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1 Francisco D. López Herrera Olas de mi tierra y otros poemas

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  • 1

    Francisco D. López Herrera

    Olas de mi tierra y otros poemas

  • 2

    2ª edición, para Cibertextos, 2017 © Del texto : Francisco López Herrera

    © De la 1ª edición: Excmo. Ayuntamiento de Mula (Murcia)

    Portada e ilustraciones: Clark Magruder

    I.S.B.N.: 84-923764-8-1

    Depósito legal: MU-2051-2002

    801 W Green Valley Cir

    Payson, AZ 85541

    Teléfono 480-415-1661

    [email protected]

    Imprime: Gráficas El Niño, Mula (Murcia) España

    mailto:[email protected]

  • 3

    .

    A mis parientes y amigos de Mula,

    amantes de la poesía y del arte

    ÍNDICE

    Prólogo 5

    A mi patria chica 9

    Canción de emigrado 11

    Piel roja 12

    Amanece 13

    Mi tierra 14

    Febrero gris 17

    Los días finales 18

    Abril, aguas mil 19

    Tierra tejana 20

    Molineta eterna 21

    Sonidos y luces 22

    El álamo de mi huerto 23

    Los grajos 24

    Dajema 26

    David 28

  • 4

    Jennifer 29

    Niña de paz 30

    “Farmerica” 33

    Ribereña 34

    De mi amada I 35

    De mi amada II 37

    Como el agua 39

    Mujer de carne 40

    Quisiera subir al cielo 41

    Bajo ti, luna 42

    Sirena de Agua Dulce 43

    Déjame cantar de mi amigo 44

    Soledad honda 46

    Soledad de barro 47

    La soledad de los vivos 48

    No sé 49

    Árbol agudo 50

    Casa de mi soledad 52

    De espaldas 53

    Quiero dormir y no puedo 55

    ¡Qué pobre! 56

    La paloma de mi canto 57

    Rico soy, sí 58

    Cuando te mueras 59

    Hacia la muerte 62

    Ya me voy 63

    Sola 64

    No se muere una vez 65

    La que nunca faltas 67

    No se vive una vez, ni dos 69

    Perpetuidad 70

    ¡Dormir! 71

    Mi mundo es negro y dorado 72

    Y pasó como el humo 73

    Quisiera ser lágrima del azul 74

    La flor del almendro apenas se abre 76

    ¿Gozar? 77

    Exuberante de gozo 78

    Nace el astro 79

    Crear 81

    Letanía poética 82

  • 5

    Prólogo

    Según su propia y paladina confesión, Francisco D. López

    Herrera se abrazó a la poesía a una edad en que una gran

    mayoría de poetas en ciernes suelen darle la espalda,

    admitiendo tan sólo y de forma vergonzante que anduvieron

    antes prendidos en sus redes intentando desvelar los secretos

    que ésta no revela sino a unos cuantos privilegiados.

    Abrazado a la poesía con la fe del converso, intenta de

    alguna manera recuperar el tiempo presuntamente perdido.

    Escribe apresuradamente, ardientemente, a veces hasta

    convulsivamente, poemas y más poemas fecundados con

    jirones de su propia peripecia vital y deposita en ellos sus

    temores y esperanzas, sus fracasos y sus triunfos, sus deseos y

    alegrías, y, por encima, y por debajo, y por en medio de todo,

    su nostalgia corrosiva, dolorosa, agresiva, balsámica,

    impertinente a veces.

    López Herrera por la cuna, por su propia circunstancia

    vital e intelectual, es un poeta ilustrado, culto, tal vez

    culturalista. Combina metros propios de varias épocas poéticas

    con la familiaridad de quien conoce el terreno que pisa.

    Alterna el octosílabo con el endecasílabo o cualquier otra

    medida con sencilla desenvoltura y se aprecia que se siente

    cómodo con los romances y letrillas.

    Cuando prescinde metro su musa, de alguna manera,

    deviene, trasciende, como menos lírica y más comprometida.

    Hay en la poesía de López Herrera varias constantes que pese

    a la distancia cronológica existente entre muchos de sus

    poemas les confiere un sentido unitario, como de estar escritas

    bajo la misma pulsión o inspiración, que en poesía nunca está

    demás traer a colación este concepto.

    Estas constantes, naturalmente, se deben a la propia

    idiosincrasia del poeta. Hombre metódico, ordenado, con afán

    cronológico, escribe, reescribe, lima, pule y perfecciona su

    sobra con primores de orfebre, y nos va descubriendo, según

  • 6

    los títulos de los poemarios anteriores, su Camino desde la

    soledad y la variedad de sus Mares humanos, que lo son de

    vida, soledad, dolor, muerte, amor, alegría, naturaleza, patria y

    otros como amistad, finalidad, paternidad, etc., en los que el

    poeta López Herrera destila la esencia de su riquísimo mundo

    interior.

    Una faceta para mí curiosa de este hombre es que en cada

    poemario vuelve a publicar muchos de los poemas

    anteriormente publicados, editorialmente ubicados de

    diferente manera. Pienso que López Herrera, codicioso de su

    inspiración poética, o tal vez podría decirse, celoso enamorado

    de sus creaciones y del pertinente esfuerzo y dedicación que

    cada una le supuso, baraja y reordena sus composiciones y

    vuelve a publicarlas cada vez que tiene ocasión, alterándolas o

    retocándolas muy levemente de cara a las temidas y deseadas

    prensas.

