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¿cómoves? 10 LA ESPECIE HUMANA ha evolucionado de otras especies que no eran humanas. Para entender nuestra naturaleza, debemos co- nocer sus orígenes y su historia biológi- ca. Esta historia ha sido reconstruida con la ayuda de muchas disciplinas científi- cas: la paleontología, la biogeografía, el estudio comparativo de los organismos vivos, la antropología y en épocas recien- tes, la biología molecular. Los seres humanos, las ballenas, las jirafas, los perros, los murciélagos y los monos, entre otros, integramos la clase de los mamíferos, cuyas características dis- tintivas son el tener pelo y alimentar a las crías con leche materna a través de órga- nos especializados llamados mamas o glándulas mamarias. Dentro de esta cla- sificación, los seres humanos formamos parte del grupo de los primates, que in- cluye algunas especies como los gorilas, los orangutanes y los chimpancés. Com- partimos con ellos varias características que no tienen otros mamíferos, como uñas planas en los dedos en lugar de garras, manos, el dedo pulgar oponible a los de- más y, en el caso de los machos, un pene que cuelga libre, en lugar de estar adheri- do al abdomen. Sin embargo, y a pesar de grandes se- mejanzas, los seres humanos tenemos ca- racterísticas biológicas distintivas como el cerebro más grande y la postura erecta que nos permite caminar en dos extremi- dades; además, la cara plana debido a la reducción de los maxilares, el dedo pul- gar oponible más largo (lo que permite mayores habilidades de manipulación como la escritura, el manejo de herramien- tas, etc.), reducción del vello y cambios en las glándulas de la piel, ovulación críptica (que pasa desapercibida), desarro- llo lento, inteligencia (pensamiento abs- tracto, categorización y razonamiento) y habilidad para hablar más desarrolladas, así como el uso, control y modificación del entorno. Somos los únicos vertebrados que ca- minan en dos extremidades, erectos, aun- que existen otras especies como las aves que tienen dos patas pero no una postura erecta, debido a que su columna vertebral es horizontal y no vertical, es decir, su cuerpo está inclinado hacia adelante. El tamaño del cerebro es generalmente pro- porcional al tamaño del cuerpo, con lo cual la especie humana tiene el cerebro más grande y complejo en relación a su masa corporal. Los evolucionistas han discuti- do mucho si la marcha bípeda (en dos ex- tremidades) posibilitó el tener un cerebro más grande o si fue a la inversa. Con los recientes hallazgos fósiles y el desarrollo de nuevas técnicas moleculares esta dis- cusión se ha resuelto. De hecho ahora se sabe que la marcha bípeda es la adapta- ción que define a los homínidos, ya que andar en dos patas implicó un cambio en la reorganización de la cadera, piernas, del ser humano Origen Origen y y e v o l u c i ó n e v o l u c i ó n Ana Barahona La biología precede, la cultura trasciende. Francisco J. Ayala Sátira de Charles Darwin con un mono. ¿cómoves? 10

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¿cómoves?10

LA ESPECIE HUMANA ha evolucionado deotras especies que no eran humanas. Paraentender nuestra naturaleza, debemos co-nocer sus orígenes y su historia biológi-ca. Esta historia ha sido reconstruida conla ayuda de muchas disciplinas científi-cas: la paleontología, la biogeografía, elestudio comparativo de los organismosvivos, la antropología y en épocas recien-tes, la biología molecular.

Los seres humanos, las ballenas, lasjirafas, los perros, los murciélagos y losmonos, entre otros, integramos la clase delos mamíferos, cuyas características dis-tintivas son el tener pelo y alimentar a lascrías con leche materna a través de órga-nos especializados llamados mamas oglándulas mamarias. Dentro de esta cla-sificación, los seres humanos formamosparte del grupo de los primates, que in-cluye algunas especies como los gorilas,los orangutanes y los chimpancés. Com-partimos con ellos varias característicasque no tienen otros mamíferos, como uñasplanas en los dedos en lugar de garras,manos, el dedo pulgar oponible a los de-más y, en el caso de los machos, un peneque cuelga libre, en lugar de estar adheri-do al abdomen.

