nuñez, ecuador en la hist. pag. 48-84 (1)-3

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Estructura socio econmicade la Audiencia de QuitoUn pas de regionesUn elemento caracterstico de la sociedad colonial quitea6fue el desarrollo de vigorosas sociedades regionales en su territoriointerandino y litoral. Una difcil geografa, llena de grandes cadenasmontaosas, cerrados bosques tropicales y enormes ros,que acrecentaban su caudal y peligrosidad en el invierno, impusoun obligado aislamiento y una escasa intercomunicacin a losgrupos humanos que poblaron las diferentes zonas del territorio.Adems, las diferencias ecolgicas de cada regin impusieron eldesarrollo de formas especficas de produccin agropecuaria:una agricultura cerealcola y hortcola, y una variada ganaderaen los valles interandinos; una agricultura fundamentalmente deplantacin (cacao, tabaco, caa de azcar) y de viandas (pltano,yuca, camote), junto con una limitada ganadera vacuna y caballar,en las llanuras del litoral; y una agricultura exclusivamentede recoleccin (canela, caucho) en la regin amaznica. Complementariamente,las diferencias orogrficas determinaron laconstitucin de distintas formas de propiedad en las diferentesregiones quiteas: latifundista en los amplios valles del interiory en las extensas llanuras de la costa, y fundista en los estrechosvalles de la sierra sur y en los declives andinos o yungas.A los imperativos impuestos por el escenario geogrficose agregaron otros elementos de diversificacin, de carcterestrictamente social y cultural, como el tipo y magnitud de lapoblacin indgena existente en cada regin, y las caractersticastnico-culturales de los propios colonizadores. El hecho deque, a la hora de la conquista, en casi toda la regin interandinaexistiese poblacin indgena sedentaria, fue esencial para6 En esta obra empleamos los patronmicos quiteo o quitea en elsentido que tenan en la poca colonial, esto es, para referirnos a la gente,cosas o cuestiones generales de la Audiencia de Quito y no a las particularesde la ciudad del mismo nombre.Ecuador en la historia 21032013.indd 48 3/26/2013 10:44:09 AMEl Ecuador en la Historia 49el desarrollo de una agricultura y ganadera extensivas en laregin, y, por ende, para la constitucin del latifundio. Distintafue la situacin en el litoral, donde, salvo el caso de las etniasms desarrolladas (huancavilcas y manteos, p.e.), la mayorparte de la poblacin indgena era nmada y se internaba cadavez ms profundamente en el bosque tropical ante el avancede la colonizacin; ello produjo una crnica falta de mano deobra en la regin e impidi la constitucin del latifundio hastamediados del siglo xviii.En cuanto a las diferencias tnico-culturales de los conquistadores,sin duda contribuyeron en buena medida a la formacinde especficos caracteres socio-culturales en las diversas regionesquiteas, caracteres que, a lo largo de los casi tres siglos de vida colonial,recibieron tambin un rico aporte cultural, diferenciado ydiferenciador, por parte de la poblacin indgena regional. Por variasrazones de habitabilidad especialmente climticas y alimentariaslos colonizadores y emigrantes castellanos y aragoneses seasentaron preferentemente en la zona interandina, mientras quelos andaluces y catalanes lo hicieron en el litoral. Un caso particularfue el del Azuay, donde se radic un ncleo de cristianosnuevos de origen sefard (los llamados marranos).Estos distintos caracteres tnico-culturales de los colonizadores,provenientes de las varias Espaas de la pennsula, influyerontan hondamente en cada cultura regional que hoy mismoson fcilmente detectables sus signos de identidad: apellidos,dialectos, hbitos alimenticios e incluso preferencias estticas ymodos de pensar.En sntesis, los imperativos impuestos por el escenario geogrfico,por las realidades demogrficas de la poblacin indgenay por los caracteres tnico-culturales de los colonizadores ylos colonizados, dieron lugar en el territorio quiteo al desarrollodesigual y combinado de varias sociedades regionales, concaractersticas culturales particulares, en las que prevalecan distintasformas de propiedad, exista una diversa produccin y, porende, se dieron unas tambin distintas formas de articulacin alos mercados exteriores.Ecuador en la historia 21032013.indd 49 3/26/2013 10:44:09 AM50 Jorge Nez SnchezHacia el siglo xviii, en la Audiencia de Quito existan al menoscinco sociedades regionales, de diferente dimensin e importancia:la de Pasto, la de la Sierra Central (formada por variosncleos particularizados: Quito, Ambato, Riobamba, Otavalo eIbarra), la del Azuay, la de Loja y la de Guayaquil. Cada una deellas estaba presidida por una lite regional, integrada por grandesfamilias o clanes, estrechamente vinculados por lazos de parentescosanguneo o social. Y cada una de esas lites constituaun poderoso grupo de poder, que controlaba los recursos y mediosproductivos fundamentales. Adicionalmente, por influenciapoltica o a travs del sistema de remate de cargos, controlabanlos espacios locales y regionales del poder poltico: corregimientos,cabildos, funciones eclesisticas, cargos administrativosy judiciales.La estructura socialDel mismo modo que en otras zonas de Hispanoamrica colonial,en la Audiencia de Quito se desarroll entre los siglos xvi yxviii una clase propietaria de carcter aristocrtico, que se hallabasituada en la cpula de la pirmide social, junto al alto funcionariadoestatal, y cuya base de poder fundamental era la posesinextensiva de la tierra. Esa aristocracia tena por suyos los valores ysmbolos de la aristocracia espaola pero, por otra parte, no erani se consideraba un mero apndice de esta. Heredera de los antiguosconquistadores y encomenderos, era una clase orgullosa desu origen ibrico pero an ms de las glorias militares y mritosde conquista de sus antepasados en Amrica, que siempreenarbolaba ante la corona a la hora de pedir justicia o solicitarmercedes reales.Si el ansia de poder y dominacin es un elemento propiodel espritu feudal, la aristocracia criolla lo tena en grado sumorespecto a los indios, cuya fuerza de trabajo converta en riquezael recurso tierra, y en su persistencia solo era comparable ala hostilidad que profesaba hacia los funcionarios de origen peninsularo chapetones, que con su presencia limitaban a esaEcuador en la historia 21032013.indd 50 3/26/2013 10:44:09 AMEl Ecuador en la Historia 51aristocracia en la explotacin de los indios, la apropiacin de latierra y la detentacin del poder poltico. Esa fue, en esencia, larazn generatriz del conflicto entre criollos y chapetones, quemarc la historia de la Audiencia de Quito a lo largo del perodocolonial. Entre las ms notables caractersticas de esas familias dela aristocracia terrateniente, cabe sealar las siguientes:1. Pertenecan al tipo de familia patriarcal extensa, sustancialmentedistinta a la moderna familia nuclear burguesa; estabanregularmente conformadas por abuelos, hijos, nietos,sobrinos, nueras, yernos y con bastante frecuencia incluantambin a hijos ilegtimos y ahijados del pater familias. Todossus miembros eran corresidentes y comensales, es decirque habitaban en la misma casa familiar y coman en la mismamesa.2. Algunas familias aristocrticas eran de antiguo cuo (descendientesde conquistadores o encomenderos) y otras deorigen ms moderno. Algunas de ellas posean ttulos nobiliarios,en pocos casos trados a Amrica por sus antepasadosu originados en mercedes reales, y en la mayora adquiridosgracias a su riqueza. Otras, en fin, no detentaban ttulos nobiliarios,pero se les saba vinculadas por sangre a grandesfamilias espaolas o criollas.7 Todas las familias aristocrticasmerecan un trato social deferente por parte de las corona ylas autoridades coloniales, que las distinguan con mercedes,gracias y prebendas.3. La base del poder familiar estaba dada por la propiedad de latierra; de ah que la importancia social de la familia estuviesecasi siempre en directa relacin con la extensin, ubicacin yproductividad de sus haciendas o fundos. Pero la propiedadde la tierra no solo era una fuente de recursos y una medidade la importancia social de la familia aristocrtica; era tambin7 Tal el caso de la familia Borja, que tena entre sus ascendientes a SanFrancisco de Borja y a don Juan de Borja, Duque de Ganda, que fueraesposo de doa Mara, nieta de los reyes catlicos Fernando de Aragn eIsabel de Castilla.Ecuador en la historia 21032013.indd 51 3/26/2013 10:44:09 AM52 Jorge Nez Snchezel elemento determinante de su ideologa: su orgullo, racismoy prepotencia estaban notoriamente motivados por su indiscutidoy rudo dominio sobre otros grupos humanos, que generalmenteeran de una raza distinta a la suya: indgenas, negroso mestizos. Tambin estaban mayoritariamente en manos delas familias aristocrticas las manufacturas textiles y ciertos negocioscuya rentabilidad era superior a la de la produccinagrcola. Pero era la propiedad de la tierra la que permita eldominio sobre la gente de los sectores subordinados, acrecentabael poder de la aristocracia criolla y otorgaba a esta unapreeminencia social y un prestigio que no daban otras actividadeseconmicas, por ms rentables que fuesen.El latifundio, expresin de la dominacin y del despojo impuestosa los pueblos subyugados, era tambin el mbito adecuadopara la produccin agropecuaria y el espacio de concentracinsocial de los colonizadores espaoles. Mas era,sobre todo, un smbolo de poder, que marcaba la dominacinsobre grandes grupos de hombres y reflejaba, por tanto,el poder social de su poseedor. De ah que la hacienda, comosmbolo de poder, estuviera estrechamente asociada al otrosmbolo de poder colonial, que era la nobleza, con lo cual,en ltima instancia, ser hacendado equivala a ser noble. Esasmltiples significaciones de la hacienda atrajeron hacia ellael inters de otros grupos de poder colonial, tales como losmineros o los comerciantes, que acumulaban riqueza en susrespectivas ocupaciones, pero invertan buena parte de ellaen la adquisicin de tierras, en busca de prestancia social,esto