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Documento reservado Informe técnico RP/1981-1983/4/3.5/01 BOLIVIA Promoción de las políticas culturales Para un plan de acción cultural por Fabio Pacchioni N.° de serie: FMR/CLT/CP/83/144 Organización de las Naciones Unidas n " para la Educación, la Ciencia y la Cultura París, 1983

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Documento reservado Informe técnico RP/1981-1983/4/3.5/01 BOLIVIA

Promoción de las políticas culturales

Para un plan de acción cultural

por Fabio Pacchioni

N.° de serie: F M R / C L T / C P / 8 3 / 1 4 4

Organización de las Naciones Unidas n " para la Educación, la Ciencia

y la Cultura

París, 1983

B O L I V I A

PARA UN PLAN DE ACCIÓN CULTURAL

por Fabio Pacchioni

Informe preparado para el Gobierno de Bolivia por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco)

U N E S C O

Informe técnico RP/1981-1983/4/3.5/01 FMR/CLT/CP/83/l44(Pacchioni) 31 da agosto de 1983

© Unesco 1983 Printed in France

INDICE

Página

I. INTRODUCCIÓN 1

Marco y objeto de la misión 1

Desarrollo de la misión 1

II. CONSIDERACIONES GENERALES 2

III. INSTITUTO BOLIVIANO DE CULTURA (IBCX 2

Situación actual de los institutos y departamentos del IBC 4

IV. HERENCIA Y DESARROLLO CULTURAL BOLIVIANO 6

V. PLAN NACIONAL DE ACCIÓN CULTURAL 7

Antecedentes 7

Objetivos del Plan 7

Estrategia 3

Primera etapa 8

Segunda etapa 9

Tercera etapa 9

Metodología 10

¡ Firíanciamiento .. [ ; 10

Vehículos 10

Audiovisuales 10

Insumos económicos 11

Infraestructuras 11

VI. CONCLUSIONES 11

VII. RECOMENDACIONES 12

Recomendaciones generales 12

Recomendaciones específicas 14

ANEXO - Personalidades encontradas 17

-1 -

I. INTRODUCCIÓN

Marco y objeto de la misión

1. La misión de consultoria se realizó en el marco del Programa Ordinario de la Unesco para 1981—1983 a petición del Gobierno de la República de Bolivia. La

misión se efectuó entre el 3 de febrero 7 el 12 de marzo de 1983.

2. Con base en el Ministerio de Educación y Cultura y particularmente en estrecha cooperación con el Instituto Boliviano de Cultura (IBC) el consultor debía:

— colaborar con el Instituto Boliviano de Cultura (Director Sr. Fernando Cajías) en la evaluación de las posibilidades- y virtualidades en el campo del desarro­llo cultural de los centros culturales y comunales más importantes del país;

- proponer los grandes ejes de acción de un anteproyecto del Plan Nacional de Des­arrollo Cultural, haciendo hincapié en la valorización de la cultura popular, en la consolidación de la identidad cultural boliviana y en la proyección de los valores culturales populares en el marco del proceso de democratización.

Desarrollo de la misión

3. En estrecha cooperación con la Secretaría de Asuntos Internacionales del Ministerio de Educación y Cultura (Srta. Christina Mejía), la Dirección, del IBC

(Sr. Fernando Cajías^-yel PNUD (Sr. Pedro MercaderL, fue organizado un programa de entrevistas, visitas y encuentros con dirigentes y miembros de instituciones cultu­rales, organismos estatales y paraestatales relacionados ; con la cultura, organizaciones sindicales y estudiantiles y sectores de actividades privadas vinculadas al desarrollo socio-cultural del país.

4. Las actividades básicas han tenido lugar en La Paz pero,juntamente con el Director del IBC, el consultor realizó también un viaje de observación por las

provincias dé Cochabamba y de Santa Cruz de la Sierra donde se ha reunido con respon­sables e integrantes de distintos organismos y asociaciones socio-culturales regionales.

5. Los principales aspectos socio-culturales de la nación, los problemas de política cultural, de creación artística, de acción, animación y gestión cultural fueron

analizados y debatidos por el consultor con las autoridades nacionales, artistas e intelectuales, estudiantes y trabajadores en general, en el marco del actual proceso de democratización y en el contexto de los diferentes problemas que el país enfrenta para su desarrollo.

6. El estudio de una serie de documentos (investigaciones sociales, antropológicas, educativas y artisticasl, de datos estadísticos, y de Informaciones proporcionadas

por funcionarios ministeriales ha contribuido también a mejor aprehender y evaluar las condiciones dadas en el país para la formulación de. un Plan Nacional de Desarrollo Cultural.

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II CONSIDERACIONES GENERALES

7. Las complejidades étnicas, culturales, geográficas y climáticas de Bolivia, unidas a los problemas políticos, económicos y sociales que enfrenta su

Gobierno, son las principales causas de las dificultades que confrontan las instituciones para el desarrollo del pais.

8. Factores históricos y coyunturales sumados a los fuertes índices de incremento poblacional y a las carencias infraestructurales completan el panorama crítico

de la realidad boliviana cuyos aspectos más dramáticos se dan en las contradicciones existentes entre desarrollo urbano y desarrollo rural y en el choque manifiesto entre culturas y modos de ser de los diversos tipos humanos que habitan espacios tan contrastantes como son el altiplano, los valles y los llanos.

9. El mayor problema nacional, por lo que a desarrollo cultural se refiere, lo constituye sin duda la fractura existente entre las diversas manifestaciones

de la cultura popular,(llámense nativas o autóctonas) las que son expresadas, para entendernos, por la mayoría de los bolivianos marginados en el campo y en las zonas sub-urbanas y aquellas formas sincréticas y/o de inspiración foránea que son una clara expresión de un proceso alienante que se advierte en el desarrollo socio­económico de las zonas urbanas.

