para el conocimiento de un bu de la literatura excéntrica

15
PARA EL CONOCIMIENTO DE UN BU DE UNA LITERATURA EXCÉNTRICA SILVIA TERESA FLOTA REYES ¡Alba, adiós! Salgo del bosque hechizado; me enfrento a los caminos, cruces tórridas. Un follaje que bendice, me pierde. […] Voy a escoger para mí un recinto precario: brincaremos si es preciso por encima de la zarza. André Breton Asisto a la apertura del naufragio más largo de los siglos. Aquél que el golpear del pico de un cuervo lo mide sobre el corazón de una virgen, y del que hay pendientes amarguras, óleos y sueños Agustín Espinosa El estudio de la producción literaria española de fines de la década del veinte hasta mediados de la del setenta del siglo pasado ha sido analizado a través de un cristal empañado por la muerte, el exilio, la politización extrema y la censura, la obra del canario Agustín Espinosa es un ejemplo de ello, además, en este caso en particular, la falta de estudio y recepción se agudizada por el hecho de que surge dentro de un sistema literario al que se le ha subestimado su capacidad de irradiación más allá de sus costas; cuando se hojean compendios generales de la literatura española, no suele aparece alguna figura insular, a excepción de Benito Pérez Galdós, quien, por cierto, termina realizando una escritura de carácter más peninsular. Tras largo tiempo de permanecer en el olvido, la recuperación del trabajo de Espinosa se logra, en buena medida, gracias a las investigaciones realizadas por José Miguel Pérez Corrales, quien en 1983 defiende, en la Universidad Central de Barcelona, su tesis doctoral Agustín Espinosa entre la vanguardia y el surrealismo, misma que aparece publicada tres años después por el Cabildo Insular de Gran Canaria en dos tomos como Agustín Espinosa, entre el mito y el sueño. Dicho estudioso se ha dedicado a difundir lo más representativo de la escritura del autor canario, la cual, cabe mencionar, es de lo más variada, ya que incluye reseña literaria, crítica de arte e investigación filológica, aparte de su creación poética, narrativa y dramática. Antes del la labor de Pérez Corrales, gracias a los nuevos vientos que ya soplaban en la madre patria, se dio un primer tímido paso en esta tarea de rescate

Upload: silvia-teresa-flota-reyes

Post on 22-Mar-2016

220 views

Category:

Documents


2 download

DESCRIPTION

Estudio sobre la obra del escritor canario Agustin Espinosa. Ponencia presentada en el Segundo Coloquio de Literatura Regional

TRANSCRIPT

Page 1: Para el conocimiento de un bu de la literatura excéntrica

PARA EL CONOCIMIENTO DE UN BU DE UNA LITERATURA EXCÉNTRICA

SILVIA TERESA FLOTA REYES

¡Alba, adiós! Salgo del bosque hechizado; me enfrento a los caminos, cruces tórridas. Un follaje que bendice, me pierde. […] Voy a escoger para mí un recinto precario: brincaremos si es preciso por encima de la zarza. André Breton

Asisto a la apertura del naufragio más largo de los siglos. Aquél que el golpear del pico de un cuervo lo mide sobre el corazón de una virgen, y del que hay pendientes amarguras, óleos y sueños Agustín Espinosa

El estudio de la producción literaria española de fines de la década del veinte hasta

mediados de la del setenta del siglo pasado ha sido analizado a través de un cristal

empañado por la muerte, el exilio, la politización extrema y la censura, la obra del

canario Agustín Espinosa es un ejemplo de ello, además, en este caso en particular, la

falta de estudio y recepción se agudizada por el hecho de que surge dentro de un sistema

literario al que se le ha subestimado su capacidad de irradiación más allá de sus costas;

cuando se hojean compendios generales de la literatura española, no suele aparece

alguna figura insular, a excepción de Benito Pérez Galdós, quien, por cierto, termina

realizando una escritura de carácter más peninsular.

Tras largo tiempo de permanecer en el olvido, la recuperación del trabajo de

Espinosa se logra, en buena medida, gracias a las investigaciones realizadas por José

Miguel Pérez Corrales, quien en 1983 defiende, en la Universidad Central de Barcelona,

su tesis doctoral Agustín Espinosa entre la vanguardia y el surrealismo, misma que

aparece publicada tres años después por el Cabildo Insular de Gran Canaria en dos

tomos como Agustín Espinosa, entre el mito y el sueño. Dicho estudioso se ha dedicado

a difundir lo más representativo de la escritura del autor canario, la cual, cabe

mencionar, es de lo más variada, ya que incluye reseña literaria, crítica de arte e

investigación filológica, aparte de su creación poética, narrativa y dramática.

Antes del la labor de Pérez Corrales, gracias a los nuevos vientos que ya

soplaban en la madre patria, se dio un primer tímido paso en esta tarea de rescate

Page 2: Para el conocimiento de un bu de la literatura excéntrica

cuando en 1974 se reeditan los textos Lancelot, 28º -7º (1929) y Media hora jugando a

los dados (1933)1, más tarde, en 1979, transcurridos 44 años de su censura, vuelve a ser

publicado Crimen, libro con una historia negra y ácida, que cayó como una bomba en

la timorata sociedad insular, acarreó recias críticas e insultos reaccionarios a su

escritor y acabó siendo quemado públicamente en el año 36 [¡del siglo XX!] 2 ,el cual

ahora es considerado la obra más representativa de Espinosa, en tanto que su Poemas a

Madame Josephine, que data de 1932, se lleva a la prensa por primera vez en 1982.

