octubre de 2017 ediciÓn...

100
FUNDADA EN 1908 octubre de 2017 año 109 EDICIÓN EXTRAORDINARIA Siem h C pr

Upload: others

Post on 30-Apr-2020

2 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

FUNDADA EN 1908octubre de 2017 año 109octubre de 2017octubre de 2017 año 109año 109octubre de 2017octubre de 2017 año 109año 109

EDICIÓN EXTRAORDINARIA

Siem hheeeeeeSiemSiem hCpr

Page 2: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

CORTESÍA DE VERDE OLIVO

Page 3: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

SUMARIO

4 ¡Que sean como el Che!

6 Cuando aún no era el Che

10 El joven viajero

12 Guerrillero rebelde

18 La teoría marxista del Che Guevara

21 La guerra que todavía debe ganar

25 “Mi nombre de guerra...”

27 Lecciones para no olvidar

31 Un encuentro muy singular

34 ¿Es posible ser como el Che?

37 Palabras íntimas del héroe

40 El diálogo posible

42 La dicha de la virtud

45 Soldado de la palabra

47 Un obrero más

49 Carta de despedida

50 La heroicidad de una gesta

56 El valor del ejemplo

63 Mensaje a los pueblos del mundo

67 El destacamento de refuerzo

79 Está en todas partes

81 Y no porque te escondan

85 Síntesis biográfi ca

91 Che símbolo

Director: José R. Fernández Vega

Subdirectora Editorial: Liset García Rodríguez

Subdirectora de Información: Bárbara Avendaño Pérez

Redacción y Edición: Carlos Piñeiro LoredoPedro Antonio García

Correcciones:Teresita Casariego ArteagaIliana Menéndez Salvarrey

Diseñadora:Vilma Rubiera Quesada

Impresión: EES Empresa de Periódicos UEB Gráfi ca de La Habana

Redacción: Avenida Independencia y San Pedro, Plaza de la Revolución, La Habana

Código Postal: 10696 Teléfonos: 7881-2353, 7881-1464

Internet: http://www.bohemia.cu

Correo electrónico: [email protected]

el hombre a quien le bastaron tres letras para ser querido y respetado por los pueblos del mundo,

no se ha dicho y escrito todo cuanto merece. No pudieron vencerlo ni el asma, ni el asedio de las balas, mucho menos sus captores, que lo asesinaron a sangre fría. Su vida sigue siendo un manifi esto revolucionario, un

llamamiento a la lucha; su brega y su legado, un libro abierto que invita a ser releído. Que así ocurra a cinco décadas de su asesinato es una señal de eternidad en marcha. Estas páginas de BOHEMIA intentan adentrarse en su vida, en su pensamiento, en sus lecciones, tan necesarias. Porque ese hombre, ciudadano del mundo, habita y habitará los tiempos.

D

79

12

18

2750

Precio: 2:00 pesos

Page 4: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

4 Edición extraordinaria-octubre 2017

Fue un día del mes de julio o agosto de 1955 cuando conocimos al Che. Y en una noche –como él cuenta en sus narraciones– se con-virtió en un futuro expedicionario del Granma. Pero en aquel entonces aquella expedición no

tenía ni barco, ni armas, ni tropas. Y fue así como, junto con Raúl, el Che integró el grupo de los dos pri-meros de la lista del Granma. Han pasado desde en-tonces 12 años; han sido 12 años cargados de lucha y de historia. […].

Che era una de esas personas a quien todos le toma-ban afecto inmediatamente, por su sencillez, por su ca-rácter, por su naturalidad, por su compañerismo, por su personalidad, por su originalidad, aun cuando todavía no se le conocían las demás singulares virtudes que lo caracterizaron. […].

Se le veía impregnado de un profundo espíritu de odio y desprecio al imperialismo, no solo porque ya su formación política había adquirido un considera-ble grado de desarrollo, sino porque había tenido la oportunidad de presenciar en Guatemala la crimi-nal intervención imperialista a través de los soldados mercenarios que dieron al traste con la revolución de aquel país.

Para un hombre como él no eran necesarios mu-chos argumentos. Le bastaba saber que Cuba vivía en una situación similar, le bastaba saber que había hombres decididos a combatir con las armas en la mano esa situación […].

De este modo, un día, a fi nes de noviembre de 1956, con nosotros emprendió la marcha hacia Cuba. Recuerdo que aquella travesía fue muy dura para él puesto que, dadas las circunstancias en que fue nece-sario organizar la partida, no pudo siquiera proveerse de las medicinas que necesitaba y toda la travesía la pasó bajo un fuerte ataque de asma sin un solo alivio, pero también sin una sola queja.

[…] una de sus características esenciales: la dispo-sición inmediata, instantánea, a ofrecerse para reali-zar la misión más peligrosa. Y aquello, naturalmente, suscitaba la admiración, la doble admiración hacia aquel compañero que luchaba junto a nosotros, que no había nacido en esta tierra, que era un hombre de ideas profundas […].

Fue así como se ganó los grados de Comandante y de jefe de la segunda columna que se organizara en la Sierra Maestra; fue así como comenzó a crecer su prestigio, como comenzó a adquirir su fama de mag-nífi co combatiente que hubo de llevar a los grados más altos en el transcurso de la guerra.

Che era un insuperable soldado; Che era un insu-perable jefe; Che era, desde el punto militar, un hom-bre extraordinariamente capaz, extraordinariamente

¡Que sean como el Che!

valeroso, extraordinariamente agresivo. Si como gue-rrillero tenía un talón de Aquiles, ese talón de Aquiles era […] era su absoluto desprecio al peligro.

[…] ¡Che era un maestro de la guerra, Che era un artista de la lucha guerrillera! Y lo demostró infi nidad de veces pero lo demostró sobre todo en dos extraor-dinarias proezas, como fue una de ellas la invasión al frente de una columna, perseguida esa columna por miles de soldados por territorio absolutamente llano y desconocido, realizando –junto con Camilo– una for-midable hazaña militar. Pero, además, lo demostró en su fulminante campaña en Las Villas […], en su audaz ataque a la ciudad de Santa Clara […] con una colum-

Page 5: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

5Edición extraordinaria-octubre 2017

como director de la Junta de Planifi cación, como Mi-nistro de Industrias, como Comandante de regiones militares, como jefe de delegaciones.

[…] representó de manera brillante a nuestra patria en numerosas conferencias internacionales, de la mis-ma manera que dirigió brillantemente a los soldados en el combate, de la misma manera que fue un modelo de trabajador al frente de cualesquiera de las institu-ciones que se le asignaron […]. Su sed de abarcar co-nocimientos humanos era prácticamente insaciable, y las horas que le arrebataba al sueño las dedicaba al estudio; y los días reglamentarios de descanso los de-dicaba al trabajo voluntario.

Fue él el inspirador y el máximo impulsor de ese trabajo. […] como revolucionario, como revoluciona-rio comunista, verdaderamente comunista, tenía una infi nita fe en los valores morales, tenía una infi nita fe en la conciencia de los hombres. Y debemos decir que en su concepción vio con absoluta claridad en los resortes morales la palanca fundamental de la cons-trucción del comunismo.

[…] si de dolor se trata, a nosotros nos duele no solo lo que se haya perdido como hombre de acción, nos duele lo que se ha perdido como hombre virtuoso, nos duele lo que se ha perdido como hombre de exqui-sita sensibilidad humana […]. Nos duele pensar que te-nía solo 39 años en el momento de su muerte.

[…] ante la historia, los hombres que actúan como él, los hombres que lo hacen todo y lo dan todo por la causa de los humildes, cada día que pasa se agigantan. […].

Si queremos expresar cómo aspiramos que sean nuestros combatientes revolucionarios, nuestros mi-litantes, nuestros hombres, debemos decir sin vacila-ción de ninguna índole: ¡Que sean como el Che! Si que-remos expresar cómo queremos que sean los hombres de las futuras generaciones, debemos decir: ¡Que sean como el Che! Si queremos decir cómo deseamos que se eduquen nuestros niños, debemos decir sin vacila-ción: ¡Queremos que se eduquen en el espíritu del Che! Si queremos un modelo de hombre, un modelo de hombre que no pertenece a este tiempo, un modelo de hom-bre que pertenece al futuro, ¡de corazón digo que ese modelo sin una sola mancha en su conducta, sin una sola mancha en su actitud, sin una sola mancha en su actuación, ese modelo es el Che! Si queremos expresar cómo deseamos que sean nuestros hijos, debemos de-cir con todo el corazón de vehementes revolucionarios: ¡Queremos que sean como el Che! […].

na de apenas 300 hombres en una ciudad defendida por tanques, artillería y varios miles de soldados de infantería […].

Podrá morir el artista, sobre todo cuando se es ar-tista de un arte tan peligroso como es la lucha revolu-cionaria, pero lo que no morirá de ninguna forma es el arte al que consagró su vida […].

[…] nosotros entendemos que su vida, su experien-cia, su capacidad de jefe aguerrido, su prestigio y todo lo que él signifi caba en vida, era mucho más, incompa-rablemente más, que la evaluación que tal vez él hizo de sí mismo. Puede haber infl uido profundamente en su conducta la idea de que los hombres tienen un valor relativo en la historia, la idea de que las causas no son derrotadas cuando los hombres caen […].

No es fácil que una persona de manera espontánea sea capaz de desarrollar una personalidad como la suya. Diría que es de esos tipos de hombres difíciles de igualar y prácticamente imposibles de superar. Pero diremos también que hombres como él son ca-paces, con su ejemplo, de ayudar a que surjan hom-bres como él […].

[…] aquel hombre que cayó como hombre mortal, como hombre que se exponía muchas veces a las balas, como militar, como jefe, es mil veces más capaz que aquellos que con un golpe de suerte lo mataron. Sin em-bargo, ¿cómo tienen los revolucionarios que afrontar ese golpe adverso? ¿Cómo tienen que afrontar esa pérdida? ¿Cuál sería la opinión del Che si tuviese que emitir un juicio sobre este particular? Esa opinión la dijo, esa opi-nión la expresó con toda claridad, cuando escribió en su mensaje a la conferencia de solidaridad de los pueblos de Asia, África y América Latina que si en cualquier parte le sorprendía la muerte, bienvenida fuera siempre que ese, su grito de guerra, haya llegado hasta un oído receptivo, y otra mano se extienda para empuñar el arma.

[…] es en el campo de las ideas, en el campo de los sentimientos, en el campo de las virtudes revoluciona-rias, en el campo de la inteligencia, […], donde noso-tros sentimos la tremenda pérdida que para el movi-miento revolucionario ha signifi cado su muerte.

[…] Che no solo era un hombre de acción insupe-rable: Che era un hombre de pensamiento profundo, de inteligencia visionaria, un hombre de profunda cul-tura. Es decir que reunía en su persona al hombre de ideas y al hombre de acción.

[…] hombre íntegro a carta cabal, hombre de honra-dez suprema, de sinceridad absoluta, hombre de vida estoica y espartana, hombre a quien prácticamente en su conducta no se le puede encontrar una sola mancha.

[…] le ha legado a las generaciones futuras no solo su experiencia, sus conocimientos como soldado des-tacado, sino que a la vez las obras de su inteligencia. […] Sus narraciones de la guerra son insuperables […].

Trabajador infatigable, en los años que estuvo al servicio de nuestra patria no conoció un solo día de descanso. Fueron muchas las responsabilidades que se le asignaron: como Presidente del Banco Nacional,

• Fragmento del discurso de Fidel Castro Ruz, en la velada solemne en memoria de Ernesto Che Guevara, en la Plaza de la Revolución, el 18 de octubre de 1967.

Page 6: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

6 Edición extraordinaria-octubre 2017

Una entrevista con la señora de Guevara es fácil y agradable. Se cambian los te-mas; charlamos al

fin, de nuestro tema. Le han pedi-do tantas veces que hable de su hijo que inicia pacientemente un relato repetido. Pero pronto deja de ser una sucesión de fechas e incidentes para teñirse de cierta intimidad. Cuando la señora de Guevara precisa la fecha del naci-miento de Ernesto me sobresalta la certeza de que somos realmen-te contemporáneos. Nació el 14 de junio de 1928. Tenemos la misma edad. Esto quiere decir demasia-das cosas. Esto me permite en-tender de golpe todo lo implícito en la conversación con su madre. Ahora sospecho como miró desde la calma de su provincia, el prin-cipio de la guerra española. De pronto imagino su cara de lector atento siguiendo el crimen de Martita Stuz. Supongo que, ape-nas adolescente, habrá elegido entre Castillo y Florentino su can-tor predilecto. Pienso que habrá comentado las palomitas de José Manuel Moreno el lunes con los muchachos. Sus años, mis años, que ahora son dos circunstancias casuales, entonces, en la infancia, eran una estrecha intimidad. Los chicos sí son realmente contem-poráneos.

Ahora me resulta enormemen-te fácil ir en busca del “Che” antes de que lo fuera. Nació en Rosario, por casualidad. Sus padres lucha-ban con una plantación de yerba, en el Norte; cuando la señora es-taba por dar a luz su primer hijo decidieron venir a Buenos Aires. No llegaron. En la medianoche de aquel día de junio gritó por

Cuando aún no era el Che Fragmentos de una entrevista con doña Celia de la Serna de Guevara

Por JULIA CONSTENLA

primera vez Ernesto Guevara (hijo). Poco después volvieron al yerbatal. A los dos años tuvieron que trasladarse a Buenos Aires. Ernesto tuvo su primer problema de asma. Un problema que ya no habría de resolverse, una fatiga, un ahogo que lo iba a acompañar para siempre. Una respiración que sonaría sorda y persistente en las aulas de la Facultad de Me-dicina y en el corazón de la sierra.

A los cuatro años ya no resistía tampoco Buenos Aires. El padre se acostumbró a dormir sentado a la cabecera del hijo, para que este, recostado sobre su pecho, soportara mejor el ataque. Los hermanos tenían ocupada a la madre. Ernesto desmejoraba; los médicos explicaron que era un caso difícil, que más adelante, que tal vez un cambio de aire... La familia se trasladó otra vez. Fueron a Córdoba. Allí la cosa se hace más llevadera. Soporta mejor los ataques. Se instalan en Altagracia luego de viajar por la provincia.

Agrego los detalles. Yo sé que las siestas de los chicos provin-cianos son las mismas. Las esca-padas, los libros leídos en la som-bra fresca del zaguán, la honda, el río, la fruta verde, ¿la mazamo-rra?, el dulce de leche en paila de cobre. Tal vez crece un poco la infancia del “Che” a la sombra de las zarzas de piquillines, pero sé que la lucha de su familia por sa-lir a f lote debe haberse parecido a la de la mía. Que los tíos llegaban en raleadas visitas, que los ami-gos silbaban al pasar. Sé también que los amigos se llaman Tomás, Ariel, el Tiqui, el Gordo, Calica... Sé que deben haber hablado a la sombra de un árbol petiso y co-

[…] Debo obtener datos sobre la infancia, la

juventud, la vida del “Che” en la Argentina.

Supongo que, de alguna manera, este es también un modo de recuperarlo.

Pienso en el “Che”, en el estereotipo que

llega cuidadosamente recortado en fotos, trato de ubicar sus

propios rasgos, no la imagen de su mito.

Todo lo que recuerdo es un modo de inclinar la cabeza, una expresión

concentrada, una manera de dar siempre

–aun a través de la frialdad de una foto–

la impresión de que está oyendo, con una

cierta tensión, atenta y preocupada, hacia los

otros.Ahora en la desolada humedad de Buenos

Aires, caminando por las veredas con árboles del barrio donde viven

los Guevara desde hace años, evitando algún

charco, percibiendo el total silencio de una ciudad en huelga, no

puedo buscar un mito por seductor que sea.

Voy en busca de la infancia, de la juventud,

voy en busca de un pasado que vuelva al

mito a su escueta calidad humana.

Publicado en BOHEMIA, 27 de agosto de 1961

Page 7: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

7Edición extraordinaria-octubre 2017

pudo de cuando fueran grandes y me imagino que habrán aban-donado algún “picado” de fútbol porque Ernesto tenía ahogo.

Antes de que su hijo mayor cumpliera ocho años, la señora de Guevara recibió una circular del Ministerio de Educación, ha-ciéndole notar que Ernesto Gue-vara, de siete años cumplidos, no figuraba inscripto en ningún establecimiento de enseñanza primaria.

—Contesté de inmediato –nos dice–, me hizo sentir orgullosa aquella preocupación de que los chicos aprendieran a leer y escri-bir. Yo le enseñaba las primeras letras a mi hijo, pero Ernesto no podía ir a la escuela por su asma. Solo cursó regularmente segundo y tercero; cuarto, quinto y sexto los hizo yendo como podía. Los hermanos copiaban los deberes y él estudiaba en casa.

Llegó al Nacional. Entonces viajaba a Córdoba todos los días. Después se trasladaron a la ciu-dad todos los Guevara. Tenía casa y comida, pero las finanzas familiares no daban para mu-cho más. Antes de terminar la escuela secundaria consiguió su primer empleo en la Dirección de Vialidad de Villa María y allí se trasladó a vivir. Poco después su familia volvía a Buenos Aires; al tiempo regresaba a la capital también él.

Ya era un muchachón. Indepen-diente, cuidadoso y decidido. Con

esfuerzos increíbles, había supe-rado los problemas de su enfer-medad y practicaba deportes. Se inscribió en la Facultad de Medi-cina, consiguió trabajo en la Mu-nicipalidad –seis horas diarias–. También trabajaba “ad honórem” en un Instituto de Investigaciones Alérgicas, otras seis horas diarias. Y sin embargo, siguió la carrera normalmente. Durante el verano hacía largos viajes. Una vez re-corrió en bicicleta todo el Norte y el Oeste. Anduvo por los valles Calchaquíes y los Andes, pasó por Tucumán y por Mendoza, por Sal-ta, por Jujuy y La Rioja.

Otro año trabajó en un vapor de la f lota mercante. Fue un via-je cómodo pero no lo convenció: solo cuatro horas en una isla des-cargando petróleo, 15 días de ida y 15 de vuelta... Hizo otro viaje en compañía de uno de sus amigos de infancia. Alberto Granado, el hermano de Tomás, un médico joven interesado en la lepra. Jun-tos decidieron recorrer la costa del Pacífico. Guevara quería an-dar por el continente, conocerlo, bucear las civilizaciones ante-riores a la conquista, ver gente, recorrer, aunque sea a pie, sus caminos. Hambre de América es eso. A Santiago de Chile llegaron en moto: se habían caído varias veces y ya en la ciudad la moto se desintegró. Siguieron a pie, cru-zaron el altiplano caminando. Allí se encontraron con una pa-reja de indios; los habían echado

En el primer piso de este edificio, en la calle Entre Ríos (en la ciudad de Rosario, donde Che nació por casualidad), se ubica el primer hogar de Ernestito.

AR

CHIV

O B

OH

EMIA

Ernesto Guevara Linch y Celia de la Serna de la Llosa con el pequeño a los nueve días de nacido en la primera foto conocida de los tres, en Rosario.

COR

TESÍA CEN

TRO

CHE

El rugby, uno de los deportes fuertes que atraían a Ernesto Guevara, quien alguna vez en el terreno dijo: “Apártense que aquí va Furibundo Serna”, apodo que luego abrevió en el de Fúser.

COR

TESÍA CEN

TRO

CHE

Habitación que ocupó el Che cuando la familia vivió en Altagracia.

COR

TESÍA CEN

TRO

CHE

Page 8: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

8 Edición extraordinaria-octubre 2017

de la mina donde trabajaban y, sin un centavo, volvían al pueblo. Ellos solo tenían una manta, que compartieron, turnándose para dormir.

Los que velaban tenían que caminar, saltar, moverse, para no quedar entumecidos. Llega-ron a Perú, invocaron una am-bigua misión de estudio y reco-rrieron leprosorios y realizaron un buen trabajo de observación. Pero Guevara quería ir a Machu Picchu. Llegó. Después, en el co-razón de la selva brasileña, los enfermos de un leprosorio les construyeron una balsa, siguie-ron el curso del río y llegaron a Colombia. Incidentes, dificul-tades de papeles, de dinero, de absurdas cosas secundarias. En Iquitos fueron entrenadores de fútbol y consiguieron plata para pasajes de avión. En Bogotá los deportaron. Una colecta entre estudiantes les permitió llegar a Venezuela. Allí se quedó Gra-nado trabajando en la especia-lidad. Guevara voló en un avión de transporte de caballos de raza hasta Miami, debía estar solo dos días y se quedó casi un mes. Ra-cionó de tal manera sus finanzas que vivió leyendo en la bibliote-ca comunal y alimentándose con un café con leche diario.

Volvió al fin a Buenos Aires. Lo reclamaba el servicio mili-tar. Fue declarado inepto. Esto me hace creer que al margen de los jueces existe la justicia. Si Guevara hubiera sido apto para servir bajo las órdenes de un te-niente que ahora condena muje-res sin defensa, o de un capitán que tortura o de un cajetilla que ofende sin razón y sin motivo, si EL COMANDANTE ERNESTO GUEVARA, grado obtenido en el campo de batalla, hubiera teni-do que lustrar la virgen espada de un coronel como Labayru, por ejemplo, si ese muchacho que trabaja 12 horas diarias y seguía una carrera universitaria hubie-ra tenido que pasar un año ha-ciendo compras para la señora del teniente primero o vigilando

Con la familia en 1945 Celia –hija– y Celia –madre–, Roberto, Ana, Ernesto, Juan Martín, conocido como Tudito, en brazos del padre.

TOM

AD

A D

E LA

PA

STER

A. M

USE

O D

EL C

HE

EN A

RG

ENTI

NA

la corrección de la cartuchera que no emplearía nunca su supe-rior, si el comandante Guevara se hubiera sometido a esto, el ab-surdo sería vergonzoso. Pero fue declarado inepto. Hay justicia.

Volvamos a la historia. En po-cos meses se recibió; a veces concurría a cumplir los traba-jos prácticos con fiebre, pero no abandonó ni la carrera ni sus em-pleos. Los pedidos de su familia para que se cuidara eran desa-tendidos, entonces ya decía, lo que repite ahora cuando alguien le hace notar que su ritmo de tra-bajo es agotador y que la gente, a veces, revienta.

—Si solo necesito un año, ¡cómo no voy a tener un añito más!...

De añito en añito, de ataque en ataque, de esfuerzo en esfuerzo, va pudiendo.

Cuando se recibió de médico, decidió volver a Venezuela don-de casi no había estado en su viaje anterior. Allí tenía amigos, lo llamaba Granado. Se puso en marcha. Casi de a pie, así como viajaba él. En Bolivia un grupo de jóvenes izquierdistas argenti-nos lo convence de que el lugar de América donde en ese momento había cosas para ver era Guate-mala. Una verdadera democra-cia. Árbenz, Arévalo, gente que estaba haciendo historia.

En ese momento Bolivia es sa-cudida por la revolución. Gue-

vara permanece en el país sin intervenir, observando, y luego parte a Guatemala pasando por Venezuela.

En Guatemala nota que es ver-dad lo que le han dicho, los gua-temaltecos están construyendo un país. Ve la fe y la esperanza de la gente, percibe el sacudón vital del pueblo, se contagia. Investiga en su especialidad, se mezcla en la cosa política, conoce a Árbenz. El gobierno expropia la United Fruit. Invaden Guatemala. Guevara soli-cita de Árbenz que le permita cola-borar en la defensa. Le comunican que no habrá defensa. Se ofrece para organizarla. ¿Pero quién es él? ¿Cuáles son sus antecedentes, des-pués de todo? ¿O acaso son ante-cedentes ganarle al asma, trabajar 12 horas y estudiar, recorrer Lati-noamérica paso a paso? No, ante-cedentes son otras cosas... hablar, escribir artículos sobre generali-dades, conocer gentes... No, Gue-vara no tiene antecedentes. Ante sus ojos cayó Guatemala. Todos los sentimos adentro. Pero, ¿y él?

Allí debe haberse precipitado todo lo que estaba latente. Aquel vago afán por meterse en América, aquella necesidad de conocerla, aquel interés por la revolución del Paraguay y aquel quedarse a ver la revolución de Bolivia. AMÉRICA... AMÉRICA oprimida por acciones de bolsa, la vitalidad de un pueblo deshecha por un problema de divi-dendos, las muertes horrorosas y

Page 9: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

9Edición extraordinaria-octubre 2017

superfl uas por un coronelazo que tenía que defender la United Fruit no son cosas que esté dispuesto a aguantar el doctor Ernesto Gueva-ra, médico argentino. Cruza a Mé-xico. No debe ir más lejos.

Allí conoce a los Castro. Son cubanos. Han alquilado una casa para entrenarse, compraron ar-mas y se ocupan de aprender a manejarlas bien. Tienen instruc-tor. Sería bueno un médico. No lo rechazaron por asmático. Una delación de la policía de Batista que los detiene, y los consigna a la policía mejicana, termina con el entrenamiento […].

Fidel es el líder natural. Suya es la idea de comunicar la invasión.

—Es necesario crear fe –repi-te–. Los cubanos tienen que sa-ber que desembarcamos, tienen que saber que los vamos a liberar, tienen que aprender a creernos y para que nos crean hay que decir-les siempre la verdad.

Anuncian el desembarco. Cosa de locos. Sobre la playa pasan los aviones ametrallando. Vuelven a pasar. Queda un tendal de muer-tos. Cuando los aviones se alejan, se para el gigante y con los dos brazos en alto, los puños cerra-dos, increpa a los aviones, puntos negros en la lejanía.

[…] Detrás suyo había un pu-ñado de cadáveres. Entonces Er-nesto Guevara, ya el Che, entra en la historia. Cuando se levanta de la playa, se sacude la arena y

empieza a ver quién vive. Cuando recorre silenciosamente el trecho ensangrentado, cuando oye mal-decir al gigante parado contra el cielo y contra el mar, entonces los argentinos colaboramos en la gesta de Cuba con un héroe.

Los detalles de la vida de la Sie-rra no son casi nunca, de primera mano. La gente de la Sierra prefi ere no hablar de eso. Tal vez por-que ser jefe revolucionario es una ta-rea dura. Y la disciplina tiene que ser terriblemente rígida. La pena de fusilamiento para quien viola-ra a una mujer o robara a un cam-pesino, por ejemplo, se cumplía estrictamente. Cuentan que uno de los fusilados tenía un herma-no también guerrillero; cuando se cumplió la sentencia se presentó el hermano del muerto ante Fidel y le pidió la baja.

—¿Por qué te vas? —Tengo vergüenza: después de

lo que hizo mi hermano ustedes ya no me tendrán confianza.

—Chico, te quedas. Acá cada uno cuenta por sí. Lo de tu her-mano fue cosa suya.

[…] Una vez, luego de un com-bate en el que había perdido su inhalador y presa de un terrible ataque de asma, […] consiguió volver al campamento. La prime-ra bala que lo hirió chocó con la cartuchera que llevaba sobre el pecho, y se alojó en el cuello, a milímetros de la médula. Varias veces fue herido en acción.

Imágenes de varias etapas de su vida. CORTESÍA CENTRO CHE

—Tres veces lo dieron por muer-to –dice la señora de Guevara. Tres veces recibimos el desmentido y unas líneas tranquilizadoras. En-vejecimos en esos dos años. Cada vez que conseguía un alivio al sa-ber que estaba aún vivo, volvía a desesperarme recordando que las noticias tardaban en llegar.

[…] Día a día, en la Sierra y por los tendidos llanos, pelearon hasta ganar. Pero a mí me gustaría verlo bajar por esta calle húmeda y os-curecida; que anduviera de nuevo esta ciudad; que pasara junto al mocoso que chapotea en el barro de la villa mísera; que palpara la bronca concentrada del que yuga 10 horas, sin saber para qué; que mirara como yo ahora el melan-cólico par de manotones en que se resuelve un triste romance de pla-za; que hablara con el cañero que vendió la última silla para hacer la última comida; que soportara el peso de la digna miseria de un maestro por 3 000 pesos y delan-tal con almidón: que llegara hasta Viedma donde hay torturados; que conociera a la señora de Ahuma-da y su martirio; que estuviera de nuevo entre nosotros.

Entonces, estoy segura, alguien le tendería una mano grande, cua-drada, oscura y tal vez le dijera: “¡Listos, mi comandante!”

Page 10: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

10 Edición extraordinaria-octubre 2017

Según propia confesión, la idea surgió en una mañana de octubre, mientras toma-ban mate dulce debajo de la parra en la casa de su inse-

parable amigo Alberto Granado, en Córdoba (Argentina). Por aquellos días, el joven Ernesto, a quien to-davía no llamaban Che sino Pelao o Fuser, “tenía mis desazones, pero debidas más que nada a mi espíri-tu soñador, estaba harto de Facul-tad de Medicina, de hospitales y de exámenes”. Con otra vuelta de mate quedó decidido el viaje. Cuando Al-berto inquirió cómo lo realizarían, el futuro guerrillero solo dijo: “Con La Poderosa II, hombre”.

Se refería a la moto marca Norton, que tenía su amigo, y que ambos habían malamente reparado. Los dos jóvenes argentinos partieron de Córdoba el 29 de diciembre de 1951. El vetusto vehículo iba sobrecarga-do: mantas, ropas, impermeables, lonas, sogas, baterías de cocina y otros utensilios, aparte de un perri-to, Come back, que el Pelao regalaría a Chinchina, su novia, cuando pasa-ran por la villa donde ella residía.

No es de extrañar que La Pode-rosa II resultara inservible en la

El joven viajeroPara conocer a fondo esa Latinoamérica que soñaba unida, se fue a hollar caminos, no desde la óptica de un turista sino la de un hombre comprometido desde entonces con su tiempo

Por PEDRO ANTONIO GARCÍA

RECORRIDO POR SUDAMÉRICA

primera meta del viaje: Chile. A pesar del contratiempo visitaron la mina de cobre de Chuquicamata, donde constataron la vida precaria y miserable de los mineros y sus fa-milias.

En Perú, uno de los objetivos del viaje era conocer Machu Picchu, el sitio sagrado de los incas. En sus Notas de viaje, Che escribiría sobre ese sitio: “Nos encontramos aquí frente a una pura expresión de la civilización indígena más podero-sa de América, plena de inmensos tesoros de evocación entre sus mu-ros muertos de aburrimiento de no ser, y el paisaje estupendo que lo circunda, le da el marco necesario para extasiar al soñador que vaga porque sí entre sus ruinas”.

Posteriormente, en un segun-do viaje por Latinoamérica, esa vez acompañado de Carlos Calica Ferrer, el Pelao no ocultaría su ad-miración: “Machu Picchu no de-frauda, no sé cuántas veces más podré admirarla, pero esas nubes grises, esos picachos morados y de colores sobre los que resalta el claro de las ruinas grises, es uno de los espectáculos más maravi-llosos que pueda imaginar”.

Con Gualo, en el segundo viaje latinoamericano.

COR

TESÍA CEN

TRO

CHE

Afinando La Poderosa II.

AR

CHIV

O B

OH

EMIA

En Machu Picchu.

AR

CHIV

O B

OH

EMIA

Con Alberto Granadoen la Mambo-Tango.

Page 11: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

11Edición extraordinaria-octubre 2017

En Lima, la capital peruana, co-noció al médico Hugo Pesce, emi-nente especialista en lepra, militan-te comunista, humanista, político y fi lósofo. Por sus gestiones los dos argentinos trabajaron y tuvieron alojamiento gratuito en el leproso-rio que él atendía. Como médico y como revolucionario, ejercería una enorme infl uencia sobre el Che y cuando este, ya en Cuba, publicó uno de sus libros capitales, le envió un ejemplar con una dedicatoria: “Al Doctor Hugo Pesce, que provo-cara, sin saberlo quizás, un gran cambio en mi actitud frente a la vida y la sociedad, con el entusias-mo aventurero de siempre pero en-caminado a fi nes más armoniosos con la necesidades de América. Fra-ternalmente Che Guevara”.

Primero por tierra hasta Pucall-pa, luego navegando el río Ucayali, Ernesto y Granado llegaron a su próximo objetivo: el leprosorio de San Pablo de Loreto, donde traba-jaron en el laboratorio, ayudaron en las consultas y se ganaron el cariño de los pacientes, quienes le celebraron al Che su cumplea-ños 24. Ese día el futuro Guerrille-ro Heroico tuvo una memorable intervención en la que expresó: “Creemos, y después de este viaje más fi rmemente que antes, que la división de América en nacionali-dades inciertas e ilusorias es com-pletamente fi cticia. Constituimos una sola raza mestiza que desde México hasta el estrecho de Maga-llanes presenta notables similitu-des etnográfi cas. Por eso, tratando de quitarme toda carga de pro-vincianismos exiguos, brindo por Perú y por América Unida”.

En una balsa remozada por los pacientes y médicos del le-

prosorio, a la cual nombraron Mambo-Tango, los dos jóvenes ar-gentinos, río abajo, llegaron hasta Leticia en territorio colombiano y de allí, tras entrenar e integrar un equipo de fútbol de la localidad que resultó triunfador en una corta competición, marcharon a Bogotá. Su aspecto nada formal se les hizo sospechoso a los aparatos represi-vos del régimen de turno. Deteni-dos y despojados de sus pertenen-cias, entre ellas un cortapapeles de plata de Ernesto que parecía un cuchillito, los pusieron en libertad. El Pelao no se quiso ir de Colombia hasta que le devolvieran el cuchilli-to y tuvo fuertes discusiones con un teniente y un capitán de mal talan-te. Tras unos días de asediar la co-misaría, lo recuperó.

En Cúcuta, frente a la frontera con Venezuela, pudieron consta-tar cómo entre la ola de emigran-tes que esperaban una visa para la patria de Bolívar se había genera-lizado la prostitución y llegaron a la conclusión de que Colombia ya no era el país soñado por Bolívar y Jorge Eliecer Gaytán. En autobús se dirigieron a Caracas. Granado ob-tuvo empleo en un leprosorio del país. Ernesto, por su parte, decidió regresar a Argentina para terminar sus estudios.

“El sol nos daba tímido en la es-palda”, comenzaba el joven Ernesto las notas de su segundo viaje lati-noamericano, iniciado el 7 de julio de 1953. Solo que ya no era Alberto Granado su compañero de aven-turas, sino otro amigo de infancia, Carlos Calica Ferrer.

En La Paz, se encontraron un país en revolución donde se había dictado la Reforma Agraria y otras medidas progresistas. Pero avizo-ró también las limitaciones de ese proceso que tiempo más tarde pro-vocarían su fracaso. De las distin-tas tendencias que coexistían en el nuevo gobierno Che solo confía en los mineros, que durante su estan-cia en La Paz habían ido a la ciudad a defender la revolución y desfi lar en el día de la Reforma Agraria. So-bre ellos afi rmaría entonces: “Por la tarde llegaron […] con sus caras pétreas y los cascos de plástico co-loreado que los semejan guerreros de otras tierras”.

Escribiría en sus notas de viaje, años después publicadas bajo el tí-

tulo de Otra vez: “La gente llamada bien, la gente culta se asombra de los acontecimientos y maldice la importancia que se le da al indio. El indio sigue siendo una bestia para la mentalidad del blanco”.

Al cruzar la frontera por la ciudad de Puno, la Aduana de Perú le deco-misó toda la literatura política que llevaba bajo la acusación de “pro-paganda roja”. Tras departir con el doctor Pesce, en Lima, el Pelao y Calica se dirigieron a Guayaquil, Ecuador, y allí convivieron en una pensión con Eduardo Gualo García y otros argentinos.

Guayaquil le pareció como todos los puertos que conocía, una ciudad pretexto sin vida casi, que gira alre-dedor del suceso diario de la entra-da y salida de barcos y con lugares de costa parecidos a los de cual-quier zona lluviosa del continente. Allí pasó el tiempo entre ataques de asma y partidas de ajedrez, mien-tras se debatía entre ir a Venezuela, a reunirse con Granado, o partir hacia Guatemala donde se desarro-lla una interesante revolución.

Al fi nal, Calica enrumbó solo ha-cia Venezuela. El joven Che decidió marchar junto con Gualo a Guate-mala. En Panamá pudo sobrevivir gracias a unos artículos publicados en la prensa local. A su paso por Costa Rica, contactó con políticos latinoamericanos, como el domi-nicano Juan Bosch, de quien escri-biría: “Literato de ideas claras y de tendencia izquierdista, no habla-mos de literatura, simplemente de política”. Buena impresión le causó el marxista Manuel Mora Valverde, “un hombre tranquilo y pausado […] Nos dio una cabal explicación de la política de Costa Rica en estos últimos años”. No así el venezolano Rómulo Betancourt, califi cado por él de político ondeante y torcible para el lado de las mayores ventajas, “que en principio está fi rmemente con los Estados Unidos y se dedica a denigrar a los comunistas”.

Tras atravesar El Salvador, Che lo-gró llegar a Guatemala en la noche-buena de 1953. Allí transcurriría un capítulo esencial de su vida.

Con pobladores originarios en su primer viaje latinoamericano.

AR

CHIV

O B

OH

EMIA

Fuentes consultadas

• Los libros Otra vez, de Ernesto Che Guevara, Mi hijo el Che, de Ernesto Guevara Lynch, y Con el Che por Sudamérica, de Alberto Granado.

Page 12: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

12 Edición extraordinaria-octubre 2017

DE GUATEMALA A LA HABANA

Guerrillero rebeldePara ser revolucionario hay que tener revolución, escribió una vez, y se fue con Fidel a hacerla a la Sierra Maestra

Por PEDRO ANTONIO GARCÍA/Fotos: Archivo de BOHEMIA

Si los viajes por América La-tina fueron creciendo y agigantando su modo revo-lucionario de pensar, su es-tancia en Guatemala conso-

lidó su firme antimperialismo. Che llegó a esa nación cuando el gobier-no de Jacobo Árbenz ganaba cada día más popularidad y en Washing-ton crecía la preocupación.

Prefi gurando a Girón, una bri-gada mercenaria, organizada por la CIA, invadió el país, apoyado por aviones yanquis, los cuales, como relatara el joven Ernesto, “pasaron por sobre la ciudad ametrallando gente y objetivos militares”.

El ejército constitucional se doblegó ante la brigada de la CIA y obligó a Árbenz a dimitir. Che amargamente afi rmaría: “Era ne-cesario luchar, pero casi nadie luchó. La resistencia debió ser im-plementada pero casi nadie quiso hacerlo”.

Y a la madre escribió: “Los yan-quis han dejado defi nitivamente la careta que les había puesto Roo-sevelt y están haciendo tropelías y media por estos lados”. Años des-pués concluiría así este capítulo de su vida: “En Guatemala, la Guate-mala de Árbenz, me di cuenta de una cosa fundamental, para ser médico revolucionario o para ser revolucionario, lo primero que hay que tener es revolución”.

MÉXICO

En el Distrito Federal el joven Che se encontró casualmente con Ñico López, su amigo cubano de los días de Guatemala, quien con otros moncadistas se había alojado en un hotel de la calle Insurgentes adon-

En México, junto con sus compañeros.

de el Che acudió varias veces para departir con ellos. El otro punto de reunión era la casa de María Anto-nia González, una patriota cubana residente en la ciudad.

Tanto Ñico como sus compañe-ros comentaron con el joven Ernes-

to sobre la personalidad de Fidel y el programa político que dio a conocer en su alegato de autodefensa cono-cido como La historia me absolverá. Por ellos supo que ante la imposibi-lidad de desarrollar una oposición legal contra la tiranía, el Jefe de los

Cuando Fidel se preparaba para salir de la carcel mexicana le dice: Yo no te dejo.

Page 13: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

13Edición extraordinaria-octubre 2017

Campañas de solidaridad con los detenidos, encabezadas por el general Lázaro Cárdenas, expre-sidente mexicano, lograron la li-beración de casi todos, menos del Che, sobre quien pesaba una posi-ble deportación.

Fidel gestionó con abogados y personalidades políticas de la na-ción hermana para lograr la ex-carcelación del médico argentino. Una y otra vez el líder de la Revo-lución Cubana le reiteraba: “Yo no te abandono”. Y al fi nal se logró su libertad.

El 25 de noviembre de 1956 Che partió con Fidel y sus compañeros en el yate Granma hacia Cuba. Y a su madre escribiría por aquellos días: “Esta carta saldrá cuando las papas quemen de verdad y enton-ces sabrás que tu hijo, en un so-leado país americano, se puteará a sí mismo por no haber estudiado algo de cirugía para ayudar a un herido. […] Y la lucha será de espal-da a la pared, como en los himnos, hasta vencer o morir’’.

EN CUBA

Atrás quedó el desembarco, más bien un naufragio, en los mangles del Guacanayabo, la dispersión de Alegría de Pío, el recorrer durante días con Almeida, Ramiro, Camilo y otros compañeros, parajes in-hóspitos bajo el acoso de la solda-desca asesina y la aviación; y los ataques de asma, esa compañera inseparable que nunca lo abando-nó en su vida, ni antes ni después de la guerrilla.

Supo de la hospitalidad cam-pesina y presenció la creación del Ejército Rebelde con sobrevivien-tes de la expedición y serranos que se les sumaron. Al Fidel estructu-rar la guerrilla, lo ubicó en el Esta-do Mayor junto a Faustino Pérez, quien al ser enviado a La Habana a reorganizar el trabajo clandestino, le dejó su fusil de mirilla.

En Buenos Aires los familiares carecían de noticias suyas. Cier-ta prensa había publicado que en la expedición del Granma iba un agente comunista argentino, de pésimos antecedentes y expulsado

Fidel y Che en la Sierra Maestra.

Primera foto del Che en la Sierra, en la imagen aparece entre Fidel y Frank.

moncadistas planteaba la lucha ar-mada como única opción.

En casa de María Antonia, un apartamento de la calle Emparán número 49, Raúl le presenta el Che a Fidel. El joven argentino narraría ese momento en sus Pasajes de la guerra revolucionaria: “Recuer-do que nuestra primera discusión versó sobre política internacional. A las pocas horas de esa misma no-che –en la madrugada–, era yo uno de los futuros expedicionarios”.

Che escribiría a su compañera y luego esposa Hilda Gadea: “Tenía razón Ñico cuando nos dijo que si algo bueno se ha producido en Cuba desde Martí es Fidel Castro, él hará la revolución. Concorda-mos profundamente, solo a una

persona como él estaría dispuesto a ayudarla en todo”.

Fidel solicitó al general repu-blicano español Alberto Bayo que asumiera la preparación militar de los futuros expedicionarios. En el entrenamiento se destacó el joven argentino al que luego el peninsu-lar llegaría a califi car como su me-jor alumno.

Por intrigas de la tiranía batis-tiana, las autoridades mexicanas arrestaron a un grupo de jóvenes involucrados en los planes insu-rreccionales de Fidel, a quienes internaron en la prisión Miguel Schultz. En los interrogatorios el Che se declaró marxista leninista y sostuvo el derecho de los pueblos a la insurrección.

Page 14: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

14 Edición extraordinaria-octubre 2017

de su país. “El apellido, por supues-to, es Guevara”, consignaba en su diario de campaña.

El 31 de diciembre, la familia reci-bía una extraña carta, que refl ejaba su humor típico: “Queridos viejos: Estoy perfectamente, gasté solo 2 y me quedan cinco. Sigo trabajando en lo mismo, las noticias son espo-rádicas y lo seguirán siendo, pero confíen en que Dios sea argentino. Un gran abrazo a todos, Teté”.

Fidel tenía pensado, desde el en-cuentro de Cinco Palmas, en llevar a cabo una acción militar exitosa que diera a conocer nacionalmente que la guerrilla sobrevivía pujante. Tras documentarse con los campe-sinos de la zona, defi nió el objetivo de la acción a emprender: el cuartel de La Plata e inició el combate (17 de enero de 1957) con dos rá-fagas de ametralladora, seguidas por todos los fusiles disponibles, luego ordenó incendiar un rancho aledaño al cuartelito.

El Guerrillero Heroico ayudó a Luis Crespo en la encomienda del Jefe rebelde. Tras rendirse la guar-nición, el combatiente se transfor-mó en médico: curó heridas y apli-có torniquetes a la tropa enemiga. Los revolucionarios no sufrieron ni un rasguño.

“Este fue el primer combate vic-torioso de los ejércitos rebeldes; en este y el combate siguiente, fue el único momento de la vida de nues-

tra tropa donde nosotros hayamos tenido más armas que hombres”, concluiría en uno de sus libros.

“PONLE COMANDANTE”

Tras el asalto y toma del cuartel de La Plata continúa el aprendiza-je guerrillero del médico argentino que poco a poco se va trasmutando a combatiente. Vendría entonces el combate de Llanos del Infi erno contra una tropa enemiga en mo-vimiento, a la cual se le destruyó su vanguardia. Conocería de la trai-ción de quien se decía amigo de los rebeldes y se dejaba sobornar por el asesino Casillas Lumpuy, al que delataría la ubicación de los guerri-lleros, lo cual permitió su localiza-ción por la aviación batistiana.

Ante la llegada de un refuerzo de 50 combatientes enviados por Frank País, en marzo –y de suce-sivas incorporaciones de campesi-nos, además de un importante alijo de armas, también remitido por el revolucionario santiaguero–, en mayo, Fidel decidió acometer una acción de mayor envergadura. El objetivo, el cuartel del Uvero.

La victoria en este combate (28 de mayo de ese año), que en opi-nión del Che marcaba la mayoría de edad de la guerrilla y acrecentó enormemente la decisión y las es-peranzas de triunfo, permitió al lí-der de la Revolución la creación de una segunda columna cuya jefatu-

ra se le encomendaría al médico argentino, ya devenido en ejemplo de combatiente.

