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 La Página Escrita Revista literaria on-line de las Fundaciones Jordi Sierra i Fabra Nº 7 Abril 2014

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    La Pgina EscritaRevista literaria on-line de las Fundaciones Jordi Sierra i FabraN 7 Abril 2014

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    La Pgina EscritaRevistaliterariaon-linedelas FundacionesJordi SierraiFabraN7 Abril 2014

    N7 Abril 2014

    Ilustracin de la portada:Carme Sol Vendrell

    (Del libro La nocheen que las letrasse liberaron,dePep Duran)

    Edita:Fundaci Jordi Sierra i FabraDirectora:Hortnsia GalSubdirectora:Antonia Cortijos

    Director de Arte:Albert Monterde MonguillotSocial Media y Com. Manager:Nria PoloIlustraciones de los relatos:La Mirada ExpandidaFundaci JSiF en Madrid:Sara Moreno ValcrcelFundacin Taller de LetrasJordi Sierra i Fabra en Medelln:Mauricio Andrs Misas RuizNatalia Duque CardonaCoordinadora:Carolina Urn LpezColaboradores:Gabriel MirallJos R. Corts CriadoSilverio KaneTeresa DuranXavier Serrahima

    Roco carrilloJess Ballaz ZabalzaJuan Pablo Hdez. CarvajalSusana AristizbalYeimy ArangoElizabeth ZuluagaLeonardo ManriqueSandra CorreaHctor CastaoPoesa:

    Antonio Garca TeijeiroContacto:Espaa:lapaginaescrita@gmail.comwww.lapaginaescrita.comwww.fundaciosierraifabra.comwww.sierraifabra.comColombia:[email protected]

    Sguenos en:Fundaci Jordi Sierra i Fabra@FundacioSiF

    LA PGINAESCRITA

    Revista literaria on linede la Fundaci JordiSierra i Fabra de Barce-lona (Espaa) y la Fun-dacin Taller de LetrasJordi Sierra i Fabra de

    Medelln (Colombia)

    04As escribeFERNANDO LALANA20As escribeJORGE ESLAVA

    32As dibuja

    CARME SOL VENDRELL

    48Libros queNOS HAN GUSTADO60JUEGOSde palabras62Cmo escribir...BIOGRAFA66Clsicos recuperados:POR QU LEER A MARK TWAIN68Declogos y Consejos deJAVIER CERCASY DANIEL PENNAC70No nos olvidemos deJUAN FARIAS72QU ES, QU FUE, QU SERen el mundo literario78Elemental querido Watson...LA ANFORA

    81CURIOSIDADESliterarias82Origen e historia deLAS PALABRAS84CITASpara pensar86DICHOS Y REFRANESDe dnde viene

    88RELATOS y POEMAS

    del trimestre

    114ACTOS DE LA FUNDACI1 Edicin del Premio denarrativa Marta de Mont Maral

    116ACTOS DE LA FUNDACI1 Edicin del Juego Literarioen Barcelona

    118ENLACES Y WEBSde inters121Soluciones a losJUEGOS DE PALABRAS122EL HAIKUde la ltima pgina

    ENTREVISTAS

    LIBROS, JUEGOS Y +

    DE VIVA VOZ

    SELECCIONADOS

    ...PARA ACABAR

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    Leer o la barbarie

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    El impulsor de esta revis-

    ta literaria, Jordi Sierra iFabra, suele decir queleer es ms importanteque estudiar, y l mis-mo es el ejemplo de

    lo que predica: fue un psimoestudiante pero un gran lector.

    La lectura sigue siendo la basedel conocimiento humano, y tanto

    da que se trate de cmics, peri-dicos o novelas. Leer es el nicoaceite capaz de engrasar la men-te, y ms a edades tempranas.

    En su discurso pronunciado enGuadalajara el 3 de diciembre de2013, al recibir el Premio Ibe-roamericano, Jordi dijo estas pa-labras: En el Congreso de la Len-

    gua de Panam, se dieron cifrasescalofriantes sobre la incidenciade la lectura en Amrica Latina. Deun total de 20 pases, cuatro de losseis ltimos eran, nada casual-mente, los que presentaban ndi-ces de violencia ms altos en elcontinente. Me gustara sabercuantas personas, jvenes o adul-tas, que practican algn tipo deviolencia, son lectores de libros.Cultura es vida, amor, libertad ypaz. La falta de prioridad de losGobiernos en la educacin es laclave del poco xito de la lectura,afirm la presidenta de la Cma-ra del Libro de Panam. Ms an:Vender libros no es crear lectores.Sin complicidad no hay sinergias.La cultura se expande por la invisi-ble red de los vasos comunicantes

    de nuestro nimo. Si uno se rom-pe, si uno cede, se cortocircuita elconjunto entero. Y qu hacer,

    EDITORIAL

    cuando esta lucha nos supera ao

    a ao y perdemos generacin a ge-neracin?

    Seguimos inmersos en el grandebate de la lectura. Nios queleen un libro al trimestre y pororden de sus maestros; padresque gastan un paquete de taba-co al da pero dicen que un libropara sus hijos es caro, o peor:que ya han ledo uno y que eso

    no sirve de nada; compaerosque se burlan de los que leenfuera de la escuela. Jordi dijotambin en su discurso que go-bernar un pas de burros es muyfcil. Lo importante es gobernarun pas que valga la pena. Peromientras en Espaa se siganimponiendo salvajes recortes ala cultura y subiendo temeraria-mente sus impuestos, o en mu-chos pases de Amrica Latinafallen estrepitosamente las pol-ticas culturales y educativas, se-guiremos abocados a la barba-rie, la violencia, la intolerancia yel retroceso, alma de todas lasguerras.

    Y son ya muchos aos, muchossiglos, demasiados, sobre todo

    ahora que las tecnologas, en sudesmesurado avance, nos des-humanizan cada vez ms. LPE

    UnLibroporlaPaz

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    AS ESCRIBE

    FERNANDO LALANAA los 15 aos comenc a esccuentos muy cortitos comoestrategia para ligar con las c

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    Fernando Lalana

    (Zaragoza, 1958)comenz sucarrera deescritor en 1981,pero tambin esun gran amantedel teatro.

    Ha ganado elPremio Nacionalde LiteraturaInfantil y juvenil,el Gran Angular,el Barco de Vaporo el Edebentre otros.Su produccinsupera los cienttulos, entre ellosMorirs enChafarinas,llevada al cine.

    ibiricas

    Cul es tu mtodo de trabajo? Si-gues pautas?Sigo algunas pautas, claro, porquesi no, no sera mtodo ni sera nada.Pero yo no me met en este oficiopara llevar horario de oficinista, asque no sigo reglas, horario ni calen-dario alguno. Las ideas van salien-do a flote por su propia naturaleza.Por su propia densidad, diramos.Cuando una idea me empieza a mo-lestar ms de la cuenta, cuando meviene a la cabeza con determinadafrecuencia, puede ser seal de quees interesante y puede merecer lapena dedicarle atencin. Entonces,

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    le dedico atencin; pero sin dejar delado las otras varias que ya se hanganado ese status. Poco a poco,cada idea va tomando cuerpo, se vaconvirtiendo en una trama, una tra-ma con personajes, una trama conpersonajes sobre la que merece lapena documentarse y, finalmente,un cuento o novela que hay que es-cribir. Entonces me pongo un plazo:das, semanas o meses, dependien-do de lo largo que prevea el resulta-do final y procuro cumplir ese plazo.Lo malo es que si no lo cumples na-die te echa del trabajo ni te mete labronca, as que es frecuente que mevaya mucho ms largo de lo que mehaba propuesto.

    Cmo te organizas?La verdad es que no me organizo.Escribo varias cosas a un tiempo,dejo en el cajn durante aos cosasempezadas, si me piden que res-ponda a un cuestionario como estele doy prioridad... Por otro lado, megusta tener claro todo lo que voy acontar antes de empezar a escri-bir, pero algunas de mis mejores

    novelas las he comenzado antesde tiempo, cuando todava no tenagran idea sobre lo que iba a ocurrir,y eso contradice de lleno que sea elmejor sistema, al menos para m.Pero es lo que tengo que decir parano parecer un insensato. Si tengola trama completa, no empiezo aescribirla por el principio sino pordonde ms me gusta. A veces, laescribo en desorden y luego ordenolos pedazos. A veces, la escribo en

    orden y luego la desordeno porquepienso que as es ms interesantepara el lector. A veces...

    Planificas mucho o te dejas llevar?Planifico. Planifico mucho y lue-go casi nunca cumplo mis propiosplanes y eso me causa grave que-branto psicolgico que trato de cu-rar a base de chocolate o anchoasen salmuera.

    Cmo perfilas tus personajes?En mis primeras novelas utilizabacon frecuencia amigos y conocidos

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    (nunca familia) para dar base a mu-chos de mis personajes. Nunca lospersonajes principales, solo los se-cundarios. Los principales no pue-den estar basados en gente real,porque los necesito extraordinarios.Si conozco a alguien real que se les

    parece, entonces no me sirven. Losprotagonistas han de cumplir lacondicin de participar de la com-ponente extraordinaria que el rela-to literario requiere, a mi modo dever. Un protagonista de mis novelasno puede ser alguien a quien te en-cuentras al volver una esquina. Sonseres aparentemente reales perorealmente irreales, imposibles. Lossecundarios s, Esos son tipos nor-

    males y estn ah para convencer-nos de que los otros, los protago-nistas, tambin son gente normal,aunque no lo sean. No s si me ex-plico... Por otro lado, prescindo casipor completo de las descripcionesfsicas. Las caractersticas de mispersonajes las vas descubriendo alo largo de la novela, generalmentegracias a lo que otros personajes di-cen o piensan de ellos. Pocas veceselaboro un prrafo para decir si tal

    tipo es alto o bajo; o si viste de estemodo o de aquel. Me parece unaprdida de tiempo. No me interesa.

    De dnde sacas las ideas?Como todos, fundamentalmente delos libros de otros. Quien diga queelabora ideas propias, quien creaque inventa cosas nuevas que notienen que ver con lo que has ledoen otros libros, o es un idiota o es un

    cnico. Leer es el gran motor paraponer en marcha el proceso creati-vo. Leer es tambin la gran escue-la del escritor. Yo escribo lo que es-

    AS ESCRIBE cribo fundamentalmente porque heledo lo que he ledo. Si mis lectu-ras y mis autores favoritos hubiesensido otros, yo habra escrito otros li-bros, diferentes en su forma y en sucontenido. Vale que ir al cine, al tea-tro, escuchar la radio o ver televi-sin tambin te acercan a la obra deotros creadores; y puede servir parauna parte del trabajo: la parte delas ideas, los argumentos, los per-sonajes. Y ciertas actividades comoviajar o hablar con personas intere-santes siempre resulta sugestivo.Pero el oficio literario, aunque seacondicionado por otros medios, tie-ne un lenguaje propio que solo sepuede aprender leyendo la obra de

    autores a los que consideras mejo-res que t. Hay que leer y hay queleer ambiciosamente, disfrutando

    y aprendiendo al tiempo. Hay queleer buenos libros, cosa ms difcilen nuestro pas que en pases ve-cinos, donde los editores creo queson ms rigurosos. Y no porque nohaya tantos buenos escritores enEspaa como en Alemania, Francia,Italia o Reino Unido (adems, noso-tros tenemos la ayuda de nuestrosaliados hispanoamericanos). Loque convierte a Espaa en un pas

    criminal para los lectores y para losautores, es la cantidad de malos li-bros que se publican. No puede serque un pas como el nuestro, donde

    La Wikipuedeser un

    punto dearranque,

    pero bastaconsultarlaen temas quedomines

    previamentepara dartecuenta dehasta qu

    punto estllena deinexactitudes

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    los ndices de lectura son tan bajossea el tercer o cuarto pas del mun-do donde ms libros se publican.Eso es una contradiccin perversa.Qu ocurre? Pues parece que aqulos editores son menos exigentes.En Espaa se publican muchsimoslibros que en otros pases nuncaveran la luz. Aqu, todo ciudadanoque se lo propone, acaba publican-do su libro, tarde o temprano. Y nohablo ya de los que se lo autopubli-can o pagan para que editoriales pi-ratas lo hagan, no, no: hablo de losque encuentran un individuo que sehace llamar editor y corre con losgastos de publicacin de bazofiasabsolutamente deleznables.

