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SALUD REVISTA.ES NÚMERO 43 | AÑO 7 | FEBRERO 2016 :: M. MILANESIO FÁRMACOS BAJO CONTROL Hay que acudir a los especialistas. Siempre. La automedicación, por muy bien llevada que uno crea, puede conducir a la dependencia o a provocar nuevas dolencias P[8] RICAS EN FIBRA Y MINERALES, DESCUBRIMOS LAS PROPIEDADES DE LAS LEGUMBRES [P3] 270.000 NIÑOS SUFREN CADA AÑO UN EPISODIO DE BRONQUIOLITIS, 20.000 ACABAN HOSPITALIZADOS [P10] SÍGUENOS EN EL CANAL SALUD DE TU PERIÓDICO

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SALUD REVISTA.ES

NÚMERO 43 | AÑO 7 | FEBRERO 2016

:: M

. MIL

AN

ESIO

FÁRMACOS BAJO CONTROLHay que acudir a los especialistas. Siempre. La automedicación, por muy bien llevada que uno crea, puede conducir a la dependencia o a provocar nuevas dolencias P[8]

RICAS EN FIBRA Y MINERALES, DESCUBRIMOS LAS PROPIEDADES DE LAS LEGUMBRES [P3]

270.000 NIÑOS SUFREN CADA AÑO UN EPISODIO DE BRONQUIOLITIS, 20.000 ACABAN HOSPITALIZADOS [P10]

SÍGUENOS EN EL CANAL SALUD DE TU PERIÓDICO

El Baby Led Weaning podría combatir la obesidad infantil

La lactancia materna y la alimen-tación complementaria son efica-ces para promover la salud, el crecimiento y el desarrollo infan-til. Partiendo de esta base, la doctora Ana Martínez Rubio, pe-diatra de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), subraya que «después de los seis meses, ni la leche ma-terna ni la de fórmula son sufi-cientes para satisfacer los reque-rimientos nutricionales del niño y que se deben administrar aportes suplementarios de otros alimen-tos». De hecho, entre los 6 y 8 meses, la aportación de energía procedente de la alimentación complementaria debería ser 1/5 del total y entre los 9 y los 11 me-ses ascender a la mitad.

Adiós a la cuchara Para ello, en los últimos años ha sur-gido el Baby Led Weaning (BLW), que consiste en una alimentación complementaria guiada por el pro-pio bebé, que permite que el lac-tante manipule los alimentos con sus manos y se los lleve a la boca. «El objetivo es basar la introducción de la alimentación complementaria en el desarrollo fisiológico de los bebés durante el primer año de vida», explica la doctora. Eso sí, los pedia-tras de Atención Primaria aseguran que «este método no debería ini-ciarse antes del sexto mes y que puede introducirse siempre que el lactante haya adquirido ciertas com-petencias motoras y cognitivas».

Uno de los objetivos del BLW es conseguir que la alimentación sea a demanda de las necesidades del niño. Así, aclara la especialista, «el bebé puede mostrar hambre y sa-ciedad con gestos, evitando forzar-le a comer». A través de este méto-do, adquiere un rol más activo, fa-voreciendo que pueda regular las cantidades de alimento que ingie-re, y desarrolle sensaciones de sa-ciedad, ayudando, incluso, a preve-nir la obesidad. Además, puede fo-mentar una mayor aceptación de los alimentos normales y conseguir un mayor consumo de alimentos más sanos. Y resulta fundamental para promover hábitos de alimentación saludables en edades temprana, así como para fomentar el desarrollo psicomotor del niño.

S i está pensando en elimi-nar esos kilos de más cogi-dos durante el invierno de cara a lucir tipín en las va-

caciones de Semana Santa, si el tiem-po lo permite, las legumbres pue-den ayudarle. ¡Sí, las legumbres! Sus hidratos de carbono se asimilan len-tamente favoreciendo la sensación de saciedad, lo que mejora el segui-miento de las dietas y, por tanto, la pérdida de peso. Eso sí, ojo con el guiso que haga con ellas. Se aceptan ‘viudas’, con arroz o con verduras, pero nada de acompañarlas con com-pangos y demás delicias animales. En este caso, mejor ser vegetariano y, de paso, dejar de lado esos gene-rosos platos hondos.

Obviamente, este no es el moti-vo, al menos no el único, por el que la Asamblea General de Naciones Unidas ha proclamado este año como

el año de estas viandas. La decisión, basada en muchas y variadas razo-nes, se resume en «sensibilizar a la opinión pública sobre las ventajas nutricionales de las legumbres como parte de una producción de alimen-tos sostenible encaminada a lograr la seguridad alimentaria y la nutri-ción». Ahí es nada.

Afortunadamente, la gastrono-mía española es rica en platos con lentejas, garbanzos y judías, y aun-que estas son las legumbres que fá-cilmente enumerará cualquier con-sumidor, se calcula que en el mun-do hay cientos de variedades. Entre ellas destacan los frijoles, la soja, los altramuces, los cacahuetes –una le-gumbre ‘disfrazada’ de fruto seco– o la algarroba, un superalimento con el que se elabora una crema para un-tar a base de avellanas, plátanos y le-che vegetal y que, además, es un

buen sustituto para el chocolate. En definitiva, es fácil elegir las que más nos gusten y añadirlas a la dieta para beneficiarnos de sus propiedades, que son muchas como veremos, en-tre ellas actuar como protectoras frente al cáncer de colon.

Como parte importante de una dieta saludable por su elevado con-tenido en proteínas, fibra y otros nu-trientes esenciales, los expertos en nutrición señalan también la impor-tancia de su alto contenido en hie-rro y zinc, lo que las convierte en un alimento especialmente benefi-cioso para las mujeres y los niños con riesgo de anemia. Además, las legumbres también contienen com-puestos bioactivos que ya han mos-trado en diversos estudios eviden-cias de ayudar a combatir la diabe-tes y las enfermedades del corazón. Uno de estos estudios fue el reali-zado hace tres años por un equipo de Investigadores del Hospital St. Michael de Toronto (Canadá). Pu-blicado en la revista científica ‘Ar-chives of Internal Medicina’, los re-sultados obtenidos aseguraban que el consumo diario de lentejas o fri-joles podía ayudar a las personas con diabetes tipo 2 a controlar sus nive-les de azúcar en sangre e incluso a reducir su riesgo de padecer un ata-que cardiovascular o un ictus. Y es que después de tan solo tres meses con esta dieta, los pacientes del es-tudio vieron cómo el riesgo de en-

fermedad cardiovascular descendió de un 10,7 a un 9,6 por ciento. Un dato interesante que puede ayudar a retrasar el uso de fármacos para controlar la enfermedad.

Las once mil vírgenes Estando en el año en que se conme-mora el cuarto centenario de la muerte de Cervantes, no podemos olvidar esas lentejas que Don Qui-jote consumía los viernes y que En-ríquez Gómez, en su ‘Siglo pitagóri-co’ (1644), llama las «once mil vír-genes». Y aunque en el Egipto de Ramses III se servían a la realeza, así lo demuestran los frescos de la épo-ca, no siempre estuvieron bien vis-tas, por estar consideradas desde la Grecia Clásica alimento para pobres, como sucede con casi todas las le-gumbres. A pesar de ello, el médico Hipócrates recetaba lentejas para combatir los males del hígado, du-rante la Baja Edad Media decían de su caldo que calmaba el vómito co-lérico y su sopa estaba indicada para tratar a los enfermos, sobre todo ha-biendo fiebre –aún hoy popularmen-te, y sobre todo entre los vegetaria-nos, se recomienda tomarla para pa-liar los síntomas del resfriado y la gripe al igual que otros toman caldo de pollo–, y en el siglo XVI, el doc-tor francés Ambroise Paré recetaba lentejas contra la viruela. Así que aunque nuestro refranero diga que «si quieres las comes y si nos las de-jas», mejor tomarlas.

Otra de esas recomendables le-gumbres son los garbanzos, que ade-más de nutritivos están considera-dos como afrodisíacos, y ya en la an-tigua farmacopea árabe eran vistos como un realzador de la libido. Tan-tos son sus usos y sus leyendas, que el garbanzo tiene su propio y curio-sísimo tratado. Mientras, judías, ha-bichuelas y frijoles eran habituales entre las tripulaciones, ya que cró-nicas como las que hay sobre los via-jes del Capitán Cook las recomien-dan encarecidamente. Eso sí, para evitar las posibles ‘obstrucciones’ que puedan acarrear, mejor tomar-las de ese modo que «los franceses llaman puré, en cuyo alimento se combina la parte más nutritiva y fina (...) quedando libre de los perjuicios que puedan ocasionar las cortezas indigestibles de las legumbres, que se excluyen», afirma el ‘Tratado de las enfermedades de gente de mar’.

Como vemos, acostumbrarnos a comer dos platos de legumbres a la semana, según recomiendan los ex-pertos en nutrición, no es moda ni de hoy ni de un día.

2 DEUNVISTAZO FEBRERO 2016 SALUDREVISTA.ES

Tape el grupo de dibujos de abajo mientras memoriza el de arriba durante dos minutos. A continuación, tape el grupo de dibujos superior y observe el de abajo. ¿Sabría decir qué di-bujo falta?

LIBRETAS DE INGENIO. JUEGOS DE MEMORIA Autor: Àngels Navarro Ed. Anaya. 30 páginas.

¿Cuál es el que falta?

MATE También llamada ‘té del Paraguay’ y ‘oro verde’, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprueba el uso tradicional de la hoja de mate para el tratamiento de la fatiga y la sensación de cansancio. La infusión de esta hierba se considera un estimulante debido a que contiene cafeína.

3REMEDIOS NATURALES CONTRA LA FATIGA

CONSEJOS PARA UNA VIDA MÁS SANA

SANSÓN

MÉDICOS ASESORES EN ESTE NÚMERO

ÁRBOL DE LA COLA Con acción estimulante sobre el sistema nervioso central, la EMA aprueba su uso tradicional para el tratamiento de los estados temporales de fatiga y sensación de debilidad. En fitoterapia se aconseja su uso, que no su abuso, para aumentar la rapidez intelectual y el tono muscular, amén de para estimular el sistema cardio-respiratorio.

ELEUTEROCOCO Usado en épocas de preparación de exámenes, la EMA aprueba su uso tradicional para el tratamiento de los síntomas de astenia, como fatiga y sensación de debilidad. Además, favorece la resistencia del organismo al esfuerzo, por lo que ayuda a su recuperación y permite aumentar la capacidad para realizar esfuerzos físicos.

EDITA VOCENTO Dirección Editorial de Medios Regionales Cm Vocento Coordinación Alfonso R. Aldeyturriaga Edición Pilar Manzanares y Alberto Ferreras (ed. gráfica) Redacción Rubén Cañizares, Rebeca Castellanos, Edurne Martínez, Linda Ontiveros, Lucía Palacios, Daniel Roldán. Fotografía Óscar Chamorro. Impresión Vocento. Calle Juan Ignacio Luca de Tena, 7 28027 Madrid

Comercializa Cm Vocento Publicidad Estíbaliz Fernández de Labastida 686923760 [email protected]

José María Lobos Coordinador del grupo de trabajo de enfermedades cardiovasculares de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria.