Por aquellos días en Santiago de Cuba había ocurrido la muerte de tres jóvenes en un desigual en-cuentro con la policía, entre ellos Josué, el hermano menor de Frank País, a quien los rebeldes le envia-ron una carta de pésame en la que a la vez se le hacía un gran recono-cimiento a su labor revolucionaria.

Che relataría años después: “Al poner los cargos de los fi rmantes, Fidel ordenó simplemente: Ponle comandante, cuando se iba a po-ner mi grado. De ese modo infor-mal y casi de soslayo, quedé nom-brado comandante de la segunda columna del ejército guerrillero, la que se llamaría número 4 poste-riormente […].

“La dosis de vanidad que todos tenemos dentro, hizo que me sin-tiera el hombre más orgulloso de la tierra ese día. El símbolo de mi nombramiento, una pequeña es-trella, me fue dado por Celia, junto con uno de los relojes pulseras que habían encargado a Manzanillo. Con mi columna de reciente for-mación, tuve como primera tarea la de tender un cerco a Sánchez Mosquera, uno de los más tenaces, agresivos y sanguinarios jefes del ejército enemigo”.

Rápidamente se propuso esta-blecer la disciplina en la tropa bajo

“Mandamos a preparar una inmensa bandera del 26 de Julio”.

Page 15: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

15Edición extraordinaria-octubre 2017

su mando, formar cuadros y crear un Estado Mayor para asegurar el éxito en nuevos combates. Años después, uno de los fundadores de aquella columna, Rodolfo Váz-quez, recordaría ante un perio-dista: “Lo primero que hacemos es una práctica de tiro y solo Ciro Redondo aprueba… El Che, con esa ironía tan suya, nos dijo que éramos una tropa lista para el combate”.

Otro fundador, Orestes Guerra, afi rmaría: “Sin armas, descalzos, casi desnudos, los compañeros que se habían quedado en la columna de Fidel bromeaban con nosotros, nos llamaban ‘los descamisados del Che’, ‘el desalojo campesino’, imagínate”.

Según testimonios de Vázquez y Guerra, las armas con las que con-taba la Columna 4 eran bastante defi cientes. Lo mejor que tenían era el Garand de Orestes y el Sprin-gfi eld de Walfrido Pérez. A los fu-siles Mendoza se les caía la pieza de abajo cada vez que disparaban. Otro combatiente, Manolo Espino-sa, tenía que amarrarse la escopeta a la mano.

Para los días cercanos al 26 de ju-lio, Che esbozó un plan que incluía la toma de las Minas de Bueycito, que ya el ejército no custodiaba, donde dejaría una retaguardia al mando de Juan Vitalio Vilo Acuña. El grueso de la tropa marcharía hacia el poblado, donde Ramiro Valdés rodearía el cuartel y Ciro Re-dondo atacaría por el frente.

El plan no se cumplió cabal-mente, como luego el propio Jefe de la Columna 4 explicaría, por-que los rebeldes no conocían bien el terreno. Un guardia dio la alar-ma al descubrirlos y se generalizó. En medio de la balacera, se oyó la explosión de la voladura del puen-te sobre el río, ejecutada por Cris-tino Naranjo. El combate duró 20 minutos y la mitad de la guarni-ción del cuartel resultó herida por los disparos rasantes del pelotón de Ramiro Valdés, de participa-ción destacada en la acción. Se capturaron 17 fusiles y abundante parque.

Che, con su espíritu autocrítico de siempre, escribió a Fidel: “Mi estreno como comandante fue un éxito desde el punto de vista de la victoria y un fracaso desde el pun-to de vista organizativo. A pesar de todo, tomamos el cuartel”.

El 29 de agosto un campesino le informaba al Che que una nume-rosa tropa batistiana se preparaba para subir a la Sierra por el camino que conducía a El Hombrito.

En un lugar llamado Pinar Que-mado, a unos kilómetros de su campamento, desplegó la embos-cada. Situó al pelotón de Lalo Sar-diñas por el trillo que bordeaba la loma. Ciro Redondo los atacaría en una forma oblicua y el propio Che, al frente de un grupo de tiradores, daría la orden de fuego, mientras que el pelotón de Ramiro Valdés chocaría de frente con el enemigo. Al disparo de Che se generalizó el tiroteo.

Israel Pardo y Joel Iglesias avan-zaron sobre el enemigo con sus infantiles armas, describe el Gue-rrillero Heroico, mientras las es-copetas de los tiradores hacían un ruido infernal aumentando el des-concierto de los guardias. Rodolfo Vázquez también avanzó decidido y se apropió del arma de un solda-do herido.

Che califi caría años después en uno de sus libros capitales a este combate de pequeña victoria, pues solo se había capturado un arma con la pérdida de un combatiente, aunque pudieron detener una po-derosa compañía enemiga pertre-chada para la guerra moderna con ametralladoras, bazucas y morte-ros, mientras los rebeldes solo con-taban con escopetas y otras armas medianamente efi caces.

EL HOMBRITO

En octubre de 1957, ya las con-diciones de la lucha guerrillera permitían una vida sedentaria en una zona más o menos amplia no ocupada por el ejército, el cual ni siquiera intentaba incursionar en ella. Che entonces sienta en el valle de El Hombrito las bases del primer rudimento de actividad industrial

dentro del Ejército Rebelde, que incluía panadería, talabartería e incluso, una armería que fabricó un lanzagranadas serrano. En esta zona se fundaron también un hos-pital, una escuela y una barbería.

La llegada desde La Habana de dos estudiantes universitarios per-mitió que con un mimeógrafo traí-do del llano se tiraran los primeros números de El Cubano Libre. Así daba continuidad a aquel periódi-co mambí que en dos momentos de nuestra historia habían fundado Carlos Manuel de Céspedes y Anto-nio Maceo.

Che escribiría años después: “Mandamos a preparar una in-mensa bandera del 26 de Julio que tenía un lema: Feliz año 1958, la que fue puesta en una de las lajas cimeras de El Hombrito para que, incluso, fuera vista en las pobla-ciones de las Minas de Bueycito, mientras recorríamos la zona para ir sentando una autoridad real so-bre ella”.

A pocos meses de iniciada la lu-cha armada, en 1957, Che solicita al Movimiento 26 de Julio el envío de los equipos necesarios para insta-lar una emisora radial en la Sierra. Eduardo Fernández, técnico de ra-dio y combatiente clandestino en Bayamo, se entrevista con el Che y el 16 de febrero de 1958 llega a la co-mandancia en La Mesa con la plan-ta transmisora. El 24 de febrero de 1958 se realizó cerca de la casa de Conrado, un campesino colabo-rador del Ejército Rebelde, la pri-mera transmisión ofi cial, con Luis Orlando Rodríguez como director de la emisora, denominada Radio Rebelde, y Orestes Valera, Ricardo Martínez, Violeta Casals y Jorge Enrique Mendoza en la locución.

Por las ondas de Radio Rebelde escuchó el pueblo cubano por vez primera la voz del Che.

LA OFENSIVA BATISTIANA

La tiranía, envalentonada con el fracaso de la Huelga del 9 de abril, creyó llegado su momento y con su pretendido Plan Fin de Fidel orga-nizó una descomunal embestida contra los rebeldes. El ya Coman-

Page 16: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

16 Edición extraordinaria-octubre 2017

dante en Jefe de todas las fuerzas del Movimiento 26 de Julio le expu-so al Guerrillero Heroico su plan de que se hiciese cargo de la escuela de reclutas de Minas del Frío con vistas a prepararlos ante la ofen-siva enemiga que se avecinaba. Le encomendó también la atención a los preparativos para la defensa del sector occidental del territorio rebelde.

Alternando emboscadas escalo-nadas con la guerra de posiciones, los rebeldes resistieron los ataques de unos 10 000 soldados, pertre-chados con morteros, tanques y aviación, y los diezmaron. Fidel, que le ordenó al Che la defensa de la Sierra desde Purgatorio has-ta Mompié incluyendo Minas del Frío, afi rmaría años más tarde que durante la ofensiva, este había fun-

gido, de hecho, como segundo jefe del frente.

Tras dos meses y medio de duro batallar, el ejército de la tiranía su-frió una contundente derrota. Al hacer un balance fi nal sobre estos hechos, Fidel subrayaba que era obligado destacar, en primer lugar, el papel desempeñado por Che y Camilo, quienes cumplieron ca-balmente con su papel de ser sus principales lugartenientes en dife-rentes momentos. No es de extra-ñar que al concebir su plan de tres campañas militares simultáneas, una en Oriente, bajo su mando di-recto, y las otras dos en las regió-nes central y occidental, tuviera en mente para estas últimas precisa-mente a estos dos comandantes: el Guerrillero Heroico y el Señor de la Vanguardia.

LA CAMPAÑA DE LAS VILLAS

El ejército batistiano, al decir del Che, salió con su espina dorsal rota de esta postrera ofensiva sobre la Sierra Maestra, pero aún no estaba vencido. De ahí lo importante de consolidar un frente de guerra en la antigua provincia de Las Villas que actuara bajo un plan y mando únicos con el fi n de batir sistemáti-camente al enemigo en esa región.

Los 34 días del paso de la colum-na del Che por las hoy provincias de Camagüey y Ciego de Ávila, re-sultaron difíciles y complejos. Solo en dos jornadas pudieron utilizar medios de transporte en cortos tramos. Al llegar a suelo espiritua-no, se encontraron que campeaba la falta de unidad entre las fuerzas antibatistianas, debido funda-mentalmente a la actitud autori-taria del llamado Segundo Frente Escambray (SFE), con dirigentes más proclives a luchar contra las fuerzas revolucionarias que contra la tiranía.

Desde su arribo al macizo Trini-dad-Sancti Spíritus, Che comenzó a reunirse con las organizaciones revolucionarias que tenían gue-rrillas en las montañas. Salvo con el SFE, que mantuvo una estúpida arrogancia, coordinó acciones con las del Directorio Revolucionario,

Con los fundadores de la Columna 4. En la foto también aparecen Ciro Redondo y Ramiro Valdés.

Más que su compañero de alegrías y de victorias, Camilo Cienfuegos fue su hermano, como dijera el Che.

VER

DE O

LIVO

Page 17: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

17Edición extraordinaria-octubre 2017

Partido Socialista Popular (PSP) y las del M-26-7 provincial para ex-pulsar al enemigo de los cuarteles de la serranía a fi n de asegurar un territorio libre donde asentar la base de operaciones del futuro Frente.

Con ese propósito, tomó el cuar-tel de Güinía de Miranda (26 de octubre) y acosó al de Banao des-de el 12 de noviembre hasta que el enemigo decidiera por fi n abando-narlo. A mediados de noviembre, el Frente tenía ya su comandancia en Caballete de Casa con las insta-laciones fundamentales para ase-gurar las acciones combativas, al igual que hiciera un año antes en El Hombrito, cuando asumió la je-fatura de la Columna 4.

Ante estos éxitos el ejército batis-tiano reunió unos 1 000 hombres, armados de ocho tanques, carros artillados, bazucas, morteros y otros materiales bélicos, aparte del apoyo aéreo, para batir a los rebel-des. El comandante Guevara solo podía contar con 150 efectivos con armamento diverso y poco parque, pero las valiosas informaciones del movimiento clandestino en las ciudades le alertaron de la ofensiva rival y pudo estructurar una sólida defensa en el territorio libre.

La ofensiva batistiana contra la zona de El Pedrero se estrelló contra la estrategia del Che, ba-sada en emboscadas escalonadas donde primó una correcta elec-ción de los puntos de resistencia, aunque otros factores, como la heroica actitud de los combatien-tes y la incondicional ayuda cam-pesina también coadyuvaron al triunfo.

Una vez consolidada la uni-dad revolucionaria con la firma del Pacto de El Pedrero entre el M-26-7 y el DR –y al cual se ad-hirió días después el PSP–, se dio comienzo a la Campaña de Las Villas. Ya para el 24 de diciembre de 1958 los rebeldes habían toma-do Fomento, Sancti Spíritus, Gua-yos, Cabaiguán, Manicaragua y Placetas, entre otras localidades, mientras Camilo acosaba conti-nuamente el cuartel de Yaguajay

e innumerables poblados estaban sitiados. Che decidió entonces to-mar la capital provincial.

LA BATALLA DE SANTA CLARA

Para librar esta acción, el Gue-rrillero Heroico disponía de unos 300 rebeldes armados. Dispuso que Víctor Bordón se acantonara en el municipio de Santo Domingo y detuviera allí cualquier posible refuerzo que pudiera venir desde La Habana. Una parte de los co-mandos del Directorio atacó el Escuadrón 31 de la Guardia Rural. Che irrumpiría en la ciudad por la carretera de Camajuaní, mientras Camilo continuaba acosando el cuartel de Yaguajay y Faure Cho-món tomaba Trinidad.

La táctica usada por el coman-dante Guevara consistió en tomar primero los objetivos que se halla-ban fuera de los límites del cuartel Leoncio Vidal, principal fortaleza de la urbe. Por otra parte el famoso tren blindado enviado por Batista había quedado atrapado en las lo-mas del Capiro y cuando intentó retroceder, se descarriló. La cap-tura de su arsenal por los rebeldes (29 de diciembre), prácticamente decidió la batalla.

Entre los días 30 y 31 fueron ca-yendo en poder de los rebeldes la Estación de policía, el cuartel de Vigilancia de carreteras y el Go-bierno Provincial; luego, ya en 1959, el Escuadrón 31, el aeropuer-to, el Grand Hotel y por último el cuartel Leoncio Vidal. Para enton-ces, Camilo había tomado Yagua-jay y Faure, Trinidad.

La victoria en la batalla de San-ta Clara sumada a los éxitos de la Campaña de Oriente, dirigida por Fidel, posibilitaron el derrumbe de la tiranía. Ante la posibilidad de un golpe militar que escamotea-ra al pueblo su triunfo, el líder de la Revolución convocó a la huelga general y ordenó a Che y a Cami-lo partir inmediatamente hacia La Habana.

La misión del Che fue ocupar la Fortaleza de La Cabaña, lo que realizó sin disparar un tiro. Allí es-tableció su campamento y recibió

a los periodistas que solicitaron entrevistarlo. Uno de ellos le pre-guntó sobre su futuro. “Yo no ten-go planes, solamente los que deter-mine el pueblo de Cuba”.

Tiempo después, en horas de la madrugada del 8 de febrero, reci-bió una notifi cación de Luis Buch, secretario del Consejo de Minis-tros del Gobierno Revoluciona-rio, quien lo citaba con urgencia a su despacho. Al informársele del acuerdo del Consejo de Ministros, que al reformar el artículo 12 de la Ley Fundamental le concedía la ciudadanía cubana por nacimien-to, en reconocimiento a sus indis-cutibles méritos en la insurrec-ción, el Che lo estimó inmerecido.

“Solo he luchado en Cuba como lo hubiera hecho en cual-quier otra parte del mundo, por la libertad de un pueblo”, dijo. Buch le argumentó: “Un honor de tal magnitud no puede rehusarse, pues sería un desaire al pueblo de Cuba y al Gobierno Revolucio-nario”. El Che, emocionado, lo abrazó. Juntos entraron al salón donde todavía estaba el Consejo de Ministros en pleno y recibió la congratulación de los presentes. Hubo quien le pidió que dijera unas palabras, pero el Guerrille-ro Heroico prefirió no hablar. Así era de modesto y sencillo.

Fuentes consultadas

•Los libros Otra vez y Pasajes de la guerra revolucionaria, de Ernesto Che Guevara, y La guerra de liberación nacional en Cuba 1956-1959, de Mayra Aladros, Luis Rosado y Servando Valdés. El diario de campaña del Che 1956-1958. Testimonios ofrecidos por Luis Buch al autor de este trabajo.

Page 18: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

18 Edición extraordinaria-octubre 2017

El pensamiento político del Che formula in-teresantes reflexiones acerca del desarrollo, organización y consolidación del socialismo cubano. A partir de la teoría y práctica revo-lucionarias, forjadas al calor de la Revolución

Cubana, expone una creadora, coherente y profunda interpretación de los principales factores de carácter político, económico, social, ideológico, cultural y mi-litar, que caracterizan el desarrollo de los procesos re-volucionarios de la época en Asia, África y en especial América Latina.

La visión totalizadora de estos fenómenos es el re-sultado de un riguroso examen crítico de la estrategia imperialista, dirigida por los Estados Unidos de Amé-rica, hacia los movimientos de liberación y los países socialistas.

En la segunda década del siglo XXI resulta necesario destacar la necesidad científi ca y política de sus enfo-ques en relación con la diplomacia y política exterior de Estados Unidos hacia nuestra América, lo que nos permite conocer que este modus operandi se sustenta

en premisas y concepciones que expresan un prag-matismo inherente a la cultura de seguridad nacional norteamericana surgida desde las Trece colonias con independencia de las administraciones que estén en el poder, sean demócratas o republicanas.

Con el derrumbe del socialismo en Europa del este y la URSS en los años 90, la Revolución Cubana sobre-vivió y, aún más, se fortaleció desde el punto de vista de la ideología, la política y la cultura, aunque la eco-nomía experimentó un retroceso extraordinario que condujo al período especial, auténtico ejercicio de su-pervivencia para un pueblo sujeto a una guerra eco-nómica total, desencadenada desde 1962, apuntada a destruir los fundamentos teóricos e ideológicos de la nación cubana.

El liderazgo excepcional de Fidel Castro y la vanguar-dia política de la Revolución, el decisivo respaldo del pueblo al socialismo cubano, legítimo, autóctono y au-tónomo, permitió enfrentar y vencer los objetivos tácti-cos y estratégicos de los Estados Unidos de fomentar una oposición al interior de la sociedad civil cubana.

PENSAMIENTO

La teoría marxista del

En plena correspondencia con Fidel, captó la necesidad de articular en su teoría revolucionaria la conexión dialéctica entre la lucha de liberación nacional de los pueblos y el socialismo

Por JACINTO VALDÉS-DAPENA VIVANCO*

Fotos: Archivo de BOHEMIA

Che Guevara

Lo primero a destacar en la teoría marxista que presentan los textos del Che es su total y plena adhesión, en la teoría y en la práctica, al pensamiento político de Fidel Castro.

Page 19: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

19Edición extraordinaria-octubre 2017

RESULTADO DE UNA PRÁCTICA REVOLUCIONARIA

En este contexto acudir a una nueva lectura de los escritos del Che Guevara en torno a los fenómenos de la transición al socialismo, y sus otros textos que reve-lan la esencia de su marxismo, es de vital importancia en el enfrentamiento a la labor de penetración cultu-ral que desempeñan los centros de guerra mediática estadounidenses contra la Isla, bajo el manto de la di-plomacia pública.

Lo primero a destacar en la teoría marxista que pre-sentan los textos del Che es su total y plena adhesión,

en la teoría y en la práctica, al pensamiento político de Fidel Castro, desde su estancia en México hasta su caída en combate y posterior asesinato en Bolivia.

Los escritos del Che, su obra en conjunto, surgieron como resultado de su práctica revolucionaria en Cuba en primera instancia, y posteriormente en otros esce-narios, (África y Bolivia), se insertan como un impor-tante componente de la historia del pensamiento mar-xista cubano cuyas bases teórica, fi losófi cas y políticas, se originan en la lucha por el socialismo cubano a cuyo frente, primero en la vanguardia, se encuentra Fidel Castro, quien pensó la revolución que se llevaba a cabo en el país y desarrolló la revolución que pensó.

Todos los análisis políticos, económicos y socio-lógicos, elaborados por el Che que interpretan la problemática de la revolución en América, como por ejemplo, Cuba, excepción histórica o vanguardia de la lucha anticolonialista, La infl uencia de la Revolución Cubana en América Latina, Mensaje a los pueblos del mundo a través de la Tricontinental, entre otros, po-nen en evidencia las condiciones socioeconómicas y políticas del continente latinoamericano que operan como factores que condicionan el desencadenamien-to de procesos revolucionarios surgidos de las propias e insalvables contradicciones que operan en el mar-co de estas sociedades, con sus disparejos grados de desarrollo económico, sus disímiles tradiciones polí-ticas, sus particulares estructuras socioeconómicas y diferentes formas de dependencia del imperialismo norteamericano.

En síntesis, sociedades en que las burguesías na-cionales no son capaces de asumir las tareas de una revolución nacional liberadora, por carecer de un pensamiento y una ideología política capaces de per-mitirles actuar con independencia frente a la doctri-na de seguridad hemisférica de Estados Unidos, y por no disponer de una independencia económica que le sirva de vía para revolucionar las estructuras de una democracia burguesa impuesta por el capital esta-dounidense.

En el marxismo del Che, subdesarrollo equivale a colonialismo económico que signifi ca condiciones para hacer la revolución. Falta entonces el convenci-miento de la necesidad de la revolución y la percep-ción creadora de que es factible.

En su criterio, corresponde a las fuerzas políticas de las vanguardias en América Latina, organizar la es-trategia revolucionaria para la toma del poder político sin descartar la utilización de las vías legales.

Que semejante visión no se correspondiera con lo acontecido, se explica, entre otras causas, por las po-líticas de contrainsurgencia diseñadas desde la Ope-ración Mangosta durante la administración Kennedy en los años 60 hasta la Operación Cóndor en los años 70, durante las administraciones republicanas de Ri-chard Nixon y Gerald Ford.

La creación de estados de seguridad nacional en América Latina en el período se fundamentó en las es-

La sociedad se convierte para él en una gran escuela y el educador, para ser ejemplo, necesita ser educado.

Page 20: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

20 Edición extraordinaria-octubre 2017

trategias de los confl ictos de baja intensidad desarro-llados por los especialistas de los servicios especiales de la inteligencia de los Estados Unidos.

Estas políticas asfi xiaron al valeroso y heroico mo-vimiento revolucionario en Bolivia, Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, y planifi có el derroca-miento del gobierno democrático de Salvador Allende en Chile en 1973, supervisado directamente por Henry Kissinger, el más cercano colaborador del presidente Richard Nixon en asuntos de seguridad nacional y po-lítica exterior, y la eminencia gris de la diplomacia nor-teamericana del período, como puede, incluso, consta-tarse en su autobiografía denominada Diplomacia.

APORTES

Antes de la proclamación del carácter socialista de la Revolución, en abril de 1961, y de los procesos de na-cionalización del capital nacional y extranjero en 1960 (julio–octubre), el Che elaboró un interesante y objeti-vo análisis de cómo organizar las bases de la economía cubana en su conferencia Soberanía política e indepen-dencia económica, el 20 de marzo de 1960.

El ensayo El socialismo y el hombre en Cuba, constitu-ye un documento teórico de elevada signifi cación para poder valorar los principales aspectos políticos, éticos, estéticos y culturales en el período de transición al so-cialismo, que cobra trascendental importancia cuando la nación cubana enfrenta los retos y desafíos de la la-bor de penetración cultural diseñada por los poderes fácticos de las recientes administraciones de Barack Obama (2008-2012; 2012–2016) y en el presente la admi-nistración de Donald Trump, iniciada en 2017.

Con una de las prosas más fi nas de la literatura mar-xista contemporánea el Che resume en la obra señala-da, con una síntesis teórica excepcional, no igualada nunca antes en otros textos marxistas, sus principa-les experiencias en la práctica revolucionaria de hacer marxista la Revolución Cubana.

Sus tesis acerca de la formación del hombre nuevo se reencuentran con las más puras tradiciones de la

obra de Marx y Engels: La sagrada familia y La ideo-logía alemana; así como Los manuscritos económicos y fi losófi cos de 1844, solo de la autoría de Marx, textos que durante años ocultó en sus archivos la socialde-mocracia alemana y al cual no tuvieron acceso los bol-cheviques ni Antonio Gramsci.

En este ensayo el Che insiste y reitera que la educa-ción en el socialismo, su propósito ideológico, el desa-rrollo de la cultura política, operan como medios para transformar al hombre de manera tal que en el socia-lismo piense en el comunismo.

Recuerda a las jóvenes generaciones que en la re-volución socialista habrá de surgir un arte y literatu-ra nuevas, de las más variadas formas, despojadas de todo indicio de enajenación, y una intelectualidad mi-litante de las ideas del comunismo, despojado de todo pensamiento dogmático y apologético.

La sociedad se convierte para él en una gran es-cuela y el educador, para ser ejemplo, necesita ser educado.

La hegemonía política e ideológica en la transición la ejerce el proletariado, bajo la dirección del Partido sobre la sociedad en su conjunto, y sobre sí mismo, como actor principal de la sociedad civil; la moral es consustancial a la fi losofía de la revolución, y consti-tuye una forma de evitar que las relaciones moneta-rio-mercantiles se conviertan en un objetivo fi nal del socialismo en lugar de ser uno de sus instrumentos para desarrollarlo.

El internacionalismo revolucionario, señala en este mismo texto, es un imperativo político para el socia-lismo cubano que hereda las tradiciones internacio-nalistas de los combatientes extranjeros en nuestras guerras por la independencia y en la Revolución del 30, procedentes de Asia, África, Europa, América Latina y el Caribe y América del Norte.

Para citar solo algunos ejemplos que lo resumen todo, recordemos, tan solo al dominicano general en jefe del Ejército Libertador, Máximo Gómez, al nortea-mericano brigadier Henry Reeve (el inglesito), cuyo nombre ostenta nuestro ejército de la batas blancas, el venezolano Carlos Aponte, el polaco general Carlo Roloff, combatientes de la Comuna de París, los chi-nos que se integraron al Ejército Libertador, así como aquellos esclavos africanos que al llamado del 10 de Octubre derramaron su sangre por la libertad.

Como otro discípulo de Lenin, Ho Chi Minh, y en plena correspondencia con el pensamiento político de Fidel Castro, el Che Guevara captó la necesidad de articular en su teoría revolucionaria, la conexión dia-léctica entre la lucha de liberación nacional de los pue-blos y el socialismo.

El internacionalismo revolucionario, señala Che, es un imperativo político para el socialismo cubano que hereda las tradiciones internacionalistas en nuestras guerras por la independencia.

*Investigador del Centro de Estudios Históricos de la Seguridad del Estado.

Page 21: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

21Edición extraordinaria-octubre 2017

Había sido inicialmente renuente por respeto al Che, por el hecho de que las circunstancias del trabajo en que todos

estamos envueltos hacen difícil una revisión sistemática de todo el conjunto de ideas tan importantes elaboradas por el Che sobre la di-rección económica del país […].

Pero hace unos días recordé que entre los trabajos que había recibido recientemente y que, como muchos, no he tenido la oportunidad de leer hasta ahora, estaba el premio Casa de las Américas, otorgado este año a un libro que yo me había asomado a él sin penetrar mucho en su conte-nido, de un joven estudioso cubano, Carlos Tablada, sobre el Che Gueva-ra. […] puedo confesarles que me siento tributario en esta tarde de ese libro porque sin él no habría podido

llegar aquí y decir […]: Estoy en dis-posición mínima, por así decirlo, de compartir con los compañeros algu-nas refl exiones sobre la contribución de Ernesto Che Guevara a los proble-mas de la economía nacional, míni-ma, porque el pensamiento del Che tiene tantas facetas que es imposible abarcarlo de una sola vez […].

Sin embargo, creo que el mejor homenaje que podemos rendirle al Che en este XX aniversario, cuando nos reunimos compañeros que de un modo u otro estamos responsa-bilizados con el quehacer económi-co, es revisar un poco de lo mucho con que él contribuye al desarrollo de la economía cubana, en el terreno de la teoría […], y principalmente en el terreno de la práctica.

La personalidad del Che ha esta-do siempre presente en la industria nacional […], muy particularmente

Al cumplirse en 1987 el XX aniversario de la caída del Che en Bolivia, le solicitaron al revolucionario y economista Carlos Rafael Rodríguez, entonces miembro del Buró Político del Partido, que expusiera sus opiniones acerca del pensamiento económico del Che. He aquí fragmentos de aquella conferencia

Carlos Rafael Rodríguez sentía aprecio y respeto por el Che, a quien admiraba por ser hombre de acción y de pensamiento.Ni su intensa actividad internacional, ni las horas que dedicó a trabajar en todas sus tareas, le impidieron al Che estudiar, examinar acuciosamente temas nacionales, entre ellos el de la economía.

en la industria básica de nuestro país, a la cual él estuvo tan particu-larmente ligado. […] ustedes con-servan la imagen del Che como un ejemplo a seguir, y creo que todos debemos tenerlo en esa condición. Un ejemplo para dirigentes y para dirigidos.

[…] Dentro de las ideas del siste-ma presupuestario de dirección de la economía postulado por el Che se encuentran contenidas ideas actualísimas, para lo que estamos realizando y yo diría que si no po-nemos en práctica muchas de las ideas del Che en el sistema de cálculo económico, por el cual nos guiamos, y respecto al cual el Che fue tan crítico, no podremos avanzar […].

A la distancia del tiempo, el sis-tema presupuestario nos aparece como una contribución de excep-cional valor. No diríamos –y uste-des lo saben bien– el Che creó el sistema presupuestario. Ya venía de países socialistas […]. Pero el Che sí lo trabajó en las condicio-nes de un país que a la vez hace el desarrollo y el socialismo, condi-ciones particulares de la economía cubana […].

Se ha escrito mucho en el extran-jero, y hay hasta libros hablando de las contradicciones del Che con algunos compañeros, y particular-mente se me señala a mí. Yo tengo como orgullo el poder decir que, aunque algunas contradicciones existieron, en lo fundamental, en lo esencial al abordar el problema eco-nómico, estuvimos siempre profun-damente identifi cados y trabajamos juntos, con otros compañeros, para

La guerra que todavía debe ganar

ARCHIVO BOHEMIA

Page 22: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

22 Edición extraordinaria-octubre 2017

imponer un poco de orden en la eco-nomía cubana, por lograr la máxi-ma efi ciencia […] y por establecer aquello que para nosotros es esen-cial: el control económico, cual-quiera que sea el punto de partida. Y el sistema presupuestario se basa-ba, en primer término, en el uso de las técnicas contables más avanza-das y una concepción muy moderna […] sobre el uso de la computación […]. En este terreno Che, anticipán-dose a su tiempo, con una visión larga que él tuvo siempre, compren-dió lo mucho que la naciente utili-zación de la computación podía dar a la economía como auxiliar valioso del control económico […]. Y una contabilidad fuerte, junto con la computación […], eran la base del sistema presupuestario que él de-fendía.

Esto iba unido también a una concepción muy clara del papel de la planifi cación como instrumen-to permanente de la economía. Naturalmente, junto a la planifi -cación que el Che elaboró como instrumento fundamental frente al cálculo económico que le daba una mayor autonomía a las empresas, la centralización del sistema pre-supuestario, según la cual no había fondos particulares de las empre-sas y por consiguiente un fondo centralizado y común regía todas las fi nanzas del conjunto económi-co empresarial. El Che partía para esto de la efi ciencia lograda por las grandes empresas y consorcios que empezaban entonces a ser ya mul-tinacionales […]; efi ciencia econó-mica que les permitía manejar un conglomerado disímil de empresas como si fuera una sola entidad. Y, partiendo de la idea de que el so-cialismo está en condiciones me-jores que el capitalismo –y lo está– para el manejo de la centralización económica, el Che llegaba a la con-clusión de que toda la economía nacional podía ser administrada como una sola empresa, con un fondo común con asignaciones de fondos de acuerdo con los reque-rimientos –como hay que tomar en cuenta– la posibilidad que nos da el socialismo de que, si es nece-

sario, una empresa esté en défi cit permanente, produzca productos que desde el punto de vista eco-nómico no parecen “rentables”. Si se considera solamente la llamada rentabilidad –que él rechazaba– […], la producción de esos rubros puede ser negativa porque, dada la estructura de salarios, los costos serán mayores que los ingresos.

Sin embargo, siendo necesario el producto, el socialismo nos da la posibilidad, que debemos saber aprovechar y tenemos que aprove-char, de que empresas aparente-mente irrentables –vamos a usar esa palabra– sigan produciendo porque otras empresas, que tienen exce-dentes de rentabilidad, contribuyen con sus fondos que el presupuesto puede asignar a las empresas defi -citarias y les permitan trabajar en esas condiciones […].

¿Podemos considerar que el siste-ma presupuestario es más progresis-ta que el sistema de cálculo econó-mico? Yo creo que se acerca más al porvenir. El sistema presupuestario está más cerca de lo que tiene que ser la sociedad en el futuro, pero esto es solo una hipótesis y se refi ere a un futuro algo distante […].

Analicemos algo en que coinci-den los dos sistemas para recordar que para el Che la planifi cación, como opuesta al mercado […], es la categoría defi nitoria de la socie-dad socialista: sin planifi cación, no puede haber socialismo […].

El compañero Fidel, con mucha razón, ha insistido en la necesi-dad de mantener la centralización de la economía en sus aspectos fundamentales y, sobre todo, en la selección, atribución y puesta en práctica del plan de inversiones de la economía nacional. No siempre lo que es bueno para la empresa es bueno para el conjunto de la eco-nomía. Eso es una axioma del cual partimos. […]. La idea de que lo que es bueno para la empresa es bueno para la economía es solo real en par-te, porque la empresa, como pro-ductora de recursos, como suminis-tradora de recursos, evidentemente si trabaja bien debe trabajar para el benefi cio de la economía. Pero para

que la empresa trabaje para el be-nefi cio de la economía, el plan de la empresa, sus inversiones y hasta el surtido de sus producciones –y esto es algo en lo cual insiste particular-mente el compañero Fidel– deben ser, en lo fundamental, decididos centralizadamente. Si dejamos que la empresa produzca todo aquello que ella quiera producir y aquello que le sea más ventajoso económi-camente, cometeremos serios gra-ves errores […].

LEY DEL VALOR, MERCANCÍA Y MERCADO

Otro elemento fundamental que tenemos que tomar en cuenta al analizar las ideas del Che es la po-lémica que hubo en los inicios de la revolución entre el Che y los que en-tonces aparecían como principales defensores del cálculo económico y la ley del valor. Yo diría lo siguien-te: la mayor parte de las contribu-ciones del Che, […] sobre el sistema presupuestario de fi nanciamiento, tiene una originalidad extraordi-naria. Y, si ustedes quieren estudiar el pensamiento económico del Che Guevara, yo los instaría sobre todo a examinar la polémica que tuvo con un entonces miembro del Partido Comunista Francés, que nos ayu-dó en los primeros momentos en la esfera de la planifi cación. Charles Bettelheim. Ahí están las contribu-ciones mayores del Che sobre la ley del valor.

[…] Yo solo quiero fi jarme en un elemento, que es el siguiente.

La teoría de eliminar la ley del valor no la planteaba el Che como absoluta, esto es interesante recor-darlo, puesto que nosotros admiti-mos la vigencia de la ley del valor en ciertos efectos. Él decía que la ley del valor no podía ser rectora de la actividad económica, que nosotros teníamos condiciones creadas por el socialismo para manipular la ley del valor […].

Porque, efectivamente, no se trata, como alguno de los defen-sores del cálculo económico de aquel período trataron de estable-cer, sobre la defensa absoluta de la vigencia de la ley del valor y de la

Page 23: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

23Edición extraordinaria-octubre 2017

inevitabilidad del mercado, sino de la utilización de la ley del valor bajo control, tomando en cuenta fundamentalmente los elemen-tos impuestos por la responsabi-lidad de la economía de nuestros tiempos, en nuestro país, en las condiciones históricas de nuestro país, que nos obligan a cosas tan sencillas, por ejemplo –y rechaza-das por el Che–, como admitir la categoría de nuestra mercancía para las relaciones interempresa-riales. […]. Pero cuando acepta-mos la vigencia de la mercancía, no aceptamos la vigencia princi-pal del mercado. En los defensores cubanos del cálculo económico hay un extremo de esa defensa del cálculo económico que conduce a la admisión del mercado como el gran juez de la economía na-cional, como el organizador de la economía nacional. No se necesi-ta sostener esa tesis, que a nues-tro juicio es falsa y conduce a más errores […].

[…] Si aceptamos el mercado aceptamos con él la anarquía que el llamado mercado libre introdu-ce en nuestra economía. El merca-do y la ley del valor actúan corri-giendo, bajo los efectos de la ley del valor, las distribuciones iniguales de la riqueza entre las empresas a través de la ley del mercado y de los precios […].

[…] Por consiguiente, cuando hablamos de la utilización de la mercancía nos referimos a la uti-lización relativa del mercado. No-sotros utilizamos el mercado. Jun-to a productos que no solo tienen un mercado regulado –como es el mercado de la libreta en nuestro país–, hay productos que están so-metidos al mercado paralelo. Pero el mercado paralelo, donde toma-mos en cuenta la ley de la oferta y la demanda para establecer el precio de los productos, no es un merca-do autárquico, en que las leyes de la oferta y la demanda prevalecen absolutamente; es un mercado donde la dirección del país utiliza de una manera reguladora las posi-bilidades que la ley de la oferta y la demanda le ofrece para poner pre-

cios que se acercarían a los precios del mercado si el mercado existiera, pero que maneja el mercado, no se subordina al mercado […].

Por eso, podemos aceptar la de-fi nición que está en estas palabras del Che que me gustaría repetir: “Consideramos la ley del valor como parcialmente existente de-bido a los restos de la sociedad mercantil que todavía subsiste”. Pero hay una frase adicional que no podemos aceptar y es esta: “Negamos la existencia de la ca-tegoría mercancía entre empresas estatales”. Eso no lo aceptamos, no es lo que prevalece en nuestro sistema […].

Y tenemos que aceptar también este apotegma del Che: “La ley del valor y el plan son términos ligados por una contradicción”.

Efectivamente, el plan es con-tradictorio con la utilización del mercado y, por consiguiente, con la utilización de la ley del valor. El plan se hace más conciliable con la utilización del mercado y la ley del valor cuando se interpreta la ley del valor como vigente parcialmente, cuando no nos dejamos vencer por ella sino que la utilizamos, cuando establecemos el mercado como un elemento manejado por la direc-ción de la economía.

[…] Por consiguiente, si pudiéra-mos decir algo, yo repetiría una fra-se de Lenin que debemos tomar en cuenta y que coincide con lo que es-tamos haciendo: “en política –dice Lenin– es poco serio confi ar en la convicción, la lealtad y otras mag-nífi cas cualidades morales. Dichos rasgos morales lo poseen solo conta-do número de personas, pero las que resuelven el desenlace histórico son las grandes masas, las cuales, si este pequeño número de personas no se adapta a ellas, las tratan a menudo con no mucha delicadeza”.

[…] Vemos continuamente los errores, las fl aquezas, incluso in-correcciones de gentes que creía-mos representantes de esta socie-dad. Sin embargo, no podemos dejarnos arrastrar por la descon-fi anza, tenemos que seguir con la confi anza puesta en el ser humano

como tal, en su posibilidad de per-fectibilidad […].

[…] Che decía: ‘Siempre insis-timos –repito sus frases– en este doble aspecto del avance de la construcción del socialismo. No es solo trabajo la construcción del so-cialismo, no es solo conciencia la construcción del socialismo’. Esto es muy importante […]. Si nosotros dedicamos a avanzar la conciencia sin tomar en cuenta la efi ciencia del trabajo, no construiremos una so-ciedad comunista.

[…] Tenemos que tomar en cuen-ta esto como elemento permanente de nuestra conducta en la batalla que estamos siguiendo. Esta es una batalla sobre todo en que la efi ciencia económica se vincula con la elevación moral de nuestra sociedad. […].

Ahora, para todo esto ¿qué hace falta? […]. Che dijo de una manera muy categórica: “Sin control no po-demos construir el socialismo” […].

¡Fíjense con qué clarividencia él, un comunista, que vivía por delante del conjunto de la socie-dad, se daba cuenta de la falla y de los errores de una sociedad! Un hombre que tenía inmensa fe en el hombre, inmensa fe en la capaci-dad del hombre, que confi aba en el hombre en todos los elementos co-tidianos, en el trabajo voluntario, en el trabajo de la fábrica, que con-fi ó siempre en el ser humano, de-cía: “La gente puede ser muy buena la primera vez. Pero cuando, basa-dos en la independencia, cometen actos de sustracción de tipo per-sonal para reponer a los dos o tres días, después se va enlazando esto y se convierten en ladrones, en traidores, y se van sumiendo cada vez más en el delito”.

Este tipo de gente somos todos nosotros. No nos consideramos in-munes a esa posibilidad de error. Y la única manera que tenemos de evitar estos es la lucha contra lo malo que hay en nosotros mismos, contra la supervivencia del pasado […], es fácil corregir el primer error, difícil el segundo, pero imposible cuando los errores se transforman en una conducta.

Page 24: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

24 Edición extraordinaria-octubre 2017

[…] Si queremos acercarnos cada vez más a la sociedad mejor que no-sotros aspiramos a tener, hay que hacer que cada trabajador tenga esto en mente, y lo que tiene que te-ner el director de la empresa, lo que tiene que tener el núcleo del parti-do, lo tiene que tener el sindicato, lo que tiene que tener la colectividad en su conjunto. […].

CALIDAD

Ahora vayamos, en este mismo sentido, a un nuevo aspecto en el que estamos poniendo mucho én-fasis, el problema de la calidad.

¿Qué dijo el Che? Dijo: ‘Norma es calidad, no solo cantidad’ […].

¿Qué pasa entre nosotros? Una guagua puede no parar completa-mente, y si usted protesta el chofer le dice: Usted toma o deja la gua-gua. Si ese chofer va a un mercado, al chofer le dicen: Bueno, ¿lo toma o lo deja? Porque esto es lo único que tenemos, y no se preocupe de estar buscando más calidad que esta. Si el del mercado va a un restauran-te le dicen lo mismo: ¿lo toma o lo deja? Una cadena de “lo toma o lo deja” como concepción, como idea.

[…] Norma y control, una frase que también debemos recordar, porque es actualísima: ‘en el mo-mento en que caigan los contro-les –decía el Che– caerá todo el aparato organizativo que hemos montado’. Esa era una de sus preocupaciones […].

El control y la norma, la norma, como producción de calidad; pero, además, la norma –y esto es muy importante, y también por acá hay una frase del Che– como produc-ción al más bajo costo posible […]. Cuando nosotros pensamos en el Che tenemos que pensar en este tipo de cosas. Porque, efectivamen-te, la muerte del Che fue una muer-te heroica y para nosotros muy dramática, pero […] el Che dejó ejemplos a la sociedad cubana.

ECONOMÍA, CUADROS, EJEMPLO

[…] Como ha dicho Fidel, las cifras son engañosas. Pero si te-nemos una dirección de empresas y un colectivo de dirección em-

ejemplo. El cuadro debe ser un hom-bre de vanguardia, el hombre tiene que forjar día a día el espíritu revo-lucionario. Si no se da el ejemplo no se puede ser dirigente […]. Y el Che lo daba continuamente, en el traba-jo voluntario, en el comportamiento social, en la forma de presentarse, en su modestia, en todas las virtudes […]. Después, la elevación del nivel, no creernos nunca que hemos llega-do al nivel necesario.

[…] Y, por último, compañeros, la austeridad, la austeridad en todo nuestro comportamiento […]. El Che fue el ejemplo excepcional en-tre nosotros por su conducta dia-ria de una austeridad que hasta en la forma de vestir se manifestaba. […]. Austeridad no solo para él, austeridad para su familia, austeri-dad para sus hijos, austeridad para todos los que estaban alrededor de él, austeridad que él enseñaba con el ejemplo. Con esto compañeros, estoy dando fi n a mis palabras. Al despedirse, Che me dijo: “Si se pue-de gano una guerra como esta”. Y recalcó “y la ganaremos”.

Cuando el Che murió en una soledad casi absoluta, conscien-te de que no había ganado aquella guerra, porque es evidente a través de las páginas del diario que se va dando cuenta del cerco que lo ro-dea, yo lamenté mucho su muerte y que no hubiera ganado la guerra. Y tres días después llegué a Roma. Me encontré a Roma tapizada virtual-mente con los retratos del Che. Para mí fue una sorpresa llegar a Roma y encontrarme que se había llenado a Roma de la imagen del Guerrillero Heroico. Y tenía una leyenda: “¡El Che vigila!” y entonces supe que el Che había ganado la guerra porque no se ganan guerras solo con vic-torias militares, sino que se ganan guerras con el ejemplo moral de mucha gente. Esa es la guerra que el Che todavía tiene que ganar entre nosotros […].

presarial que sea capaz, con un contador efi ciente y un economis-ta preparado, y un director de em-presa que puede ser técnico o un economista, cualquiera de esas dos cosas si tenemos ese conjunto de trabajadores, sabremos descubrir los secretos que hay detrás del dato. Y esto es muy importante: los datos fríos no sirven […].

Ustedes recuerdan –y creo que algunos de ustedes participaron varias veces en los análisis sistemá-ticos– […] que hacían del trabajo de las empresas bajo la conducción del Che. Un día completo de aná-lisis de todo lo que ocurría en una empresa, desde el abastecimiento, hasta los problemas tecnológicos, los problemas fi nancieros […]. Él decía: “la disciplina fi nanciera es uno de los aspectos más importan-tes de la gestión de la empresas, de las fábricas. Las fi nanzas, tenerlas al día. Por ejemplo, los pagos y los cobros, todos los problemas con los contratos; por ejemplo, un arbitraje que haya que hacer por un produc-to malo que llega, todas esas cosas constituyen la disciplina fi nan-ciera, constituyen los controles”. Y añadía: “el costo sería el que real-mente daría el índice de la gestión de la empresa. Lo que interesa es el análisis continuado de la gestión de la empresa, medido por sus éxitos al trabajar los costos”.

