o diálogo raimón:,la canción viva · llamado canción de protesta. yo, ver daderamente, de cara...

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Por José Estrada raimón:, la canción viva diálogo JE -Raimón: ¿fue primero poeta o fue cantante? R -Bueno, como vicio, desde los quin- ce años escribía mis cosas, esas cosas que no se acaban nunca, a página. De esas líneas que se pueden llamar poesía, muy mala por Y ca publiqué nada. Despues mtente la canción-poema; desde entonces, para la canción reunió gran parte de lo 'que entendemos por poesía y una dimensión nueva que era la voz hu- mana y la música en función del concepto. JE -¿ Crees haber llegado a la música, no por ella misma, sino valiéndote de ella para difundir a mayor escala tus letras? R -Es un poco complicado. La can- ción es una unidad inseparable; es decir, donde la música y la palabra alcanzan una misma importancia junto con la interpretación en la voz humana; no es que sea un mero me- dio en función de, pero con unas leyes distintas a las de la música pura. Por decirlo de alguna manera, está sirviendo en cierto modo al concep- to, convirtiendo en sensorial lo que en la letra era puramente conceptual. Ahora, no quiere decir esto que la música sea un simple medio, es tan importante dentro de la canción co- mo la letra. Música, letra y voz, en dimensiones iguales, forman una es- pecie de trinidad inseparable. JE -Está en boga el término "de pro- testa"; así hemos visto aparecer can- tantes, obras de teatro, hasta los ya convencionales distintivos que, por- tados en la solapa de un casimir in- glés, protestan contra !a guerra, con- tra las personalidades o contra la historia, ¿te consideras tú, cantante de protesta? R -No, yo creo que la canción no se limita a la mera protesta; creo que es mucho más amplia. Además, te- nemos que ver cómo se ha usado este término "de protesta". En países co- mo Estados Unidos e incluso en Eu- ropa, ha sido un tipo de canción que muchas veces no llega ni a la pro- testa; es decir, se queda en un frac- cionismo bastante claro; que ha salido del terreno sentimenta!oide, del "te quiero y me quieres", "dame la mano, no me la des", esas histo- rias, pero no ha llegado .tampoco a una calidad de canción en muchos casos; en otros, lo que se nos ha pa- sado por protesta eran simplemente canciones americanas que estaban hechas como Protest songs, de ca- ra a la guerra de Vietnam, que es un hecho concreto; entonces, esta canción sí es propiamente de protes- ta. Yo, por ejemplo, en el 63 ya ha- cía ese tipo de canciones y a nadie se le ocurría llamarle canción de pro- testa, no existía la etiqueta; en Fran- cia Georges Brait, Georges Brassens, Léon Ferré, Jean Ferré, son gente que está cantando desde hace 10, 12 o 15 años cuando la tal etiqueta no existía; en los mismos Estados Uni- dos, todo blues country, etc., etc., to- do esto, tampoco se ha llamado nun- ca de protesta y tiene una fuerza y muchas veces una virulencia mucho más fuerte que lo que después se ha llamado canción de protesta. Yo, ver- daderamente, de cara a la canción, como de cara a tantas otras cosas, no me fío de las etiquetas; creo que la canción puede ser tan amplia en su temática como cualquier otra ma- nifestación artística, y creo que la vida del hombre es tan compleja co- mo para no limitarse ni a una mera protesta ni a un lirismo puramente solitario. JE -¿ Ninguna de tus canciones está apegada a un tópico determinado? R -No, yo creo que no; mira, mis can- ciones básicamente son resúmenes de vivencias, deseos de aquello que que- remos, lo que no queremos y sobre todo con una gran conexión con la realidad del país en el cual yo vivo; es decir, el hecho mismo de que es- tán escritas en una lengua no oficial en España, es decir, una lengua tan antigua y con una tradición tan fuer- te como la española, que es el cata- lán, ya te da a entender que si más no se hubiera intentado un tópico, bási- camente lo aue se intenta es una ab- soluta sinceridad, una autenticidad con aquello que se está haciendo y, al mismo tiempo, un no desconectarse de la realidad de donde se está viviendo. JE -¿ Qué sentido tiene el cantar en un idioma no oficial para la España, y para nosotros desde luego desconoci- do, de difícil entendimiento? R -Difícil entendimiento, no, porque en definitiva es un idioma latino co- mo el italiano o el francés. El cata- lán, el valenciano, es una variante de catalán, como podríamos decir el mexicano es una variante del espa- ñol, O UDa varian. te del.español sí, el valeJlCJ8DO '" con fóD6tic:a distinta. yo creo eDtre YOIOtros distingui: réis euandQ' ua-Ieiior es de Venezue. la, cuando es de Cuba Y cuando el de México, babJaDdó siempre la mis- ma lengua, COID lJOIOtI'oI ocurre en el catalán; la dimeosi6n es mucho más reducida porque en total lo hablamos unos ocho millones. Ahora bien, el hecho de cantar en un país en las circunstancias bajo las cuales estamos nosotros, en'una lengua no oficial, con· una tradición cultural bastante desconocida, por un hecho a escala mundial que es el hecho de las culo turas minoritarias, es decir, si como dice Gardí, el hombre se inserta en la historia a través de una cultura, también la cultura dada es la cultuJ1 en lengua catalana; ahora, yo me encuentro con el problema de que son 7 u 8 millones de personas que solamente entienden, ¿ esto es motivo suficiente como para aban.donar esa cultura? ¿es motivo suficiente como para dejarla atrás y hacer todo un esfuerzo de asimilación a otra cultu· ra?; en este caso, bien podría ser la cultura que se conoce por española. En 'las dimensiones de la Península no hay ninguna necesidad, si quere· mos una cultura mayoritaria, pue; yo me tendría que asimilar a la culo tura inglesa, o me tendría que asimi· lar, me parece que por ejemplo, a los chinos que son' 700 millones que e; mucho más grande ¿ no? El proble. ma se plantea en estos ténninos: si hay que eliminar a las minorías culo turales o hay que dejarles su vida normal. JE -Sé que has en Cuba en el festival de la canci6n de protesta ¿No sientes que para mayor facilidad en la comunicaci6n de letras tan impor· tantes como las que cantas valdría la pena esta concesi6n? ¿U tiJizar la leng-ua española? R -Sí, pero es que no es una conce· si6n; es decir, yo, en mi lengua, no tengo problema de lengua; donde eJ problema se me crearla es en u?a lengua distinta de la mía; es deor. no es lo mismo hablar una lengua que crear en esa lengua. Si le pi. des a un escritor francés que te cree en lengua española porque viene a Latinoamérica, parece un poco ah- surdo. Creo que hay mil sistemas en el mundo actualmente para enten· demos, y yo cada vez que canto in· tento que haya folletos con instrucciones a los lados, y al nusm o tiempo, hago un pequeño resumen de la canci6n en la lengua del país don· de estoy cada vez que canto, que es un modo de darles ya una base de en· tendimiento; luego, está el. problema de la forma artística y más en el te· rreno de la canci6n.o en el ten: no de la poesía donde la sílaba va lIga: da a la nota, donde hay unas leye: distintas en cada lengua para la c!C3·