    Esto, a sus lectores nos procura una renovada sensación

    placentera como de estar de nuevo con alguien cuya compañía

    nos es sumamente agradable.

    Con todo lo dicho finalizo y también con el ánimo de no

    extenderme más haciéndome reiterativo, ni entorpecer o

    demorar el hecho que pretendo potenciar, la lectura del

    singular poemario que definitivamente, querido lector, queda

    en buenas manos: las tuyas.

    Diego García López

    Mula, Septiembre 2002

  • 7

  • 8

  • 9

    A MI PATRIA CHICA

    (Oda a Mula)

    Al pensar en mi amada

    de piedra fabricada ciudad vieja

    siento el alma alada

    vagar muda y perpleja

    por el libro cierto de historia añeja.

    Pueblos bien conocidos,

    fenicios, árabes y castellanos,

    en momentos ya idos,

    gozaron nunca vanos

    sus bienes y sus paisajes ancianos.

    Ciudad de gran belleza,

    de fama moruna e imperial alma,

    ostenta su grandeza

    en su presencia calma

    y su espíritu cálido en la palma.

    Desde recia atalaya

    sus hombres se recrean contemplando

    la fértil huerta gaya,

    y aún adivinando

    sus ricos campos de terreno blando.

    Noble y cristiana raza

    habita alegre sus hogares sanos,

    pasea por su plaza,

    labora junto a hermanos

    y goza en festivales ciudadanos.

  • 10

    Celebran con cariño

    acontecimientos varios sus gentes

    y en las Fiestas del Niño

    reverencian creyentes

    a sus patronos de su bien agentes.

    Mi siempre recordada,

    mi patria chica, tan fecunda Mula:

    hoy abro la portada

    de un corazón que ulula

    lejano y que tu hijo se titula.

    Verano, 1981

  • 11

    CANCIÓN DE EMIGRADO

    (Copiando a García Lorca)

    España.

    Sola y lejana.

    Barco grande, mar profundo,

    y dólares en mi saca.

    Aunque exista la manera,

    yo nunca volveré a España.

    Por el agua, por el viento,

    barco grande, agua calma.

    Mi nueva ciudadanía

    me separa de mi España.

    ¡Ay, qué camino tan triste!

    ¡Ay, mi vida americana!

    ¡Ay, que la muerte me espera

    antes de volver a España!

    España.

    Sola y lejana.

    Septiembre, 1975

  • 12

    PIEL ROJA

    Mi amada piel de toro,

    cual si de vivo animal se tratara,

    roja se tiñe en la plaza

    con picas, banderillas y espada.

    Son sus hijos que se matan,

    hermanos que gritan como locos

    al son de música de odios.

    29 septiembre 1975

  • 13

    AMANECE

    En la serenidad matinal

    malva y rojo amanece en España.

    Dolor, muerte,

    que reflejan tristeza en el alma

    de hombres que por la paz trabajan

    malentendidos, en soledad.

    ¿Esperanza?

    La cenicienta niebla en la tierra

    y el zafiro apagado del alma

    se levantan.

    En el avión de New York a Madrid,

    4 octubre 1975

  • 14

    MI TIERRA

    (Desde el destierro)

    Mi nunca olvidada patria chica,

    siempre amada, noble y leal Mula:

    I

    Te llevo en el corazón,

    tierra de mis mayores.

    Te llevo en el pensamiento,

    tierra de mi niñez.

    Por la noche te deseo,

    tierra de mis amores.

    Por el día ya te sueño,

    tierra de mi razón.

    Tu savia está en mi verdura,

    tierra de mi crecer.

    Tu recuerdo está en mí,

    tierra de mis ensueños.

  • 15

    II

    Añoro ver tus colores,

    tierra de mi paisaje.

    Añoro oler tu perfume,

    tierra de mi arrebato.

    Quiero escuchar tus ruïdos,

    tierra de mi cantar.

    Quiero gustar tus deleites,

    tierra de mis delicias.

    Intento sentir tu mármol,

    tierra de mi dormir.

    Intento tocar tu tierra,

    ¡mi tierra! en mi destierro.

    De Austin a Kingsville, Tx.

    31 de mayo y 4 de junio, 1984

  • 16

  • 17

    FEBRERO GRIS

    Húmeda serenidad matinal

    perfora el suave febrero del sur,

    las perlas del pobre mezquicopal

    brillan trémulas también en palmeras,

    afable, rociada alfombra verdal

    oxigena el claro cielo impoluto

    y el rojo del tejado colonial

    resalta con grisáceo resplandor

    mientras jóvenes de enfoque mental,

    con libros, entrelazados, sonríen

    buscando amable vivir colegial

    en un sereno febrero del sur

    de tenue suavidad matutinal.

    5 febrero 1975

  • 18

    LOS DÍAS FINALES

    Seco y ventoso marzo vibra grave:

    abotonados tiritan los árboles;

    el viento gruñe, cual perro ululante,

    a viejos, huesudos mezquicopales,

    mimbres miedosos y bamboleantes;

    frío rocío humedece el zacate.

    Triste estampa de los días finales

    del crudo invierno, estación no amable.

    Kingsville, Tx. 1976

  • 19

    ABRIL, AGUAS MIL

    Abril, aguas mil

    y todas caben en un barril.

