no debemos confundir inhibición con síntoma
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7/23/2019 No Debemos Confundir Inhibicin Con Sntoma
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no debemos confundir inhibicin con sntoma. Inhibicin significa restriccin de una funcin, y no
necesariamente es algo patolgico. El sntoma es en cambio indicador de un proceso patolgico.
Una inhibicin puede pasar a ser sntoma cuando la restriccin funcional es grande, o bien cuando
aparece una funcin nueva. Ya que la inhibicin es una perturbacin funcional del yo que aparece
en afecciones neurticas, estudiemos cmo ocurre este proceso en cuatro funciones: la funcin
seual, la nutricin, la locomocin y el traba!o profesional.
"eneralmente la funcin seual aparece inhibida en la impotencia psquica #falta de placer, noereccin, no eyaculacin, etc$. %tra perturbacin aparece en la perversin y el fetichismo. En la
inhibicin hay una desviacin de la libido y su relacin con la angustia es evidente: se inhibe la
funcin porque cumplirla sera angustioso.
En la nutricin, la perturbacin m&s frecuente es la repugnancia al comer por desviacin de la
libido. 'ambi(n puede haber aumento del apetito derivada del miedo a morir de hambre. Est&
tambi(n el vmito #defensa hist(rica contra la alimentacin$ y la negativa a comer por miedo a ser
envenenado #psicosis$.
)a locomocin tambi(n puede aparecer inhibida, como por e!emplo en la histeria o en la fobia
#fobia a caminar$. En el traba!o tambi(n se inhibe la funcin laboral, como por e!emplo en la histeria
#ataques que impiden traba!ar normalmente$ y en la neurosis obsesiva #la puntillosidad hace
imposible el traba!o normal$.
)a sntesis que debemos rescatar hasta aqu es la siguiente: la inhibicin es la epresin de una
restriccin funcional del yo, lo cual puede obedecer a causas diversas. *rimeramente, puede
deberse a que la funcin a reali+ar tiene la significacin de un acto seual, y entonces se inhibe la
funcin porque dicho acto est& prohibido #por e!emplo el escribir o el andar como epresin del
acto seual$. El yo renuncia a dichas funciones para no entrar en conflicto con el ello. 'ambi(n
otras inhibiciones tienen el sentido del autocastigo: no hacer la funcin porque ello traera (ito #por
e!emplo en el traba!o$ y esto est& prohibido por un superyo severo. En este caso el yo evita un
conflicto con el superyo. En inhibiciones m&s generales, la inhibicin se debe a un
empobrecimiento de la energa, ya que (sta est& consumi(ndose en alguna labor psquica grave
#duelo, represin, etc$. En sntesis: las inhibiciones son consecuencia de un empobrecimiento
energ(tico. En cambio el sntoma no puede ser ya descripto como un proceso en el yo.
II
El sntoma sera un sustituto de una no lograda satisfaccin instintiva, un resultado de la represin.
*or la represin, el yo logra que la representacin sustentadora del superyo rehse hacerseconciente.
*or la represin, la liberacin del instinto aparece como displacentera en lugar de placentera
#transformacin de los afectos$. El yo puede e!ercer mucha influencia sobre el ello. -uando el yo
lucha contra el instinto del ello, da una se/al de displacer para alcan+ar su propsito con la ayuda
del principio del placer, instancia casi omnipotente. 01e dnde saca el yo la energa para dar esta
se/al de displacer2 )a saca de la representacin a reprimir y la convierte en displacer #angustia$.
El afecto reprimido es transformado en angustia, y as el yo resulta ser la sede de la angustia. 3o
se crea aqu nueva energa: se toma la energa de lo reprimido y se la convierte en angustia.