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Page 1: O diálogo raimón:,la canción viva · llamado canción de protesta. Yo, ver daderamente, de cara a la canción, como de cara a tantas otras cosas, no me fío de las etiquetas; creo

Por José Estrada

raimón:, la canción viva

diálogo

JE -Raimón: ¿fue primero poeta o fuecantante?

R -Bueno, como vicio, desde los quin­ce años escribía mis cosas, esas cosasque no se acaban nunca, a página.De esas líneas que se pueden llamarpoesía, muy mala por cie,rt~. Y n~n­ca publiqué nada. Despues mtente lacanción-poema; desde entonces, paramí la canción reunió gran parte delo 'que entendemos por poesía y unadimensión nueva que era la voz hu­mana y la música en función delconcepto.

JE -¿ Crees haber llegado a la música,no por ella misma, sino valiéndote deella para difundir a mayor escala tusletras?

R -Es un poco complicado. La can­ción es una unidad inseparable; esdecir, donde la música y la palabraalcanzan una misma importanciajunto con la interpretación en la vozhumana; no es que sea un mero me­dio en función de, pero sí con unasleyes distintas a las de la música pura.Por decirlo de alguna manera, estásirviendo en cierto modo al concep­to, convirtiendo en sensorial lo queen la letra era puramente conceptual.Ahora, no quiere decir esto que lamúsica sea un simple medio, es tanimportante dentro de la canción co­mo la letra. Música, letra y voz, endimensiones iguales, forman una es­pecie de trinidad inseparable.

