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FEBRERO/JUNIO2009

SALA MOZART••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

PALACIO DE CONGRESOS ZARAGOZAAUDITORIO

CONCIERTOSPRIMAVERA

XVTEMPORADA GRANDES

CENTENARIO DE LA MUERTE DE ISAAC ALBÉNIZ (1860-1909)

ORQUESTA DE CADAQUÉSGIANANDREA NOSEDA

DIRECTOR

AINHOA ARTETASOPRANO

miércoles, 29 de abril de 2009 • 20,15 horas

CADAQUES 24/4/09 10:34 Página 1

Director TitularGianandrea Noseda

Directores Principales InvitadosSir Neville Marriner, Philippe Entremont y Gennady Rozhdestvensky

Artistas residentesAinhoa Arteta (soprano) y Jesús Rueda (compositor)

Director ArtísticoLlorenç Caballero

La Orquesta de Cadaqués nació en 1988, en el marco del Festival de Música

de Cadaqués, a partir del interés de un grupo de instrumentistas de distintos

países de Europa en crear una orquesta activa de formación clásica, que lleva-

ra además sus proyectos por todo el mundo.

Gracias a su apuesta por la calidad ha conseguido desarrollar un proyecto artís-

tico de primer orden centrado en el talento, la profesionalidad y la imagina-

ción, convirtiéndose en un proyecto único en la música clásica española.

ORQUESTA DE CADAQUÉS

© S

ònia

Bal

cells


El principal objetivo de la formación es la calidad en todos los niveles de su

gestión, desde los músicos que la componen hasta los directores que la dirigen

junto al repertorio que desarrolla año tras año. En este sentido resulta funda-

mental la perspectiva de los músicos que la integran, cuya unánime visión

artística de la exigencia les obliga a mantener siempre viva la capacidad de

superación y la excelencia de sus interpretaciones.

Después de su fundación, la Orquesta de Cadaqués ha ido adquiriendo un

carácter distintivo por iniciativas como la organización del Concurso Inter-

nacional de Dirección de Orquesta, el trabajo conjunto con compositores

contemporáneos (Xavier Montsalvatge, Jesús Rueda, Joan Guinjoan y

muchos otros) y la incorporación de obras desconocidas en el repertorio habi-

tual, así como la colaboración con artistas de otros campos musicales, como

Paco de Lucía, Tete Montoliu o Michel Camilo. También ha colaborado con

artistas como Alicia de Larrocha, Jean Pierre Rampal, Jean Françaix, Rafael

Orozco, Rafael Puyana, Narciso Yepes o Teresa Berganza, y hoy día trabaja

muy especialmente con Ainhoa Arteta.

En el ámbito internacional ha realizado giras por los principales países asiáti-

cos: en el año 2002 fue protagonista de la gira Toyota Classics, en 2006 actuó

en las principales ciudades de Japón, y en 2005 debutó en EE. UU. y en el Fes-

tival de Música de Santo Domingo. En noviembre de 2007 realizó una segun-

da gira Toyota Classics con conciertos en Singapur, Malasia, Corea del Sur,

Brunei, Taiwán, Tailandia y Vietnam.

Ha sido también Orquesta residente del Festival Castell de Peralada y del Fes-

tival de Música Religiosa de Cuenca, en los que ha interpretado óperas, reci-

tales y oratorios al lado de Victoria de los Ángeles y Montserrat Caballé. Des-

de 1988 hasta 2007 fue también Orquesta residente del Festival de Cadaqués,

y desde hace dos años es Orquesta residente del Ciclo Ibermúsica del Audito-

rio Nacional de Madrid. En el Auditorio de Gerona realiza también, desde

2003, una intensa actividad pedagógica.

En 1992 creó el Concurso Internacional de Dirección de la Orquesta de Cada-

qués, de carácter bienal y dirigido a jóvenes directores. Con ganadores como

Gianandrea Noseda, Vasily Petrenko o Pablo González, el Concurso goza ya

de un importante prestigio a nivel internacional y recibe peticiones de parti-

cipación de todo el mundo.


Por lo que al repertorio se refiere, la Orquesta de Cadaqués ha coproducido la

ópera de Xavier Montsalvatge Babel 46, y ha encargado y estrenado obras de

Joan Guinjoan, Luis de Pablo, Jesús Rueda, Salvador Brotons, Jesús Torres y

Xavier Montsalvatge. También ha recuperado obras de compositores antiguos,

como Domènec Terradellas, Fernando Sor, Ramón Carnicer, Manuel Pla,

Josep Durán y J. C. Arriaga. Asimismo, ha grabado varios discos con Paco de

Lucía, Gianandrea Noseda, Philippe Entremont, Vasily Petrenko y Sir Nevi-

lle Marriner.

Su interés por el público infantil la ha llevado a crear, junto con el sello dis-

cográfico Tritó, una colección de discos infantiles para narrador y conjunto

instrumental bajo el título «Solfa la Redonda», contando con Leonor Watling

o Javier Cámara como narradores.

Orquestrade Cadaqués


GIANANDREA NOSEDADIRECTOR

Gianandrea Noseda ha asumido el puesto de Director Musical del teatroRegio de Torino en septiembre de 2007, sellando así una relación artística degran éxito iniciada con El matrimonio en el convento de Prokofiev (2004), DonGiovanni (2005) y Rusalka de Dvorák (2007). En su primera temporada comoDirector Musical ha dirigido Falstaff y una nueva y atrevida producción deSalomé, bajo la dirección escénica de Robert Carsen y llevará por vez primeralas formaciones del Teatro Regio de gira por Alemania, primer paso de unaserie de compromisos internacionales que culminarán con la gira en Japón enverano de 2010.