Su inicio en las letras se remonta a 1917 —cuando apenas cuenta con veinte

años—, de esa época se conoce un texto titulado “Noche de polichinelas” publicado en

el número 18 de la revista Castalia de Tenerife, un poema que aunque remite a la

tradición romántica del desafortunado amante, su triángulo amoroso Pierrot-

Colombina- Arlequín preludia las “farsas peores” del narrador de Crimen. 3

Ulteriormente marcha a Madrid para estudiar filosofía y letras y más tarde a Granada

con el fin de ampliar sus estudios. En 1929 realiza su tesis doctoral sobre José Clavijo y

Fajardo, en la que sitúa en la dimensión exacta las aportaciones hechas a las letras

hispánicas por esta personalidad canaria del siglo XVIII; Espinosa es lúcido al analizar

tal tributo y no duda, dejando a un lado cualquier subjetivismo, en subrayar la clara

relación de varios de los artículos publicados por el humanista de Lanzarote en su

Pensador4, con otros divulgados con anterioridad por los periódicos ingleses The Tatler

y The Spectator, cuya versión francesa, Le Spectateur Français,5 se publica a la par; por

ejemplo deja ver que no sólo la voz de Clavijo y Fajardo se adhiere a la postura ética de

Joseph Addison, importante colaborador del segundo de los rotativos antes

1 Este es un texto hecho para una conferencia, se origina con la intención de ser una presentación crítica de la obra del pintor Jorge Oramas, pero termina siendo un ejercicio más íntimo. Al reflexionar sobre el resultado de éste, nos dice: Quienes hayan llegado esta tarde hasta aquí en busca de realidades objetivas, de erudición catedrática, de palabras oficiales, de crítica de arte a la manera de un “Juan de la Encina” o de un Camilo Mauclair, han perdido lastimosamente su tiempo. Vid. A. Espinosa, “Media hora jugando a los dados”, Crimen y otros textos, Islas Canarias, M. Almeida (ed.), 1990, pp. 83-84. (Biblioteca Básica Canaria) 2 Miguel Pérez Corrales, “Panorama del Surrealismo en Canarias”, el subrayado es mío. 3 _________________ Agustín Espinosa, entre el mito y el sueño, p. 550. // En el vago misterio de la noche de luna, / Bajo el denso y amable follaje del jardín, /Llora Pierrot romántico su maldita fortuna ;/ Colombina pasea del brazo de Arlequín […] Por el amplio camino ideal de los cielos/ Ve Pierrot que se acerca el fantasma infernal/ -el convulso fantasma sin piedad de los celos-/Que le aprieta en sus brazos con insania brutal. 4Publicación realizada por Clavijo y Fajardo, la cual se sostenía en “el deseo de mejorar a los hombres”, pues Lo mismo que se procura mejorar los caminos, las tierras, la raza de los caballos, para el servicio del hombre, ¿por qué no se ha de procurar el mejoramiento del hombre, objeto de tantas atenciones? // Vid. Agustín Espinosa, “Influencias en Clavijo” en Don José Clavijo y Fajardo, p. 40 5 Tal vez de esta versión se esboza el proyecto del Pensador, ya que Clavijo fue un notable traductor de la lengua francesa.

Page 3: Para el conocimiento de un bu de la literatura excéntrica

mencionados, sino que, en algunos casos, toma directamente el discurso de éste, como

se muestra en su ensayo “Sobre la pedantería”,6 no obstante, Espinosa nunca degrada la

importancia de Clavijo como difusor de la ideas ilustradas, es más, lo coloca a la altura

de Benito Jerónimo Feijoo y, del mismo modo, de las piezas centrales de la historia del

periodismo español.

Aparte de esta tesis, tras los pasos de su corpus escriptural completo, se debe

destacar dos trabajos más en torno a la literatura de su tierra; un estudio sobre el

romancero de la isla, convirtiéndose, como el mismo decía, en “botánico de la poesía

popular”, y el ensayo Sobre el signo de Viera, en el que retrata al otro Clavijo —José de

Viera y Clavijo—, como un gran fabulador de la historia. La labor de investigación que

emprende con el rescate del romancero, se da de manera incidental, a diferencia de los

otros estudiosos que responden a la convocatoria hecha por Don Ramón Menéndez

Pidal, pero con mucho más aciertos que los demás, gracias, como bien señala

Maximiano Trapero, a sus condiciones profesionales que mejoraban notablemente las

de sus predecesores al momento de enfrentarse al fenómeno […] pues, Su doble

condición de creador y de profesor de literatura le proporcionaba las herramientas

idóneas […]7.

En lo que atañe a crítica literaria y de arte, gran parte de su labor quedó

registrada en los periódicos El Heraldo de Madrid, El País y La tarde, así como en la

Gaceta Literaria y la Gaceta de Arte. Es de especial importancia el prólogo que realiza

para el libro La obra de Maruja Mallo, publicado como el volumen 4 de ediciones

ALFA en un momento en que la pintora gallega disfrutaba del reconocimiento de la

elite intelectual: José Ortega y Gasset había patrocinado su primera exposición

individual; mantenía una intensa colaboración con el poeta, pintor y grabador Rafael

Alberti; Paul Eluard y Federico García Lorca la tenían en un nicho; sin embargo, es a

Espinosa a quien se le deja la tarea de presentar los 40 dibujos reunidos en dicha

publicación.

Todo ello hace evidente que el tinerfeño se había ganado un lugar entre la

intelectualidad de la vanguardia interior española y, asimismo, que su estancia en la

famosa Residencia de Estudiantes le hubo impulsado a actuar más a contrapelo de la

6 Vid. Don José... pp. 47-49 7 Vid. Maximiano Trapero, “Agustín espinosa, primer investigador del romancero canario” p. 4 de 26 [433].

Page 4: Para el conocimiento de un bu de la literatura excéntrica

cultura conservadora madrileña, siendo esto fundamental para llegar a desarrollar una

estética surrealista y una creación excéntrica en su ya descentrada isla.