    ¡Oh, qué alegre abril se ve

    con sus bellas, diminutas,

    de colores aguas mil

    y todas caben en un barril!

    ¡Qué de bellos sol y sombra

    cuando la nube al sol cubre,

    caen suaves aguas mil

    y todas caben en un barril!

    ¡Qué de grises tan amables

    ocultan de abril el cielo

    mientras frescas aguas mil

    todas caben en un barril!

    ¡Oh, cielo impoluto y claro

    y humedad brillante y sana,

    de arriba las aguas mil

    todas caben en un barril!

    Abril, aguas mil

    y todas caben en un barril.

    Kingsville, Tx. 2 mayo 1975

  • 20

    TIERRA TEJANA

    Tierra oscura, tierra inmensa,

    de ranchos sin horizontes,

    de límites ilimitados,

    de fronteras desconocidas,

    de ganado innumerable;

    tierra de largas carreteras

    y colinas verdes;

    tierra de castellana mirada;

    tierra en que cielo y suelo se confunden;

    tierra tejana, ¡tan amplia!

    Noviembre-diciembre, 1975

  • 21

    MOLINETA ETERNA

    Molineta vieja

    movida por viento,

    entre la maleza

    torreón esbelto:

    suavizas de Tejas

    el paisaje yermo,

    te alzas apuesta

    cual manantial fresco

    que lleva existencia

    al ganado seco.

    Molineta eterna

    símbolo eterno.

    De Kingsville a Corpus Christi, Tx.

    11 mayo 1976

  • 22

    SONIDOS Y LUCES

    I

    Gris humedad fría,

    voces clamorosas:

    amanecer del rancho.

    II

    Colores posados,

    colores que pían,

    colores que juegan.

    Colores ¡qué gayos!,

    colores que miran,

    colores que vuelan.

    En un rancho de Agua Nueva, Tx.

    22 noviembre 1981

  • 23

    EL ÁLAMO DE MI HUERTO

    Álamo joven y chisporroteante

    movido por el viento,

    álamo de mi urbano huerto

    todo corazón.

    Te llevo en mi alma,

    álamo plantado por mi mano,

    a veces pluma ilusionada.

    Te llevo en mis años,

    álamo del recuerdo lejano,

    de la amada infancia

    del río y de los pájaros.

    Estás a mi lado,

    álamo de vida lleno,

    verde y gris plata;

    álamo todo sonido y color.

    Kingsville, Tx. 12 abril 1982

  • 24

    EL JARDÍN MARCHITO

    Los grajos y los gorriones

    en el jardín yerto.

    Plantas caídas, oscuras, ateridas

    en el frío invasor del norte.

    Los grajos negros

    comen zahareños, alertas, rateros

    y los gorriones túrgidos pelean

    por el grano, ya escaso, del comedero.

    Parches de plástico traslúcido

    cobijan plantas,

    y árboles sin hojas húmedos

    resaltan.

    Y en la fuente

    del estanque gélido

    sobre peces multicolores

    los grajos beben.

    ¡Los grajos y los gorriones

    del jardín marchito!

    Kingsville, 7-8 febrero 1989

  • 25

  • 26

    DAJEMA

    ¡”Dajema”, la mula dulce!

    ”Dajema”, de sangre noble,

    “Dajema”, la de los hijos,

    “Dajema”, tierra de amores.

    “Da”, potro salvaje y alto,

    independiente y abrupto,

    da alegría a mi pasado

    que es añorado y fecundo.

    Da a mi mula, que es recuerdo,

    mi mula que es albedrío,

    mi mula que es mi comienzo,

    nuevos amores tardíos.

    “Da”, orgullo de mis años,

    el primero que produje,

    da brotes a mi arbolado

    y quema mi soledumbre.

    ¡”Dajema”, la mula dulce!

    “Dajema”, de sangre noble,

    “Dajema”, la de los hijos,

    “Dajema”, tierra de amores.

    “Je”, maltratada y sufrida,

    con experiencias precoces,

    genera fe y confianza

    en la bondad de los hombres.

    Jefa y señora del alma,

    buscada con gran deseo,

    cuida alerta tu hermosura

    frente a los falsos afectos.

    ¡”Dajema”, la mula dulce!

    “Dajema”, de sangre noble,

    “Dajema”, la de los hijos,

    “Dajema”, tierra de amores.

  • 27

    “Ma”, la dulce y süave,

    benjamina de mi semen,

    de mi compañía carmen

    cuando el olvido se acerque.

    En el corazón te llevo,

    germinas en mi presencia

    día tras día con brío

    y caliente me conservas

    Da, gema de pobre tiara,

    da, generosa mar alta,

    una majestuosa dádiva

    a mi mula solitaria.

    ¡”Dajema”, la mula dulce!

    ”Dajema”, de sangre noble,

    ”Dajema”, la de los hijos,

    ”Dajema”, tierra de amores.

    ”Dajema” de agua dulce

    que fertilizas mi mula,

    une tu calor bravío

    a mi recuerdo de cuna.

    Mi recuerdo omnipresente,

    mi rancho humedecido

    con tus aguas bronceadas,

    majada de mi retiro.

    ¡”Dajema”, la mula dulce!

    “Dajema”, de sangre noble,

    “Dajema”, la de los hijos,

    “Dajema”, tierra de amores.

