nuestros aliados comunitarios cosecha de buena...

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26 nuestros aliados comunitarios mayo de 2004 Cosecha de buena conducta Combinando herramientas pedagógicas y espirituales con la siembra de cultivos y la cría de animales, entre La Victoria y la Colonia Tovar, un grupo de sacerdotes logra la reeducación efectiva de jóvenes con problemas conductuales y de drogadicción. D escubrir a la edad de 14 años que su padre era realmente su padrastro, le generó a Iraima Rodríguez una conducta agresiva, desordenada y con una amargura que le hacia ver la vida sin valor alguno. Cuando asistió al Centro de Atención Integral “Fray Luis Amigó”, y recibió servicios terapéuticos, comprendió la valoración de sus días y a partir de allí mejoró notablemente la relación con su familia y logró ganarse la confian- za de su madre , con quien comparte nuevos lazos afectivos que en algún momento se habían roto. En el sector Pie de Cerro, vía la Colonia Tovar, desde La Victoria, estado Aragua, en medio de una exu- berante naturaleza y clima de monta- ña se ubica el Centro de Atención “Fray Luis Amigó”, dirigido por el Padre Miguel Parra, de los Terciarios Capuchinos, lugar donde atienden a niños y jóvenes con múltiples disfun- ciones de tipo conductual. En La Victoria, también cuentan con un centro ambulatorio, bajo el mismo nombre, en el cual atienden espe- cialmente niñas y mujeres con este mismo tipo de problemas. Este Padre, junto con los hermanos Religiosos Amigonianos, familiares y laicos, desarrolla un programa de atención biosicosocial que hace posible la puesta en práctica de un proyecto de vida. En el Centro de Atención Fray Luis Amigó el problema de conducta de los jóvenes se atiende hasta en el área técnica, especialmente en cultivos y cría de ganado. Fanny Vera [email protected] Fotos: José Miguel Martín

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n u e s t r o s a l i a d o s c o m u n i t a r i o s

contactomayo de 2004

Cosecha de buena conducta

Combinando herramientas

pedagógicas y espirituales

con la siembra de cultivos y la cría

de animales, entre La Victoria

y la Colonia Tovar, un grupo

de sacerdotes logra la reeducación

efectiva de jóvenes con problemas

conductuales y de drogadicción.

Financiamiento de la obra

Con un aporte del sector público, los Terciarios Capuchinos adquirieron

una finca de 153 hectáreas productivas y con el aporte del Fondo Social

Cantv, otorgado en 1999, construyeron el edificio del Centro Fray Luis

Amigó, cuya obra está ejecutada en un 75%.

También reciben recursos de la congregación ubicada en diferentes

paises para el fortalecimiento de la obra en Venezuela.

En el año 2002, nuevamente requirieron apoyo de la Corporación Cantv

para la fase de dotación, por lo que el comité de Fondo Social aprobó

un aporte para emprender este proyecto complementario en el Centro

Fray Luis Amigó.

Bajo la filosofía amigoniana

Para cubrir la demanda de atención que han presentado

familias de La Victoria, el Padre Miguel Parra y un grupo

de terapeutas y laicos, crearon un Centro Ambulatorio

en esta zona, donde se atienden a 100 pacientes de

todas las edades.

La congregación de los Hermanos Terciarios Capuchinos,

atiende a jóvenes en situaciones de riesgo, en edades

comprendidas entre 12 y 17 años, con graves proble-

mas de farmacodependencia y de conducta, pero con

posibilidades de superación.

Mediante la modalidad de internado -por la necesidad

de aislarlos de su ambiente- son atendidos bajo un pro-

ceso reeducativo. El Centro tiene capacidad para 48

adolescentes de sexo masculino. Las niñas están sien-

do atendidas en el Centro Ambulatorio por ser más com-

plejo su problema de conducta.

El programa incluye el área de capacitación técnica para

el trabajo, el cual se desarrolla a través de la cría de ani-

males y cultivos, entre ellos cilantro, aguacate y cebo-

llín, entre otros. Los jóvenes entran al mundo laboral y

las ganancias de los cultivos se distribuye en 50% para

el joven y el restante para la institución.

Es así como la misión del Centro Fray Luis Amigó, gra-

cias a los aportes del sector público y de la empresa pri-

vada como la Corporación Cantv, dirige sus acciones

hacia aquellos jóvenes y niños que por diferentes razo-

nes no han encontrado su camino, desviándose hacia el

vicio de la droga. Así como, para todos los niños, niñas

y jóvenes necesitados de calor y compresión; de ayuda

y orientación; de perdón y salvación, para que se sien-

tan amados y sueñen con una nueva esperanza de vida.Descubrir a la edad de 14 años

que su padre era realmente su

padrastro, le generó a Iraima

Rodríguez una conducta agresiva,

desordenada y con una amargura que

le hacia ver la vida sin valor alguno.