Aunque censurado y desterrado de la memoria literaria por el franquismo, hoy

sabemos de la estrecha relación que mantuvo con los más relevantes escritores de la

generación del ’27, quienes también publicaban en La Gaceta Literaria de Ernesto

Giménez Caballero y en el Heraldo de Madrid. Se sabe que con quien más coincidió

fue con Federico García Lorca, sin embargo, sería pertinente indagar si estableció algún

tipo de contacto con otro andaluz, José María Hinojosa —un olvidado más—. Hinojosa

escribió la primera novela surrealista española, La flor de California, en 1928, y

Agustín Espinosa, la primera de esta corriente registrada por la literatura canaria:

Crimen, editada en 1934 por el grupo de Gaceta de Arte. Hasta ahora no existe

referencia de una relación de camaradería entre estos dos personajes, lo que es de llamar

la atención, pues bien podría formularse la hipótesis de la apertura de un diálogo

intelectual entre ellos. Parece que Hinojosa nunca fue tomado en serio por sus

compañeros de generación, pues lo tildaban de señorito caprichoso que sólo escribía

poemas por pasar el tiempo, tal vez el alejamiento que fue marcando con respecto a su

grupo, a raíz de sentirse menospreciado, haya sido el factor que le permitiera desarrollar

una obra inclinada más hacia la vanguardia francesa, eliminando paulatinamente los

elementos provenientes de la tradición literaria de su tierra8. Su primer libro, Poemas

del campo, todavía mezcla poesía pura con neopopulismo, pero a partir de su segundo

libro, Poesía de perfil, es más evidente la búsqueda de una voz dentro de las tendencias

internacionales en boga. Antes de la flor de California escribe dos poemarios Orillas de

la luz (1927) y La rosa de los vientos (1925), el último publicado por Litoral en 1927 y

del cual es parte el poema “29º 27'6" lat. N - 5º 48'3" long. E”: De todos los horizontes brotaron poemas nuevos, que vinieron a juntarse en la Rosa de los Vientos, y cada poema trajo el recuerdo de su cielo. 9

Por su parte, Agustín Espinosa, a su regreso a las Canarias en 1927, funda junto

con Manuel Trujillo y Ernesto Pestana la primera revista de vanguardia en su terruño

8 Quizá, su sentir queda aclarado en “Elegía posible”: Yo solo me embarqué, /¿adónde llegaré? / Si el globo se perdiera, /¿caería, en qué tierra?/ Si el barco naufragara,/¿me hundiría, en qué agua?/ Yo solo me embarqué,/ nadie sabe porqué./¡Pero yo sí lo sé! Vid. José María Hinojosa, Obras Completas, 1974, p.85 9 Ibid. 147.

Page 5: Para el conocimiento de un bu de la literatura excéntrica

—loada desde la península por Ramón Gómez de la Serna—, abriendo, de tal suerte,

una nueva reflexión sobre la cultura insular; ésta se llamó La rosa de los vientos. Es,

también, en ese año que escribe Lancelot, 28º ‘7º, poema en prosa cuyo nombre refiere

a las cartografiadas latitud y longitud que hallan emergiendo, oceánicas, sal y arena de

Lanzarote, ¿alguna coincidencia con Hinojosa? Además de apuntar hacia el poema

nuevo —que con su rosa de los vientos ya advirtiera el poeta malagueño citado—, esta

obra se escribe, siguiendo el Signo de Viera, tratando de fabular ese pedazo insularizado

de África puesto que Lanzarote ha sido explicado de manera anecdótica, inafectiva,

[...] la música que salve a un pueblo, a un astro o a una isla, no será nunca música de esta clase. Sino música integral. Sino la creación de una mitología […] Sino aquella literatura que imponga su módulo vivo sobre la tierra inédita. No ha sido de otro modo cómo el mundo ha visto, durante siglos, la India que creó Camoens; o la Grecia que fabricó Homero; o la Roma que hizo Virgilio; o la América que edificó Ercilla; o la España que inventaron nuestros romances viejos. Una tierra sin tradición fuerte, sin atmósfera poética, sufre la amenaza de un difumino fatal. Es como esas palabras de significación anémica, insustanciales, que llevan en su equipaje pobre —e inexpresivo— las raíces de su desaparición.10

Lancelot, 28º ‘7º es el poema que necesita la literatura canaria, en el cual se

reconstruye la identidad de la isla más levantina del archipiélago bajo el orden de lo

imaginado; es un mito que cobra consciencia de los espíritus, fantasmas fundacionales

que no espantan sino que encantan:

Lo que yo he buscado realizar, sobre todo, ha sido esto: un mundo poético; una mitología conductora. Mi intento es el de crear un Lanzarote nuevo. Un Lanzarote inventado por mí. Siguiendo la tradición más ancha de la literatura universal. Por eso sustituyo un Lanzarote que hoy ya nada dice, que ha perdido su sentimiento efectivo, por Lancelot […] Amarro con doble bramante el equívoco —vulgar— Lanza Rota y suelto las amarras a Sir Lancelot. Penumbro el vocablo popular para proceniar el vocablo culto. Sustituyo lo concreto por lo abstracto. El molde, por el módulo. Lo entero, por lo íntegro. El objeto, por su esquema. El sujeto, por su esencia. La isla por su mapa poético. 11

Y, a su vez, declara la intención de su quehacer siguiendo a Paul Dermée: Crear

una obra que viva fuera de sí, de su propia vida, y que esté situada en un cielo especial

como una isla en el horizonte.12 Para ello utiliza una paleta que mezcla los contrastes de

10 Agustín Espinosa, "Lancelot y Lanzarote" en Lancelot 28˚ 7, pp. 11-12. 11 Ibid. p.12. 12 Paul Dermée, cit. pos., Agustín Espinosa, Ibid., p.6

Page 6: Para el conocimiento de un bu de la literatura excéntrica

los bus míticos de Lanzarote: el bu rojo o cósmico, dragón lancelótico de una altura de

367m sobre el nivel del mar, quien hará de la isla una llama granada; el bu azul o

atlántico, fauce azul que se traga el caramelo rojo y que a la hora brava se disfraza de

brocha gorda pintando toda la isla, pero con otro tono de azul al de aquel prelancelótico

de la musicalidad y el ensueño; el bu negro o africano, pista pretérita en el que su

meridional cardinalidad se enfrenta a la septentrional; el bu acromo o meteorológico, el

jardinero, el arquitecto 13 . Los bus juntos obsequian un paisaje en el que nacen

personajes de lo más diversos, sin embargo, una percepción tuerta ha excluido a uno

especial, el camello, por lo que Espinosa se encarga de destacarlo. Con este artiodáctilo

rumiante, el más feo de todos los animales, se celebra una nueva estética, la de la

sublime fealdad, de pronto encontramos en esa bestia de andares despaciosos de

coronel retirado con gestos de incomprendido una gracia tan triste que únicamente

Charlot podría llamarlo su maestro; así, el camello se sitúa como el gran actor de la

estepa, maestro de los actores del devenir, participando de un filme para minorías, 14

Con su novela Crimen, el texto español hermano menor del francés Los cantos

de Maldoror, Espinosa llevará todavía más lejos su capacidad poética, ejercitándola

sobre elementos vulgares y horrorosos. La inspiración Lutréamontana estará de lado de

él.