es, del poder real y simblico que daba la hacienda.4. Practicaban una tradicional endogamia, en razn de la cualsolo estaban permitidos los matrimonios con gente de la mismaclase. Originalmente destinada a preservar la pureza tnicade los espaoles asentados en Amrica, en lo posterior laendogamia se encamin a evitar la vinculacin familiar entrela aristocracia y el resto de la poblacin, y a promover la vinculacinde importantes fortunas familiares. Y puesto que los matrimonioseran acordados por los progenitores, la endogamiaEcuador en la historia 21032013.indd 52 3/26/2013 10:44:09 AMEl Ecuador en la Historia 53resultaba todava ms cerrada, pues regularmente solo se pactabanmatrimonios entre familias vinculadas por parentesco,amistad o intereses econmicos comunes, sin ser raro el casode familias que despreciaban a pretendientes de otra familiaaristocrtica, por considerarlos de inferior linaje, o dificultabanla boda hasta que el pretendiente no probara su nobleza.8Un ejemplo de lo primero fue lo ocurrido, a comienzos delsiglo xix, entre la familia de los marqueses de Maenza y ladel presidente de la Audiencia, barn de Carondelet, a consecuenciade la vinculacin sentimental del primognito deaquella y la hija de esta. Doa Josefa Herrera, Marquesa deMaenza e impositiva matriarca viuda, se opuso al matrimoniode su hijo, Juan Jos Matheu, aduciendo que este posea elttulo de conde de Puonrrostro y era, por tanto, un Grandede Espaa, que no poda casarse con una mujer de linajeinferior. Indignado con tal situacin, el barn de Carondeletse empe en probar la antigua nobleza de sus antepasadosflamencos, para lo cual debi efectuar largos y costosos trmites,en Europa y Amrica. En cuanto a lo segundo, un ejemploa citarse puede ser el del doctor Mariano Mio, Rector dela Universidad de Santo Toms y miembro de una respetablefamilia quitea, quien, para poder desposar a doa MaraMercedes Freire y Montfar, debi previamente obtener delrey una declaratoria de nobleza.5. Adems de la endogamia, otro mecanismo utilizado por laaristocracia criolla para asegurar la perdurabilidad de sus linajesfue el mayorazgo, institucin legal por la que toda lafortuna familiar era asignada en herencia nicamente al hijomayor, en busca de evitar la divisin del patrimonio y la erosinde la base econmica del poder social del clan.9La facultad de fundar mayorazgo era concedida por mercedreal y, dada la tradicional voracidad econmica de la corona,8 Archivo General de Indias, Fondo Audiencia de Quito, Legajos 253 y 384.(En adelante esta fuente se cita con las abreviaturas: AGI, Quito, L. n...).9 (AGI, Quito, L.147).Ecuador en la historia 21032013.indd 53 3/26/2013 10:44:09 AM54 Jorge Nez Snchezcasi siempre era otorgada por el rey a cambio de una significativadonacin en metlico por parte de los interesados. Tal cosasucedi, por ejemplo, con el mayorazgo fundado por don AntonioFlores, marqus de Miraflores, a quien se le concedi estagracia en 1751 por haber servido a la corona con 300 pesos de a15 reales de velln. Dos aos despus, el Consejo otorgaba igualgracia a don Clemente Snchez de Orellana, marqus de VillaOrellana, a cambio de un similar donativo, autorizndole paraque fundara mayorazgo sobre el tercio y quinto de sus bienes, yen cabeza de uno de sus hijos y de su mujer.Los dems hijos varones de una familia aristocrtica, por suparte, comunmente eran destinados al foro, el clero o la burocracia,con miras a que alcanzasen una posicin que lespermitiese vivir por s mismos. Ello explica, a su vez, el permanentepalanqueo que desenvolvan estas familias paracolocar en mejor posicin a sus vstagos, solicitando paraellos una plaza togada cargo de oidor en cualquier lugarde Amrica, si eran abogados; una prebenda, cargo o dignidadeclesistica, si eran clrigos; o una ubicacin burocrticade cualquier tipo, si no posean ttulos o estudios. Generalmente,estos hijos reciban del mayorazgo una pensin vitaliciavinculacin perpetua, destinada a ayudarles a vivircon la dignidad que su abolengo exiga.En cuanto a las hijas, la misma lgica socio-econmica antesexpuesta determinaba que una sola, o a lo sumo dos de ellas,fueran destinadas al matrimonio, para evitar que la entregade dotes erosionara el patrimonio familiar; las dems hijaseran destinadas a profesar de monjas en un convento paraseoritas distinguidas; sin embargo, en ocasiones, los conventosexigan dotes para admitirlas, provocando la reaccinde los interesados o de las autoridades. Tal lo sucedido en Popayn,donde en 1795 el alcalde ordinario de la ciudad elevuna queja a la corona, indicando que en los dos monasterios,de Monjas Carmelitas y de Nuestra Seora de la Encarnacin,que hay en ella, se exigen dotes indispensablementeal ingreso de cada religiosa, en el uno de 1,200 y en el otro deEcuador en la historia 21032013.indd 54 3/26/2013 10:44:09 AMEl Ecuador en la Historia 552,000 pesos fuertes, que quedan vinculados perpetuamentea beneficio de dichos monasterios, con grave peligro de conciencia,mucho perjuicio de sus familias, gran detrimento delErario, y dao del Estado.10De este modo, los hijos e hijas segundos devinieron directoy poderoso vnculo social entre los terratenientes y la Iglesia,y/o se convirtieron en intelectuales orgnicos de la aristocraciaterrateniente, encargados de ejercitar el poder culturalde su clase. Esa alianza terrateniente-eclesistica comenzmuy tempranamente y para comienzos del siglo xvii era yauna slida realidad:El convento de Santa Clara de Quito fue fundado por Francisade la Cueva, mujer del encomendero, obrajero y alguacilmayor de Quito Juan Lpez de Galarza e hija del factor tesoreroJuan Rodrguez Ocampo, ingresando luego en l condos de sus hijas. En este mismo convento ingresaron dos hijasdel oidor Moreno de Mesa y de Mara de Arellano, hija delencomendero Francisco de Arellano, fundador del obraje deChambo. Tambin en la Concepcin ingresaron las dos hembrasde la familia Ceballos-Bohrquez junto con su madre, defamilia encomendera-obrajera, nietas del primer registradorde la Cancillera, Alvaro de Ceballos. La relacin de dignidadesde la iglesia de Quito en 1650 tambin es significativa encuanto a los varones de las grandes familias criollas: Alvarode Ceballos-Bohrquez (den); Francisco de Mesa Ramrezde Arellano (cannigo); su hermano Matas de Mesa y Arellano(clrigo sin beneficio), y Lorenzo de Mesa Ramrez deArellano (cura de Gupulo) (hijos del oidor Moreno de Mesay nietos de Arellano); Gaspar y Nicols Losa de la Vega (respectivamentecura de San Sebastin y clrigo sin beneficio);Juan de Echegoyen; Diego de Niebla (cura de Santa Brbara,hijo del alguacil mayor y obrajero Diego de Niebla y de AnaRonquillo de Galarza); Diego de la Carrera y Rodrigo Ponce10 AGI, Quito, L.262.Ecuador en la historia 21032013.indd 55 3/26/2013 10:44:09 AM56 Jorge Nez SnchezCastillejo. Estos, entre otros, por su relacin familiar con propietariosde obrajes.11La alianza entre los ricos propietarios coloniales de Quito yla Iglesia catlica habra de tener su mximo smbolo histricoen la beatificacin y canonizacin de la primera santaquitea, Mariana de Jess Paredes y Flores (Santa Marianade Jess), descendiente de Lorenzo de Cepeda, un ricoencomendero y obrajero quiteo de comienzos del siglo xvii,emparentado con Santa Teresa de Avila.Volviendo al punto analizado, cabe precisar que, en otrasocasiones, las familias aristocrticas eran enriquecidas o salvadasde la miseria por su brazo eclesistico, especialmentecuando este se hallaba constituido por curas o prelados ubicadosen puestos rentables o en regiones de alta produccinagropecuaria. Para las familias aristocrticas, y tambin paralas familias emergentes, la llegada de uno de los suyos a unbuen cargo eclesistico representaba un importante hito ensu ascenso social y adelanto econmico. Tal parece habersido, por ejemplo, el caso de los Prez de Ubills, que a lo largode la poca colonial conocieron altibajos y para los cualesfue notoriamente til la llegada de dos de los suyos (los doctoresSebastin y Antonio) a altas posiciones eclesisticas (arcedianoy comisario apostlico de la Santa Cruzada, el uno, yracionero de la catedral de Quito, el otro), a comienzos delsiglo xviii, a tal punto que, medio siglo despus, la familiaPrez se hallaba nuevamente en gran auge y estaba ya emparentadacon los Borja y otras grandes familias aristocrticas.126. Un hbil mecanismo de acumulacin econmica y modernizacinsocial de la aristocracia criolla fue la cooptacin degrupos sociales emergentes, fundamentalmente por va de11 Javier Ortiz de la Tabla, El obraje colonial ecuatoriano, Revista de Indias, Nos.149-150, Madrid, 1977, pp. 516-517.12 A fines del siglo xviii, don Mariano Prez de Ubills estaba casado con unahija de don Francisco de Borja y Larraspuru, y era uno de los ms ricoscapitalistas de Quito.Ecuador en la historia 21032013.indd 56 3/26/2013 10:44:09 AMEl Ecuador en la Historia 57alianzas matrimoniales. La aristocracia criolla estimaba tradicionalmentecomo actividades propias de su estirpe a las militares,polticas, intelectuales, religiosas y agropecuarias; paralelamenteconsideraba al comercio como un estigma social.Empero, el creciente enriquecimiento de los comerciantesdetermin que esta clase procurara establecer cada vez msnumerosas alianzas matrimoniales con el alto comercio. As,por necesidad o por ambicin, empezaron a multiplicarse losmatrimonios entre vstagos de familias aristocrticas e hijasde comerciantes (que traan una sustanciosa dote), e inclusoentre hijos de comerciantes y herederas terratenientes.Otro sector social que fue cooptado sistemticamente porla aristocracia criolla fue el de los funcionarios espaoles.Si bien era tradicional la animosidad criolla contra los chapetoneso espaoles peninsulares, ello no impidi que lasgrandes familias terratenientes buscaran siempre estableceralianzas matrimoniales con este grupo social, casando a sushijas con los funcionarios llegados solteros o a sus hijos conlas descendientes de funcionarios que arribaran con familia.Es verdad que varias especficas disposiciones legales