Director Titular de la BBC Philharmonic de Manchester después de cuatrotemporadas como Principal Director Invitado, Gianandrea Noseda fue el pri-mer Principal Director Invitado extranjero en la historia del Teatro Mariinskyde San Petersburgo. Remarcables son también sus compromisos como Direc-tor Titular de la Orquesta de Cadaqués en España, Principal Director Invita-do de la Rotterdam Philharmonic entre 1999 y 2003, y Principal DirectorInvitado de la Orchestra Sinfonica Nazionale de la RAI entre 2003 y 2006.Desde el año 2001 es además Director Artístico del Festival Settimane Musi-cali di Stresa e del Lago Maggiore, a cuyo relanzamiento internacional hadado una importantísima contribución.

Nacido en Milán, donde terminó sus estudios de Piano, Composición y Direc-ción de Orquesta, Gianandrea Noseda ha dirigido a las mejores orquestas delmundo: en EE. UU. la New York Philharmonic y las orquestas de Pittsburgh,Cincinnati y Boston; en Canadá, la Toronto Symphony y la MontréalSymphony; en el Reino Unido, la City of Birmingham Symphony Orchestray la Chamber Orchestra of Europe; en Escandinavia, la Swedish RadioSymphony, Oslo Philarmonic, Finnish Radio Symphony y Danish RadioSymphony; en Francia, la Orchestre National du Capitole de Toulouse yOrchestre National de France; en Alemania, la Deutsche-Symphonie Orches-ter de Berlín; en Italia, la Orchestra dell’Accademia Nazionale di Santa Ceci-lia y Filarmonica della Scala. En Japón dirige regularmente la TokyoSymphony y la NHK Symphony, mientras que en Suiza ha sido protagonistade un fulgurante debut en el Festival de Verbier en julio de 2006 con la UBSYouth Orchestra en un programa junto a Yuri Bashmet, Mischa Maisky y Evg-heny Kissin. Con la Filarmónica de Israel ha debutado en junio de 2007 y hasido invitado a regresar para dirigir uno de los conciertos de la celebración del60º aniversario de la fundación de Israel.

En mayo de 2008 debutó con la London Symphony Orchestra en el BarbicanCenter, donde repetirá en octubre de 2010. Ese mismo año dirigirá, por pri-mera vez, a dos de las más importantes orquestas de EE. UU., la ChicagoSymphony y Orquesta de Filadelfia, y posteriormente, en febrero de 2011,debutará con la National Symphony de Washington.

Gianandrea Noseda ha dirigido a las formaciones del Teatro Mariinsky de giray en San Petersburgo, tanto en nuevas producciones de ópera como de ballet,y ha representado por vez primera al público de la ciudad óperas como La son-nambula de Bellini (1998), Così fan tutte de Mozart (2002) y Il Trittico de Puc-cini (2003). Es también intensa la colaboración con el Metropolitan Opera deNueva York, donde debutó en 2002 dirigiendo Guerra y paz de Prokofiev,regresando en el año 2006 con La forza del destino y en 2007 con Un ballo inmaschera. Seguirán dos nuevas producciones, Il Trovatore en 2009 y La Travia-ta en 2010. En mayo de 2011 estará junto a James Levine como único direc-tor invitado para la gira que el MET realizará en Japón. En julio de 2007 debu-


tó, asimismo, en el Festival Internacional de Orange, en Francia con Il Trova-tore, retransmitido en directo por la televisión francesa en presencia del presi-dente Sarkozy.

Como Director Principal de la BBC Philharmonic, Gianandrea Noseda grabaen Manchester para Radio 3, dirige en la Bridgewater Hall, se presenta cadaaño en los PROMS de Londres y lleva a la Orquesta en una intensa actividaden Japón (noviembre de 2004 y marzo de 2008), Italia, República Checa,Eslovaquia, España, Alemania y Austria.

Cuando la BBC retransmitió en directo el ciclo completo de las Sinfonías deBeethoven en junio de 2005, Gianandrea Noseda y la BBC Philharmonicalcanzaron una hazaña histórica: la prensa de todo el mundo se hizo eco delmás de millón y medio de descargas de la web de las Nueve Sinfonías, una cifraque ni siquiera los Beatles alcanzaron. Este año ha sido el turno de las Sinfo-nías de Tchaikovski y de Schumann que el sello Chandos, en colaboracióncon la BBC, ha puesto en línea en la página web, a disposición del público detodo el mundo.

Gianandrea Noseda graba en exclusiva para el sello Chandos. Sus grabacionesdedicadas a música de Prokofiev, Respighi, Karlowicz, Dallapiccola, Dvorák yShostakovich, Liszt, Smetana y Mahler han sido elogiadas por la crítica espe-cializada. Con la Filarmónica de Viena ha grabado el primer álbum de lasoprano Anna Netrebko para Deutsche Grammophon.

En julio de 2006 recibió el título honorifico de Caballero Oficial al Mérito dela República Italiana, en reconocimento a su inagotable actividad artística entodo el mundo.


Nacida en Tolosa (Guipúzcoa), Ainhoa Arteta fue la ganadora de los Con-cursos Metropolitan Opera National Council Auditions de Nueva York y delConcours International de Voix d’Opéra Plácido Domingo de París.