10. Esta distancia se agudiza en los momentos de crisis provocando conflictos e incomunicación, arriesgando una ruptura entre los dos universos (el urbano y el

rural), atentando así a la identidad y a la integración nacional.

11. Esa realidad socio-económica y cultural del país, sus dicotómicas y duales expresiones han sido, en varias ocasiones, objeto de estudios, de diagnósticos,

de planteamientos doctrinales que han implementado acciones diversas enfatizadas por marcos teóricos en permanente contradicción con las praxis en el terreno.

12. Los cambios de lineamientos de política cultural, reflejo de una inestabilidad gubernamental, la falta de continuidad y de recursos apropiados para llevar a

término una política operativa "intersectorial" e "intercultural" han impedido que los principios básicos de participación de las masas populares al desarrollo cultural, se conviertan en una práctica cultural dentro del proceso de cambio de las condiciones sociales que busca el país.

IXL, INSTITUTO BOLIVIANO DE CULTURA (IBCl

13. El Instituto Boliviano de Cultura ha sido, a su tiempo, creado para propiciar e implementar una política cultural que diera sentido social a esta "partici­

pación popular", pero sus mecanismos financieros y administrativos nunca fueron lo suficientemente efectivos como para cumplir a fondo lo programado; tampoco sus acciones contaron con los soportes metodológicos e infraestructurales apropiados, lo que a menudo ha vaciado sus contenidos conceptuales, defraudando las expectativas populares, provocando frustraciones en los operadores culturales y creando una des­confianza hacia la Institución.

14. Esta "desconfianza" es hoy uno de los problemas que tiene que superar el IBC que se encuentra "desconectado" de las bases populares, enfrentándose, por

consecuencia, a una resistencia de los sectores que defienden los intereses de la cultura popular, quienes tienen la imagen de una institución elitista, inoperante y a la que acusan de haber privilegiado los intereses culturales "paceños" y desatendido los requerimientos a nivel nacional.

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Creadc por Decreto Supremo n° 123Q2 del 14 de marzo de 1975 con los objetivos de:

- promover y acrecentar la cultura nacional en todas sus manifestaciones;

- realizar investigaciones científicas necesarias y convenientes para el desarrollo de la cultura;

conservar y defender el patrimonio cultural del país;

- proteger y registrar la propiedad intelectual;

- defender la cultura nacional en todas sus manifestaciones;

proyectar, programar, ejecutar y evaluar proyectos destinados al desarrollo cultural.

El IBC tomó a su cargo los siguientes Institutos, Talleres y Academias:

- Instituto Nacional de Arqueología;

Instituto Nacional de Antropología (incluye el Departamento de Etno-musicología y Floklore y el Museo de Etnografía y Folklore);

- Instituto de Historia y Literatura (incluye Banco del Libro, Repositorio Nacional, Bibliotecas y Archivo Nacional de Sucre, Fondo de Publicaciones y Oficina de Derechos de AutorI;

- Instituto Nacional de Artes Plásticas (incluye Museo Nacional de Arte, Centro Nacional de Documentación de Artes Plásticas, Patrimonio Artístico y Centro de Restauración de Artes Plásticas);

Instituto Nacional de Música y Arte Escénico (incluye instituciones de formación artística especializada como ser: Conservatorio Nacional de Música, Academia Nacional de Danza, Escuela Nacional de Folklore, Taller Nacional de Teatro, Taller Nacional de Teatro Infantil y Taller Nacional de Títeres);

Academia de Música "Cochabamba" (en Chochabamba);

Taller de Teatro "Cochabamba" (en Cochabamba);

- Academia Departamental de la Danza (en Cochabamba);

Taller de Teatro (en Oruro);

Academia Departamental de la Danza (en Santa Cruz de la Sierral.

Para las acciones interculturales y sus actividades de difusión cultural, el IBC se dotó de los siguientes Organismos:

la División de Educación Extraescolar (que tiene a su cargo las Casas de Cultura Mineras, Campesinas y Laborales);

- los Cruceros y Misiones Culturales;

- la Orquesta Sinfónica Nacional;

- el Ballet Oficial

- el Ballet Folklórico Nacional;

- la Orquesta Juvenil del Conservatorio Nacional de Música;

- la Sociedad Coral Boliviana (adscriptal;

- el Cuerpo de Baile de la Academia de la Danza de Cochabamba;

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- los Elencos de los tres Talleres Nacionales de Teatro;

el Elenco de Teatro Nativo "La Carpa" (en lengua Aymaral;

el Teatro "Runa" (adscriptol;

el Departamento de Educación Extraescolar,

18. Este sistema coordinado de institutos y departamentos fue dictado, a su tiempo, por las necesidades y condiciones nacionales pero, quizás, ya no responda a las

realidades y exigencias del momento que vive el país.

19. Además de contestar el rol y los objetivos del IBC, los sectores populares reclaman hoy una urgente reestructuración de la Institución y el diseño de una

política cultural, capaces de atender las demandas de servicio que surgen de las bases.

20. La dirección actual tiene al estudio los planteamientos y requerimientos rela­tivos a los cambios estructurales y organizativos solicitados, prestando una

particular atención a los criterios expuestos por las instancias internas del IBC.

Situación actual de los institutos y departamentos del IBC

21. Cuando se creó, en 1975, el IBC, con el fin de orientar, asesorar y coordinar los programas de las diversas instituciones existentes en el país, este

organismo definió conceptos y objetivos de su mandato histórico sin requerir de sus miembros, una metodología de trabajo interdisciplinario, dejándolos más bien realizar sus habituales y precarias actividades, con una autonomía dispersiva y sin ningún principio de acciones integradas y concertadas.

22. Tampoco se trató de cambiar la mentalidad de los funcionarios-gestores de dichas instituciones, mediante cursos de capacitación para un personal técnico

y administrativo desde siempre subestimado y mal retribuido al que se ha pretendido, en ciertas ocasiones, comprometer con el "voluntariado de la cultura", sin ofrecerles en compensación, las motivaciones y los recursos que demanda el trabajo cultural.