Manuel Álvarez Romero Especialista en Medicina Interna y presidente de la Sociedad Española de Medicina Psicosomática.

María del Carmen Luna Paredes Coordinadora del Área de Neumología Infantil del Hospital Materno-Infantil Doce de Octubre, en Ma-drid.

Mar Faraco Oñorbe Vocal en la Junta Directi-va de la Sociedad Españo-la de Medicina Tropical y Salud Internacional (SEMTSI).

Inmaculada García-Asenjo Médico de Atención Pri-maria del Centro de Salud de Camaruel (Madrid).

EL JUEGO

��· Más información en : LA WEB DE SALUD DE SU DIARIO.

El potaje de garbanzos con espinacas, uno de los platos más destacados de la Semana Santa. Para los no vegetarianos, mejor con bacalao. :: S. R.

Ricas en fibra y minerales, lentejas, judías o garbanzos contribuyen a mantener la salud intestinal, ayudan a prevenir la obesidad, a controlar enfermedades como la diabetes y a proteger contra el cáncer. Por todo eso, la ONU proclama 2016 como su año P. MANZANARES

��Garbanzos. Son ricos en ácido fólico, vitamina básica en la die-ta de las embarazadas para un buen desarrollo del feto.

��Lentejas. Además de su famo-so hierro, el triptófano que con-tienen las convierte en un rela-jante natural.

��Judías. A pesar de la creencia popular, esta legumbre no aporta grasa y ayuda a reducir el coles-terol malo.

��Guisantes. Ricos en vitamina A, ayudan a mantener sana la vista y la piel. Ojo, mitad verdu-ra, la FAO no contempla como legumbres los guisantes verdes ni las habas frescas, aunque mu-chos nutricionistas lo hacen.

��Soja. Su gran valor proteico la convierten en la perfecta susti-tuta de la proteína animal, indis-pensable en dietas vegetarianas. Proceden de ella el tofu, el miso o el tempeh.

LAS JOYAS DEL FOGÓN

En la Baja Edad Media las lentejas se recetaban a los enfermos para bajarles las fiebres y se decía que su caldo calmaba el vómito colérico

CÓMO SACAR EL MÁXIMO PARTIDO A LAS LEGUMBRES

3 CURARSEENLAMESAFEBRERO 2016 SALUDREVISTA.ES

��· Más información y recetas en : ’El gran libro de las legumbres’, de Anna García. Lectio ediciones, y en la web, www.fao.org/pulses-2016/es/

U na nueva enfermedad sur-ge de un virus de la mis-ma familia flavivirus que produce dengue, chikun-

gunya o fiebre amarilla. Se trata del zika, un trastorno que pasaría inad-vertido de no ser por una razón: exis-te una correlación entre padecerlo durante el embarazo y el nacimien-to de bebés con microcefalia. «La alar-ma es por la probable asociación con las malformaciones en el feto; de no ser así, quizás esta enfermedad no hubiera sido relevante en España», explica la doctora Elena Trigo, mé-dico adjunto de la Unidad de Medi-cina Tropical y del Viajero del Hos-pital Carlos III-La Paz (Madrid). «La epidemia de chikungunya y el den-gue siguen activas, porque son recu-rrentes, al igual que el dengue, que tiene más mortalidad e impacto en la salud de los pacientes. Sin embar-go, ninguna de estas enfermedades está asociada a las malformaciones en el feto y, por lo tanto, no genera la misma alarma», agrega la experta.

Este grave riesgo no había sido de-tectado hasta que el zika se expan-dió por Suramérica el año pasado. «Además de microcefalia, ocasional-mente los bebés presentaban otros problemas neurológicos», asegura la doctora Mar Faraco Oñorbe, vocal en la Junta Directiva de la Sociedad Es-

pañola de Medicina Tropical y Salud Internacional (SEMTSI). «También se observó un aumento de casos de síndrome de Guillain-Barré, un tras-torno neurológico de base autoin-mune, en adultos tras haber pasado una infección por este virus», aña-de la doctora Faraco.

Aunque la infección al humano

sucede por la picadura de un mosqui-to (la hembra del género Aedes aegyp-ti), también hay evidencia, todavía escasa, de transmisión por vía sexual. «Las descripciones de transmisión por esta vía probaría, por primera vez, esta forma de contagio en una enfermedad transmitida por insec-tos», prosigue la doctora Faraco Oñor-

be. «Hasta ahora, se ha aislado el vi-rus en el semen y se ha documenta-do la transmisión de persona a per-sona por vía sexual en dos ocasiones. También es posible la trasmisión pe-rinatal del virus y por transfusiones de sangre no cribada para este virus. Pero de acuerdo a la evidencia dispo-nible, se trataría de mecanismos me-nos frecuentes de propagación de la enfermedad». Para aquellas perso-nas que han visitado zonas de ries-go de contagio, el Ministerio de Sa-nidad recomienda que mantengan relaciones sexuales con preservati-vo, sobre todo si existe embarazo, durante los 28 días siguientes. Y si el hombre ha tenido síntomas de la enfermedad, el uso de preservativo se debe prorrogar hasta los seis me-ses. Los mismos plazos se aplican a la transfusión o donación de sangre.

Así, en efecto, la enfermedad pa-saría inadvertida en países como Es-paña, de no ser por estas caracterís-ticas inusuales, así como la posibili-dad de que un tipo de mosquito Ae-des albopictus, conocido como mos-quito tigre, que vive en la costa orien-tal española pudiera transmitirla. De hecho, la enfermedad solo se activa en la cuarta parte de los infectados y los síntomas suelen ser pasajeros. «El periodo de incubación varía en-tre dos y siete días, pero puede alcan-zar hasta doce, desde que se produ-ce la picadura hasta la aparición de los síntomas», refiere la doctora Fa-raco Oñorbe. «El zika se caracteriza por fiebre, conjuntivitis, dolores ar-ticulares sobre todo en pequeñas ar-ticulaciones y una erupción que sue-le empezar en la cara y se extiende después al cuerpo entero». No pre-cisa generalmente un tratamiento complejo ni hospitalario, y los sín-tomas de dolor y fiebre se alivian con paracetamol, como analgésico de pre-ferencia, reposo y la ingesta de abun-dante agua. En caso de picor, antihis-tamínicos. «El mensaje es de tran-

quilidad para la población en gene-ral y de precaución para las embara-zadas, resume la doctora Trigo.

Antes de 2016, en España no se habían notificado casos de zika, y los pacientes que se han contagiado sue-len haber sido infectados en regio-nes tropicales. Sin embargo, las au-toridades españolas están alertas, como lo están ante la posible propa-gación de epidemias. Desde aquellas, como la peste del siglo XIV, el VIH/sida, el cólera tras el terremoto de Haití o el ébola que comenzó en el oeste de África. «El amplísimo y rápido volumen de movimientos de personas y mercancías a nivel inter-nacional aumenta el riesgo de pro-pagación de enfermedades que an-tiguamente no se hubiesen disemi-nado con facilidad», afirma la docto-ra Faraco. «Pero nuestros sistemas sanitarios están más preparados y vi-gilantes. Mientras existan deficien-cias tan enormes en los sistemas de salud de países de bajos recursos, el control será muy complejo y el ries-go de diseminación, mayor. Que la comunidad internacional busque mejorar esas condiciones de salud es tanto un deber moral, como una es-trategia preventiva global».

L lega el cumpleaños de un hermano, un primo o un so-brino. Los seres más queri-dos organizan una fiesta y

preparan una tarta de chocolate, con sus velas encendidas y toda la para-fernalia colocada en el salón de la casa. Pero el homenajeado no se in-muta. El 14 de febrero ha pasado por la casa de una pareja, donde la ba-lanza del amor está descompensa-da. Uno de sus miembros no ha mos-trado ni una pizca de ilusión o cari-ño hacia la otra. La culpa la tiene la alexitimia, el síntoma que impide a las personas «ponerse en contac-to con las propias emociones y des-pués expresarlas», como explica Jor-ge Barraca, presidente de la Socie-dad Española de Psicología Clínica y de Salud (Sepcys). Un síntoma que puede ir desde los grados más bajos hasta una imposibilidad ab-soluta de sentir cualquier cosa en las situaciones más extremas, como el falleci-miento de un ser querido o las consecuencias de una tragedia natural.

«Si yo no sé muy bien qué siento, no sé expresar-lo», explica el doctor Barra-ca. Tampoco ayuda los tiempos en los que vivi-mos, con una exposición al mundo gracias a las nuevas tecno-logías mucho más intensa que en décadas anteriores. «Ahora estamos en una sociedad muy externa, que mira más hacia al exterior y por lo tanto no es capaz de mirar hacia el interior y poder expresarse bien», apunta José Elías Fernández, psicó-logo y pionero en el uso del humor y la risoterapia. Pero a pesar de esta sobreexposición, los sentimientos no se vuelcan. «Es demasiado tier-no expresar sentimientos. Eso hace que las personas nos retraigamos más y al final no aprendamos a ex-presar esos sentimientos y a dife-renciarlos», apunta el experto. Tam-bién los trastornos de estrés o de-presión, una de las causas externas de este síntoma, provocan que se convierta en un «mecanismo de de-fensa» esa falta de comunicación de los sentimientos.

No solo la sociedad actual influ-ye en la alexitimia, sino también afecta y mucho el desarrollo de la persona y en qué ambiente se haya desenvuelto. «Alquien que es poco expresivo mantiene una distancia con emociones tanto positivas como negativas. Esto pasa en mucha gen-te porque en su casa no se ha sido muy expresivo emocionalmente o se le ha negado ser muy expresivo», apunta el doctor Fernández. Y esta situación, en el caso de los hombres, se acentúa. «Ni sienten ni padecen, porque no pueden estar en contac-to con la emoción. Eso es lo que se les dice», explica el doctor Barraca. «El hombre tiene que ser duro y no puede expresar sentimientos como tristeza, dolor o llanto porque está mal visto socialmente. Siempre ha existido eso», comenta el doctor Fernández, quien señala que las mu-jeres, no obstante, también están cada vez «perdiendo» ese contacto con las emociones. «Por eso cuan-do entran en un hecho emocional fuerte son capaces de recordar he-chos que ocurrieron hace mucho tiempo», explica.

Causa de debilidad A pesar de que puede ser fácilmen-te detectable, la alexitimia es un sín-

toma que se puede conside-rar infradiagnosticado pre-cisamente porque se con-funde muchas veces con la forma normal de ser de cada uno. «Muchas personas cre-en que otra gente que llora o que ríe mucho es una cau-sa de debilidad. Hay poca conciencia de problema», incide el presidente de la sociedad científica.

