicos y políticos involucrados en la aventura técnica de la humanidad; el origen puro permite lavar de responsabilidades a la teoría por el uso que los políticos puedan dar a la apücación de sus conocimientos.

Como muchos ejemplos lo demuestran, la teoría científica pura, como fundamento de la técnica, refuerza una noción mítica de la tecnología, redimiendo sus prácticas; al contrario, observamos que, a la base de la promoción o desaliento de muchos desarrollos científico-tecnológicos, existen proyectos políticos concretos, asociados a intereses privados o estatales. Para ampliar estos conceptos, nos serviremos de un conocido ejemplo de L. Winner;

Todo aquel que haya viajado alguna vez por las autopistas americanas y se haya acostumbrado a la alnira habitual de sus pasos elevados puede que encuentre algo anormal en los puentes sobre las

Usina de la Compañía Alemana Transatlántica de Electri­cidad (Cate), edificio del cual hoy se conservan apenas sus dos torres sobre la .Avenida .A. Debenedetti en Dock Sud

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avenidas de Long Island, en Nueva York. VIuchos de esos pasos son e.xtraordinariamente bajos, hasta el pumo de lener sólo nueve pies de altura en algunos lugares ( ; Resulta que ios cerca de doscientos pasos elcv ados de Long Island oieron deliberadamente diseñados asi para obtener un deteirninado efecto social. Roben Moses (...) entre ios años veinte y jesenta. constmyó estos pasos elevados de tal modo que feera imposible la presencia de autobuses en sus avenidas (...) Las razones que el arquitecto ofrecía reflejaban su sesgo clasista y sus prejuicios raciales. Los blancos de las clases ’ncas' y 'medias acomodadas’, como él los llamaba, propietarios de automóviles, podrian utilizar libremente los parques y playas de Long Island para su ocio y diversión. La gente menos favorecida y los negros, que nonnalmente utilizaban el transporte publico, se mantendrían a distancia de aquella zona porque los autobuses de doce pies de altura no podrian transitar por los pasos elevados. Una consecuencia era ia limitación del acceso de las minorías raciales y gmpos sociales desfavorecidos a Jones Beach, el parque público más alabado de los que Moses construyó. (Winner, 1983. p. 13) '

En la sección: "¿A qué aludimos cuando hablamos de técnica 'i*”, hemos intentado hacer unacaracterización general de la técnica, tomando en cuenta algunas deflmciones. En tal sentido, advertimos que no hay una concepción única al respecto. De este modo, mientras algunos autores, para definirla, hacen hincapié en su carácter práctico, caracterizándola como 'Nistema de acciones”; otros, en cambio, señalan su sentido teórico, relacionándola con el ''conocimiento aplicado”. Llamamos “posición pragmática”, a la primera; e “intelectualista”, a la segunda.

Quintamlla, epistemólogo representante de la primera posición, define a la técnica corno '‘un sistema de acciones intencionalmente orientado a la transformación de objetos concretos pai;a conseguir de forma eficiente un resultado valioso”. El sentido de “acción” que utiliza el autor corresponde, dentro de la clasificación de Max Weber, a la '‘acción racional según fines” que, a diferencia de la “acción según valores”, es aquella que se plantea un objetivo y elige los medios para cumplirlo eficazmente. Esta forma de caracterizar la acción no tiene en cuenta ninguna circunstancia exteima que la afecte. ,A1 respecto, la razón que la determina, por estar sujeta sólo a la relación “medios-fines” se denomina “instrumental”. Por esconder los motivos políticos, sociales o económicos que subyacen a las acciones, se le atnbuye a esta racionalidad la pretensión de ejercer un oscuro dominio oculto.

Mano Bunge, representante de la posición intelectualista, define a la técnica como “un cuerpo de conocimientos aplicado a controlar, transformar o crear cosas o procesos, naturales o sociales'’. La estrecha relación que la técnica sostiene con cuestiones lógicas y nexos causales, le permite desentenderse de los posibles impactos negativos surgidos en su aplicación.

¿Técnica y tecnología son sinónimos?

Hasta aquí, hemos utilizado los términos “técnica” y '‘tecnología” de un modo general, sin establecer diferencias entre ellos. En lo que sigue. Iniciaremos el análisis de esta cuestión, que es objeto de controversia. .Asi, con respecto a las semejanzas y diferencias entre la “técnica” y la “tecnología”, podemos mencionar tres posiciones, a modo de ejemplos que ilustran la polémica, pero que no la abarcan exhaustivamente: la que no toma en cuenta el contexto histórico, la que acepta la intervención del contexto histórico, pero considera que éste es un elemento que introduce ambigüedad en los conceptos, y la que se basa en el contexto histórico nara definir sus términos.

Perspectiva ahistórica

Esta primera posición reserva el calificativo de “técnico” a quien se limita a usar técnicas preexistentes, mientras que el “tecnólogo” es aquel que inventa o crea muevas técnicas. De este modo, la tecnología estará basada en la investigación consciente y consistirá en el análisis, la creación y puesta a pmeba de nuevas técnicas. La distancia que existe entre la actividad del técnico electricista que repara una instalación dañada y el biotecnólogo que investiga para inventar un nuevo tipo de vacuna, ilustra la diferencia entre uno y otro ámbito.

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Si bien la acción de los tecnólogos es descollante a partir de la Modemidad, la situación histórico-social no interviene en la detinicion de los conceptos.

Posición que acepta la intervención del contexto histórico, pero considera que éste es un elemento que introduce ambigüedad en los conceptos. Para la posición considerada en segundo lugar, existen técnicas pre-cientiñcas, basadas en el ingenio y la habilidad, y técnicas que tienen un iiindamento científico. En este sentido, la técnica de la modista y la de la industria de la confección nos proporcionan un buen ejemplo de

■ cada una de estas técnicas. Ai respecto. Mano Bunge señaia'que las técnicas científicas pueden teneTcorño correlato una disciplina científica, como la ingeniería con respecto a la física, o solamente compartir su método con la ciencia, a falta de una disciplina especifica que se le correlacione, como la informática.

Como el aspecto histónco está muy presente en estas acepciones, dado el acercamiento entre la ciencia y la técnica que se produce en la Modemidad, algunos autores enfatizan la separación entre los dos ámbitos llamando "técnica” a las técnicas pre-científicas y “tecnología” a las científicas. Pero, el fundamento histónco de esta separación no daña crédito suficiente para delimitar sus áreas con precisión, de modo que los críticos suelen argumentar que no podemos decidir el momento exacto en que determinada técnica se vuelve científica y, por lo tanto, es arriesgado aplicarle sin más el término de tecnología. Estos críticos acuerdan, por lo general, en la denominación de técnica en sentido amplio, para aplicar a una y otra manifestación. De esto se concluye que la intervención del conte.xto histórico introduce ambigüedades en los conceptos, de modo que una definición científicamente válida no puede basarsa en circunstancias exteriores a la disciplina misma.

Posición que se basa en el contexto histórico para definir sus términos

Por último, e.xiste una línea de pensamiento que sostiene que, a partir de la Modemidad, se produce una aiptura con respecto a las técnicas artesanales; esto significa que la tecnología adquiere sus propios caracteres distintivos e irreductibles, a los de las técnicas empíncas tradicionales. Para esta posición no hay sucesos extenores independientes de los internos a la ciencia y a la técnica; por el contrario, considera que la ciencia y la técnica subordinan su marcha a las transfonnaciones sociales. En efecto, fue la modificación en el sistema de producción de bienes materiales, como el reemplazo de las herramientas artesanales por la maquinaria y la introducción de nuevas flientes de energía que pemritieron explotarla y acumularla con independencia de la disponibilidad de energía natural, la que produjo el cambio de sentido técnico decisivo que se llevó a cabo con la Revolución Industrial de los siglos .XVIII y XIX.

Para clarificar este cambio de sentido, nos resultará útil la comparación que el filósofo alemán Martín Heidegger realiza entre una técnica aitesanal pre-oientífica, como el molino de viento, con un artefacto tecnológico, como la central eléctrica:

P.ara Heidegger, aunque el molino de viento y la central eléctnca tienen en común captar la • energía de la naniraleza y ponerla al servicio del hombre, sin embargo, la relación que cada uno de ellos establece con la naturaleza los diferencia sustancialmente. Mientras la técnica artesanal está unida a la .naturaleza y, de alguna manera, foima parte de ella, a la manera de una obra de arte, el artefacto tecnológico, en cambio, se aparta de la naturaleza al transformarla. En efecto, el molino de viento está cerca de la naturaleza porque depende de ella, de modo tal que si el viento no sopla, no cumple su función. Es esta relación de dependencia la que hace que la técnica busque, para su propia subsistencia, la conservación natural. .A.sí, la técnica no transforma la naturaleza, sólo transfiere su movimiento. Por el contrario, una central térmica extrae la energía almacenada en forma de carbón, la transforma en electricidad, la re-almacena y la distribuye para ser utilizada por el hombre, Al no depender de la disponibilidad de la energía tradicional, puede obrar con prescindencia de la naairaleza. porque su ubicación y su fonna responden a las necesidades urbanas. Lejos de armonizar con la naturaleza o complementarla, la contamina. iMitcharn, 1989, pp. 64-73.)

En "¿,'Técnica' y tecnología , son téiminos sinónimos'’”, hemos planteado las diferencias entre los conceptos de "técnica” y "tecnología”. Si tornamos la referencia al contexto histónco para establecer una

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dasirtcacion. podemos dividir ias caracterizaciones entre los que consideran que !a historia jugo un papel imponante en la diierenciación, y quienes desestiman ese aporte. Los autores que desestiman e! papel de la historia en este respecto, reservan el calificativo de "técnico" a quien se limita a usar técnicas preexistentes, y denominan "tecnóiogo" al que inventa o crea nuevas técnicas. Entre los teóricos que afinñan la incidencia de

factores históricos para detenninar el pasaje de las técnicas a ias tecnologías, algunos señalan que la Modernidad, mediante la aplicación de la ciencia al mundo natural, produjo un hiato entre ias dos áreas, dividiendo las técnicas en precientíficas y científicas. En tal sentido, llaman “técnica” a las disciplinas precientificas, yfiecnologia". a las científicas. Pero, considerando la dificultad en detemnnar con precisión el punto de encuentro entre la técnica y la ciencia, estos autores se inclinan por utilizar el calificativo de “técnica” en un sentido general, abarcando también a la tecnología. Otros, en cambio, advierten que el nuevo modo de producción, surgido en la Modernidad, produjo una ruptura decisiva entre las técnicas artesanales y la tecnología. De esta foima. ésta última adquinó su propia especificidad, irreductible a formas antenores.

