oracion en el cementerio - semana misionera

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DIA JUEVES CELEBRACION EN MEMORIA DE LOS FIELES DIFUNTOS EN EL CEMENTERIO (ADAPTARLO SI SE CELEBRA LA SANTA MISA) Reunidos en el cementerio, los fieles se congregan para la oración cristiana por los difuntos, Se puede disponer del cirio encendido y un crucifijo, signos de la victoria de Cristo sobre la muerte. Si la oración la dirige un laico, se omiten los saludos propios del sacerdote. LECTOR: Bienvenidos, hermanos, a esta celebración en la que Jesús, una vez más nos repite: “YO SOY LA RESURRECCION Y LA VIDA QUIEN CREE EN MI AUNQUE HAYA MUERTO VIVIRA” SALUDO: Nos reunimos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. SACERDOTE: El Señor esté con ustedes. PRESIDENTE: Buenos días hermanos y hermanas, en el contexto de la Semana Misionera Parroquial, elevamos hoy nuestra oración por los difuntos sepultados en este cementerio, difuntos que en esta vida convivieron con nosotros, nuestras familias y el pueblo. Unidos por los lazos de la sangre, y unidos, sobre todo, por la fe en Jesús Resucitado, vamos a recordar a todos los nuestros que han fallecido, con este pequeño homenaje de cariño, de agradecimiento y de oración, pedimos a Dios para que vivan junto a Él y así descansen en paz. Que recordarles sea para todos nosotros, un acto de fe, en el que les prometamos seguir su ejemplo de vida: esa vida de entrega, de religiosidad, de amor a su tierra y a los suyos. Nos disponemos, así, a vivir este recuerdo como un bien para nosotros, como una llamada que Dios nos hace a través de ellos, a la vida auténtica, a la vida verdadera. Profesemos nuestra fe, la fe en Cristo que nos ofrece vida eterna. (Se reza el credo de los apóstoles)

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Page 1: Oracion en El Cementerio - Semana Misionera

DIA JUEVESCELEBRACION EN MEMORIA DE LOS FIELES

DIFUNTOSEN EL CEMENTERIO

(ADAPTARLO SI SE CELEBRA LA SANTA MISA)

Reunidos en el cementerio, los fieles se congregan para la oración cristiana por los difuntos, Se puede disponer del cirio encendido y un crucifijo, signos de la victoria de Cristo sobre la muerte. Si la oración la dirige un laico, se omiten los saludos propios del sacerdote.

LECTOR: Bienvenidos, hermanos, a esta celebración en la que Jesús, una vez más nos repite: “YO SOY LA RESURRECCION Y LA VIDA QUIEN CREE EN MI AUNQUE HAYA MUERTO VIVIRA”

SALUDO: Nos reunimos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.SACERDOTE: El Señor esté con ustedes.

PRESIDENTE: Buenos días hermanos y hermanas, en el contexto de la Semana Misionera Parroquial, elevamos hoy nuestra oración por los difuntos sepultados en este cementerio, difuntos que en esta vida convivieron con nosotros, nuestras familias y el pueblo.

Unidos por los lazos de la sangre, y unidos, sobre todo, por la fe en Jesús Resucitado, vamos a recordar a todos los nuestros que han fallecido, con este pequeño homenaje de cariño, de agradecimiento y de oración, pedimos a Dios para que vivan junto a Él y así descansen en paz. Que recordarles sea para todos nosotros, un acto de fe, en el que les prometamos seguir su ejemplo de vida: esa vida de entrega, de religiosidad, de amor a su tierra y a los suyos.

Nos disponemos, así, a vivir este recuerdo como un bien para nosotros, como una llamada que Dios nos hace a través de ellos, a la vida auténtica, a la vida verdadera. Profesemos nuestra fe, la fe en Cristo que nos ofrece vida eterna. (Se reza el credo de los apóstoles)

CANTO: IGLESIA PEREGRINA.

PRESIDENTE: Señor, Jesús Resucitado, vencedor de la muerte. Hazte presente entre nosotros, en este día, porque Señor Tú tienes palabras de Vida eterna. Que todos los nuestros, a quienes con cariño hoy recordamos, vivan junto al Padre en el Reino de la Vida. Que descansen de sus fatigas, de sus sufrimientos y trabajos, disfrutando, para siempre, de la paz y la alegría de todos los Santos. Y a todos nosotros, danos la fuerza de tu Espíritu para que nuestra fe sea más clara y más fuerte y nuestro amor más fraternal y comprometido. Te lo pedimos a Ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén

Page 2: Oracion en El Cementerio - Semana Misionera

CANTO DEL ALELUYA

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

Al llegar el mediodía, toda la región quedó en tinieblas hasta la media tarde. Y, a la media tarde, Jesús clamó con voz potente: “Eloí, Eloí, lamá sabaktaní” (Que significa: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”) Algunos de los presentes, al oírlo decían: “Mira, está llamado a Elías”. Y uno echó a correr y, empapando una esponja en vinagre, la sujetó a una caña, y le daba de beber, diciendo: “Dejad, a ver si viene Elías a bajarlo”. Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró. El velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. El centurión, que estaba enfrente, al ver cómo había expirado, dijo: “Realmente este hombre era Hijo de Dios”. Pasado el sábado, María Magdalena, María la de Santiago, y Salomé compraron aromas para ir a embalsamar a Jesús. Y muy temprano, el primer día de la semana, al salir el sol, fueron al sepulcro. Y se decían unas a otras: “¿Quién nos correrá la piedra de la entrada del sepulcro?”. Al mirar, vieron que la piedra estaba corrida, y eso que era muy grande. Entraron en el sepulcro y vieron a un joven sentado a la derecha, vestido de blanco. Y se asustaron. Él les dijo: “No os asustéis. ¿Buscáis a Jesús el Nazareno, el crucificado? No está aquí. Ha resucitado. Mirad el sitio donde lo pusieron”. Palabra del Señor.

