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Opinión 7A EL DIARIO DE SONORA LUNES 10 de Mayo de 2021 L as crisis sacan lo mejor o lo peor de las personas, los go- biernos y las instituciones. El accidente en la Línea 12, también conocida como dorada o sa- lada, no es la excepción. A pesar de que México ha tenido muchas trage- dias, es increíble ver que los políticos y funcionarios siguen sin aprender qué se debe hacer y qué no. Primero hay que aplicar la regla de oro de cualquier crisis: “la gente es prioridad”. En el caso de la Línea 12, el gobierno de la CDMX ha fallado. La información sobre decesos y heri- dos tardó, se registraron testimonios de la falta de medicamentos y aten- ción y, por si no fuera suficiente, la je- fa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, se ha dedicado a repetir que fue “un incidente” minimizando la gravedad. A esto debe sumarse el debate de las indemnizaciones. Por supuesto tampoco ayuda que, una vez más, el presidente Andrés Manuel López Obrador se muestre alejado de las víctimas, sin mostrar la mínima empatía. Seguramente no quiere que se le vincule de ninguna manera con el conflicto y quiere que su discípula lo contenga para evitar un daño mayor de reputación a ni- vel nacional. Simple cálculo político; sabe mejor que nadie lo perjudicial que resulta un #FueelEstado. Segundo, la politización de las tragedias es prácticamente inevita- ble, porque siempre habrá críticas y muchas de éstas vendrán de los ad- versarios. Además, los que están en el banquillo de los acusados senti- rán permanentemente que hay un complot detrás de cada señalamien- to para erosionar su gobierno. Por lo tanto, resulta absolutamente ocioso pedir que “no se politice” un desas- tre, máximo si esta petición viene de quienes hicieron de la politización de tragedias su modus vivendi obte- niendo ganancias políticas. O ¿acaso ya se olvidaron de la Guardería ABC o Ayotzinapa? Pero una cosa es criticar lo evi- dente y otra, irse a sacar la foto a un lado del siniestro, tal como hicieron panistas de la CDMX. ¿A quién se le ocurrió que hacer acto de presencia en la zona del derrumbe de la Línea 12 era un bonito evento de campa- ña? El PAN debería correr a esa men- te brillante. Tercero, no se debe mentir ni de- fender lo indefendible. Ante las ci- fras y evidencia documental de que han disminuido los recursos para el mantenimiento del Metro, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum se ha aferrado en que no es así. Han teni- do que hacer malabares para explicar eso y que no hubo subejercicio. Ade- más, la morenista ha decidido man- tener a la directora del Metro, a pesar de los pesares. Aunque, si no la quitó desde que empezaron los problemas en el Metro, ahora mantenerla podría ser una estrategia para que Florencia Serranía concentre toda la presión de la opinión pública y sea un fusil inter- cambiable cuando sea el momento. Cuarto. Se sabe que las crisis son también como lluvia que riega la es- tupidez humana y provoca que ésta florezca. Al despropósito de los pa- nistas se suma el de la senadora mo- renista Margarita Valdez Martínez, diciendo que el accidente pudo ser porque personas movieron la balle- na que soportaba las vías del Metro o el de Sergio Saldaña Zorrilla, sub- secretario de la Secretaría de Energía, quien en un tuit, que después borró, dijo que “no debe descartarse nin- guna causa, incluyendo un posible sabotaje”. Quinto, aunque exista la tenta- ción, fabricar culpables no es la so- lución. Miguel Ángel Mancera pare- ce una presa fácil, pero quien cons- truyó esa línea fue el actual canci- ller y a quien se le cayó fue a la actual administración. Hasta ahora, el balance es nega- tivo para los gobiernos federal y de la Ciudad de México. La inevitable pregunta es si esto afectará a More- na en las elecciones, algo es seguro, en la Ciudad el partido guinda pue- de despedirse de su sueño de arrasar. Vianey Esquinca Los no, no Rafael Cardona La justicia y el más allá El Cristalazo José Buendía Hegewisch AMLO y Zaldívar toman café L os controles constitu- cionales de la Corte para contener al Pre- sidente y al Congreso pasan también por conversa- ciones informales. Por canales palaciegos, a veces antes que en los espacios institucionales en los que se toman las deci- siones políticas en democracia con “luces y taquígrafos”. Así puede leerse de la reunión pri- vada de su