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Novela LiteraturaTRANSCRIPT
Diana Arellano
Amor de jóvenes
En el 2010, en Lagos de Moreno, vive Ximena, es una chava de 15 años muy alegre y
tranquila, medía 1.60m y pesaba 45kg, es una niña muy bonita; pues es muy divertida,
comprensiva y le gusta ayudar a los demás. Es una niña muy inteligente, estudia en el
Instituto La Salle, pero acaba de entrar a este instituto, motivo por el que no tiene muchos
amigos, es un poco tímida y seria, pero cuando agarra confianza en los demás, es como si
cambiara totalmente de actitud.
Valentina, madre de Ximena, siempre encuentra la manera de aconsejarla, la quiere
mucho y siempre busca el bien para ella, al igual que Javier, su padre, quien a pesar de
que tiene mucho trabajo, siempre hace tiempo para estar un rato con su hija, y que
puedan platicar mucho y tener una mejor relación.
Por desgracia, en el instituto, los alumnos son muy llevados y se burlan de la gente como
si aquellas personas no tuvieran sentimientos. Así lo hicieron con Ximena, cuando recién
llego al instituto todos le decían cosas porque era muy tímida, o porque algún otro
compañero de su salón se le acercaba para hacerle platica y no se sintiera como nueva,
sino que se sintiera como en su escuela anterior, bien querida y acogida. Aquel joven que
se acercaba con ella es Maximiliano, esta con ella en el mismo salón, y desde el primer
momento en que vio a Ximena, se le hizo muy bonita, además, a Maximiliano le gusta
hacer muchos amigos y no quería dejar pasar la oportunidad de poder convivir con
Ximena.
Ximena empezó a tener muchos problemas, buscó apoyo por todas partes, pero las únicas
dos personas que la apoyaron fueron su mamá y Maximiliano. Muchas veces para huir de
sus problemas leía novelas de todo tipo, o incluso había días en los que escribía y así se
desahogaba mejor, pues expresaba todo lo que sentía en ese momento.
Pasaron los días y las burlas de sus compañeros hacia ella seguían, y a pesar de que
Ximena ya le habla muy bien a Maximiliano, sus compañeros las siguen molestando,
incluso hasta molestan a Maximiliano. Cuando terminaron las clases, llego Ximena a su
casa muy triste
-¡Mamá!, ¡Papá!, ya no quiero ir a la escuela, ya estoy harta de que todos se burlen de mí,
no es justo, no les he hecho nada malo a ellos como para que se comporten de esa
manera conmigo- dijo Ximena llorando.
-Tranquila hija, yo creo que te han de tener envidia, o tal vez te hace falta relacionarte
más con ellos- dijo Valentina muy tranquila.
-No, yo creo que tengo que ir a hablar con el director para que ponga un orden, se
supone que es un buen colegio donde deben de enseñar a valorar a los demás sean como
sean, no a criticarlos, así que mañana hablo con tu director hija- dijo Javier muy enojado.
-Muchas gracias papá, y también a ti mamá, los quiero mucho- dijo Ximena muy tranquila.
Al día siguiente fueron Javier y Valentina al colegio para hablar con el director, y se dieron
cuenta de que Ximena ya tiene un amigo y no les había dicho. Pensaron en ir con ella y
decirle porque no les había platicado de su amigo, pero decidieron irse y mejor
preguntárselo en casa.
Un rato después, llego el director del instituto al salón de Ximena para poder hablar con
todos sus compañeros
-Jóvenes, he venido con ustedes porque ya me di cuenta de que no recibieron a su
compañera Ximena como lo merecía, me dijeron que se han estado burlando de ella sin
razón alguna, o si hay alguna razón díganmela- nadie del salón dijo nada –Entonces si no
hay ninguna razón por la cual molesten a su compañera, quiero que le pidan disculpas de
buena manera y que les salga del corazón, no quiero que lo hagan solo por compromiso.
La mayoría del salón se levantó a pedirle disculpas de buena manera, excepto Andrea,
pues a ella no le caía nada bien Ximena, le tenía mucha envidia por lo inteligente y bonita
que era, entonces ella le pidió disculpas por compromiso. A Ximena no le importo si
Andrea le había pedido disculpas de buena o mala manera, lo que ella quería era estar
bien con todos los de su salón, sin importar la hipocresía o criticas de las demás.
