notas sobre el liberalismo

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Algunos apuntes sobre el liberalismo en el sentido europeo del término.

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Notas sobre el liberalismoEmilio Navarro Martnez 2011

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ndice1. Introduccin 2. Problemas de acotacin 3. Formas de acotar la ideologa 4. Enumeracin 5. Caracterizacin 6. Denicin 7. Denicin propuesta 8. Anlisis de la denicin 9. La violencia 10. La libertad 11. Libertad e igualdad 12. Individuo 13. Diferencias ideolgicas 14. Neoliberalismo 15. Socialdemocracia 2 5 6 8 9 9 10 12 13 14 16 22 24 29 30 32

16. Anarco-capitalismo 17. Comunitarismo 18. mbitos de aplicacin 19. Poltica 20. Fundamentacin del estado 21. Limitacin del estado 22. Liberalismo cultural o social 23. tica y poltica 24. Lo privado y lo pblico 25. Libertad cultural e igualdad cultural (timtica) 26. Liberalismo econmico 27. Igualdad econmica 28. Economa de los derechos y economa de los resultados 29. Unidad de los mbitos de aplicacin 30. Problemas de fundamentacin 31. Necesidad de la fundamentacin 32. Tipos de fundamentacin 3

38 39 42 42 43 47 50 52 54 55 58 64 66 67 68 70 70

33. El constructivismo sociolgico 34. El utilitarismo 35. Iusnaturalismo 36. Justicacin tica y antropolgica del liberalismo 37. Conclusin

75 78 86 95 103

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1.

Introduccin

En estas notas voy a discutir los problemas loscos principales del liberalismo. Revisar las alternativas de solucin ms comunes y expondr sus puntos dbiles y las respuestas que considero ms adecuadas. Defender que los problemas loscos del liberalismo tienen que ver con su diferenciacin con otras ideologas, sobre todo con el anarco-capitalismo y la socialdemocracia. Sostendr que el liberalismo necesita de un criterio de delimitacin, y que no basta con una enumeracin de autores o de caractersticas. Defender que la justicacin del liberalismo es tambin problemtica y que el constructivismo no puede subsistir como fundamentacin sin recurrir al utilitarismo o al iusnaturalismo. Asimismo quiero defender que la nica postura aceptable para defender el liberalismo es el iusnaturalismo. Quiero defender tambin que los tres mbitos del liberalismo, el poltico, el econmico y el socio-cultural son inseparables, y que en ellos opera el mismo criterio. Tambin que el liberalismo supone necesariamente una justicacin del estado y al mismo tiempo una limitacin de sus competencias y que no puede haber liberalismo sin esos dos elementos. Sus problemas tienen que ver con su acotacin, es decir, con su delimitacin con respecto a otras posiciones ideolgicas y con su fundamentacin, esto es, con el asentamiento de las razones que la pueden hacer aceptable. En estas notas habr ms preguntas sin respuesta de las que hubiera deseado. Resultara necio pretender resolver tantos problemas loscos tan ligeramente. Este texto debe entenderse simplemente como un mapa personal para futuras indagaciones. 5

2.

Problemas de acotacin

Con frecuencia se llaman liberales a autores que deenden posiciones polticas diferentes y no se dispone de un criterio generalmente admitido para situarlos en uno u otro campo. Los agrupamientos dependen de quien los hace, que busca siempre hacer aceptable su seleccin usando argumentos verosmiles. Pero aunque podemos hallar un cierto consenso acadmico, ste no depende de criterios rmes, que incluso se niega que existan, sino ms bien de la tradicin, una tradicin que vara adems segn se trate de Europa o de los EE.UU.1 Qu benecio podramos sacar de creer que una ideologa es un amasijo de posturas diferentes cuando sus supuestos matices son tan distinguibles que podran determinar de hecho polticas diferentes? Por supuesto que en la prctica poltica se sabe que esas posturas supondran leyes y disposiciones muy distintas, probablemente defendibles incluso por partidos en competicin. Sin duda en una ideologa vieja de cuatro siglos debemos esperar adiciones y cambios, pero, tiene sentido por esto pretender que cualquier medida puede ser liberal? Por otro lado, es cierto que la prctica poltica es necesariamente casi siempre una cuestin de componendas y de encontrar casas a medio camino. Y es cierto que pocos ejemplos ofrece la historia de posturas radicales e inexibles, que fueran al mismo tiempo beneciosas en general. A este respecto, probablemente alguna de las formas de liberalismo ha sido adoptada por otras corrientes ideolEn Europa y los Estados Unidos se llama liberal a corrientes polticas opuestas: en Europa, a los defensores de la restriccin o la eliminacin de la intervencin del estado en la economa, en los Estados Unidos, a los partidarios de la intervencin del estado para lograr ms igualdad econmica y que son partidarios tambin de posiciones antitradicionales con respecto a la religin o los estilos de vida. Con esta tpica constatacin empieza Thomas Nagel un artculo sobre las ideas polticas de Rawls.1

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gicas. De ese hecho surgen tambin algunas confusiones. Pero la losofa poltica podra rendir un buen servicio ocupndose en precisar las posiciones y argumentos que resultan confundidos en la prctica. Habra que armar, adems, que no hay debates terminolgicos neutros. Cualquier variacin terminolgica tiene detrs una concepcin diferente de la posicin liberal. Si dos autores como Rawls y Von Mises pueden ser llamados ambos liberales, est claro que tenemos un problema de denicin. Posturas que son opuestas respecto a idnticas cuestiones deberan recibir nombres diferentes, si es que los nombres tienen que servir para algo. Con respecto al trmino liberalismo, caben a primera vista slo dos opciones: o reconocer que su uso se ha extendido demasiado, dejando de tener valor identicativo y renunciar por tanto a l,2 o acotarlo de modo que resulte aplicable tan slo a una doctrina de las que ahora se denominan con l, y encontrar consecuentemente otros nombres para las ideas que no encajen en la denicin o usar de forma consistente y habitual nombres que ya existen. Ms elaboradamente cabra una tercera opcin, que juzgamos poco recomendable: embarcarse en un intento de taxonoma de todas las ideas calicadas de liberales, considerndolas como formas o variantes de una misma ideologa. Esa taxonoma impondra la carga de probar cmo dos armaciones contrarias pueden ser sin embargo derivacin de los mismos principios, tarea de dudoso xito. Para rechazar esta opcin, adems, podramos recurrir a un criterio de economa terminolgica. En lugar de forzarnos a hablar de un liberalismo social, liberalismo democrtico, liberalismo propietarista, etc, podramos suprimir el sustantivo2

Es la opcin de MacIntyre o de Gray.

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y quedarnos con el adjetivo, convenientemente elevado de grado, y as hablar simplemente de socialismo, democratismo, propietarismo o lo que se juzgase pertinente. Pero esta reduccin equivaldra ya a la primera de nuestras opciones. En este trabajo optamos por la segunda opcin. La acotacin elegida sin duda ser susceptible de ser rechazada por aqullos que desean conservar el trmino liberalismo para su doctrina o autor de eleccin, as como por aquellos que conciban el liberalismo de una forma diferente a la nuestra. Intentaremos sin embargo que la denicin elegida aparezca como internamente consistente y coherente con las obras de los autores clsicos del liberalismo. Pero es preciso hacer notar que nos importa aqu el concepto, y no la palabra, la denicin que sirva de criterio normativo, no el uso emocional de un trmino. Por eso, una vez hecha y fortalecida nuestra denicin, poco nos importar cul sea el trmino que se utilice para denominar la doctrina. Podramos ceder el vocablo liberal, a cambio de dejar claras y separadas unas doctrinas que son diferentes y hasta contrarias y que ahora comparten el nombre, si no fuera porque creemos que mantenerlo es la solucin terminolgicamente ms adecuada.3

3.

Formas de acotar la ideologa

La acotacin de la ideologa liberal podra hacerse simplemente por enumeracin de los autores, por una caracterizacin de la ideologa o mediante una denicin.Vimos en The Constitution of Liberty de Hayek el intento de renunciar voluntariamente al adjetivo liberal, proponiendo la recuperacin del trmino histrico Whig para nombrar su posicin: es dudoso que fuera de los pases de lengua inglesa esta opcin tuviera mucho sentido, opcin que, por lo dems, ni siquiera fue continuada consistentemente en la obra posterior de Hayek.3

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4.

Enumeracin

Parece claro que pretender acotar el liberalismo con una simple relacin de autores liberales no podra satisfacer la necesidad de distinguir esta ideologa de las dems. En efecto, qu podra justicar la inclusin de un autor en ese elenco? Una eleccin de autores supondra o bien una caracterizacin de la ideologa o bien una denicin y por lo tanto puede ser sumariamente descartada.

5.

Caracterizacin

Una caracterizacin de la ideologa, mediante una lista de las notas que ha acumulado histricamente puede ser una alternativa para su acotacin. El problema con la caracterizacin es que puede incluir, en principio, tantos elementos como se quiera y as permite incluir tantas posiciones como se desee.4 Por otro lado no es aceptable considerar que el liberalismo depende de otras doctrinas y que como stas fracasan en su propia justicacin, que entonces el liberalismo queda daado por razones genticas. Basta que un autor calicado de liberal deenda una posicin, para que sta se incluya como caracterstica de la doctrina. Al nal, se acaba denominando liberales a posturas considerablemente diferentes, opuestas incluso,5 con lo que el trmino deja de tener valor como clasicacin.La debilidad de la concepcin omnicomprensiva del liberalismo se pone de relieve en que es ms susceptible de recibir crticas por su carcter eclctico. Se ve esto en la obra de John Gray. El truco de Gray es llamar liberal a todo el mundo y luego rechazar el liberalismo porque falla por muchos lugares. Pero lo que falla es la prctica de meter en el mismo saco cosas que son diferentes. 5 Se ha podido hablar as de autores social-liberales. Un autor como Keynes aparece frecuentemente tildado de liberal si bien contrapuesto en cuanto a poltica econmica con Hayek, otro liberal.4

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Conscientes de la insuciencia de ste mtodo, algunos autores acuden a adjetivar la ideologa, como si de una taxonoma biolgica se tratase. La solucin sigue sin ser satisfactoria, mientras no se explique por qu considera liberales todas esas posturas. Aparte de eso viola el principio de parsimonia que debera ser un criterio normal en toda taxonoma. Adems si se incluyen en la misma ideologa polticas opuestas, cmo librar a la ideologa de la acusacin de inconsistencia o incluso de impracticabilidad? Cmo presentar a los ciudadanos una opcin poltica si no hay un consenso intelectual sobre lo que representa?6 Es decir, lo que armamos, es que no es posible hacer una clasicacin por caracterizacin sin tener un criterio para hacer la propia caracterizacin. Para decir qu elementos son pertinentes, cmo sabramos qu autor incluir o excluir, qu posicin o medida denominar liberal o no? A este respecto, el consenso acadmico no vale como norma, porque siempre es posible demandar las razones de ese consenso y tales razones deberan descansar ulteriormente en una denicin.