    Cmo te informas, enciclopedias,internet, viajas...?Cualquier medio es bueno si consi-

    gues el resultado de documentarteal menos hasta el punto indispen-sable para que el lector entre enel convencimiento de que el autorsabe de lo que est hablando. Ellector ha de rendirse a la propuestaliteraria del autor para que el librofuncione. Para que se produzca esarendicin, el lector debe ver en elescritor a un tipo inteligente y sabio.Y que escribe con conocimiento de

    causa en todo momento y de todoslos temas que aborda en el libro.Una novela mal documentada, enla que el autor trata temas que solo

    conoce por encima tras haber ledoun artculo en la revista Muy intere-sante, est de antemano condena-da al fracaso. Si el lector descubreque el autor no sabe de lo que ha-bla, el respeto literario est perdido.Claro, los que practican esa infamia

    que llamamos gnero fantstico,no necesitan documentarse porquese lo inventan todo a su gusto y me-dida. Y cuando no saben cmo jus-tificar algo, se sacan de la mangauna leyenda misteriosa, una profe-ca o una varita mgica que los librade cualquier apuro. Viles trampo-sos. Se deben de creer que la ima-ginacin puede sustituir al talento,sin percatarse de que casi todos te-

    nemos imaginacin pero muy pocospueden presumir de tener verdade-ro talento. Adems, la imaginacinse puede cultivar y mejorar; el ta-lento, no.Yo sigo disfrutando de documentar-me en viejas enciclopedias de pa-pel, en libros de consulta, en viejospergaminos, en cdices cubiertosde polvo a los que previamente debopasar el plumero. Sin embargo, re-conozco que recurro cada vez ms a

    Internet. Seguramente, todo o casitodo est en Internet y lo importan-te es saber encontrarlo. Yo voy pocoa poco aprendiendo a buscar enInternet. Claro, lo que no me sirvees la Wikipedia, fuente inagotablede errores y despropsitos. La Wikipuede ser un punto de arranque,pero basta consultarla en temasque domines previamente para dar-te cuenta de hasta qu punto est

    llena de inexactitudes.Cmo trabajas los distintos gnerosy en cul te sientes mejor?

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    Descubr muy pronto que me en-cantaba la novela de intriga, en susdiversas variantes (policaco, de-tectives propios e impropios, nove-la negra, misterio...). Es mi gneropreferido con muchsima ventajasobre otro. Creo que permite enta-blar con el lector un juego divertido

    y apasionante en el que, no hay queengaarse, el autor juega con ven-taja. Es quien da las cartas y, enci-ma, las tiene marcadas. Como decaaquel: me encanta jugar al pker yperder. Y ganar? le preguntabael otro. Hombre, ganar debe de serya la leche. Pues eso es la novelade intriga para el autor: jugar al p-ker y ganar. La leche en bote.Tambin me agradaba mucho como

    lector la ciencia-ficcin de aquellosaos dorados del gnero: RayBradbury, Arthur C. Clarke, IsaacAsimov, Robert Heinlein, FrederickPohl, Philip K. Dick, J.G. Ballard yalgunos otros. Pero como ahora yano est de moda, apenas he escritotres novelas de SF en toda mi vida.Otras tantas de mis novelas son fic-cin histrica, gnero que, sin em-bargo, apenas he ledo, ms all dealgn best seller tipo Los pilares de

    la Tierra y las primeras novelas demi paisano Jos Luis Corral. Tengoalgn libro inclasificable y diverti-do como Los Hijos del Trueno. Yla aventura, claro est. Me encanta.Pero es que la aventura es el gne-ro de los gneros, el que impregnaa los dems. Si un libro no contieneelementos propios de la novela deaventuras difcilmente lograr re-sultar atractivo.

    Corriges mucho o crees en el ins-tinto?Corrijo hasta la nusea. Corrijo has-

    ta que odio el libro que estoy escri-biendo o hasta que se me agota eltiempo que me han concedido o queyo mismo me he dado. Y cuando,por fin, termino de corregir, lo vuel-vo a corregir. La bsqueda de la per-feccin es un camino infinito que nolleva a ninguna parte pero que meapetece recorrer. No corrijo paraque me quede mejor; corrijo paraver cmo va mejorando el resulta-do final. Corrijo mucho para que pa-rezca que este oficio es un poquitoms duro de lo que realmente es,porque casi me da vergenza pa-sarlo tan bien trabajando. S que,aunque corrigiese aos y aos unanovela, nunca quedara perfecta.

    Siempre se puede mejorar. Y si melimitase a la primera redaccin, se-guramente no me quedara mal deltodo. Pero necesito corregir. Trescuartas partes del tiempo que dedi-co a la redaccin de un texto litera-rio, las destino a corregir.

    Para un novel: premios literarios opresentar el libro a editoriales?Premios. Premios, premios. Sin

    duda. Primero, porque es el caminoque muchos compaeros y yo mis-mo recorrimos en su da. Si a noso-tros nos fue bien no veo por qu voya recomendar a la gente que ahoraempieza que haga algo diferente.Adems, objetivamente, sabiendoelegir con buen criterio a qu certa-men enviarlo, es ms fcil para unautor que empieza publicar un libroa travs de la participacin en unconcurso literario que lograrlo en-

    viando el original a una editorial. Merefiero a editoriales buenas, de m-bito nacional, claro est.Por supuesto que si rebajamosnuestro nivel de exigencia a edito-riales regionales o locales, nuestrasposibilidades de publicar aumen-tan; pero yo creo que la obligacindel verdadero escritor es aspirara lo mximo desde el primer mo-mento. Enviar un autor novel un ori-

    ginal a una editorial grande para suposible publicacin es casi como ti-rarlo a un pozo. Pueden pasar me-ses y meses sin recibir noticias. Y, al

    AS ESCRIBE

    Labsquedade la

    perfeccines un camino

    infnito que nolleva a ningunaparte pero queme apetecerecorrer. Nocorrijo para

    que me quedemejor; corrijo

    para ver cmova mejorando elresultado fnal

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    final, puede que esas noticias sean:Muchas gracias pero no nos inte-resa. Lo ms probable es que noconsigas ni siquiera una buena va-loracin de tu trabajo, ms all deno se adapta a nuestros criterioso alguna vaguedad similar. Frentea eso, al participar en un concursodispones de fecha fija para la res-

    puesta: la del da del fallo del jura-do. A partir de ah, si no ha habidosuerte, al menos vuelves a disponerde tu original con toda libertad. Detodos modos, participar en un pre-

    mio literario y no ganar, siempretiene una ventaja: te permite leerlos textos de los ganadores y com-pararlos con el tuyo.Eso, muchas veces, ensea unabarbaridad y te permite en ocasio-nes situar tu nivel objetivamenteen comparacin con otros autoreso aspirantes a autores. Y si eres delos que tienen suerte o habilidadpara los concursos... fantstico!

    Piensa que un libro publicado por-que ha quedado ganador o finalistade un concurso va a recibir muchams atencin y promocin que el

    publicado a travs de la mera pre-sentacin al editor. Quien se pre-senta a un premio y gana da unpaso mucho mayor en sus aspira-ciones que quien publica por la vanormal. Desde luego, lo que nuncarecomendara sera la autopublica-cin. Eso queda para los notarios

    u otra gente con la vida resuelta,que echan de menos no haber vis-to sus escritos publicados en formade libro. Incluso en estos casos, lailusin de tener tu libro entre lasmanos por primera vez, dura muypoco. El autor quiere ver su libro enlas manos de los lectores; quiereque se pueda comprar en Vigo y enBarcelona, en Mlaga y en Toledo.La autopublicacin (o la publicacin

    con editoriales estafadoras) no tepuede proporcionar nada de eso. Alcabo de un tiempo, te encontrarscon un montn de cajas de tu fla-mante libro apiladas en el trasterode tu casa y te dars cuenta de queno ha cubierto tus expectativas ni tesientes gratificado tras tu trabajo ytu inversin.

    Tienes un horario?Hace aos, escriba nicamente por

    la noche. De las doce en adelante.Terminada la pelcula de la tele oel captulo de mi serie favorita, mepreparaba una cafetera italiana y elborboteo del caf marcaba el co-mienzo de mi jornada laboral. Nolo haca todas las noches, pero lasnoches que trabajaba era en esascondiciones. A veces, escriba hastael amanecer.Ahora no. Me levanto cuando me da

    la gana (nunca antes de las nueve) yescribo un rato por la maana, (sal-vo que tenga alguna otra cosa quehacer) y luego voy a hacer la compra

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    y hago la comida (en casa cocino yo).Tambin suelo escribir por la tarde,despus de ver Saber y ganar (to-dos los escritores somos fans deJordi Hurtado). En cambio, un ri-tual del autor como era tragarse losdocumentales de La 2, yo ya no losigo. He visto el de la migracin de

    los es devorados por los cocodri-los del ro Mara tantas veces que yame lo s de memoria. Hasta podrainterpretar el papel de cocodrilo.Ahora, ese rato aprovecho tambinpara escribir. Pero si me proponesun buen plan alternativo, estoy dis-puesto a cambiar de hbitos tantasveces como sea menester. No soynada riguroso ni con los horarios nicon los calendarios ni con las condi-

    ciones de trabajo.

    Crees que influye mucho tu lugarde nacimiento o tu entorno para serescritor?No. Si acaso, habr influido en miobra y en mi carrera profesional ladecisin de quedarme en Zaragoza,en lugar de marcharme a Madrid oBarcelona. Histricamente, la ma-yora de los escritores aragoneses

    han emigrado a las dos grandescapitales, equidistantes de Zara-goza. Yo creo que, con preferencia,lo han hecho a Barcelona (Latorre oMartnez de Pisn son dos ejemplosentre muchos). Yo decid quedarmeen Zaragoza y la he utilizado hastala saciedad en mis novelas, sobretodo en los ltimos aos. Pero nocreo que me haya influido ms allde eso: de servir de escenario a mu-

    chas de mis historias. Pero eso nome parece importante. Si viviese enValencia imagino que mis novelasseran ms o menos iguales pero

    ambientadas all. En lugar de cier-zo, Ebro y desierto, tendran Turia,albufera y Mediterrneo. Bueno, sifuera valenciano supongo que saca-ra en mis libros ms polticos co-rruptos, por la abundancia de ejem-plos.

    Vas a empezar una novela, qu ha-ces ese da?Normalmente, dejarlo para el dasiguiente. Yo disfruto mucho mspreparando los libros que escri-bindolos. Escribir cada vez me dams pereza. Empezar con el traba-jo de ordenador de oficinista, quedigo yo- es algo que pospongo unay otra vez, en ocasiones durante se-

    manas, una vez que considero queya tengo la obra preparada: historia,personajes, documentacin...