Para el surrealismo los cantos de Maldoror representa el modelo de esa otra

visión que hay que revelar ante el mundo entero, en cambio para la sensibilidad de un

modernista como Rubén Darío, la obra de Isidore Ducasse, si bien puede ser

considerada como un devocionario simbólico, sólo debe leerse por iniciados, y nos dice,

No aconsejaré yo a la juventud que se abreve en esas negras aguas, por más que en ellas se refleje la maravilla de las constelaciones. No sería prudente a los espíritus jóvenes conversar mucho con ese hombre espectral, siquiera fuese por bizarría literaria, o gusto de un manjar nuevo. Hay un juicioso consejo de la Kábala: "No hay que juzgar al espectro, porque se llega a serlo". Y si existe autor peligroso a este respecto, es el conde de Lautréamont.15

Pero, en una época convulsa, Espinosa se atrevió a juzgar al espectro y creó una

novela cuyas páginas se dedican desde el prólogo a manchar el blanco de rojo,

13 Vid. Ibid.., “Mapa buico” pp.113-116 14Vid., Ibid., “Elogio del camello con arado”, pp. 29-30 15 Rubén Darío, “El conde de Lautréamont” crítica escrita en 1893 y publicada en 1896. Consultado en http://www.osiazul.com/sección/Ducasseindex html. Fecha de recuperación: 9/10/2006

Page 7: Para el conocimiento de un bu de la literatura excéntrica

Los que no habéis tenido nunca una mujer de la belleza y juventud de la mía, estáis desautorizados para ningún juicio feliz sobre un caso, ni tan insólito ni tan extraordinario como a primera vista parece. [...] una noche la arrojé por el balcón de nuestra alcoba al paso de un tren, y me pasé hasta el alba llorando entre el cortejo elemental de los vecinos, aquel suicidio inexplicable e inexplicado. No fue posible que la autopsia dijera nada útil ante el informe montón de carne roja. El suicidio pareció lo más cómodo a todo el mundo. Yo, que era el único que hubiera podido denunciar al asesino, no lo hice [...] Hoy me parece todo como un cuento escuchado en la niñez, y, a veces, hasta dudo de que fuese yo mismo quien arrojó una noche por el balcón de su alcoba, bajo las ruedas de un expreso, a una muchacha de dieciséis años, frágil y blanca como una fina hoja de azucena.16

Ésta escena violenta marcará la tónica de la novela con el eco del Conde

sentenciando: sobre mis lectores caigan desde hoy mis futuras maldiciones y

persecuciones, la miseria actual y las pústulas pretéritas de mi cuerpo senectuoso de

narrador emocionado del asesinato propio y de los crímenes ajenos17. A partir de allí,

el narrador personaje nos hará oír los gemidos del Dolor y los siniestros cascabeles de

la Locura18, sonidos inquietantes producidos en las pesadillas de aquél único hombre

que pudo haber denunciado al asesino. En uno de sus delirios, el uxoricida busca

liberar a su alma del peso impuesto por un acto monstruoso y reúne a camaradas de la

contravención impune para que frente a todos los crímenes anónimos el suyo

permanezca en su sitio propio de sensacional, único y gran asesinato pasional. De

crimen tipo. De crimen de novela más que de crimen ocurrido.19

Los albos y azures tintes del amor puro y la mar pincelados por los poetas

Tomás Morales, Alonso Quesada y Saulo Torón, que perpetuaban el modernismo a

través de una imagen idílica del ser insular y, en sus mejores momentos, emulaban la

melancolía de Juan Ramón Jiménez 20 , fueron cubiertos por el tinte orchilla 21

16 Agustín Espinosa, Crimen, editorial Interinsular Canaria, pp.53-54 17 Ibid. p. 55 18 Rubén Darío, vid.supra. 19 Agustín Espinosa, Crimen, p.55 20 Para muestra, estos botones: Yo quisiera que mi alma fuera como esta tarde, / Y a mi pensar se hiciera tan impalpable y mudo/ como el humo azulado de algún lugar lejano / que se cierne en la calma solemne del crepúsculo (T.M) ; La tarde entera tiene / El color de la infancia de mi sueño; / Hay una golondrina misteriosa / que ha tendido en azul su vuelo… (A.Q); Yo al mar le debo entera/mi vida que es una mar:/un mar de sentimiento/ y de serenidad. En cambio, Agustín Espinosa, que admira profundamente a Juan Ramón Jiménez, prefiere poner punto y aparte a esta emulación, y en un respetuoso y último acercamiento al poeta de Moguer, escribe un texto cuyo título nos hace esperar una parodia: Diario espectral de un poeta recién casado, pero aquí, el autor canario, más que desarrollar la trasgresión del tópico de Jiménez, lo que hace es aceptarle la invitación de ir más allá de la forma de versificación clásica y lo induce a experimentar con la prosa. Esta prosa diarística se vuelve un ensayo de los recursos formales

Page 8: Para el conocimiento de un bu de la literatura excéntrica

impregnado en las rocas del volcánico paisaje canario. Crimen cimbró a una sociedad,

porque Agustín Espinosa puso en práctica lo dicho por André Breton en el Primer

Manifiesto Surrealista: No será el miedo a la locura lo que nos obligue a bajar la

bandera de la imaginación. Ciertamente la sombra maldita de Gilles de Rais, al igual

que en Maldoror, se plasma en las páginas más inquietantes de ésta novela, Yo hice lo

que otros hombres sueñan, yo soy su pesadilla22.