Pero los principales de-tectores de este síntoma que en el mundo afecta a unas 700 millones de personas, son los compañeros sen-timentales. «Cuando tu pareja se te pone delante y te dice que eres un inútil o un discapacitado emocional la situación puede cambiar porque esa falta de contacto con las emocio-nes está afectando directamente a la vida», explica el doctor Barraca. «Gracias a ese reflejo en otras perso-nas se puede dar cuenta», añade el presidente de la Sepcys.

Ese despertar sirve para que la persona se dé cuenta de que algo fa-lla y que puede ser tratada de su ale-xitimia en los estados más leves. En-tonces, al paciente se le enseña un protocolo para saber cómo está el otro, si está preocupado, triste o con-tento. «Hay dos tipos de casos: hay personas que ni saben ni reconocen las emociones y hay personas que sí saben que son las emociones pero no saben verbalizarlas. En esta si-tuación, aprender es ver a los demás y poner nombres. Después llegará asimilar la emoción, tener en cuen-ta que uno tiene unas pocas emo-ciones, un razonamiento y que debe tomar decisiones. Más tarde llega entender y comprender las señales emocionales que se producen, cuan-do estamos en tensión, enfadados o alegres. Y, por último, autorregu-lar las emociones como lecturas o habilidades sociales para conseguir una relación», explica el doctor Fer-nández. «Saber qué decir en qué si-tuaciones. Decir lo siento o gracias. Eso se entrena en consulta», añade el doctor Barraca.

4 DECABECERA 5PSICOLOGÍAFEBRERO 2016 SALUDREVISTA.ES

FEBRERO 2016 SALUDREVISTA.ES

CUANDO ES IMPOSIBLE DISTINGUIR EL AMOR

:: D. ROLDÁN Bombones, joyas, cava, música o un buen libro son regalos habitua-les en cualquier celebración, inclui-do san Valentín. Pero algunos, ade-más de regalar algo a sus seres más queridos, deciden regalarse un par de horas en el gimnasio. No solo para estar bien de salud, sino para

buscar la perfección física. «Hay un culto al cuerpo exagerado», expli-ca el doctor José Elías Fernández. También se está produciendo un repunte de la cirugía plástica; y no precisamente por necesidades mé-dicas, sino por una búsqueda cons-tante de la belleza. «Se ha implan-tado totalmente», añade el psicó-

logo sobre estas nuevas formas de narcisismo que imperan en este co-mienzo del siglo XXI.

Lejos queda la imagen clásica del personaje peinándose delante de un espejo o las cuestiones que la malvada madrastra de Blancanie-ves le lanzaba a su reflejo. Ahora, los nuevos narcisistas buscan que-rerse a sí mismo a través de la per-fección física porque «la sociedad así lo reclama». Además, estas per-sonas tienen una necesidad exce-siva de admiración y afirmación, ya que en el fondo son inseguras con cada movimiento que realizan.

Pero los narcisistas también en-cuentran su forma de expresarse con las modas urbanas. «Son unas expresiones que duran muy poco en el tiempo. Ahora los ‘hipsters’ van desapareciendo poco a poco para que aparezca una nueva forma de vestir, por ejemplo. Cada vez van a ir apareciendo más tribus urbanas que buscarán la apariencia adecua-da para el momento adecuado», ex-plica el psicólogo. Al igual que su-cede con la alexitimia, hay muchos casos de narcisismo que no están diagnosticados y que se consideran como una forma habitual de ser.

EL NARCISISMO CRECE AL RITMO DE LAS MODAS

10%de la población mundial, unos 700 millones de personas, sufre de este síntoma en sus diferentes grados.

:: S. R.

La alexitimia es la incapacidad de muchas personas de distinguir los sentimientos, un síntoma más presente en la sociedad de lo que uno se puede imaginar DANIEL ROLDÁN

LAS PICADURAS DEL ZIKAEl riesgo potencial de afectar al feto de la mujer contagiada, produciendo microcefalia, hace que una enfermedad que hubiera pasado inadvertida en España genere alarma social. El sistema de sanidad se encuentra vigilante LINDA ONTIVEROS

Larvas del mosquito Aedes aegypti. :: AFP

¿PELIGRO EN ESPAÑA?

En la península existe «un tipo de mosquito Aedes albopictus, conocido como mosquito tigre, que tiene capacidad para trans-mitir la infección pero es más torpe, necesita condiciones más favorables, más aún en invier-no», tranquiliza la doctora Elena Trigo, médico adjunto de la Uni-dad de Medicina Tropical y del Viajero del Hospital Carlos III-La Paz (Madrid). «Es en las em-barazadas donde vamos a con-centrar nuestros esfuerzos. De todos modos, se prevé que si se da un caso de infección dentro de España podría ser anecdóti-ca», concluye la experta.

�� No existe tratamiento antivíri-co específico.

�� Tampoco hay posibilidad de quimioprofilaxis.

�� El único tratamiento es aliviar el dolor y la fiebre con paraceta-mol como analgésico, hidrata-ción abundante y tratamiento de otros síntomas si aparecen.

�� No hay vacunas en fases avan-zadas de desarrollo, aunque algu-na de las desarrolladas contra otros flavivirus quizás podría ser adaptada.

ALGUNAS ADVERTENCIAS

1 Antes de viajar, consultar en un Centro de Vacunación In-

ternacional para informarse de las medidas preventivas.

2 Usar productos repelentes de insectos. Se recomienda

que contengan más de 40% EDDT.

3 Utilizar ropa de colores cla-ros y manga larga.

4 Evitar perfumes.

5 Elegir alojamientos prote-gidos preferiblemente con

aire acondicionado, pues los mosquitos tienden a evitar el frío.

6 Colocar mosquiteras en las ventanas y encima de los

lugares descanso.

7 Entre las mosquiteras, pre-ferir aquellas impregnadas

en insecticida tipo piretroide.

8 Mientras dura la viremia, el paciente debe estar aislado

con mosquiteras, para evitar las picaduras de mosquitos que se convertirían así en nuevos transmisores.

9 Rociar insecticidas de inte-rior dentro de las casas, evi-

tando su inhalación directa.

10 No viajar a zonas con brotes de zika si está en

estado de gestación.

DIEZ MEDIDAS DE PREVENCIÓN

del 18 al 20 de febrero organiza en Sevilla un congreso sobre la perspec-tiva psicosomática en Atención Pri-maria y otras especialidades–, afir-ma que más de la mitad de las con-sultas de pacientes que acuden a su médico de familia tienen un gran componente psicosomático. Si nos fijamos en las consultas de medici-na psiquiátrica, el componente psi-cosomático sube hasta el 70%, un porcentaje que también es altísimo en las de dermatología. «Hay que te-ner en cuenta que la piel se forma en el feto desde el ectodermo, el mis-mo origen del cerebro, y es la cara de éste, por lo que en ella se manifies-tan todas las tensiones con una fa-cilidad tremenda», explica.

De acuerdo con que los trastornos psicosomáticos son enfermedades en las que una persona sufre sínto-mas físicos significativos que no se corresponden con las exploraciones ni las pruebas médicas que se le rea-lizan, ¿qué sucede cuando los sínto-mas no se tratan correctamente dada la dificultad que tiene encontrar qué es lo que los causa? «Un diagnóstico erróneo original retrasa el diagnós-tico certero y una posible recupera-ción. Si a una persona le han dicho que tiene epilepsia y se le ha permi-tido creer que padece una enferme-dad cerebral grave y posiblemente mortal, entonces esa creencia que-da tan embrollada en su mente que afecta a su capacidad de recupera-ción. Si uno cree que nunca será ca-paz de correr una maratón, segura-mente nunca lo intentará. Además, un diagnóstico de enfermedad orgá-nica incorrecto puede acarrear un tratamiento tóxico innecesario. Y podría inducir a la persona a efectuar cambios innecesarios en su vida para convivir con la enfermedad», expli-ca la neuróloga Suzanne O’ Sullivan, autora de ‘Todo está en tu cabeza’. Según el doctor Álvarez, «si además estos síntomas no se atajan se cro-nifican. La ventaja de esto es que el síntoma crónico se tolera mejor que el agudo, uno ya lo conoce y sabe que le machaca pero que no le mata. Pero vivir con él es como hacerlo en una calle ruidosa, que conlleva un gran sufrimiento, aunque no se registre como tal. Otras veces ese paciente insatisfecho porque no parece hallar una respuesta a lo que le sucede se convierte en lo que llamamos un hi-perfrecuentador de consultas». A muchos de estos pacientes hiperfre-cuentadores también les conocemos con el nombre de ‘hipocondríacos’, son personas que magnifican la in-tensidad y el valor de su afección o molestia y necesitan que alguien les asegure que lo que padecen no es gra-ve. «Para ello, primero hay que ob-servarles, pero cuando no hay quien les convenza piden pruebas y más pruebas médicas que le demuestren la normalidad de todo su organismo. Eso conlleva un gasto farmacéutico enorme y un desgaste importante para el médico que les trata», mati-za el experto.

El paradigma psicosomático Hay que tener en cuenta que aun-que todo esté en la cabeza del pa-ciente, nadie quiere escuchar esa res-puesta de un profesional al que se aferra como tabla de salvación. Y es que, además de sentirse incompren-didos, los síntomas que pueden lle-gar a padecer estas personas que fí-sicamente están sanas pueden ser tan graves como una parálisis o una ceguera, e incluso pueden dejarles incapacitados. Pero entonces, ¿cuál es el remedio para una enfermedad ‘imaginaria’?

Tal y como escribe la doctora O’Su-llivan: «En ocasiones, la obtención reiterada de resultados normales en los análisis decepciona a estos pa-cientes y, desesperados, buscan otra respuesta. Algunos se sienten arrin-conados y forzados a aceptar el pa-pel de ser alguien no diagnosticado, alguien a quien no puede ayudarse, porque cualquier opción se antoja mejor que la humillación de tener un trastorno psicológico. La socie-dad es sentenciosa con las enferme-

dades psicológicas, y los pacientes lo saben». Estos pacientes deben mi-rar, pues, hacia los especialistas que sí les van a comprender, los que sí les van a poder ayudar. Ahí es don-de entra en el terreno de juego la me-dicina psicosomática, disciplina que, como describe el doctor Álvarez, tra-ta de abordar en la consulta de cual-quier agente de la salud el padeci-miento de quien lo sufre de una ma-nera holística, global e integral, te-niendo en cuenta todos los factores del paradigma psicosomático. «Este paradigma, o metodología en la ac-tuación, es biopsicosocial y dice que toda enfermedad tiene un compo-nente genético, por pequeño que sea, uno psicológico y otro social. Ade-más, en la Sociedad Andaluza de Me-dicina Psicosomática añadimos dos elementos más: el ecológico, que son las circunstancias ambientales que están ahí, por ejemplo, no es lo mis-mo padecer una gripe en una casa con calefacción que en la calle, y el espiritual, que engloba las decisio-nes que como personas libres toma-mos. Podemos usar nuestra libertad como ayuda curativa o como actitud

yatrógena, o sea como refuerzo de la enfermedad», explica.