El avance en las técnicas cinematográficas comienza a pro­ducir un mundo artificial paralelo, éste progresivamente se presentará como la realidad misma. En la foto la montaña rusa en cinerama.

n ) Relaciones entre la ciencia y la tecnología

Como dijimos más aitiba, con la Modernidad se produce un estrechamiento de ias relaciones entre la ciencia y la técnica. .Acerca del modo en que se produce esta relación, podemos considerar tres perspectivas: las que consideran que la ciencia es una entidad independiente de ia tecnología, las que afirman que existe una relación de retroalimentación entre ambas, y las que sostienen que los polos científico y técnico de la investigación están indisolublemente trenzados.

La ciencia es una entidad independiente de la tecnología

Bunge, representante de la primera posición, considera que existen tres ámbitos: el que coiTcsponde a la ciencia básica, a la ciencia aplicada y a la tecnología con sus propias especificidades. De este modo, la ciencia básica se ocupa de consideraciones científicas generales y persigue el interés exclusivo de realizar aportes al conocimiento, con prescindencia de cualquier circunstancia exterior a su objeto de estudio. Basándose en ésta, la ciencia aplicada, en cambio, se circunscribe a una cuestión puntual dentro del espectro más amplio de su especialidad y tiene como finalidad acceder a un conocimiento específico capaz de brindar el fundamento científico a una técnica detemnnada que el tecnóiogo, último eslabón de la cadena, pondrá en práctica. De este modo, según el esquema de dependencias verticales planteado por esta posición, e s , posible que exista ciencia básica -pura, neutral- sin aplicación y tecnología, pero no a la inversa. De esto extraemos dos consecuencias. La primera consiste en que la dependencia de la tecnología con respecto a la ciencia le confiere cierta participación en la neutralidad. Dicho de otra manera, aporta argumentos a favor Je su exención de responsabilidades, a la hora de compartir los costos de los impactos negativos originados de su aplicación.

La segunda consecuencia que extraemos es que la iiTeversibilidad de las relaciones de dependencia ignora el hecho de que, a menudo, detenuinados intereses creados a favor del desarrollo de algunas tecnologías han inflLiido sobre las investigaciones básicas, en el sentido de promoverlas o bloquearlas.

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Exist: una relación de retroalimentación entre ciencia y tecnología

La posición que postula una relación de retroalimentación entre ciencia y tecnología, afirma que los instaimentos tecnológicos se convierten en elementos de progreso científico. De este m.odo, se considera que, SI bien la ciencia y la tecnología difieren en su finalidad, dado que la primera genera su propio conocimiento al formular leyes para explicar y predecir fenómenos y la segunda se sirv'e del conocimiento cientifico para desarrollar técnicas, sin embargo, el desarrollo tecnológico creciente trae como^consecuencia la creación y perfeccionamiento de instrumentos y aparatos que, a su vez, serán utilizados para llevar a cabo la investigación científica básica.

Los polos científico y técnico de la investigación están indisolublemente trenzados

Por último, los partidarios de la posición que afirma que hay una relación tan estrecha entre la ciencia y la tecnología que es imposible separarlas, postulan la emergencia de una nueva disciplina, que es síntesis de las dos amba citadas: la tecnociencia. De este modo, aunque el fin de la ciencia es el progreso del conocimiento y el de la técnica la transformación de la realidad, cada vez más nos acercamos tanto a una tecniñcación de la ciencia como a una cieniifización de la técnica. Esta posición está basada en las" transformaciones que han sufrido la teoría y la práctica científicas con el advenimiento de la Modernidad. En efecto, en la actualidad los instrutnentos técnicos permiten a las ciencias desprenderse de la expenencia natural sensible y penetrar en ámbitos a los que nuestra percepción inmediata no tiene acceso. Esta nueva naUiraleza mediada por los instaimentos técnicos, al reemplazar a la naturaleza objeto de la expenencia, la transforma. Por consiguiente, la técnica compartirá ahora con la ciencia la función de transformación de la naturaleza. Este cambio en la tlinción tendrá como consecuencia modificaciones en la reflexión que le era propia: la ciencia sustimirá la reflexión sobre el mundo dado, por la manipulación del mismo.

En Relaciones entre la ciencia y la tecnología, enunciamos tres posiciones. La pnmera posición, representada por Mano Bunge, afirma la independencia de la ciencia con respecto a la tecnología, junto a la dependencia de la tecnología con respecto a la ciencia. Por la pnmera relación, la ciencia se asegura la neutralidad; por la segunda relación, la neutralidad de la ciencia se proyecta sobre la tecnología. La segunda posición, en cambio, plantea una relación de retroalimentación entre ambas, de modo que el desarrollo tecnológico también afecta a la ciencia, de cuya aplicación se origina. Por último, la tercera posición postula la fiisión entre la ciencia y la técnica, a partir de los cambios producidos por la industrialización avanzada. Esta fiisión trae como consecuencia la participación de la ciencia en la fiinción de transformación y dominación de la naturaleza, que antes era privativa de la técnica.

Imágeaes dé la tecnología

Existen algunas imágenes de la tecnología que, si bien, a menudo, no están expresadas en teorías firmes, sin embargo operan en el imaginario popular o están presentes en muchas obras de divulgación científico-tecnológica. Sobre estas percepciones difusas, K.arl iVlitcham da cuenta de las dos tradiciones más fuertes, que se constituyeron en orientaciones filosóficas: la filosofía de la tecnología ingenieril y la ñlosofia de la tecnología de las humanidades. A estas dos orientaciones, agregaremos, como intento de Superación: los estudios sociales de la ciencia y la tecnología.

Para clasificar las dos primeras tendencias, Mitcham utilizó, como hilo conductor, las consideraciones de la acción humana, instrumental y según valores, que vimos en la primera parte. De este modo, la filosofía de la tecnología ingenieril se relaciona con la acción instmmental, y la filosofía de la tecnología de las humanidades, con la orientada según valores. En primer lugar, haremos un somero análisis de estas comentes, en segundo lugar, intentaremos articular una reflexión critica sobre ambas, para presentar, en el tercero, la visión alternativa.

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Filosofía de la tecnolosíí ingenieril

Esta posición considera que el mundo es un gran problema que puede ser solucronado por medios tecnológicos. En ese sentido, decimos que la filosofía de la tecnología ingenieril proyecta lo tecnológico a todos lo ámbitos de la realidad. Píeme Thuillier, en el postfacio '‘Contra el cientificismo”, de La trastienda del sabio, considera que este sentido de lo tecnológico, que tiende a invadir todos los sectores de la vida humana, expresa una intención totalitaria. .A.si, dice este autor:

Los expertos están dispuestos a encargarse de todo. Que el tercer mundo tiene hambre, consultemos a los expertos. Que nuestra amada juventud se droga, consultemos a los expertos.Que la violencia se extiende, consultemos a los expertos. Que los negocios van mal, consultemos a los expertos j,Sienten ustedes inquietud?, consuman tranquilizantes científicos. ¿Sus relaciones amorosas no son lo que deberían ser’, vayan a visitar a un sexólogo. Y asi sucesivamente. Cada dificultad engendra sus expertos grandes o pequeños. (Thuillier, 1983, p. 21)

La teoría elaborada por Emest Kapp nos parece ilustrativa de esta tradición. .-\1 respecto, el autorjustifica la naturalización de lo tecnológico, apelando a la teoría de los artefactos como proyecciones de los órganos. Para esta teoría, según la cual lo humano se reproduce constantemente a sí mismo en los instrumentos, todo artefacto deriva su ongen del aumento del poder y la utilidad de los órganos. De este modo, por ejemplo, un dedo doblado se convierte en un gancho; el hueco de la mano, en un plato; la pala, el rastrillo, el arado reflejan distintos movimientos del brazo, la mano y los dedos. Como este proceso no se da en forma consciente, sino que sólo después de inventados los instnimentos emerge la semejanza, también el feiTocaml puede ser asimilado al sistema circulatorio y el telégrafo al sistema nei'vioso. En el mismo sentido, Jurgen Habeimas atnbuye a Amold Gehlen esta relación entre los órganos y los artefactos, interpretándola como una conexión inmanente entre la técnica que conocemos y la estructura de la acción racional con respecto a fines. De este modo, la evolución de la técnica sigue el camino de una sustitución paulatina de los medios técnicos inscnptos en las funciones de los órganos, comenzando por la sustitución del aparato locomotor (manos y piernas); continuando con la producción de energía; las funciones del aparato de ios sentidos (ojos, oidos y piel); hasta llegar a las fianciones del centro de control (el cerebro). Habermas advierte que este esquema vuelve impotente cualquier crítica que podamos realizar a la consideración de lo tecnológico como dominio, ya que su sustitución por otro modelo cualitativamente distinto implicaría un cambio en la organización de la naturaleza humana.

Las posiciones de González García. Luján López y López Cerezo nos penniten profundizar en el interior de la clasificación ingenieril de Mitcham. Así, estos autores subdividen esta comente en la imagen intelectualista y la imagen artefactual o instrumentalista de la tecnología. En efecto, por un lado, los teóricos involucrados en la visión artefactual consideran a las tecnologías como herramientas cuyo funcionamiento no está vinculado a su buen o mal uso. Esta afinnación de la objetividad intrínseca de lo tecnológico se justifica por su operatividad según n'ormas de eficacia que son independientes del contexto social, histórico, económico o político. Por otro lado, los teóricos comprometidos con la visión intelectualista consideran que la tecnología, como fon'na derivada directamente de la ciencia, comparte con ella la neutralidad.