presidente, Arturo Zaldívar, con López Obrador, cuando se espera que el máxi- mo tribunal tenga que pro- nunciarse sobre la validez de la ley que prolonga dos años su mandato. La entrevista sir- vió para que el Ejecutivo rei- terara que el ministro es im- prescindible para la nueva re- forma judicial y limpiar de co- rrupción, mientras el princi- pal beneficiario de ella optó por dejarse ver en Palacio Na- cional, pero hacer mutis sobre su contenido. Por supuesto que el traba- jo coordinado entre poderes es normal, sin menoscabo de su independencia. Pero llama la atención publicitar un en- cuentro privado después del sigilo de Zaldívar ante la apro- bación de la reforma y su ex- tremo cuidado para no pres- tarse a “satisfacer sed de san- gre ni confrontación”. Ahora acude a la oficina presidencial como si se tratara de tomar un café cuando la ley aún no se publica ni es clara su posición sobre ella, pero que dará lugar a una acción de inconstitucio- nalidad. Es decir, en medio del debate público sobre sus im- plicaciones sobre la autono- mía del Poder Judicial y ba- jo la sospecha de someterse al Presidente con una postura de neutralidad que lo excuse de la controversia, que finalmen- te estará en manos de la Corte decidir como máximo tribu- nal de control constitucional. La reforma, aprobada en el Congreso con la mayoría de Morena, ha sido amplia- mente denunciada como un quebranto a la separación de poderes, indispensable para la democracia. A lo largo del proceso legislativo, Zaldívar cargo con las críticas del si- lencio, que se interpreta como anuencia tácita a la voluntad presidencial, que desea man- tenerlo en el cargo hasta el fin del sexenio y desbloquear su agenda política contenida por el Poder Judicial. Esa actitud del que calla otorga, que tra- tó de rebatir para no interferir con otro poder, pero que in- cluso ha contribuido a ensom- brecer la mayor reforma al Po- der Judicial desde 1994. El gobierno ha tenido a jueces y magistrados como blanco de ataques por obsta- culizar sus obras más impor- tantes y reformas, como la eléctrica o de hidrocarburos, a pesar de fallos obsecuentes ante impugnaciones, como la cancelación del NAIM o la consulta para juzgar a expre- sidentes. La urgencia para sa- carla del Congreso, sin embar- go, contrasta con la parsimo- nia para publicarla y dar lugar a la acción de inconstituciona- lidad que preparan legislado- res de oposición y algunos de Morena. En ese impasse, ¿pa- ra qué la reunión? El primer escenario: trans- mitir al Presidente que la “ley Zaldívar” carece de votos su- ficientes, a pesar de que se re- quiere la negativa de 8 de 10 ministros para declarar la in- validez. Eso significa que al menos uno de los tres mi- nistros propuestos por López Obrador iría en contra. Las miradas están puestas en la posibilidad de que Juan Luis González Alcántara defina co- mo fiel de la balanza si mantie- ne el criterio que se le adjudica de haber rechazado la exten- sión de su mandato en el Tri- bunal de Justicia del DF cuan- do se intentó una reforma en la Corte, similar a la de ahora, para beneficiarlo. Un segundo asunto que podría trabarla es que la ex- tensión del mandato de Zaldí- var exceda por un mes el plazo de su cargo como ministro, lo cual dejaría un vacío adminis- trativo en la presidencia de la SCJN. Y una tercera pista son las dificultades de la oposición para alcanzar el tercio de dipu- tados para la impugnación por las ausencias de legisladores en las campañas y sin suplentes en el cargo. El Presidente tie- ne un mes, hasta el 23 de ma- yo, para publicarla o regresar al Congreso. La conducción de Zaldívar no ha ayudado a evitar el con- flicto, por el contrario, aviva la polarización sobre el Poder Ju- dicial, a pesar de que su misión es servir a la justicia para de- tener un abuso constitucional del Presidente o del Congreso. Para ello no necesita reunio- nes privadas, sino fijar postu- ra clara en la plaza pública y en la Corte. Si Zaldívar ha pro- movido una reforma judicial contra la corrupción, justo se- ría que ahora trabajara abier- tamente por evitar la captura de la Corte. C uando en 2017 las filtraciones de agua debajo del paso expreso de Cuernava- ca produjo el agujero conocido como “El socavón”, el entonces presidente del Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, quien un año más tarde ganaría arrolladoramen- te las elecciones