PARBOLA DE LA VIUDA PERSISTENTE18Cierto da, Jess les cont una historia a sus discpulos para mostrarles que siempre deban orar y nunca darse por vencidos.2Haba un juez en cierta ciudaddijo,que no tena temor de Dios ni se preocupaba por la gente.3Una viuda de esa ciudad acuda a l repetidas veces para decirle: Hgame justicia en este conflicto con mi enemigo.4Durante un tiempo, el juez no le hizo caso, hasta que finalmente se dijo a s mismo: No temo a Dios ni me importa la gente,5pero esta mujer me est volviendo loco. Me ocupar de que reciba justicia, porque me est agotando con sus constantes peticiones!.6Entonces el Seor dijo:Aprendan una leccin de este juez injusto.7Si hasta l dio un veredicto justo al final, acaso no creen que Dios har justicia a su pueblo escogido que clama a l da y noche? Seguir aplazando su respuesta?8Les digo, l pronto les har justicia! Pero cuando el Hijo del Hombre[a]regrese, a cuntas personas con fe encontrar en la tierra?.Significado y lecciones:La mujer en esta historia tena varios problemas: Era viuda, tena un enemigo y la nica persona que poda ayudarla era un juez con fama de ser injusto. Tena muchas razones para darse por vencida, pero ella persisti y demando justicia hasta que el juez, al fin, tom accin en su favor.Cunto tiempo tienes orando por una peticin especial? Cuntas veces has pensado que ya no vale la penaorar? La primera intencin de esta parbola es ensear sobre la persistencia en la oracin. La razn no es que tenemos que molestar aDiosal punto de cansarlo, como la viuda con el juez.Jesstampoco quiso implicar que Dios sufre de mala memoria y necesita nuestra ayuda para recordar cada peticin, grande o pequea, que llegan a l todos los das. Cuando somos persistentes en la oracin crecemos en carcter y en fe. La persona que ha esperado 10 aos por una respuesta es una persona que ha mostrado su dependencia en Dios. Es una persona ms madura y mejor capaz de recibir. La respuesta que Dios ha tenido guardada para el momento adecuado.Dios tambin permite que el tiempo pase para ayudarnos a entender cul es la verdadera raz de nuestra peticin. A veces empezamos pidiendo una cosa y mientras Dios nos ministra en los momentos de oracin, nuestras mentes se aclaran y nuestros ojos se abren a ciertas verdades que antes ramos incapaces de ver. Tenemos que admitir que no siempre tenemos la voluntad de Dios en mente cuando pedimos algo. La persistencia en la oracin ayuda a alinear nuestra peticin con su voluntad en nuestras vidas.La segunda enseanza de esta parbola tiene que ver con la bondad de Dios. Jess us a un juez injusto para compararlo con la justicia de Dios. Si un malo es capaz de hacer algo bueno, pues imagnate lo que un Dios bueno es capaz de hacer. Esto es similar a la enseanza en Mateo 7:7-11 donde Jess dice:"Pidan, y se les dar, busquen, y encontrarn, llamen, y se les abrir. Porque todo aquel que pide, recibe, y el que busca, encuentra, y al que llama, se le abre. Quin de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? O si le pide un pescado, le da una serpiente? Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, cunto ms su Padre que est en los cielos dar buenas cosas a los que le pidan!"