Algunos autores identifican la corriente ingenienl de la tecnología con la visión tecno-optimista. Esta perspectiva, fundamentalmente esencialista y triunfalista, considera que, mediante la aplicación del método científico y el acatamiento de códigos de honestidad profesional voluntarístas, es posible acumular conocimientos objetivos acerca del mundo y contribuir al mayor bienestar social. Pero, el bienestar social' sólo sería alcanzado con independencia de la misma sociedad que pretende favorecer, porque la búsqueda de la verdad puede ser definida atendiendo únicamente a critenos internos de eficacia. En consecuencia, el control y evaluación científico y tecnológico deberán ser asumidos por los propios especialistas.

La expresión política de esta visión se ongina después de la segunda guerra mundial, en un contexto de franco optimismo con respecto a las posibilidades tecnológicas. En este sentido, el Proyecto ManJiattan, para la consti'ucción de la primera bomba atómica, constituye la doctrina que sienta las bases de la autonomía tecnológica con respecto a la sociedad. En efecto, en julio de 1945, coincidiendo con la explosión de pmeba en

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Nuevo fvle.xico, ei cientiñco norteamericano Vannevar Bush entrego al presidente Taiman el informe "Ciencia: ía frontera inalcanzable". Ea este informe se señalaba que el bienestar nacional dependía de la ftnanciación de la ciencia básica y el libre desarrollo de la tecnología. De este modo, el modelo de ciencia y tecnología que exitosamente había intervenido en la guerra mundial, garantizaba los triunfos fuñiros en la guerra fría. Por ende, los países industrializados occidentales debían sumarse al proyecto. Es decir que la autonomía se presentaba como condición indispensable para el funcionamiento de un modelo tecnológico que traería como consecuencia el progreso social y técnico. _ __ __ __ __

Filosofía de la tecnología humanística

Esta comente se apoya en la idea de que. a la manera del monstmo creado por el Dr. Franskestein, que escapa del control de su creador, la tecnología tiene su propia lógica interna de desarrollo, cuyo carácter autónomo le permite seguir su propia inercia. Impotente, la humanidad está obligada a contemplar que cada progreso en matena tecnológica va acompañado de un retroceso concomitante del desarrollo humano, social y político. La ñlosofia ingenieril califica esta posición como lamento romántico contra la supuesta maldad de la tecnología.

Herbert Marcuse puede ser considerado un exponente de esta posición. Según este autor, la tecnología, lejos de ser social y políticamente neutral, impone una'determinada forma de dominio político oculto. En efecto, como la interxelación entre ciencia y técnica convirtió a la investigación tecnológica en la primera fuerza productiva, el progreso tecnológico se constituyó en una variable independiente, de la que depende el progreso económico. Asi, la evolución del sistema social se determina por la lógica del progreso científico-tecnológico, que legitima los intereses que entran enjuego en ese progreso: dado que la industrialización creciente de una parte del mundo, a instancias de otra, parece satisfacer todas las necesidades, la disconformidad con el sistema no sólo aparece como inútil, sino que también acarrea desventajas económicas y pone en riesgo el funcionamiento del sistema político. De este modo, la nueva legalidad crea las condiciones a las que debe ajustarse la política, cancelando la discusión pública acerca de cuestiones tecnológicas, asi como cualquier atisbo de rebelión individual.

En efecto, en la sociedad industrial avanzada, la exhaustividad del control se dirige no sólo al medio social, sino también al individual, borrando las diferencias entre lo público y lo privado. Ahora bien, ante el interrogante: ¿cuál es el medio del que se ha valido la sociedad industrial para atar al individuo tan estrechamente -al sistema, privándolo aun de la reflexión critica sobre la sociedad; toda vez que, librado de las necesidades imperiosas, podría proyectarse más allá de ellas, hacia una existencia autónoma?, Marcuse responde: implantando necesidades más allá de las vitales que perpetúan las formas de la lucha por la existencia. Estas necesidades, determinadas por poderes externos sobre los que el individuo no tiene control, son calificadas por el autor como “falsas necesidades”. Esto es, aquellas que los intereses sociales imponen al individuo para su represión, o sea, que lo mantienen atado al esfuerzo, la agresividad, la miseria y la injusticia. En tal sentido, dice Marcuse: ^

No impoita hasta que punto se hayan conveitido en algo propio del individuo, reproducidas y tonificadas por las condiciones de su existencia; no impona que se identifique con ellas y se encuentre a si mismo en su satisfacción. Siguen siendo lo que fueron desde el principio: productos de una sociedad cuyos intereses dominantes requieren la represión (Marcuse. 1985. p. 35 )

Para nuestro autor, la base tecnológica determina el carácter totalitario de la sociedad industrial, dado que la manipulación de las necesidades de los individuos, llevada a cabo por intereses particulares, impide la acción de una oposición efectiva sobre el todo. De modo que la legitimación externa a las decisiones

El t'ordisnio revolucionó la forma de fabri­cación seriada produciendo automóviles para el consumo masivo. En la foto el clási­co modelo T en su edición quince millones

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públicas de este sistema tecnocratico, que reemplaza la regulación política por la administración técnica, no logra ocultar que los poderes que las tecnologías fomentan responden a intereses detcrminaaos. que se esconden bajo unj.'elc pseudo-democrático.

-\igunos autores coinciden en identificar esta posición con la visión tecno-catastrófica o tecno- pesiunsta. Para esta perspectiva, el carácter autónomo, que cosifica y le atribuye poderes causales a la tecnología, amenaza al ser humano con el dominio absoluto. En esta

La planta industrial. Wester Electric Company de Situación, la única alternativa consiste en la destrucción de Chicago en 1929, empleaba a más de treinta v cua- tecnologia v el retomo a una sociedad más humanizada.tro mil personas y pagaba sueldos por un millón n, pesimismo con respecto a la relación progreso de dolares a la semana , ■ , , , , , ,tecnologico-bienestar social comienza a mediados de los

cincuenta, tras la comprobación de los impactos negativos Je la ciencia y la tecnología. En efecto, ios nesgos asociados a los insecticidas quimicos como el D.D.T., los accidentes nucleares en reactores civiles y transportes militares, los venidos de residuos contaminantes, los envenenamientos famtacéuticos o los venidos de petróleo advinieron sobre la necesidad de revisar la política tecnológica de la'issez/aire. De este modo, se transforma el modelo político de gestión, para dar lugar a una política de regulación. Los movimientos contracultural y anti-establishmeat surgidos a panir de •la oposición a ia güeña de Vietnam, en 1968, se convinieron en símbolos de este estado de malestar, puesto que la tecnologia y la sociedad tecnocrática aparecieron como blanco de las criticas. Leonard J. Waks retrata estos movimientos, de la siguiente manera:

Al iniciarse la década de los setenta, estos sentimientos (miedo y frustración generalizados por los excesos tecnológicos) encontraron expresión en los trabajos de intelectuales (...) que desafiaron los valores materialistas de la civilización industrial a favor del “crecimiento moderado”, el “equilibrio” y la “autosuficiencia” en una sociedad guiada por valores más personales, éticos y ecológicos (...) Sentimientos similares fueron expresados durante las revueltas estudiantiles de finales de los años sesenta y comienzos de los setenta, tanto en Europa como en N'orteaménca, dirigidas contra la gueixa de Vietnam y,contra el medio cultural científico-técnico que la generó.El napalm se convirtió en un símbolo de los excesos de la civilización tecnológica. En las afueras de los campus universitarios, los estudiantes comenzaron a experimentar con nuevos estilos de vida y de aprendizaje. Nuevos marcos ideológicos generados en el interior de las tradiciones freudiana y marxista inspiraron visiones utópicas de formas de vida más libres, más justas y eróticamente más placenteras. (Waks, 1990, p. 45)

Del mismo modo, la creación, a finales de -1-960 y comienzos de los 70', de la “Agencia de Protección .Ambiental” (1969) y la “Oficina de Evaluación de Tecnologías” (1972), ambas en Estados Unidos, son representativas de la transformación del modelo.

m ) Intento de superacióitlielas podcípnés antmores, los estudios sociales de la déncia y la tecnología

No obstante la diferenciación entre la filosofía ingenieril, coiTelato de la visión tecno-optimista, y la filosofía humanista, correlato de ia tecno-pesimista, el sayo de la autonomía y del determinismo, que propician la foiinación de sistemas tecnocráticos, le cabe a ambas posiciones. En efecto, tanto los apocalípticos de la visión tecno-pesimista, como los complacientes de la perspectiva tecno-optimista atribuyen a la tecnología poderes causales inmanentes, que la invisten de autonomía. De este modo, ya sea considerada como amenaza para la libertad o la vida, ya como garantía de operatividad, la autonomía coloca a la tecnología en un lugar trascendente con respecto a las decisiones y el control humanos.

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Para el tecno-optimista, este atributo permite a la tecnología transferir su acción benéfica a la sociedad; para el tecno-pesimista, en cambio, la autonomía culmina en la toúii sumisión y opresión sociales.

La tesis del determinismo, que sostiene que el cambio tecnológico es la causa principal del cambio social, porque el progreso tecnológico sigue un camino fijado según una lógica interna que los factores económicos, políticos y sociales no pueden alterar, es sostenida, también, por las dos visiones amba citadas. Así, la posición tecno-optimista afirmará que la sociedad debe adaptarse al progreso técnico para no

A>u3Íácuií¿ar el proceso Je evolución, iiuciiíras r[uc la tccnu-pcsimisia, enléambio, insistirá en la necesidad de la destrucción de la civilización tecnológica, en aras de la salvación de la libertad v la vida humana.

