AULA INTERIOR

BOLETÍN

Dudas resueltas

Boletín 16

[01 de febrero 2019]

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Índice

Utilidad del boletín 3

Dudas del Grupo Online

Sobre la fortaleza y la debilidad 4

Sobre fusionarse con el entorno 8

Sobre superar el duelo tras una relación 10

Sobre nadie me perjudica, nadie me daña, nadie me beneficia 17

Sobre dejar ir los pensamientos nocivos 21

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Utilidad del boletín

Plantea tus dudas y experiencias al correo electrónico gestionado por

Marta, info@aulainterior.com, ella me ordena todos los correos y me los

envía ya preparados para contestar un día a la semana. Sobre este

documento yo preparo los boletines que se irán colgando en “ACCESO

ALUMN@S” de www.aulainterior.com

Al plantear la pregunta, te agradezco que lo hagas sin dar datos personales,

así me evitas el trabajo de sacarlos y sirve para todos. También te

recomiendo que envíes tu duda antes del miércoles, pues a partir de ese

día las dudas que lleguen serán contestadas la próxima semana.

MUY IMPORTANTE: haz sólo preguntas sobre los contenidos del curso. No

hago terapia y no soy psicólogo, así que no me plantees temas que no sean

del curso: "¿me he de casar con tal persona?", "¿tengo que matricularme

en tal asignatura?", etc. Recuerda: solo preguntas relacionadas con el

contenido del curso.

Si recibo varios mails de una misma duda, sólo pongo uno, pero de manera

que conteste todas las personas que tenían esta dificultad y, además, es útil

para las personas que no la habían planteado

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DUDAS DEL GRUPO ONLINE

Sobre la fortaleza y la debilidad

Hola Daniel,

¡Buenos días!

Tengo dudas sobre los conceptos de fortaleza y debilidad. Aparentemente es muy sencillo discernir entre fuerte y débil, pero a menudo todo es según la profundidad con que se mire.

Sí, creo que eso sucede con muchas cosas, ¿verdad? Al mirar con profundidad nos damos cuenta que aquello que veíamos tan claro solo era un cliché, ¿verdad?

Por ejemplo, una persona sumisa puede parecer débil por su condición de sumisión, pero dentro puede existir una enorme fuerza vital que no se ve porque precisamente no se manifiesta contra esa sumisión.

Todos tenemos la misma fuerza vital en potencia. Se verá o no, surgirá de forma evidente o no, pero todos y todo tenemos la misma fuerza vital. De hecho, es ella la que nos hace vivir y no son fuerzas vitales diferentes, sino la misma. Y es nuestro destino recuperarla y vivirla activamente, puesto que ya la somos.

Por otro lado, desde otro punto de vista, alguien que puede parecer muy víctima/sumiso puede estar manipulando a los demás desde ese victimismo. Por lo tanto, visto así, tiene mucho más poder del que dice manifestar.

Ya ves: son dos ejemplos muy distintos que suelen pasar desapercibidos en el tema de la energía y su expresión.

Del mismo modo, otra persona aparentemente fuerte puede esconder en su interior una gran debilidad y utilizar la fuerza como escudo.

Sí: al contrario que la “víctima”, puede agredir para esconder su propio miedo.

De hecho, la mayoría de personas que se viven como violentas agreden

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porque les duele una herida interior... no es realmente que sean más fuertes, sino que han encontrado una forma de huir de su dolor a través de una agresión que proyectan hacia afuera. De ahí, por ejemplo, el título de mi último libro: “El dolor es amor retenido”: hasta que no me rindo y me amo, el dolor puede ser una fuerza motora... ¡pero me duele innecesariamente!

O una persona con muchos cambios en su vida puede parecer fuerte pues afronta esos cambios o débil porque no es capaz de hacer raíces en ninguna situación.

Sí: y la respuesta solo la sabe la persona cuando mira en su interior de forma honesta. Desde fuera no puedes saber nada. ¡Curioso! ¿Verdad?

Lo digo porque desmonta las certezas habituales con las que, normalmente, nos relacionamos con el mundo y los demás: este es así o asá... cuando solo esa persona puede saber lo real.