    De Kingsville a Austin, Tx.

    14 octubre 1993

    y Villa Herrera, Mula

    diciembre 2001

  • 28

    DAVID

    Ni el famoso rey-profeta

    de desnudez florentina,

    ni el infantil dios Apolo

    con hermosura inaudita,

    ni la fuerza de un Sansón

    en largo pelo crecida,

    ni la perfumada rosa

    de rocío ya vestida,

    ni los refranes de un Sancho

    sugeridores de risa,

    ni el caer de Don Quijote

    que olvida soñar su vida,

    ni el sabio rey Salomón

    esposo de tantas ninfas,

    ni las gracias ante Dios

    por un Moisés conseguidas,

    me mueven ante mi David

    de una gracia entretenida,

    de un hablar tan balbuciente,

    de lágrimas bien sentidas;

    de risa tan cristalina

    que por delicada brilla,

    tan fuerte para sus años,

    de belleza amada, viva.

    Washington, D.C., 3 agosto 1974

  • 29

    JENNIFER

    Jennifer es suave al tacto

    y llena de amado fuego,

    sonriente en la mirada

    y de miembros gordezuelos,

    de curvas, largas pestañas

    y hermosa como el ensueño.

    En mi amable hombro cansado

    ¡qué dulce sentir su peso!

    ¡Qué bello mirar sus ojos

    de raro y oscuro acero!

    ¡Qué cosquilleo en el roce

    del largo, castaño pelo!

    ¡Qué alegría en el sonido

    del melodioso gorgeo!

    Beso a mi bella adorada

    hija de amor y deseo.

    Jacksonville, Fla., 20 agosto 1976

  • 30

    NIÑA DE PAZ

    Mi niño se fue de casa

    mi niña se fue a la mar,

    pero mi niña morena

    a mi lado me da paz.

    Ya mis amores lejanos

    en el cercano están,

    ya mis amores primeros

    se calman frente a mi lar,

    y mi niña pequeña

    a mi lado me da paz.

    Con la gran distancia sufren

    los que en el corazón van,

    y la pequeñuela triste

    los recuerda de verdad

    cuando mi niña presente

    a mi lado me da paz.

    La malicia y la mentira

    robaron a los de allá,

    la soledad y la tristeza

    trajeron a la de acá,

    pero mi niña sonriente

    a mi lado me da paz.

    Mi buena sangre lejana

    allí fructificará,

    mi rica sangre cercana

    aquí se madurará

    mientras mi niña amorosa

    a mi lado me da paz.

  • 31

    Mi niño se fue de casa,

    mi niña se fue a la mar,

    pero mi niña morena

    a mi lado me da paz.

    Kingsville, Tx.

    Noviembre 1984 y febrero 1989

  • 32

  • 33

    “FARMERICA”

    “Farmerica” de mi vida,

    mi corazón con ceguera

    un día de primavera

    te doy con ansia querida.

    Aldeana y campesina

    de vida alegre y sencilla,

    a un amor de maravilla

    tu llaneza me encamina.

    Bella amazona sin par,

    tu figura tan perfecta

    enamora mi alma entera

    al verte un paseo dar.

    Ninfa morena y hermosa,

    cual palma alta y delgada,

    sobre la playa dorada

    te entrego de amor la rosa.

    Kingsville, Tx. 11-12 febrero 1976

  • 34

    RIBEREÑA

    Ribereña sirena

    que lloras por himeneo

    sola y sin clamoreo:

    sueño en tu carne azucena,

    suave, amable y mimosa,

    y en tu negra cabellera

    ondulante cual palmera,

    y en tu perfume de rosa.

    Invitan tus labios grana,

    brillan tus profundos ojos,

    torpes para dar enojos,

    y aletea tu americana

    nariz de ansias insaciables

    junto a tus redondas lunas,

    sin duda erectas, morunas,

    y por esto más amables.

    Perlas de mirar ardiente

    amargar pueden el beso

    y juego con la sin hueso

    entre tu igual, blanco diente.

    Tu talle esbelto y gracioso

    mueve mi mente a locura

    de conseguir la ventura

    del bello juego amoroso.

    Quizá un día el duro sino

    templará del poeta el sueño

    al convertirlo en el dueño

    de tesoro tan genuino.

    5 marzo 1977 / enero 2002

  • 35

    DE MI AMADA

    I

    Amada mía,

    la de los ojos almendrados,

    tú llenas los míos

    de dulce alegría

    cuando me miras

    sonriente.

    Amada mía,

    la de los labios anaranjados,

    tú llenas los míos

    de delicioso néctar

    cuando me besas

    apasionada.

    Amada mía,

    la de las orejas laberínticas,

    tú llenas las mías

    de melodiosos susurros

    cuando suspiras

    anhelante.

    Amada mía,

    la de la piel aterciopelada,

    tú llenas la mía

    de bellas vibraciones

    cuando me tocas

    suave.

    Amada mía,

    la de los pechos redondos,

    tú llenas los míos

    de extremado éxtasis

    cuando juegas

    amorosa.

  • 36

    Amada mía,

    la de la vida fecunda,

    tú llenas la mía

    de savia verde

    cuando recibes

    mi semen.

    Amada mía,

    la del corazón de fuego,

    tú llenas el mío

    de perfecto amor

    cuando yaces

    a mi lado.