Su debut operístico tuvo lugar en 1990 en EE. UU. A partir de ese momentosu carrera se desarrolla internacionalmente en teatros como el MetropolitanOpera House de Nueva York, Covent Garden de Londres, Bayerische Staat-soper de Múnich, Ópera de Ámsterdam, Ópera de Bonn, Teatro Bellas Artesde México, San Carlo de Nápoles, Washington Opera, San Francisco Opera,Arena di Verona y un largo etcétera.

AINHOA ARTETASOPRANO


Marcaron un hito en su carrera su actuación con Michael Tilson Thomas y laNew World Symphony, y su debut en el Carnegie Hall de Nueva York, juntoa Dolora Zajick y Plácido Domingo, con quien colabora ofreciendo concier-tos en España, EE. UU., Brasil, Líbano, Francia, Turquía, Inglaterra, Alema-nia y Austria.

Entre sus actuaciones más célebres cabe destacar su participacion en la óperaFaust en la Bayrische Staatsoper de Múnich y en el Münchner Opern-Fes-tspiele junto a Rolando Villazón, dirigidos por Friedrich Haider, así como enel Teatro Cervantes de Málaga y el Palau de la Música de Valencia; La Tra-viata en el Metropolitan Opera, Detroit, Washington, Cincinnati, Ámster-dam, Teatro de la Maestranza de Sevilla, Festival de Peralada, Graz (Austria)y el Teatro Perez Galdós de Canarias; La Bohème en el Metropolitan Opera,Teatro San Carlo de Nápoles, San Francisco, Auditorio Alfredo Kraus de LasPalmas, Teatro Villamarta de Jeréz, Ópera de Ámsterdam, Arena di Verona yTeatro Verdi de Trieste, dirigida por Daniel Oren; Turandot (Liú) en la Tem-porada de Ópera de Bilbao (A.B.A.O.), Romeo et Juliette en el Teatro Campo-amor de Oviedo y Palacio Bellas Artes de México, también junto a RolandoVillazón, Teatro Pérez Galdós de Las Palmas y Teatro Cervantes de Málaga;Les Pecheurs de Perles en la Ópera de Seattle, Burdeos, Ópera de Riga y Óperade Bilbao; Così fan tutte (Fiordiligi) y La Rondine (Magda) en la WashingtonOpera y Ópera de Bonn; Carmen (Micaela) con la Scottish Opera; Fedora(Olga) en el Metropolitan Opera, junto a Plácido Domingo y Mirella Freni, yLes Mamelles de Tirésias de Poulenc en el Metropolitan, bajo la batuta deJames Levine.

Por otra parte, Ainhoa Arteta ha grabado Doña Francisquita para Sony, un dis-co de zarzuela para RTVE Música con la Orquesta de la RTVE, otro de músi-ca renacentista para Helicon, «Ainhoa Arteta-Recital» para el sello discográ-fico Ensayo, las óperas Romeo et Juliette (Juliette) y Turandot (Liú), en directopara RTVE Música, y la cantata Herminie con la Orquesta de Cadaqués, diri-gida por Sir Neville Marriner para Tritó.

De su intensa actividad concertística hay que destacar su recital en la CasaBlanca; su debut en el Royal Opera Covent Garden de Londres y el concier-to en Baalbeck (Líbano), ambos junto a Plácido Domingo, el concierto con-memorativo del 70º aniversario del Palacio Bellas Artes de México junto aRamón Vargas; su interpretación de las arias de concierto de Mozart en elPalau de la Música de Valencia con la Orquesta de Valencia, dirigida porMiguel Ángel Gómez Martínez, Vier letzte Lieder de Richard Strauss con laOrquesta Sinfónica de Tenerife, bajo la dirección de Víctor Pablo Pérez, asícomo su interpretación de Herminie de Arriaga en la clausura de la tempora-da de la Orquesta Sinfónica de Bilbao y la Quincena Musical de San Sebas-tián, junto a la Orquesta de Cadaqués y dirigida por Sir Neville Marriner.


En los últimos diez años ha recibido numerosos galardones, como el Premio dela Hispanic Society of America por su contribución a las Artes; Premio al«Mejor Artista de Música Clásica» en la V Edición de los Premios de la Músi-ca; Premio «ONDAS» a la labor más notoria en Música Clásica; Premio«Federico Romero» de la Fundación Autor a su carrera de proyección inter-nacional; Medalla de Oro del Palau de la Música de Valencia; Presidenta deHonor de la Asociación «Maestro Segovia»; miembro del Patronato de laFundación Winterthur; académica de la Real Academia de Bellas Artes deCádiz; Vasca Universal; patrona de la Fundació Orfeó Català-Palau de laMúsica; «Artista en Residencia» de la Orquesta de Cadaqués y Micrófono deOro de la Federación de Asociaciones de Radio y Televisión de España, por sumagnífica trayectoria como figura universal de la lírica española.

Durante las pasadas temporadas ha obtenido grandes éxitos, destacando sudebut en Manon de Massenet en Bilbao, el estreno de Dulcinea de LorenzoPalomo en el Konzerthaus de Berlín, una gira con Sir Neville Marriner y laOrquesta de Cadaqués, así como su debut en el Musikverein de Viena juntoal pianista Roger Vignoles, el concierto con la Orquesta Sinfónica de Galiciay Miguel Ángel Gómez Martínez, la Novena Sinfonía de Beethoven con laOrquesta Sinfónica de Tenerife y bajo la dirección de Víctor Pablo Pérez, La Bohème en el Metropolitan de Nueva York y dirigida por Carlo Rizzi, y sudebut como Blanche en Dialogues des Carmélites en Bilbao. Después de abrir latemporada del centenario del Palau de la Música Catalana junto al pianistaRoger Vignoles, Ainhoa Arteta participó en la Gala Lírica de Navidad con eltenor José Carreras en esa misma sala de conciertos, para finalizar el año conuna gira de recitales junto al pianista Malcolm Martineau.