-asi todas las represiones que conocemos por la clnica son secundarias, pues suponen
represiones primitivas que e!ercen una influencia sobre las nuevas situaciones. )as represiones
primitivas ocurrieron antes de la instauracin del superyo y tuvieron su origen en una situacin
traum&tica.El sntoma surge del impulso instintivo obstrudo por la represin. -uando gracias a la se/al de
displacer o angustia logra el yo su propsito de dominar al impulso, no logramos saber nada sobre
la represin: slo cuando (sta fracasa podemos comprender algo de ella. El impulso instintivo
encuentra un sustituto de su satisfaccin en el sntoma, el cual no es placentero y s es obsesivo.
Esta sustitucin impide la descarga por medio de la motilidad: el sntoma no se transforma en
accin. *or tanto el yo opera ba!o la influencia de la realidad eterior ecluyendo de esta realidad el
(ito del proceso sustitutivo.
4reud termina citando el contraste entre esta ltima opinin suya, segn la cual el yo es muy
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poderoso, y su anterior opinin de 5El yo y el ello5, donde esa instancia apareca m&s d(bil, y a
merced del ello y del superyo.
III
Esa contradiccin se debe a que somos demasiado infleibles y slo observamos un nico aspecto
por ve+. *or e!emplo el yo y el ello se oponen, pero tambi(n coinciden por ser uno diferenciacin
del otro. 6l verlo como opuesto al ello, vemos al yo como d(bil, pero es fuerte si lo vemos unido a
(l, empleando su energa. 6lgo similar ocurre en la relacin yo7superyo.)a represin nos revela a la ve+ la fuer+a y la debilidad del yo.
)a lucha no termina con la formacin del sntoma, y suele seguir con una lucha contra el sntoma
mismo. En efecto, el yo busca suprimir el sntoma por ser algo etra/o y aislado en la vida anmica,
y busca adem&s integrarlo a ella. Esto se ve especialmente en los sntomas hist(ricos, donde es
posible discriminar por un lado el impulso y por el otro el castigo. 6s, el yo busca integrar el
sntoma etra/o. Incluso se ha eagerado esta situacin diciendo que el yo crea los sntomas para
sacar de ellos alguna venta!a. 8ntomas obsesivos y paranoicos aportan al yo una satisfaccin
narcisista, de otro modo inaccesible. *or e!emplo los obsesivos se creen los me!ores. )a venta!a
secundaria de la enfermedad apoya la tendencia del yo a incorporar el sntoma y fortalecer su
fi!acin. *or esto es tan difcil atacar el sntoma en la terapia. *ara poder comprender la lucha
secundaria contra el sntoma debemos abordar el tema de la angustia, y en la particular la de las
neurosis hist(ricas.
I9
El e!emplo concreto es el caso uanito, quien se niega a salir a la calle por temor a los caballos.
01nde est& aqu el sntoma2, 0en la angustia2, 0en la restriccin a moverse libremente2, 0en el
caballo como ob!eto elegido2; 0dnde est& la satisfaccin que uanito se prohbe2
9emos que se trata de un miedo muy concreto: el temor a que lo muerda un caballo. El an&lisis de
uanito revela un conflicto de ambivalencia: odia y ama al mismo tiempo a su padre. 8u fobia debe
ser una tentativa de resolucin de dicho conflicto, el cual en este caso no se resuelve al triunfar una
de las dos tendencias. uanito reprime el impulso hostil hacia su padre, pues antes haba visto
cmo se hera un caballo y un compa/erito que lo montaba al caerse !untos, asalt&ndose entonces
el deseo de que a su padre le pasara lo mismo.
En esta fobia la angustia no es el sntoma. 8i uanito, enamorado de su madre, mostrara miedo al
padre, esto no significara ni una neurosis ni una fobia, simplemente una epresin de sus
sentimientos. )o que hace de esta reaccin una neurosis es simplemente la sustitucin del padrepor el caballo. Este despla+amiento es lo que constituye el sntoma, que permite resolver la
ambivalencia. )o resuelve despla+ando uno de los dos impulsos de uanito sobre el caballo u
ob!eto sustituto. *odramos aqu preguntarnos 0si uanito deriva el impulsos hostil hacia el caballo,
porqu( no lo agrede en lugar de tenerle miedo2 8i uanito lo hubiera directamente agredido, la
represin no habra modificado en absoluto el car&cter agresivo del impulso instintivo, sino slo su
ob!eto. Esto nos lleva a pensar que en uanito ha ocurrido algo m&s.