De modo que, ya sea para aceptarlas o para rechazarlas, las tesis del detenninismo y de la autonomía de la tecnología son mantenidas por ambas posiciones. Sin embargo, ambas tesis son susceptibles de criticas. Estas criticas serán asumidas por los estudios sociales de la ciencia y la tecnología. Con respecto a la tesis que sostiene la autonomía, los estudios CTS afirman que lo tecnológico no debe ser visto como producto, sino estudiado en su proceso de formación. Dado que la tecnología es una constmcción humana, es en ese proceso donde entran en Juego los factores sociales, psicológicos, económicos y políticos, que debemos poner en cuestión; donde los valores e intereses sociales están siempre presentes. Del desocultamiento de esos valores e intereses dependerá la toma de consciencia de lo tecnológico como proceso heterónomo y, por ende, de nuestra posibilidad de decisión y de control. Con respecto a la tesis que sostiene el detemainismo, los estudios CTS recusan el carácter lineal, mecánico de la causalidad atribuida a la tecnología. En efecto, es del todo indemostrable que la tecnología sea la causa principal de los cambios sociales, a la manera.de una predeterminación que opera de modo necesario, en todo tiempo y lugar. -A.1 contrario, múltiples causas pueden concurrir para producir los fenómenos en cuestión. De este modo, aunque la tecnología condiciona el tipo de sociedad, sin embargo, cerramos en la visión mecánica del cambio significa ignorar las redes de intereses sociales puestas en Juego en la elección de cada tecnología. La atnbución de una causalidad mecánica cosifica al objeto tecnológico, otorgándole el grado de sustancia inamovible, trascendente con respecto a la sociedad. De esta separación, que permite eludir responsabilidades, se favorecerán, los tecnócratas, librados del control social. A la sociedad le cabe la tarea de desenmarañar la trama de mtereses particulares que operan en el proceso de constitución de lo tecnológico, e intervenir en él. De esta manera, los estudios CTS presentan la ciencia y la tecnología no como actividad autónoma y predeteiminada, sino como proceso inherentemente social, donde los valores morales, convicciones religiosas, intereses profesionales, presiones económicas, etc. juegan un papel decisivo.

Estos estudios surgieron después de los movimientos anti-sistema de fines de los sesenta y principios de los setenta, en oposición a la noción del progreso lineal y a la identificación del desarrollo científico- tecnológico con la prosperidad económica, tnbutanas de la posición tecno-optimista; pero como intento, también, de superar la mirada intransigente de la tecno-pesimista. Langdon Winner refiere de esta manera las primeras aproximaciones de esta concepción social de la ciencia:

Poco a poco, apareció claramente que las discusiones académicas sobre estudios de ciencia y tecnología eran algo más que la consistencia de los distintos esfuerzos de interpretación y explicación de ciertos fenómenos. Lo que estaba realmente enjuego era la reputación de la ciencia y la tecnología. ¿A quién se peirnitiria hablar sobre esos temas'’ opiniones serian refrendadas como legítimas y cuáles censuradas y tachadas de peligrosas'? Por ejemplo, ¿cómo serian entendidas las actividades científico-tecnológicas'?, ¿cómo contribuciones a un proceso lineal y racional de progreso, o como algo mucho más ambiguo en sus dimensiones epistemológica, moral y política'? ¿Cómo debería entender los proyectos científicos y tecnológicos un público democrático al que ahora se le pedia pagar las facmras'.’ (Winner, 1990, p. 80)

El desafio miayor de esta comente consiste en tomar en cuenta todos los aspectos que conforman la empresa científica, haciendo hincapié en las relaciones que se establecen entre sus partes. Para comprender esta cuestión, analizaremos los comiponentes de la empresa científica. .Asi, estos aspectos son: ¡écnico organizativo, y cultura!.

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El aspecto técnico involucra conocimientos, destrezas. heiTainiemas. maquinas y recursos; el organizativo comprende la administración económica e industrial, ¡a actividad profesional, los usuanos y consumidores' y el cultura! está compuesto por objetivos, valores, códigos éficos y de comportamiento. La visión ingenieril de la tecnología considera que su ámbito propio es el técnico^ identiñcando su actividad con los artefactos que produce. Los estudios CTS. en cambio, estiman indispensable la integración de ¡os tres elementos, con preeminencia de los aspectos organizativo y cultural. Esta integración modifica el enfoque tradicional del análisis, sustituyendo el estudio de la lógica interna de ios artefactos por la interacción de los agentes y procesos sociales, desafiando la falsa oposición participación externa versus eficiencia interna.

El concepto de '‘sociosistema” ilustra esta nueva manera de entender la tecnología. En efecto, esta categoría se construye trasladando el concepto de '‘ecosistema” del medio natural a la vida social, y advierte .acerca de la necesidad de control de los artefactos tecnológicos o modos de gestión de recursos aplicados a la sociedad, mediante la activa participación democrática de los "no expertos”, receptores o usuanos. Asi como los sistemas naturales, cuando están libres de intervenciones externas, se encuentran en un equilibrio tal, que la introducción de una nueva especie animal o vegetal los puede destruir; también la transferencia de tecnologías a sociosistemas extraños puede producir perturbaciones sociales y económicas. En este sentido, como ios habitantes de un sociosistema tienen mayor familiaridad con su medio que los teenólogos, sus conocimientos pueden ser de utilidad para anticipar los impactos negativos de ciertas mtei-venciones tecnológicas y ambientales.

ün ejemplo es el intento de controlar la natalidad en Bangladesh a través de !a transferencia descontextuaiizada de tecnologías occidentales (i.e. suministro y distribución de DIUs). Los dispositivos intrauterinos pueden funcionar bien en Estados Unidos o España, donde las mujeres conocen su uso y hay una buena organización sanitaria para resolver los problemas que pueden derivarse del mismo. En Bangladesh, sin las condiciones culturales y sanitarias, personales e institucionales de los países occidentales, se consigue disminuir la natalidad, sí, pero mediante la muerte por infección de las mujeres que usan los DIUs (González García, López Cerezo, Lujan López, 1996, p. 141)

En el punto denominado "Imágenes de la tecnología” citamos la clasificación de C. ¡Vlitcham. Esta da cuenta de dos percepciones que, por su densidad, se han constituido en tradiciones filosóficas. La pnmera de ellas, la filosofía de la tecnología ingenieril, considera que el mundo es un gran problema que la tecnología debe resolver. La teoría que afirma que los artefactos tecnológicos se onginan en la proyección de los órganos humanos, más allá de los límites del cuei'po, refuerza la noción de autonomía y neutralidad de la tecnología, al naturalizarla. Esta comente está relacionada con la visión tecno-optimista, la cual, basándose en los "éxitos” obtenidos durante la Segunda Guenm Mundial, asegura que la evolución de la tecnología trae como consecuencia el bienestar de la humanidad, siempre y cuando no haya ninguna Intérferencia en su libre funcionamiento. La segunda tradición, la filosofía de la tecnología de las humanidades, asume una posición critica. Para ella, el funcionamiento'de la tecnología según una lógica interna, al margen de la sociedad, produce efectos perjudiciales para la humanidad. Uño de los representantes de ésta posición es el'filósofo Herbert Marcuse. Esta corriente esta relacionada con la visión tecno-pesimista o tecno-catastrófica de la tecnología, que surge a mediados de los cincuenta, tras la comprobación de los impactos negativos de la ciencia y la tecnología. .4. partir de entonces, se reemplaza el laissez faire, por políticas de regulación estatal. Advertimos que ambas posiciones apoyan las tesis de la autonomía y deten'nmismo de la tecnología. Como intento de superación de estas posiciones agregamos, a la clasificación de Mitcham, los estudios sociales de la ciencia y la tecnología, que presentan a lo tecnológico no como actividad autónoma y predeterminada, sino como proceso inherentemente social, donde los valores morales, convicciones religiosas, intereses profesionales, presiones económicas, etc. juegan un papel decisivo. El desafío mayor de esta corriente consiste en tomar en cuenta no sólo ios aspectos técnicos que confonman la empresa científica, sino también los organizativos y culturales, haciendo hincapié en las relaciones que se establecen entre sus partes. Esta integración modifica el enfoque tradicional del análisis, sustituyendo el estudio de la lógica interna de los artefactos por la interacción de los agentes y procesos sociales, desafiando la falsa oposición participación externa versus eficiencia intema.

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Capítulo VIIICiencia y ética en el marco de la producción

científica

Cuando se liace necesario pensar el sentido ético de la actividad cientifica, es porque la simple y llana producción cientifica cae bajo sospecha. En este sentido podríamos distinguir una ciencia vinculada a la razón que reivindicaba el ideal galileano, es decir, aquella que ha manifestado tener como objetivo la búsqueda del conocimiento, el deseo del saber y un espírim al servicio de la humanidad, aunque algunos puedan suponer que ya en ella estaba incito un proyecto de dominio.

"Por otro lado, una ciencia vinculada a da razón técnico-instrumental, en donde el conocimiento está en función de la manipulación de la naturaleza y de los- hombres, y al servicio del poder en el seno de las relaciones capitalistas de producción. En el caso de aquella razón humanista, hoy solamente puede manifestarse como actitud individual y aislada, como acto de fe,o conducta ética privada, pues los espacios orgánicos, instiaicionales, donde el conocimiento científico se produce están ocupados por una ética cientificista, tecnocrática, utilitaria, al servicio del poder establecido, y formando parte de ese poder como cómplice de un proyecto paradójicamente irracional. Traemos entonces permanentemente a la ética al debate sobre la actividad cientifica, porque ella, la ciencia, demuestra no una falta de ética, sino una opción ética comprometida muchas veces con la irracionalidad de un poder peligroso y devastador. En este sentido debemos ser realistas, una cosa es lo que la ciencia debiera ser, quizá fiel al ideal que mvo en su origen, con una actitud permanentemente crítica del marco social en el que se encuentra inmersa y de los intereses a los cuales sirve y otra es a qué fines reales se someten hoy las investigaciones cientificas.