presidenciales, Andrés Manuel López Obrador, puso el grito en el cielo y exigió “por lo menos” la renuncia del secretario de Co- municaciones, Gerardo Ruiz Esparza quien en ese tiempo había trabajado por más de una dé- cada con Enrique Peña Nieto. Ahora, en pleno ejercicio presidencial y cuan- do a sus cognados se les viene abajo el Metro, des- pués de haber chocado y sufrido un grave incen- dio con riesgos aún vigentes para la seguridad de los usuarios, la renuncia no es una posibilidad. Ninguno de sus colaboradores, con quienes como en el otro caso, lleva trabajando más de una dé- cada, será molestado ni con el ala de una mosca. La justicia y el más allá Un tropiezo más de la soberbia La gravedad exhibe a la incapacidad La tragedia y el acomodo Los pasos de la muerte Comprensión y presunción de inocencia pa- ra todos. A pesar de sus antecedentes de inepti- tud. Plena con fianza para Marcelo Ebrard, Clau- dia Sheinmbaum y la incompetente Florencia Serranía. Muchos han dicho: es un caso de doble rase- ro, de doble moral. Eso no existe. Quien tiene doble moral (o quiere jugar con doblez en todo), termina por no tener moral al- guna. Y ese es el caso. Todo lo demás, no mentir, no traicionar al pueblo, no robar y el resto de la letanía purifica- dora, no son sino frases, frases huecas cuyo blan- do contenido –sin embargo–, ha servido para lle- nar años y años de falsedad y promesas vacías ca- paces de germinar en la mente de sus millones de seguidores. “En este caso, desde luego que cuando menos debería de renunciar el secretario de obra públi- ca de Peña Nieto, nada más que este señor, (Ruiz) Esparza, pues es el que viene con Peña Nieto des- de hace 10 años, es su socio…“En este caso, des- de luego que cuando menos debería de renun- ciar el secretario de obra pública de Peña Nieto, nada más que este señor, (Ruiz) Esparza, pues es el que viene con Peña Nieto desde hace 10 años, es su socio… “Todos estos políticos corruptos tienen ac- ciones anónimas en el extranjero, les deposi- tan estas empresas constructoras, que se de- dican a hacer autopistas, segundos pisos, pa- sos a desnivel,distribuidores viales y, desde lue- go, las que tienen que ver con la generación de la energía”. Pero más allá de tomar en serio este diagnós- tico, y suponiéndolo cierto, entonces esas in- morales empresas, ni debieron haber sido be- neficiadas por las concesiones del gobierno de Marcelo Ebrard y mucho menos, alguna de ellas, convertirse en contratista del faraónico Tren Maya y otras construcciones de la presen- te admnistraciòn. Y si se acepta lo primero –la denuncia de so- ciedades pútridas–, con todas sus derivaciones, con ese testimonio acusatorio del presidente (cuando aún no lo era), podríamos colegir algu- na sociedad actual con quienes hicieron las obras y los otorgantes de concursos de obra en los tiem- pos actuales, sobre todo cuando la adjudicación directa, sin concursos (aunque fueran simulados) es el nuevo método de trabajo. Obviamente se nos dirá, no; no somos iguales. Y es cierto, en la oposición se exigen renun- cias. En el poder se protege a los amigos y socios políticos. Ya no es lo mismo, pero cómo se pare- ce. No a lo de antes, a lo peor que antes. Los con- tratistas sí son los mismos y quien sabe si han de- jado de matar la vaca mientras algún burócrata, socio o no, le sostiene la pata. Pero sí no se puede perseguir a los responsa- bles del mortal derrumbe del Metro, si es posible hacerlo contra sus herederos. Lea usted esta nueva versión del célebre dicho mexicano, ¿Cómo se murió, si me debía? “ (M).-Tras la muerte de Gerardo Ruiz Espar- za, Secretario de Comunicaciones y Transpor- tes en el sexenio de Enrique Peña Nieto, la Fisca- lía General de la República (FGR) ahora ha cen- trado su investigación por lavado de dinero con- tra su viuda, sus dos hijos, un empresario y cua- tro compañías. “La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) denunció a Ruiz Esparza ante la Fiscalía Especia- lizada en Combate a la Corrupción de la FGR, lo que dio lugar a que el año pasado fuera ini- ciada la carpeta de investigación FED/FECC/ UNAI-CDMX/0000002/2020. “Sin embargo, el pasado 1 de abril el ex titu- lar de la SCT falleció en la Ciudad de México y la Fiscalía tomó la decisión de dictar el no ejercicio de la acción penal por lo que toca a su persona, y solicitar a la SEIDO atraer el caso…” Muy juarista, Justicia y Gracia.

