nosotros los valencianos» - uv.es · antes y después de su expulsión. con sus consecuencias...

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LII3I<VS « NOSOTROS LOS VALENCIANOS» de JOAN FUSTER Publicamos a continuación estos interesantes apuntos críticos al libro de Joan Fuster, redac- tados por un grupo de presos políticos valen- cianos como una aportación al estudio de la cuestión valenciana. LOS PLANTEAMIENTOS DE FUSTER 1) ¿Qué se propone plantear y escla- recer Fuster? En la introducción a su libro (p. 5-15) Fuster expone sus propósitos: «denunciar nuestra enfermedad o nuestras enfermedades colectivas» ... «porque sé que sin eso nunca tendre- mos la posibilidad de sobreponemos a ellas» (p. 13). Fuster se propone realizar un diagnóstico de un cuerpo enfermo, pero no se propone ofrecer una terapéutiva concreta, aunque com- probaremos que su reflexión desem- boca en una línea determinada de solución al problema. Fuster parte de una constatación: -Por una parte, el hecho de que la integración de más de dos siglos, pese a todo «no nos ha sub sumido en otra categoría global» (p. 9). Pese a la perspectiva integradora en la que se encuentra inserto el País Valen- ciano, no ha sido integrado. Esta idea la reafirma Fuster a lo largo de su 58 libro: « ... Permanece intacta, cargada de virtualidades explosivas, la materia prima de su autoctonismo fuerte y efusivo» (p. 250). -Por otra parte la «enfermedad»: «Fallamos en tanto que pueblo nor- mal» (p. 6); «la distancia o desfasa- miento entre lo que somos y lo que deberíamos ser (p. 8); «el desconcierto colectivo de los valencianos no es ningún secreto para nadie» (p. 9); «el valenciano ... presiente que no es carne ni pescado» (p. 8); vivimos en una especie de pasividad confusa, concer- tada sobre nuestra condición de va- lencianos (p. 7); «los nexos de soli- daridad básicos ... van relajándose poco a poco» (p. 7); «las manifestaciones habituales del desquiciamiento... son un triste tejido de abandonos, de desi- dias, de timideces, de mimetismos estériles, una mezcla de localismo inútil y de conformidad provinciana, una progresiva depauperación social (p. 6); »Los valencianos somos un pueblo anómalo» (p. 11)... Hecha esta constatación Fuster se propone investigar las causas, los factores que han llevado al P V a esta

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LII3I<VS

« NOSOTROS LOS VALENCIANOS»de JOAN FUSTER

Publicamos a continuación estos interesantesapuntos críticos al libro de Joan Fuster, redac-tados por un grupo de presos políticos valen-cianos como una aportación al estudio de lacuestión valenciana.

LOS PLANTEAMIENTOSDE FUSTER

1) ¿Qué se propone plantear y escla-recer Fuster?

En la introducción a su libro (p.5-15) Fuster expone sus propósitos:«denunciar nuestra enfermedad onuestras enfermedades colectivas» ...«porque sé que sin eso nunca tendre-mos la posibilidad de sobreponemosa ellas» (p. 13). Fuster se proponerealizar un diagnóstico de un cuerpoenfermo, pero no se propone ofreceruna terapéutiva concreta, aunque com-probaremos que su reflexión desem-boca en una línea determinada desolución al problema.

Fuster parte de una constatación:-Por una parte, el hecho de que

la integración de más de dos siglos,pese a todo «no nos ha sub sumido enotra categoría global» (p. 9). Pese ala perspectiva integradora en la quese encuentra inserto el País Valen-ciano, no ha sido integrado. Esta ideala reafirma Fuster a lo largo de su

58

libro: « ...Permanece intacta, cargadade virtualidades explosivas, la materiaprima de su autoctonismo fuerte yefusivo» (p. 250).

-Por otra parte la «enfermedad»:«Fallamos en tanto que pueblo nor-mal» (p. 6); «la distancia o desfasa-miento entre lo que somos y lo quedeberíamos ser (p. 8); «el desconciertocolectivo de los valencianos no esningún secreto para nadie» (p. 9); «elvalenciano ... presiente que no es carneni pescado» (p. 8); vivimos en unaespecie de pasividad confusa, concer-tada sobre nuestra condición de va-lencianos (p. 7); «los nexos de soli-daridad básicos ... van relajándose pocoa poco» (p. 7); «las manifestacioneshabituales del desquiciamiento... sonun triste tejido de abandonos, de desi-dias, de timideces, de mimetismosestériles, una mezcla de localismoinútil y de conformidad provinciana,una progresiva depauperación social(p. 6); »Los valencianos somos unpueblo anómalo» (p. 11)...

