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Alfa Omega Nº 462/1-IX-2005 SEMANARIO CATÓLICO DE INFORMACIÓN EDIC. NACIONAL Benedicto XVI, en Colonia Dios siempre está de moda

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Alfa OmegaNº 462/1-IX-2005 SEMANARIO CATÓLICO DE INFORMACIÓN EDIC. NACIONAL

Benedicto XVI,en Colonia

DDiiooss ssiieemmpprree

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Etapa II - Número 462

Edición Nacional

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...y además8 La foto9 Criterios10 Cartas11 Ver, oír y contarlo

Aquí y ahora12 Madre Bonifacia:

Memoria de una mujer humilde.13 En recuerdo de Don Marcelo,

cardenal arzobispo de Toledo: Iniciativa y libertad

12 Aquí y ahoraEn recuerdo de Don Marcelo, cardenal arzobispo de Toledo:

Iniciativa y libertad.14 Testimonio15 El Día del Señor16-17 Raíces

Exposición en el Museo del Prado: El retrato: rey del arte español

España18 Doctor Enrique Rojas,

acerca de la adopción por homosexuales: Hay muchos argumentos para decir «No».

19 Legislar para (no) cumplir21 Mundo

El Papa recuerda al Hermano Roger24-25 El pequealfa

Desde la fe26 En la fiesta de San Benito:

La familia: futuro de Europa.27 A los 50 años de la muerte

de Paul Claudel: La rehabilitación de la mujer.

28 Benedicto XVI y las Universidades católicas.

29 Libros.30 Televisión.31 No es verdad.32 Contraportada

SUMARIOΩΩAA

La Iglesia joven celebra la fe y estrena Papa.Dios sigue seduciendo a los jóvenes

3-73-7

20

22-2322-23

Entrevista al cardenalLehmann,Presidente de la ConferenciaEpiscopalAlemana:

«Los jóvenes han traído la alegría de creer»

20

Don Josep Miró i Ardèvol, Presidente de E-Cristians:

La satisfacción del deseo como ideología política

Ernesto Galli della Loggia:El insostenible peso de la modernidad

Día 8 de agosto, 8 de la mañana, 28grados de temperatura. El ambienteestá muy caldeado, y no sólo por la

ola de calor. En la plaza de San Juan de laCruz, de Madrid, reina el caos controlado.Casi 1.000 jóvenes, unos 20 autobuses, ytodo el mundo intentando encontrar su si-tio. Cuesta encajar en los maleteros las pri-meras banderas, que esperan impacientes sumomento de desplegarse y anunciar que losespañoles han llegado.

Es un momento especial para todos, elmomento de partir a la aventura, al en-cuentro de la Iglesia universal. Los más ve-teranos se hacen fotos con la misma ilusiónque los novatos. Al final, cada uno encuen-tra su sitio y, antes de subir definitivamen-te en los autobuses, nos juntamos en la pa-rroquia de San Juan de la Cruz, donde mon-señor César Franco preside el rezo de Lau-des, que inaugura de forma oficial laperegrinación de los jóvenes de la diócesis

de Madrid a Colonia. Esta ciudad a orillasdel Rhin, de gran tradición latina y católica,es nuestro destino. Pero aún tardaremos enllegar allí, a pesar de que, en comparacióncon Toronto, la sede en Canadá de la ante-rior Jornada Mundial de la Juventud, Ale-mania es casi del barrio.

Los jóvenes que viajamos con la Dele-gación diocesana de Infancia y Juventud deMadrid salimos ocho días antes del iniciooficial de la Jornada, diez días antes de lallegada a Colonia de Benedicto XVI, paraperegrinar por tierras de España, Francia,Suiza y Alemania. Es una oportunidad dehacer camino juntos, de conocer mejor aquienes viajan en nuestro grupo, pero tam-bién una llamada a salir del propio círculo yacercarse a jóvenes de otras parroquias, deotros lugares y de distintos movimientos.Dado que no todos hemos tenido la oportu-nidad de prepararnos de un modo progra-mado para este encuentro, estos días de pe-

regrinación y preparación son lo mínimoque podemos hacer para un encuentro que hasido convocado con tanta ilusión no por uno,sino por dos Papas distintos: Juan Pablo II,que seguro que estará muy presente en estosdías, y Benedicto XVI, que viaja por pri-mera vez fuera de Roma, como Vicario deCristo para encontrarse con la juventud ca-tólica mundial, y con otros muchos jóvenesinquietos, buscadores de la verdad.

Además, los jóvenes madrileños no pe-regrinamos solos. Lo hacemos en repre-sentación de la Iglesia en Madrid, y nuestrospastores se han unido a nosotros desde elprimer día. El cardenal Antonio María Rou-co, así como los obispos auxiliares monse-ñores César Franco, Fidel Herráez y Euge-nio Romero, y los Vicarios episcopales com-parten los altos en nuestro camino. Un ca-mino que nos llevará por gran diversidadde paisajes que, al final del viaje, quedaránunidos en nuestra memoria a la amplia se-lección de formas de vivir la fe que ya senos ha anunciado que vamos a conocer.Mientras arrancan los autobuses, antes deque el madrugón haga mella en nosotros,comprendo que lo que ahora son sólo nom-bres en el Libro del Peregrino, dentro dequince días serán experiencias que com-pondrán el recuerdo vivo de este viaje a Co-lonia.

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La Iglesia joven celebra la fe y estrena Papa

Más de un millón de jóvenes de todo el mundo se han reunido en Colonia entre el 16 y el 21 de agosto para vivir juntos la XX Jornada Mundial de la Juventud, con el lemaHemos venido a adorarlo. Unos días rebosantes de vivencias, que han constituidotambién el primer viaje oficial de Benedicto XVI fuera de Italia. Entre ese millón deperegrinos había 12.000 jóvenes madrileños, y 1.500 de ellos formaban parte del grupoorganizado por la Delegación diocesana de Infancia y Juventud de Madrid

Benedicto XVI saluda a los jóvenes

Un momento de la primera Eucaristía,en el monasterio de Santa María de Huerta,de los peregrinosmadrileños

do femeninas. También conocemos al al-calde del municipio donde estamos, que nosda todo un ejemplo de compromiso comopolítico católico.

Este primer contacto con las Iglesias lo-cales tiene un final muy oportuno: nuestraprimera Misa del Envío, que los peregrinosfranceses y españoles compartimos en la ca-tedral de Lyon. A continuación, los españo-les nos dividimos en dos grupos para fun-cionar mejor. El primero visita Ars, el lugardonde llevó a cabo su gran labor pastoralsan Juan María Vianney, Patrono de los sa-cerdotes diocesanos. Allí conocemos la igle-sia donde predicaba y confesaba, y la pe-queña casita en la que vivió.

Madrid sube a los Alpes

El segundo grupo se adelanta y empren-de un escarpado camino hacia los Alpes.Allí, al final de Francia, entre el Mont Blancy el lago Leman, rodeado de montañas im-ponentes y de una vegetación deslumbrante,se encuentra el monasterio de Belén. Losmonjes y monjas de esta Orden fundada en1950, que recoge la tradición trapense, vivenuna vida de contemplación, silencio y tra-bajo en lugares remotos, donde muchos vi-ven en cabañas separadas. Nuestra llegada esuna pequeña revolución para ellos. Sólo alos postulantes y novicios –tanto de la ramamasculina como femenina– les está permi-tido dirigirnos la palabra, pero a pesar deello vivimos con todos momentos de en-cuentro, tanto en los talleres organizados,como en pequeños grupos que se forman es-pontáneamente en los diversos lugares delmonasterio. También tenemos la suerte departicipar en su peculiar Liturgia de las Ho-ras, rica en influencias de la Iglesia de Orien-

te. Lo que más nos llama la atención a lamayoría es que, cada vez que pronunciabanel Gloria, se santiguan e inclinan hasta tocarel suelo, como señal de la pequeñez del hom-bre que se pone delante de Dios.

Dejando atrás las montañas y los lagossuizos, llegamos por fin a la frontera ale-mana. Tras algunos problemas en la fronte-ra, y con bastantes horas de retraso, cadauno de los cuatro grupos en los que nos handistribuído llega a su destino, cuatro deca-natos –figura similar al arciprestazgo– de ladiócesis de Friburgo. Los momentos de ten-sión e incertidumbre en los autobuses se hanvivido con calma y paciencia, a pesar delcansancio. En algún autobús la gente inclu-so ha empezado a cantar. Al final, la llegadaa nuestras parroquias de acogida compensatodo, pues allí experimentamos la acogidaincondicional de las familias, que, a pesarde haber esperado durante horas y de haberpreparado una cena de bienvenida a la quenadie asistió, nos acogen con todo su cariñoy se desviven por hacernos sentir como encasa.

Los dos días siguientes nos sirven paradescansar y reponer fuerzas, mimados pornuestros nuevos padres. Son los Días delEncuentro previos a la Jornada, que se estánrepitiendo a la vez en cada una de las dió-cesis de Alemania. De la mano de los pá-rrocos, de voluntarios y de las familias deacogida, conocemos el funcionamiento y larealidad de la Iglesia en Alemania: la falta desacerdotes, la gran cantidad de laicos queestudian Teología en las universidades pú-blicas, y las innovaciones que están sur-giendo en la liturgia y la oración.

El sábado 13 de agosto, los jóvenes deestos municipios y los peregrinos –ya no só-lo españoles– nos reunimos por cada dos

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Contemplación y hospitalidad

La primera etapa de nuestro caminar noslleva, cruzando la Meseta castellana, al mo-nasterio cisterciense de Santa María de Huer-ta, en Soria. Allí comprobamos por primeravez que la vida contemplativa no está reñi-da en absoluto con la hospitalidad. Y aunquenuestra estancia es breve, los monjes han pre-parado todo, han sacado los bancos de la igle-sia para que entráramos a celebrar la Euca-ristía, y nos han dividido en grupos para ex-plicarnos el funcionamiento del monasterio ysu vida allí. Uno de los monjes-guías, frayEduardo, está encantado de ver a tanto jovenque va a una Jornada Mundial de la Juventud,y nos explica que la de Santiago 89 fue elprimer paso en el discernimiento de su vo-cación.

La sequedad castellana da paso al bochor-no que nos indica la cercanía del mar cuando,ya de noche, llegamos a Olesa de Montserrat.Allí, tras una ducha rápida en la piscina mu-nicipal, visitamos el teatro de La Passió, don-de unos compañeros nos ofrecen una lecturaen voz alta de las últimas horas y los mo-mentos más importantes de la vida de Jesús.

El día siguiente lo pasamos entero en elmonasterio de Montserrat, entre otros mu-chos visitantes que hormiguean por el temploy las tiendas, restaurantes y miradores del re-cinto. Por la tarde, en las estancias del mo-nasterio o por los riscos que lo rodean, po-demos disfrutar de uno de los momentos dereflexión que vamos a encontrar, aparte delas catequesis y las Eucaristías. Por grupos,muchos acompañados por monjes que com-parten con nosotros su experiencia, nos pa-ramos para pensar qué nos impulsa a poner-nos en camino hacia Colonia, y qué bagajeespiritual llevamos.

Al caer la noche, medio calados e impre-sionados por una tormenta que llevaba todo eldía preparándose y que ilumina los montesque rodean el monasterio, salimos en rutanocturna hacia Lyon. El cansancio al finalpuede con la incomodidad, y hasta el grupo demexicanos que peregrinan con la diócesisabandona su pretensión de convertir el auto-bús en un mariachi con ruedas.

Como todo sufrimiento, al final, tiene surecompensa, al día siguiente desayunamosya cerca de Lyon, a orillas de un lago en elque, además, nos damos un baño rápido. Noes que el agua esté fría, sino que los jóvenesque nos han acogido nos esperan para guiar-nos hasta la catedral, donde conoceremos alcardenal arzobispo de Lyon y podremos es-cuchar, en su impecable español, su bienve-nida a esa «ciudad de mártires, ciudad dedonde salieron muchos misioneros que evan-gelizaron Asia y África, ciudad del ecume-nismo».

Tenemos la oportunidad de ser acogidospor jóvenes de nuestra edad, que, a pesar deque muchos de ellos saldrán al día siguientehacia Colonia, pasan todo el día con noso-tros, acompañándonos y enseñándonos la ciu-dad. En estas visitas conocemos la larga tra-dición cristiana de Lyon, desde el teatro ro-mano donde murieron los primeros mártires,hasta los lugares donde vivieron la fundado-ra de Obras Misionales Pontificias, PaulinaJaricot, y Louis Querbes, fundador de los clé-rigos de San Viator. Y por la noche, cena yfestival en las afueras de Lyon, amenizadopor un grupo joven de pop, que enseguida segana un considerable club de fans, sobre to-

El cardenal AntonioMaría Rouco

y su obispo auxiliarmonseñor Fidel Herráez,con algunos peregrinos

de la diócesis de Madriddecanatos. Aparte de comer y celebrar jun-tos la Eucaristía, participamos en numerosasactividades en las que, además de entrar encontacto unos con otros, hacemos cosas tanvariadas como danza meditativa, juegos fí-sicos, decoración de postales y vasos... Eldía siguiente, domingo, está dedicado a laparroquia. Quienes no tienen planes alter-nativos con sus familias de acogida se juntanen las parroquias para pasar el día juntos.

Los problemas de comunicación no con-siguen apagar el buen ambiente, y siemprehay gente dispuesta a aportar sus conoci-mientos de alemán o español para amenizarlas conversaciones. Franz Kreutler, párro-co de uno de los municipios, me comentaque muchas familias le han contado, sor-prendidas, la facilidad con la que, casi sinconocerse, han sido capaces de hablar enprofundidad sobre los temas más variadoscon los jóvenes. El domingo 14 recibimosademás a 500 peregrinos más que han sali-do de Madrid el día 12. Así, el grupo de ladiócesis de Madrid, con 1.500, es el más nu-meroso de todos los españoles. Y con todo,sólo son una pequeña parte de los 12.000jóvenes madrileños que peregrinan haciaColonia.

Cuesta comprender lo difícil que se noshace el decir adiós a nuestras nuevas fami-lias, tras sólo dos días de convivencia. Peroel camino debe continuar, y, así, el lunes 15emprendemos la última etapa de nuestro via-je. En la Misa del Envío en Mannheim, don-de paramos unas horas, saboreamos un ape-ritivo de lo que van a ser los próximos días:compartimos un escenario gigante que actúacomo altar, banderas de todos los colores,y una liturgia viva y festiva con otros 15.000jóvenes que han pasado por la diócesis deFriburgo en los días previos.

Después, y tras algunos partidillos de fút-bol improvisados a la espera de salir, con lalentitud propia de un convoy de treinta au-tobuses, volvemos a emprender camino. Nosesperaba la ciudad de Bonn, vecina a Colo-nia, donde nos hospedamos en diferentesparroquias y colegios. Aunque la primeraimpresión no es muy buena –horas y horasde calles oscuras mientras intentamos en-contrar los alojamientos–, al día siguientetenemos toda la mañana para reconciliarnosy conocer lo más bonito e interesante de laciudad.

Broche de oro con el Papa

La tarde de ese mismo día 16 se inaugu-ra la XX Jornada Mundial de la Juventud,de forma simultánea en Colonia, Bonn yDüsseldorf –las tres ciudades sede de losprincipales eventos– con la celebración de laEucaristía y un festival.

Esta etapa final es mucho más corta delo que me hubiese gustado. En el libro quehemos recibido de la organización alemanahay 110 páginas detallando las actividadesque se nos ofrecen: catequesis de obisposde todo el mundo, conciertos, teatro, debatesy coloquios sobre todo tipo de temas, en-cuentros de distintos movimientos y con-gregaciones, lugares de oración abiertos to-do el día, y mil cosas más. El día 19 por lamañana muchos de los jóvenes de toda Es-paña nos reunimos en Bonn con todos losobispos que nos han acompañado.

Un maravilloso mosaico que refleja larealidad de nuestra Iglesia y que es impo-sible abarcar en unos días; con el incon-veniente añadido de que se han desborda-do todas las expectativas, y moverse porlas tres ciudades requiere con frecuenciahoras. Claro que también vale la pena des-cubrir que estar una hora de pie sin poderacceder al tren puede convertirse en unafiesta.

Todavía estando allí me doy cuenta deque no puedo asistir a todas las cosas que

quería –y que quedan marcadas a lápiz enmi libro–, pero todas las sensaciones vivi-das, el ambiente y el saber todo lo que está ami disposición me hacen vislumbrar la gran-deza, variedad y universalidad de la Iglesia,y me dejan con una gran curiosidad, no só-lo por las casi infinitas posibilidades de vivirla fe, sino por la vida y experiencias de cadauno de los hermanos que comparten conmi-go cada calle, cola y vagón. Además, desdeel mediodía del jueves 18 el Papa está connosotros, y, aunque no todos podemos ir ala orilla del Rhin para verle llegar, y él traeun programa algo distinto del nuestro, sen-timos su compañía.

El ambiente y la expectación crecen amedida que se acerca la traca final: la Vigi-lia y la Eucaristía de Marienfeld. Por fin lle-ga nuestra oportunidad para conocer, de for-ma casi personal, al Papa; de oírle dirigirsea nosotros. Y viene con Juan Pablo II en elrecuerdo –nos lo dice varias veces y nos en-tusiasmamos–, pero de forma muy distinta aél: callado, sobrio en los gestos, tímido e in-cluso algo nervioso. Si Juan Pablo II fue pa-ra muchos de nosotros el abuelo cariñoso ysabio, Benedicto XVI se nos revela como elpastor sabio y cariñoso. Monseñor JoséÁngel Sáez, obispo de Tarrasa y responsabledel Departamento de Juventud de la Confe-rencia Episcopal Española, los definió comoun viento impetuoso, a Juan Pablo II, y a Be-nedicto XVI como una brisa suave. Su fuer-za está en sus homilías, en cómo consigue re-sumir la inmensa grandeza de nuestra fe deforma breve pero directa y profunda, dán-donos una buena dosis de píldoras para nues-tra vida cristiana. Si de forma inconscientealgunos pensábamos en Colonia como al-gún tipo de prueba para Benedicto XVI,aprueba con muy buena nota, y nos deja amuchos con ganas de más. Como me co-menta Carlos durante las muchas horas quepasamos en el autobús de vuelta, «este Papava a ser muy interesante».

María Martínez López

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En las vísperas, todos los medios de co-municación presentaron la XX Jorna-da Mundial de la Juventud como el pri-

mer gran test para el pontificado de Bene-dicto XVI. El desafío era inmenso: ¿se re-petirían esos encuentros de centenares demiles de chicos y chicas de todo el mundoque había logrado convocar Juan Pablo II?

Durante años, los críticos hablaban deuna Iglesia centrada en el carisma personaldel Papa Karol Wojtyla y vaticinaban undesmoronamiento del catolicismo tras su fa-llecimiento, al desaparecer ese carisma. Mu-chos observadores recalcaban, además, in-cluso pocos días antes, el carácter benedic-tino del nuevo Pontífice, amante de la sen-cillez y de la sobriedad, agudo teólogo, pocodado a gestos espectaculares. Muchos yahabían tañido campanas para anunciar el fi-nal de una era, y el inicio de un nuevo re-pliegue de la Iglesia en las sacristías.

En la explanada Marienfeld, a unos 27kilómetros de Colonia, el domingo 21 deagosto, más de un millón de personas con-gregadas en torno al sucesor del apóstol Pe-

dro desmintieron esas previsiones. Ha sido laconcentración humana más grande del pla-neta en este verano. En su aplastante mayo-ría eran jóvenes procedentes de 193 países,que habían pasado la noche en ese mismoterreno, al aire libre, aguantando el frío des-pués de haber participado en una vigilia deadoración a Jesús, presente en la Eucaristía.

Lo que no ha logrado ningún espectácu-lo ni estrella de la música en este año, lo halogrado Benedicto XVI. ¿Cómo ha sido po-sible? El mismo Obispo de Roma respon-dió a esta pregunta en los tres grandes dis-cursos que dirigió a los jóvenes.

«No son las ideologías las que salvan elmundo –les dijo a los jóvenes en la Vigilia–,sino sólo dirigir la mirada al Dios viviente,que es nuestro creador, el garante de nuestralibertad, el garante de lo que es realmentebueno y auténtico».

«La revolución verdadera consiste úni-camente en mirar a Dios, que es la medida delo que es justo y, al mismo tiempo, es elamor eterno. Y, ¿qué puede salvarnos, si noes el amor?», preguntó bajo un palco ilumi-

nado de blanco, que recordaba la nube deDios del Antiguo Testamento.

Las palabras del Papa no buscaban losaplausos inmediatos, evitaron con escrúpu-lo todo efectismo artificial. Buscaban dejarhuella a largo plazo, para que los chicos ychicas que le escuchaban reflexionaran so-bre ellas al regresar a sus casas.