Me resulta por tanto, muy difícil identificar realmente fortaleza y debilidad.

No, no. Al contrario.

Te resulta muy difícil identificar la fortaleza y debilidad en las demás personas.

Pero, justamente porque ya ves eso, puedes empezar a ver en ti mismo/a si actúas desde la fortaleza o desde la debilidad (aunque, en realidad, debería decir si actúas con mayor o menor fortaleza, pues la debilidad solo es menor cantidad de fortaleza). ¿Te das cuenta? ¿Lo puedes observar en ti?

Además, otras características pueden ser generadoras de interferencias para evaluar correctamente. Por ejemplo, una persona seria parece que está más impregnada de fortaleza que una persona bromista.

Sí, pero cuando te miras a ti mismo/a puedes ver si actúas o no desde una mayor o menor fortaleza. Por lo tanto, ahí no hay problema. Tú sabes la verdad en ti.

Me pregunto entonces: Tiene sentido esta categorización fuerte/débil?

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Bueno, en realidad, solo hay gradaciones de fortaleza. La debilidad es solo lo que no consideramos “suficientemente fuerte”.

Fíjate que la debilidad de una persona adulta sería una fortaleza inmensa en un bebé. Por lo tanto, lo único que existe es la fortaleza en grados diferentes.

Pero, en todo caso, cuando te miras interiormente ves si te mueves desde el miedo o desde la confianza, si actúas con la fortaleza que tienes en potencia o si la retienes. Cuando te miras a ti interiormente con honestidad lo vas viendo.

Quien mira, acabará viendo. Eso es inevitable.

Por lo tanto, las dudas que ahora tienes en realidad son una bendición: la venda de los ojos va cayendo cada vez más.

Existe alguna "pista" que aporte luz para identificar correctamente?

En los demás no.

En nosotros/as sí: el origen de nuestra acción, lo que nos motiva. Y al mirar, se nos haciendo evidente.

Por ejemplo, a mayor grado de crecimiento personal corresponde siempre mayor grado de fortaleza?

En general, sí. Pues como lo externo la preocupa menos, se puede actuar tal como se ha decidido y se puede mantener más la paz interior y el amor hacia ella y el mundo. Eso es una muestra de fortaleza real en mayor grado, ¿no crees?

¿Es una persona fuerte aquella que nunca se derrumba?

Cuanto más fuerte eres, más libre eres: el exterior no marca ni tu conducta, ni lo que sientes o piensas. En este sentido tenderás a derrumbarte menos y a rehacerte antes cuando suceda.

¿Mayor nivel de conciencia implica mayor fortaleza?

En general, sí.

Pues te conoces mejor y, por tanto, no te engañas, eres más sólido y

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buscas las respuestas en tu interior y no fuera. Dependes menos del entorno y, desde ese punto de vista, tienes más libertad, más fortaleza.

¿Que sinónimos pondrías a fortaleza? ¿Confianza en sí mismo? ¿Determinación? ¿Asertividad? ¿Firmeza? ¿Capacidad de adaptarse? ¿El agua es fuerte o es débil?

Pues las que has dicho pueden ser útiles, pero y yo añadiría: libertad. Cuando el exterior no determina lo que pienso, siento y hago soy libre, fuerte, sólido, independiente.

¿Tiene sentido clasificar?

No lo sé.

Seguramente no tienen mucho sentido para aplicarlo a los demás. Sin embargo, sí es útil observarse interiormente para ver si voy cultivando mi fortaleza, si la hago crecer, si cosas que antes me desmontaban durante mucho tiempo ahora me afectan menos o, incluso, ha dejado de afectarme. Eso indicaría que mi potencialidad se va expresando, ¿verdad?

Gracias Daniel. Las cosas en la superficie son bastante sencillas pero cuando haces una segunda derivada ya no resultan nada evidentes.

Sí: y eso es hermoso, ¿verdad?

No queremos vivir en el engaño, sino en lo real. Y es hermoso ver la profundidad de temas que antes nos parecían simples y evidentes y que, sin embargo, ahora los comprendemos con mayor profundidad y, a la vez, vemos que no eran tan simples como parecían... ¡así seremos nosotros/as los que dejaremos de ser simples! Je, je, je...