Hecha esta constatación Fuster sepropone investigar las causas, losfactores que han llevado al P V a esta

situación. Y considera con razón quelas causas hay que buscarlas, no prin-cipalmente en los factores externos(« porque no podemos perder devista que el impacto nocivo producidopor aquellas presiones exógenas po-drá ser mayor ó menor según la resis-tencia espontánea que el cuerpo so-cial afectado les oponga» (p. 10). Lascausas principalmente hay que buscar-las en las ZONASPROFUNDASDELSER COLECTIVO.

Y porque «losvalencianos hemos dedefendemos como pueblo» Fuster seplantea la necesidad de una «intros-pección en el tiempo y en el espa-cio».

2) Los elementos de la investigaciónde Fuster.

Emprendiendo esa «introspecciónen el tiempo y en el espacio», a tra-vés de la hístória, la geografía, la len-gua, la cultura, la psicología, la eco-nomía, Fuster va sacando a flote unaserie de hechos y situaciones, acota-dos por las observaciones y reflexio-nes del autor, que constituyen un ma-terial valioso e imprescindible para lacomprensión de la problemática y elfuturo del País Valenciano.y así van destacándose las caracte-

risticas principales del P V, que pue-den sintetizarse asi:

a) La comunidad linguística y cultu-ral con el Principado y las Islas:

-Por la hegemonía, desde la crea-ción del Reino, de las comarcas cata-lanas, de la población de origen cata-lán, favorecida en los comienzos porlos reyes de Aragón para poner frenoa las ambiciones de los señores feu-dales aragoneses.

-Porque las comarcas de hablacatalana son «la auténtica identidadde la región», pese a la dualidad lin-guística (y geográficamente delimita-da) tradicional y actual, y el centrode gravedad.

-Porque «somosun mismo pueblo».=-Porque el valenciano es una rami-

ficación regional de un idioma común.-Pese a la castellanización iniciada

a finales del siglo XV, el pueblo se hamantenido fiel a su vernáculo.

-Pese a no haber dispuesto hastaahora en tierras valencianas de uninstrumento sólido de defensa, el ca-talán (en su aspecto dialectal) se hamantenido con fuerza.

-Capacidad de asimilación de losinmigrantes.

b) El «particularismo valenciano»que Fuster enfoca como un particu-larismo en relación con Cataluña, Enla configuración de este particula-rismo intervienen numerosos factores:

-La constitución del PV como Relno, con sus Fueros propios.

-La falta de un término (gentilicio)que englobe desde muy pronto, alconjunto de los países catalanes -li-mitándose el término Cataluña a de.,ignar al principado- contribuye a laafirmación de la condición de «valen-cianos», al surgimiento 1: un •.patrio-tismo valenciano».

-Con el desarrollo económico deValencia, ya en el siglo XIV, surge lanecesidad de emular, con Zaragoza yBarcelona. La burguesía de Valenciaquiere hacerse valer, en el siglo XVmanifiesta una voluntad de interven-ción política, exacerbada por el hechode su incorporación tardía a la coro-na; la burguesía protesta contra elmonopolio catalán en los altos cargosde la corona y reclama su parte enla alta burocrácia de la monarquía.

-La configuración del dialecto, delvalenciano, como consecuencia de lainfluencia de los moriscos y de lapoblación de habla castellana, que dalugar a los «arabísmos», «aragonis-rnos», «castellanismos»,Hasta ilustresvalencianos llegan a ponderar el va-lenciano frente al catalán.

-La discrepancia entre el Princi-pado y el Reino de las estructuras so-ciales y económicas acentúa el parti-cularismo dentro de la catalanidad,ya en la Baja Edad Media.

-Hay otros factores que contri-buyen directa ó indirectamente a laconfiguración del particularismo va-lenciano.

• La dualidad linguística, social yeconómica, que tiene su origenen las circunstancias en que seconstituye el Reino.

• El problema de los moriscos

.L

antes y después de su expulsión.con sus consecuencias sociales,religiosas, económicas.

• La incorporación tardía al Reinode las comarcas del sur.

e El carácter. durante tiempo, deciudad «hanseática» de Valencia,rodeada por un interior feudal.

• La dispersión que se produce trasla fusión de Castilla y Aragón.

e) Las insuficiencias, carencias delP V. La «anormalidad» de su pueblo.En ello concurren diversos hechosfactores:

-«Colectividad inconexa» debida ala dualidad linguística que impidesentimos «unos» con nosotros mis-mos, e impide «sentirnos unos» COlJlos demás catalanes (p. 113).