6.

Denicin

La nica opcin aceptable para la acotacin del liberalismo parece pues la denicin. Mediante la denicin establecemos un criterio, que podemos tambin considerar como el elemento esencial de la ideologa, el ncleo bsico. Por supuesto, esto no signica hacer una opcin ontolgica. Si es cuestionable que exista una esencia de las cosas por supuesto tampoco tenemos que pensarlo de una ideologa poltica. Debemos hacer notar por eso que no se trata aqu de defender una supuesta esencia en sentido escolstico, sino ms bien un criterio, un elementoHasta en Austria un partido ultraderechista ha podido llamarse partido de la libertad sin suscitar carcajadas, ni parece que tampoco indignacin.6

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bsico, el rasgo fundamental de la visin liberal de las cosas, una idea que pueda servir como ltro o como piedra de toque para juzgar cualquier supuesta posicin liberal. Tampoco nos estamos enfrentando a un intento de hacer no una taxonoma ni una especie de teora general sobre las ideologas, de forma que podamos establecer elementos presentes en todas las ideologas y podamos decir, ste es el ncleo, estos son sus tales elementos estructurales, etc. Debera bastarnos con encontrar un criterio aprovechable para delimitar y diferenciar la posicin liberal, sin prejuzgar que se pueda establecer un similar criterio para otras ideologas. Es preferible una denicin que deje fuera otras formas de pensamiento poltico a la construccin articial de un modelo que englobe posiciones contradictorias. Si autores como Bentham y Kant, Mises y Keynes, Rawls y Nozick, que frecuentemente estuvieron enzarzados en polmicas y fueron considerados en sus pocas respectivas como opciones contrapuestas, van a meterse en el mismo saco por obra de un apropiado gerrymandering conceptual, debemos preguntarnos el valor de una clasicacin tan inclusiva, que va en contra de las normas bsicas de clasicacin taxonmica. A este respecto, si liberalismo tiene que signicar algo, que sea una sola cosa, no esa cosa y su contraria. Qu tienen en comn todos estos autores para ser llamados liberales? Que no eran digamos, nacionalistas o partidarios de una poltica basada en las caractersticas raciales, que no crean en la bondad de las teocracias, que no eran partidarios de los mtodos brutales del despotismo? Si eso los calica como liberales, entonces se est tomando esta palabra como sinnimo de antiautoritario, cosa que es sin duda una nota de su contenido, pero no la nica. Naturalmente que el liberalismo no surge como tal, con nombre e intento de 11

denicin. Se trata de una corriente que recibe el nombre por el que ahora la conocemos a comienzos del XIX, cuando se lo dan los constitucionalistas espaoles, que se autodenominan liberales, pero que entonces ya llevaba siglo y medio discutindose. Se trata, como muchas veces en losofa poltica, de un conjunto de autores que exponen ideas vinculadas o fcilmente vinculables y que a posteriori son reconocidos como pertenecientes a una misma corriente. Por lo tanto, es defendible la idea de que pretender una denicin es en el fondo hacer una atribucin que puede ser legtimamente resistida. Pero tambin es legtimo establecer una denicin de una realidad compleja, de una realidad que ha crecido de forma natural de la interaccin de hechos polticos, econmicos y culturales y anlisis losco. La denicin tampoco tiene por qu tener un sentido normativo. El sentido de la denicin es primariamente de investigacin. Es el deseo de estudiar las doctrinas liberales en profundidad lo que nos exige distinguirlas de las dems.

7.

Denicin propuesta

Llamamos liberalismo a la doctrina poltica y tica y econmica que tiene como objetivo el logro de la mayor libertad posible, por medio de la limitacin del ejercicio de la violencia del estado o de la sociedad sobre el individuo.77

Esta denicin es la de Murray Rothbard. A propsito, este autor precisa: . . . el liberalismo no es ni pretende ser una completa gua moral o asctica, sino slo una teora poltica, esto es, el signicado subconjunto de la teora moral que versa sobre el uso legtimo de la violencia en la vida social. La teora poltica se reere a aquello que debe acometer o no un gobierno, y el gobierno es distinguido de cualquier otro grupo social y caracterizado como la institucin de la violencia organizada. El liberalismo sostiene que el nico papel legtimo de la violencia es la defensa de la persona y su propiedad contra la agresin, que cualquier uso de la violencia que vaya ms all de esta legtima defensa resulta agresiva en s misma,

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Es decir, el liberalismo es doctrina poltica que pretender conseguir el menor uso posible de la violencia en la vida social. Creemos que ste es el criterio que mejor distingue esta ideologa de las dems. El liberalismo supone as una doctrina tica y al tiempo poltica, en el sentido de que es caracterstico suyo el ser una doctrina relacionada con la existencia de la sociedad y su organizacin. Por supuesto la tica afecta a los dems, el comportamiento individual afecta a los que son nuestros amigos o vecinos, etc., pero lo que caracteriza a la poltica es el uso de la violencia para imponer reglas de grupo. Es decir, mientras no haya recurso posible a la violencia estamos en el mbito tico y social, pero llegamos a lo poltico cuando nos referimos a una regla corroborada por la violencia. Decimos por esto que el uso de la violencia legtima abre el terreno de la poltica, o que la poltica slo existe cuando detrs de lo hablado, detrs de lo pactado, de las posiciones de cada uno o de alguno, al menos, existe la posibilidad del recurso a la violencia.

8.

Anlisis de la denicin

Reconocemos que de esta denicin derivan muchas cuestiones que merecen respuesta. Son necesarias aclaraciones sobre los conceptos de libertad, de individuo y de estado. Es necesario aclarar por qu es la violencia un mal a evitar. Ms generalmente cmo y por qu se entiende as la libertad en el liberalismo. Tambin cmo la restriccin de la violencia al mximo posible hace necesaria la aparicin del estado y por qu el individuo es el sujeto desde el que parte la construccininjusta y criminal. Esta idea, adelantamos, permite solucionar la relacin entre tica y poltica. La justicacin de la actividad poltica empieza con la pregunta, cundo y cmo es lcito usar la violencia?

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poltica. Una explicacin extensa de estos puntos constituira un trabajo fuera de la pretensin de estas lneas, que se limitarn a sealar cules son los problemas aparentes que el intento de responder a estas preguntas genera.

9.

La violencia

La denicin escogida implica una concepcin negativa de libertad. La libertad no es la capacidad material para hacer algo sino la ausencia de coaccin fsica por parte de otras personas. Claramente, si concebimos la libertad como capacidad positiva de hacer algo, si la hacemos dependiente de los bienes materiales que se posean o a los que se pueda acceder, nuestra concepcin del liberalismo conuira con las ideologas igualitaristas, marxismo, socialdemocracia, anarcocomunismo, etc. Una vez aceptada la pertinencia de los bienes materiales, qu impedira utilizar la coaccin sobre algunos individuos para forzarlos a compartir sus bienes? qu impedira utilizarla para forzarlos a cumplir ciertas tareas en un sistema econmico intervenido por el estado? Se podra entonces incluso sostener que no se est lesionando la libertad de nadie al coaccionarlo puesto que se hace en pro del aumento social de la riqueza y por denicin, para aumentar la libertad positiva. Supone tambin nuestra denicin una determinada antropologa. Esta es otra de las conclusiones que debe defender este trabajo: que no es posible concebir el liberalismo sin sostener ciertas tesis antropolgicas. Es decir, que no puede existir un liberalismo neutro en cuanto a la concepcin del ser humano. En efecto, se podra preguntar por qu es tan importante que no exista coaccin o por qu no es aceptable, digamos, cierta coaccin aplicada a la redistribucin de la riqueza o a 14

la observancia de ciertas normas culturales, por ejemplo. No es posible responder a esas cuestiones sin exponer una concepcin concreta del ser humano. Hay que justicar que las dems inuencias de los dems son aceptables si no usan la violencia. Quiz no se trate tanto de defender una antropologa de la blandura, sino que las inuencias no fsicas incluso si son hostiles, se pueden vencer mediante una eleccin volitiva o cognitiva. Si nos censuran, podemos buscar otros amigos, si nuestros conciudadanos nos rechazan, podemos elegir pasarnos sin ellos. Pero si nos pegan o nos matan, nos sitan ante realidades que no podemos eludir a voluntad. Se puede sostener tambin que la violencia lesiona la capacidad material de obrar. Ahora bien, volvemos entonces a una denicin de libertad que ya anula la diferencia entre la libertad negativa y positiva. Porque si la libertad negativa es tambin una cuestin de capacidad, por qu no criticar un sistema econmico que permite la distribucin de diferentes capacidades materiales para obrar? Podra decirse que se trata de que una capacidad es ya nuestra y la otra ajena, con lo que estamos ante la idea de propiedad como elemento profundo, debajo de la supuesta desprendida libertad. Es la posicin de Nozick, y en cierta manera de Locke. Puesto que nuestras propiedades son una especie de continuacin de nosotros mismos, no es aceptable su exaccin, ni tampoco que es aceptable que se cuestione su distribucin heterognea. Tenemos ah entonces un elemento de concepcin antropolgica: el individuo concebido no como agente exento de circunstancias materiales, sino como ligado a ellas inextricablemente. La denicin de libertad podra llevarnos directamente al anarquismo. Ciertamente parecera que el nivel mnimo de intervencin violenta sobre el individuo se asegurara con la desaparicin de la entidad que tiene la mayor capacidad de 15

ejercer la violencia. Pero el anlisis liberal supone un juicio pesimista sobre las posibilidades de la sociedad en estado natural para mantener la paz entre los individuos. La fundamentacin del estado es justamente sa en la obra de Locke y tambin de Nozick. Pero aun aceptando el estado, cmo establecer qu actos pueden ser legtimamente scalizados por el estado y cules deben permanecer al margen, por ms que haya que juzgarlos como malos indubitablemente? El criterio de que no afecten a los dems no es aplicable, puesto que muchos de ellos son muy perjudiciales o daosos para otras personas. Vuelve a ser la violencia el punto fronterizo? El desprecio o el rechazo ajeno son psicolgicamente dolorosos, pero no causan dolor fsico. Con algo de entrenamiento psicolgico, pueden dejarse de tener en cuenta.8

10.