Sin embargo, y a pesar de grandes se-mejanzas, los seres humanos tenemos ca-racterísticas biológicas distintivas comoel cerebro más grande y la postura erectaque nos permite caminar en dos extremi-dades; además, la cara plana debido a lareducción de los maxilares, el dedo pul-gar oponible más largo (lo que permitemayores habilidades de manipulacióncomo la escritura, el manejo de herramien-tas, etc.), reducción del vello y cambiosen las glándulas de la piel, ovulacióncríptica (que pasa desapercibida), desarro-llo lento, inteligencia (pensamiento abs-tracto, categorización y razonamiento) yhabilidad para hablar más desarrolladas,así como el uso, control y modificacióndel entorno.

Somos los únicos vertebrados que ca-minan en dos extremidades, erectos, aun-que existen otras especies como las avesque tienen dos patas pero no una posturaerecta, debido a que su columna vertebrales horizontal y no vertical, es decir, sucuerpo está inclinado hacia adelante. Eltamaño del cerebro es generalmente pro-porcional al tamaño del cuerpo, con lo cualla especie humana tiene el cerebro másgrande y complejo en relación a su masacorporal. Los evolucionistas han discuti-do mucho si la marcha bípeda (en dos ex-tremidades) posibilitó el tener un cerebromás grande o si fue a la inversa. Con losrecientes hallazgos fósiles y el desarrollode nuevas técnicas moleculares esta dis-cusión se ha resuelto. De hecho ahora sesabe que la marcha bípeda es la adapta-ción que define a los homínidos, ya queandar en dos patas implicó un cambio enla reorganización de la cadera, piernas,

del ser humano

OrigenOrigenyyevoluciónevolución

Ana Barahona

La biología

precede, la cultura

trasciende.Francisco J. Ayala

Sátira de Charles Darwin con un mono.

¿cómoves?10

11¿cómoves?

pies y columna vertebral, y provocó elcambio de cientos de músculos y diferen-cias en el comportamiento. También sesabe que el aumento continuo en la ca-pacidad craneana en el linaje de loshomínidos no fue, necesariamente, unefecto directo del cambio en la posiciónbípeda, pero si una característica adap-tativa, es decir, fue seleccionada debido aque le confería a sus portadores mayorcontrol sobre el medio.

Estudiar estas semejanzas y diferen-cias ha permitido a los científicos contarcon una explicación de nuestra evolución.Esta reconstrucción histórica se ha basadoprincipalmente en los fósiles encontradosen África, Asia y Europa, complementa-dos con los recientes estudios molecularesdel genoma humano.

La historiaComo ya dijimos, nuestra especie, Homosapiens, pertenece al grupo de los pri-mates, que han estado asociados con lasselvas de tipo tropical casi desde su ori-gen en el Cretácico, hace más de 65 mi-llones de años, donde aparecieron algunospequeños mamíferos que vivían en losárboles. A los humanos se nos clasifica

entre los hominoideos, donde se incluyenlos llamados simios antropomorfos (deforma humana) como los chimpancés, losgorilas, los orangutanes y los gibones. Deéstos, nuestros parientes más cercanos sonlos chimpancés, luego los gorilas, y mu-cho más alejados los orangutanes ygibones. Los hominoideos florecieron enel Mioceno, entre 25 y 5 millones de añosatrás. Nuestro antepasado más antiguo,que fue descubierto apenas en 1994,Australopithecus ramidus, apareció entre

cinco y siete millones de años atrás enÁfrica, y marca la separación de nuestrolinaje del de los chimpancés.

Los individuos de esta especie vivíanen las selvas y llevaban un tipo de vidaparecido al de los chimpancés, no es com-pletamente seguro que caminaran ergui-dos y su estatura era de aproximadamente1.20 m. Los dientes de los bebés de estaespecie son más parecidos a los dientesde un chimpancé adulto que a los de laespecie humana. Posteriormente, hace 4.4millones de años aproximadamente, apa-recieron los individuos pertenecientes a laespecie conocida como Australopithecusanamensis, descrita en 1995 a partir derestos fósiles encontrados en Kenia. A.anamensis presenta una mezcla entre uncráneo primitivo y características avanza-das en el cuerpo. Por ejemplo, los dientesy las mandíbulas son similares a los deotros monos. Sin embargo, la forma de latibia sugiere la bipedalidad, y el húmeroes muy parecido al del ser humano.