    Al terminar una novela, qu haces?Cuando pongo el punto final, aun-que sea a primera hora de la ma-ana, me tomo el resto del da libre.Me voy a dar una vuelta en bici o mepongo a leer o le dedico tiempo a micoleccin de trenes o me tumbo en

    el sof y dejo pasar el tiempo mi-rando al techo o me voy a compraral Mercado Central, que es algo queme entretiene mucho. Siempre ten-go al menos otra novela a mediohacer, porque trabajo sobre variasa un tiempo, as que podra finalizaruna y, de inmediato, pasar a otra;pero el momento de poner un pun-to final para m es de enorme satis-faccin, como si me quitase un granpeso de encima, y hay que celebrar-

    lo como se merece.

    Hblanos de cmo hiciste tus tresmejores novelas, o las que ms te

    gusten, o las que tuvieron ms xito,y cmo surgieron?Dejando de lado los cuentos infanti-les, algunos de los cuales han sidomuy importantes en mi carrera,como es el caso de El secreto de laarboleda, cuya cobertura econmi-

    ca fue fundamental para poder es-cribir mis primeros libros juvenilescon cierta tranquilidad, voy a elegirdos novelas que me gustan mucho

    AS ESCRIBE

    Morirs enChafarinasfuncionde maravilla

    desde el primermomento.Unos meses

    despus llegel PremioNacional, elms importantede cuantos he

    ganado. Unpremio que mecambi la vida y

    condicion micarrera comoescritor

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    y una que me gusta menos pero queme cambi la vida y la carrera comoescritor de un plumazo. Mis segui-dores ya sospecharn que esta lti-ma no puede ser otra que Morirsen Chafarinas. Empezar por ella:Yo vena de escribir una novela deintriga -El Zulo- que me haba re-sultado muy grata, y otra completa-

    mente diferente Hubo una vez otraguerra, histrica (ambientada en laguerra y la posguerra espaolas) y,adems, escrita a medias con LuisAntonio Puente, mi primer amigo-colaborador. Ambas obtuvieron elPremio Gran Angular, as que nopuedo negar que el resultado fuesatisfactorio. Pero esta segunda ex-periencia no me gust, en parte porla tensa relacin (literaria) con Luisy, en parte, por el hecho de escri-

    bir sobre acontecimientos ciertosy personas autnticas (muchas delas cuales an vivan y fueron lecto-res de la novela).Promet no volver a escribir sobreasuntos reales. As que decid em-barcarme en otra de intriga pero,ahora ya, con personajes adultos(o casi: chavales en edad de hacerla mili eran los ms jvenes deaquel reparto) y utilizar los luga-

    res, tipos y ambiente que viv en miservicio militar en los Regulares deMelilla; ms que nada, por sacar-le algn provecho real a los quince

    meses que dur aquella experien-cia militar obligatoria. Me puse aello a finales de 1988. Encontr unabuena historia y me gustaba tantoque, por una vez, me puse a escribirsobre ello antes de, realmente, te-ner bien claro lo que quera escribir.Craso error.

    A mediados de 1990 (veinte mesesdespus de empezar!!) tena 400folios que llevaban la historia pordos caminos irreconciliables. Hubomomentos en que pens hacer unanovela para adultos para, semanasdespus, optar de nuevo por las ca-ractersticas de la novela juvenil, talcomo yo la entiendo. En fin, un lodescomunal. Un tanto desespera-do, decid recurrir a Emilio Ortega,

    buen amigo, director por aquel en-tonces de la coleccin Gran Angularde la editorial SM. Le envi 200 deaquellos 400 folios, los que conta-ban la historia ms juvenil (tambinla que ms me gustaba) de las dosque haba desarrollado. No se losmand como editor, con la inten-cin de que me lo publicase, sinocomo amigo al que pedir socorro,para que me diera su opinin y suconsejo sobre cmo sacar del fango

    una novela que yo pensaba que anestaba bastante verde. Se lo envitodo a mediados de julio.Apenas dos semanas despus, mellam entusiasmado. Su consejo:que no le tocase ni una coma. Supropuesta: publicarla de inmediato,antes de fin de ao, si llegbamosa un acuerdo. Y me dej bien claroque era la primera vez que toma-ba una decisin as sin consultar a

    otras personas de la editorial (queya estaban de vacaciones de vera-no) y asumiendo totalmente la res-ponsabilidad. Al escucharle, pens

    Jorge Sanz en unaescena de la adaptacinal cine de Morirsen Chafarinas.

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    que Emilio estaba metiendo la pata,pero eran tantas las ganas que tenade quitarme de encima aquel origi-nal, que le dije que s de inmediato.En octubre o noviembre sali a laventa. Funcion de maravilla desdeel primer momento. Unos mesesdespus lleg el Premio Nacional,

    el ms importante de cuantos heganado. Un premio que me cam-bi la vida y condicion mi carreracomo escritor.Un par de aos despus, el directorde cine Pedro Olea, que acababa deadaptar a Prez Reverte, se interespor hacer lo propio con mi novela.Eso ya fue la repera limonera. Lasventas, siempre buenas, se dispa-raron. Y para m empezaron dos

    aos inolvidables en los que aprenduna barbaridad de un mundo el delcine- que apenas conoca por den-tro y tuve ocasin de tratar con acto-res, directores, productores... en fin,algo pasmoso.

    La segundanovela ele-gida es laque yo creoque marcael punto ms

    alto de todaslas colabora-ciones (msde treinta)que he lle-vado a cabocon Jos MAlmrcegui.Josemari es

    un tipo con un ingenio desbordantey tremendamente original, incluso

    en su propia vida personal. Sus his-torias nada tienen que ver con lasmas (ni casi con las de nadie queyo conozca) y por eso me resulta

    tan interesante trabajar de cuandoen cuando con l. La historia que seconvertira en Los hijos del Truenome la propuso en 2001, cuando sutocayo Aznar gobernaba en Espaacon mayora absoluta. Una historiade estudiantes descabalgados delsistema, que Josemari situaba como todas las suyas- en los aos60 del siglo XX y con el trasfondodel desaparecido programa culturalde televisin Cesta y Puntos.Me dej maravillado la primera vezque me la cont, pero yo creo quel mismo no era consciente de laenorme carga crtica y simblicaque tena, ms en unos tiemposcomo aquellos, cuando pareca que

    la prxima reforma educativa delPP se iba a adentrar precisamentepor los turbios caminos que propo-na la custica historia del Almrce-gui. Le propuse situarla en tiempoactual (el ao 2002, concretamente)y nos lanzamos a ello con entusias-mo. Josemari hizo un trabajo impe-cable, desarrollando con precisintanto la historia como los abundan-tes personajes y la importantsima

    documentacin. Eso me permiti am escribir la novela en la mitad desu tiempo habitual (unos dos mesesy medio en lugar de los cuatro o cin-co de costumbre).Nos cost encontrar editorial enaquellos tiempos en que por cual-quier crtica a la fantstica realidadespaola te tildaban de antipatriota.En una editorial llegaron a darnoscomo nica razn que no la iban apublicar porque igual les decan

    algo (sic). Por fin, la publicamoscon Alfaguara aunque, incluso conellos, a costa de cambiar algunascosillas del texto.El libro siempre ha funcionado bien,aunque tengo la sensacin de queles gusta y les divierte ms a losprofesores que a los alumnos. Ac-tualmente, con el ministro Wert sa-liendo en los medios a diario, nues-tro libro ha recuperado actualidad y

    el impulso de sus inicios, tras ciertobajn de ventas en la poca del pre-sidente Jos Luis Rodrguez Zapa-tero.

    AS ESCRIBE

    Hacemuchosaos quesolo leo

    los libros que

    me recomiendanmis amigos,entre los queincluyoespecialmente amis librerosfavoritos, losde la LibreraPars, deZaragoza

    {

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    Como tercera opcin elijo una nove-la de xito comercial discreto peroque probablemente es mi favorita.Me refiero a La muerte del cisne,una historia de intriga (quiz la mspotente de cuantas he desarrollado)ambientada en el mundo que es elpredilecto de Marta, mi mujer: el delas bailarinas y estudiantes de ba-llet clsico.

    Lo escri-b con cier-to miedoporque sa-ba que tan-to ella comomucha gentede la danza

    la iban a leercon intencinmuy crticay era difcilsalir airosodel empeo.Adems, hay

    algunos personajes reales y otroscamuflados pero que la gente de laprofesin identifica claramente y queno salen demasiado bien parados. Y,

    encima termina con un final abierto,que son mis favoritos.Como mis temores no se cumplie-ron y tanto Marta como otras gen-tes de la danza la valoraron positi-vamente, la situ en un lugar pree-minente dentro del conjunto de miobra. No tiene las ventas de otrasnovelas mas pero tengo la sensa-cin de que, poco a poco, va funcio-nando mejor. Y ya no es una novelade lectura exclusivamente femeni-

    na. Quiz las inevitables coinciden-cias con la pelcula Cisne negrohayan colaborado a ello. Un detallecurioso: era mi libro nmero 80 y elprimero (y nico hasta ahora) quele he dedicado a Marta. Reconozcoque soy poco amigo de dedicatorias.

    Cmo ha evolucionado tu mtododesde que empezaste?No demasiado. Quiz he ido confir-

    mando la idea de que es mejor rea-lizar rigurosamente la preparacinde una obra antes de escribirla, quedejar en el aire flecos para ajustar-

    los en el momento de la redaccindel texto. Esa preparacin historia,personajes, documentacin- antesla poda llevar de memoria. Yo eracapaz de mantener no una sino doso tres novelas prcticamente ente-ras en la cabeza. Ahora no, as queme hago fabricar en la copistera de

    mi barrio cuadernos de tamao fo-lio con el muelle en el lado corto yescribo con estilogrfica las notas,las fichas de personajes y todo loque necesito cocinar antes de re-dactar el libro de turno.

    Qu sueles leer o no leer?Hace muchos aos que solo leo loslibros que me recomiendan misamigos, entre los que incluyo espe-

    cialmente a mis libreros favoritos,los de la Librera Pars, de Zaragoza,que son mi principal referencia enuna ciudad de muy buenos libreros.Siempre he ledo un poco de todo,salvo biografas y gnero fantstico,que lo odio. Tampoco me entusias-ma la novela histrica. Desde haceunos aos ocho o nueve- me healimentado preferentemente de no-vela de intriga, aprovechando ade-ms, el tirn popular que ha sufrido

    el gnero en los ltimos tiempos,sobre todo a raz del xito de la sagaMillenium, de Stieg Larsson. Apartede algunos clsicos norteamerica-nos Ross Macdonald, por ejem-plo- tengo dos altares montados enmi casa para dos autores a los quevenero: un extranjero y un espaol.El extranjero es el sueco HennigMankell, el creador del inspectorWallander (horrible la serie televi-

    siva sobre este personaje). Y el es-paol es el cataln Francisco Gon-zlez Ledesma, ya casi retirado acausa de su edad, pero al que con-

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    sidero autor de algunas de las me-jores novelas de gnero negro dela literatura universal. Entre ellas:Crnica sentimental en rojo, conla que gan el premio Planeta, o Elpecado o algo parecido. La mayorade ellas, protagonizadas por el poli-ca barcelons Ricardo Mndez, un

    personaje que se puede compararcon cualquier protagonista de cual-quier autor mtico del gnero y alque, con gran disgusto por mi par-te, Ledesma ha matado en la ltimapgina de su ltima novela Peoresmaneras de morir.