[…] Ahora estamos revisando la política de cuadros. No porque no tengamos una defi nición de la po-lítica de cuadros. Raúl ha sido uno de los que más se ha quejado de esto […]. Pensamos que la vigilancia continua de los trabajadores es un elemento esencial […]. Si no les da-mos participación a los trabajadores andaremos mal; si creemos que no-sotros, desde arriba, podemos tener el monopolio total de la selección, estamos en un profundo error.

[…] Tenemos que avergonzarnos un poco de no haber aplicado la po-lítica de cuadros, de la cual tenía-mos ejemplos maravillosos, entre ellos el ejemplo del Che […]. Hay algunas cosas que el Che menciona continuamente como elementos de una política de cuadros. Primero, el

•Publicada en la revista Cuba Socialista, mayo-junio de 1988.

Page 25: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

25Edición extraordinaria-octubre 2017

REPORTAJE A UN BILLETE

“Mi nombre de guerra...”

Intercambio de mensajes entre el Che y alguien del pueblo en 1960, poco después de ser nombrado

presidente del Banco Nacional de Cuba, cargo que ocupó desde noviembre de 1959 hasta inicios

de 1961. Se revelan otros detalles de marcas aparecidas en billetes

Cuando en 1960 aparecieron los billetes cu-banos suscritos por el Che –así con este su solo nombre de guerra– la contrarrevolución comenzó a presentar este hecho como una supuesta “falta de respeto”. El Comandante

Ernesto Che Guevara, entonces presidente del Banco Nacional, nunca hizo caso a estas ridículas maniobras. Pero, un hombre del pueblo le escribió una carta para “informarle lo que está pasando”. La carta, enviada por Lorenzo Alujas Piñeiro, de Avenida 62 No. 3914, en Cienfuegos, se conserva en el Banco Nacional. Uno de los párrafos señala: “...Usted es muy censurado por no haber rubricado como corresponde a un Presidente, de una corporación, con su nombre y apellido, impartién-dole con esto consistencia y respeto al documento en cuestión...”.

Che contestó a este ciudadano, a este hombre sen-cillo, que se presentaba como un defensor incondicio-nal de la Revolución y que “es por ello que creo cum-plir con mi deber informándole de esto”–añadía.

Esta respuesta es, por más de una razón, un do-cumento histórico. Entre otras, porque constituye la primera explicación de las razones que prevalecieron para admitir como bueno el uso de un nombre de gue-rra para garantizar el valor de la moneda cubana.

LA RESPUESTA

“He recibido su carta –respondió el Comandante Ernesto Che Guevara– del 24 del pasado mes infor-mándome sobre las críticas a que ha dado lugar el he-cho que yo haya fi rmado los billetes de banco con mi nombre de guerra, de lo que ya tenía conocimiento.

“Aunque de manera alguna me preocupa el uso que esté haciendo la contrarrevolución de este hecho, al comprender el ánimo que lo ha llevado a usted a es-cribirme, tengo el gusto de explicarle que si bien mi

manera de fi rmar no es la acostumbrada por los pre-sidentes de banco, usualmente hombres de ideologías muy diferentes a las mías y que han llegado a esos cargos por procesos también muy disímiles al que me trajo a mí a este Banco Nacional, esto no signifi ca en modo alguno que yo le esté restando importancia al documento sino que el proceso revolucionario aún no ha terminado y que, además, se deben cambiar las escalas de valores. –De Ud. Atentamente, Cmdte. Er-nesto Che Guevara”.

(Copia de este documento se encuentra en los archi-vos del Museo Numismático, Banco Nacional de Cuba).

Los billetes cubanos de la emisión de 1960 son, pues, de un indiscutible valor histórico. Actualmente, a 10 años de aquel momento son incontables los que se interesan, desde todas partes del mundo, por los billetes cubanos suscritos con el inolvidable “nombre de guerra”: Che. En el Banco Nacional –unas veces di-rectamente, otras a través de Radio Habana Cuba– se recibe numerosa correspondencia en la que se des-taca por parte de los remitentes el deseo de guardar –como una cosa muy apreciada– estos billetes. Así lo informó a BOHEMIA Delfín E. Mercadé, responsable del Museo Numismático del Banco Nacional de Cuba y presidente del Comité Ejecutivo de la Federación de Numismáticos de Cuba.

LEMAS REVOLUCIONARIOS EN BILLETES CUBANOS

En el curso de una breve charla con Mercadé en el Banco, tuvimos ocasión de revisar otros documentos muy interesantes en relación con viejos billetes, con inscripciones “delictuosas”. Se trata, en realidad, de lemas revolucionarios que el pueblo estampó en los billetes para expresar su repulsa a la tiranía batistia-na. El Banco guarda en sus archivos parte de la corres-pondencia de funcionarios de la dictadura (Joaquín

Page 26: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

26 Edición extraordinaria-octubre 2017

Martínez Sáenz y Marino López Blanco, por ejemplo) interesados en hallar “sanción” a esos hechos.

El 26 de junio de 1953 el Ministro de Hacienda de la dictadura, López Blanco, remitía al entonces presi-dente del Banco, Joaquín Martínez Sáenz, una carta en que se refería a “otro billete de a peso con una ins-cripción a pluma en la parte inferior de su reverso que juzgó delictuosa” (sic). Claro, como que tenía escrito el billete: ¡ABAJO LA DICTADURA BATISTIANA! El bi-llete en cuestión lo había enviado el jefe del Ejército de Batista “a los efectos legales oportunos”.

CORRE CORRE DE TURIFERARIOS

Este fenómeno comenzó a preocupar a los turifera-rios del régimen. Es muy curiosa la correspondencia sos-tenida a estos efectos por Martínez Sáenz y López Blan-co. En su respuesta, el exlíder abecedario explicaba: “Me temo que el efecto de esta campaña sea la de provocar la quiebra del Ministro a quien le hacen perder estos bille-tes” (sic). Inquieto por la intensifi cación de la práctica de escribir lemas contra la dictadura en los billetes, López Blanco volvía a escribir a Martínez Sáenz: “Te envío un nuevo billete de a peso en el cual, como observarás, se encuentra una inscripción superpuesta mecanografi a-da”. Hemos visto este billete. El lema escrito por un hom-bre del pueblo, a máquina, dice: “10 DE MARZO LUTO PARA CUBA. BATISTA ASESINO” (sic).

Otro billete, que se puede ver en el Museo Numis-mático del Banco tiene escrito a tinta, en el margen: “NECESITO DIEZ MILLONES COMO ESTE PARA DE-RROCAR A BATISTA”. Otra carta que revela la inquie-tud y preocupación de los hombres del régimen ba-tistiano en este sentido (22 de junio de 1953) dice: “El señor presidente (Batista) me encarga que de acuerdo contigo estudie si es posible remediar de algún modo que se generalice esa práctica”. Era otra parrafada de López B. a Martínez Sáenz.

Todo fue inútil. El pueblo continuó manifestando su repudio a la dictadura de mil maneras. Y una de las más singulares fue escribiendo lemas revolucionarios en los billetes. Estos billetes forman parte de nuestra historia.

Recordaremos un dato curioso. Uno de los clasifi -cadores de los archivos del Banco Nacional –que fi nal-mente abandonó el país– incluyó erróneamente en la carpeta donde se guardan estos billetes con lemas re-volucionarios, la carta del Comandante Che Guevara donde explica la razón por la cual fi rmó con su nombre de guerra el papel moneda emitido por la Revolución en 1960... Como reza en un informe sobre esos papeles, para una mentalidad contrarrevolucionaria esa fi rma constituía… ¡una inscripción “delictuosa”…!

Diversas denominaciones de billetes firmados por el Che.

COR

TESÍ

A D

EL M

USE

O N

UM

ISM

ÁTIC

O D

E CU

BA

•Publicado en la revista BOHEMIA, el 16 de octubre de 1970.•Publicado en la revista BOHEMIA, el 16

Page 27: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

27Edición extraordinaria-octubre 2017

RELATOS Y ANÉCDOTAS

Lecciones para no olvidarIdeario del Che acerca de la economía cubana en la voz de sus más cercanos colaboradores

Por LISET GARCÍA

Quienes trabajaron junto al Guerrillero He-roico en el Ministerio de Industrias son tes-tigos de su especial manera de dirigir y de cómo él concebía los procesos económicos en un país como Cuba, cuando era apenas

una revolución naciente. En varias ocasiones se ha re-flexionado acerca de aquellas ideas, y no faltan los apun-tes que llaman la atención sobre la vigencia de muchas de ellas.

Su pensamiento en materia económica fue tema de un seminario realizado en el Palacio de Convenciones de La Habana, al cumplirse 60 años de su natalicio. Re-cuerdos y anécdotas de entonces aparecen aquí como pinceladas que hablan de su tenacidad, ideario profun-do, disciplina y exigencia, cualidades que justifi can se-guir aspirando a ser como él.

Orlando Borrego. Viceministro primero del Minis-terio de Industrias*: Cuando abordamos cualquier tema del quehacer económico de nuestro país y del so-cialismo en general, está presente el profundo pensa-miento teórico del Che.

En esa concepción del papel preponderante de la conciencia del hombre, introduce como factor fun-damental el balance que debe existir, porque no po-demos aspirar a un determinado nivel de las fuerzas productivas y de la base material, sino que, además, tenemos que guardar el balance adecuado, de tal for-ma que el papel de la conciencia del hombre marche parejamente.

El Che acostumbraba, incluso, a hacer un poco en forma matemática dos curvas, y decía que la curva de crecimiento material, con el contenido social que le daba a la ley económica fundamental, tenía que desa-rrollarse de tal forma que al fi nal las dos curvas se unie-ran, pues de hacer énfasis solo en el crecimiento econó-mico y en la satisfacción de las necesidades puramente materiales, podía llegarse a un nivel alto del desarrollo de las fuerzas productivas, pero no se alcanzaría el de-sarrollo de la conciencia ni el hombre comunista. Por eso es que él afi rmaba: “El socialismo económico sin la conciencia comunista no me interesa”.

El 31 de julio de 1961 se cumplía la meta en los molinos de harina de trigo “José Antonio Echeverría”, con el llenado del saco 100 000.

TOM

AD

O D

E CH

E EN LA

REV

OLU

CIÓ

N CU

BA

NA

1955-19

66

El Che fue el ejemplo para todos nosotros en con-secuencia con todas las ideas que proclamaba, en el ejemplo de austeridad, de voluntad, de estoicismo, de disciplina, de práctica consecuente del centralismo democrático y de todos los valores humanos que lo destacaron como ese hombre que Fidel planteara que es un hombre al cual no se le puede situar ni una man-cha en toda su vida y que nos sirve de ejemplo a todos nosotros.

Tirso Sáenz. Director del Instituto Cubano del Pe-tróleo, luego viceministro: Hay un elemento que el Che siempre buscaba como característica que debía tener el cuadro, o sea el desarrollo político, desarrollo ideológico, algo que él le llamaba motor interno, gente que no solamente se sentara y le dieran una directiva, una instrucción, sino que fuera preocupado, con una chispa, con ese motor interno que lo hacía moverse a resolver los problemas y enfrentarse a las tareas con decisión, y rompiendo inclusive cualquier barrera que pudiera interponerse en su trabajo, siempre y cuando romper esa barrera estuviera dentro de las normas es-tablecidas.

Otro factor extraordinario era la organización. Un elemento para que un cuadro pueda desarrollarse es trabajar en un medio organizado, donde cada uno sepa cuál es su responsabilidad, cuáles son sus fun-ciones, cuáles son las cosas que él tiene que decidir y cuáles tiene que consultar, y cuando eso se domine, un cuadro puede funcionar mejor; ese era otro ele-mento que el Che ponía, incluso, para conspirar con-tra la burocracia.

Enrique Oltuski. Director de organización del Mi-nisterio de Industrias, luego viceministro de desa-rrollo técnico: El socialismo y las fallas que presenta

Page 28: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

28 Edición extraordinaria-octubre 2017

y que tenemos que superar se deben en buena medida a que los cuadros no han jugado el papel que el Che les asignaba como pieza maestra del motor ideológico. Se ha descansado más en la acción de las llamadas palan-cas económicas que en el desarrollo de la conciencia de las masas, no haciendo lo que el Che esperaba de ellos en su defi nición del cuadro: llevar a las masas la línea del Partido, la entrega total a la causa, que el hombre es el centro de cualquier sistema, que el interés social está por encima del individual, que el trabajo debe ha-cerse como un agradable deber social, que el trabajo voluntario es un deber ideológico, que el cuadro tiene que ser austero, tiene que ser ejemplo. Finalmente que el cuadro, actuando a través del sistema, no se evalúe exclusivamente por el uso óptimo de los recursos a su alcance ni por el monto de los benefi cios obtenidos en las empresas, sino, además, por su capacidad para op-timizar la gestión económica en función del desarrollo de la educación comunista.

EXIGENCIA, CONTROL Y EJEMPLO PERSONAL

Tirso Sáenz: Nosotros teníamos que visitar men-sualmente las fábricas del Ministerio para inspeccio-narlas, y su incumplimiento era sancionado. Al termi-nar la Crisis de Octubre, el Che regresó de Pinar del Río y fue directamente al consejo de dirección, donde se vieron las fábricas que se habían visitado este mes. En ese momento parecía que no había estado en la fá-brica de lápices de Batabanó, que le tocaba. Vino de Pinar y a ninguno de nosotros se nos ocurrió que el Che hubiera hecho su visita del mes. Lo comprendía-mos perfectamente; sin embargo, cuando Grabalosa hizo el comentario, el Che sacó de su bolsillo una hoja y dijo que lo tenían que excusar porque no estaba me-canografi ada.

Antes de llegar al Ministerio pasó por Batabanó, y cumplió la visita programada. Se presentó en el con-sejo de dirección con su fábrica visitada, igual que nosotros. Recuerdo que hubo un viceministro que se le olvidó la visita y no cobró. Como había el acuerdo de que se aplicaría un día de descuento de sueldo por

Con obreros y operarios en una visita a la refinería de petróleo “Ñico López”, en La Habana.

AR

CHIV

O B

OH

EMIA

Incansable estudioso, siempre preparándose.

TOM

AD

A D

E CUB

AD

EBATE

cada día de incumplimiento, así se hizo porque no vi-sitó su fábrica.

Además de la exigencia y las sanciones, como parte de la política de desarrollo de cuadros también había un control sobre el trabajo que uno hacía, y cuando uno informaba que había cumplido una determina-da tarea casi invariablemente se producía una visita de inspección para verifi carla. Existía un control per-manente.

Laureano León. Administrador de fábrica, jefe de producción y luego director de la Empresa de Taba-co Torcido: La exigencia del Che era una cuestión que todos los compañeros sentíamos permanentemente. Partía del concepto de que él lo que exigía lo practi-caba, y además su sistema de trabajo era desarrollado por todos los cuadros del Ministerio, de arriba hacia abajo.

A los tres meses de haber sido designado director de la empresa, me tocó participar en un examen que el Che hacía de manera sorpresiva a los cuadros del Mi-nisterio. El consejo ampliado a veces lo interrumpía y aquello se convertía en una escuela. Para mí fue sor-prendente, ni me acordaba en medio del torbellino del trabajo que esto se podía producir en cualquier mo-mento.

Las preguntas que me hicieron allí fue que dijera cuál había sido mi producción bruta en el último tri-mestre en comparación con el anterior, y que analizara las variaciones, que analizara los diferentes elementos de los inventarios: en proceso, en materias primas, de producto terminado, y si había variación con relación al año anterior, también las explicara. Los aspectos re-lacionados con la organización del trabajo, la producti-vidad, la disciplina, analizarlos.

Cuando recibí aquello tuve deseos de entregarlo e irme. Empecé a meditar y no pude poner nada. Entre-gué el examen en blanco.

Al día siguiente a las nueve y cuarto tuve una lla-mada del Che. Me dijo sencillamente: “Sabes que en el examen de ayer cogiste cero, y en el Ministerio de In-dustrias nada más se puede coger cero una vez”. Colgó

Page 29: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

29Edición extraordinaria-octubre 2017

el teléfono, no me dejó explicar nada. Fui a ver al que podía explicarme, porque realmente estaba muy aver-gonzado. Me explicaron que tenía que dedicarme a analizar la economía de la empresa, ponerme en con-tacto con el económico, estudiar los balances, y apren-der cómo se manejaban los indicadores. Efectivamente para mí aquello fue la tarea fundamental, hicieron otro examen y seguí en el Ministerio de Industrias.

Otra de las cosas que hizo fue la idea de que dirigen-tes del Ministerio se pasaran un mes trabajando como dirigentes de una fábrica. Se le dio el nombre de plan de democión. ¿Qué busca el Che, una democión? Creo que le puso ese nombre por ponerle un título, pero el propósito era vincular al dirigente del Ministerio con lo que estaba pasando abajo.

Orlando Borrego: Se ha hablado mucho sobre la exi-gencia del Che y las sanciones a algunos cuadros de di-rección. Había una comisión disciplinaria administra-tiva, que ante cualquier indisciplina de algún dirigente se determinaba si había que aplicar alguna sanción. Una de ellas era ir a Guanahacabibes.

Un elemento educativo de este tipo de sanción era que el Che frecuentemente iba los domingos a compar-tir el trabajo con estos compañeros que estaban sancio-nados allí. Y había otro principio en esa política de san-ciones, y era que si ese compañero demostraba durante el curso de su sanción una actitud de reconocimiento de su error, y esto prácticamente no recuerdo un caso que no fuera así, retornaba a su cargo de dirección nue-vamente.

El Che insistía en que una vez cumplida la sanción, no se le podía sacar a ese cuadro constantemente esa falla que había tenido, porque ese era un problema sal-dado, y cumplir la sanción signifi caba para él un estí-mulo para retornar a su trabajo.

VISIÓN DE FUTURO

Alejandro Alexeiev. Embajador de la Unión Soviéti-ca en Cuba: El Che hablaba mucho del combinado me-talúrgico, y nosotros hacíamos por no aceptar esa idea pues es una cosa muy difícil. Nosotros decíamos, tú no

tienes ni carbón, ni muchas cosas. Y él decía que Japón tampoco tiene carbón. Corea del Norte tampoco, y tie-ne una industria de primera categoría. Entonces empe-zaron a hablar de níquel, lateritas. A él pertenece la idea de construir la industria de Mariel, y la construyeron rápido; la Planta Mecánica de Santa Clara prácticamen-te en un año y medio estaba construida. Eso es obra del Che, es el arquitecto prácticamente.

Miguel Alejandro Figueras. Director general del plan perspectivo del Ministerio: El Che desde muy tempra-no percibía la necesidad de tener una visión a largo pla-zo, de tener un programa de desarrollo de la industria para saber en cada momento, como él decía, en dónde nos encontramos y qué hemos cumplido de lo que ha-bíamos propuesto, para no actuar operativamente.

Había un punto en el informe de las empresas que era sobre su perspectiva. Puedo decirles que enla-zando esto con el problema de los cuadros, uno de los aspectos de cómo se evaluaba un cuadro es cómo en ese informe se proyectaba el director y su equipo en cuanto a la perspectiva de la empresa. El director que solo estuviese en la operatividad diaria y que ni mira-se al futuro, ni refl ejase una visión clara, era evaluado críticamente en las conclusiones que después hacía el Che sobre esto.

Ángel Gómez Trueba. Director de empresa eléctrica, después viceministro: Recuerdo el concepto del Che que nos transmitía a todos, de la importancia de lograr el desarrollo del país en el plazo más acelerado.

Un día me llama y me dice que había que arrancar la planta eléctrica de Moa, que se estaba poniendo en marcha Moa, y que era necesario que Correa, que era el jefe de producción cuando aquello, uno de los poquití-simos ingenieros que teníamos, se fuera para Moa por-que él conocía esa planta. Yo le traté de explicar al Che que el compañero era el jefe de producción nuestro y que sería una gran difi cultad, y me dijo: “Tú pones a Co-rrea en el avión para Santiago y que llegue a Moa dentro de dos o tres días, o vas tú”.

Él valoraba extraordinariamente la voluntad que íbamos a demostrar ante todo el mundo, especialmen-

Con Orlando Borrego, su más cercano colaborador en el Ministerio de Industrias.

TOM

AD

A D

E CUB

AD

EBATE

Entrega diplomas a los mejores trabajadores, el estímulo moral que tanto defendió el Che.

AR

CHIV

O B

OH

EMIA

Page 30: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

30 Edición extraordinaria-octubre 2017

te ante el imperialismo de que nosotros éramos capa-ces de arrancar Moa, porque los yanquis habían dicho cacareadamente que nosotros éramos incapaces de arrancar una planta de esa magnitud.

Cuando se fue a hacer la siderúrgica, llegaron espe-cialistas soviéticos para hacer el estudio técnicoeconó-mico. Querían tomar los datos para ese estudio en 45 días. Le planteamos al Che que en 45 días no podía ser y nos dijo que tenía que ser. Todo el mundo sabe que para hacer un estudio técnico-económico sobre una industria piden bastante información, bastante. Hubo que recogérsela en 45 días y llevársela para que pudie-ran hacer el análisis del trabajo.

LA SUPERACIÓN: TAREA IMPOSTERGABLE

Tirso Sáenz: Yo diría que todo el Ministerio se con-vierte en una gran escuela, donde está estudiando desde el Ministro hasta el último obrero. Para empe-zar a formar a los administradores se toman varias medidas. Hay dos de trascendencia extraordinaria: una es el llamado casi por resolución ministerial, que dicta el Che, para que todos los administradores al-canzaran el sexto grado.

Tan difícil fue que a pesar de lo exigente que era el Che y de su rigor en el cumplimiento de las tareas, hubo que hacer una moratoria de un año más. Fue trascendente porque había que ver el esfuerzo de un administrador en aquellos momentos donde no había piezas de repuesto, la materia prima todavía no se ha-bía regularizado, y además, era tremenda la falta de técnicos y de personal califi cado. Un administrador vivía, dormía, dedicaba casi toda su vida a la produc-ción, y al mismo tiempo tenía que estudiar.

Se pensó en una etapa superior, que era pasarlos a una escuela. Así se crea la escuela de administradores, de las más grandes iniciativas del Che, para que un grupo selecto de compañeros se fueran capacitando en un curso que demoraba un año, con algunos ele-mentos de dirección. Esto parte de otro criterio im-portantísimo del Che que está presente no solamente en la política de cuadros, está presente en todas sus concepciones, en toda su acción, que es la selección de la gente que se distinguiera entre la clase obrera.

O sea, buscar dentro de la masa trabajadora de la fábrica aquellos compañeros que se distinguieran, por ejemplo, en los comités de piezas de repuestos, en el Movimiento de construye tu propia maquina-ria, en el Movimiento de inventores y racionalizado-res, en los obreros que participaban en los consejos técnicos asesores de la fábrica, o sea que entre todos aquellos obreros directamente vinculados a la pro-ducción hubo obreros que habían sido promovidos por su fi delidad, por su confi abilidad a cargos de di-rección; y tuvieron la posibilidad de recibir la capaci-tación sufi ciente.

La otra medida que como experimento llevó a cabo fue la escuela Lenin, para compañeros que tuvieran esas características de ser inteligentes, de ser dedica-

*Los testimoniantes aparecen identifi cados con las responsabilidades que tenían entonces. Síntesis de lo publicado en la revista El Militante Comunista, junio de 1988.

dos, compañeros –como el Che les llama en una reu-nión bimestral– los superdotados. Sin darle ninguna connotación de seres excepcionales, sino simplemen-te gente que pudiera quemar etapas y estudiar en dos años la secundaria y el pre, y luego pasar a la univer-sidad.

Salvador Vilaseca. Administrador del Banco Na-cional de Cuba y profesor del Che: No hay un solo discurso del Che en que no haya hablado del proble-ma de la capacitación y del estudio. Habla también de los técnicos, no como tales, sino que considera al diri-gente, director o administrador tan técnico como los técnicos que están en la fábrica. Además, la supera-ción tecnológica e ideológica del obrero, del técnico, del administrador, del director, en fi n del dirigente, fue su caballo de batalla siempre.

El Che era un dirigente de alta categoría, con todas las características del dirigente. Es decir, que daba el ejemplo también en eso, porque estudiaba.

Creo que todo el mundo sabe que yo lo ayudé a es-tudiar Matemática. Fueron cinco años de clases, no fue un mes ni seis meses. Desde septiembre de 1959 hasta marzo de 1965, cuando partió.

Y eran clases dos veces a la semana, con mucha exactitud, mucho rigor, puntualidad. Él mismo em-pezó por recordar lo que había estudiado en el bachi-llerato de Álgebra y Trigonometría. Estudió después Geometría Analítica, Álgebra Superior, Análisis Ma-temático, Cálculo Diferencial Integral y Ecuaciones Diferenciales. Yo les puedo asegurar a ustedes que el Che hizo en esa pizarra al lado de su ofi cina todos los problemas de los textos que yo utilicé.

En un momento dado le tuve que decir: Coman-dante, ya yo no sé más nada de Matemática, así que usted me dirá qué hago. Y me dice: “Dame clases de Programación Lineal”. Digo: “No, yo he leído de Pro-gramación Lineal pero no sé nada, no he dado nunca clases”. Y entonces me dice: “¿Por qué no la estudia-mos juntos?”. “Bien, vamos a estudiarla juntos”, le respondí. Me trajo un librito de un autor mexicano, muy sencillo. Lo vimos entero, después me trajo un libro norteamericano muy duro, demasiado duro. Us-tedes sabrán que yo estudiaba con él, pero yo tenía que estudiarlo antes.

Y llegamos a la mitad del libro cuando salió a cum-plir el destino de su vida. Meses después, la compa-ñera Aleida me llama y me dice que el Che quiere que le consiga cinco libros, y uno de los libros era ese de programación lineal norteamericano que había que-dado en mis manos. Así que en algún lugar que yo no sabía cuál era, estaba el Che repasando, estudiando también.

Page 31: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

31Edición extraordinaria-octubre 2017

A pesar del mito que se ha pretendido cons-truir –en especial por los adversarios de la Revolución Cubana– donde se presenta al Che –junto a Fidel– como los principales obstáculos para la normalización de las

relaciones entre Estados Unidos y Cuba, varios docu-mentos desclasificados en los Estados Unidos revelan a un Che cuya intransigencia en relación con la sobe-ranía y los principios de la Revolución, no significó que estuviera negado al diálogo y la negociación con el vecino del norte, e incluso, muestran a un Che que tuvo cierto protagonismo en la diplomacia secreta con los Estados Unidos durante las administraciones de J. F. Kennedy y Lindon B. Johnson.

El rol más importante desempeñado por el Che en ese sentido se produjo a solo unos meses de la derro-ta de la invasión mercenaria por Playa Girón, cuando sostuvo en Montevideo un contacto extraofi cial con Richard Goodwin, uno de los principales asesores del presidente Kennedy.

UNA HISTORIA AÚN POCO CONOCIDA Y DIVULGADA

En el mes de agosto de 1961, tuvo lugar en Punta del Este, Uruguay, la Reunión Extraordinaria del Conse-jo Interamericano Económico y Social. El Che enca-bezaba la delegación cubana a la cita, donde el Go-bierno de los Estados Unidos pretendía vender a los pueblos latinoamericanos, la llamada Alianza para el

MONTEVIDEO 1961

Un encuentro

En su diálogo con el estadounidense Richard Goodwin, Che se limitó a exponer la conocida posición cubana sobre las relaciones entre los dos países

Por ELIER RAMÍREZ CAÑEDO*

Fotos: Archivo de BOHEMIA

Che ratificó la disposición histórica y consecuente de Cuba hasta nuestros días de dialogar con los Estados Unidos sobre la base de los principios de igualdad soberana.

Richard Goodwin fue cuestionado por el Senado estadounidense debido a su encuentro con el Che.

muy singular

Page 32: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

32 Edición extraordinaria-octubre 2017

Progreso, un recetario sutil, con el objetivo de evitar la existencia de más Cubas en América Latina, “una respuesta constructiva y defi nitiva al castrismo”, en palabras del propio Kennedy.

Integraba la delegación norteamericana el joven asesor especial para asuntos latinoamericanos del presidente Kennedy, Richard Goodwin. Durante la conferencia el Che vio a Goodwin fumando tabacos. “Veo que a Goodwin le gustan los tabacos”, le señaló a un joven miembro de la delegación de Argentina. “Apuesto a que no se atrevería a fumar tabacos cuba-nos”, agregó.

Este comentario llegó a oídos de Goodwin, quien respondió que lo haría con mucho gusto, pero que le era imposible conseguirlos. Al día siguiente, el Che envío a su habitación una gran caja de madera pulida con tabacos cubanos, con una nota que decía: “Ya que no tengo tarjetas de presentación, tengo que escribir. Ya que escribirle a un enemigo es difícil, me limito a extender mi mano”.

Aunque miembros de otras delegaciones busca-ron la manera de poner en contacto al Che con algún miembro de la delegación de los Estados Unidos, ello fue imposible en medio del acaloramiento de los de-bates de la conferencia.

Ya durante su discurso el 8 de agosto de 1961, el Che había ratifi cado la posición histórica y consecuente de Cuba hasta nuestros días de estar dispuesta a esta-blecer un diálogo respetuoso con los Estados Unidos sobre la base de los principios de igualdad soberana: “aprovecho la oportunidad ahora, en nombre de mi Gobierno, señor Presidente, para afi rmar, una vez más, que Cuba está dispuesta a sentarse a discutir en pie de igualdad todo lo que la delegación de Estados Unidos quiera discutir, nada más que sobre la base estricta de que no haya condiciones previas”.

EL ENCUENTRO

Delegados argentinos y brasileños lograron fi nal-mente propiciar una entrevista de carácter informal,

aunque confi dencial y privada entre el comandante Guevara y Richard Goodwin, en la madrugada del 17 de agosto de 1961, en la residencia de un diplomático brasileño en la ciudad de Montevideo. Constituía el primer contacto directo de alto nivel entre autorida-des de ambos países desde la ruptura de las relacio-nes en enero de 1961, y el más importante por el ran-go político de sus participantes acontecido durante la administración Kennedy.

La descripción e interpretación de Goodwin sobre la entrevista quedó registrada en sus memorias y los memorandums que escribió para el presidente Ken-nedy. Según el funcionario estadounidense, el Che le dijo que Playa Girón había revelado “el factor más peligroso en las relaciones de ambos países: la impo-sibilidad de los Estados Unidos de comprender a la Revolución Cubana”.

Goodwin relataría: “Esa revolución, reafi rmó (Che), es irreversible. Nuestros vínculos con ‘el Este’ (Rusia) continuarán, ya que esos vínculos provienen de simpatías naturales y de creencias comunes acer-ca de la estructura correcta del orden social.

“Ustedes en los Estados Unidos –me advirtió– no deben actuar bajo la falsa suposición de que pueden rescatar a Cuba de las garras del comunismo. Ni de-ben creer tampoco que Fidel es un moderado rodeado de un grupo de hombres fanáticos y agresivos […]. La Revolución Cubana –dijo– está aunando fuerzas, no perdiéndolas, y está infl uyendo en el pensamiento li-beral de toda América Latina”.

Según narró Goodwin a Kennedy, “la conversación tuvo lugar en la noche del 17 de agosto a las 2:00 a.m. Varios miembros de las delegaciones de Brasil y Ar-gentina hicieron esfuerzos –a través de la Conferencia de Punta del Este– para concertar una reunión entre el Che y yo. Esto se hizo obviamente con la aprobación y quizás a instancias de este.

“Yo había evitado tal reunión durante la conferen-cia. El jueves nosotros llegamos a Montevideo y se me invitó para una fi esta de cumpleaños para el delega-

En su única foto con Salvador Allende, en los días de Punta del Este, durante un homenaje que hiciera al Guerrillero Heroico la Universidad de Montevideo.

Page 33: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

33Edición extraordinaria-octubre 2017

do local brasileño asignado al área de Libre Comer-cio. […] Él (Che) llegó sobre las 2:00 a.m. y le dijo a Edmundo Barbosa da Silva de Brasil y a Horacio La-retta de Argentina que él tenía algo que decirme. Los cuatro entramos en una habitación… (El brasileño y el argentino se alternaron como intérpretes)”.

Asimismo, según el informe preparado por Good-win, el Guerrillero Heroico, después de expresar que Cuba aspiraba a un modus vivendi –no a un imposible entendimiento–, agregó entre otras cosas que la Isla estaba dispuesta a pagar a través del comercio por las propiedades estadounidenses expropiadas; que se podía llegar al acuerdo de no hacer ninguna alianza política con el Este –aunque ello no afectara la afi ni-dad natural existente– y analizar las actividades de la Revolución Cubana en otros países, pero que no se podía discutir ninguna fórmula que signifi cara desistir de construir el tipo de sociedad que aspira-ban para Cuba. “Guevara dijo que sabía que era difí-cil negociar estas cosas pero que nosotros podíamos abrir la discusión de estos temas empezando por los secundarios”.

CUBA EXPUSO SU POSICIÓN

La única opinión del Che sobre su encuentro con Goodwin, que hemos podido conocer, fue la que transmitió a la televisión cubana en una larga entre-vista el 23 de agosto de 1961. Por razones comprensi-bles, dio una respuesta bastante escueta al respecto: “Bueno, fue cierto el encuentro con el señor Goodwin, que no es en realidad un enviado de Kennedy, sino un asesor de Kennedy que estaba en la conferencia de Punta del Este. Nosotros fuimos invitados por unos amigos brasileños a una pequeña reunión íntima, y allí estaba el señor Goodwin.

“Tuvimos una entrevista –como narra alguna de las agencias–, entrevista que fue más bien personal… En fi n, hablamos sin representar en ese momento a nuestros respectivos gobiernos. Ni yo estaba autori-zado para tener ningún tipo de conversación con un funcionario norteamericano, ni él tampoco. Habla-mos, además, dentro de las limitaciones de mi inglés que, como habrán visto al empezar, es un poquito pobre. El señor Goodwin tampoco habla español, de modo que mediante la traducción de un funcionario brasileño, tuvimos algún cambio de palabras.

“En un momento dado, Mr. Goodwin dijo que él no representaba ni estaba autorizado para hablar en nombre del Gobierno norteamericano, pero que transmitiría algunas observaciones que hizo Cuba a su Gobierno. Cuba se limitó a exponer por mi boca la conocida posición cubana: que noso-tros estamos dispuestos a conversar; que no tene-mos interés en ningún tipo de lucha, pero que sin embargo, podemos llevar la lucha hasta las últi-mas consecuencias […]”.

REPERCUSIÓN

La noticia del encuentro del Che y Goodwin se es-parció rápidamente y el joven asesor del Presidente tuvo que rendir cuentas ante el Senado sobre su con-versación con el Ministro cubano. Como luego reme-morara Goodwin, “esto me costó de todas maneras

un problema, casi pierdo mi empleo; el Senado me investigó, porque pensó que yo estaba negociando con el hemisferio occidental, que estaba próximo al comunismo. Esto le costó el puesto al Ministro de Re-laciones Exteriores de Argentina”.

Goodwin revelaría años después que él regresó con el mensaje del Che a Washington, “pero no hubo interés en emprender negociaciones con Cuba”. En su criterio: “las heridas, las humillaciones de Bahía de Cochinos eran demasiado grandes… porque Kennedy había sido humillado, él estaba muy colérico…”.

Resulta interesante que, todavía para el año 1962, Goodwin seguía pensando en la conveniencia de darles alguna continuidad a las conversaciones sos-tenidas con el Che en Montevideo, con el objetivo de explorar una división en las altas esferas guber-namentales de la Isla, que posibilitara a Washington trabajar sobre ella en función de poner fi n al “control soviético en Cuba”.

El 24 de mayo, Goodwin envió un memorándum al subsecretario de Estado para Asuntos Interamerica-nos, Edwin M. Martin, donde proponía un “acerca-miento a Castro”, basándose en las informaciones de inteligencia obtenidas que señalaban una división en el Gobierno cubano entre los viejos comunistas res-paldados por Moscú por un lado, y Fidel, Raúl y Gue-vara por el otro. “Aunque sería ridículo especular que estas relaciones están a punto de ruptura, siempre he sentido que el fi nal del control soviético en Cuba ven-dría más (si es que viene del todo) de una división en la alta dirección, que de una revolución popular”.

Goodwin propuso que se realizara un contac-to para transmitir estas proposiciones al Gobierno cubano a través de alguna embajada europea o di-rectamente por medio del embajador cubano en la ONU, García Incháustegui. Todo parece indicar que la propuesta de Goodwin fue desechada, pues no se encuentra en los documentos nada que indique lo contrario. Es evidente que el Gobierno de los Estados Unidos estaba concentrado en ese momento en dar seguimiento a las operaciones que dieran al traste con el régimen cubano por vías violentas, como parte de la Operación Mangosta.

* Doctor en Ciencias Históricas. Investigador de la Ofi cina de Historia del Consejo de Estado

Fuentes consultadas

Los libros De la Confrontación a los Intentos de Normalización y Diplomacia encubierta con Cuba. Historia de las negociaciones secretas entre Washington y La Habana, de Peter Kornbluh y William Leogrande; 1961. Ernesto Che Guevara en Uruguay. Para dar vuelta el mate. Documentos auténticos, de Asdrúbal Pereira Cabrera; y Remember America, de Richard Goodwin. Las compilaciones Conferencia Internacional La Crisis de Octubre: una visión política 40 años después y Che en la Revolución Cubana. El texto “J.F.K. and Che”, de Richard Goodwin, incluido en el libro Cigar Afi cionado. Documentos localizados en los archivos National Security y del departamento de Estado de los EE.UU.

Page 34: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

34 Edición extraordinaria-octubre 2017

JÓVENES DE HOY

¿Es posible ser como el Che?El orgullo de cubanía nos debe impulsar a la defensa, sin límites de esta nación legada por patriotas de todos los tiempos

Por TERESA VIERA HERNÁNDEZ*

La amplia mayoría de los jó-venes y no tan jóvenes cu-banos de hoy (poco más del 60 por ciento de la pobla-ción), nacimos y nos hici-

mos adultos diciendo a viva voz que seríamos como el Che; aun cuando ni la edad, ni nuestro análisis del mundo, nos dejaran percatarnos de la empresa que nos propusimos. Una cosa es real, en aquella y en esta época, nadie ha renunciado a que fuera posible.

En octubre se cumplen cinco décadas de que nos privaran de ese hombre, a sus 39 años. Los que en Cuba pasamos de esa edad, lo tendremos que seguir repitiendo todos los días, desde el efi ciente quehacer cotidiano. Ahora más conscientes de lo que decimos, y sabiendo que en el 1959 cubano, él tenía –junto a Fidel– uno de los pensamientos políticos más avan-zados entre los jóvenes.

Sus ideas transformadoras y su acción estratégica, puede que pa-rezcan inalcanzables para genera-

En El socialismo y el hombre en Cuba, Che define al ser

humano imprescindible de estos tiempos.

ciones de cubanos y cubanas. Pero, la Revolución que ellos y otros mu-chos hicieron, ha entregado las herramientas para que seamos sus dignos seguidores. Y para que la frase continúe ofreciéndonos la oportunidad de convertirnos en mejores personas, por el esfuerzo incansable de cada quien.

EL ACTOR DE UN APASIONANTE DRAMA

En carta escrita a Carlos Qui-jano, del semanario Marcha de Uruguay, devenido indispensable texto, El socialismo y el hombre en Cuba, en interés de desmontar el “argumento imperialista” de que el proceso de construcción de la sociedad socialista se caracteriza-ba por la abolición del individuo en aras del Estado, el Che defi ne al hombre necesario para la cons-trucción del socialismo, el hombre imprescindible de estos tiempos: El hombre nuevo.

Durante este período (1953 al 1957), en el cual solamente exis-tían gérmenes de socialismo, el hombre era un factor fundamen-tal. En él se confi aba, individua-lizado, específi co, con nombre y

apellido y de su capacidad de ac-ción dependía el triunfo o el fra-caso.

Sería bueno intentar una defi -nición de individuo, actor de ese apasionante drama que es la cons-trucción del socialismo. Lo más sencillo es reconocer su condición de producto no acabado. Las taras del pasado se trasladan al presente y hay que hacer un trabajo conti-nuo para erradicarlas. El proceso es doble: por un lado actúa la so-ciedad con su educación directa e indirecta; por otro, el individuo se somete a un proceso consciente de autoeducación.

La sociedad debe convertirse en una escuela. En el proceso de construcción del socialismo po-demos ver al hombre nuevo que va

PER

FECT

O R

OM

ERO

Page 35: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

35Edición extraordinaria-octubre 2017

zación es más completo, a pesar de la falta del mecanismo perfecto para ello, y su posibilidad de expre-sarse y hacerse sentir en el aparato social es infi nitamente mayor. To-davía es preciso acentuar su par-ticipación consciente, individual y colectiva, en todos los mecanis-mos de dirección y de producción, y ligarla a la idea de la necesidad de educación técnica e ideológica, de manera que sienta cómo estos pro-cesos son estrechamente interde-pendientes y sus avances son para-lelos. Así logrará la total conciencia de su ser social, lo que equivale a su realización plena como criatura humana.

JÓVENES DE LA CUBA DE HOY

La defi nición guevariana no se circunscribe a dibujar un indivi-duo; sino que plantea las bases de su formación en el hacer ideológi-co cotidiano una vez acabada la guerra: “Encontrar la fórmula para perpetuar en la vida cotidiana esa actitud heroica, es una de las ta-reas fundamentales desde el punto de vista ideológico”.

¿Cuáles son los hombres y mu-jeres jóvenes con los que cuenta hoy Cuba para esto? ¿Qué hacen? ¿Dónde están? ¿Qué les preocupa y les ocupa? ¿Cómo asumen el ser capaces de construir esa sociedad? Preguntas tan categóricas hechas por muchos y aprovechadas por no pocos malintencionados, pue-de que no tengan respuestas tan categóricas y absolutas. Pero la realidad es que sí pueden ser res-pondidas, y no desde el populis-mo entusiasta y movilizativo, sino desde la profundidad del análisis crítico y científi co.

Lo primero es que para la cons-trucción de este tipo de ciudada-no, hicieron falta años de edifi ca-ción e implementación de políticas sociales universales y equitativas para todas nuestras poblaciones y, especialmente, para las personas jóvenes, en el empeño de hacerlas más plenas, emancipadas, integra-les y proactivas.

Existe un cuerpo legal en Cuba in-tegrado por cerca de 14 normas y re-

gulaciones, que establecen la plata-forma de acción con las juventudes cubanas. Están entre ellas el Código Civil, el de Trabajo, el Penal, el de la Niñez y la Juventud y el de la Familia y la integran también las políticas cultural y educativa; así como el sis-tema intersectorial de salud sexual y reproductiva y el programa materno infantil, por solo enunciar las plata-formas de atención más generales, muchas de las cuales se encuentran en fase de actualización, con la am-plia participación de sus principales benefi ciarios.

En la contemporaneidad esto signifi ca un tratamiento transver-sal a este grupo poblacional (entre 12 y 34 años), que representa el 26 por ciento de la población total, dentro del Plan de Desarrollo Eco-nómico Nacional hasta 2030, que no es otra cosa que la materializa-ción de la Agenda Global del De-sarrollo post 2015, en un país que se esfuerza porque su justeza y de-dicación al ciudadano pueda ser percibida en su realidad cotidiana, aunque no siempre se logre.

El Estado cubano orienta, fo-menta y promueve la cultura y la inserción social consciente en to-das sus manifestaciones, premisas que se encuentran plasmadas en la Constitución de la República: [en el país] “se combinan la educación general y las especializadas de ca-rácter científi co, técnico o artísti-co, con el trabajo, la investigación para el desarrollo, la educación física, el deporte y la participación en actividades políticas, sociales y de preparación militar”.

CUBA, ALTO NIVEL DE DESARROLLO JUVENIL, UN SUEÑO DEL CHE

Los logros de la política social cubana han sido reconocidos por importantes personalidades de las artes, la política, los deportes y la religión en el mundo. Existen estudios relevantes que han trata-do de medir el desarrollo juvenil y en los que nuestro país osten-ta índices de excelencia. Uno de los aportes de mayor alcance en cuanto a la cantidad de países considerados, es el que ha realiza-

naciendo. Su imagen no está toda-vía acabada; no podría estarlo, ya que el proceso marcha paralelo al desarrollo de formas económicas nuevas. Lo importante es que los ciudadanos vayan adquiriendo más conciencia de la necesidad de su incorporación a la sociedad y, al mismo tiempo, de su importancia como motores de ella.

El ser humano en el socialismo, a pesar de su aparente estandari-

Page 36: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

36 Edición extraordinaria-octubre 2017

do recientemente el Programa de Juventud del Commonwealth, en cuanto al denominado Índice de Desarrollo Juvenil, reconocido por Undesa (Departamento de Asun-tos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas) como una he-rramienta de gran utilidad, para tratar de medir los adelantos del Programa de Acción Mundial en Juventud que, desde 2005, se viene implementando a nivel mundial. Se ha estructurado en torno a cin-co dominios principales: educa-ción, salud y bienestar, empleo, participación política y cívica.

Los primeros 10 lugares en el mundo –los de mayor nivel de “de-sarrollo juvenil”, de acuerdo con este índice–, lo ocupan, en este orden, Australia, Canadá, Corea del Sur, Holanda, Alemania, Nue-va Zelanda, Suiza, Estados Unidos, Japón y Eslovenia. Cuba ocupa el

lugar 11, el primero de América Latina. Dicho puesto signifi ca que Cuba tiene mayores niveles de de-sarrollo juvenil que varios países altamente industrializados: Fran-cia, Italia, Bélgica, España y Por-tugal y se encuentra por encima de todos los considerados “emergen-tes”: BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).