La libertad

Para acabar la confusin ideolgica a la que nos llevara la concepcin material, positiva, de la libertad, hemos denido simplemente el liberalismo como la doctrina que busca la mayor abstencin de violencia sobre el individuo.9 Especulemos al revs, tomando el criterio de abstencin de violencia, cmo entendemos partiendo de l la libertad? Somos libres cuando se nos permite hacer lo que queremos. Es entonces la libertad una realidad derivada de un marco, una concesin, alAhora bien, eso dara lugar al rechazo de los llamados delitos de opinin, las injurias o las calumnias o las ofensas al honor. Y qu ocurre con el derecho a la privacidad? Ah tampoco no hay acto violento y sin embargo la ley protege ahora esos bienes. Aparecen como derechos incluso en la Declaracin de la ONU. Sin duda estos derechos son una herencia de una concepcin comunitarista de la sociedad, en la que los individuos, o ciertos individuos al menos, no slo posean bienes materiales, sino un estatus de opinin que deseaban preservar. 9 Incidentalmente, de ese modo vinculamos el liberalismo con el pacismo. Una conexin que debe ser explorada.8

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go que se nos permite? La concepcin estoica sera casi justamente la contraria: somos libres cuando queremos algo, aunque no se nos permite. Incluso, aunque no se nos permite por la propia naturaleza. La libertad sera la independencia de la voluntad. Llevado al lmite esto, el estoico dira que somos libres cuando no queremos nada, puesto que ese querer es tambin una obligacin, un camino que nos intenta imponer nuestra propia naturaleza, en forma de deseo, de inclinacin. Querer es sujetarse a una realidad que se suea, se desea o se teme pero que se concibe diferente a lo que es. Si simplemente se acepta lo que es, entonces no se quiere, pero se es libre. De esa manera el ms libre sera el esclavo que aceptase su esclavitud. Esta es una concepcin totalitaria del querer y del obrar, y tambin de la visin del mundo. Como si fuese todo o nada y no hubiese manera de hacer parcial lo que se piensa de la realidad, lo que se quiere y sobre lo que se acta. La visin moderna de la vida humana es parcial, esencialmente parcial. Claro que se acepta un marco, un marco natural y dentro de l, otro social. Dentro de estos dos, se da el mbito de lo psicolgico, bsicamente personal. Lo que pide el liberalismo es que el estado no le reduzca el marco psicolgico al individuo. Se acepta que este espacio es esencialmente limitado, pero se pide que los lmites no sean redimensionados fuera de ciertas reglas comunes. Ahora bien, por qu esas reglas y no otras, por ejemplo, con respecto a la libertad de conciencia, de asociacin, de expresin, o a la propiedad material? Esa pregunta slo se puede responder, en efecto, con una antropologa. El individuo es concebido como un ser con voluntad libre y que encuentra parte de su felicidad en su ejercicio. Una concepcin claramente materialista, hedonista al menos, de la felicidad, para la que juegan un importante papel los bienes que se poseen. Pero una concepcin del ser humano en la que existe un lmite para lo que los dems 17

pueden demandarnos y que deja los bienes propios fuera de ese lmite. Sin embargo no nos libramos de la necesidad de justicar por qu la violencia es algo malo o a evitar. Desde luego que esta va de explicacin tiene que ver con la defensa del liberalismo a un nivel ms profundo, por ejemplo frente a las crticas de Nietzche o Heidegger. En la mayor parte de las obras de la tradicin anglosajona, analtica o no, se da por sentado un punto de partida hedonista o humanitario para el que resultara inaceptable cuestionar por qu es preferible la paz a la guerra o la tolerancia a la violencia. Pero hay que explicar por qu esto parece as. Podra darse una aceptacin de que la libertad es la capacidad material y sin embargo defender que el estado no debe intervenir en su consecucin o consolidacin? El argumento de Hayek, claramente utilitarista, es justamente defender que en los asuntos sociales, la competencia no violenta produce mejor resultado que el diseo intencionado, porque responde mejor a la esencial complejidad de la sociedad. Por supuesto en un nivel y sea cual sea la denicin de libertad que aceptemos, se reconoce, o se requiere que el estado intervenga defendiendo la propiedad existente y la integridad fsica de los ciudadanos. Para los liberales clsicos, desde Locke, sa era la nalidad de su existencia. Desde el punto de vista utilitarista, se podra argumentar en pro de la nointervencin, si se creyese demostrado que la intervencin perjudica a la produccin de riqueza, que es lo que hacen los autores liberales que provienen del campo de la economa, como Mises, por ejemplo. No se encuentra en este autor un rechazo del intervencionismo estatal por razones de tipo antropolgico, sino una indicacin de los perjuicios que toda intervencin en el mercado puede causar, segn su anlisis del proceso econmico. Deja la concepcin material de liber18

tad la cuestin a decidir fuera del campo de la tica o la poltica, hacindola una cuestin tcnica, emprica, que resultara mejor analizada por la economa? Ese es otra de las objeciones que a la concepcin positiva de la libertad pueden hacerse. Si todo acaba siendo cuestin de ms o menos bienes materiales, qu ocurrira si se demostrase que la mxima productividad econmica se consigue, digamos, en un estado totalitario? Tambin, aparte de la cuestin del libre albedro, est la cuestin del sentirse o no psicolgicamente libre. Sentirse libre es tambin relevante polticamente y desde luego supone una de las quejas fundamentales contra los regmenes opresivos, religiosos o ideolgicos. Probablemente incluso es una queja ms considerable que cuestiones sobre el derecho de cada uno a llevar su vida a su manera, que para la mayor parte de la gente, es simplemente seguir gregariamente lo que hacen los que estn a su alrededor. Sin embargo, no hay que olvidar, sobre esto, que el argumento de Mill sobre el valor de la originalidad reconoce que va a ser un hecho socialmente incomn, pero no por ello menos importante, por la posibilidad de abrir nuevos caminos de evolucin que ofrece. En cuanto a la libertad en el sentido psicolgico, parece obvio que el liberalismo parte de la creencia en que el individuo efectivamente es libre de escoger10 , aunque, paradjicamente, se cree que la ms mnima presin violenta o de la opinin pblica puede poner en peligro esa libertad. Esos elementos de concepcin antropolgica deben aadirse a la visin liberal del ser humano. Ya Mill habl de la relacin entre oposicin y libertad personal, en el sentidoEs obvio que aunque en teora se deenda el determinismo, toda ideologa poltica necesita en la prctica de la creencia en el libre arbitrio, que es la base de la prctica del activismo. Para un marxista, por ejemplo, aunque sea una cuestin de determinismo histrico que el proletariado conquiste a la burguesa, no hay que descuidar las llamadas y la organizacin de la actividad revolucionaria.10

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de defender efectivamente que el ser humano en general era dbil, y que si se necesitaban energas morales para resistir la oposicin, era mejor dedicarlas a vivir al modo personal.11 Desde luego esa concepcin de la libertad es completamente ajena a la idea estoica, es ms bien una concepcin que remarca los elementos, incluso para el criterio epicreo. Esta denicin de libertad tiene que ver con el liberalismo clsico y se sita en contra de cualquier excesiva intervencin del estado en cualquier mbito. Probablemente no se puede defender desde el punto de vista individual, sino como hace Mill, diciendo que sale ganando la sociedad entera protegiendo a sus inconformistas, porque no sabemos de dnde va a provenir la nueva direccin del progreso y de la experimentacin, aunque resulten muchos fracasos, pueden resultar cosas buenas. La defensa puramente individual es la visin iusnaturalista, mientras que la alusin a los bienes sociales nace del enfoque utilitarista. Hay que cuestionar despus cul es la relacin entre la libertad y la disposicin de los propios bienes, es decir, entre libertad y la propiedad. Se puede hacer la ecuacin directa de Locke, que ya mete en la idea de propiedad al propio individuo y sus ideas? Es la propiedad entonces algo equiparable a la libertad? Cmo es posible distinguir entre un individuo y su propiedad? Un individuo, en qu sentido es separable de sus cosas? Para un estoico, desde luego que lo es, pero, podemos ser hoy estoicos? Aparte de que probablemente un estoico no necesitara tampoco igualitarismo econmico. No le importara nada en absoluto la libertad poltica o el progreso econmico. Digmoslo claro, es el liberalismo poltico una simple forma de poltica hedonista, una forma de aumentar el placerLas diferencias con, digamos, la concepcin estoica del ser humano son patentes y tambin resulta digna de recuerdo la crtica de Nietzsche a esta visin blanda de lo humano.11

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o el bienestar porque se cree que esto es lo nico que cuenta? Porque si creemos que la libertad es como la ven los estoicos, entonces tenemos pocos motivos para ser liberales o para adoptar cualquier otra ideologa moderna. Claro que para el liberalismo hay debajo si no una tica necesariamente hedonista, s una antropologa hedonista, es decir, una concepcin del ser humano en la que los actos de voluntad tienen que ver con la previsin de dolor y placer. Quiz por reconocer esto algunos autores han llamado a Hobbes liberal. Pero tambin es una concepcin en la que se cree que cada uno debe buscar su propio camino, porque no se piensa que haya un camino nico y aceptable para todos. En ese sentido est clara la anidad con el protestantismo. Pero todo esto es un injusticado excurso. No nos interesa en este trabajo exponer una antropologa del liberalismo. Basta con sealar que esa antropologa existe y que parece imposible justicar la ideologa liberal sin referirse a ella. Otra cuestin es si la libertad es un derecho natural o una consecuencia de la proteccin estatal de los derechos. Es decir, qu crea la libertad?, de dnde viene? sta es de nuevo la vieja cuestin del positivismo jurdico frente al iusnaturalismo. Si aceptamos el positivismo jurdico, aunque slo sea por amor a la discusin, qu razones podramos dar para escoger unos derechos y no otros? Deberamos acogernos al utilitarismo y decir que se trata de seguir las directrices de la naturaleza humana emprica o por el contrario del capricho, de la contingencia, o de la necesidad de promover tales o cuales desarrollos sociales? Est tambin la cuestin de si la libertad es simplemente la ausencia de coercin fsica o por el contrario se debe entender tambin como comodidad o falta de presin psicolgica. A este respecto es pertinente el argumento de Mill sobre los genios cobardes. No podemos sino apostar por una idea del ser humano como 21

algo dbil. Se puede pedir, con Nietzsche, que tuviramos que vencer alguna resistencia y condenar a los incapaces de vencerla? Independientemente de lo que pensemos, est claro que percibimos aqu hay una marcada postura antropolgica, y nada de neutralidad.12 Libertad es, desde el principio, libertad para daarse. Literalmente, para condenarse, como se puede entender en el caso de la libertad religiosa. Si se debe consentir la libertad de una persona de tener una religin de la que pensamos que la va a llevar al inerno, y sta era nada menos la cuestin en el siglo XVII cuando se reclamaba la tolerancia religiosa, cmo no bamos a dejar que por ejemplo una persona tomara drogas contra su propia salud? Por qu la libertad? Por qu es tan importante y merece tanto su preservacin y que se le sacriquen otros supuestos o reales valores como la igualdad, o la justicia o el bienestar material? Slo podemos contestar desde una antropologa. Sin una antropologa, qu manera habra de justicar el valor de la libertad sobre los otros?13

11.