La violencia que emana la novela es utilizada como un medio que bien justifica

su fin. Dentro de la obra establece un juego de oposición binaria declarada en el

manifiesto rojo del escritor:23 la vanguardia frente a un modelo asimilado, la vanguardia

frente a la simulación. No pretende escandalizar porque sí, sino romper el estatismo

creativo de la literatura canaria y señalar, también, la descomposición social de la

España en la década del 30.

Nada de asustar a la burguesía. Espinosa sabe bien que la burguesía es más perversa aún; que el hijo de dios anda deambulando por las carreteras, enfangado en las charcas del camino, espejeándose en las aguas más sucias de un mundo en descomposición. Años de crueldad, de lascivia, vienen ensangrentando las pecheras más almidonadas, los rostros más impasibles, las conciencias más cuadriculadas. Nace este libro, pues, como necesidad interior de un hombre que se levanta un poco sobre las puntas de sus pies y comienza, como si desconociera los más elementales principios de la hipocresía y de la estupidez, a balbucear la palabra más sincera y

utilizados en la escritura de Crimen; el diario, cuya expresión lógica es lineal y presume una escritura confesional se retoma desde una perspectiva cíclica de conciencia mítica. 21 Acerca del rojo, Espinosa comenta durante la conferencia dada en el Radio Club de Tenerife, Todos, y cada uno, hemos vivido vigilando un color, esclavos de una zona, y con ella —con él— hemos intentado salvarnos. yo voy a intentar salvarme esta noche en un rojo, no porque sea éste primer peldaño de una altiva y policroma escala, porque como con él —con el rojo— tiene antigua y no olvidada deuda mi alma. Ya veréis después cómo si algún color late, vivo y ardiente, en mi obra, si con algún pedazo de arco iris tiene que contar quien intente, con responsabilidad, mi psicoanálisis, es, precisamente, con el rojo. (Sangre de España, Tenerife 5, XII, 35, cit. pos., Miguel Pérez Corrales, “Algunas notas en torno a Crimen” en Boletín Millares Carlo, Núm. 1, vol. 1, junio 1980, p. 164). 22 Palabras pronunciadas por Gilles de Rais en su juicio, tras haber sido sentenciado a muerte como castigo por haber cometido más de cien asesinatos, como dato, todas sus víctimas fueron niños y jovencitos. 23Vid. A. Espinosa, “Manifiesto rojo de una era en Aries. Adiós al ballet “ en Proa, Núm. 1, Tenerife, 4 de abril de 1931: En cada azucena asoman su hoja cien puñales. Una mano virgen aprieta gargantas virtuosas y un pie apresurado despierta albas de sangre y una bandera alta invita a otras hazañas o pregona otros nombres/ Se ha acabado el reino del “ballet”./Comienza el imperio de la antirrosa.

Page 9: Para el conocimiento de un bu de la literatura excéntrica

espontánea que en el suelo de España se haya pronunciado este año.24

Pero no se crea que Crimen, representa la visión de un hombre solo; Espinosa es parte

de la llamada Facción Surrealista de Tenerife, la cual generó un proyecto cuyo mayor

acierto fue el perder el miedo a lo otro, a lo que está más allá de los bordes ásperos de la

geografía insular, consolidado con la aparición de La Gaceta de Arte, empresa editorial

que, a partir de febrero de 1932 hasta junio de 1936, difundió una creación de carácter

universal, labor particularmente ardua si consideramos el ambiente político que

imperaba. El fundador y director de la gaceta fue Eduardo Westerdahl quien logró

reunir a Domingo Peréz Minik, Oscar Pastrana, Domingo López Torres, Emeterio

Gutiérrez Albelo, y Pedro García Cabrera en un esfuerzo que dio a luz 38 números.

Agustín Espinosa, Juan Antonio de la Rosa y el pintor Oscar Domínguez participaron

como colaboradores especiales. A raíz de esta empresa se conformó un círculo muy

cohesionado, el cual entre otras cosas se dedicó a organizar conferencias y exposiciones,

además ampliaron el proyecto creando la editorial GdA para publicar sus propios libros,

instaurando, así, un sistema cultural al margen del institucional.

Aunque GdA edita Crimen a finales de 1934, ya desde 1927, Espinosa había

publicado nueve de los once fragmentos que componen el corpus de su obra en el

Heraldo de Madrid, la Gaceta Literaria, La Tarde y por supuesto en la Gaceta del

Arte25 . Esta novela se caracteriza por su experimentación formal; inicialmente, fue

presentada al público como relato surrealista, el mismo Espinosa declara en una

entrevista concedida al Heraldo de Madrid, [...] terminaré en breve un libro que no es

precisamente novela, aunque lo parece.26 Si Espinosa hubiese vivido unos cuantos años

más, seguramente corregiría su declaración diciendo “es un libro que no es

precisamente una novela tradicional, aunque lo parece”.

24Domingo López Torres, Crítica de Crimen, publicada en Gaceta de Arte, Núm. 32, año 3, diciembre de 1934, p.4 25 Los fragmentos de crimen que aparecen en los periódicos citados son: “Hazaña del sombrero”, “La nochebuena de Larra” y “¿Era yo un caballo ?”, bajo el título de “Triálogo del muerto”, además del “Epílogo en la isla de las maldiciones”, editado como “Elegía a Ernesto Pestana”, en La Gaceta Literaria, en los números 86 (1930) y 111 (1931) respectivamente; “Retornos” en El Heraldo de Madrid, 4 de diciembre de 1930, mismo que aparece, con el título en singular, en La Tarde, el 13 de diciembre de 1930, ese diario también presenta “¡No,no!” el 3 de diciembre de 1931 con el nombre de “Crímenes blancos, birretes negros y rodelas azules”; igualmente, Gaceta de arte se encargará de difundir “Diario entre dos cruces”, Núm. 7, año 1, 1932 , “Luna de miel” y “ la mano muerta”, Núm. 8, año 1, septiembre de 1932 y “Parade”, Núm. 20, año 2, octubre de 1933. 26 A. Espinosa cit. pos., Miguel Pérez Corrales, “Algunas notas ” p.150.