Como puede apreciarse, la ex-cepcionalidad cubana es contun-dente en torno a los resultados de desarrollo integral alcanzados por sus juventudes: Altamente instrui-das, el 87.2 por ciento de la pobla-ción cubana comprendida entre los 12 y los 35 años de edad tiene niveles de instrucción medio supe-rior o superior. Elevados índices de ocupación laboral: el 94.5 por cien-to de la población económicamen-te activa es de ese grupo de edades, fundamentalmente en formas de

*Directora del Centro de Estudios sobre la Juventud.

gestión laboral estatal. Altos ni-veles de inserción social y asocia-cionismo: más del 98 por ciento de la población joven cubana actual está integrada a asociaciones y or-ganizaciones formales del entorno social.

Amplias, universales y equitati-vas oportunidades de acceso a la cultura y el buen arte, cultivador de elevada espiritualidad y al em-pleo de tecnologías de avanzada para la obtención de información y uso del tiempo de ocio, a pesar de haber transcurrido toda su vida residiendo en un país sometido a férreo bloqueo económico.

Las innumerables aplicaciones y transferencias de tecnología, re-sultado de una ciencia altruista puesta al servicio social, que ha tenido Cuba, no son patrimonio de cubanas y cubanos, sino que se convierten hoy en justicia so-cial para todo el que lo necesite en cualquier parte del mundo. Los niveles de competitividad alcan-zados por estudiantes, técnicos y profesionales son reconocidos y admirados por no pocos pueblos y gobiernos.

Si nuestra gente más joven sien-te el dolor ajeno como propio y se dedica a su sanación; si recono-ce que es imprescindible para la Cuba que quiere para sí y para los que la quieren bien, enfrascarse en hacerlo todo lo mejor que puede; si es consciente de que en su supera-ción profesional, técnica e ideoló-gica están el presente y futuro de esa Cuba y de los que en el mundo confían en nosotros, y para ello se prepara; y si el orgullo de cubanía nos impulsa cada día a la defensa, sin límites, de esta nación eman-cipada e imperfecta que nos lega-ron de pie los patriotas de otros tiempos, entonces, no hay dudas, somos lo que quería Fidel que fué-ramos: como el Che.

Page 37: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

37Edición extraordinaria-octubre 2017

Luego vendrían los días in-ciertos en que cayeron, como de un collar de trági-cas cuentas, la tormenta, el salitre, el fuego y el plomo. La

hostilidad de la sierra y la ayuda de los serranos. Y el hambre también, tenaz compañera. Más adelante la leyenda del rebelde implacable, que sería el héroe en la boca de los niños de todo un país, cada mañana.

A contrapelo del homenaje sin-cero, existiría la fi gura de merca-deo estampada en camisetas y en el discurso de los falsos revolucio-narios. Se convertiría en un mito moderno y duradero, incombusti-ble, ese muchacho que escribe una carta a don Ernesto Guevara Lynch y Celia de la Serna, para que no se preocuparan sus “queridos viejos”, en México, el 6 de julio de 1956, en la prisión migratoria de la calle Mi-guel Schultz.

Quien garabatea unas hojas ha sido prendido junto a Fidel Castro y otros jóvenes que preparan un movi-miento armado. En la misiva, pensa-da para esclarecer a la familia sobre su paradero reciente, y sobre la reso-lución que lo llevará a una empresa de incierto destino, dice: “…mi futu-ro está ligado a la liberación cubana. O triunfo con ella o muero allá”.

Es asombrosa la biografía del médico argentino desde entonces, aunque antes de salir para la Isla su vida tampoco había sido, ni de cerca, una existencia ordinaria. Ernesto Guevara había recorrido primero su país y luego América Latina entre 1950 y 1953, periplos en los que conoció la diversidad de la región, sus riquezas y miserias, y arraigó su conciencia política en posiciones de izquierda.

Tal vez por eso, poco antes de subirse al pequeño yate Granma, no consideraba la probable muerte

Palabras íntimas del héroeAl dorso del héroe legendario, según cartas y recuerdos familiares

Por RAÚL MEDINA ORAMA

como una frustración: “Por la vida he pasado buscando mi verdad a los tropezones y ya en el camino y con una hija que me perpetúa [se refi ere a su primogénita Hildita, con la peruana Hilda Gadea] he cerrado el ciclo”. Termina el men-saje a sus padres con unos versos de su admirado poeta turco Nazim Hikmet, que ya anuncian proféti-camente su insatisfecha hambre de alcanzar la justicia para todos, en todas partes: “solo llevaré a la tumba/la pesadumbre de un canto inconcluso”.

Che no volvería a ver a sus pa-dres hasta enero de 1959, cuando

se había convertido en un fuerte, aunque enjuto, comandante. Su es-tampa –cuya descripción pudiera parecerle al lector contradictoria– era el resultado de “una voluntad pulida con delectación de artista”, como él afi rmaría. El suyo era un cuerpo maltrecho –“piernas fl áci-das y unos pulmones cansados”– cocido con nervios de acero.

Hacía más de seis años que el rebelde faltaba al hogar natal. El vínculo familiar se alimentaba con esquelas enviadas desde disímiles lugares. La añoranza por los suyos era tanta que al inquirir un perio-dista cuál había sido el momento

Con Aleida March y sus hijos, en abril de 1965 antes de su partida para el Congo.

Con sus padres a su llegada a La Habana en 1959.

CENTRO CHE

OFICINA DE ASUNTOS HISTÓRICOS DEL CONSEJO DE ESTADO

Page 38: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

38 Edición extraordinaria-octubre 2017

más emocionante de su vida de guerrillero, respondió: “Cuando oí la voz de mi padre en el teléfono, que hablaba desde Buenos Aires”.

HACIA UN HOGAR CUBANO

El día del reencuentro en el aero-puerto, al Che lo acompañaba una muchacha rolliza, de agraciado perfi l: su ayudante Aleida March. Así don Ernesto y doña Celia co-nocieron a quien compartiría con su hijo el último hogar del que se despediría, para internarse en las selvas a luchar por los pobres de la tierra.

La joven maestra había subido a las montañas del Escambray en diciembre de 1958, con un cintu-rón de 50 000 pesos que recaudó el Movimiento 26 de Julio en las ciudades. El ya legendario coman-dante de la Columna 8 primero la recibió con frialdad, porque creía que aquella no era una situación para que estuviera una mujer. A ella le pareció que era un hombre mayor, a pesar de sus 30 años, con un modo particular de mirar.

La cercanía y el afecto entre Guevara y Aleida March respiraron entre el humo de los bombardeos y las balaceras, durante los combates del frente de Las Villas y la ofensi-va fi nal en los que cayeron como fi chas de dominó las ciudades y po-blados de la provincia.

Los gestos simples en medio de la guerra alimentaron el vínculo. Che le susurra un poema al oído cuando tomaban la localidad de Fomento; en Santa Clara, ella le da un pañue-lo negro de seda para que lo use de cabestrillo en la mano herida; una tanqueta del ejército de Batista pei-na con plomo las calles de la capital provincial, y ambos temen por la suerte del otro; cuando maneja, el guerrillero le pide con sorna que le arregle el cuello de la camisa o que lo peine. Mientras se dirigen a La Habana a la defi nitiva toma del po-der, le confi esa que la quiere.

El triunfo revolucionario, por fi n, les permite el enlace fi nal. Che esperó a escribirle a su primera es-posa Hilda Gadea ofi cializando la separación, para hacerle notar a

Aleida que contraerían matrimo-nio. La boda se celebró el 2 de ju-nio de 1959 y aunque el argentino-cubano prefería abstenerse de una fi esta, Raúl Castro y Vilma Espín –entre otros confabulados– la or-ganizaron en secreto. Fidel llegó bromeando con que no lo invitaron y fi rmó como testigo. Aquellos días fueron la felicidad.

Sin embargo, el trabajo y las tensiones no cesan, menos aho-ra. Che y la parte más radical del proceso maniobran constante-mente para no ceder terreno a las tendencias moderadas, se reúnen en secreto para elaborar proyectos fundamentales como la Reforma Agraria.

Aleida es testigo, compañera, y además funciona como un severo rompeolas para el aluvión de ad-miradores, personalidades y pe-riodistas que pretenden reunirse con su marido, quien sería –luego de jefe en la fortaleza de la Caba-ña y del Departamento de Indus-trialización del Instituto Nacional de la Reforma Agraria– presidente del Banco Nacional, Ministro de Industrias, y siempre tribuno de la Revolución en el escenario diplo-mático internacional.

Luego de la guerra, cuando el país se construye, la bisoña pareja que intenta levantar familia pro-pia, anda ambulante antes de su emplazamiento defi nitivo en una casa de Nuevo Vedado. Hoy radica allí un centro de estudios dedicado

a preservar celosamente el legado guevariano.

“[Che] había acumulado una apetencia de hogar terrible”, re-cuerda Aleida sobre aquellos días. En los breves años fuera del com-bate militar, el Guerrillero Heroico tiene una pareja de perros con la que gusta jugar: Muralla y la hem-bra Socorro. Se levantaba alrede-dor de las nueve o diez de la maña-na, desayunaba un café amargo y una porción de fl an de leche, de los dulces más apetecidos por él. Por último, tomaba agua gaseada en una copa verde.

Solía trabajar en su despacho, ubi-cado en la planta alta del inmueble. Allí disfrutaba organizar sus libros más preciados, entre estos El ciervo, que le enviara autografi ado el poeta español León Felipe. También leyó, además de a Carlos Marx y Vladimir Lenin, a Goytisolo, Pío Baroja y a Pa-pini. Entre sus anotaciones para des-pués quedó Lezama Lima.

Muchos de sus volúmenes con-servan marcas personales, acota-ciones y comentarios, pues siempre tuvo fuerte vocación intelectual, verifi cable desde aquellos apuntes que a los 17 años realizara para es-cribir un diccionario fi losófi co, em-peño que nunca abandonó. Él era el primero en asimilar la verdad que a modo de broma le escribiera a Ar-mando Hart en 1965, al proponerle un antidogmático plan de estudios sobre el pensamiento fi losófi co: “[…] ya hemos hecho mucho, pero

El tierno vínculo entre el padre y su primogénita Hildita es evidente en esta imagen de 1960.

OFICINA DE ASUNTOS HISTÓRICOS DEL CONSEJO DE ESTADO

Page 39: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

39Edición extraordinaria-octubre 2017

DESPEDIDAS

En el año 1965 –en su carta de despedida a Fidel–, se conoce su renuncia formal a los cargos en el Gobierno revolucionario para rei-niciar la lucha armada en América del Sur. Como no estaban reunidas las condiciones, de acuerdo con Fidel decide ir a África, al Congo, donde la Agencia Central de Inteli-gencia (CIA) había asesinado a Pa-tricio Lumumba.

La noticia de su partida tomó por sorpresa a Aleida March, un domingo en la mañana, cuando el revolucionario no asistió al trabajo voluntario y decidió tomarse algu-nas fotografías con los niños. Otro legado dejó: varias cartas para sus seres queridos y cintas magnetofó-nicas donde grabó poemas amados que recitó a su Aleida. “Solo para ti”, escribió en el paquete.

Desde entonces, la historia íntima de ambos se tejió a través de cíclicas despedidas, porque cada mensaje o encuentro clandestino –como aque-llos en Tanzania o Praga– podría ser el último contacto. El 2 diciembre de 1966, en el campamento guerrillero

de Ñancahuazú, en Bolivia, Ernesto Guevara –alias Che, Tatu, Ramón…– escribió la postrera carta que reci-biera su esposa.

“Te podría decir que te extraño hasta el punto de perder el sueño […]. Pero hay días en que la morriña avanza incontenible y se posesiona de mí. […] no sabes cómo extraño tus lágrimas rituales, bajo un cielo de estrellas nuevas que me recorda-ba lo poco que le he sacado a la vida en el orden personal…”, le escribió.

Cuatro meses después comenza-ron los combates con el ejército boli-viano. El 8 de octubre de 1967 el Gue-rrillero Heroico fue capturado en la Quebrada del Yuro. Al día siguiente lo asesinaron por orden de la CIA.

Se cumplía así el destino esbo-zado en aquella misiva que enviara a sus padres desde México. Resig-nados a la estatura de su hijo, don Ernesto Guevara y doña Celia de la Serna esta vez no se asombraron con su decisión de partir del hogar cubano, cuando leyeron en 1965: “Queridos viejos: Otra vez siento bajo mis talones el costillar de Ro-cinante, vuelvo al camino con mi adarga al brazo”.

algún día tendremos también que pensar”.

Resulta pasmosa la capacidad de trabajo de Ernesto Guevara. Su intenso desempeño y falta de am-bición por acrecentar el patrimo-nio propio, no encajan en la idea tradicional de la familia burguesa. Sin embargo, a la par de todas sus obligaciones con el nuevo Gobier-no, y el compromiso por extender la lucha guerrillera y la revolución, preservó un amor profundo para su estirpe, tanto para la parte que lo había despedido en Argentina, como la fundada en Cuba.

Se puede comprobar en su pro-fusa correspondencia. Desde los diferentes países que visitaba para lograr alianzas y compartir la ex-periencia de la Isla, solía enviar postales y cartas.

Una anécdota: en 1960, mien-tras se encontraba en China, reci-bió la noticia del embarazo de Alei-da. Deseaban un varón y acordaron nombrar Camilo a su primogénito cubano, pero al conocer que sería hembra telegrafi ó desde Shanghái un chiste de los suyos: “tírala del balcón”. Cuando regresó, la esposa no quería dejarlo entrar a su habi-tación. Él preguntaba por su hija y ella lo mortifi caba diciéndole que había seguido sus órdenes. Uno de los pocos recuerdos del Che que conserva quien fuera aquella niña –nombrada como su madre– es que todas las noches iba a darle un beso apretado en cada mejilla.

Camilo llegaría, al fi n, en mayo de 1962. Luego Celia (junio de 1963) y por último Ernesto (febrero de 1965), cuando el padre andaba por Argelia. A ellos y a su primera hija, Hildita, les remitía misivas y postales que en ocasiones incluían dibujos de animales e historias in-ventadas por él.

Fuentes consultadas

Mi hijo el Che (Ernesto Guevara Lynch), Evocación (Aleida March) y Mis sueños no tendrán fronteras (compilado por María del Carmen Ariet). Entrevista a Aleida Guevara March Nunca vi a mis padres besándose, publicada el 22 de noviembre de 2011 en la web Ocean Sur.

Encuentro en Tanzania en 1966, cuando su rostro no era el de melena

y barba del eterno guerrillero.

CENTRO CHE

Page 40: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

40 Edición extraordinaria-octubre 2017

Dos grandes de Améri-ca Latina y del mundo. Grandes del pensamien-to político y de la acción. Los dos, aureolados por

la leyenda, que es la forma en que los pueblos inmortalizan a sus hé-roes. Uno, con barba guerrillera, su mate o su tabaco, su fusil, su sonrisa, bajó de la Sierra Maestra para entrar en el corazón de Cuba, que lo ama como a hijo de sus en-trañas. Su gran carrera revolucio-naria se inició en Guatemala, en 1954, se desarrolló en las serranías del oriente cubano y después en la Invasión, en las montañas del Escambray, en la batalla de Santa Clara y continuó su glorioso ciclo en Bolivia al frente de las guerrillas andinas. El otro, el primero en reci-bir el título de El Libertador, a hor-cajadas sobre los Andes cayó sobre los ejércitos realistas y los derrotó en Boyacá; después repitió la haza-ña en las sabanas de Carabobo y en Junín y aunque dejó un rosario de Repúblicas libres del colonialismo español, su obra no terminará sino con la conquista de la segunda y verdadera independencia de Amé-rica Latina por los guerrilleros. Che Guevara, Simón Bolívar: índices de la fuerza, de las expresiones más altas a que pueden llegar los pue-blos en pie de guerra para la defen-sa de sus ideales más puros.

Tomando conceptos del pensa-miento de uno y de otro, y respe-tando la formulación textual en la mayoría de los casos, hemos crea-do este diálogo posible.

BOLÍVAR: La insurrección que desatamos en 1810 contra España no fue una insurrección criminal. Fue el grito de la naturaleza y de la razón emitido por los pueblos su-ramericanos, bastante robustos, para hacerse oír y entender.

CHE: Sin embargo, libres de Es-paña, las jóvenes repúblicas lati-noamericanas fueron absorbidas por los Estados Unidos, el vecino poderoso y rapaz. América Latina lucha ahora por su segunda inde-pendencia. Su marcha de gigante no se detendrá. En todo caso, los que mueran ahora morirán como los de Cuba, los de Playa Girón, morirán por su única, verdadera e irremediable independencia.

BOLÍVAR: Expulsamos a nues-tros opresores, rompimos las tablas de sus leyes tiránicas y fundamos instituciones legítimas y luchamos por poner el fundamento del pac-to social que debió formar de ese mundo una nación de repúblicas... La Asociación de los cinco gran-des estados de la América era tan sublime en sí misma que hubiera sido motivo de asombro para Eu-ropa. ¿Quién hubiera resistido a la América unida de corazón, sumisa a una ley y guiada por la antorcha de la libertad?

CHE: Al colonialismo español sucedió una creciente explotación de nuestras riquezas por parte de América del Norte. El capítulo de sus intervenciones en Sudamérica son páginas llenas de sangre, robo, abuso sin cuento. Ellas demues-tran que en el imperialismo no se puede confi ar lo más mínimo.

BOLÍVAR: Yo sentía que el cami-no de América Latina tenía que ser distinto al de Norteamérica. Los americanos del Norte son para no-sotros, extranjeros. Por ello nunca estuve de acuerdo en invitarlos a poner en orden nuestros asuntos americanos.

CHE: Los imperialistas hablan de un “peligro comunista” para el continente americano y hasta tie-nen el cinismo de referirse al “gran sueño de Bolívar”... Echando mano

EL DIÁLOGO POSIBLE

Bolívar y Che GuevaraPor JUAN SÁNCHEZ

a esos argumentos impusieron su mayoría mecánica para excluir a Cuba de la OEA, esa cómoda más-cara para encubrir sus desver-güenzas.

BOLÍVAR: Por los años 20 del siglo XIX, sin embargo, ya existía una amenaza real para la libertad de los pueblos de América Latina. Dije entonces (1825) que los Esta-dos Unidos se consideraban ellos mismos destinados a hundir en la miseria a América del Sur en nom-bre de la libertad.

CHE: Cuba conoce desde fi nes de ese siglo XIX esa verdad, como la conocen también Colombia, Ve-nezuela, Nicaragua y la América Central, en general, México, Haití, Santo Domingo. En años más re-cientes, además de Cuba, conocen la agresión directa de los imperia-listas norteamericanos: Venezue-la, Colombia, Guatemala y Bolivia, donde concretamente intervienen fuerzas de los Estados Unidos en la represión de los que luchan con las armas por su libertad. También República Dominicana.

BOLÍVAR: Ah, cara Venezuela, consagrada toda a la santa liber-tad. ¡Siempre consideraste tus sa-crifi cios como triunfos, tus torren-tes de sangre, el incendio de tus poblaciones, la ruina absoluta de todas las creaciones del hombre y aún de la naturaleza, todo lo ofre-ciste en aras de la gran patria ame-ricana!

CHE: América constituye hoy, como ayer, un conjunto más o menos homogéneo y en la casi to-talidad de su territorio los capita- les monopolistas norteamericanos mantienen una primacía absoluta. Contra eso luchan los venezolanos con las armas en la mano, así como los guatemaltecos, los colombia-nos, los bolivianos. Otros focos de

Page 41: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

41Edición extraordinaria-octubre 2017

resistencia aparecen en el conti-nente.

BOLÍVAR: Después de comple-tar la independencia de Venezuela, luché con el más vivo interés para formar de todas nuestras Repúbli-cas un cuerpo político. La América casi unida hubiera podido llamar-se la Reina de las Naciones, la Ma-dre de las Repúblicas…

CHE: En lo que respecta a la lu-cha actual, sostengo que dadas sus características similares, la lucha en América adquirirá, en su mo-mento, dimensiones continentales.

BOLÍVAR: Me esforcé por convo-car a una asamblea de plenipoten-ciarios de los Estados Americanos para deliberar bajo los auspicios de nuestras victorias, sobre los intereses comunes, y estudiar el medio de de-fendernos de cualquier otra potencia.

CHE: Ahora sí la historia tendrá que contar con los patriotas de Amé-rica, con los explotados y vilipen-diados de América Latina, que han decidido empezar a escribir ellos mismos, para siempre, su historia. Y esta ola de estremecido rencor, de justicia reclamada, de derecho piso-teado que se empieza a levantar por entre las tierras de Latinoamérica, esa ola ya no parará más.

BOLÍVAR: A fi nales de 1824, des-de Lima, convoqué ofi cialmente a un Congreso a los gobiernos de América del Sur. Mi idea era prepa-rar la unión de Colombia, Perú, Bo-livia, La Plata y Chile en una gran república. Así el continente ameri-cano hubiera estado compuesto de cuatro estados: América del Norte, México, el Brasil y, por último, bajo el nombre de Estados Unidos del Sur, la América Meridional.

CHE: Aquella reunión de los gobiernos de América del Sur sa-boteada por los gobernantes nor-teamericanos, tenía un objetivo muy diferente a las frecuentes re-uniones de la OEA, ese ministerio de colonias yanquis, siempre bajo la férula de Washington. Por eso América sigue siendo escenario de muchas batallas. En el marco de esta lucha de alcance continental, las que actualmente se sostienen en forma activa son solo episodios,

pero ya han dado los mártires que figurarán en la historia america-na como entregando su cuota de sangre necesaria en esta última etapa de la lucha por la libertad plena del hombre.

BOLÍVAR: De acuerdo. La espa-da de los libertadores no debe em-plearse sino en hacer resaltar los derechos de los pueblos.

CHE: Ciertamente. Nuevos brotes de guerrillas surgirán en otros países americanos, como ya ocurre en Bo-livia, e irán creciendo, con todas las vicisitudes que entraña el peligroso ofi cio de revolucionario moderno. El guerrillero empuña las armas como protesta airada del pueblo contra sus opresores y lucha por cambiar el régimen social que mantiene a to-dos sus hermanos desarmados en el oprobio y la miseria…

BOLÍVAR: Tengo la satisfacción de poder asegurar que mi espada no tuvo jamás otro objetivo que darle a América del Sur la más gran-de latitud y extirpar al mismo tiem-po, así la tiranía como la anarquía.

CHE: Toda mi acción fue un grito de guerra contra el imperia-lismo y un clamor por la unidad de los pueblos contra el gran ene-migo del género humano: Estados Unidos de Norteamérica.

BOLÍVAR: También fui ataca-do por los representantes de los peores intereses en mi época. Los Estados Unidos llevaron parte im-portante en esa ola de calumnias. La seguridad de que la posteridad me haría justicia y de que otros sentirían también bajo sus talones el costillar de Rocinante, fue todo lo que tuve para mi felicidad en los momentos postreros.

CHE: Así es. Nuestro grito de gue-rra llega a muchos oídos receptivos y muchas manos se tienden para empuñar nuestras armas y ento-nar cantos luctuosos con tableteo de ametralladoras y nuevos gritos de guerra y de victoria. Los pueblos explotados de Asia, África y América aprenden la lección.

TOM

AD

O D

E B

OH

EMIA

, 22

DE

DIC

IEM

BR

E D

E 19

67

• Tomado de BOHEMIA, 22 de diciembre de 1967

Page 42: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

42 Edición extraordinaria-octubre 2017

El 28 de enero de 1960, ani-versario 107 de José Martí, pronunció Ernesto Guevara el conocido discurso en que le rindió homenaje. Esta-

ban en plenitud la euforia por el triunfo revolucionario alcanzado en 1959, y el reconocimiento me-recido por su protagonista, el Ejér-cito Rebelde, en el cual el orador había ganado el grado de coman-dante, el más alto entonces en la Cuba revolucionaria.

Sin haber estado antes en esta tierra, se había unido en México a la vanguardia que sería núcleo fundador de la guerrilla revolucio-naria –los futuros expediciona-rios del yate Granma–, emergió de la contienda como el legendario Che y se le otorgó la ciudadanía cubana. Era natural que el audi-torio lo saludara dándole vivas. Pero, lejos de aceptar el merecido recibimiento, lo rechazó: “Hoy se cumple un nuevo aniversario del natalicio de José Martí, y antes de entrar en el tema quiero prevenir-les una cosa: he escuchado hace unos momentos: ¡Viva el Che Gue-vara!, pero a ninguno de ustedes se le ocurrió hoy gritar: ¡Viva Mar-tí!… y esto no está bien…”.

A la concurrencia, en la que abundaban niños y adolescentes, le explicó: “Y no está bien por mu-chas razones. Porque antes que nacieran el Che Guevara y todos los hombres que hoy lucharon, que dirigieron como él dirigió; antes que naciera todo este impulso li-bertador del pueblo cubano, Martí había nacido, había sufrido y había muerto en aras del ideal que hoy estamos realizando”.

Puesto que “Martí fue el mentor directo de nuestra Revolución”, no proponía un homenaje pasatista, y se refi rió a la lucha armada en cuyos inicios su máximo guía, Fidel Castro Ruz, proclamó a Martí como el autor intelectual. En el discurso –citado aquí por su edición en Siete enfoques marxistas sobre José Martí (La Haba-na, 1978 y 1985)–, el Che recordó que el Maestro pertenecía a todos los pueblos de nuestra América, y llamó a seguirlo por la luz que continuaría aportando.

SIN LIMITARSE A FECHAS

Reclamó el Che que se rindiese diariamente a Martí un homenaje

La dicha de la virtudvirtudDonde convergen luchadores que perduran y guían

Por LUIS TOLEDO SANDE

digno de la norma de conducta que trazó el propio Apóstol: “Hacer, es la mejor manera de decir”. Consciente de que no fue un ser común a quien sería fácil imitar, puntualizó: “Y no todos, ni muchos –y quizás ningu-no– pueda ser Martí, pero todos podemos tomar el ejemplo de Mar-tí y tratar de seguir su camino en la medida de nuestros esfuerzos”. Fue lo que la nueva vanguardia revolu-cionaria se planteó hacer en Cuba: “‘Con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar’, decía Martí, y así

mismo, interpretando sus palabras, lo hicimos nosotros”.

Apreció el Che que las lecciones martianas estaban vivas para todo cuanto habría –y hay– que seguir haciendo: “Martí nos enseñó esto a nosotros también. Nos enseñó que un revolucionario y un gobernante no pueden tener ni goces ni vida privada, que debe destinarlo todo a su pueblo, al pueblo que lo eli-gió, y lo manda a una posición de responsabilidad y de combate”. La pauta no quedaba en las alturas de

CHE

EN L

A R

EVO

LUCI

ÓN

CU

BA

NA

195

5-19

66

El Che en plena lucha guerrillera (1958), junto al retrato de Martí creado por Jorge Arche. Aunque no es una buena foto, la reproducimos por su valor histórico.

Page 43: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

43Edición extraordinaria-octubre 2017

lo inalcanzable: “también cuando nos dedicamos todas las horas posi-bles del día y de la noche a trabajar por nuestro pueblo, pensamos en Martí y sentimos que estamos ha-ciendo vivo el recuerdo del Apóstol”.

Ganas dan de seguir escrutan-do el llamamiento del comandante a guiarse por el “Martí que habla y que piensa hoy, con el lenguaje de hoy, porque eso tienen de grande los grandes pensadores y revolucio-narios: su lenguaje no envejece. Las palabras de Martí de hoy no son de museo, están incorporadas a nues-tra lucha y son nuestro emblema, son nuestra bandera de combate”.

Pero resulta más fértil leer direc-tamente el discurso. Texto y hechos iluminan la afi nidad entre el diri-gente de la liberación nacional para quien la justicia estaba del lado de los humildes, y el luchador que, en esa senda, para el siglo siguiente podía y debía abrazar el socialismo como aspiración cardinal. Hoy am-bos aparecen hermanados no pre-cisamente por similitudes doctri-narias, aunque también las tengan. Los hermana, sobre todo, su abrazo de la ética como norma de vida. Esa es la mayor raíz de su capacidad de irradiación, de lo que continúan en-señando para los afanes justicieros.

Siguieron una convicción que el primero expresó en esta máxima: “Nada es un hombre en sí, y lo que es lo pone en él su pueblo”. Dieron prueba de humildad, de sincera modestia; pero solo personas de su altura integral tienen derecho a

De algún modo hace recordar lo escrito por Martí en su artículo Fede-rico Proaño, periodista: “Cuando se va a un ofi cio útil, como el de poner a los hombres amistosos en el goce de la tierra trabajada,–y de su idea li-bre, que ahorra sangre al mundo,–si sale un leño al camino, y no deja pa-sar, se echa el leño a un lado, o se le abre en dos, y se pasa: y así se entra, por sobre el hombre roto en dos, si el hombre es quien nos sale al camino. El hombre no tiene derecho a opo-nerse al bien del hombre”.

Tampoco Martí defendía la vio-lencia por la violencia, sino la indis-pensable. Sentía orgullo de no hallar en su vida ningún acto ni palabra de odio, y reprobaba a “los odiadores”, porque comprendía que “el odio no construye”. Lo sostuvo en crónica del 23 de mayo de 1882 para La Opi-nión Nacional, de Caracas.

El parentesco, también en ese sentido, que tuvo con Martí el Che lo intuyó Fina García Marruz en el conmovido y conmovedor Responso que le dedicó a este con motivo de su asesinato en Bolivia: “La ‘fría má-quina de matar’ anotaba con letra menuda los cumpleaños de sus ami-gos en su diario de guerra./ La ‘fría máquina de matar’ que no disparó a los dos soldados enemigos por-que estaban dormidos, y un hombre dormido es como un niño”.

En el Che que en El socialismo y el hombre en Cuba (1965) declaró que “el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor”, la poeta halla la ternura que lo acerca al Martí que vivió el amor como energía revolucionaria, título de uno de los libros que ella escribió acerca del Apóstol.

CON PULSO POPULAR

A lo largo de su vida fraguó ideas y protagonizó actos que nutren el internacionalismo revolucionario. Su trayectoria y sus ideas ratifi can la noción de humanidad con que asumió sus deberes patrióticos en relación con el mundo. En diciem-bre de 1876, en México, escribió: “en tanto dure mi peregrinación por la ancha tierra,–para la lisonja, siempre extranjero; para el peligro, siempre ciudadano”, y en la sección En casa del periódico Patria del 26 de enero de 1895, afi rmó: “Patria es humanidad”, y plasmó el nexo cardinal por el que una y otra son inseparables.

sostener un juicio semejante, pues –hombre o mujer– seres humanos como ellos son los que tienen hom-bros y corazón para cargar con las esperanzas y las misiones que todo un pueblo les confíe.

SENTIMIENTOS DE AMOR

Virtudes como la capacidad de sacrifi cio y la austeridad no fue-ron para ellos condena que sufrir, y menos aún poses para anotarse méritos: fueron actos de servicio a la humanidad. El Martí que en uno de sus cuadernos de apuntes escri-bió: “Por el amor se ve. Con el amor se ve. El amor es quien ve. Espíritu sin amor, no puede ver”, estampó en su carta del 25 de marzo de 1895 una proyección de sí mismo válida tam-bién para defi nir al Che: “Ahora hay que dar respeto y sentido humano y amable, al sacrifi cio”.

El Che avaló, en términos pre-cisos, la importancia del amor en los revolucionarios. Su convicción niega de raíz tergiversaciones do-losas vertidas sobre su sentido de la intransigencia en la lucha contra los enemigos de los pueblos. Des-cribiendo una realidad más que expresando un deseo contrario a su complexión humana, en su Mensa-je a la Tricontinental (reunión cele-brada en enero de 1966) mencionó “el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de las limi-taciones naturales del ser humano y lo convierte en una efectiva, vio-lenta, selectiva y fría máquina de matar”.

Page 44: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

44 Edición extraordinaria-octubre 2017

En Martí, quien representó a Ar-gentina y otros pueblos no solo en las funciones consulares que desempe-ñó, alientan valores que el Che cul-tivará en la lucha internacionalista. No es casual que al honrarlo en 1960 cite su discurso del 26 de noviembre de 1891 en Tampa: “De todas las fra-ses de Martí, hay una que creo que defi ne como ninguna el espíritu del Apóstol. Es aquella que dice: ‘En la mejilla ha de sentir todo hombre verdadero el golpe que reciba cual-quier mejilla de hombre’”.

Al salir de Cuba para combatir por la liberación de otros pueblos, el guerrillero internacionalista –así lo plasmó en su carta de despedida a Fidel Castro– disfrutaba “la sensa-ción de cumplir con el más sagrado de los deberes: luchar contra el im-perialismo dondequiera que esté, esto reconforta y cura con creces cualquier desgarradura”. El día an-tes de morir en combate, Martí con-fesó que contra ese sistema opresor había dirigido todo cuanto había hecho y haría.

Junto a esa raigalidad revolu-cionaria se aprecia entre Martí y el Che una apreciable afi nidad tem-peramental, asociada a la causa común con los pobres de la tierra. En lugar de hábitos de casta –se glosa aquí el discurso de Martí en honor de Bolívar el 28 de octubre de 1893– abrazaron “la fuerza mo-deradora del alma popular”.

SERVIDORES DEL PUEBLO

La lealtad a la ética que puede llevar a la muerte, nunca al abando-no de las ideas justas, la mostraron ambos al discrepar de compañeros de fi las y –sobre todo– en la lucha contra el enemigo. En ello tuvieron su mayor satisfacción, cultivada hasta con la voluntad confesional por la que Martí daba cuenta de sus actos. En Versos sencillos proclamó: “Yo soy bueno, y como bueno/ Mo-riré de cara al sol”. El Che hizo otro tanto en su pasión por la rectitud.

Martí, de vida forzosamente itinerante, halló su gran maes-tro americano en Simón Bolívar. Esa continuidad también está presente en el Che andador que buscó pueblos para servirles, y encontró inspiración decisiva en el Fidel Castro, de fi bra asimismo bolivariana, que tuvo en Martí a su gran mentor.

En la historia de nuestra Améri-ca, de Cuba en particular, Martí y el Che se ubican en la estirpe que, a juicio del primero, encarnaron Carlos Manuel de Céspedes con el ímpetu y el arrebato, e Ignacio Agramonte con la virtud y la pu-rifi cación. Esas cualidades eman-cipadoras retratan al propio Martí y al Che que reconoció en él a un revolucionario imperecedero.

En sentirse servidores del pue-blo, no seres con derecho especial a ser servidos, radicó una de las gran-des lecciones de Martí y el Che para los revolucionarios de su tiempo, de hoy y del porvenir. Martí escogió vivir pobremente cuando pudo ha-berse enriquecido; vestía indumen-taria raída y calzaba zapatos rotos mientras acopiaba los fondos para organizar la guerra necesaria.

Tenía fuerza moral para sostener que servir a la patria no autoriza a aprovecharse de ella, ni siquiera en el cultivo de la gloria personal, por-que en la patria no se ha de buscar pedestal para sí, sino el modo de sa-crifi carse por ella, y esta –escribió a Máximo Gómez el 20 de octubre de 1884– “no es de nadie: y si es de alguien será, y esto solo en espí-ritu, de quien la sirva con mayor desprendimiento e inteligencia”. En Nuestra América (1891) postu-ló necesario luchar no solo contra “los intereses” de los opresores, sino también contra sus “hábitos de mando”.

El Che, otro ejemplo de honradez, exigía que los responsables de ad-ministrar bienes públicos los asu-mieran como propios, no para bene-fi ciarse con ellos, sino para asegurar que se les diera el destino social de-bido. Sostenía –con palabras y, ante todo, con su propio ejemplo– que un funcionario no tenía derecho a apropiarse de nada, aunque se tra-tase de algo que pudiera parecer in-signifi cante. La corrupción suele no llegar a la cabeza sin antes infectar los pies, ¡y las manos!

SATISFACCIÓN MAYOR

En la lucha contra la opresión dieron Martí y el Che lecciones medulares. Tan necesarias como esas son hoy las que aportaron para combatir el individualismo y la corrupción, y para cultivar la equidad social. Esta no se debe confundir con el igualitarismo al

que cabe echar mano para legiti-mar desigualdades injustas.

Contra el pragmatismo, que a me-nudo se las arregla –o se las arreglan sus gurúes– para pasar por sentido práctico necesario, y puede abonar aberraciones, sigue viva la luz de Martí y del Che. El primero, al ha-blar el 10 de octubre de 1890 en la conmemoración del levantamiento de 1868, sostuvo que “el verdadero hombre, el único hombre práctico”, no era el que cedía a las convenien-cias y se rendía a los obstáculos que le salieran al paso, sino aquel “cuyo sueño de hoy será la ley de mañana, porque el que haya puesto los ojos en las entrañas universales, y visto hervir los pueblos, sabe que el por-venir, sin una sola excepción, está del lado del deber”.

Lo sembrado por Martí en el ar-tículo Maestros ambulantes (mayo de 1884) sirve para valorarlo a él mismo y al Che. Tras decir: “Ser bue-no es el único modo de ser dichoso” y “Ser culto es el único modo de ser libre”, sostuvo: “Pero en lo común de la naturaleza humana se necesita ser próspero para ser bueno”.

Ni él ni el Che –ni otros grandes revolucionarios– personifi caron “lo común de la naturaleza humana”, sino lo extraordinario. Como diri-gentes, sabían ineludible contar con lo común y mayoritario, pues no todo el mundo tiene igual capacidad de sacrifi cio. Pero legaron el ejem-plo de quienes saben que la mejor y más perdurable prosperidad no es la material, sino esa que, desde la satisfacción de necesidades básicas y el cultivo de la riqueza espiritual, proporciona el bienestar del alma.

Tal fue la actitud protagonizada por Martí al sentir la dicha grande que experimentó al desembarcar en suelo cubano para participar en la guerra, capítulo de su vida en que confesó haberse sentido plenamen-te hombre. Fue asimismo la del Che que, luego de contribuir al triunfo revolucionario en Cuba, partió a luchar en otras tierras del mundo, y afrontó la muerte con la entereza con que lo hizo también Martí. Am-bos viven.

Page 45: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

45Edición extraordinaria-octubre 2017

Aún sus botas guerrilleras andan por la Sie-rra Maestra o el Escambray, allí se le ve, ante una pequeña estación radial que des-pués llevaría el nombre de Radio Rebelde, o fundando el periódico El Cubano Libre.

Todavía camina por los pasillos de Verde Olivo, y ahora mismo vuelven, actuales y necesarias, aquellas visitas nocturnas a Prensa Latina. Renace el economista, re-visando o haciendo artículos para la revista Nuestra Industria. Reaparecen hoy sus artículos visionarios en otros medios nacionales e internacionales, como Cuba socialista, Humanismo, y O Cruzeiro. O aquel Mensaje a los pueblos del mundo, publicado en la revista Tri-continental, donde expone sus ideas sobre la lucha por un mundo nuevo. Allí está el Che Guevara, venciendo su asma, escribiendo en sus Diarios de Campaña, esas anotaciones que nos permitieron conocer después el desandar de las guerrillas en Cuba, el Congo y en Boli-via. “Escribía con la virtuosidad de un clásico de la len-gua…”, dijo Fidel en la velada solemne en su memoria el 18 de octubre de 1967.

PASIÓN POR CONTAR LA VIDA

Mientras estudiaba Medicina, Ernesto Guevara, junto a otros estudiantes, funda una pequeña revista llamada Tacle, en la cual, con el apodo de Chang cho, realiza sus colaboraciones. Durante su segundo viaje por América, publica un artículo el 12 de diciembre de 1953, en la revista Siete, bajo el título “Machu Picchu, enigma de piedra en América”, sobre esas ruinas indias peruana.

Cuando viaja a Guatemala escribe el artículo “Yo vi la caída de Jacobo Árbenz”, y en Argentina fue corres-ponsal de la Agencia Latina, durante los II Juegos Pa-namericanos, en 1955. Sin embargo, es en Cuba donde perfecciona ese hábito de contar la vida.

En La Mesa, zona próxima a El Hombrito, en la Co-mandancia de la Columna número 4, el Che funda el periódico El Cubano Libre. Allí comienza a publicar sus conocidos artículos de la serie “Sin bala en el di-recto” bajo el seudónimo de Francotirador.

El 24 de febrero de 1958, bajo su iniciativa, y con el apoyo de entusiastas colaboradores, comienzan las transmisiones de una pequeña planta radial, con el nombre de Radio Rebelde, emisora que se convertiría en la voz de la Revolución.

Soldado de la palabraEl Comandante Ernesto Guevara marcó pauta en el periodismo cubano, fundó importantes medios de prensa y dejó, en sus escritos, el testimonio de uno de los protagonistas de una época nueva

Por DALIA REYES PERERA

CHE ME DIO CLASES DE FOTOGRAFÍA

El fotorreportero Perfecto Romero, Premio Nacional de Periodismo José Martí, se incorporó muy joven al Ejército Rebelde en la región central del país, y recuerda que “en mi primer encuentro con el Che, cuando le digo que ‘sabía’ tirar fotos, él me asignó la responsabilidad de fotógrafo de la Columna, pues buscaba corresponsales de guerra; yo le dije que quería ser combatiente, pero él insistió en la importancia de conservar las instantáneas de esos momentos cruciales de la guerra. El Che me dio clases de esta profesión y me explicó la trascendencia de una fotografía como documento histórico”.

Fundador de la revista Verde Olivo, órgano de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, publicación que vio la luz el 10 de abril de 1959, confiesa emo-cionado que “el Che visitaba nuestra redacción se-manalmente, se dedicaba a una revisión minucio-sa de sus trabajos, y se preocupó porque la revista llegara a los combatientes y al pueblo”.

Desde su oficina en el Ministerio de Industrias, Guevara redactó varios de los trabajos destinados a Verde Olivo.

COR

TESÍ

A D

E V

ERD

E O

LIV

O

Page 46: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

46 Edición extraordinaria-octubre 2017

Recuerda, entre tantas anécdotas, que el Che pidió para una portada, hacer una foto en colores de un po-licía dirigiendo el tránsito con el semáforo. La imagen la tomó Gilberto Ante. “Revelamos la foto. Me gustó la luz roja encendida, era muy vistosa, y cuando el Che la miró, dijo que tenía que ser la luz verde, llevaba un mensaje implícito, no podíamos decir al mundo en-tonces, ante una feroz campaña internacional para desacreditar a la Revolución, que apostábamos por el comunismo, cuyo símbolo era el color rojo. También el verde daba la idea del uniforme de nuestro Ejército Rebelde, por otra parte, en los códigos internacionales ese color tiene el signifi cado de continuar la marcha”.

El Che donó su cámara personal a Verde Olivo. “Aquella cámara, que hoy se expone en el Museo de la Revolución, fue un símbolo del valor que él daba a nuestra misión”

PRIMERO, REVOLUCIONARIO

José Francisco Bodes Gómez, fundador de Pren-sa Latina compartió con el Che el nacimiento de la agencia, “la cual comenzó a concebirse desde la lu-cha armada por Fidel y el Che”. En esos planes es-tuvo el periodista argentino Jorge Ricardo Masetti, quien había subido a la Sierra Maestra como enviado de la radioemisora El Mundo, de Argentina, para re-portar la lucha.

“Al triunfar la Revolución, el Che llamó a Masetti, trataron sobre la fundación de Prensa Latina, nom-bre que fue propuesto por el propio Guevara”, evoca Bodes, quien rememora el nacimiento de la agencia el 16 de junio de 1959. “Se aparecía en horas de la no-che, compartía con nosotros. Reconocíamos en él a un protagonista de la historia, intercambiaba mucho con Masetti, su primer director, y con el periodista argentino Rodolfo Walsh”.

En cierta ocasión, Bodes realizó una entrevista al Che como Presidente del Banco Nacional de Cuba para el periódico Combate, órgano del Directorio Re-volucionario. “Le pregunté: Comandante ¿Cuál es la situación actual de las divisas monetarias de Cuba? Me hizo otra pregunta: ¿qué tú eres primero, perio-dista o revolucionario? Le dije, primero revolucio-nario. Entonces me dijo: como periodista te informo que la situación de las divisas está muy mala, ‘jodida’, pero como revolucionario te pido que no debes pu-blicar esa información, en benefi cio de nuestro país”.

Bodes recuerda también las visitas del Comandan-te Guevara a la Sala de Comunicaciones y las plan-tas de transmisiones radiales de onda corta que tuvo Prensa Latina, “en fi n, el Che no perdió ni pie ni pisa-da de nuestro quehacer”.

EL PERIODISMO EN LA PRIMERA TRINCHERA DE COMBATE

Eduardo Yasells ostenta el Premio Nacional de Pe-riodismo José Martí. Agudo y experimentado profe-sional, hoy piensa que si el Che viviera en estos mo-

mentos cruciales “estuviera lidiando con nosotros, exigiendo que la prensa ocupara el lugar de vanguar-dia”. El connotado profesional, también fundador de Verde Olivo, asevera que “el Che se convirtió en un colaborador entusiasta de este órgano. Se reunía con el personal, revisaba editoriales, diseñaba y ofrecía ideas, ya fuera en contenido o forma. Su presencia era de gran valor”.

El Che publicó más de 80 trabajos en este medio. En octubre de 1959, al regresar del recorrido por Asia, pu-blica en esa revista su primer artículo: “La República Árabe Unida, un ejemplo”, el cual da inicio a una serie de trabajos bajo el título “Viaje del Comandante Gue-vara por los países del Pacto de Bandung”, acerca de las características de los pueblos visitados. En 1960 revive la sección “Sin bala en el directo”, fi rmada por Francoti-rador, en la que refl eja con fi no humor, temas muy can-dentes.