Entre sus últimas actuaciones y próximos compromisos se pueden destacarLa Bohème en el Metropolitan, Génova, Liceo de Barcelona y La Scala deMilán; Eugène Onegin en La Coruña, Manon Lescaut en Las Palmas y Turan-dot de nuevo en el Liceo, así como conciertos con la Orquesta Nacional deEspaña, Sinfónica de Galicia, Sinfónica de Euskadi y Orquesta de Cadaqués,bajo la batuta de maestros tan prestigiosos como Sir Neville Marriner, Gia-nandrea Noseda, Víctor Pablo Pérez, Miguel Ángel Gómez Martínez yVasily Petrenko.


Se dice que la «fiebre» Albéniz ha enraizado con fuerza entre los melóma-

nos españoles, alcanzando también a los ámbitos musicales internacionales;

afortunadamente, y no porque el dieciocho de mayo de este año se celebre

el centenario de su muerte, sino porque el auge experimentado en las inter-

pretaciones de su música se viene produciendo desde hace ya algunos años.

Es cierto que su Suite Iberia ha gozado de gran popularidad desde su estreno

al poco de fallecer el músico, pero no es menos cierto que muchas de sus

obras han pasado poco menos que desapercibidas entre el gran público. La

publicación de distintos libros, ya sea autobiográficos, de análisis de su músi-

ca o la edición de partituras hasta hace poco inéditas, han contribuido en

gran manera, junto a las grabaciones o recitales, al conocimiento de Isaac

Manuel Francisco Albéniz, venido a este mundo en Camprodon, cerca de

Gerona, el veintinueve de mayo de 1860, y que siendo un niño de solo cua-

tro años se presentó como pianista en el Teatro Romea de Barcelona. Para

entonces solo había hecho música con su madre, quien tres años más tarde

lo llevó a París para que ingresase en el Conservatorio, pero aunque impre-

sionó vivamente al profesor Marmontel, no llegó a matricularse a causa de

su corta edad. En 1869, la familia Albéniz se traslada a Madrid, en donde sí

que podrá estudiar en el Conservatorio con el maestro Mendizábal. Y en esta

época es cuando empieza la agitada y aventurera vida del joven Albéniz: un

año después de su llegada a Madrid se escapa a El Escorial en su afán de

conocer mundo y allí es robado por unos ladrones, quienes percatados de sus

habilidades como pianista lo explotan de ciudad en ciudad, quedándose el

dinero recaudado en las actuaciones. Es localizado por la Guardia Civil, que

lo devuelve a sus padres, pero al poco tiempo y dominado por sus ansias

aventureras se escapa de nuevo en 1872 para ir ahora más lejos: Andalucía

será la región que conocerá sus recitales, y en Cádiz tiene la ocasión de

embarcar con rumbo a las Américas. En el nuevo Continente llevará una

vida llena de avatares, recorriendo Argentina, Uruguay, Cuba, Brasil, Puer-

to Rico y Estados Unidos, llegando allí hasta San Francisco.

Puede ser que Albéniz sintiese nostalgia porque un año más tarde regresa a su

país, pero es una nostalgia pasajera: ese mismo año viaja a Inglaterra y a Ale-

mania; allí conoce a Reinecke, quien junto a Liszt, será su ejemplo de pianis-

COMENTARIOS AL PROGRAMA


ta virtuoso, aunque no sea cierto el relato del propio Albéniz acerca de cómo

fue su encuentro con el pianista y compositor húngaro en Budapest, «el 18 de

agosto de 1880», explicado con todo detalle en su diario. Hoy día se sabe con

certeza que en aquellas fechas Liszt se encontraba en Alemania, más concre-

tamente en Weimar. Con esta anécdota se afirma la afición de Albéniz a fan-

tasear sobre su vida, inventando hechos y sucedidos totalmente falsos.

En 1907, la agitada vida de Albéniz, entre recitales, concursos, numerosos

viajes y otras actividades, empieza a pasar factura y su enfermedad progresa,

la nefritis crónica se agudiza y el envenenamiento causado por la intoxica-

ción urémica lenta se agrava. El 1 de abril, siguiendo los consejos médicos,

se instala en el Pirineo, en Cambo-Les-Bains, y hasta allí viaja su amigo

Enrique Granados para llevarle una carta del Gobierno francés, en la que se

le comunica la concesión de la Gran Cruz de la Legión de Honor a instan-

cias de Paul Dukas, Debussy, Fauré, D’Indy y el propio Granados. Poco des-

pués de la visita de su amigo, Albéniz entra en coma y el 19 de mayo de 1909

fallece, cuando solo faltan dos semanas para que cumpla 49 años. Un día

después, su sobrino Víctor Ruiz Albéniz envía a Debussy el siguiente tele-

grama: «Isaac Albéniz ha muerto a las ocho de la tarde de ayer en este pue-

blo francés, sin el consuelo de que nadie en su patria mostrase interés por él.

Que Dios se lo perdone a todos». Durante el transcurso de los dos días

siguientes solo llegó un telegrama de España, el de su hermana Clementina.