Cuando asistió al Centro de Atención

Integral “Fray Luis Amigó”, y recibió

servicios terapéuticos, comprendió la

valoración de sus días y a partir de allí

mejoró notablemente la relación con

su familia y logró ganarse la confian-

za de su madre , con quien comparte

nuevos lazos afectivos que en algún

momento se habían roto.

En el sector Pie de Cerro, vía la

Colonia Tovar, desde La Victoria,

estado Aragua, en medio de una exu-

berante naturaleza y clima de monta-

ña se ubica el Centro de Atención

“Fray Luis Amigó”, dirigido por el

Padre Miguel Parra, de los Terciarios

Capuchinos, lugar donde atienden a

niños y jóvenes con múltiples disfun-

ciones de tipo conductual. En La

Victoria, también cuentan con un

centro ambulatorio, bajo el mismo

nombre, en el cual atienden espe-

cialmente niñas y mujeres con este

mismo tipo de problemas.

Este Padre, junto con los hermanos

Religiosos Amigonianos, familiares y

laicos, desarrolla un programa de

atención biosicosocial que hace

posible la puesta en práctica de un

proyecto de vida.

Un hombre sin límites

Miguel Parra, Fraile Amigoniano

Terciario Capuchino, es el primer

sacerdote venezolano que pertene-

ce a esta congregación de espiri-

tualidad franciscana, con 115 años

de trayectoria. Luego de permane-

cer muchos años fuera de su país,

regresó a Venezuela por una

inquietud que lo ha sensibilizado

desde que dio sus primeros pasos

en el mundo sacerdotal.

“La atención de los muchachos con

problemas de conducta es casi

nula en el país; los Terciarios

Capuchinos han estado trabajando

desde 1953 con el extinto Consejo

Venezolano del Niño, y luego con el

Inam. Con la ayuda de muchas per-

sonas e instituciones, ahora desa-

rrollan su labor en el Centro de

Atención Fray Luis Amigó de La

Victoria”, comentó.

El Padre Miguel Parra, durante

muchos años se ha preparado acadé-

micamente para ofrecer las mejores

herramientas y técnicas a los jóvenes

que sufren de problemas de conduc-

ta y adicción a fármacos o drogas.

“Nuestro proceso va encausado a la

identificación de su problema, que

los jóvenes, los trabajen y se man-

tengan para que se reincorporen a

la sociedad con una nueva manera

de pensar y con un nuevo proyecto

de vida”, agregó.

El Padre Miguel Parra, desde 1996 se ha propuesto levantar el Centro de Atención Fray Luis Amigó en Pie de Cerro, vía la Colonia Tovar.

En el Centro de Atención Fray Luis Amigó el problema de conducta de los jóvenes se atiende hasta en el área técnica, especialmente en cultivos y cría de ganado.

Fanny Vera

[email protected]

c Camino a la sede principal del Centro de Atención Fray Luis Amigó.

Foto

s: Jo

sé M

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tín

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n u e s t r o s a l i a d o s c o m u n i t a r i o s

contactomayo de 2004

Cosecha de buena conducta

Combinando herramientas

pedagógicas y espirituales

con la siembra de cultivos y la cría

de animales, entre La Victoria

y la Colonia Tovar, un grupo

de sacerdotes logra la reeducación

efectiva de jóvenes con problemas

conductuales y de drogadicción.

Financiamiento de la obra

Con un aporte del sector público, los Terciarios Capuchinos adquirieron

una finca de 153 hectáreas productivas y con el aporte del Fondo Social

Cantv, otorgado en 1999, construyeron el edificio del Centro Fray Luis

Amigó, cuya obra está ejecutada en un 75%.

También reciben recursos de la congregación ubicada en diferentes

paises para el fortalecimiento de la obra en Venezuela.

En el año 2002, nuevamente requirieron apoyo de la Corporación Cantv

para la fase de dotación, por lo que el comité de Fondo Social aprobó

un aporte para emprender este proyecto complementario en el Centro

Fray Luis Amigó.

Bajo la filosofía amigoniana

Para cubrir la demanda de atención que han presentado

familias de La Victoria, el Padre Miguel Parra y un grupo

de terapeutas y laicos, crearon un Centro Ambulatorio

en esta zona, donde se atienden a 100 pacientes de

todas las edades.