“En Verde Olivo se publican sus ‘Pasajes de la gue-rra revolucionaria’, aunque no tuvo tiempo de escri-birlos todos”, dice Yasells, quien recorrió con Ernesto Guevara importantes obras y centros laborales del país. “Siempre nos decía: precisen los datos, sean responsables con lo que escriben. Nos pedía que no hiciéramos las ‘crónicas de viaje o sociales de nuevo tipo’, que solo hablaban de las visitas del dirigente, quería que enfatizáramos en lo que hacían los traba-jadores”, afi rma.

La última colaboración del Che en Verde Olivo fue “El socialismo y el hombre en Cuba”, artículo publica-do por primera vez en el semanario uruguayo Marcha.

Como Ministro de Industrias, fundó la revista Nues-tra Industria para el tratamiento de temas económi-cos. “Promovía la polémica. Era abierto a que se expu-sieran ideas incluso diferentes a los criterios de él, y era opuesto a la censura. Nuestra Industria es un espejo del periodismo que él defendía”, admite Yasells, quien añade que “el Che era, además, un poeta, eso se apre-cia en sus crónicas, género que convirtió en su altar como escritor y periodista. Recuerdo ahora mismo las que hizo a Camilo, a Lidia y Clodomira, al luchador guatemalteco El Patojo, y otras de alta sensibilidad, como ‘El cachorro asesinado’ o ‘La Piedra’, escrita en El Congo, cuando sabe de la muerte de su madre”.

Alguien mencionaba las noches iluminadas del Che, esas en las que también se dedicó al periodis-mo. “Nos enseñó que esta profesión es un sacerdo-cio. Hoy, si viviera, estuviera combatiendo con no-sotros desde las páginas de los periódicos para que la información llegara fiel y responsable a nuestro pueblo”.

Page 47: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

47Edición extraordinaria-octubre 2017

Sin pensarlo dos veces, el Che se quitó la cami-sa empapada de sudor. Allí, después de varias vueltas con la carretilla repleta de sacos, junto al resto de los estibadores, era uno más, preo-cupado por el pronto despacho, agilizando las

operaciones de descarga en el muelle. Con toda su autoridad moral que fl orecía en la prácti-

ca cotidiana, no fueron casuales sus palabras en aque-lla asamblea general de trabajadores portuarios, el 6 de enero de 1962, cuando insistió: “De todas las tareas revolucionarias, la primera, la fundamental, es cumplir cada uno con su deber; el mejor adoctrinamiento revo-lucionario que puede existir es mostrar, por las vías del ejemplo, el camino del cumplimiento del deber”.

Para alcanzar tales propósitos exhortó a mantener un diálogo continuo y franco con la clase obrera, e in-crementar la participación y responsabilidad de esta en los procesos productivos.

Unos meses más tarde, en la entrega de premios a obreros destacados del Ministerio de Industrias, recor-dó cómo, de manera cotidiana, los trabajadores son los verdaderos protagonistas de la historia. “Con esta reu-nión hemos pretendido, compañeros, nada más y nada menos que la dignifi cación plena del trabajo y la colo-cación del trabajo productivo en bien de la sociedad como tarea fundamental, digna del más alto elogio y al

Un obrero

Abrazando la causa proletaria, abogó por convertir quimeras en realidades, en el difícil arte de construir una mejor patria

Por DELIA REYES GARCÍA

lado mismo de las otras dos grandes tareas revolu-cionarias de este momento –que se aúnan y comple-mentan–: la defensa del poder conquistado y el estu-dio preparándose para nuevas tareas en el porvenir”.

En su discurso de clausura del Consejo Nacional de la CTC Revolucionaria, el 15 de abril de 1962, des-pués de exhortar a luchar contra la vieja mentalidad heredada del capitalismo, el Guerrillero Heroico afi r-mó: “La clase obrera es el motor de la Revolución, es su razón de ser, y al establecerse como decisión fundamental de nuestro pueblo la construcción del socialismo, se establece también paralelamente la dictadura del proletariado, es decir, la dictadura de-mocrática de la clase obrera a todos los niveles en los países que entran en la construcción del socialismo”.

De manera crítica, como fue característica en su prédica, el Che enjuició entonces los frenos a la par-ticipación de la clase obrera en la dirección de las fá-bricas y empresas. De manera visionaria alertó: “Esto no quiere decir que se vaya a establecer una pugna entre clase obrera y administración, lo que tiene que existir es una coordinación absoluta, una coordina-ción basada en intereses comunes, en ideales comu-nes, en ideas organizativas comunes y en una misma voluntad de vencer frente a todas las difi cultades”.

Pero no solo a través de visitas a diversos centros de producción, donde solía intercambiar con obre-ros, expuso la importancia que le concedía al trabajo. Con su ejemplo y la fuerza con que defendió todo en lo que creía, estaba dando lecciones continuamente.

Señaló que la construcción de la sociedad socialis-ta, y su desarrollo, estaba basada en el trabajo de las masas, y en relación con ello aseguró que “nuestra tarea tiene dos caras, la de la heroicidad pura y la del sacrifi cio en el trabajo de cada día”.

Educar con el ejemplo, fue su máxima.

más

Page 48: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

48 Edición extraordinaria-octubre 2017

En 1961, al hablar en la inauguración de la planta de sulfometales en Santa Lucía, provincia de Pinar del Río, hizo un llamado a sus trabajadores a mantener una actitud de vanguardia y acerca de ello, resaltó: “Nosotros, revolucionarios, debemos dar en cada mo-mento de nuestra vida todo lo que sea posible en bene-fi cio del trabajo fecundo, en benefi cio de la revolución que avanza, en benefi cio del pueblo, que es todo uno que está al lado nuestro, que está luchando con noso-tros hacia el porvenir.”

CONCIENCIA Y ÉTICA

Desde su sólida fi liación marxista, y luego de estu-diar las experiencias de otros países socialistas, el Che comprendió el peso cada vez mayor que debía jugar la conciencia y la ética en la creación del nuevo proyecto económico y social cubano.

En tanto el proceso revolucionario heredaba condi-ciones objetivas, donde los estímulos materiales eran el principal factor de compulsión social; en la construc-ción socialista, alertaba el Che, estos debían ir comple-mentándose de manera ascendente con los morales.

Con profundo realismo comprendió que la estimu-lación material era necesaria en el período de tránsito al socialismo, cuando, al decir de Carlos Marx, en la Crítica al Programa de Gotha, todavía no se rebasan los estrechos marcos del derecho burgués. Pero a la

par confería un valor extraordinario al desarrollo de la conciencia y al factor moral como elementos distinti-vos en la construcción de la nueva sociedad que debía dejar atrás, y cada vez más, las secuelas lacerantes del trabajo enajenado.

“El estímulo moral, la creación de una nueva con-ciencia socialista, es el punto en que debemos apoyar-nos y hacia donde debemos ir, y hacer énfasis en él”, afi rmó ante los obreros de la textilera Ariguanabo.

Allí donde todavía pesan en la subjetividad huma-na el egoísmo, el individualismo, el consumismo; se hace cada vez más necesario fomentar los valores de una conciencia diferente, socialista, tal era su pen-samiento.

El Che fue un maestro y forjador de hombres, con-secuente con sus actos, nunca dejó de hacer lo que predicaba, ni de exigirse a sí mismo más de lo que le exigía a los demás. De esa vital simbiosis entre pala-bra y acción nace uno de los más preciados legados del Guerrillero Heroico para los trabajadores.

SUBIR EL NIVEL

Para el Comandante Guevara, tan importante como la participación consciente de los trabajadores en la obra colectiva, era la capacitación y superación de las fuerzas productivas, a las cuales estimuló per-manentemente. Luego de ser nombrado titular de Industrias insistió en la necesidad de incrementar la productividad, ahorrando los recursos y con la debi-da calidad.

“La lucha por la calidad del producto –enfatizó– es una lucha revolucionaria y de vanguardia, y nunca se equivoquen en pensar que por el hecho de ser revolu-cionario se puede dar al pueblo un producto de mala calidad, eso sería atentar contra la Revolución”.

Gracias a su iniciativa tomó fuerzas el movimien-to de innovadores y racionalizadores en las fábricas, encargado de buscar soluciones productivas ante la carencia de piezas de repuesto. La efi cacia de los ani-ristas trascendió aquellos primeros años, cuando se impulsó la industrialización del país, y mantiene una permanente vigencia, todavía hoy, en las condiciones de país subdesarrollado, y bloqueado, además, por los Estados Unidos.

Quienes tuvieron el privilegio de conocer al Che to-davía lo recuerdan machete en mano cortando caña o encima de una combinada en las primeras zafras del pueblo; con la cuchara poniendo mezcla, como el albañil más diestro; hilvanando carretes de hilo en la textilera de Gibara… Bañado en sudor, bajo el sol ardiente de la Isla, para desbordar la historia con su ejemplo imperecedero ante el trabajo.

PER

FECT

O R

OM

ERO

Page 49: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

49

Carta de Ernesto Che Guevara a Fidel Castro Ruz, que este último leyó públicamente el 3 de octubre de 1965, en La Habana, Cuba.

Edición extraordinaria-octubre 2017

Carta de despedidaFidel:Me recuerdo en esta hora de muchas cosas, de cuando te conocí en

casa de María Antonia, de cuando me propusiste venir, de toda la ten-sión de los preparativos.

Un día pasaron preguntando a quién se debía avisar en caso de muerte y la posibilidad real del hecho nos golpeó a todos. Después su-pimos que era cierto, que en una revolución se triunfa o se muere (si es verdadera). Muchos compañeros quedaron a lo largo del camino hacia la victoria.

Hoy todo tiene un tono menos dramático porque somos más madu-ros, pero el hecho se repite. Siento que he cumplido la parte de mi deber que me ataba a la revolución cubana en su territorio y me despido de ti, de los compañeros, de tu pueblo, que ya es mío.

Hago formal renuncia de mis cargos en la dirección del partido, de mi puesto de ministro, de mi grado de comandante, de mi condición de cubano. Nada legal me ata a Cuba, sólo lazos de otra clase que no se pueden romper como los nombramientos.

Haciendo un recuento de mi vida pasada creo haber trabajado con su-fi ciente honradez y dedicación para consolidar el triunfo revolucionario. Mi única falta de alguna gravedad es no haber confi ado más en ti desde los primeros momentos de la Sierra Maestra y no haber comprendido con sufi -ciente celeridad tus cualidades de conductor y de revolucionario. He vivido días magnífi cos y sentí a tu lado el orgullo de pertenecer a nuestro pueblo en los días luminosos y tristes de la crisis del Caribe. Pocas veces brilló más alto un estadista que en esos días, me enorgullezco también de haberte seguido sin vacilaciones, identifi cado con tu manera de pensar y de ver y apreciar los peligros y los principios. Otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos. Yo puedo hacer lo que te está negado por tu respon-sabilidad al frente de Cuba y llegó la hora de separarnos.

Sépase que lo hago con una mezcla de alegría y dolor; aquí dejo lo más puro de mis esperanzas de constructor y lo más querido entre mis seres queridos… y dejo un pueblo que me admitió como su hijo: eso lacera una parte de mi espíritu. En los nuevos campos de batalla llevaré la fe que me inculcaste, el espíritu revolucionario de mi pueblo, la sen-sación de cumplir con el más sagrado de los deberes: luchar contra el imperialismo dondequiera que esté; esto reconforta y cura con creces cualquier desgarradura.

Digo una vez más que libero a Cuba de cualquier responsabilidad, sal-vo la que emane de su ejemplo. Que si me llega la hora defi nitiva bajo otros cielos, mi último pensamiento, será para este pueblo y especial-mente para ti. Que te doy las gracias por tus enseñanzas y tu ejemplo y que trataré de ser fi el hasta las últimas consecuencias de mis actos. Que he estado identifi cado siempre con la política exterior de nuestra revo-lución y lo sigo estando. Que en dondequiera que me pare sentiré la res-ponsabilidad de ser revolucionario cubano y como tal actuaré. Que no dejo a mis hijos y mi mujer nada material y no me apena; me alegro que así sea. Que no pido nada para ellos, pues el Estado les dará lo sufi ciente para vivir y educarse.

Tendría muchas cosas que decirte a ti y a nuestro pueblo pero siento que son innecesarias, las palabras no pueden expresar lo que yo quisie-ra, y no vale la pena emborronar cuartillas.

Hasta la victoria siempre, ¡Patria o Muerte!Te abraza con todo fervor revolucionario.

Page 50: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

50 Edición extraordinaria-octubre 2017

D

CONGO 1965

La heroicidad de una gestaA pesar de que les fue imposible cumplir su misión, aquel grupo de cubanos encabezado por el Che escribió una hermosa página de nuestra historia

Por PEDRO ANTONIO GARCÍA/Fotos: Archivo de BOHEMIA

espués de una espera de algunos días, la cual no por ser corta fue menos angustiosa para Ernesto Guevara de la Serna, el martes 20 de abril de 1965 partió de Dar Es Salaam (Tanzania) al frente del primer grupo de 14 cubanos hacia Kigoma, en la frontera congolesa. Iban en dos autos y una camioneta con un toldo. Recorrieron unos 1 700 kilómetros en los que menos de una décima parte estaba asfaltado; el resto, terraplenes en mal estado y con mucho polvo. Che, quien manejó durante un tramo, tiró fotos de los paisajes, al igual que Mbili (José María Martínez Tamayo, Papi en Cuba, Ricardo en Bolivia).Víctor Dreke, el segundo de la misión, recordaría años después que solo llevaban una fl auta de pan, y el Che le dijo: “Oye, mira a ver si tú logras repartirla, que alcance para todo el mundo”. Luego relataría riendo: “Tocamos a un pedacito. A él había que darle el último. Yo estaba alertado, lo había conocido en el Escambray (1958). Le tocó el más chiquito, dejamos el mío y el de él para último. “Durante el trayecto, siempre que le fue posible, lo vi leyendo, al preguntarle de qué se trataba, me respondió que buscaba datos sobre la zona donde operaríamos”. El jueves 22 de abril, sobre las ocho de la noche, llegaron a Kigoma. Consignaría Che en el libro que escribiera sobre aquella gesta: “Las lanchas no estaban listas y tuvimos que permanecer allí, esperando al día siguiente para el cruce. Inmediatamente el comisionado de la región, que nos recibió y nos alojó, me dio las quejas de los congoleses. Desgraciadamente, todo parecía indicar que muchas de sus apreciaciones eran justas”.En Kigoma, como pudo apreciar el Guerrillero Heroico, se hallaban los comandantes jefes de la zona: “Este pueblo era un remanso al cual los más afortunados podían llegar para vivir al margen de

Ramón, identidad y apariencia adoptadas

por el Che para su incorporación a la

guerrilla del Congo.

los azares de la lucha. La nefasta infl uencia de sus burdeles, sus licores sobre todo, su refugio cierto, no sería nunca sufi cientemente valorada por la Jefatura revolucionaria”. Acerca del cruce por el lago hacia suelo congolés, cuenta Dreke: “La odisea fue grande, el barco hizo agua por el camino. Pasamos apuros porque los congoleses estaban acostumbrados a bailar, a cantar. Estaban en peligro, pero cantaban y bailaban y tocaban […] Estábamos en medio del lago, haciendo una operación de desembarco, y los congoleses decían: ‘Mira las luces’. Nos decían que eran las luces de los barcos de Tshombe (el títere de los imperialistas que desgobernaba entonces), que estaban recorriendo el lago. Nosotros metidos en aquel lago y no podías gritar, no podías hablar. Pero ellos no te hacían caso. Seguían cantando y cantando. Hasta que logramos llegar sin ningún percance a la orilla opuesta. “Ahí tuvimos el primer contacto con los guerrilleros congoleses”.

Page 51: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

51Edición extraordinaria-octubre 2017

Fidel le explicaría en cierta ocasión a un perio-dista italiano: “Realmente él (Che) quería ir para Sudamérica. Esa era una vieja idea porque cuan-

do él se sumó a nosotros en México –no es que pusiera una condición–, planteó una sola cuestión: ‘Yo lo úni-co que quiero cuando triunfe la revolución y quiera irme a luchar a Argentina, es que no se me limite esa posibilidad, que razones de Estado no impidan eso’. Y yo se lo prometí”.

“También estaba interesado por los problemas de África”, subrayaba Fidel. Cuando a principios de los años 60 se produjo la intervención de mercenarios en el antiguo Congo Belga y el asesinato allí del patriota Patricio Lumumba, surgieron focos de lucha armada antineocolonial en ese país. Enviado a ese continente por la Revolución Cubana, en su calidad de Ministro de Industrias, para ensanchar las relaciones comer-ciales con naciones de la región, el Che perseguía un segundo propósito: contactar y estrechar lazos con los movimientos de liberación nacional.

Llegó a Argelia el 18 de diciembre de 1964 con el fi n de concretar una alianza entre ese país y la Isla para apoyar la lucha de los pueblos africanos contra el co-lonialismo aún existente en el continente.

En el segundo punto de su gira, Mali, declaró a la prensa acerca de la realidad latinoamericana: “La lu-cha revolucionaria contra la intervención de Estados Unidos toma más y más carácter en el hemisferio. En

Junto con Dreke (extremo izquierda) y el doctor Zerquera.

ÁfricaAmérica Latina el poder revolucionario pasa actual-mente por la etapa de la acción armada”.

Ya en 1965 (2 de enero), en el Congo Brazzaville, se entrevistó con el presidente Alphonse Massemba Debat, quien le solicitó ayuda militar a Cuba median-te el envío de instructores para sus fuerzas armadas e incluso, la presencia de tropas con vistas a repeler cualquier agresión desde el Congo Leopoldville (hoy Congo democrático) del gobierno títere de Tshombe.

En Brazzaville Che contactó con dirigentes de los movimientos de liberación nacional de las entonces colonias portuguesas, como el angolano Agostinho Neto y el mozambicano Samora Machel. A los mili-tantes del Movimiento para la Liberación de Ango-la (MPLA) expresó: “Para mí es un gran placer estar aquí con ustedes y ver en la práctica cómo se están estructurando, desarrollando vuestra lucha arma-da contra el colonialismo portugués y simplemente voy a decirles algo que he repetido sufi cientes veces: Cuba está con ustedes, con todo el pueblo angolano, como lo está también con el pueblo de Mozambique y con el de la Guinea portuguesa”.

En el mes de febrero llegó a Tanzania. Allí se reunió con varios dirigentes congoleses, entre ellos, Laurent Desiré Kabila y Godefrei Tchamlesso, este último más conocido por su apodo cubano de Tremendo Punto. Según Che, todos sus interlocutores “solicitaron, en general, entrenamiento militar en Cuba y ayuda mo-netaria”.

Guinea Conakry y Ghana fueron otras naciones visitadas. En esta última declaraba a la prensa: “He-mos ratifi cado en varias oportunidades nuestra iden-tifi cación con los países africanos progresistas, pero nuestro conocimiento de África es poco. Ahora cono-ceremos más, para darle al Partido cubano una idea clara de los deseos y posibilidades de los países afri-canos de una marcha común a través de los vínculos económicos entre nosotros”.

Luego, en otro encuentro con periodistas convoca-ba a “unirnos más e intercambiar experiencias, para poder luchar contra el enemigo común”.

De nuevo en Argelia, el diario Alger Ce-soir le reco-gió declaraciones: “el mayor peligro del neocolonia-lismo no es su aspecto más visible, es por el contrario la falsa apariencia de un desarrollo que pretende ser brillante y rápido”.

Page 52: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

52 Edición extraordinaria-octubre 2017

Según testimonio de Jorge Serguera, entonces em-bajador cubano en Argelia, Che informó de inme-diato a la dirección de la Revolución Cubana sobre

la ayuda solicitada por los movimientos de liberación africanos y de la necesidad de ir seleccionando a los compañeros idóneos para asumir como instructores en ese continente. De acuerdo con la recomendación de un dirigente congolés, Gaston Soumaliot, se decidió que todos los asesores militares cubanos fueran negros.

Recuerda Víctor Dreke que, a comienzos de 1965, lo citaron con urgencia: “Yo estaba haciendo preci-samente una operación contra uno de los últimos bandidos. Me comunican que me debo presentar al Estado Mayor del Ejército Central, a ver al jefe de ese ejército, Calixto García”. Este le preguntó si estaba en disposición de cumplir una misión internacionalista. “¿Cuándo salgo?”, respondió Dreke. “No, todavía no”.

El comandante García le instruyó seleccionar a un grupo de compañeros de Lucha contra bandidos, con una gran experiencia de combate. De ser posible, ve-teranos del Ejército Rebelde y de Girón. “Estos com-pañeros deben ser negros, bien negros”, le recalcaron.

Prosigue Dreke: “Así se forma una compañía, que era como se llamaba inicialmente a ese grupo. Aunque a veces le decíamos columna. Todos vinieron para La Habana en grupos apartes… Fuimos para el estadio Pedro Marrero, donde nos reunimos con el coman-

dante Manuel Piñeiro, con el capitán Luis Pérez, jefe de la unidad 1546 – donde se entrenaban los compa-ñeros que estaban en Pinar del Río-, el primer teniente Luis Matos, jefe de los servicios médicos, y con Ulises Estrada, del Ministerio del Interior.

“Piñeiro me informó que yo había sido designado jefe de la misión y que tenía que preparar a aquellos hombres. Luego llegó el resto de los compañeros [pro-cedentes de otros ejércitos] y el 2 de febrero se formó esta compañía, una compañía que iba a cumplir una misión pero que nadie sabía dónde ni cómo era.

“Por supuesto, había tantos negros allí que todo el mundo pensó que era África. No sabían si en el Congo o qué lugar era. Pero la gente empezaba el murmullo. Ya antes se había hablado de que no se podía hablar de la misión, ni entre ellos mismos, así que estaban cuidándo-se. Pero casi todo el mundo se hacía una idea al respecto.

“Se creó la compañía de fusileros, se agregaron dos o tres compañeros para la artillería… Seguimos nuestra preparación combativa. Fidel fue varias veces, impartió instrucciones, les dio pases a los compañe-ros en momentos determinados para que fueran a sus casas, porque los habíamos recogido directamente de los campamentos donde estaban y los habíamos lle-vado para allá. Salíamos diciendo a nuestras familias que íbamos para la Unión Soviética. Mira tú, ¡tantos negros en la Unión Soviética!”.

Preparativos

Explicando un plan operativo. Aparecen también Santiago Terry, Tuma y Mbili.

En la base de Lulimba.

Con un revolucionario keniano y el congolés. Kiwe (a su derecha).

Con un campesino congolés y su pequeño hermano.

Page 53: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

53Edición extraordinaria-octubre 2017

En la mañana del 1o de abril de 1965 Che, Papi y Dreke partieron de La Habana. Portaban pasaportes diplomáticos “y nuestras pistolas

‘diplomáticas’, además”, añade el último. Fidel los despidió en el aeropuerto. El enmascaramiento del Guerrillero Heroico era tan bueno, que el periodista Luis Gómez Wanguemert, quien infinidad de veces lo había entrevistado, no pudo identificarlo. Tam-poco, cuando llegaron a Dar Es Salaam, Pablo Ri-valta, embajador cubano en Tanzania, quien había peleado bajo las órdenes del Che en la etapa insu-rreccional.

En esa ciudad del este africano tuvieron el primer contacto con los dirigentes del movimiento de libe-ración congolés. No con Kabila, sino con Tchamles-so y otros más. Se les explicó que iban a ser unos 100 compañeros. Che fue presentado como médico y tra-ductor; Papi, como ayudante del médico y experto guerrillero. Los congoleses aceptaron la cantidad de internacionalistas propuestos.

Cuenta Dreke: “Planeábamos salir rápidamente para el Congo, ¿pero qué sucede? Que no estaban las condiciones preparadas, había algunas armas, era lo que más había, pero faltaban botas, frazadas y otras cosas. Los compañeros encargados de haber asegura-do todo esto solo empezaron a prepararlo a esa hora”.

Una vez reunidos los cubanos, Che les explicó los planes concebidos por él. A cada uno le puso un nom-bre en suahili: Dreke era Moja (Uno); Papi, Mbili (Dos); para él reservó Tatu (Tres). Después bautizaría a los demás mientras iban llegando los siguientes grupos, inicialmente con números, luego con otros apelativos: Pombo (Harry Villegas). Tumaini (Carlos Coello), Mo-rogoro (Octavio de la Concepción y de la Pedraja), Siki (Oscar Fernández Mel)…

La partida

Ninguno de los movilizados sabía que el Che iba al frente de esa misión, ni siquiera Dreke, quien aclara: “Él nunca fue por el campamento, in-

cluso estaba por el exterior en un recorrido, según oíamos por radio […] Quiero aclarar una cosa impor-tantísima y es que ese secreto no se divulgó ni a la fa-milia. Porque calculen ustedes que los imperialistas

Che

Con Mbili (a su lado) y Oliva.

se hubiesen enterado de eso. No hubiéramos llegado, nos lo hubieran impedido… Pero no se enteraron de nada. Mucho menos de que iba el Che. En ese mo-mento ellos estaban en el aire”.

El 30 de marzo de 1965 se apareció en el campa-mento Osmany Cienfuegos y llamó aparte a Dreke para decirle de que ya no sería quien encabezaría la misión. “Acepto, pero reclamo mi derecho a partici-par aunque no sea el jefe de la columna”. Osmany lo tranquilizó: “Vas a ir. Al compañero que va al frente lo conoces y él te conoce muy bien. No vas a tener problemas”. “Yo, problemas, con nadie”. Osmany le enseñó fotos: “Este compañero es Ramón, quien ha sido designado jefe de la columna. Es comandante”. Dreke contempló la instantánea: “No lo conozco”. “Que sí, ¿cómo no lo vas a conocer, compadre?, tú lo conoces bien, yo sé que tú lo conoces”. “No, no sé quién es”.

Al día siguiente Osmany llevó a Dreke para una casa. Allí le presentó a Martínez Tamayo, Papi. Un hombre que estaba de espaldas escribiendo sobre una mesa, se levantó y vino hacia ellos. “Este es el compañero que va a ser jefe de la columna, al que tú te vas a subordinar”, le dijeron a Dreke, quien aún continuaba sin adivinar su presencia, “ni siquiera de frente, cerquita. El Che interviene y me dice quién es… Yo seguía sin recono-cerlo”.

Che, José Ramón Machado Ventura, Emilio Aragonés y Oscar Fernández Mel en el campamento de Kiliwe.

Page 54: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

54 Edición extraordinaria-octubre 2017

Cuando los cubanos llegaron al Congo, apunta Dreke, “creía-mos que allí todo estaba listo,

que había tropa en el terreno, que lo único que ellos necesitaban era un poco de preparación militar. Pero no teníamos toda la información correcta. Gran parte de ella la había-mos obtenido por distintas vías, en las capitales de diversos países. Y do-lorosamente en muchos movimien-tos de liberación –no solamente del Congo, de otros lugares también–, los compañeros están acostum-brados a exagerar, si cogen un fusil, dicen que cogieron 10; si matan un soldado, dicen que mataron 20.

“No es la característica de la Revo-lución Cubana, al relatar los hechos nunca pusimos una bala, un muerto, un preso de más. Y en aquel momen-to pensábamos que los congoleses

eran iguales que nosotros, creíamos que pensaban igual, imaginábamos que el líder congolés que nos espera-ba era como Fidel, Raúl, Almeida…

“Pero era distinto. Una cosa que nos chocó fue que los principales dirigentes del movimiento de libe-ración del Congo no estaban en el frente… Estábamos acostumbrados a que Fidel estaba día y noche con nosotros, y aquí o al lado, y Almeida que estaba de jefe en [la lucha con-tra bandidos] en el Escambray. Es-taban ahí, en el frente de lucha. Pero en África no era así.

“Hay cosas que Che no podía resolver, porque 128 hombres no pueden cambiar la característica de un país en África como es el Con-go. Hizo todo su esfuerzo y si no es por él, en vez de durar siete meses la guerra después de que llegamos,

En suelo congolés

T ras atravesar el lago, ya en el Congo, Che ordenó una exploración del área para saber dónde exac-tamente estaban. Se decidió acampar en un lugar

idóneo con vistas a establecer luego una base en la loma más alta que hay por esa zona. Moja (Dreke) encabezó un pequeño grupo que recorrió la elevación para prepa-rar allí condiciones y que los demás pudieran escalarla.

El propio Moja relataría años después: “Llegó un día en que el Che decidió decirle a Tremendo Punto quién era él y mandarle un mensaje a Kabila. Porque Kabila tampoco sabía…, solo que había entrado un tal Moja, un ofi cial del ejército de Cuba, con un grupo de cubanos”.

Cuando Che se identifi có con Tremendo Punto, este empezó a gritar: “¡Escándalo internacional! ¡Escándalo internacional!”. Con las manos en la cabeza echó a correr como si alguien lo estuviera persiguiendo. Decía que se iba a producir una conmoción mundial al saberse que el Che estaba alzado, como parte de la guerrilla. Tatu man-dó con él un mensaje a Kabila informándole que se halla-ba en el Congo y que le estaba subordinado totalmente.

En el primer mes de su estancia en el país africano, Che enfermó de paludismo que se le complicó con el asma. Tuvo fi ebres muy altas. Se discutió entre los cu-banos y el médico (Rafael Zerquera, Kumi) sugirió su re-greso temporal a Cuba para curarse. El Che por poco lo mata: “De aquí no me voy”.

Cuenta Dreke: “Pero de verdad que lo vimos muy mal. Además nos asustamos todos. Nosotros había-mos oído hablar de paludismo pero no sabíamos lo que era. Empezó aquel hombre a ponerse mal, con dolor

en las articulaciones, vómitos, 40 de fi ebre. Estaba deli-rando, hablando cosas. Además estábamos en medio de aquella montaña con un frío que tiritaba todo el mundo. Después el paludismo ya no nos asustaba, pero aquel día sí”.

La realidad

Mbili y Ulises Estrada en

Lulimba.

Grupo de internacionalistas cubanos en Lulimba.

dura dos meses y se acaba. Porque cuando llegamos al Congo, la gue-rra prácticamente no existía”.

Según Oscar Fernández Mel, Siki, “aquello no había quien lo arregla-ra, [los congoleses] hacían lo que les daba la gana y andaban regados sin un jefe al que seguir. Los combates que se hicieron fueron protagoni-zados, sobre todo, por los cubanos. Inclusive, en el de Front de Force fueron los cubanos los únicos que pelearon. En las emboscadas era igual, no se podía, cuando se for-maba el tiroteo, nos quedábamos solos”.

El combatiente congolés, por aquellos días, no tenía conciencia alguna de lucha, carecía de una cul-tura combativa, por lo que muchas veces hasta ignoraba por qué y con-tra quién realmente peleaban. Es-

Page 55: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

55Edición extraordinaria-octubre 2017

Che durante su estancia en Tanzania, con algunos internacionalistas cubanos.

Atravesando el lago.

Ante la petición de los propios congoleses –ya Tanzania, presionada internacionalmente, había comunicado que cesaría toda ayuda por parte de

ella–, la columna del Che abandonó el Congo. Afirma Dreke: “Salimos armados, fusil en mano atravesamos el lago, instalamos un cañón de 75 mm en uno de los bo-tes. Era el suicidio porque tirar con ese cañón en medio del lago es virarse el bote. Pero era la concepción con que salimos del Congo. Sabíamos que no ganábamos la guerra, pero no salimos entregando las armas, rendi-dos, con las manos en la cabeza, ni pidiendo perdón…”.

En su encuentro con el periodista italiano Gianni Miná, Fidel aclaró que el Che siguió la línea de enseñar a combatir a los congoleses, “pero la idea, desde luego, no era hacer la guerra en lugar de los africanos, sino ayu-darlos, enseñarles a combatir. Pero el movimiento aquel era muy incipiente todavía, no tenía sufi ciente fuerza, unidad, y al fi n los propios jefes revolucionarios de la ex-colonia belga decidieron suspender la lucha y el personal fue retirado. Realmente se comprobó que aquella deci-sión fue correcta, se comprobó que no había condiciones para el desarrollo de aquella lucha en ese momento”.

¿Fue realmente un fracaso la gesta internacio-nalista cubana en el Congo como muchos aseveran ahora, a partir de una afirmación del Che? Dreke muestra su desacuerdo: “Aquella acción de los com-

pañeros que cayeron en el Congo no fue en vano. Como dijo Raúl, la acción del Congo se multiplicó en otras acciones en África. La experiencia que allí acumulamos nos sirvió para hacer lo que hicimos al ayudar a las luchas de liberación en Guinea-Bissau, Angola y otros países”.

Che planteó que aunque el objetivo de la misión no pudo cumplirse, “esto no quita nada a lo heroico de la gesta, la heroicidad está dada por la actitud general de nuestro Gobierno y el pueblo de Cuba. Nuestro país, so-litario bastión socialista a las puertas del imperialismo yanqui, manda sus soldados a pelear y a morir en tierra extranjera, en un continente lejano, y asume la plena y pública responsabilidad de sus actos; en este desafío, en esta clara toma de posición frente al gran problema de nuestra época, que es la lucha sin cuartel contra el imperialismo yanqui, está la signifi cación heroica de nuestra participación en la lucha del Congo”.

Final

taban generalizadas algunas creen-cias fetichistas como la dawa, rito religioso de ser inmune a las balas.

Era tanta la fe en esta “protec-ción”, que cuando fallaba, como era obvio suponer, la culpa no la tenía el rito sino el muerto, porque “había tenido miedo, lo que inutilizaba la

dawa”. Lógicamente, esta supers-tición era fatal para el combatien-te que descuidaba su preparación combativa, pues “no le hacía falta”.

Si a esto sumamos la ausencia de cuadros y los profundos prejuicios interétnicos que subsistían entre las propias subetnias bantúes (a du-

ras penas el Che logró incorporar a los ruandeses, pues los congoleses se negaban a pelear con ellos) y se extendían incluso a los pocos in-ternacionalistas cubanos blancos que eran a veces rechazados, se comprenderá el resultado fi nal de aquella gesta.

Fuentes consultadas

Los libros Pasajes de la guerra revolucionaria. Congo, de Ernesto Che Guevara; De la sierra del Escambray al Congo, de Víctor Dreke; Un encuentro con Fidel, de Gianni Miná; El sueño africano del Che, de William Gálvez. Los textos El Che, un amigo hasta las últimas, de Oscar Fernández Mel, y El Congo, una gesta heroica, de María del Carmen Ariet, ambos aparecidos en Paradigma, diciembre de 2015.

Page 56: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

56 Edición extraordinaria-octubre 2017

L

BOLIVIA 1967

El valor del ejemploA 50 años de aquella gesta libertaria, el Che y sus compañeros siguen siendo paradigmas del internacionalismo

Por IGOR GUILARTE FONG

a madrugada del domingo 8 de octubre de 1967 se siente intensamente fría en la angosta Quebrada del Yuro (llamada por los lugareños Churo, que en quechua signifi ca caracol). A las dos de la mañana, tras fatigosa marcha, el reducido destacamento ha ingresado al interior de la cañada. Están a 2 000 metros de altura. Se ordena descansar un rato. La presencia de enfermos y aquejados físicos hace inútil continuar. Son 17 fi guras maltrechas y silenciosas, buscando encubrirse con la oscuridad.Tres horas después, a las cinco, el campesino Pedro Peña baja a regar sus sembradíos. Entre las penumbras descubre las siluetas en el suelo. Inmediatamente hace de correveidile ante el ejército.

Con sol hermoso abre el día. Esto permite a los guerrilleros explorar el terreno y confi rmar que están rodeados de milicos por todas partes. Entonces se organiza la defensa en tres grupos y extreman las medidas de seguridad, porque la garganta de la cañada y los cerros son medio ralos, con arbustos muy bajos, que complican las posibilidades de mantenerse escondidos.El choque con el enemigo se respira en el aire. En esas circunstancias, planean esperar sigilosos, alertas, en sus puestos de combate. Conservan la esperanza de no ser detectados en lo que avanza el día, para intentar burlar el cerco y salir ilesos, una vez que oscurezca. Pero la noche no llegó.

Había iniciado la historia 11 meses atrás. El 3 de noviembre de 1966, el señor Adolfo Mena Gon-zález arribó en avión a la capital más alta del

mundo, La Paz. Era un hombre de notoria calvicie, con vetas canosas encima de las orejas, cejas del-gadas, sin barba ni bigotes; portaba un maletín de doctor, grandes espejuelos de marco oscuro y una cámara fotográfica. Aparentaba ser lo que decía su pasaporte uruguayo, expedido a nombre de un en-viado especial de la Organización de Estados Ameri-canos para inspeccionar las relaciones económicas y sociales regentes en el campo boliviano.

Fue tan escrupuloso el disfraz –logrado tras larga preparación por el doctor Luis Carlos García (Fisín)–, que ninguno de los varios servicios de inmigración y extranjería por donde transitó pudo identifi car que detrás de esa imagen y credenciales falsas se ocultaba el comandante argentino-cubano Ernesto Guevara de la Serna, el Che, muy buscado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense y organismos si-milares aliados.

Para los meses siguientes adoptaría los seudónimos de Ramón y Fernando, sucesivamente. Atrás, en Cuba, había renunciado a sus altos cargos gubernamentales y al calor de la familia para volver, con la adarga al bra-zo, a una nueva lucha contra el imperialismo.

Viajó en compañía de Pacho (Alberto Fernández Montes de Oca). Era la segunda vez que pisaba el suelo de la céntrica nación andina. Antes lo había hecho en julio de 1953, como joven médico que tenía la avidez de conocer el mundo. En 1966 Bolivia estaba bajo una dictadura militar encabezada por el general René Ba-rrientos, quien había derrocado al presidente Víctor Paz Estensoro y eclipsado la revolución nacionalista-popular iniciada en 1952.

A pesar de haber transcurrido más de 10 años entre los dos viajes, el drama social seguía siendo el mismo: barriadas insalubres, casuchas de barro y adobe, ni-ños hambrientos y hartos de parásitos, aldeanos ex-plotados por latifundistas, humanos sin derechos. Por ello, en ambas ocasiones pudo palpar, con su profun-do carácter justiciero, los abismos entre ricos y pobres,

Llegada

Page 57: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

57Edición extraordinaria-octubre 2017

los altos índices de marginación en que vivía el pueblo de indígenas y campesinos.

Por su ubicación estratégica en la geografía suda-mericana, la patria bautizada en honor a Simón Bolí-var, el Libertador, resultó el lugar escogido por el Che para llevar a cabo un gigantesco proyecto de libera-ción continental.

Ya desde 1964 la argentina-alemana Tania (Haydée Tamara Bunke) había viajado hasta allí para sondear el contexto. Luego, a mediados de 1966, el Che envió a dos de sus hombres de confi anza: Pombo (Harry Vi-llegas) y Tuma (Carlos Coello), para apoyar al también cubano Ricardo (José María Martínez Tamayo) en la organización de los contactos, las redes de suminis-tros y condiciones necesarias para el establecimiento de la futura guerrilla.

De La Paz viajó el Che en jeep rumbo al oriental de-partamento de Santa Cruz. El 7 de noviembre –fecha en que inaugura su diario de campaña– se instaló en

una fi nca adquirida por Coco (Roberto Peredo Leigue), en la zona del río Ñancahuazú. Allí, donde todo pare-cía indicar que se asentaban emprendedores granje-ros, en realidad se había fundado el campamento base para el inminente estallido del foco insurreccional. Una casa con techo de calamina hacía de puerta a la selva. Recién empezaba la epopeya.

Odisea

Transcurridas cinco décadas de aquellos hechos, miles de artículos periodísticos, libros y fotogra-fías relacionados con la guerrilla de Ñancahua-

zú han visto la luz. Por el célebre Diario del Che en Bolivia, los testimonios de los sobrevivientes y otros diarios menos conocidos –como los pertenecientes a Pacho, Rolando (Eliseo Reyes Rodríguez), Braulio (Is-rael Reyes Zayas) y Moro (Octavio de la Concepción y de la Pedraja)– se tienen informaciones fidedignas de la odisea vivida.

A partir de esas fuentes se ha conocido que el entor-no elegido estaba ubicado en una zona de topografía accidentada, típica vegetación espinosa y escasa vida animal. Se percibían bruscos cambios climáticos: la penetrante frialdad de la noche contrastaba con el despiadado calor del día. Las aguas de ríos y arroyos no eran siempre potables, a veces eran sucias y podri-das, otras amargas o saladas, como provenientes del mar. La población era exigua y dispersa; la ganadería pobre y circunscrita a las localidades de Lagunillas y Monteagudo, las más importantes de la comarca, con no más de mil habitantes.

También se supo de la existencia de los ríos Gran-de, Ñancahuazú, Rosita, Maisicuri, Mizque, y otros que debieron cruzar los guerrilleros, incluso creci-dos, en balsas inventadas o a pura soga, a costa de no pocas pérdidas. Se conoció, asimismo, del anta, el hochi, el tatú, el pecarí, la urina, el mote, el zapa-llo, la batata y demás animales y vegetales que con-formaron la magra dieta. Trascendieron los nom-bres de poblados y lugares ignotos como Lagunillas, Muyupampa, Camiri, El Mesón, Samaipata, Peñón

Colorado, Puerto Mauricio, El Batán, La Higuera, Vallegrande y demás términos que delinearon la ruta de los combatientes.

En sus memorias, el destacado luchador boliviano Inti (Guido Peredo Leigue) habló de la vestimenta an-drajosa; la poca higiene personal; la constante caren-cia de utensilios, víveres y medicinas; las actitudes semisalvajes que adoptaron en dichas condiciones; la comida parca y conseguida la mayoría de las veces por métodos arcaicos. No obstante, para estimular la moral de la tropa, el Che dispuso la organización y limpieza de los campamentos, la construcción de bancos rústicos, un horno para pan y otras comodi-dades posibles.

Aquel escenario hostil los obligó a realizar kilomé-tricas caminatas, abrir trochas a golpe de machete en el espeso monte, saltar precipicios, andar a miles de metros de altura la mayoría de las veces. También padecieron los azotes del clima y de los insectos, así como el acoso de un ejército muy superior en número, que incluyó a rangers y agentes de la CIA. El 29 de sep-tiembre de 1967, Pacho registró en su diario: “Estamos rodeados por todas partes. […] Hasta el ruido de una cantimplora puede costarnos la vida”.

Durante el transcurso de la campaña, muchas fue-ron las jornadas que pasaron sin probar alimento o sin tomar agua. El 28 de agosto, Pacho apuntó: “[…] cami-namos solamente con el espíritu, no tenemos una gota de agua, ni nada de comer hace tres días”. Sin dudas, fueron jornadas que demandaron del Che y sus com-pañeros una cuota sobrehumana de sacrifi cio, honor y sentido del deber.

Tania, la única mujer del destacamento, asumió con dignidad los rigores de la selva y la guerra.

ELPA

IS.C

OM

Page 58: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

58 Edición extraordinaria-octubre 2017

Otra serie de acontecimientos tuvo marcada inci-dencia en el curso de la guerrilla. En la temprana fecha del 31 de diciembre de 1966, Mario Monje, secreta-rio general del Partido Comunista Boliviano, visitó el campamento de Ñancahuazú para entrevistarse con el Che y reclamarle la conducción de la guerrilla. Al recibir una respuesta negativa, Monje decidió des-vincularse del movimiento armado y, peor aún, sa-botear cualquier apoyo desde la ciudad.

A mediados de abril, el Che dividió la tropa y al frente del segundo grupo –donde quedaron los en-fermos– dejó a Joaquín (Juan Vitalio Acuña). Se supo-nía que fuera por pocos días, pero ambas columnas no volvieron a encontrarse. La separación respondió

a la intención de avanzar ligeros hasta el poblado de Muyupampa, por donde dar salida al francés Dantón (Regis Debray) y al argentino Pelao (Ciro Bustos).

El plan fracasó. Debray y Bustos fueron apresados rápidamente, lo que frustró la posibilidad de restable-cer contactos con el exterior y costó que salieran a la luz detalles del núcleo insurrecto. Aunque todavía hoy existen intrigas y acusaciones mutuas en torno a lo que cada quien reveló durante el tortuoso proceso judicial al que fueron sometidos, una cosa es cierta: en mayor o menor medida, ambos hablaron más de lo que debían.

Como el mes más malo de la guerra evaluó el jefe guerrillero el de agosto. Con razón, pues arreció al extremo la falta de medicinas, de comida y sobre

Siempre paternal, afable, compañero.

Junto a Harry Villegas, en medio de los rigores de la

selva, la escasez de agua y de alimentos, y sin el apoyo que necesitaba la guerrilla.

Los cinco guerrilleros sobrevivientes lograron salvarse de la implacable persecución mediante una operación de rescate.

LAR

AZO

N.CO

M

Page 59: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

59Edición extraordinaria-octubre 2017

Los cubanos que acudieron al llamado del Che para cumplir el ideal internacionalista también hicie-ron a un lado sus cargos y familias. Asumían de

nuevo las noches sin cama, la pesada mochila a la es-palda, las caminatas de pies reventados sobre peñascos y espinas, los aguaceros sin calificativo, y sin capa. El sereno, el hambre, la sed, los insectos, la distancia, la soledad, la persecución, la incertidumbre… De nuevo, las guardias en la posta, las voces de mando.

Los hombres de la guerrilla terminaron siendo héroes de leyenda, pero en realidad eran seres con sentimien-tos, sueños, confl ictos; virtudes y defectos.

A Marcos (Antonio Sánchez Díaz), designado en principio segundo comandante de la guerrilla y jefe

de la vanguardia, por sus reiterados errores el Che ter-minó enviándolo como simple combatiente al pelotón de retaguardia.