La raíz originariaDe A. anamensis se separa Austra-lopithecus afarensis, que es una especiemuy conocida gracias al descubrimientode los restos fósiles de una hembra en eldesierto de Afar en Etiopía, que vivió en-tre 3.9 y 3.5 millones de años atrás, a laque bautizaron con el nombre de Lucy en1978. De los estudios de los restos fósilesahora sabemos que estos individuos me-dían cerca de 1.5 m de estatura, teníanmarcha bípeda, brazos largos, pómulossalientes y grandes mandíbulas debido asu especialización en alimentos duros,cejas bajas y un cerebro pequeño, aunque

Australopithecusafarensis

Millones de años

AustralopithecusAustralopithecusramidusramidus

Australopithecusramidus

AustralopithecusAustralopithecusafricanusafricanus

Australopithecusafricanus

Homo Homo habilishabilisHomo habilis

Homo Homo erectuserectusHomo erectus

AustralopithecusAustralopithecusrobustusrobustus

Australopithecusrobustus

4.0 3.5 3.0 2.5 2.0 1.5 1.0 .5 04.0 3.5 3.0 2.5 2.0 1.5 1.0 .5 0

Homo sapiens Homo sapiens sapienssapiens

Homo sapiens sapiens

HomoHomosapiens sapiens Homosapiens

AustralopithecusAustralopithecusafarensisafarensis

Australopithecusafarensis

Línea de tiempo de los homínidos

Homo sapiens Homo sapiens neanderthalensisneanderthalensisHomo sapiens

neanderthalensis

¿cómoves?12

mayor que el de sus ancestros, con unacapacidad de entre 375 y 550 centímetroscúbicos (cc). El cráneo es muy similar alde un chimpancé, excepto por los dientesque parecen más humanos. Los caninosson más pequeños que los de los monos,pero más grandes y puntiagudos que losde los humanos. Sin embargo, la pelvis ylos huesos de las piernas se parecen más alos del hombre moderno, adaptados a lacaminata más que al trote. Este hallazgocausó conmoción en 1978, durante su pre-sentación en el bicentenario de la muertede Carolus Linnaeus —gran científicosueco que en 1758 estableció el sistemade clasificación y denominación sistemá-tica de todos los organismos vivos—.Hasta ese momento se pensaba que los

Homo sapiens Chimpancé

restos fósiles de Homo habilis, descubier-tos por Louis Leakey en 1964 y datadosen 2.4 millones de años, eran los más an-tiguos en nuestra genealogía, sin embar-go, el hallazgo de Lucy hizo pensar en unorigen mucho más remoto y en palabrasde Johanson, su descubridor, “Lucy era laantecesora de todos los homínidos poste-riores, la raíz originaria de todos los sereshumanos”.

A. afarensis, con el tiempo dio lugar aotras dos ramificaciones, por un ladoAustralopithecus africanus, que se extin-guió, y por el otro a Homo habilis, que secalcula apareció entre 2.4 y 1.5 millonesde años atrás, cuyos restos sólo han sidoencontrados en África y asociados con he-rramientas de piedra. Éste es el primer re-

presentante del género al que perteneceel Homo sapiens. Los individuos de H.habilis eran muy similares a los australopi-tecinos, aunque con una capacidad craneanamayor, que varía entre 500 y 800 cc. Se pre-sume que su estatura pudiera haber sidode 1.27 m y su peso de unos 45 kg.

La transiciónA partir de estos homínidos apareció enÁfrica el Homo erectus, el cual rápida-mente se extendió hacia otros continen-tes. Se han encontrado fósiles en África,Asia y Europa, con los cuales los científi-cos suponen que H. erectus vivió entre 1.8millones y 300 mil años atrás y que pro-bablemente usaba fuego y herramientasmás sofisticadas que H. habilis. Al igual

la biologíaevolutiva

Las investigaciones en torno a la evolu-ción de las especies en el tiempo han per-mitido entender mejor nuestra presenciacomo especie biológica y el papel quehemos desempeñado como depredadoresde la naturaleza y el de la cultura comomotor de nuestro desarrollo.