El cortejo del entierro salió de su domicilio, el castillo de Saint-Martin, y

sobre el ataúd se colocó la condecoración francesa concedida. Los restos del

músico aún permanecieron en Francia dos semanas más. El 5 de junio llega-

ron a la estación de Francia, en Barcelona, donde finalmente se le honró

como merecía el gran músico. Hubo música, escuchándose la música fúne-

bre de El ocaso de los Dioses –tan apreciado por Albéniz–, el Réquiem de Fau-

ré por el Orfeó Catalá, y la Marcha Fúnebre de la Sonata en Si bemol mayor de

Chopin. El cortejo recorrió las calles barcelonesas con una parada ante el

Teatro del Liceo, para continuar hasta el cementerio de Montjuic, donde fue

enterrado ante una multitud; sobre la sobria lápida solo una simple inscrip-

ción: «Isaac Albéniz 1860-1909».

Además de su obra para piano, en el abundante catálogo del músico catalán

se encuentran composiciones sinfónicas, concertantes, de cámara, escénicas,

música incidental, varios ciclos de canciones, música coral y las numerosas

orquestaciones, transcripciones o adaptaciones de su obra realizadas por el


mismo Albéniz o debidas a otros músicos como Bretón, Esplá, Frübeck de Bur-

gos, Shchedrin, Granados o las de Fernández Arbós y Cristóbal Halffter.

Las Canciones Italianas tituladas Seis Baladas sobre textos de la Marquesa de Bola-

ños fueron escritas por Isaac Albéniz cuando éste apenas había cumplido los

veintisiete años, siendo un joven de espíritu romántico conmovido por los

versos de la marquesa, nacida María Paulina Sprecca-Piccolomini, descen-

diente de una nobilísima familia de Siena, y que era esposa de Luis María

Pérez de Guzmán y Nieulant, Marqués de Bolaños y Senador del Reino. El

matrimonio, junto a otros artistas de la época, entre los cuales se encontraba

el director Fernández Arbós, frecuentaba la casa de Albéniz, y allí muy posi-

blemente nacieron estas baladas creadas sobre los poemas en italiano de la

marquesa y que se atenían a la moda algo artificiosa y convencional de la épo-

ca. El conjunto de Canciones Italianas, como también sucede con las Cinco

Rimas de Becquer Op. 7, compuestas el año anterior, pertenecen a esta etapa

juvenil en la que el músico aún no da muestras de su talento e inspiración,

aunque sí son evidentes tanto su habilidad para equilibrar el colorido pianís-

tico con la sutil armonía del canto, como la utilización de la línea melódica,

bien adecuada al texto. Como se puede leer en los comentarios de Henry

Collet: «La obra es una suerte de tributo al “bel canto”».

Albéniz se atiene con rigor al carácter sereno de los versos para Barcarola y

diseña una tranquila melodía que, mirando hacia su origen veneciano, recuer-

da el vaivén suave de una góndola. En Il tuo sguardo parece como si Tosti y

Puccini se diesen la mano, tras haber sido presentados por Albéniz; es una

música dulce y descriptiva que se aviene a la perfección con el amoroso texto

de la marquesa. El acompañamiento es importante, polifónico y ambicioso.

La lontananza presenta claras reminiscencias del Donizetti más dramático y

evocador, aunque también el autor se sirve de los sincopados ritmos tan carac-

terísticos del «lied» alemán; Paolo Tosti revolotea igualmente en la partitura,

y entre las tres influencias, Albéniz consigue una poco convencional «arqui-

tectura» musical.

Morirò! se inicia y continúa sobre las numerosas notas repetidas en las que se

apoya el poema sombrío, que recordarán a los recitativos del barroco. Masse-

net y Fauré también se instalan en la imaginación de Albéniz para la compo-

sición de esta balada, en la que el drama y el talante amoroso aparecen por

muy breves instantes, tan breves como los momentos de luminosidad y espe-


ranza. El comienzo de Una rosa in dono parece adelantar las características

melodías de Puccini; es una sensación que persistirá durante sus 22 compases,

en los que en su modo de ser escritos se advierte más minuciosidad y una exu-

berancia en la expresión que más adelante el autor utilizará en Iberia.

T’ho riveduta in sogno es la balada que finaliza la colección, en un contraste

casi violento con las cinco que le preceden. El frenético acompañamiento es

la base de su melodía, más que alegre, eufórica y muy a propósito con el tono

jubiloso y positivo del texto. En esta pieza se advierte una escritura mucho más

elaborada y personal de Albéniz, aunque hay quien opina que aún no ha «olvi-

dado» las evocaciones a Schubert y a Mendelssohn-Bartholdy.

Cádiz es el cuarto número de La Primera Suite Española para piano Op. 47,

escrita entre 1883 y 1894. Cádiz, subtitulada como «canción», está escrita

desde su inicio con una omnipresencia guitarrística como en ninguna otra

composición de Albéniz. Los 116 compases de la obra son una exquisita, con-

fidencial y casi añorante colección de recuerdos, tocados por la nostalgia y

coloreados por la memoria del autor. Pero Albéniz nunca pensó en esta músi-

ca redondear su Primera Suite Española. Los responsables de la editorial Hof-

meister de Leipzig, de acuerdo con los descendientes del ya fallecido Albéniz,

acordaron incluir la pieza en la suite, con el fin de redondear el ciclo musi-

cal, ya que esta pieza formaba parte de la Serenata Española Op. 181, escrita

en 1889 y que se publicaría en Londres con el título de Célebre Serenade

Espagnole.

La línea de canto de Cádiz se presenta continuada y «acompañada» al modo

guitarrístico, con sus rasgueos característicos. Se observa un ritmo de «tango-

habanera», escrito en un discreto «Allegro, ma non troppo»; la sección cen-

tral es breve y de desarrollo más vivaz que el principio de la obra, que finali-

zará con una rápida coda de apenas cuatro compases.

