oracion del maestro

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La educación e instrucción de los niños, es una de las acciones más meritorias del género humano, y atrae la gracia y el favor del Todo Misericordioso, pues la educación es el fundamento indispensable de toda virtud humana, y le permite al hombre abrirse camino hacia las alturas de perdurable gloria. Si un niño es instruido desde su infancia, por medio del amoroso cuidado del Santo Jardinero, beberá de las cristalinas aguas del espíritu y del conocimiento, al igual que un arbolito en medio de fluyentes arroyos. Y, ciertamente, reunirá para sí los brillantes rayos del Sol de la Verdad, y por medio de su luz y su calor crecerá siempre fresco y hermoso en el jardín de la vida. Por consiguiente, el preceptor debe asímismo hacer de doctor, ello es, al instruir al niño él debe además remediar sus faltas; debe conferirle sabiduría y, al mismo tiempo, educarle para que posea una naturaleza espiritual. Que el maestro sea un doctor para el carácter del niño, de este modo él curará los males espirituales de los hijos de los hombres. Si en esta trascendental tarea se realiza un gran esfuerzo, el mundo de la humanidad brillará con otros ornamentos, y emitirá la más hermosa luz. Entonces, este sitio oscuro se tornará luminoso, y esta morada de tierra se convertirá en el Cielo. Los mismos demonios se transformarán en ángeles, y los lobos en pastores del rebaño, y la manada de perros salvajes en gacelas que pastan en las praderas de unidad, y las bestias voraces en pacíficas manadas, y las aves de rapiña de espolones afilados como cuchillos, en aves cantoras trinando sus dulces notas vernáculas. Pues la íntima realidad del hombres es una línea demarcatoria entre la sombra y la luz, el lugar donde convergen los dos mares, el punto más bajo del arco del descenso y, por tanto, es capaz de ganar todos los grados superiores. Con la educación él puede alcanzar toda excelencia; desprovisto de educación, se quedará en el punto más bajo de la imperfección. Potencialmente, cada niño es la luz del mundo y, al mismo tiempo, la oscuridad; por lo cual la cuestión de la educación debe ser considerada como de importancia primordial. Desde su infancia, el niño debe ser amamantado del pecho del amor de Dios y nutrido en el abrazo de su conocimiento, para que pueda irradiar luz, crecer en espiritualidad, colmarse de sabiduría y erudición, y adquirir las características de la hueste angelical. Ya que vosotros habéis sido asignados para esta sagrada tarea, debéis realizar el mayor esfuerzo para hacer famosa a esta escuela, en todos los aspectos, por todo el mundo, hacer de ella la causa de la exaltación de la Palabra del Señor.

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La educación e instrucción de los niños, es una de las

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La educación e instrucción de los niños, es una de las acciones más meritorias del género humano, y atrae la gracia y el favor del Todo Misericordioso, pues la educación es el fundamento indispensable de toda virtud humana, y le permite al hombre abrirse camino hacia las alturas de perdurable gloria. Si un niño es instruido desde su infancia, por medio del amoroso cuidado del Santo Jardinero, beberá de las cristalinas aguas del espíritu y del conocimiento, al igual que un arbolito en medio de fluyentes arroyos. Y, ciertamente, reunirá para sí los brillantes rayos del Sol de la Verdad, y por medio de su luz y su calor crecerá siempre fresco y hermoso en el jardín de la vida.Por consiguiente, el preceptor debe asímismo hacer de doctor, ello es, al instruir al niño él debe además remediar sus faltas; debe conferirle sabiduría y, al mismo tiempo, educarle para que posea una naturaleza espiritual. Que el maestro sea un doctor para el carácter del niño, de este modo él curará los males espirituales de los hijos de los hombres.Si en esta trascendental tarea se realiza un gran esfuerzo, el mundo de la humanidad brillará con otros ornamentos, y emitirá la más hermosa luz. Entonces, este sitio oscuro se tornará luminoso, y esta morada de tierra se convertirá en el Cielo. Los mismos demonios se transformarán en ángeles, y los lobos en pastores del rebaño, y la manada de perros salvajes en gacelas que pastan en las praderas de unidad, y las bestias voraces en pacíficas manadas, y las aves de rapiña de espolones afilados como cuchillos, en aves cantoras trinando sus dulces notas vernáculas.Pues la íntima realidad del hombres es una línea demarcatoria entre la sombra y la luz, el lugar donde convergen los dos mares, el punto más bajo del arco del descenso y, por tanto, es capaz de ganar todos los grados superiores. Con la educación él puede alcanzar toda excelencia; desprovisto de educación, se quedará en el punto más bajo de la imperfección.Potencialmente, cada niño es la luz del mundo y, al mismo tiempo, la oscuridad; por lo cual la cuestión de la educación debe ser considerada como de importancia primordial. Desde su infancia, el niño debe ser amamantado del pecho del amor de Dios y nutrido en el abrazo de su conocimiento, para que pueda irradiar luz, crecer en espiritualidad, colmarse de sabiduría y erudición, y adquirir las características de la hueste angelical.Ya que vosotros habéis sido asignados para esta sagrada tarea, debéis realizar el mayor esfuerzo para hacer famosa a esta escuela, en todos los aspectos, por todo el mundo, hacer de ella la causa de la exaltación de la Palabra del Señor.