JE -Está en boga el término "de pro­testa"; así hemos visto aparecer can­tantes, obras de teatro, hasta los yaconvencionales distintivos que, por­tados en la solapa de un casimir in­glés, protestan contra !a guerra, con­tra las personalidades o contra lahistoria, ¿ te consideras tú, cantantede protesta?

R -No, yo creo que la canción no selimita a la mera protesta; creo quees mucho más amplia. Además, te­nemos que ver cómo se ha usado estetérmino "de protesta". En países co­mo Estados Unidos e incluso en Eu­ropa, ha sido un tipo de canción quemuchas veces no llega ni a la pro­testa; es decir, se queda en un frac­cionismo bastante claro; sí que hasalido del terreno sentimenta!oide,del "te quiero y me quieres", "damela mano, no me la des", esas histo­rias, pero no ha llegado .tampocoa una calidad de canción en muchoscasos; en otros, lo que se nos ha pa-

sado por protesta eran simplementecanciones americanas que estabanhechas como Protest songs, de ca­ra a la guerra de Vietnam, que esun hecho concreto; entonces, estacanción sí es propiamente de protes­ta. Yo, por ejemplo, en el 63 ya ha­cía ese tipo de canciones y a nadiese le ocurría llamarle canción de pro­testa, no existía la etiqueta; en Fran­cia Georges Brait, Georges Brassens,Léon Ferré, Jean Ferré, son genteque está cantando desde hace 10, 12o 15 años cuando la tal etiqueta noexistía; en los mismos Estados Uni­dos, todo blues country, etc., etc., to­do esto, tampoco se ha llamado nun­ca de protesta y tiene una fuerza ymuchas veces una virulencia muchomás fuerte que lo que después se hallamado canción de protesta. Yo, ver­daderamente, de cara a la canción,como de cara a tantas otras cosas,no me fío de las etiquetas; creo quela canción puede ser tan amplia ensu temática como cualquier otra ma­nifestación artística, y creo que lavida del hombre es tan compleja co­mo para no limitarse ni a una meraprotesta ni a un lirismo puramentesolitario.

JE -¿Ninguna de tus canciones estáapegada a un tópico determinado?

R -No, yo creo que no; mira, mis can­ciones básicamente son resúmenes devivencias, deseos de aquello que que­remos, lo que no queremos y sobretodo con una gran conexión con larealidad del país en el cual yo vivo;es decir, el hecho mismo de que es­tán escritas en una lengua no oficialen España, es decir, una lengua tanantigua y con una tradición tan fuer­te como la española, que es el cata­lán, ya te da a entender que si más nose hubiera intentado un tópico, bási­camente lo aue se intenta es una ab­soluta sinceridad, una autenticidadcon aquello que se está haciendo y, almismo tiempo, un no desconectarse dela realidad de donde se está viviendo.

JE -¿ Qué sentido tiene el cantar en unidioma no oficial para la España, ypara nosotros desde luego desconoci­do, de difícil entendimiento?

R -Difícil entendimiento, no, porqueen definitiva es un idioma latino co­mo el italiano o el francés. El cata­lán, el valenciano, es una variantede catalán, como podríamos decir elmexicano es una variante del espa-

ñol, Oe1:~_ UDa varian.te del.español ~laJlO; sí, elvaleJlCJ8DO '" con fóD6tic:a distinta.yo creo q~ eDtre YOIOtros distingui:réis euandQ' ua-Ieiior es de Venezue.la, cuando es de Cuba Y cuando el

de México, babJaDdó siempre la mis­ma lengua, COID lJOIOtI'oI ocurre en elcatalán; la dimeosi6n es mucho másreducida porque en total lo hablamosunos ocho millones. Ahora bien, elhecho de cantar en un país en lascircunstancias bajo las cuales estamosnosotros, en'una lengua no oficial,con· una tradición cultural bastantedesconocida, por un hecho a escalamundial que es el hecho de las culoturas minoritarias, es decir, si comodice Gardí, el hombre se inserta enla historia a través de una cultura,también la cultura dada es la cultuJ1en lengua catalana; ahora, yo meencuentro con el problema de queson 7 u 8 millones de personas quesolamente entienden, ¿esto es motivosuficiente como para aban.donar esacultura? ¿es motivo suficiente comopara dejarla atrás y hacer todo unesfuerzo de asimilación a otra cultu·ra?; en este caso, bien podría ser lacultura que se conoce por española.En 'las dimensiones de la Penínsulano hay ninguna necesidad, si quere·mos una cultura mayoritaria, pue;