)a representacin de ser devorado por el padre #mordido por el caballo$, es un antiqusima
representacin tpica infantil, lo que a su ve+ es la epresin de un impulso amoroso pasivo: ser
amado por el padre, en el sentido genital, aunque se eprese en la fase de transicin de lo oral a lo
s&dico #regresin$. *ero esto, 0se trata slo de una sustitucin de la representacin por una
regresin a im&genes primordiales #ser devorado por el padre$ o de un reba!amiento regresivo real
de lo genital a lo oral y s&dico2 3o es f&cil decidirlo. El caso del hombre de los lobos parece
confirmar la segunda alternativa, pues dio muestras de impulsos s&dicos y neurosis obsesiva.
*or lo tanto, el yo no utili+a slo la represin: tambi(n recurre a una regresin y, una ve+ instalada
(sta, puede luego seguir una represin.
)os casos de uanito y del hombre de los lobos sugieren otras refleiones. En ambos casos el
impulso hostil hacia el padre queda reprimido por su transformacin en lo contrario: en ve+ de
agredir al padre, (ste #lobo o caballo$ agrede al su!eto. *ero tambi(n se ha reprimido el impulso
amoroso pasivo, y tambi(n el impulso amoroso hacia la madre. % sea aqu se reprimieron varios
impulsos, no uno solo, y adem&s hubo una regresin a fases anteriores. En ambos casos
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encontramos tambi(n el miedo a la castracin: por este miedo abandona uanito la agresin contra
su padre #y el miedo a la mordedura es el miedo a la mordedura de sus genitales$. En el hombre de
los lobos, la castracin se aprecia en sus sue/os. En suma: en ambos casos es el miedo a la
castracin el motivo de la represin. )as ideas angustiosas de ser mordido por el caballo o
devorado por el lobo son sustitutivos deformados de la idea de ser castrado por el padre. El miedo
angustioso a la castracin es una angustia real, miedo a un peligro !u+gado como verdadero. )a
angustia causa aqu entonces la represin y no, como antes habamos dicho #4reud alude aqu asu primera teora sobre la angustia$ que la represin cause la angustia, o sea que la represin
transforme el impulso instintivo en angustia.
)a angustia, conclumos, no nace nunca de la libido reprimida. 8in embargo en casos como el
coitus interruptus o la abstinencia for+ada se produce angustia a epensas de la energa del
impulso instintivo desviado. *odemos eplicar esto pensando que el yo sospecha peligros cuando
hay un coitus interruptus, ante los cuales reacciona con angustia, pero esta hiptesis no conduce a
nada. )os an&lisis de las fobias anteriores parecen hacer m&s slida la hiptesis de que la angustia
produce la represin.
9
)a eistencia de neurosis sin angustia #por e!emplo la histeria de conversin$, nos obliga a rever
nuevamente las relaciones que habamos establecido antes entre sntoma y angustia. )o que
hemos estudiado hasta ahora fueron las fobias, las cuales al ser tan afines a las histerias de
conversin, las podemos llamar histerias de angustia.
)os sntomas de la histeria de conversin #par&lisis motoras, contracturas, dolores, etc$ sustituyen
a una descarga normal de la ecitacin: implican una descarga perturbada. El camino para dicha
descarga sustitutiva guarda relacin con la situacin primitiva donde ocurri la represin, por
e!emplo, eisti realmente el dolor que ahora aparece como sntoma, hubo percepciones reales
donde ahora aparecen alucinaciones, etc. )os sntomas pueden ser indiferentes #por e!emplo en la
par&lisis$ o displacenteros #alucinaciones$, pero nada de esto nos ayuda a ver la formacin del
sntoma, por lo cual veremos que sucede en la neurosis obsesiva.
