nos faltan 43
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Ensayo sobre los estudiantes desaparecidos.TRANSCRIPT
Nos Faltan 43
Actualmente y desde años anteriores México ha sido violentado.
Durante los últimos días del mes de septiembre se comenzó a hablar de un lugar en
específico, un lugar que tal vez la mayoría de la población mexicana desconocía: Ayotzinapa,
Guerrero.
Ayotzinapa: es un municipio del estado de Guerrero. En dicha entidad se encuentra la Esc.
Normal Rural Raúl Isidro Burgos, la cual ha estado en el ojo del huracán. Se fundó en 1926
por el mismo Raúl Isidro Burgos. Forma parte de un plan ambicioso educacional que consiste
en la masificación educativa implementada a partir del año de 1920. Formo/forma parte de
transformaciones sociales lo cual en consecuencia ha sido origen de movimientos sociales
estudiantiles. Destacando aquí las figuras de Lucio Cabañas, Genaro Vázquez Rojas y Othón
Salazar los cuales han sido tomados como líderes de inspiración para posteriores
movimientos.
Muchas de las bases por las que actualmente han surgido estas exigencias se originan en
décadas pasadas con personajes como los que anteriormente se mencionan. Pero hoy en día
estos hechos no han pasado desapercibidos, existen 43 estudiantes desaparecidos y el país
entero está manifestándose para que estos aparezcan.
Pero, ¿Realmente sabemos el verdadero problema? ¿Por qué se manifiestan? ¿Qué es lo
que realmente paso el 26 de Septiembre? ¿Cómo comenzó este conflicto?
La historia comienza con un nombre: Miguel Ángel Osorio Chong. La historia de Osorio Chong
contra las normales rurales empieza en el 2005 en El Mexe, Hidalgo cuando el actual
secretario de Gobernación era gobernador. La escuela Normal Rural Luis Villareal fue
liquidada por Osorio Chong y para llevar a cabo su plan conto con la participación de la
maestra Elba Esther Gordillo. El argumento fue “Ya no se necesitan maestros rurales”, pero
¿es esta la verdadera razón? ¿No será porque son semilleros de lucha social? Es así como
esta Normal también comenzó las movilizaciones de protesta.
El 19 de Febrero del 2000 la policía entra al plantel educativo, desalojando y torturando a
estudiantes y padres de familia que intentaban defender su escuela.
Al parecer su método ha dado resultado, ya que de las 30 normales que existían, solo
sobreviven 17. Tiempo atrás Gustavo Díaz Ordaz fue quien cerró 15 normales rurales,
provocando revueltas estudiantiles
En este contexto se puede observar una repetición de patrones. Lo que nos lleva a los hechos
recientemente ocurridos en la normal Rural de Ayotzinapa. No es desconocida la situación en
la que viven estos estudiantes, y mucho menos es ningún secreto el deplorable estado en el
que se encuentra dicha escuela.
Cito aquí un fragmento, de un artículo publicado en Sin Embargo:
“Recorrer la normal rural de Ayotzinapa, es recorrer la historia de marginación y extrema
pobreza que cubre al estado de Guerrero, cuna de grandes luchas sociales y de ejércitos
guerrilleros. Bajo esas condiciones de miseria, cualquiera puede comprender la existencia de
grupos subversivos.”
Y es aquí cuando pasamos a los hechos sucedidos el 26 de Septiembre: unos medios dicen
que fueron los estudiantes los que tomaron por la fuerza camiones de la central de autobuses
para dirigirse a su institución educativa, y que en esa misma noche se desataron incidentes
similares, todos encabezados por los estudiantes normalistas. Otros periódicos informan que
dichos estudiantes organizaron una colecta de recursos para financiar su asistencia a la
marcha conmemorativa de la masacre del 2 de octubre y fue ahí donde los balearon. José
Luis Abarca declaro que la matanza de normalistas fue provocada por que “al parecer alguien
contrato a los ayotzinapos para hacer desmadres”. ¿Pero qué persona los habría contratado?
Es aquí donde los testimonios de estudiantes sobrevivientes de la masacre toman fuerza. Uno
de los dichos sobrevivientes, declaro públicamente que las personas de los autobuses
estaban de acuerdo con ellos, ya que les habían explicado la situación de que necesitaban su
transporte.