23. Gracias a la mística y sentido de responsabilidad social de los operadores culturales, el IBC ha podido llevar adelante las tareas específicas de sus

institutos y departamentos, particularmente en el ámbito de la investigación, de la conservación del patrimonio cultural, de la formación de ciertos recursos humanos y de la difusión.

24. Cabe anotar, sin embargo, que, a pesar de una clara conceptualización del trabajo, las operaciones en el terreno no han sido sistematizadas dentro de un

proceso de desarrollo endógeno, lo que ha impedido la participación activa, creadora, crítica y consciente de las comunidades.

25. De ese modo se han malogrado esfuerzos y se han desperdiciado energías y cualidades intrínsecas al "ser" boliviano como son su instinto social comunitario,

su capacidad organizativa y su potencialidad creadora, virtudes que le permiten, a pesar del abandono en que ha tenido que subsistir durante largos años, mantener su herencia cultural.

26. Convendría aquí señalar los múltiples problemas que enfrentan todos y cada uno de los institutos y departamentos que conforman el IBC; algunos demandan una

atención urgente y prioritaria, otros podrían encontrar su solución en la reorgani­zación del IBC y en la racionalización de sus proyectos culturales.

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27. El consultor ha visitado todas las instalaciones de los institutos, departa­mentos y academias del IBC con sede en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz

entrevistándose con sus dirigentes, participando a reuniones de trabajo con sus miembros.

28. Por lo general y salvo alguna rara excepción, las condiciones materiales de trabajo son precarias, los presupuestos de funcionamiento paupérrimos, los

locales insuficientes, mal equipados, el personal no tiene la instrumentación necesaria y trabaja a menudo en sitios de emergencia desprovistos de los servicios y del confort mínimos indispensables para el cumplimiento de sus deberes. Un ejemplo lo constituye el Instituto Nacional de Antropología cuyas dependencias se encuentran en un estado realmente deplorable^. ,

29. El mantenimiento y preservación de los bienes institucionales no puede ser asegurado por falta de partidas presupuestarias. En algunos casos estos gastos

son solventados gracias a subvenciones y/o ayudas de Bancos, empresas de diversos tipos, fundaciones y organismos internacionales^.

30. Las bajas remuneraciones inducen frecuentemente al personal a desempeñar acti­vidades paralelas para socorrer a sus necesidades.

31. Los artistas son mal recompensados; la. mayoría de sus prestaciones son gratuitas o mal retribuidas, lo que los obliga a dedicarse a otras ocupaciones.

32. El escaso poder adquisitivo del público no permite amortizar los costos de las producciones artísticas y los ingresos por concepto de difusión cultural, no

alcanzan, generalmente, a cubrir siquiera los gastos promocionales de las opera­ciones culturales.

33. El IBC contribuye notablemente a reducir los gravámenes que pesan sobre el quehacer artístico en general, y las Alcaldías colaboran exentando los

creadores del pago de ciertos aranceles y/o impuestos municipales. Pero las condi­ciones generales señaladas no coadyuvan al fomento de las producciones artísticas.

34. En esta situación, es de lamentar el mal aprovechamiento de los pocos recursos disponibles, por la falta de coordinación e integración de los esfuerzos y de

los programas de las diversas entidades culturales.

35. Conscientes de la necesidad de aunar propósitos e intentos de gestiones cultu­rales, el IBC y la Dirección de Cultura de la H. Alcaldía de La Paz, han

tratado, recientemente de ampliar las colaboraciones inter-institucionales ya existentes.

36. Aprovechando la presencia del consultor, se llevaron a cabo reuniones con direc­tivos de los dos organismos, reuniones en las que se debatieron y fijaron

luego nuevos acuerdos y mqdalidades de trabajo mancomunado, sobre lineamientos pro­gramáticos convergentes. Entre el IBC y la H. Alcaldía de La Paz sería ahora posible encarar una programación concertada, donde prevalezcan intereses comunes, lo que permitiría un mejor rendimiento de las inversiones, una más racional utili­zación de los recursos humanos, técnicos y económicos y un usufructo bien compartido de las infraestructuras, instalaciones y equipos de las dos entidades.

1) Un informe interno, elevado al consultor para su conocimiento, ha sido por éste transmitido a la dirección del IBC.

2) El Museo de Etnología y Folklore, por ejemplo, que depende del Instituto Nacional de Antropología, es financiado directamente por el Banco Central de Bolivia quien actualmente solventa los gastos de restauración y ampliación de su edificio.

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37. En el caso del Instituto Nacional de Música y Arte Escénico, el convenio le da­ría la oportunidad de resolver el problema de locales del Departamento de Teatro

quién no cuenta con las salas necesarias al desenvolvimiento de las- tareas (cursos, ensayos, actuacionesl de los tres Talleres (adultos-, infantil y titeresl y de sus respectivos conjuntos.

38. Esta alianza evitaría además la duplicación de iniciativas y ofrecería la oca­sión de conciliar, a nivel directivo y operativo, las opciones que han llevado,

por el pasado, a las dos instituciones- a disentimientos no siempre positivos para ambos intereses.

IV. HERENCIA Y DESARROLLO CULTURAL BOLIVIANO

39. Una muestra del vigor y de la riqueza de la herencia cultural boliviana lo cons­tituye el deslumbrante carnaval de Oruro, donde el hecho sociocultural trasciende

las consideraciones estéticas para reflexiones más profundas sobre los valores inma­nentes de una civilización cuyas raices permiten el reencuentro de todo un pueblo.

40. Del arte popular boliviano se decantan virtualidades ancestrales cuyas dimensio­nes éticas y existenciales escapan a menudo a la comprensión de los exégetas

quienes, con un caracterizado talento teórico, alimentan más fácilmente las querellas de antropólogos- y sociólogos antes de aportar nuevos motivos de fondo y de forma para la renovación del trabajo de ios artistas, de los creadores y operadores culturales en general, comprometidos con el desarrollo cultural del país.