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Sobre fusionarse con el entorno

Hola,

Hola!

Tengo una duda relacionada con el centro emocional. Me siento muy identificada cuando se habla de personas que se fusionan con el entorno. Me considero una persona muy empática, pero a raíz de este curso he entendido que no lo soy con suficiente sabiduría ya que muchas veces esto me provoca mucho sufrimiento porque no consigo separar las emociones del otro con las mías.

Lo entiendo.

Hemos confundido el amor con el fusionarnos con los demás y, claro, al vivirlo nos sentíamos buenos/as, aunque nos hiciese sufrir.

Sin embargo, espero que ahora veas que eso no te aporta mucho ni a ti, ni a la persona con la que te fusiones.

Por lo tanto, creo que intuyes que lo que hay que hacer es ir separándonos de este sentimentalismo con el que hemos confundido el amor y empezar a amar, a comprender al otro, pero manteniendo mis propias fronteras: yo soy yo.

Soy muy sensible y me fusiono tanto que muchas veces incluso intento evitar que me cuenten ciertas cosas para no pasarlo mal, o me pongo muchas corazas y esto me impide estar en contacto con mi yo y en consecuencia no me siento bien conmigo misma.

No te equivoques: tu yo no tiene que ver con lo que sientes, sino con QUIÉN es capaz de sentir, hacer y pensar.

Y si evitamos sentir es, casi seguro, porque carecemos de la energía suficiente como para seguir anclados en nosotros/as sin que lo emocional nos arrastre. Es decir, una falta de energía aplicada a la identidad que soy me impide vivirme separado de la realidad.

Hasta hace poco te podían decir que eras muy sensible y buena/o. Pero

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ahora ya ves que eso no es así, que la bondad y la sensibilidad son útiles solamente si nos ayudan a ser más nosotros/as mismos/as pero no si nos hacen olvidar de quienes somos y nos fusionamos en los demás o en las situaciones o similares.

Te agradezco haberme ayudado a darme cuenta de esta situación (y de muchas otras), pero aunque ahora soy consciente y esto me ayuda, no se que puedo hacer para trabajar este aspecto y poder conseguir empatizar sin fusionarme ni sentir la necesidad de poner corazas, ya que esto me puede llevar a ser todo lo contrario y parecer fría.

No te preocupes: justo estás hablando de las medicinas y eso será lo que vamos a ir abordando durante este mes.

De entrada, tendremos las medicinas para todos/as: las 7 herramientas del amor (úsalas para relacionarte contigo y con los demás) mientras mantienes las 3 actitudes que comentamos en la primera clase online: máscara de oxígeno, promesa de sabiduría y espejo.

Luego, en las clases siguientes, irás viendo cómo reequilibrar cada uno de los centros. Creo que cuando hagamos el centro emocional y el centro energético habrá cosas que sabrás que son para ti: ya lo tendrás.

Muchas gracias Daniel por todo lo que estas haciendo, para mi está siendo un regalo este curso.

¡Sí! ¡Un regalo maravilloso que nos damos a nosotras/os mismos/as!

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Sobre superar el duelo tras una relación

Hola Daniel,

¡Buenos días!

Quería contarte algo intenso que me acaba de pasar. La verdad es que casualmente este curso que hago aula interior me están pasando muchas cosas que me van costando lo suyo superar, esta última no sabes lo que me alegro de tener tantas herramientas, porque en el fondo aunque ahora estoy en una especie de duelo, intuyo que sacaré un buen aprendizaje y que las herramientas ya me están ayudando a superarlo.

No lo dudo, nuestra sabiduría es nuestro mayor tesoro cuando podemos aplicarla.

Veras, tuve una relación de 17 años, tuvimos un hijo que ahora cumplirá 4 añitos. Cuando nuestro pequeño nació, yo pasé por la peor época de mi vida, sufrí un trastorno obsesivo y depresión, imagínate lo que sufrí al no poder salir de aquel pozo y tener un bebe al que tenía que cuidar.