-La inestabilidad nacional resultan-te del «mestizaje» de la poblaciónaunque asimilada por la parte hege-mónica, tras las distintas repoblacio-nes.

-La falta de un estimulante al pa-triotismo valenciano, carente de re-sorte agresivo, de un fondo de mito-logía épica, lo cual hace que el PV,ya en el siglo XVI cuente muy pocointernacionalmente, se sienta corto detalla. A ello hay que agregar la situa-ción de ciudad «hanseática» de Valen-cia, rodeada por un cerco feudal yque poco podía hacer desde el puntode vista político. Esta «cortedad detalla» condiciona una actitud de re-traimiento, limitándose los valencia-nos, en el siglo XV-XVIa reivindicarsu condición de Reino y sus Fueros.

-Posteriormente, el freno que elsurgimiento y desarrollo del patrio-tismo español representa para el pa-triotismo valenciano. Ello se ve facili-tado por la falta de una cabeza diri-gente, por la debilidad del papel polí-tico de la capital. Más tarde el parti-cularismo regional se ve frenado porel partictuarismo provincial y loca-lista, favorecido e impulsado por laacción de factores externos (centra-lismo «jacobino», recortes administra-tivos en provincias, adición a la re-gión de comarcas castellanas ...).

-La evolución del catalán hacia eldialecto es, según Fuster, un factor«disgregador». La inconsecuencia de

las clases dirigentes para defender yvitalizar la lengua, la falta de unprograma no solo linguístico y cultu-ral de las fuerzas políticas del sigloXIX y del XX, sino también socialy económico ayudan a la acción «dis-gregadora».

-La castellanización cultural yposteriormente social de las clasesdirigentes (aristocracia dominante pri-mero tras las Cortes de Monzón ytras la abolición de los Fueros, laburguesia después a finales del sigloXIX y el siglo XX), junto con sudimisión para asumir la defensa delPV frente al centro. «Sucursalismo»de las fuerzas políticas, marginalismo,provincianismo en la conciencia colee-tica.

-La falta de un nombre genéricoque englobe a todos los valencianos,junto con la falta de dirección de lacapital y la dimísión de las clases di-rigentes del PV, conduce a que la con-dición de valencianos se vaya identi-ficando con la capital y su provincia,etc., etc...

3) ¿A qué conclusiones llega Fuster?

Aunque Fuster advierte que su tra-bajo no es un libro de soluciones, nitan siquiera de consejos, ni un pro-grama, la propia articulación de suexposición, sus acotaciones y reflexio-nes a lo largo de la investigacióndesembocan en una determinada líneade solución al problema del País Va-lenciano, al problema de defendemoscomo pueblo.

- ...«preservándonos fieles a nuestracondición de catalanidad básica».

Al final de la parte «Anatomía deun linaje», Fuster señala:

«Nuestra realidad regional tiene sulugar dentro de la comunidad idiomá-tica catalana, como 10 tienen las rea-lidades regionales del «Principado yde las islas... Llamamos valencianos,en definitiva, es nuestra manera dellarmarnos catalanes. Ni la sostenidaintrusión castellano-aragonesa, ni elhibridismo étnico, han podido desfigu-rar esta primera autenticidad» (p. 35).

Al abordar la disgregación de loslazos regionales con los fenómenos del

«provincialismo» y del «localismo» yal, advertir sobre el peligro de disolu-ción, Fuster dice:

«La salud social del País Valencianoexige una rectificación de esta tenden-cia. Los valencianos tenemos una per-sonalidad regional bien marcada... Ysi hay que reajustar y restaurar nues-tra personalidad regional, debe ser na-turalmente, dentro de un conjuntomás ancho y consistente. Un País Va-lenciano aislado es una útopía y seríauna traición a su propia esencia...

A veces bajo pretexto de «valencia-nismo», «valencianía» Ó «valenciani-dad», se intenta separarnos de nues-tra comunidad natural... Si el PaísValenciano quiere salvaguardar supersonalidad ha de ser preservándosefiel a su catalanidad básica» (p. 143).

Más adelante (p. 164), Fuster su-braya la importancia de ~a lenguapara que se mantenga viva la comu-nidad. De ahí la necesidad de inscri-birse en una «trayectoria única cultu-ral e histórica», dando por supuestala catalana. Tras analizar el papel de-bilitador del «provincialismo» Fusterdeclara:

La unidad del País Valenciano, in-tart.i en su fondo económico y cultu-ral, no tiene más que un reflejo insu-ficiente en el plano de la conciencia.O lo fortalecemos, ó caeremos en lamás insoluble de las disgregaciones»(p. 239).

