obituario #32

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Obituario - N.32 - Freddie Mercury.

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Page 1: OBITUARIO #32
Page 2: OBITUARIO #32
Page 3: OBITUARIO #32

Freddie Mercury

1946-1991

Page 4: OBITUARIO #32

Añeta Martin

Page 5: OBITUARIO #32

LOS HIJOS DE MERCURIO

Cuando los integrantes de una banda armada emiten

sus comunicados ocultando su rostro tras un bigote de

pega y una aparatosa dentadura postiza en lugar de

un pasamontañas, es que la cosa va en serio. Ten por

seguro que cuando un grupo terrorista te amenaza

ataviado con una camiseta de tirantes en lugar de con

un chaleco atestado de munición y granadas, es que

no están para hostias.

Se hacen llamar Los hijos de Mercurio, pero ni

adoran al planeta más próximo al sol ni son adictos al

metal líquido. Adoptan su nombre en un poco acertado

homenaje a Freddie Mercury, del que se declaran fans

incondicionales. Tal y como suelen reivindicar las

pintadas que de vez en cuando aparecen en los muros

de los callejones, los terroristas también tienen

derecho a tener buen gusto musical. Lo curioso de Los

hijos de Mercurio es que sus demandas llaman tanto

la atención como su estética. No piden pagos en

metálico con billetes usados y no consecutivos, ni

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Page 6: OBITUARIO #32

exigen la independencia de una región ni el

reconocimiento oficial de algún culto estrambótico. No.