¡Buf! Sí, me lo imagino.

No solo por el sufrimiento de la enfermedad en sí y remarco el término enfermedad, pues eso es lo que vivías; y sugiero que si hubiera sido una enfermedad física seguramente hubiera sido más fácil de asimilar; pero siendo una enfermedad psiquiátrica o psicológica, lo más seguro es que a la enfermedad en sí unieras la presión social y, además, la auto-culpabilidad... Fue así, ¿verdad?

Gracias a Dios puede superar aquel enorme bache con ayuda psicológica. Y hoy en día nuestro hijo es un niño precioso y sano. Pero la relación con la que era mi pareja se deterioró muchísimo.

Sí, a veces pasa.

Lo entiendo.

Después de aquel bache yo solo tenía energía para mí y para mi hijo, me volqué en él, supongo que no sé si equivocadamente o no quería compensar aquel primer año que no lo pude cuidar y amar como me

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hubiera gustado. La relación con mi pareja se volvió insostenible e infeliz y aunque ninguno de los dos éramos felices yo fui la que decidí que tomáramos caminos separados.

De acuerdo. Y si no erais felices, creo que fue una sabia decisión que buscaba apoyaros para poder rebrotar. ¿no crees?

Durante los casi tres años que llevamos separados, sé que él lo ha pasado mal, que hubiera querido volver conmigo, hicimos algunos intentos de volver pero yo no me sentía feliz.

Siempre he tenido la sensación de que me faltaba encontrarme a misma, y en esos momentos quería hacerlo sola, quería volar, me sentía encerrada en aquella relación, el mundo se me hacía pequeño al imaginar estar siempre con él, sentía que nuestra visión sobre la vida y la crianza eran tan distintas, quería encontrarme y no tenía energía o amor para ocuparme también de cómo gestionar el vivir en pareja. Sus virtudes ya no compensaban todo lo que me molestaba de él, era como si mis prioridades hubieran cambiado.

Lo entiendo.

La cuestión es que aunque estábamos separadas yo intuía que él estaba allí. Últimamente pensaba, haciendo el curso, y aprendiendo todo lo que estoy aprendiendo que quizás poco a poco me sentiría más preparada para iniciar de nuevo una relación con él, quizás esas ganas de volar irían menguando, pero no podía volver sin sentirme yo equilibrada y en paz, sin saber quién era y adonde quería ir.

Sí. Y nunca sabes lo que la vida te depara. Quizás un regreso, pero quizás no. No lo puedes saber. Nuestra misión no es mandar en la vida, sino saber decir “hágase tu voluntad”: luchar contra la vida siempre nos hace perder. Lo ves, ¿verdad?

Pensé que quizás cuando llegara el momento sería ya demasiado tarde y él podría haber pasado página entonces me vino la paz interior al pensar que en ese caso nada pasaría porque yo me tendría a mí misma y eso es lo esencial y tendría el plus de que el sería feliz.

Sí. Efectivamente.

Bueno pues el domingo me dijo que había iniciado una relación desde

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hacía un tiempo, que había podido pasar página y que estaba muy ilusionado. Al acto me alegre mucho por él, que bien verlo feliz después de tanto tiempo, sentí amor incondicional, que bien que mi hijo tendría un papa bien contento, pero a la vez el corazón se me rompió y lo tengo ahora en mil pedazos.

Y es normal la tensión emocional.

Por un lado viviste la felicidad del otro (y eso demuestra un avance muy grande por tu parte, supongo que lo ves), pero a la vez debes pasar un duelo para poder dejar caer una ilusión que (aunque en la recámara) la tenías ahí.

Ahora sí hay que pasar página.

¿Porque siento ahora el duelo que no pasé cuando nos separamos?

Porque entonces pasaste un duelo, pero seguías manteniendo una pequeña luz de esperanza y ahora toca apagarla y girar página definitivamente.

La situación ha cambiado y es el momento de decir un adiós definitivo a un tipo de relación.

El hecho que sea definitivo implica un duelo... hay que volver a pasar el trozo de duelo que aún nos faltaba vivir...