A Ricardo lo consideró “el más indisciplinado del grupo de los cubanos pero era un extraordinario com-batiente”. Con varios tuvo “conversaciones fuertes” o “descargas” por distintos motivos. A los bolivianos Raúl (Raúl Quispaya Choque) y Walter (Walter Arenci-bia Ayala) los vio “fl ojos” en el combate. A Coco e Inti los califi có de magnífi cos cuadros revolucionarios. A todos los fue evaluando, para bien o para mal, en sus anotaciones. Todos murieron heroicamente.

El Che, sin dudas, fue un jefe exigente, que solía aplicar medidas severas, pero ejemplarizantes. Tam-

Héroes

todo de agua, cuya carencia llegó a ser torturante. Para el 31 de agosto: “Ya la situación se tornaba an-gustiosa; Miguel (Manuel Hernández Osorio) y Da-río (David Adriazola Veizaga) se tomaban los orines y otro tanto hacía el Chino (Juan Pablo Chang Na-varro) con resultados nefastos de diarreas y calam-bres”, anotó el Che.

A eso se sumó el descubrimiento por el ejército de las cuevas y depósitos de suministros, a causa de las delaciones de los desertores. Quedaban así privados del aseguramiento logístico. “Es el golpe más duro que nos hayan dado”, aseguró el día 14 el jefe guerrillero. La im-posibilidad de restablecer contacto con el exterior y de hallar al grupo de retaguardia pese a una desgastante búsqueda en círculo, sumada a las pérdidas de comba-tientes durante los meses previos, sin tener ninguna in-corporación, completaban el rosario de adversidades.

No es difícil comprender que todas esas circuns-tancias menoscaban profundamente la vitalidad de la guerrilla. “Estamos en un momento de baja de nuestra moral y de nuestra leyenda revolucio-naria”, afirmó el argentino-cubano. Sin embargo: “Allí surgió una vez más con toda su grandeza, el espíritu del Che, su carácter de jefe íntegro, indis-cutido, seguro en el mando, claro en sus concepcio-nes, rápido en sus decisiones, tajante para liquidar cualquier síntoma de descomposición y decidido para llegar hasta el final en la defensa de sus idea-les”, destacó Inti.

Pocas veces como entonces tuvo tanto valor su trascendental y categórico llamado a defi nirse como verdaderos revolucionarios. Algunos bolivianos y todos los cubanos juraron continuar hasta vencer o morir.

Parte del grupo de internacionalistas cubanos, en la cocina del campamento central. De izquierda a derecha: Alejandro, Pombo, Urbano, Rolando, Che, Tuma, Arturo y Moro.

CHEG

UIAYEJEM

PLO.CO

M

Page 60: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

60 Edición extraordinaria-octubre 2017

bién fue humano, sensible, y antes que al otro se exigía extremadamente a sí mismo. Cuando violó alguna de las normas establecidas se sancionó él mismo; cuando hubo indecisión para brincar un barranco, él brincó primero; cuando hubo algún herido o enfermo, le pro-curó los mayores cuidados; cuando alguien cumplió años, le celebró una comida especial, aun en los días de máxima carencia de alimentos.

A pesar de haberse enfermado en 36 ocasiones, 29 de ellas con fuertes ataques de asma, el Che nunca de-cayó en su ánimo. Como un soldado de fi las participó en la construcción de campamentos y escondites para los pertrechos, realizó guardias, exploraciones, hizo de ayudante de cocina. También impartió clases, leyó libros a la tropa, pasó hambre y sed. Esto le daba la autoridad moral sufi ciente para instar a sus hombres, porque siempre predicó con el ejemplo.

Ese modelo de liderazgo fue citado por Inti: “Du-rante la exploración el Che se enfermó. Sin embargo, nos estimulaba con su ejemplo. Nosotros sabíamos que iba mal, pero él continuaba sin ceder un instan-te, con una voluntad férrea. Incluso se enojaba cuan-do tratábamos de atenderlo o aliviarlo o si el cocinero trataba de darle preferencia en la comida”.

Para el 1º de febrero de 1967 el Che inició una eta-pa que denominó “propiamente guerrillera”, en la que desarrolló entrenamiento y exploración con 26 com-pañeros. En la travesía el destacamento tuvo su bau-tismo de muerte, cuando pereció ahogado en el río Grande el boliviano Benjamín (Benjamín Coronado Córdoba). Días después ocurrió lo mismo con Carlos (Lorgio Vaca Marchetti).

Agobiados por numerosos aprietos, el retorno al campamento demoró hasta el 20 de marzo, fecha en que los desertores Vicente Rocabado y Pastor Barrera ya se habían entregado a la policía. Prematuramente, el gobierno conoció de la presencia del grupo armado en la selva y emprendió la operación represiva.

En marzo quedó ofi cialmente constituido el deno-minado Ejército de Liberación Nacional de Bolivia (ELN), conformado por tres pelotones: vanguardia, centro y retaguardia. A esta se añadió el subgrupo llamado “resaca”, de cuatro bolivianos que habían expresado su deseo de abandonar la lucha. De con-junto fue un destacamento compuesto por 29 bolivia-nos, 16 cubanos, 3 peruanos, 1 argentino, 1 francés, 1 argentino-cubano y una mujer argentino-alemana. En total 52.

La primera acción armada aconteció el 23 de mar-zo. Emboscaron una unidad militar, mataron siete soldados, tomaron 21 prisioneros y obtuvieron abun-dante material de guerra. Una victoria resonante. Pronto comenzarían a sufrir bajas en choques suce-sivos.

Cubana fue la primera sangre. El 10 de abril cayó El Rubio (Jesús Suárez Gayol). Días después desa-pareció Loro (Jorge Vázquez Viaña), detenido por el ejército, torturado y lanzado desde un helicóptero a la

selva. El 25 cayó Rolando, a quien el Che valoró como “el mejor hombre de la guerrilla”.

Durante mayo los guerrilleros escaparon una y otra vez del cerco. A fi nales de ese mes, Pepe (Julio Velazco), integrante de la resaca, desertó y fue fusilado clandes-tinamente por el ejército. En junio y julio fallecieron otros seis hombres: Marcos y Víctor (Casildo Condori Vargas) fueron emboscados el 2 de junio; Tuma murió el 26, ese día fue negro para el Che, ni comió; sufrió como el padre que ha perdido a un hijo.

El 10 de julio, cuando caminaba renqueando con un bastón y sin arma, fue acribillado Serapio (Serapio Aquino Tudela); como iba al frente dio la voz de alerta y salvó a sus compañeros. Tenía 15 años aquel bolivia-no altruista. El 30, en las márgenes del río Rosita, caye-ron valientemente Ricardo y Raúl.

A principios de agosto murió Pedro (Antonio Jimé-nez Tardío). El día 31 la guerrilla tuvo la pérdida de la retaguardia por la traición del campesino Hono-rato Rojas. Cuando cruzaban el río fueron masacra-dos Joaquín, Braulio, Tania, Walter, Polo (Apolinar Aquino Quispe), Moisés (Moisés Guevara Rodrí-guez) y Alejandro (Gustavo Machín Hoed de Beche). En la orilla fueron capturados Ernesto (Freddy Ma-ymura Hurtado) y Paco (José Castillo Chávez). Este último –integrante de la resaca–, herido, suplicó y contestó preguntas. A Ernesto, su silencio digno le costó la vida.

Mientras, el Negro (Restituto José Cabrera Flores), médico peruano, se dejó llevar por la corriente y logró sobrevivir a esa emboscada del Vado de Puerto Mau-ricio. Fue asesinado cuatro días después en el río Pal-marito.

“[…] el Ejército está mostrando más efectividad en su acción y la masa campesina no nos ayuda en nada y se convierten en delatores”, analizó el Che en su resumen mensual al cierre de agosto. De ahí que para septiembre los militares dominaban la ruta de la columna. Además se daban suculentas recompen-sas por las cabezas de los revolucionarios, vivos o muertos.

El 26 de ese mes la vanguardia fue emboscada por rangers. Murieron Coco, Julio (Mario Gutiérrez Arda-ya) y Miguel (Manuel Hernández Osorio), hombres de gran valía dentro del reducido destacamento. Salie-ron heridos Benigno (Dariel Alarcón, posteriormente desertor) y Pablo (Francisco Huanca Flores); deser-tó León (Antonio Domínguez Flores) y apresaron a Camba (Orlando Jiménez Bazán).

El Che, junto a los 16 compañeros restantes, logró encubrirse durante algunos días. El 7 de octubre co-menzó a bajar por un desfi ladero abrupto hacia el río Grande, pensado como ruta de escape. Esa noche rea-lizó la última anotación de su diario.

Page 61: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

61Edición extraordinaria-octubre 2017

Nombrada así por la abundancia de árboles de ese fruto en épocas pasadas. Es un caserío. Si acaso hay 20 míseras casas; menos de 100 ha-

bitantes. Pero esta aldea perdida está destinada a salir del anonimato. Después de cierto día será mucho más que el sitio donde crecen higos. Es el domingo 8 de octubre de 1967.

Los soldados de una patrulla avanzan nerviosos, lentamente; otean con cuidado la maraña del monte, las grandes rocas y la arena de las sendas en busca de huellas, de cualquier indicio de emboscada. De súbito, un soldado queda paralizado por fracciones de segun-do. Ha detectado al enemigo: “¡Allí están los sapos!”, empieza a repetir excitado a la par que acciona su fusil automático. Los gritos y disparos provocan la movili-zación general. Truenan los morteros. Varias granadas estallan al interior de la cañada. Es el principio del fi n.

A la 1:30 de la tarde, antes de lo que han previsto, los rebeldes –divididos en tres grupos– tienen que en-frentar el empuje de la compañía B del ejército que, junto a la compañía A, ejecutan la Operación Yunque y Martillo, bajo el mando del capitán Gary Prado.

Pasadas tres horas de combate, tres soldados ven que dos guerrilleros suben por un lateral de la Que-brada del Yuro. Los dejan aproximarse lo sufi ciente como para encañonarlos sin darles oportunidad de reaccionar. El de mayor estatura trae un M-2 con el cañón inutilizado por un disparo y una pistola des-cargada. Está herido de bala en la pantorrilla derecha.

Viene auxiliado de otro más bajo –otrora dirigente sindical en las minas de estaño de Huanuni–, que está ileso y porta el fusil en bandolera. Tienen las ropas raí-das y los semblantes pálidos por las privaciones de la guerrilla. Los soldados los amarran a un árbol en la propia colina y dan parte a su capitán. Han capturado al Che y al boliviano Willy (Simeón Cuba Sarabia).

A pie los conducen hasta el poblado de La Higuera, distante unos kilómetros. Pasan la noche recluidos en habitaciones separadas al interior del derruido inmue-ble que los locales llaman escuelita. Allí llevan también los cadáveres de otros guerrilleros; a Pacho, que malhe-rido se desangró sin recibir atención médica; y supues-tamente, al Chino, tras ser descubierto en una cueva al día siguiente. Existen testigos que aseguran haber visto esa mañana a los soldados que traían amarrado a un guerrillero “cieguito”, herido en el rostro.

Los muertos fueron Olo (Orlando Pantoja Tamayo) y Arturo (René Martínez Tamayo). Entre los caídos sue-le incluirse a Aniceto (Aniceto Reinaga Gordillo). Al respecto sostiene Pombo en su obra testimonial: “[…] decidimos pedir instrucciones a Che y enviamos a Ani-ceto. Al llegar al lugar donde estaba situado el puesto de mando, no lo encontró allí […] y cuando intentaba llegar al lugar donde estábamos nosotros, fue herido en un ojo”. Más adelante asegura haber visto inerte el cuerpo del compañero. Versiones más recientes indi-

La Higuera

El Che prisionero en el interior de la escuelita de La Higuera. Posteriormente sería asesinado a sangre fría.

can que, herido en un ojo, Aniceto logró mantenerse oculto hasta que fue hallado y ultimado al otro día.

Muchas evidencias sugieren que el Che hubiera po-dido salvarse. Sin embargo, combatió frontalmente al enemigo, a riesgo de su vida, para cubrir la retirada de Moro, Eustaquio (Lucio Galván) y Chapaco (Jaime Arana), enfermos que fueron custodiados por Pablo. Perseguidos, murieron en el río Cajones el día 12.

Otro grupo de seis guerrilleros, compuesto por Pom-bo, Inti, Darío, Benigno, Urbano (Leonardo Tamayo) y Ñato (Julio Méndez Korne), se replegó en otra direc-ción. El ejército también los hostigó en las siguientes semanas, y el 15 de noviembre murió Ñato. Los cinco restantes sobrevivieron; de ellos, tres cubanos, que lo-graron fi nalmente salir de Bolivia hacia Chile.

Reunidos en La Paz, tres generales: el dictador René Barrientos, el jefe de las fuerzas armadas Alfredo Ovando y el jefe de estado mayor Juan José Torres, de-ciden la ejecución extrajudicial. A media mañana se transmite la orden por radio. “Saludos a papá” son las palabras en clave que recibe el coronel Joaquín Zente-no Anaya, jefe de la Octava División.

El militar convoca a sus subofi ciales. Entre ellos, es-coge: “Usted a Willy, y usted…”, señalando con el dedo índice al sargento Mario Terán. Estos se dan vuelta y con sendas carabinas ingresan a las aulas donde ya-cen los prisioneros. Hay mucha adrenalina, ánimos de venganza. Es más menos la 1:30 de la tarde, 9 de octubre de 1967.

“Cuando entré el Che estaba sentado en un banco, cabizbajo, con la melena recortándole la cara. Al ver-me me dijo levantando la cabeza: ‘Usted ha venido a matarme’. Yo me sentí cohibido. No me atrevía a dis-parar. En ese momento lo vi muy grande. Sentía que se me echaba encima y cuando me miró fi jamente me dio un mareo. Pensé que con un movimiento rápido podía quitarme el arma. ‘Póngase sereno, usted va a

MU

SEOCH

EGU

EVAR

A.CO

M

Page 62: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

62 Edición extraordinaria-octubre 2017

Una imagen da la vuelta al mundo. En el fondo del viejo hospital Señor de Malta una base de cemento en la lavandería sostiene el cuerpo del

mártir. Mantiene los ojos abiertos, sugestivamente; como si nunca hubiera muerto. Es martes 10.

Lo han asesinado la víspera y transportado, atado al patín de un helicóptero, hasta la ciudad de Vallegran-de –6 000 habitantes, casas uniformemente bajas con techos de tejas, paredes de adobe pintadas–, capital de la provincia homónima, en el departamento de Santa Cruz. Cientos de corresponsales le toman fotografías. Afuera, los lugareños pugnan por entrar. Cuando lo logran, en fi la india se acercan a conocerlo. Creen ver un Cristo.

Amparado por la noche, un comando militar se-cuestra el cadáver. Ya no tiene manos. Le han sacado además, una mascarilla facial. (Al camión también suben los cuerpos lacerados de otros seis guerrille-ros). Planean incinerarlo, mas cambian de opinión a última hora. Un buldócer cava la fosa clandestina. Lo lanzan en amasijo. Junto a los suyos aun en la muerte. Tres décadas dura el vano intento de desaparecerlo.

La escuelita ya no lo es. Sirvió de posta médica y hoy es una especie de museo. Conserva el aspecto que de-bió tener la fatídica fecha del crimen, pero está pinta-

da, cubierta con techo de tejas y en su interior se evoca la presencia del héroe.

La Higuera era un caserío en 1967 y lo sigue siendo. Pero ahora es destino turístico. La proliferación de re-presentaciones pictóricas, consignas y banderas –so-bre todo cubanas y bolivianas–, y el gran busto de San Ernesto de La Higuera que remata el camino de casas alineadas, hacen pensar que si bien allí desapareció físicamente el Che, también germinó una leyenda.

En Vallegrande renace, porque, como dijera Eduar-do Galeano, el Che es el más renacedor de todos. Al-guien que ha roto el pacto de silencio revela las coor-denadas y hasta la remota pista aérea acuden sus hijos, a buscarlo. Cuesta decir que son restos, que está muer-to, pues vuelve a reunir su ejército de valientes. Des-tacamento de refuerzo, los inmortaliza Fidel. Desde la ciudad de Santa Clara, en su patria cubana, fulgura para la eternidad el valor de su ejemplo.

Resurrección

matar a un hombre’. Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos y disparé la pri-mera ráfaga. Cayó al suelo con las piernas destrozadas, se contorsionó y comenzó a regar muchísima sangre. Yo recobré el ánimo y disparé la segunda ráfaga, que lo alcanzó en un brazo, en un hombro y en el corazón”, relataría años después el verdugo.

El cuerpo recibe seis impactos de bala en el tórax, dos en las extremidades. El resto de la historia se conoce. El Che se hizo símbolo global, nombre vigente, llama en-cendida en el corazón de muchos pueblos. Su efi gie con boina y melena –retrato de Korda– es una de las más re-producidas de la historia mundial. Mario Terán se esfu-mó, lo devoró la sombra, como si estuviera muerto.

Todavía camina por La Higuera, donde aún se descubre la hidalguía del guerrillero inmortal.

ESACA

DEM

IC.COM

Fuentes consultadas:

El Diario del Che en Bolivia; Diario de Pacho; Pombo: un hombre de la guerrilla del Che, de Harry Villegas; Mi Campaña junto al Che, de Guido Peredo Leigue; De Ñancahuazú a La Higuera, de Adys Cupull y Froilán González.

Page 63: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

63Edición extraordinaria-octubre 2017

Ya se han cumplido vein-tiún años desde el fin de la última conflagración mundial y diversas pu-blicaciones, en infinidad

de lenguas, celebran el aconteci-miento simbolizado en la derrota del Japón. Hay un clima de aparen-te optimismo en muchos sectores de los dispares campos en que el mundo se divide.

Ventiún años sin guerra mun-dial, en estos tiempos de confron-taciones máximas, de choques violentos y cambios repentinos, parece una cifra muy alta. Pero, sin analizar los resultados prácticos de esa paz por la que todos nos ma-nifestamos dispuestos a luchar (la miseria, la degradación, la explo-tación cada vez mayor de enormes sectores del mundo) cabe pregun-tarse si ella es real.

No es la intención de estas notas historiar los diversos confl ictos de carácter local que se han sucedido desde la rendición del Japón, no es tampoco nuestra tarea hacer un recuento, numeroso y creciente, de luchas civiles ocurridas durante estos años […].

Bástenos poner como ejemplos contra el desmedido optimismo las guerras de Corea y Vietnam.

En la primera, tras años de lucha feroz, la parte norte del país quedó sumida en la más terrible devasta-ción que fi gure en los anales de la guerra moderna; acribillada de bom-bas; sin fábricas, escuelas u hospi-tales; sin ningún tipo de habitación para albergar a 10 millones de habi-tantes. En esta guerra intervinieron […] decenas de países conducidos militarmente por los Estados Uni-dos, con la participación masiva de soldados de esa nacionalidad y el uso, como carne de cañón, de la población sudcoreana enrolada.

En el otro bando, el ejército y el pueblo de Corea y los volun-tarios de la República Popular China contaron con el abaste-cimiento y asesoría del aparato militar soviético. Por parte de los norteamericanos se hicie-ron toda clase de pruebas de armas de destrucción, exclu-yendo las termonucleares pero incluyendo las bacteriológicas y químicas, en escala limita-da. En Vietnam, se han suce-dido acciones bélicas, sosteni-das por las fuerzas patrióticas de ese país casi ininterrumpida-mente contra tres potencias im-perialistas: Japón, cuyo poderío sufriera una caída vertical a par-tir de las bombas de Hiroshima y Nagasaki; Francia, que recupera de aquel país vencido sus colo-nias indochinas […]; y los Esta-dos Unidos, en esta última fase de la contienda.

[…] durante mucho tiempo, solo se produjeron conatos de lucha de liberación y cuartelazos, hasta que la Revolución Cubana diera su clarinada de alerta sobre la impor-tancia de esta región y atrajera las iras imperialistas, obligándola a la defensa de sus costas en Playa Gi-rón, primero, y durante la Crisis de Octubre, después.

Este último incidente pudo haber provocado una guerra de incalcula-bles proporciones, al producirse, en torno a Cuba, el choque de nortea-mericanos y soviéticos.

[…] En 1954, tras la derrota ani-quilante de Dien-Bien-Phu, se fi r-maron los acuerdos de Ginebra, que dividían al país en dos zonas y estipulaban la realización de elec-ciones en un plazo de 18 meses […] y cómo se reunifi caría el país. Los norteamericanos no fi rmaron di-cho documento […].

En los meses posteriores a la fi rma del acuerdo, reinó el opti-mismo en el campo de las fuerzas populares. Se desmantelaron re-ductos de lucha antifrancesa en el sur del país y se esperó el cumpli-miento de lo pactado. Pero pronto comprendieron los patriotas que no habría elecciones a menos que los Estados Unidos se sintieran ca-paces de imponer su voluntad en las urnas […].

Nuevamente se iniciaron las lu-chas en el sur del país y fueron ad-quiriendo mayor intensidad hasta llegar al momento actual, en que el ejército norteamericano se com-pone de casi medio millón de inva-sores, mientras las fuerzas títeres disminuyen su número, y sobre todo, han perdido totalmente la combatividad.

[…] Hay una penosa realidad: Vietnam, esa nación que repre-senta las aspiraciones, las esperan-zas de victoria de todo un mundo preterido, está trágicamente solo.

Tomado del DVD realizado en abril 2017 por la Tricontinental con motivo de su aniversario 50. En la primera edición de esta revista fue publicado el mensaje del Che.

Mensaje a los pueblos del mundo

Page 64: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

64 Edición extraordinaria-octubre 2017

Ese pueblo debe soportar los em-bates de la técnica norteamerica-na, casi a mansalva en el sur, con algunas posibilidades de defensa en el norte, pero siempre solo. La solidaridad del mundo progresista para con el pueblo de Vietnam se-meja a la amarga ironía que signifi -caba para los gladiadores del circo romano el estímulo de la plebe.

[…] El imperialismo norteame-ricano es culpable de agresión; sus crímenes son inmensos y repartido por todo el orbe.

[…] Pero el imperialismo se empantana en Vietnam, no halla camino de salida y busca desespe-radamente alguno que le permita sortear con dignidad este peligroso trance en que se ve.

[…] Todo parece indicar que la paz, esa paz precaria a la que se ha dado tal nombre, sólo porque no se ha producido ninguna confl agra-ción de carácter mundial, está otra vez en peligro de romperse ante cualquier paso irreversible e inacep-table, dado por los norteamerica-

nos. Y, a nosotros, explotados del mundo, ¿cuál es el papel que nos corresponde? Los pueblos de tres continentes observan y aprenden su lección en Vietnam […].

El panorama del mundo mues-tra una gran complejidad […].

El campo fundamental de la ex-plotación del imperialismo abar-ca los tres continentes atrasados, América, Asia y África. Cada país tiene características propias, pero los continentes, en su conjunto, también las presentan.

[…] Bajo el slogan, “no permi-tiremos otra Cuba”, se encubre la posibilidad de agresiones a man-salva, como la perpetrada contra Santo Domingo o, anteriormente, la masacre de Panamá, y la cla-ra advertencia de que las tropas yanquis están dispuestas a inter-venir en cualquier lugar de Améri-ca donde el orden establecido sea alterado, poniendo en peligro sus intereses. Esa política cuenta con una impunidad casi absoluta; la OEA es una máscara cómoda, por desprestigiada que esté; la ONU es de una inefi ciencia rayana en el ri-dículo o en lo trágico; los ejércitos de todos los países de América es-tán listos a intervenir para aplastar a sus pueblos. Se ha formado, de hecho, la internacional del crimen y la traición.

Por otra parte las burguesías autóctonas han perdido toda su capacidad de oposición al impe-rialismo y solo forman su furgón de cola. No hay más cambios que hacer; o revolución socialista o ca-ricatura de revolución.

[…] con sus propias contradic-ciones, el Oriente Medio está en plena ebullición, sin que se pue-da prever hasta dónde llegará esa guerra fría entre Israel, respaldada por los imperialistas, y los países progresistas de la zona. Es otro de los volcanes amenazadores del mundo.

El África ofrece las caracterís-ticas de ser un campo casi virgen para la invasión neocolonial. Se han producido cambios que, en alguna medida, obligaron a los poderes neocoloniales a ceder sus

Page 65: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

65Edición extraordinaria-octubre 2017

antiguas prerrogativas de carácter absoluto. Pero, cuando los proce-sos se llevan a cabo ininterrumpi-damente, al colonialismo sucede, sin violencia, un neocolonialismo de iguales efectos.

[…] Cuando las masas negras de Sudáfrica o Rhodesia inicien su auténtica lucha revolucionaria, se habrá iniciado una nueva época en el África. […].

[…] El grado y las formas de ex-plotación son similares en sus efec-tos para explotadores y explotados de una buena parte de los países de nuestra América. Y la rebelión está madurando aceleradamente en ella.

Podemos preguntarnos: esta rebe-lión, ¿cómo fructifi cará?; ¿de qué tipo será? Hemos sostenido desde hace tiempo, que dadas sus características similares, la lucha en América adqui-

rirá, en su momento, dimensiones continentales […].

En el marco de esa lucha de al-cance continental, las que actual-mente se sostienen en forma acti-va son sólo episodios, pero ya han dado los mártires que fi gurarán en la historia americana como entre-gando su cuota de sangre necesa-ria en esta última etapa de la lucha por la libertad plena del hombre. Allí fi gurarán los nombres del co-mandante Turcios Lima, del cura Camilo Torres, del comandante Fabricio Ojeda, de los comandan-tes Lobatón y Luis de la Puente Uceda, fi guras principalísimas en los movimientos revolucionarios de Guatemala, Colombia, Venezue-la y Perú.

[…] América, continente olvida-do por las últimas luchas políticas de liberación, que empieza a hacer-

se sentir a través de la Tricontinen-tal en la voz de la vanguardia de sus pueblos, que es la Revolución Cubana, tendrá una tarea de mu-cho mayor relieve: la de la creación del segundo o tercer Vietnam.

[…] En defi nitiva, hay que tener en cuenta que el imperialismo es un sistema mundial, última eta-pa del capitalismo, y que hay que batirlo en una gran confrontación mundial. La fi nalidad estratégica de esa lucha debe ser la destruc-ción del imperialismo. La parti-cipación que nos toca a nosotros, los explotados y atrasados del mundo, es la de eliminar las bases de sustentación del imperialis-mo: nuestros pueblos oprimidos, de donde extraen capitales, ma-terias primas, técnicos y obreros baratos y a donde exportan nue-vos capitales –instrumentos de dominación–, armas y toda clase de artículos, sumiéndonos en una dependencia absoluta. […] fi nali-dad estratégica será, entonces, la liberación real de los pueblos […].

Debemos realizar una tarea de tipo general que tenga como fi -nalidad táctica sacar al enemigo de su ambiente obligándolo a lu-char en lugares donde sus hábitos de vida choquen con la realidad imperante. No se debe despreciar al adversario; el soldado nortea-mericano tiene capacidad técnica y está respaldado por medios de tal magnitud que lo hacen temible. Le falta esencialmente la motivación ideológica, que tienen en grado sumo sus más enconados rivales de hoy: los soldados vietnamitas. Solamente podremos triunfar so-bre ese ejército en la medida en que logremos minar su moral […].

Pero este pequeño esquema de victorias encierra dentro de sí sa-crifi cios inmensos de los pueblos, sacrifi cios que deben exigirse des-de hoy […].

Es absolutamente justo evitar todo sacrifi cio inútil. Por eso es tan importante el esclarecimiento de las posibilidades efectivas que tiene la América dependiente de liberarse en formas pacífi cas. Para nosotros está clara la solución de

Page 66: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

66 Edición extraordinaria-octubre 2017

este interrogante; podrá ser o no el momento actual el indicado para iniciar la lucha, pero no podemos hacernos ninguna ilusión, ni tene-mos derecho a ello de lograr la li-bertad sin combatir. Y los combates no serán meras luchas callejeras de piedras contra gases lacrimógenos, ni de huelgas generales pacífi cas; ni será la lucha de un pueblo enfu-recido que destruya en dos o tres días el andamiaje represivo de las oligarquías gobernantes […].

[…] Y cada pueblo que se libere, es una fase de la batalla por la libe-ración del propio pueblo que se ha ganado.

Que agitan grandes controversias al mundo que lucha por la libertad, lo sabemos todos y no lo podemos esconder. Que han adquirido un ca-rácter y una agudeza tales que luce sumamente difícil, si no imposible,

el diálogo y la conciliación, también lo sabemos. Buscar métodos para iniciar un diálogo que los conten-dientes rehúyen es una tarea inútil. Pero el enemigo está allí, golpea to-dos los días y amenaza con nuevos golpes y esos golpes nos unirán, hoy, mañana o pasado.

[…] En nuestro mundo en lu-cha, todo lo que sea discrepancia en torno a la táctica, método de acción para la consecución de ob-jetivos limitados, debe analizar-se con el respeto que merecen las apreciaciones ajenas. En cuanto al gran objetivo estratégico, la destrucción total del imperia-lismo […], debemos ser intransi-gentes. […].

[…] No podemos eludir el llama-do de la hora. Nos lo enseña Viet-nam con su permanente lección de heroísmo, su trágica y cotidiana

* Primera edición: En La Habana, Cuba, el 16 de abril de 1967, en forma de folleto como suplemento especial para la revista Tricontinental, órgano del Secretariado Ejecutivo de la Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina (OSPAAAL).

lección de lucha y de muerte para lograr la victoria fi nal.

[…] Cómo podríamos mirar el futuro de luminoso y cercano, si dos, tres, muchos Vietnam flore-cieran en la superficie del globo, con su cuota de muerte y sus tra-gedias inmensas, con su heroís-mo cotidiano, con sus golpes re-petidos al imperialismo […].

[…] Si a nosotros, los que en un pequeño punto del mapa del mundo cumplimos el deber que preconizamos y ponemos a dis-posición de la lucha este poco que nos es permitido dar: nues-tras vidas, nuestro sacrificio, nos toca alguno de estos días lanzar el último suspiro sobre cualquier tierra, ya nuestra, regada con nuestra sangre, sépase que he-mos medido el alcance de nues-tros actos y que no nos considera-mos nada más que elementos en el gran ejército del proletariado, pero nos sentimos orgullosos de haber aprendido de la Revolución Cubana y de su gran dirigente máximo la gran lección que ema-na de su actitud en esta parte del mundo: ‘qué importan los peli-gros o sacrificios de un hombre o de un pueblo, cuando está en jue-go el destino de la humanidad’.

Toda nuestra acción es un grito de guerra contra el imperialismo y un clamor por la unidad de los pueblos contra el gran enemigo del género humano: los Estados Uni-dos de Norteamérica. En cualquier lugar que nos sorprenda la muer-te, bienvenida sea, siempre que ése, nuestro grito de guerra, haya llegado hasta un oído receptivo y otra mano se tienda para empuñar nuestras armas, y otros hombres se apresten a entonar los cantos luctuosos con tableteo de ametra-lladoras y nuevos gritos de guerra y de victoria.

Page 67: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

67Edición extraordinaria-octubre 2017

Junto con el Che, jóvenes valiosos de

nuestra América ofrendaron sus vidas

por la definitiva emancipación

latinoamericana. Muchos eran cubanos

que dejaron atrás familia, amigos y

hermanos de batalla, sus sueños que se estaban haciendo

realidad tras el triunfo revolucionario.

Bolivianos: mineros curtidos en las

lides sindicales y estudiantes recién

salidos de las aulas que antepusieron

a sus aspiraciones individuales la lucha

por la dignidad plena del ser humano.

Los había peruanos, que pensaban más

temprano que tarde extender la

insurrección a su país. Y una mujer que había

forjado una patria grande con cuatro

naciones que le eran muy queridas, para

ascender junto con sus compañeros el escalón más alto de la especie

humana.

El destacamento de refuerzo

Nació en Buenos Ai-res, Argentina, el 19 de noviembre de

1937, de padres alemanes. En 1952 la familia regresó a Alemania. El 12 de mayo de 1961 viaja a Cuba. Se integra plenamente a la Revolución y estudia periodismo en la Universidad de La Habana.

Después de un año de riguroso entrenamiento operativo para el traba-jo de inteligencia, parte a Bolivia, donde adopta el nombre de Laura Gutié-rrez Bauer. Desarrolló con extrema cautela y riguro-sidad su trabajo al esta-blecer relaciones dentro

de las fuerzas armadas y la burguesía gobernante; y viajar por el interior del país para estudiar la rea-lidad boliviana. Cuando comenzaron a arribar a Bolivia los combatientes que debían incorporarse a la lucha, Tania asegura la estancia de ellos en La Paz hasta tanto partieran a las zonas rurales.

A partir de marzo de 1967 se incorpora a la guerrilla. Como parte del grupo de la retaguardia liderado por Joaquín, cae en la embosca-da de Vado de Puerto Mau-ricio (Vado del Yeso), del 31 de agosto de 1967.

Haydée Tamara Bunke Bider (Tania)

La Habana lo vio na-cer el 1º de febrero de 1937. En 1953 ma-

tricula Derecho en la Uni-versidad de La Habana y se incorpora a la lucha re-volucionaria junto a José Antonio Echeverría. Debi-do a sus actividades con-tra la tiranía marcha a los Estados Unidos. Regresa a Cuba y tras asumir tareas en la clandestinidad, se incorpora a las tropas del Directorio Revoluciona-rio en la región central del país, llega al Escambray y combate bajo el mando del Che en la batalla de Santa Clara.

Tras el triunfo revolucio-nario, se le designan diver-sas responsabilidades en los ministerios de Hacien-da e Industrias, y como Jefe de Estado Mayor del Cuer-po de Ejército de Matanzas.

Forma parte del nú-cleo guerrillero en Bolivia, donde es nombrado jefe de operaciones. Perteneciente al grupo del centro, proble-mas de salud le obligaron a pasar a la retaguardia, comandada por Joaquín. Cayó en la emboscada del 31 de agosto de 1967.

Gustavo Machín Hoed de Beche (Alejandro)

Page 68: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

68 Edición extraordinaria-octubre 2017

En Viacha, provincia de Ingavi, en el departamento de La Paz, Bolivia, nació en 1935. Obrero, dirigente

sindical y militante del Partido Comu-nista, cuando le hablan de la experien-cia guerrillera que se pensaba desarro-llar en su país, se va a trabajar como peón en la finca de Ñancahuazú, que debía servir de base a la guerrilla.

Junto con su primo Serapio Aqui-no recibe al Che en el lugar, como este anota en su diario el 7 de noviembre. Preocupado por la situación en que había dejado a su esposa y tres hijos, le comunica al Guerrillero Heroico en di-ciembre, la necesidad de arreglar asun-tos particulares antes de su defi nitiva incorporación al destacamento. Che le da dinero para su familia y le orienta hermetismo absoluto sobre los planes insurreccionales, lo que cumple cabal-mente Polo.

A su regreso, sería asignado al grupo de la retaguardia, dirigido por Juan Vi-talio Acuña (Joaquín). Cayó en la em-boscada del 31 de agosto de 1967 en Vado de Puerto Mauricio.

Apolinar Aquino Quispe (Apolinar, Apolinario o Polo) Nace el 9 de octubre de 1933

en las alturas de La Mar-sella, en la Sierra Maestra,

término municipal de El Co-bre en la antigua provincia de Oriente, hoy Santiago de Cuba. En septiembre de 1957 se une a las fuerzas rebeldes al mando de Raúl. Fundador del Segundo Frente Frank País como parte del pelotón de la vanguardia de la Columna 6. Al triunfo de la Revolución pasa a la escolta del comandante Manuel Piñeiro, primeramente, y luego integra el grupo de seguridad personal de Raúl.

El 14 de abril de 1965, el ya primer teniente Israel Zayas se suma al grupo de combatien-tes que junto al Che ofrecen su ayuda internacionalista en el Congo. A su regreso solicita unirse al grupo de combatien-tes cubanos que participaría en la guerrilla boliviana. El 27 de noviembre de 1966, con el nombre de Braulio, hace rea-lidad sus deseos. Es nombrado segundo jefe de la retaguardia. Cae con el grupo de Joaquín en la emboscada del 31 de agosto de 1967.

Israel Reyes Zayas (Braulio)

En Colquechaca, al norte de la provin-cia de Potosí, Bolivia, nace el 26 de ju-lio de 1940. Hijo de mineros, terminó

la secundaria en el colegio Ayacucho de La Paz y después estudió en el Instituto Nor-mal Simón Bolívar del que se graduó como maestro en el año de 1961.

Miembro del comité nacional eje-cutivo de la Juventud Comunista Boli-viana (JCB), se incorpora a la guerrilla durante los primeros días de diciembre de 1966 y pasa a formar parte de la van-guardia.

Estuvo entre los expulsados de la direc-ción de la Juventud Comunista en febrero de 1967 después de su negativa a abando-nar la guerrilla. Entre sus actividades den-tro de la vida de la guerrilla impartió clases de quechua a los combatientes.

El 8 de octubre de 1967 el Che lo manda con Julio Luis Méndez Korne Ñato, a relevar a Leonardo Tamayo (Urbano) y Harry Ville-gas (Pombo) que habían tomado posiciones en las alturas de la Quebrada del Yuro.

En el camino hacia esa posición es des-cubierto por el ejército y cae en combate.

Aniceto Reinaga Gordillo (Aniceto)

Page 69: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

69Edición extraordinaria-octubre 2017

El más joven de los cubanos incorpo-rados a la guerrilla

boliviana, con solo 25 años. Nació el 2 de fe-brero de 1941 en Maya-rí, en la actual provincia de Holguín. Combatien-te del Ejército Rebelde en la Sierra Maestra, al igual que su hermano José María (Ricardo en la guerrilla del Che), después del triunfo de la Revolución Cubana, in-tegró las filas del Depar-tamento de Investiga-ción del Ejército Rebelde (DIER) y laboró en el Mi-nisterio del Interior.

Llegó a Ñancahuazú en diciembre de 1966 y con el nombre de Arturo, se incorpora al grupo del

Centro, con la responsa-bilidad de las comunica-ciones radiales.

Cayó en el combate de la Quebrada del Yuro, el 8 de octubre de 1967, cuando, junto a Orlan-do Pantoja, bloquea el avance del ejército, para que el Che y los enfermos traten de romper el cerco, y ambos mueren por la explosión de una grana-da. Ostentaba el grado de teniente.

René Martínez Tamayo (Arturo) Nace el 30 de enero de 1941

en la ciudad de Potosí, Bo-livia. Maestro normalista,

militante del Partido Comunista de Bolivia (PCB), del cual era uno de sus más jóvenes integrantes, matriculó Derecho pero ape-nas pudo asistir a clases, por su constante ir y venir a congresos, conferencias del Partido y otras tareas que le asigna la organiza-ción.

Cuando Inti le habla de la experiencia guerrillera que se pensaba desarrollar en Bolivia, Benjamín, entusiasmado, acepta incorporarse. Le dice a la fami-lia que iría al exterior a estudiar mediante una beca.

Se incorpora a la guerrilla el 21 de enero de 1967 y Che consigna en su diario, refi riéndose a Ben-jamín: “Viene de Cuba y va a la vanguardia”. El 26 de febrero, al cruzar con sus compañeros el río Grande, cayó al agua y lo arrastra la corriente. Suárez Gayol y San Luis tratan inútilmente de nadar hacia él pero la corriente era de-masiado intensa. Su cuerpo no ha sido encontrado.

Benjamín Coronado Córdoba (Benjamín)

Cochabamba, Bolivia, lo vio nacer el 23 de mayo de 1939, aun-

que por problemas econó-micos su familia se trasla-dó al Beni. A la edad de 13 años había ingresado en el Partido Comunista de Tri-nidad en 1951, al igual que su hermano Inti.

Como considera que el camino de la plena libe-ración transitaba por la lucha armada, primero, en 1963, colabora activamen-te en la creación del movi-

miento guerrillero argen-tino, en la organización del Ejército Revoluciona-rio del Pueblo, encabezado por Jorge Ricardo Masetti, hasta que finalmente fue uno de los encargados del trabajo preparatorio que se realizó en Ñancahuazú, para dar inicio de esa for-ma al nuevo grupo guerri-llero en Bolivia.

Ya plenamente incor-porado a la guerrilla, se destaca por sus múltiples funciones como parte del

grupo de la vanguardia. Cae el 26 de septiembre de 1967, en la emboscada de El Batán, cerca de La Hi-guera, junto con Miguel y Julio. El Che expresó sobre él en su diario: “La pérdi-da más grave luego de la de Rolando”.

Roberto Peredo Leigue (Coco)

Page 70: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

70 Edición extraordinaria-octubre 2017

Nace en 1934 en una ciudad ubicada en el centro de Bolivia, Santa Cruz de la Sierra. Milita en el Partido

Comunista Boliviano (PCB) y se desta-ca como líder sindical. En medio de una huelga, cuando el presidente de la repú-blica intenta sobornar a los dirigentes obreros, Lorgio lo desenmascara pública-mente por lo que tiene que pasar a la clan-destinidad.

El Partido lo selecciona para estudiar Ciencias Políticas en Cuba, adonde llega en 1963. Por su labor como dirigente es-tudiantil en la FEU y en la beca de 12 y

Malecón, así como en la representación del PCB en la Isla, lo eligen delegado al IX Festival. En 1965 su esposa y su hija de tres años se reúnen con él en La Ha-bana. A su segundo retoño, nacido en la capital cubana, no lo llegaría a conocer.

Se incorpora a la guerrilla del Che el 11 de diciembre de 1966. El 16 de marzo, mientras regresaba de una expedición de reconocimiento, cae al río Grande y mue-re ahogado.

Lorgio Vaca Marchetti (Carlos)

Bolivia, Tarija, na-ció el 31 de octu-bre de 1938. Des-

de muy joven se vinculó a actividades políticas, militando en la juven-tud del Movimiento Na-cionalista Revoluciona-rio (MNR). Viaja a Cuba a especializarse como técnico hidráulico. Es en ese período que de-cide incorporarse, junto con otros compatriotas, a la preparación con vis-tas a integrar el futuro núcleo guerrillero.

Llega a la zona de ope-raciones en marzo de 1967. Forma parte del grupo del centro y par-ticipa en las acciones combativas efectuadas en ese período. Al pro-ducirse el combate de la Quebrada del Yuro, el 8 de octubre de 1967, se encontraba, por disposi-

ción del Che, dentro de los enfermos que había que evacuar, dado su estado de salud. Por su ubicación, logran salir del cerco con el apoyo del resto de los comba-tientes, incluido el Che, que les cubre la retirada.

Cae en la emboscada de Cajones, zona ubica-da en la confl uencia de los ríos Mizque y Gran-de, el 14 de octubre de 1967.

Jaime Arana Campero (Chapaco o Luis)

Juan Pablo Chang Navarro-Levano (Chino)

El 2 de abril de 1930 nació en Lima, Perú. Comien-za su actividad política

como dirigente estudiantil en la Universidad de San Marcos, en su ciudad natal. Sufre arres-tos, prisiones y exilios duran-te varios gobiernos de turno. Abandona el APRA y se orienta hacia el marxismo. En México conoce al Che.

Emprende la lucha armada en su país (1963) y tiene que replegarse hacia la selva boli-viana y vivir clandestinamente dos años en La Paz. Al compar-tir la idea de Che de conformar una guerrilla con asiento en Bolivia, desde la cual nacerían las nuevas columnas para lu-char por la independencia de los países del Cono Sur, va a Bolivia a entrevistarse con él durante diciembre de 1966 y marzo de 1967.

En esta segunda oportu-nidad, el desarrollo de los acontecimientos lo obligó a quedarse incorporado. Se ase-gura que, hecho prisionero casi ciego durante el comba-te de la Quebrada del Yuro, es asesinado el mismo día y en el mismo lugar que el Che y Si-món Cuba.

Page 71: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

71Edición extraordinaria-octubre 2017

Nació en 1939 en el departamento de Oruro, Bolivia. De su niñez en el campamento minero de Hua-

nuni poco ha podido saberse. Ingresa a la guerrilla con el grupo de Moisés Gue-vara y como parte de la vanguardia, en el cubano Manuel Hernández Osorio halla un jefe comprensivo y ejemplar.

Aunque el Che duda en los primeros momentos de la lucha que Darío reúna las cualidades para llegar a ser un buen guerrillero, observa cómo evoluciona positivamente desde su primer combate y en la última evaluación que hace de él en septiembre de 1967, señala: “Un gran

paso de avance ha dado y se manifi esta a seguir hasta el fi nal, tal vez salga un combatiente de él”.

Sobrevivió al combate de la Quebra-da del Yuro y burló el cerco enemigo con el grupo de sobrevivientes. Junto a Inti participó en la reorganización del Ejército de Liberación Boliviano. Fue abatido por fuerzas policiales en La Paz, el 31 de diciembre de 1969.

David Adriazola Veizaga (Darío)

La ciudad de Huancayo, Perú, lo vio nacer el 7 de julio de 1937, en una

familia campesina pobre. Miembro del Ejército de Li-beración Nacional de Perú (ELNP), hasta su desmantela-miento, se suma al grupo de Juan Pablo Chang-Navarro, con el propósito de reanudar la lucha armada en su país. Acepta la propuesta de este último, de incorporarse a la guerrilla boliviana e ingresa a ella el 14 de marzo de 1967.

Forma parte del grupo del Centro, bajo las órdenes de Che, y cumplirá las funciones de radiotécnico, pero también será un combatiente más. El 14 de agosto, Che lo evalúa como bueno y apunta: “Ha demostrado fi rmeza y dispo-sición para mejorar”.

Es uno de los enfermos que, durante la acción de la Que-brada del Yuro, quedan por órdenes de Che bajo el cuida-do de Pablo, dado su delicado estado de salud, que le impo-sibilitaba participar en las ac-ciones. Cayó en el combate de Cajones, el 12 de octubre de 1967.