yo me tendría que asimilar a la culotura inglesa, o me tendría que asimi·lar, me parece que por ejemplo, a loschinos que son' 700 millones que e;

mucho más grande ¿no? El proble.ma se plantea en estos ténninos: sihay que eliminar a las minorías culoturales o hay que dejarles su vidanormal.

JE -Sé que has es~o en Cuba en elfestival de la canci6n de protesta ¿Nosientes que para mayor facilidad enla comunicaci6n de letras tan impor·tantes como las que cantas valdríala pena esta concesi6n? ¿UtiJizar laleng-ua española?

R -Sí, pero es que no es una conce·si6n; es decir, yo, en mi lengua, notengo problema de lengua; donde eJproblema se me crearla es en u?alengua distinta de la mía; es deor.no es lo mismo hablar una lenguaque crear en esa lengua. Si tú le pi.des a un escritor francés que te creeen lengua española porque viene aLatinoamérica, parece un poco ah­surdo. Creo que hay mil sistemas enel mundo actualmente para enten·demos, y yo cada vez que canto in·tento que haya folletos con ~n¡¡¡

instrucciones a los lados, y al nusmo

tiempo, hago un pequeño resumen dela canci6n en la lengua del país don·de estoy cada vez que canto, que esun modo de darles ya una base de en·tendimiento; luego, está el. problemade la forma artística y más en el te·rreno de la canci6n.o en el ten:no

de la poesía donde la sílaba va lIga:da a la nota, donde hay unas leye:distintas en cada lengua para la c!C3·

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El IV premio Alfaguara, que anteriormente ya han recibido Jesús Tor­bado, Manuel Vicent y Héctor Vázquez Azpiri, fue concedido recien­temente a Daniel Sueiro por su novela Corte de corteza. Los miembrosdel jurado fueron José Arozamena, Fernando Lázaro Carreter, EnriqueLlovet, José María Martínez Chachero y Ricardo Sanabre. En esta oca­sión el premio Alfaguara conmemoraba el XCVI Aniversario del naci-

o miento de Pío Baroja.

turalmente que es minoritario; bue­no, también los suecos son minorita­rios, los noruegos son minoritarios,los daneses, los holandeses y no hayproblema, continúan empleando sulengua para la literatura y para to­do; eso sí, que supone una menordifusión a o escala mundial porque,claro, si quieres una difusión inmen­sa a escala mundial habla en inglés oen chino. Ahora éste es otro proble­ma completamente distinto porque nocreo que uno puede cambiar de len­g~a como se puede cambiar de ca­nusa.

JE -La persecución que en España su­pongo has sufrido, ¿se ha debido aluso de la lengua o a lo que con lalengua dices?

R -Mira, allá hay una censura fuertepara todo. El hecho de decirlo en ca­talán, tenía fundamento en que losmedios de comunicación oficiales es­taban negados por el simple hecho deque era catalán. Luego estamos enuna situación en que dentro de locatalán ya se hacen discriminaciones;es decir, todo el catalán; puedes de­cir qué cosas sí y qué cosas no, comoen castellano. Si yo tengo algunospoemas de censura ya no es sólo porla lengua, es por lo que digo, eviden­teme·nte.

JE -¿ Qué canción es la que más pro­blemas te ha creado en ese aspecto?

R -Eso depende de épocas, cada can­ción en su época tiene sus problemas.Actua!mente yo puedo cantar "Di­guem No", en España, tranquilamen­te con una versión un poco modifi­cada; en cambio, yo tengo ocho odiez canciones que no han pasado ala censura.

JE -En la versión censurada de "Di·guem No", ¿qué era lo que habíaque cambiar?