Asturias fue tomado del primer número de los Cantos de España por el editor

Hofmeister para que formase también parte de la Suite Española. Su música

en ningún modo recuerda a los verdes y apacibles paisajes asturianos, sino

más bien a otro entorno mucho más cálido y luminoso. De nuevo encontra-

mos los punteados de la guitarra y una melodía típicamente andaluza. Los

compases de esta atractiva partitura se inician con un «Allegro ma non trop-

po» más bien mesurado y no en un «Vivacissimo», como se suele interpre-


tar, cual si de una carrera de velocidad se tratase. La parte central de la obra

es de evocación morisca y su conclusión es suave, casi imperceptible en sus

dos acordes finales.

La cuarta y gran obra de Cantos de España, ciclo escrito por Albéniz desde

1891 hasta 1894 es Córdoba, la partitura estrella de las cinco que componen

la suite. La introducción es sobria y un modelo de amplitud y recogimiento al

mismo tiempo; el tono descriptivo se vuelve sobrio y poético, se diría que está

ubicado en un ambiente nocturno dominado por una serena y elegante melo-

día. Córdoba dice adiós en «pianissimo», con dos acordes casi etéreos que

anuncian de modo muy claro los finales de la mayoría de los números de la

futura Iberia.

El origen de Castilla es el mismo que el de Asturias; en la suite Cantos de Espa-

ña esta pieza figura en último lugar con el título de Seguidillas. Los vivaces

compases que la forman en «Allegro molto» se apoyan en una danza castella-

na de raíz popular, siendo sin duda la obra de mayor virtuosismo del ciclo, con

un tratamiento del piano en el que se advierte el hondo conocimiento del

autor en el tema pianístico. Encontramos a un Albéniz ya muy evolucionado

–la partitura data de 1894–, por poco, contemporáneo de La Vega y pensando

en su gran composición, la extraordinaria Suite Iberia.

Enrique Granados, el fidelísimo amigo y más entusiasta admirador de Albéniz,

contaba siete años más que aquél, ya que nació en Lérida en pleno verano de

1867, para fallecer, sin haber cumplido los cuarenta y nueve años, durante un

naufragio sucedido en el Canal de la Mancha, circunstancia ésta que añade

aún más dramatismo a la tragedia, cuando era y es bien sabido el terror que

Granados tenía al mar; el viaje en barco era, por entonces, el único medio

para viajar al continente, y en aquella oportunidad, los presagios y el horror a

morir ahogado se hicieron realidad.

Granados fue estudiante con Felipe Pedrell, y al trasladarse a París estudia pia-

no con Beriot y tiene como compañero a Ricardo Viñes. En 1900 crea la

Sociedad de Conciertos Clásicos de Barcelona y la Academia Granados –don-

de él mismo impartía clases de piano– y que ha tenido una larga continuidad.

De entre su catálogo de obras, en las que se encuentran óperas, obras orques-

tales, para piano, vocal, o de cámara, destacan sobre todo dos: la suite de las

Doce Danzas Españolas y la gran obra pianística Goyescas, una auténtica recre-


ación de los cartones de Goya en la que el pintor plasma la época de finales

del XVIII, con escenas de la corte en Madrid. La obra fue orquestada en 1911

por el propio Granados. En el largo y concienzudo trabajo realizado por el

músico sobre los temas que formarían parte de Goyescas se refleja, siguiendo

las pinturas de Goya, el ambiente aristocrático de aquellos días, aunque lo

cierto es que la corte gustaba de las costumbres plebeyas y de los cantos popu-

lares, las tonadillas tanto interpretadas por hombres como por mujeres, en las

que se relataban, por lo general, los amores felices o desgraciados de sus pro-

tagonistas. Granados no pudo o no quiso olvidar estas raíces cultivadas por el

pueblo llano y de este modo surgieron de su pluma las inspiradísimas Tonadi-

llas, toda una joya de su música vocal, en la que se encuentran reflejados dis-

tintos estados anímicos, desde el humor más sutil, como en El majo tímido, has-

ta la exposición de más puro populismo como es El tralalá y el punteado.

Franz Schubert nace y muere en Viena, viendo la luz el 31 de enero de 1797 y

falleciendo el 19 de noviembre de 1828. Era hijo del maestro de un arrabal de

Viena, Liechtental, y duodécimo de los vástagos de la familia. A los 11 años ya

era todo un prodigio, obteniendo una plaza como becario en la Capilla de la

Corte tras superar brillantemente el examen de ingreso, pasando a ser peque-

ño cantor del emperador. Pudo, gracias a ello, cursar estudios secundarios de

forma gratuita en la institución del Stadtkonvikt, regentado por religiosos.

El impulso por dedicarse a la composición no fue secundado por sus educado-

res y la vida para el sensible Schubert fue cada vez más difícil porque además

su padre se negó a que se dedicase a la escritura musical. Pero a partir de 1813

pudo seguir las enseñanzas de Salieri, quien más tarde despreciaría la obra de

Schubert, sobre todo la vocal. Tras vivir muy duras épocas, durante las que

padeció penalidades laborales y económicas, Schubert logra que los salones de

la alta sociedad se abran para él, y finalmente su música es escuchada, sobre

todo las canciones. En marzo de 1828 se celebra su primer concierto público,

compuesto solo con sus obras y un Schubert minado por la sífilis conoce el

éxito por un brevísimo período de tiempo.