Lucio Edilberto Galván Hildago (Eustaquio)

Moisés Guevara

Dentro de una familia de mineros, vio la luz el 25 de diciembre de 1939. Co-

noció desde temprano las pe-nurias de esa vida. Solo alcan-zó el sexto grado pues su padre muere siendo él aún un niño y tuvo que cuidar de sus herma-nos mientras su madre buscaba el sustento para la familia. Más adelante comenzaría a trabajar como minero en Huanuni, pasa el servicio militar y se reincor-pora nuevamente a la minería. Se une a los obreros más radi-cales y llega a ser un destacado dirigente sindical comunista.

Divergente de la línea del Partido Comunista, funda el Movimiento Obrero Revolucio-nario, también de orientación marxista-leninista. En 1965 es expulsado de las minas durante la represión del gobierno de Ba-rrientos.

En marzo de 1967 se incorpo-ra junto con otros compañeros bolivianos a la guerrilla. Pasa a formar parte del grupo del Cen-tro. El 17 de abril parte enfermo en la columna de Joaquín, donde jugaría un importante rol en la comunicación con los campesi-nos bolivianos. Cae en la embos-cada del 31 de agosto de 1967.

Page 72: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

72 Edición extraordinaria-octubre 2017

La ciudad de Cocha-bamba, Bolivia, lo vio nacer el 30 de abril de

1938. Desde muy joven mi-litó en el Partido Comunis-ta Boliviano, en el cual se destacó por ser uno de sus cuadros más abnegados y valientes. En 1962 viajó a la Unión Soviética a seguir un curso político, de donde re-gresó en mayo del siguiente año para asumir responsa-bilidades en el Comité Re-

gional de La Paz y el Comité Central del PCB. Al igual que su hermano Coco, par-ticipó en tareas de apoyo a la guerrilla peruana del Ejército de Liberación Na-cional y del Ejército Guerri-llero del Pueblo, de Masetti, en Salta, Argentina.

Tras entrenar en Cuba en 1966, se unió a la guerrilla del Che el 27 de noviembre de ese año, donde sobresa-lió como comisario político

y jefe militar. Fue uno de los seis supervivientes de la Quebrada del Yuro, el 8 de octubre de 1967. Luego, tras hacer el juramento de seguir la lucha armada, re-dacta el manifi esto Volvere-mos a la montaña. Víctima de una delación, el 9 de sep-tiembre de 1969 cae herido y es apresado y asesinado ese mismo día.

Guido Álvaro Peredo Leigue (Inti)

Nació el 22 de mayo de 1939, en el pueblo de Sachojere, cerca de Tri-nidad, en el departamento de El

Beni, Bolivia. Militante de la Juventud Comunista Boliviana, ocupó cargos de responsabilidad en la Confederación Universitaria Boliviana en su región y después en la Universidad Mayor de San Andrés en la capital.

Tuvo que abandonar sus estudios en 1960 para ayudar a la familia y retornar a su ciudad natal, donde asumió responsa-bilidades en el movimiento sindical. Vie-

ne a Cuba, se gradúa como médico y reci-be además entrenamiento militar. Se une a la guerrilla en marzo de 1967 y forma parte de la vanguardia. Cae en la embos-cada del valle del Batán el 26 de septiem-bre de 1967 al tratar de salvar a su jefe, el cubano Manuel Hernández Osorio.

En la última de las evaluaciones, escri-ta el mismo día de su muerte, Che precisa: “brilló como combatiente ejemplar, sobre todo por su calor humano y su entusias-mo contagioso. Otra gran pérdida de un futuro gran cuadro revolucionario”.

Mario Gutiérrez Ardaya (Julio)

En plena Sierra Maestra nace en 1925. Fue uno de los primeros cam-

pesinos reclutados por el Ejército Rebelde, al que se incorporó en abril de 1957. Primero fue oficial de la co-lumna del Che para pasar después a jefe de la reta-guardia del Tercer Frente. Por sus acciones en cam-paña, es ascendido al grado de comandante, por orden

de Fidel, en noviembre de 1958.

Después del triunfo de la Revolución, ocupó distintas responsabilidades. En 1964, culmina la Escuela Superior de Guerra; un año después, es elegido miembro del pri-mer Comité Central del Par-tido Comunista de Cuba.

Llegó a Bolivia el 24 de no-viembre de 1966, vía Brasil, con pasaporte panameño

bajo el nombre de Joaquín Rivera Núñez y se incorpo-ró a la guerrilla a fi nales de ese mes. Comandaba la re-taguardia, la cual se sepa-ró de la columna principal en el mes de abril. Sin ha-ber logrado reunirse con el Che, Joaquín cayó con todo su grupo, el 31 de agosto de 1967, en la emboscada de Vado de Puerto Mauricio, sobre el río Grande.

Juan Vitalio Acuña Núñez (Vilo o Joaquín)

Page 73: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

73Edición extraordinaria-octubre 2017

Hijo de Humberto Vázquez Machica-do, escritor e historiador de presti-gio nacional, nace en La Paz, Boli-

via, en 1939. Desde muy joven Jorge milita en la Juventud Comunista Boliviana y pos-teriormente en el PCB, formando parte de su aparato militar, porque es un convenci-do de la lucha armada.

Viaja a Cuba para recibir entrenamien-to militar junto a los hermanos Peredo y otros compatriotas. Regresa a Bolivia y desde julio de 1966 participa activamente en la preparación del foco guerrillero.

En el tiempo en que permanece en la guerrilla, dentro de la vanguardia, de-muestra coraje y valor. Participando en las primeras emboscadas y cerca de Ta-perillas, el 22 de abril, se extravía. Choca con el ejército y, aunque le causa dos bajas es herido y capturado siete días después. Trasladado a Camiri donde lo operan y lo someten después a un brutal interrogato-rio. Un mes más tarde se informa ofi cial-mente que el prisionero se había fugado. En realidad lo habían asesinado, luego lo arrojaron a la selva desde un helicóptero.

De origen cubano, nació el 7 de di-ciembre de 1927

en la provincia de Pi-nar del Río. De fami-lia campesina, intentó varios oficios que fue-ron desde el de albañil hasta carpintero de en-cofrado. Entonces co-noció del desembarco del Granma y un día de abril de 1957 cobró el salario de la sema-na y salió hacia el otro extremo de la Isla. Se incorpora a las fuerzas guerrilleras y durante la invasión hacia Las Villas dirigió la reta-guardia de la Colum-na 2 Antonio Maceo, bajo las órdenes de Camilo Cienfuegos Go-rriarán. Al término de la

contienda es ascendido a comandante.

Durante el período de lucha contra bandidos desempeña un impor-tante papel al mando de una de las fuerzas que participaron, ya sea en la provincia de Camagüey, Pinar del Río o la antigua Isla de Pinos, hoy Isla de la Juventud. Integra el primer Comité Central del Partido Comunista de Cuba conformado en octubre de 1965.

Es elegido por el Che para formar parte del grupo guerrillero que lo acompañaría a Bolivia. Allí es ubicado en la reta-guardia, comandada por Joaquín. Cae el 2 de junio de 1967 durante un cho-que con el ejército.

Antonio Sánchez Díaz (Marcos o Pinares)

Nació el 18 de octubre de 1941 en Trinidad, departamento del Beni, Bolivia. Hijo de un

inmigrante japonés, Junkichi May-mura y de Rosa Hurtado, oriunda de la región. La pobreza del entor-no y la desigualdad existente lo ha-cen desde temprana edad solida-rizarse con las causas más justas y mientras cursaba sus estudios se-cundarios fue miembro del Fren-te Democrático para finalmente ingresar en la Juventud del Partido Comunista del Beni.

En 1959, Freddy finaliza sus estudios de bachillerato, sin abandonar su actividad política, pero no puede matricular en la universidad por su filiación co-munista. En abril de 1962 viaja a La Habana con una beca para la Escuela de Medicina Victoria de Girón.

Retorna a Bolivia en octubre de 1966 y se integra al grupo guerri-llero el 27 de noviembre. Forma parte de la retaguardia, bajo el mando de Joaquín. Sale con vida de la emboscada del 31 de agosto y tras caer prisionero, es asesinado por el ejército.

Freddy Maymura Hurtado (Ernesto, Médico)

Jorge Vázquez Viaña (Loro, Bigotes o Jorge)

Page 74: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

74 Edición extraordinaria-octubre 2017

En Jiguaní, una peque-ña localidad del este de Cuba, nació el 17 de

marzo de 1931. Fundó el Mo-vimiento 26 de Julio en la mina donde trabajaba antes de in-corporarse a la lucha guerri-llera en mayo de 1957. Por su participación destacada en numerosos combates, lo as-

cienden a teniente en agosto de 1958. Forma parte de la Columna 8 Ciro Redondo, que realizaría la in-vasión al centro. Alcanza los grados de capitán y es nombrado por el Che jefe de la vanguardia.

Después del triunfo revolucionario se desem-peñó en varias responsabilidades. Estudió en la Escuela de Ofi ciales de la provincia de Matanzas y culminó en febrero de 1966 con el grado de primer capitán. Elegido para integrar la guerrilla boliviana, arriba al campamento de Ñancahuazú el 27 de no-viembre de 1966. Che lo designa jefe de la columna de vanguardia en sustitución de Marcos, el 27 de marzo de 1967. Se destaca como guerrillero y com-batiente. Cae en combate el 26 de septiembre, junto a Coco Peredo y Mario Gutiérrez Ardaya en el valle del Batán, cerca de La Higuera.

Manuel Hernández Osorio (Miguel)

Nació el 16 de octubre de 1935 en La Habana. Matricula la carrera de

Medicina en 1952. Al cierre de ese recinto regresa jun-to a su familia en el oriente del país y se une al Segundo Frente Oriental Frank País como auxiliar de cirugía. Ob-tiene el grado de teniente.

Al triunfo de la Revolución asume responsabilidades en el sector de la protección mater-noinfantil y concluye la carre-ra de Medicina.

Se une al grupo de cuba-nos que combate en el Con-

Octavio de la Concepción de la Pedraja (Moro, Morogoro, Muganga, el Médico o Tavito)

Perú lo vio nacer en el Callao, el 27 de ju-nio de 1931. Estudió en Buenos Aires y trabajó como especialista en medicina

interna y cardiología en el Hospital Provincial de Santiago de Cuba. Fue integrante del Ejér-cito de Liberación Nacional de Perú (ELNP).

Se unió a la guerrilla boliviana en la pri-mera quincena de marzo de 1967. Su propó-sito era completar su formación militar para reemprender la lucha armada en su país, en un grupo guerrillero que actuaría en la zona

de Ayacucho. Inicialmente, realizó las fun-ciones de médico, y desde el 17 de abril se queda junto a Serapio, con la responsabili-dad de cuidar a Tania y Alejandro, ambos enfermos.

Logró sobrevivir a la emboscada de Vado del Yeso, el 31 de agosto. Es capturado y brutalmen-te asesinado el 3 de septiembre de 1967, en el río Palmarito. No llevaba arma alguna. En sus bol-sillos solo hallaron un encendedor, su cortau-ñas, cuatro limones y algunas frutas del monte.

Restituto José Cabrera Flores (Médico o Negro)

go junto al Che y se destaca como médico y soldado. Con esa misma misión es seleccionado para integrar la guerrilla boliviana. En el último período estuvo se-riamente enfermo. Por eso, al comenzar el combate de Quebrada del Yuto, el Che lo encomienda, junto con Eustaquio y Chapaco, al cuidado de Pablito. El gru-po llegó hasta Cajones, en la confl uencia de los ríos Mizque y Grande, donde fue ultimado el 14 de octu-bre de 1967.

Nace en Coro Coro, provincia Pacajes del Departamento de La Paz, Bolivia, el 9 de abril de 1941. Se desempeñó como

trabajador minero hasta 1965, fecha en que se producen los despidos masivos a partir de fuertes enfrentamientos entre el ejército dic-tatorial de Barrientos y el combativo sector minero.

Captado por Moisés Guevara para su incor-poración a la guerrilla en 1967, participa en di-ferentes acciones combativas, y es califi cado por el Che como muy “trabajador y empeñoso”.

Al producirse la escisión de la guerrilla en el mes de abril, se incorpora a la retaguardia, co-mandada por Vilo Acuña (Joaquín). El 2 de ju-nio de 1967 partió a una misión de exploración en compañía de Antonio Sánchez Díaz Pina-res-Marcos, y Antonio Jiménez Tardío Pedro. En Peñón Colorado, muy cerca del poblado de Buena Vista, los tres guerrilleros cayeron en una emboscada. Marcos y Víctor, quienes en-cabezaban la exploración, murieron ametra-llados. Pedro logró escapar e informó de los hechos al resto del grupo.

Casildo Condori Vargas (Víctor)

Page 75: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

75Edición extraordinaria-octubre 2017

Nació el 2 de octubre de 1933 en el pobla-do de Maffo, en la ac-

tual provincia de Santiago de Cuba. Se ve en la obliga-ción de truncar sus estudios y empezar a desempeñar quehaceres que le permi-tieran sobrevivir. Se costea sus estudios en una escuela nocturna de su localidad y se integra al Partido Ortodoxo, al que pertenecía Fidel.

Olo es uno de los prime-ros en incorporarse al Mo-vimiento 26 de Julio y al ser encarcelado por su intensa actividad clandestina en va-rias oportunidades, tiene que incorporarse a la guerrilla de la Sierra Maestra, el 21 de octubre de 1957. Combate a las órdenes del Che, quien le otorgaría tras la batalla de Santa Clara (1958) los grados de capitán.

Al triunfar la revolución asume cargos de jefatura en las FAR y en el Cuerpo de Guardafronteras del Minint.

Llegó a Ñancahuazú el 19 de diciembre de 1966, con el seudónimo de Antonio, y es asignado para integrar el centro del destacamento. El 8 de octubre de 1967, Olo cae luchando en la Quebra-da del Yuro.

Orlando Pantoja Tamayo (Antonio, Olo)

De origen boliviano, nació el 17 de sep-tiembre de 1945, en el poblado de Laja, departamento de Oruro. Con-

cluido el Servicio Militar, comenzó a labo-rar en las minas de Coro Coro, donde inició su militancia revolucionaria y solicitó su in-greso en el Partido Comunista.

Se incorporó a la guerrilla con el grupo de Moisés, y fue destinado a la vanguardia, entre cuyos miembros se destacó por su dis-ciplina y acciones.

“Hablé largamente con Pablito, como to-dos está preocupado por la falta de contac-tos y estima que nuestra tarea fundamental es restablecerlo con la ciudad. Pero se mos-tró fi rme y decidido, ‘de Patria o Muerte’ y hasta donde se llegue”, escribió Che en su diario el día 11 de septiembre. Seis días des-

pués, anota: “En honor de Pablito se hizo, para este, un poco de arroz, cumple 22 años y es el menor de la guerrilla” (tras la muerte de Serapio Aquino).

Durante la acción de la Quebrada del Yuro, Pablo fue designado por Che para proteger y guiar a Eustaquio, Chapaco y el Moro, cuya situación de salud resultaba muy delicada. El joven asume la custodia de los enfermos y en los días siguientes mar-chan por la zona, guiados por el objetivo de llegar al lugar indicado por Che para rea-gruparse si se producía una dispersión.

Luego de varios días de marcha, llega con el grupo de sobrevivientes a la con-fl uencia de los ríos Mizque y Grande, don-de cayó el 14 de octubre de 1967, en el com-bate de Cajones.

Francisco Huanca Flores (Pablo o Pablito)

El 28 de diciembre de 1935 nace en San Luis, en la actual Santiago de Cuba. Cursa estudios en la Escuela Normal

para Maestros, junto a Frank País, se une a la lucha estudiantil revolucionaria y a prin-cipios de 1956 debe exiliarse en los Estados Unidos. En noviembre de 1958 llega a Cuba con una misión del Movimiento 26 de Julio y se incorpora a la guerrilla del Che en el Escambray, con la que participa en accio-nes militares.

Asume tras el triunfo responsabilida-des en la industria azucarera, administra

la planta de Sulfometales de Santa Lucía en la provincia de Pinar del Río, y es al mismo tiempo jefe de una división militar en la zona.

Llega a La Paz el 3 de septiembre de 1966 con la misión de trasladar los operativos ha-cia la granja de Alto Beni. Nueve días después regresa a Cuba y el 3 de noviembre vuelve a la capital boliviana y acompaña al Che has-ta Ñancahuazú, junto a Loro, Tuma y Pom-bo. Fue destinado al grupo de la vanguardia. Cayó en la Quebrada del Yuro, el 8 de octubre de 1967.

Alberto Fernández Montes de Oca (Pacho o Pachungo)

Page 76: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

76 Edición extraordinaria-octubre 2017

Nace el 3 de mayo de 1941 en Ta-rata, poblado ubicado en el de-partamento de Cochabamba,

Bolivia. Estudia en la Escuela Indus-trial Pedro Domingo Murillo, y al gra-

duarse, comienza sus estudios de Economía en la UMSA. Fue miembro del ejecutivo nacional de la Juventud Co-munista Boliviana.

El 31 de diciembre de 1966 se incorpora a la guerrilla y es destinado a la retaguardia. En la primera evaluación que hizo el Che de él como guerrillero, consignó: “Bas-tante bueno. Ha pasado por la prueba de la caminata y por la de fuego y las dos muy holgadamente. Es un cua-drito en perspectiva”.

Destacado en el grupo de la retaguardia que comandaba Vilo Acuña, sobre Jiménez Tardío escribió el Che el 31 de ju-lio de 1967: “Aunque la mayoría del tiempo la ha pasado con Joaquín, su proyección es la de un cuadro en pleno desarro-llo”. Cae en una emboscada el 9 de agosto de ese mismo año en la región de Taperillas, mientras cubría la retirada de sus compañeros con su ametralladora calibre 30.

Antonio Jiménez Tardío (Pan Divino o Pedro) En la ciudad de Oruro, Boli-

via nació el 31 de diciem-bre de 1939. Militó en la

Juventud Comunista Boliviana y fue miembro de su Comité Nacional; en esta organización conoce a dos de los futuros guerrilleros, Simeón Cuba (Wi-lly) y Moisés Guevara.

Estuvo entre los líderes de los grupos estudian-tiles de la región de Oruro que se enfrentaron al golpe militar del 4 de noviembre de 1964, encabe-zado por René Barrientos y Alfredo Ovando contra el presidente constitucional Víctor Paz Estensoro. En 1965, pasó a militar en el Partido Comunista Marxista-Leninista de Bolivia (PCML), escisión del Partido Comunista.

Se integró a la guerrilla en el mes de febrero de 1967, como parte del grupo de Moisés Guevara y pasó a formar parte de la vanguardia. Cayó el 30 de julio de 1967, en un combate en las márgenes del río Rosita, mientras trataba de rescatar a José María Martínez Tamayo, Ricardo, quien había sido herido.

Raúl Quispaya Choque

Del oriente de Cuba nació el 31 de marzo de 1936 en Mayarí, Participó primero en la lucha

clandestina del Movimiento 26 de Julio y luego se incorporó al Segundo Frente Oriental Frank País del Ejérci-to Rebelde. Termina la guerra con el grado de sargento.

Al triunfo de la Revolución inte-gra la tropa del entonces comandan-te Abelardo Colomé, designada para la unidad de tanques de Managua. Más tarde pasa al Departamento de Investigaciones del Ejército Rebelde y más adelante, forma parte de la Seguridad del Estado. Cumple misiones de apoyo a los movimientos de libe-ración nacional en Centroamérica y Argentina, en esta última bajo la dirección de Jorge Ricardo Masetti.

Integra la guerrilla del Che en el Congo. Viaja a Boli-via (marzo de 1966) a fi n de preparar la llegada del Che y contactar con los revolucionarios bolivianos para el inicio de la lucha. Perteneció al grupo del centro. Cayó gravemente herido el 30 de julio de 1967, en el combate del río Rosita. Falleció horas después.

José María Martínez Tamayo (Papi, Ricardo, Chinchu, Mbili o Taco)

Cerca de Manzanillo, en la finca La Caridad, de la ac-tual provincia de Granma,

nació el 2 de diciembre de 1940. En 1956 se unió al Movimiento 26 de Julio, y un año después, se incorporó al Ejército Rebelde, en la Sie-rra Maestra. Bajo el mando del Che participó en numerosos combates y como integrante de la Co-lumna 8 Ciro Redondo, tomó parte en la Invasión y la Campaña de las Villas.

Al triunfo de la Revolución, pasó a formar parte de la escolta del Che, bajo las órdenes de Harry Vi-llegas. Combatió también en la guerrilla del Congo, y ostentaba el grado de teniente.

Llegó a La Paz en julio de 1966, e hizo el viaje a Ñancahuazú, precediendo el ingreso de su coman-dante. Cayó el 26 de junio de 1967 en la zona de Piray, provincia de Florida, en el departamento de Santa Cruz. Che apuntó en el diario ese día: “Día ne-gro para mí... Con él se me fue un compañero inse-parable de todos los últimos años, de una fi delidad a toda prueba y cuya ausencia siento desde ahora, casi como la de un hijo”.

Carlos Coello (Tuma o Tumaini)

Page 77: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

77Edición extraordinaria-octubre 2017

Nació el 27 de abril de 1940 en un barrio lla-mado Chamarreta,

sin embargo, fue en Caridad de Bucuey del municipio de San Luis, en el oriente cubano, donde transcurre su infancia y adolescencia. Se incorpora al Ejército Re-belde en agosto de 1957. En la tropa del Che primero asume tareas como men-sajero, hasta convertirse en un soldado de vanguardia. Escogido para integrar la

columna invasora dirigida por el Che para la invasión a Las Villas, sobresale por su coraje en las acciones más riesgosas al mando de un pelotón. Termina la in-surrección con grados de capitán.

Con la revolución en el poder, participa en el en-frentamiento a los merce-narios (abril de 1961), en la lucha contra bandidos y lo nombran jefe de la Seguridad del Estado en

la provincia de Pinar del Río. Seleccionado para in-tegrar la guerrilla del Che en Bolivia, convertido ahora en Rolando, forma parte del grupo del cen-tro y cumple funciones de comisario político, hasta que cae en combate el 25 de abril. Che expresaría en su Diario: “Hemos per-dido el mejor hombre de la guerrilla”.

Eliseo Reyes Rodríguez (Rolando o San Luis)

La Habana lo vio na-cer el 24 de mayo de 1936. Participó

activamente en la lucha clandestina, asume la jefatura de las Brigadas Juveniles del Movimiento 26 de Julio en Camagüey y posteriormente en toda Cuba. Encarcelado a raíz del ataque al Palacio Pre-sidencial el 13 de marzo de 1957, tiene que pasar a la clandestinidad.

Marcha a México y el 9 de abril de 1958, vuel-ve a territorio cubano y le asignan la jefatura de Acción y Sabotaje del M-26-7 en la provincia de Pinar del Río. Luego se incorpora a la colum-na del Che en Las Villas. Participa en varios com-

Jesús Suárez Gayol (Félix o El Rubio)

bates y es ascendido a capitán.

Ocupó altas responsa-bilidades en el Gobierno revolucionario y lo eligen en 1965 miembro del Co-mité Central del Partido. Llegó a Ñancahuazú el 19 de diciembre de 1966 y se integró a la retaguar-dia. Cayó el 10 de abril de 1967, en una acción en Iripití, en la que el Ejérci-to boliviano tuvo 11 ba-jas. Fue el primer guerri-llero caído en combate. Es el único cubano cuyos restos aún no se han po-dido encontrar.

Julio Luis Méndez Korne (Ñato)

En Trinidad, depar-tamento del Alto Beni, Bolivia, nace

el 23 de febrero 1937. Militante del Partid Co-munista, antes de in-corporarse a Ñancahua-zú, estuvo a cargo de la granja de Alto Beni, la que consideraban el Che y los oficiales cubanos como una alternativa para el inicio de las ac-ciones.

Se relaciona con gue-rrilleros latinoameri-canos desde antes de su incorporación a la guerrilla, cuando ayu-da como remero y guía a través de la selva a los miembros supervivien-tes del Ejército de Libe-ración Nacional de Perú (ELNP). Por esa razón es seleccionado para

tomar parte en la orga-nización de la guerrilla boliviana y viaja a Cuba, en enero de 1966, para cursar entrenamiento militar.

Su integración defi ni-tiva a la guerrilla tiene lugar el 11 de diciembre de ese año. Asignado al grupo del Centro, bajo las órdenes directas de Che, sobrevivió al com-bate de Quebrada del Yuro, pero cae durante la última acción militar, el 15 de noviembre de 1967.

Page 78: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

78 Edición extraordinaria-octubre 2017

En Macha, departa-mento de Potosí, Bolivia, nació el 21

de enero de 1941. Era el mayor de seis her-manos. Sus padres se fueron a vivir al distrito donde se halla la mina Siglo XX donde crecie-ron los muchachos, que se hicieron mineros al igual que su progenitor.

En la adolescencia Walter trabajaba y cur-saba el bachillerato al mismo tiempo, pero al regresar del Servicio Mi-litar tuvo que dejar sus estudios. Militó en la Juventud Comunista de Bolivia y era miembro de su comité nacional. Fue expulsado de su centro laboral durante la repre-sión de 1965. Viajó a la URSS para estudiar un año en una escuela de cuadros, la cual conclu-yó en 1966. Fundó en su localidad el movimiento de solidaridad juvenil con Cuba.

Walter Arancibia Ayala (Walter)

De origen boliviano nació el 5 de enero de 1935 en Ita-paya, departamento de Co-

chabamba. Como la mayoría de los niños de extracción humilde pasa una infancia de privaciones, sin poder estudiar apenas y tener que dedicarse a trabajar sin contar

Nació en el mes de octubre de 1951 en el departamento de

La Paz, en el poblado de Viacha, Bolivia, dentro de una humilde familia de origen aymará. Era uno de los más pequeños en-tre once hermanos y pri-mo de Apolinar Aquino Quispe, Polo, quien como integrante del grupo de Vilo Acuña, Joaquín, ca-yera en la emboscada de Puerto Mauricio, el 31 de agosto de 1967.

Se incorpora a la gue-rrilla con su primo Apoli-nar el 19 de diciembre de 1966. En principio su tarea era trabajar como peón en la fi nca que servía de tapadera a las actividades guerrilleras. Poco tiempo después se incorpora al

grupo de la retaguardia como combatiente y como parte de él, bajo el mando de Joaquín, se separa de la columna principal.

Cae en el cañadón del río Iquira el 9 de julio de 1967. Cuentan que iba sin mochila porque tenía di-fi cultades para caminar por una lesión en el pie. Al pasar una curva del ca-mino, detectó al enemigo: “¡El ejército! No avancen que hay soldados”. Y si-guió alertando a sus com-pañeros hasta que una rá-faga segó su vida.

Hasta su muerte, sin haber cumplido 16 años, era el más joven de la gue-rrilla.

Serapio Aquino Tudela (Serapio o Serafín)

con suficiente edad para ello. A los 17 años labora en las minas de Hua-nuni, donde comienza a adquirir una conciencia política.

En 1965, después del golpe mi-litar de Barrientos, en Huanuni se producen revueltas y Simeón está entre los despedidos. Se relaciona con el líder minero Moisés Gueva-ra, cesanteado como él, quien lo incorpora a los planes insurreccio-nales del Che.

Llega al campamento de Ñanca-huazú en marzo de 1967 y se le ubi-ca en la columna del centro. Desde los primeros momentos se destaca por su disciplina y laboriosidad, sobre todo en tareas de extremo ri-gor. Capturado en la Quebrada del Yuro junto al Che el 8 de octubre de 1967, mientras trataba de proteger a su jefe e intentaba ponerlo a sal-vo. Fue ejecutado el 9 de octubre en la escuela de La Higuera.

Simeón Cuba Sanabria (Wily, Willi o Wylly)

Se incorpora a la gue-rrilla del Che en Ñanca-huazu el 21 de enero de 1967 e integró el grupo de la retaguardia lidera-do por Vilo Acuña Joa-quín. Cae el 31 de agosto de 1967 en la embosca-da de Puerto Mauricio junto al resto del grupo, víctimas de la delación del campesino Honorato Rojas.

Page 79: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

79Edición extraordinaria-octubre 2017

Familiares de los compañeros caídos en combate;Invitados;Villaclareños;Compatriotas (APLAUSOS):

Con emoción profunda vivimos uno de esos instantes que no suelen repetirse.

No venimos a despedir al Che y sus heroi-cos compañeros. Venimos a recibirlos.

Veo al Che y a sus hombres como un refuer-zo, como un destacamento de combatientes invencibles, que esta vez incluye no solo cubanos sino también lati-noamericanos que llegan a luchar junto a nosotros y a escribir nuevas páginas de historia y de gloria.

Veo además al Che como un gigante moral que cre-ce cada día, cuya imagen, cuya fuerza, cuya infl uencia se han multiplicado por toda la tierra.

¿Cómo podría caber bajo una lápida?¿Cómo podría caber en esta plaza?¿Cómo podría caber únicamente en nuestra queri-

da pero pequeña isla?Solo en el mundo con el cual soñó, para el cual vivió

y por el cual luchó hay espacio sufi ciente para él.Más grande será su fi gura cuanta más injusticia,

más explotación, más desigualdad, más desempleo, más pobreza, hambre y miseria imperen en la socie-dad humana.

Más se elevarán los valores que defendió cuanto más crezca el poder del imperialismo, el hegemonis-mo, la dominación y el intervencionismo, en detri-mento de los derechos más sagrados de los pueblos, especialmente los pueblos débiles, atrasados y pobres que durante siglos fueron colonias de Occidente y fuentes de trabajo esclavo.

Más resaltará su profundo sentido humanista cuan-tos más abusos, más egoísmo, más enajenación; más discriminación de indios, minorías étnicas, mujeres, inmigrantes; cuantos más niños sean objeto de co-mercio sexual u obligados a trabajar en cifras que as-cienden a cientos de millones; cuanta más ignorancia, más insalubridad, más inseguridad, más desamparo.

Más descollará su ejemplo de hombre puro, revo-lucionario y consecuente mientras más políticos co-rrompidos, demagogos e hipócritas existan en cual-quier parte.

Más se admirará su valentía personal e integridad revolucionaria mientras más cobardes, oportunistas y traidores pueda haber sobre la tierra; más su voluntad de acero mientras más débiles sean otros para cum-plir el deber; más su sentido del honor y la dignidad mientras más personas carezcan de un mínimo de pundonor humano; más su fe en el hombre mientras más escépticos; más su optimismo mientras más pe-simistas; más su audacia mientras más vacilantes; más su austeridad, su espíritu de estudio y de trabajo,

Está en todas partes

TOMÁS BARCELÓ

Así dijo Fidel en Santa Clara al dar la bienvenida al Guerrillero Heroico, su compañero de luchas, y vaticinó que su huella imborrable estará en la historia y su mirada luminosa de profeta se convertirá en un símbolo para todos los pobres de este mundo

Page 80: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

80 Edición extraordinaria-octubre 2017

mientras más holgazanes despilfarren en lujos y ocios el producto del trabajo de los demás.

Che fue un verdadero comunista y hoy es ejemplo y paradigma de revolucionario y de comunista.

Che fue maestro y forjador de hombres como él. Consecuente con sus actos, nunca dejó de hacer lo que predicaba, ni de exigirse a sí mismo más de lo que exi-gía a los demás.

Siempre que fue necesario un voluntario para una misión difícil, se ofrecía el primero, tanto en la guerra como en la paz. Sus grandes sueños los supeditó siem-pre a la disposición de entregar generosamente la vida. Nada para él era imposible, y lo imposible era capaz de hacerlo posible.

La invasión desde la Sierra Maestra a través de in-mensos y desprotegidos llanos, y la toma de la ciudad de Santa Clara con unos pocos hombres, dan testi-monio entre otras acciones de las proezas de que era capaz.

Sus ideas acerca de la revolución en su tierra de ori-gen y en el resto de Suramérica, pese a enormes difi cul-tades, eran posibles. De haberlas alcanzado, tal vez el mundo de hoy habría sido diferente. Vietnam demostró que podía lucharse contra las fuerzas intervencionistas del imperialismo y vencerlas. Los sandinistas vencie-ron contra uno de los más poderosos títeres de Estados Unidos. Los revolucionarios salvadoreños estuvieron a punto de alcanzar la victoria. En África el apartheid, a pesar de que poseía armas nucleares, fue derrotado. China, gracias a la lucha heroica de sus obreros y cam-pesinos, es hoy uno de los países con más perspectivas en el mundo. Hong Kong tuvo que ser devuelto después de 150 años de ocupación, que se llevó a cabo para im-poner a un inmenso país el comercio de drogas.

No todas las épocas ni todas las circunstancias re-quieren de los mismos métodos y las mismas tácticas. Pero nada podrá detener el curso de la historia, sus leyes objetivas tienen perenne validez. El Che se apo-yó en esas leyes y tuvo una fe absoluta en el hombre. Muchas veces los grandes transformadores y revolu-

La llama encendida por Fidel brilla para siempre en el Mausoleo de Santa Clara, donde se guardan los restos del Che y el Destacamento de refuerzo.

cionarios de la humanidad no tuvieron el privilegio de ver realizados sus sueños tan pronto como lo espe-raban o lo deseaban, pero más tarde o más temprano triunfaron.

Un combatiente puede morir, pero no sus ideas. ¿Qué hacía un hombre del gobierno de Estados Uni-dos allí donde estaba herido y prisionero el Che? ¿Por qué creyeron que matándolo dejaba de existir como combatiente? Ahora no está en La Higuera, pero está en todas partes, dondequiera que haya una causa justa que defender. Los interesados en eliminarlo y desapa-recerlo no eran capaces de comprender que su huella imborrable estaba ya en la historia y su mirada lumi-nosa de profeta se convertiría en un símbolo para to-dos los pobres de este mundo, que son miles de millo-nes. Jóvenes, niños, ancianos, hombres y mujeres que supieron de él, las personas honestas de toda la tierra, independientemente de su origen social, lo admiran.

Che está librando y ganando más batallas que nunca.

¡Gracias, Che, por tu historia, tu vida y tu ejemplo!¡Gracias por venir a reforzarnos en esta difícil lu-

cha que estamos librando hoy para salvar las ideas por las cuales tanto luchaste, para salvar la Revolu-ción, la patria y las conquistas del socialismo, que es parte realizada de los grandes sueños que albergaste! (APLAUSOS.)

Para llevar a cabo esta enorme proeza, para derro-tar los planes imperialistas contra Cuba, para resistir el bloqueo, para alcanzar la victoria, contamos contigo (APLAUSOS).

Como ves, esta tierra que es tu tierra, este pueblo que es tu pueblo, esta revolución que es tu revolución, siguen enarbolando con honor y orgullo las banderas del socialismo (APLAUSOS).

¡Bienvenidos, compañeros heroicos del Destaca-mento de refuerzo! ¡Las trincheras de ideas y de justi-cia que ustedes defenderán junto a nuestro pueblo, el enemigo no podrá conquistarlas jamás! ¡Y juntos se-guiremos luchando por un mundo mejor!

¡Hasta la victoria siempre!

ARCHIVO BOHEMIA

• Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en la ceremonia central por el xxx aniversario de la caída en combate del Guerrillero Heroico y sus compañeros, y la inhumación de sus restos, en el monumento de la ciudad de Santa Clara, el 17 de octubre de 1997.

Page 81: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

81Edición extraordinaria-octubre 2017

RESCATE DE LOS RESTOS

Y no porque te escondanCientífi cos cubanos, dirigidos por el doctor Jorge González, localizaron hace 20 años los cadáveres del Guerrillero Heroico y sus compañeros de guerrilla en Bolivia

Por TONI PRADAS

Más que premonición, parecieron un ju-ramento del pueblo los versos que le-yera Nicolás Guillén, el Poeta Nacional de Cuba, aquel 18 de octubre de 1967, en la Plaza de la Revolución capitalina.

Durante la velada dedicada al Comandante Ernesto Che Guevara, confirmada la reciente muerte del héroe cubano-argentino, declamó:

DO

MIN

IO CO

N

Monumento al Che en La Higuera, lugar donde fue asesinado.

Y no porque te quemen, /porque te disimulen bajo tierra, / porque te escondan /en cementerios, bosques, páramos, / van a impedir que te encontremos / Che Comandante, / amigo.

diplomáticos, pero su objetivo supremo era facilitar el proceso de búsqueda del destino fi nal de los restos.

Tan profusa fue su averiguación que escribieron va-rios libros. Incluso trazaron todo el recorrido de la tro-pa, combate por combate, lugar por lugar, e hicieron el diario ilustrado de la guerrilla.

No era, sin embargo, la única información que se atesoraba. El Departamento América del Comité Cen-tral del Partido tenía la suya, e igualmente otras insti-tuciones que estudiaron el tema de Bolivia entre 1967 y 1995; también había datos históricos conservados por el Ministerio del Interior y las Fuerzas Armadas Revolucionarias, así como grabaciones de personas de la época, entrevistadas para indagar sobre su conoci-miento respecto al paradero de los restos del Che.

A fi nales de noviembre de 1995, el hoy director de Docencia Médica del Ministerio de Salud Pública, doctor Jorge González Pérez, escuchó en el programa Haciendo radio, de Radio Rebelde, que un general bo-liviano retirado, Mario Vargas Salinas, había decla-rado que los restos del mártir estaban enterrados en una pista aérea de Vallegrande, en el departamento de Santa Cruz.

“Yo era el director del Instituto de Medicina Legal y cuando llegué a mi trabajo, todos comentaban la no-ticia”, rememora el doctor González en una ofi cina de BOHEMIA. “En horas de esa mañana me llama por te-

El Gobierno Revolucionario había comenzado a buscar información sobre dónde estarían los restos del guerrillero desde el mismo instante en que cono-ció lo ocurrido en la Quebrada del Churo. Pero nunca como cuando los gobiernos de Cuba y Bolivia resta-blecieron relaciones. Los historiadores Froilán Gon-zález y Adys Cupull se establecieron en La Paz como

Page 82: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

82 Edición extraordinaria-octubre 2017

léfono el entonces Ministro de Salud Pública y me dice que debo presentarme en El Castillito, en Playa, pues un líder de la Revolución necesitaba que yo participara en una tarea”.

Sabiendo de la noticia y el lugar de la cita, estaba consciente de que la reunión era con el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, quien fue-ra el segundo jefe de la Columna 8 del Ejército Rebelde. Por deducción lógica, el tema tendría relación con los restos del líder guerrillero.

Valdés Menéndez lo recibió en su ofi cina, acompañado del general de brigada Arquímedes (Armando López Orta, hoy retirado), lo saludó y llamó al doctor por su apodo, aunque no se conocían personalmente: “Popy, no sé si es-tás al tanto de los acontecimientos...”. Claro que estaba al tanto, pero no “tan al tanto” como podría estar él, recuer-da Popy. “Bueno, Comandante…”, balbuceó.

EL TRIBUTO CONTINÚA

Cuando en 1989 la dirección de la Revolución tomó la decisión de retornar a la Isla a todos los cubanos que habían muerto en misiones internacionalistas, el di-rector de Medicina Legal fue llamado para organizar, desde el punto de vista técnico, las acciones para la repatriación de los fallecidos en Etiopía, Angola, Con-go, Mozambique y Nicaragua. Este proceso, honroso y desgarrador, fue conocido como Operación Tributo.

“Estuvimos en esos lugares y trajimos más de 2 000 cubanos”, resume González la Operación, pero quedó pendiente el retorno de los mártires de Bolivia; de Ma-churucuto, en Venezuela; de la guerrilla de Salta, Ar-gentina; y otros puntualmente.

“Llamamos a Bolivia y hablamos con la embajadora”, continuó su explicación Ramiro, y detalló a Popy: Por decisión del presidente boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada, un equipo técnico había sido designado para realizar la búsqueda y otro para organizar el proceso. Solo restaba saber cómo participaría la parte cubana.

“Comandante, lo que hace falta es la fi cha de identi-fi cación”, le espetó el perito. Ante la extrañeza, explicó que se trata de la tetralogía identifi cativa: edad, sexo, raza y estatura, los cuatro elementos necesarios para hacer un diagnóstico de identidad. También urgía con-formar un equipo de trabajo para visitar a los familiares de los desaparecidos y buscar cosas que ayudaran a la identifi cación: un zapato para precisar el tamaño y for-ma del pie, ropa para tener idea de la corpulencia, do-cumentos, dentigramas, traumatología forense (fractu-ras) para poder identifi car las osamentas…

Luego de 28 años, tales fi chas no existían. Así, la pri-mera tarea que dio el Comandante fue la elaboración de

El doctor Jorge González Pérez, entonces director del Instituto de Medicina Legal, llegó a Vallegrande como representante de los familiares del Che y terminó cinco años después al frente de la investigación.

Revelaciones de un general boliviano retirado, relacionado con la muerte del Che, fue el detonante para la búsqueda de los restos.

El 26 de junio de 1997, a punto de ser echado del lugar por parecer infructuosa la búsqueda, el equipo investigador reveló la osamenta del Guerrillero Heroico.

El actual Mausoleo de Vallegrande contiene siete plaquetas de piedra con los nombres de los combatientes que allí estuvieron enterrados: Ernesto Guevara de la Serna (Ramón), Orlando Pantoja Tamayo (Antonio), Aniceto Reynaga Gordillo (Aniceto), René Martínez Tamayo (Arturo), Alberto Fernández Montes de Oca (Pacho), Juan Pablo Chang Navarro (Chino) y Simeón Cuba Sarabia (Willy).

LA-RAZON.COM

FACSÍMIL DEL DIARIO LA PRENSA

YASSET LLER

ENA

RICHAR CENTENO

Page 83: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

83Edición extraordinaria-octubre 2017

estas, en 72 horas. Asimismo, decidió crear un equipo conformado por un grupo de Criminalística, del Mi-nisterio del Interior, y otro de Medicina Legal, dirigidos por el general Arquímedes y el doctor González.

Fue del Che de quien más información se pudo recopi-lar. Algunos guerrilleros bolivianos ni siquiera se habían hecho una foto en su vida, pero de Guevara, además de miles de imágenes, obtuvieron un mechón de cabellos cortados por su esposa Aleida March, quien con el dolor de su alma lo entregó para ayudar a la misión.

También el doctor Luis Carlos García Gutiérrez (Fisín) guardaba un molde de la dentadura del líder re-belde, tomada por él para hacerle la sobredentadura que lo enmascararía al marchar hacia Bolivia con identidad falsa. Con el molde, en la Facultad de Estomatología se hizo una descripción de antropología dental, que inclu-yó la odontometría (medición de cada diente) y los deta-lles de cada pieza. Como se sabe, ninguna es igual a otra.

“En cualquier circunstancia que encontráramos una osamenta que podría plantearse si era o no el Che, con la dentadura podíamos arribar a un diagnóstico inmediato”, asevera a los lectores de esta revista el fo-rense. “Es una comprobación categórica”.

Pero no faltaron los contratiempos. Datos erróneos acopiados en los archivos (por ejemplo, la estatura de algunos guerrilleros) tuvieron que ser corregidos a partir, digamos, de fotos junto a ciertos elementos –un auto, una cerca…–, lo que permitió realizar inferen-cias estadísticas de la talla.

Trabajando en colectivo, en solo 68 horas los inves-tigadores lograron la casi imposible tarea de comple-tar, en 72, todas las fi chas.

REPRESENTANTE DE LOS FAMILIARES

El 5 de diciembre de 1995, con un maletín negro a cuestas, el doctor Jorge González montó en un avión para iniciar un raro periplo: La Habana-México-Pa-namá-Perú-Bolivia. “Me habían dicho que viajara con bajo perfi l, que no llamara la atención. Pero el resultado fue lo contrario, pues llevaba el maletín sobre las pier-nas y cargaba con este cuando iba al baño. Sabía que era mi vida”.

La valija guardaba los expedientes de los comba-tientes caídos en Bolivia, así como el mechón de pe-los y el molde de la dentadura del Che. Además iba el dinero, mucho dinero para enfrentar una situación que no se sabía cuál podría ser. Iba bastante preo-cupado.

Días después de llegar, el Equipo Argentino de An-tropología Forense (EAAF) y un grupo del Ejército bo-liviano reportaron un primer hallazgo, sin relación con los buscados. La pesquisa parecía infructuosa y se hablaba de cerrar. Sin embargo, algunos vallegrandi-nos afi rmaron que unos guerrilleros habían sido en-terrados en Cañada de Arroyo, a cinco kilómetros de allí. Ellos mismos, sin técnica alguna, fueron a exca-var y encontraron dos fosas, cada una con un entierro, de cuatro que supuestamente debía haber.

“Eso salvó la operación, porque el Ejército había di-cho que no se iba a buscar más, que el general Vargas Salinas había engañado al pueblo tras verse arrinco-nado por la prensa. Y en eso aparecieron los enterra-mientos en Cañada”, cuenta Popy.

Entonces autorizaron al perito cubano a partici-par en las labores. González salió el 14 de diciembre para Santa Cruz y fue recibido por un grupo de soli-daridad con Cuba, que lo trasladó la madrugada del 15 para Vallegrande. Allí se presentó ante las autoridades como representante de los familiares.

“Bueno, médico, móntese”, ordenaron, y le llevaron al lugar de indagación. Poco a poco se fue involucran-do, primero como observador, y en menos de 72 horas, cuando surgió la oportunidad, se integró al proceso técnico de excavación. La misión recibida en La Haba-na era tan solo recibir de los investigadores los restos hallados para confi rmar su identidad, con los datos que llevaba.

Después de unos meses, en marzo de 1996, los ar-gentinos dijeron que ellos no podían seguir porque tenían otros compromisos.