    Kingsville, Tx. 1 septiembre 1983

  • 37

    DE MI AMADA

    II

    La de los largos cabellos

    es mi idolatrada;

    cual sirena

    encanta

    mi alma entera.

    La del cuello esbelto

    es mi adorada;

    cual cisne

    canta

    mi amor firme.

    La de los pies ligeros

    es mi enamorada;

    cual gacela

    indaga

    mis caricias bellas.

    La de los finos dedos

    es mi cara;

    cual sierpe

    resbala

    por mi sudorosa frente.

    La del suave seno

    es mi estimada;

    cual rosa

    embalsama

    mi piel voluptuosa.

    La de los dientes perleros

    es mi amada;

    cual nieve

    calma

    mi celo hirviente.

    Kingsville, Tx., 2 septiembre 1983

  • 38

  • 39

    COMO EL AGUA

    Eres como el agua.

    Como el agua clara

    de la fuente alta,

    como el agua fría

    de la nieve líquida;

    como el agua impetuosa

    de la majestuosa ola,

    como el agua amarga

    de la perlina lágrima;

    como el agua calma

    de chica laguna,

    como el agua cadente

    de ardua montaña;

    como el agua cadente

    del baño caliente,

    como la fresca gota

    de una nube de abril.

    Eres como el agua.

    Kingsville, Tx. 14 septiembre 1975

  • 40

    MUJER DE CARNE

    Mujer de labios

    como gajos de naranja,

    piel tersa y limpia

    cual plateada fontana,

    lunas perfectas

    llenas en la noche clara,

    seda brillante

    ondulada y suave y larga,

    muslos vibrantes

    que como peces escapan,

    ojos amantes

    de bella y honda mirada,

    seno que espera

    la fértil semilla blanca,

    mi soledad

    te desea y sueña y ama,

    y a tu figura

    mi triste ser se derrama.

    Kingsville, Tx. 15 septiembre 1975

  • 41

    Quisiera subir al cielo,

    al cielo de tu balcón,

    y encontrar allí la calma,

    la calma de nuestro amor.

    Quisiera acercar mis labios,

    mis labios llenos de amor,

    a tu boca rubí y perla,

    camafeo de pasión.

    Quisiera sentir mi cuerpo,

    mi cuerpo con su temblor,

    tocando tu alma pura,

    pura junto a mi yo.

    20 abril 1978

  • 42

    BAJO TI, LUNA

    Bajo ti, luna,

    romántica guía de enamorados,

    sueño en ella.

    Sueño en la de los breves años

    y mucho amor,

    la de las lunas exactas y erectas,

    al natural,

    la de los pómulos salientes

    y labios de naranja,

    la del cuello de garza

    y dulzura de miel.

    Sueño en ella

    bajo el símbolo del amor y de la muerte,

    y sonrío y me estremezco,

    y tiemblo y dudo

    por la incertidumbre del mañana

    por la crueldad del ayer,

    y te busco a ti, diosa,

    en el presente exquisito,

    hoy,

    en esta noche tuya,

    clara,

    yo, confuso y vendado,

    con ansias de certeza y de luz,

    con la esperanza de tu aviso,

    luna,

    eterna guía

    de los que suspiran en la tierra.

    En el coche, de Pleasanton a Kingsville, Tx.

    13 febrero 1979

  • 43

    SIRENA DE AGUA DULCE

    Sirena

    de mis tierras tejanas

    que encantas desde tu isla

    pequeña de dulce agua,

    tu cabello húmedo

    mi sudor lava

    y tus redondas lunas,

    como la miel, me desplazan.

    Es tu canto,

    sirena de amor,

    tu ardiente abrazo

    que atrae con pasión

    mi débil barco,

    y en tu puerto

    sujetas esclavo.

    En el coche, de Kingsville a Pleasanton, Tx.

    27 febrero 1979

  • 44

    Déjame cantar de mi amigo

    un cántico alegre y de esperanza,

    de mi amigo paciente, comprensivo,

    un cántico de amor y de calma.

    Quiero cantar de mi amigo

    su presencia confortante y amable,

    de mi amigo generoso, digno,

    un cántico de vida y donaire.

    Déjame, sí, cantar de mi amigo,

    de mi amigo que llora conmigo.

    8 octubre 1978

  • 45

  • 46

    SOLEDAD HONDA

    En la calma soledad

    gorriones, grajos y tórtolas

    son la grata compañía

    de mi vida fértil y honda.

    Estos meses otoñales

    ambientan una casona

    y un viejo jardín con árboles

    de varios años y forma.

    El viento tejano crea

    ruido arrastrado de hojas,

    en el retiro apacible,

    sabor de alma misteriosa.

    Kingsville, Tx. 19 octubre 1975

  • 47

    SOLEDAD DE BARRO

    El pobre vaso de arcilla

    de mi motor peregrino

    se rompe sin un sonido;

    sus astillas

    de dolorosa carne y amable tierra,

    nuevo semen

    que poco a poco muere,

    eterna vida engendran.

    ¡Soledad de barro!

    ¡Viva compañía de mis años!

    Kingsville, Tx. 2 noviembre 1975

  • 48

    LA SOLEDAD DE LOS VIVOS

    Ya se fue, ¡pobre!, de amores

    rodeado y de atenciones.