.Algo importante de establecer es que es absurdo e ingenuo pensar que investigaciones relevantes pueden darse fuera de los marcos institucionales. Quizas en el terreno de las ciencias formales, todavía se pueda producir algún avance importante en forma independiente, si no le damos el peso que tienen a los problemas de información y difusión del conocimiento en estas disciplinas, pero en las ciencias naturales, en las llamadas ciencias duras, y también en las sociales, no se puede llegar a resultados importantes trabajando en el garaje, el altillo, o el laboratorio de una universidad que no sea de pnmer nivel. Ningún físico puede tener en el fondo de su casa un acelerador de partículas, y hoy un microscopio electrónico, es sólo un medio idóneo para formar estudiantes. Demás está decir, que Los cientificos no definen, ni han intentado dignificarse tratando de definir como comunidad cientifica las políticas de investigación dentro de lo que se denomina Investigación y Desauollo o cualquier otro proyecto que implique salirse de la falsa idea de la neutralidad científica; o forman parte del poder o están e.xpectantes trabajando copiosamente en la producción d epapers para recibir las migajas que en forma de becas caen desde los lugares de decisión. En este sentido hay una enorme cantidad de "enanos útiles que se pueden alquilar para todos los usos’' como los definiera Brecht en su obra Galilea Galilei y algunos que forman paite del poder mismo y de su obrar inmoral y muchas veces homicida. La comunidad científica tiene espíritu corporativo cuando se trata de defender los espacios que ha ganado dentro del poder y habilidad para plantear los proyectos adecuados dentro de la ley de oferta y demianda en el mercado del conocimiento científico.

Este es el panorama en los países centrales, en países subdesarroliados -o emergentes como se suelen denominar en la actualidad- sólo hombres excepcionales han sido capaces de logros encomiables, luchando contra la oposición de una mayoría parasitaria cuya ocupación permanente es auscultar atentamente lo que supieron pensar otros en el prim.er mundo. El pensar por cuenta propia es un riesgo que no quieren coiTer. Estos no son cómplices por producción, pero si por omisión.

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Por Otra paite la ética no es ni ha sido y ditlcilineine pueda llegar a ser una ciencia, ella tiene que ver con valores que los hombres establecen de un modo muy complejo en e! seno de la cultura. No puede establecerse un principio tiniversal de coinpoitamiento y conducta que rija para todos ¡os hombres. Cada sociedad adopta su propia moral, y cada individuo panicipa de un modo diferente de ella. En este sentido, a diferencia del modo habitual que identifica moral y etica, tenemos que distinguirlas. La moral hace a las fonmas que los distintos individuos, pueblos y sociedades adoptan para definir sus procederes y regular sus relaciones, ellos están basados en :as costumbres, las creencias y las cosmovisiones particulares, regionales, epocales, tienen un carácter positivo en tanto son prescriptivas. La ética en cambio no puede serlo en un sentido regulatorio panicular. No nos referimos al concepto de ética como disciplina filosófica que tiene por objeto el estudio a la moral como suelen definirlo algunos manuales, sino a la postura individual y social capaz de reflexionar criticamente sobre los valores que aquellos invisten positivamente, a la relativización de los pnncipios que emanan del ethos y a la puesta en consideración de los límites y los alcances de las multiplicidades morales, más no solamente en el plano de la reflexión intelectual, sino fundamentalmente en el de la praxis colectiva, en el de los vínculos mtei-personales, en el de las fonnas y relaciones de producción. Vlientras que la moral hace al ejercicio de los propios valores, la

ética, entendida de este modo, hace al respeto de los valores ajenos. En la medida en que una moral quiera ser reconocida como universal, se convierte en un intento autoritario de sometimiento y en un avasallamiento de los otros. Es por ello que todo intento de establecer una etica positiva, un deber ser y una normativa, se transforma en una negación de la diferencia, y por lo tanto, del único aspecto en que una ética puede ser sustentada, el respeto por la diferencia y la premisa de la libertad. Y, entonces, el camino para establecer un comportamiento ético ha de ser negativo; esto es, no afirmar y legislar el obrar buscando un consenso universal intersubjetivo, sino oponiéndose y negando a aquello que atente contra la libertad o se conviena en una amenaza para ella y para la vida que late en su intenor. En este sentido la ciencia no puede estar enmarcada por una forma de obrar específica, sino que la libertad de ¡os científicos como la de todos los hombres radica en poder negarse a servir a fines en los que ella pueda suponer un peligro que amenace la vida o la libertad.

La ciencia no debe ser moral, porque ello implicaría„ , _ , , , . investir positivamente valores que no es de desear seanDe los /.OOO milloaes de personas que liabi- ^ ,tamos hoy el planeta, más de 6000 millones universalizables, pero Si ética en la medida en que sepa viven en condiciones de miseria. Esto sigue reconocer las diferencias de los valores que orientan las siendo una deuda para todas las instituciones acciones humanas y tener reparo sólo con aquellos que se humanas, incluida la ciencia. presentan como un obstáculo para el ejercicio de la libertad

y para con ninguno que no represente amenaza a la libertad. Cuando el ethos tradicional, restringido de modo gregario, se enfrenta a la existencia de otros ethos, debe reconocer la riqueza y las contradiciones de los valores. En esta instancia, si se reafirma en su particularidad se convierte en dogmatismo y flindam.entalismo, si reconoce en cambio que el respeto por la diferencia de valores es la condición de su propia realización supera los limites del deber ser de la moral y se instala en el respeto por toda diferencia que no limite ninguna libertad.

.Ahora bien, como el panorama es que los espacios institucionales donde se puede producir conocimiento científico no son ni autónomos ni autárquicos ni autosuficientes y no es el caso de que el conocimiento cientiñeo no esté subordinado a intereses económicos y políticos, ni tampoco que los científicos estén preocupados en democratizar el conocimiento ni difundir el saber, es que se piensa en la ética como el posible coto a los daños que se puedan ocasionar con la entrega del saber en forma indiscriminada.

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Muchos científicos pensaron que ¡a única salida era la democratización del conocimiento científico; la preparación de un público culto capaz de entender aunque fiiera en líneas generales el significado y las consecuencias que los nuevos descubrimientos podían tener sobre sus vidas y de este modo poder tener algún tipo de decisión sobre la realización de proyectos que les pudiera afectar. Bertrand Russell, el mismo Einstein, los socialdemócratas alemanes de los años veinte, algunos liberales, algunos anarquistas y algunos socialistas han compartido esas ideas. Creían que una sociedad más sana, que no ponga toda la vida sobre el planeta en peligro, requiere un hombre educado para la libertad y la solidaridad, y no para la

- lógica capitalista de compv-teacia, eguísiuo y duiiiiuio. El grave problema al que nos enírentamos“es'que los” propios maestros están formados en esa lógica perversa, y son la cadena de transmisión de los valores de los cuales necesitamos liberamos. ¿Quién enseñara a los maestros'.’ ,;,Cómo se rompe la cadena'? i^Desde dónde se establece una nueva ética científica'? Indudablemente no puede separarse el tipo de sociedad de la forma de ciencia. En un sistema capitalista al conocimiento científico sólo puede estar al servicio de proyectos que tienen las miras en el mercadeo, sometidos a la lógica del mercado y que perdiendo de vista una imprescindible mirada crítica desde las bases mismas de lo social se convierten en destructivos y necrófilos.

El caso'es que la sociedad no cambia sola, y no se puede pensar en una transformación política que a posterior! traera como resultado una ciencia más humanizante, en una transformación de la ciencia que modifique a la sociedad. Se trata creemos, no de ingenuas e infantiles, tanto como inútiles declaraciones de principios, como lo fuera la-"Declaración de Buenos Aires" allá por fines de los '80, sino del encuentro en aquellos intersticios donde la arbitrariedad se fracrura, donde se producen sus quiebres, para instalar proyectos alternativos, allí donde todavía el poder no ha llegado a ejercer un dominio absoluto. Si no, será como escribió Einstein a los intelectuales noneamencanos perseguidos por el maccartismo; "mereceremos la esclavitud que está proyectada para nosotros”.

Es imprescindible reconocer que los marcos institucionales donde se desarrolla la ciencia actual dejan poco espacio real -aunque no declamatorio- a las tradiciones y concepciones que representan los mejores valores de la ciencia. Autonomía, libenad, búsqueda de desarrollo espintual con el que contaron no pocos proyectos cientificos del pasado han quedado sepultados en el entramado de una razón tecno- instrumental perversa y homicida. Pensemos en cuántos proyectos como "Manhattan” se han producido a nuestras espaldas, cuántas investigaciones de las llamadas áreas estratégicas o de secretos de Estado han sido financiadas por el conjunto de la comunidad sin que ésta supiera si de su interior no podrían surgir nuevas calamidades.