Libertad e igualdad

El liberalismo supone tambin igualdad, pero si los liberales reclaman alguna igualdad, es la igualdad de derechos, es decir, la abolicin de los privilegios, deComo mucho podemos defender la postura diciendo que no afecta mal a los caracteres fuertes y puede ser buena para los dbiles. Aunque toda estos argumentos sobre la fuerza y la debilidad dejan de tener valor cuando consideramos histricamente que la presin que se ha ejercido con frecuencia sobre los disidentes ha sido, simplemente, el asesinato. Qu resistencia moral se propone contra la persecucin homicida de la polica poltica? 13 Y luego tambin, por qu la propiedad? no pensaban los estoicos justamente que la propiedad es una cadena? Desde luego lo es, para la concepcin estoica de libertad, que es libertad frente a los hechos materiales de la vida. De dnde proviene la idea moderna de libertad entendida como capacidad?12

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las leyes especiales, basadas en la supuesta nobleza o en la condicin religiosa de ciertos miembros de la sociedad. Es decir, la abolicin de la sociedad estamental. Despus los socialistas reclamaron la igualdad econmica.14 Independientemente de los males que la pobreza haca patentes, muchos autores socialistas culparon al sistema econmico liberal, respaldado por las leyes, porque a sus ojos la desigualdad econmica pareca una forma de privilegio o discriminacin y por tanto de modo indirecto una lesin de la igualdad de derechos que los liberales haban reclamado. Y aqu surge histricamente el conicto entre la igualdad econmica perseguida con la ayuda del estado y la libertad individual. La objecin principal del liberalismo a la imposicin de la igualdad econmica es que su dicultad de conseguirla por medios naturales, hara necesario que el estado tuviera una accin coercitiva, muy lesiva para la libertad individual. A este respecto, el anlisis de F. Hayek en Road to serfdom resulta insuperado, tanto ms por darse de forma paralela a la adopcin de la economa centralizada por los estados totalitarios que l denunciaba. Sin embargo, la socialdemocracia de postguerra, con su rechazo de la economa centralizada y su adopcin del Welfare State dentro del capitalismo, con sus herramientas econmicas acompaantes, el monetarismo y el keynesianismo, elimin la certeza de la prediccin totalitaria. Sin embargo el liberalismo contemporneo, como atestigua la obra de Nozick, sigue planteando la oposicin entre libertad e igualdad. El liberalismo sigue tan slo aceptando la igualdad ante la ley.

La igualdad en sentido literal ni siquiera estuvo en la agenda de los estados que adoptaron el socialismo marxista durante el siglo XX. A lo ms que aspiraban era a una reduccin de las diferencias econmicas y a una distribucin centralizada de los recursos por parte del estado.

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12.

Individuo

Debemos entender el concepto liberal del individuo en su relacin con el estado y con la sociedad. El liberalismo busca defender al individuo de la posible violencia social mediante el recurso al estado como monopolista de la violencia legtima. Pero el individuo tambin precisa defensa contra el estado, que puede extralimitarse en su aplicacin de la violencia. Se puede dar as una especie de triangulacin, un uso del estado contra la sociedad y un uso de la sociedad contra el estado, todo para conseguir la mayor libertad del individuo. Cuando el estado existe y funciona, la sociedad puede dejar de concebirse como un enemigo, porque no ejerce ya la violencia, por mucho que pueda molestar, o incluso es posible pensar que las estructuras sociales se pueden usar como defensa, como baluartes contra el estado, en forma de estructuras intermedias, etc. Hay sitio para una concepcin que ane estos dos elementos? Puede el individuo verse forzado a triangular constantemente su posicin para evitar ser engullido por los dos cuerpos activos, la sociedad y el estado, el poder de la violencia y el de la opinin? Lo que est claro es que si es as, entonces obtenemos dos diferentes posiciones y probablemente no hay un procedimiento nico y til en todos los casos. Es decir, podra darse una doctrina poltica que reconociera que a veces el individuo sufre agresiones por parte del estado y otras veces por parte de la sociedad o la comunidad y que tiene que estar constantemente luchando aliado a uno u otra para labrarse un espacio de libertad? Es una acusacin que se hace al liberalismo, o incluso una de las notas que algunos analistas encuentran en l la de ser una ideologa individualista. Si por 24

individualismo entendemos que el individuo tiene valor y que la sociedad existe para el individuo y no al revs, es preciso admitir que el liberalismo es individualista.15 Pero hay que entender el concepto de individuo, no como un ser independiente de los dems, aislado, sino como formando estructuras naturales, que son las que llamamos sociedad. La sociedad est formada por individuos agrupados de forma natural, siguiendo pautas culturales, formando comunidades, sin que la violencia tenga que intervenir en su conguracin.16 Desde ese punto de vista, no hay una real distincin entre sociedad e individuo y no tiene sentido que nadie pida proteccin frente a la sociedad, entendida como mbito abierto, imposible de equiparar a ninguna comunidad concreta y a ningn estado. Desde este punto de vista, las medidas igualitaristas, que para contrarrestar la presin social que sufren, ciertos grupos exigen a los estados deberan considerarse inaceptables. Como mucho, puede existir una presin por parte de comunidades, de grupos pequeos de individuos sobre sus componentes. Ah s puede y debe intervenir el estado, para preservar el derecho del individuo a moverse de una a otra comunidad, en el marco ms amplio de la plural sociedad. Debemos entender, entonces, que el liberalismo se mueve en torno a la distincin de cuatro niveles de anlisis poltico y sociolgico: el individuo, las comunidades, la sociedad y el estado. La sociedad es todo el mbito posible de relacin que tiene un individuo y las comunidades son los grupos de anidad que vincuEsta concepcin es, con toda probabilidad, una herencia cristiana. Incluso una institucin tan invasiva como la Iglesia tena por objetivo terico el salvar almas, almas, que son realidades individuales. En la tradicin cristiana, nadie puede pedir al individuo que sacrique su alma, aunque desde luego s su cuerpo, a un objetivo comn. 16 El error del comunitarismo es confundir, o equiparar, sociedad y comunidad, Gemeinschaft y Gesellschaft. Slo en una sociedad primitiva, de tipo tribal, podra darse la confusin, y aun as con reparos.15

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lan individuos dentro de la sociedad. El estado es la organizacin social que vela por el cumplimiento de las reglas del juego comunes a todos los individuos y las comunidades. En esta concepcin, el estado es una parte de la sociedad, uno de sus agentes, pero no el central, ni el ms importante y desde luego no es el nico rgano de la sociedad ni su voz principal, ni la voz del pueblo, ni nada semejante. La distincin Gemeinschaft/Gesellschaft que ha sido desde su mismo origen tantas veces planteada como una oposicin de realidades a elegir, desatiende el hecho sociolgico bsico de que el ser humano slo puede vivir en grupos pequeos, porque no abarca ms psicolgicamente, pero que al tiempo posee elementos, como el lenguaje o la economa, que lo relacionan necesariamente con mucha ms gente de la que puede esperar conocer o tratar cercanamente. Un individuo es siempre miembro de varias comunidades, en las que canaliza su realidad humana, que es esencialmente mltiple. Esas comunidades tienen sin duda reglas propias, tradiciones distintivas, objetivos diferenciados, modos de expresin particulares. Pero nada les impide moverse en el marco ms amplio de la sociedad, de la que toman y a la que devuelven sus miembros y sus elementos culturales y materiales. Nada les impide coexistir con otras comunidades diferentes, aunque la coexistencia tenga a veces valor de competicin. La sociedad puede tener unas reglas que no sean exhaustivas y que permitan que existan otras reglas dentro de las comunidades. Asimismo, por supuesto, las reglas que impone el estado son una reduccin, un mnimo comn general, respecto a las reglas informales y no respaldadas por la violencia, que existen en la sociedad. De hecho, esto es siempre as y difcilmente podra ser de otra manera. No es necesario hacer notar que en cualquier estado, por intervencionista que sea, incluso si es una teocracia o un estado totalitario, existen multitud de elementos 26

sociales que no son regulados y que incluso sera imposible regular. Eso no signica que no existan efectivamente reglas, modos de actuar sancionados por la costumbre, en todos los grupos humanos. Incluso es defendible la idea de que es construyendo esas reglas informales como se constituyen las comunidades sociales. Al tiempo, el estado puede tener otras reglas propias, pero sin pretensin de exhaustividad. En cualquier caso, la clave de la apertura de la sociedad, que es uno de los elementos por los que debe velar el estado, est en que todas esas reglas deberan permitir la libertad individual, la posibilidad de todo individuo de escoger las comunidades a las que quiere pertenecer. El individualismo no supone pensar que el individuo es ms valioso que el grupo, porque el grupo est compuesto por individuos. Lo que signica es que la organizacin del grupo, es decir, de los individuos, no debe sacricar a ninguno de sus miembros, de acuerdo con la denicin de la menor violencia posible sobre el individuo. Es decir, que la organizacin est a su servicio, y no al revs. No se trata de sacralizar al individuo, pero lo cierto es que slo los individuos sienten, y que tenemos la idea de que cada persona tiene un valor en s mismo, un valor universal que la hace valiosa.17 Nunca se repetir bastante que el liberalismo no es ultraindividualismo ni atomismo social. Por eso un autor como Herbert Spencer no es realmente liberal, sino un darwinista social. El liberalismo reconoce que existen tradiciones, culturas, formas de unin entre individuos, comunidades, en suma, y que el individuo no se entiende sin referencia a estos elementos.18 Tan slo deende la dignidadPero, sin dudarlo, sa es una idea religiosa, una idea que no se puede justicar racionalmente ni siquiera de modo utilitario. Esto es humanismo. De nuevo cristianismo? 18 Esta es la lectura ms obvia del estado de naturaleza de Locke. Un conjunto de elementos culturales que forman una sociedad, aunque no est regulada por un estado.17