    Se fue para no volver

    después de larga preñez,

    nuevo varón de dolores.

    Muerte, ¿dónde tu victoria

    alcanza mejor su triunfo?

    El muerto aparece mudo,

    los vivos silencio lloran

    admirados y confusos.

    ¡Qué solos viajan los muertos!

    ¡Qué tristes quedan los vivos!

    Unos quedos, otros idos.

    Y dejan así en el suelo

    la soledad de los hijos.

    Kingsville, Tx. 9 septiembre 1976

  • 49

    NO SÉ

    No sé por qué

    pero mi corazón no es mío.

    Quedó prendido

    nueve años ha

    y en la prisión crecido

    su individualidad perdido

    no sé por qué.

    No sé cómo

    pero mi mente no es mía.

    Quedó atada

    hace una novena de años

    y en la cárcel cambiada

    su razón olvidada

    no sé cómo.

    No sé adónde

    mi triste persona se encamina.

    Marcha a la deriva

    por nueve días trágicos

    y en la soledad azotada

    su finalidad ida

    no sé adónde.

    2 marzo 1978

  • 50

    ÁRBOL AGUDO

    Un color de esperanza

    se agudiza hacia el cielo

    y otros alegres colores

    llenan el alrededor

    y el bajo geométrico:

    un árbol navideño

    cargado de regalos

    y de caramelos

    brilla con multicolores

    y parpadeantes luceros.

    Un dolor sin esperanza

    se agudiza en el cuerpo

    y otros dolores

    llenan mi soledad:

    mis brotes lejanos

    no gozarán de mi árbol navideño

    cargado de amor,

    cargado de sueños,

    brillante en salobres

    y húmedos dones acerbos.

    Kingsville, Tx. 24 diciembre 1979

  • 51

  • 52

    Casa de mi soledad,

    otoño en colores, de lluvia,

    preñez de dolores

    en mi desnudo tiempo.

    Casa de mi soledad,

    crudo y ventoso invierno,

    día tras día y original,

    en mi narrada vida.

    Casa de mi soledad,

    primavera fértil, en construcción,

    los folios en derredor

    vertiendo alma.

    Casa de mi soledad,

    por tierra de Maula, tras el Balate,

    de los lobos dentelladas

    entre pinos, historia desgarrada.

    Mula, 1987 / Kingsville, 1990

  • 53

    DE ESPALDAS

    De espaldas.

    De espaldas y sin sentido

    estaba cuando desgarraba

    mi corazón no fementido

    la incruenta espada.

    De espaldas

    y de amor y paz lleno

    cuando se descargaba

    de modo pleno

    la crueldad humana.

    De espaldas

    y atadas mis manos

    y mi boca con mordaza

    cuando el cuchillo malvado

    me desgarraba el alma.

    De espaldas

    y sin ver al enemigo

    y sin creer que la amada

    con odio inmenso y vivo

    tan lentamente me asesinara...

    de espaldas.

    23 febrero 1978

  • 54

  • 55

    Quiero dormir y no puedo,

    qu’el dolor me quita el sueño.

    Son mis amores lejanos,

    delicados, como ensueños;

    son mis amores bien tristes,

    qu’el dolor me quita el sueño.

    Con un día sueño cercano

    en que amables ladronzuelos

    roben mi vida, y entonces

    el dolor no quite el sueño.

    Quiero dormir y no puedo,

    qu’el dolor me quita el sueño.

    6 octubre 1978

  • 56

    ¡Qué pobre!

    ¡Qué pobre el hombre y sus obras!

    Lo que legislan destroza

    la vida noble y el infierno ríe.

    ¿Dónde está lo que los lobos llaman justicia?

    Me río con sangre,

    me orino con rabia en la democracia

    de un sistema cruel, inhumano.

    “!En beneficio de los niños!”

    Me carcajeo con grana mordida,

    me meo en la falsedad de razones

    aludidas, equivocas, no sentidas.

    Comprendo la lucha contra el sistema,

    siento el combate contra el hombre,

    quiero desgarrar la carne y beber la sangre

    del que, hiena, viola la inocencia,

    no de la mujer, del bien prostituta,

    sí de los niños.

    Pero no puedo... no puedo en la lucha.

    Debilidad de soñador sufro,

    de pobre soñador sin vitaminas de odio,

    hoy un lobo que quiere revolcarse

    en el mismo rojo banquete

    e hincar sus garras y sus colmillos

    en la yugular de la garganta del sistema.

    Sí, quiero... quiero morder odio

    y beber hiel y bañarme en sol rojo...

    Sueño más bien es mi vida impotente.

    Mi sueño en quimera se convierte,

    mi hervor es agua suave de leche.

    Y sigo débil en el camino

    donde hombres y lobos se saludan

    con los blancos dientes

    que se tintan

    en el banquete injusto de la vida.

    23 octubre 1978

  • 57

    LA PALOMA DE MI CANTO

    Arrulla en la rama la voz de la paloma

    y el corazón me duele al escucharla.

    ¡Cuánto penar el nuestro!:

    ella llora por su nido deshecho,

    yo por mi amiga infiel;

    ella pía por sus polluelos,

    yo por los que he creado.

    Le falta sólo segar sus alas,

    mis eternidades me han sido arrancadas.

    La paloma no suaviza ya mi canto.

    Kingsville, Tx. 20 noviembre 1978

  • 58

    Rico soy, sí,

    en joyas cristalinas.