41. Los reproches que las organizaciones de base, los sindicatos y las asociaciones estudiantiles elevan al IBC resultan de planteamientos ideológicos que oponen las

prácticas de terreno a una gestión teorética de la cultura popular.

42. Las distancias entre la institución y las bases son críticas pero no irreducibles. Las ideas de los unos difieren de las experiencias de los otros y los análisis de

la realidad social, política y cultural no-convergentes, provocan el rechazo de propó­sitos que intentan conjugar las diversas tendencias.

43. Lo que a veces separa las partes es un proceso a las intenciones del IBC, que releva de la falta de información y de la desconfianza que los sectores popula­

res guardan para con una institución a la que imputan el haber impuesto, por el pasado, una política vertical enajenada de los auténticos intereses de las masas.

44. Esta actitud reprobatoria, dictada también en algunos casos por resentimientos humanos, tiende a disminuir a medida que se van clarificando los postulados de

la nueva política del IBC.

45. Empeñado en favorecer el diálogo entre opositores, el consultor se ha entrevis­tado con responsables de federaciones, asociaciones (sindicales y estudiantiles),

grupos independientes y responsables de sectores culturales militantes, buscando un consenso a las mociones culturales planteadas por la nueva dirección del IBC.

46. En todos los encuentros llevados a cabo pudimos constatar, además de las diver­gencias anotadas, la presencia de. una profunda inquietud y expectación sobre el

futuro de la Nación, encaminada por un difícil proceso democrático.

47. La preocupación de consolidar este proceso es finalmente el punto de entendimiento al que confluyen todos los que anhelan preservar y desarrollar la herencia cultu­

ral boliviana.

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48. Así se trate de la cultura aymara, quetcfi.ua, guaraní̂ o mestiza/ de problemas socioculturales de las regiones del altiplano, de los valles* o de los llanos,

todos concuerdan en la necesidad de defender la identidad nacional, de combatir los fenómenos de aculturación y de obrar en favor de la unidad.

49. Sobre esta base ha sido posible sentar los- principios- para la colaboración de sindicatos, universidades, organizaciones obreras, campesinos y estudiantiles

con el IBC, en favor del diseño y puesta en marcha de un Plan Nacional de Desarrollo de las Culturas Populares.

50. Para precisar y preparar las condiciones requeridas para el diseño y puesta en marcha de este Plan, se ha considerado urgente cumplir previamente un Plan de

Acción Cultural (promocionalL, cuyos perfiles principales se detallan a continuación.

V. PLAN NACIONAL DE ACCIÓN CULTURAL

Antecedentes

51. Del estudio de los varios proyectos de desarrollo de los Institutos, Departamen­tos y Academias del IBC; después de haber hecho, juntamente con sus dirigentes,

un diagnóstico de la situación actual y haber explorado las opiniones de las autorida­des nacionales y de los responsables de organizaciones socioculturales, podemos afir­mar que:

. las demandas de servicio que surgen de las bases, particularmente de las zonas rurales y suburbanas, son la principal componente de las presiones que los sec­tores populares ejercen sobre el IBC para la renovación de su politica cultural;

. el consenso básico logrado permite encauzar una serie de iniciativas que el IBC entiende desarrollar a corto plazo, para relanzar y afianzar su presencia y su rol, determinantes en el proceso de desarrollo de la cultura nacional;

. las condiciones socioculturales son propicias al desarrollo de un Plan Nacional de Acción Cultural que, en las actuales circunstancias, podría contribuir a re­forzar el proceso de democratización, consolidar la identidad cultural boliviana, afianzar y proyectar los valores de la cultura popular.

Objetivos del Plan

52. Inspirado de los valores tradicionales de la cultura popular boliviana y en los nuevos conceptos de politica cultural que preconiza el IBC, el Plan buscaría como

obj etiyos inmediatos :

. promover, por etapas, un vasto movimiento de arte popular, movilizando particu­larmente los sectores juveniles;

. incentivar, en las comunidades, la creación de grupos artísticos que operen en beneficio del desarrollo comunitario;

. relacionar las actividades artísticas promocionales (festivales, jornadas de animación comunitaria, - talleres artísticos!! con programas educativos (alfabe­tización, etc.!;

. tender un puente entre zonas urbanas y zonas rurales marginales, fomentando el intercambio y la comunicación social entre las agrupaciones de base y el IBC;

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. crear un clima cultural nuevo, favorable al desarrollo sociocultural del país;

. recoltar los elementos, básteos de la memoria colectiva susceptible de servir al establecimiento de una nueva política cultural, conforme a las aspiraciones populares, y al diseño de un consecuente Plan Nacional de Desarrollo Cultural.

Estrategia

53. La ejecución del Plan requiere de la colaboración de las Instituciones naciona­les y regionales y de las organizaciones- de base relacionadas- con el proyecto.

54. Por razones bien evidentes este Plan deberá inscribirse en el marco del "Plan Nacional de Acción" de Bolivia y sus acciones deberán acoplarse y ser complemen­

tarias de las acciones, urgentes y prioritarias, diseñadas por el Ministerio de Edu­cación y Cultura, dentro de su Plan de Alfabetización y Educación Popular.

55. El Plan podrá articularse en tres etapas.

Primera etapa

56. En esta primera etapa el IBC deberia emprender una campaña de información sobre sus nuevos objetivos culturales y organizar una serie de programas que contri­

buyan, por un lado, a crear una nueva imagen de la Institución y a movilizar, por el otro, las fuerzas creativas populares, apoyándose en particular en la juventud.