No fue hasta más tarde cuando se les emparejaron algunas patrullas y los detuvieron. Y fue
ahí donde comenzaron los balazos. Y que después de eso los que quedaban vivos,
comenzaron a llevárselos en patrullas.
Así poco a poco los medios difundieron información, y la noticia tomaba cada vez más fuerza
y el país entero posaba sus ojos en Guerrero. Comenzaron las protestas y los paros. Sin
embargo ¿Por qué no se hizo algo?
Es un secreto a voces. Desde hace algunos años el estado de Guerrero ha sido violentado por
grupos narcotraficantes, sin embargo el miedo que se vive es muy fuerte. Las personas tienen
miedo de alzar la voz, sin embargo con este caso dijeron, no puedo más ya basta. Las
personas que han vivido bajo el terror del narco-estado que gobierna hasta en la arteria más
recóndita de Guerrero, por fin merecieron la mirada del país y el mundo; sus voces quebradas
por la pérdida de un familiar, por fin eran escuchadas.
El país, incluso el mundo entero se informó de lo que estaba sucediendo. Según informes en
medios televisivos se inició una ardua investigación, que llevaron al inculpamiento del ex
alcalde de Iguala: José Luis Abarca Velázquez, y al descubrimiento de fosas clandestinas. Sin
embargo después de cierto tiempo, dijeron “Los encontrados en la fosa clandestina no son los
normalistas”
¿Y por eso no importan? En todo caso, no eran los normalistas, como no son ellos a los que
quieren seguiremos buscando y nos olvidaremos de esto. Ya perdí la cuenta del número de
fosas encontradas. Ahora el resto del mundo descubre el cementerio de los narcotraficantes,
un lugar que todos los guerrerenses conocíamos pero preferíamos guardar silencio.
Estoy segura de que Guerrero no es el único estado con dicha situación. Sin embargo a esta
causa se le ha sumado el país y el mundo entero. Sabemos que no son los únicos estudiantes
desaparecidos en lo que va del año. No obstante considero que el verdadero problema se
originó con fines meramente políticos. Suena y se ve como una campaña de desprestigio de
un partido político.
Por otro lado, ¿qué es lo que estamos haciendo para ayudar? Si bien es cierto que no todos
estamos informados, ya que pareciera que los medios nada más no se ponen de acuerdo en
que versión van a dar y pareciera que en lugar de informar desinforman.
Solidarizarse no es malo. Si es necesario levantarse y hacer que nuestra voz se escuche lo
hacemos. Pero lo que está lejos de ser un hecho solidario es no saber por lo que estas
actuando. Hemos visto y vivido las marchas, incluso el paro nacional que se está llevando a
cabo con lo que muchas escuelas están dejando de dar clases. Y es que acciones como éstas
alteran negativamente la percepción de la opinión pública sobre cómo los universitarios
abordan los problemas sociales.
Tomamos el no hay clases como una especie de vacaciones. Incluso algunos de los
estudiantes que van a marchar, y con esto no generalizo, lo hacen solamente para sentirse
revolucionarios, y terminada la marcha se van a beber al bar más cercano y se olvidan
completamente de la causa.
Incluso te llegan a decir: "Tú pierdes la clase, ellos pierden la vida ¿hay punto de
comparación?" no, no hay punto de comparación porque una cosa no tiene nada que ver con
la otra, y lo sabes. Cada que sucede alguna atrocidad en este país aprovechas para usarla
como estandarte de tu protagonismo demagogo, igual que los políticos que dices criticar.
Entonces no nos vemos nada diferente a los políticos y volvemos a caer en esta especie de
bucle sin fin. Y la pregunta permanece, ¿Qué es lo que vamos a hacer? No es un tema que
haya surgido hace apenas unos meses, es un problema que lleva años y la verdad es que
siento que no estamos ayudando en nada.
A todo Guerrero las repercusiones del caso Ayotzinapa le está costando la vida (en todos los
aspectos) de cada habitante, y los paros nada hacen para concientizar el problema esencial
que atraviesa mi estado: un gobierno ligado con organizaciones criminales desalmadas,
medios de comunicación callados por gusto y por miedo, y ciudadanos acabados por la falta
de confianza a donde sea que volteen.
No estoy en contra de las manifestaciones, ni de la libertad de expresión, cada quien es dueño
de lo que piensa y de lo que dice. Declaro con toda sinceridad que no tengo el menor interés
de involucrarme en esta situación.
No soy normalista y no vivo las mismas situaciones que ellos.