Page 10: Para el conocimiento de un bu de la literatura excéntrica

El concepto de novela se amplió considerablemente en el siglo XX, ¿qué es lo

que la hace tal? Actualmente, en su estructura se pueden fundir varios géneros. Crimen

es un paradigma de la novela híbrida producida por un tipo de escritor que juega con los

horizontes de expectativas de su público; cada parte que la integra puede ser leída por

separado; unas funcionan como cuento, otras como diario, otras como poesía, pero todas

juntas constituyen una novela experimental que, en primera instancia, aparenta ser del

tipo tradicional, pues está compuesta de un prólogo, un corpus dividido en cuatro partes

y un epílogo.

En Crimen se desautomatiza la lectura al deshacer presupuestos; el narrador, da

cuenta de una caída en hybris, la suya, a partir de este desequilibrio, fruto de un

arrebato, se puede esperar que en algún momento sea restablecido el orden por medio de

la diké, ya que el autor usa una estructura cuaternaria para su corpus — “Primavera”,

“Verano”, “Otoño”, “Invierno”—, la cual suele ser privilegiada para asegurar el

cumplimiento de una reparación guiada por una ley cíclica, —y esto, de entrada, lo

advierte, inconcientemente, todo aquel que abra el libro y vea el índice— pero no es

así. A través de sus páginas se describe un hecho que se repite, el homicidio, sin

permitir resarcir el daño causado y por lo tanto, construir el relato de un cambio de

estado; sin embargo este modelo estructural queda sustentado por una iteración que

tiene una fijeza ritual en cuya representación multiplicadora queda mitificada la

infracción, aunque no sea de manera consecuente; es en la hora de la rememoración, en

la que el asesino escribe la elegía a la asesinada, cuando se reconoce y se alienta la

discontinuidad de la muerte e igualmente la del discurso27.

Esta conciencia de una interrupción o suspensión de la vida ante una desenlace

fatal contextualmente arrancado, permite la experimentación formal con base en un

montaje en el que se presentan recursos tales como la metaficción, generada,

principalmente por saber el oficio de escritor del narrador personaje, que se ejercita,

como ya se había adelantado, para dramatizar el acto criminal y, asimismo, por la

autorreferncialidad de la que éste hace gala al atribuirse obras por medio de la citación,

pero en cuyos títulos se advierten palimpsestos de la autoría de Espinosa28; además,

27 Vid. Georges Bataille, el erotismo , p.13 28 Claramente “Oda a María Ana, primer premio de axilas sin depilar de 1930”publicada en Extremos a que ha llegado la poesía española, Núm. 1, Madrid, marzo de 1931: Hablemos de María Ana y de sus axilas sin depilar. / Hablemos también del Destino. /Agustín Espinosa, alcantarillero de sueños adversos. / Agustín Espinosa, coleccionador de azucenas innumerables. / Enamorados de María Ana. / Jinetes de

Page 11: Para el conocimiento de un bu de la literatura excéntrica

para seguir jugando con el lector, la imagen que se construye del sujeto que nos habla

en primera persona, tanto por medio de una descripción física —es prematuramente

calvo, igual que Espinosa— como una simbólica —en el fragmento ¿Era yo un

caballo?, el animal es bautizado como Agustín—, provoca que el lector en cierto punto

no pueda desasociar al autor real de autor implícito.

Para crear mayor complejidad en la obra, se hace uso de intermimotextos como

la alusión, la parodia y la alegoría, esto se puede constatar en “La noche buena del

Figaro”29, fragmento tercero de la estación de primavera que aparece por primera vez

publicado en la Gaceta Literaria con el título más explícito de “La nochebuena de

Larra”. Cualquiera de los títulos —aún más los dos— refiere a la estilística del

romanticismo que se subraya con el suicidio de José Mariano Larra, y, por otro lado,

parodia la elegía “Los funerales de Larra”: Si José Zorrilla revive al poeta romántico,

Espinosa asesina al arquetipo de éste. El pasaje referido escenifica una pesadilla,

inquietante alegoresis en la que en un banquete navideño el narrador ofrece como plato

fuerte un cadáver de un hombre enfundado en un abrigo largo de mujer que lleva

grabadas las iniciales Ma. A. Con un estilo a la Buñuel, el narrador tratará de cortarle la

cabeza al muerto para trocarla por la de una mujer pelirroja sin que ello rompa con lo

dispuesto por la etiqueta de una reunión burguesa, sin embargo esta tarea se torna

complicada porque no tiene cubiertos suficientemente afilados30. Otro fragmento, “La

mano muerta”, perteneciente a la estación de otoño, es una glosa intertextual de la su sexo único. / María Ana, vacilante entre los dos Agustines. […] Al borde de tus dos fuentes negras se asomarán todos los nuevos hombres de Europa. / Beberán, únicamente, los que deban beber: los iniciados en la caricia indeclinable; los verdaderos catadores de axilas sin depilar […] ; y “El traje de novio” publicado en el diario La Tarde el 21 de junio de 1929, la referencia a este texto en la novela en cuestión cita: Para salvarla de mi crimen –de la presión del tren sobre ella y del pánico de la caída- he escrito el relato titulado “Revenant o el traje de novio” (Crime p.54) , el texto aludido reinventa una transgresión: Braulio detuvo un día sus ojos frente a la peluca rubia y los ojos azules de Miss X. Aquel día apuntó en su diario, regocijadamente : “ 12 de abril de 1929. Miss X aparece en mi vida. Desde hoy iré más seguro por el mundo. […] Tengo una novia, novia de un metro doce centímetros, que podré guardar en el baúl de camarote cuando quiera viajar solo. O vestir de alsaciana, para regalo de Reyes de los hijos futuros, que no sabrán que es su mamá disfrazada hasta el día en que yo les diga casi conmovido: queridos hijitos míos, se perdió la muñeca de los Reye”s. 29 Recuérdese que Fígaro era uno de los seudónimos de José Mariano Larra. 30 Emeterio Gutiérrez Albelo, otro de los integrantes de la facción surrealista de Tenerife, escribe dos poemarios representativos de la corriente surrealista editados por GdA; uno es Romanticismo y cuenta nueva (1933) y el otro Enigma del invitado (1936), este último se relaciona estrechamente con la Nochebuena del Fígaro” porque en la escritura de ambas piezas se abre el surrealismo para deplorar la falsa moral, asunto que en 1961 quedará magistralmente plasmado en esa última cena de Viridiana. // Me arrastran /y me sientan/a comer/ en una larga mesa./Me ordenan /que adopte/ posiciones forzadas /inútiles, /molestas. /Que escancie sin repulsas, / en empolvadas calaveras /largos sorbos/ de absenta./ que utilice mil veces/ la almidonada servilleta / Que trague, / sin romperla/ una lunar oblea /Que trinche sin dolor /un sexo de doncella. / Que parta con cautela /un pastelón de tierra,/ en ya no sé cuántas fronteras./ (Y que reprima sordamente /estas ansias tremendas / de tirar del mantel / y derramar toda la cena) en Emeterio Gutiérrez Albelo et alt., Los libros de la vanguardia, p.155.