El término tecno-ciencia, con el que se nombra la actividad de conocimiento con fines utilitanos, mercantiles y en muchos casos belicistas, no seria un eufemismo con el que se trata de separar las espunas manipulaciones de la tecnocracia de las "buenas intenciones” de la ciencia, si se reconociera oajo este concepto la existencia de un nuevo fenómeno que se ha fagocitado toda investigación realmente libre, independiente, autónoma y responsable dentro de los marcos institucionales. No podemos negar la existencia de científicos de buena voluntad, que quieren sep/ir a la sociedad, pero tampoco podemos ser ciegos a la realidad de que investigadores relevantes en algunas áreas -y cada vez son menos en las que escapan a esto- necesitan infraestnicdirás altamente sofisticadas, caras en millones y a veces en cientos de millones de dólares, y que tales in traes truc diras no están al sei'vicio de la libre investigación sino que están reservadas para los que aceptan someterse -siempre por una buena remuneración- a los proyectos comerciales o bélicos tanto más lucrativos, en general muy alejados de las necesidades de la gente o de la búsqueda del conocimiento por el conocimiento mismo. '

El planeta entero se encuentra en peligro de muerte. El señor Custeau, eminente científico de prestigio internacional, y estando al servicio de las multinacionales del petróleo que financiaban sus investigaciones en los fondos oceánicos, divo la honestidad de advertimos que los procesos de contaminación medioambiental son irreversibles y que de mantenerse los acdiales niveles -se supone que aumentarán- las posibilidades de vida tales como las conocemos hasta la actualidad serán muy difíciles de sostener. Dentro de este panorama todos deslindan responsabilidades, los cientificos afirman ser victimas de políticos y militares, los-políticos les echan la culpa a sus adversarios, ios m.iiitares no dan explicaciones, y ios tecnólogos que durante las

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décadas pasadas quisieron ser los heroes de ¡os adelantos, el bienestar, el confort y el progreso, hoy se lavan las manos acusando a la ciencia de producir los desarrollos teorices sobre los que el poder político los obliga a trabajar. Nuevas ciencias como las informática, la cibernética, la robotica. la beática, generan el conocimiento que pennite manejar y controlar cada vez mas profundamente toda la actividad humana. "E! saber es poder” afirmó Bacon hacia el 1600. Esta frase, que para su autor representaba las capacidades transfoiTnadoras del pensamiento sobre la materia, es para nosotros la clave de una dialéctica perversa, donde el saber se homologa no con el amor al conocimiento sino con la asaicia de la manipulación para el dominio, y el poder deja de ser la capacidad humana de modificar la realidad, y se convierte la fuerza para someter a la naturaleza y a los hombres ai capricho inmoral de ¡os poderosos y sus irracionales deseos.

La dignidad del trabajo científico no puede pasar por una libertad abstracta y declamatoria, ni por la soberbia de un saber que pretende instalarse más allá del bien y del mal. Si los que producen el conocimiento lo entregan sin espíritu crítico de las finalidades para las que éste pueda ser realizado, nos encontramos frente a tres posibilidades. O bien se trata de una actitud ingenua que cree que el conocimiento científico es una producción pura en ia que los científicos no tienen responsabilidad y entonces suponen ser víctimas del poder, o se es partícipe de proyectos que se construyen de espaldas a la sociedad y en complicidad con el poder, o por último se trata de simples empleados, seres alienados que trabajan sin criterios independientes ni valores propios. En este marco los cientificos cnticos son marginados de los proyectos relevantes, y SI no lo fueran, ellos mismos se apartarían, porque tales proyectos han de estar en general en oposición a la ética y a la libertad. De cualquier manera es vergonzosa la falta de cnticidad de los miembros de la comunidad científica referida a las responsabilidades que les caben, no solamente desde el punto de vista del uso para el que se prestan, sino también y fundamentalmente por su incapacidad de enfrentar con espintu propio un proyecto que emane de la dignidad de hombres de conocimiento. .Autonomía, independencia, responsabilidad, libertad, espíritu critico y autocrítico deberían estar entre las convicciones que guíen su actividad. Pero, sucede que suelen confundirse esos valores que deberían ser una conditio sine qua non del trabajo científico con la seudolibertad con que se los deja entretener en proyectos irrelevantes, o que no demandan un control tan exhaustivo.

El problema de fondo no radica en la asignación de recursos por parte del poder en la figura de los organismos estatales ad hoc o de las muchas fundaciones o empresas que financian proyectos muy claramente delimitados por sus propios intereses, sino en la aceptación de que sean políticos, militares, tecnócratas o científicos comprometidos, no con el conocimiento, .sino con el lucro de las empresas, o el poder del Estado, los que definen políticas, proyectos, y financiación de investigaciones a espaldas del conjunto de la comunidad y de los sectores de 1a población a los cuales afectarán directa o indirectamente los resultados de sus manipulaciones. Las academias de ciencias se ocupan de cuestiones eruditas, abstractas o metodológicas, pero no cumplen con una misión que sería fundamental, la de autocontrol crítico de las actividades científicas en ei marco del debate abierto, la de definir políticas de investigación responsables y de consenso democrático, la de servir como un freno al avasallamiento de la libertad de investigación frente a los poderes corporativos, la-de difundir y democratizar el conocimiento para que no haya secretos con los que algunos pocos puedan lucrar, la de contraixestar la seudodifúsión científica brindando información que le pennita a la gente entender -no los pormenores de la investigación científica- sino las repercusiones que el trabajo científico pueda tener sobre sus vidas, como señalara Thuiller.

Sólo un replanteo de esta situación podrá sustraer a la ciencia del servilismo o la complicidad. El ténnino tecnociencia para definir la actividad productora de conocimiento y transfonriadora de ia realidad nos invita a pensar sobre dónde quedó la ciencia. Hay una serie de nuevos conocimientos que la ciencia va entregando iiTesponsablemente a comerciantes ávidos de ganancias por cualquier medio, tales conocimientos se traducen en manipulaciones biológicas, ingeníenles, fabriles, bélicas, que tienen muchas veces como consecuencia la destnicción de los semejantes. La destrucción de la capa de ozono, la desertizactón, la contaminación del agua, la tierra y el aire, el estroncio 90 en nuestros huesos -producto de las detonaciones atómicas experimentales-tiene a los políticos, a los industriales y a los militares como responsables directos, pero también a los científicos.

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En buena medida esto sucede por la impronta ideológica que ios valores de! sistema vigente imponen a los científicos en su Foimación. Uno de estos valores es el de la propiedad privada, que se extiende del terreno de los bienes materiales al de la propiedad intelecmal, y luego inevitablem.ente se produce la apropiación de productos del conocimiento constmido con saberes del patrimonio colectivo. No se puede considerar a la namraleza como un campo pnvado de experimentación, exponiendo a miles y a veces hasta a millones a los más grandes peligros -por lo menos sin el consentimiento de los últimos. Es esta raíz ideológica en la mente de los científicos la que les impide concebir otro destino para sus investigaciones; de esto a usar a la naruraleza, a los recursos materiales y a la vida misma de las personás^o de su potencial genético- como un enorme laboratorio para sus investigaciones hay sólo un paso. Los sueños de poder político convergen entonces con los sueños de un saber-poder de la ciencia, y se convierten en cómplices en el viejo sueño de Fausto.

Si la solución al problema pasara por la sanción de los responsables, bastaría con un acto de justicia. Pero, el hecho es que la posibilidad de revertir -s i es que a esta altura de los acontecimientos podemos hacerlo- la degradación total de la vida sobre e! planeta, depende en buena medida de una toma masiva de conciencia por parte de la gente y fundamentalmente de una modificación de las prácticas sociales del conjunto de la comunidad, solidanamente acompañada de un gesto de la comunidad científica. Pues, si es solamente el conjunto de la gente la q'üe puede producir cambios políticos y abandonar conductas autodestructivas, es justamente la ciencia la única que puede y debe producir los conocimientos necesanos pará el cambio.

Suele sostenerse la necesidad de establecer algún tipo de vínculo entre ciencia y etica como forma de sanear y controlar las investigaciones; se olvida que la ética no es, no ha sido y dificilmente pueda llegar a ser una ciencia. Ella nunca salió del ámbito especulativo de la filosofía y contamos con tantos sistemas como pensadores. Además ¿cuáles serian los critenos que nos harían suponer que unas formas de conducta son mejores que otras? Tales criterios solamente podrían conducimos a prácticas autoritarias en el trabajo científico. Y, como sabemos, siempre que se comenzó persiguiendo ideas se terminó eliminando hombres. El discurso abstracto sobre la relación entre ciencia y ética es sólo una forma de evadir el problema y el conflicto central, que es entre la libertad y la autonomía de la investigación cientifica por un lado y un sistema político económico que conducirá a la humanidad irremediablemente hacia la destrucción. Por lo tanto, los gravísimos problemas que afectan al planeta y a las delicadas formas de vida que lo habitan, demandan la toma de posición de los científicos en forma individual y de la comunidad científica en su conjunto en cada caso concreto, no solamente proclamando otras prácticas, sino y fundamentalmente, denunciando los atropellos del poder a la dignidad científica y las distintas formas de coacción económica e intelectual. Esta es la opción ética de los científicos; producir una ciencia critica que traduzca el conocimiento en verdaderos elementos de mejoramiento de la vida o ser cómplices de un sistema social y político con el que el planeta tiene los días contados.

¿Cómo reconstaur una alternativa ética en los intersticios de un poder ciegamente destructivo? Buscar una respuesta a esta pregunta es, a nuestro modo de ver, la única alternativa que cabe a quienes pretendan una dignificación del trabajo científico.

D) Sobre la libértad cfentifiea

Hablar de límites de la libertad es una expresión sumamente inquietante. Como hemos señalado, toda limitación de la libertad se tetrnina convirtiendo en un cercenamiento de dignidades, en primer término, y de vidas después. Pero las acciones humanas no se conjugan de un modo armonioso, sino que muchas veces, o quizá en la mayoría de los casos, implican contradicciones de intereses y necesidades.

i / o

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Los desarrollos que la ciencia viene realizando desde el siglo XIX han generado resultados ambiguos. Es innegable que. entre otros elementos, ¡as investigaciones en c¡ campo de ¡a saluG han salvado ae la mueite y aumentado las expectativas de vida para la especie, aunque por otro lado se han desaiToiladc practicas iatrogenicas. Los desarrollos en biología aplicada a ¡os alimentos han pennitido proauctr comida para una cantidad de seres humanos que en el pasado hubiera sido impensable, y la causa que determina la desnutrición no es la falta de alimento sino la injusta distribución de la riqueza.

Se podria alegar que los alimentos transgénicos pueden tener consecuencias imprevisibles e indeseables, pero esto,, debería, analizarse en el marco de la problemática global, en la que las huertas orgánicas no alimentan a los más de 6000 millones de seres humanos que habitamos el planeta, ni la energia eolica ni la solar, ni ambas juntas multiplicadas por cien producen los recursos necesarios como para atender a los requerimientos energéticos básicos.