prohibanel matrimonio de los funcionarios reales o sus descendientescon gente de su jurisdiccin, precisamente buscandoimpedir que se produjera un contubernio entre las autoridadescoloniales y las poderosas familias criollas. Pero no esmenos cierto que esos matrimonios se efectuaban con ciertaregularidad, en unos pocos casos gracias a autorizaciones dela corona y, en la mayora, a travs de variados subterfugios,tendientes a demostrar la inocencia e imputabilidad del funcionarioesto ltimo especialmente en los casos de matrimoniode sus vstagos y a evitar su destitucin o traslado.Uno de esos subterfugios era la realizacin de un matrimoniosecreto del hijo o hija, supuestamente ignorado por elpadre, que, de este modo, resultaba inimputable de violacioneslegales. Tal fue lo que ocurri en el matrimonio de doaPetronila de Zrate y Alarcn, hija del doctor Diego de Zrate,fiscal de la Audiencia de Quito, con don Ramn JoaqunEcuador en la historia 21032013.indd 57 3/26/2013 10:44:09 AM58 Jorge Nez SnchezMaldonado y Sotomayor,13 originario de la villa de Riobambae hijo del Marqus de Lises, enlace en el cual el padre pudomantener el cargo despus de la investigacin realizada porel presidente de Quito, don Dionisio de Alsedo y Herrera.14En otras ocasiones, el subterfugio utilizado era la fuga de losenamorados, tras la cual, obligado por las circunstancias ypara reparar la ofensa hecha a su honor, el padre chapetnimpona la realizacin del matrimonio y peda de inmediatoel perdn real, para evitar sanciones administrativas.7. El creciente desarrollo de las ciudades, con su paralelo surgimientode sectores subordinados de carcter urbano (artesanos,pequeos comerciantes, trabajadores independientes),exigi de la aristocracia criolla el desarrollo o uso denuevos mecanismos de control social. A diferencia de lo queocurra en el mundo rural, donde ella impona su dominiocasi exclusivamente por la fuerza, su relacin con los sectoressubordinados urbanos se asentaba en mecanismos clientelares,que conllevaban una actitud de condescendencia porsu parte y una actitud de adhesin ms o menos voluntariapor parte del pueblo. Esos mecanismos eran primordialmentelos siguientes: vnculos de parentesco civil, derivadosdel compadrazgo; relaciones habituales de trabajo contractual,con artesanos y peones libres; relaciones de vecindad,y comn pertenencia de aristcratas y plebeyos a una mismahermandad o cofrada religiosa. As, frente a la gente de laplebe urbana, en general, los aristcratas no eran patronessino seores, cuando no eran compadres, hermanos depila, clientes, vecinos o cofrades.8. Aunque unida por iguales intereses de clase, la aristocraciacriolla permaneca frecuentemente dividida por conflictosinternos, originados en contradicciones personales, econmicasy polticas. En estos casos, alrededor de cada clanse nucleaban parientes, amigos y clientes, que en conjunto13 Hermano de don Pedro Vicente Maldonado, el famoso sabio quiteo.14 Alsedo al rey; Quito, 15 de julio de 1729. AGI, Quito, L.131.Ecuador en la historia 21032013.indd 58 3/26/2013 10:44:09 AMEl Ecuador en la Historia 59constituan un bando. Respondiendo a la estructura socialvigente, el cuerpo bsico del bando se hallaba integrado poruna o varias familias extensas de la nobleza terratenientecriolla, vinculadas estrechamente entre s gracias a un sistemade alianzas matrimoniales. Estas familias, en ciertos casos,se hallaban asociadas con poderosas familias de comerciantesvenidos a ms. Dicho cuerpo bsico o cpula convocabaen determinadas circunstancias (tales como fiestas pblicas,protestas o revueltas) a una numerosa base social plebeya,constituida alrededor de formas naturales de afinidad e identidadurbana: el compadrazgo, la comn vecindad barrial ola pertenencia a una misma cofrada religiosa.Pese a su regular pequeez y a su marginalidad legal, losbandos polticos actuaban con mucha dinamia en ciudadescomo Quito y Guayaquil y libraban una abierta e intermitentedisputa por los favores de la autoridad y los recursospblicos. As, eran frecuentes las confrontaciones polticasy legales que ellos entablaban por el control de ciertos mbitosde poder local, como los Cabildos, la Universidad o lasAdministraciones de Rentas y Estancos. Empero, su mayorconfrontacin se daba en busca de conquistar la amistad dela autoridad superior. Por ello, era comn que el cambio deun presidente de Audiencia, gobernador o corregidor conllevarala elevacin poltico-administrativa de un bando y lacada de otro.Por otra parte, no es menos cierto que las autoridades colonialesadmitan la existencia de dichos bandos, toleraban suaccin y hasta compartan con ellos los beneficios del poder.Y es que no poda ser de otro modo dada la realidad prevalecienteen las colonias, a donde los chapetones venan siemprecon el nimo de hacer la Amrica, acumular la mayorfortuna posible y regresar a su pas en busca de una vida mscmoda. Sin embargo, prohibidos como estaban de poseernegocios propios o emparentar por s mismos o por mediode sus hijos con familias americanas en la jurisdiccinde su mando o empleo, muchos burcratas peninsulares seEcuador en la historia 21032013.indd 59 3/26/2013 10:44:09 AM60 Jorge Nez Snchezvean forzados a vincularse a los negocios y banderas locales,como nico medio de alcanzar el ansiado enriquecimiento.Un buen ejemplo de todo lo expuesto fueron, entre los siglosxviii y xix, los bandos polticos quiteos sanchista ymontufarista, cuya accin se prolong hasta los das de laprimera independencia.9. Heredera directa de los encomenderos y beneficiaria de susprivilegios, la aristocracia colonial monopoliz, a lo largo dela etapa colonial, la recepcin y usufructo de mercedes realesy otros beneficios otorgados por la corona a sus sbditosdel territorio quiteo (prebendas, licencias, autorizaciones,nombramientos). Lo caracterstico de esas mercedes radicabatanto en la voluntad discrecional con que las concedala corona (el rey o sus funcionarios delegados), cuanto enel particular y especfico privilegio que otorgaban a sus beneficiarios.Podemos afirmar que la corona, guiada por susiempre insaciable bsqueda de recursos, no trepidaba enconceder las mercedes ms absurdas o ruinosas para la comunidad,siempre que ello le beneficiara econmicamente.As, en 1754, concedi a don Pedro Xavier Snchez deOrellana, marqus de Solanda, la propiedad de un terrenosituado en Turubamba, frente al obraje de este, a cambio deuna oferta de servir con 500 pesos al rey; lo especial del casoestriba en que el Cabildo de Quito no haba aceptado previamenteuna oferta semejante del marqus, por cuanto dichosterrenos formaban parte del ejido (tierras comunales) de laciudad y su venta implicaba un evidente perjuicio a todos sushabitantes.15Las mercedes reales que le fueron otorgadas a la aristocraciaquitea abarcaron un espectro muy amplio, que iba desdela conocida concesin de cargos pblicos, o de rentas reales,hasta la donacin de bienes y el otorgamiento de ttulosnobiliarios.16 Precisamente ello explica, en buena medida, la15 AGI, Quito, L.147.16 Entre las mercedes otorgadas figuraban algunas de carcter excepcional,Ecuador en la historia 21032013.indd 60 3/26/2013 10:44:09 AMEl Ecuador en la Historia 61formidable acumulacin de poder econmico, poltico y socialque alcanz la aristocracia criolla durante el perodo colonial,y que le permiti convertirse en una clase social plenay con perspectivas histricas propias.10. Hasta fines de la poca colonial, fueron prcticamente inexistenteslos matrimonios entre miembros de distintas sociedadesregionales, lo cual contribuy a afianzar los recelos y prejuiciosmutuos que existan entre ellas, motivados fundamentalmentepor el aislamiento y las diferencias culturales. Entre las pocasexcepciones figuraban los vnculos establecidos entre Loja,Cuenca y Quito por el clan de los Snchez de Orellana o lasrelaciones familiares tendidas entre Quito y Guayaquil por unclan de comerciantes ennoblecidos: los Arteta.La economa quiteaComo en las dems regiones de Amrica, los espaoles iniciaronsu accin econmica en el territorio de Quito buscando orolabrado, que lo obtenan mediante la coercin y la expoliacinde la poblacin nativa. Buena parte de la brbara violencia quedesataron los conquistadores en la regin obedeci, precisamente,a esa insaciable bsqueda de oro y tesoros indgenas que caracteriza la etapa de la conquista. Segn el testimonio de frayMarcos de Niza, citado por fray Bartolom de Las Casas, fue esaambicin del metal dorado la causa de las ms brutales accionesde los conquistadores en el territorio quiteo:[...] Soy testigo e doy testimonio que sin dar causa ni ocasinaquellos indios a los espaoles, luego que entraron en suscomo la que fue otorgada en 1530 por el emperador Carlos V a la familia yherederos de don Andrs Camberos, Maestre de Campo, para que fueranamparados oficialmente en caso de volverse delincuentes de cualquiercrimen, como no fuese contra la Santa F y contra el rey. Esta merced fueratificada en febrero de 1712 por el Consejo de Indias, a solicitud de doaMicaela Manrique de Lara y Camberos. AGI, Quito, L. 143.Ecuador en la historia 21032013.indd 61 3/26/2013 10:44:09 AM62 Jorge Nez Sncheztierras, despus de haber dado el mayor cacique Atabalibams de dos millones de oro a los espaoles, [...] quemaronvivo a su capitn general Cochilimaca,17 el cual haba venidode paz al gobernador con otros principales. Asimesmo, despusdestos dende a pocos das quemaron a Chamba, otroseor muy principal de la provincia de Quito, sin culpa nihaber hecho por qu. Asimesmo quemaron a Chapera, [...]injustamente. Asimesmo Albia, gran seor de los que habaen Quito, quemaron los pies e le dieron otros muchos tormentosporque dijese donde estaba el oro de Atabaliba, delcual tesoro (como pareci) no saba l nada. Asimesmo quemaronen Quito a Cozopanga, gobernador que era de todaslas provincias de Quito. El cual, por ciertos requerimientosque le hizo Sebastin de Benalczar, capitn del gobernador,vino de paz, y porque no di tanto oro como le pedan, loquemaron con otros muchos caciques e