La biología evolutiva contemporáneaes una disciplina unificadora y central enel conocimiento biológico, pues da senti-do a todas las ramas de esta ciencia y a lainformación que generan. Los orígenes deesta disciplina pueden trazarse hacia1859, cuando se publicó El origen de lasespecies de Charles Darwin. En este libroDarwin propuso la evolución de las espe-cies por selección natural, es decir, a tra-vés de cambios lentos y graduales en laspoblaciones a lo largo de grandes perío-dos de tiempo como consecuencia de laadaptación de los seres vivos a su ambien-te. Dentro del esquema darwiniano, con-cebida desde su origen pero publicadahasta 1871 bajo el nombre de El origendel hombre (The Descent of Man, andSelection in Relation to Sex), la idea dela pertenencia de la especie humana alreino animal y emparentada con losprimates o monos estaba ciertamenteincluída. Este concepto fue responsablede muchos debates durante la segundamitad del siglo XIX, pero sin lugar a du-das en la actualidad es casi universalmen-te aceptado.

13¿cómoves?

Nombre: Cro MagnonGénero especie: Homo sapiensLugar: Les Eyzies, FranciaAntigüedad: 35 000 - 25 000 años

Género especie: AustralopithecusafarensisLugar: Hadar, EtiopíaAntigüedad: 3 000 000 años

Nombre: El niño de TaungGénero especie: AustralopithecusafricanusLugar: Taung, cerca deJohanesburgo, SudáfricaAntigüedad: 2 000 000 años

Nombre: Sra. Ples, STS-5Género especie: AustralopithecusafricanusLugar: Sterkfontein, SudáfricaAntigüedad: 3 000 000 - 2 500 000años

Nombre: OH24Género especie: Homo habilisLugar: Cañón Olduvai, TanzaniaAntigüedad: 2 000 000 - 1 750 000años

Nombre: Hombre de PekínGénero especie: Homo erectusLugar: Cueva Zhoukoudian,Bejing, ChinaAntigüedad: 300 000 años

Nombre: KNMER 3733Género especie: Homo ergasterLugar: Koobi Fora, Turkana, KenyaAntigüedad: 1 600 000 - 1 400 000años

Nombre: La FerrassieGénero especie: HomoneanderthalensisLugar: Dordoña, FranciaAntigüedad: 70 000 - 40 000 años

Nombre: Skhul VGénero especie: Homo sapiensLugar: Monte Carmelo, IsraelAntigüedad: 35 000 años

tenían, igual que los humanos modernos,grandes cerebros y hasta hace poco tiem-po los científicos pensaban que eran nues-tros ancestros. Sin embargo nuevasevidencias moleculares indican que lossapiens y los neanderthalensis nunca secruzaron entre sí.

Además la evidencia fósil indica quelos Homo sapiens aparecieron hace cercade 100 mil años, mucho antes de la des-aparición de los neandertales. H. Erectusy H. neanderthalensis desaparecieron sindejar rastro hace aproximadamente 30 milaños.

Capaces de entenderLos seres humanos actuales somos des-cendientes de los primeros Homo sapiens,

cuyo nombre significa “hombre inteli-gente” u “hombre capaz de entender”. Sesabe que ya hace 40 mil años, el Hombrede Cro-Magnon (cuyo nombre se debeal lugar donde fueron encontrados susrestos en Francia) usaba armas y herra-mientas hechas de piedras, huesos y cuer-nos, contaba con una organización socialy vivía de la caza. Cuidaba a sus heridosy enfermos y comúnmente enterraba alos muertos con comida, armas y en al-gunas ocasiones flores. También poseíaun lenguaje para comunicarse y hacíagrabados y pinturas en las paredes de lascuevas, los cuales aún se conservan enalgunos lugares de Europa.