    Vas al cine, al teatro? Cul es tusistema de ocio?Voy mucho al teatro, bastante al ba-

    llet y algo menos, al cine. Aunquedepende de la poca del ao porqueen verano hay poca oferta teatral y,en cambio, en el cine se est la marde fresquito.Los precios del teatro comercial enZaragoza son bastante razonables yhay que aprovechar. Adems, todoslos teatros, incluso las pequeassalas alternativas, tienen butacas(Lo digo porque la ltima vez quefui al teatro en Madrid, al Caldern,

    las butacas no eran tales, sino sillasde plstico como las de las terrazasde los bares. Y costaba 40 euros laentrada! Una vergenza de las queespantan a los espectadores oca-sionales.)Tambin voy mucho al ballet (no soloclsico, me gusta mucho el neocl-sico y el contemporneo y soy fan,entre otros, de Nacho Duato) aun-que reconozco que soy perezoso y

    es mi mujer la que me arrastra aestas cosas.Al cine vamos algo menos pero, porel contrario, vemos mucho cine en

    casa (hace tres navidades en la fa-milia nos hicimos como regalo ni-co para todos una tele enorme) perosiempre en DVD comprado. Jams

    me he bajado ilegalmente una pelide Internet. Ni siquiera una meracancin. Puede que os parezca raro,pero el hecho de ser autor, junto ami formacin jurdica, me impidecometer la tropela de hacer des-cargas ilegales.Eso de que la gente robe a los de-ms simplemente porque puede,porque sabe que es muy difcil quele pillen, me parece una bajeza. Am no se me ocurre robar en el s-

    per aunque sepa que no me van acoger a la salida; por eso no entien-do que la gente robe a los autores elfruto de su trabajo de este modo tanruin y descarado.

    Crees que el genio nace o se hace?El genio nace, claro est. Pero ge-nios hay muy pocos, creo yo. Entodo el siglo XX quiz solo Einsteiny Picasso. Yo creo que no hay que

    confundir el genio verdadero con lafacilidad para desarrollar una dis-ciplina, por muy bueno que lleguesa ser. Alguna gente podr llamar a

    AS ESCRIBE

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    Messi genio del ftbol, pero Messino es un genio; solo un tipo con grantalento para una actividad concreta.El artista, el profesional brillante,

    el deportista esplndido, se hacen.Se hacen con esfuerzo y dedicacin,tras descubrir la disciplina en la quetienes cualidades para destacar. Nohay que confundir el genio rarsi-mo y excepcional- con el mero ta-lento tambin raro, pero muchomenos que el genio verdadero.

    Hblanos del lugar en que naciste yel lugar en el que vives ahora, en re-lacin a tu literatura.

    Nac y vivo en Zaragoza, una ciudadde tamao razonable, urbanismono demasiado desagradable, conun enorme casco histrico y llenade gente amable... pero con un cli-ma horrible, continental extremo,con veranos de 40 (que por la no-che apenas bajan de 30) e invier-nos de heladas nocturnas en losque casi siempre sopla el cierzo, unfro viento del noroeste; y cuando no

    lo hace, es fcil que la ciudad ente-ra se cubra de niebla durante das,incluso durante semanas. Apenashay primavera y otoo, as que Za-

    Jams mehe bajadoilegalmente

    una peli deInternet. Nisiquiera unamera cancin.Puede que os

    parezca raro,pero el hechode ser autor,

    junto a miformacinjurdica, meimpide cometerla tropela dehacerdescargasilegales

    {

    ragoza es de esas ciudades con tresestaciones: invierno, verano y la deltren que, quiz para compensar, sellama de las Delicias, como el ba-

    rrio en el que est ubicada.A cambio, atraviesan Zaragoza cua-tro cursos de agua: los ros Ebro,Gllego y La Huerva (lamentable-mente, cubierto por avenidas en sutramo ms urbano) y el Canal Im-perial de Aragn.A raz de la Exposicin Internacionalde 2008 se arreglaron las orillas detodos ellos y da gusto pasear por allandando o en bicicleta (Zaragozaes llana por completo y se pedalea

    sin esfuerzo. Hay muchos ciclistas,cada vez ms).Zaragoza fue fundada por OctavioAugusto hace ms de 2.000 aos enun lugar que ya poblaban los iberos,as que contando a estos y sin con-tarnos a nosotros, son cinco las cul-turas que la han poblado a lo largode los siglos. Eso le da una impron-ta sabia, de lugar con historia y conhistorias.

    Aunque hoy en da ha perdido mu-cha de su gloria pasada, siguesiendo un buen sitio para escribirnovelas.

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    No des consejos, pero dile a un chi-co o chica que escribe qu debe o nodebe hacer.Pues es bien fcil: hay que leer bue-nos libros. Sobre todo, eso: selec-cionar bien lo que vas a leer. Hayque leer preferentemente libros es-critos en el idioma en el que quieres

    desarrollar tu tarea literaria (o sea,reducir el consumo de traduccio-nes). No te pongas nervioso, pues ladel escritor es una carrera de fondoy son rarsimos los autores que hanpublicado antes de los veinticinco.Intenta ser objetivo con la calidad detu trabajo. No te fes de la opininde familia y amigos. Recuerda que,aunque no lo parezca, lo importanteno es la historia, (la trama, el argu-

    mento, quiero decir) sino cmo secuenta esa historia.Y, sobre todo, tmatelo en serio. Siquieres ser escritor, tmatelo enserio. Esto no es una partida de Mo-nopoly. La suerte influye poco. Loimportante es querer realmente. Sisolo ests tonteando con la literatu-ra, no me hagas perder el tiempo.Si an no te has decidido entre serescritor o fotgrafo de moda, no mehagas perder el tiempo.

    Cmo fueron tus primeros pasos?Hblanos de cundo deseaste serescritor y de lo primero que escribis-te, cmo llegaste a publicar, etc.Durante todos los aos del bachi-llerato (el antiguo, el de 6 y rev-lida, esa que el wertiginoso educa-dor quiere ahora recuperar) yo eraalumno de ciencias puras (mates,fsica, qumica, dibujo tcnico) por-

    que pensaba estudiar arquitectura.Ni por lo ms remoto imaginabaque acabara siendo escritor. Va-mos, que soy un escritor sin voca-

    cin, pese a que los profes siempreme suban la nota en Lengua (nome gustaba la asignatura) gracias amis redacciones. A partir de los 15aos comenc a escribir cuentosmuy cortitos como estrategia paraligar con las chicas; y poco despus,empec a participar en concursetesliterarios para ganar dinero. La mis-

    ma tnica continu en la Universi-dad donde, finalmente, estudi De-recho, ya que mi padre no me dejirme a estudiar fuera (no se podaestudiar arquitectura en Zaragoza)pensando que, lejos del control fa-miliar no dara ni golpe (me cono-ca bien). Me presentaba espordi-

    camente- a premios cada vez msambiciosos. En el verano del 81 vilas bases del premio Barco de Vapory decid probar a escribir mi primer

    AS ESCRIBE

    No tepongasnervioso,

    pues la delescritor es una

    carrera defondo y sonrarsimos losautores quehan publicadoantes de losveinticinco.Intenta serobjetivo con lacalidad de tutrabajo

    {

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    cuento infantil. Qued finalista y SMme public el libro. En la entrega depremios descubr el concurso GranAngular y lo que llamamos ahoranovela juvenil y pens inmediata-mente que eso era lo mo, que lo po-da hacer muy bien y que encajabade maravilla con la parte de mi vida

    que estaba dispuesto a entregarle ala literatura: ni mucha ni poca. Mepropuse presentarme al Gran An-gular al ao siguiente pero entre

    acabar la carrera, algunas aventu-ras teatrales y hacer la mili, tardtres aos en hacerlo. Pero s, a lavuelta de mis andanzas por Melillavestido de romano, escrib El zulo,mi primera novela juvenil, gan conella mi primer premio Gran Angulary decid que iba a intentar ganarme

    la vida como escritor profesional.Tom esa decisin el da en que mellamaron para comunicarme el pre-mio: el 20 de febrero de 1985 a lasnueve y cuarto de la noche.

    Qu libros influyeron en tu procesolector y/o escritor?Supongo que los primeros libros o,mejor, los primeros autores, influ-yen ms que aquellos a los que lees

    cuando ya has aprendido lo bsi-co del oficio de escritor. Yo empeccon Verne, con Poe, con Salgari... elsentido del ritmo, de la aventura yla importancia de la documentacinsupongo que la empec a aprendercon ellos. Recuerdo bien cunto megust la primera novela que le deldetective Sherlock Holmes, pero nopens que me hubiera influido tan-to hasta echar la vista atrs sobremi obra. No solo la mayor parte de

    mis obras son novelas de intrigasino que varias de ellas estn es-critas segn la frmula que utiliza-ba Conan Doyle para las aventurasde Sherlock Holmes. Sin embargo,creo que el gusto por el teatro (du-rante 25 aos ha sido mi gran afi-cin) ha influido mucho ms en miestilo literario.El teatro es personajes, situacionesy dilogos. Justo lo que yo trato de

    poner en mis libros. Y algunos au-tores de comedia contemporneacomo Enrique Jardiel Poncela, in-fluyeron notablemente en algo que

    La dedicacin deLalana a la literaturapara jvenes le lleva ganar el CervantesChico. A la izquierda,

    en el acto de entregacon la princesaLetizia de Espaa.

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    es marca de la casa en mi obra ytambin caracterstica personal: elsentido del humor. Antes de leer aJardiel o a Mihura o a algunos delos colaboradores de la extinta re-vista La Codorniz (O de El Papus ode Por Favor), yo me rea de cosasdistintas de las que me hacen gra-

    cia ahora.Del humor de Jardiel y la Codornizfueron herederos Tip y Coll, luegoFaemino y Cansado y, ms recien-temente, la Muchachada Nui deJoaqun Reyes y compaa. Ese esel humor que a m me gusta y elque trato de poner en mis histo-rias.La buena ciencia-ficcin, la de losgrandes maestros, la de la po-

    ca dorada, tambin me ha influi-do enormemente. Me ense quehay que contar historias que tras-ciendan la poca en que se escri-ben o en que se sita la accin. Laciencia-ficcin no trata de adivi-nar el futuro, como creen algunosignorantes, sino que es un modometafrico de hablar del presen-te. Marte nunca es Marte sino laTierra; y los aliens estn aqu, enforma de polticos corruptos o de

    empresarios sin escrpulos, anms dainos que el octavo pasa-jero de la nave Nostromo.

    Menciona algunas de tus obras lite-rarias favoritas y de tus autores pre-dilectos.Vale. Lo hago sin pensar en un or-den ni tratar de mencionarlos a to-dos. Novela, teatro y poesa, todorevuelto. Simplemente, tal como

    me vayan cayendo de la memoria yprocurando no repetir:Moby Dick, de Melville. El Librode la selva, de Kipling. 2001: una

    odisea del espacio, de Clarke. Lavida es sueo, de Caldern. LaTourne de Dios y Cuatro corazo-nes con freno y marcha atrs, am-bas de Jardiel Poncela. Tres som-breros de copa de Mihura. Veintepoemas de amor y una cancin des-esperada, de Neruda. Enrique IVde Pirandello. Crimen y castigo de

    Dostoievski. Casi todo Shakespeare,casi todo Valle, casi todo HenningMankell, casi todo Poe, casi todoSalgari, casi todo Gonzlez Ledes-ma, casi todo Bradbury, casi todo

    Shakespeare... Pero no no, no...paro ya. Ahora me doy cuenta deque, cuantos ms menciono, msme quedan por citar y tengo miedode ser ingrato con muchos y de olvi-dar no uno sino un buen puado deautores imprescindibles.Ah! Y para que no me tachen demachista, mencionar el Frankens-tein de Mary W. Shelley, a Ana Ma-ra Matute y a Carmen Martn Gai-

    te, ya que he tenido el privilegio deconocer a ambas personalmente.Debo reconocer que, en general,me cuesta encontrar libros escri-

    AS ESCRIBE

    No megustEl seor delos Anillos

    (que le a los

    trece aos).Y, sinceramente,los amorosentre vampiros

    y adolescenteso lastorturadasvidas de losestudiantesbritnicos demagia, a mi edadme importan un

    pimiento

    {Fernando Lalana esun autor con fielesseguidores. Tantosu obra como suscharlas y conferenciasen escuelascontribuyen a ello.