Page 12: Para el conocimiento de un bu de la literatura excéntrica

pluma de Gustavo Adolfo Bécquer31 , esta vez, la iteración del crimen se cuenta a

manera de una leyenda desafortunada, sin embargo, se podrá notar que aun cuando

sigue un modelo bécqueriano, su objeto es el de clausurarlo de una vez por todas,

porque la mano que el amante busca desesperanzadamente sólo existe imitada sin

fortuna en mármoles, ceras y bronces; y la que encuentra, aunque físicamente es pálida,

fina y trágica, 32 es la mano burladora de una joven que, incluso, después de quedar

desprendida de su cuerpo tras un crimen pasional, sigue mofándose de él , y no la de la

burlada niña de la cantiga de “La promesa”.

[…] mano recién mutilada. Aún anillados sus dedos y rojas aún y espejeantes sus uñas. Una mano de novia que se ha querido hace ya mucho tiempo. Una mano que ha olvidado ya la caricia del guante. La que me cierre un día los ojos que no podrá la muerte cerrarme; ni mis amigos más fieles, ni mis padres, ni mis hijos, ni mis hermanos. Sino sólo tú, mano de muerta, errante; mano de mis sueños del alba, mano que espera, como una estrella de mi alma, mi cuerpo.33

Definitivamente no existe aquella que el desea y ensueña:

Estrella de mi alma, mi cuerpo. Yo conozco una mano, pero no es ésa. Yo conozco una tibia mano, una mano rosada y blanda. Para mis labios, para mis manos y para mi cuello. Para mis noches de amor, en torno a mi cabeza o sobre mi espalda. Pero no es ésa.34

Por eso renuncia a la poética que crea esa imagen de mujer y sentencia: "Usted únicamente, Gustavo Adolfo Bécquer, novio de todas las muertas bonitas. Ningún otro que usted ha podido ser el inspirador de ese crimen"35

La mano de la mujer fatal del imaginario surrealista, la María Ana, la del primer

premio de axilas sin depilar, merece ser protagonista del Crimen de 1934, y, asimismo,

ser luego representada como la mujer niña —muñeca de ojos abiertos que guardan el

misterio de Nadja— de la “hazaña de sombrero”, 36 y de “El traje de novio”; ella, la

Miss X, se revela coincidentemente, en sus dos tipos: es la gélida Condesa en la

31 Cfr. Gustavo Adolfo Bécquer, “La promesa” en Rimas y leyendas: Muerta la llevan al soto, / la han enterrado en la umbría; / por más tierra que le echaban, / la mano no se cubría: / la mano donde un anillo/ que le dio el conde tenía. / De noche sobre la tumba, / diz que el viento repetía: /¡Mal haya quien en promesas / de hombre fía. 32 A. Espinosa, Crimen p.57 33 Id. 34 Id. 35 ib. “Invierno. Parade”, p.88 36 Existen dos tipos de mujer surrealista: la mujer fatal, sexualmente insaciable; y la mujer niña, instintiva y espontánea.

Page 13: Para el conocimiento de un bu de la literatura excéntrica

“Nadadora sumergida” de Federico García Lorca y la niña libre enterrada en el viento

del oeste de Rafael Alberti 37

Agustín Espinosa, encontró la vía de la renovación a través de la vanguardia

surrealista, cuyo entusiasmo hacia esta tendencia se vio fortalecido con la visita de la

delegación ortodoxa surrealista, representada por André Breton, Benjamín Peret y

Jacqueline Lamba, teniendo como embajadores a los pintores Oscar Domínguez y Juan

Ismael, con el motivo de montar la Exposición Internacional Surrealista en el Ateneo de

Santa Cruz de Tenerife, del cual Espinosa era Director, está experiencia reafirmo los

vínculos entre los creadores de las Canarias y el movimiento Internacional. Eduardo

Westerdahl declaró, [...] queríamos llegar a Madrid después de un recorrido por todas

las capitales europeas, muy especialmente a través del arte, la literatura y la

conducta.38 , por otro lado, Domingo Pérez Minik nos cuenta que la relación entre los

tinerfeños y los peninsulares estuvo caracterizada por el menosprecio por parte de los

segundos que con su “pedantería madrileña” trataban de manejar la conducta de los

españoles insulares. Para los peninsulares —agrega— éramos esos otros españoles de

cierta manera deteriorados por el aislamiento, la emigración inevitable, el contacto

insolente con lo extranjero.39

En el sistema literario español del siglo XX, por poco más de medio siglo, se

agudiza el conflicto generado por la centralización de la cultura bajo el sello de la