Para Fuster la «población» pasa aser «pueblo» mediante un acto deconciencia.

«...Y este es un paso que no todoslos valencianos han dado. La supera-ción de los localismo inicuos y estor-badores nos es necesaria como el panque comemos». Empezando por el lo-calismo de la capital. Si no lo hace-mos estaremos condenados a conver-timos cada vez más en «provincia-nos». En la parte final de su libro, enla que analiza lo de la «Renaixenca»Fuster señala:

«Un pueblo, en cada momento, es loque la historia ha hecho de él, supasado íntegro gravita en su actua-lidad, la condiciona. Es en esto en loque hay que pensar, y sobre todo en

una de sus facetas: la socioeconómi-ca.» (p. 249).

Afirma a continuación que «nuestrainsurgencia del siglo XIX y primertercio del XX» no es más que la ma-nifestación de la agudeza de los pro-blemas locales irresueltos. Para Fus-ter, faltó el catalizador oportuno paratransformar la revuelta en algo más«renaíxentísta» en todos los órdenes.y acusa a la burguesía autóctona de«miope», «sucursalista», de «no estara la altura de las circunstancias».

Anteriormente, en «Necesidad de unreplanteamiento», después de reseñarla «dimisión nacional» de los partidospolíticos valencianos en el siglo XIXy en el XX, Fuster había apuntado:

«En cualquier esquema viable, en elsupuesto de una «normalidad» civil,todas las discrepancias derecha-izquier-da que venimos rastreando en estasobservaciones, tendrán que ser relega-das a un lugar secundario. Hará faltauna doble revisión desde el ánguloclasista y desde el ángulo nacional...»(p. 184).

b) Buscar un encuadramiento nuevoal hecho de la «dualidad insoluble»del País Valenciano.

En la parte dedicada al análisis de-la dualidad Fuster recalca el hechode que hay dos clases de «valencia-nos» imposible de fundirse en unasola.

«Esto supone un estorbo para losvalencianos de la zona catalana, enla dirección que debería ser y es suúnico futuro normal: los Países Ca-talanes en tanto que comunidad su-pra regional donde ha de realizarsesu plenitud de «pueblo». (p. 113).

Y recuerda que la mayoría de losvalencianos que han pensado en larecuperación del País, enfocando elcaso desde una perspectiva catalana«<DO hay otra en el fondo», afirma elautor) y planteando la inserción delPV en una comunidad de países cata-lanes, la mayoría de esos valencianospues, no han tenido el menor escrú-pulo en prescindir de los otros «valen-cianos» «< los de habla castellana»)(p. 114).

Pero para Fuster esto es un error,

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pues la dualidad existe y no puedeser puesta entre paréntesis más que atítulo especulativo. Ningún pueblo esuna entidad natural, sino un productohistórico. Y es la Histria la que hahecho la dualidad valenciana. El PVes una «colectividad inconexa», es unhecho la dualidad.

«El único modo de superarlo» -diceFuster- «será buscarle un encuadra-miento nuevo» (p. 116). Pero no daFuster más precisiones al respecto.¿Su carácter, sus condiciones? .. Talvez hubiera que echar mano de lavieja tradición de la tierra. En todocaso no cree Fuster que la fórmulafederativa fuera una receta acertada.

¿QUE ES EL PAISVALENCIANO?

Introducción.- Resumidos los plan-reamíentos y el pensamiento de Fus-ter, conviene ahora intentar elaborarur.a opinion .'Tí •.ica sobre su enfoquey, sobre la base de $U trabajo as.ícomo de unos artículos de «Doblón»y «Cambio 16» referentes a la polémi-ca actual, y el libro de Tamames «Unproyecto de democracia para el futurode España», sintetizar nuestra visiónde la realidad del PV.

1) Observaciones generales sobre ellibro de Fuster.

a) Los hechos que va destacando yanalizando Fuster son difícilmente re-batibles. Constituyen un material va-lioso e indispensable para calibrar lasituación actual y el futuro posibledel País Valenciano.

b) Sin negar la comunidad ídiorná-tica del PV con los países catalanesy la importancia de su afírmaciónpara la realización de los valencianoscomo pueblo, nos parece, sin embargo,que Fuster deja aflorar con frecuen-cia una añoranza catalanista en suenfoque de los problemas del PV.Ello se manifiesta por ejemplo cuan-do aborda la cuestión del particula-rismo valenciano. Particularismo que

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ve siempre en relación con el Princi-pado.