Cuando llego Ximena a su casa vio a sus padres muy sospechosos, pues la estaban
esperando sentados y se encontraban muy callados
-¿Qué paso? ¿Por qué me ven así tan raro?
-Te vimos con un muchacho en el instituto, se ve muy buena persona, ¿Por qué no nos
habías platicado de él?- pregunto su madre emocionada.
-Ah, lo acabo de conocer. Se llama Maximiliano, y por cierto, ¡es muy guapo!, tiene el pelo
no muy corto, castaño, los ojos color miel y es muy lindo conmigo- dijo Ximena muy feliz.
-Qué bueno que ya tengas aun amigo hija, solo espero que no te hagas falsas ilusiones
con él, y tampoco quiero que te desconcentres de tus estudios por ese muchachito- dijo
su padre un poco molesto.
-¡No te preocupes papá!
Fue pasando el tiempo y Ximena y Maximiliano ya se tenían mucha confianza, eran
mejores amigos y trataban de estar el uno con el otro cuando era necesario, incluso para
hacer algunos de los trabajos y tareas que les dejaban se juntaban.
Un día en la clase de literatura tenían que hacer una novela por parejas, ellos decidieron
hacerla juntos, pues los dos eran muy inteligentes, además se la llevaban muy bien, ya se
tenían mucha confianza e incluso se apoyaban en todo momento.
-Max, te espero a las 5 en mi casa para hacer la novela, ve pensando de que tema lo
quieres hacer.
-Claro Xime, pero mejor tú elige el tema.
-Está bien, sólo que si yo elijo tendrá que ser algo muy romántico, y no sé si te guste.
-Me parece perfecto el tema que tú elijas- le dijo Maximiliano con mucho entusiasmo.
-Bueno, está bien, creo que será… Romántica.
Maximiliano no sé negó a esa idea, pues ya tenía muy buenas ideas de cómo hacer su
historia.
Eran las 4:45 y Maximiliano ya estaba con Ximena, estaba muy ansioso de hacer su novela.
Se prepararon para escribirla, estaban en un lugar muy fresco, se escuchaba el canto de
los pájaros, y tenían platitos con botana; estaban muy emocionados los dos por hacer su
novela romántica, pues Maximiliano ya le había platicado a Ximena como quería que fuera
su novela, entonces comenzaron a hacerla.
Amor de verano
Un día, a una chica de 16 años, llamada Alondra, le dijeron que para el verano tenían que
ir a Pátzcuaro a hacer un curso de inglés y que cuando terminara tendría que hacer un
viaje al extranjero.
Los padres de Alondra estaban separados pero tenían mucho dinero y la madre y su
marido vivían en Estados Unidos. Alondra siempre tenía lo que ella quería, podía porque
sus padres todos los meses le ingresaban dinero en una cuenta bancaria.
Llegó el día en el que se acabó el curso y Alondra se tuvo que ir a California. Se despidió de
sus amigas y amigos y se subió al avión.
Cuando llegaron a California fue a la casa que había alquilado y organizo sus cosas
rápidamente porque tenía ganas de dar una vuelta por la ciudad y ver si había algún chico
guapo por allí cerca.
Cuando iba tranquila caminando, un chico iba con un skate, era muy guapo, tenía el pelo
no muy corto ni largo, castaño, los ojos color azul y se veía de su edad; y en eso, el pobre se
cayó.
-¿Qué te paso? ¿Estás bien?- dijo Alondra.
-No es nada, pero me duele mucho, este es el número de mi hermana, ¿le puedes llamar
por favor?- responde él.
-Por supuesto, ahora la llamo.
-No contesta nadie. Por cierto, ¿cómo te llamas?- dijo Alondra.
-Me llamo Eric, ¿y tú cómo te llamas?
-Me llamo Alondra.- responde nerviosa - Y me parece que te vas a tener que venir conmigo
y yo llamaré a algún médico para que venga a verte en mi casa. Después llamaremos a
alguien de tu familia para que vaya a buscarte. ¿Te parece?