La genialidad del teólogo, que ya habíaimpresionado en los años sesenta a los par-ticipantes en el Concilio Vaticano II, tam-bién desempeñó su papel, hay que recono-cerlo. Como, por ejemplo, cuando reconocióque «se puede criticar mucho a la Iglesia»,recordando que Juan Pablo II había pedi-do «perdón por el mal causado en el trans-curso de la Historia por las palabras o losactos» de su hombres. Ahora bien –añadió,sorprendiendo a quienes le escuchaban–,«consuela que exista la cizaña en la Iglesia.Así, no obstante todos nuestros defectos,podemos esperar estar aún entre los que si-guen a Jesús, que ha llamado precisamentea los pecadores».

«La Iglesia es como una familia humana,pero es también al mismo tiempo la gran fa-milia de Dios, mediante la cual Él estableceun espacio de comunión y unidad en todoslos continentes, culturas y naciones», recal-có. Ésta fue, precisamente, una de las ideas

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Dios sigue seduciendo a los jóvenes

Benedicto XVI lanza en la XX Jornada Mundial de la Juventud, ante un millón de jóvenes congregados en Colonia, la verdadera revolución, el cambio decisivodel mundo que sólo Dios y los santos pueden imprimir a la Historia

Llegada de la Cruz de los jóvenes, al comienzo de la Vigilia de oración de la XX Jornada Mundial de la Juventud, en Marienfeld

centrales que sembró en los corazones jó-venes que le aplaudían con esos mismos gri-tos de estímulo que habían dirigido a JuanPablo II en Toronto, tres años antes, o en2000 en Roma.

Íntima explosión del bien

Una propuesta que va contra la corrientede un mundo que «escoge aquello que pla-ce», en el que la religión es buscada a la«medida de cada uno». Una religión así –se-ñaló– «es cómoda, pero en el momento decrisis nos abandona a nuestra suerte».

Por eso, el Papa pidió a los jóvenes con-gregados en Colonia ayudar «a los hombresa descubrir la verdadera estrella que indicael camino: ¡Jesucristo!», presentando el mo-delo de los Magos de Oriente, que tambiénsiguieron la estrella de Belén, y cuyas reli-quias, según la tradición, se encuentran pre-cisamente en la catedral de esta ciudad.

«Quien ha descubierto a Cristo debe lle-var a otros hacia Él. Una gran alegría no sepuede guardar para uno mismo. Es necesa-rio transmitirla», reconoció.

Fue así como lanzó la «verdadera revo-lución» que vino a traer a su país natal, a laque también calificó de «fisión nuclear» delos corazones. «Quisiera expresarlo de ma-nera más radical aún: sólo de los santos, só-lo de Dios, proviene la verdadera revolu-ción, el cambio decisivo del mundo», afirmóen la homilía de la clausura en la que entre-gó la cruz de los jóvenes y realizó el envíomisionero. «Sólo esta íntima explosión delbien que vence al mal puede dar vida a otrastransformaciones necesarias para cambiarel mundo», recalcó.

En el pontificado de Benedicto XVI losjóvenes se han convertido en los auténticosmisioneros, y él mismo lo constató, el 24 deagosto, al hacer en Castelgandolfo un ba-

lance de su primer viaje internacional du-rante la acostumbrada audiencia general delos miércoles. «Desde el corazón de la vie-ja Europa, que en el siglo pasado, por des-gracia, experimentó horrendos conflictos yregímenes inhumanos, los jóvenes han vuel-to a lanzar a la Humanidad de nuestro tiem-po el mensaje de la esperanza que no de-cepciona, pues está fundada sobre la Palabrade Dios, hecha carne en Jesucristo, muerto yresucitado por nuestra salvación», aseguró.

Jean-Marie Guénois, redactor del diarioparisino La Croix y presentador de un pro-grama religioso del canal de televisión Fran-

ce 2, al sintetizar la experiencia vivida enColonia, decía: «En lugar del carisma delos gestos de Juan Pablo II, que levantó mul-titudes, Benedicto XVI aporta un carismade la palabra, de maestro».

En cierto sentido, en sus discursos, co-menzó desde cero, pues su primer objetivo–confesado en la primera entrevista de su pon-tificado en vísperas de la peregrinación– hasido compartir el gusto de ser cristiano. Quie-nes se preguntaban cuál sería el rumbo quetomaría el nuevo Papa, ya tienen la respuesta.

Jesús Colina. Roma

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En la sinagoga, por segunda vez

Si bien Benedicto XVI vino a Colonia a encontrarse con los jóvenes, la visita a la sinagoga de estaciudad, en la que vive la comunidad judía más antigua del país, era uno de los momentos que más

expectación habían suscitado en las vísperas. Era la segunda visita de un obispo de Roma a un templojudío, después de que Juan Pablo II fuera acogido en la sinagoga de Roma en 1986.

En la Shoá, el holocausto judío, en esa ciudad alemana murieron al menos siete mil personas, comorecordó él mismo con tristeza en el discurso que les dirigió. Esa sinagoga fue destruida por los nazis en1938 y reconstruida en 1959.

El sucesor del apóstol Pedro calificó esos años como «el tiempo más oscuro de la historia alemana yeuropea», y explicó que «una demencial ideología racista, de matriz neopagana, dio origen al intento,planeado y realizado sistemáticamente por el régimen, de exterminar el judaísmo europeo». Minutosantes, el rabino Netanel Teitelbaum había recitado el kaddish, la oración de muertos, ante un memorial alas víctimas judías del nazismo.

El Pontífice, totalmente vestido de blanco, propuso «un diálogo sincero y confiado entre judíos ycristianos». Para ello, sugirió alcanzar dos metas: en primer lugar, lograr «una interpretación compartidasobre cuestiones históricas aún discutidas y, sobre todo, avanzar en la valoración, desde el punto de vistateológico, de la relación entre hebraísmo y cristianismo».

«Este diálogo –aclaró–, para ser sincero, no debe ocultar o minimizar las diferencias existentes:también en lo que, por nuestras íntimas convicciones de fe, nos distingue unos de otros, y precisamenteen ello, hemos de respetarnos recíprocamente».

Por último, propuso a cristianos y judíos colaborar a favor de «la defensa y la promoción de losderechos del hombre y el carácter sagrado de la vida humana, de los valores de la familia, de la justiciasocial y de la paz en el mundo».

Los diez mandamientos –concluyó– «es nuestro patrimonio y compromiso común».

Benedicto XVIda la bendición

con el Santísimo a la multitud de jóvenes

reunidos en la Vigilia de adoración, la noche

del sábado 20 de agosto

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Religión a la carta, no«No os dejéis

atrapar porlos señue-

los de una religión deconsumo, de una fe yuna moral a la carta, conlas que cada cual se creaa sí mismo un Dios a suimagen y semejanza. Li-bertad no es, sin más, go-zar de la vida, sentirseabsolutamente autóno-mos, sino orientarse se-gún la medida de la ver-dad y del bien»: sólo yaestas palabras del PapaBenedicto XVI ante másde un millón de jóvenesde todo el mundo, enColonia, entre el 16 y el21 de agosto, dan la me-dida exacta de lo que hasupuesto para la Iglesia y para el mundo actual el primer via-je apostólico internacional de Benedicto XVI, a quien se veen la foto, a bordo del Rhein Energie, Rhin arriba, para llegara Colonia. Una pancarta resumía inmejorablemente el miste-rioso y realísimo hilo invisible de la sucesión apostólica en laIglesia; decía así: «Benedicto es Juan Pablo». Los jóvenes sue-

len sintetizar muy bien las cosas, en este tiempo de eslóga-nes. Alfa y Omega ofrecerá próximamente a sus lectores los tex-tos íntegros de todos los discursos que Benedicto XVI pro-nunció durante este gran acontecimiento eclesial, sin dudauno de los acontecimientos más determinantes, si no el más,del verano.

Una dolorosa ausencia17soldados españo-

les dejaron su vi-da en Afganistán y 17 fa-milias lloran su ausencia.Toda España sintió el do-lor por esta tragedia, sinduda la mayor que ha su-frido el Ejército de Españadesde la catástrofe del Ja-kolev-42. Los Reyes y losPríncipes de España, conel Gobierno y los líderespolíticos, trataron de arro-par y de consolar a los fa-miliares de las víctimasde una catástrofe que noha sido explicada sufi-cientemente. Fue otra delas noticias –desde luegola más dolorosa– del ve-rano

El encuentro de un millón de jó-venes de todo el mundo con elPapa en Colonia ha sido, sin du-

da, el gran acontecimiento de este ve-rano. Sin embargo, la inmensa mayo-ría de los medios de comunicaciónespañoles no parece que lo hayan des-tacado como tal. Es más, no pocoshan intentado reducirlo a una cues-tión de chicos poco menos que raros yantiguos: ¡Mira que preocuparse to-davía de la religión en el siglo XXI!,como si los únicos jóvenes que pu-dieran considerarse tales fueran losenvejecidos del botellón y de las dro-gas. Si algo define lo genuinamentejoven es precisamente la esperanza,y a nadie con el sentido común des-pierto se le oculta la terrible desespe-ranza que envuelve la cultura hoy do-minante en el mundo, que, por mu-cho que se trate de disfrazar de pro-gresista, de avanzada y de moderna,genera jóvenes, adolescentes, y hastaniños, sin alegría verdadera, sin futu-ro, ahogados en un presente sin mássentido que un gozo inmediato, queen realidad no es tal, por inhumano eirracional.

¡Qué distinto es el horizonte queacaba de contemplar Benedicto XVIen Alemania, ante ese millón de jóve-nes que, lejos del cliché de la menta-lidad dominante, lo son de verdad!«Me siento dichoso –confesó a su lle-gada– de estar entre los jóvenes, deapoyar su fe y de animar su esperan-za»; e inmediatamente afirmó su cer-teza «de recibir algo de ellos, sobretodo de su entusiasmo, de su sensibi-lidad y de su disponibilidad para afron-tar los desafíos del futuro». Buscar elpropio gusto, según impone la dicta-dura del relativismo, tan certeramen-te diagnosticado por el cardenal Rat-zinger el día de comienzo del Cón-clave en el que sería elegido Papa, noes cosa en realidad de verdaderos jó-

venes. Éstos, a diferencia de lo queopina la mentalidad dominante, lo quebuscan es el propio bien, el auténticobien, propio y de la Humanidad ente-ra, y por eso, como les ha dicho Be-nedicto XVI a los obispos alemanes,«no buscan una Iglesia juvenil, sinojoven de espíritu; una Iglesia en la quese transparenta Cristo, Hombre nue-vo»; y añadió con toda conciencia:«Los jóvenes son para nosotros, pas-tores, una provocación saludable: nospiden que seamos coherentes, unidos,intrépidos».

Así lo ha sido, sin duda, el SantoPadre este verano en Colonia, afir-mando en su homilía en Marienfeldque, ante el olvido de Dios en nume-rosas partes del mundo, y junto a ellouna especie de boom de lo religioso,«la religión se convierte casi en unproducto de consumo», a la medidade cada uno, incapaz de salvar a na-die. No hay ningún cristianismo a lacarta. Sencillamente, porque el cris-tianismo es un hecho, una Persona,Cristo vivo y resucitado. Esto no essusceptible de interpretaciones ni re-ductible a doctrinas o a éticas parti-culares. «Aquí, en la Hostia consa-grada –les dijo a los jóvenes en la Vi-gilia de oración–, Él está ante nosotrosy entre nosotros». No era una simplereferencia piadosa, no era un gustoparticular de este Papa que la Euca-ristía, precisamente, haya sido el hiloconductor de toda la XX JornadaMundial de la Juventud. «No nosconstruimos –añadió– un Dios priva-do, un Jesús privado, sino que cree-mos y nos postramos ante el Jesús quenos muestran las Sagradas Escrituras,y que en la gran comunidad de fielesllamada Iglesia se manifiesta vivien-te». El mundo necesita cambiar, to-dos lo proclaman, sí, pero los cam-bios que no son el de Cristo que havencido definitivamente al mal y a la

muerte, y que nos hace partícipes desu victoria en la Eucaristía –afirmóen la Misa del domingo– «son super-ficiales y no salvan».

No es, en absoluto, políticamentecorrecto decir tales cosas. Pero los jó-venes de verdad quieren escucharlas.Precisamente porque son jóvenes, por-que tienen ganas de fiesta, porquequieren ser felices, y no caer en la en-gañifa de fiestas vacías que sólo con-ducen al hastío y a la nada. «No so-mos nosotros –les dijo el Papa, ha-blando justamente de la misa domini-cal– los que hacemos fiesta paranosotros, sino que es, en cambio, elmismo Dios viviente el que preparauna fiesta para nosotros». Sólo estaFiesta merece de veras la pena, y noporque sea más importante que todaslas demás, sino porque a éstas, y a lavida entera, a todo completamente,llena de vida, de sentido y de espe-ranza. Y esto tampoco son cosas pia-dosas, y menos aún ensoñaciones irre-ales. Que Cristo lo sea todo en la vidano aísla del mundo, ¡todo lo contra-rio! Es lo único que permite tener lospies bien en la tierra. Como a los Ma-gos de Oriente, Jesús hoy también noscambia las ideas sobre el poder. Noson los poderosos del mundo, sino lossantos, los que realmente lo cambian.Y santos son los que viven de la Eu-caristía, que, lejos de encerrar en lapropia intimidad, une a unos con otros,genera un pueblo, y hace experimen-tar «lo hermoso que es pertenecer auna familia tan grande como el mun-do, que comprende el cielo y la tierra,el pasado, el presente y el futuro detodas las partes de la tierra». Por eso,«¡construid comunidades basadas en lafe!». Éste ha sido el gran grito de Be-nedicto XVI en Colonia, que consti-tuye, ciertamente, en este regreso devacaciones, toda una saludable pro-vocación.

CRITERIOS 1-IX-2005 ΩΩ9 AA

Jóvenes y peregrinos

Antes del Encuentro conBenedicto XVI ya hemos

pisado un largo trazado de loscaminos de la vieja Europa, a laque, en muchas ocasiones, halanzado un grito de amor elinolvidable Juan Pablo II. En estaEuropa han sido convocadostodos los jóvenes del mundopara agradecer el pasado, podervivir el presente y mirar conesperanza el futuro.

La primera jornada laculminamos en la abadía deMontserrat, en el Monte, alamparo de la Madre del Señor.Los testigos del Resucitado deayer y de hoy son loscompañeros en el Camino. Lohemos vivido en Lyon, tierra desantos y mártires. En lacelebración eucarística de sucatedral los testigos de Jesucristode ayer nos tendieron sus manospara que olvidáramos lapermanente novedad y frescuradel Evangelio.

Desde el lugar de los mártiressubimos al Monte, a Voirons,donde la oración con lasHermanitas y Hermanitos deBelén y de la Asunción de laVirgen y de San Bruno alegró yensanchó nuestros corazones,con la belleza del canto y de laadoración. Sentíamos que elespíritu respira más hondocuando la criatura, cuerpo yalma, se abandona al soplo delEspíritu orante y adorante.

Desde Voirons, seguimoscaminando con la paz que noses regalada en los lugares santos.Llegados a los pueblos de laIglesia que peregrina enFriburgo, las puertas de las casasy los corazones se abrieron depar en par y nos hacían ver connuestros propios ojos que elhaber encontrado a Jesucristonos convierte en una granfamilia con el hermoso nombrede Católica.

Hemos llegado a Bonn.Esperamos gozosos el Encuentrocon el Santo Padre. Su presenciay su palabra harán que aminorenlos ruidos de la ciudad, queparecen ganar el pacífico espírituque debían caracterizar lascelebraciones previas de laJornada. Esperamos que elsilencio religioso del Caminovaya allanando los últimos pasospara escuchar, orante ygozosamente, al que nos preside,como Obispo de Roma, en launidad y en la caridad, y creceren el gozo de sentirnos Iglesia enla que encontramos la salvación.

+ Eugenio Romero Pose

SSaalluuddaabblleepprroovvooccaacciióónn

CARTASΩΩ10

1-IX-2005AA

Apagón informativo

El apagón informativo de buena parte de los medios es-pañoles sobre la Jornada Mundial de la Juventud de Co-

lonia ha sido clamoroso. Especialmente llamativo ha sido elde RTVE y el grupo de Polanco. Cualquier concierto de me-dio pelo recibe por su parte prime time con una milésima par-te de asistencia. Van 50.000 jóvenes españoles a Alemania,con otro millón de todo el mundo, y no lo consideran noti-ciable. Esto es, sectarismo que bordea lo kafkiano.

Ignacio NietoBurgos

«No tendremos palabras»

Invité a un amigo a Colonia. Me costó convencerlo. Una vezen Marienfeld, y viendo las multitudes de gente y el buen

rollo generalizado, me dijo: «Xavi, qué pena que no hayanvenido el resto de los amigos. No saben lo que se han per-dido y nosotros no tendremos palabras para explicar esto».Le dije: «Esta frase te la voy a publicar».

Javier DoménechCádiz

Eterno retorno del trabajo

Si hay algo que propicien las vacaciones, es la pereza. Enausencia de obligaciones laborales, uno no madruga, ra-

lentiza las tareas de mantenimiento, se da a lo pasivo-con-templativo (televisión, visitas turísticas, lectura…) y va rehu-sando lo activo, hasta llegar al día 30 hecho un amasijo deflojera y desgana, incapaz del más leve esfuerzo. El benéfi-co descanso que debe seguir naturalmente al trabajo se dis-torsiona por la pereza hasta llegar a ser perjudicial.

Las vacaciones tampoco favorecen una alimentaciónequilibrada. Bien por falta de variedad (chiringuito), bienpor exceso de cantidad (buffets), quién más quién menosse deja arrastrar por la gula hacia las dunas de la obesidad olos volcanes del colesterol.

Parece que la mayor libertad de que disfrutamos en va-caciones la empleamos en nuestro perjuicio. Y eso sin con-tar accidentes de tráfico, daños del alcohol y rupturas depareja, tres males que, aunque presentes todo el año, seaceleran en las vacaciones estivales. ¿Y ésta es la feliz cul-minación de once meses de duro trabajo? ¿Para esto se hagastado uno la paga extra y los ahorros del año? En vistadel balance, lo sensato sería poner en tela de juicio el sistemade vida materialista y hedonista que nos venden y que (gus-tosos) compramos.

E.M. PrietoMadrid

Consejos para la vuelta

Apunto de comenzar el curso empiezan a aparecer es-tudios de lo que costará la vuelta al colegio de cada hi-

jo. Precisamente porque no es barato, conviene no hacergastos superfluos. No es necesario, por ejemplo, comprarun cuaderno con muchas hojas para cada asignatura; sepueden utilizar los del año pasado que, casi seguro, tienenel 90% de las hojas en blanco. Tampoco suelen ser impres-cindibles las colecciones de bolígrafos, rotuladores y lápicesde mil colores, ni un estuche nuevo para los mismos, porilustrado que esté del curso anterior. Si necesitan llamar a ca-sa, en los colegios suele haber teléfonos, por lo que no ne-cesitan un móvil que les hará perder el tiempo intercam-biado mensajes con los amigos, y que además perjudicará suaprendizaje de la correcta forma de escribir. Las zapatillas yprendas deportivas no tienen por qué ser de marcas quecuesten un pastón, sólo para que no sean menos que losdemás. En cambio, lo que sí conviene comprar son forros deplástico para los libros de texto, para que puedan ser apro-vechados por otros. Las matemáticas las aprenden los hijosen el colegio, pero en la sobriedad son los padres los que loshan de educar.

Federico Gómez PardoGerona

¿Información?

Soy una joven de 26 añosque asistí a la Jornada

Mundial de la Juventud enColonia, con el Papa Bene-dicto XVI, en un encuentroen el que participaron másde un millón de jóvenes demás de 197 nacionalidades. El encontrarme allí con tan-tísimos jóvenes cristianos,con inquietudes, como yo,ha sido una experiencia in-creíble. Un ejemplo de có-mo la juventud no es confor-mista, sino que busca la paz yla felicidad a través de Cristoy el Evangelio. El sábado 20de agosto tuvo lugar una Vi-gilia de oración, en la que es-cuchamos el mensaje del Pa-pa. Y el domingo, la multitu-dinaria misa con los jóvenes.A la vuelta del viaje, me hachocado la poca difusión in-formativa que ha tenido estehecho mundial. Por ejemploen los informativos de la se-mana, y en el programa In-

forme Semanal no se ha comentado ni una sola palabra alrespecto. Me pregunto si nuestra televisión pública es unmedio de información real, o si responde a las verdaderasexigencias de la sociedad. Pues ¿no son acaso los jóvenesmotivo de información? ¿Por qué se nos utiliza como ban-dera, pioneros de ideas con las que no nos identificamos,ni responden a nuestras verdaderas inquietudes persona-les? El debate no es nuevo: información o manipulación.Pero, eso sí, no opinen por nosotros, por favor.