    Mis lágrimas, perlas como el mar.

    Rico soy, sí,

    en plateados reflejos.

    Mis lágrimas, gotas del azul.

    Rico soy, sí,

    por la ausencia de los hijos.

    Mis lágrimas, chorros dorados de las fuentes.

    Soy tan rico,

    que mis muchas lágrimas

    han comprado un mar soñado,

    y tanto más aún,

    que mi riqueza de lágrimas

    ha empobrecido a las nubes del diluvio.

    Kingsville, Tx. 18 enero 1979

  • 59

    CUANDO TE MUERAS

    I

    Cuando te mueras,

    que alguien me alerte

    para mandarte unas flores negras.

    No me importan ya tus besos

    ora suaves, ora ardientes,

    de nuestro pasado muerto;

    ni me importa tu amor

    verdadero a veces,

    las más engañador.

    No me importa ya tu vida

    que alimenté con entrega

    y tomé de norte y guía;

    ni me importa el recuerdo

    de nuestra existencia bella

    que quebraste con recelo.

    Cuando te mueras,

    que alguien me alerte

    para mandarte unas flores negras.

  • 60

    II

    Cuando te mueras,

    que alguien me alerte

    para calmar de tus hijos la pena.

    Sólo me importan sus besos

    tan cálidos, ¡ay, escasos!,

    robados por mal deseo;

    y me importa el gran amor

    que por designio del hado

    no se ha hecho mayor.

    Sólo me importa su vida

    solitaria por mi ausencia

    y por ello empobrecida;

    y me importan sus recuerdos

    sentidos con gran vehemencia

    a pesar de tus intentos.

    Cuando te mueras,

    que alguien me alerte

    para calmar de mis hijos la pena.

    De Kingsville a Austin, Tx.

    31 mayo 1984 / 18 septiembre 1991

  • 61

  • 62

    HACIA LA MUERTE

    Motor viejo

    que no funciona,

    barco sin piloto

    que cubren las olas,

    pájaro herido

    que no se posa,

    caminante sediento

    que no reposa,

    náufrago cansado

    cuyas fuerzas le abandonan,

    viejo marcado

    que se agota.

    Vida

    que hacia la muerte boga.

    Murcia, 10 octubre 1975

  • 63

    YA ME VOY

    Ya me voy

    triste

    por el camino de la vida.

    Ya me voy

    en paz

    viendo el sendero de la muerte.

    Ya me voy

    más hombre

    por el misterio.

    Murcia, 11 octubre 1975

  • 64

    SOLA

    En el dolor,

    sola.

    Seno amado original

    habitado nueve meses,

    de cara a la soledad

    por lo cerca de la muerte.

    Contigo en el dolor quedo

    y me duelo en tu agonía,

    fuerzas inspirarte quiero,

    quitas tu melancolía.

    Mujer buena dolorosa

    que acompañarte no puedo,

    tu caminar es ahora

    vivir siempre en el recuerdo.

    En el dolor,

    sola.

    Murcia, 11-12 octubre 1975

  • 65

    No se muere una vez,

    muchas se muere.

    Se muere al amigo

    que abusa y el darse teme;

    se muere a la amada

    que traidora hiere;

    se muere a los hijos

    que nos quitan las leyes;

    se muere a la Vida

    —¡qué triste!— cuando se busca la muerte.

    No, no una vez

    sino muchas se muere.

    Houston, Tx. 20 0ctubre 1978

  • 66

  • 67

    LA QUE NUNCA FALTAS

    Sirena negra que a todos encantas,

    amiga fiel que puntualmente vienes,

    puente que cruzan débiles y fuertes,

    puerta para salir de vida humana.

    Eres de enfermos putrefacto cáncer,

    de los corredores la final meta,

    de los maduros campos guadañera,

    del lupanar del mundo eres la amante.

    En la danza general instructora,

    vieja desdentada que ignora el tiempo,

    esqueleto amarillento y crujiente,

    a veces dolor, alegría otras,

    de los viajeros seguro velero.

    Eres la deseada y temida muerte.

    Kingsville, Tx., septiembre 1975

  • 68

  • 69

    No se vive una vez, ni dos,

    muchas se vive.

    Se vive a la primavera

    siempre infalible;

    se vive al amigo

    que se entrega firme;

    se vive a la que dialoga

    y de compañera sigue;

    se vive al propio semen

    que eternidad dice;

    se vive al amor

    que te hace invencible;

    se vive a Dios

    o al sueño, de la vida eclipse.

    No, no una vez

    sino muchas se vive.

    Houston, Tx. 20 octubre 1978

  • 70

    PERPETUIDAD

    Sueño a veces que la vida

    rápida desaparece

    por el mar

    de la diaria y sentida

    batalla en la que fenece

    un millar.

    Miro entonces la constancia

    de esos campos mudos, yertos,

    de pavor,

    sin que aparezca fragancia

    que suavice de los muertos

    el hedor.

    ¡Qué tristeza tan enorme!

    ¡Qué vacío al que ha quedado

    en el valle!

    Pero esta imagen deforme

    sentido a la vida ha dado

    de la calle.

    Es que se vive muy poco,

    que la existencia termina

    con un velo,

    para en su caminar loco

    encontrar brillante mina

    en el cielo.