El ser humano moderno se estable-ció en toda Europa, parte de Asia y emi-

En el número correspondiente a marzodel 2001 de la prestigiosa revista Nature,se describen los restos fósiles de un nue-vo género de homínido, el Kenyanthropusplatyops, descubierto por Meave Leakeyy sus colaboradores. Su nombre es un re-conocimiento a la contribución de Keniaen la elucidación de la evolución huma-na, y de las raíces griegas platus, que sig-nifica plano, y opsis que significa cara.La antigüedad de los fósiles se ha calcu-lado entre 3.5 y 3.2 millones de años. Sinembargo, su localización en el linaje delos homínidos es incierta debido a quecomparte características con otras espe-cies como A. anamensis y A. afarensis(cerebro pequeño del tamaño de un chim-pancé, márgenes nasales planos, etc.),pero presenta características nuevas quelo distinguen de las demás especies (caragrande con dientes pequeños). La natu-raleza de Kenyanthropus plantea algunaspreguntas acerca de la evolución huma-na en general y del comportamiento deestas especies en particular. Se puedepensar que la evolución de los homínidos,como la de otros mamíferos, ocurrió poruna serie de lo que en biología se conocecomo radiaciones, donde muchas espe-cies evolucionaron y se diversificaron rá-pidamente. Se puede pensar incluso queentre 3.5 y 2 millones de años atrás co-existieron muchas especies de homínidos,adaptadas a diferentes ambientes aun-que aún no sepamos por qué. Las investi-gaciones continuarán y en los siguientesaños podremos saber si Kenyanthropuspertenece o no al árbol familiar de loshumanos.

¿Nuevo pariente?

que sus ancestros, H. erectus presenta unacara con mandíbulas pronunciadas y gran-des molares, con una capacidad craneanaentre 750 y 1 225 cc. Los esqueletos sonmás robustos que el del hombre moder-no, lo cual está relacionado con su granfuerza. Representantes de esta especiesson el Niño de Turkana y el Hombre dePekín.

La transición entre H. erectus y H.sapiens ocurrió en algún momento hace400 mil años. Se sabe que algunas pobla-ciones de H. erectus coexistieron con H.habilis en Asia, China y Java. También sesabe que algunos representantes de Homoneanderthalensis aparecieron en Europahace 200 mil años y vivieron hasta hace30 mil o 40 mil años. Los neandertales

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La doctora Ana Barahona trabaja en el Departamentode Biología Evolutiva de la Facultad de Ciencias de laUNAM y es coautora de más de 10 libros, entre los quedestacan los libros de texto nacionales de primaria deciencias naturales de la SEP.

gró hacia América del Norte hace aproxi-madamente 22 a 13 mil años, cuando seformó un puente de hielo que conectóAlaska con Siberia en el estrecho deBering. Se calcula que hace 10 mil añoscerca de cinco millones de seres humanospoblaban la Tierra, al mismo tiempo quesurgía la agricultura. Con el desarrollo ydiseño de nuevas herramientas, el aumentode las formas de comunicación y el esta-blecimiento de nuevos poblados, los se-res humanos colonizaron casi todos loslugares del planeta volviendo superfluaslas diferencias físicas debido a su capaci-dad para fabricar ropa y viviendas paraprotegerse del calor o el frío.

La culturaHemos hablado de los pasos más impor-tantes de la evolución biológica de losseres humanos. Sin embargo, hay que aña-dir que también nos distinguen de nues-tros antepasados directos diferencias nobiológicas a las que podemos llamar cul-turales, y que son típicamente humanas,como la fabricación de herramientas, ellenguaje simbólico, el saber que nos va-mos a morir algún día, una organizaciónsocial basada en la división del trabajo, el

la transmisión de la información a travésde un proceso de enseñanza-aprendizaje(imitación, libros, periódicos, radio, tele-visión, etc.) que es independiente delparentesco biológico. Los científicosapuntan que en los últimos milenios losseres humanos han adaptado el ambientea sus genes con más frecuencia que susgenes al ambiente. Es por esta razón, laaparición de la cultura como una formasuperorgánica de adaptación, que los hu-manos se han convertido en la especie demamíferos más extendida y más exitosadel planeta.

desarrollo de una capacidad moral y elestablecimiento de relaciones afectivasmás profundas y variadas. La cultura esuna característica que incluye también alas instituciones políticas y sociales, alarte, la ciencia y la literatura, y en generaltodas las creaciones de la mente humana.Así, se habla de la evolución cultural, unamanera superorgánica de evolución, yque en los últimos milenios ha devenidoen el modo dominante de la evolución hu-mana.