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Page 1: Opinión 7A - mail.eldiariodesonora.com.mx

Opinión 7AEL DIARIO DE SONORAlunes 10 de Mayo de 2021

Las crisis sacan lo mejor o lo peor de las personas, los go-biernos y las instituciones. El accidente en la Línea 12,

también conocida como dorada o sa-lada, no es la excepción. A pesar de que México ha tenido muchas trage-dias, es increíble ver que los políticos y funcionarios siguen sin aprender qué se debe hacer y qué no.

Primero hay que aplicar la regla de oro de cualquier crisis: “la gente es prioridad”. En el caso de la Línea 12, el gobierno de la CDMX ha fallado. La información sobre decesos y heri-dos tardó, se registraron testimonios de la falta de medicamentos y aten-ción y, por si no fuera suficiente, la je-fa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, se ha dedicado a repetir que fue “un incidente” minimizando la gravedad. A esto debe sumarse el debate de las indemnizaciones.

Por supuesto tampoco ayuda que, una vez más, el presidente Andrés Manuel López Obrador se muestre alejado de las víctimas, sin mostrar la mínima empatía. Seguramente no quiere que se le vincule de ninguna manera con el conflicto y quiere que su discípula lo contenga para evitar un daño mayor de reputación a ni-vel nacional. Simple cálculo político; sabe mejor que nadie lo perjudicial que resulta un #FueelEstado.

Segundo, la politización de las

tragedias es prácticamente inevita-ble, porque siempre habrá críticas y muchas de éstas vendrán de los ad-versarios. Además, los que están en el banquillo de los acusados senti-rán permanentemente que hay un complot detrás de cada señalamien-to para erosionar su gobierno. Por lo tanto, resulta absolutamente ocioso pedir que “no se politice” un desas-tre, máximo si esta petición viene de quienes hicieron de la politización de tragedias su modus vivendi obte-niendo ganancias políticas. O ¿acaso ya se olvidaron de la Guardería ABC o Ayotzinapa?

Pero una cosa es criticar lo evi-dente y otra, irse a sacar la foto a un lado del siniestro, tal como hicieron panistas de la CDMX. ¿A quién se le ocurrió que hacer acto de presencia en la zona del derrumbe de la Línea 12 era un bonito evento de campa-ña? El PAN debería correr a esa men-te brillante.

Tercero, no se debe mentir ni de-fender lo indefendible. Ante las ci-fras y evidencia documental de que han disminuido los recursos para el mantenimiento del Metro, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum se ha aferrado en que no es así. Han teni-do que hacer malabares para explicar eso y que no hubo subejercicio. Ade-más, la morenista ha decidido man-tener a la directora del Metro, a pesar

de los pesares. Aunque, si no la quitó desde que empezaron los problemas en el Metro, ahora mantenerla podría ser una estrategia para que Florencia Serranía concentre toda la presión de la opinión pública y sea un fusil inter-cambiable cuando sea el momento.

Cuarto. Se sabe que las crisis son también como lluvia que riega la es-tupidez humana y provoca que ésta florezca. Al despropósito de los pa-nistas se suma el de la senadora mo-renista Margarita Valdez Martínez, diciendo que el accidente pudo ser porque personas movieron la balle-na que soportaba las vías del Metro o el de Sergio Saldaña Zorrilla, sub-secretario de la Secretaría de Energía, quien en un tuit, que después borró, dijo que “no debe descartarse nin-guna causa, incluyendo un posible sabotaje”.

Quinto, aunque exista la tenta-ción, fabricar culpables no es la so-lución. Miguel Ángel Mancera pare-ce una presa fácil, pero quien cons-truyó esa línea fue el actual canci-ller y a quien se le cayó fue a la actual administración.

Hasta ahora, el balance es nega-tivo para los gobiernos federal y de la Ciudad de México. La inevitable pregunta es si esto afectará a More-na en las elecciones, algo es seguro, en la Ciudad el partido guinda pue-de despedirse de su sueño de arrasar.

Vianey Esquinca

Los no, no

Rafael Cardona

La justicia y el más alláEl Cristalazo

José Buendía Hegewisch

AMLO y Zaldívar toman café

Los controles constitu-cionales de la Corte para contener al Pre-sidente y al Congreso

pasan también por conversa-ciones informales. Por canales palaciegos, a veces antes que en los espacios institucionales en los que se toman las deci-siones políticas en democracia con “luces y taquígrafos”. Así puede leerse de la reunión pri-vada de su presidente, Arturo Zaldívar, con López Obrador, cuando se espera que el máxi-mo tribunal tenga que pro-nunciarse sobre la validez de la ley que prolonga dos años su mandato. La entrevista sir-vió para que el Ejecutivo rei-terara que el ministro es im-prescindible para la nueva re-forma judicial y limpiar de co-rrupción, mientras el princi-pal beneficiario de ella optó por dejarse ver en Palacio Na-cional, pero hacer mutis sobre su contenido.