principales.18Cuando se agotaron las posibilidades de obtener oro labradopor los indgenas, los conquistadores se lanzaron a laexplotacin de las vetas y placeres aurferos que estos habanvenido explotando tradicionalmente, o a la bsqueda de nuevasminas.Una temprana crisis de la minera quitea dej al pas sin mediosde pago para sus transacciones internas y para satisfacer lasobligaciones que le impona su dependencia colonial (pago deimpuestos, cancelacin de sueldos, remisin del situado a Cartagena,etc). En efecto, los informes de los oficiales reales de Quitomuestran que, para comienzos del xvii, la produccin aurfera delos distritos mineros quiteos de Zaruma, Zamora, Cuenca y Yaguarzongohaba entrado en crisis, privando a la audiencia tantode una fuente de riqueza como de un medio de obtencin derecursos monetarios. La produccin de oro de esos distritos, que17 Calicuchima.18 Bartolom de las Casas, Brevsima relacin de la destruccin de las Indias,Ediciones de la Asociacin de Historiadores Latinoamericanos y del Caribe(ADHILAC), Quito, 1987, p.39.Ecuador en la historia 21032013.indd 62 3/26/2013 10:44:09 AMEl Ecuador en la Historia 63para 1570 alcanzaba casi 300.000 pesos, baj en 1590 a 130.000, en1600 a 70.000 y a partir de 1610 a menos de 50.000.19Durante los siglos xvi y xvii, el auge de la produccin mineracre en el Per y la Nueva Granada un gran mercado para lasmanufacturas textiles, en razn de la necesidades de abastecimientode la poblacin. La Audiencia de Quito, ubicada entreambos territorios y duea de recursos naturales y condicionesclimticas adecuadas para la produccin textil, hall en esa circunstanciala oportunidad para lograr un acelerado desarrollomanufacturero de su regin interandina.Varios factores contribuyeron a establecer y fomentar esaeconoma manufacturera, entre ellos:1. La urgencia de establecer un sistema productivo que sustituyeraa la minera como fuente de riqueza social, medio deenriquecimiento de los conquistadores y sus descendientes,y mecanismo de consecusin de recursos monetarios para elfuncionamiento del sistema colonial en el territorio.2. La necesidad de asegurar la recaudacin de los tributos de lapoblacin indgena sometida, la que, de otro modo, rehuasu pago o no dispona de medios para hacerlo.203. La necesidad de fijar, territorial y laboralmente, a la poblacinindgena, evitando su trashumancia, migracin o vagabundeo,y venciendo la tan criticada ociosidad del indio,21al que se buscaba volverlo funcional al sistema de dominacinimpuesto.19 Informe de 1618, AGI, Quito, L. 19.20 El obraje (de comunidad) presentaba al encomendero la facilidad yseguridad del cobro de sus rentas; al administrador un magnfico sueldo yfciles ganancias extraoficiales; a los caciques la facilidad y seguridad de larecaudacin de tributos, sin tener que poner de su parte las deudas de losausentes; y a las comunidades, a veces, sustanciosos beneficios o una mitams tolerable que la minera. Javier Ortiz de la Tabla, El obraje..., p. 510.21 Sometido a un violento proceso de dominacin y a un sistema de trabajoque en nada le beneficiaba y que rompa sus hbitos sociales y culturales,el indio resista los brutales traslados forzosos de la mita o las agotadorasjornadas de trabajo impuestas por el conquistador, quien, por esta causa, loconsideraba ocioso, irresponsable y vago.Ecuador en la historia 21032013.indd 63 3/26/2013 10:44:09 AM64 Jorge Nez Snchez4. En opinin de Ortiz de la Tabla, un factor determinante ydecisivo en la aparicin y extensin del obraje ecuatorianofue la abundancia de mano de obra indgena, productora yconsumidora a la vez de manufacturas textiles.22 Como loestableciera Burgos Guevara, la Audiencia de Quito tuvo entrefines del siglo xvi y comienzos del xvii un sorprendentecrecimiento demogrfico: entre 1566 y 1630, la poblacindel distrito de Quito se elev de 80.000 a 425.000 personas,y el nmero de tributarios pas de 16.000 a 85.000.23 Setrataba, sin duda, de un fenmeno sorprendente, que contrastabacon lo ocurrido en el resto del continente, dondeparalelamente se produca una brutal cada demogrfica.Pero si el crecimiento demogrfico coadyuv al desarrollo dela manufactura textil quitea, esta, a su vez, provoc un sostenidoincremento de la poblacin, en el marco de una dialctica demutuas estimulaciones.24 Las buenas condiciones generales devida prevalecientes en el territorio (abundancia y bajo costo delos alimentos, buen clima y ausencia de enfermedades tropicales,etc.) facilitaron un notable crecimiento de la poblacin nativa,que, por otra parte, no se vea mermada, como en otras regionesamericanas, por las enfermedades (especialmente pulmonares)que se derivaban de su traslado forzoso a otras regiones o por elbrutal trabajo en las minas.25 Esas mismas razones determinarontambin que la regin interandina se convirtiera en un polo deatraccin para varios movimientos migratorios, procedentes de22 Ortiz de la Tabla , op. cit., p. 474.23 Hugo Burgos Guevara, La poblacin del Ecuador en la encrucijada de los siglos xvi yxvii, en Actas del CL Congreso Internacional de Americanistas, Gnova, 1974.24 Ver al respecto el trabajo de Magnus Morner, Aspectos sociorracionales delproceso de poblamiento de la Audiencia de Quito, Madrid, 1969.25 [...] El clima, la mala alimentacin, la desacomodada vivienda causabanenfermedades mortales a los indios; as fue que, en pocos aos, las viruelas,el sarampin y pertinaces cmaras de sangre dieron fin con los tristesindgenas que, apenas llegados a Zaruma, moran a centenares. La mita paralas minas es, pues, una positiva sentencia de muerte, con la cual los pueblosen breve quedaron desolados.... Federico Gonzlez Surez, Historia delEcuador, Ed. Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quoto, 1970, tomo II, p. 428.Ecuador en la historia 21032013.indd 64 3/26/2013 10:44:09 AMEl Ecuador en la Historia 65las zonas mineras prximas, tanto del sur quiteo (Loja),26 comodel Per y la Nueva Granada (Popayn y el Choc).Al calor de ese auge manufacturero, el territorio interandinoquiteo se pobl de obrajes, obrajuelos y chorrillos, que producangrandes cantidades de paos, bayetas, tocuyos, mantas,calzas, calcetas y otros productos textiles, tanto para exportacincomo para consumo interno. Adicionalmente, en todo el territoriointerandino, pero especialmente en ciertas regiones del centroy sur, exista una significativa produccin artesanal-familiaren galpones y telares (produccin mercantil simple). As, enbusca de reunir moneda para el pago peridico del tributo, cadacasa indgena era un pequeo emporio productivo, donde laslaboriosas manos femeninas hilaban la lana serrana o el algodncosteo, mientras las hbiles manos del marido urdan y combinabanhilos en el telar casero.A base de estas fuerzas y recursos productivos, la Audiencialograba producir un significativo monto de bienes manufacturados,que le producan unos notables ingresos, adems de proveerlede la moneda que requera para sus transacciones internas, elpago de tributos a la corona y la remisin anual del aporte parala defensa de Cartagena, Santa Marta y Ro Hacha. En 1604, elpresidente Miguel de Ibarra calculaba que la produccin de losocho obrajes de comunidad y cuatro particulares de la provinciade Quito sin contar la de los obrajuelos y telares artesanalesascenda a un monto aproximado de 50.000 varas de pao, 2.000frazadas de lana y una buena cantidad adicional de jergas, sayalesy otros productos textiles. Siendo el precio aproximado, enestas fechas, de la vara de pao unos 24 reales, el valor de la produccinanual solo de paos ascenda a los 150.000 pesos.27 Unsiglo y medio ms tarde, el presidente don Juan Po Montfar yFrasso, primer marqus de Selva Alegre, estimaba la produccin26 Los indios huyen de las minas como del diablo deca Hernando deBarahona en 1586, en un informe sobre la disminucin de indios mitayosen el distrito aurfero de Zamora. AGI, Quito, L. 23. Ver al respecto, Ortizde la Tabla, op. cit., p. 476.27 Ortiz de la Tabla, op. cit., p. 505.Ecuador en la historia 21032013.indd 65 3/26/2013 10:44:09 AM66 Jorge Nez Snchezde solo los obrajes del distrito de Riobamba en 55.000 varas depao (1.000 piezas de 55 varas).28 En cuanto a las dimensionesde este sector productivo, un informe del presidente Lope Antoniode Munive, de 1681, calculaba en una 30.000 personas elnmero de las que se dedicaban a las manufacturas nicamenteen el distrito de Quito.29Si bien la incrementada poblacin local consuma buena partede la produccin textil quitea, la parte de mayor calidad sedestinaba a la exportacin al Per, Nueva Granada y Chile. Hablandode la extensin alcanzada en el comercio intercolonialpor los paos quiteos, Alsedo dice que en Lima existan dosalmacenes de los paeros de Quito, muy bien provistos de textilesy que abastecan a las tiendas del gremio de mercaderes ytratantes de estos gneros, las cuales ocupaban una calle que erallamada calle de las Mantas.En cuanto a Chile, su muy pequea produccin textil nobastaba para abastecer el mercado interno, por lo que se debirecurrir a la importacin de textiles quiteos, que llegaban porva de Lima, revendidos por comerciantes peruanos. Datos referidosa las ltimas dcadas del xviii indican que Chile importabadel Per una gran cantidad de elaborados textiles, cuyovalor ascenda a 195.000 pesos anuales, equivalentes a un 21%del valor total de sus importaciones.30 De ese monto, apenasel 1.5% de las importaciones corresponda a las 5.500 varas depaos de Quito, que las familias ms adineradas traan (aChile) para confeccionar sus vestidos;31 el resto correspondaa 300.000 varas de tocuyos y 200.000 varas de bayeta,32 productosque, en otro tiempo, eran casi en su totalidad de origenquiteo y que ahora provenan en su mayora de otras regionesandinas (Per).28 Cit. por Ortiz de la Tabla, id.29 AGI, Quito, L. 69. Cit. por Ortiz de la Tabla, op. cit., p. 475-81.30 Sergio Villalobos et al., Historia de Chile, Ed. Universitaria, Santiago, 1991, p. 218.31 Alvaro Arriagada, Guillermo Bravo y Carmen Norambuena, Historia de Chile,en Enciclopedia Temtica