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de la persona que hace que no se la pueda sacricar legtimamente a un grupo, compuesto al n y al cabo simplemente por otras personas. Se puede defender, incluso, la idea de que el individuo es una construccin cultural, y esto puede tener que ver con nuestra defensa de que el liberalismo no puede subsistir ni concebirse sin una base antropolgica.19 Pasa lo mismo con la idea de la proteccin de los grupos. Parece obvio que, para el liberalismo, si se concede valor de sujeto a un grupo, entonces necesariamente se tiene que acudir al estado para que intervenga contra sus miembros, para cohesionar al grupo o para defenderlo, con lo que de nuevo caemos en el peligro de la lesin de los derechos individuales. Por otro lado, hay algo en los grupos sociales, en las comunidades, que los haga esencialmente competitivos, y acaso tendentes a usar la violencia en sus competiciones, de forma que considerarlos como sujetos pueda dar lugar a conictos sociales? Debe la sociedad reconocer a las comunidades, o simplemente stas son grupos de individuos y no pueden reclamar ms derechos de los que los individuos tienen? Parece que la respuesta liberal a esta pregunta debe ser no. Las comunidades slo pueden ser realidades naturales, pero nada ms.20Pero, cmo afectara eso a la idea iusnaturalista? Parece que necesariamente de forma negativa. Si el individuo, como concepcin sociolgica y psicolgica no es un hecho natural, cmo esgrimir derechos naturales en su defensa? Se puede rastrear la idea de individuo probablemente hasta las losofas soteriolgicas del helenismo, esto es, hasta la ruptura de la polis. De ese modo un autor comunitarista puede reclamar la unidad supraindividual que constitua, por ejemplo, Esparta para anular la concepcin de derechos naturales esgrimibles contra la presin de la comunidad. Realmente es esto lo que hace Rousseau, cuyo modelo de democracia debe tanto a los ejemplos espartanos y de la Roma republicana. La aparicin de un espacio poltico, de una consciencia social de la ruptura de la unidad es lo que dara aparicin a la concepcin individualista. Aqu se puede sealar que la unidad social supraindividual no deja de ser un espejismo histrico, o como mucho, un fenmeno circunstancial en sociedades primitivas, aisladas y poco articuladas. 20 Parece claro que existe una tendencia en la poltica contempornea a aceptar la existencia de grupos sociales, en cuanto tales, y por lo tanto a legislar pensando en ellos, tendencia ampliamente documentada por los tericos de la public choice. Son stos los grupos que practican el lobbying, y se ha sealado que es una mala prctica la de permitir que la sociedad, y no digamos ya la vida19

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La concepcin liberal del individuo es claramente no atomista sino social. Un individuo es un ndulo de relaciones y sin duda, cuando quiere salvarse, cuando quiere encontrar un espacio propio, ajeno de la intervencin violenta, tambin quiere que en ese espacio puedan vivir realidades esencialmente sociales, como su cultura, su religin o sus relaciones afectivas y consecuentemente, las personas que las comparten con l. De ese modo, no se trata del estado como aliado del individuo frente a la sociedad, como se puede entender que peda el Mill de On Liberty sino ms bien del individuo, sean cuales sean sus relaciones con la sociedad, frente al estado, porque la sociedad, si no recurre a la violencia, y presumimos que en un estado bien organizado no lo hace, es perfectamente resistible, mientras que si el estado ejerce su fuerza, la sociedad puede llegar a sucumbir o ser profundamente lesionada.21

13.

Diferencias ideolgicas

Es necesario, en este punto, referirnos aunque sea someramente, a las diferencias esenciales del liberalismo con las dems doctrinas polticas contemporneas. Mencionaremos ciertos puntos relacionados con el neoliberalismo, la socialdemocracien su versin ms extendida tras la postguerra, el anarquismo capitalista y el comunitarismo.

poltica, se convierta en un campo de batalla de grupos de inters que persiguen obtener ventajas del intervencionismo estatal. 21 Si alguna leccin poltica podemos sacar del siglo XX, es que una minora organizada y decidida a usar la fuerza, puede llegar a dominar y destrozar una sociedad entera.

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14.

Neoliberalismo

Sobre el neoliberalismo ha de decirse que mucho de lo que se llama as, no tiene nada que ver con el liberalismo, sino que es simplemente conservadurismo. 22 En una obra colectiva de orientacin crtica nos encontramos con la siguiente denicin: Among activists and radical academics alike, there is considerable agreement regarding the basic elements of neoliberalism as an ideological project. For instance, Moody (1997:119-120) has described neoliberalism concisely as a mixture of neoclassical economic fundamentalism, market regulation in place of state guidance, economic redistribution in favor of capital (known as supply-side economics), moral authoritarianism with an idealized family at its center, international free trade principles (sometimes inconsistently applied), and a thorough intolerance of trade unionism. En este sentido, por ejemplo, vemos que la economa neoclsica ha recibido muchas crticas por parte de autores liberales como Hayek, Mises o Friedman. Y en cuanto al nfasis en la moral autoritaria no corresponde a la libertad de opciones que en moral privada defenda el liberalismo clsico, vase Mill. El llamado neoliberalismo tendra ms ttulos para ser llamado neoconservadurismo. Un conservardurismo que incluye la defensa verbal de la libertad de mercado, pero que, como ya Galbraith seal,23 est dispuesto a recurrir a todo el arsenal del intervenTampoco parece pertinente llamarlo neoconservadurismo, porque lo caracterstico del conservadurismo es ir a remolque del cambio social y poltico, y por tanto sera necesario aadir un prejo cada pocos aos. 23 The New Industrial State, passim.22

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cionismo econmico en cuanto sus prioridades nacionalistas le parecen daadas. A este neoliberalismo se le acusa de cualquier mal social, cultural, econmico y poltico imaginable, y de muchos escasamente imaginables, sin que sea necesario explicar por qu el hecho que se censura tiene algo que ver con el liberalismo, viejo o nuevo. Adems, se calican de neoliberales, a bulto, cualesquiera polticas que tomen las bestias negras de turno de la izquierda, normalmente el gobierno de los EE.UU., las instituciones econmicas internacionales, las empresas multinacionales, etc. Aun coincidiendo en que estas polticas son con frecuencia muy condenables,24 es tambin fcilmente argumentable que nada tienen que ver con el liberalismo. Hay lugar para un prejo renovador en la teora liberal del siglo XX que debamos reconocer ahora? Nos parece que las nicas aportaciones novedosas, la teora econmica austraca y la Escuela de Chicago, no suponen un grado de renovacin sustantivo. Los autores llamados comnmente neoliberales, que escribieron en el siglo XX (Hayek, Mises, Friedman) eran economistas y aunque sus obras eran con gran frecuencia aplicables inmediatamente a la poltica, en un siglo tan necesitado de libertad, parece que slo convencieron a posturas polticas frecuentemente conservadoras en el terreno social y cultural. De esa manera se produca una considerable inconsecuencia en la prctica poltica de esos partidos,25 y al mismo tiempo, el liberalismo se vea rechazado por otros grupos sociales, que podran haberse beneciado de su generalizacin. Se ha recurrido, sin embargo, a la expresin liberalismo clsico para referirse no slo a las ideas de los autores del XVII o XVIII, sino tambin a los propios24 25

Y estas bestias, frecuentemente, de un color muy oscuro. Casos como el del republicano Reagan o la conservadora Thatcher pueden tenerse presentes.

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autores que en el siglo XX siguieron su camino. Por ms elegante que resulte el adjetivo, lo encontramos frecuentemente superuo en su referencia a los autores actuales. Al mismo tiempo, en el pensamiento poltico americano contemporneo ha surgido el trmino libertarian26 , que aparte de designar a anarco-capitalistas, se usa a veces para referirse a autores europeos que se autotitulan liberales, cual es el caso de Friedrich Hayek o de Ludwig von Mises. Independientemente de la pertinencia del hecho de usar un trmino que ya designaba a una ideologa poltica centenaria, hay que sealar que no se debe confundir el liberalismo, esencialmente partidario del estado, y que nace justamente como argumentacin fundamentadora del mismo, con el anarquismo, capitalista o no.

15.

Socialdemocracia

Ante la socialdemocracia estamos frente a una variante o evolucin del liberalismo clsico. Sin duda es la otra gran ideologa democrtica contempornea y sus similitudes con el liberalismo, que provienen de su origen y de sus elementos comunes, hacen necesaria una atenta distincin de sus diferencias. Lo que caracteriza a la socialdemocracia es la bsqueda de la igualdad econmica y social, en condiciones de libertad poltica y de cierta libertad personal. Cierta, pero no toda. La socialdemocracia, en su forma de postguerra, est dispuesta a limitar la libertad personal en bien de ciertas condiciones sociales, que se consideran preferibles a la ilimitada actividad individual o comunitaria. Candidatos para esta preferencia son la proteccin de la naturaleza, o bienes culturalesCon lo que, en la traduccin, se nos levanta una nueva confusin con el trmino libertario, tradicionalmente aplicado a los anarquistas anticapitalistas.26

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como la proteccin de un idioma, o la concesin de ventajas a ciertos grupos sociales, a los que se desea favorecer porque se consideran histricamente perjudicados, como los homosexuales, las mujeres, las personas de ciertas razas o los discapacitados. Es difcil culpar a la socialdemocracia de ser un ciego igualitarismo en estos casos, mientras que s parece aceptable la idea de que intenta proteger al individuo de la sociedad y sus dinmicas, o de ciertas comunidades especialmente agresivas, o que pretende proteger ciertos bienes del individuo, que no tienen por qu ser bienes materiales, ni ser parte de su propiedad en el sentido jurdico o econmico y que, por tanto, quedan desprotegidos para el liberalismo.27 Puede decirse entonces que la socialdemocracia trata de bienes o de la proteccin de bienes,28 frente al liberalismo que trata de libertad? No es una paradoja esto, si se entiende tradicionalmente al liberalismo preocupado por la defensa de la propiedad privada? Pero podemos sin demasiado radicalismo decir que es el objetivo principal de la socialdemocracia, la igualdad econmica y social y no la libertad, que se concibe como un medio, o como una condicin a respetar necesariamente, pero no como el n de la accin poltica. Es decir, los socialdemcratas estn dispuestos a ejercer ms coaccin estatal, a tener ms leyes, ms reglas sociales respaldadas por la violencia legtima del estado. La socialdemocracia se distingue notablemente de las versiones marxistas del socialismo en que no est dispuesta a sacricar enteramente la libertad poltica y social, pero s a restringirla cuando es necesario. Para esta ideologa son ms los casos en los que la intervencin del estado se legitima. Al proponer como legtimas restricciones de la libertad individual, segn reEjemplo son la consideracin y estima social que merecen todas las personas por encima de sus particularidades, o los elementos culturales ya citados, etc. 28 De una panoplia ms amplia de bienes. A explorar la conuencia con el comunitarismo.27