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    tos por mujeres que realmente megusten, no s por qu. Como ejem-plo, la novela de intriga: no trago aAgatha Christie ni a Patricia Corn-well ni a Asa Larsson (a esta la odio,sencillamente). Y a Donna Leon lasoporto solo porque habla de Vene-cia, que es mi ciudad favorita.Como colofn: Es curioso que en

    un pas como Espaa, donde se pu-blican muchos ms libros malosque buenos, el nmero de grandesobras literarias siga siendo casi in-contable.

    Y literatura juvenil?He procurado estar al tanto de loque los compaeros publicaban,pero leer, lo que se dice leer, ape-nas he ledo literatura juvenil en mivida.Nac demasiado pronto para leerlaa la edad propia de estas obras y,ya de mayor, he preferido siempreleer libros exclusivamente de adul-

    tos. Estoy seguro de que hay algu-nos escritores tampoco muchos,pero algunos s- que comparten miidea de la literatura juvenil como

    un trampoln hacia los libros deverdad, sin apenas concesionessobre lo que llamamos literaturageneral o para adultos; que se nie-gan, como yo, a escribir novelicasde adolescentes, pero me fastidiatener que ir buscndolos con lupa.Adems, como no soporto el gne-

    ro fantstico en ninguna de sus va-riantes y lleva tantos aos de modaentre los jvenes, la tentacin deleer algunos de los grandes xitosde la literatura juvenil de los lti-mos tiempos ha sido mnima. Ycuando he cado en ella, me ha du-rado cuarenta pginas.No me gust El seor de los Anillos(que le a los 13 aos). Y, sincera-mente, los amoros entre vampiros

    y adolescentes o las torturadas vi-das de los estudiantes britnicosde magia, a mi edad me importanun pimiento. Y lo de Federico Moc-cia es para ir al juzgado de guar-dia y denunciarlo. Lo digo en serio:me parece incluso peligroso dejarsuelto a un sujeto de semejantecatadura.Por no mentir: en los ltimos aosno recuerdo haberme ledo com-pleta ms que una novela juvenil,

    y fue por compromiso. Se trata deLa isla de Bowen, de Csar Ma-llorqu, ganador del Premio EDEBjuvenil en la misma edicin queyo lo fui del infantil con ParqueMuerte. Me sent en la obligacinde leer su novela y, curiosamente,me alegro de haberlo hecho por-que me gust mucho.Pero, claro, Mallorqu s es unejemplo de quienes piensan lo

    mismo que yo sobre el papel y elcompromiso que debera ser seade identidad irrenunciable de la li-teratura juvenil. LPE

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    Cul es tu mtodo de trabajo? Si-

    gues pautas?Hoy que me dispongo a responder elcuestionario es cuatro de diciembredel 2013. Ayer he firmado las actasde notas en la universidad, pero yame encuentro a mil kilmetros dedistancia fsica de esos documentosy a aos luz de sus preocupaciones.Estoy en una casa prestada, antemis ojos el ancho mar y el incipien-te tormento de empezar a escribir

    una novela para jvenes. Fugar demi responsabilidad diaria de cla-ses e instalarme lejos es parte demi forma de trabajo creativo. Antesde este periodo de privilegio, diseode a pocos y sin angustia una histo-ria, perfilo los personajes e imaginoalgunas situaciones. Es un trancealgo nebuloso, sin nitidez, procu-rando no correr el riesgo de distraermis labores acadmicas. Son mu-chas las horas de clases que tengo,

    adems del tiempo dedicado a lainvestigacin... siempre hay tiempo,sin embargo, para leer textos vincu-lados a la historia y ver pelculas ytomar notas en la libreta que llevo amanera de agenda.

    Cmo te organizas?Con prolijidad. Durante el periodoacadmico que funciona con disci-plina, es verdad -har una analo-

    ga con el proceso de un futbolista-,aunque con cierto relajo como sifuera una pretemporada que pre-para al deportista para pruebas de

    Jorge EslavaCalvo (Lima, 1953)es uno de losms influyentesescritores ytericos de laliteratura infantily juvenil de

    Iberoamrica.Tambin hasido periodista,maestro y editor.En 1980 gan elPremio de losJuegos Florales yel del Poeta Joven

    de Per, con losque inaugursu carreraprofesional.Actualmentedirige un Tallerde Narrativa yes profesor en

    la Universidadde Lima.

    20

    AS ESCRIBE

    JORGE ESLAVAEs muy dura la lucha deun escritor... Debe poseerel temple de un boxeador

    mayor exigencia. En estos mesesvoy a mis aires: duermo bien, hagodeporte, cumplo horarios estrictos,leo a diario y cada dos semanas vi-sito un alucinante reducto limeo

    que me provee del mejor cine. Mispelculas como mis libros se orga-nizan siguiendo criterios cannicos-gneros o autores- y tambin algo

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    caprichosos de acuerdo a temasde inters personal. En el cine, porejemplo, me interesan las pelculasque tratan el mundo del boxeo o losmbitos de la educacin escolar ola representacin del mundo de laescritura. Es que en buena medidaestos son los asuntos que aparecenen las pginas que escribo.Acabada la pretemporada, debieraestar dispuesto a sentarme a es-cribir sin demasiada laboriosidadla historia que he estado rumiando.Pero casi nunca ocurre. Me asaltala culpa de no haber anotado todo loque le e imagin, de no haber alcan-

    zado a ver las pelculas que quise yempiezo a sentirme angustiado, so-bre todo los primeros das, cuandoya estoy instalado y con el tiempo ami disposicin como ahora. El hora-

    rio es muy simple: diez horas fren-te a la pantalla, una buena rutinade ejercicio fsico, una pelcula porla noche y ocho horas de sueo. Un

    rgimen ideal para escribir lo quedeseas en cuatro o cinco semanasenteras. Pero este esplendorosopaisaje no garantiza que ests listo.

    Planificas mucho o te dejas llevar?Los primeros das, no ms de treso cuatro, estn dedicados a castigarla mdula espinal. S muy bien queestar aterrado, tambalendomecomo si anduviera sobre una cuerdafloja. Al final de este acto de equi-librista, sin testigo alguno ni fanfa-rria, tendr un modesto mapa de laestructura narrativa y de algunassituaciones. Por lo general dibujado

    en dos pliegos de papel apaisadosy contiguos que trazan un horizontenarrativo, interrumpido por flechasy anotaciones diversas. Puede serel inicio de un dilogo, un verso o la

    escena de una pelcula. Entonces s,aparece una conmocin porque hayque empezar a escribir. Son horasde fulgor repentino y abatimiento

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    que pasan con la mayor crueldad.Es cuando recuerdo a Hemingwayde Pars es una fiesta: No te pre-ocupes. Hasta ahora has escrito yseguirs escribiendo. Lo nico quetienes que hacer es escribir una fra-se verdadera. Suena fcil, pero lo

    intento una y otra vez... por fortuna,hasta ahora lo he conseguido y unavez que logro conectar algunos ca-bles de la historia y sobre todo el ca-rcter del narrador -definir su enfo-que y tono de voz-, entonces respiroaliviado y puedo soltarle pabilo.

    Cmo perfilas tus personajes?Me gusta este trabajo. Disear a lospersonajes es algo que puedo hacer

    de manera natural, casi sin propo-nrmelo y en cualquier momento.Supongo que est vinculado al papelque he desempeado y desempeoen mi vida: hijo, pap y maestro ob-servador de las personas, algo re-plegado del accionar vital, muy pocoprctico, atento ms bien a gestosy palabras ajenas, a miradas y tim-bres de voz. Provengo, adems, deuna familia numerosa con caracte-res diversos y peculiares. En medio

    de esta inmensa corte de parien-tes y alumnos me siento como unmiembro del coro griego, capaz decondensar cmo son y lo que hacenlos personajes, lo que dicen e inclu-so lo que puede ocurrir con ellos.

    De dnde sacas las ideas?De ese amasijo de vida y recuerdosque soy. Creo que la llamada inspi-racin no es sino una chispa de la

    llama divina que invocamos, a me-nudo con mucho esfuerzo. Tal vezpara algunos con poco, cuando haygenio o gran talento. Pero siempre

    AS ESCRIBE

    las ideas provienen, sutiles y fuga-ces, obsesivas y brutales, de ese es-tado de gracia que alcanza nuestraexperiencia cuando vivimos con in-tencin.

    Cmo te informas, enciclopedias,

    internet, viajas...?Por todos los medios posibles, nodescarto ninguno. Aunque no viajotanto como quisiera, en lo demss desobedezco la virtud de la tem-planza: leo bastante, meto mi cu-chara en muchos temas, veo buencine, pregunto demasiado y observoms de la cuenta.

    Cmo trabajas los distintos gnerosy en cul te sientes mejor?

    En la teora literaria me interesacada vez ms la llamada teora dela recepcin. Esa facultad que le hadevuelto al lector su entidad msalta como asistente del texto y quele permite ir de la prudencia a la cu-riosidad traviesa, de la frrea volun-tad al capricho ms ligero. En granmedida los gneros literarios sedefinen por lo que los acadmicosdenominan sancin social, que no

    es sino el resultado de una larga al-quimia de lectores. Y entonces, yacomo creador del texto, no comorecreador, me interesa que lo ahora

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    Corrijomucho yde maneramuy

    meticulosa.

    Tanto quesoy incapaz depasar a la lneasiguientesi no estoycomplacido conla frase queacabo de

    construir.

    {

    23

    escribo me ofrezca losms diversos caminosde la composicin: lanovela, el periodismo,el cuento popular, laresea crtica, el en-sayo... hasta hacepoco no era as, cadagnero tena su propiaceremonia y me exigadeterminados proce-dimientos.Si adems la pregun-ta quiere saber en qugnero me siento mscmodo, contestaraque en la crnica his-trica. Aquel gnero

    mgico y pernicio-so de tanta informa-cin en que conver-gen, de manera algo

    embustera, los registros sociales yel espejo de la vida personal, la fa-bulacin ms delirante y la verdadcientfica, el afn gratuito de hacerliteratura y los ms bajos interesesmundanos. Un gnero portentosoque sirvi para formar naciones y

    lenguas, conciencias y sueos, de-lirios y resentimientos.

    Corriges mucho o crees en el ins-tinto?Corrijo mucho y de manera muymeticulosa. Tanto que soy incapazde pasar a la lnea siguiente si noestoy complacido con la frase queacabo de construir. No puedo de-jarme llevar por la efervescencia delas emociones o de las corazonadas

    y escribir como un descosido, conel nimo de desparramar el mag-ma creativo para luego pasar luegoesa mirada fra y sensata de la con-ciencia. Antes lo intentaba, jugabaincluso con la escritura automtica,pero ya estoy convencido de que micomportamiento de escritor mar-cha sin escisiones, por un solo ca-nal: escribo y corrijo casi enseguida.

    Para un novel: premios literarios opresentar el libro a editoriales?Despus del trabajo honesto, creoque todos los caminos son reco-

    mendables para el joven escritor.Tal vez un premio literario constitu-ya un pasaje convincente para queuna editorial se anime a publicar uncuento o una novela que antes nohaba recibido respaldo.Es muy dura la lucha de un escri-

    tor. Adems de la fe que debe poneren cada lnea que escribe, es muyprobable que antes y despus tengaque desplegar un gran ejercicio deconstancia. Debe poseer el templede un boxeador.