A toda esta controversia hoy se suma el tema de la manipulación genética. Dejando de lado todas las fantasías y elucubraciones sin fundamento que los medios de comunicación aiTOjan sobre nosotros, podríamos decir que las posibilidades que se abren son vastísimas y controversiales. Tales investigaciones servirían fundamentalmente para comprender los mecanismos causantes de entennedades orgánicas, sean hereditarias o no. La cura de enfemiedades como la hipercolesterolemia familiar, la anemia falciforme, la distrofia muscular hereditaria, tratar de un modo más eficaz el cáncer, etc. También son varias las posibilidades de aplicación de la ingeniería genética, tanto las que ya se conocen como otras sobre las cuales se especula. Es indiscutible que se abren insospechadas posibilidades no sólo a ciencias como Iq medicina y la biología sino también a la antropología e .incluso la sociología. La evidencia científica dará.pasos que dejarán obsoletas ciertas discusiones en el ámbito filosófico. Pareciera que las controversias son tan vastas como las posibilidades de aplicaciones que brinda. Desde la clonación hasta la eugenesia.

Frente a esta compleja temática es indudable que es menester que toda polémica se realice con el máximo de información, pero también se debe considerar de un modo fundamental no solamente las convicciones de los individuos y de la sociedad, sino también tener el cuidado de no alterar irreversiblemente aspectos fundamentales de la vida. Algunos problemas vinculados con especies vegetales deberían ponemos sobre aviso acerca de la importancia de la biodiversidad y de que los caminos de la vida muchas veces escapan a nuestros esquemas.

.Ahora bien ,jel conocimiento científico es neutro y la responsabilidad sobre su uso cabe a otros Impolíticos), o los científicos tienen responsabilidades sobre el fruto de su trabajo y las consecuencias que éste puede producir;’ Éste es e! problema y se presenta en dos niveles: ético en primer lugar y político en segundo. No se trata de un problema de la ciencia, sino del hombre.

El problema planteado es uno de los más controversiales, tanto a nivel epistemológico (reflexión de la ciencia) como,a nivel social (reflexión de !a sociedad). La ciencia no hace sino acrecentar el poder del hombre’y el problema no se debe depositar en el ámbito exclusivamente científico sino que es un problema general a ser debatido socialmente. Pero, siendo el ser del hombre el ser social ¿cómo puede el hombre concreto, puntual, tomar consciencia de su responsabilidad en todos los ámbitos incluido el de la ciencia? No todos los hombres son científicos, filósofos o intelectuales.

Buena parte de todos los hombres están alimentados de modo tal que les impide a muchos siquiera plantearse estos problemas. ¿Deben quedar excluidos? De ningún modo y no solamente porque lo que las ciencias hacen afecta directa o indirectamente sus vidas, sino porque la ciencia es una producción social y de un modo u otro todos estamos incluidos. Pero ¿puede la ciencia hacer algo con esta diferencia? La ciencia fia contribuido a poner una muralla inexpugnable entre ella y la sociedad. Muchos políticos, militares, y ciudadanos comunes han sido investigados por sus actividades. ¿Cuántos científicos? No son economistas los que intei-pelan a un ministro de economía que haya tenido un accionar "dudoso”, ni políticos los que están atentos a un juicio que expulsa a un presidente, pero entienden perfectamente más allá de los aspectos técnicos "de qué se trata” y cómo los afecta. En este sentido debería ser responsabilidad de la sociedad saber

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en que se gastan ios impuestos que ella paga y que van entre otras cosas a parar a proyectos científicos. Esto marca la responsabüidad política de ia soctedad con respecto a !a ciencia.

Pero también hay una responsabüidad de la ciencia con respecto a la sociedad. La ciencia tiene la responsabilidad ética y política de divulgar sus conocimientos, de comunicar sus actividades y de informar a la población cuáles pueden ser las consecuencias tanto positivas como negativas (siempre que puedan ser evaluadas) que esas Investigaciones pueden tener píya la sociedad y de que la evaluación de ciertos proyectos no sea unilateral, sino que comprometa a todos los involucrados. Los hombres tienen derecho a saber qué consecuencias pueden tener sobre sus vidas determinados desarrollos científicos y si están dispuestos o no a correr los riesgos y pagar los costos. Pero tal cosa demandaría una sociedad que verdaderamente generase prácticas con plena y real participación de sus integrantes. En el logro de este tipo de ordenamiento político no sólo es responsable la sociedad, sino también la ciencia í fiindamentalmente las ciencias sociales).

Si las ciencias namraies tienen, entre otras, la tarea de establecer cuáles son los productos de la acción humana que perjudican su medio y de qué forma se puede revertir esta situación, produciendo el conocimiento para la obtención de desarrollos alternativos, por otra parte las ciencias sociales tienen la responsabilidad de investigar las influencias sociales, políticas y económicas de los fact,ores que contribuyen a generar prácticas y conductas destaictivas.

En cuanto al problema ético, este es mas complejo pues la ética no puede establecer qué es el bien y qué es ei mal. La ética implica una sene de convicciones que gravitan de modo definitivo en el comportamiento humano y que están sujetas a valores culmrales. En este sentido sólo una sociedad profundamente libenaria en donde la ciencia sea responsabilidad de todos puede ser el ámbito adecuado para que toda discusión se dé en el marco de la más traslúcida y fehaciente información sobre los temas en cuestión y en este sentido el aporte de la ciencia es fundamental.

Frente a esta problemática siempre aparecen los que afirman que es imprescindible poner limites y controles, comités de investigación, tnbunales de ética, juicios, castigos, condenas. Pero, un planteo que se exprese en términos de márgenes o limites de la libertad se presta a sospechas. La manera más usual de soslayar su sentido más profundo es hablar de libertades restringidas: la libertad consistiría en la elección entre algunas pocas opciones permitidas. Por otra parte ¿cuál es la medida de la restncción o del límite? Siempre el exacto término cuantitativo práctico está dado por una revelación o una intuición injustificada. Asi, hablar de una libertad condicionada es hablar de una libertad oprimida, lo que es una contradicción en ios términos. Por otra parte, hablar de libertad absoluta ofrece también sus dificultades. En efecto, la libertad debe reconocer en primer lugar los propios condicionamientos de la libertad material, su despliegue practico de opciones y, además, las múltiples posibilidades que siempre nos obligan a elegir. En este sentido frases tales como ‘‘La libertad de uno termina donde comienza la libertad de los demás” pone todo el acento en el sujeto puntual, ignorando precisamente que el ámbito de realización de cualquier tipo de libertad es precisamente el social. ¿Cómo se regulan las relaciones para que estas no se conviertan en el terreno donde unos coaccionan y someten a los otros? En una visión más plena, lo libre no necesita fijar un limite externo, en general presentado mediante declaraciones, proclamas o leyes, tan arbitrarias como inútiles: es la misma libertad la que fija su límite, pues es ella misma la que no es más allá de sí misma. Los enemigos de la libertad son aquellos que quieren instituir una visión última del mundo y del hombre.

Limitar, enmarcar, reglamentar la libertad de investigación, para que no se convierta en libertinaje es lo que reclaman muchos de los que ven a la ciencia como un potencial peligro. Libertad y libertinaje son palabras parecidas, pero en su sentido más probando verdaderamente contradictorias. El comportamiento libertino es antojadizo, egoísta, obra sin reflexionar y sin tener en cuenta a los otros. La libertad implica un com.portamiento en un todo contradictorio con el antenor. La libertad es esencialmente responsabilidad y solidaridad, frente a si mismo y frente a los demás. La tarea científica es una de las más importantes que el hombre pueda realizar, en tanto que es una de las bases para el desarrollo material, cultural y espiriaial de la especie. Pero ella no se sustrae del entorno histórico, social y político del que foima parte. Es indudable que ia ciencia no produce todo tipo de conocimaentos, sino aquellos que el sistema le impulsa a producir.

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Sin embargo, ello no es motivo para que ia descaiiemos. En ei devenir de ia sociedad y ias instituciones la ciencia nene un papel fandameníal, no como ia instancia inmaculada, neutra y objetiva que es ia medida de todas las cosas, sino como un queiiacer también contradictorio frente ai cual es posible plantearse la iucha de los opuestos en función -de una diaiectica responsable, abie^a y participativa. en la aue cada logro tenga el objetivo de mejorar la conu.ción humana. Pero también en la que ei precio de ios etrores. que finalmente arruma la vida de muchos seres humanos, no sea el producto dei arbitno de miñonas que se autodenominan esclarecidas o que anteponen el mero beneficio personal, sino una elección conjunta producto de la concertación social.

La ciencia no puede aceptar límites a la libertad de investigación; al hacerlo condena a ¡os mismos científicos tanto a la esclavitud de las teorías como a la de las instituciones. El aceptar limites implica el recoiTÍdo unilineal de aquel que establece ei límite. Por otra parte, los limites no se establecen en fonna abstracta sino puntualmente y por lo tanto, revelan simplemente el modo en que determinadas cosmovisiones buscan imponerse sobre otras. Todo esto no significa que cada uno haga lo que se le dé la gana en fonma arbitraria, sino que de lo que se trata es de establecer que la intención de poner limites externos y preestablecidos es una práctica totalitana que finalmente tennina con ia ciencia misma. En canto, la libertad '‘ilimitada” encuentra ella misma una regulación que la fortalece y que es el ámbito de desarrollo no sólo de la ciencia sino de toda actividad humana.

