pagina 36 37 el super zorro

2
36 Bufón, te quedas aquí y vigilas que el zorro no se escape. Buñuelo y yo vamos por la maquinaria. Si intenta algo mientras estamos fuera. le pegas un tiro y listo. Y allí quedó el gordo Bufón, apostado con su escopeta junto al hoyo mientras que sus dos compañeros iban por las máquinas. Al poco rato, el ruido de dos enormes tractores, con ruedas oruga y palas mecánicas, retumbaba en el bosque. Las dos máquinas, una conducida por Benito, la otra por Buñuelo, parecían dos enormes escarabajos negros abriéndose camino por el bosque. -¡Aquí estamos de nuevo!-, gritó Benito. -¡Muerte a todos los zorros del mundo!,-exclamó Buñuelo. Inmediatamente se pusieron a trabajar. Las máquinas excavadoras se comían la tierra a grandes bocados. La colina iba desapareciendo por momentos y pronto cayó el árbol que servía de refugio a nuestro amigo don Zorro. Éste seguía escondido en su túnel rodeado de toda su familia, mientras escuchaba el terrible ruido de las máquinas que removían arena, piedras, 37 arboles, tierra y cielo. -¿Qué es lo que ocurre, papá? ¿Qué nos van a hacer ahora?- gritaban los zorritos. La verdad es que don Zorro no

Upload: monicapaolavalenzuelabelmar

Post on 12-Dec-2015

44 views

Category:

Documents


21 download

DESCRIPTION

ok

TRANSCRIPT

Page 1: Pagina 36 37 El Super Zorro

i¡4> '

36

Bufón, te quedas aquí y vigilas que el zorro no se escape. Buñuelo y yo vamos por la maquinaria. Si intenta algo mientras estamos fuera. le pegas un tiro y listo.

Y allí quedó el gordo Bufón, apostado con su escopeta junto al hoyo mientras que sus dos compañeros iban por las máquinas.

Al poco rato, el ruido de dos enormes tractores, con ruedas oruga y palas mecánicas, retumbaba en el bosque. Las dos máquinas, una conducida por Benito, la otra por Buñuelo, parecían dos enormes escarabajos negros abriéndose camino por el bosque.

-¡Aquí estamos de nuevo!-, gritó Benito.-¡Muerte a todos los zorros del mundo!,-

exclamó Buñuelo.Inmediatamente se pusieron a trabajar. Las

máquinas excavadoras se comían la tierra a grandes bocados. La colina iba desapareciendo por

momentos y pronto cayó el árbol que servía de refugio a nuestro amigo don Zorro.

Éste seguía escondido en su túnel rodeado de toda su familia, mientras escuchaba el terrible ruido de las máquinas que removían arena, piedras,

37

arboles, tierra y cielo.-¿Qué es lo que ocurre, papá? ¿Qué nos van a

hacer ahora?- gritaban los zorritos.La verdad es que don Zorro no tenía ni idea de

lo que pasaba.Es un terremoto!-, exclamó doña Zorra.-¡Miren! - dijo uno de los zorritos -, nuestro

túnel se acaba... ¡ puedo ver la luz del día!¡Todos miraron hacia la boca del túnel, que

estaba a pocos metros de distancia, y pudieron ver con toda claridad a esos dos enormes bichos negros... ¡que estaban a punto de comérselos!