    Tienes un horario?Ms bien dos programas que pro-curo cumplirlos con rigor. Uno querige la mayor parte de mi tiempo,

    cuando estoy en clases. Por fortu-na he conseguido concentrar mistreinta horas acadmicas por lastardes y noches, de modo que dis-pongo de las maanas para mi tra-bajo personal. Y el horario universi-tario me permite, adems, contarcon unas nueve semanas de va-caciones al ao distribuidas en lostres ciclos lectivos. Durante los pe-riodos de clases utilizo las maanasde lunes a viernes para leer mucho,

    cumplir con mi labor periodstica-publico una pgina de comentariosde libros en un suplemento domini-cal- y preparar el material para unarevista de estudiantes que dirijo.Son en los resquicios de estas ta-reas que voy diseando, de maneradistendida pero con un objetivo cla-ro, unas historia y todos los referen-tes que puedan alimentarla, tantoprovenientes de la literatura o de la

    msica, del cine o de las conversa-ciones con la gente que me rodea.Siento que, sin mayor presin, hagogirar muchas de mis preocupacio-

    Jorge Eslava posa conun ejemplar de su libro

    Las Marcas, todo unreferente en la poesa

    actual peruana.

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    nes e intereses en torno a la histo-ria que probablemente escribir tanpronto inicie mis vacaciones.Los mediodas de todos los das melas arreglo para ir al gimnasio, lu-gar que tambin es ideal para ru-miar las historias. Los fines de se-mana hago un poco ms de depor-te, acostumbro ir al sauna muchas

    horas -a las cmaras, por supues-to, con prudencia- y aprovecho paraleer o escuchar msica. Como soyesencialmente un antisocial, meresulta muy cmodo no hablar connadie en la sala de reposo y dedicaresas horas a otras actividades. Casitodas las semanas voy con mi espo-sa al teatro, mucho ms que al cine;aunque veo no menos de tres pel-culas semanales en casa. En Lima

    existe un mercado excepcional depelculas de todas las pocas y detodos los rincones del mundo, queme ha permitido formar una mag-

    nfica coleccin de cine.Ahora me referir al segundo pro-grama, el que corresponde al pe-riodo de las vacaciones. De las tresvacaciones -es variable; de dos, treso cuatro semanas de duracin- unaest consagrada a viajar con mi es-posa y dos a escribir. Suelo viajar alda siguiente de culminar mis com-

    promisos acadmicos y me sometoa un rgimen muy estricto que tienesolo tres ncleos: la escritura, quepuede abarcar hasta diez horas;el ejercicio fsico, un par de horas;y el cine, una pelcula cada noche.Tambin soy muy rutinario con miscomidas, que suelen ser frugalesy ordenadas. Estos viajes casi mo-nacales los realizo, claro est, tansolo como llegu al mundo. Y como

    soy adems tan nostlgico, extraoa morir a mi esposa; lo sabemosalgunos: la soledad es dura comouna roca. Pero, por suerte, regreso

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    AS ESCRIBE

    Casitodas lassemanasvoy con

    mi esposa al

    teatro, muchoms que alcine; aunqueveo no menosde tres

    pelculassemanales encasa.

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    siempre de este cautiverio que pudohaber sido en el campo, en la pla-ya o en un monasterio -pas, unavez, tres semanas en un conventode monjas- con un libro casi con-cluido, solo para dejarlo reposar unbreve tiempo antes de someterlo auna ltima lectura para entregarlopronto a la editorial.

    Crees que influye mucho tu lugarde nacimiento o tu entorno para serescritor?Sin duda. Soy una identidad biol-gica y social. Nac en un hogar declase media, en la capital del Per-pas extraordinario y dislocado- ypertenezco a una familia numero-

    sa, con algunas races intelectua-les y artsticas. Mi padre tena unaenorme biblioteca, muy variada,con libros de ciencias sociales y li-teratura, de religin o ciencias ocul-tas, mezclada con revistas y artcu-los periodsticos, discos de vinilo ycermicos de culturas prehispni-cos. De modo que para nosotros,sus siete hijos, era una especie desala de las maravillas que alberga-

    ban algunos antiguos castillos. Vi-sitarlo y contemplarlo -mi padre lotena celosamente cerrado- era unaexperiencia turbadora e intrigan-te. Recuerdo con mucha emocinese entorno familiar. Con los aosdescubr que esta dicha familiar noera compartida por mucha gente yque tampoco el distrito donde viva-una zona residencial- era lo quedefina socialmente al pas; la capi-tal, incluso, estaba muy lejos de ser

    una entidad representativa del pas.Ingresar a una universidad del Es-tado, San Marcos, la ms antiguay pobre de Amrica, tal vez la mspolitizada y convulsa del continente,fue una experiencia desgarradora yreveladora. Hacerlo, adems, al ini-cio de una revolucin poltica y so-cial que se operaba en el Per -laJunta Militar de Gobierno de Velaz-co- en medio de un tramado de lu-

    chas populares y cuya ebullicin vaa dar origen a la mayor hecatombeque hemos vivido los peruanos conla guerra poltica librada por Sende-

    ro Luminoso, el Movimiento TpacAmaru y las fuerzas de gobierno.Muy duro, pero dejemos estos epi-sodios...Vuelvo a los recuerdos de mi infan-cia y creo que hubo algunas cir-cunstancias determinantes parami oficio. Mencionar dos o tres.Como hijo mayor de un hogar muyconservador tuve que heredar algu-nas responsabilidades que luego hecombatido: ser autoridad frente amis hermanos, cultivar la vocacinreligiosa y comportarme con extre-mada responsabilidad. Esa presinhizo de m un nio retrado, volunta-rioso y ejemplar; pronto me conver-t en un chico muy lector, reflexivo y

    bastante introvertido. Casi un seora los doce o trece aos. No practica-ba deportes, no cometa travesurasy casi no participaba activamente enlas correras de la infancia; mi pa-pel era ms bien pasivo y vigilante.Esa reserva afin mi observacin ytal vez mi anlisis de m mismo y delos dems.Otra circunstancia importante fue-ron las presencias de dos parien-

    tes cercanos, quienes, adems delas de mis padres -mi madre dul-ce y querendona, mi padre severoy distante- contribuyeron a confi-gurar un temperamento juicioso ycreativo. Un to socilogo, muy po-ltico y lector, bastante izquierdista yamante del ftbol. Recuerdo largastardes con l hablando indistinta-mente de poltica o ftbol; l disfru-taba echando por tierra cuanto mitosocial le planteaba yo, desde mi mi-

    rada ingenua y feliz. Era ademsanticlerical y dueo de un humornegro que empezaba por zaherir supropia aspecto fsico, castigado poraccidentes de moto y mltiples ope-raciones. Mis hermanos y yo no sa-bamos cmo poda convivir tan biencon tantas cicatrices horrendas quedesfiguraban su cuerpo.El otro to era, en muchos sentidos,una figura opuesta. Muy esbelto y

    guapo, siempre impecable de trajey corbata, silencioso hasta el miste-rio y acompaado de una barba deprofeta. Era pintor y escritor, aca-

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    so el ms significativo que ha dadonuestra Amazona. Vivi con noso-tros algunos aos; no dorma encasa, sino en una pensin modesta,pero pasaba unas diez horas entrepintando en la sala y compartiendo,mudo como un tronco, el almuerzo

    y la cena familiar. Solo conversabacon mi padre, a nosotros, los chicos,nos ignoraba; y para mi madre solotena frases muy cariosas, a vecespronunciadas con la diccin canta-rina de la selva. Ser nios invisiblespara l tuvo un privilegio: podamoscontemplar a sus espaldas comotrabajaba, con qu rigor y minucio-sidad. Desde preparar sus lienzos,bosquejar un paisaje y aplicar esos

    impetuosos toques de esptulas casi nunca trabajaba con pincelesque producan un sonido spero so-bre el lienzo antes de empezarlo aincendiar de color y llenarlo de se-cretos. Era, de veras, una ceremo-nia preciosa.La ltima circunstancia que men-cionar es el vnculo que adquirimoscon el mar. Mi padre haba crecidoen un balneario aristocrtico, muyhermoso, poblado de hermosas ca-

    sonas de madera y una pequea ca-leta de pescadores artesanales. Suplaya es de piedra y tiene un aguahelada que espanta al comn de losbaistas. En esa playa pasamos to-dos nuestros veranos y el mar fueentrando en mi espritu, horadandomi alma hasta conformar una espe-cia de baha que ha invitado siemprea mi imaginacin -gracias, tambin,a mis lecturas de Salgari- a convivir

    muchas aventuras con hombres demar. He llegado a declarar, conven-cido de su certidumbre, de que anno creyendo en la reencarnacin yo

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    AS ESCRIBE

    debo haber sido un pirata del sigloXVII.

    Vas a empezar una novela, qu ha-ces ese da?

    Me muerdo las uas y las cutculas.La vspera es probable que me hayadesvelado y amanezco con escalo-fros, obsesionado por encontrar laprimera frase. Ese es el primer retoque me impongo: dar con la prime-ra frase. Como no hago borradores-llevo notas, impresiones, referen-cias culturales, el encuentro conla pantalla limpia el da que empe-zar a escribir un texto est llenode tensin. Es un pequeo abismo.

    Los das siguientes, una semanadigamos, el estado de nerviosis-mo es muy semejante. Despus,incorporado el tono y familiarizadocon la historia, la tarea encuentramomentos de sosiego e incluso debuen humor.

    Al terminar una novela, qu haces?Me tomo tres o cuatro das de des-canso. Procuro darle algo de trajn

    al cuerpo; hago ms ejercicio, arre-glo cosas en casa, convengo reunio-nes con amigos y veo cine, coque-teo con lecturas que debo hacer.

    He llegadoa declarar,convencidode su

    certidumbre,

    de que anno creyendoen lareencarnacin

    yo debohaber sidoun pirata delsiglo XVII.

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    Hblanos de cmo hiciste tus tresmejores novelas, o las que ms te

    gusten, o las que tuvieron ms xito,y cmo surgieron?Entre aos 94 y 95, en el verano li-

    meo, compart experiencias des-garradoras con chicos de la calle.En nuestro pas les llaman des-pectivamente piraas -en alusina los peces voraces y agresivos denuestros ros- y cuyos grupos losconforman nios, adolescentes yjvenes de alto riesgo: cuerpo ta-sajeado y marcado de cicatrices, sinhogar conocido, consumidores dealcohol y drogas, con instruccinprecaria y todos dedicados a fe-

    choras de poca monta. Conviv conellos, en especial con muchachosde veintitantos aos, durante algu-nos meses en las calles del centrode Lima y en sus propios escena-rios. Fue un descenso conmovedory peligroso al submundo urbano yun ingreso a las capas ms profun-das del alma de estos jvenes. Elresultado de este cataclismo emo-cional que sent, adems de estra-

    gos corporales, est registrado enNavajas en el paladar (1995). Paraeste trabajo literario -mezcla decrnica periodstica con relatos de

    ficcin, amn de algunas pginaspoticas a manera de monlogosdelirantes- llev libretas de apuntesy particip con ellos en cuanta ac-tividad pude, muchas veces sin que

    mediara prudencia; con estas notasy observaciones me encerr tresmeses a redactar el libro. Al final decada captulo, volva a verlos paraleerles lo que haba escrito y estabamuy atento a sus reacciones.Tres aos ms tarde me propu-se hacer un homenaje a mi pa-dre a travs de una pequea nove-la, donde un abuelo medio sabio ymuy extravagante, rodeado de unabiblioteca inconmensurable, diera

    vida a mltiples situaciones entredomsticas y extraas. Era, en bue-na cuenta, revivir numerosas anc-dotas que habamos vivido mis her-manos y yo con mi padre, cuya se-mejanza con Florentino -el nombredel abuelo, segundo nombre de mipadre- no admita dudas. La titulFlorentino el guardador de secre-tos (1998) y la hice sobre la base demuchos recuerdos algo refundidos

    en mi memoria y algunas ancdo-tas que servan de conversaciones ychanzas familiares.Mi padre siempre fue un sujeto tre-

    El autor limeo, disfrutadivulgandola literatura as enescuelas como en foros,tanto peruanos comointernacionales.A la izquierda,con Jordi Sierra i

    Fabra en la editorialSM, en un EncuentroIberoamericano para laenseanza de la lengua.