El sinfonismo schubertiano ha pasado por algún que otro cambio en su catá-

logo: de sus nueve sinfonías, repartidas entre 1813 y 1828, se añadieron, en los

años 70 del siglo XX, dos fragmentos sinfónicos de 1818 y otros cuatro de

1828. Así pues, desde hace unos años son doce trabajos sinfónicos los que se

encuentran en el haber de Schubert.


La Sinfonía nº 4 en Do menor D. 417 fue llamada «Trágica» por el propio Schu-

bert debido posiblemente a la triste y deprimente época que vivió el compo-

sitor durante 1816, y también, probablemente, por su tonalidad de Do menor,

una tonalidad que imprime a la música un carácter si no severo, sí de melan-

colía o pesar.

Si en la tres primeras sinfonías Schubert se encuentra influido por Haydn o

Mozart, en ésta, escrita en cuarto lugar, es Beethoven quien será el objeto de

una presencia indudable: la misma tonalidad de la Quinta Sinfonía y la utiliza-

ción de cuatro trompas, poniendo en evidencia el afán de Schubert por con-

seguir una mayor amplitud sonora. A pesar de sus cuatro movimientos, no es

una obra excesivamente larga; la duración no excede los treinta minutos y a

lo largo de ellos escucharemos un avance de lo que serían sus posteriores obras

para orquesta o cámara.

Un «Adagio molto» seguido de un «Allegro vivace» forman el primer movi-

miento. La introducción será solemne, creando el «Adagio» un clima de con-

gojas, con un tema que será cruzado entre los violines y los cellos. El «Alle-

gro» es cautivador en su violencia y los temas vendrán sostenidos por un

imparable ritmo hasta la conclusión, muy dinámica. El «Andante» del segun-

do tiempo se expresa en un ambiente que es la tónica general en Schubert,

íntimo y lírico; su instrumentación es ligera y la forma, de gran simpleza, es la

de un «rondó». A esta exposición del tema le sucederá un fragmento tenso, de

ritmo contrastado que enlazará con la coda final, de la que se hará cargo la

madera, sobre un escondido acompañamiento de la cuerda.

El tercer movimiento es un «Menuetto-Allegro vivace». Se trata de una

melodía de gran sencillez, de acentuado rimto de 3/4, que de todos modos no

recuerda a ningún tiempo de danza. Si el «Menuetto» no reviste demasiado

interés, el «Trío», con su pintoresca idea contrariamente lírica, sí que reclama

más atención por parte del oyente, con su graciosa tonada.

En el cuarto y último tiempo, «Allegro», compuesto en forma de sonata, reen-

contramos los compases nerviosos del principio de la sinfonía. La cuerda y el

fagot se ocupan del primer tema, continuando un segundo motivo de carácter

efusivo y juvenil, que se niega a freno alguno. Su desarrollo prosigue con exac-

to ritmo, hasta arribar a la cadencia, para seguir con una reexposición en la

que se repetirán la totalidad de temas anteriores. Finalizará la Cuarta Sinfonía


de Schubert con tres acordes rotundos y casi marciales. La obra se estrenó en

Leipzig y abriría unos controvertidos caminos hacia las composiciones poste-

riores de un autor que solo cuenta diecinueve años, como bien evidencia esta

música, con sus énfasis por una parte y los ocasionales «bajones» anímicos por

otra. En todo caso nos encontramos ante un músico que, aunque vivió en la

época romántica, se dice que ésta no es razón para considerarlo automática-

mente romántico, un movimiento que, en Alemania y en Austria, es hijo legí-

timo de la Restauración. Y en cuanto a su conocimiento en profundidad de su

música, varias generaciones de musicólogos la han estudiado y continúan

haciéndolo sin conseguir aún una respuesta que esclarezca el misterio de sus

obras, tan humanas y tan espirituales a la vez.

Juana Bonafé


BARCAROLA

Tacita è l’onda, tranquillo il mar,e s’ode il canto del marinar.La luna ascosa in bianco vel,d’amor gli sguardi ne invia dal ciel.

Resta natura e s’ode solil remo lieve del barcairol.Deh!, tutto tace, non far rumor;la notte parla mistero e amor!

LA LONTANANZA

Lungi, o cara, da te, chi mi consola?Il mio pensiero teco ognor soggiornae se il chiamo non ode e a me s’invola,non ode la mia voce e più non torna.Deh!, che farò, qui abbandonata e sola?...lungi, o cara, da te, chi mi consola?

Se de bei di passati al cor mi vienedolcissima talor la rimembranza,non fia ch’abbian conforto le mie pene;dura troppo è per me la lontananza!E sempre il mio pensier a te s’envola...ma lungi, oh Dio!, da te, chi mi consola?

UNA ROSA IN DONO

Ecco un bel fior:le foglie ha porporined’amor favella al cor.

E più in April,spande soave odoree appare più gentil.

L’accetta in don,e leggi in questa imagoi miei desir qual son.

BARCAROLA

Callada la ola, tranquilo está el mar,y se oye el canto del marinero.La luna escondida en su blanco velo,miradas de amor envía del cielo.

Queda la naturaleza y se oye tan soloel leve remo del barquero.¡Oh, callad todos, apagad el rumor;la noche habla de misterio y amor!

LA LEJANÍA

Lejos de ti, querida, ¿quién me consuela?Mi pensamiento contigo siempre permanecey si lo llamo no me oye y se aleja,no oye mi voz y no vuelve.Oh, ¿qué haré, aquí abandonada y sola?...lejos de ti, querida, ¿quién me consuela?