Francisca García VázquezGranada

Las cartas dirigidas a esta sección deberán ir firmadas y con DNI, y tener una extensión máxima de 20 líneas. Alfa y Omega se reserva el derecho de resumir su contenido

VER, OÍR Y CONTARLO 1-IX-2005 ΩΩ11 AA

Comunión y Liberación ha enviado aldirector de El País una nota pidiendoque publique las palabras exactas que

pronunció don Julián Carrón, presidentede la Fraternidad de Comunión y Libera-ción, con motivo de una entrevista publi-cada el pasado miércoles 24 de agosto. DonJulián Carrón aseguró: «Algo no ha funcio-nado en la transmisión de la fe (en España),y en el resto de Europa. En España todo eraa favor, era posible la transmisión de la feen las escuelas, en las parroquias… No bas-taba y no podía bastar la reducción de la fe aética, a un discurso correcto y limpio, un su-brayado a veces excesivamente moralistadel cristianismo». El diario El País, el jueves25 de agosto, afirmó, basándose en estas pa-labras, que «el sacerdote que dirige el mo-vimiento católico Comunión y Liberación(CL), Julián Carrón, opina que la Confe-rencia Episcopal Española ha contribui-do, con sus errores, al auge del relativismo enEspaña. En una entrevista publicada por eldiario italiano Corriere della Sera, Carrón,de 55 años, señala que la jerarquía dirigidapor el cardenal Ricardo Blázquez hace unalectura a veces excesivamente moralista delcristianismo y que ése es uno de los factoresque explica sus dificultades en la transmisiónde la fe».

La información del diario El País tergi-versa las declaraciones de don Julián Ca-rrón, que en ningún momento se refirió a laConferencia Episcopal Española ni al pro-blema del relativismo. Ofrecemos a los lec-tores el texto íntegro de la entrevista, reali-zada por Gian Guido Vecchi, al Presidentede la Fraternidad de Comunión y Libera-ción, según aparece en la edición en Internetdel citado diario italiano:

¿Ha habido algo de desorientación des-de la muerte de Don Giussani?

Yo personalmente no lo he visto. Su de-saparición ha supuesto un dolor inmensopara todos, y es natural que cada uno de no-sotros pensase en tantas cosas compartidas alo largo de su vida, pero aquello que ha pre-valecido es la certeza de su compañía. Sin es-ta presencia, el espectáculo de unidad quese ha visto en el Meeting de Rímini habría si-do inconcebible.

Después de su intervención, quince milpersonas le aplaudieron durante cincominutos mientras usted permanecía en laplatea absorto. ¿En qué pensaba?

Era asombroso ver la grandeza del puebloque Don Giuss ha generado con la gracia desu carisma. Aquel aplauso expresaba la gra-titud por la fe como un don, y la alegría dequien sabe que nuestra historia continúa.

Marcello Pera, Presidente del Senadoitaliano, habló en el Meeting de la pérdi-da de identidad de Occidente. ¿Compar-te su visión?

No se puede no compartir la preocupa-ción por la confusión en la que vivimos. Latradición es la riqueza que un pueblo haacumulado a lo largo de su historia. Noso-tros no venimos al mundo con un libro de

instrucciones bajo el brazo; Dios nos hacenacer en un pueblo donde uno espera en-contrar una propuesta para introducirse en lavida. Pero no se trata de imponer, sino deproponer, para que las personas no se ex-travíen. Es sintomático que Don Giussani, alfinal de su vida, dijera que siempre lo habíaapostado todo por la libertad de aquelloscon los que se había encontrado: nunca sin-tió necesidad de forzamientos de ningún ti-po, sino de ponerse frente a la libertad delotro.

Pera habló de una defensa extrema conlas armas.

Hablar de legítima defensa supone abor-dar un punto de la doctrina social de la Igle-sia. Pero la cuestión incluye algo más radi-cal: tener algo que defender. El problemamás profundo es el nihilismo, que no pareceser algo interesante para nadie. Pregunta:¿de qué punto partir? Nosotros pensamosque no es la fuerza de las armas lo que pue-de cambiar la situación, sino la transmisiónde la fe. El cristianismo se difundió duranteel Imperio Romano no a través de las armas,sino con el testimonio de una experiencia, yasí ha ido sucediendo después. Nosotros cre-emos en esto, nosotros ponemos nuestra es-peranza en Cristo. A la política sólo le pedi-mos disponer de un espacio para ser nosotrosmismos; y este espacio lo reclamamos tam-bién para otros que tienen su propia identi-dad.

¿Y la alarma de Marcello Pera sobre«convertirnos todos en mestizos»?

Es un hecho que hoy convivimos con mo-dos de vida distintos. En el encuentro, en eldiálogo, en la convivencia recíproca cadauno puede confrontarse con la experiencia delos otros. Después está la cuestión de si elmodo con el que cada uno se introduce en larealidad es fascinante o no.

España está considerada como el epi-centro del relativismo; se habla de un cier-to rencor contra la Iglesia. ¿Por qué sucedeesto en la catolicísima España?¿Hay algu-na responsabilidad de la Iglesia en su país?

Hay muchos factores en juego, pero es evi-dente que algo no ha funcionado en la trans-misión de la fe, tampoco en el resto de Euro-pa. En España, en cierto modo, todo estaba afavor; existía la posibilidad de transmitir la fedesde la escuela, en las parroquias…

¿Y entonces?No bastaba ni podía bastar reducir la fe a

una ética, a un discurso correcto y limpio,en un subrayado a veces excesivamente mo-ralista del cristianismo. No se trata de queuno deba permanecer sin mancha alguna;también Pedro y Pablo eran hombres, consus límites. En la Jornada Mundial de la Ju-ventud celebrada en Colonia me ha llamadola atención el deseo del Papa de transmitir laalegría de la fe; ¡porque la fe y la alegría–dijo Benedicto XVI– no son un conjuntode preceptos y deberes! También el Conciliodice que la verdad cristiana es un aconteci-miento, es vida, y se transmite sólo a travésdel testimonio de vida. Lo esencial es volvera despertar el interés del anuncio, el sentidode novedad de los primeros cristianos. Escomo enamorarse; Don Guissani habla devolver a hervir, a bullir. No por nada el Mis-terio ha elegido la encarnación, no nos haenviado un conjunto de reglas.

¿Siente el peso de la responsabilidad?Mi responsabilidad es decir sí a Cristo;

sólo así puedo acompañar a los otros. Delresto se ocupa Él. También porque, si no,no podría dormir por las noches, y en lugarde ello duermo muy bien».

José Francisco [email protected]

Una entrevista tergiversada

Don Giussiani con los jóvenes

de Comunión y Liberación,

en sus comienzos

AQUÍ Y AHORAΩΩ12

1-IX-2005AA

En estos años estamos acostumbrados a ver, en los actos de bea-tificación y canonización, los grandes retratos de los protago-nistas colgados de las ventanas de la fachada principal de San

Pedro en Roma. El 9 de noviembre de 2003 vimos el retrato de unamujer bondadosa y paciente, sin asomo de jactancia, sin afán deprotagonismo. Su rostro acoge y da confianza, su penetrante y dul-ce mirada no podían olvidarla los que la conocieron. Es BonifaciaRodríguez de Castro. Bonifacia Rodríguez nace en Salamanca el 6de junio de 1837, en una familia de artesanos. El pequeño taller essu escuela de trabajo y oración.

Bonifacia Rodríguez es una artesana, una mujer humilde y sen-cilla de la intrahistoria salmantina, que diría Unamuno. Su nombreaparece en los padrones municipales junto a sus vecinos, gente po-bre y anónima, desgranando sus años y anotando su perfil: «Sabe le-er y escribir», es «cordonera». En el siglo XIX, el 90% de las mujeresde Salamanca eran analfabetas y sin cualificación laboral. Para unaartesa, la formación recibida era un privilegio.

En su juventud monta su propio taller de cordonería y pasama-nería. Con un grupo de amigas funda la Asociación de la Inmaculaday San José, para la oración y la promoción femenina, con carácter lú-dico, conectando así con la corriente de asociacionismo católico vi-gente en el siglo XIX.

En 1874, funda, con el padre jesuita Franscisco Butiñá, la Congre-gación de las Siervas de San José, que tiene como base su propio taller.Tiene como objetivo la oración y el trabajo, la acogida a las mujeres po-bres sin trabajo y el fomento de la industria. Sus casas se llamarán Ta-lleres de Nazaret, cuyo modelo es la casa de la Sagrada Familia.

Una novedad en Salamanca

El Taller de Nazaret de las Siervas de San José es una novedad enla ciudad de Salamanca; sorprende también la originalidad de vidareligiosa que ofrece, tiene «las mejores máquinas y artilugios de laépoca», importados de Inglaterra. Es un taller artesanal mecanizado,donde se trabaja todo tipo de artesanías. Entre el ruido de las má-quinas se reza y se medita la vida oculta de Jesús por medio de ja-culatorias, a imitación de María, que guardaba en su corazón losmisterios de la infancia de Jesús. En una Congregación «sin másrentas que el trabajo», se trabajaba muchas horas, el trabajo era ora-ción, «el taller era coro».

Poco después de la fundación, comienzan las incomprensiones dedentro y fuera de la comunidad. Rompía los esquemas de la vidareligiosa tradicional –definida por el obispo que la aprobó como«una especie de cooperativa»–, sin dote, sin hábito, en comunidadde bienes y en igualdad con todos los miembros que trabajan en elTaller, religiosas y trabajadoras. Una Congregación de mujeres po-bres y sin respaldo no era lo suficientemente creíble en una sociedadtradicional e inmovilista. Había que impedir tanta novedad. La ex-pulsión del fundador, Francisco Butiñá, de España y la marcha a ladiócesis de Barcelona del obispo Lluch, que había dado la aproba-ción, dejaron a las Siervas de San José totalmente vulnerables.

Sola en la comunidad

Bonifacia Rodríguez se queda sola, su comunidad no compartía elestilo de irrelevancia social que presentaba la Congregación, peroella se mantiene fiel al carisma. Esto le cuesta todo tipo de humilla-ciones, que culminan con su destitución como Superiora de la comu-nidad. Se marcha a Zamora para fundar otro Taller de Nazaret en co-munión fraterna con el primitivo Taller de Salamanca, en suma pobreza.

Desde 1883 a 1905, en que muere, la vida de Bonifacia en Zamorase desarrolla en fidelidad a su vocación en el silencio y el olvido. SuCongregación se desvía del objetivo fundacional y margina a Bo-nifacia y a su comunidad de Zamora, que queda excluida de todos lospasos que va dando la Congregación: aprobación civil por la reina

María Cristina, y aprobación pontificia por el Papa León XIII. Se im-pone silencio sobre su persona y es privada de su condición de fun-dadora.

Mientras, Bonifacia se identificaba con Jesús trabajador en Na-zaret, imitando su silencio, perdón y vulnerabilidad durante su Pa-sión. Hacía vida el Himno de la Caridad de la carta de san Pablo a losCorintios, educaba a niñas desamparadas enseñándoles un oficio yacogía a las jóvenes desempleadas «para librarlas del peligro deperderse».

Tras un largo proceso de descubrimiento y reconocimiento, ygracias al Concilio Vaticano II, la figura de Bonifacia es reconoci-da en la Iglesia como paradigma de creyente que muestra la posibi-lidad de santificarse en el trabajo ordinario, humilde y sencillo. LaIglesia reconoció, con la beatificación de Bonifacia, su vida evan-gélica puesta al servicio de los pobres y trabajadores. Se hizo justi-cia a una mujer humilde y pobre que, a través del transcurso deltiempo, se nos va haciendo más grande, y no por eso menos próxi-ma y cercana, que tuvo la valentía de hacer vida la página evangé-lica de la vida oculta de Jesús en Nazaret.

En este año del primer centenario de su muerte es motivo de ale-gría para la Iglesia, para el mundo del trabajo y para todo creyente,porque la palabra de Dios a favor de los humildes se hace patente enuna mujer sencilla, que pasó por la vida haciendo el bien, como in-dica su nombre, Bonifacia, a imitación de Jesús en Nazaret.

Adela de Cáceres, ssj

Se cumple el centenario de la muerte de la fundadora de las Siervas de San José

Memoria de una mujer humilde

que son las cosas: cuando una semana des-pués se hizo público el nombramiento, em-pezaron las protestas de parte de algunosgrupos de Barcelona porque el nuevo arzo-bispo no era catalán y porque «había sidoimpuesto –decían– por Franco, contra la vo-luntad del Papa».

Fue obediente, cuando recibió mandatosde sus Superiores. Pero igualmente fue li-bre al hablar, cuando se trataba de cosas opi-nables. Con Franco tuvo varias entrevistas,cuyo contenido no trascendió a la prensa,pero de las que dio cuenta a la Nunciatura.En varias ocasiones le insistió para que re-nunciara al derecho de presentación y seabrieran cauces para nuevas leyes de prensay asociación. Cuando se produjo el caso delobispo Añoveros, su intervención fue deci-siva para que no fuera expulsado de España.En más de una ocasión le insistió que noaplicara la ejecución de penas de muerte.Pero nunca lo comunicó a la prensa

En relación con la Santa Sede, en unaocasión, un arzobispo de mucha influenciaen el Vaticano y en amplios ambientes es-pañoles le indicó la conveniencia de que en-viara informes sobre la situación política deEspaña y su opinión sobre la misma, comolo hacían otros obispos. La respuesta fueque la obligación que tenía era cuidar de sudiócesis e informar sobre la situación doc-trinal y moral, y no creía que fuera misión deun obispo diocesano enviar informes sobrela situación política de España; ésa es mi-sión de los nuncios, pero si creían que debíahacerlo, que se lo dijeran por escrito y le in-dicaran sobre qué aspectos deseaban infor-mación, y lo haría. La carta nunca llegó ysiguió sin enviar tales informes.

Al señor Nuncio Dadaglio le dijo que noestaba de acuerdo con algunas declaracio-nes que se habían hecho desde la Santa Se-de sobre hechos concretos de España; quesi había que cambiar la doctrina de la Iglesiasobre algunos puntos, que lo hiciera quientiene poder para ello y él obedecería. Peroemitir juicios públicos sobre hechos y si-tuaciones concretas, lo consideraba muy pe-ligroso y, al no tratarse de cosas doctrina-les, sino que dependían muchas veces de lasinformaciones que se tuvieran, podrían serorigen de que se aumentaran las divisionesque ya existían entre los católicos.

«Hemos de estar unidos en lo esencial ydebemos respetar el pluralismo en lo acci-dental», repetía con frecuencia. Y a vecesdamos la impresión de que estamos hacien-do lo contrario.

Son hechos que deseo hacer públicos enel primer aniversario de la muerte de donMarcelo, cuando lo ocurrido ya es Historia.En lo esencial, fue obediente hasta el máxi-mo. En lo accidental, fue siempre libre, yhabló con claridad y exigió libertad de ac-ción. Siempre se mantuvo obediente al Papay fiel a la doctrina de la Iglesia, manifestadade forma expresa al Concilio Vaticano II.

Santiago Calvo Valencia

El día 25 de agosto se ha cumplido el pri-mer aniversario de la muerte del carde-nal don Marcelo González, arzobispo

emérito de Toledo. Quienes estuvimos cer-ca de él notábamos su ausencia, y a la vez leseguimos teniendo presente. Al recordarle,me fijo en una característica, que fue su nor-ma de conducta: la obediencia y la libertadde espíritu.

Recuerdo momentos de su vida en quesus superiores le dijeron lo que tenía quehacer, y él obedeció con decisión, a sabien-das que le costaba aceptar. Cuando tenía 22años, terminó sus estudios de Teología enla Universidad de Comillas, con las máximascalificaciones y con demostración de so-bresalientes cualidades. No podía ordenarsesacerdote por ser muy joven, y el profesorque le había dirigido la tesina le animó aque la trabajara un poco más, y le serviríade tesis doctoral. A don Marcelo, como acualquiera a esa edad, le hizo ilusión la pro-puesta. Lo comunicó a su prelado, el arzo-bispo de Valladolid, que ya le apreciaba mu-cho, y la respuesta fue que le necesitaba co-mo profesor del Seminario para explicar La-tín y Lengua castellana en Primer Curso, yque más adelante ya haría el doctorado. Yasí lo aceptó con naturalidad e ilusión. Esemás adelante nunca llegó, porque, en cuan-to se ordenó sacerdote, empezó sus traba-jos intensos en el Seminario, en la Univer-sidad, en Acción Católica, en el apostoladodel púlpito y, sobre todo, en los esfuerzos afavor de los más necesitados.

A los 42 años, tras diversas objecionesque puso al Nuncio, monseñor Antoniutti,

intentando demostrarle que él no tenía lascualidades que le atribuían, fue nombradoobispo de Astorga. «Ante la insistencia delseñor Nuncio –le oí decir varias veces–, tu-ve que rendirme».

En Astorga estuvo seis años, siempre muycontento. Y allí recibió el nombramiento dearzobispo coadjutor de Barcelona. Durantecuatro meses estuvo resistiendo a la pro-puesta del Nuncio,monseñor Riberi, elcual en febrero de1966 le dijo que po-día estar tranquilo,que, aunque a él nole resultaban muyconvincentes las ra-zones que le habíadado, ya había llega-do a un acuerdo conel Gobierno (existíaentonces el derechode presentación) para no enviarle a Barce-lona, pero que estuviera preparado porqueiría al primer Arzobispado que quedara va-cante y ya no podría negarse.

Don Marcelo agradeció al señor Nunciolas gestiones que había hecho. Pero, al día si-guiente, recibió una nueva llamada diciendoque regresara inmediatamente a Madrid. ElNuncio le anunció que el Papa, personal-mente, había cambiado el orden de la ternay había decidido que tenía que ir a Barce-lona, y era el momento de prestar el servicioa la Iglesia que el Papa le pedía, aunque lecostara. «No tuve más remedio que acep-tar», me dijo al salir de la Nunciatura. Y lo

Iniciativa y libertadEscribe el Deán de la catedral del Toledo, en el primer aniversario de la muerte del cardenal don Marcelo

González Martín, arzobispo emérito de Toledo

Fue obediente cuandorecibió mandatosde sus Superiores.Pero igualmente fue libreal hablar, tratándosede cosas opinables

AQUÍ Y AHORA 1-IX-2005 ΩΩ13 AA

Don Marcelo saluda al Papa Juan Pablo II

durante su último viaje a España, en marzo

de 2003

IGLESIA EN MADRIDΩΩ12

1-IX-2005AA

que son las cosas: cuando una semana des-pués se hizo público el nombramiento, em-pezaron las protestas de parte de algunosgrupos de Barcelona porque el nuevo arzo-bispo no era catalán y porque «había sidoimpuesto –decían– por Franco, contra la vo-luntad del Papa».

Fue obediente, cuando recibió mandatosde sus Superiores. Pero igualmente fue li-bre al hablar, cuando se trataba de cosas opi-nables. Con Franco tuvo varias entrevistas,cuyo contenido no trascendió a la prensa,pero de las que dio cuenta a la Nunciatura.En varias ocasiones le insistió para que re-nunciara al derecho de presentación y seabrieran cauces para nuevas leyes de prensay asociación. Cuando se produjo el caso delobispo Añoveros, su intervención fue deci-siva para que no fuera expulsado de España.En más de una ocasión le insistió que noaplicara la ejecución de penas de muerte.Pero nunca lo comunicó a la prensa

En relación con la Santa Sede, en unaocasión, un arzobispo de mucha influenciaen el Vaticano y en amplios ambientes es-pañoles le indicó la conveniencia de que en-viara informes sobre la situación política deEspaña y su opinión sobre la misma, comolo hacían otros obispos. La respuesta fueque la obligación que tenía era cuidar de sudiócesis e informar sobre la situación doc-trinal y moral, y no creía que fuera misión deun obispo diocesano enviar informes sobrela situación política de España; ésa es mi-sión de los nuncios, pero si creían que debíahacerlo, que se lo dijeran por escrito y le in-dicaran sobre qué aspectos deseaban infor-mación, y lo haría. La carta nunca llegó ysiguió sin enviar tales informes.

Al señor Nuncio Dadaglio le dijo que noestaba de acuerdo con algunas declaracio-nes que se habían hecho desde la Santa Se-de sobre hechos concretos de España; quesi había que cambiar la doctrina de la Iglesiasobre algunos puntos, que lo hiciera quientiene poder para ello y él obedecería. Peroemitir juicios públicos sobre hechos y si-tuaciones concretas, lo consideraba muy pe-ligroso y, al no tratarse de cosas doctrina-les, sino que dependían muchas veces de lasinformaciones que se tuvieran, podrían serorigen de que se aumentaran las divisionesque ya existían entre los católicos.

«Hemos de estar unidos en lo esencial ydebemos respetar el pluralismo en lo acci-dental», repetía con frecuencia. Y a vecesdamos la impresión de que estamos hacien-do lo contrario.

