nota sobre lascaux

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Julián Fava 1 El aprendiz de brujo “Bataille, de pie junto al árbol, extrajo de un bolso un plato esmaltado sobre el que dispu- so algunos trozos de azufre, que encendió. Al mismo tiempo que chisporroteaba la llama azul, se elevaba una columna de humo cuyas bocanadas sofocantes nos alcanzaban. Quien llevaba la antorcha se ubicó a mi dere- cha, mientras que, enfrentándome, avanzaba hacia mí uno de los celebrantes. Tenía en su mano un puñal idéntico al que blandía el hombre sin cabeza: Acéphale. Bataille me to- mó la mano izquierda y levantó las mangas del traje y de la camisa hasta el codo. El que tenía el puñal apoyó la punta sobre mi ante- brazo y dibujó una muesca de algunos centí- metros, sin que yo sintiera el menor dolor. La cicatriz todavía hoy es visible” 2 . Este es el re- lato que en 1977 hizo Patrick Waldberg (1913-1985), integrante de la sociedad secre- ta Acéphale y también secretario del Colegio de Sociología Sagrada, que funcionó entre 1936 y 1939, fundado por el mismo Bataille, Michel Leiris y Roger Caillois. Los ritos de iniciación, como los que descri- bió Patrick Waldberg, dejan marcas en el cuerpo. La vida en sociedad requiere de una serie de prácticas que certifiquen el pasaje de la animalidad al ámbito humano, que asegu- ren el reemplazo de la inmediatez natural por la mediatez característica de la cultura. Ella implica abandonar la voluptuosidad animal por la conciencia de la finitud, de la carencia; en definitiva, el rito marca la pérdida de la 29 1> Julián Fava tradujo varias obras de filosofía, entre ellas algunas de Georges Bataille. En abril aparecerá su libro La redención del Leviatán. Georges Bataille y la filosofía política (Buenos Aires, Las Cuarenta). 2> Citado por Margarita Martínez en su prólogo a la traducción española de la edición completa de la revista: Acéphale, Buenos Aires, Caja Negra, 2005, p. 16. CIERTAS MIRADAS Imágenes paganas. Una nota sobre el pensamiento de Georges Bataille y la pintura rupestre. La intensidad a la vez mística y crítica del pensamiento de Bataille queda expuesta en su deslumbramiento por las pinturas rupestres de la gruta de Lascaux. En ellas, según explica este artículo, se cifran algunos temas esenciales de la filosofía de Bataille. Los pintores prehistóricos reunieron erotismo y religión en una visión trágica de la cultura humana. ramona_98_marzo2010 2/26/10 9:41 PM Page 29

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por Julián Java

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  • Julin Fava1

    El aprendiz de brujoBataille, de pie junto al rbol, extrajo de unbolso un plato esmaltado sobre el que dispu-so algunos trozos de azufre, que encendi. Almismo tiempo que chisporroteaba la llamaazul, se elevaba una columna de humo cuyasbocanadas sofocantes nos alcanzaban.Quien llevaba la antorcha se ubic a mi dere-cha, mientras que, enfrentndome, avanzabahacia m uno de los celebrantes. Tena en sumano un pual idntico al que blanda elhombre sin cabeza: Acphale. Bataille me to-m la mano izquierda y levant las mangasdel traje y de la camisa hasta el codo. El quetena el pual apoy la punta sobre mi ante-brazo y dibuj una muesca de algunos cent-

    metros, sin que yo sintiera el menor dolor. Lacicatriz todava hoy es visible2. Este es el re-lato que en 1977 hizo Patrick Waldberg(1913-1985), integrante de la sociedad secre-ta Acphale y tambin secretario del Colegiode Sociologa Sagrada, que funcion entre1936 y 1939, fundado por el mismo Bataille,Michel Leiris y Roger Caillois.Los ritos de iniciacin, como los que descri-bi Patrick Waldberg, dejan marcas en elcuerpo. La vida en sociedad requiere de unaserie de prcticas que certifiquen el pasaje dela animalidad al mbito humano, que asegu-ren el reemplazo de la inmediatez natural porla mediatez caracterstica de la cultura. Ellaimplica abandonar la voluptuosidad animalpor la conciencia de la finitud, de la carencia;en definitiva, el rito marca la prdida de la

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    1> Julin Fava tradujo varias obras defilosofa, entre ellas algunas de GeorgesBataille. En abril aparecer su libro Laredencin del Leviatn. Georges Bataille y

    la filosofa poltica (Buenos Aires, LasCuarenta).2> Citado por Margarita Martnez en suprlogo a la traduccin espaola de la

    edicin completa de la revista: Acphale,Buenos Aires, Caja Negra, 2005, p. 16.