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índiceParte I

ContextosHistóricos de la Investigación Científica

Capítulo I ___Perspectiva histórica dé‘la“produc'ción científica

I) El problema del comienzo 9

II) Episteme, filosofia y método en la antigüedad y el medioevo. La astronomia como ejemplo. 11Platón 14Aristóteles 15\lodelo aristotélico de las esferas celestes 16Claudio Ptolomeo 16La época helenística; la ciencia en Alejandría 17La concepción aristotélico - tomista .. 18-

III) El nacimiento de la ciencia moderna y la revolución copemico-gelileana ' . 20La revolución del conocimiento en los estudios de la naturaleza 20Modelo copemico galileano. De los procedimientos experimentales 23El uso de instrumentos técnicos para la investigación científica 25Los modelos matemáticos como forma de representar el mundo 25El enfrentamiento con la Iglesia 26Galileo en ei contexto del pensamiento de su época 27

IV) Contexto del origen de las ciencias sociales, la revolución en los estudios de ia sociedad 29

V) La tecnociencia del siglo XX y XXI Las promesas de la ciencia Utopia y realidad del dominio científico Consecuencias del fracaso del proyecto moderno ¿Para qué sirve la ciencia hoy?Cuadros, línea del tiempo

Capítulo IIDiferentes criterios para la clasificación de las ciencias

I) Criterios de clasificaciónDe la clasificación y de la cienciaClasificar la ciencia es un problema epistemológico¿Para qué sirve una clasificación de las ciencias?Criterios de clasificación de la ciencias

Cuadros, ejemplos de clasificación Clasificación de las ciencias según su objeto Clasificación de las ciencias según sus enunciados Clasificación de las ciencias según sus métodos Clasificación de las ciencias según sus fines

3232343536

38, 39

4141434546

47, 484950 50

2 8 7

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Parte IINociones de Semiótica y Lógica

Capítulo IIILenguaje y ciencia de! lenguaje

I) Lenguaje y comunicaciónFunciones del lenguaje Niveles del lenguaje — - —Pensamiento y lenguajeEl lenguaje en la semiótica o ciencia de los signos

¿Qué es signo?Connotado y denotado Signo y discurso Niveles semióticos

El nivel sintáctico de análisis Nivel semántico de análisis Nivel pragmático de análisis

La relación entre semiótica y lógica La relación entre semiótica y conocimiento Problemas del lenguaje

Ambigüedad VaguedadLenguaje y metalenguaje Uso y mención Lenguaje y realidad

DefinirPropósitos de la definición Distintos tipos de definiciones

Definición estipulativa Definición lexicográfica Definiciones aclaratorias o explicativas Definición teórica La definición operacional Definición persuasiva

5056585960 61 62 62 65656667686970

70727272

74747475 75 757576

II) La constmcción del iengpaje científicoLa forma de los enunciados científicos

Un ejemplo de clasificación; La clasificación de las ciencias OrdenarMedir o calcular

7778

Las operaciones que colaboran con la precisión y la organización del lenguaje científico 80 Clasificar 80

8182

Capítulo rvLógica y argumentación

I) El argumento desde la perspectiva lógica Ensayo de una definición generalLa lógica tradicional o antigua: Silogística de .Aristóteles Lógica clásica

288

8586 86

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Termiaos, proposiciones y razonamientos La analogía La abducción La inducciónEl esquenaa de la inducciónEl problema del "caso en contrario” de la inducción El problema de la corrección del razonam.iento inductivo - —La deducciónEl razonamuento deductivo desde la perspectiva de la lógica proposicional

8788899091 91919293

II) Elementos de la lógica proposicional La condición suficiente La condición necesaria La condición necesana y suficiente Formalización de proposicionesEstablecimiento de los valores de verdad de las proposicionesLa dinánaica de los razonamientos deductivosRecon^imiento de premisas y conclusiónRazonajjniento y forma de razonamientoCorrección o incorrección de los razonamientos deductivosDos Reglas lógicasiVtodus Tollendo Tollens y Modus Ponendo Poneos Falacia de Afirmación del Consecuente y Falacia de Negación del Antecedente

94959596 969697 979798

101 101

102

III) Falacias no formales 102

Parte IIIEpistemología y Metodología

Ideas y Prácticas en la Investigación Científica

Capítulo VLas corrientes epistenaológico-metodológicas

I) Antecedentes históricosCuadro: corrientes, circuios y escuelas El problema del método en la modernidad

.Racionalismo cartesiano Empirismo: De Bacon a Hume Kant: La revolución copemicana

107l i o113113115120

ü) Los esquemas epistemológico - metodológicos La concepción heredada (concepción estándar)

El iductivismo en sentido estncto. El VerificacionismoCritica al inductivismo en sentido estncto como producción de hipótesisCritica al inductivismo en sentido estncto como justificación de hipótesisEstnictura del método hipotético deductivoHipótesis pnncipalesHipótesis derivadasHipótesis con implicación contrastadora

125125127128 131

189

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Hipótesis AuxiliaresLos huecos en las reoriasConíiictos en los criterios de legitimaciónProducción, validación y métodoModelos de explicaciónVIodelo deductivoCondiciones lógicas de la adecuación Condición empírica de la adecuación Modelo probabilístico ¡Víodeio genético Modelo funcional o teieológico

i i4 i 34 !34 138 138138139140140141

IV) Las ciencias sociales y sus particularidades epistemológico-metodológicas Clasificación de las ciencias humanas y sociales Las ciencias sociales entre la historia y la política Problemas de las ciencias sociales

La perspectiva epistemológica Los problemas metodológicos Problemas ideológicos

142 142 144 i 46147148 150

V) Dos ejemplos de la FtlosoFia Tradicional de la Ciencia: Hempel y Popper Hempel. el Inductivismo en sentido amplio o Confirmacionismo

Esquema del confinnacionismo. Los pasos del método La cuestión lógica sobre la que descansa la puesta a prueba Ilustración de las fórmulas. Los razonamientos Crítica al confirmacionismo ■La postura confirmacionista de Hempel en las Ciencias Sociales

El refutacionismo o falsacionismo poppenano El métodoDiferencias con el confinnacionismo La refutabilidad como criterio de demarcación Debilidades de la refutación. Hipótesis auxiliares Hipótesis ad hoc La postura falsacionista de Popper en las Ciencias Sociales

Individualismo metodológico de Popper

152152152153154 156 156 158158159159160 162 162

VI) Tres ejemplos de ia Nueva Filosotla de la Ciencia; Kulin, Laicatos, Feyerabend El consensualismo de Kuhn, historia de la ciencia, una-nueva dimensión

La precienciaLa ciencia normal y el paradigma Las anomalías La cnsisEl concepto de revolución Nueva ciencia normalLas ciencias’sociales en la concepción de Kuhn

Los programas de investigación de Laicatos Reconstrucción e historia La estructura de los programas de investigación £1 núcleo finne El cinturón protector Heurística

169171172173174 176 177' 178150 180 180 180151 181

290

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Con respecto a otras posturas Programas progresivos y regresivos Historia interna e historia externa

Historia interna Historia externa

Criterios del historiador para la elección de los problemas Criterio normativo interno Criterio externo

La reconstrucción racional (historia interna) como guía de la historia de la ciencia Las ciencias sociales en la concepción de Lakatos

El antimétodo de FeyerabendEl anarquismo epistemológico La inconmensurabilidad ¿Anarquismo o ultraliberalismo'i’

181183184 184184185 185 185

185186 188 188 190 193

V'ü) La polémica entre la Filosofía Tradicional de la Ciencia y la Nueva Filosofía de la Ciencia 195 Los contextos de la ciencia . 195Las objetividad de la ciencia y los cnterios para evaluar las teorías 195

El problema filosófico de la verdad 196Problema del correlato objetivo de las teorías ’ 197

VIII) Crisis del consenso ortodoxo, criticas al contexto heredado y otras propuestas metodológicaspara las ciencias sociales 198

Las visiones historicistas y antihistoricistas 198Hermenéutica 200Holismo metodológico y método dialéctico 205La polémica 209

IX) Las concepciones de las ciencias en Argentina, la polémica Klimovsky - Varsavsky 212Gregorio Klimovsky 214Oscar V'arsavsky 219De las luchas en la ciencia 224

Capítulo VIProceso de investigación y enfoques cuanticuaütativos y cualicuantitativos en las ciencias sociales

I) Distintos tipos y enfoques de un trabajo de investigaciónDeterminación del temaPlanteamiento del problema de InvestigaciónJustificación de la investigaciónObjeto de estudioObjetivos'Marco Teórico Estado de la cuestión Hipótesis

II) Tipos de investigación de acuerdo a su objeto o asuntoInvestigaciones exploratoriasInvestigaciones descriptivasinvestigaciones explicativasEnfoque metodológicos cualitativos y cuantitativos

291

227229229230231231232 2 j j

233234234235235236

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El esquemausmoLa cuestión del enfoque metodológico

. ilIilEl despliegue del Proceso-La instancia de .aiiaación La validación concepraal PlanteamientoExamen y discusión de las hipótesisApropiación y revisión de los conocimientos previos

IV) Revisión y discusión sobré los contextos materiales e institucionalesLa validación enipínca La muestra y su representatividad La validación operativa La validación expositiva

V) La constaicción del datoEl problema-de la medición La matriz de datos

-38238239240240241241242242243244245246 246'247

Parte IVCiencia Tecnología, Sociedad y Etica

Capítulo V'IICiencia, tecnología, sociedad

0 Exposición de algunos conceptos básicos¿,A qué aludimos cuando hablamos de “técnica”?Carácter pragmático de la técnica Ongen teónco de la técnica ,Técnica y tecnologia son sinónimos'?Perspectiva ahistóricaPosición que se basa en el contexto histórico para definir sus términos

II) Relaciones entre la ciencia y la tecnologíaLa ciencia es una entidad independiente de la tecnologíaExiste una relación de retroalimentación entre ciencia y tecnologiaLos polos científico y técnico de la investigación estánindisolublemente trenzadosImágenes de la tecnologíaFilosofía de la tecnología ingenierilFilosofía de la tecnologia humanística

III) Intento de superación de las posiciones anteriores, los estudios sociales de la ciencia y la tecnología

257257257259260 260 251 262 262 263

263263264265

266

Capítulo VmCiencia y ética en el marco de la producción científica 269

I) La ética en la ciencia y la ciencia en la éticaII) Sobre la libertad científica

269273

BibiiogratíaIndice

- ¡ - - 7

287

292