Para muchos científicos, la evolucióncultural se debe tanto a los cambios cul-turales como a su herencia. Esta última esuna característica especial del ser huma-no para adaptarse al medio y transmitiresos conocimientos a las generaciones si-guientes. La herencia cultural se basa en

Huellas de homínidos bípedos (presuntamentede A. afarensis) encontrados en Laetoli,Tanzania, en una capa de ceniza volcánica en-durecida, con una antigüedad de 3.5 millo-nes de años. Estas huellas son muy parecidasa las del hombre moderno; tienen una arcoestrecho y muestran el dedo gordo alineadocon los demás, lo cual es una característicadel hombre y no de los monos. Según los es-tudios son huellas de adultos que medían1.23-1.47 metros.

El fraude de Piltdown

Los hacedores de la ciencia, por el solo hecho deserlo, no escapan del lado oscuro de la naturalezahumana. Celos, envidias, odios, venganzas y re-sentimientos han manchado más de una página desu historia.

Una de ellas, relacionada con los orígenes delhombre, sucedió hace casi un siglo, cuando en 1908el paleontólogo aficionado inglés Charles Dawsonencontró fragmentos fósiles de un supuestohomínido en Piltdown, una región localizada en laparte este de Sussex, Inglaterra. Dawson comuni-có el hallazgo a su amigo y colega, el paleontólogoArthur Smith Woodward, director del departamen-to de geología del British Museum of NaturalHistory, quien tenía una excelente reputación yera muy respetado en la comunidad científica.

Mientras paleontólogos europeos realizabanimportantes hallazgos de restos fósiles de losancestros del hombre en Europa y Asia, los ingle-ses habían encontrado sólo algunos instrumentosde piedra extremadamente rudimentarios.Woodward tenía la hipótesis de que quienes ela-boraron esas herramientas debían ser homínidosinteligentes con una gran capacidad craneana,pero con características parecidas a las de losprimates, si bien no tenía evidencia que la sus-tentara. Así, el hallazgo de Piltdown le cayó aWoodward como anillo al dedo.

Para 1912 Dawson, Woodward y un equipo depaleontólogos habían encontrado restos de un crá-neo, la mayor parte de una mandíbula y algunosdientes en el yacimiento de Piltdown. Su recons-trucción indicaba que se trataba de un homínidonuevo, aún desconocido para la ciencia, que pre-sentaba una mezcla de características de primatey de ser humano, exactamente como lo predijoWoodward.

El anuncio del hallazgo causó un gran revueloen su época, tanto dentro de la comunidad cientí-fica como entre el público. Los periódicos localeshablaban del descubrimiento, para su fortuna lo-

calizado en territorio inglés, del “eslabón perdi-do” y éste sirvió para dar un gran empuje a lacomunidad paleontológica británica.

Sin embargo, paleontólogos de otros paísesse mostraron escépticos. Algunos pensaban quepodía tratarse del cráneo de un humano y la man-díbula de un primate, unidos accidentalmente enel mismo sitio. En todo caso, señalaron que eranecesario encontrar más fósiles para poder tomar-los en cuenta.

La controversia continuó y en 1917, un añodespués de la muerte de Dawson, Woodward anun-ció que su colega había encontrado poco tiempoantes de morir otro cráneo en Piltdown. Este nue-vo descubrimiento logró convencer a muchos opo-sitores y una gran cantidad de trabajo se invirtiópara tratar de entender la evolución humana ba-sada en estos fragmentos.

Conforme pasó el tiempo y las piezas del rom-pecabezas de la evolución del ser humano se ibancolocando en su sitio, los hallazgos de Piltdownno encajaban en ningún lado. Fue hasta 1953 cuan-do J. S. Weiner, un antropólogo físico de la Uni-versidad de Oxford, decidió volver a estudiar elcaso. Le llamó la atención la falta de informaciónrecabada en el yacimiento, un hecho muy extrañotratándose de paleontólogos de la talla deWoodward. Weiner examinó los restos fósiles ori-ginales y al analizar los dientes al microscopio des-cubrió que estaban pulidos con una lima. Decidióentonces, pulir dientes de chimpancé y el resul-tado fue idéntico. Los otros huesos habían sidocubiertos con una solución de hierro que les dabala apariencia de ser muy antiguos, pero por den-tro eran blancos, lo que indicaba que eran de unaépoca mucho más reciente. Después de varios es-tudios, se determinó que se trataba de huesos deun elefante y de un hipopótamo. A la fecha no seha determinado con exactitud quién fue el culpa-ble de este fraude.

Martha Duhne Backhauss