En ella encontramos sntomas primitivos que son prohibitivos, punitivos, defensivos, pero poco a
poco el yo va produciendo sntomas donde se integran la prohibicin y la satisfaccin. En los casos
m&s simples el sntoma tiene dos momentos: e!ecutar cierto mandamiento y luego suprimir lo
hecho en el momento anterior. 6nali+ando todo esto notamos dos cosas: en la neurosis obsesiva
hay una lucha constante contra lo reprimido que luego poco a poco va cediendo, y segundo, el yo yel superyo son importantes para la formacin del sntoma.
'anto en la histeria como en la neurosis obsesiva la situacin inicial es el Edipo, pero en la ltima,
por factores constitucionales #debilidad de la organi+acin genital de la libido$ hay una regresin a
la fase s&dico7anal. epresin, regresin y eageracin de rasgos de car&cter son defensas tpicas de la neurosis
obsesiva. En la histeria faltan o son m&s d(biles las terceras.
En la neurosis obsesiva el superyo es muy severo, y no puede sustraerse a la regresin ni a la
disociacin de los instintos.
1urante la latencia, la tarea principal parece ser la defensa contra la tentacin masturbatoria. Esta
lucha genera luego sntomas del tipo de los ceremoniales. 9emos aqu tambi(n una sublimacin de
los componentes ertico7anales.
En la pubertad vuelven a despertarse los impulsos agresivos de la (poca temprana, que son en
realidad impulsos erticos que tuvieron una regresin. El yo lucha contra los impulsos agresivos sin
sospechar que est& luchando contra los impulsos erticos. El superyo acta en la represin de la
seualidad, adoptando (sta sobretodo formas m&s repulsivas: la repulsin se hace m&s intolerable
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por efecto de un nico factor: la regresin de la libido.
)a represin no destruy el contenido del impulso agresivo pero s su afecto: la agresin no es
eperimentada como un impulso sino como una mera idea. El yo aparece muy influenciado por el
superyo, y puede sentirse culpable. )a culpabilidad puede tambi(n no sentirse en la neurosis
obsesiva, manifest&ndose por sntomas de autocastigo #que significan tambi(n impulsos instintivos
masoquistas$.
)a neurosis obsesiva tiende a procurar cada ve+ mayor amplitud a la satisfaccin sustitutiva, acosta del renunciamiento. El yo se ve impulsado a buscar la satisfaccin en los sntomas, lo cual
puede parali+ar totalmente la voluntad del yo puesto que en cada decisin encontrar&, por ambos
lados, impulsos igualmente en(rgicos.
9I
1urante esta lucha podemos observar dos actividades del yo dedicadas a la formacin de
sntomas, y que prueban que la represin tropie+a con dificultades. )as dos t(cnicas son: borrar lo
sucedido y el aislamiento. )a primera de estas t(cnicas auiliares busca borrar mediante un
smbolo motor, un suceso anterior: ritos, supersticiones, y ceremoniales. 6qu los sntomas tienen
dos tiempos: el primer acto es preventivo, evita que algo suceda o se repita y tiene un car&cter
racional; el segundo acto borra el primero y tiene car&cter m&gico. En la neurosis obsesiva, aquello
que no ha sucedido como el su!eto hubiera deseado es borrado por medio de su repeticin en
forma distinta, acumul&ndose toda una serie de motivos para continuar indefinidamente esas
repeticiones.
En el aislamiento #tambi(n de la esfera motora$, despu(s de un suceso desagradable o un acto
propio importante para la neurosis, es interpolada una pausa, donde nada debe suceder, ni
percibirse ni hacerse. 6 diferencia de la histeria, donde se puede olvidar una impresin traum&tica,
aqu no se puede olvidar pero, mediante el aislamiento, interrumpir los la+os asociativos. El
aislamiento se refuer+a con actos motores de intencin m&gica. 3ormalmente se usa tambi(n el
aislamiento, por e!emplo, en la concentracin. El tab al contacto fsico es tpico en la neurosis
obsesiva, porque all se agudi+an las ambivalencias #amor y agresin hacia el ob!eto amado$: aqu
es donde el aislamiento es m&s fuerte.