Analizados todos esos elementos, el tratamiento de una enfermedad psicosomática se resuelve con: fár-macos, que a veces son solo place-bos, terapias como la hipnosis, el mindfulness, la psicofisioterapia, y, sobre todo, con palabras: «Los exper-tos en este área de la medicina espe-cialmente tenemos que saber escu-char, tenemos que curar con la pala-bra y la compresión, porque estos pacientes vienen a tu consulta no solo para que les quites ese síntoma, sino para que indagues en el origen, en lo que lo causa, que suele ser el miedo al despido, un fracaso matri-monial, falta de confort profesio-nal...», matiza el experto.

La insatisfacción, la tendencia a la frustración que conduce a la de-presión o gastos adaptativos exce-sivos forman parte importante del perfil de estos pacientes, son lo que se consideran factores de riesgo. «Por ejemplo, quienes padecen el síndrome del anancástico (los exa-geradamente perfeccionistas) son personas que en general sufren mu-

chísimo, porque tienen unos rasgos de personalidad muy marcados y rí-gidos, se afanan en controlar abso-lutamente todo y su anticipación a la hora de ver las cosas es exagera-da y negativa», describe el doctor Álvarez. También las personas con personalidades ansiosas o neuróti-cas, las que tienen tendencia a preo-cuparse o a sentir ira, culpa y depre-sión son más proclives a desarrollar síntomas somáticos. «Lo mismo puede afirmarse de las personas con inclinación a ser muy dependien-tes de los demás y de quienes con-templan al prójimo como personas de éxito y poderosas y a sí mismos como individuos indefensos e inú-tiles», agrega la doctora O’ Sullivan. Pues bien, a todos ellos «hay que enseñarles a ver las cosas de otro modo, a distanciarse de los proble-mas para verlos desde otra perspec-tiva, aportarles actitudes saludables y educarles en estrategias eficien-tes... En resumen, hay que enseñar-les a corregir esos estilos vitales que les hacen difícil el camino, darles unas ‘gafas nuevas’ para ver la vida adecuadamente. Hay un efecto, al que denomino ‘Gioconda’, que es muy interesante porque propone extraer beneficios tras reflexionar sobre cómo nos vemos a nosotros mismos, pero también de cómo nos ven los demás y de cómo actuamos en función de lo que creemos que la gente piensa de nosotros», con-cluye el doctor Álvarez.

6 LARADIOGRAFÍA 7LARADIOGRAFÍAFEBRERO 2016 SALUDREVISTA.ES

FEBRERO 2016 SALUDREVISTA.ES

E l cuerpo humano expresa sus emociones de múlti-ples maneras. Nos sonroja-mos cuando nos avergon-

zamos, lloramos cuando estamos tristes, reímos al sentirnos felices... y no podemos controlarlo. Pero a ve-ces, el cuerpo responde de un modo exagerado, como sucede cuando las adolescentes se desmayan en un con-cierto de su cantante favorito. Es cierto que para estos desvanecimien-tos hay explicaciones más que lógi-cas, ya que pueden producirse por el sofocante calor y la deshidratación, por ejemplo. Pero un estudio publi-cado por el ‘New England Journal of Medicine’ en 1995 demostró que no siempre era así. De hecho, y tras exa-

minar a diferentes chicas que habían sufrido desmayos en tales circuns-tancias, concluyó que de las 40 exa-minadas 16 se habían desmayado efectivamente a causa del calor y la deshidratación, otras habían tenido un ataque de pánico al sentirse atra-padas en una multitud y otras se ha-bían desmayado a causa de un subi-dón abrumador de emoción. Un co-lapso emocional que demuestra la fuerza que nuestro cerebro tiene so-bre nuestro organismo.

Cuando esta exagerada respues-ta es puntual y no interfiere en nues-tra vida y en nuestra salud no hay problema, pero cuando los síntomas físicos provocados por motivos psi-cológicos exceden la normalidad y

dificultan nuestra capacidad para funcionar o ponen en peligro nues-tra salud hablamos de enfermedad psicosomática. No somos conscien-tes de la frecuencia con la que las personas, de forma involuntaria, en-ferman a causa del pensamiento o de la emoción. Sabemos que el es-trés puede provocarnos una hiper-tensión, una taquicardia, un infar-to o una úlcera de estómago, pero ¿con cuánta frecuencia nuestras emociones pueden causar una in-capacidad grave sin que exista una enfermedad física que la explique?

El doctor Manuel Álvarez Rome-ro, especialista en Medicina Interna y presidente de la Sociedad Españo-la de Medicina Psicosomática –que

A pesar de que sólo existen en la cabeza de quien las padece, los síntomas que provocan las enfermedades psicosomáticas son físicos y muy reales, tanto que pueden llegar a dejar postrado en la cama a alguien de por vida sin un motivo aparente PILAR MANZANARES

El tratamiento: fármacos que a veces son solo placebos, mindfulness, terapias como la hipnosis, psicofisioterapia y palabras

��· Para más información : ‘El efecto Giogonda’, de Manuel Álvarez (editorial Almuzara), y ‘Todo está en tu cabeza’, de Suzanne O’Sullivan (editorial Ariel)

RETRATO DE LA ENFERMEDAD IMAGINARIA

:: P. MANZANARES A Shahina le pisaron una mano. El dolor que sufrió por esta causa fue grande, pero no preocupó a nadie hasta que la mano se hinchó y se amorató más de lo que suele ser nor-mal. Fue entonces cuando la joven universitaria acudió a urgencias, donde le detectaron una fractura finísima en el metacarpiano.

Cuando pasado el tiempo le de-sentablillaron la mano, ésta estaba muy delgada y tuvo que empezar con fisioterapia. Hasta aquí todo normal. Pero un día sus dedos índi-ce y corazón se encorvaron, dejan-do la mano inútil, de modo que ni siquiera servía para sujetar el bolí-grafo. A pesar de este síntoma, una radiografía mostraba que la fractu-ra estaba curada y todo iba bien, y así se lo hicieron saber a la pacien-te. «Eso no me ayudó, me pareció que me estaban diciendo que me lo estaba imaginando. Las confir-maciones reiteradas me hacían sen-tir peor, no mejor», explicaba en su día Shahina.

Así un día acudió a la doctora O’Sullivan, quien le diagnosticó una distonía focal, enfermedad en la que los músculos se contraen y

que se produce por un trauma, aun-que en este caso se debían buscar otras causas.

Un neurólogo experto en tras-tornos del movimiento inyectó a Shahina toxina botulínica y ¡eu-reka! La joven en seguida abrió sus dedos y comenzó a moverlos bien. El problema es que el ‘bótox’ no hace efecto inmediatamente, lo hace pasados un día o dos tras su administración. ¿Qué estaba suce-diendo entonces? «La velocidad de respuesta a esa terapia me hizo pre-guntarme si esa contracción no se-ría psicológica en lugar de física», escribe la doctora O’ Sullivan y así se lo hizo saber a su paciente. Pero aquella observación de la doctora no gustó a Shahina, quien afirma-ba que no estaba loca. El diagnósti-co tampoco gustó a su madre, quien puso una queja contra la doctora. Ninguna entendía que los sínto-mas psicosomáticos, aunque res-pondan a una causa psicológica, ni se hacen a propósito ni se pueden evitar, así que abandonaron el hos-pital muy disgustadas.

Un año más tarde, un neurólogo de otro hospital escribió esta carta a la doctora O’Sullivan: «Le agrade-

cería que me enviara los resultados en su haber de todas las pruebas rea-lizadas a esta joven. Según me cuen-ta, le diagnosticó distonía focal y le administró toxina botulínica con buenos resultados. Cuando la visi-té por primera vez, la distonía le ha-bía recurrido y respondió bien a una nueva administración de bótox. Sin embargo, la mejora no se ha man-tenido. Lamento informarle de que, con el tiempo, la contracción dis-tónica pasó a su brazo izquierdo y ahora se le está propagando por el tronco. Parece estar desarrollando una distonía generalizada para la cual no hallo causa. Me pregunto qué pensó usted cuando la visitó. Empiezo a cuestionarme si el pro-blema, en parte, no podría tener un origen psicológico».

Este caso y la rebelión contra esa causa psicológica por parte de la jo-ven y de su madre es más que na-tural. «Estos pacientes rehúsan la posibilidad de que sus síntomas tengan un componente psicológi-co y buscan otras opiniones médi-cas que les resulten más fáciles de digerir. Por desgracia, si un trata-miento funciona más debido a su efecto placebo que a su efecto bio-lógico, sus beneficios no siempre se prolongan», explica la doctora O’ Sullivan.

EL EXTRAÑO CASO DE SHAHINA

EL EXPEDIENTE X

��· Fuente : Extraído del libro ‘Todo está en tu cabeza’, de Suzanne O’ Sullivan.

:: ILUSTRACIÓ

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Muchos de estos pacientes se sienten forzados a aceptar el papel de ser alguien no diagnosticado, a quien no puede ayudarse

L os opiáceos como la morfi-na pueden causar depen-dencia en determinados ca-sos. Si el organismo se adap-

ta a ese medicamento, su retirada brusca provoca un cuadro de males-tar, el conocido síndrome de absti-nencia. Incluso, antiinflamatorios que tienen potencial analgésico (lla-mados AINES) como el ibuprofeno pueden causar cierta dependencia, sobre todo si el paciente se autome-dica para tratar cefaleas y los consu-me entre 15 y 20 días al mes, para evitar la reaparición del dolor.

«Hace apenas menos de un año las autoridades lanzaron la adver-tencia de que la forma de consumir estos medicamentos no era adecua-da», afirma el doctor Javier Meana, catedrático de Farmacología de la Universidad del País Vasco e inves-tigador del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBERSAM). «Te-nemos la mala costumbre de usar ibuprofeno para tratar procesos don-de no hay inflamación y eso es como matar moscas a cañonazos, sobre todo por los efectos que pueden te-ner: úlceras gástricas, problemas re-nales y cardiovasculares».

Habituación Sin embargo, muchos pacientes su-fren un dolor recurrente y se habi-túan a fármacos que les ayuden a so-brellevarlo. De acuerdo a la intensi-dad, el dolor puede ser leve, cuando desaparece con analgésicos meno-res sin tener periodos de exacerba-ción; moderado, cuando se trata de igual manera y los periodos de exa-cerbación permiten el descanso noc-turno; y el grave, que no remite con analgésicos menores e interrumpe el sueño. «Los médicos tenemos una escala del cero al diez, siendo éste el mayor dolor que se puede sentir», explica la doctora Inmaculada Gar-cía-Asenjo Hurtado, médico de Aten-ción Primaria del Centro de Salud de Camaruel (Madrid).