Son hechos que deseo hacer públicos enel primer aniversario de la muerte de donMarcelo, cuando lo ocurrido ya es Historia.En lo esencial, fue obediente hasta el máxi-mo. En lo accidental, fue siempre libre, yhabló con claridad y exigió libertad de ac-ción. Siempre se mantuvo obediente al Papay fiel a la doctrina de la Iglesia, manifestadade forma expresa al Concilio Vaticano II.

Santiago Calvo Valencia

El día 25 de agosto se ha cumplido el pri-mer aniversario de la muerte del carde-nal don Marcelo González, arzobispo

emérito de Toledo. Quienes estuvimos cer-ca de él notábamos su ausencia, y a la vez leseguimos teniendo presente. Al recordarle,me fijo en una característica, que fue su nor-ma de conducta: la obediencia y la libertadde espíritu.

Recuerdo momentos de su vida en quesus superiores le dijeron lo que tenía quehacer, y él obedeció con decisión, a sabien-das que le costaba aceptar. Cuando tenía 22años, terminó sus estudios de Teología enla Universidad de Comillas, con las máximascalificaciones y con demostración de so-bresalientes cualidades. No podía ordenarsesacerdote por ser muy joven, y el profesorque le había dirigido la tesina le animó aque la trabajara un poco más, y le serviríade tesis doctoral. A don Marcelo, como acualquiera a esa edad, le hizo ilusión la pro-puesta. Lo comunicó a su prelado, el arzo-bispo de Valladolid, que ya le apreciaba mu-cho, y la respuesta fue que le necesitaba co-mo profesor del Seminario para explicar La-tín y Lengua castellana en Primer Curso, yque más adelante ya haría el doctorado. Yasí lo aceptó con naturalidad e ilusión. Esemás adelante nunca llegó, porque, en cuan-to se ordenó sacerdote, empezó sus traba-jos intensos en el Seminario, en la Univer-sidad, en Acción Católica, en el apostoladodel púlpito y, sobre todo, en los esfuerzos afavor de los más necesitados.

A los 42 años, tras diversas objecionesque puso al Nuncio, monseñor Antoniutti,

intentando demostrarle que él no tenía lascualidades que le atribuían, fue nombradoobispo de Astorga. «Ante la insistencia delseñor Nuncio –le oí decir varias veces–, tu-ve que rendirme».

En Astorga estuvo seis años, siempre muycontento. Y allí recibió el nombramiento dearzobispo coadjutor de Barcelona. Durantecuatro meses estuvo resistiendo a la pro-puesta del Nuncio,monseñor Riberi, elcual en febrero de1966 le dijo que po-día estar tranquilo,que, aunque a él nole resultaban muyconvincentes las ra-zones que le habíadado, ya había llega-do a un acuerdo conel Gobierno (existíaentonces el derechode presentación) para no enviarle a Barce-lona, pero que estuviera preparado porqueiría al primer Arzobispado que quedara va-cante y ya no podría negarse.

Don Marcelo agradeció al señor Nunciolas gestiones que había hecho. Pero, al día si-guiente, recibió una nueva llamada diciendoque regresara inmediatamente a Madrid. ElNuncio le anunció que el Papa, personal-mente, había cambiado el orden de la ternay había decidido que tenía que ir a Barce-lona, y era el momento de prestar el servicioa la Iglesia que el Papa le pedía, aunque lecostara. «No tuve más remedio que acep-tar», me dijo al salir de la Nunciatura. Y lo

Iniciativa y libertadEscribe el Deán de la catedral del Toledo, en el primer aniversario de la muerte del cardenal don Marcelo

González Martín, arzobispo emérito de Toledo

Fue obediente cuandorecibió mandatosde sus Superiores.Pero igualmente fue libreal hablar, tratándosede cosas opinables

Don Marcelo saluda al Papa Juan Pablo II

durante su último viaje a España, en marzo

de 2003

IGLESIA EN MADRID 1-IX-2005 ΩΩ13 AA

¿Podría recordarnos el itinerario,desde el principio, de la pere-grinación de la Jornada Mun-

dial de la Juventud de Colonia?Este itinerario se alimentaba de la cate-

goría espiritual y pastoral de la peregrina-ción. Pensamos que, para empezar, estaríabien un día en Santa María de Huerta –mo-nasterio cisterciense en la frontera entre laAlcarria y Aragón– para que pudiéramos in-vocar a la Virgen y empezar así de la manode María, para que nos llevara sanos y salvoshasta Colonia. Pasamos después por Mont-serrat, donde quisimos entrar en las raícesde la fe católica y de la fe cristiana en Espa-ña. Para ir después a Lyon, por invitacióndel cardenal Barbarin, con el centro de nues-tra atención en su historia cristiana, una his-toria marcada por los mártires de Lyon, don-de se ve cómo cuaja el Evangelio y se des-prende en el corazón de los europeos desdeel primer momento de la historia cristiana.

De allí fuimos a Montsvoirons, dondetienen su sede principal las Hermanitas deBelén de San Bruno, que en el mes de agos-to concentran a sus postulantes para cen-trarse en la oración y también en el apos-tolado. Queríamos dejarnos introducir, porellas, en el término de la consagración, conla clausura y la concentración. Queríamosencontrarnos con la vida consagrada comofórmula de plenitud de la vida cristiana yorientadora de la vida con una total entregaal Señor. Y allí nos encontramos con la Ma-dre General, y también con el Hermano Ge-neral, que nos explicaron cómo nació suvocación. Desde allí, ya nos incorporamosa lo que los obispos alemanes han llama-do la semana de fraternidad, de encuentrode los peregrinos de las distintas diócesiscon las diócesis alemanas. A nosotros senos había asignado cuatro zonas de la Sel-va Negra, al suroeste, la que toca con lafrontera suiza. Hubo encuentros por arci-prestazgos, y luego fueron en el marco delas parroquias respectivas. El lema era vi-vir la comunión eclesial: es en la Iglesiadonde se accede a la fe, la gracia, la Palabra.Y se ve cómo esto es igual estés donde es-tés, geográficamente, en tu vida y en la vi-da de la Iglesia.

De todo este tiempo, ¿qué resaltaríade lo que usted ha visto en los jóvenes quele acompañaban?

En este caminar y hasta llegar aquí, deboresaltar el ejemplo, el testimonio explícitoque han ido dando los chicos a través de to-dos los caminos de Europa. Ayer, un volun-tario me abordó, a la hora de coger el auto-bús para la recepción del Papa, y, emocio-nado, me decía: «Soy de la región de un pue-blo en el que han estado ustedes. Yo le doylas gracias muy de corazón del ejemplo delos chicos jóvenes, de los sacerdotes que les

acompañaban; fue para nosotros una especiede misión extraordinaria. La vida de nuestraparroquia es floja, el testimonio de las con-fesiones, por ejemplo, ha sido el de un des-censo enorme… Bueno, pues de mi puebloy de los de alrededor, no iba a venir nadie aColonia, y, después del paso de los chicosde usted y de sus sacerdotes, van a venir dosautobuses para los dos últimos días con elPapa». El hombre no sabía cómo agrade-cerlo.

Hay alrededor de un millón de jóve-nes en Colonia. ¿Esto puede representarel futuro halagüeño de una Iglesia joven?

Nosotros estamos empeñados en lo que yohe llamado la Misión Juvenil de Madrid. Va-mos a prepararla inmediatamente con el co-mienzo del curso escolar y académico. Unamisión en la que los jóvenes tendrán que sermisioneros, y no sólo receptores del testimo-nio de la Iglesia. No sólo los que tienen la vo-cación del ministerio apostólico, los obispos,los sacerdotes y consagrados, sino que los jó-venes que han vivido ya esa experiencia defondo, que la tienen y que es un apoyo fun-damental para su vida, tienen que sumarse algran testimonio de toda la Iglesia.

Alfa y Omega

La voz del cardenal arzobispo: desde Colonia

El testimonio de los jóvenesOfrecemos un extracto de dos entrevistas –una de Análisis Digital y otra de la Delegación Diocesana de la Juventud–

realizadas al cardenal arzobispo de Madrid, don Antonio María Rouco Varela, durante su reciente estancia en Colonia, con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud

El cardenal, en las homilías con los peregrinos

La memoria nos ayuda a identificarnos. Lo peorque puede ocurrirle a una persona es perder la

memoria y no saber quién es. Nosotros queremossaber quiénes somos y, para ello, nos colocamosen la memoria de Cristo.

Montserrat, 9-VIII-2005

Si nos dejamos bañar, estando al pie de la Cruzcon María, por la sangre derramada en la Cruz,

no hay que tener miedo de ninguna lucha y, aúnmenos, de la gran lucha entre el mal y el bien, en-tre el pecado y la Gracia, porque la victoria esnuestra.

Lyon, 10-VIII-2005

La vocación de la que participáis la mayoría devosotros es la vocación al matrimonio. (...) Los

niños son el fruto de la entrega plena y total deluno al otro, sin reservas. Una sociedad sin niños esuna sociedad sin amor. La muestra más grande deamor que uno puede dar al mundo es un hijo ouna hija, porque es dar la propia vida.

Montsvoirons, 12-VIII-2005

Una vida sin cansancio es una vida que no ha da-do más de sí. En el camino hacia la cruz, el Se-

ñor llega al Calvario con un cansancio infinito, peroel fruto de su cansancio fue la gloria y la resurrección.

Bonn, 20-VIII-2005

Un momentode la intervención

del cardenal Roucodurante la visita de losjóvenes al monasterio de Belén y San Bruno,

en Montsvoirons

TESTIMONIOΩΩ14

1-IX-2005AA

Después de mil viajes al África, sinprevención alguna, esta vez, termi-nada la celebración de la Jornada

Mundial del Enfermo –11 de febrero–, mevine del Camerún con la malaria. Los pri-meros pasos fueron de despiste, pensandoen la gripe que rondaba por esas fechas, has-ta que, al fin, decido ir a Urgencias, dondecomienzan las pruebas que dicen que deboingresar en el hospital con malaria por Plas-midium falciparum. Toda una Cuaresma ySemana Santa bajo controles médicos y asis-tencia de enfermería. La primera etapa fue lade Cuidados Intensivos. Tu cuerpo sin fuer-zas, sin ganas de nada, no es tuyo, más fla-co, necesitado de todo; no es tuyo, es de losotros, de los médicos, de las enfermeras...No siento dolor físico, pero no puedo hacernada por mí mismo, me faltan fuerzas y soydependiente en todo. Poco a poco, mi cuer-po, aunque necesitado de apoyo, comienza areaccionar.

Después me dan el alta de Cuidados In-tensivos y paso a planta en la Sección deMedicina, pero seguido por el servicio deenfermería de Ortopedia, 4ª planta; hospi-talizado aquí, quizá por estar cerca de la vi-vienda de la comunidad y de mi habitación.Aquí me siguen meticulosamente y co-mienzo a notar una fuerte mejoría; comien-zan a quitarme tubos, sondas...; me levanto

todavía ayudado. Pero comenzaba a ser au-tónomo. Llegados a este momento, y dado dealta, paso a la tercera etapa, ahora en comu-nidad, a mi habitación, pero siguiendo rigu-rosamente lo indicado por el médico. La ba-talla contra el enfermedad ha sido vencida ydoy gracias a Dios, a los médicos, a las en-fermeras; cuánta técnica, cuánta ciencia po-nen a tu disposición, esto te da seguridad.Las personas han sido para mí la mejor me-dicina; he apreciado su responsabilidad pro-fesional, la acogida y cordialidad, el respe-to a la persona, la humanización de la asis-tencia y la disponibilidad.

Yo también, «enfermo entre los enfer-mos», según la expresión del Papa, he he-cho mi experiencia pascual, sin ser prota-gonista, celebrante o co-celebrante; tanto laCuaresma, como la Semana Santa y los pri-meros días de Pascua, los he vivido, por pri-mera vez, desde la enfermedad, con sólo al-guna presencia menos fatigosa en las cele-braciones. Pero lo he vivido con serenidad,con paz, pidiendo al Señor que viniera enmi ayuda, porque mi corazón palpitaba másde lo ordinario y me faltaban las fuerzas(Salmo 21 y 37). Grité al Señor y me ha cu-rado (Salmo 29). Mi Viernes Santo se haconvertido en Domingo de Pascua. No asis-tí a la Vigilia Pascual, pero celebré la Euca-ristía con los enfermos el Domingo de Pas-

cua por la tarde. Tenía ganas de anunciarque Cristo había resucitado, era verdad, yomismo lo notaba en mi cuerpo mejorado.

La enfermedad me había sido beneficio-sa, porque me ha ayudado a reflexionar; hasido una ocasión para detener la vida agita-da, estresada, y también porque es una oca-sión para la amistad y para darte cuenta deque, a tu alrededor, existen muchas perso-nas buenas. Descubres personas nuevas en elhospital, en tu comunidad, en la vida de tra-bajo. Durante mi enfermedad he sentido cer-ca un río de oraciones, mucha solidaridad,muchos amigos, todos medicina del cuerpoy del espíritu, que me han ayudado a superarla enfermedad con paz y serenidad.

El dolor, la enfermedad suscita oracio-nes; yo he sentido que mucha gente ha re-zado por mi curación. Y he rezado, como sereza cuando el cuerpo está roto, enfermo. Yde modo particular lo he hecho el primer díaque me incorporo al trabajo, ofreciendo laEucaristía en acción de gracias por mi cu-ración y por todos los que habían contribui-do con la técnica, con la solidaridad, con laamistad. He rezado por todos.

Cuando estuve mejor, retomé mi hábitopor la lectura, comencé por lecturas suaves,revistas informativas, los dos documentosúltimos del Papa, a los sacerdotes y a losresponsables de las comunicaciones sociales,Ravasi sobre la Semana Santa, con textosde Bernanos, Claudel, Unamuno, Turoldo...;carta al Papa de Paolo Mosca; Memoria eidentidad.... Como no tengo nada que ha-cer, sino sólo cuidar mi salud, ésta ha sidouna ocasión privilegiada para leer y tam-bién para escuchar música. He hecho un re-corrido por los grandes maestros de la mú-sica. Es un buen medicamento.

Uno, durante el tiempo más crítico y du-ro de la enfermedad, experimenta una granimpotencia, no sólo en el cuerpo, sino en to-da la persona. No tienes ganas de nada, nide rezar oficialmente, se te cae el libro delas manos, no está tu cuerpo, ni tu mente, nitu espíritu para la cantidad de salmos, lec-turas, oraciones. Y elevas tu oración entre-cortada, sencilla, ayudada de breves pensa-mientos de la Escritura, a veces de frases desantos.

Recuerdo que, ya en planta de hospitali-zación, cuando ya comencé a leer un poco,sin que se me nublaran los ojos, fui a mi des-pacho y cogí el libro de las Confesiones desan Agustín; me caía simpático y apropia-do eso de «tarde te amé..., o «nos has hechopara Ti y nuestro corazón no tiene paz has-ta que no descanse en Ti». Todavía san Agus-tín: «¿Por qué te has de preocupar? Quiente hizo, cuida de ti».

Fue para mí, en esos momentos, comouna medicina espiritual. He experimentadola presencia de Dios en mí a través de tantasmediaciones, personas que se han cruzadoestos días en mi vida, animando, dando con-sejos. Han sido medicina, porque me ha da-do fuerza, esperanza, ganas de caminar.

+ José Luis Redrado

Monseñor Redrado Marchite, Secretario del Consejo Pontificio para la Salud:

He recobrado mi cuerpoEl obispo monseñor Redrado Marchite (de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios),Secretario del Consejo Pontificio para la Salud, da su testimonio, tras enfermar demalaria, al regresar de Camerún, donde se celebró la XIII Jornada Mundial del Enfermo:

Monseñor José LuisRedrado Marchite impone las manos en el sacramento de la Confirmación

EL DÍA DEL SEÑOR 1-IX-2005 ΩΩ15 AA

Es a vosotros, jóvenes de uno y otro sexo del mundo entero, a quienes el Concilio quiere dirigir su último mensaje. Porque sois vosotros los que vais arecibir la antorcha de manos de vuestros mayores y a vivir en el mundo en el momento de las más gigantescas transformaciones de su historia. Sois

vosotros los que, recogiendo lo mejor del ejemplo y de las enseñanzas de vuestros padres y de vuestros maestros, vais a formar la sociedad de mañana; ossalvaréis o pereceréis con ella.

La Iglesia está preocupada por que esa sociedad que vais a constituir respete la dignidad, la libertad, el derecho de las personas, y esas personas son lasvuestras. Está preocupada, sobre todo, por que esa sociedad deje expandirse su tesoro antiguo y siempre nuevo: la fe, y por que vuestras almas se puedansumergir libremente en sus bienhechoras claridades. Confía en que encontraréis tal fuerza y tal gozo, que no estaréis tentados, como algunos de vuestrosmayores, de ceder a la seducción de las filosofías del egoísmo o del placer, o a las de la desesperanza y de la nada, y que, frente al ateísmo, fenómeno decansancio y de vejez, sabréis afirmar vuestra fe en la vida y en lo que da sentido a la vida: la certeza de la existencia de un Dios justo y bueno. En el nombrede este Dios y de su Hijo, Jesús, os exhortamos a ensanchar vuestros corazones a las dimensiones del mundo, a escuchar la llamada de vuestros hermanos ya poner ardorosamente a su servicio vuestras energías. La Iglesia os mira con confianza y amor (...) Miradla y veréis en ella el rostro de Cristo, el héroeverdadero, humilde y sabio, el Profeta de la verdad y del amor, el compañero y amigo de los jóvenes. Precisamente en nombre de Cristo os saludamos, osexhortamos y os bendecimos.

Mensaje del Concilio a los jóvenes, 1.3-6

Esto ha dicho el Concilio

Siempre me ha llamado la atención que lo primeroque pedimos al Padre en la Eucaristía después de laconsagración sea «que quienes participamos del

Cuerpo y Sangre de tu Hijo formemos en Cristo un so-lo cuerpo y un solo espíritu». Las peticiones de la Ple-garia Eucarística se refieren siempre a factores decisivosde la vida que Cristo nos ha dado. Que la primera deesas peticiones sea la comunión de quienes formamos elcuerpo de Cristo es del todo significativo.

La fe, en la tradición cristiana, es un acto de la inte-ligencia. Pero lo que suscita ese acto de la inteligencia,y lo hace razonable, no pueden ser unas disquisiciones so-bre la historia accesibles sólo a unos pocos, y nunca evi-dentes. Eso no sería propio de Dios. Tiene que ser algoaccesible a todos, y lo suficientemente indicativo comopara que lo que se sigue de ello –nada menos que el donde la propia vida– sea razonable.

Pues bien, ese signo que despierta con su atractivola inteligencia y la libertad, que facilita la adhesión a al-go que uno sabe que es verdadero, y bueno y bello parala propia vida, es la comunión. La comunión es siempreun milagro, la comunión es siempre divina. Lo es la co-munión nupcial del hombre y la mujer (a diferencia deldeseo, meramente animal). Lo es la de los padres y loshijos, la de los amigos, la de los vecinos, la de los miem-bros de un pueblo o una nación. La comunión es el mo-do de vida de Dios, que es Amor. Entre los hombres, lacomunión es lo que está más allá de los intereses. Y es elmodo de vida para el que estamos hechos, lo que deter-mina el deseo más verdadero del corazón de todo hom-bre, porque somos imagen de Dios. Y sin embargo, por-que acceder a la intimidad de Dios es siempre una gra-cia, y también por la herida del pecado, la comunión esalgo que no nos podemos dar a nosotros mismos, queno podemos construir sin Cristo, sin el don de su gra-cia, sin su Santo Espíritu.

La comunión es, en cambio, un concepto malditoen la religión ilustrada, que predica que la Historia ylos hombres se mueven sólo por intereses, individua-les o de grupo. Por la influencia que esa religión tie-ne en nosotros, tampoco la comunión, durante mu-cho tiempo, ha sido entre nosotros algo central ennuestra vida cristiana. En un cierto tipo común deeducación católica se ha hablado mucho de virtudes(posteriormente sustituidas por valores), y muy po-co o nada de la comunión. Tal vez porque se daba porsupuesta. Aunque aquello de lo que no se habla ter-mina por no existir.

El Evangelio de este domingo, que promete que elPadre hará lo que dos le pidan de común acuerdo, su-pone precisamente la comunión. No habla de un acuer-do contractual, de un consenso, de una coincidencia deintereses, sino de la comunión. Lo único que dos queestán en comunión piden es lo que Dios quiere dar, quees siempre lo mejor para nosotros. Y por eso, esa peticiónDios la escucha siempre.