de Chile, N 17, Ed. Ercilla, s. f., tomo I, p. 105.32 Villalobos, ibdem.Ecuador en la historia 21032013.indd 66 3/26/2013 10:44:09 AMEl Ecuador en la Historia 67Volumtricamente menos importante, pero ms duradero,fue el comercio de textiles, alfombras y obras de arte(religioso)33 con la Nueva Granada, que los comerciantes quiteos(tanto del Quito propio como de Pasto) realizaban porla ruta de Honda, rumbo a Cartagena.34 Adems de vender susproductos en los distritos mineros de Popayn y Antioquia, obtenana cambio oro en polvo, que podan hacer amonedar sindificultad en la Casa de Moneda de Santaf,35 y que estaba destinadoa suplir la casi crnica escasez de moneda circulante queafectaba a la Audiencia de Quito.Un elemento, sin duda, fundamental para el auge exportadorquiteo fue la alta calidad de sus textiles, artesanas (joyasy platera, sombreros de paja, rosarios, etc.) y objetos artsticos(pinturas y esculturas religiosas), cuya produccin , en ciertos casos,estaba sujeta a controles oficiales. En el caso concreto de lospaos, por ejemplo, las Ordenanzas de Obrajes, dictadas en1621 por el oidor Matas de Peralta,36 establecieron una serie derigurosas medidas de control de calidad, tendientes a evitar fraudesal pblico. Tambin se establecan estrictas medidas de controlentre las regulaciones del trabajo de tintoreros, lavadores,bergueadores, carderos, cardadores, hiladores, urdidores, tejedores,astilleros, despinssadores, pillatteros, battaneros ypercheros, tendientes a garantizar la calidad de los productosy a evitar el cometimiento de fraudes contra los comerciantes yconsumidores.33 lvaro Tirado Meja, Introduccin a la historia econmica de Colombia, El AncoraEditores, Bogot, 1983, 13a. ed., p. 98.34 Germn Colmenares, Historia econmica y social de Colombia. 1537-1719,Ediciones Tercer Mundo, Bogot, 1983, 3a. ed., pp. 323, 403.35 ...Toda persona poda declarar el oro en Santaf, no habindolo declaradoantes en el sitio de la extraccin, sin incurrir en sanciones legales. ...Allapenas se cobraba el 5% de derechos reales mientras que en ciertas regionestodava se mantena el quinceavo. Al mismo tiempo los derechos defundicin que se cobraban en las Cajas Reales, quedaban eliminados.Colmenares, op. cit., p. 324.36 AGI, Quito, L. 69. Transcripcin paleogrfica de Pilar Fonto.Ecuador en la historia 21032013.indd 67 3/26/2013 10:44:09 AM68 Jorge Nez SnchezLos obrajes: Propiedad y rgimen laboralLos primeros obrajes se instalaron en la Audiencia de Quitoa fines del siglo xvi, gracias a licencias otorgadas por los virreyesdel Per y an por el rey de Espaa. Se trataba, inicialmente, deobrajes de comunidad, instalados en las ms importantes encomiendasy que estaban destinados a efectivizar y garantizar elcobro del tributo indgena, que de otro modo estaba dificultadopor la natural resistencia de los indios y por la falta de monedacirculante.37 Adems, frente a la serie de imposiciones legalesque el sistema colonial haba hecho a los seores naturales, tendientesa convertirlos en vigilantes, delatores, capataces y cobradoresde impuestos de los dems indios, o a responder personaly pecuniariamente por la fuga, resistencia o incumplimiento depago por parte de estos, los obrajes de comunidad devinieron unmecanismo de seguridad personal para los caciques y contribuyeronal plegamiento de estos al sistema, en calidad de agentessubalternos de las autoridades coloniales.Como ha sealado Javier Ortiz de la Tabla, sin duda, el mayorestudioso del sistema obrajero quiteo:El obraje presentaba al encomendero la facilidad y seguridaddel cobro de sus rentas; al administrador un magnfico sueldoy fciles ganancias extraoficiales; a los caciques la facilidad yseguridad de la recaudacin de tributos, sin tener que ponerde su parte las deudas de los ausentes; y a las comunidades, aveces, sustanciosos beneficios o una mita ms tolerable que la37 En 1604 funcionaban 8 obrajes de comunidad en las principales encomiendasdel distrito. Entre los encomenderos, cuyos indios trabajaban en dichosobrajes, solo Juan de Londoo, Cristbal de Bonilla, Lorenzo de Cepeda y Anade Ziga,eran vecinos de la Audiencia. Francisco Alvarado de Tobar y LuisFernndez de Crdoba (indios de Chimbo), residan en Per; e igual, creo,Juan de la Puente (Sichos), y Benito de Cisneros (Tiquiambe); el marqusde ea (Sichos) en la Pennsula y el repartimiento de Otavalo ya haba pasadoa la Corona. Ortiz de la Tabla, Las Ordenanzas de Obrajes de Matas de Peraltapara la Audiencia de Quito, 1621, Separatas del tomo XXIII del Anuario deEstudios Americanos, Eds. de la Escuela de Estudios Hispanoamericanos,Sevilla, 1958, pp. 879-880.Ecuador en la historia 21032013.indd 68 3/26/2013 10:44:09 AMEl Ecuador en la Historia 69minera. La misma Corona, interesada y parte en algunas encomiendas,admiti desde un principio esa forma de tributaciny trabajo que se present, desde un principio, como riquezafundamental de la Audiencia. Por otra parte, se consegua fijary controlar la poblacin indgena en diferentes reas [...].38Sintetizando, podemos afirmar que, desde sus orgenes, elobraje estuvo vinculado a la encomienda y el tributo, y fue elmedio destinado a dar funcionalidad a esas dos instituciones coloniales,pilares, a su vez, del sistema de dominacin y exaccinimpuesto por Espaa en Amrica.Un medio de produccin tan importante tena, necesariamente,que convocar sobre si la ambicin del poderoso grupoencomendero, vido de enriquecimiento y que muy tempranamentehaba ido convirtindose en un factor de poder. Fue asque, valindose de sus influencias en la sede virreinal de Lima,o an en la corte de Madrid, algunos encomenderos obtuvieronlicencias para la instalacin de obrajes ya en el siglo xvi. Elprimero fue Francisco de Larrea, que estableci su obraje hacia1550, y a quien siguieron, tiempo despus, Lorenzo de Cepedael hermano predilecto de Santa Teresa de Jess,39 Cristbal deBonilla y Juan de Londoo.En 1585, la misma Audiencia reconoci la resistencia quemostraban los indgenas a trabajar en los obrajes de particulares:Y les hacen trabajar en ellos contra voluntad de los dichos indios,porque como ven que en los obrajes que son de los indiossacan dellos mucho aprovechamiento para ellos propios, el trabajarpara que los espaoles lleven los provechos no lo puedensufrir.4038 Ortiz de la Tabla, El obraje..., p. 510.39 Un primo de Lorenzo y Teresa, el capitn Hernando de Cepeda, se asent enPasto, donde contrajo matrimonio con una hija de Sebastin de Benalczar,doa Catalina, y fund un importante linaje. Alberto Quijano Guerrero, Elpastuso don Gonzalo Rodrguez, precursor de precursores, Edcs. Fundacin Moradaal Sur, Pasto, 1989, pp. 46-47.40 Auto y captulos de la Audiencia en favor de los naturales, 1585. A.LandzuriSoto, El rgimen laboral indgena en la Real Audiencia de Quito, Madrid, 1959.Ecuador en la historia 21032013.indd 69 3/26/2013 10:44:09 AM70 Jorge Nez SnchezPoco despus, la situacin de los indios en los obrajes particularessera uno de los puntos del conflicto que surgira entrelos propietarios criollos y el nuevo presidente de la Audiencia,don Manuel Barros de San Milln, y que provocara finalmentela llamada Revolucin de las Alcabalas (1592). Buscando remediaren parte la situacin de los indios que trabajaban en losobrajes, construcciones, haciendas o en servicios domsticos, elpresidente tom algunas medidas en beneficio de estos, que incrementaronel odio de los propietarios criollos hacia su persona.Empero, ms all de los efectos sico-sociales que pueda habercausado la actitud proteccionista del presidente Barros, el hechocierto es que, para el trnsito entre el xvi y el xvii, los obrajes habanadquirido ya algunos de los horrendos rasgos expoliativosque posteriormente les dieran triste fama de sepulcros de losvivos. As parece probarlo la exposicin que el regidor Juan Velsquezde Avila hizo al Cabildo, en 1603, afirmando:[...] que son grandes los excesos y agravios [...] que reciben losindios en toda la tierra, as por las justicias y corregidores comode los sacerdotes doctrineros, ocupndolos en particulares interesesy granjeras, de tal calidad que los indios se ausentande sus pueblos por huir del trabajo en que los ocupan de texermantas y alfombras, sayales y sacar madera [...] teniendo losunos y los otros obrajes y telares pblicos para ello.Un incremento sustantivo en el nmero de obrajes particularesse produjo durante el gobierno del presidente Miguel de Ibarra.En efecto, entre 1606 y 1608, Ibarra, aprovechando la inexistenciade virrey en el Per, lo que le daba poderes de gobernadory capitn general, otorg un gran nmero de concesiones parael establecimiento de obrajes privados, esta vez prioritariamentea gente vinculadas al poder poltico, esto es, a la Audiencia o alCabildo. El propio Cabildo, en 1604, solicit licencia real paraestablecer otros obrajes en esta comarca.Uno de los motivos que ms impuls el desarrollo de la manufacturatextil privada fue, sin duda, el excelente mercado que seEcuador en la historia 21032013.indd 70 3/26/2013 10:44:09 AMEl Ecuador en la Historia 71abri para los textiles quiteos, tanto por su buena calidad comopor su precio, menor al de la ropa de Castilla. Al calor de ese augesurgieron nuevos obrajeros, de rasgos empresariales, que solicitaronlicencia para fundar obrajes con mano de obra esclava, lo queimplicaba, sin duda, una fuerte inversin de capital.Las rutas de trnsito y comercioLa dominacin colonial rompi y reorganiz antiguos espaciosde integracin creados por los pueblos indgenas desdemuchos siglos atrs. Uno de estos espacios socio-histricos habasido construido por las antiguas culturas del occidente sudamericano(Valdivia, Chim, Vicus, Guangala, Narro, Talln. Tumpi,Huancavilca, Caari, Palta, Ayabaca, Huancabamba, Guayacundoy otras), que hallaron en l un escenario geogrfico adecuadopara representar el gran drama de su vida social y su desarrollohistrico. Los estudios contemporneos revelan la riqueza de lasmigraciones humanas, flujos comerciales e intercambios culturalesque hubo en esta regin durante su primera