La utilización de un analgésico puede convertirse en abuso y depen-dencia cuando el paciente lo usa de una manera desproporcionada. «Por ejemplo, cuando se siente dolor y tomamos la dosis más alta de ibu-profeno varias veces al día, debido a la creencia de que así será más efi-caz, sin tener en cuenta que el mé-dico podría indicar otro medicamen-to, como el paracetamol, por ejem-plo», asegura la doctora García-Asen-jo. «Para indicar un tratamiento, los médicos tenemos en cuenta las ca-racterísticas de cada paciente: si es anciano, diabético, si vive solo, si acaba de sufrir un episodio traumá-tico. Hacemos la adecuación del tra-tamiento al proceso del paciente con todas sus características».

En dolores crónicos, como los asociados a tumores, trastornos de lesiones nerviosas muy importan-tes o dolores artrósicos, se utilizan opiáceos. «Los opiáceos actúan en el sistema nervioso central, donde recibimos la sensación del dolor»,

aclara el doctor Meana. «La depen-dencia es bien conocida con los opiá-ceos, pero como son fármacos muy controlados requieren una receta especial».

Los médicos de Atención Prima-ria pueden detectar cuando una per-

sona abusa de los analgésicos, lle-gando a presentar un cuadro de de-pendencia. «En Atención Primaria hay muchos profesionales para aten-der este tiempo de situaciones», ma-nifiesta la doctora García-Asenjo. «Formamos parte de la red de sani-

dad pública, y los casos que ameri-ten atención especializada se remi-ten a esos servicios».

La experta enumera las caracte-rísticas de este tipo de pacientes: pierde la receta todos los días, sobre todo aquella donde están indicados los analgésicos que tienen codeína, como el jarabe para la tos; pide en concreto un preparado de paraceta-mol con codeína, diciendo que es el único que le quita su problema; pue-de mostrarse nervioso y muy exi-gente en la consulta; si no consigue que el médico le dé las recetas acu-de a otro, y así sucesivamente. «En estos casos hablamos con el pacien-te y en muchas ocasiones consegui-mos atajar el problema a tiempo».

En cuanto a los medicamentos que se venden sin control, como los AINES, también pueden causar una costumbre de uso frecuente en el paciente. «No se debe considerar una dependencia, porque la carga peyo-rativa de la palabra puede causar re-sistencia a usar medicamentos que pueden ser necesarios», alerta el doc-tor Meana. «En estos casos, el médi-co intenta reducir el número de días que se toma el medicamento o sal-tar a otra alternativa terapéutica».

Según su comportamiento en consulta y su historial, también se puede detectar un abuso de AINES por parte de un paciente: si recono-ce tomarlos desde hace dos años, con una frecuencia de entre 15 y 20 días al mes; o si afirma que, al dejar de tomarlo, sufre un terrible dolor de cabeza que le hace tomarse otro analgésico. «En estos casos, puedo detectar que hay una cefalea por abuso de AINES. Es diferente aque-lla persona que te viene contando que está consumiendo opiáceos ile-gales. Este tipo de consumo no tie-ne nada que ver con el dolor», con-cluye el doctor Meana.

8 DEACTUALIDAD 9PUBLICIDADFEBRERO 2016 SALUDREVISTA.ES

FEBRERO 2016 SALUDREVISTA.ES

Los fármacos que combaten el dolor pueden causar dependencia, sobre todo cuando se recurre a la automedicación LINDA ONTIVEROS

LA DELGADA LÍNEA DEL ABUSO DE ANALGÉSICOS

Además de la intensidad, el do-lor se puede clasificar según su origen: cabeza, cólico nefríti-co, garganta… dolores focaliza-dos que se combaten con anal-gésicos puntuales. Pero existe otro tipo de dolor, el neuropá-tico. Causado por una lesión del sistema nervioso, tanto central como periférico, re-quiere analgésicos fuertes y coadyuvantes, como los anti-depresivos o anticonvulsio-nantes. Según esto, la escalera analgésica de la OMS es:

1 Escalón primero o inferior DOLOR LEVE No opioides (antiinflamatorios no esteroideos [AINE], paracetamol, metamizol) +/- Coadyuvantes

2 Escalón segundo o intermedio DOLOR MODERADO Opioides débiles (tramadol, codeí-na, hidrocodona) +/- No opioides +/- Coadyuvantes

3 Escalón tercero o superior DOLOR SEVERO Opioides fuertes (morfina, fentani-lo) +/- No opioides +/- Coadyuvantes.

LA ESCALA DEL DOLOR

Los expertos advierten que no es lo mismo abusar que ser adicto. «Abusar es utilizar algo de una manera desproporcionada», ex-plica la doctora García-Asenjo. «Es utilizar algo que no se necesi-ta y hacerlo con más dosis que las necesarias. La adicción, sin em-bargo, se produce de otra manera: muchos medicamentos tienen

un fenómeno de tolerancia por el que cada vez necesitas una dosis más alta para que surta efecto. Además del efecto de tolerancia, está la dependencia física, que aparece al dejar el medicamento. Aparecen síntomas como el sín-drome de abstinencia, dolores, mal cuerpo, nervios, insomnio».

Estos dos fenómenos son la

base de la adicción. «Hay fárma-cos susceptibles de abuso», ad-vierte el doctor Meana. «Cuando el organismo asimila una sustan-cia exógena que produce efectos paralelos. Por ejemplo, si además de los efectos analgésicos produ-ce bienestar, euforia, ése es un potencial medicamento de abu-so», finaliza el experto.

¿ABUSO O ADICCIÓN?

:: S. R.

I rene y Bruno nacieron con ape-nas 29 semanas de gestación. A la angustia que les supuso a sus padres tener a sus mellizos

de forma prematura e ingresados en una incubadora, se unió otra aún mayor: con apenas 15 días de vida los pequeños se vieron atacados por la bronquiolitis, la infección respi-ratoria más frecuente en los lactan-tes y que se ha convertido en la ma-yor pesadilla de los padres durante el invierno. «No entendía qué era hasta que no me los llevé a casa», ex-plica Belice, su madre. Ahora los be-bés tienen un año, pero este virus se ha convertido en parte de sus vi-das: «La dinámica es entrar y salir de la bronquiolitis continuamente, sal-vo en verano».

El episodio más fuerte sucedió cuando tenían seis meses y tuvie-ron una crisis muy aguda. De nue-vo estuvieron ingresados casi un mes en el hospital, una semana en-tera en la UCI. Comenzaron con mocos y tos, una tos que, a medida que pasan los días, se convierte en

más profunda y con flemas. A par-tir de ahí ya empiezan con pitos, respiran con dificultad, se les mar-can las costillas y las fosas nasales... «Su aspecto físico cambia, se les nota mucho más cansados, no quie-ren jugar, solo quieren estar dormi-dos», recuerda Belice.

Irene y Bruno desde junio pasa-do tienen un tratamiento fijo con aerosoles y revisiones periódicas con el neumólogo. Sus padres siguen es-trictamente una serie de medidas para tratar de evitar una nueva re-caída: hacerles lavados nasales, te-ner su cuna incorporada 30 grados porque eso les ayuda a respirar me-jor, ventilar su cuarto todas las ma-ñanas, no tener peluches en su ha-bitación, ni cortinas ni alfombras, no usar mantas con pelo, lavarse las manos de manera frecuente, evitar aglomeraciones y el contacto con personas que estén enfermas...

Como Irene y Bruno, cada año al-rededor de 270.000 niños tienen un episodio de Bronquiolitis Aguda por el Virus Respiratorio Sincitial

(BAVRS), de los que unos 100.000 son menores de dos años, 80.000 in-cluso de apenas unos meses. Y de ellos, 20.000 acaban hospitalizados en España a causa de esta infección.

Poco letal En estos momentos los hospitales es-tán llenos de pequeñajos tratando de echar fuera de su cuerpo este virus que, por suerte, pocas veces suele ser letal. No es que este año se esté dan-do un mayor número de casos, pero sí parece que se han concentrado en unos meses concretos. Y es que la peor época es de octubre a marzo, princi-palmente diciembre, enero y febre-ro, debido a que el frío favorece la es-tabilidad de este tipo de virus, que además puede sobrevivir hasta siete horas en las superficies.

«Sorprende que tratándose de un proceso tan frecuente, que afecta año tras año a nuestra población in-fantil más pequeña, el conocimien-to sobre la bronquiolitis y lo que pue-de suponer sea muy pequeño», ma-nifiesta María del Carmen Luna Pa-

redes, coordinadora del área de Neu-mología y Alergia Infantil del Hos-pital Materno-Infantil Doce de Oc-tubre (Madrid), que hace hincapié en que los niños que hayan sido pre-maturos o que presentan alguna en-fermedad de base tienen una mayor predisposición a sufrir episodios gra-ves. Además, este grupo es el que presenta un riesgo de mortalidad 17 veces más elevado que los niños sin factores de riesgo.

La pregunta que se hacen muchos padres es ¿cómo distinguir un cata-rro fuerte de la bronquiolitis? No cabe duda de que el que mejor lo sabe es el pediatra, pero hay algunos sín-tomas que nos deben hacer estar en alerta: ruidos en el pecho o sibilan-cias, dificultad respiratoria (al bebé se le marcan las costillas y el abdo-men se mueve mucho), inapeten-cia, somnolencia y decaimiento, co-loración azulada en los labios o pun-tas de los dedos... ¿Y cómo se trans-mite? Al tratarse de una infección

respiratoria, se transmite a través de la saliva o mocos de una persona in-fectada, y se propaga fácilmente en el seno de la familia, en las guarde-rías y en las salas de los hospitales o centros sanitarios.

La doctora Luna explica que no hay un tratamiento que haya demos-trado su eficacia frente a la bronquio-litis, ni a la hora de evitar ingresos ni a la hora de disminuir su duración. En estas infecciones causadas por un virus, los antibióticos no dan re-sultado ni tampoco los mucolíticos. Lo único que se administra son me-didas de soporte, como hacer lava-dos nasales, fraccionar las tomas para que no se cansen al comer y, en oca-siones, se emplean broncodilatado-res para intentar disminuir un poco la obstrucción respiratoria, aunque no siempre son efectivos. Las secue-las que deja –añade– es que aquellos niños que han sufrido crisis agudas normalmente tienen más episodios de broncoespasmos o sibilancias de repetición en los años siguientes.

Para reducir el impacto del VRS esta neumóloga aboga por concien-ciar a la población de la existencia de esta enfermedad y sus consecuen-cias en los más pequeños, puesto que «los padres probablemente in-fravaloran este virus por falta de co-nocimiento». Y eso que, en contra de lo que la gente piensa, la bron-quiolitis siempre ha estado ahí, tam-bién en la época de nuestros abue-los y antes. Por eso es más que con-veniente hacer campañas para ha-cer llegar la información a la pobla-ción. Campañas como la que desde el año pasado lanza la ONG Alian-za Aire, #StopBronquiolitis, centra-da en la prevención en familias y entornos infantiles.