¿Porque ahora veo solo sus virtudes y ya no veo tan difícil haber vivido con sus defectos? ¿Por qué ahora lo idealizo como si estuviera enamorada de él? ¿Porque ahora lo echo tanto de menos? ¿Porque ahora me siento a morir? Supongo que debe ser un duelo.

Sí. Tal cual.

Te animo a hacer una lista larga de todas sus virtudes y, también de lo que te costaba de superar y, tras agradecerte lo que te ha dado, quemar la lista y desearle lo mejor.

También puedes dejar ir las cenizas al viento para que enriquezca el mundo, mientras tú te abres al futuro.

Es una forma sencilla de ayudar a tu inconsciente de dejarlo ir, sabiendo

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que tienes muchas cosas que agradecer.

Ahora entiendo sus tres años de verlo con mala leche, habrá sentido el tanto tiempo lo que yo siento ahora? No supe valorarlo? Una de las cosas que me hacían tirarme atrás a volver era verlo tan amargado y como nos hablaba a veces. Ahora entiendo que puede que actuara así por enfado y malestar.

Sí. Pero si entonces no era el momento, ahora es la oportunidad de dejarlo vivir su vida y desearle lo mejor.

No es que ahora (intuyo) estés de nuevo enamorada (bueno, tampoco tendría mucha importancia: solo es un tema biológico), sino que estás dejando ir los últimos resortes del duelo para poder sentirte totalmente libre.

No necesitas sentirte ahora culpable y dolorida para “pagar” el hecho de haberlo dejado. Ahora lo puedes dejar ir sabiendo que tú eres completa y él es completo y que hiciste lo que sabías y creías adecuado.

¿Verdad que me entiendes?

Me siento culpable por no haber tenido más empatía con él. Desesperadamente le dije que yo aún lo quería y que si eso podía cambiar las cosas. Me dijo que no. Que ha estado tres años esperando y que yo siempre le he dicho no y por fin ahora era feliz. Lo entiendo perfectamente, claro que sí y por supuesto yo no seré ningún impedimento en su relación, todo lo contrario.

Lo entiendo y es sabio que lo apoyes y te apoyes a ti misma/o.

Pero eso no quita que yo éste hecha polvo, lo oigo o lo veo cuando viene a por el peque y no puedo evitar llorar y verlo con los ojos que no lo he visto estos tres años. Se me ha ido el hambre y el sueño. Y me siento culpable por no haberlo valorado durante estos tres años.

Sí, me lo imaginaba: no necesitas maltratarte por haber cortado con él en su momento.

Creo que el inconsciente te puede querer hacer sufrir hasta hacerte sentir “perdonada” de que fuiste “la mala”. Te ruego que lo medites y te mires a ti con amor, sin necesidad de castigarte...

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No es necesario castigarte... hiciste lo que creías adecuado. No fuiste injusta, ni nada por el estilo.

Y salen esas creencias escondidas: ahora te lo mereces por no haberle hecho caso, menos mal que ahora sé que son solo creencias y que tengo derecho a equivocarme.

Sí. Y que es adecuado dejar marchar a las personas si así lo desean y más cuando hemos tenido una experiencia de que somos poco compatibles como pareja aunque nos amemos.

Fíjate lo que digo: el amor es para siempre, pero no necesitamos ser la pareja de nadie para apoyar a esa persona. Ese aprendizaje que has hecho vale un imperio.

Lo ves, ¿verdad?

Pero aunque noto que es fuerte lo que me está pasando, y creo que en otro momento de mi vida esto me hubiera hundido, ahora tengo la intuición de que serán unos días y pasará y aprenderé y avanzaré.

Sí, no tengo ninguna duda.

Ahora ya no estás tan identificada con los sentimientos y eso te da un eje, una fuerza que te será muy útil.

Además, tienes la sabiduría necesaria como para actuar buscando su y tu máximo bien.

No sé si realmente yo quería estar con él pero no lo veía, no sé si me equivoqué y ahora noto que lo he perdido para siempre como pareja, no sé si quizás lo más fuerte es el apego y la falta de autoestima. Pero cojo todas las herramientas que he ido extrayendo del curso.