R -Pues había: "hemos visto el ham­bre ser pan para muchos", no "paralos trabajadores"; "hemos visto en­cerrados en una prisión", tampoco"hemos visto callar a mucha genteque tenía razón". Se suavizan losconceptos más o inenos. Más de unavez ha ocurrido que el público se hapuesto a cantar conmigo y yo he can­tado la versión censurada y el públi­co que es más o menos ilegal, hacantado la versión original, sí, estoha ocurrido.

ción. Yo no sé .bne pOndria la len­gua como materia; es decir, si yo di­go vent es o una sola nota, si digoviento son dos, si digo cor es unasola nota, si digo coraz6n son tres;es decir tendria que hacer otro tipode música A mi no se me ha plan­teado nunca como problema, se meha planteado como problema encuanto salgo del área donde se meentiende.

JE -¿En Madrid, por ejemplo, eresbien entendido?

R -En Madrid, quien se preocupa unpoco entiende, quien no, no. Ade­más, yo creo que con el catalán ocu­rre un poco que si no hay un apriori

o por no quererlo entender fácilmen­te, se entiende porque no está tanlejos dentro del campo de las len­guas latinas.

JE -Hablas de las persecuciones a tulengua. ¿ Esto es de carácter estric­tamente oficial en España?

R -Antes del 36 ya había 1,600 publi­caciones en catalán, después del 39quedaban solamente 2, ¿ puedes ima­ginar? No es un proceso normal, esun proceso de voluntad humana encontra, ¿ entiendes? Claro. entoncesresulta que se neg6 la cultura cata­lana a partir del 39. Ahora ha habi­do una gran, digamos, retoma, de lacuitura catalana; se están editandolibros que tienen tirajes tantos comolos o editados en castellano y algunosmás. Hay un gran movimiento edito­rial en Cataluña centrado en Barce­lona, donde se están publicandodesde Gran Chiluca pasando portoda la literatura· italiana, por lascosas puramente de catalanes que seestán traduciendo al mismo tiempo aotras lenguas europeas, como italia­no, francés e inglés; es decir, hay to­do un movimiento muy fuerte desdehace unos 6 o 7 años.

JE -Si en España no hubiera ningunapersecuci6n de las lenguas locales,¿crees que seguiría teniendo sentidocantar en valenciano?

R -Hombre, exactamente con muchosmás motivos, es que el planteamientono es porque a uno le nieguen simple­mente que se pone a hacer eso, sinopor una cosa casi de hist6rico-natu­ral en cierto modo; es decir, yo naz­co en Extremadu~ cantaría en cas­tellano si cantara, yo nazco en unsitio donde mi lengua no es el cas­tellano, entonces canto en mi lenguaque es el o catalán. No porque estémás o menos perseguido, más o me­nos negado, más o menos como desegunda categoría, sino porque es lamía, porque yo, mis primeras pala­bras y toda mi formación, ha sidodada en esta lengua, tanto si es ne­gada como si no es negada. No essólo un hecho, es un hecho de dere­cho de hombre. Si a alguien se leproln'be hablar la lengua suya meparece absurdo; ahora, cuando no selo prohíben, ¿ por qué debe dejar dehablar y de crear en su lengua?; na-

•premio a daniel

JE -¿En dónde has tenido más público?R -En Barcelona, yo he cantado de­

lante de más de 6,500 personas. Enmes y medio me escucharon más de20 mil personas. Hubo un recital enel Instituto de Filosofía que tendría6,500 personas; hubo dos más en elPalacio de la Música de Barce­lona que son 2,600 personas de cabi­da con dos días de lleno; luego unasemana en Romea; luego otro en laFacultad de Derecho con cuatro mily pico de personas.

JE -¿ Volverías a participar en algúnfestival internacional?

R -No, no, no, ésta fue la única vez ypor razones muy especiales. Es la pri­mera vez que se ha seleccionado unacanción en catalán. Decían que yoera el que más discos había vendidoen catalán, entonces era casi obliga­do que yo lo hiciera y por aquelloque se llama espíritu de servicio lohice, ahora no creo; además, mis can­ciones no son para festivales ni parapremios ni cosas de éstas. Yo intentoa través de la canción, una °comu~nicación que se consigue inclusocuando no se me entiende la lengua,porque creo que la canción traspasala barrera de la lengua igual que yocuando no sabía inglés escuchaba unblues de cualquiera de esos negrosestupendos y me emocionaba sin aca­barlos de entender; actualmente meemociono más; a veces, menos; loque ocurre cuando muchas veces noentiendes una letra de una cancióna lo mejor dices j qué lástima, contodo lo que yo imaginaba que decía!Bueno, pero se crea una comunica­ción, un clima, a través de la can­ción por encima de la len~ua porqueestá la música, porque está la inter­pretación.