La congregación de los Hermanos Terciarios Capuchinos,

atiende a jóvenes en situaciones de riesgo, en edades

comprendidas entre 12 y 17 años, con graves proble-

mas de farmacodependencia y de conducta, pero con

posibilidades de superación.

Mediante la modalidad de internado -por la necesidad

de aislarlos de su ambiente- son atendidos bajo un pro-

ceso reeducativo. El Centro tiene capacidad para 48

adolescentes de sexo masculino. Las niñas están sien-

do atendidas en el Centro Ambulatorio por ser más com-

plejo su problema de conducta.

El programa incluye el área de capacitación técnica para

el trabajo, el cual se desarrolla a través de la cría de ani-

males y cultivos, entre ellos cilantro, aguacate y cebo-

llín, entre otros. Los jóvenes entran al mundo laboral y

las ganancias de los cultivos se distribuye en 50% para

el joven y el restante para la institución.

Es así como la misión del Centro Fray Luis Amigó, gra-

cias a los aportes del sector público y de la empresa pri-

vada como la Corporación Cantv, dirige sus acciones

hacia aquellos jóvenes y niños que por diferentes razo-

nes no han encontrado su camino, desviándose hacia el

vicio de la droga. Así como, para todos los niños, niñas

y jóvenes necesitados de calor y compresión; de ayuda

y orientación; de perdón y salvación, para que se sien-

tan amados y sueñen con una nueva esperanza de vida.Descubrir a la edad de 14 años

que su padre era realmente su

padrastro, le generó a Iraima

Rodríguez una conducta agresiva,

desordenada y con una amargura que

le hacia ver la vida sin valor alguno.

Cuando asistió al Centro de Atención

Integral “Fray Luis Amigó”, y recibió

servicios terapéuticos, comprendió la

valoración de sus días y a partir de allí

mejoró notablemente la relación con

su familia y logró ganarse la confian-

za de su madre , con quien comparte

nuevos lazos afectivos que en algún

momento se habían roto.

En el sector Pie de Cerro, vía la

Colonia Tovar, desde La Victoria,

estado Aragua, en medio de una exu-

berante naturaleza y clima de monta-

ña se ubica el Centro de Atención

“Fray Luis Amigó”, dirigido por el

Padre Miguel Parra, de los Terciarios

Capuchinos, lugar donde atienden a

niños y jóvenes con múltiples disfun-

ciones de tipo conductual. En La

Victoria, también cuentan con un

centro ambulatorio, bajo el mismo

nombre, en el cual atienden espe-

cialmente niñas y mujeres con este

mismo tipo de problemas.

Este Padre, junto con los hermanos

Religiosos Amigonianos, familiares y

laicos, desarrolla un programa de

atención biosicosocial que hace

posible la puesta en práctica de un

proyecto de vida.

Un hombre sin límites

Miguel Parra, Fraile Amigoniano

Terciario Capuchino, es el primer

sacerdote venezolano que pertene-

ce a esta congregación de espiri-

tualidad franciscana, con 115 años

de trayectoria. Luego de permane-

cer muchos años fuera de su país,

regresó a Venezuela por una

inquietud que lo ha sensibilizado

desde que dio sus primeros pasos

en el mundo sacerdotal.

“La atención de los muchachos con

problemas de conducta es casi

nula en el país; los Terciarios

Capuchinos han estado trabajando

desde 1953 con el extinto Consejo

Venezolano del Niño, y luego con el

Inam. Con la ayuda de muchas per-

sonas e instituciones, ahora desa-

rrollan su labor en el Centro de

Atención Fray Luis Amigó de La

Victoria”, comentó.

El Padre Miguel Parra, durante

muchos años se ha preparado acadé-

micamente para ofrecer las mejores

herramientas y técnicas a los jóvenes

que sufren de problemas de conduc-

ta y adicción a fármacos o drogas.

“Nuestro proceso va encausado a la

identificación de su problema, que

los jóvenes, los trabajen y se man-

tengan para que se reincorporen a

la sociedad con una nueva manera

de pensar y con un nuevo proyecto

de vida”, agregó.

El Padre Miguel Parra, desde 1996 se ha propuesto levantar el Centro de Atención Fray Luis Amigó en Pie de Cerro, vía la Colonia Tovar.

En el Centro de Atención Fray Luis Amigó el problema de conducta de los jóvenes se atiende hasta en el área técnica, especialmente en cultivos y cría de ganado.

Fanny Vera

[email protected]

c Camino a la sede principal del Centro de Atención Fray Luis Amigó.

Foto

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