Por la exposición de los hechos elPaís Valenciano aparece como unacomunidad que no ha llegado a cua-jar como «nación». Hecho que Fusterparece lamentar. Y si le reconoce alPV una personalidad regional sólida,ésta no puede perdurar si no es enrelación con una comunidad de paísescatalanes (pero ¿idiomática? ¿política?¿institucional? ¿económica?). ¿Regiónautónoma dentro de una comunidadde regiones autónomas dentro delEstado Español? o ¿región dentro deun conjunto catalán? No aparece muyclara la posición de Fuster al res-pecto.

e) A lo largo de todo el libro estápresente la idea de que «hay undesfase entre lo que somos y lo quedeberíamos ser». «Lo que somos im-plica un hecho, es el resultado de unproceso histórico; «lo que deberíamosser» implica una añoranza, un senti-miento de frustración, así, como undeseo y una actitud voluntarista. Fus-ter lamenta la inexistencia de un na-cionalismo valenciano, lamenta lainconsecuencia de la burguesía valen-ciana para encabezar la defensa de lapersonalidad el PV, para dirigir larecuperación del PV. Emite un juiciode valor, pero olvidándose --como éllo analiza en otro lugar- de la insu-ficiencia del desarrollo capitalista enValencia (por la rémora que repre-senta el minifundismo del agro encuanto a fuente de capitales) que im-posibilita la formación de una burgue-sía pujante capaz de hablar de tú atú con el poder central.y esa perspectiva de inserción del

PV dentro de un conjunto más am-plio (ya no se trata de unidad idiomá-tica con los países catalanes) ¿no res-ponde al interés de suplantar a laburguesía valenciana incapaz por ladirección de la burguesía del Princi-pado?

d) Por la exposición de los hechos,así como por las constataciones preli-minares (<<no somos ni carne ni pes-cado»... «somos un pueblo anómalo»),Fuster sitúa al PV a medio caminoentre la categoría de simple regiónadministrativa y la categoría de na-

ción ó nacionalidad: una región confuerte personalidl;\d. Pero ésta n? po-drá mantenerse SI no es en una Inser-ción dentro del conjunto de los paísescatalanes. La afirmación de fidelidadcatalana que Fuster c?psidera comocondición de recuperación del PV, co-mo condición para «defendemos co-mo pueblo», ¿en qué condiciones, enqué forma habría de realizarse? Fus-ter parece descartar la inserción enun conjunto catalán más amplio. pres-cindiendo de los otros valencianos.Pero no queda muy clara su posición¿Se trata de la afirmación de la uni-dad idiomática con los demás paísescatalanes? o ¿se trata de algo más?La respuesta no es clara.

e) posiblemente debido a razones decensura Fuster, al enfocar los proble-mas del PV y la salida para el futuro,no hace mención a la situación queviven todos los pueblos del Estadoespañol ni a la necesidad de la luchapor la instauración de un :r:égimen de-mocrático (que ocupa el pnmer ordende prioridad), como condición para laplena afirmación del PV como pueblo,independienteme~te d~, la forII?-a queadquiera ~~ta afirmacíón y su. mst~t;r-cionalIzaclOn dentro de una situacióndemocrática. Fuster plantea la nece-sidad de preservarnos como pueblo,«salvaguardar nuestra personalidad»en la línea indicada más arriba.

Pero ¿preservarse contra quién?¿Contra los otros pueblos del Estadoespañol? ¿O contra una clase SOCialdeterminada, contra la oligarquía y elcentralismo burocrático del Estado?La respuesta para nosotros no puedeser más evidente: contra la Dictadurafranquista Y la oligarquía, Io cualpasa por la lucha mancomunada detodos los pueblos de España por lalibertad Y la democracia.

f) En cuanto a la necesidad de bus-car «un encuadramiento nuevo» alhecho de la dualidad para superarlo,tampoco podemos decir que Fusterofrezca una solución clara, aunqueconsta por su parte -y ello es posi-tivo para alguien que enfoca el pro-blema desde una perspectividad cata-lana- que tanto los de habla catalana,como los de habla castellana formanel PV, son «valencianos».

2) El país Valenciano... ¿región onación?