Si de los bienes pasados al corazón me llegaalguna vez el dulcísimo recuerdo,no creas que tengan consuelo mis penas;¡demasiado dura me es la lejanía!Y siempre mi pensar huye hacia ti...Mas lejos, de ti, ¡oh Dios!, ¿quién me consuela?

UNA ROSA EN DON

He aquí una bella flor:los pétalos tienen purpúreosy de amor habla al corazón.

Y ahora en abril,esparce suave aromay aparece más gentil.

Acéptala en don,y lee en esta imagenmis deseos cuáles son.

CANCIONES ITALIANAS

SEIS BALADAS (Marquesa de Bolaños)


Ei sembra dir:del tuo fedele ardentisono per te i sospir.

Tal rosa ognorinterprete leggiadrodi me ti parli al cor.

IL TUO SGUARDO

Colmo egli è di dolcezza!...incanta ed innamora!E all’alma dolce ebbrezzainfonde, e il cor ristora.

Se la nera pupillamesta mi figgi in visol’amorosa scintillad’angelo par d’Eliso.

Sia rubello od avaro,mesto egli sia, o sereno,sempre il tuo sguardo è caro,e amor suscita in seno!...

Se mi guardi mi beie insiem mi fai soffrir,viver, mio ben, vorreid’un tuo sguardo e morir!

MORIRÒ!

Qual fiorellin novelloche all’aura spande il suo soave odore il verde praticelloadorna solo un giorno e poi s’en muor.

Così la vita miaqui sulla terra breve passeràe il cor la pena ria,figlia d’amor, non mai ti narrerà.

Morirò y come il fioredopo aver l’aura piena di sospir;ma lieta pur in coredi non aver turbato il tuo gioir.

E quando in breve, oh Dio!,d’amor consunta e di dolor sarò,mandando a te, ben mio,l’ultimo mio sospiro... morirò!

Ella parece decir:de tu fiel ardientespor ti son los suspiros.

Que siempre tal rosa,intérprete hermosa, de mí te hable al corazón.

TU MIRADA

¡Llena es de dulzura!...¡encanta y enamora!Y al alma dulce embriaguezinfunde, y el corazón reanima.

Si la negra pupilatriste fijas en mi rostrola chispa amorosa tal parece de un ángel del Elíseo.

Sea ladrón o avaro,sea triste o sereno,tu mirar siempre me es caro,¡y suscita amor en el pecho!...

¡Si me miras, mi bien, y a la vez me haces sufrir,vivir, bien mío, quisierade una mirada tuya y morir!

¡MORIRÉ!

Como florecilla temprana que por el aire esparce su suave aromay el verde pradecilloadorna solo un día para morir después.

Así la vida mía,aquí en la tierra veloz pasará,y el corazón mi cruel pena,hija de amor nunca te contará.

Moriré como la flor,después de haber llenado el aire de suspiros;pero con la alegría en el corazónde no haber turbado tu goce.

Y cuando en breve, ¡oh Dios!,sea consumida de amor y de dolor,mandándote, bien mío, mi último suspiro... ¡moriré!


T’HO RIVEDUTA IN SOGNO

Avvolta in bianco celestial splendore,ti vidi l’altra notte, angelo mio;eri sì bella e sì spiravi amoreche ti credetti un angelo di Dio.

Ah!, eternamente io ti credea perduta,ma in sogno, pur ben mio, t’ho riveduta!Io piangeva d’amor, e lieve intantola tua morbida mano rasciugavaquel mio dirotto, ahi!, troppo dolce piantoche le gote consunte m’irrigava...

Ah!, in eterno non sei dunque perdutase l’altra notte, in sogno, t’ho veduta!

Favellasti d’amor, diletta mia,e il suon della tua voce mi pareasoavissima del ciel un’armoniache in giù dall’alte sfere a me scendea.

Ah! Se, dolce amor mio, non sei perdutadeh!, riedi quale in sogno t’ho veduta!

TE HE VISTO EN SUEÑOS

Envuelta en blanco celestial esplendor,te vi anoche, angel mío;era tan bella y tanto amor inspirabasque te creí un ángel de Dios.

¡Ah!, te creía eternamente perdida,mas en sueños, puro bien mío, ¡te he vuelto a ver!Lloraba de amor, y mientras tantotu mórbida mano leve enjuagabaaquel llanto desconsolado, ¡ay!, demasiado dulceque las gotas vertidas regaban...

¡Ah!, ¡no te he perdido, pues, por la eternidad,si anoche en sueños te he visto!

Hablaste de amor, querida mía,y el son de tu voz me parecíauna suavísima armonía del cieloque desde las altas esfera a mí descendía.

¡Ah! Si no te he perdido, dulce amor mío, ¡oh, ríe como te he visto en sueños!


PRIMERA PARTE

I. ALBÉNIZ / A. GUINOVART

CádizAsturias

Duración media de la ejecución 12’


Canciones ItalianasBarcarola

La lontananzaUna rosa in dono

Il tuo sguardoMorirò!

T’ho riveduta in sognoDuración media de la ejecución 16’


CórdobaCastilla


E. GRANADOS / A. GUINOVART

TonadillasEl majo tímidoEl majo discreto

El tralalá y el punteadoLa maja de Goya


SEGUNDA PARTE

F. SCHUBERTSinfonía n.º 4 en Do m, D. 417 «Trágica»

Adagio molto - Allegro vivace Andante

Menuetto. Allegretto vivace Allegro


PROGRAMA

Orquesta de CadaquésGianandrea Noseda DIRECTOR

Ainhoa Arteta SOPRANO

CENTENARIO DE LA MUERTE DE ISAAC ALBÉNIZ (1860-1909)


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