+ Javier Martínezarzobispo de Granada

XXIII Domingo de Tiempo ordinario

La comunión y la feEvangelio

En aquel tiempo dijo Jesúsa sus discípulos:

«Si tu hermano peca re-préndelo a solas entre los dos.Si te hace caso, has salvado a tuhermano. Si no te hace caso,llama a otro o a los dos, paraque todo el asunto quede con-firmado por boca de dos o trestestigos. Si no les hace caso,díselo a la comunidad, y si nohace caso ni siquiera a la co-munidad, considéralo como unpagano o publicano. Os asegu-ro que todo lo que atéis en latierra quedará atado en el cielo,y todo lo que desatéis en la tie-rra quedará desatado en el cie-lo.

Os aseguro además que, sidos de vosotros se ponen deacuerdo en la tierra para pediralgo, se lo dará mi Padre delcielo. Porque donde dos o tresestán reunidos en mi nombre,allí estoy yo en medio deellos».

Mateo 18, 15-20

RAÍCESΩΩ16

1-IX-2005AA

Cuando los Reyes Católicos inaugu-raron la política de compromisosmatrimoniales de Estado, no

podían mandar fotografías de sus hijos ehijas a los pretendientes elegidos, pero síretratos. Y por un retrato se conocían losesposos. Por un retrato conocía el puebloa su rey, y los cortesanos a los nobles. Unretrato recogía el aspecto del superior deuna Orden religiosa, y un retrato servía pa-ra conocer quién era el Sumo Pontífice. Po-co a poco, el retrato se fue popularizando, ytambién eran fuente de inspiración para losartistas las clases más bajas de la pobla-ción, desde un borracho hasta una pobreanciana. El estilo del retrato varía a lo lar-go del tiempo, desde las representacionesiniciales, donde se otorga mucha impor-tancia al entorno del retratado, hasta el cu-bismo picassiano, pasando por la estudiadaperfección de los rasgos de Velázquez, ode Goya.

En su origen, el retrato es un medio deevangelización. Los modelos retratados noquedan plasmados por ser personajes im-portantes, sino que se transforman en san-tos, en personajes de las Sagradas Escritu-ras o en advocaciones de la Virgen. Su úni-co fin era la devoción, y a los rasgos de lapersona que servía como base para el cua-dro, se le añadían algunos elementos pro-pios de la figura que se trataba de repre-sentar. Los primeros retratos en los que nose disfraza al representado son retratos enlos que el benefactor, el que paga la obra,aparece reflejado en un lateral del lienzo, re-zando o admirando a la figura principal.

Pero, a partir del siglo XV, el retrato de-ja de ser únicamente religioso para repre-sentar a sus verdaderos modelos. Todosbuscan perpetuar su imagen, y lo hacen gra-cias al pincel de artistas contratados por laCorte, para dejar constancia de quiénes fue-ron los que llevaron las riendas del país. El

Desde El Greco a Picasso, el Museo del Prado recogió la trayectoria del retrato

El retrato: rey del arte españolNo hace mucho, el Museo del Prado clausuraba una exposición

dedicada al arte del retrato, quizá el más representativo de la pinturaen España. La muestra hacía un exhaustivo recorrido por esta

tradición que ha traído hasta nuestros días los rostrosde reyes y plebeyos, de religiosos, de santos, de Papas, de nobles,

de infantas e infantes. Recogemos en estas páginas algunasde las obras expuestas, de permanente significado

Fray Hortensio Félix Paravicino, El Greco (siglo XVII). Museum of fine arts, Boston

Autorretrato con el doctor Arrieta, Francisco de Goya (siglo XIX). The MinneapolisInstitute of Arts, Minneapolis La infanta Margarita en traje azul, Diego de Velázquez (siglo XVIII). Kunsthistorisches Museum, Viena

retrato es, pues, una verdadera tradición enel arte esapañol. Quizá con Carlos V y Fe-lipe II alcanza su mayor esplendor. Con Ti-ziano y Moro, se inicia una línea que for-man pintores como Alonso Sánchez Coello,Juan Pantoja de la Cruz, Velázquez o Ca-rreño Miranda. Es la época de retratos demonarcas y nobles con sus insignias y con-decoraciones, y de infantas con sus gran-des vestidos. Poco a poco, el retrato abresus puertas a nuevos retratados, se popu-

lariza. Es El Greco el que da inicio a este ti-po de retratos. Velázquez recoge este testi-go con sus retratos de bustos, donde retiratodo lo superfluo para centrarse en los ras-gos del personaje al que representan. Los re-tratos entraron también en el mundo de laIglesia y dejaron su impronta en multitud deobras, que representan a sacerdotes con ma-yor y menor rango, a miembros de Órdenesreligiosas, que han dejado constancia desus hábitos, y, claro está, a los Papas.

España ha sido fuente de retratos quehoy pueblan los mejores museos del mun-do. No en vano el retrato es rey indiscutibleen el arte español.

María S. Altaba

RAÍCES 1-IX-2005 ΩΩ17 AA

La duquesa de Alba, Francisco de Goya (siglo XVIII). The Hispanic Society of America, Nueva York

Retrato de niña, Diego de Velázquez. Hispanic Society of America, Nueva York

La condesa de Chinchón, Francisco de Goya (siglo XIX) Museo del Prado, Madrid

Autorretrato, Pablo Picasso(siglo XX)

Colección particular

La duquesa de Alba, Francisco de Goya. Fundación Casa de Alba

ESPAÑAΩΩ18

1-IX-2005AA

¿Cuál es su posición ante laadopción por parte de pare-jas homosexuales?

En los últimos años, se ha trabajado sobreeste tema, tanto en la Unión Europea comoen todo el mundo. Se considera que, aun-que no hay estudios metodológicamente ri-gurosos en sentido estricto, la adopción dehijos en parejas homosexuales no es buenapor varias razones. En primer lugar, el ni-ño no tiene capacidad para hacer una decla-ración sobre si quiere o no tener unos pa-dres homosexuales o heterosexuales (lo quese llama un consentimiento informado). Enla medicina actual, el consentimiento es im-portantísimo, por ejemplo cuando se danfármacos a los pacientes. Se explican losefectos secundarios que puede tener ese me-dicamento, y se pide a esa persona que firmeun escrito por el que asiente que va a to-marlo. El niño, sin embargo, no tiene capa-cidad para hacer esto. Por otro lado, las pa-rejas de gays y lesbianas constituyen unaespecie de laboratorio psicológico en el cualel niño es sometido a un experimento: te-ner dos padres, o dos madres, cuyo resulta-

do no se va a saber cuál es. En tercer lugar,el niño no tiene capacidad ni posibilidad detener los dos grandes componentes de la na-turaleza humana, que son la masculinidady la feminidad. Pero, además, la adopciónen parejas gays significa una explotacióndel niño, que no puede defenderse de estasituación y que la acepta porque una pareja,que no es familia ni matrimonio, consigueadoptarle.

Por lo que usted explica, hay muchascontradicciones en todo lo que es la de-fensa de la adopción homosexual…

Sí. Por ejemplo, en la Declaración Inter-nacional de La Haya, a pesar de que Holan-da es el país más permisivo de la Unión Eu-ropea, se acepta la adopción de niños porparte de homosexuales siempre que seanholandeses. El problema de este documen-to es que mira más el interés de la parejaque el del niño. Por tanto, un niño no es aco-gido en una familia, sino que es una parejahomosexual la que recibe a un niño. Perohay más argumentos para decir No a lasadopciones por parte de homosexuales: uno

es el afectivo o sentimental, otro es el de lapersonalidad y la educación de todo lo quees la estructura de la forma de ser del niño y,finalmente, las repercusiones y los riesgosque este tipo de adopción tiene en el resul-tado educativo del propio niño.

¿Cuáles son esas repercusiones?Sobre todo, que es más fácil que el niño

se homosexualice. Además, el niño tiene unsesgo, le falta información. Es como si a míme explicasen sólo una parte, por ejemplo,de la historia de España. Por otro lado, estála gran cuestión de los derechos. El niño tie-ne unas exigencias que no puede expresarpor la edad que tiene. Dicho esto, debo re-cordar que tengo un gran respeto por la con-ducta homosexual, y, sobre todo, por losgays y lesbianas como personas. Ellos tienentodos los derechos, como cualquier ser hu-mano, aunque evidentemente esa conductaincluye muchos aspectos de desorden.

¿Qué ejemplos nos puede citar parademostrar esto?

Aunque no hay una experiencia muy fi-dedigna, porque los estudios son muy pe-queños, los niños adoptados por parejas ho-mosexuales tienen más posibilidades de su-frir un desajuste de la personalidad, lo que eninglés se llama personality disorder. Nar-cisismo, inmadurez y obsesiones son algu-nas de las manifestaciones de estas perso-nas, que presentan, en definitiva, una per-sonalidad no bien construida. En Españahay un estudio del año 2003, elaborado porMaría del Mar González, una psicóloga de laUniversidad de Sevilla, sobre una muestra de25 parejas homosexuales, pero le falla la ba-se porque es sesgado, no aleatorio. Por tan-to, no cuenta con la necesaria metodologíacientífica estricta.

Entonces, ¿en qué nos basamos?En lo que es toda la experiencia de la

educación de un niño en familia, entendi-da ésta como el núcleo de la sociedad, sucélula más importante. Los dos primeroselementos en que el niño se apoya paraconstruir su personalidad son sus padres.En ellos basan lo que se llama el modelo deidentidad. No sabemos el resultado del ex-perimento o la investigación global sobrelo que puede provocar en un niño el seradoptado por una pareja de gays o lesbia-nas. Pero a priori, con los datos que tene-mos sobre el tapete (que los hay), pode-mos afirmar que un niño que es educadopor dos personas del mismo sexo tiene másposibilidades de presentar fallos, defectoso errores psicológicos que otro educadopor una familia constituida por hombre ymujer.

Alfa y Omega

El doctor Enrique Rojas habla sobre la adopción por parte de homosexuales

«Hay muchos argumentospara decir No»

El prestigioso psiquiatra don Enrique Rojas ha escrito muchos libros sobre cuestionesrelacionadas tanto con su ámbito médico, como con otras cuestiones ligadas al pensamiento y a la mentalidad dominante de nuestro tiempo: las depresiones, la NewAge, la banalización de la sexualidad y del amor son algunos de los grandes temas que ha tratado. Para él, la presión de los grupos homosexuales para generalizar la adopción de gays y lesbianas (automáticamente incluida al legalizarse el matrimonioentre personas del mismo sexo) tiene su origen en lo que él llama «la tetralogía formada por el hedonismo, el consumismo, la permisividad y el relativismo»

que la selección de sexo por cualquier otrarazón que no sea la de evitar una enfermedadhereditaria grave está prohibida por partidadoble: por la ley 35/1988, que la incluye en-tre las infracciones muy graves (artículo 20,2, B, n); y por el Artículo 14 del Conveniosobre Derechos Humanos y Biomedicina.

El proyecto de nueva Ley de Reproduc-ción Asistida. Incluye una larga y muy de-corativa lista de infracciones. Confiere lasfunciones de control e inspección a las Co-munidades Autónomas y ciudades con Es-tatuto de Autonomía. Éstas no suelen dis-poner de personal cualificado para desem-peñar con competencia tales funciones, yhan demostrado, por lo general, estar másinteresadas en fomentar la industria procre-ática local y en condecorar a sus figuras queen corregir sus propias pifias. España, encomparación con los países de su entorno,tiene el récord de inactividad administrativay judicial en este campo.

Una futura Ley de clonación terapéu-tica. La cosa tiene por delante un caminolegal complejo: habrá que cambiar nada me-nos que el Código Penal y el Convenio deOviedo. Ha dicho la ministra que los reparoséticos a la clonación terapéutica son irrele-vantes, y ha añadido, para nuestra tranqui-lidad, que la futura Ley prohibirá con con-tundencia la clonación reproductiva. Em-pieza a verse que la terapéutica nada tieneque hacer si no se apoya en la reproducti-va. Si alguien sabe transformar las célulastroncales embrionarias en células construc-toras de tejidos y órganos son los embrio-nes. En eso los Wilmuts y Hwangs, los Ci-bellis y los Stojkovics, las Murdochs y Fis-hers, todos juntos y con el dinero que dese-en no le llegan a la suela del zapato al máshumilde de los embriones que crece en elútero de su madre. Lanza se ha dado cuentade dónde buscar la solución: clona, de mo-mento, embriones de ratón, pero en vez dedevanarse los sesos para clonar células tron-cales embrionarias in vitro, transfiere losembriones clonados a madres que los gestanpor 11 a 13 días (lo que equivale a 8 a 12semanas de gestación humana). La disec-ción de esos embriones proporciona célu-las progenitoras de tejidos y órganos, esta-bles, comprometidas, expansionables.

La clonación terapéutica vislumbra asísu trágico destino: parece necesitar de la clo-nación reproductiva y del subsiguiente abor-to programado. En experimentación animales duro, pero tolerable. En seres humanoses otra cosa. Una sociedad necesita tener uncorazón de piedra para aprobar una ley declonación que, para beneficio de otros, de-gradara al embrión hasta convertirlo en me-ro repositorio de células troncales, y a lamujer en un surrogado tanque de cultivo. Yeso para curar a los poderosos de este mun-do que puedan pagárselo. Los hombres co-munes, gracias a Dios, no podremos.

Gonzalo Herranz

Legislar es bueno y deseable, pues las le-yes justas aseguran la pacífica convi-vencia de todos. Pero no soy capaz de

sacudirme de encima la pesimista intuiciónde que, si uno se atiene a lo ocurrido en nues-tro pasado próximo, no merece la pena le-gislar en asuntos de bioética. Más todavía:me atrevo a sugerir que mejor sería derogarlas normas sobre la materia, abandonar losproyectos que están en marcha, y regresara un estado de vacío legal.

Parece que la preparación de legislaciónbioética va a toda máquina. El Consejo deMinistros ha remitido ya a las Cortes un pro-yecto de nueva ley de reproducción humanaasistida, con la recomendación de que seatramitada lo antes posible. Y ha revelado laministra de Sanidad que le gustaría proponerotra ley más para autorizar la práctica de lallamada clonación terapéutica. Se quieretambién ampliar la Ley del aborto. Parecen,pues, gozar de predilección las leyes que,paradójicamente, han de gobernar la crea-ción y la destrucción de seres humanos me-diante la reproducción artificial y el aborto.Se nos persuade de que, si queremos sercompetitivos y poner en juego nuestro ili-mitado potencial intelectual y económico,no se puede diferir la investigación, pues elpueblo español, más que ningún otro en elmundo, cree a ciegas en la ilimitada capaci-dad de la medicina regenerativa. Veamos al-gunos ejemplos:

La ley del aborto. España aparecía yaen 1995, según la agencia Population Ac-tion International, entre los 7 países delmundo donde el aborto era libre y seguro.En un país con una ley de primera genera-

ción, restrictiva y controlada, ese alto créditono pudo alcanzarse sin una cierta complici-dad política y judicial. Las garantías exigidaspor el Tribunal Constitucional para prote-ger el bien jurídico de la vida del nascitu-rus se convirtieron en un papeleo burlesco.Desgraciadamente, la complicidad tambiénvino de cierto Colegio de Médicos: cuando,hace unos años, dos médicos fueron conde-nados por haber practicado abortos contra-rios a la ley y a la buena práctica clínica, nosólo fueron aclamados como héroes por cier-tos grupos sociales: el Presidente del Cole-gio unió su voz al coro libertario que pedíasu indulto inmediato, sin haber reparado enel hecho sangrante de que aquellos dos mé-dicos no estaban inscritos ni en el suyo nien ningún otro Colegio de Médicos de Es-paña. Más cercana en el tiempo es la de-nuncia hecha por unos periodistas del Sun-day Telegraph de la actividad, presunta-mente ilegal, de una clínica de abortos enEspaña. Los escalofriantes hechos denun-ciados exigían una investigación a fondo.La correspondiente autoridad fulminó enun veredicto de actividad plenamente legaly de situación administrativamente correcta.

La Ley de Reproducción Asistida. Enun sinnúmero de publicaciones (basta conir a Google y buscar Nicola Chenery) se pu-blicó la noticia de que, en una clínica espa-ñola, se había practicado, con ayuda deldiagnóstico preimplantatorio, la selecciónprenatal de sexo. Nicola, una mujer británi-ca, madre de cuatro niños, quería a toda cos-ta tener una niña. Como en el Reino Unidoesa práctica no está autorizada, vino a Es-paña. Aquí se complació su deseo, a pesar de

Legislar para (no) cumplirEl doctor Gonzalo Herranz, que escribe este artículo, es profesor en la Universidad de Navarra

ESPAÑA 1-IX-2005 ΩΩ19 AA

MUNDOΩΩ20

1-IX-2005AA

¿Cuál ha sido la novedad de estaJornada Mundial? Si me detengo a reflexionar un

momento en París, Roma, Toronto, Colonia,tengo que decir que lo esencial ha sido igualen cada una de estas etapas: es verdadera-mente un fenómeno global de la Iglesia uni-versal, incluso con dos Pontífices diferen-tes, en contextos sociopolíticos diferentes.Me parece que hay un hilo conductor queune a todas estas Jornadas.

Ha sido la primera Jornada Mundialde Benedicto XVI. Los jóvenes, que hanvenido, querían también ver cómo seríala relación del nuevo Papa con ellos, que-rían aprender a conocerle. ¿Cree que lapresencia y participación del Papa ha si-do un éxito?

Si pudiera dar una respuesta rápida, di-ría que el Papa ha superado brillantemente eltest. Ante todo se ha podido constatar aten-ción alegre por parte de los jóvenes; ha de-mostrado su interés por cada uno de ellos,así como por la juventud en su conjunto.Luego, se ha podido ver una gran profundi-dad en sus palabras. En tercer lugar, con to-

da la dignidad que comporta el ministeriode Pedro, su aparición ha sido humanamen-te muy humilde, discreta. Y esta actitud, enparticular con los jóvenes, es muy impor-tante. De todos modos, no hay que pensarsólo en los jóvenes, sino también en todaslas personas que han salido a ambos ladosde las calles y a las orillas de Rhin, durantesu viaje en barco. Incluso los periodistas,que en general son más bien críticos, hanofrecido crónicas sorprendentemente posi-tivas. Creo que todo esto es un gran éxito.

En este viaje, se han dado otros en-cuentros, que no formaban parte propia-mente hablando de la Jornada Mundialde la Juventud, como el que tuvo lugar enla sinagoga, o con las demás confesionescristianas y con los musulmanes. ¿Creeusted que estos encuentros han tenido unaimportancia real?

La emocionante ceremonia en la sinago-ga, el encuentro con los representantes delecumenismo y con los de las comunidadesmusulmanas han sido un logro, cada uno a sumanera. Las personas que viven en nuestropaís han comprendido que nosotros, los ca-

tólicos, no vivimos solos, sino que busca-mos la paz con los demás, buscamos com-prenderlos, queremos el diálogo con los de-más… Por lo que he escuchado, los discur-sos del Santo Padre, comenzando por el quedirigió al Presidente de la República, hastalos dirigidos a personalidades de la vida pú-blica católica, han sido particularmente apre-ciados por haberse dirigido a cada persona,por haberse interesado por cada quien.

Uno de los desafíos de estos grandesacontecimientos es la pregunta: «Y des-pués, ¿qué?» El esfuerzo de la Iglesia enAlemania ha sido enorme y hay que con-tinuarlo.

Ante todo, hay que ser lúcidos y senci-llos. No es posible copiar ni ampliar un acon-

tecimiento de este tipo; tampoco se puedeconservar artificialmente. Sin embargo, que-remos conservar tres elementos. El prime-ro, y personalmente me fascina, es la alegríade creer que todas estas personas han traídoa nuestro país, donde con frecuencia tende-mos a sentirnos como víctimas, mientras quesería de desear algo más de espíritu de ini-ciativa. Esta consideración es válida inclusomás allá de la Iglesia. Después, tenemos quecobrar mayor conciencia, a pesar de que yahagamos mucho por los hombres del mundoa través de la ayuda al desarrollo y de lasobras diocesanas, de la esperanza que que-remos compartir con los otros. Ahora, estosotros han regresado a sus casas y cuentancon nosotros para que les ayudemos en sucondición de dificultad. El tercer elemento esalgo que ha visto tanto la Iglesia, como lasdemás confesiones y todas las personas debuena voluntad: este Papa que ha venido anuestro país no reniega de su identidad ale-mana. Ciertamente pertenece a toda la Igle-sia, pero nosotros estamos orgullosos de él.