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    AS ESCRIBE

    mendamente complejo y contradic-torio: escrupuloso con su vestir y amenudo desharrapado, sansimo ysiempre gran bebedor, antisocial ya veces el alma de la fiesta, severoy a ratos bromista hasta el hartaz-go, ensimismado y tambin dicha-

    rachero sus hijos tuvimos que de-sarrollar un censor para distinguiren qu frecuencia se encontraba encada circunstancia que estaba encasa. Y no siempre estaba en casa,porque, a pesar de su discurso enfavor del compromiso educativo fa-miliar, paraba buena parte de sutiempo en sus labores polticas -fueun dirigente destacado en un parti-do de izquierdas- y en sus frecuen-

    tes discusiones de cantina.Con todo este material en la memo-ria y en la retina hice un largo lis-tado -que se ha incrementado conlos aos- y decid escribir dos nove-las breves. Las dos las he publicadocon pocos aos de diferencia, perotengo un par de archivos ms en micomputadora con las que cerrarauna saga dedicada a mi padre.La novela adolescente que ha teni-do impacto y mucha fortuna en los

    colegios ha sido Templado (2004). Elttulo se refiere a un trmino de lajerga juvenil peruana que significaestar muy enamorado, haber perdi-do la cabeza por alguien. Es muchoms enftico y emocional que estarenamorado. Es una novela breve,escrita a manera de diario ntimopor un adolescente de catorce aos,quien empieza haciendo un regis-tro reflexivo bastante meticuloso y

    ordenado de sus relaciones con suentorno -sus novias evasivas, suscompaeros de estudios, sus pa-dres distantes- y a medida que la

    suerte le es esquiva, ahonda en susmeditaciones y conjeturas hastacaer en el desvaro y la desespera-

    cin. Este diario inconcluso es ha-llado en la biblioteca de un colegioparticular limeo por su profesor deliteratura, quien de alguna maneraestuvo al tanto de las vicisitudes deeste joven estudiante que, en cir-cunstancias silenciosas, abandonel colegio en meses anteriores.El profesor, que escribe el prlogode la novela, juzga que el libro tienealgn mrito y decide entregarlo auna editorial. Editora y profesor re-

    suelven publicar la novela sin auto-rizacin del autor, porque, aunquehacen lo posible por ubicarlo, noconsiguen dar con l y se publicacomo un homenaje a los chicos ychicas de viven con intensidad des-orbitada el amor y la vida.

    Cmo ha evolucionado tu mtododesde que empezaste?Tal vez es presumido creer que ten-

    go un mtodo preferira hablar deuna manera de escribir que, en vis-ta de mis exigencias laborales, haasumido de la mejor manera aco-

    Cuidomucho micapacidadde

    asombro y de

    juego, forcejeocon el sistemapara noconvertirmetodava en unadulto formalhago muchascosas que me

    mantienen conun esprituadolescente.

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    modar el tiempo y el espacio. Esamaneras se han ido afirmando yafinando. Tambin me han mante-

    nido siempre alerta al mundo infan-til y juvenil, cuido mucho mi capaci-dad de asombro y de juego, forcejeocon el sistema para no convertirmetodava en un adulto formal hagomuchas cosas que me mantienencon un espritu adolescente; desdehacer jugar pelota con chicos, mon-tar bicicleta, escuchar cierta msi-ca, conversar con mis estudiantes,leer libro infantiles, soar con el fu-turo y resistirme a someterme a las

    primeras leyes de la vejez que ya to-can mi puerta.

    Qu sueles leer o no leer?As como no resisto ver una malapelcula, no puedo leer una novelade consumo o un libro de autoayu-da. Leo todos los gneros, incluyen-do, si tengo oportunidad, guiones decine y teatro. En los ltimos aos,llevado por diversas preocupacio-

    nes personales, me he embarcadoen largos trabajos de investigaciny estoy obligado a leer un gneroque me deleita: el ensayo literario.

    Esas lecturas me han dado las he-rramientas para articular o fundirsus postulados con las libertades

    de la ficcin. Esa mezcla de gnerosen la que conviven las coordenadasde una realidad verificable con unarealidad imaginaria es la cruza quems me interesa desarrollar ahora.Adems aprovecho para incrustarmuchos elementos autobiogrficosy gran cantidad de referentes cultu-rales, provenientes sobre todo delcine y la msica; el resultado es unmapa multicultural, un hbrido degran dimensin y compromiso para

    la lectura.

    Vas al cine, al teatro? Cul es tusistema de ocio?Lo he escrito antes en alguna demis respuestas. Voy mucho al tea-tro, casi todas las semanas. Vivimosen Lima un buen momento tea-tral, con nuevas salas y estupendosmontajes. La cartelera de cine s eslamentable, de modo que lo com-

    penso comprando muchas pelcu-las europeas, clsicas e indepen-dientes. Mi otro ocio es disfrutar delftbol en televisin -sobre todos las

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    AS ESCRIBE

    ligas argentina y espaola- ocasio-nalmente voy a estadio. Sigo el tor-neo local, a pesar de ser bastantemediocre, pero desde mi infanciasigo siendo un fantico de Universi-tario de Deportes.

    Crees que el genio nace o se hace?Sin duda en cualquiera de nues-tras decisiones vitales (o cadenasperpetuas) hay una carga genticaque vamos combinndola, a lo lar-go de los aos, con el medio socialy cultural. Al principio somos pococonscientes de lo que no elegimos:el lugar de nacimiento, la familia,la educacin que recibimos. Pocoa poco el juego de la vida se hace

    ms visible -aunque no todos quie-ren verlo- y vamos conociendo labaraja, el rostro hiertico del repar-tidor de naipes, las cartas marca-das. Y es cuando uno, carpintero oescritor, maestro o bancario, decidequ hacer con su propia vida. El solotalento, salvo el genio, no basta; espreciso poner mucho empeo, ena-morarse de s mismo, de lo que unohace casi hasta la locura.

    No des consejos, pero dile a un chi-co o chica que escribe qu debe o nodebe hacer.Les digo a los chicos y las chicascuando me piden una sugerencia,con toda humildad, que vivan conintensidad y lean mucho. No sololiteratura, todo lo que les interese.Y como soy medio manitico de lasalud y el deporte: que se cuidenel cuerpo y el alma, que escuchen

    a los grandes maestros, que no secrean el discurso burgus del escri-tor maldito o de vivir en la escoria,que renieguen de la degradacin

    como un camino de sublimacinartstica.

    Cmo fueron tus primeros pasos?Hblanos de cundo deseaste serescritor y de lo primero que escribis-te, cmo llegaste a publicar, etc.Descubr tarde mi disposicin paraescribir literatura infantil y juvenil.Yo estudi sociologa y luego litera-tura en la universidad, muy prontome dediqu a la docencia escolary concentr mi mayor esfuerzo porser un profesor distinto a los quehaba tenido en el colegio. Tenala conviccin de la importancia dela lectura y desde mis veintitantosaos orient mi vocacin por ense-

    ar los valores artsticos y ticos delas lecturas; cre pequeas revistasde creacin entre los alumnos, fun-de modestas editoriales a mime-grafo, promov concursos literarios.Por ese entonces el nico gneroque me desvelaba como creadorera la poesa y escrib varios poe-marios. Obtuve premios, publiqualgunos libros.Con la paternidad escrib mi primer

    libro para nios, fue un cancione-ro. Compuse algunos poemas paranios que un par de amigos msi-cos, profesores en el colegio dondeenseaba, se divirtieron ponindolemsica sin saber la dignidad quele iban a conferir a esos textos. Sepublic Caballo de madera y otrascanciones (1983), librito y casete.Despus ha tenido dos edicionesms.En 1997 una editora de Santillana,

    para quienes trabajaba elaborandolibros escolares, me confo que ini-ciaran sus publicaciones de autoresnacionales dentro de su plan lectory me pidi una novela para publicar.Le mostr un cuento sencillo, algomgico, y le gust. Me comprome-t a desarrollarlo en dos semanas.Trabaj en l, con temor, seguro demis limitaciones de ligereza y senti-do del humor que requiere la narra-

    tiva infantil.El resultado le complaci y prontose public en el sello Alfaguara lahistoria de La nia de la sombra de

    El solotalento,salvo el

    genio, nobasta; es

    preciso ponermucho empeo,enamorarse des mismo, de lo

    que uno hacecasi hasta lalocura.

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    colores (1998). Despus se produjouna especie de avalancha: escri-b con enorme gusto dos o tres li-bros por ao, procurando ser muyresponsable en mi trabajo pero me-tiendo toda la travesura de la queera capaz.

    Qu libros influyeron en tu procesolector y/o escritor?En primer un autor: Roald Dahl, aquien descubr de casualidad. Unda a fines del ao 90 le un cableperiodstico que daba cuenta de lamuerte del mejor escritor euro-peo de la literatura infantil. Quines este seor?, me dije. Porque,como lo he dicho, siempre le litera-

    tura infantil por mis alumnos y, lue-go, por mis hijos.Entonces con esta curiosidad meempe en dar con algn libro deeste desconocido autor en nuestromedio. Por estos aos las librerasdel Per atravesaban su peor mo-mento -reflejo de la crisis que vivael pas- y a causa de eso cerraronalgunas de las pocas que haba enLima y casi todas las que existan enprovincias. Un viaje que hace mi es-

    posa a Argentina a principios del 91me permite tener acceso al primerlibro de Dahl que me maravill: Loscretinos. Despus he ledo todos,incluso sus dos libros de memorias.Tambin he visto todas las pelculasinspiradas en su obra.La novela que prefiero es Danny elcampen del mundo, aunque es lanica que no he visto en la pantalla,a pesar de que existe una adapta-

    cin cinematogrfica con JeremyIrons. En el gnero infantil, creoque Roald Dahl es el genio mayordel siglo XX. LPE

    Jorge Eslava,dada supopularidaden Per. es unasiduo de losprogramasculturales delas cadenas

    televisivasde este paisIberoamericano.