Pero recuerda: no ser pareja no implica dejar de desear lo mejor para esa persona y vivir con gran agradecimiento.

La relación se ha transformado. Simplemente.

Pero el amor sigue ahí: buscar el máximo bien, aunque se exprese de formas diferentes.

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El amor sí es para siempre, el tipo de relación no.

Daniel, ¿verdad que se puede decidir no sufrir? Pues decido dejar de sufrir por primera vez en mi vida.

Efectivamente: esa es una herramienta de amor.

¡Me alegra que la hayas captado!

Solo requiere práctica, pero es real y verídica.

Decido cuidarme intensamente. Decido que aunque ahora tenga pena, no me voy a machacar, me voy a amar. Ahora si voy a valorar la realidad que tengo en este momento y no soñar con lo que he perdido. La realidad es que tengo un hijo precioso que me necesita, unos padres que me quieren, unas hermanas maravillosas y un trabajo que me llena, y un padre que también cuida de su hijo y que ahora encima es feliz. Y me tengo a mí y eso es lo esencial, que estoy aprendiendo a vivir más feliz, a reencontrarme. No existen las medias naranjas y puedo ser igual de feliz sin pareja. La culpa no existe hice lo que pude, tengo derecho a equivocarme. Es mi responsabilidad amarme a mí y vivir mi realidad, solo en ella puedo ser feliz.

Es hermoso que te des cuenta.

Muy hermoso.

Gracias por compartirlo: es una lección de vida en directo.

Gracias por tu honestidad.

Gracias por todas las ideas del curso, voy a poner todo de mi para cuidarme y valorarme a mí y a mi vida.

Disculpa por alargarme tanto Daniel. Necesitaba comprometerme por escrito conmigo misma.

Lo entiendo y verlo ha sido hermoso. Gracias.

Por cierto la utilidad del boletín es muy grande. Hay preguntas que hace la gente que parece que las haya escrito yo.

Y esta también será muy útil para muchas personas, no lo dudo.

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Gracias por compartirla.

Un abrazo.

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Sobre ‘nadie me perjudica, nadie me daña, nadie me beneficia’

Buenas tardes.

¡Hola!

Estoy muy contenta realizando este curso. Siento que aunque aparentemente haya pocos cambios, no soy la misma persona de octubre. No es exacto, soy la misma , pero con más sabiduría.

Sí, lo entiendo.

También yo, en su momento, iba teniendo esa sensación y, a pesar de las diferentes dificultades que me ha deparado la vida, la he seguido teniendo: como un crecimiento continuo, un avance hacia adentro...

Me registro siempre para seguir la clase en directo, alguna vez la sigo aunque la mayoría de las veces la veo más tarde ese lunes o sino el martes.

Sí, es la suerte del online: ¡siempre disponible!

Siempre que estoy presente, que me habito, lo noto porque mi cuerpo al ser consciente de ello deja de estar tenso, controlando -algo de lo que no soy consciente- y se afloja , la columna se endereza...el caminar da la sensación se ralentiza, existe sólo ese momento.

Sí!

Me cuesta mucho todavía estar tiempo "presente".

No te fijes en los ratos que no, fíjate en los ratos que sí.

¿De acuerdo?

Lo que no... ¡simplemente no existe!

Hoy te escribo porque me cuesta mucho "ver" la primera idea : ”Nadie me perjudica, nadie me daña, nadie me beneficia"

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Sé que el cuerpo guarda memoria, lo he constatado, aunque yo no sea consciente de hechos que han tenido lugar en mi vida.

Sí, es cierto. Hay una cierta memoria “celular inconsciente”.

Pienso en mi de bebé, de niña y sí creo que hay actos de personas que si me han dañado o me han beneficiado. Sí sé y estoy de acuerdo que lo hicieron lo mejor que pudieron, no tengo ningún sentimiento de rencor, rabia... estoy en paz con ellos. Esto no quita que reconozca que me hayan hecho daño y dudo que un bebé o un niño pequeño tenga la capacidad para hacerle frente a la violencia en todas sus formas.