Jesús Colina.Roma

Cardenal Karl Lehmann, Presidente de la Conferencia Episcopal Alemana:

«Los jóvenes han traído la alegría de creer»

«La Jornada Mundial de la Juventud ha traído ganas de creer entre muchos jóvenes»,constata el cardenal Karl Lehmann, obispo de Maguncia y Presidente de la ConferenciaEpiscopal Alemana, en esta entrevista, al hacer un balance de la visita de Benedicto XVIa su país natal

El cardenalKarl Lehmann

El Papa ha superadobrillantemente el test.Ante todo se ha podidoconstatar atención alegre por parte de los jóvenes; ha demostrado su interés por cada unode ellos, así como por la juventud en su conjunto

MUNDO 1-IX-2005 ΩΩ21 AA

Habla el Papa

Democraciay valores

La tierra venezolana ha sido dotadapródigamente por el Creador de re-

cursos naturales, lo cual conlleva laresponsabilidad de custodiar y culti-var los dones recibidos para que to-dos sus moradores tengan la posibili-dad de llevar una vida acorde con ladignidad que corresponde al ser hu-mano.

En esta tarea nadie puede sentirseeximido de colaborar activamente,especialmente ante el fenómeno de lapobreza o marginación social.

La Iglesia católica, que ha estadopresente y ha acompañado al pueblovenezolano en todas las etapas de suhistoria, comparte también actual-mente sus preocupaciones y sus espe-ranzas de un futuro mejor. En cumpli-miento de su propia misión, anunciael Evangelio, proclama el perdón y lareconciliación que, ofrecido y recibi-do de corazón, es el único modo dellegar a una concordia estable, sinque las legítimas discrepancias lle-guen a convertirse en enfrentamientosagresivos. Invita a fomentar los valo-res básicos de toda sociedad, comoson el amor a la verdad, el respeto dela justicia, la honestidad en el desem-peño de las propias responsabilidadeso la generosa disponibilidad a serviral bien de todos los ciudadanos antesque a intereses de parte.

Además, es bien conocido que lasituación social no mejora aplicandoexclusivamente medidas técnicas, si-no que ha de ponerse atención, sobretodo, a la promoción de los valores,respetando la dimensión ética propiade la persona, de la familia y de la vi-da social. De este modo, será más fá-cil asegurar un desarrollo integral pa-ra todos los miembros de la comuni-dad nacional, basado en el respeto desus derechos y libertades fundamenta-les, como es propio de un Estado dederecho.

(25-VIII-05)

Poco antes de partir para la XXJornada Mundial de la Juven-tud, el Papa Benedicto XVI co-

noció la triste noticia del asesinatodel hermano Roger, fundador de lacomunidad ecuménica de Taizé, amanos de una perturbada que le ata-có durante una multitudinaria ora-ción con jóvenes cristianos. El Pa-pa aprovechó su visita a Colonia pa-ra mantener encuentros con repre-sentantes luteranos, evangélicos,ortodoxos y de otras Iglesias y co-munidades eclesiales. BenedictoXVI no decepcionó. Al cuidadosodiscurso que había preparado, aña-dió reflexiones personales en las querecogió su historia de décadas dediálogos con teólogos protestantes.Al final, dejando a un lado los pa-peles, recordó a los representantesecuménicos el modelo de ecume-nismo vivido por el Hermano RogerSchulz, fundador de la Comunidadecuménica de Taizé, a quien llamó«el gran pionero de la unidad».

«Le conocía personalmente des-de hace tiempo y tenía con él unarelación de cordial amistad –revelóel Pontífice–. Con frecuencia me vi-sitó y, como ya dije en Roma el díade su asesinato, recibí una carta su-

ya que me ha llegado al corazón,pues en ella subrayaba su adhesión ami camino y me anunciaba que que-ría venir a verme».

«Ahora nos visita desde lo alto ynos habla –aseguró el obispo de Ro-ma–. El Hermano Roger Schulz es-tá en las manos de la bondad eter-na, del amor eterno, ha llegado a laalegría eterna. Nos invita y exhorta aser fieles trabajadores en la Viña delSeñor, también en situaciones tris-tes, seguros de que el Señor nosacompaña y nos da su alegría».

«Creo que deberíamos escuchar-le, escuchar desde dentro su ecume-nismo vivido espiritualmente y de-jarnos llevar por su testimonio ha-cia un ecumenismo interiorizado yespiritualizado», concluyó.

El Hermano Roger organizó ensu comunidad de Taizé numerososencuentros de jóvenes. Muchos deellos estaban esos días en Colonia.«Esta noticia me ha afectado toda-vía más –explicó Benedicto XVI–porque, precisamente un día antesde conocer la noticia de su muerte,recibí una carta del Hermano Rogermuy conmovedora, muy cariñosa.En ella, escribe que en el fondo de sucorazón quiere decirme que estamos

en comunión con usted y con los quese han reunido en Colonia», revelóel Papa.

El Hermano Roger Schulz habíanacido hacía 90 años, en 1915, enun pueblo de Suiza. En 1940, en ple-na ocupación nazi de Francia, seasentó en el pueblo de Taizé, en lazona controlada por el Gobierno deVichy. Abrió las puertas de su casa ajudíos que escapaban de la persecu-ción alemana, a desertores nazis y apersonas de cualquier credo y na-cionalidad que quisieran reunirse enoración.

Taizé se convirtió, poco a poco,en un centro internacional de ora-ción y peregrinación. El HermanoRoger fue amigo del Papa JuanXXIII, que le invitó a participar en elConcilio Vaticano II, y de Juan PabloII, que visitó la comunidad en 1986.En los funerales por el Papa JuanPablo II, el Hermano Roger expresósu afecto al Santo Padre y a todoslos católicos y recibió la comuniónde manos del entonces cardenal Jo-seph Ratzinger. Para Benedicto XVI,el ecumenismo es un pilar funda-mental de su pontificado.

Alfa y Omega

Jóvenes rezando ante los restos mortales del Hermano Roger

Benedicto XVI lo considera «el gran pionero de la unidad»

El Papa recuerda al Hermano Roger

La muerte del hermano Roger, fundador de la comunidad ecuménica internacionalde Taizé, ha conmocionado a todos los cristianos. El Papa Benedicto XVI conoció

su fallecimiento poco antes de partir a Colonia para la Jornada Mundial de la Juventud.Expresó su profundo pesar e invitó a todos a seguir las palabras del hermano Roger

LA VIDAΩΩ22

1-IX-2005AA

en cada caso, sino el dato objetivo masculi-no. El matrimonio homosexual, el divorcioultrarrápido por repudio y la fecundaciónasistida sin límite de edad ni necesidad depareja son tres componentes claves del mo-delo de sociedad homosexual, caracterizadapor la fragilidad y volatilidad de las rela-ciones y la pulsión del deseo. El matrimonioelimina todo sentido de culpa –como pre-tensión del discurso, no como realidad–, eldivorcio permite dar respuesta a los rápidoscambios de emparejamiento, y la reproduc-ción asistida facilita la alianza gay-lesbia-na, pensada sobre todo en relación a las mu-jeres, que en muchos casos sienten el im-pulso, el deseo tan específico y fuerte de lamaternidad.

Ante este proyecto, sólo existe en Espa-ña una concepción globalmente alternativa,que es la Iglesia católica, puesto que en tér-minos de cultura política la oposición noposee un proyecto global alternativo, qui-zás con la única excepción de la pequeñaUnió Democràtica. Además, la Iglesia, co-mo las restantes confesiones monoteístas,al proponer la relación con Dios, constituyela base de la construcción de todos los vín-culos. La presencia de la idea de Dios en elespacio público impide la desvinculación y,por consiguiente, coarta la ideología del de-seo como proyecto político. Por eso la Igle-sia es el gran adversario a abatir.

¿Y los cristianos? ¿Cuál es su papel ysu responsabilidad en esta situación?

Doble; primero, porque las actuales es-tructuras y actuaciones dificultan la trans-misión de la Palabra y el testimonio, y estoexige una respuesta evangélica; pero tam-bién por solidaridad con toda la sociedad,porque la sociedad de la desvinculación yla política de la satisfacción del deseo sonincompatibles, a medio y largo plazo, conuna sociedad cohesionada, convivencial, pa-cífica, sostenible y productiva.

En varias ocasiones usted ha destaca-do la necesidad de luchar por la sociedadde la vinculación. ¿A qué se refiere?

A construir la comunidad responsabledonde la libertad esté equiparada a la res-ponsabilidad, donde sean respetadas por suvalor en sí mismas las instituciones social-mente valiosas, una sociedad que aprendaa construir en los valores humanos, y no só-lo, ni primordialmente, sobre los deseos másprimarios; una sociedad que se fundamenteen el principio de subsidiariedad para fun-cionar.

Zenit

De los 11,1 millones de núcleos fa-miliares en España, 8,9 millonesson matrimonios, y poco más de

560 mil son parejas de hecho (de las cua-les, menos de 10.500 entre personas delmismo sexo). De espaldas a estos datos –yal hecho de que un millón y medio de per-sonas se echaran a las calles de Madriden defensa del matrimonio, la familia yla infancia–, el Gobierno socialista de Es-paña prosiguió con su reforma legislativaque hizo del matrimonio homosexual unarealidad en el país pocos días después.¿Por qué se amordaza a la familia en Es-paña y se niega su realidad?

Porque el Gobierno milita en una nue-va ideología política. En su formulación fi-nal, se manifiesta como una concepción dela desvinculación, que significa que la rea-lización personal, concebida como la rea-lización del propio deseo, se convierte enel máximo o único hiperbien ante el que to-do vínculo, norma, institución, tradición,religión o compromiso personal, deben su-peditarse. Significa la satisfacción del deseoy desvinculación convertidos en cultura demasas, y en el factor que estructura la polí-tica. Esta interpretación explica la prefe-

rencia por las temáticas ligadas al deseo y,por lo tanto, las relacionadas con la sexua-lidad y la descendencia, que son dos de lasmás importantes manifestaciones del de-seo, y que definen las prioridades legisla-tivas y los grandes cambios operados porel Gobierno español de José Luis Rodrí-guez.

Desde la caída del régimen soviético, laizquierda ha perdido puntos de referencia, oal menos gran parte de ellos. Abandona to-da propuesta de transformación social y eco-nómica, o la mantiene en mínimos justos re-lacionados con el electorado a mantener, ysustituye aquella identidad por otra radical-mente distinta: la de la realización por la sa-tisfacción del deseo, convertido, por tanto, enproyecto político, y causa de la sociedad dela desvinculación. Así, las instituciones só-lo sirven en la medida en que responden a di-cho cuerpo teórico. Por ejemplo, en el casodel matrimonio, las diferencias heterose-xuales: hombre, mujer, padre, madre sonborradas del Código Civil, del cuerpo centralde lo legislado sobre la antropología de lapersona. El hombre es discriminado negati-vamente en las sanciones penales, en los ca-sos de violencia doméstica, no el más débil

Entrevista con Josep Miró i Ardèvol, Presidente de E-Cristians

La satisfacción del deseocomo ideología política

El Presidente de la asociación católica E-Cristians analiza, en esta entrevista concedida a la agencia de noticias Zenit,algunos de los aspectos más candentes de la realidad española, donde se está atacando a la familia por todos los flancos

Don Josep Miró, en uno de los congresos

Católicos y Vida Pública, que organiza

la Fundación UniversitariaSan Pablo-CEU

LA VIDA 1-IX-2005 ΩΩ23 AA

ma como parcialidad históricamente decli-nante, sometida a un ataque ininterrumpidodesde el exterior. Se hace necesario elaboraruna estrategia mezcla de contención y derespuesta, decidir cómo buscar el hacersepresente en la sociedad, en qué asideros aga-rrase para resistir, en qué estratos socialesintroducir sus representantes… Como nun-ca había sucedido antes –salvo quizá, enciertos aspectos, durante la Reforma pro-testante–, la Iglesia se verá constreñida aponer en el centro de su reflexión a sí misma,como parte en lucha en un contexto com-pletamente hostil. Paradójicamente, se veimpulsada a politizar siempre su acción, abatallar políticamente y a convertirse en unainstitución más modernamente política, es-to es, ideológica y social.

Un nuevo panorama

A partir del siglo XIX, el cristianismo y laIglesia se han encontrado de frente a un pa-norama absolutamente inédito: la tradicionalalternativa entre fe e incredulidad, que tu-vo lugar durante siglos, se vio reemplazadapor la novísima contraposición entre fe cris-tiana y fe política. De improviso, en muchoslugares de Europa y del mundo, se recrearonlas condiciones con las que el anuncio cris-tiano se enfrentó dos mil años antes: un po-der político radicalmente hostil, explícita-mente orientado hacia el ateísmo, que buscacancelar el legado cristiano de la sociedad, ydispuesto a proceder a la más dura persecu-ción para alcanzar dichos objetivos. La Ar-menia de los Jóvenes Turcos, la Rusia co-munista, la Polonia ocupada por el TercerReich, las persecuciones en Méjico, en Es-paña y en la península de Indochina: se cal-cula en cerca de cien millones el número decristianos asesinados por su fe.

El retorno del martirio in odium fidei,inscrito en el corazón del continente que esla sede histórica por excelencia del cristia-nismo, evangelizado durante siglos, es unode los eventos más extraordinarios y signi-ficativos de la Edad contemporánea. Su-pone el éxito de la sustitución del princi-pio de unificación y de identidad social re-presentado por la religión, por un princi-pio análogo, del todo artificial, construidopolítica e ideológicamente, y orientado allevar a cabo una utopía situada en el futu-ro. La eliminación de la religión es un mo-mento crucial necesario para llevar a cabola brusca torsión del cuerpo social, impri-miéndole una aceleración histórica haciadelante. Se trata, asimismo, de un fenóme-no relacionado con el ateísmo y con la per-secución anticristiana, fenómeno al que loshistoriadores no han prestado hasta ahora la

atención necesaria.

Ernesto Galli della Loggia

En la edad contemporánea, los procesoshistóricos se han desarrollado siemprefuera de la Iglesia, que ha venido per-

diendo progresivamente su papel de actorsocial. Después de la Revolución Francesa,ha dejado de ser el motor de la Historia. Noha sido un fenómeno improvisado, pero esen nuestros días cuando se ha hecho parti-cularmente evidente y se ha convertido ensigno de la época actual. La Iglesia ha per-dido su capacidad de dirección de las diná-micas sociales, y se ha visto obligada a adop-tar una línea de resistencia. Se trata de unadiscontinuidad de gran relevancia con res-pecto al pasado, y que hace referencia a otradiscontinuidad mayor: la expulsión de laIglesia del espacio público de la sociedadoccidental, y en particular del espacio delpoder político, que había caracterizado aEuropa desde los tiempos de Constantino.El fin de la tradicional presencia de la Igle-

sia en el espacio público y su brusco aleja-miento del poder tiene una relevancia espe-cial, que se proyectó sobre el período his-tórico poste-rior.

De su dra-mático sigloXIX nació pa-ra ella un gi-gantesco pro-blema de re-colocaciónsocial. Mien-tras que anteshacían de guíala ortodoxia yla organiza-ción eclesiás-tica, ambas naturalmente adecuadas a losrecursos políticos disponibles, ahora la Igle-sia encuentra necesario pensarse a sí mis-

Relaciones entre Iglesia y política

El insostenible peso de la modernidad

El autor de este artículo es profesor de Historia de las Doctrinas Políticas y editorialistadel diario italiano Corriere della Sera. En estas líneas hace un esbozo de la extensióndel laicismo como un fenómeno radicalmente novedoso en la historia de Occidente

De improviso, en muchoslugares de Europay del mundo, se recrearon las condiciones conlas que el anuncio cristiano se enfrentó dos mil años antes:un poder políticoradicalmente hostil

EL PEQUEALFAΩΩ24

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Texto: A. Llamas Palacios. Ilustraciones: Asun Silva

ay una canción española que dice: «Elfinal del verano llegó, y tú partirás…» Esuna canción melancólica, que hablade despedidas de los amigos, de losprimos que viven en otra ciudad,de la piscina, del mar, de losjuegos en el pueblo,de lashogueras de los

campamentos… Tantas y tantas cosasbuenas…

Este verano, como todos, ha estadolleno de cosas buenas y malas, de

noticias y sorpresas, de desgracias yacontecimientos afortunados. Dice elperiódico que, a pesar de la técnica,de los avances, de las mejoras en lascomunicaciones, el mundo es hoy

más desigual que hace diez años. Quelos ricos son más ricos,y los pobres, máspobres. Que mientras

nosotros nos

preocupamosmás de pasarlobien en nuestrotiempo libre y denuestra imagen, en

otros lugares del mundomuchos piensan,

simplemente, en sobrevivir. «El que vio amanecer ya es viejo»,

dice un proverbio africano. Yes que los días pasan, el

verano se termina…Nosotros mismosvamos creciendo, ¿yqué hemos hechopara marcar esadiferencia, la

diferencia de quesomos cristianos y el

mundo entero es nuestrohermano? ¡Uy, qué difícil!

¿Cómo va a ser mi hermanoel señor de la barrigaenorme que se poníasiempre a mi lado en lapiscina? Lo es, como loserá dentro de unos días tucompañero de clase, o elprofesor que se deja la

garganta todas las mañanasmandando callar.

Dejamos atrás un verano conbuen tiempo, un sol y unos días

de descanso en nuestraafortunada España, pero no le

vamos a dar la bienvenida alnuevo curso con caras

largas. Vamos asaludarlo con

alegría aunque labufanda nos tape

la sonrisa, aunquela mochila de los libros

nos pese un poco más al

principio. Vamos avivir el inviernocomo si fuera

verano, aunquehaga un poco más de

frío, aunque haya quehacer deberes y nopodamos jugar tanto enla calle.

«El que vioamanecer ya esviejo»: no dejes quepase un solo día, unsolo amanecer, sinpensar en tu vida y enlo que haces con ella,por muy pequeño e

insignificanteque creas ser.No dejes pasarun soloamanecer sin dartecuenta de que no estássolo, y que no podrásarreglar losproblemas delmundo, pero síhacer ladiferencia.Ladiferenciade que amas la vida ytodo lo que hay en ella, la diferencia deque quieres ser mejor, y darte más y más,de querer a Jesús y con Él a todo elmundo que vive a tu alrededor, y,especialmente, la diferencia de que teacuerdas de los millones de niños que notienen una vida tan fácil como la tuya.Pensarás que acordarte de ellos no les vaayudar. No es verdad, porque el Señorescucha siempre, y quizá, quién sabe, sitodos los niños de España se ponen deacuerdo en hacer la diferencia…

¡¡AAddiióóss,, vveerraannoo!!

HH

¿Sabíais que la menta y la hierbabuenason plantas que repelen de manera

natural a los insectos? Antiguamente, muchascasas tenían adornadas las entradas con estasplantas para evitar que entrasen losmosquitos, principalmente de hormigas.

Para comprobarlo, podéis hacer unexperimento muy sencillo: tan sólo tenéis quedesmenuzar con las manos unas hojas dehierbabuena y hacer un círculo con ellas.Después, poned algunas hormigas dentro delcírculo y veréis cómo les cuesta salir de él. Seve que no les gusta nada el olor quedesprende la hierbabuena, muy agradable,sin embargo, para el olfato humano.

EEssccrriibbee uunn mmeennssaajjee

iinnvviissiibbllee¿Quieres escribir

un mensajesecreto a un amigo,pero no quieres quenadie te lo pille?Existe una forma deescribir mensajes continta invisible. Sialguien te lointercepta, sólo veráun papel en blanco.Para ello necesitas unpapel, un palillo para

escribir y zumo de limón. Escribe lo que quieras con el palillo mojadode zumo, como si fuera la tinta, y déjalo secar. Después, házselo llegar atu amigo. Él sólo tendrá que calentar el papel cerca de una llama (concuidado para que no se queme) y aparecerá lentamente en trazosmarrones todo lo que tú habías escrito. Esto sucede debido al ácido dellimón, quemado por el calor.

EL PEQUEALFA 1-IX-2005 ΩΩ25 AA

Experimentos

UUnniinnsseeccttiicciiddaa nnaattuurraall

Título: Dulcinea y el Caballero dormidoAutor: Gustavo Martín GarzoEditorial: EdelvivesColección: Ala Delta

«Nunca se había visto nada igual poraquellas tierras, y todos los que se

encontraron con él le tenían por locorematado». Así describe Dulcinea, yaanciana, a Don Quijote de la Mancha, eneste precioso libro, escrito para los chicos

más mayores. Una versión de El Quijote muy original y cuidada.