    CIERTAS MIRADAS

    Imgenes paganas. Unanota sobre el pensamientode Georges Bataille y lapintura rupestre.La intensidad a la vez mstica y crtica del pensamiento de Bataillequeda expuesta en su deslumbramiento por las pinturasrupestres de la gruta de Lascaux. En ellas, segn explica esteartculo, se cifran algunos temas esenciales de la filosofa deBataille. Los pintores prehistricos reunieron erotismo y religinen una visin trgica de la cultura humana.

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  • eternidad inocente de los animales por elmundo profano del trabajo y de las prohibi-ciones humanas. Bataille explor estos temasen sus anlisis de las pinturas rupestres de laprehistoria. La cueva de Lascaux, ubicada enel suroeste de Francia y descubierta el 12 deseptiembre de 1940, exhibe, en una curiosaamalgama, la unidad de la muerte y el erotis-mo, la exuberancia del deseo y la utilidad deltrabajo. Qu pintaron hace aproximadamen-te 17.000 aos nuestros antepasados en esagruta? En el sitio ms recndito se encuentrala pintura de mayor dramatismo: un hombrecon cabeza de pjaro y sexo erecto se des-ploma ante un bisonte que, a pesar de estarherido de muerte, con las entraas colgando,le hace frente. En la escena aparece ademsla lanza con la que el hombre-cabeza-de-p-jaro hiri al animal. Por debajo del hombrecado, un pjaro de trazo similar al de su ca-beza corona la extremidad de una estaca ynos desorienta aun ms. Qu se cifra enton-ces en esta pintura que resume ya nuestraesencia humana, es decir, que recorre lasaristas del trabajo, de la muerte y del erotis-mo, y que enfrenta dos mundos el cultural yel natural en lucha mutua?Frente a las clsicas interpretaciones antro-polgicas3 segn las cuales la escena se rela-ciona o bien con un sacrificio en el que elchamn disfrazado de pjaro expiara con sumuerte la del bisonte, o bien con la magia uti-litaria invocada para asegurar la caza, Geor-ges Bataille vincula el enigma de la pintura deLascaux con el nacimiento mstico-religiosodel erotismo, el orgasmo y el trabajo. Paracomprender su visin es menester hacer unbreve rodeo para clarificar algunos aspectosde la filosofa de la historia del autor.A diferencia de los animales que se encuen-tran en una relacin de inmediatez con elmundo que los rodea, el hombre crea objetos

    para transformar la naturaleza a su servicio, ycon esos objetos tiles el hombre estableceuna relacin de exterioridad. Es decir que elser humano se reconoce en sus productosmediatos y desprecia la inmediatez de la vidaanimal. El hombre se subordina a objetos quelo trascienden y que conforman el mundo dela utilidad; con su trabajo inaugura la separa-cin respecto de la animalidad. Pero ello im-plica tambin la asuncin del destino trgicode la humanidad: se es aquello que se pro-duce en una relacin de trascendencia res-pecto de la intimidad perdida de la naturale-za. As, el hombre se reconoce en sus pro-ductos negando a la naturaleza.El hombre elabora un mundo profano carac-terizado por: a) en la esfera que atae estric-tamente a las pasiones, un sosiego de sufuerza animal que clausura la satisfaccin in-mediata del deseo; b) el temor ante la muer-te como presupuesto fundamental que ani-ma su vida en tanto proyecto y cuya nicacondicin es asegurar simplemente su sub-sistencia; c) la formacin de una subjetividadbasada en una racionalidad instrumentalsubordinada a la temporalidad del trabajo yde la ley que configura, al mismo tiempo,una conciencia moral y jurdica; d) un mundode objetos trascendentes y separados de l4.Pero el deseo humano no se consume sim-plemente en gastos racionales y tiles. Elsujeto no se reconoce apenas en sus pro-ductos negando la naturaleza, sino que lmismo es, ms all de la legalidad que ins-tauran la razn y las prohibiciones, una fuer-za constante. Segn Bataille, esa fuerza, asu vez, niega el mundo de las prohibicionesy tabes, el mundo de las leyes y de la mo-ral. Esta negacin de la negacin abre alhombre a lo sagrado, que para Bataille sig-nifica su inmediatez animal5.Ya podemos aclarar el sentido que en la filo-

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    3> Cfr. Bataille, Georges, Las lgrimas deEros, Tusquets, Barcelona, 1997, pp. 41-71.4> Cfr. Bataille, Georges, Esquema de

    una historia de las religiones en Lareligin surrealista, Conferencias 1947-1948, Las Cuarenta, Buenos Aires, 2008,

    pp.69-110.5> Cfr. Bataille, Georges, Lascaux ou lanaissance de lart, Ginebra, Skira, 1995.