Cada año 270.000 niños sufren en España un episodio agudo del Virus Respiratorio Sincitial. Más de 20.000 acaban hospitalizados, como los mellizos Irene y Bruno LUCÍA PALACIOS

Los bebés prematuros tienen una mayor predisposición a sufrir un episdio de VRS. :: FERNANDO GÓMEZ

Los expertos reclaman que es necesario un diagnóstico precoz y una derivación temprana para acortar los plazos e iniciar el tratamiento

:: D. ROLDÁN Un tratamiento más temprano su-pone una mejora a largo plazo. Esta es una de las principales premisas que los expertos repitieron en la reunión PostACR celebrada en la Universidad Rey Juan Carlos por la Cátedra de Evaluación de Resulta-dos en Salud y con la colaboración

de AbbiVe. Más de 200 expertos en esta patología analizaron las prin-cipales novedades presentadas en el congreso americano de la espe-cialidad (American College of Rheu-matology).

«El retraso diagnóstico es uno de los factores más importantes en el pronóstico y tratamiento de este tipo de patologías. Cuanto antes diagnostiquemos la enfermedad, menor será la evolución de la mis-ma, antes podremos fijar un trata-miento y más opciones de mejora tendrá el paciente», destacó el doc-tor Víctor Martínez Taboada, mé-

dico adjunto de Reumatología del hospital universitario Marqués de Valdecilla (Santander). Según el ex-perto, para que el diagnóstico pre-coz sea efectivo hay que tener una serie de factores, como «no retra-sar la visita al médico en cuanto se notan los primeros síntomas».

Una medida, la de la atención temprana, que permite que la lle-gada al especialista se produce con más premura. Además, se evitan los temidos cuellos de botella de una enfermedad que, según la So-ciedad Española de Reumatología (SER), afecta en España a más de

200.000 personas. Cada año se diag-nostican en torno a 20.000 casos nuevos, «dato muy importante si tenemos en cuenta que la artritis reumatoide es la más incapacitan-te de las enfermedades reumáti-cas», señala la SER.

Los expertos también incidieron en la necesidad del abordaje multi-disciplinar de las enfermedades reu-máticas. Por ejemplo, en el caso de las espondiloartritis es importante valorar la existencia de manifesta-ciones extraarticulares como la uveí-tis, la psoriasis o la enfermedad in-flamatoria intestinal.

MENOS TIEMPO PARA TRATAR LA ARTRITIS REUMATOIDE

U no de los medicamentos más conocidos y nombra-dos en las últimas décadas es el sintrom. «Es difícil te-

ner contacto con una persona que no tenga un familiar, un amigo o un co-nocido que tome sintrom», confiesa el doctor José María Lobos. El otro medicamento ‘primo’ de este famo-so anticoagulante y también conoci-do es la warfarina. Estos fármacos han sido durante décadas las únicas op-ciones terapéuticas viables para es-tos pacientes. Una situación que du-rante décadas se ha mostrado inamo-vible, hasta que han empezado a co-mercializarse una nueva generación de medicamentos que sirven de al-ternativa a los clásicos productos ba-sados en agentes de vitamina K.

Esta llegada de los nuevos farma-cos anticoagulantes ha supuesto una pequeña revolución tanto para los pacientes como para los profesiona-les, que decidieron estudiar la situa-ción de los médicos en las diferentes comunidades. Así nació el Proyecto Ágora, una iniciativa de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) y de la So-ciedad Española de Cardiología con la colaboración de Pfizer. El estudio comenzó hace tres años y se consta-taron las grandes diferencias que exis-ten entre las diferentes regiones.

«Los servicios de atención al pa-ciente anticoagulado se han desa-rrollado de forma muy dispersa. Por ejemplo, en la Atención Primaria de la Comunidad de Madrid sí se ha de-sarrollado un programa y el 90% de los pacientes anticoagulados se lle-va desde su centro de salud», expli-ca el doctor Lobos, coordinador del grupo de trabajo de enfermedades cardiovasculares de la semFYC. «Y tenemos otras comunidades donde este servicio prácticamente no se ha prestado como Murcia o Canarias», añade. Otras, como Andalucía o Can-tabria estos fármacos solo los reci-ben cuatro de cada diez pacientes. Y esta radiografía continúa con el mo-

delo de gestión de los pacientes, que en una tercera parte de las comuni-dades se basa en la atención desde los servicios de Hematología de los diferentes hospitales.

Además, el informe constató que en siete comunidades, los médicos de los centros de salud no podían re-cetar este medicamento y debe ser el cardiólogo o el hematólogo quien lo haga. En este sentido, el Proyecto Ágo-ra reclama que se retire el visado pre-vio de inspección por su rigidez y apuesta por otro más flexible, implan-tado por igual en todas las comuni-dades autónomas y que garanticen «la accesibilidad al tratamiento en el menor tiempo posible». Con su do-

cumento consensuado, los cardió-logos esperan que la aplicación de los nuevos fármacos anticoagulan-tes se vayan aplicando en todos los niveles después de años sin impor-tantes novedades.

«Es un avance muy esperado en la investigación cardiovascular. Los investigadores venían trabajando desde hace dos décadas en los nue-vos anticoagulantes activos por vía oral para que ofreciera menos pro-blemas a los pacientes que los que provoca, por ejemplo, el sintrom», explica el experto. Porque el salto no es solo cualitativo para los pacien-tes sino también para los profesio-nales. «El sintrom ha marcado un

estilo de atención terapéutica muy peculiar por la necesidad de moni-torizar a cada paciente de manera cercana. Cada 30 o 40 días, es nece-sario observar el nivel de anticoagu-lación que hay en sangre», apunta el doctor Lobos. Pero con la peculia-ridad de que no hay una dosis están-dar para los pacientes que sirva; ni siquiera la misma persona toma la misma cantidad de este medicamen-to a lo largo de su prescripción.

Más tiempo La prescripción de este tipo va a per-mitir a los profesionales sanitarios tener más tiempo. «Se gana tiempo de consulta que antes no se tenía al no tener que ser monitorizados cada mes», explica el doctor, quien aña-de que el paciente también se libe-ra de esa ‘esclavitud’ de acudir cada 30 o 40 días a ser revisado para con-trolar su INR (índice recomendado) de anticoagulación en sangre.

Estos nuevos fármacos permiti-rán rebajar el número de malos en-fermos, ya que aquellos que se con-trolan mal su patología suponen cua-tro de cada diez pacientes. «Estos se-rían los pacientes prioritarios para los nuevos anticoagulantes orales», explica el doctor Lobos. «El primer responsable de su salud, debe ser el propio paciente, que ha de cumplir

al 100% el tratamiento y seguir las recomendaciones de su médico. Si el paciente está comprometido, pue-de evitar complicaciones sanitarias asociadas a una mala adherencia al tratamiento o a hábitos poco salu-dables», recordaba Luciano Aroche-na, presidente de la Federación Es-pañola de Asociaciones de Anticoa-gulados, hace unos meses.

En España, los cálculos de los ex-pertos indican que solo el 10 y el 15% de los más de 800.000 pacien-tes con fibrilación auricular no val-vular tienen acceso a los nuevos fár-macos. Aquellas personas que ha-yan tenido que ser operadas y han visto cómo le cambiaban una vál-vula, tendrán que seguir con los fár-macos tradicionales. «En muchos casos, les va bien y no hay que cam-biarlos y hacen una vida totalmen-te normal dentro de unos paráme-tros», apunta el galeno.

Entre 80.000 y 90.000 pacientes con fibrilación auricular no valvular ya disfrutan de los nuevos fármacos anticoagulantes, que mejoran el tratamiento de estas personas DANIEL ROLDÁN

LOS HEREDEROS DEL SINTROM, EN LAS CONSULTAS

Una arteria del cuerpo humano. :: S. R.

10 DEACTUALIDAD 11DEACTUALIDADFEBRERO 2016 SALUDREVISTA.ES

FEBRERO 2016 SALUDREVISTA.ES

La gerente de la ONG Alianza Aire alerta sobre la importancia que tiene la prevención y explica algunas de las principales medidas

:: L. PALACIOS «Realmente no hay un tratamien-to una vez se produce la bronquio-litis», admite Aurora Pimentel, ge-rente de la ONG Alianza Aire, que tiene como misión defender a los niños más vulnerables ante las In-fecciones Respiratorias Agudas (IRA) y sensibilizar a este respec-to. Por esta razón, y porque es la principal causa de hospitalización de niños menores de dos años, a los que puede dejar secuelas, es tan importante la profilaxis. Pese a que «no hay una prevención segura y total», Pimentel hace hincapié en que «hay que incidir en una serie de medidas que nosotros promo-cionamos y que a veces las fami-lias obvian o minimizan». Así, ex-plica la experta, el «sencillo ges-to» de lavarse las manos es básico para ayudar a prevenir no sólo la

bronquiolitis, sino gripes, catarros y otras enfermedades. Junto a las manos, hay que promover la lim-pieza de superficies y objetos que los niños tienen y que pueden ser-vir para difundir el contagio. Ade-más, Pimentel pide evitar que se fume delante de los más peque-ños, un ámbito en el que «todavía queda mucho por hacer en Espa-ña», y fomentar la lactancia ma-terna al menos durante los seis pri-meros meses de vida. Asimismo, habla de la importancia de hábitos como evitar ambientes cerrados y con aglomeraciones o con poten-ciales enfermos cuando se va con un bebé, ventilar la casa, estornu-dar tapándonos con el interior del codo y no con la mano, valorar bien si en estación epidémica convie-ne que un niño de pocos meses vaya a la guardería o a una consul-ta si no es estrictamente necesa-rio, etcétera.

Por último, avisa de que existe un tratamiento preventivo farma-cológico de uso intrahospitalario que debe administrarse mensual-mente durante la estación epidé-mica a determinados niños de los grupos de riesgo.

«NO HAY UN TRATAMIENTO PARA ESTE VIRUS»

Con los nuevos medicamentos, los enfermos evitan la visita mensual para ser monitorizados

LA BRONQUIOLITIS ATACA DE NUEVO

»Los padres probablemente

infravaloran esta enfermedad por falta de conocimiento», se lamenta la doctora Luna

12 GANASDEVIVIR 13GANASDEVIVIRFEBRERO 2016 SALUDREVISTA.ES

FEBRERO 2016 SALUDREVISTA.ES

S i le preguntaran a los diri-gentes españoles y a los afi-cionados de nuestro país qué deportistas regresarán de

Río de Janeiro el próximo verano con la medalla de oro colgada de su cue-llo, una gran mayoría de ellos daría el nombre de Javier Gómez Noya (Ba-silea, 25 de marzo de 1983). Este triatleta pontevedrés, hijo de emi-grantes gallegos en Suiza, es uno de los máximos referentes del deporte español desde hace ya bastantes años y el número uno del mundo en lo suyo. No hay nadie que nade, mon-te en bicicleta y corra mejor que él. Tres veces campeón de Europa (2007, 2009 y 2012) y cinco del mundo (2008, 2010, 2013, 2014 y 2015), ya obtuvo la presea de plata en los Jue-gos de Londres de hace cuatro años, y acude a la cita olímpica de este 2016 con el oro entre ceja y ceja: «Sería un título muy impor-tante que no tengo en mi palmarés. Es un reto apasio-nante y todo el trabajo de este año está centrado en Río. Estoy muy ilusionado», explica a Gómez Noya.