Título: El Caballero don QuijoteAutor: Miguel de CervantesAdaptación: Consuelo Jiménez Editorial: Edelvives

Los más pequeños también puedendisfrutar de la obra universal de El

Quijote, gracias a esta adaptación amena yfiel de la profesora Consuelo Jiménez deCisneros

LL II BB RR OO SS

DESDE LA FEΩΩ26

1-IX-2005AA

profundizar; para muchos, aún por descu-brir. La pasión del Papa por el santo de Nur-sia, hasta el punto de tomar de él su nom-bre como Papa, puede ser un estímulo paramuchas personas. Porque se trata de una pa-sión auténtica: «Se ve claramente –dice elabad de Subiaco–, por muchos indicios, queBenedicto XVI tiene una gran familiaridadcon la experiencia monástica de Baviera ycon los textos fundamentales de san Benito.Su estilo está profundamente ligado a estaespiritualidad: ser cristiano de la maneramás transparente posible. Si estamos aquíes por lo que sucedió la mañana de Pascua:Cristo está resucitado. Debemos reafirmarla primacía de Dios y tener confianza en lacapacidad de las personas de poder llevar acabo esta búsqueda, que es la búsqueda de laverdad». Esto es por lo que san Benito lle-va a los cristianos de hoy un mensaje de ex-traordinaria actualidad, estimulando la apa-rición de una presencia tan necesaria en es-ta nueva Europa que, apenas nacida, ya pa-rece tambalearse. «La crisis de laConstitución europea –afirma el abadMeacci– viene determinada por muchas con-tingencias. En su texto veo un defecto defondo: es demasiado amplio, con multitud dedetalles, como diseñando una Europa quese desearía, y no constatando la Europa queexiste. Así, se trata de un texto desconecta-do del sentir popular. Además, toda la re-flexión sobre el modo de proponer la pro-blemática relativa al mundo religioso no hatenido en cuenta el sentir profundo de lagente. Creo que es en este espacio cuando esmás necesario el testimonio transparente delos cristianos».

Salvatore Mazza

Cuando encontramos al padre MauroMeacci, abad del monasterio de Su-biaco, la Fundación Vida y familia

está concluyendo su primer Laboratorio,«un momento celebrativo y, al mismo tiem-po, de estudio –dice el padre Meacci–, sobrequé sentido tiene decir que san Benito es elPatrono de Europa, y cómo la vivencia mo-nástica que emana de él puede influir en elpresente de Europa». El nombre de la Fun-dación es ya una provocación, «porque –con-tinúa– es sobre la familia y la vida sobre loque se está jugando el destino de Europa».Se trata de valores que parecen desvanecer-se del futuro de Europa, pero quizá por ello–insiste el abad de Subiaco– «es oportunala contribución de una seria reflexión. Eu-ropa tiene una serie de raíces fundamentales,que anclan sus orígenes culturales en un pro-ceso en el que ha influido no poco la vidamonástica».

Es por todo ello por lo que san Benito nosólo es celebrado, sino que también es es-tudiado. Es la misma provocación que pro-puso el 1 de abril pasado, en Subiaco, el en-tonces cardenal Ratzinger, en el discursoque pronunció al recibir el Premio San Be-nito. «En aquella conferencia fundamental

–dice el abad Meacci–, lanzó una expresióncopernicana: Probar a vivir no como si Diosno existiese, sino como si existiese, lo quesupone una fuerte provocación para la cul-tura actual».

En aquella ocasión, el actual Papa lanzóuna propuesta todavía más fuerte al indicara san Benito como modelo para todos loshombres de hoy, más allá de todos los este-reotipos sobre el monaquismo. «En el cuar-to capítulo de la Regla benedictina –obser-va el abad– hay una expresión significati-va: No anteponer nada a Cristo, que es deu-dora del Comentario al Padrenuestro, desan Cipriano. Es una frase que conjuga lagran tradición de los mártires con la del mo-nacato, y que suena como una síntesis o pro-grama de vida para el hombre de nuestrosdías, llamado a buscar la verdad, el encuen-tro con Dios que se revela».

Estas afirmaciones rompen el prejuiciode un monaquismo lejano a las cosas de latierra. «Aunque se quisiera relegar a los con-fines del corazón –observa el padre Meacci–,la espiritualidad monástica tiende siemprea convertirse en una forma de vida perso-nal y comunitaria. La que propone san Be-nito es una espiritualidad encarnada». Para

Subiaco, en la fiesta de San Benito

La familia: futuro de EuropaEl 11 de julio se celebró la fiesta de San Benito. En el monasterio de Subiaco,cerca de Roma, esta fecha fue vivida de un modo especial, pues no en vanofue allí donde empezó la consolidación del monacato en Europa, y los cimientosde la cultura de la misma Europa. El diario italiano Avvenire ha publicadoun artículo que recoge una entrevista con el abad del monasterio benedictino,del que ofrecemos lo esencial:

Monasterio de Subiaco.Arriba, a la derecha:

Imagen de san Benito(siglo XI),

de un manuscrito de la Biblioteca Vaticana

DESDE LA FE 1-IX-2005 ΩΩ27 AA

Por su espíritu nómada y anticonformista, quizá también porsus reminiscencias simbolistas y modernistas, Paul Claudelcompendia en una sola persona lo que de costumbre sólo se

da en muchos escritores. Desde finales del siglo XIX hasta media-dos del XX, no ha dejado de asombrar a católicos y protestantes,masones y agnósticos. También en su concepción de la mujer.

«Hombre nuevo ante tantas cosas desconocidas». De esta frasesurge la inmediata constatación: «No sé nada y no puedo nada», se-guida de la pregunta sobre su destino: «¿Qué decir? ¿Qué hacer?¿En qué emplearé estas manos mías, estos pies que me llevan co-mo los sueños?» (Cabeza de oro). Hemos llegado a lo más ínti-mo del individuo: «¡Oh, ser joven, nuevo! ¿Quién eres?, ¿qué ha-ces?, ¿qué esperas?» La ignorancia toma cuerpo en su inteligencia:«¡No lo sé!»

Es el inicio de un drama compuesto en 1889, por un joven nacidoun 6 de agosto, veintiún años antes, en un pueblo del noreste fran-cés. La muerte rodea toda esta viscosa atmósfera en la que Simonlleva a cuestas el cadáver de su mujer para enterrarlo; la muerte, tér-mino biológico de nuestro organismo, pero comienzo de una nue-va vida encarnada en la ansiada resurrección. La mujer, mártir porexcelencia de las obras de este autor, vence siempre en última ins-tancia porque desecha la resignación, acepta su compromiso y se en-trega sin medida a cambio de un cielo puro, sin estrellas, donde lu-ce la eternidad salutífera. El hombre, por su parte, corre tras susensoñaciones, hasta que, agotado, vuelve al hogar y encuentra a sucompañera, que le esperaba desde su partida, convencida de queel hombre es sólo un niño que, de vez en cuando, necesita salir desu pecera para volver a entrar. Vuelta al lar, por lo tanto, para com-prender que su mejor sueño estaba en su propia casa; de ahí su es-carmiento desesperado: «¡Que una peste contagiosa pudra los ojosque lloran juntos, y las lágrimas legítimas y los abrazos de la pare-ja! ¡Te pierdo!, ¡qué vil soy!» Ella, por el contrario, mucho másmadura, le dejó marchar sabiendo que volvería y la encontraríadonde la abandonó en busca de un sueño que sólo ella podía reali-zar.

Emblema de fidelidad

Así, pues, en Claudel la mujer es emblema de fidelidad, sin unaqueja: la acompañante, como un hada, como una reina que envuel-ve sus pies sangrientos con jirones dorados… Es el papel desem-peñado por Sygne de Coûfontaine en La rehén, obra compuesta en-tre 1908 y 1910: es la despojada injustamente, la que ha aceptado to-do sin contemporizar, la que se abandona sin recelos, con inefable re-gocijo, a la incomprensible voluntad divina: «No me siento desolada,al contrario: ¡me alegro! ¡Oh, Dios mío, me alegro amargamentede tu grandeza y mi humildad! (…) Soy viuda y huérfana, y vir-gen». Ella a solas, ligero suspiro entre gruñidos de cien machos, dé-bil criatura bajo los vastos arcos de la abadía cisterciense donde Ge-orges de Coûfontaine ha escondido al Papa Pío VII de las garras deNapoleón. Sin embargo, la acción sigue su curso; los aconteci-mientos ensombrecen el decorado, porque el barón Turelure, vie-jo, cojo, enfermizo e infeliz; antiguo novicio, ahora Gobernador a lasórdenes del emperador, está dispuesto a impedir el matrimonio en-tre Sygne y Georges.

La proposición del administrador de la ley, el sacerdote Badi-llon, es tan sencilla como cruel: que ella, la novia, Sygne de Coû-fontaine, la virgo admirabilis, salve la vida del Papa a cambio desu alma: que entregue su cuerpo y se case con el barón Turelure:«¿No hizo otro tanto Jesús –le susurra el clérigo– al abrazar a suverdugo Judas?» No quiere el cura que ella lo considere como una im-posición, sino como un acto de pura caridad para salvar la vida delvicario de Cristo… La joven se ve en una disyuntiva terrible: acep-tar la humillación a costa de un precio enorme, o provocar indirec-tamente el funesto final del Papa. Tras un dramático diálogo, la jo-ven se escandaliza: «De modo que yo, Sygne, condesa de Coûfon-taine, habré de casarme por voluntad propia con Toussaint Turelure,el hijo de mi criada y del brujo Quiriace. Me casaré cara a Dios tri-no, le juraré fidelidad y nos cambiaremos la alianza. Será carne de micarne y alma de mi alma, y Toussaint Turelure será para mí indiso-

luble, como Jesucristo para la Iglesia. ¡Él, el verdugo de 1793, cu-bierto de la sangre de los míos, me tomará en sus brazos cada día ytodo lo mío será suyo!»

Al ver que el sacerdote no se inmuta, consciente del agravio queharía a su prometido, exclama en un arranque desgarrador: «¡Y yo fal-taré a mi palabra! (…) Padre mío, ¿os calláis?» –«Me callo, hijamía, y me estremezco. Te aseguro que ni los hombres ni Dios te exi-gimos ese sacrificio». –«¿Quién, entonces?» –«¡Alma cristiana!,¡hija de Dios! Sólo tú puedes hacerlo por propia voluntad!» La mu-jer y el acto sacrificial: «Mi honor de mujer sólo depende de mí»; di-fícil de comprender el dilema insoluble. Es una constante del teatrofrancés desde que tomó sus ejemplos de la tragedia grecolatina.

El juego dialéctico del honor se resuelve por la mediación delamor; en las obras de Claudel, el lector asiste siempre a un segundonacimiento. El amor, experiencia litúrgica claudeliana del segundonacimiento, hace que los nuevos amantes remonten hasta los orí-genes de la creación.

José Manuel Losada

50 aniversario de la muerte de Paul Claudel

La rehabilitación de la mujer

DESDE LA FEΩΩ28

1-IX-2005AA

Para los católicos, la doctrina de la feno se puede reducir a una serie de ide-as que queden atrapadas en el extricto

ámbito privado. Al contrario, las enseñanzasde la Iglesia están presentes en la vida coti-diana. Por ese motivo, su presencia en lasuniversidades es también vital. De ello hablaTimothy O’Donnell, Presidente del Chris-tendom College; recuerda «el papel vitalque debe ser desempeñado por las institu-ciones católicas de educación superior, enel intento de instaurar nuevamente un diá-logo con la cultura y comunicar eficazmen-te al mundo la gran síntesis de la tradición in-telectual católica, que une fe y razón, y re-conoce en ambas la fuente común en Diosomnipotente».

O’Donnell explica cómo fue su primercontacto con Benedicto XVI, entonces car-denal Ratzinger, al que conoció en 1996,durante un viaje a Roma: «Pude encontrar-me con él en la Congregación para la Doc-trina de la Fe y presentarle el trabajo del Ch-ristendom College. Fue muy cortés, y de-mostró un vivo interés por nuestro trabajo».En aquella ocasión, O´Donnell tuvo la opor-tunidad de contarle al cardenal qué tenía deespecial el centro de enseñanza católica queél preside: «Le conté que, cada año, todo el

cuerpo docente de nuestro College prestavoluntariamente juramento de fidelidad almagisterio de la Iglesia católica, en presen-cia de nuestro obispo. El cardenal Ratzin-ger se quedó muy impresionado. Le dije queesto tiene lugar cada año durante nuestraMisa inaugural, para indicar de alguna for-ma a todos los estudiantes que no puede ha-ber conflicto real entre fe y razón, ni puedeexistir limitación alguna a la libertad aca-démica derivada de una serena acogida de laenseñanza de la Iglesia».

Verdad y libertad

El cardenal valoró muy positivamenteesta fidelidad del Christendom College almagisterio de la Iglesia católica, que se com-pagina con su excelencia académica: «Poresto, y por el fuerte apoyo al ChristendomCollege por parte del difunto cardenal JanSchotte, el cardenal Ratzinger aceptó congusto, en 2002, la presidencia honoraria denuestro Comité de celebración del 25º ani-versario», explica O’Donnell.

Para este miembro de la comunidad aca-démica, el hecho de que «el Papa Benedic-to XVI tenga experiencia como profesoruniversitario, tendrá un gran impacto en su

pontificado, tal vez muy similar al impactoque tuvo la experiencia universitaria de JuanPablo II en su pontificado».

O’Donnell está convencido de que Be-nedicto XVI continuará la labor de su ante-cesor y buscará ver realizada la ConstituciónEx corde Ecclesiae. Recuerda que este do-cumento «insiste en el especial vínculo quedebería existir entre los teólogos católicos yla Iglesia en el servicio a la verdad. Esta ma-ravillosa y vital dimensión eclesial del trabajode los teólogos católicos debe ser acogidacon gozo, en el servicio a la Iglesia y a todala Humanidad. La Constitución apostólicahabla de la universidad católica como con-sagrada, de forma especial, a la búsqueda ya la adquisición de la verdad. Debe, por lotanto, estar abierta a todo lo que tenga que vercon Dios, el hombre y el orden creado. Elteólogo católico tiene un papel crucial en es-ta misión. Como enseñó el Concilio Vatica-no II en la Constitución Dei Verbum, las Sa-gradas Escrituras, la Tradición y el Magis-terio son como tres pilares, tan unidos entresí, que uno realmente no puede mantenersesin los demás. Ellos deberían ser utilizados ygozosamente aceptados por el teólogo en suesfuerzo por ayudar a explicar la fe en el ser-vicio a la Iglesia y a un mundo que tienenhambre de la verdad salvífica de Cristo»,concluye O’Donnell.

El Presidente del Christendom Collegeexplica que ningún intelectual debería te-ner miedo de Benedicto XVI, porque «elhecho de que sea un hombre de gran inte-lecto y talento académico debería dar ga-rantías a todos los estudiosos de que no tie-nen nada que temer. Frecuentemente, pordesgracia, los temores derivan de la creenciade que perderán su libertad. Como el Papaexpresó maravillosamente en su homilíainaugural, el yugo de Cristo no es para no-sotros un peso exterior, que nos oprime ynos priva de la libertad. El Papa BenedictoXVI, como todo verdadero académico, estátotalmente dedicado a la búsqueda y a la ad-quisición de la verdad. Debe recordarse quela verdad es el objetivo del intelecto. Unavez que la verdad ha sido descubierta, exis-te una especial obligación de sumisión a laverdad cuando ésta es reconocida. Esto espara lo que el corazón y la mente humanafueron creados por Dios».

O’Donnell concluye esta entrevista afir-mando que el pontificado de Benedicto XVI«será una gracia para nuestro mundo su-friente y dividido. La elección del Papa Be-nedicto debería ser fuente de gozo y de es-peranza para todos aquellos que aman laIglesia, que aman la fe y que están empe-ñados en comunicar toda la verdad sobre elhombre, que se revela plenamente en Jesu-cristo».

Alfa y Omega

Entrevista con Timothy O’Donnell, Presidente del Christendom College

Benedicto XVI y las Universidades católicas

El Papa Benedicto XVI procede del ambiente universitario y ha sido profesor de Teología durante muchos años. Esta circunstancia le hace más proclive

a ensalzar el papel de la enseñanza secundaria y su capacidad para mostrar, a través de esta vía, la doctrina de la fe católica. En una entrevista concedida

a la agencia Zenit, Timothy O’Donnell, Presidente del Instituto norteamericano Christendom College, analiza el diálogo entre fe y ciencia

que se produce en el seno de las universidades

El entonces cardenalRatzinger conversa conlos universitarios del Colegio MayorBelagua, la víspera de recibir el doctoradoHonoris Causaen la Universidad de Navarra, en enero de 1998

DESDE LA FE I-IX-2005 ΩΩ29 AA

Punto de vista

Objeción

La Constitución española reconoceexpresamente la objeción de conciencia

al servicio militar en su artículo 30. Cabríasuponer que no están admitidas otrasobjeciones de conciencia, pero la doctrinadel Tribunal Constitucional ha admitidootro tipo de objeciones, basadas en elartículo 16, como parte del derecho delibertad religiosa e ideológica, y, como essabido, la Constitución es directamenteaplicable en materia de derechosfundamentales: por ejemplo, objeción alaborto, a formar parte de un jurado, aciertos tratamientos médicos, etc. En laobjeción de conciencia al cumplimiento deuna ley, se esconde un oscuro drama parael objetor: seguir el dictado de suconciencia y negarse al cumplimiento de laley, no por motivos bastardos o deprivilegio, sino porque con su actitudpretende abrir un nuevo camino en lasociedad y acabar con una ley injusta.Suele ser práctica común que losParlamentos, cuando preveen que una leypueda ofrecer una cierta resistencia en lasociedad, admitan en su propio articuladola posibilidad de negarse al cumplimientode la ley o eximan de su cumplimiento aquienes por motivos religiosos oideológicos no quieran cumplirla. En elcaso español, no se ha previsto nada enconcreto. Si se declarase constitucional laley de matrimonios entre personas delmismo sexo, lo que es bastante posible, elúnico remedio sería negarse a celebrardichos matrimonios y ser sancionados yapartados del servicio. Siempre hedefendido que, si los posibles objetores sonpocos, serán héroes o mártires de una causajusta, pero si fuesen un número alto, elproblema sería para el Estado. Si debes 10millones de pesetas a tu banco, tienes unproblema con el banco, pero si debes tresmil millones, quien tiene el problema es elbanco contigo. Si 50 ó 60 jueces objetaran,el problema sería del sistema judicial y delEstado. Somos responsables todos,educadores, catedráticos, operadoresjurídicos, por no haber dado la cara ynuestra seria aportación jurídica, pues ésteno es un tema puramente ideológico, sinojurídico y universal. La realidad es tozuda yla naturaleza sólo permite procrear a unhombre y a una mujer. Un tal Pablo deTarso, hace dos mil años, lo dijo conmejores palabras que las mías: «Hancambiado el Dios de verdad por la mentira;han adorado a seres creados, prefiriéndoloal Dios Creador (…), por eso Dios permitióque fuesen esclavos de pasionesvergonzosas, sus mujeres cambiaron lasrelaciones sexuales normales por relacionescontra la naturaleza. Igualmente loshombres, abandonando la relación naturalcon la mujer, se apasionaron unos conotros, practicando torpezas, varones convarones, recibiendo en sí mismos el castigodebido por su extravío».

Daniel Tirapu

L I B R O S

Dijo don Gregorio Marañón de don Manuel García Morente:«Su vida interior creo que estuvo siempre, aun en los momen-tos en que menos lo parecía, en inminencia de derramarse an-

te Dios». Si hay un tiempo oportuno para reclamar el patrimonio y lareferencia de quines hicieron posible un diálogo serio con el pensa-miento contemporáneo, con nuestra historia, con nuestra vida, es és-te. La aparición de la nueva edición de las obras completas de Ortegay Gasset, a la par que acontecimiento de amplio calado en la repúbli-ca de las letras, debe servirnos para traer al presente la constelación depersonalidades que sintieron, vivieron y pensaron su presente en cla-ve de proyección y de trascendencia.

A Manuel García Morente se le conoce más, por ejemplo en círcu-los católicos, por aquel Hecho extraordinario que ocurrió en la no-che del 29 al 30 de abril de 1937. Sin embargo, lo que descubrimos coneste interesante libro de una de las personas que más ha trabajo y me-jor conoce la vida y el pensamiento de García Morente, Carlos Ba-rres García, es que la posibilidad de ese encuentro con Dios se vio fa-vorecida por una historia de honradez y de búsqueda permanente de la

verdad y, por tanto, de la felicidad. Fue don Manuel García Morente un ejemplo de apertura a lo re-al y de apertura al Absoluto y lo absoluto en la Historia. Había, en su discurso en la Real Academiade las Ciencias Morales y Políticas, del año 1941, escudriñado la crisis intelectual de su tiempo. DonManuel era un hombre de su tiempo, para su tiempo y para otros tiempos. Era un hombre de pro-cedencia laica, ligado ineludiblemente a la Residencia de estudiantes y a la cultura civil española.Escribió bellísimas páginas, en correspondencia intelectual con Spinoza, Kant, Bergson, Scheller,Ortega y Gasset, sobre la situación vital del hombre, sobre la inteligencia y, sobre todo, la voluntadque se había convertido en el actor principal del progerso de la Historia. Recordemos, por ejemplo:«Contra esta sequedad estadística y matemática ha protestado en mil modos el alma contemporá-nea. Un anhelo de espiritualidad pura se ha manifestado. No está hecha la Historia de estas rebeliones,pero es cosa que salta a la vista con cuánto afán, con qué impaciente fervor se han ido acogiendo lasproducciones diversas en donde la rebelión se expresaba audazmente… Esto lo ha sentido la juventudde todos los países cultos, y ha devorado con avidez aquellas producciones en que se manifestabauna honda fe en el poder original y creador del hombre genial: Carlyle, Nietzsche, Emerson, Guyau.Estetismo, se dirá quizá despectivamente. No; humanismo, culto del espíritu, anhelo vago de unametafísica nueva que, sin negar la validez del pensamiento metódico, salve y conserve las nobles as-piraciones del alma humana».