57. Con la intervención de grupos y de jóvenes aficionados a las distintas discipli­nas artísticas, el IBC, asesorado por el consultor, ya comenzó á diseñar esta

primera etapa. Ella comprendería:

a) Un festival artístico,^ popular itinerante que debería visitar diversas regio­nes del pais, actuando preferentemente en zonas suburbanas y zonas rurales marginadas, con espectáculos de música., danza, teatro y títeres, presentados por grupos de aficionados nacionales dentro de "jornadas de animación" pre­paradas y realizadas en colaboración con autoridades y organizaciones comu­nitarias. Las jornadas de animación y los festivales artísticos populares servirían a preparar y a promover los talleres artísticos.

b) Los talleres artísticos se llevarían a cabo, en forma alterna y paralela, en las zonas previamente visitadas y animadas por los festivales de música, danza, teatro y títeres.

58. Concebidos en función del rescate, revalorización y difusión del arte popular boliviano estos talleres se propondrían

. estimular todas las formas de creación artística populares;

. impartir conocimientos técnicos básicos, según una metodología investigadora y experimental que. favorezcan un proceso endógeno de aprendizaje y de libre expresión;

. fomentar la formación de grupos de teatro, títeres, música y danza, agrupados en Unidades Culturales administradas por las comunidades donde se crearán y actuarán dichos grupos.

59. Estos talleres serían organizados con la colaboración de las organizaciones popu­lares de base y el Ministerio de Educación, mediante seminarios de corta duración

gratuitos y abiertos a todos los miembros de la comunidad sin distingo de edad. Podrían

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llevarse a cabo en locales escolares, parroquiales o comunales, los días sábado y domingo para facilitar el concurso de los- trabajadores y estudiantes.

60. El contenido de los programas será concebido con la colaboración de los educa­dores locales quienes deberian participar de las actividades- e integrarlas (donde

sea posible), a las actividades de extensión de las- escuelas, colegios y universidades, y a eventuales programas regionales de educación popular»

61. Los talleres estarían a cargo de animadores-instructores- seleccionados entre los integrantes de los grupos que habrán participado en los festivales y/o por otros

disponibles localmente.

Segunta etapa

62. Después de efectuada una evaluación del trabajo aecho en la primera etapa (jor­nadas de animación, comunitaria, festivales, populares, y talleres artísticos)

la segunda etapa tendría como finalidad:

a) ayudar a los grupos de música, teatro, danza y títeres, surgidos en el seno de los talleres artísticos promocionales, a definir sus estructuras orgáni­cas (estatutos, reglamentos, métodos de trabajo, formación, etc.), en vista del trabajo de investigación, experimentación y creación artística que los mismos se proponen cumplir al servicio y en beneficio del desarrollo comuni­tario, mediante seguimiento de los talleres a base de cursillos que tratarán de estos temas ;

b) mantener el contacto con los grupos que se formarían, visitándolos periódi­camente (y a la demanda de los interesados), a fin de consolidar la organi­zación de las Unidades Culturales y seguir asesorándolas en los aspectos que éstas soliciten, en especial en lo que se refiere a formación y dotación de instrumentos de trabajo. Estos requerimientos serán fundamentalmente aten­didos por las propias comunidades en un esfuerzo de autogestión, pero tanto el IBC como el Ministerio de Educación y Cultura tendrán la responsabilidad de contribuir a asegurar la estabilidad y continuidad del trabajo emprendido. Para esta fase habrá que establecer un programa de entrega de materiales di­dácticos y de instrumentos musicales solicitados por los grupos y disponer también de algunos recursos económicos para ayudar a los grupos a fabricar sus propios instrumentos y a atender ciertas emergencias.

Tercera etapa

63. Al haberse cumplido y evaluado, las dos etapas anteriores, las tareas de esta tercera etapa estarían dirigidas a:

a) realizar un seminario para la formación continua de los animadores-instruc­tores que tuvieron a cargo los talleres artísticos promocionales y de los representantes electos de las Unidades Culturales quienes sepan responsables del seguimiento de los planes de trabajo de los Grupos Artísticos creados en las diferentes localidades visitadas;

b) organizar un encuentro entre dirigentes de las'Unidades Culturales, para que los mismos puedan:

. hacer un inventario de los resultados positivos y negativos de los progra­mas realizados;

. confrontar y verificar las prácticas de terreno de cada uno de los grupos creados;

- Id -

. sentar bases que favorezcan la cooperación, el Intercambio de experiencias y la ayuda reciproca entre las distintas unidades;

. estudiar conjuntamente un plan de extensión de estos programas a las regiones vecinas, labor que estarla a cargo de las unidades- culturales creadas;

• ajustar y consolidar los mecanismos de trabajo y rever la metodología aplicada en el desarrollo del programa, a partir de las nuevas pautas dictadas por la experiencia realizada.

c) inventariar los grupos y unidades cultúrales creadas- y, con su colaboración, diseñar la extensión del programa a otras regiones y departamentos del país.

Metodología

64. Se hará previamente a la puesta en marcha del plan, una exploración de las con­diciones dadas en ciertas provincias y departamentos para el desarrollo del

programa previsto.

65. De la investigación y del diagnóstico se establecerá el marco teórico del trabajo, se definirán el calendario de las operaciones y los modos de actuación, llevando

luego las propuestas a las comunidades- interesadas con cuyos representantes (líderes comunitarios, representantes de base, etc.í serán discutidas, reformadas y definidas en todos sus aspectos operacionales.

66. Se fijarán, previas discusiones con el equipo de animadores-instructores, las modalidades de trabajo, los reglamentos disciplinarios, las pautas metodológi­

cas, etc., a aplicarse en el terreno.

67. Después de cada' intervención en el terreno, se llevarán a cabo reuniones de evaluación del trabajo realizado a fin de reajustar los métodos empleados y co­

rregir los errores cometidos sobre las bases- de las experiencias realizadas y de los resultados (positivos o negativos! obtenidos en las praxis del trabajo.

Financiami ento

68. Para la formulación, organización y asesoramiento técnico en la ejecución del Plan, podria solicitarse la cooperación de la Unesco.