-Pero no hace falta Alondra, yo la llamo desde aquí y que venga ella a buscarme.
-No, te vienes conmigo que en mi casa vas a estar mejor que aquí en la calle tirado. ¿De
acuerdo?
-Bueno iré contigo pero que sepas que esta te la tengo que devolver.
-Como tú digas.
Se fueron a la casa. Alondra estaba emocionada porque Eric le había gustado un poco.
Cuando llegaron a casa llamaron al médico y les dijo que solo era un esguince que en tres
días ya no tendría. Cuando el médico se fue Alondra y Eric se quedaran solos y empezaron
a hablar.
-Bueno, me has dicho que te llamas Alondra, ¿cuántos años tienes?
-Tengo 16 años, ¿y tú?
-Yo tengo 17.
-Bueno, es una pregunta que si quieres no es necesario que me la respondas pero... ¿tienes
novio?, porque eres muy guapa para no tenerlo.
-Gracias por lo de guapa pero no tengo novio. ¿Y tú tienes novia?
-No tengo novia. Yo quiero encontrar a una chica que me haga sentir algo cuando la veo.
¡Ve la hora que es! Te doy mi número de teléfono y me llamas cuando quieras salir un rato
¿vale?
-Vale yo te llamo
Empezó a hacerse noche y aunque estaban muy emocionados haciendo su novela, se les
iban agotando las ideas poco a poco, así que Maximiliano se fue a su casa para que
también Ximena pudiera descansar, pues tenían clases a la mañana siguiente.
-¡Muchas gracias por todo Xime! Buenas noches, nos vemos mañana, adiós.
Al día siguiente, llegaron al colegio muy emocionados por continuar su novela, pero tenían
un pequeño problema, no se iban a poder juntar porque tenían diferentes horarios libres,
así que decidieron conectarse en la noche y hablar por alguna de las redes sociales y así
poder continuar su novela. Ya que estaban conectados, dejaron la novela a un lado y se
pusieron a platicar de otras cosas.
-Entonces Ximena, ¿qué más te gusta hacer?-dijo Maximiliano
-Me gusta salir a platicar con mis más cercanos amigos, ir a pasear con ellos; me gusta
divertirme en todo momento, y me gusta ayudar a los demás en todo lo que necesiten,
pero claro, siempre y cuando sea de verdad necesario para las otras personas.
-¿Entonces sólo ayudas a la gente de bajos recursos?
-No, también ayudo en mi casa, en el colegio, o en donde sea necesario.
-¡Suena muy interesante! ¿Crees que algún día de estos pueda ir contigo a ayudar a los
demás?
-Claro; pero después nos ponemos de acuerdo cuando, porque ahorita ya estoy cansada.
Mañana continuamos con la novela, ¿te parece? Buenas noches Max.
-Está bien, gracias. Mañana continuamos con la novela; buenas noches Xime.
Los dos se fueron a dormir: Ximena estaba muy contenta porque Maximiliano iba a ir con
ella a hacer lo que más le gustaba; y, Maximiliano también estaba feliz, pues iba a ver a
Ximena muy contenta por todo lo que le gusta hacer.
A la mañana siguiente, en la escuela, decidieron aventajarle a su novela, pues no llevaban
mucho y les quedaba poco tiempo para hacerla.
-Max, hay que terminar la novela rápido para ir al “Jagüey” y veas que es lo que hacemos
la gente y yo, te divertirás mucho. ¿Te parece si nos vemos a las 4:30 en mi casa?
-Claro Xime, al rato llego a tu casa.
-Bueno, llegas puntual para ya terminar la novela y despreocuparnos de hacerla.
-Sí, tú no te preocupes.
Como siempre, Maximiliano fue muy puntual y llego a casa de Ximena 10 minutos antes.
En el camino iba pensando cómo seguirle a la novela para que fuera más rápido, mientras
él decía la historia, Ximena la escribía en la computadora.
Estaba Eric con una pierna arriba de la silla, sentado frente a la computadora, pues
platicaba con su tío favorito, David.
