EN EDIPO HAY CAMBIO DE FORTUNA Y RECONOCIMIENTO!

Aristóteles habla de dos partes del argumento en la tragedia el cambio de fortuna (la peripecia) y el reconocimiento a la cual le agrega la escena del sufrimiento. “La peripecia es un cambio en la acción por medio de la cual está se orienta en el sentido opuesto al que venía desarrollándose, y está inversión debe preceder conforme a la ley de probabilidad o necesidad. Por ejemplo, en la tragedia de Edipo, el mensajero es quien desencadena la peripecia (cambio de fortuna) cuando al pretender contentar a Edipo y disuadirlo respecto de los temores de su madre le revela cuál es el secreto que rodear su nacimiento y así produce el efecto contrario”

El reconocimiento o anagnórisis, tal como su nombre lo indica, consiste en la transformación de una ignorancia en un conocimiento y puede suscitar el odio o el amor en los personajes destinados por la fortuna a la felicidad o a la dicha. La forma más refinada y perfecta del reconocimiento es aquella donde este último coincide con el cambio de fortuna, como por ejemplo en la tragedia de Edipo.

El reconocimiento más directamente vinculado al argumento y a la acción es el que ya hemos descripto como “reconocimiento de personas”. Cuando este se combina con el cambio de fortuna o peripecia, suscita la pena o el temor, y las acciones que producen tales efectos, comforme a nuestra definición, son aquellas que representan la tragedia y servirán, asimismo, para desencadenar el final, ya sea esté feliz o desdichado.

La escena del sufrimiento es una acción destructiva y que mueve a penurias tales como la muerte, agonías, padecimiento.

Los personajes debido a un error, perpetren un crimen ignorando la relación de parentesco que los vincula con la víctima y que luego la descubren. Ahí si bien el asesinato se desarrolla fuera de la escena está dentro del drama.

El reconocimiento por razonamiento. Surge de los hechos mismos y produce un efecto impactante.