Don Manuel nos ha dejado su testimonio, y su patrimonio, sobre cómo encauzar las nobles as-piraciones del alma y humana y de cómo –y ésa es una lección indiscutible de su vida y de su pen-samiento– Dios entra, gratuitamente, sólo con el sí de la libertad, sin mecanismos negociadoresde relación, y se posa en el corazón de las personas que sienten las ansias de absoluto. Si el pensa-miento de García Morente tuvo un progreso, y se mantuvo en la lógica de la búsqueda incesante dela verdad, el día en que palpó la gracia de Dios, llegó al zénit su existencia en vehiculación de sen-tido. Lo escribe su nieta Carmen Bonelli García Morente: «Hoy más que nunca necesitamos estasexperiencias personales, que abran nuestros corazones a ese Dios que está vivo en nosotros, pero cu-ya presencia nos cuesta reconocer y admitir».

José Francisco Serrano Oceja

El título de este libro puede llevar a más de un lector a confusión. Quizá el subtítuloaclare algo más el contenido del texto: Una propuesta de fe para los que creen que no

creen. El autor, especialista en Biblia, recorre el Evangelio, lo explica, y lo presenta de unaforma sencilla, en la que se palpa cómo la Palabra de Dios, Jesucristo, su palabra, iluminacada momento de la vida de las personas y ofrece una respuesta a las preguntas que nos ha-cemos y que nacen de nuestros afanes y preocupaciones. No son, sólo, cosas de curas.

J. F. S.

El Evangelio, en la vida ordinariaTítulo: Cosas de curasAutor: Alberto MaggiEditorial: Desclée De Brouwer

El ejemplo de García MorenteTítulo: Un viajero hacia el infinitoAutor: Carlos Barres GarcíaEditorial: Borealia

Televisión

La pregunta del millónMuchos periodistas desplazados a Colonia pa-

ra cubrir los actos cumbre de la XX JornadaMundial de la Juventud, la Vigilia y la celebraciónde la Eucaristía, llevaban en la cabeza una hojade ruta predeterminada: «Benedicto XVI lo va atener difícil frente a los Wojtyla boys»; «Su carác-ter austero y sus maneras de salón no llegarán aalcanzar a los jóvenes»; «Será su gran prueba defuego». El semanario Der Spiegel quiso ensom-brecer la cita con el desasosegante recordatoriode que Alemania se muere de laicidad. Pero losperiodistas que describen sólo la corteza de lo quepasa en estos encuentros (la seguridad, el cálculode las viandas, las comparaciones con encuentrosprecedentes, el tratamiento del Pontífice como unaspirante al título) siempre derrapan cuando se to-pan con el dato de lo que ocurre. Ha habido másjóvenes de los previstos, y la preparación espiri-

tual ha sido tan intensa como en otras ediciones.Quizá el medio de comunicación que ha triunfa-do en esta ocasión no haya sido tanto la tele comoel blog, ese cuaderno de bitácora en el que el usua-rio de Internet se convierte en el creador de una es-pecie de periodismo espontáneo, que narra si en larealidad pintan espadas o bastos. Escojo al azar elcomentario del blog de un joven que se tuvo quequedar en España: «¡Qué suerte haber podido es-tar en Colonia! Los demás hemos tenido la televi-sión» –por cierto, muy escasa en España, salvo Po-pular TV, que dio en directo la Vigilia y la Misa, yLa 2, que sólo transmitió la Misa–. La homilía deldomingo hay que leerla varias veces y descubrir susraíces en el libro Introducción el cristianismo. Losjóvenes que han estado estos días pegaditos al Pa-pa no han ido a ver las cualidades de un líder, si-no que han ido como se acerca uno al sacramen-

to de la Reconciliación, sabiendo que en las manosdel pobre cura se trenza lo divino. Los jóvenes nohan buscado determinados moldes, sino que sehan creído aquello de a vino nuevo, odres nue-vos. Hasta el becario aguerrido del diario El País haroto el molde del ideario del grupo de Polanco,cuando dijo que «Benedicto XVI no ofrece cami-nos fáciles. La fe católica para él no es un conjun-to de opciones que satisfacen o consuelan, sinoun modo de vida integral». Monseñor Renato Boc-cardo, el organizador de las Jornadas de la Juven-tud, dice que las Jornadas no son un Woodstock ca-tólico, y con razón, porque son lo contrario a unaalgarada, son la explosión de la pregunta del millónde jóvenes que siguen al Papa, a cualquier Papa:¿dónde está la verdad?

Javier Alonso Sandoica

Gentes

Juan José López-Ibor,psiquiatra

Un niño adoptado por unapareja homosexual entraránecesariamente enconflicto en sus relacionescon otros niños. Será un

niño en lucha constante con su entorno ycon los demás. Este ensayo con los niñosrepercutirá en sus personalidades; crearáfrustración y agresividad.

José Ángel Cortés,miembro de la Academiade Televisión

El espectador compulsivono se despega del mando adistancia y, después deunas horas, sólo ha visto un

mosaico de espacios. Al ver cuánto tiempose dedica a la televisión (tres horas ymedia al día) y la calidad de losprogramas, sólo se puede concluir que elespectador pierde bastante el tiempo.

Bruno Vespa, presentador de la RAI

Más allá de que yo seacatólico, creo que la éticacatólica nutre nuestra éticacívica. Los valores católicosimpregnan nuestra

cosmovisión, y eso es algo muy valiosoque hay que preservar. Apoyo esta tesis delPapa: «Tanto si crees en Dios como si no,comportarse como si Dios existiese es muybeneficioso para todos».

DESDE LA FEΩΩ30

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PROGRAMACIÓN TMT y POPULAR TV (del 1 al 7 de septiembre de 2005)(Op: Opcional; Mad: sólo en Madrid; Información: Tel. 902 22 27 28)

A DIARIO:

06.55 (de lunes a viernes); 08.25 (Sab.)y 08.40 (Dom.).- Palabra de Vida08.00, 14.00, 20.00 y 00.30.- PopularTv Noticias (salvo Sab. y Dom.)12.00: Ángelus y Santa Misa (Op, Do-mingo: en Cadena)12.45 (de lunes a jueves) y 23.00.- Defiesta en fiesta (salvo Sáb. y Dom.)15.00 (jueves a domingo); 15.30 (lunesa miércoles).- Concursar con Popular01.55.- Palabra de vida (de Domingo aMiércoles)

JUEVES 1 de septiembre

07.00.- Jazz no sabe leer09.10.- Más Cine por favor El hombrede la tierra salvaje (Op)15.35.- Más Cine por favor Días sin vi-da17.55.- Dibujos animados19.00.- El Chavo del Ocho19.30.- Verano azul20.30.- Informativo local (Mad)21.05.- Cine de Noche Amigos apasio-nados (Op)01.05.- El Chavo del Ocho

VIERNES 2 de septiembre

07.00.- Nuestro asombroso mundo08.30.- Cloverdale’s Corner09.10.- Más Cine por favor Locuras deverano (Op)15.35.- Más Cine por favor La vidamanda18.00.- Dibujos animados19.00.- El Chavo del Ocho19.30.- Charlot20.30.- Informativo local (Mad)21.05.- Cine Mr. Imperium (Op)01.05.- El Chavo del Ocho

SÁBADO 3 de septiembre

08.30.- Dibujos animados -10.00.- Hé-roes de la Biblia 11.05.- Santa Teresade Jesús - 13.05.- Asombroso mundo14.00.- Amplificador - 15.35.- Corto-intenso - 16.00.- Verano azul (Op)17.00.- Charlot (Op) 17.35.- Chavo delOcho (Op) - 19.00.- Cuentos-leyendas20.00.- Semana - 20.30.- Investigacio-nes - 21.05.- Crónicas de un pueblo22.00.- Ala... Dina - 22.30.- Curro Ji-ménez - 23.30.- El mejor cine Alfredoel Grande - 01.35.- Sonrisas populares

DOMINGO 4 de septiembre

08.45.- Dibujos animados - 11.30.- In-vestigaciones de bolsillo (Op) - 13.00.-Argumentos - 14.00.- Crónicas de unpueblo (Op) - 15.30.- Acompáñame16.00.- Verano azul (Op)17.00.- Charlot (Op)18.30.- Cuentos y leyendas (Op)19.30.- El Chavo del Ocho (Op)20.30.- Ala... Dina (Op) - 21.10.- Cinede verano Ángeles sin paraíso (Op)23.00.- Las mejores entrevistas00.00.- Te puede pasar a ti01.05.- Un amplificador en su vida

LUNES 5 de septiembre

07.00.- Valorar el Cine9.10.- Más Cine por favor Comanche(Op)11.30.- Peter Gunn (Op)14.30.- Cloverdale’s Corner15.30.- Concursar con Popular15.35.- Más Cine por favor Cadenasrotas19.00.- El Chavo del Ocho19.30.- Verano azul20.30.- Informativo local (Mad)21.05.- Cine de Noche Rosa de Lima(Op) - 01.05.- El Chavo del Ocho

MARTES 6 de septiembre

07.00.- Argumentos09.10.- Más Cine por favor La vida fu-tura (Op)11.30.- El hombre invisible (Op)14.30.- Cloverdale’s Corner15.35.- Más Cine por favor Sombrerode copa19.00.- El Chavo del Ocho19.30.- Verano azul20.30.- Informativo local (Mad)21.05.- Cine de Noche El jardín de Alá(Op)01.05.- El Chavo del Ocho

MIÉRCOLES 7 de septiembre

10.00.- Acompáñame (Op)10.25.- Audiencia del Papa11.30.- Popular TVNoticias La Mañana14.30.- Cloverdale’s Corner15.35.- Más Cine por favor Viaje alfondo del mar17.30.- Tris, Trás y Verás19.00.- El Chavo del Ocho19.30.- Verano azul20.30.- Informativo local (Mad)21.05.- Cine de Noche La Ley de lafuerza (Op)01.05.- Historias para no dormir

Como siempre, una vez más, Martimoralesha sabido resumir de manera inmejorable, en laviñeta que ilustra este comentario, lo que hasido el mes de agosto en España: un puro in-cendio; y no sólo de árboles. Ha habido du-rante el pasado mes de agosto muchas cosasque no han sido, ni son, ni serán nunca ver-dad. Hacía tiempo que un Gobierno en Españano daba la sensación de no saber qué hace, nia dónde va, que ha dado el Gobierno del PSOE:con la tragedia de Afganistán, con el tambiéntrágico asunto de Roquetas, con el incendio deGuadalajara y muchos otros incendios, con elambiguo modo de hacer frente al sarampióndel nacionalismo paleto que brota por doquier,con el modo de afrontar los problemas de laenseñanza ante el curso que comienza, y demanera muy particular los de la enseñanza dela Religión, con ese extraño modo de quererrevolver en nuestra más trágica y reciente his-toria la de una guerra civil y la de unos prole-gómenos que parecía que, afortunadamente,habían sido superados, pero que no se sabe porqué tantos tienen tanto interés en desempol-var.

El calentón estival –ABC ya lo había hechonotar antes de agosto– suele ser una patologíamuy común en los cursos de verano que fre-cuenta la clase política, pero es que de los cur-sos de verano ha pasado a los medios de co-municación, sobre todo, a los que controla eltándem PRISA-PSOE. Hará bien la oposición,que acaba de reunirse para trazar sus planes in-mediatos, en trabajar a fondo en lo que el di-rector de ABC, Ignacio Camacho, señalaba elpasado domingo: «El principal objetivo de laoposición no es dar caña al Gobierno, sino sus-tituirlo lo antes posible».

Han sido muchos los titulares llamativos deeste paréntesis veraniego: El Papa en Colonia;el Discovery con sus tripulantes saliendo al fríoexterior; la muerte del Rey Fhad; el avanzadoproceso de la bomba atómica en Irán; la muer-te del Hermano Roger de Taizé; el anuncio delposible final del cisma Lefebvre en la Iglesia; laproblemática salida de los colonos judíos deGaza; y la muerte dolorosísima de los 17 sol-dados españoles en Afganistán, que le ha he-cho decir a un Presidente Zapatero, medio per-dido en los lujos de Lanzarote: «Estamos enAfganistán por las mismas razones que nos fui-mos de Iraq». Hace falta retorcimiento mentalen fase terminal para decir tal cosa. Quizás con-venga recordarle al señor Presidente del Go-bierno lo que José Antonio Zarzalejos ha es-crito lúcidamente este verano: «En política, ac-tuar contra otros y no a favor de las propiasconvicciones dirige irremediablemente al error;más aún cuando se hace con soberbia y altane-ría». Claro que, para actuar a favor de las pro-pias convicciones, es imprescindible tenerlas.

A todo esto, un curso nuevo está a punto de co-menzar y el Ministerio de Educación no sabe siva o viene respecto al problema de la enseñan-za de la Religión. Un día dice que el Gobiernocierra la puerta a la Iglesia, al día siguiente lodesmiente, y la realidad es que ochenta de cadacien padres españoles han pedido para sus hijosenseñanza de la Religión católica y, a estas al-turas de la película, no saben si la van a tener, sino la van a tener, cómo va a ser, si es que latienen... Toda una exhibición, por parte del Go-bierno, de talante y de diálogo.

Gonzalo de Berceo

Con ojos de mujer

La educaciónverdadera

Soy profesora de Educación General Básica,recientemente jubilada. A lo largo de toda

mi vida, tanto estudiantil como profesional, hetenido la Religión entre las asignaturasformativas.

En lo que ahora denominamos Primeraetapa, conocíamos en mi niñez la vida deJesús, algunos pasajes bíblicos y el famosoCatecismo de Ripalda. Aquellas cuatropreguntas diarias con sus consiguientesrespuestas memorizadas eran un verdaderotormento. Costaba retener, una por una, todassus palabras, aunque generalmente lasestudiaba camino del colegio, o en unpequeño espacio de tiempo, después decomer, ya que al llegar por la tarde nos laspreguntaban. Aquel esfuerzo diario, entoncesantipático, fue extraordinariamente formativo;posiblemente más que ninguno, desde miexpectativa de vida actual.

Aquello, unido a la práctica dirigida por mismaestros y tutores a través de la oracióncomunitaria, en las entradas y salidas de clase,Rosarios, Ejercicios espirituales, novenario,Rosarios de la aurora y celebracionespuntuales: de la Semana Santa, con suspregones, procesiones, Vigilias Pascuales, latoma de la ceniza, la recogida de las ramas deolivo, o las palmas que más tarde adornabanfachadas y balcones, las flores de mayo…Cada cuadradito rojo del calendario eraacogido por los jóvenes estudiantes con júbilo,no solamente por la vacación que suponía,sino por su significado. No eran iguales. Cadauna se celebraba y se practicaba de formadistinta, y no necesitaba de ningunapreparación anterior porque ya la teníamosasumida, gracias al aprendizaje del pequeñoCatecismo. Los niños de hoy generalmentepasan de esta parafernalia.

La niñez es la etapa en la que nosconstituimos interiormente. Nuestra formacióncomo animal racional se define y toma unnivel y consistencia. Son los cimientos sin loscuales nuestra vida sería un constante ir yvenir, un desequilibrio y desorientacióncontinuo. Una falta de seguridad e incluso deestima personal que desembocaría en lo quehoy ya estamos viendo: el nihilismo.

Quitando los años de carrera, los centrosdonde realicé mis aprendizajes fueronreligiosos, aunque también colaborabanpersonas seglares. No guardo ningúnsentimiento traumático. Siempre me sentííntimamente libre. Comprendía la obligación yel sentir de las personas encargadas de mieducación y entendía que pretendieran mibien. No todos tenemos la misma disposiciónante los demás, sobre todo si nuestro entornose diferencia de lo que se nos estáaconsejando. Pero no hay más que seguir pordonde la mente de cada uno puedacomprender, intentando ponerse en el lugar delos otros y analizando los pros y contras paratomar decisiones al respecto.

Mercedes Jiménez Requena

Martinmorales, en ABC

DESDE LA FE 1-IX-2005 ΩΩ31 AA

No es verdad

Justicia y misericordia:aliados, no contrincantes

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Alfa y Omega agradece la especial colaboración de:

i yo tuviera que componer una lección de catequesis sobre el amoral prójimo, antes que nada contaría lo que le sucedió a un antiguomonje ruso llamado Demetrio. Después hablaría de esa unión tanestrecha que ha de darse entre el amor a Dios y el amor al prójimo.Este segundo amor, diría, es el único argumento que demuestra laexistencia del primero. Ningún conflicto, por tanto, puede haber en-tre ambos amores, sólo una cierta diferencia que los teólogos se hanesmerado en precisar. Finalmente, explicaría cómo el amor consti-tuye para los hombres su única brújula en el camino hacia la vida eter-na. Amor, pues, en el camino y en la meta: el cielo es el reino delamor. Gracia que para todos ustedes, como para mí, deseo.

Un día el monje Demetrio recibió del cielo la orden de presentarseante Dios. Tenía que ser esa misma tarde, antes de la puesta de sol,en la cima de un monte cercano. Inmediatamente se puso en camino.Pero a mitad de la cuesta encontró a un hombre malherido que pedíasocorro. Lo recogió, lo bajó al monasterio para que cuidaran de él, ydespués emprendió de nuevo la subida. Temiendo llegar tarde; corriócuanto pudo. A pesar de ello, cuando alcanzó la cima ya era de no-che. Dios se había ido.

Pero existe otra versión muy distinta de la misma historia. Se-gún ésta, Demetrio no se detuvo a auxiliar al herido, aunque sí leexplicó el motivo de su prisa, aquella cita urgente, inaplazable, conDios; después, a la vuelta, lo atendería debidamente. Llegó a tiem-po al lugar. Pero Dios no estaba. Dios había acudido en socorro delherido.

Y aún hay una tercera versión, probablemente la más verosímil.Lo mismo que en la anterior, el monje antepone su cita con Dios alejercicio de la caridad, y llega puntualmente a la cumbre, todavía consol. Pero tampoco esta vez se presentó Dios. Porque Dios era aquelmalherido que pedía auxilio.

Saben muy bien, porque lo han oído mil veces, que Dios es amor.Por consiguiente, deberían saber que todos los atributos divinos noson otra cosa que cualidades diversas de ese amor. Dios es omni-potente: su amor lo puede todo. Dios es eterno: su amor no tieneprincipio ni fin. Dios es incomprensible: su amor excede toda com-prensión.

Suelen concebir la justicia divina como un atributo contrapuestoa la misericordia. Entre ellas se supone que hay una especie de ten-sión, las dos tirando en direcciones contrarias, hasta que, al fin, se su-pone, la misericordia termina venciendo. Complicados siempre, só-lo pueden entenderlo de manera complicada. Complicados en to-do, tienden a llevar la complicación hasta el interior del mismo Dios.¿Por qué? Si creen que Dios es amor, tendrían que deducir que su jus-ticia y su misericordia son nada más que dos facetas o dos modali-dades de ese amor, y, por tanto, lejos de rivalizar entre sí, cooperangustosamente. No son dos contrincantes, sino dos aliados.

El perdón de Dios, obra máxima de su amor, significa el resta-blecimiento del amor. Pero muchos de ellos no lo comprenden, hanrebajado su valor, lo interpretan simplemente como una abolición delcastigo merecido. Se contentan con lo secundario y olvidan lo másimportante. Quien sabe lo que es el amor divino, lo que vale eseamor, no se sentirá en absoluto satisfecho con que Dios desista de cas-tigarle. Él aspira a otra cosa, está deseando que Dios confirme suamor hacia él, que lo ame igual que antes, lo mismo que antes de ha-ber pecado, sin reticencia alguna, sin que ningún mal recuerdo se in-terponga entre ellos.

«¿Qué es más fácil, decirle a un paralítico: Se te perdonan lospecados, o decirle: Levántate y anda?» A esta pregunta de Cristosuelen contestar que, para Dios, las dos cosas son igualmente fáci-les. Pero lo cierto es que la primera no es tan fácil como la segunda.Para realizar una curación milagrosa, igual que para crear el mundo,basta un Dios omnipotente, el Dios clásico que han definido siemprelos filósofos. En cambio, para perdonar los pecados, hace falta unDios que además sea misericordioso, atributo éste que no tiene porqué figurar en las definiciones convencionales de Dios.

José María CabodevillaEn La sopa con tenedor (ed. BAC)

El buen samaritano. Giacomo Bassano. Galería Nacional de Londres