“Nosotros –dice a BOHEMIA– teníamos ‘ese’ com-promiso, por tanto nos quedamos y asumimos, en abril, la búsqueda y quedé como jefe del equipo”. La decisión de Cuba había sido mantenerse y no perder esa oportunidad que se había abierto.

Pero solo contaban con fi chas de identifi cación. Por tanto, al asumir la pesquisa, lo más importante era actualizar toda la información histórica posible para precisar las áreas. Popy viajó a La Habana, donde se creó un grupo con especialistas de unas 15 institucio-nes y se hizo un proyecto científi co de la búsqueda con todo el rigor académico, aunque con discreción y com-partimentación.

Según lo recabado, existían 13 posibles destinos del Che, algunos imposibles de verifi car: que lo habían in-cinerado y esparcido sus cenizas, que estaban sus res-tos en una base estadounidense en el Canal de Pana-má, que descansaba en una urna en Langley, Virginia, sede de la Agencia Central de Inteligencia (CIA)…

“Con toda la información hicimos un software de inteligencia artifi cial”, explica Popy. “Llegamos a entre-vistar a más de 1 000 personas, y 300 que pudieron decir cosas que personalmente vieron”. Así, supieron de un buldózer que excavó una zanja en la pista vieja –de tie-rra, no de asfalto– del aeródromo de Vallegrande.

Luego de investigar durante dos años, se compila-ron 88 versiones de posibles destinos. En vez de dismi-nuir la cifra de 13, creció.

Hoy González recapitula el éxito de la operación, gracias a la investigación histórica, exhaustiva y de-tallada. Y también al establecer prioridad entre los 88 posibles entierros.

La opción primera, consensuada entre los especia-listas alistados en Bolivia y quienes se mantuvieron en Cuba, fue que el cadáver estaría en Vallegrande, en la pista vieja, detrás del cementerio. Por tanto, po-

Page 84: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

84 Edición extraordinaria-octubre 2017

Cronología de los hallazgos12, 13, 17 de diciembre de 1995 y 15 de marzo de 1996

Jaime Arana Campero, Octavio de la Concepción y de la Pedraja, Lucio Galván Hidalgo, Francisco Huanca Flores. Caídos en el Combate de Cajones, el 14 de octubre de 1967.

21 de junio de 1996 Carlos Coello Coello (Tuma). Caído en el combate de Alto Seco, el 26 de junio de 1967.

28 de junio de 1997 Ernesto Guevara de la Serna, Rene Martínez Tamayo, Alberto Fernández Montes de Oca, Juan Pablo Chang Navarro, Aniceto Reinaga Gordillo, Simeón Cuba Sanabria, Orlando Pantoja Tamayo. Caídos en el combate de La Higuera, el 8 de octubre de 1967.

11 de febrero de 1998 Roberto Peredo Leigue (Coco), Mario Gutiérrez Ardaya, Manuel Hernández Osorio. Caídos en Quebrada del Batán, el 26 de septiembre de 1967.

13 de febrero de 1998 Julio Méndez Corne. Caído en el combate de Mataral, el 15 de noviembre de 1967.

19 de septiembre de 1998 Haydeé Tamara Bunker Bide (Tania). Caída en Vado del Yeso, el 31 de agosto de 1967.

7 de junio de 1999 Juan Vitalio Acuña Núñez (Joaquín), Israel Reyes Zayas, Gustavo Machín Hoed de Beche, Walter Arencibia Ayala, Moisés Guevara Rodríguez, Apolinar Aquino Quispe, Fredy Maimura Hurtado. Caídos en el combate de Puerto Mauricio (Vado del Yeso), el 31 de agosto de 1967.

1999 José María Martínez Tamayo. Caído en el combate de Río Rosita, el 30 de julio de 1967.

9 de febrero de 2000 Serapio Aquino Tudela. Caído en Equira, el 9 de julio de 1967.

2 de marzo de 2000 Restituto Cabrera Flores. Caído en Palmarito, el 13 de septiembre de 1967.

11 de abril de 2000 Antonio Sánchez Díaz (Pinares), Casildo Condori Vargas. Caídos en Bellavista, el 2 de junio de 1967.

16 de abril de 2000 Eliseo Reyes (Rolando). Cayó en El Mesón, el 25 de abril de 1967.

Sin fecha precisa: Antonio Jiménez Tardio

Otros caídos posteriormente: Guido Peredo Leigue (Inti), asesinado en La Paz, el 9 de septiembre de 1969; enterrado en Beni, Bolivia, por su familia. David Adriazola Beizaga, muerto el 31 de diciembre de 1969 en La Paz, Bolivia.

Faltan por encontrar: Jesús Suárez Gayol, caído en Iripiti, el 10 de abril de 1967; Jorge Vázquez Viaña, asesinado en Camiri, después de apresado el 29 de abril de 1967; Lorgio Vaca Marchetti, se ahogó en el Río Grande, el 16 de marzo de 1967; Raúl Quispaya, caído en combate en Río la Rosita, el 30 de julio de 1967; Benjamín Coronado Córdova, ahogado en Río Grande, 26 de febrero de 1967.

día aplicarse allí toda la tecnología geofísica con que contaban, tras los estudios de edafólogos, geodestas y cartógrafos. Con tecnologías geofísicas (georradar y geoelectricidad), auxiliadas por técnicas de electro-magnetismo, magnetometría, estudios sísmicos, del suelo y otras, hallaron la zanja hecha por el buldózer.

A LAS 9, DEL DÍA 9, LA FOSA NÚMERO 9

En un área de 4 x 4 metros, el 26 de junio de 1997 comenzaron a cavar por el centro la zanja. Y nada. Ni siquiera sospecharon que habían pasado a 20 centíme-tros del antebrazo izquierdo del Che.

“Nos habían dado 10 días para excavar y nos tomaba un día entero abrir dos metros de profundidad”, hace memoria el médico legista, y añade que aquel día cono-cieron sobre una carta del presidente boliviano a Aleida Guevara, hija del Che, diciéndole que quienes estuvie-ron vinculados con la muerte de su padre, en particu-lar Gustavo Villoldo, ofi cial de la CIA, se ofrecían a dar información sobre la tumba, pero los cubanos debían retirarse de Bolivia.

“¿Por qué se brindaban después de 30 años? La lec-tura fue que nos estábamos acercando al lugar”, aún medita el científi co.

La noche del 27 fue a verlo el jefe de la Seguridad del Estado del Ministerio de Gobierno y le recordó, por in-dicación del mandatario, que les restaban dos jornadas. Tomó entonces Popy una decisión que, reconoce, pue-de ser poco técnica, pero sí operativa: El 28 ahondarían 150 centímetros con una retroexcavadora prestada.

Ese sábado, la máquina alzaba su brazo y lo dejaba en el aire, para ver si la tierra contenía alguna pieza buscada. Cavada la profundidad, Popy conminó al an-tropólogo forense cubano Héctor Soto Izquierdo, a pro-fundizar otro decímetro. “¿Soto, le metemos 10 más?”, tentó nuevamente. Eran 170 centímetros. Cuando el ingenio pasó, enganchó el cinturón del Che, que estaba boca abajo, y lo partió. “¡Para, para!”, ordenó González al operador. La pala se detuvo en el aire. “¡Soto, baja, baja! ¡Allí, allí!”, insistió el médico.

A las 9 de la mañana del noveno día de excavacio-nes, en la fosa número 9 se produjo el hallazgo de la primera osamenta.

Exhumados los cadáveres, fueron trasladados hacia el Hospital Japonés de Santa Cruz de la Sierra y en siete días esclarecieron la identidad de cada uno. “Lo que se suponía como lo más difícil, que es la identifi cación, resultó lo más fácil”, exterioriza su regocijo.

Luego en la Isla, aunque no existían dudas –basta-ban las coincidencias históricas, la traumatología fo-rense, las características antropológicas y la ausencia de las manos (que no fue usada como elemento de identidad)–, se hicieron estudios de ADN al Che.

“En lo adelante no hubo forma de impedir la bús-queda de los demás compañeros, 31 de los 36 guerri-lleros, en un diámetro de unos 300 kilómetros”, excla-ma Popy, sin calibrar que su equipo había cumplido, en nombre de Cuba, el juramento de Guillén.

Page 85: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

85Edición extraordinaria-octubre 2017

1928El 14 de junio nace Ernesto Guevara de la Serna en Rosario, Argentina, primogénito del matrimonio Ernesto Guevara Lynch y Celia de la Serna. Con posterioridad nacen sus hermanos Celia, Roberto, Ana María y Juan Martín.

1942Matricula en el Liceo Dean Funes, de la ciudad de Córdoba, donde cursa sus estudios secundarios. Viaja 35 kilómetros en tren todos los días.

1943Se desplaza toda la familia a Córdoba. Ernesto, desde sus viajes en tren, intima con la familia Granado, especial-mente con Tomás y Alberto. Con este último haría su pri-mer recorrido por el conti-nente.Es un período de lecturas múltiples, con predilección por la literatura, la fi losofía y la práctica de deportes.

1945Comienza a redactar un incipiente Diccionario Filosófi co [publicado parcialmente], hasta completar seis cua-dernos y culminar una versión ampliada en México, entre 1954 y 1956.

1947Regreso de la familia a Buenos Aires. Ingresa en la Fa-cultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires a los 19 años. Con posterioridad, colabora en la Clínica del Dr. Salvador Pisani, eminente alergólogo argentino.

1951Viaja como enfermero en un recorrido que lo lleva hasta São Paulo en Brasil, Venezuela y Trinidad, en el Caribe. En Bue-nos Aires funda la revista Tackle en colaboración con sus compañeros del equipo de rugby y escribe artículos con el seudónimo de Chang-Cho. En diciembre de ese año realiza su primer recorrido por América Latina con su amigo Al-berto Granado, en una motocicleta Northon a la que nom-braron La Poderosa II. Comienza a redactar un diario de viaje que reelaborara en forma de crónicas, las que serán publicadas por primera vez en 1993, con el título de Notas de Viaje.

1952Hasta junio de 1952 se extiende su viaje por el continente que lo llevaría a Chile, Perú, Colombia y Vene-zuela, hasta una eventual estadía de un mes en Miami de la cual, la única opción para regresar a su país, fue un avión de carga de caballos.

1950Viaja en solitario por 12 provincias del norte ar-gentino, en motobicicleta. Comienza su noviazgo con la joven cordobe-sa María del Carmen Ferreira, Chichina.

1946Concluye sus estudios de segunda enseñan-za, además de pasar un curso de laboratoris-ta de suelos. Trabaja en la Dirección de Viali-dad junto a su amigo Tomás Granado.

Síntesis biográfica1933La familia se traslada a Altagracia, en la provincia de Córdoba, a consecuencia de los violentos ataques de asma que se le presentan a Ernesto a los dos años de edad. Cursa la enseñanza primaria en la escuela local San Martín.

(Elaborada por el Centro de Estudios Che Guevara)

Page 86: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

86 Edición extraordinaria-octubre 2017

1954Conoce a un grupo de exilia-dos cubanos, asaltantes de los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en parti-cular a Ñico López, con quien traba amistad. Se vincula con parte de la intelectualidad la-tinoamericana residente en el país. Profundiza en sus estu-dios de Filosofía, en particular el marxismo. Conoce a Hilda Gadea, exiliada peruana, quien se convertiría, posteriormente, en su primera esposa.Fuerzas mercenarias apoya-das por la CIA invaden Guate-mala, provocando la dimisión de Árbenz el 27 de junio. En septiembre de ese mismo año, Ernesto decide viajar a Méxi-co, desenvolviéndose en sus inicios como fotógrafo calle-jero y después como médico, entre otros ofi cios temporales.

1953Culmina sus estudios de Medicina. El 7 de julio inicia su segundo y defi nitivo recorrido por América Latina, esta vez por tren, en compañía de su amigo de la infancia Carlos Ferrer, Calica. Recorren Bolivia, Perú, Ecuador —donde se interrumpe el plan acordado de reencontrarse con Granado en Venezuela—. Pasa a Centroamérica, ahora en compañía de Eduardo Gualo García, con quien recorre Pa-namá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador y fi nalmente Guatemala, con el objetivo expreso de conocer el proceso revolucionario que se estaba llevando a cabo en dicho país, bajo el gobierno de Jacobo Árbenz. Desde los inicios del viaje, al igual que en el primero, recoge sus experiencias en un diario que titularía Otra Vez y cuya primera edición fue publicada en el 2002.

1955Se encuentra nuevamente con Ñico López, quien días después le pre-senta a Raúl Castro, hermano de Fidel, líder máximo de los sucesos del Moncada. En julio arriba Fidel a México y días más tarde conoce a Ernesto, quien se compromete de inmediato a formar parte del grupo de expedicionarios cubanos iniciadores de la gesta guerrillera.Se casa con Hilda Gadea.

1956Nace su primogénita, Hilda Beatriz Gueva-ra Gadea. En junio, a consecuencia de una delación, es arrestado como parte de una re-dada, junto a un grupo de jóvenes entre los que se encontraba el propio Fidel Castro. El 25 de noviembre salen para Cuba desde el puerto de Tuxpan, en México, un grupo de 82 expedicionarios a bordo del yate Granma y llegan a las costas del oriente cubano, por playa Las Coloradas, el 2 de diciembre. Los combatientes rebeldes son sorprendidos por las tropas de la dictadura en Alegría de Pío;

la mayoría son muertos o asesinados. El Che, como se le llamaría desde México por los cubanos, es herido a sedal en su “bautismo de fuego”. El 21 de diciembre se encuentran con Fidel, en plena Sierra Maestra, un total de 15 hombres, forjadores del Ejército Rebelde.

1957Comienzan los combates en los que participa el Che, entre ellos el ataque al cuartel de la Plata y la batalla del Uvero. En junio se or-ganiza una segunda columna y es designado para dirigirla. En julio es nombrado por Fidel el primer comandante de la fuerza rebelde. Edita el periódico El Cubano Libre.

1958En febrero funda Radio Rebelde. Para el mes de mayo el enemigo lanza, con-tra el Ejército Rebelde, una ofensiva militar que fracasa y comienza en julio la contraofensiva rebelde con la batalla del Jigüe.En agosto, Fidel ordena una invasión a occidente con dos de sus comandan-tes más aguerridos, Camilo Cienfuegos y el Che Guevara.Camilo recibe la orden de llegar con su columna hasta Pinar del Río y el Che al centro del país, en la provincia de Las Villas, con el objetivo de unifi car las fuerzas rebeldes.En octubre, la Columna 8 comandada por el Che arriba a las montañas del Escambray, para dar paso en diciembre a la ofensiva de Las Villas y culminar con la histórica batalla de Santa Clara, capital de la provincia, que se extiende hasta el 1o de enero de 1959.

Page 87: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

87Edición extraordinaria-octubre 2017

1959El 1o de enero el tirano Batista abandona Cuba y Che recibe la orden de Fidel de avanzar hacia La Habana y tomar la fortale-za de La Cabaña, antiguo bastión de la dictadura. El 27 de enero pronuncia su primera charla, con el título de Proyecciones so-ciales del Ejército Rebelde.El 9 de febrero se le otor-

ga la ciudadanía cubana por nacimiento, en reconocimiento a sus méritos en la lucha de liberación.Funda el 10 de abril la revista Verde Olivo, órgano de las Fuerzas Armadas y donde se publican por primera vez sus artículos sobre la guerra, los que años después se agruparían para conformar los Pasajes de la guerra revolucionaria, publicados por la Unión de Es-critores y Artistas de Cuba en 1963.

El 2 de junio contrae matrimonio con la com-batiente Aleida March de la Torre, y desde el 12 de junio hasta el 8 de septiembre, efectúa su primer viaje al exterior como representante del gobierno revolucionario, con el objetivo de visitar los países que conformaban el Pacto de Bandung, antecedente del Movimiento de los No Alineados.En septiembre comienza sus funciones al frente del Departamento de Industrialización del Instituto Nacional de la Reforma Agraria,

conocido por sus siglas INRA y en noviembre es nombrado presi-dente del Banco Nacional de Cuba.

1960El 16 de enero realiza por primera vez un trabajo voluntario masivo en el reparto Martí en la Ciudad de La Habana, acción de enorme trascen-dencia en la formación revoluciona-ria del pueblo.Durante los meses de marzo y agos-to, pronuncia dos de sus discursos fundamentales en ese período: So-beranía política e independencia económica y El médico revoluciona-rio, y publica en la revista Verde Oli-vo su artículo Notas para el estudio de la ideología de la Revolución Cu-bana. El 28 de julio habla en el Pri-mer Congreso Latinoamericano de Juventudes.Comienza, en el mes de octubre, un extenso recorrido por la Unión Soviética, República Democrática Alemana, Checoslovaquia, China y Corea del Norte, con el propósito de afi anzar los lazos diplomáticos y co-merciales con los países socialistas.El 24 de noviembre nace Aleida Gue-vara March, primogénita de su ma-trimonio con Aleida March, a la que seguirían Camilo, Celia y Ernesto.Se publica por primera vez, en di-ciembre, su libro La guerra de guerri-llas, dedicado a Camilo Cienfuegos.

1961En comparecencia televisiva, el 6 de enero, anuncia al pueblo cubano la fi rma de los acuerdos económi-cos con la Unión Soviética y otros países socialistas.El 23 de febrero se crea el Ministerio de Indus-trias y lo nombran al frente de este, labor que desempeña hasta su salida definitiva de Cuba en 1965, para participar en la lucha de liberación de los pueblos.Ese período constituye uno de los más fructíferos en su desempeño como dirigente en la construc-ción socialista en Cuba, por su ejemplo, dedica-ción y pensamiento creador. Se realizaron acciones efectivas para desarrollar el proceso de industria-lización, construyéndose nuevas fábricas que res-pondieran a los cambios y transformaciones que se requerían; de igual forma se alcanzó un alto nivel de organización en las estructuras del Ministerio; y son históricas las reuniones de los consejos de di-rección y las reuniones bimestrales, que fueron re-cogidas en actas que reproducen la trascendencia del debate, tanto en lo teórico como en lo práctico.

El 9 de abril publica en la revista Verde Olivo su ar-tículo Cuba: ¿Excepción histórica o vanguardia en la lucha anticolonialista?El 17 de abril se produce la invasión mercenaria, organizada y respaldada por Estados Unidos, por Playa Girón, que fuera derrotada el 19, en menos de 72 horas. En esas circunstancias, el Che asume el mando de las fuerzas militares ubicadas en la occi-dental provincia de Pinar del Río.Es nombrado jefe de la delegación cubana que asiste a la Conferencia del Consejo Interameri-cano Económico y Social [CIES] de la Organiza-ción de Estados Americanos [OEA], celebrada en Punta del Este, Uruguay. Pronuncia su discurso oficial el 8 de agosto. Después de finalizada la Conferencia, viaja a Buenos Aires en una visita privada, por invitación del presidente argentino Arturo Frondizi. El 19 regresa a Cuba con una es-cala en Brasil, donde se entrevista con su presi-dente Janio Quadros y es condecorado con la Or-den O Cruzeiro do Sul.

Page 88: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

88 Edición extraordinaria-octubre 2017

1962De agosto a noviembre pronuncia y publica trabajos de excepcional importancia, entre los que sobresalen: La infl uencia de la Revolución Cubana en América Latina, Una actitud nueva frente al trabajo, El cuadro, columna vertebral de la Revolución, Ser un joven comunista y Táctica y estrategia de la revolución latinoa-mericana.En agosto inicia su segunda visita a la Unión Soviética, que tiene lugar antes de la conocida Crisis de los Misiles, en el mes de octubre y que pone al mundo en pie de guerra. Una vez más el Che es designado al frente de las fuerzas en la provincia de Pinar del Río.

1963

Integra la Dirección Na-cional del Partido Unido de la Revolución Socialista [PURS]. En julio visita por primera vez Argelia, es re-cibido por su presidente Amehd Ben Bella y partici-pa, con una intervención, en el Seminario sobre Pla-nifi cación. Publica en fe-brero un artículo titulado Contra el burocratismo y escribe el prólogo al libro El Partido marxista-leninista.

1964

1965

El 24 de febrero pronuncia su úl-timo discurso público en el Se-gundo Seminario Económico de la Organización de Solidaridad Afroasiática en Argelia. El 12 de marzo se publica en el semana-rio Marcha de Uruguay su ensayo, mundialmente conocido como El socialismo y el hombre en Cuba. El 14 regresa a Cuba.El 1o de abril parte en misión se-creta para el Congo, donde con un grupo de combatientes internacionalistas cuba-nos y congoleses participarían en la lucha de li-beración, con el objetivo de fortalecer el denomi-nado movimiento de Liberación del Congo. Llega primero a Dar es-Salaam, capital de Tanzania, para desde ahí organizar la entrada clandestina al Congo Leopoldville. Permanecen hasta no-viembre en las selvas congolesas, fecha que mar-

ca la retirada de las tropas cubanas al no poder fortalecer las condicio-nes para continuar la lucha en el te-rritorio ocupado por las pequeñas fuerzas rebeldes. El Che regresa a Tanzania donde permanece unos meses, período que emplea para escribir Pasajes de la guerra revolu-cionaria: Congo.Con anterioridad, el 3 de octubre, Fidel había leído la carta de des-pedida que dejara el Che en el mo-

mento de su partida, durante la presentación del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, que se había constituido el 1o de octubre. Ante la ausencia del Che y su no inclusión entre los miembros del Comité Central se hizo necesaria la lectura de la carta, en la que expresa: “Otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos...”.

Publica en febrero el artículo So-bre el Sistema Presupuestario de Financiamiento. Contacta con Ta-mara Bunke, Tania, con el objetivo de discutir la misión de radicarse en Bolivia, como preámbulo a fu-turas acciones. En marzo parti-cipa como jefe de la delegación cubana en la Conferencia de Co-mercio y Desarrollo de Naciones Unidas en Ginebra, Suiza y en noviembre visita una vez más la Unión Soviética.El 9 de diciembre parte hacia Nue-va York para asumir la presidencia de la delegación cubana ante la Organización de Naciones Unidas. Pronuncia su discurso el día 11 en el plenario de la Asamblea Gene-ral, en el XIX período de sesiones

de ese organismo. Viaja hacia el continente africano, donde per-manece hasta marzo del próximo año, para visitar a Argelia, Mali, Congo [Brazzaville], Guinea, Gha-na, Tanzania, Egipto y brevemente China.

Page 89: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

89Edición extraordinaria-octubre 2017

1966

1967

Encuentro del Che con su esposa Aleida March, en enero, du-rante su estancia en Tanzania. Con pos-terioridad, el Che se traslada a Praga, pun-to intermedio para or-ganizar la lucha arma-da en Latinoamérica.

Una vez más, en los meses de abril a mayo, Aleida viaja a Praga para reencontrarse con él.En el mes de julio regresa de forma clandestina a La Habana para iniciar el entrenamiento militar en Pinar del Río, con un pequeño grupo de com-batientes seleccionados para acompañarlo en las acciones futuras.Concluido el entrenamiento, sale de Cuba el 23 de octubre y el 3 de noviembre, después de un largo recorrido por diferentes países europeos, llega a La Paz, Bolivia, portando un pasaporte uruguayo con el nombre de Ramón Benítez Fernández. Al otro

día, se reúne con los cubanos Harry Villegas, Pombo y José Martínez Ta-mayo, Papi, quie-nes meses antes se encontraban en Bolivia coordi-nando el asenta-miento de la futu-ra guerrilla.El 7 de noviembre llega el Che a la finca de Ñan-cahuazú, anotando en su Diario: “Hoy comienza una nueva etapa”. Continúan llegando más com-batientes cubanos y bolivianos al campamento, para trasladarse, paulatinamente, a un lugar más apartado y mejor acondicionado. El 31 de diciembre se produce un encuentro con el secre-tario general del Partido Comunista de Bolivia, Mario Monje, que concluye en desacuerdos in-superables y determinantes para el futuro de la guerrilla.

De febrero a marzo inicia una larga exploración con un grupo de combatientes con el objetivo de conocer la zona, presentándose innumerables contratiempos y la pérdida irreparable de dos guerrilleros bolivia-nos, Benjamín Coronado y Lorgio Vaca, que mueren ahogados en aguas del Río Grande.Regresan al campamento, donde permanecían es-perándolo el francés Régis Debray, el argentino Ciro Bustos y Tamara Bunke, Tania.El 23 de marzo tiene lugar el inicio de las acciones guerrilleras a partir de una emboscada realizada a una columna del ejército. Esas acciones son explica-das por el Che en el Comunicado No. 1 que dirigiera al pueblo boliviano y donde por primera vez se nom-bra al ELN [Ejército de Liberación Nacional].El 10 de abril, en un combate con tropas enemigas muere el primer cubano, Jesús Suarez Gayol, El Rubio.El 16 se publica en La Habana, por primera vez, su conocido Mensaje a la Tricontinental, que había re-dactado cuando se encontraba en Cuba en la fase de entrenamiento, antes de partir para Bolivia.El 17, el grupo de la retaguardia encabezado por Joa-quín [el cubano Vilo Acuña] recibe órdenes de perma-necer en la zona de Bella Vista hasta tanto el grupo de la vanguardia, encabezado por el Che, lograra sacar del área a Régis Debray y a Ciro Bustos, quienes fi nal-mente son apresados por el ejército en el poblado de Muyupampa, ofreciéndoles información muy valiosa

sobre la guerrilla. Fue esta una decisión muy costosa, porque a partir de ese momento nunca más pudieron reestablecer contacto entre sí los dos grupos.Continúan los combates y escaramuzas. Se producen deserciones fatales por la información que suminis-traban al enemigo, sumado al respaldo en prepa-ración y avituallamiento a las tropas por parte del ejército de Estados Unidos, lo que obliga al desplaza-miento constante y provoca la caída de combatientes valiosos. Finalmente, el 8 de octubre, el Che libra su último combate en la Quebrada del Yuro. Es heri-do, capturado y trasladado al pequeño caserío de La Higuera, donde el 9 de octubre es asesinado, siguiendo las órdenes de los gobiernos boliviano y estadounidense.Los cuerpos de los siete combatientes que cayeron en la Quebrada son llevados a Vallegrande para su iden-tifi cación y el 11 de octubre enterrados en una fosa común en el entonces aeropuerto de esa localidad.

Page 90: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

90 Edición extraordinaria-octubre 2017

1997

1968En marzo llega a Cuba un microfi lm con las páginas del Diario de Bolivia y el 1o de julio se publica con una introducción redactada por Fidel Castro. Esa edición es distribuida gratuitamente al pueblo y, con posterio-ridad, publicada en el mundo entero.

El 28 de junio, después de una compleja investigación llevada a cabo por un equipo de especia-listas cubanos y argentinos con apoyo de las autoridades bolivia-nas, son encontrados los restos del Che y sus compañeros enterrados en Vallegrande. El 12 de julio son trasladados a Cuba.El 17 de octubre, después del ho-menaje rendido por el pueblo en la histórica Plaza de la Revo-lución y a lo largo del trayecto hasta su llegada a la ciudad de Santa Clara, los restos del Che y sus compañeros son depositados en el Memorial Che Guevara de dicha ciudad. En las palabras de Fidel Castro, expresadas en su discurso de homenaje, quedan sintetizadas su enorme dimen-sión: “¡Bienvenidos, compañeros heroicos del destacamento de re-fuerzo!”

Page 91: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

91Edición extraordinaria-octubre 2017

Che símboloQuisieron desaparecer al Che. Pero los jóvenes lo lanzaron a la lucha de calle con su efi gie en los pechos de sus pulóveres. Los poetas lo inmortalizaron en versos. Los trovadores lo armaron de arpegios y los artistas plásticos multiplicaron su imagen en cada exposición, en cada muestra colectiva. Incluso en el cine le han rendido homenaje fi guras del sistema de estrellas de Hollywood y personalidades del séptimo arte y la televisión latinoamericanas. Aquí va solo una muestra, una selección, a modo de regalo a nuestros lectores

CHE COMANDANTE

Nicolás Guillén (Cuba)

No porque hayas caído tu luz es menos alta. Un caballo de fuego sostiene tu escultura guerrilleraentre el viento y las nubes de la Sierra. No por callado eres silencio. Y no porque te quemen, porque te disimulen bajo tierra, porque te escondan en cementerios, bosques, páramos, van a impedir que te encontremos, Che Comandante, amigo.

Con sus dientes de júbilo Norteamérica ríe. Mas de pronto revuélvese en su lecho de dólares. Se le cuaja la risa en una máscara, y tu gran cuerpo de metal sube, se disemina en las guerrillas como tábanos, y tu ancho nombre herido por soldados ilumina la noche americana como una estrella súbita, caída en medio de una orgía. Tú lo sabías, Guevara, pero no lo dijiste por modestia, por no hablar de ti mismo. Che Comandante, amigo. Estás en todas partes. En el indio hecho de sueño y cobre. Y en el negro revuelto en espumosa muchedumbre, y en el ser petrolero y salitrero,y en el terrible desamparo de la banana, y en la gran pampa de las pieles y en el azúcar y en la sal y en los cafetos,

tú, móvil estatua de tu sangre como te derribaron, vivo, como no te querían, Che Comandante, amigo.

Cuba te sabe de memoria. Rostro de barbas que clarean. Y marfi l y aceituna en la piel de santo joven. Firme la voz que ordena sin mandar, que manda compañera, ordena amiga, tierna y dura de jefe camarada. Te vemos cada día ministro, cada día de soldado, cada día gente llana y difícil cada día. Y puro como un niño o como un hombre puro, Che Comandante,amigo. Pasas en tu descolorido, roto, agujereado traje de campaña. El de la selva, como antes fue el de la Sierra. Semidesnudoel poderoso pecho de fusil y palabra, de ardiente vendaval y lenta rosa. No hay descanso. ¡Salud, Guevara! O mejor todavía desde el/ hondón americano:Espéranos. Partiremos/ contigo. Queremosmorir para vivir como tú has muerto,para vivir como tú vives,Che Comandante,amigo.

Page 92: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

92 Edición extraordinaria-octubre 2017

CONVERSACIONES

Juan Gelman (Argentina)

[…]soy de un país donde los enemigos no pudieron depositar un/ solo insulto una sola suciedad una sola pequeña porquería sobre él y hasta algunos lamentaron su muerte no por bondad o humanidad o piedad sino porque esos viejos perros o muertos con permiso sintieron/ por fi n un enemigo que valía la pena que un rayo de peligro entraba en escena y entoncesiban a poder morir en serio a/ manos o a alas de verdad “y no en brazos de esta especie de disolución en que nos vamos disolviendo” como dijo uno de grande apellido

soy de un país donde/ sucedieron o suceden todas estas cosas y aún otras como traiciones y maldades/ en excesiva cantidad y el pueblo sufre y está ciego y nadie lo defi ende y solo el Che se puso de pie para eso

pero ahorael comandante Guevara entró en la muertey allá andará según se dice

[…]

HASTA SIEMPRE, COMANDANTE

Carlos Puebla (Cuba) Aprendimos a quererteDesde la histórica alturaDonde el sol de tu bravuraLe puso un cerco a la muerte.

Aquí se queda la clara,La entrañable transparencia,De tu querida presenciaComandante Che Guevara.Tu mano gloriosa y fuerteSobre la historia disparaCuando todo Santa ClaraSe despierta para verte.

Aquí se queda la clara,La entrañable transparencia,De tu querida presenciaComandante Che Guevara.

Vienes quemando la brisaCon soles de primaveraPara plantar la banderaCon la luz de tu sonrisa.

Aquí se queda la clara,La entrañable transparencia,De tu querida presenciaComandante Che Guevara.

Tu amor revolucionarioTe conduce a nueva empresaDonde esperan la fi rmezaDe tu brazo libertario.

Aquí se queda la clara,La entrañable transparencia,De tu querida presenciaComandante Che Guevara.

Seguiremos adelanteComo junto a ti seguimosY con Fidel te decimos:Hasta siempre Comandante.

Aquí se queda la clara,La entrañable transparencia,De tu querida presenciaComandante Che Guevara.

ERNESTO GUEVARA, COMANDANTE NUESTRO

Lezama Lima (Cuba)

Ceñido por la última prueba, piedra pelada de los comienzos para oír las inauguraciones del verbo, la muerte lo fue a buscar. Saltaba de chamusquina para árbol, de aquileida caballo hablador para hamaca donde la india, con su cántaro que coagula los sueños, lo trae y lo lleva. Hombre de todos los comienzos, de la última prueba, del quedarse con una sola muerte, de particularizarse con la muerte, piedra sobre piedra, piedra creciendo el fuego. […]

Page 93: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

93Edición extraordinaria-octubre 2017

CREDO AL CHE

Roque Dalton (El Salvador)

[…]no le ha quedado al Che otro camino que el de resucitary quedarse a la izquierda de los hombres exigiéndoles que apresuren el pasopor los siglos de los siglosAmén.

CHE

Miguel Barnet (Cuba) Che, tú lo sabes todo, los recovecos de la Sierra, el asma sobre la yerba fría, la tribuna,el oleaje en la noche y hasta de qué se hacen los frutos y las yuntas.No es que yo quiera darte pluma por pistola, pero el poeta eres tú.

TRISTEZA EN LA MUERTE DE UN HÉROE

Pablo Neruda (Chile) Los que vivimos esta historia, esta muerte y resurrección de nuestra esperanza enlutada, los que escogimos el combate y vimos crecer las banderas, supimos que los más callados fueron nuestros únicos héroes y que después de las victorias legaron los vociferantes llena la boca de jactancia y de proezas salivares.

El pueblo movió la cabeza: y volvió el héroe a su silencio. Pero el silencio se enlutó hasta ahogarnos en el luto cuando moría en las montañas el fuego ilustre de Guevara.

El comandante terminó asesinado en un barranco.

Nadie dijo esta boca es mía. Nadie lloró en los pueblos indios. Nadie subió a los campanarios. Nadie levantó los fusiles,y cobraron la recompensa aquellos que vino a salvar el comandante asesinado.

¿Qué pasó, medita el contrito, con estos acontecimientos?

Y no se dice la verdad pero se cubre con papel esta desdicha de metal. Recién se abría el derrotero y cuando llegó la derrota fue como un hacha que cayó en la cisterna del silencio.

Bolivia volvió a su rencor, a sus oxidados gorilas, a su miseria intransigente, y como brujos asustados los sargentos de la deshonra, los generalitos del crimen, escondieron con efi ciencia el cadáver del guerrillero como si el muerto los quemara.

La selva amarga se tragó los movimientos, los caminos, y donde pasaron los pies de la milicia exterminada hoy las lianas aconsejaron una voz verde de raíces y el ciervo salvaje volvió al follaje sin estampidos.

ZAMBA AL “CHE”

Víctor Jara (Chile)

Vengo cantando esta zambacon redoble libertariomataron al guerrilleroChe Comandante Guevara.Selvas, pampas y montañaspatria o muerte su destino[…]San Ernesto de La Higuerale llaman los campesinosselvas, pampas y montañaspatria o muerte su destino.

Page 94: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

94 Edición extraordinaria-octubre 2017

DONDE NUNCA JAMÁS SE LO IMAGINAN

Eliseo Diego (Cuba) Entonces ya es seguro que estás muerto No volveremos otra vez a verte Jugar con el aliento de los hartos Al escribir como al desgano: che, Sobre el dinero Entre leyendas Viniste brevemente a nuestro díaPara después marcharte entre leyendas. Cruzabas en la sombra, rápido Filo sediento de relámpago, Y el miedo iba a tronar donde no estabas. Luego, es verdad, la boina seria Y el tabaco risueño, nos creímos -y tú sabrás, si cabe perdonarlo–que te quedabas ya para semilla de cosas y de años. Hoy nos dicen Que estás muerto de veras, que te tienen Por fi n donde querían. Se equivocan Más que nosotros fi gurándose Que eres un torso de absoluto mármol Quieto en la historia, donde todos Puedan hallarte. Cuando tú No fuiste nunca sino el fuego, Sino la luz, el aire, Sino la libertad americana Soplando donde quiere, donde nunca Jamás se lo imaginan, Che Guevara.

CHE 1997

Mario Benedetti (Uruguay)

Lo han cubierto de afi ches de pancartasde voces en los murosde agravios retroactivosde honores a destiempo

Lo han transformado en pieza de consumoen memoria trivialen ayer sin retornoen rabia embalsamada

han decidido usarlo como epílogocomo última thule de la inocencia vanacomo añejo arquetipo de santo o Satanás

Y quizás han resuelto que la única formaDe desprenderse de élO dejarlo al gareteEs vaciarlo de lumbreConvertirlo en un héroeDe mármol o de yesoY por lo tanto inmóvilO mejor como mitoO silueta o fantasmaDel pasado pisado.

ERNESTO GUEVARA, TÚ

Carilda OIiver Labra (Cuba)

La vicuña, el ventisquerote vieron nacer total;argentino vertical,Don Quijote, guerrillero.No te importaba el dinero.La libertad era el aguapara tu sed: Aconcaguade América y su indio triste,(¡Ay, cuántas veces tosisteen un bohío de yagua!)

Saben el Plata y la Sierra,saben la Pampa y el Chaco,sabe el tango que machaco con el son y hago tu tierra,que establecías la guerracontra el mal y el poderoso.Tigre perfecto en acosode tiranos y bandidospor salvar pobres y nidosgastabas vena y reposo.[…]

Page 95: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

95Edición extraordinaria-octubre 2017

ANTE EL RETRATO DE GUEVARA YACENTE

Cintio Vitier (Cuba)

Derrumbado en el hierro de la muertepor el plomo que fuiste a procurarteen la lucha feroz, no está inerteni está fuera de ti el rudo arte

de atacar con lo débil a lo fuerte:arqueado el torso roto, el rostro apartede la sombra que quiere conocerte,parece que ya vas a incorporarte

otra vez al fragor de la batalla,lleno de luz el pecho, grave el ojode gaucho que a la muerte pone a raya

y que otra vez ceñido, el cinto fl ojode tu ropa viril por la metralla pasas triunfando al fi n de tu despojo.

SANGRE Y ROCÍO

Thiago de Mello (Brasil)

Cuando oí la noticiaprimero fue aquel tropezón sordoen las profundidades del pecho y del plexomordiendo la sal de la sangre, desplazando el sol de los cartílagos.

Después recogí con rabia la lágrimaque, más que el rostro, me quemaba la vida.Una brasa de amor, baluartedel corazón, me enseñó:no voy a llorar. Pero sollocéen el llanto macho de hombre.Quedé mirando largamentetu retrato, tu caraen el periódico extranjero;fue cuando, de repente, descubríque nosotros, los hombres, somos descendientes de pájaro[…]Porque tú, comandante de la esperanza,hermano eres de los hombres de este mundo,hermano eres de los que quieren compartir,hermano de los que cayeron contigo,antes y después de ti,en la construcción de la vida verdadera,hermano de un niño que acaba de naceren el suelo sufrido de mi infancia.Sobre todo hermano del hombreque está naciendo, ahora,dentro del hombre. […]

LA LLAVE DEL COMANDANTE

Evgueni Evtushenko (Rusia)

Nuestros caballos caminan hacia la HigueraEl abismo, a la derecha; a la izquierda, el abismo.Pensar en ti, Comandante, no es una carga ligera.Dentro de mi hay silencio muy parecido al sismo.Por aquí, para los guerrilleros no hay monumentos.Sus monumentos son las rocas con las caras cansadas, humanas.[…]

Page 96: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

96 Edición extraordinaria-octubre 2017

EPITAFIO PARA LLEVAR AL HOMBRE

David Fernández Chericián (Cuba)

Que se haga de tu sangre testaruda la concienciadel mundoque reciban pedazos de tu muerte en las espaldaslos que quedan atrás.Eres lo que quisiste ser: un hombre muerto, un árbol.Serás la muerte como fuiste la vida.No te vas a perder: descansa en guerra.

LA BATALLA DEL IDEALISTA

Ernesto Sábato (Argentina)

Claro que hay crisis de ideología, pero nunca podrá haber crisis de ideales. Ernesto Guevara no murió por una ideología, sino por un ideal; no por una simple elevación materialista. Para mí, y creo que para millones de seres humanos que ignoran el materialismo dialéctico, y, sobre todo, para tanto muchacho que lloró por su asesinato, murió por un ideal infi nitamente más valioso que una ideología: por el ideal de un NUEVO HOMBRE.

NO VIVEN…

Luis Cardoza y Aragón (Guatemala)

[…]Cuando alguna vez los arcángeles nos visitan, no los reconocemos. Sabemos de su naturaleza cuando han partido. Mientras estuvieron con nosotros, su presencia fue admirable, nimbados por el fulgor del héroe. Pero en aquel joven maravilloso –rayo y relápago–, no intuimos que saltara con tanta agilidad de la vida a la leyenda y a la vida. Es Che es el sueño de la juventud de América. Y la verdad más profunda de esa juventud. Estaba cargado de destino. Cargado de historia. Pensamiento, pureza, acción y voluntad soberana. Su existencia de genio intrépido aparece hoy como más suprema. No lo disipa la leyenda: aquel hombre es una realidad de la lucha de nuestros días. No se esfuma como un iluminado que solo balbuceó su grandeza: vivió cabalmente y renació cabalmente.

Page 97: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

97Edición extraordinaria-octubre 2017

VERSIÓN DEL GUERRILLERO

Omar González (Cuba)

Volverá,lo conozco.Como el pedazo de una estrellavolverá.Nunca en su estirpeha muerto para siempre un hombre.

EL GRAN RELINCHO

León Felipe (España)

The most beautiful neigh of the world La gente suele decir, los americanos, los norte-americanos suelen decir: León-Felipe es un “Don Quijote”. No tanto, gentlemen, no tanto. Sostengo, al héroe nada más... y sí, puedo decir... y me gusta decir: que yo soy Rocinante.

No soy el héroe, pero le llevo sobre el magro espinazo de mis huesos…y le oigo respirar ... y he aprendido a respirar con él... y a injuriar y a blasfemar y a maldecir y a relinchar. A mí me gusta mucho relinchar. “¡Oh, hi-de-putas!... estos malos encantadores que me persiguen”

¿Cómo es aquel relincho, americanos? Aquel que empieza: ¡Justí-í-í-í-cia!! Aquí el acento cae sobre la ímuy agudo y sostenidocomo un vibrante y estridente cornetín: ¡Jus-tí-í-í-í-cia!! ¡Qué bonito relincho!

A Rocinante le gusta mucho relinchar. Y a mí también me gusta mucho relinchar. Tenéis que aprender, americanos. Venid. Vamos a relinchar ahora, ahora mismo todos juntos, desde el capitolio de Washington... fuerte, fuerte, Fuerte... hasta que el relincho llegue a Vietnam y lo oigan todos los vietnamitas, y a Cuba también y lo oigan todos los cubanos, como el cornetín de la gran victoria universal, hasta que lo oigan los hombres todos de la tierra como el cese defi nitivo de todas las hostilidades del planeta. ¡Justí-í-í-í-cia!¡Oh, qué hermoso relincho! The most beautiful neigh of the world.

PERO

Luis Rogelio Nogueras

Cayó PERO no es defi nitivo(Se oyen pasos de regreso por donde él se fue)La muerte lo quiso oscurecer PERO él eraaltísimo y de piedraLo amarraron aquí PERO él estaba remotoLo amarraron muy lejos PERO, él estaba aquíLo enterraron PERO él era raízLo amurallaron PERO él era agua y se fi ltróLo querían, con nombre y apellidoPERO él se volvió nombre de pila y se fundióen nosotrosLo querían conjugar PERO él era intransitivoLo mataron exhaustoLo creyeron vencidoLo querían soloPERO él renacerá en breve convertido en todosLo creen dormido PERO él vela sus armasSu vida murióPERO él Che venció la muerte

Page 98: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

98 Edición extraordinaria-octubre 2017

CHE

Julio Cortázar (Argentina) Yo tuve un hermano. No nos vinos nunca pero no importaba. Yo tuve un hermano que iba por los montes mientras yo dormía.

Lo quise a mi modo, le tomé su voz libre como el agua, caminé de a ratos cerca de su sombra.

No nos vimos nunca pero no importaba; mi hermano despierto mientras yo dormía.

mi hermano mostrándomedetrás de la noche su estrella elegida.

CANCIÓN ANTIGUA A CHE GUEVARA

“Sans peur et sans reproche...”

Mirta Aguirre (Cuba)

-¿Dónde estás, caballero Bayardo,caballero sin miedo y sin tacha?-En el viento, señora, en la rachaque aciclona la llama en que ardo.- ¿Dónde estás, caballero gallardo, caballero sin tacha y sin miedo?-En la fl or que a mi vida concedo:en el cardo, señora, en el cardo.-¿Dónde estás, caballero seguro,caballero del cierto destino?-Con la espada aclarando caminoal futuro, señora, al futuro.-¿Dónde estás, caballero el más puro,caballero el mejor caballero?- Encendiendo el hachón guerrilleroen lo oscuro, señora, en lo oscuro.-¿Dónde estás, caballero el más fuerte,caballero del alba encendida?-En la sangre, en el polvo, en la herida,en la muerte, señora, en la muerte.-¿Dónde estás, caballero ya inerte,caballero ya inmóvil y andante?-En aquel que haga suyo mi guantey mi suerte, señora, mi suerte.-¿Dónde estás, caballero de gloria,caballero entre tantos primero?-Hecho saga en la muerte que muero:hecho historia, señora, hecho historia.

Fuente: Cien poemas al Che, Uneac 2012

Page 99: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

GONZALO LÓPEZ

Page 100: octubre de 2017 EDICIÓN EXTRAORDINARIAbohemia.cu/wp-content/uploads/2017/09/Edicion-especial-Che.pdf · 4 Edición extraordinaria-octubre 2017 F ue un día del mes de julio o agosto

ARCHIVO BOHEMIA