69. El equipamiento de base podria ser proporcionado por el IBC, Ministerio de Edu­cación, PNUD y organismos de Estado a los que se pedirla colaboración.

70. Serían indispensables:

Vehículos

- 3 jepps - 1 bus (se puede alquilar!

Audiovisuales

- 1 equipo video-type portátil(cámara, grabadora, unos J.Q video-cassettes y otros accesorios).

Este material también podría ser solicitado a OG u ONG

- 1 cámara fotográfica

- 11 -

- 1 proyector 16 m/m (para exibictón de documentales- y cortometrajes en las comunidades 1

- proyectos de diapositivas,

InsnTivs económicos

Un preventivo deberá ser estudiado en función de:

. alquileres de equipos: de sonido e iluminación (eventual!

. transportes (chóferes, gasolina, etc.!

. alimentación, hospedaje, viáticos para los equipos contratados

. materiales didácticos diversos

. instrumentos (adquisición y alquileres-!

. compensaciones por actuaciones: artísticas

. contrataciones especiales

. propaganda, material fotográfico, etc.

. imprevistos.

71. El financiamiento económico podría ser asegurado en parte por contribuciones de instituciones públicas y privadas, empresas comerciales, bancos, etc., por

donaciones de organismos internacionales- y no gubernamentales.

Infraestructuras

72. Las infraestructuras básicas a utilizarse serán las de: Instituto Boliviano de Cultura, Casas de la Cultura, Escuelas, Colegios y Universidades, Sindicatos y

otras organizaciones de base, locales parroquiales, etc.

VI. CONCLUSIONES

73. A este breve diagnóstico, y a manera de conclusión, agregaremos que en la rela­ción de causas y efectos de la crisis en la que se debate el IBC han contribuido:

- una burocracia centralizada que no ha podido dotarse de los medios materiales para guiar y supervisar las acciones descentralizadas dictadas por su dirección, y para cuya ejecución los organismos descentralizados, adscriptos al IBC, no han contado con el asesoramiento técnico y el financiamiento necesarios;

- una organización y un funcionamiento precarios sin una clara y coherente concep-tualización de su quehacer y una radical concertación con los subsectores cul­turales;

- una infraestructura inadecuada, espacios de trabajo atomizados y dispersos, una gestión a cortos plazos- por falta de medios y de planificación, permanen­tes dificultades administrativas, escasos recursos humanos (aunque todos muy competentes a nivel directivo!, insuficiente trabajo formativo y poca comunica­ción e inte rrelación con los otros organismos, públicos y privados, comprometi­dos con el desarrollo general del pais,

74. En general, el IBC que constituye el principal sistema cultural del Estado, ha empezado con magnificas perspectivas:, ha dado, sin duda alguna, algunos pasos

firmes e importantes particularmente en materia de patrimonio cultural pero no ha po­dido realizar los ajustes necesarios a su organización y funcionamiento para la plani­ficación y ejecución de acciones en pro del desarrollo de las culturas populares.

^ 12 -

75. En consecuencia, su contradictoria política cultural, su gestión, creación y animación culturales, contrastadas" por las dificultades ya señaladas, han pro­

vocado una fuerte contestación y han llevado la Institución a las crisis que sufre actualmente.

76. El momento histórico que vive el pais y la fuerte demanda de servicio que surge de los sectores populares, obligan al IBC a hacer "una revisión de su historia,

a rediseñar su politica cultural y a emprender de inmediato algunas iniciativas sus­ceptibles de hacerle recobrar la confianza del público, dentro del actual proceso de­mocrático y en un renovado clima sociocultural.

77. En las actuales circunstancias, nos parece quizás prematuro diseñar un Plan Na­cional de Desarrollo Cultural sin que, previamente, el IBC haya alcanzado:

a) movilizar a las fuerzas creativas nacionales, y motivar en particular a la juventud, en torno a un proyecto limitado, por el momento, a promover la cultura popular;

b) formular, a nivel nacional, su nueva política cultural y proceder consecuen­temente a reestructurar su aparato burocrático y administrativo;

ci susbcribir acuerdos y convenios de colaboración con las organizaciones popu­lares, sindicatos obreros y campesinos, asociaciones estudiantiles, etc., obteniendo el consenso que le permitiría romper el actual aislamiento y te­ner el eco favorable de la opinión pública a sus actuaciones;

d) rever e integrar en un Proyecto Mayor los diversos proyectos de los Institu­tos y Academias de su dependencia con el fin de racionalizar las demandas de asistencia técnica y mancomunar los esfuerzos y los recursos disponibles;

e) reunir, en un diagnóstico profundizado, los análisis socioculturales de to­das las regiones del país y tener así a disposición un cuadro objetivo de la situación!). Por las complejidades y diversidades de los problemas obser­vados por el consultor en su corta gira, es indispensable que el IBC complete y haga exhaustivo el estudio de la situación general del país, lo que le per­mitirá diseñar con acierto el Plan Nacional de Desarrollo Cultural que el pais necesita.

VII. RECOMENDACIONES

78. Al analizar la situación aquí expuesta y a continuación de conversaciones y en­cuentros sostenidos con diversos sectores del quehacer nacional interesados en

el desarrollo cultural del pais, nos permitimos hacer algunas recomendaciones de tipo general que conciernen al IBC como entidad estatal y otras más específicas y que con­ciernen al desarrollo cultural, que es materia de nuestra misión.

Recomendaciones generales

79. Es urgente una redefinición del rol y de las funciones del TBC, Si este Insti­tuto es el encargado de la gestión, en cierto modo, del quehacer cultural nacional,

11 Con referencia a este punto, el consultor, juntamente al Director del IBC, ha re­cogido una serie de elementos de evaluación de la situación en el interior del país, evaluación limitada a las provincias de Cochabamba y Santa Cruz de la Sierra, pues, por límites de tiempo, no pudo desplazarse, a otros sitios.