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sultan denidas por los autores liberales, como, por ejemplo, los impuestos elevados, o las leyes discriminatorias, por muy positiva que se pretenda la discriminacin, los socialdemcratas optan por una ideologa diferente del liberalismo. El principio de compensacin de Rawls, por ejemplo, es sin duda una restriccin, que lo sita ipso facto fuera del campo liberal. Estas restricciones pueden ser, sin embargo, atribuidas a este intento de proteccin del individuo frente a la sociedad mencionado anteriormente. Por ejemplo, esa idea es aplicable a la concepcin de la economa como puramente social, en el sentido de irrestringida por normas legales, cosa que quiz comenz siendo antes de las medidas socialdemcratas de intervencin estatal. Eso establece el vnculo, la semejanza entre socialdemocracia y liberalismo. Tambin con respecto a la economa, la socialdemocracia diere del liberalismo en que puede aceptar gran parte del funcionamiento del capitalismo,29 aunque, generalmente de acuerdo con las ideas econmicas de Keynes, cree necesario intervenir en los mercados para promover sus nes igualitaristas o incluso para intentar que la economa funcione mejor.30 . Por supuesto, el liberalismo econmicoPor supuesto se diferencia la socialdemocracia de postguerra, de las versiones clsicas, marxistas, que condenaban el capitalismo y tan slo preferan las vas democrticas en lugar de las revolucionarias. Por supuesto hay un juicio alternativo desde la izquierda marxista, que es armar que la distincin es mnima entre las supuestas posturas diferentes, liberalismo y socialdemocracia, que stas no dieren en las cuestiones relevantes y que es una pura ccin, que constituye gran parte de la actividad poltica el pensar que s hay diferencia. Que la distincin se lleva a cabo en el puro nivel de la retrica, que es cuestin de imagen, en el peor de los sentidos, y que la democracia se ha construido en casi todos los pases como un rgimen es decir, un sistema cerrado en el que no se presenta ms alternativa que escoger las personas de los gobernantes, pero no realmente las polticas que van a ejercer. 30 Hay que aclarar, igualmente, que el compromiso de la socialdemocracia con el keynesianismo es puramente instrumental. Se usa porque se cree que funciona. La socialdemocracia tiene como n aliviar en lo posible los males no resueltos por la economa de mercado, pero no est necesariamente unida a un recetario econmico ms que a otro. Tambin con frecuencia ha utilizado herramientas monetaristas y sus crticos desde la izquierda la han acusado a veces de prcticas liberalizadoras29

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deende o el laissez-faire o bien la intervencin del estado exclusivamente para defender las reglas del mercado libre. En relacin con la opcin igualitarista, preocupada por la igualdad material, debemos entender que el liberalismo, frente a lo que parece, es tambin una ideologa que sostiene que la libertad tiene que ver con la capacidad material? Porque si no es as, por qu sostener que la propiedad es sacrosanta? Se llega hasta concebirla como una extensin de la propia persona, ya sea por medio de la plasmacin exterior del trabajo, ya como una concepcin del individuo como uno mismo y sus bienes. Qu importancia podra tener la propiedad si no tuviera que ver con el ejercicio de la libertad? Si se pudiera conservar sta sin aqulla, por qu no asumir un rgimen altamente redistributivo si ste respeta la libertad? No sera defendible entonces la socialdemocracia que dice: Te arrebato slo una parte de tus bienes, pero te dejo gran parte de tu libertad, y si la libertad no es tan slo otra forma de decir riquezas, entonces te la dejo toda?31 Se supone en la tradicin socialdemcrata que la capacidad es la ausencia de coercin violenta y la disposicin de, al menos, un nivel aceptable de bienes materiales. De acuerdo con este entendimiento, los socialistas proponan la redistribucin de la riqueza como un medio de liberacin, se entiende, de la necesidad material o de la explotacin econmica, a combinar con el resto de libertades civiles y polticas heredadas del liberalismo clsico. En cuanto al origen histrico es en particular necesario distinguir el liberalismo de la socialdemocracia, que se concibi, en la Europa continental, como una tradicin de origen marxista, que progresivamente renunci a las tcticas violenDesde luego, si la libertad es tan slo ausencia de violencia desatada, entonces gran parte de los regmenes socialdemcratas -todos los occidentales despus de la II Guerra Mundial-, son al tiempo liberales.31

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tas del marxismo, pero que conserva sus originales pretensiones igualitaristas y su ethos antitradicional decimonnico. En los pases de habla inglesa, la socialdemocracia actual no deriva del marxismo, sino que tiene su propia tradicin, que arranca del movimiento fabiano, y del laborismo y que se plasm en los Estados Unidos con la poltica del New Deal. Es cuestionable, pero no asunto de este trabajo, cunto debe la socialdemocracia europea continental de postguerra, una vez liberada de su paternidad marxista, a las formas anglosajonas de socialismo, en el campo terico, por ejemplo, a John Rawls.32 Cul es el problema de la socialdemocracia actual y por qu el liberalismo sigue siendo una ideologa que se le puede contraponer? No es que la socialdemocracia vaya a derivar en una economa centralizada con la consiguiente contrapartida totalitaria. El camino a temer no es hacia la servidumbre. Es ms bien hacia una situacin de disfuncionalidad econmica generalizada por la aplicacin de medidas intervencionistas, y el miedo es a que este fracaso d lugar un estado de desprecio hacia el sistema democrtico33 y de alienacin de la poltica por parte de los ciudadanos. Por otra parte, las tendencias igualitaristas en el terreno social pueden dar lugar a la utilizacin de la fuerza del estado para intentar imponer estilos de vida o para realizar campaas de ingeniera social que supongan la persecucin a los individuos que no concuerden con el modelo elegido. En el terreno cultural, ms que con la defensa de la libertad social, la socialdemocracia est comprometida con la defensa de ciertas tendencias para preservar las cuales el liberalismo clsico invocaba la libertad social. Pero la defensa socialTambin es cuestionable cules son las races del New Deal, si no habr en ellas ms ideas europeas continentales, es decir, marxistas, de lo que se cree comnmente. 33 El renacimiento del desprecio a la libertad individual, formal que esgrimieron los comunistas y los fascistas en el siglo XX, cuando la crisis econmica del capitalismo la haca parecer vaca.32

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demcrata no se basa ya en la necesidad de libertad individual, sino cada vez ms en la supuesta bondad sustancial de esas tendencias. Adems lo que se intenta lograr con esa defensa es la igualdad social de las personas que representan las antedichas tendencias, lo que supone el intento de modicar las creencias u opiniones que les son hostiles.34 En rigor, no tendra por qu darse una unin entre socialdemocracia, ecologismo, feminismo, antirracismo, defensa de los homosexuales, etc. En la teora al menos, sera posible una socialdemocracia culturalmente conservadora. Es como si hubiera una amalgama de concepciones que tienen por base el igualitarismo, o el igualitarismo aplicado a ciertos estilos de vida anteriormente mal vistos o maltratados. El igualitarismo es claramente la clave de la diferencia. El elemento en el se coincide con el liberalismo es la igualdad ante la ley, con la que la socialdemocracia, naturalmente, acaba en cuanto hay que conseguir la igualacin material de algn grupo favorecido por sus impulsos igualitarios. Podramos hablar de igualitarismo timtico,35 es decir, de conseguir un reparto igualitario no slo de bienes materiales, sino tambin de la consideracin social, del honor, del valor cultural o de elementos intangibles semejantes. Por qu la socialdemocracia iba a pensar que el problema est en la oposicin individuo/sociedad y no en el de individuo/estado como cree el liberalismo? De dnde puede nacer la desconanza de la socialdemocracia frente a la sociedad y su apuesta estatista? Quiz la clave sea que la socialdemocracia nace como intento de defender a la sociedad entera del poder, de la fuerza, econmica en primer lugar, de ciertos individuos aislados. Ah establece la oposicin individuo/sociedad. UnaVemos ejemplos en la alianza de la socialdemocracia con los movimientos feministas o progays, hacia los que no hay neutralidad axiolgica, sino una defensa de su bondad material. 35 Por recuperar el adjetivo que Fukuyama deriv del griego thyms, para referirse a las exigencias derivadas de sentimiento del honor o la estima social.34

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vez reconocida la oposicin puede aceptar que en algunos casos sea el individuo el oprimido y la sociedad la opresora. Igual que los ms tienen, en su anlisis, que sufrir por el poder del enriquecido burgus, as cualquiera tiene a veces que sufrir por la presin de la censura social de costumbres. Desde el comienzo la opcin socialista se hizo a la par que posturas socialmente minoritarias. Feminismo, vegetarianismo, amor libre, nudismo, son fenmenos que estuvieron histricamente unidos en muchos militantes socialistas desde nales del siglo XVIII.

16.

Anarco-capitalismo

La diferencia fundamental entre el anarco-capitalismo y el liberalismo se da en el juicio que se hace en torno a la necesidad o no del estado para reducir al mnimo posible la cantidad de violencia. Est en la base del pensamiento liberal la idea de que el estado, sea o no un mal, sea o no peligroso, es necesario, y que debe ser preferido a la situacin de estado de naturaleza.36 El anarco-capitalismo rechaza el liberalismo poltico porque sostiene que cualquier estado es necesariamente rapaz y opresivo. De hecho, un autor liberal como Hayek ha podido ser acusado de socialdemcrata por un anarco-capitalista como Hans-Hermann Hoppe.[10] El anarco-capitalismo acepta el liberalismo econmico que interpreta desde un punto de vista maximalista y no por lo que hace a su supuesta ecacia tcnica. Para el anarco-capitalismo, de lo que se trata es de preservar los derechos a la propiedadFrente a los libertarians, el contractualismo liberal puede leerse como una crnica del fracaso de la sociedad cuando se libra a sus propias fuerzas. Una obra como Anarchy, State and Utopy puede ser vista incluso como la narracin de cmo es inevitable el surgimiento del estado como organizacin social.36

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individual, independientemente de su resultado econmico o del benecio que para la sociedad pudiera resultar de su violacin. Sin embargo hay que sealar que los autores econmicos que deenden esta posicin poltica lo hacen pensando al mismo tiempo que el laissez-faire es la poltica econmica que resulta ms ecaz. El liberalismo social se acepta plenamente por parte del anarco-capitalismo, con explcitas defensas de la vida homosexual, del consumo de drogas, de varias conductas sexuales comnmente llamadas perversiones.[2] La diferencia bsica entre anarco-capitalismo y liberalismo es que los anarcocapitalistas creen que de alguna manera es posible una sociedad de libre mercado sin estado. Pero no hay nada en el mercado libre que lo haga continuar solo, si no hay una entidad central que regule que nadie abuse de su posicin, es decir, que nadie ejercite la violencia, en alguna forma, para conseguir una ventaja no lograda en la competicin o para acabar con la competicin misma. Simplemente, sin estado no hay mercado libre, sino que hay sindicatos libres, huelgas salvajes, boycotts, lock-outs, crteles y monopolios.