historia. Esosintercambios permitieron que un pas con escasos recursos aurferos,como el antiguo Per, levantara, sin embargo, las msaltas culturas del oro, gracias al aporte aurfero de los pueblosdel actual Ecuador. Igualmente, ellos determinaron que pueblosque no producan cobre, como los de la regin guayaquilea,pudieran fabricar con este metal y utilizar masivamente las hachas-monedas, primera moneda metlica del continente americano.En fin, gracias a ellos la concha Spondyllus y el mullucircularon generosamente por la costa del Pacfico Suramericanoy adquirieron su trascendental valor de uso y valor de cambio.La dominacin colonial afect a los elementos supervivientesde ese intercambio, pero las autoridades coloniales buscaronpreservar, hasta donde fuera posible, la integracin espacial deaquella gran regin, para mejor beneficiar a los intereses de lacorona. As, ella fue refuncionalizada de acuerdo a los interesesdel sistema colonial, bajo la autoridad del virreinato del Per,situacin que no se alter con la creacin de la Audiencia deEcuador en la historia 21032013.indd 71 3/26/2013 10:44:09 AM72 Jorge Nez SnchezQuito, en 1563, cuyos lmites sureos quedaron marcados poruna lnea que iba, de Oeste a Este, desde el puerto de Paita haciaPiura, Cajamarca, Chachapoyas, Moyobamba y Motilones.La produccin econmica de ese gran espacio sufri profundastransformaciones bajo el sistema colonial. La bsqueday explotacin de metales preciosos se convirti en el ejede la labor econmica colonial y condicion el desarrollo detodos los dems sectores de la economa. En ese marco, elCerro rico de Potos se convirti en el motor de la economacolonial sudamericana, a la que alimentaba de recursosmonetarios y de la que reciba variados productos primarios ymanufacturados.Eso tuvo grandes efectos en el agro. En vez de las antiguas economaslocales de subsistencia, que posean un componente limitadode intercambio comercial, afloraron economas regionalesorientadas a la exportacin. Sin exportacin no haba posibilidadde acceder a los recursos monetarios ni de integrarse al crecientemercado colonial, por lo cual las regiones no exportadoras se quedabanencerradas en s mismas, desmonetizadas y con economasde autoconsumo.La economa de exportacin iba de la mano con el sistemade hacienda. El latifundio, expresin de la dominacin ydel despojo impuestos a los pueblos subyugados, era tambinel mbito adecuado para la produccin agropecuaria y el espaciode concentracin social de los colonizadores espaoles.Pero el latifundio, la hacienda, tuvo una importancia queiba ms all de lo estrictamente econmico, pues era, sobretodo, un smbolo de poder, que marcaba la dominacin sobregrandes grupos de hombres y reflejaba, por tanto, el podersocial de su poseedor. De ah que la hacienda, como smbolode poder, estuviera estrechamente asociada al otro smbolode poder colonial, que era la nobleza, con lo cual, en ltimainstancia, ser hacendado equivala a ser noble. Esas mltiplessignificaciones de la hacienda atrajeron hacia ella el intersde otros grupos de poder colonial, tales como los mineros olos comerciantes, que acumulaban riqueza en sus respectivasEcuador en la historia 21032013.indd 72 3/26/2013 10:44:09 AMEl Ecuador en la Historia 73ocupaciones, pero invertan buena parte de ella en la adquisicinde tierras, en busca del poder real y simblico que dabala hacienda.Un elemento fundamental para el desarrollo del sistema econmicocolonial fue el aprovechamiento de los viejos caminos ysenderos indgenas, que pasaron a convertirse en caminos de herradura,dado el uso creciente de animales de tiro y carga tradospor los espaoles, y preferentemente de ganado caballar. Los caballos,los asnos y especialmente los mulos se convirtieron en importanteselementos de produccin, puesto que permitan transportargente y productos de una regin a otra. De este modo, lasantiguas rutas indgenas del mullu,41 del oro o de la coca fueronsustituidas en importancia por las nuevas rutas del ganado, la sal,el algodn (tejido o en rama), el tabaco o el jabn.Internamente, las rutas ms importantes fueron las que vinculabanla Costa con la Sierra, a travs de pasos de montaa en laCordillera Occidental y de nudos cordilleranos del callejn interandino.Entre ellas se destacaron las varias rutas entre el puertode Guayaquil y la capital quitea, que fueron: el camino de Telimbela, el camino de Angas y el camino de Chazo Juan, habiendosido el segundo de ellos designado como Camino Realpara viajar entre ambas ciudades. Tambin fueron importantesel camino de Naranjal, que vinculaba a Guayaquil y el puertomartimo de La Bola (actual Balao) con la Cuenca andina, porla va de Molleturo; el camino de Pumapungo, que vinculabaa la Costa Central de Quito con la Sierra Sur y, siguiendo haciael Sur, con el norte peruano; el camino de Yunguilla, que unaa la Costa Sur con Cuenca; el camino de Zaruma, que unaa la Costa Sur con la ciudad aurfera de tal nombre y, ms all,con los territorios de Loja, La Zarza y Zamora; y el camino deAngamarca, que vinculaba a la Costa Central (Portoviejo) conla Sierra Central (Latacunga y Quito).41 Pequeas cuentas de concha Spondylus ensartadas en un hilo, que servancomo collar de adorno personal o como moneda en toda la costa del PacficoSur americano. En el plano ritual, el mullu era considerado alimento delos dioses.Ecuador en la historia 21032013.indd 73 3/26/2013 10:44:09 AM74 Jorge Nez SnchezDada la configuracin territorial, existan tambin rutas alo largo de cada regin, que vinculaban a los diversos valles osubregiones. En la Costa, la ruta ms circulada era el Caminode Santa Rosa, que avanzaba desde Guayaquil hacia el Sur, condireccin a Piura y el puerto de Paita; como extensin de este,estaba el camino costanero que una a Guayaquil con la pennsulade Santa Elena y luego se encaminaba al Norte, hacia lastierras de Manab (Chongn, Jipijapa y Portoviejo). En la Sierra,exista el Camino Real de los Andes, que era, en esencia, el antiguoIngan (Camino del Inca), pero reformado en ciertospuntos para el uso de caballeras; este una el pas de Norte a Sury lo vinculaba con la Nueva Granada y el Per, respectivamente.En el Oriente, variados senderos indgenas unan a los vallesorientales entre s y tambin con los valles serranos situados aloccidente, destacndose: el de Papallacta, por el que se iba deQuito a Baeza, Quijos y Maynas; el de Baos, por el que se iba deAmbato a Canelos y Maynas; el de Morona, por el que se viajabaentre Riobamba y las tierras orientales; el de Gualaceo, por elque se comunicaba Cuenca con Sevilla de Oro, Santiago de lasMontaas y el Maran; y el de Zamora, por el que se viajabaentre Loja y Jan.Las rutas de comercio con el PerDurante los siglos xvi y xvii se desarroll una nueva economaregional, basada en la produccin agropecuaria y manufactureray en un activo intercambio comercial entre las zonas del sur quiteoy el norte peruano. Las partes quitea y peruana de esa reginfueron integrndose, alrededor del intercambio comercialde productos agropecuarios, manufactureros y de recoleccin,cuya lgica se impuso a los lmites administrativos y las trabasburocrticas existentes entre los virreinatos de Per y la NuevaGranada. De este modo, productos quiteos como mulas, textiles,cacao y cascarilla (quina) circularon libremente por el norteperuano, mientras que productos de ah se consuman en el surquiteo, principalmente algodn, jabn, sal y tabaco.Ecuador en la historia 21032013.indd 74 3/26/2013 10:44:10 AMEl Ecuador en la Historia 75El mercado de circulacin y consumo de esos productos vinoa definir el mbito geogrfico de esa Gran Regin, que abarcabapor el norte hasta Guayaquil, en la Costa, y Cuenca, en la Sierra;por el Este hasta Jan; por el Suroriente, hasta Chachapoyas, ypor el Suroccidente hasta Trujillo, pasando por Tumbes, Piura,Paita, Chiclayo y Lambayeque.En el interior, varias rutas vinculaban su territorio: una iba deTrujillo a Chiclayo y a Piura, centro nodal de las vas de comercioregional; desde ah, una ruta (Camino de Huancabamba)iba por la zona montaosa de la provincia, donde estaban lospueblos de Fras, Huancabamba y Ayabaca, hacia Loja, Cuenca yQuito, mientras otra ruta iba hacia el norte por Sullana y Suyo,y una tercera ruta (Camino de Tumbes) avanzaba por la Costapiurana hacia Tumbes, Santa Rosa y Guayaquil.Tambin haba una activa ruta exterior, de carcter martimo,que vinculaba a Paita el puerto de Piura con La Bola elpuerto de Cuenca en el Pacfico y con Guayaquil. Esa ruta exteriorse extenda, por el sur, a El Callao, Pisco y Chile, y por elnorte al Choc y Panam. Por ello, esta ruta exterior cumplauna funcin complementaria de las rutas interiores: permita lasalida de los productos regionales de exportacin, como la cascarilla,hacia sus mercados finales; facilitaba el intercambio deproductos entre los extremos regionales (p. e., productos norperuanoshacia Guayaquil y productos guayaquileos hacia Paitay Trujillo); y haca accesible el intercambio con otras regionesprximas, como el sur peruano, los valles chilenos, el Choc yPanam.Naturalmente, un intercambio comercial tan intenso y prolongadono solo implic la circulacin de mercancas y capitales,sino la creacin de unos intereses complementarios entre el norteperuano y el sur quiteo. En unos casos, esos intereses fuerongenerados por determinaciones geogrficas, como ocurra en elcaso de la sal, que para los cuencanos y lojanos era ms fcil, seguroy barato recibirla de Paita que de Guayaquil, en razn de losfciles caminos hacia el norte peruano y la difcil ruta hacia Guayaquil,casi imposible de transitar en los largos meses de invierno.Ecuador en la historia 21032013.indd 75 3/26/2013 10:44:10 AM76 Jorge Nez SnchezEsa misma facilidad de trnsito, por los caminos secos y segurosdel norte peruano, determin que la mayor parte de la cascarillaproducida en el sur de la Audiencia de Quito se transportara portierra hasta el puerto de Paita, para su exportacin.En otros casos, esos intereses complementarios estaban causadospor razones estrictamente productivas, como ocurra conla