La Casa Sobre La Casa Sobre

la Peñala Peña

Nunca Sólo.Nunca Sólo. Juan 16:25Juan 16:25--28, 3228, 32--3333

Nunca Sólo. Juan 16:25-28, 32-33

Durante meses, Jesús conoció la gran popularidad: muchedumbres

se agolpaban alrededor de él, ávidas de su Palabra y de sus corazo-

nes. Luego ese entusiasmo había caído. En cierto momento, cuando

de sus discípulos le habían abandonado, Jesús pregunto a los doces:

“¿Y vosotros, no queréis iros también?” pero ellos quedaron fervoro-

samente fieles a Él. Ahora ha llegado para Jesús la hora suprema: sabe que marcha a la

muerte, y ve el momento en que sería completamente abandonado por el pueblo y por sus discípulos; sin embargo declara con serena seguridad: “No estoy sólo”. Oís está palabra vosotros los aislados, vosotros que habéis sido

despojados por la muerte, vosotros los niños abandonados, vosotros que os encontráis solos para luchar contra el mal y la adversidad, vo-sotros a quien le falta el apoyo moral de los que os rodean, vosotros que habéis sabido incurrir en la impopularidad para ser fieles a vues-tra conciencia… la ois está palabra triunfante de Jesús: “No estoy só-lo, porque el Padre está conmigo”. Padre…este nombre lo encierra todo para Jesús. En cualquier mo-

mento del día, pone su voluntad al unísono con la del Padre a quien siente de continuo a su lado: aun en la violencia de la tempestad des-encadenada en el lago, queda perfectamente calmo, porque el Padre está con él. En las tinieblas y la angustia del Getsemaní, aun ahí se entrega a la voluntad de Dios, y se levanta sereno y fuerte para en-frentar la cruz. Porque el Padre está presente, Jesús no se siente nunca sólo para

pensar y juzgar, para decidirse y obrar, para luchar y sufrir. Hoy, co-mo siempre, puede hacer la misma experiencia cualquiera que ponga toda su confianza en Dios y conserve el contacto con el.

ORACIÓN Padre, ponemos en ti nuestra confianza. Con tal que siempre te

siéntanos presente ¿Qué más necesitamos para vivir o para morir? Padre nuestro…..