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es imprescindible que el Estado incremente sus asignaciones para que él mismo forta­lezca y renueve sus estructuras de acuerdo a los- imperativos del momento que vive el país, y encuentre en el Ej ecutivo un interlocutor que pueda dar respuestas- a sus más urgentes demandas. No se trata siempre, de incrementar insumes económicos- sino de apoyar sus.iniciativas.

80. El Instituto, si debe sobrevivir, deberá relacionarse con los otros sectores culturales y sociales de la Nación, en busca de un consenso básico para el di­

seño de una nueva politica cultural y la planificación a corto, mediano y largo plazo de sus acciones y de los objetivos que las justifican.

81. El Ministerio de Educación y Cultura, que ampara las- labores- del IBC, debería, dentro de las perspectivas históricas-políticas y del sistema juridico-administra-

tivo de la Nación,conceder bases legales más amplias a un Instituto que, de una cierta manera, debe colmar los vacíos- existentes- en los- fueros culturales por falta de un Ministerio ad-hoc.

82. Si los principios constitucionales de la Nación lo permiten podrían modificarse o reformarse aquellos cuerpos legales específicos que pudieran conceder bases

más firmes al sistema estructural del IBC establecido como un ente estatal con una personería jurídica y una autonomía administrativa similares a las de un Ministerio.

83. Eso devolvería al Instituto las atribuciones desvirtuadas por las condiciones del pasado, derogadas por los equívocos de sus limitados mandatos y contribuiría

a crear a su alrededor una conciencia renovada de su rol, lo que significaría recobrar la confianza nacional y popular y superar la crisis de identidad por la que atraviesa.

84. Estas renovadas bases jurídicas y estructurales, unidas a lincamientos doctrina­les claros y coherentes, darían al Instituto una mayor credibilidad externa y

una mejor cohesión interna.

85. Las reformas que demanda el IBC deberán acompañarse de una revisión de su aparato burocrático y administrativo para hacer más flexible y ágil su funcionamiento.

86. Conviene también señalar que en esta nueva etapa institucional el IBC debería tratar de unificar las normas jurídicas de sus diversas instituciones para al­

canzar una coherencia doctrinaria y funcional que exprese las políticas sectoriales concertadas e integradas en una politica cultural general.

87. En favor de una tal politica cultural, el IBC deberá, en primera instancia, bus­car y contraer compromisos con las bases populares, mediante acuerdos de princi­

pios con los organismos y asociaciones que los representan (COB, campesinos, federa­ciones de estudiantes, sectores laborales y empresariales, etc.L para la realización de acciones unitarias que, salvaguardando la autonomía de todas y cada una de las en­tidades participantes, contribuyan a crear un nuevo clima cultural con la promoción y desarrollo de las culturas populares.

88. A esta preocupación deberá acoplarse una campaña de. información y difusión de sus. objetivos y programas, movilizando y responsabilizando a, los medios de co­

municación de masas (radios, canales televisivos, prensal con el fin de tender un puente y reducir las distancias actualmente existentes entre la Institución y el pueblo.

89. A tal efecto, tanto el IBC como el Ministerio de Educación, deberían reclamar • una revisión de la legislación especifica en materia de comunicación social, y

extender la difusión de los programas educativos y culturales, particularmente en los ámbitos rurales.

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90. Parece también urgente y necesario:

Recopilar las Leyes, Decretos y Reglamentos que rigen en las diversas enti­dades culturales del país (Casas de Cultura, etc.Î para verificar si las

normas culturales existentes pueden contribuir a evitar dobles iniciativas aunando esfuerzos y economizando recursos económicos, aprovechando mejor los pocos recursos humanos existentes al momento, formando un frente solidario en el quehacer cultural dentro de marcos teóricos unitarios.

- Descentralizar los planes culturales, agilizar procedimientos y métodos ad­ministrativos formando personal que responda a los criterios de racionali­

zación del trabajo cultural. Para tal ,fin seria conveniente que el IBC organice cursos para formación de promotores y administradores culturales y de animadores-instructores artísticos.

Recomandaciones específicas

91. Las recomendaciones específicas conciernen al desarrollo cultural sectorial cuyos proyectos deberían ser reformulados para tener cabida en un Proyecto

Mayor donde los diferentes perfiles se integren y den lugar a acciones intersecto­riales e interdisciplinarias mancomunadas.

92. Trátese de proyectos presentados al IBC por: Instituto Nacional de Antropo­logía, Museo de Etnografía y Folklore, Instituto de Lengua y Cultura Aymara,

Instituto Nacional de Arqueología, Instituto Nacional de Música y Arte Escénico, Banco del libro, y otras entidades culturales.

93. Este proyecto mayor debería tener una gran incidencia en los proyectos educa­tivos y buscar una concordancia con el desarrollo socio-económico del país.

94. Por el momento, los perfiles que presentan los diferentes Proyectos no se in-terrelacionan entre sí, no establecen con claridad el marco teórico y no

definen con precisión las metodologías de trabajo.

95. Los estudios históricos son concretos, pero son a veces abstractas las irra­diaciones culturales que preconizan ciertos proyectos, al parecer, extrapo­

lados de las condiciones socio-culturales del medio.

96. En tal sentido sería útil confiar a los "Comités Departamentales de Cultura" la tarea de elevar al IBC las demandas de servicio de los Departamentos, de­

mandas que los propios Comités evaluarían integrando y coordinando los requerimientos e intereses de los diferentes sectores culturales y organizaciones de base comunales.

97. La reactualización de los mandatos de estos Comités es una de las preocupaciones de la actual Dirección del IBC, y ello podría contribuir a clarificar y mejor

motivar cierros pedidos de asistencia técnica y de financiamiento de provectos esta­blecidos en base a necesidades prioritarias de las propias entidades que los formulan.