Pero para llegar a ser el gran favorito de la prueba de triatlón de unos Juegos Olímpicos, Javier ha teni-do que trabajar mucho y muy duro desde que era un imberbe. A nadie se le rega-la ser el número uno de nin-gún deporte, menos en uno tan exigente como el triatlón, y en el caso de nuestro pro-tagonista es literal. Cuando Gómez Noya tenía 16 años se le detectó una anomalía cardíaca que inició una de-sagradable ‘guerra’ entre el Consejo Superior de Deportes y el triatleta, que cerca estuvo de acabar prematu-ramente con la exitosa carrera del ga-llego: «Según el CSD y algunos de sus especialistas médicos, la valvulopa-tía que sufría era una de las causas más frecuentes de muerte súbita, es-pecialmente si afecta a la raíz de la aorta, pero yo siempre me defendí con exhaustivos informes de presti-giosos cardiólogos en los que queda-ba constancia que mi anomalía esta-ba controlada y no era grave», expli-ca Javier, tan seguro como lo estaba desde el primer día que su problema de salud nunca ha sido tan grave como el CSD intentó hacerle ver: «Mi val-vulopatía no me afecta en nada. Lo único que hago son unos seguimien-tos periódicos desde hace 18 años para comprobar que todo está bien y que no evoluciona a peor. Hubo una dis-crepancia médica entre la jefa de Car-

diología del CSD y el resto de cardió-logos que me vieron y eso generó una discusión, un debate médico con otras consecuencias y una persecución a otros niveles, más burocráticos. Pero al final, afortunadamente, se impu-so el sentido común y yo estoy sano, como siempre defendí».

Difícil de predecir Tanto para su calidad de vida presen-te y futura, como para ser un depor-tista de élite, el corazón de Javier está robusto como el acero: «Igual en un futuro tendría que reemplazar la vál-vula, pero eso es muy difícil de pre-decir porque no hubo ningún cam-bio en los últimos 18 años. La clave son los controles periódicos a los que me someto», comenta.

Su vida en ningún momento co-rrió peligro, como le insistían en el

CSD, pero el ‘palo’ cuando se le comunicó la noticia fue considerable: «Es cierto que al principio me preocupé por mi salud. Fue una de-cepción muy grande porque veía mi carrera truncada. Ni siquiera me consolaba el ca-riño y apoyo de mis padres. Yo les decía: ‘¿Qué hago? ¿Estar borracho por ahí to-das las noches?’, y ellos me intentaban animar dicién-dome que era muy joven y que, aunque ese problema pudiera afectar a mi carrera deportiva, no lo haría a mi día a día. Me insistían en que

tenía por delante toda una vida y que podía hacer todo lo que quisiera, pero no era eso lo que yo quería escuchar en aquel momento», detalla Javier.

Lo que Gómez Noya quería oír es que su corazón estaba sano y por eso acudió a pedir una segunda opinión médica ante la intransigencia del CSD, que incluso le retiró la licencia. Ahí emergieron las figuras de los galenos Nicolás Bayona y William McKenna, sus dos ángeles de la guarda: «El doc-tor Bayona gastó su tiempo y su di-nero por mí para estudiar en profun-didad mi caso. Siempre le estaré muy agradecido. Además, me llevó hasta el doctor McKenna, miembro del equipo de cardiología del prestigioso Hospital San Jorge de Londres, para que me viera en su consulta y, una vez comprobado que era un chico apto para competir a alto nivel, McKenna también decidió apoyarme, y de ma-nera altruista, en los debates médi-cos que tuve con el CSD».

Según describen sus íntimos, Gó-mez Noya es un trozo de pan que nun-ca deja de sonreír, pero le costó tan-

UN CORAZÓN DE ACEROJAVIER GÓMEZ NOYA TRIATLETA

to asimilar lo que para él era una tre-menda injusticia que durante los cua-tros años (1999-2003) de calvario y pelea burocrática y médica contra el CSD solo sus padres estuvieron al día de lo que pasaba por su mente: «Era un tema que no me gustaba tocar. Era duro para mí. Por eso, no me sentía cómodo hablando de ello y lo evita-ba con mis amigos».

Javier se sintió en muchas ocasio-nes «un deportista adolescente for-zado a jubilarse», como describe Ma-nuel Jabois en el prólogo de su exito-so libro ‘A pulso’ (editorial Córner), que relata la historia de superación del hoy mejor triatleta del planeta: «Toda esa lucha, las ganas que tenía de demostrar al mundo que yo valía para esto del triatlón y el intento por parte del CSD de ‘retirarme’ antes de tiempo me hicieron más duro y, so-bre todo, mucho más maduro. Des-de entonces, veo las cosas de otra for-ma y aplico todo esa enseñanza en los entrenamientos y las competicio-nes. Además, aprendí mucho sobre la gente, quien está contigo por inte-rés y quien te aprecia y está contigo porque son amigos de verdad. Tam-bién empecé a relativizar otras cosas, como los resultados en la competi-ción. Las derrotas duelen, pero las ves desde otra perspectiva y no te lo to-mas tan mal. Sabes que hay cosas peo-res. El hecho de poder competir ya debe ser una alegría».

Humilde y sencillo Tras dejar atrás todo el conflicto mé-dico con el CSD y recuperar su vida normal, Gómez Noya siguió traba-jando y peleando por sus sueños como si nada hubiera pasado: «In-tento ser buena persona, humilde y sencillo. Esos valores son los que he aplicado en mi vida. Siempre tuve claro que para conseguir los objeti-vos tenía que trabajar mucho. Si tu-viera más talento, igual no necesi-taba trabajar tanto. Pero la única fór-mula que conozco para llegar al éxi-to es la disciplina y el rigor. Solo hay que fijarse en todos los grandes de-portistas de este país para saber que esa es la actitud adecuada».

Javier, conocido por muchos como «el hombre de hierro», no tiene cabi-da en su vida para el rencor y solo mira el lado positivo de tanta contrariedad sufrida en los primeros años de una excelsa carrera que puede tocar cima el próximo mes de agosto en Río: «A veces me sentí un prófugo porque está claro que se me persiguió. Eso es una realidad. Se me prohibió entrar en centros de entrenamiento y se in-tentó que no compitiera ni en triatlo-nes ni en pruebas populares. Fue una polémica que llegó demasiado lejos, pero el sufrimiento mereció la pena. Ahora miro todo lo que he consegui-do, todos los sueños que he cumpli-do y aún puedo cumplir y sonrío. Me-reció la pena pelear tanto. El triatlón es mi vida y así quiero que sea el res-to de mis días».

El triatleta es tres veces campeón de Europa (2007, 2009 y 2012) y

cinco campeón del Mundo (2008, 2010, 2013, 2014 y 2015).

:: S. R.

»Según el CSD y algunos de sus

especialistas médicos, mi valvulopatía era una de las causas más frecuentes de muerte súbita»

»Intento ser buena persona, humilde

y sencillo. Son valores que he aplicado en mi vida. Siempre tuve claro que tenía que trabajar mucho»

»La única fórmula que conozco para

llegar al éxito es la disciplina y el rigor. Solo hay que fijarse en los grandes deportistas de este país»

:: S. R.

:: S. R.:: S. R.

A PULSO Autor: Paulo Alonso y Antón Bruquetas. Editorial: Corner. 176 páginas.

El deportista gallego, claro candidato a la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río, detalla su historia de superación en su libro ‘A pulso’ RUBÉN CAÑIZARES

14 NUEVASTECNOLOGÍAS 15ELCONSULTORIOFEBRERO 2016 SALUDREVISTA.ES

FEBRERO 2016 SALUDREVISTA.ES

DIEGO SANTANDER

Escoliosis

En una revisión de rutina me han dicho que tengo escoliosis leve. Me han remitido al espe-cialista, pero me he quedado preocupado. ¿Se puede corre-gir? ¿Cómo? Suelo tener dolor de espalda, pero pensaba que era debido al peso de la mo-chila que suelo llevar por tra-bajo. ¿Puede ser la causa? Ten-go 45 años.

En su caso, y a su edad, el hallaz-go de una escoliosis leve en una revisión clínica carece de interés y, por lo general, no es la causa de su dolor de espalda habitual. La escoliosis leve se caracteriza por tener una desviación de la columna con una curvatura in-ferior de 20 grados. Se trata de una entidad que requiere con-trol durante la fase de creci-miento infantojuvenil pero que, una vez en la edad adulta, se es-tabiliza y no genera problemas derivados.

Al contrario de lo que se cree, no hay una evidencia clara de que los pacientes con escoliosis idiopática sufran más dolor lumbar que la población gene-ral. Por tanto, en caso de dolor y escoliosis leve, el abordaje no diferiría del de una persona sin ella. Cabe destacar que precisa-mente por la ausencia de reper-cusiones que provoca esta enti-dad nunca se realizan terapias dirigidas a corregirla.

En lo que se refiere a la carga

de una mochila para ir al trabajo como el causante de su dolor de espalda, dependerá del peso y de la forma de llevarla. Recomen-damos llevar mochilas de dos asas colgadas de ambos hom-bros. No obstante, la principal causa de un dolor lumbar no in-tenso y sin otros síntomas gra-ves suele deberse más a una fal-ta de actividad física adecuada.

En todo caso, si aparece dolor lumbar persistente se recomien-da visitar a un médico especia-lista en rehabilitación y medici-na física para hacer un diagnós-tico preciso y diseñar un plan te-rapéutico individualizado.

Dr. Rogelio del Pino Miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF)

:: R. S.

KATIA BILBAO

Preparación para una maratón Tengo 40 años, no suelo ser muy activa aunque he hecho pilates durante algunos meses y suelo montar en bicicleta una vez a la semana. Quiero entrenarme para una maratón a finales de año y no sé si debo hacerme un chequeo médico antes para evi-tar problemas cardíacos. ¿Qué debería hacer?

El hecho de ser mujer con una edad de 40 años exige dos tipos de reconocimientos. Por un lado, uno

osteo-mio-articular médico-de-portivo que debe hacer un médico del deporte, para valorar la situa-ción estructural en una mujer no entrenada desde joven para hacer una maratón, que es un activo de fondo significativo. Por otra parte, requiere un reconocimiento car-diovascular mínimo: historia clí-nica y antecedentes, exploración física cardiovascular y electrocar-diograma de reposo. Este recono-cimiento es altamente recomen-dable hacérselo.