A veces tan sólo quieren que la vida tenga un hilo

musical de Queen por decreto ley. Por ejemplo, hace

dos meses exigieron que en las primeras citas se

recite en voz alta la letra de la canción Under

pressure, antes siquiera de saludarse y plantarse un

beso en la mejilla. Que en los convites de las bodas

tan sólo pueda sonar Too much love will kill you. Que

los domingos en los que se tenga que hacer limpieza

domestica la programación televisiva se reduzca a un

bucle eterno del videoclip de I want to break free. Que

en los acuerdos de divorcio una orquestra sinfónica

interprete ininterrumpidamente I want it all. Y que en

los tanatorios el sistema de megafonía emita una

versión remasterizada de Don't stop me now. El mes

pasado, en cambio, se olvidaron de todo eso y

pidieron un peregrinaje masivo y anual a Wembley. Y

este mes no han pedido nada de nada. En el último

video que mandaron a la prensa tan sólo se les puede

ver bebiendo cerveza y bailando prácticamente fuera

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Page 7: OBITUARIO #32

de plano, y sin ni siquiera mirar a cámara, casi como

si se hubieran dejado el aparato encendido por

accidente. Hay muchas teorías sobre la identidad de

Los hijos de Mercurio, que van desde que son iluminati

urdiendo un plan maestro para establecer las bases de

un nuevo orden mundial, a que sencillamente se trata

de un grupo de amigotes que una vez al mes se

emborrachan mientras escuchan a su grupo favorito

hasta el amanecer, y que aprovechan el tiempo

muerto hasta que les traen la comida china o las

pizzas que han pedido para cenar haciendo el cabra

delante de una cámara de video. Y aunque se definen

así mismo como una organización criminal, de

momento no se les atribuye ni una mísera pedrada a

un escaparate. Ninguna papelera ha ardido por su

causa. Es que ni siquiera han reivindicado la autoría

de una llamada furtiva a los interfonos de un bloque de

edificios a altas horas de la madrugada. Pero, sin

duda, el hecho diferencial con otros grupos terroristas

es que los hijos de Mercurio dominan como nadie el

arte de la incógnita. Justo después de hacer sus

--

Page 8: OBITUARIO #32

curiosas demandas, se acercan a la cámara con paso

tambaleante y balancean el puño hacia delante y

hacía atrás, mostrando un primer plano de los nudillos,

y dicen: «y si no…». Y ahí terminan siempre sus

comunicados. Como no concretan las repercusiones

de no obedecerles han instalado un clima de

inseguridad brutal entre la ciudadanía. La inexactitud

de sus amenazas hace que todo el mundo se ponga

en plan catastrófico, y ya sabemos que el miedo a lo

desconocido es mucho peor que la certeza de lo

terrible. Las manifestaciones y las cadenas humanas

rodeando ayuntamientos no se hicieron esperar, y

fueron en aumento a cada nuevo comunicado. Por

ello, y para evitar una inminente escalada de disturbios

a nivel nacional, los principales partidos políticos se

han visto obligados a unirse en un frente común sin

precedentes que trasciende ideologías e intereses

particulares. El gobierno ha decidido contentar a estos

lunáticos antes de que hagan una tontería. El

mismísimo ministro de interior ofreció una rueda de

prensa advirtiendo de que en los videos analizados se

-

Page 9: OBITUARIO #32

podía apreciar que esa gente no se depilaba el pecho,

por lo que los criminólogos y psicólogos habían

determinado que eso era una clara señal de su nulo

apego a la sociedad y a los valores occidentales. Así

que no iban a correr riesgos innecesarios. Y esto es

básicamente lo que hay. Que no te extrañe si durante

los próximos días recibes en tu domicilio la visita de un

técnico que te trucará el televisor para que este

domingo no puedas bajarle el volumen ni apagarlo. Es

posible que también compruebe que la aspiradora te

funcione correctamente, y que te deje una partitura y

un folleto con los pasos de la coreografía que deberás

memorizar e interpretar. No sería nada raro que te

preguntara qué número de pie calzas mientras busca

el par de tacones que deberás usar para limpiar el

salón y sacar el polvo del recibidor. Y ten en

cuentaque por mucho que le pongas caras raras a ese

pobre funcionario, éste tan sólo se podrá encoger de

hombros y decirte que es mejor prevenir que curar.

Xavi Lázaro

Page 10: OBITUARIO #32

Kosta

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EN TU DEFENSA

A kind of magic

Cuando Míchel me propuso amablemente que

escribiese un texto para Obituario, me sugirió que

podría hacerlo sobre los prominentes dientes de

Freddie Mercury, algo muy apropiado en mi caso

puesto que me gano la vida como sacamuelas. Pero

como soy un sentimental irrecuperable, he preferido

hablar de los recuerdos que tengo de Freddie, y

además centrarme en el día de su muerte, algo

también de lo más apropiado para una revista como

esta.

Love of my life

Es de justicia decir que mi fanática afición por Queen y

Freddie Mercury se debe sobre todo a mi padre, o más

bien a un disco de grandes éxitos de la banda que el

hombre compró durante mi adolescencia y del que yo

no tardé en apropiarme sin consideración alguna. Con

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Page 12: OBITUARIO #32

cierta nostalgia, me veo en esa ya lejana época

escuchando una y otra vez aquellas asombrosas

canciones, maravillándome con ellas, tarareándolas

obsesivamente, jurándoles amor inmortal y tratando de

conseguir por cualquier medio todo lo que hubiera

publicado aquel extraordinario e inclasificable grupo de

música. Inclasificable porque su estilo variaba no sólo

de un disco a otro, sino incluso dentro de cada álbum.

Como decía Freddie, la música de Queen era la suma

de cuatro proyectos diferentes. De cuatro músicos

prodigiosos, añado yo.

These are the days of our lives

Una música que me ha acompañado desde entonces

en mi rutina diaria. Supongo que se debe a mi

condición de fan histérico, pero descubrí que existen

canciones de Queen adecuadas para cada ocasión de

la vida. De hecho, han sido auténticas protagonistas

en algún momento destacado de mi existencia: me

sirvieron, por ejemplo, para ligar con la que sería mi

-

Page 13: OBITUARIO #32

primera novia, a la que grabé una cinta con temas de

Queen escogidos por mí que le encantó. Sin embargo,

ni toda la discografía de Queen pudo evitar que

aquella chica me dejara años después, pero esa es

otra historia.

Who wants to live forever

En 1991, después de la publicación de Innuendo,

llegaron hasta mí los rumores sobre los problemas de

salud de Mercury, las fotos robadas en las que se le

veía demacrado mientras paseaba por la calle, las

señales de que algo malo estaba ocurriendo y que me

negaba a creer. Y un triste día de noviembre me di de

bruces con la noticia nada más llegar a clase: aquel

tipo genial ya no estaba entre nosotros. Como por

entonces ya hacía tiempo que era un fiel devoto de su

música, recuerdo que recibí el pésame de algún

amigo, y no era para menos: mentiría miserablemente

si dijera que la muerte de Freddie no me afectó.