-¡Tío, no sabes lo que me paso al volver a casa después de estar con mis amigos en el
skate!
-Me caí y me esguince, pero eso no es todo...
-Entonces que es lo otro.- responde David.
-Que una chica guapísima llamada Alondra...
-¡¿Qué?! No me dejes con la intriga.
-Me llevo a su casa y llamo a un médico para que me curara. Estuvimos hablando y me dio
su número de teléfono. Es súper dulce, simpática, generosa…
-Y te gusto ¿o me equivoco?
-Yo creo que sí, ya te la presentaré después. Además, dice que su mejor amiga es muy
guapa, si quieres te la puedo presentar- dijo Eric riéndose.
-Qué risa…
-No te pongas así, bien sabes que es verdad. Ya verás cómo su amiga te va a gustar.
-Espero que si sea verdad, porque llevo tiempo esperando a alguien.
-Bueno, ya me voy que ya es un poco tarde.
-Sí, yo también me voy, adiós.
Ya cuando Eric estaba apagando la computadora entró Natalia, su hermana, por la puerta.
A pesar de que tiene una pijama infantil estaba muy guapa, y no lo decía porque era su
hermana, sino porque en realidad Natalia es una chica muy guapa pero al igual que
Alondra, no tiene novio.
-Hola hermanito- dijo Natalia
-Hola Natalia, ¿dónde has estado? ¿Por qué no me contestaste el teléfono? Te estuve
llamando varias veces.
-Estaba con mis amigas en la playa, y mi celular se quedó sin batería. ¿Por qué tantas
llamadas? ¿Qué te paso en el pie?
-Lo que paso fue que me caí con el skate. Te llame para que fueras por mí, o por lo menos
que le hablaras a alguien para que fueras por mí, pero no me contestaste. Por suerte, una
muchachita muy generosa que iba pasando por la calle me llevo a su casa y llamo a un
médico para que me curara y después vino a traerme y mira, aquí estoy.- dijo Eric de forma
medio enfadado.
-Que chica tan generosa ¿no crees? Creo, que para ayudarte así le caíste muy bien o quizás
algo más ¿o no?
-Pues quiero que sepas que esa chica es guapísima y a mí me gusta mucho. Y ya vete, me
voy a dar una ducha.
-Bueno. Ya te dejo, pero te aviso cuando la cena esté en la mesa.- dijo cerrando la puerta.
Mientras tanto, en casa de Alondra, estaban terminando de cenar ella y su mejor amiga
Valeria. Y allí estaba Alondra, pensando en él; en su cara, sus ojos, su nariz, su sonrisa,
decía que es perfecto. Sentía algo en su interior que solo había sentido una vez con un
chico de su clase, pero eso no es importante ahora. Lo importante es que aunque solo lo
conociera de hoy lo estaba empezando a querer. Estaba tan pensativa que no se dio
cuenta de que su amiga le estaba hablando.
-¡Alondra!- gritó Valeria desesperadamente.
-¿Qué paso?- dijo Alondra muy asustada.
-¿En qué pensabas?
-En nada- dijo Alondra intentando disimular.
-No disimules amiga, que te conozco muy bien.
-Bueno si, pensaba en Eric. Es un chico que me gusta y que lo quiero como nunca antes
había querido a otro chico.
-Mañana, después de tu curso de inglés, puedes ir a verlo. Y aprovechas para que te
presente a su hermana. ¿No crees?
-No sé. Si ni siquiera sé su dirección.
-¿Y para qué sirve internet? ¿Para qué sirven los celulares? ¿Te dio su número de teléfono,
no? ¿Por qué no le hablas?
-Bueno, tienes razón. Mañana iremos a verlo.
-¿iremos?- dijo Valeria muy sacada de onda.
-Sí, iremos. Quiero que me acompañes, ¿podrías?
-Claro que sí, solo avísame a qué hora para organizarme
-Claro, al rato que hable con Eric, te aviso, ¿va?
-Está bien- dijo muy emocionada.