En las fobias, histerias de conversin y neurosis obsesivas, el origen lo constituye el comple!o de
Edipo, y el miedo a la castracin es el motor de la resistencia del yo, pero slo en las fobias ese
miedo se eteriori+a y se confiesa.
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ser suprimido: teni(ndole miedo al caballo puede controlar la angustia, simplemente evit&ndolo. En
rigor no se sustituye aqu un peligro interior por uno eterior, sino uno eterior #castracin$ por otro
eterior #mordedura$. )a nica diferencia entre esta angustia y la angustia real #o sea la normal
ante situaciones peligrosas ob!etivas$ es que la primera tiene un contenido inconciente, que slo
deformado o disfra+ado alcan+a la conciencia. En las fobias de adultos se agregan otros factores,
pero en lo esencial se trata del mismo mecanismo. En la agorafobia por e!emplo, el yo no se
contenta con renunciar a algo sino que agrega elementos para despo!ar a la situacin de supeligro: por e!emplo se arriesgar& a salir a la calle si va acompa/ado.
)o anali+ado en las fobias respecto de la angustia, es tambi(n aplicable a la neurosis obsesiva. El
yo intenta siempre sustraerse a la hostilidad del superyo. El yo teme al superyo por el castigo de la
castracin. El obsesivo cumple escrupulosamente preceptos y actos epiatorios que le son
impuestos para protegerse de la angustia. )a angustia es una reaccin frente a un peligro #la
castracin o algo derivado de ella$, y el yo busca eludirla a toda costa. En las neurosis traum&ticas
el miedo es a perder la vida #neurosis de guerra$: el miedo a morir es an&logo al miedo a la
castracin. En dichas neurosis traum&ticas la angustia puede tambi(n provenir de la gran cantidad
de ecitacin que inunda al aparato psquico.
8i hasta ahora venamos viendo la angustia como una se/al de peligro, ahora la vemos como una
reaccin frente a una p(rdida #castracin$. )a angustia del nacimiento, por la igualdad ni/o?pene,
es angustia ante la castracin de la madre. Esta ltima hiptesis tiene algunas ob!eciones: @$ el
beb( es totalmente narcisista y no considera al nacimiento como una separacin de la madre, y A$
a veces reaccionamos ante una p(rdida con triste+a y no con angustia.
9III
)a angustia se nos presenta como algo que sentimos y que es displacentero. 6dem&s implica un
acto de descarga #motora, que afecta los rganos respiratorios y el cora+n$, y la percepcin de
dicha descarga. 1escarga y percepcin diferencian ya la angustia del dolor y la triste+a. )a
angustia se basa en un incremento de la ecitacin #que produce displacer$ y su descarga #que
decrece el displacer$. Esto es una eplicacin fisiolgica, pero una eplicacin m&s psicolgica
muestra que la angustia proviene de actuali+ar una situacin prototpica: el trauma de nacimiento.
% sea, eplicaramos la angustia por un factor hist(rico.
)a conein de la angustia con el nacimiento tiene varias ob!eciones #no siempre el nacimiento es
traum&tico; hay angustia que no tiene su prototipo en el nacimiento$, pero igual podemos seguir
adelante, pregunt&ndonos por la funcin de la angustia: a primera vista, naci como una reaccin aun estado de peligro, y se reproduce cuando surge nuevamente dicho estado peligroso. Esta nueva
angustia nos parece por un lado inadecuada #no guarda relacin con la nueva situacin, cuando s
la guardaba con la situacin del nacimiento$, pero por el otro lado adecuada #porque se/ala y
previene el peligro$.