España castellana. A la España periférica, aquella conformada por las autonomías, no le

quedaba más que dos caminos: mantener una conducta ancilar o una transgresora, pero

el precio que se tuvo que pagar por disentir fue muy alto; a Agustín Espinosa, no se le 37 Federico García Lorca, “Nadadora sumergida” (1929) en Antología, p.95: Ahora sé lo que es despedirse para siempre. El abrazo diario tiene brisa de molusco. /Este último abrazo de mi amor fue tan perfecto, que la gente cerró los balcones con sigilo. No me haga usted hablar, condesa. Yo estoy enamorado de una mujer que tiene medio cuerpo en la nieve del Norte. Una mujer amiga de los perros y fundamentalmente enemiga mía. /Nunca pude besarla a gusto. Se apagaba la luz. O ella se disolvía en el frasco de whisky. Yo entonces no era aficionado a la ginebra inglesa. Imagine usted, amiga mía, la calidad de mi dolor. / Una noche, el demonio puso horribles mis zapatos. Eran las tres de la madrugada. yo tenía un bisturí atravesado en mi garganta y ella un largo pañuelo de seda. Miento. Era la cola de un caballo. La cola del invisible caballo que me había de arrastrar. Condesa: hace usted bien en apretarme la mano. / Empezamos a discutir. Yo me hice un arañazo en la frente y ella con gran destreza partió el cristal de su mejilla. Entonces nos abrazamos. / Ya sabe usted lo demás. […] A la mañana siguiente fue encontrada en la playa la condesa de X con un tenedor de ajenjo clavado en la nuca. Su muerte debió de ser instantánea. En la arena se encontró un papelito manchado de sangre que decía: "Puesto que no te puedes convertir en paloma, bien muerta estás". // Rafael Alberti, “A MissX, enterrada en el viento del oeste” (1927, Cal y canto) en Antología comentada, p. 208 ¡Ah, Miss X, Miss X sin sombrero, /alba sin colorete, / sola, / tan libre ,/ tú ,/ en el viento! 38 Citado por Domingo Pérez Minik Facción española surrealista de Tenerife, Barcelona, Tusquets, 1975 39 Id.

Page 14: Para el conocimiento de un bu de la literatura excéntrica

perdonó nunca el haber realizado el acto subversivo de su escritura; su Crimen fue su

Crimen. Pérez Minik asegura que: Le cortaron las alas en Gran Canaria, lo sometieron

a la tortura intelectual, hasta tenderle las más afrentosas coartadas40. El mismo autor

también ve venir su condena que dejar ver entre líneas: Hasta mi escondite de la calle

inmediata llegaba su caricia fría de plaza trágica. Su sombra desgraciada. La sutileza

repugnante de un ala de pájaro adverso […]41 Yo, el hijastro de la isla. El aislado.

Asisto a la apertura del naufragio más largo de los siglos.42

Concluyo este trabajo esperando haber logrado mis objetivos; por un lado

introducir la obra de un escritor poco estudiado, Agustín Espinosa, y por el otro sembrar

la inquietud por estudiar más a fondo la producción literaria de sistemas satelitales, los

cuales, inconformes por la coacción que suelen sufrir, generan, en determinado

momento, la necesidad darle fuerza a su excentricidad.

Fuentes de consulta Básicas ESPINOSA, Agustín, Crimen, Santa Cruz de Tenerife, Interinsular Canaria, Miguel Pérez Corrales (ed.), 1985. __________________ Lancelot 28˚ 7, Madrid, Ediciones de Arte, Literatura y Filosofía Actuales (ALFA), 1929. ____________________“Influencias en Clavijo” en Don José Clavijo y Fajardo, Ángel Valbuena Prat (prol.), Islas Canarias, Ediciones del Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria, 1970. ___________________“Manifiesto rojo de una era en Aries. Adiós al ballet “ en Proa, Núm. 1, Tenerife, 4 de abril de 1931 Complementarias Alberti, Rafael, Antología comentada (poesía), Madrid, De la Torre, María Asunción Mateo (ed.), 1990. (Germinal).

40 Perez Minik cit, pos., Olegario Negrín Fajardo, en Veinticinco ensayos de historia de la educación española moderna y contemporánea, p. 398 41 Espinosa, Crimen, “Primavera. Ángelus”, p. 67 42 Ib. “Invierno. Epílogo en la isla de las maldiciones”, p.93

Page 15: Para el conocimiento de un bu de la literatura excéntrica

BATAILLE, Georges, El erotismo , Buenos Aires, Sur, 1960. BÉCQUER, Gustavo Adolfo, Rimas y leyendas, Bruguera, 1972. DARÍO, Rubén “El conde de Lautréamont” crítica escrita en 1893 y publicada en 1896. Consultado en http://www.osiazul.com/sección/Ducasseindex html. Fecha de recuperación: 9/10/2006 GARCÍA LORCA, Federico, Antología, Buenos Aires, Colihue, Adriana Romano y Juan Terán (com.), 1998. (Colección literaria LyC). GUTIÉRREZ ALBELO, Emeterio et alt., Los libros de la vanguardia: Poemas diversos y dos textos críticos, Las Palmas de Gran Canaria, Ediciones Idea, 2005 HINOJOSA, José María, Obras Completas, Alfonso Canales (prol.), Málaga, Instituto de Cultura de la Excma. Diputación Provincial de Málaga, 1974. PÉREZ CORRALES, José Miguel “Panorama del Surrealismo en Canarias”, en Jornada Literaria, Num. 102, (Santa Cruz de Tenerife) enero de 1983. _______________Agustín Espinosa, entre el mito y el sueño, Las Palmas de Gran Canaria, Ediciones del Cabildo Insular de Gran Canaria, 2 t., 1986. ______________ "Algunas notas en torno a 'Crimen', de Agustín Espinosa", en Boletín Millares Carlo, vol. 1, Núm. 1 (Las Palmas de Gran Canaria, junio de 1980), pp. 149-166. PÉREZ MINIK, Domingo, Facción española surrealista de Tenerife, Barcelona, Tusquets, 1975 LÓPEZ TORRES, Domingo, Crítica de Crimen, publicada en Gaceta de Arte, Núm. 32, año 3, diciembre de 1934, p.4 TRAPERO, Maximiano “Agustín espinosa, primer investigador del romancero canario” Revista filológica, Colegio Universitario de Las Palmas, documento PDF digitalizado por ULPGC.