Ya era de noche y Alondra se quedó un rato en la computadora, mientras Valeria dormía, y
decidió agregar a Eric, pues le daba pena hablarle por teléfono. Cuando lo agregó espero
un rato a ver si estaba conectado pero, como pasó un largo rato y no la aceptó, pensó que
ya estaría dormido, pues ya eran las once de la noche, así que después decidió irse a
dormir ella también.
Su habitación es muy bonita, las paredes son azules y los muebles color chocolate. Tiene
una cama muy grande y tiene en la pared una foto enmarcada de ella con su mejor amiga
Valeria.
A la mañana siguiente estaban Alondra y Valeria acostadas, en su gran cama, cuando de
repente: ¡¡ring, ring, ring!! Sonó el despertador. Ella no soporta que en las vacaciones se
tenga que levantar temprano, pero no puede hacer porque se tiene que ir a su curso de
inglés; apago el despertador y se levanta, se metió a bañar, cuando sale, abrió su closet y
no supo que ponerse, pues quería verse muy guapa por si Eric le contestaba y la invitaba a
salir. Después de estar un buen rato frente al closet viendo que ponerse, decidio ponerse
un vestido color negro con unos zapatos azules; después se peinó y se maquillo un poco y
va a la habitación de Valeria para ver si ya estaba lista, pero no, vio que todavía no salía
de bañarse, así que la presiono y le dijo que bajara rápido porque ya estaba el desayuno
listo y que si no van a llegar tarde. Valeria se apresuró y ya las dos bajan y se ponen a
desayunar.
Terminaron de desayunar y se fueron al curso de Alondra. Mientras iban en camino al
colegio donde era el curso, Eric le llamo a Alondra
-Eric me está llamando, ¿Qué hago? ¿Le contesto ahorita o le hablo al rato?- pregunto a
Valeria muy nerviosa.
-Pues contéstale ahorita, que esperas- dijo Valeria emocionada
Alondra contesto muy nerviosa…
-¿Bueno?
-Hola Alondra, ¿Cómo estás? Habla Eric, espero que te acuerdes de mí.
-Hola Eric, claro que me acuerdo de ti. ¿Cómo has estado, como sigues de tu pie?
-Pues bien gracias, me cuesta un poco de trabajo poder hacer mis cosas, pero es falta de
costumbre.
-Pues sí, que mal. Si necesitas algo dímelo con confianza.
-Muchas gracias Alondra, que linda. Oye…
-No hay que. Si, dime
-¿Vas a hacer algo hoy? Es que me gustaría salir contigo, claro si tú quieres y puedes.
-Pues en realidad no tengo planes, y si me gustaría salir contigo.
-Entonces pásame tu dirección y paso por ti a las 7, ¿te parece? Y podemos ir a donde tú
quieras.
-Me parece bien, solo que no conozco muy bien la ciudad, así que mejor tu elige el lugar.
-Bueno, entonces al rato nos vemos, gracias Alondra.
-Gracias a ti, al rato nos vemos.
-¿Que te dijo?- pregunto Valeria muy emocionada.
-Pues me dijo que le gustaría salir conmigo, y le dije que sí. ¡Saldremos en la noche,
saldremos en la noche!- dijo Alondra con una gran sonrisa en el rostro.
-Felicidades amiga, pero mejor apúrate porque vas a llegar tarde a tu curso.
Alondra estaba muy emocionada porque iba a salir con Eric, nadie le pudo borrar aquella
hermosa sonrisa que tenía en el rostro, parecía que estaba muy enamorada, pero no, en
ese momento solo sentía que quería a Eric. Llegaron al colegio y disfruto mucho su curso
de inglés. Saliendo de su curso se fueron a comer y se dieron mucha prisa para poder llegar
a su casa temprano y estar lista para cuando llegara Eric. El tiempo pasaba muy lento,
Alondra ya estaba desesperada y ansiosa por salir con Eric; hasta que por fin, faltaban
cinco minutos para las seis y Eric ya estaba afuera de la casa de Alondra, la esperaba
parado en sus muletas, recargado en su coche y con un gran ramo de rosas; en cuanto
Alondra lo vio, su corazón empezó a latir muy rápido, y no supo cómo reaccionar frente a
él. En cuanto a Eric, vio a Alondra, y le salió una enorme sonrisa, no paraba de admirarla y
sonreírle. En ese momento, se acercó Alondra a él, y lo saludo, Eric le entrego el ramo de
rosas y Alondra se lo agradeció mucho, se subieron el coche y se fueron a un café, pues Eric
quería saber más de ella.