1) Creados por Decreto Supremo en 1977, estos Comités nunca estuvieron en condición de operar según sus mandatos por las razones generales ya descritas en este informe

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98. Si compete al IBC, establecer una política cultural que sea la base general de las acciones que desarrollan también las demás instituciones del país, es im­

prescindible que el mismo sea el instrumento de concertación y coordinación de estas acciones. Por lo tanto se recomienda interrelacionar los planes sectoriales (cultura, comunicación, turismo, patrimonio cultural, etc.) y relacionarlos con los planes de desarrollo educativo en especial en las partes que compete al "Programa Nacional de Educación Popular" inscritas en el "Plan Nacional de Acción de Bolivia en el Proyecto Principal de Educación en América Latina y el Caribe".

99. Si bien existe una Comisión ad-hoc para el estudio y diseño de un plan de desa­rrollo del Turismo Cultural, ligado a la restauración y preservación del oa-

trimonio, seria recomendable que el IBC aporte sus reflexiones e intervenga donde sea necesario prever procesos de aculturación, fenómenos que en otros paises se han manifestado con los consiguientes efectos negativos para la preservación y defensa de la identidad nacional.

100. Nos parece superfluo insistir aquí sobre los riesgos que corren particularmente las minorias étnicas, de perder su personalidad, producto de naciones y modos

alienantes de vida que fácilmente vehiculizan las corrientes turísticas. Una acción coneientizadora de estos peligros debería ser emprendida por el IBC responsabilizando tanto a los medios de comunicación social como a las entidades DÚblicas v empresas privadas ligadas al desarrollo del Turismo Cultural.

101. Por último, y en vista de una posible reestructuración del IBC, sería conve-•' niente crear un Grupo de reflexión conformado por cuadros de la Institución,

representantes de otras instituciones culturales y de organizaciones sindicales y universitarias para abrir un diálogo debatiendo problemas actuales v perspectivas futuras del desarrollo cultural.

102. Paralelamente, y para mejor preparar el Encuentro de intelectuales y creadores que la actual Dirección se propone realizar para un futuro próximo, el IBC

debería lanzar un Plan extraordinario de promoción y desarrollo de la cultura po-pularü cuyos objetivos inmediatos serían:

Impulsar un vasto movimiento de arte popular mediante encuentros artísticos, jornadas de animación comunitaria, organización de Talleres populares, fomen­to de grupos de aficionados y creación de nuevas unidades culturales.

- Renovar de ese modo la conciencia nacional sobre la necesidad de rescatar, revalorizar y difundir el arte popular boliviano.

Buscar nuevas pautas para el diseño de una política cultural que responda a las demandas e intereses de las masas.

103. La realización de este plan contribuiría finalmente a:

crear una nueva imagen de la Institución llamada a promover y a dinamizar la cultura popular

1) Esta propuesta ha sido elaborada en la serie de reuniones que el consultor ha tenido con los operadores culturales del IBC. Las bases fueron desarrolladas en orden a programas y actividades de emergencia, fijadas por la dirección del instituto y puestas en relación con prioridades contempladas en el Plan nacio­nal de acción de Bolivia.

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- encontrar los parámetros, emergentes de las bases y de las circunstancias socio-políticas, para la renovación de la política cultural del país dentro de un sistema de "participación" y de "co-gestión" de los intereses naciona­les y populares hasta hoy perjudicados y a menudo marginalizados por directi­vas verticales;

- planificar, de concierto con el Ministerio de Educación, acciones "intersec­toriales" e "interdisciplinarias" determinadas por problemas educativos y sociales, y por la necesidad de contribuir a fortalecer el proceso democrá­tico en el que se encuentra empeñada la gran mayoría de los bolivianos.

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personalidades encontradas

Durante su estadía en Bolivia, el consultor ha visitado, entrevistado y soste­nido varias reuniones de trabajo con diversas autoridades y personeros de institu­ciones públicas y privadas. La nómina seria larga, por lo que nos limitamos a señalar algunos nombres.

S. Exe. Sr. Dr. Jaime Paz Zamora - Vicepresidente de la República de Bolivia S. Exe. Sr. Dr. Enrique Ipiña - Ministro de Educación y Cultura de Bolivia Sr. Dr. Vicente Lema - Asesor del Ministro de Educación Lda. Christina Mejía - Jefe de la Oficina de Asuntos Internacionales del

Ministerio de Educación Sr. Ldo. Fernando Cajias - Director del Instituto Boliviano de Cultura Sr. Pedro Querejazu - Director del Instituto Nacional de Patrimonio Artístico Sr. Pedro Plaza Martínez - Director del Instituto Nacional de Antropología Sr. Genaro Flores - Secretario Ejecutivo de la Confederación Sindical Única de

los Trabajadores Campesinos de Bolivia Sr. Ronald Roa - Presidente de la Federación de los Artesanos Productores de

La Paz Sr. Liber Forti - Secretario de la Federación Minera Boliviana Sr. Miguel Cifuentes - Secretario General de la Confederación de Estudiantes

Secundarios de Bolivia Sr. Javier Albo - Sociólogo - Secretario C.I.P.C.A. Sra. Norah Claros - Oficial Mayor de Cultura, Municipalidad de La Paz Sra. Carmen de la Vega - Asesora Cultural, Alcaldía de La Paz Sr. Jaime Crespo Toral - Secretario Ejecutivo de la Comisión Episcopal de

La Paz, Sr. Juan de Dios Yapita - Director del Instituto de Lengua y Cultura Aymara Sr. Rector de la Universidad de Cochabamba Sr. Marco Rossi - Director del Centro Pedagógico y Cultural - Cochabamba Sr. Rector de la Universidad de Santa Cruz de la Sierra Sr. Marcelo Arauz - Director de la Casa de la Cultura, Santa Gruz de la Sierra Arq. Fernando Prado Salmón - Gerente General de la Corporación de Desarrollo

Santa Cruz de la Sierra Sr. Dr. Pedro Mercader - Representante Residente del PNUD en la Paz