produccin textil. Es evidente que no se hubiera desarrolladola agricultura del algodn en las zonas de Piura y Saa de no haberexistido el creciente requerimiento de la fibra por parte delos manufactureros y artesanos de Loja y Cuenca, quienes luegoenviaban gran parte de su produccin textil a la zona andinadel norte peruano (Cajamarca), donde no llegaban los textilesingleses o llegaban con alto costo.La ganadera parece haber sido en la primera etapa colonial ladedicacin preferencial de la economa regional, junto con la agricultura.La misma colonizacin impuso una creciente necesidadde cabalgaduras y animales de carga, indispensables para eltransporte local o el comercio interregional de productos y mercancas.Igualmente, para tal tarea result indispensable el desarrollode una ganadera de carne (cerdos y vacas), que pudieraproveer a los viajeros de carnes secas (cecina y charqui) parauna larga subsistencia. Pero, a partir del siglo xvii, los productosde mayor demanda sern los provenientes de la agricultura, laganadera y la manufactura.Desde el rea peruana, se exportarn hacia el norte productoscomo el algodn, el jabn, la sal, el aguardiente, las aceitunasy el aceite de oliva. Empero, el producto fundamental de esaexportacin va a ser, segn algunos historiadores (Reyes Flores,Restrepo) el algodn, aunque Aldana sostiene que esta materiaprima fue superada en importancia, durante el ltimo perodocolonial, por un producto elaborado, el jabn, fabricado en lasfamosas tinas de Piura.4242 Alejandro Reyes Flores, Hacendados y comerciantes. Piura-Chachapoyas-Moyobamba-Lamas-Mainas (1770-1820), Lima 1996; Tierra y Sociedad enCajamarca. Siglos xvii-xix, en Alma Mater N9, Revista de Investigacin de laUniversidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, 1994; Contradicciones en elEcuador en la historia 21032013.indd 76 3/26/2013 10:44:10 AMEl Ecuador en la Historia 77Dados los crecientes requerimientos de materia prima quetiene la manufactura textil del sur quiteo, las haciendas y anlas propiedades menores del rea de Piura van a dedicarse alcultivo preferente del algodn, que se produce en aquel territorio,como la maleza en los campos; venden mucho en ramapara Loja, Cuenca y otros lugares de las partes de Quito.43 Laalta calidad del algodn peruano, especialmente el de Piura y elde Saa, caracterizado por su fibra larga y fuerte, lo convirtieronen elemento muye deseado por los obrajeros y artesanos textilerosdel sur quiteo, que con sus hbiles manos y sus graciosostinturados lo convertan en textiles (tocuyos, macanas, calzas ycalcetas) muy apetecidos en toda la regin y en producto de exportacinhacia el mercado peruano. De este modo, como hasealado Reyes Flores, el algodn era la sangre que vivifica[ba]las expectativas econmicas de hacendados, medianos y pequeospropietarios de la tierra piurana.44 Y nosotros podramosagregar que tambin era la sangre que circulaba por las rutas decomercio de la Gran Regin, en forma de fibra que iba hacia elnorte o textiles que volvan hacia el sur.Una produccin bastante lucrativa, muy estrechamente relacionadacon las haciendas o estancias del norte peruano, fue lade jabones y cordobanes (cueros suaves) elaborados a partir delganado cabro. Segn lo ha demostrado Aldana, esta produccinfue tan importante que puede considerarse como el motor de laeconoma piurana en la ltima etapa colonial.45Junto con la reproduccin de mulas y la elaboracin de cecina y charqui, otro importante elemento del comercio regionalPer Colonial (Regin Central 1650-1810), Lima, Universidad Nacional Mayorde San Marcos, 1993.Daniel Restrepo, Sociedad y Religin en Trujillo (Per) 1780-1790, Amerika etaEuskaldunak. Amrica y los Vascos, Tomo I, Bilbao, 1992.Susana Aldana Rivera, Empresas Coloniales. Las tinas de jabn en Piura, Lima,CIPCA-IFEA, 1988; Los comerciantes piuranos (1700-1830). El soporte humano deuna regin econmica, FLACSO, Quito, 1992.43 Mercurio Peruano, tomo VIII, p. 225.44 Reyes Flores, Hacendados..., cit.45 Susana Aldana, Empresas..., cit.Ecuador en la historia 21032013.indd 77 3/26/2013 10:44:10 AM78 Jorge Nez Snchezfue la cascarilla. Desde su revelacin por parte del cacique lojanoPedro Leiva a un cura jesuita, como una medicina para curar lamalaria (paludismo), la quina o cascarilla fue objeto de una activsimaexplotacin en los bosques tropandinos de Vilcabamba,Cajanuma y Urisinga, y luego en los de Cuenca, Guaranda y otrasregiones quiteas. Al transformarse la quina en la primera medicinade uso masivo del mundo moderno, crecieron notablementelos requerimientos de este antifebrfugo y se ampli su explotacina los bosques de la Nueva Granada, a la regin de los Yungas,en la Audiencia de Charcas (Quina callisaya) y a ciertas regionesperuanas fronterizas con la Audiencia de Quito, tales como elcerro de Paratn, en la Doctrina de Guarmaca (y) Sondor anexode Guancabamba.46 Sin embargo, las quinas quiteas siguieronsiendo las ms apetecidas en el mundo dada su excepcional calidad,por su riqueza de alcaloides.En fin, otra de las mercancas comercializadas en esta granregin fueron los esclavos. La poca presencia de mano de obraesclava revelara que ella ya no resultaba rentable para los procesosproductivos, en razn de abundancia y/o baratura de lamano de obra indgena y mestiza. Cabe, entonces, preguntarsepor qu motivo se negociaban negros en la regin comprendidaentre Guayaquil, Cuenca y el norte del Per. Quiz la respuestahay que hallarla en la permanencia del uso de esclavos comosigno de distincin social, por lo cual muchas familias ricas buscabanposeer uno o varios esclavos de servicio para remarcar suriqueza e importancia social.Mientras millares de arrieros circulaban con sus recuas demulas por las rutas interiores de la Gran Regin, un buen nmerode comerciantes preferan usar la ruta martima para susintercambios, ya fuera usando embarcaciones de alto bordo, capacesde viajar por mar abierto, o utilizando chatas, falas ypequeas naves adecuadas para el comercio de cabotaje, que viajabanbordeando la costa. En su mayor parte, esas embarcacioneshaban sido construidas en los astilleros de Guayaquil, apro-46 Mercurio Peruano, tomo VIII, p. 208.Ecuador en la historia 21032013.indd 78 3/26/2013 10:44:10 AMEl Ecuador en la Historia 79vechando la abundancia de maderas de esa regin y la excelenteingeniera naval guayaquilea, que aunaba los conocimientostcnicos indgenas y espaoles. Y la actividad de ese astillero fuetal que a mediados del siglo xviii Guayaquil posea ya una notableflota mercante, as como todo un complejo sistema mercantilnaval,integrado por armadores, maestres, tripulantes, prcticos,aviadores, consignatarios, guardiamarinas, oficiales de aduanas,estibadores, etc.Entre los comerciantes porteos figuraban peruanos asentadosen Guayaquil (Escudero, Ostolaza) y tambin algunoscomerciantes y armadores de origen judo sefardita, como losSnchez Navarrete y los Rodrguez de Bejarano, quienes prcticamentemonopolizaban el trfico mercantil del vino chileno, elaguardiente de uva peruano y la sal, adems de controlar el comerciodel cop (petrleo) de Santa Elena y Amotape, con elque se impermeabilizaban las famosas vasijas peruleras, usadaspara transportar vinos y aguardientes.Esos grandes comerciantes martimos, que traficaban al pormayor, controlaban tambin en buena medida las rutas de comerciointerior, por cuanto posean vnculos de negocios y/otnicos (en el caso de los judos sefarditas) con los arrieros y comerciantesal por menor que laboraban en ellas. De este modo,los tentculos mercantiles de los Snchez Navarrete, los Rodrguezde Bejarano y otros similares, llegaban hasta Ica, Trujillo,Piura, Loja, Cuenca, Alaus y Chimbo, e incluso hacia ciudadesy poblaciones ms interiores, como Riobamba, Quito e Ibarra.Quito y la defensa de la costa atlnticaLa Audiencia de Quito, como parte que era del Virreinato deNueva Granada, debi aportar regularmente fondos para la defensade las plazas fuertes y fortificaciones de la costa atlntica: Cartagena,Santa Marta y Ro Hacha. Esos aportes se hacan por mediode envos anuales, que se denominaban situado. El monto deesos envos era siempre diferente, puesto que no corresponda auna asignacin anual fija sealada para el distrito, sino al envoEcuador en la historia 21032013.indd 79 3/26/2013 10:44:10 AM80 Jorge Nez Snchezde todos los recursos sobrantes de la administracin colonial, unavez descontados el pago de sueldos, pensiones y mercedes reales.De ah que variaran las sumas enviadas anualmente por las Cajasde Quito: 30.375 pesos en 1766, 42.365 pesos en 1767, 102.000 en1768, 414.900 pesos en 1784, 500.000 pesos en 1785, etc.Obviamente, tan significativa exaccin colonial afectaba duramentea la economa de la audiencia quitea, cuya regin centralatravesaba por una grave crisis desde mediados del siglo xviii,a consecuencia de la ruina de sus exportaciones textiles por causade la prdida del mercado peruano, inundado por textiles ingleses.En concreto, el envo de situados hacia Cartagena y SantaMarta causaba al menos dos perjuicios directos a la economalocal: de una parte, dejaba sin fondos a las cajas reales de Quitoe impeda la realizacin de obras o inversiones pblicas en estaciudad y su zona de influencia; de otra, provocaba una desmonetizacinprogresiva del pas, que vea salir grandes remesas anualesde metlico sin que hubiesen ingresos paralelos de moneda,puesto que la audiencia quitea haba perdido sus principalesmercados de exportacin y no tena minas de oro o plata que lepermitieran acuar suficiente moneda propia.Ello afect gravemente a la ya dbil economa del Quito central,que hubiera terminado por desmonetizarse totalmente deno ser porque el mismo sistema de remisin de situados abriuna brecha en el mercado exterior y permiti que se reactivaraparcialmente la alicada produccin manufacturera quitea,como veremos ms adelante.Aunque en teora pareca fcil de ejecutar, el transporte delsituado de la Audiencia de Quito hacia la costa atlntica neogranadinaplante desde el primer momento una serie de complejosproblemas legales y