JE -En México has hecho presentacio­nes. frente a las agrupaciones de re­publicanos españoles residentes enMéxico desde la guerra civil, ¿siem­pre tus presentaciones ante ellos hanservido verdaderamente como unasacudida? ¿Crees que ellos están enposición de tomar conciencia de loque tú les traes, o que tienen pasma­do ese año 39 y no sienten una evo­lución en España?

R -Yo, en el momento de enjuiciar loque se ha llamado el tal exilio, me

•suelro

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Por George E. Wellwarth.

teatro

sobre "el hombre " la ....e."de José ruilJal

es muy difícil enjuiciarlo en térmi­nos colectivos, porque verdaderamen­te creo que son casos individuales yque lo único que los une es el hechode haber salido, en el momento del39, mucha gente. Hay gente que seadaptó al país donde estuvo; no sé,que se han hecho mexicanos por de­cir, los que están en México, que sehan hecho franceses los que están enFrancia; si no ellos, sus hijos; ya en­tonces, claro, tienen esa gran corrien­te afectiva por su país de origen contoda la problemática que supone,pero al mismo tiempo su vida está yaen otro país. En cambio, hay otrosque han mantenido como un fuegosagrado esa unión en el país de exi­lio y que están muchas veces más en­terados que nosotros de lo que estáocurriendo allá. Ahora, yo creo quela problemática, el choque posibleentre lo que yo estoy haciendo y unseñor nacido en 1940, que tiene 27años, y aquella gente de 60 o 50años, se produce tanto aquí comoahí; es decir, hay un choque general,nacional, incluso en la gente que sequedó dentro, con lo que estamoshaciendo algunos jóvenes; pero que,al mismo tiempo, hay una base decomprensión que lima muchas aspe­rezas.

JE -¿Consideras a pesar de este senti­do, si no de protesta, sí mínimamentede rebeldía que contienen tus cancio­nes, ser un poeta pesimista?

R -Hombre, yo creo que desfigurar larealidad es hablar en términos depesimismo y optimismo; yo creo quede pesimista no, el sólo hecho de quecontinúe cantando me parece que esd~ una gran fuerza optimista. HastaCIerto punto, no creo que yo sea unpesimista; tampoco optimista. Inten­to ser un fiel retrato de aquello Q11C

vivo de la realidad, que a veces esdura y que otras veces lo es un pocomenos. En general es dura' la situa­C!ó~ que nos toca vivir, no ~s por pe­SImISmO, es dura.

JE -Sin embargo, hay canciones tuyasen l.as que hablas de algo que se estáhaCIendo y en las que abrigas espe­ranza: de que se haga más y de queEspana llegue al punto que tú y quetanta gente desea.

R -Sí, hay canciones como "De unt" d ' "lempo, e un paIS , que me pareceque es la canción con gran fe; cre­yendo no sólo en nuestra juventudsino incluso en toda aquella gente'podríamos decir, de buena voluntad:

México, 1967

Nació en Játiva, provincia de Valencia' antesde dedicarse a cantar estudió en la Univer­sidad de Valencia, en donde terminó la ca­rrera de licenciado en Historia Contempo­ránea. en el ,~ño 63. Por aquella época, grabósu pnmer diSCO, aunque sus canciones esta­ban escritas y guardadas desde mucho tiem­po antes, sin haber pensado jamás en pu-blicarlas. "

El autor español José Ruibal acaba de obte­ner el premio Modern International Drama,revista teatral de la Pennsylvania State Vni­versity, por su obra El asno. Dicha obra, tra­ducida al inglés por Thomas Seward, fuepublicada en la mencionada revista en sep­tiembre del 68, junto a Das Opfer Helena,de Hildesheimer y a L'Invasion, de Adamov,obras que concurrían al premio que le fueotorgado a Ruibal.

George E. Wellwarth, profesor de literatu­ra inglesa de la Pennsylvania State Vniversity,es un especialista de teatro moderno de reco­nocido renombre, autor de Teatro de protestay paradoja y de importantes estudios sobre elteatro.