%tro problema es que en el nacimiento no hay nada que se pare+ca a una situacin peligrosa. En
base a esto 4reud critica a >anB cuando (ste ltimo dice que las fobias infantiles tienen su origen
en el trauma de nacimiento: el miedo a ver entrar o salir un ob!eto de un agu!ero no puede derivar
de un recuerdo del nacimiento porque el ni/o pr&cticamente no tiene impresiones viosuales de (l.
6dem&s, en la oscuridad el ni/o no debiera sentir miedo #pues equivale a volver al estado
intrauterino$, y los hechos no muestran que ello sea as.
-oncluiremos hasta aqu que las fobias infantiles no remiten al acto del nacimiento. 8e puede
comprobar que el ni/o siente angustia en tres casos: cuando est& solo, cuando est& en la
oscuridad, y cuando est& en presencia de etra/os #caras no familiares$. Estos tres casos se
reducen a una sola condicin: el ni/o advierte la falta de la persona amada o ansiada. )a angustia
es reaccin ante esta falta, y nos recuerda el miedo a la castracin, que tambi(n implica la
separacin de un ob!eto y an la angustia m&s primitiva del nacimiento, proveniente de la
separacin de la muerte.
-on la eperiencia de que un ob!eto eterior #por e!emplo el pecho$ puede poner t(rmino a una
situacin peligrosa que recuerda la del nacimiento, se despla+a el contenido del peligro de una
situacin econmica #inundacin masiva de ecitaciones$ a una situacin de p(rdida de un ob!eto.
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El peligro es ahora la ausencia de la madre, y el ni/o reacciona con angustia antes que se
produ+ca la temida situacin econmica. En la fase f&lica la angustia aparece ante la separacin
posible de los genitales. El ser despo!ado de los mismos equivale a una nueva separacin de la
madre #pues su posesin es garanta de una unin seual con ella$, lo que retrotrae al ni/o a una
tensin de necesidad similar a la eperimentada en el nacimiento.
El poder del superyo produce un nuevo cambio. -on la despersonali+acin de la instancia parental,
de la cual se tema la castracin, se hace m&s indeterminado el peligro: el miedo a la castracinpasa a ser angustia social, o angustia ante la conciencia moral. El yo responde ahora con angustia
a la amena+a de castigo por parte del superyo.
El yo es la verdadera sede de la angustia #el ello no puede discriminar peligros, no siente angustia$.
)o que s puede pasar es que en el ello se active una situacin peligrosa #a lo cual el yo reacciona
con angustia$ o que se active una situacin similar a la del trauma de nacimiento #reaccionando el
yo con una angustia autom&tica$; este ltimo caso es el de las neurosis actuales, mientras que el
primer caso era el de las psiconeurosis. En la neurosis actual una gran tensin se resuelve en
angustia, y sobre esta base puede desarrollarse una neurosis del tipo de las psiconeurosis, donde
el yo intenta eludir la angustia mediante sntomas.
)a angustia tiene distinta connotacin segn el periodo considerado: surge al principio ante el
peligro de la impotencia psquica en la (poca de la carencia de madure+ del yo; el peligro de la
p(rdida del ob!eto en la falta de independencia de los primeros a/os infantiles; el peligro de
castracin en la fase f&lica; y el miedo al superyo durante el periodo de latencia. 8in embargo,
todas estas situaciones siempre subsisten y se puede volver a ellas.
6s como en las fobias y neurosis obsesivas #m&s tpicas del varn$ la angustia es angustia ante la
amena+a de castracin, as en la histeria #m&s tpica de la mu!er$ la angustia es angustia ante la
p(rdida del ob!eto de amor.