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  • sofa de Bataille adquieren las experienciasdel erotismo y del arte: ambos movimientos,constitutivos del hombre, abren la subjetivi-dad a la inmediatez animal. No es que estasexpresiones sean, o se inscriban, en la in-mediatez animal, sino que en su explicita-cin ponen en juego las estructuras propiasde la subjetividad moderna cerrada sobre s,slo orientada a la ganancia y la previsin.Si la pintura de Lascaux le interes tanto aBataille al punto hacia el final de su vidaque le dedic dos libros, Lascaux o el naci-miento del arte y Las lgrimas de Eros fuejustamente porque en ella se vislumbra lopropio del deseo en el cruce con la muerte yel erotismo. Y tambin en el cruce con eltrabajo, es decir, con la prohibicin. Quiztoda la reflexin de este filsofo acerca delarte se mueva en la frontera entre la media-tez de la cultura y la inmediatez animalabierta por algunas, slo algunas comopretenda Bataille expresiones humanas.En estos movimientos del arte, de la risa,del erotismo, que expresan la vida interiordel hombre, Georges Bataille encuentra undeseo en el que no importa ya el consumoproductivo con vistas a un fin, sino que pre-valece el gasto improductivo6. Se trata deun consumo que libera la violencia conteni-da en el mundo profano y latente en el mun-do sagrado. De esta forma, la vitalidad delhombre, que no se agota en el consumo ra-cionalizado, quiebra la lgica del mundoprofano y se orienta hacia la recuperacinde una dimensin ms radical de su exis-tencia: la dimensin sagrada.

    Destino circularLa filosofa de Georges Bataille quiz no esms que un intento por volver a pensar alhombre como una fuerza, es decir, como unaafeccin, como una intensidad cuyo devenir

    depende de su encuentro con otras fuerzas.La existencia es, para Bataille, esttica. Nocomo esttica de lo bello sino en tanto asth-esis (sensacin o percepcin), es decir, co-mo reconfiguracin de la capacidad humanade percepcin y conocimiento sensibles.Si Bataille se interes tanto en Lascaux o elnacimiento del arte como en Las lgrimas deEros por esas figuras enigmticas pintadasen una cueva es porque esos hombres eranafectados, del mismo modo que nosotros,por fuerzas que nos tensan y nos constitu-yen: el trabajo que nos objetiva, las prohibi-ciones y los tabes, la muerte y el incesto.Tales fuerzas, si bien culminan el proceso denuestra separacin de la naturaleza, no esmenos cierto que siguen siendo un enigma yuna condicin de posibilidad desgarradorasobre la que se funda nuestra comunidad.Por otro lado, Bataille tambin hall en Las-caux el erotismo, tan cercano a la muerte ycondicin ineludible de toda vida.Qu buscamos en esas pinturas prehistri-cas? Qu nos muestran otros artistas, nomenos enigmticos que aquellos que pinta-ron en una gruta del suroeste de Francia,como Balthus, Klossowski, Delacroix oFssli? Es decir, aquellos que en el siglo XXurdieron una obra en los lmites de la moral,transgredieron y entendieron al erotismocomo un enigma casi religioso. Quiz enellos se constate la intuicin de que comodeca Balthus7 no hay arte que no sea reli-gioso. Pero la palabra tiene aqu el sentidopleno y acabado, consumado, podramosdecir con Bataille, de la verdadera experien-cia interior. Experiencia de la poesa, de larisa, de las lgrimas, del erotismo que poneen juego a dos seres discontinuos y los si-ta en una comunicacin que es el instanteen el que la soberana se disuelve en nada.En efecto, en ese instante no hay all otro

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    6> Cfr. Bataille, Georges, La parte maldita,Las Cuarenta, Buenos Aires, 2007.7> Cfr. Balthus, Les mditations dun

    promeneur solitaire de la peinture,Entretiens avec Franoise Jaunin,Lausanne: La Bibliothque des Arts, 1999,

    p. 11.

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  • objeto, si es que puede llamarse as, que elmilagro de los cuerpos que se funden y soneternos. Es el instante que se vuelve eternoen la contemplacin de un cuadro, en elque las lgrimas y la risa nos hacen olvidarde nosotros mismos.Esta triple dimensin religioso-ertico-arts-tica quiz no sea, para Bataille8, ms queuna excusa para atravesar lo real, para crearlas condiciones de posibilidad de lo que sedice, de lo que se piensa y de lo que se ha-ce. Para rodear un problema, o un enigma

    como el de la cueva, irresoluble: la tragediade vivir entre la utilidad y el gasto improduc-tivo. O, dicho en trminos clsicos, entre loprofano y lo sagrado. En definitiva, Batailleve en las pinturas de Lascaux un modo deresistencia frente a lo dado, el recuerdo deque vivimos entre el cielo y el infierno o, qui-z, entre el derroche dionisaco y las obliga-ciones cotidianas. Como los hombres deLascaux matamos a la bestia pero morimoscon ella. El destino, como saban nuestrospoetas prehistricos, es circular.

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    8> Cfr. Bataille, Georges, Lascaux ou lanaissance de lart, Ginebra, Skira, 1995,pp. 140-142.

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