Por supuesto que el traba-jo coordinado entre poderes es normal, sin menoscabo de su independencia. Pero llama la atención publicitar un en-cuentro privado después del sigilo de Zaldívar ante la apro-bación de la reforma y su ex-tremo cuidado para no pres-tarse a “satisfacer sed de san-

gre ni confrontación”. Ahora acude a la oficina presidencial como si se tratara de tomar un café cuando la ley aún no se publica ni es clara su posición sobre ella, pero que dará lugar a una acción de inconstitucio-nalidad. Es decir, en medio del debate público sobre sus im-plicaciones sobre la autono-mía del Poder Judicial y ba-jo la sospecha de someterse al Presidente con una postura de neutralidad que lo excuse de la controversia, que finalmen-te estará en manos de la Corte decidir como máximo tribu-nal de control constitucional.

La reforma, aprobada en el Congreso con la mayoría de Morena, ha sido amplia-mente denunciada como un quebranto a la separación de poderes, indispensable para la democracia. A lo largo del proceso legislativo, Zaldívar cargo con las críticas del si-lencio, que se interpreta como anuencia tácita a la voluntad presidencial, que desea man-tenerlo en el cargo hasta el fin del sexenio y desbloquear su agenda política contenida por el Poder Judicial. Esa actitud del que calla otorga, que tra-tó de rebatir para no interferir con otro poder, pero que in-cluso ha contribuido a ensom-

brecer la mayor reforma al Po-der Judicial desde 1994.

El gobierno ha tenido a jueces y magistrados como blanco de ataques por obsta-culizar sus obras más impor-tantes y reformas, como la eléctrica o de hidrocarburos, a pesar de fallos obsecuentes ante impugnaciones, como la cancelación del NAIM o la consulta para juzgar a expre-sidentes. La urgencia para sa-carla del Congreso, sin embar-go, contrasta con la parsimo-nia para publicarla y dar lugar a la acción de inconstituciona-lidad que preparan legislado-res de oposición y algunos de Morena. En ese impasse, ¿pa-ra qué la reunión?

El primer escenario: trans-mitir al Presidente que la “ley Zaldívar” carece de votos su-ficientes, a pesar de que se re-quiere la negativa de 8 de 10 ministros para declarar la in-validez. Eso significa que al menos uno de los tres mi-nistros propuestos por López Obrador iría en contra. Las miradas están puestas en la posibilidad de que Juan Luis González Alcántara defina co-mo fiel de la balanza si mantie-ne el criterio que se le adjudica de haber rechazado la exten-sión de su mandato en el Tri-

bunal de Justicia del DF cuan-do se intentó una reforma en la Corte, similar a la de ahora, para beneficiarlo.

Un segundo asunto que podría trabarla es que la ex-tensión del mandato de Zaldí-var exceda por un mes el plazo de su cargo como ministro, lo cual dejaría un vacío adminis-trativo en la presidencia de la SCJN. Y una tercera pista son las dificultades de la oposición para alcanzar el tercio de dipu-tados para la impugnación por las ausencias de legisladores en las campañas y sin suplentes en el cargo. El Presidente tie-ne un mes, hasta el 23 de ma-yo, para publicarla o regresar al Congreso.

La conducción de Zaldívar no ha ayudado a evitar el con-flicto, por el contrario, aviva la polarización sobre el Poder Ju-dicial, a pesar de que su misión es servir a la justicia para de-tener un abuso constitucional del Presidente o del Congreso. Para ello no necesita reunio-nes privadas, sino fijar postu-ra clara en la plaza pública y en la Corte. Si Zaldívar ha pro-movido una reforma judicial contra la corrupción, justo se-ría que ahora trabajara abier-tamente por evitar la captura de la Corte.

Cuando en 2017 las filtraciones de agua debajo del paso expreso de Cuernava-ca produjo el agujero conocido como “El socavón”, el entonces presidente del

Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, quien un año más tarde ganaría arrolladoramen-te las elecciones presidenciales, Andrés Manuel López Obrador, puso el grito en el cielo y exigió “por lo menos” la renuncia del secretario de Co-municaciones, Gerardo Ruiz Esparza quien en ese tiempo había trabajado por más de una dé-cada con Enrique Peña Nieto.