17.

Comunitarismo

Aunque el liberalismo reconoce que el individuo tiene que ver con su sociedad, de lo que se trata es de entender que sta no es un todo, dado como inmodicable, sino fundamentalmente un mbito de ejercicio de libertad individual. La sociedad debe ser modicable, segn la ley natural, para permitir la vida libre de los individuos. Y stos hacen bien en tomar en cuenta sus comunidades y a la sociedad, pero tienen razn al resistir a ambas cuando atacan su libertad. La sociedad es simplemente el resto de los individuos. Y las comunidades son agrupaciones de 39

individuos, ni siquiera coextensivas con la sociedad. Por qu iban a tener esas entidades derechos superiores? Adems, frecuentemente se trata ni siquiera de los otros individuos, sino de un gobierno o estado que se arroga la representacin de la sociedad, rodedola a veces de un halo de valor mstico.37 Forma parte todo el mundo que vive en un sitio de esa supuesta comunidad? Comparte slo una lengua, una religin? No es en el fondo una metamorfosis del concepto de pueblo tan tristemente asociado a las ideologas fascistas? Quin ha elegido a esa comunidad, quin la ha votado? Ante el individuo estamos, no frente a una entelequia sociolgica, sino ante una realidad material. El individuo es, como hemos dicho, el nico que siente y razona, el nico que recibe los golpes de la polica poltica y el nico que pasa hambre si la economa llega al fracaso completo. As mismo, es el nico que puede gozar y comportarse de forma autnoma. Si hay un comportamiento social, es porque los individuos se coordinan. Si hay una realidad supraindividual, es porque los individuos se comunican. Claro que todos los individuos se mueven en una realidad no creada por ellos solos, sino creada por la interaccin de todos, pero nadie, ningn gobierno o partido poltico, tiene derecho a arrogarse la representacin o la defensa de esos dems o de lo producido por todos los seres humanos a lo largo de la historia. Lo que promueve el liberalismo, a diferencia del comunitarismo, es la libertad personal y la existencia de comunidades sin que medie en ellas la coercin. Donde se equivoca el comunitarismo no es en sealar que existen comunidades, sino en equiparar stas a la sociedad y en invocar la violencia estatal en defensa de tales oJustamente el concepto de comunidad, cuando se utiliza en singular, tiene este sentido, al igual que pueblo, nacin, etc.37

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cuales reglas, es decir, se equivoca al colocar al individuo desvalido frente a otros individuos y al no entender que toda sociedad es o real o potencialmente plural, es decir, supracomunitaria. El comunitarismo rechaza la posibilidad de hacer armaciones vlidas para todas las comunidades humanas, para todos los seres humanos. Entiende los derechos como una forma de relacin del individuo con su comunidad, y por tanto como algo que no tiene sentido fuera de ella y de su tradicin cultural. Por supuesto esa es otra de las diferencias radicales frente al universalismo liberal. Si el liberalismo se reere a la naturaleza humana, ya sea empricamente segn el utilitarismo o axiolgicamente segn el iusnaturalismo, no se puede aceptar, desde su visin, otro sujeto que el ser humano, sin que los detalles geogrcos o histricos deban cambiar los juicios ticos o las medidas polticas. En cuanto a la libertad social, el comunitarismo apoya una concepcin en la que la sociedad, mal entendida como comunidad y no el individuo es lo que debe ser el objeto de la accin poltica, con lo que la demanda de espacio libre para el individuo se supedita a las supuestas necesidades o incluso a las costumbres de la comunidad. Puesto que el comunitarismo no es en ninguna manera una forma de utilitarismo, no reclama el bienestar del mayor nmero y el sacricio consiguiente del individuo, sino simplemente el acuerdo del individuo con lo que se espera de l. Se observa en los autores comunitaristas una extraa contradiccin, mientras que censuran a los liberales por un supuesto olvido de los detalles de la rica vida poltica y por su esquematismo y reduccionismo, estos autores muestran una ingenua concepcin de las bondades de la vida comunitaria, como si desconocieran que en la historia las comunidades han actuado con gran frecuencia de forma 41

lesiva para sus miembros. No es que la comunidad organizada ayude al individuo a superar su guerra interior, como quiere Barber[1], sino que le impone con gran frecuencia guerras que le son completamente exteriores y actos de voluntad que nada tienen que ver con sus inclinaciones o con su razn, es decir, coacciones. Al mismo tiempo, no tendra sentido ninguna concepcin comunitarista que contrapusiera la libertad individual con los designados como valores comunitarios. Lo que no se le puede conceder a la comunidad, es que use la fuerza del estado para coaccionar a sus miembros. La comunidad es el fruto del consenso de sus miembros, es lo que sus miembros hacen juntos. Ya la misma creencia comunitarista en que el liberalismo promueve el individualismo es inaceptable. Lo que promueve es la concepcin consensual del hecho comunitario.

18.

mbitos de aplicacin

El liberalismo se aplica a la vida poltica, a la economa y a los mbitos sociales y culturales.

19.

Poltica

El mbito poltico es el bsico para el liberalismo, e histricamente es el antecedente de los otros dos espacios sealados, que recibieron la inuencia del pensamiento liberal, porque se considera que la poltica establece el marco, las reglas del juego bsico, en el que viven y actan los individuos. En cuanto a la poltica el liberalismo trata de fundamentar la existencia del estado y a explicar los lmites legtimos de su actividad. 42

20.

Fundamentacin del estado

Mi tesis aqu es que no es posible tener contractualismo, generador de obligaciones morales sin iusnaturalismo. Cualquier doctrina poltica tiene que incluir una defensa de las instituciones tradicionales que propone o de las nuevas instituciones que acepta. Tambin, si se propone algn cambio, ste ha de justicarse. As, puesto que para el liberalismo el estado es una institucin aceptable, debe explicarse por qu es legtimo y bueno que exista. Hay que distinguir entre la explicacin del origen del estado y la explicacin de su legitimidad, su fundamentacin. Lo primero es una investigacin histrica o sociolgica. La fundamentacin tiene relacin con la explicacin de su origen, porque si existe o ha existido un estado legtimo, est claro que tiene que haber tenido un origen, y su descripcin es ilustrativa. El concepto de estado de naturaleza signica, en primer lugar, que la sociedad existe antes que el estado. Porque no se debe entender el concepto de naturaleza como algo no humano, como naturaleza en el sentido de salvajismo animal. Incluso sin acudir a la teora de los derechos naturales, se puede aceptar que en una sociedad pre-estatal existen tradiciones, criterios sobre el bien y el mal, modos de relacin entre los individuos y las comunidades. Se podra decir, siguiendo la teora contractualista y la concepcin del estado de naturaleza, que, existe sin duda un uso tico de la violencia. Ahora bien, la simple experiencia social puede ensearnos que, aun en el caso de que la prctica de tomar la justicia por la propia mano sea realmente hacer justicia y no una simple excusa para la arbitrariedad o la venganza, es una prctica insegura y que hace 43

pronto aconsejable dotar a una entidad del monopolio de la violencia legtima, de modo que ningn particular pueda ya oponrsele. La poltica nace, segn esta argumentacin lockeana, cuando los individuos renuncian a castigar legtimamente a los infractores de sus derechos. ste es un argumento utilitarista. Hay autores contractualistas, es decir, que asumen que el estado empieza con un contrato entre los miembros de la sociedad, pero que no son liberales, es decir, que no sostienen que ese contrato deba estar limitado por unos derechos previos. A Hobbes podemos entonces llamarlo contractualista, pero no liberal, sino monrquico absolutista, de acuerdo con el modelo de estado que deende. Rousseau, por su parte, es un contractualista pero tampoco liberal, sino que lo podemos llamar totalitario, queriendo decir esto que no reconoce diferencia entre la sociedad y el estado, equipara estado y organizacin social y por lo tanto no admite que haya ninguna limitacin, ni en los derechos individuales, ni en las tradiciones o la religin, que deba respetar el estado. Los contractualistas se enfrentan a un problema si rechazan el iusnaturalismo. Cmo establecer un contrato, un acuerdo vinculante de alguna manera, si no se reconocen derechos previos? Cmo contratar sin personalidad jurdica y una ley que permita establecer la legitimidad del contrato? Porque un contrato es un acuerdo de voluntades, pero si no hay una ley que obligue a esas voluntades a conformarse a unas reglas, cmo poder decir que existe una legitimidad que aplicar cuando cambia la voluntad contingente? Un contrato fundante no puede basarse en el positivismo jurdico, en la ley tal como se encuentra, ya respaldada por un poder. Puesto que empieza de cero, tiene que basarse en unos derechos preexistentes a la fuerza social. Si no es as, se trata simplemente de una coincidencia de voluntades que no se ve qu fuerza moral vinculante podra tener. Se trata en44

tonces de un convencionalismo que descansa despus en la fuerza. Estamos de acuerdo y si alguien rompe el acuerdo, los dems pueden obligarle, si siguen de acuerdo en que es mejor lo que habamos convenido. Pero ah estamos hablando de fuerza, no de ley. Esa concepcin hace de la sociedad un juego de grupos que estn dispuestos a ejercer la violencia para imponer su voluntad. Porque, qu razn tendra nadie para aceptar un juego de discusin y manifestacin pacca de la voluntad, es decir, una democracia, si no pensara que existe una legitimidad en esas prcticas, si creyera que todo es una cuestin de clculo de fuerza, de si es posible o no vencer al grupo que ahora parece ms poderoso? Una vez que se ha explicado la necesidad de tener un estado, queda en pie la cuestin de cules son sus lmites, es decir, qu puede hacer legtimamente el estado con la fuerza monopolista que la sociedad le ha conferido y qu no puede hacer. No se trata de dos problemas diferentes. Uno es por qu el estado puede legtimamente existir, como algo ms que una organizacin violenta con la que hay que contar. Otro problema es, una vez que establecemos que el estado puede existir legtimamente, cules son sus lmites, es decir, hasta dnde puede llegar en sus exigencias al individuo y la sociedad. Podemos y debemos distinguirlos para su anlisis, pero tenemos que percibir que para el liberalismo, la solucin al primer problema determina el segundo problema. De lo contrario, podra darse un estado no democrtico que aceptara respetar los derechos individuales de tipo civil y socio-cultural. El liberalismo no podra aceptar esta situacin porque la ausencia de derechos polticos la hara inestable, desde el punto de vista utilitarista, o por la simple violacin de los derechos polticos desde el punto de vista iusnaturalista. Asumimos que a veces los problemas pueden estar ms estrechamente vincu45