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    Cul es tu mtodo de trabajo? Si-gues pautas?Estudi pintura en la Escola Mas-

    sana, en aquella poca no haba es-cuelas de ilustracin en Barcelonapero all nos dieron las bases paradesarrollar nuestras capacidades,tenamos una asignatura que sellamaba estilizacinque me fue muytil en mis primeras pocas.Al final de mis estudios, Amlia Be-net fue a la escuela en busca de po-sibles ilustradores para sus libros,mi maestro Pau Maci le dijo que yo

    era la persona que buscaba, ella lu-ch durante dos aos hasta conse-guir que se me diera la oportunidad(era demasiado diferente le decan).A esta mujer excepcional le debo enbuena parte el haberme dedicado ala ilustracin de libros para nios,ella me ayud mucho con sus con-sejos, yo era novata hasta tal puntoque no saba que un dibujo deba te-ner la sangre para poder ser re-producido y que no deba cortar la

    imagen.Empec a ilustrar, a finales de los60 y puedo asegurar que aprend mioficio trabajando. Ilustr mis seisprimeros libros para Teide, eran li-bros pedaggico ldicos que habla-ban a los nios de cosas muy coti-dianas, trataban de judas o de pe-rros o de agua.Despus vino La Galera, y all tuvela oportunidad de ilustrar una serie

    de cuentos populares y de otros te-mas que me permitieron aprendertrabajando. En cada libro buscabanuevas frmulas, prob todo tipo

    Carme SolVendrell

    (Barcelona, 1944)es el referente dela ilustracin enEspaa desdefines de los 60.Galardonada dosveces con elPremio Nacional

    de Ilustracin ydos vecescandidata alpremio Andersen.Su obra secomplementa conla pintura y susincursionesliterarias propias.Ha colaborado enteatro y enseries de TV.Ha recibidogalardones enmedio mundo

    por su obraque superalos 700 ttulos.

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    AS DIBUJA

    CARMESOLVENDRELL

    Mis persode alguienla imagen duna persono que veo

    Mis personde alguien ela imagen duna persono que veo

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    de tcnicas sin mucho mtodo, lasusaba a mi modo, siempre lo he he-cho as.

    Tuve la suerte de tener en mi ma-rido Cesc Espluga un gran maes-tro, fue un grafista muy reconocidoy me ense lo importante que eraal hacer un libro plantearlo de ma-nera global, no vala hacer un dibujodetrs de otro porque el resultadofinal sera desigual, que era tan im-portante el dibujo como los espaciosen blanco, que deba tener en cuen-ta donde iba a ir el texto y as empe-

    c a tener pautas para trabajar masmetdicamente, las que hasta aho-ra sigo y que me ayudan a hacer mitrabajo de modo coherente.Las pautas que sigo empiezan poren primer lugar, como algo impres-cindible, hacer mo el texto o la ideacuando parto de una idea sin textoprevio. Cuando trabajo a partir deun texto, lo leo y releo para entrar enel mismo y en el mundo del escri-tor, lo que cuenta y lo que no cuenta

    y tambin lo que me sugiere contara mi, tengo que hacer mo el textoy encontrar as el punto de partida.Este proceso nunca sabes lo que vaa durar, pero quizs sea la parte masfascinante de todo el proceso de ilus-trar un libro. Bsqueda del sentido,de los personajes y ambientes, co-lores y tonos que sugiere la historiay la forma de ser contada, para em-pezar a plasmar algo, hago un story

    con todas las pginas a la vista y em-piezo a situar y crear las imgenes,de forma muy sinttica, las vecesque sea necesario para ir sumando,

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    ajes partenn quien me inspiro,un cuadro,conocida

    or la calle

    jes partenquien me inspiro,un cuadro,conocida

    or la calle

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    hasta encontrar el nudoprincipal.

    Los originales lleganal final, escojo el pa-pel y la tcnica que voy

    a usar, cuales sern los tonos do-minantes, todo ello en funcin deltexto o de la idea cuando se partede una idea. Me funciona bien dibu-jar todo el libro, en general por or-den, as caliento motores, como losatletas antes de la carrera, dibujartambin necesita entreno, su tem-

    po, y los personajes aparecen masfcilmente cuando ya los tienes enmano.A veces hago todos los fondos a la

    vez, dependiendo de la tcnica ode la historia misma, del clima quequiera dar, si hay una continuidaden el tiempo...Las pautas son importantes te ayu-dan a trabajar metdicamente, acentrarte, son importantes porqueayudan a conseguir un resultado fi-nal mucho mas slido y coherente yfacilitan mucho el trabajo.

    Cmo te organizas?Tal y como he dichoprocuro seguir mispautas y tener un rit-mo de trabajo, nece-sito tener muy claro elobjetivo y lo que voy ha

    hacer, por donde debeir la idea principal.Antes de empezar unlibro limpio y ordenomi mesa, el estudio,forma parte del ritual,me siento y me levan-to y vuelvo a sentarme.A veces necesito salir,pasear, ir a ver una ex-posicin, mirar el mar,

    pasear... hacer lo quesea para encontrarese clic que no acos-tumbro a encontrar enla mesa. Hay un mo-mento en que te sien-tas a trabajar y te vieneun sopor inexplicable,un sueo que es to-talmente psicolgico y

    que en un momento u otro hace suaparicin, implacable.

    Visto as parece cmico pero fun-ciona as, es una manifestacin delmiedo al papel en blanco, a la posi-bilidad de que ya no puedas haceralgo bueno, creo que todo el proce-so de creacin pasa por este esta-dio de puro miedo ancestral. Al me-nos esta es mi experiencia personaly estoy segura de que muchos sesentirn identificados al leer estaslneas. Tena un buen amigo escri-

    tor Pere Calders, escribi Cepillo,uno de mis libros mas celebrados,que se rea cuando alguien hablabade este miedo, el deca que para l

    Cuandoilustr

    La luzes como

    el agua de

    Gabriel GarcaMrquez quisehacer unhomenaje aFrida Kahlo,

    para quetuviera losnios que

    deseaba y quenuncapudotener

    {

    AS DIBUJA

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    el escribir era un gozo y que nuncahaba sufrido por ello, era afortuna-do porque la mayora de artistas pa-samos por esos momentos de du-das y bloqueos, hay que contar conello y tenerlo como una parte delproceso sin darle mas importancia.

    Planificas mucho o te dejas llevar?Como he dicho necesito planificar,forma parte de mi modo de ser,nunca he podido dibujar si no ten-go clara la idea, si no tengo previa-mente la imagen en mi cabeza, soyincapaz de dibujar si no es as, unavez tengo claro que es lo que voy ahacer me dejo llevar por el trazo yla tcnica, puedo entonces ser mas

    libre e intuitiva. El mo es un proce-so muy intelectual al principio, queme ayuda a centrarme, me pone encontacto con mi ser mas profundo,me hace sentir bien, me da equili-brio. Curiosamente no es lo mismoen la pintura, all parto de otro lu-gar, de una pulsacin, de algo queme obliga a pintar y que no puedoeludir, all est y quiere ser plasma-do. Mi pintura es mucho mas visce-

    ral y as como ilustrar me equilibra,la pintura en cierto modo me des-asosiega , me pone en una situacin

    de violencia que sale y se expresamediante el trazo y el color.

    Cmo perfilas tus personajes cuan-do los creas y cmo cuando los hacreado un escritor?Curiosamente cuando el texto espropio me resulta ms difcil la ilus-tracin porque las imgenes sontan claras que plasmarlas resultamuy complejo, no obstante ayudaen el sentido de que dibujas lo queno dices en palabras y viceversa, esotro modo de trabajar. Por ejemploen Yo las quera el texto lo escribimi prima mayor, Maria Martnez apartir de un esbozo de historia queyo haba escrito, ella hizo un tex-

    to precioso donde hay un sentidode crecimiento que era importanteaadir. En este libro necesitaba re-crear mi mundo, el de mi infancia,mis recuerdos mas queridos y masdolorosos tambin. Los personajeseran los que recordaba, mis seresqueridos. Fue un ejercicio muy duroy muy catrtico al mismo tiempo.El recuerdo de mi madre, que esalgo muy personal e ntimo deba,

    al dibujarlo, compartirlo y al mis-mo tiempo darle un lugar para queotros nios con la misma vivencia

    Abajo, a la izquierda,una ilustracin deYo las quera basadaen su propia vida.

    A la derecha, unafoto de Carme a los2 aos de edad.

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    pudieran identifi-carse y as ayudar-les a sanar un pocosu propia tristeza.Los dibujos de estelibro son distintos alos dems, nunca hehecho un libro igual,son mas realistas, si

    es que se puede de-cir as, pero si queson mas acabados,mas prximos acomo eran mis re-cuerdos de nia.Los personajes engeneral, parten dealguien en quien meinspiro. A veces meinspira la imagen

    de un cuadro o unapersona conocida oalguien que veo porla calle. Cuandoilustr La luz es como el agua deGabriel Garca Mrquez quise hacerun homenaje a Frida Kahlo, paraque tuviera los nios que deseaba yque nunca pudo tener. Ella ademsrepresentaba muy bien al personajeque Gabo haba escrito. Con su her-moso rostro tan especial y sus ves-

    tidos llenos de color y fantasa, eraideal para representar el clima na-rrativo de la historia.A menudo en mis libros hago pe-queos guios, como homenajes apersonajes que admiro o a perso-nas queridas. En este libro hice untrabajo que creo muy interesante alilustrar los silencios, los momentosno contados, era difcil de sortear lospasos naturales de la historia, por-

    que en las tres primeras lneas deltexto, estaba ya casi todo contado, ytena que crear como mnimo docesecuencias. Fue de todos modos un

    gustazo ilustrar este texto que es elnico que Gabo hizo expresamentepara nios, para sus hijos en la po-ca en que vivan en Madrid.

    De dnde sacas las ideas?De la vida misma, siempre partende algo concreto, real, despus pue-

    den volverse ms abstractas o me-nos concretas, mas mgicas, peroparto siempre de algo conocido, demi propia realidad, del medio dondevivo y de las vivencias que he tenido.Un buen ejemplo: en 2009 tena queilustrar Sueos de Antonia Rode-nas que public Anaya, los textos deAntonia son muy abiertos y permi-ten muchas interpretaciones.Sin tener nada que ver con lo que

    ella contaba ese texto me permiticontar una historia que haba vividoen Benin, un pequeo pas del fri-ca subsahariana, desde que estu-

    El texto deSueos,de AntoniaRdenas,

    sin tener nadaque ver con lo

    que ellacontaba mepermitiexplicar unahistoria quehaba vivido enBenin, un

    pequeo pas

    del fricasubsahariana

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    AS DIBUJA

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    ve all que quera poder hablar dela vida de unos nios que conoc,nios y nias que no tenan bienesmateriales, pensaramos que notenan nada desde nuestra miradapequeo burguesa, pequeos queayudaban a sus padres en las labo-res del hogar y que eran felices, quete acogan con una sonrisa y unaalegra que te llenaba el corazn. Eltexto que tena que ilustrar me per-mita contar lo que haba vivido, di-buj una nia con la que compartun momento ntimo y hermoso demi vida, estbamos las dos solas allado de un fuego en el que ella coci-naba. Ocurri despus una de estassincronas de las que tan bien habla

    Paul Auster, result que a la autoraque es maestra de infantil, le habainspirado este texto una nia de suclase que vena de un pas del fri-ca subsahariana. Ah est la magiacuando trabajas desde tu experien-cia, cuando conectas con tu verdad.Es evidente que las imgenes deeste texto y la historia que cuentanno tendran nada que ver si las hu-biera ilustrado otra persona y por

    tanto transmitiran otra cosa total-mente distinta.

    Cmo te informas, enciclopedias,internet, viajas...?Uso diferentes sistemas que han idocambiando a lo largo de los aos,actualmente internet es una fan-tstica fuente de informacin, la tie-nes en segundos y esto facilita mu-cho el trabajo aunque hay frmulasmucho mas enriquecedoras y que

    aportan experiencia y conocimiento.Cuando ilustr La Biblia viaj pre-viamente por Siria y Jordania, nopudimos entrar en Israel porque enaquel entonces si tenas sellado elpasaporte en estos pases no te de-jaban cruzar la frontera de Israel,para mi era muy importante co-nocer los paisajes, la gente, la luz,sentir el alma del lugar ya que todala informacin que tena sobre la