BREVE REFLEXIÓN

LECTOR: -También en nuestra vida hay un momento de tinieblas. ¿Quién de los que estamos aquí no hemos exclamado en algún instante “Dios mío, Dios mío por qué me has abandonado”? -Qué importante es, en este día, escuchar el silencio del camposanto; contemplar la tierra o el mármol que guardan a los nuestros y decir: “Estos también eran hijos de Dios”. Y, por lo tanto, no se perderán: ¡resucitarán! - Venimos, en medio de un mundo que esconde y huye de la muerte, para recordar a nuestros difuntos. Como aquellas mujeres, venimos con fe y el recuerdo vivo de los que se marcharon. -Como creyentes no nos podemos quedar en el dintel de la muerte. Hoy, un ángel, de nuevo nos dice: No están aquí, esperan la resurrección del último día.

ORACIÓN DE LOS FIELES

PRESIDENTE: Unámonos en la oración. Oremos por los difuntos, por nosotros mismos y por toda la humanidad. Decimos: Escúchanos, Padre.

Por los hombres y mujeres del mundo entero. Que en el corazón de todos crezcan sentimientos de generosidad, de justicia y de amor. OREMOS...

Por los cristianos. Que con nuestro modo de vivir seamos para todos estímulo de fe y de esperanza. OREMOS...

Por nuestros familiares y amigos difuntos. Que Dios les llene de su amor, y a nosotros nos dé el consuelo y la paz. OREMOS...

Por los que han muerto en nuestra Parroquia durante este último año. Que participen por siempre de la vida de Jesucristo. OREMOS...

Page 3: Oracion en El Cementerio - Semana Misionera

Por todos los difuntos, conocidos y desconocidos, por los que han muerto a causa de la violencia. Que, libres de toda culpa, vivan para siempre la alegría que Dios tiene preparada para todos sus hijos. OREMOS...

Y finalmente, por todos nosotros, los que nos hemos reunido hoy en esta Eucaristía. Que crezcamos en la fidelidad al Evangelio de Jesús y podemos un día compartir su resurrección. OREMOS...

Se pueden agregar algunas intenciones.

LECTOR: Con actitud de fe y esperanza vamos a recordar en el silencio de nuestra mente y corazón, los nombres de los que han muerto y hemos enterrado especialmente en este cementerio.

SILENCIO

PRESIDENTE: Dios Padre; nuestra fe confiesa que tu Hijo, Jesucristo, murió y resucitó por nuestra Salvación. Te pedimos que, acojas la humilde oración de todos los presentes, para que pongas delante de nosotros, en el camino de nuestra existencia, el soplo de la esperanza y el auxilio de tu mano. Concede, Señor, el descanso eterno a nuestros difuntos; perdona las faltas que en vida pudieron cometer considera la fe que, mientras vivieron, te tributaron, no olvides las buenas obras que, de palabra y con su testimonio, realizaron por aquellos que más lo necesitaban. Y, cuando llegue también el momento de nuestra partida, acógenos junto con ellos para prepararnos con gozo santo a la Resurrección que Cristo nos prometió. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén

PRESIDENTE: Dales Señor, el descanso eterno. R. Y brille sobre ellos la luz eterna.

PRESIDENTE: Que su alma y el alma de todos los fieles difuntos, por la misericordia de Dios descansen en paz. Amén.

PADRE NUESTRO: Encomendar a los difuntos es ponerlos en las manos de Dios; las mejores manos; Las manos del Padre. De él sólo cabe esperar amor infinito y entrañable, y vida plena y eterna. Eso es lo que pedimos con la plegaria de Jesús: Padre nuestro...

ORACION FINAL: Tú, Señor, te hiciste carne de nuestra carne en el seno virginal de María. Tú, Señor, compartiste los gozos y las alegrías los éxitos y los fracasos de todos los hombres. Tú, Señor, subiste a la cruz para que comprendiésemos el valor supremo de tu amor. Tú, Señor, cerraste los ojos en la cruz para que, el hombre, no los cerrase definitivamente después de su muerte. Tú, Señor, al tercer día, resucitaste y, desde entonces, el hombre está llamado a la felicidad y no a la muerte. Acoge la oración que te presentamos por todos nuestros difuntos. Como al buen ladrón, dales un lugar en tu paraíso Como a Lázaro, devuélveles un día la vida.Como a los que esperaban en Ti, no les dejes de lado en el último día. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.REZO DE LA SALVE Y BENDICIÓN