Lo que ocurre es que, si se trata-ra de un hombre, superados los 35 años de edad, sería muy aconseja-ble hacer también una prueba de esfuerzo para descartar una enfer-medad de las coronarias. Pero en

el caso de una mujer, y dado que la enfermedad coronaria aparece es-tadísticamente entre 5 y 10 años después que en los hombres, us-ted está justo en el límite de si aconsejar hacerla o no.

Por ello, en cuanto a la prueba de esfuerzo se refiere, probable-mente sí le aconsejaría realizarla, sabiendo que es más probable-mente que indique la inexisten-cia de enfermedad coronaria, o bien que, si fuera «positiva» (in-dicadora de enfermedad) podría ser con gran probabilidad un «fal-so positivo».

Dr. Emilio Luengo Coordinador del Área de Actividad Física del Programa Empresas Cardiosaludables de la Fundación Española del Corazón (PECS)

ALBA ALBACETE

Ejercicio y apetito

Cuando hago ejercicios (un par de veces por semana) regreso a casa con mucha hambre. ¿A qué puede deberse? ¿Cómo debería alimentarme en esos casos? ¿Será que el ejercicio puede ha-cer que engorde? Soy mujer y tengo 35 años.

Por lo que comenta en las pregun-tas, quizá pueda deberse a que no mantiene una alimentación co-rrecta de cinco comidas al día y que, cuando llega a la hora en la que va a practicar deporte, lo hace con hambre. Lógicamente, si es este el caso, después de esa activi-dad física se disparan las ganas de comer. Otra causa puede estar, quizá, en que realiza un deporte de alta intensidad y, de este modo, quema los hidratos de carbono que tiene en reserva y el cuerpo le pida comer más.

Como hace ejercicio dos días a la semana y, aunque no lo sé, qui-zá no tenga una forma física ade-cuada, habría que valorar la posi-bilidad de aumentar los días de práctica de ejercicio a tres días por semana y, uno de ellos, hacer ejer-cicio de muy baja intensidad, para potenciar el metabolismo de las grasas y obtener más energía de éstas que de los hidratos de carbo-no. De este modo, irá regulando el aspecto metabólico, que puede que esté ligeramente alterado.

La forma ideal de alimentarse

sería la de realizar cinco comidas al día, con desayuno y comida fuertes, la cena ligera pero de dos platos y tomar algo a media ma-ñana y a media tarde. También puede ser aconsejable ajustar la fi-nalización de la práctica deporti-va con el momento de la ingesta de una de las comidas o ajustar la hora de la toma de la merienda a una hora aproximadamente antes de hacer deporte y luego, al aca-bar el ejercicio, cenar.

El ejercicio no tiene por qué engordar necesariamente. En su caso, quizá debería llevar un planteamiento deportivo y de entrenamientos un poco más es-tructurado. Una consulta perso-nalizada con un profesional sobre este tema, con más detalle sobre su caso particular, puede ser de mucha ayuda.

Dr. Pablo Aranda Coordinador de la Unidad de Medicina Deportiva IMQ Doña Casilda (Bilbao)

:: S. R.

CARMINA CÁDIZ

Queratoris seborreica Me han salido unas marcas deba-jo del pecho y el médico me ha dicho que parece queratosis se-borreica y que se pueden quitar con crioterapia. ¿Es conveniente tratarlas? ¿Qué las produce? ¿Sa-len más con la edad?¿La criote-paria deja marcas?

Las queratosis seborreicas son unas «verruguitas» que salen en algunas zonas del cuerpo. Nor-malmente aparecen en personas que están predispuestas genética-mente por herencia familiar, a

medida que cumplen años. Son benignas, no tienen potencial de malignidad, y muchas veces los pacientes desean eliminarlas por motivos cosméticos.

La crioterapia es una alternati-va terapéutica. A mí personal-mente me gusta más eliminarlas con láser CO2 o bisturí eléctrico (ambas terapias son ambulato-rias) porque aseguras la destruc-ción y la cicatrización puede con-trolarse mejor.

Puede dejar alguna cicatriz en la zona tratada, pero, normal-mente, en manos expertas suele ser un tratamiento satisfactorio.

Dr. Jaime Vilar Miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV)

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RUTH ELCHE

Aftas bucales

A mi hijo le han salido unas am-pollas en la parte interna de la mejilla. ¿Qué puede haberlas ocasionado? ¿Cuál es el trata-miento más adecuado? ¿Puede deberse a una mala higiene bu-cal?

Las ampollas en esta zona de la boca en niños pueden deberse a aftas bucales. Para su tratamien-to, aparte de una buena higiene,

no existe un medicamento que sea definitivo. El proceso se ex-tiende entre ocho y diez días, pa-sados los cuales el proceso remi-te. Tiene tendencia a reaparecer a lo largo de la vida. Otra posibili-dad es que se deban a una lesión por mordedura en la mejilla. En este caso, aparte de la higiene de la zona, conviene realizar coluto-rios con suero fisiológico y, asi-mismo, evitar comer alimentos que irriten la zona.

Dra. Paloma Planells Vocal de Odontopediatría de la Comisión Científica del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Madrid (COEM)

L os nuevos dispositivos de seguridad en los hospita-les han reducido un 67% el riesgo de infecciones en el

entorno sanitario. La tecnología sa-nitaria reduce los tiempos de hos-pitalización de los pacientes cardia-cos y permite su seguimiento re-moto, lo que ha supuesto un aho-rro de más de 250 millones de eu-ros anuales en Europa. El uso de la tecnología ‘doppler’ supondría un ahorro de entre 70 y 130 millones de euros en Europa al acelerar la ci-catrización de las heridas en caso de pacientes quemados.

Bajo el término de ‘tecnología sa-nitaria’ se engloban todos los pro-ductos y terapias para la preven-ción, el diagnóstico, el tratamien-to y el seguimiento de enfermeda-des, lesiones y deficiencias que me-joran la calidad de vida de los pa-cientes. La medicina del futuro, a la que se llegará a través del impul-so de la tecnología sanitaria, supon-drá el diagnóstico por imagen más preciso, la telemonitorización del paciente a través de dispositivos móviles, la utilización de impreso-ras 3D para la creación a medida de órganos y tejidos para trasplantes, el uso generalizado de robots qui-rúrgicos, o la introducción de la te-rapia génica.

Todos estos datos proporciona-dos por la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) revelan que el sector de la tecnología sanitaria en España está «muy lejos» de los niveles euro-peos a nivel de actualización. Y todo ello a pesar de que este sector es «estratégico» para la economía es-pañola, según anuncia Enrique Ál-varez, presidente de Fenin hasta el pasado mes de diciembre. «En-tre el 10% y el 15% del crecimien-to de la economía se genera por la innovación en el sector sanitario». Otros datos destacados son la fac-turación del sector en 2014, que llegó a los 6.900 millones de euros, o que más de 1.000 empresas se de-dican a la tecnología sanitaria en nuestro país de una forma u otra, desde pequeñas startups hasta gran-des multinacionales.

Por su parte, la secretaria gene-ral de la Federación, Margarita Al-

fonsel, explica que las empresas que apuestan por la innovación reciben mayores retornos, y que es un mo-tivo de orgullo que el gasto medio de innovación actualmente de las compañías en España sea del 9,5%. «El sector de la tecnología sanita-ria presenta una patente cada 50 minutos», señala Alfonsel, que re-conoce que, hasta que llegó la cri-sis, «España estaba a la vanguardia en implantación de tecnología sa-nitaria». Por ello, «hay que retomar el ritmo que llevábamos», recomien-da la experta.

Además hay datos importantes que no conocen la gran mayoría de los ciudadanos. Por ejemplo, según el estudio realizado por Fenin ‘El perfil Tecnológico Hospitalario’, una máquina para realizar TAC de me-nos de 10 años emite un 80% me-nos de radiación que una más anti-gua. El informe revela, además, que España es el quinto país por la cola entre los 35 países europeos de re-ferencia en cuanto a la edad media de la tomografía computarizada (TAC), con el 23% de las máquinas con más de 10 años de uso.

Por comunidades autónomas, el parque instalado de esta tecnolo-gía más antiguo está ubicado en Cas-tilla-La Mancha (solo el 12% de los equipos tienen menos de cinco años), Galicia (18%), Aragón (22%) y Murcia (27%). Por el lado inverso se encuentra Asturias, que con un 56% de los equipos instalados con menos de cinco años se convierte en la región de España mejor situa-da, seguida del País Vasco (43%) y Cataluña (42%).

¿Cómo hacer frente a este pro-blema? Desde la Federación propo-nen añadir innovación para alargar la vida de los equipos, crear dife-rentes fórmulas para reducir otros costes, buscar acuerdos a varios años con entidades financieras o empre-sas privadas, y establecer una ITV sanitaria, es decir, un buen mante-nimiento de los equipos llevado a cabo por personal cualificado.

Asimismo, el director de nego-cio de Philips para España y Portu-gal, Ignacio López, añade que «la sostenibilidad del sistema sanita-rio pasa por la innovación de los procesos» y, según su opinión, «esta

es la llave para reducir los costes». Un punto muy importante a tener en cuenta hablando de obsolescen-cia de los equipos y la necesaria in-novación es la seguridad, «debido a que esta tecnología está en con-tacto directo con las personas».

«Desde 2006 hasta 2010 la ma-yor parte de las inversiones del Mi-nisterio de Sanidad y de las CC AA fueron a la creación de nuevos hos-pitales y los antiguos quedaron atra-sados en infraestructuras y equipa-mientos, sin ser renovados tampo-co más tarde debido a la llegada de la crisis», dice López. El también presidente de Tecnología Clínica de Fenin señala que, según diferentes estudios, la recomendación es que «al menos el 50% de los equipos ten-gan menos de cinco años, que el 30% entre 6 y 10 años, y que no haya más del 10% de los aparatos instalados con más de 10 años». Sin embargo, a día de hoy y según los datos proporcionados, la vida me-dia de uso está por encima de los periodos recomendados por el Co-mité de Coordinación Europeo del sector de Radiología, Electromedi-cina y Tecnologías Sanitarias (CO-CIR) en todas las comunidades.

«El problema está en que hay una cierta miopía en ver que la renova-ción de los equipos y la apuesta por la innovación tendrá un beneficio a largo plazo», recuerda López, quien añade que «la falta de inversión en tecnología sanitaria puede suponer una lacra en el futuro y que se haga insostenible el sistema de salud por no haber invertido en innovación».

RENOVAR LA TECNOLOGÍA SANITARIA, UN RETO NECESARIOLa inversión en innovación y reposición de los equipos supondrá la llegada de los hospitales del futuro, donde la prevención y el diagnóstico precoz serán los protagonistas EDURNE MARTÍNEZ

Un TAC de menos de 10 años emite un 80% menos de radiación que uno más antiguo

La falta de inversión en tecnología sanitaria puede llegar a hacer insostenible el sistema de salud

:: S. R.

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