lados, es decir, que hay autores, y probablemente son de estos todos los liberales, que creen que el lmite del estado es el que establece su legitimidad. El estado sera legtimo slo por ser limitado y por limitarse a las tareas que exigen su existencia. Tengamos claro que lo que legitima el estado para el liberalismo no es slo el hecho de ser limitado y no su origen democrtico en el acuerdo social. La idea iusnaturalista es adems la que establece que el acuerdo, aunque sea de todos, tiene que ser limitado. No se puede acordar cualquier cosa, sino slo cosas que respeten los derechos individuales. De nuevo, cul podra ser la justicacin utilitarista de un lmite semejante? La cuestin que necesitamos el concepto de deber para tener una sociedad libre y democrtica. Si no reconocemos ms que fuerzas, qu razn tendramos para no ser unos perpetuos golpistas? Qu razn tendra cualquier gobierno para respetar los derechos de unos posibles competidores violentos? El deber es el nico elemento que puede autolimitarnos cuando somos los ms fuertes. Tampoco un acuerdo crea derecho si es simplemente una coincidencia de voluntades. Si los autores de nuestra voluntad somos nosotros mismos, por qu iba a ligarnos nuestra propia voluntad? Qu nos impedira cambiarla, a menos que sostuvisemos la creencia previa en que los pactos han de ser cumplidos y la propia palabra respetada? Con respecto al contractualismo considerado como hiptesis histrica, parece claro que para Locke era tal cosa y que no lo puede ser una vez que tenemos ms conocimientos histricos. No tiene sentido reducirlo a un experimento mental, a un proceso constructivista. Ms bien se trata de una situacin comn en los pases que salen de un rgimen poltico ilegtimo, como una dictadura. 46

21.

Limitacin del estado

Hay que volver a la distincin entre legitimacin del estado y limitacin del estado. A la cuestin de la legitimacin responden teoras como las del contrato o las del derecho divino o del liderazgo carismtico. A la cuestin de la limitacin del estado pertenece la teora de los derechos naturales. Por supuesto hay teoras que solapan ambos campos. Aparentemente parece que cualquier teora de la legitimacin implica un veredicto de cundo los lmites del estado son legtimos. A veces, simplemente, la legitimacin del estado consiste en establecer que slo dentro de unos lmites tiene derecho a actuar. Sobre la validez de la voluntad general para sobrepasar cualquier limitacin, se debe armar que, igual que no tiene sentido pretender que la voluntad de dos personas puede prevalecer legtimamente sobre cuestiones en las que nadie debe meterse, no tiene sentido pretender que toda la sociedad, mediante su voto, est legitimada para esa intromisin. Nadie puede dar lo que no tiene, y si un individuo debe reconocer limitaciones en la legitimidad de su voluntad, una sociedad entera debe reconocerlas tambin. No existe, por otro lado, una voluntad general distinta del resultado de las urnas, una voluntad metafsica, tal como Rousseau la entenda, pero, aunque existiera, sera pura contingencia, como toda voluntad, y por tanto algo incapaz de obligarnos en conciencia. El rule of law es una forma de limitacin ms, igual que la divisin de poderes, los checks and balances. Igualmente la misma representatividad del gobierno es una forma de control, en el sentido de que se supone que es ms fcil que no se desmande alguien que es elegido por uno mismo. Estos elementos son, claramente, construcciones legales. Es posible que fueran necesarios otros refuerzos para 47

la tendencia invasiva del estado y tambin es posible que alguno de ellos resulte ya anticuado o haya perdido su fuerza y deba ser reconstruido.38 Tenemos que hacer referencia a la oposicin entre individuo y sociedad, a la hora de establecer las limitaciones al poder del estado. Para algunos autores, quiz con origen en el Mill de On Liberty resulta evidente que la sociedad, o al menos alguna de las comunidades que la forman, puede volverse contra algunos individuos, por censura de sus comportamientos privados o simplemente por aversin a sus caractersticas culturales o incluso fsicas. Fenmenos como la discriminacin sexual, racial o religiosa seran realidades primariamente sociales, subsistentes incluso en un estado que no las respalda. Los individuos as afectados podran pensar en pedir el apoyo del estado, esta vez no al servicio de la intolerancia, sino justamente al contrario, como garante de la igualdad de derechos y de la preservacin de la seguridad e incluso como amparador de los que hemos llamado bienes timticos, el respeto, la consideracin o estima social, la buena imagen, etc. Observamos en la actualidad muchas demandas de esta clase por parte de grupos vctimas frecuentes de malos tratos por parte de ciertas comunidades sociales. Pero, no es obvio que esta clase de encargos acaba con la idea liberal de estado mnimo? Se tratara de una denicin cargada. Si se cree que la funcin del estado es proteger al individuo slo de la fuerza fsica ajena o por el contrario de actividades no primariamente fsicas, violentas pero que tambin pueden ser daosas para el individuo estamos dando un amplio campo de actuacin al estado, y no se ve fcilmente qu criterio usar para limitar su accin. Parece difcil que se pueda invocar la intervencin del estado contra la socieEsta es una sospecha extendida, por ejemplo, sobre la separacin de poderes en los regmenes democrticos no presidencialistas.38

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dad para actividades que el individuo pueda estimar perjudiciales sin una doctrina ya no formal, como la restriccin mxima de la violencia, sino propiamente material, que establezca qu acciones ajenas son malas para el individuo. Establecer el lmite en la violencia supone la adopcin de un criterio puramente formal, pero ir ms all, cmo podramos decir cundo el individuo tiene derecho a reclamar la intervencin o no, una vez que no puede alegar que se ha cometido violencia sobre l? Por otro lado, siendo as que muchos de los males en los que se quiere intervenir estn sostenidos por contenidos culturales que son creencias y que se transmiten mediante la libertad de expresin, cmo mantener esas dos libertades clsicas cuando son el sostn de las lesiones que se desea impedir? A este respecto, una denicin como la siguiente de Rawls lo coloca ya fuera del mbito liberal. Con tantas cualicaciones y limitaciones, qu puede quedar de la libertad? /ldots fully adequate scheme of basic rights and liberties, which scheme is compatible with the same scheme for all; and in this scheme the equal political liberties, and only those liberties, are to be guaranteed their fair value. Quin decide qu derechos y libertades son bsicos y cules suplementarios? Por qu sacricar esos otros derechos y libertades? Por qu enfatizar el hecho de la compatibilidad de la libertad? No es obvio que la libertad es por s misma algo que, o es compatible, o si produce roces, esos roces son un hecho natural y que hay que tolerar aunque resulten molestos? El peligro es que, so capa de suavizar los roces, de hacer compatibles unos y otros, puede dar al estado mano libre para ser el administrador de los derechos, en lugar de su garante, cosa que 49

para el liberalismo es inaceptable.

22.

Liberalismo cultural o social

Estas cuestiones acerca de las relaciones de los individuos con sus comunidades y con la sociedad, y el papel que el estado puede jugar entre ellos, nos llevan a la idea de liberalismo social. Con liberalismo social nos podemos referir a la posturas que pretenden que las cuestiones morales y religiosas tengan tambin un mbito liberado para el individuo, en la que slo l es soberano y ni las comunidades, ni la sociedad ni el individuo. De ese modo se puede tambin hablar de un liberalismo religioso y moral, adems del poltico y el econmico. Aqu est, ante todo, la cuestin de cmo establecer cules son los lmites que el individuo tiene derecho a defender. Qu elemento permite la aparicin de esos lmites? La ley natural? El bienestar, el placer individual? En qu sentido, por ejemplo, se puede decir con Mill que todo el mundo debe dejar a cualquiera tranquilo en lo que no le concierne? Cmo delimitar lo que nos concierne o no, lo que nos afecta o no? Est claro que con la denicin establecida de liberalismo, slo podramos reclamar en nombre de la libertad lo que pueda resultar fsicamente daoso para nosotros como lmite para legitimar la intervencin del estado. Si no media violencia, cualquier inuencia debe ser aceptada como legtima y si es desagradable, debe bastarnos con rechazarla de palabra o con nuestra actitud. Luego est la cuestin de en qu sentido el individuo puede reclamar la intervencin del estado. Podra darse una intervencin estatal no violenta? Estara justicada? Eso nos vuelve a llevar a la idea de derechos. Tenemos derecho por ejemplo a no ser discriminados, a que nadie nos desprecie, o tenemos por el con50

trario derecho a despreciar a la gente que queramos, por ninguna razn o por la razn que escojamos? Luego de nuevo aparece la confusin entre el liberalismo como criterio y la cuestin del contenido de la libertad que se ampara. Por ejemplo, Mill abog en favor del feminismo, de la increencia, de la libertad de relaciones sexuales y de pareja. La libertad personal ha sido invocada para defender formas de vida y prcticas como la homosexualidad y el consumo de drogas. Pero pronto aparecen posturas que arman que esas prcticas son buenas en s mismas, o iguales como poco a las prcticas alternativas. De ese modo ya no se apoyan, de modo negativo, en razn de la libertad que se reconoce en sus practicantes para llevar su vida a su manera, sino que se postulan como defendibles por el estado por razones substantivas, planteables incluso como un objetivo que toda la sociedad debera asumir. De ese modo el rechazo moral hacia ellas se empieza a ver como una agresin intolerable y la libertad de considerarlas como algo malo pasa a ser negada o muy limitada. En ese punto el viejo liberal protestara, ahora del lado de los que quieren seguir teniendo un punto de vista moral propio en contra de lo que el estado promociona o apoya. Surge ah la idea del liberalismo entendido como neutralismo moral. Se trata verdaderamente de neutralismo? Creemos que no, y que igual que una antropologa, el liberalismo sustenta una explcita tica de la no violencia y del desarrollo personal. Se trata en l de una opcin claramente positiva que delimita los espacios que corresponden a lo individual y a lo pblico. La solucin liberal aqu sera defender la libertad de una forma negativa, sin pretender un juicio pblico sobre si un comportamiento privado es bueno o malo, tan slo amparndolo porque hay 51

gente que lo adopta libremente. Estas observaciones nos llevan a cuestionarnos la relacin entre tica y poltica desde el punto de vista liberal.

23.

tica y poltica

Parece claro que no se puede tener un liberalismo neutral en cuanto a tica, lo cual no signica que en una sociedad liberal no puedan vivir personas con creencias antihumanistas, antiliberales. En cualquier caso, hay que vigilar que estas personas no tengan acceso al poder. Parece que la clsica conclusin de