Ahora, en pleno ejercicio presidencial y cuan-do a sus cognados se les viene abajo el Metro, des-pués de haber chocado y sufrido un grave incen-dio con riesgos aún vigentes para la seguridad de los usuarios, la renuncia no es una posibilidad. Ninguno de sus colaboradores, con quienes como en el otro caso, lleva trabajando más de una dé-cada, será molestado ni con el ala de una mosca.

La justicia y el más alláUn tropiezo más de la soberbiaLa gravedad exhibe a la incapacidadLa tragedia y el acomodoLos pasos de la muerteComprensión y presunción de inocencia pa-

ra todos. A pesar de sus antecedentes de inepti-tud. Plena con fianza para Marcelo Ebrard, Clau-dia Sheinmbaum y la incompetente Florencia Serranía.

Muchos han dicho: es un caso de doble rase-ro, de doble moral.

Eso no existe.Quien tiene doble moral (o quiere jugar con

doblez en todo), termina por no tener moral al-guna. Y ese es el caso.

Todo lo demás, no mentir, no traicionar al pueblo, no robar y el resto de la letanía purifica-dora, no son sino frases, frases huecas cuyo blan-do contenido –sin embargo–, ha servido para lle-nar años y años de falsedad y promesas vacías ca-paces de germinar en la mente de sus millones de seguidores.

“En este caso, desde luego que cuando menos debería de renunciar el secretario de obra públi-ca de Peña Nieto, nada más que este señor, (Ruiz) Esparza, pues es el que viene con Peña Nieto des-de hace 10 años, es su socio…“En este caso, des-de luego que cuando menos debería de renun-ciar el secretario de obra pública de Peña Nieto, nada más que este señor, (Ruiz) Esparza, pues es el que viene con Peña Nieto desde hace 10 años, es su socio…

“Todos estos políticos corruptos tienen ac-ciones anónimas en el extranjero, les deposi-tan estas empresas constructoras, que se de-dican a hacer autopistas, segundos pisos, pa-sos a desnivel,distribuidores viales y, desde lue-go, las que tienen que ver con la generación de la energía”.

Pero más allá de tomar en serio este diagnós-tico, y suponiéndolo cierto, entonces esas in-morales empresas, ni debieron haber sido be-neficiadas por las concesiones del gobierno de Marcelo Ebrard y mucho menos, alguna de ellas, convertirse en contratista del faraónico Tren Maya y otras construcciones de la presen-te admnistraciòn.

Y si se acepta lo primero –la denuncia de so-ciedades pútridas–, con todas sus derivaciones, con ese testimonio acusatorio del presidente (cuando aún no lo era), podríamos colegir algu-na sociedad actual con quienes hicieron las obras y los otorgantes de concursos de obra en los tiem-pos actuales, sobre todo cuando la adjudicación directa, sin concursos (aunque fueran simulados) es el nuevo método de trabajo.

Obviamente se nos dirá, no; no somos iguales.Y es cierto, en la oposición se exigen renun-

cias. En el poder se protege a los amigos y socios políticos. Ya no es lo mismo, pero cómo se pare-ce. No a lo de antes, a lo peor que antes. Los con-tratistas sí son los mismos y quien sabe si han de-jado de matar la vaca mientras algún burócrata, socio o no, le sostiene la pata.

Pero sí no se puede perseguir a los responsa-bles del mortal derrumbe del Metro, si es posible hacerlo contra sus herederos.

Lea usted esta nueva versión del célebre dicho mexicano, ¿Cómo se murió, si me debía?

“ (M).-Tras la muerte de Gerardo Ruiz Espar-za, Secretario de Comunicaciones y Transpor-tes en el sexenio de Enrique Peña Nieto, la Fisca-lía General de la República (FGR) ahora ha cen-trado su investigación por lavado de dinero con-tra su viuda, sus dos hijos, un empresario y cua-tro compañías.

“La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) denunció a Ruiz Esparza ante la Fiscalía Especia-lizada en Combate a la Corrupción de la FGR, lo que dio lugar a que el año pasado fuera ini-ciada la carpeta de investigación FED/FECC/UNAI-CDMX/0000002/2020.

“Sin embargo, el pasado 1 de abril el ex titu-lar de la SCT falleció en la Ciudad de México y la Fiscalía tomó la decisión de dictar el no ejercicio de la acción penal por lo que toca a su persona, y solicitar a la SEIDO atraer el caso…”

Muy juarista, Justicia y Gracia.