    Y allí, de perpetua forma,

    con larga felicidad

    conocida,

    como definitiva norma,

    habitar en la equidad

    de la Vida.

    Washington, DC, 8 agosto 1974

  • 71

    ¡Dormir!

    Dormir quiero y no oír

    el grito del silencio de los hijos.

    Dormir y no sufrir

    la imagen de la ausencia de lo amado.

    Dormir, morir,

    dormir y no vivir

    la vida sin los que de mí

    la vida recibieron...

    Pero un grito de dolor de vida

    me empuja a vivir

    y a sufrir... sin dormir.

    7 octubre 1978

  • 72

    Mi mundo es negro y dorado.

    Mi mundo de dolor

    es azabache y esplendor.

    El mundo del que sufre es ébano y sol.

    Es negro el mundo para el que se angustia

    y en su sufrimiento no se apercibe del sol.

    Kingsville, Tx. 18 enero 1979

  • 73

    COMO EL HUMO

    Y pasó como el humo.

    Parece que fue ayer

    cuando llegaban a Tejas

    a llenar de verdura mi savia cansada,

    y pasó como el humo.

    Parece que fue un corto sueño,

    como el invierno del sur de Tejas,

    cuando daban calor a mis huesos,

    y pasó como el humo.

    Llegaron ilusionados y tristes

    --nueve y seis años a cuestas—

    a visitar a un triste poeta,

    y pasó como el humo.

    Los mezquites apenas brotaban

    y los rosales ahora podaba,

    pero su añorada, ruidosa presencia

    pasó como el humo.

    El humo es señal de fuego

    y el fuego dorado calor.

    El calor es el amor que nos une

    y éste no pasa como el humo.

    De San Antonio a Kingsville, Tx.

    7 marzo 1982

  • 74

    Quisiera ser lágrima del azul

    que se desborda rauda

    en cauces torrenciales

    del Lomo hasta las tablas.

    Quisiera ser el grano de los montes

    dando tumbos por laderas,

    que golpea arbustos y romerales

    desde marmórea cantera.

    Quisiera ser rabiblanco conejo

    que corre entre romeros azules y rocas

    y se esconde en la sabina

    y huyendo de can ladrante

    se refugia en madriguera.

    Quisiera ser colorada perdiz

    que se desploma sonante

    y desde cumbre empinada

    planea viendo el Balate.

    Quisiera ser lo que no soy ni puedo

    para no sufrir la piedra del sendero

    ni el espino ni la escarpada montaña

    ni del cejo alto y cortante el peligro.

    Mula, primavera, 1987 / Kingsville, 1990-91

  • 75

  • 76

    La flor del almendro apenas se abre

    y ya mi blancor brilla cual ébano,

    fría se pone la tarde

    y calor suave en mi corazón siento,

    la primavera aún no nace

    y una emoción brota, un anhelo

    en mi alma que causa

    alegría y desasosiego.

    Pleasanton y Kingsville, Tx.

    6 febrero 1979

  • 77

    ¿GOZAR?

    Ave fénix fabulosa,

    desde dolor ceniciento

    se recrea

    la alegría portentosa

    del vivir en firmamento

    que alborea.

    ¡Bella realidad de vida!

    Gozar mientras pueda quiero

    con pasión,

    pues sé que pronto será ida

    al galeón marinero

    del dolor.

    Kingsville, Tx., septiembre 1975

  • 78

    Exuberante de gozo

    mi corazón marcha por el camino

    a recoger el don de sus dolores,

    a gozar de sus amores.

    La semilla ya podrida

    da el fruto de la alegría.

    Del todo hay que morir

    para llegar a la vida.

    Exuberante de gozo

    mi corazón camina hacia Florida.

    Noviembre y diciembre, 1975

  • 79

    Nace el astro

    entre cenizas dorado

    y su rescoldo calienta mi frío.

    Brilla alegre la oscuridad

    y mi vivir se llena de sol.

    La angustia ya no más,

    pasó la larga racha de dolor,

    ahora sólo canto

    a la vida

    de jovial esperanza un cántico.

    Mi vivir ya es sol.

    Kingsville, Tx., 17 febrero 1979

  • 80

  • 81

    CREAR

    Dejar descanso abundante,

    decir adiós a la esposa,

    no escuchar la deliciosa

    risa y voz del hijo amante,

    rozar Florida nadante,

    venir a ciudad grandiosa,

    para ante mesa tediosa

    casi ocho horas vacante

    pasar, sin descansar nada,

    y lo pensado no hacer,

    y pasear la mirada

    aburrida, sin poder

    mas sólo alguna rimada

    estrofa así componer.

    Washington, DC, 12 agosto 1974

  • 82

    LETANÍA POÉTICA

    Mula, azahar inmenso,

    olor de mi campo seco;

    Mula, roca almenada,

    corona de mis sueños;

    Mula, manantial de historia,

    saciedad de mi cerebro;

    Mula, serrallo moruno,

    con bellas hembras de ensueño;

    Mula, templo cristiano

    con altares de embeleso;

    Mula, santuario alto

    de la Virgen del Carmelo;

    Mula, ermita dorada,

    cuna de mi Niño bello;

    Mula, agua contenida,

    hermosura de mis huertos;

    Mula, festival asiduo,

    gozar de pueblos fraternos.

    Amén.

    Verano, 1982.

  • 83