Fue pasando el tiempo y ellos dos empezaron a salir más para irse conociendo mejor,
hasta que el día menos esperado Eric le hizo una gran propuesta a Alondra…
-Listo Ximena, que te parece, está bien así ¿no crees?
-Pues me gusta, solo el final es algo feo, deberíamos de poner que propuesta le hizo a
Alondra, ¿no crees?
-Pues, es una novela con un final de suspenso, esta padre ¿no? La gente que la lea se
imaginaria muchas cosas, tal vez dirían que le pidió que fuera su novia, o incluso que se
casen a pesar de que estén jóvenes, o tal vez solo es alguna otra propuesta.
-Bueno, está bien, me agrada tu idea de que la gente le ponga el final que ellos quieran-
dijo Ximena muy entusiasmada por su novela.
-Perfecto, entonces mañana se la entregamos al profesor para que la vaya revisando y nos
diga nuestra calificación. Oye, el viernes mí primo va a hacer una fiesta por su
cumpleaños, ¿te gustaría ir conmigo?
-Me parece muy bien. Déjame pedirles permiso a mis papas al rato que lleguen y te aviso
en cuanto me digan, ¿va? O si no te aviso mañana temprano en el colegio.
-Muy bien Ximena, entonces ya me voy para que descanses, y pides permiso. Hasta
mañana.
-Gracias Max, ¡hasta mañana!
En lo que Ximena arreglaba sus cosas para la escuela y se preparaba para dormir, llegaron
sus padres, y a pesar de que estaban un poco cansados, estuvieron platicando con su hija
sobre la novela que habían hecho. Ya terminado el tema, Ximena les pidió permiso a sus
padres para ir a la fiesta del primo de Maximiliano, sus padres muy contentos le dijeron
que sí; Ximena se los agradeció mucho y se despidió, les dio un beso a cada uno de ellos
para irse a dormir.
Al día siguiente, cuando Ximena iba camino a la escuela, se encontró con Maximiliano, el
muy amablemente, le ayudo con su mochila hasta llegar al salón, y mientras iban en
camino, Ximena le dijo que si la habían dejado ir a la fiesta del día siguiente; Max estaba
muy contento y pensó en pedirle que fuera su novia en la fiesta, claro, haciéndolo de una
manera especial e inolvidable.
Llegaron al colegio y tenían la clase en la cual debían entregar su novela, cuando se la
entregaron al profesor, se sintieron orgullosos de ellos mismos, pues habían sido los
primeros en entregarla, además el profesor les dijo que se veía que era un excelente
trabajo el que habían hecho.
Ese día, fue un día muy común y corriente, pues no hicieron muchas cosas juntos porque
Maximiliano estaba preparando todo para la fiesta del día siguiente, quería que la manera
en que se le declarara fuera muy especial.
Llego el día de la fiesta, todos querían ir porque sabían lo que Maximiliano estaba
preparando para Ximena, iba a ser una gran sorpresa con juegos pirotécnicos entre otras
cosas. Maximiliano había quedado con Ximena en que iba a pasar por ella, así que en
cuento salieron de clases los dos se apresuraron para arreglarse y estar listos a tiempo.
Paso un rato y Maximiliano llego por Ximena a su casa, llegaron a la fiesta muy contentos,
estuvieron bailando, comieron, y platicaron con todos sus amigos y familiares que estaban
ahí, cuando de pronto, dieron las 12 de la noche, todo estaba obscuro, y en eso
aparecieron muchos juegos pirotécnicos, Ximena estaba muy emocionada, pues era raro
ver eso en la ciudad.
Estaban ellos dos abrazados, y en eso vio que decía “Ximena, quieres ser mi novia” Ximena
no supo que hacer en ese momento, pues pensó que sería otra Ximena, Pero no,
Maximiliano se puso de rodillas y le pidió que fuera su novia.