Para responder a esta pregunta hayque examinar el peso relativo y elgrado de desarrollo de cada uno delos componentes que intervienen en laconfiguración del PV: histórico, econó-mico, geogr.áfic?,. téníco, lingüístico,cultural, psicológico. El trabajo deFuster nos muestra cómo los distin-tos factores o componentes, separada-mente, tienden ya a consazrar la uni-dad, ya a disgregarla, pero "'se integranmutuamente condicionados en una ca-tegoría que los engloba a todos: elproceso histórico. Veamos solamenteunos ejemplos para ilustrar esto:

-El hecho diferencial lingüístico ycu'ltural catalán se ve contrarrestadoen su desarrollo como «cemento oaglutinante nacional» por la .duali-dad» por la existencia -y en zonasgeográficamente delimitadas- de unapoblación valenciana de habla y cul-tura castellanas, hecho que da pre-LCxtO y facilita los intentos centra-listas de despersonalizar el PV. Laindiscutible realidad lingüística y cul-tural catalana constituye un hechod!~erencial en la línea de consagra-cion del PV COIDO nación catalana.Pero la dualidad obstaculiza el desa-rrollo en esta dirección, al igual quelo obstaculizan otros factores: unahistoria ya distinta del Principado trasla «dispersión» que sigue a la uniónde Castilla y Aragón; las estructurassocio-económicas distintas del Princí-pa.lc: la falta de un foudc épico, etc ...El entronque lingüístico y cultural conCataluña es evidente, pero el desarro-llo y la acción de los demás compo-nentes constituyen la base sobre laq~e se apoya el particularismo valen-ciano.

-La ~d.ualidad» (lingüística, culturaly geográfica) examinada aisladamentesería un elemento disgregador. E~todo caso es una base que sirve deprestexto para los intentos centra-listas de despersonalizar al PV. Peroeste elemento disgregador se ve com-pensado por la fuerza de los lazoseconómicos entre las dos zonas, hastael punto que no cabe dudar de lavoluntad de la zona castellana deseguir integrada al PV.

-La componente económica es de-

terminante en la maduración de unacomunidad determinada con hechodiferencial lingüístico y cultural entanto que nación. Y es evidente que,en el caso del PV, la burguesía (apar-te de los juicios de valor que se lepueden hacer) no llega a asumir unconsecuente papel de dirección en lasreivindicaciones ni siquiera regiona-listas, debido fundamentalmente al in-suficiente grado de desarrollo capita-lista alcanzado por el PV en los siglosXIX y XX, condicionado por la predo-minancia del minifundismo agrícola.

-Volviendo a la componente hístó-rica; el hecho diferencial lingüístico ycultural y el pasado histórico en queel PV tiene una soberanía distinta deltronco castallano-leonés (Reine de Va-lencia, los Fueros...) Son unos elemen-tos de cohesión, cuyo desarrollu se vecontrarrestado y debilitado por la in-tegración forzosa, contra la cual elPV no opone una fuerte resistencia(debilidad de la capital como cabezapolítica, mestizaje de la población,dualidad, etc...). Esa integración for-zosa, si bien no destruye la unidadbásica del PV en sus componentescultural y socio-económico,no deja deacortar las distancias entre el PV ylos demás pueblos y regiones delEstado español.

Aparece pues, para nosotros claro,que el PV no llega a cuajar comonación. No es una simple región admi-nistrativa. Se situúa a medio caminoentre ambas categorías. Es una regiónnetamente caracterizada, con un he-cho diferencial lingüístico y culturalevidente que hay que salvaguardar,cultivar y desarrollar porque es verte-bración principal de su pueblo y por-que su mutilación sería mutilación delos valores de la futura España demo-crática y socialista.

Se trata, no de lamentar el que elPV no haya llegado a cuajar comonación, sino de asumir su particu-larismo y su personalidad como re-gión no solamente en relación conCataluña, sino en relación con todoslos pueblos y regiones de España, ysin perder de vista que su futuro nopuede disociarse del futuro de esosdemás pueblos y regiones.

Se trata de partir de una visión lomás exacta y objetiva posible de lo

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que es el País Valenciano, como enteregional netamente diferenciado, conuna unidad global prevaleciente sobrelos factores disgregadores,y como unarealidad en proceso de desarrollo ycambio económicos, sociológicos, cul-turales, debido al desarrollo de lasfuerzas productivas, del capitalismo(con todas sus distorsiones y desequi-librios por su dirección oligárquica),de las relaciones crecientes entre losdistintos pueblos y regiones; procesode desarrollo y cambio que habrán deseguir, corregidos, regidos y contro-lados democráticamente en la Españafutura.