IC
3os queda por ver la relacin entre formacin de sntomas y angustia. 6l respecto hay dos
opiniones: @$ la angustia misma ya es un sntoma neurtico, y A$ el sntoma est& para eludir la
angustia. 4reud apoya esta segunda opinin, y la e!emplifica mostrando por e!emplo que si
impedimos al obsesivo lavarse las manos siente angustia, lo que prueba que el sntoma tapaba la
angustia, El sntoma protege de la angustia y de la situacin de peligro que la haba generado. )a
situacin de peligro es interna #aunque se pueda proyectar en el eterior$. ya que est& en el mismo
impulso instintivo. El yo, para hacer a (ste inofensivo, lo desva de su fin.6s como hay un distinto peligro en cada etapa de la vida, lo mismo pasa con el dolor: la ni/a
siente dolor cuando pierde la mu/eca, y el adulto cuando pierde un ser querido; tambi(n en el dolor
puede haber regresos al mundo infantil #en el caso de las neurosis$. % sea en la angustia neurtica
hay un regreso a un tipo de angustia infantil, pero al rev(s, el hecho de sentir una determinada
angustia en la ni/e+ no significa que luego el su!eto sea neurtico, porque esas angustias suelen
desaparecer. El miedo al superyo no desaparece nunca, y el miedo a la castracin suele
reaparecer en forma disfra+ada #por e!emplo como temor a la sfilis$. El problema que nos queda
por ver es porqu( en los neurticos puede mantenerse intacta la angustia de tipo infantil.
C
)a angustia es incuestionablemente una reaccin frente al peligro. *ero no siempre un peligro
genera angustia. 8egn 6dler ciertos individuos desarrollan angustia frente al peligro por un estado
de inferioridad org&nica, con lo cual 4reud no est& de acuerdo. 8egn >anB la angustia tiene su
origen en el trauma de nacimiento, que es la situacin angustigena prototpica de toda otra
situacin similar. 8egn el mismo autor el trauma de nacimiento afecta de distinta manera a cada
su!eto porque la magnitud del trauma es distinta, y de esta depender& que luego pueda o no
controlar la angustia. El neurtico no podra derivar totalmente esta magnitud, hiptesis de >anB
discutible tericamente. 8egn esta teora de la 5derivacin por reaccin5, el neurtico sanara a
medida que pudiera descargar toda la energa cargada en el trauma. 4reud criticar& a >anB
tambi(n el no haber considerado los factores filog(nicos y constitucionales o hereditarios, y el
otorgar a la etiologa seual un valor muy secundario. *ara 4reud, la solucin de >anB no ayuda a
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saber el origen de las neurosis.
En el origen de las neurosis debemos encontrar tres factores: biolgico #la larga indefensin del
beb( que aumenta los peligros del mundo eterior$, filog(nico #la evolucin seual humana es
distinta a la de otras especies primas, porque por e!emplo sufre interrupciones durante el periodo
de latencia, donde los impulsos instintivos son eperimentados como peligrosos$, y un tercer factor
psicolgico: el yo debe defenderse contra ciertos impulsos instintivos por (l considerados
peligrosos, pero esta defensa no es tan eitosa como cuando se trata de peligros eternos, por locual debe formar sntomas. >esumen *-
CI 6*E31I-E
6. =odificacin de opiniones anteriores
>esistencia y contracarga.7 )a defensa contra el instinto eige un esfuer+o permanente: la
resistencia. Esta implica una contracarga, es decir una reaccin del yo opuesta al impulso #poe
e!emplo pure+a o escrupulosidad en la neurosis obsesiva$. En las neurosis obsesivas estas
contracargas afectan los rasgos de car&cter, pero en la histeria mas bien se circunscriben a
relaciones muy especiales #ternura hacia el ob!eto odiado, etc$. En la histeria el impulso es
combatido eludiendo la situacin eterna, tambi(n peligrosa. Esto adem&s lo vemos en las fobias,
donde la contracarga es eterior y no interior, como en las neurosis obsesivas.
6n cuando el yo haya logrado vencer la resistencia, debe an luchar contra la obsesin de
repeticin y la atraccin de los prototipos inconcientes sobre el proceso instintivo reprimido. Esto
ltimo se llama resistencia de lo inconciente.