Mentiría incluso si dijera que la he superado.

Page 14: OBITUARIO #32

The show must go on

Veinticuatro años han pasado ya desde aquella

fatídica fecha, y la recuerdo como si hubiera sido ayer.

Y no es porque tenga buena memoria (que también),

sino porque el tiempo pasa, las vivencias suelen ser

efímeras, las personas con las que uno se relaciona

van y vienen, casi todo termina... salvo algunas de

esas personas, o la huella que dejan. Una sensación

que no sólo no se borra, sino que incluso se refuerza

con el paso de los años. Y eso hace que no

desaparezcan jamás.

God save the Queen

Dejando aparte la exagerada explotación a la que se

ha sometido, en mi opinión, la herencia musical de

Freddie Mercury, hoy me sigo emocionando con las

canciones de Queen igual o más que las primeras

veces en que las escuché, hace la tira de tiempo. Me

siguen levantando el ánimo, me siguen sacando una

sonrisa cuando estoy en un atasco camino del trabajo,

-

Page 15: OBITUARIO #32

me hacen cantar desafinando a voz en grito, van

siempre conmigo y nunca fallan. Esto es alta fidelidad,

desde luego.

Freddie, en tu defensa puedo decir que eres eterno.

Ahí es nada.

Pedro Núñez Díaz

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EL GRAN REY RATA

El gran rey Rata

vive por su propia cuenta,

en su defensa

alega que el amor mata.

No le importa rogar o robar,

es hombre ansioso

que lo quiere todo;

esperando que algo caiga del cielo.

El gran rey Rata

desenreda rápido su vendaje

y teje con sólo una aguja

su herida.

No quiere su libertad

si tiene el corazón roto.

Page 17: OBITUARIO #32

El gran rey Rata

lleva su equipaje igual que todos.

y no puede tirarlo.

Tiene su camino y debe llevarlo.

El gran rey Rata

es un prisma,

caleidoscopio de sí mismo,

su propia obra.

Lucha contra la muerte

y se sirve de ella.

¡Vaya cosa la inspiración!

¿Cómo vivir de algo que no llega todos los días?

El rey Rata sabía cómo,

sabía dónde estaría mañana.

Diego Mercado Villarroel

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Lola Marín

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LAS CENIZAS DE MERCURY

Nadie sabe qué hizo Mary Austin con las cenizas de

Freddie Mercury, si sigue teniéndolas después de

todos estos años a buen recaudo en la mansión que

heredó del cantante o si las esparció en algún lugar

significativo. Mercury siempre dijo que él en realidad

era un hombre muy tímido que se transformaba en

otro en el escenario. No es extraño, por tanto, que

para su despedida eligiera la discreción. Aunque

tampoco habría sido un mal adiós si, en el concierto

de homenaje celebrado en Wembley meses después

de su muerte, las cenizas del genial cantante hubieran

sido arrojadas a los rostros del expectante público.

Gabriel Noguera

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MERCURIO

Dios ya no salva a la reina,

lo hace el rock n’roll.

Mercurio marca la temperatura

de los demás planetas,

como hecho (indiscutible) en el cielo.

Siempre buscando alguien a quien amar,

una princesa del universo, que grite

y nadie le pare ahora

ni nunca.

El himno de los seguidores

de esta vieja monarquía

es el trueno,

—por cortesía de Dios—

el otro que muerde el polvo

mientras el resto se declaran

campeones.

Page 21: OBITUARIO #32

Mientras un muchacho de instituto

se tumba en su puf barato

y escucha,

a quien antes era

una sonrisa.

Él se queda dormido,

pero el show

debe continuar .

Daniel Baudot

Page 22: OBITUARIO #32

«Siempre supe que era una estrella. Y ahora parece

que el mundo está de acuerdo conmigo».

Freddie Mercury

Page 23: OBITUARIO #32

COLABORADORES

Daniel Baudot

Kosta

Xavi Lázaro

Lola Marín

Añeta Martin

Diego Mercado Villarroel

Gabriel Noguera

Pedro Núñez Díaz

DIRECCIÓN

Sonia Marpez

Gabriel Noguera

DISEÑO

Sonia Marpez

Obituario N.32 – Freddie Mercury

Publicado el 24 de noviembre de 2015

obituariomag.blogspot.com

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