Partir de esa visión exacta y obje-tiva del PV como producto histórico(y no como algo que hubiera podidoser o hubiéramos deseado que fuera)es condición necesaria para poderseplantear la recuperación del PV, pro-grama y acción que no pueden desli-garse de la lucha de los demás pue-blos y regiones de España por la de-mocratización del Estado, por la reali-zación del autogobierno en todos losniveles.

3) La unidad del País Valenciano.

Como dice Fuster, «tenemos unapersonalidad regional bien marcada».Pese a la integración y los esfuerzosdel centralismo burocrático por dísol-verla, pese a las castellanización cul-tural y hasta social que ha afectado alas clases dirigentes (aristocracia pri-mero cuando ésta se transforma endominante tras las germanías, la bur-guesia después, en el siglo XIX y elXX), la unidad del PV queda intactaen su fondo económico y culturalsegún Fuster.

A la hora de pensar en la «recupe-ración» del País Valenciano no puedecometerse hoy el error de la Renai-xenca, es decir el de dar una dimen-sión solamente lingüística y culturalal empeño. «Nunca -señala Fustercon razón- será viable un movimien-to político encaminado sólo a obtenerunas simples garantías Iingüísticas»(p. 247).

De ahí la necesidad imbricar estre-chamente la reivindicación lingüísticay cultural con las reivindicaciones eco-

nómicas, sociales y políticas de la re-gión, pues la solución de los proble-mas lingüísticos, culturales, económi-cos y sociales plantea la necesidad delautogobierno. Esta necesidad de auto-gobierno se ha reforzado en estos últi-mos 36 años.

Tamames, en su libro «Un proyectode democracia para el futuro deEspaña», señala:

«...el autogobierno no es sólo unaexigenciade las zonas con hecho dife-rencial lingüístico y de cultura, o queen su pasado histórico, más o menoslejano, tuvieron una soberanía distintade la del tronco castellano-leones...»(p. 134).«...hoy se manifiesta en todaEspaña una clara aspiración de auto-gobierno que antes se polarizaba enlas regiones con hecho diferencial»(p. 135).

Esta exigencia de autogobierno es'pues, tanto más fuerte para el PaísValenciano.. Veamos rápidamente cuáles son loselementos constitutivos de la unidadregional del País Valenciano hoy día:

Además de la historia común, ade-más del entronque idiomático con lospaíses catalanes, está la similitud delos problemas económicos y sociales.

-Estructura de la propiedad agra-ria-minifundismo,

-Problemas de las salidas al mer-cado europeo e internacional de losproductos del campo, agrios, hortali-zas, frutas... Necesidad de la integra-ción al Mercado Común muy sentidapor los agricultores valencianos.

-Estructura empresarial de tamañopequeño y medio; problemas de lacomercializaciónde los productos enel mercado internacional (calzado, ju-guetes, alimentación, muebles...).

-Las condiciones comunes para laexplotación del turismo en toda. lacosta valenciana; la supeditación delsector turístico y hotelero a los toursoperators extranjeros.

-La necesidad de decidir el pueblovalenciano sobre la explotación desus recursos; la necesidad de salva-guardar su entorno ecológicoque ame-nazan los monopolios (autopista delmediterráneo, amputación de El Sa-ler...).

-A todo esto hay que agregar losproblemas comunes de la clase obre-ra, tanto de habla castellana corno-dehabla catalana, los problemas de laslibertades políticas comunes a todo elpueblo valenciano y a todos los pue-blos de España.

Finalmente está la reivindicacíón-dela libertad al pleno uso del catalán ysu oficialidad en todos los niveles, ydel derecho a su enseñanza; Sin queesto suponga un abandono del caste-llano, lengua de una parte de la po-blación valenciana, y además lenguanecesaria para la' comunicación éonlos demás pueblos y regiones deEspaña.

Esta reivindicación ar pleno uso.ydesarrollo de la lengua se imbricacon la del derecho a la cultura, entodos los órdenes, para todos los 'va-lencianos y en todos los niveles. -

4) El futuro del País Valenciano .

a) Región autónoma.- El País Va-lenciano es una región particularizadacon un hecho diferencial y lingüísticoque lo entronca con la comunidadidiomática catalana. Pero esta comu-nidad idiomática con los países cata-lanes se ve contrarrestada por otroshechos diferenciales en relación conCataluña: diferente desarrollo históri-co, dualidad, insuficiente desarrollocapitalista.

La afirmación de la comunidad idio-mática catalana, necesaria para la rea-lización como pueblo del pueblo va-lenciano, no debe entrañar necesária-mente su inserción dentro de un con-junto más amplio suprarregional, másaun en nuestra época en que, comolo señala Tamames, la exigencia deautogobierno se plantea y manifiestaen toda España.