logsticos, que debieron resolverse sobre la marcha.El primero de todos fue el tipo de garanta que los situadistas (transportistas del situado) deban dar al fisco para asegurar losintereses de este, que se impuso fuera hipotecaria. Tambin huboproblemas logsticos, derivados del volumen de carga monetaria aser conducida. Esta era transportada a lomo de mula, en zurronesde cuero o en cajones de madera forrados de cuero, que siempreEcuador en la historia 21032013.indd 80 3/26/2013 10:44:10 AMEl Ecuador en la Historia 81iban sellados por la autoridad, pero su volumen era grande y requerade un buen nmero de acmilas para su acarreo. Sirva comoejemplo lo ocurrido en abril de 1767, cuando los Oficiales Reales deQuito recibieron un situado de 25 mil pesos enviados desde Cuencacon el transportista Pedro Sierra y Pambley, que lleg en 16 zurrones,que debieron ser transportados en no menos de ocho acmilas,y cada uno llevaba 1.562 pesos de promedio. Otro ejemplo vlido eslo que ocurri en octubre de 1767, cuando los Oficiales Reales deQuito enviaron a sus colegas de Guayaquil, por orden del presidentede la audiencia, la cantidad de 20 mil pesos, destinada a financiarlos gastos de expulsin de los jesuitas; el envo se hizo en doce cajonesprecintados, forrados en cuero, y marcados; cada cajn llevabaun promedio de 1.666 pesos y para su transporte se utilizaron seisfuertes acmilas.47Si usamos esas referencias como base de clculo, podemos inferirque el situado enviado a Cartagena en 1784, que alcanz lasuma de 414 mil pesos, debi requerir el uso de entre 124 y 132acmilas solo para la carga monetaria, sin contar con los caballaresdestinados al transporte de equipaje y bastimentos, las bestiasde reserva, o las monturas usadas por los situadistas, arrieros yguardias de proteccin, que fcilmente pudieron sumar unos 60o 70 animales ms, dando un gran total de unas 200 acmilas.Otro problema era la seguridad, pues el transporte de tanaltas sumas de dinero implicaba el riesgo de ataques por partede los bandidos que operaban en ciertas reas del camino real,como el valle del Pata, donde fueron asaltados y asesinados varioscomerciantes durante aquel perodo. Por lo mismo, los situadistastransportaban los caudales acompaados por un fuertepiquete de gente bien armada, junto con guas y baqueanos de laruta, que ayudaran a evitar riesgos o sortear peligros.Asunto importante era el plazo que las autoridades fijaban alos situadistas para la entrega de los caudales en las Cajas Realesde Cartagena y Santa Marta. Ese plazo dependa del tiempo de47 Los OO. RR. de Quito a los de Guayaquil; Quito y octubre 6 de 1767. LibroCopiador, aos 1765-1768, citado.Ecuador en la historia 21032013.indd 81 3/26/2013 10:44:10 AM82 Jorge Nez Snchezduracin del viaje entre Quito y Cartagena y tambin de las dificultadespropias del clima, que imponan la necesidad de queel transporte de los caudales se efectuara en el verano o pocaseca (entre mayo y octubre), pues en el invierno los caminos seponan intransitables por causa de las lluvias.Para entender mejor las distancias y tiempos del viaje redondoentre Quito y la Costa atlntica, hemos utilizado la informacinproporcionada por don Dionisio Alsedo y Herrera,expresidente de Quito, en su Plano geogrfico e hidrogrficodel distrito de la Real Audiencia de Quito y descripciones de lasprovincias, gobiernos y corregimientos que se comprenden ensu jurisdiccin.48 Segn ella, el viaje entre Cartagena y Quitocubra una distancia de 518 leguas en total y se haca a travs decontinuos y horribles precipicios y despeaderos; de caudalososros; de variedad de temperamentos, ya de pramos y nieves, yya de calores abrasadores; de desiertos y de despoblados, y detodos los dems rigores que ofrece la famosa Cordillera de losAndes.49 La ida tardaba unos 90 das aproximadamente, siempreque se efectuara en circunstancias normales, esto es, teniendobuena navegacin por el ro Magdalena, sin sufrir accidentesy con buen tiempo. Y si a esto sumamos otro lapso igual por elregreso, tenemos un gran total de 180 das entre ida y vuelta, quees el plazo que se haca constar en los contratos de transporte.El enfrentamiento de estos problemas prcticos pas por diversasalternativas a lo largo del tiempo. En una primera poca,el envo de los situados desde Quito a Cartagena se efectu comouna tarea oficial, que estaba directamente a cargo de las autoridadescoloniales, quienes organizaban en todos sus detalles lacaravana de transporte y ponan al frente de ella a un OficialReal, encargado de entregar los caudales a los Oficiales Reales48 El documento en: Pilar Ponce Leiva, Relaciones Histrico-Geogrficas de laAudiencia de Quito. Siglos xvi al xix, Ed. del Consejo Superior de InvestigacionesCientficas, Madrid, 1991, tomo II, pp. 423-452.49 Representacin de mritos y servicios hecha al Rey nuestro seor por don Josef Garca deLen y Pizarro, Ministro togado del Real y Supremo Consejo de Indias [...], Madrid,2 de octubre de 1786. AGI, Quito, L. 233.Ecuador en la historia 21032013.indd 82 3/26/2013 10:44:10 AMEl Ecuador en la Historia 83de Cartagena y retornar a Quito con los correspondientes recibosy tornaguas.Posteriormente, ante los elevados costos de esta operacinoficial, las autoridades optaron por contratar el envo de loscaudales con comerciantes quiteos que regularmente hacanla carrera de Cartagena, pagndoles un porcentaje sobre elmonto transportado y exigindoles fianzas o garantas hipotecariapara asegurar los intereses del fisco. La implantacin de estenuevo mecanismo de envo ahorr costos a la corona en el transportede situados, pero gener un crecimiento del contrabando,ejercitado por los concesionarios del transporte. Si la carrera decomercio de Quito con Cartagena haba estado tradicionalmentecruzada por el contrabando proveniente del mar Caribe, eltransporte del situado facilit el trnsito de todas las mercancasprohibidas: francesas, holanes holandeses, lienzos alemanes,herramientas y textiles ingleses, sedas, porcelanas y maderas lacadaschinas, etc., que entraban de contrabando por la costa deTierra Firme e iban vendindose en las ciudades y pueblos ubicadosjunto al largo camino de Cartagena a Quito.En una tercera etapa, las autoridades coloniales, buscandopaliar la desmonetizacin que causaba en el pas quiteo el peridicoenvo de caudales hacia Cartagena, dieron autorizacina los transportistas para que, con los fondos encargados a sucustodia, pudieran adquirir en Quito mercancas de produccinlocal (textiles, platera, obras de arte religioso, etc.), destinadasa ser vendidas en la ruta de trnsito, de modo que, alllegar a Cartagena la caravana del situadista, los fondos realesse hubiesen recuperado, dejando a los transportistas un beneficiosustancial, que, a su vez, era invertido en la compra de mercancaslegales y/o de contrabando, con las que emprendan elviaje de regreso.Por todo lo expuesto, el transporte del situado termin porconvertirse en el mayor negocio de la regin, contribuyendo alevantar la deprimida economa del centro quiteo entre finesdel siglo xviii y comienzos del xix. Paralelamente, fue tambinel principal medio de acumulacin de capital que hubo en laEcuador en la historia 21032013.indd 83 3/26/2013 10:44:10 AM84 Jorge Nez Snchezregin central quitea durante aquel largo perodo de crisis. Yfue el mecanismo bsico de supervivencia de las manufacturastextiles de Quito, cuyos productos eran transportados hacia laregin andina de la Nueva Granada por la caravana anual decomercio que sala de Quito.Pero ese negocio tuvo otros resultados adicionales. Es sabidoque por las rutas de comercio no solo suelen circular mercancas,porque a donde va la gente van tambin las ideas, lascostumbres, los usos lingsticos, los modos de vida. As fueque por la ruta de Cartagena y Honda llegaron hasta Quito losusos sociales del mundo exterior, pero, adems, las ideas de laIlustracin, en forma de palabras y conceptos o en forma delibros. De esta manera la Biblioteca Pblica de Quito, luego dirigidapor el genial mdico mestizo Eugenio Espejo, y algunasbibliotecas particulares, pudieron enriquecerse con textos depensadores franceses e ingleses, pero sobre todo de idelogosdel liberalismo espaol. De este modo, y ms all de los hechosy circunstancias que rodearon el transporte del situado entreQuito y Cartagena, esta vinculacin econmica y humana entreambas ciudades tuvo una consecuencia histrica insoslayable,cual fue la apertura de un canal de circulacin para las ideas dela Ilustracin entre la Costa atlntica y el Ande equinoccial, loque a su vez deriv en el establecimiento de relaciones sociales,culturales e ideolgicas entre los criollos ilustrados de ambasregiones neogranadinas.As, pues, no tiene nada de casual el hecho de que uno de losms notables situadistas quiteos, don Juan Po Montfar y Larrea,segundo marqus de Selva Alegre, haya entablado relacionesde amistad, durante sus recorridos por esa ruta de comercio,con algunos personajes ilustrados de la sociedad criolla santafesina,con los que comparta intereses econmicos, valores culturales,ideas polticas y otros rasgos de identidad. El ms notablede esos amigos y corresponsales que Montfar hizo en la ruta decomercio hacia Cartagena fue indudablemente Antonio Nario,el que tambin desarrollaba tareas de comercio en la ruta entreSan Bartolom de Honda y el gran puerto fortificado del Atln-Ecuador en la historia 21032013.indd 84 3/26/2013 10:44:10 AMEl Ecuador en la Historia 85tico.50 Y esa vinculacin entre estos dos personajes criollos fuetan estrecha que incluso se ampli hacia los crculos familiares yamistosos de cada uno de ellos.Para la historiografa ecuatoriana tiene especial importanciala tarea de rastrear y analizar las circunstancias originarias deesa amistad entre Montfar y Nario, as como sus proyeccionesposteriores, puesto que alrededor de ella se gestaron hechos histricostrascendentales, que en el futuro llevaron a Montfar adirigir en 1809 el Primer grito de independencia americana ya Nario a convertirse en uno de los primeros gobernantes republicanosde su patria.