Con su nueva obra, El hombre y la mos­ca, José Ruibal vuelve a demostramosque es uno de los principales dramatur­gos españoles, alcanzando en ella su ma­yoría de edad, por así decirlo, como es­critor teatral. La brillante inspiraciónsatírica puesta de manifiesto en El asno,El bacalao, Su majestad la sota y Losmendigos era, con toda su inventiva,esencialmente local y desenraizada encuanto a estilo y antecedentes literarios.No quiero que esto parezca una críticaadversa de las obras citadas: lo local yla brillantez satírica ocupan sin duda unalto puesto en el panteón del arte dra­mático. Lo que quiero decir es que lasobras anteriores de Ruibal me parecenser resultado de chispazos de inspiraciónmomentánea y no estar apoyados cons­cientemente en la tradición literaria. Enotras palabras, les falta madurez literaria.En El hombre y la mosca nuestro autorha crecido como artista literario. Esto noquiere decir que las obras anteriores seannecesariamente peores que la que ahoraocupa nuestra atención. Muy al contra­rio, como obra de teatro (como materialescénico) creo que El asno, por ejemplo,es claramente superior a El hombre y lamosca: pero como obra de literatura laúltima es mucho más importante. El asnoes una versión escénica brillantementellevada a la práctica de una inteligente.situación argumental; El hombre y lamosca, de cualquier modo, está con todaequidad dentro de la corriente principalde la literatura europea contemporánea.Si se me permite tomar prestada la me­táfora de la araña de la obra y aplicarlaaquí en sentido diferente, esta obra escomo una enorme tela de araña cuyos hi­los se extendieran sobre el fluir de la li­teratura europea y atrajeran sus tesoroshacia el centro para allí ser transforma­dos según las necesidades y la intencióndel autor.

Sugería más arriba que en El hombrey la mosca hay un apoyo consciente enantecedentes literarios, pero esto no tieJrpor qué ser así. Este apoyo es más proba.blemente inconsciente ya que no hay porqué suponer que el autor esté ínt:imarr.en­te familiarizado con las obras con lasque parece tener un parentesco literario.

. De hecho, creo que es muy probable quenos encontremos ante un ejemplo !'me.madamente interesante de un fenómeooartístico al que los criticos literaroOS 00

han prestado la atención que lIlereC!,aunque hace mucho que los folkloristasvlos estudiosos de la mitología vienen 00:servándolo. Me refiero al feDÓmeno dela transferencia artística inconsciente-aese surgir, con independencia total, detemas similares en culturas, épocas ypai­ses diferentes. La investigación de este fe·nómeno cae en último término, claro esti,dentro del ca¡;npo de los psicólogos. Ya.<Ílo han hecho Jung y sus discípulos, perode forma esencialmente mística y acientí­fica y, por tanto, inadecuada.

Al tiempo que Ruibal muestra estainmersión en la corriente de la Iiteratu·ra y la cultura europeas, que, ya seaconsciente o inconscientemente, yo to­mo· como madurez artística, Rw"balmuestra en esta obra un conocimientomuy claro y definido de la literatura ti·

pañola y de sus temas más sobresalientesy característicos. Ya había señales de c,10

en forma bastante evidente (esto es, queestaba superpuesta a la tradición más queintegrado en ella) en la parte de Cer.'aII·tes de Los mendigos, en la que d autoremplea la técnica de simultaneidad enel tiempo lograda por Thorton Wtlder enL.a piel de nuestros' dien~es y en Nuestroezudad y que Max Frisch sostiene con efi·cacia en La muralla china. En El hom·bre 'l. la mosca el empleo de elemente>tradiCIOnales de la literatura española ti

mucho más sutil y eficaz. Estos elemen­tos son tres (posiblemente haya otros me·nos evidentes pero perceptibles para cri­ticos más familiarizados que yo con bliteratura española): la atmósfera desueño y fantasía que inunda la obra, bi?tt~u~ción en.!o sobrenatural y la COfr

SIguiente. elevaclOn de la acci6n a un pb·no supenor y a una ~pectivadjferen~

y la colocación de la 'acción en una a¡l1'rente irrealidad que es de hecho un!realidad superior, una realidad despoja'da de los atavíos de todos los días parlmostrar. su quintaesencia. Los dos priJne"ros elementos apenas 'requieren explica-