El futuro del PV no puede preverseal margen de las perspectivas demo-cráticas para todos los pueblos y re-giones de España, que no podrán sinorealizarse a través de la descentraliza-ción y el autogobierno a todos los ni-veles.

La preservación del PV, su realiza-ción como pueblo valenciano no podráhacerse sino a través:

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-Por una parte del entronque cul-tural y lingüístico con los demáspaíses catalanes.

-Por otra parte, de un gobierno au-tónomo regional, en igualdad de con-diciones con los demás pueblos y re-giones de España.

b) Necesidad de una sociedad derno-crática, Como lo señala Tamames enel libro citado, sin victoria democrá-tica no existen posibilidades míni-mamente verosímiles de vencer en elfrente nacional y regional. El únicoenemigo de la realización como pue-blo del PV de su desarrollo integralcomo unidad regional caracterizadaoriginal, es la dictadura y la oligar-quía.

He ahí que la lucha contra se ene-migo, por las libertades políticas, poruna Espaca democrática sea la con-dición necesária e inexcusable para la«recuperación del PV,., para su afir-mación como pueblo como lo dicenlos firmantes del «Manifiesto» (verDoblón).

"Estos (relacionados con la lengua)y otros problemas sólo podrán serresueltos dentro de una sociedad de-mocrática ...».

y más adelante:«Es por esa sociedad por la que

todos los valencianos --es decir, losque vivimos y trabajamos en el PaísValenciano- hemos de luchar y es-forzarnos.»

Hoyes posible -y ya se está reali-zando de hecho- la convergencia delas fuerzas políticas y sociales del PVque aspiran a una sociedad democrá-tica y al autogobierno de la región.

Es posible la convergencia en basea una serie de puntos y reivindica-ciones comunes a todo el pueblo va-lenciano.

-En primer lugar para el logro delas libertades políticas.

-Para la constitución de un estadodemocrático.

-Por una participación democráticadel pueblo valenciano en los destinosde su región, y en los destinos, enigualdad de condiciones, de los otros

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pueblos y regiones, del Estado espa-ñol:

Estas reivindicaciones prioritariasdeben imbricarse con la reivindicacio-nes comunes específicamente regiona-les del PV.

=-Libre uso y oficialidad del valen-ciano en todos los niveles; enseñanzadel valenciano.

-Reivindicaciones de las distíntasclases sociales interesadas en un fu-turo democrático y en el autogobiernodel PV.

-Reivindicaciones derivadas de laestructura de pequeñas y medianasempresas, cuyos intereses están encon-trados con los de la oligarquía.

-Reivindicaciones de los agriculto-res: ayudas estatales, créditos ...

-Reivindicaciones derivadas de losproblemas de la exportación (agrios,calzado, juguetes, etc ...) sobre todo alMercado Común, y que plantean lanecesidad de un estado democrático.

-Reivindicaciones derivadas de lanecesidad de una participación demo-crática en la elaboración de los planeseconómicos regionales y a escala delEstado.

Es una exigencia el que las fuerzaspolíticas democráticas del PV sepansuperar los tópicos localistas y pro-vinciales (fruto en buena parte de laacción de factores exógenos: centralis-mo burocrático) que no correspondena una modificación sustancial de lasbases unitarias de toda la región, paracimentar sobre la base de los proble-mas comunes a todos los valencianos--económicos, sociales, culturales y po-líticos- la unidad del pueblo de todala región en la lucha por las libertadespolíticas, condición necesaria para po-der llevar a cabo el florecimiento detodas las vitalidades regionales laten-tes.

Hace falta que las fuerzas políticasdemocráticas unifiquen su acción anivel regional, venciendo las barrerasartificiales creadas por la división enprovincias.

e) El papel del P.C.- Es evidenteque el papel del PC puede ser muyimportante en esta «recuperación delPV» tanto en esta etapa de lucha por

las libertades como en la futuraEspaña democrática.

Por de pronto, se hace necesariobuscar la forma de ir hacia la consti-tución de un Comité Regional delPartido; practicar el bilingüismo ennuestras publicaciones, realzandosiempre la comunidad de intereses dela clase obrera y de todo el pueblo

valenciano tanto de habla cata1anacomo de habla castellana; impulsar alos intelectuales del Partido a investi-gar sobre las diversas facetas econó-micas, lingüísticas, culturales, sociales,sociológicas del País Valenciano.

Se trata de asumir de lleno la pro-blemática del País Valenciano comoregión particularizada.

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