No, un bebé no puede hacerle frente... pero nosotros sí.

Y es ahora cuando podemos limpiar el pasado.

Como dice el título de un libro: “Nunca es tarde para una infancia feliz”

Pues eso.

Cuando yo hago las paces con el pasado, me doy cuenta que sin eso no habría aprendido a perdonar/agradecer, a ser feliz a pesar de las dificultades, a amar a pesar de todo...

Ellos fueron mis maestros... pero yo aprendí porqué yo he estado abierto. Sin mi participación nada hubiera sido posible. Ellos son los materiales, pero yo soy quien construye.

Nadie puede aprender por mí y guardar rencor es absurdo.

Seguramente hay una forma más sabia de explicarlo que esa frase de “nadie me perjudica, daña o beneficia y viceversa”, pero espero que (mientras encuentro una forma más clara de decirlo) puedas intuir lo que hay de verdad ahí. Pero no me creas.

Este curso no es para creer.

Intenta ver la verdad que hay ahí a pesar de la torpeza de mis palabras... ¡y quizás la veas! Y si no la ves, no te fuerces: quizás yo esté equivocado.

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Lo reitero: no hace falta que tomes la frase textualmente al 100%.

Pero sí te animo a ver que solo yo puedo vivir por mí y que, por lo tanto, ya ha pasado el momento de quejarme, culpar o similar.

¿Verdad que lo ves?

Y, mientras, iré pensando en otra forma de explicarlo...

:-)

También mi experiencia me dice que en estas edades, he sido profe, el amor sí beneficia porque da seguridad.

Sí, sobre todo para los que se abren a recibirlo. Tú no puedes recibirlo por ellos.

Pero entiendo lo que dices. Y, a la vez, te propongo equilibrarlo con “no soy responsable de lo que los demás hacen con mis errores”.

Pienso en mis hijas y sé que lo hice lo mejor que pude y supe, pero eso no quita de reconocer que algunas actuaciones mías las hayan podido dañar.

Y, cuando las digieran, les habrán sido de una gran ayuda para crecer interiormente.

Es curioso, ¿verdad? Pero aquello que hemos de “perdonar” es, en el futuro, lo que más podemos agradecer pues es lo que más nos hizo crecer.

¡Menuda contradicción!

Probablemente no sea coherente, pero soy más capaz de "ver", "aceptar" la segunda y la tercera idea que esta. Sobre todo la tercera, hace ya tiempo la intuía.

Esta idea primera, incluso físicamente me remueve. Sobre todo pensando en los primeros años de vida de las personas.

Lo entiendo.

Pero nosotros no sabemos las experiencias que cada uno debe vivir para avanzar. Dejemos esto en manos de la vida, ¿te parece?

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Y, ante lo que no podemos regular, confiemos o, como mínimo, mantengámonos expectantes, en silencio, observando para entender.

Muchas gracias por ser tan claro, tan didáctico y espero con ilusión el trabajo que nos espera estos próximos meses.

¡Y disfrutaremos un montón mientras seguimos, suavemente, avanzando!

:-)

Un abrazo

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Sobre dejar ir los pensamientos nocivos

Hola Daniel:

¡Hola!

El ultimo día creo que comentabas, referente a las siete herramientas de amor, que el amor debía de ser un acto para ser amor; que no debía quedarse solo a nivel de pensamiento o de sentimiento. ¿Qué sucede cuando no dejamos que los pensamientos negativos (reactivos) del tipo juicio, queja, resentimiento, ataque, etc. no aniden en nuestra cabeza?

O sea que nos vienen pero los vamos soltando ya que sabemos que son nocivos tanto para nosotros como para los demás. ¿No es eso un acto de amor también, y en cambio, nadie se entera ya que no media una acción?

Je, je, je...

No te equivoques, que no se vea desde fuera, no quiere decir que no sea una acción. En tanto que transforma tu interio es una acción como un piano.

Je, je, je...

No todas las acciones son externas: decidir, mentir, cuidarme, hablarme... son acciones y externamente son invisibles.

Lo ves, ¿verdad?

Muchas gracias. Un abrazo

¡A ti!