*rofundi+ando el an&lisis, encontramos cinco tipos de resistencia, tres de las cuales provienen del
yo, y las otras del ello y del superyo. )as resistencias del yo son la resistencia de la represin #de la
que hablamos antes$, la resistencia de la transferencia #en relacin a la situacin analtica$, y la
resistencia derivada del beneficio de la enfermedad #incorporacin del sntoma al yo$. )a
resistencia del ello es lo que antes hemos llamado resistencia de lo inconciente. Y la resistencia del
superyo, la m&s invencible, parece provenir de la conciencia de culpabilidad o necesidad de
castigo.
6ngustia por la transformacin de la libido.7 3uestra teora anterior vea en el yo la nica sede de la
angustia, pero ahora debemos pensar tambi(n en una angustia del instinto del ello. Esta angustia
aparece cada ve+ que hay una situacin de peligro an&loga a la del trauma de nacimiento. )a
angustia del yo tambi(n puede aparecer: es cuando el yo adquiere poder sobre esta angustia
sirvi(ndose de ella como aviso ante el peligro y como medio para provocar la intervencin delmecanismo placer7displacer. )a angustia del ello es involuntaria y autom&tica, y aparece en
situaciones an&logas a la del nacimiento, pero la angustia del yo #el otro origen de la angustia$
funciona como aviso para eludir tan peligrosa situacin. )a primera angustia se ha transformado en
la segunda.
>epresin y defensa.7 )a represin es slo uno de los m(todos de defensa del yo, la cual por
nuestras nuevas investigaciones ha resultado ser qui+& la m&s importante de las defensas.
D. -omplemento al tema de la angustia
)a angustia se caracteri+a por su imprecisin y su carencia de ob!eto definido. Esto la diferencia
del miedo, donde hay un ob!eto identificable. )a angustia real es ante un peligro conocido, y la
angustia neurtica se da ante un peligro desconocido, emanado de un instinto.
En el peligro conocido o real hay un aspecto afectivo #angustia$ y uno protector #nos defendemos$.
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El yo, que ha sufrido pasivamente el trauma ahora lo repite en forma mitigada para poder
controlarlo.
Entre peligro real eterior y peligro interno instintivo hay una ntima conein: el peligro real, para
ser tal, debe tener alguna significacin para el yo, o sea debe haberse hecho interno. Y al rev(s: un
peligro interno instintivo puede desembocar en un peligro eterno #la satisfaccin del instinto traera
como consecuencia un peligro desde el eterior$.
-. 6ngustia, dolor y triste+a6ngustia es reaccin de peligro ante la p(rdida del ob!eto, pero esto tambi(n es triste+a y tambi(n
dolor. Entonces, 0cu&ndo la separacin del ob!eto produce angustia, cu&ndo triste+a, y cu&ndo
dolor2
)a primera condicin de la angustia es la p(rdida de la percepcin del ob!eto, que es equiparada
con la p(rdida misma. =&s tarde comprende que el ob!eto puede estar, pero estar enfadado con (l,
y aqu aparece una condicin m&s permanente de la angustia: la falta de cari/o. )a situacin
traum&tica de la ausencia de la madre no es la misma que la situacin traum&tica del nacimiento
#en esta ltima slo hay angustia$. En la primera hay un anhelo porque la madre vuelva: de esto
depender& la reaccin de dolor. Es dolor es la reaccin ante la p(rdida verdadera del ob!eto, pero
la angustia es la reaccin al peligro que tal p(rdida trae consigo. )a triste+a surge una ve+
producida la p(rdida, y surge ba!o la influencia del eamen de la realidad que impone la separacin
del ob!eto, puesto que este ya no eiste. )a triste+a lleva a cabo la separacin.
4uente resumida: 4reud 8., 5Inhibicin, sntoma y angustia5, en %bras -ompletas, 'omo II, =adrid,
Editorial Diblioteca 3ueva, @FG #traduccin de )pe+ Dallesteros$.